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Metodología de la Investigación

Trabajo Práctico Individual

Estándares de belleza y redes


sociales: Instagram y su impacto
negativo en la concepción de la
belleza de las mujeres
adolescentes.

 Alumna: Juan Wenceslao Valdéz


 C.I: 7.011.752
 Docente: Abg. Viviana Edith Llano Estigarribia.

Primer Semestre – Segunda Cátedra- Turno Tarde

Asunción-Paraguay-2.024.-
Introducción
La presente investigación trata dos temas que están estrechamente relacionados: las
redes sociales y el ideal de belleza. Asimismo, las redes sociales son una herramienta
digital donde los usuarios crean contenido y lo comparten con su público. Por ende, el
ideal de belleza es un constructo social asociado a las características físicas establecidas
que se deben alcanzar y mantener. Ambos conceptos están estrechamente vinculados,
dado que mediante las redes sociales se establecen los cánones de belleza.
En la actualidad, los canones de belleza que antaño persistían durante siglos pasan a
renovarse cada pocos años, haciendo de su alcance una tarea dificultosa y temporal, sino
imposible. El papel de las redes sociales como difusoras del canon de belleza las
convierte en herramientas con un fuerte poder de influencia, especialmente sobre
mujeres adolescentes.
Instagram destaca como la red social por excelencia para la publicación de imágenes,
por la disponibilidad de filtros que alteran la apariencia, y por la presencia de contenido
donde el aspecto ha sido editado. Consecuentemente, se conceptualiza Instagram como
herramienta divulgadora del canon de belleza, y promotora de la comercialización de la
imagen. Por ello, el objetivo principal de esta investigación es aproximarse al impacto
negativo que tienen los canones de belleza divulgados a través de Instagram en la
autopercepción corporal de las mujeres adolescentes y su concepción de la belleza.
Conceptualización y alcance del tema.
El presente estudio está enfocado en adolescentes de género femenino, los cuales están
dentro de un rango de edad desde los 10 años hasta los 19 años en el contexto
americano.
Mediante el desarrollo de esta indagación se pretende aportar a la base teórica sobre el
impacto de las redes sociales en la imagen corporal del adolescente, para generar
consciencia y resaltar la seriedad e importancia de la intervención en la población
adolescente, pues la exploración de redes sociales comienza entre las edades de 10 a 12
años (Tomasz, 2016) y según Anderson y Jingjing (2018) aproximadamente 95% de los
adolescentes posee un teléfono inteligente, ello es muy común incluso ante diferencias
como género, etnias y antecedentes socioeconómicos.
Planteamiento del problema
La adolescencia es un época de muchos cambios físicos, sociales y psicológicos que
están llenos de dudas, miedos y ansiedades. En esta etapa de transición los adolescentes
tratan de entenderse a sí mismos, descubrir sus intereses, cualidades y defectos. La
formación de la autoestima y el concepto de la imagen corporal son una dimensión
importante de esta etapa de la vida. Debido a que están construyendo su autoimagen,
exploran sus cambios corporales y analizan las posibilidades que les ofrece su entorno para
mejorar su apariencia: ropa, peinados, maquillaje.

Con el auge de las redes sociales en las que prevalece la imagen tales como instagram,
facebook y la más reciente tik tok, los influencers representan el nuevo estándar de
belleza con el cual los adolescentes se comparan constantemente. El ideal de belleza
ahora está determinado por lo que ven en las redes sociales. En las redes encontramos
gente “común y corriente” con cuerpos esculturales, piel envidiable, cabellos largos y
sedosos, bronceados perfectos y, sobre todo, parecen ser felices y exitosos.

La existencia de este ideal de belleza, establecido y compartido socialmente, supone una


presión significativa para las personas en general y, especialmente, para los
adolescentes, quienes se encuentran en la etapa de integración de su imagen corporal.
Muchos utilizan los perfiles de estos llamados influencers para soñar con ser más
delgados, musculosos, bellos o populares. Siendo el internet y las redes sociales el
hábitat de los adolescentes, ya que nacieron en esta era digital, estas se convierten en
ventanas abiertas que los introducen a cualquier tipo de contenidos que no
necesariamente son convenientes para su salud mental o física.

