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23 de junio de 2022, Jueves...........................................................................................

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Diario..........................................................................................................................1
Hay un león afuera.....................................................................................................2
28 de enero de 2024..................................................................................................2
26 de junio de 2022, Domingo........................................................................................3
Diario..........................................................................................................................3
¿Glosario?..................................................................................................................4
Atlas............................................................................................................................4
29 de junio de 2022, miércoles.......................................................................................4
Código de relacionamiento.........................................................................................4
Voluntad.....................................................................................................................5
30 de junio de 2022, jueves............................................................................................5
Atlas............................................................................................................................5
Guía de lectura - Glosario..........................................................................................6
Soledad......................................................................................................................6
4 de julio de 2022, Lunes................................................................................................6
Tristeza.......................................................................................................................6
Morir...........................................................................................................................7
17 de julio de 2022, Domingo.........................................................................................7
Fronteras y angustia...................................................................................................7
Enemigos y deseo......................................................................................................8
31 de julio de 2022, Domingo.........................................................................................8
El sujeto me llama......................................................................................................8
27 de noviembre de 2022, Domingo...............................................................................9
Fito Páez....................................................................................................................9
28 de noviembre de 2022, Lunes.................................................................................10
Lecturas y Podcast...................................................................................................10
19 de agosto de 2023...................................................................................................11
Final..............................................................................................................................11

23 de junio de 2022, Jueves

Diario
17:15 horas. Hoy me dispongo a comenzar este diario que acompañe los avatares de la
escritura de la tesis. Leer el entramado de la tesis de Clari me entusiasmó, pero no solo por
la originalidad de la propuesta, sino también porque creo que la distribución de su tesis es
útil en muchos sentidos. Esta investigación de doctorado se realiza en una institución
universitaria en el área de la filosofía, pero por otro lado esta investigación se extiende por
otros flancos que resulta sumamente complejo abarcar, llevando el pensamiento hasta los
bordes mismos de sus posibilidades. Todo lo que vine produciendo en este tiempo, casi 6
años desde el comienzo del doctorado, pero muchos más en lo que refiere a saber dónde
estoy parado en la vida misma, de qué se trata todo esto, cómo encarar las relaciones, los
encuentros, las instituciones, las imposiciones institucionales-históricas, las posibilidades
laborales y las acciones sobre el mundo, todo esto me lleva a cuestionarme muchas veces
todo lo que me encuentro investigando y en algunos momentos a producir sin registro
respecto a esto. Este registro es un modo de plasmar estos pensamientos, estas dudas,
también las angustias, las alegrías y las tristezas.

No estoy seguro que sea un diario éxtimo, ni siquiera que cumpla la misma función que en
la tesis de Clari, pero es un modo de que no se pierdan algunos materiales para la tesis que
pueden ser importantes, ya que siento que lo importante siempre sucede en los alrededores
de lo que debería ser lo importante.

Esta primera escrita será quizás la más explicativa, espero que las siguientes compongan
afectivamente con un acontecer que aborde al mismo diario en la necesidad de su
presencia.

