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I.P.E.M.

N° 275 “COLEGIO NACIONAL DE VILLA MARÍA”

La función del lector – Eduardo Galeano

Cuando Lucía Peláez era muy niña, leyó una novela a escondidas. La leyó a pedacitos, noche
tras noche, ocultándola bajo la almohada. Ella la había robado de la biblioteca de cedro
donde el tío guardaba los libros preferidos.
Mucho caminó Lucía, después, mientras pasaban los años.
En busca de fantasmas caminó por los farallones sobre el río Antioquia y en busca de gente
caminó por las calles de las ciudades violentas.
Mucho caminó Lucía, y a lo largo de su vida iba siempre acompañada por los ecos de los ecos
de aquellas lejanas voces que ella había escuchado, con sus ojos, en la infancia.
Lucía no ha vuelto a leer ese libro. Ya no lo reconocería. Tanto le ha crecido adentro que
ahora es otro, ahora es suyo.

LENGUA Y LITERATURA
CUARTO AÑO CS. SOCIALES – TURNO NOCHE
PROF. DANIELA ASFURA
PROGRAMA DE LA MATERIA – 2023

Contenidos y aprendizajes

Temas:

− Reconocimiento de los géneros discursivos y sus ámbitos de circulación. Los géneros


literarios, diferenciación e identificación de sus características distintivas.
− Propiedades de los textos: Coherencia, cohesión, adecuación y corrección. Reconocimiento y
empleo de recursos en escritos: sinonimia, antonimia, hiperonimia e hiponimia, palabra
generalizadora, campo semántico, elipsis, referencia y conectores. Mantenimiento de la
coherencia, cohesión e informatividad en sus escritos.
− Comparación y análisis de relatos mitológicos que permitan identificar diferentes modos de
explicar los orígenes de una civilización.
− Análisis de personajes de obras de la literatura universal: héroe mitológico, héroe moderno,
superhéroe y antihéroe; tipos, estereotipos y arquetipos.
− Abordaje de obras de la literatura universal, utilizando conceptos de la teoría literaria, que
enriquezcan las interpretaciones personales.

Bibliografía

− Frankenstein o el moderno Prometeo de Shelley Mary. Ed. Ríos de tinta, 2013.


− Perros de nadie de Valentino, Esteban. Ed. SM, Colección Gran Angular, Bs.As., 2017.
− Cuentos seleccionados para trabajar en clase “Corazón delator” de Edgar Alan Poe y otros.
− Fragmentos teatrales de Romeo y Julieta de Shakespeare.
− Selección de poemas.

Criterios generales:

− Participación de las instancias de diálogo e intercambio de manera respetuosa y realizando


aportes significativos, coherentes y apropiados.
− Resolución de las actividades propuestas en clases en tiempo y forma.
− Lectura de los textos literarios seleccionados.
− Apropiación de los contenidos y aprendizajes propuestos para cada unidad.

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PARTE I: APROXIMACIONES CONCEPTUALES

ÁMBITO DE
CIRCULACIÓN:

- LITERARIO
- PERIODÍSTICO
- ACADÉMICO
- PUBLICITARIO
- CIENTÍFICO
- JUDICIAL
- RELIGIOSO
- EPISTOLAR

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DISCURSO 1: Un niño y su madre cayeron en el pozo de una letrina

Ocurrió en el barrio Reserva de Campo Grande. Afortunadamente ambos fueron rescatados y se


encuentran fuera de peligro.
En la tarde de ayer los policías de la Unidad Regional XI asistieron a una joven madre y a su hijo de
2 años, quienes cayeron a un pozo de alrededor de metros, el cual se trataría de una letrina que
tenía las maderas flojas según describió la denunciante.
La abuela del pequeño y suegra de la mujer llamó a los agentes para que los asistan lo más rápido
posible. Se dirigieron hasta el barrio Reserva de Campo Grande y al llegar al lugar, los encontraron
sumergidos en el fondo de una letrina, que aparentemente tenía las tablas en mal estado, motivo
por el que podrían haberse caído
El siguiente paso fue trasladarlos al hospital local para evaluar su estado de salud. El médico de
turno que los examinó informó que la joven resultó con escoriaciones leves, y que el menor no sufrió
ningún tipo de daño físico.
Diario "Primera Edición" (3/6/22)
DISCURSO 2: El pozo

