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EESN°56

Literatura 6°1°
Prof. Pablo Zárate
Módulo de acreditación para el ciclo lectivo 2020

Cosmovisión vanguardista
Capítulo 1: Introducción
A comienzos del siglo xx, las nuevas tecnologías (alumbrado público, automóviles y
aviones) y las nuevas ideologías (comunismo, socialismo, capitalismo) transformaron el mundo
en un lugar nuevo. Para ponerlo en palabras, los poetas cambiaron sus ritmos y sus
sensaciones. La poesía comenzó a expresar relaciones inesperadas y conflictivas entre el arte y
la vida.

Vanguardias, rupturas y revoluciones

Los jóvenes artistas se autodenominaron vanguardistas por su actitud de militancia


inconformista, su crítica radical al pasado y sus utopías revolucionarias: era necesario romper y
destruir para, a partir de allí, poder construir un arte y una sociedad nuevos.
En este sentido, las vanguardias plantearon como principal objetivo la ruptura con la
tradición y establecieron lo nuevo como valor absoluto. No apuntaron a derrotar un
movimiento específico o un procedimiento concreto, sino al arte entero como institución
portadora de los valores burgueses. El arte, afirmaron, está desconectado, «separado de la
vida».
Para los vanguardistas era prioritario reconectar el arte con la experiencia vital. Había
que sacudir al burgués que vivía en un mundo dominado por la racionalidad y liberar al arte
que estaba congelado en operaciones y procedimientos obsoletos como la mímesis aristotélica
y la perspectiva renacentista. Un mundo nuevo necesitaba un arte nuevo; la imaginación no
debía respetar límites ni mandatos ancestrales.

Poesía de vanguardia (selección)


Los gatos que miran - Francis Picabia (Francia, 1939)

Los gatos que miran a los pájaros


tienen ojos que piensan
los pájaros que miran a los gatos tienen ojos que dudan
los míos se cierran
para meditar sobre los milagros.

Picabia, Francis, Antología de la poesia surrealista. Buenos Aires.


Compañía General Fabril Editora. 1961.

Para pasar el tiempo - Benjamin Péret (Francia, 1934)

En mayo o septiembre
los utensilios de cocina castañetean los dientes
y su pelo cae porque los sombreros pierden el suyo.
Así el humo que sale de una gaveta
indica que un avión
en algún lugar entre un álamo y un casco de buzo
traga el polvo que había escupido en otra parte
y eso nos hace reír
como un melón
como una salchicha (...).
Que la danza en los armarios donde duerme la vajilla asada al horno.
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quebrada por la guerra del 1870
y que pide en todos los tonos
que se le dé una corbata de lámina ondulada
que fuera una cabaña de conejos
en que los resortes
se volvieran pan fresco y blando

como una ostra perlera suspendida al cuello de una mujer desnuda


sin voz ni pelos
pero tan blanca que se diría un bosque de pinos en el ojo de una cerradura.

Peret Benjamin. Antología de la poesía surrealista, Buenos Aires.


Compañía General Fabril Editora. 1961.

La canción del automóvil - Tommasso Filippo Marinetti (Italia, 1908)

A MON PÉGASE L'AUTOMOBILE


¡Dios vehemente de una raza de acero,
automóvil ebrio de espacio,
que piafas de angustia, con el freno en los dientes
estridentes!
¡Oh formidable monstruo japonés de ojos de fragua,
nutrido de llamas y aceites minerales,
hambriento de horizontes y presas siderales
tu corazón se expande en su taf-taf diabólico
y tus recios neumáticos se hinchen para las danzas
que bailen por las blancas carreteras del mundo!
Suelto, por fin, tus bridas metálicas..., ¡te lanzas con
embriaguez al infinito liberador!
(...)
¡Montañas de las frescas capas de cielo!...
¡Bellos ríos que respiráis al claro de luna!...
¡Llanuras tenebrosas yo os paso al gran galope de este
monstruo enloquecido!...
(...)
¡Soltad los frenos!... ¡Qué! ¿No podéis?...
¡Rompedlos!... ¡Pronto!
¡Que el pulso del motor centuplique su impulso!
¡Hurra! ¡No más contacto con nuestra tierra inmunda!
¡Por fin me aparto de ella y vuelo serenamente
por la escintilante plenitud de los Astros que tiemblan en su gran lecho azul!

