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Una revisión actualizada

Laia Solano Gallego

Sergio Villanueva Saz


Luís Cardoso
Laura Ordeix i Esteve
Guadalupe Miró Corrales
Alessandra Fondati
Mª Teresa Peña Giménez
Marta Leiva Repiso
Carolina Naranjo Freixa
Filipe Dantas-Torres
Domenico Otranto
Maria Grazia Pennisi
SERYET

Una revisión actualizada


Laia Solano Gallego

Propiedad de:
© 2013 Grupo Asís Biomedia S.L.
Plaza Antonio Beltrán Martfnez, nº 1, planta 8 - letra 1
(Centro empresarial El Trovador)
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Serve! es una editorial de Grupo Asís
Sergio Villanueva Saz
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Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Luís Cardoso
obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por
la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Espanol de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o
Laura Ordeix i Esteve
escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 9170219 70/93 272 04 47). Guadalupe Miró Corrales
Advertencia: Alessandra Fondati
La ciencia veterinaria está sometida a constantes cambios evolutivos, del mismo modo que la Mª Teresa Peña Giménez
farmacología y el resto de las ciencias también lo están. Así pues, es responsabilidad ineludible
del veterinario clínico, basándose en su experiencia profesional, la determinación y compro- Marta Leiva Repiso
bación de la dosis, el método, el periodo de administración y las contraindicaciones de los
Carolina Naranjo Freixa
tratamientos aplicados a cada paciente.
Ni el editor ni el autor asumen responsabilidad alguna por los danos o perjuicios que pudieran Filipe Dantas-Torres
generarse a personas, animales o propiedades como consecuencia del uso o la aplicación
correcta o incorrecta de los datos que aparecen en esta obra. Domenico Otranto
Maria Grazia Pennisi
SERYET
Dedico este libro a Ona,
la sonrisa y dulzura de mi vida.

Agradecimientos
Agradezco a los veterinarios e investigadores de todo el mundo su esfuerzo y dedica-
ción, que hacen que el conocimiento y manejo de esta enfermedad sea mejor día a día.
Me gustaría también señalar y agradecer el apoyo incondicional, el excelente trabajo
realizado y el entusiasmo de todos los autores que han participado en la elaboración
de este libro, así como el buen trabajo realizado por el equipo editorial.
También, me gustaría agradecer el apoyo que siempre he tenido de mi familia y
amigos en el ámbito profesional y personal, que me ha permitido alcanzar mis retos
profesionales.
Finalmente, recordar que sin nuestros animales de compañía no hubiéramos escrito
este libro. Así, les doy las gracias también a ellos.
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA Autores

Autores
Laia Solano Gallego (LV, PhD, Dipl. ECVCP) Laura Ordeix i Esteve (LV, Dipl. ECVD)
Coordinadora Licenciada por la Facultad de Veterinaria de la UAB y diplomada por el Colegio
Licenciada en Veterinaria por la Universitat Autonoma de Barcelona (UAB). Realiza Europeo de Dermatología Veterinaria (ECVD).
la tesis doctoral basada en el diagnóstico e inmunología de la leishmaniosis canina. Actualmente, es responsable del servicio de dermatología de Ars Veterinaria y Profesora
Como investigadora posdoctoral en la Facultad de Veterinaria de la North Carolina Asociada en el Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la UAB. Además, forma
State University (EE UU), centra su estudio en las enfermedades transmitidas por parte del grupo de investigación, dirigido por la Dra. Laia Solano Gallego, en el campo
vectores del perro y el gato. Realiza un internado en medicina veterinaria de animales de la inmunología aplicada en la leishmaniosis canina.
de compañía en el Veterinary Teaching Hospital (Purdue University, EE UU) y, pos-
teriormente, trabaja en la Clinica e laboratorio veterinario privato San Marco, donde
desarrolla una labor clínico-diagnóstica y de investigación con un mayor interés en las Guadalupe Miró Corrales (LV, PhD, Dipl. EVPC)
enfermedades del perro y el gato transmitidas por vectores. Diplomada por el &ropean Licenciada y Doctora en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid
College of Veterinary Clinical Pathology (ECVCP), ha trabajado como Profesora de (UCM). Diplomada por el EVPC. Profesora Titular de Parasitología y Enfermedades
Patología Clínica Veterinaria en el Royal Veterinary College (RVC) de la Universidad Parasitarias del Departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de
de Londres. Miembro de diversas organizaciones, como el grupo LeishVet, ESCCAP Madrid. Responsable de la Consulta de Patología Infecciosa y Parasitaria del Hospital
(European Scientific Council Companion Animal Parasites) España, y British Society Clínico Veterinario de Madrid. Miembro fundador y Presidenta, en la actualidad,
of Parasitology. del grupo europeo de expertos en leishmaniosis LeishVet. Representante española en
Actualmente, es investigadora sénior Ramón y Caja! en el Departamento de Medicina ESCCAP y Presidenta de la delegación española (ESCCAP España). Especializada en el
y Cirugía Animal de la Facultad de Veterinaria de la UAB y colabora como patóloga control sanitario de colectividades felinas y caninas. Desarrolla su labor investigadora
clínica con el Servei d'Hematologia Clínica Veterinaria y Fundació Hospital Clínic en diversas zoonosis, como leishmaniosis, toxoplasmosis y gastroenteritis parasitarias.
Veterinari de la UAB. Además, es profesora visitante del RVC. Su investigación se centra
en diversos aspectos de las enfermedades infecciosas transmitidas por artrópodos del Alessandra Fondati (Med Vet, PhD, Dipl. ECVD)
perro y el gato, como la leishmaniosis.
Licenciada en Veterinaria por la Universidad de Pisa y Doctora en Veterinaria
por la UAB. Diplomada por el ECVD. Ha trabajado como Profesora Asociada de
Dennatología en la Facultad de Veterinaria de la UAB. Actualmente trabaja como
Sergio Villanueva Saz (LV, MSc)
especialista en dermatología veterinaria en Roma.
Licenciado en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza. Máster Oficial de
Investigación Clínica aplicada a las Ciencias de la Salud por la UAB. Actualmente
realiza su tesis doctoral, dirigida por la Dra. Laia Solano Gallego, en el campo de la
inmunología aplicada en la leishmaniosis canina.
Mª Teresa Peña Giménez (LV, PhD, Dipl. ECVO)
Licenciada y Doctora en Veterinaria por la UAB. Diplomada por el European College
of Veterinary Ophthalmologists (ECVO) y Profesora Titular de Cirugía y Oftalmología
Luís Cardase (DVM, MSc, PhD, Dipl. EVPC) del Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la UAB. Actualmente desarrolla
su labor docente y clínica asistencial como oftalmóloga en la Fundació Hospital
Licenciado en Medicina Veterinaria y Máster en Medicina Veterinaria Tropical por
Clínic Veterinari de la UAB. Ha sido Tesorera y Presidenta de la European Society of
la Facultad de Veterinaria de la Universidad Técnica de Lisboa. Doctor en Ciencias
Veterinary Ophthalmology (ESVO).
Veterinarias por la Universidad de Trás-os-Montes e Alto Douro (UTAD). Diplomado por
el &ropean Veterinary Parasitology College (EVPC). Profesor asociado de Enfermedades
Parasitarias en el Departamento de Ciencias Veterinarias en la Escuela de Ciencias
Agrarias y Veterinarias de la UTAD. Miembro del grupo LeishVet, del CVBD® (Canine Marta Leiva Repiso (LV, PhD, Dipl. ECVO)
Vector Borne Diseases) World Forum, de ONLeish (Observatório Nacional das Licenciada y Doctora en Veterinaria por la UAB. Diplomada por el ECVO. Profesora
Leishmanioses) y de ESCCAP Portugal. Asociada del Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la UAB. Actualmente
desarrolla su labor docente y clínica asistencial como oftalmóloga en la Fundació
Hospital Clínic Veterinari de la UAB. Miembro fundador y actual Presidenta del Grupo
de Trabajo de AVEPA-Oftalmología. Miembro del Grupo de Especialidad de AVEPA
(GEA) en Oftalmología.
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Prólogo
Carolina Naranjo Freixa La leishmaniosis canina es una enfermedad frecuente con la que los veterinarios se encuentran en su
(LV, Dipl. ACVP, Dipl. ECVP, PhD) trabajo diario. Además, debido a su compleja patogénesis y a la importancia del rol que juega la respues-
Licenciada y Doctora en Veterinaria por la UAB. Diplomada por los colegios americano ta inmunitaria, el diagnóstico, clasificación, tratamiento y prevención de esta enfermedad, supone un
y europeo de patología veterinaria (ACVP y ECVP, respectivamente). Actualmente es auténtico reto para el veterinario clínico.
Profesora en la Facultad de Veterinaria de la UCM y dirige un servicio de anatomía La leishmaniosis está causada por Leishmania infantum, un parásito protozoo transmitido por la pica-
patológica especializado en patología ocular (Ocular Pathology Specialists).
dura de un insecto del género Phlebotomus en Europa o Lutzomyia en América. Las leishmanias se iden-
tificaron a principios del siglo XX en países de la zona del Mediterráneo, Oriente Medio, Asia Central y
China. Posteriormente, se describieron otras especies de Leishmania, genéticamente indistinguibles de L.
Filipe Dantas-Torres infantum, en Sudamérica.
(MV, MSc, DSc, PhD, FRES, Dipl. EVPC)
Licenciado en Veterinaria por la Universidad Federal Rural de Pernambuco. Máster Sin embargo, a pesar de que hace mucho tiempo que la conocemos, en las dos últimas décadas han
y Doctor en Salud Pública por el Centro de Pesquisas Aggeu Magalhaes (Brasil). aparecido muchas publicaciones con información muy valiosa, como, por ejemplo, que la incidencia
Doctor en Patología y Salud Animal por la Universidad de Bari. Miembro de la Royal de la infección en perros de áreas endémicas es mayor de lo que se creía, que hay una expansión de la
Entomological Society (FRES) y diplomado Expert en Parasitología y Enfermedades enfermedad hacia áreas consideradas no endémicas, que más de dos millones de personas se infectan en
Parasitarias por la Universidad de Bari. Diplomado por el EVPC. Miembro del grupo el mundo cada año, que el perro es el único reservorio doméstico demostrado de la leishmaniosis, que
Brasileish y del CVBD® World Forum. Desarrolla su labor como investigador y docente el desarrollo de la infección y la enfermedad dependen de la estrecha interrelación entre el parásito, el
en el Centro de Pesquisas Aggeu Magalhaes y en la Universidad de Bari. vector y el paciente, que la leishmaniosis felina existe, o que la prevención de la enfermedad (incluyendo
la reciente aparición de vacunas en el mercado) en los perros y en los humanos es posible. Todo ello nos
ha permitido conocer mejor esta enfermedad, al mismo tiempo que nos ha hecho cambiar conceptos
sobre la misma que parecían inamovibles.
Domenico Otranto (DVM, PhD, Dipl. EVPC, FRES)
Profesor Titular de Parasitología Veterinaria en la Universidad de Bari. Miembro de Además, a todo lo anterior se une el hecho de que los veterinarios clínicos no siempre tenemos tiempo
la FRES. Actualmente, es Vicepresidente de la junta del EVPC. Editor de Medica/ and para leer de manera meticulosa toda esta información publicada en medicina veterinaria, y poder aplicar
Veterinary Entomology, coeditor de Parasites and Vectors y miembro del consejo estos nuevos conocimientos en la práctica clínica diaria. Así, a pesar de lo que sabemos actualmente, el
editorial de varias revistas técnicas veterinarias de prestigio internacional. Su labor manejo de esta enfermedad por parte del veterinario es, en general, heterogéneo.
de investigación se centra en el estudio de la biología, el diagnóstico y control de las
Con estos antecedentes, es muy importante para los veterinarios clínicos disponer de un libro que explique
enfermedades transmitidas por vectores, con un mayor interés por aquellas de impor- de una forma clara, pero basado en la evidencia, toda esta nueva información relativa a la leishmaniosis
. , .
tanc1a zoonot1ca.
en perros, gatos y humanos.
El libro que vas a empezar a leer es el resultado del esfuerzo de muchos veterinarios, y se ha escrito para
que lo utilice el clínico veterinario. Esta obra consigue un objetivo importante para los veterinarios: ofre-
Maria Grazia Pennisi cer una información ordenada y clara sobre la situación epidemiológica, presentación clínica, patogénesis,
(LV, especializada en Microbiología Aplicada) diagnóstico, tratamiento, pronóstico y prevención de la leishmaniosis.
Licenciada en Veterinaria y especializada en Microbiología Aplicada por la Universidad
de Messina. Es Profesora Titular de Medicina Clínica Veterinaria en el Departamento Como veterinario interesado en la leishmaniosis, quería agradecer a todos los autores el excelente trabajo,
de Ciencias Veterinarias de la misma Universidad. Miembro fundador de la Asociación así como el esfuerzo realizado, para aportar magníficos gráficos e ilustraciones que permiten dar una
Internacional LeishVet y miembro de la junta del "European Advisory Board on Cat información valiosa y útil para afrontar los casos de leishmaniosis en perros y gatos. Pero, sobre todo,
Diseases (ABCD). quiero resaltar el entusiasmo y la rigurosidad científica de la reconocida veterinaria especialista en leish-
maniosis y coordinadora de este proyecto, L·lia Solano Gallego, sin la cual el resultado final no sería de
esta extraordinaria calidad.
Estoy seguro de que este libro proporcionará los conocimientos necesarios para que el veterinario clínico
pueda afrontar los retos diarios frente a esta fascinante enfermedad.
¡Disfrutad de su lectura!

Xavier Roura
Diplomado ECVIM-CA (Medicina Interna)
Hospital Clínic Veterinari, Universitat Autonoma de Barcelona
Prefacio
Escribir un libro no es nada fácil. Cuando me propusieron coordinar este libro, pensé que debían
colaborar expertos sobre leishmaniosis. Por este motivo, contacté con veterinarios especialistas a nivel
internacional en diferentes ámbitos de esta enfermedad para que participaran en la elaboración de esta
obra. ¡N inguno dudót
Este libro, centrado sobre todo en la leishmaniosis canina en Europa, se dirige al veterinario clínico, y
tiene como objetivo ayudar al profesional en el manejo de esta enfermedad-infección. Es un libro exten-
so y revisado que intenta englobar todo lo que se conoce hasta la fecha. Por ello, también se dirige a
veterinarios especialistas, como internistas, dermatólogos, oftalmólogos, anatomopatólogos o patólogos
clínicos, así como médicos, biólogos e investigadores. Es un libro detallado que abarca diversos aspectos:
leishmaniosis humana y felina, epidemiología, inmunopatogénesis, manifestaciones clínicas, diagnóstico,
. ,, . . ,,
tratamiento, pronostico y prevenc1on.
Aunque el eje central del libro es la leishmaniosis canina, consideré que sería interesante incluir un capítulo
sobre leishmaniosis humana, ya que es una enfermedad zoonótica relevante en medicina humana a nivel
mundial. Además, quería destacar las similitudes y diferencias con la enfermedad-infección en el perro,
así como señalar la importancia de una medicina única (One health) gracias al esfuerzo combinado de
profesionales sanitarios en el buen manejo de enfermedades infecciosas zoonóticas.
Me gustaría destacar que los capítulos relativos a manifestaciones clínicas son muy detallados y extensos.
Dos capítulos se dedican a tratar las lesiones cutáneas y oculares de fonna muy ilustrativa y completa,
y están enfocados de una forma innovadora, incluyendo no solo la descripción de las manifestaciones
clínicas, sino también las lesiones histopatológicas y las peculiaridades en el diagnóstico y tratamiento.
Por otra parte, y aunque tanto los factores de riesgo, cuadro clínico y diagnóstico, como el manejo de
esta enfermedad en los felinos, son menos conocidos y estudiados, pensé que era importante tratar la
.leishmaniosis
. . ,, felina en un capítulo
. aparte, ya que cada vez se describen más casos clínicos y estudios de
mvest1gac1on en esta especie.
Con el objetivo de que este libro sea también de utilidad para veterinarios, médicos e investigadores de
la enfermedad en Sudamérica, he creído importante incluir un capítulo sobre la leishmaniosis canina en
esta región, ya que presenta ciertas diferencias con la enfermedad en la cuenca mediterránea.
La leishmaniosis canina fue la primera enfermedad infecciosa en la que me sumergí al poco tiempo de
terminar la carrera de Veterinaria, realizando una tesis doctoral sobre la misma. Desde entonces, he con-
tinuado relacionada con ella desde diferentes puntos de vista, tanto en investigación como en el manejo y
diagnóstico clínico, así como en la formación continuada de estudiantes de veterinaria y veterinarios. Fue
el inicio de una gran pasión por las enfermedades infecciosas en pequeños animales, pasión y entusiasmo
que comparto con muchos otros veterinarios, algunos de ellos autores de esta obra.
Os animo a la lectura de estas páginas. Espero que las disfrutéis y os sean de utilidad.

Laia Solano Gallego


LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA Índice de contenidos

Indice de contenidos

Glosario de abreviaturas ....................... xvi Manifestaciones clínicas ~ Manifestaciones


Leishmaniosis canina
en zonas no endémicas ........................................ 26
Relación entre leishman iosis
11 y alteraciones
el ínico-patológicas 53
E.1111 clínicas cutáneas 69

Resumen/Summary ............................................. 70
canina y humana .................................................... 27
Resumen/Summary ................................................ 54 Introducción .............................................................. 71
Otros reservorios de la infección
por Leishmania infantum .................................... 28 1ntroducción .............................................................. 55 Problemas dermatológicos tlpicos ................... 72
Leishmaniosis humana 1
Puntos clave .............................................................. 30 Manifestaciones cllnicas ..................................... 55 Dermatitis descamativa ............................................... 72
Resumen/Summary ............................................... 2 Sistémicas ...................................................................... 55 Dermatitis ulcerativa que afecta
Definición e historia .............................................. 3 Trastornos gastrointestinales ...................................... 57 las prominencias óseas ................................................ 75
Distribución mundial, etiologla,
a::111 Patogénesis y respuesta Trastornos renales ......................................................... 57 Dermatitis papular ........................................................ 76
manifestaciones cllnicas y diagnóstico ........ 3 E.1111 inmunitaria 31
Trastornos neurológicos ............................................... 57 Onicogriposis ................................................................. 78
Leishmaniosis humana en Europa .................. 7 Resumen/Summary ................................................ 32 Trastornos cardiovasculares ........................................ 58 Problemas dermatológicos atlpicos ................ 79
Distribución, etiologia y transmisión ........................ 7 Introducción .............................................................. 33 Trastornos respiratorios ................................................ 58 Dermatitis del plano nasal .......................................... 79
Manifestaciones clinicas ............................................. 7 Patogénesis ............................................................... 34 Trastornos locomotores ................................................ 58 Dermatitis ulcerativa mucocutánea .......................... 81
Casos asintomáticos .................................................... 8 Mecanismos de evasión de la respuesta Alteraciones de laboratorio ................................. 58 Dermatitis ulcerativa en zonas sometidas
Coinfección VIH/Leishmaniosis ................................. 9 inmunitaria ................................................................ 38 Alteraciones hematológicas ........................................ 58 a traumatismos .............................................................. 83
Tratamiento .................................................................... 10 Alteración del sistema del complemento ................. 38 Alteraciones del perfil bioquímico ............................. 59 Dermatitis ulcerativa en zonas que recubren
Pronóstico ...................................................................... 11 Inhibición del procesamiento y presentación Alteraciones de las proteinas séricas los extremos del cuerpo ............................................. 84
Control y prevención ..................................................... 12 antigénica por parte de las células presentadoras (electroforesis) y proteinas de fase aguda ................ 59 Alopecia multifocal ...................................................... 86
Aspectos de salud pública .................................. 13 de antígeno .................................................................... 38 Alteraciones del urianálisis ......................................... 60 Dermatitis nodular cutánea y mucocutánea ............ 88
Inhibición de moléculas con capacidad Alteraciones del perfil de coagulación ...................... 60 Dermatitis pustulosa .................................................... 89
Ejemplo de un brote de leishmaniosis humana
leishmanicida ................................................................ 39 Calidad del semen ........................................................ 60
en la ciudad de Madrid ................................................ 13 Dermatitis descamativa nasodigital .......................... 91
Modulación del perfil de citocinas responsables Uso de otras pruebas .................................................... 60
Puntos clave .............................................................. 14 del ambiente inmunológico ........................................ 39 Puntos clave .............................................................. 95
Hallazgos citológicos .................................................... 61
Linfocitos T reguladores .............................................. 39 Líquido sinovial ............................................................ 61

fl Epidemiología en Europa 15
Respuesta inmunitaria humoral ....................... 40
Respuesta inmunitaria celular:
innata y adquirida .................................................. 41
Líquido cefalorraquídeo ..............................................
órganos linfoides .........................................................
Piel ................................................................................
62
62
~
r..tll Manifestaciones
ll:illl clínicas oculares 97
Resumen/Summary ............................................... 16 Fluidos cavitarios ......................................................... ~
Neutrófilos ...................................................................... 41 Resumen/Summary ................................................ 98
Etiología ...................................................................... 17 Hallazgos histológicos .................................................. ~
Células Natural Ki//er(NK) ......................................... 43 Introducción .............................................................. 99
Transmisión por f lebótomos ............................... 19 Estadios cllnicos ..................................................... 65
Células presentadoras de antigeno: Manifestaciones cllnicas ..................................... 99
Caracterlsticas de los flebótomos macrófagos y células dendriticas ............................... 43 Enfermedades concomitantes ........................... 66 Manifestaciones clínicas en párpados
y distribución en Europa ..................................... 20 Linfocitos ........................................................................ 45 Puntos clave .............................................................. 67 y superficie ocular ......................................................... 100
Otras vlas de transmisión no vectorial ........... 22 Papel de los receptores tipo Toll en la infección Párpados ....................................................................... 100
Distribución, prevalencia e incidencia .......... 23 por Leishmania .............................................................. 48 Conjuntiva .................................................................... 102
Cambio climático Control genético de la enfermedad ................. 50 Córnea ........................................................................... 103
en nuevas zonas geográficas .............................. 25 Puntos clave .............................................................. 51 Queratoconjuntivitis seca (QCS) ................................ 104
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA Índice de contenidos

Manifestaciones clinicas de alteraciones Xenodiagnóstico ............................................................ 137 Recomendaciones de tratamiento Diagnóstico ................................................................ 197
intraoculares .................................................................. 106 Inoculación en animales de experimentación ......... 138 y pronóstico según el estadio clínico ............. 162 Tratamiento y seguimiento ................................. 200
Otras manifestaciones clínicas oculares .................. 108 Diagnóstico serológico .......................................... 138 Monitorización del tratamiento ......................... 163 Pronóstico .................................................................. 201
Diagnóstico ................................................................ 110 Interpretación de las técnicas serológicas ............... 138 Puntos clave .............................................................. 164 Prevención ................................................................. 204
Diagnóstico específico en párpados lipes de técnicas serológicas ..................................... 141 Puntos clave .............................................................. 204
ysuperficieocular ......................................................... 110
Diagnóstico específico de QCS .................................. 112
Diagnóstico molecular .......................................... 144
m Prevención 165

m
Técnicas para detectar la respuesta
Diagnóstico específico de alteraciones inmunitaria celular ................................................. 146
Leishmaniosis canina
intraoculares .................................................................. 112 Resumen/Summary ................................................ 166 en Sudamérica 205
Otras técnicas .......................................................... 148
Diagnóstico específico de otras alteraciones 1ntroducción .............................................................. 167
Aproximación diagnóstica global ..................... 150 Resumen/Summary ................................................ 206
ocula~ .......................................................................... 114 La evaluación de la infección
El diagnóstico en perros donantes de sangre .......... 150 por L. infantum en perros ................................... 168 Introducción .............................................................. 207
Histopatologla y patogenia ................................. 115
Puntos clave .............................................................. 150 Control individual en la población canina ... 169 Especies de Leishmania ...................................... 208
Histopatología y patogenia de las lesiones
de párpados y superficie ocular .................................. 115 Estrategias de control disponibles .................. 170 Leishmania infantum .................................................. 209
Leishmania brazi/iensis ............................................... 211
Histologia y patogenia de la QCS ............................... 118 lr.lll Tratamiento Control de los vectores ................................................. 170
Otras especies de Leishmania en perros .................. 212
Control ambiental ........................................................ 170
Histopatologia y patogenia 11:111 y pronóstico 151
Control en el hospedador ............................................ 172 Los vectores de Leishmania .............................. 212
de las lesiones intraoculares ....................................... 120
Histopatologia y patogenia Resumen/Summary ................................................ 152 Vacunase inmunoestimulantes ................................. 175 Los vectores de L. infantum ....................................... 213
de otras lesiones oculares ........................................... 122 Introducción .............................................................. 153 El tratamiento de perros infectados .......................... 177 Los vectores de L. brazifiensis .................................... 214
Tratamiento ............................................................... 123 Principios activos .................................................... 153 Sacrificio de perros en masa ....................................... 177 Vectores de otras especies de Leishmania ............... 214
Tratamiento de las alteraciones del párpado Antimoniales pentavalentes ....................................... 153 Aspectos de salud pública .................................. 179 Epidemiología ........................................................... 215
y superficie ocular ......................................................... 123 Alquilfosfolípidos: miltefosina, edelfosina, Perspectivas de futuro .......................................... 180 Factores de riesgo ......................................................... 215
Tratamiento de la QCS ................................................. 125 oleilfosfocolina .............................................................. 155 Puntos clave .............................................................. 181 Prevalencia e incidencia .............................................. 216
Tratamiento de las alteraciones intraoculares ......... 125 Alopurinol ....................................................................... 156 Manifestaciones cllnicas
Tratamiento de otras alteraciones oculares .............. 127 Anfoterici na B ................................................................ 157 y resultados de laboratorio .................................. 217
Puntos clave .............................................................. 128 Diamidinas: pentamidina ............................................ 157
Paromomicina ............................................................... 157
IIiJ Leishmaniosis felina 183 Diagnóstico, tratamiento y control .................. 218
Diagnóstico .................................................................... 218
Resumen/Summary ................................................ 184
Derivados del imidazol ................................................. 158 Tratamiento .................................................................... 219
1ntroducción .............................................................. 185
11 Diagnóstico 129
Ketoconazol .................................................................. 158
Metronidazol y combinaciones ................................... 158
Péptidos antimicrobianos ........................................... 158
Etiología y transmisión ......................................... 185
Epidemiología en Europa
Control y profilaxis ........................................................ 220
Perspectivas de futuro .......................................... 221
Resumen/Summary ................................................ 130 Puntos clave .............................................................. 223
Fármacos inmunomoduladores ................................. 159 y en otras regiones del mundo .......................... 186
1ntroducción .............................................................. 131
Levamisol ..................................................................... 159 La enfermedad causada por L. infantum ..... 192
Historia cllnica, examen físico completo Citocinas y receptores tipo Toll ................................... 159 Infección experimental ................................................ 192
y pruebas de laboratorio de rutina .................. 132 Domperidona ............................................................... 160 Bibliografía .......................................................... 224
Enfermedad natural ..................................................... 193
Diagnóstico parasitológico .................................. 133 Autovacunas ................................................................. 160 Descripción e inmunocompetencia ........................... 193
Detección del parásito al microscopio óptico .......... 133 Sistemas de transporte de fármacos ......................... 160 Examen físico ............................................................... 193
Cultivo in vitro del parásito .......................................... 136 Poder infectante postratamiento ............................... 161 Alteraciones clínico-patológicas ................................ 196
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Glosario de abreviaturas

AAF: aspiración por aguja fina IRA: insuficiencia renal aguda


ADN: ácido desoxirribonucleico IRC: insuficiencia renal crónica
ADNk: ADN del cinetoplasto IRIS: Sociedad Internacional de Interés Renal
ALT: alanina-aminotransferasa IV: intrave naso
ALP: fosfatasa alcalina LEO: lupus eritematoso discoide
APT: activador del plasminógeno tisular LEMC: lupus eritematoso mucocutáneo
ARN: ácido ribonucleico LMA: form ulación liposomada de anti moniato de
ATP: trifosfato de adenosina meglumina
C3, C3b, C3bi, C5, C9: proteínas del complemento LPA: estudio de la proliferación de linfocitos
CDC: Centros para el Control y la Prevención de LST: prueba de leishmanina o Montenegro Laia Solano Gallego • Sergio Villanueva Saz
Enfermedades MN: membrana nictitante
CD4: linfocitos T colaboradores NK: células asesinas naturales o Natural Killer
CDS: linfocitos T citotóxicos NO: óxido nitrico
CMH: complejo mayor de histocompatibilidad Organización Mundial de la Salud
OMS:
CPAs: células presentadoras de antígeno
PAF: punción por aguja fina
DAT: prueba de aglutinación directa
PBMC: células mononucleares de sangre periférica
DDT: diclorodifeniltricloroetano
PCR: reacc ión en cadena de la polimerasa Definición e historia
OLA: antigeno leucocitaria en el perro
PIO: presión intraocular
ELISA: ensayo por inmunoabsorción ligado a Distribución mundial, etiología, manifestaciones clínicas
PMC: pioderma mucocutánea
enzimas
PRRs: receptores de reconocimiento de patrones y diagnóstico
ENG: epiescleritis nodular granulomatosa
QCS: queratoconjuntivitis seca
ES: productos de excreción-secreción
Sb: antimonio (Sb5• : antimoniales Leishmaniosis humana en Europa
FeLV: virus de la leucemia felina
pentavalentes)
Fe-SODe: su peróxido dismutasa de hierro excretada
SC: subcutáneo Aspectos de salud pública
FIV: virus de la inmunodeficiencia felina
SIDA: sindrome de inmunodeficiencia adquirida
GEFC: gingivoestomatitis felina crónica
SLA: antígeno soluble de Leishmania
HAI: hemaglut inación indirecta
STT: prueba de Schirmer
H-E: hematoxi lina-eosina
Th: linfocitos T colaboradores
1FI: prueba de inmunofluorescencia indirecta
TGF-~: factor de crecimiento transformante beta
IFN: interferón
bioensayo de la inhibición del efecto TLR: receptores de tipo Toll
IFNB:
citopático por IFN-y TNF-a: factor de necrosis tumoral alfa
lgs: inmunoglobulinas Tr: linfocitos T reguladores
IHQ: inmunohistoquímica TRL: tiempo de ruptura de la película lagrimal
IL: interleucina VIH: virus de la inmunodeficiencia humana
IM: intramuscular WB: Western blot
iNOS: enzima óxido nítrico sintetasa inducible VO: via oral
Resumen Leishmaniosis
La leishmaniosis humana engloba un grupo heterogéneo de enfermedades producidas por diversas especies del género
Leishmania ytransmitidas por flebótomos, siendo endémica en 88 P.aíses. Las manifestaciones clínicas se dividen clá-
humana
sicamente en tres formas: cutánea, mucocutánea o visceral, que se denominan leishmaniosis cutánea, mucocutánea o
visceral, respectivamente. En la actualidad, se sabe que existe un elevado número de personas que manifiestan la infección
de forma asintomática. El desarrollo de una determinada presentación clínica (cutánea, mucocutánea ovisceral) depende
de la capacidad del sistema inmunitario de hacer frente al parásito y, por otro lado, de la especie causante de la infec-
ción. En Europa, hay dos ciclos de transmisión endémicos: 1) leishmaniosis cutánea y visceral, causada po~ Leishmania
infantum, que afecta a la región mediterránea, y 2) leishmaniosis cutánea antropozoonótica, producida por Leishmania
Definición e historia Distribución
tropica, con brotes esporádicos en Grecia. La leishmaniosis en la cuenca del Mediterráneo afecta principalmente a niños mundial, etiología,
La leishmaniosis es una de las enfermedades
inmunocompetentes, pero también a pacientes adultos inmunodeficientes oinmunodeprimidos. La leishmaniosis cutánea
parasitarias más importantes a nivel mundial,
manifestaciones
es la presentacion clínica más frecuente y se manifiesta a menudo como una lesión cutánea única. En Europa, raramente
se diagnostican casos de leishmaniosis mucocutánea. Adía de hoy, la coinfección con el virus de la inmunodeficiencia después de la malaria y la filariasis linfática. El clínicas y diagnóstico
humana (VIH) se ha reducido gracias a la terapia antirretroviral. El tratamiento y pronóstico dependen de la esP.ecie de término leishmaniosis abarca un grupo hete-
Leishmania que infecta a los pacientes, así como de su estado inmunitario. El control y P.revención de esta infección se rogéneo de enfermedades producidas por dife- Este grupo de enfermedades es endémico en 88
basa en una aP.roximación integral que inclu~ al vector, al perro ya las personas. En esta enfermedad zoonótica, causada rentes especies del género Leishmania (tabla 1). países. Se localizan principalmente en la cuen-
por L. infantum, es muy importante una medicina única para obtener un mejo~ manejo de la misma con la ayuda de los ca mediterránea, África, Oriente Medio, Asia,
profesionales sanitarios médicos yveterinarios. La primera descripción de este parásito fue Centro y Sudamérica (fig. 1), con una pobla-
en 1903 por dos médicos británicos, llama- ción en riesgo que supera los 350 millones de
dos Leishman y Donovan, que ca.si de manera personas. Se considera una de las enfermeda-
Summary simultánea, pero independientemente, diag- des infecciosas asociadas a la pobreza (Alvar
nosticaron Leishmania en el bazo de pacientes et al., 2006). Este grupo de enfermedades se
Human leishmaniosis includes a heterogeneous group of diseases caused tiy various SP.ecies of Leishmania, and trans- humanos en la India. Este parásito se denominó, divide clásicamente en leishmaniosis cutánea,
mitted by sandflies being endemic in 88 countries. Toe clinical manifestation is classically divided into cutaneous, en honor a Leishman y Donovan, Leishmania mucocutánea y visceral. La incidencia estimada
mucocutaneous or visceral forms and they are called cutaneous, mucocutaneous or visceral leishmaniosis, respectively. donovani (Herwaldt, 1999). En 1908, N icolle y es de dos millones de nuevos casos por año
Currently, it is known that a high number of people manifest the infection as asymP.tomatic form. The development of a Comte realizaron la primera descripción en el repartidos entre 0,5 millones de nuevos casos
clinical presentation (cutaneous, mucocutaneous and visceral) will depend on the ability of the immune system of the
perro en Túnez. Desde entonces, el conociinien- de leishmaniosis visceral y 1,5 millones de nue-
infected person to cope with the parasite and, on the other side, of the species causing the infection. In Europe, there are
to de este grupo de enfermedades ha avanzado vos casos de leishmaniosis cutánea (Desjeux,
two transmission cycles endemic: 1) cutaneous and visceral leishmaniosis caused by Leishmania infantum affecting
enormemente, mejorando la comprensión que 2004 ). A día de hoy, existen más de 17 especies
the Mediterranean region and 2) antropozoonotic cutaneous leishmaniosis caused by Leishmania trop_ica, with SP.Qradic
outbreaks in Greece. Leishmaniosis in the Mediterranean basin mainly affects immunocompetent children but also adult se tiene sobre las mismas. A día de hoy, esta de Leishmania conocidas capaces de infectar
patients immunocompromised or immunosuppressed. Cutaneous leishmaniosis is the most frequent clinical P.resentation infección parasitaria de la cuenca mediterránea al hombre (Pavli y Maltezou, 20 10). Es impor-
and it often manifests as a single lesion. In Europe, mucocutaneous leishmaniosis cases are rarely diagnosed. Today, HIV es importante no solo porque es una zoonosis, tante señalar que diferentes especies pueden
co-infection appears to have been decreased dueto antiretroviral therapy. Treatment and prognosis depend on the s~cies que tiene repercusiones en salud pública, sino producir manifestaciones clínicas similares (ver
of Leishmania that infects patients and their immune status. The control and prevention of this infection are based on a también desde el punto de vista de la medicina tabla 1).
comprehensive approach includingthe vector, the dog and people. One health medicine is important to get a better manage veterinaria, dado que el perro es el principal
of this zoonotic disease caused by L. infantum with the helP. of medical and veterina!)' health professionals. reservorio de la infección. En este capítulo, Este grupo de enfermedades se transmiten por
se describe de forma resumida este grupo de vectores. Los flebótomos responsables de la
enfermedades, dando especial énfasis a la leish- transmisión de estos parásitos son diferentes en
maniosis humana que se encuentra en la cuenca función de la región biogeográfica. En el Viejo
del Mediterráneo europeo. Mundo, se encuentran flebótomos del género
Phlebotomus, mientras que en el continente
americano o N uevo Mundo el parásito se trans-
mite mediante flebótomos del género Lutzomyia.
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Especie de Otras formas de transmisión menos frecuentes, Los pacientes con leishmaniosis visceral, tam-
Presentación Clínica Regiones Principales regiones geográficas
Leishmania aunque posibles, son la vía congénita y parente- bién conocida como ka/a-azar, se caracterizan
Forma visceral
Viejo Mundo
Países de la cuenca mediterránea (Europa, ral (transfusiones sanguíneas, compartir agujas por tener una fiebre mantenida en el tiempo. La
y forma cutánea norte de Africa y Oriente Medio) y China. entre personas consumidoras de droga y acci- exploración física revela hepatomegalia y linfa-
L. infantum
Forma visceral Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, dentes de laboratorio al trabajar con el parási- denomegalia, mientras que las alteraciones de
Nuevo Mundo
y forma cutánea Paraguay, Surinam y Venezuela.
to) (Herwaldt, 1999). laboratorio más comunes detectadas son pan-
Este de África (Etiopía, Kenia y Sudán), Bangladés,
L. donovani Forma visceral Viejo Mundo
India.
citopenia, hipoalbuminemia e hipergammag-
Las formas de presentación clínica de la enfer- lobulinemia policlonal. Puede ocurrir que los
L. major Forma cutánea Viejo Mundo Norte de Africa, Kenia y Oriente Medio.
medad (Desjeux, 2004) son variadas: forma pacientes que han sido tratados y se recuperan
Forma cutánea cutánea, de carácter leve, benigno y autolimi- desarrollen una presentación cutánea que se
L. tropica Viejo Mundo Norte de Africa, Grecia, India, Oriente Medio.
y forma visceral
tante, forma cutánea difusa, poco frecuente, cronifica en el tiempo, denominada leishma-
L. aethiopica Forma cutánea Viejo Mundo Etiopía y Kenia. que se presenta en individuos con algún tipo niosis cutánea posterior a la leishmaniosis vis-
Complejo Forma cutánea de deficiencia en su sistema inmunitario, forma ceral {poskala-azar). Esta forma suele aparecer
Nuevo Mundo Centroamérica y Sudamérica.
L. brazi/iensis +/- mucocutánea mucocutánea, que inicialmente afecta a la piel generalmente entre los 6 meses y el año (incluso
Complejo y posteriormente se extiende a las membranas más tiempo) después de la curación aparente de
Forma cutánea Nuevo Mundo Centroamérica y región del Amazonas.
L. mexicana mucosas y, finalmente, la forma visceral (kala- la forma clínica de leishmaniosis visceral (O MS,
Complejo Forma cutánea azar), que afecta a los órganos internos. 2010), lo que requiere además tratamientos cos-
Nuevo Mundo Centroamérica y Sudamérica.
L. guyanensis +/- mucocutánea tosos y prolongados (Desjeux, 2004).
Es importante señalar que la presentación de
Tabla 1. Presentación clínica y distribución geográfica de las principales especies de Leishmania que afectan a las signos clínicos o alteraciones clínico-patológi- Otra presentación clínica posible es la forma
personas. Adaptado de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2010). cas en una persona infectada por este parási- cutánea (figs. 2a y 2b), que se asocia a la forma-
to depende principalmente de dos factores: la ción de nódulos en el lugar de la picadura del
especie de Leishmania responsable de la infec- vectoi; los cuales se agrandan y ulceran al cabo
ción y el estado inmunitario del hospedador de unas semanas, de modo que la lesión mani-

- que albergará el parásito (Kaye y Scott, 2011 ). fiesta la forma típica de cráter de volcán. Las

L. infamum

L. tropica L. donovani
y L. maje<
L. mexicana L. aethiopica '
L. guyanensis L. donovani
'
L. braziliensis
L. chagasi = L. infamum

Figura 2a. Lesiones de leishmaniosis cutánea en el brazo Figura 2b. Detalle de la lesión cutánea previa. Cortesía
de un hombre de una región endémica de L. majar en de Gad Baneth.
Israel. Estas lesiones cutáneas son similares a las produ-
cidas por otras especies de Leishmanía como L. tropíca o
Figura 1. Mapa de distribución de la infección por Leíshmanía en las diferentes regiones biogeográficas del Viejo y L infantum. Cortesía de Gad Baneth, Hebrew Uníve,sity,
Nuevo Mundo. En azul se indican las regiones en las que al menos puede encontrarse una especie. Israel.
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

lesiones suelen ser no dolorosas y aparecen en de las formas cutáneas, en las que la utilización Leishmaniosis humana La leishmaniosis humana en Europa se mani-
zonas corporales que carecen de protección algu- fiesta. de forma cutánea, mucocutánea y visce-
de técnicas serológicas de confirmación de la en Europa
na, como cara y brazos. En las formas cutáneas infección carecen de sensibilidad suficiente para ral La leishmaniosis visceral en la cuenca del
del Viejo Mundo, la resolución de las lesiones detectar el parásito, debido a la falta de produc- Distribución, etiología Mediterráneo afecta principalmente a niños
tiene lugar con frecuencia de forma espontánea, ción de anticuerpos anti-Leishmania en estos y transmisión
salvo que el paciente esté inmunodeprimido, pacientes (Piscopo y Mallia Azzopardi, 2007). En Europa, hay dos ciclos de transmisión que
mientras que las producidas por especies del son endémicos: 1) leishmaniosis humana cutá- Formas clínicas Pruebas diagnósticas
Nuevo Mundo tiene un pronóstico reservado, Para las formas viscerales, el diagnóstico se basa nea y visceral zoonótica, causada por L. infan-
Diagnóstico parasitológico:
ya que tienden a presentar formas más graves y en la utilización de técnicas serológicas cuanti- tum, que afecta a la región mediterránea, y 2) • Estudio citológico/histológico/
la curación espontánea es muy poco frecuente. tativas (ensayo por inmunoabsorción ligado a leishmaniosis cutánea antropozoonótica, pro- IHQ.*
enzimas (EUSA), prueba de aglutinación directa ducida por L. tropica, con brotes esporádicos en • PCR.
• Cultivo.
Finalmente, en la leishmaniosis mucocutánea, (DAT), prueba de inmunofluorescencia indirec- Grecia. El principal reservorio de la infección de
Diagnóstico serólogico:
las lesiones se localizan en mucosas, con una ta (IFI)) o cualitativas (prueba rápida para la las formas zoonóticas es el perro, mientras que
• ELISA.
importante destrucción de las cavidades orona- detección de anticuerpos anti-rK39), o la visua- el hombre actúa como reservorio de la infección Leishmaniosis • IFI.
sales y del tracto respiratorio superior. Además, lización directa del parásito (forma de amasti- en la forma antropozoonótica (Ready, 2010). visceral • DAT.
es muy común el sangrado nasal por ulceración gotes) mediante frotis de aspirados de lesiones • WB.**
• Prueba de inmunocromato-
y perforación del septo nasal. En caso de que el o muestras de biopsia. Los tejidos de elección La cepa (Zimodema) de L. infantum más fre-
grafía (rK-39).
paciente no reciba un tratamiento adecuado, las para la toma de muestras de biopsias o citolo- cuentemente aislada en perros en Europa es Prueba de detección
lesiones pueden progresar y extenderse afectan- gías son médula ósea, ganglios linfáticos* y bazo MON-1. Raramente, se han aislado otras cepas de antígenos:
do a otras mucosas (Moore y Lockwood, 2011). (órganos linfohematopoyéticos). Actualmente, (n = 11 ) en el perro. Sin embargo, en el hombre, • Prueba de aglutinación
en látex.
es posible la detección del ácido desoxirribo- aparte de MON-1, se han aislado un mayor
En caso de sospecha de leishmaniosis, no solo nucleico (ADN) del parásito en multitud de número de otras cepas (n = 45). Por tanto, algu- Diagnóstico parasitológico:
es necesa.r io que el paciente muestre signos clí- muestras mediante la utilización de las técnicas nas de las cepas (Zimodemas) de L. infantum • Estudio citológico/histológico/
IHQ.
nicos compatibles con la enfermedad, sino que, moleculares (reacción en cadena de la polime- solo se han aislado en el hombre y no en el Leishmaniosis
• PCR.
cutánea
además, deben realizarse pruebas diagnósticas rasa (PCR)). Otro procedimiento diagnóstico es perro, su principal reservorio. Este hallazgo • Cultivo.
que confirmen la presencia de la infección. En el cultivo de muestras procedentes de lesiones o cuestiona cuál debe ser el reservorio en estas Diagnóstico inmunológico:
esta enfermedad, una de de las pruebas diag- biopsias de órganos de pacientes infectados. El cepas de L. infantum que solo se aíslan en el • Prueba de la leishmanina.
nósticas es la detección directa del parásito diagnóstico de las formas cutáneas requiere la hombre (Ait-oudhia et al., 2011). Diagnóstico parasitológico:
(Neubei; 2008). Sin embargo, la detección del detección directa del parásito (Desjeux, 2004), • Estudio citológico/histológico/
IHQ.
parásito no es siempre posible, por lo que se la utilización de la PCR debido al bajo número
• PCR.
han desarrollado otros métodos diagnósticos. de parásitos presente (Pavli y Maltezou, 2010) o, Manifestaciones clínicas • Cultivo.
En todos los casos, el diagnóstico definitivo finalmente, la realización de la prueba de leish- Se estima que alrededor de 1.000 personas Leishmaniosis Diagnóstico serológico:
de la enfermedad se basa en la presencia de manina o Montenegro (LST). No obstante, esta manifiestan leishmaniosis clínica anualmente mucocutánea • ELISA.
signos clínicos compatibles, junto con altera- última prueba no permite diferenciar infección en Europa y los países mediterráneos (Dujardin • IFI.
ciones clínico-patológicas detectadas mediante actual de infección antigua (Piscopo y Mallia et al., 2008), aunque los casos asintomáticos • DAT.
• WB.
las pruebas de laboratorio rutinarias, así como Azzopardi, 2007). Finalmente, en el diagnóstico son mucho más frecuentes (Michel et al., 2011).
• Prueba de inmunocromato-
la utilización de pruebas de confirmación de la de las formas mucocutáneas, es posible la utili- La elevada prevalencia de portadores asintomá- grafía (rK-39).
infección (tabla 2). Dependiendo de la presen- zación de técnicas serológicas debido a la eleva- ticos (2-40 %) de la infección por L. infantum • lnmunohistoqufmica.
tación clínica de la enfermedad y la especie de da producción de anticuerpos que tiene lugar en el sur de Europa (Michel et al., 2011) sugiere •• Western blot.

Leishmania implicada, unos métodos diagnós- en estos pacientes (Desjeux, 2004 ), así como la que este parásito es importante para la salud
ticos son más validos que otros. Tal es el caso técnica PCR (Pavli y Maltezou, 2010). pública. Los casos asintomáticos se estiman en Tabla 2. Principales pruebas diagnósticas de confirma-
ción en el hombre dependiendo de la forma clínica de
un ratio de > 100 asintomáticos:un caso clínico la infección por Leíshmania spp. Modificado de OMS
(Michel et al., 2011). (2010).
• Si bien la nomenclatura anatómica veterinaria se refiere al término ganglio linfático como nódulo linfático,
se utilizará dicho término por ser la denominación más extendida en castellano.


LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

inmunocompetentes, pero también a pacientes una erupción eritematosa con presencia de expuestas al parásito desarrollan la enferme- vertical. Por otro lado, es importante saber que
adultos inmunodeficientes o inmunodeprimi- placas infiltrantes, así como descamación dad clínica y que va a depender del estado estos individuos pueden desarrollar la enferme-
dos (López-Vélez et al., 1998; Pasquau et al., superficial. En general, no hay afectación inmunitario del individuo y de la especie res- dad bajo condiciones de inmunosupresión. Por
2005). En niños, es frecuente observar fiebre, sistémica ni de mucosas, y son lesiones que ponsable de la infección (Alborzi et al., 2008). tanto, es necesario identificar todos o si no, el
hepatoesplenomegalia, linfadenomegalia, ane- normalmente resuelven espontáneamente La primera prueba que se empezó a utilizar mayor número de casos asintomáticos posibles
mia y pancitopenia. En adultos, el cuadro clí- (Bongiorno et al. , 2009). para la detección de los casos asintomáticos para poder tratar de forma precoz (Silva et al.,
nico puede ser más amplio y, a menudo, no fue la prueba de la leishmanina (Pampligione 2013). En la figura 3, se muestra un esquema
se presenta fiebre (Cenderello et al., 2013). El Raramente, la leishmaniosis humana produci- et al., 1975), aunque los procedimientos de donde se representan los casos, tanto clínicos
. , .
término infantum merece un breve comentario, da por L. infantum se manifiesta con formas diagnóstico para detectar personas asintomá- como as1ntomat1cos, en personas y se compa-
puesto que inicialmente se atribuyó por cau- mucocutáneas. Sin embargo, sí que existen ticas son aquellos que permiten confirmar ver- ran con el perro. Es importante señalar que
sar un síndrome visceral, en niños en la región descripciones de estas formas mucocutáneas daderamente la presencia del parásito, como el existe el mismo patrón de manifestación clíni-
mediterránea. en Europa con algunos casos documentados examen microscópico, el cultivo o la PCR. En ca de la infección de L. infantum para ambas
(Faucher et al., 2011 ). Estas formas parecen ser cambio, las pruebas indirectas, como la prueba poblaciones.
Es importante señalar que, en estos cuadros más frecuentes en hombres adultos y la mitad de la leishmanina o la serología, indican expo-
clínicos de fiebre, hepatoesplenomegalia y de ellos son pacientes inmunodeprimidos. sición al parásito por parte del sistema inmu- COINFECClóN VIH/
citopenias, el diagnóstico diferencial inicial Las lesiones aparecen en laringe, boca y nariz nitario. De ahí que las pruebas serológicas o LEISHMANIOSIS
es de leucemias o disturbios linfoproliferati- (Faucher et al., 2011) la prueba de la leishmanina sean válidas para Una mención especial requiere la coinfección
vos. Se sospecha de leishmaniosis una vez se la determinación de la prevalencia de la infec- VIH/leishmaniosis, con importante impacto en
ha descartado un disturbio hematoncológico. En el caso de las formas cutáneas, como ya ción en individuos asintomáticos. Además, si Europa. En esta, el principal grupo de riesgo
Recientemente, se describió un caso clínico en se ha comentado, suelen tener un buen pro- se utilizan paralelamente varias pruebas, se suelen ser los usuarios de drogas parenterales
el que fue esencial la ayuda veterinaria para nóstico en aquellos individuos en lo que su consigue incrementar la proporción de casos (intravenosas (N)) al compartir el material. En
diagnosticar un niño con leishmaniosis visce- sistema inmunitario no se encuentra deprimi- asintomáticos que pueden detectarse (fig. 3) estos pacientes, el diagnóstico de la leishma-
ral en la zona de Puglia, Italia (Lorusso et al., do. En cambio, en las formas viscerales, deben (Michel et al., 20 11 ). niosis resulta generalmente más complicado,
2013 ). Una medicina única (One health) es muy considerarse especialmente las circunstancias o debido a que un porcentaje importante presenta
importante para mejorar el manejo de la leish- situaciones que producen una inmunosupresión N umerosos estudios confirman el elevado un resultado negativo a las pruebas serológi-
maniosis humana y canina (Palatnik-de-Sousa transitoria o permanente en el tiempo, como la número de individuos asintomáticos como, por cas de confirmación de la infección (Piscopo y
yDay,2011). infección por el VIH, trasplantes de órganos, ejemplo, donantes de sangre, que pueden detec- MaHia Azzopardi, 2007). Además, otro hecho
cualquier terapia inmunosupresora (p. ej.: qui- tarse mediante técnicas serológicas, leishmanina que puede agravar el proceso es que la respuesta
Típicamente, la leishmaniosis cutánea huma- mioterapia oncológica) y enfermedad inmuno- y PCR (Morillas et al., 1996; le Fichoux et al., al tratamiento leishmanicida, en ocasiones, no
na en Europa se caracteriza por una lesión mediada (Schonian et al., 2008). Además, debe 1999; Moral et al., 2002; Riera et al., 2008). suele ser óptima, por lo que sufre el fenóme-
única en el lugar de la picadura del flebóto- prestarse especial atención a los niños, debido Por ese motivo, deben considerarse como un no de recaída un alto porcentaje de los casos
mo, en forma de nódulo, el cual se ulcera. al desarrollo incompleto de su sistema inmuni- posible reservorio de la infección a pesar de trata.d os (Seimenis et al., 2006). Es tal la rele-
Menos frecuentes son las lesiones múltiples tario (Palatnik-de-Sousa y Day, 2011). que el nivel de parasitemia en personas asinto- vancia de esta coinfección, que se ha propues-
de aspecto nodular y, raramente, se describen máticas inmunocompetentes puede ser mínimo to considerarla como elemento a valorar en la
lesiones erisipeloides, zosteriformes y lupoides CASOS ASINTOMÁTICOS o incluso no detectable cuando se compara con definición de Síndrome de Inmunodeficiencia
(Bongiorno et al., 2009). Las formas erisipe- En el hombre, la infección por L. infantum una persona con leishmaniosis visceral (Mary Adquirida (SIDA) como enfermedad centine-
loides se caracterizan por comenzar en forma puede ser variable, desde individuos asinto- et al., 2004). Además, el papel que se le da a la (Pasquau et al., 2005; Alvar et al., 2008).
de pápulas rojas, que lentamente confluyen máticos hasta personas con signos clínicos la identificación de los casos asintomáticos es La propagación de los casos clínicos de leish-
para formar unas lesiones en forma de placa evidentes de enfermedad (Michel et al., 20 11). cada vez mayor, dado que permite evaluar a maniosis visceral se incrementó como conse-
infiltrante. En el caso de las formas zosterifor- Los individuos asintomáticos se caracterizan estos individuos como reservorios de la infec- cuencia de la coinfección con VIH, debido a
mes, estas se presentan como una gran placa por estar infectados por el parásito, pero clí- ción, conocer la efectividad de las medidas de un aumento del número de casos de VIH des-
eritematosa con pápulas y pseudovesículas. nicamente no muestran signo alguno de enfer- control y evaluar el riesgo de transmisión del de 1980, alcanzando el máximo pico entre los
Finalmente, en la forma lupoide, se observa medad. Se sabe que no todas las personas parásito por donaciones sanguíneas o por vía años 1996-1998. Sin embargo, la utilización

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LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Leishmaniosis humana Leishmaniosis canina Tradicionalmente, los antimoniales pentavalen- siempre el tratamiento (Neubei; 2008). En las
tes (estibogluconato sódico y N-metil antimo- formas mucocutánea y visceral es necesaria la
niato de glucamina) han sido los fármacos de instauración de un tratamiento adecuado, ya
elección para el tratamiento de la leishmaniosis. que la enfermedad puede incapacita¡; mutilar o
Sin embargo, la utilización de la anfotericina B matar al paciente (Desjeux, 1999). Además, en
liposomal y la paromomicina está, poco a poco, los cuadros de leishmaniosis visceral, en pacien-
desplazando la utilización de los antimoniales tes bajo condiciones de inmunosupresión, la
pentavalentes y la anfotericina B no liposomada respuesta a los tratamientos convencionales
en aquellas situaciones en la que no hay una es pobre. Por ello, en estos casos, el pilar fun-
respuesta favorable por parte del paciente a los damental es mejorar el estado inmunitario del
tratamientos convencionales (Ready, 2010). En paciente. En la coinfección VIH/Leishmania, es
Europa, el principal fármaco de elección en el posible el fenómeno de recaída tras la aplica-
tratamiento de la leishmaniosis visceral es la ción con éxito del tratamiento anti-Leishmania.
anfotericina B liposomal. Este fánnaco es de Esto se explica por el hecho de que la coinfec-
elección por varios motivos: rápido efecto de ción VIH/Leishmania actúa como un círculo
actuación, curación de hasta el 100 % de los vicioso que se retroalimenta, esto es, la leishma-
Leishmaniosis causada por L. infantum pacientes, duración del tratamiento entre tres y niosis visceral acelera el desarrollo de la forma
cinco días, y un elevado cumplimiento por par- clínica del VIH, además de acortar la esperanza
Figura 3. Esquema de la manifestación clínica de la infección por L infantum en una zona endémica tanto en el hombre te del paciente (Pavli y Maltezou, 20 10). En el de vida en estos pacientes infectados por VIH,
como en el perro. La prevalencia de la infección por L infantum es mayor que la seroprevalencia o prevalencia de la caso de coinfecciones VIH/Leishmania también mientras que el virus VIH estimula el desa.r ro-
enfermedad. La proporción de individuos (persona o perro) que sufre la infección inaparente es mayor que la quema-
la anfotericina B liposomal es el fármaco de elec- llo de la leishmaniosis visceral por la actividad
nifiesta enfermedad y, por tanto, este hecho va a tener implicaciones en el diagnóstico de la infección.
ción debido a su eficacia y perfil de seguridad del virus en el sistema inmunitario del paciente
para el tratamiento (Pavli y Maltezou, 2010). En (Desjeux, 1999).
aquellos pacientes que no responden de manera
generalizada de la terapia antirretroviral lle- También es necesaria la instauración del trata- satisfactoria a los tratamientos convencionales, Hasta que no se introdujo la terapia antirre-
vó consigo un notable descenso del número miento sistémico cuando el número de lesiones las alternativas disponibles son: ketoconazol, troviral, el tratamiento de la coinfección con
de casos VIH/Leishmania (Antinori et al., cutáneas presentes sea importante (> 3) o se pentamidina, miltefosina, alopurinol, rifampici- terapias leishmanicidas resultaba en una menor
2012). De todas formas, la tasa de mortalidad localicen a nivel de la cara. na y paromomicina (Neubei; 2008). eficacia de las mismas, disminuyendo además
en pacientes con VIH puede alcanzar el 56 % el tiempo de supervivencia por la acción de la
(López-Vélez et al., 1998; Pasquau et al., 2005). El tratamiento local se instaura en casos de leish- propia coinfección junto con la toxicidad deri-
maniosis cutánea. Las opciones disponibles para Pronóstico vada de la utilización de este tipo de produc-
el tratamiento local son varias: curetaje, criote- Por lo general, las formas cutáneas producidas tos. Desde que se empezó, a partir de los años
Tratamiento rapia, eliminación de la lesión por electrobistu- por especies del Viejo Mundo suelen ser autoli- 90, a utilizar la terapia antirretroviral, se ha
La identificación de la especie causante de la rí, escisión quirúrgica tradicional, aplicación de mitantes y el paciente puede recuperarse sin apli- conseguido disminuir la incidencia de nuevas
enfermedad tiene especial importancia para terapia con caloi; aplicación tópica a base de cación de ningún fármaco, siempre que no pre- coinfecciones (50 % a 60 %) en el área medi-
un tratamiento adecuado (Desjeux, 1999). En imiquimod, utilización tópica de paromomicina sente un estado de inmunosupresión. Por tanto, terránea. Además, con esta terapia, es posible
las formas cutáneas esto es primordial, ya que combinada o no con cloruro de metilbencetonio el tratamiento no se recomienda a menos que el incrementar el tiempo de supervivencia de los
las opciones terapéuticas a aplicar dependen o, finalmente, administración intralesional de paciente no se recupere en 6-9 meses o presente pacientes sin que se haya observado un incre-
de la especie que afecte al paciente (Piscopo y N -metil antimoniato de glucamina. Sin embar- lesiones múltiples o de localización facial. mento de presentaciones clínicas atípicas que
MaHia Azzopardi, 2007). Por lo general, requie- go, las secuelas cutáneas del tratamiento pueden delimiten su uso. Sin embargo, esta terapia no
ren tratamiento sistémico situaciones como el ser superiores a la propia lesión producida por En las formas cutáneas del N uevo Mundo, dado es lo suficientemente eficaz para prevenir las
desarrollo de formas viscerales o mucocutáneas. el agente parasitario (Neubei; 2008). que son especies más agresivas, se recomienda recaídas (Alvar et al., 2008).
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Control y prevención La prevención de la coinfección VIH/ los perros vacunados (Moreno et al. , 2012). al., 2007), (2) las condiciones socioeconórni-
La OMS recomienda, para el control de la leish- Leishmania se centra en la detección precoz Desafortunadamente, no se han realizado cas de pobreza son factores de riesgo para la
maniosis, el tratamiento de los pacientes, el de la coinfección, así como en la adminis- estudios en Europa sobre la reducción de asociación en la infección entre el hombre y el
sacrificio de los perros seropositivos infectados tración del tratamiento, además de poner en la prevalencia o incidencia de leishrnaniosis perro (Werneck et al., 2007), y (3) la densidad
y el tratamiento de las viviendas con productos marcha otras medidas que eviten la disemi- humana en zonas endémicas de leishrnaniosis y el número de perros infectados son factores
insecticidas (Palatnik-de-Sousa y Day, 2011). nación del virus entre la población, corno la canina donde se realice una vacunación de riesgo para el desarrollo de leishrnaniosis
Sin embargo, la aplicación del sacrificio de los educación y concienciación de la población masiva en perros. Sin embargo, sí que se ha humana en niños (Acedo-Sánchez et al., 1996;
perros seropositivos infectados, a día de hoy, está y, en particular, de los principales grupos de demostrado la reducción de la prevalencia de Gavgani et al., 2002a).
en serio debate, ya que en algunos países como riesgo en la sociedad (como usuarios de dro- leishrnaniosis humana causada por L. infan-
Brasil en los que las autoridades sanitarias han gas parenterales, entre otros) para que tengan tum en Brasil cuando se realizó la vacunación
adoptado el sacrificio de todo perro seropositivo constancia de la gravedad de esta situación masiva en perros con otra vacuna comercial Ejemplo de un brote
como medida de control de la enfermedad, los (Desjeux, 1999). (Palatnik-de-Sousa et al. , 2009). de leishmaniosis humana
resultados epidemiológicos actuales confirman en la ciudad de Madrid
que en vez de reducir las tasas de prevalencia de Por otro lado, el perro también debería ser Un ejemplo de que la leishrnaniosis humana
leishrnaniosis visceral zoonótica, se ha producido objeto de evaluación y consideración para tener Aspectos de no solo afecta a países en vías de desarrollo
un incremento de la prevalencia, lo cual pone una mejor caracterización epidemiológica de la salud pública es el brote que apareció en España entre el
en duda la eficacia de dicha medida (Romero y infección en el hombre. Los aspectos a consi- año 2009 y 2012, que afectó a la Comunidad
Boelaert, 2010; Palatnik-de-Sousa y Day, 2011). derar en el perro serían: la monitorización de El riesgo de aparición o resurgimiento de de Madrid (Informe del Estado de Salud de
Por otro lado, el estudio mediante modelos mate- la infección y la enfermedad en el animal, un leishrnaniosis en Europa se asocia princi- la Población de la Comunidad de Madrid de
máticos de la infección sugiere que la utilización adecuado manejo de los animales infectados y palmente a tres posible escenarios distintos. 2012). La especie responsable detectada fue
combinada de medidas tales corno el control el control de perros abandonados y callejeros Por un lado, la reintroducción de especies de L. infantum, con un total de 384 casos, sien-
vectorial asociado a una vacunación preventiva (OMS, 2010). Leishmania exóticas o no habituales, debido do la forma cutánea la principal presentación
de los perros puede ser más beneficiosa que el al incremento del número de viajes interconti- clínica (63,3 % de los casos), seguida por la
propio sacrificio de los perros (Dye, 1996). Actualmente, se están llevando a cabo nume- nentales tanto de personas como de animales forma visceral (36,7 % de los casos analiza-
rosas investigaciones en el campo de la inmu- de compañía. Por otro lado, también es posi- dos). A pesar de que el perro es el principal
En el hombre, todas las medidas de prevención nología, concretamente dentro del área de ble la expansión de L. infantum y L. tropica a reservorio natural de la infección por L. infan-
deberían enfocarse a evitar la picadura del vec- desarrollo de vacunas. Sin embargo, a día otras regiones europeas que tradicionalmente tum (Baneth et al. , 2008), el papel que jugó
toi; por tanto, evitar estar fuera de la vivienda de hoy, no se encuentra disponible ninguna eran libres de la infección de este parásito. en este caso no era achacable a este animal
en las hora de máxima actividad del vector (des- vacuna para la prevención de la leishrnaniosis Finalmente, no obviar la reaparición de la dado que el sistema de vigilancia no detectó
de el atardecer hasta el amanecer), utilizar ropa humana, aplicada a las personas (Piscopo y enfermedad en regiones 1nediterráneas debido ningún incremento significativo de casos de
que cubra la mayor parte del cuerpo, usar sus- Mallia Azzopardi, 2007). En el caso del perro, al incremento de la población inrnunosupri- leishrnaniosis canina. En este brote, parece que
tancias repelentes (N,N-dietil-rneta-toluarnida), existe una única vacuna disponible y aproba- rnida (Ready, 2010). las liebres fueron los principales reservorios de
e impregnar las cortinas y mosquiteras con pro- da por las autoridades sanitarias en Europa. la infección. Sin embargo, existen evidencias
ductos con actividad insecticida (piretroides sin- La eficacia de dicha vacuna ha sido evalua- Diversos estudios han investigado la asociación que demuestran que otras especies de animales
téticos corno la perrnetrina o la deltarnetrina) da exclusivamente en perros negativos a entre leishrnaniosis humana y canina causada silvestres podrían igualmente jugar un papel
(Piscopo y Mallia Azzopardi, 2007; Ready, Leishmania y, por consiguiente, su utilización por L. infantum en la misma región al exami- corno reservorios de la infección, corno es el
2010). En el caso del perro, corno principal se restringe a perros no infectados y serone- nar si el grado de infección en el perro supo- caso de los roedores (Papadogiannakis et al. ,
reservorio de la infección por L. infantum, la gativos. Los principales componentes de esta ne un riesgo para el desarrollo de infección en 2010). Las medidas adoptadas por las autori-
utilización de insecticidas y collares impregna- vacuna son proteínas secretadas y excretadas el hombre (Miró et al., 2008). Estos estudios dades sanitarias fueron la identificación de las
dos con piretroides sintéticos (deltarnetrina) ha (PSE) por promastigotes de L. infantum en documentaron que: (1) el incremento de la pre- zonas de riesgo y la aplicación de medidas de
demostrado ser eficaz en la prevención de la cultivo, junto con un adyuvante específico valencia en la población canina se asocia con un saneamiento ambiental y control de la super-
leishmaniosis humana (Gavgani et al., 20026; (QA-21). Esta vacuna propicia una buena incremento de la incidencia de la leishrnaniosis población de liebres, así corno la recogida de
Miró et al., 2008). respuesta leishrnanicida en los rnacrófagos de humana (Margonari et al., 2006; Werneck et animales abandonados.
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Como consecuencia de este brote, se han publi- granatensis), liebre común o liebre europea (Le.
cado diversos estudios sobre el papel que juegan europaeus) y liebre cantábrica (Le. castroviejoi), LEISHMANIOSIS CANINA
la liebres en la epidemiología de L. infantum. En detectaron ADN de L. infantum en un total de
un estudio publicado por Molina et al. (2012), 41 liebres (liebre ibérica y liebre común). la pre-
se analizó la infectividad (xenodiagnóstico) de valencia total de la infección en el estudio fue del
liebres (Le. granatensis) al vector Phlebotomus 43,6 %. Estos resultados ponen de manifiesto el
perniciosus, y se demostró que los animales
infectados clínicamente sanos podían ser infec-
papel que pueden jugar estos animales en la epi-
demiología de la infección por L. infantum en la
Epidemiología
tantes para este vector. En otro estudio, reali-
zado por Ruiz-Fons et al., (2013), mediante el
análisis PCR de 94 muestras de bazo de tres
cuenca mediterránea. No obstante, son necesa-
rios nuevos estudios epidemiológicos para inves-
tigar si otros animales silvestres pueden actuar
en Europa
especies de liebre diferentes: liebre ibérica (Le. como reservorio de la infección por L. infantum.
Luís Cardoso • Laia Solano Gallego

Puntos clave
■ Etiología


Transmisión por flebótomos

Características de los flebótomos


■ y distribución en Europa


Otras vías de transmisión no vectorial

Distribución, prevalencia e incidencia

Cambio climático en nuevas zonas geográficas



Leishmaniosis canina en zonas no endémicas

Relación entre leishmaniosis canina y humana



Otros reservorios de la infección
■ por Leishmania infantum
Resumen Epidemiología
El parásito Leishmania infantum es actualmente endémico en más de 70 países del mundo, donde los perros son el mayor
reservorio del parás~o para los humanos y otros animales. En Europa, varias especies del género Phlebotomus están
en Europa
estrechamente relacionadas con la transmisión de L. infantum en perros. También se ha demostrado que existen modos de
transmisión no vectoriales, aunque son menos comunes. Estos incluyen la infección a través de la transfusión de sangre
o derivados procedentes de donantes infectados y la transmisión vertical y venérea. En las áreas donde la leishmaniosis
canina es endémica, más de la m~ad de los perros infectados están aP.arentemente sanos. Los estudios P.Oblacionales
han mostrado que solo un porcentaje bajo de perros desarrollan una enfermedad grave, mientras que una P.roP.orción
considerable tiene infecciones subclínicas persistentes. La propagación de la enfermedad hacia el norte en algunas P,artes
Etiología alargados con un flagelo libre, y 15-30 µm de
largo y 2-3 µm de ancho (fig. 2). Al igual que
de Europa se ha relacionado con cambios en la distribución yabundancia de los vectores debidos al calentamiento global,
pero también con el aumento de los desplazamientos de los perros infectados en la región mediterránea. Las investigaciones Las leishmaniosis están causadas por un pro- otros protozoos de la misma clase, las especies
en algunas regiones del sur de Europa, endémicas para la leishmaniosis canina, sugieren una exposición frecuente de las tozoo parásito del género Leishmania (clase de Leishmania poseen ADN en su núcleo, así
personas a L. infantum, pero la susceptibilidad humana al parásito es baja ylas infecciones asintomáticas son frecuentes Kinetoplastea, familia Trypanosomatidae). El como en su cinetoplasto. Este último aloja el
en poblaciones sanas. No obstante, unas medidas efectivas de control de la leishmaniosis canina P:Qdrían llevar a una ciclo de vida natural de Leishmania compren- equivalente al genoma mitocondrial. El número
reducción de los casos de leishmaniosis en personas en las regiones endémicas. La infección P.Or L. infantumtambién se ha de dos etapas principales, bien diferenciadas de cromosomas de Leishmania está establecido
descrito en muchos otros mamíferos domésticos y salvajes, entre los que se incluyen los gatos, caballos, cánidos salvajes, morfológicamente: amastigote y promastigote de 36 y su genoma completo tiene 35 millones
roedores yliebres. Estos hospedadores P.Ueden actuar como una fuente de infección para los flebótomos, P.ero su P.ªP.el como (Baneth y Solano-Gallego, 2012). Los amas- de pares de bases (Schallig y Oskam, 2002).
reservorios requiere que se investigue con mayor P.rofundidad. tigotes son redondos u ovalados, con un diá-
metro de 2-6 µm y un flagelo muy corto, y Después de su inoculación por vectores a perros
parasitan las células del sistema fagocitario y otros vertebrados, los promastigotes metacícli-
Summary mononuclear de los hospedadores vertebrados. cos infectivos son fagocitados por macrófagos
Además de un núcleo basófilo, se puede obser- o monocitos. Se transforman en amastigotes y
Leishmania infantum infection is currently endemic in more than 70 countries, where dogs are the major reservoirs of the var un cinetoplasto en forma de bastón que se se multiplican por división binaria, provocan-
parasite for humans and other animaIs. In Europe, several species of sand fly insects from the genus Phlebotomus are closely tiñe de color más oscuro con tinción Giemsa do la ruptura de las células hospedadoras. Los
linked to the transmission of L. infantumto dogs. Less common but still P,r<Nen modes of non-vectorial transmission between (fig. 1). Los promastigotes, que se encuentran en parásitos liberados son posteriormente captados
dogs include infection through transfused blood products from infected donors, vertical and venereal transmission. In areas el digestivo de los hospedadores invertebrados por otras células fagocíticas. La repetición de este
where canine leishmaniosis is endemic, more than half of the dogs found infected are apparently healthy. Population studies
o vectores, son microorganismos extracelulares proceso lleva a la diseminación de los amastigotes
have shown that on~ a low percentage of the dogs develop severe disease, while another considerable fraction has persistent
subclinical infections. Anorthward spreading of canine leishmaniosis in sorne parts of Europe has been related to changes
in vector distribution and abundance, dueto the global warming, but also to the increased movement of infected dogs from
the Med~erranean region. lnvestigations in sorne regions endemic for canine leishmaniosis in southern Euro~ suggest
frequent exposure of people to L. infantum, but human susceptibility to the parasite is low and asymptomatic infections are
common in healthy populations. Nevertheless, effective measures for the control of canine leishmaniosis could lead to a I

decrease in human leishmaniosis in endemic regions. lnfections have also been reported in many other domestic and wild
mammals, including cats, horses, wild canids, rodents and hares. These hosts can actas a source of infection to sand flies,
but their role as reservoirs requires further study. 1

I
'

Figura 1. Amastigotes dentro de un macrófago. linción Figura 2. Promastigotes de Leíshmania. Ttnción Giemsa,
Giemsa, 1.000x. 1.000x.
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA Leishmaniosis canina

y a su presencia en varios tejidos de los animales reservorio de L. infantum de los perros, existe Transmisión (Baneth y Solano-Gallego, 2012 ). La super-
controversia sobre su rol en el mantenimiento y vivencia del parásito durante el invierno se
susceptibles, entre los que se incluyen la piel, el por flebótomos
bazo, la médula ósea y los ganglios linfáticos, la transmisión de otras especies de Leishmania, consigue principalmente a través de los perros
entre otros (Solano-Gallego et al., 2011). que es probablemente insignificante (Ashford, Como se ha mencionado previamente, el ciclo infectados, ya que no se ha demostrado ninguna
2000; Campino y Maia, 2013). natural de la infección por Leishmania implica transmisión transovárica de Leishmania en el
La identificación de las especies de Leishmania un hospedador vertebrado y un vector. Los fle- flebótomo (Bates, 2007.)
es importante para entender mejor la epidemio- N icolle y Comte fueron los primeros en describir bótomos son los vectores de Leishmania. Son
logía de la infección y la enfermedad. El género casos de L. infantum en perros en 1908, en Túnez insectos de dos alas (orden Díptera, familia La capacidad de un perro infectado por
Leishmania está dividido entre los subgéneros (Solano-Gallego et al., 2009). En los países de la Psychodidae, subfamilia Phlebotominae), que Leishmania para infectar a los flebótomos no
Leishmania y Viannia, en función de las dife- cuenca mediterránea, incluso Portugal, el zimo- pertenecen al género Phlebotomus, en el Viejo depende de su estado clínico. Tanto los perros
rencias respecto al lugar de desarrollo del pará- dema más frecuente es L. infantum M O N-1 (de Mundo, o al género Lutzomyia en el N uevo clínicamente enfermos como los subclínicamente
sito dentro del vector. Las especies que pertene- Montpellier), que es responsable del 90 % de los Mundo (Maroli et al., 20 13 ). La principal vía infectados pueden transmitir Leishmania a los
cen al subgénero Leishmania, como Leishmania casos de leishmaniosis visceral humana (OMS, de transmisión de L. infantum, al igual que en vectores Phlebotomus (Molina et al., 1994) o
infantum, se replican en el intestino medio del 2010 ). En perros y otros cánidos, la mayoría otras especies de Leishmania, es la picadura de Lutzomyia (Courtenay et al., 2002). Sin embar-
vector. En lo que respecta al subgénero Viannia, de las cepas también son MON-1, pero se han flebótomos infectados. Cuando se alimentan de go, la proporción de flebótomos infectados
se produce una replicación característica en el aislado ocasionalmente otros 11 zimodemas de la sangre de un hospedador vertebrado infecta- mediante xenodiagnóstico en un perro incremen-
intestino distal. La clasificación de las especies L. infantum: MON-24, MON-34, MON-72, do, los vectores ingieren macrófagos o monoci- ta con la presencia y gravedad de sus signos clíni-
y cepas de Leishmania se basa principalmente MON-77, MON -80, MON -98, MON-105, tos con formas amastigotes que se transforman cos (Molina et al., 1994; Michalsky et al., 2007).
en la comparación de secuencias de ADN , la MON-108, MON-199,MON-199 var. NP1 13º y en promastigotes en el intestino del flebóto- En un estudio realizado en Brasil, el 28 % de
tipificación de isoenzimas por electroforesis y la MON-28 1. Todos ellos, salvoMON-105,se han mo, donde se siguen multiplicando. Después los perros enfermos seropositivos transmitieron
reactividad a anticuerpos monoclonales y antí- encontrado también en humanos (AYt-Oudhia et de varios días, el vector previamente infectado Leishmania a Lutzomyia longipalpis, mientras
genos de membrana (Baneth y Solano-Gallego, al., 2011). pica a un vertebrado para volver a alimentarse que solo el 5,4 % de los perros subclínicamente
2012 ). El análisis electroforético de las isoenzi- de sangre, por lo que introducirá, a través de la infectados lo hicieron (Michalsky et al., 2007).
mas se ha considerado una referencia entre los probóscide, los promastigotes metacíclicos en la También se ha encontrado una fuerte correlación
métodos que permiten caracterizar las cepas Leishmania spp. Subgénero piel de un nuevo hospedador canino o humano positiva entre la capacidad de infección de los
de Leishmania. Los grupos de organismos de L. arabica Leishmania (Ready, 2013 ). perros y sus altos niveles de anticuerpos espe-
Leishmania con el mismo perfil de migración L. archibaldi Leishmania
cíficos (Courtenay et al., 2002) o sus recuen-
isoenzimática se llaman zimodemas (Dereure Menos de 50 de las aproximadamente 1.000 tos de linfocitos T colaboradores (Th C D4•)
L. donovani Leishmania
et al., 1999). Viejo Mundo especies de flebótomos son vectores competen- (Guarga et al., 2000). El metaanálisis revela que
L. infantum Leishmania
tes de Leishmania en el mundo (Ready, 20 10 ). la capacidad de infección es más alta en los estu-
L. major Leishmania
Se han identificado varias especies de Leishmania Esto se debe a que muchos flebótomos no per- dios de xenodiagnóstico realizados en perros
en perros de distintas partes del Viejo Mundo L. tropica Leishmania miten el desarrollo de estadios infectivos en su en Europa que en los estudios sudamericanos
(África, Asia y Europa ) y del N uevo Mundo L. amazonensis Leishmania intestino (Bates, 2007) o a la falta de contacto (Quinnell y Courtenay, 2009). Se necesitan más
(América) (tabla 1). Hoy en día, se acepta que L. brazifiensis Viannia ecológico entre los hospedadores reservorios estudios para determinar el potencial de trans-
L. infantum, el agente causal de la leishma- L. chagasi Leishmania (Ready, 2010). Existe una estrecha relación misión de Leishmania a los flebótomos de los
niosis visceral zoonótica en el Viejo Mundo, y Nuevo Mundo L. co/ombiensis Viannia entre las especies de vector y las especies de perros seronegativos subclínicamente infectados
Leishmania chagasi, su homólogo en el N uevo L. mexicana Leishmania Leishmania transmitidas, relacionada con la (Solano-Gallego y Baneth, 2008). La transmisión
Mundo, son una misma especie (Maurício et al., L. panamensis Viannia capacidad de los promastigotes para asociarse sostenida de Leishmania spp. no suele ocurrir
2000). Los perros son los principales reservo- L. peruviana Viannia
específicamente a ligandos en el intestino del en ausencia de vectores (Quinnell y Courtenay,
ríos para la infección por L. infantum en perros flebótomo y para evitar ser liberados en las 2009). La proporción relativamente baja de
y humanos en las regiones geográficas donde heces del vector (Volf et al., 2008). Se pueden flebótomos que alojan L infantum (0,5-3 % )
Tabla 1. Especies de Leíshmania descritas en perros en
la leishmaniosis visceral zoonótica es endémi- el Viejo y Nuevo Mundo (Dereure et al, 2003; Campino encontrar distintas especies de vectores en dife- parece ser suficiente para mantener la infección
ca. Aunque se ha confirmado el papel como y Maia, 2013). rentes regiones geográficas y nichos ecológicos en áreas endémicas (Solano-Gallego et al., 2011).


LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA Leishmaniosis canina

Los flebótomos son los únicos vectores demos- En Europa, nueve especies del género de flebótomos en basuras, desperdicios acumu-
trados del parásito Leishmania. Existen, al Phlebotomus (subgénero Larroussius) están lados o materia orgánica en descomposición
menos, dos razones por las cuales los flebóto- estrechamente relacionadas con la transmisión (Killick-Kendrick, 1999). A diferencia de los
mos, y no otros artrópodos, son los vectores de L. infantum en perros, y pueden considerar- mosquitos, los flebótomos procrean en lugares
naturales de Leishmania. Su medio intestinal se vectores demostrados o probables de leish- distribuidos uniformemente que suelen carac-
es necesario para el desarrollo biológico de maniosis canina (tabla 2): P. ariasi, P kyela- terizarse por un grado alto de humedad, lo que
los amastigotes a promastigotes metacíclicos kii, P langeroni, P longicuspis, P neglectus, P hace el control de los estadios preimago impo-
(metaciclogénesis), y algunos componentes de perfiliewi, P perniciosus, P syriacus y P tobbi sible (Dantas-Torres et al., 2012).
su saliva ayudan a que la infección se esta- (Killick-Kendrick, 1999). La transmisión es
blezca con éxito en el lugar de la picadura en mayoritariamente rural y periurbana, y tiene El vuelo de los flebótomos es típicamente muy
el hospedador vertebrado (Killick-Kendrick, lugar en casas con patios o jardines donde hay corto (aproximadamente 300 m) y por lo tanto,
1999). Se ha evaluado el posible papel de las perros y condiciones que favorecen la presencia las actividades de los adultos se suelen reducir a
Figura 3. Hembra de ftebótomo ingiriendo sangre.
garrapatas de la especie Rhipicephalus sangui- Cortesía de Centros para el Control y la Prevención los alrededores de los lugares de reproducción
neus (Coutinho et al., 2005) y las pulgas del de Enfermedades (CDC)/Frank Collins. (Maroli et al., 2013). Sin embargo, se ha demos-
género Ctenocephalides (Coutinho y Linardi, trado que una especie (P ariasi) se desplazó más
2007) como vectores potenciales adicionales de de 2 km en estudios de campo llevados a cabo
Leishmania, pero no existen pruebas de que la y delicadas. Los flebótomos tienen una meta- en el sur de Francia (Killick-Kendrick, 1999).
transmisión natural pueda ocurrir a través de morfosis completa. a través de cuatro fases de España, Francia, Italia, Portugal.
Este hallazgo sugiere que la leishrnaniosis puede
la picadura de otros ectoparásitos hematófagos desarrollo: huevo, larva (cuatro estadios), pupa España. tener una propagación más importante de la
que no sea la de los flebótomos (Quinnell y y adulto o imago (Maroli et al., 2013). Solo las Albania, Chipre, Croacia, que se había admitido previamente, debido a
Courtenay, 2009; Solano-Gallego et al., 2009). hembras son hematófagas, y necesitan la sangre Eslovenia, Grecia, Italia, Kosovo, la capacidad de desplazamiento del vector. En
para producir huevos. Los machos se alimentan Macedonia, Montenegro, la naturaleza, P ariasi sobrevive aproximada-
Rumanía, Turquía, Ucrania.
del néctar de las plantas. Su rango de actividad mente 29 días y P. perniciosus 31 días, durante
Albania, Chipre, Croacia, Grecia,
Características está. comprendido entre los 15 y 28 ºC, siempre Italia, Macedonia, Malta,
los cuales ingieren sangre en varias ocasiones
de los flebótomos y unido a una humedad relativamente alta y en Rumanía, Turquía. (Bryceson, 1996).
ausencia de condiciones meteorológicas extre- Chipre, Croacia, España, Francia,
distribución en Europa mas como la lluvia o los vientos fuertes (Killick- Italia, Kosovo, Malta, Mónaco, Las especies de flebótomos se han considerado
Montenegro, Portugal, Turquía.
Kendrick, 1999; Sharma y Singh, 2008). Los vectores de Leishmania a partir de una serie de
adultos son principalmente activos al atarde- Albania, Chipre, Croacia, Grecia,
Los flebótomos están presentes en extensas criterios aceptados, que incluyen el hecho de
Italia (Sicilia), Líbano, Siria,
áreas en el mundo, en distintos hábitats, desde cer, por la noche y al amanecer, aunque pueden Turquía. que el vector tiene que permitir el desarrollo
lugares bajo el nivel del mar a otros a más de picar durante el día si se les molesta. A diferencia completo del parásito y ser capaz de transmitir
Armenia, Azerbaiyán, Georgia.
3.000 m de altitud. En los trópicos y subtró- de los mosquitos, su ataque al hospedador es el parásito al picar al hospedador susceptible
picos, su ciclo de vida es continuo, pero en la silencioso (Maroli et al., 2013). La velocidad España. (Maroli eta!., 2013). Además, la saliva del insec-
región mediterránea las poblaciones de vecto- de vuelo de los flebótomos está. por debajo de to flebótomo contiene diversos agentes farmaco-
res tienen un patrón estacional más definido, 1 mis, considerablemente más baja que la de D: vector demostrado; p: vector probable. lógicos, como anticoagulantes, vasodilatadores,
• cordiciones experimenlales.
típicamente de la primavera al otoño (Tarallo los mosquitos (Killick-Kendrick, 1999). En los agentes antiplaquetarios y moléculas inmuno-
et al., 2010). Los flebótomos son insectos muy perros, los flebótomos se alimentan principal- moduladoras y antiinflamatorias, que pueden
Tabla 2. Distribución de vectores (género Ph/ebotomus,
pequeños, cuyo cuerpo rara vez sobrepasa los mente en áreas con poco pelo como la cabeza, subgénero Larroussíus) de leishmaniosis canina en paí- estar directamente implicados en la patogénesis
3,0 mm de longitud (fig. 3 ). Están cubiertos por puente nasal, pabellón auricular y áreas inguina- ses europeos (Killick-Kendrick, 1999; Maroli et al, 2013). de la leishmaniosis (Andrade et al., 2007).
abundantes pelos y sus alas adoptan una for- les y perianales (Solano-Gallego et al. 2009). En
ma de V característica cuando se encuentran condiciones favorables, un perro puede recibir
en reposo, su color varía de casi blanco a prác- hasta 700 picaduras en una sola noche en áreas
ticamente negro, y sus patas son muy largas endémicas (Killick-Kendrick y Rioux, 2002).
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA Leishmaniosis canina

Otras vías la frecuencia de transmisión vertical en áreas País (región) Perros (n) Seroprevalencia (rango) Referencia
de transmisión endémicas, debido a la considerable probabi- España
'' 15,7 % (0,0-46,6) Miró et al. (2013)
lidad de exposición a vectores. En un estudio
no vectorial brasileño, no se detectó infección en ninguno de
Francia (sur) 3 .922 12,4 % (3 ,0-28) Marty et al. (2007)

los 56 cachorros nacidos de 18 madres infecta- Grecia (Atenas) 2.620 19,5 % (2,1-30,1) Athanasiou et al. (20 12)
Aunque L. infantum se transmite de forma das con Leishmania (Andrade et al., 2002), lo Italia (norte) 4.456 26,4 % (14,0-60,5) Zaffaroni et al. ( 1999)
natural a través de las picaduras de flebótomos que sugiere que la transmisión transplacentaria
Portugal 3.974 6,3 % (0 ,9-17,4) Cortes et al. (2012)
infectados, se han descrito otros modos menos podría ser poco frecuente. Las pruebas actua-
habituales de transmisión en perros. Se sospe- les indican que la transmisión no vectorial, y
Tabla 3. Seroprevalencia de la infección por Leishmania infantum en perros. Ejemplos de algunos países europeos
cha, desde hace tiempo, de una transmisión sin en particular la transmisión vertical, es proba-
donde la leishmaniosis canina es endémica.
vectores en casos de infección por Leishmania blemente una vía primaria de transmisión de
en perros, en áreas donde los vectores están Leishmania en la raza Foxhound en América
ausentes. Los modos de transmisión no vec- del N orte, aunque las especies de Lutzomyia Los modos de transmisión no relacionados 5 % hasta más del 30 % (tabla 3 ). Basándose
toriales demostrados incluyen la infección a presentes en Estados Unidos pueden estar impli- con el flebótomo probablemente solo tengan en datos serológicos de Italia, Francia, España
través de transfusiones de sangre o de deriva- cadas en su transmisión (Petersen, 2009). un papel marginal en la historia natural y la y Portugal, se ha estimado que, al menos, 2,5
dos procedentes de donantes infectados, y la epidemiología de las infecciones por L. infan- millones (de 15 millones) de perros están infec-
transmisión vertical y venérea (Baneth y Solano- Se han detectado amastigotes viables de L. infan- tum en perros (Solano-Gallego et al., 2011). tados en estos países (Moreno y Alvar, 2002).
Gallego, 2012 ). tum en el semen y la orina de los perros infec- En áreas endémicas, la transmisión por los fle-
tados experimentalmente (Riera y Valladares, bótomos parece ser la causa más razonable de Sin embargo, la prevalencia de la infección es sig-
Se han documentado casos de transmisión 1996). Se ha detectado también la presencia de infección en perros y, salvo bajo condiciones nificativamente más alta que la seroprevalencia y
de L. infantum a perros a través de sangre y ADN de Leishmania en el semen, epidídimo, específicas de cría, es probable que la transmi- puede, incluso, exceder el 65 %, como se demos-
derivados, y es preocupante en áreas donde los glande y prepucio de perros enfermos infec- sión no vectorial sea poco frecuente (Quinnell tró con la detección de inmunidad celular espe-
donantes de sangre pueden presentar infeccio- tados por vía natural (Diniz et al., 2005). Un y Courtenay, 2009). cífica (Cabra! et al., 1998; Solano-Gallego et al.,
nes subclínicas (de Freitas et al., 2006; Tabar estudio reciente ha demostrado una frecuen- 2000) y especialmente de ADN de Leishmania
et al., 2008a). En América del Norte, se han cia relativamente alta de transmisión venérea mediante PCR en perros seronegativos (Solano-
producido casos de transmisión de Leishmania o sexual de Leishmania a perras sanas que se Distribución, Gallego et al., 2001a; Fernández-Bellon et al.,
a perros anémicos no infectados a través de la habían apareado con varios machos infectados 2008). Un estudio en la isla de Mallorca puso de
transfusión de unidades de glóbulos rojos pro- (Silva et al., 2009). Al igual que para la trans-
prevalencia manifiesto que el 13 % de los perros tenían leish-
cedentes de individuos de la raza Foxhound que misión vertical, la relevancia epidemiológica de e incidencia maniosis evidente, el 26 % eran seropositivos y el
fueron posteriormente detectados como seropo- este hallazgo todavía se tiene que definir. 63 % eran positivos a la PCR, mientras un 67 %
sitivos (Owens et al., 2001; Giger et al., 2002). La leishmaniosis canina es una importante presentaba indicios de infección por serología o
Además de la transmisión vertical y por trans- enfermedad zoonótica, endémica en más de 70 PCR (Solano-Gallego et al., 2001a). En áreas
Se ha demostrado la transmisión vertical, con- fusión sanguínea, también se ha sugerido que países en el mundo (Solano-Gallego y Baneth, donde la leishmaniosis canina es endémica, más
génita o in utero de L. infantum en cachorros el contacto directo de perro a perro, a través 2008). En el Viejo Mundo, las infecciones por de la mitad de los perros, que resultan estar infec-
nacidos de una hembra de raza Beagle infec- de mordeduras o heridas, pueda ser respon- L. infantum en perros son endémicas en muchas tados, están aparentemente sanos. Los estudios
tada experimentalmente, y se ha supuesto que sable de la transmisión entre perros (Schantz regiones del sur de Europa, África del norte y poblacionales han mostrado que solo un por-
la transmisión había sido transplacentaria et al., 2005). Esto podría proporcionar otra Asia, donde los perros son el reservorio prin- centaje bajo (< 10 %) de los perros desarrollan
(Rosypal et al., 2005). Se han descrito, ade- explicación para los brotes de leishmaniosis cipal del parásito (Baneth y Solano-Gallego, una enfermedad grave, mientras que una parte
más, varios casos de transmisión congénita de canina entre perros Foxhound de perreras de 2012). La mayoría de los estudios epidemiológi- considerable de ellos tiene infecciones subclínicas
Leishmania de madres a crías en condiciones Estados Unidos y Canadá (Duprey et al., 2006), cos de la infección por Leishmania en poblacio- persistentes (Solano-Gallego y Baneth, 2008). De
naturales en Europa (Mancianti y Sozzi, 1995; en ausencia de vectores aparentes e infección en nes caninas se ha basado en la detección de anti- hecho, la leishmaniosis canina solo es la punta
Masucci et al., 2003) y América (da Silva et seres humanos. Sin embargo, no se ha confirma- cuerpos específicos en estudios transversales. La del iceberg en áreas endémicas, donde la mayo-
al., 2009; Boggiatto et al., 2011). Se desconoce do con pruebas experimentales. seroprevalencia en el sur de Europa varía del ría de la población está. expuesta y se infecta

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LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA Leishmaniosis canina

sin mostrar signos clínicos de la enfermedad o asociados de forma significativa con la infección diferencias en la prevalencia de la infección por Los casos de leishmaniosis canina y humana
incluso anticuerpos séricos contra Leishmania por L. infantum en perros eran el pelo corto, raza Leishmania que se han descrito entre razas pue- han aumentado en Italia desde 1990, con la
(Baneth et al., 2008). pura, la restricción peridoméstica (comparada den estar principalmente debidas a los hábitos de detección de nuevos focos dentro de los límites
con la restricción doméstica), y la presencia de los perros y a sus tipos de actividad, con la corres- establecidos de las zonas endémicas. Además,
La prevalencia y especialmente la incidencia áreas verdes adyacentes a la casa, como se reve- pondiente exposición a los flebótomos (Gálvez et la infección por L infantum ha alcanzado las
pueden diferir significativamente, incluso entre ló con una revisión sistemática y el metaanálisis al., 2010). No obstante, se acepta que algunas faldas de los Alpes en el norte de Italia, un
áreas contiguas, dependiendo principalmente (Belo et al., 2013). razas autóctonas, como el Podenco Ibicenco y los área. definida anteriormente como no endémi-
de las condiciones ecológicas y climáticas que perros mestizos de áreas endémicas, tienen más ca (Maroli et al., 2008; Biglino et al., 2010).
determinan la abundancia y densidad relativa Aunque se han descrito niveles más altos de probabilidades de desarrollar inmunidad celular Estos recientes casos de leishmaniosis canina
de los vectores (Campino y Maia, 2013; Ready, infección en perros machos (Fisa et al., 1999; protectora y raramente presentan signos clínicos y humana, en el norte de Italia, se asocian con
2013). No se ha estudiado tanto la incidencia Zaffaroni et al., 1999), la mayoría de los estu- de leishmaniosis (Solano-Gallego et al., 2000). una extensión geográfica hacia el norte de 30
de la infección por L. infantum en perros como dios no revelan diferencias significativas entre años, y un aumento de la densidad de dos vec-
su prevalencia. En las afueras de Madrid, Amela géneros. Sin embargo, en una población enfer- tores: P perniciosus y P neglectus (Maroli et al.,
et al. (1995) encontraron un 3 % de casos nue- ma, la proporción de machos fue considera ble- Cambio climático 2013). El norte de la Italia continental es, aho-
vos de perros infectados cada nueva estación. mente más alta que la proporción de hembras en nuevas zonas ra, focalmente endémico para la leishmaniosis
Fisa et al. (1999), en un estudio serológico (Miranda et al., 2008). Los perros se pueden provocada por L. infantum y existe un riesgo
llevado a cabo en un área rural de Cataluña, infectar a cualquier edad, pero la seroprevalen- geográficas moderado de enfermedad en el ser humano,
encontraron una incidencia anual del 5,7 %, cia muestra un patrón bimodal, con niveles de aunque la intensidad de la transmisión pare-
mientras que Acedo-Sánchez et al. (1998) halla- infección más altos en animales de menos de Los cambios climáticos pueden afectar la dis- ce ser más baja que en entornos tradicionales
ron una incidencia estacional del 12,6-19,1 % tres y de más de ocho años, los cuales sufren tribución de la leishmaniosis directamente, por de leishmaniosis mediterránea (Maroli et al.,
en perros de caza en Andalucía. En el norte de una depresión inmunológica (Alvar et al., el efecto del aumento de la temperatura media 2008). Las investigaciones realizadas en perros
Italia, Zaffaroni et al. (1999) encontraron unos 2004). La distribución por edad de la enferme- sobre el desarrollo del parásito y la competencia han revelado la presencia de varias mascotas,
niveles de incidencia del 9-13 % en una pobla- dad tiene dos picos, con la prevalencia más alta del vector (Bates, 2007) o, indirectamente, por importadas de áreas tradicionalmente endémi-
ción canina de Liguria. Un estudio longitudinal de leishmaniosis canina entre los dos y cuatro el efecto de las variaciones ambientales sobre cas, infectadas por Leishmania, y se han iden-
realizado en individuos de la raza Beagle, los años y un segundo pico a los siete o más años la variedad y la abundancia de los flebótomos tificado cientos de casos autóctonos entre los
cuales fueron expuestos, sin haberlo sido nunca (Miranda. et al., 2008). En otro análisis retros- (Ready, 2010). Debido al calentamiento global, miles de animales a los cuales se les ha realizado
previamente, a tres estaciones de transmisión pectivo de 158 casos de enfermedad, las edades en Europa se ha desplazado hacia el norte la un estudio serológico en seis regiones (Morosetti
consecutivas en el sur de Italia, reveló que, al de los perros afectados variaban de nueve meses latitud máxima a la cual los flebótomos sobrevi- et al., 2009; Maroli et al., 2013). En alguna
final del estudio, casi todos los perros daban a quince años, con una media de cinco años ven y se reproducen (Maroli et al., 2008). En los ocasión, los casos autóctonos se detectaron en
positivo en PCR anidada de médula ósea (Oliva (Koutinas et al., 1999). Los datos de distintos últimos años, varios informes han demostrado áreas consideradas negativas un año antes con
et al., 2006). estudios, llevados a cabo en Europa, sugieren la emergencia de casos autóctonos de leishma- una vigilancia activa, lo que sugiere una rápi-
que el nivel de exposición entre géneros y gru- niosis canina (Ballart et al., 2011) y humana da propagación de la infección (Gramiccia y
En Europa, los perros en entornos rurales y periur- pos de edad puede variar de una región a otra (Cenderello et al., 2013) en nuevas regiones, jun- Gradoni, 2005).
banos parecen estar más expuestos (Zaffaroni (Mencke, 2011). to con un aumento significativo del número de
et al., 1999; Moreno y Alvai; 2002), aunque la perros infectados en áreas endémicas (Cardoso Existen otros ejemplos en Europa que sugieren
infección también es cada vez más frecuente en Cualquier raza canina en áreas endémicas está et al., 2004; Dereure et al., 2009; Miró et al., una expansión de la transmisión de L. infantum
áreas urbanas (Campino y Maia, 2013). Se ha expuesta a L infantum y se puede infectai; pero 2012). La propagación de la leishmaniosis cani- hacia latitudes septentrionales, incluidos los
señalado el hecho de vivir o dormir al aire libre las razas Boxei; Pastor Alemán y Rottweiler na en algunas partes de Europa se ha relaciona- casos de los Pirineos franceses (Dereure et al.,
por la noche como importantes factores de riesgo parecen ser más susceptibles al desarrollo de la do parcialmente con cambios en la distribución 2009) y de Galicia en el norte de España (Miró
para la infección por L. infantum. Así, el nivel de enfermedad. Por el contrario, el Caniche o el del vectoi; pero también con el au1nento de los et al., 2012). Los Pirineos se consideraban habi-
infección en perros de guardia es más alto que el Yorkshire Terrier tienen porcentajes significati- desplazamientos de los perros infectados de la tualmente como la parte exterior de la zona
de aquellos utilizados como mascotas o perros de vamente más bajos comparados con las pobla- región mediterránea a áreas centrales y septen- endémica de leishmaniosis mediterránea en el
caza (Gálvez et al., 2010). En Brasil, los factores ciones de referencia (Miranda et al., 2008). Las trionales (Dantas-Torres et al., 2012). sur de Francia. Sin embargo, se han descrito
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aumentos en la incidencia y distribución de la áreas endémicas o viajaron a estas zonas, prin- que un reservorio potencialmente significativo far Disease Control and Prevention, C DC)
leishmaniosis a partir de un nuevo foco en el cipalmente al sur de Europa, aunque en algu- de perros infectados reside en áreas donde las determinó la presencia de perros seropositivos
sur de Francia donde un aumento registrado de nos casos la transmisión también puede haber condiciones climáticas futuras quizá favorez- en 18 de 35 estados de Estados Unidos y en dos
1 ºC en las temperaturas medias anuales, en un sido autóctona (Campino y Maia, 2013 ). Los can la introducción de vectores competentes de cuatro provincias canadienses (D uprey et al.,
intervalo de 20 años, probablemente ha afec- casos de esta enfermedad en la especie canina (Shaw et al., 2009). En áreas no endémicas, los 2006). También se ha observado una prevalen-
tado la densidad y difusión de los dos vectores han aumentado en muchos países del norte perros infectados también pueden contribuir cia de la infección más alta en co1nparación con
locales: P. perniciosus y P. ariasi (Dereure et de Europa, incluidos los Países Bajos (Teske et a mantener la infección por Leishmania en la la población canina global en razas de perros de
al., 2009). En el norte de España, se determinó al., 2002), Reino Unido (Shaw et al., 2009) y población canina mediante modos de transmi- países europeos endémicos, incluidas las razas
un estado de endemicidad baja debido a una Alemania (Mencke, 2011), en particular debido sión no vectoriales, raros pero no imposibles Cane Corso Italiano, Spinone Italiano y Mastín
seroprevalencia local considerablemente baja. a los desplazamientos de muchos perros a nivel (Solano-Gallego et al., 2009 ). N apolitano (Petersen, 2009).
No obstante, los datos recientes, procedentes de internacional. Un estudio en los Países Bajos
Galicia, señalan un incremento sustancial de las reveló que aproximadamente 58.000 perros (de En el caso de Alemania, los datos disponibles
estimaciones previas realizadas, con cifras simi- una población canina de 1,2 millones) viajaron indican que una gran mayoría de las infeccio- Relación entre
al sur de Europa con sus propietarios por vaca- nes por L. infantum se adquieren en regiones
lares a las estimadas para las áreas de España leishmaniosis canina
clasificadas como endémicas (Amusategui et al., ciones entre abril y octubre de 1989. El riesgo de endémicas, predominantemente en la cuenca
2004; Miró et al., 2012 ). contraer la infección por L. infantum para estos mediterránea (incluido Portugal). Sin embargo, y humana
perros que viajaron al extranjero se estimó entre se han descrito casos en humanos, y un número
También se revela la propagación de la infec- el 0,027 % y el 0,23 % si no estaban protegidos creciente de casos en perros, cuyos anteceden- Con las excepciones de la leishmaniosis vis-
ción canina por L. infantum a regiones pre- (Teske et al., 2002). tes sugieren una infección autóctona en el país ceral causada por L. donovani y de la leish-
viamente consideradas no endémicas fuera de (Mencke, 2011). La transmisión no vectorial maniosis cutánea causada. por L. tropica, los
Europa, como es el caso en ciertas áreas del En Reino Unido, se identificaron 257 casos puede explicar algunos de estos casos autóc- seres humanos son hospedadores accidentales
sur de Brasil (Thomaz-Soccol et al., 2009) y clínicos confirmados de leishmaniosis canina tonos de leishmaniosis canina en Alemania de Leishmania, mientras que otros mamíferos
del norte de Argentina (Salomón et al., 2008; que habían entrado en el país. La mayoría de (N aucke y Lorentz, 2012 ). No obstante, en los son los reservorios (Ashford, 2000). En paí-
Dantas-Torres et al., 2012 ). Por otra parte, la los 183 perros, con un historial completo de últimos años, se ha encontrado en el sur de ses o regiones donde la leishmaniosis visceral
leishmaniosis canina se ha hecho más aparen- viajes, habían pasado al menos seis meses en el Alemania Phlebotomus mascittii, una especie zoonótica es endémica, los perros infectados
te en latitudes septentrionales en las cuales los sur de Europa (España, Grecia, Portugal, Italia, de flebótomo antropofílica, y P perniciosus, un son el reservorio principal de L. infantum para
flebótomos está n ausentes o presentes en den- Francia, Chipre y Malta), 28 perros habían sido vector demostrado de L. infantum (N aucke et los humanos y otros animales (Solano-Gallego
sidades muy bajas, como en Alemania (N aucke adoptados en centros de adopción en el país de al., 2008). En muestras de sangre tomadas de et al., 2009). La susceptibilidad humana a L.
y Schmitt, 2004; N aucke et al., 2008) y en el origen y 26 entraron en Reino Unido con leish- perros entre julio de 2004 y diciembre de 2009 infantum es baja y, por lo tanto, las infecciones
este de Estados Unidos y Canadá (Duprey et al., maniosis confirmada. Tres perros afectados sin en Alemania, de los cuales más del 90 % de los asintomáticas son comunes en las poblaciones
2006; Ready, 2010 ). antecedentes de viajes se habían recogido de animales habían pasado parte de sus vidas en el sanas (Gramiccia y Gradoni, 2005). Sin embar-
centros de adopción de Reino Unido. El espec- extranjero, Menn et al. (20 10 ) encontraron una go, las investigaciones en algunas regiones del
tro de los signos clínico-patológicos para este seroprevalencia del 12,2 % para Leishmania. sur de Europa endémicas para la leishmaniosis
Leishmaniosis canina grupo de perros era similar al descrito en países canina sugieren una exposición frecuente de
en zonas no endémicas endémicos (Shaw et al., 2009). Desde la intro- Se ha detectado L. infantum MON -1 entre la las personas al parásito (Acedo-Sánchez et al.,
ducción del Programa de Viaje para Mascotas población de Foxhounds de América, donde 1996; Papadopoulou et al., 2005; Marty et al.,
La leishmaniosis canina se puede definir como (Pet Travel Scheme, PET S) en el año 2000, es posible que se haya convertido en endémica. 2007). Además de poner en riesgo la vida de
no endémica en países o regiones donde los fle- existe información completa disponible sobre Sin embargo, algunas características epidemio- los perros, la leishmaniosis provocada por L.
bótomos están ausentes y donde los casos clí- los perros que entran en Reino Unido, con un lógicas no parecen respaldar la implicación de infantum debe ser considerada como una enfer-
nicos esporádicos corresponden a infecciones total de 4 11 .582 perros registrados entre el año vectores (Petersen, 2009). Un estudio retrospec- medad importante para el ser humano, que pue-
por L infantum adquiridas principalmente en 2000 y enero de 2008. El número de perros tivo llevado a cabo desde el mes de abril del año de causar una enfermedad grave e incluso la
el extranjero (Mencke,2011). La mayoría de los que viajan a Reino Unido ha aumentado cada 2000 a diciembre de 2003 por los Centros de muerte, especialmente en niños pequeños y en
perros infectados en estas regiones proceden de año (Mencke, 2011 ). Estos datos confirman Control y Prevención de Enfermedades (Centers adultos con SIDA (Miró et al., 2008).
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Se ha sugerido la infección en perros como mar- Alvar et al. (1997) sugirieron un modelo mix- densidad alta, los perros parecen ser la única Dentro del amplio rango de carnívoros salva-
cador del riesgo de transmisión de L. infan- to para la transmisión de Leishmania al ser especie de animal doméstico que mantiene L. jes infectados por L. infantum, destacan, por
tum a la població n humana susceptible, pero humano en los países mediterráneos del sur de infantum naturalmente (Ashford, 2000). Son su frecuencia en los informes, el zorro rojo
la leishmaniosis es más prevalente y está más Europa: por un lado el ciclo natural, zoonótico los principales reservorios de L. infantum, pero ( ½1lpes vulpes) en el sur de Europa (Dipineto
ampliamente distribuida que la leishmaniosis y endémico, que se mantiene entre perros por también se han documentado infecciones en et al., 2007) y el zorro cangrejero ( Cerdocyon
visceral humana (Campino y Maia, 20 13 ). la picadura de flebótomos y que solo afecta muchos otros mamíferos domésticos y salva- thous) en Brasil (Quinnell y Courtenay, 2009).
Aunque coinciden geográficamente en países a los humanos de forma accidental. Por otro jes tanto del Viejo como del N uevo Mundo, En el Viejo Mundo, además del zorro rojo, se
del sur de Europa, la leishmaniosis canina es lado el ciclo artificial, antroponó tico y epidé- como pueden ser los gatos, caballos, cerdos, ha detectado infección por L. infantum en car-
muy prevalente en algunas áreas, mientras que mico, asociado a los consumidores de drogas cánidos salvajes, roedores y liebres (Quinnell nívoros como el chacal dorado (Canis aureus)
la leishmaniosis humana puede ser hipoendémi- coinfectados por Leishmania y por el VIH. Este y Courtenay, 2009). (Mohebali et al., 2005), el lobo (Canis lupus),
ca (Solano-Gallego y Baneth, 2008). último ciclo se considera artificial porque las la mangosta egipcia (Herpestes ichneumon), la
formas transmitidas son amastigotes, antropo- Se han registrado casos de infección subclínica jineta (Genetta genetta), el lince Ibérico (Lynx
En áreas endémicas, es improbable que la leish- nótico porque los adictos a las drogas actúan en gatos domésticos en algunas regiones endé- pardinus) (Sobrino et al., 2008), el gato asilves-
maniosis visceral humana esté relacionada como reservorios, y epidémico por su modo de micas pa ra la leishmaniosis visceral zoonótica trado y la marta (Martes martes) (Millán et al.,
.,
con la transmisión directa por perros, ya que propagac1on. del sur de Europa y Brasil. También se han des- 2011). En el N uevo Mundo, la infección por
la infección se produce con mayor frecuencia crito casos esporádicos de la enfermedad (ver L. infantum (sin. L. chagasi) se ha observado
a través de los flebótomos (Killick-Kendrick, La existencia de una asociació n positiva entre capítulo 10). La clasificació n de los gatos como en varias especies adicionales, como los marsu-
1999). Además, en el sur de Europa, no parece la prevalencia de la infección en perros y la hospedadores reservorios primarios, secunda- piales (Didelphis spp.) (Quinnell y Courtenay,
que la presencia de un perro infectado en un incidencia de la enfermedad en seres humanos rios o accidentales no está todavía clara y el 2009). Se han descrito casos de leishmaniosis
hogar incremente el riesgo de infección de la puede ser objeto de debate. Sin embargo, unas papel de estos animales en la epidemiología de clínica en el lobo en Croacia (Beck et al., 2008 ),
familia, cuando la transmisió n ya tiene lugar medidas efectivas para el control de la leishma- L. infantum requiere un estudio más profundo y en un perro venadero (Spheotos venaticos)
en la región. Por lo tanto, poseer perros con niosis canina podrían llevar a una reducción de (Maia y Campino, 2011). y en un zorro Hoary (Lycalopex vetulus) en
leishmaniosis no parece representar un riesgo los casos de leishmaniosis zoonótica en perso- Brasil (Luppi et al., 2008). Se han detectado
adicional para las personas (Solano-Gallego et nas en regiones endémicas (Solano-Gallego y En la década pasada, se observaron varios casos casos puntuales en un solo individuo de una
al., 2009). No obstante, se ha observado una Baneth, 2008). confirmados de leishmaniosis cutánea causada especie: en una foca (Monachus monachus) en
relación en poblaciones rurales del norte de por L. infantum en caballos del centro (Koehler el Viejo Mundo y en un murciélago ( Caro/lía
Irán, donde la densidad de perros y el hecho et al. 2002) y del sur de Europa (Solano-Gallego perspicillata) en el N uevo Mundo (Quinnell
de tener perros constituían un factor de riesgo Otros reservorios et al., 2003a; Roliio et al., 2005). Una nueva y Courtenay, 2009). Se piensa que los cáni-
significativo para la seropositivida.d en niños de la infección por especie distinta descrita originalmente como dos silvestres pueden ser una fuente adicional
(Gavgani et al., 2002a). Después de un año de procedente de Tailandia, Leishmania siamen- de infección humana y canina (Sobrino et al.,
uso de collares impregnados de insecticida, se Leishmania infantum sis, también ha sido detectada en caballos de 2008), pero la existencia de un ciclo selvático
observó un descenso significativo de las nuevas Suiza y Alemania (Müller et al., 2009). Las independiente de los perros domésticos infecta-
infecciones detectadas por serología en perros Un hospedador reservorio es un individuo pruebas de inmunidad humoral y celular han dos es cuestionable (Ashford, 2000).
y en niños pequeños (Gavgani et al., 2002b). o una población infectada de forma crónica demostrado que la exposición es mucho más
Por otra parte, varios estudios, desarrollados en con el agente causal de una enfermedad, y frecuente que la enfermedad en équidos domés- Se han observado infecciones subclínicas en roe-
Brasil, revelaron que un aumento de la preva- que puede actuar como fuente de infección ticos (Fernández-Bellon et al., 2006; Lopes et dores del sur de Europa, principalmente en la
lencia de la infección canina iba acompañado de para el ser humano y otros hospedadores al., 20 13). En el noreste de Brasil, se ha descrito rata negra (Rattus rattus) (Gradoni et al., 1983;
un aumento de la incidencia de la leishmaniosis (Dantas-Torres et al., 20 12). Los reservorios la reactividad serológica de los cerdos domésti- Quinnell y Courtenay, 2009), pero también en
humana (Margonari et al., 2006; Werneck et al., de Leishmania deben ser abundantes, infec- cos naturalmente expuestos. En el mismo infor- la rata parda (Rattus norvegicus) y en el ratón
2007); y que unas condiciones socioeconómicas tados en gran proporción, atractivos y con me, se observó que las cerdas infectadas con L. común (Mus musculus) (Helhazar et al., 2013 ).
deficientes tenían un efecto amplificador sobre capacidad para infectar a los flebótomos, así infantum experimentalmente eran resistentes Desde el año 2009, se han producido más de
la asociación entre infección canina y enferme- como mantener la infección a lo largo de todo al desarrollo de la parasitemia (Moraes-Silva 400 casos de leishmaniosis visceral zoonótica
dad humana (Wemeck et al., 2007). el año (Campino y Maia, 2013). Debido a su et al., 2006). en personas en el suroeste de la Comunidad de
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Madrid (España) y se ha identificado un nuevo Solano-Gallego, 2012). Además de los perros,


reservorio, la liebre Ibérica (Lepus granatensis) la capacidad de infectar vectores también se LEISHMANIOSIS CANINA
(Molina et al., 2012; Arce et al., 2013). Tanto en ha confirmado por xenodiagnóstico para los
el Viejo como en el N uevo Mundo, una caracte- seres humanos, ratas negras, zorros cangre-
rística notable de los estudios en hospedadores jeros, zarigüeyas, gatos domésticos y liebres,
domésticos y salvajes, aparte del perro do1nés- que tienen el potencial de actuar como reser-
tico, es la baja proporción de infecciones con
expresión clínica (Quinnell y Courtenay, 2009).
vorios de L. infantum (Quinnell y Courtenay,
2009; Molina et al., 2012). Estos hospedadores
Patogénesis y
La transmisión de L. infantum por perros
domésticos constituye la principal vía para
pueden actuar como fuente de infección para
los flebótomos, pero su rol como reservorios
primarios o secundarios debe estudiarse con
respuesta inmunitaria
la infección zoonótica en la mayoría de las mayor profundidad, y a nivel poblacional más
áreas endémicas a nivel global (Baneth y que individual (Quinnell y Courtenay, 2009). Sergio Villanueva Saz • Laura Ordeix i Esteve • Laia Solano Gallego

Puntos clave
■ Introducción
Patogénesis


Mecanismos de evasión de la respuesta inmunitaria
Respuesta inmunitaria humoral

Respuesta inmunitaria celular: innata y adquirida
Control genético de la enfermedad
■ La mayoría ije los perros infectados en regiones no enijémicas Rrocedían de áreas enijémicas o ~abían
viajado a estas zonas, Rero en ciertos casos la transmisión RQdría haber sido autóctona.


Resumen
Patogénesis y
las manifestaciones clínicas de la infección por Leishmania infantum en el perro son variables, desde una infección subclí- respuesta inmunitaria
nica crónica hasta una enfermedad muy grave, que puede ser fatal. El amplio espectro de manifestaciones clínicas se delie
principalmente a la diferencia en la inmunogenética de cada perro, que conduce a un cambio en la respuesta inmunitaria.
Sin embargo, es importante señalar que la información disponible sobre la respuesta inmunitaria innata y adquirida, así
como sobre la inmunogenética, es escasa ymuy limitada en el perro. Para sobrevivir, multiplicarse ydiseminarse, el parásito
cuenta con una serie de mecanismos de evasión. La "susceptibilidad" o "resistencia" dependerá del tipo de respuesta
inmunitaria que elabore el perro frente al parásito, ya sea innata oadquirida. En perros resistentes, la respuesta inmunitaria Introducción clínica. El sistema inmunitario y la base genética
será mayoritariamente de tipo celular (inmunoperfil Thl con producción de interferón gamma (IFN-y)), con activación de son probablemente los factores más importantes,
macrófagos que se encargarán de eliminar el parásito y controlar la infección. El desarrollo de la enfermedad clínica se En general, en las enfermedades de transmisión aunque también puede influir la edad, el sexo, el
caracteriza por una elevada producción de anticuerpos no protectores, que permite que el parásito se disemine. Se observa vectorial en el perro, como leishmaniosis, babe- estado nutricional del perro, la virulencia de la
en estos perros un inmunoperfil mixto Thl/Th2. Además, otras células inflamatorias, como macrófagos, neutrófilos, linfo- siosis, hepatozoonosis, rickettsiosis y ehrlichio- cepa de Leishmania y la carga parasitaria en el
citos Treguladores (Tr), junto con receptores, citocinas yquimiocinas, juegan un papel imP:Qrtante en el transcurso de esta
sis, entre otras, las lesiones observadas se deben perro infectado, así como la presencia de infec-
infección. Algunas de las lesiones son consecuencia de la producción masiva de anticuerpos anti-Leishmania, que generan
a la respuesta exagerada de defensa (fenóme- ciones previas o enfermedades concomitantes
reacciones de hipersensibilidad de tipo II ytipo 111, como uveítis oglomerulonefritis. Otras lesiones se deben a la marcada
nos inmunopatológicos secundarios) que tiene (Solano-Gallego et al., 2009). Los mecanismos
respuesta inflamatoria de tipo macrofágico-linfoplasmocelular.
el hospedador frente al parásito, más que a la que determinan estas respuestas clínicas e inmu-
actividad per se del patógeno sobre las células nitarias polarizadas se conocen poco.
o los tejidos del hospedador (Day, 2011). Por lo
Summary general, los parásitos han evolucionado de tal Hay razas en las que el desarrollo de signos
manera que se han adaptado completamente a clínicos de leishmaniosis es muy poco frecuen-
Clinical manifestations of Leishmania infantum infection in dogs are variable, ranging from chronic subclinical infection to su hospedador. En muchos casos, su presencia te (Podenco Ibicenco) (Solano-Gallego et al.,
a ver¡ severe disease, which ultimately may be fatal. lt appears that this broad spectrum of clinical manifestation is mainly se detectará solo cuando se presenten en un 2000), y otras en las que la enfermedad clínica es
dueto the differing immunogenetics within each dog leading to a variation in immune res¡J:Qnses. However, it is important número inusualmente elevado o cuando alteren muy común (Rottweilei; Pastor Alemán, Boxei;
to note that information on the innate and acquired immune response and accompanying immunogenetics is very scarce. la fisiología y los tejidos del hospedador en los Cocker Spaniel) (Solano-Gallego et al. , 2011).
In order to survive, multiply, and spread infection, the parasite has a number of evasion mechanisms. "Susceptibility" or que se localizan. Para cualquier parásito, el éxi- No obstante, el hecho de que un perro sea resis-
"resistance" will depend on the type of immune response invoked within the dog towards the parasite, either innate or to de su supervivencia depende en gran medida tente o susceptible depende de la capacidad del
acquired. In resistant dogs, there is mainly a cellular immune response (Thl immunoprofile with IFN-y production), with de la propia capacidad para evadir la respuesta sistema inmunitario del animal para hacer fren-
activation of macrophage allowing the elimination of the paras~e and control infection. The development of clinical disease inmunitaria del hospedadoi; a través de dife- te a L. infantum. La. situación de resistente o
is characterized by a high non protective antibody production which in turn allows the parasite to spread. Amixed Thl/Th2 rentes estrategias de actuación (lizard, 2013). susceptible no es estática. Cualquier situación
response is observed. In addition, other inflammatory cells such as macrophages, neutrophils and Tregulatory IY[lphocy\es, de estrés, un tratamiento farmacológico o una
alongside receptors, cytokines and chemokines play an important role in this infection. Sorne of the lesions are aconsequence Es clave el papel que juega la respuesta inmuni- enfermedad inmunosupresora concomitante
of the massive production of anti-Leishmania antibodies that will generate hypersens~ivity type II and fyiJ'e III such as uveitis taria en el curso de la infección por L. infantum repercutirá en el sistema inmunitario del perro,
or glomerulonephritis. Othet lesions are dueto the marked macrophagic-lymphoplasmacellular inflammatQ!)' response.
en el perro (Tizard, 2013). La manifestación lo que hace que un perro que era capaz de con-
clínica de esta infección en el perro es variable, trolar la infección desarrolle la enfermedad clí-
y se puede presentar como una infección sub- nica (Solano-Gallego et al., 2009).
clínica, una enfermedad leve o moderada, o una
enfermedad muy grave. La respuesta inmunita- En aquellos perros con una respuesta inmunita-
ria juega un papel muy importante en la apari- ria protectora frente al parásito predominará un
ción de las diferentes manifestaciones clínicas. perfil con linfocitos T CD4♦, caracterizado por
la producción de citocinas de tipo Thl, como
Muchos factores hacen que un perro avance hacia IFN-y, interleucina 2 (11-2) y factor de necrosis
el control de la infección o hacia la enfermedad tumoral alfa (TNF-a), que induce la síntesis
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y liberación de moléculas con actividad anti- Múltiples células del sistema inmunitario,
Leishmania, por lo que se puede controlar la
diseminación del parásito y, por tanto, la infec-
ción. En los perros susceptibles se incrementa
principalmente macrófagos, migrarán hacia
el foco inflamatorio y fagocitarán a los pará-
sitos presentes (Liu y Uzonna, 2012). En el

la actividad humoral, además de reducirse la interior del macrófago se formará una vacuola
inmunidad celular, con predominio de linfocitos parasitófora, con la finalidad de eliminar al
T CD4• con un perfil mixto de citocinas de tipo parásito mediante la síntesis y liberación de
Th l /fh2 (Barbieri, 2006; Baneth et al., 2008; diversas moléculas, destacando el papel leish-
Carrillo y Moreno, 2009). manicida del óxido nítrico (NO) (Holzmuller
et al., 2006; Zafra et al., 2008). Otras células
Este capítulo describe la patogénesis de la infec- con capacidad fagocitíca, como los neutrófilos, NK
ción por L. infantum en el perro, los mecanis- también llegan al foco inflamatorio, si bien se
mos de evasión del parásito para la superviven- desconoce el papel que pueden jugar en el con- Anticuerpo
cia del mismo, y la respuesta inmunitaria que se trol o la diseminación de la infección (Ritter et
desarrollará en el perro tanto susceptible como al., 2009). Si la respuesta de la célula fagocí-
resistente. Sin embargo, algunos mecanismos no
se han descrito en el perro ni en la infección por
tica no es efectiva, se producirá la multiplica-
ción del parásito por fisión binaria en forma
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L. infantum y, por tanto, se describen los meca- de amastigotes (Solano-Gallego et al., 2009).
nismos documentados en otros hospedadores y
especies de Leishmania.
Tras la multiplicación dentro de los macrófa-
gos infectados, estos se lisarán y permitirán la
liberación del parásito en forma de amastigo-
(J o• (:)•• "" CON FAGOCITOSIS

tes, que pueden fagocitarse por otras células


Patogénesis próximas, como macrófagos o neutrófilos y,
por tanto, favorecer la diseminación del pará- Figura 1. Citotoxicidad mediada por células dependientes de anticuerpos (hipersensibilidad tipo 11).
Este tipo de reacción se caracteriza por la proliferación de células plasmáticas y un aumento de la síntesis de anticuerpos,
El parásito L. infantum presenta un ciclo de sito y alcanzar diversos órganos del sistema
que en ocasiones pueden ser autoanticuerpos. A veces estos anticuerpos producidos por el sistema inmunitario se unen
vida digénetico, con una forma flagelar extra- linfohematopoyético, como ganglios linfáticos, a antígenos en la superficie de células del propio paciente (autoanticuerpos). Estos antígenos reconocidos pueden ser
celular o promastigote, localizada en un hos- bazo, hígado y médula ósea, entre otros. extrínsecos, es decir, adsorbidos en las células después de la exposición a un patógeno como Leishmania. Diferentes
pedador invertebrado, y una forma aflagelar células inmunológicas, como las Natural Killer (NK), macrófagos (M), neutrófilos (N) y eosinófilos (E), se unen por
medio de sus receptores a la fracción Fe (fragmento cristalizable) de la inmunoglobulina fijada a la célula diana, como
o amastigote, que afecta al hospedador verte- Como consecuencia de la continua estimula- glóbulos rojos, plaquetas u otras células, lo cual puede originar lisis celular mediante fagocitosis y, como consecuencia,
brado (Solano-Gallego et al., 2009). El hos- ción antigénica, se produce una proliferación trombocitopenia o anemia inmunomediada, entre otras.
pedador invertebrado es un artrópodo del masiva de linfocitos B y células plasmáticas,
género Phlebotomus (Europa, Asía y África) con una masiva producción de anticuerpos, y
o Lutzamyia (América), mientras que los hos- la consiguiente linfadenomegalia e hiperglo- tanto en forma de citotoxicidad mediante célu- clínica. Las principales lesiones consecuencia
pedadores vertebrados pueden ser el hombre, bulinemia. En la patogenia de la infección por las dependientes de anticuerpos (fig. 1), como de las reacciones de hipersensibilidad de tipo
el perro u otros mamíferos. Para que el ciclo L. infantum, las dos principales reacciones de por reacciones dependientes del complemento ID se localizan en úvea (Peña et al. 2008) y glo-
se lleve a cabo, una hembra de Phlebotomus o hipersensibilidad descritas son la hipersensibi- (fig. 2). Por el contrario, la reacción de hiper- mérulo renal (Costa et al., 2003). Sin embargo,
Lutzomyia que contenga las formas infectantes lidad de tipo 11 y la hipersensibilidad de tipo ID sensibilidad de tipo ID (fig. 3) se asocia con la es posible encontrar lesiones en otras regiones,
del parásito (promastigote metacíclico) se ali- (Baneth y Solano-Gallego, 2012). La hipersen- formación de inmunocomplejos de antígeno- como la sinovia (Blavier et al., 2001).
menta de la sangre de un perro, hombre u otro sibilidad de tipo II se caracteriza por reacciones anticuerpo circulantes que, al depositarse en
mamífero. Los flebótomos macho del género mediadas por la interacción de un anticuerpo los tejidos, provocan la activación de fagocitos Los depósitos de inmunocomplejos también
Phlebotomus se alimentan exclusivamente de (principalmente inmunoglobulinas (lgs) tipo G y daño tisular. Estos mecanismos patológicos pueden situarse en los vasos de la piel, lo cual
plantas y, por tanto, no transmitirán L. infan- y M) con el antígeno presente en la superficie son responsables de la necrosis tisular y de induce vasculitis, clínicamente detectadas por el
tum (Killick-Kendrich, 1999). de las células y otros componentes tisulares, algunas lesiones observadas en la enfermedad veterinario, como lesiones necróticas dérmicas
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PMNs

., Complemento

I
Complemento
IJJi •
Anticuerpos
: ~~'-.• i- Liberación de sustancias
tóxicas con ten idas en los
gránulos (hidrolasa ácida,
mieloperoxidasa, radicales
hidroxilo, peróxido de
hidrógeno, etc.)

--~

LISIS POR ACTIVACIÓN
DEL COMPLEMENTO
(C.A.M.)

Células diana lllflO TISULAR


(plaquetas, glóbulos rojos u otras células) Vaso sanguíneo*

Figura 2. Reacciones dependientes del complemento (hipersensibilidad tipo 11). Figura 3. Depósito de inmunocomplejos en la infección por L hfantum (hipersensibilidad tipo 111).
Se produce una proliferación de células plasmáticas (P) con producción de anticuerpos, que a veces pueden ser Los inmunocomplejos se forman cuando entran en contacto los anticuerpos con el antígeno, y se eliminan de
autoanticuerpos. Los anticuerpos lgG e lgM se unen al antígeno formando complejos que activan el complemento para forma efectiva por el sistema fagocítico mononuclear. En la leishmaniosis clínica, hay una producción continuada
eliminarlo, formándose posteriormente el complejo de ataque (C.A.M.), el cual dana y lisa las células diana. de anticuerpos y una alta carga parasitaria, por lo que se forman los inmunocomplejos y su eventual deposición
en los tejidos, como consecuencia de la superación de la capacidad del sistema fagocrtico mononuclear para su
eliminación. El sistema inmunitario, en un intento por eliminar los inmunocomplejos depositados, atrae a diversos
polimorfonucleares (PMNs) a través del complemento y se produce la liberación por exocitosis de diversas enzimas
contenidas en los lisosomas, las cuales lesionan los tejidos adyacentes en los que se localizan los inmunocomplejos.
• Estos procesos ocurren en vasos sanguíneos donde hay turbulencias y se depositan inmunocomplejos.
en regiones anatómicas distales, como los pabe- lesiones que se producen en el transcurso de la
llones auriculares, consecuencia de la isquemia enfermedad están mediadas por una reacción
local generada por la vasculitis. Los vasos de de hipersensibilidad, como en la inflamación
otras localizaciones también son susceptibles, y piogranulomatosa o linfoplasmocelular, que
pueden estar afectados por dicho proceso. Otro puede detectarse en órganos donde está presen- de los vasos adyacentes (vasculitis neutrofílica), junto con una marcada hipertrofia e hiperpla-
fenómeno descrito como consecuencia de esta te el parásito. Por tanto, las lesiones observadas junto con la formación de anticuerpos antimio- sia de macrófagos medulares en cordones y
producción masiva de lgs es el desarrollo de en la leishmaniosis clínica se deben a numerosos fibra que lesionan los miocitos y los depósitos senos del ganglio linfático. El incremento con-
autoanticuerpos por parte de los perros enfer- mecanismos inmunopatológicos. de inmunocomplejos que se localizan en el teji- siderable del tamaño del bazo en perros clíni-
mos, por lo que puede producirse el fenómeno do muscular (Baneth y Solano-Gallego, 2012). camente enfermos se debe al incremento de la
de trombocitopenia inmunomediada (hipersen- Otra alteración asociada a la enfermedad, celularidad (monocitos y macrófagos), junto
sibilidad de tipo 11), que agrava el cuadro clínico como la debilidad muscular, se debe a la pre- La linfadenomegalia consecuencia de la infec- con un aumento de fibras reticulares y cambios
del perro enfermo (Baneth y Solano-Gallego, sencia de un infiltrado inflamatorio en el mús- ción se debe al incremento tanto del número en la estructura microvascular de este órgano
2012). También cabe destacar que no todas las culo (miositis mononuclear), una inflamación como del tamaño de los folículos linfoides, (Baneth et al., 2008).
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Mecanismos de membrana (C5b-C9) en la propia superficie del son los desarrollados por L. amazanensis, que hospedador depende del ambiente inmunoló-
parásito. Este complejo se caracteriza por tener la gico presente. Leishmania es capaz de modular
evasión de la es capaz de secuestrar moléculas del CMH
capacidad de lisar la superficie donde se deposita tipo II o antígeno dentro del fagolisosoma, o este ambiente (Shio et al., 2012). Por un lado,
respuesta inmunitaria (Bogdan y Rollinghoff, 1998). Otro mecanismo incluso dificultar que la molécula o moléculas mediante la estimulación de la producción de
es la catálisis y conversión de la proteína del antigénicas se acoplen al CMH tipo II (Olivier ciertas citocinas con capacidad inmunosupreso-
Las especies que conforman el género complemento C3b en C3bi, que se caracteriza et al., 2005). En el perro, se ha demostrado que ra, como la inhibición de la actividad macrofá-
Leishmania han desarrollado diversos mecanis- por tener propiedades de opsonina, de manera L. infantum es capaz de originar una disminu- gica por acción del factor de crecimiento trans-
mos que les permiten evadir, sobrevivir y mul- que atrae a los macrófagos al foco inflamato- ción de la expresión de moléculas de superficie, formante beta (TGF-~) (Gantt et al., 2003). Por
tiplicarse de forma intracelular en el hospeda- rio con la finalidad de infectarlos (Ritter et al., como la B7 en CPAs infectadas y, por tanto, otro lado, también pueden suprimir otro tipo
dor vertebrado. La mayoría de estudios sobre 2009), principal mecanismo descrito en la infec- es un mecanismo de evasión de este parásito de citocinas, entre ellas el TNF-a, secretadas en
mecanismos de evasión de parásitos del género ción por L. majar y Leishmania amazanensis (Pinelli et al., 1999a). un ambiente de respuesta inmunitaria efectiva
Leishmania se han realizado con especies que (Olivier et al., 2005). Por tanto, Leishmania no (Bogdan y Rollinghoff, 1998). También es posi-
infectan a las personas, como Leishmania majar. solo parece que evita la activación del complejo ble que Leishmania estimule la síntesis de deter-
Desafortunadamente, la infonnación disponible de lisis de ataque a la membrana, sino que ade- Inhibición de moléculas con minadas citocinas, como IL-10, capaz de inhibir
en el caso de la infección por L. infantum es esca- más estimula las células inmunitarias para poder capacidad leishmanicida la producción de NO (Olivier et al., 2005).
sa. A continuación, se describen los principales invadirlas (Bogdan y Rollingho~ 1998). Una vez que el macrófago fagocita Leishmania,
mecanismos de evasión del género Leishmania. se ponen en marcha los mecanismos de diges-
tión y lisis por actividad de los fagolisosomas Linfocitos T reguladores
Inhibición del procesamiento con el fin de eliminar el parásito. Las accio- Los linfocitos Tr mantienen un ambiente de
Alteración del sistema y presentación antigénica nes que tiene Leishmania para hacer frente son homeostasis y tolerancia inmunológica (evita
del complemento por parte de las células varias. Por un lado, impedir la formación del que se produzcan fenómenos de autoinmunidad,
El sistema del complemento es uno de los prin- presentadoras de antígeno fagolisosoma, así como su fusión con el pará- esto es, el sistema inmunitario reconoce como
cipales elementos de la respuesta inmunitaria Para la elaboración de una adecuada respuesta sito, además de evitar la liberación de los enzi- ajenas células del propio individuo y genera una
innata frente a las infecciones, formado por dife- inmunitaria, es fundamental el procesamiento y mas líticos de los lisosomas. Los mecanismos respuesta perjudicial), ya que suprimen la apa-
rentes moléculas de distinta naturaleza, como presentación de los antígenos. Las células pre- de evasión por parte del parásito, una vez que rición de fenómenos inmunológicos aberrantes
proteínas plasmáticas y, en menor medida, pro- sentadoras de antígenos (CPAs) realizan ambas se encuentra en el interior del fagolisosoma, se o limitan las respuestas inmunitarias excesivas
teínas de membrana. Las funciones de este siste- funciones, y presentan el antígeno a los linfo- centran en la interferencia de la expresión y que supondrían lesión y daño para el individuo
ma son muy variadas, ya que es capaz de activar citos T colaboradores (T helper o Th), concre- actividad de enzimas responsables de producir (Gratz et al., 2013). Por ello, los linfocitos Tr
la inflamación como mecanismo de respuesta tamente a los linfocitos T CD4•. Para que esta sustancias con capacidad leishmanicida (Olivier migrarán al foco inflamatorio suprimiendo la
en un foco infeccioso, por lo que potencia la presentación antigénica tenga lugar, debe pre- et al., 2005). Una de estas enzimas es la proteína actividad efectora de otros linfocitos, especial-
fagocitosis y puede actuar como sistema de lisis sentarse por medio del complejo mayor de his- quinasa C, responsable del estallido respiratorio mente los linfocitos Th (Thl, Th2, Thl7 y T
de patógenos mediante el complejo de ataque a tocompatibilidad tipo II (CMH tipo II), que son que ocurre en el interior del macrófago, mien- colaboradores foliculares) (Ohkura et al., 2013).
la membrana. Leishmania ha desarrollado dife- unas glucoproteínas presentes en la superficie tras que otra enzima, la óxido nítrico sintetasa Además, para el desarrollo y actividad de este
rentes acciones para alterar la funcionalidad del de las CPAs. No es de extrañar que el parásito inducible (iNOS), se encarga de la producción tipo de linfocitos T, se requiere la expresión del
mismo, destacando la fosforilación de algunos desarrolle mecanismos que puedan interferir en de NO (Bogdan y Rollinghoff, 1998; Olivier et Foxp3, principal factor de transcripción que
componentes de este sistema del complemento, el procesamiento antigénico dentro de las CPAs, al., 2005). regula la funcionalidad de estas células (Ohkura
como las moléculas C3, CS y C9, con la consi- además de ser capaz de modular negativamente et al., 2013).
guiente pérdida de funcionalidad de las mismas la expresión del CMH tipo II en el caso de la
e inactivación de la cascada del complemento infección por Leishmania donavani (Reiner et Modulación del perfil de El parásito Leishmania tiene la capacidad
(Bogdan y Rollinghof~ 1998), como ocurre en L. al., 1987; Olivier et al., 2005), L. infantum (De citocinas responsables de inducir la actividad de los linfocitos Tr
majar (Olivier et al., 2005). Otro mecanismo que Almeida. et al., 2003), o bien la degradación del ambiente inmunológico (Rodrigues et al., 2009), de manera que su
tiene el parásito para evadir este complemento es del mismo en las CPAs (Bogdan y Rollinghoff, El desarrollo de una adecuada respuesta acción estimula la producción de un determi-
evitar que se deposite el complejo de ataque a la 1998). Otros mecanismos de evasión descritos inmunitaria frente a Leishmania por parte del nado tipo de citocinas, como IL-1O (Rodrigues
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et al., 2 009) y TGF-~ (Rodrigues et al., 2009; estar promovido por una disminución de la endémicas (desde perros resistentes a perros sanos, perfectamente caracterizados, reveló que
Mougneau et al. , 2011), capaces de modular la población de linfocitos Tr y el incremento de gravemente enfermos) con el fin de establecer en ambos grupos se detectaban niveles de lgG,
respuesta inmunitaria a favor de la disemina- los niveles de IFN-y (De Lima et al., 20 10). Por una correlación entre el estado clínico y el per- lgA e lgM. Sin embargo, los niveles de estas
ción del parásito cuando se estudia en mode- tanto, bajos niveles de linfocitos Tr podrían ser fil serológico específico. Los resultados de las tres lgs fueron superiores en el grupo de perros
los experimentales murinos con L. donovani marcadores de una vacuna efectiva. Así pues, publicaciones sobre los isotipos lgGl e lgG2 enfermos que en el grupo de perros infectados
(Tiwananthagorn et al., 2012) o L. infantum debería investigarse en este campo para tener muestran divergencias entre estudios, por lo aparentemente sanos.
(Rodrigues et al., 2009). mayor información sobre el papel de los linfo- que no es posible establecer una correlación
citos Tr, las citocinas producidas, así como el clara. La causa de estos resultados discrepantes
Se ha comprobado in vitro que los linfocitos factor de transcripción Foxp3 en el control de es la naturaleza de los anticuerpos utilizados Respuesta inmunitaria
Tr procedentes de pacientes humanos con la infección por L. infantum en el perro. como reactivos para detectar la subclase de
celular: innata
leishmaniosis cutánea son capaces de inhibir lgG canina, ya que se trata de anticuerpos poli-
la producción de IFN-y mediante linfocitos T clonales que no son capaces de diferenciar de y adquirida
CD4• de los mismos pacientes cuando son esti- Respuesta inmunitaria forma correcta el tipo de isotipo presente (Day,
mulados con L. guyanensis (Bourreau et al., 2007). Por tanto, no existe una correlación Leishmania es un parásito intracelular obliga-
humoral
2009). Por tanto, los linfocitos Tr suprimen la entre el pronóstico/evolución de la infección do, adaptado para sobrevivir en diferentes tipos
activación de otros linfocitos T. En el transcurso La leishmaniosis clínica en el perro se asocia por L. infantum con el isotipo lgGl e lgG2 de células con el fin de evadir la respuesta inmu-
de la infección por L. infantum, estos linfocitos a una marcada producción de anticuerpos, en el perro, tanto si se utilizan anticuerpos nitaria del hospedador. Dada su naturaleza, las
Tr son capaces de controlar la respuesta inmu- principalmente lgG. Los niveles de anticuerpos de naturaleza monoclonal como policlonal principales poblaciones celulares afectadas son
nitaria de poblaciones de linfocitos de tipo Th l anti-Leishmania detectados en perros enfermos (Carson et al., 2010). las células provenientes de la serie mieloide
(inmunidad celular) y Th2 (inmunidad humo- son superiores que en perros infectados sanos, (macrófagos, células dendríticas y neutrófilos)
ral) (Rodrigues et al., 2009). No obstante, no habiendo una correlación positiva entre los Por otro lado, se ha investigado la producción (Bogdan et al., 2000). Por otro lado, a día de
se tiene mucha información respecto a cómo niveles de anticuerpos anti-Leishmania circu- de otras lgs (lgM, IgE, lgA) en diferentes pobla- hoy, se desconoce el papel exacto que puede
los linfocitos Tr modulan la actividad de otras lantes y el estado clínico del animal (Solano- ciones caninas en la infección por L. infantum jugar cada una de las células que conforman el
células inmunológicas. Gallego et al., 2009). (Reís et al., 2006a; Rodríguez-Cortés et al., sistema inmunitario. No obstante, los avances
2006; Rodríguez-Cortes et al., 2007a). En el en el campo de la inmunología aplicada revelan
En el caso del perro, la expresión de diferen- En modelos murinos experimentales, se ha estudio publicado por Reís et al. (2006a), todos que otras células inmunológicas de las conside-
tes citocinas y factores de transcripción sobre comprobado que existe una fuerte correlación los perros infectados presentaban lgA e IgM radas clásicamente juegan un papel en el curso
muestras de piel de perro infectado por L. entre el inmunofenotipo protector y un perfil específicas superiores cuando se comparaban de la infección por Leishmania, como las células
infantum determinó que el factor de transcrip- de lgs concreto (Day, 2007). Las investigacio- con los títulos de perros del grupo control, NK (Mougneau et al., 2011). Las poblaciones
ción Foxp3 está más elevado en perros infec- nes en este modelo animal han corroborado mientras que los niveles de lgE eran superio- de linfocitos T proporcionan el famoso paradig-
tados asintomáticos (Menezes-Souza, et al., que un inmunofenotipo murino Th2 (no pro- res en los grupos oligosintomáticos infectados ma inmunológico Thl versus Th2 descubierto
2011). Además, altos niveles de expresión de tector) promueve una respuesta. humoral basa- y asintomáticos infectados en comparación en la infección por L. majar en modelos expe-
IL-10 y TGF-~1, junto con una baja expresión da en la producción de lgGl /lgE, mientras que con el grupo control. Rodríguez-Cortés et rimentales murinos (Mosmann et al., 1986).
de IL-12, se relacionan con una persistencia un inmunofenotipo murino Th l (protector) al. (2006) detecta.r on que los niveles de lgA Sin embargo, en el perro y en el hombre, este
y replicación del parásito en la piel, lo que se caracteriza por un cociente lgG2a:lgGl en específica eran superiores en perros infectados paradigma, aunque a veces similar, no es exac-
demuestra que hay una interacción entre la favor de la inmunoglobulina lgG2a (Carson enfermos. Otro resultado relevante de este estu- tamente igual, y resulta difícil de corroborar
persistencia del parásito y la actividad de los et al., 20 10). N umerosos estudios (Deplazes dio fue una disminución de los niveles de lgA, (Baneth et al., 2008).
linfocitos Tr. Sin embargo, en otro estudio no se et al., 1995; Cavaliero et al., 1999; Solano- lgG e IgM específicas después de la aplicación
observaron cambios en los niveles de expresión Gallego et al. , 2000, Solano-Gallego et al., del tratamiento convencional que se instaura
de las citocinas IL-10 y TGF-~ (Strauss-Ayali et 20016, Cardoso et al., 2007) han intentado en los casos de leishmaniosis canina. Al año Neutrófilos
al., 2007). Por otro lado, en un estudio sobre la caracterizar esta respuesta. humoral mediante siguiente, otro estudio (Rodríguez-Cortés et al., Los neutrófilos son células que forman parte de
vacuna comercializada en Brasil, se demostró la determinación de los isotipos de lgG que 2007a) que comparaba animales clínicamente la inmunidad innata, encargadas de combatir
que el efecto protector de esta vacuna puede predominaban en perros infectados en zonas enfermos con perros infectados aparentemente los agentes infecciosos y sustancias ajenas al
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individuo que han superado las barreras físi- tendrán como resultado final la apoptosis del de reducción de azul de nitrotetrazolio, basa- activan durante la infección por Leishmania,
cas de protección, como la piel y las mucosas neutrófilo infectado. Con el transcurso del da en la medición indirecta de la producción y si el incremento de la actividad citotóxica
(N athan, 2006). Además, para hacer frente a los proceso infla1natorio, se producirá la llegada de moléculas relacionadas con el estallido res- de estas células (Becker et al., 2003), una vez
patógenos, cuentan con multitud de mecanis- al foco de poblaciones macrofágicas, encar- piratorio que tiene lugar con el fenómeno de activadas, contribuye al control de la infección
mos efectivos, como reacciones oxígeno depen- gadas de fagocitar detritus, restos de material fagocitosis. En un estudio (Gómez-Ochoa et (Sanabria et al., 2008).
dientes de la producción de radicales libres de celular y neutrófilos apoptóticos infectados. al., 2010) se demostró que la actividad neutro-
oxígeno y diversas moléculas con capacidad De esta manera, se producirá la transferencia fílica de los perros clasificados en estadio I de En personas con leishmaniosis cutánea, se apre-
de degradación, como proteasas y elastasas. del parásito al macrófago (Ritter et al., 2009). la enfermedad fue significativamente superior cia un número relativamente bajo de células
Estudios recientes han confirmado que los neu- Por otro lado, estos parásitos procedentes que en los perros sanos no infectados o en los NK o incluso su completa ausencia en la zona
trófilos son las primeras células reclutadas que de los neutrófilos apoptóticos podrían estar perros clínicamente enfermos (estadio IV de la lesionada. Una posible explicación al respecto
llegan al lugar de inoculación de los promasti- mejor adaptados para sobrevivir y crecer en enfermedad) (Solano-Gallego et al., 2009). Por sería un contacto directo entre los promastigo-
gotes. Sin embargo, se desconoce el papel de los los macrófagos (Ribeiro-Gomes et al., 2012). otro lado, tampoco hubo diferencias significa- tes de Leishmania y las células NK inmaduras,
neutrófilos en promover o suprimir la respuesta Otro modelo experimental que explica cómo tivas entre los perros sanos no infectados y los que causa la muerte de estas a través de un
inmunita.ria del hospedador frente al parásito se produce la transferencia del parásito desde perros de estadio IV de la enfermedad. La falta mecanismo no apoptótico. Por otro lado, se
(Ribeiro-Gomes y Sacks, 2012). el neutrófilo al macrófago, similar al modelo de reactividad de los neutrófilos de los perros sabe que estas células intervienen en la res-
"Caballo de Troya", es la estrategia deno- en estadio IV podría explicarse por la existen- puesta protectora frente a Leishmania, ya que
La propia acción de la picadura por parte del minada "Conejo Troyano". En este caso, los cia del desequilibrio/disturbio inmunológico en personas con infecciones subclínicas y en las
vector se caracteriza por estimular la genera- parásitos escapan de los neutrófilos apoptó- generado por el parásito que, a diferencia de que su sistema inmunitario no se ha expues-
ción de un importante infiltrado neutrofílico en ticos justo antes de infectar a los macrófagos los perros en estadio I, presentan un ambiente to al parásito, las células NK son la principal
el foco, lugar donde se inocularán los promas- (Peters et al., 2008). inmunológico diferente, el cual favorecería la fuente de IFN-y después de la estimulación in
tigotes (Peters et al., 2008). Esta inflamación actividad enzimática neutrofi1ica. vitro con L. aethiopica (Lieke et al., 20 11). Sin
de naturaleza neutrofílica se exacerbará por Es en este contexto actual, en el que los neutró- embargo, en el perro no existe información
la producción de un factor quimiotáctico por filos son células que pueden albergar el parási- sobre el papel de estas células en la infección
parte de los promastigotes (factor quirniotác- to viable en las primeras fases de la infección, Células Natural Ki//er(NK) por L. infantum.
tico de Leishmania (LCF)), que atraerá toda- es cierto que el papel que tiene esta célula en Otras células que representan la primera línea
vía a un mayor número de neutrófilos (Ritter la diseminación del parásito o en el desarro- de defensa de la respuesta inmunitaria innata
et al., 2009). Este factor es además capaz de llo de una respuesta inmunitaria protectora son las células NK. En 1nodelos experimentales Células presentadoras
inducir la secreción de IL-8 por los neutrófilos, todavía no se ha podido determinar (Ritter et murinos para el estudio de la infección por de antígeno: macrófagos
proceso que amplifica el reclutamiento de este al, 2009). Es curioso el hecho de que el por- Leishmania, las células NK contribuyen a la y células dendríticas
tipo de células (Ribeiro-Gomes y Sacks, 2012). centaje de promastigotes fagocitados por los producción de IFN-y mediante la estimulación Los macrófagos son una de las células efecto-
Las sustancias que se inoculan en la piel del polimorfonucleares de los perros enfermos del inicio de los mecanismos leishmanicidas ras del sistema inmunitario, y realizan diver-
hospedador por el vectoi; junto con el papel es superior cuando se compara en los perros por parte de los macrófagos y la activación sas funciones: colaboran con la fagocitosis de
que tiene el neutrófilo en el foco inflamatorio, sanos no infectados. Además, en los perros de los linfocitos, lo que promueve el control los microorganismos patógenos, participan
potencian un efecto inmunosupresoi; y estimu- enfermos, tanto los polimorfonucleares como de la infección por L. majar y L. amazonensis en el fenómeno de la inflamación, secretan
lan el desarrollo y diseminación del parásito los monocitos tienen una menor capacidad de (Sanabria et al., 2008). A parte de la produc- diversas citocinas que activan a otras células
(Ribeiro-Gomes et al., 2012). eliminación del parásito (menor producción ción de IFN-y, se ha observado un incremento del entorno, además de ser una de las células
de radicales libres de oxígeno) en comparación en la producción de TNF-a por parte de las encargadas del procesamiento y presentación
Los neutrófilos, en el transcurso de la infec- con los perros sanos (Brandonisio et al., 1996; células NK cuando se estimulan por L. majar. antigénica a las poblaciones de linfocitos. En
ción por Leishmania, podrían actuar siguien- Solano-Gallego, 2001). Esta molécula se relaciona con una respuesta el caso de la leishmaniosis, los macrófagos
do una estrategia conocida como "Caballo de inmunitaria protectora frente a Leishmania no son solo CPAs, sino que además albergan
Troya" (Ritter et al., 2009). Los parásitos, una Actualmente, se dispone de una herramienta (Becker et al., 2003). Sin embargo, en el hom- al parásito en su interior. Estudios realizados
vez han sido fagocitados por los neutrófilos, para la evaluación de la función fagocítica de bre todavía es muy limitada la información con infección experimental demuestran que el
pondrán en marcha diversos mecanismos que los neutrófilos en sangre periférica, la prueba disponible sobre cómo estas células NK se papel del macrófago es crucial tanto para la
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supervivencia del parásito como para la eli- considerablemente en favor de la producción


PIEL Promastigotes procedentes ORGANOS
minación del mismo (Ritter et al., 2009) La de poliamidas (Mori y Goth, 2004 ). del vector. LINFOIDES
respuesta que elabore el macrófago dependerá, (áreas de
en gran medida, de cómo se utilice la arginina, Dado que la piel es el principal lugar de entra- linfocitos T)
un sustrato necesario, por dos enzimas dife- da de Leishmania en el hospedador mamífero, 1nfección de los
rentes presentes en él (Mori y Goth, 2004): la el inicio de una respuesta inmunitaria en este neutrófi los y macrófagos, y
Lisis del parásito.
diferenciación del parásito
enzima arginasa o la iN OS, esta última encar- órgano durante las primeras fases de la infec- a la forma de amastigote.
gada de producir N O, principal mecanismo ción será crucial para el transcurso y evolución
molecular que media en la muerte intracelular de la infección. Por ejemplo, en el caso de L. Procesam iento y presentación
de los amasrigotes de Leishmania mediante un majar, después de que el vector inocula los pro- antigénica por las células de
Libe ración de amastigotes Langerhans.
mecanismo de muerte celular por apoptosis masrigotes, las células de Langerhans migran Estimulación de los
después de la lisis de
(H olzmuller et al., 2002; Holzmuller et al., desde la epidermis hasta el lugar de inocula- la célula hospedadora
linfocitos T vírgenes.
Captación de los amastigotes
2006; Baneth et al., 2008). La expresión de la ción, se activan y participan en la elaboración (macrófagos y neutrófilos).
por las células de Langerhans y
enzima arginasa conlleva la síntesis de poliami- de la respuesta inmunita.ria (procesamiento y degradación del parásito.
das, moléculas necesarias para la funcionalidad presentación antigénica) (Overath y Aebishcer,
de los macrófagos, así como la reparación tisu- 1999). Las células de Langerhans transporta- Activación de los macrófagos
Infección de macrófagos
lar y la proliferación celular en el foco infla- rán los parásitos, desde las zonas de piel en las por los amastigotes.
por linfocitos T específicos,
matorio (Mori y Goth, 2004). No obstante, destrucción de los amastigotes.
que el parásito está presente hasta la zona de
son una importante fuente de nutrientes esen- drenaje que conduce a los ganglios linfáticos
ciales para el crecimiento del parásito dentro regionales, para la presentación del antígeno a
Figura 4. Entrada, procesamiento y presentación antigénica en el transcurso de la infección por L. infantum en el
del macrófago (N oel et al., 2004). Por ello, las los linfocitos T dentro del ganglio linfático. En perro. Modificado de Solano-Gallego (2001).
circunstancias que determinan que el producto el perro, L. infantum es capaz de infectar las
final resultante sea N O o poliamidas depende- células de Langerhans. Además, estás células
rán tanto del ambiente inmunológico (Noel et migran a los drenajes linfáticos regionales para T frente a L. majar (Kautz-Neu et al., 2011). enfermos se produce de forma exagerada y no
al., 2004) como del tiempo de evolución de la la presentación anrigénica en el ganglio linfático Los avances en investigación demuestran que es protectora. Además, genera reacciones de
infección (Mori y Goth, 2 004). (Marchal et al., 1995; Marchal et al., 1997; otras subpoblaciones o subtipos de células den- hipersensibilidad de tipo II y 111 en diversos
Solano-Gallego, 2001) (fig. 4). Otras funciones dríticas pueden infectarse y actuar como células órganos, que originan lesiones tisulares. Los
Un ambiente inmunológico en el que hay pre- que caracterizan a este tipo de células, y para lo presentadoras de antígeno (Kautz-N eu et al., linfocitos T se caracterizan por detectar antíge-
dominio de citocinas, como IFN-y y lNF-a, que tiene interés su estudio, es que son capaces 2011 ). Es necesaria una mejor caracterización nos asociados a moléculas del CMH presentes
estimula al macrófago hacia la producción de de producir citocinas, destacando el papel de la de este tipo de células para poder comprender en las CPAs. Según la función que el linfocito
N O debido al incremento de la expresión de IL-12, producida tanto por células dendríticas la inmunopatogenia de la enfermedad tanto en T desempeña y el CMH con el cual interaccio-
la iN OS (N oel et al., 2004). En general, en las como por macrófagos. Es una citocina esencial el hombre como en el perro. na, estos pueden subdividirse en linfocitos T
fases iniciales de cualquier proceso infeccioso para la elaboración de una respuesta inmunita- CD4• dependientes del CMH 11, y linfocitos T
en el que participan los macrófagos, estos indu- ria efectiva contra los patógenos intracelulares citotóxicos (CD8•), con capacidad lírica, que
cen la expresión de la iN OS, produciéndose (Xin et al., 2008). Linfocitos se caracterizan por interaccionar con el CMH
una gran cantidad de N O, aunque también se Las poblaciones linfocitarias se dividen clásica- I (Playfair y Bancroft,2013).
produce cierta expresión de la enzima arginasa, Las actuales investigaciones han comprobado mente en linfocitos B y linfocitos T. Son células
que incrementa de forma leve los niveles de que las células dendríticas participan y cola- que forman parte de la inmunidad adquirida. Los linfocitos T CD4• juegan un papel funda-
poliamidas. En las fases en las que la infección boran en una respuesta inmunitaria protectora El primer grupo de linfocitos son los responsa- mental en el resultado final y evolución en la
se prolonga en el tiempo (cronicidad), la expre- en la leishmaniosis cutánea humana. Además, bles de la elaboración de la respuesta humoral infección por diferentes especies de Leishmania,
sión de la iN OS por los macrófagos se redu- las células dendríticas de la piel desempeñan frente a L. infantum, además de ser también tanto en el hombre como en modelos experi-
ce. Por tanto, con una regulación negativa del un papel necesario para inducir una adecuada CPAs. Tal como se ha comentado con ante- mentales murinos (Alexander y Brombacher,
N O, la actividad de la arginasa se incrementa respuesta inmunitaria por parte de los linfocitos rioridad, esta respuesta humoral en los perros 2012), así como en la infección por L. infantum
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Antígeno de L. major Antígeno de L. major


en el perro (Reis et al, 2006a; Baneth et al., En el perro, al igual que en el hombre, la con-
2008). En 1986, Mossmann et al., utilizando dición de resistencia y control de la infección +IL-12 +
IL-4
como modelo experimental el ratón, describie- se encuentra asociada a la activación de linfo- Linfocitos B • ThCD4• ThCD4•
ron por primera vez dos grupos de linfocitos citos Th l , que sintetizan principalmente IFN-y, (LB) + vírgenes
LTCD8•
• vírgenes

T CD4•: T hl y Th2 (fig. 5). Aunque ambos


mostraban diferentes actividades biológicas,
IL-2 y TNF-a (Pinelli et al. , 1994, Baneth et
al., 2008 ). Mientras, en el desarrollo de la leis- Fijación del o LB
+ IL-4
IL-10

o •
IL-4
compartían algunas características propias de
este tipo de linfocitos (células positivas para el
antígeno de superficie L3T4 y negativas para
hmaniosis clínica, el inmunofenotipo presente
es una combinación mixta T h1/fh2 (Carrillo y
Moreno, 2009). En el perro, no existe consenso
complemento
y opsonización
de los
anticuerpo lgG
..
IFN-y

IFN-y
IL-13

IL-5
IL-13


Inhibición
de la
respuesta
inflamatoria
el antígeno Lyt-2). Los linfocitos Th l se carac- en relación al posible papel que desempeñan
terizaban por sintetizar IL-2 e IFN-y. En cam- en la infección por L. infantum citocinas como Diferenciación
bio, los linfocitos Th2 no producían cantidades la IL-4 (Heinzel et al., 1989) y la IL-10 (Nylen eosinofílica y
Linfocitos Te ••
•••••
• •• • ••••
detectables de IL-2 o IFN-y, si bien es cierto and Sacks, 2007), establecidas como respon- activación

que se sintetizaban otras citocinas que no se sables de un in1nunoperfil Th2 en el hombre. ••

definían de forma clara ni se detectaban en los Hay estudios en los que la IL-10 está ligada al lgE --.......