Mi hermano Alberto cayó al pozo cuando tenía cinco años. Fue una de esas tragedias familiares
que sólo alivian el tiempo y la circunstancia de una familia numerosa. Veinte años después mi
hermano Eloy sacaba agua un día de aquel pozo al que nadie jamás había vuelto a asomarse. En
el caldero descubrió una pequeña botella con un papel en el interior. “Este es un mundo como
otro cualquiera", decía el mensaje.
Luis M. Diez

DISCURSO 3: EL POZO – Pablo Neruda

A veces te hundes, caes Mi vida, no hallarás


en tu agujero de silencio, en el pozo en que caes
en tu abismo de cólera orgullosa, lo que yo guardo para ti en la altura:
y apenas puedes un ramo de jazmines con rocío
volver, aún con jirones un beso más profundo que tu abismo.
de lo que hallaste
en la profundidad de tu existencia. No me temas, no caigas
en tu rencor de nuevo.
Amor mío, ¿qué encuentras en tu pozo cerrado?
¿Algas, ciénagas, rocas?
¿Qué ves con ojos ciegos,
rencorosa y herida?

DISCURSO 4: Pozo: Del lat. puteus.


1. m. Perforación que se hace en la tierra para buscar una vena de agua.
2. m. Hoyo profundo, aunque esté seco.
3. m. Sitio o lugar en donde los ríos tienen mayor profundidad.

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4. m. En ciertos juegos de naipes, fondo común.
5. m. En el juego de la oca, casilla de la cual no sale el jugador que cayó en ella hasta que no caiga
otro.
6. m. Cosa llena, profunda o completa en su línea. Ser un pozo de ciencia.
7. m. Hoyo profundo para bajar a las minas.
8. m. Mar. Parte de la bodega de un buque que corresponde verticalmente a cada escotilla.
9. m. Mar. Sentina o parte de la bodega que corresponde a la caja de bombas.
10. m. Mar. Distancia o profundidad que hay desde el canto de la borda hasta la cubierta superior
en las embarcaciones que no tienen combés.
11. m. Mar. Compartimiento o depósito que en los barcos pesqueros se forma para conservar vivos
los peces.
12. m. Arg., Bol., Par., Ur. y Ven. bache (‖ hoyo).
13. m. Bol. y Ven. Lugar de un río apropiado para bañarse.

DISCURSO 5: Cómo construir un pozo en siete pasos

1. LOCALIZAR EL AGUA (debemos encontrar una localización en la que el agua discurra bajo el
terreno).
2. EXCAVACIÓN (Dependiendo de las características del terreno y de la profundidad a la que,
estimamos, encontraremos agua, seleccionaremos la técnica de perforación que mejor se ajuste
a nuestra excavación y recursos)
3. ENCAMISADO (proteger las paredes de la perforación para evitar que el interior del pozo colapse
y se derrumbe).
4. FILTROS (Será importante añadir entre el encamisado y las paredes de terreno natural del pozo,
material de filtro, como gravas, para evitar que materiales finos puedan entrar en nuestra
perforación, enturbiando el agua y contaminándola).
5. BOMBA (En los casos en los que la profundidad del pozo sea elevada, tendremos que recurrir
por necesidad a la instalación de una bomba, manual o automática).
6. SUPERESTRUCTURA (Alrededor de la bomba se debe cuidar el tener unas condiciones higiénicas
dignas y decentes. Para ello, ayuda construir una plataforma).
7. MANTENIMIENTO (hacer una buena labor de conservación de todo el pozo, y muy
especialmente de la bomba, limpiando las piezas periódicamente, sustituyendo aquellas que se
desgasten con mayor frecuencia, controlando que la calidad del agua es adecuada, engrasando
los componentes que lo precisen).

