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Profesora Integrantes
Arq. Ruiz Ferrer Isis Colmenares Rosmerc
Julieta Manrique Kevin Rojas
Abdrey
Sandoval Carlos
San Cristóbal, Octubre 2018 Rodríguez Iván
Espinoza Mariangelly
METODOLOGÍA AMHABITAT - VENEZUELA
Para la Habilitación Física de Barrios
Integración de la Comunidad
(para la capacitación y apropiación del trabajo, mediante organización,
administración y recursos)
METODOLOGÍA AMHABITAT - VENEZUELA
Para la Habilitación Física de Barrios
Problemática Ante las carencias físicas que presentan los barrios informales
actualmente
Solo se debe dar bajo el marco de una decidida y continua Pol ítica Nacional Del Estado,
mediante el plazo requerido para su terminación.
La habilitación solo se llevara a cabo mediante organizaciones comunitarias
autogestionadas, actuando como administradores sociales privadas de recursos
políticos.
Se deben de colocar a disposición de quienes pueden adelantar el mayor n úmero de
recursos técnicos que disponga la sociedad.
METODOLOGÍA AMHABITAT - VENEZUELA
Para la Habilitación Física de Barrios
Financieros
Legales
Desarrollo Urbano no Controlado (Inventario)
Planes sectoriales
Planes especiales
Planes de Diseño Urbano
Anteproyectos de diseño urbano
Anteproyectos de sectores de obras
Proyectos de ingeniería de detalle
Ejecución de obras mayores de habilitación física
Proyectos y ejecución de obras recurrentes y permanentes de habilitación física
Proceso de reconocimiento de los derechos reales de propiedad
METODOLOGÍA AMHABITAT - VENEZUELA
Para la Habilitación Física de Barrios
equipamiento Urbano
Lo expuesto anteriormente es solo una
pequeña descripción del barrio y sus
problemáticas las cuales fueron reconocidas
por equipo de profesionales que propusieron
un proyecto para dar la solución a los
problemas del sector, de allí se generó el
Consorcio Cartuche “La asociación civil sin
fines de lucro para el desarrollo urbanístico y
ambiental de la Quebrada de Catuche
(Consorcio Catuche)" nace en 1993 y cobra
vida jurídica a fines de 1994. La conformaron
32 vecinos de la comunidad de Catuche,
representantes de los Padres Jesuitas de la
Pastora, de la Fundación para el Desarrollo de
la Economía Popular (FUDEP), de la red de
escuelas Fe y Alegría y los arquitectos del
Instituto de Desarrollo de la Construcción
(IDEC, Universidad Central de Venezuela);
contando con el respaldo de la Alcaldía del
Municipio Libertador (Caracas).
Lo llamativo de este proyecto es la ausencia de un proceso lineal y rígido muy común en los
planes de mejoramiento urbano cuando se trata de asentamientos informales, teniendo un
enfoque desde diferente perspectivas en donde el protagonismo no es solo el problema, si no
cada una de las personas involucradas en el desarrollo del proyecto así como también cada uno
de los elementos que conforman ese paisaje urbano. Visto desde una perspectiva urbana toma
en cuenta la quebrada, siendo una franja divisoria, dejado en el olvido convirtiéndola en un sitio
ideal el depósito de desechos, un elemento que fragmentado de lo que debería ser un espacio
geográfico íntegro , marginando la comunidad que hace vida en sus límites, evitando que este
se mezcle con la dinámica de la ciudad pese a que la mayoría de las personas del barrio trabajan
y viven de las actividades realizadas allí, pero lograron apreciar el potencial del curso de agua,
funciona como un eje norte - sur que conecta el Ávila con la parte baja de la ciudad, pudiendo
cambiar de un papel fragmentado a unificador de los diferentes sectores de la ciudad, cabe
destacar el hecho de que las personas que habita en las adyacencias de la quebrada tienen que
subir y bajar alrededor de 20 pisos diariamente para poder ir y volver de sus actividades diarias,
siendo este inconveniente del transporte otro punto a favor de la transformación de la
quebrada en un parque conector, un espacio de transición dotado de equipamiento urbano y
mobiliario urbano adecuado para fomentar la sociabilidad, integración, el intercambio cultural
entre los diferentes sectores vecinos, combatiendo la marginalidad a la que están sometidos un
grupo de individuos y una forma de hacer más dinámico y entretenido el recorrido, para la
realización de la propuesta es necesario el correcto saneamiento de las aguas contaminadas de
la quebrada para de esta forma convertirla en un sitio apto para el desarrollo de las
comunidades.