Disponible en la web: http://emiliomontehernanz.blogspot.com.ar/2012/02/mon-


pegaselautomobile-de-filippo.html
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Yolleo - Oliverio Girondo (Argentina, 1953)

Eh vos
tatacombo soy yo

no me oyes
tataconco
soy yo sin vos
sin voz
aquí yollando
con mi yo sólo solo que yolla y yolla y yolla
entre mis subyollitos tan nimios micropsíquicos
lo sé

lo sé y tanto
desde el yo mero mínimo al verme yo harto en
todo
junto a mis ya muertos y revivos yoes siempre
siempre yollando y yoyollando siempre
por qué
si sos
por qué dí eh vos
no me oyes
tatatodo
por qué tanto yollar responde
y hasta cuándo.

Girondo, Oliverio. En la masmédula, Buenos Aires, Losada, 1993.

Por qué como - José Oswald de Souza Andrade (Brasil, 1928)

(El indio es el que era sano. El indio es el que era hombre. El indio es el
que es nuestro modelo).
El indio no tenía policía, no tenía opresiones, ni molestias nerviosas,
ni delegación de orden social, ni vergüenza de quedar desnudo, ni
lucha de clases, ni tráfico de blancas, ni Ruy Barbosa, ni voto secreto, ni
se ufanaba de Brasil, ni era aristócrata ni burgués ni clase baja. ¿Por qué
será?

El indio no era monógamo, ni quería saber cuáles eran los hijos


legítimos, ni creía que la familia era la piedra angular de la sociedad.
¿Por qué será?
Después vino la gente de afuera (¿por qué?), gente tan diferente (¿por
qué será?), todo cambió, todo se arruinó. No tanto al comienzo, pero
fue cada vez, cada vez peor. Ahora es cuando está peor.

Entonces llegó el tiempo de la «bajada antropofágica»>.


Vamos a comer todo de nuevo.

Maxilar (uno de los seudónimos de Oswald de Andrade). Revista de Antropofagia Año 1, N.º1. San
Pablo, mayo de 1926
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Apollinaire , Guillaume (1915); "Reconnais-toi" (Reconócete);

Girondo, Oliverio 1932; “Espantapájaros (al alcance de todos)”:


versión digital recuperada de www.ebookeleo.com.ar

Actividad

1. Resolvé las siguientes consignas:

a) Escribí con tus palabras una definición de poesía.


b) Cotejá tu definición con la de un diccionario. Anotá esa definición.
c) A partir de las definiciones que obtuviste en los puntos anteriores,
respondé: ¿cuáles son, según tu parecer, las características formales
que determinan que un texto sea considerado poesía?

2. Releé los poemas de la selección y resolvé.

a) ¿Se ajustan a las características que enunciaste en el punto 1.c?


b) Intentá explicar de qué manera rompen con las normas formales
instituidas y extienden los límites de lo que se puede considerar poesía.
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3. Encerrá con un círculo los términos que consideres que definen mejor el
mecanismo de producción poética de los textos leídos.

Juego • búsqueda de la perfección poética • ajuste a modelos clásicos •


experimentación • ruptura • respeto por el canon de la época

4. Identificá con T las características que se verifican en todos los poemas


de la selección, con A las que están presentes solo en algunos y con N las
que no corresponden a ninguno de los poemas.

Experimentación con Experimentación con


Métrica regular
el lenguaje el espacio

Rima Verso

Capítulo 2: un poco de teoría

Modernidad y vanguardias
EI término vanguardia es un vocablo militar que designa la parte del ejército que va
adelante y que ingresó en el arte para nombrar movimientos que atacan las convencionales
estéticas dominantes que surgieron en las primeras décadas del siglo XX en un clima marcado
por la aceleración. La Revolución Industrial modificó la vida y produjo los cambios siguientes:

La iluminación eléctrica en las calles trastocó la dinámica de las ciudades, que


empezaron a estar despiertas las 24 horas del día.
La experiencia de la velocidad del tren y del automóvil transformó las relaciones entre
espacio y tiempo y generó nuevas formas de mirar.
El avión volvió al mundo un lugar más pequeño, y las facilidades a la hora de viajar
generaron que los cruces e intercambios culturales se potenciaran.
La fotografía y el cinematógrafo liberaron al arte de la necesidad de reflejar la vida tal
cual se presentaba frente a los ojos del espectador.

Estos cambios impactaron en la experiencia subjetiva: por lo tanto, los artista: buscaron
nuevas formas fundadas en la experimentación para criticar y modificar el mundo. También se
vivieron cambios en el mapa político, tales como:

La aceptación de la clase obrera como sector social por la burguesía.


