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Wa0000. 2 118
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Heinrich Heine.
Contenidos:
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¿Por qué leer?
Sin ignorar que la lectura, por lo general impuesta, pierde cada día más adeptos en un mundo en
que la tecnología avanza vertiginosa, el fragmento de Ester Tuchsznaider, especialista en
metodología de la investigación , ofrecido a continuación propone una reflexión sobre la
importancia y vigencia de la lectura no sólo en la vida escolar sino en la vida en general.
En los tiempos que corren, leer no es una actividad que goce de prestigio, sobre todo, entre las
generaciones jóvenes, más proclives a nuevos medios de comunicación, basados en tecnologías
deslumbrantes que sólo parecen más determinantes de la cultura y el pensamiento humanos que
el simple alfabeto.
Hoy muchos estudiantes leen porque es obligación y tratan de dedicar a la lectura el menor
tiempo posible, porque no encuentran en ella el placer que hallan en otras actividades
principalmente en aquellas que incluyen el uso de nuevos medios de comunicación. Sin
embargo, para no pocas personas leer no sólo es un placer sino unos de los mayores placeres.
Pero esto ocurre porque esas personas pueden leer bien.
La lectura llega a ser fructífera y placentera cuando se ha convertido en un hábito que hemos
decidido adquirir y para ello desarrollado las habilidades necesarias. La lectura del estudiante,
como la del profesional, claro está, no es lectura recreativa no se realiza para hallar placer y
suele ser vivida como una imposición. Sin embargo, quien pueda leer bien y por propia
motivación hallará también en esas lecturas, además de la información técnica y científica, un
placer insospechado.
Sí no se trata de leer simplemente para aprobar una asignatura -pensará el estudiante- ¿por qué
leer?, ¿proporciona la lectura algo más que información tediosa, sea técnica, científica o
humanística? ¿Qué razones más profundas pueden dar sentido y valor a la lectura instrumental?
Y, no siendo por obligación, ¿por qué leer?
Según Harold Bloom, leer bien es uno de los mayores placeres porque permite el encuentro con
otros aliviando así la soledad. No podemos conocer tanta g e n te como querríamos. La lejanía
en el espacio y las circunstancias vitales nos impiden el diálogo con la mayoría de nuestros
contemporáneos y, muy frecuentemente, con los más esclarecidos, que podrían ayudarnos en
nuestras dudas y aflicciones. Nuestro tiempo y nuestra edad no coinciden necesariamente con
los de aquellos que supieron pensar y decir lo que tal vez necesitamos escuchar. Los amigos
pueden no estar ahí o no comprendernos totalmente aunque estén. No obstarle, siempre habrá
un libro que nos acerque la palabra precisa. Es bueno saber hallarla. Leer, dice Bloom, es el
placer más curativo.
Es verdad que leemos para informarnos. Nuestra formación profesional o científica requiere que leamos
primero para iniciarnos en la disciplina y en la actividad profesional que hemos elegido, y después, una
vez graduados, que continuemos leyendo para seguir el ritmo vertiginoso propio del dinamismo de la
investigación. Pero antes que informarnos e instruirnos técnica y profesionalmente, la lectura contribuye a
nuestro desarrollo personal.
Actividad: 1. ¿Qué razones da Ester Tuchsznaider y Harold Bloom para leer? Márcalas.
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¿Qué es la literatura?
Como otros géneros artísticos, no es fácil definir la literatura. Cada catedrático, filósofo, escritor,
lector y hasta generación tiene su propia definición.
Actividades
J. Paul Sartre
b) La literatura es coincidencia espiritual entre un escritor y un lector fuera del tiempo y del
espacio y también es coincidencia entre un escritor y un lector que pertenecen a la misma
época y lugar.
Raúl Castagnino
c) La literatura es el castillo individual que cada uno lleva adentro. El concepto de literatura
variará de acuerdo con el momento, con el estado de ánimo y con la edad, la época y el lugar.
Enrique de Vedia
d) La literatura es una actividad lúdica ya que el escritor juega con el vocabulario y los recursos
de estilo y el lector deberá desentrañar su significado participando en el mismo juego.
Raúl Castagnino
e) La literatura es una diversión y deleite espiritual, en la cual las cosas tienen otro aspecto
diferente al de la realidad.
Spencer.
Daniel Link.
2) Luego de discutir y analizar cada uno de los conceptos presentados anteriormente, elaboren su
propia definición de Literatura.
Los primeros textos literarios eran transmitidos oralmente, cantados o recitados por poetas y construidos
en verso. Entre los primeros textos considerados literarios aparece el Poema de Gilgamesh, una
narración de origen sumerio que fue grabada en tablas de arcilla, cuya primera versión data del año 2.000
a.C.
Tarea: • Busquen en Internet información sobre el tema de esa narración tan antigua.
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Función estética.
A diferencia de otros discursos que usan el lenguaje solo para comunicar algo, el discurso
literario la utiliza con una finalidad estética, esto significa que, las obras literarias tienen la
función de promover la belleza, de satisfacer a los lectores y permitirles que interpreten la realidad
desde otro punto de vista, y para ello recurre a un lenguaje elaborado, muy cuidado, con especial
dedicación en la estilística y los recursos literarios (metáforas, imágenes sensoriales, juego con
los sonidos de las palabras). Importa más el cómo se dice, que el qué se dice.
Esta forma tan especial y “delicada” de usar el lenguaje, genera un doble placer o gusto en los
lectores, ya que, por un lado, se conmueven con lo que leen, porque sus emociones se ven
sacudidas por diversos sucesos, por otro lado, sienten placer intelectual, al comprender lo que
leen y al descubrir la o las técnicas que el autor utilizó para creer esa obra. A este doble placer,
que producen las obras de arte (la pintura, la música, la escultura, la arquitectura, la literatura) se
lo denomina placer estético.
“Siempre he pensado que la literatura no nació para dar respuestas, tarea que
construye la finalidad específica de la ciencia y la filosofía, sino más bien para hacer
preguntas, para inquietar, para abrir la inteligencia y la sensibilidad a nuevas
perspectivas de lo real. Pero toda pregunta de este tipo es siempre más que una
pregunta, está probando una carencia, una ansiedad por llenar un hueco intelectual o
psicológico…”.
Julio Cortázar, “La literatura latinoamericana de nuestro tiempo”, conferencia dictada en la
Universidad de Berkeley, octubre de 1980.
Podemos definir a la literatura como invención. Desde este punto de vista, la literatura se
compone de un conjunto de textos ficticios o imaginarios que se contraponen con aquellos que no
inventan sino que intentan registrar sucesos reales, por ejemplo, los textos de historia. Así fue en
los orígenes para los antiguos griegos. La palabra poesía -que para ellos señalaba a la literatura
en general- significaba “producción”, “creación”, es decir, denominaba un objeto artificial o
artístico, inventado con palabras para imitar o representar las cosas tal como podrían suceder en
la vida, y para producir en el receptor un goce estético que lo emocionara de un modo particular y
produjera un aprendizaje.
Veamos más sobre la ficción, en estas palabras del autor Juan Rulfo.
El desafío de la creación
Están ellos platicando; se sientan en sus equipajes en las tardes a contarse historias y esas
cosas; pero en cuanto uno llega, se quedan callados o empiezan a hablar del tiempo: "hoy
parece que por ahí vienen las nubes..." En fin, yo no tuve esa fortuna de oír a los mayores
contar historias: por ello me vi obligado a inventarlas y creo yo que, precisamente, uno de los
principios de la creación literaria es la invención, la imaginación. Somos mentirosos; todo
escritor que crea es un mentiroso, la literatura es mentira; pero de esa mentira sale una
recreación de la realidad; recrear la realidad es, pues, uno de los principios fundamentales de
la creación.
Considero que hay tres pasos: el primero de ellos es crear el personaje, el segundo crear el
ambiente donde ese personaje se va a mover y el tercero es cómo va a hablar ese personaje,
cómo se va a expresar. Esos tres puntos de apoyo son todo lo que se requiere para contar una
historia… Cuando yo empiezo a escribir no creo en la inspiración, jamás he creído en la
inspiración, el asunto de escribir es un asunto de trabajo; ponerse a escribir a ver qué sale y
llenar páginas y páginas, para que de pronto aparezca una palabra que nos dé la clave de lo
que hay que hacer, de lo que va a ser aquello. …
A mí me han criticado mucho mis paisanos que cuento mentiras, que no hago historia, o que
todo lo que platico o escribo, dicen, nunca ha sucedido y es así. Para mí lo primero es la
imaginación; dentro de esos tres puntos de apoyo de que hablábamos antes está la
imaginación circulando. … Así aparece otra cosa que se llama intuición: la intuición lo lleva a
uno a pensar algo que no ha sucedido, pero que está sucediendo en la escritura.
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Concretando, se trabaja con: imaginación, intuición y una aparente verdad. Cuando esto se
consigue, entonces se logra la historia que uno quiere dar a conocer…
Creo que eso es, en principio, la base de todo cuento, de toda historia que se quiere contar.
Ahora, hay otro elemento, otra cosa muy importante también que es el querer contar algo
sobre ciertos temas; sabemos perfectamente que no existen más que tres temas básicos: el
amor, la vida y la muerte. No hay más, no hay más temas, así es que para captar su desarrollo
normal, hay que saber cómo tratarlos, qué forma darles; no repetir lo que han dicho otros.
Entonces, el tratamiento que se le da a un cuento nos lleva, aunque el tema se haya tratado
infinitamente, a decir las cosas de otro modo. … Mas hay que buscar el fundamento, la forma
de tratar el tema, y creo que dentro de la creación literaria, la forma -la llaman la forma literaria-
es la que rige, la que provoca que una historia tenga interés y llame la atención a los demás.
Juan Rulfo: “El desafío de la creación”, en Revista de la Universidad de México, Nros. 2-3
(1980)
d. ¿Consideran como Rulfo, que es una desgracia no haber oído contar historia? ¿Qué
función cumplen los cuentos para ustedes?
"... o mí me parece que esa necesidad de contar y leer historias surge de la idea de enfrentarse con las formas de
vida posibles que nunca podremos experimentar por la finitud de nuestra propia vida. Las letras dan coherencia
al mundo y, como lectores, al emparejar las palabras con la experiencia, podemos identificarnos con las
experiencias de otros, o podemos prepararnos para vivir esas experiencias o simplemente nos enteramos de
las experiencias de otros que nunca podremos vivenciar y que por fortuna han dejado escritas."
Alberto Manguel, Revista ., 18 de octubre de 2008.
Pregunta: En opinion de Alberto Manguel, ¿por qué los hombres sienten la necesidad de contar y
leer historias?
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Resumiendo, la literatura presenta dos rasgos fundamentales: la ficción y un uso particular del
lenguaje que crea un objeto especial, es decir su carácter ficcional y su función estética. Sin
embargo, no todo lo que es producto de la imaginación y está hecho con palabras es literatura.
Las historietas de “Superman”, por ejemplo, no son literatura y el texto de una propaganda
gráfica, tampoco. Para definir literatura, entonces, hay que sumar otros criterios.
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El canon literario.
Algunos especialistas consideran que literatura es todo lo que en una época determinada es leído
como literatura. Esta perspectiva incluye al Lector. Pero, ¿qué lectores son los que deciden qué
textos son literarios y cuáles no?
Habitualmente, la escuela o las instituciones académicas, por ejemplo, la universidad, son las que
definen lo que se lee como literatura. También las revistas especializadas y los suplementos
culturales. Así, los textos señalados como prestigiosos por esas instituciones forman lo que se
denomina el canon Literario, esto es, el conjunto de textos que se consideran literarios. Es más, la
palabra canon significa “lista” o “catálogo”.
En relación con el arte, se aplica al conjunto de obras consideradas como artísticas en un periodo
determinado. Entre ellas, se incluyen no sólo las obras realizadas por autores contemporáneos
sino también las de otras épocas, y que forman parte de la tradición literaria. Las obras que no
son incluidas dentro del canon literario (o que, en muchos casos, son deliberadamente excluidas)
pasan a formar parte de lo que se denomina “literatura marginal”, por estar precisamente al
margen o fuera de las pautas aceptadas. Por eso, muchas veces textos que conforman literatura
marginal en una época, forman parte del canon literario de otra.
Pero el canon no es fijo ni eterno: depende del gusto estético y de las ideas que se tengan en
determinado momento sobre la literatura. Y esto cambia con el tiempo. Por ejemplo, Roberto Arlt,
un escritor de Buenos Aires que comenzó a escribir hacia 1924 y miró la ciudad y sus personajes
de un modo nuevo, hoy es leído como un escritor valioso, pero en su momento era considerado
un mal escritor porque hacía un uso agramatical del lenguaje y sus textos no tenían el estilo que
se esperaba de una obra literaria.
Actividad: Nombra títulos de obras literarias que formen parte del canon actual y da el nombre de
otras obras que formen parte de la “literatura marginal”.
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Autor y escritor.
La persona que escribe una obra literaria es designada con el nombre de autor. Es quien produce
literatura y a quien se le han ido otorgando, a través del tiempo, diversos lugares y funciones en la
sociedad.
Durante siglos, los autores han quedado en el anonimato y solo a partir del siglo XV, coincidiendo
con la invención de la imprenta, se reivindico el papel del autor como personalidad propia capaz
de engendrar una obra única y original.
Desde esta perspectiva, hasta hace poco tiempo, al analizar una obra literaria se consideraba
fundamental conocer la biografía del autor. Lo importante al leer, entonces, consistía en descubrir
que había querido decir el autor como único dueño de la producción de sentidos.
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El siglo XX desplazo la omnipresencia del autor al incorporar al lector como participe activo en la
construcción de sentidos del texto.
Pocos piensan hoy que el significado de un texto Ahora bien, ¿se puede hacer cualquier cosa con
se fija en el momento de su escritura y queda un libro?, ¿se puede recorrer de cualquier modo
inmóvil e idéntico a sí mismo para siempre. el paisaje de sus signos? Evidentemente, no. Las
Si algo nos demuestra la historia de la literatura es lecturas enfrentan límites definidos por lo que los
que los libros cambian como paisajes iluminados lectores saben y pueden hacer con lo aprendido
por luces diferentes, recorridos por sendas que en otros lugares (en la vida, en textos anteriores,
cada uno va inventando según sus deseos, sus en la escuela).
destrezas y sus límites. Cada lector encuentra su Entonces, el ejercicio de la lectura remite a otros
perspectiva favorita, desde la que organiza el ejercicios; el de. la diferencia social en los gustos
espacio y da sentido a cada uno de los y las habilidades. No hay una democracia de los
elementos. textos donde todos somos iguales; por el
El recorrido por el paisaje-texto se hace como se contrario, hay clases de textos y clases de
puede; es decir, con los saberes que se han lectores donde la desigualdad ha plantado, de
aprendido antes, en esos otros escenarios que antemano, sus fronteras.
son la escuela, la vida cotidiana, las relaciones Clarín, Buenos Aires, 19 de enero
sociales y económicas, las experiencias más de 1995
públicas y las más secretas. (adaptación).
Preguntas:
1- ¿De qué depende, según la autora, que cada lector haga un recorrido diferente ante un
texto?
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Los géneros literarios
Las obras literarias se clasifican en tres géneros:
Género narrativo: se construye valiéndose de una voz, el narrador, que puede narrar en
primera o tercera persona del singular. Pueden ser textos extensos, como la novela, o más
breves, como el cuento. Los textos pertenecientes a este género relatan conflictos que le
suceden a uno o más personajes. De acuerdo al carácter ficcional, las historias pueden ser
realistas, fantásticas, maravillosas, etc. Algunos ejemplos de textos dentro del género
narrativo son: novela, cuento, mito, leyenda, fábula, biografía.
Género dramático: se trata de un texto creado para su representación. No existe una voz
que narra o un yo lírico, los personajes hablan entre sí (parlamentos). Existen además
intervenciones del autor para indicar el modo en que debe representarse la obra
(acotaciones). Este género se puede dividir en tres subgéneros: tragedia (los personajes
sufren situaciones difíciles que generalmente incluyen muerte y sufrimiento); comedia
(presenta hechos humorísticos cuya finalidad es divertir al espectador); tragicomedia
(presenta hechos serios a través de la comedia).
Actividad: Lee los siguientes textos, identifica los literarios de los no literarios y luego clasifica a
los literarios según corresponda en narrativo, lírico o dramático.
Texto Nº 1. Texto Nº 2.
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Texto Nº 3. Texto Nº 4.
Texto Nº 5.
"En la ciudad de Madrid, siendo las 12:00 horas del día 12 de diciembre de 2009, se reúne en
sesión ordinaria el Claustro de profesores del Instituto de Educación Secundaria "Reino de
España", en la Biblioteca del centro, presidido por la directora y con la asistencia de los profesores
indicados al margen, para tratar los asuntos incluidos en el siguiente
Texto Nº 6.
Texto Nº 7.
Texto Nº 8.
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Actividad culminante de la unidad Nº 1: completa la siguiente red conceptual con lo aprendido
hasta ahora.
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Unidad N° 2:
“Relatos de los orígenes:
Mitos clásicos.”
Contenidos:
El mito: definición, características, clasificación. Mito y literatura.
Mitología griega: teogonía. El mito del fuego y creación de Pandora.
Teseo y el Minotauro. “La casa de Asterión”.
El Popol Vuh: creación del mundo y del hombre.
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LOS MITOS.
El mito es un relato, una narración, que se presenta como proveniente de un tiempo remoto,
anterior al tiempo histórico. Estos relatos son conocidos por muchos y transmitidos de generación
en generación en forma oral.
Los relatos mitológicos y tradicionales, aunque pertenezcan a épocas y culturas muy diversas,
presentan rasgos comunes:
• Son narraciones que pertenecen a la invención colectiva, cuya forma varia y acepta diferentes
versiones debido a su origen oral.
• Relatan acciones de gran interés para una comunidad, explicando aspectos importantes de la
vida social mediante la narración. Un tema esencialmente mítico es el que se refiere al comienzo
de las cosas: la cosmogonía (la manera de interpretar el origen del mundo).
• Los actores de los relatos míticos son seres extraordinarios, principalmente seres divinos, dioses
o figuras emparentadas con ellos, como los héroes de la mitología griega.
Mediante la memoria y la transmisión oral de los sucesos primordiales de la tradición de un
pueblo, los mitos supervivieron hasta nuestro tiempo.
Entre sus personajes característicos se encuentran los siguientes:
La mitología griega
El pueblo griego era profundamente religioso y los mitos se rememoraban en todas las
manifestaciones festivas de la colectividad. Nuestro conocimiento del corpus mitológico de esta
civilización se debe a las obras de los poetas épicos Homero y Hesíodo, no como inventores, sino
como los responsables de haber reorganizado y precisado en sus poemas una larga tradición oral
acerca de los dioses y de los héroes. La Ilíada y la Odisea, atribuidas al poeta Homero, y la
Teogonía, de Hesíodo, escritas alrededor del siglo VIII a.C, se usaban en la antigüedad para
educar en materia de religión y teología por su función didáctica y ejemplar.
Mito y literatura
Los relatos míticos hablan de un tiempo prestigioso y lejano, el tiempo de los comienzos en los
que dioses, héroes y hombres aun tenían trato. Como ya se menciono, estaban dirigidos a un
público amplio, a un auditorio ciudadano, y tuvieron siempre una intención didáctica, de educación
mediante la reflexión. Los encargados de recitar y evocar estos relatos eran los aedas y los
rapsodas, profesionales adiestrados en la memorización y en el canto, y los poetas.
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Los poetas, al componer, utilizaban recursos destinados a facilitar su memorización, como el uso
del metro con grupos silábicos fijos o pies de formulas (frases fijas). Otro recurso era la utilización
de epítetos, que consiste en una palabra o frase que indica una cualidad o características del
personaje u objeto al que acompaña y que suele usarse cada vez que se lo menciona. Algunos
epítetos presentes en la llíada son:
Ulises, fecundo en ardides
Héctor, domador de caballos
Atenea, la de los ojos brillantes
Hera, la diosa de los níveos brazos
Zeus, el que junta las nubes
El poeta oral contaba con un abundante repertorio de epítetos de extensión variable para usarlos
según la necesidad métrica que pudiera surgir en el desarrollo de su relato. Esto lo hacía de
manera distinta en cada narración, ya que no se concentraban en recordar palabra por palabra de
sus versos, sino la narración y sus temas.
Los poetas, además, se encomendaban a las Musas para que estas divinidades, hijas de la
Memoria, garantizaran la veracidad de sus palabras.
Actividad: marca las palabras claves de este apartado y luego realiza una red conceptual.
Los mitos se clasifican de acuerdo al acontecimiento que se quiere explicar. Existen cuatro
clasificaciones que son:
Mitos Teogónicos: Relatan el origen y la historia de los dioses. A veces, en las sociedades de
tipo arcaico, los dioses no son preexistentes al ser humano. Por el contrario, frecuentemente los
humanos pueden transformarse en cosas, en animales y en dioses. Los dioses no siempre son
tratados con respeto: están muy cercanos a los humanos y pueden ser héroes o víctimas de
aventuras parecidas a las de los seres humanos.
• Mitos cosmogónicos: Intentan explicar la creación del mundo. Son los más universalmente
extendidos y de los que existe mayor cantidad. A menudo, la tierra, se considera como originada
de un océano primigenio. A veces, una raza de gigantes, como los titanes, desempeña una
función determinante en esta creación; en este caso tales gigantes, que son semidioses,
constituyen la primera población de la tierra. Por su parte, el ser humano puede ser creado a
partir de cualquier materia, guijarro o puñado de tierra, a partir de un animal, de una planta o de
un árbol. Los dioses le enseñan a vivir sobre la tierra.
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El surgimiento de los dioses griegos.
Cronos (Saturno) era el más jóven de los Titanes, hijos de la Madre Tierra y Urano (la tierra y el
cielo). Urano, odiaba a sus hijos y los escondió en la Madre Tierra causándole gran dolor. Como
venganza fabricó una hoz para Cronos y le convenció de que diese muerte a su padre. Cuando
cumplió sus deseos, se desposó con su hermana Rea, pero temeroso de que sus propios hijos se
levantasen en su contra, se los tragaba en cuanto nacían: primero Hestia, luego a Deméter, Hera,
Hades y Posidón. Sin embargo, cuando Zeus, su sexto hijo, estaba por nacer, Rea lo alumbró en
el silencio de la noche y lo confió a los cuidados de su madre, la Madre Tierra. En lugar de
entregarle al bebé, le dio a Crono una piedra para que se la comiera. Cuando Zeus creció, pidió
ser el copero de Cronos. le preparó pues a su padre una poderosa sustancia que le hizo vomitar a
la piedra y a sus otro cinco hermanos mayores. Zeus, luego condujo a sus hermanos a la guerra
contra los Titanes, a los que vencen y destierran al Tártaro, en el mundo subterráneo.
