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Cecilia Turoldo

Una mirada
monstruosa sobre las
prácticas educativas

Analizando lo no dicho en educación

Editorial Dunken
Buenos Aires
2021
Turoldo, Cecilia
Una mirada monstruosa sobre las prácticas educativas. Analizando
lo no dicho en educación / Cecilia Turoldo.
1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Dunken, 2021.
72 p. ; 23 x 16 cm.

ISBN 978-987-85-1556-4

1. Ciencias de la Educación. 2. Pedagogía. 3. Ensayo. I. Título.


CDD 371.001

Contenido y corrección a cargo de la autora.

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Impreso en la Argentina
© 2021 Cecilia Turoldo
e-mail: ceciliaturoldo@gmail.com
ISBN 978-987-85-1556-4
Índice

El mar.....................................................................................................7
Prólogo...................................................................................................9
Encuentro 1.......................................................................................... 11
El lado oscuro de la educación............................................................ 17
Una monstruosidad que irá tejiendo redes: Envejecimiento /la vejez..... 19
El mundo dado vuelta........................................................................ 20
La lengua castellana es machista (Definiciones)................................... 21
Sentido común y cultura hegemónica: El ataque de los clones.............. 27
El mapa invertido.............................................................................. 28
Encuentro 2.......................................................................................... 33
En la casa de Asterión........................................................................ 33
¿Estamos en la Matrix?...................................................................... 37
¿Cuál es el costo de querer pertenecer?................................................ 40
Mirando a Medusa a los ojos.............................................................. 47
Rayuela – Capítulo 7......................................................................... 49
Humanos, demasiado humanos.......................................................... 49
Fuenteovejuna................................................................................... 50
La mitología del primer femicidio....................................................... 51
Digamos sus nombres........................................................................ 52
Encuentro 3.......................................................................................... 53
El amanecer de un pasado vivo........................................................... 53
No me veas....................................................................................... 56
Siempre anochece............................................................................... 57
Vampirismo VS iluminismo y el umbral............................................ 58
Vampirizando la cotidianidad de la razón........................................... 59
Lo visible se vuelve invisible............................................................... 61
6 Cecilia Turoldo

¿Hospitalidad? No quiero infectarme................................................. 62


Actividades sugeridas.......................................................................... 65
1– ¿Qué tienen lxs pobres en la cabeza?.............................................. 65
2– Deconstruyendo una imagen......................................................... 65
3– Los memes en palabras................................................................. 66
4– Poesía Blackout............................................................................ 67
5–Vindicación de la vejez................................................................... 68
Conclusión........................................................................................ 68
Referencias Bibliográficas................................................................... 69
El mar

Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff,


lo llevó a descubrirla.
Viajaron al sur.
Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de
mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y
tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:
–¡Ayúdame a mirar!

Galeano, El libro de los abrazos.


Prólogo

Entonces, este libro es un cúmulo de encuentros enmarañados en un


seminario que pretende dilucidar la educación como un proceso revelador de
aquellos espacios aún oscuros y fragmentados que la componen.
Cada página, cada párrafo, cada fragmento y palabra que habitan este
escrito-manifiesto intervendrán el cuerpo de la educación con pedagogías
emergentes.
Les propongo explorar la educación desde una perspectiva otra, una
perspectiva monstruosa.
En cada encuentro, danzarán acompasados tópicos disonantes, complejos,
intrínsecos y vampíricamente atractivos, invitándonos a abrir interrogantes,
diálogo a estructuras, ideas, pensamientos, hechos carne, hechos piel, enca-
lladas en nuestra cotidianidad.
Ya ni recuerdo cuándo la belleza de la perfección monstruosa se apoderó
de mí y esbozó estos apuntes. Lo que sí sé es que intentará incomodar, desen-
cajar y abrir un umbral en las prácticas educativas.

Es la escuela el lugar en el que se reproduce y se reafirma la norma. Es la escuela


la que nos enseña a discriminar, la que nos enseña a agredir y, por tanto, hay que
hacer una crítica de las instituciones. Necesitamos una profunda terapia anticolonial
y antipatriarcal en las instituciones educativas.
P. Preciado.

Apelaré al cuerpo sensible en la concientización sobre nuestras decisiones


en las prácticas educativas, porque todo lo educativo es político.
Encuentro 1

Dice C. Skliar que (2016) (…) para hablar de cambios en la educación es ne-
cesario, (…) abandonar la homo-didáctica para hetero-relacionarse. Y se pregunta:
¿hay disponible sólo una única mirada ()? ¿Hay por lo tanto un cambio educativo que
nos posibilita afirmar que se trata, esta vez, de otra cosa o que no es sólo una metáfora
cansina de nuestra propia y egocéntrica mismidad?
¿Qué lugar le damos a esa monstruosidad devenida en caos en las prác-
ticas educativas?
El caos generalmente se refiere a lo impredecible. Sin embargo, debido
a variaciones lingüísticas, el significado de la palabra se desplazó a desorden.
Es un concepto que trae consigo una tonalidad negativa, de agrios sabores.
La imagen con la que se la vincula nunca es del agrado de quien la recibe
o la percibe. Utilizaremos aquí esta noción que ilustra el desierto del orden
mundial debido (en esta ocasión) a un virus que avanza de forma implacable.
Un caos pandémico que encubre otro caos, causante de infinitas reflexiones
en torno al aula. Nos detendremos en el caos preexistente.
Siendo así, la certidumbre que alumbra las prácticas educativas, la en-
corseta en clases heredadas bajo la norma universal europea escrita en una se-
cuencia temporal cronológica que nos quita toda posibilidad de individuación.
C. Skliar reflexiona lo siguiente “digamos que casi definitiva, casi inso-
luble– entre “nosotros” y “ellos”, atribuyendo generalmente a “ellos” el origen
de todos los problemas pensados bajo la óptica interpretativa de lo “histórico”.
¿Acaso creemos ser ese “nosotros”?
Para ello, intentaré retomar este interrogante desarrollando tres conceptos:
12 Cecilia Turoldo

Giro descolonizador
13
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

Monstruosidad
14 Cecilia Turoldo

Sentido común
15
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

Pensar la educación como parte de un proceso resulta necesario para


entender cómo las prácticas actuales están sostenidas por conceptos preexis-
tentes. No podemos escindir la educación de la historia y la cultura, por ello
pensar en un “giro descolonizador” como propuesta resulta una consecuencia
necesaria para procurar abrir paso a prácticas que brinden un entramado en
la construcción de una subjetividad más consciente. Formando parte de un
contexto, su historia-presente latinoamericano impreso en un cuerpo europeo,
conatus de una educación polimorfa y memoriosa de las raíces sudacas.
Para Derrida toda experiencia de deconstrucción acontece como un gesto
de amorosidad: “(…) la experiencia de una deconstrucción nunca ocurre, eso sí, sin
amor (…) amorosamente se deja exceder. (…) siempre hay un momento en que declaro,
con la mayor sinceridad, la admiración, la deuda, el reconocimiento y la necesidad de
ser fiel a la herencia para reinterpretarla”.
Es la herencia de nuestra tierra de la que nos rehusamos a mirar y evita-
mos con desdén. Esta herencia también sudaca es parte de nuestro presente,
nuestro acontecer. Es imperante hilvanar y entretejer las características opositi-
vas de nuestro pasado-presente desaparecido, humillado y ocultado. ¿Quiénes
somos? ¿cuál es nuestro rol como docente? ¿Cuál es la intencionalidad de la
educación? son algunos interrogantes que abrimos en este libro.
Reclamamos el derecho a la monstruosidad, con una perspectiva pedagógi-
ca emergente, como una necesidad y urgencia frente a una estructura eurocén-
trica y moderna, infectada de individualismo y fundamentalistas del extremo
productivismo. Motivo por el cual, nos aleja cada vez más de nosotrxs mismxs.
Pero, ¿Qué es la monstruosidad? La palabra Monstruo deriva del latín y signi-
fica exceso. Denota algo extraño o singular, contrario al curso habitual de la na-
turaleza. Es el excedente. El límite y más allá. Lo indeterminado. La oscuridad.
Se nos presenta como un rostro en penumbras que amenaza a la humanidad.