El afán por una imagen ideal de perfección corporal puede resultar en comportamientos
nocivos al tratar de ajustarse a ese estándar, que se se convierte en una obligación a
cumplir para ser aceptado y apreciado por sus pares. No cabe duda de que la alta
exposición a las tendencias en las redes sociales los hace crear un ideal de belleza
efimero e imaginario que, al no corresponder con la realidad, causa insatisfacción con
su propia imagen.
Objetivos de la Investigación
Objetivo general:
 Investigar el impacto negativo que tienen los canones de belleza divulgados a
través de Instagram en la autopercepción corporal de las mujeres jóvenes y en su
concepción de la belleza.
Objetivos específicos:
 Explorar la popularización del uso de filtros y retoques fotográficos en
Instagram.
 Evaluar los filtros embellecedores y edición de Instagram como favorecedores
de la alienación de la autoimagen.
 Sopesar Instagram como elemento participante de la huella del canon de belleza
en la salud mental.
Metodologia.
En cuanto al tipo de investigación, esta presentará una naturaleza diversa,
correspondiente al alcance de los objetivos: un carácter eminentemente descriptivo en
cuanto a los antecedentes y bibliografía previa, recogidos en un marco teórico que
expondrá los múltiples hallazgos en relación al imaginario de belleza y redes sociales;
de carácter exploratorio en relación a la población de estudio; y de carácter explicativo
en cuanto a la relación existente entre algunas de las dimensiones del fenómeno,
pretendiendo un razonamiento de las causas de dicho nexo. Finalmente, y desde un
punto de vista global, podemos hablar de una investigación plenamente deductiva, pues
aunque se trate de un contexto donde la problemática aún no ha sido estudiada la
pretensión última es verificar un fenómeno del cual ya existen investigaciones previas y
datos al respecto, recogidos a continuación en el marco teórico del estudio.
Justificación
La presente investigación se enfocará en el estudio de la influencia de las redes sociales
en los nuevos estándares de belleza, ya que, debido a los recientes cambios en la “era
digital”, el comportamiento de las personas, principalmente el de las mujeres
adolescentes, se ha visto modificado y afectado.. Este trabajo permitirá mostrar qué tipo
de modificaciones ha desarrollado este grupo afectado para adaptarse a las nuevas
condiciones de las nuevas tecnologías. Además, ofrecerá una mirada integral sobre el
daño mental y social producido por el incentivo en los medios de comunicación a fin de
colaborar con la concientización
Marco Teórico
 La Imagen Corporal
En el siglo XX, se puso de manifiesto por primera vez la importancia de conocer el
significado de una alteración de la imagen corporal en consecuencia del estudio de
pacientes anoréxicas, a partir de ese momento se adquirió conciencia en el mundo
acerca de la necesidad de definir qué es la imagen corporal.
La imagen corporal, definida por Grogan hace referencia a aquellas percepciones,
pensamientos y sentimientos que una persona posee acerca de su cuerpo. Por lo tanto,
las alteraciones en la imagen corporal serían el resultado de una perturbación cognitiva
o perceptual del cuerpo (Grogan 1999, citado en Mahon y Hevey, 2021).
Así también, Banfield y McCabe (2002) definen a la imagen corporal como una
representación mental que poseen las personas referido a su propio cuerpo en cuanto a
su forma y tamaño, la cual se ve influida por una serie de factores, ya sea históricos,
culturales, sociales, individuales y biológicos (citado en Ramírez, 2018).
Por su parte, Cuervo (2016) propone que la imagen corporal encuentra su definición al
analizar los términos de forma independiente, tomando en consideración ambas
palabras, llega a la semántica de imagen corporal, la cual es la representación del
cuerpo; es decir la manera en la que las personas se ven a sí mismas físicamente.
 Componentes de la imagen corporal
Existen diversos componentes para estudiar la imagen corporal (Rosen, 1997, citado en
Albornoz, 2018) los cuales son los siguientes:
● La percepción del cuerpo, se refiere a la parte física, la estimación del tamaño y la
forma del mismo.
● Los aspectos cognitivos y emocionales, tales como creencias y preocupaciones (su
intensidad, frecuencia y duración), el malestar que estos originan y el grado de
convicción sobre ellos, el esfuerzo para controlar el pensamiento.
● Aspectos conductuales, evaluar si existe la evitación hacia su propia imagen, el
camuflaje o rituales.
● Otros problemas psicológicos, así como si la persona presenta un episodio de
depresión, trastornos de alimentación, disfunciones sexuales, ansiedad social, etc.
● Dimensiones de personalidad, niveles de adaptación global que posee la persona, su
autoestima y habilidades sociales.
Por otro lado, en investigaciones más actuales se encuentra que la imagen corporal se ve
constituida por cuatro componentes primordiales, tales como el componente perceptual,
el cual se refiere a cómo el individuo percibe su cuerpo de forma general o cada parte de
este; el componente cognitivo, que hace referencia a las valoraciones que realiza la
persona con respecto al cuerpo o una parte específica del mismo, el componente
afectivo, que contempla los sentimientos o actitudes que experimenta el individuo en
relación a su cuerpo y el componente conductual, donde se expresan ciertas acciones o
comportamientos en base a la percepción y valoración, que presenta el sujeto de su
propio cuerpo.
 La Teoría de la Comparación Social
Festinger propone en 1954 una teoría acerca de la comparación social, esta se refiere al
proceso a través del cual las personas se evalúan a sí mismas y a los demás en relación a
sus habilidades, atributos y logros, ya que ello es útil para dar sentido al contexto social
en que se encuentran. El autor resalta que los seres humanos realizan estas
comparaciones para así tener una valoración precisa de lo que poseen, es decir saber si
sus habilidades o características son correctas y así conectan con el comportamiento
social. Tales evaluaciones deben tener un referente similar para darles estabilidad o
certeza (Alcaraz, 2017).
De acuerdo a la teoría de comparación social, existen dos tipos de comparaciones según
él tipo de personas con la que nos comparamos (Huamani, 2018):
• Comparación social ascendente: si la persona se compara con otra que esté en buena
posición y tiene menos problemas y mayor éxito, ello desencadena una sensación de
inferioridad y baja autoestima.
• Comparación social descendente: Se da cuando una persona se compara con alguien
que está en una mala condición, por lo cual le genera una sensación agradable y
aumenta su autoestima pues siente que le va mejor que al resto.
 La Teoría de Cultivo
Fue desarrollada por George Gerbner en la década de 1960, el desarrollo teórico de
dicha propuesta se focaliza en el poder de la televisión, ya que considera que en aquella
época ese era el medio más influyente en cuanto al relato de historias y llegaba a
«cultivar» valores y creencias en la audiencia, los cuales eran reforzados dependiendo
de la cantidad de tiempo que veían televisión (Torres, 2018).
El cultivo entonces se entiende como una contribución de la televisión a los juicios que
los individuos forman del entorno social externo luego de una exposición a largo plazo,
sistemática, acumulativa de contenidos repetitivos y unificados. La televisión se
convierte en la fuente de cultural para diversas poblaciones y va modelando a su público
de forma intencional con discursos directos y no intencional, mediante el
entretenimiento; todo ello configura en los receptores una percepción acerca de las
realidades sociales (Torres, 2018).
En esta misma línea, más adelante se amplió el entendimiento del planteamiento de
Gerbner y se distinguieron nuevos conceptos tales como el mainstream (corriente más
popular o dominante), resonancia (transmisiones que confirman alguna experiencia
personal vivenciada por el espectador) y para comparar las creencias de espectadores,
grados de baja, media o alta exposición a la televisión. En dichos rangos, los
espectadores de alta exposición, presentarían un mundo cognitivo dominado por la
televisión, pues poseen en su memoria más hechos e imágenes derivadas de la televisión
que no se suelen cuestionar, en comparación a los otros niveles (Torres, 2018).
Con la finalidad de solidificar su teoría, el autor se empeñó en realizar un análisis de los
mensajes en la programación televisiva, específicamente tomando en cuenta el rango de
horario con mayor audiencia o público, en él se presentaban series, comedias, películas,
dibujos animados, entre otros. Luego de procesar tal información, desarrolló el análisis
del cultivo, es decir se recogieron, mediante una serie de encuestas, las concepciones de
las personas que veían el prime time, acerca de la realidad social que los rodeaba y se
relacionaron con algunos de los elementos y mensajes intencionales o no intencionales
más frecuentes transmitidos por la televisión. Los resultados obtenidos confirmaron las
hipótesis de la teoría de Gerbner, la televisión es un medio poderoso, que pues moldea
la cultura al simplemente ir recordando o alimentando una y otra vez cierta información
o lecciones que penetran la mente de las personas (Martin, 2013).

