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Es una publicación

Edición en español de la 3.a edición de la obra original en inglés


Synopsis of Diseases of the Chest
Copyright © MMV Elsevier Inc., an Elsevier Imprint

Revisión:
Dr. Antonio Díez Herranz
Doctor en Medicina y Especialista en Neumología

© 2006 Masson, S.A.


Travessera de Gràcia, 17-21
08021 Barcelona, España

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Traducción y producción editorial: GEA CONSULTORÍA EDITORIAL, S.L.L.

ISBN edición original: 0-7216-0445-5


ISBN 13 edición española: 978-84-458-1603-5
ISBN 10 edición española: 84-458-1603-9
Depósito legal: B-15.781-2006
Impreso en España por Grafos, S.A. Arte sobre papel

Advertencia

La medicina es un área en constante evolución. Aunque deben seguirse unas precauciones de seguridad estándar,
a medida que aumenten nuestros conocimientos gracias a la investigación básica y clínica habrá que introducir
cambios en los tratamientos y en los fármacos. En consecuencia, se recomienda a los lectores que analicen los
últimos datos aportados por los fabricantes sobre cada fármaco para comprobar la dosis recomendada, la vía y
duración de la administración y las contraindicaciones. Es responsabilidad ineludible del médico determinar
las dosis y el tratamiento más indicado para cada paciente, en función de su experiencia y del conocimiento de
cada caso concreto. Ni los editores ni los directores asumen responsabilidad alguna por los daños que pudie-
ran generarse a personas o propiedades como consecuencia del contenido de esta obra.

El editor
PREFACIO

Como en las ediciones anteriores de Diagnóstico de las enferme- cripciones del tórax normal, de las técnicas mediante las cuales
dades del tórax, la cuarta edición (1999) era tan extensa que pen- se pueden estudiar y diagnosticar las enfermedades del tórax y
samos que era probable que se utilizara principalmente como las principales alteraciones radiológicas que se encuentran en las
texto de referencia. En un intento de hacer que su material fuera exploraciones. Los demás capítulos abordan enfermedades torá-
más accesible, decidimos elaborar una versión abreviada, o sinop- cicas específicas que se organizan a grandes rasgos según su etio-
sis, dirigida principalmente a los residentes de radiología (Diag- logía. Para facilitar la lectura y la comprensión, la mayor parte de
nóstico radiológico de las enfermedades del tórax, 2001). El presen- los análisis se han subdividido en etiología y patogenia, caracte-
te texto, Fundamentos de las enfermedades del tórax, representa un rísticas anatomopatológicas, manifestaciones radiológicas y clí-
esfuerzo similar dirigido principalmente a residentes y médicos nicas, hallazgos de laboratorio y pronóstico e historia natural.
de las especialidades de neumología y cirugía torácica y a los Como la radiografía y la tomografía computarizada tienen unas
médicos de otras subespecialidades que busquen una revisión funciones tan importantes en el diagnóstico, hemos conservado
relativamente concisa de las enfermedades del tórax. Aunque las numerosas ilustraciones radiológicas de la cuarta edición; sin
dos sinopsis se superponen en cierta medida, el texto que se pre- embargo, muchas se han agrupado o disminuido para reducir la
senta aquí pone un énfasis considerablemente mayor en las carac- longitud del libro a unas proporciones manejables. Se han añadi-
terísticas clínicas, patogénicas y anatomopatológicas de la enfer- do una serie de figuras en color de material anatomopatológico
medad, con la consiguiente disminución del número de imágenes para ilustrar mejor esta faceta de la enfermedad. Aunque esta
radiológicas y de su descripción. Además, como ha transcurrido sinopsis no pretende ser un texto de referencia, se citan muchas
un período de cinco años desde la publicación del libro grande, el referencias para que el lector interesado pueda estudiar más a
texto se ha actualizado considerablemente. fondo un tema particular.
Con pequeñas excepciones, los 23 capítulos de este libro Al igual que en las ediciones anteriores, invitamos a nuestros
siguen el mismo orden y abordan más o menos el mismo mate- lectores a que nos informen de las diferencias de opinión que
rial que los 79 capítulos de la cuarta edición de Diagnóstico de las puedan tener respecto a los contenidos de este libro, y de las áreas
enfermedades del tórax. La primera parte del libro trata las des- que precisen mejoría.
RSF
NC

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NLM
PDP

vii
AGRADECIMIENTOS

No es posible exagerar nuestra gratitud a las muchas personas Hemos recibido un apoyo y cooperación considerables del
que han ayudado a producir este libro. Donna O’Connor, Joan personal de Elsevier, particularmente de Denise LeMelledo, Amy
O’malley, Marydoolah Nundoo y Kamillah McIntosh-Roberts, Norwitz y Allan Ross, que ayudaron a reducir al mínimo los obs-
del McGill University Health Centre (MUCH), ayudaron a la orga- táculos con que nos encontramos.
nización de la bibliografía y del manuscrito en general. Peter Finalmente, queremos agradecer la paciencia y comprensión
Thomas Paré colaboró en la formulación de los dibujos de los que han mostrado nuestras esposas e hijos durante nuestro tra-
mecanismos fisiológicos y fisiopatológicos. Larry Aubut y Leena bajo. Sin su aliento continuo no se habría podido completar este
Narsinghani, también del MUCH, ayudaron a la producción de libro, y una vez más reconocemos su apoyo con amor.
las imágenes anatomopatológicas. También deseamos dar las gra-
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cias a los muchos colegas y amigos que nos proporcionaron las
imágenes radiológicas. NC
NLM
PDP

ix
Este libro está dedicado a nuestras esposas:

Marie-Claire

Margo

Ruth

Lisa

e hijos:

Emily, Nicky, Russell, Eli, Zofia, Alison,

Phillip, Peter y Jesse


C A P Í T U L O U N O

TÓRAX NORMAL

VÍAS AÉREAS Y VENTILACIÓN Función 39 Ganglios linfáticos del mediastino 64


PULMONAR 1 Perfusión de la unidad acinar 39 Ganglios linfáticos parietales 65
Anatomía: las vías aéreas Factores que influyen en la circulación Ganglios linfáticos viscerales 66
de conducción 2 pulmonar 40 Clasificación de las estaciones
Geometría y dimensiones 2 Difusión de gases desde las unidades ganglionares linfáticas regionales 67
Morfología y función celular 2 acinares a los eritrocitos 44 Tamaño de los ganglios linfáticos 67
Epitelio Concordancia del flujo sanguíneo capilar Drenaje linfático de los pulmones 67
Submucosa y lámina propia acinar con la ventilación 45 DESFILADERO TORÁCICO
Anatomía: la zona de transición 8 Medición del desequilibrio SUPERIOR 73
Geometría y dimensiones 8 ventilación-perfusión 47
Morfología y función celular 8 Gases sanguíneos y equilibrio MEDIASTINO 73
Anatomía: la zona respiratoria 8 acidobásico 48 Timo 76
Geometría y dimensiones 8 Líneas e interfases mediastínicas 76
CIRCULACIÓN BRONQUIAL 49 Corazón 78
Morfología y función celular 8
Célula epitelial alveolar de tipo I DEFENSA PULMONAR Y OTRAS CONTROL DE LA RESPIRACIÓN 79
Célula epitelial alveolar de tipo II FUNCIONES NO RESPIRATORIAS 50 Impulsos aferentes 79
Intersticio septal alveolar Defensa pulmonar 50 Controlador central 79
Macrófago alveolar Depósito y depuración de partículas 50 Impulsos eferentes 81
Unidad pulmonar 12 Inflamación y proteínas secretadas 52 Control de la ventilación durante
Lobulillo secundario 12 Mecanismos inmunitarios pulmonares 52 el ejercicio 81
Ácino 12 Funciones metabólicas 52 Compensación de las cargas
Canales de las vías aéreas periféricas Filtro vascular pulmonar 53 ventilatorias añadidas 81
y comunicación acinar 13 DESARROLLO Y CRECIMIENTO Control de la respiración durante
Radiología 17 DEL PULMÓN 53 el sueño 82
Tráquea y bronquios principales 17 Vías aéreas de conducción
Bronquios lobares y segmentos MÚSCULOS RESPIRATORIOS 82
y de transición y alvéolos 53 Diafragma 82
broncopulmonares 17 Sistema vascular 55
Anatomía bronquial en la tomografía Anatomía 82
Factores que influyen sobre Radiología 84
computarizada 26 el desarrollo y el crecimiento 55
Función: ventilación pulmonar 27 Bomba respiratoria 86
Composición del gas de los alvéolos 27 INERVACIÓN DEL PULMÓN 56 PARED TORÁCICA 86
Ventilación colateral 30 PLEURA 57 Tejidos blandos 86
Función: moco respiratorio Anatomía 57 Huesos 87
y reología del moco 30 Célula mesotelial 58 PULMÓN NORMAL:
SISTEMA VASCULAR PULMONAR 31 Radiología 58 RADIOGRAFÍA 88
Anatomía 31 Cisuras normales 59 Densidad radiográfica 88
Morfología y dimensiones de los vasos Ligamento pulmonar 60 Marcas pulmonares 89
principales 31 Cisuras accesorias 62
Función 62 PULMÓN NORMAL: TOMOGRAFÍA
Endotelio pulmonar 32 COMPUTARIZADA 89
Geometría y dimensiones de la red SISTEMA LINFÁTICO 63 Densidad pulmonar 91
capilar alveolar 33 Linfáticos de los pulmones
Anastomosis intervasculares 33 y de la pleura 63
Radiología: vasculatura 33 Anatomía 63
Radiología: hilios 34 Función 64
Radiografías posteroanterior y lateral 34 Conducto torácico y conducto linfático
Tomografía computarizada 37 derecho 64

VÍAS AÉREAS estructuras, junto con las arterias y venas pulmonares y bronquia-
Y VENTILACIÓN PULMONAR les, los vasos linfáticos, los nervios, los tejidos conectivos de los
espacios peribronquiales y perivasculares y los tabiques interlobu-

L
a porción del pulmón que contiene aire se puede dividir en lillares, constituyen la porción no parenquimatosa del pulmón.
tres partes, cada una de las cuales tiene características Las vías aéreas de transición están formadas por los bronquiolos
estructurales y funcionales algo diferentes pero superpues- respiratorios y los conductos alveolares, que conducen el aire hacia
tas. Las vías aéreas de conducción incluyen la tráquea, los bron- los alvéolos más periféricos. Además de esta característica, en las
quios y los bronquiolos (no alveolares). Como el aire no puede paredes de las vías aéreas de la zona de transición se origina un
difundir a través de las paredes de estas vías aéreas, su función número variable de alvéolos, y de esta manera la zona de transición
principal es conducir el aire hasta la superficie alveolar. Estas tiene la función adicional de intercambio gaseoso. El tejido respira-

1
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2 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

10 FIGURA 1-1
9
10 Número de ramas (A) y su diámetro
Ley de la ramificación = 2,8 Ley del diámetro (B) representado en función de su
108 (vías aéreas de conducción) (vías aéreas de conducción)
número de orden. En B, obsérvese que
los órdenes 1 a 7 no experimentan

Diámetro de las ramas (mm)


107
modificaciones del diámetro; la
Número de ramas

106 disminución del calibre se interrumpe en


el orden 7, principalmente bronquiolos
105 respiratorios. (Tomado de Cumming G,
1 Horsfield K, Harding LK, et al: Biological
104 branching systems, with special reference to
the lung airways. Bull Physiopatol Respir
103 7:31, 1971.)

102

10

1
0,1
3 5 7 9 11 13 15 17 19 3 5 7 9 11 13 15 17 19
NÚMERO DE ORDEN (STRAHLER) NÚMERO DE ORDEN (STRAHLER)

A B

20
torio está formado por los sacos alveolares y los propios alvéolos,
cuya función principal es el intercambio de gases entre el aire y la
15
Frecuencia %

sangre. Junto a las vías aéreas de transición y las correspondientes


arterias y venas pequeñas constituyen el parénquima pulmonar. 10

Anatomía: las vías aéreas de conducción 5

Geometría y dimensiones 0
8 10 12 14 16 18 20 22 24
En un estudio de moldes de resina de pulmones humanos insuflados Divisiones hasta las ramas lobulillares
y fijados a un volumen de 5 l1, los investigadores midieron la longi-
FIGURA 1-2
tud de cada rama entre los puntos de bifurcación desde un diámetro
arbitrario de 0,7 mm, así como el diámetro en el punto medio de Distribución de frecuencia del número de divisiones hasta
cada rama. Uno de los hallazgos interesantes fue una relación aproxi- las ramas lobulillares. (Tomado de Horsfield K, Cumming G: Morphology of
madamente lineal entre el número de orden* y el logaritmo del the bronchial tree in man. J Appl Physiol 24:373-384, 1968.)
número, el diámetro y la longitud de las ramas de las vías aéreas
(figura 1-1)1. Así, midiendo la pendiente de la línea que relaciona Contando distalmente desde la tráquea, el número de generacio-
ambos parámetros se puede predecir el diámetro y la longitud de nes hasta una vía aérea de 0,7 mm varía desde 8 a 251; es decir, la
cualquier orden dividiendo el diámetro y la longitud de su progeni- ruta que tiene la menor longitud de trayecto se alcanza después de
tor por 1,4 y 1,49, respectivamente. De manera similar, el número de 8 divisiones, y la que tiene la mayor longitud después de 25. Es pro-
ramas se relaciona linealmente con el número de orden, de modo bable que las limitaciones espaciales locales tengan la máxima
que el cociente de ramificación de toda la zona de conducción importancia en la determinación de estas cifras. El análisis de la dis-
(número medio de ramas hijas por cada rama progenitora) es de 2,8. tribución de frecuencia de las divisiones hasta las ramas lobulillares
Estas «leyes de los números» no se aplican con precisión a (figura 1-2)2 muestra un aumento escalonado desde la división 8
todos los niveles de las vías aéreas; por ejemplo, es evidente que la hasta un máximo en la 14 y una disminución desde 15 hasta 251. Se
tráquea no se divide 2,8 veces y, de hecho, el patrón de ramifica- ha calculado que el volumen de las vías aéreas desde la carina hasta
ción del sistema de conducción proximal probablemente se define las ramas de 0,7 mm es de aproximadamente 70 ml1; cuando este
mejor como dicotómico, de modo que cada progenitora se divide volumen se añade al volumen de las vías aéreas superiores desde la
en dos ramas. Sin embargo, el cociente de ramificación de 2,8 es boca a la carina (80 ml) la suma es el volumen total de las vías aére-
preciso desde los órdenes 6 a 15. De manera similar, la ley del diá- as de conducción, casi idéntico al volumen del espacio muerto ana-
metro no se puede aplicar a todo el sistema de las vías aéreas; en el tómico que se determina mediante técnicas fisiológicas.
orden 7 (aproximadamente) cesa la disminución del diámetro de
las vías aéreas, y las ramas más distales (hasta el orden 1) conser- Morfología y función celular
van el diámetro de su progenitora.
La morfología básica de la tráquea, de los bronquios y de los
bronquiolos membranosos es la misma y está formada por un
* En este contexto «orden» se refiere al nivel de las vías aéreas en el interior del epitelio superficial (formado principalmente por células ciliadas
sistema de conducción. Se considera que el bronquiolo membranoso termi-
nal (más distal) es de orden 1; cuando dos bronquiolos de este tipo se unen, y secretoras) y un tejido subepitelial que contiene tejido conjun-
forman una única rama de orden 2; cuando se unen dos de orden 2, forman tivo de soporte, células de los sistemas inflamatorio e inmunita-
una rama de orden 3, y así sucesivamente. rio y glándulas (figura 1-3).
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 3

Epitelio
El epitelio de la tráquea y de los bronquios proximales está forma-
do por células columnares altas y células basales de menor tamaño
y algo triangulares2. Como no todas las células llegan a la superfi-
cie luminal y sus núcleos están situados a niveles muy variables, el
epitelio tiene un aspecto seudoestratificado (figura 1-4). Este
aspecto se pierde gradualmente en los bronquios distales y en los
bronquiolos a medida que las células adoptan una forma columnar
baja. Las células ciliadas y secretoras, ya sean células caliciformes o
células de Clara, constituyen la mayor parte del epitelio, con célu-
las basales, intermedias, linforreticulares y neuroendocrinas dis-
persas en números menores.
Las células ciliadas son el tipo celular más importante del epite-
lio normal y son aproximadamente de tres a cinco veces más
numerosas que las células caliciformes en las vías aéreas centrales
(figura 1-5). Se extienden desde la superficie luminal hasta la
membrana basal, a la que están unidas por una base delgada y afi-
lada. Las células también están firmemente unidas entre sí en su
superficie apical por zonas de oclusión, formando de esta manera
una barrera físicamente impermeable a la mayor parte de las sus-
tancias. En la superficie de cada una de las células hay aproxima-
damente de 200 a 250 cilios, así como numerosas microvellosida-
des más cortas, que probablemente participan en la absorción de
las secreciones que se producen en las vías aéreas más periféricas3.
Aunque las células ciliadas también están unidas lateralmente
entre sí y a las células basales, en esta localización también se ven
espacios intracelulares prominentes que contienen numerosas
FIGURA 1-3 microvellosidades (figura 1-6)4. Estos espacios y las microvellosi-
Bronquio subsegmentario normal. C, placa de cartílago; m, músculo dades que contienen son importantes en el movimiento transepi-
liso; T, tejido conjuntivo intersticial; flecha larga, arteria bronquial; flechas telial de líquido y electrólitos.
cortas, glándulas bronquiales (×30). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman Cada uno de los cilios está cubierto por una prolongación de
NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) la membrana de la superficie celular y contiene una estructura
compleja denominada axonema (figura 1-7)5. El axonema está
formado por dos microtúbulos centrales rodeados por nueve
parejas periféricas, que a su vez están formadas por dos microtú-
bulos íntimamente relacionados entre sí denominados subfibras
A y B. Dos brazos pequeños formados por la proteína dineína,
que se piensa que son el objetivo principal de la conversión de
energía en movimiento ciliar, se proyectan desde la subfibra A de
una pareja hasta la subfibra B de otra. Además, hay fibra radial

FIGURA 1-4
Epitelio bronquial normal. Se ven claramente las células
ciliadas (c), las células caliciformes (cc) y las células basales (b).
Obsérvese también la delgada membrana basal (mb), fibras
elásticas dispersas (e) y células inflamatorias en la lámina
propia. (Verhoeff-van Gieson, ×425.) (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders,
1999.)
4 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

FIGURA 1-6
Epitelio traqueal: ultraestructura. Una imagen ampliada de la cara basal
del epitelio traqueal de una oveja muestra una célula basal que contiene
relativamente poco citoplasma (A) y la porción inferior de varias células
columnares (C) (probablemente células ciliadas). Son evidentes los espacios
intercelulares que contienen numerosas microvellosidades. Obsérvese
también que la célula basal tiene varias uniones mediante hemidesmosomas
a la membrana basal subyacente (puntas de flecha), mientras que la célula
columnar adyacente no tiene ninguno. Sin embargo, hay varias uniones
FIGURA 1-5 similares a hemidesmosomas entre la célula basal y las células columnares
(flechas) (×13.200). (Adaptado de Evans MJ, Cox RA, Shami SG, et al: The role
Célula ciliada. La porción luminal de una célula ciliada muestra cilios, of basal cells in the attachment of columnar cells to the basal lamina of the
microvellosidades superficiales (flecha), mitocondrias apicales y cuerpos trachea. Am J Respir Cell Mol Biol 1:463, 1989.)
basales (punta de flecha). (Epitelio humano normal, ×12.500.)

Brazo externo de dineína

Prolongación radial

Brazo interno de dineína

FIGURA 1-7
Cilio doble de un fumador crónico. Aunque están pareados en el interior de la misma membrana plasmática, los
componentes individuales de este cilio son normales, con nueve dobletes periféricos y dos dobletes centrales y la disposición
típica de los brazos de dineína y las prolongaciones radiales. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and
Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 5

unida a cada una de las subfibras A y que la une a una vaina cen-
tral que rodea los microtúbulos internos.
Además de sus funciones en el movimiento transepitelial de
líquidos y en la función de la escalera mucociliar, hay datos de que
las células ciliadas tienen efectos importantes en el control de la
inflamación local de las vías aéreas y en la función del músculo
liso6, 7. Las células también expresan antígenos HLA-DR y, por tan-
to, teóricamente pueden interactuar directamente con las células
inmunitarias intraepiteliales8. También es probable que la influen-
cia sobre la proliferación de los fibroblastos y la producción de los
componentes de la matriz extracelular sea importante en la pared
de las vías aéreas normales y lesionadas9.
Las células caliciformes (véase figura 1-4) constituyen aproxima-
damente del 20% al 30% de las células de las vías aéreas más pro-
ximales y su número disminuye en dirección distal de tal modo que
en los bronquiolos normales hay sólo células caliciformes aisladas;
sin embargo, en situaciones de irritación tanto aguda como cróni-
ca de las vías aéreas pueden aumentar sustancialmente de número
en las vías aéreas proximales y también pueden aparecer en los
bronquiolos10. La porción apical de la célula está dilatada por
numerosos gránulos secretores unidos a la membrana, mientras
que la porción basal tiene pocos orgánulos y es menos gruesa a
medida que se acerca a la lámina basal; esta combinación da lugar
a la forma de cáliz típica de la que procede el nombre de la célula.
Las células basales (véanse figuras 1-4 y 1-6) son células relati-
vamente pequeñas, aplanadas o triangulares, cuyas bases son
adyacentes a la lámina basal; sus vértices normalmente no llegan a FIGURA 1-8
la luz de las vías aéreas11. Son más abundantes en las vías aéreas
proximales, en las que forman una capa más o menos continua; su Células de Clara. Estas células tienen prolongaciones citoplásmicas con
forma de lengua (flecha) que se proyectan hacia la luz de las vías aéreas. Los
número disminuye gradualmente en dirección distal hasta el pun- núcleos tienen localización basal, y el citoplasma apical contiene numerosos
to de que es difícil identificarlas en los bronquiolos. El contenido gránulos osmiófilos (×4.500). (Tomado de Wang N-S, Huang SN, Sheldon H,
de su citoplasma muestra poca especialización, y se piensa que esta et al: Ultrastructural changes of Clara and type II alveolar cells in adrenalin-
célula es una célula de reserva a partir de la cual se repuebla con- induced pulmonary edema in mice. Am J Pathol 62:237, 1971.)
tinuamente el epitelio12. También se ha propuesto que estas célu-
las actúan como «andamio» para la unión de células ciliadas y cali- ferentes situaciones que incluyen neumonía20 y tabaquismo21, lo
ciformes a la lámina basal13. que indica que podría ser un marcador útil de lesión del epitelio
Las células intermedias (véase figura 1-4) tienen algo más de cito- bronquiolar. También se ha implicado en la patogenia de diversas
plasma que las células basales y muestran datos de ciliogenia y de enfermedades pulmonares, como el asma y la sarcoidosis19a, 21a. Las
acumulación de gránulos mucosos. Generalmente se piensa que células de Clara también participan en la regeneración del epitelio
representan una fase de diferenciación entre la célula basal y la célu- bronquiolar lesionado22 y en la secreción de un inhibidor de las
la caliciforme o la célula ciliada. También es posible que la forma proteasas de los leucocitos23 que probablemente actúa mantenien-
secretora sea importante en la reparación del epitelio lesionado de do la integridad del epitelio bronquiolar.
las vías aéreas14. La respuesta a una lesión de este tipo es rápida; en Las células neuroendocrinas tienen una forma aproximadamen-
un estudio en el que se lesionó mecánicamente el epitelio supraba- te triangular; sus bases descansan sobre la membrana basal y sus
sal de la tráquea de rata, el epitelio prácticamente se había reconsti- vértices afilados señalan hacia la superficie luminal, aunque raras
tuido con células ultraestructuralmente maduras a las 90 horas15. veces llegan a la misma. El citoplasma contiene numerosos gránu-
La célula de Clara (célula secretora bronquiolar no ciliada) se los unidos a la membrana que tienen un núcleo electrondenso cen-
encuentra principalmente en los bronquiolos, en los que constitu- tral rodeado por un halo radiotransparente más fino (gránulos
ye la mayor parte del epitelio junto con las células ciliadas. Tiene neurosecretores) (figura 1-9). Estos gránulos están concentrados
forma columnar y sobresale hacia la luz de las vías aéreas, con una en la porción basal del citoplasma y contienen varios péptidos bio-
ligera proyección por encima de las células ciliadas circundantes lógicamente activos como calcitonina, péptido liberador de gastri-
(figura 1-8). En el citoplasma apical hay gránulos unidos a la na y 5-hidroxitriptamina (serotonina)24. Las células se encuentran
membrana que contienen varias sustancias biológicamente acti- con más frecuencia en las vías aéreas periféricas y en personas más
vas, como las apoproteínas del surfactante que probablemente jóvenes, particularmente fetos y recién nacidos, en los que se ha
contribuyen a la capa de líquido superficial que normalmente estimado que constituyen entre el 1% y el 2% de todas las células
tapiza el epitelio bronquiolar16. Los gránulos también contienen epiteliales bronquiales25.
una proteína de 10 kDa conocida como proteína específica de la Se ha propuesto que las células neuroendocrinas pulmonares
célula de Clara (CC10, CC16, proteína 1)17, 18. Esta proteína tiene la tienen varias funciones potencialmente importantes24. Su impor-
capacidad de inhibir algunos mediadores biológicos, como el fac- tancia relativa en los pulmones fetales y la disminución bastante
tor de necrosis tumoral a y la interleucina 1b, y se ha propuesto rápida de su número después del nacimiento han indicado que
que tiene una función importante en la regulación de las reaccio- pueden participar en la regulación de la circulación fetal o neona-
nes inflamatorias e inmunitarias locales19, 19a. La proteína se puede tal. Además, la observación de que las células son las primeras que
identificar en el esputo, en el líquido del LBA y en el suero en di- se diferencian en el epitelio de las vías aéreas en desarrollo ha indi-
6 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

FIGURA 1-10
FIGURA 1-9 Células dendríticas de las vías aéreas. Un corte tangencial de epitelio
Célula neuroendocrina. Una imagen ampliada de una célula traqueal de rata teñido con anticuerpos contra el antígeno «Ia» muestra
neuroendocrina muestra la lámina propia y la delgada lámina basal en la células dendríticas espaciadas de manera regular, cada una de ellas con
parte inferior izquierda, y numerosos gránulos neurosecretores varias prolongaciones irregulares que se extienden entre células epiteliales
intracitoplásmicos (×31.000). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, adyacentes (×40). (Tomado de Schon-Hegrad MA, Oliver J, McMenamin PG,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. et al: Studies on the density, distribution, and surface phenotype of
Philadelphia, WB Saunders, 1999.) intraepithelial class II major histocompatibility complex antigen (Ia)-bearing
dendritic cells (DC) in the conducting airways. J Exp Med 173: 1345, 1991.)
cado que pueden influir sobre la maduración pulmonar. Hay
datos de que las células aumentan en número en situaciones de males que en las distales30. Las células son positivas para CD1a y
hipoxia26; en consecuencia, también se ha considerado que pue- expresan receptores de superficie celular para inmunoglobulinas. Se
den ser mediadores de la respuesta hipóxica vascular pulmonar. piensa que participan en la fase inicial de la defensa inmunitaria de
Finalmente se ha propuesto la función de la regulación del creci- las vías aéreas como células procesadoras y presentadoras de antí-
miento y la reparación del epitelio27. genos y como estimuladoras de la proliferación de los linfocitos T31.
Se pueden encontrar grupos de células neuroendocrinas, cono- Hay linfocitos (predominantemente linfocitos T) en todo el epi-
cidos como cuerpos neuroepiteliales, en todo el epitelio traqueo- telio de las vías aéreas de conducción, habitualmente de manera
bronquial y bronquiolar, especialmente cerca de las ramificaciones. aislada32. Aunque indudablemente participan en el procesado de
Están formados por 4 a 10 células columnares, cada una de las cua- los antígenos inhalados y la reacción a los mismos, también es
les contiene gránulos neurosecretores que se ha demostrado que posible que participen en la modificación de la función de las célu-
contienen serotonina y otros péptidos28. Aunque las células indivi- las epiteliales de las vías aéreas32. De manera ocasional se ven
duales del cuerpo neuroepitelial son similares a células neuroendo- números mayores asociados a agregados linfáticos de la lámina
crinas solitarias, su disposición agrupada y su relación constante propia y de la mucosa (tejido linfático asociado a los bronquios
con fibras nerviosas y posiblemente con capilares indican que pue- [véase página 7]). También se pueden ver mastocitos en el interior
den tener funciones diferentes. del epitelio de las vías aéreas, posiblemente en grandes números en
También se pueden encontrar células del sistema inmunitario en fumadores33.
el interior del epitelio de todas las vías aéreas de conducción. Las
células dendríticas y las células de Langerhans poseen prolongaciones Submucosa y lámina propia
citoplásmicas alargadas (figura 1-10), núcleos muy lobulados y
un citoplasma rico en orgánulos; además, las células de Langerhans El tejido subepitelial se puede dividir en una lámina propia, que
tienen estructuras citoplásmicas pentalaminares características está situada entre la membrana basal y la muscular de la mucosa,
denominadas gránulos de Birbeck29. Las células dendríticas se pue- y una submucosa, que incluye todo el tejido restante de las vías
den encontrar en todo el pulmón, incluido el intersticio alveolar y aéreas. La lámina propia, que es más marcada en la tráquea y en
el tejido conjuntivo peribronquial29; las células de Langerhans pare- los bronquios proximales que en las vías aéreas distales, está for-
cen estar presentes sólo en el interior del epitelio de las vías aéreas, mada principalmente por vasos linfáticos y sanguíneos pequeños,
donde su número es considerablemente mayor en las ramas proxi- una red de fibras de reticulina que se continúa con la lámina
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 7

basal, y tejido elástico. La submucosa contiene cartílago, músculo El músculo traqueal se encuentra principalmente en la porción
y otros elementos del tejido conjuntivo de soporte, la mayor par- membranosa (posterior), donde está dispuesto en haces transver-
te de las glándulas traqueobronquiales, vasos linfáticos, arterias y sales unidos al pericondrio interno. En los bronquios intrapul-
venas bronquiales, y diversas células relacionadas con la función monares la cubierta muscular está cerca del epitelio adyacente a
de las vías aéreas y los mecanismos de defensa. la lámina propia (figura 1-11). En los bronquios principales la
Una función importante de la membrana basal es fijar el epi- orientación es principalmente transversal, como en la tráquea;
telio de superficie al tejido conjuntivo subyacente. En el lado sin embargo, en las vías aéreas distales las fibras tienen una dis-
epitelial la unión está mediada por moléculas de adhesión y por posición oblicua y están dispuestas en haces que se ramifican y se
uniones a las células basales mediante hemidesmosomas34; en el anastomosan y que forman espirales irregulares en el trayecto de
lado opuesto hay fibrillas de anclaje que se originan en la mem- las vías aéreas. Hay datos de que el grosor relativo de la cubierta
brana basal y que se entrelazan con fibras de colágeno de la parte muscular expresado en proporción al diámetro de las vías aéreas
superior de la lámina propia. El estudio ultraestructural muestra es mayor en las vías aéreas periféricas que en las proximales37.
la presencia de una población de fibroblastos localizados inme- El tejido conjuntivo laxo que contiene fibras de colágeno y reti-
diatamente debajo de la membrana basal («vaina de fibroblastos culina ocupa la mayor parte del resto de la submucosa. Se continúa
atenuada»), que serían capaces de interactuar con las células epi- con el tejido conjuntivo periarterial y perivenoso adyacentes cerca
teliales adyacentes y de participar en la regulación de los procesos del hilio y así, por extensión, con el tejido conjuntivo interlobulillar
inflamatorios y reparadores locales35. e intersticial pleural. Esta interdependencia del tejido conjuntivo es
El cartílago traqueal está dispuesto en una serie de 16 a 20 ani- importante para mantener la estructura global del pulmón y para
llos con forma de herradura orientados en un plano horizontal con proporcionar un andamiaje para el tejido conjuntivo más delicado
los extremos abiertos dirigidos hacia atrás. Esta estructura con for- del parénquima.
ma de U también está presente en los bronquios principales, pero Las glándulas traqueobronquiales (véase figura 1-11) son pro-
en las ramas más distales las placas se hacen bastante irregulares longaciones especializadas del epitelio de superficie que se dirigen
tanto en tamaño como en forma. En los puntos de división bron- hacia la lámina propia y la submucosa y que se ven exclusivamen-
quial frecuentemente adoptan la forma de una silla de montar que te en la tráquea y en los bronquios38. La porción secretora de la
conforma el ángulo de la ramificación, proporcionando de esta glándula está conectada a la superficie de las vías aéreas por un
manera un soporte adicional en los puntos de mayor turbulencia. conducto colector. En el conducto se originan túbulos secretores
A medida que las vías aéreas se dirigen hacia la porción distal, las alargados que están tapizados proximalmente por células mucosas
placas se hacen cada vez más pequeñas y menos completas hasta y distalmente por células serosas algo aplanadas. La ultraestructura
que finalmente desaparecen totalmente en las vías aéreas de 1 a de estas células serosas, así como su contenido en anhidrasa carbó-
2 mm de diámetro (bronquiolos). Al avanzar la edad, las placas con nica, indica que su secreción principal es la sustancia de viscosidad
frecuencia se osifican y se pueden ver en las radiografías. baja, que probablemente tiene como objetivo facilitar la depura-
Las placas de cartílago bronquial están unidas entre sí por teji- ción del moco. Además, se ha mostrado que las células serosas son
do fibroelástico denso dispuesto en una dirección predominante- una fuente de diversas sustancias importantes en la defensa local de
mente longitudinal. En numerosos puntos, particularmente en las vías aéreas, como lisozima, transferrina y el inhibidor de las pro-
las vías aéreas más pequeñas, hay fibras elásticas que se dirigen teasas de los leucocitos23, 24, 39. También hay datos de que las células
en dirección oblicua desde estos fascículos dispuestos longitudi- actúan tanto en la fabricación del componente secretor como en su
nalmente para entrelazarse con el tejido elástico de la lámina pro- acoplamiento a la inmunoglobulina dimérica (IgA) y en último
pia36. Se piensa que estas fibras dispuestas oblicuamente ayudan a término la secreción de la misma40.
transmitir al tejido cartilaginoso-fibroso más rígido y más fuerte Muchas células que participan en la defensa de las vías aéreas y en
las tensiones longitudinales que se originan en el epitelio superfi- otras funciones están dispersas en la lámina propia y la submucosa.
cial y en el parénquima en conjunto durante la respiración. Los linfocitos están presentes de manera aislada y en grupos pe-

FIGURA 1-11
Pared bronquial normal con una glándula bronquial. Un
corte de un bronquio lobar muestra una porción de la placa de
cartílago, la muscular de la mucosa (m), el conducto de una
glándula bronquial (c) y túbulos secretores (flecha) (×40).
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser
and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
8 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

queños, y estos últimos se denominan nódulos linfáticos, agregados


linfáticos o tejido linfático asociado a los bronquios (TLAB)41, 42. Estos
grupos no están presentes en el momento del nacimiento y habi-
tualmente están ausentes o son poco frecuentes en los pulmones
normales43, 44; sin embargo, están frecuentemente asociados a la irri-
tación crónica de las vías aéreas, como la que se ve asociada al humo
de tabaco44, lo que indica que el grado de desarrollo del TLAB se
relaciona con la presencia de material nocivo inhalado.
Con frecuencia se encuentran células plasmáticas en el árbol
traqueobronquial, particularmente en relación con las glándulas
mucosas y en la lámina propia cerca de la lámina basal45. Se
encuentran macrófagos y mastocitos aislados en toda la lámina
propia y en la submucosa. Hay datos de que los macrófagos de la
lámina propia pueden modular la actividad de otras células lin-
forreticulares del epitelio de las vías aéreas46 y pueden migrar a
través del epitelio hasta la superficie de las vías aéreas para fago-
citar material particulado inhalado47.

Anatomía: la zona de transición


Geometría y dimensiones
Estudios tridimensionales detallados del tejido pulmonar periférico
han mostrado que la geometría de las vías aéreas a este nivel es
mucho más compleja de lo que habitualmente se aprecia examinan-
do cortes histológicos bidimensionales48. Aunque la ramificación se
puede producir de una manera dicotómica más o menos simétrica,
son frecuentes las divisiones de los bronquiolos respiratorios en tres FIGURA 1-12
o cuatro ramas (a veces asimétricas). Además, el número, la configu-
ración global, la longitud y el diámetro de las vías aéreas desde el Bronquiolos respiratorios. La pared de un bronquiolo respiratorio
proximal está tapizada completamente por un epitelio columnar
bronquiolo alveolar hasta el saco alveolar son bastante variables; por bajo (flechas). Junto a ella hay una pequeña cantidad de tejido intersticial, un
ejemplo, el número de generaciones desde el bronquiolo terminal conducto linfático dilatado (C) y una rama de la arteria pulmonar (A). Las
hasta el saco alveolar puede ser de entre 2 y 12, aunque 6 a 8 proba- paredes de las ramas bronquiolares distales están alveolizadas casi
blemente representa la mayor parte de las vías aéreas. Esta regulari- completamente (×80). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré
PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
dad geométrica probablemente se relaciona, al menos en parte, con WB Saunders, 1999.)
las limitaciones espaciales que imponen la pleura, los tabiques inter-
lobulillares y las vías aéreas y los vasos de mayor tamaño.
El número de alvéolos por cada bronquiolo respiratorio, con-
ducto alveolar y saco alveolar también muestra una gran varia-
Anatomía: la zona respiratoria
ción; por ejemplo, se ha calculado que el número medio de alvéo-
Geometría y dimensiones
los por saco alveolar está entre 3,5 y 29, y la mayor parte de los
investigadores ha encontrado aproximadamente 1048. La estima- Los alvéolos son evaginaciones pequeñas y con forma de copa de
ción más realista del número de alvéolos por cada conducto los bronquiolos respiratorios, de los conductos alveolares y de los
alveolar es probablemente de 15 a 20. sacos alveolares que están delimitados por tabiques finos (paredes)
(figura 1-13). En general tres tabiques tienen una línea de unión
Morfología y función celular común con un ángulo medio de 120°, y se asume que son más o
menos planos si no hay diferencias de presión entre alvéolos conti-
Los bronquiolos respiratorios tienen un epitelio columnar bajo a guos. Como consecuencia del agrupamiento íntimo de varios
cuboideo (formado principalmente por células ciliadas y células alvéolos de conductos y sacos alveolares adyacentes, la cúpula de un
de Clara) que disminuye gradualmente de extensión a medida alvéolo puede estar formada por más de tres tabiques.
que aumenta el número de alvéolos (figura 1-12). En los bron- El número total de alvéolos varía considerablemente; en un
quiolos de primer y de segundo orden, el epitelio habitualmente estudio de pulmones procedentes de 32 personas 19 a 85 años de
es completo en un lado; recubre la lámina propia y la submucosa edad los totales calculados variaron desde 212 × 106 a 605 × 106
y se continúa con el del bronquiolo terminal, y contiene una rama (media, 375 × 106)49. En adultos, tanto el diámetro máximo como
prominente de la arteria pulmonar. A medida que aumenta el la profundidad del alvéolo son en promedio de 250 a 300 µm2. El
número de alvéolos, desaparece la submucosa, aunque los tejidos área superficial alveolar total varía con el tamaño corporal, y en
muscular y elástico continúan en haces bastante prominentes en un estudio50 varía desde 40 a 100 m2. En el adulto medio proba-
un patrón en espiral que rodea la entrada de los alvéolos. En el blemente está entre 70 y 80 m2 48.
conducto alveolar el epitelio bronquiolar está totalmente ausen-
te, y sólo hay tejido intersticial escaso en las paredes alveolares Morfología y función celular
adyacentes. Los conductos alveolares terminan en una serie de
estructuras redondeadas denominadas sacos alveolares, en los Los tabiques alveolares están formados por un epitelio aplanado
que se originan múltiples alvéolos. continuo que recubre los capilares y una pequeña cantidad de tejido
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 9

EA

FIGURA 1-13
Alvéolos normales. Obsérvese la escasa cantidad de tejido interpuesto
entre los espacios aéreos y la luz de los capilares. Se ve el núcleo de una
célula de tipo II, o de un macrófago, en la unión de dos tabiques (flechas);
las células de tipo I no se ven con claridad (×350). (Tomado de Fraser RS, B
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) FIGURA 1-14
Célula epitelial alveolar de tipo I. A. Imagen de bajo aumento que
intersticial. El epitelio está formado principalmente por dos células muestra un núcleo grande y un citoplasma escaso que está atenuado a ambos
lados sobre la superficie alveolar (flechas). B. Imagen de gran aumento de la
distintas morfológica y funcionalmente denominadas células de unión entre dos células de tipo I que muestra una hendidura que se extiende
tipo I y de tipo II. El propio intersticio contiene diversos tipos celu- aproximadamente horizontal hacia el interior desde el espacio alveolar (EA).
lares, así como una pequeña cantidad de tejido conjuntivo. Aunque En varias zonas (flechas) las hojas externas de las membranas plasmáticas
por lo general no se considera que forma parte de la pared alveolar, parecen estar fusionadas. (A. Por cortesía del Dr. Nai-San Wang, McGill
el macrófago alveolar normalmente está presente en su superficie y University, Montreal; B. Tomado de Schneeberger-Kelley EE, Karnovsky MJ: The
ultrastructural basis of alveolar-capillary membrane permeability to peroxidase
procede en parte de las células intersticiales septales; por tanto, es used as a tracer. J Cell Biol 37:781, 1968. Reproducido del Journal of Cell
conveniente analizar aquí su morfología y su función. Biology, con autorización de la Rockefeller University Press.)

Célula epitelial alveolar de tipo I


nas en ambas direcciones a través de la barrera hematogaseosa y que
Las células alveolares de tipo I recubren aproximadamente el 95% probablemente son un medio para reabsorber el líquido alveolar
de la superficie alveolar y tienen un volumen total doble que el de neonatal o patológico53. También se ha mostrado que estas células
las células de tipo II, que son histológicamente más evidentes51. El tienen la capacidad de ingerir material particulado intraalveolar54,
núcleo de las células de tipo I es pequeño, algo aplanado y está aunque la importancia cuantitativa de este mecanismo en relación
cubierto por un rodete delgado de citoplasma que contiene pocos con la depuración pulmonar total de partículas es probablemente
orgánulos (figura 1-14). El resto de citoplasma forma varias láminas pequeña cuando se compara con los macrófagos alveolares.
o placas anchas que miden sólo de 0,3 a 0,4 µm de grosor y que se
extienden 50 µm o más sobre la superficie alveolar, de modo que Célula epitelial alveolar de tipo II
el área que cubren mide aproximadamente 5.000 µm2 51. Las placas
están unidas firmemente entre sí y a las células de tipo II por zonas Las células epiteliales de tipo II tienen forma cuboidea y habi-
de oclusión que podrían representar una barrera más o menos com- tualmente están localizadas entre las células de tipo I cerca de los
pleta a la difusión de sustancias hidrosolubles hacia la luz alveolar52. ángulos en los que se unen alvéolos adyacentes. El citoplasma
El citoplasma de las células de tipo I contiene vesículas pinocíti- contiene gránulos unidos a la membrana llenos de material
cas bastante numerosas, que podrían transportar líquido y proteí- laminar electrondenso (figura 1-15) que es el origen del surfac-
10 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

FIGURA 1-15
Neumocito de tipo II. Obsérvense las cortas microvellosidades de su
superficie, las uniones con las células de tipo I (flechas) y los cuerpos de
inclusión laminares. (Pulmón de ratón, ×20.000.) (Por cortesía del Dr. Nai-
San Wang, McGill University, Montreal.)

FIGURA 1-16
tante alveolar55. En el tejido que se fija mediante perfusión a tra- Surfactante. Micrografía electrónica de transmisión de surfactante alveolar
vés del sistema vascular se puede ver el surfactante como una libre que muestra figuras tubulares de mielina. (Por cortesía del Dr. David
capa de material acelular de aproximadamente 4 nm de grosor Walker, University of British Columbia, Vancouver.)
que tapiza la superficie alveolar56. Está formado por dos compo-
nentes57: 1) una película dirigida hacia el espacio aéreo alveolar
que está formada por fosfolípidos espaciados de manera den- tripsina59, 60, y que son capaces de suprimir la proliferación de los
sa con un aspecto tubular prominente (mielina tubular) (fi- linfocitos y de estimular la función de los macrófagos de los tabi-
gura 1-16), y 2), profunda a esta película, una capa que contiene ques alveolares61, 62.
fosfolípidos tensioactivos en una configuración fisicoquímica
diferente y que representan la hipofase que describe el fisiólogo. Intersticio septal alveolar
Se piensa que los componentes de la capa superficial son reclu-
tados de la hipofase más profunda durante la expansión del pul- Hay una membrana basal más o menos continua debajo de las célu-
món y pueden volver a entrar en la capa de la hipofase a volú- las de tipo I y de tipo II. Más de aproximadamente el 50% de su área
menes pulmonares bajos. está íntimamente unido a la membrana basal endotelial subyacen-
La célula de tipo II tiene varias funciones además de la pro- te; en esta región de aposición no hay tejido conjuntivo intersticial
ducción del surfactante. En condiciones normales aproximada- ni núcleos de células endoteliales ni epiteliales, de modo que el gro-
mente el 1% tiene actividad mitótica y es responsable de la reno- sor de la barrera hematogaseosa está determinado sólo por la dele-
vación de la superficie alveolar por diferenciación a células de gada placa de la célula de tipo I, la pared de la célula endotelial y las
tipo I58. Esta capacidad de replicación también es importante membranas basales fusionadas, y en conjunto mide aproximada-
para la curación después de la lesión pulmonar, en la que la rela- mente 0,5 µm (figura 1-17). En otras partes las membranas basales
tiva sencillez de citoplasma y la gran área superficial de las célu- endotelial y epitelial están separadas por un espacio intersticial de
las de tipo I hace que sean particularmente susceptibles a la anchura variable. Así, el intersticio alveolar está formado por dos
lesión. En estas circunstancias se produce proliferación de las compartimientos anatómicos distintos, uno relativamente delgado,
células de tipo II, que repondrán transitoriamente las paredes a través del cual se produce la mayor parte de la transferencia gaseo-
alveolares, y de esta manera se consigue la integridad epitelial. sa, y el otro más grueso y que actúa como soporte mecánico del alvéo-
Siempre que la lesión del espacio aéreo y del intersticio sea míni- lo, un compartimiento para la transferencia de líquidos y la localiza-
ma, las nuevas células de tipo II se pueden transformar pos- ción de las diversas células que contribuyen a la función alveolar.
teriormente en células de tipo I y pueden restaurar la superficie El tejido conjuntivo septal está formado por una matriz de
alveolar normal. La presencia de puntos de unión aniónicos y de proteoglucanos en la que hay incluidas fibras elásticas y de coláge-
microvellosidades en la superficie de las células de tipo II indica no que están íntimamente interrelacionadas con la red capilar, a la
que pueden participar en la reabsorción de líquido o de otras sus- que proporcionan soporte. La elastina forma casi el 30% del peso en
tancias desde la luz alveolar. También hay datos de que las células seco del pulmón y se puede estirar hasta aproximadamente el 140%
de tipo II sintetizan diversas sustancias que participan en la de su longitud antes de romperse63; por tanto, tiene una gran
estructura y la defensa alveolares, como fibronectina y a1-anti- importancia en la determinación de las propiedades mecánicas del
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 11

FIGURA 1-17
Barrera hematogaseosa. A. Porción
delgada. Hay un capilar (C) a la izquierda
y un espacio alveolar (A) a la derecha.
Una célula epitelial alveolar (CE) de tipo I
está cubierta por una capa osmiófila (CO)
claramente extracelular. (Microscopia
electrónica de transmisión [MET],
×48.420.) B. Porción gruesa. Los
capilares (C) y las células epiteliales (CE1)
están separados por fibras de colágeno
y una célula intersticial prominente
que contiene aparato de Golgi (G)
y numerosos haces de
microfilamentos (flechas). (Pulmón de
rata, MET, ×24.000.) (A. Tomado de
Weibel ER: improvements in demonstration
of lining layer of lung alveoli by electron
microscopy. Respir Physiol 8:13-36, 1969;
B. Tomado de Kapanci Y, Assimacopoulos
A, Irle C, et al: «Contractile interstitial
cells» in pulmonary alveolar septa: A
possible regulator of ventilation-perfusion
ratio? Ultrastructural, immunofluorescence,
and in vitro studies. J Cell Biol 60:375-392,
1974. Reproducido del Journal of Cell
Biology, con autorización de la Rockefeller
University Press).

pulmón. El colágeno es menos abundante y supone sólo aproxima- Macrófago alveolar


damente el 15% del peso en seco del pulmón63. Tanto el colágeno
como la elastina de los tabiques alveolares se continúan con el teji- Se ha considerado que los macrófagos pulmonares forman varios
do fibroelástico que rodea a los vasos acinares pequeños y a las vías grupos de acuerdo con su diferente localización anatómica: 1) el
aéreas y, por extensión, con el tejido conjuntivo de la pleura, de las macrófago de las vías aéreas, situado en el interior de la luz o debajo
vías aéreas de mayor tamaño y de los tabiques interlobulillares, for- de la cubierta epitelial de las vías aéreas de conducción; 2) el macró-
mando de esta manera un complejo armazón tridimensional de fago intersticial, que se encuentra de manera aislada o en relación
tejido conjuntivo que atraviesa e interconecta todo el pulmón. con el tejido linfático del tejido conjuntivo intersticial de todo el
El intersticio alveolar también contiene distintos tipos celulares. pulmón; 3) el macrófago intravascular, que está adyacente a la célu-
Uno de los más numerosos, denominado célula intersticial contrác- la endotelial capilar y que posiblemente actúa como célula reticulo-
til (miofibroblasto), tiene características ultraestructurales e inmu- endotelial similar a la del hígado y el bazo68; 4) el macrófago pleu-
nohistoquímicas indicativas de diferenciación tanto a músculo liso ral69; y 5) el macrófago alveolar, que está situado en la superficie
como a fibroblastos65. Estas células parecen atravesar el espacio alveolar y en el interior del propio espacio aéreo70. Aunque todas
intersticial y unirse a la membrana basal de las células epiteliales y estas células son morfológicamente similares, hay datos de que las
endoteliales. Se ha propuesto que su contracción puede dar lugar a diferentes subpoblaciones tienen diferentes capacidades funciona-
una reducción del flujo sanguíneo capilar y que esta contracción les. Sin embargo, debido a su fácil accesibilidad mediante el LBA, el
puede ser el mecanismo mediante el cual la hipoxia produce dis- macrófago alveolar es el que se ha estudiado de manera más exten-
minución de la perfusión alveolar, es decir, un posible medio para sa, y el análisis siguiente aborda principalmente esta célula.
la regulación del cociente VA/Q alveolar65. También se ha propues- Numéricamente el macrófago alveolar es con mucho la célula
to que estas células pueden actuar como reguladores de la distensi- no epitelial más importante de la luz alveolar. El LBA de los espa-
bilidad del espacio intersticial mediante el aumento de la resistencia a cios aéreos humanos normales da una población celular formada
la expansión intersticial por el líquido del edema y así impulsan por aproximadamente un 95% de macrófagos; las células dendríti-
este líquido desde el intersticio alveolar hacia los linfáticos peri- cas (0,5%), los linfocitos (1% a 2%), células similares a monocitos
bronquiolares, en los que se puede depurar de manera eficaz66. de naturaleza incierta (2%) y leucocitos polimorfonucleares (me-
Finalmente, es probable que las células intersticiales sean responsa- nos del 1%) constituyen el resto71.
bles de la producción del tejido conjuntivo alveolar, tanto en con- El diámetro de estas células varía desde 15 a 50 µm, y están situa-
diciones normales como en la fibrosis alveolar patológica67. das en la superficie alveolar, con preferencia por la localización en
Otras células que están localizadas en el intersticio alveolar las uniones entre tabiques adyacentes. Ultraestructuralmente tienen
incluyen mastocitos, linfocitos, macrófagos y células dendríticas. microvellosidades superficiales prominentes y numerosos gránulos
12 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

intracitoplásmicos de aspecto variable unidos a la membrana que controvertida porque cada uno de ellos posee características que se
representan lisosomas primarios y secundarios. Proceden de pre- ajustan a un conjunto de circunstancias mejor que el otro. Pensa-
cursores de la médula ósea, probablemente a través del monocito de mos que la subdivisión más útil con fines descriptivos y diagnósti-
la sangre periférica70. Además, hay datos de que los macrófagos cos es el lobulillo.
intersticiales alveolares son capaces de dividirse y de esta manera
reponer o aumentar la población de macrófagos alveolares. Lobulillo secundario
Las funciones del macrófago alveolar son numerosas y com-
plejas72, y aquí sólo se dará una breve perspectiva. Estas funciones El lobulillo pulmonar secundario se define como la porción discre-
se pueden considerar bajo tres encabezamientos: 1) fagocitosis y ta del pulmón más pequeña que está rodeada por tabiques de teji-
depuración de material intraalveolar no deseado, 2) interacciones do conjuntivo. Los tabiques interlobulillares están más desarrolla-
inmunitarias y 3) producción de mediadores inflamatorios y de dos en la periferia del pulmón, donde se continúan con el intersti-
otras sustancias químicas. Hay datos de que diferentes subpobla- cio pleural (figura 1-18). Contienen venas pulmonares y vasos lin-
ciones de macrófagos alveolares pueden tener diferentes capaci- fáticos que drenan el tejido lobulillar adyacente y son más numero-
dades de realizar estas funciones73. sos en las caras apical, anterior y lateral del lóbulo superior del lóbu-
FAGOCITOSIS Y DEPURACIÓN DE SUSTANCIAS. Los macrófagos alveo- lo medio derecho, de la língula y del lóbulo inferior (figura 1-19)79.
lares son móviles y, en respuesta a estímulos químicos adecuados, Cada lobulillo contiene de tres a cinco bronquiolos terminales,
se acumulan de manera activa en la localización del material las ramas correspondientes de las vías aéreas transicionales y el teji-
extraño. Su superficie posee receptores para la porción Fc de di- do respiratorio acompañante. Tiene forma de poliedro irregular y
ferentes moléculas de IgG, así como para IgE, IgA y C3; la fagoci- generalmente tiene un diámetro que va desde 1 hasta 2,5 cm. Un
tosis del material extraño se produce asociada a éstas y a otras lobulillo normal no se puede identificar en la radiografía de tórax.
opsoninas, como la fibronectina. Además de las sustancias extra- Sólo se puede reconocer el volumen de pulmón entre dos líneas
ñas inhaladas, los macrófagos alveolares digieren y eliminan como un lobulillo secundario cuando los tabiques interlobulillares
material pulmonar endógeno, como las células de tipo I y de tipo se hacen visibles como líneas septales como consecuencia de su
II muertas, el surfactante y el exudado inflamatorio que se puede engrosamiento por líquido o por tejido (como edema o carcino-
producir durante una neumonitis. ma). Por el contrario, los tabiques interlobulillares normales se
Aunque algunos macrófagos que contienen material extraño identifican con frecuencia en la TCAR, la mayor parte de las veces
entran en el intersticio alveolar y permanecen ahí o son trans- en la cara lateral del pulmón, en forma de líneas rectas de 1 a 2,5 cm
portados a través de los linfáticos hasta los ganglios linfáticos de longitud. También se pueden identificar en las regiones más cen-
regionales, hay datos de que pocos siguen esta ruta46. Por el con- trales tanto de piezas macroscópicas como en la TCAR cuando están
trario, la mayoría muere en el interior de los alvéolos o migra engrosadas por edema o por tejido neoclásico (figura 1-20)80-82.
hacia los bronquiolos terminales, donde entran en la escalera Desde un punto de vista radiológico, se considera que el lobuli-
mucociliar y, junto a su material ingerido, son transportados llo secundario de Miller es la unidad fundamental de estructura
hacia la laringe y deglutidos o expectorados74. pulmonar por dos motivos principales: 1) es la unidad anatómica
INTERACCIONES INMUNITARIAS. Los macrófagos alveolares tienen más pequeña que se puede identificar con claridad en la TCAR, y 2)
funciones importantes en las reacciones inmunitarias pulmo- la evaluación de la distribución de las alteraciones de su interior
nares. Los inmunógenos inhalados son fagocitados por las células puede ser útil para el diagnóstico diferencial de las enfermedades
dendríticas y presentados a los linfocitos T, que después desarro- pulmonares. Por ejemplo, los procesos patológicos que se relacio-
llan una inmunidad específica. La posterior presentación del nan con los bronquiolos terminales o respiratorios se caracterizan
antígeno estimula a los linfocitos T y da lugar a interacciones en la TCAR por una distribución predominante cerca del centro del
entre los linfocitos T y B y entre los linfocitos B y los macrófagos. lobulillo83. Las alteraciones específicas incluyen zonas localizadas de
Estas últimas dan lugar a activación de los macrófagos, y se mani- baja atenuación en el enfisema centrolobulillar y zonas nodulares
fiestan por características como aumento del número de recep- centrolobulillares de aumento de la atenuación en la tuberculosis y
tores de superficie, aumento de la cantidad de enzimas lisosómi- en la neumonitis por hipersensibilidad (figura 1-21)84. Además,
cas, y aumento de la actividad bactericida. La importancia de estas diferentes formas de bronquiolitis se caracterizan en la TCAR por la
interacciones es ilustrada por la frecuencia y la gravedad de las presencia de nódulos o líneas ramificadas cerca del centro del lobu-
infecciones pulmonares en personas inmunodeprimidas. lillo (figura 1-22) o por disminución de la atenuación del lobulillo
PRODUCCIÓN DE MEDIADORES. Tanto en condiciones de reposo debido a atrapamiento aéreo o vasoconstricción (figura 1-23)83.
como en condiciones de activación, los macrófagos alveolares sin-
tetizan y secretan distintas sustancias72, muchas de las cuales tienen Ácino
efectos importantes sobre la defensa pulmonar y la integridad
estructural del pulmón. Estas sustancias incluyen fibronectina75; El ácino pulmonar se define como la porción del pulmón distal al
diversas proteasas y antiproteasas (α1-antitripsina, α2-macroglobu- bronquiolo terminal. Incluye los bronquiolos respiratorios, los
lina, elastasas y colagenasas); mediadores inflamatorios e inmunita- conductos alveolares, los sacos alveolares, los alvéolos y sus vasos
rios como prostaglandinas, interleucinas76, óxido nítrico (NO)77 y leu- y tejido conjuntivo acompañantes (figura 1-24)85. Las medidas
cotrienos; y sustancias antimicrobianas como lisozima e interferón78. que se han publicado en el diámetro de los ácinos varían entre 6
y 10 mm, dependiendo hasta cierto punto de la técnica y de la
Unidad pulmonar presión a la que se insufla el pulmón86, 87. En vista del tamaño del
ácino, es razonable asumir que debería ser visible radiológica-
De las subdivisiones del parénquima pulmonar que se han pro- mente cuando está lleno total o parcialmente por material de
puesto como «unidad fundamental» de la estructura pulmonar, los contraste o por exudado inflamatorio.
lobulillos secundarios de Miller y el ácino pulmonar son los más A pesar de esto, el concepto de ácino tiene un valor escaso en
aceptados. La pregunta de cuál de ellos representa con más exac- la evaluación de la radiografía de tórax y de la TC por varios
titud la base anatómica de los procesos normales y patológicos es motivos. Primero, los ácinos normales no se pueden identificar
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 13