El surgimiento de partidos políticos con postulados marxistas.
La Primera Guerra Mundial, que puso en crisis el ideal de progreso, el optimismo
liberal burgués y su fe en la ciencia y en la técnica.

Surgió la idea de revolución en lo político y en lo artístico. Estos movimientos fueron


una versión radicalizada de la modernidad, cuyos postulado básicos tomaron para defender o
cuestionar: el progreso, la confianza en I tecnología, la autonomía de las esferas de
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conocimiento, entre otros. Las vanguardias se desarrollaron en Europa, los Estados Unidos y
América latina.

La identidad de las vanguardias


Si bien cada uno de los movimientos de vanguardia produjo sus propias innovaciones y
propuestas estéticas, todas las vanguardias sostuvieron postulados compartidos:

Producción de manifiestos. Se trata de textos que describen su programa estético y sus


objetivos como movimiento.
Ruptura de las reglas tradicionales del arte. Se produce un quiebre en la perspectiva,
en el tiempo lineal, en la imitación de la realidad, etcétera. Los elementos tradicionales
en la pintura y la literatura se ven atravesados por la violencia creativa de los
movimientos vanguardistas, cuyo objetivo es innovar con sus propuestas el mundo
fosilizado del arte y de la cultura.
Procedimientos de extrañamiento. Operaciones que tienden a volver la realidad
extraña, con la idea de desautomatizar las reacciones del público.
Las obras se realizaban en las calles o en las plazas para conectar el arte con la vida
cotidiana.
Nuevo vínculo con el público. El receptor de la obra pasa de ser pasivo a ser activo;
puede intervenir en la obra, alterarla. En este sentido, las vanguardias pretenden
romper con la distancia clásica entre el espectador/lector y la obra. Para ello, se busca
producir un shock en el auditorio; demostrarle que puede interactuar de diversos
modos con las obras y hacerle perder el respeto y la solemnidad frente al arte.
Predominio de la forma sobre el contenido. Las palabras son usadas por su potencial
visual y sonoro y no por su significado o por su referencia.
Actitud irreverente. El lenguaje busca escandalizar, provocar y agredir, a la vez que
propone relaciones lúdicas y trabaja con el humor.
Simultaneidad y yuxtaposición de imágenes poéticas. La ruptura de la estrofa, la
puntuación y la métrica del verso, como así también el uso significativo del espacio en
blanco, y del caligrama (poema escrito de modo tal que forma imágenes).

Actividad
1. Releé el poema de Tomasso F. Marinetti y explicá su relación con los
cambios tecnológicos y con la percepción de la velocidad.
2. Releé el poema "Los gatos que miran" y respondé.
a. ¿Qué relación se establece entre los gatos, los pájaros y el yo lírico?
b. ¿Cuál es el shock que produce el texto en el lector?

3. Teniendo en cuenta el perfil revolucionario de las vanguardias, volvé a leer


el poema de Oswald de Andrade y respondé estas preguntas.
a. ¿Qué se ataca y qué se defiende en el texto?
b. ¿Cuál pensás que es el sentido del verso «Vamos a comer todo de
nuevo»?
c. Describí los rasgos vanguardistas que presenta el texto de Benjamin
Péret.
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Capítulo 3: El extrañamiento
El formalismo ruso, escuela crítica de principios del siglo XX, fue la fundadora de la
teoría literaria como campo de investigación específico. El objetivo de esta escuela era el
análisis de lo singular del hecho literario. El teórico Victor Shklovski fue uno de sus
representantes. Según él, la lengua cotidiana está automatizada, llena de lugares comunes.
Hablar es como mover la mano para tomar un objeto: de tanto hacerlo se vuelve un acto casi
inconsciente. En cambio, la literatura es capaz de producir formas nuevas de decir y, al hacerlo,
nos permite desautomatizar nuestra percepción, ver un objeto como si fuera la primera vez, o
de una forma nueva. Este procedimiento esencial de la literatura se denominó ostranenie,
palabra rusa que significa extrañamiento. El fin del arte desde esta perspectiva es ofrecer una
sensación del objeto como visión y no como reconocimiento.