Hay un león afuera


Vengo un poco movilizado, por muchas cosas, por cosas que se vienen arrastrando hace un
tiempo. La mirada del otro me perturba (siempre una mirada supuesta, fantaseada). Tiene
que ver con viejas persecuciones seguro, pero también con algo que siempre me inquietó:
no saber relacionarme, no conocer los códigos del relacionamiento. Estoy atento a ver si los
códigos de relacionamiento es algo por lo que me quiero mover, pero de hecho llegar a esta
perturbación tiene como motivo buscar ser parte de estos códigos, empatizar o ser
reconocido por alguien. Fui a ver una obra de teatro y le hice una devolución al actor
principal, un amigo de mi hermano. No obtuve respuesta. Esto despierta temores, de una no
respuesta por no tan viejos rumores, pero también por algo que no logro comprender, algo
de lo que quisiera resguardarme que es del orden del buen reconocimiento. También surge
en mí el temor del destiempo, de devolver cosas que nadie pidió, de devolverlas
personalmente para generar también una comunicación personal y que esa comunicación
no sea correspondida. Algo de ese lugar me viene haciendo muy mal hace tiempo y conecta
con esta investigación, porque el mundo donde lo clínico se compone está muy lejos de ser
un mundo personal. Entonces, ¿cómo realizo este movimiento de personalización de la
relación, es decir, del establecimiento de un vínculo? En ese sentido el establecimiento del
vínculo es el que le da al otro la posibilidad de la no correspondencia como tal. Hay un
devenir animal necesario, no solo posible, donde el relacionamiento sea en su modo más
puro únicamente afecto, nada de vínculos. ¿Es posible construir todas las relaciones que
producimos en un régimen afectivo? Allí me vienen Deleuze y Guattari y una incomodidad
de varios: “los estratos son inevitables”. También Deleuze en En medio de Spinoza: “la
tristeza es inevitable”. Entonces, ¿podríamos decir también: los vínculos son inevitables? Si
son inevitables y en esa inevitabilidad generamos estas ligazones de poder, jerarquías,
productoras de dolor y angustia, ¿qué podemos hacer con esos vínculos inevitables, como
moverlos? Pero, atención, esto que escribí y mandé a este amigo de mi hermano no se trata
de un vínculo inevitable, se trata del establecimiento de un vínculo, eso es lo que da y quita
poder. ¿Es eso también inevitable? Espero que no.

28 de enero de 2024
10:00 hs

Un par de años más tarde. Actualizando esta lectura. Viéndome en el borde pleno de lo que
ya no se puede posponer. Leo y me asusto de mi persona, esa persona me asusta. Esa
persona. Esa persona. El resguardo personal que ese ser produce y que lo deja en un
monto de angustia neurótica intransferible. Intransferible porque cuando lo escucho, lo leo,
no llego a com-prenderlo, solo lo entiendo como una empatía teórica (¿qué empatía no lo
es?). Simpáticamente, me genera más bronca que comprensión, que cariño, que lástima. Ni
siquiera una lástima, sino más ganas de que todo se termine. De una manera extraña
aparece el deseo de que todo se termine. Sin tener mucha claridad de qué sería ese todo.
Mucho enojo. Nada de empatía. Pero tampoco apatía. Es una simpatía, de la cual nunca
sabemos mucho como se compone. En mí genera bronca, enojo. No entiendo como no se
dan cuenta que todo está producido por una paranoia neurótica de resguardo de un yo
personal que se define por la mirada constante del otro, la cual realmente nunca importa un
carajo, porque nada nos define externamente en esta vida de modo diferencial. Cualquier
bicho o planta lo sabe, menos nosotros. Y ahí siento que esa caracterización humana, ese
hacer colectivo que nos colocó en un lugar supuesto de progreso y construcción social, es
una gran trampa. Nuestra Matrix es mucho más sútil. La energía se extrae por angustias,
por vergüenzas, por extracción de goce. Lacan tenía razón, tristemente razonable. Así como
la matrix de la película, la extracción de goce, de alegría, de potencia (sé que las igualo,
pero déjenme perderme un poquito. “Déjenme”: extracción de goce, de alegría, de potencia.
Siendo todas ellas lo mismo o con diferencias conceptuales, todas ellas son extraídas en el
“déjenme”) es incesante, contínua y constante. Porque la cuestión no está en las pártes de
la máquina, sino en la máquina mismo, en su funcionamiento. El señalamiento, la presión, la
máquina de succión, la posibilidad de todo ello, siempre está allí. Y todo es cuestión de
funcionamiento paranoico maquínico, de miedo a la soledad, al desprecio, al rechazo, al no
amor. Y me enoja, me da bronca que se produzca tanto sufrimiento en esa posibilidad del
rechazo. Entonces, lo entiendo cuando llega a mí, por ejemplo, a través de la clínica. Pero
no logro comprenderlo, sentirlo empáticamente. Más bien me genera desprecio. Nunca
apatía. Peor que un psicópata, una total simpatía revuelta, asquerosa, repugnante, que me
hace detestarme. Porque lo que no comprendo es a esa persona que hace casi dos años
sentía que los rumores, el rumorear del mar de seres humanos que hacen y sobreviven en
este mundo, podían de alguna manera vectorizarse en su persona y que esto fuera de
alguna manera importante. De hecho, hace dos años o más que no dejo de generar
distancia con las personas. Prácticamente todo mi ser se dispone en una actitud de huida
de las relaciones personales, al punto que aun no comprendo como hay seres que me
buscan o quieren estar cerca de mí o hacer algo conmigo. No lo digo con tristeza, sino
como descripción de una actitud práctica. Hace dos años que me distancio de las personas
de un modo muy concreto. Pero, al mismo tiempo, espero, reclamo, amor y reconocimiento.
Y en algún…

