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TEORIA DEL

ABC
INTEGRANTES:
1. Luisa Uriana.
2. Jose Cruz.
3. Karen Lopez
4. Rosa Acosta.
5. Estefany Malo.
6. Elier Cuadrado.
7. Daneisis Fonseca.
TEORIA DEL ABC
El modelo ABC es una teoría planteada por el psicoterapeuta cognitivo Albert Ellis
(1913-2007), el cual trata de explicar por qué las personas, pese a vivir un mismo
evento, pueden desarrollar respuestas diferentes en función de sus propias creencias.
Estas creencias son un pilar fundamental a la hora de comprender cómo ver la persona
el mundo y cómo decide hacerle frente a las demandas de la vida cotidiana.

La idea detrás del modelo está inspirada en una cita del filósofo griego Epícteto, "las
personas no se alteran por los hechos, sino por lo que piensan acerca de los hechos".
Es decir, no es el hecho en sí lo que afecta positiva o negativamente a una persona,
sino la forma que tiene el individuo de verlo y tratarlo.
COMPONENTES DE ESTE MODELO
El modelo ABC de Ellis propone tres componentes a la hora de explicar y entender la forma de comportarse
de un individuo y su grado de ajuste psicosocial.

1. ACONTECIMIENTO ACTIVADOR:

Dentro del modelo, se entiende por acontecimiento activador (en inglés, ‘activating event’) aquel fenómeno
que le ocurre a un individuo o que él mismo ha propiciado que ocurra que hace que se activen una serie de
pensamientos y conductas problemáticas.

Esto puede ser una situación externa al individuo, como un accidente, la enfermedad de un familiar, una
discusión con otra persona, o algo interno de la persona, como un pensamiento, fantasía, conducta o
emoción propio de la persona.

Hay que entender que dentro del modelo se contempla la idea de que un mismo evento puede ser percibido
de forma muy diferente por dos personas, y que el grado en el que el mismo suponga algún tipo de conducta
disfuncional es muy variable de individuo a individuo.
COMPONENTES DE ESTE MODELO
2. SISTEMA DE CREENCIAS:

Se entiende por sistema de creencias (‘belief system’) a toda la serie de cogniciones que conforman la
forma de ser y ver el mundo de la persona. Realmente, dentro de este componente se incluyen
pensamientos, recuerdos, supuestos, inferencias, imágenes, normas, valores, actitudes, esquemas y
otros aspectos que moldean la forma de percibir tanto las amenazas como las oportunidades. Estos
pensamientos suelen ser automáticos, cruzándose por la mente como si de un rayo se tratara y sin
tener un control consciente sobre ellos.

Las creencias pueden ser o bien racionales o, por el contrario, irracionales. Las primeras,
independientemente de si son positivas o negativas, contribuyen a sentirse conforme con uno mismo.
En cambio, en el caso de las creencias irracionales, éstas suelen fundamentarse en base a cosas poco
lógicas o exageraciones que hace el individuo de un aspecto de su personalidad o de sus capacidades.
Suelen ser pensamientos falsos, los cuales provienen de inferencias demasiado exigentes, que se
formulan en términos de ‘debería’ o ‘tendría que’.

Suelen implicar visiones muy negativas de uno mismo, o auto exigencias demasiado poco realistas, las
cuales pueden contribuir en que la persona se perciba a sí misma como una inútil o que no lo vale.
Esto tiene, como resultado, el sentir profundas emociones negativas asociadas a la depresión y la
ansiedad, además de favorecer el llevar a cabo conductas dañinas como son adicciones, agresiones y
suicidio.
COMPONENTES DE ESTE MODELO
3. CONSECUENCIAS:

Como último eslabón de la cadena A-B-C tenemos la C de consecuencias, tanto emocionales como
conductuales (‘Consequences’). Estas son la respuesta que da el individuo ante un determinado
acontecimiento activador y modulado por su propio sistema de creencias.

Como cada persona tiene sus propias cogniciones, las consecuencias que implique un determinado evento
activador varían de individuo a individuo, siendo positivas para algunos y negativos para
¿CÓMO SE FORMAN LOS TRASTORNOS DE
ACUERDO A ESTE MODELO?
Este modelo considera que los trastornos psicológicos se irían formando a partir de un estilo de pensamiento
inapropiado y disfuncional ante hechos que, objetivamente, no son amenazantes. Tener pensamientos irracionales es
algo relativamente normal y común. Todos tenemos una visión un tanto negativa de algún aspecto nuestro. El
problema viene cuando esto delimita de forma significativa nuestra forma de ser y nos priva de bienestar.

En la mayoría de los casos, las creencias irracionales llevadas al extremo contribuyen a la aparición de trastornos del
estado del ánimo, como la depresión, y problemas de ansiedad. A su vez, estos trastornos se mantienen a causa de la
propia forma de pensar de la persona. Dentro del marco teórico de la teoría racional emotiva, la cual está inspirada
en el modelo ABC de Ellis y el mismo psicoterapeuta contribuyó en su definición teórica, se sostiene que hay ciertos
tipos de ideas o insights detrás del mantenimiento de pensamientos irracionales patológicos.