 La Teoría de la Cognición Social de Bandura


Albert Bandura propone una teoría de aprendizaje en el año 1994, la cual sostiene que
las personas basan su conducta en otras anteriormente observadas, es decir mediante
una experiencia vicaria. Dicha forma de aprender nos permite tener un repertorio de
conductas inspiradas en modelos o referentes como nuestros pares cercanos, los padres,
personajes públicos, etc. El individuo observa con detenimiento, memoriza y evaluar
que recompensa se lleva en caso de que opte por actuar de cierto modo (Ladera, 2016).
La evaluación del resultado es un aspecto muy importante dentro de la teoría de
Bandura, ya que la distingue de otras propuestas al resaltar la relevancia del
procesamiento cognitivo de la conducta humana. Es decir, explica que no solo se trata
de reproducir lo observado, si no de que al recordar las escenas donde aparece el
modelo, también se toma en cuenta qué sucedió luego se la acción, cómo respondió el
ambiente ante ello y la narrativa interna sobre si nos
conviene reproducirlo o que podríamos cambiar algo para mejorar el desenlace (Casas,
2018).
Un experimento importante para comprender esta teoría fue “el muñeco Bobo” (Jara,
Olivera, Yerrén, 2018), en el cual se utilizaron tres grupos de infantes: dos grupos
experimentales y un grupo control. El primer grupo se dividió para observar a un
hombre o una mujer realizando conductas violentas hacia el muñeco bobo; el grupo dos
observó un modelo no agresivo interactuando con tal muñeco; mientras que al tercero
solo se le presentaba el mismo muñeco sin una observación previa. Finalmente, tras de
ver las reacciones de cada grupo, Bandura señaló lo siguiente:
• El grupo que observó al modelo violento tenían mayor probabilidad de actuar con
agresividad al estar frente al muñeco bobo.
• Los niños reproducían físicamente conductas mas violentas que las niñas, pero en
cuanto a lo verbal no se notaban diferencias.
• Además, cuando el modelo era mujer solía ser mas imitado por las niñas.
Existen 4 procesos que se distinguieron en esta teoría de aprendizaje social:
1. Atención: Es fundamental que el aprendiz esté centrado en el modelo, ya que si
surgen otros distractores en el ambiente puede interrumpir el aprendizaje.
2. Retención: El almacenamiento de lo observado es otro aspecto clave para poder
replicar la conducta en otro momento.
3. Reproducción: Es la ejecución de la conducta observada, sin embargo, es vital
reconocer que no toda conducta puede realizase de forma inmediata si no que requiere
de la capacidad motora adecuada y por ende repeticiones constantes.
4. Motivación: Hace referencia a la necesidad de reforzadores luego de darse la
conducta, usualmente el aprendiz se guía de lo conseguido por el modelo inicial y
pretende obtener la misma recompensa.
 Adolescencia como etapa vital
Si bien no existe mucho consenso con respecto a cuándo comienza y finaliza la
adolescencia, su inicio se asocia generalmente a fenómenos biológicos como la pubertad
y su término a hitos psicosociales como la adopción de los roles y las responsabilidades
de la adultez. De todas formas, de acuerdo al crecimiento y desarrollo biopsicosocial de
las diversas personas, hay una gran variabilidad individual con respecto a las edades en
la que ambos sucesos se producen, lo cual es resultado de los momentos vitales previos,
los factores biológicos inherentes a esta etapa (los cambios hormonales y el desarrollo
puberal y cerebral) y la influencia de los múltiples determinantes sociales y culturales.
La adolescencia temprana se identifica por los cambios físicos de la pubertad y la
búsqueda cada vez más frecuente de los amigos; la media, por los cambios psicológicos,
la construcción de lo identitario y la independencia de los padres; y la tardía, por el
comienzo del sentimiento de comodidad con sus cuerpos, la aceptación para terminar de
definir la identidad, el aumento de la preocupación por el futuro y las decisiones, y la
elección de relaciones individuales o de grupos más pequeños por sobre los grupos
grandes (UNICEF Uruguay, 2020).
La tarea central de la adolescencia es la búsqueda de identidad, la cual hace a la persona
diferente de su familia, sus pares y el resto de los seres humanos. El alcanzarla
involucra varios aspectos: la aceptación del propio cuerpo, el conocimiento objetivo y el
asentamiento de la propia personalidad, la identidad sexual y vocacional, y la ideología
personal (filosofía de vida) con sus valores propios (identidad moral). Ahora ¿cómo se
logra este autoconocimiento? A través de un proceso activo de búsqueda en el que es
necesario que el adolescente distinga quién es de verdad y quién desea ser, haciéndose
cargo tanto de sus potencialidades como de sus limitaciones y experimentando con
diferentes conductas, estilos y grupos de pares.
Es importante destacar que un elemento central de la identidad personal es el
autoconcepto o autoconocimiento, que inevitablemente conlleva las connotaciones
valorativas que forman la autoestima. Cómo se siente, cómo se valora y cómo se piensa
a sí mismo el adolescente son factores decisivos en la construcción identitaria, de la
misma manera que lo es el reconocimiento de las personas que son significativas para él
–adultos o compañeros–, viéndose dificultado el alcance de un buen concepto de sí
mismos y una positiva autoestima cuando falta esta aceptación social.
Otra tarea del desarrollo adolescente es el logro de la autonomía, la cual se alcanza
cuando el joven llega a ser emocionalmente independiente de sus padres. Esto requiere
que se vaya separando progresivamente de su familia de origen mientras va
estableciendo lazos emocionales (de amistad y/o pareja) con personas de su misma
edad, pasando el centro de gravedad emocional de la familia al grupo de pares. A su vez,
también debe adquirir destrezas vocacionales y/o laborales que le permitan avanzar en
el camino que lo llevará a hacerse autosuficiente financieramente. De esta manera, si
hacia el término de la adolescencia esto se ha logrado, el adolescente logrará su
autonomía psicológica (sentido de sí mismo que permite tomar decisiones y tener
responsabilidades adultas) y, dependiendo de las circunstancias, su independencia física
(capacidad de dejar a la familia y ganarse el propio sustento).
En la misma línea, la adolescencia también se caracteriza por el desarrollo de la
competencia emocional (capacidad de manejar y autorregular las emociones) y social
(habilidad para relacionarse efectivamente con otros). Con respecto a las emociones, es
común que aparezcan fluctuaciones del ánimo y la conducta, una tendencia a magnificar
la situación personal, una propensión a la impulsividad y una necesidad de privacidad.