20:00hs

Me tuve que ir en la mañana. Incluso creo que me fui un poco por las ramas. En definitiva,
la cuestión en concreto es: ¿cómo puedo entrar en esos lugares tan terribles y angustiantes
de construcción personal, creyendo que la solución es, en última instancia, ser más sociable
(porque puedo serlo, no es que no me salga, es que en un momento lo aborrezco) o lograr
que la gente me entienda y comprenda mis dolores y alegrías? En este momento es que
siento que ya estoy más allá de algo, pero hasta ahora no he logrado desencadenar del
todo esta bicicleta que me pone cada cierto tiempo en el mismo lugar.

26 de junio de 2022, Domingo

Diario
16:23 horas. El diario es algo que va aclarándose en su funcionamiento. Toda idea,
situación, malestar, necesidad, tenga que ver con la investigación o no, con la tesis o no, va
a ser desplegado por aquí. Al final tenemos claro que todo tiene que ver con esta
investigación-poiesis. No hay manera que, siendo poiesis su concepto principal, la
propuesta no se extienda como las repercusiones de un sismo, de una bomba atómica, y
llegue hasta los lugares más recónditos del universo, o de mi vida, algo más pequeña (o no)
que el universo. Poiesis es aquello por lo cual nada se mantiene en los márgenes de donde
debería estar, que todo se extienda hacia otros márgenes que a su momento serán
superados nuevamente por la poiesis. Poiesis al ser la creación sin creador, o con un
creador creado por la creación, siempre será el exceso del contorno, del límite. Expansión
infinita.
¿Glosario?
18:04 hs. Estoy entre el glosario (la glosARIA de Clari) y algo que no se bien que nombre
llevará ni cómo se desplegará, pero si bien siento un fuerte acercamiento a la glosARIA, lo
estoy sintiendo más como investigaciones-producciones dentro de la investigación,
producciones conceptuales siempre, lo cual puede llevar a extensiones importantes y
probablemente gran parte de la investigación se trate de estas producciones conceptuales
(de cualquier manera no estoy seguro que la glosARIA del Clarissa sea algo diferente a esto
que acabo de describir). Por ejemplo, me dan muchas ganas que el concepto de poiesis, el
cual sin duda va a ser una producción de la misma investigación, sea muy trabajado desde
todos los costados posibles, una investigación sobre el concepto mismo de poiesis al tiempo
que lo vamos produciendo, creando. Hay otros conceptos “nuevos” que me gustaría
adentrarme de ese modo.

Atlas
20:25 hs. También se me hace importante ir construyendo en los recorridos producidos en
los mapas conceptuales que hice para el plan de tesis. Siento que producir a partir de esos
conceptos y las relaciones entre ellos puede ir en paralelo con el trabajo sobre cada
concepto como lo venía pensando en esa especie de glosario. A esta parte de la tesis le
puedo llamar ATLAS (conjunto de mapas). Tendría que volver a acercarme al Atlas de
Michel Serres y pienso que puede ser interesante conectar con el Atlas Mnemosyne de
Aby Warburg. Una línea filosófica-epistemológica y una línea artístico-afectiva. También el
Atlas portátil de América Latina de Graciela Speranza.

Pego aquí, mientras tanto, la definición de Atlas: Un atlas es una colección sistemática de
mapas de diversa índole que contiene una capitulación de distintos temas de conocimiento
como la geografía física, la situación socioeconómica, religiosa y política de un territorio
concreto.