Los ranchos, las viviendas informales y efímeras de las personas de bajo recursos, es un tema
delicado y difícil de abordar, probablemente la solución mas rápida destruir esas viviendas y
desplazar a esas personas a otro sitio pero ya se tiene la experiencia de que realmente esa
solución no es efectiva, por general ser reubicadas en sitios alejados de sus trabajos, escuelas,
sitios recreativos, instalaciones médicas, entre otras, estos planes son producto de los
parámetros establecidos por los entes públicos o privados financiadores, en donde
probablemente si no se siguen al pie de la letra el contrato no se pueda llevar a cabo, pero en
contraste con el Consorcio Cartuche propone acuerdos más flexibles, en donde se tome en
cuenta las necesidades individuales de los habitantes del barrio, realizando encuestas e
investigaciones de lo que realmente la comunidad necesita, rompiendo con el estereotipo de
solución prefabricada que se aplica en cada sector marginado, así proponen reemplazar esa
construcciones informales por viviendas aptas para vivir, ubicadas en el mismo sector para
respetando las ordenanzas referidas a la construcción cerca de cauces de agua, y es una acción
razonable, estas personas escogieron ese sector por su ubicación estratégica, cerca de la ciudad.
Para mejorar la calidad de vida se propone mejorar los servicios a la comunidad a través de la
creación de redes de infraestructura de servicios: acueductos, sistemas de tendido eléctrico,
construcción de vialidad interna, reconstrucción de veredas y de escaleras públicas, lo que
persigue el proyecto es urbanizar el área, transformar el lugar en un espacio adecuado que
cuenta con todas los beneficios que tienen otros sectores de la ciudad.
El aspecto más importante que hace efectiva esta metodología es el convertir a los habitantes
del barrio en los protagonistas, involucrados profundamente en el planteamiento y realización
de la propuesta, aplicando un proceso que llamaron “Proyecto-construcción simultánea” en
donde los parámetros a seguir se iban dando de acuerdo a los factores que se iban dando en el
proceso de transformación del sitio, dejando de lado las realización rígida y dando paso al
dinamismo y flexibilidad en la propuesta, donde no se tenga que seguir al pie de la letra unos
parámetros preestablecidos para ejecución del proyecto, en donde de haber seguido ese mismo
esquema era predecible el fracaso, para llevar esto a cabo se debe realizar un cambio en la
convivencia con el entorno a partir de influir en la conciencia colectiva, otorgando el poder a la
comunidad de no sólo decidir el que construir o cambiar si no también el propio manejo de los
recursos y de esta forma agilizar y evitar los tediosos procesos que lleva consigo cuando son los
entes jurídicos o privados quienes autorizan y administran hasta el mínimo costo por supuesto
que para lograr esto se debieron llegar acuerdos y argumentar el por qué esa sería la mejor
decisión a tomar, de esta forma los recursos se gastarían en lo que realmente se necesita y no en
lo que se cree necesitar.
CONCLUSIONES
Al implementar programas a gran escala y siendo la habitabilidad básica un reto por alcanzar,
aprendemos un conjunto de lecciones que sirven para ir perfeccionando su metodología.
Al ver la factibilidad de habilitar las zonas de tugurios, el problema de la sub-dotación
urbanística de los estos y su incorporación a la ciudad formal es técnica y socialmente factible.
Técnicamente puede resolverse mediante proyectos de diseño urbano capaces de brindar los
servicios y equipamientos y la calidad espacial de la zona. La construcción de las obras es
factible con asistencia técnica calificada y con la preparación de los habitantes. En el aspecto
social, la población residente se puede preparar para asumir las funciones generales del
proyecto.
Junto con la importancia de la gran escala, la magnitud de las zonas de tugurios y su mejora
sustancial ameritan formas innovadoras y a gran escala para resolverlo. Debe necesariamente
apoyarse en la gente, lo cual da una gran fuerza siguiente la corriente principal de la
construcción del hábitat popular por lo que se han desarrollado técnicas e instrumentos para
potenciar sus capacidades. El salto de los casos pilotos a un programa nacional amerita
metodologías muy claras.
Comprendiendo la necesidad de buenos proyectos, es imprescindible la calidad de ellos para
mejorar las zonas de barrios con los más avanzados recursos técnicos disponibles. Mediante
concursos de ideas para los profesionales y estudiante del área de ingeniería, arquitectura,
diseño urbano y planificación, se puede captar personas calificadas.
Fortalecer la importancia de la participación y el apoderamiento, por parte de los residentes es
esencial. Es necesario hacer innumerables esfuerzos para superar la injerencia de agentes
externos. La participación de los especialistas, que brindan asistencia técnica, debe
circunscribirse al apoyo como facilitador de forma transitoria. Mediante la preparación y
capacitación de los Habitantes en la práctica, se logra un aprendizaje importante y la
responsabilidad para asumir el desarrollo del proyecto.
Junto a esta motivación comunal, en general, son las comunidades las que solicitan incorporarse
a la experiencia. Pero, al presentarles metodologías claras e insistir que ellos tienen sus derechos
y pueden controlar todo el proceso mediante la capacitación, existe mucho interés. Apoyan la
manera diferente de abordar el problema y les queda claro que sus derechos están
reivindicados.