DISCURSO 6:

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¿QUÉ ES LA LITERATURA?
Cuando se emprende la tarea de definir la literatura, se tropieza con una primera dificultad: cómo
darle un mismo nombre a una pluralidad de textos tan diversos. Encontrar rasgos en común en un
conjunto de elementos tan diferentes entre sí, es un obstáculo que, para muchos, sigue sin ser
superado. Sin embargo, existen características propias de los textos literarios que los diferencian de
otros. De manera que, para llegar a una definición de literatura, se pueden reunir los siguientes
aspectos:

1. Es un producto humano que se realiza por medio de las palabras.


2. La presencia de lo bello es central a la hora de calificar una obra como literaria ya que tienen
claramente una función estética.
3. El concepto de belleza es variable, ya que está determinado por la época y por cada grupo
social-cultural. Por lo tanto, lo que se considera literatura también cambia.
4. Es un discurso ficcional, ya que no copia ni imita la realidad. Crea una nueva por medio de
las palabras. Se trata de mundos posibles y verosímiles. Para entrar en ellos es necesario un
“pacto de lectura” entre el lector y el autor.
5. El lenguaje es plurisignificativo dado que tiene la capacidad de sugerir múltiples sentidos;
por ellos, es común que existan muchas interpretaciones en torno a una misma obra.

Una posible conclusión a partir de todo lo anterior es que todo lo que se lee como literatura es
literatura. Esta nueva definición le otorga un lugar privilegiado al lector que tiene en sus manos el
poder de caracterizar como literaria o no una obra.

Es por ello que, según las épocas, los grupos sociales y las regiones, hay textos que integran o no “la
literatura”. Es decir, una obra puede no ser considerada literaria por sus contemporáneos, pero
tiempo después se la incluye en esa categoría formando parte del canon literario del momento.

Los géneros literarios

Escritores, lectores, editores y estudiosos coinciden en clasificar de manera muy general las obras
literarias. Según la división clásica, los textos literarios se reúnen en tres géneros: el narrativo, el
lírico y el dramático.

Los géneros son formatos que se le asignan al material discursivo durante su escritura. Implican
también una actitud de lectura: no se lee de la misma manera una novela de aventuras que un
poema. La pertenencia de una obra literaria a un género está dada por una serie de rasgos que
comparte con otros textos: por ejemplo, la estructura dialógica en los textos teatrales, o la voz
narradora en los cuentos y las novelas.

Por otro lado, el hecho de que los especialistas coincidan acerca de la existencia de tres grandes
grupos de obras, hace referencia al carácter convencional de los géneros, es decir, que nacen de un
acuerdo acerca de sus rasgos particulares y diferenciadores. A su vez, dentro de cada género, existen
otras clasificaciones.

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A) “HISTORIA DE UNA ESCALERA” de Antonio Buero Vallejo

Acto primero
(Repentinamente se endereza y espera, de cara al público. Carmina sube con la cacharra. Sus
miradas se cruzan. Ella intenta pasar, con los ojos bajos. Fernando la detiene por un brazo.)
FERNANDO: Carmina.
CARMINA: Déjeme...
FERNANDO: No, Carmina. Me huyes constantemente y esta vez tienes que escucharme.
CARMINA: Por favor. Fernando... ¡Suélteme!
FERNANDO: Cuando éramos chicos nos tuteábamos... ¿Por qué no me tuteas ahora? (Pausa.) ¿Ya
no te acuerdas de aquel tiempo? Yo era tu novio y tú eras mi novia... Mi novia... Y nos sentábamos
aquí (Señalando a los peldaños), en ese escalón, cansados de jugar..., a seguir jugando a los novios.
CARMINA: Cállese.
FERNANDO: Entonces me tuteabas y.… me querías.
CARMINA: Era una niña... Ya no me acuerdo.
FERNANDO: Eras una mujercita preciosa. Y sigues siéndolo. Y no puedes haber olvidado. ¡Yo no he
olvidado! Carmina, aquel tiempo es el único recuerdo maravilloso que conservo en medio de la
sordidez en que vivimos. Y quería decirte... que siempre... has sido para mí lo que eras antes.
CARMINA: ¡No te burles de mí!
FERNANDO: ¡Te lo juro!
CARMINA: ¿Y todas... ésas con quien has paseado y.... que has besado?
FERNANDO: Tienes razón. Comprendo que no me creas. Pero un hombre... Es muy difícil de explicar.
A ti, precisamente, no podía hablarte..., ni besarte... ¡Porque te quería, te quería y te quiero!
CARMINA: No puedo creerte. (Intenta marcharse.)