“La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más


antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido”.
H. P. Lovecraft
16 Cecilia Turoldo

Por último, se evidencia en la práctica educativa el “sentido común” que


alimenta, nutre y naturaliza esta idea que concebimos del mundo y de nues-
tro ser en el mundo, como si fuera la única verdad. Es entendida como una
argucia totalizante de la que no hay escape cognitivo alguno. Una aceptación
mecanizada. Un sí, una adhesión a la argumentación de sofismas que definen
el rostro de la verdad verdadera.
Según Ingenieros (1956) la mediocridad puede ser definida como una carencia de
características personales que permitan distinguir al individuo en su sociedad. La mis-
ma provee a todos un mismo fardo de rutinas, prejuicios y domesticidades; Reuniendo
a cien hombres, su coincidencia radica en lo impersonal (…).
La personalidad, su singularidad nos diferencia del resto. En muchas
personas ese punto es simplemente imaginario. La sociedad piensa y quiere
por ellos. No tienen voz, sino eco. No hay líneas definidas ni en su propia
sombra, que es, apenas, una penumbra.
17
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

El lado oscuro de la educación


Goya fue un reconocido pintor y grabador español. Sus pinturas negras
han generado impacto en sus espectadores. Fueron creadas en la soledad de su
hogar. Jamás mostradas. También, tenía una fijeza, obsesión con las bestias y
los seres extraños. Esto no es mera coincidencia: fue atacado por la crueldad
del contexto (la guerra civil en España) y sus propios problemas / fantasmas
(su sordera).
Su obra más emblemática y famosa “Saturno” genera una sensación de per-
turbación. Representa a un Dios distinto del que imaginamos y visualizamos
mecánicamente. Este no está rodeado por súbditos fieles; las melodías parecen
haber abandonado la escena hace tiempo ya; tampoco, sus trazos son de claras
luces diáfanas. Todo lo contrario. Aparece desde las tinieblas de la oscuridad y
está devorando una descendencia. Incluso, estamos frente a un acontecimiento
más aterrador: no hay escapatoria alguna. ¿Acaso, será el destino?
El sociólogo Zygmunt Bauman (2000) plantea que los hombres y las mu-
jeres de hoy difieren de sus padres y sus madres porque viven en un presente en el que
quieren olvidar el pasado y ya no creen en un futuro. Pero, la memoria del pasado
y la confianza en el futuro han sido, hasta ahora, los dos pilares sobre los que
se asentaban los puentes morales entre lo transitorio y lo duradero, entre la
mortalidad humana y la inmortalidad de los logros humanos y entre la asun-
ción de responsabilidad y la preferencia por vivir el momento.
Acaso, ¿escapamos constantemente a la fatalidad de ser devorados por
la divinidad que maneja el tiempo? En la liquidez de la sociedad, pareciera
ser un hecho. Un número infinito de intentos por huir de tal acontecimiento
que acarrea el tiempo: la muerte. Ahogarse en nuevos fármacos y mirar una
serie de Netflix completa sin titubear entre capítulo y capítulo, reírse frente
a videos ajenos de Tik Tok y descubrir que un simple momento duró toda
la tarde de un Sábado, preparar un examen y pensar en preparar ese examen
frente a la distracción de Instagram y la infinidad de vivos que tenemos que
ver por pura curiosidad, juntarse con amigues y rotar el mate entre bizco-
chitos y chismes de la cotidianidad que nos rodea, etc, no van a impedir una
reflexión profunda tarde o temprano.
18 Cecilia Turoldo

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj


Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido,
una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cum-
plas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora
de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca
y pasearás contigo. Te regalan –no lo saben, lo terrible es que no lo saben–, te regalan
un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo,
que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de
tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de
darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora
20 Cecilia Turoldo exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio,
en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te
caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca
mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes.
No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
Julio Cortázar– De Cronopios y famasJulio Cortázar– De Cronopios y famas
Otro ejemplo, se encuentra en la escena del Laberinto del fauno (2006)
dirigida por Guillermo del Toro. Este film está ambientado en la época de los
años 40 en España durante la represión de la posguerra en época franquista.
Este relato de hadas gira alrededor de Ofelia, una niña sola y soñadora que
vive con su madre y padre adoptivo, un oficial militar encargado de “eliminar
del área” a los rebeldes. En su soledad, Ofelia crea un mundo lleno de cria-
turas fantásticas y destinos secretos. Con el fascismo en todo su auge, Ofelia
debe conformarse con el mundo de ella a través de un cuento que ella misma
ha creado. La narrativa entrelaza el mundo real con un mundo mítico centrado
en un laberinto abandonado y unas criaturas misteriosas.
Existe una escena poco feliz en la que Ofelia se anima a ingresar a una
extraña cueva. La misma, curiosamente decorada y con los mejores lujos. Al
final, un gran banquete sin comensales, excepto por una bestia sin ojos que
aparenta estar muerta, sin vida, ni movimiento alguno. Acompañada por sus
hadas consejeras, Ofelia obtiene lo que deseaba y cumple con el objetivo de
la misión. Sin embargo, se tienta con las uvas de un delicioso plato, toma
un par y se las come. Las hadas empiezan a moverse de forma desesperada
y sin sentido para la niña, sin saber que le estaban intentando decir que la
19
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

bestia estaba despertando. Ya era tarde para las hadas, el monstruo se devoró
la cabeza de las pequeñas criaturas frente a Ofelia. Horrorizada, ella actúa y
corre sin tropiezos hacia la puerta. Final y mágicamente, la niña se salva de
las garras de la bestia.
Tanto la pintura de Goya como la escena del Laberinto del Fauno ejem-
plifican el concepto freudiano de lo siniestro, lo ominoso. La extrañeza en lo
ordinario. La experiencia de algo tan extrañamente familiar que puede pro-
vocar los sentimientos más horribles.
Es transparente la existencia de similitudes entre estas criaturas. Pero,
más interesante es hablar de los puntos de convergencia que ambos monstruos
guardan con la educación. La monstruosidad vista con ojos de Goya y su Arte,
amanece en una pedagogía de las diferencias. Es ver con ojos de monstruo,
de otro, de la ajenidad , en un tiempo por fuera del tiempo Saturnino, para
detenernos en la contemplación de la mirada sin máscara. Pararnos desde la
monstruosidad es desafiar estructuras piramidales que enajenan al ser en un
tiempo sin demora , en un tiempo devorador. Es detener la vorágine para
mirarnos y estar siendo en ese momento de eternidad único. Es reconocernos
otros en tanto otros y sostener nuestra otredad en un gesto, en un abrazo.

“A mi parecer, no hay nada más misericordioso en el mundo que la incapacidad


del cerebro humano de correlacionar todos sus contenidos. vivimos en una plácida isla
de ignorancia en medio de mares negros e infinitos, pero no fue concebido que debiéramos
llegar muy lejos”.
H. P. Lovecraft

Una monstruosidad que irá tejiendo redes: Envejecimiento


/la vejez
El envejecer es un proceso no deseado y rechazado por la sociedad oc-
cidental. Es un rostro que se nos presenta y decidimos no mirar. Nos duele
pensarnos viejxs, nos genera repulsión y angustia. Ser viejo es ser obsoleto, es
20 Cecilia Turoldo

ser aniñado, es ser asistido y, sobre todo, es pérdida para el sistema de produc-
tividad que alimentamos. La vejez es el crepúsculo de la vida, de los deseos,
de las pasiones, de la felicidad como estado constante.
Todo eso es una idea instalada tan mentirosa como la objetividad. Lxs
viejxs sienten, desean, aman, putean, cagan, cogen, se enamoran, se decepcio-
nan, se casan, se agotan, se estremecen, se relajan, se enfurecen y reaccionan.
Lxs viejxs no son tan distintos, tan otros, tan lejanos como pensamos. Sin
embargo, son consideradxs monstruosidad y es por eso que son invisibilizadxs,
despojadxs del mundo. No son, ni están siendo.

“La felicidad sólo existe si es compartida”.


Into the Wild, movie.

En la educación, la vejez es un tema fuera de agenda. ¡Cuánta equivo-


cación!. La vejez forma parte de la construcción de una subjetividad plural,
humana, horizontal en y para las diferencias. Lamentablemente, es un punto
muerto para la comunidad docente, generadora de un leviatán de la indivi-
dualidad con aspiraciones juveniles infinitas.

El mundo dado vuelta


El filósofo Argentino Enrique Dussel cuestiona la mirada hegemónica
sobre la historia Universal que ha sido instalada en nuestras vidas. Él afirma
que los europeos no contaron la historia de una forma transparente y dejaron
a los países periféricos fuera de ella. El autor propone recuperar nuestra pro-
pia cultura oponiendo el carácter totalizador del proyecto europeo moderno.
Propone hablar y situarse desde el margen, desde las diferencias, desde lo que
llamamos monstruosidad.
El giro descolonizador es un giro epistemológico dice Dussel, es la teoría
de la dependencia que permite entender económicamente la estructura de la
globalización desde los años ‘60. Esta dependencia está expresada en todos
21
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

los aspectos de la vida y su cotidiano. La consumición de medios de entre-


tenimiento europeo o norteamericano: ropa, expresiones lingüísticas, fechas
festivas, entre otras.
Miramos con los ojos de la Europa colonialista, miramos la mirada del
imperio que encubrió el destino de América Latina. Miramos con los ojos
que blanquean una región oscura. Somos la mirada sesgada que oculta las
tonalidades de la tierra que habitamos. Somos la continuidad de una estruc-
tura colonial de desprecio por lo propio y amor por el sometimiento. Somos
los modos de relacionarnos con preponderancia sobre nuestros hermanos.
Somos la raza con la que Europa categoriza. Aprendimos a amar su dominio,
aprendimos a habilitar sus delimitaciones en nuestro piso, aprendimos a ser
discriminados y discriminar, aprendimos a permitir la opresión sobre nuestros
cuerpos. Nuestro cuerpos, ¿nuestros?
Hay que volver a educar la mirada. Hay que volver a pensar nuestras
prácticas educativas de otro modo. Hay que abandonar la clase bajo manual,
hay que invitar a la posibilidad de abrir nuevos interrogantes sobre nuestro
qué hacer docente, sobre las actividades que formulamos, sobre el fin principal
como educadores, para pensar  y darle lugar a lo imposible. No tenemos la
culpa de nuestra historia pero, somos responsables de nuestro presente.

