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MANIFIESTO POR UN ARTE VIVO DIGITAL

Alberto Lomnitz y María Sánchez Portillo

Obligados por una pandemia global que nos confinó en casa, de las y los oficiantes de
la escena y las teatralidades emerge un movimiento de arte vivo sostenido por una
arquitectura digital; un tipo de escena que se articula mediante los lenguajes que nos
ofrecen los dispositivos electrónicos; un movimiento artístico cuyas raíces se plantan
igualmente en ejecutantes y espectadores que comparten un activismo de la presencia,
misma que ya reconocemos en una imagen o en una voz.

Aquí y ahora, ante la fascinación que nos provoca la imaginación y el ingenio de un


gremio al que pertenecemos --un gremio que se resiste a precarizarse más-- y con el
afán de abonar en la construcción de pensamiento acerca de las manifestaciones que
conviven con nuestro tiempo, compartimos el presente Manifiesto de esto que
decidimos llamar ARTE VIVO DIGITAL.

Decálogo del Arte Vivo Digital

1. Las creadoras y creadores de la práctica escénica encontramos en el Arte Vivo


Digital un medio más para el desarrollo y ejercicio de nuestra creatividad, con la
audacia de la transdisciplinariedad y la rebeldía de defender la presencia y el
acompañamiento a distancia.

2. El Arte Vivo Digital resalta el uso de la tecnología sin centrarse en ella. Es un


movimiento al ritmo de los tiempos de redes, un salto que puede a ratos
provocar vértigo pero que no teme al riesgo.

3. El Arte Vivo Digital es una afirmación de que podemos estar presentes sin
tocarnos pero sí escucharnos, mirarnos y mantenernos conectadas y
conectados en tiempo real.

4. Hace tiempo que dejamos de considerar a las audiencias como entes pasivos:
en realidad nunca lo fueron. Con el Arte Vivo Digital se abren nuevas
posibilidades de interactuar de manera íntima con las y los espectadores.
5. Alabamos el desapego a etiquetas clasificatorias que pretendan encerrar nuestro
arte en una arquitectura de ladrillo y cemento, pues ya no creemos en los muros.
Nos atrevemos a construir una nueva geografía en el ciberespacio en la que las
fronteras se diluyen.

6. Queremos que las creadoras y los creadores tengan más espacios de visibilidad
que les otorguen otros modos de subsistencia económica.

7. En el Arte Vivo Digital no hay nada inamovible; somos conscientes de que en la


práctica artística todo es efervescencia, mutación, adaptabilidad, vida.

8. Abrazamos lo efímero. Ninguna obra de arte vivo se queda para siempre en un


museo ni se encierra en un teatro. Nuestro arte puede ser considerado o no
como teatral: no estamos compitiendo por una clasificación sino que vamos
caminando en un paisaje que iremos descubriendo a cada paso.

9. Estamos atentas y atentos al tiempo que vivimos y queremos adelantarnos,


seguirnos moviendo. Aspiramos a derribar las paredes y las fronteras, a
responder a nuestro presente: no vamos a detenernos por no escupir saliva.

10. Con el Arte Vivo Digital queremos dislocar una sola idea de teatro para expandir
los conceptos. Queremos construir una puerta de entrada a mundos posibles.

CDMX. Agosto de 2020

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