B) “SONETO XCIII” de Pablo Neruda


Si alguna vez tu pecho se detiene,
si algo deja de andar ardiendo por tus venas,
si tu voz en tu boca se va sin ser palabra,
si tus manos se olvidan de volar y se duermen,

Matilde, amor, deja tus labios entreabiertos


porque ese último beso debe durar conmigo,
debe quedar inmóvil para siempre en tu boca
para que así también me acompañe en mi muerte.

Me moriré besando tu loca boca fría,


abrazando el racimo perdido de tu cuerpo,
y buscando la luz de tus ojos cerrados.

Y así cuando la tierra reciba nuestro abrazo


iremos confundidos en una sola muerte
a vivir para siempre la eternidad de un beso.

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C) “LOS COLORES” de Juan Solá

- Escuchame una cosita, mamita, ¿vos qué tenés en la cabeza, me querés decir?

La señora Raquel tenía cara de sapo. De sapo malo, como esos enormes que hay allá en Colonia
Benítez, que en verano se paran abajo de los postes de luz para comerse los bichos.
Yo ya no quería ir más a la salita, pero qué iba a hacer.
- ¡Pariste hace cuatro meses, nena! ¿Tu mamá sabe que estás embarazada de nuevo?
Parece que la señora Raquel no entiende que, aunque a mí me duela tanto tener que ir a verla,
necesito que me ayude. Parece que ella se olvida que hay veces que uno odia lo que necesita, como
ese beso que te da tu mamá antes de soltarte la mano para que entres a la escuela, cuando sos
demasiado chiquita para que tu guardapolvo esté tan gastado y la señorita te pone última en la fila
para que la directora no vea tus zapatillas de lona, llenas de agujeros. Yo odiaba ese último beso,
porque anunciaba su ausencia, pero lo necesitaba para sobrevivir.
- ¡Vos tenés que aprender a decir que no, mamita! Quince años, tenés. ¿Sabés quién es el
padre de este, por lo menos?
Yo miré fijo las baldosas de la salita, que eran un poco blancas y un poco grises, como la tiza contra
el pizarrón negro.
Dibujo lo que quiero ser cuando sea grande, había escrito la señorita, que se llamaba Alba y tenía
olor a quita-esmalte.
Cuando abrí la cartuchera, me encontré con un lápiz negro, un lápiz amarillo y un lápiz verde y pensé
que con esos tres colores no alcanzaba para mostrarle a la seño lo que yo quería ser cuando fuera
grande. Le pregunté a Gabi si me prestaba sus lápices y me dijo que la mamá no le daba permiso,
así que tuve que dibujarme con los colores que tenía. Es muy difícil dibujar lo que querés ser si no
tenés colores y nadie quiere prestarte.
- ¿Cómo no le pediste que se ponga un preservativo? ¿No te acordás que te hablé de los
preservativos? ¿Te acordás que te mostré como se ponían?
La señora Raquel me miraba fijo, con las cejas juntas y la boca hecha una línea recta. Yo murmuré
que sí, que me acordaba.
- ¿Y entonces? ¿Por qué no te cuidaste?
No me animé a decirle. Quería, pero no me animé a explicarle que al Miguel no le podía pedir nada.
No supe cómo decirle que cuando el Miguel viene, yo tengo que quedarme callada y poner la cara
abajo de una almohada, porque él no quiere que lo mire. Quería explicarle que yo hubiese querido
que las cosas fueran distintas, pero que mi casa era una cartuchera vacía y que a esta altura ya no
me quedaba ni un solo color para poder dibujarme. Porque en mi casa manda el Miguel y el Miguel
no sabe nada de colores porque es todo negro.
- ¿A vos te parece lindo que tus nenes no tengan padre?
Tienen padre, pensé, pero no dije nada. Qué iba a decir, si en mi casa manda el Miguel y el Miguel
me dijo que, si digo algo, la va a dejar a mi mamá en la calle. Qué iba a decir, si la señora Raquel no
me quería prestar los colores para explicarle.

