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CONCIENCIA
AMBIENTAL
CONCIENCIA AMBIENTAL SIGNIFICA CONOCER EL ENTORNO PARA CUIDARLO Y QUE LAS PRÓXIMAS GENERACIONES
TAMBIÉN PUEDAN DISFRUTARLO. (Manuel Jiménez, 2010: 731)
La conciencia ambiental y su adquisición
El conocimiento o noción del problema ambiental, el sentimiento
interior por el cual apreciamos nuestras acciones hacia el medio
ambiente, no es innata, no se encuentra de forma juiciosa en los
individuos, teniendo esto como resultado la necesidad de formar a
un nuevo hombre, a un hombre concientizado con los problemas
ambientales que presenta el planeta, GENERADOS POR SU
CONDUCTA Y ACTITUD, siendo imprescindible la formación de un
nuevo sistema de valores donde predominen la solidaridad y la
responsabilidad con la sociedad y el entorno
(Anisley Morejón Ramos; 2006)
La conciencia ambiental y su adquisición
“DEJE EL BAÑO
COMO LE GUSTARÍA
ENCONTRARSELO”
Proceso para la toma de conciencia ambiental
El uso del baño es una cuestión personal, casi
secreta. En el baño somos quienes realmente
somos. Igual ocurre con nuestro
comportamiento frente al medio ambiente:
Nuestra actitud y nuestra conducta hacia la
sostenibilidad es un asunto personal,
intransferible e íntimo.
Proceso para la toma de conciencia ambiental
Ir al baño es también una acción rutinaria y
mecánica, y es en estos casos cuando se
descuida el buen estado de este espacio
común. También nuestro día a día suele estar
marcado por las rutinas. Nuestra percepción y
nuestro conocimiento de los problemas
ambientales suelen ser tangenciales.
Proceso para la toma de conciencia ambiental
Este proceso está compuesto por diferentes niveles, que implican que las personas
y/o alumnos, vayan adquiriendo diversos conocimientos y actitudes que les
permitan ir formando una postura propia frente a los problemas medioambientales.
Esto les permitirá pensar de manera crítica y actuar proactivamente para recuperar
el equilibrio ecológico. Sin embargo, esta concientización está ligada a la formación
social, ética y política, por lo que resulta un proceso complejo.
Proceso para la toma de conciencia ambiental
SENSIBILIZACIÓN
El primer nivel consiste en motivar a la persona a participar en Para este primer paso de sensibilización es necesario
actividades pro-ambientalistas y acercarlas a los problemas ambientales que se experimente y se conozcan las causas y
que se están afrontando.
Es un periodo para hacer reflexionar a los individuos sobre el entorno consecuencias de la problemática ambiental y lo que
global y lo necesaria que es su participación en este proceso. Promover podría suceder si no se proveen soluciones
que se reconozcan como parte del planeta, pero también de la solución. inmediatas.
Proceso para la toma de conciencia ambiental
CONOCIMIENTO
Este segundo nivel implica conocer a fondo los problemas En este nivel es preciso aproximar a los individuos a las ciencias de los
ambientales, pero también identificar los elementos ecológicos sistemas de la Tierra, De esta forma, la comprensión sobre el complicado
necesarios para el equilibrio de los sistemas vitales y ecosistemas. sistema del mantenimiento de la vida, así como la comprensión de los
El adquirir información resulta un proceso forzoso, pues es fenómenos ambientales y el porqué de los problemas permitirá que las
necesario que las personas manejen conocimientos sobre los propuestas de solución sean certeras, pues se aproximará a las personas
fundamentos ecológicos básicos. con una realidad frente a la cual es necesario actuar.
Proceso para la toma de conciencia ambiental
INTERACCIÓN
VALORACIÓN
ACCIÓN
Este último nivel (haciendo referencia a la acción voluntaria), es la En este último nivel, ya se cuenta con conocimientos y actitudes
cúspide de este sistema y complejo proceso de la toma de que se pondrán en práctica gracias a la motivación intrínseca
conciencia ambiental y es el objetivo principal de la Educación desarrollada gracias a los cuatro niveles anteriores. Sin embargo,
Ambiental: la realización de acciones para el cuidado del medio es importante recalcar que las acciones no pueden quedarse en un
ambiente y el desarrollo sostenible del planeta y todos los seres nivel de comunicar lo aprendido y de transmitir la preocupación
vivos que habitan en él. por el medio ambiente.
Proceso para la toma de conciencia ambiental
Para determinar que el proceso de conciencia ambiental se ha logrado
exitosamente, es necesario que la persona proponga líneas de acciones, exprese
juicios de valor y lleve a cabo sus propuestas, pues su convicción frente al
ambiente es segura y firme.
