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en la fe
de la Iglesia
Cuestiones Preliminares
La Biblia no es un libro cualquiera, sino una colección de libros muy especial.
Razones:
En su formación han intervenido multitud de autores humanos de diversas épocas,
estilos y sensibilidades. Detrás de estas obras, hay escuelas o grupos de personas,
llenos de fe que meditan sobre el pasado – presente de su pueblo, intentando descubrir
y encontrar la mano de Dios en todos los acontecimientos del mundo y de la historia.
*Giménez González, A. Pentateuco y libros históricos, Instituto Superior de Ciencias Religiosas Sección a Distancia, Universidad San Dámaso,
Madrid, 2015, 1-27
No basta saber leer para acceder a su misterio. Hay que acudir a claves adecuadas e
instrucciones sobre su uso que nos ayuden a acceder su misterio.
Para el Antiguo Testamento debemos de acudir, sin duda, a la Iglesia. Ella es el pueblo de Dios
que nace de Abrahán y Sara, crece con Moisés y Miriam, los profetas y las profetisas, acoge al
Mesías esperado con los apóstoles, y en sus sucesores se extiende por el mundo hasta el día de
hoy.
En su seno se han escrito tanto los libros del AT como del NT. Los escritores, inspirados por el
Espíritu Santo, eran miembros de este Pueblo santo de Dios.
En ella se recibe el Espíritu Santo que hará comprender los textos que Él mismo inspiró.
La Dei Verbum (DV)
La DV (contenida en la Constitución Dogmática del Concilio Vaticano II) es la guía de instrucción que la Iglesia nos
da para la lectura del AT.
La iglesia se da cuenta que para presentar de modo adecuado lo que es la Biblia debía primeramente hablar de la
revelación.
Así, el primer capítulo de la DV se titula sobre “la revelación en sí misma” abarcando los números del 2 al 6.
La finalidad de la revelación es Dios que se comunica y se entrega al ser humano para que éste le conozca, le reciba y
le ame.
Esta entrega de sí, esta autodonación, esta revelación de sí al ser humano se ha dado de un modo definitivo y pleno en
Jesucristo, durante toda su vida, pero especialmente en su Pascual, es decir, desde la última cena hasta el envío del
Espíritu Santo en Pentecostés (DV 4).
La revelación es ese evento por el que Dios se nos da totalmente, esperando, a la vez, nuestra respuesta.
Y La única respuesta proporcionada es acoger absolutamente esa entrega de Dios, lo que implica a su vez nuestra
donación completa a Dios en Cristo, en proporción al don recibido (DV 5).
Sagrada Tradición y Sagrada Escritura
Sagrada Tradición y Sagrada Escritura están inseparablemente unida (DV 9).
Ambas manan de la misma fuente, corren por el mismo caudal, y se dirigen por el mismo fin (DV 9).
La Biblia no ha caído del cielo, sino que surge en la Iglesia, cuando un miembro del pueblo de Dios
divinamente inspirado escribe a otros miembros del mismo pueblo.
La Biblia no ha caído del cielo, sino que surge en la Iglesia, cuando un miembro del pueblo de Dios
divinamente inspirado escribe a otros miembros del mismo pueblo.
Tal es el caso, por ejemplo, lo que escribe Jesús Ben Sirá a sus contemporáneos judíos del Sirácida o
Eclesiástico, y las cartas de Pablo es lo que un cristiano escribe a otros cristianos etc, etc.
La naturaleza material de los libros bíblicos es ser “actos de Tradición”, inseparables de la gran Tradición
de la Iglesia, nunca en oposición a ella.
AT y NT Testigo de la revelación de
Dios
Al acercarnos al At debemos tomar como punto de Partida la revelación de Dios,
realizada en dos etapas, perteneciente al mismo plan de salvación pero distinta entre sí.
Dios no le revela la plenitud del amor no le manifestó el perdón de los pecados a la humanidad.
a. El reconocimiento de Dios como Dios único, vivo y verdadero, Padre providente y justo juez. El
monoteísmo es lo principal de esta etapa. Dios se revela como el único Dios en medio de unos pueblos
que eran todos politeístas.
– Dios es padre del pueblo, le ama, le cuida, está pendiente
de sus necesidades, le defiende… como cualquier padre con su hijo;
– Pero también es juez justo, es decir, espera que este pueblo sea justo, haga el bien, y
le llama a la santidad.
Para entender el AT hay que leerlo a la luz del NT para ver su verdad más profunda
y definitiva.
*M. Lenk, Introducción del Antiguo Testamento, 2012, 9-15
Universalización: En el AT aparece el mensaje para un pueblo, aunque ya
encontramos en él las promesas que universalizan (Abrahán).
El NT libera a los textos del AT. Aunque dice que la salvación viene de los judíos (Jn
4,22), nos dice que Dios es el Padre de todos.
El AT es la Biblia que usaba Jesús, con la que rezaba María y las primeras comunidades
cristianas.
Nos habla del inmenso amor de Dios que culmina en la encarnación, muerte y resurrección de su
Hijo único.