Por su parte, las relaciones con pares, además de facilitar la autonomía, contribuyen al
bienestar y al desarrollo psicosocial; influyen en el proceso de búsqueda y consolidación
de la identidad; amplían la perspectiva de las costumbres y normas sociales; proveen el
contexto para el ejercicio de destrezas y la satisfacción de necesidades interpersonales
de intimidad, validación mutua y/o pareja; y pueden servir como protectoras del
desarrollo de problemas psicológicos por experiencias vitales estresantes).
Como esta etapa de la vida implica el intento de distanciarse de la familia sin estar
verdaderamente comprometido ni reconocido socialmente, el grupo constituye un medio
de vida privilegiado y necesario para que se dé un desarrollo armónico y
particularmente cargado desde el punto de vista afectivo. Así, la inserción del
adolescente en diversos grupos de pares –lo que implica la interacción con compañeros
en las mismas condiciones generacionales, educativas y/o culturales–, contribuye a que
su desarrollo personal se enfoque hacia determinadas características con respecto a su
persona, a la idea de sí mismo y a la manera en que interpreta la realidad que lo rodea.
A su vez, como otra tarea adolescente, encontramos el desarrollo sexual, que se vincula
con la aceptación de los cambios corporales y la imagen corporal, el establecimiento de
la identidad sexual y la inclinación hacia relaciones de pareja, cuestiones que,
frecuentemente, implican la aparición de preocupaciones por el cuerpo y sus
modificaciones, inseguridades respecto de su apariencia y atractivo, y comparaciones
con los cuerpos de otros jóvenes y los estereotipos culturales.
 Redes Sociales.
Primeramente, es fundamental contextualizar cómo surgieron las redes sociales. En
1971 se envió el primer correo electrónico, haciendo que usuarios de diferentes partes
del mundo estuvieran en contacto. Con el paso de los años, en 1991, se hizo pública la
red de Internet global (World Wide Web), abriendo paso a la primera red social
SixDegrees (1997), que conectaba con cualquier persona del mundo en tan solo 6 pasos.
Gracias a ello, se abrieron paso más redes sociales a principios del 2000, como
Friendster, MySpace y LinkedIn. Poco a poco se fueron creando las redes sociales más
famosas hasta la actualidad: Facebook (2004), seguido de YouTube (2005), Twitter
(2006), WhatsApp (2009), Instagram (2010), Pinterest (2010), Twitch (2011) y Tik Tok
(2016). Todas ellas se han convertido en una parte imprescindible en la vida cotidiana
de las personas.
En segundo lugar, es fundamental conocer la definición de las redes sociales: “es un
espacio digital en el que personas, entidades y marcas pueden crear una red de contactos
e interactuar”. De manera que la función principal es relacionarse, intercambiar y
dialogar. Esta relación y/o comunicación bidireccional se realiza publicando contenido,
que puede variar según la red social (imágenes, audios, vídeos, etc.), teniendo como fin
alcanzar el máximo número de personas con las que crear un vínculo. Asimismo, una
red social tiene que poseer las siguientes características: ser una red de contactos, tener
un perfil y que permita interactuar con los demás usuarios (compartir, comentar,
publicar, etc.). Por otra parte, al existir tantas redes sociales, el uso y las funciones que
se le pueden dar puede variar: estar en contacto con amigos/as, ver eventos en directo,
informarse sobre las noticias más actuales, entretenimiento, compartir opiniones,
conocer gente nueva, seguir a marcas o gente famosa, mantener una conversación,
compartir fotos o vídeos, informarnos sobre productos, etc.
Es importante señalar que en el año 2020 la pandemia COVID-19 tuvo un gran impacto
en las redes sociales, puesto que impulsó e incrementó el uso de dispositivos con
conexión a Internet entre los menores. Los datos dicen que los/as jóvenes de 15 y 16
años son los mayores consumidores de dispositivos con acceso a Internet y, entre 10 y
15 años, usan habitualmente teléfonos, tabletas, ordenadores u otros dispositivos
conectados a la red. Asimismo, los/as menores se relacionan entre ellos y ellas mediante
el uso de las redes sociales, plataformas y aplicaciones (ONTSI, 2022b, p. 6).
Es fundamental entender que los niños y niñas desde que son muy pequeños/as están
expuestos a estímulos constantes de comunicación y conexión digital, haciendo que
crezca su capacidad de utilizar la digitalización, convirtiéndose en parte de sus vidas.
Además, según UNICEF, si los/as menores están conectados/as a las redes sociales, es
para que sus opiniones sean escuchadas mediante vídeos, blogs, dibujos, revistas, redes
sociales, hashtags, podcast, etc. (UNICEF, 2017, p. 12).
Existen muchas redes sociales donde menores y jóvenes pasan mucho tiempo y utilizan
cada día, entre ellas destacan WhatsApp (94,5%), Facebook (81,4%), YouTube (71,1%),
Instagram (68,1%) y Tik Tok (26,5%). La primera es la más utilizada y a la que más
tiempo se le dedica (más de una hora diaria) y, la última, ocupa un cuarto lugar de uso
entre los y las menores de 25 años (ONTSI, 2022a, pp. 13-14).
Del mismo modo, en el tiempo de uso diario de más de 4 horas predominan las redes
sociales tales como: WhatsApp (10,4%), Tik Tok (9,5%), Tinder (8,7%) e Instagram
(8,5%). Entre 2 y 4 horas se posicionan: Spotify (17,9%), Instagram (14,8%),
WhatsApp (13,5%), Discord (13,3%), Facebook (12,8%) y Tik Tok (12,2%). Por
último, entre 1 y 2 horas se encuentran: Spotify (33,5%), Youtube (28,9%), Tik Tok
(28,2%), WhatsApp (26%), Facebook (25,8%) e Instagram (25,4%). Por lo tanto, se
puede llegar a la conclusión de que las redes sociales más absorbentes y donde más
horas de uso se emplean son WhatsApp, Tik Tok, Instagram, Facebook y Spotify.
El uso de estas redes sociales aumenta la posibilidad de tener una vida digital donde las
personas que la utilizan se ven con la libertad de cambiar o no su comportamiento. Es
decir, cada usuario/a elige si quiere modificar o no su personalidad en la red, haciendo
que casi un 20% de las personas que navegan en Internet se sientan identificados/as y
con la libertad de comportarse de una forma diferente en las redes sociales, el cual
permite llegar al insulto con mayor facilidad.
 Ideal de Belleza
Según la RAE, el significado de “bello/a”, es aquello que, “por la perfección de sus
formas, complace a la vista o al oído y, por extensión, al espíritu” (Real Academia
Española, s. f.a). Por otro lado, “ideal” se define como “modelo perfecto que sirve de
norma en cualquier dominio” (Real Academia Española, s. f.c). Por lo tanto, la belleza
ideal sería aquella que está regida por un modelo, en este caso el que dicta la sociedad,
que despierta un sentimiento por su perfección.