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COSMOVISIONES: UNA FORMA DE MIRAR
Una cosmovisión consiste en las nociones (creencias, pensamientos, etc.) con las que un
individuo, una cultura determinada o un momento histórico particular analiza y describe los
diversos aspectos de la vida: políticos, científicos, filosóficos, teológicos, etc.
En el caso de la literatura, ese conjunto de nociones permitirá un ordenamiento de los
textos que el ser humano emplea para configurar su comprensión del mundo. Los textos así
ordenados responden a esa forma de comprender la realidad y, a la vez, proyectan una
nueva luz para retroalimentar ese ordenamiento de lo existente. Por ejemplo, Edipo rey, de
Sófocles, es un texto que plantea una visión del mundo trágica, ya que desarrolla el
enfrentamiento infructuoso de un individuo con su destino; pero a la vez, lo que se lee en
la obra enriquece o modifica la propia cosmovisión trágica del lector.
Las posibilidades de organizar los textos en cosmovisiones son variadas: mítica, épica,
trágica, realista, fantástica, cómica. Como podrá observarse, las diferentes variables tienen
en cuenta diversos aspectos: a veces, una determinada forma de representar el mundo en
otros casos, ciertas constantes ligadas al género, pero siempre brindan una forma de
entender e interpretar la experiencia.
La cosmovisión mítica
La cosmovisión mítica permite agrupar todos aquellos textos que brindan una explicación
"sagrada " que esta más allá de la lógica-racional sobre la existencia del mundo, de los
hombres, de la vida natural y social
Las historias narradas suelen ser de carácter sagrado, ejemplares y significativas. Son
sagradas, porque forman parte de las creencias del pueblo, ejemplares porque funcionan
como ejemplo para que los hombres se comporten de una determinada manera: y
significativas, porque dan a esa cultura la razón de ser de su existencia.
Los mitos permiten entender la creación primera: la del universo. Rememoran brevemente
los momentos esenciales de la creación del mundo, el comienzo absoluto de todo lo
existente; pero también plantean un posible fin de la realidad que siempre implica un nuevo
comienzo. Los cataclismos míticos narran cómo los dioses castigan al hombre con la
destrucción total, excepto por una pareja humana que es salvada para asegurar una nueva
refundación.
La cosmovisión mítica nos permite comprender la visión del mundo que han tenido los
hombres a lo largo del tiempo, las verdades que han mantenido viva a la humanidad; nos
ayuda a entender nuestras raíces y los valores que todos los hombres -de una u otra - forma
compartimos, más allá de nuestras específicas creencias.

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La cosmovisión épica
La cosmovisión épica propone una visión del mundo centrada en la figura de un héroe cuyas
hazañas y cualidades físicas y morales se resaltan. El héroe es un ser humano, a veces hijo
de un dios, que se diferencia de los otros mortales. Por lo general, se distingue del común
de los hombres por su fuerza, su coraje, su determinación, su lealtad y su inteligencia. El
héroe representa una guía para el pueblo y pone en juego las cualidades de un gran jefe
Los textos que pertenecen a esta cosmovisión proponen que el héroe se templa a través de
una serie de pruebas que lo desafían y que debe superar para su propia transformación y la
de su pueblo.
El periplo de este personaje puede leerse como modelo de la existencia humana ya que los
hombres, día a día, se ven enfrentados, en la vida cotidiana, a pruebas que deben superar
para crecer y transformarse. De esta forma, el héroe funciona no solo como modelo social
- en tanto representa los valores de peso para la sociedad que relata sus hazañas-, sino
también como ejemplo de vida ya que es un individuo que no se detiene ante las
adversidades.
El viaje heroico es una puesta en movimiento del héroe desde un punto de partida
problemático hacia un punto de llegada que simboliza el triunfo sobre las dificultades
planteadas, y una nueva situación personal o social para el individuo.