FIGURA 1-18
Lobulillo secundario: aspecto histológico. A, conducto alveolar; P, pleura; R, bronquiolo respiratorio; T, bronquiolo terminal;
flechas, tabique interlobulillar (×6). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases
of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

en la radiografía de tórax ni en la TCAR. Segundo, no se puede a través de las vías aéreas; sin embargo, en el tejido que se ha per-
asumir que pequeñas zonas nodulares de consolidación represen- fundido a través del lecho vascular, la apertura del poro está oclui-
ten sombras acinares radiológicamente. Por ejemplo, en una do con frecuencia por una película delgada de surfactante alveo-
investigación radiológica-anatomopatológica se encontró que los lar90. Como es más probable que el tejido perfundido a través del
nódulos de contornos borrosos que correspondían a un patrón lecho vascular represente de manera más fiel el estado normal
acinar en la bronconeumonía, en la tuberculosis «acinonodular» del interior de la luz alveolar, esta observación arroja dudas consi-
y en la bronquiolitis estaban producidos principalmente por derables sobre el significado de los poros en la ventilación colateral.
inflamación alrededor de los bronquiolos terminales y respira- La relación entre las ventanas alveolares (discontinuidades que
torios, y los espacios aéreos distales habitualmente estaban respeta- miden de 20 a 100 µm de diámetro) y los poros alveolares no está
dos88. Finalmente, la consolidación que se asocia a la neumonía o a clara. La mayor parte de los investigadores piensa que represen-
la hemorragia raras veces está limitada al ácino, sino que tiende tan un estado patológico de la pared alveolar, y algunos autores
a confluir y tiene una distribución lobulillar, segmentaria o lobar. piensan que son la fase más temprana del enfisema pulmonar.
También se ha especulado que los poros alveolares en sí mismos
Canales de las vías aéreas periféricas pueden ser los precursores de las ventanas91. Sea cual sea su rela-
y comunicación acinar ción, es posible que estas discontinuidades de mayor tamaño ten-
gan una mayor importancia que los poros alveolares en el senti-
La primera y probablemente la más estudiada de estas estructuras do de aportar una vía para la comunicación interacinar.
son las pequeñas discontinuidades de los tabiques alveolares deno- Las comunicaciones directas entre los alvéolos y los bronquio-
minadas poros alveolares (poros de Kohn) (figura 1-25). Tienen for- los respiratorios, terminales y preterminales se denominan canales
ma redondeada u oval, con frecuencia están situados en la unión de Lambert; estos canales están formados por estructuras tubula-
entre tabiques alveolares adyacentes, y su diámetro varía desde 2 res tapizadas de epitelio que, en los pulmones que se fijan en esta-
hasta 10 µm. Debido a su escasez en niños, la mayor parte de los do de deflación, varían en diámetro desde «prácticamente cerrados»
autores piensa que son adquiridos; se ha propuesto que se pueden hasta 30 µm92. No se sabe si estas «vías aéreas» proporcionan úni-
deber a la descamación de las células epiteliales alveolares, a la camente comunicaciones accesorias intraacinares o si también hay
acción de la tensión ventilatoria sobre las paredes alveolares o a conexiones interacinares capaces de proporcionar también venti-
la pérdida de tejido conjuntivo intersticial89. Mediante microscopia lación colateral.
electrónica de transmisión, la abertura del poro habitualmente no
tiene material celular ni de otro tipo en el material que se ha fijado El texto continúa en la página 17
14 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

FIGURA 1-19
Tabiques interlobulillares. Un corte montado en papel de una rebanada sagital del pulmón derecho muestra unos tabiques interlobulillares
moderadamente distendidos en las porciones anterior y apical del lóbulo superior y en la cara basal del lóbulo inferior (flechas largas).
También se pueden ver algunos tabiques no distendidos en forma de líneas negras gruesas en la superficie pleural del lóbulo inferior (flechas cortas).
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 15

FIGURA 1-20
Engrosamiento de los tabiques interlobulillares. Una TCAR (colimación
de 1 mm) en un paciente que tiene edema pulmonar intersticial (A) muestra
engrosamiento de los tabiques interlobulillares. Los lobulillos pulmonares
secundarios tienen un tamaño variable y forma de poliedro irregular. La
paciente era una mujer de 77 años de edad que tenía insuficiencia cardíaca
congestiva. Se reseña un hallazgo casual de una linfadenopatía mediastínica
anterior no relacionada. Una imagen ampliada de un corte del lóbulo superior
de otro paciente (B) muestra un engrosamiento moderado de los tabiques
interlobulillares como consecuencia de una carcinomatosis linfangítica. La
arquitectura es similar a la de la imagen de TCAR. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

FIGURA 1-21
Nódulos centrolobulillares en la tuberculosis. Una TCAR (colimación de 1 mm) al nivel
del cayado aórtico muestra un nódulo lobulado de 2 cm de diámetro en el segmento
posterior del lóbulo superior derecho. Obsérvese la distribución centrolobulillar de los
nódulos de menor tamaño (flecha recta) y el tabique interlobulillar normal (flecha curva).
La paciente era una mujer de 80 años que tenía tuberculosis de reactivación (nódulo grande)
y diseminación endobronquial (nódulos de menor tamaño). (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
16 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

FIGURA 1-22
Nódulos centrolobulillares producidos por bronquiolitis. Una TCAR (colimación de
1,5 mm) muestra nódulos pequeños y estructuras ramificadas (flechas). Estas alteraciones
están situadas a aproximadamente 5 mm de vasos que son demasiado grandes para estar
en el interior de un lobulillo pulmonar secundario y que, por tanto, representan los bordes
de los lobulillos pulmonares secundarios. Las estructuras y alteraciones que están
a más de 5 mm de estos bordes deben tener una localización centrolobulillar. El paciente
era un varón de 28 años que tenía bronquiolitis relacionada con la inhalación de material
extraño. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

FIGURA 1-23
Disminución de la perfusión
producida por bronquiolitis. Una
TCAR (colimación de 1 mm) a través
de los campos pulmonares inferiores
muestra zonas extensas de atenuación
en vidrio esmerilado. Obsérvense las
zonas poliédricas localizadas de
disminución de la atenuación y los
vasos centrales pequeños que
corresponden a los lobulillos
pulmonares secundarios con
disminución de la perfusión. El
paciente era un varón de 74 años de
edad que tenía alveolitis alérgica
extrínseca y bronquiolitis grave. Las
zonas de atenuación en vidrio
esmerilado corresponden a alveolitis.
La disminución de la perfusión de
algunos lobulillos pulmonares
secundarios probablemente se
relaciona con obstrucción de las vías
aéreas pequeñas. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser
and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB
Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 17

TABLA 1-1. Nomenclatura de la anatomía broncopulmonar


ALVÉOLO
SA
Jackson-Huber Boyden

Lóbulo superior derecho


CA Apical B1
Anterior B2
Posterior B3
BR2 BR3 Lóbulo medio derecho
BR1
BT Lateral B4
Medial B5
Lóbulo inferior derecho
Superior B6
FIGURA 1-24 Medial basal B7
Partes componentes del ácino. BR, bronquiolo respiratorio; Anterior basal B8
BT, bronquiolo terminal; CA, conducto alveolar; SA, saco alveolar. (Tomado Lateral basal B9
de Thurlbeck WM: In Sommers SC [ed]: Pathology Annual. New York, Appleton- Posterior basal B10
Century-Crofts.1968, p 277.) Lóbulo superior izquierdo
División superior
Apicoposterior B1 y 3
Anterior B2
División lingular
Superior B4
Inferior B5
Lóbulo inferior izquierdo
Superior B6
Anteromedial B7 y 8
Basal lateral B9
Basal posterior B10

Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.

está producido por las indentaciones de los anillos cartilagino-


sos de sus paredes a intervalos regulares.
En un estudio de TC de 50 pacientes que no tenían malforma-
ciones traqueales ni mediastínicas, la longitud de la tráquea intra-
torácica varió desde 6 a 9 cm (media, 7,5±0,8 cm)97. La forma más
FIGURA 1-25
frecuente fue redonda u ovalada. En varones de 20 a 79 años de edad
el límite superior de la normalidad de los diámetros coronal y sagi-
Superficie de un alvéolo. Obsérvense los capilares (C), un macrófago (M) tal es de 25 y 27 mm, respectivamente98; en mujeres de la misma
y los poros alveolares (P). (Microscopia electrónica de barrido, ×3.650.) edad, dicho límite es de 21 y 23 mm, respectivamente. El límite in-
(Por cortesía de Dr. Nai-San Wang, McGill University, Montreal.) ferior de la normalidad de ambas dimensiones es de 13 mm en va-
rones y 10 mm en mujeres. En las radiografías que se exponen en
Radiología inspiración completa y en espiración máxima hay únicamente dife-
rencias despreciables de las dimensiones coronal y sagital.
Aunque se han descrito varios sistemas de nomenclatura bron- La tráquea se divide en los bronquios principales derecho e
quial, los de Boyden93 y Jackson y Huber94 son los que se han izquierdo en la carina. El ángulo de la bifurcación varía mucho;
aceptado de manera más generalizada y siguen siendo la termi- en un estudio de 100 personas adultas normales el intervalo fue
nología que se acepta generalmente en Norteamérica (tabla 1-1). de 35 a 90,5° (media, 60,8±11,8°)99. En los adultos el trayecto del
Sin embargo, se debe recordar que el patrón de ramificación bronquio principal derecho distalmente es más directo que el del iz-
bronquial que se describe, aunque es el más frecuente, dista quierdo y se puede atribuir, al menos en parte, a la presión de la
mucho de ser estándar porque hay una variación anatómica con- aorta sobre la pared izquierda de la tráquea. El diámetro trans-
siderable. También se ha descrito la anatomía normal y las varia- versal del bronquio principal derecho a CPT es mayor que el del
ciones frecuentes de las vías aéreas de los lóbulos inferiores y izquierdo (15,3 frente a 13 mm)100.
superiores según se observan en la TCAR95, 96.
Bronquios lobares y segmentos broncopulmonares
Tráquea y bronquios principales
En esta página y en las siguientes se describe y se ilustra la anato-
Para todos los efectos, la tráquea es una estructura de la línea mía de los bronquios proximales y de los segmentos broncopul-
media; una desviación ligera hacia la derecha después de su monares. Cada uno de los bronquios segmentarios se considera
entrada en el tórax es un hallazgo normal y no se debe inter- por separado, precedido de reproducciones de un broncograma
pretar erróneamente como un dato de desplazamiento. Las derecho y de los dibujos correspondientes en las proyecciones
paredes de la tráquea son paralelas excepto en el lado izquier- anteroposterior (AP) (figura 1-26) y lateral (figura 1-27), y repre-
do inmediatamente por encima de la bifurcación, donde la aor- sentaciones similares de un broncograma izquierdo (figuras 1-28
ta habitualmente imprime una indentación suave. Las colum- y 1-29).
nas aéreas de la tráquea, de los bronquios principales y del
bronquio intermedio tienen un contorno serrado suave que El texto continúa en la página 25
18 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

FIGURA 1-26
Árbol bronquial derecho (proyección frontal). A. Broncograma normal de una mujer de 39 años.
Continúa
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 19

APICAL
(lóbulo superior)

POSTERIOR
(lóbulo superior)

ANTERIOR
(lóbulo superior)

SUPERIOR
(lóbulo inferior)

LATERAL
(lóbulo medio)

BASAL MEDIAL
MEDIAL (lóbulo inferior)
(lóbulo medio)

BASAL ANTERIOR
(lóbulo inferior)

BASAL LATERAL BASAL POSTERIOR


(lóbulo inferior) (lóbulo inferior)

B
FIGURA 1-26 (cont.)
B. Segmentos normales del árbol bronquial derecho en la proyección frontal. (B, tomado
de Lehman JS, Crellin JA: The normal human bronchial tree. Med Radiogr Photogr 31:81,
1955. Reproducido con autorización de Eastman Kodak Company.)
20 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

FIGURA 1-27
Árbol bronquial derecho (proyección lateral). A. Broncograma normal de una mujer de 39 años.
Continúa
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 21

POSTERIOR
APICAL (lóbulo superior)
(lóbulo superior)

ANTERIOR
(lóbulo superior)

LATERAL
(lóbulo medio)
SUPERIOR
(lóbulo inferior)

MEDIAL
(lóbulo medio)

BASAL
POSTERIOR
BASAL (lóbulo inferior)
ANTERIOR
(lóbulo inferior)
BASAL
MEDIAL
(lóbulo inferior)

BASAL
LATERAL
(lóbulo inferior)
B
FIGURA 1-27 (cont.)
B. Segmentos normales del árbol bronquial derecho en la proyección lateral. (B, tomado de Lehman JS, Crellin JA:
The normal human bronchial tree. Med Radiogr Photogr 31:81, 1955. Reproducido con autorización de Eastman Kodak
Company.)
22 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

FIGURA 1-28
Árbol bronquial izquierdo (proyección frontal). A. Broncograma normal de una mujer de 39 años.
Continúa
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 23

APICAL-
POSTERIOR
(lóbulo superior)

ANTERIOR
(lóbulo superior)

SUPERIOR
(língula)

SUPERIOR
(lóbulo inferior)

INFERIOR
(língula)

BASAL
POSTERIOR BASAL
(lóbulo inferior) MEDIAL
ANTERIOR
(lóbulo inferior)

BASAL
LATERAL
B (lóbulo inferior)

FIGURA 1-28 (cont.)


B. Segmentos normales del árbol bronquial izquierdo en la proyección frontal. (B, tomado de Lehman JS, Crellin JA:
The normal human bronchial tree. Med Radiogr Photogr 31:81, 1955. Reproducido con autorización de Eastman Kodak
Company.)
24 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

FIGURA 1-29
Árbol bronquial izquierdo (proyección lateral). A. Broncograma normal de una mujer de 39 años.
Continúa
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 25

APICAL-
POSTERIOR
(lóbulo superior)

ANTERIOR
(lóbulo superior)

SUPERIOR
(língula)
SUPERIOR
(lóbulo inferior)

INFERIOR
(língula)

BASAL
MEDIAL
ANTERIOR
BASAL (lóbulo inferior)
POSTERIOR
(lóbulo inferior) BASAL
LATERAL
B (lóbulo inferior)

FIGURA 1-29 (cont.)


B. Segmentos normales del árbol bronquial izquierdo en la proyección lateral. (B, tomado de Lehman JS,
Crellin JA: The normal human bronchial tree. Med Radiogr Photogr 31:81, 1955. Reproducido con autorización
de Eastman Kodak Company.)

Lóbulo superior derecho. El bronquio del lóbulo superior los bronquios de los lóbulos medio e inferior. El bronquio del
derecho se origina en la cara lateral del bronquio principal, a lóbulo medio se origina en la pared anterolateral del bronquio
aproximadamente 2,5 cm de la carina. Se divide a algo más de intermedio, casi enfrente del origen del bronquio segmentario
1 cm de su origen, la mayoría de las veces en tres ramas que se superior del lóbulo inferior; entre 1 y 2 cm distal a su origen se
denominan anterior, posterior y apical. El patrón de ramifica- bifurca en los segmentos lateral y medial.
ción es particularmente variable en relación con la porción axi- Lóbulo inferior derecho. El bronquio segmentario superior
lar del lóbulo. se origina en la cara posterior del bronquio del lóbulo inferior
Lóbulo medio derecho. El bronquio intermedio continúa inmediatamente distal a su origen; así, está casi enfrente del ori-
distalmente durante 3 a 4 cm desde el origen del bronquio del gen del bronquio del lóbulo medio. El orden de los cuatro bron-
lóbulo superior derecho y después se bifurca para convertirse en quios segmentarios basales del lóbulo inferior en la proyección
26 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

ap
a
ap 7
a p

24
19 25
18 23
20

FIGURA 1-30
Anatomía bronquial en la TC. A. Una TC a un nivel inmediatamente inferior a la carina traqueal muestra el bronquio segmentario apical del lóbulo
superior derecho (a) y el bronquio segmentario apical posterior (ap) del lóbulo superior izquierdo. B. TC al nivel de los bronquios segmentarios anterior (a)
y posterior (p) del lóbulo superior derecho. Entre ellos hay una rama de la vena pulmonar superior derecha (7). También se ven los bronquios principales
derecho e izquierdo y los bronquios segmentarios apicoposterior (ap) y anterior (a) del lóbulo superior izquierdo. C. Ligeramente más caudal, el bronquio
segmentario apicoposterior se une al bronquio lobar superior izquierdo (23). Obsérvense las indentaciones locales anterior y posterior del lóbulo superior
izquierdo por la arteria pulmonar. A la derecha se ve el bronquio intermedio (18) en un corte transversal. D. TC al nivel de los bronquios lingular (24) y
lobar inferior izquierdo (25) y de la carina entre los bronquios del lóbulo inferior derecho (20) y del lóbulo medio (21).
Continúa

frontal desde la cara lateral a la cara medial del hemitórax es an- radica en la ausencia de un bronquio basal medial separado, de
terior-lateral-posterior-medial. Esta relación anterior-lateral-pos- modo que las porciones anterior y medial del lóbulo dependen
terior se mantiene en la proyección lateral, y de aquí el mnemó- de un único bronquio anteromedial. El mnemónico ALP se apli-
nico «ALP». ca tanto al lóbulo inferior izquierdo como lóbulo inferior dere-
Lóbulo superior izquierdo. Aproximadamente 1 cm distal a cho para la identificación del orden de los bronquios basales y su
su origen en la cara anterolateral del bronquio principal el bron- relación mutua en las proyecciones frontal y lateral.
quio del lóbulo superior izquierdo se bifurca o se trifurca, habi-
tualmente lo primero. En el patrón de bifurcación la división Anatomía bronquial en la tomografía computarizada
superior se divide casi inmediatamente en dos ramas segmen-
tarias, la apical posterior y la anterior. La división inferior es el Los bronquios que siguen un trayecto horizontal en el plano
bronquio lingular, que a grandes rasgos es análogo al bronquio del corte de la TC se ven a lo largo de sus ejes mayores (figura 1-30).
del lóbulo medio del pulmón derecho. Cuando se produce trifur- Estos bronquios incluyen los bronquios de los lóbulos superio-
cación del bronquio del lóbulo superior izquierdo, los bronquios res derecho e izquierdo, el bronquio segmentario anterior de
apical posterior, anterior y lingular se originan simultáneamente. los lóbulos superiores, el bronquio del lóbulo medio y el bron-
El bronquio lingular se extiende en dirección anteroinferior quio segmentario superior de los lóbulos inferiores. Los bron-
durante 2 a 3 cm antes de bifurcarse en las divisiones superior e quios que siguen un trayecto vertical están cortados en sección
inferior. transversal y se ven como zonas de transparencia circulares.
Lóbulo inferior izquierdo. Las divisiones del bronquio del Estos bronquios incluyen el bronquio segmentario apical del
lóbulo inferior izquierdo son similares en nombre y distribución lóbulo superior derecho, el bronquio segmentario apicoposterior
anatómica a las del lóbulo inferior derecho. La única excepción del lóbulo superior izquierdo, el bronquio intermedio, los
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 27

m
24
19 l
20 27
21

a
a m
a m
m p l
l p

FIGURA 1-30 (cont.)


E. Un corte de TC ligeramente más caudal muestra el bronquio segmentario superior (27) del lóbulo inferior izquierdo, el bronquio lingular inferior (24)
y los bronquios segmentario superior (21), lobar inferior (20) y lobar medio (19) derechos. F. TC al nivel en el que el bronquio del lóbulo medio se divide
en los bronquios segmentarios medial (m) y lateral (l). También se ven los bronquios lobares en sección transversal con las arterias pulmonares
interlobares laterales a ellos. G. Una TC a nivel en el que las venas pulmonares inferiores se unen a la aurícula izquierda muestra los bronquios
segmentarios medial (m) y anterior (a) derechos anteriores a la vena pulmonar inferior derecha y los bronquios segmentarios posterior (p)
y lateral (l) posteriores a la vena. En el lado izquierdo se pueden ver los bronquios segmentario medial (m) y segmentario anterior (a), así como un
tronco común entre los bronquios segmentarios posterior y lateral. Con más frecuencia los bronquios anterior y medial se originan en forma de tronco
común para ventilar el segmento anteromedial del lóbulo inferior izquierdo. H. A un nivel ligeramente más inferior se pueden ver los bronquios
segmentarios medial (m) y anterior (a) del lóbulo inferior izquierdo anteriores a la vena pulmonar inferior, mientras que los bronquios lateral (l)
y posterior (p) son posteriores a la vena. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

bronquios de los lóbulos inferiores y los bronquios de los seg- binación de ventilación (que supone el movimiento del gas hacia
mentos basales. Los bronquios que tienen un trayecto oblicuo los alvéolos y desde los mismos), difusión (que supone el movi-
se ven como zonas transparentes ovaladas y se visualizan peor miento del oxígeno y del dióxido de carbono a través de la mem-
en la TC. Estos bronquios incluyen el bronquio lingular, los brana alveolocapilar) y la perfusión (que supone el transporte de
bronquios segmentarios lingulares superior e inferior y los la sangre en el interior del pulmón hacia los alvéolos y desde los
bronquios segmentarios medial y lateral del lóbulo medio mismos). El primero de estos tres procesos se analiza en esta sec-
derecho. ción; los otros dos se abordan en la sección del sistema vascular
(véase página 39).
Función: ventilación pulmonar
Composición del gas de los alvéolos
El principal objetivo de la respiración es conseguir y mantener la
homeostasis de los gases en el aire alveolar y en la sangre arterial, La composición del gas alveolar depende de la cantidad de oxíge-
de modo que se satisfagan las demandas de oxígeno por parte del no que elimina y de dióxido de carbono que añade la sangre capi-
organismo y se elimine el producto metabólico intermedio, el lar, y de la cantidad y la composición del gas que llega al ácino a
dióxido de carbono. Este objetivo se consigue mediante una com- través del árbol traqueobronquial.
28 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

Ventilación del ácino. El aire contiene aproximadamente un Mecánica de la ventilación acinar. El movimiento del aire a
21% de oxígeno y un 79% de nitrógeno y, al nivel del mar, tiene través de las vías aéreas de conducción hasta el ácino precisa fuer-
una presión atmosférica de 760 mm Hg. Las presiones parciales za, que se mide como presión, para superar el retroceso elástico
de O2 y de N2 son aproximadamente 160 y 600, respectivamente. del parénquima pulmonar y de la pared torácica, la resistencia por
Cuando el aire se inhala hacia el árbol traqueobronquial, se satura rozamiento al flujo aéreo a través del árbol traqueobronquial, y la
completamente con vapor de agua a temperatura corporal y con inercia del gas. Como el aire tiene muy poca masa, el componen-
una presión parcial de 47 mm Hg, y la presión parcial del oxíge- te inercial es despreciable con frecuencias respiratorias normales;
no disminuye hasta 150 mm Hg. así, el retroceso elástico y la resistencia por rozamiento represen-
La. cantidad de gas que llega a los alvéolos (ventilación alveo- tan la principal porción del trabajo de la respiración101. La fuerza
lar [VA]) depende de la profundidad de la inspiración (volumen necesaria para insuflar el pulmón procede de la contracción de los
corriente [VC]), del volumen de las vías aéreas de conducción músculos inspiratorios, principalmente el diafragma y, en menor
(espacio muerto anatómico [VEM]) y del número de respiraciones medida, los músculos intercostales externos. Normalmente la
por minuto (f) y se puede calcular mediante la fórmula espiración es un fenómeno pasivo que se asocia a la relajación de
. los músculos inspiratorios. Sin embargo, en pacientes que tienen
VA (L/min) = (VC – VEM) × f
enfermedad obstructiva de las vías aéreas y en personas normales
La ventilación del espacio muerto (VEM) no se considera ventila- durante períodos de aumento de la ventilación se pueden reclutar
ción alveolar porque al final de la espiración el espacio muerto los músculos espiratorios, especialmente los abdominales.
está lleno de aire espirado que tiene una composición equivalen- RETROCESO ELÁSTICO DEL PARÉNQUIMA PULMONAR Y DE LA CAJA
te a la del ácino. La porción de VA de cada respiración (∆V) se TORÁCICA. Al final de una respiración tranquila (CRF), la pared
suma al gas alveolar (VO) y se produce un mezclado rápido por torácica retrocede hacia afuera y ejerce una fuerza que es igual y
difusión, de tal modo que las presiones parciales de los gases se opuesta a la fuerza que ejerce el pulmón que retrocede hacia
acercan a una concentración alveolar uniforme. Puede que no dentro (figura 1-31). Estas fuerzas equilibradas dan lugar a una
se produzca un mezclado completo por difusión en el interior de presión pleural negativa de aproximadamente 4 a 5 cm H2O.
los espacios aéreos cuando hay dilatación acinar (p. ej., enfisema) Durante la inspiración, inicialmente los músculos respiratorios
y cuando hay disminución del tiempo de mezcla. actúan para superar únicamente el retroceso elástico de los pul-
Intercambio gaseoso alveolocapilar. El flujo sanguíneo en mones. La pared torácica realmente contribuye a la insuflación
los capilares pulmonares afecta a la composición del gas alveolar por su retroceso hacia fuera hasta que se alcanza un volumen de
por la eliminación continua de oxígeno y la adición de dióxido de aproximadamente el 70% de la CPT; en este punto se insufla
carbono.
. . El cociente entre la ventilación alveolar y la perfusión más allá de su posición de reposo, y la fuerza de la contracción
(VA/Q) muestra la variación regional en el interior del pulmón, y muscular se ejerce contra el retroceso tanto del pulmón como
la interacción de estos dos procesos dinámicos da lugar a fluctua- de la pared torácica. Se alcanza la CPT cuando la fuerza inspira-
ciones de las presiones parciales del gas alveolar no sólo durante toria que consiguen los músculos se iguala a la fuerza de retro-
el ciclo respiratorio, sino también de una respiración a otra, de un ceso combinada del pulmón y de la pared torácica. A partir de
lóbulo a otro e incluso de una ácino a otro. la figura 1-31 es evidente que a medida que aumenta el volumen

Pared torácica C
100

B Pulmón C
A
D
Volumen (% CPT)

VR Pulmón
CRF B
50
CPT Pared torácica

Pared Posición del pulmón


torácica y la pared torácica
expandida a CRF A
D D
0
Pulmón colapsado 40 30 20 10 0 10 20 30 40
Presión

FIGURA 1-31
Relaciones presión estática-volumen del pulmón y de la pared torácica. En la imagen derecha se representan los volúmenes del pulmón y de la
pared torácica en relación con la presión. La presión transpulmonar (presión pleural – presión alveolar) es la presión adecuada para el pulmón, mientras que
la presión transtorácica (presión pleural – presión atmosférica) es la presión adecuada para la pared torácica. En la imagen izquierda, el dibujo B muestra la
relación entre el pulmón y la pared torácica a CRF; el punto B del gráfico muestra que a CRF la presión transpulmonar y la presión transtorácica son iguales
y de signo contrario. A VR (volumen residual) (A en las imágenes izquierda y derecha), la presión transpulmonar es próxima a cero a medida que el
pulmón se desinfla hacia la posición de reposo, mientras que la presión transtorácica es muy negativa porque la pared torácica se hace más rígida a
volúmenes pulmonares bajos. A CPT (C en las imágenes izquierda y derecha), tanto el pulmón como la pared torácica están expandidos más allá de sus
posiciones de reposo, y ambos ejercen un retroceso, que favorece la deflación del pulmón. Con la aparición de un neumotórax completo la presión
transpulmonar y la presión transtorácica se hacen cero, y el pulmón y la pared torácica asumen sus posiciones sin tensión y relajadas (D).
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 29

pulmonar, aumenta el retroceso elástico del parénquima pul- fuerzas del retroceso elástico pulmonar y de la tensión superficial
monar de manera no lineal. que tienden a colapsar los alvéolos. Se consigue el equilibrio mecá-
Durante la deflación del pulmón desde la CRF hasta el volu- nico cuando la presión transpulmonar es igual a la presión que
men residual (VR), los músculos espiratorios reciben la aporta- generan el retroceso elástico y la tensión superficial. Con la defla-
ción adicional del retroceso elástico del pulmón. A medida que el ción pulmonar, la presión transpulmonar disminuye al mismo tiem-
volumen pulmonar se acerca a la VR, se hace más difícil distorsio- po que disminuye el radio alveolar, que es una situación que favore-
nar la pared torácica, y finalmente queda en el punto en el que el ce el colapso alveolar. Éste es el motivo por el que para conseguir la
retroceso hacia afuera de la pared torácica es igual a la fuerza que estabilidad alveolar es necesaria una sustancia que tenga la capaci-
ejercen los músculos espiratorios. En personas ancianas y en los dad de reducir la tensión superficial que tiene el surfactante.
pacientes que tienen enfermedad pulmonar obstructiva puede La reducción de la tensión superficial que confiere el surfac-
que no se alcance este punto porque las vías aéreas pueden estre- tante puede tener una función importante en el equilibrio hídrico
charse y limitar la espiración a volúmenes pulmonares mayores102. del pulmón, aparte de su función en la mecánica de la respiración.
La relación entre las modificaciones del volumen y las de la pre- La reducción de la tensión superficial contrarresta la tendencia del
sión (∆V/∆P) se denomina distensibilidad, y se puede calcular para líquido a ser «aspirado» hacia el espacio aéreo alveolar desde la luz
el pulmón y la pared torácica tanto por separado como en conjun- capilar105. El surfactante también confiere histéresis al comporta-
to (distensibilidad del sistema respiratorio). Los principales deter- miento presión-volumen del pulmón, es decir, a cualquier volu-
minantes de la distensibilidad del pulmón son la cantidad y la dis- men pulmonar dado; la tensión superficial y, por tanto, el retroce-
tribución anatómica de las fibras de colágeno y de las fibras elásti- so elástico pulmonar, es mayor durante la insuflación que duran-
cas del parénquima y de las vías aéreas y la tensión superficial de la te la deflación. Se ha propuesto que además de una alteración de
interfase aire-líquido de la superficie alveolar (véase posteriormente). las fuerzas superficiales, la histéresis pulmonar está producida par-
La distensibilidad de la pared torácica está determinada principal- cialmente por secuencias diferentes de reclutamiento y desrecluta-
mente por la rigidez de la caja costal. En personas normales la dis- miento de los alvéolos durante la insuflación y la deflación106.
tensibilidad del sistema respiratorio es el principal determinante La producción y la secreción del surfactante están sometidas a
del trabajo de la respiración; en situaciones de enfermedad, el tra- un control neural, humoral y químico complejo107, 108. Son esti-
bajo de la respiración puede aumentar debido a la disminución de muladas por un aumento de la ventilación o del volumen corrien-
la distensibilidad del pulmón o de la pared torácica. En la figura 1-31 te109; este efecto parece estar mediado por el sistema β-adrenérgi-
es evidente que a medida que aumenta el volumen pulmonar, dis- co en la medida en que este efecto estimulador mecánico se pue-
minuye la distensibilidad del pulmón y de la pared torácica; por de bloquear con propranolol110. Se conoce poco el destino meta-
tanto, la hiperinsuflación aumenta el trabajo de la respiración. bólico último del surfactante secretado. Muy poco pasa directa-
TENSIÓN SUPERFICIAL Y SURFACTANTE. El recubrimiento de la mente en dirección craneal, hacia las vías aéreas; sin embargo, par-
superficie del pulmón tiene propiedades únicas que dan lugar a te es captada por los macrófagos alveolares y transportada en su
una tensión superficial mucho menor que si los alvéolos estuvie- interior por la escalera mucociliar. Además, otra parte entra en las
ran tapizados por agua o por plasma, y este hecho puede produ- células de tipo I (mediante vesículas pinocitóticas) y vuelve a
cir una reducción de la tensión superficial cuando se desinfla el las células de tipo II, donde se puede reutilizar111, 112.
pulmón. La sustancia responsable de estas propiedades es el sur- RESISTENCIA DE LAS VÍAS AÉREAS. La resistencia en forma de roza-
factante, el 90% del cual está formado por fosfolípidos; el princi- miento al flujo aéreo en las vías aéreas de conducción es el segun-
pal componente de estos fosfolípidos es la dipalmitoilfosfatidil- do factor en importancia del trabajo de la respiración. La presión
colina (DPFC). El surfactante se secreta en forma de complejo de necesaria para producir flujo laminar a través de un tubo se des-
estos fosfolípidos con proteínas, de las cuales se han identificarlo cribe con la fórmula
varias, como las apoproteínas A, B y C103. Aunque el fosfolípido Longitud × viscosidad × flujo
puro y el complejo de apoproteína y fosfolípido tienen una capa- Presión necesaria =
cidad similar de reducir la tensión superficial, el complejo de Radio4
lipoproteína se extiende con mucha más facilidad sobre la inter- En esta ecuación se puede ver que el radio de las vías aéreas es la
fase aire-líquido, y probablemente sea necesaria la proteína para variable dominante en la determinación de la resistencia; el
una función eficaz. Las proteínas del surfactante también tie- aumento de la longitud de las vías aéreas al doble sólo aumentaría
nen una función importante en la respuesta inmunitaria innata, al doble la presión necesaria para producir un flujo dado (es
en la que contribuyen a la defensa contra los microorganismos104. decir, doblaría la resistencia), mientras que la reducción del radio
Las funciones mecánicas del surfactante incluyen la preven- a la mitad daría lugar a un aumento de la resistencia de 16 veces.
ción del colapso alveolar, la reducción del trabajo de la respira- En condiciones de flujo laminar, la tasa de flujo tiene una rela-
ción, una acción antiadhesiva que impide la adherencia de las ción lineal con la presión; es decir, es necesario un aumento al
paredes alveolares, y una acción antihumectante que puede con- doble de la presión para aumentar al doble el flujo. Sin embargo,
tribuir a mantener seca la superficie alveolar. Las fuerzas que tien- con la aparición de turbulencias y de otros estados de flujo no
den a reducir el tamaño alveolar son la tensión superficial y la laminar la relación se hace no lineal, y es necesario un mayor
elasticidad tisular. La fuerza que genera la elasticidad tisular es a aumento de la presión para producir un aumento del flujo. Ade-
grandes rasgos proporcional al volumen pulmonar, pero consti- más, en estados no laminares la densidad del gas empieza a ser
tuye sólo un tercio del retroceso elástico pulmonar a CPT; los importante, y la resistencia disminuye con gases de baja densidad
otros dos tercios están producidos por la tensión superficial. La (p. ej., una mezcla de helio y oxígeno). En personas normales
presión que se puede atribuir a los factores superficiales se puede durante la respiración tranquila por la boca el flujo es casi total-
calcular a partir de la relación de Young-Laplace: mente laminar113; sin embargo, cuando se respira a través de la
nariz o a través de unas vías aéreas estenosadas y durante las ele-
P = 2γ/r
vadas tasas de flujo del ejercicio se puede producir una turbulen-
donde γ es la tensión superficial de la interfase aire alveolar-líquido cia sustancial, que hace que una proporción creciente del trabajo
y r es el radio alveolar. La presión transpulmonar se opone a las de la respiración se dedique a superar la resistencia.
30 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

La resistencia total de las vías aéreas representa la suma de la ción glucoproteica que las da sus propiedades viscoelásticas y reo-
resistencia de los diferentes tipos de vías aéreas, desde la laringe y los lógicas características, más proteínas en fase de sol que proceden
grandes bronquios hasta los bronquiolos respiratorios. En personas de producción local y de trasudación desde el suero.
normales la mayor parte de la resistencia total de las vías aéreas pro- El contenido en proteínas y en glucoproteínas no mucosas de
cede de las grandes vías aéreas114, y el componente relativamente la fase de sol de las secreciones respiratorias se ha caracterizado
pequeño que aportan las vías aéreas pequeñas se relaciona con su en el esputo de pacientes y en el líquido del lavado bronquial de
gran área transversal. Sin embargo, en enfermedades como el asma personas normales120. Se ha calculado que la cantidad de IgG,
y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica la localización prin- IgA, transferrina, a1-antitripsina y ceruloplasmina es mayor de lo
cipal del aumento de la resistencia son las vías aéreas pequeñas. que se podría esperar si la trasudación fuera el único mecanismo
RESISTENCIA TISULAR. Aunque la principal impedancia del tejido de su producción, lo que indica la producción y secreción a nivel
de los pulmones y de la pared torácica es elástica, también apor- local121. El exceso de inmunoglobulinas es sintetizado por las
tan una pequeña cantidad de resistencia en forma de rozamiento, células plasmáticas de la pared de las vías aéreas; otras sustancias
que se estima que representa entre el 5% y el 40% de la resisten- que se producen a nivel local, como la lisozima y la lactoferrina,
cia pulmonar total115. son producidas por las células epiteliales de las vías aéreas.
Entre el 95% y el 98% del peso de las secreciones traqueobron-
Ventilación colateral quiales normales es agua122. La composición en electrólitos de la
fase de sol de las secreciones es similar a la del suero; sin embargo,
El flujo aéreo colateral entre las unidades pulmonares puede ser la concentración relativa de cloruro es significativamente mayor, y
importante para mantener la capacidad de intercambio gaseoso y las secreciones son hiperosmolares en relación al plasma.
para que haya equilibrio entre la ventilación y la perfusión cuan- Control de las secreciones traqueobronquiales. Como la
do hay obstrucción de las vías aéreas116. La resistencia al flujo atropina y el bloqueo vagal reducen la tasa basal de secreción de
aéreo a través de los canales colaterales (Rcol) se puede medir las secreciones traqueobronquiales hasta aproximadamente el
enclavando un broncoscopio en una vía aérea periférica y mi- 60%123, la secreción normal parece estar bajo la influencia de una
diendo la presión necesaria para hacer entrar el aire a través de estimulación colinérgica tónica. También parece hacer influencias
esa vía aérea y de los canales colaterales hacia el pulmón circun- estimuladoras tanto b como a-adrenérgicas, y el bloqueo b reduce
dante. Depende de varios parámetros, como la presión parcial de también las secreciones basales. La estimulación a-adrenérgica
gas inspirado, el grado de insuflación pulmonar y la localización aumenta principalmente la secreción de las células serosas, mien-
anatómica. El aumento de la presión parcial de dióxido de carbo- tras que la estimulación β-adrenérgica aumenta principalmente la
no (PCO2) en el aire inspirado reduce la resistencia colateral, secreción de las células mucosas; la estimulación colinérgica
mientras que se produce una respuesta contraria cuando se pro- aumenta la secreción de ambos tipos de células por igual124. La
duce disminución de la presión parcial de oxígeno inspirado hipoxia, la estimulación de mecanorreceptores gástricos, la esti-
(PO2). La resistencia colateral disminuye con la insuflación pul- mulación de los receptores de la tos de las vías aéreas superiores y
monar de manera similar a la disminución de la resistencia de las una amplia variedad de irritantes como amoníaco, humo de cigarri-
vías aéreas que se produce con la insuflación pulmonar. Sin llos, dióxido de azufre y vapores orgánicos, producen aumento de
embargo, en los pulmones normales la resistencia al flujo cola- la secreción de moco. Los mediadores inflamatorios como la his-
teral en condiciones de CRF es aproximadamente 50 veces mayor tamina, las prostaglandinas, los leucotrienos y los péptidos sus-
que la resistencia al flujo a través de las vías aéreas normales117. tancia P y polipéptido intestinal vasoactivo también son secreta-
gogos del moco respiratorio. La elastasa de los neutrófilos es un
Función: moco respiratorio potente secretagogo para el moco de las células caliciformes125.
y reología del moco La depuración mucociliar óptima por los cilios del aparato res-
piratorio depende de un equilibrio adecuado entre el volumen de
A veces se confunden las definiciones precisas de moco, secrecio- la capa mucosa y el de la fase de sol, que es más liquida y menos
nes traqueobronquiales y esputo. El moco representa los produc- viscosa, y a través de la cual se produce el rápido golpe de recupera-
tos que proceden de las secreciones de las glándulas traqueo- ción de los cilios126. El transporte de agua (y, por tanto, la com-
bronquiales y de las células caliciformes epiteliales118, mientras posición de la fase de sol periciliar del moco traqueobronquial)
que las secreciones traqueobronquiales incluyen el moco más está modulado por el transporte activo de iones a través del epite-
otros líquidos y solutos procedentes del epitelio alveolar y del epi- lio127, 128. Una bomba sodio-potasio adenosina trifosfatasa locali-
telio de las vías aéreas y de la circulación; en personas normales zada en la superficie basolateral de las células epiteliales de las vías
se ha estimado que el volumen de esta secreciones varía desde 0,1 aéreas genera un gradiente electroquímico que produce una dife-
a 0,3 ml/kg de peso corporal, o hasta aproximadamente rencia de potencial a través del epitelio, de modo que el líquido
10 ml/día119. El esputo está formado por moco expectorado o luminal es aproximadamente 30 mV negativo en relación con la
deglutido contaminado por saliva, proteínas séricas trasudadas y submucosa129. Este gradiente produce un movimiento neto de Na+
células epiteliales inflamatorias y descamadas; de manera invaria- desde la luz hacia la célula a través de un canal de Na+ en la mem-
ble se asocia a enfermedad pulmonar. brana apical (luminal)130. La combinación del canal de Na+ apical
La secreciones traqueobronquiales tienen tres funciones y la bomba basolateral da lugar a absorción transcelular de Na+. El
importantes111: 1) depuración del material en forma de partícu- cloruro y el agua normalmente siguen pasivamente al Na+ a través
las que se deposita en el interior del aparato respiratorio, 2) pro- de vías paracelulares y a través de diversos canales de Cl- apicales,
tección de la infección microbiana y 3) humidificación del aire uno de los cuales es el regulador transmembrana de la fibrosis
inspirado y prevención de pérdidas excesivas de líquido en la quística (CFTR). Es necesaria la absorción de agua y de solutos
superficie de las vías aéreas. por el epitelio de las vías aéreas porque la marcada disminución
Características bioquímicas de las secreciones traqueo- del área superficial entre los bronquiolos y la tráquea daría lugar
bronquiales. La composición bioquímica de las secreciones a la oclusión luminal si no se produjera absorción de líquido a
traqueobronquiales se puede dividir en dos porciones, una frac- medida que las secreciones se desplazan proximalmente.
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 31

Características físicas de las secreciones traqueobron- to purulento es más viscoso, pero menos elástico, que el esputo
quiales. Hay pocos datos sobre los mecanismos de control que mucoide, en parte en relación con su contenido en ADN131.
afectan a las propiedades viscoelásticas del moco. Es indudable
que es importante la velocidad de secreción de glucoproteína
mucosa y de líquido periciliar, así como las modificaciones de la SISTEMA VASCULAR PULMONAR
composición química del moco secretado y de las proteínas de
la fase de sol. La estimulación vagal y la inhalación de metacolina Anatomía
tienden a aumentar la elasticidad y la viscosidad dinámica a bajas
frecuencias y dosis de estimulación, mientras que ambas carac- Morfología y dimensiones de los vasos principales
terísticas viscoelásticas disminuyen a mayores frecuencias y concen-
traciones111. La estimulación β-adrenérgica produce estimulación Las vías aéreas de conducción y transicionales están íntimamente
selectiva de las células mucosas y da lugar a un aumento de la elas- relacionadas con la vasculatura pulmonar, de modo que una rama
ticidad y de la viscosidad dinámica; por el contrario, la estimula- de la arteria pulmonar siempre acompaña a la división bronquial
ción a-adrenérgica estimula selectivamente las células serosas y da correspondiente (figura 1-32). Además de estos vasos «convencio-
lugar a un moco más acuoso111. Se ha mostrado que la inhalación nales», muchas ramas accesorias («supernumerarias») de la arteria
de la prostaglandina F2, de histamina y de acetilcolina produce pulmonar se originan en puntos diferentes a las divisiones bron-
alteraciones de las propiedades viscoelásticas del moco en perso- quiales correspondientes y penetran directamente el parénquima
nas normales, aunque estos fármacos también aumentan la trasu- pulmonar (figura 1-33). Estas ramas accesorias superan en nú-
dación de proteínas séricas hacia el moco bronquial, lo que indica mero a las convencionales y se originan a lo largo de todo el
una alteración de la permeabilidad epitelial al líquido122. El espu- árbol arterial, con más frecuencia en la periferia. Así, el cociente de

FIGURA 1-32
Bronquio y arteria pulmonar normales. El corte
longitudinal de un bronquio pequeño y de su arteria
pulmonar adyacente muestra placas de cartílago (flechas
largas), fascículos de músculo liso de orientación más o
menos circular y fascículos longitudinales de tejido
elástico escasos relativamente finos (flechas cortas).
Obsérvense las ramas arteriales supernumerarias (no
asociadas a ramas de las vías aéreas) (S) y el pequeño
foco de aterosclerosis leve (flecha curva). (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and
Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

FIGURA 1-33
Arteria pulmonar: ramas convencionales y
supernumerarias. El corte muestra una arteria
pulmonar muscular «convencional» (C) adyacente a un
bronquiolo. Una pequeña rama supernumeraria
(flechas) se extiende desde este vaso hacia el
parénquima pulmonar adyacente. (Tomado de Fraser
RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)
32 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

ramificación (número medio de las ramas hijas que se originan en to final es algo variable, habitualmente hay dos grandes venas
una rama madre) aumenta a medida que disminuye el tamaño pulmonares superiores y dos grandes venas pulmonares inferiores,
vascular; proximalmente el cociente es de aproximadamente 3, un de modo que las primeras drenan los lóbulos medio y superior a
número que es comparable al de las vías aéreas de conducción, y la derecha y el lóbulo superior a la izquierda, y las últimas drenan
distalmente aumenta hasta aproximadamente 3,6132. Los vasos los lóbulos inferiores.
pulmonares precapilares se pueden dividir, por comodidad, en Histológicamente las venas pulmonares muestran un número
tres tipos morfológicos: elásticos, musculares y arteriolares. variable de láminas elásticas asociadas a pequeños haces de célu-
Las arterias elásticas incluyen la arteria pulmonar principal y las musculares lisas y colágeno. No hay válvulas; sin embargo, en
sus ramas lobares, segmentarias y subsegmentarias que se extien- venas de animales se han identificado constricciones anulares
den aproximadamente hasta la unión de los bronquios con los espaciadas regularmente, posiblemente producidas por la acu-
bronquiolos. Histológicamente, los grandes vasos extrapulmona- mulación local de músculo liso, y se ha propuesto que son capa-
res contienen un enrejado en múltiples capas de fibras elásticas. ces de modificar el flujo sanguíneo134.
En el interior del pulmón el número de láminas disminuye, de
modo que a un diámetro de 500 a 1.000 µm se ha perdido casi Endotelio pulmonar
totalmente el tejido elástico de la media, y sólo queda una capa
bien desarrollada de células musculares lisas orientadas circular- Ultraestructuralmente las células endoteliales están dispuestas en
mente entre las láminas elásticas. un mosaico entrelazado de prolongaciones similares a placas que
Las arterias musculares tienen un diámetro externo que varía miden tan sólo 0,1 µm de grosor135. En la superficie celular se ori-
desde aproximadamente 70 a 500 µm y tienen una capa bien de- ginan numerosas microvellosidades pequeñas; estas microvellosi-
sarrollada de células musculares lisas orientadas circularmente dades aumentan mucho el área superficial de la célula y se ha
entre las láminas elásticas. Los vasos acinares con características mostrado que reaccionan inmunoquímicamente con un anti-
arteriales reconocibles y la mayor parte de las ramas arteriales cuerpo frente a la enzima conversora de angiotensina136, lo que
supernumerarias son de este tipo. Más allá de un diámetro de 70 a implica que participan en una función metabólica.
80 µm las arterias pierden gradualmente el músculo liso de la media Una característica importante de la célula endotelial capilar es
y se convierten en arteriolas formadas únicamente por una íntima la presencia de numerosas fositas pequeñas, o vesículas (cavéolas
delgada y una única lámina elástica que se continúa con la lámina intracelulares) (figura 1-34)137. Estas vesículas están localizadas en
elástica externa de las arterias. En el interior de los ácinos las arterias la parte gruesa, que no participa en el intercambio de gases, de la
siguen dividiéndose y acompañando a sus ramas respectivas de las célula, en la superficie luminal o cerca de la misma, o libres en el
vías aéreas de transición, y dan lugar a muchas ramas accesorias. citoplasma. En la base de las vesículas se pueden ver pequeños grá-
Estas ramas y las que terminan alrededor de los sacos alveolares se nulos electrondensos que serían complejos enzimáticos responsa-
dividen para formar la red capilar de los alvéolos. bles de diferentes funciones metabólicas. Además de esta función,
Las venas pulmonares se originan en los capilares de la red se piensa que las vesículas actúan como mecanismos de transpor-
alveolar y en algunos de los capilares bronquiales. Las ramas de te de líquido y proteínas entre la sangre y el tejido intersticial138.
mayor tamaño se localizan en el interior de su propia vaina Las células endoteliales están unidas entre sí por zonas de oclu-
intersticial separada de los haces broncoarteriales. Al igual que en sión135. Tal y como se ven mediante técnicas de criofractura, estas
el sistema arterial pulmonar, numerosos vasos supernumerarios uniones son menos complejas que las del epitelio alveolar; junto a
unen las venas en su trayecto en el pulmón133. Aunque su trayec- los datos que aportan estudios autorradiográficos con marcadores,

FIGURA 1-34
Hendidura intercelular endotelial. Corte de la pared
E alveolar del pulmón de un ratón sacrificado 90 segundos
después de la inyección de peroxidasa de rábano. El producto
de la reacción en la luz capilar (indicada por E) se extiende a
HEn través de la hendidura intercelular endotelial (HEn) hacia la
membrana basal (MB) adyacente. En A la tinción de la
peroxidasa del rábano es bastante clara, mientras que en B la
MB membrana basal está muy teñida. El producto de la reacción
está presente en las invaginaciones endoteliales (cavéolas
intracelulares) tanto del lado capilar (flecha en A) como en el
lado alveolar (flecha en B) de la célula. (MET, x46.000). (Tomado
A LA de Schneeberger-Kelley EE, Karnovsky MJ: The ultrastructural basis
of alveolar-capillary membrane permeability to peroxidase used as
a tracer. J Cell Biol 37:781, 1968. Reproducido del Journal of Cell
Biology, con autorización de la Rockefeller University Press.)
E

HEn

MB

B LA
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 33

este hallazgo indica que la principal localización de la impermea- El diámetro externo de los segmentos capilares en el pulmón
bilidad a los solutos de la barrera hematogaseosa es el epitelio. La fresco es en promedio de 8,6 µm143; asumiendo que el grosor pro-
complejidad de las uniones endoteliales es variable, y es mayor en medio de la pared del endotelio capilar es de 0,3 µm, el diámetro
las arteriolas (que se piensa que son relativamente impermeables) capilar interno medio es de aproximadamente 8 µm. (Sin embar-
y menor en las vénulas (que se piensa que son la principal localiza- go, estos valores pueden variar sustancialmente tanto con el volu-
ción de fuga vascular de líquidos). Las células endoteliales produ- men pulmonar como con la presión capilar144). La longitud axial
cen diversas sustancias, como moléculas de adhesión celular, sus- de los segmentos capilares varía desde 9 a 13 µm (en promedio,
tancias antielastolíticas, NO y endotelina, que probablemente tie- 10,3 µm). Weibel dedujo que cada alvéolo esta rodeado por aproxi-
nen funciones importantes en la función vascular, la defensa pul- madamente 1.800 a 2.000 segmentos capilares y que la superficie
monar e incluso en el propio intercambio gaseoso139-141. capilar total del pulmón es de aproximadamente 70 m2, sólo lige-
ramente menor que la de la superficie alveolar143.
Geometría y dimensiones de la red capilar alveolar
Anastomosis intervasculares
Los capilares pulmonares forman una densa red de vasos interco-
nectados en el interior de la pared alveolar (figura 1-35). Su dis- Debido a la vascularización sanguínea dual de los pulmones, son
posición real es muy complicada cuando se considera la geome- posibles varias combinaciones de anastomosis intervasculares.
tría tridimensional capilar y alveolar en condiciones dinámicas. Las que se producen entre las arterias bronquiales y las venas pul-
En esta situación la forma de los tabiques alveolares (y de los monares son, sin duda, las más frecuentes y probablemente repre-
vasos que contienen) se puede ver afectada por tres factores sentan la vía normal de la mayor parte del drenaje venoso bron-
mecánicos, cada uno de los cuales se puede modificar durante el quial. Se ha demostrado la existencia de anastomosis entre las
ciclo respiratorio normal142: 1) la fuerza tisular como consecuen- arterias bronquiales y las arterias pulmonares en el pulmón nor-
cia de la tensión sobre el tejido conjuntivo intersticial que se tras- mal; aunque no está claro su significado funcional en condiciones
mite a través del tejido conjuntivo de la pleura visceral, 2) la pre- normales, su número y su tamaño pueden aumentar apreciable-
sión de distensión capilar y 3) las fuerzas de las superficies aire- mente en diferentes enfermedades y pueden dar lugar a un cor-
líquido alveolares. tocircuito significativo de izquierda a derecha. Aunque se han
investigado de manera extensa, no está clara la existencia de
anastomosis arteriovenosas pulmonares; algunos investigadores
han encontrado datos de su presencia, mientras que otros no lo han
hecho.

