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Opciones tácticas para rescate con vehículos en agua

Translated from the original article in English.

Introducción a rescate con vehículos en el agua

El rescate con vehículos en el agua es una práctica muy común durante las inundaciones y
los vehículos localizados dentro de las aguas en movimiento pueden presentar grandes
riesgos, no sólo para sus ocupantes sino también para los que realizan el rescate.

Afortunadamente los servicios de emergencia cada vez están más concienciados y se unen
a la formación de rescate en aguas rápidas, y en muchas ocasiones en la tecnificación con
vehículo en el agua que se imparte desde Rescue 3 Europe. En España recientemente se
han realizado unas jornadas de Rescate en Accidentes de Tráfico con una exhibición de
rescate con vehículo en el agua en Granada en su 200 aniversario. También se llevan
haciendo cursos prácticos más de 4 años, introducido vehículos en Murillo de Gallego y
Benamejí para la formación de servicios de emergencia de toda España.

En este artículo, nos centramos en los criterios que debemos manejar para la toma de
decisiones que impulsarán la elección táctica en estos incidentes.

Comportamiento del vehículo en el agua


No faltan vídeos en YouTube, etc., que muestran a personas que se equivocan en la
ecuación coche-agua. Sin embargo, estos vídeos confirman algunos de los aspectos clave
del comportamiento de los vehículos en aguas rápidas, a saber:
● Los vehículos pivotarán naturalmente alrededor del punto más pesado (normalmente
el motor). Por lo general, esto significa que tenderán a moverse hacia la corriente, ¡a
menos que se trate de un VW Escarabajo o un autobús con el motor en la parte
trasera!
● Los vehículos que se encuentran en superficies duras como cemento o brea, tienden
a ponerse de lado a la corriente y a volcar.

En general, podemos dividir los rescates de vehículos en el agua en dos categorías:


1. Aguas poco profundas de baja energía donde el vehículo no se ha movido – son
muy comunes y los vehículos suelen ser accesibles utilizando técnicas de vadeo en
aguas poco profundas.
2. Aguas de mayor energía en las que el vehículo ya se ha movido (y posiblemente
haya rodado). Estas pueden presentar problemas de rescate mucho más complejos
debido a la mayor energía del agua, los posibles daños al vehículo y la posibilidad
de que el vehículo quede atrapado contra un objeto que restrinja el acceso y la
salida del vehículo.

Vehículo flotante y/o en movimiento


Una de las consideraciones clave para cualquier persona que se enfrente a un rescate de
un vehículo en el agua, es si el vehículo se está moviendo y/o flotando y, si esto no es así,
sí podría ocurrir en un futuro próximo o durante el transcurso de la operación.

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La diferencia entre el peso del vehículo incluyendo su contenido (ocupantes), con la fuerza
de flotación creada por el vehículo al desplazarse por el agua, determinará la flotabilidad del
mismo. Del mismo modo, si la fuerza del agua en movimiento que actúa sobre el vehículo,
es mayor que la fuerza de fricción generada por el vehículo en la superficie sobre la que
descansa, el vehículo tenderá a moverse empujado por el fluir del agua.
Por lo tanto, dependiendo de la velocidad del agua (si la hay) y de la profundidad del agua,
un vehículo podría permanecer in situ, podría flotar pero no moverse o podría ser movido río
abajo sin flotar..

Consideraciones sobre el nivel del agua


Dado que la velocidad y la profundidad del agua son dos de los factores clave que
determinan si un vehículo se puede mover, serán dos consideraciones prioritarias a la hora
de realizar rescates de vehículos en el agua. En particular, debemos tener en cuenta el nivel
de agua en el momento del rescate y si es probable que suba o baje. Tan pronto como sea
posible, debemos medir el nivel del agua tanto en el lugar del rescate como en el lugar
donde se encuentran los observadores aguas arriba. Esto puede ser tan sencillo como
clavar un palo en la orilla del río para marcar el nivel de agua. Aunque podemos anticipar
las subidas y bajadas de nivel mediante los Sistemas Automáticos de Información
Hidrológica (SAIH) que cada cuenca dispone. Allí podemos ver el caudal en tiempo real, la
acumulación de precipitación, el nivel de los embalses etc. Si conocemos el nivel del agua
con antelación, podemos determinar rápidamente si hay subidas o bajadas significativas, lo
que nos ayudará a tomar decisiones.
Por ejemplo, ante un coche inundado que aún no se ha movido, tener información de que el
nivel del agua está bajando, confirmará que es poco probable que el vehículo se mueva y
puede reducir la necesidad de estabilizar el vehículo antes de emprender cualquier actividad
de rescate. Del mismo modo, si nos enfrentamos a la misma situación pero recibimos la
confirmación de nuestras mediciones de que el nivel del agua está aumentando, podría
confirmar la necesidad de estabilizar el vehículo como prioridad, para evitar que
posteriormente se mueva cuando el nivel del agua suba. Es importante formar a los
servicios de emergencia, sobre todo aquellos que vayan a llegar inicialmente al incidente de
la importancia de saber las tendencias en el ascenso y descenso del caudal. Ello nos dará
información crítica sobre el riesgo que tendrán los equipos de rescate acuático cuando
lleguen al lugar de los hechos.

Hay otros factores que afectan al peso efectivo de un vehículo y a su flotabilidad, que a su
vez pueden determinar si un vehículo flotará o se moverá.

¿Están mojados los ocupantes?


Como hemos visto anteriormente, tener algún conocimiento sobre los posibles cambios en
el nivel del agua ayuda a determinar las prioridades y las acciones. Igualmente, la
información sobre el estado de los ocupantes del vehículo es de vital importancia. Muchos
factores, como el diseño y el estado del vehículo, determinarán si los ocupantes siguen
prácticamente secos o si están sentados en agua fría. Si el vehículo tiende a no moverse y
los ocupantes están secos, podemos tener tiempo para aplicar técnicas que permitan sacar
a los ocupantes del vehículo sin mojarse, por ejemplo, usando trineos de rescate o rafts. Sin
embargo, si los ocupantes están sentados en agua fría y ya están mojados, sacarles del frío

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del agua es una cuestión prioritaria, especialmente si son ancianos o niños o hay
consideraciones médicas que así lo requerirán.

Artículo fundamentado en ‘Tactical choices for rescues from vehicles in


water’ originalmente adaptado por Paul O’Sullivan Director Gerente de
R3 Safety and Rescue empresa especializada en la formación y el
suministro de equipos de rescate con sede en el norte de Gales, Reino
Unido. El artículo apareció originalmente en la revista Technical Rescue y
se reproduce con permiso del autor.
This article was originally written in English, and has been translated by
Fermin Perez Larrea of River Guru.

Published: 07th Oct 2021

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