29 de junio de 2022, miércoles

Código de relacionamiento
No es a alguien particular, ni siquiera fantaseado, porque en la medida que fantaseo a
alguien siempre será un Yo desde este lugar. No un yo que ya no importa que diga yo, sino
un Yo; toda esa instancia psíquica que, al decir de Latour, no por ser construida es menos
real que cualquier otra cosa. Es cierto que ese Yo se construye también en su enunciación
particular, no singular, como el yo que captura, piensa, hace, apropia personalmente. Y
siempre surge esa sensación de salto, que no hay línea de continuidad para las cosas que
“dislocan” la vida, la vida en la frontera no es un movimiento de adentramiento sino un
ensanchamiento del límite hasta que nos contenga, seres-frontera, planos-frontera, vida-
frontera. Las fronteras son peligrosas, los seres que viven en la frontera transitan entre
códigos, modos, idiomas, tierra de nadie y de todos, vida y muerte incierta, susurros,
espíritus, desintegraciones. Leía más arriba mi problema con los códigos de
relacionamiento; ahora pienso, si busco resolver, cosa que nunca logré, mi dificultad de
códigos de relacionamiento con la misma materia estratificada —la de los códigos— seguiré
fortaleciendo esa personalización que se sostiene en la mirada del otro, en el
reconocimiento y sufre ante la posibilidad de la “mala mirada”, del mal reconocimiento. ¿Por
qué no, desde allí, distender tales códigos, calentarlos, ablandarlos, dejar que se
desparramen en el plano, aflojar los nudos y soltar las líneas, los flujos que los conforman,
flujos que tomaron forma para anudarse en un código? Vuelvo entonces al salto, pero el
salto no sería más que esa elastización, no la brusquedad del límite adimensionado como
un cristal que debemos quebrar.

Voluntad
Hay cosas que no se comprenden con el proceso continuo, con un caminar hacia, con el
desplazamiento de un lugar al otro. En gran parte porque no hay lugar sino superficie, y la
conversión de esa superficie, de ese plano, nos convierte porque al mismo tiempo nos
produce. Ayer hablaba con Daniela de la voluntad, la voluntad no se logra, porque desde el
acto de logro ya hay una voluntad, entonces la voluntad es algo que se cierra en sí mismo,
no hay alcance de la voluntad, hay un ejercicio voluntarioso, que al movilizar el cuerpo, el
pensamiento, la energía, tensionar, produce otras dimensiones de la misma voluntad, pero
son dimensiones que no pueden estar antes del mismo ejercicio de la voluntad. Aquí no hay
proceso lineal, continuo, sólo un ejercicio que ya invoca, convoca, a la voluntad. No se trata
del esfuerzo ni del sacrificio, porque ellos se mueven en otras lógicas, la del sufrimiento
como legitimación de la vida. Y acá estamos hablando de una “nada de voluntad” que
aplasta el ser contra el piso y que es fomentada por un sistema que da resultados sin
acciones singulares. Si hay un cuerpo en toda esta propuesta quizás sea eso, la expansión
singular desde la cual compongo con el plano que me compone. El plano de consistencia no
compone una singularidad espesa de hecho, sino que la misma singularidad se adensa en
el ejercicio de la voluntad. No se si comprendo bien lo que escribo, pero siento que hay algo
aquí. El mundo de hoy construye un plano que nos hace sentir, y es verdad, que puede vivir
sin nosotros. El vivir de un plano es contener, producir también sus singularidades, pero
desde el momento que estas singularidades existen con independencia de ellas mismas —
el delivery que me da de comer, la plataforma que elige mis series, la aplicación que me lee
los libros, el transporte que me lleva hasta mi destino— lo que hace singular a las
singularidades podría ya no existir. Y no se trata de un yo, sino del plano que estamos
produciendo que reduce la singularidad a la simple repetición en su mínima expresión.
¿Será esto lo gravísimo de Heidegger, el hecho de qué todavía no pensamos? Todo esto
para comprender un poco de qué se trata esto del diario. Se seguirá construyendo seguro,
pero como comienzo, se trata de pensar y por lo tanto construir plano. Yo o nosotros, ya no
importa, desplegar pensamientos, tensiones, cuestiones, afectos y ver hacia dónde nos
llevan

30 de junio de 2022, jueves

Atlas
Una primera idea es que el atlas presente en primer lugar el mapa conceptual-intuitivo que
se produjo para el plan de tesis.
De allí cada concepto trabajado en el mapa se ira desplegando en el glosario y al mismo
tiempo en el mismo atlas se irá tejiendo el mapa de relaciones que ya surge de manera
intuitiva en los esquemas. Esto seguramente cambie los mapas y las relaciones. Quizás sea
necesario confeccionar, durante o después del trabajo, nuevos mapas que den cuenta de
los movimientos realizados durante la investigación.