Radiología: vasculatura
La arteria pulmonar principal se origina en el mediastino en la
válvula pulmonar y se dirige hacia arriba, hacia atrás y hacia la iz-
quierda antes de bifurcarse en el interior del pericardio en las
arterias pulmonares izquierda (más corta) y derecha (más larga).
La arteria pulmonar derecha se dirigía hacia la derecha detrás de la
aorta ascendente antes de dividirse detrás de la vena cava supe-
rior y delante del bronquio principal derecho en las ramas as-
cendente (tronco anterior) y descendente (interlobar) (figura 1-36).
Aunque es variable, el patrón habitual es que la arteria ascen-
dente se divida en ramas segmentarias que vascularizan el lóbu-
lo superior, mientras que la rama descendente finalmente da
arterias segmentarias para los lóbulos medio e inferior derecho.
La primera porción de la arteria interlobar derecha es horizon-
tal, interpuesta entre la vena cava superior por delante y el bron-
quio intermedio por detrás. Después gira bruscamente hacia
abajo y hacia atrás y asume una orientación vertical en el inte-
rior de la cisura mayor, anterolateral a los bronquios intermedio
y lobar inferior derecho, antes de dar ramas segmentarias (una
o dos hacia el lóbulo medio y habitualmente ramas únicas para
cada uno de los cinco segmentos broncopulmonares del lóbulo
inferior).
La arteria pulmonar izquierda, después de pasar por encima
del bronquio principal izquierdo, a veces da una rama ascen-
dente corta que posteriormente se divide en ramas segmentarias
para el lóbulo superior; sin embargo, con más frecuencia se
FIGURA 1-35 continúa directamente en la arteria interlobar izquierda, de
orientación vertical, de la que se originan directamente las
Red capilar alveolar. Un corte frontal de una pared alveolar muestra arterias segmentarias que se dirigen a los lóbulos superior e
numerosos segmentos capilares cortos interconectados para formar una
red vascular compleja. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré inferior. La arteria interlobar izquierda está en una localización
PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, posterolateral al bronquio del lóbulo inferior izquierdo (véase
WB Saunders, 1999.) figura 1-36).
34 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

5 2
3 9
4
6

FIGURA 1-36
Características anatómicas de la arteria pulmonar y de sus ramas principales según se ven en la TC. A. La TC de los bronquios principales
muestra la rama ascendente (3) de la arteria pulmonar derecha y la arteria pulmonar principal izquierda (5). B. La TC del bronquio intermedio muestra la
arteria pulmonar principal (1), la arteria pulmonar derecha (2) y la arteria pulmonar interlobar derecha (4). También se ven la arteria segmentaria anterior del
lóbulo superior derecho (flecha recta) y las venas pulmonares del lóbulo superior derecho (flechas curvas). En el lado izquierdo se puede ver la arteria
pulmonar interlobar izquierda (6) detrás del bronquio del lóbulo superior izquierdo, mientras que la vena pulmonar superior izquierda (9) está delante del
bronquio. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

La medición de la anchura de las arterias puede ser útil para aurícula izquierda en la base de la confluencia venosa pulmonar
diagnosticar vasculopatías pulmonares145, y se han establecido los superior, aunque de manera ocasional hay tres venas separadas a
límites normales. El límite superior de la normalidad del diáme- la derecha (superior, media e inferior).
tro transversal de la arteria interlobar (medida desde su cara late- A la izquierda, las venas segmentarias procedentes del lóbulo
ral hasta la columna de aire del bronquio intermedio) es de 16 mm superior se unen para formar la vena pulmonar superior izquierda
en varones y 15 mm en mujeres145. También se han determinado (véase figura 1-37), que después de unirse con la vena lingular
los intervalos normales del tamaño de las arterias pulmonares sigue un trayecto oblicuo hacia abajo y medialmente hacia el
mediante TC. El límite superior de la normalidad del diámetro de mediastino. A lo largo de su trayecto en dirección caudal este vaso
la arteria pulmonar principal al nivel de la bifurcación de la arte- está situado medial al haz broncoarterial apicoposterior, antero-
ria pulmonar es de 29 mm, y el límite superior de la normalidad lateral a la arteria pulmonar izquierda y finalmente anterior al
del diámetro de la arteria interlobar derecha medido al nivel del segmento continuo formado por los bronquios principal y lobar
origen del bronquio del lóbulo medio es de 17 mm146. No hay superior izquierdos. De esta manera separa estas vías aéreas de la
diferencias significativas entre las mediciones que se hacen en aurícula izquierda antes de entrar en esta cavidad.
varones y mujeres146. Las venas segmentarias de los lóbulos inferiores de ambos
Como se ha indicado antes, el trayecto de las venas pulmonares lados, de orientación horizontal, confluyen en una localización
dista del de los haces broncoarteriales, de modo que en todas las medial a los bronquios de los lóbulos inferiores para formar las
zonas las arterias y sus correspondientes venas están separadas venas pulmonares inferiores derecha e izquierda; en su unión a la
por parénquima pulmonar aireado. Teóricamente esta separación aurícula izquierda medialmente forman las confluencias venosas
debería permitir distinguir las arterias de las venas, particular- pulmonares inferiores (véase figura 1-37). La vena pulmonar
mente en el tercio medial del pulmón, donde se puede distinguir inferior izquierda y su confluencia venosa están al mismo nivel o
con más facilidad la continuidad de la arteria con su bronquio ligeramente más altas y algo más posteriores que las del lado
acompañante y donde se puede reconocer el trayecto típico de las derecho; estas venas se pueden unir a la vena superior izquierda
venas de mayor tamaño en su trayecto hacia el mediastino. Sin para formar una cavidad común antes de entrar en la aurícula.
embargo, en un estudio angiográfico pulmonar de 50 pacientes Las confluencias venosas superior e inferior normales a veces son
en proyección AP, la arteria y la vena del lóbulo superior se super- lo suficientemente prominentes como para simular una masa en
pusieron en el 40% al 50% de las personas, de modo que la impli- una radiografía de tórax lateral, particularmente, aunque no
cación es que estos vasos no se pudieron distinguir en la radio- exclusivamente, a la derecha.
grafía de tórax147.
Las venas segmentarias procedentes del lóbulo superior dere- Radiología: hilios
cho confluyen para formar la vena pulmonar superior derecha
(figura 1-37), que desciende medialmente hacia el mediastino Radiografías posteroanterior y lateral
antes de unirse a la cara posterosuperior de la aurícula izquierda
(la confluencia venosa superior). A lo largo de su trayecto en Los hilios pulmonares son las zonas del centro del tórax que
dirección caudal este vaso está asociado íntimamente a la unión conectan el mediastino con los pulmones. Las estructuras anató-
de los segmentos horizontal y vertical de la arteria pulmonar micas que hacen que los hilios sean visibles en las radiografías son
interlobar derecha y a la cara anteromedial del bronquio del principalmente las arterias y venas pulmonares, con contribucio-
lóbulo medio. La vena del lóbulo medio, después de pasar por nes menores de las paredes bronquiales, del tejido conjuntivo cir-
debajo de bronquio del lóbulo medio, habitualmente se une a la cundante y de los ganglios linfáticos. Tal y como se ven en una
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 35

7
7
4 9
9

FIGURA 1-37
Venas pulmonares en la TC. A. Una TC al nivel del bronquio intermedio
muestra la vena pulmonar superior derecha (7) inmediatamente anterior a la
rama descendente de la arteria pulmonar derecha (4). También se ve la arteria
segmentaria superior del lóbulo inferior derecho (flecha recta). En el lado
izquierdo se puede ver la vena pulmonar superior (9) anterior a los bronquios
principal y lobar superior izquierdos. A este nivel se puede ver que la arteria
7 9 interlobar izquierda se bifurca en las ramas lingular y lobar inferior izquierda.
12 14 B. Una TC al nivel del bronquio del lóbulo medio muestra las venas
13 pulmonares superiores derecha (7) e izquierda (9), que convergen hacia la
cara superior de la aurícula izquierda. También se ven la arteria pulmonar del
lóbulo medio derecho (flecha) y ramas de las arterias lobares inferiores
derecha e izquierda. C. Una TC 5 mm más caudal muestra las venas
pulmonares superiores derecha (7) e izquierda (9) y las confluencias venosas
inferiores derecha (12) e izquierda (13), que entran en la aurícula izquierda (14).
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

radiografía posteroanterior (PA) convencional, los hilios se pue- ca. Cuando es visible, la opacidad hiliar superior está formada
den dividir en sus componentes superior e inferior por una línea por la arteria pulmonar izquierda distal, la porción proximal de
horizontal imaginaria que atraviesa la unión de los bronquios la arteria interlobar izquierda, sus ramas arteriales segmentarias y la
lobar superior e intermedio a la derecha y de los bronquios lobares vena pulmonar superior izquierda y sus tributarias principales
superior e inferior a la izquierda. (figura 1-40). Con frecuencia se puede identificar el haz bronco-
La opacidad ciliar superior derecha está formada por la arteria arterial segmentario anterior o lingular cortado de frente. La arteria
pulmonar ascendente (tronco anterior) y la vena pulmonar superior pulmonar izquierda proximal casi siempre está más alta que el
derecha, incluyendo las ramas respectivas de cada una de ellas punto más elevado de la arteria interlobar derecha. El punto de
(figura 1-38). En la mayoría de las personas normales se puede referencia para la determinación de esta relación es el punto en el
identificar la opacidad y la radiotransparencia cortadas de frente, que las venas pulmonares superiores derecha e izquierda se cru-
respectivamente, de la arteria y del bronquio segmentario ante- zan con sus respectivas arterias pulmonares antes de entrar en el
rior (a veces posterior) contiguo148. A veces se puede observar un mediastino149.
segmento corto del bronquio del lóbulo superior, debajo de la La porción inferior del hilio izquierdo está formada por la arteria
arteria pulmonar derecha ascendente, antes de su trifurcación en interlobar distal, la arteria y vena lingulares y, más caudalmente,
las ramas segmentarias que se dirigen al lóbulo superior. la vena pulmonar inferior izquierda (véase figura 1-40). Se pue-
La porción inferior del hilio derecho (figura 1-39) está formada den identificar las columnas de aire del bronquio lobar superior
por la arteria interlobar, de orientación vertical, la vena pulmonar izquierdo, sus divisiones superior e inferior (lingular) y el bron-
superior derecha en posición superolateral cuando cruza la unión quio lobar inferior izquierdo.
de las ramas horizontal y vertical de la arteria interlobar, y las La anatomía radiográfica de los hilios en la proyección lateral
ramas respectivas de estos vasos. Mas inferiormente está la vena es compleja porque los componentes hiliares derecho o izquierdo
pulmonar inferior, de orientación horizontal. La luz radiotranspa- están superpuestos en gran medida150, 151. Las marcas anatómicas
rente del bronquio intermedio se identifica de manera invariable más útiles para localizar la carina son la arteria pulmonar izquier-
en una localización medial a la arteria interlobar. De manera oca- da y el tercio proximal de la línea principal intermedia, estructu-
sional se pueden ver de perfil o de frente bronquios y arterias seg- ras que están muy cerca de la bifurcación traqueal. La columna de
mentarios de los lóbulos medio e inferior. aire del bronquio del lóbulo superior derecho, que normalmente
Al contrario que en el lado derecho, el hilio superior izquierdo es más cefálico, se puede identificar cortada de frente en el 50%
está con frecuencia cubierto parcial o completamente por la gra- de las personas, mientras que la del bronquio del lóbulo superior
sa mediastínica y la pleura que están entre el cayado aórtico y la izquierdo, que es más caudal, se ve en aproximadamente el 75%
arteria pulmonar izquierda, o por una porción de la silueta cardía- (figura 1-41)150. De manera ocasional la radiotransparencia superior
36 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

18

3 4

17

4 8

FIGURA 1-39
FIGURA 1-38 Anatomía hiliar inferior derecha. En esta imagen ampliada de una
radiografía posteroanterior convencional, la arteria interlobar (4) está lateral
Anatomía hiliar superior derecha. Una imagen detallada del hilio derecho con respecto al bronquio intermedio (18). Obsérvese que este vaso domina la
de una radiografía posteroanterior convencional muestra las arterias anatomía radiográfica de la parte inferior del hilio. La vena pulmonar inferior
ascendente (3) y descendente (4). La vena pulmonar superior derecha (7) (8), de orientación horizontal, está posteroinferior con respecto al hilio.
cruza el hilio en dirección oblicua para formar la configuración en V típica. Se (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
muestra la luz del bronquio lobar superior derecho (17) y el bronquio y la Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
arteria, que es opaca (flecha abierta), del segmento anterior cortados de
frente. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
atraviesa el tercio medio o posterior del bronquio del lóbulo supe-
rior izquierdo, que es circular y radiotransparente; termina cau-
representa el bronquio principal derecho, y la inferior representa dalmente en el origen del bronquio segmentario superior del lóbu-
el bronquio principal izquierdo. lo inferior derecho, ligeramente proximal al origen del bronquio
El orificio del bronquio del lóbulo superior derecho raras del lóbulo medio por delante o al mismo nivel.
veces está tan bien delimitado como el del izquierdo porque este Las características físicas que hacen que la línea principal
último está rodeado completamente por vasos (la arteria pulmo- intermedia sea visible también se dan en cierto grado a la
nar izquierda por arriba, la arteria interlobar por detrás y el com- izquierda, de modo que la pared posterior del bronquio princi-
ponente mediastínico de la vena pulmonar superior izquierdo pal izquierdo y la porción proximal del bronquio del lóbulo inferior
por delante), mientras que el primero está desprovisto de cubier- izquierdo se pueden perfilar como la línea retrobronquial izquier-
ta vascular en su cara posterior, de modo que el parénquima da (véase figura 1-41)153. Esta opacidad lineal corta y vertical
aireado del lóbulo superior o del lóbulo inferior normalmente mide 3 mm o menos de grosor y termina caudalmente en el ori-
está apuesto a su pared. Por lo tanto, la identificación con clari- gen del bronquio segmentario superior del lóbulo inferior
dad de la luz del bronquio del lóbulo superior derecho cortado de izquierdo. No es difícil la distinción entre la línea principal inter-
frente constituye un dato muy evidente de que la vía aérea está media y la línea retrobronquial izquierda si se tiene en cuenta
rodeada completamente por tejidos blandos, muy probablemen- que la primera es más larga y tiene una localización anterior que
te ganglios linfáticos aumentados de tamaño. la última.
Las paredes posteriores de los bronquios principal derecho e Ha habido mucha confusión sobre la nomenclatura de la vascu-
intermedio forman la base anatómica de la línea principal inter- latura hiliar. Un error frecuente es considerar que la opacidad hiliar
media (véase figura 1-41), una opacidad lineal de orientación ver- derecha es la «arteria pulmonar derecha». En realidad la arteria
tical que mide hasta 3 mm de anchura152 y que es visible en el 95% pulmonar derecha es un vaso mediastínico cubierto por otros
de las personas150. Las paredes posteriores de estos dos bronquios vasos o por elementos de tejidos blandos, y las ramas de sus ramas
son visibles por la presencia de aire en el interior de sus luces por ascendente y descendente (interlobar) son las que constituyen los
delante y de parénquima pulmonar aireado en el receso acigoeso- verdaderos vasos arteriales hiliares. La vena pulmonar superior
fágico por detrás. En una proyección lateral bien centrada, la línea derecha está junto a la cara anterior de la arteria interlobar derecha;
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 37

Tomografía computarizada
La TC es en la actualidad la modalidad de imagen de elección para
evaluar los hilios. Proporciona una imagen particularmente deta-
llada que permite el diagnóstico de lesiones endobronquiales,
aumento de tamaño de los ganglios linfáticos hiliares, masas para-
hiliares y lesiones vasculares. En nuestra opinión las imágenes no
9 potenciadas con contraste son suficientes en la mayor parte de las
5
situaciones clínicas; sin embargo, para distinguir entre las masas
hiliares o el aumento del tamaño de los ganglios linfáticos y las
lesiones vasculares y para evaluar la extensión de los tumores hiliares
puede ser necesario utilizar un medio de contraste intravenoso.
Puede ser conveniente describir las características anatómicas de
los hilios en la TC examinando una serie de planos o niveles hori-
zontales (figura 1-42A). Cuando no se utiliza ningún medio de
contraste intravenoso la anatomía se evalúa mejor con ventanas
de pulmón relacionando las diversas estructuras con los bronquios.
22 Nivel I (tráquea supracarínica) (figura 1-42B). A la derecha,
la arteria pulmonar apical, que es circular, está medial al bron-
quio apical radiotransparente cortado de frente; la vena pulmo-
nar apical está situada lateral al haz broncoarterial. A la izquierda
6
se ven el bronquio y la arteria apicoposteriores; las venas apical y
anterior están anteriores y mediales al bronquio y a la arteria.
Nivel II (carina/bronquio del lóbulo superior derecho)
(figura 1-42C). A la derecha, el bronquio del lóbulo superior se
divide en los bronquios segmentarios anterior y posterior, que
están orientados horizontalmente. Delante del bronquio princi-
pal y del bronquio del lóbulo superior está la rama ascendente de
la arteria pulmonar derecha; su rama segmentaria anterior es
paralela al bronquio medialmente o superiormente. La vena pul-
FIGURA 1-40 monar superior derecha se identifica de manera invariable inme-
Anatomía del hilio izquierdo. Una imagen ampliada del hilio izquierdo diatamente lateral a la localización en la que se dividen los bron-
en una radiografía posteroanterior de tórax muestra la arteria pulmonar quios segmentarios anterior y posterior. En algunos pacientes se
izquierda (5), la arteria interlobar (6) y la vena pulmonar superior izquierda (9). puede ver una pequeña vena procedente de la porción anterior y
El bronquio principal izquierdo (22) y sus divisiones superior (dos puntas de
flecha) e inferior (punta de flecha única) están ocultas por los vasos hiliares. apical del lóbulo superior delante de la arteria ascendente.
Se ve el bronquio y la arteria, que es opaca (punta de flecha abierta única), A la izquierda, el bronquio y la arteria apicoposteriores, que
del segmento anterior cortados de frente. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, son circulares, están localizados inmediatamente laterales a la
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th arteria pulmonar izquierda. La vena pulmonar superior está
ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
situada delante del bronquio y de la arteria y medial a los mismos.
Nivel III (bronquio intermedio proximal/bronquio del lóbu-
lo superior izquierdo) (figura 1-42D). A la derecha el bronquio
por tanto, el complejo hiliar derecho está formado por la vena intermedio está cubierto por delante por la rama horizontal de la
superior por delante, las arterias ascendente y descendente por arteria interlobar y lateralmente por la rama vertical del mismo
detrás, y el tejido conjuntivo circundante y ganglios linfáticos. vaso. La vena pulmonar superior está junto a la unión que hay entre
La porción principal de la vasculatura hiliar izquierda es visi- los componentes horizontal y vertical de la arteria interlobar.
ble detrás de la línea principal intermedia. La parte superior de la A la izquierda se ve el segmento continuo entre el bronquio
arteria pulmonar izquierda se ve en el 95% de las personas, habi- principal distal y el bronquio lobar superior. Con frecuencia se
tualmente como una opacidad de bordes bien definidos que está puede identificar la radiotransparencia cortada de frente de la di-
por encima y por detrás de la radiotransparencia del bronquio del visión superior del lóbulo superior. La porción proximal de la
lóbulo superior izquierdo. Inmediatamente detrás de este bron- arteria interlobar forma una indentación poco profunda en la cara
quio está la continuación de la arteria pulmonar izquierda, la posterior del bronquio del lóbulo superior.
arteria interlobar. La vena pulmonar superior izquierda, al igual Nivel IV (bronquio intermedio distal/bronquio lingular)
que su homóloga de la derecha, está íntimamente asociada a la (figura 1-42E). A la derecha, las características anatómicas son simi-
vasculatura arterial del hilio; sin embargo, esta vena no forma lares a las del nivel III. A la izquierda, la porción proximal del bron-
parte del contorno en las radiografías laterales y, por tanto, no se quio lingular está separada del orificio del bronquio del lóbulo inferior,
puede identificar. que está cortado de frente, por la carina lingular. El bronquio seg-
Las venas pulmonares inferiores derecha e izquierda habitual- mentario superior del lóbulo inferior se origina en la cara posterior.
mente se ven cortadas de frente como consecuencia de su orien- La arteria interlobar izquierda está situada lateral a la carina que
tación horizontal, de modo que se genera una opacidad nodular separa el bronquio lingular del bronquio del lóbulo inferior. Cuan-
debajo de la porción inferior de los hilios y detrás de la misma. do entra en el mediastino, a la vena pulmonar superior se le une la
Afortunadamente, habitualmente se pueden identificar vasos que vena lingular delante del bronquio lingular y medial al mismo.
convergen hacia la opacidad, lo que permite distinguirla de una Nivel V (bronquio del lóbulo medio) (figura 1-42F). A la
verdadera masa parenquimatosa. derecha, el bronquio del lóbulo medio, que es horizontal, sigue un
38 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

17

23

16
T

RAE
RPA

18 22

FIGURA 1-41
La leyenda de la figura se encuentra en la página siguiente.
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 39

FIGURA 1-41
Anatomía hiliar en las radiografías laterales de tórax. A. Se pueden
identificar con facilidad los orificios cortados de través de los bronquios de
los lóbulos superiores derecho (17) e izquierdo (23). Aunque hilio izquierdo
normalmente está en una posición cefálica respecto al derecho, el bronquio
del lóbulo superior derecho se proyecta cefálico a su homólogo del lado
izquierdo. B. Una imagen ampliada de una radiografía lateral de tórax
convencional muestra la excepcional claridad de los bronquios de los lóbulos
superiores derecho (punta de flecha) e izquierdo (dos puntas de flecha). Este
aspecto debe indicar que hay una cantidad excesiva de tejidos blandos
alrededor de las luces de los bronquios respectivos, cuya causa más frecuente
es el aumento del tamaño de los ganglios hiliares, como en este paciente que
tenía linfoma de Hodgkin. C. En otro paciente, una radiografía lateral de
tórax muestra la banda traqueal posterior (T), la línea principal intermedia
(dos puntas de flecha) y la línea retrobronquial izquierda (tres puntas de
flecha). En una proyección lateral verdadera la línea principal intermedia
puede ser recta o ligeramente convexa hacia delante y de manera
característica divide en dos el orificio del bronquio del lóbulo superior
izquierdo. D. Los cortes de TC a través de la carina (superior) y 2 cm caudal
(inferior) en el mismo paciente muestran los requisitos atómicos subyacentes
a los datos que se han descrito en C. Hay pulmón aireado en el receso
acigoesofágico (RAE) y en el receso preaórtico (RPA) en contacto con la
pared posterior de los bronquios principal derecho (16) e intermedio (18) y
la pared posterior del bronquio principal izquierdo (22), respectivamente.
Esencialmente, la línea principal intermedia y la línea retrobronquial izquierda,
que representan la pared posterior de sus bronquios respectivos, son visibles
por una cubierta de aire intrabronquial e intrapulmonar. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

trayecto oblicuo en el interior del lóbulo medio, donde después


de aproximadamente 1 cm se divide en los bronquios segmentarios FIGURA 1-42
medial y lateral; por detrás, el orificio del bronquio del lóbulo Anatomía hiliar normal en la TC. En una imagen exploradora del
inferior se puede ver cortado de frente, dividido por una carina o tórax (A), las líneas indican los niveles adecuados de los cortes B a G.
espolón lateral bien diferenciado. El bronquio segmentario (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
superior del lóbulo inferior se origina a este nivel o ligeramente su- Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
Continúa
perior al mismo y sigue un trayecto posterolateral durante algu-
nos milímetros antes de dividirse en dos bronquios subsegmen-
tarios. La parte vertical de la arteria interlobar está situada poste- aproximadamente 500 ml, o el 10% del volumen sanguíneo total
rolateral al bronquio del lóbulo medio y anterolateral al bronquio en un adulto medio. El volumen de la sangre capilar es de aproxi-
del lóbulo inferior cuando entra el parénquima pulmonar. Se madamente el 20% al 25% del volumen sanguíneo pulmonar
puede identificar la arteria o la vena del lóbulo medio lateral al total, y se puede duplicar durante el ejercicio intenso154.
bronquio del lóbulo medio; la terminación de la vena pulmonar Diversas presiones modifican el flujo de sangre a través de los
superior está localizada anteromedial a esta vía aérea. capilares: 1) presión intravascular media, que es de sólo 14 mm Hg
A la izquierda, la luz cortada de través del bronquio del lóbulo en la arteria pulmonar principal a pesar del hecho de que recibe
inferior se ve medial a la arteria interlobar contigua. De manera el mismo gasto cardíaco que la circulación sistémica; 2) presión
ocasional se puede identificar una porción de la vena pulmonar vascular transanular, que para las arterias extrapulmonares es la
inferior posteromedial a este bronquio. presión intravascular menos la presión intrapleural, para los
Nivel VI (bronquios basales del lóbulo inferior/venas pul- vasos intraparenquimatosos «extraalveolares» es la presión intra-
monares inferiores) (figura 1-42G). A la derecha, el bronquio vascular menos la presión intersticial y para los vasos «alveolares»
segmentario medial, que es la primera rama que se identifica, se es la presión intravascular menos la presión alveolar, y 3) presión
localiza característicamente delante de la vena pulmonar inferior, impulsora, que en la circulación pulmonar en personas que están
que es horizontal. Los bronquios basales anterior, lateral y posterior erguidas en reposo es la diferencia entre la presión arterial y la
se originan de manera sucesiva para dirigirse a sus bronquios res- presión venosa pulmonar o la presión auricular izquierda en la
pectivos. A la izquierda el bronquio segmentario anteromedial parte inferior del pulmón y entre la presión arterial y la presión
está localizado anterior a la vena pulmonar inferior; se pueden alveolar en la parte superior del pulmón.
identificar los bronquios segmentarios lateral y posterior detrás La resistencia vascular pulmonar está formada por la resisten-
de este vaso. cia arterial, capilar y venosa dispuestas en serie. A pesar de algu-
nas controversias155, se piensa que el lecho capilar, que es disten-
Función sible, hace la menor contribución a la resistencia total, y que las
arteriolas y las vénulas hacen la mayor contribución156. La presión
Perfusión de la unidad acinar capilar media es probablemente del orden de 8 a 10 cm H2O;
como la presión coloidal osmótica es de entre 25 y 30 mm Hg,
El volumen de sangre pulmonar, que está formado por el volu- hay una fuerza considerable que mantiene el líquido en el interior
men de sangre que hay en el interior de las arterias pulmonares, de los capilares pulmonares y que mantiene secos los alvéolos.
de los capilares pulmonares y de las venas pulmonares, es de Incluso durante el ejercicio máximo, cuando el gasto cardíaco
40 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

FIGURA 1-42 (cont.)


En el nivel I (tráquea supracarínica) (B), a la derecha se representan el bronquio (punta de flecha), la arteria (a) y la vena (v)
apicales, y a la izquierda el bronquio (punta de flecha), la arteria (a) y la vena (b) apicoposteriores.
Continúa

aumenta hasta 25 a 30 l/min, la presión hidrostática no aumenta mente por la relación que hay entre la presión arterial, alveolar y
mucho debido al reclutamiento capilar. venosa (figura 1-43). El pulmón mide aproximadamente 30 cm
Al igual que las vías aéreas de conducción, el aumento al doble desde la punta hasta la base, y el hilio está situado aproximada-
o la reducción a la mitad del radio de los vasos pulmonares pro- mente al nivel medio. Como una columna de sangre de 15 cm de
duce un cambio de 16 veces de la resistencia. Cuando aumenta el altura es equivalente a una columna de mercurio de 11 mm de al-
gasto cardíaco, los vasos se ensanchan y se abren capilares que tura, la gravedad afecta a la presión intravascular de una persona
estaban cerrados, lo que da lugar a disminución de la resistencia. en posición erguida reduciendo las presiones sistólica, diastólica
Parte de esta disminución se puede explicar por el hecho de que y media en 11 mm Hg en la punta y aumentándolas en 11 mm Hg
la curva presión-flujo vascular pulmonar no tiene intersección en la base. Si se considera que la presión arterial pulmonar en los
con el valor de presión cero. De manera sencilla, esto significa que vasos hiliares es de 20/9 mm Hg, se deduce que la presión será de
se debe conseguir una presión crítica en la arteria pulmonar antes 9/2 en la punta y de 31/20 en la base. Como las venas pulmonares
de que comience el flujo. entran en la aurícula izquierda aproximadamente al mismo nivel
que las arterias pulmonares, también habrá una variación similar
Factores que influyen en la circulación pulmonar y proporcional de la presión venosa.
Estos cambios dependientes de la gravedad de la presión intra-
Gravedad. Como altera las presiones transmurales vasculares vascular dan lugar a diferencias regionales de la presión transmural
regionales y, por tanto, los diámetros vasculares, la gravedad tie- capilar. Como la presión capilar extraluminal es 0 (atmosférica),
ne una influencia importante en la distribución del flujo sanguí- los vasos apicales están prácticamente cerrados, al menos duran-
neo en el pulmón157. Esta distribución está gobernada principal- te la diástole, en esta región (zona 1), la vasculatura pulmonar
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 41

II

17 5

FIGURA 1-42 (cont.)


En el nivel II (carina/bronquio lobar superior derecho) (C), en el lado derecho se muestra el bronquio lobar superior (17), y el
bronquio (dos puntas de flecha) y la arteria (a) del segmento anterior; a la izquierda el bronquio (punta de flecha) y la arteria (a)
apicoposteriores están situados inmediatamente laterales a la arteria pulmonar izquierda (5). La vena pulmonar superior izquierda
(9) está localizada anteromedial al fascículo broncoarterial.
Continúa

actúa como un resistor de Starling en el que la presión impulso- venas cuya presión extraluminal es equivalente a la presión pleural
ra correspondiente es la diferencia entre la presión arterial y alve- y/o intersticial y que tienden a dilatarse cuando aumenta el volu-
olar (véase figura 1-43). En zonas inferiores del pulmón la pre- men pulmonar. El compartimiento alveolar incluye capilares,
sión arterial pulmonar supera a la presión alveolar durante todo arteriolas y vénulas; su presión extraluminal es la alveolar, y tien-
el ciclo cardíaco; sin embargo, la presión alveolar sigue siendo den a comprimirse cuando se insufla el pulmón. A pesar de esta
mayor que la presión venosa, y por tanto los capilares se estrechan compresión es posible que perfundan el pulmón lentamente aun-
en su extremo venoso corriente abajo (zona 3). Finalmente, al que la presión alveolar supere con mucho la presión arterial pul-
acercarse a la base pulmonar, tanto la presión arterial como la monar. La explicación de este hecho se puede relacionar con la
presión venosa superan a la presión alveolar, y la vasculatura se presencia de vasos situados en los ángulos de los alvéolos, que
dilata progresivamente (zona 3). En el extremo de la base (zona 4) tienden a distenderse y dilatarse en lugar de comprimirse cuando
se produce aumento de la resistencia vascular pulmonar y dismi- se insufla el pulmón159.
nución del flujo sanguíneo, un fenómeno para el que no hay una Efectos neurógenos y químicos. Las modificaciones neuró-
explicación adecuada. genas, humorales, de los gases sanguíneos y de la bioquímica
Presión intrapleural y volumen pulmonar. Se puede consi- hemática pueden producir alteraciones vasomotoras y pueden
derar que los vasos pulmonares están en compartimientos modificar la circulación pulmonar. Estas modificaciones pueden pro-
extraalveolar y alveolar de acuerdo con su respuesta a las modifi- ducirse de manera generalizada en todo el pulmón o, lo que es
caciones del volumen pulmonar158. El primero incluye arterias y más importante, a nivel regional, alterando de esta manera la dis-
42 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

III

4 22 9
23

18 6

IV

9 24

18
25 6
21
27

FIGURA 1-42 (cont.)


En el nivel III (bronquio intermedio proximal/bronquio lobar superior izquierdo) (D), a la derecha el bronquio intermedio
(18) está cubierto por delante y lateralmente por la arteria interlobar (4). La relación estrecha entre la vena pulmonar
superior derecha (7) y la arteria interlobar crea una configuración típica en «cabeza y trompa de elefante». A la izquierda
se ve el segmento continuo de los bronquios principal distal (22) y superior (23). Obsérvese la indentación poco profunda
de las paredes anterior y posterior del bronquio lobar superior que produce el componente mediastínico de la vena
superior izquierda (9) y de la arteria interlobar proximal (6). En el nivel IV (bronquio intermedio distal/bronquio lingular)
(E) se puede identificar a la derecha el bronquio intermedio (18) y el bronquio segmentario superior (21) del lóbulo
inferior, y a la izquierda el bronquio lingular (24) separado por el espolón lingular (punta de flecha) del orificio cortado de
través del bronquio lobar inferior (25). El bronquio segmentario superior (27) tiene una localización posterior, la arteria
interlobar (6), posterolateral y la vena pulmonar superior izquierda (9), anteromedial.
Continúa

FIGURA 1-42 (cont.)


En el nivel V (F), el bronquio del lóbulo medio (19) se divide en los bronquios segmentarios medial (m) y lateral (l). El bronquio del lóbulo inferior (20) está
separado del bronquio del lóbulo medio por un espolón o carina bien diferenciado (cabezas de flecha). La vena pulmonar superior derecha (7) es
anteromedial al bronquio del lóbulo medio y la arteria interlobar (4) es anterior al bronquio del lóbulo inferior. A la izquierda, la arteria interlobar (6)
está posterolateral al bronquio del lóbulo inferior (25). En el nivel VI (bronquios basales del lóbulo inferior/venas pulmonares inferiores) (G), a la derecha
los bronquios segmentarios medial (m), anterior (a), lateral (l) y posterior (p) se relacionan íntimamente con la vena pulmonar inferior (8). A la izquierda los
bronquios segmentarios anteromedial (am), lateral (l) y posterior (p) se relacionan con la vena pulmonar inferior izquierda (10). (Tomado de Fraser RS, Müller
NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
Continúa
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 43

l m

19 7

4 20 25

VI

m
am

10
a l

l p

FIGURA 1-42 (cont.)


La leyenda de la figura está en la página anterior.
44 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

Zona 1 a v Vértice
PA>Pa>Pv Zona 1

Zona 2 a v Zona 2
PA>Pa>Pv

Hilio
A
Zona 3
Zona a a v
PA>Pa>Pv

Zona 4
Base
Flujo sanguíneo relativo

FIGURA 1-43
Flujo sanguíneo regional en el pulmón determinado por la relación entre la presión alveolar (A), la
presión arterial pulmonar (a) y la presión venosa pulmonar (v). En el vértice, donde la presión arterial
pulmonar y la presión venosa pueden ser subatmosféricas, la presión alveolar comprime los microvasos alveolares,
aumenta la resistencia y reduce el flujo (zona 1). En zonas más bajas del pulmón la presión arterial pulmonar es
mayor que la presión alveolar, pero la presión alveolar sigue siendo mayor que la presión venosa subatmosférica, y el
calibre y el flujo de los vasos dependen del diferencial entre la presión arterial y la alveolar (zona 1). Cerca de la base
del pulmón, como la presión arterial y la presión venosa son mayores que la presión alveolar, los microvasos se
dilatan y aumenta más el flujo (zona 3). En la base pulmonar (zona 4) hay una región de disminución del flujo que no
se puede explicar simplemente por la relación entre Pa, PA y Pv.

tribución del flujo sanguíneo y afectando a las relaciones ventila- producen vasodilatación167. El efecto de la acetilcolina está media-
ción-perfusión locales. do por la liberación de NO por el endotelio vascular pulmonar.
La hipoxia es uno de los estímulos más potentes de la vaso-
constricción pulmonar. Este efecto es principalmente local porque Difusión de gases desde las unidades acinares a los
se puede demostrar esta respuesta en pulmones desnervados y eritrocitos
perfundidos resecados160. No es seguro el mecanismo de la vaso-
constricción hipóxica. Una teoría que se mantiene en la actualidad Difusión en la unidad acinar. Diversos factores afectan a la difu-
invoca un efecto directo de la hipoxia sobre el estado de oxidorre- sión de gases en el ácino. Como regla general, la difusión se produ-
ducción de la célula muscular lisa vascular que actúa a través de ce de manera pasiva desde una zona de mayor presión parcial a una
canales de potasio y de calcio161. La vasoconstricción hipóxica de menor presión parcial. Además, en un medio gaseoso un gas ligero
puede estar modulada por la liberación endotelial de endoteli- difunde más rápidamente que un gas más pesado, mientras que en
na162, la producción local de NO y la interacción de los eritrocitos un líquido o en un tejido la velocidad de difusión depende mucho
con el NO163. La mayor parte de los datos indica que la PO2 alveo- de la solubilidad del gas particular en ese medio. El oxígeno es algo
lar local es la que proporciona el mayor estímulo, aunque la PO2 más ligero que el dióxido de carbono y, por tanto, difunde más rápi-
venosa mixta también puede influir en la respuesta164. Un aumen- damente en el gas acinar. Sin embargo, en el agua y en los tejidos el
to de la concentración de iones de hidrógeno, tanto si es inducida dióxido de carbono es más soluble que el oxígeno y difunde a tra-
por hipercapnia como por acidosis metabólica, también produce vés de estos medios 20 veces más rápidamente que el oxígeno. La
vasoconstricción pulmonar por un mecanismo distinto e interac- proporción de ventilación alveolar de cada volumen corriente es de
túa con la hipoxia para aumentar la presión arterial pulmonar165. sólo aproximadamente el 10% del gas que está en el interior del pul-
Aunque la estimulación de los nervios simpáticos en animales món a la CRF; sin embargo, debido a la rápida difusión del oxígeno,
produce aumento de la resistencia vascular pulmonar y disminu- la mezcla completa de este aire nuevo con el gas intraacinar es prác-
ción de la distensibilidad de los vasos pulmonares de mayor tama- ticamente instantánea en el pulmón normal.
ño, se sabe poco sobre la entrada que podría producir estas modi- Difusión a través de la membrana alveolocapilar. En condi-
ficaciones reflejas166. La endotelina que producen las células endo- ciones de reposo el oxígeno tiene una presión impulsora de aproxi-
teliales vasculares es un potente vasoconstrictor pulmonar. La madamente 60 mm Hg (la PO2 del gas alveolar menos la PO2 de la
administración parenteral de epinefrina, norepinefrina, serotoni- sangre venosa mixta [100 – 40 = 60 mm Hg]) a través de la mem-
na, histamina y prostaglandina F2a también produce vasoconstric- brana alveolocapilar y satura casi completamente la sangre en un
ción, mientras que los agonistas β-adrenérgicos y la acetilcolina tercio del tiempo que tarda la sangre en atravesar los capilares pul-
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 45

monares. Sin embargo, la cantidad de la membrana alveolocapilar «ideal» para el dióxido de carbono (en nuestro ejemplo, una PCO2
eficaz habitualmente está reducida debido al desequilibrio de la cir- de 70 mm Hg y una PCCO2 de 44 mm Hg). La unidad número 5
culación capilar con la ventilación acinar (véase posteriormente). representa el espacio muerto alveolar verdadero, . una
. región del
La distancia para la difusión del gas aumenta en muchas pulmón que está ventilada pero no perfundida (VA/Q = infinito); la
enfermedades que producen engrosamiento de la membrana ventilación de una unidad de este tipo es ventilación desperdiciada
alveolocapilar. Como el desequilibrio ventilación-perfusión es un completamente porque el gas alveolar no entra en contacto . . con la
dato que acompaña de manera inevitable a estas enfermedades, sangre capilar. La unidad número 4 tiene un cociente VA/Q entre
puede ser difícil evaluar la contribución diferenciada del trastor- 0,9 e infinito, lo que hace que las presiones parciales alveolares y
no de la difusión a la hipoxemia arterial. En estos casos la satura- capilares sean mayores de lo «ideal» para el oxígeno y menores de lo
ción arterial de oxígeno puede ser normal en reposo a pesar de «ideal» para el dióxido de carbono (en nuestro ejemplo, una PCO2
una reducción significativa de la capacidad de difusión; sin de 130 mm Hg y una PCCO2 de 37 mm Hg).
embargo, el ejercicio provoca hipoxemia porque disminuye el Debido a las relaciones entre el contenido de oxígeno y de dióxi-
tiempo de tránsito a través de los capilares. do de. carbono
. de la sangre y sus presiones parciales, el desequili-
Es difícil la medición de la capacidad de difusión del oxígeno por brio VA/Q tiene efectos muy diferentes sobre la eficiencia del pul-
diversos motivos técnicos; por tanto, en su lugar generalmente se món para captar el oxígeno y eliminar el dióxido de carbono.
utiliza la capacidad de difusión del monóxido de carbono (DLCO). Como se muestra en la figura 1-45, la curva de disociación del O2
Las tres variables importantes que contribuyen a la capacidad de es plana para valores de PO2 mayores de 70 u 80 mm Hg, y por tan-
difusión global del pulmón (DL) son la capacidad de difusión de la to la unidad sobreventilada (número 4) no puede compensar la
membrana alveolocapilar (Dm), la velocidad de reacción del mo- unidad infraventilada (número 2) en relación con la captación de
nóxido de carbono con la hemoglobina y el volumen de sangre oxígeno. Aunque la PO2 elevada de la unidad número 4 da lugar a
capilar pulmonar (Vcp). Los componentes de Dm y Vcp de la DL un ligero aumento de la cantidad de oxígeno disuelto en la sangre
disminuyen, con la edad, primero el componente de membrana168. capilar, la hemoglobina está saturada prácticamente en un 100%
por encima de una PO2 de 100, y como el oxígeno disuelto puede
Concordancia del flujo sanguíneo capilar acinar con aumentar sólo en 0,003 ml/dl de sangre por cada aumento de la
la ventilación PO2 de un mm Hg, se consigue poca ganancia por las unidades
sobreventiladas. Por el contrario, las unidades sobreventiladas
De manera ideal la ventilación alveolar y la perfusión alveolar pueden compensar a las unidades infraventiladas en la elimina-
deberían ser uniformes, es decir, cada ácino recibiría únicamente ción del dióxido de carbono. Como la curva de disociación del
la cantidad adecuada de ventilación para oxigenar completamen- CO2 es prácticamente lineal durante todo el intervalo de valores
te la hemoglobina y eliminar todo el dióxido de carbono que se fisiológicos de PCO2, el menor contenido de dióxido de carbono de
produce durante el intercambio gaseoso. A pesar del hecho de la sangre que procede de la unidad número 4 puede compensar el
que esta uniformidad no se produce, incluso en un pulmón nor- contenido mayor de lo «ideal» de la unidad número 2.
mal,
. .es útil el concepto de un cociente ventilación/perfusión Cuando la sangre procedente de las unidades 1, 2, 3 y 4 se mez-
(VA/Q) «ideal» como punto de referencia para evaluar las rela- cla en las venas pulmonares y en la aurícula izquierda, la PaO2 resul-
ciones entre la ventilación y la perfusión en el interior. de .los áci- tante será menor que la PO2 alveolar media de las unidades 2, 3 y 4,
nos y en el pulmón en conjunto. Cuando el cociente VA/Q no es mientras que la PaCO2 será igual
. a. la PCO2 alveolar media. De mane-
ideal, se debe. a que
. la perfusión está reducida en relación con la ra sencilla, el desequilibrio VA/Q reduce la eficiencia de la capta-
ventilación (VA/Q elevado) o porque. la .ventilación está reducida ción y de la eliminación del oxígeno y del dióxido de carbono; en
en relación con el flujo sanguíneo (VA/Q bajo). el caso del oxígeno esta disminución de la eficiencia da lugar a un
. La. figura 1-44 muestra la distribución teórica de los cocientes gradiente entre la PO2 alveolar media y la PO2 arterial (PAO2 – PaO2),
VA/Q en el pulmón en un modelo pentacompartimental. La uni- mientras que para el dióxido de carbono no hay gradiente. Si una
dad central (número
. . 3) corresponde a la unidad «ideal» que tie- enfermedad
. . da lugar a la aparición de unidades que tienen cocien-
ne un cociente VA/Q de 0,9. En este ácino la ventilación es suficien- tes VA/Q bajos (número 2) o un cortocircuito verdadero (número
te para conseguir una presión parcial de oxígeno alveolar (PAO2) de 1), se producirá hipoxemia e hipercapnia arterial. Como tanto la
aproximadamente 100 mm Hg. Una difusión normal entre el gas reducción de la PO2 como el aumento de la PCO2 estimulan el
alveolar y la sangre capilar da lugar a una presión parcial capilar aumento de la ventilación, aumentará la ventilación alveolar total.
de oxígeno (PCO2) de 100 mm Hg en la sangre que sale de esta La PO2 alveolar de las unidades acinares bien ventiladas (número 4)
unidad, un nivel que es suficiente para conseguir la saturación del aumentará, mientras que la PCO2 de estas unidades descenderá. El
100% de la hemoglobina (20 ml de O2 por cada 100 ml de sangre exceso de dióxido de carbono que retiene la sangre que circula a
si la concentración de hemoglobina es de 15 g/dl). La PACO2 y la través de las unidades mal ventiladas (números 1 y 2) se equilibra-
PCCO2 resultantes son ambas de 40 mm Hg, que es suficiente para rá por la eliminación superior a lo normal en las unidades bien
reducir el contenido de dióxido de carbono de la sangre venosa ventiladas, lo que permite corregir la hipercapnia. Como el aumen-
mixta desde 53 hasta 48 ml/dl. to de la ventilación no puede compensar completamente la hipo-
La unidad
. . número 1 representa la región que tiene el menor xemia (debido a la relación contenido-presión parcial del oxígeno),
cociente VA/Q posible, un valor de cero, y representa un cortocir- la PO2 permanecerá relativamente baja.
cuito intrapulmonar verdadero. La sangre capilar sale de una uni- La figura 1-44 es un modelo simplificado. . que se desplaza por
dad de este tipo con presiones parciales y contenidos de gases idén- todo el intervalo de posibles cocientes VA/Q en cinco comparti-
ticos a los de la sangre venosa mixta (en nuestro ejemplo, una PCO2 mientos. De hecho, es probable que exista una distribución con-
de 40 mm Hg y una PCCO2 de 46 mm Hg para un contenido capilar tinua de cocientes, e incluso en el pulmón normal se han demos- . .
de O2 de 13 ml/dl y un contenido capilar
. . de CO2 de 53 ml/dl). La trado diferencias regionales sustanciales de los cocientes VA/Q.
unidad número 2 tiene un cociente VA/Q, que está entre 0,9 y 0, y Esta variación está producida en gran medida por la gravedad169.
da lugar a presiones parciales y contenidos de gases alveolares y capi- Como se ha analizado previamente, el efecto de la gravedad
lares que son menores del valor «ideal» para el oxígeno y mayores del aumenta el flujo sanguíneo a las porciones inferiores del pulmón.
46 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

FIGURA 1-44
Distribución teórica de los
Pulmón · ·
cocientes VA /Q en el pulmón. Se
representan esquemáticamente todos
los posibles cocientes ventilación-
perfusión, que varían desde la
unidad 1, un cortocircuito con un
cociente ventilación-perfusión de
cero, a la unidad 5, espacio muerto,
con un cociente ventilación-perfusión
de infinito. La sangre que procede de
la unidad 1 tendrá presiones parciales
de gases idénticas a las de la sangre
1 venosa mixta, y el gas alveolar de la
unidad 5 tendrá presiones parciales
2 5
de gases similares a las del aire
3 4 inspirado. Aunque la PO2 alveolar
media de las unidades ventiladas y
perfundidas (2, 3 y 4) es de
100 mm Hg, la PO2 arterial restante
V/Q V/Q V/Q Espacio después de la mezcla de la sangre
Corto- bajo normal alto muerto procedente de todas las unidades es
circuito PAO2  70 PAO2  100 PAO2  130 PAO2  150 de sólo 75 mm Hg. Esta diferencia
PACO2  43 PACO2  40 PACO2  37 PACO2  0 PAO2 – PaO2 está producida tanto por
el bajo contenido en oxígeno de la
sangre que pasa por el cortocircuito
PcO2  40 PcO2  70 PcO2  100 PcO2  130 como por la imposibilidad de que la
PcCO2  46 PcCO2  43 PcCO2  40 PcCO2  37 unidad 4 sobreventilada compense a
Sat  65 Sat  92 Sat  99 Sat  99,5 la unidad 2 infraventilada en relación
Contenido Contenido Contenido Contenido
con la captación de oxígeno.
de O2 = 13 de O2 = 18 de O2 = 20 de O2 = 21
Contenido Contenido Contenido Contenido
de CO2 = 53 de CO2 = 50 de CO2 = 48 de CO2 = 43