La lengua castellana es machista (Definiciones)


A continuación, compartiré con ustedes un texto de Diego Arbit y Sebas-
tián Sebakin, ambos fundadores del Slam Argentina (torneo de poesía) que
fue traído a nuestra región por la contemporánea escritora y artista plástica
Paula Gialdroni.
ZORRO… héroe justiciero
ZORRA… PUTA
PERRO… mejor amigo del hombre.
PERRA… PUTA
AVENTURERO… osado, valiente, arriesgado.
AVENTURERA… PUTA
22 Cecilia Turoldo

AMBICIOSO… visionario, enérgico, con metas.


AMBICIOSA… PUTA
CUALQUIER… fulano, mengano, zultano.
CUALQUIERA… PUTA
CALLEJERO… de la calle, urbano.
CALLEJERA… PUTA
HOMBREZUELO… hombrecillo, mínimo, pequeño.
MUJERZUELA… PUTA
HOMBRE PÚBLICO… personaje prominente, funcionario público.
MUJER PÚBLICA… PUTA
HOMBRE DE LA VIDA… hombre de gran experiencia.
MUJER DE LA VIDA… PUTA
RÁPIDO… inteligente, despierto.
RÁPIDA… PUTA
DIOS… creador del universo y divinidad.
DIOSA… PUTA
ATREVIDO… osado, valiente.
ATREVIDA… PUTA
SOLTERO… codiciado, inteligente, hábil.
SOLTERA… PUTA
MACHISTA… hombre macho
FEMINISTA… LESBIANA Y… PUTA
PERÓN… presidente, general, descamisado.
EVITA… MUJER DEL PUEBLO… PUTA
Y PUTO?… homosexual.
PUTA… TODAS MENOS MI MADRE Y MI HERMANA
23
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

Esta poesía nos invita a sumergirnos en las relaciones de poder que es-
conde el lenguaje. La lengua nos habla y evidencia la construcción de nuestro
pensamiento. Nos da pie a trabajar los micromachismos, un poco edulcorados
pero con la misma matriz patriarcal violenta.
Roundinesco nos aconseja “(…) resistir a la tiranía del Uno, del logos, de la
metafísica en la misma lengua en que se enuncia”.
Carlos Skliar (2016) nos aclara “deshacerse de la metafísica de la presencia,
la lógica del principio de identidad, la identidad de ser o no-ser (…) esa metafísica
poblada de binarismos, de oposiciones duales”.
Pongamos bajo sospecha el binarismo en el lenguaje, la jerarquización de
lo masculino por sobre lo fememino. Y más aún, de la selección de determi-
nadas palabras y la invisibilidad sobre la desaparición de otras o, incluso, de
la inexistencia para nombrar.

No ha quedado demostrado, ni mucho menos, que el lenguaje de las palabras sea


el mejor posible.
A. Artaud

La deconstrucción es inevitable en el acontecimiento de observar con la


mirada de la reflexión. Pero, ¿qué nos lleva a la deconstrucción? El otro, sus
diferencias que se resume en la monstruosidad ajena subjetiva. Es el pensa-
miento del que no estábamos obligados a pensar.
Basta observar el lenguaje en el aula para entender que reproducimos
ideas de un oriundo patriarcado hegemónico, cuyo único objetivo es refor-
zar su estructura y mantenerse en el poder. Si no develamos este hecho que
se reitera incluso en el contexto educativo y se enquista en la piel docente,
difícilmente nos podremos desmarcar de aquellos clones de las películas de
ficción que hacen eco de una cultura (que no les pertenece) de forma mecani-
zada, sin temblor, ni improvisación. Con un guión como guía, como camino,
como límite.
24 Cecilia Turoldo

…Yo, pobre mortal,


equidistante de todo
yo D.N.I: 20.598.061
yo primer hijo de la madre que después fui
yo vieja alumna
de esta escuela de los suplicios

Amazona de mi deseo
Yo, perra en celo de mi sueño rojo

Yo, reinvindico mi derecho a ser un monstruo


ni varón ni mujer
ni XXI ni H2o

yo monstruo de mi deseo
carne de cada una de mis pinceladas
lienzo azul de mi cuerpo
pintora de mi andar
no quiero más títulos que cargar
no quiero más cargos ni casilleros a donde encajar
ni el nombre justo que me reserve ninguna Ciencia

Yo mariposa ajena a la modernidad


a la posmodernidad
a la normalidad
Oblicua
Vizca
Silvestre
Artesanal
25
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

Poeta de la barbarie
con el humus de mi cantar
con el arco iris de mi cantar
con mi aleteo:

Reinvindico: mi derecho a ser un monstruo


que otros sean lo Normal
El Vaticano normal
El Credo en dios y la virgísima Normal
y los pastores y los rebaños de lo Normal
el Honorable Congreso de las leyes de lo Normal
el viejo Larrouse de lo Normal

Yo solo llevo la prendas de mis cerillas


el rostro de mi mirar
el tacto de lo escuchado y el gesto avispa del besar
y tendré una teta obscena de la luna mas perra en mi cintura
y el pene erecto de las guarritas alondras
y 7 lunares
77 lunares
qué digo: 777 lunares de mi endiablada señal de Crear

mi bella monstruosidad
mi ejercicio de inventora
de ramera de las torcazas
mi ser yo entre tanto parecido
entre tanto domesticado
entre tanto metido “de los pelos” en algo
otro nuevo título que cargar
baño: de ¿Damas? o ¿Caballeros?
o nuevos rincones para inventar
26 Cecilia Turoldo

Yo: trans… pirada


mojada nauseabunda germen de la aurora encantada
la que no pide más permiso
y está rabiosa de luces mayas
luces épicas
luces parias
Menstruales Marlenes bizarras
sin Biblias
sin tablas
sin geografías
sin nada
solo mi derecho vital a ser un monstruo
o como me llame
o como me salga
como me pueda el deseo y la fuckin ganas

mi derecho a explorarme
a reinventarme
hacer de mi mutar mi noble ejercicio
veranearme otoñarme invernarme:
las hormonas
las ideas
las cachas
y todo el alma!!!!!!… amén.
Susy Shock
Del “Poemario Trans Pirado” de Susy Shock
a un relato corto de Jorge Luis Borges

El cambio no surgirá en los medios, sino entre les actores de la educación.


El uso de dispositivos de las nuevas tecnologías sólo sirven como complemento
y nada más. Son el facón del personaje de Borges, sediento de venganza. El
escritor señala que no hay orientación ni espejo que habilite un continuar
alumbrado por un faro sudaca:
27
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

(…) Limpió el facón ensangrentado en el pasto y volvió a las casas con lentitud,
sin mirar para atrás. Cumplida su tarea de justiciero, ahora era nadie. Mejor dicho
era el otro: no tenía destino sobre la tierra y había matado a un hombre.
Tenemos la posibilidad de dejar de ser nadies y conscientizar nuestras
prácticas docentes con los ojos en la diferencia y la tierra que pisamos.

Sentido común y cultura hegemónica: El ataque de los clones


28 Cecilia Turoldo

Reproducimos ideas que refuerzan la violencia simbólica. El símbolo es


una construcción cerrada, inalterable, invariable, sin lugar a la hermenéutica.
No hay lugar a la interpretación libre, al espacio alegórico. El sentido co-
mún describe y explica las creencias o ideas que nutren la sociedad (familia,
amigues, pareja, vecinxs, o toda la comunidad, incluso, a lxs profesores). Y,
son la construcción de una única perspectiva sin una función política. Son la
construcción de una única historia.
La narradora Chimamanda Adichie afirma que
“La historia única crea estereotipos y el problema con los estereotipos no es que
sean falsos, sino incompletos. Hacen que una historia se convierta en la única historia”.