A su vez, estos trastornos se mantienen a causa de la propia forma de pensar de la persona. La persona suele pensar
que es un acontecimiento lo que hace que sufra, cuando realmente es su forma de pensar y percibir el evento en sí.
Además, como sus creencias irracionales son rígidas y extremas, estas son muy poco susceptibles al cambio. Para
colmo, quienes tienen la mente nublada con este tipo de cogniciones suelen obsesionarse con el pasado, en vez de
trabajar el presente y el futuro, que es lo que garantiza la recuperación.
El modelo ABC de Ellis es ampliamente aplicado dentro de la terapia racional emotiva que, si bien ha ido
reformulándose a lo largo de las décadas, sigue estando fundamentada fuertemente en el pensamiento de Albert
Ellis. Es posible entender el porqué de que una persona se comporte de forma disfuncional ante un evento y, así, una
vez entendida su forma de pensamiento, trabajar sobre ella para ir modificándola de tal manera que se logre
conseguir una mejor adaptación.

El objetivo de este es el de superar los problemas que manifiesta la persona a causa de sus creencias irracionales a la
hora de interpretar uno o varios eventos activadores, lo cual le ha llevado a una situación en la que se manifiestan
conductas autodestructivas y emociones disfuncionales.

Lo que debe conseguir el terapeuta, antes de ponerse a debatir sobre las cogniciones disfuncionales del paciente, es
hacerle ver y ser consciente de cuáles son. Una vez identificadas, algo que no es para nada sencillo, será posible
verlas de forma holística y poder discutir qué aspectos son reales y cuáles no.

Una forma para ello es la de que, ante un evento que ha causado malestar al paciente, hacerle tratar de retroceder al
momento exacto en el que apareció el evento activador. Así, se le hace ver qué sentimientos considerados
inapropiados empezó a manifestar, en base a qué y si la forma que tiene de ver el mundo explica más su forma de
ver el evento o es total y absolutamente culpa del evento activador.
PLANTEAR EN EL CONTEXTO TERAPÉUTICO UNA
SERIE DE PREGUNTAS. EJEMPLOS:
• ¿Dónde está la evidencia de que eso sea realmente amenazante?
• ¿Hay alguna ley o norma que diga que eso debe verse como usted lo ve?
• ¿Por qué considera que eso se debe hacer siempre de esa misma forma?
• ¿Cómo le afecta a su forma de pensar este hecho?

Con estas preguntas se favorece el poner en duda la veracidad de las creencias irracionales. Una vez debatidas,
es más fácil echarlas por tierra y hacer que el paciente empiece a tomar un estilo de pensamiento más ajustado.
CREENCIAS IRRACIONALES
Superar problemas creados a raíz de la interpretación irracional de los acontecimientos activadores
que nos ha llevado a conductas y emociones inapropiadas y autodestructivas es el objetivo de usar
la teoría del ABC en terapias para personas que sufran de las mismas.

Para poder debatir las creencias irracionales primero hay que tratar de llegar a ser conscientes de
nuestras creencias irracionales. Identificarlas, a veces, es más difícil que rebatirlas. Cuando nos
ocurre un sentimiento inapropiado o nos comportamos inadecuadamente a nuestros intereses, es
conveniente "rebobinar" hacia atrás y considerar qué pensamientos o creencias irracionales
mantenemos respecto a los hechos. Posteriormente, se debaten las creencias irracionales con
preguntas como:

• ¿Dónde está la evidencia de que ....?


• ¿Dónde está escrito o dónde está la ley que dice ..?
• ¿Por qué esto tiene que ser así ...?
• ¿Cómo me afecta esta forma de pensar ..?
• Se deben utilizar todo tipo de preguntas que contribuyan a poner en tela de juicio o en evidencia
las creencias irracionales.
Terapia racional emotiva: debate de creencias

Este punto también entra dentro de lo que consideramos la estrategia para el cambio o la práctica
terapéutica. Es el paso final en el ABC emocional de Albert Ellis, para poder realizar
correctamente la terapia racional emotiva se debe poner bajo un foco analítico las creencias que
tenemos y que nos surgen día a día.

Si hemos efectuado correctamente la reestructuración cognitiva o cambio de creencias hacia un


pensamiento más racional, los nuevos efectos emocionales y conductuales han de ser menos
autodestructivos, nos ayudarán más en nuestros intereses y nos harán sentirnos mejor con nosotros
mismos. No necesariamente hemos de sentirnos más felices, ya que hemos considerado que
pueden existir emociones negativas, pero sí, hemos contribuido a no entrar en un círculo vicioso
de problemas que crean nuevos problemas, como es el caso de una depresión severa o dificultades
de adaptación al sentir fuerte ansiedad ante situaciones sociales.

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