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El desarrollo de las relaciones

interpersonales
Un elemento crucial que influye en la supervivencia de
una relación más allá de los primeros contactos son las
expectativas y creencias existentes tanto sobre la otra
persona implicada en la relación como sobre las futuras
interacciones.

El problema de estas expectativas es que pueden dar lugar


al fenómeno conocido como: profecía, que se cumple a sí
misma.
RELACIONES
INTERPERSONALES E INTIMAS
Fatalismo Relacional El Efecto Miguel Ángel
• Goodwin (1999) recoge una creencia • Drigotas y cols. (1999) han denominado efecto
tradicional bastante extendida en Miguel Ángel a un proceso de interdependencia
China y relativa al yuan. mediante el que los dos miembros de una pareja se
“esculpen” uno al otro en la dirección de sus
• Esta creencia se refleja en esta frase: respectivos Yo ideales.
“si dos personas tienen yuan entre sí,
• Por ejemplo, imaginemos que una persona es
aunque estén a miles de kilómetros,
afectuosa y cálida y así se manifiesta a su pareja; sin
se encontrarán. En cambio, si no embargo, cuando se comporta así, la otra persona
tienen yuan, aunque estén una frente reacciona de forma fría e intentando distanciarse.
a la otra, nunca se encontrarán”. Cuanto más se repita ese proceso, más probable es
que la primera persona deje de comportarse de forma
afectuosa, con lo que ya no manifiesta este aspecto de
su Yo e, incluso, con el tiempo, tal vez llegue a
cambiar la percepción que tiene de sí misma.
Knee, Patrick y Lonsbary (2003)
• Estos autores defienden la existencia de dos teorías implícitas (conjuntos de creencias de las que el
individuo generalmente no es consciente) sobre las relaciones.

• Creencia en el destino romántico, por ejemplo, la creencia de que “las parejas potenciales
son compatibles o incompatibles”, o de que “las relaciones que no empiezan bien, acaban mal
inevitablemente”.
. Creencia en el crecimiento de la relación, por ejemplo, la creencia de que “la relación ideal se
desarrolla gradualmente a lo largo del tiempo”, o de que “una relación con éxito evoluciona
mediante el trabajo duro y la resolución de incompatibilidades”.

Estas creencias, y las teorías implícitas que originan son independientes entre sí. Es decir,
se puede mantener una de ellas y no la otra, se pueden mantener las dos o se pueden rechazar
las dos. Ahora bien, en ocasiones se combinan de una forma especial y entonces dan lugar a
dos claras orientaciones:

• Orientación de cultivo, combinación en la que la creencia intensa en el crecimiento de la


relación se conjuga con una creencia débil en el destino romántico.
• Orientación de evaluación, combinación en la que la creencia intensa en el destino romántico
se une a una creencia débil en el crecimiento de la relación.
INVESTIGACION
• La investigación de Knee, ha mostrado que estas creencias determinan, al menos en parte, las
metas, motivaciones y conductas que las personas tienen respecto a sus relaciones:

• Entre quienes creían en el destino romántico, había una relación más intensa entre la satisfacción
inicial con la relación y su duración: si estaban satisfechos, la relación duraba, pero si no lo estaban
al principio, la relación se rompía.
• Entre quienes creían en el crecimiento de la relación, las relaciones de noviazgo eran más duraderas
y se apreciaba una mayor utilización de estrategias de afrontamiento cuando había algún problema
en la relación.

Yela (2000) señala la existencia de mitos, o creencias ampliamente extendidas en nuestra cultura
occidental, sobre las relaciones amorosas. Postula que estos mitos influyen poderosamente en el
comportamiento amoroso de las personas, a pesar de que en su opinión algunos son absurdos, otros
falsos, otros imposibles y todos problemáticos.
LA TEORIA DEL APEGO…
Modelos de funcionamiento interno

• La Teoría del apego, propuesta por Bowlby (1969/1982), parte del supuesto
de que los seres humanos poseemos un sistema conductual-motivacional que
emerge en la infancia con el fin de protegernos a través del desarrollo
evolutivo. Este sistema, compartido con otros primates, se desarrolla a partir
de las relaciones con las personas que cuidan del niño desde su nacimiento .