El mapa invertido
¿Alguna vez viste un mapa invertido? Ayuda a pensarnos por fuera de la
caja. Por fuera de un esquema cerrado y sin posibilidades. Son usados como
instrumento de enseñanza del pensamiento crítico ya que no hay ninguna
razón para colocar los puntos cardinales en las direcciones convencionales. La
ubicación del norte hacia arriba en los mapas es, de todas maneras, arbitrario;
de hecho, existen muchos mapas con orientación no estándar. No necesitamos
de un mundo eurocéntrico en nuestras prácticas, en la selección de material
ni su abordaje en el aula.
29
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

Retomando el concepto de sentido común, les mostraré una actividad que


solía hacer Diana Sacayán, una de las principales representantes del movi-
miento de derechos humanos y de la lucha por el reconocimiento y la inclu-
sión social del colectivo travesti en Argentina, quien fue asesinada en 2015
por un crimen de odio a la identidad de género. Yo la reciclé:
Les pedí a mis estudiantes de escuela secundaria de la zona de Lanús
que pensaran en una persona exitosa y la dibujaran. Luego, les pedí que
pensaran en alguien que delinque y que le dibujaran. Una vez realizada esta
actividad, llegué a la terrible y esperada conclusión: los dibujos de personas
que delinquen tienden a caracterizarse por ser pobres o tener dichos rasgos.
En cambio, los dibujos de las personas que son exitosas se asocian a un alto
estatus de poder económico. Esto no es casualidad. Existe un imaginario que
nos gobierna y, a pesar de creer que estamos en pleno cambio como sociedad,
quedan rasgos solapados que se invisibilizan y nos dejan ciegos.
30 Cecilia Turoldo

Un ejemplo de la forma de degradación de la subjetividad y falta de amor


propio es el sufrimiento de la criatura de Victor Frankenstein. No sólo había
sido rechazado por su padre por ser visto como un otro, una abominación,
una monstruosidad, sino que nunca había sido nombrado. Doble crueldad.
Algo parecido ocurre en The Joker, dirigida por Tod Philips. Arthur, el
personaje principal, no encuentra ningún sentido de pertenencia y vive cons-
tantemente con las formas de violencia generadas por la sociedad. Su madre,
casualmente, lo llama feliz, forzándolo y condicionándolo sin importar el
contexto y su propia voluntad.
En El viaje de Chihiro, de Miyazaki, el nombre de Chihiro se modifica
arbitrariamente, estimulando el olvido de su identidad.

“El acto de privar a una persona de su nombre no es sólo cambiar la forma en que
uno llama al otro. Es una forma de gobernar al otro por completo”.
Miyazaki

Albert Camus cuestiona la validez de lo que está bien y lo que está mal.
Juzgamos basándonos en la norma establecida. Por lo tanto, cualquier com-
portamiento desviado de la norma, como la risa de Arthur, la fealdad de la
criatura y la presencia de Chihiro en un mundo no humano, es visto como
sospechoso y peligroso. Son monstruos.
Reconocemos que el proceso de enseñanza es una intervención social. Por
tanto, es un acto de amor: ético y político; una forma de situarse en el mundo,
concebirlo y saber explicarlo, promoviendo la humanidad.
El problema de los Derechos Humanos surge en la acción cotidiana. La
clave es educar en derechos humanos como campo, para que nuestrxs estu-
diantes sean capaces de construir una conciencia colectiva que ponga fin a la
era Moderna que conduce al declive de la humanidad.
31
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

Somos responsables de contribuir (o no) al orden establecido y su arbi-


trario sentido común. El giro descolonizador es crucial para hacerlo realidad.
Somos responsables de generar y transmitir sentido a la vida de los estu-
diantes. Ellxs deben sentir que lo que hacen tiene un horizonte y que supera
la autoconservación. Debemos generar las condiciones para transformar los
obstáculos en sueños. No se trata de dejar un mundo mejor para nuestros es-
tudiantes, se trata de dejar mejores personas para el mundo en el que vivimos.
Encuentro 2

Monstruosas son las miradas que necesitamos tener en el aula. Es preciso


trabajar la territorialidad desde la alteridad, reflejando y alumbrando rincones,
márgenes invisibles al ojo moderno y europeo. Es preciso desandar una mirada
que no habilita posibilidades, que no habilita diferencias en esta sociedad.
Una mirada que no mira. Por eso, es urgente incomodar a las estructuras que
concebimos como únicas y válidas desde la monstruosidad. Aprender a volver
a mirar. Porque en la educación se juega la difracción1.

En la casa de Asterión
La cultura occidental tiene una fascinación duradera por la mitología
griega. Incluso, si no sos un/a entusiasta de la mitología, probablemente ten-
gas una idea básica o una imagen vaga de los diversos dioses y figuras. ¿Una
mujer-monstruo temible con serpientes por pelo? Medusa.
La Medusa que conocemos fue violada por Poseidón en el templo de
la diosa Atenea. Atenea, luego, la castigó por profanar su espacio sagrado
maldiciendo a Medusa con una cabeza llena de serpientes y una mirada que
convierte a los hombres en piedra. Entonces, un heroico Perseo cortó la cabeza
de Medusa, convirtiéndola en un trofeo.
Pero, ¿y si la historia de Medusa no fue exactamente como nos han con-
tado? ¿Y si la historia real hubiera sido enterrada bajo los valores patriarcales
del heroísmo masculino y la competencia? Una mujer silenciada y demonizada
después de haber sido agredida sexualmente, eso suena demasiado familiar.

1
La difracción es una onda propagadora de ondículas que viajan por trayectorias de diferentes
longitudes. Es plural, diversa y se expande.
34 Cecilia Turoldo

La imagen de Medusa está estampada en nuestro imaginario colectivo a


través de interpretaciones artísticas de ella como una monstruosidad temida y
acechante. Deberíamos mirar con más compasión a Medusa, una mujer cuya
vida, cuyo cuerpo, cuyo rostro se ven sacudidos por una agresión sexual.
Una vez más, abriré el encuentro con la siguiente pregunta: ¿Es posible
pensar a las prácticas educativas como un acto de amor colectivo?. Atravesa-
remos tres conceptos para abordarla.

Biopolítica
35
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

Punctum
36 Cecilia Turoldo

Comunidad
37
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

¿Estamos en la Matrix?
38 Cecilia Turoldo

En la película de la saga de les hermanes Wachawski, la Matrix es una


estructura macro que ordena a las personas y organiza sus vidas. Lo mejor de
todo: las personas ni siquiera son conscientes de eso.
Foucault describió la biopolítica como “una nueva tecnología de poder”,
más que un mecanismo disciplinario. Algunos ejemplos de control biopolí-
tico son “los números de nacimientos, muertes, la tasa de reproducción, la
fertilidad de una población, la cuantificación de su población y cada detalle
que habite en él”.
“Cada cuerpo”, dice Foucault, “es un individuo que es necesario
corregir”.¿Un panóptico comestible? diría el filósofo Paul Preciado, la píldora
anticonceptiva. Y aquí me detengo en el siguiente interrogante: ¿por qué du-
rante todo el siglo XX no se ha fabricado ningún método anticonceptivo de
administración oral para hombres?
Morfeo: Te voy a explicar porque estás aquí.
Estás porque sabes algo, aunque lo que sabes no puedes explicarlo, pero lo percibes.
Ha sido así durante toda tu vida.
Algo no funciona en el mundo, no sabes lo que es, pero ahí está como una astilla
clavada en tu mente y te está enloqueciendo
Esa sensación te ha traído hasta aquí.¿Sabes de lo que estoy hablando?
Neo: ¿De Matrix?
Morfeo: ¿Te gustaría realmente saber lo que es?
Neo (Asiente)
Morfeo: Matrix nos rodea. Está por todas partes, incluso en esta habitación.
La puedes ver si miras por la ventana, o al encender la televisión Puedes sentirla
cuando vas a trabajar, cuando vas a la iglesia, cuando pagas tus impuestos.
Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad.
Neo: ¿Qué verdad?
39
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

Morfeo: Que eres un esclavo, Neo. Al igual que los demás, naciste en cautiverio,
naciste en una prisión que no puedes ni saborear, ni oler, ni tocar. Una prisión para
tu mente.
Morfeo: Has de verla con tus propios ojos, (Se acerca a él) esta es tu última
oportunidad, después de esto no podrás echarte atrás, si tomas la pastilla azul fin
de la historia, despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creer, pero si tomar la
roja despertaras en el país de las maravillas, yo te enseñaré hasta dónde llegan las
madrigueras de conejo.
Recuerda, lo único que te ofrezco es la verdad, nada mas. (Neo coge la pastilla
roja, y se la toma)
Matrix–

Requiem for a Dream (2000) dirigida por Aronofsky, proyecta el anhelo


de formar parte de un sistema que termina controlándote, deshaciéndote y
fusionándote a él. Es la representación de la normalidad que se inventa a sí
misma para luego, corromperte, desmoralizarte, encerrarte, des-otrarte.
Requiem es una ceremonia católica hacia lxs difuntxs. Como sabrán, la
combinación de las palabras requien y sueño evocan, conjuran un mal augurio,
un presagio.
Queremos ser parte del sistema aunque nos intervenga, se interponga,
opere en nuestras vidas y refuerce las miserias.“Consumimos aire, sueños,
identidad, relación, alma” dice Preciado.