La cosmovisión trágica
La cosmovisión trágica propone una mirada ligada a los hechos terribles e irreparables que
arrasan con la vida humana. Ciertas circunstancias dolorosas - la guerra, la enfermedad, la
muerte - parecen enfrentar al hombre con sus propios límites, lo dejan inerme, sin
posibilidad de reaccionar y con la sensación de que nada de lo que pudiera hacer modificaría
lo que le sucede. Sostiene la escritora española Rosa Montero (1951), en su libro La ridícula
idea de no volver a verte (Seix Barral, 2013), que lo trágico es un dolor que es tan grande
que ni siquiera parece que te nace de dentro, sino que es como si hubieras sido sepultada
por un alud. Y así estás. Tan enterrada bajo esas pedregosas toneladas de tierra que no
puedes ni hablar. Estás segura de que nadie va a oírte. (..) Y, sin embargo, y a pesar de ello,
los escritores nos empeñamos en poner palabras en la nada. Arrojamos palabras como
quien arroja piedrecitas a un pozo radiactivo hasta cegarlo"
De eso se trata la cosmovisión trágica que nos permite agrupar no solo aquellos textos que
se denominan, genéricamente, tragedias - las griegas, las de Shakespeare, las de los autores
clásicos franceses, entre otras- , sino también textos poéticos, como las elegias, poemas de
amor desesperados, y textos narrativos que plantean lo inexorable del sufrir que marca el
devenir de una vida de ficción.

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PARTE II: LOS RELATOS MÍTICOS
El mito
El mito cuenta una historia sagrada; relata un acontecimiento que ha tenido lugar en el tiempo
primordial, el tiempo fabuloso de los comienzos. Dicho de otro modo: el mito cuenta cómo, gracias
a los seres sobrenaturales, una realidad ha venido a la existencia, sea esta la vida, el cosmos, o
solamente unas cataratas, una montaña, un árbol o una determinada práctica cultural, como un rito
o el modo de hacer un determinado trabajo.
Por este motivo, los mitos resultan ser siempre el referente y el modelo de cada acto humano
significativo.
Constituyen la religión de los pueblos que los crean porque cuentan la irrupción de lo sagrado en el
mundo material y humano. Por ese motivo, sus personajes son seres sobrenaturales, más poderosos
que los hombres. Tienen el valor de lo originario y lo eterno, explican en forma indiscutible lo que
da motivo y justifica la existencia y el modo de existir de todo lo que se relaciona con la vida del
hombre, y del hombre mismo.
Los mitos tienen la cualidad de ser historias sagradas, y por lo tanto verdaderas para el pueblo al
que pertenecen, debido a que se refieren a realidades concretas: se cree en los mitos que cuentan
el origen del mundo porque el mundo existe, y eso los hace verdaderos; se cree en los mitos que
hablan del origen de los hombres, porque los hombres están ahí para probarlo.
Existen distintas clases de mitos:
• Cosmogonías: relatan el origen del universo.
• Teogonías: narran el origen de los dioses
• Antropogonías: explican el origen del hombre.
Pero también suelen incluirse en el dominio de la mitología, las leyendas etiológicas y los ciclos
heroicos.
• Leyendas etiológicas: también llamadas mitos de origen, explican el nacimiento de un
fenómeno específico, como el eco o la música, o bien, de algún elemento de la naturaleza
local, como un rio o una montaña.
• Ciclos heroicos: son las narraciones protagonizadas por un mismo héroe

Los mitos y su función


En la actualidad, con los adelantos científicos y tecnológicos, las preguntas sobre el origen de la
lluvia y del trueno o sobre cómo se produce el movimiento de los astros nos parecen fáciles de
responder. Sin embargo, para los pueblos antiguos estas cuestiones resultaban inexplicables. A
través de ciertos relatos intentaron aclarar los misterios de los ciclos de vida y de la muerte, y
explicar cómo comenzaron a existir todas las cosas (el hombre, el fuego, las enfermedades, los
astros, etc.). Los personajes de esos relatos o mitos son dioses y semidioses, seres sobrenaturales
que, a partir de lo que crearon desde los orígenes, hicieron que el hombre fuera lo que es.
Las explicaciones que brindan los mitos antiguos pueden resultarnos extraordinarias O
sobrenaturales, pero para los pueblos que las crearon tenían carácter de verdad y eran el centro de
sus creencias religiosas. Por ese motivo, relatar un mito no era un mero entretenimiento, sino una
celebración que se realizaba en el marco de ceremonias importantes, como los casamientos, los
entierros y la iniciación a la vida adulta. Al escucharlo, los habitantes de estos pueblos podían
remontarse a los orígenes de su comunidad, a un tiempo primordial en el que los dioses lo habían

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creado todo. Así, en los mitos, obtenían el conocimiento necesario y la justificación de las
actividades cotidianas como, por ejemplo, la forma en que debían cultivar y cazar.
El objetivo principal era, como ya viste, revelar a cada pueblo el origen común del mundo, del
hombre v de la vida. Y, además, enseñarle que su historia sobrenatural era significativa y un ejemplo
a imitar.