Vasculatura pulmonar

PaO2  75
PaCO2  40

Un gradiente vertical de la presión pleural dependiente de la gra- nar, que están en una porción más pendiente de su curva presión-
vedad también da lugar a variaciones dependientes de la gravedad volumen. Así, el gradiente de presión pleural dependiente de la
del volumen y de la ventilación pulmonares; en las personas en gravedad da lugar a una variación regional tanto del volumen
posición erguida la presión pleural en el vértice pulmonar (Ppl) pulmonar (VO) como de la ventilación (∆V/VO).
aumenta progresivamente (es decir, se hace menos subatmosféri- Si el aumento del cociente ∆V/VO desde el vértice hasta la base
ca) a medida que se acerca a la base del pulmón. Este gradiente es fuera directamente proporcional al aumento
. . del flujo sanguíneo des-
de aproximadamente 0,25 cm H2O por cada centímetro de dis- de el vértice hasta la base, el cociente VA/Q no variaría. Sin embargo,
tancia en dirección vertical en el pulmón y es similar en diferen- como el efecto de la gravedad sobre la perfusión regional es mayor
tes posiciones corporales y a diferentes volúmenes pulmonares que su efecto sobre la ventilación regional, hay un ligero desequili-
globales. Como la presión alveolar es constante en las partes brio entre el flujo sanguíneo y la ventilación
. . incluso en el pulmón
superiores e inferiores del pulmón, esto significa que la presión normal. En postura erguida el cociente VA/Q está entre 2 y 3 en el
transpulmonar local también varía de manera dependiente de la vértice pulmonar y disminuye a un valor de entre 0,5 y 1 en la base170.
gravedad. A nivel regional el parénquima pulmonar responde a Aunque las variaciones de la presión arterial pulmonar y de la
la presión transpulmonar local; por tanto, al final de una espiración presión pleural dependientes de la gravedad son . los
. factores más
tranquila las unidades acinares de las regiones pulmonares supe- importantes que influyen sobre los cocientes VA/Q, también pue-
riores están más distendidas y a un mayor porcentaje de su valor de den participar otros efectos. Por ejemplo, a volúmenes pulmona-
CPT que las unidades peor distendidas de la base del pulmón. res bajos la ventilación de las bases pulmonares en posición ergui-
A pesar del gradiente de presión pleural teleespiratoria y trans- da o de las regiones posteriores en posición supina puede no
pulmonar desde la parte superior del pulmón a la inferior, las seguir la distribución que indica la presión pleural regional por-
modificaciones de la Ppl que se producen durante la respiración que en estas regiones se puede producir cierre de las vías aéreas171.
a volumen corriente son similares a diferentes niveles verticales. El volumen pulmonar global al que se cierran por primera vez las
Debido a las características presión-volumen del pulmón (véase vías aéreas en las zonas de pulmón dependientes se denomina
figura 1-31), las unidades pulmonares superiores están peor ven- «volumen de cierre». Como la CRF disminuye cuando se asume
tiladas por unidad de volumen que los ácinos de la base pulmo- la postura supina, mientras que el volumen de cierre no cambia,
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 47

un mayor número de vías aéreas dependientes se puede cerrar cuando se respira oxigeno puro durante un tiempo suficiente para
durante la respiración a volumen corriente en posición supina, eliminar completamente el nitrógeno del pulmón se puede obtener
dando lugar de esta manera a una disminución paradójica de la una medida del intercambio gaseoso que no esté influida por la PO2
ventilación de las regiones pulmonares
. dependientes,
. con el con- inspirada y por la PO2 venosa mixta. El cálculo del cortocircuito
siguiente aumento del desequilibrio VA/Q, e hipoxemia arterial. mediante la ecuación 3 da una. estimación
. sólo de un compartimien-
to del espectro del cociente VA/Q. Además, la respiración de O2 puro
Medición del desequilibrio ventilación-perfusión durante un período prolongado puede en sí misma aumentar el
cortocircuito intrapulmonar porque produce colapso alveolar. 174..
La estimación que se utiliza con
. más
. frecuencia y que es más fácil Un avance importante en la medición del desequilibrio VA/Q
de calcular del desequilibrio VA/Q es el gradiente alveoloarterial llegó con el desarrollo de un método
. . para medir la distribución
de oxígeno, PAO2 – PaO2. El cálculo de PAO2 – PaO2 precisa cono- «continua» de los cocientes VA/Q en los pulmones normales y
cer la PO2 alveolar media, que se puede determinar utilizando la enfermos175. La técnica supone la infusión intravenosa de hasta
ecuación simplificada del aire alveolar: 10 gases inertes disueltos en suero salino; los gases que se utilizan
tiene una amplia gama de solubilidad en sangre, y en su paso a
PaCO2
1. PAO2 = PIO2 – través del pulmón entran en el gas alveolar. La concentración
R espiratoria mixta y arterial de cada uno de los gases se mide
en la que PIO2 es la PO2 inspirada, R es el cociente entre la produc- mediante cromatografía de gases cuando se alcanza un estado
ción de CO2 y el consumo de O2 (que se asume que es igual a 0,8) estable; entonces se puede calcular y representar la retención y
y PaCO2 es la PCO2 arterial (que se asume que es igual a la PACO2). la excreción de cada uno de los gases respecto a su solubilidad.
Una vez que se ha calculado la PACO2, se puede obtener A partir del gráfico se puede calcular con un ordenador la dis-
PAO2 – PaO2 restando de la PAO2 la PO2 arterial medida: tribución del .flujo
. sanguíneo y de la ventilación en relación con
los cocientes VA/Q. Esta técnica permite la medición del cortocir-
2. Gradiente alveolar-arterial para oxígeno = PAO2 – PaO2
cuito absoluto, así como del espacio muerto alveolar, y también
Una desventaja del gradiente PAO2 – PaO2 como medida del permite el cálculo de la proporción de perfusión
. . y ventilación de
intercambio gaseoso es que una alteración dada de la distribución un gran número de unidades de cociente VA/Q variable.
de la ventilación y de la perfusión o un cortocircuito darán lugar
a una PaO2 y a un cociente PAO2 – PaO2 calculado diferentes, si hay Gases sanguíneos y equilibrio acidobásico
una modificación de la PO2 venosa mixta, de la PO2 inspirada o de
la posición de la curva de disociación de O2172. Los cálculos de la Gases sanguíneos. La capacidad del pulmón de realizar su
mezcla venosa y el cortocircuito proporcionan estimaciones
. . más función fundamental, el intercambio de oxígeno y dióxido de
exactas de las alteraciones de la distribución del VA/Q y se afectan carbono, se determina fácilmente mediante el análisis de una
menos por las presiones parciales de gases en sangre venosa mix- muestra de sangre arterial. El oxígeno que transporta la sangre
ta y en el aire inspirado; sin embargo, precisan la obtención de está unido predominantemente a la hemoglobina y se puede cal-
una muestra de sangre venosa mixta. Se utiliza la misma ecuación cular utilizando la ecuación 4.
para el cálculo de la mezcla venosa y del cortocircuito: Al contrario que el oxígeno, aproximadamente el 75% del dió-
. xido de carbono está contenido en el plasma. En una persona en
Q. s CC’O2 – CAO2
3. . = reposo la sangre venosa mixta contiene aproximadamente 15 ml
Q. t CC’O2 – CVO2 de oxígeno por cada decilitro de sangre a una PO2 de 40 mm Hg
. .
donde Qs/Qt es el cociente de mezcla venosa o el cortocircuito (si y una saturación de oxígeno del 75%, mientras que el contenido
se respira oxígeno al 100%), CC’O2 es el contenido en oxígeno de de dióxido de carbono es de aproximadamente 52 ml/dl de san-
la sangre del extremo capilar, CaO2 es el contenido en oxígeno gre a una PCO2 de 45 mm Hg. Aunque el eritrocito transporta sólo
de la sangre arterial y CVO2 es el contenido en oxígeno de la san- el 25% del dióxido de carbono, tiene una función esencial en el
gre venosa mixta; la ecuación asume el equilibrio entre la PO2 transporte de este gas hacia los pulmones; contiene la enzima
alveolar y capilar. La PO2 capilar ideal se calcula utilizando la anhidrasa carbónica, que hidrata rápidamente el dióxido de car-
ecuación del aire alveolar (véase ecuación 2). El contenido se cal- bono que pasa a través de la membrana del eritrocito y lo con-
cula determinando la concentración de hemoglobina y asumien- vierte en ácido carbónico, iones H+ y iones de bicarbonato. Los
do que es idéntica en la sangre venosa, arterial y capilar: iones de bicarbonato (HCO3–) atraviesan rápidamente la mem-
brana celular y entran en el plasma intercambiándose por iones
4. Contenido de O2 (ml sangre/100)
de cloruro; de esta manera, la mayor parte del dióxido de carbo-
= (Hgb[g/dl] × 1,39 × % saturación) + (PO2 × 0,003)
no que procede de los tejidos se transporta en la sangre en forma
donde PO2 es la PO2 de la sangre capilar, arterial o venosa mixta; de bicarbonato. Como la sangre que contiene hemoglobina redu-
el primer término de la ecuación se relaciona con el contenido de cida puede transportar más dióxido de carbono que la sangre
oxígeno de la hemoglobina y el segundo con la cantidad de oxí- completamente oxigenada a la misma PCO2, las circunstancias son
geno disuelto. Cuando se obtienen las mediciones de este cálculo ideales para la captación del dióxido de carbono en los tejidos y
cuando el paciente está respirando aire o una mezcla de gases que para su descarga en los capilares pulmonares cuando la hemoglo-
contiene menos del 100% de oxígeno, el cociente resultante es bina se ha vuelto a oxigenar (véase figura 1-45).
una mezcla venosa mixta que es «como si fuera» un cortocircui- La hipoxemia arterial se puede deber a uno o más de cinco
to, o la cantidad de sangre venosa mixta que habría que añadir a mecanismos: defecto de la difusión, cortocircuito verdadero, des-
la sangre capilar para que diera lugar a la PO2 arterial y al gra- igualdad ventilación-perfusión, O2 inspirado bajo o hipoventila-
diente PAO2 – PaO2 observado. ción. Un defecto de la difusión produce hipoxemia si la PO2 alveo-
Aunque la mezcla venosa mixta es una estimación más robusta lar y capilar no se equilibran en el breve tránsito del eritrocito a
de la capacidad de intercambio gaseoso del pulmón, también se ve través del lecho capilar pulmonar. Es probable que este mecanis-
afectada por la PO2 inspirada y por la PO2 venosa mixta173. Sólo mo contribuya a la hipoxemia que se ve en el enfisema, el aumen-
48 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

to de la hipoxemia que se produce durante el ejercicio en pacien- pueden corregir por la inspiración de oxígeno al 100%, que sus-
tes que tienen una neumopatía intersticial, la hipoxemia que apare- tituye al nitrógeno e incluso en . los
. ácinos poco ventilados.
ce en algunas personas durante el ejercicio intenso y la hipoxemia La desigualdad del cociente VA/Q es la causa más frecuente de la
de las altitudes elevadas. Durante el ejercicio el mecanismo pro- hipoxemia que acompaña a las enfermedades
. . pulmonares. Como se
bablemente es una disminución del tiempo de tránsito capilar de ha señalado antes, el desequilibrio VA/Q y el cortocircuito tienden a
los eritrocitos, mientras que a altitudes elevadas se relaciona con afectar al transporte de oxígeno y a la PO2 arterial en mayor medida
una PO2 alveolar baja. Como el dióxido de carbono es aproxima- que al transporte del dióxido de carbono y la PCO2, de modo que
damente 20 veces más soluble en agua y en las membranas tisu- con frecuencia se encuentra hipoxemia junto a una PaCO2 normal o
lares que el oxígeno, los tiempos de equilibrio son más rápidos y reducida. Una presión parcial de oxígeno inspirado baja produce la
la limitación de la difusión no tiene una función importante en la hipoxemia que aparece altitudes elevadas. Si disminuye la ventila-
génesis de la retención del dióxido de carbono. ción alveolar global, se produce retención de dióxido de carbono
Un cortocircuito verdadero es la causa principal de la hipoxe- además de hipoxia alveolar y la consiguiente hipoxemia. La hipoxe-
mia en muchas malformaciones cardiovasculares congénitas y en mia que se asocia a una PIO2 baja y a la hipoventilación no produce
el edema pulmonar cardiógeno y no cardiógeno y en otras situa- aumento del gradiente alveoloarterial de oxígeno, y de esta manera
ciones que se caracterizan por consolidación del espacio aéreo, difiere de la hipoxemia
. . que producen el defecto de la difusión, la
como la neumonía. La sangre que pasa por el cortocircuito nun- desigualdad VA/Q y el cortocircuito. Como la hipoventilación con
ca entra en contacto con el gas acinar, y por esta razón la PO2 de frecuencia se asocia a estas alteraciones del intercambio gaseoso, el
la sangre arterial no se puede elevar hasta un valor normal (apro- cálculo del gradiente PAO2 – PaO2 ayuda a separar el componente de
ximadamente 600 mm Hg) durante la inhalación de oxígeno al la hipoxemia que se relaciona con la hipoventilación del que pro-
100%. De hecho, cuando por el cortocircuito pasa el 10% o más ducen las alteraciones del intercambio gaseoso.
del gasto cardíaco, la PO2 arterial no puede aumentar por encima Equilibrio acidobásico. La concentración de iones de hidró-
de 400 mm Hg. Otros mecanismos que producen hipoxemia se geno, y por tanto el pH, de la sangre, depende de al menos tres sis-
temas fisicoquímicos176: 1) el equilibrio electroquímico de iones
fuertes, electrólitos, que están completamente disociados a un pH
Reducida fisiológico normal: Na+, K+ y Cl– (como la ley de neutralidad eléc-
trica precisa que la carga eléctrica de todos los iones fuertes
disueltos sea igual a cero, las modificaciones de las concentracio-
60 nes de estos iones pueden influir sobre el grado de disociación del
Oxigenada
agua y, por tanto, sobre la concentración de iones de hidrógeno y
de hidroxilo en la sangre); 2) la capacidad amortiguadora de elec-
V
trólitos débiles como el grupo imidazol de las moléculas de histi-
Contenido de O2 o de CO2 (ml/100 ml de sangre)

50 A
dina de las proteínas tisulares, las proteínas plasmáticas y la
hemoglobina (estos electrólitos pueden aceptar o donar protones
y de esta manera amortiguar las modificaciones de la concentra-
ción de iones de hidrógeno en la sangre); y 3) lo más importan-
te, el sistema de dióxido de carbono-bicarbonato.
40 Curva de disociación del CO2
Los términos alcalemia y acidemia están restringidos a situa-
ciones en las que hay una disminución o un aumento de la con-
centración arterial de iones de hidrógeno por encima o por deba-
jo del intervalo normal, mientras que los términos alcalosis y aci-
30
dosis se utilizan para describir procesos anormales que aumentarían
o reducirían la concentración de iones de hidrógeno de la sangre
si no hubiera modificaciones compensadoras secundarias. La inter-
dependencia de la concentración de iones de hidrógeno, de la
20 A 100 PCO2 arterial y del bicarbonato se ilustra por la modificación de
Saturación de O2 (%)

90
Kassirer-Bleich de la ecuación de Henderson-Hasselbach177:
V 80
70 24 × PCO2
60 [H+] =
10 Curva de disociación del O2 50 HCO3
40 El estudio de esta ecuación muestra que la concentración arterial
30
20 de iones de hidrógeno depende del cociente entre la PCO2 arterial
10 y el bicarbonato arterial: cualquier situación que aumente el
cociente dará lugar a un aumento de la concentración de iones de
0 20 40 60 80 100 120 140 hidrógeno (disminución del pH), y cualquier situación que
Tiempo (segundos) reduzca el cociente dará lugar a una disminución de la concen-
tración de iones de hidrógeno (aumento del pH).
FIGURA 1-45 Los trastornos del equilibrio acidobásico se pueden dividir en
Curvas de disociación del dióxido de carbono y del oxígeno en la los que tienen origen respiratorio y los que tienen origen no res-
sangre. Las flechas (A → X) indican el efecto del aumento al doble de la piratorio o metabólico. Las modificaciones respiratorias del equi-
ventilación sobre el contenido tanto de CO2 como de O2 (saturación librio acidobásico se deben a la sobreventilación o la infraventila-
arterial de oxígeno). Se indican los valores normales del oxígeno y del
dióxido de carbono tanto en la sangre arterial (A) como en la venosa (V).
ción con eliminación o retención excesiva de dióxido de carbono.
Se puede ver que para cualquier PCO2 dada, la sangre reducida puede Los trastornos metabólicos son la consecuencia de un aumento o
transportar más dióxido de carbono que la sangre oxigenada. una disminución de ácidos no carbónicos o de una pérdida o
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 49

ganancia de bicarbonato en el líquido extracelular. La acidosis y bicarbonato se combina con el H+ que está aumentado para for-
la alcalosis pueden ser «simples» (es decir, puramente respirato- mar ácido carbónico (CO2 + H2O → H2CO3 → H+ + HCO3–). La
rias o metabólicas) o mixtas, y reflejan las alteraciones fisiológi- elevación de la concentración de iones de hidrógeno estimula los
cas que son tanto respiratorias como metabólicas. quimiorreceptores centrales y periféricos, aumentando de esta
ACIDOSIS RESPIRATORIA. La acidosis respiratoria se debe a hipoven- manera la ventilación alveolar y reduciendo la PCO2 arterial. Hay
tilación alveolar y puede ser secundaria a: 1) disminución del impul- un intervalo temporal entre la respuesta respiratoria a la acidosis
so neurógeno central de la respiración, 2) alteración de las conexio- metabólica que se relaciona con el tiempo necesario para que el H+
nes neurales entre el sistema nervioso central y los músculos respi- y el bicarbonato se equilibren a través de la barrera hematoencefá-
ratorios, 3) alteración de los músculos respiratorios o de la caja lica. En general la compensación respiratoria máxima se produce a
torácica, o 4) alteración de las vías aéreas o del parénquima pulmo- las 12 horas, aunque la respuesta es insuficiente para devolver el pH
nar que produce un aumento excesivo del trabajo de la respiración. al nivel normal. Durante la acidosis metabólica en estado estable la
La acidosis respiratoria puede ser aguda o crónica. Un aumento PCO2 debe disminuir entre 1 y 1,3 mm Hg por cada 1 mmol/l de
agudo de la PCO2 arterial produce el desplazamiento hacia la dere- disminución de la concentración sérica de bicarbonato.
cha de la ecuación de Henderson (H2O + CO2 → H+ + HCO3–), ALCALOSIS METABÓLICA. Se produce alcalosis metabólica cuando la
aumentando de esta manera la concentración tanto de iones de concentración de iones de hidrógeno en el líquido extracelular dis-
hidrógeno como de iones de bicarbonato. El aumento del bicarbo- minuye de manera secundaria a la pérdida de ácidos o al aumento
nato tiende a atenuar el aumento la concentración de iones de de los álcalis, como puede ocurrir en los vómitos graves prolonga-
hidrógeno que se habría producido de otra manera, limitando de dos o después de una aspiración nasogástrica prolongada. El trata-
esta manera la modificación aguda del pH arterial. Como regla miento crónico con diuréticos, la administración exógena excesiva
fácil, el aumento del bicarbonato que se asocia a la retención agu- de álcalis, el hiperaldosteronismo, el síndrome de Cushing y la
da de CO2 es de aproximadamente 1 mmol/l por cada 10 mm Hg administración exógena excesiva de corticoides son causas adicio-
de aumento de la PCO2. Cuando la retención de dióxido de carbo- nales. En la práctica neumológica una de las causas más frecuentes
no es prolongada, hay una respuesta renal que supone la formación de alcalosis metabólica aparente se produce durante el tratamiento de
y retención de bicarbonato. Este proceso comienza inmediatamen- la retención crónica de dióxido de carbono. Si se utiliza ventilación
te, está bien desarrollado a las 48 horas, y habitualmente es com- alveolar para reducir la PCO2 en pacientes que tienen retención cró-
pleto en un plazo de cinco días. Durante la acidosis respiratoria «en nica de CO2 y acidosis respiratoria compensada, el paciente queda-
estado estable» se produce un aumento de aproximadamente rá con alcalosis metabólica. La compensación respiratoria esperada
5,1 mmol/l de HCO3– por cada 10 mm Hg de aumento de la PCO2. de la alcalosis metabólica es una disminución de la ventilación alve-
Este proceso puede devolver el pH arterial a niveles normales178. olar y un aumento de la PCO2 alveolar y arterial. Aunque los amor-
ALCALOSIS RESPIRATORIA. La alcalosis respiratoria se debe a hiper- tiguadores celulares y extracelulares hacen que se disponga de más
ventilación, de la que la causa más frecuente es un estado de iones de hidrógeno para atenuar el aumento de la concentración
ansiedad. Lesiones traumáticas, infecciosas o vasculares del siste- plasmática de HCO3–, es principalmente el aumento de la PCO2 lo
ma nervioso central, el hipotiroidismo, la gestación, la insuficien- que devolverá el cociente PCO2-bicarbonato hacia un nivel normal y
cia hepática y algunos fármacos pueden producir alcalosis respi- estabilizará el pH. Sin embargo, la respuesta respiratoria a la alcalo-
ratoria prolongada. También se puede ver alcalosis respiratoria sis metabólica es el menos predecible y el más variable de todos los
leve en la neumonía, el asma, enfermedades pulmonares intersti- mecanismos de compensación. La PCO2 arterial con frecuencia no
ciales fibróticas y las primeras fases del edema pulmonar. En la puede aumentar o aumenta mucho menos de lo que cabría esperar.
hiperventilación se produce una disminución aguda del bicarbo- En algunos pacientes la «incapacidad» de compensar se puede rela-
nato sérico. Esta modificación es de aproximadamente 2 mmol/l cionar con trastornos respiratorios o cardiovasculares asociados que
por cada 10 mm Hg de disminución de la PCO2. aumentan de manera independiente el impulso respiratorio y con-
ACIDOSIS METABÓLICA. La acidosis metabólica se debe a la acumu- trarrestan la disminución del impulso respiratorio que está produ-
lación de ácidos no carbónicos en el líquido extracelular o a pérdi- cida por una disminución de la concentración de iones de hidróge-
da de iones de bicarbonato. Se puede subdividir según si produce no en la sangre arterial y en el líquido cefalorraquídeo. Como regla
o no elevación del desequilibrio aniónico144. Este último es la dife- general se puede esperar que la PCO2 arterial aumente en 0,4 a
rencia entre la concentración sérica del sodio y la suma de cloruro 0,5 mm Hg por cada aumento de 1 mmol/l del bicarbonato sérico.
y bicarbonato [Na+ – (Cl– + HCO3–)], y normalmente mide apro-
ximadamente 12 mmol/L. Cuando un ácido aniónico se acumula
el interior del cuerpo, la ley de neutralidad eléctrica precisa que la CIRCULACIÓN BRONQUIAL
suma de Cl– y de HCO3– más los aniones añadidos sea igual a la
concentración de los cationes. Así, en la acumulación de un anión Normalmente se originan entre dos y cuatro arterias bronquiales
ácido no medido se produce disminución de Cl– y HCO3– y aumen- directamente en la aorta o en los vasos intercostales180. Las ramas
to de la diferencia calculada entre Na+ y la suma de Cl– y HCO3–. extrapulmonares se dirigen hacia los hilios, donde forman un arco
Aunque la clasificación de la acidosis metabólica en formas que circular intercomunicante alrededor de los bronquios principales, a
producen aumento del desequilibrio aniónico y formas que no partir del cual irradian las arterias intrapulmonares. Estos últimos
producen desequilibrio aniónico ha resultado ser útil, es bueno vasos están situados en el interior del tejido conjuntivo peribron-
recordar que algunas situaciones (p. ej., alcalosis metabólica, into- quial y se ramifican con las vías aéreas hasta los bronquiolos termi-
xicación por metanol o acidosis láctica) pueden producir aumento nales. Las ramas pequeñas penetran en la pared bronquial y forman
del desequilibrio aniónico en ausencia de acidosis o desequilibrio una red intercomunicante en la mucosa. La circulación bronquial es
aniónico normal a pesar de una acidosis significativa179. única porque tiene un drenaje venoso dual: una porción del flujo
La compensación de la acidosis metabólica se produce median- bronquial drena hacia las venas bronquiales hacia el lado derecho
te amortiguación del exceso de iones de hidrógeno por la hemo- del corazón a través de los sistemas ácigos y hemiácigos, mientras
globina, las proteínas plasmáticas y el fosfato, y por desplazamien- que otra porción forma anastomosis extensas con la circulación pul-
to hacia la izquierda de la ecuación de Henderson a medida que el monar en localizaciones precapilares, capilares y poscapilares y dre-
50 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

na hacia la aurícula izquierda a través de las venas pulmonares181. sos mecanismos que incluyen el transporte en dirección craneal
Las arterias bronquiales vascularizan las paredes traqueales, por la escalera mucociliar, la tos, la fagocitosis y la destrucción por
bronquiales y bronquiolares; el tercio medio del esófago; la pleu- los macrófagos alveolares, y el drenaje linfático. Las diferencias
ra visceral que recubre la superficie mediastínica y diafragmática regionales de estos mecanismos pueden explicar parte de la varia-
de los pulmones (la pleura visceral que recubre la convexidad ción de la localización anatómica de la enfermedad en diferentes
pulmonar es vascularizada por arterias pulmonares); las capas enfermedades. Además, las diferencias de la eficacia de la depura-
externas del cayado aórtico, de las arterias pulmonares y de las ción pueden explicar en parte las diferencias de la susceptibilidad
venas pulmonares a través de los vasos nutricios vasculares; los a ciertas enfermedades en pacientes individuales. Por ejemplo, las
ganglios linfáticos y los tejidos linfáticos paratraqueales, caríni- partículas que se depositan en la mucosa de las vías aéreas habi-
cos, hiliares e intrapulmonares; los nervios vagos y broncopul- tualmente se transportan por las secreciones traqueobronquiales
monares; y a veces la capa parietal del pericardio y el timo182. Ade- hacia la faringe; en personas sanas el tiempo necesario para lim-
más de vascularizar todas estas estructuras, la vasculatura bron- piar las vías aéreas puede ser de tan sólo varias horas. Sin embar-
quial puede tener otras funciones importantes, como la humidi- go, el transporte está prolongado en algunas personas como con-
ficación y el calentamiento del aire inspirado183 y una reserva de secuencia de una variación individual inherente de la velocidad
emergencia para mantener el flujo sanguíneo nutritivo del pul- del flujo del moco186, factores ambientales como el humo de taba-
món cuando se obstruyen las arterias pulmonares184. co187 o enfermedades pulmonares intrínsecas; esta prolongación
Debido a la inaccesibilidad relativa de los vasos bronquiales se puede predisponer a una mayor retención de las partículas y a un
han hecho muy pocas mediciones del flujo en seres humanos. aumento del riesgo de enfermedades pulmonares.
Se han hecho mediciones del flujo anastomótico broncopulmo- Diversos mecanismos fisiológicos y factores físicos participan
nar en pacientes, pero los resultados son muy variables (van des- en el depósito y la depuración de las partículas inhaladas.
de el 1% a casi el 24% del gasto cardíaco); el flujo está aumenta- Forma y tamaño de las partículas inhaladas. Cuatro pro-
do en pacientes que tienen enfermedades pulmonares185. cesos físicos determinan fundamentalmente el depósito de partí-
culas en los pulmones:

DEFENSA PULMONAR Y OTRAS 1. Impactación inercial. Este proceso se produce cuando el


FUNCIONES NO RESPIRATORIAS momento de una partícula que es transportada por una
corriente de aire hace que quede atrapada en la pared de la
Además de la respiración, los pulmones desempeñan varias fun- vía aérea cuando esta última cambia de dirección. Este
ciones importantes para el mantenimiento de la salud. Estas mecanismo es el mecanismo principal por el que las partí-
funciones se pueden analizar bajo tres epígrafes: defensa pulmo- culas grandes (de 2 a 100 µm de diámetro) se depositan en
nar, funciones metabólicas y ciertas funciones físicas y otras fun- el aparato respiratorio188, particularmente en la nariz y en la
ciones relacionadas. nasofaringe. También se produce impactación inercial en el
interior de los pulmones, especialmente en la bifurcación de
Defensa pulmonar los bronquios proximales.
2. Sedimentación. La sedimentación es el mecanismo median-
Toda la superficie de las vías aéreas de conducción y del parénqui- te el cual las partículas se depositan sobre las paredes de las
ma pulmonar normalmente está en contacto con el entorno exter- vías aéreas como consecuencia de la influencia de la grave-
no. En consecuencia, hay un riesgo constante de exposición a diver- dad; en general, cuanto mayor y más densa sea la partícula
sas sustancias potencialmente nocivas, como partículas orgánicas e más rápida es su sedimentación. La sedimentación es un
inorgánicas, gases y humos tóxicos, y una sorprendente cantidad de mecanismo importante de depósito de partículas cuyo diá-
microorganismos. Los mecanismos de defensa en respuesta a estas metro varía entre 0,5 y 2 µm, y aparece principalmente en
sustancias inhaladas o aspiradas son numerosos y complejos y, para los bronquios y los bronquiolos membranosos.
la facilidad del análisis, se pueden dividir en mecanismos específicos 3. Difusión (movimiento browniano). La difusión hace que las
(relacionados con el sistema inmunitario) y mecanismos inespecífi- partículas pequeñas (principalmente menores de 0,5 µm de
cos (como el depósito y la depuración de partículas, la inflamación diámetro) se muevan de manera aleatoria como conse-
y la secreción de enzimas protectoras). La eficacia de muchos de cuencia de la transferencia de energía desde moléculas de
estos mecanismos de defensa se puede alterar por varias agresiones gas adyacentes. Aunque la inmensa mayoría de estas partí-
ambientales y situaciones fisiológicas, como la hipoxia, la hiperoxia, culas se elimina con la espiración y, por tanto, no se retiene
la acidosis, el tabaquismo y fármacos (particularmente corticoides y el interior de los pulmones, las que quedan se depositan en
otros supresores de la reacción inmunitaria o inflamatoria). los alvéolos principalmente mediante difusión.
4. Intercepción. Los tres primeros mecanismos de depósito se
Depósito y depuración de partículas relacionan principalmente con partículas que tienen una
forma aproximadamente esférica. Cuando el cociente lon-
La primera línea de defensa contra las partículas nocivas inhaladas gitud:diámetro de las partículas aumenta a 3:1 o más, se
o aspiradas* es la depuración; evidentemente, cuanto más rápida y denominan fibras y entra en juego un cuarto mecanismo. Es
eficazmente puedan eliminar los pulmones esas sustancias, menos probable que estas sustancias en forma de partículas, espe-
posibilidades hay de lesión. Esta depuración se consigue por diver- cialmente las que tienen un diámetro transversal grande,
como el amianto crisotilo, entren en contacto con la pared
de las vías aéreas y se depositen sobre la misma. Por el con-
* trario, las fibras que tienen una configuración recta y un
En sentido estricto, el término partícula se refiere a un fragmento de materia
orgánica no animada o inorgánica; sin embargo, para este análisis incluye diámetro relativamente pequeño tienden a viajar como una
microorganismos (como esporas fúngicas o conidios) y gotitas de líquido (a jabalina en el centro de la luz de las vías aéreas y pueden
las que pueden estar adheridos bacterias o virus). penetrar mucho hacia la periferia pulmonar189.
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 51

Frecuencia y patrón de la respiración. Como la mayor parte que son contiguos a ellos o los que están en el lado opuesto del
de las partículas de gran tamaño queda atrapada en la mucosa cilio. Con la rigidez interna que proporcionan los rayos radiales y
nasal, tiende a llegar una mayor concentración de estas partículas el sistema de anclaje basal, el cilio se curva en la dirección del
al aparato respiratorio inferior de las personas que realizan un ejer- acortamiento. El propio batido ciliar se puede dividir en un gol-
cicio intenso, en el que se realiza respiración oral. Sin embargo, pe eficaz (que produce propulsión del moco) y un golpe de recu-
como la elevada velocidad del flujo que acompaña a este ejercicio peración, que es más lento. El primero se produce perpendicular
aumenta la impactación inercial, muchas de estas partículas se a la superficie epitelial con el cilio casi completamente erecto y su
depositan en las vías aéreas proximales y no alcanzan el parénqui- punta «agarrando» la porción inferior de la capa mucosa con
ma pulmonar propiamente dicho. Sin embargo, el propio aumen- pequeñas estructuras similares a garras. Tras un pequeño período
to de la ventilación hace que un número mayor de partículas llegue de reposo después de haber finalizado el golpe eficaz, el cilio se
al pulmón en un período determinado. Como la sedimentación es desplaza hacia atrás en el interior de la capa de sol, que es menos
un proceso pasivo que se relaciona con la gravedad, la velocidad de viscosa, hasta que adopta una posición compatible con el
sedimentación y depósito de una partícula por este mecanismo comienzo de un nuevo golpe eficaz (figura 1-46).
depende del tiempo que la partícula reside en el interior del pul- El área superficial sobre la que está el moco converge aproxima-
món. Los patrones respiratorios que se asocian a un aumento de damente 2.000 veces desde las vías aéreas pequeñas hasta la trá-
este tiempo, como la apnea o la respiración tranquila, pueden dar quea; como consecuencia, se debe producir cierto grado de absor-
lugar a un aumento del depósito por este mecanismo. ción de líquido y de aceleración del transporte para prevenir la for-
Distribución de las partículas inhaladas. Como la ventila- mación de tapones en las vías aéreas centrales126. La combinación
ción en posición erguida es relativamente mayor en las regiones
pulmonares inferiores que en las superiores, se podría predecir que
las primeras serían más susceptibles a la lesión pulmonar por par-
tículas inhaladas. Sin embargo, el hecho de que esto no ocurra Lateral
siempre viene indicado por la afectación predominante de las
zonas pulmonares superiores en pacientes que tienen silicosis y
neumoconiosis de los trabajadores de carbón. No está claro hasta
qué punto esta predilección anatómica de la enfermedad está pro-
ducida por la distribución inicial de las partículas, tal vez influida
por variaciones de la anatomía bronquial190 o por la fase del ciclo
respiratorio en la que se inhalan las partículas. El propio tamaño de Superior om
las partículas puede ser importante a este respecto; en un estudio
los investigadores mostraron que las partículas relativamente gran-
des (3,5 µm de diámetro) se depositaban preferentemente en los
lóbulos superiores, en comparación con las partículas de 1,1 µm de
tamaño191. Como cabría esperar, las enfermedades pulmonares
intrínsecas como el enfisema también pueden tener un efecto apre- mi
ciable sobre el depósito de las partículas192. Además, las partículas
que se depositan en vías aéreas grandes y pequeñas pueden inducir
broncoespasmo, que puede influir sobre la distribución regional de
las partículas193. Golpe eficaz de
Concentración de las partículas inhaladas. La capacidad los campos cercanos
del pulmón de manejar las partículas potencialmente lesivas
parece relacionarse hasta cierto punto con el número de partí-
culas que se inhala. Por ejemplo, una concentración de menos
Golpe de recuperación
de 10 partículas de polvo inorgánico de 5 µm o menos por mili-
litro se puede depurar completamente, mientras que sólo se
depura aproximadamente el 90% de una concentración de
aproximadamente 1.000 de esas partículas por mililitro; el 10%
que queda retenido puede producir una neumoconiosis de apa- Moco
Capa
rición lenta. oscilatoria
Escalera mucociliar. La función principal de la escalera mucoci-
liar es transportar las partículas inhaladas desde el pulmón hasta la
laringe, donde se eliminan mediante deglución. El funcionamiento
eficaz de este mecanismo depende de la presencia de una capa FIGURA 1-46
superficial de moco de grosor y composición química adecuados y Ciclo de batido de un cilio traqueal de conejo visto desde una
un movimiento ciliar dirigido y coordinado suficiente para propul- proyección lateral y superior. En el golpe de recuperación (A, izquierda), el
sar el moco y las partículas atrapadas hacia la laringe. cilio comienza desde la posición de reposo (r) y se desplaza en el sentido de
las agujas del reloj (B, imagen superior izquierda); en el golpe eficaz
De acuerdo con la hipótesis del microtúbulo deslizante194, el (A, derecha) permanece extendido y se curva para alcanzar la posición de
movimiento ciliar se produce por el movimiento coordinado de reposo a la derecha. El moco es impulsado hacia la derecha (mi) y la onda de
los brazos de dineína de un doblete ciliar a lo largo de un doble- recuperación se propaga hacia la parte inferior izquierda (om). Los cilios se
te adyacente, de manera muy similar al ascenso o descenso de los mueven en oleadas (C), con grupos de cilios en fase de recuperación
rodeados por cilios que está experimentando su golpe eficaz. Durante el golpe
escalones de una escalera. Como no todos los dobletes se mueven eficaz (D) las puntas de los cilios se extienden hacia la porción inferior de la
al mismo tiempo, este movimiento coordinado da lugar al acor- capa mucosa y la propulsan hacia la derecha. (Adaptado de Sleigh MA, Blake JR,
tamiento de algunos microtúbulos periféricos en relación con los Liron N: The propulsion of mucus by cilia. Am Rev Respir Dis 137:700 26, 1988.)
52 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

de aumento del número de células ciliadas, aumento de la longitud Diversas sustancias que secretan las células epiteliales de las vías
de los cilios y aumento de la frecuencia del batido ciliar también aéreas y alveolares o los macrófagos, o que proceden directamente
contribuye a una depuración más eficaz de las secreciones. de la sangre, también tienen una función protectora local inespecí-
Factores farmacológicos y de otro tipo influyen sobre la depura- fica. Estas sustancias incluyen lisozima, lactoferrina, interferón,
ción mucociliar normal. Los mecanismos mediante los cuales fibronectina, surfactante y diversos componentes del complemento.
actúan son complejos y probablemente se relacionan con una Las apoproteínas del surfactante y la lectina fijadora de manosa son
alteración de la frecuencia del batido ciliar, la profundidad de la miembros de una familia de proteínas denominadas colectinas que
capa de sol periciliar, la cantidad y las propiedades viscoelásticas participan en la respuesta inmunitaria innata uniéndose a estructuras
del moco, y/o el estado de hidratación de las secreciones (p. ej., se de carbohidratos de la superficie de los patógenos y estimulando el
ha mostrado que la deshidratación reduce la depuración mucoci- reclutamiento de células inflamatorias196. Además, las células epite-
liar y la rehidratación la mejora)195. liales producen sustancias, como la antiproteasa leucocítica, que
Tos. La tos es un mecanismo importante de defensa respiratoria y actúan protegiendo el pulmón de los efectos adversos de las enzimas
un complemento a la depuración de las secreciones traqueobron- proteolíticas que probablemente se liberan normalmente en peque-
quiales. Se puede iniciar de forma voluntaria o involuntaria, y en ñas cantidades por las células inflamatorias intrapulmonares.
este caso se produce por estimulación de receptores de irritación de La reacción a los gases irritantes o nocivos es algo diferente de la
la laringe, de la tráquea o de los bronquios de gran tamaño. Este que producen las partículas inhaladas. La primera línea de defensa
fenómeno comienza con una maniobra inspiratoria seguida de cierre es la interrupción de la ventilación; los gases que entran en el siste-
glótico. Después se contraen los músculos respiratorios para ma de conducción son absorbidos por la superficie húmeda de las
aumentar la presión pleural, abdominal y alveolar hasta un nivel de vías aéreas superiores o son destoxificados mediante dilución.
100 mm Hg o más. La glotis se abre súbitamente y comienza el flu-
jo espiratorio, que alcanza el máximo en 30 a 50 ms con flujos en Mecanismos inmunitarios pulmonares
la boca tan altos como 12 l/s. Se produce limitación del flujo espira-
torio en el interior del tórax como consecuencia del colapso de las Las células del sistema inmunitario intrapulmonar están en diver-
vías aéreas, y da lugar a velocidades del gas que alcanzan tres cuar- sas localizaciones, que incluyen los ganglios linfáticos y los nódulos
tos de la velocidad del sonido (1.600 a 2.400 cm/s). Estas velocida- linfáticos mucosos, y aparecen en forma de células aisladas en el
des elevadas producen una enorme tensión de cizallamiento sobre intersticio alveolar y broncovascular. Hay numerosos ganglios lin-
la capa de líquido que recubre las vías aéreas y mueven grandes fáticos en el tejido adyacente a los bronquios proximales. Reciben
cantidades de moco y cualquier desecho en forma de partícula linfa con células y desechos mezclados procedentes del parénquima
incorporado al mismo en dirección proximal. Aunque la tos es más y de las vías aéreas de conducción, y funcionan como reservorio de
eficaz en la depuración de las secreciones procedentes de las vías material extraño en forma de partículas y como estación para el
aéreas grandes, los cálculos indican que se puede producir cierta procesado de los antígenos. No está clara la función precisa del
depuración de secreciones hasta las vías aéreas de la vigésima genera- tejido linfático mucoso; sin embargo, se ha propuesto que es un
ción. Cuanto mayor sea la profundidad de la capa serosa periciliar componente de un sistema mucoso epitelial de IgA que aparece
y menos viscosa sea, mayor es su eficacia. con frecuencia, que incluye el aparato digestivo y que participa en
Depuración del espacio aéreo alveolar. La mayor parte de el procesado de los antígenos y la producción local de IgA197.
las partículas que se depositan en los alvéolos probablemente es En las secreciones traqueobronquiales se encuentran todas las
fagocitada por los macrófagos alveolares, que después migran hacia clases de inmunoglobulinas, aunque las formas predominantes son
la escalera mucociliar, son transportados hacia la faringe y son IgG e IgA198. Se pueden producir y secretar localmente (particular-
expectorados o deglutidos de la misma manera que las partículas mente IgA e IgE) o pueden proceder del suero mediante trasuda-
libres. Cuando la capacidad de estos macrófagos de depurar los ción (IgG). La IgA es la más abundante y está presente principalmen-
espacios aéreos de esta manera es superada por la abundancia de te en forma dimérica (secretora). Probablemente está producida
las partículas, se puede producir una enfermedad. En el caso de las principalmente por los linfocitos B del tejido conjuntivo de la lámina
partículas inorgánicas puede producirse penetración directamente propia y de las glándulas traqueobronquiales. Estos anticuerpos tie-
a través del epitelio hacia el tejido intersticial alveolar o peribron- nen múltiples funciones, como la opsonización y la estimulación de
quiolar. Después algunas de estas partículas se transportan en la fagocitosis (particularmente IgG), la activación del complemen-
dirección centrípeta a través de los linfáticos peribroncovasculares to, la neutralización de toxinas y la aglutinación de microorganismos.
hasta los ganglios linfáticos broncopulmonares e hiliares o en Es indudable que la inmunidad celular también participa en la
dirección centrífuga a través de los linfáticos de los tabiques inter- defensa pulmonar, particularmente en relación con la infección.
lobulillares hacia la pleura. Sin embargo, otras permanecen en el El líquido del LBA de las personas normales da una población
tejido intersticial (particularmente el tejido peribronquiolar), don- celular formada por aproximadamente el 80% al 85% de macró-
de se pueden acumular y producir una enfermedad significativa. fagos y el 10% al 15% de linfocitos, la mayoría de los cuales son
linfocitos T. La mayor parte de estas células parece proceder de un
Inflamación y proteínas secretadas reservorio de linfocitos sensibilizados de la circulación sistémi-
ca199. Estos linfocitos emigran desde los vasos pulmonares hasta
Los leucocitos polimorfonucleares normalmente están presentes la localización en la que se deposita un antígeno adecuado y par-
tanto en los espacios aéreos alveolares como a lo largo de las vías ticipan en la modulación y la estimulación de la función de los
aéreas de conducción, aunque en números muy pequeños. Su fun- macrófagos alveolares o en la citotoxicidad mediada por células.
ción es probablemente similar a la de los macrófagos alveolares, aun-
que las sustancias que fagocitan y degradan pueden ser diferentes. Funciones metabólicas
Además de estas células que aparecen normalmente, una
reacción inflamatoria es una consecuencia frecuente del depó- Las células alveolares de tipo II, las células de Clara, los macrófagos
sito de partículas, particularmente si los mecanismos de depu- alveolares, los mastocitos y las células endoteliales vasculares pul-
ración no son adecuados. monares participan en el almacenamiento, transformación,
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 53

degradación y síntesis de una gran variedad de sustancias200. Ya se superóxido dismutasa212 y las antiproteasas23. La extensa red endo-
ha analizado previamente la producción de surfactante por las telial de los capilares pulmonares tiene diversas funciones meta-
células alveolares de tipo II. Las células pulmonares sintetizan bólicas, como la modulación de la coagulabilidad de la sangre, la
diversos mediadores de origen lipídico, como los productos de la hidrólisis de los lípidos y el metabolismo de sustancias biológica-
5-lipooxigenasa (los potentes agentes contráctiles y vasoactivos mente activas como la serotonina y las catecolaminas203, 213.
cisteinil leucotrienos LTC4, LTD4 y LTE4 y el factor quimiotáctico
de neutrófilos LTB4) y productos de las enzimas de la ciclooxige- Filtro vascular pulmonar
nasa que son responsables del metabolismo de las prostaglandi-
nas. La prostaglandina E produce relajación del músculo liso y es La red capilar pulmonar está interpuesta entre las circulaciones
antiinflamatoria, mientras que la prostaglandina F y el tromboxa- venosa y arterial sistémicas y, en condiciones normales, recibe todo
no son agonistas contráctiles203. el gasto cardíaco. Por lo tanto, tiene la posibilidad de actuar como
Los mastocitos se encuentran en los pulmones en el tejido un tamiz y proteger órganos vitales del lado sistémico de la circu-
intersticial de las vías aéreas, alveolar y pleural204. Cuando la IgE lación de diversos materiales potencialmente nocivos. Probable-
que está unida a sus receptores de superficie interactúa con un mente los materiales más importantes de este tipo son los trombos
antígeno específico se liberan una amplia variedad de mediado- que se originan en las venas periféricas. Estos trombos no son
res, como histamina, leucotrienos, prostaglandinas, factores qui- infrecuentes, particularmente en personas enfermas; aunque la
miotácticos y proteasas. mayoría son pequeños y no producen ninguna lesión pulmonar
La enzima conversora de la angiotensina (ECA) está producida significativa, es evidente que su capacidad de producir lesiones gra-
principalmente por las células endoteliales. La ECA inactiva la bra- ves sería mucho mayor en órganos como el corazón o el cerebro.
dicinina, y se ha propuesto que la monitorización del contenido y Elementos que aparecen normalmente en los tejidos también
de la actividad de la ECA pulmonar es un marcador de función de pueden quedar atrapados en el interior de los pulmones. Los ele-
las células endoteliales205. La endopeptidasa neutra, una enzima que mentos más frecuentes de este tipo son los megacariocitos proce-
es producida principalmente por las células epiteliales de las vías dentes de la médula ósea, que se ven con frecuencia en los capila-
aéreas, puede inactivar péptidos inflamatorios, como la bradicinina res pulmonares, tanto en pacientes que tienen enfermedades sis-
y los neuropéptidos. Los neuropéptidos de la familia de las taquici- témicas como en personas previamente sanas que han muerto de
ninas sustancia P y neurocinina A son liberados por nervios pulmo- manera súbita214. Los capilares pulmonares también actúan como
nares aferentes y eferentes y tienen efectos sobre el músculo liso vas- lugar de almacenamiento de leucocitos sanguíneos; en estos capi-
cular y de las vías aéreas, además de estimular la fuga vascular y la lares se forma el denominado depósito marginal, que es de dos a
secreción de moco. El péptido intestinal vasoactivo es un péptido de tres veces mayor que el número de leucocitos circulantes215. En
origen neural que actúa como broncodilatador endógeno. lugar de permanecer en el pulmón, las células secuestradas ven
El NO se sintetiza por la acción de la NO sintasa (NOS) sobre retrasado su paso, de modo que hay un recambio constante de
el aminoácido L-arginina y tiene efectos importantes sobre la fun- células en el interior del reservorio. Este secuestro probablemen-
ción de las vías aéreas y la función vascular206, 207. En el pulmón te se relaciona en parte con su tamaño. Los leucocitos normales
hay dos formas de la enzima, una forma que se expresa de mane- son ligeramente mayores que la mayor parte de los capilares pul-
ra constitutiva (NOS-c), que está presente en el endotelio vascu- monares y por tanto se tienen que deformar para atravesar el
lar, y una forma inducible (NOS-i), que se expresa en el epitelio de pulmón; como los leucocitos son 1.000 veces menos deformables
las vías aéreas y en los macrófagos pulmonares77. Además de tener que los eritrocitos, este proceso se asocia a un retraso de su paso
efectos sobre el músculo liso vascular y de las vías aéreas, el NO a través de los capilares. Es probable que estos leucocitos secues-
puede tener una función inmunorreguladora mediante la estimu- trados sean importantes para proporcionar una fuente fácilmen-
lación de la diferenciación de los linfocitos T colaboradores de te disponible de células para la migración hacia los espacios aéreos
tipo TH2 y aumentando de esta manera la producción local de las alveolares para combatir los microorganismos inhalados216.
citocinas proinflamatorias interleucina-4 e interleucina-5208.
Otro grupo de sustancias biológicamente activas potentes que
producen las células pulmonares es el de las endotelinas. Son una DESARROLLO Y CRECIMIENTO
familia de péptidos pequeños que tienen acciones vasoconstric- DEL PULMÓN
toras y broncoconstrictoras potentes, aumentan la permeabilidad
vascular e inducen la proliferación de las células musculares El crecimiento y el desarrollo del pulmón se pueden dividir en
lisas209. La ET-1 es producida por las células endoteliales; hay períodos intrauterinos y posnatales. Tradicionalmente los perío-
datos de que el aumento de la producción de ET-1 y la disminu- dos intrauterinos se han dividido en cuatro períodos: embriona-
ción de la síntesis de NO pueden contribuir a la hipertensión pul- rio, seudoglandular, canalicular y del saco terminal217; también se
monar en algunos trastornos vasculares pulmonares210. ha propuesto la adición de una quinta fase, la fase alveolar218.
El pulmón puede metabolizar diversos productos químicos
exógenos (xenobióticos)211. Las enzimas de fase 1 producen oxi- Vías aéreas de conducción y de transición y
dación, reducción o hidrólisis, mientras que las formas de fase 2 alvéolos
habitualmente conjugan el xenobiótico añadiendo un grupo quí-
mico adicional y haciendo de esta manera que sea menos tóxico o El período embrionario del desarrollo pulmonar comienza aproxi-
que se pueda excretar con más facilidad. Las enzimas de fase 1 del madamente a los 26 días de vida con la formación de un diver-
citocromo P-450 están contenidas en las células de Clara. Algunas tículo ventral del intestino anterior cerca de la unión de los seg-
acciones de los citocromos pueden ser nocivas, como cuando los mentos occipital y cervical. Durante los dos a tres días siguientes
productos de degradación por el P-450 de paraquat producen el divertículo da lugar a los esbozos pulmonares derecho e
lesión de las células endoteliales y epiteliales pulmonares y edema izquierdo, que progresivamente se alargan y ramifican, de modo
pulmonar. Los pulmones también contienen diversas enzimas que que hacia los días 32 a 34 ya han aparecido los cinco bronquios
participan en el mantenimiento de su estructura normal, como la lobares, un punto que marca el final del período embrionario.
54 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

FIGURA 1-47
Pulmón humano en desarrollo: período seudoglandular. A. Período seudoglandular temprano que muestra conductos
tubulares ocasionales con mesénquima abundante. Las vértebras torácicas están a la izquierda. (×40). B. Período seudoglandular
tardío que muestra probables vías aéreas en ramificación más numerosas (×52). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999).

El período seudoglandular se extiende desde el final de la quin- las vías aéreas son túbulos ciegos tapizados por epitelio columnar
ta hasta la 16.a semana de la gestación y en él se produce princi- o cuboideo; de aquí el término seudoglandular (figura 1-47).
palmente el desarrollo del árbol bronquial. Después de la apari- Desde la 16.a a la 24.a o 25.a semana de vida intrauterina
ción de los cinco bronquios lobares, la ramificación se produce (período canalicular), la porción periférica del árbol bronquial
rápidamente y de manera más o menos dicotómica. Entre las experimenta un desarrollo adicional en forma de canalículos que
semanas 10.a y 14.a ya se ha producido el 65% al 75% de toda la representan las fases tempranas de las vías aéreas acinares (fi-
ramificación bronquial, y hacia la semana 16.a ya están práctica- gura 1-48). Al mismo tiempo el mesénquima adyacente a los
mente todas las vías aéreas de conducción. Durante este período canalículos se vasculariza por el crecimiento de capilares.
Hacia la 24.a a 25.a semana espacios terminales de paredes del-
gadas con un epitelio aplanado, denominados sáculos, se hacen
visibles en los extremos de los canalículos. Este punto marca el
comienzo del período del saco terminal, que tradicionalmente se
piensa que dura hasta el nacimiento. (Sin embargo, se ha demos-
trado desarrollo alveolar tan pronto como a las 30 semanas de
gestación y en un estudio estaba presente de manera uniforme a
las 36 semanas218). Los ácinos se desarrollan rápidamente, y hacia
la 28.a semana varias generaciones de bronquiolos respiratorios se
abren en los denominados conductos transicionales, en los que
se originan varias generaciones de sáculos. El desarrollo intraute-
rino posterior supone principalmente la proliferación sacular y la
consiguiente reducción del mesénquima, que presenta una vas-
cularización más organizada. En el momento del nacimiento, el
ácino típico está formado por tres generaciones de bronquiolos
respiratorios, una de conductos transicionales y tres de sáculos217.
Durante el período canalicular se produce una disminución
FIGURA 1-48 progresiva de la altura del epitelio de las vías aéreas, de modo que
finalmente todo el trayecto acinar está tapizado por un epitelio
Pulmón en desarrollo: período canalicular. Un corte del pulmón cuboideo o aplanado (figura 1-49). Aproximadamente a las 28 se-
durante el período canalicular muestra un patrón más complejo, en el que
se pueden reconocer con claridad las vías aéreas pulmonares (×120).
manas ya ha comenzado la diferenciación en células epiteliales
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s alveolares de tipo I y tipo II, y de manera ocasional se puede iden-
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) tificar algún granulo osmiófilo de tipo II209. En este momento la
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 55

la mayoría de las ramas de acinares está presente al final de la 16.a


semana. Durante la última parte de la vida fetal la característica
principal del desarrollo al arterial es un aumento del diámetro y
la longitud del vaso. En el período posnatal hay un pequeño
aumento continuo del desarrollo de ramas convencionales hasta
aproximadamente la edad de 18 meses; este aumento de las ramas
se relaciona con el pequeño aumento de las vías aéreas acinares
que se produce durante este período219. Por el contrario, se pro-
duce un marcado aumento de las ramas supernumerarias, que
corresponde al marcado desarrollo alveolar de la primera infan-
cia; este aumento puede continuar, aunque a una velocidad
decreciente, hasta aproximadamente los ocho años de edad222.
En el período embrionario la sangre venosa pulmonar drena a
través del plexo esplácnico hacia los primordios del sistema veno-
so sistémico. Posteriormente una evaginación de la región sino-
auricular del corazón (denominada la vena pulmonar común) se
extiende hacia la porción del plexo esplácnico que drena los pul-
mones y se conecta con la misma. Finalmente la vena pulmonar
común se incorpora a la pared auricular izquierda y la mayoría de
las conexiones esplácnicas-pulmonares se oblitera, dejando cua-
tro venas pulmonares independientes que entran directamente
en la aurícula izquierda. El desarrollo intrapulmonar probable-
FIGURA 1-49 mente se produce mediante vasculogenia y angiogenia223. Como
en el sistema arterial, el patrón venoso postacinar está esencial-
Pulmón en desarrollo: alvéolos. Se presentan varios probables alvéolos; mente completo hacia la mitad de la vida fetal, y el patrón intraa-
todavía están tapizados por epitelio cuboideo y contienen una cantidad
moderada de tejido mesenquimatoso en sus paredes (×350). (Tomado de cinar se desarrolla durante la infancia133.
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) Factores que influyen sobre el desarrollo y
el crecimiento
barrera hematogaseosa está suficientemente desarrollada para Los factores que controlan el crecimiento y desarrollo pulmonares
permitir al menos cierto intercambio gaseoso. son numerosos y complejos. Algunos datos indican que hay una
Durante el desarrollo posnatal temprano el ácino aumento de secuencia dependiente del tiempo de los reguladores (el «programa
longitud, y sus componentes se remodelan, principalmente como evolutivo») que es responsable de este desarrollo y de que este pro-
consecuencia de la aparición de los alvéolos. Así, los bronquiolos grama continúa hasta el período posnatal de desarrollo alveolar224.
terminales se pueden transformar en bronquiolos respiratorios, y Es evidente que la dotación genética tiene una influencia impor-
los bronquiolos respiratorios distales en conductos alveolares. tante, como se muestra en los resultados de diversos estudios experi-
Los propios sáculos probablemente se convierten en conductos mentales en animales224, 225. Algunas observaciones indican que es
alveolares y sacos alveolares. Aunque hay poca ramificación ver- probable que la ramificación de las vías aéreas esté controlada al
dadera de las vías aéreas después del nacimiento, cada sáculo ter- menos de manera parcial por señales entre las células epiteliales y
minal puede generar hasta cuatro sacos alveolares adicionales217, mesenquimatosas. Por ejemplo, si se extirpan los esbozos pulmo-
muy probablemente mediante gemación. Generalmente hay nares de un animal en una fase temprana del desarrollo y después
acuerdo en que la mayoría de los alvéolos aparece durante la pri- se cultivan, el proceso de ramificación continua, pero sólo si se
mera infancia, probablemente en los primeros dos a cuatro incluye el mesénquima adyacente en el medio de cultivo226. No
años220, 221, y que aumentan de tamaño desde la infancia hasta la están claros los mecanismos moleculares precisos responsables de
edad adulta. Hay controversia sobre la edad a la que ya se ha com- esta relación224; sin embargo, es probable que participen interac-
pletado el desarrollo alveolar, aunque hay datos de que puede ciones célula-célula y célula-tejido conjuntivo extracelular227, 228, así
haber multiplicación hasta los ocho años de edad219. como mediadores de producción local. También es probable que
las diferencias regionales de la expresión de genes específicos (p. ej.,
Sistema vascular genes de secuencias homeóticas)229 y la muerte programada (apop-
tosis) tanto de las células epiteliales como mesenquimatosas230 sean
La arteria pulmonar se forma a partir del sexto arco aórtico factores importantes que afectan a la morfogenia.
durante el período embrionario temprano. A ambos lados la par- Aunque es evidente que es importante, en su mayor parte se
te proximal del arco se convierte en el segmento proximal de las conoce mal la función de las hormonas sistémicas y de los pépti-
arterias pulmonares derecha e izquierda; sin embargo, a la derecha dos que se producen localmente en el crecimiento y el desarro-
la parte distal pierde su conexión con el arco aórtico, mientras que llo231. Los corticoides tienen un efecto significativo sobre la
durante la vida uterina el arco distal de la izquierda mantiene su maduración de las células alveolares de tipo II y, por tanto, sobre
conexión con la aorta en forma de conducto arterial. En ambos la producción del surfactante. No se han demostrado bien los
arcos se originan ramas que van hacia los esbozos pulmonares en efectos morfológicos precisos de otras hormonas como tiroxina,
desarrollo y se incorporan a ellos en los futuros hilios. insulina y hormona del crecimiento, aunque es indudable que sí
Durante los períodos embrionario y seudoglandular, las arte- se producen estos efectos232. También se ha propuesto que las
rias pulmonares se desarrollan aproximadamente a la misma células neuroendocrinas participan en el desarrollo de las vías
velocidad y de la misma manera que las vías aéreas, de modo que aéreas, posiblemente a través de un péptido liberador de gastri-
56 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

na24. También se ha considerado que desempeña una función INERVACIÓN DEL PULMÓN
importante del factor de crecimiento de los hepatocitos233.
Se conoce mal la naturaleza del crecimiento pulmonar com- El pulmón está inervado por fibras que viajan por el nervio vago
pensador posneumonectomía y los factores que lo controlan. De y por nervios que se originan en los ganglios torácicos 2.º al 5.º del
acuerdo con experimentos en animales parece que ese crecimien- tronco simpático (figura 1-50). El vago contiene fibras eferentes
to es la consecuencia de la proliferación tanto celular como del parasimpáticas preganglionares, fibras eferentes no adrenérgicas-
tejido conjuntivo (en contraposición a la hipertrofia simple o la no colinérgicas (NANC) y fibras aferentes que proceden de diver-
distensión alveolar), y que la distensión es el estímulo inicial234. sos receptores pulmonares. Las fibras simpáticas son principal-
Tampoco se conocen bien los efectos sobre el crecimiento pul- mente eferentes posganglionares. Además de su función fisiológi-
monar de las enfermedades broncopulmonares o sistémicas que ca evidente, se ha implicado la disfunción del sistema neural pul-
se adquieren en la infancia; sin embargo, datos experimentales monar en diversos trastornos inflamatorios pulmonares237.
indican que diversas enfermedades como infecciones víricas233 y Pequeñas ramas del nervio laríngeo recurrente en el lado
desnutrición236 pueden tener una influencia importante. Diversos izquierdo y del propio vago a la derecha se distribuyen directa-
factores, como la cantidad de pulmón resecado, la edad, la esti- mente hacia la tráquea, donde forman varios plexos que son más
mulación mecánica, factores de crecimiento, retinoides y corti- prominentes en la pared posterior. Después de dar estas ramas,
coides son probablemente importantes porque afectan al grado fibras del vago y de las cadenas simpáticas entran en los hilios, se
de crecimiento pulmonar después de la neumonectomía. unen a ramas del plexo autónomo cardíaco y forman grandes

FIGURA 1-50
Inervación. Diagrama esquemático de la inervación
Corteza cerebral aferente diferente de las vías aéreas. Los nervios
aferentes se originan en receptores de adaptación
Médula espinal rápida (RAR), que se originan como terminaciones
Tronco encefálico nerviosas libres en el epitelio de las vías aéreas, y en
receptores de adaptación lenta (RAL), que se
originan en las terminaciones nerviosas que están en
el interior del músculo liso de las vías aéreas (MLVA).
Las ramas de los nervios aferentes inervan las
Neurona aferente glándulas mucosas (GM) y los vasos sanguíneos
bronquiales (VS), y establecen sinapsis con
neuronas del interior de los ganglios parasimpáticos
Vago de las vías aéreas. Las fibras aferentes ascienden en
el interior del nervio vago para proyectarse en el
ganglio autónomo del tronco cerebral, así como en
Fibra la corteza cerebral. Los nervios parasimpáticos
preganglionar eferentes preganglionares descienden en el vago
Aferente vagal para hacer sinapsis con neuronas posganglionares
de los ganglios parasimpáticos. Las fibras
Ganglio simpático Ganglio parasimpático posganglionares inervan el músculo liso de las vías
aéreas, las glándulas mucosas, los vasos sanguíneos
bronquiales y las células caliciformes (CC) del
epitelio de las vías aéreas. M1, M2 y M3 representan
los tres subtipos de receptor muscarínico. La
acetilcolina (Ach) actúa sobre los receptores M3
para estimular la contracción del MLVA, sobre los
receptores M2 para reducir la liberación posterior
de Ach desde las terminaciones nerviosas y sobre
los receptores M1 para facilitar la transmisión de los
M1
impulsos preganglionares a través del ganglio. La
inervación simpática se origina en forma de fibras
RAL preganglionares en la médula espinal. Las
Fibra posganglionar fibras preganglionares forman sinapsis con fibras
pleurales posganglionares del interior de los
ganglios simpáticos, y las fibras posganglionares
inervan los vasos sanguíneos y las células
M2 caliciformes. (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
M3
MLVA Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB
Saunders, 1999.)