La palabra canon proviene del griego kanon, que significa regla. Es decir, es un término
que designa normas o modelos concretos, criterios y ataduras de las que no está exenta
la belleza. Si el concepto de canon hace referencia a un modelo de características
perfectas, el canon de belleza es el conjunto de rasgos y propiedades que una
determinada sociedad considera como convencionalmente bello, atractivo o deseable, ya
sea en lo referente a personas u objetos.
A lo largo de la historia, el ser humano ha modificado muchas veces y de muchas
maneras el concepto de belleza, a pesar de que nuestro aspecto, se ha mantenido
semejante, si no igual, desde hace más de cuatro mil años. Estas modificaciones siempre
han respondido a razones de carácter social y/o económico, pero si analizamos los
cánones a lo largo de la historia, veremos que su durabilidad ha cambiado drásticamente
si la comparamos con la era actual.
El ideal de belleza siempre cambia con el paso de los años, sin embargo, la obsesión por
alcanzar la belleza se ha mantenido en el tiempo y así lo vemos si analizamos la
historia. Ahora bien, han sido los medios de comunicación de masa que aparecen a
mediados del siglo XX los que han hecho que la delgadez asociada a la belleza se haya
estandarizado como ideal de belleza en el mundo occidental. Con respecto a esto hay
que señalar que, en los años 50, la publicidad convirtió a la mujer en un accesorio más
de sus exitosos maridos y, en los años 70, se asentó definitivamente la delgadez como el
ideal de belleza mediante la publicidad y el cine. A raíz de esto se popularizó la venta de
las básculas de baño y los espejos de cuerpo entero, trastocando los ideales de belleza y
convirtiéndose en una pesadilla para las mujeres occidentales, viéndose forzadas a
perder peso.
Todas estas cuestiones y el impacto que tienen ha hecho que surja un concepto que
resulta fundamental para este trabajo que es el de la violencia estética. Esta se puede
definir de la siguiente manera: “la presión social para cumplir un determinado prototipo
estético a toda costa, incluso cuando alcanzarlo supone algún riesgo para la salud mental
y física de la persona”. Por ejemplo, hace unos años se seguía el canon de belleza que
estuviera estipulado en la televisión, en las modelos y en las actrices. Pero actualmente,
las redes sociales están continuamente enseñando cómo debemos ser físicamente, sin
importar el coste. De esta manera, este tipo de violencia es ejercida usando las redes
sociales como herramienta transmisora de patrones normativos que inciden en el
autoconcepto, y alcanzar los márgenes establecidos genera un mayor uso de las mismas
para mantener la actualidad sobre las corrientes modernas de estética.
Es fácil constatar que en la sociedad occidental actual continúa existiendo un ideal de
belleza caracterizado por un cuerpo sin imperfecciones, siendo este esbelto, bello y
delgado. Dicho estereotipo hace que las personas que no tengan estas características
deseen y necesiten alcanzarlas, pudiendo provocar riesgos para su propia salud. Esto
está creando una etapa en la que la sociedad le otorga un significado y un valor al
cuerpo, haciendo que este se convierta en un objeto.
Aunque la belleza no es universal, en cada cultura se tiene una idea de belleza
totalmente diferente, en occidente se pretende que estos ideales de belleza femeninos
partan de un único modelo de mujer ideal. Esto forma una competición entre las
mujeres, como se mencionaba anteriormente: ser bella para tener una pareja.
Esta situación, como se ha comentado, se está viendo agravada en estos momentos
porque a través de la publicidad o de las redes sociales llega excesiva información
visual, en este caso, imágenes que se quedan en nuestro cerebro de forma inconsciente,
creando una percepción del entorno. Muchas veces, esa información se queda
almacenada en nuestro cerebro, influyendo en nuestras decisiones y afectando a los
procesos cognitivos de control. Es por ello que el ideal de belleza prescribe una
conducta, asociando un juicio de valor a una imagen determinada.
Aquí entran en juego los estereotipos. Un estereotipo es una “imagen o idea aceptada
comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable” (Real Academia
Española, s. f.b). Asimismo, el estereotipo marcado y normalizado por la sociedad es el
que cumple las siguientes características: ojos grandes, cejas marcadas y elevadas, nariz
pequeña y respingona, cuerpo delgado, etc.
Estas son las características que se presuponen ante el estereotipo de belleza ideal, que
inconscientemente, puede estar ligado con otras cualidades como: éxito, talento,
perfeccionismo, saludable... Es decir, si una persona cumple con este estereotipo, es
posible que se le asignen estas cualidades o similares, dado que es aquello que se
considera “ideal”. Por otra parte, esto puede suponer un problema en la autoestima y en
la inconformidad con el aspecto físico del individuo si no alcanza todas las
características mencionadas.
Son estos estereotipos los que derivan a una baja autoestima e inconformidad,
vinculándose estrechamente con el orden social que establece las medidas de belleza,
así como las formas de concebir la misma a través de un aspecto físico estándar y casi
imposible de alcanzar. Es el mercado el que necesita de estas inconformidades e
inseguridades para poder seguir promoviendo y vendiendo productos de belleza, con el
fin de lucrarse y seguir creando día a día más culto al cuerpo. Por lo tanto, la difusión e
insistencia de este modelo de belleza está marcado por las grandes empresas de
publicidad y estética que se rigen por sus propios intereses económicos.
Asimismo, un aspecto que afecta mucho a la salud mental de los usuarios/as de las redes
sociales son los filtros, llegando a provocar inseguridad, baja autoestima, TCA, entre
otros. Estos alteran principalmente la piel, haciéndola ver muy suave y sin
imperfecciones, pero también existen otros filtros que modifican el rostro aumentando
los labios o estrechando la nariz. La utilización de estos contribuye a la imposición de
los cánones de belleza teniendo un “físico ideal”, cuando la pura verdad es que son
nocivos e irreales.
En la aplicación de Instagram se contemplan todos estos aspectos que se han ido
mencionando en cuanto al marketing, mostrando su aspecto como idílico. Las mujeres
se presentan con rostros perfectos, lisos y sin ningún defecto en la piel, con cuerpos
delgados, sin vello corporal, con cinturas finas, de estatura alta, etc. Las personas que
observan estas imágenes tienden a compararse con ellas y, es tan grande el deseo por
adquirir esas características, que es posible que se convierta en una obsesión.