La mujer se determina y diferencia con relación al hombre y no es éste con relación


a ella; ésta es lo inesencial frente a la esencia. Él es el Sujeto, él es lo absoluto; ella,
el Otro.
Simone de Beauvoir, El segundo sexo

Retomamos la desigualdad entre hombres y mujeres para ilustrar un


sistema de símbolos que violentan y refuerzan las estructuras patriarcales. La
obra de Beauvoir representa el momento fundacional de la teoría feminista
40 Cecilia Turoldo

contemporánea. La sociedad y la cultura son responsables en la construcción


del sujeto mujer, y ¿qué ocurre con les docentes? ¿qué significa ser docente?
¿somos esencialmente y naturalmente docentes?
Skliar reflexiona al respecto, “para ser más preciso aún–. parece que toda pe-
dagogía se resume en el hecho de que el maestro explica y de que el alumno comprende,
o bien que todo proceso pedagógico (…) es explicación, explicación y más explicación,
explicación tras explicación”.
Efectivamente, somos cyborgs inmersos en un mundo estructurado y orde-
nado. Parece que no hay escapatoria alguna más que seguir los lineamientos
y ser fieles a la herencia europea que nos acecha en cada práctica educativa.
Un cyborg (del acrónimo en inglés, ‘organismo cibernético’) es una criatu-
ra compuesta de elementos orgánicos y dispositivos cibernéticos​generalmente
con la intención de mejorar las capacidades de la parte orgánica mediante el
uso de tecnología.
En “Manifiesto Cyborg”, Donna Haraway concibe al ser contemporáneo
como un ser fusionado-confundido entre humano-máquina, que no necesita
de distinciones.
Hay, existe un acontecer con posibilidades. Podemos ser infieles a la fide-
lidad de una herencia europea que sólo debería parcializar nuestro andar en el
mundo. Basta de aceptar sin tapujos las normas. Es hora de mirar con otros
ojos y evaluar las prácticas docentes, el currículo, los temas, nuestra formación
toda. Que vibre y resuenen preguntas. Es hora.

¿Cuál es el costo de querer pertenecer?


Nos conmueve, nos sacude, nos afecta, nos estremece, nos invade, nos in-
fecta. Pero, esas emociones van menguando al punto tal, que se esfuman y se-
guimos… seguimos en nuestra rutina, cumplimos, coordinamos y aceptamos
la vorágine en la que vivimos. Y volvemos a olvidarnos de sentir. Sentirnos,
¿percibir a un otro? ¿reconocerlo? Difícil tarea. Nos deshacemos mecánica y
automáticamente. Y Nos volvemos a fusionar en la esclavizante repetición.
41
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

Seguiremos analizando el ser en el mundo a partir de un poema vuelto


canción de Chico Buarque.

Construcción
Chico Buarque – Daniel Viglietti/1982

Amó aquella vez como si fuese última


besó a su mujer como si fuese última
y a cada hijo suyo cual si fuese el único
y atravesó la calle con su paso tímido
subió a la construcción como si fuese máquina
alzó en el balcón cuatro paredes sólidas
ladrillo con ladrillo en un diseño mágico
sus ojos embotados de cemento y lágrimas

sentóse a descansar como si fuese sábado


comió su pan con queso cual si fuese un príncipe
bebió y sollozó como si fuese un náufrago
danzó y se rió como si oyese música
y tropezó en el cielo con su paso alcohólico
y flotó por el aire cual si fuese un pájaro
y terminó en el suelo como un bulto fláccido
y agonizó en el medio del paseo público
murió a contramano entorpeciendo el tránsito

murió a contramano entorpeciendo el público.


42 Cecilia Turoldo
43
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

Estas son imágenes diversas, de diferentes autores que jamás se han cru-
zado, cuya cultura difiere una de la otra. Una fotografía, una pintura y una
xilografía que intentan retratar modos de subrayar, modos de enfocar a las
personas en su qué hacer diario, momentos de la vida cotidiana que marcan
contundentemente lo invariable y hasta sofocante, de un constructo social que
fuerza a naturalizar esquemas, patrones.
Las tonalidades se desdibujan y se funden en un gran gris de soledad,
aislamiento y alienación. Estamos frente a una sociedad de control que nos
invade por completo y nos quita el aroma del tiempo, un tiempo vertical,
un tiempo de encuentro y de abrazo extendido. Ya no hay diferencias entre
las máquinas y las personas. Somos una sociedad humana deshumanizada y
deshumanizante.
La primera imagen: Soledad, aislamiento, alienación del individuo. To-
dos estos elementos forman parte de la temática del artista japonés Tetsuya
Ishida.
La segunda imagen: es una Xilografía de Carlos Patricio Gónzalez, acom-
pañante de las obras de Rodolfo Kusch.
La última imagen es una escena de la película Paraguaya “7 cajas”dirigida
por Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori.
44 Cecilia Turoldo

El término alienación se emplea en distintos sentidos y en diversas dis-


ciplinas, como la medicina, la psicología, la religión, la filosofía, la sociología
o las ciencias políticas. Este concepto hace referencia a algo ajeno a sí mismo
que el sujeto ya no controla, un bien que se vende o un yo que se extraña.
Etimológicamente, deriva del latín y significa alejamiento, privación. Es
un sentimiento de extrañamiento que nos dificulta la visión. Es la mímesis
que experimenta la artista Remedios Varo en su cuadro: la dificultad de poder
discernir entre sus propios contornos, la imposibilidad de ver el umbral que
existe entre su persona y el entorno. Aquí, se observa la metástasis que poco
a poco irá desdibujando los límites del cuerpo y del rostro.

La invitación es la siguiente: sentir qué les generan esas imágenes tan


representativas. Poder expresar esos sentimientos en palabras. El connubio
45
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

del arte con las letras, nos lleva al recupero de percepciones que abren paso y
dan lugar a la sensibilidad.
Este es un extracto de “Un mundo feliz”, un libro de ciencia ficción y
crítica social escrito por Huxley (1894). Es una distopía muy famosa. En ella,
Huxley presenta un mundo futuro deshumanizado cuyos individuos están
creados y alterados genéticamente.
“Queer”, dijo Lenina. “Muy raro. No me gusta. Y no me gusta ese hombre”.
Señaló al guía indio para que los llevara al pueblo. “Además”, bajó la voz, “huele”.
Continuaron caminando.
Todo era opresivamente extraño, y el indio olía cada vez más fuerte. Ellos emer-
gieron. Desnudos desde el cuello hasta el ombligo, sus cuerpos castaño oscuro pintados
con líneas blancas, sus rostros inhumanos con manchas de escarlata, negro y ocre, dos
indios venían corriendo por el camino. Los hombres pasaron. “No me gusta”, dijo
Lenina. “No me gusta”. La suciedad, los montones de basura, el polvo, los perros, las
moscas. Su rostro proyectaba la imagen de disgusto. Se llevó el pañuelo a la nariz.
“¿Pero cómo pueden vivir así?”.
Lxs protagonistas Bernard Marx y Lenina (alusión a Karl Marx y Lenin)
visitan la ‘reserva salvaje’. Ella se tropieza con una cultura diferente y expe-
rimenta rechazo, aversión e incomodidad con la idea de compartir tiempo y
hacer cosas juntxs. El olor es clave en esta forma de entender nuestras percep-
ciones hacia lo diferente.
En este mundo feliz, no hay familia, no hay diferencia cultural, ni arte, ni
literatura, ni filosofía. No hay. La pregunta del autor de la novela de ficción,
es simple: entonces, ¿Qué nos hace humanxs?
Los individuos creen ser libres pero, sin embargo, están controlados y
determinados desde su “creación”. Es un sistema creador de seres prescindi-
bles. Aquí, no habitan las emociones, las cuales son paleadas con sustancias
artificiales. Una dictadura vestida de democracia. ¿Les resuena?, seguro.
El director cineasta Bong Joon-ho, en “Parasite”, pretende cristalizar dos
Coreas: la de las casas y montañas (el modelo económico de Asia); y la Corea
de los sótanos (de las deudas y pobreza, trabajos de 12 a 15 hs diarias y una
cosificación extrema de la humanidad).
46 Cecilia Turoldo

El deseo de formar parte de la Corea de las casas y montañas, lujos y status


es impedida por un elemento crucial. Otra vez, el olor. Es el olor el que esfuma
caretas, palabras, planes, expone nuestras experiencias y vivencias. Nos delata.
Lo que está claro, es que ni la lucha de las clases, ni los ricos ni los pobres
han logrado modificar la casa. La casa, como eje central de la escena. Inmu-
table. Esperando por parasitar a otros nuevos habitantes. El sistema, como
planteaba Foucault, seguirá parasitando a sus actores internos.
Rodolfo Kusch hace un gran análisis sobre el hedor de América. Aquí,
Florencia, antropóloga e hija del autor, nos deja en claro lo siguiente:
“no es el hedor literalmente, sino el otro, el que vive de otra manera, el que no vive
detrás de la pulcritud, disfrazándose de limpio y europeo. Esa crítica tiene un trasfondo
político, no es solamente una visión de la realidad. Porque el hedor está marginado,
golpeado y explotado. Ese hedor pide y exige encontrar una salida política”.

Las Meninas de Velazquez


47
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

La palabra “menina” significa “niña” en portugués, y se usaba entonces


en España para referirse a las cuidadoras de los niños de la familia real. Las
miradas de los personajes, pintados en escala natural, genera la ilusión de estar
dentro del cuadro.
La técnica de Velázquez es de tal perfección que olvidamos que, en
verdad, ese cuadro impresionista casi fotográfico de la vida cotidiana de
una de las familias más codiciadas, de mayor estatus y privilegios, es un
cúmulo de manchas.
Por lo tanto, hemos sido engañadxs, estamos por fuera de la parafernalia
de la nobleza, de ese mundo feliz de inmunidad absoluta, aceptación total a
la que deseamos acceder.
Somos aceptadores seriales. ¿Será parte de nuestra supervivencia?