Seguidamente, Zeus y sus hermanos hicieron partes para determinar cómo se tenía que dividir su
poder. A Posidón le tocó el control y dominio de los mares, mientras que a Hades le correspondió
el no menos importante poder sobre el mundo subterráneo y sobre la muerte; por su parte Zeus
consiguió la soberanía sobre todo, gobernando la tierra y el cielo. Sus tres hermanas eran Hestia,
diosa del hogar; Deméter, diosa de los cultivos y el grano, y Hera, la esposa de Zeus.
Hera, mujer de Zeus, parió a Ares, el dios de la guerra, y el cojo Hefesto; también a Hebe, diosa
de la juventud, y a ilitía, diosa de los partos. Hay muchas versiones sobre el nacimiento de
Afrodita, la diosa del amor, una de las cuales nos cuenta que nació desarrollada y totalmente
armada con la ayuda de Hefesto, que se encargó de abrir la cabeza de Zeus.de la espuma
cuando Crono arrojó al mar los genitales de Urano.
Atenea, diosa de la sabiduría y de la guerra, era la hija de Zeus y Metis, la personificación del
consejo; su nacimiento fue inusual, porque cuando Metis estaba embarazada, Zeus supo de una
profecía según la cual, si daba a luz a una niña, a continuación tendría un hijo que gobernaría el
universo. Por eso, Zeus se tragó a Metis, y, pasado el tiempo, Atenea surgió de la cabeza de su
padre plenamente
Preguntas.
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10. Clasifica este mito según corresponda. Justifica con la teoría.
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Lectura y análisis de “La casa de Asterión”
de J. Luis Borges.
Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones
(que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero
también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) están abiertas día y noche a los
hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aquí ni
el bizarro aparato de los palacios, pero sí la quietud y la soledad. Asimismo hallará una casa
como no hay otra en la faz de la tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una
parecida.) Hasta mis detractores admiten que no hay un solo mueble en la casa. Otra especie
ridícula es que yo, Asterión, soy un prisionero. ¿Repetiré que no hay una puerta cerrada, añadiré
que no hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche
volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras descoloridas y
aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el sol, pero el desvalido llanto de un niño y
las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se
prosternaba; unos se encaramaban al estilóbato del templo de las Hachas, otros juntaban
piedras. Alguno, creo, se ocultó bajo el mar. No en vano fue una reina mi madre; no puedo
confundirme con el vulgo, aunque mi modestia lo quiera.
El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres;
como el filósofo, pienso que nada es comunicable por el arte de la escritura. Loas enojosas y
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triviales minucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande; jamás he
retenido la diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa no ha consentido que yo
aprendiera a leer. A veces lo deploro, porque las noches y los días son largos.
Claro que no me faltan distracciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las
galerías de piedra hasta rodar al suele, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe o a la
vuelta de un corredor y juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta
ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la
respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día
cuando he abierto los ojos.) Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que
viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo: Ahora volvemos a
la encrucijada anterior o Ahora desembocamos en otro patio o Bien decía yo que te gustaría la
canaleta o Ahora verás una cisterna que se llenó de arena o Ya verás cómo el sótano se bifurca.
A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos.
No sólo he imaginado eso juegos, también he meditado sobre la casa. Todas las partes de la
casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un abrevadero,
un pesebre; son catorce [son infinitos] los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes, la casa es del
tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a fuerza de fatigar patios con un
aljibe y polvorientas galerías de piedra gris, he alcanzado la calle y he visto el templo de las
Hachas y el mar. Eso no lo entendí hasta que una visión de la noche me reveló que también son
catorce [son infinitos] los mares y los templos. Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos
cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado sol; abajo, Asterión.
Quizá yo he creado las estrellas y el sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo.
Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo
sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La
ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensangriente las manos. Donde
cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes
son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que alguna vez llegaría mi
redentor. Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redentor y al fin se
levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos.
Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me
pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como
yo?
Actividades.
En este cuento, Borges carnavaliza o invierte la idea del mito original. A partir de esta
afirmación contesten.
1. ¿En qué personas gramaticales está narrado este cuento?
2. ¿Cómo se llama el personaje principal? ¿Por qué les parece que tiene ese nombre?
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3. ¿A qué se refiere que no sale de su casa y que el lugar tiene infinitas puertas?
4. ¿Quién es la reina madre que se menciona en el cuento?
5. Busca el significado de las siguientes palabras:
A. Misantropía:
B. Bizarro:
C. Grey:
D. Prosternaba:
E. Estilóbato:
6. ¿Qué parte del mito clásico está presente en la siguiente cita? “Cada nueve años
entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus
pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a
buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me
ensangriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a
distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos
profetizó, en la hora de su muerte, que alguna vez llegaría mi redentor.”
7. ¿Quién es el redentor?
8. ¿Quiénes intervienen en el diálogo final?
9. Completa el siguiente cuadro comparativo a fin de exponer las diferentes visiones
que se dan entre el mito original y el cuento de Borges.
Personalidad del
Minotauro
Final
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Popol Vuh
Entonces no había ni gente, ni animales, ni árboles, ni piedras, ni nada. Todo era un erial
desolado y sin límites. Encima de las llanuras el espacio yacía inmóvil; en tanto que, sobre el
caos, descansaba la inmensidad del mar. Nada estaba junto ni ocupado. Lo de abajo no tenía
semejanza con lo de arriba. Ninguna cosa se veía de pie. Solo se sentía la tranquilidad sorda de
las aguas, las cuales parecía que se despeñaban en el abismo. En el silencio de las tinieblas
vivían los dioses Tepeu, Gucumatz y Hurakan, cuyos nombres guardan los secretos de la
creación, de la existencia y de la muerte, de la Tierra y de los seres que la habitan.
Cuando los dioses llegaron al lugar donde estaban depositadas las tinieblas, hablaron entre sí,
manifestaron sus sentimientos y se pusieron de acuerdo sobre lo que debían hacer.
Pensaron cómo harían brotar la luz, la cual recibiría alimento de eternidad. La luz se hizo
entonces en el seno de lo increado. [... ] Los dioses propicios vieron luego la existencia de los
seres que iban a nacer; y ante esta certeza dijeron:
-Es bueno que se vacíe la tierra y se aparten las aguas de los lugares bajos, a fin de que estos
puedan ser labrados. En ellos la siembra será fecunda por el rocío del aire y por la humedad
subterránea. Los árboles crecerán, se cubrirán de flores y darán fruto y esparcirán su semilla. De
los frutos cosechados comerán los pobladores que han de venir. Tendrán de este modo igual
naturaleza que su comida. [... ]
Así quedó resuelta la existencia de los campos donde vivirían los nuevos seres. Entonces se
apartaron las nubes que llenaban el espacio que había entre el cielo y la tierra. Debajo de ellas y
sobre el agua de la superficie, empezaron a aparecer los montes y las montañas que hoy se ven.
Parecían mudos, como si en sus gargantas hubieran muerto las voces inteligentes. Solo supieron
gritar, según era propio de la clase a la que pertenecían.
Entonces, después de tomar consejo, los dioses se dirigieron de nuevo a las bestias, a los
animales y a los pájaros, de esta manera:
-Por no haber sabido hablar conforme a lo ordenado, tendrán distinto modo de vivir y diversa
comida.
Ya no vivirán en comunión plácida; cada cual huirá de su semejante, temeroso de su inquina y de
su hambre, y buscará lugar que oculte su torpeza y su miedo. Así lo harán. Y aún más: por no
haber hablado ni tenido conciencia de quiénes somos nosotros, ni dado muestras de
entendimiento, vuestras carnes serán destazadas y comidas. Entre ustedes mismos se triturarán
y comerán los unos a los otros, sin repugnancia. Este y no otro será vuestro destino, porque así
queremos por justicia que sea. [...]
Los dioses idearon entonces nuevos seres capaces de hablar y de recoger, en hora oportuna, el
alimento sembrado y crecido en la tierra.
23
Por esto dijeron:
-Recordemos que los primeros seres que hicimos no supieron admirar nuestra hermosura y ni
siquiera se dieron cuenta de nuestro resplandor. Veamos si, al fin, podemos crear seres más
dóciles a nuestro intento.
Después de decir tales palabras, empezaron a formar, con barro húmedo, las carnes del nuevo
ser que imaginaban. Lo modelaron con cuidado. Poco a poco lo hicieron sin descuidar detalle.
Cuando estuvo completo entendieron que tampoco, por desgracia, servía: estos muñecos no
podían permanecer de pie, porque se desmoronaban, deshaciéndose en el agua. Sin embargo, el
nuevo ser tuvo el don de la palabra.
Los muñecos hablaron, pero no tuvieron conciencia de lo que decían; y así ignoraron el sentido
de sus palabras. Los dioses contemplaron con tristeza a aquellos seres frágiles y dijeron:
-¿Cómo haremos para formar otros seres que de veras sean superiores, oigan, hablen,
comprendan lo que dicen, nos invoquen y sepan lo que somos y lo que siempre seremos en el
tiempo?
Todavía los dioses hicieron nuevos seres con nueva sustancia natural. De tzité fue hecho el
hombre; de espadaña, la mujer; pero tampoco correspondieron estas figuras a la esperanza de
sus creadores. Vinieron enseguida otras fieras no menos crueles que se cebaron en sus
despojos. [... ]
Sucedió que, a raíz de esto, se oscureció la Tierra con oscuridad grande y de mucho miedo,
como si descendiera sobre lo creado un manto espeso y poblado de tinieblas.
En medio de esta desolación, y ante los sobrevivientes que se debatían con angustia de muerte,
casi sin esperanzas de salvación, se presentaron pequeños seres, cuya alma había sido invisible
hasta entonces. Irritados, vociferando, se pusieron a decir voces terribles y altivas. [... ]
24
Cuando aquellos conatos humanos oyeron tanta acusación, espantados, temblorosos, se juntaron
como mazorcas tiernas. Como pudieron, azorados, atropellándose, subieron sobre los techos de
las casas, pero los armazones y las vigas se hundieron; treparon en los árboles, pero las ramas
se quebraron; entraron en las cuevas, pero las paredes se derrumbaron. Los pocos que no
sufrieron quebranto, como recuerdo de la simpleza de sus corazones, se transformaron en
monos.
Estos se fueron por ahí y se perdieron en el monte Por esta causa los monos son los únicos
animales que semejan y evocan la forma de los primitivos seres humanos de la tierra quiché.
Entonces los dioses se juntaron otra vez y trataron acerca de la creación de nuevas gentes, las
cuales serían de carne, hueso e inteligencia. Se dieron prisa para hacer esto porque todo debía
estar concluido antes de que amaneciera. Por esta razón, cuando vieron que en el horizonte
empezaron a notarse vagas y tenues luces, dijeron:
-Esta es la hora propicia para bendecir la comida de los seres que pronto poblarán estas
regiones.
Y así lo hicieron. Bendijeron la comida que estaba regada en el regazo de aquellos parajes.
Después dijeron oraciones cuya resonancia fue esparciéndose sobre la faz de lo creado. [... ] Al
tiempo que sucedía esto faltaba poco para que el Sol, la Luna y las estrellas aparecieran en el
cielo. De lugares ocultos, cuyos nombres se dicen en las crónicas, bajaron, hasta los sitios
propicios, el Gato, la Zorra, el Loro, la Cotorra y el Cuervo. Estos animales trajeron la noticia de
que las mazorcas de maíz amarillo, morado y blanco estaban crecidas y maduras. Por estos
mismos animales fue descubierta el agua que sería metida en las hebras de la carne de los
nuevos seres. Pero los dioses la metieron primero en los granos de aquellas mazorcas. Cuando
todo lo que se dice fue revelado, fueron desgranadas las mazorcas, y con los granos sueltos,
desleídos en agua de lluvia serenada, hicieron las bebidas necesarias para la creación y para la
prolongación de la vida de los nuevos seres. Entonces los dioses labraron la naturaleza de dichos
seres. Con la masa amarilla y la masa blanca formaron y moldearon la carne del tronco, de los
brazos y de las piernas. [... ] Cuatro gentes de razón no más fueron primeramente creadas así.
Luego de que estuvieron hechos los cuerpos y quedaron completos y torneados sus miembros y
dieron muestras de tener movimientos apropiados, se les requirió para que pensaran, hablaran,
vieran, sintieran, caminaran y palparan lo que existía y se agitaba cerca de ellos. Pronto
mostraron la inteligencia de que estaban dotados, porque, en efecto, como cosa natural que salió
de sus espíritus, entendieron y supieron cuál era la realidad que los rodeaba. Estos seres fueron
Balam Quitzé, Balam Acab, Mahucutah e Iquí Balam.
Pero ha de saberse que los dioses no vieron con agrado las consideraciones que de su propio
saber hicieron, con tanta franqueza, los nuevos seres. Por eso los dioses conversaron entre sí:
- [ ...] Es preciso limitar sus facultades. Así disminuirá su orgullo. Los desmanes que cometan
serán de menos alcance. Si los abandonamos y llegan a tener hijos, estos, sin duda, percibirán
más que sus abuelos y habrá un momento en que entiendan lo mismo que los propios dioses. Por
esto es preciso reformar sus deseos y sus sueños, para que no se aturdan ni envanezcan cuando
se abra en el horizonte la claridad del día que ya viene. Si no se hace esto pretenderán, en su
locura y desvío, ser tanto o más que nosotros mismos. Estamos a tiempo para evitar este peligro,
que será fatal para el orden fecundo de la creación. Y a fin de que estas gentes no estuvieran
solas, los dioses crearon otras de sexo femenino. [...]
25
De esta suerte Balam Quitzé y los otros abuelos resultaron ser el principio de las gentes que
luego vivieron y se desarrollaron durante las peregrinaciones y el asiento de las tribus del quiché.
Anónimo.
Popol Vuh. México, Editorial Dante,
1990. Fragmento.
3. ¿Qué intento realizaron los dioses para crear al hombre? ¿Por qué fracasaban? Completa
el cuadro con tus reflexiones
Hombre de madera
4. ¿Quiénes fueron “los abuelos”? ¿Por qué los dioses quisieron limitar sus acciones?
5. Enumera las características del maíz que justifiquen su empleo en la creación del hombre
perfecto según este mito.
Investiga:
A. ¿Qué significan las palabras Popol Vuh?
B. ¿A qué cultura precolombina corresponde este mito?
C. ¿Cuántas partes tiene el mito?
D. ¿En qué idioma original estaba registrado?
E. Busca imágenes de los dioses que se nombran en el texto.
26
Actividades integradoras de la unidad.
1. Lee este fragmento de un mito.
En el principio sólo existía un océano infinito, Nun, que contenía todos los elementos del
Universo. No existían ni el Cielo ni la Tierra, y los hombres aún no habían nacido. No había vida
ni muerte. El espíritu del mundo se hallaba disperso en el caos, hasta que tomando conciencia se
llamó a sí mismo; así nació el dios Ra.
Ra estaba solo; creó de su aliento al aire, Shu, y de su saliva a la humedad, Tefnut, y los mandó
a vivir al otro lado de Nun.
Después hizo emerger una isla donde poder descansar; la llamó Egipto. Y como surgíó de las
aguas, viviría gracias al agua; así nació el Nilo.
Ra fue creando a las plantas y los animales a partir de Nun. Entretanto, Shu y Tefnut tuvieron
dos hijos, a los que llamaron Geb (Tierra) y Nut (Cielo). Geb y Nut se casaron; así, el cielo yacía
sobre la tierra, copulando con ella. Shu, celoso, los maldijo y los separó sosteniendo al cielo sobre
su cabeza, y sujetando a la tierra con sus pies; aún así, no pudo evitar que Nun tuviera hijas, las
estrellas.
Ra había enviado a uno de sus ojos a buscar a Shu y Tefnut. Pero cuando regresó, otro ojo había
ocupado su lugar. El primer ojo comenzó a llorar, hasta que Ra lo colocó en su frente, creando
así al Sol.
De las lágrimas del primer ojo nacieron los hombres y las mujeres, que habitaron en Egipto.
Y todas las mañanas, Ra recorría el cielo el cielo en una barca que flotaba sobre Nun,
transportando así al Sol. Cada noche, Nut se lo tragaba, y Ra continuaba su viaje por el Infierno;
si lo atravesaba, volvía a nacer de Nut, dando origen a un nuevo día.
Si no
Este mito explica el origen del universo y de los
hombres.
4. Según corresponda, completá las palabras de este crucigrama o escribí las referencias.
27
5. Marca la parte del mito que es cosmogónico y otra que sea teogónico.
8. Busca imágenes de los principales dioses o monstros mitológicos vistos y realiza un afiche
en el cual pongas las principales características del ser elegido. Pégala en el salón.
Las explicaciones del mito remiten siempre a un más allá, a otro tiempo, y a
personajes, dioses o héroes, que no son como los seres humos de nuestro
entorno. Esa trascendencia del mito está muchas veces cargada de
emotividad. Por eso los relatos míticos tienen un elevado componente
simbólico: abundan en símbolos y tratan de evocar un complemento ausente
de esta realidad que tenemos ante nuestros sentidos. Tras esta realidad,
indican los mitos, hay otra, que es más esencial, la Realidad fundacional, la
28
divina y eterna Realidad.
A. ¿Qué diferencia platea el auto entre el contexto al que refiere el mito y la realidad
que nos rodea?
B. El autor contrapone realidad funcional y realidad empírica ¿A cuál de estas dos
pertenecen los mitos?
C. Expliquen por qué según García Gual, a diferencia de los relatos de aventura, los
mitos no pretenden ser verosímiles. (De ser necesario, busca la definición de la
palabra).
10. Busca para la próxima clase un mito de alguna cultura no trabajada hasta ahora.
11. Piensa en al menos 4 productos culturales actuales (libros, películas, series, comics, obras
de teatro, etc.) en los cuales estén presentes personajes míticos de la antigüedad.
12. Asocia la imagen anterior con una de las obras vistas, justifica con 4
renglones.
29
Unidad N° 3: "Los viajes
y los héroes."
Contenido:
30
La épica heroica
La poesía épica recoge una gran tradición heroica griega que se fue gestando a lo largo de
muchos años, durante una época conocida como Edad Heroica, que corresponde a los siglos XIII
Y XII a.C. A esta tradición debemos la Ilíada y la Odiseo, que derivan del ciclo legendario en torno
al sitio y destrucción de la ciudad de Troya.
Este tipo de creaciones centran su interés en contar una historia heroica, protagonizada por seres
humanos que pertenecían a una raza superior: los héroes o semidioses, cuya principal tarea era
la persecución del honor.
Tanto para Homero como para Hesíodo, los héroes pertenecían a un pasado memorable y lejano
y ya ningún mortal podía compararse a ellos. Los aedas y rapsodas, poetas itinerantes que
componían y transmitan oralmente, eran considerados autoridades sobre el pasado, y sus
poemas proporcionaban tanto información histórica como entretenimiento y placer por los
acontecimientos narrados.
Homero
La Ilíada y la Odiseo, poemas compuestos entre el siglo IX y el siglo VIII a.C, han sido leídos de
manera ininterrumpida desde su creación, inspirando innumerables versiones y reelaboraciones
en todo el mundo. Sin embargo, se desconoce todo acerca de la biografía del autor. Mucho se
debatió y se estudió la posibilidad de que sean una o varias personas las responsables de ambos
poemas, mientras que la tradición antigua aceptaba la existencia de un autor único, lIamado
Homero, que provenía de la costa griega de Asia Menor.
Lo que es seguro es que Homero no creó estas historias de la nada, sino que se basó en una
larga tradición oral formada desde siglos antes. A esa tradición debe sus temas, su lengua, su
métrica, entre otros recursos.
Ilíada
La Ilíada es el poema griego más antiguo escrito de la literatura occidental, tradicionalmente
atribuido a Homero. El título de la obra deriva del nombre griego de Troya, Élión. Se conservan
papiros con copias de la Ilíada del siglo II a.C., aunque se tiene constancia de la existencia de
uno anterior al año 520 a.C., que se utilizaba en Atenas para recitarlo en las fiestas en honor de
Atenea (las llamadas Panateneas). Posteriormente, su transmisión se generalizo, sobre todo, en
Europa (a partir del siglo XIII) y en Bizancio (siglos IX al XV). Ya en la antigüedad clásica se
consideraba este poema como historia real y a sus personajes como modelo de comportamiento
y heroísmo por imitar. Era práctica habitual su estudio y la memorización de extensos episodios.
El poema narra la cólera de Aquiles, hijo del rey Peleo y de la nereida Tetis. La Ilíada cuenta la
causa, los cincuenta y un días que duró, y las consecuencias de la ira del también conocido como
Pélida Aquiles. A su vez, el poema se cierra con la reconciliación de Aquiles con Príamo, padre
de Héctor, durante los funerales del héroe troyano.
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La guerra de Troya: causas divinas y terrenales.
Causa divina: el juicio de Paris.
Durante el banquete nupcial de la boda del Rey Peleo y la nereida Tetis con la presencia de los
dioses, se presenta Eris, diosa de la discordia quien no había sido invitada para que no los
perturbase con su presencia. Eris lanza una manzana al aire en la que pone "para la más
hermosa". Las Nereidas, no se atrevieron a pedir la manzana estando diosas tan bellas como
Hera, Afrodita y Atenea que la disputaron.
Zeus no queriendo indisponerse con su esposa o con alguna de sus dos hijas se abstiene de
decidir en la disputa y ordena a Hermes que lleve a las diosas en presencia de Paris y que este
sea el juez del certamen.
AI Ilegar las diosas al monte Ida, ya bañadas y arregladas cuidadosamente, se preparan para
sobornar a Paris. Hermes entrega a este la manzana y las instrucciones de Zeus y ordena a las
diosas a que posen sucesivamente ante él.
Atenea Ie ofrece hacerlo invencible en la guerra; Hera hacerlo soberano de Asia o de todos los
hombres; y Afrodita Ie ofrece por esposa Helena, la más bella de las mujeres. Paris, sorprendido
por la propuesta de Afrodita, pregunta cómo puede hacerle esposa de Helena si esta ya lo es de
Menelao, a lo que Afrodita Ie responde que lo deje de su cuenta. Paris entrega la manzana a
Afrodita resultando asta ganadora del certamen.
La figura de Paris.
Paris fue hijo de los reyes de Troya Príamo y Hécuba. Habiendo sonado esta que daba a luz un
tizón ardiendo, su hijastro Ísaco profetiza que ese hijo traería la ruina y la destrucción de Troya
por lo que aconseja a sus padres que el niño no debe vivir.
AI nacer, su padre Príamo lo entrega a un servidor suyo, de nombre Agelao, para que lo
abandone en el monte Ida, allí es amamantado por una osa y posteriormente es encontrado por
Agelao, el cual lo cría como suyo poniéndole como nombre Paris.