Guía de lectura - Glosario


A la carpeta glosario se le puede sumar una guía de lectura para cada concepto trabajado.
Esta guía puede ser también inicial y posteriormente puede explicitarse en el glosario las
lecturas efectivamente trabajadas.

Soledad
¿Será cierto que finalmente el destino es la soledad?
Igual busco la compañía, aún la necesito, pero para seguir hay que soltar. Es difícil y no se
entiende bien cómo una cosa u otra. ¿Será que no se trata de elección sino de potencias?

4 de julio de 2022, Lunes

Tristeza
¿Qué es lo teórico? Nada en esto es puramente teórico o práctico… ¿praxis? Algo de lo
dialéctico se mueve allí y esto es otra cosa. Un pensamiento recubierto, relleno, atravesado
de afecto. Escribía sobre la diferencia entre estar triste y optar por la tristeza. Las tristezas
inevitables que Deleuze describe en En medio de Spinoza. Surge algo allí, porque yo estoy
triste, hace rato estoy triste, no me monto sobre la tristeza, o sí, pero tampoco puedo
evitarlo, por lo que sería un estar triste. Aquí montarse sobre la tristeza y estar triste como la
tristeza inevitable se funden, se confunden. Entonces surge la pregunta necesaria, muy
necesaria para comprender y quizás salir, quizás no, pero por lo menos comprender: ¿hay
realmente diferencia entre montarse en la tristeza y estar triste? En la inevitabilidad de la
tristeza, ¿no aparece quizás un destiempo únicamente? Pienso, se construyen las
condiciones de la tristeza sin que la tristeza se establezca hasta un momento dado.
Entonces, es inevitable estar triste ante determinadas condiciones preestablecidas y un
hecho que termina exponiendo una estructura de tristeza. Muere alguien, me pongo triste,
pero… ¿por qué me entristezco cuando muere alguien? ¿No hay allí un a priori, una moral
de la tristeza? ¿No será que nos montamos, o nos montaron, sobre líneas de tristeza
muchísimo antes dejando las condiciones de la tristeza dada para que emerja? Y… ¿es eso
inevitable? Que nos hayan montado en líneas de tristeza es evitable en otro nivel, pero
ahora ya está, el mundo, los fundamentos, la estructura está armada. A mi me cuesta pila
no caer en estos lugares tristes, más que costar, me es inevitable. Pero ¿será realmente
inevitable? No encuentro la manera, debemos crearla, porque todo lo que se me viene me
habla de identificación, de estructura, de razones, de causas y efectos… y estoy seguro que
no es por allí, que por allí terminamos armando el mundito de certezas y verdades
trascendentes que llegan hasta combatir religión con religión, institución con institución,
verdad con verdad. También siento claro que no es posible hacer un movimiento fuera de
los momentos en que la tristeza aborda, aunque sí se siente siempre una tristeza de fondo,
como un ruido aun en los momentos más alegres… quizás escuchándola será posible
conjurarla. Tal vez tengamos que producir rituales, relaciones, objetos, afectos, cábalas,
transgresiones cada vez que escuchemos ese ruido en el centro de nuestro pecho. No sé,
hay que inventar, experimentar. Así la tristeza se vuelve un momento deseable, el momento
de experimentar el erradicarla cada vez.

Morir
Hay una sensación extraña que no tiene ninguna lógica, señal, signo ni pensamiento
asociado. Sin dudas es una sensación y no hay nada de pensamiento aquí. Y es una idea
que se me cruza de que no voy a llegar al 2023, que voy a morir antes. Es raro porque no
es por la tristeza, no estoy deprimido, algo cansado quizás de luchar con la tristeza, la culpa
sin sentido y estar siempre atento de por dónde puede venir la acusación, pero no tiene
nada que ver con eso. Creo que tiene que ver con una sensación de agotamiento, de algo
que ya está lleno, que no tiene más para dar y que si la cosa terminara acá no estaría mal.
Tal vez no esté solo en esta sensación, no es muy identificable. Puede ser algo así como un
estancamiento del movimiento. Las cosas no tienen que ir hacia ningún lugar en especial,
pero el estancamiento es doloroso. No sé qué más decir, es solo una sensación.