La Educación Ambiental debe apuntar a seguir esta serie de pasos en los
alumnos, esperando que todos logren desarrollar de forma personal la
conciencia ambiental y asuman el compromiso de actuar por ellos y por el
planeta Tierra.
MEDICIÓN DE LA
CONCIENCIA AMBIENTAL
EDUCACIÓN AMBIENTAL
Medición de la conciencia ambiental
Un elemento que amerita ser considerado, luego de seguir un proceso de
Educación Ambiental o haber llevado a cabo los pasos que nos permiten lograr la
toma de conciencia ambiental, es poder evaluar los resultados y el impacto de
éstos en las personas, ya que como lo señalan, la Carta de Belgrado y autores
como Piscoya, el objetivo principal de la Educación Ambiental es el logro de la
toma de conciencia ambiental; la cual implica una forma de pensar, sentir y
actuar sobre nuestro medio ambiente.
Medición de la conciencia ambiental
Cuando se habla de conciencia ambiental nos referimos a determinados procesos
asociados a las acciones que intentan reducir el impacto ambiental de la acción
antropogénica. Dentro del espectro de definiciones en torno a este concepto se
incluyen una diversidad de constructos psicológicos que incorporan creencias,
opiniones, valores, actitudes, intenciones, comportamientos, etc.
Para medir cada uno de estos constructos psicológicos se utilizan indicadores
como el nuevo paradigma ecológico de Dunlap (en forma de escala) o la
propuesta de Stern (escalas de comportamientos)
Medición de la conciencia ambiental
Dos de los debates a los que se enfrenta la investigación empírica sobre la
conciencia ambiental tiene su origen en la forma en qué medimos este concepto.
Un primer debate se centra en la cuestión del referente sustantivo al que nos
avocamos cuando se habla de conciencia ambiental.
Un segundo debate abierto, íntimamente ligado al anterior, se refiere a la
relación entre las diferentes dimensiones que utilizamos para “conceptualizar” la
conciencia ambiental.
Medición de la conciencia ambiental
Evaluar la consecución de este objetivo de toma de conciencia ambiental,
amerita de un proceso de medición, que permita conocer si éste se ha logrado o
no. Para ello es necesario contar con la teoría, los elementos e instrumentos que
permitan medir y evaluar en las personas la presencia o ausencia de una
conciencia ambiental que revele sus actitudes y comportamientos en relación al
cuidado y preservación del ambiente.
Medición de la conciencia ambiental
A continuación se presentarán dos propuestas para la medición de la conciencia
ambiental que han creado ítems de evaluación:
La primera de ellas es la de Riley E. Dunlap, sociólogo Ph. D de la Universidad
de Oklahoma - Estados Unidos.
La segunda propuesta es el Ecobarómetro de la Junta de Andalucía – España.
Medición de la conciencia ambiental – Riley
Dunlap
Riley E. Dunlap, sociólogo de profesión, es conocido como uno de los principales
defensores de la llamada sociología ambiental, trabajando desde los años 70´ por medio
de movimientos sociales y culturales por el logro de una preocupación hacia el medio
ambiente, plantea la idea de “Un Nuevo Paradigma Ambiental”, obra de Dunlap (1980).
Dunlap, prepara un estudio del estado actual de la sociología ambiental y presenta su
obra sobre la medición de la conciencia ambiental, en conjunta ayuda con Catton Jr. y
Van Liere proponen una herramienta llamada el instrumento del NUEVO PARADIGMA
ECOLÓGICO (NEP).
Medición de la conciencia ambiental – Riley
Dunlap
Esta teoría que se basa en las actitudes considera tres aspectos importantes en el
momento de evaluar a la persona: ASPECTOS COGNITIVOS, AFECTIVOS Y
CONDUCTUALES
“la ausencia de una teoría fuerte que explicase sistemáticamente los factores que
favorecían la conciencia ambiental preocupaba más seriamente a Dunlap… no resulta
extraña su preferencia por buscar este respaldo teórico en la teoría de las actitudes,
concepto que articula elementos afectivos, cognitivos y conductuales, lo cual encaja a la
perfección con su definición de conciencia ambiental”. (Cerillo, 2010, p.6).
Medición de la conciencia ambiental – Riley
Dunlap
La propuesta de Dunlap resulta valiosa para la medición de la conciencia
ambiental, pues afirma que es posible medirla por medio de instrumentos,
aporta además la necesidad de considerar la teoría de las actitudes y ofrece a su
vez, su propia escala (NEP) como un instrumento de evaluación. Esta escala NEP
es un cuestionario dirigido a adultos con ítems que toman en cuenta los tres
elementos de la teoría de las actitudes y permite evaluar por medio de
indicadores y las respuestas de los usuarios, si la conciencia ambiental se ha
logrado.