La mujer más hermosa del mundo era Helena, hija de Zeus y Leda. Helena se caso con Menelao,
rey de Esparta, y cuando Paris fue a visitarlos acababan de tener una hija, Hermíone. Menelao
recibió a Paris en su casa, pero Paris pago su hospitalidad secuestrando a Helena y escapando
con ella a Troya.
EI inicio de la expedición.
Menelao utilizo una estrategia muy buena para conseguir un buen ejército. Lo que hizo fue reunir
a todos los pretendientes de Helena y a todos los reyes y nobles de Grecia para poder recuperar
a su esposa. EI jefe de las fuerzas griegas era Agamenón, rey de Micenas y hermano de
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Menelao. Todos los héroes griegos acudieron de todo el continente para cruzar el río Egeo y
dirigirse hacia Troya.
Algún héroe, como fue el caso de Odiseo, fingió tener locura para no ir a la guerra porque sabía
que no volvería. Tampoco quería que fuera a la guerra su hijo Telémaco a quien disfrazo de mujer
y envío a Esciros para mezclarlo con las hijas del rey Licómedes. Durante su estancia se caso
con una de las hijas, Didamfa. Más tarde, Odiseo se dio cuenta de que sin Aquiles no
conquistarían Troya y fue a buscarlo otra vez.
La enorme fuerza militar griega formada por Agamenón, Menealo, Odiseo, Ayax, Diomedes y
Aquiles, estaba lista para zarpar, pero el viento se mantuvo en su contra. Finalmente, el profeta
Calcante revelo que la diosa Artemis exigía el sacrificio de la hija de Agamenón, Infigenia, antes
de que el viento cambiase de dirección. Agamenon se horrorizo, pero la opinión general lo obligó
a realizarlo: Ifigenia, convocada con el pretexto de que iba a casarse con Aquiles, fue muerta
sobre el altar. De este modo, el viento cambio y los barcos zarparon.
Actividades:
1. ¿Qué deseo impulsa a las diosas a competir entre ellas?
2. ¿Qué soborno le da cada una?
3. ¿Quién gana?
4. ¿Quiénes son Paris y Helena y que pasa entre ellos?
5. ¿Cómo reúne Menelao una gran fuerza de combate para ir a recuperar a su mujer raptada?
6. ¿Qué prueba se le pone a Agamenón para que los vientos cambien su dirección?
7. Lee el siguiente fragmento de la Ilíada y luego responde:
Cuando los ejércitos llegaron a juntarse, chocaron entre sí los escudos, las
lanzas, y el valor de los hombres armados de broncíneas corazas, y al
aproximarse los abollonados escudos se produjo un gran alboroto. Allí se oían
simultáneamente los lamentos de los moribundos y los gritos jactanciosos de
los matadores, y la tierra manaba sangre. Como dos torrentes nacidos en
grandes manantiales se despeñan por los montes, reúnen las hirvientes aguas
en hondo barranco abierto en el valle y producen un estruendo que oye desde
lejos el pastor en la montaña; así era la gritería y el trabajo de los que vinieron
a las manos. Fue Antíloco quien primeramente mató a un guerrero teucro, a
Equepolo el Talisíada, que peleaba valerosamente en la vanguardia: hiriole en la
cimera del penachudo casco, y la broncínea lanza, clavándose en la frente,
atravesó el hueso, las tinieblas cubrieron los ojos del guerrero y cayó como una
torre en el duro combate. Al punto asiole de un pie el rey Elefenor de
Calcodontíada, caudillo de los bravos abantes, y lo arrastraba para ponerlo
fuera del alcance de los dardos y quitarle la armadura. Poco duró su intento.
A. ¿Qué narra el fragmento?
B. ¿Qué equipamiento militar tenían los combatientes?
C. ¿De qué material eran los implementos bélicos? ¿Permite este detalle fechar de algún
modo la acción?
D. ¿Creen que la batalla narrada era multitudinaria o que solo intervenían en ella unos
pocos centenares de hombres? Fundamenten su respuesta.
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La guerra de Troya - La cólera de Aquiles.
Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los
aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros
y pasto de aves -cumplíase la voluntad de Zeus- desde que se separaron disputando el Átrida,
rey de hombres y el divino Aquiles.
Actividades:
Esta etapa se caracteriza por la pelea entre Aquiles y Agamenón. Después de saquear Troya se
repartieron el botín, pero Agamenón, para reafirmar su autoridad sobre Aquiles, Ie quitó a su
joven esclava Briseida.
Fue aquí cuando Aquiles se encolerizó. No solo era un insulto a su honor, sino que era una gran
injusticia, ya que Aquiles había hecho la mayor parte de lo necesario para conseguir todo el
tesoro y el botín del que Agamenón creía que tenía derecho a disfrutar. Como consecuencia,
Aquiles se retiró a su tienda y decidió no tomar parte en la lucha.
La lucha se fue agravando poco a poco y los griegos sufrían una fuerte presión sin Aquiles.
Agamenón se vio forzado a ofrecer a Aquiles riquezas de todo tipo y la devolución de Briseida,
pero el gran guerrero se negó.
Patroclo, primo de Aquiles, tome parte de la lucha dirigiendo sus tropas y usando la propia
armadura de Aquiles.
Finalmente, fue asesinado por Héctor, el mejor guerrero del bando troyano. Aquiles, apenado por
la pérdida de su armadura, mandó Ilamar a su madre Tetis quien Ie trajo una nueva armadura.
Aquiles se reconcilió con Agamenón y regresó al campo de batalla. Tras haber matado a muchos
troyanos y sobrevivir al ataque del rio Escamandro, Aquiles pudo finalmente encontrar a su
principal adversario, Héctor.
Finalmente, ambos héroes se encontraron y tras dar tres vueltas a la muralla de Troya, se
enfrentaron cara a cara. Aquiles envió su lanza a la garganta de Héctor y posteriormente lo
sometió a numerosas vejaciones para vengar la muerte de su primo Patroclo.
A continuación, Aquiles organizó un funeral por su primo. Los restos de Patroclo se pusieron en
una urna y se enterraron en un montículo. Cada día, al alba, Aquiles arrastraba el cuerpo de
Héctor alrededor del montículo. Príamo, padre de Héctor, se dirigió al campamento de Aquiles
para pedirle que enviara el cuerpo de Héctor a Troya para poderle hacer un funeral por su muerte.
También le besas las manos al asesino de su hijo. Aquiles se conmovió y aceptó su súplica.
Casi todo el mundo conoce la leyenda del Caballo de Troya: los griegos, que asediaban la ciudad
de Troya, bajo las órdenes de Odiseo, rey de Ítaca, construyeron un enorme caballo de madera,
se metieron en él y dejaron que los troyanos, pobres ingenuos, lo introdujeran dentro de la
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fortificada ciudad, creyendo que era un regalo. Los griegos habían quemado sus tiendas y les
hicieron creer que Troya ya no sería tomada.
AI caer la noche, los griegos salieron del caballo y se unieron a sus compañeros que lIegaban en
barcos. Posteriormente, los troyanos despertaron para encontrarse su ciudad en llamas.
Entre los pocos que consiguieron escapar de las llamas estaba Eneas, hijo de Anquises y
Afrodita. Avisado por su madre, abandonó la ciudad con su hijo Ascanio y su anciano padre,
lIevándose con él los dioses de Troya. Finalmente, Eneas IIegó a Italia donde fundó una nueva
Troya más grande y espléndida.
Actividades.
1. ¿Qué motivó la pelea entre Aquiles y Agamenón?
2. ¿Por qué Aquiles vuelve a pelear?
3. ¿Qué significa “vejaciones”?
4. ¿Cómo es que recuperan el cuerpo de Héctor?
5. ¿Quién sobrevive a la destrucción final de Troya?
El héroe es siempre una propuesta, una encarnación de ideales. La condición de héroe, por lo
tanto, proviene tanto de sus acciones como del valor que los demás le otorgan. Esto permite que
la dimensión heroica varíe en la historia según los valores que la sociedad reconozca como tales
y la meta que se proponga.
Actividades:
1. ¿Cuáles son las virtudes que encarna Aquiles, que lo transforman en un héroe?
2. En la actualidad, ¿qué virtudes aspiran los hombres?
3. Lean el siguiente fragmento:
"Guerrero" y "héroe" son sinónimos, y el tema principal de una cultura de guerreros está construido
sobre dos notas: valentía y honor. La primera es atributo esencial del héroe, el segundo es su
objetivo principal. Todo valor, todo juicio, toda acción, todas las habilidades y talentos ejercen la
función de definir el honor o de lograrlo. La vida misma no necesita ser un obstáculo. Los héroes
homéricos amaban mucho la vida, hacían y sentían coda coso con pasión (.. .); pero incluso la vida
debe entregarse por honor.
A- ¿Cuál es el objetivo de todo héroe?
B- A pesar de la valentía que demuestran ¿Qué sentimiento los acerca al resto de los
hombres?
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El viaje de los héroes
Vladimír Propp, en su libro Morfología del cuento, analizó los cuentos populares y detectó una
serie de elementos recurrentes en los cuentos populares que llamó motivos. Estos crean una
estructura en este tipo de narraciones. Son motivos: el viaje del héroe, la lucha con el monstruo,
los tres poderes de un objeto, etcétera.
Los héroes míticos abandonan las seguridades hogareñas y atraviesan todo tipo de pruebas y
desafíos para cumplir con su deber. Es su deber acatar el destino heroico que luego de todas las
dificultades promete honor y fama.
Los viajes de los héroes son considerados en muchas oportunidades como viajes iniciáticos, es
decir, que conllevan una transformación y un aprendizaje para quien los realiza. Algunos de ellos
han sido realmente famosos en la historia: Gilgamesh, el héroe de la epopeya sumeria, que
emprende un viaje en busca de la planta que le dará la inmortalidad; Jasón, que lideró a los
argonautas en busca del vellocino de oro; Moisés, quien dirigió el éxodo del pueblo hebreo hacia
la tierra prometida; Eneas, que encabezó el exilio depués de la caída de Troya; Odiseo, que
emprende un viaje de regreso al hogar. Este viaje es conocido con el nombre de periplo del
héroe, se trata de un viaje que transforma para siempre al personaje que tiene el valor suficiente
como para emprenderlo.
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Mitos, viajes, héroes
En este poema vemos al héroe, en su viaje de regreso, enfrentando y superando, gracias a las
artimañas de su inteligencia, grandes dificultades y peligros, representados por seres míticos
como los ciclopes, los lotófagos, las sirenas, las rocas errantes, etcétera. Sin embargo dentro del
largo viaje que emprende el héroe Odiseo para volver a su Itaca, debe vivir contra su voluntad
una espeluznante aventura: ir al Mundo de los Muertos con el encargo de consultar allí, en el
Hades (la Mansión de los Muertos), al adivino Tiresias. Odiseo, descorazonado, emprende la ruta
hacia el Hades a preguntar al adivino cómo regresar su casa, a ítaca.
Este tema del descenso al Hades es común en la literatura épica, pues ya otros héroes griegos
habían bajado al reino de las sombras. Es el caso de Orfeo, quien bajó a liberar a Eurídice; el de
Hércules, quien fue a cumplir una prueba de fuerza: traerse un enorme perro guardián de tres
cabezas el Cancerbero monstruoso, y el de Teseo, quien entró para raptar a la reino de los
muertos, Perséfone. También Virgilio, poeta romano, dirigirá a Eneas al Hades con un afán
profético-nacional, y Dante, en La divina comedia, cargará su descripción del reino infernal. Este
viaje a la Mansión de los Muertos también fascinó a héroes de otras culturas como la oriental
mesopotámica: aquí, el héroe Gilgamesh va al mundo de ultratumba a sacar, del fondo de las
aguas de la muerte, la planta de la vida eterna, la cual pierde irremediable y trágicamente. Incluso
en la actualidad sigue vigente en las innumerables series y películas que tienen como
protagonistas a los muertos vivientes y aun grupo de sobrevivientes que lucha contra ellos.
El viaje al Hades es un motivo más en la serie de aventuras marinas de Odiseo y, de cierto modo,
sirve para marcar el último límite de sus aventuras. El mundo de los muertos es lo más lejos que
puede peregrinar cualquier héroe, demostrando con esto, en definitiva, la estatura mítica del
héroe, o quien se le atribuye el más esforzado arrojo, valentía y empeño.
Actividades.
1. Según el texto ¿Por qué Odiseo desciende al Hades?
2. ¿Cuál es el significado del viaje al Hades?
Intertextualidad
Se entiende por intertextualidad, en sentido amplio, el conjunto de relaciones que acercan un
texto determinado a otros textos de variada procedencia: del mismo autor o más comúnmente de
otros, de la misma época o de épocas anteriores, con una referencia explícita (literal o alusiva, o
no) o la apelación a un género, a un arquetipo textual o a una formula imprecisa o anónima.
Clases de Intertextualidad.
Se reconocen siete tipos de intertextualidad:
5. Paratextualidad es, la relación de un texto con otros textos de su periferia textual: títulos,
subtítulos, capítulos desechados, prólogos, epitafio, presentaciones ...
7. Hipertextualidad, toda relación que une un texto B (hipertexto) a un texto anterior A (que
hipotexto) en el que se inserta de una manera que no es la del comentario.
Mi querido Odiseo:
Ya no es posible más esposo mío que el tiempo pase y vuele y no te cuente yo de mi vida en
Ítaca. Hace ya muchos años que te fuiste; tu ausencia nos pesó, a tu hijo y a mí. Empezaron a
cercarme pretendientes; eran tantos, tan tenaces sus requiebros que apiadándose un dios de
mi congoja me aconsejo tejer una tela sutil, interminable, que te sirviera a ti como sudario. Si
llegaba a concluirla, tendría yo, sin mora, que elegir un esposo. Me cautivó la idea que al
levantarse el sol, me ponía a tejer y destejía por la noche. Así pasé tres años; pero, ahora.
Odiseo, mi corazón suspira por un joven tan bello como tú cuando eras mozo, tan hábil con el
arco y con la lanza. Nuestra casa está en ruinas y necesito un hombre que la sepa regir. [...]
Sé por los forasteros de Calipso y de Circe. Aprovecha, Odiseo. si eliges a Calipso recuperarás la
juventud; si es Circe la elegida serás, entre sus chanchos, el supremo. Espero que esta carta no
te ofenda. No invoques a los dioses; será en vano. Recuerda a Menelao con Helena; por esa
guerra loca han perdido la vida nuestros mejores hombres y estás tú dónde estás. No vuelvas.
Odiseo, te suplico.
43
Tu discreta Penélope.
Alegria. Claribel. Poesía urgente de Nicaragua.
San Juan. Isla Negra. 2001. Fragmento.
REGALO SOSPECHOSO
Era un paquete enorme, delicadamente envuelto en papel celofán verde y ornamentado con un
abultado moño de cinta roja. Lo abrí con recelo, pensando en alternativas desagradables:
bombas de tiempo, perros muertos, lavadoras descompuestas, esculturas modernas. Errores
todos ellos. Era un hermoso caballo de madera tallado y barnizado al natural, sostenido sobre
una plataforma rodante. El Caballo de Troya, pensé. Tenía la pata izquierda levantada, eso le
otorgaba movimiento y elegancia. Del recelo pasé al temor, y de allí al sobrecogimiento. ¿Qué
oscuro enemigo podía haber ideado este plan homérico en mi contra? Repasé la lista y eso me
tomó un buen tiempo. Todos podían haber sido; no pude descartar a ninguno. Ahora, qué
contenía el caballo, ésa era la pregunta. Me aproximé con cautela y golpeteé la madera con los
nudillos. Madera maciza. O interior repleto de explosivos plásticos. O cobalto radiactivo, para
eliminarme lentamente. O una masa de arácnidos letales. No había tarjeta ni indicación de
remitente.
Me subí sobre el regalo. Instantáneamente echó a rodar por el mundo. Me llevó lejos, a lugares
maravillosos y desconocidos. Muy tarde comprendí la trampa, pero ya era feliz.
Relaciona la imagen con algunos de los textos vistos en la unidad. Mínimo de 10 renglones.
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Unidad N° 4: “Tiempo de
leyendas.”
Profesor: Casas Nicolás.
Contenidos:
Hace tiempo, cuando los aztecas dominaban el Valle de México, los otros pueblos debían
obedecerlos y rendirles tributo, pese a su descontento. Un día, cansado de la opresión, el cacique
de Tlaxcala decidió pelear por la libertad de su pueblo y empezó una terrible guerra entre aztecas
y tlaxcaltecas.
La bella princesa Iztaccíhuatl, hija del cacique de Tlaxcala, se había enamorado del joven
Popocatépetl, uno de los principales guerreros de este pueblo. Ambos se profesaban un amor
inmenso, por lo que antes de ir a la guerra, el joven pidió al padre de la princesa la mano de ella
si regresaba victorioso. El cacique de Tlaxcala aceptó el trato, prometiendo recibirlo con el festín
del triunfo y el lecho de su amor. El valiente guerrero se preparó con hombres y armas, partiendo
a la guerra después de escuchar la promesa de que la princesa lo esperaría para casarse con él
a su regreso. Al poco tiempo, un rival de Popocatépetl inventó que éste había muerto en combate.
Al enterarse, la princesa Iztaccíhuatl lloró amargamente la muerte de su amado y luego murió de
tristeza.
Popocatépetl venció en todos los combates y regresó triunfante a su pueblo, pero al llegar, recibió
la terrible noticia de que la hija del cacique había muerto. De nada le servían la riqueza y poderío
ganados si no tenía su amor.
Entonces, para honrarla y a fin de que permaneciera en la memoria de los pueblos, Popocatépetl
mandó que 20,000 esclavos construyeran una gran tumba ante el Sol, amontonando diez cerros
para formar una gigantesca montaña.
Durante muchos años y hasta poco antes de la Conquista, las doncellas muertas por amores
desdichados eran sepultadas en las faldas del Iztaccíhuatl.
En cuanto al cobarde tlaxcalteca que por celos mintió a Iztaccíhuatl sobre la muerte de
Popocatépetl, desencadenando esta tragedia, fue a morir desorientado muy cerca de su tierra,
también se convirtió en una montaña, el Pico de Orizaba y se cubrió de nieve. Le pusieron por
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nombre Citlaltépetl, o “Cerro de la estrella” y desde allá lejos vigila el sueño eterno de los dos
amantes a quienes nunca, jamás podrá separar.
La cultura Azteca
La cultura Azteca (llamados también los Mexicas), fueron una civilización precolombina de la
región de Mesoamérica, que floreció entre los siglos XIV y XVI d.c., en el territorio
correspondiente del actual país de México. El idioma azteca era el Nahuatl. Los Aztecas se
desarrollaron en la región cultural de Mesoamérica desde los años 1325 hasta el año 1521 d.C,
fecha de la conquista de México por parte de los españoles, comandados por el conquistador
Hernán Cortez, quienes derrotaron a los aztecas y destruyeron su civilización.
Una vez instalados en la región central de México levantaron una magnífica ciudad llamada
Tenochtitlán, desde la que fueron conquistando a los pueblos vecinos hasta formar un vasto y
poderoso imperio. A la cabeza del imperio estaba el emperador, quien era elegido tras la muerte
del anterior. La elección era realizada por el Consejo Supremo, formado por los representantes
de la nobleza azteca, generalmente era elegido un miembro de la nobleza azteca para dirigir el
imperio. El emperador era considerado de origen divino y poseía atribuciones o poderes ilimitados
en la sociedad azteca.
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Los aztecas eran politeístas (adoraban a varios dioses) y creían que si la sangre humana no era
ofrecida al dios Sol, este dejaría de funcionar y se apagaría sumiendo en oscuridad al mundo. Los
sacrificios humanos eran ofrecidos a:
- Huitzilopochtli o Tezcatlipoca: El sacrificado era colocado en una piedra por cuatro sacerdotes
y un quinto sacerdote extraía, con un cuchillo, el corazón del guerrero vivo para alimentar a sus
dioses.
- Tlaloc: Anualmente eran sacrificados niños en las cumbres de las montañas. Se creía que
cuando más criaturas llorasen, más lluvia el Dios proveería.
En el panteón azteca había muchos dioses. Los principales eran vinculados al ciclo solar y la
actividad agrícola Observaciones astronómicas y estudio de los calendarios eran parte de los
conocimientos de los sacerdotes.
El dios más venerado era Quetzalcóatl, representada como una serpiente emplumada. Los
sacerdotes formaban un poderoso grupo social, que se encargaban de guiar la educación a los
nobles, hacían predicciones y dirigían las ceremonias rituales. La religiosidad
azteca incluía prácticas de sacrificios humanos. De acuerdo con los cronistas españoles el
derramamiento de sangre era ofrecido del corazón de animales y seres humanos en ritos
imprescindibles para satisfacer a sus Dioses. Cuando había que ofrecer corazones humanos, los
aztecas llevaban a cabo guerras denominadas “guerras floridas” en las cuales daban caza a sus
enemigos para luego sacrificarlos.
Escritura y códice
Los aztecas desarrollaron un sistema de escritura muy diferente del nuestro, con especies de
dibujos que representaban sus ideas y objetos. Escribieron gran parte de sus historias en
pergaminos llamados códices, donde consignaban sus creencias religiosas y actividades
socioculturales. Sus textos literarios, no se conservaban por escritos, sin que se transmitían
oralmente. Su literatura llegó a nosotros gracias a los relatos que los conquistadores hacían sobre
sus actividades en el nuevo mundo.
Actividad.
Marca con una X los elementos de la cultura azteca que están presentes en “Los enamorados”.
Los aztecas…
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La noche boca arriba. Julio Cortázar.
Y salían en ciertas épocas a cazar enemigos;
le llamaban la guerra florida.
A mitad del largo zaguán del hotel pensó que debía ser tarde y se apuró a salir a la calle y sacar la
motocicleta del rincón donde el portero de al lado le permitía guardarla. En la joyería de la esquina vio que
eran las nueve menos diez; llegaría con tiempo sobrado adonde iba. El sol se filtraba entre los altos
edificios del centro, y él -porque para sí mismo, para ir pensando, no tenía nombre- montó en la máquina
saboreando el paseo. La moto ronroneaba entre sus piernas, y un viento fresco le chicoteaba los
pantalones.
Dejó pasar los ministerios (el rosa, el blanco) y la serie de comercios con brillantes vitrinas de la calle
Central. Ahora entraba en la parte más agradable del trayecto, el verdadero paseo: una calle larga,
bordeada de árboles, con poco tráfico y amplias villas que dejaban venir los jardines hasta las aceras,
apenas demarcadas por setos bajos. Quizá algo distraído, pero corriendo por la derecha como
correspondía, se dejó llevar por la tersura, por la leve crispación de ese día apenas empezado. Tal vez su
involuntario relajamiento le impidió prevenir el accidente. Cuando vio que la mujer parada en la esquina se
lanzaba a la calzada a pesar de las luces verdes, ya era tarde para las soluciones fáciles. Frenó con el pie
y con la mano, desviándose a la izquierda; oyó el grito de la mujer, y junto con el choque perdió la visión.
