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EL PROCESO PARA

CONVERTIRSE EN
PERSONA
Humanidades III
Acerca de esta obra
◦ El encuadre psicoterapéutico de esta obra rebasa las categorías de conocimiento
tradicionales y altera el rol del terapeuta, pues en lugar de encargarle curar
a alguien que está enfermo, le asigna la tarea de comprender al otro, de ser el
espejo de la expresión total de la vida del "cliente", convirtiéndolo a él en
su asesor y a la relación terapéutica en "asesoramiento" o "consejo".
La dinámica de la modificación se centra, así, en el paciente mismo, eliminando
toda actitud directiva por parte del terapeuta y negando la viabilidad de la
fragmentación de la personalidad del asesorado en "parte enfermas" y "partes
sanas". Como consecuencia, asesor y asesorado entran en una relación de
búsqueda del sí mismo de cada uno y, en ese contexto interpersonal, desarrollan
un diálogo -comprometido, emocionalmente intenso y de curso impredecible- en el
que el cliente vive una maduración afectiva a través de sucesivos insights que
rescatan e integran la totalidad de su experiencia vivida y le permiten
"convertirse" en persona.
El Proceso De Convertirse En Persona.
Para desarrollar las consideraciones siguientes, primero hay que dar por
sentado que el cliente (o dicho de otra manera, el sujeto de estudio)
experimenta la sensación de ser plenamente recibido, es aceptado tal como
es, cualesquiera que sean sus sentimientos (miedo, desesperación,
inseguridad, ira), su modo de expresión (silencio, gestos, lágrimas o
palabras) o lo que descubra que él es en ese momento. Este término recibido
implica el concepto de ser comprendido empáticamente y ser aceptado.
También corresponde señalar que lo que hace que la condición de ser
recibido sea óptima es el hecho de que el cliente la experimente así y no
su mera existencia en el terapeuta. Por consiguiente, al referirse al
proceso de cambio hay que dar por supuesta en todo momento la existencia de
una condición de recepción óptima.
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“Al intentar aprehender y conceptualizar el proceso de
cambio, busqué inicialmente elementos que señalaran o El Continuo
caracterizaran
fui desarrollando este concepto de proceso y discriminé
Emergente
en él siete etapas; deseo destacar, sin embargo, que se
trata de un continuo, y que aunque identifiquemos siete
etapas o cincuenta, existirán infinitos puntos
intermedios.
Pensé que cualquier cliente, considerado como totalidad,
habitualmente exhibe conductas que se agrupan
constituyendo una franja relativamente estrecha, de este
continuo.(…) el proceso que deseo describir
se ajusta con mayor exactitud a determinadas zonas del
significado personal”
La persona duda de si mismo, no interioriza con el mismo. Solo se fija
en las cosas externas. No es consciente de sus sentimientos, tampoco
Primera
reconoce sus problemas por lo cual tampoco tiene deseos de cambiar.
Etapa
– Los sentimientos y significados personales no se reconocen ni
se .admiten como propios
– Los constructos personales son extremadamente rígidos.
– Las relaciones íntimas y comunicativas se consideran .peligrosas.
– En esta etapa no se reconocen ni perciben los problemas.
– No hay deseos de cambiar.
– La comunicación interna sufre un intenso bloqueo.
Segunda Etapa
No se hace responsable de sus problemas ya
que los percibe como externos, sus
sentimientos la expresa como si fueran
parte del pasado o fueran inexistentes,
manifiesta los sentimientos sin
reconocerlos.
– La posibilidad de vivenciar está
limitada por la estructura del pasado.
– La diferenciación de los significados y
sentimientos personales es muy limitada y
burda.
– Pueden expresarse contradicciones, pero
son pocas las que se reconocen como tales.
Expresa sus experiencias y su sí mismo como objetos,
expresa sentimientos que no pertenecen al presente, no acepta
sus propios sentimientos, los revela como algo vergonzoso,
Tercera Etapa
mal o anormal.
– Se reconocen las contradicciones de la experiencia.
– Las elecciones personales suelen considerarse ineficaces
◦ Describe sus sentimientos como objetos del presente, pero
irrumpen en contra de sus deseos y lo hace de manera
Cuarta Etapa
desconfiada y con temor, mínima aceptación hacia sus
sentimientos. Empieza a preocuparse por las contradicciones
entre su experiencia y el sí mismo, siente cierta
responsabilidad por sus problemas, empieza a tener una
relación íntima aunque le parezca peligrosa se arriesga.
Expresa sus sentimientos libremente en el presente,
aunque lo hace temeroso en lugar de sentir placer,

Quinta Etapa reconoce cada vez más esos sentimientos como propios y
a diferenciarlos, acepta la responsabilidad de sus
problemas y aumenta su preocupación sobre cómo ha
contribuido en ellos, mejora su comunicación interna.

– Existe una tendencia intensa y notoria a diferenciar con


exactitud los sentimientos y significados.
– Las contradicciones e incongruencias de la experiencia
son encaradas cada vez con mayor claridad.
Sexta Etapa Expresa sus sentimientos libremente en el
presente de manera inmediata y rica, ya no
los niega, ya no se considera a el mismo
como objeto, vive experiencias como un
proceso, se siente relajado
fisiológicamente, su comunicación interna
es libre y sin bloqueos, no percibe
problemas internos ni externos.
◦ Expresa sus sentimientos libremente en el presente de
Séptima Etapa
manera inmediata y rica en matices dentro y fuera de la
relación terapéutica, acepta sus propios sentimientos
cambiantes con confianza en el proceso, interpreta como
nueva la situación presente y no como algo pasado, su
comunicación interior es clara sus sentimientos y símbolos
se relaciones de manera adecuada.
En Conclusión
• Toda persona que ha iniciado el camino de convertirse en
persona va paulatinamente volviéndose más consciente y
responsable de lo que ocurre en su interior, de su parte en los
problemas y de todo lo que le pertenece. Se visualiza como
parte de este mundo; se relaciona con los demás, consigo mismo
y con el ser supremo de una manera saludable. Se plantea
objetivos de vida por lo que se vuelve más libre para amar y
con esto más cerca de la auténtica felicidad.
¡GRACIAS!
REFERENCIAS
Rogers C. (1961), El proceso
de convertirse en persona, Ed. Paidós. 1985 Barcelona

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