17 de julio de 2022, Domingo

Fronteras y angustia
Siento que me encuentro en una frontera en la que todo el tiempo me exijo estar de un lado
o del otro de ella. Es decir, salirse de ella y vivir de una vez por todas en algún territorio, por
dentro o por fuera de la psicología. La vida en esta frontera me genera angustia, pero tengo
claro que no es totalmente cierto que sea la vida en esta frontera la productora de esa
angustia, sino más bien el sujeto que la habita.
Hay algo interesante allí, la angustia es posible solamente cuando hay un sujeto, pero que
al mismo tiempo se encuentra en crisis de subjetividad. Pienso que la crisis de subjetividad
no necesariamente refiere al sujeto sin contexto puesto en crisis, sino justamente al
desencuentro del sujeto con su medio, la desconexión del sujeto con su medio. Desde el
momento en que soy sujeto la angustia es inevitable, no solo eso, sino que es la que
expone la existencia de la subjetivación-sujeción, es la que expone la necesidad de un
movimiento, aunque muchísimas veces no lleguemos a comprender nada de esta crisis y no
busquemos más que volver a subjetivarnos de una “mejor” manera.
Entonces… la frontera no sería el problema. Aunque a veces tienda a estar más en un
territorio que en otro… pero bueno, de eso se trata la frontera (glosario). Por ejemplo, hoy
me siento bastante lejos de la psicología, y trato de reconciliarme y no lo logro. Hoy en día
—y sé que es una imagen bastante dura— es casi como ser un policía, porque es haber
encontrado la función que tenemos los psicólogos en este mundo, en esta sociedad, en este
sistema… y darse cuenta que es un papel horrible, que produce unos modos de mierda, con
jerarquías, abusos de poder, lógicas del sacrificio y culpa, victimizaciones, vulneraciones y
sujeciones. Y por otro lado veo que hay gente hermosa que super encara, que es muy
potente en lo que hace, pero por debajo siento “sigue/sigo siendo un policía”. Si me roban y
golpean y… seguramente vaya a la policía, pero es la policía, no sería policía… no sería
psicólogo (en ese punto estoy), más allá de todo el bien que se pueda estar haciendo y de
todo el amor con el que se realice la tarea, lo cual entiendo justamente como el principal
atractor/distractor para sostener tal lugar y tal tarea.
Y sin embargo, doy un par de pasos hacia el otro lado de la frontera, y encuentro no-
posibles a ser construidos, más allá de toda sujeción propia, más allá de toda presión, más
allá de toda lógica gubernamental, siento que hay un territorio potente de producción desde
una dimensión de vida que no es más que un espacio, un tiempo y un modo… más allá de
toda producción subjetiva, de todo rol, son fuerzas potentes productoras de vida, de deseo,
más allá también de todo impulso “redentor”, de toda iniciativa solidaria. ¿Cómo componer
con esta potencia sin asumirla como potencia en potencia? ¿Cómo comprender esta
potencia como acción real, fuera de la fantasía de un mundo posible, paradisíaco?

Enemigos y deseo
Creí que no tenía enemigos, pero los tengo: las fuerzas que se oponen al afecto alegre y al
deseo como producción de mundo; fuerzas de los valores, los compromisos, la
solidaridad… Pero… ¿Hay deseos fascistas? ¿Es posible el deseo de fascismo? Creo que
no… Esa posibilidad me aterra.

