Para determinar el pH de una solución, se emplea un medidor potenciométrico
apropiadamente normalizado, capaz de reproducir valores de pH con una precisión de hasta
0.02 unidades. Este dispositivo utiliza un electrodo de vidrio sensible a la actividad del ión hidrógeno, junto con un electrodo de referencia adecuado. La medición se realiza a una temperatura estándar de 25 ±2°C, a menos que se especifique lo contrario. La escala de pH se define mediante una ecuación que tiene en cuenta los potenciales medidos en la solución en análisis y en una solución amortiguadora de normalización. Estas soluciones amortiguadoras se preparan según las especificaciones proporcionadas y se utilizan para normalizar el medidor de pH. Durante la normalización, se ajustan los controles del medidor para que el valor observado coincida con el valor tabulado de las soluciones amortiguadoras. Una vez que el sistema está funcionando correctamente, se enjuagan los electrodos y la celda con el material de prueba antes de realizar la medición de pH. Es importante utilizar agua libre de dióxido de carbono para disolver o diluir el material de prueba. Además, se recomienda esperar un tiempo suficiente para la estabilización de los valores de pH antes de realizar las mediciones.