 Impacto de las redes sociales e ideal de belleza en los jóvenes
Como se ha mencionado con anterioridad, el uso continuado de las redes sociales y estar
expuesto constantemente a imágenes, publicidad, etc. puede dar lugar a que el usuario
se haga una serie de cuestiones sobre sí mismo. Esto puede desencadenar trastornos
alimenticios, baja autoestima, sentimiento de rechazo, falta de aceptación sobre su
propia imagen, depresión, inseguridad, etc.
Por lo tanto, se puede apreciar que afecta en mayor medida a la salud mental. Por
ejemplo, un estudio realizado por la Royal Society of Public Health (RSPH) y la
Universidad de Cambridge llamado Status of Mind, llegó a la conclusión de que
Instagram es la red social que más perjudica a la salud mental de los jóvenes. Además,
asegura que 1 de cada 6 jóvenes experimentará un trastorno de ansiedad por el uso
masivo de las redes sociales alguna vez en su vida. La búsqueda del perfeccionismo y la
baja autoestima se puede revelar como ansiedad, produciéndose al mismo tiempo un
incremento de los niveles de angustia psicológica o llegando a ser una depresión.
Asimismo, el tipo de contenido que publican y consumen los usuarios es aún más
impactante en su salud mental. Esto se debe a que muchas de las publicaciones
refuerzan el nivel de vida, el narcisismo, el consumismo, etc., contribuyendo a una
mayor prevalencia de diferentes trastornos psiquiátricos ya mencionados. Es necesario
que los usuarios de las redes sociales se preocupen por el tema y sean precavidos.
Haciendo un intento de autocuidarse, podrían filtrar el contenido al que se exponen y al
que están expuestos, priorizando aquel contenido que les añadan algo positivo en su
vida y eliminando aquellos que desencadenan emociones dañinas.
Por otra parte, el móvil se ha vuelto una necesidad y ha creado una dependencia. La
tecnología, además de ser una necesidad, también supone un placer al que es muy difícil
desengancharse. Es preocupante que la autoestima de los usuarios dependa de los likes,
pero mucho más preocupante es la idea de que si no obtienen la repercusión social que
esperan, les produce una frustración emocional que puede tener consecuencias graves.
 El caso de Instagram
Instagram es, sin duda, la red social por excelencia para la publicación de imágenes, por
lo que es menester su papel protagonista en este estudio, partiendo de la necesidad de
reconocer una de sus caras más negativas, considerarla una herramienta más para la
opresión mediante el cuerpo. Pues Instagram destaca como la red social donde más
fotografías se comparten, con más de 1.000 millones de cuentas activas.
Esta plataforma presenta contenido editado mediante apps móviles externas, y da la
opción de utilizar, en fotos y vídeos, filtros de belleza alteran la apariencia y ocultan
imperfecciones, de acuerdo al canon de belleza. Este amplio abanico de opciones pone
de manifiesto la posibilidad de una facilitación a la alienación de la autoimagen,, lo que
abriría una puerta a la consideración de opciones más allá de la realidad virtual, como
son los retoques estéticos o la cirugía plástica, además de suponer un factor de riesgo
para la salud mental. El uso de estos filtros y ediciones que modifican la apariencia
alteran la percepción que las mujeres tienen de su físico, pudiendo suponer un
debilitamiento de la autoestima.
Para abordar el canon de belleza en redes sociales es pertinente centrarnos en aquellas
que se basen en la publicación de imágenes, donde Instagram se alza como un
fenómeno sin igual entre la juventud. En esta red social, se publican cada día alrededor
de 95 millones de fotos y vídeos, colocando a la plataforma en el segundo lugar del
ranking de redes sociales con más actividad del mundo.
Como se ha mencionado anteriormente, además de víctimas del canon de belleza
difundido en redes sociales, las mujeres también son parte del sistema que produce el
contenido que aliena la autoimagen en estas plataformas. El cuerpo de las mujeres
siempre se ha modificado, simbólica y literalmente, pero en la era tecnológica actual se
desarrollan softwares y aplicaciones que permiten editar el aspecto hasta el último
detalle, en ocasiones provocando que la imagen publicada en redes sea drásticamente
distinta al aspecto real de la persona.
Las imágenes se comparten en Instagram ejerciendo su influencia sobre las mujeres a
las que llega tal contenido; algunas de ellas harán uso de esas aplicaciones con el fin de
imitar el cuerpo normativo, y publicarán su aspecto editado en la red social,
promoviendo un físico irreal, e influenciando a más mujeres en un proceso de bola de
nieve. La efectividad de este círculo vicioso que mina la autoestima de las mujeres se
basa, en gran parte, en el fenómeno de la comparación. Festinger (1954) desarrolló su
Teoría de la Comparación Social, que determinaba que todas las personas deseamos
poder autoevaluarnos. Actualmente, ese ansia de autoevaluación desemboca en una
comparación exagerada del propio cuerpo frente al de otros debido a la alta exposición
que ofrecen las redes sociales. Instagram es exposición y es comparación; comparamos
nuestro contenido y la vida que exponemos con la de otros, y en lo relativo al canon de
belleza, la comparación sucede entre los físicos. Si cuanto más normativo es un cuerpo,
más éxito tiene la mujer en Instagram (validación en forma de likes, seguidores) más
interiorizarán el cumplir con el canon como un objetivo, pues ello conlleva una serie de
beneficios.
Una vez la comparación ya se ha producido, las mujeres proceden a la imitación, un
proceso analizado por autores como Tarde y Durkheim, y que puede comprenderse
también en relación a las mujeres y sus cuerpos, las consideraciones de Durkheim
(1988) justifican esta realidad, pues consideraba la imitación como un hecho social
obligatorio que opera coaccionando, pues ninguna persona puede alterarlo a voluntad.
No obstante, hemos afirmado que el canon de belleza se modifica continuamente. La
problemática reside en que lo hace siempre en consonancia a unos parámetros fijos,
inamovibles, que se resumen en el antipeso y el antienvejecimiento por lo que cualquier
intento de reconfigurar un canon fuera de esas variables será denegado por la sociedad.
Estas mujeres con millones de seguidores, que cuentan con todos los recursos
necesarios para adecuarse al canon de belleza, son una fuente de "educación corporal"
mayormente para adolescentes y mujeres jóvenes; un claro ejemplo de esto es el
fenómeno Kardashian-Jenner: mujeres con millones de seguidores que comparten
imágenes donde se ha editado su cuerpo y rostro, que se han sometido a multitud de
modificaciones estéticas, y que niegan sistemáticamente cualquiera de estas dos
acusaciones.