Mirando a Medusa a los ojos


“Cámara Lúcida” es un breve libro del filósofo francés Roland Barthes. Es
una indagación sobre la naturaleza y esencia de la fotografía.
Punctum, concepto desarrollado por el autor, denota el detalle hiriente y,
personalmente, conmovedor que establece una relación directa con la persona.
Se genera un encuentro, salimos del atrincheramiento de nuestro ego. Es un
punto de inflexión.
Barthes, además, considera a la fotografía un código de lenguaje o cultu-
ra, que actúa tanto sobre el cuerpo como sobre la mente.
La palabra imagen comparte su raíz con imaginación, imago, representa-
ción. Imaginar es hacer presente lo ausente. El fruto por excelencia del trabajo
de ensoñación es la imagen, ese producto de la psique que nos comunica con
lo esencial mediante un procedimiento que está fuera de la dictadura de la ra-
zón. Su yacimiento no es intelectual sino más bien onírico, irracional, aquello
que vive en la sombra, en la oscura región de lo instintivo.
En la siguiente imagen se pueden delinear contornos que calan hondo
en las emociones que nos habitan. El dolor de la niña y su situación deses-
perante con un escenario fatal: un ave de rapiña asediándola es el punctum
48 Cecilia Turoldo

desarrollado por Barthes. Entre ese cuerpo y las miradas de les espectadores
hay un abismo, un espacio vacío, preparado para ocuparse por las tonalidades
del encuentro, sentir al otro en su padecer, tocar su cara y extender el abrazo.

“No hay nada más miserablemente inútil y supérfluo que el órgano llamado
corazón, el medio más inmundo que hayan podido inventar los seres para bombear la
vida en mí”.
Antonine Artaud

La sensibilidad es la base para desarrollar otras formas de enseñar y


aprender. Es necesario el despertar de la sensibilidad porque nos devuelve
el hecho de creer en la convivencia, de creer en el diálogo, de creer en este
mundo y estar en él.
Por el contrario, perdemos dos aliados: la imaginación y la intuición.
Ellos nos permiten superar fronteras. Sus dimensiones están más allá del
alcance de su mirada. En este sentido, sólo recuperar la sensibilidad humana
permitirá el reencuentro de valores. Y la empatía se nos presenta. Nos invade
y nos habilita recibir al extranjero, al otro, y experimentar su intrusión.
Kevin Carter era un fotoperiodista sudafricano. Recibió un premio Pulit-
zer por su fotografía que representa la hambruna de 1993 en Sudán.
Carter tomó una imagen de lo que parecía ser una niña caída al suelo de
hambre, mientras un buitre acechaba cerca. El fotógrafo, impactado por la
situación que acababa de fotografiar, había ahuyentado al buitre, no impidien-
do el contexto que asediaba a la pequeña desde su existencia. Vendida a The
New York Times, la fotografía apareció por primera vez el 26 de marzo de
1993 y en todo el mundo. Cientos de personas se pusieron en contacto con el
periódico para preguntar por el destino de la niña. Sin embargo, se desconoce
si llegó al centro de alimentos de la ONU.
El 27 de julio de 1994, Carter se suicidó. Un fragmento de la nota de
suicidio de Carter decía:
49
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

En serio, en serio lo siento. El dolor de la vida anula la alegría hasta el punto


de que la alegría no existe… deprimido… Me persiguen los vívidos recuerdos de ase-
sinatos, cadáveres, rabia y dolor… de niños hambrientos o heridos, de locos con gatillo
fácil, a menudo policías, de asesinos verdugos.

Rayuela – Capítulo 7
“(…) Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al
cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre
sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran
y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los
dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo
y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente
la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de
flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor
es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa
instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura,
y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua”.

Humanos, demasiado humanos


Judith Butler (2005) celebró la escritura incomprensible como la única forma
de cuestionar el sentido común, cuestionar sus presunciones tácitas y provocar
nuevas formas de ver un mundo “familiarizado”. Es la imposibilidad de la
escritura en la escritura. Una intimidad con la palabra que atraviesa la linea-
lidad de los dogmatismo gramaticales, sus estructuras invariables y habilitar
la posiblidad de lo imposible.
“Nunca podré desafiar al sistema de una manera integral porque “el poder”
siempre está ahí. Puedo simplemente trabajar dentro de él, hacerme un espacio y con-
vertir el lenguaje de la subordinación que me aprisiona en el nivel simbólico, y en el
performativo”.
50 Cecilia Turoldo

Fuenteovejuna
Adriana Guzman, activista y educadora popular del pueblo boliviano,
no busca la inclusión que ofrece el neoliberalismo ni cree en la espontaneidad
salvadora del deseo. El factor aymara, se presenta como un iluminador de
las relaciones humanas, de la importancia de tejer relaciones horizontales y
entender que puede ser de otro modo.
En la calle, Adriana, se dio cuenta que no todos los cuerpos luchan de
la misma forma, ni sufren las mismas opresiones. Frente al patriarcado se
reconoce Feminista. “Era necesario, urgente construir un feminismo desde
nuestros cuerpos, desde la comunidad. No creemos que sea el Estado el que
vaya a acabar con el sistema. Creemos en la autoorganización y autodetermi-
nación, en la memoria ancestral de nuestros pueblos y cuerpos.”
(…) existen dos proyectos en curso en el planeta. El proyecto histórico centrado en
las cosas como meta de satisfacción, es funcional al capital y produce individuos, que
a su vez se transformarán en cosas. El proyecto histórico de los vínculos insta a la reci-
procidad, que produce comunidad. Aunque vivamos inevitablemente de forma anfibia,
con un pie en cada camino, una contra-pedagogía de la crueldad trabaja la conciencia
de que solamente un mundo vincular y comunitario pone límites a la cosificación de la
vida. (SEGATO, 2018; 18)
Lohana Berkins fundó la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti
y Transexual (ALITT), promovió la Ley de respeto a la identidad, adoptada
por travestis y transexuales en 2009.
Durante una entrevista, ella cuenta y es consciente de la importancia
del rol que juega la ignorancia, sobre todo, en el colectivo lgbt+. Ella cree
imperante educar la mirada, enseñar a ver de otro modo para evitar tantos
males que acechan su mundo, convirtiéndose en moneda corriente hechos de
desigualdad y violencia. La monstruosidad en la extranjeridad de los cuerpos
no normados deviene en suicidios o asesinatos a una temprana edad.
En palabras de Blanchot (1969; 189) “la repulsión que el Otro inspira,
el malestar ante lo que viene de lejos o de otro lugar, la necesidad de matar al
otro, es decir, someter a la omnipotencia de la muerte lo que no se mide en tér-
minos de poder”.
51
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

La mitología del primer femicidio

Paul Preciado (2014) nos anticipa en su “Testo Yonqui” que ésta es una
era fármacopornografica: el sexo transformado en objeto de gestión política
de la vida y sus dinámicas. El cuerpo es objeto de la sociedad de consumo.
El avance de la industria pornográfica es evidente y es motor impulsor
de la economía informática. Es fácil de dilucidar: abrí cualquier página web y
de repente se muestra un pop up con algún cuerpo hegemónico ofreciéndose
cual si fuese un paquete de galletitas para ser devoradas.
Estamos frente a una total intervención desde los medios tecnológicos.
El consumo de tecnología cabe en una píldora; ya Donna Haraway (1985)
prefería denominar este cúmulo de características abordadas con la noción de
tecnobiopoder.
52 Cecilia Turoldo

Esta pornificación del cuerpo y el grado de opresión tienen su lado oscuro:


Cerca del 90% de la víctimas de violencia sexual son mujeres.
Casi el 40% de las víctimas son menores de edad.
El 87% de las víctimas no realizó la denuncia.
Más del 16% de las mujeres fue agredida sexualmente desde los 16 años.
Informe de UFEM

A raíz de tanta oscuridad, surgen fueguitos que se hacen colectivos de


personas en pos de la lucha por una misma causa. Acompañar los movimien-
tos que intentan romper con el entramado social fosilizado es formar parte de
una performatividad sustentada en la horizontalidad comunitaria y que mira
con los ojos híbridos de América latina.

Digamos sus nombres


Repitamos sus nombres y apellidos tan fuerte como podamos, desorde-
nadamente, colectivamente. Una sinfonía emergente, urgente y resonante que
rompa con el muro de la insensibilidad.
Que tiemble tu casa, la de tu vecinx, el distrito más cercano y se repro-
duzca y crezca a escalas incalculables, atravesando cada rincón del país.
Alumbremos, acompañemos activamente con la presencia de nuestra voz
a cada una de estas mujeres argentinas que hoy no pueden.
Candela Rodriguez Micaela Ramos Fátima Catán
Daiana García Araceli Fulles Ángeles Rawson
Lucía Perez Chiara Paez Marisol Oyanhart
Lola Chomnalez Wanda Taddei Roxana Galliano
Anahí Benítez Diana Sacayán Melina Romero
Micaela García

“No quiero sentirme valiente, quiero sentirme libre”.