Fue como dormirse de golpe.
Volvió bruscamente del desmayo. Cuatro o cinco hombres jóvenes lo estaban sacando de debajo de la
moto. Sentía gusto a sal y sangre, le dolía una rodilla y cuando lo alzaron gritó, porque no podía soportar
la presión en el brazo derecho. Voces que no parecían pertenecer a las caras suspendidas sobre él, lo
alentaban con bromas y seguridades. Su único alivio fue oír la confirmación de que había estado en su
derecho al cruzar la esquina. Preguntó por la mujer, tratando de dominar la náusea que le ganaba la
garganta. Mientras lo llevaban boca arriba hasta una farmacia próxima, supo que la causante del accidente
no tenía más que rasguños en las piernas. "Usted la agarró apenas, pero el golpe le hizo saltar la máquina
de costado..."; Opiniones, recuerdos, despacio, éntrenlo de espaldas, así va bien, y alguien con
guardapolvo dándole de beber un trago que lo alivió en la penumbra de una pequeña farmacia de barrio.
La ambulancia policial llegó a los cinco minutos, y lo subieron a una camilla blanda donde pudo tenderse a
gusto. Con toda lucidez, pero sabiendo que estaba bajo los efectos de un shock terrible, dio sus señas al
policía que lo acompañaba. El brazo casi no le dolía; de una cortadura en la ceja goteaba sangre por toda
la cara. Una o dos veces se lamió los labios para beberla. Se sentía bien, era un accidente, mala suerte;
unas semanas quieto y nada más. El vigilante le dijo que la motocicleta no parecía muy estropeada.
"Natural", dijo él. "Como que me la ligué encima..." Los dos rieron y el vigilante le dio la mano al llegar al
hospital y le deseó buena suerte. Ya la náusea volvía poco a poco; mientras lo llevaban en una camilla de
ruedas hasta un pabellón del fondo, pasando bajo árboles llenos de pájaros, cerró los ojos y deseó estar
dormido o cloroformado. Pero lo tuvieron largo rato en una pieza con olor a hospital, llenando una ficha,
quitándole la ropa y vistiéndolo con una camisa grisácea y dura. Le movían cuidadosamente el brazo, sin
que le doliera. Las enfermeras bromeaban todo el tiempo, y si no hubiera sido por las contracciones del
estómago se habría sentido muy bien, casi contento.
Lo llevaron a la sala de radio, y veinte minutos después, con la placa todavía húmeda puesta sobre el
pecho como una lápida negra, pasó a la sala de operaciones. Alguien de blanco, alto y delgado, se le
acercó y se puso a mirar la radiografía. Manos de mujer le acomodaban la cabeza, sintió que lo pasaban
de una camilla a otra. El hombre de blanco se le acercó otra vez, sonriendo, con algo que le brillaba en la
mano derecha. Le palmeó la mejilla e hizo una seña a alguien parado atrás.
Como sueño era curioso porque estaba lleno de olores y él nunca soñaba olores. Primero un olor a
pantano, ya que a la izquierda de la calzada empezaban las marismas, los tembladerales de donde no
volvía nadie. Pero el olor cesó, y en cambio vino una fragancia compuesta y oscura como la noche en que
se movía huyendo de los aztecas. Y todo era tan natural, tenía que huir de los aztecas que andaban a
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caza de hombre, y su única probabilidad era la de esconderse en lo más denso de la selva, cuidando de
no apartarse de la estrecha calzada que sólo ellos, los motecas, conocían.
Lo que más lo torturaba era el olor, como si aun en la absoluta aceptación del sueño algo se revelara
contra eso que no era habitual, que hasta entonces no había participado del juego. "Huele a guerra",
pensó, tocando instintivamente el puñal de piedra atravesado en su ceñidor de lana tejida. Un sonido
inesperado lo hizo agacharse y quedar inmóvil, temblando. Tener miedo no era extraño, en sus sueños
abundaba el miedo. Esperó, tapado por las ramas de un arbusto y la noche sin estrellas. Muy lejos,
probablemente del otro lado del gran lago, debían estar ardiendo fuegos de vivac; un resplandor rojizo
teñía esa parte del cielo. El sonido no se repitió. Había sido como una rama quebrada. Tal vez un animal
que escapaba como él del olor a guerra. Se enderezó despacio, venteando. No se oía nada, pero el miedo
seguía allí como el olor, ese incienso dulzón de la guerra florida. Había que seguir, llegar al corazón de la
selva evitando las ciénagas. A tientas, agachándose a cada instante para tocar el suelo más duro de la
calzada, dio algunos pasos. Hubiera querido echar a correr, pero los tembladerales palpitaban a su lado.
En el sendero en tinieblas, buscó el rumbo. Entonces sintió una bocanada del olor que más temía, y saltó
desesperado hacia adelante.
-Se va a caer de la cama -dijo el enfermo de la cama de al lado-. No brinque tanto, amigazo.
Abrió los ojos y era de tarde, con el sol ya bajo en los ventanales de la larga sala. Mientras trataba de
sonreír a su vecino, se despegó casi físicamente de la última visión de la pesadilla. El brazo, enyesado,
colgaba de un aparato con pesas y poleas. Sintió sed, como si hubiera estado corriendo kilómetros, pero
no querían darle mucha agua, apenas para mojarse los labios y hacer un buche. La fiebre lo iba ganando
despacio y hubiera podido dormirse otra vez, pero saboreaba el placer de quedarse despierto, entornados
los ojos, escuchando el diálogo de los otros enfermos, respondiendo de cuando en cuando a alguna
pregunta. Vio llegar un carrito blanco que pusieron al lado de su cama, una enfermera rubia le frotó con
alcohol la cara anterior del muslo, y le clavó una gruesa aguja conectada con un tubo que subía hasta un
frasco lleno de líquido opalino. Un médico joven vino con un aparato de metal y cuero que le ajustó al
brazo sano para verificar alguna cosa. Caía la noche, y la fiebre lo iba arrastrando blandamente a un
estado donde las cosas tenían un relieve como de gemelos de teatro, eran reales y dulces y a la vez
ligeramente repugnantes; como estar viendo una película aburrida y pensar que sin embargo en la calle es
peor; y quedarse.
Vino una taza de maravilloso caldo de oro oliendo a puerro, a apio, a perejil. Un trocito de pan, más
precioso que todo un banquete, se fue desmigajando poco a poco. El brazo no le dolía nada y solamente
en la ceja, donde lo habían suturado, chirriaba a veces una punzada caliente y rápida. Cuando los
ventanales de enfrente viraron a manchas de un azul oscuro, pensó que no iba a ser difícil dormirse. Un
poco incómodo, de espaldas, pero al pasarse la lengua por los labios resecos y calientes sintió el sabor del
caldo, y suspiró de felicidad, abandonándose.
Primero fue una confusión, un atraer hacia sí todas las sensaciones por un instante embotadas o
confundidas. Comprendía que estaba corriendo en plena oscuridad, aunque arriba el cielo cruzado de
copas de árboles era menos negro que el resto. "La calzada", pensó. "Me salí de la calzada." Sus pies se
hundían en un colchón de hojas y barro, y ya no podía dar un paso sin que las ramas de los arbustos le
azotaran el torso y las piernas. Jadeante, sabiéndose acorralado a pesar de la oscuridad y el silencio, se
agachó para escuchar. Tal vez la calzada estaba cerca, con la primera luz del día iba a verla otra vez.
Nada podía ayudarlo ahora a encontrarla. La mano que sin saberlo él aferraba el mango del puñal, subió
como un escorpión de los pantanos hasta su cuello, donde colgaba el amuleto protector. Moviendo apenas
los labios musitó la plegaria del maíz que trae las lunas felices, y la súplica a la Muy Alta, a la
dispensadora de los bienes motecas. Pero sentía al mismo tiempo que los tobillos se le estaban hundiendo
despacio en el barro, y la espera en la oscuridad del chaparral desconocido se le hacía insoportable. La
guerra florida había empezado con la luna y llevaba ya tres días y tres noches. Si conseguía refugiarse en
lo profundo de la selva, abandonando la calzada más allá de la región de las ciénagas, quizá los guerreros
no le siguieran el rastro. Pensó en la cantidad de prisioneros que ya habrían hecho. Pero la cantidad no
contaba, sino el tiempo sagrado. La caza continuaría hasta que los sacerdotes dieran la señal del regreso.
Todo tenía su número y su fin, y él estaba dentro del tiempo sagrado, del otro lado de los cazadores.
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Oyó los gritos y se enderezó de un salto, puñal en mano. Como si el cielo se incendiara en el horizonte, vio
antorchas moviéndose entre las ramas, muy cerca. El olor a guerra era insoportable, y cuando el primer
enemigo le saltó al cuello casi sintió placer en hundirle la hoja de piedra en pleno pecho. Ya lo rodeaban
las luces y los gritos alegres. Alcanzó a cortar el aire una o dos veces, y entonces una soga lo atrapó
desde atrás.
-Es la fiebre -dijo el de la cama de al lado-. A mí me pasaba igual cuando me operé del duodeno. Tome
agua y va a ver que duerme bien.
Al lado de la noche de donde volvía, la penumbra tibia de la sala le pareció deliciosa. Una lámpara violeta
velaba en lo alto de la pared del fondo como un ojo protector. Se oía toser, respirar fuerte, a veces un
diálogo en voz baja. Todo era grato y seguro, sin acoso, sin... Pero no quería seguir pensando en la
pesadilla. Había tantas cosas en qué entretenerse. Se puso a mirar el yeso del brazo, las poleas que tan
cómodamente se lo sostenían en el aire. Le habían puesto una botella de agua mineral en la mesa de
noche. Bebió del gollete, golosamente. Distinguía ahora las formas de la sala, las treinta camas, los
armarios con vitrinas. Ya no debía tener tanta fiebre, sentía fresca la cara. La ceja le dolía apenas, como
un recuerdo. Se vio otra vez saliendo del hotel, sacando la moto. ¿Quién hubiera pensado que la cosa iba
a acabar así? Trataba de fijar el momento del accidente, y le dio rabia advertir que había ahí como un
hueco, un vacío que no alcanzaba a rellenar. Entre el choque y el momento en que lo habían levantado del
suelo, un desmayo o lo que fuera no le dejaba ver nada. Y al mismo tiempo tenía la sensación de que ese
hueco, esa nada, había durado una eternidad. No, ni siquiera tiempo, más bien como si en ese hueco él
hubiera pasado a través de algo o recorrido distancias inmensas. El choque, el golpe brutal contra el
pavimento. De todas maneras al salir del pozo negro había sentido casi un alivio mientras los hombres lo
alzaban del suelo. Con el dolor del brazo roto, la sangre de la ceja partida, la contusión en la rodilla; con
todo eso, un alivio al volver al día y sentirse sostenido y auxiliado. Y era raro. Le preguntaría alguna vez al
médico de la oficina. Ahora volvía a ganarlo el sueño, a tirarlo despacio hacia abajo. La almohada era tan
blanda, y en su garganta afiebrada la frescura del agua mineral. Quizá pudiera descansar de veras, sin las
malditas pesadillas. La luz violeta de la lámpara en lo alto se iba apagando poco a poco.
Como dormía de espaldas, no lo sorprendió la posición en que volvía a reconocerse, pero en cambio el
olor a humedad, a piedra rezumante de filtraciones, le cerró la garganta y lo obligó a comprender. Inútil
abrir los ojos y mirar en todas direcciones; lo envolvía una oscuridad absoluta. Quiso enderezarse y sintió
las sogas en las muñecas y los tobillos. Estaba estaqueado en el piso, en un suelo de lajas helado y
húmedo. El frío le ganaba la espalda desnuda, las piernas. Con el mentón buscó torpemente el contacto
con su amuleto, y supo que se lo habían arrancado. Ahora estaba perdido, ninguna plegaria podía salvarlo
del final. Lejanamente, como filtrándose entre las piedras del calabozo, oyó los atabales de la fiesta. Lo
habían traído al teocalli, estaba en las mazmorras del templo a la espera de su turno.
Oyó gritar, un grito ronco que rebotaba en las paredes. Otro grito, acabando en un quejido. Era él que
gritaba en las tinieblas, gritaba porque estaba vivo, todo su cuerpo se defendía con el grito de lo que iba a
venir, del final inevitable. Pensó en sus compañeros que llenarían otras mazmorras, y en los que
ascendían ya los peldaños del sacrificio. Gritó de nuevo sofocadamente, casi no podía abrir la boca, tenía
las mandíbulas agarrotadas y a la vez como si fueran de goma y se abrieran lentamente, con un esfuerzo
interminable. El chirriar de los cerrojos lo sacudió como un látigo. Convulso, retorciéndose, luchó por
zafarse de las cuerdas que se le hundían en la carne. Su brazo derecho, el más fuerte, tiraba hasta que el
dolor se hizo intolerable y hubo que ceder. Vio abrirse la doble puerta, y el olor de las antorchas le llegó
antes que la luz. Apenas ceñidos con el taparrabos de la ceremonia, los acólitos de los sacerdotes se le
acercaron mirándolo con desprecio. Las luces se reflejaban en los torsos sudados, en el pelo negro lleno
de plumas. Cedieron las sogas, y en su lugar lo aferraron manos calientes, duras como el bronce; se sintió
alzado, siempre boca arriba, tironeado por los cuatro acólitos que lo llevaban por el pasadizo. Los
portadores de antorchas iban adelante, alumbrando vagamente el corredor de paredes mojadas y techo
tan bajo que los acólitos debían agachar la cabeza. Ahora lo llevaban, lo llevaban, era el final. Boca arriba,
a un metro del techo de roca viva que por momentos se iluminaba con un reflejo de antorcha. Cuando en
vez del techo nacieran las estrellas y se alzara ante él la escalinata incendiada de gritos y danzas, sería el
fin. El pasadizo no acababa nunca, pero ya iba a acabar, de repente olería el aire libre lleno de estrellas,
pero todavía no, andaban llevándolo sin fin en la penumbra roja, tironeándolo brutalmente, y él no quería,
pero cómo impedirlo si le habían arrancado el amuleto que era su verdadero corazón, el centro de la vida.
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Salió de un brinco a la noche del hospital, al alto cielo raso dulce, a la sombra blanda que lo rodeaba.
Pensó que debía haber gritado, pero sus vecinos dormían callados. En la mesa de noche, la botella de
agua tenía algo de burbuja, de imagen traslúcida contra la sombra azulada de los ventanales. Jadeó
buscando el alivio de los pulmones, el olvido de esas imágenes que seguían pegadas a sus párpados.
Cada vez que cerraba los ojos las veía formarse instantáneamente, y se enderezaba aterrado pero
gozando a la vez del saber que ahora estaba despierto, que la vigilia lo protegía, que pronto iba a
amanecer, con el buen sueño profundo que se tiene a esa hora, sin imágenes, sin nada... Le costaba
mantener los ojos abiertos, la modorra era más fuerte que él. Hizo un último esfuerzo, con la mano sana
esbozó un gesto hacia la botella de agua; no llegó a tomarla, sus dedos se cerraron en un vacío otra vez
negro, y el pasadizo seguía interminable, roca tras roca, con súbitas fulguraciones rojizas, y él boca arriba
gimió apagadamente porque el techo iba a acabarse, subía, abriéndose como una boca de sombra, y los
acólitos se enderezaban y de la altura una luna menguante le cayó en la cara donde los ojos no querían
verla, desesperadamente se cerraban y abrían buscando pasar al otro lado, descubrir de nuevo el cielo
raso protector de la sala. Y cada vez que se abrían era la noche y la luna mientras lo subían por la
escalinata, ahora con la cabeza colgando hacia abajo, y en lo alto estaban las hogueras, las rojas
columnas de rojo perfumado, y de golpe vio la piedra roja, brillante de sangre que chorreaba, y el vaivén
de los pies del sacrificado, que arrastraban para tirarlo rodando por las escalinatas del norte. Con una
última esperanza apretó los párpados, gimiendo por despertar. Durante un segundo creyó que lo lograría,
porque estaba otra vez inmóvil en la cama, a salvo del balanceo cabeza abajo. Pero olía a muerte y
cuando abrió los ojos vio la figura ensangrentada del sacrificador que venía hacia él con el cuchillo de
piedra en la mano. Alcanzó a cerrar otra vez los párpados, aunque ahora sabía que no iba a despertarse,
que estaba despierto, que el sueño maravilloso había sido el otro, absurdo como todos los sueños; un
sueño en el que había andado por extrañas avenidas de una ciudad asombrosa, con luces verdes y rojas
que ardían sin llama ni humo, con un enorme insecto de metal que zumbaba bajo sus piernas. En la
mentira infinita de ese sueño también lo habían alzado del suelo, también alguien se le había acercado
con un cuchillo en la mano, a él tendido boca arriba, a él boca arriba con los ojos cerrados entre las
hogueras.
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9. ¿Qué tipo de narrador (omnisciente, protagonista, testigo) porta la voz en este relato?
Fundamenta tu respuesta transcribiendo un fragmento en donde se evidencie.
10. Muchas veces los sueños anticipan o predicen situaciones futuras, tal es lo que ocurre en
este relato. Completa el siguiente cuadro mostrando las anticipaciones.
Plano onírico Plano real
Paseo en moto
Desviarse hacia la izquierda: el accidente
Cuatro o cinco hombres lo levantan
El hombre de blanco con el bisturí
Hospital
Sala de operaciones
Los personajes suelen ser seres sobrenaturales y los hechos maravillosos, pero siempre tienen
una base histórica. Además, los hechos suelen ocurrir en un tiempo indeterminado, pero es
posible establecer la época histórica concreta y el lugar geográfico preciso.
Clasificación.
Leyendas Heroicas – Históricas: sobre los héroes épicos y la cultura,personajes históricos, y las
personas con poderes extraordinarios.
-Leyendas que narran encuentros con seres sobrenaturales (gárgolas, zombies, duendes, etc).
-Leyendas de lugar.>>En otra clasificación: Leyenda urbana, Leyenda local, Leyenda Migratoria
etc.
Completa el siguiente cuadro comparativo entre mito y leyenda. (Nota: puede ser que en
algunos casilleros la información difiera o por el contrario sea igual)
Definición.
Origen
Forma de
transmisión
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Personajes
típicos
Lugares
recurrentes
Tiempo en el
que
ocurren
Trama
predominante
Estos escritos respondían a intereses subjetivos de sus autores, como enaltecer ante los reyes la
propia empresa, el valor de las tierras descubiertas o conquistadas, la importancia de la misión
cumplida y el reconocimiento de los servicios.
Actividad
Lean el siguiente fragmento y respondan.
. .Yo, que, como dije, había llegado muchas veces a la muerte, allí supe de la mina de oro
de la provincia de Ciamba, que yo buscaba. Dos indios me llevaron a Caramburu, donde la
gente nada desnuda y al cuello un espejo de oro, mas no le querían vender ni dar a
trueque.
Nombráronme muchos lugares en la costa de la mar, donde decían que había oro y minas."
Cristóbal Colon, Carta a los Reyes de
España (1503).
1. ¿De qué tema informa Colon en la fragmento?
2. Subrayen la frase en la cual el emisor hace notar su esfuerzo y valor por la misión.
Se ocuparon de relatar y describir, en cartas, diarios y crónicas, los sucesos de las nuevas tierras,
en los que intervinieron como actores, testigos o informantes de primera fuente.
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La apropiación mediante la escritura se produjo dado que cada conquistador llegaba a América
con un escribano, tomaba la tierra, labraba un acta y enviaba una carta a los reyes en la que
refería lo ocurrido allí. Estos textos, con apreciaciones e intereses subjetivos, escritos en primera
persona y en los que se añadían reclamos y quejas a los reyes, relataban, esencialmente, la
condición, los ritos y costumbres de la gente de las Indias, características del paisaje, clima, la
descripción de la flora y de la fauna, recursos, riquezas, y la existencia de minas.
En cuanto a la función de interpretación, la escritura fue fundamental para formar la idea que los
europeos habían conquistado el Nuevo Mundo. Las crónicas reflejaban las leyendas y fantasías
que circulaban en Europa sobre nuevos mundos y paraísos terrenales.
Actividad
Lean el comienzo del discurso de Gabriel García Márquez al recibir el premio Nobel
Este libro breve y fascinante, en el cual ya se vislumbran los gérmenes de nuestras novelas de hoy, no es
ni mucho menos el testimonio más asombroso de nuestra realidad de aquellos tiempos. Los Cronistas de
Indias nos legaron otros incontables. El dorado, nuestro país ilusorio tan codiciado, figuró en mapas
numerosos durante largos años, cambiando de lugar y de forma según la fantasía de los cartógrafos. En
busca de la fuente de la Eterna Juventud, el mítico Alvar Núñez Cabeza de Vaca exploró durante ocho
años el norte de México, en una expedición venática cuyos miembros se comieron unos a otros y solo
llegaron cinco de los 600 que la emprendieron. Uno de los tantos misterios que nunca fueron descifrados,
es el de las once mil muías cargadas con cien libras de oro cada una, que un día salieron del Cuzco para
pagar el rescate de Atahualpa y nunca llegaron a su destino. Más tarde, durante la colonia, se vendían en
Cartagena de Indias unas gallinas criadas en tierras de aluvión, en cuyas mollejas se encontraban
piedrecitas de oro.
La reina sumergida
Cuentan los chibchas que el rey de Guatavita se enamoró de una hermosa joven de la tribu
vecina y la desposó. Pero el rey, el Zipa, pronto olvidó las palabras de amor y se dejó llevar por
los trabajos propios de su función como señor de la guerra, mientras su bella esposa quedaba
olvidada.
Ella, para combatir su soledad, pasaba las horas junto a la laguna de su pueblo, redonda y verde
como una gigantesca esmeralda, observando los saltos de los peces y escuchando las
discusiones de los pájaros.
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Allí, desde la ribera, la reina vio una mañana a un joven campesino que se bañaba; rodeado por
las verdes aguas, la piel del muchacho parecía de oro.
Se vieron, se hablaron, se enamoraron.
Desde entonces, volvieron a encontrarse junto a la laguna todas las tardes, cuando el sol
comenzaba a esconderse entre los montes y la luna lanzaba su luz como un manto de plata sobre
las aguas tranquilas. Poco a poco, llevados por su pasión, olvidaron que ella era la reina, que las
horas pasaban y pasaban, y que debían ocultar las huellas de su amoroso crimen: perdidos en un
hechizado laberinto se olvidaron de todo, mientras el rey seguía luchando en batallas lejanas.
Pero finalmente el Zipa regreso de sus guerras. Sus consejeros e informantes no tardaron en
relatar los rumores sobre paseos nocturnos y encuentros secretos.