Anticuerpos
linfocitos con perfil Th l , además de promover inmunofenotipo Th2 (Reis et al., 2010), mien- neutralizantes
la respuesta humoral (lgGl e lgE). Además, tras que Carrillo y Moreno (2009) comproba- Degranulación
las dos poblaciones Thl y T h2 eran estables y ron que esta citocina no tiene un papel clave de mastocitos

presentaban diferencias funcionales entre ellas. en la inmunorregulación de la infección en el Opsonizac ión Macrófagos
Conforme se avanzó en la investigación de los perro. Por ejemplo, en relación con la IL-4, la y fagocitosis activados

inmunoperfiles descritos por Mossman et al. en expresión de esta citocina es más elevada en
Figura 5. Resistencia y susceptibilidad en la infección por L. majar en el ratón: respuesta inmunitaria Th 1 y Th2
1986, se consiguió desvelar que la citocina res- perros enfermos (Pinelli et al., 1999b). Carrillo (Solano-Gallego, 2001).
ponsable del inmunofenotipo Th2 era la IL-4, y Moreno (2009) también detectaron que no La resistencia y la susceptibilidad se atribuyeron a la respuesta específica de linfocitos Thl y Th2 por primera vez en la
además de corroborar que en el inmunofenoti- solo se expresaba en animales enfermos, sino infección por L. majaren el ratón. Los linfocitos Thl son aquellos que se asocian a la resistencia de la infección y secretan
po Th l destacaba el papel del IFN-y (Heinzel et que también en subclínicos. IL-2, IFN-y y TNF-a, que producen la activación de los macrófagos mediante el aumento de las acciones microbicidas,
la producción de anticuerpos relacionados con la opsonización y fagocitosis, y la diferenciación de linfocitos T CDS• en
al., 1989). Otra citocina que se ha comprobado linfocitos citotóxicos (Te) activos. Los linfocitos Th2 producen IL-4, IL-5, IL-6, IL-10 e IL-13, y se asocian a una potente
que interviene en el transcurso de la leishma- Por tanto, se puede decir que la resistencia a la producción de anticuerpos, a una acción antiinflamatoria y a la diseminación del parásito (susceptibilidad).
niosis visceral en el hombre, y que se relaciona infección por L. infantum en el perro se aso-
con la respuesta de tipo Th2, es la IL-10 (Nylen cia a un inmunoperfil Th 1, con la síntesis de
y Sacks, 2007). moléculas con capacidad leishmanicida, como
el IFN-y (Carrillo y Moreno, 2009), mientras CD4•, que se diferencian de los linfocitos Tr encargan de los fenómenos de supresión de la
En el hombre, el control del parásito por parte que respecto al estado de susceptibilidad existe en que su función supresora (producción de respuesta inmunitaria, muy importantes como
del sistema inmunitario depende del desarrollo un perfil mixto Th 1/fh2. IL-10 y TGF-~) no se asocia de forma estricta elementos de control que tiene el sistema inmu-
de una respuesta T hl protectora (McMahon- con la expresión de altos niveles de Foxp3 nitario (Day, 2011) (fig. 6).
Pratt y Alexandei; 2004). La producción de Actualmente, se sabe que, bajo la denomina- (Murphy, 2011).
IFN-y por parte de los linfocitos T hl media ción de linfocitos T CD4♦, se engloban dife- En general, estos linfocitos T CD4• modulan
en la activación macrofágica y la producción rentes tipos de células con características pro- Estas subpoblaciones de linfocitos T CD4• pue- su actividad bajo la influencia de un perfil
de NO eliminando el parásito. La actividad pias que los diferencian entre sí (Day, 20 11 ): den agruparse según la actividad que desempe- particular de citocinas. Se trata de células con
fagocítica de los macrófagos mejora por la linfocitos Tr, linfocitos Thl, linfocitos T h2, ñan. Por un lado, los linfocitos relacionados con una enorme "plasticidad", es decii; una célu-
acción de otras citocinas, como el TNF-a, el linfocitos Th17, linfocitos Th9 y los linfocitos la inmunidad celular y proinflamación (Thl, la podrá reprogramarse a otro tipo de célula
factor de inhibición de la migración (MIF) y Th foliculares, entre otros. Los Th3 se asocian Th9, T h 17). Sin embargo, en la inmunidad diferente cuando las condiciones del ambien-
diversos interferones de tipo I (Alexander y principalmente a mucosas. Finalmente, los lin- humoral destaca el papel de los linfocitos Th2 te inmunológico que le rodean cambien (Day,
Brombachei; 2012). focitos Trl son un tipo especial de linfocitos T y Th foliculares. Los linfocitos Ti; Trl y Th3 se 201 1 ). La información que se dispone de estos
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Activación de Eliminación Perro resistente Perro susceptible/enfermo


1FN-y macrófagos del parásito
TNF-a • lnmunofenotipo Thl. 1nmunofenotipo Th 1/fh2.
IL-2 Elevada carga parasitaria.
IL-6 • Baja carga parasitaria. Thl
IL-23 • Leve o nula respuesta hu mora l. Inmunidad humoral: altos niveles de
TGF-Jl anticuerpos (lgG, lgM, lgA, lgE).
• Predominio de la inmunidad celular.
Ausencia o reducc ión de la inmunidad
• Expresión de citocinas proinflamatorias: celular.
IL-12
Inhibición IL-2, TNF-a, IFN-y.
IL-18 Óxido nítrico (NO) Expresión de citocinas mixtas.
IL-27 IL-10 • Estimulación de la iNOS presente en el
Radicales libres interior del macrófago, que produce NO, Estimulación de la enzima arginasa presente
óxido nitroso en el interior del macrófago, que produce
de oxígeno molécula con capacidad leishman icida.
sintetasa Thl/Th2 poliamidas, moléculas que estimulan el
desarrollo y multiplicación del parásito.
1nhibición Diseminación
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del parásito -.~ .._-

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Figura 7. Características inmunológicas de los perros resistentes y enfermos (estadio 11-IV) en la infección por L infantum.
Figura 6. Respuesta inmunitaria y perfil inmunológico en la infección por L. infantum en el perro. Modificado de
Baneth et al (2008).
Los linfocitos Thl inducen la activación macrofágica y la eliminación del parásito. En cambio, los linfocitos Th2 se
relacionan con el incremento de la actividad de los linfocitos B (8) y células plasmáticas (P), que producen la síntesis En mamíferos, se han descrito dos familias Estos TLRs reconocerán y se unirán a patrones
de lgs de forma exagerada y la diseminación del parásito. principales de PRRs: los receptores unidos moleculares asociados a patógenos (PAMPS),
La respuesta inmunitaria Thl puede disminuir por la actividad de la IL-10 producida por los linfocitos Tr, Trl, Th3
a la membrana, como los receptores de tipo que son básicamente pequeñas secuencias de
y Th2. Además, se ha propuesto que el papel de esta citocina puede ser beneficioso, ya que limita los fenómenos
inmunopatológicos secundarios asociados al tipo de respuesta inmunitaria que se pone en marcha frente a la infección . Toll (TLRs) y los receptores de lectina tipo moléculas muy conservadas presentes en todos
Los linfocitos TFh se asocian a una respuesta humoral, mientras que la Thl 7 y la Th9 favorecen una inmunidad de tipo C (CLRs), y, por otro lado, los receptores/ los patógenos, y que actuarán de ligando unién-
celular, al igual que los linfocitos Thl. sensores citoplasmáticos, que incluirían los dose con los TLRs. En los mamíferos, 13 recep-
receptores tipo N OD (NLRs), los receptores tores forman esta familia. Se ha comprobado
tipo RIG-1 (RLRs), la familia de proteínas que que cada uno de estos receptores mencionados
grupos de linfocitos descritos es escasa, y son Papel de los receptores contienen el dominio pirina e HIN (PYHIN) y, está especializado en reconocer grupos específi-
necesarios más estudios e investigaciones que tipo Toll en la infección finalmente, los sensores citosólicos para ADN cos de ligandos procedentes de virus, bacterias,
analicen la manera en qué estos linfocitos parti- por Leishmania (CDS) (Broz y Monack, 2013). parásitos y hongos. Por tanto, esa inespecifici-
cipan e interaccionan dentro del sistema inmu- La inmunidad innata no solo precede, sino que dad que tradicionalmente se le otorgaba al sis-
nitario, y específicamente en la infección por L. además faculta al sistema inmunitario adapta- Concretamente, la activación de TLRs resultará tema inmunitario innato no es tan inespecífica
infantum en el perro. tivo muy especializado, confiriéndole memoria al final en una variedad de respuestas celulares, como parece, ya que hay receptores capaces de
inmunológica de larga duración. Existe una que incluyen la producción de IFNs, citocinas reconocer a los patógenos (Faria et al., 2012).
En la figura 7, se resumen las principales carac- serie de familias de receptores, denominados proinflamatorias, citocinas efectoras y pépti-
terísticas inmunológicas en el perro infectado receptores de reconocimiento de patrones (en dos antimicrobianos, que dirigirán la respuesta Se ha investigado el papel que pueden desempe-
por L. infantum. inglés, pattern recognition receptors o PRRs). inmunitaria (Kawai y Akira, 2011). ñar los TLRs en la infección por Leishmania en

1
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LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

el hombre y en modelos murinos (Tuon et al., y se determinó que la expresión del TLR2 esta- un total 219 perros de una única raza (Boxer) susceptibilidad tanto en la leishmaniosis humana
2008). En el perro, los TLRs se han estudiado ba aumentada en el grupo de perros enfermos, participaron en el estudio. Estos perros estaban como en los modelos experimentales murinos.
casi de manera exclusiva en las siguientes entida- con un resultado negativo tanto a la técnica bien caracterizados clínicamente en relación con Este hecho sienta una base científica para inves-
des clínicas: enteropatías crónicas (Allenspach IHQ como al xenodiagnóstico, cuando se com- la infección y la enfermedad. Se encontró que 3 tigar qué genes de estos cromosomas son candi-
et al., 2010; McMahon et al., 2010), piome- paraba con el otro grupo de perros enfermos, cromosomas podían tener implicaciones desde datos para su estudio y análisis. Futuros estudios
tra (Chotimanukul y Sirivaidyapong, 2011 ) y que presentaban un resultado positivo conjun- el punto de vista. de la susceptibilidad a la infec- en el campo de la inmunogenética permitirán
osteoartritis (Kuroki et al., 2010). Sin embar- to para ambas técnicas. Por tanto, parece que ción: los cromosomas 1, 4 y 20. Por otro lado, descifrar el papel que la genética puede jugar
go, los estudios aplicados a la infección por L. aumenta la expresión de los TLRs debido a la se sabe que el cromosoma 4 se asocia con la en el desarrollo de esta enfermedad en el perro.
infantum y, en general, a las enfermedades de inflamación provocada por la infección por L.
transmisión vectorial que afectan al perro son infantum en el perro.
muy limitados, o bien no se dispone en este
momento de información científica.
Control genético
Recientemente, se ha evaluado en el perro la de la enfermedad Puntos clave
expresión de los TLRs en varios órganos en

perros infectados/enfermos por L. infantum El papel que puede jugar la genética es impor-
mediante citometría de flujo de muestras tante, ya que puede influir en el desarrollo y
procedentes de la lámina propia de yeyuno y progresión clínica de la enfermedad (Baneth et ■
colon (Figueiredo et al., 2013) o por IHQ apli- al., 2008). Existen, al respecto, evidencias que
cada a muestras de piel (Ordeix et al., 2013). sugieren que algunas razas de perros, como el ■ El hecho de ~ue un perro sea resistente osusceptible depende i:le diferentes resRuestas inmunitarias frente al
Finalmente, se ha estudiado la correlación exis- Podenco Ibicenco, parecen ser más resistentes parásito. Aquellos perros con perfil Thl, caracterizado por una resRuesta celular, controlarán la infección. Por
tente entre la expresión del TLR2 en monocitos al desarrollo de la enfermedad (Solano-Gallego otro lado, los ReITOS enfermos se caracterizarán por un perfil mixto Thl/Th2, donde Rredomina una exagerada
de sangre periférica de perros infectados clíni- et al., 2000). Sin embargo, la información dis- resRuesta humoral no Rrotectora y una reducción de la resRuesta celular.
camente enfermos, la detección de la infección ponible de estudios genéticos llevados a cabo

mediante la técnica IHQ, y el xenodiagnóstico en el perro es más bien escasa, y básicamente
(Amorim et al., 2011). se centran en la investigación de algunos genes
seleccionados como candidatos a partir de su ■

En el primer estudio, los TLRs analizados fue- papel en la infección en el hombre y en modelos ■ Numerosas células inflamatorias, receRtores, quimiocinas ycttocinas interactúan en la infección por Leishma-
ron TLR2 y TLR9 en un total de 24 perros experimentales murinos (Blackwell et al., 2009). nia en el perro. Sin emtiargo, la información al res~cto es limitada. Futuros estudios Rermttirán avanzar en el
naturalmente infectados, tanto enfermos como En el perro, los genes en los que se ha establecido conocimiento de la resRuesta inmunitaria e inmunogenética en esta infección del perro.
aparentemente sanos, junto con 6 perros con- una asociación entre genética y susceptibilidad al
trol. Se observó un incremento de la expresión desarrollo de enfermedad son: genes relacionados
de estos dos TLRs en yeyuno y colon en los con la expresión del CMH 11 (denominados antí-
perros infectados. Por otro lado, en el estudio genos leucocitarios del perro (DLA)) (Quinnell
de Ordeix et al. (2013), se evaluó la expresión et al., 2003), el gen Slcl lal (antes conocido
del TLR2 en 11 perros naturalmente infecta- como Nrampl) (Sánchez-Robert et al., 2008)
dos, que clínicamente se caracterizaban por pre- y el gen que codifica la expresión del TNF-a
sentar una dermatitis papular. La técnica IHQ (Symeonidou et al., 2011). Actualmente, hay una
reveló que la expresión del TLR2 en piel estaba publicación (Quílez et al., 2012) basada en el
aumentada cuando se comparaba con la expre- abordaje de casos-controles, con inclusión de
sión en la piel sana de 6 perros procedentes de múltiples variantes genéticas, mediante escaneo
una zona no endémica. En el estudio de Amorin sistemático del genoma (en inglés,genome-wide
et al. (2011), se evaluaron 48 perros enfermos association studies o GWAS). En este estudio,
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Manifestaciones
clínicas y alteraciones
clínico-patológicas
Laia Solano Gallego • Guadalupe Miró Corrales

Introducción
Manifestaciones clínicas
Alteraciones de laboratorio
Estadios clínicos
Enfermedades concomitantes
Manifestaciones
Resumen
clínicas y alteraciones
Las manifestaciones clínicas de la leishmaniosis canina son muy amplias yvariables debido principalmente a los diversos clínico-patológicas
tipos de respuesta inmunitaria que existen en el perro y a la multiplicidad de los mecanismos patogénicos. La infección
por Leishmania infantum causa, en los perros, una infección crónica, que a veces puede presentarse de forma subclínica,
o como una enfermedad leve autolimitante, como una enfermedad moderada o grave que puede producir la muerte del
animal. Por ello, se han descrito recientemente cuatro estadios de la enfermedad a partir de la gravedad (signos clínicos
y alteraciones de laboratorio) y los resultados de la serología, estableciendo diferentes pautas terapéuticas y pronósticos
para cada estadio de la misma. Las manifestaciones clínicas más comunes son adelgazamiento, astenia, linfadenome-: Introducción de manera exhaustiva en los capítulos 5 y 6, res-
galia y lesiones cutáneas. Además, se pueden detectar pacientes con otros trastornos menos habituales, como vasculitis, pectivamente. Además, se detalla la clasificación
poliartirtis, colitis ulcerosa y, en menor medida, neuropatías o cardiopatías. Las alteraciones clínico-patológicas más Las manifestaciones clínicas de la leishmaniosis clínica de la enfermedad con la descripción de
comunes incluyen leve anemia normocítica normocrómica no regenerativa, hipergammaglobulinemia, hipoalbuminemia y canina son muy amplias y variables debido los cuatro estadios clínicos posibles.
proteinuria. Los hallazgos patológicos que se obseivan mediante citología o histología en el curso de la leishmaniosis canina principalmente a los diversos tipos de respues-
son: inflamación macrofágica, neutrofílica-macrofágica, linfoplasmocelula~ e hiperplasia reactiva en órganos linfoides. ta inmunitaria que existen en el perro y a la
multiplicidad de los mecanismos patogénicos. Manifestaciones
Leishmania infantum causa, en los perros, una clínicas
Summary infección crónica, que a veces puede presentar-
se de forma subclínica, o como una enferme- Las manifestaciones clínicas se detallan en la
Ttie clinical manifestations of canine leishmaniosis are very broad and variable mainly dueto the various types of immune dad leve autolimitante, como una enfermedad ta.bla l.
responses that exist in the dog and the multiplicity of the pathogenic mechanisms. Leishmania infantum infection causes moderada o como una enfermedad grave que
in dogs a chronic infection, which can sometimes manifest as a subclinical or mild self-limiting illness, oras a mo<lerate or puede producir la muerte del animal (Solano-
severe illness which can cause death of the animal. Because of this, tour clinical stages of the disease have been described Gallego et al., 2009). Dentro de este amplio Sistémicas
based on its severity (clinical and lab-OratOI)' abnormaltties) and serology results, establishing differenttherapeutic regimens abanico de manifestaciones clínicas, puede Las alteraciones sistémicas más importantes
and forecast for each stage of the disease. The most common clinical manifestations are weight loss, asthaenia, enlarged encontrarse desde una leve dermatitis papular que pueden observarse en un paciente con leish-
lymph nodes and skin lesions. Furthermore, patients with other infrequent disorders such as vasculitis, polyarthritis, ulce-: . .
(Ordeix et al., 2005; Bottero et al., 2006), que man1os1s son:
rative colitis and rare cases of neuropathy or heart disease can be detected. The most common clinicopathological abnor- puede incluso curar de forma espontánea, hasta ■ Adelgazamiento acompañado de astenia e
malities include mild normochromic normocytic non-regenerative anaemia, hypergammaglobulinaemia, hypoalbuminaemia, una grave glomerulonefritis que puede causar inapetencia, que origina, en casos extremos,
and proteinuria. The pathological findings observed by cytology or histology during canine leishmaniosis are macrophagic, una insuficiencia renal fatal (Solano-Gallego et cuadros de caquexia (fig. 1) (Ciaramella et
neutrophilic-macrophagic and lymphoplasmacellular inflammations and reactive hyp~lasia of lymphoid organs. al., 2009). Por este motivo, el pronóstico es muy al., 1997).
variable y, además, el protocolo terapéutico
puede no ser siempre el mismo (Solano-Gallego
et al., 2009). Por ello, se han descrito reciente-
mente cuatro estadios de la enfermedad a partir
de la gravedad (signos clínicos y alteraciones de
laboratorio) y la serología, estableciendo dife-
,, . ,,, .
rentes pautas terapeut1cas y pronosticos para
cada estadio (Solano-Gallego et al., 2009).

En este capítulo, se describen las manifestacio-


nes clínicas y alteraciones clínico-patológicas
que se pueden observar en perros enfermos
de leishmaniosis. Asimismo, no se incluyen las Figura 1. Caquexia grave en un Galgo hembra de 8 anos
lesiones cutáneas y oculares, ya que se describen con leishmaniosis. Cortesía de Guadalupe Miró.

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LEIS HMANIOSIS C ANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Manifestaciones clínicas Alteraciones de laboratorio


Generales Proteínas séricas y proteinograrna

Linfadenomegalia generalizada.
• Hiperglobulinemia: beta o gammaglobulinemia policlonal.
• Pérdida de peso corporal.
• Hipoalbuminemia.
• Disminución o aumento del apetito.
• Reducción del cociente albúmina/globulinas.
• Letargo.
• Palidez de las mucosas.
Hemograma/Hemostasia
Esplenomegalia.
• Poliuria y polidipsia.
• Pirexia. • Anemia no regenerativa (leve o moderada).
• Vómitos. Leucocitosis, linfopenia o leucopenia.
• Diarreas. • Trombocitopatía.
• Trombocitopenia. Figura 3. Linfadenomegalia poplítea en un perro mestizo Figura 4. Epistaxis unilateral en un Doberman de 3 anos
Lesiones nodulares o ulcerativas en uniones
• Alteraciones de la hemostasia secundaria y fibrinólisis. con leishmaniosis. Cortesía de Guadalupe Miró. con leishmaniosis. Cortesía de Guadalupe Miró.
mucocutáneas o mucosas (oral, genital y nasal).
• Epistaxis.
• Cojeras (poliartritis erosiva o no erosiva, Perfil bioquímico/Uñanálisis
osteomielitis, polimiositis).
Trastornos (Koutinas et al., 1999; Z atelli et al., 2003).
• Miositis atrófica de músculos masticadores. • Proteinuria (de leve a grave).
Alteraciones/desequilibrios vasculares (vascu litits • Azotemia renal.
gastrointestinales Los signos clínicos de esta afección incluyen
sistémicas, tromboembolismo arterial). Elevación de la actividad de las enzimas hepáticas.
Los trastornos digestivos son poco frecuentes. poliuria-polidipsia, vómitos, adelgazamiento,
• Alteraciones neurológicas. Se trata sobre todo de diarreas de intestino anemia, proteinuria y disorexia (lkeda-García
grueso, con o sin melena, que se corresponden et al., 2007). En fases iniciales, estos procesos
Tabla 1. Manifestaciones clínicas y alteraciones laboratoriales más frecuentes encontradas en la leishmaniosis canina con una colitis ulcerativa granulomatosa debida se pueden considerar reversibles clínicamente,
producida por L infantum. Tabla modificada de Solano-Gallego et al. (2011).
a la multiplicación de los parásitos en la muco- pero siempre de mal pronóstico, ya que suelen
sa intestinal (Ferrer et al., 199 1; Adamama- ser la principal causa de muerte en el paciente
■ Atrofia muscular: sobre todo facial, que afecta ■ Hematuria por vasculitis inmunomediadas Moraitou et al., 2007). con Leishmania (Miró y Solano-Gallego, 2012).
principalmente a los músculos temporal debidas al depósito de inmunocomplejos
y maseteros (fig. 2), siendo generalizada (Pumarola et al., 199 1) o síndrome La presencia de vómitos o líquido ascítico se
en animales caquécticos (Koutinas et al. , de hiperviscosidad, trombocitopatía o relaciona en mayor medida con posibles alte- Trastornos neurológicos
1999; Vamvakidis et al., 2000). También se trombocitopenia. raciones hepáticas (mucho menos frecuentes) Aunque poco estudiados todavía, se describen
describen cuadros de polimiositis en casos ■ Fiebre (en raras ocasiones) (Baneth y Solano- (lkeda-García et al., 2007). casos de encefalitis y procesos inflamatorios del
graves (Paciello et al., 2009). Gallego, 2012). sistema nervioso en perros con leishmaniosis.
■ Linfadenomegalia localizada (fig. 3) o Es conveniente resaltar que la presencia de Se trata de lesiones inflamatorias caracterizadas
generalizada: es uno de los signos clínicos vómitos puede asociarse a animales azotémi- por la presencia de abundantes linfocitos T y
más frecuentes observado en los perros cos con enfermedad renal crónica o intoleran- células mononucleares que pueden asociarse a la
afectados (Koutinas et al., 1999; Koutinas cia a alguno de los tratamientos leishmanicidas presencia de otros patógenos, como Toxoplasma
et al., 200 1; Mylonakis et al., 2005). empleados (Cortadellas, 2003). o Neospora (Sakamoto et al., 2013).
■ Palidez de las mucosas, debida a los
frecuentes cuadros de anemia. También se han descrito algunos casos de daños
■ Esplenomegalia (Koutinas et al. , 1999; Trastornos renales vasculares a nivel del sistema nervioso, que pue-
Alexandre-Pires et al., 2006). El depósito de inmunocomplejos a nivel del glo- den predisponer a la presencia de infartos cere-
■ Epistaxis (fig. 4 ): asociada a ulceraciones mérulo renal genera una glomerulonefritis que brales Uosé-López et al., 2012). Esto supone
tisulares, procesos inflamatorios de la en sus inicios puede ser reversible pero, a medida un compromiso de la barrera hematoencefálica
mucosa nasal, síndrome de hiperviscosidad que la enfermedad avanza, se instaura una enfer- demostrable por la presencia de elevados títulos
Figura 2. Atrofia muscular manifiesta en los músculos
o trombocitopatía (J uttner et al. , 200 1; de la cabeza en un Dogo de 2 anos con leishmaniosis. medad renal grave acompañada de azotemia de anticuerpos anti-L. infantum en el líquido cefa-
Petanides et al., 2008). Cortesía de Guadalupe Miró. renal, pérdida de proteínas en orina y anemia lorraquídeo (Lima et al., 2003; Melo et al., 2009).

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LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA ~

Trastornos cardiovasculares Alteraciones Son poco frecuentes las alteraciones hematoló-


Aunque poco frecuentes, se han descrito algu- de laboratorio gicas más graves en perros con leishmaniosis,
nos casos de leishmaniosis con afección cardía- como la leucopenia o pancitopenia (Petanides et
ca, y se ha evidenciado mediante histopatología Es importante recalcar que no existen altera- al., 2008), a diferencia de lo descrito en el hom-
e IHQ la presencia del parásito en tejido cardía- ciones clínico-patológicas patognomónicas de bre, donde la leishmaniosis visceral causada por
co, con especial afección del miocardio (Torrent leishmaniosis canina. Por tanto, debe realizarse L. infantum se manifiesta frecuentemente con
et al., 2005; López-Pena et al., 2009). siempre el diagnóstico diferencial de las altera- pancitopenia, fiebre y hepatoesplenomegalia •
ciones clínico-patológicas que se observen en (Kafetzis y Maltezou, 2002; Ya'ari et al., 2004). •

Los signos clínicos incluyen compromiso car- los pacientes. En la tabla 1 se describen las alte-
diorrespiratorio con postración, distrés respira- raciones más comunes. Cuanto más tiempo lle- La aspiración de médula ósea en perros con
torio y anorexia. ve infectado el perro susceptible, mayor número leishmaniosis se realiza con frecuencia para
detectar el parásito mediante observación direc- Figura 5. Médula ósea donde se observan numerosos
de alteraciones clínico-patológicas aparecerán
amastigotes de Leishmaníaen un perro enfermo de leish-
Font y Closa (1997) describieron un caso de (Foglia Manzillo et al., 2013). ta al microscopio óptico (fig. 5). Sin embargo, maniosis. En el fondo hemodiluido, se visualizan precur-
trombosis de la vena caudal en un perro con la evaluación de la médula ósea desde un punto sores eritroides y mieloides, pequenos linfocitos y células
síndrome nefrótico inducido por L. infantum, de vista clínico-patológico para proftmdizar en plasmáticas. Se pueden observar los amastigotes (extra-
celularmente) y macrófagos que contienen numerosos
que presentaba signos de edema en una extre- Alteraciones hematológicas el diagnóstico de alteraciones hematológicas se amastigotes. linción Diff-Quik, 40x. Cortesía de Antonio
midad posterior. La alteración hematológica más común en realiza en pocas ocasiones. Esto se debe a que Meléndez, residente en patología clínica veterinaria, Ser-
perros con leishmaniosis es una leve anemia existen pocas alteraciones hematológicas en el veí d'Hemato/ogfa C/fníca Veterínáría í Fundacíó Hospital
,, . ,;. . Clfníc Veterinarí, UAB.
normoc1t1ca normocrom1ca no regenerat1va. curso de la leishmaniosis donde sea necesario
Trastornos respiratorios Esta se desarrolla normalmente por una dismi- realizar una evaluación de la medula ósea, ya que
Las conjuntivitis y rinitis crónicas son los signos nución de la eritropoyesis debida a una enfer- no suele haber citopenias moderadas o graves. Alteraciones de las
respiratorios de vías altas más comunes en los medad crónica o inflamación y, en una menor proteínas séricas
perros con leishmaniosis (Koutinas et al., 1999; proporción de los casos, se debe además a una Por tanto, existen pocos estudios sobre las alte- (electroforesis) y
Miró y Molina, 2006). enfermedad renal crónica. Una anemia modera- raciones que se observan en la médula ósea en proteínas de fase aguda
da normocítica normocrómica no regenerativa perros con leishmaniosis. Solo hay un estudio Las alteraciones más comunes en perros con
No obstante, se han descrito casos de neumoni- es menos frecuente. En pocas ocasiones, la ane- que documenta. displasia megacariocítica y eri- leishmaniosis clínica (estadios II, ID y N) son
tis intersticial crónica en perros mediante histo- mia se puede complicar con una pérdida de san- troide e hipoplasia eritroide (Foglia Manzillo hiperproteinemia con hiperglobulinemia e
patología, sin una correlación clínica evidente gre y, por tanto, agravarse de moderada a grave et al. , 2006). hipoalbuminemia. Por tanto, estos pacientes
(Goncalves et al., 2003). y regenerativa (Baneth y Solano-Gallego, 2012). también presentan una disminución del cociente
albúmina/globulinas. Es frecuente observar gam-
Otra alteración que puede observarse también Alteraciones del perfil mapatía policlonal, mientras que la hiperglobuli-
Trastornos locomotores de forma frecuente es un leucograma de estrés, es bioquímico nemia beta policlonal es menos común (Baneth
Cada vez son más frecuentes las poliartritis de decu; leve neutrofilia con linfopenia ± monocitosis En una minoría de perros con leishmaniosis se y Solano-Gallego, 2012). Se debe incluir la leish-
carácter inmunomediado (Wolschrijn et al., (Petanides et al., 2008). Este leucograma se puede puede encontrar un leve aumento de la actividad maniosis en el diagnóstico diferencial de estos
1996) en perros con leishmaniosis, que se tra- manifestar en cualquier perro que esté enfermo. de las enzimas hepáticas, como fosfatasa alcalina hallazgos en perros que viven en zonas endémi-
ducen en cojeras que no responden a los trata- Se ha detectado trombocitopenia en perros con (ALP) o alanina-aminotranferasa. (ALT), aunque cas o que hayan viajado a zonas endémicas.
mientos antiinflamatorios convencionales, de leishmaniosis (Petanides et al., 2008; Cortese et no se encuentre hepatomegalia palpable u otros
carácter intermitente, erráticas (a veces) y que al., 2009), lo cual se describe en detalle en el apar- signos clínicos sugestivos de alteración hepáti- Las proteínas positivas de fase aguda, como la
afectan a una sola extremidad o pueden ser tado de alteraciones del perfil de la coagulación. ca (Rallis et al., 2005; Petanides et al., 2008). proteína C reactiva o ceruloplasmina, aparecen
generalizadas (McConkey et al., 2002; Santos Menos habitual es detectar bilirrubinemia (Rallis elevadas en perros con leishmaniosis clínica
et al., 2006; Manna et al., 2009). Pocas veces se observan amastigotes de Leish- et al., 2005; Petanides et al., 2008). También se (Martínez-Subiela et al., 2002). Estas proteínas
mania en el frotis de sangre (Foglia Manzillo et puede observar azotemia renal (Petanides et al., parecen disminuir cuando se inicia un tratamien-
al., 2005a; Giudice y Passantino, 2011). 2008; Baneth y Solano-Gallego, 2012). to específico (Martínez-Subiela et al., 2003).

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LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA ~

Alteraciones del urianálisis inmunomediada secundaria (Terrazzano et al. , Hallazgos citológicos


La causa más frecuente de alteraciones en el 2006; Cortese et al. , 2009). También se puede En la tabla 2 se detalla la interpretación citoló-
urianálisis en perros con leishmaniosis clínica presentar trombocitopatía, hiperviscosidad del gica que se encuentra comúnmente en diferentes
es la detección de proteínas en orina. La pro- suero debido a hiperglobulinemia, y alteracio- órganos y fluidos biológicos en la infección por
teinuria renal es un hallazgo importante en los nes de la hemostasia secundaria y la fibrinólisis L. infantum en el perro.
pacientes con leishmaniosis (Petanides et al., (Ciaramella et al. , 2005).
2008; Baneth y Solano-Gallego, 2012).
Los mecanismos patogénicos de la epistaxis Hallazgos patológicos en órganos
o fluidos corporales
Cuando se emplea una tira urinaria y se detec- parecen ser múltiples e incluyen trombocitopa-
ta aumento de las proteínas en orina, se debe tía, hiperviscosidad del suero debido a hiperglo- • Inflamación macrofágica (granulomatosa).
• Inflamación neutrofílica-macrofágica
proceder a realizar el cociente proteína/crea- bulinemia, y rinitis linfoplasmocelular o granu- (p iogranulomatosa).
tinina urinaria. Se han explorado otros mar- Figura 6. Inflamación neutrofílica en líquido sinovial en
lomatosa con o sin ulceración de la mucosa • Inflamación linfoplasmocelular.
un perro. Se pueden observar numerosos neutrófilos no
cadores para la determinación de enfermedad nasal (Petanides et al., 2008). • Hiperplasia react iva en órganos linfoides.
degenerados, un menor número de células mononuclea-
renal crónica en el curso de la leishmaniosis, • Presencia variable de amastigotes de Leishmania res y un moderado número de eritrocitos. No se obser-
intracelulares o extracelulares, o ausencia.
como enzimuria, detección de lgG o lgA espe- van microorganismos. linción Diff-Quik, 20x. Cortesía de
Antonio Meléndez.
cíficas frente a Leishmania (Solano-Gallego Calidad del semen Tabla 2. Patrones citol~ icos e histológicos sugerentes de
et al. , 2003b; Todoli et al., 2009), clusterina A día de hoy, parece ser que los perros con leish- infección por L. infantum en el perro en diferentes órganos
urinaria (García-Martínez et al., 2012) o pro- maniosis clínica pueden presentar una reduc- y fluidos corporales (Solano-Gallego et al, 2011).
teína C reactiva urinaria (Martínez-Subiela et ción de la calidad del semen. Esta se debe a
al., 2013). Hasta la fecha, lo más utilizado una pobre y disminuida motilidad progresiva,
en la práctica clínica es el cociente proteína/ un aumento del número total de esperma con LIQUIDO SINOVIAL
creatinina urinaria. anormalidades, y un incremento del número Algunos perros pueden manifestar cojeras en una
de cabezas normales separadas del flagelo del o varias extremidades o presentar inflamación de
Otra alteración que se pueden encontrar es xan- espermatozoide. Parece ser que la calidad del las articulaciones. Cuando se detecta un aumen-
tinuria en perros con tratamientos prolongados semen se revierte parcialmente y mejora des- to del líquido sinovial en alguna articulación, es
con alopurinol (Torres et al., 2011 ). pués del tratamiento a largo plazo con alopuri- aconsejable realizar una aspiración articular para
nol (150 días) (Assis et al., 2010). obtener el líquido sinovial y analizarlo. Es decú:,
lOOµm
se debe realizar un examen completo del líquido
Alteraciones del perfil sinovial con recuento total de células nucleadas,
Uso de otras pruebas Figura 7. Inflamación macrofágica en líquido sinovial en
de coagulación medición de proteínas totales, valoración del color
un perro. Se aprecian numerosos macrófagos, pocos
Los perros con leishmaniosis pueden mani- Es importante señalar que algunas pruebas, y aspecto del líquido sinovial y examen citológico. neutrófilos no degenerados y un moderado número de
festar signos de diátesis hemorrágica, como como la prueba de anticuerpos antinucleares eritrocitos. No se observan microorganismos. Tinción
epistaxis y, con menor frecuencia, hematu- (Smith et al. , 2004 ), que se utiliza para diagnos- En los hallazgos citológicos del líquido sinovial Diff-Quik, 20x. Cortesía de Antonio Meléndez.
ria y diarrea hemorrágica (Baneth y Solano- ticar p.ej. el lupus sistémico o autoanticuerpos causados por L infantum en el perro, se puede
Gallego, 2012). La diátesis hemorrágica se aso- perinucleares antineutrófilos utilizados para encontrar una inflamación neutrofílica (fig. 6),
cia a ulceración de tejidos y alteraciones en la diagnosticar la enfermedad inflamatoria intesti- neutrofi1ica-macrofágica, macrofágica (fig. 7) o número de parásitos en la preparación (fig. 8).
hemostasia primaria o secundaria (Ciaramella nal (Karagianni et al. , 2012), resultan positivas linfocítica. Por tanto, esta infección puede cau- Por este motivo, debe añadirse esta infección en
et al., 2005). La trombocitopenia se ha docu- con frecuencia en perros con leishmaniosis clíni- sar artritis y poliartritis neutrofi1ica, neutrofílica- el diagnóstico diferencial de artritis inflamatorias.
mentado en perros con leishmaniosis tanto ca u otras enfermedades infecciosas o inmuno- macrofágica y linfocítica (Agut et al., 2003). Estas
en aquellos infectados experimentalmente mediadas. Por tanto, la interpretación de estas artritis o poliartritis pueden ser erosivas o no ero- También se han documentado casos de osteo-
(Valladares et al., 1998a) como en infección pruebas debería acompañarse de la exclusión o sivas (Agut et al., 2003). En la mayoría de los mielitis granulomatosa y osteólisis debido a
natural (Terrazzano et al., 2006; Petanides et confirmación de otras enfermedades infecciosas casos, no se detectan citológicamente amastigotes la infección por L. infantum en el perro (de
al. , 2008). Esta trombocitopenia parece ser o inmunomediadas. de L. infantum, a no ser que haya un elevado Souza et al., 20 05a).

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LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA ~

.---,
lOµm

Figura 8. Inflamación neutrofflica en líquido sinovial de Figura 9. Ganglio linfático reactivo aumentado de tamano Figura 10. Linfadenitis histiocítica en un ganglio linfático Figura 11. Ganglio linfático reactivo aspirado de un perro
un perro. Nótese numerosos neutrófilos no degenerados, en un perro. Nótese numerosos linfocitos de pequenos aumentado de tamano en un perro. Se aprecian numero- con presencia de amastigotes intracelulares de Leishma-
un menor número de células mononucleares y un mo- ta mano y un menor número de linfocitos medios y gran- sos linfocitos de pequenos tamano, un aumento del nú- nia en el interior de los macrófagos. Se observan nume-
derado número de glóbulos rojos, así como amastigotes des, así como un aumento del número de células plas- mero de células histioclticas y ocasionales neutrófilos no rosos linfocitos de pequeno tamano y un menor número
de Leishmania en el citoplasma de macrófagos. Tinción máticas. Se aprecian de forma ocasional neutrófilos no degenerados. No se observan microorganismos. Tinción de linfocitos medios y grandes, un aumento del número
Diff-Quik, 60x. Cortesía de Antonio Meléndez. degenerados, eosinófilos y macrófagos. No se observan Diff-Quik, 20x. Cortesía de Antonio Meléndez. de células plasmáticas, y ocasionales neutrófilos no de-
microorganismos. linción Diff-Quik, 40x. Cortesía de An- generados y macrófagos. linción Diff-Quik, 40x. Cortesía
tonio Meléndez. de Antonio Meléndez.

LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO Según un estudio realizado en Brasil, los perros


Históricamente, se consideraba que la leishma- con signos neurológicos presentan con fre-
niosis canina no afectaba al sistema nervioso cuencia una pleocitosis linfocítica (Lima et
central. A partir de los años 90, empezaron a al., 2003). Sin embargo, la experiencia de las
documentarse los primeros casos clínicos con autoras revela que también se puede detectar
afección del sistema nervioso central (García- una pleocitosis neutrofílica. No obstante, raras
Alonso et al., 1996a). Desde entonces, se han veces se observan amastigotes de Leishmania

descrito diferentes casos clínicos con alteraciones
a nivel del sistema nervioso, como meningitis
(Viñuelas et al., 2001), radiculoneuritis, mielitis
en la evaluación citológica del líquido cefalo-
rraquídeo, por lo que deben realizarse técnicas
moleculares, como PCR en tiempo real, para lOOµm
• .---,
lOµm
y meningoencefalitis (Márquez et al., 2013), así detectar el ADN del parásito.
como estudios de investigación en inmunolo- Figura 12. Bazo reactivo en un perro con leishmaniosis. Se Figura 13. Bazo reactivo con presencia de amastigotes
gía relativos a la afección del sistema nervioso ÓRGANOS LINFOIDES aprecian numerosos linfocitos de pequenos tamano y un de Leishmanía en un perro con leishmaniosis. Se apre-
menor número de linfocitos de medio y gran tamano, un cian algunos linfocitos de pequenos tamano, ocasionales
en perros con leishmaniosis (Melo et al., 2009; La linfadenomegalia es un signo clínico frecuente
aumento del número de células plasmáticas, ocasionales neutrófilos no degenerados y numerosos eritrocitos. Se
Melo y Machado, 201 1). Seguramente, las alte- en la leishmaniosis canina. Cuando se observa en neutrófilos no degenerados y células mononucleares, y observa un macrófago con pigmento oscuro compatible
raciones del sistema nervioso debido a la infec- el examen físico, es muy importante practicar una numerosos eritrocitos. No se observan microorganismos. con hemosiderina, y amastigostes de Leishmania en el
ción por L. infantum son más frecuentes de lo punción por aguja fina (PAF) con o sin aspiración linción Diff-Quik, 20x. Cortesía de Antonio Meléndez. citoplasma. linción Diff-Quik, 60x. Cortesía de Antonio
Meléndez.
que se sospechaba (Petersen y Greenlee, 201 1), y del ganglio linfático afectado. Un estudio realiza-
pueden producir una gran variedad de desórde- do en Grecia documentó que, en perros enfermos
nes neurológicos. Es muy importante, por tanto, seropositivos y positivos mediante PCR de médu-
tenerlo en cuenta en el diagnóstico diferencial en la ósea, las anormalidades citológicas encon- (fig. 10), hiperplasia linfoide y linfadenitis neu- Otros órganos linfoides, co1no el bazo, también
zonas endémicas cuando se presente un paciente tradas en los ganglios linfáticos aumentados trofílica (Mylonakis et al., 2005). Además, es presentan hiperplasia linfoide (fig. 12), por lo
con signos o lesiones neurológicas compatibles de tamaño fueron: hiperplasia linfoide (fig. 9), posible observar amastigotes de Leishmania en que se pueden detecta¡; de manera ocasional,
con esta infección. hiperplasia linfoide y linfadenitis histiocítica los ganglios linfáticos afectados (fig. 11 ). a1nastigotes de Leishmania (fig. 13).

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LEIS H MANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA ~

PIEL Hallazgos histológicos Estadios clínicos Posteriormente, el estadio puede cambiar si


La citología de las lesiones cutáneas es fácil En la tabla 2, se detailan los patrones histoló- la enfermedad se agrava o mejora. El grupo
de realizar y permite un rápido diagnóstico gicos que se encuentran comúnmente en dife- Los sistemas de clasificación clínica tienen LeishVet, en un esfuerzo por clasificar el amplio
de leishmaniosis si se encuentran amastigotes rentes órganos en la infección por L. infantum como objetivo agrupar a los pacientes según abanico de manifestaciones clínicas y los dife-
de Leishmania. Por tanto, en aquellas lesiones en el perro. la gravedad del cuadro clínico y el pronóstico. rentes grados de gravedad que se pueden encon-
cutáneas donde se pueda realizar de forma sen- Estos sistemas son útiles para decidir el tra- trar en la leishmaniosis canina, ha propuesto
cilla una PAF con o sin aspiración, se debería Los cambios histopatológicos observados tamiento más apropiado para cada paciente, un sistema de cuatro estadios clínicos, basados
realizar una citología o impronta cutánea según en las lesiones cutáneas y oculares se descri- evaluar la eficacia de los diferentes tratamientos en los signos clínicos, las alteraciones clínico-
el tipo de lesión (nodulai; erosiva, ulcerativa). ben detalladamente en los capítulos 5 y 6, y valorar el pronóstico. Según los criterios esta- patológicas y los resultados de la serología
El tipo de inflamaciones que se encuentran en respectivamente. blecidos, en cada paciente se establece un esta- (Solano-Gallego et al., 2009; Solano-Gallego et
estas lesiones son linfoplasmocelulares (fig. 14), dio en un determinado momento en el tiempo. al., 2011) (tabla 3).
macrófagicas o neutroft1icas-macrofágicas. En Las lesiones renales incluyen glomerulonefritis,
el capítulo 5, se detallan las manifestaciones y nefritis tubulointersticial, y rara vez amiloidosis Estadio Alteraciones
diagnóstico de las lesiones cutáneas. (Poli et al., 1991; Nieto et al., 1992; Zatelli Serología Signos clínicos Pronóstico
clínico de laboratorio
et al., 2003; Costa et al., 2003). La glomeru- Por lo general, sin alteraciones
De negativos
FLUIDOS CAVITARIOS lonefritis membranoproliferativa se asocia Estadio 1 Perros con signos clín icos clínico-patológicas observadas.
a bajos
Aunque no es muy común, hay descripciones de con mayor frecuencia con enfermedad renal Enfermedad leves, como linfadenomegalia Perfil renal normal: creatinina < Bueno.
niveles de
leve periférica, dermatititis papular. 1,4 mg/dl, sin proteinuria (UPC
casos clínicos donde se han encontrado amas- crónica. Se han observado lesiones mesangio- anticuerpos.
< 0,5).
tigotes de Leishmania en líquido procedente de proliferativas y glomerulonefritis por cambios
Perros que, además de los signos Alteraciones clínico-patológicas,
la cavidad abdominal (Dantas-Torres, 2006a; mínimos en el tejido renal en perros infectados que se enumeran en el estadio como leve anemia no
Dell'orco et al., 2009) en perros con leishma- sin evidencia clínico-patológica de enfermedad clínico 1, pueden presentar: regenerativa, hiperglobulinemia o
De bajos lesiones cutáneas difusas o si mé- hipoalbuminemia.
niosis. Estos animales presentan distensión renal (Plevraki et al., 2006). En otra revisión, Estadio 11
a elevados tricas, como dermatitis exfoliativa, Subestadios: De bueno a
abdominal al someterse a un examen físico. El se describen con detalle otras lesiones histo- Enfermedad
niveles de onicogriposis, ulceraciones (plano • Perfil renal normal: creatinina reservado.
moderada
líquido abdominal presente normalmente es un patológicas en otros tejidos (Baneth y Solano- anticuerpos. nasal, almohadillas, prominencias < 1,4 mg/dl, sin proteinuria
óseas, uniones mucocutáneas), (UPC < 0,5).
exudado (Dell'orco et al., 2009). Gallego, 2012).
anorexia, pérd ida de peso, fiebre • Creatin ina < 1,4 mg/dl.
y epistaxis. UPC = 0,5- 1.
Perros que, además de los
Alteraciones clínico-patológicas
signos clínicos que figuran en los
• enumeradas en el estadio


• .
_.,;JI.
.,
,.
11
• •
• Estadio 111
Enfermedad
grave
De medios
ll;Jla[;l"!l,''
niveles de
estadios I y 11, pueden presentar
signos clín icos originados por
las lesiones produc idas por el
clínico II junto con aquellas
propias de la enfermedad renal
crónica en estadio 1 (UPC > 1)
De reservado
a grave.


•• anticuerpos. depósito de inmunocomplejos:
vasculitis, artritis, uveítis y
o 11 (creati nina 1,4-2 mg/dl) de
• ~ 't • ••• glomerulonefritis.
IRIS* (IRIS, 2006).


... ,
41
Alteraciones clínico-patológicas
enumeradas en el estadio 111
Perros con los signos clínicos junto con aquellas propias de
De medios
~ Estadio IV que figuran en el estadio 111, la enfermedad renal crónica en
~ ~ !•• ••• Enfermedad
muy grave
ll;Jla[;l"!l, ' '
niveles de
así como tromboembolismo
pulmonar, o síndrome nefrótico y
estadio 111 (creatinina 2-5 mg/dl)
o IV (creatinina > 5mg/dl) de IRIS
Grave.

• 50µm anticuerpos.
enfermedad renal terminal. (IRIS, 2006).
Síndrome nefrótico: marcada
proteinuria (UPC > 5).
Figura 14. Inflamación linfoplasmocelular asociada a la infección por Leishmania en una lesión cutánea nodular en el
carpo de un perro. (a) Se aprecian ocasionales eritrocitos, detritus celulares y neutrófilos, así como un mayor número • Sociedad Internacional de Interés Renal (www.iris-kidney.com).
de linfocitos de pequeno tamano y células plasmáticas. No se visualizan microorganismos. linción Diff-Quik, 40x.
(b) Se observan, en un fondo lleno de eritrocitos, dos linfocitos de pequeno tamano y amastigotes de Leíshmania intra- Tabla 3. Estadio clínico de la leishmaniosis canina basado en el resultado serológico, signos clínicos, alteraciones
celulares en una de las dos células mononucleares. linción Diff-Quik, 40x. Cortesía de Antonio Meléndez. laboratoriales y pronóstico (Solano-Gallego et al, 2009).

1
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Es conveniente resaltar que, aunque estos cua- Lo más importante es tener en cuenta el área
tro estadios se consideran los más comunes, hay geográfica donde vive o ha viajado (en su caso) Puntos clave
que tener presente que existen casos clínicos atí- el perro sospechoso para establecer una lista de

picos que no se pueden encuadrar en ninguno diagnósticos diferenciales, en función de la distri-
de estos estadios. bución geográfica de dichos vectores artrópodos.

Es importante recordar que algunas de estas
Enfermedades enfermedades vectoriales concomitantes pue-
concomitantes den presentarse con cuadros clínicos muy seme- ■
jantes, que dificultan el diagnóstico, por lo que
Los pacientes que padecen leishmaniosis pue- es funda1nental realizar pruebas de diagnóstico

den presentai; en un porcentaje elevado de los específicas que nos permitan evaluar la presen-
casos, coinfecciones con otros patógenos (enfer- cia o ausencia de estas posibles coinfecciones
medades vectoriales bacterianas o parasitarias) (Miró et al., 2013). En estos casos, es funda- ■ Los P.rincipales signos clínicos incluyen manifestaciones sistémicas, como adelgazamiento, astenia, linfade-:
o enfermedades concomitantes (neoplasias, mental establecer un adecuado protocolo de nomegalia y lesiones cutáneas, pero puede haber pacientes con afección de casi cualquier órgano o tejido,
enfermedades autoinmunes, endocrinopatías u diagnóstico diferencial, ya que son muchas las como trastornos renales (P.rinciP.al causa de mortalidad), gastrointestinales, locomotores, cardiorresP.iratorios
otras), que hay que tener en cuenta para poder y neurológicos.
enfermedades, tanto cutáneas como sistémicas,
establecer una correcta intervención (Miró y que cursan con cuadros clínicos similares a los ■
Molina, 2006). mencionados en este capítulo.

Las más frecuentes suelen ser las enfermedades Así pues, ante una evolución desfavorable o
de carácter vectorial, que se transmiten median- una mejoría incompleta postratamiento de un
te la picadura de otros vectores, como garra- perro con leishmaniosis, no se debe considerar
patas (p.ej.: ehrlichiosis, babesiosis, hepato- la infección por Leishmania como única etiolo-
zoonosis) o pulgas (bartonelosis), y que pueden gía, por lo que se deben valorar otras enferme-
afectar a animales expuestos a estos artrópodos dades concomitantes como causa del cuadro
que vivan en zonas endémicas. clínico evidenciado.
LEISHMANIOSIS CANINA

Manifestaciones
clínicas cutáneas
Laura Ordeix i Esteve • Alessandra Fondati

Introducción
Problemas dermatológicos típicos
Problemas dermatológicos atípicos
Resumen
Manifestaciones
En el curso de la leis~maniosis canina, las lesiones cutáneas representan la manifestación clínica más común. Existen clínicas cutáneas
diversas alteraciones cutáneas, tanto desde el punto de vista clínico como histopatológico. Esta variedad de manifestacio,:
nes probablemente es el resultado de la diversidad de la respuesta inmunitaria frente a Leishmania infantum.

Análogamente a lo que sucede en la leishmaniosis humana, los problemas dermatológicos atribuibles a la leishmaniosis
canina pueden dividirse en típicos (frecuentes o característicos de la enfermedad) y atípicos (menos frecuentes o más
similares a los causados por otras enfermedades). Introducción
Los cuadros clínicos cutáneos típicos incluyen la dermatitis descamativa, la dermatitis ulcerativa que afecta las promi- En el curso de la leishmaniosis canina, las lesio- et al., 2013). Asimismo, con respecto al hos-
nencias óseas, la dermatitis papular y la onicogriposis. Mientras, los cuadros clínicos atípicos comP.renden la dermatitis nes cutáneas representan la manifestación clíni- pedadoi; la respuesta inmunitaria adquirida e
del plano nasal, la dermatitis ulcerativa mucocutánea, la dermatitis ulcerativa en zonas sometidas a traumatismos, la
ca más común, siendo descritas en un 81-89 % innata puede controlar de forma variable la
dermatitis ulcerativa en zonas que recubren los extremos del cuerpo, la alopecia multifocal, la dermatitis nodular cutánea
de los perros enfermos (Solano-Gallego et al., infección por Leishmania, con el consiguiente
y mucocutánea, la dermatitis pustulosa y la dermatitis descamativa nasodigital.
2009; Baneth y Solano-Gallego, 2012). Si bien espectro de manifestaciones clínicas (Carvalho
En este capítulo se describen, para cada una de las manifestaciones cutáneas de la leishmaniosis canina, los aspectos en algunos casos los signos cutáneos pueden ser et al., 2012).
clínicos e histológicos, así como el protocolo diagnóstico. la única manifestación clínica, la leishmaniosis
canina causada por L. infantum se considera En la leishmaniosis canina se han descrito diver-
una enfermedad visceral, de acuerdo con la sas alteraciones cutáneas, tanto desde el punto
Summary definición de la enfermedad causada por este de vista. clínico como histopatológico (Ferrer et
mismo patógeno en el ser humano (Baneth y al., 1988; Koutinas et al., 1992; Blavier et al.,
Solano-Gallego, 2012; McCall et al., 2013). 2001; Solano-Gallego et al., 2009). Se descono-
cen las causas de esta variabilidad morfológica
En el ser humano, la leishmaniosis del sistema de las lesiones dermatológicas en los perros, así
tegumentario tiene un espectro de manifesta- como la importancia de la cepa de L. infantum
Similarly to what happens in human leishmaniosis, dermatological P.roblems attributable to the canine leishmaniosis can ciones clínicas bien definido que comprende en las distintas manifestaciones clínicas de la
be divided into tyP.ical (common and / or characteristic of the disease) and atypical (less frequent and / ar more simila~ to la leishmaniosis cutánea, a menudo autolimi- enfermedad. Sin embargo, al igual que ocurre
those caused by other conditions). tante, la leishmaniosis cutánea diseminada, la en la leishmaniosis humana, se sugiere que sea
leishmaniosis mucocutánea y la leishmaniosis la diversidad de la respuesta inmunitaria fren-
The typical clinical presentations include scaly dermatitis, ulcerative dermatitis affecting bony prominences, papulat der- cutánea difusa (Carvalho et al., 2012). En los te a L. infantum, probablemente determinada
matitis and onychogryphosis. While, atypical clinical presentations include dermatitis of the nasal planum, mucocutaneous
últimos años, diferentes estudios han demos- genéticamente, el factor más importante para
ulcerative dermatitis, ulcerative dermatitis in traumatized sites, ulcerative dermatitis in skin covering the extremities, multi-
trado cómo factores inherentes al hospedador determinar los mecanismos patogénicos y el
focal alo~ia, nodular cutaneous and mucocutaneous dermatitis, pustular dermatitis and nasodigital exfoliative dermatitis.
y al parásito pueden contribuir a la patogénesis tipo de lesiones observadas (Ordeix et al., 2005;
This chapter describes fot each of the cutaneous manifestations of the disease, the clinical and histological features as de la leishmaniosis cutánea humana (Carvalho Solano-Gallego et al., 2009; Baneth y Solano-
well as the diagnostic protocol. et al., 2012). Estos estudios indican que, en Gallego, 2012).
el hombre, diferentes especies y cepas de
Leishmania pueden causar distintas manifes- Análogamente a lo que sucede en la leishma-
taciones clínicas. Además, en un estudio publi- niosis humana, los problemas dermatológicos
cado recientemente, se ha demostrado que, en atribuibles a la leishmaniosis pueden dividir-
algunas de las formas clínicas más inflamato- se en típicos (frecuentes o característicos de la
rias y agresivas de leishmaniosis mucocutánea, enfermedad) y atípicos (menos frecuentes o más
las especies de Leishmania aisladas presenta- similares a los causados por otras enfermeda-
ban material vírico en su genoma (Zangger des) (Bongiorno et al., 2009; tabla 1).
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Es posible percibii; al mismo tiempo, varios simultáneamente problemas típicos y atípicos (p. y el tronco, especialmente en superficies pilosas. idiopática, los defectos de formación del estrato
problemas típicos (p. ej.: dermatitis descamati- ej.: dermatitis descamativa y dermatitis ulcerati- Por lo general, la descamación no se acompaña córneo secundarios a trastornos metabólicos (p.
va y dermatitis ulcerativa en las prominencias va de la piel que cubre las extremidades u onico- de prurito y precede a la alopecia, que tiende a ej.: hipotiroidismo) y la cheyletiellosis.
óseas). Además, también pueden observarse madesis o dermatitis ulcerativa mucocutánea). ser parcial, en lugar de completa. Si las escamas
son adherentes y no se acompañan de alopecia, A veces, las escamas se acompañan de cilindros
La mayoría de las manifestaciones habituales o puede ser que se palpen en lugar de visualizarse, foliculares. Se trata de acumulaciones de quera-
Típicas Atípicas típicas de la leishmaniosis no presentan dificul- particularmente en las extremidades distales. Al tina estrictamente adheridas a la base del tallo
Dermatitis tades diagnósticas y se diagnostican fácilmente retirar estas escamas adheridas, en ocasiones, del pelo. Los pelos afectados pueden depilarse
Dermatitis del plano nasal.
descamativa. por los veterinarios en las regiones endémicas. puede revelarse debajo de las mismas una piel fácilmente y, al examen microscópico, los cilin-
Dermatitis ulcerativa Sin embargo, las formas inusuales pueden plan- erosionada. De hecho, es probable que el exa- dros se observan unidos a la parte más profunda
Dermatitis ulcerativa
que afecta a las tear dificultades, debido a la superposición clí- men citológico por impronta de esta superfi- e intrafolicular del pelo. Los cilindros se atribu-
mucocutánea.
prominencias óseas.
nica e histopatológica con otras enfermedades, cie erosionada sea diagnóstico, observándose yen normalmente a la hiperqueratosis folicular.
Dermatitis ulcerativa en zonas
Dermatitis papular.
sometidas a trauma.
lo que retrasa el diagnóstico y el tratamiento una inflamación neutrofílica y macrofágica con
apropiado durante varios meses. amastigotes de Leishmania. En el caso de una dermatitis descamativa carac-
Dermatitis ulcerativa en zonas
Onicogriposis. que recubren los extremos del terizada por la presencia de cilindros foliculares,
cuerpo. Las enfermedades que imitan la dermatitis al menos en las zonas endémicas, el principal
Alopecia multifocal. Problemas descamativa de la leishmaniosis canina son la diagnóstico diferencial de la leishmaniosis es
la adenitis sebácea idiopática (y viceversa). Sin
Dermatit is nodular cutánea y
mucocutánea.
dermatológicos típicos foliculitis bacteriana, por lo menos en razas de
pelo largo, la dermatofitosis, la demodicosis, el embargo, si los cilindros foliculares son gra-
Dermatitis pustulosa. Los cuadros clínicos cutáneos típicos incluyen: linfoma cutáneo epiteliotropo, la seborrea seca sientos y marrones, la leishmaniosis es menos
Dermatitis descamativa dermatitis descamativa, dermatitis ulcerativa probable que la adenitis sebácea idiopática.
nasodigital. que afecta a las prominencias óseas, dermatitis
papular y onicogriposis. Si los cilindros foliculares se limitan a los már-
Tabla 1. Manifestaciones clínicas dermatológicas genes del pabellón auricular (fig. 3), principal-
de la leishmaniosis canina.
mente en perros con pabellones péndulos, se
Dermatitis descamativa debería considera¡; además, en el diagnóstico
La dermatitis descamativa, descrita en hasta
un 90,9 % de los perros afectados (Koutinas et
al., 1992), representa el problema cutáneo más
común en la leishmaniosis canina (Ferrer et al.,
1988; Koutinas et al., 1992; Papadogiannakis
et al., 2005).

Las esca1nas típicas son bastante grandes, secas,


de color blanco nacarado (denominadas amian-
táceas) y relativamente adherentes a la superficie
de la piel (fig. 1). En primer lugai; implican la
piel facial, comúnmente en un patrón simétrico,
que incluye el área periocular (el llamado signo
Figura 1. Dermatitis descamativa en un Rottweiler ma- "lunetas"), los pabellones y la parte dorsal de
cho adulto con leishmaniosis. Se aprecian las escamas
la nariz (fig. 2). Puede ser que solo se afecte la
de color blanco nacarado (denominadas "amiantáceas") Figura 2. Dermatitis descamativa simétrica en la piel pe- Figura 3. Alopecia con escamas y cilindros foliculares en
relativamente adherentes a la superficie de la piel abdo- cabeza. Sin embargo, las escamas tienden a invo- riocular y en la parte dorsal de la nariz de un Pastor Belga los márgenes del pabellón auricular en el mismo perro
minal en ausencia de alopecia. lucrar progresivamente las cuatro extremidades macho adulto. de la figura l.

1
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

los amastigotes se identifican fácilmente con


la tinción rutinaria H-E. Sin embargo, cuando
el examen histológico de biopsias cutáneas de
perros con trastornos descamativos, que viven
en zonas endémicas, muestra una dermatitis
granulomatosa o piogranulomatosa de perivas-
cular a intersticial, o de nodular a difusa, o una
adenitis sebácea de granulomatosa a piogranu-
lomatosa, y no se visualizan parásitos en las
secciones teñidas rutinariamente, su presencia
tiene que investigarse a través de técnicas más
sensibles (IHQ o moleculares) antes de descar-
Figura 4. Imagen histopatológica de una biopsia cutánea Figura 5. Detalle de la figura 4. Se aprecia un infiltrado tarse una leishmaniosis.
en el mismo perro de la figura l. Obsérvese la dermatitis nodular piogranulomatoso centrado en la glándula se-
difusa en la dermis superficial (flecha negra) y la derma- bácea. Tinción H-E, 4x.
titis nodular perianexial, en correspondencia con la glán-
dula sebácea (flechas blancas). Tinción H-E, lOx. Dermatitis ulcerativa
que afecta
. . las , Figura 6. Úlcera debida a L. ínfantum, con bordes netos,
prom1nenc1as oseas y localizada en el tarso de un Rottweiler macho adulto.
diferencial, una dermatosis idiopática de los se ha observado en el examen histopatológico En las publicaciones científicas, las dermatitis
márgenes de los pabellones auriculares. de aproximadamente el 50 % de los casos de ulcerativas causadas por Leishmania se des-
dermatitis descamativa estudiados (Koutinas criben frecuentemente como una sola entidad desconocida, se ha formulado la hipótesis de
En el examen histopatológico de las biopsias et al., 1992; Papadogiannakis et al., 2005). Sin clínica, y no se diferencian en distintas formas que la presión continuada causa una inflama-
cutáneas de perros con dermatitis descamativa embargo, también se ha observado una adenitis clínicas (Ferrer et al., 1988; Koutinas et al., ción secunda.r ia que conlleva la formación de
debida a la infección por Leishmania, se obser- sebácea en aproximadamente el 50 % de los 1992; Solano-Gallego et al., 2009; Baneth y una úlcera en un perro infectado.
va una hiperqueratosis ortoqueratósica, epi- perros con leishmaniosis sin dermatitis desca- Solano Gallego, 2012). Sin embargo, las lesio-
dérmica y folicular. También es común obser- mativa (Papadogiannakis et al., 2005). nes ulcerativocostrosas podrían surgir a partir Suelen ser úlceras persistentes y con los bordes
var un infiltrado de perivascular a intersticial de diferentes mecanismos patogénicos y, en con- netos, con un diámetro que oscila de 1 a 4 cm
en la dermis superficial y media (perifolicular), La adenitis sebácea asociada a la infección por secuencia, presentar unas características clínicas (Koutinas et al., 1992) (fig. 6).
con o sin destrucción de las glándulas sebáceas Leishmania parece caracterizarse por un infil- concretas, ser más o menos típicas y afectar
(adenitis sebácea) (figs. 4 y 5 ). El infiltrado trado inflamatorio dérmico de multinodular a zonas cutáneas diferentes. El diagnóstico diferencial clínico incluye: pio-
dérmico puede ser más intenso, de nodular a difuso, y no se limita a la dermis perifolicular derma profunda localizada, úlceras por decú-
difuso, y a veces se extiende hasta el panículo, (Bardagí et al. , 2010). Por otro lado, se ha suge- Las lesiones ulcerativocostrosas son el segun- bito, neoplasias y granulomas infecciosos por
observándose una paniculitis piogranulomato- rido que, cuando no se observa infiltrado infla- do tipo de lesiones cutáneas más frecuentes causas distintas a la leishmaniosis, como una
sa o granulomatosa. Las células inflamatorias matorio en la dermis o si el infiltrado está estric- observadas en el curso de la enfermedad y, en micosis profunda o una micobacteriosis.
predominantes son los macrófagos, las células tamente centrado en las glándulas sebáceas, el la mayoría de las publicaciones, se refieren a
plasmáticas y los linfocitos. Los neutrófilos, diagnóstico de adenitis sebácea idiopática es las úlceras localizadas en correspondencia con El examen histopatológico de las biopsias cutá-
eosinófilos y mastocitos son menos numero- más probable, incluso en las zonas endémicas las prominencias óseas, especialmente en las neas muestra una dermatitis piogranulomatosa
sos, y rara vez se encuentran células gigantes de leishmaniosis (Bardagí et al. , 2010). articulaciones del carpo y tarso (Ferrer et al., o granulomatosa de multinodular (perianexial)
multinucleadas. 1988; Koutinas et al., 1992). a difusa con ulceración. El número de amasti-
Si el infiltrado dér1nico se presenta difuso gotes es variable, pero suelen identificarse fácil-
La adenitis sebácea se ha propuesto como causa y macrofágico, normalmente el número de Si bien la patogenia de las úlceras inducidas mente con la tinción rutinaria hematoxilina-
de la descamación y los cilindros foliculares en parásitos es elevado (Dos Santos et al., 2004, por Leishmania, al igual que en la mayoría de eosina (H-E), o mediante una tinción especial
algunos casos de leishmaniosis canina, ya que Giunchetti et al., 2006) y, consecuente1nente, los cuadros cutáneos en esta enfermedad, es IHQ, o a través de técnicas moleculares.

1
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

,
variable, de manera que, cuando el número es
reducido, es necesario el uso de una técnica IHQ
para evidenciarlos (Ordeix et al., 2013) (fig. 11).

• ...
A menudo, los perros con dermatitis papular no •
muestran ningúna alteración clínico-patológica,
y el nivel de anticuerpos anti- Leishmania es
negativo o débilmente positivo. Este cuadro clí- •
nico se asocia a una buena respuesta inmunitaria .---,
5µm
específica celulai; así como a la resolución espon-
tánea de las lesiones en 3-5 meses en algunos
Figura 9. Imagen citológica del material obtenido por PAF
casos (Ordeix et al., 2005; Bottero et al., 2006).
sin aspiración de la pápula de la figura 8. Se aprecia un
En consecuencia, es posible que el número redu- macrófago con diversos amastigotes de Leíshmanía spp.
Figura 7. Dermatitis papular causada por L. ínfantum en Figura 8. Dermatitis papular causada por L. ínfantum en cido de amastigotes presente en las lesiones sea en el citoplasma. Tinción Diff-Quik, lOOx.
la cara interna del pabellón auricular de un Chihuahua la piel de alrededor del plano nasal de un macho mestizo
el resultado de la cronicidad de las mismas, sien-
hembra de ano y medio de edad. de un ano de edad. Obsérvese la ulceración en la parte
central, que adquiere la morfología crateriforme descrita do el número de amastigotes inversamente pro-
como el "signo del volcán". porcional a la duración de la lesión en aquellos
sujetos en los que la respuesta.inmunitaria eficaz
ha controlado la proliferación del parásito. De
Dermatitis papular Como se ha mencionado anteriormente, en las hecho, sobre la base de la reciente clasificación
Es un problema dermatológico que, en una zonas endémicas, es una manifestación clíni- clínica de la leishmaniosis canina, esta presen-
zona endémica, puede considerarse muy carac- ca muy sugestiva de leishmaniosis canina. Sin tación es la única manifestación dermatológica
terístico y sugestivo de leishmaniosis canina, embargo, en el diagnóstico diferencial, deben permitida en el estadio I y, por lo tanto, asociada
es decü; típico, aunque no es muy frecuente considerarse las reacciones a las picaduras o a un pronóstico favorable (Solano-Gallego et
(Ordeix et al., 2005; Bottero et al., 2006; Noli mordeduras de artrópodos (p. ej.: mosquitos), al., 2009). No obstante, puede observarse tam-
et al., 2006). el granuloma leproide canino, lesiones del sín- bién en perros en estadio 11. Recientemente, se ha
Figura 10. Imagen histopatológica de una pápula inducida
drome del granuloma/piogranuloma estéril o la demostrado que, de acuerdo con lo que sucede por L. ínfantum en la que se aprecia un infiltrado piogra-
Se caracteriza clínicamente por la presencia de histiocitosis cutánea reactiva. en la leishmaniosis cutánea humana, la expresión nulomatoso de nodular a difuso de importante entidad.
un número variable, por lo general reducido, del TLR-2 (un receptor expresado principalmen- Tinción H-E, 4x.
de pápulas persistentes, de color rosa a amari- En algunos casos, es posible alcanzar el diag- te en la superficie de los macrófagos y que juega
llento (en piel pigmentada, p. ej.: en los labios, nóstico mediante el examen citológico por PAF un papel en la respuesta inmunitaria innata) está
aparecen como pápulas despigmentadas), de sin aspiración (fig. 9). Sin embargo, es probable incrementada en el infiltrado dérmico en compa-
consistencia aumentada, a menudo umbilica- que en la mayoría deba realizarse una biopsia ración con la expresión observada en la piel sana
das, y distribuidas en zonas sin pelo de perros cutánea para su examen dermatopatológico y (Ordeix et al., 2013).
de pelo corto (cara interna de los pabellones, visualización de los amastigotes en el infiltrado
labios, párpados, alrededor del plano nasal y inflamatorio. De acuerdo con el cuadro clínico, patológico e
abdomen) (Ordeix et al., 2005; Bottero et al., inmunológico, se ha sugerido que, al igual que
2006; Noli et al., 2006) (fig. 7). Las pápulas, El examen histopatológico de estas lesiones clí- sucede en la leishmaniosis cutánea humana, estas
que no tienden a aumentar de volumen con el nicas revela un infiltrado piogranulomatoso de pápulas se producen en el punto de inoculación y
tiempo, pueden ulcerarse en la parte central, y moderado a grave, con varios patrones histopato- multiplicación del parásito (Ordeix et al., 2005).
adquieren la morfología crateriforme descrita lógicos (perivasculai; nodular perianexial, difuso El número de lesiones podría relacionarse con el
Figura 11. Imagen de IHQ específica para Leíshmanía.
como típica de la leishmaniosis cutánea huma- y adenitis sebácea) (Ordeix et al., 2013) (fig. 10). número de picaduras por parte de los flebótomos Es posible observar un número reducido de amastigotes
na (el llamado "signo del volcán") (fig. 8). El número de amastigotes intramacrofágicos es o la carga parasitaria de los mis1nos. intramacrofágicos tenidos de color marrón oscuro. 40x.
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Onicogriposis onicogriposis del perro geriátrico y onicodis- donde, por motivos económicos y culturales, el
La onicogriposis parece ser un problema der- trofia que se observa tras la resolución de una diagnóstico de la enfermedad sea tardío.
matológico típico de la leishmaniosis canina, oniquitis lupoide idiopática.
ya que no se asocia comúnmente a la leishma- La onicogriposis no parece ser el resultado de
niosis humana (Mahmood, 2007; Koutinas et Los cambios histológicos observados en la oni- la presencia de una alta carga parasitaria en la
al., 20 10). En la enfermedad, la onicogriposis cogriposis asociada a la leishmaniosis, si bien dermis. La dificultad de demostrar una presencia
se detecta en aproximadamente un 24-90 % de son inespecíficos, se caracterizan por una der- significativa de los parásitos en el infiltrado a
los casos. La paroniquia, en cambio, es menos matitis de la unión dermoepidérmica con un través de exámenes de IHQ o técnicas especí-
frecuente (6-14 %) (Koutinas et al. , 2010) infiltrado mononuclear (linfocitos, células plas- ficas de biología moleculai; junto con la falta
(fig. 12). Sin embargo, es posible que esta pre- máticas e histiocitos), vacuolización de los que- de especificidad de los signos histopatológicos
Figura 14. Dermatitis del plano nasal, caracterizada por
valencia no sea uniforme en todas las regiones ratinocitos basales, incontinencia pigmentaria y (Koutinas et al., 2010), hace que, al menos en
una despigmentación acompanada por escamas, erosio-
donde la leishmaniosis es endémica. separación dermoepidérmica (Koutinas et al. , ciertos casos, sea difícil atribuir el signo clínico nes, úlceras y costras que, en este paciente con leish-
2010). Estas lesiones también se observan en a la Leishmania. Sin embargo, como se ha men- maniosis, afecta a todo el plano nasal.
Clínicamente, la onicogriposis se caracteriza el curso de otras enfermedades, especialmente cionado anteriormente, la onicogriposis es un
por la hipertrofia y curvatura anormal de las en la oniquitis lupoide idiopática (Gross et al. , signo clínico tardío y a menudo asociado a otros
uñas (Koutinas et a!., 2010) (fig. 13). De manera 2005). Además, estos signos dermatopatoló- signos clínicos y patológicos de la leishmaniosis
infrecuente, la onicogriposis se presenta como gicos también están presentes en las secciones canina, por lo que el diagnóstico rara vez se basa-
único signo clínico de esta enfermedad. De histológicas de la matriz ungueal de perros con rá en el examen dermatopatológico de las uñas.
hecho, la mayoría de los perros con onicogripo- leishmaniosis sin onicogriposis. Por consiguien-
sis muestran otros problemas cutáneos asocia- te, se ha sugerido que la inflamación microscó-
dos a la leishmaniosis, especialmente dermatitis pica pueda preceder al desarrollo de la onicogri- Problemas
descamativa o ulcerativa (Koutinas et al., 2010). posis y que sea necesario un periodo prolongado
dermatológicos
para que el crecimiento de la uña evidencie las
El diagnóstico clínico diferencial a tener en cuen- lesiones clínicas (Koutinas et al. , 2010). Por lo atípicos
ta cuando la onicogriposis se presenta como tanto, es probable que la prevalencia de este
único signo clínico comprende: onicomicosis, signo clínico sea superior en zonas endémicas Los cuadros clínicos cutáneos descritos a con-
tinuación se consideran poco comunes en com-
paración con los descritos anteriormente o más
fácilmente atribuibles a causas distintas a la
leishmaniosis.
Figura 15. Dermatitis del plano nasal causada por leish-
maniosis en el mismo paciente de la figura anterior. Nó-
tese como la piel provista de pelo de la parte dorsal de
Dermatitis del plano nasal la nariz está también afectada con alopecia y escamas
La dermatitis del plano nasal causada por la bien adheridas.
leishmaniosis se caracteriza clínicamente por
una despigmentación comúnmente acompa-
ñada. por escamas, erosiones, úlceras y costras y de color rosado-grisáceo (fig. 14). De vez en
(Koutinas et al., 1992; Blavier et al. , 2001; cuando, puede observarse también una despig-
Fondati et al., 2012). Las lesiones pueden afec- mentación en los labios, como la que se aprecia
tar todo el plano nasal o estar circunscritas a los en el vitíligo (Blavier et al., 2001). La. piel pro-
Figura 12. Paroniquia en una hembra mestiza joven con Figura 13. Onicopatra en un Doberman macho adulto orificios nasales. El plano nasal puede aparecer vista de pelo de la parte dorsal de la nariz puede
leishmaniosis. La paroniquia se caracteriza por la presen- con leishmaniosis, caracterizada por hipertrofia y cur-
cia de alopecia, eritema, escamas y erosiones cubiertas vatura anormal de la una (onicogriposis), y rotura de la ligeramente tumefacto, con pérdida de la arqui- verse afectada con escamas, erosiones, úlceras y
por costras. misma (onicorrexis). tectura típica, y la piel se vuelve lisa, brillante costras (fig. 15).
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Al ser el orificio nasal una unión mucocutá- del plano nasal, deben incluirse en el diagnósti- estímulos inflamatorios crónicos en uniones
nea, los hallazgos clínicos e histopatológicos co diferencial el pénfigo foliáceo y eritematoso. mucocutáneas (Gross et al., 2005) y que pue-
de esta forma clínica se describen en el epígrafe de complicar el diagnóstico histopatológico.
siguiente. N o se han definido los hailazgos histopato- También se sugiere administrar un tratamiento
lógicos de las lesiones nasales en perros con antibiótico de dos a tres semanas antes de la
La dermatitis del plano nasal debida a la leish- leishmaniosis. Sin embargo, en un estudio toma de muestras para su examen dermatopa-
maniosis parece indistinguible del lupus erite- reciente se ha descrito que, en biopsias nasales tológico, con objeto de reducir el componente
matoso discoide (LED), que representa el prin- de perros con leishmaniosis, el examen der- inflamatorio debido a una infección bacteriana
cipal diagnóstico diferencial, tanto clínico como matopatológico puede mostrar una dermatitis secundaria. Sin embargo, la veracidad de estas
histológico (Fondati et al., 2012; De Lucia et linfoplasmocítica, de perivascular a band-like'', dos últimas recomendaciones no radica en una
al., 20 13). Un indicio que conduce al diagnós- con un número variable de histiocitos, o una evidencia científica.
Figura 16. Dermatitis erosiva y ulcerativa mucocutánea.
tico clínico del LED es el hecho de que la des- dermatitis, de nodular a difusa, superficial y
Presencia de erosiones y úlceras en los orificios nasales
pigmentación, supuestamente inducida por la profunda, con histiocitos, linfocitos y células La antibioterapia normalmente es sistémica y se y pliegues alares en un Collie macho adulto con leish-
luz, aparece en primer lugar en la parte dorsal plasmáticas. En ambos casos, se puede obser- basa en el uso de un antibiótico recomendado maniosis.
del plano nasal (Miller et al., 2013). Cabe des- var una dermatitis de la unión, con discreta para tratar las infecciones cutáneas causadas
tacar que se ha descrito una variante atípica de vacuolización y apoptosis de células basales por estafilococos coagulasa positivos en el perro
la leishmaniosis similar al LED también en los (De Lucia et al., 2013 ). (p. ej.: clindamicina, amoxicilina-ácido clavu- Dermatitis ulcerativa
seres humanos (Bari, 2012). lánico, cefalexina) (Guardabassi et al., 2008). mucocutánea
El diagnóstico diferencial histopatológico con La leishmaniosis canina puede provocar en
Aparte del LED, el diagnóstico clínico diferen- el I .ED puede ser difícil. En efecto, en los casos Básicamente, ya que el I .ED crónico puede imi- ocasiones lesiones erosivas y ulcerativas en las
cial varía con el tipo y distribución de las lesio- de LED crónico o acompañado por infección tar una leishmaniosis (y viceversa), si las biop- uniones mucocutáneas (Koutinas et al., 1992).
nes nasales. bacteriana secundaria, el cuadro histopatoló- sias nasales se caracterizan histológicamente Todas las uniones pueden verse afectadas. Sin
gico parece caracterizarse por una dermatitis por una dermatitis linfoplasmocítica band-like embargo, la región periocular y perioral, así
Si predomina la despigmentación, el diagnós- linfoplasmocítica band-like*, con histiocitos y con histiocitos, con o sin daño de células basa- como los orificios nasales, en particular los plie-
tico diferencial incluye: linfoma cutáneo epite- escaso o ausente daño de células basales (Gross les, y no se observan parásitos en la secciones gues alares, parecen ser las más comúnmente
liotropo, síndrome uveodermatológico, que se et al., 2005). teñidas rutinariamente, se debería investigar la implicadas. Las erosiones y úlceras frecuen-
asocia típica1nente a uveítis, dermatomiositis y presencia de Leishmania en el infiltrado a través temente se acompañan de escamas y costras,
lupus eritematoso sistémico. En el caso de una dermatitis del plano nasal de técnicas más sensibles (IHQ o moleculares). especialmente en los pliegues alares (fig. 16).
en un perro que vive en una zona endémica, Generalmente, las lesiones erosivoulcerativas
Si predominan las erosiones y úlceras, e invo- el primer paso en el protocolo diagnóstico En algunos casos de dermatitis nasal, el diag- preceden a una despigmentación, más evidente
lucran todo el plano nasal, además de otras debe ser la realización de pruebas destinadas nóstico diferencial histopatológico entre en perros con piel pigmentada. (fig. 17). Las
áreas cutáneas y mucocutáneas, el diagnósti- a diagnosticar la leishmaniosis. Sin embargo, leishmaniosis y síndrome uveodermatológico lesiones no causan prurito. Sin embargo, pue-
co diferencial incluye: reacciones adversas a si la causa de las lesiones nasales es dudosa, también puede ser complicado. De hecho, los den ser dolorosas, dependiendo del lugai; exten-
los medicamentos, que comprenden el eritema se deberían realizar biopsias cutáneas. Para macrófagos representan las células inflamato- sión y profundidad de las úlceras.
multiforme y la necrólisis epidérmica tóxica, aumentar las posibilidades de obtener un diag- rias predominantes en el síndrome uveoderma-
y enfermedades infrecuentes como pénfigo nóstico histopatológico correcto, las biopsias tológico. Si el infiltrado se localiza, sobre todo, El diagnóstico diferencial clínico e histopato-
vulgar, pénfigo paraneoplásico y dermatosis nasales no deben tomarse de la piel ulcerada en zona perianexial, el cuadro histopatológico lógico incluye pioderma mucocutánea (PMC)
bullosas subepidérmicas, autoinmunes o de ni cicatricial. Si la piel con pelo de la parte se superpone a la leishmaniosis. Por lo tanto, si y lupus eritematoso mucocutáneo (LEMC).
base genética. dorsal de la nariz estuviera afectada, se debe- no se observan parásitos en las secciones teñi- Ambos causan erosiones y úlceras en las unio-
rían tomar muestras de esa zona porque podría das rutinariamente, también en este caso, antes nes mucocutáneas. La PMC afecta sobre todo
Si las lesiones nasales son en su mayoría esca- representar una zona menos afectada por el de descartar la leishmaniosis, se debería investi- las uniones mucocutáneas faciales (Gross et
mas y costras en la piel con pelo de la parte dor- patrón reactivo plasmocítico (Declercq et al. , gar la presencia de Leishmania en el infiltrado a al., 2005; Miller et al., 2013), mientras que el
sal de la nariz, leve despigmentación y erosión 201 1), que caracteriza la respuesta frente a través de técnicas de IHQ o moleculares. LEMC se ha descrito, más a menudo, en las

* Infiltrado distribuido de manera difusa que forma una banda.