VS
VS
GM

CC

Luz de la vía aérea RAR


CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 57

También puede haber receptores específicos de neurotransmi-


sores en las células pulmonares en ausencia de inervación de las
células. Se puede ver un ejemplo en la respuesta de las células
endoteliales pulmonares y bronquiales a la acetilcolina, en la que
el vasodilatador NO se libera a través de receptores por atropina a
pesar del hecho de que no hay inervación colinérgica directa del
endotelio241. Los receptores adrenérgicos no inervados que están
localizados en el músculo liso de las vías aéreas responden a las
catecolaminas circulantes, lo que es el motivo de que los agonistas
β2-adrenérgicos que se administran de manera terapéutica sean
tan eficaces en la relajación del músculo liso de las vías aéreas.
La estimulación de las fibras eferentes colinérgicas posganglio-
nares aumenta la secreción de las glándulas traqueobronquiales y de
las células caliciformes, produce contracción del músculo liso de las
vías aéreas y estenosis de las vías aéreas, y da lugar a la relajación del
músculo liso vascular y vasodilatación pulmonar. Todos estos efec-
tos se bloquean por la atropina. Las fibras adrenérgicas posganglio-
nares inervan el músculo liso vascular pulmonar y bronquial, y su
estimulación produce constricción. (Aun cuando no haya inerva-
ción adrenérgica del músculo liso de las vías aéreas humanas, hay
numerosos receptores β2-adrenérgicos en el músculo242; estos
receptores responden a las catecolaminas circulantes y a los agonis-
tas b2 que se administran en terapéutica mediante relajación.)
Aunque en roedores se ha demostrado la existencia de sistemas
NANC tanto excitadores (NANCe) como inhibidores (NANCi), el
pulmón humano no parece tener una vía excitadora243. El neuro-
transmisor más importante de las neuronas NANCi es el NO244.
La estimulación del nervio produce liberación de la sustancia,
FIGURA 1-51 que actúa sobre la guanidil ciclasa cíclica del interior de las célu-
Nervios de la pared bronquial. La adventicia de la pared de un bronquio las musculares lisas para producir relajación.
de gran tamaño contiene dos nervios pequeños (flechas). (Tomado de Fraser
RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of
the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
PLEURA
troncos posteriores y troncos anteriores de menor tamaño en el Anatomía
tejido conjuntivo peribroncovascular. En estos plexos se originan
múltiples fibras nerviosas peribronquiales y perivasculares que se El espacio pleural está encerrado por la pleura visceral, que recubre
dirigen hacia el mismo tejido conjuntivo y dan ramas a las vías los pulmones, y la pleura parietal, que tapiza la pared torácica, el
aéreas y a las paredes vasculares adyacentes (figura 1-51). diafragma y el mediastino245. Las dos pleuras se unen en los hilios.
Los receptores aferentes se han dividido en tres grupos fun- Aunque pueden entrar en un contacto íntimo local, los espacios
cionales de acuerdo con su distribución y su respuesta fisiológica pleurales izquierdo y derecho normalmente están separados.
a diferentes estímulos. La pleura visceral es una «membrana» delgada pero fuerte que
se puede dividir histológicamente en tres capas (figura 1-52):
1. Los receptores de irritación o de la tos, localizados principal-
mente en vías aéreas centrales, están formados por redes 1. La endopleura, que está formada por una capa continua de
muy ramificadas con numerosas terminaciones nerviosas células mesoteliales y una red subyacente de fibras de colá-
libres en el epitelio de las vías aéreas238. Responden a la insu- geno y elásticas dispuestas de manera irregular.
flación o deflación pulmonar y a una amplia variedad de 2. La lámina elástica externa, que es el principal responsable
estímulos químicos y mecánicos. La estimulación de estos de la estabilidad mecánica de la pleura y está formada por
receptores produce broncoconstricción refleja, y su función una capa delgada de tejido colágeno y elástico denso
probablemente es inhibir la inhalación de material tóxico239. 3. La capa vascular (intersticial), que está debajo de la lámina
2. Los receptores de distensión aparecen como estructuras elástica externa y está formada por tejido conjuntivo laxo en
similares a zarcillos unidas íntimamente a la superficie de el que hay conductos linfáticos, nervios y vasos bronquiales.
las células musculares individuales de la pared de las vías Se continúa con el tejido intersticial del tabique interlobuli-
aéreas. Son responsables de enviar información al centro llar y recubre directamente la lámina elástica interna. Esta
respiratorio sobre el volumen pulmonar, y la activación de última es una capa delgada de colágeno elástico que se con-
estos receptores contribuye a la finalización del impulso tinúa con el tejido conjuntivo de los tabiques alveolares y
inspiratorio neural. que rodea casi todo el pulmón, conectando eficazmente de
3. Los receptores yuxtacapilares (J) están situados en el parén- esta manera el parénquima con la pleura. Las láminas elás-
quima pulmonar adyacente a los tabiques alveolares y a los ticas externa e interna están unidas sólo de manera laxa y se
capilares pulmonares240. Se piensa que responden a la dis- pueden separar con facilidad en el plano del tejido conjun-
tensión de estas estructuras, como ocurre en la congestión tivo de la capa vascular; en situaciones adecuadas se acumu-
pulmonar y en el edema intersticial. la fácilmente líquido o gas en esta región.
58 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

FIGURA 1-52
Pleura visceral normal. A. Células mesoteliales (flechas curvas), capa vascular (V). B. Capa vascular (V), lámina elástica interna
(flechas largas) y lámina elástica externa (flechas cortas). (A, hematoxilina-eosina; B, Verhoeff-van Gieson, ambos ×200). (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

La pleura parietal está formada por una capa de tejido con- Ultraestructuralmente las mesoteliales están unidas entre sí
juntivo profundo a la fascia endotorácica de la pared torácica. por zonas de oclusión y contienen vesículas pinocíticas tanto en
Está dividida en dos partes por una banda fibroelástica, y la su cara luminal como en la basal. La superficie celular está cubier-
mayoría de los vasos está localizada en la capa más externa. ta por numerosas microvellosidades que típicamente son largas y
La vascularización de la pleura parietal procede de las arterias delgadas, de aproximadamente 0,1 µm de diámetro y hasta 3 µm de
subclavias, mamarias internas e intercostales246. Sin embargo, no longitud. Probablemente por medio de estas microvellosidades y
está tan claro el origen de la vascularización sanguínea de la pleura de las vesículas pinocíticas las células mesoteliales contribuyen a
visceral. De acuerdo con algunos observadores, las regiones hiliar, regular la composición y la cantidad del líquido pleural. También
apical, mediastínica e interlobar son vascularizadas por la circu- se ha mostrado que las células mesoteliales tienen actividad tan-
lación bronquial, y el resto está vascularizado por las arterias pul- to fibrinolítica247 como procoagulante248, características que pue-
monares; otros autores piensan que la vascularización de las por- den ser importantes para la reparación y para reducir la aparición de
ciones costal y diafragmática también tiene un origen bron- adherencias fibrosas después de una lesión pleural. En el espacio
quial246. Con la excepción de las regiones hiliares (que son drena- pleural se pueden encontrar fosfolípidos tensioactivos similares
das por venas bronquiales), el retorno venoso de la pleura visceral al surfactante alveolar, probablemente producidos por las célu-
se realiza a través de las venas pulmonares. las mesoteliales, y que actúan como lubricantes para facilitar el
movimiento de la superficie pleural249.
Célula mesotelial
Radiología
Las células mesoteliales forman una capa continua que recubre
toda la superficie de las pleuras visceral y parietal. Su forma y su El grosor combinado de las pleuras parietal y visceral sobre la
tamaño son inconstantes, y su diámetro varía directamente con la convexidad de los pulmones y a lo largo de las superficies diafrag-
presión transpulmonar (las células se aplanan cuando el pulmón mática y mediastínica normalmente no es suficiente para hacer
se expande)245. Cuando se las estimula, las células individuales que sean visibles en la radiografía de tórax. Por el contrario, debi-
aumentan de tamaño, adoptan una forma cuboidea o columnar y do a la presencia de pulmón que contiene aire a ambos lados de
presentan núcleos grandes con nucléolos prominentes; de mane- la pleura visceral en las regiones interlobares, las capas contiguas
ra ocasional estas características son suficientes para oscurecer la de pleura visceral son visibles cuando el haz de rayos X las atra-
distinción entre mesotelioma y proceso reactivo. viesa tangencialmente a lo largo de sus superficies.
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 59

Cisuras normales interlobares sean incompletas porque el «puente» parenquimato-


so que se establece proporciona una vía fácil para la derivación de
Las cisuras forman las superficies de contacto entre los lóbulos aire colateral o para la propagación de la enfermedad a otro lóbu-
pulmonares. Aunque se pueden extender hasta el hilio (dando lo, y se pueden generar signos radiográficos que pueden dar lugar
lugar a una separación lobar completa), habitualmente son a conclusiones erróneas.
incompletas. Por ejemplo, en un estudio de 100 pulmones reseca- Las cisuras mayores (oblicuas), que separan los lóbulos superiores
dos se encontró una cisura incompleta entre los lóbulos inferior y (y a la derecha el lóbulo medio) de los inferiores, comienzan
superior derechos en 70% de los casos, entre los lóbulos inferior aproximadamente al nivel de la quinta vértebra torácica y se
derecho y medio en aproximadamente el 45%, entre los lóbulos extienden en dirección oblicua hacia abajo y hacia delante, apro-
inferior y superior izquierdo en aproximadamente el 40%, y entre ximadamente paralelas a la sexta costilla, y terminan en el dia-
los lóbulos superior derecho y medio (cisura menor) en casi el fragma varios centímetros letras de la gotiera pleura anterior
90%250. Se han encontrado cifras similares en pulmones estudia- (figura 1-53). La cisura horizontal (menor) separa el segmento
dos mediante TC de cortes finos251. Es importante que las cisuras anterior del lóbulo superior derecho del lóbulo medio y es aproxi-

FIGURA 1-53
Cisuras interlobares, pulmón derecho. La presencia de un derrame interlobar mínimo hace que las cisuras sean visibles
claramente en las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B). C. Una TC a través de la parte superior del tórax muestra que
la porción lateral de las cisuras mayores derecha e izquierda (puntas de flecha) está situada detrás de la porción anteromedial de
la cisura, el denominado revestimiento lateral. D. Una TC a través de la parte inferior del tórax muestra que la porción lateral
de las cisuras mayores (puntas de flecha) está localizada delante de la cara anteromedial de las cisuras mayores, el denominado
revestimiento medial. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
60 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

madamente horizontal a la altura de la cuarta costilla por delan- mayoría de las veces como una zona radiotransparente relativa-
te. Hay una variación considerable en su orientación, de modo mente desprovista de vasos cuando se compara con la misma
que su parte anterior generalmente es más baja que la posterior y región del pulmón izquierdo.
la parte lateral es más baja que la medial250.
Raras veces se ven las cisuras mayores a lo largo de todo su tra- Ligamento pulmonar
yecto en las radiografías laterales de tórax. No es difícil compren-
der esta visualización incompleta a la vista de la variabilidad ana- El ligamento pulmonar es una capa doble de pleura que descien-
tómica subyacente, la orientación curva de las cisuras y el hecho de de caudalmente desde el hilio pulmonar y lo recubre, y ancla la
que las cisuras mayores casi siempre estén orientadas ligeramente cara medial del lóbulo inferior al mediastino y al diafragma255.
separadas del plano coronal. La cisura menor se puede identificar Está formado por la pleura mediastínica (parietal) en la zona en
en aproximadamente el 55% al 80% de los casos en la radiografía la que se refleja sobre los bronquios principales y las arterias y
de tórax149, 252. Anatómicamente raras veces llega al mediastino, y venas pulmonares, para recubrir la superficie del pulmón ya en
en este caso sólo en su porción anterior; sin embargo, una de las forma de pleura visceral (figura 1-56). El ligamento puede finali-
relaciones más constantes en las radiografías PA es la finalización zar en un borde falciforme libre en cualquier punto entre la vena
medial de la cisura (o la proyección de su terminación) en el bor- pulmonar inferior y la cara superior del hemidiafragma (forma
de lateral de la arteria pulmonar interlobar. Una línea de cisura o incompleta) o se puede extender hacia abajo y cubrir una parte de
una interfase que se proyecta medial a este punto casi siempre es una la cara medial del hemidiafragma (forma completa). Así, divide el
cisura mayor desplazada hacia abajo y proporciona algunos datos espacio pleural mediastínico inferior al hilio en compartimientos
de pérdida de volumen del lóbulo inferior derecho. anterior y posterior completos o incompletos. La zona de medias-
El aspecto de las cisuras interlobares en la TC está influido por tino «desnuda» que se crea de esta manera contiene una red de
el grosor del corte. En la TCAR las cisuras mayores se visualizan tejido conjuntivo, pequeños vasos bronquiales, y vasos y ganglios
de manera constante como opacidades lineales delgadas, lisas y linfáticos. El ligamento pulmonar izquierdo está íntimamente
continuas. En cortes de 5 a 10 mm de grosor se pueden manifes- relacionado con el esófago y está cubierto posteriormente por la
tar como bandas radiotransparentes, o líneas o bandas densas aorta descendente; el ligamento derecho, que es más corto, puede
(figura 1-54)253. Esta variación se relaciona con el plano de la estar situado en cualquier localización a lo largo de un arco que
cisura en la imagen transversal: es probable que una cisura per- se extiende desde la vena cava inferior por delante hasta la vena
pendicular (p. ej., en la parte superior del tórax) produzca una ácigos por detrás.
configuración lineal, mientras que una orientación más oblicua Aunque los ligamentos pulmonares nunca se ven en las radio-
produce una banda densa (vidrio deslustrado) bien definida. Si la grafías de tórax PA o laterales, habitualmente se pueden identifi-
parte superior de la cisura mayor no es suficientemente perpen- car en la TC256. Su aspecto es variable, aunque típicamente es un
dicular para ser una imagen transversal, los pequeños vasos de la pequeño pico o pirámide en la superficie mediastínica y una
periferia de los lóbulos de ambos lados de la cisura tienden a opacidad lineal delgada que se extiende oblicuamente y hacia
hacer que la cisura aparezca como una banda transparente relati- atrás desde el vértice del pico hasta el pulmón, marcando de esta
vamente avascular. manera el tabique intersegmentario. Es más evidente en los
La cisura menor se visualiza en la TCAR como una línea o cortes que se obtienen al nivel del hemidiafragma o inmediata-
banda curvilínea de aumento de la atenuación que forma un mente por encima del mismo. Habitualmente el ligamento dere-
cuarto de círculo o un semicírculo en su parte superior (localiza- cho se ve a un nivel ligeramente superior que el izquierdo, y los
da ligeramente cefálica al nivel del origen del bronquio del lóbu- dos ligamentos se pueden apreciar sólo en uno o dos cortes de
lo medio) (figura 1-55)254. En cortes más gruesos la cisura se ve la una serie.

FIGURA 1-54
Aspecto normal de las cisuras mayores en la TCAR. A. En la TCAR la cisura mayor se ve habitualmente como una línea fina bien definida (flechas
rectas). Obsérvese que la porción medial de la cara superior de la cisura interlobar derecha es incompleta, lo que ha dado lugar a la fusión de los
lóbulos inferior y superior a este nivel (flechas curvas). B. La cara inferior de las dos cisuras interlobares es completa. (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 61

FIGURA 1-55
Aspecto normal de la cisura menor en la TCAR. A. La cara superior de la cisura menor se ve como una banda curvilínea de aumento de la
atenuación (flechas). B. La porción inferior y más pendiente de la cisura menor se ve como una línea fina (flechas rectas). A este nivel se puede ver el
bronquio del lóbulo medio (flecha curva). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

VPI
H

VPI

FIGURA 1-56
Ligamento pulmonar. A. Como se puede ver en una pieza posmortem insuflada del pulmón izquierdo vista desde su cara medial, la pleura
mediastínica (parietal) se refleja sobre el hilio por arriba, por delante y por detrás; caudalmente estas capas pleurales están apuestas más
íntimamente para formar el ligamento pulmonar (puntas de flecha). En B se muestra una TC reformateada (superior) y cortes transversales
representativos (inferior) a través del plano de la vena pulmonar inferior izquierda (VPI) y en una posición 3 cm caudal en un paciente que tenía
hidroneumotórax espontáneo (H y N). Obsérvese que el tabique de orientación vertical (puntas de flecha) divide el espacio pleural mediastínico en
compartimientos anterior y posterior. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th
ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
62 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

Cisuras accesorias producida por la propia vena a una distancia variable por encima
del hilio derecho. Como la vena ácigos sigue un trayecto exterior
Cualquier porción del pulmón puede estar separada de manera a la pleura parietal, la cisura está formada por cuatro capas pleu-
parcial o completa de porciones adyacentes por una fisura pleural rales (dos parietales y los viscerales). Aunque el aporte bronquial
accesoria. Estas cisuras, que están presentes en aproximadamente del lóbulo ácigos es variable, siempre está presente el bronquio
el 50% de los pulmones, tienen un grado de desarrollo variable apical o su rama subsegmentaria anterior. La importancia radio-
que va desde hendiduras superficiales en la superficie pulmonar lógica de esta malformación radica en que las superficies pleura-
de no más de 1 o 2 cm de profundidad a cisuras completas que se les apicales no se separan cuando hay un neumotórax.
extienden a lo largo de todo el trayecto hasta el hilio. La mayoría Cisura accesoria inferior. Esta cisura se encuentra en el 30%
tiene un interés poco más que académico desde el punto de vis- al 45% de los pulmones y separa de manera parcial o total el seg-
ta radiológico. Sin embargo, cuando están bien desarrolladas es mento basal medial del resto del lóbulo inferior. En la superficie
importante reconocer estas cisuras por tres motivos: 1) el parén- diafragmática del pulmón la cisura se extiende lateralmente des-
quima pulmonar que delimitan puede ser la única localización de de una zona próxima al ligamento pulmonar y después traza un
enfermedad cuya propagación es impedida por la cisura; 2) una arco convexo hacia delante para unirse a la cisura mayor. En las
cisura en una localización anatómica específica, como entre los radiografías PA la línea de la cisura se extiende hacia arriba y ligera-
segmentos superior y basales del lóbulo inferior derecho, se pue- mente medialmente desde el tercio interno del hemidiafragma
de confundir con una cisura menor entre los lóbulos superior y derecho o izquierdo.
medio y de esta manera puede crear confusión en la interpreta- Cisura accesoria superior. La cisura accesoria superior sepa-
ción, y 3) son componentes importantes de las atelectasias linea- ra de manera parcial o total el segmento superior de los segmen-
les (véase página 144). tos basales de los lóbulos inferiores, con más frecuencia a la dere-
Cisura ácigos. La cisura ácigos está creada por la invaginación cha. Como habitualmente está horizontalmente al mismo nivel
hacia debajo de la vena ácigos a través de la porción apical del que la cisura menor, las dos se pueden confundir en una radio-
lóbulo superior derecho (figura 1-57)257. La conocida sombra grafía frontal, aunque se pueden establecer claramente sus posi-
curvilínea se extiende oblicuamente a través de la porción supe- ciones anatómicas separadas en la radiografía lateral.
rior del pulmón derecho y finaliza en una sombra «en lágrima» Cisura menor izquierda. Esta cisura separa la língula del res-
to del lóbulo superior izquierdo; en casi todos los casos se con-
serva la anatomía segmentaria habitual del pulmón izquierdo.
En una revisión de 2.000 radiografías de tórax PA y laterales con-
secutivas se identificó sólo en 32 (1,6%) casos258. Su posición
generalmente es más cefálica que la de la cisura menor derecha,
y su extremo lateral habitualmente es superior a su extremo
medial.

Función
La pleura visceral y la pleura parietal forman membranas lisas
que facilitan el movimiento de los pulmones en el interior del
espacio pleural, principalmente como consecuencia de la secre-
ción y absorción de líquido pleural259. La cantidad de líquido en
seres humanos varía desde menos de 1 ml hasta 20 ml. La diná-
mica de la trasudación y la absorción de líquido obedece la ecua-
ción de Starling y depende de una combinación de presión
hidrostática, presión osmótica coloidal y presión tisular. Las pre-
siones tisulares son desconocidas, pero el conocimiento de las dos
primeras indica que el líquido normalmente se forma en la pleura
parietal y se absorbe en la pleura visceral (figura 1-58).
La presión hidrostática neta que impulsa al líquido a salir de la
pleura parietal se puede calcular determinando la presión hidros-
tática de los capilares sistémicos que vascularizan la pleura parie-
tal (30 cm H2O) y la presión pleural (–5 cm H2O a CRF); así, el
impulso hidrostático neto es de 35 cm H2O. La presión coloidal
osmótica en los capilares sistémicos es de 34 cm H2O y la de la
pleura es de aproximadamente 8 cm H2O, para un impulso neto
de 26 cm H2O de presión osmótica coloidal desde el espacio pleural
a los capilares de la pleura parietal. El equilibrio de estas fuerzas
(35 – 26 = 9 cm H2O) se dirige desde la pleura parietal a la cavi-
dad pleural.
FIGURA 1-57
La pleura visceral es vascularizada por vasos pulmonares y
Cisura accesoria de la vena ácigos. En una radiografía posteroanterior bronquiales, y la presión capilar es mucho menor que la presión
se puede identificar la cisura como una sombra curvilínea (flechas) que capilar sistémica (aproximadamente 11 cm H2O), de modo que la
sigue un trayecto oblicuo a través de la porción superior del pulmón
derecho, con su extremo inferior algo por encima del hilio derecho.
presión hidrostática neta desde la pleura visceral hacia la cavidad
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s pleural es de 16 cm H2O (11 + 5 cm). Las presiones coloidales
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) osmóticas permanecen constantes, con una presión de 26 cm
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 63

H2O desde la cavidad pleural. Así, el efecto neto de estas fuerzas


Pleura Pleura es un impulso de 10 cm H2O (26 – 16 cm) hacia los capilares de
parietal visceral la pleura visceral. El líquido pleural también es depurado por los
linfáticos que se originan en la pleura parietal.
Pared
torácica Pulmón
Espacio SISTEMA LINFÁTICO
pleural
Linfáticos de los pulmones y de la pleura

Capilar Capilar
Anatomía
sistémico pulmonar
Los linfáticos de la pleura parietal están distribuidos de manera
extensa por las superficies costal, mediastínica y diafragmática260.
Hay numerosos poros (estomas) de 6 a 8 µm de diámetro entre
Presión osmótica
las células mesoteliales de revestimiento (figura 1-59)261, particu-
coroidal larmente en la superficie diafragmática, donde se conectan con
(cm H2O) una red de linfáticos que drenan hacia el mediastino. Estos esto-
34 34 mas y sus conexiones son una vía importante para la eliminación
8 8 del exceso de líquido y de células desde el espacio pleural.
26 26 Los linfáticos de la pleura visceral siguen un trayecto en el
Presión interior de la capa vascular, donde forman un plexo de canales
hidrostática que siguen aproximadamente los límites de los lobulillos pleura-
(cm H2O) les. Entre estos canales, y uniéndose a ellos, hay tributarias de
menor tamaño intercomunicantes, que tienen extremos ciegos y
30 11 que se ramifican sobre la superficie pleural. Toda esta red drena
5 5
hacia la cara medial del pulmón cerca del hilio. Aunque hay cana-
35 16 les linfáticos sobre toda la superficie pleural, están mucho mejor
9 10
desarrollados en la pleura que recubre los lóbulos inferiores que
en la que recubre los superiores.
Los canales linfáticos pulmonares forman dos vías principa-
FIGURA 1-58 les, una en el tejido conjuntivo broncoarterial y la otra en el
Representación esquemática de las presiones que participan en la tejido conjuntivo septal interlobulillar. Los linfáticos broncoar-
formación y la absorción de líquido pleural. Véase la descripción en el teriales se originan en la región de los bronquiolos respiratorios
texto. distales (no hay ninguno en el tejido intersticial alveolar) y se
dirigen en dirección proximal (figura 1-60), llegando finalmen-

CM

CC

EL

VL

FIGURA 1-59
Poros del diafragma. Una micrografía electrónica de barrido del diafragma (A) muestra una célula cuboidea superficial (CC)
(posiblemente un macrófago) y numerosas microvellosidades mesoteliales delgadas. Son evidentes dos poros intercelulares (P). (×8950).
Un corte a través de un poro (P) visto mediante microscopia electrónica de transmisión (B) muestra las prolongaciones de dos células
endoteliales linfáticas (EL) que se extienden hacia la superficie peritoneal para formar uniones intercelulares (flechas) con las células
mesoteliales (CM) superficiales. El contacto íntimo entre los dos tipos celulares proporciona un paso directo entre la cavidad peritoneal y
los vasos linfáticos (VL) subyacentes (×16.200). (Tomado de Leak LV, Rahil K: Am Rev Respir Dis 110 [Supl.]:8, 1979.)
64 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

Función
Hay datos de que el flujo de linfa a través de los canales linfáti-
cos pulmonares es facilitado por la acción de «bombeo» de la
ventilación. Por ejemplo, en un estudio en 15 pulmones huma-
nos adultos extraídos durante la autopsia263, se mostró que el
aceite etiodado inyectado en los linfáticos pleurales llenaba los
linfáticos pulmonares profundos; posteriormente, cuando se
mantenía una presión de insuflación fija no se producía flujo
en el interior de los linfáticos. Sólo se producía reflujo anteró-
grado durante la ventilación y parecía depender del volumen
pulmonar en el momento en el que se llenaban los linfáticos.
Cuando se inyectaba el medio de contraste manteniendo el
volumen pulmonar a CRF se producía flujo anterógrado en el inte-
rior de los linfáticos; por el contrario, cuando se realizaba el
relleno a un volumen pulmonar del 70% de la CPT, la ventila-
ción no daba lugar a ningún movimiento anterógrado del
medio de contraste en el interior de los linfáticos. Los autores
propusieron que esta diferencia se explica mejor teniendo en
cuenta el menor volumen de los segmentos linfáticos paren-
quimatosos a volúmenes pulmonares elevados que a volúme-
nes pulmonares bajos, lo que reduce la influencia de la ventila-
ción posterior.

Conducto torácico y conducto


linfático derecho
FIGURA 1-60 El conducto torácico, que es una continuación de la cisterna del
quilo, entra en el tórax a través del hiato aórtico del diafragma.
Canal linfático peribronquial. Un linfático peribronquial (L) está En la mayor parte de las personas está a la derecha de la aorta y
distendido por líquido (que se ha perdido parcialmente durante el
procesado del tejido). Se pueden ver dos válvulas (flechas) (×72). (Tomado sigue su trayecto en dirección cefálica; así, en la porción inferior
de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of del tórax está aproximadamente en la línea media o ligeramen-
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) te hacia un lado. A la altura aproximada de la carina cruza el
bronquio principal izquierdo y sigue un trayecto cefálico en un
plano paralelo a la pared lateral izquierda de la tráquea y ligera-
te a los ganglios linfáticos bronquiales perihiliares262. Los linfá- mente posterior a la misma. El conducto sale del tórax entre el
ticos interlobulillares drenan en parte hacia los linfáticos bron- esófago y la arteria subclavia izquierda y sigue un trayecto posterior
coarteriales y en parte hacia el sistema pleural. Numerosas vál- a la vena innominada izquierda; buena parte del tercio cefálico
vulas infundibuliformes dirigen el flujo linfático en ambas vías. (la porción cervical) es supraclavicular. Se une al sistema veno-
Los canales anastomóticos conectan los linfáticos interlobulilla- so la mayoría de las veces drenando en la vena yugular interna
res con los de la vaina broncoarterial; miden hasta 4 cm de lon- y a veces en las venas subclavia, innominada o yugular externa. El
gitud y habitualmente están situados a medio camino entre el diámetro de un conducto torácico normal varía desde 1 a
hilio y la periferia del pulmón. La distensión de estos linfáticos 7 mm264; por tanto no se puede utilizar este parámetro como
comunicantes y el edema de su tejido conjuntivo circundante determinante único de obstrucción. Hay válvulas en aproxima-
dan lugar a las líneas A de Kerley; procesos similares en los lin- damente el 85% de los vasos, principalmente en los dos tercios
fáticos interlobulillares y en su tejido conjuntivo dan lugar a las superiores.
líneas B de Kerley. Se ha documentado poco la anatomía radiológica del conduc-
El endotelio capilar linfático reposa sobre una lámina basal to linfático derecho porque este vaso no se puede opacificar de
discontinua que está totalmente ausente en longitudes considera- manera adecuada y se identifica de manera inconstante. Los tres
bles262. En algunas zonas las células endoteliales están unidas troncos (yugular derecho, subclavio derecho y mediastínico dere-
por uniones intracelulares; en otras no hay uniones, y la pared cho) con frecuencia se abren por separado en las venas yugular,
vascular tiene orificios significativos. El citoplasma celular con- subclavia e innominada, respectivamente.
tiene numerosos microfilamentos, algunos de los cuales proba-
blemente constituyan un sistema contráctil similar a la actina Ganglios linfáticos
que posiblemente regula la apertura o el cierre de los orificios del mediastino
intercelulares. Las fibras de colágeno perilinfáticas están en
contacto íntimo con las células endoteliales y su membrana Los ganglios linfáticos torácicos se pueden dividir en dos cate-
basal y han sido consideradas como un mecanismo de anclaje gorías: 1) un grupo parietal, que está externo a la pleura parietal
que mantiene abiertos los capilares. Estas características (dis- en el tejido extramediastínico y drena la pared torácica y diver-
continuidades del endotelio y de la membrana basal y sistema sas estructuras extratorácicas, y 2) un grupo visceral, que está
de anclaje al tejido conjuntivo) parecen ser ideales para conse- localizado en el interior del mediastino entre las membranas
guir un acceso fácil y continuo del líquido intersticial a la luz pleurales y participa particularmente en el drenaje de los tejidos
capilar. intratorácicos.
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 65

Ganglios linfáticos parietales Ganglios linfáticos parietales posteriores. Estos ganglios


se encuentran adyacentes a la cabeza de las costillas de los es-
Los ganglios linfáticos parietales se pueden dividir en 3 grupos. pacios intercostales posteriores (ganglios intercostales) o ad-
Ganglios linfáticos parietales anteriores (mamarios yacentes a las vértebras (ganglios yuxtavertebrales). Ambos gru-
internos). Los ganglios linfáticos parietales anteriores están pos drenan los espacios intercostales, la pleura parietal y
localizados en la porción superior del tórax detrás de los espacios la columna vertebral. Se comunican con otros ganglios linfáticos
intercostales anteriores bilateralmente, en posición medial o late- mediastínicos posteriores en relación con la aorta y el esófago.
ral a los vasos mamarios internos (figura 1-61). Drenan la pared Ganglios linfáticos diafragmáticos. Los ganglios linfáticos
torácica anterior, la porción medial de las mamas, la porción diafragmáticos están formados por el grupo anterior (prepericár-
anterior del diafragma y la pared abdominal anterior superior. dico), localizado inmediatamente detrás del xifoides y a la dere-

FIGURA 1-61
Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos mamarios internos. Una radiografía posteroanterior (A) muestra ausencia quirúrgica de
la mama derecha y una opacidad mal definida sobre el hilio derecho (flechas). Una radiografía lateral de tórax (B) muestra una opacidad lisa
y homogénea de tejidos blandos en la zona retroesternal (flechas) producida por aumento del tamaño de los ganglios linfáticos mamarios internos.
Una TC al nivel del bronquio intermedio (C) muestra la arteria y la vena mamarias internas derechas e izquierdas (flechas); el ganglio mamario interno
aumentado de tamaño se ve a un nivel ligeramente inferior (D) (flecha). La paciente era una mujer de 46 años de edad con carcinoma metastásico
de mama. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)
66 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

cha y a la izquierda del pericardio por delante; el grupo medio gicos) y a lo largo de las caras anterior y lateral de la aorta des-
(yuxtafrénico), que está cerca de los nervios frénicos cuando lle- cendente (ganglios periaórticos) (figura 1-63); son más numero-
gan al diafragma; y los ganglios posteriores (retrocrurales), que sos en la porción inferior del tórax. Sus canales eferentes se ori-
están detrás de los pilares derecho e izquierdo del diafragma. Los ginan en la porción posterior del diafragma, el pericardio y el
ganglios linfáticos diafragmáticos drenan el diafragma y la parte esófago y directamente en los lóbulos inferiores de los pulmones
superior del abdomen. a través de los ligamentos pulmonares derecho e izquierdo. Se
comunican con los ganglios traqueobronquiales, particularmen-
Ganglios linfáticos viscerales te el grupo subcarínico, y drenan principalmente a través del
conducto torácico.
Los ganglios linfáticos viscerales se pueden dividir en tres grupos. Ganglios linfáticos traqueobronquiales. Los ganglios tra-
Ganglios linfáticos mediastínicos anterosuperiores (pre- queobronquiales son el grupo más importante de ganglios linfá-
vasculares). Estos ganglios linfáticos se reúnen a lo largo de la ticos viscerales y están formados a su vez por varios grupos. Los
cara anterior de la vena cava superior, de las venas innominadas ganglios paratraqueales están localizados delante y a la derecha y
derecha e izquierda y de la aorta ascendente (figura 1-62). Algu- a la izquierda de la tráquea (figura 1-64); de manera ocasional
nos están localizados detrás del esternón en la porción inferior hay un componente retrotraqueal. La cadena paratraqueal dere-
del tórax, y otros están detrás del manubrio y delante del timo. cha es habitualmente la que está mejor desarrollada; su miembro
Drenan la mayor parte de las estructuras del mediastino anterior, más inferior, el ganglio ácigos, está situado medial al cayado de la
como el pericardio, el timo, las pleuras diafragmática y mediastí- vena ácigos en la grasa mediastínica pretraqueal. Estos ganglios
nica, parte del corazón y la porción anterior de los hilios. Canales linfáticos reciben canales aferentes de los ganglios broncopulmo-
eferentes drenan hacia el conducto linfático derecho o hacia el nares y de la bifurcación traqueal, de la tráquea y esófago. También
conducto torácico. pueden recibir linfa directamente desde los pulmones derecho e
Ganglios linfáticos mediastínicos posteriores. Estos gan- izquierdo sin derivación a través de los ganglios broncopulmonares
glios están localizados alrededor del esófago (ganglios periesofá- ni de la bifurcación traqueal. También hay comunicación directa

FIGURA 1-62
Aumento de tamaño del grupo anterior (prevascular) de
ganglios mediastínicos. Una radiografía posteroanterior
convencional (A) muestra un contorno ensanchado y lobulado
de la silueta mediastínica superior izquierda (flechas). La TC
del mediastino superior con contraste intravenoso (B y C)
confirma la presencia de los ganglios aumentados de tamaño
(flechas) y muestra su relación íntima con los grandes vasos. La
paciente, de 64 años de edad, tenía un carcinoma pulmonar
metastásico. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré
PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 67

FIGURA 1-63
TC de los ganglios mediastínicos posteriores (periesofágicos y periaórticos). Una TC potenciada con contraste intravenoso (A) muestra
ganglios periaórticos aumentados de tamaño en una mujer de 60 años que tenía un linfoma. Una TC sin contraste intravenoso (B) muestra un ganglio
periesofágico aumentado de tamaño (flecha) en un varón de 63 años de edad con carcinoma de pulmón. Obsérvese también un pequeño derrame
pleural derecho. A, aorta; E, esófago. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999)

entre los ganglios mediastínicos viscerales anteriores y posterio- con su relación con las estructuras anatómicas que se pueden
res. Los canales aferentes son el conducto linfático derecho y el identificar en la TC o en la RM o en la mediastinoscopia o en la
conducto torácico. toracoscopia. Estas estructuras incluyen la vena braquiocefálica
Los ganglios linfáticos de la bifurcación traqueal (carínicos) están izquierda, el cayado aórtico, la tráquea, la vena ácigos, el ligamen-
situados en la grasa precarínica (véase figura 1-64) y subcarínica to arterial, la arteria pulmonar izquierda y los bronquios princi-
(figura 1-65), así como alrededor de la circunferencia de los bron- pales. Se han publicado directrices para realizar esta clasificación
quios principales derecho e izquierdo. Los que están en la grasa con la TC, y se basan en la demostración de ganglios linfáticos
mediastínica que hay entre la arteria pulmonar izquierda y cayado aumentados de tamaño266, 267.
aórtico se denominan ganglios de la ventana aortopulmonar (fi-
gura 1-66); se pueden dividir en grupos medial, lateral (subpleural) Tamaño de los ganglios linfáticos
y superior, y se fusionan por arriba con los ganglios prevasculares
izquierdos. Los ganglios linfáticos carínicos reciben flujo aferente En la TC o en la RM los ganglios linfáticos típicamente son ovoi-
de los ganglios broncopulmonares, de los ganglios mediastínicos deos. La evaluación de su tamaño habitualmente se basa en la
anteriores y posteriores, del corazón, del pericardio, del esófago y medición del diámetro menor (eje corto) que se ve en un corte
de los pulmones. El drenaje eferente se dirige al grupo paratra- transversal de TC porque muestra mucho menos variabilidad que
queal, particularmente hacia el componente derecho. el eje largo268, 269. El diámetro del eje corto por encima del cual se
Los ganglios linfáticos hiliares (figura 1-67) normalmente son debe considerar que un ganglio está aumentado de tamaño
demasiado pequeños para poderlos detectar en las radiografías depende de su localización. En sentido estricto se debe conside-
convencionales o en la TC sin contraste. Sin embargo, se visuali- rar que los ganglios paratraqueales superiores y paraesofágicos
zan bien en la TC con contraste (figura 1-68) y con RM. Están izquierdos están aumentados de tamaño cuando el diámetro del
localizados alrededor de los bronquios y vasos principales y reci- eje corto es mayor de 7 mm. El valor liminar es de 8 mm para los
ben canales aferentes de todos los lóbulos pulmonares; su drena- ganglios mediastínicos anteriores, 10 mm para los ganglios para-
je eferente se dirige hacia los ganglios carínicos y paratraqueales. traqueales inferiores y paraesofágicos derechos y 11 mm para los
Los ganglios linfáticos que están localizados en el interior de los ganglios subcarínicos268. Un abordaje más pragmático y que se
ligamentos pulmonares inferiores derecho e izquierdo con fre- utiliza habitualmente es considerar que todos los ganglios linfáti-
cuencia se consideran componentes del grupo de ganglios linfá- cos mediastínicos tienen un tamaño normal salvo que midan más
ticos hiliares inferiores. de 10 mm de diámetro en el eje corto266.

Clasificación de las estaciones ganglionares linfáticas Drenaje linfático de los pulmones


regionales
Según Rouvière, los pulmones se pueden subdividir en tres zonas
Los ganglios linfáticos mediastínicos y pulmonares se clasifican principales de drenaje, superior, media e inferior, que no corres-
por su relación con estructuras anatómicas importantes. El ponden a los lóbulos pulmonares270. En la zona superior derecha
esquema de clasificación preferido es el mapa de los ganglios lin- la linfa drena directamente hacia los ganglios paratraqueales y
fáticos que propusieron el American Joint Commitee on Cancer y broncopulmonares superiores. La zona media drena directamente
la Union Internationale Contre le Cancer (tabla 1-2, figura 1-69)265.
En esta clasificación los ganglios linfáticos se agrupan de acuerdo El texto continúa en la página 73
68 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

VCS
G
G
a

FIGURA 1-64
Aumento de tamaño de los ganglios paratraqueales. Las radiografías de tórax posteroanterior (A) y lateral (B) muestran aumento de la opacidad a
la derecha y delante de la tráquea (flechas). Una TC potenciada con contraste intravenoso al nivel de los grandes vasos (C) muestra ganglios
linfáticos paratraqueales aumentados de tamaño (G). Una TC al nivel de la carina traqueal (D) muestra desplazamiento anterior de la vena cava
superior (VCS) y desplazamiento lateral de la vena ácigos (a) producido por ganglios precarínicos aumentados de tamaño (G). La paciente, de 59 años,
tenía carcinoma pulmonar metastásico. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
D
AP

FIGURA 1-65
A
Aumento de tamaño de los ganglios de la bifurcación
(subcarínicos). Una radiografía posteroanterior de tórax (A) API
muestra una zona lobulada de aumento de la opacidad en la BI
región subcarínica (flechas). Una TC sin contraste 2 cm caudal a BD
la carina traqueal (B) muestra aumento de tamaño de los ganglios
subcarínicos posteriores a la arteria pulmonar derecha (APD).
La paciente, de 61 años, tenía un carcinoma renal metastásico.
Una imagen coronal de RM (C) de un varón de 52 años muestra
aumento de tamaño de los ganglios subcarínicos (flechas)
producido por timoma invasor. A, aorta; API, arteria pulmonar
izquierda; BD, bronquio principal derecho y bronquio intermedio;
BI, bronquio principal izquierdo. (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

AA

G
AP
I

AD

FIGURA 1-66
Aumento de tamaño de los ganglios de la ventana aortopulmonar. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra una convexidad lateral
localizada a nivel de la ventana aortopulmonar (flecha). Es evidente el aumento del tamaño de los hilios. Una RM sincronizada con el latido cardíaco (B)
muestra aumento del tamaño de los ganglios de la ventana aortopulmonar (flecha), así como ganglios precarínicos (G) e hiliares aumentados de tamaño.
La paciente era una mujer de 31 años que tenía sarcoidosis. AA, aorta ascendente; AD, aorta descendente; API, arteria pulmonar izquierda. (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
70 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

FIGURA 1-67
Aumento de tamaño de los ganglios linfáticos hiliares.
Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra un
marcado aumento del tamaño del hilio derecho con contorno
lobulado y un hilo izquierdo ligeramente prominente. Una TC
con ventana de pulmón (B) muestra el contorno lobulado de
los dos hilios (flechas). Una TC con ventana mediastínica (C)
muestra aumento del tamaño de los ganglios hiliares (flechas).
El paciente era un varón de 45 años que tenía sarcoidosis.
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and
Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB
Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 71

FIGURA 1-68
Aumento del tamaño de los ganglios hiliares en la TC potenciada con
contraste. Una TC que se obtuvo después de la administración intravenosa
de un medio de contraste muestra adenopatías hiliares bilaterales (flechas) y
subcarínicas (G). La paciente, de 22 años de edad, tenía sarcoidosis. (Tomado
de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

TABLA 1-2. Definiciones del mapa de los ganglios linfáticos: American Joint Committee on Cancer y Union Internationale
Contre le Cancer
Estación ganglionar Marcas anatómicas

Ganglios N2: todos los ganglios N2 están


en el interior de la cubierta pleural
1 Ganglios mediastínicos superiores Ganglios que están por encima de una línea horizontal que pasa por el borde superior de la vena
braquiocefálica (innominada izquierda) en el punto en el que asciende hacia la izquierda, cruzando por
delante de la tráquea en la línea media
2 Ganglios paratraqueales superiores Ganglios que están por encima de una línea horizontal que se trazó tangencial al borde superior
del cayado aórtico y por debajo del límite inferior de los ganglios de la estación número 1
3 Ganglios prevasculares y retrotraqueales Los ganglios prevasculares y retrotraqueales se pueden denominar 3A y 3P; se considera que los ganglios
de la línea media son ipsolaterales
4 Ganglios prevasculares y retrotraqueales Los ganglios paratraqueales inferiores del lado derecho están a la derecha de la línea media de la tráquea
entre una línea horizontal que se traza tangencial al borde superior del cayado aórtico y una línea que
se extiende a través del bronquio principal derecho en el borde superior del bronquio lobar superior, y
están contenidos en el interior de la cubierta pleural mediastínica; los ganglios paratraqueales inferiores
a la izquierda están a la izquierda de la línea media de la tráquea entre una línea horizontal que se traza
tangencial al borde superior del cayado aórtico y una línea que se extiende a través del bronquio
principal izquierdo a nivel del borde superior del bronquio lobar superior izquierdo, medial al
ligamento arterial, y están contenidos en el interior de la cubierta pleural mediastínica
Los investigadores pueden querer subclasificar los ganglios paratraqueales inferiores en los subgrupos 4s
(superiores) y 4i (inferiores) con fines de estudio; los ganglios número 4s se pueden definir por una
línea horizontal que se extiende a través de la tráquea y que se traza tangencial al borde cefálico de la
vena ácigos; los ganglios número 4i se pueden definir por el límite inferior de los ganglios número 4s y
el límite inferior de los ganglios número 4, como se ha descrito anteriormente
5 Ganglios subaórticos Los ganglios subaórticos son laterales al ligamento arterial o a la aorta o a la arteria pulmonar izquierda y
(ventana aortopulmonar) proximales a la primera rama de la arteria pulmonar izquierda, y están en el interior de la cubierta
pleural mediastínica
6 Ganglios paraórticos Ganglios anteriores y laterales a la aorta ascendente y al cayado aórtico o a la arteria
(de la aorta ascendente o frénicos) innominada, debajo de una línea tangencial al borde superior del cayado aórtico
7 Ganglios subcarínicos Ganglios caudales a la carina de la tráquea, pero que no se asocian a los bronquios ni a
las arterias lobares inferiores en el interior del pulmón
8 Ganglios paraesofágicos (debajo de la carina) Ganglios adyacentes a la pared del esófago y a la derecha o a la izquierda de la línea media,
excluyendo los ganglios subcarínicos
9 Ganglios del ligamento pulmonar Ganglios que están en el interior del ligamento pulmonar, incluyendo los que están en la pared posterior
y la parte inferior de la vena pulmonar inferior
Ganglios N1: todos los ganglios N1 están
distales a la reflexión pleural mediastínica y
en el interior de la pleura visceral
10 Ganglios hiliares Los ganglios lobares proximales, distales a la reflexión pleural mediastínica, y los ganglios adyacentes
al bronquio intermedio a la derecha; radiográficamente la sombra hiliar puede estar producida por
aumento del tamaño tanto de los ganglios hiliares como interlobares
11 Ganglios interlobares Ganglios que están entre los bronquios lobares
12 Ganglios lobares Ganglios adyacentes a los bronquios lobares distales
13 Ganglios segmentarios Ganglios adyacentes a los bronquios segmentarios
14 Ganglios subsegmentarios Ganglios que rodean los bronquios subsegmentarios

Tomado de Mountain CF, Dresler CM: Regional lymph node classification for lung cancer staging. Chest 111:1718, 1997.
72 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

FIGURA 1-69
Arteria Clasificación de las estaciones linfáticas
braquiocefálica regionales. A. Esquema de la American Thoracic
(innominada) Society de 1983. B. Esquema del American Joint
2I
Committee on Cancer y de la Union Internationale
Arteria Contre le Cancer de 1997. (A, tomado de Tisi GM,
subclavia I Friedman PJ, Peters RM, et al: Regional lymph node
2D
classification system for staging of lung cancer. Am Rev
Aorta Respir Dis 127:659, 1983; B, tomado de Mountain y
Dresler. Adaptado originalmente de Naruke T, Suemasu
Vena ácigos 4D 5 Ligamento K, Ishikawa S: Lymph node mapping and curability of
4I
arterial various levels of metastases in resected lung cancer.
J Thorac Cardiovasc Surg 76:832-839, 1978, and
10D American Thoracic Society: Clinical staging of primary
Arteria
pulmonar I lung cancer. Am Rev Respir Dis 127:1-6, 1983.)

