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ENSAYO SOBRE EL

ENTENDIMIENTO
HUMANO
JOHN LOCKE
LIBRO II, CAPÍTULO 2.
DE LAS IDEAS SIMPLES
• Aun cuando las cualidades que afectan a nuestros sentidos están, en las cosas mismas, tan unidas y
mezcladas que no hay separación o distancia entre ellas, con todo, es llano que las ideas que esas
cualidades producen en la mente le llegan, por vía de los sentidos, simples y sin mezcla.
• Las ideas simples así unidas en un mismo objeto son tan perfectamente distintas como las que llegan
por diferentes sentidos. La frialdad y la dureza, que un hombre siente en un pedazo de hielo, son, en la
mente, ideas tan distintas como el aroma y la blancura de un lirio, o como el sabor del azúcar y el aroma
de una rosa.
• La mente no puede ni hacerlas ni destruirlas. Estas ideas simples, los materiales de todo nuestro
conocimiento, le son sugeridas y proporcionadas a la mente por sólo esas dos vías arriba mencionadas,
a saber: sensación y reflexión.
• Una vez que el entendimiento está provisto de esas ideas simples tiene el poder de repetirlas,
compararlas y unirlas en una variedad casi infinita, de tal manera que puede formar a su gusto nuevas
ideas complejas.
• El más elevado ingenio o el entendimiento más amplio, cualquiera que sea la agilidad o variedad de su
pensamiento, no tiene el poder de inventar o idear en la mente ninguna idea simple nueva que no
proceda de las vías antes mencionadas; ni tampoco le es dable a ninguna fuerza del entendimiento
destruir las que ya están allí
• Igual incapacidad encontrará en sí mismo todo aquel que se ponga a modelar en su entendimiento
cualquier idea simple que no haya recibido por sus sentidos, procedente de objetos externos, o por la
reflexión que haga sobre las operaciones de su propia mente acerca de ellas. Y yo quisiera que alguien
tratase de imaginar un sabor jamás probado por su paladar, o de formarse la idea de un aroma nunca
antes olido; y cuando pueda hacer esto, yo concluiré también que un ciego tiene ideas de los colores, y
que un sordo tiene nociones distintas y verdaderas de los sonidos.
CAPÍTULO III
DE LAS IDEAS PROVENIENTES DE UN SOLO SENTIDO
DIVISIÓN DE LAS IDEAS SIMPLES
• Hay algunas que llegan a nuestra mente a través de un solo sentido; segundo, hay otras que penetran
en la mente por más de un sentido; tercero, otras que se obtienen solamente mediante la reflexión, y
cuarto, existen algunas que se abren paso y se sugieren a la mente por todas las vías de la sensación y
de la reflexión.
POCAS IDEAS SIMPLES TIENEN NOMBRE

• La variedad de los olores, que están tal vez en el mismo número, si no más que las diversas especies de
los cuerpos en el mundo, carecen en su mayoría de nombre. Fragancia y hedor sirven habitualmente
para expresar esas ideas, lo que realmente equivale a decir que nos agradan o desagradan; aunque el
aroma de una rosa y el de una violeta, ambos fragantes, son seguramente dos ideas bastante diferentes.

• Dulce, amargo, desagradable, agrio y salado, forman la mayoría de los calificativos con que contamos
para designar esa inmensa variedad de gustos que se pueden distinguir, no sólo en casi todas las clases
de criaturas sino en las distintas partes de un mismo fruto, animal o vegetal. Igualmente puede
afirmarse de los colores y de los sonidos.
CAPÍTULO IV
DE LA SOLIDEZ, RECIBIMOS ESTA IDEA POR EL TACTO
• La idea de la solidez la recibimos por nuestro tacto; y proviene de la resistencia que notamos en un
cuerpo a que cualquier otro cuerpo ocupe el lugar que tiene, hasta que cede. No existe ninguna otra
idea que recibamos de forma más constante a través de la sensación que la de solidez.
• Esta parece ser la idea que está más íntimamente unida con lo corpóreo y a la esencia de cuerpo; de tal
manera que no se puede encontrar o imaginar en ningún otro lugar que no sea en la materia. Y aunque
nuestros sentidos no tomen nota de ella sino en masas de materia que por su volumen sean suficientes
para producir en nosotros una sensación
• Cualquier lugar que imaginemos que algún espacio está ocupado por una sustancia sólida, concebimos
que dicha sustancia lo posee de un modo tal que excluye a cualquier otra, y que impedirá
continuamente que otros dos cuerpos cualesquiera, que se muevan en una línea recta el uno hacia el
otro, lleguen a tocarse, a no ser que se desplace de en medio de esos dos cuerpos en una línea que no
sea paralela a aquella en que se mueve.
CAPÍTULO V
DE LAS IDEAS QUE PROVIENEN DE LOS DIFERENTES SENTIDOS
DE LAS IDEAS RECIBIDAS POR EL TACTO Y LA
VISTA
• Las ideas que adquirimos a través de más de un solo sentido son las del espacio o extensión,
de la forma, del reposo y del movimiento. Porque provocan impresiones en los ojos y el tacto,
de manera que podemos recibir y comunicar a nuestra mente las ideas de suspensión, forma,
movimiento y reposo de los cuerpos, tanto al verlos como al tocarlos. Pero, como tendré
ocasión de referirme ampliamente a ésta en otro lugar, aquí solamente voy a enumerarlas.
CAPÍTULO VI
DE LAS IDEAS SIMPLES QUE PROVIENEN DE LA REFLEXIÓN
• Al recibir la mente del exterior las ideas de las que hemos hablado en los anteriores capítulos, cuando
dirige su mirada hacia dentro sobre sí misma y observa sus propias acciones sobre las ideas que tiene,
toma de allí otras ideas, tan capaces de ser objeto de su contemplación como cualesquiera de aquellas
que recibió de cosas exteriores.
POR MEDIO DE LA REFLEXIÓN TENEMOS LAS
IDEAS DE PERCEPCIÓN Y DE VOLICIÓN