Las cosmogonías
El mito que explica cómo fue creado el universo tal como se lo conoce se llama cosmogonía y, en
cada pueblo, es el primer intento del hombre por entender cómo surgió cómo funciona lo que lo
rodea.
Como el origen del mundo es la creación primera y esencial, la cosmogonía sirve como modelo para
todo lo que es creado a partir de ese origen. Por eso, cuando un mito relata el origen de algo, no
solo presupone y expande la cosmogonía, es decir, la creación inicial, sino que además puede
completarla si relata cómo se modificó ese mundo después de su creación.
Aunque los pueblos antiguos elaboraron sus cosmogonías a partir de sus propias tradiciones y con
diferentes objetivos, es posible encontrar en todas ellas algunos elementos comunes.

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El nacimiento del primer hombre y de la primera mujer – Mitología griega
Prometeo, hijo del titán Japeto, mezcló tierra con agua del río y forjó una estatua a semejanza de
los dioses y, mientras los demás animales miraban hacia la tierra, dio al hombre una cabeza erguida
para que mirara al cielo y al cielo alzase el rostro. Y asi aquella tierra que había sido al principio
materia tosca y sin imagen, se modificó y revistió de figuras antes desconocidas.
Prometeo no es solo el creador sino el bienhechor de la
humanidad. Acogido entre los moradores del Olimpo, el titán
se hace sospechoso al instante por ciertas actitudes de abierta
simpatia hacia los hombres, raza infeliz que esta a punto de
morir de frío por no conocer el fuego. Desafiando la prohibición
de Zeus, Proreteo roba el fuepo a los dioses y lo entrega a los
mortales, enseñándoles a calentarse cocer los alimentos y
fundir los metales, introduciendo entre ellos la civilizacion.
Irritado Zeus por la desobediencia, hace encadenar a Prometeo
a una roca del Cáucaso, donde un águila le roe las entrañas que
vuelven a renacer de noche sin cesar.
Al fin será liberado por Heracles (Hércules entre los romanos),
pero, para nivelar la innegable ventaja de los hurnanos “EL TORMENTO DE PROMETEO”
mediante el regalo del fuego, Zeus les envió una mujer, la de Paul Rubens (1612)
primera mujer, moldeada por Hefestos con arcilla y lágrimas,
símbolo del dolor que transmitió a los hombres.
Zeus pidió a Hefesto que creara un ser lleno de cualidades irresistibles, pero también con
desastrosas desavenencias que plagarían la tierra a partir de aquel momento. Esta muchacha
forjada en el Olimpo recibió un don de cada dios, de ahí su nombre Pandora (todos Ios dones):
Atenea le dió habilidad para las labores domésticas; Afrodita, la hermosura; Hermes, el arte de decir
mentiras, Apolo le enseñó a tocar la lira y a cantar, Zeus le dio una naturaleza traviesa y ociosa. Por
último, Hera le confirió el atributo de la curiosidad.
Los dioses la ofrecieron luego a Epimeteo (el que actua impulsivamente, el necio, el que primero
obra y luego recién piensa), hermano y contrapartida de Prometeo (el previsor, el que anticipa los
hechos sobre la base de su conocimiento y experiencia, el que primero piensa y después actúa).
para que se casara con ella.
Epimeteo, olvidando el consejo de su hermano que lo había
exhortado a desconfiar de los dones del cielo, se dejó seducir por
la fascinante criatura, firmando así la condena de la humanidad.
En efecto, Pandora llevaba consigo una caja cerrada en la que los
dioses habían colocado todo lo más triste de este y del otro mundo:
la fatiga, las ansias, los dolores, las enfermedades, la muerte. Llena
de curiosidad, Pandora no pudo resistir a la tentación de abririla, y
así se desparramaron todos los males contagiando a la humanidad
hasta entonces inocente y feliz. Solo permanece en el fondo de la
caja de Pandora, al ser cerrada a tiempo, la esperanza, el único
consuelo que les queda así a los hombres.
Zeus había conseguido su propósito: castigar a los hombres y
asegurarse de que nunca podrían ocupar su lugar.
“LA CAJA DE PANDORA” de
Charles Edward Perugini
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Adán y Eva – Génesis, primer libro de la Biblia Judeocristiana.
Cuando Dios el Señor hizo la tierra y los cielos, aún no había ningún arbusto del campo sobre la
tierra, ni había brotado la hierba, porque Dios el Señor todavía no había hecho llover sobre la tierra
ni existía el hombre para que la cultivara. No obstante, salía de la tierra un manantial que regaba
toda la superficie del suelo. Y Dios el Señor formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su
nariz hálito de vida, y el hombre se convirtió en un ser viviente.
Dios el Señor plantó un jardín al oriente del Edén, y allí puso al hombre que había formado. Dios el
Señor hizo que creciera toda clase de árboles hermosos, los cuales daban frutos buenos y
apetecibles. En medio del jardín hizo crecer el árbol de la vida y también el árbol del conocimiento
del bien y del mal.
Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara, y le
dio este mandato: «Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento
del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás».
Luego Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada».
Entonces Dios el Señor formó de la tierra toda ave del cielo y todo animal del campo, y se los llevó
al hombre para ver qué nombre les pondría. El hombre les puso nombre a todos los seres vivos, y
con ese nombre se les conoce. Así el hombre fue poniéndoles nombre a todos los animales
domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo. Sin embargo, no se encontró
entre ellos la ayuda adecuada para el hombre.
Entonces Dios el Señor hizo que el hombre cayera en un sueño profundo y, mientras este dormía,
le sacó una costilla y le cerró la herida. De la costilla que le había quitado al hombre, Dios el Señor
hizo una mujer y se la presentó al hombre, el cual exclamó: «Esta sí es hueso de mis huesos y carne
de mi carne. Se llamará “mujer” porque del hombre fue sacada».
Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo
ser.