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zonas anal y genital (Gerhauser et al., 2004; los orificios nasales. Parece observarse más lesiones cutáneas en zonas sometidas artificial-
Schrauwen et al., 2006; Olivry, 2012). Si las frecuentemente en el Pastor Alemán. La etiopa- mente a traumatismos (Bertho et al. , 1994).
lesiones erosivas y ulcerativas solo afectan los togenia de estas lesiones, ya sea en perros con Además, se ha observado que los ratones en
orificios nasales, se debería considerar en el o sin leishmaniosis, es actualmente descono- los que se inocula Leishmania en la almohadi-
diagnóstico diferencial también el LED. cida, así como los hallazgos histopatológicos. lla pueden ocasionalmente desarrollar lesiones
Sin embargo, se ha descrito recientemente que cutáneas en el pabellón auriculai; en el lugar
Aunque menos frecuentes, las reacciones las lesiones histológicas, al menos en perros sin de anclaje de la etiqueta identificadora, lo que
adversas a los medicamentos, el linfoma cutá- leishmaniosis, parecen las de la PMC (Declercq sugiere un escenario similar de desarrollo de la
neo epiteliotropo, el pénfigo vulgai; el pénfigo et al., 2011 ). En las zonas endémicas, cuando se enfermedad cutánea en las zonas sometidas a
paraneoplásico y las dermatosis bullosas subepi- observan estas lesiones, se recomienda realizar traumatismos (Wortmann et al., 2000).
dérmicas, autoinmunes o de base genética, pue- pruebas destinadas al diagnóstico de la leish-
den causar erosiones y úlceras mucocutáneas. Figura 17. Dermatitis erosiva y ulcerativa mucocutánea.
maniosis, que se consigue normalmente a través La particularidad de estas lesiones es que la
Presencia de alopecia con despigmentación, erosiones
y úlceras en la piel y mucosa del orificio prepucial en el de los típicos hallazgos clínico-patológicos más lesión inicial no se debe al parásito, sino a otras
No se han descrito los hallazgos dermatopato- mismo paciente de la figura 15. que a través del examen dermatopatológico de causas. Sin embargo, la ausencia de curación o
lógicos de las lesiones ulcerosas mucocutáneas las biopsias cutáneas. Es interesante señalar que persistencia de la lesión se debe a la llegada de
en perros con leishmaniosis. Sin embargo, en se ha descrito una forma atípica de la leishma- los amastigotes al citoplasma de los macrófa-
algunos casos vistos por las autoras, parecen Análogamente a lo que se indica para la derma- niosis humana en Pakistán caracterizada por la gos, que contribuyen a la cicatrización.
ser similares a los descritos en la PMC, que titis nasal, en un perro con dermatitis ulcerativa presencia de fisuras labiales (Bari, 2012).
se caracteriza por una epidermis erosionada o mucocutánea que vive en una zona endémica, el En el perro se han descrito, de forma similar a
ulcerada y un infiltrado inflamatorio dérmico primer paso en el protocolo diagnóstico debe ser lo que sucede en el ser humano, casos de leish-
predominantemente plasmocítico de perivas- la realización de pruebas destinadas a diagnos- Dermatitis ulcerativa maniosis cutánea. en heridas quirúrgicas (Prats
cular a band-like con linfocitos, neutrófilos e ticar una infección por Leishmania, incluyendo en zonas sometidas et al. , 1995), y se ha sospechado en un caso de
histiocitos (lhrke, 1995; Gross et al., 2005). los exámenes citológicos de la superficie cutá- a traumatismos dermatitis similar a una dermatitis acral por
nea erosionada o ulcerada. Por otra parte, en El desarrollo de una lesión ulcerativa en una lamido (Denerolle et al., 2007).
Ya que la PMC comparte similitudes histoló- general, se recomienda instaurar un tratamiento zona cutánea sometida a traumatismos es una
gicas también con el LED crónico (Wiemelt con antibióticos durante dos o tres semanas (ver "perla clínica" que en el ser humano sugiere Clínicamente, se aprecian úlceras con los bor-
et al., 2004 ), y que LED y LEMC parecen epígrafe Dermatitis del plano nasal). una leishmaniosis cutánea (Wortmann et al., des elevados y netos, si bien en algunas oca-
ser histológicamente indistinguibles (Bassett et 2000). La evidencia clínica que respalda esta siones pueden apreciarse nódulos ulcerados
al., 2004; Gerhauser et al. , 2004; Schrauwen Si la causa de las lesiones cutáneas sigue sien- observación es la descripción de casos de leish- (figs. 18 y 19).
et al., 2006), puede ser difícil para un pató- do dudosa tras la ejecución de las pruebas maniosis cutánea en áreas sometidas a trau-
logo diferenciar la leishmaniosis de la PMC, destinadas al diagnóstico de la leishmaniosis matismos, como el inducido por el afeitado, En el caso de lesiones ulcerativas sin tenden-
el LEMC y el LED. Sin embargo, el LED y la o si la respuesta a los antibióticos es parcial picaduras de abejas, tatuajes, heridas punzantes cia a la cicatrización con una historia clínica
PMC, por lo menos en su presentación típica, o ausente, se deberían realizar biopsias cutá- o frotamiento constante. compatible de traumatismo previa en un perro
no comparten muchas características clínicas, neas. Si no se observan parásitos en secciones que vive en una zona endémica, el primer paso
mientras que el LEMC y la PMC sí. En otras teñidas rutinariamente, antes de descartar una Se ha formulado la hipótesis de que estas lesio- en el protocolo de diagnóstico debe ser la rea-
palabras, el diagnóstico diferencial entre LED leishmaniosis, debe investigarse la presencia de nes sean la consecuencia de la llegada demacró- lización de pruebas destinadas a diagnosticar
y PMC es probablemente más difícil para un Leishmania a través de técnicas más sensibles fagos infectados al lugar del traumatismo, atraí- una leishmaniosis, que incluyen los exámenes
patólogo que para un clínico. Sin embargo, el (IHQ o moleculares). dos por la reacción inflamatoria desencadenada citológicos de la superficie cutánea ulcerada.
diagnóstico diferencial entre PMC y LEMC, durante un proceso de cicatrización. La eviden- No obstante, es importante destacar que, al
por una parte, y entre leishmaniosis y, respec- Existe una forma peculiar de dermatitis ulce- cia que apoya esta hipótesis se obtiene a partir tratarse de perros infectados sin otros signos de
tivamente, LED, PMC y LEMC por otra, es rativa mucocutánea caracterizada por la pre- de modelos animales experimentales realiza- leishmaniosis, puede ser que el título de anti-
difícil tanto para los patólogos como para los sencia de fisuras mono o bilaterales, variable- dos en ratones infectados por vía subcutánea cuerpos sea bajo o incluso negativo, por lo que
clínicos. mente profundas, sobre el margen dorsal de (SC) con L. amazonensis, los cuales desarrollan el diagnóstico final se alcanza con el examen

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Figura 21. Dermatitis ulcerativa en zonas que recubren


Figura 18. Dermatitis ulcerativa en zonas sometidas a Figura 19. Dermatitis ulcerativa en zonas sometidas a trau- tos extremos del cuerpo. Úlcera circular en una almoha-
traumatismos. Presencia de escamas, úlceras y costras matismos. Úlceras con los bordes elevados y netos en una dilla plantar sugestiva de vascutitis cutánea en un perro
(parcialmente separadas) en el codo de un Labrador Re- zona sometida a lamido constante (dermatitis similar a una con teishmaniosis.
triever macho adulto con leishmaniosis. dermatitis acral por lamido) en et mismo paciente.

dermatopatológico con o sin técnicas más sen- ampliamente (Baneth y Solano-Gallego, 2012). Figura 20. Dermatitis ulcerativa en zonas que recubren
tos extremos del cuerpo. Alopecia y descamación en los
sibles (IHQ o moleculares). El depósito de estos inmunocomplejos en las márgenes de los pabellones auriculares en un perro con
paredes de los vasos sanguíneos, con la con- vasculitis cutánea asociada a la teishmaniosis.
El clínico tiene que saber que someter a un siguiente activación de la cascada del comple-
perro infectado por Leishmania a un trauma- mento (reacción de hipersensibilidad de tipo
tismo local, como el asociado a una cirugía ID), y la atracción quimiotáctica subsiguiente Si bien el tipo de lesiones y su distribución
opcional, puede provocar el desarrollo de una de los polimorfonucleares neutrófilos, puede ser sugieren un daño vascular, este no termina de
leishmaniosis cutánea. responsable de la vasculitis sistémica constatada documentarse definitivamente, ya que las lesio-
en algunos casos de leishmaniosis (Pumarola et nes rara vez se someten a estudio dermatopato-
al., 199 1; Torrent et al., 2005). lógico debido, en parte, a su ubicación. Además, Figura 22. Úlcera circular en ta cara interna del pabellón
Dermatitis ulcerativa el daño vascular es temporal y no sucede en auricular ligada a una vascutitis cutánea asociada a ta
en zonas que recubren Las lesiones características de vasculitis cutá- todos los vasos, por lo que es muy difícil de teishmaniosis en un perro.
los extremos del cuerpo nea consisten principalmente en áreas focales documentar en el examen dermatopatológico.
En este tipo de dermatitis ulcerativa, la pato- de alopecia, con o sin descamación, y úlceras
génesis más probable para la formación de las cubiertas por costras hemorrágicas localizadas En presencia de lesiones clínicas sugestivas de
úlceras es una vasculitis cutánea. típicamente en los márgenes de los pabellones vasculitis cutánea, el diagnóstico diferencial
auriculares, punta de la cola, almohadillas plan- clínico incluye todas aquellas enfermedades
En la leishmaniosis humana se describen lesio- tares y parte distal de las extremidades (Torres asociadas a la presencia de inmunocomplejos
nes vasculares como consecuencia de la for- et al., 2011) (figs. 20 y 21). N o obstante, tam- circulantes y, por lo tanto, al desarrollo de una
mación de inmunocomplejos, a nivel local en bién es posible observar úlceras circulares, de posible vasculitis, como enfermedades infec-
la leishmaniosis cutánea y mucocutánea, y cir- 0,5-1 cm de diámetro, en cualquier parte del ciosas sistémicas, principalmente en áreas del
culantes en la leishmaniosis visceral (Veress et cuerpo (fig. 22). En ocasiones, es posible obser- mediterráneo (leishmaniosis, ehrlichiosis o
al., 1986). var despigmentación y ulceración en el plano rickettsiosis), enfermedades in1nunomediadas,
nasal y onicomadesis, esta última como resul- como el lupus eritematoso sistémico, y una
La presencia de inmunocomplejos circulantes tado de la lesión vascular que tiene lugar en la reacción de hipersensibilidad a vacunas u otros Figura 23. Onicomadesis en el mismo paciente con teish-
en la leishmaniosis canina se ha documentado matriz de la uña (fig. 23). fármacos. Cabe destacar que la mayoría de las maniosis de la figura 13.

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vasculitis cutáneas son idiopáticas y algunas algunos casos, las consecuencias de la vasculitis multifocal es relativamente más frecuente que la El aspecto clínico de la alopecia debida a una
razas están predispuestas a padecerla Uack persisten una vez controlado el daño inflamato- focal. De vez en cuando, se observan escamas dermatopatía isquémica es muy característico
R ussell o Teckel). rio de los vasos, por lo que podría ser necesa.r io finas y erosiones en las zonas alopécicas. El y no hay muchos diagnósticos diferenciales
un tratamiento médico específico para favore- prurito está normalmente ausente. En algunos clínicos. De hecho, por lo general, la alopecia
Cuando se aprecia solo onicomadesis, con o sin cer la cicatrización (p. ej.: en caso de pérdida de casos, las lesiones siguen o se observan simul- multifocal debida a otras causas es incompleta
onicodistrofia, el diagnóstico diferencial clínico- tejido por necrosis en las almohadillas). táneamente con lesiones sugestivas de vasculitis y se acompaña de otras lesiones indicativas de
patológico más importante es la oniquitis lupoi- (fig. 26). la participación inflamatoria de los folículos
de idiopática. De hecho, en ausencia de otros (eritema, collaretes o costras). Las enfermeda-
signos sugestivos de leishmaniosis canina, la Alopecia multifocal des que con frecuencia causan la alopecia mul-
diferencia puede ser difícil. La leishmaniosis rara vez causa una alopecia de tifocal en el perro son la foliculitis bacteriana,
focal a multifocal, de aspecto cicatricial, similar la demodicosis y la dermatofitosis.
En un perro con lesiones cutáneas sugestivas de a la que se observa en la dermatopatía isqué-
vasculitis cutánea que vive en una zona endémi- mica (Bardagí, 2012). De forma semejante a La sospecha clínica de una dermatopatía isqué-
ca, el primer paso en el protocolo de diagnósti- la vasculitis cutánea, la leishmaniosis podría mica tiene que confirmarse histológicamente.
co debe ser la realización de pruebas destinadas representar la causa del problema mediante la Los hallazgos histopatológicos característicos
a diagnosticar una leishmaniosis y descartar inducción de un daño vascular inmunomediado. incluyen dermatitis de la unión con vacuoliza-
una ehrlichiosis o rickettsiosis. Se ha descrito ción y apoptosis de los queratinocitos basales,
que los perros con leishmaniosis susceptibles de Esta forma clínica no se ha descrito detallada- dermatitis perivascular linfohistiocítica leve,
desarrollar lesiones atribuibles a un problema mente en los estudios publicados. Sin embar- atrofia folicular y homogenización del coláge-
inmunomediado, como es una vasculitis cutá- go, Bardagí (2012) la ha mencionado. La piel no dérmico. Se puede observai; aunque no en
nea, son aquellos que muestran títulos de anti- lesionada suele ser completamente alopécica, todos los casos, una vasculopatía, con engro-
cuerpos elevados (Torres et al., 2011). Figura 25. Alopecia multifocal con la superficie cutánea samiento de la pared de los vasos dérmicos
desinflamada, atrófica y brillante, y las lesiones
no inflamada, atrófica y brillante asociada a una derma-
no parecen tener preferencia en cuanto al lugar topatra isquémica en una hembra mestiza adulta con y un leve infiltrado linfocitario perivascular
Si bien el examen dermatopatológico, en caso de aparición (fig. 25). Sin embargo, la alopecia leishmaniosis. (fig. 27).
de realizar biopsias, pueda sugerir un daño vas-
cular o, en el mejor de los casos, confirmarlo,
no permite ni confirmar ni descartar que la
causa del mismo sea la leishmaniosis (fig. 24).
Al tratarse de lesiones inducidas por el depósi-
to de inmunocomplejos y no por la presencia
...
directa del parásito, especialmente las técnicas
de IHQ, aunque también las moleculares, pue-
den ser negativas. Por ello, la asociación final '
entre leishmaniosis y vasculitis cutánea se reali- r:J
za tras demostrar una respuesta al tratamiento
... /)

anti- Leishmania.
200µm
Otra particularidad clínica de esta forma atípica Figura 24. Imagen histopatol~ca de una biopsia cutánea
de leishmaniosis es que la respuesta específica de un perro con leishmaniosis y vasculitis cutánea. Obsérve- Figura 26. Múltiples áreas cutáneas alopécicas y atróficas Figura 27. Imagen histopatológica de una biopsia cutá-
a la terapia anti-Leishmania por sí sola podría se la presencia de células inflamatorias en la pared vascular con hiperpigmentación ligera, (el pelo se ha rapado y el nea de un perro con dermatopatra isquémica asociada a
y la fibrina perivascular. Si bien el examen dermatopatol~ i- área circular verde denota la zona elegida para realizar la leishmaniosis. Se puede apreciar una atrofia folicular
no ser satisfactoria, al menos a corto plazo, y
co confirma en este caso un daf\o vascular, no permite ni una biopsia cutánea) sugestivas de vasculitis, presentes marcada (flechas negras) y una dermatitis de la unión
requeriría el uso de glucocorticoides para con- confirmar ni descartar que la causa del mismo sea la leish- en la superficie dorsal del tronco en el mismo paciente con vacuolización de los queratinocitos basales (flecha
trolar los signos clínicos agudos. Además, en maniosis que padece el paciente. linción H-E, lOx. de la figura anterior. blanca). Tinción H-E, 4x.

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LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Una vez se ha confirmado la dermatopatía isqué- En la dermatopatía isquémica, así como en la aunque es posible que se ulcere (fig. 28). En
mica, en perros que viven en zonas endémicas, vasculitis, los amastigotes normalmente están algunos casos, las lesiones se han descrito en
tienen que considerarse en el diagnóstico dife- ausentes o en un número bajo. Por lo tanto, uniones mucocutáneas y mucosas (p. ej.: oral o
rencial etiológico las mismas enfermedades que no se visualizan de modo habitual en las biop- genital) (Font et al. , 1996; Viegas et al. , 2012)
pueden causar una vasculitis cutánea (pág. 84). sias de piel teñidas de forma rutinaria o en las (fig. 29). Los nódulos se atribuyen normalmente
Además, como sucede en las vasculitis, muchos secciones teñidas mediante IHQ, por lo que se a la difusión del parásito por vía linfohemató-
casos de dermatopatía isquémica son idiopáticos. recomienda el uso de técnicas moleculares espe- gena. Sin embargo, se ha planteado la hipótesis
cíficas. Aunque no se demuestre la presencia de de que los nódulos descritos en la superficie
El protocolo diagnóstico, por lo tanto, es el los parásitos, incluso con PCR, no se puede des- lingual sean el resultado de la penetración del
mismo que para la vasculitis y, análogamente, el cartar la leishmaniosis como causa de derma- parásito directamente tras la "masticación" de
paso más difícil es demostrar una relación cau- topatía isquémica, ya que las leishmanias están flebótomos que contienen Leishmania (Foglia
sal entre la leishmaniosis y las lesiones cutáneas. implicadas en la patogénesis de las lesiones Manzillo et al., 20056).
Figura 30. Dermatitis pustulosa asociada a la leishma-
mediante la formación de inmunocomplejos.
niosis. Presencia de pápulas eritematosas y pústulas in-
El diagnóstico diferencial a considerar para esta tactas en la cara interna de los pabellones auriculares en
De hecho, cuando la carga parasitaria en la forma clínica comprende: procesos neoplásicos, un Labrador Retriever.
lesión es baja o nula, la eficacia de la PCR en el calcinosis circunscrita, amiloidosis, granuloma
diagnóstico es inferior, como se ha descrito en eosinoft1ico, granulo mas infecciosos por causas
la leishmaniosis cutánea humana (Vega-López, distintas de la leishmaniosis (micosis profunda dilucidada, aunque actualmente se ha formu-
2003). Además, el papel causal de la leishma- o micobacteriosis) y dermatitis granulomatosa lado la hipótesis de que la leishmaniosis podría
niosis no se puede descartar, incluso sobre la estéril (síndrome del piogranuloma o histiocito- representar un factor de riesgo para su desa.r ro-
falta de resolución de la alopecia con el trata- sis cutánea) (Santoro et al. , 2008). llo (Ferrer et al., 1988; Koutinas et al., 1992;
miento específico anti-Leishmania, porque el Blavier et al. , 2001; Bardagí, 2012).
daño folicular debido a la isquemia podría ser El examen dermatopatológico pone de mani-
irreversible. fiesto una dermatitis piogranulomatosa o En la dermatitis pustulosa asociada a la leish-
granulomatosa difusa, a veces con células maniosis, las pústulas son con frecuencia gene-
Figura 28. Dermatitis nodular cutánea en un Rottweiler
gigantes multinucleadas, y con un número ralizadas, se relacionan con pápulas eritema-
hembra de 10 anos de edad. Se observan nódulos alo-
pécicos, eritematosos y con la superficie parcialmente Dermatitis nodular cutánea variable, frecuentemente elevado, de amasti- tosas y collaretes epidérmicos, y se distribuyen
ulcerada en un tarso. y mucocutánea gotes (Ferrer et al., 1988; Ferrer et al., 1990; simétricamente por toda la superficie del cuer-
La dermatitis nodular cutánea y mucocutánea Blavier et al., 2001). po, incluyendo tanto la piel poco poblada por
es poco frecuente en la leishmaniosis canina pelo como la que no lo está. En la piel con
(Koutinas et al., 1992). Su prevalencia oscila poco pelo, al igual que en la cara interna del
entre el 2 y el 17 % (Blavier et al., 2001). Se Dermatitis pustulosa pabellón auricular o en el abdomen ventral, se
ha sugerido cierta predisposición en el Boxer La dermatitis pustulosa, denominada dermatitis encuentran pústulas intactas con mayor faci-
(Ferrer et al., 1990). pustulosa estéril, es una forma clínica descri- lidad (fig. 30). A menudo, aparecen rodeadas
ta con poca frecuencia en perros que padecen por un halo eritematoso que a veces asume
Clínicamente, se trata de nódulos únicos o múl- leishmaniosis (Ferrer et al., 1988; Koutinas et una configuración anular o policíclica (fig. 31).
tiples, de tamaño variable (1-10 cm), general- al. , 1992; Koutinas et al. , 2001; Blavier et al., En las zonas pobladas de pelo, las lesiones no
mente en la cabeza, extremidades y tórax. A 2001; Bardagí, 2012). La frecuencia de presen- son fáciles de visualizar, ya que no siempre se
diferencia de la dermatitis papular, esta presen- tación varía de menos del 1 al 13 % de los casos acompañan de alopecia. El prurito varía en su
tación se localiza en zonas cubiertas de pelo, por (Blavier et al., 2001). intensidad según cada caso.
lo que no suele representar la evolución de una
Figura 29. Dermatitis nodular mucocutánea nasal y oral dermatitis papular. La piel que cubre los nódu- La relación causal entre la leishmaniosis y El diagnóstico diferencial clínico incluye pio-
en un macho mestizo joven con leishmaniosis. los generalmente presenta un aspecto normal, esta dermatitis pustulosa no está claramente derma superficial y dermatitis pustulosas

1
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

tiene que investigarse a través de técnicas de se describió hasta en un 67,6 % de los casos
IHQ o moleculares antes de descartarse la (Koutinas et al., 200 1). Cuando está presente,
leishmaniosis. la hiperqueratosis nasodigital se acompaña con
frecuencia de otros problemas cutáneos, tanto
Cabe destacar que la dermatitis pustulosa aso- típicos como atípicos. Se ha sugerido que este
ciada a la leishmaniosis se ha diagnosticado problema podría representar el equivalente a
también en perros en los que no se ha podi- la dermatitis descamativa en la piel sin pelo
do visualizar amastigotes en la piel lesionada (Saridomikelakis, 2009).
mediante técnicas de IHQ (Bardagí, 2012). Se
trataba de perros enfermos con alteraciones Las lesiones se caracterizan por escamas gri-
clínico-patológicas y un título elevado de anti- sáceas, gruesas y secas, fuertemente adheridas
cuerpos (Bardagí, 2012). Como consecuencia, a la piel subyacente y en ocasiones acompa-
Figura 31. Dermatitis pustulosa asociada a la leishma- Figura 32. Imagen histopatológica de una biopsia cutá- en zonas endémicas, si se sospecha una leish- ñadas de fisuras profundas, que pueden ser
niosis. Presencia de pústulas y collaretes epidérmicos ro- nea de un perro con dermatitis pustulosa asociada a la
maniosis subyacente a la dermatitis pustulosa, dolorosas, especialmente en las almohadillas
deados por un halo eritematoso que a veces asume una leishmaniosis. Se puede apreciar una pústula intraepi-
configuración anular o policíclica, en el mismo paciente dérmica, con intensa espongiosis y exocitosis de neutró- se recomienda no solo investigar la presencia (fig. 33). Salvo en caso de fisuras, la hiper-
de la figura anterior. filos, y sin acantólisis. Tinción H-E, 4x. del parásito en la piel lesionada a través de queratosis no se acompaña de inflamación
técnicas de IHQ, sino también realizar exá- (Fondati et al., 2012).
menes hematológicos, bioquímica sérica y
superficiales inmunomediadas estériles (p. ej.: En perros con lesiones clínicas compatibles examen serológico para el diagnóstico de la
pénfigo foliáceo, dermatosis neutrofílicas esté- con la dermatitis pustulosa asociada a la leish- leishmaniosis.
riles, reacciones medicamentosas pustulosas maniosis o con una dermatitis pustulosa inmu-
superficiales y dermatosis pustulosa eosinofílica nomediada, si los cultivos son estériles o si no Un aspecto peculiar de este problema atípico
estéril) (Ginel et al., 1993; Miller et al., 2013). hay respuesta a la terapia antibiótica basada es que la respuesta a la terapia anti-Leishmania
en el resultado del antibiograma, se deberían específica por sí sola no suele ser satisfactoria.
En una pioderma superficial, a diferencia de lo realizar múltiples biopsias, posiblemente de Además, se necesitan glucocorticoides para con-
descrito en las dermatitis pustulosas estériles, pústulas intactas. El aspecto histológico de la trolar los signos clínicos, incluido el prurito. La
incluida aquella que se asocia a la leishmaniosis, dermatitis pustulosa asociada a la leishma- respuesta parcial al tratamiento leishmanicida
las lesiones se centran de forma habitual en los niosis se caracteriza por pústulas subcorneales y la necesidad de glucocorticoides para con-
folículos pilosos, por lo que afectan principal- o intraepidérmicas, con intensa espongiosis y trolar los signos clínicos, así como la falta de
mente la piel con pelo. La alopecia suele ser exocitosis de los neutrófilos, y sin acantólisis demostración de los parásitos en la piel lesio-
prominente. (Bardagí, 20 12) (fig. 32). Se puede apreciar nada, sugieren que esta dermatitis pustulosa se
también un infiltrado perivascular de neutró- relaciona probablemente más con un problema
La ausencia de bacterias dentro de las pústu- filos con un número variable de eosinófilos y inmunológico asociado a la enfermedad sisté-
las tiene que confirmarse a través de exámenes macrófagos (ocasionales), angiectasia y edema mica que con un daño directo de la piel causado
citológicos y microbiológicos tanto en la der- en la dermis superficial. Se puede observar un por el propio parásito.
matitis pustulosa asociada a la leishmaniosis número variable de amastigotes en la dermis,
como en las dermatitis pustulosas inmunome- dependiendo principalmente del número de
diadas. Sin embargo, hay que recordar que estas macrófagos, aunque no dentro de las pústulas Dermatitis descamativa
pústulas estériles pueden infectarse de forma (Ferrer et al., 1988; Koutinas et al., 1992). Sin nasodigital
secundaria. Por lo tanto, los exámenes bacterio- embargo, no en todos los perros con una der- Otro problema atípico descrito en perros con
Figura 33. Dermatitis descamativa digital. Presencia de
lógicos pueden dar resultados positivos a pesar matitis pustular asociada a la leishmaniosis se leishmaniosis es la hiperqueratosis nasodigi-
escamas grisáceas, gruesas y secas, fuertemente adheri-
de la falta. de respuesta al tratamiento antibió- observan amastigotes en las secciones cutáneas tal (Koutinas et al., 1992). A pesar de consi- das, acompafladas de fisuras y eritema en la piel interdi-
tico específico. teñidas con H-E. Por lo tanto, su presencia derarse poco común, en un estudio reciente gital en el mismo paciente de la figura 2.
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El diagnóstico diferencial incluye: dermatosis que Las células inflamatorias son los macrófagos y,
responde al zinc, paraqueratosis hereditaria del en menor grado, se aprecian linfocitos y células
Labrador Retrievei; hiperqueratosis nasodigital plasmáticas, así como neutrófilos, eosinófilos y
idiopática (más común en ciertas razas y en geriá- mastocitos (Saridomikelakis et al., 2007). Sin Manifestaciones Secuencia de las pruebas
tricos) y, rara vez, moquillo (Fondati eta!., 2012). Particularidades
embargo, debido a la zona en la que se encuen- clínicas atípicas diagnósticas
tran, estas lesiones raras veces se someten a 1) Examen citológico por impronta de las
Los hallazgos histopatológicos observados en biopsia con fines diagnósticos y, en caso de leish- úlceras* + PdLcan.
las almohadillas hiperqueratósicas o clínicamen- 2) Examen dermatopatológico de zonas no
maniosis, este se logra normalmente a través de
Dennatitis del ulceradas ni cicatriciales del plano nasal El principal diagnóstico diferencial clínico e
te normales, en perros con leishmaniosis, com- otros hallazgos clínicos y clínico-patológicos. plano nasal o parte dorsal de la nariz postratamiento histológico es el LED.
prenden: hiperplasia epidérmica con hiperquera- antibiótico.
3) 1HQ o PCR de Leishmania de las biopsias
tosis, hipermelanosis epidérmica e incontinencia En las tablas 2 y 3, se resume la secuencia de
cutáneas.
pigmentaria dérmica, y dermatitis de perivas- las pruebas sugeridas para poder establecer una
1) Examen citológico por impronta de las
cular a intersticial y, con menor frecuencia, de relación causal entre leishmaniosis y las distin- úlceras* + PdLcan.
Dennatitis
nodular a difusa (Saridomikelakis et al., 2007). tas manifestaciones dermatológicas descritas. 2) Examen dermatopatológico postratamiento El principal diagnóstico diferencial clínico e
ulcerativa
antibiótico. histológico es la PMC y el LEMC.
mucocutánea
3) 1HQ o PCR de Leishmania de las biopsias
cutáneas.
Perla clín ica.
1) Examen citológico por impronta de las
Manifestaciones Secuencia de las pruebas Dennatitis A menudo, no se aprecian alteraciones en
Particularidades lesiones* + PdLcan.
clínicas típicas diagnósticas ulcerativa en
2) Examen dermatopatológico.
las PdLcan, puesto que se trata de animales
zonas sometidas a infectados que desarrollan lesiones asociadas a
1) Examen citológico por impronta de 3) 1HQ o PCR de Leishmania de las biopsias
traumatismos la presencia de los parásitos en zonas dañadas
la superficie erosionada subyacente cutáneas.
A menudo, se confirma la enfermedad a través de las por otras causas.
Dennatitis a las escamas + PdLcan.
alteraciones en las PdLcan sin necesidad de realizar Manifestación clín ica sugestiva de una
descamativa 2) Examen dermatopatológico.
un examen dermatopatológico. vasculitis cutánea.
3) IHQ o PCR de Leishmania de las
biopsias cutáneas. 1) PdLcan + título de anticuerpos específicos A menudo, el diagnóstico se alcanza a través de
para las enfermedades infecciosas las alteraciones observadas en las PdLcan.
1) Examen citológico por raspado Dennatitis
sistémicas causa posible de vasculitis El examen dermatopatológico confirma un daño
Dennatitis de los márgenes de la úlcera e ulcerativa en zonas
Con frecuencia, se confirma la enfermedad a través más frecuentes en el área geográfica (p. vascular pero, a menudo, no confirma la causa
ulcerativa impronta de la úlcera* + PdLcan. que recubren
de las alteraciones en las PdLcan sin necesidad de ej.: anti-Ehrlichia canis) + anamnesis del mismo.
que afecta las 2) Examen dermatopatológico. los extremos del
realizar un examen dermatopatológico. farmacológica (vacunas y otros fármacos). La I HQ de las biopsias cutáneas suele ser
prominencias óseas 3) IHQ o PCR de Leishmania de las cuerpo
2) Examen dermatopatológico + PCR de negativa.
biopsias cutáneas. Leishmania de las biopsias cutáneas. Es difícil demostrar una relación causal entre la
1) Examen cito lógico por PAF + leishmaniosis (diagnosticada con las PdLcan) y
A menudo, se confirma la enfermedad a través del
PdLcan. las lesiones cutáneas.
examen cito-histopatológico (+/- IHQ o PCR) porque
Dennatitis papular 2) Examen dermatopatológico. Manifestación clínica sugestiva de dermatopatía
las PdLcan no muestran alteraciones diagnósticas de
3) IHQ o PCR de Leishmania de las
enfermedad. isq uémica +/- lesiones de vasculitis cutánea.
biopsias cutáneas.
El examen dermatopatológico confirma un daño
1) Examen dermatopatológico.
A menudo, asociada a otras manifestaciones clín icas vascular pero, a menudo, no confirma la causa
2) PdLcan + título de anticuerpos específicos
de leishmaniosis (dermatitis descamativa). del mismo.
Alopecia multifocal anti-Ehrlichia canis + anamnesis
Con frecuencia, se confirma la enfermedad a través de La IHQ de las biopsias cutáneas sue le ser
1) Examen citológico por impronta farmacológica (vacunas y otros fármacos)
Onicogriposis las alteraciones en las PdLcan. negativa.
(si hay paroniquia) + PdLcan. + PCR de las biopsias cutáneas.
El examen dermatopatológico puede no ser de ayuda, Es difícil demostrar una relación causal entre la
por lo que se debe valorar atentamente la utilidad de leishmaniosis (diagnosticada con las PdLcan) y
realizar una biopsia de uña mediante falangectomía. las lesiones cutáneas.
Pdlcan: pruebas destina:las al diagnóstico de la leishmaniosis + evaluación de alteraciones clínico-patológicas (examen serológico cuantitativo + *: posteriormente al lavado con suero fisiológico estéril; Pdlcan: pruebas destinadas al diagnóstico de la leishmaniosis (examen serológico cuantita-
examen hematoquímico urinario + proteinograma sérico); *: posteriormente al lavado con suero fisiológico estéril. tivo + examen hematoquímico urinario + examen de las proteína séricas); GC: glucocorticoides.

Tabla 2. Manifestaciones clínicas dermatol~ icas típicas de la leishmaniosis canina. Secuencia cronológica de las Tabla 3. Manifestaciones clínicas dermatol~ icas atípicas de la leishmaniosis canina. Secuencia cronológica de las
pruebas diagnósticas recomendadas para poder establecer una relación causal entre la infección por L. infantum pruebas diagnósticas recomendadas para poder establecer una relación causal entre ta infección por L infantum y et
y el cuadro clínico-patológico. cuadro clínico-patológico.
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Manifestaciones Secuencia de las pruebas


Particularidades
clínicas atípicas diagnósticas Puntos clave
1) Examen citológico por PAF de los nódulos
Dermatitis nodular + Pdlcan. ■
A menudo, el diagnóstico se alcanza a través de
cutánea 2) Examen dermatopatológico.
las alteraciones observadas en las Pdlcan. ■
y mucocutánea 3) IHQ o PCR de Leishmania de las biopsias
cutáneas.
1) Examen citológico y cultivo bacteriano
+ antibiograma del contenido de una La I HQ de las biopsias cutáneas puede ser
pústula. negativa. ■ Cuando las lesiones clínicas o histológicas sugieren una leishmaniosis, pero en las muestras teñidas con H-E o
2) Ausenc ia de respuesta al tratam iento Es difícil demostrar una relación causal entre la Giemsa no se a1>recian los amastigotes, debido probablemente a un número reducido, es necesario confirmar o
Dermatitis antibiótico específico si el cultivo fuera leishmaniosis (diagnosticada con las Pdlcan) y descartar su presencia RQr medio de técnicas más sensibles como IHQ oP.CR.
pustulosa positivo. las lesiones cutáneas.
3) Examen dermatopatológico de pústulas A menudo, se requiere el uso concomitante ■
intactas. de GC para controlar las lesiones cutáneas y el
4) Pdlcan e IHQ o PCR de Leishmania de prurito.
las biopsias cutáneas. Para fines diagnósticos y terapéuticos, es imP:Q!!ante determinar si las lesiones observadas son atribuibles a
A menudo, el diagnóstico se alcanza a través de Leishmania. De hecho, podría tratarse de problemas cutáneos (1) atribuibles a Leishmania en JJ:erros que sufren
Dermatitis las alteraciones observadas en las Pdlcan. leishmaniosis, (2) no atribuibles a Leishmaniaen perros infectados, (3) no atribuibles a Leishmaniaen JJ:erros que
descamativa 1) Pdlcan. Con frecuencia, se acompaña de otras sufren leishmaniosis y P,adecen otra enfermedad que causa signos clínicos cutáneos.
nasodigital manifestaciones clínicas, tanto típicas como
atípicas. ■
*: posteriormente al lavado con suero fisiológico estéril; Pdlcan: pruebas destina:las al diagnóstico de la leishmaniosis (examen serológico cuantita-
tivo + examen hematoqUfmico urinario+ e,amen de las proteína séricas); GC: glucocorticoides.

Tabla 3. Manifestaciones clínicas dermatológicas atípicas de la leishmaniosis canina. Secuencia cronol~ica de las En ciertas formas atípicas (dermatopatía isquémica, vasculnis, dermatnis pustulosa yonicogriposis), la falta de

pruebas diagnósticas recomendadas para poder establecer una relación causal entre la infección por L infantum y el
revelación de los parásitos en la piel o la falta de respuesta al tratamiento anti-Leishmania imP,iden descartar el
cuadro clínico-patológico. Continuación.
P,apel causal de Leishmania. De hecho, el daño folicular debido ala dermatopatía isquémica P,Uede ser irreversible
yla inflamación en el curso de una vasculitis y dermatitis P,Ustulosa P,Uede requerir el uso de corticoides.

■ El número de amastigotes presente en el infiltrado dérmico es variable y no parece relacionarse con el asP,ecto
clínico de la leishmaniosis canina, salvo en las lesiones sugestivas de daño vascular (vasculitis cutánea o der-
matopatía isquémica), la onicogr:iP,osis y la dermatnis P,Ustulosa, en las que el número de amastigotes suele ser
m!JY bajo o incluso nulo.

[a región geográfica: en zonas no endémicas, ambas técnicas son P,robablemente intercambiables. En zonas
con baja Jl:revalencia de infección P.2f Leishmania, el riesgo de obtener una PCR Jl:Ositiva en P.iel sana o con
lesiones no atribuibles al JJ:arásito es bajo.

los resultados füstoJ):atéilógicos: si los macrófagos no abunijan, sería preferible realizar una l'CR. Los amasti-
gotes se encuentran en el citoplasma de los macrófagos, por lo que existe el riesgo de obtener un e.xamen de
IHQ negativo si los macrófagos son escasos oausentes, apesar de haber una lesión debida ala leishmaniosis.
LEISHMANIOSIS CANINA

Manifestaciones
clínicas oculares
Teresa Peña Giménez • Marta Leiva Repiso • Carolina Naranjo Freixa

Introducción
Manifestaciones clínicas
Diagnóstico
Histopatología y patogenia
Tratamiento
Resumen
Manifestaciones
Se han descrno amastigotes de Leishmania spp. en la mayoría de los tejidos oculares y perioculares en el perro. la clínicas oculares
sintomatología ocular asociada a leishmaniosis es muy frecuente y requiere, además del tratamiento de la enfermedad
sistémica, tratamiento ocular específico. Puesto que en algunos casos los signos oculares pueden ser los únicos evidentes
de la enfermedad, es necesario incluir la leishmaniosis en el diagnóstico diferencial en zonas endémicas. La correlación
entre los signos clínicos y los resultados histopatológicos es muy elevada ypermite entrever la etiopatogenia de las lesiones.
El diagnóstico por biopsia debería incluir siempre IHQ específica, ya que las tinciones rutinarias solo detectan el parásito
en el 50 % de los casos. Introducción Peña et al., 2000). Multitud de factores influyen
en la obtención de valores tan dispares, entre
La leishmaniosis canina es una enfermedad ellos, el hecho de que no todos los perros con
Summary sistémica crónica, considerada endémica en leishmaniosis se someten a exploración oftal-
los países mediterráneos. Se estima que su mológica completa, por lo que pueden pasar
Leishmania spp. amastigotes have 5een describe<! in most of the ocular and ~riocular tissues in the dog. Ocular signs prevalencia, en perros de zonas endémicas, es desapercibidos los signos oculares en las fases
associated with leishmaniosis are commonly reported, and the treatment, besides targeting systemic disease, includes aproximadamente del 13 % (Solano-Gallego et iniciales. Por esta razón, se recomienda incluir
specific therapy and management of ocular manifestations. Since in sorne dogs ocular signs may be the only apparent al. , 2001a). Se conoce popularmente como "la el examen oftalmológico dentro del protocolo
manifestation, it is imperative to include leishmaniosis in the differential diagnosis in endemic areas. There is a high corre.: enfermedad del mosquito" y afecta fundamen- diagnóstico en todos aquellos perros que pre-
lation between clinical signs and histopathological findings of oculartissues, which helps in elucidating the pathogenesis talmente al perro y al hombre, aunque reciente- suntamente puedan estar afectados de leishma-
of the ophthalmic lesions. Histopathologic diagnosis should include IHQ, since routine stains on~ detect the parasne in mente se han detectado casos en otras especies niosis. Puesto que la enfermedad puede afectar
50 % of the cases. animales domésticas, tales como la felina, la a todas las estructuras oculares, es extrema-
equina y la bovina (Barnes et al., 1993; Hervás damente importante que la exploración oftal-
et al., 2001; Solano-Gallego, 2003; Leiva et al., mológica se realice siempre de forma completa
2005; Saló et al., 2007; Lobsiger et al., 2010; (fig. 1).
Maia et al., 2010; Trainor et al., 2011).
En los perros afectados por leishmaniosis, los
Esta infección engloba un amplio espectro de signos oculares pueden presenta.rse como un
manifestaciones clínicas, desde infecciones sub- signo más dentro de un cuadro clínico complejo
clínicas hasta procesos graves de pronóstico o como único signo clínico. En algunos casos,
reservado. Dichos procesos pueden afectar a a pesar de mostrar sintomatología general cró-
la práctica totalidad de los tejidos, órganos y nica, los signos oculares son los primeros en
sistemas, incluidos el globo ocular y los anejos. consultarse, por ser los más relevantes o evi-
Debido a esta amplia diversidad, la enfermedad dentes para el propietario (cambio de colora-
se asocia a cuadros clínicos muy variables, que ción ocular, blefaroespasmo, ceguera, etc.). Es
pueden dificultar su diagnóstico clínico. entonces cuando, a raíz de la exploración física
general, que siempre debe acompañarse de una
visita. oftalmológica, se detecta el resto del cua-
Manifestaciones dro clínico general. Por otro lado, algunos ani-
clínicas males pueden mostrar únicamente signos ocu-
lares, considerado por algunos autores como
La. prevalencia del cuadro clínico ocular en una presentación ocular de la leishmaniosis.
perros con leishmaniosis varía, según la biblio- De hecho, un estudio retrospectivo realizado
grafía, entre 16-80 % (Slappendel et al., 1988; en 105 perros con signos oculares de leishma-
Molleda et al., 1993; Ciaramella et al., 1997; niosis defiende que los hallazgos oftalmológicos
LEIS HMANIOSIS C ANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

pueden ser la única sintomatología clínica en un Anamnesis: recoger la historia clínica y establecer más externa (piel, propiamente dicha) o albor-
elevado porcentaje de perros afectados por la el problema principal del paciente. de palpebral en todo su grosor (lugar donde se
enfermedad (15 %) (Peña et al., 2000). ubican las glándulas especializadas).
Realizar la exploración inicial en condiciones
Las presentaciones oculares más frecuen- fotópicas (exploración a distancia y cercana): La blefaritis producida por la leishmaniosis
temente asociadas a la leishmaniosis canina ¿Asi metria facial? canina puede clasificarse en cuatro tipos: alo-
¿Secreción ocular?
son: blefaritis, conjuntivitis, blefaroconjuntivi- ¿Cambios de coloración ocular? pécica, húmeda, ulcerativa y nodular.
tis, queratitis, queratoconjuntivitis seca (QCS), ¿Retropulsión?
uveítis anterior, glaucoma, uveítis posterioi; La blefaritis alopécica es la forma más clási-
panuveítis y panoftalmitis (McConnell et al., ca, y se asocia a descamación y seborrea de
Prueba de Schirmer.
1970; Giles et al., 1975; Molleda et al., 1993; ambos párpados. Suele afectar la zona próxima Figura 2. Blefaritis alopécica bilateral en un Cocker Spa-
Ciaramella et al., 1997; Peña et al., 2000). al borde palpebral, y se extiende de milímetros niel con leishmaniosis. Nótese la marcada descamación y
Otras presentaciones clínicas menos frecuen- Neuroftalmología y pruebas visuales. a centímetros, de modo que confiere el aspecto seborrea de ambos párpados, que le confiere el típico as-
pecto de antifaz. En el ojo izquierdo, el párpado está lige-
tes incluyen: celulitis orbitaria, granulomas típico de antifaz (fig. 2). Es un proceso no pru- ramente engrosado y hay lesiones corneales secundarias.
en membrana nictitante (MN ), granulomas Exploración de los anejos oculares riginoso, que puede llegar a observarse en el
irídicos únicos, escleritis y epiescleritis/epies- y segmento anterior del globo ocular 26,7 % de los perros con signos oculares (Peña
cleroqueratitis nodular granulomatosa (EN G). (biomicroscopia). et al. , 2000).
En la mayoría de los casos, los signos oculares
son bilaterales. Los unilaterales, en caso de Tonometria. En la blefaritis hú1neda, los párpados están
observarse, se relacionan con un diagnóstico engrosados y edematosos, hay dolor ocular aso-
precoz de la enfermedad (Peña et al., 2000; ciado y secreción, que puede variar de serosa a
Exploración del segmento posterior
N aranjo et al. , 2005). (oftalmoscopia directa o indirecta). mucopurulenta (fig. 3). En algunos casos cró-
nicos, puede ocasionar reacciones cicatriciales
Para favorecer la compresión de los signos clíni- y entropión secundario.
cos oculares asociados a esta enfermedad, se cla- Prueba de la fluoresceina.

sifican según la estructura ocular afectada, desde La blefaritis ulcerativa puede localizarse en el
el exterior hacia el interior del globo ocular. Realizar pruebas diagnósticas adicionales. borde palpebral o extenderse hacia la piel de
los párpados (fig. 4). A su vez, puede afectarse Figura 3. Blefaritis húmeda bilateral en un Caniche. Nóte-
toda la extensión palpebral o bien situarse en se el marcado engrosamiento y edema palpebral.
Manifestaciones clínicas en el ángulo medial o lateral (fig. 5), de forma que
párpados y superficie ocular Figura 1. Fases de la exploración oftalmol~ ica en el perro.
puede confundirse, en estos casos, con blefaritis
autoinmunes. Es una blefaritis muy dolorosa
PARPADOS que suele cursar con alteración corneoconjunti-
Los párpados son pliegues mucocutáneos que de los primeros signos descritos como parte val e infecciones palpebrales secundarias (bacte-
contienen, entre otras estructuras: conjuntiva del cuadro clínico general de la enfermedad. rianas, micóticas, etc.). Este tipo de blefaritis se
palpebral (en contacto directo con el globo ocu- Concretamente, la alopecia periocular fue la ha descrito en el 3,8 % de los perros con signos
lar), tarso, músculo orbiculai; piel y glándulas primera manifestación ocular descrita, y se le oculares producidos por leishmaniosis (Peña et
especializadas (glándulas de Meibomio, glán- dio el nombre de "cara de payaso" a los anima- al., 2000).
dulas de Zeiss y glándulas de Moll). les afectados (Ferrer et al., 1988). Estas pueden
presentarse, tal y como se ha comentado previa- La. nodular es la blefaritis menos frecuen-
En perros afectados por leishmaniosis, los pár- mente, como una extensión del cuadro clínico te (0,09 % de los casos) (Peña et al., 2000),
Figura 4. Blefaritis ulcerativa unilateral derecha en un pe-
pados pueden mostrar fácilmente inflamación cutáneo o como único signo clínico. La blefari- descrita originariamente en el Boxer (Ferrer et rro mestizo. Se evidencia marcada secreción mucopuru-
o blefaritis. Curiosamente, la blefaritis fue uno tis puede afectar únicamente a la capa palpebral al., 1988). Se puede presentar como un nódulo lenta ad herida a las zonas palpebrales ulceradas.
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

único o múltiple y puede estar o no ulcerada La conjuntivitis es un hallazgo frecuente en Es importante recordar que la conjuntiva pue-
(McConnell et al., 1970; Peña et al., 2000). En perros con leishmaniosis, que puede variar entre de mostrarse congestiva no solo como signo
el caso de los nódulos únicos, es importante no 31,4-75,6 % (Slappendel et al., 1988; Peña et clínico de conjuntivitis, sino también como
confundirlos con masas tumorales (fig. 6), por al., 2000). Cursa con congestión conjuntiva!, parte del cuadro clínico de otros procesos ocu-
lo que se recomienda realizar diagnóstico cito- secreción ocular de diversa consideración y dife- lares, como blefaritis, queratitis, uveítis, etc. En
lógico previo a la exéresis quirúrgica. Algunos rentes grados de dolor ocular. Al igual que la el caso de la conjuntivitis, la congestión con-
autores sospechan que los nódulos únicos, sin blefaritis, puede aparecer como único signo clí- juntiva! afecta. a toda la superficie (conjuntiva
afección generalizada, podrían ser una reacción nico, aunque la situación más frecuente es que se palpebral, bulbar y fórnix) , mientras que, en
local provocada por la inoculación del parásito asocie a otras anomalías de la superficie ocular. casos de blefaritis, se afecta principalmente la
(chancro de inoculación) (Pirmez et al., 1988a). conjuntiva palpebral, y en casos de queratitis o
Por el contrario, los nódulos múltiples se pre- uveítis, la conjuntiva bulbar.
sentan como un cuadro clínico característico. Se Figura 8. Queratitis en un Bulldog Inglés con leishma-
sitúan alrededor de los conductos de secreción CÓRNEA niosis. Nótese la marcada neovascularización estroma!,
edema corneal difuso, infiltrado celular y opacidad crista-
de las glándulas de Meibomio (meibo1nitis) y La córnea es la zona transparente de la túni-
lina (lfpidos) en las terminaciones vasculares. Obsérvese,
provocan, en algunos casos, chalación secun- ca fibrosa del globo ocular. En el perro, está además, inflamación conjuntiva! con engrosamiento aso-
dario (fig. 7). compuesta por cuatro capas: epitelio, estroma, ciado y ligera quemosis.
membrana de Descemet y endotelio cornea!.
CONJUNTIVA Los propietarios detectan fácilmente cualquier
La conjuntiva es una membrana mucosa trans- alteración en esta estructura (cambio de color
parente que tapiza el globo ocular desde el ocular, blefaroespasmo, alteración visual, etc.).
limbo hasta el borde palpebral. La conjuntiva
que cubre la esclera se conoce como conjuntiva Los pacientes con leishmaniosis canina pue-
Figura 6. Nódulos en los párpados superior e inferior en
bulbar, la que recubre la superficie interna del den mostrar diferentes presentaciones cornea-
un Husky Siberiano con leishmaniosis. Nótese que, aun-
párpado se denomina conjuntiva palpebral, y que el nódulo del párpado superior es amplio, está bien les, como granulomas y queratitis estromales
la unión entre ambas es el fórnix conjuntiva!. delimitado. (Molleda et al., 1993; Ciaramella et al., 1997;
Peña et al., 2000).

Los granulomas pueden ser únicos o múltiples,


presentarse de forma uni o bilateral, y afectar a
la zona central o periférica de la córnea. Se pre-
sentan como una masa rosada en relieve que se
asocia a neovascularización cornea! superficial.
En estos casos, es de vital importancia realizar
el diagnóstico diferencial con otros procesos
tales como granuloma cicatricial, granuloma
irritativo, tumor cornea!, quiste de inclusión
epitelial, etc.

La presentación clínica de la queratitis estroma!


Figura 5. Blefaritis del canto medial bilateral en un Sch- Figura 7. Blefaritis nodular en un perro mestizo con leish- incluye: neovascularización estroma! media,
nauzer miniatura con leishmaniosis. La sintomatologfa es maniosis. Se evidencian múltiples nódulos de pequeno
edema cornea! difuso (epitelial y estroma!) y
muy similar a la observada en blefaritis autoinmunes. tamano que afectan al borde palpebral. Puede apreciar- Figura 9. Panofta lmitis crónica bilateral en un perro con
se también un pequeno nódulo en el borde de la MN, grados variables de pigmento e infiltrado celu- leishmaniosis. Nótese la queratitis estroma! y buftalmfa
asr como ENG. lar, en función de la cronicidad (figs. 8 y 9). que acampana al proceso.
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El infiltrado celular puede adquirir dos presen- El déficit lagrimal o QCS, comúnmente asociado Etiología Características
taciones: difusa o multifocal alrededor de las a la leishmaniosis canina, puede clasificarse en Autoinmune Bilateral, razas predispuestas, edad media.
terminaciones vasculares. El aspecto macroscó- dos tipos: QCS cuantitativa y QCS cualitativa.
Bilateral, asociada a uso de fármacos (sulfamidas, atropina, ácido aminosalicílico,
pico del infiltrado celular es, en la mayoría de Farmacológica
fenazopiridina, etodolaco, etc.).
las ocasiones, rosado. El diagnóstico diferencial La QCS cuantitativa cursa con la disminución
Hipoplasia/aplasia glandular Unilateral, congénita, signos graves.
de estas queratitis debe incluir queratitis autoin- en la secreción del componente acuoso de la
Unilateral o bilateral, historia clínica compatible (evisceración, resección de la MN,
munes/inmunomediadas, QCS y otras queratitis lágrima. Esta, junto con la blefaritis alopécica, latrogénica
exéresis de la glándula lagrimal accesoria, etc.).
infecciosas. La queratopatía lipídica es un signo es una de las presentaciones más clásicas de
Infecciosa
clínico que puede presentarse potencialmente la leishmaniosis ocular. Puede presentarse en (virus del Moquillo, Bilateral, cuadro clínico sistémico compatible.
en cualquier inflamación corneal crónica. Suele un 30-40 % de los perros con signos oculares leishmaniosis)
cursar con neovascularización estro mal anterior, (Peña et al., 2000). En opinión de las autoras, Unilateral o bilateral, según zona de aplicación de la radioterapia, historia clínica
1rradiación
edema corneal superficial y zonas de infiltrado estos porcentajes podrían estar infravalorados, compatible.
lipídico (opacidad cristalina), que rodean las ter- dado que habitualmente no se incluye la eva- Metabólica
minaciones vasculares (fig. 8).A diferencia de la luación de la cantidad de lágrima (prueba de (hipotiroidismo, diabetes Bilateral, edad media o avanzada, cuadro clínico compatible.
mellitus, hiperadrenocorticismo)
queratopatía cálcica, la lipídica no suele asociar- Schirmer) en las exploraciones generales de los
se a úlceras corneales secundarias, por lo que es perros afectados por leishmaniosis. Neoplásica Unilateral, signos clínicos compatibles (exoftalmía, desviación del eje visual, etc.).
poco frecuente que provoque blefaroespasmo. Neurogénica Unilateral, aguda, asociada o no a xeromicteria, cualquier edad.
La sintomatología de la QCS cuantitativa varía
Traumática Unilateral, cuadro clínico general compatible (trauma en ojo y órbita).
en función del grado de insuficiencia lagrimal,
Queratoconjuntívítís seca la conformación del globo ocular y los párpa-
(QCS) dos, y el tiempo transcurrido. En la mayoría Tabla 1. Diagnóstico diferencial etiológico de la QCS cuantitativa en el perro.
La película lagrimal está compuesta por tres de los casos, cursa con congestión conjuntival
capas extremadamente delgadas que cubren y palpebral y bulbar, secreción ocular mucosa o (fig. 10). En reducciones leves de la secreción mucoproteico de la lágrima. La secreción lipí-
protegen la superficie ocular. De forma simple, mucopurulenta, diversos grados de dolor ocular lagrimal, o al inicio de la sintomatología, el dica procede de las glándulas localizadas en el
se presenta como un "sándwich" de compo- (blefaroespasmo) y afectación corneal variable único signo corneal apreciable puede ser ligero borde palpebral, por lo que alteraciones de esta
nente acuoso entre componente lipídico (exter- edema corneal epitelial. Con el tiempo, los sig- zona anatómica pueden disminuirla o modi-
no) y mucoproteico (interno). El componente nos corneales evolucionan rápidamente, sobre ficar su composición. El componente lipídico
intermedio o acuoso, producido por la glán- todo en perros con globos oculares expuestos de la película lagrimal regula la evaporación
dula lagrimal principal y la glándula lagrimal (razas braquicéfalas, euriblefaron, lagoftalmía del componente acuoso de la lágrima, por lo
accesoria, es el más abundante. La glándula u órbita poco profunda). En casos crónicos, se que su ausencia o alteraciones en su polaridad
lagrimal principal se localiza en la parte supe- observa neovascularización corneal superficial aumentan directamente la evaporación lagri-
rolateral de la órbita, mientras que la glándula y media, pigmento, edema corneal más intenso mal y provocan desprotección corneal. Es, por
lagrimal accesoria se encuentra en la base del y úlceras corneales de diversa consideración. tanto, un hallazgo oftalmológico que puede
cartílago en forma de T de la cara interna de Estas úlceras aparecen más frecuentemente en acompañar de forma temporal o definitiva a
la MN. El componente lipídico lo producen casos de reducciones rápidas y drásticas de la algunos casos de blefaritis por leishmaniosis. La
las glándulas situadas en el borde palpebral secreción lagrimal, siendo menos frecuente en secreción mucoproteica proviene de las células
(glándulas de Meibomio, glándulas de Zeiss bajadas progresivas y continuadas. El diagnós- caliciformes de la conjuntiva. Esta secreción se
y glándulas de Moll), y el componente muco- tico diferencial de QCS, en estos casos, debe adhiere por un lado a las vellosidades de las
proteico, las células conjuntivales caliciformes. englobar todas la causas etiológicas de QCS en capas celulares externas del epitelio corneal y,
Figura 1O. Marcada secreción mucopurulenta, conges-
Estas células se distribuyen por la conjuntiva el perro (tabla 1). por otro, al componente acuoso de la lágrima.
tión conjuntiva!, neovascularización y edema cornea! en
bulbar y se agrupan, sobre todo, en el fórnix un perro con QCS por leishmaniosis. Nótese, además, Su función principal es mantener adherida la
conjuntival inferomedial. alopecia periocular crónica. La QCS cualitativa aparece cuando disminu- porción acuosa a toda la superficie del globo
ye la secreción de los componentes lipídico o ocular. Este componente lagrimal disminuye en
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casos de inflamación conjuntiva! aguda o cró-


nica (conjuntivitis) y, al igual que en el déficit
lipídico, la sintomatología incluye congestión
conjuntiva! palpebral y bulbar, y signos cornea-
les de diversa gravedad.

Manifestaciones
clínicas de alteraciones
intraoculares
La uveítis anterior es un signo frecuente en esta
enfermedad. Su incidencia es alta para la mayo-
Figura 11. Uveltis anterior exudativa en un perro con
ría de autores (Molleda. et al., 1993; Ciaramella
leishmaniosis. Nótese la marcada celularidad presente
et al., 1997; Peña et al., 2000). Puede alcanzar el en la cámara anterior, asr como miosis, edema y neovas-
42,8 % de los hallazgos oculares en perros con cularización corneales. El iris aparece engrosado y ede-
matoso en la porción inferior, e induce discoria. Figura 13. Uveltis anterior granulomatosa en un perro Figura 14. Glaucoma crónico en un Golden Retriever con
leishmaniosis (Peña et al. , 2000).
con leishmaniosis. Nótese el marcado engrosamiento y leishmaniosis. Nótese marcada congestión conjuntiva!,
nódulos irldicos multifocales. En este caso, hay también edema difuso de córnea, midriasis y subluxación de
La presentación clínica de la uveítis asociada a escleritis asociada y, por ello, se observa edema cornea! cristalino.
leishmaniosis puede ser de tres tipos: exudativa, perillmbico y neovasos asociados.
no exudativa y granulomatosa. Las tres formas
. ..
muestran signos comunes, como congest1on por alteración en la composición del humor En la actualidad, estos glaucomas se diagnos-
conjuntiva! bulbar, edema difuso de córnea de acuoso, o presencia de inmunocomplejos. Las tican principalmente en casos de uveítis cró-
diversa gravedad, hipotonía y miosis. secuelas de las uveítis anteriores, independien- nicas muy exudativas que no responden a la
temente del tipo, incluyen edema cornea! irre- medicación. Suelen ser resistentes al tratamiento
La uveítis exudativa se caracteriza por mostrar versible de diferente consideración, discoria médico sistéinico y presentan signos crónicos de
fibrina y células libres en la cámara anterior, (sinequias posteriores o anteriores), cataratas, glaucoma, como fuerte congestión conjuntiva!
que pueden visualizarse y clasificarse median- glaucoma y, en casos graves, ptisis bulbi (atro- bulbar, aumento del tamaño del globo ocular
te el efecto Tyndall (leve, moderado o grave) fia del globo ocular). (buftalmía), queratitis por exposición, luxación
(fig. 11). En cambio, la uveítis no exudativa se o subluxación de cristalino, ceguera, midriasis
caracteriza por el engrosamiento del iris, miosis El glaucoma canino se define co1no la eleva- arreflexiva y atrofia de retina y nervio óptico
Figura 12. Uveltis anterior no exudativa en un perro con ción de la presión intraocular (PIO), con muer- (fig. 14).
e hipotonía, sin asociarse a celularidad libre
leishmaniosis. Nótese la marcada sinequia posterior.
en la cámara anterior (fig. 12). Por último, la te secundaria de las células ganglionares de la
uveítis granulomatosa se ha descrito de forma retina. El glaucoma asociado a leishmaniosis Las uveítis posteriores o coriorretinitis, a pesar
esporádica en la leishmaniosis canina. Se carac- este tipo de uveítis aparece tras el diagnóstico y canina es secundario, ligado a estadios crónicos de describirse en la literatura, son poco frecuen-
teriza por la aparición de nódulos más o menos tratamiento de leishmaniosis en algunos perros, de uveítis anterior, en los que acaecen una o más tes (Molleda. et al., 1993; Peña et al., 2000).
patentes y variables en número y tamaño en tal y como ocurre en la leishmaniosis visceral o de las siguientes situaciones: Esta baja incidencia podría asociarse a diferen-
la superficie del iris. La córnea aparece menos ka/a-azar en personas (Slappendel et al., 1988; ■ Bloqueo pupilar secundario a la formación tes factores, entre ellos el hecho de que, a veces,
edematosa que en los casos anteriores y el efec- el-Hassan et al., 1998). de sinequias posteriores (adherencia del iris los signos clínicos de las uveítis posteriores pue-
to Tyndall suele ser negativo. La forma granu- al cristalino). den ser sutiles y pasar desapercibidos por el
lomatosa se ha descrito únicamente en perros El edema cornea! difuso de origen endotelial, ■ Bloqueo del ángulo iridocorneal secundario propietario. Por otro lado, las uveítis anteriores
con leishmaniosis, por lo que su aparición, si no que puede estar presente en los tres tipos de a la formación de sinequias anteriores exudativas, que en algunos casos pueden ser
patognomónica, es muy sugerente de esta enfer- uveítis, podría deberse a precipitados cor- periféricas (adherencia del iris a la córnea) o muy graves, podrían dificultar la visualización
medad (fig. 13). Algunos autores sugieren que neales, disfunción de las células endoteliales al intenso engrosamiento de la base del iris. de los cambios funduscópicos. Finalmente, la
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leishmaniosis podría tener preferencia por la Las panuveítis (inflamación de la úvea ante- visual, prominencia de la MN, dificultad a la (fig. 17). En estos casos, la ENG puede ser el
úvea anterioi; y afectaría la úvea posterior úni- rior y posterior) se diagnostican de forma muy retropulsión del globo oculai; edema periocular único signo ocular o asociarse a un cuadro clí-
camente en casos muy graves. esporádica y, principalmente, en animales que y dolor a la apertura de la boca (fig. 16). La nico ocular complejo.
han recibido tratamiento inmunosupresor cró- celulitis orbitaria se ha diagnosticado esporá-
Las coriorretinitis asociadas a esta enfermedad nico (Ciaramella et al., 1997). Al igual que las dicamente en perros con leishmaniosis (Peña A pesar de no estar descrito en la literatura, las
se caracterizan por ser difusas, presentar infil- uveítis posteriores, podrían infradiagnosticarse et al., 2000). El diagnóstico diferencial de estos autoras confirman que el granuloma irídico úni-
trado celular en la coroides y edema de reti- en casos de uveítis anteriores graves, que difi- casos debería incluir otras etiologías de exoftal- co puede ser una de las presentaciones oculares
na. Estas pueden ser el resultado de diferentes cultan la visualización del segmento posterior. mía en el perro. de la leishmaniosis. El Servicio de Oftalmología
mecanismos, entre ellos: En algunos casos, la inflamación de la úvea de la Fundació Hospital Clínic Veterinari diag-
■ La acción directa. del parásito en la coroides puede extenderse también a la túnica fibrosa y La ENG es una inflamación proliferativa loca- nosticó un caso de granuloma irídico unilateral
o retina. aparecer como panoftalmitis (fig. 9). lizada en la capa más externa de la esclera, la en un perro. El nódulo era blanquecino, de un
■ La presencia de células inflamatorias a con- epiesclera, que avanza, y llega a invadir la cór- tamaño de 2 x 3 mm, y no se acompañaba de
secuencia del depósito de inmunocomplejos nea. Cursa generalmente con masas esclerocor- signos de inflamación intraocular. El perro no
en la coroides o retina. Otras manifestaciones neales rosáceas localizadas en la zona límbica, presentaba ningún otro signo clínico de leish-
■ Los signos clínicos sistémicos concomitantes, clínicas oculares asociadas a neovascularización y edema peri- maniosis. El diagnóstico diferencial en estos
como la hipertensión secundaria a la insufi- De forma esporádica, se han descrito otras lesional. A pesar de que se ha descrito pun- casos debe incluir tumores irídicos.
ciencia renal. En estos casos, puede aparecer presentaciones oculares asociadas a la leishma- tualmente asociada a enfermedades infeccio-
desprendimiento de retina exudativo, que niosis canina, como celulitis orbitaria, ENG, sas (toxoplasmosis, erhlichiosis) (Willis et al., La inflamación de la esclera o escleritis puede
se caracteriza por exudado con muy pocas granulomas irídicos únicos, escleritis y granu- 1996), la etiología más aceptada es la autoin- clasificarse en necrotizante o no necrotizan-
células, acompañado de hemorragias pre- lomas en MN. mune, y se ha descrito predisposición racial en te. La leishmaniosis canina se ha asociado a
rretinianas, subretinianas e intrarretinianas el Collie (Paulsen et al., 1987). La asociación escleritis no necrotizante (o granulomatosa),
de diferente consideración (fig. 15). La celulitis orbitaria cursa con inflamación y relativamente reciente de ENG con leishma- que se caracteriza por un área escleral engro-
Las secuelas de la uveítis posterior incluyen edema de la grasa y tejidos periorbitarios. Puede niosis canina (Leiva et al., 2010) confirma que sada y rosada, más o menos extensa, asocia-
cicatrices coriorretinianas multifocales, des- asociarse, en algunos casos, a miositis de los la sintomatología ocular es idéntica que la defi- da a edema cornea!, dolor oculai; fotofobia
prendimiento de retina o incluso atrofia difusa músculos extraoculares. Clínicamente, se pre- nida para otras etiologías previamente descri- y lagrimeo (Naranjo et al., 2003) (fig. 18).
de retina. senta como exoftalmía, sin desviación del eje tas, lo que dificulta el diagnóstico etiológico La inflamación de la esclera es difícil de

Figura 15. Imagen funduscópica de un paciente canino Figura 16. Celulitis orbitaria del ojo derecho de un perro Figura 17. Epiescleroqueratitis nodular granulomatosa en Figura 18. Escleritis en un perro con leishmaniosis. Nóte-
con hipertensión sistémica secundaria a leishmaniosis. con leishmaniosis. Nótese la marcada congestión con- un Cocker Spaniel con leishmaniosis. Se observa creci- se el marcado engrosamiento escleral que invade secun-
Se observan hemorragias multifocales intrarretinianas y juntiva!, protrusión de la MN y exoftalmía. miento excesivo de tejido que afecta a la zona lateral del dariamente la córnea. En este caso hay, además, uveltis
exudado multifocal en la zona tapetal. globo ocular e invade parcialmente la córnea. anterior exudativa.