Encuentro 3

Una mirada monstruosa sobre las prácticas educativas pretende invitar


a redescubrir un abordaje pedagógico y reflexionar sobre el posicionamiento
que asumimos como docentes; si efectivamente es el único, verdadero, uni-
versalizado y correcto. Y ver qué es lo que no se devela en la cotidianidad de
la repetición mecánica en el enseñar. En este espacio se les invita a empezar
a generar un corte de la cinta de moebius de nuestras prácticas. Tomemos
un gran angular y atravesemos la educación por dentro y por fuera del aula.

El amanecer de un pasado vivo


Voy a abrir con un fragmento del filósofo Argentino Diego Tatian (2012):
¿Cómo se ven cosas con los ojos de los que ya no ven?
¿Qué tienen los muertos para decir de nuestro presente desquiciado?
¿Cómo intervienen los muertos en nuestra experiencia?
¿Existe ese diálogo de algún modo?
¿Qué otra cosa es la lectura de libros olvidados?
Será cierta proximidad extraña entre un cementerio y una biblioteca, pues ante
todo, nos preexisten los muertos y las palabras.
Tal vez, esa preexistencia sea la condición para que haya comunidad.

Conversaciones con el pasado. Un pasado, vital, y muy presente. Los


códigos de la herencia que recibimos para poder intervenirla en pos de una
estructura sistémica más horizontal y con menos perversión.
En este último encuentro abordaremos la siguiente pregunta:
54 Cecilia Turoldo

¿Somos responsables de crear y reforzar una humanidad estrictamente


limitada en un mundo aún moderno?
Y atravesaremos los siguientes conceptos:

Lo oculto
55
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

Vampirismo
56 Cecilia Turoldo

Hospitalidad

No me veas
La cultura medieval gótica que a comienzos del s XII se extiende desde
Francia a toda Europa, posee elementos urbanos influyentes en su desarrollo:
*La religión (surgen las órdenes religiosas: los franciscanos).
*La aparición de la peste negra, que atormenta y arrasa con la población.
*La transición entre el feudalismo y capitalismo (la puja de poder).

El arquitecto y pintor Renacentista, Georgeo Vasari, va a darle nombre


a esta cultura, pero con una intencionalidad negativa ya que considera al arte
gótico inferior, bárbaro, en contraposición con el arte de Grecia y Roma Re-
nacentista, sinónimo de la civilización clásica.
57
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

Sin embargo, subrayo en lo gótico la apreciación por la dicotomía de la


vida, el contraste entre la luz y la oscuridad y la falta de certeza; el amor a las
artes: música, literatura, poesía, amor a las rarezas, a lo distinto, al dolor, a
la vida, a la muerte. Afloran una maraña de emociones y claroscuros que se
resisten al adormecimiento.
En la pintura, el grito de Edvard Munch, presenta a una figura andrógi-
na, no es claro si es un hombre o una mujer, las líneas se desdibujan y forman
una silueta incierta, desconocida al ojo humano. El gesto de ese ser es bien
expresivo, de angustia tal que atraviesa la pintura y llega al observador.
La intensidad del gesto y la manera en la que Munch captó la dimensión
del sonido mediante el ritmo visual es de una enorme sensibilidad. Se escucha
el grito, se siente el grito, nos invade el grito. En el siguiente fragmento de
Cortazar se puede apreciar la misma intensidad.

“En ese instante yo sentía como un dolor sordo; tal vez me veían, captaban mi
esfuerzo por penetrar en lo impenetrable de sus vidas. No eran seres humanos, pero en
ningún animal había encontrado una relación tan profunda conmigo”.
Axólotl – Julio Cortázar

Siempre anochece
El vampirismo se lo puede situar junto al expresionismo Alemán, mo-
vimiento cultural a principios del siglo XX. Opuesto al impresionismo que
vimos en el encuentro anterior. Es el costado más lúgubre de la condición
humana por sus formas asimétricas que desfiguran el rostro humano y lo
convierten en un sujeto híbrido animal.
Abrazan una visión de la subjetividad habilitando la transmisión del
miedo, la angustia, la desesperación (que forman parte de las emociones que
fluctúan).
58 Cecilia Turoldo

Nosferatu de Murnau (1922) es un claro ejemplo de la atmósfera onírica y


estremecedora que el film transmite. El andar del vampiro nos hace trepidar
y sus facciones faciales acentuadas e intensificadas generan un hondo horror.

Vampirismo VS iluminismo y el umbral


La cuestión del vampirismo y lo humano es el límite, ese umbral que nos
acerca a la oscuridad, lo desconocido, lo que nos aterra. Es aquello que nos
genera inseguridad y miedo. Los vampiros, ni vivos, ni muertos, the undead,
no están, ni presentes ni ausentes.
En De la Gramatología, Derrida (1978) desarrolla el concepto de lo indeci-
dible: de la inestabilidad de un concepto. El vampiro es el ejemplo de lo inde-
cidible: inestable en la categorización de estar vivo-muerto. Y en Argentina,
se hizo mucho hincapié en el no estar, en la desaparición forzada de personas.

“Si no están, no existen, y como no existen no están. Los desaparecidos son eso,
desaparecidos; no están ni vivos ni muertos; están desaparecidos”.
Jorge Rafael Videla

Si los cuerpos son artífices parlantes y reproductores de una estructura


de poder, deberíamos articular estos conceptos en el qué hacer docente. Existe
una reproducción mecanizada de actos heredados sin discusión alguna. Es
un dogma que mantiene el status quo: sin cuestionamiento sobre su origen o
variables relacionadas a una constante inamovible, inalcanzable.
Somos producto de nuestras prácticas y placeres, inscripciones y reins-
cripciones sexuales e históricas. Debemos identificar los defectos en la matrix,
espacios erróneos, grietas, para reformular nuestras prácticas docentes; consti-
tuirlas a partir de la falla en el sistema educativo. Donna Haraway llama este
accionar difracción monstruosa.
Transformemos las tecnologías de inscripción en nuestro rol docente.
Transformar las inscripciones es llevar al barro las prácticas. Modifiquemos las
59
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

posiciones de enunciación. ¿Cómo se enuncia y desde dónde enunciamos? ¿Sa-


limos del contrato pedagógico (dogmático) en nuestras prácticas educativas?
Por tanto, la institución lingüística acompaña el accionar en la cotidiani-
dad nueva. La concepción performativa pone en crisis la identidad atravesada
por la mismidad, la universalidad.

Vampirizando la cotidianidad de la razón

Vamos a ahondar sobre la supuesta luz que provee la razón y el bien de


una estructura social parida en el monopolio de la verdad.
Según un informe elaborado por la Dirección de Economía, Igualdad y
Género (DNEIyG) del Ministerio de Economía:
9 de cada 10 mujeres realizan tareas domésticas, que significan en prome-
dio 6,4 horas diarias, es decir, dedican tres veces más tiempo que los varones.
60 Cecilia Turoldo

Es el sector de mayor aporte en toda la economía, seguido por la industria


(13,2%) y el comercio (13%).
Los Micromachismos, nos explica Bonino (2008), “Son la base de toda
violencia. Son hábitos de funcionamiento que tenemos y se activan sin mediar por la
reflexión.
En el marco del contrato social, los hombres y las mujeres son iguales, en
relación a los derechos que la moral y norma indican. El problema recae en
la diferencia. Se intenta sostener un binomio jerarquizante que aleja al sujeto
del otro sujeto, diría, casi por esencia y herencia.
Sin embargo, la performatividad es la construcción constante de una
identidad en la diferencia. Somos cuerpos hablantes, según Preciado, y no existe
identidad cerrada ni usufructo a raíz de ella.
Las tensiones por el poder también se manifiestan en el aula. Se eviden-
cian en la reproducción mecanizada sin revisión evidente, sólo reproducción
tras re-producción de esquemas que perpetúan el dominio de los cuerpos, de
las miradas.
¿Existe una forma de frenar estas prácticas? Sí, con otras armas tecno-
lógicas y la consciencia sobre la metafísica de la presencia. Con piezas de
intervención política y provocadoras para sacudir un determinado espíritu y
conformismo comunitario.
El vampiro es un sujeto y ejemplo que pone patas arriba la construcción
de una única subjetividad. Esta monstruosidad pone en sospecha la sujeción
de los cuerpos atravesados por la naturaleza y el orden. Se pone en evidencia
la heteronormatividad como manto que cubre a cada una de las instituciones
bajo la intencionalidad de poder y su desigualdad.
La escuela, como institución conformista a las normas totalizantes y ex-
tranjeras denota su accionar con las siguientes frases cliché que he escuchado
infinitas veces:
*Formen dos filas.
*¿Así te comportas? ¿Qué sos? ¿Un varón?
*Explico pero no entienden. Es una pérdida de tiempo.
*No van a ir a la universidad. No me voy a molestar tanto.
61
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

*No saben nada. Están metidos en la monotonía del celular y redes.


*No saben hablar su idioma, no me preocupo por intentar enseñarles uno extranjero.