7
11D

10I

11I

Ganglios mediastínicos superiores


A. braquiocefálica
(innominada) 1 Mediastínicos superiores

2D 2 Paratraqueales superiores

3 Prevasculares y retrotraqueales
Ao
4D
V. ácigos 4 Paratraqueales inferiores
4I
(incluyendo los ganglios de la ácigos)
10D AP N2 = dígito único, ipsolateral
N3 = dígito único, contralateral o supraclavicular
7
11D
11I Ganglios aórticos

8
10I 5 Subaórticos (ventana AP)

12,13,14D 9 12,13,14I 6 Paraórticos (de la aorta ascendente


Lig. Pulm. Inf. o frénicos)

Ganglios mediastínicos inferiores

7 Subcarínicos

3
8 Paraesofágicos
Ligamento
(inferiores a la carina)
arterial
9 Del ligamento pulmonar
A. pulmonar I
N. frénico 6 Ganglios N1

10 Hiliares
Ao
5
11 Interlobares
AP

12 Lobares

13 Segmentarios

14 Subsegmentarios
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 73

hacia los ganglios paratraqueales, subcarínicos y el grupo central de


ganglios broncopulmonares. La zona inferior drena hacia los gan-
glios broncopulmonares inferiores, los ganglios de la bifurcación y
la cadena mediastínica posterior. Así, en el lado derecho toda la lin-
fa drena finalmente a través del conducto linfático derecho.
Rouvière encontró que en la zona superior izquierda la linfa
drena hacia el grupo prevascular de los ganglios mediastínicos
anteriores y directamente hacia los ganglios paratraqueales
izquierdos. La zona media drena principalmente hacia los gan-
glios de la bifurcación y el grupo central de los ganglios bronco-
pulmonares, y parcialmente de manera directa hacia el grupo
paratraqueal izquierdo. La zona inferior drena hacia los ganglios
de la bifurcación y hacia los ganglios broncopulmonares inferiores,
y hacia la cadena mediastínica posterior. Así, según Rouvière la
porción superior y parte de la zona media drenan a través de los
ganglios paratraqueales hacia el conducto torácico, y el drenaje
linfático del resto del pulmón izquierdo finalmente drena hacia el
conducto linfático derecho.
Durante mucho tiempo se pensó que el fenómeno de «cruza-
miento» tenía importancia diagnóstica y terapéutica en las enfer-
medades que se originan en la porción media o inferior del pulmón
izquierdo. Sin embargo, los resultados de algunas investigaciones
han arrojado dudas sobre la validez de este concepto. Por ejemplo, FIGURA 1-71
en un estudio de biopsias de los ganglios preescalénicos bilaterales
de 110 pacientes que tenían carcinoma pulmonar, la dirección de la Signo cervicotorácico. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) de
un varón de 69 años que tiene un gran bocio tiroideo muestra una masa
diseminación linfática en el interior del mediastino era cefálica y (flecha) en el desfiladero torácico superior que desplaza la tráquea hacia la
habitualmente ipsolateral, independientemente de la localización izquierda. La masa está borrada por encima del nivel de la clavícula porque
del tumor primario; la diseminación contralateral era infrecuente y es anterior y lateral a la tráquea y se continúa con los tejidos blandos del
con una frecuencia aproximadamente igual en ambos lados271. cuello. Una radiografía posteroanterior de tórax (B) de un paciente de
34 años de edad muestra opacidades paraespinales de tejidos blandos
(flechas), que se ven bien por encima del nivel de las clavículas. Estas
opacidades se ven bien a este nivel porque están situadas detrás de la
DESFILADERO TORÁCICO SUPERIOR tráquea. El paciente tenía extensión paraespinal bilateral y afectación del
cuerpo vertebral T3 por enfermedad hidatídica. (Tomado de Fraser RS,
El desfiladero torácico superior representa la unión entre las Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
estructuras de la base del cuello y las del tórax. Es paralelo a la pri-
mera costilla y es más alto por detrás que por delante (figura 1-70).
De acuerdo con esta observación anatómica, es evidente que en ladero torácico superior incluyen las venas braquiocefálicas dere-
una radiografía de tórax PA una opacidad cuyo borde superior cha e izquierda (que se unen detrás del lado derecho del manubrio
no se puede ver y que se proyecta a nivel de las clavículas o deba- para formar la vena cava superior), las arterias carótidas comunes
jo del mismo debe estar situada por delante, mientras que un (que están inmediatamente por delante de las arterias subclavias y
opacidad que se proyecta por encima de las clavículas es retro- mediales a las venas subclavias), la tráquea (situada inmediata-
traqueal y tiene una localización posterior (figura 1-71). Estos mente detrás de los grandes vasos), el esófago (localizado detrás de
hallazgos característicos en conjunto se han denominado signo la tráquea y delante de la columna vertebral), y los nervios larín-
cervicotorácico272. geos recurrentes a ambos lados del esófago (figura 1-72).
Desde adelante hacia atrás las estructuras que ocupan el desfi-

MEDIASTINO
El mediastino separa el tórax verticalmente en dos comparti-
mientos y se puede definir como la división entre los pulmones
(figura 1-73)273. Anatómicamente se puede dividir en tres com-
partimientos: anterior (prevascular), medio (cardiovascular) y
posterior (retrovascular)273.
El compartimiento anterior está limitado por delante por el
esternón y posteriormente por el pericardio, la aorta y los vasos
braquiocefálicos. Se fusiona por arriba con la cara anterior de
FIGURA 1-70 desfiladero torácico superior y se extiende hacia abajo hasta el
Desfiladero torácico superior normal. Un detalle de una radiografía nivel del diafragma. Este compartimiento contiene el timo, ramas
posteroanterior de tórax de un varón de 40 años de edad muestra el de las arterias y venas mamarias internas, ganglios linfáticos, el
aspecto normal del desfiladero torácico superior. Como el desfiladero
ligamento esternopericárdico inferior y cantidades variables de
torácico superior es paralelo a la primera costilla (flechas), está a un nivel
más elevado por detrás que por delante. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, grasa.
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th
ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) El texto continúa en la página 76
74 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

VY VY C
VY T T C
AC
AC C ASC
AC
C ASC Co
VA

Co Co
Co

C E
C C Co
AC C
BVC Co BVC ABC
C AC C
VS C BVC VS AC
AS ASC ASC
ASC
Co

CC

BC
VCS
AC

CA CA

FIGURA 1-72
TC normal del desfiladero torácico superior. Una TC potenciada con contraste de un varón de 51 años ilustra la anatomía normal del desfiladero
torácico superior. A. Una TC al nivel de la cara posterior de la primera costilla (Co) muestra el vértice del pulmón izquierdo, las clavículas (C), la glándula
tiroidea (T), las venas yugulares (VY) y las arterias carótidas (AC). El contraste que se inyectó en una vena antecubital derecha dio lugar a un marcado
refuerzo de la vena axilar (VA) derecha. La glándula tiroidea rodea las caras anterior y lateral de la tráquea en la parte inferior del cuello, mientras que el
esófago está inmediatamente posterior a la tráquea. B. Una TC a nivel de la cara lateral de las primeras costillas muestra las arterias subclavias (ASC), las
arterias carótidas, las venas yugulares y la cara inferior de la glándula tiroidea. C. Una TC al nivel de la cara anteromedial de las primeras costillas muestra
la vena subclavia derecha (VSC) que está anterior a la arteria subclavia, las porciones proximales de las arterias subclavias y las arterias carótidas. Se
pueden ver las venas braquiocefálicas (VBC) derecha e izquierda anteriores a las arterias carótidas. La porción medial de la clavícula anterior a las primeras
costillas define la región de la escotadura supraesternal. El esófago está situado inmediatamente detrás de la tráquea. D. Una TC al nivel de la cara anterior
de las primeras costillas muestran la unión costocondral izquierda, la cara superior del esternón (E) y las clavículas al nivel de la articulación
esternoclavicular. A este nivel se puede ver la vena subclavia derecha (VSC) en su unión con la vena braquiocefálica (anterolateral a la arteria
braquiocefálica [ABC]). La vena braquiocefálica izquierda se ve anterolateral a la arteria carótida izquierda. A este nivel, al igual que a los niveles
superiores, se puede ver que la arteria subclavia izquierda y la grasa circundante forman el borde lateral izquierdo del desfiladero torácico superior.
E. Una TC al nivel del primer cartílago costal (CC) muestra la vena braquiocefálica izquierda (BC) que cruza la línea media delante de las arterias
braquiocefálica y carótidas. También se ve en la arteria subclavia izquierda en su origen en la cara superior del cayado aórtico (CA). F. Una TC a la altura
del cayado aórtico (CA) muestra el origen de las arterias braquiocefálica y carótida izquierda en la aorta. A esta altura se puede ver la vena braquiocefálica
izquierda en su unión con la vena acaba superior (VCS). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 75

AA
Timo

VCS VAP

Ac E
Cayado
VCS
Tr
AD
E

T MI
MI
T

APP T
AA APP
AA
AA
VCS API VCS
VPSD
TA VCS
API
BPD APD
E BPI VPSI
BI
E BPI
AD Ac E
Ac AD
APII
AD
Ac

FIGURA 1-73
Anatomía TC normal del mediastino. Una imagen al nivel del cayado aórtico (A) muestra el timo, la vena cava superior (VCS), la tráquea (Tr) y el
esófago (E). La región paravertebral y las gotieras posteriores no forman parte del mediastino. Una imagen inmediatamente caudal al cayado aórtico (B)
muestra la región de la ventana aortopulmonar (VAP), la aorta ascendente (AA) y descendente (AD), la vena ácigos (Ac) que drena en la vena cava
superior (VCS), el timo (T), el esófago (E) y ganglios linfáticos mediastínicos de tamaño normal (flechas curvas). Obsérvese la forma triangular
del timo (T). Una imagen a la altura de la carina traqueal (C) muestra la arteria pulmonar izquierda (API), la vena cava superior (VCS), la aorta
ascendente (AA) y descendente (AD), el timo (T), el esófago (E) y la vena ácigos (Ac). Una imagen al nivel de los bronquios principales derecho (BPD)
e izquierdo (BPI) (D) muestra el timo (T), la aorta ascendente (AA) y descendente (AD), la vena caba superior (VCS), el tronco arterial (TA),
el esófago (E) y la vena ácigos (Ac). Una imagen al nivel del bronquio intermedio (BI) (E) muestra las arterias y venas mamarias internas derechas
e izquierdas (MI), el timo (T), las arterias pulmonares principal (APP), derecha (APD) e interlobar izquierda (APII), la vena cava superior (VCS),
la vena pulmonar superior izquierda (VPSI), la confluencia de las venas del lóbulo superior derecho para formar la vena pulmonar superior
derecha (VPSD), el esófago (E) y la vena ácigos (Ac). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases
of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
76 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

El compartimiento medio abarca el pericardio y su contenido, La medición más fiable del tamaño del timo en la TC es el gro-
las porciones ascendente y transversal de la aorta, las venas sor (eje corto o dimensión transversal de un lóbulo). General-
cavas superior e inferior, las arterias y venas braquiocefálicas mente se acepta que el grosor máximo de un timo normal en
(innominadas), los nervios frénicos y la porción cefálica de los personas menores de 20 años es de 1,8 cm, mientras que en per-
nervios vagos, la tráquea y los bronquios principales y sus gan- sonas de 20 años o mayores es de 1,3 cm275, 276.
glios linfáticos acompañantes, y las arterias y venas pulmonares
principales. Líneas e interfases mediastínicas
El compartimiento posterior está limitado por delante por el
pericardio y la parte vertical del diafragma, lateralmente por las Línea de unión anterior. A medida que los dos pulmones se
pleuras mediastínicas y posteriormente por los cuerpos de las vér- aproximan anteromedialmente, están separados por cuatro capas
tebras torácicas. Contiene la aorta torácica descendente, el esófa- de pleura y una cantidad variable de tejido adiposo mediastínico
go, el conducto torácico, las venas ácigos y hemiácigos, nervios interpuesto que forman un tabique de grosor variable (la línea de
autónomos, grasa y ganglios linfáticos. unión anterior o línea mediastínica anterior) (figura 1-75). En
una radiografía PA de tórax esta línea típicamente tiene una
Timo orientación oblicua desde la zona superior derecha a la zona
superior izquierda detrás del esternón.
El timo se encuentra en la porción anterosuperior del mediastino Ventana aortopulmonar. La ventana aortopulmonar está for-
y en los adultos generalmente se extiende desde un punto que mada por un espacio que está situado entre el cayado de la aorta
está por encima del manubrio hasta el cuarto cartílago costal. Por y la arteria pulmonar izquierda. Está ocupado principalmente
detrás se relaciona con la tráquea, el cayado aórtico y sus ramas y por grasa mediastínica. Su límite medial es el ligamento del con-
el pericardio que recubre la aorta ascendente y la arteria pulmo- ducto arterial, y su límite lateral está formado por la pleura
nar principal (figura 1-74). mediastínica y visceral que recubren el pulmón izquierdo; este
En las radiografías convencionales la glándula es visible sólo último límite crea la interfase de la ventana aortopulmonar (fi-
en lactantes y niños pequeños, en los que llena buena parte del gura 1-76). En el interior de este espacio hay grasa, el nervio
espacio mediastínico anterior. En un estudio con TC de 154 per- laríngeo recurrente izquierdo y ganglios linfáticos. El límite la-
sonas normales se encontró en todas las personas menores de 30 teral (interfase de la ventana aortopulmonar) normalmente es
años, en el 73% de las personas de entre 30 y 49 años y en el 17% cóncavo o recto.
de las personas mayores de 49 años274. El tamaño máximo se Interfases traqueales. Normalmente la tráquea está limitada
observó en personas de entre 12 y 19 años de edad, y la regresión en su cara lateral derecha por la pleura que recubre el lóbulo
se producía entre los 20 y los 60 años. La mayor parte de las glán- superior derecho; sus caras anterior y posterior están limitadas en
dulas tiene una configuración en cabeza de flecha; aproximada- un grado variable. El contacto del pulmón derecho en la zona
mente un tercio tiene lóbulos derecho e izquierdo separados274. supraácigos con la pared lateral derecha de la tráquea crea una

FIGURA 1-74
Timo normal perfilado por un neumomediastino. Las radiografías de tórax posteroanterior (A) y lateral (B) de un niño de 10 años que tenía
neumomediastino muestran la localización normal del timo, que es perfilado por el aire que lo rodea (flechas). Obsérvese que el lóbulo izquierdo del timo es
mayor que el lóbulo derecho. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 77

FIGURA 1-75
Línea de unión anterior y receso superior. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) de un varón de 32 años de edad
muestra la línea de unión anterior (flechas grandes) que se extiende desde la derecha hacia la izquierda en dirección caudal desde
el nivel del cayado aórtico. Inmediatamente por debajo del cayado hay una zona en forma de V (flechas pequeñas) que representa el
triángulo mediastínico anterior. Una TC a la altura de los bronquios principales (B) muestra que los pulmones derecho e izquierdo
están adosados delante del mediastino. La línea de unión anterior está formada por la aposición de las pleuras viscerales
mediastínicas de los pulmones derecho e izquierdo. Una TC por encima del cayado aórtico (C) muestra que a esta altura los
pulmones están separados por los grandes vasos y la grasa mediastínica, lo que es responsable del triángulo mediastínico anterior
que se ve en la radiografía. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

banda delgada de densidad de tejidos blandos que habitualmen- anterior a los cuerpos vertebrales 3.° a 5.°, donde forman una
te se puede ver en las radiografías frontales de tórax, y que se ha aposición pleural que, junto con el tejido mediastínico interpues-
denominado banda paratraqueal derecha. Esta banda está forma- to, forma la línea de unión posterior. En una radiografía PA la línea
da por la pared derecha de la tráquea, la pleura parietal y visceral de unión posterior habitualmente se proyecta a través de la
contigua y una cantidad variable de grasa mediastínica277. El gro- columna de aire de la tráquea; puede ser recta o ligeramente con-
sor de la banda se debe medir por encima del nivel de la vena áci- vexa hacia la izquierda. Cuando el tejido mediastínico interpues-
gos; un aumento de grosor en radiografías seriadas es un signo to es abundante o un espacio retroesofágico estrecho impide la
patológico más importante que una medición única. aposición pulmonar, la línea de unión posterior puede aparecer
El grosor máximo normal de la banda es de 4 mm277. Su como una banda diferenciada279.
ensanchamiento (mayor de 5 mm) se puede deber a aumento del Receso acigoesofágico. La vena ácigos asciende en el medias-
tamaño de los ganglios linfáticos paratraqueales, hemorragia tino posterior hacia el lado derecho por delante de la columna
mediastínica o enfermedad de la pleura o de la pared traqueal. No vertebral. El esófago habitualmente está localizado ligeramente
es un signo particularmente sensible porque está presente en sólo por delante y a la izquierda de la vena en la región prevertebral,
aproximadamente el 30% de los pacientes que tienen aumento aunque a veces están en contacto. El receso acigoesofágico está for-
del tamaño de los ganglios linfáticos en la TC278. mado por el contacto del lóbulo inferior derecho con el esófago y
La banda traqueal posterior es una opacidad de orientación la porción ascendente de la vena ácigos (figura 1-77)280, 281.
vertical que está formada por la pared posterior de la tráquea en El receso se identifica frecuentemente en una radiografía PA
el punto en el que entra en contacto con el parénquima del lóbu- bien penetrada como una interfase que se extiende desde el dia-
lo superior derecho. fragma por abajo hasta el nivel del cayado de la ácigos por arri-
Línea de unión posterior. Los vértices de los lóbulos superio- ba. Típicamente se ve como un arco de profundidad variable
res derecho e izquierdo entran en contacto con el mediastino cóncavo hacia la derecha; sin embargo, en adultos jóvenes se
detrás del esófago, por delante del primer y segundo cuerpos ver- puede ver una línea recta o una interfase ligeramente convexa
tebrales. Cuando lo hacen, generan una opacidad triangular con hacia la derecha282. Una convexidad derecha focal del receso aci-
forma de V que constituye el triángulo mediastínico posterior; este goesofágico debe hacer sospechar una alteración subyacente
triángulo está limitado por los recesos superiores derechos e como una hernia hiatal, un tumor esofágico o un quiste por du-
izquierdo. Caudalmente los pulmones se introducen más profun- plicación, una dilatación de la vena ácigos o aumento de tamaño
damente en una localización prevertebral posterior al esófago y de los ganglios linfáticos subcarínicos281.
78 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

En personas normales el diámetro transversal del corazón, medi-


do en radiografías PA estándar, está habitualmente en el intervalo de
11,5 a 15,5 cm149; mide menos de 11,5 cm en aproximadamente el
5% y sólo raras veces supera los 15,5 cm (en personas obesas de
VBC complexión robusta). La costumbre de intentar evaluar el tamaño
cardíaco poniéndolo en relación con el diámetro transversal del
CA tórax (índice cardiotorácico), aunque es útil, tiene posibles desven-
tajas. En una radiografía PA habitualmente se acepta que un índice
cardiotorácico del 50% es el límite superior de la normalidad; sin
embargo, el índice supera el 50% en al menos el 10% de las perso-
AP nas normales149. La medición del índice es especialmente engañosa
en personas que tienen un corazón pequeño; por ejemplo, en una
persona que tiene un diámetro cardíaco transverso de 8 cm en un
tórax de 24 cm el corazón tendría que aumentar de tamaño 4 cm
antes de que el índice cardiotorácico alcanzara el 50%149. En nues-
AD
tra opinión es preferible evaluar subjetivamente el tamaño cardía-
co; de manera alternativa, es razonable asumir que un corazón cuyo
diámetro transversal supera los 16 cm está aumentado de tamaño.
El tamaño y el contorno del corazón también están influidos por:
1) la altura del diafragma, que a su vez depende del grado de insu-
FIGURA 1-76 flación pulmonar (cuanto más baja sea la posición del diafragma,
más larga y más estrecha será la silueta cardiovascular); 2) la presión
Ventana aortopulmonar. Una imagen de RM de un varón de 83 años
muestra las estructuras que forman el borde mediastínico izquierdo. Se puede
intratorácica, que también influye sobre el aspecto del patrón vascu-
ver grasa lateral al cayado aórtico (CA) y la arteria pulmonar principal (AP), lar pulmonar; 3) la posición corporal (asumiendo la igualdad de
y perfila la región de la ventana aortopulmonar. Se puede ver que el todos los demás factores, el corazón es más ancho cuando una per-
ligamento del conducto arterial (flecha) perfila el borde medial de la ventana sona está tumbada que cuando está erguida); 4) la sístole y la diás-
aortopulmonar. También se puede ver la arteria carótida izquierda, la vena tole (p. ej., en un estudio la modificación del diámetro cardíaco
braquiocefálica derecha (VBC), la vena cava superior y la aurícula derecha (AD).
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s transversal entre ambas fases del ciclo cardíaco en las radiografías PA
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) fue de 0,3 cm o menos en el 52% de las personas, de 04 a 0,9 cm en
el 41% y de 1 a 1,7 cm en el 7%283), y 5) radiografías PA frente a AP
(el corazón aparece amplificado y de mayor tamaño en las radio-
Corazón grafías que se obtienen con una proyección AP del haz de rayos X).
Las acumulaciones de grasa son frecuentes en los recesos car-
En una radiografía frontal de un tórax normal la posición del diofrénicos de ambos lados y producen una configuración angu-
corazón en relación con la línea media del tórax depende lar obtusa del mediastino inferior en su unión con el diafragma.
mucho de la constitución del paciente. Asumiendo que la radio- La densidad de las acumulaciones de grasa puede ser ligeramen-
grafía se realiza con los pulmones totalmente insuflados, la te menor que la del corazón, y este contraste de densidades pue-
sombra cardíaca está situada casi exactamente en la línea media, de permitir identificar la posición aproximada de los bordes car-
con sólo una ligera proyección hacia la izquierda; en personas díacos. Las sombras grasas pleuropericárdicas no se deben inter-
de constitución más robusta está un poco más a la izquierda de pretar erróneamente como aumentos de tamaño del corazón ni
la línea media149. como masas mediastínicas o diafragmáticas.

FIGURA 1-77
Receso acigoesofágico. Una radiografía
posteroanterior de tórax (A) de un varón
de 36 años muestra una interfase normal
del reflejo receso acigoesofágico (flechas)
que se extiende desde el nivel de la carina
traqueal hasta el diafragma para formar un
arco poco profundo convexo hacia la
derecha. Una TC (B) muestra que
la interfase se debe al contacto entre el
pulmón derecho y el mediastino posterior
(de manera más específica, entre el
pulmón derecho y el esófago [flecha recta]
y la vena ácigos [flecha curva]). (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 79

CONTROL DE LA RESPIRACIÓN similar, la respuesta ventilatoria aguda a la hipoxia como conse-


cuencia de la estimulación de los quimiorreceptores periféricos es
El sistema de control de la respiración se puede dividir en cuatro contrarrestada parcialmente por la consiguiente alcalosis hipocáp-
componentes (figura 1-78): 1) impulsos aferentes hacia un contro- nica. Se producen modificaciones del pH del líquido cefalorraquí-
lador respiratorio central, 2) el controlador y su integración cen- deo cuando los iones de hidrógeno se equilibran a través de la
tral, 3) impulsos eferentes desde el centro respiratorio y 4) los órga- barrera hematoencefálica durante un período de horas. Así, si la aci-
nos efectores de los impulsos eferentes, los músculos respiratorios. dosis es prolongada se produce una disminución progresiva del pH
cefalorraquídeo hasta niveles más ácidos, dando lugar de esta mane-
Impulsos aferentes ra a una estimulación progresiva de la ventilación, y la PCO2 arterial
sigue disminuyendo cuando se mantiene la acidosis metabólica.
Los tres orígenes principales de los impulsos aferentes que llegan al Receptores del aparato respiratorio y de los pulmones. El
regulador central de la respiración son: 1) los quimiotreceptores centro respiratorio recibe impulsos aferentes procedentes de recep-
periféricos y centrales, que responden a variaciones de la PO2, PCO2 tores que están a todos los niveles del aparato respiratorio, que inclu-
y concentración de iones de hidrógeno en la sangre arterial; 2) yen la nariz, la nasofaringe y la laringe288, 289. Los receptores traqueo-
receptores del aparato reespiratorio y de los pulmones, que reciben bronquiales son los que se han estudiado de manera más exhaustiva
las influencias de la mecánica pulmonar; y 3) husos musculares y e incluyen receptores de irritación, receptores de distensión y recep-
órganos tendinosos de los músculos respiratorios, que monitori- tores «J». La estimulación de los receptores de irritación da lugar a
zan la eficacia de la contracción del sistema efector periférico. una respiración rápida y superficial, y se la ha implicado en la alte-
Quimiorreceptores periféricos. El cuerpo carotídeo es el prin- ración del patrón respiratorio que se ve en pacientes que tienen
cipal quimiorreceptor periférico284. Está formado en parte por célu- enfermedades de las vías aéreas como asma y EPOC. Los receptores
las glómicas que contienen abundante dopamina. Como la hipoxia de distensión pulmonar son responsables del reflejo de Hering-
aumenta la liberación y síntesis de dopamina por estas células, Breuer (interrupción del impulso respiratorio neural producida por
es probable que actúen como transductores quimiorreceptores que es- la insuflación pulmonar). Estos receptores responden aumentando la
timulan las terminaciones nerviosas aferentes postsinápticas que frecuencia de descarga con la insuflación pulmonar o con el aumen-
están contenidas en el interior del cuerpo carotídeo. Este órgano tie- to de la presión transpulmonar. La estimulación de los receptores
ne una vascularización enorme y recibe hasta 2 l/min/100 g de teji- «J» da lugar a una respiración rápida y superficial, constricción
do (más de 40 veces el flujo por gramo que recibe el cerebro); esta laríngea, hipotensión y bradicardia. El vago también transporta
vascularización masiva da lugar a una PO2 prácticamente constante impulsos aferentes desde órganos viscerales subdiafragmáticos que
cuando la sangre atraviesa el tejido quimiorreceptor. pueden producir inhibición refleja de la función de los músculos
Las fibras aferentes que proceden del cuerpo carotídeo viajan respiratorios y disminución de la ventilación pulmonar regional290.
por el nervio glosofaríngeo y estimulan la respiración durante la Impulsos aferentes de los músculos respiratorios. Los
hipoxia mediante la liberación de la sustancia P285. Su descarga principales receptores del músculo estriado son los órganos tendi-
aumenta no sólo por la hipoxia, sino también por la hipercapnia nosos de Golgi y los husos musculares. Los primeros parecen ser
y las modificaciones del pH. Las respuestas hipóxica e hipercápni- más importantes en el diafragma, en el que son poco abundantes
ca son aditivas, de modo que ambos estímulos en conjunto dan los husos musculares. Por el contrario, los husos musculares pre-
lugar a una potenciación de la respuesta. Además, parece produ- dominan en los músculos intercostales, tanto inspiratorios como
cirse un aumento de la estimulación cuando hay cambios rápidos espiratorios, así como en los músculos accesorios de la respiración.
de la PO2 y PCO2 arteriales, lo que indica que la velocidad de modi- Se desconoce la función precisa de estos receptores y su influencia
ficación de la presión parcial de los gases de la sangre arterial es un sobre el controlador respiratorio central, aunque los resultados de
estímulo tan importante como la concentración media286. varios estudios indican que pueden ser importantes; por ejemplo,
Cuando no hay quimiorreceptores periféricos se produce abo- la sección de las raíces cervicales y torácicas dorsales puede produ-
lición de la respuesta ventilatoria hipóxica, y de hecho la hipoxe- cir una parálisis transitoria de los músculos respiratorios291.
mia puede producir depresión ventilatoria; sin embargo, se con-
serva el 85% de la respuesta ventilatoria al CO2. Controlador central
Quimiorreceptores centrales. Las células que actúan como
quimiorreceptores centrales están entre 200 y 500 µm por debajo El control central del ritmo y del patrón de la respiración se puede
de la superficie del bulbo raquídeo ventrolateral. Mediante RM originar en los centros corticales voluntarios o en los centros auto-
estas zonas muestran aumento del flujo sanguíneo durante la máticos del tronco cerebral292. La respiración automática se origi-
inhalación de mezclas hipercápnicas de gas287. Su estímulo es la na en una acumulación muy compleja de grupos de células ner-
concentración de iones de hidrógeno del líquido extracelular viosas interconectadas que está situada en el bulbo raquídeo y en la
cerebral. Como la barrera hematoencefálica es permeable sin obs- protuberancia. En el bulbo las neuronas respiratorias están agru-
táculos al dióxido de carbono pero no a los iones de hidrógeno ni padas en dos zonas diferentes: 1) el grupo respiratorio dorsal (GRD),
de bicarbonato, la acidosis hipercápnica es un estímulo más que está formado por dos agregados bilaterales de neuronas que
potente de los quimiorreceptores centrales que la acidosis meta- están localizados cerca del núcleo del tracto solitario y que está
bólica aguda. De hecho, con el aumento de la concentración de formado casi exclusivamente por células inspiratorias, y 2) el gru-
iones de hidrógeno circulantes que se asocia a la acidosis meta- po respiratorio ventral (GRV), que está cerca del núcleo ambiguo
bólica se produce estimulación de los quimiorreceptores periféri- y del núcleo retroambiguo y que contiene células tanto inspirato-
cos, lo que da lugar a aumento de la ventilación y disminución de rias como espiratorias.
la PCO2; así, realmente puede haber una disminución paradójica Se piensa que los axones que se originan en el GRD se proyec-
de la concentración de iones de hidrógeno en el líquido cefalo- tan hacia la médula espinal contralateral y descienden por la mis-
rraquídeo a pesar de la acidosis metabólica sanguínea. ma, y actúan como el principal estímulo rítmico respiratorio de
Un pH mayor en el líquido cefalorraquídeo tiende a atenuar la las células de las astas anteriores que inervan el diafragma y los
respuesta ventilatoria central a la acidosis metabólica. De manera músculos intercostales inspiratorios. Los axones del GRD también
80 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

CORTEZA CEREBRAL
Control voluntario

TRONCO ENCEFÁLICO
Control automático
Receptores de las vías
aéreas superiores Centro neumotáxico

Protuberancia
Cuerpo
carotídeo V Centro apnéustico

IX G
R RD Bulbo
D G
G V raquídeo
R R
Cuerpo X V G
aórtico

Médula cervical
Músculos de las vías
aéreas superiores

Nervio frénico

Distensión

Irritación Médula torácica


Diafragma
J

Receptores
pulmonares Nervios hacia
los músculos
intercostales
y abdominales

Huso muscular

FIGURA 1-78
Sistema de control respiratorio. El control respiratorio central es compartido por centros voluntarios (cerebrales) y autónomos. Las fibras eferentes de
cada uno de los centros siguen un trayecto por vías medulares distintas, como se representa en el lado izquierdo de la médula espinal en corte coronal (lado
derecho del dibujo). Hay diversas interconexiones entre la corteza y los diferentes componentes del tronco encefálico. El centro neumotáxico y el centro
apnéustico protuberancial se denominan en la actualidad grupo respiratorio pontino. Las fibras aferentes que ascienden con los pares craneales V, IX y X
desde los receptores de las vías aéreas superiores, los quimiorreceptores periféricos y los receptores viscerales y pulmonares conectan con el grupo
respiratorio dorsal ipsolateral de neuronas (GRD). Además, impulsos aferentes procedentes de los órganos tendinosos de Golgi y de los husos musculares
de los músculos intercostales viajan por los nervios frénicos e intercostales y llegan a las células del asta anterior, además de ascender hasta el GRD
a través de las columnas dorsales. Las neuronas respiratorias del GRD están conectadas a las del grupo respiratorio ventral (GRV), en las que se originan los
impulsos neurales descendentes. Las fibras eferentes se cruzan en el tronco cerebral y descienden por la médula espinal para inervar los músculos diafragma,
intercostales, accesorios y espiratorios. Las neuronas del GRV también tienen proyecciones a través de los pares craneales ipsolaterales IX, X y XII hasta las
vías aéreas superiores, donde inervan los músculos laríngeos, geniogloso, geniohioideo y otros músculos de las vías aéreas superiores. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 81

se proyectan para estimular las células del GRV, que no parecen Las alteraciones genéticas o adquiridas de la respuesta ventila-
tener una ritmicidad respiratoria inherente ni aferencias sensitivas toria pueden tener efectos profundos sobre las enfermedades pulmo-
procedentes de los quimiorreceptores y mecanorreceptores perifé- nares. Por ejemplo, se ha propuesto que los impulsos ventilatorios
ricos o centrales. Los axones del GRV se decusan y descienden por determinados genéticamente a la hipoxia y a la hipercapnia influyen
la médula espinal para inervar las células de las astas anteriores de la sobre el patrón y la evolución de la EPOC; los pacientes que tienen
médula cervical y torácica; éstas, a su vez, se proyectan hacia los respuestas rápidas o intensas al dióxido de carbono y a la hipoxia
músculos intercostales inspiratorios y espiratorios, así como hacia tienden a mantener las presiones parciales de gases casi normales a
los músculos abdominales y accesorios de la respiración y los pesar de tener una obstrucción significativa de las vías aéreas (sopla-
músculos de las vías aéreas superiores, que son importantes para dores rosados), mientras que los que tienen disminución de las res-
mantener la permeabilidad de las vías aéreas superiores. puestas ventilatorias tienden a tener hipoventilación (abotargados
Otros dos centros de control de la respiración, el centro neu- azules)297. Las variaciones hereditarias del impulso ventilatorio tam-
motáxico (CN) y el centro apnéustico (CA), están localizados en la bién pueden afectar a la capacidad de las personas normales de rea-
protuberancia. Aunque su actividad no es absolutamente nece- lizar diversas funciones; por ejemplo, los atletas de resistencia entre-
saria para la generación de los impulsos eferentes respiratorios nados tienen una reducción significativa del impulso respiratorio a
rítmicos, claramente influyen y modulan los impulsos eferentes la hipoxemia y a la hipercapnia en comparación con controles nor-
del centro respiratorio bulbar293; el ritmo que se genera en el bul- males que no pertenecen a atletas, mientras que escaladores de alti-
bo aislado es más lento y de una naturaleza más jadeante que el tudes elevadas que tienen un grado de forma similar tienen un
que se genera cuando el CN y el CA están intactos. aumento significativo del impulso hipercápnico e hipóxico cuando
La inspiración se inicia por el comienzo rápido de la actividad se les compara con corredores de larga distancia298.
de las neuronas motoras inspiratorias del GRD, seguido de una
rampa lentamente creciente de actividad. La activación de los Control de la ventilación durante el ejercicio
músculos inspiratorios se puede prolongar hasta las primeras fases
de la espiración para retrasar el flujo espiratorio. Las neuronas La respuesta ventilatoria al ejercicio está formada por cuatro
espiratorias no se activan durante la respiración tranquila, aunque fases299. La fase I es un aumento súbito de la ventilación que coinci-
se pueden reclutar durante el aumento del impulso ventilatorio294. de con el inicio del ejercicio. Este aumento se produce antes de que
Aunque la mayor parte de nuestro conocimiento sobre el con- se produzca cualquier alteración de las presiones parciales de los
trol respiratorio central se refiere a los mecanismos automáticos gases de la sangre venosa mixta y se denomina «componente neu-
de control del tronco cerebral, es evidente que la corteza cerebral rógeno» de la respuesta ventilatoria, aunque se desconoce la vía
puede influir sobre los mecanismos del tronco cerebral o evitar- neural precisa que media esta respuesta. La fase II comienza aproxi-
los completamente para conseguir actividades respiratorias rela- madamente 10 o 15 segundos después del inicio del ejercicio, coin-
cionadas con el comportamiento como el habla, la tos y la defe- cidiendo con las alteraciones de las presiones parciales de los gases
cación. Durante la actividad voluntaria los requisitos de tono o sanguíneos de la sangre venosa mixta. Los cuerpos carotídeos parti-
intensidad pueden superar los impulsos aferentes químicos y cipan de alguna manera en esta fase porque los pacientes que no tie-
mecánicos; por ejemplo, durante el habla hay una depresión mar- nen cuerpos carotídeos tienen un retraso de la respuesta ventilatoria.
cada de la respuesta al dióxido de carbono inhalado y disminuye La fase III representa la respuesta en estado estable y está muy aso-
la sensación de disnea cuando se compara con concentraciones ciada a la producción de dióxido de carbono. Finalmente, durante
similares de dióxido de carbono que se producen sin el habla295. el ejercicio intenso (fase IV) hay un aumento adicional de la venti-
lación que coincide con la producción metabólica de ácido láctico.
Impulsos eferentes Este estadio se denomina umbral anaeróbico, y en este punto la ven-
tilación ya no está acoplada a la producción metabólica de dióxido
Las mediciones básicas de los impulsos eferentes que se utilizan de carbono. Esta hiperpnea final inducida por la acidosis láctica está
para evaluar el control respiratorio son la ventilación minuto y sus mediada por los quimiorreceptores periféricos.
componentes el volumen corriente (VC) y la frecuencia respirato-
ria (f). La propia ventilación minuto se puede dividir en el flujo Compensación de las cargas ventilatorias
inspiratorio medio (VC/Ti) y el cociente entre el tiempo inspira- añadidas
torio y el tiempo del ciclo respiratorio total (Ti/Ttot). Se ha pro-
puesto que VC/Ti refleja el impulso neural, mientras que Ti/Ttot Los músculos respiratorios actúan contra cargas elásticas y de resis-
es una medida de los mecanismos de determinación de la secuen- tencia que pueden variar mucho en condiciones fisiológicas nor-
cia de estimulación central; estas mediciones se han aceptado de males y durante la enfermedad. Estudios en seres humanos han
manera generalizada en el análisis del control respiratorio296. mostrado que la reducción del volumen corriente que se produce
Los impulsos aferentes más frecuentes mediante los que se con estas cargas añadidas es menor de lo que cabría esperar según
evalúa el control de la respiración son el dióxido de carbono y una base puramente mecánica, lo que indica que actúan mecanis-
oxígeno inhalados, que se administran a concentraciones crecien- mos compensadores para garantizar una ventilación adecuada de
tes y decrecientes, respectivamente; también se pueden medir las los ácinos. El primero de estos mecanismos se relaciona con las
respuestas a cargas de resistencia y elásticas adicionales y las res- propiedades mecánicas básicas del músculo esquelético. Como la
puestas al ejercicio. En personas normales, la hipercapnia progre- fuerza que genera el músculo esquelético se relaciona inversamen-
siva produce un aumento lineal de la ventilación, aunque la pen- te con su velocidad de acortamiento, un músculo que no está
diente de la curva varía mucho entre diferentes personas. Duran- sometido a carga se acorta rápidamente y produce poca fuerza; sin
te la hipoxemia progresiva se genera una curva parabólica de ven- embargo, cuando se añade una carga, el acortamiento se enlentece
tilación respecto a la PO2, con un aumento escaso de la ventila- y aumenta la generación de fuerza, lo que da lugar a una tendencia
ción hasta que la PO2 disminuye hasta entre 50 y 60 mm Hg; sin a contrarrestar la disminución esperada del volumen corriente.
embargo, también hay una amplia variación de esta relación El segundo mecanismo incluye reflejos que se inician en los
entre diferentes personas. mecanorreceptores del pulmón y de la pared torácica, particular-
82 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

mente los receptores de distensión pulmonar. Cuando se añade Durante las fases 1 y 2 del sueño de ondas lentas se puede produ-
una carga elástica o de resistencia se enlentece la inspiración. cir respiración periódica similar a la respiración de Cheyne-Stokes,
Como los receptores de distensión pulmonar se adaptan rápida- que cambia a un patrón regular durante las fases más profundas (3
mente con el tiempo, su nivel de actividad a cualquier volumen y 4) del sueño de ondas lentas. El patrón respiratorio durante el
durante la inspiración está reducido; esta reducción de la activi- sueño REM se caracteriza como irregular y no como periódico.
dad da lugar a una inspiración prolongada, que tiende a aumen- También se produce una profunda alteración de la reactividad
tar el volumen corriente de nuevo hacia los niveles controles300. de los mecanismos de control respiratorio a los impulsos aferen-
Los husos musculares modulan un tercer mecanismo median- tes durante el sueño; hay disminución de la reactividad a la hiper-
te el cual se consigue la compensación de la carga. Estos receptores capnia durante el sueño de ondas lentas, que aumenta aún más
contienen fibras intrafusales que regulan la distensión de los durante el sueño REM. También parece que los centros respirato-
husos y se contraen de manera concertada con las fibras extrafu- rios «ignoran» los impulsos aferentes procedentes de otros oríge-
sales que mueven la caja costal. Esto estimula las aferentes gamma, nes durante el sueño; la descarga de los receptores pulmonares de
que mediante el reflejo medular producen aumento de las eferen- distensión y de irritación, así como los impulsos que proceden
cias de las neuronas motoras hacia los músculos inspiratorios. Un de los husos musculares, son menos eficaces en el aumento de la
último mecanismo de compensación de la carga se inicia cuando ventilación y la compensación de las cargas durante el sueño.
los quimiorreceptores centrales y periféricos detectan modifica-
ciones de la composición de los gases de la sangre arterial300.
La sensación respiratoria y el síntoma de la disnea están muy MÚSCULOS RESPIRATORIOS
relacionados con la detección y la compensación de la carga. La dis-
nea (la conciencia desagradable de respirar, o la dificultad respira- Los músculos respiratorios se pueden dividir en cuatro grupos
toria) se debe distinguir de la hiperventilación (que se define como que tienen diferentes funciones y mecanismos de acción: los
una reducción de la PCO2 arterial) y de la taquipnea (respiración músculos de las vías aéreas superiores, el diafragma, los músculos
rápida). Los datos de que se dispone indican que se produce disnea intercostales y accesorios y los músculos abdominales305.
cuando los impulsos aferentes que proceden de los músculos respi- Diversos músculos de las vías aéreas participan en la respira-
ratorios de alguna manera indican que hay inadecuación del impul- ción306. Las alas de la nariz son músculos dilatadores que se acti-
so neurógeno central para respirar y el consiguiente desplazamien- van durante el aumento del impulso respiratorio. La vía de respi-
to del pulmón y de la pared torácica301. No está producida por ración nasal frente a la oral está determinada por la acción de los
modificaciones de las presiones parciales de los gases arteriales. músculos palatales, el palatogloso y el elevador del paladar307. Los
músculos geniogloso y geniohioideo, así como los músculos de la
Control de la respiración durante el sueño laringe y de la faringe, actúan tensando las vías aéreas e impidien-
do el colapso durante la espiración. Los receptores de la hipofa-
El sueño tiene una influencia profunda sobre los diversos aspec- ringe y de la laringe responden a la presión negativa mediante la
tos del control de la respiración (tabla 1-3)302, 303. La ventilación activación refleja de los músculos de las vías aéreas superiores. Se
en reposo disminuye durante el sueño de ondas lentas, y tanto el contraen simultáneamente a los músculos inspiratorios, aunque
volumen corriente como la frecuencia son menores que durante su actividad electromiográfica comienza un poco antes y llega a su
la vigilia304. Durante el sueño de movimientos oculares rápi- máximo durante el flujo inspiratorio máximo y no al volumen
dos (MOR), la ventilación en reposo varía como consecuencia de inspirado máximo. Los músculos de las vías aéreas superiores son
una marcada irregularidad del patrón respiratorio, pero en con- más sensibles que los demás músculos respiratorios a la depresión
junto lo habitual es la hiperventilación y no la hipoventilación. por el sueño308, la anestesia y el consumo de alcohol309.
El diafragma es el principal músculo de la respiración. Proba-
blemente actúa de manera aislada durante la respiración tranqui-
TABLA 1-3. Efectos del sueño sobre la respiración
la, y los músculos intercostales y accesorios sólo se reclutan cuan-
Sueño de Sueño do se produce aumento de la demanda de ventilación. Sin embar-
Actividad respiratoria ondas lentas MOR go, los músculos intercostales tienen cierto grado de actividad
Ventilación alveolar Disminución por Variable
muscular inspiratoria tónica en posición erguida que impide que
↓ VC y ↓ F el movimiento paradójico hacia dentro de la caja torácica cuando
PCO2 arterial ↑ 4 mm Hg-6 mm Hg Variable desciende el diafragma. Los músculos intercostales incluyen los
PO2 arterial ↓ 4 mm Hg-8 mm Hg Variable intercostales internos (espiratorios) y externos (inspiratorios). Los
Patrón respiratorio Fases 1 y 2 periódicas Irregular principales músculos accesorios son los escalenos, los esternoclei-
Fases 3 y 4 regulares ↑F más ↓VC
Contracción diafragmática Sin alteraciones Sin alteraciones domastoideos y los trapecios. Los músculos abdominales incluyen
Contracción intercostal ↓ ↓↓ los músculos rectos y transversos del abdomen y los oblicuos
Contracción de los músculos ↓ ↓↓ externos e internos. En personas sanas, la espiración es principal-
de las vías aéreas superiores mente pasiva, y la actividad de los músculos respiratorios se mani-
Respuesta ventilatoria al CO2 ↓ ↓↓
Respuesta ventilatoria ↓ ↓↓
fiesta sólo cuando la ventilación minuto supera aproximadamen-
a la hipoxemia te el 50% de la ventilación voluntaria máxima310.
Respuesta a los impulsos ↓ ↓↓
aferentes pulmonares Diafragma
Respuesta a los impulsos ↓ ↓↓
aferentes de los músculos
respiratorios Anatomía

REM, movimientos oculares rápidos.


La porción central del diafragma (el tendón central) está formada
Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of por una lámina ancha de fibras musculares que se decusan y que tie-
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999. nen una forma similar a un bumerán, de modo que la punta del
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 83

AGUJEROS DE MORGAGNI
Esternón

I
VC

óf.
Es

rta
ao

Pilar
Psoas

AGUJEROS DE BOCHDALEK
FIGURA 1-79
Anatomía del diafragma normal visto desde debajo. Véase el texto. VCI, vena cava inferior. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

bumerán se dirige hacia el esternón y la concavidad hacia la colum- sometidas a fatiga glucolítica (tipo 2b). Cada uno de estos tipos tie-
na vertebral (figura 1-79). Las fibras musculares costales se originan ne características fisiológicas y perfiles histoquímicos específicos312, y
por delante en la apófisis xifoides y alrededor de la convexidad del todas las fibras de las unidades motoras individuales son del mismo
tórax desde las costillas 7.a a 12.a; por detrás, las fibras crurales se tipo. Normalmente las fibras de tipo 1 representan aproximadamen-
originan en los bordes laterales de la primera, segunda y tercera vér- te el 50% de las fibras musculares, mientras que las fibras de tipo 2a
tebras lumbares en el lado derecho, y de la primera y segunda vérte- representan aproximadamente el 20% y las de tipo 2b aproximada-
bras lumbares a la izquierda. Estas fibras convergen hacia el tendón mente el 30%; se puede concebir que estos porcentajes podrían
central y se insertan en el mismo casi perpendiculares a su borde. modificarse con la atrofia o el entrenamiento de los músculos res-
Se puede considerar que el diafragma son dos músculos distin- piratorios. Es probable que el diafragma se comporte como otros
tos que tienen inervación y vascularización separadas, así como músculos esqueléticos y que las unidades motoras de contracción
funciones distintas311. La porción costal está mecánicamente en lenta se recluten durante las contracciones de baja intensidad, como
paralelo con los músculos intercostales y accesorios, y la contrac- la respiración tranquila sostenida, y que las unidades de contracción
ción de esta porción produce descenso del diafragma y elevación rápida, tanto resistentes a la fatiga como susceptibles a la fatiga, ten-
de la caja costal; por el contrario, la porción crural actúa en para- gan una función mayor cuando aumenta la actividad respiratoria.
lelo con el diafragma costal y en serie con los músculos intercos- El diafragma recibe su vascularización de las arterias frénicas e
tales y accesorios, y la contracción de esta porción produce des- intercostales y las ramas de las arterias torácicas (mamarias) inter-
censo del diafragma sin elevación de la caja costal (figura 1-80). nas. Las arterias mamarias internas y las arterias frénicas se anas-
El diafragma está formado por tres tipos de fibras muscula- tomosan para formar un círculo arterial alrededor del tendón cen-
res: 1) unidades de contracción lenta resistentes a la fatiga oxi- tral; este círculo, a su vez, da ramas que forman una arcada. Se for-
dativa, 2) unidades de contracción rápida resistentes a la fatiga glu- ma un segundo círculo arterial por las intercostales que rodean la
colítica oxidativa (tipo 2a) y 3) unidades de contracción rápida inserción del diafragma. Esta diversidad de aporte vascular puede
84 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

Músculo
esternocleidomastoideo

Escaleno
Músculos
de la caja costal
Intercostales
internos

l Intercostales
sta
a co externos
j
Ca

Esqueleto óseo

Esqueleto óseo
Tendón Ppl
Ppl
central
Diafragma
Pab crural Pab
Diafragma
costal Oblicuo externo
Pared abdominal
Pared
abdominal Transverso
Músculos del abdomen
abdominales Oblicuo interno
Rector del abdomen

FIGURA 1-80
Modelo mecánico de los músculos inspiratorios. El diafragma está formado por las porciones crural y costal,
unidas por el tendón central. La estructura en forma de L invertida representa la caja torácica; esta última está
dividida en una porción apuesta al pulmón y una porción opuesta al diafragma. Las espirales enroscadas representan las
propiedades elásticas de la caja torácica, el pulmón y del abdomen, y la zona rayada el esqueleto óseo. Las porciones
costal y crural del diafragma están dispuestas mecánicamente en paralelo. En esa situación la fuerza que se aplica es la
suma de las fuerzas que generan los dos músculos; sin embargo, el desplazamiento (cambio volumétrico) es igual al
desplazamiento de cada uno de los músculos. La parte costal del diafragma está en serie con los músculos
intercostales y accesorios. En esa situación el desplazamiento de los dos músculos se puede sumar, pero las fuerzas
no se suman. El muelle que une las dos porciones de la caja torácica indica que la caja torácica puede ser flexible (es
decir, las porciones apuesta al pulmón y apuesta al diafragma se puede mover de manera independiente en respuesta
a la presión que se aplica). El dibujo de la derecha representa una representación realista más anatómica que muestra
la separación de las partes costal y crural del diafragma y las porciones apuestas al pulmón de la caja costal.
Pab, presión abdominal; Ppl, presión pleural. (Adaptado de Macklem PT, Macklem DM, De Troyer A: A model of
inspiratory muscle mechanics. J Appl Physiol 55:547-557, 1983; y Ward ME, Ward JW, Macklem PT: Analysis of human
chest wall motion using a two-compartment rib cage model. J Appl Physiol 72:1338-1347, 1992.)

ser un factor importante en la resistencia del diafragma a la fati- del ojo). Las neuronas motoras intercostales están localizadas
ga313. Al contrario que en el músculo esquelético de las extremida- entre T1 y T12 en la médula espinal y llegan a los músculos inter-
des, no hay datos de que el diafragma se produzca limitación del costales a través de los nervios intercostales. Las neuronas moto-
flujo sanguíneo con el esfuerzo contráctil. De hecho, el aumento ras abdominales están localizadas entre T11 y L1.
de la demanda de oxígeno del diafragma que está contrayéndose
se satisface principalmente por el aumento del flujo sanguíneo y Radiología
no por el aumento de la extracción de oxígeno desde la sangre314.
El nervio frénico es la única inervación motora del diafragma. En la radiografía de tórax la superficie superior del diafragma,
Se origina principalmente en el cuarto nervio cervical, aunque con forma de cúpula, se visualiza normalmente porque forma
también recibe contribuciones de los nervios tercero y quinto. Al una interfase con el pulmón; los tejidos blandos del abdomen
nivel del diafragma cada uno de los nervios frénicos da ramas sepa- oscurecen la superficie inferior. En aproximadamente el 95% de
radas para la región anterior (esternal), la región anterolateral y los adultos sanos el nivel de la cúpula del hemidiafragma derecho
la porción crural. La inervación hemidiafragmática y de los múscu- se proyecta en un plano que va desde el extremo anterior de la
los intercostales tiene una representación cortical predominante- quinta costilla al sexto espacio intercostal anterior; en aproxima-
mente contralateral. La velocidad de conducción del nervio fré- damente el 5% se proyecta al nivel de la séptima costilla o debajo
nico es elevada y llega a un máximo de 78 m/s; además, la iner- del mismo315. En aproximadamente el 90% de los adultos el pla-
vación es densa, y cada fibra nerviosa inerva un número bajo de no de la cúpula diafragmática derecha es aproximadamente
unidades motoras (una disposición anatómica que habitualmen- medio espacio intercostal más alto que el de la izquierda; los dos
te se ve en músculos que realizan movimientos precisos, como los están a la misma altura o el izquierdo está más alto que el dere-
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 85

FIGURA 1-81
Lengüetas musculares
diafragmáticas. Las radiografías
inspiratoria (A) y espiratoria (B) de la
mitad inferior del tórax de un paciente
que tenía enfisema grave muestran
pequeñas sombras con forma de
menisco que se extienden lateralmente
desde cada uno de los diafragmas. Estas
lengüetas musculares son prominentes
durante la inspiración completa y
desaparecen durante la espiración.
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman
NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis
of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

cho en aproximadamente el 10% de las personas normales252. La


posición más baja habitual del hemidiafragma izquierdo se debe
a la masa contigua del corazón en este lado, más que a la presen-
cia del hígado debajo del hemidiafragma derecho316.
En algunas personas se pueden identificar lengüetas musculares
que se originan en la cara lateral y posterolateral de las costillas en
forma de sombras cortas con forma de menisco a lo largo de la
mitad lateral de ambos hemidiafragmas; estas sombras están pro-
ducidas por un descenso excepcionalmente marcado del diafrag-
ma durante la inspiración. En la mayoría de los casos este aspec-
to está producido por una hiperinsuflación pulmonar grave
(figura 1-81), como en el asma o en el enfisema; sin embargo, se
ve de manera ocasional en varones jóvenes sanos y no se debe
considerar un dato inequívoco de atrapamiento aéreo cuando no
hay datos que apoyen este diagnóstico.
En la TC el diafragma se puede visualizar sólo cuando su super-
ficie superior establece una interfase con el pulmón y la superficie FIGURA 1-82
inferior establece una interfase con la grasa intraabdominal317.
Aunque no se visualicen zonas en las que está en contacto con Porción anterior del diafragma. Una TC al nivel del xifoides muestra la
continuidad entre las fibras diafragmáticas anteriores (xifoideas) y las
estructuras de atenuación similar de tejidos blandos, como el diafragmáticas laterales (costales) (flechas). El diafragma se visualiza bien en
hígado y el bazo, se puede inferir su posición porque a todos los zonas en las que está perfilado por el pulmón y por la grasa peritoneal o
niveles los pulmones y la pleura están adyacentes y periféricos al retroperitoneal. Cuando está en contacto con estructuras de atenuación
diafragma, mientras que las vísceras abdominales están centrales similar de tejidos blandos, como el hígado y el bazo, no se visualiza; sin
embargo, se puede inferir su posición debido a su relación con los
al mismo (figura 1-82)317. La porción posterior o lumbar del dia- pulmones y la pleura (adyacentes y periféricos al mismo) y las vísceras
fragma se visualiza bien en el punto en el que las fibras que se ori- abdominales (centrales al mismo). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman
ginan en los pilares y en el ligamento arqueado se curvan hacia delan- NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
te para insertarse en el tendón central (figura 1-83). Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
86 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

pulmonar teleespiratorio por debajo del volumen de relajación


de la caja torácica y del abdomen, y después relajándose súbita-
mente al inicio de la inspiración; el consiguiente descenso súbi-
to del diafragma, junto a su curva longitud-tensión pasiva, re-
presenta una contribución inspiratoria independiente de la ener-
gía. Las personas normales utilizan esta estrategia durante la hi-
perpnea de la reinhalación de dióxido de carbono y el ejercicio,
al igual que los pacientes que tienen parálisis diafragmática bila-
teral318. La maniobra es eficaz en las posiciones erguida y de
decúbito lateral, pero no es eficaz en la posición de decúbito
supino, lo que probablemente es responsable del aumento carac-
terístico de la disnea que experimentan las personas que tienen
parálisis diafragmática bilateral cuando adoptan la posición de
decúbito supino318.
FIGURA 1-83
Porción lumbar del diafragma. Una TC muestra los pilares derecho e PARED TORÁCICA
izquierdo (flecha) que se extienden hasta la aorta. Posterolateralmente las
fibras crurales se fusionan de manera suave e indistinguible con fibras que
se originan en los ligamentos arqueados mediales. (Tomado de Fraser RS, Tejidos blandos
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) Los músculos pectorales forman el pliegue axilar anterior, que es
una estructura que se ve normalmente en las radiografías tanto
de varones como de mujeres; este pliegue se curva suavemente
Bomba respiratoria hacia abajo y medialmente desde la axila hasta la caja costal. En
los varones, particularmente en los que tienen un desarrollo mus-
Los músculos de la ventilación son estriados y generalmente se cular intenso, se puede ver el borde inferior del pectoral mayor
comportan de la misma manera que otros músculos esqueléticos. como una prolongación hacia abajo del pliegue axilar anterior
Sin embargo, difieren en dos aspectos importantes: 1) están bajo que pasa en dirección oblicua a través de la porción media de
el control voluntario además del control automático, y 2) al con- ambos pulmones. En las mujeres esta sombra está oscurecida por
trario que las cargas inerciales a las que se enfrenta la mayor par- las mamas, cuya presencia y tamaño se deben tener en cuenta
te de los demás músculos esqueléticos, deben superar principal- cuando se evalúa la densidad de las zonas pulmonares inferiores.
mente cargas de resistencia y elásticas310. Debido a los planos grasos que separan los diferentes grupos
La fuerza que genera el diafragma en contracción depende de musculares, las imágenes de TC y RM permiten identificar la
la longitud de la fibra muscular, de la ventaja mecánica del múscu- mayoría de los músculos individuales de la pared torácica. La
lo, de las cargas que se le imponen al músculo y de la intensidad musculatura externa de la pared torácica anterior está formada
de la activación del músculo. Al igual que todos los músculos principalmente por el pectoral mayor (de mayor tamaño y más
esqueléticos, los músculos respiratorios tienen una relación lon- superficial) y el pectoral menor (figura 1-84). El serrato ante-
gitud-tensión característica. Hay una longitud óptima específica rior está localizado inmediatamente superficial a las costillas en
a la que se produce la formación máxima de puentes cruzados la cara lateral del tórax. La musculatura de la pared torácica
entre las fibras de actina y de miosina; a esta longitud se puede posterior es más compleja e incluye músculos superficiales,
generar la fuerza máxima con una estimulación dada. A medida intermedios y profundos317. El primero de estos grupos muscu-
que las fibras se alargan o se acortan más allá de este punto, la ten- lares controla el movimiento del brazo e incluye el trapecio, el
sión que genera un estímulo dado disminuye. Así, la hiperinsu- dorsal ancho, el elevador de la escápula y los músculos rom-
flación, como la que se produce en pacientes que tienen enferme- boides. Los músculos intermedios son inspiratorios e incluyen
dad pulmonar obstructiva, reduce la eficacia del diafragma por el los músculos serratos posteriores superior e inferior. Los mús-
acortamiento de la longitud de la fibra muscular. culos profundos están adyacentes a la columna vertebral y
Cuando el diafragma se contrae no sólo comprime hacia abajo regulan su movimiento.
las vísceras abdominales y desplaza la pared abdominal hacia fuera, Los músculos intercostales externos e internos están entre las
sino que también eleva y expande la caja torácica debido a la arti- costillas y habitualmente no se pueden distinguir entre sí en
culación de las costillas y su inserción en las costillas inferiores. La las imágenes de TC o RM. Los músculos intercostales más internos
ventaja mecánica de un músculo con forma de cúpula como el que están junto a la pleura parietal y la fascia endotorácica se visua-
diafragma se relaciona con su radio de curvatura; cuanto mayor lizan como una línea o una banda de 1 a 2 mm de grosor en los
sea la curvatura (cuanto menor sea el radio), más presión se genera espacios intercostales a lo largo de las superficies pleurales costales
para una tensión dada (ley de Laplace). Los músculos abdomina- anterior y posterior319. El músculo transverso del tórax es un
les y accesorios pueden actuar como músculos fijadores o posicio- pequeño músculo que se origina en la parte inferior del esternón y
nales; ajustan la configuración del diafragma, de la caja costal y del que se une a la cara superolateral de los cartílagos costales segundo
abdomen de tal manera que se optimiza la curvatura y de esta al quinto317. En la TC se ve al nivel del corazón como una línea del-
manera la eficacia del diafragma310. Esta función es particular- gada interna al cartílago costal anterior319. Los músculos subcosta-
mente evidente en la posición erecta y especialmente durante el les son músculos pequeños que se extienden desde el ángulo de la
ejercicio, cuando la contracción abdominal durante la espiración costilla hasta la superficie interna de la costilla inferior adyacen-
tiende a alargar las fibras del músculo diafragmático. te317. Se ven en la TC en un pequeño número de pacientes como
Los músculos respiratorios abdominales también pueden una línea de 1 a 2 mm de grosor que recubre la superficie interna
contribuir a la inspiración mediante la reducción del volumen de una o varias costillas posteriores al nivel del corazón319.
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 87

FIGURA 1-84
Músculos de la pared torácica. Una TC muestra los
músculos normales de la pared torácica en sección
transversal. Estos músculos se pueden dividir en un grupo
anterior (que incluye el pectoral mayor [PM] y el pectoral
menor [Pm]) y un grupo posterior (que incluye
el trapecio [T], el romboides [R] y los músculos
paraespinales). El serrato anterior (SA) está en la cara
lateral de la caja costal, mientras que los músculos
intercostales (I) están entre las costillas. (Tomado de Fraser
RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)

Huesos Debido a su orientación oblicua, en un único corte de TC sólo


se ve una pequeña parte de cualquier costilla dada317, 320. Se puede
En ausencia de enfermedad pulmonar o pleural, de deformidad identificar una costilla específica identificando el nivel de la
de la columna vertebral y de malformaciones congénitas de las columna vertebral torácica adyacente al extremo posterior de la
propias costillas, la jaula costal debe ser simétrica. Los bordes, costilla317. La primera costilla se puede identificar fácilmente por-
tanto superiores como inferiores, de las costillas deben estar bien que está adyacente al extremo medial de la clavícula al nivel de la
definidos excepto en las regiones torácicas media e inferior; aquí articulación esternoclavicular. Habitualmente se pueden identifi-
los delgados rebordes que forman los surcos vasculares en las car las costillas segunda, tercera y cuarta del mismo nivel contan-
caras inferiores de las costillas por detrás se ven de frente, dando do hacia atrás a lo largo de la caja costal (figura 1-85). Conti-
lugar de esta manera a un borde peor definido. nuando de manera secuencial y en dirección caudal se puede iden-

FIGURA 1-85
C Costillas en corte transversal. Una TCAR al nivel del
desfiladero torácico superior (A) muestra las clavículas
1 derecha e izquierda (C) y las costillas primera (1),
segunda (2) y tercera (3). Un segundo corte al nivel de la
articulación esternoclavicular (B) muestra la parte
2 superior del esternón (E) y el extremo medial de las
clavículas (C). Se puede identificar el primer cartílago
costal (1) y la segunda (2), tercera (3) y cuarta (4) costillas
contando posteriormente a lo largo de la caja costal. Se
puede ver la cuarta costilla unida a la cuarta vértebra
torácica. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré
3
PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th
ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

E C
1
2

4
88 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

tificar cada una de las vértebras siguientes con sus correspon- Las malformaciones congénitas en las costillas son relativa-
dientes costillas. mente poco frecuentes. Se han identificado costillas supernume-
La calcificación del cartílago costal es frecuente. Habitualmente rarias que se originan en la séptima vértebra cervical en el 1% al
comienza con la primera y probablemente nunca tiene significado 2% de personas por lo demás sanas; casi todas son bilaterales,
patológico. La relación entre la edad y la calcificación del cartílago aunque muchas son asimétricas. Otras malformaciones, como
costal es diferente en varones y mujeres: en los primeros es poco hipoplasia de la primera costilla, costillas anteriores bífidas o en
frecuente antes de los 20 años de edad, aunque aumenta progresi- espátula y, raras veces, fusión local de las costillas, habitualmente
vamente en frecuencia, de modo que casi el 90% de los varones de son importantes sólo porque pueden llevar a una interpretación
60 años o más tiene calcificación marginal; por el contrario, en errónea de una densidad pulmonar anormal.
las mujeres hay calcificación central en el 45% de las mujeres meno- De manera ocasional la cara inferior de las clavículas tiene una
res de 20 años y en casi el 90% de las mayores de 60 años321. escotadura o indentación irregular a 2 a 3 cm de la articulación
Se pueden ver sombras delgadas y lisas de densidad agua para- esternal; su tamaño y forma varían desde un defecto superficial con
lelas a las costillas y que miden de 1 a 2 mm de diámetro proyec- forma de salsera a una escotadura profunda de 2 cm de anchura
tadas adyacentes a los bordes inferior e inferolateral de la primera por 1 a 1,5 cm de profundidad. Estas fosas romboideas (figura 1-87)
y segunda costillas y a las porciones axilares de las costillas infe- dan lugar a los ligamentos costoclaviculares, o romboideos, que
riores. Estas «sombras acompañantes» (figura 1-86) están produ- irradian hacia abajo para unir las clavículas a la primera costilla323.
cidas por la visualización en una proyección tangencial de la La columna vertebral torácica es recta en la proyección frontal
pleura parietal y de los tejidos blandos (principalmente grasa) y ligeramente cóncava en dirección anterior en la proyección la-
inmediatamente externos a la pleura, y no se deben interpretar teral. Su densidad radiográfica en la proyección lateral disminuye
como un engrosamiento pleural local. La grasa extrapleural es uniformemente desde arriba hacia abajo, y cualquier desviación
más abundante sobre las costillas 4.a a 8.a posterolateralmente y se de este patrón debe plantear sospechas de enfermedad. Los bordes
relaciona principalmente con las costillas y no con sus espacios lateral y superior del manubrio son las únicas porciones del ester-
intercostales322. nón que se ven en las proyecciones frontales del tórax, aunque en
las radiografías laterales se debe ver claramente todo el esternón
tangencialmente.