El rey, furioso, espió una noche a los furtivos, escondido entre los arbustos de la orilla. El
campesino fue apresado y el propio rey, con su cuchillo de piedra, le arrancó el corazón.
Esa misma noche se organizo una gran fiesta en honor del Zipa victorioso y de su hermosa reina.
En el curso del festín, el rey, taciturno, pidió silencio, mientras de los fuegos traían una cazuela
humeante.
— Esposa mia — dijo el Zipa, sombrío— . Conocí a un campesino que confesó haberte dado su
corazón.
El ambiente festivo dejo lugar a un gran silencio, en el que las palabras del rey resonaron como
truenos:
-Puesto que ese corazón es tuyo, pensé una forma en que lo disfrutarías mejor -y agrego, con
una risa maligna mientras destapaba la cazuela—Anda, pruébalo, querida esposa.
La reina se dio cuenta, con horror, que su amante había muerto y que parte de su cuerpo estaba,
humeante, frente a ella.
Un grito resonó en la noche desgarrada. Pálida como la luna y con el alma herida, la reina se
alejo corriendo y se hundió precipitadamente en las tinieblas nocturnas.
Llegó a la laguna circular. Sin un instante de duda se lanzo a las aguas silenciosas, sin que nadie
llegara a detenerla.
Los testigos se apresuraron a transmitir la noticia al Zipa. Este, loco de dolor corrió a la laguna,
comprendiendo muy tarde cuanto amaba a su esposa. Con el espíritu lleno de llanto, ordenó al
xeque, el sacerdote del pueblo, que entrara a la laguna para recuperar el cuerpo de la reina.
El xaque se hundió en las aguas. Pasaron tres minutos, y luego tres horas. Entonces cuando ya
nadie lo esperaba, el xeque regresó de las profundidades, y dijo al rey:
-Eh visto a la reina y hablado con ella. Ahora vive en el fondo de la laguna y no quiere verte ni
salir de allí a causa de tus acciones.
El rey, destrozado, perdonó a su esposa y a le pidió perdón a los gritos pero el silencio fue su
única respuesta.
Desde entonces, el rey trasladó su vivienda a la orilla, esperando ver a su esposa emerger de la
superficie. El Zipa echó a la laguna sus joyas, sus objetos de oro y sus piedras preciosas,
intentando que los regalos ablandaran el rencor de la reina. Pero ella, única monarca en el
profundo reino circular, nunca quiso abandonar las verdes aguas de la laguna Guatavita.
Sin embargo, al pasar el tiempo, en noches de luna llena algunas gentes del pueblo dijeron haber
visto una serpiente dorada surgir de las aguas tranquilas y pasearse por la ribera. Y en algunas
ocasiones, menos frecuentes todavía, pudieron ver a la mismísima reina asomar la cabeza en el
56
centro de la laguna para dar aviso a su pueblo de que se avecinaba un peligro cierto, un temblor
de la tierra, una fiera tormenta, una gran sequía.
Desde entonces el Zipa, en la primera noche de luna llena de cada año, se cubre el cuerpo de
polvo de oro y, en un bote cargado de riquezas, viaja al centro de la laguna y sumerge su cuerpo
dorado y sus ofrendas, esperando que la reina lo perdone y lo invite a vivir con ella en las
profundidades. Pero cada año, tras esperar largo tiempo, el rey vuelve a subir al bote, sin oro ni
perdón, con el cuerpo limpio pero la mirada turbia.
Los años pasaron, y el rey extendió su arrepentimiento hasta su tumba. Pero sus sucesores
continuaron con la tradición, y cada año ofrendaban figuras de oro y esmeraldas a la sagrada
reina, a la serpiente dorada de Guatavita.
Actividades
Lean la leyenda La reina sumergida y luego resuelvan las consignas.
1. En los dos primeros párrafos hay tres comparaciones. ¿Qué relación se establece entre
las comparaciones y el significado que adquirió esta leyenda?
2. ¿Cómo vengó el Zipa la traición de la esposa y su amante? ¿Tuvo esa acción el resultado
esperado por el ofendido rey?
3. ¿En qué consistía la tradición instaurada por el Zipa para conseguir el perdón de la reina?
Aunque los conquistadores habían arrebatado ya a los muiscas y los pueblos vecinos cientos de
kilos de oro, imaginaban que aun quedaba un inmenso botín en las profundidades del lago. La
leyenda se fue transmitiendo entre los lectores europeos y la búsqueda de riquezas que
superasen todo lo imaginable tentó a muchos. Se extendió la creencia en el Hombre Dorado y la
mística ciudad dorada, que podría estar localizada en la cuenca amazónica, y por ello numerosos
exploradores y aventureros se adentraron en la jungla año tras año el fragmento de una crónica
en la que se menciona la búsqueda.
Actividades
Lean el siguiente fragmento de la búsqueda y luego respondan.
“Así que, este cacique o rey dicen los indios ques muy riquísimo e gran señor, e con cierta goma o licor
que huele muy bien se unta cada mañana, e sobre aquella unción asienta e se pega el oro molido o tan
menudo como conviene para lo ques dicho, e queda toda su persona cubierta de oro desde la planta del
pie hasta la cabeza, e tan resplandeciente como suele quedar una pieza de oro labrada de mano de un
gran artífice. Y creo yo que sí ese cacique aqueso usa, que debe tener muy ricas minas de semejante
calidad de oro, porque yo he visto harto en la Tierra Firme, que los españoles llamamos volador, y tan
menudo que con facilidad se podría hacerlo ques dicho. Así que, Reverendísimo Señor, este rey dorado
es el que aquellos andan buscando!'
57
General y natural historia de las Indias islas y
Tierra Firme del mar Océano, Libro XLIX, Capitulo II.
1. ¿Cuál es la opinión del autor acerca de la leyenda del rey dorado? ¿Las voces que afirman
su existencia les parecen creíbles? ¿Por qué?
Leyenda de la culebra.
Cuentan que en el pueblo de Tepanyaco vivía una jovencita muy bella llamada Quiahualoxochitt.
Muchos príncipes y guerreros aspiraban a su amor, pero ella los humillaba a todos, tan cruel y
vanidosa era.
Un día hizo saber a sus pretendientes que para decidirse por uno de ellos debían luchar entre si,
de ese modo la malvada muchacha disfrutaba sus sangrientos combates.
El rey, horrorizado, decidió dar fin a estas peleas y encarceló a la coqueta Quiahualoxochitl. Pero
su encierro no duro mucho, porque con sus encantos logró persuadir a sus custodios y huir al
pueblo vecino de Zocotlan.
Allí se ganó el favor de su rey con una mentira: le dijo que Azayactzin, el más valiente guerrero de
su pueblo, la había ofendido. Para vengarla, el rey se batío con este joven y le dio muerte.
Cuando el padre de Azayactzin se enteró de esta desgracia, imploró justicia divina. El dios se
apiado de sus ruegos y convirtió a Quiahuatoxochitl en una cruel culebra que aun hoy sale a los
caminos para afligir a los viajeros.
Actividad.
1. Caracteriza a la joven Azayactzin.
2. ¿Qué intenta explicar esta leyenda?
Anahí fue llevada cautiva junto con otros indígenas. Pasó muchos días llorando y muchas noches
en vigilia, hasta que un día en que el sueño venció a su centinela, la indiecita logró escapar, pero
al hacerlo, el centinela despertó, y ella, para lograr su objetivo, hundió un puñal en el pecho de su
guardián, y huyó rápidamente a la selva.
El grito del moribundo carcelero, despertó a los otros españoles, que salieron en una persecución
que se convirtió en cacería de la pobre Anahí, quien al rato, fue alcanzada por los conquistadores.
Éstos, en venganza por la muerte del guardián, le impusieron como castigo la muerte en la
hoguera.
La ataron a un árbol e iniciaron el fuego, que parecía no querer alargar sus llamas hacia la
doncella indígena, que sin murmurar palabra, sufría en silencio, con su cabeza inclinada hacia un
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costado. Y cuando el fuego comenzó a subir, Anahí se fue convirtiendo en árbol, identificándose
con la planta en un asombroso milagro.
Actividad.
Lee la leyenda sobre el árbol del ceibo y responde.
2. Caracteriza a Anahí.
3. Resume el texto.
4. ¿Por qué es una leyenda? Justifica e indica qué tipo de leyenda es.
5. Cambia el final de la historia para que deje de ser una leyenda. A partir de la frase: “le
impusieron como castigo la muerte en la hoguera.
Se dice que cierta vez Koonex, la anciana curandera de una tribu de tehuelches, no podía
caminar más, ya que sus viejas y cansadas piernas estaban agotadas, pero la marcha no se
podía detener. Entonces, Koonex comprendió la ley natural de cumplir con el destino. Las
mujeres de la tribu confeccionaron un toldo con pieles de guanaco y juntaron abundante leña y
alimentos para dejarle a la anciana curandera, despidiéndose de ella con el canto de la familia.
Koonex, de regreso a su casa, fijó sus cansados ojos a la distancia, hasta que la gente de su tribu
se perdió tras el filo de una meseta. Ella quedaba sola para morir. Todos los seres vivientes se
alejaban y comenzó a sentir el silencio como un sopor pesado y envolvente.
El cielo se fue extinguiendo lentamente. Pasaron muchos soles y muchas lunas, hasta la llegada
de la primavera. Entonces nacieron los brotes, arribaron las golondrinas, los chorlos, los alegres
chingolos, las charlatanas cotorras. Volvía la vida.
Sobre los cueros del toldo de Koonex, se posó una bandada de avecillas cantando alegremente.
De repente, se escuchó la voz de la anciana curandera que, desde el interior del toldo, las
reprendía por haberla dejado sola durante el largo y riguroso invierno.
Un chingolito, tras la sorpresa, le respondió: "nos fuimos porque en otoño comienza a escasear el
alimento. Además durante el invierno no tenemos lugar en donde abrigarnos." "Los comprendo",
respondió Koonex, "por eso, a partir de hoy tendrán alimento en otoño y buen abrigo en invierno,
ya nunca me quedaré sola" y luego la anciana calló.
Cuando una ráfaga de pronto volteó los cueros del toldo, en lugar de Koonex se hallaba un
hermoso arbusto espinoso, de perfumadas flores amarillas. Al promediar el verano las delicadas
flores se hicieron fruto y antes del otoño comenzaron a madurar tomando un color azulmorado de
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exquisito sabor y alto valor alimentario. Desde aquél día algunas aves no emigraron más y las
que se habían marchado, al enterarse de la noticia, regresaron para probar el novedoso fruto del
que quedaron prendados.
Los tehuelches también lo probaron, adoptándolo para siempre. Desparramaron las semillas en
toda la región y, a partir de entonces, "el que come Calafate, siempre vuelve."
Actividad.
Lee la leyenda sobre el árbol del calafate y responde.
3. ¿Por qué es una leyenda? Justifica con la teoría e indica qué tipo de mito es.
6. Realiza una síntesis de la leyenda. (Recuerda que solo debe ocupar unos pocos
renglones).
Una misma leyenda urbana puede llegar a tener infinidad de versiones, situadas generalmente en
el entorno de aquellos que las narran y reciben. Por su adecuación a la sociedad industrial y al
mundo moderno reciben el calificativo de «urbanas», que las opone a aquellas leyendas que,
habiendo sido objeto de creencia en el pasado, han perdido su vigencia y se identifican con
épocas pasadas. A menudo, el narrador afirma que los protagonistas de la leyenda urbana fueron
conocidos o parientes de alguna persona cercana. Por este motivo, en inglés se las conoce
también como FOAF (friend of a friend tales: ‘historias del amigo de un amigo’).
Características.
Para que una historia ficticia se convierta en leyenda urbana es preciso que se difunda de forma
espontánea como verdadera y que la información alcance cierto reconocimiento popular.
El rasgo más importante de las leyendas urbanas es su carácter internacional. La historia del buzo que es
recogido accidentalmente por una avioneta contra incendios y la cual lo deja caer sobre el fuego causando
su muerte, se cuenta con mínimas variaciones en su estructura en distintos lugares de
Norteamérica, Europa y Australia, por citar sólo algunos sitios por donde circula esta leyenda.
60
La leyenda urbana puede inspirarse en cualquier fuente, pero incluye a menudo un elemento misterioso,
incomprensible o chocante. Rara vez resulta posible localizar el origen preciso de una leyenda urbana.
Cuando el investigador se enfrenta a una de ellas, se encuentra con varios relatos extendidos por distintas
zonas, construidos a partir de un mismo esquema, pero adornados con detalles muy variados en función
de su localización.
Las leyendas urbanas tienen una estructura más compleja (planteamiento, nudo y desenlace) que
los chismes o rumores. No pretenden, como éstos, desacreditar a una persona en concreto, sino que
abordan una "problemática" que afecta a muchas personas. Generalmente cuentan historias que nos
alertan sobre posibles peligros que nos pueden acechar en nuestra vida diaria. De modo que la trama está
urdida en función del desenlace, en el que a menudo se concentra el mensaje o moraleja, tal como sucede
en las fábulas y cuento de hadas.
La leyenda urbana se encuentra en el límite de la credibilidad. Todas incluyen hechos falsos pero algunas
toman elementos de la realidad o están basadas en algún hecho real. Por eso, la leyenda urbana suele
contarse como si fuera un suceso verdadero o, al menos, verosímil. Esto exige que los personajes sean
meros arquetipos anónimos, "un hombre", "una mujer", "una pareja" o "un conocido de un amigo", el cual
el narrador de la leyenda urbana no conoce personalmente, aunque situados siempre en escenarios
concretos (una determinada ciudad, calle, país, supermercado, cementerio, cine, escuela) que contribuyen
a hacerla creíble. A menudo, el protagonista es un "amigo de un amigo", relativamente cercano al oyente,
pero no tanto que resulte viable consultarle sobre los hechos. Con el paso del tiempo, los elementos de la
narración se transforman para volverla más atractiva e impactante.
Desde finales del siglo XX, Internet ha contribuido notablemente a la difusión de las leyendas urbanas,
especialmente a través del correo electrónico. Las adaptaciones de las mismas en la red, además de por
lo anteriormente comentado, se caracterizan por: añadir frases con alertas catastróficas, citar fuentes de
confianza (medios de comunicación, fuerzas del estado, etc.) y rogar que la información sea difundida para
evitar que más personas resulten afectadas.
Actividad
Luego de la lectura del material titulado “Leyendas urbanas” completa el siguiente cuadro con lo
solicitado.
Según cuenta una historia de larga data, por las calles de Once vaga un personaje de casi tres
metros de altura que cuida a los habitantes del barrio. Este gigante "bonachón” ha salvado a
víctimas de choques y ha espantado a más de un malhechor, o al menos esto es lo que narran
los vecinos de Balvanera que confían en su presencia protectora.
Algunos afirman que este ser es el mismísimo Golem, un hombre artificial creado en el siglo XVI
por un rabino de Praga, conocido como el Majaral. Si bien la historia oficial habla de un solo
Golem, otros afirman que el Majaral creó trece de estos humanoides de arcilla y que uno de ellos
llego a Buenos Aires, de la mano de un rabino, con los inmigrantes judíos.
61
De allí en más, la historia se bifurca en varias versiones: algunos cuentan que antes de morir el
rabino encerró al gigante en una habitación a la que nadie puede entrar, que estaría en el anexo
de un hospital, en Caballito. Otros creen que vive en un callejón oculto, que podría ser el pasaje
Colombo o el Victoria. De una u otra forma, hay vecinos que aseguran que el gigante le salvo la
vida a más de uno.
Actividades.
Protagonista
Lugar y
tiempo
Hecho real
Hecho
inquietante
3. Combina las siguientes sílabas para formar palabras relacionadas con el tema de las leyendas y luego escribí
una definición
62
La leyenda de las luces del coche.
Según se comenta si vas por la noche solo en el coche y ves a otro coche sin luces no le hagas seña. Con tus luces
ya que en ese coche va una banda callejera y te persiguen hasta matarte, yo pensaba que era una tontería, pero
dicen que es cierto y además (verídico) en una autoescuela de mi pueblo, había panfletos advirtiendo de estos
hechos, de que de noche por las afueras del pueblo, si nos encontrábamos a un coche sin luces no le hiciéramos
señas a los coches
Autoestopista fantasma.
La leyenda cuenta que una joven vestida de blanco con un vestido rasgado (a veces de novia y otras de luto) se
manifiesta frente a los viajeros a la vera de los caminos, por lo general cerca de una curva peligrosa. Les pide a éstos
que la lleven; cuando sube, se dice que transcurre un tiempo en absoluto silencio hasta que ella, misteriosamente,
desaparece del vehículo en movimiento. Se suele contar luego que el viajero termina enterándose que la mujer había
muerto en un accidente o de alguna forma trágica. La versión que la viste con traje de bodas afirma que murió con su
novio.
El propósito de la aparición varía: en ocasiones, alerta al conductor sobre una curva peligrosa, precisamente aquella
en la que murió; otras veces, causa la muerte del conductor, al no alertarle del peligro de la curva.
El colectivero.
Una noche en Rosario , enfrente del cementerio "El Salvador", un colectivero (chofer de ómnibus) de la línea "114"
iba conduciendo de noche medio dormido, de pronto, ve impotente como una chica se le cruza velozmente frente al
ómnibus y este la arroya.
El colectivero asustado por lo sucedido y lo tétrico del lugar decide retroceder, esquivar el cadáver de la chica y
escapar. Luego de unos minutos de ir a toda velocidad y no detenerse en sus paradas normales, completamente
histérico ve por el espejo retrovisor, que la chica que había arrollado está sentada en el último asiento mirándolo fijo y
llorando.
Actividades:
63
Técnica de estudio: el resumen.
CARACTERÍSTICAS DE UN RESUMEN:
2. Claridad.
3. Concisión.
_ Lecturas adicionales.
_ Conferencias.
64
Unidad N° 5: “Caballeros
heroicos medievales.”
Contenidos:
65
El relato épico medieval
Si bien la épica es un género que se origina en la Antigüedad, encuentra en la Europa de la Edad
Media —asolada por las guerras y conflictos constantes— un contexto favorable para resurgir.
La épica medieval, que tiene su origen en la grecolatina, adoptó fundamentalmente la forma de
cantares de gesta, extensos poemas anónimos cuyos versos se agrupan en unidades temáticas
o de acción. Según Menéndez Pidal, un estudioso de la literatura, de estos extensos poemas se
desprendieron algunos fragmentos que fueron reelaborados y dieron origen a los romances
épicos.
El mundo exaltado en los cantares era el de la guerra y sus protagonistas, personajes históricos o
legendarios cuyas hazañas sobrehumanas eran glorificadas. Estas composiciones poéticas no
solo narraban hechos importantes para la comunidad en la que circulaban. Tenían además un
propósito didáctico: el héroe, hombre superior, constituía un ejemplo moral, un ideal a seguir,
porque encarnaba en forma extrema las virtudes que más valoraba la sociedad de la época. Pero
esta no fue su única función, lee a continuación este fragmento de un teórico literario y contesta
las preguntas.
El objetivo primordial de los libros de caballerías, producto de una fantasía desbordada, era recrear a ese
público cada día más numeroso que en esas maravillosas fábulas encontraba un escape a la realidad y
una reafirmación de las posibilidades del "yo" para dominar el mundo. Allí hallaba el lector un tipo humano
ideal, deseado y soñado siempre por el hombre: exaltación del valor individual y del honor, el perfecto
amor, osadía y valor en su mayor grado y cortesía con las damas.
L. De Stefano, "El caballero Zifar: novela didactico-moral
en Thesaurus, mavo-agosto 1972.
a) ¿Qué función social cumplían los libros de caballería en la Edad Media?
b) ¿Qué hallaba el lector en ellos?
El héroe medieval
Durante la Edad Media, el héroe épico pierde las características semidivinas
de los héroes de la Antigüedad; los héroes medievales son seres humanos
aunque conserven sus características legendarias e incluyan elementos
fantásticos. Los héroes de la nueva epopeya tuvieron una existencia real,
histórica, con hazañas que los engrandecieron. La intervención de los dioses
desaparece y el héroe épico mantiene su nobleza y su decisión frente a los
problemas de la vida, luchando por vencer y demostrar su heroísmo.
66
Los cantares de gesta
Los cantares de gesta eran poemas épico-narrativos destinados a evocar los episodios heroicos
de la historia local o nacional de España. Eran compuestos para ser cantados o recitados
oralmente.
Los juglares y los trovadores desempeñaron un papel de primer orden en la vida culturalo del Occidente
mediaval europeo, como transmisores de noticias y creadores y difusores de litartura. Con la voz latina de
jocularis o joculator (derivado de jocus: "juego") se denomina, desde el siglo VII, a la persona que divertía
al rey, a los nobles o al pueblo en general. Herederos, posiblemente de las artes declamatorias y mímicas
del teatro romano, pero no menos deudores de los rapsodas de origen germánico -especialmente en la
recitación épica-, eran juglares todos los que se ganaban la vida actuando ante un público para su recreo,
ya fuera con música, literatura, acrobacia, mimos, charlatanería o juegos de mano.
J. M. Herrero Massari, Juglares y trovadores, Madrid, Akal, 1999;
Actividades:
1. ¿Cuál era la función principal de los juglares?
2. Según este autor, ¿qué otras profesiones fueron las probables predecesoras de ellos?
67
Introducción al “Poema del Mio cid”
El Cantar del Cid o Poema de Mio Cid es el primer monumento literario completo escrito en
lengua española llegado hasta nosotros.
Este poema fue descubierto por Eugenio Llaguno en el siglo XVIII, en un convento de Vivar. Está
escrito en letra del siglo XIV, de tipo carolingia. Es un poema épico escrito, según Menéndez
Pidal, hacia el año 1140, y, según otros autores más modernos, hacia 1200, es decir, bastante
tiempo después de la muerte del Cid y cuando su imagen estaba ya muy mitificada.
Aunque se desconoce su autor, Menéndez Pidal sostuvo la existencia de dos juglares autores:
uno más próximo a los hechos, con una visión realista de los mismos, y otro que reformó el
poema posteriormente añadiéndole los pocos episodios fantásticos que aparecen en él (un juglar
de San Esteban de Gormaz y otro de Medinaceli).
Hay varios escritos sobre el Cid, pero destaca el llamado Cantar de Mio Cid (se nota que no es un
Poema sino un Cantar, ya que se toma como letra de una canción y no como texto de un poema).
Así pues, El Cantar del Cid, es una canción recitada por los juglares de aquellos tiempos
medievales.
Este cantar de gesta, narra los hechos finales de la vida de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid
Campeador (1043-1099), caballero de la corte de Sancho II de Castilla y Alfonso VI de Castilla y
León, recurriendo en ocasiones a la ficción para resaltar ciertos aspectos del carácter heroico del
protagonista: su lealtad al rey, a pesar de que éste lo condena al destierro; su fe en Dios; su
piedad; su amor por la familia y por la justicia, su valentía en la batalla. Había un importante
escritor que decía que este poema tenía un estilo "tierno, frágil, vívido, humanísimo y matizado".