• Las dos acciones más importantes y principales de la mente: la percepción o potencia de pensar, y la
voluntad o potencia de volición, La potencia de pensar se denomina entendimiento, y la de volición se
denomina voluntad; y a estas dos potencias o habilidades de la mente se la llama facultades.
Posteriormente podré hablar de algunos de los modos de esas ideas simples que provienen de la
reflexión; tales como el recordar, el discernir, el razonar, el juzgar, el conocer, el creer, etc.
CAPÍTULO VII
DE LAS IDEAS SIMPLES QUE PROVIENEN DE LA SENSACIÓN Y REFLEXIÓN
EL PLACER Y EL DOLOR

Existen otras ideas simples que se comunican a la mente mediante todas las vías de la sensación y de la
reflexión, a saber:
• 1. el placer o deleite, y su contrario;
• 2. el dolor o la inquietud;
• 3. el poder;
• 4. la existencia;
• 5. la unidad.
EL PLACER Y EL DOLOR SE MEZCLAN CON
CASI TODAS NUESTRAS IDEAS

• El placer o la inquietud se unen, el uno a la otra, a casi todas nuestras ideas, tanto de sensación como
de reflexión; y apenas existe nada que afecte desde el exterior a nuestros sentidos, o ningún escondido
pensamiento interior de nuestra mente, que no sea capaz de provocar en nosotros placer o dolor.
Quiero que se entienda que el placer y el dolor significan todo aquello que nos deleita o nos molesta.
COMO MOTIVOS DE NUESTRAS ACCIONES

• Si ésta estuviera totalmente separada de todas nuestras sensaciones externas y nuestros


pensamientos internos, ningún motivo tendríamos para preferir un pensamiento a otro, una
acción a otra, por ejemplo, no podríamos escoger entre la negligencia y la atención, o el
movimiento y el reposo. De tal manera que no moveríamos nuestros cuerpos ni
mantendríamos la mente ocupada, sino que dejaríamos que nuestros pensamientos
corriesen a la deriva (valga la expresión), sin ninguna dirección ni propósito, y permitiríamos
que aparecieran en nuestra mente, según fueran ocurriendo y sin otorgarles atención alguna,
las ideas, cual sombras inadvertidas.
FIN Y UTILIDAD DEL DOLOR

• Es frecuente que el dolor lo produzcan los mismos objetos y las mismas ideas que nos proporcionan el
placer. Pero esta estrecha unión que frecuentemente nos hace sentir dolor en las sensaciones que antes
nos resultaban placenteras, nos ofrece un motivo más para admirar la sabiduría y bondad de nuestro
Creador, que, al proponerse la continuación de nuestro ser, ha unido el dolor a la aplicación de muchas
cosas a nuestro cuerpo, para advertirnos del daño que pueden hacernos, y como aviso para que las
evitemos.
• De esta manera, el calor, muy agradable para nosotros en ciertas condiciones de temperatura, resulta
un tormento nada común cuando se aumenta un poco; y el más placentero de todos los objetos
sensibles, la propia luz, si se da en exceso, si se aumenta más allá de lo que los ojos admiten, produce
una sensación especialmente dolorosa.
EXISTENCIA Y UNIDAD