PULMÓN NORMAL: RADIOGRAFÍA


Densidad radiográfica
La opacidad radiológica de los pulmones se debe a la capacidad de
absorción de cada uno de sus componentes (gas, sangre y tejidos).
La densidad del tejido pulmonar colapsado sin sangre es de
1,065 g/ml324; la densidad de la sangre es de 1,052 g/ml325. Así,
como el pulmón no aireado in vivo está formado aproximadamen-
te por la mitad de sangre y la mitad de tejido326, la densidad media
del pulmón colapsado que contiene sangre es de aproximadamen-
te 1,06 g/ml327. En comparación, el agua tiene una densidad de
1 g/ml, y el aire tiene una densidad de 0. Utilizando las cifras medias
del volumen tisular máximo total que se derivan de estimaciones
FIGURA 1-86 anatómicas y fisiológicas y la CPT predicha de un varón de 20 años
Sombras acompañantes de las costillas. Una imagen ampliada del
de edad y de 170 cm de altura (6.500 ml)328, la densidad media del
vértice del hemitórax derecho muestra sombras lisas y delgadas de pulmón es 740 g/7.198 ml, o 0,103 g/ml. Una porción considerable
densidad de agua aproximadamente paralelas a las superficies inferiores del tejido pulmonar (lógicamente, el parénquima que contiene aire)
de la primera y segunda costillas (flechas). Estas sombras acompañantes debe tener una densidad menor que este valor para compensar la
están producidas por la percepción en la proyección tangencial de una densidad relativamente elevada de los vasos sanguíneos visibles.
combinación de pleura parietal y visceral y los tejidos blandos
inmediatamente externos a la pleura. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, La simetría de la densidad radiográfica de los dos pulmones en
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th una persona normal depende de la colocación adecuada para la
ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) radiografía. Si el paciente está rotado, el pulmón que está más pró-

FIGURA 1-87
Fosas romboideas. Hay una
escotadura irregular en la cara inferior
de las dos clavículas a
aproximadamente 2 cm de su extremo
esternal (flechas). En estas fosas se
originan los ligamentos costoclaviculares
o romboideos. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser
and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB
Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 89

ximo a la película es radioopaco (más blanco) de manera más uni- debía a la absorción asimétrica del haz primario de rayos X, y el
forme (figura 1-88); por el contrario, el pulmón que está más ale- 20% restante se debía a la radiación dispersa329. La medición del
jado de la película es menos radioopaco (más negro) de manera grosor de la pared torácica mostró que el haz de rayos X atravesa-
uniforme, y hay un hemitórax hipertransparente unilateral que a ba menos tejido en el lado de mayor ennegrecimiento de la pelícu-
veces puede dificultar la interpretación. En una investigación que la (o, por el contrario, más tejido en el lado de menor opacidad),
utilizaba modelos simulados se encontró que aproximadamente el principalmente como consecuencia de los músculos pectorales.
80% de este aumento unilateral de la densidad radiográfica se Siempre que el paciente no esté rotado y que el haz de rayos X
esté centrado adecuadamente, se debe interpretar que cualquier
discrepancia de la densidad de los dos pulmones es anormal. La
causa varía desde enfermedades benignas como escoliosis y ausen-
cia congénita de los músculos pectorales a trastornos más impor-
tantes como el síndrome de Swyer-James.

Marcas pulmonares
La interpretación correcta de la radiografía de tórax precisa un
conocimiento exhaustivo del patrón de marcas lineales a lo largo del
pulmón normal. Estas marcas se originan por las arterias pulmona-
res, los bronquios, las venas y el tejido intersticial acompañante. Las
dos primeras de estas marcas irradian hacia fuera desde ambos
hilios y se afilian gradualmente en su trayecto en dirección distal. En
condiciones normales son visibles hasta aproximadamente 1 a 2 cm
de la superficie pleural visceral en toda la convexidad del pulmón,
que en este punto está formado principalmente por ácinos.
La radiografía PA de tórax de una persona normal erguida
muestra invariablemente cierta discrepancia en el tamaño de los
vasos pulmonares de las zonas pulmonares superiores en compara-
ción con las zonas pulmonares inferiores como consecuencia de
las diferencias relacionadas con la presión del flujo sanguíneo des-
de el vértice hasta la base (una unidad de volumen de pulmón de
la base del tórax tiene de cuatro a ocho veces más flujo sanguíneo
que un volumen similar del vértice330). En una persona que está en
decúbito, la disminución de la influencia de la gravedad hace que
esta discrepancia del tamaño vascular sea mínima.

PULMÓN NORMAL: TOMOGRAFÍA


COMPUTARIZADA
Una imagen transversal de TC del tórax es una representación bidi-
mensional de un corte tridimensional; la tercera dimensión (gro-
sor del corte, o colimación de la TC) puede variar desde 0,5 hasta
10 mm. Todas las estructuras de la unidad tridimensional (volu-
men = vóxel) del corte se representan como una unidad bidimen-
sional (área = píxel) en la imagen. Los cortes más gruesos (colima-
ción de 5 a 10 mm) permiten evaluar todo el volumen pulmonar.
Esta evaluación habitualmente se puede hacer durante una única
pausa de apnea cuando se utiliza la técnica de la TC helicoidal. En
estos cortes gruesos los vasos se pueden identificar claramente en
el interior del parénquima pulmonar en su trayecto a través del
corte (figura 1-89). Sin embargo, el promediado de volumen en el
interior del plano de corte da lugar a una disminución de la reso-
lución espacial, y la evaluación de los detalles finos del parénquima
precisa la utilización de cortes con colimación de 1 a 2 mm. Los
cortes más finos resultantes permiten evaluar las vías aéreas de 1,5
FIGURA 1-88 a 2 mm de diámetro y los vasos hasta el nivel de las venas septales
Alteración de la densidad pulmonar como consecuencia de una interlobulillares y las arterias centrolobulillares80, 331. Sin embargo,
colocación inadecuada. A. Una radiografía de tórax en proyección debido al corte fino puede ser difícil distinguir los vasos cortados
posteroanterior se expuso con el paciente girado ligeramente hacia la en sección transversal de nódulos pequeños.
posición oblicua anterior derecha, y se produjo un aumento global de la El aspecto de los bronquios y de los vasos depende de su orien-
densidad del pulmón derecho en comparación con el izquierdo. En B se ha
corregido la postura y ha desaparecido la asimetría. (Tomado de Fraser RS, tación: cuando se visualizan a lo largo de su eje largo aparecen
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the como estructuras cilíndricas que se afilan a medida que se ramifi-
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) can; cuando se visualizan con un ángulo en relación con sus ejes
90 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

FIGURA 1-89
Comparación de la TC convencional con la TCAR. Una TC
con colimación de 10 mm a la altura del bronquio intermedio (A)
muestra el parénquima pulmonar normal y las vías aéreas como
se visualizan en la TC convencional. Los vasos pulmonares se
pueden identificar fácilmente en su trayecto en el interior del
grosor de 10 mm del corte de TC. Un corte de TCAR con
colimación de 1 mm (B) realizado al mismo nivel muestra una
definición más nítida entre los vasos y los bronquios y el
parénquima pulmonar adyacente que en la TC convencional. Los
bronquios que miden aproximadamente 2 mm de diámetro
(flechas rectas) se identifican claramente en la imagen de TCAR,
pero no en la TC convencional. Las cisuras interlobares (flechas
curvas) aparecen como líneas bien definidas en la imagen de
TCAR, en contraposición a las zonas anchas de ligero aumento
de la atenuación en la imagen correspondiente de TC
convencional. Ambas imágenes se construyeron con un
algoritmo de alta resolución y se fotografiaron a un nivel de
ventana de –700 y una amplitud de ventana de 1.500 unidades
Hounsfield. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré
PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

longitudinales aparecen como estructuras redondeadas si su eje es menos de 1 cm de la pleura mediastínica (aunque no entran en
perpendicular al plano de corte de TC o como estructuras elípticas contacto con la misma) en aproximadamente el 40%333. La arteria
cuando tienen una orientación oblicua. Las paredes externas de los pulmonar más pequeña que se puede detectar mediante TCAR
vasos pulmonares forman interfases lisas y bien definidas con el mide aproximadamente 0,2 mm de diámetro y corresponde a la
pulmón circundante. Los vasos pulmonares centrales se pueden arteria que acompaña a un bronquiolo terminal331. La distancia
reconocer fácilmente como arterias por su localización adyacente a desde esta arteria hasta el borde del lobulillo secundario o la
los bronquios. Las venas pulmonares centrales se pueden identifi- superficie pleural varía desde 3 a 5 mm.
car porque se dirigen hacia la aurícula izquierda. Aunque con fre- El diámetro externo de un bronquiolo es aproximadamente
cuencia es imposible distinguir las arterias de las venas pulmonares igual al de su arteria pulmonar acompañante334. El grosor aparen-
periféricas mediante TC convencional, con frecuencia se puede te de la pared bronquial y el diámetro de los bronquios y de los
realizar la diferenciación mediante TCAR. Con esta técnica las vasos están muy influidos por los parámetros de representación
venas se pueden identificar como estructuras que separan lobuli- que se utilizan (a nivel de ventana y anchura de ventana). Los
llos pulmonares secundarios, se extienden hacia el interior de los resultados de los estudios que utilizan modelos de simulación
tabiques interlobulillares y (a veces) llegan hasta la pleura332; por el muestran que la evaluación exacta del tamaño de las estructuras
contrario, las arterias pulmonares están cerca del centro de lobuli- parenquimatosas pequeñas precisa la utilización de un nivel de
llo pulmonar y no entran en contacto con la pleura. representación de –450 unidades Hounsfield (UH)335, 336. En la
Las vías aéreas normales más pequeñas que se pueden identi- práctica clínica recomendamos la utilización de un nivel de ven-
ficar en la TC tienen de 1,5 a 2 mm de diámetro331; las ramas de tana de –600 a –700 UH y una anchura de ventana de 1.000 a
menor tamaño no se pueden visualizar porque sus paredes tienen 1.500 UH porque estos ajustes proporcionan la mejor representa-
menos de 0,1 mm de grosor y están por debajo de la resolución ción de las vías aéreas y el parénquima pulmonar. Estos ajustes en
especial de los tomógrafos actuales de TC. En personas normales los parámetros de representación dan lugar a una sobrestimación
no se pueden identificar vías aéreas a menos de 1 cm de la pleura del diámetro de las estructuras pequeñas y del grosor de la pared
costal o paravertebral; sin embargo, sí se pueden identificar a bronquial y una infraestimación del diámetro de la luz bronquial.
CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal 91

FIGURA 1-90
Aumento de la atenuación en la TCAR espiratoria. La TCAR inspiratoria (A) y espiratoria (B) a la altura de los bronquios principales en una mujer de
35 años muestra el aumento normal de la atenuación que se ve a volúmenes pulmonares bajos. El gradiente de atenuación desde las regiones menos declives
del pulmón a las zonas más declives se ve con mayor facilidad en la TC espiratoria. Obsérvese que el aumento de la atenuación no es homogéneo porque
hay una discontinuidad al nivel de las cisuras mayores, de modo que la cara posterior de los lóbulos superiores tiene una mayor atenuación que los
segmentos superiores de los lóbulos inferiores. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

Muchos investigadores han evaluado el cociente entre el diá- atrapamiento aéreo en personas normales habitualmente se limi-
metro de la arteria pulmonar y el diámetro bronquial exter- ta a zonas localizadas pequeñas que afectan a algunos lobulillos
no (CAB). En una investigación de 30 pacientes que no tenían secundarios; se puede ver en la TCAR espiratoria del 90% de estas
enfermedades cardiopulmonares334 se evaluaron los diámetros al personas344. También se ve atrapamiento aéreo que afecta a un
nivel de los bronquios subsegmentarios con un nivel de ventana volumen total igual al de un segmento pulmonar o mayor que el
de –450 UH y una anchura de ventana de 1.200 a 1.500 UH. El mismo en aproximadamente el 10% al 15% de las personas nor-
CAB medio fue de 0,98±0,14 (intervalo, 0,53 a 1,39), que es un males344, 345. Lo importante para determinar la presencia de obs-
valor comparable al que se ha descrito en radiografías de tórax en trucción de las vías aéreas es la magnitud, y no simplemente la
personas sanas en decúbito supino (1,04±0,13)145. Como el presencia, del atrapamiento aéreo.
aumento del cociente entre el diámetro bronquial interno y el
diámetro de la arteria pulmonar es uno de los criterios de TC Densidad pulmonar
para el diagnóstico de bronquiectasias333, este cociente es otro
parámetro que se ha estudiado en personas normales. Se ha La medición de la densidad pulmonar mediante TC se basa en la
encontrado que esta medición depende de la altitud, probable- existencia de una relación aproximadamente lineal entre la ate-
mente como consecuencia de una combinación de vasoconstric- nuación de un haz de rayos X de 65 keV (120 kVp) y la densidad
ción hipóxica y broncodilatación337, 338. de los materiales de número atómico bajo (que varían desde
La atenuación del parénquima pulmonar está determinada por nitrógeno a agua)339, 346. La atenuación en una imagen de TC se
sus proporciones relativas de sangre, gas, líquido extravascular y expresa en la escala de unidades Hounsfield, en la que el agua tie-
tejido pulmonar339, 340. El parénquima pulmonar normal tiene una ne 0 UH y el aire –1.000 UH. La relación entre la densidad física
atenuación bastante homogénea que es ligeramente mayor que la (peso de tejido por unidad de volumen) y la escala Hounsfield se
del aire. Sin embargo, normalmente hay un gradiente, de modo puede expresar utilizando un cociente graduado de TC, que se
que la atenuación es mayor en las regiones dependientes que en las obtiene sumando 1.000 al valor de Hounsfield y después divi-
no dependientes340, 341. Este gradiente se puede atribuir principal- diéndolo por 1.000. Con esta formulación los valores del cocien-
mente a la influencia de la gravedad sobre el flujo sanguíneo y la te de TC que varían desde el aire al agua son aproximadamente
insuflación pulmonar. iguales a la densidad física en gramos por mililitro339, 340. Por
La TC del tórax habitualmente se realiza durante una pausa ejemplo, un valor de atenuación en la TC de –880 UH (aproxi-
de apnea en inspiración completa. En casos seleccionados los madamente el valor medio del pulmón normal a CPT) represen-
cortes se pueden obtener durante una espiración forzada o des- ta un cociente graduado de TC de 120 o una densidad equivalen-
pués de la misma. A medida que disminuye el volumen del gas te de 0,12 g/ml.
pulmonar aumenta la atenuación pulmonar, y este aumento es Los valores de atenuación varían considerablemente en diferen-
mayor en las regiones dependientes que en las no dependientes tes regiones del pulmón y están muy influidos por el volumen
(figura 1-90)342, 343. Este aumento es variable en diferentes regio- pulmonar. Los valores dependen del tipo del tomógrafo de TC,
nes pulmonares; por ejemplo, en un estudio varió desde 84 hasta del kilovoltaje, del tamaño del paciente y de la región particular
372 UH342. En las imágenes espiratorias con frecuencia se ven del pulmón que se estudia347, 348. En consecuencia, las mediciones de
zonas focales de baja atenuación, particularmente en los segmen- la atenuación pulmonar tienen una utilidad escasa en la evalua-
tos superiores de los lóbulos inferiores y las caras anteriores de ción radiológica del parénquima pulmonar. La excepción princi-
lóbulo medio derecho y de la língula342. Estas zonas probable- pal es la utilización de los valores de atenuación para determinar
mente se deben a atrapamiento aéreo focal342. La magnitud del la presencia, distribución y extensión del enfisema.
92 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

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96 CAPÍTULO 1 ■ Tórax normal

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C A P Í T U L O D O S

MÉTODOS DE ESTUDIO RADIOLÓGICO

RADIOGRAFÍA 97 TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA 99 RESONANCIA MAGNÉTICA 103


Proyecciones 97 Consideraciones técnicas 99 Indicaciones 103
Técnicas radiográficas básicas 97 Tomografía computarizada ESTUDIOS RADIOISOTÓPICOS 105
Radiografía convencional de alta resolución 100 Gammagrafía de ventilación-perfusión 105
con película-pantalla 97 Tomografía computarizada helicoidal 100 Tomografía por emisión de positrones 106
Radiografía digital 97 Indicaciones 102
ECOGRAFÍA 109
Indicaciones 109

Respiración del paciente. Se debe interrumpir la respiración,

C
omo regla general, el establecimiento de la presencia de
una enfermedad en la radiografía debe constituir el pri- preferentemente en inspiración completa.
mer paso del diagnóstico radiológico de las enfermedades Exposición. Los factores de exposición se deben ajustar de
del tórax. Si esta exploración no muestra claramente la naturale- modo que haya una escasa visualización de la columna vertebral
za y la extensión de la alteración, se pueden realizar estudios adi- torácica y de los discos intervertebrales en la radiografía PA, de mo-
cionales como TC o resonancia magnética para complementar a la do que sean visibles claramente las marcas pulmonares que están
radiografía. detrás del corazón; la exposición debe ser tan breve como sea posi-
ble, y compatible con la generación de un contraste adecuado.
Kilovoltaje. Se debe utilizar una técnica de alto kilovoltaje ade-
RADIOGRAFÍA cuada para la velocidad de la película2 para las radiografías de
tórax PA y laterales; recomendamos utilizar 115 a 150 kVm. (La
Proyecciones abreviatura kVm es el voltaje máximo que se aplica a través del
tubo de rayos X).
Las proyecciones radiográficas sistemáticas más satisfactorias
para evaluar el tórax son las proyecciones posteroanterior (PA) y Radiografía convencional con película-pantalla
lateral con el paciente de pie; estas proyecciones cumplen los
requisitos esenciales para la evaluación tridimensional adecuada. La radiografía de tórax convencional con película-pantalla utiliza
En los pacientes que están demasiado graves para estar de pie, las una película para registrar las imágenes. La película tiene varias
proyecciones anteroposteriores en posición erguida y las proyec- ventajas, como el manejo sencillo, la elevada sensibilidad y la uni-
ciones en decúbito supino son proyecciones alternativas, aunque formidad; sin embargo, está limitada por el pequeño intervalo de
son mucho menos satisfactorias. La proyección anteroposterior exposición a lo largo del cual proporciona información diagnós-
tiene una calidad inferior debido a la menor distancia foco- tica. Como la atenuación de los rayos X en el tórax varía desde el
película, la mayor amplificación del tamaño del corazón y la pulmón casi radiotransparente hasta el mediastino, la caja toráci-
menor capacidad de muchos pacientes en estas condiciones de in- ca y la columna vertebral de elevada atenuación, se han desarro-
terrumpir la respiración o de realizar una inspiración completa. llado varias técnicas para permitir la visualización adecuada de
Las situaciones en las que la realización de una radiografía sis- las diferentes estructuras. Estas técnicas incluyen las películas de gran
temática probablemente sea coste-eficaz han sido el tema de latitud, la utilización de filtros personalizados específicos de
muchos estudios1. La tabla 2-1 resume nuestras recomendaciones paciente4 y la radiografía con ecualización del histograma5, 6. Esta
sobre la utilización de las radiografías de tórax de acuerdo con última técnica incorpora un sistema de retroalimentación que
una revisión de la bibliografía y las recomendaciones del Ameri- modula la intensidad del haz de rayos X de acuerdo con el hábi-
can College of Radiology2 y de la American Thoracic Society2. to corporal del paciente.

Técnicas radiográficas básicas Radiografía digital


La exactitud diagnóstica en las enfermedades del tórax se relacio- La radiografía digital tiene muchas ventajas sobre los sistemas
na en parte con la calidad de las propias imágenes radiográficas. convencionales de película-pantalla7, 8. Uno de los más importan-
Es necesario prestar una atención cuidadosa a distintas variables tes es su amplia latitud de exposición, que es de 10 a 100 veces
para garantizar esa calidad. mayor que la de la gama dinámica más amplia de los sistemas de
Postura del paciente. La postura debe ser tal que el haz de radiografía-película. Durante el procesado de la imagen digital
rayos X esté centrado adecuadamente, el cuerpo del paciente no los sistemas determinan automáticamente la amplitud de los
esté girado y las escápulas estén rotadas en una posición lo sufi- niveles de grises adecuados clínicamente y generan una imagen
cientemente anterior para que se proyecten fuera de los pulmo- que está en el interior de esa gama. En consecuencia, la imagen
nes. En radiografías centradas de manera adecuada, los extremos final es prácticamente independiente de los niveles absolutos de
mediales de las clavículas se proyectan a la misma distancia de las exposición a los rayos X. (Una posible desventaja es que los
apófisis espinosas de las vértebras torácicas. pacientes pueden recibir dosis de radiación innecesariamente ele-

97
98 CAPÍTULO 2 ■ Métodos de estudio radiológico

TABLA 2-1. Recomendaciones para la utilización vadas, que pueden no detectarse porque no dan lugar a alteracio-
de la radiografía de tórax nes perceptibles de la calidad de la imagen.)
Indicaciones de la radiografía de tórax:
La mayor latitud de los sistemas digitales permite utilizarlos en
Signos y síntomas relacionados con los sistemas respiratorio y una gama mucho más amplia de condiciones de exposición de lo
cardiovascular que es posible con los sistemas convencionales, y hace que sean una
Seguimiento de enfermedades torácicas diagnosticadas previamente opción ideal para aplicaciones en las que la exposición es muy varia-
para la evaluación de mejoría, resolución o progresión ble o difícil de controlar, como la radiografía de pacientes encama-
Estadificación de tumores intratorácicos y extratorácicos
Evaluación preoperatoria de pacientes programados para cirugía
dos. Otra ventaja importante de la radiografía digital es que genera
intratorácica lo que son esencialmente imágenes electrónicas; en consecuencia,
Evaluación preoperatoria de los pacientes que tienen síntomas cardíacos una imagen se puede transmitir a cualquier localización, se puede
o respiratorios o de pacientes que tengan una posibilidad mostrar simultáneamente en múltiples localizaciones y se puede archi-
significativa de patología torácica que pueda asociarse a un aumento var de manera eficaz para su análisis posterior. Las imágenes se pue-
de la morbilidad o mortalidad perioperatorias
Monitorización de pacientes que tienen dispositivos de soporte vital y
den distribuir de manera generalizada utilizando sistemas de archi-
pacientes a los que se ha realizado cirugía cardíaca o torácica u otras vo de imágenes y comunicación (SAIC), se pueden mostrar en
técnicas intervencionistas monitores de vídeo (copia «blanda») o se pueden imprimir en pelí-
La radiografía de tórax sistemática no está indicada en las siguientes culas o en papel (copia «dura»). Se dispone comercialmente de dos
situaciones: tipos principales de sistemas de radiografía digital: los que se basan
Cribado sistemático de poblaciones no seleccionadas
Radiografía de tórax prenatal sistemática para detección de
en receptores fotoestimulables de almacenamiento de imágenes con
enfermedades no sospechadas fósforo y sistemas que se basan en receptores recubiertos de selenio.
Radiografías sistemáticas únicamente con motivo de un ingreso Radiografía de almacenamiento con fósforo. La radiogra-
hospitalario fía de almacenamiento con fósforo (radiografía computarizada)
Radiografías obligatorias por motivos laborales se ha utilizado principalmente para las radiografías de tórax a la
Exploraciones radiográficas de repetición después de su ingreso en una
institución de asistencia a largo plazo
cabecera del paciente porque su amplia gama dinámica permite
obtener imágenes constantes a lo largo de una amplia gama de
De acuerdo con las recomendaciones del American College of Radiology: ACR
exposición a los rayos X (figura 2-1)9. Los sistemas de almacena-
Standard for the Performance of Pediatric and Adult Chest Radiography, Reston, VA, miento con fósforo tienen una gama dinámica de aproximada-
American College of Radiology, 1997, p 27; y de la American Thoracic Society: mente 1:10.000 en comparación con 1:100 para las radiografías
Chest X-ray screening statements. Am Thorac News 10:14, 1984. estándar10; es decir, permiten obtener imágenes diagnósticas a lo

FIGURA 2–1
Radiografía de almacenamiento con
fósforo y radiografía convencional.
Las imágenes de un pulmón derecho
normal de una mujer de 54 años de edad
que se obtuvieron con tecnología de
almacenamiento con fósforo (A) y
radiografía convencional (B) muestran
una visualización comparable del detalle
parenquimatoso. (Tomado de Müller NL,
Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 2 ■ Métodos de estudio radiológico 99

largo de una gama mucho más amplia de exposición, lo que da Consideraciones técnicas
lugar a una reducción considerable de la necesidad de repetición
de las radiografías de tórax a la cabecera del paciente11. Varios parámetros dependientes del operador influyen mucho
Con la tecnología de almacenamiento con fósforo se utiliza sobre la información que proporciona la TC de tórax. Los princi-
para registrar la imagen un fósforo fotoestimulable reutilizable en pales son el grosor de corte, el espaciado de los cortes, el campo
lugar de una película. Las placas recubiertas del fósforo se cargan de visión, el algoritmo de reconstrucción y los ajustes de repre-
en casetes especiales que por fuera son similares a las casetes de sentación de la imagen (anchura y nivel de la ventana). En casos
las películas-pantallas. Durante la exposición el receptor almace- seleccionados se puede utilizar un medio de contraste intraveno-
na la energía de los rayos X y después es barrido por un haz láser, so para distinguir los vasos de las lesiones de los tejidos blandos
lo que genera una radiación visible o infrarroja cuya intensidad o para detectar alteraciones intravasculares como tromboémbo-
corresponde a la energía de los rayos X absorbidos. La luminis- los (figura 2-2).
cencia resultante se mide y se registra digitalmente12. El grosor óptimo del corte viene determinado por el tamaño
Radiografía digital con detector de selenio. Al igual que de la estructura que se evalúa y por el número de cortes necesa-
los sistemas de almacenamiento con fósforo, los sistemas de ima- rios para evaluar al paciente. Se ha establecido que son necesarios
gen torácica basados en selenio utilizan un receptor que permite cortes finos (colimación de 1 a 1,5 mm) para la evaluación ade-
la obtención de una imagen digital que se puede ajustar después cuada del parénquima pulmonar y de los bronquios periféri-
de su procesado y se puede representar en un monitor o en una cos15, 16. Se puede obtener una evaluación adecuada de las altera-
película. La principal ventaja de los sistemas detectores basados ciones intersticiales difusas y de las vías aéreas realizando estos
en selenio es una eficacia cuántica mucho mayor que con los sis- cortes a intervalos de 10 mm. Aunque sólo se estudia el 10% al
temas convencionales de película-pantalla y los detectores fotoes- 20% del parénquima pulmonar, la mejoría de la resolución
timulables con fósforo13, 14. espacial permite evaluar los hallazgos normales y anormales
mejor que con cortes más gruesos17. Sin embargo, este abordaje
no es aceptable en todas las situaciones; por ejemplo, cuando se
TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA evalúan las metástasis pulmonares es esencial evaluar todo el
tórax, preferentemente utilizando TC helicoidal continua (volu-
La TC es una representación bidimensional de un corte transversal métrica) a través del tórax con cortes de 1 a 5 mm de grosor. Se
tridimensional, y la tercera dimensión es la sección o el grosor del recomienda el rastreo volumétrico con una colimación de 1 a 3 mm
corte. La imagen de la TC está formada por múltiples elementos durante una única pausa de apnea para evaluar las alteraciones
gráficos (típicamente 512 × 512) conocidos como píxeles. Un píxel que afectan a la tráquea y a los bronquios centrales. El grosor
es un área unitaria (p. ej., cada centímetro de la matriz de la ima- óptimo del corte viene determinado por la indicación para rea-
gen); refleja la atenuación de un volumen unitario de tejido, o vóxel, lizar la TC.
que corresponde al área del píxel multiplicado por el grosor del Los números de TC en el tórax varían desde aproximada-
corte. Se calcula el promedio de la atenuación de los rayos X de las mente –1.000 unidades Hounsfield (UH) para el aire de la trá-
estructuras del interior de un vóxel dado para producir la imagen. quea hasta aproximadamente 700 UH para los huesos densos. La

FIGURA 2–2
TC helicoidal en la tromboembolia pulmonar. Una TC helicoidal con colimación de 3 mm después de la administración intravenosa
de un medio de contraste (A y B) muestra varios émbolos en las arterias pulmonares principal e interlobar izquierdas (flechas). La paciente, de
84 años, tenía disnea aguda. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Coleman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)
100 CAPÍTULO 2 ■ Métodos de estudio radiológico

representación de la imagen de la TC en el monitor (copia «blan- Tomografía computarizada de alta resolución


da») o en una película (copia «dura») está determinada por el
nivel y la anchura de la ventana y está limitada a 256 tonos de En la mayor parte de los casos los datos de la TC se reconstruyen
gris. Ningún ajuste único de ventana puede representar adecua- utilizando un algoritmo estándar o de tejidos blandos que suavi-
damente toda la información disponible en una TC de tórax. za la imagen y reduce el ruido visible de la imagen; este algoritmo
Para representar el gran número de valores de atenuación (UH) se prefiere para la evaluación de las alteraciones del mediastino y
con un número limitado de tonos de gris se selecciona un número de la pared torácica. Sin embargo, es necesario un algoritmo de
de TC que corresponde aproximadamente al valor medio de la reconstrucción de alta frecuencia espacial para la evaluación ópti-
atenuación del tejido que se estudia. Este valor central de ate- ma del parénquima pulmonar19, 20. Este algoritmo reduce el sua-
nuación de TC se denomina nivel de la ventana. Se indica al vizado de la imagen y aumenta la resolución espacial, permitien-
ordenador que asigne un tono de gris a cierto número de valores do de esta manera una mejor representación de las interfases
de atenuación de TC por encima y por debajo del nivel de la ven- parenquimatosas normales y anormales y una mejor visualiza-
tana. El intervalo de números de TC por encima y por debajo del ción de los vasos pequeños y de las vías aéreas pequeñas y de alte-
nivel de la ventana se denomina anchura de la ventana. Para raciones intersticiales sutiles2, 20. La combinación de TC de cortes
representar adecuadamente los pulmones la mayoría de las veces finos (colimación de 1 mm) y de un algoritmo de reconstrucción
se recomienda un nivel de la ventana de –600 a –700 UH y una de elevada frecuencia espacial permite la evaluación óptima de las
anchura de la ventana de 1.000 a 1.500 UH18. Los niveles de la enfermedades del intersticio y de los espacios aéreos pulmonares
ventana de 30 a 50 UH y las anchuras de la ventana de 350 a y se denomina TCAR (figura 2-3)15, 18.
500 UH habitualmente proporcionan la mejor evaluación del
mediastino, de los hilios y de la pleura. Estas cifras representan Tomografía computarizada helicoidal
sólo normas generales, y no hay ningún ajuste ideal de la venta-
na aceptado de manera universal para el parénquima pulmonar Las primeras TC (convencionales) del tórax estaban formadas
ni para el mediastino; diferentes ventanas pueden proporcionar por una serie de cortes transversales obtenidos durante pausas de
una evaluación óptima de las alteraciones particulares en casos apnea. Después de obtener cada uno de los cortes se permitía que
individuales. el paciente respirara mientras se desplazaba la mesa hasta la

FIGURA 2–3
Influencia del grosor de corte y del algoritmo de reconstrucción sobre la calidad de la imagen. Una TC con colimación de 10 mm (A) de un
paciente de 71 años de edad muestra zonas mal definidas de aumento de la atenuación en el pulmón derecho. El patrón y la distribución de las alteraciones
se visualizan mejor en la TC con colimación de 1,5 mm (B). Ambas imágenes (A y B) se reconstruyeron con un algoritmo de reconstrucción estándar. La
TCAR (TC con colimación de 1,5 mm reconstruida utilizando un algoritmo de elevada frecuencia espacial) (C) permite la evaluación óptima de los detalles
parenquimatosos finos. Los bordes de los vasos y de los bronquios están definidos de manera más nítida que con el algoritmo estándar. Las alteraciones
están formadas por un patrón reticular fino y zonas de atenuación en vidrio esmerilado que afectan principalmente a las regiones subpleurales. Obsérvese la
dilatación irregular de los bronquios basales posteriores del lóbulo inferior derecho en su entrada en una zona de fibrosis (bronquiectasias por tracción
[flechas]). El diagnóstico de fibrosis pulmonar idiopática se confirmó mediante biopsia pulmonar abierta. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré
PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 2 ■ Métodos de estudio radiológico 101

siguiente posición de barrido. Aunque cada una de las imágenes sición simultánea de datos procedentes de cada uno de varios
se podía obtener en aproximadamente un segundo, había una detectores, lo que da lugar a una mayor resolución temporal, una
demora de 5 a 10 segundos entre las imágenes que se registraban. mayor resolución espacial en el eje z, un aumento de la eficacia en
La aparición de la TC espiral (helicoidal) en la década de los la utilización del tubo de rayos X y una disminución del ruido de la
ochenta permitió el rastreo continuo mientras se mueve al imagen23. La mejoría de la resolución temporal permite visualizar
paciente a lo largo del caballete de la TC21. Con esta técnica el haz todo el tórax con cortes finos durante una única pausa de apnea.
de rayos X traza una curva helicoidal o espiral en relación con el El aumento de la resolución espacial en el eje z (plano cefalo-
paciente. Se pueden reconstruir imágenes transversales después caudal) permite la generación de imágenes reformateadas multi-
de haber estimado los datos específicos de cada uno de los planos de planares y tridimensionales de alta calidad sin exposición adi-
corte22. La posición y el espaciado de estas imágenes se pueden cional a la radiación (figura 2-4). La utilización de sistemas de
elegir retrospectivamente para posiciones arbitrarias de la mesa y programas informáticos para el manejo de los gráficos y de téc-
con pequeños incrementos. nicas de representación volumétrica permiten una representa-
Hasta la década de los noventa los tomógrafos de TC sólo tení- ción de la superficie luminal de las vías aéreas que recuerda a las
an una hilera de detectores. Estos dispositivos están siendo susti- imágenes que se ven mediante broncografía («broncografía
tuidos por tomógrafos con múltiples hileras de detectores (TC mediante TC»)24, 25 o mediante broncoscopia («broncoscopia vir-
con hileras de multidetectores). Estas matrices permiten la adqui- tual») (figura 2-5)26, 27.

FIGURA 2-4
TC helicoidal y reconstrucción tridimensional en la tuberculosis endotraqueal. Una TC helicoidal con colimación de 3 mm (A) muestra
engrosamiento circunferencial de la tráquea (flechas). La reconstrucción sagital (B) permite una mejor evaluación de la naturaleza focal del engrosamiento
con estenosis de la luz (flechas). El punto de la estenosis también se ve bien en una reconstrucción tridimensional coronal (flecha en C). La paciente, de 27
años, tenía tuberculosis endotraqueal. (Caso por cortesía del Dr. Kyung Soo Lee, Department of Radiology, Samsung Medical Center, Seoul, South Korea. Tomado
de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
102 CAPÍTULO 2 ■ Métodos de estudio radiológico

FIGURA 2–5
Traqueobroncografía mediante TC. Apareció disnea progresiva en
un paciente tratado previamente con una endoprótesis traqueal por
una estenosis postraqueostomía. Una TC (A) muestra la prótesis
y una estenosis recurrente debido a la presencia de tejidos blandos
en el interior de la prótesis. La traqueobroncografía mediante TC
que se realizó con una técnica de representación volumétrica (B)
muestra la extensión de la estenosis y la relación con la prótesis.
La sustracción electrónica de la prótesis (C) permite evaluar mejor la
extensión de la estenosis. (Caso por cortesía del Dr. Martine
Rémy-Jardin, Département de Radiologie, Hôpital Calmette,
Lille, France.)

Indicaciones TABLA 2-2. Indicaciones más frecuentes de la tomografía


computarizada del tórax
La tabla 2-2 resume las indicaciones más frecuentes para la utili-
zación de la TC de acuerdo con datos publicados28, 29. La TCAR es Evaluación de la sospecha de alteraciones mediastínicas que se identifican
la modalidad de imagen de elección para el diagnóstico de bron- en las radiografías estándar de tórax
Determinación de la presencia y la extensión de enfermedades
quiectasias y es útil para evaluar a los pacientes que tienen sínto- neoplásicas
mas o alteraciones de la función pulmonar indicativos de enfer- Búsqueda de calcificación difusa o central en un nódulo pulmonar
medad pulmonar parenquimatosa con hallazgos radiográficos Diagnóstico de tromboembolia pulmonar
normales o dudosos (figura 2-6)15, 18. También se recomienda Guía para la biopsia percutánea de nódulos o masas mediastínicos,
pleurales o pulmonares
para la evaluación de los pacientes en los que la combinación de
Localización de acumulaciones loculadas de líquido en el interior del
hallazgos clínicos y radiográficos no proporciona un diagnóstico espacio pleural cuando las técnicas radiográficas o ecográficas habituales
fiable y se considera que está justificada una evaluación radioló- no son adecuadas
gica adicional. En particular esta indicación incluye pacientes que Evaluación de las alteraciones de la aorta torácica
tienen enfermedades crónicas del intersticio y de los espacios Diagnóstico de bronquiectasias y evaluación de la naturaleza y
la extensión de las enfermedades pulmonares intersticiales,
aéreos y pacientes inmunodeprimidos que tienen alteraciones las enfermedades de las vías aéreas pequeñas y del enfisema mediante
parenquimatosas agudas; en estos pacientes la TCAR permite TCAR
estrechar el diagnóstico diferencial o con frecuencia hacer un
diagnóstico específico cuando los hallazgos radiográficos son Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
inespecíficos. Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.
CAPÍTULO 2 ■ Métodos de estudio radiológico 103

FIGURA 2-6
TCAR en la neumopatía difusa crónica. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) en una mujer de 35 años que tenía disnea progresiva muestra
zonas bilaterales útiles de aumento de la opacidad. Una TCAR (B) muestra opacidades redondeadas pequeñas de distribución centrolobulillar. Aunque los
hallazgos radiográficos serán inespecíficos, el aspecto en la TCAR es muy indicativo de neumonitis por hipersensibilidad. El diagnóstico se confirmó mediante
biopsia pulmonar abierta. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

RESONANCIA MAGNÉTICA da (señal de sangre blanca) o disminuida (señal de sangre negra)


o puede ser intermedia. Se han diseñado muchas secuencias de
Cuando ciertos núcleos atómicos se colocan en un campo mag- pulsos de RM especializadas que tienen una sensibilidad especial
nético y se estimulan mediante ondas de radio de una secuencia al flujo y que pueden permitir cuantificar el flujo31, 32.
particular, emiten parte de la energía absorbida en forma de seña- La representación de los vasos sanguíneos en la RM se puede
les de radio. En la actualidad la mayor parte de la RM médica uti- mejorar utilizando refuerzo con gadolinio (angiografía mediante
liza protones de hidrógeno como núcleos de interés debido a su RM) y secuencias de RM especializadas33, 34. La utilización de
abundancia en el cuerpo. Cuanto mayor sea el número de proto- refuerzo con gadolinio y de gradientes de visualización de alta velo-
nes de hidrógeno presentes, más intensa será la señal de la RM. cidad hace que sea posible obtener imágenes tridimensionales de los
Varios factores influyen sobre la naturaleza de la energía que se vasos mediastínicos y pulmonares durante una única pausa de
emite durante la RM, de los cuales los más importantes son el apnea33, 34. En estas imágenes la sangre en movimiento da lugar a
tiempo de relajación y el movimiento. una elevada intensidad de señal (angiografía mediante RM con san-
La intensidad de la señal durante la realización de una RM gre blanca) (figura 2-7). La visualización de las paredes vasculares se
disminuye exponencialmente con un tiempo de relajación carac- optimiza utilizando secuencias en las que la sangre en movimiento
terístico que está determinado en parte por el entorno general de da lugar a un vacío de señal (angiografía con sangre negra)28.
los núcleos. Hay dos tiempos de relajación de este tipo, denomi- La RM tiene varias ventajas respecto a la TC, como: 1) ausen-
nados T1 y T2. T1 representa el tiempo necesario para que el cia de radiaciones ionizantes; 2) visualización coronal, sagital y
componente del vector neto de magnetización paralelo al campo oblicua directa además de transversal; 3) contraste intrínseco en
externo vuelva a su valor inicial después de que haya sido pertur- los vasos sanguíneos como consecuencia del flujo, y 4) aumento
bado por el pulso de radiofrecuencia. El tiempo de relajación T1 del contraste de los tejidos blandos debido a múltiples pará-
tiende a ser prolongado para los líquidos (p. ej., líquido cefalorra- metros de RM frente a sólo la densidad electrónica en la TC (fi-
quídeo o contenido de un quiste hidatídico) y más corto para la gura 2-8). La principal limitación de la RM en la evaluación de las
grasa. Cualquier proceso que aumente el contenido en agua de un enfermedades del tórax es la presencia de movimiento fisiológi-
tejido (p. ej., edema) produce prolongación de T1. co, que degrada mucho la calidad de la imagen. Aunque la calidad
El tiempo de relajación T2 se relaciona con el descenso expo- ha mejorado mucho con la utilización de sincronización cardía-
nencial de la magnetización perpendicular al campo externo. Se ca y compensación respiratoria, la utilización de la RM para eva-
debe al movimiento molecular aleatorio, que produce desfase de las luar el parénquima pulmonar sigue estando dificultada por el
señales. Este último, a su vez, se relaciona con el entorno molecular bajo cociente señal:ruido en relación con la baja densidad protó-
local, con tiempos T2 que característicamente son prolongados para nica de los pulmones y la pérdida de señal que produce la hetero-
los entornos homogéneos (p. ej., líquido) y cortos para tejidos com- geneidad del campo magnético creada por la diferencia de las
plejos (p. ej., músculo). Un aumento del agua tisular como conse- susceptibilidades diamagnéticas entre el aire y el agua.
cuencia de la insuficiencia cardíaca congestiva o una neoplasia pul-
monar da lugar a prolongación del tiempo de relajación T230. Indicaciones
La señal de RM está influida por el movimiento del agua o de
la sangre durante la secuencia de visualización. Dependiendo de la Evaluación del corazón y de los grandes vasos. La RM
velocidad del flujo sanguíneo y de la secuencia de imagen que se tiene una función bien establecida en la evaluación de las malfor-
utiliza, la señal de la sangre en movimiento puede estar aumenta- maciones congénitas del corazón y de los grandes vasos. Es superior
104 CAPÍTULO 2 ■ Métodos de estudio radiológico

AA

AA

AD

AD

FIGURA 2-7
Angiografía mediante RM. Una imagen transversal de eco-espín potenciada en
T1 (A) muestra un aneurisma de la aorta ascendente (AA) que mide 6 cm de
diámetro. La aorta torácica descendente (AD) es normal. Una imagen sagital
de eco-espín potenciada en T1 (B) muestra la extensión del aneurisma. La
angiografía mediante RM (C) permite evaluar mejor la extensión del aneurisma
y su relación con los grandes vasos. El angiograma se obtuvo con la técnica
cinematográfica de eco de gradiente (EGR) durante una única pausa de apnea y con
refuerzo con gadolinio intravenoso. (Caso por cortesía del Dr. Glen Krinsky, New
York University Medical Center, New York.)

a la ecocardiografía en la evaluación de las cardiopatías congéni- gos de la TC son equívocos. Sin embargo, se ha mostrado que es
tas del adulto porque permite obtener imágenes sin impedimen- superior a la TC para evaluar la invasión mediastínica y vascular
tos de todas las alteraciones auriculares, ventriculares y de los por carcinoma pulmonar39. También puede ser útil en el diag-
grandes vasos35, 36. Sin embargo, habitualmente se reserva para los pa- nóstico de los quistes broncógenos en los casos en los que los
cientes que tienen hallazgos no diagnósticos o equívocos en la hallazgos de la TC no son diagnósticos (véase figura 2-8)40; estas
ecocardiografía36. La RM también permite una evaluación exce- lesiones característicamente muestran una intensidad de señal
lente de las alteraciones de la arteria pulmonar central. Las elevada y homogénea en las imágenes de RM potenciadas en T2
secuencias cinematográficas con eco de gradiente permiten eva- como consecuencia de su contenido en líquido.
luar el movimiento de la pared cardíaca y pueden detectar chorros Evaluación de la pared torácica. La RM permite una eva-
de alta velocidad en relación con comunicaciones intraventricu- luación excelente de los tumores primarios de la pared torácica41,
lares, insuficiencia valvular o estenosis focal35, 37. Se pueden utili- así como la invasión de la pared torácica por linfoma42 y carcino-
zar secuencias cinematográficas codificadas según la velocidad ma pulmonar, particularmente los tumores que están localizados
para calcular el flujo sanguíneo38. en la región del surco superior43, 44. También es la modalidad de
Evaluación del mediastino y de los hilios. En la actualidad imagen de elección para evaluar las lesiones paraespinales, como
la RM es una modalidad de imagen secundaria para evaluar el los tumores neurógenos, porque permite evaluar las característi-
mediastino y los hilios; se utiliza principalmente como técnica cas tisulares de la masa, así como la presencia o ausencia de exten-
para la resolución de problemas en los casos en los que los hallaz- sión en el interior del canal medular45, 46.
CAPÍTULO 2 ■ Métodos de estudio radiológico 105

FIGURA 2–8
Caracterización de los tejidos blandos en el líquido mediante
TC y RM. Una TC potenciada con contraste (A) muestra una
lesión subcarínica grande de bordes lisos (flecha). El valor de
atenuación es compatible con una lesión de tejidos blandos o con
un quiste lleno de material proteináceo. Una RM coronal con eco-
espín potenciada en T1 (TR/TE 923/20) (B) muestra una masa
subcarínica con una elevada intensidad de señal (flecha). Una RM
transversal con eco-espín potenciada en T2 (TR/TE 2.769/100)
obtenida al mismo nivel que la TC (C) muestra una zona de elevada
intensidad de la señal de manera homogénea (flecha recta). La
elevada intensidad de señal en la imagen potenciada en T2 es
diagnóstica de líquido. La señal de la masa subcarínica (flecha recta)
en la imagen potenciada en T2 (C) es idéntica a la del líquido
cefalorraquídeo (flecha curva). (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

ESTUDIOS RADIOISOTÓPICOS ducen alteración de la perfusión con ventilación conservada


(defectos no coincidentes) (figura 2-9), mientras que las enfer-
La técnica radioisotópica (gammagráfica) que se utiliza con más medades pulmonares parenquimatosas la mayor parte de las
frecuencia en medicina nuclear neurológica es la gammagrafía veces producen alteraciones de la ventilación y de la perfusión en
· ·
pulmonar de ventilación-perfusión (V/Q). La tomografía por la misma región del pulmón (defectos coincidentes). La gamma-
18
emisión de positrones (PET) con 2-[ F]-fluoro-2-desoxi-D-glu- grafía combinada de ventilación y perfusión se utiliza de manera
cosa (FDG) tiene una importancia cada vez mayor en el diagnós- sistemática para mejorar la especificidad diagnóstica. . .
tico y la estadificación del carcinoma pulmonar y de otros tumo- Se ha mostrado que la gammagrafía pulmonar V/Q es una
res malignos. técnica segura y no invasora para evaluar la perfusión y la ven-
tilación pulmonares regionales, y se ha utilizado de manera
Gammagrafía de ventilación-perfusión generalizada para evaluar a los pacientes en los que se sospecha
47, 48
una tromboembolia (tablas .2-3 . y 2-4) . Se ha mostrado que
Los productos radiofarmacéuticos de elección para la gammagra- la gammagrafía pulmonar V/Q cuantitativa es un método útil
fía pulmonar de perfusión son microesferas de albúmina huma- para determinar la función pulmonar regional en los pacientes
na marcadas con tecnecio 99m (Tc99m) (MAH con Tc99m) y albú- a los que se va a realizar una resección pulmonar o un tras-
mina macroagregada (AMA) con Tc99m. La mayor parte de la plante pulmonar. Su principal indicación es la predicción de la
experiencia con la gammagrafía de ventilación se ha obtenido con función postoperatoria después de una lobectomía o una neu-
aerosoles de xenón 133 y de Tc99m. monectomía. El VEMS1 postoperatorio predicho después de
La gammagrafía de perfusión es sensible pero inespecífica para estas dos intervenciones se calcula multiplicando el valor preo-
el diagnóstico de enfermedades pulmonares. Prácticamente todas peratorio por el porcentaje de actividad radioisotópica de los
las enfermedades que afectan al parénquima y/o a las vías aéreas, lóbulos o del pulmón que quedará después de la operación49.
como neoplasias, infecciones, EPOC y asma, pueden producir Un VEMS1 postoperatorio previsto menor de 0,8 litros o del
disminución del flujo sanguíneo arterial pulmonar en la zona 35% del valor predicho habitualmente impide realizar una
pulmonar afectada. Los tromboémbolos característicamente pro- resección pulmonar.
106 CAPÍTULO 2 ■ Métodos de estudio radiológico

Tomografía por emisión de positrones y su elevado contenido de ARN mensajero50, 51. Esas alteraciones
bioquímicas se pueden visualizar mediante PET después de la
La PET es una técnica de imagen funcional en la que se obtienen administración del análogo de la glucosa FDG, cuyo mecanismo
imágenes topográficas después de la administración de productos de captación y fosforilación inicial son similares a los de la gluco-
radiofarmacéuticos emisores de positrones. De manera similar a sa. Una vez que se ha fosforilado la FDG (FDG-6-fosfato), no se
la TC y la RM, la PET se basa en el principio de que se puede metaboliza más y permanece en el interior de la célula. Se puede
obtener una representación tridimensional de un objeto a partir evaluar la cantidad de FDG-6-fosfato que hay en el interior de la
de múltiples proyecciones anulares. Sin embargo, en lugar de la célula con sistemas de PET, y es proporcional a la captación y el
información anatómica que permite obtener la TC, la PET apor- metabolismo de la glucosa.
ta información funcional. Las indicaciones actuales de la PET con FDG incluyen la distin-
Las células malignas tienen aumento del transporte y del ción entre nódulos pulmonares benignos y malignos, la evaluación
metabolismo de la glucosa en relación con su rápida proliferación de la presencia o ausencia de metástasis en pacientes que tienen un

Posterior derecha Posterior derecha

INHALACIÓN EQUILIBRIO

Posterior derecha

ELIMINACIÓN

FIGURA 2–9
Utilidad de la gammagrafía pulmonar de ventilación-perfusión en el diagnóstico de tromboembolia. Una
gammagrafía pulmonar mediante inhalación de xenón (A) muestra parámetros de ventilación normales durante las fases
de inhalación, equilibrio y eliminación.
CAPÍTULO 2 ■ Métodos de estudio radiológico 107

carcinoma pulmonar conocido, y la diferenciación entre cicatrices al 97%, respectivamente53, 54. Se han descrito resultados falsamente
parenquimatosas y tumor recurrente en pacientes que han recibido positivos en situaciones de inflamación activa, como aspergilosis,
un tratamiento previo por un carcinoma pulmonar (figura 2-10)52. tuberculosis y sarcoidosis. Algunos investigadores han mostrado
La sensibilidad y la especificidad que se han descrito para la PET que la PET es superior a la TC para la detección de metástasis gan-
con FDG para distinguir las lesiones pulmonares malignas de las glionares mediastínicas por carcinoma pulmonar no microcítico55, 56.
benignas varían desde aproximadamente el 80% al 100% y del 50% En una comparación metaanalítica del rendimiento diagnóstico de

Anterior Posterior

Posterior derecha oblicua Posterior izquierda oblicua

FIGURA 2–9 (cont.)