Cid: del árabe dialectal "Sïd", Señor, Caballero. Campeador: del latín "Campus Doctor", vencedor
de batallas.
A Temas:
Esta obra trata los siguientes temas: el heroísmo, la muerte, la familia, la honra y el honor de la
persona, y todo ello, en el marco social de la Edad Media, en la que se anteponía el prestigio
personal ante cualquier otro valor. También nos refleja el odio y el afán de riqueza que se palpaba
en el ambiente medieval.
B Características de la obra:
Uso del estilo directo.
Lenguaje sobrio, llano y precioso.
Realismo.
Alto valor histórico.
Gran fidelidad geográfica.
68
Un rap del mio cid un cantar castellano del Todas las batallas las libró
1200 aunque este rap claramente es bastante superando el dolor.
más actual Fiero guerrero
Letra: que imperó en el tablero del campo.
Queridos oyentes... [A sus enemigos inspiraba terror,
Os quiero deleitar con un poema. y lo llamaban el Cid Campeador.] x 2
Un poema épico, especial, histórico,
el poema del Mío Cid: El ángel Gabriel
aquel caballero desterrado por su propio rey. visitó a Rodrigo en sueños,
Aquel caballero... ¡qué buen vasallo si hubiese le dijo: "tened fe
tenido buen señor! y poned todo el empeño,
si obráis por el señor
Rodrigo Díaz el perdón será vuestro".
o Mío Cid, el campeador.
Salvador de Sevilla Salió de Toledo
contra Almudafar, el traidor. tomó Alcocer y Alcañiz.
Y al conde de Barcelona
Siendo sólo un infanzón apresó en esta lid.
las envidias despertó.
Y así lo desterró Ganó la espada colada,
el Rey Alfonso, su señor. y con todos repartió
el botín de una batalla
Alejolo de sus hijas, que en Minaya ganó.
Doña Elvira y Doña Sol;
dejó sola a su mujer, En el pinar de Tévar
Doña Jimena y se marchó. ya no hay nadie que no sepa
del campeador.
Pero sus mesnadas
sin duda le acompañaban. [Y así con esta fe
Siguiéronle de cerca Don Rodrigo murmuraba:
allí donde cabalgaba. ¡volveremos con gran honor!] x 2
69
Nuestro héroe castellano Otro rey moro,
asedió y conquistó el Rey Búcar en cuestión,
la ciudad de Valencia, fue a cercar Valencia,
y gran honra ganó. la venganza lo cegó.
Y otros cincuenta mil
Hasta al Rey Yusuf, de los suyos mandó.
de Marruecos
la noticia llegó. Pero el de Vivar,
que en buena hora nació,
De allende el mar sembró el terror en los moros
este ejército arribó, y a ninguno dejó.
y a las puertas de Valencia
ya las tiendas asentó. Al Rey Búcar mató.
Ganó la espada Tizón.
Y sin dudar Consiguió de su Rey,
atacó Alfonso, el perdón.
con gran furia
el campeador. Casó a sus hijas amadas
con los reyes de Navarra
Cincuenta mil moros y de Aragón.
contra cuatro mil
de los guerreros del cid, [Regresó con su mujer,
y a los suyos gritó:
Que vencieron con la ayuda ¡hemos vuelto con gran honor!] x 2
del creador.
[Y con esta gran victoria, Mío Cid, el caballero castellano.
Don Rodrigo hablaba: El cide de los moros,
¡volveremos con gran honor!] x 2 el señor de los cristianos.
Marchó, lloró, lidió, venció.
Mío Cid, el caballero castellano.
El cide de los moros, Mío Cid, el caballero desterrado.
el señor de los cristianos. El cide de los moros,
Marchó, lloró, lidió, venció. el señor de los cristianos.
Marchó, lloró, lidió, venció.
Mío Cid, el caballero desterrado.
El cide de los moros, Todas las batallas las libró
el señor de los cristianos. superando el dolor.
Marchó, lloró, lidió, venció. Fiero guerrero
que imperó en el tablero del campo.
Todas las batallas las libró [A sus enemigos inspiraba terror,
superando el dolor. y lo llamaban el Cid Campeador.] x 2
Fiero guerrero
que imperó en el tablero del campo. Si, fue la victoria del bajo castellano contra la
[A sus enemigos inspiraba terror, nobleza leonesa,
y lo llamaban el Cid Campeador.] x 2 de la humildad contra la envidia.
De las raíces de la tierra contra la invasión.
Y este fue el poema,
el poema del Cid Campeador.
70
Resumen de la obra.
La obra literaria se basa en el destierro de Rodrigo Díaz de Vivar, (un personaje que existió en la
realidad).
Se cuenta cómo el Cid es desterrado por el Rey Alfonso VI de Castilla debido a que lo acusan de
robo y el rey cree esta infamia. Rodrigo, se ve obligado a abandonar sus tierras y no le es
permitido llevarse consigo a su mujer e hijas, por lo que, tras atravesar Burgos, las deja en el
monasterio de San Pedro de Cerdeña y marcha hacia tierra de moros acompañados de amigos y
familiares que van al destierro con él. El Cid, emprende diversas guerras y enfrentamientos contra
los moros, que le proporcionan muchos beneficios, que emplea en repartir entre sus mesnadas y
enviar una parte de los beneficios a Alfonso VI para pedirle su perdón.
Se inicia la reconciliación con el Monarca castellano una vez que Cid ha conquistado Valencia y
por supuesto enviando numerosos regalos al monarca castellano, el cual permite que la familia
del Cid se reúna con él en Valencia, el Rey concierta las bodas de las hijas del Cid con los
infantes de Carrión. El Cid recela de este casamiento y hace a Alfonso VI responsable del mismo.
Narra diversos episodios en los se muestra la cobardía y avaricia los infantes de Carrión como
por ejemplo el incidente con el león o la cobardía de los Infantes a la hora de entrar en batalla,
para evitar los escarnios los infantes deciden abandonar Valencia alegando que van a visitar sus
tierras, y deciden vengarse del Cid deteniéndose en un bosque allí azotan y violan a las hijas del
Cid.
El Cid pide justicia al Rey y éste convoca las cortes de Toledo. Se condena a los infantes de
Carrión a batirse en duelo contra los hombres del Cid. El relato termina con el anuncio de las
bodas de las hijas del Cid con los hijos y los reyes Navarra y Aragón (de mejor linaje que los
anteriores).
A los que conmigo vengan que Dios les dé muy buen pago;
también a los que se quedan contentos quiero dejarlos.
Habló entonces ÁlvarFáñez, del Cid era primo hermano:
"Con vos nos iremos, Cid, por yermos y por poblados;
no os hemos de faltar mientras que salud tengamos,
y gastaremos con vos nuestras mulas y caballos
y todos nuestros dineros y los vestidos de paño,
siempre querremos serviros como leales vasallos."
71
Aprobación dieron todos a lo que ha dicho don Álvaro.
Mucho que agradece el Cid aquello que ellos hablaron.
El Cid sale de Vivar, a Burgos va encaminado,
allí deja sus palacios yermos y desheredados.
74
durante el día durmiendo, por las noches a caballo,
en ganar aquellas villas pasa Mío Cid tres años.
72
El Cid asedia a Valencia
Pregona a los cristianos la guerra
76
Actividades de comprensión del poema del Mio Cid.
Responde las siguientes preguntas
1. ¿Por qué Rodrigo Díaz de Vivar es desterrado por el rey Alfonso VI?
2. ¿Por qué acepta el destierro y no lucha contra el rey, sabiendo lo injusto que es el castigo?
3. ¿Qué aspecto del castigo pone de manifiesto la ingratitud y crueldad del rey?
4. ¿Qué les iba a ocurrir a los habitantes de Burgos si hospedaban al Cid?
5. ¿Cuáles son las razones por las que el Cid asedia a los moros?
6. ¿Qué estrategia elige para obtener el perdón del rey y recuperar su honra?
7. ¿Qué rasgos del carácter del Cid y de Alfonso podes mencionar a partir de lo que leíste?
Completa las acciones del Cid que justifiquen las afirmaciones realizadas.
A. Además de ser un caballero ejemplar, el Cid es el ejemplo del buen padre porque…
B. El Campeador les demuestra confianza a sus hombres cuando…
C. A pesar de ser desterrado y hallarse empobrecido, el Cid reúne pronto a más de tres mil
hombres porque…
D. Como soldado es un buen estratega y lo manifiesta cuando…
77
Odín llevó el tesoro a Reidmaro, y cubrió el cuerpo de la nutria con él. Fafner y Mime pidieron a su padre
parte del tesoro, pero este se negó. Fafner optó entonces por la vía diplomática, vamos que mató a Reidmaro,
y se apoderó del tesoro. Fafner se negó a compartirlo con su hermano y además se transformó en dragón
para poder custodiar mejor sus riquezas. Desde entonces consagró su vida a guardar el tesoro Nibelungo.
Cómo Sigfrido acabó con el dragón.
Odín tuvo un buen ejército de hijos con mujeres mortales, por lo que los germanos nunca pudieron quejarse
de falta de héroes. A Sigmundo, su hijo predilecto, le dio la espada Balmunga, que le hacía absolutamente
invencible. Sigmundo, que estaba muy ducho en todo eso de la muerte y la destrucción, empezó a hacer
buen uso de su arma diezmando la población. Odín bajó a la tierra para impedir que esto sucediera, pero
Sigmundo le atacó como a todos los demás. El dios golpeó con su vara la espada de su hijo y ésta se rompió
en dos cachos. La valquiria Brunilda (las valquirias eran una guerreras muy bastorras que se encargaban de
llevar a los muertos en combate al cielo. Fisicamente sería algo así como un equipo de natación femenino
hormonado con piernas de futbolista) mujer de Sigmundo, bajó de Valhalla para ayudarle, y por su osadía
fue castigada posteriormente. Antes de morir, Sigmundo le entregó la espada Balmunga a su esposa para que
se la diera a su hijo que iba a nacer. Ese hijo, Sigfrido, que pronto fue arrebatado a su madre, fue a vivir con
el gigante Mime.
Mime era un guarro celoso, que solo quería venganza contra su hermano Fafner. Cuando Sigfrido hubo
pasado la infancia y hubo forjado la, por otro lado, inforjableBalmunga, Mime lo intentó utilizar para
consumar su venganza. Le habló de un dragón que guardaba una caverna llena de riquezas y de la gloria que
ganaría quien lo matara, y Sigfrido partió a buscarle. El chico no sólo lo encontró, sino que luchó
violentamente con Fafner y entre los dos montaron una carnicería de sangre tripas y bilis bastante repulsiva.
Cuando Sigfrido hubo acabado con el bicho, se chupó la sangre de las manos, sangre mágica, y a partir de
entonces pudo entender el lenguaje de las aves. Precisamente fue un pájaro quien le dijo que si se bañaba en
la sangre de un dragón se haría invulnerable. El chaval no lo dudó y se metió bajó una humeante herida del
dragón para darse un relajante baño caliente de sangre. Durante la ducha Sigfrido no se dio cuenta de que
una hoja de tilo cayó sobre su hombro derecho, dejándolo seco de sangre de dragón (parecido a la leyenda
de Aquiles)
Después del baño, Sigfrido entró en la caverna para hacerse con el tesoro. Allí se encontró primero con
Mime, que le reclamó el tesoro que le correspondía por herencia. Sigfrido le atravesó un par de veces con la
Balmunga y siguió su camino adentrándose más en la caverna, hasta que finalmente, encontró el tesoro.
Escondido en una esquina, se encontraba Alberico, el rey Nibelungo, que no había podido olvidarse de su
bienamado tesoro y seguía allí haciéndole compañía. Al descubrir a Sigfrido, intentó estrangularle por
detrás, pero el héroe, que se las sabe todas, le mató con su todopoderosa espada. Al ser muerto, Alberico se
convirtió en una estatua de piedra. Sigfrido entonces vio el anillo maldito, y se lo llevó. A la salida, un
amable pájaro le informó de que
le anillo que se llevaba le haría
invisible y le permitiría cambiar
de forma (se le olvidó contarle el
pequeño detalle de que también
traería la penuria, la desgracia, la
agonía, la muerte a su portador)
Sigfrido en Islandia
A Sigfrido se le había subido lo
del dragón a la cabeza, y decidió
que un héroe como él había de
casarse con la princesa de sangre
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más azul que pudiera encontrarse. Por aquel entonces la princesa más princesa que había era Crimilda, la
hermana del rey Gunter, que vivía en el reino de Burgundia. Sigfrido emprendió su viaje al tiempo que
reconquistaba las tierras de su padre, y dicen que recorrió todo el mundo (aunque "todo el mundo" por
aquellos tiempos eran un par de hectáreas alrededor del Rhin) hasta llegar a Burgundia. Tras ese año,
Sigfrido era un héroe de renombre, y Gunter estaba encantado con que se casara con Crimilda, pero decidió
sacarle provecho a la situación. Le dijo que accedería a que se casara con su hermana si le conseguía a la
valquiria Brunilda. Sigfrido aceptó y se fueron todos a Islandia, donde habitaba su madre Brunilda.
Allí fueron Gunter, Sigfrido, Hagel (un guerrero malo y envidioso) y el trovador Volker. Al llegar a Islandia,
vieron unos muros de fuego en la playa. Cuando Sigfrido se iba acercando, las llamas disminuían, dejando al
descubierto una árbol de plata que crecía en el interior de una hoguera. Sigfrido se siguió acercando, y la
última hoguera se apagó y apareció, dormida, la valquiria Brunilda, madre de Sigfrido. Había sido castigada
por Odín a dormir envuelta en llamas hasta que llegara el poseedor de la Balmunga.
Brunilda es salvada por su hijo Sigfrido, ella le tira los tejos a su retoño y pasa olímpicamente de Gunter,
que al fin y al cabo, es el que ha financiado el crucero a Islandia. Pero Gunter no se dio por vencido tan
fácilmente, y le dijo a Brunilda que haría lo que fuera para conseguirla. Ella, convencida de la inutilidad de
su pretendiente, le impuso tres pruebas: la prueba de la piedra, la del escudo y la del salto.
1. La prueba del salto
Todos los asistentes a la prueba se colocaron en la fortaleza de Brunilda. La primera participante, Brunilda
la Valquiria, en representación de Islandia, ejecuta un salto brillante que la hace volar por encima de la
fortaleza hasta un campito cercano. El segundo participante, el rey Gunter , en representación de Burgundia,
salta aún más lejos que la islandesa ante la incredulidad de los jueces, que creían que ese era el día en que se
consumaría el suicidio del monarca. Lo que ellos no sabían es que Sigfrido, usando su anillo, se había vuelto
invisible y había saltado con Gunter entre sus brazos, limitándose este último a poner posturita de superman
saltador.
2. La prueba de la piedra
Bajo un nombre prometedor, esta prueba consistía básicamente en tirar una roca lo más lejos posible desde
el promontorio famoso. La delicada Brunilda agarra la roca de dos toneladas y la tira a varios kilómetros de
allí. Gunter, que debía de estar algo fondón, levanta la piedra también, con la ayuda invisible de Sigfrido la
mandar a tomar viento fresco. Brunilda se tira de los pelos ante la perspectiva de matrimonio con Gunter.
3. La prueba del escudo
Esta es la prueba definitiva que Gunter tendrá que superar para llevarse a Brunilda a casita. Otra prueba de
fuerza en la que hay que derribar al adversario que se protege con un escudo haciendo uso de una lanza.
Gunter es el primero en sujetar el escudo, con la ayuda de Sigfrido claro, y sale airoso de la brutal acometida
de Brunilda. Sin embargo, Sigfrido es herido en el labio, y una gota de sangre cae al suelo, gota que parece
proceder de ningún sitio. Finalmente, Gunter derriba a la valquiria con la lanza, y a esta no le queda más
remedio que declararse vencida.
Las bodas
Finalmente Gunter y Brunilda se casaron, muy en contra de la voluntad de esta última, y a Sigfrido por fin se
le dio la mano de Crimilda. Brunilda, mortificada por estar casada con tal calzonazos, en vez de con el héroe
Sigfrido, le preguntó una y otra vez por qué había permitido que su hermana se casara con un plebeyo como
Sigfrido. Gunter se hacía el loco, hasta que Brunilda se cansó y lo ató de pies y manos con su cinturón y lo
colgó por la ventana. Ella se fue tranquilamente a dormir y por la mañana lo sacó de allí. Esto lo repitió tres
noches, hasta que Gunter decidió tomar medidas, es decir, chivarse a Sigfrido. El héroe pensó que lo mejor
sería usar el anillo, que permitía mutar de forma, y hacerse pasar por Gunter la próxima noche. Así lo hizo,
atizó bien a Brunilda y además se llevó el famoso cinturón, que escondió en un cajón. Pero este cinturón fue
encontrado por su esposa, Crimilda, y creyéndolo un regalo, se lo puso un buen día. Cuando Sigfrido lo vio,
se puso muy nervioso y le dijo a su esposa que se lo diera, rápido, para tirarlo al Rhin. Ella le pidió una
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causa, y el dijo que era un secreto. Ella se puso celosa, ya que no era uso de aquellos tiempos que los
hombres guardaran cinturones de mujer en los cajones, y Sigfrido se vio obligado a revelar el secreto.
El fin de Sigfrido
Pasaron cinco años, y todo era amor, felicidad en el reino de Sigfrido. En cambio, en Burgundia, Brunilda
continuaba amargada por su situación. Ya no deseaba a Sigfrido como antes, ahora lo que deseaba era
vengarse de él, por envidia. Así que mandó a su marido que invitara a su más querido vasallo, Sigfrido, a
pasar una temporada a Burgundia. Gunther, que aunque era el rey, ni tomaba parte en las decisiones, asi
hizo. Acudió la adorable pareja, y su primer acto fue asistir a misa en la capital de Burgundia. Para la
ocasión, Crimilda se puso el cinturón de la Valquiria, que llevaba años poniéndose por coquetería y por
orgullo, y lo escondió bajo su manto. En la entrada de la catedral, se produjo uno de los episodios más
bochornosos de la Historia de la Diplomacia. Crimilda quiso entrar la primera a la catedral, cosa que no
gustó a Brunilda. Así entre cuñadas se inició una sucia pelea verbal, hasta que Crimilda confesó el origen de
su cinturón para demostrar que su marido era el más macho. Brunilda, sintiéndose tan avergonzada, que juró
que se vengaría de Sigfrido
Le pidió la Valquiria a su marido que matara a Sigfrido, ya que le había deshonrado revelando la historia del
cinturón. El rey no quería hacerlo, pero al final se vio envuelto en una conspiración urdida por el envidioso
Hagen. Al día siguiente del episodio dela catedral, se iba a organizar una cacería. Hagen, muy astuto, fue a
confesarle a Crimilda que su marido tenía enemigos, y que durante la cacería se atentaría contra su vida.
Crimilda, que era tonta del bote, le pidió a tito Hagen que le protegiera, y él accedió, pero a cambio debía
saber cual era su famoso punto débil. Crimilda, se lo dijo, y para facilitar las cosas, cosió en su túnica una
equis roja que indicaba el punto exacto. Y pasó lo que tenia que pasar. Mientras Sigfrido bebía agua en un
manantial Hagen lo hirió de muerte con la lanza en el hombro. Sigfrido murió, pero con él no acabaron las
desgracias del anillo. Gunther creyó que con esta "hazaña" ganaría el favor de Brunilda, pero no fue así.
Ella, sin embargo, fue a la iglesia, y a los pies del féretro, murió de dolor.
La venganza
Crimilda consagró entonces su vida a vengarse de los asesinos de su esposo. Hizo traer el tesoro de los Nibelungos desde la isla
donde se encontraba, y lo empezó a gastar en comprar el apoyo de los soldados de Gunther. Hagen se dio cuenta de esto, y un
buen día, fue con su guardia en busca del tesoro y lo tiró al Rhin. De aquí el mito de que en el fondo del Rhin brilla aún el oro del
tesoro de los Nibelungos.
De esta época era también Atila, rey de los Hunos, llamado por muchos "el azote de Dios". Atila era un pobre viudito, como
Crimilda, y le pidió matrimonio a ésta última. Ante la sorpresa de todos, Crimilda no rechazó a este despreciable individuo, y se
casó con él para consumar su venganza. Después de varios años de matrimonio, Crimilda le dio a Atila un hijo que, gracias a
Dios, a Odín y a Mahoma, se parecía a su dulce madre. Crimilda entonces pidió a su marido un favor especial, que invitara a su
familia al reino de los Hunos. Así lo hizo, y aunque Hagen desconfiara, partieron todos, Gunther, Hagen y un ejército de 300
burgundios a ver a Crimilda. En el camino se toparon con el Danubio, y como no todos sabía nadar, Hagen se ofreció para buscar
una forma da cruzar. Bordeando el Danubio se encontró con unas ondinas, ninfas de río que predecía el futuro. Le predijeron que
nunca nadie de su expedición cruzaría el Danubio de vuelta a casa, excepto el sacerdote. Hagen presentía esto desde hacía tiempo,
pero antes la muerte que ser tachado de cobarde. Encontró finalmente un barco, y lo llevó donde esperaban los burgundios. A
bordo del barco puso a prueba el destino, y arrojó al agua al sacerdote. El cura, del golpe, murió, pero fue lentamente llevado por
la corriente a la orilla de la que venían. Hagen supo entonces que iba a pasar lo que iba a pasar y que no se podía torcer el destino.
Llegaron a la corte de Atila y mientras comían, el rey insistió en enseñar su joven hijo a sus invitados. Hagen se las dió de brujo, y
dijo que le podía leer el futuro al niño. Lo agarró bien y dijo que le quedaba poco tiempo de vida al hijo de Atila y Crimilda. En
ese momento, entraron unos guardias burgundios, y gritaron a la sala que los suyos estaban siendo aniquilados por los guerreros
hunos. Hagen entonces levantó al niño, lo cogió por un pie y con su espada, le cortó la cabeza, como venganza por sus soldados.
Se produjo una carnicería en el salón del banquete. Todos se pegaron con todos, y Crimilda con un hacha mató a todos sus
familiares, a Gunther, al traidor Hagen, incluso a sus hermanitos inocentes a los que tanto quería. Atila, horrorizado ante el
espectáculo, decidió acabar con su carrera de barbarie y cedió sus tierras al emperador romano Teodosio.
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Actividades.
Cómo fue encontrado el Anillo de los Nibelungos.
1. A- ¿Por qué Reidmaro se enoja con Odín? B- ¿Qué le pide que le traiga?
2. ¿Qué le pasó a Reidmaro cuando recibe el tesoro?
3. ¿Qué hace Fafner con el tesoro?
Sigfrido en Islandia.
Contesta.