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diagnosticar. Puede inducii; en casos crónicos, la creación de una úlcera epitelial y, por otro, es conjuntiva puede realizarse de forma simple,
adelgazamiento escleral y formación de esta- difícil llegar al infiltrado celular que, en ocasio- tras la aplicación de una gota de colirio anes-
filomas múltiples que requieran tratamiento nes, se localiza en el estroma medio/profundo. tésico. Resulta algo más complejo tomar la
quirúrgico para su resolución (Naranjo et al., Esta técnica generalmente se desaconseja en muestra en párpados si incluye el borde pal-
2003). Raramente este tipo de escleritis induce queratitis estromales. pebral, ya que deberá hacerse bajo anestesia
signos intraoculares. general para reconstruir la continuidad del
Por norma general, la presencia de amastigo- margen palpebral (esencial para su función).
Los nódulos en la cara externa de la MN aso- tes de Leishmania spp. es elevada en las célu- En los casos en los que el borde palpebral no
ciados a la leishmaniosis canina se caracterizan las de la conjuntiva, en áreas ulceradas de los esté afectado, suele indicarse también la recons-
por tener aspecto rosado intenso. En algunos párpados y en el interior de las glándulas de trucción de la zona de la herida, puesto que los
casos pueden ulcerarse (fig. 19). Son hallazgos Meibomio. Por tanto, un 1nétodo diagnósti- cierres secundarios pueden producir fibrosis,
no dolorosos que habitualmente se presentaban co sencillo, económico y rápido consiste en la estiramiento del borde palpebral y modifica-
asociados a otros signos clínicos oculares, como visualización directa de los amastigotes en cito- ciones importantes de su posición (entropión,
Figura 19. Granuloma de MN en un perro con logías recogidas en estas zonas. La visualización ectropión). En la córnea se puede extraer una
blefaritis o QCS.
leishmaniosis.
mediante técnicas de tinción rápida (Diff-Quik muestra con anestesia tópica, en los casos en
o tinciones similares de tipo Romanowsky) es los que hay proliferaciones granulomatosas,
Diagnóstico conjuntiva, esclera, córnea, etc.) para confir- la más empleada. pero es un procedimiento mucho más complejo
mar si el parásito provoca o no los signos cuando la muestra incluye parte del espesor
El diagnóstico de la leishmaniosis ocular incluye clínicos oculares. Las muestras de citología pueden emplearse del estroma cornea!. En estos últimos casos,
los métodos de diagnóstico estándar de la enfer- también para realizar PCRs. La toma de mues- suele ser necesario recubrir la zona en la que
medad (ver capítulo 7). tras en estos casos se realiza mediante cepillo se ha realizado la biopsia mediante injertos de
Diagnóstico específico en (citobrush) o similares. El hisopo debe remitirse córnea, biomateriales o colgajos conjuntivales.
En oftalmología, la visualización directa del párpados y superficie ocular al laboratorio de forma estéril (Strauss-Ayali Por tratarse de una técnica mucho más invasi-
parásito se indica en aquellos casos en los La citología y la biopsia son las técnicas diag- et al., 2004). Estas pruebas son muy sensibles, va, se lleva a cabo única y exclusivamente si no
que se requiera un diagnóstico inmediato o nósticas más utilizadas para el diagnóstico por lo que, en una zona endémica, su positi- se puede llegar al diagnóstico mediante ningún
cuando otros métodos estándar de diagnósti- específico de leishmaniosis en párpados y vidad puede no indicar obligatoriamente que otro procedimiento.
co no hayan sido concluyentes. Así como algu- superficie ocular. la enfer1nedad provoque la sintomatología.
nos clínicos veterinarios generalistas utilizan Para poder tener un parámetro objetivo para Es importante remarcar que si las tinciones de
técnicas de visualización directa del parásito La citología puede realizarse en párpados, con- el diagnóstico de la enfermedad oculai; puede las muestras de biopsia se hacen únicamente
(punción de médula ósea, etc.), en oftalmo- juntiva, córnea o a partir de la extrusión de las realizarse PCR en tiempo real. En un artículo con tinciones de rutina (tinción H-E), solo se
logía estas técnicas también resultan de gran glándulas de Meibomio. La toma de muestras publicado por Naranjo et al. (2012), se deter- observarán parásitos cuando estén presentes
ayuda diagnóstica (citología palpebral, con- se realiza de forma relativamente sencilla en minó el rango de seguridad diagnóstica en PCR en gran número. Una infestación de carácter
juntiva!, cornea!, etc.). En áreas endémicas, nódulos palpebrales ulcerados y conjuntiva, en tiempo real en biopsias de glándulas lagri- más leve, o entre muchas células inflamatorias,
donde los perros pueden mostrar serologías mediante el talón de una hoja de bisturí del males en perros con leishmaniosis. Es decii; se o que contengan pigmento, puede hacer que
positivas con bajos niveles de anticuerpos nº 11. En los casos de nódulos palpebrales no establece un punto de corte a partir del cual se no se aprecien los amastigotes. Por todo esto,
de leishmaniosis sin mostrar sintomatología ulcerados, se recomienda la toma de muestras asocian los signos oculares a la enfermedad. En las autoras consideran que es imprescindible
alguna, el diagnóstico de la enfermedad puede mediante aspiración por aguja fina (AAF). Las conocimiento de las autoras, no hay estudios confirmar el diagnóstico mediante IHQ para
complicarse, dado que una serología positiva citologías de granulomas corneales requieren la similares en conjuntiva canina, aunque podrían Leishmania spp. A partir de la experiencia de
no implica que el agente causal provoque la aplicación previa de colirio anestésico tópico y ser de gran utilidad diagnóstica. las autoras, las tinciones de rutina detectan
sintomatología ocular. En ocasiones, en estos el uso de medios de magnificación (gafas lupa). aproximadamente un 50 % de los casos que
casos, es necesario realizar una biopsia de los En casos de queratitis, la toma de muestras es Otra opción diagnóstica relativamente sen- contienen amastigotes, que se evidencian pos-
tejidos presuntamente afectados (párpados, controvertida, ya que, por un lado, implicaría cilla es la toma de muestras por biopsia. En teriormente en la IHQ.
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Diagnóstico específico discontinuidad en la película verde que recubre frecuentes en el área geográfica. En las zonas propietario, a no ser que el grado de afecta-
deQCS la córnea. Son anormales los valores inferiores donde la leishmaniosis es endémica, las pruebas ción de la coroides o retina sea suficientemente
El diagnóstico de QCS secundaria a leishma- a 25 segundos. En estos casos, el TRL muestra diagnósticas para descartar o confirmar esta extenso como para inducir una disminución
niosis supone un reto en la oftahnología veteri- que la película lagrimal se ha evaporado antes enfermedad deben tenerse en consideración en importante de la agudeza visual o ceguera. El
naria en las áreas endémicas. de tiempo, o bien no estaba convenientemente los primeros puestos de la lista. diagnóstico oftalmológico se basa principal-
adherida a la superficie cornea!. No permite, mente en la visualización de las modificaciones
La QCS cuantitativa es una de las enfermedades por tanto, diferenciar si el déficit es mucopro- Al tratarse de una alteración intraocular, los funduscópicas mediante oftahnoscopia directa
con mayor prevalencia en oftalmología canina. teico o lipídico. métodos diagnósticos más utilizados son los e indirecta. Al igual que en las uveítis anteriores,
La etiología es muy diversa, pero la más frecuen- que se emplean para hacer el diagnóstico de la la etiología es muy variable, e incluye altera-
te, con diferencia, es la autoinmune (tabla 1). El déficit lipídico secundario a infección por enfermedad de forma genérica (ver capítulo 7). ciones directas sobre el globo ocular y enfer-
Es una alteración hereditaria en muchas razas leishmaniosis se asocia a blefaritis del borde En casos de nódulos intraoculares, puede rea- medades sistémicas (ta.bla 2). Como norma
de perros, que suele tener un curso bilateral y libre de los párpados. La inflamación lesio- lizarse toma de muestras mediante AAF. Con general, los signos de segmento posterior se le
aparecer en animales de mediana edad. El diag- na las glándulas de Meibomio, disminuye su la finalidad de evitar el empeoramiento de los atribuyen a la leishmaniosis, siempre y cuando
nóstico de la QCS se realiza a partir de los sig- secreción o altera su polaridad, e induce, de signos clínicos intraoculares o la aparición de los signos clínicos sean compatibles con el cua-
nos clínicos y los resultados de la prueba de esta forma, la evaporación temprana del film hemorragias, estos métodos deben practicarse dro de la enfermedad. Si estos no lo son, será
Schirmer (STI). Valores inferiores a 14-15 mm/ lagrimal (Moore, 1990, 1999). En estos casos, únicamente por profesionales con experiencia y necesario realizar pruebas complementarias,
minuto, acompañados de los signos clínicos por tanto, suelen presentarse signos palpebrales mediante medios de magnificación. ya que podrían coexistir varias enfermedades.
específicos, deben considerarse como indicio y de la superficie ocular simultáneamente. El Las pruebas recomendadas incluyen bioquími-
de hiposecreción lagrimal. Los signos clínicos y diagnóstico específico podría hacerse median- El diagnóstico del glaucoma secundario a ca y hemogra1na completo, serologías diversas,
los valores del STI son idénticos, independien- te el estudio de la composición lipídica de la leishmaniosis se realiza en función de los sig- medición de la presión arterial, electrorretino-
temente de la etiología de la QCS. Por tanto, secreción (meibometría palpebral) o mediante nos clínicos de inflamación intraocular cróni- grafía o técnicas más invasivas para llegar al
el diagnóstico etiológico se basa en la historia biopsia palpebral. ca, acompañados de PIO elevada (tonometría diagnóstico etiológico. Desafortunadamente, la
clínica, presencia de otros signos clínicos suges- > 25 mmHg). La visualización del ángulo iri- confirmación del diagnóstico específico en uveí-
tivos de leishmaniosis, o diagnóstico previo. El El déficit mucoproteico suele ser secundario al docorneal (gonioscopia dinámica o de inden- tis posteriores solo puede realizarse mediante
diagnóstico específico, en este caso, implicaría engrosamiento de la conjuntiva, a conjuntivitis tación) ayuda.r á en el diagnóstico de glauco- métodos invasivos. En casos dudosos, puede
la biopsia de una de las glándulas lagrimales. La (agudas o crónicas) o al déficit de células cali- ma secundario, al permitir localizar sinequias realizarse punción subretiniana, aunque úni-
glándula más accesible es la glándula lagrimal ciformes. El diagnóstico específico consistiría anteriores periféricas, estrechamiento del ángu- ca1nente se recomienda en ojos no visuales (en
. ,,, . . .
accesona, aunque es una tecruca mvas1va que en efectuar una biopsia del fórnix conjuntiva! lo por engrosamiento del iris, etc. En algunas ocasiones, puede indicarse su realización en el
requiere anestesia general y no se recomienda inferomedial. ocasiones, el edema cornea! puede impedir la ojo que tiene peor pronóstico para salvar la
como protocolo diagnóstico habitual. realización de la gonioscopia en ambos ojos. visión del ojo contralateral).
En estos casos, si la visualización de las estruc-
La QCS cualitativa es siempre un reto diagnós- Diagnóstico específico de turas intraoculares resulta también dificulto- Los ojos con panuveítis muestran signos graves
tico, ya sea mucoproteica o lipídica. Los signos alteraciones intraoculares sa, se recomienda realizar ecografía ocular. La de uveítis anterior y posterior. El diagnóstico
clínicos son muy inespecíficos y los valores del El diagnóstico de la uveítis anterior se basa en ecografía del globo ocular más empleada en la oftalmológico, al igual que en algunos casos
STI suelen ser normales (15-25 mm/minuto). los signos clínicos compatibles con la enferme- actualidad es el modo B, con una sonda lineal de glaucoma, puede facilitarse por la ecografía
La prueba más utilizada es el tiempo de ruptura dad y la medición de la PIO (hipotonía). La etio- de 10 mHz, que permite observar las estructu- ocular. El protocolo diagnóstico será el mismo
de la película lagrimal (Break up time o TRL). logía de las uveítis es extremadamente amplia, ras del polo anterior y posterior del globo. El que el propuesto para las uveítis anteriores y
Consiste en instilar una gota de fluoresceína e incluye alteraciones oculares propias, causas diagnóstico específico sería similar al realizado posteriores. En caso de no obtener el diagnós-
en la superficie del globo ocular y cerrar los iatrogénicas y enfermedades sistémicas (tabla 2). para la uveítis anterior. tico etiológico por métodos no invasivos, se
párpados para repartirla de forma homogénea. Es de vital importancia establecer la lista de los recomienda llevar a cabo métodos de diagnós-
Seguidamente, se abren los párpados, se ilumina posibles diagnósticos diferenciales en función El diagnóstico de uveítis posterior es comple- tico invasivos, como punción de humor acuo-
la superficie de la córnea con luz azul cobalto y de la sintomatología de la uveítis, la raza, la jo. Uno de los principales problemas es que so, punción subretiniana o incluso, en algunos
se calcula el tiempo que tarda en aparecer una edad, el sexo y las enfermedades infecciosas más los signos clínicos son poco evidentes para el casos, enucleación.
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Diagnóstico específico de En el caso de los nódulos en M N , se recomien- frecuentemente descritas en perros con leish-
otras alteraciones oculares da realizar citología por raspado o AAF y visua- maniosis (Molleda et al., 1993; Roze, 1994;
El diagnóstico clínico de celulitis orbita.r ia se lización directa de los amastigotes, o cualquiera Ciaramella et al., 1997; Koutinas et al., 1999;
realiza a partir de los hallazgos clínicos, resul- de las otras técnicas comentadas en el apartado Peña et al., 2000). Aunque la patogenia de las
tados ecográficos y, en caso de ser necesario, de citología palpebral y conjuntiva!. Es impor- lesiones palpebrales no se ha estudiado en par-
métodos de imagen complementarios, como tante recordar que los nódulos en M N suelen ticular, las lesiones del aspecto cutáneo y de la
resonancia magnética o punción retrobulbar presentarse en pacientes con otra sintomato- conjuntiva palpebral se asemejan a las encon-
ecoguiada. logía ocular asociada a la leishmaniosis, como tradas en el resto de la piel (Ferrer et al., 1988)
conjuntivitis, QCS, blefaritis, etc. y en la conjuntiva bulbar, respectivamente.
Bruce/la canis, Bartone/la vinsonii,
Los signos clínicos de ENG producidos por la
Borre/ia burgdorferi, Leptospira leishmaniosis canina pueden confundirse fácil- Con respecto a las lesiones en el aspecto dérmi-
spp., septicemias (cua lquier mente con los observados en EN Gs autoinmu- Histopatología co del párpado y borde palpebral, se han des-
causa).
Acremonium spp., Aspergi/lus
nes, por lo que es recomendable realizar biop- y patogenia crito blefaritis alopécicas, erosivas/ulcerativas,
sia en todas las áreas donde la leishmaniosis difusas con engrosamiento del borde palpebral
fumigatus, 8/astomyces
dermatitidis, Gandida es endémica. En un estudio retrospectivo, el Aunque los signos clínicos oculares en perros y formas nodulares (Peña et al., 2000), todas
albicans, Coccidioides immitis, 82,5 % de los casos con ENG clínica en los que con leishmaniosis se han descrito en múltiples ellas con un patrón histológico equivalente al
Cryptococcus neoformans, estudios retrospectivos y casos clínicos, la ima- descrito para las lesiones cutáneas (Ferrer et
se efectuó biopsia (n = 8) mostraron presen-
Histoplasma capsulatum.
cia de Leishmania spp. mediante IHQ, lo que gen histopatológica asociada a estas lesiones y al., 1988; Koutinas et al., 1992). La alopecia
Uveítis facolítica o facoclástica,
trombocitopenia inmunomediada*,
remarca la importancia de este agente etiológi- su patogenia se ha estudiado poco. Como en periocular se acompaña histológicamente de
vasculitis inmunomed iada, co en zonas endémicas (Leiva et al., 20 10). Este cualquier enfermedad, es importante conocer un patrón de dermatitis granulomatosa difusa a
síndrome uveodermatológico. mismo estudio señala la posibilidad de que la la patogenia de las lesiones oculares en perros perifolicular (fig. 20), con hiperqueratosis orto-
Diabetes mellitus, hiperlipidemia*, EN G producida por leishmaniosis tenga lugar con leishmaniosis para entender cómo se pro- queratósica. Las lesiones ulcerativas se acompa-
hipertensión sistémica.
en pacientes con serologías negativas para la ducen estas lesiones y así diseñar tratamientos ñan del mismo infiltrado difuso, con zonas de
Coagulopatías*, esc leritis
enfermedad, por lo que puede considerarse el específicos. hiperplasia epidérmica que bordean las úlceras.
necrot izante, fármacos,
idiopático, glaucoma quístico y chancro de inoculación. Las blefaritis difusas con engrosamiento del
pigmentario del Golden Retriever*, En general, se describe un infiltrado granulo- borde palpebral se asocian a diversos patro-
radioterapia*, traumatismos*,
Los granulomas irídicos únicos pueden con- matoso/piogranulomatoso, compuesto por nes inflamatorios microscópicos, que incluyen
toxemias, queratitis ulcerativa.
fundirse clínicamente con tumores irídicos, por macrófagos, linfocitos y células plasmáticas, dermatitis perivascular superficial o profunda,
Dirofilaria immitis, Angiostrongylus
vasorum, Toxocara canis, lo que se recomienda, antes de realizar técnicas con número variable de neutrófilos, similar al dermatitis intersticial o dermatitis liquenoide
Onchocerca /ienalis, Onchocerca invasivas intraoculares, descartar la enfermedad descrito en otros órganos (Baneth y Solano- (Koutinas et al., 1992). Los piogranulomas
/upi, Oftalmomiasis interna. mediante serología. En caso de ser negativa, Gallego, 20 12). Este infiltrado se detecta. en discretos que representan la correlación histo-
Enfermedad histiocítica estaría indicado realizar citología por AAF o alguna de las distintas estructuras del ojo y ane- lógica de la forma nodular se describen tam-
proliferativa, neoplasias primarias
y secundarias (linfosarcoma)*.
iridectomía sectorial diagnóstica. jos oculares, aproximadamente en el 30 % de bién en la piel del párpado y borde palpebral,
los ojos de perros con leishmaniosis, mientras por lo que se necesita distinguir esta lesión de
Leishmania infantum, Toxoplasma
gondii, Neospora caninum, El diagnóstico de escleritis es complicado, dado en el 26 % de estos ojos se detectan amastigotes tumores de la glándula de Meibomio, chala-
Trypanosoma evansi. que la sintomatología clínica puede confundir- de Leishmania spp. (Peña et al., 2008). ción, piogranulomas por Staphylococcus spp.
Ehrlichia canis, Anaplasma platys, se con otros diagnósticos, como conjuntivitis, y piogranulomas estériles, mediante biopsia e
Rickettsia rickettsii. uveítis, etc. La congestión es, en estos casos, IHQ o PCR (C.Ornegliani et al., 2005; Santoro
Adenovirus, Herpesvirus. profunda y, si todo el grosor de la esclera está Histopatología y patogenia et al., 2008; Dubielzig et al., 20 10). Esta.forma
•condiciones que pueden acompañarse de efecto Tyndall o hipema, afectado, la úvea se inflama secundariamente de las lesiones de párpados nodular de la leishmaniosis cutánea se ha des-
pero que no tienen necesariamente un componente inflamatorio.
por continuidad. Para confirmar el diagnóstico y superficie ocular crito principalmente en el Boxer (Ferrer et al.,
Tabla 2. Diagnóstico diferencial etiológico de la uveítis etiológico sería necesario llevar a cabo una biop- La blefaritis y otros signos clínicos palpe- 1988), aunque es posible encontrar la blefaritis
en el perro. sia de la esclera (Leiva et al., 2010). brales son una de las manifestaciones más nodular en cualquier raza.
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Figura 20. Piel del párpado. Se observa un infiltrado Figura 21. Conjuntiva. Infiltrado granulomatoso difuso
granulomatoso nodular perivascular y perianexial que con abundantes amastigotes intrahistiocfticos y nume- Figura 22. Córnea. (a) Agregados de macrófagos en el estroma anterior, que contiene abundantes amastigotes de Leísh-
destruye las glándulas sebáceas. Tinción H-E, 4x. rosos linfocitos y células plasmáticas. Tinción H-E, lOx. mania intrahistiocfticos. Tinción H-E, lOx. (bl Los amastigotes aparecen destacados en color marronáceo con la técnica
IHQ. IHQ para Leíshmania spp., lOx.

La adenitis sebácea se ha descrito como una de tres patrones de inflamación asociados a la pero en estos casos el infiltrado será predomi- cornea!, compuesto por macrófagos, linfocitos
las lesiones histopatológicas cutáneas en perros presencia de amastigotes de Leishmania spp. nantemente linfoplasmocita.r io (no específico) y células plasmáticas. En todos estos ojos se
con leishmaniosis (Solano-Gallego et al., 2004; El patrón observado con mayor frecuencia y sin presencia de parásitos (Peña et al., 2008). observaron amastigotes mediante técnicas de
Bardagí et al., 2010), caracterizada por infiltra- consiste en un infiltrado difuso compuesto por H ay que tener en cuenta que, en estos casos, IHQ (fig. 22). Además, se ha descrito la pre-
do dérmico granulomatoso nodular o difuso. macrófagos, linfocitos y células plasmáticas. una biopsia de conjuntiva no será diagnóstica sencia de amastigotes de Leishmania spp. en
De igual manera, se puede observar esta lesión En dicho estudio, este patrón se observó en el del proceso subyacente. el citoplasma de los queratocitos (N aranjo et
en la piel del párpado de perros con leishrna- 14,2 % de los ojos examinados, y todos los al., 2006), aunque previamente se ha descrito
niosis (fig. 20), que puede afectar también a la ojos salvo dos (12,5 %) mostraron amasti- En el limbo esclerocorneal, se han detectado la presencia de amastigotes intracitoplasmá-
glándula de Meibomio, que no es más que una gotes de Leishmania spp. El segundo patrón los mismos tres patrones de inflamación y con ticos en otras células además de los macró-
glándula sebácea modificada. más frecuente, observado en el 10 % de los la misma incidencia que los descritos para la fagos, que incluye los fibroblastos (H ervás
ojos, consiste en un infiltrado perivascular conjuntiva, lo que sugiere que hay una relación Rodríguez et al., 1996). La lesiones en el estro-
Los signos clínicos oculares referentes a la linfoplasmocitario con macrófagos asociados funcional muy estrecha entre estas estructuras ma anterior suelen predominar sobre las del
superficie ocular (queratoconjuntivitis) son los (fig. 2 1 ). En todos los casos se observaron (Peña et al., 2008). estroma posterior, y siempre se acompañan
más frecuentemente descritos en algunos estu- parásitos intrahistiocíticos. Finalmente, y de de neovascularización y edema (Roze, 1988).
dios clínicos (Roze, 1986; Slappendel, 1988; forma ocasional, se pueden observan pio- De forma similar a lo que ocurre clínicamen- Además, la inflamación cornea! supone una
Molleda et al., 1993; Ciaramella et al., 1997; granulomas discretos en la conjuntiva (Roze, te (Roze, 1988; Slappendel, 1988), micros- continuación de la inflamación presente en la
Koutinas et al., 1999) y, del mismo modo, la 1988; Molleda et al. , 1993). Este patrón se ha cópicamente, la córnea se afecta con menos conjuntiva y el limbo, y se extiende hacia la
conjuntiva y el limbo son las estructuras más observado en el 1,7 % de los ojos de perros frecuencia en perros con leishmaniosis en córnea axial cuanto más grave es la implica-
afectadas habitualmente por lesiones histopa- con leishmaniosis, y siempre asociado a la comparación con la conjuntiva (Molleda et ción, por lo que muchas veces se habla de que-
tológicas asociadas a Leishmania spp. (Peña presencia del parásito (Peña et al., 2008). Por al., 1993; Peña et al., 2008) y, en general, la ratoconjuntivitis, debido a la estrecha relación
et al. , 2008). lo tanto, la leishmaniosis es una de las pocas queratitis no se observa de forma aislada, sino entre estas estructuras. Aunque clínicamente
enfermedades que causa conjuntivitis prima- que suele acompañarse de conjuntivitis (Roze, las queratitis presentan una incidencia más
En un estudio histopatológico retrospectivo, ria en el perro, especie en la que la mayoría de 1988; Molleda et al. , 1993; Peña et al., 2000). alta, que varía del 4,8 % al 31,4 % de los
la conjuntiva se vio afectada por lesiones ellas son secundarias. En perros con leishma- En un estudio anterior (Peña et al., 2008), el ojos según cada estudio (Slappendel, 1988;
inflamatorias en el 25,83 % de los ojos exa- niosis, también se puede observar inflamación 5,8 % de los ojos examinados histológicamen- Molleda et al., 1993; Ciaramella et al., 1997;
minados de perros con leishmaniosis (Peña et conjuntiva! por extensión de otros procesos te presentaban queratitis, caracterizada por Peña et al. , 2000), es posible que algunas for-
al., 2008). En la conjuntiva, se han descrito adyacentes, co1no blefaritis, QCS o uveítis, infiltrado granulomatoso difuso en el estroma mas 1nás leves (edema, erosiones epiteliales
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o hiperqueratosis) se deban a la implicación inflamatorio similar al que se observa en


secundaria de la córnea en problemas palpe- otros tejidos, descrito como granulomatoso/
brales o de la película lagrimal, sin observar el piogranulomatoso, es decir, predominante-
típico infiltrado granulomatoso ni el parásito mente compuesto por macrófagos, con o sin
en las estructuras corneales. neutrófilos, y con número variable de linfoci-
tos y células plasmáticas asociados (N aranjo
De forma similar a lo que ocurre en la córnea, et al., 2005). Este infiltrado es diferente del
la esclera se afecta solo en ojos en los que la que se observa en la QCS inmunomediada
conjuntiva y el limbo aparecen inflamados, de presente en algunas razas. En este caso, la
modo que se considera también una extensión inflamación es eminentemente linfoplasmo-
de la inflamación granulomatosa conjuntiva! cita.r ia (Kaswan et al., 1984). Además de la
y límbica en los casos más graves. Se ha des- naturaleza de la inflamación, su distribución
Figura 23. Glándula de la MN. Infiltrado inflamatorio den- Figura 24. Glándula de Meioomio. El infiltrado granulo-
crito que el 5,8 % de los ojos de perros con y consecuencias son distintas en las dos enfer- so que rodea los conductos, los cuales aparecen marca- matoso rodea el conducto de secreción y aísla los lóbulos
leishmaniosis presentan este tipo de infiltrado medades. En perros con leishmaniosis, el infil- damente dilatados y con secreción intraluminal. Infiltrado de la glándula, aunque estos no se destruyen. El con-
con amastigotes de Leishmania spp. asociados trado se sitúa alrededor de los conductos de subepitelial en la zona de salida de los conductos de ducto aparece moderadamente dilatado con restos de
secreción (zona superior de la imagen). Tinción H-E, 2x. secreción intraluminales. Tinción H-E, lOx.
(Peña et al., 2008). la glándula sin destruir el parénquima acinar,
con dilatación de los conductos adyacentes y
abundante secreción intraluminal. Además,
Histología y patogenia no se detecta fibrosis ni siquiera en los casos la leishmaniosis (fig. 24). Las glándulas de glándulas lagrimales principales examinadas).
delaQCS más avanzados (N aranjo et al., 2005). En Meibomio se dañan en un porcentaje mayor Como la contribución de la glándula de la
Los veterinarios conocen ampliamente la aso- cambio, en la QCS inmunomediada, la infla- de ojos que las glándulas lagrimales principal y M N a la porción acuosa de la película lagri-
ciación entre QCS cuantitativa y leishmaniosis. mación destruye directamente el parénquima accesoria. En el estudio referido (N aranjo et al., mal varía entre el 30 % y el 50 % del total
Su incidencia clínica varía entre el 2,8 % y el acinar y, en los casos más crónicos, el tejido 2005), el 62 % de las glándulas de Meibomio según el perro, su afectación en pacientes con
26,8 % de los perros con leishmaniosis, en fibroso reemplaza el tejido glandular, lo que estudiadas presentaban la inflamación típica, leishmaniosis puede tener consecuencias nega-
función del estudio consultado (Molleda et causa atrofia de la glándula, que deriva en frente al 54 % de las glándulas de la M N y tivas (Helper et al., 1974; Gelatt et al. , 1975).
al., 1993; Ciaramella et al., 1997; Koutinas hiposecreción lagrimal (Kaswan et al. , 1984; el 4,17 % de las glándulas lagrimales princi- El infiltrado inflamatorio asociado al pará-
et al., 1999; Peña et al., 2000). Sin embargo, lzci et al., 2002). A causa de estas diferencias pales, aunque el porcentaje de glándulas con sito también se ha observado en la sustancia
los estudios sobre su patogénesis son escasos y morfológicas en la afectación de las glándulas amastigotes intralesionales es similar para las propia superficial de la superficie bulbar de
relativamente recientes (N aranjo et al., 2005; lagrimales, se ha hipotetizado que la dismi- tres glándulas (32 %, 26 % y 20,8 %, res- la M N , que coincide con la zona de salida de
N aranjo et al., 2012). Es importante conocer nución de la secreción lagrimal en perros con pectiva1nente). La glándula de Meibomio se los conductos de secreción de la glándula de
los mecanismos que el parásito utiliza para leishmaniosis se debe a la presencia de la infla- encarga de la producción de la parte lipídica la M N , lo que puede contribuir a una mayor
causar esta manifestación, puesto que afectará mación granulomatosa periductal asociada al de la lágrima, que evita la evaporación de la retención de su secreción (fig. 23). Aunque la
al tratamiento a aplicar. Se han postulado 3 parásito, que causa dilatación retrógrada de película lagrimal. Cuando estas glándulas se alteración en las células caliciformes conjun-
hipótesis para explicar el déficit de lágrima en dichos conductos con la subsecuente retención lesionan, su secreción lipídica se vuelve más tivales no se ha estudiado sistemáticamente,
perros con leishmaniosis: la acción destructi- de la secreción lagrimal (fig. 23) (N aranjo et polar, lo que, además de hacerla tóxica para es posible que este infiltrado inflamatorio
va directa del parásito, la obstrucción de los al., 2005). Estos hallazgos coinciden con la la superficie cornea!, favorece la evaporación subepitelial en la conjuntiva de la MN pue-
conductos de secreción de las glándulas por segunda teoría de Roze (1986). precoz de dicha película. Esto, a su vez, origina da afectar a estas células y su secreción, que
la inflamación adyacente, y la reducción de la problemas en la superficie ocular. contribuye al componente mucoproteico de la
secreción refleja por hipoestesia de la córnea Además, gracias a estos estudios histopatoló- película lagrimal.
dañada (Roze, 1986). gicos, se ha evidenciado que estos animales La glándula lagrimal de la M N se afecta
. ,; . ,,
pueden sufrir QCS cualitativa, puesto que la en mayor proporc1on en comparac1on con Debido a esta diferencia de patogénesis entre
En las glándulas lagrimales de perros con glándula de Meibomio también se afecta por la glándula lagrimal principal (54 % de las la QCS inmunomediada y la QCS en la leish-
leishmaniosis se ha observado un infiltrado el mismo infiltrado granulomatoso típico de glándulas de la M N frente al 4, 1 % de las maniosis, resulta crucial distinguir entre ambas
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en zonas endémicas. Es posible que un perro Histopatología y patogenia L. infantum. En estos individuos, las lesiones uveales, lo que podría ser consecuencia de ese
perteneciente a un área endémica de leish- de las lesiones intraoculares surgen cuando desa.rrollan inmunocompetencia depósito de inmunocomplejos (Pumarola et al.,
maniosis se presente con signos clínicos de En estudios previos, se ha hipotetizado la exis- contra los parásitos residuales y se produce un 1991; García-Alonso et al., 19966) en una reac-
QCS. En estos casos, es importante establecer tencia de dos mecanismos patogénicos que infiltrado granulomatoso nodular en la úvea ción típica de hipersensibilidad de tipo ID. Este
el diagnóstico diferencial de la QCS, puesto causan las lesiones intraoculares en perros con y la piel (leishmaniosis dérmica posterior a la mecanismo patogénico se ha descrito en otros
que puede tratarse de un animal infectado por leishmaniosis: lesiones inflamatorias granulo- leishmaniosis visceral (ka/a-azar)) (Dechant et tejidos sensibles al depósito de inmunocomplejos,
Leishmania spp. que no haya desarrollado matosas locales, que causan daño directo, y la al., 1980; el-Hassan et al., 1991; el-Hassan et al., como el glomérulo renal y las articulaciones (Poli
leishmaniosis, y cuyos signos clínicos se deban producción de inmunocomplejos, que se depo- 1998). Aunque se ha sugerido que los granulo- et al., 1991; Baneth y Solano-Gallego, 2012).
a QCS inmunomediada, especialmente si se sitan en el tejido (Roze, 1986; García-Alonso et mas irídicos en perros representan una reacción
trata de una raza predispuesta. Por el contrario, al., 19966). En la literatura científica, hay artí- inmunológica similar (Slappendel, 1988), esta La patogenia del glaucoma en perros con leish-
puede que la leishmaniosis cause la QCS en ese culos que respaldan estas dos hipótesis, aunque posibilidad no se ha estudiado hasta la fecha. maniosis no se ha estudiado en particular, y se
animal. A causa de las diferencias en la pato- los estudios sobre la patogenia de las lesiones considera secundario a la uveítis (Roze, 1986;
genia de ambas etiologías, el tratamiento es intraoculares en perros con leishmaniosis son, La. implicación microscópica de la uveítis pos- Peña et al., 2000). Se ha observado inflama-
distinto para ambas, por lo que el diagnóstico en general, escasos. terior (coroiditis) es mucho menos frecuente, y ción granulomatosa junto con amastigotes de
diferencial es esencial. solo en el 5,8 % de los ojos examinados se ha Leishmania spp. en las estructuras del ángulo
De igual forma que ocurre con la sintomatología observado el infiltrado inflamatorio típico junto iridocorneal en el 5,8 % de ojos de perros con
En este sentido, un estudio reciente (Naranjo clínica, las lesiones histológicas intraoculares en con amastigotes (Peña et al., 2008), y siempre leishmaniosis, de forma que se extiende desde
et al. , 2012) utilizó la PCR en tiempo real perros con leishmaniosis son más frecuentes en en ojos en los que la úvea anterior también el cuerpo ciliar e iris (Peña et al., 2008), por lo
para cuantificar el número de parásitos pre- la úvea anterior que en la posterior (Peña et al., está afectada, en concordancia con lo que se ha que la invasión por dichas células inflamatorias,
sentes en las glándulas asociadas con la secre- 2008). En este estudio, el 20 % de los ojos de descrito clínicamente (Roze, 1986; Molleda et que dificulta la salida del humor acuoso, podría
ción lagrimal (lagrimal principal, de la MN perros con leishmaniosis mostraron lesiones en al., 1993; Peña et al., 2000). implicarse en el desarrollo de glaucoma en estos
y de Meibomio). Los resultados de este estu- el iris o cuerpo ciliar, junto con amastigotes de animales.
dio revelan que muestras de perros con sig- Leishmania spp. intrahistiocíticos, lo que apoya Además del infiltrado granulomatoso, se ha des-
nos clínicos de QCS y carga parasitaria alta la idea de que el efecto directo de la presencia crito el depósito de anticuerpos lgG junto con Se ha descrito el desarrollo de desprendimiento
(por encima de ciertos valores de corte) tienen del parásito y el infiltrado inflamatorio asociado la presencia de amastigotes de Leishmania spp. de retina exudativo en perros con leishmaniosis
mayor probabilidad de proceder de animales contribuyen a los signos clínicos. En la mayo- en zonas lesionadas de la úvea (García-Alonso (Cortadellas et al., 2006) que, según varios estu-
con QCS causada por Leishmania spp. que ría de estos ojos, el infiltrado se componía de et al., 19966), lo cual sugiere que la presencia dios histopatológicos, puede tener dos orígenes
aquellas con una carga parasitaria más baja. macrófagos, linfocitos y células plasmáticas, tal de inmunocomplejos puede estar implicada en diferenciados (Cortadellas et al., 2006; Peña et
Estos últimos pueden ser simplemente porta- y como se ha descrito para otros órganos, orga- el desarrollo de uveítis clínicas. Asimismo, se al., 2008). En primer lugar, el desprendimiento
dores del parásito y sufrir QCS inmunomedia- nizados de forma difusa en el estroma uveal. ha descrito vasculitis y trombosis en los vasos puede deberse a coroiditis subyacente, lo que
da o de otra etiología. La generalización del facilita. la exudación de plasma y células hemá-
uso de esta técnica en el diagnóstico y mane-
jo de los signos clínicos oculares asociados a
En el iris, además, se ha definido un patrón
nodular de inflamación con los mismos tipos .~
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la leishmaniosis canina ayudará a establecer celulares, pero que forma granulomas discre- ·, · ..:..:.- ... . 4¿ . .v., -;,..
cuentes en perros con leishmaniosis, algunos de
puntos de corte más exactos que ayuden al tos, en el 1,7 % de los ojos estudiados (fig. 25). ?. . :i'>~ - ellos pueden desa.r rollar hipertensión sistémica
clínico a decidir, en cada caso, la etiología de Este patrón se corresponde con los granulo- durante el curso de la enfermedad (Cortadellas
las manifestaciones observadas para aplicar el mas detectados clínicamente en algunos casos et al., 2006), lo cual se asocia a desprendimien-
trata.miento idóneo. Además, la relación esta- (Roze, 1986; Peña et al., 2000). Las lesiones to de retina exudativo por el daño que sufre
blecida entre animales con signos clínicos com- nodulares en la úvea anterior se han descrito en la pared de los vasos de pequeño y mediano
patibles con QCS y cargas parasitarias altas humanos con uveítis posterior a la leishmaniosis calibre en la coroides y retina, que conduce a la
indica que la presencia del parásito también visceral (ka/a-azar), que se refiere a la uveítis fuga de plasma hacia los tejidos y el subsecuente
es importante en la patogenia de la QCS en resultante en pacientes tratados para la leish- Figura 25. Iris. Granuloma discreto en el estroma irídico. desprendimiento (Peña et al., 2008; Dubielzig
esta enfermedad. maniosis visceral causada por L. donovani o Tinción H-E, 4x. et al., 2010).
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Histopatología y patogenia Recientemente, se han descrito lesiones simi- 11


de otras lesiones oculares lares a la ENG causadas por Leishmania spp.
Aunque no se ha asociado a sintomatología clí- en áreas endémicas (Leiva et al., 2010). En
nica específica, se ha descrito miositis de los mús- este estudio, los perros presentaban una lesión
culos intraoculares, extraoculares y de los anejos nodular única en la zona epiescleral cercana
oculares en perros con leishmaniosis (Naranjo al limbo, que histológicamente recuerda a la
et al., 2010), que afecta al músculo liso (dilata- imagen de ENG, considerada inmunomediada
dor y esfínter del iris, músculo del cuerpo ciliar, en la mayoría de casos. Se observan macrófagos
músculo de Miiller, músculo liso de la M N y con un número variable de linfocitos y células
músculo liso de la periórbita) y estriado (múscu- plasmáticas (fig. 27), lo cual también se describe
los extraoculares y músculo orbicular). En estos en la ENG clásica (Dubielzig et al., 2010). En
músculos, se ha observado el mismo infiltrado los casos de leishmaniosis, además, se observan
granulomatoso/piogranulomatoso típico de la amastigotes de Leishmania spp. intrahistiocí- Figura 27. Conjuntiva/epiesclera. (a) Nódulo inflamatorio mixto bien delineado, sin afectar la superficie epitelial. linción
enfermedad, con número variable de linfocitos y H-E, 2x. (b) Amastigotes de Leíshmania spp. marcados con un anticuerpo en el citoplasma de los macrófagos. IHQ, 40x.
ticos, evidenciados mediante técnicas de IHQ
células plasmáticas. Típicamente, la inflamación (73 % de las muestras en las que se realizó
se sitúa de forma difusa alrededor de las fibras biopsia). Además, de forma ocasional, la sero-
musculares (en el endomisio), sin causar mione- logía para Leishmania spp. puede ser negativa, Aunque no se ha descrito neuritis óptica clínica- de la evolución de la enfermedad o, incluso,
crosis o degeneración, aunque se puede observar por lo que se recomienda practicar una biopsia mente, se ha detectado inflamación granuloma- detectar posibles recaídas o nuevas infestacio-
atrofia de las miofibrillas secundaria a los infiltra- en las lesiones que no responden al tratamiento tosa leve con a1nastigotes de Leishmania spp. nes. De hecho, algunos autores los consideran
dos inflamatorios. Los amastigotes se observan médico convencional, así como realizar IHQ intrahistiocíticos en el epimisio de la porción un reflejo de la respuesta del individuo frente a
principalmente en el citoplasma de los histiocitos, sobre la biopsia para descartar o confirmar la intraorbital del nervio óptico en una baja pro- la enfermedad (Peña et al., 2000). La respuesta
aunque de forma ocasional se han observado presencia del parásito. También es posible que porción de perros con leishmaniosis (Gallego et al tratamiento es mejor y más rápida cuando se
dentro de las fibras musculares. En general, se ha estas lesiones evolucionen a escleritis necroti- al., 1986; Peña et al., 2008). administra de forma conjunta con el tratamien-
detectado esta miositis en alguno de los músculos zante con lisis del colágeno, adelgazamiento y to específico de la enfermedad.
mencionados previamente, en el 24 % de los ojos esta.filoma escleral (N aranjo et al., 2003), por
y anejos evaluados, un porcentaje similar al de lo que es importante detectar estas lesiones pre- Tratamiento A continuación, se profundiza en el tratamiento
afectación de las estructuras oculares en perros cozmente para actuar en conveniencia. específico de las alteraciones oculares, que debe
con leishmaniosis, por lo que se cree que estos El tratamiento de las manifestaciones oculares, acompañar al diagnóstico y tratamiento de la
músculos no son un tejido diana, sino que se independientemente de cuál sea, debe incluir enfermedad sistémica.
dañan como parte de la enfermedad sistémica. el tratamiento específico para la leishmaniosis
El músculo afectado con mayor frecuencia en canina. N o obstante, al contrario de lo que
esta serie (N aranjo et al., 2010) fue el músculo ocurre en otras manifestaciones de la enfer- Tratamiento de las
de Müller en el párpado (33,3 % de los ojos), medad, este tratamiento no es suficiente para alteraciones del párpado
seguido del orbicular (27,5 %) (fig. 26), músculo asegurar el mantenimiento de la estructura y y superficie ocular
liso de la MN (21 %), músculos extraoculares función visual. A la terapia específica sistémica Las blefaritis secundarias a leishmaniosis pueden
(20,4 %), músculo liso de la periórbita (20 %), de la enfermedad, es necesario añadir terapia complicarse con infecciones bacterianas secun-
músculo del cuerpo ciliar (14,40 %), esfínter del específica para tratar los signos oculares pre- darias. La inflamación de los párpados provoca
iris (5,9 %) y dilatador del iris (1,7 %). Esta mio- sentes. El tratamiento precoz de estos signos dolor y, en algunos casos, prurito, que incita a
sitis puede contribuir a otros signos clínicos que clínicos disminuye la aparición de complicacio- los perros a frotarse, lo que da lugar a un círculo
sí han sido descritos, como blefaritis (músculo nes secundarias que pueden, en algunos casos, vicioso que puede conducir al empeoramiento
Figura 26. Músculo orbicular del ojo en el párpado. Agre-
de Müller y orbicular del ojo), uveítis (múscu- inducir una reducción grave de agudeza visual de los signos clínicos e incluso a la aparición
gado de macrófagos que separa las miofibrillas, con
los intraoculares) o celulitis orbitaria (músculos abundantes amastigotes de Leishmania spp. intracito- o ceguera. Los signos oculares pueden conside- de úlceras en párpados o córnea. Para romper
extraoculares y liso de la periórbita). plásmicos. linción H-E, 20x. rarse además como un indicio para el control este círculo vicioso, el primer paso consiste en
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

colocar el collar isabelino. En muchas ocasiones, cirugía cuando el entropión permanece de for- Tratamiento de la QCS leishmaniosis. Si un mes después de iniciarse el
es necesario rasurar el pelo de los párpados para ma residual, una vez se controlen los signos Tratar la QCS cuantitativa en perros proceden- tratamiento no se observa aumento de la secre-
impedir que se formen costras de secreciones y clínicos inflamatorios. El entropión residual tes de zonas donde la leishmaniosis es endé- ción lagrimal y se trata de una raza predispues-
fármacos, y facilitar la limpieza palpebral y admi- es consecuencia de fibrosis secundaria tras un mica es un reto terapéutico. La QCS es una ta a padecer QCS autoinmune, se añadiría al
nistración de los agentes terapéuticos. Cuando la proceso inflamatorio muy largo, y ocurre con de las enfermedades autoinmunes y presunta- tratamiento tópico ciclosporina A al 0,2 % en
inflamación se localiza en el borde palpebral y las mayor frecuencia en razas con apertura palpe- mente hereditarias más frecuentes en el perro. pomada, 2 veces/día.
glándulas de Meibomio están afectadas, si hay bral reducida. Si los signos secundarios al entro- Su casuística es muy elevada. El tratamiento
infección secundaria, deben administrarse anti- pión son muy graves, pueden colocarse puntos consiste en la administración tópica de inmu- La sequedad ocular provoca molestias impor-
bióticos lipofílicos tópicos de amplio espectro. de Halsted cerca del borde para posicionarlo de nosupresores que actúan sobre los linfocitos tantes en el globo y prurito asociado, que indu-
Uno de los antibióticos de elección es el cloran- nuevo hasta que la inflamación haya desapa- Th tipo 1 (ciclosporina A, tacrolimus). El diag- ce frotamientos e infecciones secundarias. Si
fenicol. El tratamiento específico consistiría en recido. Si la inflamación es muy intensa, otra nóstico de la enfermedad se realiza mediante la el exudado es mucopurulento, se recomienda
administrar corticoides tópicos (dexametasona, opción sería hacer una tarsorrafia temporal. prueba de Schirmer y los signos clínicos, que añadir antibiótico tópico de amplio espectro
acetato de cortisona, etc.) para reducir la infla- son siempre comunes independientemente de la (triple antibiótico), 7-10 días. En caso de apa-
mación local. En los párpados suelen aplicarse Las conjuntivitis se controlan con la administra- etiología de la QCS. En la leishmaniosis canina, recer otros signos oculares asociados a la QCS,
en combinación con antibióticos, en formato ción tópica de corticoides, 2-3 veces/día (dexa- la QCS se produce de forma secundaria a la se tratarían de igual modo que para cualquier
pomada oftálmica, 2-3 veces/día. metasona, acetato de prednisolona). obstrucción de los conductos de secreción de las otro tipo de etiología.
glándulas lagrimales por compresión del infil-
Si aparecen granulomas inflamatorios, puede Los granulomas corneales están formados por trado inflamatorio que los rodea y que contiene El tratamiento de la QCS cualitativa es paliati-
llegar a ser necesa.r io tratarlos mediante resec- células infla1natorias que proliferan sobre la el parásito. Puesto que la respuesta celular del vo. Consiste en la administración de lágrimas
ción quirúrgica, ya que a veces responden mal superficie cornea!, probablemente como res- organismo para el control de la enfermedad es artificiales en forma de gel que recubran y pro-
al tratamiento tópico. En función de su tamaño, puesta a la presencia del parásito. Responden de tipo Thl , el tratamiento tópico con inmuno- tejan la superficie ocular. No están comerciali-
pueden incluso irritar la córnea o la conjuntiva bien al tratamiento tópico con corticoides, 2-3 supresores podría exacerbar la infestación por zados, hasta la fecha, sustitutos específicos de
y dar lugar a conjuntivitis, queratitis o úlceras veces/día (dexametasona, acetato de predniso- el parásito y los signos clínicos. Por otro lado, los lípidos o mucoproteicos. Por tanto, deben
secundarias. lona). N o suele ser necesario realizar resección los animales afecta.d os de QCS autoinmune utilizarse sustitutos de lágrimas que se adhieran
. , .
qu1rurg¡ca. que viven en áreas donde la leishmaniosis es a la superficie del globo ocular y cuya densidad
Las blefaritis ulcerativas suelen ser extremada- endémica, pueden tener sintomatología secun- les permita mantenerse durante mayor tiempo.
mente dolorosas y los perros pueden no dejar- En las queratitis estromales, el infiltrado infla- daria a ambos procesos y, por tanto, requerir Este tipo de queratitis suele ser transitoria y cesa
se manipular los párpados. En estos casos, se matorio responde ta.m bién al tratamiento con el tratamiento de las dos patologías de manera si se controla el proceso inflamatorio causante
recomienda la limpieza palpebral bajo sedación corticoides tópicos, 2-3 veces/día (dexametasona simultánea. (inflamación del borde palpebral y glándulas de
y, si el estado general del paciente lo permi- o acetato de prednisona). Los depósitos lipídicos Meibomio, y conjuntivitis).
te, dar una pauta de corticoides (prednisona corneales suelen rodear las terminaciones de los Cuando la hiposecreción lagrimal solo sea
0,5 mg/kg, 2 veces/día, vía oral (VO)), y antibió- neovasos corneales. No hay medicación especí- secundaria a la leishmaniosis, el tratamien-
ticos orales (cefalexina 30 mg/kg, 2 veces/día, fica que los elimine pero, al disminuir la neovas- to tópico consistiría en la administración de Tratamiento de las
VO) hasta reducir los signos clínicos y permitir cularización, frena su avance. Con el tiempo, lágrimas artificiales en gel y antiinflamatorios alteraciones intraoculares
la medicación tópica. los infiltrados pueden reducir su densidad hasta tópicos (antiinflamatorios no esteroideos o cor- Las uveítis anteriores son, en opinión de algunos
hacerse casi imperceptibles. El uso de corticoi- ticoides, según la gravedad de los signos ocula- autores, uno de los signos clínicos más frecuen-
En casos de blefaritis crónica, sobre todo si se des tópicos en estas ocasiones es controvertido res). Puesto que es difícil diferenciar entre QCS tes de la leishmaniosis canina (Molleda et al.,
trata de blefaritis húmeda, el borde del párpado debido a la presumible alteración del metabo- autoinmune y QCS por leishmaniosis (única- 1993; Ciaramella et al., 1997; Peña et al., 2000),
puede dirigirse hacia el interior del globo ocular lismo lipídico. Por tanto, podría ser la causa de mente mediante biopsia), es necesa.r io tomar aunque en algunos casos pueden presentarse de
y ocasionar entropión secundario y su sintoma- su empeoramiento, aunque no hay actualmente decisiones que aseguren el bienestar del ani- forma subclínica y ser, por tanto, infradiagnos-
tología correspondiente. Es necesario reconocer evidencia científica que lo avale. En estos casos, mal. Una aproximación válida sería iniciar el ticadas. Las secuelas de la uveítis pueden indu-
el entropión como secundario a la inflamación se podrían prescribir antiinflamatorios no este- tratamiento paliativo con lágrimas artificiales cir desde disminución de la motilidad del iris a
y tratarlo medicamente. Únicamente requerirá roideos (diclofenaco, panoprofeno). en gel, antiinflamatorios y el tratamiento de la depósitos de pig¡nento en la cápsula anterior del
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cristalino, cataratas, edema cornea! irreversible es muy exudativa y la administración tópica Las uveítis posteriores son extremadamente Las úlceras pueden incrementar la sensación de
o glaucoma, entre otros. Las secuelas pueden no es suficiente para controlar la inflamación, raras en la leishmaniosis canina (Molleda et doloi:, o incluso avanzar y llegar a perforar el
también aparecer tras uveítis leves crónicas solo se recomienda administrar una pauta corta de al., 1993; Peña et al., 2000). Al tratarlas, es globo. En todos estos casos, podría indicarse la
diagnosticadas mediante exploración oftalmoló- corticoides sistémicos (siempre y cuando el esta- necesario recordar que la mayoría de los fár- enucleación. Cuando la córnea está íntegra, una
gica. Es, por tanto, extremadamente importante do general del perro lo permita). En aquellos macos tópicos no llegan al segmento posterioi:, opción más estética sería la evisceración.
realizar la exploración oftahnológica completa casos en los que hay mucho exudado fibrinoso, por lo que requieren medicación sistémica. El
a todos los perros con leishmaniosis. puede recomendarse el uso de antiinflamatorios control de la inflamación se realiza mediante la
no esteroideos de forma concomitante. N o es administración sistémica de corticoides (pred- Tratamiento de otras
El tratamiento se orienta a la prevención de las necesario administrar antibióticos tópicos. nisona) a dosis de 0,5 mg/kg, 2 veces/día, VO. alteraciones oculares
secuelas y mantenimiento de la función visual. En estos casos, es necesario hacer balance entre Puesto que el origen de la celulitis orbitaria es
Por tanto, se administra un agente midriático El glaucoma aparece como complicación grave la necesidad de mantener la función visual y no presumiblemente la reacción inflamatoria de
que impida las adherencias del iris y disminuya de las uveítis anteriores no tratadas o muy inten- empeorar los signos clínicos sistémicos con la los tejidos perioculares frente a la presencia del
los signos clínicos de dolor (ciclopléjico). La sas que no responden al tratamiento tópico. Es administración de corticoides. Se deben contro- parásito, se debe tratar específicamente el cua-
elección del agente midriático depende del gra- consecuencia de extensas sinequias posteriores lai:, por tanto, de forma paralela, la evolución dro sistémico. Para reducir el dolor y la infla-
do de inflamación exudativa, la PIO y el dolor. (adherencias del iris al cristalino) o sinequias de los signos oculares y analíticas sanguíneas mación, puede administrarse una pauta corta
Los agentes de corta duración, tipo tropicamida anteriores periféricas (adherencias del iris a la que muestren el estado del riñón, así como el de corticoides sistémicos, si el cuadro clínico
(3-4 veces/día), favorecen el movimiento con- córnea), bloqueos del ángulo iridocorneal con cociente proteína/creatinina en orina. Los sig- del animal lo permite. Si no es así, pueden admi-
tinuado del iris al disminuir las posibilidades membranas de fibrina, o engrosamiento de la nos clínicos oculares secunda.ríos a la hiperten- nistrarse corticoides locales mediante inyección
de adherencias posteriores y periféricas, pero base del iris. Por tanto, lo más importante es sión sistémica de origen renal (desprendimiento orbitaria. Este procedimiento es arriesgado, ya
no tienen capacidad ciclopléjica, por lo que no prevenir la aparición del glaucoma. Una vez de retina, hemorragias, etc.) se tratan mediante que puede conducir a la penetración del glo-
serían de elección en casos de dolor intraocular se ha instaurado, es difícil controlarlo y suele la disminución de la elevada presión arterial bo oculai:, o a lesionar estructuras orbitarias
importante. Los agentes parasimpaticolíticos, ocasionar la pérdida irreversible de la visión. El que los ocasiona. (músculos, nervios, vasos, etc.), sobre todo si se
como la atropina (1-2 veces/día), son muy efi- tratamiento consiste en añadir inhibidores tópi- realiza sin experiencia.
caces en el control del doloi:, pero su acción cos de la anhidrasa carbónica (dorzolamida, Las panuveítis, en las que se asocia la inflama-
midriática es muy marcada y prolongada en el brinzolamida, etc.) al tratamiento de la uveítis, ción del segmento anterior y posterioi:, requie- Hay que tener la seguridad de que el granulo-
tiempo, y pueden favorecer la elevación de la 2-4 veces/día. Si la PIO es muy elevada, pueden ren tratamiento combinado de la inflamación ma irídico forma parte del cuadro clínico de
PIO en uveítis exudativas. Otros agentes que asociarse beta-bloqueantes, como el timolol de ambos polos. N o obstante, la inflamación la leishmaniosis. Una vez confirmado, se trata
pueden utilizarse son el cicloplentolato (2-3 (siempre y cuando el paciente no tenga cardio- suele ser más intensa que cuando se dan de for- mediante administración tópica de corticoi-
veces/día), de capacidad ciclopléjica y midriá- patías). Los agentes derivados de las prostaglan- ma aislada y, por tanto, la posología es superior. des que penetren en la cámara anterior (dexa-
tica moderada, y algo más corta que la de la dinas están contraindicados. metasona, acetato de prednisolona), con una
atropina, o la fenilefrina (2-3 veces/día) que, Las uveítis anteriores o posteriores y las panu- frecuencia de administración de 3-4 veces/día,
a pesar de no ser ciclopléjica, induce marcada En casos de elevación de la PIO asociada a veítis muy graves pueden conducir a la pérdi- además del tratamiento específico para la leish-
midriasis y disminuye la PIO. mucha fibrina, o sinequias, donde la retina es da irreversible de la visión. Estos ojos pueden maniosis. Si hay signos clínicos de uveítis ante-
funcional (neuroftalmología, electrorretino- requerir tratamiento antiinflamatorio cróni- rior asociados, ta.m bién deben tratarse.
Puesto que la uveítis es la inflamación de la grafía, ecografía ocular), puede administrarse co. Si el tamaño del globo ocular disminuye
úvea, la administración de antiinflamatorios es activador del plasminógeno tisular (APT) para mucho (ptisis bulbi), puede aparecer entropión El tratamiento inicial de la ENG y la escleritis
indispensable para el control de los signos clí- deshacer los coágulos de fibrina. El APT debe e infecciones secundarias crónicas. El glaucoma consiste en la administración tópica de corti-
nicos. Si se administran por vía tópica, deben introducirse en la cámara anterior mediante puede ocasionar distensión de la túnica fibrosa coides, 3-6 veces/día (dexametasona, acetato
tener la capacidad de penetrar la córnea y llegar paracentesis, ya que no penetra la córnea si y aumentar el tamaño del globo ocular (buftal- de prednisolona). En casos de inflamación muy
a la cámara anterior. Los más indicados son los se administra por vía tópica. La. cirugía para mía). Los ojos buftálmicos pueden ser dolorosos grave, o si no responden bien al tratamiento,
corticoides, entre ellos el acetato de predniso- deshacer las adherencias es controvertida ya y, a consecuencia de la desprotección central de pueden añadirse pautas cortas (7-10 días con
lona y la dexametasona (3-6 veces/día). Solo que, si la inflamación del iris no se controla, es la córnea (disminución de la efectividad del cie- dosis decrecientes) de corticoides orales a dosis
en situaciones muy graves, en las que la uveítis probable que vuelvan a formarse tras la cirugía. rre palpebral), aparecer ulceraciones corneales. antiinflamatoria (0,5-1 mg/kg/día, VO). En
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

ocasiones, la inflamación y su tratamiento pue- de córnea o esclera para restablecer el grosor


den inducir fibrosis y adelgazamiento de la túni- normal (N aranjo et al., 2003).
ca fibrosa del globo ocular (córnea y esclera). Si
el adelgazamiento es muy acentuado, parte del El tratamiento específico de los granulomas en
globo ocular podría quedar desprotegida, de M N implica la administración de corticoides
modo que podría ser necesario realizar injertos tópicos (dexametasona, predisona), 3-4 veces/día.

Puntos clave
Laia Solano Gallego • Sergio Villanueva Saz


Introducción
Historia clínica, examen físico completo
y pruebas de laboratorio de rutina
Diagnóstico parasitológico
Diagnóstico serológico
Diagnóstico molecular
Técnicas para detectar la respuesta inmunitaria celular

Otras técnicas
Aproximación diagnóstica global
Resumen

Los motivos para los que se realiza el diagnóstico de la infección por Leishmania infantum son: (1) confirmar la enfermedad Diagnóstico
clínica y(2) determinar la presencia de infección en estudios de investigación, para la detección de los JJ:erros clínicamente
sanos que viven en zonas endémicas, para prevenir la transmisión de P:Qrtadores subclínicos mediante transfusión de
sangre, evitar la importación de perros infectados en zonas no endémicas, y monitorizar la resJJ:uesta al tratamiento. El
diagnóstico de la leishmaniosis canina es muy difícil y complejo, ya que el espectro de manifestaciones clínicas y alte.:
raciones clínico-patológicas es amplio e inespecífico. Por estas razones, es muy importante diferenciar la infección P:Qr
Leishmania de la enfermedad, y aplicar diferentes técnicas diagnósticas en cada caso. El diagnóstico JJ:reciso de la leish- Introducción Las manifestaciones clínicas de esta infección
maniosis canina requiere un enfoque integrado que consiste en una evaluación clínico-patológica ypruebas esJJ:ecíficas de son muy amplias y variables debido principal-
laboratorio. La detección de la infección por L. infantum en perros incluye diagnóstico parasitológico (citología, histología, la leishmaniosis canina en Europa es una enfer- mente a los diversos tipos de respuestas inmu-
IHQ ycultivo), diagnóstico molecular (PCR convencional, anidada yen tiempo real), métodos serológicos (JJ:ruebas cualita- medad zoonótica causada únicamente por el nitarias que existen en el perro. L. infantum
tivas ycuantitativas) y pruebas para la detección de la respuesta inmunitaria celular. La detección de anticueílJ:OS séricos protozoo Leishmania infantum, ya que no exis- causa, en esta especie, una infección general-
se debería realizar con técnicas serológicas cuantitativas, como la IFI yel ELISA. Los desafíos de la serología incluyen la ten otras especies de Leishmania que infecten mente crónica, que a veces puede presentarse
reacción cruzada con otros patógenos ylos anticuerpos provocados por la vacunación frente a la enfermedad. Altos niveles
a los perros en esta región. En estas zonas, el de forma subclínica, o como una enfermedad
de anticuerpos se asocian con enfermedad moderada/grave, además de un elevado parasitismo. Sin emtiargo, niveles
perro es el principal hospedador de la infección leve autolimitante, moderada o grave que
de anticuerpos más bajos no indican necesariamente enfermedad, por lo que es imprescindible confirmar la enfermedad
(Solano-Gallego et al., 2009). La infección por L. puede producir la muerte del animal (fig. 1)
mediante otros métodos de diagnóstico, como citología, histopatología y PCR. La información proporcionada P:Qr la PCR no
debe separarse de los datos obtenidos a partir del examen clínico-patológico y las evaluaciones serológicas. Estas deben infantum en perros fue descrita por primera vez (Solano-Gallego et al., 2009). Dentro de este
combinarse para una evaluación completa. Es esencial conocer las bases y lim~aciones de cada prueba diagnóstica y por Nicolle y Comte en 1908 en Túnez (Nicolle, amplio abanico de manifestaciones clínicas,
efectuar una apropiada interpretación clínica. 1908). Desde entonces, el conocimiento sobre la se puede encontrar desde una leve dermatitis
misma ha crecido de forma progesiva. papular (Ordeix et al., 2005; Bottero et al.,

Summary

The purposes forwhich the diagnosis of Leishmania infantum infection is carried out include: (1) to confirm clinical illness;
and (2) to investigate the presence of infection for research studies, for screening clinically healthy dogs living in endemic
areas, to prevent transmission from subclinical carriers by blood transfusion, to avoid the imP.Qrtation of infected dogs to
non-endemic areas, and to mon~or response to treatrnent. The clinical diagnosis of leishmaniosis is ver¡ difficult and com-
plex beca use the spectrum of clinical and clinicopathologic abnormal~ies is broad and unsP:ecific. For these reasons, it is
important to separate Leishmania infection from disease and to apply different diagnostic techniques accordingly. Accurate
diagnosis of canine leishmaniosis often requires an integrated approach consisting of a clinicopathological assessment
and specific laborator¡ tests. The detection of L. infantum infection in dogs includes parasitological (cytology, histology,
immunochemistr¡ and culture), molecular (conventional, nested and real-time PCR), serological methods (qualitative and
quantitative antibody tests) and methods for the evaluation of cellular immun~. Detection of SP:ecific serum antibodies
should preferably be based on quantitative serological techniques, such as IFI and ELISA. The challenges of serology include
cross-reactivity with other pathogens and antibodies elicited by vaccination against the disease. High antibody levels are
associated with severe paras~ism and moderate to severe disease. However, the presence of lower antibody levels is not
necessarily indicative of disease and furtherwork-up is necessary to confirm the disease by other diagnostic methods such
as cytology, histopathology and PCR. lnformation provided by PCR should not be separated from the data obtained from
clinicopathological and serological evaluations. These should all be combined together for a comprehensive assessment.
lt is essential to know the terms and limitations of each diagnostic test and make an ade~uate clinical int~retation.

Figura 1. Las manifestaciones clínicas de la infección por L. infantum son muy amplias y variables debido principalmen-
tea los diversos tipos de respuestas inmunitarias que existen en el perro (Solano-Gallego et al., 2011).
LEIS H MANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

2006) que puede, incluso, resolver de forma diagnóstico se realiza normalmente: (1) para Diagnóstico el ínico-patológico signos clínicos o alteraciones clínico-patológicas
espontánea, hasta una grave glomerulonefritis confirmar la enfermedad en perros clínicamente sugerentes de leishmaniosis y confirmación de
que causa una insuficiencia renal fatal (Solano- sospechosos, o (2) para determinar la presencia Examen físico completo la infección (Solano-Gallego y Baneth, 2008;
Gallego et al., 2009). Por este motivo, se ha de infección en estudios de investigación, exa- Historia clínica Examen dermatológico Solano-Gallego et al., 2009) (tabla 2).
Examen oftalmológico
creado un estadio clínico de la enfermedad minar perros sanos que viven en zonas endé-
según la gravedad de la 1nisma. El estadio clíni- micas, evitar la trans1nisión de portadores sub-
co se basa en el examen físico, las alteraciones clínicos mediante transfusiones de sangre (de Diagnóstico
clínico-patológicas y la serología, y se divide en Freitas et al., 2006; Tabar et al., 2008a), evitar parasitológico
4 estadios: estadio I (enfermedad leve), estadio la importación de perros infectados en zonas Pruebas diagnósticas
11 (enfermedad moderada), estadio ID (enfer- no endémicas y controlar la respuesta. al trata-
De rutina:
Detección del parásito
• Perfil de coagulación.
medad grave) y estadio IV (enfermedad muy miento (Solano-Gallego et al., 2009). El veteri- • Hemograma. Proteinograma. al microscopio óptico
grave) (Solano-Gallego et al., 2009). nario clínico debe diagnosticar en un paciente • Bioquímica. • Citología/histopatología. En perros con signos clínicos o alteraciones
la enfermedad causada.por L. infantum. Es muy • Urianálisis. • Radiografía/Ecografía/TAC/ clínico-patológicas compatibles con leish-
Resonancia magnética.
Como se ha mencionado con anterioridad, importante no sobrediagnosticar un perro con • Análisis del líquido articular/
maniosis, las pruebas diagnósticas incluyen
la respuesta inmunitaria juega un papel muy ,
leishmaniosis cuando quizá solo está infectado 1íq uido cavitario/ la observación de amastigotes en citologías
importante en esta dicotomía: INFECCIO N y la enfermedad que padece puede ser otra. cefalorraquídeo/ (fig. 3) de lesiones cutáneas o aspirados de
humor acuoso.
versus ENFERMEDAD. Los polos opuestos Por estos motivos, es importante diferenciar la • Otras. ganglios linfáticos, médula ósea, bazo o cual-
que existen en la manifestación clínica de la infección por Leishmania de la enfermedad, y quier tejido o fluido biológico (Alvar et al.,
infección son los siguientes: (1) perros infecta- aplicar diferentes técnicas diagnósticas en cada 2004; Saridomichelakis et al., 2005). La bús-
Figura 2. La aproximación diagnóstica integrada en cada
dos aparentemente sanos, que se caracterizan caso (Solano-Gallego et al., 2009). paciente incluye la historia clínica, el examen flsico com- queda de amastigotes mediante citología pue-
por una leve respuesta humoral y la presencia pleto y pruebas de laboratorio rutinarias. de ser muy laboriosa y a veces poco sensible
de una inmunidad celular específica frente al debido al bajo número de parásitos detecta.-
. . .
,;
paras1to, que es protectora y perffilte restrin- Historia clínica, bles en tejidos, incluso en perros con leishma-
gir la infección; (2) perros infectados grave- Existen muchas técnicas diagnósticas: sero- niosis clínica de moderada a grave (Moreira
examen físico
mente enfermos, que se caracterizan por una logía, citología/histología, cultivo, técnicas et al., 2007).
respuesta humoral exagerada y una reducida completo y pruebas moleculares y otras técnicas inmunológicas.
o ausente respuesta celular específica, que no de laboratorio de rutina Es esencial conocer las bases y limitaciones de
es protectora y provoca una alta carga para- cada prueba diagnóstica y efectuar una apro-
sitaria (Baneth et al., 2008). La patogenia de El diagnóstico de la leishmaniosis clínica es piada interpretación clínica (Solano-Gallego
la leishmaniosis clínica típica se debe princi- muy difícil y complejo, ya que el espectro de et al., 2009). Además, no existen pruebas de
palmente a la respuesta humoral del hospeda- manifestaciones clínicas y alteraciones clínico- laboratorio 100 % sensibles o específicas. En o
dor frente al parásito. A causa de la continua patológicas es amplio e inespecífico. En con- la tabla 1, se detallan las ventajas e incon-
estimulación antigénica debida a la alta carga secuencia, se debe realizar una aproximación venientes de las técnicas diagnósticas más
parasitaria y a la exagerada y no protectora diagnóstica integrada, clínico-patológica y comúnmente utilizadas.
respuesta de anticuerpos, se instauran diversos etiológica. Una historia clínica pertinente, un
mecanismos, como el depósito de inmunocom- examen físico completo que incluya, a ser posi- Los perros que se clasifican como aparente-
plejos, que pueden provocar glomerulonefri- ble, un examen dermatológico (ver capítulo 5) mente sanos pero infectados son aquellos que,
tis, vasculitis, poliartritis, uveítis y meningitis y oftalmológico (ver capítulo 6), y pruebas de después de un examen físico y pruebas de labo-
(Baneth et al., 2008). laboratorio de rutina, como hemograma, bio- ratorio de rutina, no presentan ningún signo
química, urianálisis y radiografías o ecografías clínico ni alteraciones clínico-patológicas, pero
Figura 3. Citología de médula ósea en un perro con leish-
El amplio abanico de manifestaciones clí- (fig. 2), pueden ayudar a aumentar el índice de se confirma la infección. Los perros que se
maniosis clínica. Obsérvese un único macrófago con
nicas de la infección tiene implicaciones en sospecha de esta enfermeda.d (Solano-Gallego clasifican como enfermos debido a una leish- numerosos amastigotes de Leishmania intracelulares.
el diagnóstico. Es importante señalar que el y Baneth, 2008). maniosis clínica son aquellos que presentan linción Diff-Quik, 60x. Cortesía de Antonio Meléndez.
LEIS HMANIOSIS C ANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Técnicas Alteraciones de
Ventajas Inconvenientes Diagnóstico específico Signos clínicos
diagnósticas laboratorio
La determinación del nivel de anticuerpos • Leve anemia regenerativa.
es fundamental y necesaria para el No detecta por sí misma la presencia de • Lesiones cutáneas. • Leucograma de estrés.
SEROLOGÍA
diagnóstico y establecimiento del amastigotes de Leíshmanía. • Linfadenomegalia. • Azotemia renal.
pronóstico y evolución del caso. • Lesiones ocu lares. • Hiperproteinemia.
• Aporta un resultado dicotómico: negat ivo o • Serología: positivo alto, • Palidez de mucosas. • Hipergammaglobu-
Perro enfermo
• Rapidez para llevarlo a cabo. positivo. medio o bajo. • Caquexia. linemia.
(leishmaniosis clínica)
• Formato cómodo. • Sensibilidades variables, con el consiguiente • PCR: positiva. • Atrofia muscular. • Hipoalbuminemia.
• CUALITATIVAS
• Fácil lectu ra e interpretación de los riesgo de falsos negativos. • Vómitos, diarreas. • Enzimas hepáticas
(Pruebas rápidas) aumentadas.
resultados. • Un resultado positivo con esta prueba necesita • Cojera.
• Elevada especificidad. confirmarse mediante serología cuantitativa • Ot ros. • Proteinuria.
que informe del nivel de anticuerpos. • Otros.
• El procedimiento de la técnica y el punto de • Serología: negativo o
corte (cut-off) depende de cada laboratorio. Perro aparentemente sano
positivo bajo o medio. Ausencia. Ausencia.
pero infectado
• Altos niveles de anticuerpos, junto con • Diferencias entre laboratorios y pobre • PCR: positiva o negativa.
• CUANTITATIVAS la presencia de signos clínicos compati- estandarización entre técnicas para poder
(IFI) bles o alteraciones clínico-patológicas, compararse. • Serología: negativo.
Perro sano no infectado Ausencia. Ausencia.
(ELISA) permiten confirmar el diagnóstico de • Cuando se detectan bajos niveles de anticuer- • PCR: negat iva.
leishmaniosis clínica. pos, se deben realizar ulteriores pruebas
diagnósticas para confirmar el diagnóstico de
leishmaniosis clínica. Tabla 2. Clasificación de los perros que viven en zona endémica. Modificado de Solano-Gallego et al. (2009).

• Permite la detección directa del


parásito y conocer el t ipo de hallazgos • Baja sensibilidad para la detección de
patológicos presentes en las muestras amastigotes de Leíshmanía en tejidos o fluidos
La citología es una herramienta muy útil Existen diferencias con la medicina humana, ya
estudiadas. corporales. para el clínico, y puede utilizarse en cualquier que en el perro no hay diferencias significativas
• Permite encontrar hallazgos patológicos • Requiere la ut ilización de otras pruebas de momento para realizar el diagnóstico, centrán- entre elegir como muestra médula ósea o gan-
CITOLOGÍA sospechosos de la infección. diagnóstico complementarias, como la IHQ o
/HISTOPATOLOGÍA • Permite excluir ot ras patologías del PCR, cuando los parásitos no se visualizan. dose en la búsqueda de amastigotes, libres o glio linfático, mientras que en el diagnóstico
diagnóstico diferencial. • No informa del estado inmunológico del perro. contenidos en macrófagos. Para ello, se pue- citológico de la leishmaniosis visceral humana
• Rápido y no invasivo (c itología). • Equipos y personal especializados. den emplear las tinciones de Giemsa, Wright, la evaluación citológica de médula ósea se con-
• La IHQ es una técnica muy sensible • 1nterpretac ión errónea por presencia de Diff-Quik o Leishman (Gomes et al., 2008). Sin sidera superior a la citología de ganglio linfático
y específica que complementa la artefactos.
histopatología. embargo, según en qué tipo de animal, tejido (Alvar et al., 1997). Uno de los inconvenientes
• Falsos positivos como resultado de una con- o lesión se realiza, su sensibilidad y especifici- de esta técnica es la presencia de posibles arte-
• Permite la detección de ADN de taminación de ADN. dad podrá variar. En un estudio publicado por factos en las preparaciones (Baneth y Aroch,
Leíshmanía. • Diferencias de estandarización y técnicas entre Saridomichelakis et al. (2005), se empleó la cito- 2008). Además, la sensibilidad depende de la
• Elevada sensibilidad (ADNk*) laboratorios.
PCR y especificidad. • No informa del estado inmunológico del perro. logía de médula ósea o ganglio linfático com- pericia del examinador con las preparaciones,
• Posibilidad de cuantificación de la • No puede ut ilizarse como unica técnica de parándola en tres grupos de perros diferentes: la calidad de la citología y el número de campos
carga parasitaria (en la PCR en tiempo diagnóstico de confirmac ión de la enfermedad, evaluados (Saridomichelakis et al. , 2005).
clínicamente enfermos seropositivos, infectados
real). porque un resultado positivo confirma la infec-
ción, pero no la enfermedad. clínicamente sin signos aparentes y en su mayo-
• Técnica muy compleja.
ría seronegativos, y sanos no infectados. En La evaluación de biopsias cutáneas o de
• Permite el aislamiento del parásito • Largo periodo de t iempo hasta la obtención de aquellos clínicamente enfermos, la combinación otros órganos, en combinación con el uso
Leíshmanía. resultados (1 mes). de las dos muestras citológicas (médula ósea y de IHQ (ver capítulos 5 y 6), son muy úti-
CULTIVO IN VITRO
• Facilita la identificación isoenzimática • Riesgo de contaminación bacteriana y fúngica
o molecular del parásito. de los cultivos.
ganglio linfático) incrementaba la sensibilidad les en el diagnóstico de esta enfermedad. La
• Se utiliza solo en investigación. de esta prueba en comparación con utilizar una IHQ permite aumentar la sensibilidad cuan-
• ADN del cinetoplasto. sola muestra. Por otro lado, la sensibilidad de do se encuentra un bajo número de parásitos
la técnica citológica disminuía de forma notable en los tejidos (Moreira et al., 2007; Miró et
Tabla 1. Ventajas e inconvenientes de las diversas pruebas de diagnóstico usadas para la detección de la infección por cuando se realizaba en perros infectados sin al., 2008). La presencia de Leishmania debe
L. infantum en el perro. Tabla modificada de Solano-Gallego et al (2011). signos aparentes (Saridomichelakis et al., 2005). sospecharse en infla1naciones macrofágicas,
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LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