• Según esta teoría, las experiencias tempranas de apego desempeñan un papel


crucial. Ellas se encargan de suministrar la base emocional segura a la
persona y, de esta forma, moldean los sentimientos de valía y confianza
interpersonal (Bowlby, 1973, 1980).
• Los pensamientos y sentimientos suscitados en nosotros según el
estilo de apego con el que nos hayan criado cristalizan en modelos
de funcionamiento interno, integrados básicamente por dos
esquemas complementarios:

• Primer esquema: se refiere a uno mismo; son las creencias concernientes a si uno
merece o no amor y cuidado.
• Segundo esquema: se refiere a la figura de apego; son las expectativas del infante sobre
si la persona que lo cuida estará accesible y será sensible a sus necesidades.

Estos modelos de funcionamiento interno suelen ser bastante estables a lo largo de la vida
(Bowlby, 1988) y aparecen en relaciones e interacciones bastante diferentes (Schmitt y cols.,
2004): padres-hijos, amistad, relaciones entre iguales, profesor-estudiante, terapeuta-paciente
y, especialmente, para el caso que nos ocupa, en las relaciones románticas adultas.
CUATRO CATEGORIAS
BASICAS O Estilos de Apego Romántico
Negativ
o
Separado
Estilos
de
Apego
Románti
co
Preocupad
o

Temeroso
evitador
Atribuciones en las Relaciones
• Las atribuciones, esto es, las explicaciones que damos acerca de por qué ocurren los hechos, tanto los
que nos ocurren a nosotros como los que les ocurren a los demás, están bastante relacionadas con las
relaciones interpersonales, sobre todo con las conductas de las personas implicadas y con la
satisfacción que la relación produce.
• En lo que concierne a las conductas, Bradbury y Fincham (1992), en su estudio sobre parejas
con problemas encontraron lo siguiente:
• Cuanto mayor era la intencionalidad atribuida a la pareja en el problema, más conductas negativas
presentaban.

Las atribuciones de responsabilidad iban asociadas:


• A una menor efectividad en la conducta de solución de problemas, en el caso de las mujeres (“...si uno
cree que el otro tiene la culpa del problema hará poco para solucionarlo..”).
• A un incremento en la cantidad de conductas negativas, en el caso de los varones (“...si uno
cree que el otro tiene la culpa del problema, se enfada aún más con ella, grita, insulta...”).
MEMORIA DE LAS
RELACIONES
• Otro proceso cognitivo importante relacionado con el desarrollo y mantenimiento de las relaciones tiene que ver
con el recuerdo y la memoria. Lo que recordamos de nuestras relaciones pasadas, incluso de las actuales,
no es un reflejo fidedigno de lo que ocurrió, sino que consiste más bien en un proceso activo, una
reconstrucción en la que influyen nuestras teorías implícitas sobre la estabilidad de los hechos, así como el
conocimiento presente.

• Según Ross y McFarland (1988), por lo que respecta a la relación entre pasado y presente, las personas
tenemos dos tipos de teorías básicas:

• Teoría de que apenas hay cambios, por ejemplo, la gente cree que características como la inteligencia
o la timidez suelen mantenerse estables a lo largo del tiempo.

• Teoría que mantiene que las cosas cambian, por ejemplo, que cuando una persona se esfuerza y
trabaja duro por conseguir algo, suele conseguir lo que se propone.
La Naturaleza de las relaciones
intimas o cercanas
• Según Burgess y Huston (1979) cuando se comparan las relaciones íntimas
con otras más superficiales, las primeras se caracterizan por interacciones
durante largos periodos de tiempo y en escenarios diversos, la existencia de
metas y planes comunes, emociones y sentimientos compartidos,
sentimientos de confianza, atracción y compromiso con la otra persona y
reconocimiento de la singularidad de la relación.

• Son cuatro las características más importantes que se han señalado como
propias de las relaciones íntimas: auto-revelación, intimidad, intensidad
emocional e interdependencia.
Autorrevelación
Según la Teoría de la Penetración Social de Altman y Taylor (1973), una relación se
desarrolla conforme sus integrantes van intercambiado información sobre sí mismos, al principio
de aspectos más superficiales y, poco a poco, de aspectos más personales y privados. Serán mucho
más positivos los efectos para la relación cuando se revelan sentimientos y emociones que cuando
se revelan hechos. Igualmente, serán más positivos cuando se revelan aspectos profundos y
centrales a la propia identidad que aspectos superficiales y triviales.
• Collins y Miller (1994), en su revisión de numerosos estudios realizados sobre esta cuestión,
encontraron que:
• Las personas que revelan aspectos íntimos de sí mismos tienden a caer mejor a la gente que
quienes se revelan menos.
• Las personas se auto-revelan más a las personas que inicialmente le resultan atractivas.
• Las personas le resultan más atractivas aquellas a quienes previamente han revelado aspectos
de sí mismas.
Intimidad
• Aunque el término intimidad suele utilizarse como sinónimo de cercanía,
afecto compartido, auto-revelación de sentimientos y pensamientos,
comunicación no verbal y relaciones sexuales, una concepción más precisa
la concibe como la percepción mutua de tres cuestiones: comprensión o
entendimiento, respaldo y cuidado (Reis y Patrick,1996).