• La existencia y la unidad son otras dos ideas que llegan al entendimiento por
todos los objetos externos y por todas las ideas internas. Cuando tenemos
ideas en la mente, consideramos que están allí de manera efectiva, de igual
manera que consideramos que están efectivamente fuera de nosotros las
cosas, es decir, que existen o que tienen existencia. Y el entendimiento
alcanza la idea de la unidad por todo aquello que podemos considerar como
una cosa sola, sea un ser real, sea una idea.
EL PODER

• Otra de las ideas simples que recibimos por medio de la sensación y de la reflexión es la del
poder. Pues al observar nosotros mismos que pensamos y que podemos hacerlo, que
podemos, según nuestro deseo, mover distintas partes de nuestro cuerpo que antes estaban
en reposo, y los efectos que, asimismo, pueden producir entre sí los cuerpos naturales que se
presentan ante nuestros sentidos a cada momento, llegamos a adquirir la idea del poder a
través de estas dos vías.
LA SUCESIÓN

• Si nos viéramos de una manera inmediata por dentro a nosotros mismos, y reflexionáramos sobre lo
que allí se puede observar, encontraríamos que nuestras ideas van y vienen sin interrupción, siempre
que nos hallemos en estado de vigilia o en el acto del pensamiento.
LAS IDEAS SIMPLES SON LOS MATERIALES
DE TODO NUESTRO CONOCIMIENTO

Éstas son, si no todas, al menos las ideas simples más importantes que tiene la mente, y el resto de sus
conocimientos se producen a partir de ellas; y todo lo recibe únicamente por las vías de la sensación y de la
reflexión a que antes nos hemos referido.
CAPÍTULO 8
OTRAS CONSIDERACIONES SOBRE NUESTRAS IDEAS SIMPLES
IDEAS POSITIVAS QUE TIENE COMO CAUSA
UNA PRIVACIÓN

• En lo que se refiere a las ideas simples de la sensación, hay que tener en cuenta que todo aquello que
esté constituido por la naturaleza de forma que pueda producir en la mente alguna percepción al
afectar a nuestros sentidos, produce también una idea simple en el entendimiento; dicha idea, sea cual
fuere su causa externa, una vez que nuestra facultad de discernir la advierte, se ve y se considera por la
mente, lo mismo que cualquier otra idea, como una idea que realmente es positiva en él
entendimiento, aunque pudiera ser que su causa no fuera, en el sujeto, sino una privación.
LA MENTE DISTINGUE LAS IDEAS A PARTIR
DE LOS CASOS QUE LOS ORIGINA

• De esta manera, las ideas del calor y del frío, de la luz y de la oscuridad, de blanco y de negro, de
movimiento y de reposo, son igualmente ideas claras y positivas en la mente; aunque, tal vez, algunas
de las causas que las producen no sean más que simples privaciones en los sujetos de donde nuestros
sentidos extraen esas ideas. Y el entendimiento, al ver estas ideas, las considera en su totalidad como
positivas y distintas, sin reparar en las causas que las producen, ya que ésa sería una investigación que
no afecta a la idea en cuanto que está en el entendimiento, sino a la naturaleza de la cosa existente
fuera de nosotros.
PODEMOS TENER IDEAS CUANDO
IGNORAMOS SUS CAUSAS FÍSICAS

• Un pintor o teñidor que nunca haya investigado las causas de los colores tienen en su entendimiento las
ideas de lo blanco y de lo negro y de los demás colores de manera tan clara, perfecta y diferenciada, y
tal vez con más nitidez que el filósofo que se ha ocupado de considerar su naturaleza, y que cree saber
en qué grado es positiva o privativa la causa, en uno u otro caso; y la idea de lo negro no es menos
positiva en la mente de aquel pintor que lo es la idea de lo blanco
POR QUÉ UNA CAUSA PRIVACIÓN EN LA
NATURALEZA PUEDE DESLIGAR A UNA IDEA
POSITIVA

• El cese de cualquier movimiento previo tendría que provocar una sensación nueva de manera tan
inevitable como la provoca la variación o aumento de dicho movimiento de manera que se introduce así
una nueva idea que depende tan sólo de un movimiento diferente de los espíritus animales según el
órgano de que se trate.
LOS NOMBRES NEGATIVOS NO SIGNIFICAN
IDEAS POSITIVAS

• Sin embargo, que esto sea así o no, es algo que no voy a determinar aquí; me conformo con hacer un
llamamiento a la experiencia individual de cada uno para que diga si la sombra de un hombre, aunque
sólo consista en la ausencia de luz , no provoca, al observarla, una idea tan nítida y positiva en su mente
como la que produce el cuerpo de un hombre cuando está totalmente bañado por la luz solar.

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