30-

20-
roe.
m■x

10 -

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1
Figura 5. Promastigotes de L infantum en cultivo. (a} Obsérvese la cantidad de formas de promastigotes, siendo
posible ver en alguno de ellos el flagelo. (b} Por otro lado, en la fase de multiplicación, es posible visualizar agre-
gados de parásitos muy activos (rosetas de multiplicación). Cortesía de Shazia Hosein, estudiante de doctorado,
Royal Veterínary Col/ege, University of London.
Figura 4. Medios de cultivo empleados para el desarrollo y mantenimiento del parásito en su forma de promastigote.
(a} El NNN es un medio bifásico donde hay una fase sólida de agar sangre y una fase líquida con medio Schneider.
(b} Es posible utilizar solamente medio Schneider en frascos de cultivo.
como el Schneider's Drosophila o RPM I 1640, genotipados, o la evaluación in vitro de nuevos
con un 10-30 % de suero bovino fetal (fig. 4). fármacos con capacidad leishmanicida (M aia
neutrofHicas-macrofágicas o linfoplasmocíticas necesidad de laboratorios e instalaciones espe- y Campino, 2008; Baneth y Solano-Gallego,
mediante evaluación citológica o histológica en ciales, de elevado coste, y personal cualificado Se considera negativo un cultivo cuando, tras 2012). A pesar de ser una técnica 100 % espe-
cualquier tejido y en órganos linfoides reacti- para llevar a cabo tanto la técnica como la 4 pases negativos de subcultivos, no se obser- cífica, a día de hoy, su uso en diagnóstico es
vos (Solano-Gallego y Baneth, 2008). interpretación de las preparaciones. Además, va ningún parásito, mientras que un resulta- limitado debido al elevado tiempo de espera (1
como ocurre con la evaluación citológica, es do positivo se confirma cuando se observan mes) para determinar si un perro está infecta-
La IHQ es una herramienta que se basa en la probable la interpretación errónea debido a la promastigotes en el medio de cultivo (fig. 5). do o no. Además, otro problema añadido es la
detección del antígeno de Leishmania utilizan- presencia de posibles artefactos en las prepa- La utilización para el cultivo de muestras pro- susceptibilidad de este tipo de medios a la con-
do, como anticuerpos primarios, anticuerpos raciones y su consideración como amastigotes cedentes de diferentes tejidos puede mejorar taminación bacteriana o fúngica, que en caso de
procedentes del suero de un perro infectado (Baneth y Aroch, 2008). la sensibilidad de esta técnica, dado que la detectarse puede hacer perder el cultivo (M aia
(suero hiperinmunizado) o anticuerpos mono- carga parasitaria puede diferir entre distintos y Campino, 2008).
clonales o policlonales (Tafuri et al., 2004). Se tejidos de un mismo perro infectado (Maia
trata de una técnica complementaria a la tin- Cultivo ín vítro del parásito y Campino, 2008; Baneth y Solano-Gallego,
ción H-E, bastante sensible y específica (Tafuri Otra técnica de diagnóstico parasitológico es 20 12 ). En el perro, la sensibilidad de esta téc- Xenodiagnóstico
et al., 2004 ), que permite confirmar el diagnós- el cultivo (Tafuri et al. , 2004; Gomes et al. , nica es mucho menor que la serología o la Esta técnica se basa en la detección del pató-
tico en aquellas preparaciones en las que los 2008). Tradicionahnente, los medios de cultivo PCR, como se demostró en un estudio reali- geno en los flebótomos después de estar en
parásitos no son claramente evidenciables, en consisten en sistemas bifásicos que combinan zado en Túnez, donde se comparó el cultivo en contacto con los perros, de modo que se eva-
pacientes con una baja carga parasitaria, o en diferentes opciones de agar, junto con una fase sangre (4,5 % ) con la PCR (2 1 % ) (Chargui lúa así la infectividad en el perro. Se utilizan
las preparaciones de órganos o tejidos que por líquida de otro medio de cultivo, de manera et al., 2009). especies de flebótomos del género Phlebotomus
lo general no tienen una elevada carga parasi- que de forma periódica se toman muestras o Lutzomyia según la región geográfica. Esta
taria (Tafuri et al., 2004). para monitorizar al microscopio la presencia La principal aplicación del cultivo in vitro es técnica es muy laboriosa y complicada, ya que
del parásito (Boggild et al. , 2007), siendo el el aislamiento de la especie responsable de la los perros deben sedarse, se necesita el manteni-
Los principales inconvenientes, tanto del estu- más habitual el medio Novy, McNeal y N icolle infección, así como la posterior especiación, miento de colonias de flebótomos, y requiere la
dio histopatológico como de la IHQ, es la (NNN). N o obstante, existen otros medios identificación de la cepa, como los zimode1nas y utilización de laboratorios especiales, así como
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la detección al microscopio de promastigotes Diagnóstico serológico


de Leishmania. La técnica consiste en colocar
flebótomos (100 flebótomos no alimentados) Interpretación de las
durante 1 hora con una red individual en la técnicas serológicas
zona facial del perro sedado para que los fle- El diagnóstico serológico es mejor realizarlo
bótomos empiecen a alimentarse. Aquellos mediante técnicas cuantitativas, como la IFI o el
que se han alimentado del perro, se mantienen ELISA. Elevados niveles de anticuerpos (lgG) se
Positivo Negativo
en cámaras durante 5-7 días. Se disecciona el asocian a un elevado parasitismo y enfermedad o Dudoso
intestino medio de los flebótomos engordados (Reís et al., 2006b). Los perros enfermos "clási-
para después proceder a la detección median- cos" presentan elevados niveles de anticuerpos Altos niveles de Nivel medio o bajo
te microscopio óptico de promastigotes de (ver pág. 65, capítulo 4; estadio 11, ID y IV). Es anticuerpos de anticuerpos
Alta
Leishmania (ver pág. 16 1, capítulo 8; figs. l a importante enviar las muestras a un laboratorio sospecha de
y l b) (Miró et al., 2011a). Esta técnica permite que realice una técnica serológica cuantitativa y leishmaniosis
Citología o his-
saber la infectividad de los perros infectados, pueda proporcionar una titulación final por IFI tología de la lesión
ya sean enfermos, tratados o subclínicos. Sin o una densidad óptica por ELISA, lo cual per-
embargo, debido a la laboriosidad que presen- mite una clasificación del nivel de anticuerpos
Lesiones COMPATIBLES
ta, solo se utiliza en investigación y, desafortu- (resultados negativos, dudosos, positivos bajos, Lesión
¿Está presente
medios o altos). Un alto nivel de anticuerpos NO COMPATIBLE
nadamente, existen pocos estudios al respecto. Leíshmanía?
El xenodiagnóstico es ideal para el estudio de (asociado a alteraciones clínico-patológicas o
fármacos o moléculas con actividad repelente o signos clínicos compatibles) permite realizar un
Sí No
insecticida frente a flebótomos (Mencke et al., diagnóstico definitivo de leishmaniosis clínica
2003; Molina et al., 2006). (fig. 6). Sin embargo, la presencia de un bajo
nivel de anticuerpos no es necesariamente indi- IHQ/PCR

cativo de enfermedad, por lo que son impres-


Inoculación en animales cindibles otras pruebas complementarias para Positiva Negativa
de experimentación confirmar o excluir una leishmaniosis clínica
Otra técnica de diagnóstico parasitológico es la (fig. 6), como la citología, la histopatología o la
infección por Leishmania de animales de expe- PCR (Miró et al., 2008; Solano-Gallego et al.,
Leishmaniosis Investigar otros
rimentación, principalmente el hámster dora- 2009). Todo lo mencionado anteriormente es clínica diagnósticos
do (Mesocricetus auratus) (Tafuri et al., 2004; correcto, siempre y cuando no se haya vacunado confirmada diferenciales
Gomes et al., 2008). previamente al perro con una vacuna comercial
frente a la leishmaniosis canina. Figura 6. Algoritmo de actuación diagnóstica frente a un perro no vacunado con sospecha de leishmaniosis cllnica.
La utilización de animales de experimentación, Figura modificada de Solano Gallego et al. (2009).
como el hámster dorado, es un procedimiento Existen falsos positivos en la mayoáa de las téc-
de confirmación de la infección en el que se nicas serológicas debido a las reacciones cruzadas
inocula al animal material orgánico infectado con otros patógenos, como Trypanosoma cruzi en Ehrlichia, Leptospira, entre otros (Schallig et al., normalmente no detectan niveles de anticuer-
y se observa cómo este reproduce la infección el norte, centro y sur de América, y otras especies 2004; Mettler et al., 2005a; Otranto et al., 2005). pos bajos (Solano-Gallego et al., 2011 ), y algu-
y enfermedad. Su utilidad se reduce al campo de Leishmania (Ferreira Ede et al., 2007; Porrozzi nas veces tampoco son capaces de detectar nive-
de la investigación. El principal problema es el et al.,2007). Estas reacciones cruzadas son meno- Es importante señalar que las pruebas rápidas les altos de anticuerpos (Solano-Gallego et al.,
elevado tiempo (meses) necesario para obtener res cuando se emplean proteínas recombinan- se deben interpretar de forma diferente a las 2013a). En cambio, cuando dan un resultado
el resultado de la infección experimental (desa- tes (Porrozzi et al., 2007; Boarino et al., 2008). cuantitativas. Debido a su sensibilidad de baja positivo, este debería confirmarse mediante una
rrollo de signos clínicos por parte del animal) Menos clara es la reacción cruzada con otros a moderada, estas técnicas no detectan algu- prueba serológica cuantitativa para determinar
(Maia y Campino, 2008). patógenos menos parecidos, como Toxoplasma, nos perros seropositivos. Estas pruebas rápidas el nivel de anticuerpos (fig. 7).
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Verdadero seronegativo Tipos de técnicas (Miró et al. , 2008). Los extractos de parásito
Perros
infectados
serológicas entero son muy sensibles para detectar tanto
Negativo natural mente La IFI, el ELISA y las pruebas inmunocroma- infecciones clínicas como subclínicas, pero tie-
Nivel de anticuerpos positivo tográficas cualitativas son las técnicas serológi- nen una menor especificidad (Mettler et al.,
bajo y rara mente alto
Perros cas más utilizadas (Alvar et al., 2004; Maia y 2005a; Ferreira Ede et al., 2007).
vacunados
Prueba serológica Campino, 2008; Miró et al., 2008).
rápida Detecta perros seropositivos
infectados natural mente Por otro lado, un ELISA a base de proteínas
La IFI, en la que se utiliza antígeno completo de recombinantes es muy específico, pero ofrece
Confirmar promastigotes, es muy específica y sensible para una menor sensibilidad para la detección de
Raramente detecta anticuerpos
Positiw con serología
vacuna les la detección de leishmaniosis clínica, pero pare- perros enfermos o sanos infectados, en función
cuantitativa
ce tener una menor sensibilidad para detectar del antígeno utilizado (Mettler et al., 2005a;
Probablemente indica un perros sanos infectados (Mettler et al., 2005a; Porrozzi et al., 2007).
elevado nivel de anticuerpos Ferreira Ede et al., 2007). Con la IFI (fig. 8),
es posible encontrar diferentes puntos de corte Las pruebas inmunocromatográficas son fáci-
Figura 7. Diagrama de interpretación de las pruebas serológicas rápidas. Modificado de Solano-Gallego et al (2011). (cut-off¡ según el laboratorio en el que se realiza les de usar y permiten dar un resultado cuali-
la técnica: desde un título de 1:40 (Mettler et al., tativo rápido en la clínica (fig. 10). Estos kits
2005a), a 1:80 (Rodríguez-Cortés et al. , 20 12), normalmente tienen una buena especificidad,
En Brasil, y recientemente en Europa, existen perro, y cómo estos se detectan por distintas e incluso 1:160 (da Costa et al., 2003). Esto se pero la sensibilidad es variable, y su desarro-
vacunas comerciales frente a L. infantum. Uno técnicas serológicas. En un estudio publicado debe a que muchos laboratorios han estableci- llo no es todavía del todo óptimo (Mettler
de los problemas asociados a estas vacunas es por Moreno et al. (2012), el nivel máximo de do el punto de corte de una forma arbitraria. et al., 2005a). Actualmente en Europa, con
la dificultad para discriminar, mediante una anticuerpos se alcanzó a las dos semanas de la Además, es una técnica subjetiva, ya que la lec- la comercialización de una vacuna para la
técnica serológica, los perros vacunados de los administración de la tercera dosis de la vacuna tura se realiza al microscopio óptico. prevención de la leishmaniosis canina, se ha
perros naturalmente infectados, dado que los (día 56), detectado mediante ELISA. Sin embar- recomendado una prueba rápida para la criba
anticuerpos vacunales no pueden diferenciarse go, en este estudio, los niveles de anticuerpos La sensibilidad y especificidad del ELISA (fig. 9) prevacunal a la hora de utilizar la vacuna, de
por la mayoría de las técnicas serológicas, como solo se evaluaron en los días O, 2 1, 42 y 56 depende de los antígenos utilizados, que pueden forma que un resultado negativo permite la
ELISA e IFI. En el caso de la vacuna comercial (Moreno et al., 2012). Por otro lado, Sagols et ser extractos enteros o solubles de promasti- vacunación del perro. Sin embargo, como se
disponible en Europa, se utiliza, como criba- al. (2012) detectaron también que el pico máxi- gotes, proteínas reco1nbinantes o purificadas ha 1nencionado anterior1nente, la sensibilidad
do antes de vacunar, una única prueba rápida mo de anticuerpos fue a las dos semanas de la
comercial, que parece ser capaz de diferenciar administración de la tercera dosis de la vacuna
un perro seropositivo naturalmente infectado de (día 56), para lo que utilizaron dos técnicas
un perro seropositivo por la administración de serológicas cuantitativas (IFI y ELISA).
la vacuna. El perro vacunado no será positivo a
las pruebas rápidas, pero sí lo será a las técnicas Respecto a la duración de los niveles de anticuer-
serológicas cuantitativas. Sin embargo, deberían pos vacunales, Sagols et al. (2012) documentan
realizarse estudios independientes para confir- que es posible su detección hasta cuatro meses
mar dicha validación. Según la experiencia de después de finalizar la primovacunación (Sagols
los autores, en raras ocasiones podrían detec- et al., 2012). En aquellos en los que se realizó la
tarse anticuerpos vacunales mediante pruebas revacunación anual, también se detectaron hasta
serológicas rápidas (fig. 7). cuatro meses después (Sagols et al., 2013).
Figura 8. Técnica serológica de IFI. Un resultado positivo Figura 9. Técnica serológica de ELISA. Se basa en la me-
En la figura 7 se muestra de forma gráfica y se define por la aparición de un color verde fluorescente dida de la intensidad de color generada de la interacción
Se dispone de escasa información acerca de
que marca la membrana de los parásitos. En caso de antígeno-anticuerpo. Esta intensidad colorimétrica es una
la duración de los anticuerpos generados por esquemática la interpretación general de las resultado negativo, los parásitos están libres de fluores- medida directamente proporcional al nivel de anticuerpos
la vacuna comercializada en Europa en el pruebas serológicas rápidas. cencia. presentes en la muestra de suero.
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de esta prueba rápida es menor que la de las Banda control


técnicas cuantitativas, tal como se ha descrito
en dos estudios comparativos de técnicas sero-
lógicas (Ferroglio et al., 2013; Solano-Gallego
et al., 20136). Curiosamente, en el estudio de
Ferroglio et al. (2013 ), la sensibilidad de la
prueba rápida, en comparación solo con la
técnica IFI, fue del 96,3 %, y la especificidad
del 100 %. Por el contrario, el estudio compa- 11 Banda positiva Banda control Positivo Negativo Positivo Negativo

rativo de Solano-Gallego et al. (2013a) detectó


una sensibilidad y especificidad del 63,6 % y
1 NO VACUNAR
Confirmar con una
NO VACUNAR VACUNAR
prueba serológica
100 %, respectivamente, cuando varias téc- cuantitativa
nicas ELISA e IFI tenían sensibilidades supe-
riores. Estas diferencias se deben seguramente
al tipo de poblaciones caninas estudiadas. En Verdadero
Positivo
seronegativo
el estudio de Solano-Gallego et al. (2013a)
se utilizaron una gran variedad de poblacio-
Figura 1O. Prueba rápida de inmunocromatograffa
nes caninas, desde perros subclínicos a perros VACUNAR NO VACUNAR
para la detección de anticuerpos anti-Leishmania.
enfermos, con diferentes niveles de anticuer- (a} Resultado negativo. (b} Resultado positivo.
pos. Dada la baja sensibilidad de esta prueba
Figura 11. Algoritmo de la primovacunación. Un resultado negativo con una técnica serológica cuantitativa permite
rápida, la capacidad para detectar correcta- su vacunación. Un resultado positivo con una prueba rápida no permite vacunar el perro, y un resultado negativo
mente un perro infectado es limitada y tiene contiene 3 % de polietilenglicol. Los resulta.- con esta prueba rápida deberá confirmarse posteriormente con una técnica serológica cuantitativa.
numerosas implicaciones en la práctica clínica, dos se visualizan en forma de bandas teñidas
ya que se vacunan perros seropositivos, por con azul de Coomassie. Esta prueba diagnós-
lo que alguno puede desarrollar leishmaniosis tica presenta una especificidad del 98-100 %, La técnica WB no es un método de diagnóstico en el que los anticuerpos del suero del paciente
clínica en poco tiempo, ya que son perros sero- mientras que su sensibilidad puede variar entre que pueda utilizarse de manera habitual, por lo reaccionan de manera específica con el antíge-
positivos con un nivel medio o alto de anti- el 69-100 % según la muestra analizada. Al que se usa en investigación, ya que requiere de no. Se puede utilizar tanto suero como sangre
cuerpos. Por tanto, la vacunación no es útil en comparar está técnica con otras (IFI o ELISA), equipamiento e instalaciones adecuadas, ade- entera. Se considera un resultado positivo cuan-
estos perros seropositivos medios o altos. Si los no existen grandes diferencias al respecto, si más de personal técnico formado para poder do es visible el fenómeno de aglutinación. La
propietarios se plantean la vacunación de su bien es fácil de realizar en la clínica (Bernadina llevarlo a cabo (Maia y Campino, 2008). El WB aglutinación se observa a simple vista en forma
perro, el veterinario debe saber cómo actuar en et al., 1997). permite conocer qué antígenos fraccionados de esfera o botón agrandado en el fondo del
la primovacunación y revacunaciones anuales. reaccionan con los anticuerpos de los perros pocillo (fig. 12) (Schallig et al., 2002). Es un
En la figura 11 se muestra un algoritmo diag- La CIE es una técnica serológica cualitativa enfermos o subclínicos. Durante un tiempo, método diagnóstico con una aceptable sensibi-
nóstico a emplear en la primovacunación. A basada en la visualización del azul de Coomassie muchos investigadores intentaron averiguar si lidad (70,9 %) y especificidad (84,9 % ), con un
día de hoy, sin embargo, existe menos informa- como consecuencia de la precipitación en una el patrón de bandas detectadas en WB podía punto de corte 1:320 (Mohebali et al., 2004).
ción referente a la aproximación diagnóstica tira de acetato de celulosa debido a la inte- indicar un determinado pronóstico. Sin embar- No obstante, el mayor inconveniente es el tiem-
en revacunaciones anuales. racción (electroforesis) entre los antígenos de go, no se ha podido establecer una correlación po de incubación necesario para la lectura de
Leishmania con los anticuerpos presentes en la clara entre los patrones de bandas detectados los resultados (18 horas). Por ello, se ha desa-
Otros métodos de diagnóstico serológico muestra de suero a analizar (Maia y Campino, por WB con infecciones subclínicas o enferme- rrollado, a partir del DAT, otra técnica conoci-
disponibles son los ensayos de inmunodifu- 2008). Se emplea en estudios epidemiológicos dad (Maia y Campino, 2008). da como FAST (del inglés, Fast Agglutination
sión (IDA), contrainmunoelectroforesis (CIE), por la rapidez en la obtención de los resultados, Screening Test). Esta. técnica combina un incre-
WB y la DAT. La IDA se basa en una doble además de no requerir un gran equipamiento El DAT es una técnica serológica cuantitativa mento de la concentración del parásito con un
inmunodifusión en gel de agarosa al 1 %, que para su ejecución (Maia et al., 2009a). cuyo principio es el fenómeno de aglutinación, menor volumen de muestra a analizar, por lo
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que requiere una única dilución de la mues- Curva estándar • Amplificación de curvas
tra y una lectura en menor tiempo (3 horas)
0,00
(Schallig et al., 2002). Por otro lado, dada la ~

o("Y) 0,03
dificultad de obtención del antígeno necesario, LO
0,07
o.... o,a;
otra modificación del DAT es el Easy DAT, un
nuevo método de elaboración del antígeno, que
-
~

.!!! o.as
u
e: 0,04
QI
presenta la misma sensibilidad (100 %), espe- .,,
u
QI
0,03
~
o O,CY2
cificidad (98,7 %) y estabilidad que el antígeno .2 0,01
U-
que se usa en la técnica DAT (Gómez-Ochoa o
et al., 2003). 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10111213141516 171819202122232425262728293:>313233343536373839 404142434445
Ciclos

Diagnóstico molecular Figura 12. Técnica serológica DAT. Un resultado positivo


Figura 14. PCR en tiempo real o cuantitativa. Curva estándar de PCR en tiempo real para la detección específica del
ADNk de L infantum a partir de la transferencia de energía de resonancia fluorescente (en inglés, FRET) con sondas
se presenta en forma de esfera difuminada o punto de
de hibridación (Solano-Gallego et al, 2007). Cortesía de Michele Trotta.
color azul con difuminación (fenómeno de aglutinación).
La PCR ha mejorado la sensibilidad en el Un resultado negativo se considera con la presencia de
diagnóstico de la infección por Leishmania en un botón azul totalmente compacto (no se ha producido
perros. el fenómeno de aglutinación).
sensibilidad para la detección de L. infantum et al., 2009) y después del mismo ante posibles
Se han desarrollado diferentes métodos en grupos de perros seropositivos con leish- recaídas. Sin embargo, no se conoce si el resul-
que utilizan el genoma nuclear o el ADNk. maniosis clínica (Strauss-Ayali et al., 2004; ta do de esta técnica tiene un valor pronóstico.
Los métodos que utilizan ADNk parecen Ferreira Sde et al., 2008). Recientemente, se ha Por este motivo, se necesitan más estudios para
ser más sensibles para la detección directa documentado la obtención de otras muestras conocer mejor el beneficio/coste del uso de esta
en tejidos infectados (Gomes et al., 2008; no invasivas, como los hisopos orales, nasales técnica durante y después del tratamiento.
Maia y Campino, 2008; Miró et al., 2008). u óticos (Lombardo et al., 2012; Ferreira Sde
Actualmente, existen tres métodos de PCR : et al., 2013), o pelo (Belinchon-Lorenzo et al., Además, es importante señalar que, en zonas
convencional (fig. 13 ), anidada y cuanti- 2013) para su uso en el diagnóstico de perros endémicas donde coexisten diferentes especies
tativa (fig. 14). La PCR cuantitativa a par- enfer1nos. Parece ser que estas muestras no de Leishmania, como en Brasil, estas técnicas
tir del ADNk es una técnica avanzada que Figura 13. PCR convencional. Electroforesis en gel de invasivas tienen una buena sensibilidad, aun- permiten diferenciar e identificar las diferentes
puede detecta.r cargas parasitarias muy bajas los productos de amplificación de PCR para el gen ITS que el hisopo ótico o en el pelo parece tener especies de Leishmania, como L. infantum y L.
de Leishmania spp. (Schonian et al., 2003). Columna L:
(Francino et al., 2006) y, por lo tanto, es más marcador molecular de ADN, entre 50-1500 pares de una menor sensibilidad. Un estudio realizado braziliensis. La identificación de la especie en
sensible que la PCR convencional (Miró et bases. Columna 1: control negativo. Columna 2: estándar en Chipre en perros enfermos seropositivos cuestión es posible gracias al uso de la secuen-
al., 2008). L. infantum. Columnas 3, 5 y 6: muestras positivas de obtuvo una muy baja sensibilidad con hisopos ciación del producto amplificado después de
perro en sangre, aspirado de ganglio linfático y médula
orales (Solano-Gallego et al., 20136), en con- realizar la PCR, o mediante el uso de PCR espe-
ósea, respectivamente. Columnas 4 y 7: muestras
La PCR se puede realizar por extracción de negativas de perro en sangre. Cortesía de Michele Trotta, traposición con el estudio realizado en Brasil, cíficas para cada especie de Leishmania, o a tra-
ADN de diferentes tejidos, sangre, fluidos bioló- Veterínary Laboratory San Marco, Italia. donde encontraron una buena sensibilidad vés de métodos que permiten discriminar entre
gicos e incluso material histológico. La médula (Ferreira Sde et al.,2013). Es importante recal- especies, como la técnica de polimorfismos de
ósea, ganglios linfáticos, bazo o piel son los teji- car que hay muy pocos estudios sobre estas longitud de fragmentos de restricción (RFLP)
dos más sensibles para el diagnóstico mediante ósea tiene una mayor sensibilidad que la obser- muestras no invasivas, por lo que futuros estu- (Cruz et al., 20 13) o la técnica high resolution
PCR (Maia y Campino, 2008; Manna et al., vación directa de amastigotes en citología o el dios deberán confirmar la utilidad diagnóstica melting analysis (Talmi-Frank et al., 2010). Sin
2008). La PCR en sangre, capa leucocitaria (en cultivo parasitológico (Moreira et al., 2007). de las mismas. embargo, no siempre es posible la comparación
inglés, buffy coat) y orina es menos sensible de los resultados entre laboratorios debido a
(Solano-Gallego et al., 2007; Manna et al., La obtención de muestras no invasivas de La PCR en tiempo real se utiliza para monito- la ausencia de estandarización de las pruebas
2008). La PCR de ganglio linfático o médula hisopos conjuntivales parece tener una elevada rizar los perros durante el tratamiento (Miró (Cruz et al., 2013).
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

En personas, parece haber una correlación entre como subclínicos. Actualmente, estas técnicas (Cardoso et al., 1998; Solano-Gallego et al.,
la carga parasitaria y el estado clínico. Es decü; se emplean en estudios de vacunas frente a la 2000; Solano-Gallego et al., 2001c). La admi-
las personas infectadas asintomáticas pare- leishmaniosis canina, tanto a nivel experimental nistración intradérmica se realiza en la zona
cen tener bajas cargas parasitarias en sangre como de campo. Sin embargo, estas pruebas inguinal (más utilizado) (Solano-Gallego et
cuando se comparan con pacientes enfermos utilizadas en el estudio de la inmunidad celular al., 2000) o en el interior del pabellón auri-
(Mary et al. , 2004; dos Santos Marques et al., no se encuentran estandarizadas, y su uso se cular. Como control negativo, se inocula por
2012). En perros, por desgracia, existen pocos restringe casi exclusivamente a la investigación. la misma vía idéntica cantidad de diluyente
estudios que correlacionen la carga parasita- Además, hasta. hace poco tiempo, existían pocas (solución salina fenolada). La aparición de una
ria mediante técnicas moleculares y el estado herramientas inmunológicas específicas en el induración o eritema en el lugar de la inyección
clínico (Martínez et al. , 2011; Naranjo et al., perro. A día de hoy, aún hay muchas limitacio- intradérmica con un diámetro > 5 mm confir-
2012). Puesto que una elevada carga parasitaria nes en cuanto a lo que se puede realizar en el ma un resultado positivo (fig. 15) para esta
se relaciona con la diseminación del parásito y perro desde un punto de vista inmunológico. prueba (Cardoso et al., 1998; Solano-Gallego
enfermedad (Reís et al., 2006b), se espera que et al., 2001c). La lectura se realiza a las 48 o
Figura 15. Prueba de la leishmanina. La inoculación vra
ocurra lo mismo en perros. Los perros subclí- Las principales pruebas de estudio de la inmu- 72 horas. Sin embargo, parece ser que a las 72 intradérmica de una suspensión de promastigotes de L
nicos deberían tener una menor carga parasi- nidad celular se pueden dividir en: horas es el mejor momento para hacer la lectu- ínfantum origina la aparición de una induración o eritema
taria. Por tanto, es posible que una baja carga ■ Métodos in vivo, como la prueba de la ra de la prueba (Solano-Gallego et al., 2001c). en el lugar de la inyección. Se considera un resultado
. . . ,; . positivo cuando el diámetro de la induración es> 5 mm
paras1tana tenga me1or pronostico, tanto en leishmanina. Un resultado positivo indica que hay reacción
(flecha azul). Como control negativo, se administra la
perros subclínicos como en perros tratados. No ■ Métodos ex vivo, como el estudio de la de hipersensibilidad retardada. Dicho resultado misma cantidad de diluyente, donde no se observa
obstante, se debe esperar a tener estudios que proliferación de linfocitos (LPA) o detección se encuentra en perros con infección subclínica ninguna induración o eritema (flecha negra).
corroboren esta hipótesis. de citocinas como el IFN-y, entre otras. (Solano-Gallego et al., 2000), enfermedad leve
(Ordeix et al., 2005) y en la mayoría de los
La LST en piel se basa en el estudio de hiper- perros que mejoran después del tratamiento su aplicación hasta la lectura de los resultados
Técnicas para sensibilidad retardada de tipo N al antígeno de (Solano-Gallego, 2001). Los perros enfermos (72 horas), así como posibles falsos positivos
L. infantum. Esta prueba se empezó a utilizar con leishmaniosis de moderada a muy grave tras el uso repetido de la prueba en el animal,
detectar la respuesta
inicialmente en medicina humana para evaluar la manifiestan un resultado negativo, al igual que que causa sensibilización iatrogénica, o posible
inmunitaria celular respuesta inmunitaria celular en pacientes infec- los sanos no infectados, mientras que es raro producción de anticuerpos transitorios después
tados por Leishmania. Durante la infección acti- que lo hagan los perros seropositivos subclíni- de la administración de la leishmanina.
El estudio de la respuesta inmunitaria celular va en casos de leishmaniosis visceral, esta prue- cos (Solano-Gallego et al., 2000). Además, es
es esencial en la infección por L. in{antum en ba da un resultado negativo, mientras que un un método fácil de realizar en los perros. Sin Otra técnica es el LPA, basado en la extracción
el perro, ya que parece ser la respuesta inmu- resultado positivo se obtiene durante la infección embargo, debido a que la técnica no está estan- y estimulación de células mononucleares de
nitaria más relevante en la protección frente a subclínica (autocuración), en fases iniciales de la darizada, no se utiliza en la práctica clínica. Se sangre periférica (PBMC), que se estimulan con
esta enfermedad. Como se ha mencionado ante- leishmaniosis visceral o tras la administración han realizado esfuerzos para obtener una prue- antígeno soluble de Leishmania (SLA) y con
riormente, la respuesta inmunitaria celular se con éxito de un tratamiento (Solano-Gallego et ba de leishmanina más estandarizada con pro- una sustancia mitógena, como fitohemagluti-
asocia a un perfil inmunológico similar al tipo al., 2001c). teínas recombinantes, como la KMPII y TRYP nina (PHA) o concavalina A (Con A). Como
T hl, caracterizado por la producción de citoci- (Todoli et al., 2010). En un futuro, se espera control negativo, se utilizan PBMC no estimu-
nas, como IFN-y, IL-2 y TNF-a, que activan los El uso de la prueba de la leishmanina en el poder utilizar en la práctica clínica una prueba ladas, y los resultados de la prueba se expresan
macrófagos para eliminar el parásito, y permiten perro (Cardoso et al., 1998) fue posterior al uso de leishmanina estandarizada con una combi- en forma de índice de estimulación, que es un
controlar la infección (Baneth et al., 2008). en humanos (lmperato et al., 1974; Gramiccia nación de proteínas recombinantes, así como cociente entre las células estimuladas y no esti-
et al., 1990). En el perro, esta prueba consiste en estudios de investigación sobre vacunas, muladas. Se considera un resultado positivo
Estas técnicas se han utilizado para caracterizar en la administración intradérmica de 100 mI de monitorización del tratamiento, diferentes esta- cuando este índice es> 2 (Cabra! et al., 1998;
mejor a los perros infectados que viven en zonas una suspensión de promastigotes de L. infan- dios de la enfermedad, y para detectar infección Fernández-Bellón et al., 2005; Fernández-
endémicas y entender la respuesta inmunita- tum diluidos en una solución salina fenolada a subclínica. Los principales inconvenientes de Bellón et al., 2008). De manera general, en
ria en los mismos, tanto en aquellos enfermos una concentración de 3xl08 promastigotes/ml esta técnica son el tiempo que transcurre desde perros enfermos de forma moderada a grave
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

con leishmaniosis no se observa una respuesta Se han desarrollado nuevas técnicas en el campo en concreto, para lo cual utiliza las propiedades tanto, tienen una masiva diseminación del pará-
específica de la proliferación de linfocitos con del diagnóstico, centradas en la cuantificación de que otorga la dispersión de la luz y las emisio- sito, un nivel de anticuerpos muy elevado y una
SLA. Además, la respuesta al mitógeno puede la producción y expresión de diversas citocinas, nes de fluorescencia de diferentes anticuerpos enfermedad grave, poseen un nivel muy bajo de
disminuir en formas de la enfermedad muy quimiocinas y diversos receptores, como los tipo marcados, lo que confiere a la técnica una ele- linfocitos T CD4• (Guarga et al. , 2000).
grave y ser reflejo de la gravedad de la inmu- Toll, mediante la utilización de la técnica ELISA vada especificidad. En el campo de la medicina
nodepresión que padece un animal. En cam- (Carson et al. , 2009; Moreno et al. , 2012) y la veterinaria, sus principales aplicaciones se cen- Como se ha comentado anteriormente, tam-
bio, los perros sanos infectados, por lo gene- extracción de ácido ribonucleico (ARN), ADN tran en el diagnóstico de inmunodeficiencias y bién se ha utilizado la citometría de flujo como
ral, pueden presentar una buena proliferación complementario (ADN c) y la PCR en tiempo desórdenes inmunológicos, análisis de enfer- técnica serológica en el diagnóstico de la leish-
de linfocitos, tanto al SLA como al mitógeno. real (Santos-Gomes et al., 2002; Chamizo et al. , medades inmunomediadas, así como la deter- maniosis canina. Se trata de la detección de lgG
Finalmente, los perros sanos no infectados 2005; Carrillo y Moreno, 2009). minación del origen de las células en neoplasias fijadas a promastigotes de L. infantum. Esta
muestran una elevada proliferación de linfo- hemolinfoides. Otras indicaciones son: conta- técnica discrimina entre un perro seropositivo
citos en presencia del mitógeno, mientras que La principal dificultad para llevar a cabo las dores de recuentos celulares hematológicos o naturalmente infectado y un perro seropositi-
no hay una respuesta al SLA (Moreno et al., pruebas de respuesta inmunita.r ia celular ex determinación del contenido de ADN y ploidía vo como consecuencia de una inmunización
1999). La efectividad de un tratamiento en los vivo es la necesidad de equipos e instalaciones en tumores (Wilkerson, 2012). profiláctica por una vacuna, presentando una
perros (Moreno et al., 1999) o que un animal de laboratorio sofisticadas que permitan reali- sensibilidad del 95 % y una especificidad del
sea resistente (Maia y Campino et al. , 2008) zar la prueba de forma correcta, a diferencia del La citometría de flujo en el diagnóstico de la 100 %. Al comparar los resultados con técnicas
depende, en el primer caso, de la recuperación LST, que destaca por la facilidad de ejecución a leishmaniosis canina se ha utilizado (1) para serológicas como IFI y ELISA, la citometría de
de las subpoblaciones linfoides y, por tanto, se nivel clínico. Por otro lado, la comparación de determinar poblaciones celulares en sangre peri- flujo diferenció perfectamente ambas situacio-
acompaña de la formación de una respuesta estas pruebas de estudio de la inmunidad celu- férica que no se han estimulado con antígeno nes (infección versus vacunación), mientras que
celular de tipo T específica frente al antígeno lar ha demostrado que se trata de herramientas de L. infantum, y (2 ) como técnica serológica. la técnica IFI dio resultado positivo en todos los
de Leishmania, mientras que en el segundo complementarias que evalúan diferentes aspec- perros vacunados. En el ELISA, solo el 19 %
caso depende de que tenga una población de tos de la inmunidad celular. En un estudio don- Diferentes investigadores intentaron correlacio- de los perros vacunados dio resultado positivo.
linfocitos T capaz de elaborar una respuesta de se compararon tres técnicas para determi- nar la enfermedad con las diferentes poblacio- Además, la citometría de flujo presenta muy
que haga frente a la infección. nar la respuesta inmunitaria celular (LST, LPA, nes celulares sanguíneas, como los linfocitos, poca reacción cruzada con otros patógenos,
IFNB), se obtuvo que los métodos más sensibles en concreto subpoblaciones de linfocitos T como Trypanosoma cruzi, a diferencia de IFI o
Otras técnicas similares, menos laboriosas que para la detección específica de la inmunidad CD4• y CD8•, o linfocitos B (CD2 1•, CD79•), ELISA (Andrade et al. , 2009b).
el aislamiento de PBMC y LPA, que se están celular eran el LST e IFNB (Fernández-Bellón o macrófagos. Los resultados obtenidos fueron
desarrollando, son el ensayo en sangre entera et al., 2005). variables, y no parece haber un patrón claro Es muy importante y necesario el desarrollo
(en inglés, whole blood assay) y determina- en perros enfermos (Bourdoiseau et al., 1997; de nuevas herramientas estandarizadas apli-
ción del IFN-y mediante ELISA (Carson et al., En un futuro, estas técnicas se podrían aplicar Guarga et al., 2000; Miranda et al., 2007). La cadas a la práctica clínica para la evaluación
2009). Anteriormente, debido a la ausencia de en el ámbito clínico para poder establecer un mayoría de estudios no encuentran diferencias de la respuesta inmunitaria humoral y celu-
reactivos inmunológicos para el perro, se rea- pronóstico en perros infectados, ya sean sub- significativas entre las poblaciones celulares de lar en el perro. A día de hoy, las herramientas
lizaba el bioensayo de la inhibición del efecto clínicos, enfermos o tratados, permitiendo la perros enfermos y perros sanos no infectados e información que se tiene en el perro sobre
citopático por IFN-y (IFNB) (Fernández-Bellón monitorización de la evolución del curso de la (Miranda. et al., 2007). Por lo tanto, el por- la respuesta inmunitaria frente a la infección
et al., 2005). Se basa en la detección de la pro- infección, así como la respuesta al tratamiento. centaje de las subpoblaciones de linfocitos no por L. infantum son limitadas. Son necesarias
ducción de IFN-y en sobrenadantes de PBMC, puede usarse como parámetro para predecir la futuras investigaciones a fin de poner técnicas
que se incuban en presencia o ausencia de SLA evolución de un paciente a nivel individual en a punto para conseguir una mejor compren-
durante 72 horas. Posteriormente, estos sobre- Otras técnicas la práctica clínica (Miranda et al., 2007). Esto sión de los factores que conllevan el desarrollo
nadantes se recogen e incuban con una línea se debe seguramente al amplio espectro de las y mantenimiento de la respuesta. inmunitaria
celular denominada MDCK-2 (Madin-Darby La citometría de flujo es una técnica muy exten- manifestaciones clínicas y respuestas inmunita- protectora, como indicador pronóstico de la
Canine Kidney), y se infectan finalmente con dida, tanto en al ámbito clínico como en la rias en el perro, y a las limitaciones de la propia infección, así como el desarrollo de técnicas
el virus de la estomatitis vesicular (Fernández- investigación, que define las características que técnica. Parece que los perros que presentan que permitan diferenciar entre perros infecta-
Bellón et al., 2008). presentan las células o determinadas partículas una mayor infectividad a los flebótomos y, por dos y vacunados.
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Aproximación
diagnóstica global
La aproximación diagnóstica más útil para
investigar la infección en perros enfermos y
sanos incluye: (1) observación 1nediante micros-
copio óptico, (2) detección de anticuerpos anti-
Leishmania mediante técnicas serológicas cuan-
titativas, y (3) detección deADN de Leishmania
Positivo Negativo
en tejidos mediante técnicas moleculares. Es muy
importante insistir en que la información obteni-
da mediante PCR no puede utilizarse de forma PCR en sangre*
separada de los datos clínico-patológicos y los Guadalupe Miró Corrales
resultados de la serología. Toda esta información
debe interpretarse de manera conjunta. (fig. 6) Negativo
Positivo
para llegar a una evaluación completa, exhaus-
tiva y correcta de cada caso (Solano-Gallego et
a/.,2009) (ver capítulos 4, 5 y 6). Recomendado
Excluido como donante
como donante
de sangre
de sangre**

El diagnóstico en perros Introducción


*Se recomienda evaluar mediante PCR más de un
donantes de sangre tejido, además de sangre. Principios activos
Es importante señalar que, debido a la existen-
•• Se recomienda llevar a cabo una prueba serológica
cia de un elevado número de perros subclínicos
cuantitativa cada 6 meses al donante de sangre para Recomendaciones de tratamiento
en zonas endémicas, es esencial realizar pruebas determinar que sigue siendo seronegativo. Cualquier
diagnósticas de Leishmania en perros donantes sangre que se usa como producto sanguíneo para y pronóstico según el estadio clínico
de sangre para así evitar la transmisión median- transfusiones debería ser PCR negativa.
te transfusiones (Solano-Gallego et al., 2011). Monitorización del tratamiento
Figura 16. Algoritmo de diagnóstico para el cribaje de pe-
En la figura 16 se muestran las pruebas diag- rros candidatos a donantes de sangre (Solano-Gallego et
nósticas a realizar en perros donantes de sangre. al, 2011).

Puntos clave
■ El diagnóstico de la leis~maniosis clínica es aveces difícil ycomRlicado debido a las diferentes manifestacie>:=
nes clínicas yestadios de la enfermedad. Por ello, es imprescindible la realización de un diagnóstico integrado
basado en la historia clínica, exploración física, junto con la utilización de las Rruebas laboratoriales de rutina
yRruebas diagnósticas de confirmación de la infección.
■ Es muy importante diferenciar la infección por Leishmania de la enfermedad y, también, de los P.erros vacuna-
dos. Por este motivo, es esencial aP.licar diferentes técnicas diagnósticas en cada caso.

Resumen
Tratamiento
El tratamiento de la leis~maniosis canina se ha limitado durante décadas casi exclusivamente al uso de antimoniales y pronóstico
pentavalentes, que han demostrado una buena eficacia, produciendo en muchos casos una curación clínica, aunque sin
producir un aclaramiento de la infección en ninguno de estos. Más tarde, se desarrollaron otras moléculas leishmanicidas,
principalmente del grupo de los alquilfosfolípidos (miltefosina), yotras muchas drogas ya utilizadas en medicina veterinaria,
~ro con cierta eficacia en el tratamiento de esta enfermedad. El uso combinado de los leishmanicidas con el alopurinol sigue
siendo el tratamiento recomendado en la actualidad.
Introducción Principios activos
Para realizar un tratamiento adecuado, es preciso evaluar clínicamente al paciente yestablecer una clasificación clínica
en función de la gravedad de los signos clínicos oalteraciones clínico-patológicas que permitan decidir el tiJJ{) de inter- El tratamiento de la leishmaniosis canina se ha El listado de principios activos, posología y
vención a realizar y establecer un pronóstico. limitado durante décadas casi exclusivamente efectos adversos se recogen en la tabla l.
al uso de antimoniales pentavalentes, que han
El Muro de la terapia de esta enfermedad de carácter inmunomediado es la combinación de los parasiticidas-paras~ostáticos
demostrado una buena eficacia, produciendo
con inmunomoduladores para combatir, Jl.Q!j una parte, el parásito y, P.Qr otra, promover una respuesta inmunitaria adecuada.
en muchos casos una "curación clínica", pero Antimoniales pentava lentes
sin producir un aclaramiento de la infección en Las sales de antimonio (Sb) se utilizan desde hace
ninguno de estos. Más tarde, se desarrollaron muchos años en el tratamiento de la leishmanio-
Summary otras moléculas leishmanicidas, principalmente sis canina. Inicialmente se utilizaban en la forma
del grupo de los alquilfosfolípidos (miltefosina), trivalente pero, debido a su elevada toxicidad, se
The treatment of canine leishmaniosis has been limited during decades almost exclusive~ to the use of antimonials that y otras muchas moléculas que serán analizadas pasaron a utilizar los antimoniales pentavalentes.
have demonstrated a good efficacy producing in many cases a clinical cure but without aclearance of the infection. Later a lo largo del capítulo en cuanto a su meca-
on, other leishmanicides drugs have been developed, main~ from the group of the alquilphospholipids (miltefosine), and nismo de acción, eficacia, efectos adversos y Su mecanismo de acción frente a Leishmania no
other many drugs already used in veterinary medicine but with certain efficacy in the treatrnent of this disease. Currently, protocolos recomendados. se conoce completamente. Se piensa que actúan
the combination of these leishmanicides w~h allopurinol continues being the recommended treatment.

To perform an adequate treatment and prognosis is extremely important to do athorough clinical evaluation to establish a
clinical classification depending on the sever[ty of the clinical signs and/or the clinicopathological findings.
Vía de
Principio activo Posología Efectos adversos
administración
New therapeutic trends for this immunomediated disease will be the combination of specific drugs (parasiticides-para-
sitostatics) with immunomodulators in order to fight against the parasite and establish an appropiate immune response. Antimoniato de 7 5- 100 mg/kg al día Nefrotoxicidad potencial.
meglumina durante 4-6 semanas.
se Abscesos cutáneos/celulitis.

10-20 mg/kg/12 horas, Xantinuria.


Alopurinol* Oral
6- 12 meses. Nefrolitiasis por xantina.
2 mg/kg al día durante Trastornos digestivos
Miltefosina Oral
4 semanas (junto con la comida). (disorexia, vómitos, diarreas).

Antimoniato de Consultar arriba la posología se


meglumina + alopurinol* de ambos componentes. Oral
Consultar arriba la posología
Miltefosina + alopurinol* Oral
de ambos componentes.
Domperidona 0,5 mg/kg/24h, 4 semanas. Oral Galactorrea.
• Producto no registrado en la Comunidad Europea para uso -.eterinario.

Tabla 1. Relación de principios activos recomendados en el tratamiento de la leishmaniosis canina y efectos adversos.
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

sobre el metabolismo energético mediante inhi- antimoniales de 75-100 mgt'kg/día, de forma la asociación de los dos principios activos es Los mecanismos de acción de la miltefosina,
bición de las enzimas fosfofructoquinasa y que se reparte la dosis total diaria dos veces sinérgica, por lo que se observa una mayor efi- tanto en cuanto a su actividad antitumoral
piruvato dehidrogenasa, por lo que bloquean durante un total de 4-6 semanas (Baneth y cacia que permite administrar dosis inferiores como leishmanicida, no son del todo conoci-
la formación de trifosfato de adenosina (ATP) Shaw, 2002; Miró et al., 2008; Solano-Gallego y durante menos tiempo, lo que favorece la dos. Se han formulado numerosas hipótesis,
y trifosfato de guanosina (GTP) (Berman et al., et al., 2011). tasa de curaciones y que las recaídas se pre- ya que se considera que tiene actividad frente
1985). Esta menor cantidad de nucleótidos tri- senten más tarde y más espaciadas (Bartges a varias dianas.
fosfato favorece la disminución de la síntesis de La toxicidad de los antimoniales se debe a que et al., 1995; Ginel et al., 1998; Deneroulle y
macromoléculas, lo cual contribuye a la baja provocan la unión de grupos sulfhidrilo (-SH ) Bourdoiseau, 1999; Baneth y Shaw, 2002; Pasa La núltefosina se incorpora a la bicapa lipídica
viabilidad de los microorganismos expuestos. y alteran la estructura terciaria de las proteínas, et al., 2005; N oli y Auxilia, 2005). de la membrana plasmática del parásito, debido
así como los lugares de acción de numerosas a sus características anfipáticas, la permeabiliza
Los protocolos de administración de los anti- enzimas, por lo que pueden dar lugar a la apa- y provoca alteraciones del metabolismo de los
moniales recomendados (dosis, vía de admi- rición de signos de estibointolerancia (que se Alquilfosfolípidos: alquil lípidos (Lux et al., 2000). También se han
nistración y duración del tratamiento) varían manifiestan tras las primeras administraciones m iltefosi na, edelfosina, descrito alteraciones de la membrana flagelar
considerablemente de unos autores a otros, y y remiten al suspender la terapia) o estibotoxici- olei lfosfocolina de los promastigotes, que producen defectos
ello se debe al desconocimiento existente hasta dad (que aparece al final del tratanúento). Estos Los alquil lisofosfolípidos son análogos sinté- en la síntesis de fosfolípidos (Santa-Rita et al. ,
hace unos años del comportamiento farmaco- signos pueden manifestarse con la aparición de ticos de la lisofosfocolina. La edelfosina y la 2000). En cualquier caso, independientemente
cinético y metabólico del antimonio en el perro. fiebre, tos persistente, apatía, inapetencia, tras- ilmofosina son alquilglicerofosfocolinas, y la de cuál sea su diana primaria, la núltefosina
tornos del sistema musculoesquelético (artral- núltefosina y la oleilfosfocolina (OIPe) son induce una muerte celular por apoptosis (Paris
Se han realizado estudios en los que se ha com- gias y mialgias), trastornos gastrointestinales alquilfosfocolinas. La miltefosina se caracte- et al., 2004 ).
probado que el antimonio se elinúna rápida- que se corresponden con un cuadro leve de rizó como nuevo agente terapéutico frente al
mente por vía renal (Valladares et al., 1996) y pancreatitis (diarreas, vómitos, náuseas, dolor cáncer y se utiliza en el tratamiento tópico de las Los efectos adversos observados durante el tra-
que los niveles plasmáticos a las 12 horas están abdonúnal y anorexia) y alteraciones en la fun- metástasis cutáneas en pacientes con cáncer de tamiento con miltefosina son, principalmente,
muy por debajo de los que posiblemente son ción hepática y renal, que suele ser pasajera. mama (Unger et al., 1990). La OIPe es un prin- alteraciones gastrointestinales, como náuseas,
concentraciones inhibitorias para el crecimien- Durante la adnúnistración del tratamiento con cipio activo cuyos resultados prelinúnares en el anorexia, vómitos y diarreas, que suelen ser
to del parásito, por lo que se recomienda una antimoniales, pueden aparecer efectos adversos tratanúento de la infección por L. infantum en moderadas (Mateo et al. , 2009), aunque pue-
segunda dosis diaria para mantener una con- en el punto de inoculación, como formación de modelo murino son prometedores (Bosschaerts den llegar a ser graves, sobre todo en trata-
centración inhibitoria de S65• durante la mayor abscesos o tumefacción local, celulitis y fibrosis et al., 2012; Fortyn et al., 2013). Un estudio mientos con dosis elevadas, por lo que es nece-
parte del día (Valladares et al. , 1996, 19986). o hemorragias diseminadas (Slapendel et al. , prelinúnar de la eficacia de la OIPe en el tra- saria la suspensión del tratanúento. En perros
1997), por lo que se reconúenda la rotación del tamiento de perros con infección natural ha no se han observado signos de toxicidad a nivel
En cuanto a las vías de adnúnistración, se han lugar de aplicación de las inyecciones o incluso, demostrado una buena eficacia clínica, pero no hepático y renal (M ateo et al., 2009; Miró et
realizado estudios en los que se demuestra una en perros grandes, repartir la dosis se en varios una eliminación del parásito, como otros com- al., 2010).
buena biodisponibilidad y una mayor perma- puntos. Al comienzo del tratamiento, puede puestos análogos (H ernández et al., 2013a).
nencia del antimonial en el organismo mediante aparecer un empeoramiento del estado general Además, la miltefosina ha mostrado efectos
las vías intramuscular (IM) y se que a través del perro y aumento del título de anticuerpos Los cuatro alquil lisofosfolípidos presentan acti- teratogénicos, embriotóxicos y fetotóxicos
de la IV (Vallada.res et al., 1996), por lo que debido a la liberación masiva de antígeno ori- vidad leishmanicida y son eficaces in vitro, pero (Murray, 2000), por lo que está contraindicado
se reconúenda la utilización de la vía se, ya ginado por la muerte parasitaria, que obliga, en la miltefosina es la que ha presentado mayor su empleo en perras gestantes y lactantes.
que produce menor irritación en el punto de algunas ocasiones, a cesar el tratanúento por eficacia también in vivo en el tratanúento de la
inoculación y menos efectos adversos a nivel de unos días para reiniciarlo, a veces con dosis más leishmaniosis humana (eroft et al., 1996). En Los primeros estudios publicados sobre la efica-
la piel. La dosis inicial que recomendaban estos bajas, hasta la total recuperación del paciente. numerosos estudios, la miltefosina ha demos- cia de la miltefosina en el tratanúento de perros
autores era de 75 mgt'kg/12 horas. trado efectos citotóxicos in vitro e in vivo, tanto con infección natural por L. infantum demos-
Desde hace años, el éxito de los tratanúentos para los promastigotes como para los amastigo- traron resultados variables (Manna et al., 2005;
Aunque no existe un consenso general, en la con antimoniales estriba en su combinación tes de varias especies de Leishmania (eroft et al., Maynard et al., 2006). Estudios posteriores
actualidad se recomienda el uso de dosis se de con el alopurinol, ya que se ha de1nostrado que 1996; Unger et al., 1998; Escobar et al., 2002). demostraron una buena eficacia clínica (Mateo
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

et al., 2009), así como una buena tolerancia en crecimiento de Leishmania por inhibición de La importante sinergia del alopurinol con los Diamidinas: pentamidina
los animales tratados. En estos, no hay impacto las enzimas que llevan a cabo la interconver- leishmanicidas disponibles es un hecho tan Es una diamidina aromática que se utiliza en el
renal ni hepático debido a su excreción diges- sión de las purinas (lo que se traduce en una manifiesto que, en la actualidad, no se plantean trata.m iento de la tripanosomosis y se ha consi-
tiva, aunque puede producir, en algunos casos, disminución en la capacidad de sintetizar ATP) protocolos sin incluirlo en la combinación y, derado durante muchos años el tratamiento de
efectos adversos gastrointestinales de carácter por alteración del metabolismo de las pirimi- además, esta asociación favorece que las reci- segunda elección en la leishmaniosis humana.
moderado y pronta recuperación. Uno de los dinas y por mecanismos que incrementan el divas se presenten más tarde y más espaciadas
más frecuentes es la disorexia, motivo por el catabolismo del ARN (con la consiguiente res- (Baneth y Shaw 2002; Miró et al., 2008). El mecanismo de acción de la pentamidina pare-
cual se recomienda administrar siempre junto tricción en la síntesis proteica) (Balaña-Fouce ce relacionarse con una alteración en el metabo-
con el pienso (Miró et al. , 2010). et al., 1998). lismo de las proteínas y ácidos nucleicos: inte-
Anfotericina B racción con el ARN y desorganización del ADN ,
La dosis de miltefosina recomendada es de La dosis habitual utilizada es de 10-20 mglkg/ Es un antibiótico derivado de los polienos cuyo con el que las diamidinas forman complejos.
2 mglkg/día VO durante 28 días consecutivos. día VO, repartida en dos o tres tomas. El tra- mecanismo de acción se basa en provocar la Además, inhiben la síntesis de fosfolípidos.
Concentraciones más elevadas (3-4 mglkg), tamiento debe prolongarse un mínimo de 6 a permeabilización de la membrana plasmática
aunque demuestran una mayor eficacia leish- 12 meses, aunque en algunos pacientes no se del parásito por interacción con el ergosterol La dosis de pentamidina más empleada es de
manicida, pueden provocar efectos adversos de puede retirar dado la mala evolución clínica. presente en la misma, de modo que forman 4 mglkg por vía 1M profunda.
mayor duración que requieran la aplicación de El momento de retirarlo es cuando se produce poros acuosos que favorecen la pérdida de
tratamientos paliativos (Manna et al. , 2005; una serorreversión en el título de anticuerpos, constituyentes celulares y originan la muerte de Los efectos adversos descritos tras su aplicación
Mateo et al., 2009). acompañada de una normalización de las alte- los parásitos por lisis osmótica (Balaña-Fouce en el perro son: vómitos, hipotensión, taquicar-
raciones clínicas (signos clínicos y alteraciones et al., 1998). dia e irritación muscular en el lugar de la inyec-
Por último, cabe destacar que, cuando se com- laboratoriales) (Miró y Molina, 2006). ción. La mayoría de los perros tratados mejoran
para la eficacia del tratamiento de antimoniales Su administración se realiza en infusión N len- clínicamente, pero son frecuentes las recaídas
con alopurinol y la combinación de miltefosina Las pirazolopirimidinas son poco tóxicas y ta (diluida en una solución salina fisiológica o después del tratamiento (Rhalem et al. , 1999).
y alopurinol en el tratamiento de perros con presentan buena tolerancia. Algunos efectos de dextrosa al 5 %). La dosificación varía de
infección natural por L. infantum, los resul- adversos descritos incluyen náuseas, vómitos, O, 1 a 1 mglkg y suele administrarse de forma Por todo lo anteriormente expuesto, esta molé-
tados demuestran que puede esperarse una diarrea y elevación de las enzimas hepáticas gradual en dosis crecientes. La administración cula no tiene ninguna aplicación actualmente
mejoría clínica después de cuatro semanas con aspartato-aminotranferasa (AST ), ALT y fosfa- puede ser diaria a dosis bajas o en días alternos en medicina veterinaria en el tratamiento de la
ambas combinaciones. La seguridad de estas tasa alcalina, así como la producción de crista- a dosis más altas. También se puede adminis- leishmaniosis canina.
terapias combinadas se confirma por la ausen- les o urolitos de xantina (Ling et al. , 199 1), por trar de forma SC (0,5-0,8 mglkg/día). La dosis
cia de efectos adversos y la normalidad de los lo que se aconseja administrar una dieta a base total recomendada para que el tratamiento sea
parámetros de funcionalidad hepatorrenal Así de proteínas específicas (caseína) (Bartges et al. , efectivo es de 15 mglkg (Lamothe et al., 2005). Paromomicina
mismo, los resultados de la PC R cuantitativa 1995) en los casos de xantinuria y evaluar la El mecanismo de acción de este aminoglucósido
demuestran un claro descenso de las cargas reducción de la dosis diaria, incluso retirarla en Su uso es limitado en perros por la dificultad frente a Leishmania se desconoce, aunque se con-
parasitarias en los perros a los tres meses del casos de nefrolitiasis demostrada por ecografía que supone su administración y por las nume- sidera que puede actuar sobre el ribosoma parasi-
tratamiento, lo que parece indicar un buen abdominal. rosas reacciones adversas: anorexia, náuseas, tario mediante el bloqueo de la síntesis proteica.
efecto leishmanicida de ambas combinaciones vómitos, hipopotasemia, flebitis localizada, ane-
(Miró et al., 20 10). La información relativa a su eficacia cuando mia y nefrotoxicidad (Miró y Molina, 2006). Se administra por vía 1M a la dosis de 10-20 mg/
se administra como único tratamiento es con- kg. Se observa una mejoría clínica y una dismi-
trovertida, sobre todo porque, al no ejercer un Actualmente, no se recomienda su uso en vete- nución de la tasa de anticuerpos. Con dosis más
Alopurinol efecto leishmanicida, no existe nunca un acla- rinaria para evitar el desarrollo de resistencias, elevadas (40 mglkg/día), se ha observado una
El alopurinol, que pertenece al grupo farmaco- ramiento del parásito, por lo que es posible su dado que se considera el principio activo de pri- mejoría clínica e incluso una curación parasito-
lógico de las pirazolopirimidinas, es un análo- detección en todo momento (Vercamen y De mera línea en el tratamiento de la leishmaniosis lógica durante más tiempo, aunque se producen
go estructural de la hipoxantina que frena el Deken, 1995). humana (Solano-Gallego et al., 2009). efectos adversos más graves.
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Por otro lado, se ha comprobado que cuando Por otro lado, en trabajos experimentales, se la infección por Leishmania de distintos pép- CITOCINAS Y RECEPTORES
la paromomicina se combina con antimoniales ha observado que el ketoconazol potencia la tidos: dermaseptina, cecropinas, melitinas, TIPOTOLL
pentavalentes, permite acortar la duración del eficacia de los antimoniales cuando se asocian polipéptido de la piel YY y gomesina (Balaña- La producción de linfocinas como IL-2 e
tratamiento, ya que ralentiza el ritmo de elimi- (Pennisi et al., 2005). Bouce et al. , 1998). IFN-y, por parte de los linfocitos T, dismi-
nación del Sb5 • y, por lo tanto, mantiene con- nuye durante la infección por Leishmania.
centraciones séricas durante un mayor periodo METRONIDAZOL Alberola et al. (2004) estudiaron la eficacia La incorporación al mercado de citocinas
de tiempo (la vida media es de ocho horas). Y COMBINACIONES del péptido Oct-CA(l -7)M (2-9) en perros con recombinantes ha abierto nuevas posibilida-
Además, se han obtenido mejores resultados, Este segundo derivado del grupo de los nitroimi- leishmaniosis canina, tratados con tres dosis des terapéuticas.
tanto clínicos como parasitológjcos, que en la dazoles presenta propiedades antiprotozoarias, de 5 mg administrado por perfusión IV lenta.
utilización individual de las dos terapias (Oliva antibacterianas y antiinflamatorias. Observaron que, además de la seguridad, seis El IFN-y produce la activación de los macró-
et al., 1998). Actualmente está en desuso. meses después del tratamiento todos los perros fagos con inducción en la síntesis de IL-1 y
Se han realizado estudios mediante combina- presentaban una mejoría clínica junto con valo- TNF-a, aumenta la expresión de los genes que
ción con otros principios activos (espiramicina, res de proteínas normalizados y disminución en regulan el CMH de tipo 11, induce la respuesta
Derivados del imidazol enrofloxacina, marbofloxacina y alopurinol) el título de anticuerpos y en la carga parasitaria. inmune protectora mediada por linfocitos Th 1
Los imidazoles son compuestos antifúngjcos en el tratamiento de esta enfermedad de for- CD4• y, de modo particular en la leishmaniosis,
(algunos de ellos con actividad frente a ciertas ma que se observa una mejoría clínica en los potencia el depósito de los antimoniales dentro
bacterias y protozoos). Tienen más afinidad por perros tratados, aunque no una curación para- Fármacos de los macrófagos (Lima et al., 2007).
los esteroles de los hongos y las leishmanias que sitológjca (Bianciardi et al., 2004; Stefani, 2005; inmunomoduladores
por las células de los mamíferos, e inhiben su Vouldokis et al. , 2006). Es un hecho que la leishmaniosis canina es una En perros, no existe suficiente información acer-
síntesis (Croft et al. , 1988). Además, favorecen enfermedad inmunomediada por lo que, en la ca del tratamiento con citocinas. Sin embargo,
la activación de la fosforilasa, la cual intensifica Los efectos secundarios descritos incluyen ano- actualidad, se plantean alternativas terapéuti- se ha observado que los perros que desarrollan
la glucogenólisis, que conduce a una disminu- rexia, vómitos, diarreas, letargia, hepatotoxi- cas basadas en la aplicación de fármacos que una respuesta celular de tipo Thl permanecen
ción de las reservas glucogénicas y, por tanto, a cidad, hematuria, neutropenia y alteraciones potencien la inmunidad celular y la activación infectados pero clínicamente sanos, por lo que
la muerte del protozoo. Su acción se extiende al neurológicas (ataxia, trastornos vestibulares, de los macrófagos (respuesta Th l ), considerada algunos autores consideran que la inducción de
metabolismo proteico mediante la formación de nistagmos, etc.), aunque estos efectos no son la inmunidad protectora. La tendencia actual y IFN-y, mediante el tratamiento con citocinas,
complejos con el ADN e inhibición de la síntesis muy frecuentes si se aplica la dosis adecuada de a medio plazo es asociar estos fármacos a los puede ser una alternativa terapéutica con bas-
de ácidos nucleicos (Noli y Auxilia, 2005). 25 ing/kg/12 horas. tratamientos específicos convencionales. tantes posibilidades de éxito.

Los derivados del imidazol que se han probado Por último, se ha probado la combinación de Los inmunomoduladores estudiados hasta el También se han realizado ensayos clínicos con
en el tratamiento de la leishmaniosis canina son metronidazol con espiramicina en el tratamien- momento han sido el levamisol, las citocinas, la interferón-w felino a una dosis de 0,1 ml/kg/48
el ketoconazol y el metronidazol. to de perros con infección natural por L. infan- domperidona y los receptores tipo Toll. horas vía SC durante cinco días consecutivos
tum con resultados favorables (Pennisi et al. , asociado a antimoniales, en perros con infec-
KETOCONAZOL 2005), pero los resultados son siempre inferio- LEVAMISOL ción natural por L. infantum. Se observan bue-
Algunos autores lo han empleado en dosis res a las combinaciones con alopurinol. No hay suficientes evidencias científicas que nos resultados, tanto clínicos como laboratoria-
de 7 mg/kg/día VO durante dos o tres meses demuestren la eficacia de este principio activo les (Proverbio et al., 2005).
(D' Ambrosio et al. , 1987), mientras que en el tratamiento de la leishmaniosis canina
otros prefieren administrar dosis más ele- Péptidos antimicrobianos ya que, entre los escasos resultados obtenidos, Por último, los activadores de TLRs, como el
vadas (25 mg/kg/día VO durante tres meses) Los péptidos antimicrobianos permeabilizan unos son pobres o inexistentes (Barta et al., imiquimod y resiquimod han demostrado su
(Bianciardi et al. , 2004 ). Sin embargo, casi la membrana plasmática, cambian la com- 1992), mientras otros creen obtener unos bue- eficacia en el tratamiento de la leishmaniosis
todos los autores coinciden en su elevada nefro- posición de los fosfolípidos y, por lo tanto, nos resultados cuando asocian el levamisol con humana cutánea, en combinación con antimo-
toxicidad, por lo que está contraindicado su uso producen efectos pleotróficos en el transporte el alopurinol (Lorente et al. , 2006), lo cual no niales (Reveiz et al., 20 13). N o obstante, los
en perros con azotemia (Bianciardi et al., 2004; y sistemas enzimáticos. H ay varios estudios descarta que sea el propio alopurinol el que costes, hoy por hoy, hacen inviable su aplica-
Miró et al., 2008). in vitro que demuestran la eficacia frente a produce los efectos beneficiosos. ción en medicina veterinaria.
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

DOMPERIDONA tecnología patentada, se somete el antígeno ais- et al., 1995), estudios con emulsiones lipídicas La única forma de demostrarlo es mediante la
La domperidona es un antiemético con activi- lado a un proceso de estabilización específico (Moreno et al., 1999; N ieto, 1999; Lamothe et técnica de xenodiagnóstico, utilizada en inves-
dad anti-D2 (antagonista de la dopamina). Se que determinará la optimización de la respuesta al., 200 1; Cortadellas, 2003) y formulaciones tigación en centros especializados, que consis-
ha utilizado habitualmente como antagonista inmunitaria en el animal tratado. inosomadas experimentales de estibogluconato te en exponer al perro tratado con hembras
de los efectos gastrointestinales producidos por sódico (SGS) (N ieto, 1999). de flebótomos durante un tiempo establecido
otros fármacos. Aunque son muy pocos los estudios realizados (una hora aproximadamente), con el fin de
hasta el momento, el primer estudio clínico lleva- Recientemente, Da Silva et al. (20 12) realizaron demostrar la presencia o ausencia de la infec-
Gómez-Ochoa et al. (2009) demostraron que do a cabo en 44 perros con infección natural por un estudio de eficacia terapéutica con una for- ción en los flebótomos alimentados (figs. l a
dosis orales diarias incrementan los niveles séri- L infantum ha demostrado una buena toleran- mulación liposomada de antimoniales (LMA) y l b). La extrema dificultad del proceso hace
cos de la prolactina por estimulación a nivel de cia, así como una eficacia clínica y parasitológica a la dosis de 6 mg/kg en combinación con alo- que tan solo haya seis estudios realizados en
la hipófisis. La prolactina tiene la capacidad de variable pero efectiva (Hemández et al., 20136). purinol, que demostró una eficacia clínica y los últimos 25 años. Lo más relevante es que
estimular la respuesta celular mediada por lin- Un 85 % de los animales tratados demostraron parasitológica muy potente a partir de los 200 todos demuestran que, tras el tratamiento
focitos Thl, que es la que se encuentra afectada una disminución en la puntuación clínica (siste- días postratamiento. (antimoniales solos, en combinación con alo-
en los perros que padecen leishmaniosis. Por lo ma de valoración objetiva de la evolución de los purinol o formas liposomadas), el poder infec-
tanto, provocar una hiperprolactinemia puede signos clínicos) a los 56 días postratamiento y un tante de los perros se reduce o anula durante
ser eficaz en la terapia de perros con leishma- 70 % demostró una reducción en la carga para- Poder infectante un periodo no inferior a 4 meses (Gradoni et
niosis canina. Las dosis recomendadas son de sitaria mediante valoración por PCR cuantitativa. postratamiento al., 1987; Alvar et al., 1994; Guarga et al. ,
0,5 mg/kg día por vía oral durante 30 días con- Un hecho siempre cuestionable es si los fárma- 2002; Ribeiro et al., 2008; Miró et al., 20 11a;
secutivos, en perros en estadios leves de la enfer- Este tipo de inmunoterapia es compatible con cos empleados en el tratamiento son capaces Da Silva et al., 20 12).
medad (Estadio 1 en la clasificación de LeishVet; otros tratamientos leishmanicidas o leishma- de "inhibir", al menos durante un tiempo, la
Solano-Gallego et al., 2009, 201 1). También se niostáticos y presenta una buena tolerancia en capacida.d infectante de los perros tratados.
puede utilizar en asociación con el resto de la el perro.
terapia en estadios más graves, aunque todavía
no hay estudios publicados a este respecto, sobre
todo en pacientes con cuadros digestivos. Sistemas de transporte
de fármacos
AUTOVACUNAS Los sistemas de transporte de fármacos per-
En el último año se ha desarrollado una auto- miten controlar la distribución del fármaco, lo
vacuna para el tratamiento de la leishmaniosis liberan en los órganos diana y se reduce así su
canina, cuyo mecanismo de acción consiste en posible toxicidad. Además, permiten prolongar
una estimulación del sistema inmune a través la liberación del principio activo y, por tan-
de la activación de clones de linfocitos T h-1 to, aumentan la permanencia del mismo en el
específicos frente a L. infantum. organismo, por lo que se requieren dosis más
bajas que cuando se utiliza el fármaco sin vehi-
Se trata de una inmunoterapia individual y cular. Por lo tanto, con la utilización de estos
exclusiva para cada animal tratado. Esta auto- fármacos, se aumenta el índice terapéutico y se Figura la. Jaula de exposición para xenodiagnóstico.
vacuna se elabora a partir de un aspirado de disminuyen las dosis empleadas y la toxicidad. Esta técnica puede servir, entre otras cosas, para valorar
el poder infectante de un perro para los flebótomos. Se
ganglio linfático o médula ósea del animal introduce el perro en la jaula, previa sedación, se incluyen
enfermo, que se conserva en un medio especí- En el tratamiento de la leishmaniosis canina, la 100 flebótomos (75 hembras y 25 machos) y se recogen
fico para su posterior cultivo en el laboratorio. utilización de estas formulaciones se reduce al después de una hora. Posteriormente, en el laboratorio,
tras varios días de maduración, se rea liza la disección de
Tras obtener un cultivo de promastigotes de estudio de formas liposomadas de antimonia-
las hembras y se valora en el aparato digestivo la posible Figura 1b. Recuperación de los flebótomos mediante un
Leishmania a partir de la muestra problema, les pentavalentes encapsulados (Valladares et presencia de promastigotes de Leishmania. Cortesía de capturador manual al término de la exposición. Cortesía
se procede a su inactivación y, mediante una al., 2001), anfotericina B encapsulada (Oliva Guadalupe Miró y Ricardo Molina. de Guadalupe Miró y Ricardo Molina.
LEIS HMANIOSIS C ANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Recomendaciones cuadros muy leves (Estadio 1) y los pacientes Parámetros Frecuencia


muy graves con afección renal (Estadios ID y IV).
de tratamiento • Historia clínica. l" año:
• Examen físico completo. • 30 días postratamiento.
y pronóstico según En los primeros, hay animales que con monote- • Hemograma. • A los 4 meses del tratamiento.

el estadio clínico rapias cortas con alopurinol (seis meses) tienen •



Perfil bioquímico.
Proteinograma.
2° año:
• Cada 4 meses.
una buena respuesta. clínica y no se agravan los • Urianálisis. • Años sucesivos: cada 6-12 meses (si no hay recidivas).
En los últimos años, es frecuente en medicina cuadros, por lo que permanecen con un buen • 6 meses postratamiento.
veterinaria y humana, en el manejo clínico de estado de salud durante mucho tiempo, incluso • Serología cuantitativa.
• Después: cada 6-12 meses.
muchas enfermedades, hacer una clasificación años. En este tipo de pacientes, las nuevas terapias • PCR cuantitativa (RT-PCR). No se conoce aún la utilidad de esta técnica en el seguimiento durante el tratamiento.
clínica de los pacientes en función de distintos con inmunomoduladores (domperidona, auto-
parámetros diagnósticos y clínico-patológicos. vacuna, citocinas, etc.) pueden considerarse una Tabla 3. Seguimiento postratamiento de los perros enfermos.
buena alternativa, ya que estos pacientes tienen,
El grupo LeishVet ha realizado una clasificación en la mayoría de los casos, un buen pronóstico.
clínica de los pacientes con leishmaniosis en Monitorización
función de: cuadro clínico, alteraciones clínico- Por el contrario, se sabe que los pacientes que del tratamiento
patológicas y resultados de la serología. Se han padecen leishmaniosis con enfermedad renal
establecido cuatro estadios: I, 11, ID y IV (Solano- instaurada son los de peor pronóstico. En gene- Una vez tratados los pacientes con los pro- A partir del segundo año, si el paciente perma-
Gallego et al., 2011) (tabla 2; tabla 3, capítulo4). ral, se deben hacer tratarrúentos sintomáticos y tocolos más adecuados a su situación clínica nece estable, se pueden reducir a dos los con-
monitorizar la enfermedad renal independiente- y parasitológica, es preciso monitorizarlos troles anuales, y después a demanda (cada 6-12
Son necesarios nuevos estudios de eficacia tera- mente de que la etiología sea la leishmaniosis. Lo (tabla 3). El primer año es recomendable hacer meses), en función de la evolución clínica.
péutica que evalúen la respuesta en animales de más recomendable es seguir las instrucciones de un control a los 30 días del tratamiento para
los diferentes estadios con el fin de adaptar 1nejor la IRIS, que establece unas pautas terapéuticas evaluar el impacto orgánico que hayan podi- Sería factible realizar una monitorización de la
los tratarrúentos clásicos y las nuevas alternativas. según la clasificación clínica, basada en distintos do tener los fármacos empleados. Después, es carga parasitaria por PCR cuantitativa mediante
parámetros de funcionalidad renal (creatinina recomendable, el primer año, hacer un control elección de muestras como aspirado de médu-
Quizás donde hay un vacío de información plasmástica y cociente proteína/creatinina en cada cuatro meses que incluya: exploración la ósea o ganglio linfático para poder hacer una
mayor es en el manejo de los pacientes con orina (UPC), fundamentalmente). física, hemograma, perfil bioquímico hepato- evaluación de la eficacia leishmanicida. del trata-
rrenal y proteinograma. Posteriormente, a los miento empleado. No obstante, a día de hoy, se
seis meses, se recomienda realizar una serolo- desconoce el valor que pueda tener esta técnica
, . .
gia cuant1tat1va. en este sentido.

Estadio clínico Tratamiento y pronóstico


Monitorizar sin tratamiento.
Estadio 1 • Tratamiento de corta duración (3-6 meses) que incluye cualquier fármaco
Enfennedad leve anti- Leishmania o inmunomodulador (p.ej.: inmunomoduladores+ alopurinol).
• Pronóstico bueno.
Antimoniato n-metil glucamina 35-50 mg/kg SC/12h 4-6 semanas + alopurinol
Estadio 11 (6-12 meses).
Enfennedad moderada • Miltefosina 2 mg/kg V0/24h 1 mes + alopurinol (=).
• Pronóstico de bueno a reservado.
Alopurinol (=) + tratamiento sintomático.
Estadio 111-IV
• Recomendaciones IRIS.
Enfennedad grave
Pronóstico de reservado a grave.

Tabla 2. Recomendaciones para el tratamiento de la leishmaniosis canina según el estadio clínico establecido y
pronóstico en función de los diferentes estadios de la enfermedad. Modificada de Solano-Gallego et al (2009, 2011).
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Domenico Otranto • Filipe Dantas-Torres

Introducción
La evaluación de la infección por L. infantum en perros
Control individual en la población canina
Estrategias de control disponibles
Aspectos de salud pública
Perspectivas de futuro
Resumen

La leishmaniosis canina está causada por Leishmania infantum con una distribución global que abarca el sur de EuroP.a,
África, Oriente Medio y Lejano Oriente, así como parte del continente americano. Las personas que viven en regiones donde
Prevención
la leishmaniosis canina es endémica se encuentran en riesgo, ya que las condiciones ambientales y climáticas favorecen el
desarrollo de los vectores responsables de la transmisión del parás~o. Por esta razón, la prevención de la enfermedad requiere
un enfoque integral que abarca desde el propio control en los animales, tanto a nivel individual como poblacional, hasta las
acciones orientadas hacia el medio ambiente, donde el vector se perpetúa. En las últimas décadas, se han llevado a caoo
importantes esfuerzos dirigidos al desarrollo de nuevas estrategias efectivas en cuanto al coste-beneficio y eficaces contra
esta enfermedad en las zonas endémicas. La vacunación se considera una de las herramientas más prometedoras P.ara el
Introducción
control de la leishmaniosis canina. En el campo de la inmunología, las investigaciones han evolucionado desde el desarrollo
de vacunas basadas en extractos de lisados crudos del P.arásito hasta la utilización de ADN recornbinante. La leishmaniosis canina es una Ílnportante inrnunodepresoras (p. ej.: VIH/SIDA) que incre-
zoonosis parasitaria producida por Leishmania mentan el potencial zoonótico de la infección.
Aunque el principal objetivo de cualquier vacuna debería ser la estimulación y potenciación de la inmunidad P!Otectora de los infantum y transmitida por vectores, que afecta Por lo tanto, la combinación de factores inhe-
linfocitos T, las vacunas disponibles son principalmente eficaces en la prevención de la enfermedad clínica en lugar de evitar a perros de todos los continentes, salvo Oceanía rentes a la leishmaniosis canina (p. ej.: epide-
la infección protozoaria en sí misma. Actualmente, se han desarrollado vacunas de segunda generación P.ara la leishmaniosis (Baneth et al., 2008 ). Por su potencial gravedad miología, manifestaciones clínicas, diagnóstico
canina, disponibles en Europa yBrasil, con diferentes tasas de eficacia en la disminución de la incidencia de la enfermedad según en los perros y su naturaleza zoonótica, la pre- y tratamiento) y la compleja ecología del vector
los estudios publicados. En Brasil, cuando se detecta la infección en un perro, se le sacrifica, sin que esto tenga un verdadero vención de esta infección no es solo deseable, suponen un reto para el control de esta infec-
impacto en la disminución de la incidencia de la leishmaniosis humana ycanina. Del mismo modo, la fumigación de los hogares sino también una necesidad tanto en sanidad ción. La combinación de diferentes medidas de
con insecticidas para los flebótornos ha tenido muy poco éxito en el control del vector. Diversos compuestos con actividad r~lente animal como en salud pública, sobre todo en el control será un requisito indispensable para
(piretroides) han demostrado ser útiles, además de tener una relación coste-efecto aceptable, para reducir el riesgo de transmisión sur de Europa, África, Oriente Medio, Lejano reducir el riesgo de infección por L. infantum
de la infección J)CX' L infantumentre poblaciones caninas, tanto en su aplicación en forma de pipeta (sP:Q.t-on) como en collar. Sin Oriente y América Central y del Sur (Chappuis (Dantas-Torres et al., 2012).
embargo, los complejos mecanismos de transmisión de este parásito hacen que el control de la leishmaniosis canina constituya
et al., 2007). La infección en un hospedador
un verdadero desafío, por lo que una de las estrategias más ex~osas P.ara el control de la enfermedad será el uso combinado de
receptivo se produce a través de la picadura de La prevención y el control deben dirigirse a
vacunas de nueva generación yreP,elentes, lo que reducirá el ri~o de infección P.ara el ser humano.
artrópodos del género Phlebotomus (en el Viejo la reducción del riesgo de infección a nivel
Mundo) y Lutzomyia (en América) (Maroli individual, mientras que a nivel poblacional se
Summary et al., 2013), y el manejo de esta enfermedad centrará en reducir la prevalencia e inciden-
es extremadamente complejo (Otranto et al., cia de la infección. Las medidas específicas que
2010; Dantas-Torres et al., 2012). Es por ello deben ponerse en práctica en el individuo y
Canine leishmaniosis by Leishmania infantum is worldwide diffused in southern Europe, Africa, Middle and Far Eastern countries
and in the Americas. Where canine leishmaniosis is endemic and environmental and climatic cond~ions favourthe develoP.ment que la prevención requiere de un enfoque inte- en la población deben basarse siempre en las
of the vectors, human beings are at risk of infection. Far this reason, the prevention of the disease requires a holistic apP,roach gral tanto en el perro (a nivel individual y en recomendaciones veterinarias y en las priori-
spanning from on-animals control (at individual and population level) to actions oriented to the environment, where the vectors grupos poblacionales) como en el ambiente en dades que las autoridades de la salud pública
perpetuate. Overthe last decades, considerable efforts have been directed towards developing novel and cost-effective strategies el que los vectores se perpetúan. Sin embargo, tengan en cada país. En cualquier caso, antes
against this disease in endemic areas. Vaccination is considered among the most prornising tool for controlling canine leish- la introducción y difusión de la enfermedad por de adoptar o recomendar cualquier estrategia
maniosis. In this field, researches evolved from the vaccination with crude lysates and native P.arasites extracts to recombinant L. infantum en territorios libres de infección de prevención y control, se deben considerar
and DNA approach. Although the main goal of vaccines should be to enhancing a protective T-cell immun~, those available are (regiones no endémicas) (Maroli et al., 2008; muchos aspectos, que incluyen la prevalencia
primarily effective to prevent clinical illness instead of the protozoal infection by itself. Second-generation vaccines far canine Petersen y Ban; 2009; Otranto et al., 2009a) de la infección en la población canina donde
leishmaniosis are cornmercial~ available in Europe and Brazil, w~h different efficacy rates in reducingthe incidence of the disease sugieren que las actuales estrategias de control se vaya a aplicar dicha estrategia y el coste-
in field studies. Dog culling is currently practiced in Brazil w~h no imP.act on the incidence of human and canine leishmaniosis. no son suficientes para frenar su diseminación. beneficio de la medida en relación con las posi-
Similarly, the use of insecticide house spraying against phlebotomine sand flies has been largely unsuccessful. ReP.ellent com- Estas circunstancias complican la prevención bilidades económicas de cada propietario y de
pounds (pyrethroids) showed to be useful and cost-effective to reduce the risk of L infantum infection in dog pDP.Ulations e~her de la infección, ya que se presentan diferentes los recursos públicos disponibles. Por ejemplo,
applied as spot-on or impregnated collars. However, dueto the complexities involved in the transmission of L. infantum, the control escenarios epidemiológicos, que incluyen zonas en los países donde la leishmaniosis canina
of canine leishmaniosis has prmen challenging and a combined use of new generation vaccines blocking the infection and of
endémicas o de riesgo. Además, en las perso- representa una causa importante de morbili-
reP,ellents will likely r~resent the most successful strategy to control the disease and to reduce the risk of infection in humans.
nas deben considerarse nuevas circunstancias dad y mortalidad en las personas (p. ej.: Brasil,
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA •


India), las autoridades sanitarias deberían hacer de las pruebas diagnósticas serológicas y para- prueba empleada, siendo la técnica de la PCR en la población. En efecto, si estos perros no son
el esfuerzo de controlar la infección mediante la sitológicas (Miró et al., 2008). Por ejemplo, la que obtuvó resultados más elevados, seguida tratados adecuadamente con productos repelen-
distribución de productos con actividad repe- la serología puede no ser un buen indicador por el ELISA, IFI y las pruebas rápidas basadas tes para reducir el contacto con los flebótomos
lente (p. ej.: collares impregnados con sustan- de infección, ya que algunos animales pueden en la técnica de inmunocromatografía (Otranto durante la época del año en la que están presen-
cias repelentes para el vector) y la realización experimentar una seroconversión en un lapso et al., 2009c). Estos resultados sugieren que se tes (desde principios de junio hasta principios
anual de campañas de vacunación. de tiempo variable, de 3 1neses a 7 años (Baneth, deben utilizar diferentes enfoques en el diagnós- de octubre), pueden infectarse y actuar como
2006). Por otro lado, los perros con infección tico de la infección por L. infantum en perros reservorios de L. infantum (Tarailo et al., 2010).
subclínica pueden también permanecer serone- con infección subclínica. En estas condiciones, en zonas localizadas puede
La evaluación gativos como consecuencia de una adecuada incrementarse la incidencia de la infección, afec-
respuesta inmunitaria (Barbieri, 2006). tando hasta un 35,3 % de los perros expuestos
de la infección por
Control individual a las picaduras de los flebótomos en un sola
L. infantum en perros Se han desarrollado nuevas pruebas serológicas estación (Otranto et al., 2013).
en la población canina
para su uso a nivel clínico que, aunque pueden
La correcta evaluación del estado de infección en no ser muy sensibles en la detección de perros El control de la infección por L. infantum A nivel individual, los perros con leishmaniosis
el perro es fundamental para una mejor defini- con infección subclínica, presentan una bue- debe orientarse tanto a nivel individual como clínica deben tratarse con fármacos anti-Leish-
ción de las acciones que deben realizarse, tanto a na capacidad de detección de los perros enfer- poblacional. No obstante, las estrategias que se mania (p. ej.: la combinación de antimoniato
nivel individual como de población. Por ejemplo, mos y, por lo tanto, son útiles para identificar adopten o recomienden para cada perro pueden de meglumina más alopurinol), lo que puede
es importante que los perros infectados se iden- los perros que pueden transmitir la infección ser diferentes de las que se apliquen a nivel de promover la curación clínica y reducir la carga
tifiquen tan pronto como sea posible, inicián- con mayor probabilidad en zonas endémicas población. Por ejemplo, muchos otros animales parasitaria. En efecto, está reconocido que el
dose el tratamiento en las primeras etapas de la (Grimaldi et al., 2012). domésticos (p. ej.: gatos) y salvajes (p. ej.: zorros tratamiento de los perros que sufren leishma-
enfermedad, además de monitorizar la eficacia -Vulpes vulpes- y zorros cangrejeros -Cerdocyon niosis reduce la carga parasitaria y, en conse-
de las medidas de control. A su vez, esto también Entre las pruebas parasitológicas directas, el thous-) pueden actuar como fuente de infección cuencia, disminuye la infectividad del vector
ayudará a reducir el riesgo de transmisión de la examen microscópico de frotis (por ejemplo, de para el vector (Dipineto et al., 2007; Beck et (Oliva et al., 2010; Miró et al., 2011a; Silva et
infección a otros perros por acción del flebótomo. ganglios linfáticos y médula ósea) es un método al., 2008). A pesar de que su papel como hos- al., 2012). Un estudio reciente evaluó la eficacia
En zonas endémicas, existe una elevada propor- sencillo, pero presenta una baja sensibilidad, par- pedadores primarios o secundarios de la infec- de una formulación liposomada de antimonia-
ción de infecciones subclínicas en perros (Dantas- ticularmente en perros subclínicos, y no es fiable ción aún no está. del todo aclarado (Quinnell y to de meglumina en combinación con alopu-
Torres et al., 2006) y en personas (C.Osta et al., para la detección a gran escala en zonas endémi- Courtenay, 2009), su presencia también se ha de rinol en perros 1nestizos infectados de forma
2002). Aunque diversos estudios han presentado cas (Otranto et al., 2009b). Otras herramientas tener en cuenta a la hora de realizar una planifi- natural por L. infantum (Silva et al., 2012).
resultados controvertidos respecto a la infectivi- desarrolladas son las técnicas moleculares capa- cación de cualquier programa de control de esta Esta combinación de fármacos promueve tan-
dad de perros sanos frente a enfermos, los perros ces de detectar el ADN de L. infantum en perros infección a nivel de población. Es importante to una mejoría clínica de los perros como la
infectados clínicamente sanos (seropositivos) pue- (Otranto et al., 2009b; Paiva-Cavalcanti et al., destacar que los perros cailejeros también pue- reducción significativa de la carga parasitaria
den actuar finalmente como fuente de infección 2009), pero sus elevados costes siguen siendo den desempeñar un papel en el mantenimien- en médula ósea y bazo. Por otra parte, tanto
para el vector, por lo general en menor medida la principal dificultad a la hora de utilizarlos en to de la infección en áreas endémicas y, con el el xenodiagnóstico como la cuantificación del
que los perros que presentan leishmaniosis clínica campañas de control a gran escala, en particular tiempo, incluso incrementar el riesgo de trans- parásito en la piel mediante PCR en tiempo
(Molina et al., 1994; Michalsky et al., 2007). Por en países en vías de desarrollo. misión de la infección por L. infantum entre real, indicaron que la combinación de dichos
lo tanto, una correcta identificación de los perros los animales de compañía y las personas. En fármacos es eficaz para bloquear la transmisión
infectados subclínicos puede ser importante para Un estudio en el que se evaluó la mejor prueba algunos países europeos, la existencia de perre- al vector (Silva et al., 2012). Esto significa que el
el establecimiento de programas de control exi- para el diagnóstico de L. infantum en perros ras municipales donde los perros callejeros se tratamiento de perros con leishmaniosis clínica
tosos a nivel poblacional con infección subclínica de zonas endémicas en mantienen durante toda su vida puede repre- puede contribuir al control de la enfermedad a
el sur de Italia mostró la dificultad de proponer sentar un obstáculo importante para el control nivel local, incluso aunque nunca se haya eva-
El diagnóstico correcto de estos perros con un esquema diagnóstico eficaz. En este estudio, de esta infección. En presencia del vector, los luado la eficacia de la aplicación generalizada
infección subclínica por L. infantum supone un los resultados de la incidencia anual de la infec- perros de estas comunidades pueden ayudar a de un tratamiento en perros infectados a nivel
problema debido a las limitaciones inherentes ción por L. infantum variaron en función de la mantener el grado de incidencia de la infección poblacional para el control de la leishmaniosis.
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Estrategias de control puede recomendarse para reducir el contacto
entre perro y flebótomo durante la temporada
disponibles
de transmisión.
Como en cualquier enfermedad transmitida por

vectores, el control de la leishmaniosis canina
no es una tarea sencilla, debido a la comple- Control de los vectores
jidad de los ciclos de transmisión del parásito Una de las mayores dificultades en el control
Leishmania. Por ejemplo, el control ambiental de la infección es su compleja epidemiología,
del vector se complica por el hecho de que las que implica la participación del vector, cuya
fases inmaduras se encuentran en sustratos sóli- biología y ecología hace que su control sea
dos como excrementos de animales y suelo. El prácticamente imposible. Por consiguiente, el
microhábitat de las larvas y pupas es muy varia- uso de repelentes e insecticidas para disminuir
ble y puede incluir raíces de árboles, madri- la exposición de los perros y las personas a la
gueras de anünales, grietas y fisuras, follaje en picadura del vector se ha convertido en el méto-
descomposición y agujeros de árboles, entre do más eficaz para reducir el riesgo de infección
otros (Maroli et al., 2013). De ahí que la apli- por L. infantum (Alexander y Maroli, 2003;
cación de medidas de control cuando el vector Reithinger et al., 2004; Otranto y Wall, 2007).
se encuentra en fases inmaduras sea inviable. El N o obstante, ta.mbién se han empleado medidas Figura 1. (a) Trampas pegajosas y (b) trampas de luz utilizadas para monitorizar la composición y densidad de
control de los estadios adultos mediante la pul- de control destinadas a reducir las poblaciones población de las especies de flebótomos bajo condiciones de campo.
verización de los hogares con insecticidas se ha de Phlebotomus en el ambiente (por ejemplo, la
recomendado en situaciones específicas, como pulverización con insecticidas de casas y refu-
por ejemplo, en brotes de leishmaniosis visceral gios para animales). En las siguientes secciones inviable la aplicación de insecticidas en deter- la preocupación por los peligros y consecuen-
humana (Alexander y Maroli, 2003). Desde un se describen las herramientas para el control del minadas situaciones, como entornos boscosos cias ambientales y de salud que lleva asociado el
punto de vista. logístico, la utilización a gran vector disponibles que pueden recomendarse en y grandes áreas urbanas. empleo de compuestos organoclorados y otros
escala de insecticidas en el medio ambiente pue- diferentes escenarios epidemiológicos. grupos químicos (p. ej.: organofosforados y
de no ser factible a largo plazo. La aplicación de insecticidas en las paredes y carbamatos) ha limitado progresivamente su
CONTROL AMBIENTAL techos de la viviendas (rociado residual intrado- utilización (Rogan y Chen, 2005). Estos com-
Básicamente, el control de la leishmaniosis El control del vector en el medio ambiente miciliario - IRS-) y en los refugios de animales puestos activos se han sustituido por piretroides
canina debe llevarse a cabo mediante el uso de debe incluir tanto la utilización de sustancias (p. ej.: gallineros y corrales) ha demostrado ser sintéticos (p. ej.: a -cipermetrina, cipermetrina,
aquellas herramientas disponibles en la actua- de naturaleza química como otro tipo de enfo- eficaz en la reducción de la población del vector deltametrina y A.-cihalotrina), que actualmen-
lidad, como vacunas, inmunoterapia, aplica- ques. La aplicación de insecticidas pueden tener (Alexander y Maroli, 2003). Históricamente, te se utilizan por las autoridades sanitarias en
ción de productos repelentes y el tratamiento un efecto momentáneo, pero casi nunca podrá el IRS se utilizaba principalmente en los pro- diversos países endémicos.
de los animales enfermos. Cada una de estas mantenerse a largo plazo debido a razones gramas de control de la malaria, pero su efec-
medidas presenta ventajas y desventajas, pero técnicas y económicas. Por ejemplo, en áreas to concomitante sobre Phlebotomus indicó su Una de las principales limitaciones en el empleo
su uso combinado puede reducir considerable- endémicas, pueden estar implicadas diferentes utilidad potencial para el control de la leishma- de insecticidas en amplias regiones para el con-
mente el riesgo de infección y el desarrollo de especies de Phlebotomus en la trasmisión del niosis. Por ejemplo, en la década de los 40 del trol del vector se basa en el hecho de que sus
la enfermedad. Otras medidas, como el sacri- parásito, y puede variar ampliamente la ecolo- siglo pasado, se empleó IRS con DDT con éxito lugares de descanso y cría natural son difíciles
ficio masivo de perros infectados adoptada en gía y el comportamiento de cada vector (Maroli en Italia contra la malaria, con un considerable de localizar y muchas veces no se puede acceder
Brasil, no han tenido ningún éxito (Dantas- et al., 20 13). Actualmente, los productos insec- efecto negativo en la incidencia de leishmaniosis a ellos mediante procedimientos de fumigación
Torres et al., 20 12 ). Es importante destacar ticidas, si los comparamos con los productos en las mismas áreas (O::>rradetti, 19 54). En algu- (Alexander y Maroli, 2003). Sin embargo, el
que el uso de medidas de protección adiciona- que antiguamente se utilizaban (p. ej.: diclo- nos casos, el IRS se ha utilizado para el control IRS puede ser útil en determinadas situaciones,
les (p. ej.: mantener al perro en el interior de la rodifeniltricloroetano - D DT-), se caracterizan de vectores en Brasil, Paraguay, Marruecos, por ejemplo cuando la densidad del vector es
casa entre el atardecer y el amanecer) también porque su efecto residual es mínimo. Además es Siria e Irán (Maroli et al., 2010). Sin embargo, elevada en las inmediaciones o en las propias
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viviendas humanas, particularmente en áreas flebótomos), los piretroides sintéticos se con- Compuesto Duración
Presentación País Eficacia Referencia
urbanas. De la misma manera, los gallineros, sideran los productos más activos disponibles farmacológico del estudio
corrales y refugios para perros pueden repre- en la actualidad para la prevención de las lmidacloprid (10 %) 89 % *
Pipeta (spot-on) Italia 12 meses Otranto et al., 2007
sentar un "señuelo natural" para muchas espe- enfermedades transmitidas por vectores en el y permetñna (50 %) 90,3 % **

cies de Phlebotomus en zonas endémicas de perro, incluida la leishmaniosis (tabla 1). Su Permetrina (65 %) Pipeta (spot-on) Brasil 4 meses 50% Giffoni et al., 2002
leishmaniosis (Tarailo et al., 2011; Costa et al., modo de acción se podría resumir en un efec- 2 temporadas
Permetrina (65 %) Pipeta (spot-on) Italia 84% Ferrogl io et al., 2008
2013), por lo que son uno de los principales to tóxico e irritante poco después de que el de transmisión
objetivos que deben controlarse. En cualquier vector se encuentre sobre el perro tratado. La 2 temporadas
Deltametrina (4 %) Collar Italia 84% Ferrogl io et al., 2008
caso, es fundamental considerar la información consecuencia final de la combinación de tales de transmisión
sobre la dinámica de las poblaciones del vector efectos nocivos para el vector es la desorienta.- lmidacloprid (10 %)
Pipeta (spot-on) Italia 24 meses 100% Otranto et al., 2010
para optimizar el calendario y la modalidad de ción del insecto, el abandono del hospedador y permetñna (50 %)
aplicación de los insecticidas. y, finalmente, la muerte del mismo, incluso 2 temporadas
Deltametrina ( 4 %) Collar Italia 50-86 % Maroli et al., 2001
antes de que pueda ingerir sangre del hospeda- de t ransmisión

Por último, pero no menos importante, deben dor. De este modo, se impide la transmisión de Deltametrina (4 %) Collar Italia
2 temporadas
51 %
Foglia Manzillo et al.,
de t ransmisión 2006
eliminarse los microambientes favorables para la infección en los animales tratados. La acción
el desarrollo del vector (p. ej.: fisuras y grietas irritante de los piretroides contra los insectos 2 temporadas
Deltametrina (4 %) Collar Túnez 100% Aoun et al., 2008
de t ransmisión
de paredes, suelos húmedos de zonas som- (fenómeno conocido como hot-foot effect o de
Deltametrina (4 %) Collar Irán 6 meses 54 % *** Gavgan i et al., 2002b
brías) para evitar el crecimiento de las formas repelencia) y su baja toxicidad para el perro,
inmaduras. combinadas con su eficacia como insecticida Deltametrina ( 4 %) Collar Brasil 12 meses 50% Reithinger et al., 2004
y con una buena actividad residual, hacen que lmidacloprid (10 %)
Collar Italia 24 meses 100% Otranto et al., 2013
CONTROLEN EL HOSPEDADOR sea un producto con excelentes características
El uso de sustancias repelentes en el perro se para el control del vector. De hecho, el efecto • Perros tratados una vez al mes.
ha convertido en la herramienta. más impor- de las formulaciones en forma de pipeta (spot- •• Perros tratados dos veces al mes.
.... Estimación (ODD = odds ratio) de la reducción en la seroconversión del perro durante una temporada de transmisión.
tante para la prevención de la infección por on) y de collares que contienen piretroides sin-
L. infantum. Por su efecto repelente frente a téticos pueden durar de uno hasta ocho meses, Tabla 1. Eficacia de los piretroides en estudios de campo para prevenir la infección por L. infantum con diferentes
varios parásitos (p. ej.: garrapatas, pulgas y respectivamente (Killick-Kendrick, 1999; metodol~as y poblaciones caninas en áreas endémicas. Adaptado de Otranto y Dantas-Torres (2013).
Otranto et al., 20 10; Otranto et al., 2013).