1. ¿Qué le pide Gunter a cambio de darle la mano de su hermana Crimilda?
2. ¿Por qué Brunilda le pone tres pruebas a Gunter?
3. ¿Cómo ayuda Sigfrido a Gunter en cada una de las pruebas?
Las bodas.
Contesta.
1. ¿Qué ocurre la noche de bodas de Gunter con Brunilda?
2. ¿Cuál es el secreto que le cuenta Sigfrido a su mujer Crimilda?
El fin de Sigfrido.
Contesta.
1. ¿Qué ocurre en la puerta de la catedral entre las cuñadas?
2. ¿Cómo hace Hagen para enterarse del famoso punto débil de Sigfrido?
3. ¿cómo muere el héroe?
4. ¿Qué ocurre con Brunilda?
La venganza.
Contesta.
1. ¿Qué ocurre con el famoso tesoro de los nibelungo?
2. ¿Por qué Crimilda se casa con Atila?
3. ¿Qué le predicen las ninfas a Hagen?
4. ¿Qué hace Crimilda durante el banquete?
5. ¿Qué decisión toma Atila a partir de ese día?
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Actividad de culminación.
El mito de Superman [... ] Es hermoso, humilde, bondadoso y servicial.
Dedica su vida a la lucha contra las fuerzas del
[... ] El héroe dotado con poderes superiores a los mal, y la policía tiene en él un infatigable
del hombre común es una constante de la colaborador.
imaginación popular [ . . . ] . A veces las virtudes No obstante, la imagen de Superman puede ser
del héroe se humanizan, y sus poderes, más que identificada por el lector. En realidad Superman
sobrenaturales, constituyen la más alta vive entre los hombres, bajo la carne mortal del
realización de un poder natural, la astucia, la periodista Clark Kent. Y bajo tal aspecto es un
rapidez, la habilidad bélica, o incluso la tipo aparentemente medroso, tímido, de
inteligencia [ . . . ] . inteligencia mediocre, un poco tonto, miope [ ...] .
[ ... ] En una sociedad industrial en la que el Narrativamente, la doble identidad de Superman
hombre se convierte en un número dentro del tiene una razón de ser, ya que permite articular
ámbito de una organización que decide por él; en de modo bastante variado las aventuras del
la que la fuerza individual, si no se ejerce en una héroe, los equívocos, los efectos teatrales, con
actividad deportiva, queda humillada ante la cierto suspenso de novela policíaca. Pero desde el
fuerza de la máquina que actúa por y para el punto de vista mitopoyético [es decir, de la
hombre, y determina incluso los movimientos de creación de mitos], el hallazgo tiene mayor valor:
este; en una sociedad de esta clase, el héroe en realidad, Clark Kent personifica, de forma
positivo debe encarnar, además de todos los perfectamente típica, al lector medio, asaltado
límites imaginables, las exigencias de potencia por los complejos y despreciado por sus propios
que el ciudadano vulgar alimenta y no puede semejantes; a lo largo de un obvio proceso de
satisfacer. identificación, cualquier contador de cualquier
Superman es el mito típico de esta clase de ciudad americana alimenta secretamente la
lectores, [...] está dotado de poderes esperanza de que un día, de los despojos de su
sobrehumanos. Su fuerza es prácticamente actual personalidad, florecerá un superhombre
ilimitada, puede volar por el espacio a una capaz de recuperar años de mediocridad.
velocidad parecida a la de la luz, y cuando viaja a
velocidades superiores a esta traspasa la barrera Eco, Umberto . En Apocalípticos e
del tiempo y puede transferirse a otras épocas. integrados. Barcelona, Lumen, 1995,
pp. 226-227. Fragmento.
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Unidad N° 6:
“El gaucho:
héroe
nacional.”
Contenidos:
Literatura gauchesca: orígenes, desarrollo y evolución. Aportes
de los principales autores.
“El gaucho Martín Fierro”: personajes, historia, estrofa
hernandiana, recursos retóricos, pelea con el negro, temas
principales de la obra.
El gaucho de la pampa ¿héroe o antihéroe nacional?
Textos en diálogo: Jorge Luis Borge “El fin” (Ficciones) y
“Biografía de Tadeo Isidoro Cruz” (El Aleph). La idea del
destino para Borges. Poema: “El gaucho”.
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Martín Fierro de José Hernández
Canto I.
Aquí me pongo a cantar
Al compás de la vigüela,
Que el hombre que lo desvela
Una pena estraordinaria
Como la ave solitaria
Con el cantar se consuela.
Mas ande otro criollo pasa Con la guitarra en la mano Nací como nace el peje
Martín Fierro ha de pasar; Ni las moscas se me arriman, En el fondo de la mar;
nada lo hace recular Naides me pone el pie encima, Naides me puede quitar
ni los fantasmas lo espantan, Y cuando el pecho se entona, Aquello que Dios me dio
y dende que todos cantan Hago gemir a la prima Lo que al mundo truje yo
yo también quiero cantar. Y llorar a la bordona. Del mundo lo he de llevar.
Ilíada, Homero: “Canta, o diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó
infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a
quienes hizo presa de perro y pastos de aves –cumplíase la voluntad de Zeus-
Odisea, Homero: “Musa, ayúdame a contar la historia de Odiseo, el hombre que venció en
Troya, y después viajó sin rumbo y conoció muchas ciudades y el ánimo de sus habitantes, y
enfrentó innumerables peligros tratando de salvar su propia vida y la de sus compañeros.”
A- El verbo cantar, que aparece en los tres textos, ¿tiene el mismo significado?
B- ¿En qué se han transformado las musas?
C- ¿Por qué creen que han sufrido tal transformación?
2. La ortografía del poema trata de recrear la pronunciación del gaucho. Busquen en este
fragmento algunos ejemplos.
3. En algunas partes del poema el gaucho hace apelaciones al oyente, marquen dichas
apelaciones.
Todo parte de los textos poéticos tradicionales introducidos en nuestra tierra por los
conquistadores de los siglos XVI y XVII. A esos textos se les introducían variantes en la forma y
en los temas iniciando así la creación de la denominada poesía de los gauchos que más tarde
inspiraría a los poetas cultos.
El primer testimonio lo encontramos en una descripción versificada del gaucho hecha por un
español. Cuando estas formas descriptivas adoptan el habla peculiar y campesino dan origen a la
poesía gauchesca.
Esta poesía continúa al menos dos grandes géneros tradicionales españoles: por un lado, el
romance y por el otro, el teatro costumbrista. Del primero mantiene la rima octosilábica, su fusión
de elementos épicos y líricos y su función noticiera o histórica.
El género poesía gauchesca se representa como la síntesis entre la llamada poesía popular y la
denominada poesía del arte. Esta poesía fue creada para ser escuchada, recitada ante una
multitud analfabeta al igual que en la Edad Media por eso los poemas eran situados en un nivel
coloquial y local.
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Los grandes escritores de poesía gauchesca son: Ascasubi, Hidalgo, Estanislao del Campo y
Hernández, quienes se insertan en una tradición, se vuelven hacia una realidad existente pero
introducen ciertas modificaciones que dotan de personalidad a las creaciones enmarcadas dentro
de un género ya fuertemente establecido.
Hidalgo es el primero que intento componer poesía gauchesca en forma coherente. Él infundió
características temáticas y estilísticas a esta poesía. Descubre el personaje y su habla para una
creación culta.
Explora sus posibilidades propagandísticas tantas políticas y sociales.
Estrena el tema del asombro campesino ante el extraño espectáculo de la ciudad.
Aparece lo satírico y lo costumbrista.
Hay ausencia de lo femenino.
Se valora por sobre todo la amistad.
Impone la forma dialogada.
Ascasubi le sumo a la actitud política y guerrera una cierta calidad satírica y humorística. A la vez
introduce la figura femenina tan desvalorizada.
La cumbre del género se da con el Martín Fierro. Hay dos vetas fundamentales:
La tendencia nostálgica y lírica que re-creo el silencioso dolor del gaucho en extinción.
La abundante y abusada literatura gauchesca que se vendía en los kioscos que en España
se reeditaba como literatura de cordel.
Se considera gaucho a todos aquellos que a partir del siglo XVIII estuvieron excluido de los
centros de poder y no tuvieron posibilidades de llegar a ser propietarios, comerciantes,
sacerdotes, militares, artesanos, políticos, abogados, médicos…
No hay que preocuparse de la idea del mestizaje del gaucho. Pero lo cierto es que ellos son los
primeros en vivir una existencia marginal. Si a esto le sumamos la amplitud geográfica, la facilidad
para alimentarse y sobrevivir y la libertad amplísima que esto significaba tendremos una idea de
cómo era la vida de esta clase social llamada gaucho.
Actividades.
1. Crea una definición de literatura gauchesca.
2. Menciona los dos géneros tradicionales que se continúan en la gauchesca.
3. Resumí los aportes que hace cada uno de los principales autores.
4. ¿Qué es un gaucho?
5. Por oposición ¿Qué es la poesía gaucha?
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Actividades del vídeo “Filosofía aquí y ahora. José
Hernández y el Martín Fierro.”
1. ¿En qué se diferencia el poema el Fausto con el Martín Fierro?
2. ¿Cuál es el tema principal del libro?
3. ¿Por qué se queja el gaucho?
4. ¿Qué es la frontera?
5. ¿Qué opinión aparece en el libro sobre los inmigrantes e indios?
6. Establece la relación entre Martín Fierro y el personaje Segismundo
de La vida es sueño.
7. ¿Cuándo un poema logra la inmortalidad?
8. Explica los siguiente versos: “que son campanas de palo / las
razones de los pobres”.
9. ¿Cuál es el mensaje de la segunda parte del libro?
10. ¿Qué crítica hace José Pablo Feinmann de la segunda parte
del libro?
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Contrapunto entre Martín Fierro el moreno
[Moreno] Y si el hombre lo divide,
Yo tiro cuando me tiran; Sólo lo hace, en mi sentir,
Cuando me aflojan, aflojo; Por saber lo que ha vivido
No se ha de morir de antojo O le resta que vivir.
Quien me convide a cantar;
Para conocer a un cojo [Moreno]
Lo mejor es verlo andar. Es güena ley que el más lerdo
Debe perder la carrera;
[Martín Fierro] Ansí le pasa a cualquiera,
¡Ah, negro!, si sos tan sabio Cuando en competencia se halla
No tengás ningun recelo Un cantor de media talla
Pero has tragao el anzuelo con otro de talla entera.
Y al compás del estrumento
Has de decirme al momento Y suplico a cuantos me oigan
Cuál es el canto del cielo. Que me permitan decir
Que, al decidirme a venir,
[Moreno] No sólo jué por cantar,
Los cielos lloran y cantan Sino porque tengo a más
Hasta en el mayor silencio: Otro deber que cumplir.
Lloran al cair el rocío
Cantan al silbar los vientos Ya saben que de mi madre
Lloran cuando cain las aguas. Jueron diez los que nacieron,
Cantan cuando brama el trueno. Mas ya no esiste el primero
Y mas querido de todos:
[Martín fierro] Murió por injustos modos
Moreno, alvierto que trais A manos de un pendenciero.
Bien dispuesta la garganta;
Sos varón, y no me espanta [Martín Fierro]
Verte hacer esos primores; Y ya que nos conocemos,
En los pájaros cantores Basta de conversación;
Solo el macho es el que canta. Para encontrar la ocasión
No tienen que darse priesa;
Y ansí me gusta un cantor Ya conozco yo que empieza
Que no se turba ni yerra; Otra clase de junción.
Y si en tu saber se encierra
El de los sabios projundos; Mas cada uno ha de tirar
Decíme cual en el mundo En el yugo en que se vea;
Es el canto de la tierra. Yo ya no busco peleas,
Las contiendas no me gustan,
[Moreno] Pero ni sombras me asustan
Ni bultos que se menean.
Si responde a esta pregunta
Tengase por vencedor
(Doy la derecha al mejor);
Y respóndame al momento:
Cuando formó Dios el tiempo
Y por que lo dividió?
[Martín Fierro]
Moreno, voy a decir,
Sigún mi saber alcanza:
El tiempo sólo es tardanza
De lo que está por venir;
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EL CONTEXTO HISTÓRICO-POLÍTICO
Para comprender el significado de la obra Martín Fierro en toda su dimensión, es necesario
situarse en la historia argentina desde 1852 a 1880. Luego de la sanción de la Constitución
Nacional, en 1853, comienza un periodo histórico denominado de la "organización nacional".
Entre otras medidas, durante esta etapa, los gobiernos nacionales (básicamente durante la
presidencia de Julio A. Roca) se proponen la "Conquista del desierto", avanzando sobre el
territorio ocupado por las tribus indígenas que amenazaban los poblados y estancias con sus
constantes malones.
"Por ello, el sistema de fronteras exigía permanentemente hombres y más hombres. Para
contemplar los cuadros siempre disminuidos, la provincia de Buenos Aires dictó la llamada Ley de
Vagancia que permitía a los jueces de paz calificar de "vago" a quien le pareciese e incorporarlo
así al servicio de frontera. (...)"
Posteriormente, con el avance logrado en las tierras quitadas al indio, se posibilita la entrada de
los extranjeros, a quienes se les ofrece toda clase de facilidades, aun en desmedro de las que
podía gozar el nativo. Al mismo tiempo, comienzan a operarse grandes transformaciones en el
terreno político, económico y social. Se abre una etapa de progreso que, poco a poco, va
reflejándose en una nueva actitud del hombre de ciudad con respecto al hombre de campo, una
actitud despectiva y de menosprecio.
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El gaucho ¿héroe o antihéroe nacional?
A continuación leeremos algunas opiniones diferentes en torno a este controvertido personaje
nacional.
Ezequiel Estrada:
Los orígenes del gaucho están en los orígenes de la vida pastoril de los mismos colonos. De los
heterogéneos contingentes de soldados, labriegos, jornaleros y advenedizos que trajo la conquista, y
de la cruza con los aborígenes, quedó esa población rebelde a todo sentimiento, resentida contra el
poderoso, esparcida sin paradero.
Ezequiel Martínez Estrada, Muerte y transfiguración de Martín Fierro. México,
Fondo de Cultura Económico, 1948.
1. En la opinión de Martínez Estrada, ¿los gauchos eran reivindicados o despreciados por sus
características y forma de vida?
José Hernández:
"No le niegue su protección, usted que conoce bien todos los abusos y todas las desgracias de que es
víctima esa clase desheredada de nuestro país. Es un pobre gaucho, con todas las imperfecciones de
forma que el arte tiene todavía entre ellos, y con toda la falta de enlace en sus ideas, en las que no existe
siempre una sucesión lógica. Me he esforzado [...] en presentar un tipo que personificara el carácter de
nuestros gauchos, concentrando el modo de ser, de sentir, de pensar y de expresarse, que les es peculiar,
dotándolo con todos los juegos de su imaginación llena de imágenes y de colorido, con todos los
arranques de su altivez, inmoderados hasta el crimen, y con todos los impulsos y arrebatos, hijos de una
naturaleza que la educación no ha pulido y suavizado. [...] Y he deseado todo esto, empeñándome [...] en
copiar sus reflexiones con el sello de la originalidad que las distingue y el tinte sombrío de que jamás
carecen, revelándose en ellas esa especie de filosofía propia que, sin estudiar, aprende en la misma
naturaleza, en respetar la superstición y sus preocupaciones, nacidas y fomentadas por su misma
ignorancia."
"Carta a Don José Zoilo Miguens", en prologo do El gaucho Martín Fierro,
Buenos Aires, SM, 2010 (adaptación).
Domingo Sarmiento:
"La vida del campo, pues, ha desenvuelto en el gaucho las facultades físicas, sin ninguna de las de la
inteligencia. Su carácter moral se resiente de su hábito de triunfar de los obstáculos y del poder de la
naturaleza: es fuerte, altivo, enérgico. Sin ninguna instrucción, sin necesitarla tampoco, sin medios de
subsistencia, como sin necesidades, es feliz en medio de la pobreza y de sus privaciones, que no son tales
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para el que nunca conoció mayores goces, ni extendió más altos deseos. [...] (El gaucho) es independiente
de toda necesidad, libre de toda sujeción, sin ideas de gobierno, porque todo orden regular y sistematizado
se hace de todo imposible. […] Una vuelta a los ganados, una visita a una cría, o a la querencia de un
caballo predilecto, invierte una pequeña parte del día; el resto lo absorbe una reunión en una venta o
pulpería. En esta vida tan sin emociones, el juego sacude los espíritus enervados, el licor enciende las
imaginaciones adormecidas."
Domingo F. Sarmiento, Facundo, Buenos Aires, CEAL, 1965, (fragmento).
Preguntas:
1. ¿Cuál es la visión que José Hernández tiene de los gauchos? ¿Qué características resalta como positivas? ¿En que
lo justifica?
2. Teniendo en cuenta que este libro se publico en 1872, ¿qué motivó al autor a escribir esta obra?
3. ¿Cómo ve Sarmiento a los habitantes de la llanura pampeana?
4. Considerando que Sarmiento fue un político, militar, escritor y educador, ¿cuál es el origen de este pensamiento?
¿Qué objetivo persigue?
Lejos de la ciudad, marcada por la influencia e imposición de la cultura europea, en los extensos territorios de las llanuras que
la rodeaban, Vivian los gauchos, un tipo particular de campesino que desde fines del siglo XVIII estuvo en la mira de las
autoridades del gobierno nacional en formación. En general, los gauchos eran individuos solitarios, sin demasiada educación,
que vagaban por la pampa movidos por las circunstancias de su inestable forma de vida. Se mantenían alejados de la
civilización, no trabajaban más que para conseguir su alimento, por lo que tenían viviendas muy precarias sin demasiadas
pertenencias.
Por no formar parte de la cultura dominante de las ciudades y, por consiguiente, por no atenerse a sus reglas, los gauchos
fueron marginados y usados por los diferentes gobiernos para combatir en las fronteras a los malones indígenas que invadían
los campos para robar ganado.
Sin embargo, había quienes reivindicaban la forma de vida de los gauchos considerándolos seres independientes, valientes,
amantes de la tierra que los vio nacer, dueños de una vida sin pretensiones pero digna.
De acuerdo a lo visto en esta unidad, ¿el gaucho es un héroe o no? Comparte tu opinión con tus compañeros.
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Lecturas relacionadas
A continuación, te proponemos la lectura de la poesía "El Gaucho" de Jorge Luis Borges. En ella
el poeta define y describe la naturaleza del gaucho y su trascendencia en la vida política, histórica
y social de la Argentina. "El Gaucho" de Jorge L. Borges (El oro de los Tigres, 1972).
EL SEIS DE febrero de 1829, los montoneros que, hostigados ya por Lavalle, marchaban desde el Sur
para incorporarse a las divisiones de López, hicieron alto en una estancia cuyo nombre ignoraban, a tres o
cuatro leguas del Pergamino; hacia el alba, uno de los hombres tuvo una pesadilla tenaz: en la penumbra
del galpón, el confuso grito despertó a la mujer que dormía con él. Nadie sabe lo que soñó, pues al otro
día, a las cuatro, los montoneros fueron desbaratados por la caballería de Suárez y la persecución duró
nueve leguas, hasta los pajonales ya lóbregos, y el hombre pereció en una zanja, partido el cráneo por un
sable de las guerras del Perú y del Brasil. La mujer se llamaba Isidora Cruz; el hijo que tuvo recibió el
nombre de Tadeo Isidoro.
Mi propósito no es repetir su historia. De los días y noches que la componen, sólo me interesa una
noche; del resto no referiré sino lo indispensable para que esa noche se entienda. La aventura consta en
un libro insigne; es decir, en un libro cuya materia puede ser todo para todos (1 Corintios 9:22), pues es
capaz de casi inagotables repeticiones, versiones, perversiones. Quienes han comentado, y son muchos, la
historia de Tadeo Isidoro, destacan el influjo de la llanura sobre su formación, pero gauchos idénticos a él
nacieron y murieron en las selváticas riberas del Paraná y en las cuchillas orientales. Vivió, eso sí, en un
mundo de barbarie monótona. Cuando, en 1874, murió de una viruela negra, no había visto jamás una
montaña ni un pico de gas ni un molino. Tampoco una ciudad. En 1849, fue a Buenos Aires con una tropa
del establecimiento de Francisco Xavier Acevedo; los troperos entraron en la ciudad para vaciar el cinto:
Cruz, receloso, no salió de una fonda en el vecindario de los corrales. Pasó ahí muchos días, taciturno,
durmiendo en la tierra, mateando, levantándose al alba y recogiéndose a la oración. Comprendió (más
allá de las palabras y aun del entendimiento) que nada tenía que ver con él la ciudad. Uno de los peones,
borracho, se burló de él. Cruz no le replicó, pero en las noches del regreso, junto al fogón, el otro
menudeaba las burlas, y entonces Cruz (que antes no había demostrado rencor, ni siquiera disgusto) lo
tendió de una puñalada Prófugo, hubo de guarecerse en un fachinal: noches después, el grito de un chajá
le advirtió que lo había cercado la policía. Probó el cuchillo en una mata: poro que no le estorbaran en la
de a pie, se quitó las espuelas. Prefirió pelear a entregarse. Fue herido en el antebrazo, en el hombro, en la
mano izquierda; malhirió a los más bravos de la partida; cuando la sangre le corrió entre los dedos, peleó
con más coraje que nunca; hacia el alba, mareado por la pérdida de sangre, lo desarmaron. El ejército,
entonces, desempeñaba una función penal; Cruz fue destinado a un fortín de la frontera Norte. Como
soldado raso, participó en las guerras civiles; a veces combatió por su provincia natal, a veces en contra.
El veintitrés de enero de 1856, en las Lagunas de Cardoso, fue uno de los treinta cristianos que, al mando
del sargento mayor Eusebio Laprida, pelearon contra doscientos indios. En esa acción recibió una herida
de lanza.