31 de julio de 2022, Domingo

El sujeto me llama
Qué domingo más difícil. No se si alguna vez sentí tanta angustia, tanto miedo. Hay un
borde que me resulta muy difícil de transitar, el del sujeto… cuanto más huyo, más se
impone, como un resorte que aumenta su fuerza de restitución cuando más se intenta
apartar del centro de equilibrio. Es como si algo me dijera: no te podés ir, es imposible, sos
vos, sos un sujeto invariable e inevitablemente. Sujeto inevitablemente sujetado.
Atravesado, sufriente, doliente, vaciado, angustiado, atragantado, desfasado, inconexo,
incoherente, inconsistente, culpable, imaginado, rechazado, paranoico, excluido, solo,
desbarrancado… Y cuánto más lo rechaces, cuánto más intentes alejarte, colocarte por
fuera; más voy a tirar de vos hacia este centro vaciado, sin aire pero con mucho espacio, un
vacío total, tus átomos fragmentados, particularizados, espaciados, solitarios, entre el vacío
tan apreciado por Lucrecio, tan erróneo para Simondon.
Escribí algo hace un par de días… seguramente se integre a algún documento de la tesis,
pero por ahora fue algo que surgió por allí. Angustia e individuación, fue un pire de media
hora, sin pensarlo mucho, sin revisar mucho salió. Se lo leí a Clarisa el miércoles y yo ya
sentía que algo se estaba desintegrando por allí, algo de mi ser, de mi cuerpo,
vaciándose… ya no sé qué hacer. Allí surge esta idea que la angustia es subjetiva, es decir,
en tanto haya sujeto habrá angustia, en tanto haya angustia hay sujeto, por eso no puede
ser ella el tránsito hacia un afuera del sujeto. En la angustia el sujeto está más solo que
nunca, expandiendo su superficie en pleno vacío, fragmentado y fragmentándose aún más
—pero en principio fragmentado, nunca hay que olvidarlo, porque el aumento de la
fragmentación es solo una cuestión de umbrales en una condición donde la fragmentación
es un atributo de ella. Y escribiendo todo parece muy simple, pero no lo es. En la angustia
el sujeto no reconoce un campo transindividual y busca resolverse solo y pareciera que todo
se trata de revertir eso, pero no se revierte, porque la fuerza tira al centro y en el centro no
hay nada, y sin embargo no podés evitar que te tire hacia allí, cuanto más querés moverte
de allí más te encuentras allí y más vaciado, más siendo una cascara de un huevo sin
contenido… y se piensa en viajes, en hijos, en herencias, en cumpleaños, pero el cuerpo no
está pudiendo más, de verdad que no está pudiendo más y parece que nadie se diera
cuenta que la psicología es un desastre, que el mundo es un desastre, que no hay como
alejarse y lo sé, pero no puedo evitar quererlo, alejarme, estar lejos de todo en una isla
desierta —diría Deleuze— para comenzar nuevamente y mandar el mundo a la re concha
de la madre, de su madre, de la madre del mundo, del padre del mundo, de lo que quieran,
de lo que los controladores de los enunciados tengan para decir y digan, de lo que los
jueces del mundo tengan para decir y digan, de lo que los moralistas de la primera mitad de
este siglo horrendo tengan para decir y digan. Leía en Foucault, no tenemos que caer en la
falsedad de que esta época es especial, que está sucediendo algo que va a cambiar el
rumbo del mundo… pero es que no puede ser que siga así… o quizás sí y de verdad todo
puede aguantar mucho más de lo que pensamos. Todos somos especiales, todos somos
señalables, todos somos reconocibles, es un montón. Pero mucho más es sentirlo,
fantasearlo, temerlo. Que nadie te mire y que todos te miren son los extremos que se tocan
a la vuelta del mundo y no nos damos —no me doy— cuenta que si pienso en extremos
pienso en medios y si pienso en medios pienso en un sistema de miradas que jamás van a
satisfacer ni el reconocimiento ni el anonimato.
El sujeto me llama… y aunque muera, no lo voy a atender.