Las licencias otorgadas para la utilización de con un sistema de matriz de liberación lenta Se ha evaluado la eficacia de varios repelentes
piretroides en diferentes presentaciones son en incrementa el periodo de eficacia de la com- frente a Phlebotomus en condiciones de labo-
forma de collares (bandas protectoras de libe- binación de imidacloprid (10 %) y de flume- ratorio y de campo con resultados alentadores.
ración lenta), pipetas spot-on y pulverizadores trina (4,5 %) frente a Phlebotomus (Stanneck Por ejemplo, el efecto insecticida de la deltame-
(tabla 1 ). Las formulaciones en pipeta (spot-on) et al., 20 12a y 20126). El efecto sinérgico del trina y la permetrina, solas o en combinación
requieren por lo general algunos días hasta que imidacloprid (insecticida nicotinoide) en las con otros insecticidas (p. ej.: imidacloprid), se
la actividad insecticida se extiende por toda la formulaciones spot-on potencia las propieda- puso a prueba experimentalmente frente a dife-
capa córnea del animal. Por esta razón, se reco- des de los piretroides, como la permetrina, lo rentes especies de Phlebotomus y Lutzomyia
mienda efectuar el primer tratamiento un mes que se traduce en un fuerte efecto repelente (P perniciosus, L. longipalpis, L. migonei, y L.
antes del periodo de actuación del vector con contra Phlebotomus papatasi y Phlebotomus intermedia), evaluando el número de artrópo-
el fin de lograr el máximo nivel de protección perniciosus durante 3-4 semanas (Mencke et al., dos hembras no alimentadas y recogidas poco
(Otranto et al., 2010). Por el contrario, los aero- 2003; Miró et al., 2007). La misma sinergia se después del contacto con un animal tratado y su
soles tienen un efecto inmediato, pero también ha demostrado recientemente en la asociación muerte en las primeras 24 horas desde la expo-
Figura 2. Perro con un coitar impregnado con piretroides una menor duración de la activida.d residual. En entre el imidacloprid y la flumetrina formulada sición (H albig et al., 2000; David et al., 200 1;
usado para la prevención de L. infantum. un estudio reciente se ha descrito que un collar en collar (Stanneck et al., 2012a). Reithinger et al., 2001; Mencke et al., 2003;
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Molina et al., 2006; Miró et al., 2007). Los de leishmaniosis, mientras que la incidencia Vacunase Las vacunas de segunda generación preparadas
estudios de laboratorio muestran unos buenos bruta anual de infección fue del 35,3 % en inmunoestimulantes con parásitos enteros procedentes de cultivos o
resultados, con un efecto de no alimentación los animales control no tratados (Otranto et En las últimas décadas, se han llevado a cabo bien con sus productos de excreción-secreción
por parte de las hembras de flebótomo que osci- al., 2013 ). esfuerzos considerables para seleccionar los (ES) se han probado en condiciones de campo
la entre el 84 % y el 96 %, y con una actividad posibles antígenos de Leishmania como candi- y, en los últimos años, ya se ha podido dispo-
insecticida próxima al 100 % en las pocas hem- Todas las formulaciones mencionadas ante- datos vacunales (tabla 2), así como los mejores ner de ellas. Por ejemplo, se ha comercializado
bras de flebótomo que pudieron alimentarse. riormente no mostraron efectos adversos adyuvantes para tales vacunas (Palatnik-de- una vacuna preparada con una glucoproteína
Estos resultados han fomentado diversos estu- importantes en los perros tratados, descri- Sousa, 2008). De hecho, el desarrollo de una conocida. como "ligando de fructosa-manosa"
dios de campo en Sudamérica y Europa con la biéndose solamente alguna reacción local y adecuada respuesta inmunitaria celular va a (FML) de Leishmania donovani para su uso
finalidad de encontrar un producto eficaz para temporal de forma inusual (picor y eritema depender en muchos casos del tipo de adyu- en Brasil (Borja-Cabrera et al., 2002; Nogueira
proteger a los perros y, en consecuencia, reducir en el sitio de aplicación del producto) en razas vante seleccionado para la vacuna, además et al., 2005). Los estudios de campo realizados
la carga global de infección en áreas endémicas. con piel fina y delicada (Maroli et al., 2001; del estudio de las combinaciones de diferentes revelan que esta vacuna presenta un 80 % de
Stanneck et al., 2012a, 20126). Sin embargo, antígenos realizados en diferentes estudios de eficacia en Brasil (Silva et al., 2001; Nogueira
Los primeros intentos para prevenir la leish- la correcta aplicación del producto, la fre- laboratorio y ensayos de campo. Por ejemplo, et al., 2005; Palatnik-de-Sousa et al., 2008). Sin
maniosis canina con insecticidas en perros se cuencia de reaplicación y el cumplimiento de las vacunas inactivadas han sido preparadas embargo, se han detectado varios problemas
realizaron en China a base de tratamientos las indicaciones veterinarias por parte del pro- con promastigotes de Leishmania braziliensis asociados con el uso de la misma (p. ej.: dificul-
con baños medicados con deltametrina a gran pietario son cruciales para asegurar un alto fragmentados o con Leishmania majar inacti- tad para diferenciar mediante técnicas serológi-
escala (Xiong et al., 1994 ). Más tarde, el uso nivel de protección contra la enfermedad. vada mediante autoclave y adsorbida en alum- cas los animales vacunados de los perros infec-
de piretroides con propiedades repelentes en bre, utilizando el bacilo de Calmette-Guerin tados de forma natural). Estudios posteriores
collares impregnados (Reithinger et al., 2004) A partir de los conocimientos actuales, la utili- (BCG) como adyuvante (Mayrink et al., 1996; han revelado que esta vacuna podría utilizarse
y formulaciones spot-on (Otranto et al., 201 O) zación de insecticidas tópicos en las poblaciones Mohebali et al., 2004; Giunchetti et al., 2007). como inmunoterapia en la leishmaniosis cani-
demostró ser un enfoque más apropiado para caninas es la siguiente frontera en la reducción La primera vacuna mostró un buen nivel de na (Borja-Cabrera et al., 2010). La. vacunación
reducir el riesgo de infección por L. infantum de la transmisión de la infección tanto en los protección (90 % de protección en los perros en perros se relacionó con la disminución de
en perros de zonas endémicas. Los collares perros como en las personas (Maroli et al., vacunados), tras la inoculación IV de L. infan- la incidencia de infección por L. infantum en
impregnados con deltametrina se han utili- 2001; Gavgani et al., 20026; Otranto et al., tum (Mayrink et al., 1996). La segunda vacu- los perros y personas de una zona endémica
zado para reducir la tasa de picadura de los 2007; Otranto et al., 2013). En partícula¡; los na mostró una reducción del 69 % en la tasa (Palatnik-de-Sousa et al., 2009). Análogamente,
flebótomos en el sur de Europa (Maroli et al., collares impregnados de liberación lenta serían de seroconversión de los perros vacunados en otra investigación demostró que ninguno de los
2001; Killick-Kendrick et al., 1997), presen- de gran ayuda para controlar la enfermedad comparación con los controles (Mohebali et 30 perros vacunados, expuestos a la infección
tando tasas de protección (según la serocon- en zonas endémicas, incluso en regiones donde al., 2004). natural por L. infantum en una zona endémica
versión) del 50 al 86 % en dos estaciones con- los flebótomos están presentes todo el año, con
secutivas de transmisión (Maroli et al., 2001). solo dos recambios anuales del producto.
Una combinación de imidacloprid (10 %) y Composición antigénica de la vacuna Eficacia/protección Referencia
permetrina (50 %) desarrollada en una for- Sin duda alguna, también es imprescindible el
Antígeno FML de L. donovani y QS21
mulación spot-on ha demostrado ser capaz de tratamiento con repelentes de todos los perros 76-80 %/92-95 % Palatnik-de-Sousa et al., 2008
y saponinas desaciladas de Qui/faja saponaria
reducir la infección por L. infantum en perre- infectados con L. infantum, incluyendo indivi-
Proteína de excreción de 54 kDa
ras, con unas tasas de protección que alcanzan duos subclínicos y con signos manifiestos de 20,8 %/43-90 % Lemesre et al., 2007
de L. infantum (LiESP) y QA-21 *
el 100 % de los animales jóvenes tratados con enfermedad, tratados o no con fármacos anti-
un intervalo de tres semanas (Otranto et al., Leishmania. Estos animales deberán estar pro- Proteína recombinante A2 y saponina 42,9 %/42,9 % Fernandes et al., 2008
2010). Recientemente, una combinación de tegidos contra las picaduras de los flebótomos • La fase 111 de los ensayos no ha sido publicada todavía en la literatura cientffica internacional.
imidacloprid (10 %) y flumetrina (4,5 %) pre- para reducir el riesgo de reinfección e interrum-
vino la infección en perros jóvenes antes de su pir la transmisión de la infección por L. infan- Tabla 2. Eficacia y protección de las vacunas autorizadas actualmente para prevenir la infección por L infantum en
primera exposición en un área hiperendémica tum a otros hospedadores receptivos. perros. Adaptado de Otrantoy Dantas-Torres (2013).
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de Brasil, tenía la capacidad de infectar al vector infección y la progresión de la enfermedad en El tratamiento de perros de antimoniato de meglumina combinada con
L. longipalpis, tal y como se demostró median- los perros vacunados (Gradoni et al., 2005). infectados alopurinol en el tratamiento de perros infecta-
te evaluación por xenodiagnóstico (Amorim Otra vacuna recombinante basada en un plás- El enfoque terapéutico de los perros con leish- dos de forma natural por L. infantum en Brasil
et al., 2010). En el mismo estudio, dos perros mido portador de un gen para la expresión del maniosis clínica se ha centrado en incrementar (Silva et al., 2012 ). Esta.combinación de fárma-
enfermos del grupo de los no vacunados fueron antígeno LACK (ADN -LACK) se utilizó sola la esperanza de vida del animal y en mejorar su cos promovió la mejoría clínica y la reducción
infectantes para el vector. Sin embargo, a pesar (grupo 1) o seguida de la inoculación de una calidad de vida. El tratamiento de la enfermedad de la carga parasitaria en los días 140 y 200
del desarrollo de estas vacunas, el Ministerio de vacuna de un virus recombinante (que con- ha evolucionado considerablemente en las últimas del estudio.
Salud de Brasil no ha adoptado su utilización tenía el mismo gen) como refuerzo (grupo 2 ), décadas y se han establecido nuevos protocolos ya
como medida de control, aunque los veterina- mostrando una protección del 60 % después disponibles para su uso clínico. Estos protocolos N o se detectó ningún resultado positivo por
rios han recomendado la utilización de la vacu- de 17 meses de seguimiento (Ramiro et al., pueden promover la curación clínica y disminuir PC R en tiempo real en muestras hepáticas de
na a nivel individual. 2003). Por otra parte, las vacunas de cuarta la carga parasitaria, de modo que se reduce la los perros tratados. Cabe destacar que tanto el
generación basadas en preparados con protei- infectividad de los perros (Solano-Gallego et al., xenodiagnóstico como la PC R en tiempo real
Otra vacuna utilizada es la que contiene antí- nasas de cisteína de L. infantum (tipo I y 11) y 2011; Dantas-Torres et al., 2012 ). Por ejemplo, en muestras de piel confirman que la combina-
geno compuesto por ES purificado obtenido a ADN protegen de la infección tras 12 meses un estudio evaluó la infectividad de P. perniciosus ción de estos fármacos bloquea la transmisión
partir de los sobrenadantes de cultivos de pro- (Rafati et al., 2005), mientras que otra vacuna, tras estar en contacto con perros enfermos infec- al vector (Silva et al., 2012 ).
mastigotes de L. infantum (LiESAp) y Quillaja esta vez multiantigénica con ADN plasmídico tados por L infantum después de la aplicación en
saponaria (QA21), este último como adyuvante. que codifica cuatro proteínas, no protege de estos de tres ciclos de antimoniato de meglumina De manera global, estos estudios indican clara-
Recientemente, se ha aprobado en Europa la la infección (Rodríguez-Cortés et al., 2007b). (Gradoni et al., 1987). Se describió una reducción mente los beneficios del tratamiento de los perros
licencia para su distribución y comercializa- en la tasa de infección de los vectores durante 4-5 enfermos en zonas endémicas. Las recomendacio-
ción, mostrando una buena protección frente Es importante destacar que el tiempo de segui- meses después de la aplicación del primer trata- nes específicas del tratamiento no son el objetivo
a la aparición de signos clínicos (Lemesre et al., miento en los ensayos de fase ID debe ser lo miento, lo que defiende el uso de los fármacos del presente capítulo (ver capítulo 8).
2007). En Francia se obtuvo una elevada eficacia suficientemente amplio para registrar cualquier antimoniales para reducir el riesgo de transmisión
(92 %) en condiciones de campo, aunque estos alteración clínica. y de laboratorio en los perros de L. infantum. Un estudio similai; más reciente,
datos deben interpretarse con cautela, ya que se infectados, considerando el largo periodo de incu- evaluó el grado de transmisión del parásito de Sacrificio de perros en masa
observó una baja tasa de infección en el grupo bación y la variabilidad de la infección por L. perros enfermos infectados por L. infantum a P. La primera propuesta para el control de la leish-
de perros no vacunados (tabla 2 ) (Lemesre et infantum. Por otra parte, la elección de las mues- perniciosus, después del estudio de tres diferentes maniosis basada en la eliminación de perros se
al., 2007). Serán necesarios nuevos estudios de tras de tejidos sobre las que se realizará la moni- posibles pautas de tratamiento: combinación de hizo en Palestina (Costa, 2011). En ese momen-
campo a gran escala para evaluar si esta vacuna torización del estado de la infección del animal es antimoniato de meglumina más alopurinol, uti- to, los intentos de tratar a los perros infectados
contribuirá al control de la leishmaniosis cani- también crucial, además de la utilización de las lización exclusiva de antimoniato de meglumina con antimonio pentavalente o diamidina aromá-
na en Europa. Lo mis1no puede decirse de otra diferentes técnicas de diagnóstico de la infección. o bien solo alopurinol (Miró et al., 201 l a ). Los tica no tuvieron éxito y se sugirió como alter-
vacuna que utiliza el antígeno recombinante A2 resultados del estudio determinaron una signi- nativa viable el transporte de los perros a otro
de amastigotes de Leishmania combinado con Por último, se ha demostrado que el uso de ficativa baja infectividad de los perros después lugar o su sacrificio (Adler y T chernomoretz,
una saponina como adyuvante (Fernandes et la domperidona (antagonista. de los receptores del tratamiento con los tres protocolos probados. 1946). Esto incitó a las autoridades de salud
al., 2008). Esta. vacuna ha sido autorizada en dopa1ninérgicos D2 ) reduce los signos clínicos y Una vez más, en función de los resultados, los pública de otras zonas endémicas a adoptar
Brasil y se está utilizando, incluso en ausencia los títulos de anticuerpos (Gómez-Ochoa et al., autores proponen el uso de alopurinol después de también la eliminación de los perros como medi-
de ensayos de campo publicados que evalúen su 2009). Un estudio reciente llevado a cabo en un un curso de tratamiento con fármacos leishmani- da de control (Costa, 2011). En la década de los
eficacia y seguridad. número limitado de perros en España ha suge- cidas para mantener a los perros no infectantes, años 50, se establecieron dos programas para el
rido que la domperidona podría ser útil como especialmente durante la época de transmisión control de la leishmaniosis visceral en China y
Se han valorado otras vacunas candidatas con fármaco de prevención de la aparición de signos de la enfermedad (desde finales de mayo hasta en las repúblicas de Asia Central, entonces bajo
resultados menos prometedores. Por ejemplo, clínicos en perros que viven en zonas endémicas principios de octubre en el sur de Europa). las directrices de la Unión Soviética. Es impor-
una vacuna de subunidades recombinantes (Llinás et al., 2011 ). Además, se ha aprobado tante destacar que estas iniciativas se llevaron a
de Leishmania, basada en la expresión de la su uso como preventivo para la leishmaniosis Otra investigación reciente evaluó la eficacia cabo bajos los auspicios del régimen socialista y
poliproteína (Leish-111), no pudo prevenir la canina en algunos países europeos. de una innovadora formulación liposo1nada apoyadas por el estado centralizado como parte
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA •


de la doctrina revolucionaria socialista (Costa, anual (Wang et al., 2008). Este hecho sugiere eliminando a los perros, otros hospedadores Aspectos de salud
2011 ). Concretamente, en China, se hizo un que la enfermedad no se erradicó y que el efecto (p. ej.: marsupiales y roedores), incluidas las
pública
gran esfuerzo para controlar la enfermedad en del sacrificio de perros fue, si cabe, un resultado propias personas (Costa et al., 2002), pueden
,
la década de los años 50, incluyendo medidas momentaneo. participar en la dinámica de transmisión de Se considera a los perros los principales reservo-
tales como el tratamiento masivo de pacientes la leishmaniosis visceral zoonótica en Brasil. rios domésticos de la infección por L. infantum
humanos, el control ambiental del vector con En Brasil, el control de esta enfermedad desde Además, la realización de pruebas de cribado en el hombre. Por esta razón, han sido objeto
la utilización de DDT y la eliminación de los hace mucho tiempo se basa en el sacrificio de en poblaciones caninas para la detección de L. de diferentes programas de control en algunos
perros. Es importante destacar que la dinámica los perros con un resultado serológico positivo infantum pueden ser muy inexactas cuando se países, particularmente en Brasil (ver apartado
de la epidemiología y de la transmisión de la (Dantas-Torres et al., 2012). Sin embargo, no hay basan en análisis serológicos, tales como ELISA anterior). En este país, se registran al año un
leishmaniosis visceral en China difiere de los evidencia científica de que esta estrategia (que es e IFI. Durante mucho tiempo, el Ministerio de total de 3.500 casos de leishmaniosis visceral
patrones biológicos observados en otros países diferente a la aplicada en China) pueda reducir Salud de Brasil recomendó la técnica serológi- humana (Dantas-Torres et al., 2012), mientras
como Brasil. Por ejemplo, la enfermedad en las la incidencia de leishmaniosis visceral zoonótica ca IFI (con un punto de corte de 1:40) como que las cifras en Europa son muy diferentes, con
personas está causada por Leishmania dono- (Romero y Boelaert, 2010). Por otra parte, el prueba de cribado, lo que resultó en el sacri- unos 700 casos anuales (Dujardin et al., 2008 ).
vani (de forma mayoritaria en zonas llanas de número de casos de leishmaniosis visceral zoonó- ficio de miles de perros con un resultado fal- Aunque la leishmaniosis canina se considera
las regiones orientales) y L. infantum (concen- tica en personas en Brasil es de 3.500 casos por so positivo (Madeira et al., 2006a; Silva et al., endémica en varios países, principalmente en
tranda en zonas montañosas de Pekín y Gansu) año, colocando a Brasil entre los seis países res- 2011). Actualmente, la técnica serológica IFI América del Sur y en la zona mediterránea, a
responsables de las leishmaniosis antroponótica ponsables del 90 % de los casos mundiales de la está siendo reemplazada por una prueba rápida día de hoy no existe una estimación precisa de
y zoonótica respectivamente (Lu et al., 1994). enfermedad (Alvar et al., 2012). Hay que desta- cuya sensibilidad y especificidad pueden variar su actual distribución y prevalencia.
Como era de esperar, el tratamiento humano car que la estrategia de sacrificio de perros no mucho en función del estado clínico del perro
y la puesta. en funcionamiento de medidas de se ha aceptado en Brasil también por cuestiones (Grimaldi et al., 2012). Además, en lugares don- Teniendo en cuenta los estudios serológicos, se
control del vector tuvo como resultado la inte- éticas (Costa, 2011), pero las autoridades sani- de coexisten diferentes especies, como es el caso ha estimado que solo en el sur de Europa (Italia,
rrupción del contagio en zonas de transmisión tarias brasileñas insisten en recomendar dicha del país brasileño, pueden obtenerse falsos posi- España, Francia y Portugal) existen 2,5 millones
antroponótica, y en 1970 la leishmaniosis se medida, al parecer por razones políticas. Incluso tivos como consecuencia del fenómeno de reac- de perros infectados por L. infantum (Moreno y
convirtió en una enfermedad poco habitual en el Consejo Federal de Medicina Veterinaria en ción cruzada con otras especies de Leishmania Alvai; 2002). De estas cifras se desprende que la
China (Costa, 2011). Incluso en las áreas de Brasil considera que no hay evidencias científicas (p. ej.: L. braziliensis) (Silva et al., 2011). Por existencia de una alta.prevalencia de la infección
transmisión zoonótica, el éxito en el control de que apoyen el tratamiento de la leishmaniosis otra parte, un estudio reciente ha demostrado por L. infantum en los perros del sur de Europa
la enfermedad se atribuyó al tratamiento gene- canina, sin tener en cuenta el elevado número de también el fenómeno de reacciones cruzadas no implica necesariamente una mayor inciden-
ralizado de los pacientes humanos y al uso de evidencias disponibles en la literatura científica con especies de Trypanosoma, que pueden con- cia de la enfermedad en las personas. En gene-
insecticidas para el control vectorial, siendo difí- nacional e internacional (Solano-Gallego et al., fundir al clínico en el diagnóstico de la leish- ral, los casos de leishmaniosis visceral humana
cil de evaluar el efecto real de la eliminación de 2011; Dantas-Torres et al., 2012). maniosis canina en zonas endémicas (Alves et se describen en zonas donde la leishmaniosis
los perros (Costa, 2011). Es importante destacar al., 2012). Otro aspecto importante es la rápida canina es hiperendémica (Acedo Sánchez et al.,
que un gran número de perros se eliminaron Las razones del fracaso de la estrategia de sacri- sustitución de los perros sacrificados por perros 1996; Papadopoulou et al., 2005). Tal vez en
sin que hubiera criterios claramente definidos, y ficio de perros utilizada en Brasil se ha discutido jóvenes, lo que puede aumentar la proporción Brasil, la priorización de las medidas centradas
cualquier perro que se encontrase en las zonas ampliamente en los últimos años (Quinnell y de animales sensibles en la población e incre- en el sacrificio de perros y la no actuación en
endémicas se sacrificó de manera indiscrimina- Courtenay, 2009; Romero y Boelaert, 2010; mentar la transmisión de la infección (Nunes favor de medidas de control del vector pueden
da. A pesar de ello, la transmisión de la leishma- Dantas-Torres et al., 2012). Por ejemplo, otros et al., 2008). En Brasil, los resultados de las haber llevado a la situación actual de incidencia
. . .
/ -
n1os1s entre perros reaparec10 cuatro anos mas
/
animales pueden actuar como reservorio de campañas de sacrificio han sido insatisfactorios de leishmaniosis visceral humana.
tarde (Guan, 1991). Respecto a la época actual, L. infantum en zonas endémicas (Quinnell y, de hecho, se ha observado una tendencia cre-
en 2008 se detectó un brote de leishmaniosis y Courtenay, 2009). De hecho, un estudio ciente en el número de casos humanos de leish- La adopción y el traslado de perros de áreas
visceral humana en una región situada en la reciente confirmó el pape! de las liebres silves- maniosis visceral zoonótica entre 1990-2010 endémicas a regiones no endémicas puede favo-
parte occidental de China. La tasa de incidencia tres como reservorios de la leishmaniosis en (Danta.s-Torres et al., 2012), a pesar del incal- recer la difusión de la enfermedad (Mettler et
de la enfermedad aumentó más de 20 veces en un reciente brote de leishmaniosis visceral en culable número de perros sacrificados durante al., 2005b). Mientras el riesgo de transmisión se
comparación con la tasa de incidencia media Madrid (Molina et al., 2012). Por lo tanto, aun las últimas décadas. señala como bajo en ausencia del vectoi; otras
LEISHMANIOSIS CANINA

LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA •


formas de transmisión como la vía transpla- tanto inmunogénicas como inmunodepreso- poblacional. Sin embargo, antes de planificar en un 54 % y de los niños en un 43 % (Gavgani
centaria y la transmisión venérea deben consi- ras a través de su saliva, mientras se alimenta las campañas de control, es fundamental tener et al., 2002b). Por el contrario, en Brasil, donde
derarse seriamente (N aucke y Lorentz, 2012). de sangre, que interfieren en gran medida con una estimación del grado de infección en la el sacrificio de los perros infectados es una prác-
Idealmente, en los perros de zonas endémicas la homeostasis y la respuesta. inmunitaria del población canina objeto de control. Por lo tan- tica común, los casos de leishmaniosis visceral
deberían realizarse análisis de la infección por hospedador (Oliveira et al., 2009). Existen evi- to, las autoridades sanitarias deben establecer humana van en aumento, lo que indica que esta
L. infantum antes de viajar. Del mismo modo, dencias del desarrollo de anticuerpos lgG espe- adecuados sistemas de vigilancia acordes a estrategia totalmente carente de ética y sobre
los perros que viajan desde zonas no endémicas cíficos frente a componentes de la saliva por las necesidades para una optimización de los todo ineficaz debe suspenderse.
o libres de infección a zonas endémicas deben parte de perros experimentalmente expuestos recursos económicos y para lograr los mejores
tratarse con piretroides. Además, los perros que a la picadura de L. longipalpis (H ostomska et resultados posibles. No obstante, los costes que Por último, la sinergia entre todos los grupos
viven en zonas endémicas deben someterse a al., 2008). Esta respuesta humoral se midió en generan este tipo de campañas a nivel poblacio- involucrados, como médicos, veterinarios, inves-
exámenes clínicos y de laboratorio periódica- una población de perros del sur de Italia, don- nal a 1nenudo hacen que no sean accesibles para tigadores, autoridades sanitarias y de salud públi-
mente para una detección precoz de la infección. de existía un foco de infección de L. infantum las instituciones y gobiernos locales, ni para los ca y los gobiernos, es fundamental, y deberán
Estas medidas podrían ayudar a las autoridades (Vlkova et al., 2011). En este estudio, los perros países en vías de desarrollo. Por lo tanto, en el aunar esfuerzos para establecer una plataforma
sanitarias a controlar la dinámica de la infección positivos a L. infantum presentaron menores actual momento de crisis económica mundial, común que sirva de base para la planificación de
por L. infantum en la población canina a nivel niveles significativos de lgG2 anti-P perniciosus los perros callejeros alojados en protectoras y estrategias sostenibles de control frente a la leish-
local, hecho que permitiría estimar el riesgo de en comparación con los perros negativos a L. perreras pueden representar el principal factor maniosis canina, desde una única perspectiva de
transmisión a los seres humanos. infantum (Vlkova et al., 20 11). Por lo tanto, de riesgo de transmisión de esta zoonosis en salud global (Dantas-Torres et al., 2012). Los
la monitorización de la respuesta. de las lgG2 zonas endémicas, siendo la protección de los responsables en la toma de decisiones políticas
anti-P perniciosus podría ser útil para estimar perros frente al vector un requisito imprescin- y gubernamentales deberían también contribuir
Perspectivas de futuro el nivel de exposición a las picaduras del vector dible. En última instancia, esta estrategia podría a educar a la población sobre la importancia de
y, por lo tanto, conocer el riesgo de transmisión reducir el riesgo de infección en el hombre, prevenir la acción del vector. Sin lugar a dudas, a
Sin duda alguna, la lucha frente a la leishma- de L. infantum en una determinada población como se ha demostrado en Irán, donde el uso día de hoy, un uso combinado de vacunas y repe-
niosis canina no es una tarea fácil. De hecho, el canina. Este enfoque podría ayudar a evaluar la de collares impregnados con deltametrina en lentes es la mejor estrategia contra esta infección
control de una enfermedad tan compleja requie- eficacia de las campañas de control de vectores perros reduce el riesgo de infección de los perros de transmisión vectorial.
re de un enfoque integral diseñado en función (Gomes et al., 2007; H ostomska et al., 2008) y
del actual conocimiento sobre la biología del estimar el riesgo de infección para el hombre y
parásito y su vector, teniendo en cuenta sus inte- los animales del entorno. Todos estos factores
racciones con el hospedador a nivel individual y pueden afectar en última instancia al éxito de las
poblacional. A pesar de los avances en la inves- estrategias de control actualmente disponibles
tigación y en los estudios de la leishmaniosis de (Rohousová y Volf, 2006). Por tanto, se nece- Puntos clave
las últimas décadas, ciertos aspectos requerirán sitan más estudios sobre las interacciones entre ■
más atención por parte de los investigadores en las moléculas inmunomoduladoras presentes en
un futuro próximo. Particularmente interesantes la saliva del flebótomo y la propia respuesta
son los estudios en el campo de la inmunología, inmunitaria del hospedador, así como el papel
concretamente en la respuesta inmunitaria del que pueden desempeñar las coinfecciones. Por
hospedador generada frente a antígenos proce- ejemplo, el desarrollo de vacunas que utilizan ■

dentes del parásito y del flebótomo. De hecho, es antígeno oculto podría representar una nueva ■
evidente que en los estudios de vacunas frente a meta en el desarrollo de nuevas vacunas para
la leishmaniosis canina tienen que considerarse Leishmania.

algunos factores que ocurren de manera simul-
tánea cuando el vector se alimenta del hospe- H oy en día, el uso de repelentes en diferen-
dador y transmite el parásito en condiciones de tes formulaciones puede proporcionar un ■
ca1npo. Por ejemplo, el vector libera moléculas alto grado de protección a nivel individual y

=•
Maria Grazia Pennisi • Laia Solano Gallego

Introducción
Etiología y transmisión
Epidemiología en Europa y en otras regiones del mundo
La enfermedad causada por L. infantum
Diagnóstico
Tratamiento y seguimiento
Pronóstico
Prevención
Resumen
Leishmaniosis
La enfermeijaij clínica debida a Leíshmanía ínfantum en gatos es rara en áreas endémicas, mientras que la infección felina
subclínica es más frecuente. las tasas de prevalencia varían entre el O% yel 68 %, basándose en las técnicas serológicas
omoleculares. Los flebótomos parecen ser capaces de transmitir la infección en gatos. Los signos clínicos más comunes y
las alteraciones clínico-patológicas compatibles con la leishmaniosis felina incluyen el engrosamiento de los ganglios linfá-
ticos ylesiones cutáneas como la dermatitis ulcerativa, costrosa onodular (principalmente en la cabeza oen los miemtiros
distales), lesiones oculares (principalmente la uveítis), gingivoestomatitis felina crónica (GEFC), lesiones mucocutáneas
ulcerativas o nodulares, hipergammaglobulinemia y anemia normocítica normocrómica. La enfermedad clínica se asocia Introducción etal.,2010; Vides eta!., 2011). El zimodema más
frecuentemente a una alteración en la inmunocompetencia, como la provocada po~ infecciones retrovirales otratamientos frecuente en gatos parece ser MON-1, al igual
inmunosupresores. El diagnóstico se realiza mediante técnicas serológicas, PCR, citología/histología+/- IHQ ocultivo. Si la Antes, se consideraba al gato como un hospe- que en perros y humanos (Ozon et al., 1998;
prueba serológica es negativa ola positividad es baja en un gato con signos clínicos compatibles con leishmaniosis felina, dador accidental de Leishmania spp., debido Gramiccia et al., 2005; Maroli et al., 2007;
no se debería excluir el diagnóstico de leishmaniosis, yse deberían emplear otros métodos diagnósticos (citología, histología a los informes disponibles desde principios del Pocholle et al. , 2012). También se han aislado
con IHQ, PCR, cultivo). El tratamiento más habitual es el alopurinol y el antimoniato de meglumina, que se administran
siglo XX de casos esporádicos en países donde el otros zimodemas humanos menos comunes -
solos. No existen medidas preventivas disponibles para esta infección en el gato.
organismo y las distintas especies de flebótomos MON-72 y MON-201 - en dos gatos enfermos
eran endémicas (Pennisi, 2002, 2013). Después en Sicilia (Italia) (Gramiccia et al., 2005).
de los años 80, con el aumento del número de
Summary gatos como mascota, aumentaron los registros Se utilizó el polimorfismo de longitud de frag-
de casos de leishmaniosis y se confirmaron de mentos de restricción para comparar cepas de
Clinical illness dueto Leíshmanía ínfantum in cats is rare in endemic areas, while subclinical infections are more frequent. forma más precisa. Al mismo tiempo, se realiza- L infantum aisladas de 14 gatos con las encon-
Prevalence rates range from O% to 68 % based on serological or molecular techniques. Sandflies ap~ar to be able to ron más estudios epidemiológicos y se publica- tradas en 23 perros y tres martas en la isla de
transm~ the infection to cats. The most common clinical signs and clinical-pathological abnarmalities compatible with ron muchos estudios sobre investigaciones sero- Mallorca (Millán et al., 2011 ). En este estudio, se
feline leishmaniosis include ~mph node enlargement and skin lesions such as ulcerative, crusty ar nodular dermatitis lógicas o biomoleculares, que confirmaron que hallaron patrones distintos a los observados en
(mainly on the head ar distal limbs), ocular lesions (main~ uveitis), feline chronic gingivostomatitis (FCGS), mucocuta- la infección felina puede ser frecuente en áreas los carnívoros de la España peninsulai; aunque
neous ulcerative or nodular lesions, hypergammaglobulinaemia and narmocY!ic normochromic anaemia. Clinical illness endémicas. Hoy en día, se dispone de informa- perros y gatos compartían algunos patrones idén-
is frequently associated with impaired immunocompetence, as in the case of retroviral infections ar immunosuppressive ción más detallada y existe un interés científico ticos (Millán et al., 2011). Hasta donde se sabe,
therapy. Diagnosis is performed by serology, PCR, cytology/histology +/- immunohistochemistry (IHC) ot culture. lf serolo-: creciente por esta enfermedad desde un punto no existe ninguna diferencia genética o fenotípica
gical testing is negative or low-positive in acat with clinical signs compatible w~h feline leishmaniosis, the diagnosis of de vista tanto veterinario como de salud pública. entre las cepas aisladas de perros y gatos.
leishmaniosis should not be excluded and other diagnostic methods (cytology, histology with IHC, PCR, culture) should tie
employed. The most common treatment is allopurinol or meglumine antimoniate and both drugs are administered alone. En el Nuevo Mundo, se han encontrado gatos
However, P.reventative measures for this infection in cats are not available. Etiología y transmisión infectados por L. infantum u otras especies endé-
micas de Leishmania, que causan principalmente
La leishmaniosis en gatos se debe a la misma signos dermatológicos, como Leishmania mexica-
especie de Leishmania que infecta a otros hospe- na (Craig et al., 1986; Bames et al., 1993; Trainor
dadores, como los perros o los seres humanos en et al., 2010), Leishmania braziliensis (Passos et
áreas endémicas. En Europa, L. infantum es por al., 1996; Schubach et al., 2004; Rougeron et al.,
ahora la única especie reconocida de Leishmania 2011) y Leishmania amazonensis (de Souza et
aislada de gatos (Ozon et al. , 1998; Gramiccia al. , 20056 ). La susceptibilidad de los gatos a L.
et al., 2005; Grevot et al., 2005; Maroli et al., braziliensis se confirmó también mediante estu-
2007; Pocholle et al., 2012 ). La infección por dios experimentales (Simoes-Mattos et al., 2005).
L. infantum también se ha observado en gatos
en Irán (Hatam et al., 2009), así como en Brasil Recientemente a través de la detección de anti-
(Savani et al., 2004; Coelho et al., 2010; da Silva cuerpos, se obtuvo evidencia de coinfección por
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

distintas especies de Leishmania (L. mexicana, Epidemiología en
L. braziliensis, L. infantum) y Trypanosoma Europa y en otras
cruzi en gatos en México, como ocurre en
perros (Longoni et al., 2012). regiones del mundo
Se sospecha que la transmisión natural en gatos En las últimas décadas, se han utilizado las técni-
se debe a los mismos vectores implicados en la cas serológicas y biomoleculares para el estudio Michael et al., 1982

transmisión de Leishmania a otros hospedado- epidemiológico de la infección por Leishmania HAI (1 :32) 8/60 (13,3) Morsy y Abou EI-Seoud, 1994

res, incluidos los perros y los seres humanos. en gatos, pero todavía falta validar estos resul- ELISA 2/117 (1,7) Portús et al., 2002
El análisis de las ingestas de sangre confirmó tados, por lo que no es posible comparar los DAT (1:800) 21/50 (42,0) Ramos et al., 2002
que los flebótomos se alimentan naturalmen- resultados de los diferentes estudios, ya que las ELISA 28/445 (6,3) Solano-Gallego et al., 2007
te de la sangre de los gatos (Comenares et metodologías empleadas fueron distintas. IFI (1:100) 3/20 (15,0) Miró et al., 201 lb
al., 1995; Maroli et al., 2009; Afonso et al., IFI (1:25) 1/174 (0,6) Bez, 1992
2012). La sangre felina fue una de las sangres Las tasas de prevalencia obtenidas con las técni-
WB 14/110 (12,7)
ingeridas encontradas con mayor frecuencia cas serológicas o parasitológicas en gatos tanto Marechal, 1993
IFI (1:50) 0/110
en Lutzomyia spp. en Perú (Ogusuku et al., del Viejo como del Nuevo Mundo se presentan 12197 (12,4) Ozon eta/., 1999
1994) y en Phlebotomus guggisbergi en Kenia en las tablas 1, 2 y 3. IFI (1:64) 84/389 (21,6) Huebner et al., 2008
(Johnson et al., 1993). Posteriormente, el
ELISA 11/284 (3,87) Diakou et al., 2009
xenodiagnóstico confirmó que Phlebotomus Se han investigado los anticuerpos anti-Leish-
IFI (1:32) 3/12 (2 5) Me Cown y Grzeszak, 2010
perniciosus en el Viejo Mundo y Lutzomyia mania en estudios epidemiológicos llevados a
longipalpis en el Nuevo Mundo se infectan por cabo en gatos mediante IFI, ELISA, DAT, WB o IFI (1:10) 10/40 (25)
Sarkari et al., 2009
DAT (1:20) 8/40 (20)
L. infantum después de alimenta.rse de la san- hemaglutinación indirecta (HAI). La prevalencia
gre de gatos naturalmente infectados (Maroli de los anticuerpos presentó una variación del ELISA 7/104 (6,7) Nasereddin et al., 2008

et al., 2007). O % al 68,5 %. La técnica más usada fue la IFI, IFI (1 :40) 55/93 (59,1) Pennisi et al., 1998
y se utilizó un valor de corte entre 1:2 y 1:100, IFI (1:4 0) 1/110 (0,9) Poli et al., 2002
El papel de los gatos como reservorio (primario aunque, por supuesto, no se pueden excluir IFI (1:4 0) 33/203 (16,3) Vita et al., 2005
o secundario) de L. infantum u otras especies de reacciones cruzadas con diluciones bajas de sue- IFI (1:4 0) 59/233 (25,3) Spada et al., 2013
Leishmania todavía no está claro. ro. Las reacciones cruzadas de los anticuerpos ELISA con extracto entero
L. infantum 13/95 (13,7)
L. mexicana 1/95 (1,0)
L. brazi/iensis 5/95 (5,3)
Fe-SODe* ELISA
L. infantum 21/95 (22,1)
Longoni et al., 2012
Simoes-Mattos et al., 2001 L. mexicana 10/95 (10,5)
L. braziliensis 11/95 (11,6)
IFI (1 :40)
0/43 Fe-SODeWB
ELISA Figuereido et al., 2009
1/43 (2,4) L. infantum 19/95 (20,0)
L. braziliensis 10/95 (10,5)
L. mexicana
IFI (1 :40) 0/70 L. brazi/iensis 10/95 (10,5)
Coelho et al., 201 la
ELISA 3/70 (4,2)
DAT (1:100) 6/316 (1,9)
Cardoso et al., 2010
CAG-ELISA ELISA 9/316 (2,8)
26/113 (23,0)
ELISA indirecto con ligando
15/113 (13,3) da Silveira Neto et al., 2011 IFI (1:4 0) 1/180 (0,6) Duarte et al., 2010
fructosa-manosa
18/113 (15,9)
rK39-ELISA • Superóxido dismutasa de hierro excretada.

Tabla 1. Prevalencia de los anticuerpos anti-Leíshmanía ínfantum en estudios seroepidemiológicos llevados a cabo en Tabla 1. Prevalencia de los anticuerpos anti-Leíshmanía ínfantum en estudios seroepidemiológicos llevados a cabo en
gatos (anos 1982-2013). Se especifica si se investigaron distintas especies de Leíshmanía. gatos (anos 1982-2013). Se especifica si se investigaron distintas especies de Leíshmanía. Continuación.
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

PAÍS Técnica (tipo de muestra) Positivo/Examinado (%) Referencia Técnica serológica {punto de corte) Positivo/Examinado
PAÍS Referencia

BRASIL
CITOLOGIA (ganglio linfático, bazo,
médula ósea)
PCR (ganglio linfático, bazo, médula ósea)
2/52 (3,8) (solo ganglio linfático)

1/52 (1,9) (ganglio linfático)


Coehlo et al., 201 lb
' .
Técnica (tejido)

PCR (sangre)
(%)

2/8 (25,0)
1/8 (12,5)
Machado da Silva et al., 2008
1/52 ( 1,9) (bazo)
ELISA 23/200 (11,5)
ESPAÑA PCR (sangre) 3/100 (3,0) Tabar et al., 2008b CITOLOGIA (ganglio linfático, bazo, 8/200 (4,0)
Costa et al., 2009b
hígado, médula ósea)
CITOLOGIA (hígado, bazo, frotis de sangre) 2/40 (5,0) ELISA + CITOLOGIA 2/200 (1,0)
IRÁN CULTIVO (piel, hígado, bazo) 4/40 (10,0) Hatam et al., 2010
PCR (hígado, bazo) 5/40 (12,5) BRASIL 1FI 14/55 (25,4)
ELISA 6/55 (10,9)
PCR (sangre) 28/150 (18, 7) Maia et al., 2009b ELISA e IFI 5/55 (9,1) Vides et al., 2011
PORTUGAL
Citología (órganos linfáticos) 10/55 (18,2)
PCR (sangre) 1/320 (0,3) Vilhena et al., 2013 1HQ (lesión cutánea) 9/55 (16,4)

1FI 46/302 (15,2)


Tabla 2. Prevalencia de la infección por Leishmanía en gatos a partir de estudios epidemiológicos llevados a cabo Citología 30/302 (9,9) Sobrinho et al., 2012
mediante métodos citológicos, parasitológicos o moleculares (anos 2008-2013). 1FI + citología 10/302 (3,0)
IFI (1:10) 118/180 (60,0)
(1 :40) 52/180 (28,3) Martín Sánchez et al., 2007
PCR (sangre) 47/80 (25,7)
podrían explicar los resultados positivos para Las técnicas biomoleculares se han utilizado IFI (1:50) 10/233 (4,3)
Leishmania en gatos (especialmente en aquellos (PCR convencional, anidada y en tiempo real) Ayllon et al., 2008
PCR (sangre) 1/233 (0,4)
positivos al virus de la inmunodeficiencia felina en varias investigaciones epidemiológicas en ESPAÑA •• 14/86 (16,0)
Millán et al., 2011
(FIV)) de áreas no endémicas, como se observó gatos desde el año 2000, principalmente en PCR (sangre) 22/86 (26,0)
en un área no endémica del norte de Italia, don- sangre con EDTA (Pennisi et al., 2000; Martín- ELISA 14/105 (13,2)
Sherry et al., 2011
de el 16,3 % de las muestras de suero de gatos Sánchez et al., 2007; Venet, 2007; Ayllon et al., PCR (sa ngre) 9/104 (8,7)

dieron un resultado positivo para los anticuerpos 2008; Maia et al., 2008; Ta bar et al., 2008b; IFI (1:50) 25/680 (3,7)
Ayllon et al., 2012
PCR (sa ngre) 4/680 (0,6)
anti-Leishmania con una dilución de 1:40, el Maia et al., 2009b; Veronesi et al., 2010; Millán
IFI (1:50) 10/26 (38,0)
6,4 % con una dilución de 1:80, y el 2,6 % con et al., 2011; Sherry et al., 2011; Ayllon et al., FRANCIA
PCR (sa ngre) 0/26
Venet, 2007
una dilución de 1:160 (Spada et al., 2013). Se 2012; Pennisi et al., 2012). La tasa de preva-
IFI (1:20) 61/89 (68,5)
observó en este estudio una relación significativa lencia varió entre el O y el 60,6 %. Esta varia- PCR (sa ngre) 54/89 (61,0)
Pennisi et al., 2000
entre la serorreactividad anti-FIV y la serorreac- bilidad se debe a los distintos grados de ende-
IFI (1 :40) 9/95 (9,4)
tividad anti-Leishmania, al igual que en estudios micidad, al tipo de población felina estudiada, PCR (sangre) 5/95 (5,3) Veronesi et al., 2010
previos. La alteración de la irununocompetencia a los distintos métodos de PCR, etc. En otro ITALIA PCR (médula ósea) 0/95
debida a una infección retroviral se considera estudio se analizó la médula ósea y los resulta.- IFI (1:80) 29/419 (6,9)
PCR (sa ngre) 16/203 (7 ,8)
generalmente un factor de riesgo que predispone dos obtenidos fueron negativos, mientras que Penn isi et al., 2012
PCR (ganglio linfático) 18/154 (11,7)
a los gatos a la infección por Leishmania. un análisis de muestras de sangre con EDTA PCR (hisopo de conjuntiva) 11/66 (16,7)
procedente de los mismos gatos determinó una IFI (1:2) 4/23 (17,4)
Maia et al., 2008
En estudios realizados mediante ELISA, se uti- prevalencia del 5,26 % (Veronesi et al., 2010). PORTUGAL
PCR (sangre) 7/23 (30,4)
lizaron distintos antígenos y metodologías, lo También se analizaron muestras de punción IFI (1:2) 1/76 (1,3)
Maia et al., 201 O
que tuvo una clara influencia en los resultados de ganglios linfáticos e hisopos de conjuntiva PCR (sangre) 28/138 (20,3)

(da Silveira N eto et al., 2011). por PCR, y se obtuvieron tasas de positividad
del 11,7 % y 16,7 % respectivamente, en com- Tabla 3. Prevalencia de anticuerpos anti-L. ínfantum mediante técnicas serológicas, y prevalencia de la infección del
La prueba DAT solo se utilizó en unas pocas inves- parásito a través de técnicas citológicas/histológicas o moleculares (anos 2000-2012).
paración con el 7,8 % en muestras de sangre
tigaciones en gatos, y el valor de corte varió con- con EDTA (Pennisi et al., 2012). Los datos de
siderablemente, desde 1:20 a 1:800 (Ramos et al., prevalencia molecular disponibles provienen,
2002; Sarkari et al., 2009; Ca.rdoso et al., 2010). por lo tanto, principalmente del análisis de

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LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

muestras de sangre, y el nivel de conocimiento estilo de vida (dentro o fuera de casa, contacto existe diferencia entre machos y hembras según estudios transversales e informes de casos clíni-
en otros tejidos o muestras biológicas es toda- con otros gatos y otras especies de animales), varios estudios (Solano-Gallego et al. , 2007; cos donde muchos gatos están infectados por
vía escaso. Las investigaciones epidemiológicas exposición a ectoparásitos, raza, sexo, edad, Nasereddin et al., 2008; Diakou et al., 2009; FIV o FeLV
se beneficiarían de la utilización de tomas de coinfecciones (FIV, virus de la leucemia felina Sarkari et al., 2009; Ta bar et al., 2009; Veronesi
muestras no invasivas que permiten una alta (FeLV), Coronavirus, Toxoplasma, Neospora, et al., 2010; Coelho et al., 2011a; Sherry et al., El estado de salud se evaluó con distintos crite-
sensibilidad mediante técnicas biomoleculares. otras infecciones transmitidas por vectores) y 2011; Ayllon et al., 2012; Pennisi et al., 2012). rios en los diferentes estudios llevados a cabo.
estado de salud (signos clínicos, alteraciones No obstante, en algunos casos se observó una Sin embargo, en algunos casos no se encontró
Algunos estudios epidemiológicos analizaron en los análisis laboratoriales). No se encontró prevalencia de infección significativamente más ninguna diferencia en la prevalencia de anti-
gatos mediante técnicas serológicas y biomo- ninguna relación significativa entre la positivi- alta en machos (Pennisi et al., 2000; Cardoso cuerpos entre los animales clasificados como
leculares (tabla 3). En algunos casos, los gatos dad a los anticuerpos o análisis moleculares y et al., 2010; Sobrinho et al., 2012). Varios estu- sanos y aquellos con una enfermedad clínica
seropositivos dieron un resultado negativo a las distintas áreas de estudio, historial de viajes, dios serológicos determinaron que no existían general (Solano-GaHego et al., 2007; Cardoso
la PCR, mientras que aquellos seronegativos contacto con otros gatos o animales, exposi- diferencias según la edad (Solano-Gallego et et al. , 2010). Sherry et al. (2011) no encon-
. ,,, ,; . . .
dieron un resultado positivo (Pennisi et al. , c1on a ectoparas1tos, raza, anticuerpos ant1- al., 2007; Nasereddin et al., 2008; Veronesi et traron ninguna asociación entre los resultados
2000; Martín-Sánchez et al. , 2007; Ayllon Coronavirus, anti-Toxoplasma, anti-Neospora al., 2010; Coehlo et al. , 201 la; Sobrinho et positivos a la PCR y el estado clínico de los
et al., 2008; Maia et al., 2010; Millán et al. , y contra agentes transmitidos por vectores, y al., 2012), pero en otros la población adulta gatos (tanto para los signos específicos como
2011; Sherry et al. , 2011; Pennisi et al., 2012; trata.miento por transfusión de sangre (Pennisi (> 1-3 años de edad) mostraba una prevalencia no específicos). No obstante, hallaron una aso-
Sobrinho et al. , 2012). Todavía se descono- et al., 1998; Solano-Gallego et al., 2007; Tabar de anticuerpos o molecular significativamente ciación estadística entre la tasa de resultados
ce el significado de este hecho en gatos. En et al., 2008b; Diakou et al., 2009; Sarkari et más alta (Pennisi et al., 2000; Cardoso et al., positivos a los anticuerpos y los signos derma-
perros, se observa un resultado positivo a al., 2009; Cardoso et al., 2010; Veronesi et al., 2010; Ayllon et al. , 2012; Pennisi et al., 2012). tológicos compatibles con leishmaniosis feli-
la PCR en ausencia de evidencia serológica 2010; Coelho et al., 2011a; Nasereddin et al., na, así como entre los resultados positivos a
de infección en individuos "resistentes", que 2011; Sherry et al., 2011; Ayllon et al., 2012; En cuanto a la relación entre infecciones retro- Leishmania basados en la serología o PCR y
reaccionan al patógeno con una respuesta Pennisi et al., 2012). En varios estudios no se virales (FIY, FeLV) y Leishmania, se observó en los gatos con una enfermedad clínica general
inmunitaria celular predominantemente o que encontró ninguna influencia de la estación un estudio que la prevalencia de anticuerpos (Sherry et al., 2011). Se obtuvo un hallazgo
están en una fase temprana de la infección. (Pennisi et al., 2000; Ayllon et al., 2012; Millán anti-Leishmania y molecular estaba asociada similar en otro estudio donde los gatos con sig-
Desafortunadamente, la respuesta. inmunitaria et al., 2011). Sin embargo, en otro estudio se a resultados positivos para FeLV o FeLV y FIV nos clínicos tenían una prevalencia más alta de
celular específica frente a Leishmania no se observó una tasa de prevalencia de anticuerpos (Sherry et al. , 2011). Se observó también una anticuerpos y positividad a partir de la serología
ha evaluado en gatos, y solo se han publicado o de anticuerpos y molecular más alta en gatos prevalencia significativamente más alta en gatos o PCR (Pennisi et al. , 2012). Por último, se
algunos estudios longitudinales mediante téc- a los cuales se les había tomado muestras entre positivos al FIV mediante citología (Sobrinho et observó que los gatos con una positividad a
nicas serológicas y biomoleculares, a partir de los meses de noviembre y abril (Pennisi et al. , al., 2012) y detección de anticuerpos anti-Leish- Leishmania de anticuerpos y molecular tenían
los cuales no era posible inferir una evaluación 2012). Ayllon et al. (2012) no encontraron dife- mania (Pennisi et al., 1998; Ayllon et al., 2012). una prevalencia de hipoalbuminemia y un
pronóstica. De manera habitual, la PCR en rencias en la prevalencia de anticuerpos entre Sin embargo, estos datos no se confirmaron en nivel de gammaglobulinas más alto (Vita et al. ,
sangre da resultados positivos de forma repe- gatos de origen rural y urbano, pero Cardoso otros estudios, y la positividad a los anticuer- 2005b). También se relacionó estadísticamente
tida al analizar los gatos en varias ocasiones, y et al. (2010) observaron una prevalencia más pos (Vita et al., 2005; Solano-Gallego et al., una linfocitosis relativa y un aumento del valor
el título IFI no experimenta ningún cambio sig- alta en gatos de áreas rurales. En Jerusalén, se 2007; Ayllon et al. , 2008; Coehlo et al., 2010; del ALT con la serorreactividad a L. infantum
nificativo durante meses o años, como ocurre observó una prevalencia de anticuerpos más Veronesi et al., 2010; Pennisi et al. , 2012) o a (Ayllon et al., 2008).
en perros con infecciones subclínicas (Pennisi alta en gatos de un área situada a una altitud los análisis moleculares no era más alta en gatos
et al. , 2000; Vita et al. , 2005; Maroli et al. , superior a 2500 pies (Nasereddin et al. , 2011). positivos al FIV (Pennisi et al., 2012). Además, Por regla general, la prevalencia de anticuer-
2007; Martín-Sá nchez et al., 2007). En varios estudios no se encontró que el acceso se observó una asociación negativa entre los pos y molecular en una población felina es más
al exterior fuese un factor de riesgo (Cardoso anticuerpos anti- Leishmania y el estado posi- baja que la encontrada en perros en el mismo
En los diversos estudios realizados, se han et al., 2010; Ayllon et al., 2012; Pennisi et al., tivo para FeLV (Martín-Sánchez et al., 2007). área (Diakou et al., 2009; Maia et al., 2010;
analizado muchos factores, como estacio- 2012), pero Ozone et al. (1999) observaron una No obstante, las infecciones retrovirales pare- Millán et al., 2011 ). Esta observación confirma
nalidad, área geográfica, historial de viajes, tasa más alta de resultados positivos a anticuer- cen asociarse con la infección por Leishmania el papel primario de los perros como reservorio.
entorno (altitud, entorno rural o urbano), pos en gatos que tenían acceso al exterior. No basándose en la enfennedad clínica a partir de Sin embargo, debido a que los gatos pueden
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

infectar a los flebótomos y al alto porcentaje desarrollaron signos clínicos ni se detectaron PAÍS Nº de gatos Referencia
de infección por Leishmania en gatos en áreas alteraciones clínico-patológicas, a partir solo de Hervás et al., 1999; Hervás et al., 2001; Leiva et al., 2005; Dalmau et al., 2008;
ESPAÑA 6
endémicas, el papel de estos no se puede obviar, recuentos de células en sangre y evaluaciones de Ortuñez et al., 2010
y el valor potencial de las poblaciones de gatos las proteínas en suero. Sin embargo, los títulos Dunan et al., 1989; Laurelle-Magalon y Toga, 1996; Ozon et al., 1998;
FRANCIA 6
domésticos caseros y callejeros como reservo- de anticuerpos aumentaron de forma significa- Grevot et al., 2005; Pocholle et al., 2012; Verneuil, 2013

ríos tendrá que estudiarse en un futuro próxi- tiva a partir de la segunda semana posinfección. Pennisi y Venza, 1999; Poli et al., 2002; Pennisi et al., 2004; Britti et al., 2005;
Monteverde et al., 2006; Maroli et al., 2007; Caracappa et al., 2008;
mo. De hecho, en Europa (incluidas algunas El parásito se detectó mediante un examen de ITALIA 27
lbba, 2009; Ennas et al., 2012; Pennisi et al., 2012
áreas endémicas), el número de gatos domés- improntas de hígado, bazo, médula ósea y, en
PORTUGAL 3 Costa Durao et al., 1994; Marcos et al., 2009; Sanches et al., 2011
ticos caseros ha superado al de perros y, hasta menor cantidad, frotis de sangre únicamente
el momento, no existen medidas preventivas en gatos inoculados por vía IV. No se hallaron SUIZA* 2 Rüfenacht et al., 2005

contra Leishmania aplicables a los gatos (Facts lesiones macroscópicas o microscópicas en la • Casos descritos en gatos Que hablan viajado a o se hablan trasladado desde España.
& Figures 2010 - www.FEDIAF.org). necropsia. Este estudio respalda la hipótesis de
Tabla 4. Lista de informes de casos de leishmaniosis felina (n = 44) en países europeos.
que los gatos son menos susceptibles que los
perros a la infección por Leishmania y no desa-
La enfermedad rrollan signos clínicos cuando se infectan. Esta Enfermedad natural sexo, había 31 hembras y 26 machos (en dos
hipótesis se verificó mediante estudios adiciona- Se ha desarrollado un interés clínico por la leish- casos no se informó del sexo). La edad variaba
causada por
les con métodos diagnósticos más sensibles para maniosis felina en áreas endémicas a medida entre 2-15 años (una media de 8 años; media
L. infantum demostrar la persistencia de la infección (cultivo que la medicina felina ha evolucionado y creci- 8,4 ± 3 ,6). Asimismo, se realizaron análisis para
y PCR). Además, al tener en cuenta lo que se do en los últimos treinta años aproximadamen- detectar infecciones retrovirales en 39 animales,
Todavía faltan estudios detallados sobre la sabe sobre la leishmaniosis canina, el periodo te. Por esta misma razón, se obtuvieron infor- y 16 de ellos dieron positivo a la detección de
patogenia de la leishmaniosis felina. Además, de seguimiento de este estudio fue extremada- mes de casos clínicos primero en Europa, donde anticuerpos frente al FIV Entre aquellos posi-
aunque existe una cantidad considerable de mente corto, por lo que nunca se han evalua- los gatos gozaban de unos estándares más altos tivos al FN y a la Leishmania, tres también
estudios sobre la inmunología de la leishma- do periodos de seguimiento de larga duración de atención médica que en Sudamérica. dieron positivo a la detección de antígenos de
niosis en humanos, perros y otros modelos en gatos infectados experimentalmente por L. FeLV Tres gatos estaban afectados por un car-
animales, el patrón de respuesta inmunitaria infantum. De hecho, la leishmaniosis es una La información sobre la enfermedad causada cinoma de células escamosas (un positivo al
en la infección por Leishmania nunca se ha enfermedad crónica y el periodo de incubación por L. infantum en Europa deriva de informes FN y dos a FN y FeLV). De los negativos al
investigado en gatos. puede durar varios meses o años, incluso en los de casos en un solo individuo o de series de casos FN, cuatro se habían tratado anteriormente
perros. La mayoría de los perros desarrollan publicados entre 1989 y 2013. Existe un total de con corticoesteroides, y dos de ellos también
una infección subclínica que, en un momento 44 casos clínicos en los que el diagnóstico se con- con dapsona y citarabina. Esto significa que
Infección experimental dado, puede evolucionar hacia una enfermedad firmó por métodos serológicos o parasitológicos más de la mitad (20) de los casos de leishma-
Sorprendentemente, solo se ha realizado una manifiesta, ya que se puede romper el equilibro (tabla 4 ). Además, también se publicó en España niosis felina para los cuales se proporcionó un
infección experimental en gatos (Kirkpatrick entre la respuesta inmunitaria protectora del la descripción histológica de las lesiones princi- historial clínico detallado, que incluía a su vez
et al., 1984), a diferencia de lo que ocurre en hospedador y el patógeno por inmunosupresión palmente cutáneas y oculares de 15 gatos, pero el estado retroviral de los animales, pertenecían
perros, para los cuales se pueden encontrar o enfermedades concomitantes (Solano-Gallego los datos clínicos para estos casos no estaban a gatos con una inmunocompetencia disminui-
numerosas infecciones experimentales en la et al., 2009). Esto podría ocurrir en un gato que completos (Navarro eta!., 2010). En esta sección da. Este es un fenómeno bien conocido, que se
literatura (Moreno et al., 2002). Este estudio se examinó en repetidas ocasiones a lo largo se revisará un total de 59 casos. ha descrito en seres humanos coinfectados por
experimental se llevó a cabo en los años 80 de un periodo de seis años, y que dio resulta- Leishmania y VIH (Alvar et al., 2008).
con dos cepas distintas de L. infantum (una dos positivos para la PCR o los anticuerpos DESCRIPCIÓN E
obtenida de un paciente humano en Brasil y de forma intermitente. Este animal desarrolló 1NMU NOCOMPETENCIA EXAMEN FÍSICO
la otra procedente de un perro en Francia). Se signos clínicos indicativos de leishmaniois feli- De los casos mencionados anteriormente, Las lesiones dermatológicas son a menudo
infectaron 2 1 gatos mediante inoculación IV na después de un tratamiento inmunosupresor había 53 gatos domésticos de pelo corto, dos manifestaciones clínicas evidentes en la leish-
o SC, y se les realizó un seguimiento de 8-24 de larga duración por una GEFC concurrente Siameses, un Persa y un cruce de Persa (en dos maniosis humana y canina, y son el hallazgo
semanas (Kirkpatrick et al., 1984 ). Ni los gatos (Maroli et al., 2007). casos no se informó de la raza). En cuanto al clínico mencionado con mayor frecuencia en
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Figura 1. Dermatitis ulcerativa en cara y cuello. Figura 2. Dermatitis ulcerativa en el ángulo lateral del ojo Figura 3. Dermatitis ulcerativa en la cara dorsolateral del Figura 4. Blefaritis nodular.
(flecha vertical) y conjuntivitis nodular (flecha horizontal). metacarpo.

informes de casos clínicos de leishmaniosis feli- la dermatitis. Un hallazgo peculiar fueron las dermatitis de interfase liquenoide con una carga a1nastigotes de Leishmania en el lugar de una
na. La leishmaniosis felina se consideraba una vesículas o nódulos hemorrágicos, descritos en baja de parásitos o una infiltración inflamatoria neoplasia también se ha descrito en perros, con
enfermedad cutánea, pero no se puede decir que tres casos en cabeza, nariz o borde de la ore- perivascular en la dermis superficial, asociadas el hallazgo de amastigotes en el lugar de desa-
se limite solo a la piel (leishmaniosis cutánea), ja. Otros hallazgos menos habituales fueron a una hiperplasia epidermal, espongiosis multi- rrollo de tumores venéreos transmisibles, donde
puesto que L. infantum se detectó en ganglios la seborrea (asociada a una dermatitis costro- focal e hiperqueratosis paraqueratósica (Ozon los macrófagos infectados por Leishmania pue-
linfáticos y muchos otros tejidos independiente- sa y alopecia), dermatitis escamosa, dermatitis et al., 1998; Navarro et al. , 2010; Pocholle et den migrar (Marino et al., 2012).
mente de la presencia de lesiones cutáneas. Las miliar, dermatitis papular o efluvio telógeno. En al., 2012). La histología de un nódulo hemo-
lesiones cutáneas fueron evidentes en 33 casos, algunos casos, un mismo gato presentaba más rrágico permitió determinar que la lesión era El engrosamiento de los ganglios linfáticos - de
además del único signo clínico observado en el de un tipo de lesiones cutáneas (como úlceras y un angioma celular (Laurelle-Magalon y Toga, uno solo o generalizado - también es un signo
examen físico en al menos cuatro de ellos. La nódulos), y la cabeza era el área del cuerpo más 1996). En otros dos casos, la evaluación citoló- habitual, ya que se encontró en 23 de 44 casos.
dermatitis ulcerativocostrosa/ulcerativa fue la afecta.d a en todos los casos. Se observó picor de gica reveló la presencia de amastigotes y macró- El examen citológico de las muestras de ganglios
lesión más frecuente y se observó en 19 gatos, moderado a intenso solo en ocho gatos. fagos parasitados (Pennisi, 2002). linfáticos reveló una hiperplasia linfoide con
que presentaban una o más úlceras, principal- presencia de amastigotes de Leishmania (fig. 5).
mente en cabeza, cara y cuello (incluyendo ore- Se encontraron amastigotes de Leishmania En algunos casos, las lesiones dermatológicas
jas, nariz, párpados o barbilla), simétricamente mediante citología o histología en las lesiones encontradas en gatos afectados por leishma- Las lesiones oculares son otro hallazgo frecuen-
en las regiones de los carpos, codos y tarsos o cutáneas, como úlceras, nódulos o vesículas niosis felina eran compatibles con el complejo te, con 18 casos (de 59). La uveítis monola-
de la tuberosidad isquiática, o raramente en hemorrágicas. Los hallazgos dermatopatológi- granuloma eosinofílico (Laurelle-Magalon y teral fue la lesión ocular observada de forma
el tronco, abdomen o con una distribución cos consistían a menudo en un patrón granulo- Toga, 1996; Navarro et al., 2010) o el pénfigo más frecuente, en algunos casos con un patrón
difusa (figs. 1-3 ). La otra lesión frecuente fue matoso difuso que afectaba a la dermis superfi- foliáceo (Rüfenacht et al., 2005), que podrían pseudotumoral y granulomatoso, y evolución
la dermatitis nodular (11 gatos), distribuida cial y profunda, y en algunos casos a los anejos ser enfermedades concurrentes. En un caso, la hacia una panoftalmitis que requirió la enuclea-
ta1nbién principalmente en cabeza y cara. En cutáneos, con presencia de macrófagos parasi- dermatitis papular se asoció a una demodicosis ción ocular y afectó al otro ojo con el tiempo
ambos casos, las uniones mucocutáneas tam- tados (Poli et al., 2002; Rüfenacht et al., 2005; (Sanches et al., 2011). En otros tres casos, la (Hervás et al., 2001; Leiva et al., 2005; Navarro
bién estaban afectadas con lesiones en labios, Navarro et al., 201 O; Ortuñez et al., 2010). En enfermedad se asoció a un carcinoma de células et al. , 2010; Sanches et al., 2011; Verneuil,
párpados o nariz (fig. 4). También se describió gatos afectados por una dermatitis ulcerativa escamosas (Grevot et al. , 2005; Caracappa et 2013) (figs. 6 y 7). En otros casos, los ojos
alopecia (seis gatos), asociada habitualmente a costrosa difusa o focal, también se observó una al., 2008; Pocho lle et al., 2012). La presencia de estaban afectados por blefaritis y conjuntivitis.
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

anemia normocítica normocrómica de mode- (deshidratación, emaciación, disminución del
rada a grave en 10 casos. Los animales pre- apetito, letargo, poliuria/polidipsia).
sentaron monocitosis en seis casos, neutrofilia
en cinco casos, pancitopenia en cuatro casos y Se debería examinar la infección concurrente
linfopenia en otros cuatro. Se realizó un perfil por el FIV o FeLV o, en general, una inmu-
bioquímico en 37 casos, y las alteraciones más nocompetencia reducida. Cuando se sospecha
frecuentes se correspondieron con niveles más un caso de leishmaniosis felina en un área no
altos de nitrógeno ureico en sangre (seis gatos), endémica, el historial clínico puede proporcio-
creatinina (cinco gatos), fósforo (tres gatos) y nar información fundamental, como los viajes
glucosa (dos gatos). Se llevó a cabo una electro- o traslados desde áreas endémicas.
foresis de las proteínas de suero en 28 casos, y
Figura 5. Citología de ganglio linfático. En la imagen se se encontró un incremento en el nivel de gam-
observa hiperplasia linfoide asociada a la infección por
Leíshmania. En el interior de los macrófagos pueden
maglobulinas en la mitad de los animales, algu- Diagnóstico
apreciarse los amastigotes intracelulares. linción May- Figura 6. Uveftis anterior bilateral. Se observan los peque- nos con un patrón 1nonoclonal, mientras que se
Grünwald-Giemsa, 60x. nos coágulos visibles en la cámara ventral anterior. observó hipoalbuminemia en solo cinco casos. Se puede obtener mucha información sobre las
En 11 casos se dispuso de los resultados de los peculiaridades diagnósticas de la leishmaniosis
análisis de orina realizados, donde se encontró felina a partir de los estudios epidemiológicos
Se encontraron amastigotes en los nódulos con- proteinuria (cuatro animales), isostenuria (tres que comparan distintas técnicas serológicas, o
juntivales, humor acuoso o mediante examen animales) y glucosuria (dos animales). métodos serológicos y parasitológicos (tablas
histológico después de la enucleación del globo 1 y 3).
ocular. Se debe tener en cuenta que la infección por
FIV-FeLV y otras entidades clínicas concurrentes Se determinó que la prueba EUSA era más sensi-
Un cuarto de los gatos (11/44) padecía G EFC. pueden jugar un papel en las alteraciones hema- ble que la IFI (Figueiredo et al., 2009; Coehlo et
No se encontraron con frecuencia lesiones tológicas, como lo tienen en otros hallazgos clí- al., 201 l a; da Silvera Neto et al., 2011; Sobrinho
nodulares en la mucosa gingival o la lengua nicos. Esto ocurrió en la pancitopenia encon- et al., 2012), así como la baja concordancia entre
(Ortúñez et al., 20 10; Verneuil, 20 13). Se halla- trada en tres gatos positivos al FIY, aunque ambas técnicas (Sobrinho et al., 2012). Se dispo-
ron macrófagos infectados en las muestras ora- también en uno negativo (Marcos et al., 2009). ne de menos información sobre la DAT y el WB.
les obtenidas por biopsia (Hervás et al., 2002; Se determinó que la DAT era menos sensible
Ortúñez et al., 2010; Verneuil, 20 13). Una lista de los signos clínicos y alteraciones que la IFI (Sarkari et al., 2009), y que el EU SA
Figura 7. Gato Común Europeo hembra de 21 anos con
leishmaniosis. Se aprecia el engrosamiento conjuntiva! clínico-patológicas compatibles con leishma- (Cardoso et al., 2010) y el WB eran más sensibles
También se observaron signos inespecíficos, difuso e infiltrado celular cornea!, que acampana a la niosis felina incluye, en primer lugar, engro- que la IFI (Marechal et al., 1993). Los sueros de
como pérdida de peso (14/44), disminución del uveítis anterior exudativa bilateral. Cortesía del Servei samiento de los ganglios linfáticos, lesiones los gatos que dieron positivo al WB tienen anti-
d'oftafmologfa de la Fundació Hospital Clfnic Veterinari,
apetito (12/44), deshidratación (8/44) o letargo cutáneas, como dermatitis ulcerativa, cos- cuerpos específicos contra antígenos de 14 o 18
UAB.
(9/44) en los 44 casos clínicos. Se detectaron trosa o nodular (principalmente en la cabe- kDa, como ocurre en seres humanos infectados y
otras manifestaciones clínicas esporádicas en za o los miembros distales), lesiones ocula- asintomáticos (Ozon et al., 1999). Resulta nota-
1-3 casos: membranas mucosas pálidas, hepato- ALTERACIONES res (principalmente uveítis), G EFC, lesiones ble que los gatos de áreas tanto endémicas como
megalia, ictericia, caquexia, fiebre, vómitos, dia- CLINICO-PATOLÓGICAS mucocutáneas ulcerativas o nodulares, hiper- no endémicas puedan dar un resultado positivo
rrea, secreción nasal crónica, esplenomegalia, También se dispone de información sobre las gammaglobulinemia y anemia normocítica contra los antígenos de peso molecular alto. Esto
poliuria/polidipsia, disnea, jadeo y abortos. Se alteraciones clínico-patológicas encontradas normocrónica. Al igual que en la leishma- también se observa en perros y seres humanos,
aislaron amastigotes de Leishmania de muchos en los gatos anteriormente mencionados. En niosis canina, algunos gatos pueden presen- y se considera una reacción cruzada debida pro-
tejidos y órganos de varios de estos gatos, lo 37 casos se obtuvieron datos procedentes de tar cuadros clínicos poco comunes (fiebre, bablemente a la presencia de anticuerpos frente
que sugiere un papel causal del parásito en los hemogramas, estando los resultados de 11 de ictericia, malabsorción, abortos, pancitope- a la familia de proteínas de shock térmico 70
signos mencionados. ellos dentro del rango de referencia. Se detectó nia) o ser ingresados por signos inespecíficos (Solano-Gallego et al., 2007).
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