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Intertextualidad
Las obras literarias están escritas por un autor formado a partir de lecturas y relatos que
conformaron su universo literario, y con frecuencia pueden reconocerse en las obras ecos
de otras lecturas preexistentes.
Se llama intertextualidad a la relación que se establece entre dos textos a partir de la
inclusión de uno en otro. La referencia puede estar hecha en forma de cita O de alusión, o
bien puede estar dada por la presencia de un personaje o de una situación ya presentada
en otro texto, o por la cita de un fragmento de la obra.
El reconocimiento de la intertextualidad está en relación directa con la competencia cultural
e ideológica de los receptores. Su decodificación es más fácil cuanto más estereotipado y
"universal" es el enunciado aludido o citado.

FRANKENSTEIN O EL MODERNO PROMETEO de Mary Shelley (Adaptación)


A fines del siglo XVIII, el joven doctor Víctor Frankenstein se
fascina con las fantasías de los antiguos sabios y escritores.
Sueña con desterrar la enfermedad y el deterioro progresivo del
cuerpo humano. Sueña con un cuerpo perfecto, invulnerable.
Para eso estudia fisiología y anatomía, y observa las leyes de la
naturaleza v la física. Comprende que para examinar las causas
de la vida y la enfermedad necesita familiarizarse con la muerte.
Así recorre cementerios, criptas y osarios. ¿Cuál seré el fin de
todo ese material cadavérico? ¿Será capaz de dotarlo de vida?
¿Cuáles serán las consecuencias de esta ambición y de este
deseo de dominio?
ED: Ríos de tinta
Año: 1818 – 2011
Pág.: 100

EX MACHINA (Película)
Nathan, un programador multimillonario con fama de reclusivo,
selecciona a Caleb, un joven empleado de su empresa, para que
pase una semana con él en un lugar remoto en las montañas con el
objetivo de que participe en un test en el que está involucrada su
última creación: Ava, un robot-mujer en el que inteligencia artificial
lo es todo.
Año: 2014
Duración: 1h 50m
Plataforma: HBO Max

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