Julio Cortázar (1914-1984)

Aunque nació en Bélgica y murió en París, Cortázar es uno de los grandes


escritores argentinos del siglo xx. Vivió en nuestro país desde los cuatro
hasta los treinta y siete años; aquí estudió y se recibió de profesor en Letras
y publicó sus primeros textos. También trabajo como maestro rural, enseñó
literatura en la Universidad de Mendoza y participo de la vida literaria
porteña. Con una beca del gobierno francés, en 1951, se radicó en París, donde
desarrolló siempre en español rioplatense-una extensa narrativa bajo la convicción
de que la realidad lo abarca todo, incluso lo fantástico.
Entre sus libros de cuentos se destacan: Bestiario (1951), Final del juego (1964),
Historias de cronopios y de famas (1962) y Todos los fuegos el fuego (1966). El año 2014 fue
declarado "Año Cortazariano" por el Ministerio de Cultura de nuestro país por cumplirse el
centenario de su nacimiento y cincuenta años de la primera edición de su novela Rayuela
(1964). Durante su transcurso se publican ediciones especiales y se celebraron múltiples
homenajes a la obra del autor, tanto en nuestro país como en la capital francesa.
En los textos que te dejo a continuación, este genial escritor practica el extrañamiento
de diferentes maneras.

Continuidad de los parques


(extrañamiento: ruptura del plano ficcional)

Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes,
volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la
trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado
y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad del
estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito de espaldas
a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su
mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos
capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la
ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando
línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en
el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá
de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido
por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y
adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte.
Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo
de una rama. Admirablemente restallaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las
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caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un
mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía
la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de
serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que
enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban
abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido
olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su
empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para
que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer.
Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la
puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él
se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los
árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a
la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no
estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le
llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera
alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La
puerta del salón, y entonces el puñal en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de
un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.

Instrucciones para subir una escalera


(extrañamiento: uso artístico de géneros discursivos ajenos a la literatura)

Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal
que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca
paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en
espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la
mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente,
se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños,
formados como se ve por dos elementos, se sitúa un tanto más arriba y adelante que el
anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquier otra combinación producirá
formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un
primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan
particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos
colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los
peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para
subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo,
envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el
escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge
la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con
el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el
segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los
primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La
coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente
de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los
movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un
ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del
descenso.
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Instrucciones para llorar


(extrañamiento: uso artístico de géneros discursivos ajenos a la literatura)

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar,


entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con
su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general
del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final,
pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.
Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por
haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de
hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.
Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma
hacia dentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un
rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.

El diario a diario
(extrañamiento: observar un objeto como si fuese la primera vez)

Un señor toma el tranvía después de comprar el diario y ponérselo bajo el brazo.


Media hora más tarde desciende con el mismo diario bajo el mismo brazo.
Pero ya no es el mismo diario, ahora es un montón de hojas impresas que el señor
abandona en un banco de la plaza.
Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra vez en
un diario, hasta que un muchacho lo ve, lo lee y lo deja convertido en un montón de hojas
impresas.
Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra vez en
un diario, hasta que una anciana lo encuentra, lo lee y lo deja convertido en un montón de
hojas impresas. Luego se lo lleva a su casa y en el camino lo usa para empaquetar medio kilo
de acelgas, que es para lo que sirven los diarios después de estas excitantes metamorfosis.

Por escrito gallina una


(extrañamiento: experimentación con el narrador)

Con lo que pasa es nosotras exaltante. Rápidamente del posesionadas mundo estamos
hurra. Era un inofensivo aparentemente cohete lanzado Cañaveral americanos Cabo por los
desde. Razones se desconocidas por órbita de la desvió, y probablemente algo al rozar invisible
la tierra devolvió a. Cresta nos cayó en la paf, y mutación golpe entramos de. Rápidamente la
multiplicar aprendiendo de tabla estamos, dotadas muy literatura para la somos de historia,
química menos un poco, desastre ahora hasta deportes, no importa pero: de será gallinas
cosmos el, carajo qué.

68
(extrañamiento: ruptura del lenguaje)

Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias,


en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las
incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al
nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando,
reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han
dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un
momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente
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sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los
extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas,
la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una
sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentían
balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se
resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles
que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.

Actividad

Teniendo en cuenta los textos de Cortázar, elegí y resolvé una de las


siguientes consignas:

Escribí un cuento que juegue con los planos de la ficción.


Escribí un texto instructivo ridículo (puede ser para reír, bailar
reggaetón, caminar con estilo, etc).
Escribí un texto desde el punto de vista de algún ser vivo no humano
relacionando su forma de hablar y pensar con el animal en cuestión.
Escribí un texto o relato con un lenguaje inventado.

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