27 de noviembre de 2022, Domingo

Fito Páez
No es la vida del otro. Ni siquiera la música del otro. Hay una conexión profunda,
inexplicable, necesariamente inexplicable, que toma el nombre propio y lo coloca en el éter.
Centros gravitatorios. Impersonales. Nombres propios impersonales. Nombres impropios,
pues a través de ellos todas las conexiones, todas las fugas, todas las líneas que llenan el
universo son posibles. El nombre impropio, el lugar donde todas las paralelas que llenan el
universo se cortan. Fito Páez es nombre impropio: una vida, dos vidas, tres vidas, música,
miles de músicas, de tonos y palabras, de colores, de ropas extravagantes, hippies, de
etiqueta, cabellos cortos, largos, rulos salvajes, palabras calculadas, medidas y
desmedidas, enormes clichés románticos, frases divinas, milagrosas, la vida, la pura vida
explotando en cada átomo existente y la muerte, la pura muerte de todas las hojas que se
desprenden, de todas las animalidades que ya no respiran, de todos las alegrías que se
convierten en dolor infinito en un triz. También un cuerpo que responde, que transita, vuela
y se asienta, vuela y se asienta, vuela y se asienta, hasta la muerte de ese cuerpo, hasta
que un alma vuele, una singularidad, y deje desparramadas por el mundo todas las cosas
que nos hacen reír y llorar al mismo tiempo.
Ese cuerpo esta semana está cerquita, su alma capaz que también, pero sin duda flotando
por el mundo entero, en cada oído al que le llega Tumbas, en cada lágrima que se
desprende por aquel contacto sutil entre Te vi, un recuerdo y el presente sensible de todo lo
que es, será y fue, hoy mañana y ayer.
Te vi llorando a Pablo y mi ojos lloraban tu llanto que era el llanto de Ana a mi lado y
seguramente el de mi hermano a unas filas de distancia, y las de Fito, otro Fito apodado así
por vos, un Fito incorpóreo hace ya muchos años, que alimenta lo impropio de tu nombre,
engrosando la capa de recuerdos hermosos y terribles que nos hacen también, singularidad
del espacio, impropiedad del mundo. Te vi llorando a Pablo y mis ojos lloraban y mi rostro
se contraía en un dolor que te abarcaba, pero también a Pablo —música ya de mi
adolescencia nostálgica—, pero también todas las energías que de él se desprendían
apuntando siempre al amor antes que a cualquier otra cosa, pero también a todos los
acontecimientos de una vida que eran alcanzados y sostenidos por esas energías,
potencias de vida, siempre de vida, dolorosa y gozosa, pero siempre vida. Te vi llorando a
Pablo y te vi llorando, te vi vivo, humano, animal, artista, guacho, hijo, padre, desvalido,
fuerte, borracho, gracioso, trágico… Fito, nombre impropio de todo lo que se aposenta en el
mundo que mis sentidos y más allá, logran captar, hasta lo incaptable… Te vi.

28 de noviembre de 2022, Lunes

Lecturas y Podcast
Estoy un poco perdido en cómo encarar este tramo final de dos años de la escritura de
tesis. Tengo los esquemas pero siento que aún no puedo hacer nada con ellos. Lo único
que me está conectando/entusiasmando son las grabaciones de las lecturas que estoy
subiendo al podcast. Tengo una cantidad de lecturas que me gustaría hacer, pero aún las
siento muy desordenadas. Me propongo comenzar aquí con una breve lista de comienzo:
- Diferencia y Repetición: con esta lectura comencé y se está volviendo desafiante
seguirle la línea a Deleuze.
- Mil Mesetas: sobre todo las últimas mesetas, las que corresponden a máquina de
guerra, aparato de estado y lo liso y lo estriado… algo allí se dispara en la
posibilidad de la clínica en un espacio psicológico.
- Dividuum: En la misma lógica que lo anterior… es un buen complemento.
- Habitar como un pájaro: ¿Cuál es el territorio posible como composición de medios y
ritmos y no como espacios de dominación y posesión, es decir, de poder?
- Lecturas políticas desde la diferencia: hay un conjunto de lecturas que me propongo
hacer y ver que surge de ellas (Cusicanqui, Viveiros de Castro, Jota Mombaça,
Achille Mbembe).
Estas lecturas se separan en tres o cuatro conjuntos:
a) Diferencia y Repetición, Mil Mesetas y otras lecturas de Deleuze que den la base
sustancial de la tesis. Incluso algunos conceptos como “empirismo trascendental”,
“rostridad”, “diferencia”, “intensidad” me interesa abordarlos intensamente.
b) Lecturas filosóficas potenciadoras: aquí entra Despret, Lapoujade, Alcantara,
Stenger, etc.
c) Lecturas políticas de la diferencia: Ya las describí.
Me queda claro que no entró aquí alguien extremadamente importante para la tesis, como lo
es Simondon. Ya veremos en qué momento y cómo entra en esta propuesta. No todo tiene
porqué ser abordado desde aquí, comenzaré por lo descrito y ya veremos que derivas
acompañan a las lecturas.

19 de agosto de 2023

Final

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