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LENGUA Y LITERATURA | LIBRO 6

26 LAS MIL Y UNA LENGUAS: LA LENGUA EN USO Las palabras en la vida cotidiana y en la literatura

Lunfardeando
Podemos decir que la lengua que se habla en la Argentina es la variedad rioplatense,
especialmente en la ciudad de Buenos Aires, aunque también se ha incorporado al habla
de muchos argentinos el lunfardo, o jerga ciudadana. Hace algún tiempo, esta lengua
no existía, pero, gracias a los aportes de los inmigrantes, fundamentalmente, y de pala-
bras provenientes de la política, el fútbol, el rock y el tango, se fue conformando hasta
llegar a ser lo que es hoy.

¿Qué es el lunfardo? Originariamente, nace y se difunde de manera contemporánea a


la lengua del inmigrante, conocida con el nombre de cocoliche, que es una mezcla de
dialectos italianos, la lengua italiana y elementos del español. Primero, el lunfardo surge
como jerga de la delincuencia; luego lo adoptan los sectores más populares y es consa-
grado por el tango (muchos dicen que es el idioma oficial tanguero), por la poesía y por
el teatro popular.

Lean la letra del siguiente tango:

el bulín de la calle ayacucho

El bulín de la calle Ayacucho, Y en el primus no bulle la pava


que en mis tiempos de rana alquilaba, que a la barra contenta reunía
el bulín que la barra buscaba y el bacán de la rante alegría
pa caer por la noche a timbear, está seco de tanto llorar.
el bulín donde tantos muchachos,
en su racha de vida fulera, Cada cosa era un recuerdo
encontraron marroco y catrera que la vida me amargaba:
rechiflado, parece llorar. por eso me la pasaba
fulero, rante y tristón.
El primus no me fallaba Los muchachos se cortaron
con su carga de aguardiente al verme tan afligido
y habiendo agua caliente y yo me quedé en el nido
el mate era allí señor. empollando mi aflicción.
Cotorrito mistongo, tirado
No faltaba la guitarra en el fondo de aquel conventillo,
bien encordada y lustrosa ¡cuántos días felices pasé,
ni el bacán de voz gangosa al calor del querer de una piba
con berretín de cantor. que fue mía, mimosa y sincera!…
El bulín de la calle Ayacucho ¡Y una noche de invierno, fulera,
ha quedado mistongo y fulero: hasta el cielo de un vuelo se fue!
ya no se oye el cantor
engrupido, su musa entonar. Celedonio Flores y J. Servidio.
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Este tango fue escrito en 1923 e incluye muchos términos del lunfardo. Lean el listado
para conocer sus significados.

Bulín: habitación. Bacán: el hombre adinerado.


Barra: los amigos. Berretín: capricho.
Timbear: jugar juegos de azar por dinero. Mistongo: lindo.
Fulera: desgraciada. Engrupido: engañado.
Marroco: pan. Rante: errante.
Catrera: cama. Se cortaron: se alejaron.

Las palabras delictivas que forman parte del lunfardo son pocas. Más bien, la mayoría
de los vocablos derivan de los dialectos de los inmigrantes, que, en algún momento del
crecimiento demográfico de Buenos Aires, constituyeron más de la mitad de la población.
Los hablantes de Buenos Aires fueron incorporando el lunfardo a su propia variedad.
Como comenta José Gobello, presidente de la Academia Porteña del Lunfardo, éste se
aprendía en el café, en las esquinas y escuchando hablar a la gente mayor.

Hoy el lunfardo no sólo está presente en el tango, sino también en otros géneros musi-
cales y en el habla coloquial de los porteños y de muchos argentinos, sobre todo de los
jóvenes. En efecto, el rock y la cumbia villera se han apropiado del lunfardo y lo han in-
corporado a sus canciones. Observen el siguiente ejemplo:

el chorro
Ya nadie lo pone en duda por eso vos te hiciste chorizo ❚ Elijan una canción de la cum-
por maestría y calidad, no querés laburar. bia villera o del tango para
sos el capo del choreo, Sos folklore de este barrio compararla con “El chorro”,
punga tu especialidad, personaje sin igual, que canta la banda Los au-
el terror de los bolsillos ni en las series de la tele ténticos decadentes. Luego
pero al pobre no afanás, te pudieron igualar, establezcan semejanzas y di-
por un mísero aguinaldo si el choreo se hace deporte ferencias entre las dos cancio-
no te vas a ensuciar. y al país representás, nes en cuanto al lenguaje que
Te das vida de magnate estoy seguro que este año se utiliza y a la manera de p-
la tenés y la tirás, salimos campeón mundial, resentar la realidad.
como llega el mango fácil qué alergia que te da,
vos así lo patinás, si hablan de trabajar,
por alergia al laburo por eso vos te hiciste chorizo
elegiste esta profesión, no querés laburar,
que el destino a vos un día por eso vos te hiciste chorizo
en tu vida te enseñó, no querés laburar.
qué alergia que te da
si hablan de trabajar, Trípodi, Lorenzo y Franceschelli.
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Como hemos podido ver, también el rock ha ido incorporando términos del lunfardo;
sobre todo, en las canciones del llamado “rock chabón” o de bandas de rock barriales,
que eligen como temas de sus canciones cuestiones que interesan a la gente, como el
desempleo, la falta de certezas con respecto al futuro, la crítica a la clase política. Algu-
nos de estos grupos son La Renga, Los Caballeros de la Quema, Los Redonditos de Ricota
y Bersuit Vergarabat. Las bandas de rock pesado o heavy me tal vernáculo, como Alma-
fuerte y Hermética, también han incorporado términos del lunfardo.
La cumbia villera no se queda atrás cuando de lunfardo se trata. Los temas preferidos son
aquellos que cuentan historias de la marginalidad, policiales y eróticas. Observen el si-
guiente fragmento de una canción del grupo Yerba Brava titulada “La canción de la yuta”:

Hoy es un día especial,


porque el monito a la villa llegó
dos años guardado estuvo
y al fin la yuta hoy lo largó.

La yuta es la policía y guardado hace referencia a que estuvo preso. Es decir, también en
las letras de la cumbia villera aparece el lunfardo, dando una idea de pertenencia a to-
dos aquellos que lo incorporan en su lenguaje. En efecto, hablar de la misma manera
implica formar parte de una tribu urbana: un grupo de personas que viven en el medio
urbano y que se identifican porque comparten determinados ritos, costumbres, vesti-
menta, música y demás.

Además, las expresiones que usa la cumbia villera en sus canciones dan cuenta de una
manera de ver el mundo y, a la vez, de diferenciarse del resto de la sociedad. En otras
palabras, el fenómeno de la cumbia villera es la expresión de una cultura que se opone
a aquella que es considerada por la mayoría como legítima.

❚ Lean la letra de la canción La mujer es cosa así Te acordás Ricardo, cuando nos fuimos
“Volver ni a palos”, del grupo ahora viene y te rompe todo con la boina sucia y terminamos bailando el
Divididos. Hipoteticen sobre por recuerdos de mentiras y bombones (…) minué
cuál es el sentido que tiene el en lo del chichipio Wilson, el amigo de Hansen
lenguaje que se emplea. Lue- La mujer es cosa así y todo ese quilombo por la cocó de Hong Kong.
go determinen con qué tipo de ladra el rope, entra el fumador de amores Te acordás del Salón Verdi, que había unos
música que ustedes conozcan en este club de varones muchachos
se puede relacionar. de ese tango musulmán. que hacían cuarenta dibujos ahí en el piso.

La mujer es cosa así Volver ni a palos


me fui con la boina sucia volver ni a palos.
quién sabe si en los senderos
le limpian los cabezales Ricardo Mollo y Diego Arnedo,
al gladiador de piyamas. en Otrole travalad na.

La mujer es cosa así.


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Otros espacios donde el lunfardo ha encontrado su lugar son la política y la realidad


social. La situación de crisis que atraviesa nuestro país desde hace algunos años también
se hace presente en los vocablos del lunfardo. Veamos algunos ejemplos.

La palabra “trucho” hace referencia a lo falso, a una realidad que parece no existir, don-
de ciertas personas son llamadas de esa manera porque ocultan un delito. Por ejemplo,
el fiscal trucho, el diputado trucho, la médica trucha.

La palabra “retorno” o “diego” se refiere al pedido del diez por ciento de un trabajo para
dárselo a un funcionario con el propósito de que éste acelere un cobro o la salida de un
expediente en una repartición ministerial.

La palabra “puntero” nombra a un político que utiliza a los militantes que lo siguen pa-
ra negociar un cargo en el poder.

La palabra “perejil” designa a un militante político de bajo rango.