Medición de la conciencia ambiental –
Ecobarómetro de Andalucía
El Ecobarómetro de Andalucía (EBA) es una encuesta que ha sido creada con el
objetivo de conocer la relación de la población con su medio ambiente. Para su
elaboración se han considerado temas ambientales, permitiendo la formulación
de indicadores que cubran todas las dimensiones necesarias para comprobar si
existe una conciencia ambiental en los pobladores de Andalucía-España.
Medición de la conciencia ambiental –
Ecobarómetro de Andalucía
El EBA se diseña a partir del concepto de conciencia ambienta, entendida como
el conjunto de percepciones, opiniones y conocimientos acerca del medio
ambiente, así como de disposiciones y acciones relacionadas con la protección y
mejora de los problemas ambientales.
Se trata de un concepto multidimensional en el que, desde una perspectiva
analítica, podemos distinguir cuatro dimensiones: AFECTIVA – COGNITIVA –
DISPOSICIONAL (CONATIVA) - ACTIVA
Medición de la conciencia ambiental –
Ecobarómetro de Andalucía
LA DIMENSIÓN AFECTIVA (O ACTITUDINAL)
Sería aquella referida a los sentimientos de preocupación de los ciudadanos por
el estado del medio ambiente y el grado de adhesión a valores culturales
favorables a la protección de la naturaleza. (Chullá, 1995)
En términos similares, se distinguen dos facetas de esta dimensión: la
sensibilidad ambiental o receptividad hacia los problemas ambientales. (Gómez,
1999)
Medición de la conciencia ambiental –
Ecobarómetro de Andalucía
De acuerdo con estas definiciones, dentro de la dimensión afectiva podemos
distinguir cuatro tipos de indicadores:
GRAVEDAD.
PREOCUPACIÓN PERSONAL.
PRIORIDAD.
ADHESIÓN A VALORES.
Medición de la conciencia ambiental –
Ecobarómetro de Andalucía
LA DIMENSIÓN COGNITIVA (O CONOCIMIENTO)
Se refiere al grado de información y conocimiento de la población acerca de la
problemática ambiental así como de los organismos responsables en materia
ambiental y de sus actuaciones. (Chullá 1995).
Gómez (1999) establecen varios grados o niveles de conocimientos de las
problemas ambientales.
Medición de la conciencia ambiental –
Ecobarómetro de Andalucía
LA DIMENSIÓN COGNITIVA
El examen de esta dimensión se puede hacer mediante tres tipos de indicadores:
GRADO DE INFORMACIÓN GENERAL
CONOCIMIENTO ESPECIALIZADO
CONOCIMIENTO (Y OPINIONES) SOBRE LA POLÍTICA AMBIENTAL
Medición de la conciencia ambiental –
Ecobarómetro de Andalucía
LA DIMENSIÓN CONATIVA (O DISPOSICIONAL)
La disposición de los ciudadanos a actuar personalmente con criterios ecológicos
y a aceptar los costos personales asociados a intervenciones gubernamentales en
materia de medio ambiente. (Chullá 1995).
Gómez (1999) añade “lo que se traduce en la disposición a aceptar prohibiciones,
limitaciones o penalizaciones en relación con ciertas prácticas perjudiciales para
el medio ambiente”.
Medición de la conciencia ambiental –
Ecobarómetro de Andalucía
LA DIMENSIÓN CONATIVA
Para el EBA, se define como “el conjunto de actitudes hacia la relación de
conductas proambientales así como a asumir los costos personales derivados de
medidas de política ambiental”.
Se pueden considerar tres facetas o tipos de indicadores de la dimensión
conativa de la conciencia ambiental:
Medición de la conciencia ambiental –
Ecobarómetro de Andalucía
LA DIMENSIÓN CONATIVA
PERCEPCIÓN DE LA ACCIÓN INDIVIDUAL.
DISPOSICIÓN A REALIZAR DIVERSAS CONDUCTAS PROAMBIENTALES
DISPOSICIÓN A ASUMIR COSTOS ASOCIADOS A DISTINTAS MEDIDAS DE
POLÍTICA AMBIENTAL.
Medición de la conciencia ambiental –
Ecobarómetro de Andalucía
LA DIMENSIÓN ACTIVA (O CONDUCTUAL)
Abarca tanto la faceta individual (comportamientos ambientales de carácter
privado) como la colectiva (conductas, generalmente públicas o simbólicas, de
expresión de apoyo a la protección ambiental).
Aunque en el diseño del EBA no se establece de manera explícita, es conveniente
acotar que se puede distinguir tipos de comportamientos según el costo que
conlleve su realización.