El objetivo principal de usar Instagram es gustar a los demás, lo que se demuestra


mediante la cantidad de seguidores y likes de cada foto, vinculados al éxito social y
popularidad. Las influencers, a la vez que promocionan productos varios, venden su
propia imagen, una imagen que conscientemente encarna el canon de belleza del
momento, y que se consigue mediante multitud de estrategias como el posado o la
iluminación, pero también con la edición y el uso de filtros. Esto último es lo realmente
preocupante de Instagram: el uso que se hace de la edición a través de aplicaciones
externas o de los propios filtros disponibles en la plataforma para publicar fotografías
alteradas de uno mismo, tanto en términos faciales, como una tez más uniforme o una
nariz más pequeña, como corporales, con una cintura más estrecha o caderas más
anchas.
En síntesis, diversas investigaciones concluyeron con que los procesos de comparación
en redes sociales pueden traducirse en una autoevaluación negativa del propio cuerpo,
lo cual debilita la autoestima, puede llevar a la puesta en práctica de conducta nocivas
para la salud y desembocar en enfermedades y trastornos. Asimismo, y de forma
concreta, el uso de softwares que alteran las facciones en redes sociales se asocia al
deseo posterior de someterse a procedimientos estéticos, incluyendo la cirugía plástica
para parecerse a las fotos filtradas de una misma, todos ellos aspectos que se
desarrollarán posteriormente.
 Cuerpo y Salud Mental: Instagram y consecuencias psicosociales
Como hemos observado, la constante visualización de cuerpos canónicos a través de las
redes sociales puede suponer una fuente de insatisfacción corporal, siendo los efectos de
las redes sociales tanto a nivel físico como mental. Los procesos de comparación se
pueden producir entre las diferentes versiones del propio cuerpo (el real y el mostrado
en redes) y entre el propio y el de las demás mujeres. Independientemente de que estos
cuerpos canónicos sean resultado directo de la genética o fruto de modificaciones
corporales, edición o filtros, el proceso comparativo se produce siguiendo el mismo
mecanismo. El malestar con la propia imagen conlleva una experiencia negativa del
cuerpo, lo que puede desembocar en consecuencias a nivel psicológico, desde más leves
hasta más graves. Por ejemplo, una posible consecuencia para la mujer sería la
inseguridad a la hora de tener que mostrarse tal y como es en la vida cotidiana, en
interacciones cara a cara, donde no hay posibilidad ni de editarse ni de "filtrarse". Pero
las más graves abarcan multitud de posibilidades, entre otras, la disfunción sexual y el
uso de sustancias, el desarrollo de un trastorno dismórfico corporal, el desarrollo de
trastornos alimenticios (TCAs) como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa o
síntomas de depresión y ansiedad.
 Dismorfia Corporal y Redes Sociales.
La adolescencia es el momento de la vida donde predomina la comparación e
introspección, lo que consolida la autoconciencia de la propia imagen y fortalece o
debilita la satisfacción con el propio cuerpo (Salaberria et al., 2007).
Considerando la creciente popularidad de las redes sociales, es fundamental el estudio
de la asociación entre ellas y la preocupación por la imagen corporal adolescente, ya
que está demostrado que las imágenes publicadas en estas plataformas contribuyen a la
imposición de un ideal de belleza normativo que, muchas veces, genera insatisfacción.
La imagen corporal se va construyendo en la interacción con otros y, casi
inevitablemente, teniendo en cuenta los cánones de belleza física que resalta la cultura.
Así, dado que los adolescentes son los individuos que más suelen recurrir a los pares
para encontrar afirmación y realizar autoevaluación, el hecho de no encajar en el
estereotipo puede resultarles problemático.
La insatisfacción corporal aumenta significativamente en la adolescencia, siendo esta
una etapa en la cual las influencias externas, sobre todo los medios de comunicación,
ejercen un impacto importante en ello, ya que constituyen el principal modelo de
estética corporal actual (Peña Casquero, 2019, p. 37) basado en la fuerza física para los
hombres y la delgadez para las mujeres (Lucciarini et al., 2021, p.37). Estos medios,
combinados con los estándares de belleza y el ambiente social, logran producir una
sensibilización a la percepción de los defectos del propio cuerpo –ya sea reales o
exagerados– aportándole una relevancia que puede llegar a ser perjudicial para el
desarrollo psicológico y emocional del adolescente (Peña Casquero, 2019, p. 37).
Al mismo tiempo, con la aparición de las nuevas formas de comunicación e
interrelación que posibilita el uso de dispositivos digitales y redes sociales, la imagen
corporal se vuelve una construcción intersubjetiva que trae consigo una sobrevaloración
de la opinión del otro sobre el propio cuerpo, lo que lleva a las personas a ajustar su
comportamiento al de los pares para lograr su aprobación y evitar la exclusión del
grupo, pudiendo dar lugar a consecuencias desadaptativas.
Es importante destacar que las redes tienen un impacto aún mayor que los medios de
comunicación ya que dentro de ellas los usuarios pueden subir fotos de sí mismos con
modificaciones, filtros o retoques y/o ver las de otros con la misma probabilidad de
edición, lo que sucede porque buscan publicar una supuesta imagen perfecta que agrade
y muestre un físico musculoso o delgado como sinónimo de belleza.
La manipulación fotográfica no requiere del Photoshop y/o de costosos dispositivos o
programas de edición, sino que, para lograr que una imagen muestre a su espectador una
realidad total o parcialmente distinta a la ocurrida en ese momento, solo es necesario
que, antes de sacar una foto, el usuario decida qué incluir y qué no, pudiendo establecer
la diferencia entre lo que se quiere mostrar y lo que de verdad ocurre con solo
determinar el plano, el punto de vista y el encuadre. De todas formas, más allá de las
consideraciones que las personas pueden tener antes de sacar una foto, una vez que esas
imágenes ya fueron capturadas, muchas usuarios las retocan mediante aplicaciones
antes de compartirlas, ya sea con generalidades como la suma de marcos, textos y
nuevos filtros y/o el retoque de la luz, el color y el contraste, como con modificaciones
vinculadas al arreglo de arrugas, la quita de kilos y el alisamiento de la piel hasta lograr
“un cuerpo perfecto”
El uso excesivo de programas de retoque digital de fotos les da a los adolescentes una
imagen inexistente de perfección física y les genera frustración porque, más allá de que
probablemente sepan a la perfección que las imágenes de las redes sociales están
retocadas, quizás no dimensionan el nivel en que unos filtros o unas herramientas
digitales han modificado dicha fotografía hasta el punto de convertirla en casi irreal.
De esta forma, como la adolescencia es una etapa caracterizada por la comparación
social, es decir, constante comparación con los demás con el fin de establecer su
posición y/o autoevaluación hay muchas probabilidades de que los adolescentes, bajo
presión social y una exposición constante a cuerpos poco realistas, se comparen con lo
que ven en las publicaciones online y, al encontrar discordancia entre la imagen que
tienen de sí mismos y la que tienen como ideal a alcanzar, lleguen a tener una
percepción errónea del tamaño de sus cuerpos, desarrollando insatisfacción corporal y,
en consecuencia, un Trastorno Dismórfico Corporal.