• Según estos autores, la intimidad está muy relacionada con la auto-


revelación, tanto verbal como no verbal, y, de hecho, la conciben como una
consecuencia de este proceso. También consideran a la intimidad diferente
de la cercanía, que simplemente implica niveles elevados de contacto e
interdependencia conductual.
Emoción
• Según Lazarus (1994), la mayoría de las emociones implican a dos personas que
experimentan una relación interpersonal transitoria o estable. Aunque las interacciones breves
y poco profundas también pueden estar cargadas de emoción, en este apartado nos centraremos
en cómo las emociones son una de las características fundamentales de las relaciones cercanas
o íntimas.
• Son tres, en concreto, las facetas que se han señalado al considerar las emociones en las
relaciones:
• Las relaciones son una fuente frecuente de emociones positivas (felicidad, seguridad,
autoestima, entre otras).
• Las relaciones —y su ausencia— también son una fuente frecuente de emociones negativas
(tristeza, celos, envidia, odio, y similares).
• Las relaciones ayudan a regular las emociones suscitadas por otras fuentes —como
enfermedades, desempleo, y otros sucesos vitales estresantes.
La Inteligencia Emocional
• Mayer, Salovey y Caruso (2002). Según estos autores, la inteligencia emocional es
la capacidad para percibir emociones, para utilizarlas en la mejora del pensamiento, y para
comprender y manejar emociones.

• Las investigaciones han mostrado claramente que cuanto más capaces son los miembros de
una pareja de percibir, identificar adecuadamente, regular y expresar las emociones, más
felices son esas relaciones. Así, la habilidad para inferir correctamente los sentimientos y
pensamientos de la otra persona y para responder de manera acorde, ha aparecido en la base de
conductas que mejoran las relaciones: acomodación, apoyo social, intimidad, comunicación
efectiva y resolución de problemas (Bissonnette, Rusbult y Kilpatrick, 1997;
Ickes y Simpson,1997).
Interdependencia
• Una última característica clave de las relaciones interpersonales íntimas es la interdependencia.
Toda relación implica, en mayor o menor grado, realizar actividades comunes y tener objetivos
e intereses compartidos (desde pagar una hipoteca hasta educar a los hijos) que, en definitiva,
lo que hacen es incrementar la dependencia mutua. Recuérdese que en muchas partes del
mundo esta característica es la que define a los matrimonios y no la emoción intensa
(inexistente al menos en los primeros momentos), la auto-revelación o la intimidad.

• Según la Teoría de la interdependencia (Kelley y Thibaut, 1978; Kelley,


1979), la conducta de una persona en una relación dependerá no sólo de las opciones que se
abran ante ella de manera individual, sino de la configuración de los resultados posibles tanto
para esa persona como para la otra persona de la relación. La cuestión no es tanto lo que la
persona puede obtener de la relación para ella misma como lo que pueden obtener las dos de la
relación en la que están implicadas.
Teoría de la Equidad
• Postula que las personas comparan sus costes y beneficios en una relación con los de la otra
persona. Si están equilibrados, es decir, si los costes son proporcionales a los beneficios, la
relación produce satisfacción y, en consecuencia, tiene estabilidad. En cambio, el desequilibrio
es desagradable y pone en marcha ciertas fuerzas psicológicas consistentes bien en cambiar las
inversiones (lo que la persona aporta a la relación) o los beneficios (lo que obtiene de ella), o
sencillamente en dejarla. Es importante señalar que el desequilibrio se produce tanto cuando
una persona cree que está dando más a la relación que la otra (costes mayores que beneficios),
como cuando cree que está dando menos (costes menores que beneficios). En el primer caso se
sentirá explotado, en el segundo, culpable.

• Varias investigaciones han mostrado que cuando las relaciones son equitativas, es decir, están
equilibradas, su éxito es más probable (Berscheid y Walster, 1978; Buunk y
VanYperen, 1991; Davidson, 1984).

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