Por lo tanto, la participación integral de la comunidad, tradicionalmente, solo un pequeño grupo
de residentes se consideraban líderes del proyecto y el resto de la población quedaba
marginada. Debe insistirse en realizar esfuerzos por descubrir formas de involucrar al mayor
número posible de residentes. Es importante la constate participación comunitaria, con
retroalimentación a través de las asambleas sectoriales y generales y con representantes
comunitarios electos y revocables.
Es por ello que la gerencia y la organización del trabajo por la comunidad organizada, debe
realizar los papeles fundamentales que corresponden en toda construcción al promotor y al
contratista general. Estos papeles constituyen la tecnología principal en la construcción,
colocando en manos de las comunidades las principales técnicas e instrumentos que permiten
realizarlo adecuadamente. Los productos fundamentes a obtener, son, por un lado, edificaciones
y otras construcciones y por otro la capacitación popular en mecanismos complejos de
financiamiento y coordinación de la producción de bienes y servicios.
Al lograr una buena administración de recursos por la población, es importante contar un
sistema de registro y control administrativo, para el uso de las organizaciones comunitarias, que
facilite el manejo contable diario. Las comunidades demuestran gran interés en aprender a
manejar sus recursos y asumir con gran responsabilidad el ser electos para tal fin. La
administración de los fondos por parte de la comunidad les da mucho poder. Las formas
organizativas con alto grado de participación, muy inclusivas, amplias y muy democráticas
permiten un crecimiento intelectual por parte de la población.
Y por ende el involucramiento de los organismos públicos, en la mayoría de los países con zonas
de tugurios se considera el programa de vivienda exclusivamente como número de casas por
año y no toman en cuenta la mejora sustancial de los asentamientos espontáneos. Los
gobernantes consideran que les da mucho poder otorgar viviendas nuevas y los promotores
privados obtienen mayores ganancias con la ejecución de esos programas. Sin embargo, a pesar
del poder que obtienen las comunidades al manejar sus recursos, los organismos públicos
pueden comprender que con la multiplicación de las experiencias se obtiene más poder,
acepando la habilitación de los Tugurios.
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La síntesis de las orientaciones metodológicas que AMHABITAT
recomienda para la habilitación de desarrollos urbanos no controlados
puede resumirse en cuatro consideraciones esenciales.
Primera: La verdadera habilitación física es una profunda y estructural
intervención para superar las condiciones precarias de urbanización en
todos los asentamientos.
Segunda: Ella sólo puede realizarse en el marco de una decidida y
continua Política Nacional de Estado, durante el mediano plazo
requerido para su terminación.
Tercera: La Habilitación sólo puede ser llevada a cabo por amplias
Organizaciones Comunitarias Autogestionarias, actuando como
administradoras sociales privadas de recursos públicos.
Cuarta: Deben colocarse a disposición de quienes pueden adelantarla
el mayor número de recursos técnicos de avanzada que disponga la
sociedad.
En rigor, la metodología AMHABITAT no es una metodología, sino un
conjunto de metodologías aplicable a distintos aspectos, facetas y
partes del complejo proceso social de habilitación física de los
desarrollos residenciales urbanos no controlados.
Para AMHABITAT, esta actuación capaz de dar respuesta a la
problemática de los barrios se concreta en un Programa de
Habilitación Física de las Zonas de Barrios.
AMHABITAT
Los programas de proyectos y obras deben asumirse para definir satisfactoriamente las
magnitudes de las obras a ejecutar. Sirven también como programas preliminares de los
anteproyectos para cada UDU y para evaluar magnitudes agregadas y desagregadas de obras e
inversiones en zonas de desarrollos residenciales no controlados, bajo los parámetros que los
organismos de financiamiento (nacionales y multilaterales) designan como propios de
un Proyecto de Inversión.
Las opciones de períodos estimados para la ejecución de lo previsto en un Plan Sectorial derivan
del análisis comparativo entre el conjunto de obras e inversiones allí prescritas y las dimensiones
y características del sistema económico y productivo del país o ciudad donde ese Plan vaya a
ejecutarse.
PLANES ESPECIALES DE HABILITACIÓN FÍSICA
Tal adaptación puede tomar diversas formas: Planes Estratégicos Urbanos, Planes de
Ordenamiento Urbanístico (POU), Planes de Desarrollo Urbano Local (PDUL) o Planes
Especiales.
Los Instrumentos de Ordenamiento Urbanístico convencionales más apropiados para la
habilitación física son los Planes Especiales cuyo objetivo fundamental sea la ordenación,
creación, defensa o mejoramiento de algún sector particular de la ciudad, aplicados a
asentamientos no controlados