Son frases utilitarias que implican directa o indirectamente la coerción


de estructuras dominantes, europeas y binarias.

Lo visible se vuelve invisible


Jean luc Nancy (2006) analiza la hospitalidad por medio del concepto
de intrusión.
“Intrusión es la acción de introducirse sin derecho en una jurisdicción, cargo,
propiedad. El intruso se introduce por fuerza, por sorpresa o por astucia, sin derecho
y sin haber sido admitido de antemano. (…) Es una perturbación en la intimidad
(…) ¿Cómo recibo a aquél que concebimos como tal? como intruso? Recibir a ese otro,
distinto, extranjero también debe ser experimentar su intrusión”.
Cuenta Nancy (2006) que su corazón empezaba a fallarle y no había otra
forma de sobrevivir, más que introduciendo un corazón ajeno a él.
“se me volvía ajeno, Mi corazón se convertía en mi extranjero.
(…) Lo que me cura es lo que me afecta o infecta (…)”.
La ajenidad refleja nuestros propios miedos. Nos empuja al umbral, a la
oscuridad, a lo desconocido.
‘¿Existe un tiempo justo para morir?’, se pregunta Nancy, y en nuestro caso,
¿existe uno para aprender? y mejor aún, ¿para construir a partir de ello?
¿Cómo es que nos hemos delimitado de manera universalista en nuestras
prácticas, subsumiendo las particularidades que nos definen –en el mejor de
los casos– no sólo a nosotrxs sino a quienes tenemos frente al aula?
El tiempo de la evaluación, ¿de qué manera lo atravesamos? ¿Somos la
deidad que se devora a su descendencia, o elegimos una forma de ver en el
acontecer de los hechos, como propone Preciado? ¿Somos devoradores seriales
que se posicionan desde una asimetría del saber depositado en un cuerpo, o
acompañamos el atravesamiento que cada estudiante tiene: distinto y singular?
62 Cecilia Turoldo

¿Hospitalidad? No quiero infectarme


El vampiro es asociado al contagio. De esa transformación que nos invade
por completo y de la cual no hay retorno.
Este pensamiento se vuelve un problema ético-político: el vínculo con un
otro siempre nos des– otra y nos transforma. ¿A qué le tenemos miedo?
Según Derrida, existe la hospitalidad condicionada, a medias, un como sí.
Es la coraza, la imposición sobre otro y el impedimento de cualquier mínimo
cambio. Es el crucifijo que llevaba Johnathan Harker al castillo del temido
conde Drácula, invariable, inalterable frente a un otro.
Es clave la Interseccionalidad de la que venimos trabajando en los en-
cuentros anteriores. Un enfoque que subraya que el género, la etnia, la clase
u orientación sexual, como otras categorías sociales, lejos de ser “naturales”
o “biológicas”, son construidas y están interrelacionadas. Es el estudio de las
identidades sociales solapadas y sus respectivos sistemas de opresión, domi-
nación o discriminación.
De una sociedad que en pos de los absolutismos y dogmas, rechaza y le
huye a quienes son concebidos como infectados, enfermos, extraños, vampiros.
Que las prácticas docentes no sean efímeras y maquilladas; que la se-
ducción no sea estética como cambio. Hay que empezar por admitir que el
lenguaje humano está cargado de emociones más que de racionalidad. La
conversación cotidiana, por ejemplo, está sustentada casi siempre en motivos,
sensaciones, impresiones, reacciones, necesidades pasajeras.
Hablamos como sentimos, expresamos directamente la alegría, la rabia,
el dolor, la insatisfacción, la esperanza, el amor mediante palabras impulsadas
por el sentimiento, llenas de energía, de fuerza vital. Pero también callamos y
abrimos silencios que lo dicen todo, que se manifiestan sin palabras. Instantes
infinitos de texturas diversas, de intensidades disímiles, llenos de aromas. De
ahí el poder que tiene el instante poético. La palabra poética y tiempo vertical.
63
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien canta el lugar en
que se forma el silencio. Luego comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar,
ni tampoco el mundo. Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa.
La palabra que sana – Alejandra Pizarnik

Y ese ‘Y además más’, resignifica para cada quien, lo que llevamos en el


interior. De todas nuestras experiencias vivenciales, se juegan nuestras acciones
futuras también, se juega nuestro estar y hacer. En ese ‘además más’ también
se pone en juego la discutida y difusa línea que separa el arte del no-arte, la
palabra poética de la palabra comunicativa.
Lo desconocido de la palabra, hace que dejemos de ser lo que somos ru-
tinariamente, o dicho de otra forma, descubrimos los otros ‘yo’ que habitan
nuestro ‘yo cotidiano’, o vemos al mundo –nuestro subjetivo fragmento del
mundo– distinto y diverso, al menos por un instante, –el instante poético–
que tiene una duración inmedible en tiempo real.
Si planteamos una educación mirando a través del instante poético, segu-
ramente, encontremos mayores tesoros por el camino: un abrazo, una conver-
sación genuina y una mirada real, que expone y deja al desnudo el alma de
una comunidad toda que actúa en pos de las pluralidades, devolvendo espejos
de una subjetividad más sensible y empática. Dejar de lado los designios de
una educación individual que se jacta de impartir conocimiento a un por-
centaje mínimo de la sociedad, es pararse con aires elitistas y seguir siendo
esclavo de un sistema que no habilita, de un devorador de sueños, quimera de
un no-despertar eterno. Podemos ser más que una simple pieza del andamiaje,
podemos generar posibilidad en el contexto de lo imposible.
Actividades sugeridas

1– ¿Qué tienen lxs pobres en la cabeza?


Mayra Arena cuenta la experiencia de ser pobre. Recomiendo escuchar a
esta jóven en los medios de comunicación o redes sociales. Observen su mira-
da, que dice más que sus palabras.
https://www.youtube.com/watch?v=4JDu69Jy41Y
A partir del video observado crear un socio-Haiku.
Tres versos de 5, 7 y 5 sílabas.
Sin rima.
Asociados a las problemáticas sociales.

Esta propuesta fue de impacto entre mis estudiantes. Comparto un Socio


Haiku:
Crueldad que daña.
En silencio reprime.
Violentamente.

2– Deconstruyendo una imagen


Resignificá una imagen, brindale un nuevo sentido y mensaje.
Es un desafío: Requiere de la búsqueda de contenido y asociación de
ideas.
Banksy es el seudónimo de un artista de arte urbano británico. Él ocul-
ta su identidad real a la prensa general, a la policía y a sus seguidores, pero
66 Cecilia Turoldo

esto no impide que variados medios de comunicación publiquen cada cierto


tiempo teorías sobre su verdadera identidad. Es un autor que juega y pone en
sospecha su identidad para resaltar su arte sin autoría a la vista, o más bien,
obligado a encajar bajo la norma. El artista se sale de ella y pone en tela de
juicio la carencia de la ética en determinados espacios y accionar social.

3– Los memes en palabras


Epigrama: Composición poética muy breve que expresa un solo pensa-
miento ingenioso o satírico con gran precisión y agudeza.
El uso de diferentes géneros literarios, audiovisuales da lugar a la creati-
vidad y evade la mecanización de los ejercicios. Se pueden adaptar a variadas
materias y hasta, se puede trabajar de forma conjunta y colectiva para alcanzar
una determinada producción.
67
Una Mirada Monstruosa sobre las prácticas educativas

4– Poesía Blackout
Tomamos un fragmento de cualquier género literario y lo resignificamos
mediante la selección de frases o palabras. Aquí, se permitirá la libre expre-
sión de lxs estudiantes frente a determinados temas controversiales tales como
la vejez en nuestra sociedad, el proyecto de ley sobre el aborto, el significado
de la palabra meritocracia, etc.
68 Cecilia Turoldo

5–Vindicación de la vejez2
Existen muchas miradas sin horizonte. Esta actividad va a intentar dejar de
mantener a flote esa mirada líquida de la modernidad en pos de la inmediatez.
E, invitará a la reflexión sobre nuestrxs viejxs y nosotrxs mismxs proyectadxs.
Fagocitar la importancia de un otro mediante un ¿cómo estás? ¿cómo te
sentís? Nos devuelve una conexión con el mundo, con nosotrxs mismxs, que
estamos siendo en él.
Un grupo de estudiantes del nivel secundario de la escuela estatal de
Lanús realizaron la experiencia de entrevistar a sus mayores.
Fue en ese encuentro, durante esa actividad que supieron reconocer, VER,
el destrato que generalmente se les da a sus mayores. Y se animaron a con-
fesar que no desean reproducir lo mismo. Y es ahí, en ese instante, donde se
empieza a producir un quiebre. Se les presenta un otro ante sus ojos.

Derek– serie.

Conclusión
Les invito a participar de la construcción de una conclusión de forma
colectiva, polifónica, con palabras, autorxs y frases que hayan resonado en los
encuentros.

2
Hace referencia al documento de Mary Wallstonecraft sobre los derechos de la mujer (1792).
Referencias Bibliográficas

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70 Cecilia Turoldo

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Septiembre de 2021

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