En las áreas del N uevo Mundo donde supervivencia de los gatos infectados por este los gatos a los que se les realizó IFI, los títulos En un caso, el diagnóstico se confirmó en la
Trypanosoma cruzi es endémico, es necesario virus (Pennisi et al., 1994; Grant et al. , 2009; variaron entre 40 y 5. 120 (media de 640), y necropsia. Además, se realizó la necropsia de
utilizar un marcador específico para la detec- N ishii et al., 20 10). en cinco casos la enfermedad se asoció a un otros seis gatos con leishmaniosis felina confir-
ción de anticuerpos anti-Leishmania con el fin título IFI considerado habitualmente como sos- mada después de su sacrificio o muerte. En estos,
de evitar una reacción cruzada con este pató- Al comparar la prevalencia de anticuerpos con pechoso en perros (< 80). Este hecho se conoce se confirmó la presencia de amastigotes (histo-
geno, como se requiere en perros. Resultó útil la citología de ganglios linfáticos, médula ósea, también en la leishmaniosis canina, en la cual logía, IHQ o aislamiento) en muchos órganos:
utilizar una superóxido dismutasa de hierro bazo e hígado, se encontró una asociación débil algunos individuos afectados pueden tener un bazo (cinco gatos), hígado (cinco gatos), gan-
excretada como antígeno para diferenciar los entre los resultados de las técnicas serológicas nivel de anticuerpos muy bajo. Para los signos glios linfáticos (dos gatos), riñones (dos gatos),
anticuerpos frente a las especies de Leishmania (ELISA o IFI) y la presencia de amastigotes en clínicos compatibles con leishmaniosis, también estómago e intestino grueso (un gato) (Hervás
(L. mexicana, L. braziliensis y L. panamensis) estos órganos (Costa et al., 2009; Sobrinho et se deben realizar pruebas parasitológicas para et al., 1999; Grevot et al., 2005; Marcos et
y T cruzi por ELISA o WB (Longoni et al., al., 20 12). La citología es un método menos estos animales con el fin de confirmar la enfer- al., 2005; N avarro et al., 2010; Puleio et al.,
2012). Algunos estudios investigaron asocia- sensible pero, en cualquier caso, algunos gatos medad (Solano-Gallego et al., 2009). 2011; Pocholle et al., 2012). Histológicamente,
ciones entre los anticuerpos anti- Leishmania y positivos a Leishmania en la citología pueden la lesión más frecuente observada fue una infla-
los anticuerpos anti-Toxoplasma gondii y anti- dar un resultado negativo en la detección de Se llevó a cabo un estudio por PCR en 32 mación granulomatosa focal o difusa en la piel,
N eospora para detectar reacciones cruzadas anticuerpos específicos (Costa. et al., 2009; casos. Los resultados fueron positivos para las ojo, hígado, bazo, riñón, y asociada a la presen-
(N asereddin et al., 2008; Coehlo et al., 20 11; Sobrinho et al. , 20 12 ). Estas observaciones muestras de una amplia variedad de tejidos y cia de macrófagos infectados, linfocitos y célu-
Sherry et al., 2011; Sobrinho et al., 2012). En sugieren que la infección por Leishmania en órganos obtenidos durante la vida o post mor- las plasmáticas (N avarro et al., 2010; Puleio et
un caso se sospechó una reacción cruzada con gatos puede estar subestimada si solo se utilizan tem. Las muestras más utilizadas de tejidos en al., 20 11).
anticuerpos anti-Toxoplasma mediante el uso métodos serológicos. animales vivos procedían de ganglios linfáticos
de las pruebas FML-ELISA (ELISA indirecto (18), sangre (15), piel (11), hisopos orales (5) e En conclusión, solo se deberían realizar pruebas
con ligando fructosa-manosa) y rK39-ELISA A partir de los resultados obtenidos de gatos hisopos de conjuntiva (4). de detección de anticuerpos anti-Leishmania
(antígeno recombinante K39 de Leishmania) con una infección confirmada por aislamiento en laboratorios que utilicen métodos valida-
para detectar anticuerpos anti-Leishmania (da (controles positivos) y de 52 muestras de sue- También se obtuvieron cultivos para 14 gatos, dos en gatos. Basándose en los conocimientos
Silveira Neto et al., 2011 ). No se puede excluir ro obtenidas de gatos de áreas no endémicas principalmente de ganglios linfáticos (6), piel actuales, si la evaluación serológica es negativa
que puedan ocurrir otras reacciones cruza- (controles negativos), se propuso una dilución (5), médula ósea (4) o sangre (3) en animales o el resultado es positivo bajo en un animal
das con anticuerpos específicos frente a otros 1:80 como valor de corte para las pruebas IFI vivos. Un examen citológico realizado en mues- con signos clínicos o alteraciones clínico-pato-
agentes infecciosos o autoanticuerpos felinos. en suero felino, pero se necesitan estudios más tras de ganglios linfáticos, piel, médula ósea, lógicas compatibles con leishmaniosis felina,
La reactividad cruzada entre los anticuerpos amplios para confirmar el mejor valor de corte sangre o secreciones nasales permitió establecer no debería excluirse su diagnóstico y deberían
antibacterianos, antiprotozoarios (incluso L. para esta técnica para discriminar las muestras un diagnóstico en 17 casos (Martín-Sánchez et utilizarse métodos parasitológicos (citología,
infantum) o antihelmínticos y algunos autoan- positivas de las negativas (Pennisi et al., 2012 ). al., 2007; Marcos et al., 2009). histología con IHQ, PCR o cultivo). Para empe-
ticuerpos ocurre en seres humanos, y se puede zai; se deberían recoger muestras de las lesiones
encontrar un amplio espectro de autoanticuer- En los 44 casos clínicos listados en la tabla 4, en Se encontraron amastigotes en los neutrófilos cutáneas o mucosas y de los ganglios linfáticos
pos tanto en individuos sanos como afectados general se confirmó el diagnóstico con más de en frotis de leucoconcentración realizados en engrosados, lo que permitirá un examen citoló-
por diferentes enfermedades (Granel et al., una técnica. El método más utilizado (35 casos) cuatro gatos con un resultado positivo a la PCR gico, aunque también se pueden añadir frotis de
2000; Canducci et al., 20 12; Radovic et al., fue la serología, que confirmó la infección por de sangre. Uno padecía pancitopenia y tenía un sangre, de capa leucocitaria y de médula ósea.
2012). En lo que se refiere a los gatos, aparte Leishmania mediante diferentes técnicas: IFI (30 título de IFI de 640, mientras los otros se clasi- Los hisopos conjuntivales u orales también pue-
de los autoanticuerpos naturales que se pueden casos), ELISA (cuatro casos), WB (cuatro casos), ficaron como sanos y tenían un título de IFI de den resultar útiles como muestras no invasivas
encontrar en animales sanos, se ha observa- DAT (un caso), HAI (un caso) o inmunopreci- 20 (dos gatos) o 640 (un gato) (Martín-Sánchez para la evaluación moleculai: Se puede subes-
do una activación policlonal que lleva a una pitación (un caso). En algunos casos se utilizó et al., 2007; Marcos et al., 2009). timar el diagnóstico de Leishmania en gatos si
prevalencia más alta de autoanticuerpos en los más de una técnica serológica, como en el men- solo se utilizan métodos serológicos.
gatos infectados por FlY, y se ha visto además cionado por Laurelle-M agalon (1996), en el que En algunos casos se obtuvo una confirmación
que los autoanticuerpos antirreceptores (C134) el gato se confirmó positivo para los anticuerpos histológica a partir de muestras de piel (10), De todas formas, un diagnóstico confirmado
son responsables de la mejora de la salud y por IFI, ELISA, WB e inmunoprecipitación. En biopsias orales (2 ), ojos enucleados (5). de leishmaniosis felina - como ocurre en la

••
1
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

leishmaniosis canina - no excluye la posibili- El alopurinol se administró de forma oral con aumentó y el título de anticuerpos no cambió Pronóstico
dad de infecciones o enfermedades concurrentes una posología que variaba de 10-15 mg/kg a (Laurelle-Magalon et al., 1996). En un segundo
(infección retroviral, alergia, autoinmunidad, 20 mg/kg una vez al día, 25 mg/gato dos veces caso, se procedió a la eutanasia de un paciente A partir de la información obtenida de infor-
neoplasia, insuficiencia renal, etc.), que influyen al día o 100 mg/gato una vez al día. El fármaco positivo a FIV a la edad de 10 años, 5 años mes de casos clínicos, el pronóstico es variable,
en la presentación clínica y el pronóstico. No está. disponible en comprimidos de 100 mg, por después del diagnóstico (Pennisi et al., 2004 ). Se de favorable a desfavorable, y está relacionado
es fácil siempre evaluar la relación causa-efecto lo que no es fácil para el propietario preparar observaron signos de enfermedad renal crónica con muchos factores, al igual que en perros. Las
entre varios factores etiológicos y patogénicos, una dosis correcta para un gato. Los animales (isostenuria, anemia no regenerativa progresiva) enfermedades concurrentes o complicaciones
pero es importante valorar al gato en su totali- toleraron bien el alopurinol de forma general, tres años después del diagnóstico, y esta se desa- (infección retroviral, neoplasia, insuficiencia
dad, sobre todo en pacientes geriátricos. La eva- aunque en un caso se describió un aumento de rrolló durante dos años más asociada a GEFC renal, etc.) pueden influir de forma considerable
luación diagnóstica se debería completar con un las enzimas hepáticas a 10 mg/kg dos veces al y a complicaciones cardiacas que requirieron la en el estado de salud del gato con leishmaniosis
hemograma, perfil bioquímico, análisis de orina día, por lo que se redujo la dosis a 5 mg/kg dos eutanasia. Los signos clínicos de la enfermedad, felina, y deben descartarse por completo.
con evaluación cuantitativa de la proteinuria o veces al día (Rüfenacht et al. , 2005). En otros la hiperglobulinemia y el título de anticuerpos
cualquier otra prueba para excluir otros diag- dos animales se diagnosticó insuficiencia renal no cambiaron de forma significativa a lo lar- Se han descrito alteraciones renales en esta
nósticos compatibles o concurrentes. aguda (IRA) después de 2 y 11 semanas, respec- go de los 5 años del curso de la enfermedad enfermedad debido a la alta tasa de prevalencia
tivamente (Pennisi, datos no publicados). El tra- (Pennisi et al., 2 004). El tercer caso fue el de un de hipergammaglobulinemia en aquellos gatos
tamiento fue descrito como clínicamente eficaz gato de 14 años de edad examinado por una afectados que pueden padecer una enfermedad
Tratamiento en la mayoría de los casos y, en varios de ellos, gingivitis proliferativa, cuatro años después de renal mediada por inmunocomplejos. En caso
y seguimiento también se realizó un seguimiento a largo plazo. la enucleación bilateral de los ojos debido a de que exista enfermedad renal, se puede seguir
Se confirmó la curación clínica, pero también la una panoftalmitis causada por la leishmaniosis el sistema IRIS de clasificación de las etapas
Denuziere (1977) fue el primero en instaurar persistencia de la infección o la recurrencia de la felina. Se confirmó que la nueva lesió n era una para el pronóstico y tratamiento de apoyo.
un tratamiento en un gato con leishmaniosis enfermedad después de la interrupción del tra- gingivitis granulomatosa asociada a amastigo-
en Tampon (Isla de la Reunión). Estableció tamiento, como suele ocurrir en perros (Pennisi tes de Leishmania (Verneuil, 2013).
un diagnóstico de leishmaniosis mediante un et al., 2004; Pocholle et al., 2012).
examen citológico de los ganglios linfáticos de En conclusión, dado que hasta el momento no
un animal con fiebre crónica, engrosamiento En los pacientes tratados con antimoniato de se tiene ninguna evidencia respecto al mejor
de los ganglios linfáticos, anemia y leucopenia. meglumina, se administró una dosis entre 5 mg/ tratamiento para la leishmaniosis felina, la elec-
Comunicó la curación clínica del animal des- kg una vez al día (en tres periodos de 4 semanas ción del fármaco debe basarse en la opció n que
pués de 12 inyecciones 1M de lomidina (posolo- en combinación con ketoconazol a 10 mg/kg mejor asegure el cumplimiento tanto del propie-
gía no indicada). Posteriormente, y hasta el día VO una vez al día) y 50 mg/kg una vez al día tario como del gato, pudiéndose implementa r
de hoy, se ha seguido tratando la leishmaniosis durante 4 semanas (Costa-Durao et al., 1994; un tratamiento oral de larga duració n (alopuri-
felina de forma empírica empleando los mismos Hervás et al. , 1999; Monteverde et al., 2006; nol) o parenteral (antimoniato de rneglumina).
fármacos que en perros, sin información espe- Ibba, 2009). Se demostró la eficacia clínica del Se debería firmar un formulario de consenti-
cífica sobre las características farmacocinéticas tratamiento, pero no se realizó ningún segui- miento informado, puesto que el uso de estos
y farmacodinámicas de estos fármacos en la miento a largo plazo. fármacos no está autorizado en ga tos.
especie felina.
En tres gatos que no recibieron ningún tra- Los fármacos más utilizados parecen tolera rse
La información disponible sobre tratamientos se tamiento específico, se llevó a cabo un segui- bien en la mayoría de los casos, pero se reco-
basa en 18 casos y, para algunos de ellos, también miento a largo plazo y se confirmó la croni- mienda un control cuidadoso de las funciones
en su seguimiento (tabla 5). El fármaco más utili- cidad de la leishmaniosis felina. En el primer renales y hepáticas durante el trata miento.
zado es el alopurinol (13 gatos) o el antimoniato caso, a lo largo de un periodo de seguimiento Se debería mantener un seguimiento después
de meglumina (4 gatos). No se han probado en de 10 meses, las lesiones cutáneas cambiaron del tratamiento en caso de interrupció n de la
gatos los tratamientos combinados con estos dos
fármacos, que se utilizaron en dosis variadas.
parcialmente debido a un tratamiento contra
las pulgas, pero la hipergammaglobulinemia
administración de alopurinol o antimoniato de
meglumina.
-
Efectos
r
m
Referencia Tratamiento Eficacia
secundarios
Seguimiento -(/)
I
Denuziere, 1977
Pentamidina isetionato I M.
Rápida curación clínica. No. No ccmun icado. ~
12 inyecciones (posología no comunicooa). )>

Costa-Dura o Antimoniato de meglumina 1,25 mi/gato


Normalización del
nivel de ALT durante el Ninguno. No ccmun icado.
-zo
et al., 1994 cada dos días IM durante 55 días. (/)
tratamiento. -(/)
Antimoniato de meglumina 5 mg/kg se •
Hervás et al., Resolución de las e
una vez al día y ketoconazol 10 mg/kg VO. No ca-nunicado. No ca-nunicado.
1999
3 ciclos de 4 semanas de duración, a intervalos de 10 días.
lesiones dermatolégicas. z)>
Fluconazol 5 m¡tkg VO una vez al día durante dos meses. Proteinuria descubierta 5 meses después JJ
Pennisí, 2002;
Metronidazol (25 rrg/kg) y Espiramicina (150.000 IU/kg) Falta de eficacia con del dicgnóstico y eutanasia llevada a cabo
Pennísi et al.,
2004
VO una vez al día durante 35 días.
ltraconazol 50 mg/gato VO una vez al día durante dos meses.
cualquier posología .
Ninguno.
22 meses después del diagnóstico debido ~(/)
a una IRC* en fase terminal.
-Q ,
Seroconvers ión 2 meses después de inter-
F\?nnísi, 2002;
Pennisí et al., Alopurinol 20 mg/kg VO una vez al día durante 15 meses.
Rápida mejora clínica. rumpir el tratamiento, seguida de recurren- z
~e
IFI < 1:20 después de Ninguno. cia clínica tratada de nuevo con alopurinol.
2004; datos Tratamiento de apoyo durante 1-5 meses.
10 meses. Muerte 32 meses después del diagnóstico
no publicados
debido a una IRC.
)>
Marolí et al., 2007; Alopurinol 20 mg/kg VO una vez al día.
F\?nnisi, datos Metilp-~nisolona 20 mg/gato se según necesidad (empe-
1FI 1 :20 después de
Alopurinol interrumpido Eutanasia 8 meses más tarde por una IRC
después de 11 semanas e insufuciencia cardiaca debida a una -r
m ptblicados zado apraximooamente 4 años antes debido a una GEFC).
11 semanas.
debido a una IRA. cardiomiopatía hipertrófica. ~
Britti et al., Alopurinol 15 mg/kg VO dos veces al día.
Empeoramiento clínico. Eutanasia después de 15 días.
~
2005 Tratamiento de apoyo.
Buen estado clínico y
Leiva et al., Enucleación de los dos ojos afectados. Aumento del título 3 meses después
disminución del título No ca-nunicado.
2005 Alopurinol 10 mg/kg VO dos veces al día durante 6 meses. de la interrupción del tratamiento.
después de 3 meses.
Escisión nodular seguida de recurrencia. Curación lenta de las
ROfenacht et al., Alopurinol 10 mg/kg VO dos veces al día (reducido a lesicnes cutáneas Aumento de las 43 meses: serología negativa y globulinas
2005 5 mg/kg después de tres meses debido a efectos (6 meses después de enzimas hepáticas. en el rango de referencia.
secundarios) durante 15 meses. empezar con el alopurinol).
Prednisolona 1 mg/kg VO al final del día durante un mes,
cambiado a una vez por semana cada 6 meses debido a Cu ración dermatológica
RUfenacht et al., 24 meses: necesidad esporádica de
un pénfigo foliáceo concurrente. después de 1O semanas No ca-nunicado.
2005 tratamiento tópico con corticoides.
Alopurinol 1Omg/kg VO dos veces al día (duración no de alopurinol.
comunicooa).

Efectos
Referencia Tratamiento Eficacia Seguimiento
secundarios
Empeoramiento clínico
de la lesión cutánea.
Diagnóstico de carcinoma
Alopurinol 20 mg/kg VO una vez al día durante 20 días
Monteverde de células escamosas
seguido de antimoniato de meglumina 20 mg/kg SC No ca-nunicado. No ca-nunicado.
et al., 2006 asociado a infección por
una vez al día durante 20 días.
Leishmania por medio
de una nueva biopsia
de piel.
Transfusión de sangre, nandrolona
Marcos et al.,
(3 mg/kg IM semanalmente). Empeoramiento clínico. No ca-nunicado. Eutanasia después de 20 días.
2009
Alopurinol 1Omg/kg VO dos veces al día.
Antimoniato de meglumina 50 m¡ikg una vez al día
Muerte no relacionada con la enfermedad
lbba, 2009 (vía de administración no ca-nun icada) durante 30 días. Curación clín ica rápida. No ca-nunicado.
15 días después del fin del tratam iento.
Tratamiento de apoyo y antibiótico.
Alopurinol 1Omg/kg VO dos veces al día.
Sanches et al., Moxidectina + lmidacloprid para la demodicosis. Las lesiones cutáneas mejoraron
Mejora clínica. No ca-nunicado.
2011 Colirio de Prednisolona + Neomicina + Polimixina B después de dos semanas.
para la uveítis.
Escisión quinírgica del carcinoma de células escamosas. Curación clín ica Muerte no relacionada con la enfermedad 7
Pocholle et al.,
Alopurinol 100 mg'gato VO una vez al día hasta la observada después No ca-nunicado. meses después del dicgnóstico (positivo por
2012
curación. de 4 meses. cultivo y PCR del bazo en la necropsia).
Ennas et al., Alopurinol 20 mg/kg VO una vez al día. Muerte después de 2 meses
Mejora clínica. No ca-nunicado.
2012 Tratamiento de apoyo. (causa no investigada).

IRA diagnosticada 2 Tratamiento suspendido después de 15 días.


Pennisi, datos
Alopurinol 100 mg'gato VO una vez al día. semanas después del Muerte comunicada unos meses después
no publicados
inicio del tratamiento. del tratamiento (causa no investigada).

Pennisi, datos Muerte 3 meses después del inicio


Alopurinol 2 5 mg/gato VO dos veces al día. Mejora clínica. No ca-nunicado.
no publicados del tratamiento (causa no investigada).

* lnsufciencia renal crónca.

Tabla 5. Lista de tratamientos comunicados en gatos afectados p:ir leishmaniosis felina. Eficacia y efecta; secundarios del tratamiento. Información disponible sol:Ye el
tratamiento.


e
"
S
LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA

Prevención son bastante sensibles a sus efectos adversos.


Solo se podrían probar dispositivos autori- LEISHMANIOSIS CANINA
No hay información disponible sobre la pre- zados específicamente para gatos para detec-
vención de la leishmaniosis felina. La protec- tar cualquier eficacia en la prevención de la
ción específica contra las picaduras de fle- infección por Leishmania, por lo que se espera
bótomos sería útil para evitar que los gatos tener información sobre este tema en un plazo
adquirieran la infección, al igual que lo es
en perros (ver capítulo 9). Existen muchos
corto de tiempo, debido al posible impacto de
la infección felina en la epidemiología de la
Leishmaniosis canina
productos disponibles para perros que con- leishmaniosis. La vacunación será una medida
tienen piretroides con una actividad confir-
mada frente a las picaduras, pero los gatos
preventiva mucho más difícil de desarrollar
para la leishmaniosis felina.
en Sudamérica
Filipe Dantas-Torres

Puntos clave
■ •t• • P,erros o seres ~umanos en

Introducción

Especies de Leishmania
■ Los vectores de Leishmania
Epidemiología


Manifestaciones clínicas y resultados de laboratorio
Diagnóstico, tratamiento y control

Perspectivas de futuro


Resumen Leishmaniosis canina
La leishmaniosis canina está muy extendida en América del Sur, donde los perros están exP.uestos a la infección de
varias especies de Leishmania, tales como: Leishmania amazonensis, Leishmania braziliensis, Leishmania colombiensis,
en Sudamérica
Leishmania guyanensis, Leishmania infantum, Leishmania mexicana, Leishmania panamensis, Leishmania p_eruviana y
Leishmania pifanoi. De la misma manera, se han considerado varias especies de flebótomos del género Lutzomyi_a como
vectores comprobados osupuestos de las diferentes especies de Leishmania en América del Sur, lo que comP.lica aún más
el panorama epidemiológico de la leishmaniosis canina en esta región. Los casos de leishmaniosis canina se han detectado
en las zonas rurales, suburbanas y urbanas de todos los países de América del Sur, con excepción de Chile y Uruguay. Sin
embargo, el reciente hallazgo de Lutzomyia longipalpis en el norte de Uruguay indica el riesgo potencial de introducción de
Introducción (Phlebotaminae), pulgas (Siphonaptera), piojos
(Phthiraptera) y triatominos (Triatominae). De
L. infantum en esta zona. El diagnóstico en América del Sur se realiza mediante la presencia de signos clínicos comP.atibles
y los resultados de los análisis parasitológicos o serológicos de rutina. La PCR es todavía una prueba mayoritariamente Sudamérica es un gran continente situado en hecho, las enfermedades transmitidas por vec-
restringida a institutos de investigación y al diagnóstico de leishmaniosis en humanos. El tratamiento se ha realizado con el hemisferio occidental, formado por 12 esta- tores, como la enfermedad de Chagas (agente
protocolos terapéuticos alternativos (p. ej.: alopurinol más inmunoterapia) en Brasil, debido aque los fármacos de P.rimera dos soberanos (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, causal: Trypanosoma cruzi), la filariosis linfática
línea se utilizan actualmente en el tratamiento de la leishmaniosis humana (p. ej.: N-metil-glucamina yanfotericina B) y Colombia, Ecuadoi; Guyana, Paraguay, Perú, (agente causal: Wuchereria bancrofti), la malaria
no se pueden emplear en perros. Además de los productos insecticidas (p. ej.: pipetas spot-ony collares impregnados), en Surinam, Uruguay y Venezuela) y 4 territo- (agente causal: Plasmodium spp.) y la leishrna-
América del Sur se dispone de dos vacunas para la prevención de la enfermedad. Las investigaciones futuras P.ermitirán rios (Guayana Francesa, Islas Malvinas, Islas niosis (agente causal: Leishmania spp.) todavía
desvelar las complejidades relacionadas con la dinámica de la epidemiología y la transmisión de Leishmania en P.erros y Georgias del Sur y Sandwich del Sur y Trinidad). alcanzan cifras considerables en los países sud-
seres humanos, fundamentales P.ara la definición de mejores estrategias de control en Sudamérica. Tiene una superficie total de 17.840.000 km2 americanos (Marcondes, 2009). Este grupo de
y su población humana a partir de 2011 se ha enfermedades tropicales afecta principalmente
estimado en más de 387.489.196 habitantes, a las personas que viven en las zonas rurales
Summary con una densidad de población de 21,4 habi- y suburbanas, donde las condiciones de vida
tantes/km2. Brasil es el país de mayor tamaño distan mucho de ser ideales, y donde la pobreza
Canine leishmaniosis is widespread in South America, where dogs are exposed to the risk of infection by several SP.ecies of (alrededor de la mitad de la superficie terrestre y los bajos índices de desarrollo humano son la
Leishmania, such as: Leishmania amazonensis, Leishmania brazifiensis, Leishmania colombiensis, Leishmania guy_anensis, del continente y de la población) y economía de regla más que la excepción.
Leishmania infantum, Leishmania mexicana, Leishmania panamensis, Leishmania p_eruviana and Leishmania p_ifanoi. In América del Sur.
the same way, several species of phlebotomine sand flies of the genus Lutzomyia have been regarded as proven or P.Uta- La leishmaniosis es una enfermedad muy
tive vectors of Leishmania parasites in South America, which further complicates the epidemiological P.icture of canine
Debido a sus características geográficas y con- importante desde el punto de vista de la salud
leishmaniosis in this region. Cases of canine leishmaniosis have been detected in rural, suburban and urban areas in all
diciones climáticas, es uno de los continentes pública en América del Sur. En realidad, el
South America countries, except Chile and Uruguay. However, the recent finding of Lutzomyia longipalpis in northem Uruguay
con mayor diversidad, siendo el hogar de espe- término leishmaniosis abarca un espectro de
indicates the potential risk for the introduction of L. infantum in this region. The diagnosis in South America has largely
been based on the presence of suggestive clinical signs and on the results of ordinary parasitological and/or serological cies únicas de animales y plantas. De hecho, la enfermedades clínicas causadas por diferentes
tests. The use of PCR-based assays is still mostly restricted to research institutes and to the diagnosis of leishmaniosis in selva amazónica posee una gran biodiversidad especies de protozoos del género Leishmania.
humans. The treatment has been performed with alternative therapeutic protocols (e.g., allopurinol plus immunotherapy) y contiene una proporción importante de las De hecho, las leishmaniosis se dividen en leish-
in Brazil, because first-line drugs currently used for the treatment of human leishmaniosis (e.g., N-metil-glucamine and especies de la Tierra. Los animales de vida sil- maniosis visceral, cutánea y mucocutánea.
amphotericin B) cannot be used in dogs. In addition to insecticide products (e.g., spot-on pipettes and impregnated collars), vestre (p. ej.: zorros, osos perezosos, armadillos, Cada forma clínica parece estar asociada a una
two vaccines are currently available for the prevention of canine leishmaniosis in South America. Future research aimed nutrias, tejones, pequeños roedores y marsu- especie de parásito, aunque también se han des-
at unveiling the complexities related to the epidemiology and transmission dynamics of Leishmania parasites in dogs and piales) pueden albergar una gran cantidad de crito casos atípicos. Por ejemplo, la infección
human beings is fundamental towards the definition of better control strategies in South America. microorganismos que pueden ser patógenos por L. amazonensis se manifiesta con una leish-
para los animales domésticos y los seres huma- maniosis cutánea, generalmente de úlcera única,
nos. Muchos de estos microorganismos se trans- pero también puede manifestarse como leish-
miten de un animal infectado a uno susceptible maniosis cutánea difusa anérgica en pacientes
de padecer la infección a través de la picadu- con un sistema inmunitario celular defectuoso
ra de un artrópodo vector, como garrapatas (Lainson y Shaw, 2005). Sin embargo, también
(Ixodidae), mosquitos (Culicidae), flebótomos se han documentado casos individuales de
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leishmaniosis mucocutánea y visceral causada coatíes y armadillos (Brandao-Filho et al., han descrito esporádicamente en varios países,
por L. amazonensis (Lainson y Shaw, 2005). 2011 ). Aunque los animales domésticos son como Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Perú
Esto indica que la forma clínica exhibida por también sensibles a la infección por diferentes y Venezuela (Dantas-Torres, 2009). De hecho,
cada individuo infectado puede depender de la especies de Leishmania, a menudo son hospeda- la leishmaniosis cutánea canina por L. brazi-
especie de parásito involucrada, pero también dores involuntarios y no desempeñan un papel liensis es una enfermedad común diagnosticada
del tipo de respuesta inmunitaria desarrollada
por cada. individuo.
importante en el mantenimiento de estos pará-
sitos en la naturaleza. Se han detectado diver-
en perros que viven en zonas rurales, donde la
leishmaniosis cutánea en el ser humano tam-
....•
sas especies de Leishmania en seres humanos y bién es endémica. También se han documentado
•*
...
Aunque la mayoría de los casos de leishmanio- animales en América del Sur, lo que complica el casos de coinfecciones por L. infantum y L.
sis humana y canina se encuentran en Brasil, la
enfermedad está. muy extendida en América del
Sw; siendo endémica en todos los países excep-
panorama epidemiológico de la leishmaniosis
canina y humana, y representa. un desafío para
los médicos y los profesionales veterinarios que
braziliensis en perros (Madeira et al., 20066;
Dantas-Torres et al., 2010a). La literatura
también recoge infecciones simultáneas por L.
. ...

to Chile y Uruguay (Lainson y Shaw, 2005).

Sin embargo, es importante mencionar que


trabajan en esta región.

Esta y muchas otras enfermedades transmiti-


infantum y Trypanosoma evansi, así como por
L. braziliensis y Trypanosoma caninum (Savani
et al., 2005; Madeira et al., 2009). .... .
...
recientemente se han detectado flebótomos das por vectores se encuentran comúnmente
vectores en Uruguay (Salomón et al., 2011), lo en perros en América del Sur. De hecho, los También se han aislado en perros cepas híbri-
que indica el riesgo potencial de transmisión de perros pueden estar expuestos a una gran can- das de Leishmania (cepas con características
♦ L. amazonensis
Leishmania en algunas zonas de este país. De tidad de agentes patógenos transmitidos por fenotípicas y genotípicas de dos especies). Por • L. braziliensis J
hecho, están incrementándose los casos docu- vectores (p. ej.: Dirofilaria immitis, Babesia ejemplo, se han descrito cepas híbridas de L. ■ L. co/ombiensis
A L. infantum
mentados de leishmaniosis canina en el sur y vogeli, Ehrlichia canis, Hepatozoon canis y L. braziliensis/L. peruviana y L. braziliensis/L.
♦ L. mexicana
sudeste de Brasil, norte de Argentina y Paraguay infantum) (Dantas-Torres, 2008), siendo algu- guyanensis en perros de Perú y Venezuela, res- * L. panamensis
(Savani et al., 2011; Dantas-Torres et al., 2012; nos de ellos de interés zoonótico, como es el pectivamente (Reithinger y Davies, 1999). • L. peruviana
Tonini et al., 2012). La aparición de leishma- caso de Leishmania. En este capítulo se ofrece * L. pifanoi

niosis canina en esta parte de América del Sur una visión general sobre algunos aspectos de
Figura 1. Distribución de las especies de Leishmania
se ha atribuido a cambios en la ecología y la la leishmaniosis canina en América del Sur y se Leishmania infantum endémicas en perros en América de Sur. Adaptado
distribución de flebótomos, pero también puede analizan las perspectivas futuras para el manejo Leishmania infantum es la especie más impor- de Dantas-Torres (2009).
estar asociada con los movimientos incontro- de la enfermedad en esta región. tante de las que infectan a los perros en América
lados de perros infectados de áreas endémicas del Sur, debido a que causa una enfermedad
a áreas no endémicas, como se ha descrito en crónica y potencialmente mortal en los anima- uso de L. chagasi o L. infantum chagasi en la
otras partes del mundo (p. ej.: Italia) (Otranto Especies de les afectados, y también por su importancia literatura científica se debe evitar.
et al., 2009a). Por ejemplo, se han descrito casos Leishmania zoonótica. Durante algún tiempo, L. chagasi
importados de infección por L. infantum (sin. se consideró como una especie válida, pero los La distribución en América del Sur de L.
Leishmania chagasi) en perros, en zonas don- La leishmaniosis canina en América del Sur estudios moleculares realizados en las últimas infantum incluye Argentina, Bolivia, Brasil,
de el parásito no se considera endémico en el puede estar asociada a varias especies de décadas han aportado pruebas irrefutables que Colombia, Ecuador, Paraguay, Surinam y
sur de Brasil (Tomaz-Soccol et al., 2009). Esto Leishmania (fig. 1). Como ocurre en otros confirman que esta es L. infantum, introduci- Venezuela (Lainson y Shaw, 2005). En los últi-
indica claramente el riesgo de que la infección focos endémicos en todo el mundo, la enfer- da en el Nuevo Mundo por los conquistado- mos años, la distribución geográfica de L. infan-
pueda establecerse en estas áreas, siempre que medad se asocia más con L. infantum en el res (Kuhls et al., 2011). De hecho, un estudio tum en el hemisferio occidental se ha amplia-
existan flebótomos competentes. perro (Dantas-Torres et al., 2012). Por otro reciente que evaluó la diversidad genética de do considerablemente y este parásito ahora se
lado, también se han detectado otras especies L. infantum en perros de Brasil proporcionó encuentra desde el norte de Argentina hasta el
Leishmania se asocia principalmente con los de Leishmania en perros de diferentes países de evidencias adicionales que apoyaban la recien- norte de Estados Unidos, llegando incluso a
animales salvajes, como los pequeños roedores, Sudamérica (tabla 1). En particular, los casos te introducción de esta especie en el Nuevo algunas provincias del sur de Canadá (Dantas-
marsupiales, perezosos, primates no humanos, de infección por Leishmania braziliensis se Mundo (Batista et al., 2012). Por lo tanto, el Torres et al., 2012).
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Especies de neotropical en peligro de extinción (Almeida


Vectores comprobados/sospechosos* Distribución geográfica
Leishmania Curi et al., 2012). El papel de cada uno de estos
L. amazonensis
Lu. f/aviscutellata, Lu. longipalpis, Lu. nuneztovari anglesi, Bolivia, Brasil, Colombia, animales en el mantenimiento de L. infantum
Lu. o/meca reducta, Lu. o/meca nociva. Guayana Francesa, Paraguay. en la naturaleza es probablemente secundario.
Lu. ayrozai, Lu. carrerai carrerai, Lu. columbiana, Lu. complexa,
Lu. cruciata, Lu. edwardsi, Lu. fischeri, Lu. gomezi,
Lu. intermedia, Lu. llanosmartinsi, Lu. migonei, Lu. neivai,
Argentina, Bolivia, Brasil, Los zorros y las zarigüeyas se consideran impor-
Colombia, Ecuador, Guayana
L. braziliensis Lu. nuneztovari anglesi, Lu. ovallesi, Lu. panamensis, tantes reservorios silvestres de L. infantum en
Francesa, Paraguay, Perú,
Lu. pescei, Lu. pessoai, Lu. pia, Lu. shawi, Lu. spinacrassa, América del Sur, pero su importancia relativa
Venezuela.
Lu. tejadai, Lu. townsendi, Lu. trinidadensis, Lu. ylephiletor,
Lu. youngi, Lu. yucumensis, Lu. we/lcomei, Lu. whitmani. en el ciclo de transmisión zoonótica en compa-
ración con los perros domésticos aún no se ha
L. colombiensis Lu. hartmanni, Lu. gomezi, Lu. panamensis. Colombia, Venezuela.
comprobado. A este respecto, los perros se con-
Lu. anduzei, Lu. ayacuchensis, Lu. longif/ocosa, Lu. migonei, Brasil, Colombia, Guayana
L. guyanensis sideran generalmente los principales reservorios
Lu. shawi, Lu. umbratilis. Francesa.
del parásito en el entorno doméstico, debido a
Argentina, Bolivia, Brasil,
Lu. almerioi, Lu. cruzi, Lu. evansi, Lu. forattinii, Lu. longipalpis, su proximidad con los seres humanos y a la alta
L. infantum Colombia, Guayana Francesa **, Figura 3. Paisaje típico en un área de transmisión
Lu. migonei, Lu. pseudolongipalpis, Lu. sallesi.
Paraguay, Venezuela. prevalencia de la infección en estos animales. de L brazilíensis en el nordeste de Brasil.
Lu. whitmani, Lu. anthophora, Lu. ayacuchensis, Lu. columbiana, Sin embargo, la existencia de una gama tan
L. mexicana Lu. cruciata, Lu. diabolica, Lu. migonei, Lu. o/meca o/meca, Colombia, Ecuador. amplia de posibles hospedadores de L. infan-
Lu. ovallesi, Lu. panamensis, Lu. shannoni, Lu. slephiletor.
tum sugiere que el panorama epidemiológico (Lainson y Shaw, 2005). Curiosamente, se ha
Lu. cruciata, Lu. gomezi, Lu. hartmanni, Lu. panamensis,
L. panamensis Colombia, Ecuador. de la leishmaniosis visceral canina y humana encontrado un considerable nivel de polimor-
Lu. sanguinaria, Lu. trapidoi, Lu. ylephiletor, Lu. yuilli.
en América del Sur puede ser más complejo de fismo enzimático en cepas de L. braziliensis de
L. peruviana Lu. ayacuchensis, Lu. peruensis, Lu. verrucarum. Perú.
lo que se aprecia actualmente. América del Sur. En efecto, se ha caracteriza-
L. pifanoi Lu. f/aviscutellata. Ecuador, Venezuela. do una gran variedad de zimode1nas así como
• Abrevia:lo como "Lu.• de Lutzonr,,ia para distinguir de "l." de Leishmania. •• Caso importado. Sin duda alguna, la existencia de varios reservo- de serodemas en esta región (Lainson y Shaw,
ríos potenciales representa un reto adicional a 2005). La gran diversidad genética de las cepas
Tabla 1. Especies de Leishmanía endémicas en perros con sus respectivos vectores y distribución geográfica en considerar en el diseño de cualquier programa de L. braziliensis en la cuenca del Amazonas y
Sudamérica. Adaptado de Reithingery Davies (1999); Lainson y Shaw (2005); Dantas-Torres, 2009; Maroli et al. (2013).
de control contra esta enfermedad. en la zona de bosque atlántico (Cupolillo et al.,
2003; Brito et al., 2009) parece estar asociada
con la enorme diversidad de vectores potencia-
Además de los perros domésticos y los seres Leishmania braziliensis les y hospedadores que se encuentran en dife-
hu1nanos, L. infantum se ha detectado en Leishmania braziliensis es el agente causal más rentes zonas endé1nicas.
aniinales salvajes, como zorros cangrejeros importante de la leishmaniosis cutánea y muco-
(Cerdocyon thous), zarigüeyas del género cutánea en perros y seres humanos en América Leishmania braziliensis se ha detectado en
Didelphis (p. ej.: Didelphis marsupialis, D. del Sur (Dantas-Torres, 2009). Se encuentra una amplia variedad de animales domésticos
aurita y D. albiventris), roedores (Proechimys comúnmente en las zonas rurales, y se asocia a y salvajes tales como caballos, perros, gatos,
canica/lis) y el perro venadero o perro de mon- menudo con las plantaciones de cultivos y zonas pequeños roedores, marsupiales y perezosos
te (Speothos venaticus) (Travi et al., 1998; forestales (fig. 3), donde los reservorios anima- (Lainson y Shaw, 2005; Brandao-Filho et al.,
Schallig et al., 2007; Figueiredo et al., 2008; les y los flebótomos encuentran un entorno ade- 2011 ). Mientras que los animales domésticos
Carreira et al., 2012; Humberg et al., 2012). cuado para su subsistencia. C.Omo ocurre con L. se infectan esporádicamente con L. braziliensis,
Este parásito también se ha detectado en gatos infantum, L. braziliensis presenta una amplia los pequeños roedores y marsupiales se con-
do1nésticos (Vides et al., 2011). La evidencia distribución geográfica en todo el territorio de sideran los hospedadores principales de este
Figura 2. Lobo de crin (Chrysocyon brachyurus). Re-
serológica de infección también se ha descrito América del Sur, encontrándose en Argentina, parásito en condiciones naturales (Brandao-
cientemente, también se ha descrito la infección
por L ínfantum en un individuo de esta especie. Cortesía recientemente en un lobo de crin (Chrysocyon Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Filho et al., 2011). Además, la mayoría de
de Anan KaewkhammuVshutterstock.com brachyurus) (fig. 2), una especie de cánido Francesa, Paraguay, Perú, Surinam y Venezuela los estudios sobre la infección natural por
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L. braziliensis en animales domésticos y salva- confundirlas con infecciones por L. infantum, adecuadas para estar presentes durante todo el atribuido a las dificultades para localizar los
jes se refieren a la detección de ADN en lugar sobre todo si se considera que las pruebas sero- año. Por ejemplo, un estudio llevado a cabo en lugares de reproducción de las etapas preimago.
del aislamiento del parásito. lógicas habitualmente utilizadas en Brasil no un área endémica de leishmaniosis visceral en La escasez de información sobre los posibles
son capaces de distinguir entre diferentes espe- el centro-oeste de Brasil registró la presencia de criaderos de flebotominos inmaduros también
cies de Leishmania. Lu. longipalpis durante todos los meses del año, puede estar relacionada con las dificultades
Otras especies de con algunos picos marcados después de perio- técnicas inherentes a su aislamiento del suelo
Leishmania en perros dos de fuertes lluvias (Oliveira et al., 2008). donde se producen (Alencar et al., 2011).
Los perros que viven en América del Sur pue- Los vectores En otro estudio realizado en un área de trans-
den llegar a infectarse por otras especies de de Leishmania misión de leishmaniosis cutánea en Argentina,
Leishmania aunque, salvo algunas excepcio- Lu. whitmani fue la especie más abundante y Los vectores de L. infantum
nes, estos casos parecen ser poco comunes o, al Los protozoos del género Leishmania se trans- se encontró durante todo el año (Fernández El vector principal de L. infantum en América
menos en parte, estar poco documentados. Por miten principalmente a través de flebótomos et al., 2012). Si bien la dinámica temporal de del Sur es Lu. longipalpis. Este flebótomo tiene
ejemplo, se han descrito de forma esporádica de los géneros Phlebotomus y Lutzomyia en las poblaciones de flebótomos puede variar un comportamiento alimentario muy amplio y
casos raros de infecciones caninas por especies el Viejo y el N uevo Mundo, respectivamente ampliamente de una región a otra, es evidente se alimenta de cualquier hospedador accesible,
como L. colombiensis (Delgado et al., 1993), L. (Maroli et al., 2013). La clasificación tradicio- que el riesgo de exposición a Leishmania es per- como pollos, perros, zorros, zarigüeyas, roe-
guyanensis (Santaella et al., 20 11), L. mexicana nal de flebótomos del N uevo Mundo recono- manente en la mayoría de las zonas endémicas dores, murciélagos y también seres humanos.
y L. pifanoi (Reithinger y Davies, 1999). Sin ce tres géneros: Lutzomyia, Brumptomyia y de Sudamérica. Lu. longipalpis es primordialmente una especie
embargo, todos estos parásitos se asocian con Warileya (Young y Duncan, 1994). Se ha pro- silvestre, que se puede encontrar en los bos-
animales salvajes y con ambientes boscosos. Por puesto una revisión taxonómica completa de Los flebótomos se pueden encontrar en zonas ques remotos, lejos de los hábitats hu1nanos
tanto, los perros son hospedadores involunta- flebótomos del N uevo Mundo (Galati, 2003), urbanas y suburbanas, pero la mayoría de las (Lainson y Rangel, 2005). Sin embargo, puede
rios más que reservorios (Dantas-Torres, 2007). pero no se acepta universalmente. Si bien se ha especies habitan en las zonas rurales, donde se invadir rápidamente las viviendas humanas y
comprobado y adaptado esta nueva clasifica- hallan a menudo en asociación con viviendas los refugios de animales (p. ej.: los gallineros)
Los casos de leishrnaniosis canina por L. peru- ción por algunos taxónomos (Dantas-Torres et pobres y refugios de animales (p. ej.: gallineros, construidos en las proximidades del límite del
viana se han descrito en los Andes peruanos al., 20106; Fernández et al., 2012 ), la mayoría corrales). Los flebótomos son también frecuen- bosque, a lo largo de los caminos recién abiertos
.,
y son aparentemente comunes en esta reg1on de los investigadores todavía utilizan la clasifi- tes en ambientes forestales, así como en cuevas (Lainson y Rangel, 2005). En la actualidad se
(Llanos-Cuentas et al., 1999). Del mismo modo, cación tradicional. En este capítulo se ha segui- con murciélagos (Alves et al., 2008). De hecho, acepta ampliamente la existencia de un número
la infección por L. panamensis se ha descrito do la nomenclatura tradicional de flebótomos esporádicamente se han descrito brotes de leish- de especies crípticas bajo el nombre de Lu. lon-
más de una vez en perros de Ecuador (Dereure del N uevo Mundo (Young y Duncan, 1994). maniosis cutánea en soldados que han pasado gipalpis, que en realidad constituyen un com-
et al., 1994.) y Colombia (Corredor et al., 1990; algún tiempo en ambientes boscosos, donde plejo de especies (Lins et al., 2012 ).
Vélez et al., 2011), lo que también sugiere que Se estima que existen cerca de 976 especies de fueron expuestos a las picaduras de flebótomos
este parásito puede infectar habitualmente a los flebótomos en todo el mundo, 524 en el N uevo (Andrade et al., 2009a; Vélez et al., 2012). Se han considerado otras especies de flebóto-
,
perros en estos pa1ses. Mundo y 267 especies se encuentran solo en mos como vectores comprobados o sospe-
Brasil (Andrade, A.J., comunicación personal). Varios estudios recientes han demostrado la chosos de L. infantum en América del Sur,
En el sudeste de Brasil se han documenta- presencia de criaderos potenciales para las como Lu. cruzi, Lu. evansi, Lu. forattinii, Lu.
do infecciones por L. amazonensis en perros Esto significa que el número de vectores poten- diferentes especies de flebótomos en el medio m igonei, Lu. pseudolongipalpis, y Lu. salle-
(Tolezano et al., 2007; Días et al., 2011 ), que ciales para la transmisión de Leishmania en ambiente alrededor de las casas en el sudeste de si (Maroli et al., 2013 ). La mayoría de estas
pueden ser más comunes de lo que se conoce áreas endémicas de América del Sur es mucho Brasil (Vieira et al., 20 12). Se han encontrado especies se han tenido en cuenta como posi-
actualmente. De hecho, los perros infectados mayor que el que se encuentra en cualquier asociados a troncos de árboles, madrigueras bles vectores de L. infantum basándose en la
por L. amazonensis presentaron signos clínicos otro foco endémico. Otro aspecto importante a de animales bajo las hojas en el suelo, copa de evidencia epidemiológica y en la detección del
compatibles con leishmaniosis visceral causada considerar es el hecho de que la mayor parte del los árboles, grietas de las rocas y raíces de los ADN del parásito mediante técnicas PCR. Por
por L. infantum (Tolezano et al., 2007). Por territorio sudamericano se encuentra dentro de árboles (Young y Duncan, 1994 ). Es importante lo tanto, se necesitan más estudios para deter-
lo tanto, las infecciones por L. amazonensis la zona tropical. En consecuencia, los flebóto- destacar que los problemas para controlar las minar el papel de estas especies en el ciclo de
pueden estar siendo mal diagnosticadas al mos encuentran las condiciones meteorológicas poblaciones de flebótomos en esta región se han transmisión de L. infantum.
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Los vectores de Leishmania mediante el uso de PCR. Sin embar-


L. braziliensis go, solo unos pocos estudios experimentales han
Se han estudiado cerca de 30 especies de fle- tratado de demostrar la competencia vectorial
bótomos como vectores comprobados o de diferentes especies de flebótomos en la trans-
supuestos de L. braziliensis. De hecho, el ciclo misión de Leishmania en perros (Lainson y
de transmisión de este parásito parece ser bas- Shaw, 2005; Dantas-Torres, 2009).
tante complejo, puesto que participan diferentes
flebótomos, incluso en una única zona geográ- Leishmania amazonensis se transmite principal-
fica. Por ejemplo, solo en Brasil se han conside- mente a través de Lu. flaviscutellata (Lainson y
rado como vectores comprobados o supuestos Shaw, 2005), una especie de flebótomo con una
de L. brazj/iensis las especies Lu. complexa, notable preferencia por los roedores del bos-
Lu. edwardsi, Lu. fischeri, Lu. intermedia, Lu. que como hospedadores. Sin embargo, recien-
migonei, Lu. neivai, Lu. paraensis, Lu. pessoai, temente se han detectado casos de leishmanio- Figura 4. Lutzomyia /ongjpalpis. (a) Genitales externos del macho. (b) Espermateca de la hembra (flecha).
Lu. wellcomei, y Lu. whitmani (Maroli et al., sis canina por L. amazonensis en el sudeste de
2013). Cada una de estas especies puede llegar Brasil, en zonas donde Lu. longipalpis (fig. 4)
a ocupar un nicho ecológico definido y asumir era la especie más abundante (Tolezano et al., Epidemiología (Dantas-Torres et al., 2006), mientras que
un papel primordial en la transmisión en deter- 2007; Días et al., 2011). Los estudios de labo- en otros estudios los perros de edad avan-
minadas situaciones. ratorio sugieren que Lu. longipalpis es capaz La epidemiología de la leishmaniosis canina en zada (1-6 años) parecen estar más expuestos
de transmitir L. amazonensis bajo condiciones América del Sur comparte algunas similitudes al riesgo de infección (Rondon et al., 2008).
Mientras que algunas de las especies de flebóto- experimentales (Killick-Kendrick et al., 1977). con la de Europa (ver capítulo 2). Dantas-Torres Algunos autores han descrito una tasa de sero-
mos pueden adapta.rse a los entornos domésti- Curiosamente, un estudio en el sur de Brasil et al. (20 12) llevaron a cabo una revisión sobre positividad superior en algunas razas (Boxer y
cos y peridomésticos (p. ej.: Lu. migonei y Lu. informó de la detección de ADN de L. ama- las similitudes y diferencias en varios aspectos Cocker) en comparación con los perros mesti-
whitmani), otras se asocian típicamente a los zonensis en el 1,25 % de las Lu. longipalpis (incluyendo epidemiología) de la leishmaniosis zos (Fran~a-Silva et al., 2003). Por otro lado,
ambientes forestales (p. ej.: Lu. complexa). analizadas (Savani et al., 2009). Estos hallaz- canina en ambas regiones. Los factores de ries- en estudios realizados en el sur de Brasil, no
gos sugieren que en las zonas donde Lu. flavis- go de esta enfermedad pueden variar amplia- hubo correlación entre la seropositividad y el
Esto significa que los vectores involucrados en cutellata está ausente, Lu. longipalpis podría mente de una región a otra, siendo el nivel de sexo, la raza, la edad o la longitud del pelo de
la transmisión de L. braziliensis pueden variar asumir un papel principal en la trans1nisión de exposición a los vectores competentes un factor los perros (Almeida et al., 2009; Oliveira et
de una región a otra, e incluso dentro de la mis- L. amazonensis a huéspedes susceptibles. En determinante. al., 2010). Además, un estudio reciente lleva-
ma región, en función de varios factores, como teoría, la participación de Lu. longipalpis en do a cabo en una zona urbana en el sudeste
las características del hábitat y las costumbres el ciclo de transmisión de este parásito podría de Brasil indicó que los factores asociados
de las poblaciones locales de perros y humanos. llegar a incrementar el riesgo de infección en Factores de riesgo con la infección de Leishmania fueron los
perros y seres humanos, debido a su amplio Cualquier perro, macho o hembra, de cual- bajos ingresos familiares, el conocimiento del
comportamiento alimentario y a su abundancia quier raza y edad puede padecer una leish- propietario en cuanto al vector, que el perro
Vectores de otras especies en las viviendas. maniosis en América del Sur. Aunque algu- permanezca predominantemente en el patio
de Leishmania nas investigaciones han encontrado una trasero, y la falta de examen serológico previo
La lista. de los vectores comprobados o supues- mayor prevalencia de anticuerpos frente a para la leishmaniosis visceral (Coura-Vital et
tos de todas las especies de Leishmania halladas Leishmania en los machos que en las hembras al., 201 1 ). Por otra parte, en un estudio reali-
en perros en América del Sur se resume en la (Dantas-Torres et al., 2006), otros estudios zado en el nordeste de Brasil, las viviendas con
tabla l. En la mayoría de los casos, la participa- epidemiológicos no han puesto de manifiesto historial de perros infectados y sacrificados
ción de las especies de flebótomos en la transmi- asociación entre el género y la seropositivi- por el programa de control de la leishmaniosis
sión de una determinada especie de Leishmania dad (Rondon et al., 2008). De manera simi- visceral en los últimos 12 meses tuvieron cin-
se basa en razones epidemiológicas, en el aisla- lar, existe una mayor seroprevalencia entre co veces más probabilidades de tener, por lo
miento de parásitos y en la detección de ADN de los perros jóvenes(< 1 año) en algunas áreas menos, un perro seropositivo que las viviendas
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que no tenían antecedentes de eliminación de (Paranhos-Silva et al., 1996; Fran~-Silva et al., presentan signos clínicos externos apreciables donde los perros y los seres humanos comparten
perros (Silva et al., 2012 ). 2003; Dantas-Torres et al., 2006; Rondon et de leishmaniosis. En algunas zonas, más del el mismo entorno y son igualmente sensibles a la
al., 2008). También se han realizado estudios 80 % de los perros seropositivos podrían ser infecció n por Leishmania. De la misma manera,
En conjunto, los estudios anteriormente men- en otros países, tales como Argentina (Padilla et clínicamente sanos (Dantas-Torres et al., 2006; los casos de infección por Leishmania suelen
cionados indican que los determinantes de la al., 2002), Colombia (Fernández et al. , 2006), Queiroz et al., 2009). aparecer antes en perros que en personas, sim-
leishmaniosis canina pueden variar ampliamen- y Venezuela (Zerpa et al., 2003 ). Estos estudios plemente porque los perros están más expuestos
te entre los diferentes focos de la enfermedad. De son difíciles de comparar debido a las diferen- Unos pocos estudios han evaluado con efectivi- a las picaduras de flebótomos.
hecho, la distribución de la leishmaniosis canina tes técnicas serológicas y antígenos utilizados. dad la incidencia de la infección por L. infantum
dentro de una población determinada. de perros Además, es difícil esta.blecer una estimación en perros en América del Sur. En algunas áreas, la
puede ser difícil de predecir. El riesgo individual respecto a la prevalencia global de la infección incidencia anual se ha estimado en alrededor de Manifestaciones
de infección por parásitos de Leishmania parece por Leishmania en toda Sudamérica d ebido a la 60 casos por cada 1.000 perros (Paranhos-Silva clínicas y resultados
estar fuertemente influenciado por el estilo de limitada cantidad de datos publicados en algu- et al., 1998; Fran~-Silva et al., 2003). También
vida del perro y el conocimiento de los propie- nos países (p. ej.: Paraguay), así como debido a se han detectado brotes esporádicos de leish- de laboratorio
tarios en cuanto a las vías de transmisió n de la las diferencias metodológicas observadas en los maniosis canina, generalmente en consonancia
enfermedad. Los perros guardianes que se man- estudios publicados (p. ej.: tamaño de la mues- con las epidemias de leishmaniosis en los seres El cuadro clínico de la leishmaniosis canina
tienen fuera de las casas durante toda la noche tra y los diferentes puntos de corte) (Dantas- humanos. Por ejemplo, en un grupo de perros de causada por L. infantum en América del Sur es
están muy expuestos a los flebótomos y, por lo Torres, 2009). bases militares en Colombia se detectaron varios muy similar al observado en Europa (Solano-
tanto, tienen un riesgo mayor de infección en casos de leishmaniosis cutánea canina causada Gallego et al., 2011) (ver capítulo 4). Como
comparación con aquellos que permanecen en La prevalencia de la infecció n por Leishmania por L. braziliensis y L. panamensis durante una regla general, la mayoría de los perros que viven
el interior de las casas (Rondon et al., 2008). en perros en América del Sur puede variar gran epidemia de leishmaniosis cutánea en los en áreas endémicas probablemente estarán
Del mismo modo, los perros que viven en áreas ampliamente de una región a otra, de acuerdo soldados del ejército colombiano, con unos expuestos a picaduras de flebótomos infecta-
rurales cerca de zonas boscosas están también con el método de diagnóstico utilizado, las espe- 40.000 casos humanos registrados desde 2005 dos, pero solo una pequeña proporció n de los
más expuestos a las picaduras de flebótomos y, cies de Leishmania que intervienen, el perfil de hasta 2009 (Vélez et al., 2011). En efecto, la perros infectados desarrolla realmente la enfer-
por consiguiente, a la infección (Almeida et al., la población canina, y el nivel de exposición a coexistencia de leishmaniosis canina y humana medad (Dantas-Torres et al., 2006; Fernández
2009; Dantas-Torres et al., 2010a). Un estudio los vectores adecuados. es obviamente previsible en las zonas endémicas, et al., 2006; Queiroz et al., 2009).
reciente demostró que la falta de conocimiento
por parte de los propietarios sobre la transmi- La 1nayoría de los estudios realizados en zonas
sión de L. infantum se asocia con un mayor endémicas (fig. 5 ) han descrito tasas de sero-
riesgo de infección en perros (Esch et al., 2012 ). prevalencia en torno al 25 % (Padilla et al.,
Por otra parte, una mejor educación del dueño 2002; Zerpa et al., 2003; Zanzarini et al., 2005;
se asoció con bajos niveles de seropositividad Dan tas-Torres et al., 2006; Rondon et al., 2008;
en los perros. Asimismo, se relacionó de forma Romero et al., 2008) y podrían alcanzar el
significativa el cariño hacia las mascotas y la 75 % en focos muy endémicos (Cortada et al.,
percepción de riesgo/conocimiento de la enfer- 2004). En un estudio llevado a cabo en el nor-
medad con la voluntad de adquirir herramien- deste de Brasil, los autores describieron una pre-
.,
tas para su prevenc1on. valencia global de anticuerpos de Leishmania
del 23,5 %, con tasas de prevalencia grupales
que oscilaban del O % al 67 % (Paranhos-Silva
Prevalencia e incidencia et al., 1996).
La mayoría de la información existente sobre
Figura 5. Vivienda convencional de
la prevalencia de la infecció n por Leishmania Como se observa en otras partes del mun-
la zona norte de Brasil en la que la
en perros en América del Sur procede de los do, la mayoría de los perros infecta.d os por leishmaniosis cutánea, transmitida
estudios seroló gicos realizados en Brasil Leishmania que viven en áreas endémicas no por L. brazíliensis, es endémica.
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LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA Leishmaniosis canina en Sudamérica

Estas pueden ser úlceras simples o múltiples loca- Las pruebas serológicas suelen estar disponibles prueba detecta la mayoría de los perros infec-
lizadas en hocico, escroto, vulva, extremidades, en las instalaciones veterinarias privadas en las tados enfermos y representa una importante
orejas, espalda y prepucio (Vélez et al., 2012). ciudades, pero raramente en el medio rural. Las mejora técnica hacia una mejor gestión de la
Algunos perros pueden desarrollar lesiones de la autoridades sanitarias también han empleado leishmaniosis visceral canina en Brasil y tal vez
mucosa o mucocutáne,is (Santos Barbosa et al., pruebas serológicas en las investigaciones epide- en América del Sui;, si la distribución de esta
1998; Taranto et al., 2000; Dantas-Torres, 2009; miológicas como parte de los programas de vigi- prueba no se limita a Brasil solamente.
Vélez et al., 2012), como se observa en pacientes lancia y control en América del Sur. En Brasil,
humanos. En dos casos de leishmaniosis muco- por ejemplo, las autoridades de salud pública El uso de herramientas moleculares para el
cutánea (probablemente debida a L. braziliensis) han adoptado durante tiempo el uso de kits ofi- diagnóstico de la leishmaniosis canina es aún
descritos en Argentina, los perros presentaron ciales basados en los métodos de IFI y ELISA incipiente en América del Sur. Las técnicas PCR
destrucción del tabique nasal, hiperemia con como prueba de detección para los perros que no están disponibles en todas las zonas endé-
edema de paladar blando y modificaciones del viven en zonas endémicas de leishmaniosis visce- micas e incluso cuando se dispone de ellas no
ladrido debidas a daños en la laringe (Taranto et ral. Sin embargo, el kit de IFI se ha reemplazado son asequibles para la mayoría de los dueños
al., 2000). Las alteraciones de laboratorio obser- por una nueva prueba rápida, que ahora se uti- de perros. Tecnicas como la PCR convencio-
vadas en perros con leishmaniosis cutánea por liza como prueba de detección. Se realiza el kit nal y la PCR en tiempo re,il se han utilizado
L braziliensis no son específicas en su mayoría. ELISA en los perros seropositivos a la prueba ampliamente en la investigación, así como para
Figura 6. Lesión mucocutánea en la trufa de un perro
rápida y, si el resultado es positivo, se practica el diagnóstico de la leishmaniosis humana, y se
seropositivo a Leíshmanía. Adaptado de Dantas-Torres
(2000). la eutanasia. La sensibilidad y especificidad de dispone de ellas en los institutos de investigación
Diagnóstico, estas pruebas puede variar ampliamente según y en centros diagnósticos de referencia. Se han
el laboratorio y la población de estudio. desarrollado y estandarizado varios análisis de
tratamiento y control
Los perros enfermos normalmente presentan PCR para detectai;, cuantificar o distinguir entre
lesiones cutáneas (ver capítulo 5) (p. ej.: exfo- Diagnóstico Se han descrito reacciones serológicas cruza- las diferentes especies de Leishmania en perros
liación, alopecia, hiperqueratosis, lesiones ulce- El diagnóstico de la leishmaniosis canina en das entre diferentes especies de Leishmania y (Paiva Cavalcanti et al., 2009; Quaresma et al.,
radas y onicogriposis), pérdida de peso corpo- América del Sur se basa principalmente en la Trypanosoma (es decii;, T cruzi y T caninum). 2009; Silva et al., 2010). Curiosamente, mucha
ral, letargo, esplenomegalia, hepatomegalia, presencia de signos clínicos compatibles con la gente acepta que la sangre no es una muestra
linfadenomegalia generalizada (ver capítulo 4 ) enfermedad (p. ej.: aumento de los ganglios lin- Es importante hacer hincapié en que el diagnós- clínica adecuada para la detección de ADN
y lesiones oculares (ver capítulo 6) (p. ej.: uveí- fáticos, lesiones cutáne,is, pérdida de peso y oni- tico final de la leishmaniosis canina no puede de L. infantum en perros en comparación con
tis anterioi;, conjuntivitis y queratoconjuntivi- cogriposis), junto con los resultados de los aná- realizarse solo en función de la serología. otras muestras, como la médula ósea y la piel
tis) (Almeida. et al., 2005; Dantas-Torres et al., lisis parasitológicos o serológicos (ver capítulo (Quaresma et al., 2009). Sin embargo, la detec-
2006; Queiroz et al., 2009). Las alteraciones 7). Las pruebas parasitológicas ordinarias, en En un estudio reciente con 117 perros, las pruebas ción de ADN de L. braziliensis en muestras de
laboratoriales pueden incluir (ver capítulo 4 ) particular el examen microscópico de frotis teñi- oficiales de IFI, ELISA y la prueba rápida. presen- sangre de perros mediante PCR (Dantas-Torres
anemia no regenerativa, hiperproteinemia, dos, preparados a partir de muestras de médula taron una sensibilidad del 100 % y una especifici- et al., 20106) sugiere que la sangre puede ser una
hipoalbuminemia, hipergammaglobulinemia y ósea y ganglios linfáticos, se realizan a menudo dad del 70,5 %, 68 % y 97,5 %, respectivamente muestra válida.para estas especies de Leishmania
una disminución de la relación albúmina/globu- en los servicios especializados y en los hospitales (Al ves et al., 2012). Otro estudio con 190 perros en particular. De hecho, también se ha descrito la
lina (Ahneida et al., 2005; Oliveira et al., 2010). veterinarios, pero no están disponibles en las describió una especificidad similar (96 % ) para la detección de ADN de L. brazjliensis en muestras
zonas endémicas debido a la falta de profesio- prueba rápida.y una sensibilidad que podía variar de sangre de pacientes humanos con leishmanio-
Los perros infectados por L. braziliensis se pre- nales veterinarios capacitados. El uso de otras del 47 % al 98 % en perros sanos y enfermos, sis cutánea activa y curada (Camera et al., 2006).
sentan normalmente con lesiones autolimitan- técnicas, como el aislamiento de Leishmania en respectivamente (Grimaldi et al., 2012).
tes en la piel, principalmente nódulos y úlceras medios de cultivo después de la caracterización
(fig. 6). Las lesiones pueden aparecer dos o más mediante electroforesis enzimática multilocus La. prueba rápida utiliza la tecnología de plata- Tratamiento
meses después de la inoculación del parásito (Coutinho et al., 2011) o los modernos marca- forma de doble trayectoria (Dual Path Platform El tratamiento de la leishmaniosis canina en
y tienden a curar espontáneamente de 6 a 12 dores moleculares (Batista et al., 2012), se limita technology) y emplea proteínas recombinan- Sudamérica ha sido un tema de debate inter-
meses después (Pirmez et al., 1988a, 19886). en general al campo de la investigación. tes (rK39 y rK26) como antígenos. Esta nueva minable entre los profesionales veterinarios,
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las autoridades de salud pública, los dueños de demostrado reducir los signos clínicos y la falta de sensibilidad de las pruebas serológicas Perspectivas de futuro
perros y las protectoras de animales (Dantas- carga de parásitos en perros tratados (Borja- (muchos perros infectados permanecen en las
Torres et al., 2012). La razón principal de esta Cabrera et al., 2010). zonas endémicas), la reticencia de los dueños a La situación epidemiológica de la leishmanio-
situación es la oposición del Ministerio de Salud dar su perro infectado, la existencia de perros sis canina en América del Sur está cambiando
de Brasil al tratamiento de la leishmaniosis vis- Hay poca información disponible sobre el trata- subclínicos, la sustitución rápida de los perros claramente, como se ha observado en Europa.
ceral canina. De hecho, el Ministerio de Salud miento de la leishmaniosis canina causada por infectados por cachorros sensibles y el tiempo
y el Consejo Federal de Medicina Veterinaria L. braziliensis, pero las inyecciones locales de que transcurre entre la detección de un perro La enfermedad está aumentando su distribu-
de Brasil no recomiendan el tratamiento de la antimoniato de meglumina (alrededot;, dentro infectado y su retirada. de la zona endémica, ción geográfica por Sudamérica, y el riesgo de
leishmaniosis canina con los fármacos actual- o debajo de las lesiones) han demostrado ser entre otros (Romero y Boelaert, 2010; Dantas- la introducción de L. infantum en áreas nuevas
mente en uso para el tratamiento de la leish- efectivas (Santos Barbosa et al., 1998; Travi et Torres et al., 2012). Afortunadamente, durante como Bella Unión (ciudad en la parte norte del
maniosis humana (antimoniato de meglumina al., 2006). El tratamiento con inyecciones IM las últimas décadas ya se ha podido disponer Departamento de Artigas en Uruguay), donde
y anfotericina B). de antimoniato de meglumina (14-16 mg Sb/ comercialmente de las nuevas herramientas ya existen flebótomos, es inminente.
kg al día, durante 10-30 días) también se ha para el control y la prevención de la leishma-
Un estudio reciente evaluó la eficacia de una realizado con éxito en varios perros enfermos niosis canina en América del Sur. Se necesitan investigaciones adicionales para
LMA (seis dosis N de LMA en dosis de 6,5 mg de leishmaniosis cutánea en Colombia (Vélez mejorar el conocimiento actual sobre la epide-
Sb/kg, a intervalos de cuatro días) más alopuri- et al., 2012). La vacunación canina contra la leishmaniosis miología de la leishmaniosis canina en América
nol (20 mw'kg cada 24 horas VO, durante 140 visceral se ha convertido en una opción para del Sui; ya que todavía siguen sin conocerse bien
días) para el tratamiento de perros mestizos los dueños de perros y veterinarios que trabajan los mecanismos responsables de la evolución de
enfermos infectados por L. infantum de forma Control y profilaxis en América del Sur desde 2003 (Dantas-Torres, la situación de la enfermedad en este territorio.
natural (Silva et al., 2012). Esta combinación de El control de la leishmaniosis canina en América 20066). Actualmente, hay dos vacunas dispo-
medicamentos promueve la mejoría clínica de del Sur se ha basado en gran parte en la elimi- nibles comercialmente en Brasil (Dantas-Torres Los cambios climáticos y las alteraciones en la
los perros y la reducción significativa de la car- nación de los perros infectados. Las autoridades et al., 2012). Lamentablemente, no todos los ecología de los flebótomos pueden desempeñar
ga parasitaria en la médula ósea y el bazo en los sanitarias de Brasil han defendido esta estrate- propietarios pueden afrontar los costes de las un papel importante en este proceso. La lista de
días 140 y 200 en comparación con estos pará- gia desde 1950 (Costa, 2011). Aunque se reco- vacunas y muchos perros que viven en zonas los posibles vectores de Leishmania que pue-
metros antes del tratamiento. Además, tanto mienda por el Ministerio de Salud de Brasil, la endémicas no están vacunados, sobre todo den infectar a los perros ha aumentado en los
el xenodiagnóstico como la determinación del mayoría de los dueños de perros y veterinarios porque las autoridades sanitarias aún no están últimos años, sobre todo gracias a la biología
parásito en muestras de piel por PCR cuantita- no han aceptado esta opción. Los principales convencidas de la utilidad de estas vacunas en moleculai; que permite la detección de ADN de
tiva sugieren que la combinación de fármacos investigadores e incluso algunos trabajadores de el control de la leishmaniosis visceral canina. Leishmania en varias especies de flebótomos.
fue eficaz en el bloqueo de la transmisión de los la salud pública están también en contra de la Ciertamente, es importante entender el papel
parásitos de la piel a los flebótomos (Da Silva estrategia de sacrificio de perros, tanto porrazo- Otra medida importante es el uso de productos real de las diferentes especies de flebótomos
et al., 2012). nes éticas como por la falta de evidencia cientí- insecticidas (p. ej.: pipetas spot-on y collares presentes en las zonas endémicas, teniendo en
fica que indique su impacto en el control de la impregnados). Naturalmente, los veterinarios cuenta que su competencia y la capacidad vec-
Los veterinarios han adoptado protocolos tera- leishmaniosis visceral en perros y seres humanos y los trabajadores locales de salud pública han torial también dependerán de varios factores.
péuticos con otros fármacos (p. ej.: alopurinol) (Romero y Boelaert, 2010; Costa, 2011; Dantas- recomendado el uso de collares impregna- En este sentido, es probable que algunas espe-
que no se utilizan actualmente para el trata- Torres et al., 2012). De hecho, miles de perros se dos con insecticida (4 % deltametrina) en las cies, como Lu. migonei, desempeñen un papel
miento de la leishmaniosis humana, así como eliminan todos los años en Brasil y el número de zonas donde la leishmaniosis visceral canina es fundamental en la transmisión de L. infantum
protocolos inmunoterapéuticos alternativos casos humanos de leishmaniosis visceral sigue endémica. De hecho, estos collares inducen un en algunas zonas donde Lu. longipalpis (el vec-
con una vacuna comercial disponible en Brasil. en aumento, siendo actualmente del orden de los potente efecto inhibitorio de la alimentación tor principal) está ausente. Disponer de más
3.500 casos por año (Dantas-Torres eta!., 2012). en Lu. longipalpis y Lu. migonei (Davies et al., información sobre este tema también permitiría
En efecto, la inmunoterapia con una vacuna 2001 ). Desgraciadamente, como en el caso de predecir el riesgo de introducción de L. infan-
comercial (ligando fructosa-manosa, FML), El fracaso de la estrategia de sacrificio de los las vacunas, la mayoría de los propietarios de tum en las zonas en las que Lu. longipalpis no
sola o en combinación con quimioterapia perros se ha atribuido a varios factores, tales perros que viven en áreas endémicas no pueden está presente, pero donde abundan otras espe-
(alopurinol solo o con anfotericina B) ha como la existencia de otros reservorios, la permitirse el coste de estos collares. cies de flebotominos.
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LEISHMANIOSIS. UNA REVISIÓN ACTUALIZADA Leishmaniosis canina en Sudamérica

La libre circulación de los perros infectados de Estas estrategias podrían reemplazar la opción
zonas endémicas a no endémicas también puede del sacrificio de perros con un programa de Puntos clave
contribuir a la propagación de la enfermedad a control más humano y eficaz. Ciertamente, los
, ■ • •
nuevas areas. fondos actualmente destinados al sacrificio de
perros (p. ej.: la adquisición de kits serológicos, ■
En realidad, pocos países han desarrollado/ anestésicos generales y cloruro de potasio) se

implementado programas oficiales para la vigi- podrían utilizar para promover campañas de
lancia y control de la leishmaniosis canina en vacunación canina y de aplicación de insectici- ■

Sudamérica. En este contexto, es indispensable das por parte de las autoridades de salud pública.
fortalecer la vigilancia de esta enfermedad en Estas actividades de control deben ser priorita- ■
América del Sur en su conjunto con el fin de rias en zonas de alto riesgo, donde por lo general
evitar la introducción de animales infectados los dueños no pueden hacerse cargo de los cos-

en las zonas actualmente libres. tes de esos productos. De la misma manera, los
dueños deben tener el derecho a elegir entre el ■

Todavía se conoce poco sobre los facto- tratamiento y la eutanasia de los animales.
res intrínsecos que determinan el resultado ■
de las infecciones por Leishmania en perros A modo de resumen, la leishmaniosis canina es
en América del Sur. La gran mayoría de los endémica en casi todo el territorio de América
que viven en zonas rurales y suburbanas son del Sui; donde varias especies de Leishmania
mestizos (Dantas-Torres et al., 2006), y se ha circulan entre la fauna silvestre, los animales
demostrado que la sensibilidad a la infección domésticos y los seres humanos. De la misma
por L. infantum en estos perros se asocia con el manera, se han considerado varias especies
polimorfismo del CMH de tipo II (Quinnell et de flebótomos como vectores comprobados o
al., 2003). Se necesitan más estudios para inves- supuestos de Leishmania en esta región, lo que
tigar si el poliparasitismo, la mala nutrición y complica todavía más el panorama epidemio-
otros factores se asocian al riesgo creciente de lógico del proceso. La falta de herramientas
la enfermedad. estándar de diagnóstico y las dificultades rela-
cionadas con el tratamiento de la enfermedad
Desde hace bastante tiempo se recomienda fina- han obstaculizado el trabajo de los profesio-
lizar con la estrategia de sacrificio de perros. Esta nales veterinarios en los diferentes países de
táctica se inició en la década de los años 50, Sudamérica. Por último, pero no menos impor-
sin impacto en la incidencia de la leishmanio- tante, algunos aspectos éticos, culturales, eco-
sis visceral en perros o en humanos (Romero nómicos y políticos se han convertido en los
y Boelaert, 2010; Costa, 2011; Dantas-Torres principales obstáculos a superar en la búsque-
et al., 2012). Hoy en día se dispone de nuevas da de un control efectivo de la enfermedad en
herramientas para el control y la prevención de esta parte del mundo. Serán fundamentales una
la enfermedad. Por lo tanto, deberían fomentarse mayor inversión en investigación, la educación
las campañas de vacunación por parte de las continua y más voluntad política para reducir
asociaciones públicas y privadas y la aplicación la leishmaniosis en perros y seres humanos en
de productos insecticidas en toda la comunidad. América del Sur.
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