 Redes Sociales como reproductoras de valores culturales sobre el


cuerpo
La corporalidad ha estado ligada a lo social y a lo cultural en las diversas culturas y
períodos históricos, plasmando los valores, las creencias y los cánones estéticos que
promueve cada sociedad, y adquiriendo los cuerpos la relevante función de mediadores
culturales.
En las sociedades postmodernas, el cuerpo y la imagen ocupan un lugar central en el
proceso de la mediación de la experiencia humana, convirtiéndose en un valor tan fuerte
que se ha transformado en un sujeto de culto sobre el que recaen expresiones simbólicas
y figurativas de la perfección y la felicidad.
En las redes se construyen, modifican y actualizan perfiles en constante conversación
con los valores que transmiten los medios, las ideologías, la cultura popular y las
actividades sociales, lo que a su vez está mediatizado por el diseño tecnológico, gráfico
y textual que establece lo que se puede o no se puede hacer en esos espacios. Esto
demuestra que los entornos virtuales no son ni social ni culturalmente neutros sino que
conllevan implicaciones e interpretaciones socioculturales que organizan la práctica
social que se lleva a cabo en ellos.
De esta forma, lejos de representar un espacio libre o de deconstrucción de los lastres
corporales, de los roles y de los mandatos de la cultura e ideología imperante, las redes
sociales son un lugar de reproducción de modas, tendencias, ideales y creencias que
lleva a imitar, inhibir y censurar posturas y pensamientos con el objetivo de conseguir
aceptación y/o validación social.
Hipótesis
Una vez evidenciadas las bases teóricas de nuestro estudio, se plantean las siguientes
hipótesis relacionadas a los objetivos específicos:
Objetivos específicos e hipótesis.
1. Explorar la popularización del uso de filtros y edición en Instagram.
1.1. La mayoría de las mujeres jóvenes utiliza filtros embellecedores en Instagram.
1.2. La mayoría de las mujeres jóvenes edita su aspecto en Instagram.
2. Evaluar los filtros embellecedores y edits de Instagram como favorecedores de la
alienación de la autoimagen.
2. Cuanto más uso se hace de filtros embellecedores y edición, más se favorece la
alienación de la autoimagen.
3. Sopesar Instagram como elemento participante de la huella del canon de belleza en la
salud mental.
3. Instagram tiene un impacto negativo en la salud mental de las mujeres, con
independencia de su grupo de edad, lugar de residencia y clase social.
Conclusión
El hecho de que la mujer sea mucho más dependiente de su físico y de la experiencia
que deriva de él, la convierte en vulnerable y propensa a experimentar constantes
procesos de comparación y a emprender la búsqueda de remedios que mitiguen la crítica
de la mirada social y permitan obtener su aprobación. Ha quedado patente que
adecuarse al canon es sinónimo de éxito social, especialmente para las mujeres, e
Instagram no es ninguna excepción.
La pregunta, por tanto, nunca ha sido si el canon de belleza tiene un impacto negativo,
pues esa realidad ya es un hecho evidente. Naturalmente, esto implica que el impacto
que pueda tener a través de Instagram (o cualquier otro medio), será siempre negativo,
pues el canon ya es negativo de por sí. Mientras exista un canon de belleza, existirán
beneficios y perjuicios derivados de él, y por ello, no existirá manera no perjudicial de
difundirlo. El canon de belleza cumple una función de segregación de las mujeres, que
se ven envueltas en un ambiente de competitividad entre ellas en relación a sus físicos
desde edades tempranas, originando una de las bases para el beneficio económico. Este
beneficio lo producen tanto las mujeres normativas (por ejemplo, modelos como imagen
de marcas o mujeres como reclamo para las discotecas) como las que no lo son (por
ejemplo, como consumidoras de la industria de la estética o usuarias de apps de
edición). En definitiva, nos encontramos en la era superlativa de la belleza, el cúlmen
del culto a la imagen, donde la presencia de belleza produce beneficios, y la ausencia de
belleza, también. Todo este proceso asegura su perdurabilidad con el simple hecho de
que la adaptación íntegra y total al canon de belleza es imposible, y manteniendo la
creencia entre las mujeres de que su valor reside no en lo que son, sino en la manera en
que se presentan.
Por ello, los filtros embellecedores de Instagram y la edición representan un problema,
porque permiten a la mujer alcanzar una falsa adaptación al canon y visualizarse de esa
manera, derivando en la insatisfacción cuando compara esa imagen falsa con la real. Y
el beneficio económico está asegurado, sea cual sea el método por el que la mujer
pretenda amortiguar esa insatisfacción: descargando apps móviles de edición, o
persistiendo en su uso, consumiendo productos y servicios de la industria de la belleza,
apuntándose al gimnasio, e incluso solicitando los servicios de profesionales de la salud
mental para superar complejos o aprender a aceptarse. En definitiva, la lógica capitalista
crea los problemas, para luego venderte las soluciones.
Bibliografía
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precipitante y perpetuante en los trastornos de la conducta alimentaria (TCA).
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