100
En su oscura y valerosa historia abundan los hiatos. Hacia 1868 lo sabemos de nuevo en el
Pergamino: casado o amancebado, padre de un hijo, dueño de una fracción de campo. En 1869 fue
nombrado sargento de la policía rural. Había corregido el pasado; en aquel tiempo debió de considerarse
feliz, aunque profundamente no lo era. (Lo esperaba, secreta en el porvenir, una lúcida noche
fundamental: la noche en que por fin vio su propia cara, la noche que por fin oyó su nombre. Bien
entendida, esa noche agota su historia; mejor dicho, un instante de esa noche, un acto de esa noche,
porque los actos son nuestro símbolo.) Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en
realidad de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quién es. Cuéntase que
Alejandro de Macedonia vio reflejado su futuro de hierro en la fabulosa historia de Aquiles; Carlos XII de
Suecia, en la de Alejandro. A Tadeo Isidoro Cruz, que no sabía leer, ese conocimiento no le fue revelado
en un libro; se vio a sí mismo en un entrevero y un hombre. Los hechos ocurrieron así:
En los últimos días del mes de junio de 1870, recibió la orden de apresar a un malevo, que debía dos
muertes a la justicia. Era éste un desertor de las fuerzas que en la frontera Sur mandaba el coronel Benito
Machado en una borrachera, había asesinado a un moreno en un lupanar; en otra, a un vecino del partido
de Rojas; el informe agregaba que procedía de la Laguna Colorada. En este lugar, hacía cuarenta años,
habíanse congregado los montoneros para la desventura que dio sus carne a los pájaros y a los perros; de
ahí salió Manuel Mesa, que fue ejecutado en la plaza de la Victoria, mientras los tambores sonaban para
que no se oyera su ira; de ahí, el desconocido que engendró a Cruz y que pereció en una zanja, partido el
cráneo por un sable de las batallas del Perú y del Brasil. Cruz había olvidado el nombre del lugar; con leve
pero inexplicable inquietud lo reconoció... El criminal, acosado por los soldados, urdió a caballo un largo
laberinto de idas y de venidas; éstos, sin embargo lo acorralaron la noche del doce de julio. Se había
guarecido en un pajonal. La tiniebla era casi indescifrable; Cruz y ¡os suyos, cautelosos y a pie, avanzaron
hacia las matas en cuya hondura trémula acechaba o dormía el hombre secreto. Gritó un chajá; Tadeo
Isidoro Cruz tuvo la impresión de haber vivido ya ese momento. El criminal salió de la guarida para
pelearlos. Cruz lo entrevió, terrible; la crecida melena y la barba gris parecían comerle la cara. Un motivo
notorio me veda referir la pelea. Básteme recordar que el desertor malhirió o mató a varios de los
hombres de Cruz. Este, mientras combatía en la oscuridad (mientras su cuerpo combatía en la
oscuridad), empezó a comprender. Comprendió que un destino no es mejor que otro, pero que todo
hombre debe acatar el que lleva adentro. Comprendió que las jinetas y el uniforme ya lo estorbaban.
Comprendió su íntimo destino de lobo, no de perro gregario; comprendió que el otro era él. Amanecía en
la desaforada llanura; Cruz arrojó por tierra el quepis, gritó que no iba a consentir el delito de que se
matara a un valiente y se puso a pelear contra los soldados junto al desertor Martín Fierro.
1. ¿La historia de qué personaje del libro de Hernández se está contando en el cuento?
2. Tacha lo que no corresponda:
101
3. Menciona qué similitudes y diferencias pueden observarse con el mismo episodio relatado
en la obra de José Hernández (Narrador, punto de vista, lenguaje, críticas a la leva
forzosa, etc.)
4. ¿Qué datos introduce el narrador para darle mayor veracidad a la biografía?
5. El narrador dice "Mi propósito no es repetir su historia. De los días y noches que la
componen, sólo me interesa una noche…".
A- ¿Con quién se encuentra esa noche?
6. Explique el sentido del siguiente enunciado en el cuento: "Cualquier destino, por largo y
complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en que el
hombre sabe para siempre quién es".
A- ¿Qué comprende Cruz esa noche?
B- ¿Con quién se identifica? Justifica nombrando los valores que dicho personaje
posee y que Cruz desea tener también.
7. Explique con sus palabras el siguiente enunciado: "Comprendió su íntimo destino de lobo,
no de perro gregario.", haciendo hincapié en el sentido metafórico que tienen las
expresiones "lobo" y "perro gregario".
8. Traduce el epígrafe y explícalo en relación al contenido del cuento. B- ¿Por qué el autor
escribe el epitafio en el idioma original?
9. ¿Qué recurso usa para sintetizar la biografía de Cruz?
10. ¿Por qué crees que este cuento tiene categoría de Biografía?
11. ¿Qué tipo de relación de transtextualidad une a este cuento con el poema de Hernández?
12. ¿Con cuál de las siguientes aseveraciones estás de acuerdo? ¿Por qué?
Biografía de Tadeo Isidoro Cruz es una obra que aporta datos no dados en el Martín
Fierro.
Biografía de Tadeo Isidoro Cruz es una obra que recupera datos de la obra de
Hernández.
Fierro, como personaje, puede ser caracterizado como el payador, el gaucho pobre, el matrero, el
perseguido, el amigo, el desdichado, el consejero o el errante. Igual que los grandes personajes
de la literatura, cumple un destino azaroso y difícil en un mundo hostil con el que podrá sentirse
identificado el hombre de todos los tiempos.
A través del poema se siguen dos caminos paralelos que se funden íntimamente: la historia (o
aventuras que suceden al protagonista) y los sentimientos, pensamientos y valores morales que
ofrece todo carácter que se define en la acción. La validez y universalidad del gaucho Martín
Fierro radican, precisamente, en que Hernández consiguió crear un personaje ficticio con todas
las contradicciones, dudas, desventuras y alegrías propias de un ser real. Como el Quijote, Ulises
o Hamlet, el gaucho Martín Fierro trasciende el plano meramente imaginativo para definir, a
través de su destino, la personalidad de un hombre desvelado por los sufrimientos y felicidades
que dan trascendencia a una vida.
Por otra parte, la intencionalidad del poema que denuncia las injusticias que sufre el gaucho
enriquece los valores de la obra en cuanto inserta ese destino individual en un destino colectivo,
en una sociedad determinada. José Hernández, mediante el uso del lenguaje gauchesco, funde lo
lírico en lo épico, lo popular con lo folclórico, lo individual con lo colectivo y lo regional americano
con lo universal.
102
Unidad N° 7:
Contenidos:
103
Lean el comienzo de la tragedia “Edipo Rey” de
Sófocles
La acción transcurre en Tebas, ante el palacio de Edipo. En el centro, un
altar con varios escalones. Un grupo numeroso de tebanos, de toda edad
y condición social, arrodillados, que han depositado ramas de laurel y
olivo adornadas con cintas blancas, se hallan en circulo y, en el centro de
este, el gran Sacerdote de Zeus.
Edipo sale del palacio, se detiene un momento en el umbral, contempla a
la multitud y empieza a hablar.
EDIPO. -!Hijos míos, nuevos descendientes del antiguo Cadmo!, .que solicitáis de mi tan
encarecidamente, con ramos de suplicantes?
Nuestra ciudad está saturada de humo de incienso, así como de ayes y lamentos. Por eso, hijos
míos, he creído preferible informarme por mí mismo y no por mensajeros, y con este fin he
querido presentarme, aquí mismo, en persona. Yo, el llamado por todos ilustre Edipo (se dirige al
sacerdote). Vamos, habla tú, anciano, puesto que por edad eres el más indicado para explicarte
por ellos. ¿Por qué esa actitud? ¿Con qué fin os habéis congregado aquí? ¿Qué teméis o que
deseáis?
Heme aquí dispuesto a ayudaros en todo, ya que tendría que ser insensible al dolor, si no me
conmoviese tal concurrencia y vuestra actitud suplicante.
SACERDOTE. -Pues bien, !oh, Edipo!, rey de nuestra patria, ya ves que somos suplicantes de
todas las edades, agrupados en torno de las aras de tu palacio. Unos no tienen aun fuerza para
volar lejos del nido; otros son, como yo, sacerdotes de Zeus, abrumados por los anos; estos se
cuentan entre lo más florido de nuestra juventud; mientras que el resto del pueblo, coronado con
las ramas de los suplicantes, se aglomera en el ágora; en torno de los templos consagrados a
Palas y junto a las cenizas proféticas del divino Ismeno. Tebas, como tú mismo lo estás viendo,
se halla profundamente consternada por la desgracia, no puede levantar la cabeza del abismo
mortífero en que está sumida. Los brotes fructíferos de la tierra se secan en los campos; perecen
los rebaños que pacen en los pastizales; despuéblese con la esterilidad de sus mujeres. Un dios
que trae el fuego abrazador de las fiebres, la execrable Peste, se ha adueñado de la ciudad y va
dejando exhausta de hombres la mansión de Cadmo, mientras las sombras del Hades desbordan
de llantos y gemidos. Ciertamente ni estos jóvenes ni yo, aquí reunidos, pretendemos igualarnos
con los dioses; pero te reconocemos como el primero de los mortales para socorrernos en la
desgracia que se cierne sobre nuestras vidas y para
obtener el auxilio de los dioses. Pues fuiste tú, cuando
viniste a esta ciudad de Cadmo, quien nos libro del
tributo que pagábamos a la implacable Esfinge, y esto lo
hiciste sin haber sido informado por nosotros ni haber
recibido ninguna instrucción.
Tebas piensa y proclama que solo con la ayuda de
alguna divinidad conseguiste enderezar el rumbo de
nuestra vida. Hoy, pues, poderoso Edipo, a ti vuelven sus
ojos todos estos suplicantes que te ruegan halles
remedio a sus males, bien porque hayas oído la voz de algún dios, bien porque te haya
aconsejado algún mortal, pues se que los consejos de los hombres de experiencia ejercen una
feliz influencia en los acontecimientos. !Ea, oh tu, el mejor de los mortales, salva a esta ciudad!
!Vamos! Recuerda que, si esta tierra te proclama hoy su salvador, es en atención a tu celo
pasado. Que tu reino no nos deje jamás el recuerdo de haber sido puesto a flote para, después,
volver a caer en el abismo. Levanta, pues, esta ciudad con firme solidez. Tiempo atrás felices
104
auspicios te hicieron hallar para nosotros una suerte favorable; se hoy semejante a lo que fuiste
entonces. Si, en efecto, has de continuar rigiendo esta tierra, será más confortador reinar sobre
hombres que regir un país sin habitantes. De nada sirven navíos y fortalezas tan pronto como los
hombres han desertado de ellos.
EDIPO. -(...) después de haber reflexionado con madurez, he empleado el único remedio que
acababa de encontrar. He enviado al hijo de Meneceo, Creonte, mi cuñado, a la morada de Apolo
Pitio, con el fin de que se informe sobre lo que debo hacer o decidir para salvar la ciudad. Desde
entonces, -contando cada día el tiempo transcurrido desde su marcha-, me he preguntado con
ansiedad lo que está haciendo, pues su ausencia se prolonga más allá del tiempo requerido y
verosímil. Pero en cuanto regrese, sea tenido yo por cobarde si no ejecuto cuanto exija el dios.
(Llega Creonte)
CREONTE. -Voy, pues, a repetir lo que oí de boca del dios. El rey Apolo nos ordena
expresamente lavar una mancha que ha nutrido este país y no dejarla crecer hasta que no tenga
remedio.
EDIPO. -¿Por medio de que purificaciones? ¿Cómo nos liberaremos de esta calamidad?
CREONTE. -Desterrando a un culpable o expiando un homicidio con otro homicidio, pues una
sangre derramada es la causa de las desventuras de Tebas.
EDIPO. -Pero ¿a qué hombre se refiere ese homicidio?
CREONTE. -Príncipe, antes de que vinieras a gobernar esta ciudad, teníamos un rey, jefe de esta
tierra, que se llamaba Layo.
EDIPO. -Así me lo han dicho, aunque yo no lo vi nunca.
CREONTE. -Pues habiendo sido asesinado ese rey, el dios nos ordena castigar a sus matadores,
sean quienes fuesen.
EDIPO. -Pero ¿dónde están? ¿Dónde podemos encontrar la pista tan difícil de un crimen tan
antiguo?
CREONTE. -El dios asegura que los asesinos están en el país. Lo que se busca se encuentra, lo
que se descuida se pierde.
Actividades.
1) Respondan
a. ¿En qué lugar físico y geográfico se desarrolla la escena?
b. ¿Cuál es el conflicto que se presenta?
c. ¿Por qué los habitantes de Tebas recurren a Edipo?
d. ¿Quién da la solución y en qué consiste?
2) Busquen en el fragmento de Edipo Rey toda la información que permita elaborar una imagen
inicial del personaje de Edipo. Rastreen características físicas, sociales y psicológicas.
3) Enriquezcan el vocabulario
En el fragmento aparecen referencias a la cultura griega antigua que resultan importantes para
comprender la situación planteada. Investiguen sobre la entidad de esos nombres mencionados:
Cadmo, Zeus, Palas, Ismeno, Hades, Esfinge, Meneceo, Apolo.
El teatro
El término teatro procede del griego theatrón, que puede traducirse como el espacio o el sitio
para la contemplación.
El teatro forma parte del grupo de las artes escénicas. Su desarrollo está vinculado con actores
que representan una historia ante una audiencia. Este arte, por lo tanto, combina diversos
elementos, como la gestualidad, el discurso, la música, los sonidos y la escenografía.
Por otra parte, el concepto de teatro se utiliza para nombrar al género de la literatura que abarca
aquellos textos pensados para su representación en escena, y también al edificio donde se
representan las piezas teatrales.
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Los textos teatrales están compuestos por los parlamentos (aquello que los personajes dicen) y
por las acotaciones o didascálicas (indicaciones de aspectos escenográficos, actitudinales, de
vestuario, etc) que el autor escribe pensando en el espectáculo.
Este género literario se subclasifica en: tragedia, comedia y tragicomedia.
El héroe trágico
El protagonista de la tragedia clásica es el héroe trágico, encarnado por un ser noble y virtuoso
pero susceptible de cometer un exceso. Si el virtuosismo es tan grande como para impedir que el
héroe cometa un pecado, no podrá protagonizar la tragedia. Del mismo modo, los malvados que
pasan de la desgracia a la felicidad carecen de la dignidad que los convierte en héroes. En otras
palabras, para ser héroe el personaje se debe ubicar a mitad de camino, como para que no
sobresalga ni en virtud ni en justicia, ni tampoco caiga en desgracia por actos malos o perversos,
sino por alguna falla o error.
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La acción que define a un personaje como héroe trágico es el enfrentamiento con algún tipo de
orden (cósmico, divino, civil) que lo conducirá hacia su desgracia. El enfrentamiento, casi
siempre, es inevitable porque depende del designio de los dioses.
Contra lo esperado, el héroe trágico no triunfa por el hecho de vencer en el enfrentamiento, sino
por reconocer que tal oposición es el resultado de un exceso por el que debe pagar para
restablecer el orden inicial alterado. Solo si el héroe comete un pecado y es consciente de lo
inevitable de su error, el espectador podrá experimentar temor por identificación, y al mismo
tiempo, piedad porque el pecador es lo suficientemente heroico como para sacrificarse por el bien
común y el orden universal. Al experimentar estos sentimientos de temor y piedad, el público
realizaba una onda reflexión sobre la conducta correcta que tenía que llevar en su vida para no
caer en desgracia, es decir, realizaba una catarsis o purificación de la conducta.
Actividades.
1. Define tragedia.
2. A- ¿A qué se llama fábula? B- ¿Con qué concepto del género narrativo puedes asociarlo?
3. ¿Cómo se logra la catarsis?
4. ¿Qué es la mímesis?
5. Subraya los conceptos claves para luego hacer una red conceptual.
6. Analicen el siguiente fragmento y luego respondan las preguntas
Los dioses de Sófocles no proporcionan consuelo al ser humano aunque dirigen su destino para
que se conozca, el ser humano como tal se concibe primeramente como ser expuesto y
abandonado. Por esta razón, los personajes trágicos de Sófocles son seres solitarios,
desarraigados, rechazados, pero ese desarraigo violento no lo padecerían de forma tan dolorosa
si no estuviera tan entrañablemente enraizado en su naturaleza.
La voluntad de los dioses se impone en las tragedias de Sófocles pero no como un poder
omnipresente e inmediato, perceptible en los propios actos y la naturaleza del ser humano, sino
que sale repentinamente
al encuentro del ser humano como algo ajeno, ininteligible, como un hálito que surge de un
mundo distinto al del hombre, ante el cual sólo queda como salvación la humildad sofoclea de la
irreflexión que no es la humildad cristiana, trascendente, sino la que recuerda el pesimismo de la
modernidad.
Karl Reinhardt, Sófocles, Destino, Barcelona 1991 (adaptación).
6.a) ¿De qué manera caracteriza Reinhardt a los personajes de las tragedias de Sófocles?
6.b) ¿Cómo describe la relación entre los dioses y los hombres en las obras de Sófocles?
6.c) ¿En qué consiste la “humildad reflexiva" de los personajes sofocleos?
7. Lean el siguiente fragmento de la entrevista al historiador Jean-Pierre Vernal sobre la vigencia
de lo trágico y luego respondan
-¿Por qué nos conmueve tanto la tragedia hoy?
-La tragedia griega inventa no solamente un espectáculo y un tipo literario, sino que propone un hombre
trágico: inventa al hombre desgarrado, el hombre que se interroga acerca de sus actos, que comprende a
posteriori que hizo algo diferente de lo que creía hacer... Eso es lo que sigue resonando en nosotros.
Si los directores y los públicos, aún los más jóvenes, se vuelcan a ese teatro, cuando en realidad el
mundo de la cultura griega se aleja de nosotros, es porque el mensaje de la tragedia ha vuelto a ser
inteligible. Hay momentos históricos de optimismo, como a comienzos del siglo XX, en los que el hombre
no necesita la tragedia. Pero, desde entonces, el mundo occidental se estrelló contra la guerra de 1914,
después la de 1939-1945, el nazismo y los campos de concentración. El progreso científico y técnico
pasmoso que nos hace amos y dueños de la naturaleza, nos da al mismo tiempo la sensación de que
rozamos todo el tiempo la catástrofe. Sí, los planteos que hace la tragedia griega en su propio contexto
adquieren una resonancia contemporánea formidable. Y los jóvenes que van a ver Edipo rey o Antígona
no pueden dejar de sentirse consternados: están preguntándose quiénes son y cuál es el sentido de su
existencia.
Entrevista a Jean-Pierre Vernant en Revisto Ñ,
16 de abril de 2005.
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7. a) Según el entrevistado, ¿en qué hechos históricos reside la vigencia de la tragedia griega?
7. b) ¿Por qué presenciar o leer una tragedia griega puede conmovemos?
La producción dramática de García Lorca dio obras de trascendencia diversa. Dejando de lado
sus textos iníciales, El maleficio de la mariposa y La niña que riega la albahaca, su primera obra
de éxito fue Mariana Pineda, estrenada en 1927, en la que ya aparecen los temas lorquianos por
excelencia: el amor, la muerte y la libertad.
Antes de la escritura de sus tres grandes obras, el autor produce La zapatera prodigiosa, El amor
de don Perlimpín con Belisa en su jardín -que fue censurada por amoral por la dictadura de Primo
de Rivera-, Así pasen cinco años y El público. Cuando Lorca pasa a dirigir una compañía teatral
itinerante, La Barraca, lleva las obras del teatro del Siglo de Oro por todo el país.
Lo trágico en Lorca
La esencia de lo trágico lorquiano se encuentra en la tensión entre la ética –principio individual de
comportamiento- y la moral -compendio de costumbres que enlazan a un grupo humano-.
En las tragedias lorquianas, se manifiestan dos situaciones de la mujer en la sociedad española:
por un lado, la de los tradicionalistas que pretenden que vivan puertas adentro, con la única función de la
maternidad y el cuidado de la casa, acallando sus deseos y sueños personales en pos de la realización del
hombre;
y, por el otro, la de mujeres que se rebelan a los mandatos en procura de un hacer personal que las
transforme en seres con vida y proyectos propios. En el desarrollo trágico, este movimiento se produce a
través de la muerte.
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La presencia de un destino, el determinismo social, la ausencia de una solución al conflicto y la
aniquilación física del protagonista determinan lo trágico en la obra de Lorca.
En las tres tragedias, Bodas de sangre (1933), Yerma (1934) y La casa de Bernarda Alba (1936),
hay una fuerza que arrastra a las protagonistas hacia un desenlace fatal a partir del
enfrentamiento de una moral social, a la que el autor denomina “vieja”, y una ética individual
entendida como "las normas eternas del corazón humano”.
Estas tres tragedias conforman un tríptico que renovó los dramas rurales españoles. En efecto,
las historias transcurren en un ámbito rústico y García Lorca las pensaba como partes de un ciclo
dedicado a la tierra.
La creación del grupo teatral La Barraca conduce a Lorca a su madurez como dramaturgo. En las
obras de este periodo, la mujer y su problemática ocupan el centro de la escena, ya que en ella
ve la gran marginada de la sociedad española que la ha relegado a la función de madre y de
guardiana del hogar, sin voz ni voto en ninguno de los ámbitos de la vida social.
En 1933, se pone en escena Bodas de sangre, en la que una joven va a casarse con un hombre
al que ha elegido como seguro contra el desborde de una pasión prohibida, pero, el día de la
boda, huye con su anterior amante, y ambos tienen un trágico final.
En 1934, se estrena Yerma donde se plantea, desde el título, el drama de una mujer joven
casada con un hombre estéril. A Yerma, le está vedado el rol que le ha designado la sociedad: la
maternidad. La frustración termina por enloquecerla y la conduce, enajenada, al asesinato de su
esposo Juan.
En 1936, escribe La casa de Bernarda Alba, que se estrena en el año 1945 en la Argentina,
demorada por la guerra civil española. En ella, una madre autoritaria y censora, a la que solo le
importa mantener la apariencia de moralidad frente a los otros, clausura la vida de sus cinco hijas
que, encerradas en la casa para atravesar el luto de la muerte de su padre, revelan que las
pasiones sensuales y amorosas no pueden ser clausuradas.
Actividad
1. ¿Qué elementos en común presentan las tres obras más importantes de Lorca?
2. ¿Qué argumento te pareció más interesante y por qué?
3. Leé este fragmento de La casa de Bernarda Alba y responde si en él se enfrentan la moral
social y la ética individual. Justificá tus opiniones.
Adela: -Ya no aguanto el horror de estos techos después de haber probado el sabor de su boca. Seré lo
que él quiere que sea. Todo el pueblo contra mí, quemándome con sus dedos de lumbre, perseguida por
las que dicen que son decentes...
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SIMBOLOGÍA
Lorca estaba fuertemente influido por el simbolismo. He aquí unos cuantos símbolos:
LOS NOMBRES
Bernarda Alba: nombre de origen teutónico: "con fuerza o empuje de oso". Alba:
blanca
Angustias: etimológicamente, del latín "angostura", "dificultad". Significa opresión,
aflicción, congoja; estrechez de lugar o del tiempo. A esto, añadirle el significado
directo: es un personaje acongojado por el paso del tiempo. Se hace vieja y no ha
encontrado marido y, por tanto, busca una manera de salir de la casa.
Magdalena: desconsolada, lacrimosa
Martirio: muerte o tormentos padecidos por causa de la religión.
Adela: de carácter noble.
La Poncia: nombre equivalente a Poncio Pilatos.
Prudencia: una de las cuatro virtudes cardinales, que consiste en discernir y distinguir
lo que es bueno o malo para seguir o huir de ello.
María Josefa: de Santa María, la Virgen, y San José, su esposo, los padres de Jesús.
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