La palabra “cajonear” hace referencia a la situación de un expediente que se guarda sin


darle resolución.

La palabra “escrache” nombra la reunión de los integrantes de la agrupación HIJOS frente a


la casa de un ex torturador o colaborador de la última dictadura militar para identificar
su domicilio. También, en estos últimos tiempos, se ha ampliado su significado para refe-
rirse a una manifestación frente al domicilio de algún funcionario considerado corrupto.

La palabra “carapintada” se refiere a aquellos militares que se amotinaron durante la


democracia.

Éstas y otras palabras han aparecido en los últimos años, lo que demuestra cómo el
lunfardo hoy surge de la vida cotidiana, al igual que en la época de su nacimiento.

Muchas de las expresiones del lunfardo que han aparecido en el último tiempo pasan ❚ Investiguen qué otros eufe-
a habitar el mundo del eufemismo, es decir, son reemplazadas por otras que nombran mismos se usan en la vida co-
las mismas cosas con un alto grado de decoro o suavidad. Por ejemplo, en vez de decir tidiana, en qué contextos se
“meter la mano en la lata”, se dice “quedarse con las joyas de la abuela”; en vez de decir utilizan y qué razones explican
“estar hasta las manos”, se dice “desprolijidad”; en vez de decir “coima”, se dice “costos que no se empleen las pala-
vinculados a la venta”. bras que reemplazan.

En otras épocas de la historia, también se usaron eufemismos para nombrar hechos te-
rribles que sucedían. Durante el último gobierno militar de la Argentina, a las personas
desaparecidas –o, como se decía en lunfardo, “chupados”– se los nombraba como “au-
sentes con presunción de fallecimiento”. Es decir, los eufemismos sirven y han servido
para disfrazar ciertas palabras del lunfardo u otras que puedan ser fuertes, pero que, al
fin y al cabo, están nombrando la realidad con su propio nombre.
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30 LAS MIL Y UNA LENGUAS: LA LENGUA EN USO Las palabras en la vida cotidiana y en la literatura

❚ Escriban un texto que narre Otro ámbito donde el lunfardo se enriquece día a día es el fútbol. Los cánticos de las
un partido de fútbol desde el hinchadas futboleras, que cumplen la función de criticar al rival y de opinar sobre la
punto de vista de un hincha realidad política, son ricos en términos del lunfardo. Algunos de ellos son los siguientes:
de alguno de los dos equipos.
Orsai: posición adelantada; en inglés es off side, pero luego se deformó y ahora se usa así.
Para que la narración sea ve-
rosímil, tienen que utilizar tér- Aguante: efecto de alentar; también, tener capacidad de pelear en la cancha y fuera de
minos del lunfardo futbolero. ella, de no retroceder.

Caño: estrategia para superar a un adversario pasándole la pelota por entre medio de
las piernas.

Amargo: pusilánime.

Ciertas nuevas situaciones que pueden considerarse como efectos de la globalización


también han provocado la incorporación de vocablos provenientes del lunfardo. La apa-
rición de estos vocablos da cuenta de un problema social muy serio: la intolerancia hacia
el extranjero por considerarlo diferente de lo conocido, de lo propio. Este problema se co-
noce con el nombre de “xenofobia”.

Es muy común escuchar por la calle, en la escuela, en el trabajo o en una reunión de


amigos, ciertas palabras que se pronuncian como inocuas e inocentes, cuando en realidad
esconden una mirada peyorativa y discriminadora de aquel que no es como nosotros.
Por ejemplo, el término “perucas” para nombrar a los peruanos; el término “ponjas” para
nombrar a los japoneses; el término “chinos” para designar a todos los orientales sin
distinción del país del que provienen; “paraguas” para nombrar a los paraguayos; “bolitas”
para nombrar a los bolivianos; “chilotes” para nombrar a los chilenos. Todos estos términos
expresan, a través del lenguaje que usamos u oímos usar todos los días, un sentimiento
racista y xenófobo. Lo más grave de esta situación es que se considera que el origen es
más importante que la persona en sí misma. Cuando el argentino o el latinoamericano
pasa de residente a inmigrante, muchas veces es objeto de desprecio: en algunos lugares
se lo llama “sudaca”.

Si bien estos términos enriquecen nuestra lengua en algún sentido, nos empobrecen
como personas, ya que evidencian una postura racista, xenófoba y olvidadiza respecto
del origen de muchos de nosotros, que somos descendientes de inmigrantes.

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