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de Clientes
El Clienting es una metodología para hacer más
eficientes los recursos económicos que las empresas
emplean en la fidelización de sus clientes.
Para que la dinámica circular pueda iniciarse es preciso centrar las energías
en la forma de aumentar el valor percibido para que en los segmentos de
clientes elegidos aumente la satisfacción, los comportamientos leales y la
rentabilidad y el crecimiento de los mismos. Estas variables deben ser
gestionadas de forma sincronizada.
Estas matrices tienen una utilidad extraordinaria para hacer bien una estrategia de
clientes en la que el uso de los recursos comerciales económicos y humanos se
racionaliza y se emplea con inteligencia.
Las empresas, para tener un buen modelo de negocio, han de aportar algo con respecto a
sus clientes en la forma en la que miran al mercado y a sus clientes.
Targeting es tener variables que permita hacer segmentaciones mejores; es conocimiento
de los clientes para identificar a los que tienen más recorrido; es conocer las necesidades
de los clientes mal satisfechas por la competencia, etc. Propuesta de valor o la promesa
al mercado
La segunda decisión que configura un modelo de negocio es la promesa que se hace al
mercado. Si lo que se ofrece al mercado es similar a lo que hace la competencia se tiene
un mal modelo de negocio. Las empresas han de hacer promesas diferenciales y valiosas
para sus clientes objetivos. En la promesa se pone a prueba el know-how que se tiene
sobre creación de valor. En la propuesta de valor se hacen promesas sobre beneficios
tangibles y emocionales. En la propuesta de valor se toman decisiones sobre precio. La
propuesta de valor crea también expectativas sobre aspectos tan valiosos al cliente como
son las incomodidades e inseguridades con las que se va a tener que enfrentar.
2. El modelo estratégico de negocio
• Los mejores ajustes del modelo de negocio son los que nacen en la
inteligencia de clientes y se filtran y enriquecen en el olfato de negocio de los
equipos directivos.
3. El service mix
Esta fase del Clienting supone cruzar la frontera de lo conceptual para entrar en lo
operativo. Al igual que el marketing-mix aspira a un uso eficiente de los recursos para
captar clientes, el service-mix aspira a lograr un uso eficiente en el uso de los
recursos de la empresa para fidelizar y rentabilizar a sus clientes.
El modelo de negocio de la etapa anterior actúa como marco conceptual que
disciplina y ordena los mix de servicios que se vayan diseñando. Un mix de servicio
que no encaje en el modelo de negocio es un mix de servicio a ser abortado.
Las empresas han de hacer que a sus clientes les compense ser mejores clientes.
Con políticas de “café para todos” eso nunca se lograra. Nos hace falta agrupar a los
clientes de una manera que haga inteligente la asignación siempre escasa de
recursos que generen valor percibido. Agrupar para discriminar. Eso es segmentar.
El Clienting segmenta buscando “buenos” clientes (de ayer, hoy y mañana), por
contra del marketing, que tiende a fijarse más en los “guapos” (en el sentido de que
analiza apariencias y expectativas, no conductas reales y actuales).
4. Implementación
Es la cuarta fase del Clienting. Ya se tiene operativizado qué tipo de
servicio se quiere prestar a que tipo de cliente. Sólo queda la
implementación. Cuestión nada sencilla.