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Aspectos clave para elaborar un ensayo.

El capítulo aborda la evaluación de la escritura académica desde una


perspectiva constructivista, donde se destaca la evaluación auténtica como
apoyo al aprendizaje. Se propone una evaluación situada que refleje los logros
reales de los estudiantes, más allá de la mera calificación. Se discuten
metodologías como el uso de rúbricas, portafolios y consignas para evaluar la
escritura en la educación superior.

Se fomenta una evaluación centrada en el estudiante y una variedad de


enfoques de instrucción-evaluación, enfatizando la importancia de evaluar el
proceso de escritura y no solo los resultados.

Para escribir un ensayo de manera efectiva, es necesario seguir algunos


principios fundamentales que aseguren la calidad del contenido y la estructura
del texto. Primero, es fundamental comprender el propósito del ensayo, la
audiencia a la que se dirige y el contexto comunicativo. Además, se debe tener
en cuenta que un texto académico efectivo no solo busca informar o convencer,
sino también ser bien evaluado por el profesor, lo que implica considerar las
condiciones específicas de la situación de comunicación en la que se presenta
el ensayo.

En cuanto a la escritura en sí, el ensayo debe ser coherente, cohesivo, libre de


ambigüedades e información innecesaria, y sigue la estructura del género
discursivo. Además, es crucial mantener una estructura de párrafos que sea
comprensible para el lector, evitando la repetición y la redundancia, y evitando
el uso de expresiones que despersonalicen la información. Además, es
esencial mostrar objetividad y prudencia en las afirmaciones, apoyarse en
ideas y citas de autoridad.

Sin embargo, la planificación del ensayo debe incluir una estructura


organizativa clara, donde se definan los objetivos del texto y se establezcan
lineamientos generales sobre la estructura que se quiere dar al texto.

¿Qué dicen las investigaciones sobre la evaluación de la escritura?

La evaluación auténtica, que se basa en un enfoque constructivista y busca


reflejar los logros reales de los estudiantes en contextos situados, es el centro
de las investigaciones sobre la evaluación de la escritura. Trascender las
calificaciones y convertirse en una herramienta para controlar el aprendizaje y
mejorar las habilidades de comprensión situada y escritura, la evaluación de la
escritura se considera un apoyo a la construcción personal del aprendizaje del
alumno. La evaluación auténtica alienta a los estudiantes a asumir la
responsabilidad de su propio aprendizaje a través de la producción escrita,
centrando su atención en el proceso de escritura en lugar de en los resultados.

Además, los estudios sugieren que la evaluación auténtica busca una


evaluación alternativa, realizada en contextos situados, que busca evidencia y
experiencias reales de los estudiantes en relación con los aprendizajes
presentados en las materias. Además, esta forma de evaluación reconoce la
escritura como un componente esencial de la enseñanza y el aprendizaje, y se
enfoca en controlar el aprendizaje y mejorar la comprensión del fenómeno de la
escritura y sus habilidades.

La evaluación del proceso de escritura como herramienta de aprendizaje.

Para comprender y mejorar la calidad de los textos académicos, es esencial


evaluar el proceso de escritura como herramienta de aprendizaje. La escritura
implica un proceso reflexivo y planificado que se adapta al lector, la situación y
los propósitos del texto, lo que significa que es más que la simple creación de
un producto terminado. Se enfatiza la importancia de evaluar no solo los
resultados finales, sino también cada fase relevante del proceso de escritura, lo
que permite una comprensión más profunda y una mejora continua en las
habilidades de escritura de los estudiantes.

¿Cómo abordar la evaluación de los textos escritos En la práctica


docente? Algunas propuestas

Es posible utilizar una variedad de técnicas y enfoques para abordar la


evaluación de textos escritos en la práctica docente. Una propuesta es evaluar
el proceso de escritura y las diversas dimensiones. Se pueden utilizar métodos
como diagnosticar antes de la actividad, motivar el inicio de la escritura,
reflexionar sobre el tema, planificar el texto, hacer seguimiento, retroalimentar,
fomentar la evaluación entre pares y revisar el texto final. Estas técnicas hacen
posible una evaluación completa que toma en cuenta desde el inicio hasta el
resultado final del proceso de escritura.

Más allá de las rúbricas para evaluar la escritura.

El modelo de evaluación de la escritura Dynamic Criteria Mapping, propuesto


por el profesor Bob Broad, destaca la importancia de monitorear los procesos
de escritura mediante la elaboración y revisión de portafolios, en lugar de
depender de rúbricas cuantitativas. Este método fomenta la colaboración entre
coordinadores, instructores y estudiantes, lo que contribuye a un ambiente de
crecimiento profesional. Además, la equidad de los juicios ha mejorado con la
participación de profesores externos en las evaluaciones. Este sistema integra
elementos como la invención, la redacción, la colaboración, la investigación y la
revisión para promover las mejores prácticas en la enseñanza de la escritura.
Por otro lado, es importante tener en cuenta varios perfiles de escritores, como
el “perfil puzle” y el “perfil caos”, al evaluar la escritura de estudiantes
universitarios. El “perfil caos” se caracteriza por la falta de regularidades en el
proceso de escritura, mientras que el “perfil puzle” se refiere a aquellos
escritores que ven la escritura como un proceso de ensamblar piezas de
información de manera significativa. Mejorar la escritura significa tener claridad
sobre el propósito de la escritura, el contexto comunicativo y la estructura del
texto, lo que facilita la selección y organización de información de manera
coherente y significativa.

Las rúbricas, también conocidas como matrices de verificación, son esenciales


para la evaluación de la escritura. Permiten establecer estándares de
evaluación claros y especificar los niveles de desempeño esperados. Las
rúbricas fomentan una evaluación centrada en el aprendizaje y el desarrollo
debido a que son transparentes y intercambiables entre maestros y
estudiantes.

La actividad de escritura y sus consignas.

La actividad de escritura y sus consignas son cruciales para la evaluación de


los estudiantes universitarios. Planificar consignas e instrucciones que generen
un alto nivel de desafío cognitivo y motiven a los estudiantes a reflexionar y
profundizar en el tema es crucial. Por ejemplo, es mejor que los estudiantes se
enfrenten a problemas reales y actuales que los motiven a pensar y encontrar
soluciones en lugar de solo realizar tareas reproductivas. De esta manera, se
fomenta un aprendizaje más profundo y una escritura más significativa.

Por último, pero no menos importante, una evaluación verdadera de la escritura


académica basada en enfoques constructivistas no solo permite mostrar los
logros reales de los estudiantes, sino que también fomenta un aprendizaje
significativo y el desarrollo de habilidades de escritura situadas. La evaluación
se convierte en una herramienta poderosa para mejorar la comprensión y la
calidad de los textos académicos al concentrarse en el proceso de escritura.
Una evaluación integral que promueve el crecimiento continuo de los
estudiantes como escritores competentes y reflexivos se garantiza mediante el
uso de enfoques inclusivos y diversos en la práctica docente.

Natale, L., & Stagnaro, D. (2018). ¿Cómo evaluar la escritura de los


estudiantes Universitarios? De la calificación a la evaluación auténtica y de
proceso. En L. Natale & D. Stagnaro *La lectura y la escritura en las disciplinas.
Lineamientos para su enseñanza* (201-217). Editorial.

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