Las correspondientes gammagrafías pulmonares de perfusión con albúmina macroagregada marcada con Tc99m (B) en las
proyecciones anterior, posterior y oblicuas posteriores derecha e izquierda identifican múltiples defectos de repleción segmentarios
en ambos pulmones (puntas de flecha). Estos hallazgos, junto al estudio de ventilación, son prácticamente diagnósticos (alta
probabilidad) de tromboembolia pulmonar. El paciente era un varón de 65 años que tenía disnea aguda. (Tomado de Müller NL,
Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001).
108 CAPÍTULO 2 ■ Métodos de estudio radiológico

FIGURA 2–10
Tomografía por emisión de positrones (PET). Una radiografía
posteroanterior de tórax (A) muestra un nódulo mal definido en el
lóbulo inferior derecho (flecha). Una TC (B) confirma la presencia del
nódulo en el lóbulo inferior derecho y muestra un ganglio linfático
paraesofágico aumentado de tamaño (flecha). Una imagen de PET (C)
muestra una marcada captación de 2-[18F]-fluoro-2-desoxi-D-glucosa
(FDG) en el nódulo del lóbulo inferior derecho (flecha recta) y en el
ganglio paraesofágico (flecha curva). Este caso era un carcinoma de
células grandes confirmado mediante biopsia. (Caso por cortesía
del Dr. Ned Patz, Duke University Medical center, Durham, NC.)

TABLA 2-3. Sensibilidad, especificidad y valor predictivo de TABLA 2-4. Efecto de factores de riesgo seleccionados sobre
la prueba positiva de la gammagrafía pulmonar de la prevalencia de la tromboembolia pulmonar
ventilación-perfusión para detectar tromboembolia
Ventilación- 0 factores Un factor ≥2 factores
pulmonar aguda utilizando los criterios de interpretación perfusión de riesgo* de riesgo* de riesgo*
originales del estudio PIOPED
Alta 63/77 (82%) 41/49 (84%) 56/58 (97%)
Interpretación del estudio Sensibilidad Especificidad VPPP Intermedia 52/207 (25%) 40/107 (37%) 77/173 (45%)
de ventilación-perfusión (%) (%) (%) Baja, muy baja 14/315 (4%) 19/155 (12%) 37/179 (21%)
Alta 40 98 87
Alta, intermedia 82 64 49 * Los factores de riesgo incluyen inmovilización, traumatismo de las extremidades
Alta, intermedia, baja 98 12 32 inferiores, cirugía e instrumentación venosa central durante los tres meses previos a la
inclusión. Los resultados se basan en los datos publicados en Worsley DF, Alavi A,
Palevsky HI: Comparison of diagnostic performance with ventilation-perfusion lung
PIOPED: Prospective Investigation of Pulmonary Embolism Diagnosis; VPPP: valor imaging in different patient populations. Radiology 199:481, 1996.
predictivo de la prueba positiva.
Datos de la utilidad de la gammagrafía de ventilación/perfusión en la embolia
pulmonar aguda.
Resultados del estudio Prospective Investigation of Pulmonary Embolism Diagnosis La principal limitación de la PET es su baja resolución espacial
(PIOPED). y la ausencia de marcas anatómicas, lo que impide la localización
precisa de las lesiones. Este problema se ha superado reciente-
mente con la introducción de tomógrafos que permiten la adqui-
la PET y de la TC, la sensibilidad y especificidad medias de la PET sición de imágenes de PET y de TC durante la misma sesión. En
para la detección de metástasis ganglionares mediastínicas fueron estos tomógrafos de PET-TC, las imágenes de la PET se corregis-
del 79% y 91%, respectivamente, frente al 60% y el 77%, respecti- tran (fusionan) con las imágenes de la TC para permitir la
vamente, para la TC56. Diversos investigadores han mostrado tam- representación simultánea de información metabólica o funcio-
bién que la PET corporal es superior a la TC y la gammagrafía ósea nal (PET) y de información anatómica (TC)59, 60. Esta técnica de
para la detección de metástasis extratorácicas52, 57, 58. imagen es superior a la PET o a la TC aisladas para la evaluación
CAPÍTULO 2 ■ Métodos de estudio radiológico 109

del tumor primario, de la afectación ganglionar mediastínica y


de las metástasis extratorácicas61, 62.

ECOGRAFÍA
En relación con las enfermedades torácicas la ecografía tiene su
máximo valor en la evaluación de las cardiopatías congénitas y
adquiridas, particularmente para establecer la naturaleza de la D
deformidad valvular, el volumen de las cavidades cardíacas, el
grosor de sus paredes, la eficacia de la contracción cardíaca (frac-
ción de eyección) y la presencia de un cortocircuito de derecha a I
VC
izquierda. La utilidad de la ecografía en la evaluación de las mal-
formaciones de la aorta ha aumentado mucho con la aparición de
la ecocardiografía transesofágica. Esta técnica también es útil
para detectar el derrame pericárdico, evaluar su tamaño y dife-
renciarlo de cardiomegalia, y se ha utilizado para detectar burbu-
jas intravasculares de aire en casos de embolia gaseosa pulmonar.
Como es portátil, no utiliza radiaciones ionizantes y con frecuen-
cia proporciona información diagnóstica útil, la ecografía tam-
bién se utiliza habitualmente en el diagnóstico de alteraciones
pleurales, diafragmáticas e infradiafragmáticas. Excepto para
estas aplicaciones, la utilidad de la ecografía en el diagnóstico de
las enfermedades torácicas no cardiovasculares está limitada por FIGURA 2–11
la composición física de las estructuras intratorácicas. Ni el aire ni
el hueso transmiten el sonido; por el contrario, reflejan o absor- Derrame pleural en la ecografía. La ecografía muestra un derrame pleural
derecho grande sin ecos (flecha recta). También se observa un pulmón
ben la energía sónica que les llega e impiden obtener información derecho atelectásico (flecha curva), el diafragma (D), la vena cava inferior
sobre las interfases acústicas que están detrás de las costillas o del (VCI) y el hígado. La aspiración con aguja mostró que el derrame era un
tejido pulmonar. Así, la técnica está limitada a la evaluación de trasudado. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
masas o consolidaciones pulmonares que están en contacto con Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001).
el mediastino, la pared torácica o el diafragma, y la documenta-
ción de la presencia en la naturaleza del líquido pleural.
Guía para la biopsia con aguja y la implantación de caté-
Indicaciones teres. La ecografía permite una visualización excelente de las
lesiones pulmonares, pleurales o mediastínicas que están en con-
Evaluación del derrame pleural. Debido a su portabilidad, tacto con la pared torácica o en una localización yuxtadiafragmá-
la ecografía de cabecera se ha convertido en una modalidad de tica y permite la monitorización en tiempo real cuando se realiza
imagen importante para determinar la presencia de líquido pleural una biopsia con aguja fina68. Por tanto, esta técnica se utiliza con
y para utilizarla como guía durante la aspiración y el drenaje63, 64. frecuencia como guía para la implantación de un catéter para
La mayor parte de las acumulaciones de líquido pleural se identi- escleroterapia pleural o para el drenaje de un empiema69, 70. La
fican fácilmente en la ecografía como acumulaciones anecoicas o ecografía también permite realizar el drenaje pleural a la cabecera
hipoecoicas, con frecuencia delimitadas por pulmón aireado ecó- de pacientes gravemente enfermos.
geno (figura 2-11). Aunque los trasudados y los exudados tienen Biopsia guiada con ecografía endoscópica. La ecografía
un aspecto radiológico similar, pueden tener características ecográ- endoscópica transesofágica permite la visualización y la caracteri-
ficas diferentes65, 66. En un estudio de 50 pacientes, 15 de 19 (79%) zación de alteraciones que están situadas en el mediastino poste-
derrames que contenían tabicaciones en la ecografía representa- rior, particularmente las que están adyacentes al esófago, y en la
ban exudados65. En otra investigación de 320 pacientes los derra- ventana aortopulmonar71, 72. Esta técnica también es útil para
mes que tenían patrones ecógenos tabicados complejos, no tabi- evaluar las alteraciones de la pared traqueobronquial, incluyendo
cados complejos o ecógenos de manera homogénea siempre eran la presencia de tumores intramurales o extraluminales73, 74. En
exudados66. Otros hallazgos indicativos de derrame exudativo combinación con la biopsia mediante aspiración con aguja fina se
incluyen la presencia de engrosamiento pleural o una lesión está utilizando cada vez más en el diagnóstico de los tumores
parenquimatosa pulmonar asociada. Aunque estos hallazgos son mediastínicos y la estadificación del carcinoma pulmonar72, 75.
útiles en el diagnóstico, los derrames hipoecoicos puede ser tra- Por ejemplo, se ha mostrado que mejora la estadificación permi-
sudados o exudados65, 66. tiendo la identificación de la afectación ganglionar N2 y N374, 76.
Evaluación del diafragma. La ecografía permite una evalua- También puede ser útil para biopsiar nódulos parenquimatosos
ción excelente de las masas y acumulaciones diafragmáticas y peri- que están localizados cerca de los bronquios73.
diafragmáticas de líquido y permite la distinción fácil entre derra-
mes pleurales pequeños y acumulaciones de líquido infradiafrag-
mático. Como el hígado proporciona una ventana acústica óptima BIBLIOGRAFÍA
para evaluar el hemidiafragma derecho, esta técnica también es 1. Robin ED, Burke CM: Routine chest x-ray examinations. Chest 90:258-262, 1986.
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110 CAPÍTULO 2 ■ Métodos de estudio radiológico

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C A P Í T U L O T R E S

SIGNOS RADIOLÓGICOS
DE LAS ENFERMEDADES DEL TÓRAX

AUMENTO DE LA DENSIDAD Signo de la silueta 124 Patrones de atelectasia 140


PULMONAR 111 Cavitación 124 Atelectasia pulmonar total 140
Enfermedad predominante de los espacios Calcificación y osificación 126 Atelectasia lobar 140
aéreos 111 Lóbulo superior derecho
DISMINUCIÓN DE LA DENSIDAD
Características de su distribución 111 Lóbulo superior izquierdo
PULMONAR 130
Enfermedad predominantemente Lóbulo medio derecho
Alteración del volumen pulmonar 131
intersticial 114 Lóbulos inferiores
Exceso generalizado de aire 131
Patrones radiológicos de enfermedad Atelectasia segmentaria 144
Exceso localizado de aire 131
intersticial difusa 114 Atelectasia lineal (en banda) 144
Ampollas, vesículas y neumatoceles 132
Patrón septal
Alteración de la vasculatura ALTERACIONES PLEURALES 144
Patrón reticular
pulmonar 133 Derrame pleural 144
Patrón nodular
ATELECTASIA 134 Configuración típica del derrame pleural
Patrón reticulonodular
Mecanismos de la atelectasia 134 libre 150
Patrón en vidrio esmerilado
Atelectasia por reabsorción 134 Distribución del derrame pleural
Limitaciones del abordaje por
Atelectasia pasiva 136 en pacientes que están en decúbito
patrones 121
Atelectasia por compresión 136 supino 151
Factores modificadores 121
Atelectasia redonda 137 Loculación del líquido pleural 151
Ausencia de especificidad de los hallazgos
Atelectasia adhesiva 138 Signos radiológicos de engrosamiento
radiológicos 121
Atelectasia por cicatrización 138 pleural 151
Comparación de la radiografía de tórax
Signos radiológicos de atelectasia 138 Signos radiológicos de neumotórax 157
con la tomografía computarizada de alta
Signos directos 138 Neumotórax en pacientes erguidos 157
resolución 122
Signos indirectos 140 Neumotórax en pacientes que están
Signos generales de las enfermedades
en decúbito supino 157
que producen aumento de la densidad
pulmonar 123
Características del borde de una lesión
pulmonar 123

Enfermedad predominante
E
l diagnóstico diferencial de las alteraciones radiológicas se
basa en consideraciones como la densidad, el tamaño, el de los espacios aéreos
número, la homogeneidad, la nitidez de la definición, la loca-
lización anatómica y la presencia o ausencia de calcificación o de La consolidación pulmonar se define como la sustitución del gas
cavitación. En este capítulo describimos los signos radiológicos del interior de los espacios aéreos por líquido, células o una com-
básicos que se ven en las enfermedades del tórax y que son útiles en binación de ambos. Esta enfermedad del espacio aéreo se carac-
el diagnóstico diferencial. Estos signos se pueden dividir en cuatro teriza en la radiografía y en la TC por la presencia de una o más
categorías principales: aumento de la densidad pulmonar, disminu- opacidades bastante homogéneas asociadas a borramiento de los
ción de la densidad pulmonar, atelectasia y alteraciones pleurales. vasos pulmonares y escasa o nula pérdida de volumen (figu-
ra 3-1)1, 2. Los bordes de las opacidades están mal definidos
excepto en las zonas en las que la consolidación está en contacto
AUMENTO DE LA DENSIDAD PULMONAR con la pleura. Con frecuencia se pueden ver bronquios que con-
tienen aire (broncogramas aéreos); también se pueden identificar
La mayoría de las enfermedades que producen aumento de la transparencias localizadas pequeñas que corresponden a bron-
densidad pulmonar afecta a los espacios aéreos y al tejido inters- quiolos membranosos permeables (bronquiologramas aéreos),
ticial en una extensión variable; sin embargo, es útil reconocer zonas de parénquima pulmonar no consolidado y zonas redon-
tres patrones radiográficos generales dependiendo de qué com- deadas localizadas de consolidación que miden 10 mm de diáme-
ponente está afectado: 1) enfermedad del espacio aéreo, en la que tro o menos (nódulos del espacio aéreo).
el aire está sustituido por líquido, células o una combinación de
ambos (consolidación); 2) enfermedad intersticial, y 3) enferme- Características de su distribución
dad mixta del espacio aéreo e intersticial. Esta división es útil si se
acepta el supuesto de que el término patrón del espacio aéreo indi- La consolidación puede ser focal, parcheada o se puede distribuir
ca la afectación predominante de los espacios aéreos parenqui- de manera generalizada en ambos pulmones (tabla 3-1). La conso-
matosos y que un patrón lineal, reticular o nodular indica afecta- lidación focal puede tener una distribución segmentaria o no seg-
ción predominante del intersticio. mentaria; de manera ocasional afecta a un lóbulo o a un pulmón

111
112 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

TABLA 3-1. Consolidación del espacio aéreo


Causas frecuentes Datos diagnósticos útiles

Aguda

Edema pulmonar El edema pulmonar hidrostático tiende a afectar


principalmente a las regiones pulmonares centrales
(distribución en mariposa) y con frecuencia se
asocia a cardiomegalia y líneas septales (Kerley B).
El edema pulmonar por aumento de la permeabilidad
(síndrome de dificultad respiratoria aguda) tiende a
ser parcheado o a afectar principalmente a las
regiones pulmonares periféricas. La cardiomegalia y
las líneas septales son infrecuentes
Neumonía La consolidación puede ser homogénea y de
distribución lobar (no segmentaria) (p. ej.,
Streptococcus pneumoniae), heterogénea y de
distribución parcheada (segmentaria) (p. ej.,
gérmenes gramnegativos, Staphylococcus aureus) o
difusa (p. ej., neumonía por Pneumocystis jiroveci)
Hemorragia Puede ser focal (p. ej., contusión pulmonar,
bronquiectasias) o difusa (p. ej., síndrome de
Goodpasture, diátesis hemorrágica). Cuando es
secundaria a una embolia pulmonar, puede
recordar a un cono truncado (joroba de Hampton)
Aspiración La aspiración de contenido gástrico (neumonía por
aspiración) tiende a afectar principalmente a las
FIGURA 3-1 regiones pulmonares dependientes. La aspiración
de lípidos (neumonía lipoidea) habitualmente se
Consolidación del espacio aéreo. Una radiografía posteroanterior de puede diagnosticar con TCAR por la presencia de
tórax de una mujer de 64 años de edad muestra una consolidación extensa zonas localizadas de densidad de grasa
del espacio aéreo en el lóbulo superior derecho. Los hallazgos son Crónica
opacidades algodonosas confluentes de bordes mal definidos excepto en la
zona en la que la consolidación está en contacto con la cisura horizontal Neumonía Los hallazgos incluyen zonas de consolidación
(flecha recta). Obsérvese la presencia de broncogramas aéreos (flechas organizativa parcheadas, no segmentarias, unilaterales o
curvas). Obsérvese el hallazgo ocasional de un derrame pleural derecho criptógena bilaterales que progresan a lo largo de varias
pequeño. La paciente tenía una neumonía lobar producida por Streptococcus semanas o meses. Con frecuencia tiene una
pneumoniae. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic distribución predominantemente peribronquial o
Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.) subpleural en la TCAR
Neumonía Neumonía con consolidación periférica no
eosinófila segmentaria homogénea característica que
entero. La consolidación segmentaria con o sin pérdida de volu- crónica afecta principalmente a los lóbulos superiores
men asociada típicamente se debe a obstrucción endobronquial Neoplasia La neumonitis postobstructiva que afecta a un
segmento, un lóbulo o todo un pulmón es una
(p. ej., por carcinoma pulmonar) o a infarto pulmonar (p. ej., manifestación frecuente de un carcinoma
tromboembolia o aspergilosis invasora) (figura 3-2). Se puede ver pulmonar endobronquial. Se ve una
una distribución segmentaria después de una aspiración y en la consolidación no segmentaria en el carcinoma
neumonía producida por Staphylococcus aureus, Streptococcus pyo- broncoalveolar y el linfoma
Proteinosis Es una causa poco frecuente de consolidación crónica
genes y otras bacterias gramnegativas; sin embargo, la infección por alveolar del espacio aéreo que puede ser parcheada o
estos gérmenes se asocia con más frecuencia a una consolidación puede afectar principalmente a las regiones
bilateral multifocal o parcheada (bronconeumonía). Se puede ver perihiliares. La TCAR muestra atenuación en
una distribución similar en la neumonía fúngica grave, particular- vidrio esmerilado asociada a engrosamiento de
mente en pacientes inmunodeprimidos (figura 3-3). los tabiques interlobulillares, que son lisos
(patrón en empedrado)
En la TCAR las zonas de consolidación del espacio aéreo con
frecuencia están delimitadas por tabiques interlobulillares (fi-
Adaptado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
gura 3-4)3. Puede haber lobulillos intactos únicos o múltiples en Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.
el interior de zonas de consolidación masiva3. La afectación de un
lobulillo secundario o de un grupo de lobulillos con parénquima
normal adyacente es particularmente frecuente en la bronconeu- coalveolar o de un linfoma. La consolidación de todo un lóbulo
monía4 y también se conoce como neumonía lobulillar. puede ser secundaria a obstrucción bronquial (p. ej., carcinoma
Las causas de consolidación no segmentaria incluyen neumo- pulmonar), en cuyo caso habitualmente se asocia a atelectasia y
nía, hemorragia focal, neoplasia, síndrome de Löffler y neumonía ausencia de broncogramas aéreos, o puede ser secundaria a una
eosinófila crónica. La neumonía no segmentaria está producida la neumonía bacteriana (típicamente por S. pneumoniae o K. pneu-
mayor parte de las veces por Streptococcus pneumoniae y con moniae), en cuyo caso se asocia a un volumen pulmonar normal o
menos frecuencia por Klebsiella pneumoniae, especies de de manera ocasional aumentado y broncogramas aéreos.
Legionella y Mycobacterium tuberculosis (véase figura 3-1). La con- La consolidación bilateral extensa o difusa se ve la mayoría de las
solidación del síndrome de Löffler es típicamente migratoria, veces en el edema pulmonar hidrostático, el síndrome de dificultad
mientras que la de la neumonía eosinófila crónica afecta de manera respiratoria aguda, la hemorragia pulmonar difusa y la neumonía por
característica a las regiones pulmonares periféricas. Una consoli- Pneumocystis. En la primera de estas enfermedades la consolidación
dación no segmentaria que progresa a lo largo de un período de tiende a afectar principalmente a las regiones perihiliares (distribu-
varios meses debe plantear la posibilidad de un carcinoma bron- ción en alas de mariposa) y con frecuencia se asocia a engrosamiento
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 113

FIGURA 3-2
Consolidación subsegmentaria. Una
imagen del pulmón derecho de una
radiografía posteroanterior de tórax (A)
muestra una consolidación en forma de
cuña de base pleural de consolidación en
el lóbulo superior derecho. Una
TCAR (B) también muestra una zona
subsegmentaria de consolidación densa
(flecha) que se extiende hacia el
parénquima adyacente. El aspecto es
compatible con un infarto. El paciente era
una mujer inmunodeprimida de 54 años
que tenía aspergilosis angioinvasora.
(Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman
NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

FIGURA 3-3
Bronconeumonía. Una radiografía posteroanterior de tórax (A)
muestra zonas bilaterales parcheadas de consolidación. Las TCAR (B y C)
muestran la distribución predominantemente peribronquial de las zonas
de consolidación. Se pueden ver claramente broncogramas aéreos en el
interior de las zonas de consolidación (flecha). El paciente era un varón
de 55 años de edad que tenía leucemia mielógena aguda
y bronconeumonía por Aspergillus. (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
114 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

TABLA 3-2. Patrón septal


Hallazgos radiográficos y de TCAR
Causas frecuentes característicos

Edema pulmonar La causa más frecuente. Distribución predominante


hidrostático en los campos pulmonares inferiores.
Engrosamiento liso de los tabiques
interlobulillares en la TCAR
Carcinomatosis Puede ser focal o difusa. Engrosamiento septal liso
linfangítica o nodular. Se ve aumento de tamaño de los
ganglios linfáticos en la evaluación inicial en el
30% de los casos
Sarcoidosis El engrosamiento septal raras veces es evidente en
la radiografía, aunque se ve con frecuencia en la
TCAR. Afectación septal habitualmente leve en
comparación con la nodularidad
peribroncovascular. El engrosamiento puede ser
liso o nodular. Habitualmente se asocia a
aumento de tamaño de los ganglios linfáticos
hiliares y mediastínicos bilaterales
Fibrosis pulmonar Engrosamiento septal irregular habitualmente leve
idiopática y asociado a otros hallazgos de fibrosis, como
líneas intralobulillares, bronquiectasias por
tracción y panalización
Asbestosis Engrosamiento septal irregular habitualmente leve
y asociado a otros hallazgos de fibrosis y placas
pleurales o engrosamiento pleural difuso

Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.

FIGURA 3-4 de Kerley) o como líneas más largas (2 a 6 cm) orientadas hacia
Hemorragia pulmonar. Una TCAR de una mujer de 29 años muestra una los hilios (líneas A de Kerley) (figura 3-5). En la TCAR las líneas
zona focal de consolidación en el lóbulo inferior derecho como septales se pueden ver como líneas cortas que se extienden hasta
consecuencia de una hemorragia pulmonar. Varios de los bordes están bien la pleura en la periferia pulmonar y como arcadas poligonales
perfilados por tabiques interlobulillares (flecha), un dato que da lugar a una que delimitan uno o más lobulillos pulmonares en las regiones
delimitación nítida entre los lobulillos pulmonares secundarios afectados y no
afectados. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
pulmonares más centrales (figura 3-6)8, 9.
Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.) La presencia de líneas septales como alteración radiológica pre-
dominante restringe de manera eficaz las consideraciones diagnós-
ticas a edema pulmonar hidrostático y tumor maligno (ya sea la
de los tabiques interlobulillares (líneas septales) y cardiomegalia. La diseminación linfangítica de un carcinoma o un linfoma), habitual-
consolidación del síndrome de dificultad respiratoria aguda tiende mente con afectación simultánea del intersticio broncoarterial. La
a tener una distribución parcheada y predominantemente periféri- distinción entre edema y cáncer puede determinarse con frecuencia
ca y típicamente se asocia a un tamaño cardíaco normal. La neu- de acuerdo con los hallazgos clínicos. En los casos en los que hay
monía por Pneumocystis con frecuencia progresa desde una som- dudas, el aspecto en la TCAR puede ser útil para la diferenciación:
bra perihiliar sutil a una consolidación bilateral difusa. el engrosamiento de los tabiques interlobulillares como consecuen-
cia del edema habitualmente es liso, mientras que las neoplasias con
Enfermedad predominantemente intersticial frecuencia tienen un componente nodular (figura 3-7)5, 10. Aunque
también se puede ver engrosamiento septal en muchos otros tras-
Patrones radiológicos de enfermedad intersticial difusa tornos, como la fibrosis pulmonar idiopática, la sarcoidosis y la pro-
teinosis alveolar, habitualmente no es la alteración principal9. El
La enfermedad pulmonar intersticial se asocia a cinco patrones engrosamiento aparente de los tabiques interlobulillares en la TCAR
radiológicos: septal, reticular, nodular, reticulonodular y en vidrio se puede deber a enfermedades que afectan al parénquima a ambos
esmerilado. Aunque todos estos patrones se pueden ver en la lados de un tabique normal, particularmente en la fibrosis pulmo-
TCAR y se pueden correlacionar con hallazgos anatomopatológi- nar idiopática, el síndrome de dificultad respiratoria aguda y la pro-
cos específicos5-7, la superposición de las estructuras hace que la teinosis alveolar10, 11. Las causas más frecuentes de engrosamiento
interpretación sea mucho más difícil en la radiografía de tórax. septal interlobulillar se enumeran en la tabla 3-2.

Patrón septal Patrón reticular


Un patrón septal se debe al engrosamiento de los tabiques inter- Un patrón reticular se caracteriza por innumerables sombras
lobulillares (es decir, el tejido que separa los lobulillos pulmonares lineales entrelazadas similares a una red (figura 3-8)2. En una
secundarios). Normalmente no se pueden identificar líneas sep- radiografía de tórax el patrón puede ser la consecuencia de la
tales en la radiografía, y sólo se pueden ver algunas en la TCAR, sumación de opacidades lineales lisas o irregulares, espacios quís-
principalmente en las caras anterior e inferior de los lóbulos infe- ticos o ambos. Aunque con frecuencia es difícil establecer la dis-
riores8, 9. Cuando están engrosados, los tabiques interlobulillares tinción entre esas alteraciones en una radiografía, se puede hacer
(líneas septales) se ven en la radiografía como líneas cortas (1 a 2 cm) fácilmente con una TCAR. Las causas más frecuentes de patrón
perpendiculares a la pleura y que se continúan con ella (líneas B reticular se enumeran en la tabla 3-3.
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 115

FIGURA 3-5
Edema pulmonar intersticial. Las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) muestran múltiples opacidades lineales en ambos
pulmones que se ven mejor en las imágenes ampliadas de los lóbulos inferior derecho (C) y superior izquierdo (D). Estas líneas están
formadas por una combinación de líneas septales largas (Kerley A), predominantemente en los campos pulmonares medios (flecha en D),
y líneas septales periféricas más cortas (Kerley B). En una proyección lateral (B) las cisuras interlobares son prominentes (flecha) y
representan edema pleural. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

Aunque el edema pulmonar con frecuencia produce un patrón dad el patrón reticular se hace más grueso y el proceso más difuso.
predominantemente lineal que se caracteriza por la presencia de La TCAR muestra opacidades lineales intralobulillares (que reflejan
líneas septales (Kerley B), también se ve con frecuencia un patrón engrosamiento del intersticio en el interior del lobulillo secundario),
reticular fino. Otras causas de patrón reticular de aparición aguda engrosamiento irregular de los tabiques interlobulillares y panaliza-
son la neumonía vírica y la neumonía por micoplasma. ción predominantemente en las regiones pulmonares subpleurales
Las enfermedades crónicas que cursan con un patrón reticular y en los campos pulmonares inferiores (figura 3-9)5, 7.
incluyen el edema pulmonar intersticial asociado a estenosis mitral, Los espacios aéreos quísticos se pueden definir como focos
la asbestosis, la fibrosis pulmonar idiopática y la fibrosis pulmonar aumentados de tamaño de pulmón que contiene aire rodeados de
que se asocia a las enfermedades de tejido conjuntivo. Estas últimas paredes de grosor y composición variable2. Estos espacios pueden
dos enfermedades se caracterizan inicialmente en la radiografía de aparecer sin fibrosis asociada, como en la linfangioleiomiomato-
tórax por un patrón reticular fino que afecta principalmente a los sis (figura 3-10)12, o con un depósito prominente de colágeno y
campos pulmonares inferiores. A medida que progresa la enferme- remodelado parenquimatoso (panalización), como en la fibrosis
116 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-7
Carcinomatosis linfangítica. Una TCAR muestra engrosamiento de los
tabiques interlobulillares (flechas rectas) y varios nódulos (flechas curvas) de
bordes irregulares, principalmente en las regiones pulmonares subpleurales.
(Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

TABLA 3-3. Patrón reticular de enfermedad intersticial


FIGURA 3-6
Hallazgos radiográficos y de TCAR
Engrosamiento de los tabiques interlobulillares. Una TCAR del lóbulo Causas frecuentes característicos
superior izquierdo muestra engrosamiento de los tabiques interlobulillares.
Los tabiques interlobulillares engrosados se pueden identificar como líneas Agudo
(flechas negras) perpendiculares a la pleura y que se extienden hasta ella y,
en zonas más centrales, como arcadas poligonales (flechas blancas) que Edema pulmonar El patrón reticular habitualmente se asocia a líneas
perfilan los lobulillos pulmonares secundarios. El paciente era una mujer de hidrostático septales (Kerley). Prominencia de los vasos de
77 años de edad que tenía edema pulmonar intersticial secundario a los lóbulos superiores, derrames pleurales y
insuficiencia cardíaca izquierda. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman cardiomegalia frecuente
NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, Neumonía por Con frecuencia se asocia a consolidación
WB Saunders, 2001.) Mycoplasma segmentaria. La TCAR muestra nódulos
centrolobulillares y opacidades lineales
ramificadas (patrón de árbol en brote)
Crónico
pulmonar idiopática, la histiocitosis de células de Langerhans, la
asbestosis y la sarcoidosis2, 13. En la tabla 3-4 se enumeran las cau- Fibrosis pulmonar Predominio en los campos pulmonares inferiores.
sas frecuentes de patrón quístico. idiopática y fibrosis La TCAR muestra opacidades lineales
pulmonar asociada intralobulillares, engrosamiento irregular de
La panalización se refiere a la presencia de espacios quísticos a las enfermedades los tabiques interlobulillares y panalización que
de 0,3 a 1 cm de diámetro cuyas paredes están formadas por una del tejido afectan principalmente a las regiones
cantidad variable de tejido fibroso (véase figura 3-8). Las enfer- conjuntivo subpleurales y a los campos pulmonares
medades más frecuentes en las que se identifica esta alteración inferiores
son la fibrosis pulmonar idiopática, las enfermedades del tejido Asbestosis Predominio en los campos pulmonares inferiores.
Casi siempre se asocia a placas pleurales o
conjuntivo y la sarcoidosis14; sin embargo, este proceso se puede engrosamiento pleural difuso. La TCAR
ver en la fibrosis pulmonar avanzada de cualquier causa13, 14. Los muestra líneas subpleurales, líneas
espacios representan principalmente bronquiolos respiratorios y intralobulillares y engrosamiento irregular de
conductos alveolares que se han dilatado como consecuencia de los tabiques interlobulillares con una
distribución predominantemente subpleural
la tracción por tejido fibroso del parénquima adyacente3, 15. La Alveolitis alérgica Habitualmente muestra predominio en los campos
presencia, distribución y extensión de la panalización se evalúan extrínseca crónica pulmonares medios e inferiores. La TCAR
mucho mejor con la TCAR que con la radiografía de tórax16. frecuentemente muestra líneas intralobulillares,
La presencia y la gravedad de la panalización varían conside- nódulos centrolobulillares mal definidos y zonas
rablemente en diferentes regiones del pulmón en diferentes extensas de atenuación en vidrio esmerilado
Sarcoidosis Se ve reticulación gruesa con fibrosis crónica.
enfermedades. La histiocitosis de células de Langerhans y la sar- Afecta principalmente a la región perihiliar de
coidosis habitualmente muestran predilección por los campos los campos pulmonares medios y superiores
pulmonares medios y superiores, mientras que la fibrosis pulmo-
nar idiopática y la fibrosis pulmonar que se asocia a las enferme- Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
dades de tejido conjuntivo generalmente afectan principalmente Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 117

FIGURA 3-8
Patrón reticular. Una imagen ampliada
del campo pulmonar inferior derecho de
una radiografía posteroanterior de
tórax (A) muestra un patrón reticular.
Una TCAR (B) muestra panalización en
todo el lóbulo inferior derecho.
Obsérvese la dilatación y distorsión
asociadas de los bronquios
(bronquiectasias por tracción) (flecha).
Aunque la panalización es difusa en el
lóbulo inferior derecho, muestra
predominio subpleural en el lóbulo medio
derecho. Este patrón y esta distribución
son compatibles con una fibrosis
pulmonar idiopática. (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
Radiologic Diagnosis of Diseases of the
Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

FIGURA 3-9
Patrón reticular en la TCAR. Una
TCAR a través de los campos
pulmonares inferiores muestra un
patrón reticular difuso fino por una
combinación de engrosamiento
irregular de los tabiques
interlobulillares y líneas intralobulillares.
Los tabiques interlobulillares tienen
de 1 a 2 cm de longitud y están
separados entre sí de 1 a 2 cm
(flechas rectas), que corresponde al
diámetro del lobulillo secundario,
mientras que las opacidades lineales
intralobulillares son de menor tamaño
y están separadas sólo por varios
milímetros (flechas curvas). El
paciente era una mujer de 58 años de
edad que tenía fibrosis pulmonar
idiopática. (Tomado de Müller NL,
Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
Radiologic Diagnosis of Diseases of the
Chest. Philadelphia, WB Saunders,
2001.)

a los campos pulmonares inferiores. En la TCAR los espacios rodeados por parénquima pulmonar normal13, 17. Habitualmente
quísticos de la histiocitosis de células de Langerhans tienen una se distribuyen de manera difusa en ambos pulmones, lo que per-
distribución aleatoria o difusa en los campos pulmonares medios mite la distinción fácil con la histiocitosis de células de
y superiores, y respetan relativamente las bases pulmonares, Langerhans y la fibrosis pulmonar idiopática13.
mientras que los quistes de la sarcoidosis tienen una distribución
predominantemente peribroncovascular y perihiliar13. La panali- Patrón nodular
zación de la fibrosis pulmonar idiopática y de las enfermedades
de tejido conjuntivo afecta principalmente a las regiones pulmo- Se produce un patrón nodular cuando el intersticio parenquima-
nares subpleurales y a los campos pulmonares inferiores13. En la toso se expande de manera aproximadamente esférica por un
linfangioleiomiomatosis los quistes tienen paredes finas y están infiltrado celular, por tejido fibroso o por ambos (figura 3-11). En
118 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-10
Espacios quísticos en la linfangioleiomiomatosis. Una TCAR a través
de las bases pulmonares muestra numerosos espacios quísticos de paredes
finas (flecha). El parénquima pulmonar que está entre los quistes es normal,
y no hay datos de fibrosis. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC,
Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

TABLA 3-4. Patrón quístico de enfermedad intersticial


Hallazgos radiográficos y de TCAR
Causas frecuentes característicos
FIGURA 3-11
Fibrosis pulmonar Patrón quístico característico de la fibrosis en
idiopática y fibrosis fase terminal (panalización). Predominio en Silicosis. Una imagen del pulmón izquierdo de una radiografía
pulmonar asociada los campos pulmonares inferiores y en las posteroanterior de tórax de un paciente con silicosis muestran nódulos
a las enfermedades regiones subpleurales bien definidos, más numerosos en los lóbulos superiores. La calcificación en
del tejido conjuntivo cáscara de huevo de los ganglios hiliares y mediastínicos (flecha) es un
Histiocitosis de Los quistes con frecuencia tienen formas hallazgo prácticamente diagnóstico de silicosis. (Tomado de Müller NL,
Langerhans pulmonar extrañas. Se asocian con frecuencia a Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
nódulos. Difuso, aunque respeta Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
relativamente los ángulos costofrénicos en las
radiografías y las regiones basales en la TCAR
Sarcoidosis Los espacios quísticos se asocian a fibrosis
extensa, y habitualmente representan habitualmente miden menos de 3 mm de diámetro y típicamen-
conglomeración central de bronquios te se distribuyen de manera difusa por ambos pulmones (aunque
ectásicos (bronquiectasias por tracción). pueden tener preferencia por los campos pulmonares inferio-
Predominio en los campos pulmonares res)19. Se puede ver un patrón similar en la micosis fúngica (p. ej.,
medios y superiores. De manera ocasional
histoplasmosis y coccidioidomicosis), la silicosis, la neumoconio-
puede haber panalización subpleural
Linfangioleiomiomatosis Quistes de pared delgada y lisa. Distribución sis de los mineros del carbón, la talcosis intravenosa, el carcino-
difusa en la radiografía y en la TCAR ma metastásico (particularmente de glándula tiroidea) y el carci-
Bronquiectasias La dilatación bronquial se diagnostica noma bronquioloalveolar7, 20, 21.
fácilmente en la TCAR Los nódulos de la silicosis y de la neumoconiosis de los tra-
Neumonía intersticial Quistes de distribución aleatoria, habitualmente
linfocítica en pequeño número, y asociados a zonas de bajadores del carbón tienden a afectar principalmente a los
atenuación en vidrio esmerilado campos pulmonares medios y superiores (véase figura 3-11)18,
mientras que los que se deben a procesos hematógenos, como la
Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of tuberculosis miliar y el carcinoma metastásico, son difusos o
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001. afectan principalmente a los campos pulmonares inferiores (en
los que es mayor el flujo sanguíneo)8, 19. En la TCAR los nódu-
los que se deben a procesos hematógenos tienden a tener una
el contexto de una enfermedad pulmonar intersticial los nódulos distribución aleatoria en relación con las estructuras lobulilla-
se definen como opacidades redondas de menos de 1 cm de diá- res8, 20. Por el contrario, los nódulos de la silicosis y de la neu-
metro7, 18. Las causas más frecuentes de patrón nodular se enu- moconiosis de los trabajadores del carbón con frecuencia mues-
meran en la tabla 3-5. tran una distribución predominantemente centrolobulillar, que
Un patrón nodular puro en un paciente febril que tiene una es una localización que corresponde a la acumulación de polvo
enfermedad aguda es muy indicativo de infección hematógena, y de tejido fibroso adyacente a los bronquiolos respiratorios
particularmente tuberculosis miliar (figura 3-12). Los nódulos (figura 3-13)21, 22.
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 119

FIGURA 3-12
Nódulos miliares en la TC. Una TC convencional con colimación de 10 mm (A) en un paciente que tiene tuberculosis miliar muestra nódulos de 1 a
2 mm de diámetro en ambos campos pulmonares. Una TCAR (B) del pulmón derecho del mismo paciente muestra mejor los bordes nítidos de los nódulos
miliares. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

TABLA 3-5. Patrón nodular pequeño de enfermedad Los nódulos centrolobulillares reflejan la presencia de un pro-
intersticial ceso bronquiolocéntrico y se ven en varias formas de bronquioli-
tis (figura 3-14). En la alveolitis alérgica extrínseca estos nódulos
Hallazgos radiográficos y de TCAR tienen bordes mal definidos y se distribuyen de manera difusa en
Causas frecuentes característicos
ambos pulmones. Los nódulos centrolobulillares que tienen una
Agudo distribución parcheada y se asocian a opacidades lineales ramifi-
cadas (patrón de árbol en brote) son muy indicativos de bron-
Tuberculosis o Difuso en ambos pulmones. Distribución
histoplasmosis miliar aleatoria en la TCAR
quiolitis infecciosa, que incluye las etiologías vírica, por mico-
Diseminación Distribución bilateral parcheada o asimétrica. plasma y bacteriana, y la diseminación endobronquial de la
endobronquial de Nódulos centrolobulillares y líneas tuberculosis (figura 3-15)23-25.
la tuberculosis ramificadas (aspecto de árbol en brote) Los nódulos de la sarcoidosis se localizan de manera carac-
en la TCAR terística principalmente en la región peribroncovascular cen-
Infección vírica Difuso o parcheado. Nódulos centrolobulillares
en la TCAR tral de los campos pulmonares superiores y medios6, 26. También
Subagudo o crónico se ven a lo largo de los tabiques interlobulillares y en las regio-
nes subpleurales, incluyendo las cisuras interlobulillares (aun-
Sarcoidosis Habitualmente predominio en las regiones que habitualmente con una extensión menor que en el intersti-
perihiliares y en los lóbulos superiores.
Generalmente se asocia a linfadenopatía cio peribroncovascular) (figura 3-16). Esta distribución peri-
hiliar y mediastínica bilateral. La TCAR linfática también es característica de la carcinomatosis linfan-
muestra engrosamiento nodular a lo largo gítica; sin embargo, al contrario que en la sarcoidosis, la altera-
del intersticio bronquial y perivascular ción predominante es el engrosamiento de los tabiques interlo-
Alveolitis alérgica Generalizada o con predominio en los campos
extrínseca pulmonares medios e inferiores. La TCAR
bulillares8, 27.
muestra nódulos centrolobulillares mal La utilidad de la localización anatómica en el diagnóstico
definidos y zonas de atenuación en vidrio diferencial de los nódulos pequeños en la TCAR se evaluó en un
esmerilado estudio de 58 pacientes25. Cuatro radiólogos clasificaron los
Silicosis y neumoconiosis Predominio en los lóbulos superiores. La nódulos de acuerdo con su localización y distribución en cuatro
de los trabajadores TCAR con frecuencia muestra predominio
del carbón centrolobulillar grupos: perilinfáticos, aleatorios, centrolobulillares y difusos en
Carcinoma metastásico Difuso o predominio en los campos ambos pulmones, y centrolobulillares pero de distribución par-
pulmonares superiores. La TCAR muestra cheada. Los cuatro observadores estuvieron de acuerdo en el
distribución aleatoria en relación con las 79% de los casos (46 de 58) en relación con la localización de los
estructuras lobulillares
nódulos, y tres de cuatro estuvieron de acuerdo en otro 17% (10
de 58). Los radiólogos acertaron en 218 (94%) de 232 localiza-
Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.
ciones en los 58 casos. Las enfermedades se asociaron a las
siguientes distribuciones: perilinfática: sarcoidosis y carcinoma-
tosis linfangítica; aleatoria: infección biliar y carcinoma metastá-
120 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-13
Silicosis. Los cortes de TCAR al nivel de los campos
pulmonares superiores (A) y medios (B) muestran
numerosos nódulos bien definidos. Muchos tienen una
distribución centrolobulillar (flechas rectas). También hay
nódulos subpleurales (flechas curvas) y datos de enfisema.
El paciente era un varón de 58 años de edad que tenía
silicosis de larga evolución. (Tomado de Müller NL,
Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

sico; centrolobulillar difusa: neumonitis por hipersensibilidad y fía de tórax28. En la TCAR la atenuación en vidrio esmerilado
bronquiolitis respiratoria, y centrolobulillar parcheada: bron- refleja la presencia de alteraciones que están por debajo del límite
quiolitis infecciosa. de resolución de la prueba. Se puede ver en diversas situaciones,
como enfermedades intersticiales, enfermedades de los espacios
Patrón reticulonodular aéreos y aumento del volumen sanguíneo capilar por insuficiencia
cardíaca congestiva o redistribución del flujo sanguíneo29-31.
La presencia de opacidades lineales interconectadas da lugar a un Las enfermedades pulmonares agudas que se asocian a un pa-
patrón reticular2. La orientación de algunas opacidades lineales trón en vidrio esmerilado incluyen neumonía por Pneumocystis
paralelas al haz de rayos X produce un componente nodular adi- jiroveci (figura 3-17)32, hemorragia pulmonar33 y neumonía inters-
cional que da lugar a un patrón reticulonodular. Este último ticial aguda34. La primera de estas enfermedades se asocia de
también puede estar producido por la presencia de nódulos manera particular a este patrón, y en una persona infectada por
superpuestos a un patrón reticular, como en la sarcoidosis (véase fi- el VIH esta alteración es muy indicativa de este diagnóstico35. La
gura 3-16), la histiocitosis de células de Langerhans y la carcino- opacificación en vidrio esmerilado también es con frecuencia la
matosis linfangítica. principal alteración que se ve en la fase subaguda de la alveolitis
alérgica extrínseca (figura 3-18)36. Las zonas de atenuación en
Patrón en vidrio esmerilado vidrio esmerilado en la proteinosis alveolar pulmonar habitual-
mente tienen una distribución parcheada o geográfica37; en la
Se considera que hay un patrón en vidrio esmerilado cuando hay TCAR también se identifica con frecuencia engrosamiento de los
un aumento engorroso de la opacidad no asociado a borramiento tabiques interlobulillares en las zonas de atenuación en vidrio
de las marcas vasculares subyacentes2. (Si están borrados los vasos esmerilado37, 38. Las causas más frecuentes de patrón en vidrio esmeri-
se debe utilizar el término consolidación.) Esta alteración es un lado se enumeran en la tabla 3-6. La combinación de atenuación
hallazgo frecuente importante en la TCAR, aunque con frecuencia en vidrio esmerilado y de reticulación superpuesta se conoce
es difícil reconocerlo y se puede omitir fácilmente en la radiogra- como patrón en «empedrado»38.
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 121

FIGURA 3-14
Nódulos centrolobulillares producidos por bronquiolitis. Una TCAR FIGURA 3-15
(colimación de 1,5 mm) muestra nódulos pequeños y estructuras
ramificadas (flecha). Estas alteraciones están situadas a aproximadamente Nódulos centrolobulillares en la tuberculosis. Una TCAR muestra un
5 mm de vasos que son demasiado grandes para estar en el interior del nódulo lobulado de 2 cm de diámetro en el segmento posterior del lóbulo
lobulillo pulmonar secundario y representan los bordes de lobulillos superior derecho. Obsérvese la distribución centrolobulillar de los nódulos
pulmonares secundarios. Las estructuras y las alteraciones que están de menor tamaño (flecha recta) y el tabique interlobulillar normal (flechas
localizadas a 5 mm de estos bordes deben tener una localización curvas). La paciente era una mujer de 80 años que tenía tuberculosis de
centrolobulillar. El paciente era un varón de 28 años que tenía bronquiolitis reactivación (nódulo grande) con diseminación endobronquial (nódulos más
en relación con la inhalación de material extraño. (Tomado de Müller NL, pequeños). (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

TABLA 3-6. Opacificación en vidrio esmerilado Limitaciones del abordaje por patrones
Causas frecuentes Datos diagnósticos útiles
Factores modificadores
Neumonía por La atenuación en vidrio esmerilado
Pneumocystis jiroveci parcheada o difusa en un paciente que
tiene sida es muy indicativa El patrón de alteración parenquimatosa que se ve en una radiogra-
Alveolitis alérgica Puede ser difusa o puede predominar en fía de tórax y en una TCAR se puede modificar por enfermedades
extrínseca los campos pulmonares inferiores. Con pulmonares parenquimatosas subyacentes asociadas, particular-
frecuencia se asocia a zonas lobulillares de
disminución de la atenuación y
mente el enfisema, y por los efectos secundarios que a veces pro-
atrapamiento aéreo como consecuencia de duce la propia enfermedad intersticial difusa. Por ejemplo, en las
obstrucción bronquiolar. Con frecuencia radiografías una neumonía lobar superpuesta a un enfisema puede
se asocia a nódulos centrolobulillares mal simular una enfermedad pulmonar intersticial (figura 3-19), mien-
definidos tras que una fibrosis intersticial conglomerada puede simular una
Neumonía intersticial La atenuación en vidrio esmerilado puede
idiopática ser la alteración predominante o la única enfermedad de los espacios aéreos.
alteración que se ve en pacientes que
tienen neumonía intersticial descamativa, Ausencia de especificidad de los hallazgos radiológicos
neumonía intersticial inespecífica
o neumonía intersticial aguda. En los
pacientes que tienen neumonía intersticial
En el contexto clínico adecuado la identificación de un patrón
habitual generalmente se asocia a un particular de enfermedad en la radiografía de tórax, tanto si es
patrón reticular sobre todo en las regiones enfermedad de los espacios aéreos como un patrón lineal, reticu-
subpleurales y en los campos pulmonares lar, nodular o reticulonodular, con frecuencia permite estrechar el
inferiores, y panalización diagnóstico diferencial a un número relativamente pequeño de
Hemorragia pulmonar Puede ser focal (p. ej., producida por
bronquiectasias) o difusa (p. ej., entidades y, de manera ocasional, hacer un diagnóstico específico
producida por el síndrome de con un alto grado de confianza. Sin embargo, en algunos casos es
Goodpasture) imposible determinar el patrón principal de la alteración, en cuyo
caso es preferible reconocer la ausencia de especificidad de los
Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of hallazgos radiológicos en lugar de elegir el patrón erróneo para el
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001. diagnóstico diferencial. Los lectores experimentados pueden estar
en desacuerdo en la interpretación de un patrón radiográfico; por
ejemplo, en una revisión de 360 radiografías de tórax de pacien-
tes que tenían enfermedad «infiltrativa» difusa confirmada
122 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-16
Sarcoidosis. Una imagen detallada del campo pulmonar inferior
izquierdo de una radiografía posteroanterior de tórax (A)
muestra un patrón reticulonodular. Las imágenes de TCAR (B y
C) muestran engrosamiento nodular a lo largo de los bronquios
(flechas rectas), vasos pulmonares (flechas curvas) y tabiques
interlobulillares (flechas abiertas). Aunque se pueden ver varios
nódulos de bordes irregulares en las regiones pulmonares
subpleurales, las alteraciones de la sarcoidosis habitualmente
afectan principalmente a las regiones perihiliares centrales.
(Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders,
2001.)

mediante biopsia, dos lectores expertos estuvieron de acuerdo en diagnósticos de elevada fiabilidad por parte de cada uno de los
que el patrón predominante era nodular o lineal en sólo el 70% tres observadores que fueron correctos con la radiografía de tórax
de los casos18. fueron del 29%, el 34% y el 19%, en comparación con el 57%,
el 55% y el 47% con la TCAR. El acuerdo interobservador para el
Comparación de la radiografía de tórax con la diagnóstico propuesto también fue significativamente mejor con
tomografía computarizada de alta resolución la TCAR que con la radiografía convencional40.
La exactitud diagnóstica de la radiografía y de la TC mejora
Varios grupos de investigadores han comparado la exactitud considerablemente cuando los hallazgos se analizan en el contex-
diagnóstica de la TCAR con la de la radiografía de tórax en el to de los hallazgos clínicos, los resultados de las pruebas de fun-
diagnóstico diferencial de la enfermedad pulmonar intersticial y ción pulmonar y los datos de laboratorio. En una investigación de
de los espacios aéreos difusa crónica39-41. En una investigación de 208 pacientes se evaluó la utilidad de esta información combina-
118 pacientes, tres observadores evaluaron de manera indepen- da en la clasificación de las enfermedades pulmonares difusas
diente las radiografías y las TC sin conocer los datos clínicos ni crónicas41. Cuando los hallazgos se evaluaron de manera inde-
anatomopatológicos39. Los observadores hicieron un diagnóstico pendiente se hizo un diagnóstico correcto con un elevado grado
fiable en el 23% de las radiografías y en el 49% de las interpreta- de fiabilidad en el 29% de los casos de acuerdo con los datos clí-
ciones de las TC, y los diagnósticos fueron correctos en el 77% y nicos, del 9% con las imágenes radiográficas y del 36% en base a
en el 93% de las lecturas, respectivamente. Se hizo un diagnósti- los hallazgos de la TCAR. La combinación de los datos clínicos y
co fiable con una frecuencia mayor del doble de acuerdo con la radiográficos permitió establecer un diagnóstico correcto con un
TCAR que con la radiografía de tórax, y el diagnóstico que se elevado grado de confianza en el 54% de los casos. Cuando se
basaba en la TC fue correcto con más frecuencia. En un segundo consideró en conjunto la información que proporcionaban los
estudio de 140 pacientes, tres observadores independientes enu- hallazgos clínicos, radiográficos y de la TC, se hizo un diagnósti-
meraron los tres diagnósticos más probables y registraron el co de alta confianza en el 84% de los casos y un diagnóstico
grado de confianza que tenían en su elección40. Los porcentajes de correcto en el 95%.
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 123

FIGURA 3-17
Neumonía por Pneumocystis jiroveci. Una imagen del pulmón derecho de una
radiografía posteroanterior de tórax (A) de un paciente de 28 años con sida muestra un
aumento difuso leve de la opacidad (opacidad en vidrio esmerilado). Una TCAR (B)
muestra zonas bilaterales extensas de atenuación en vidrio esmerilado. Esto último se
puede reconocer fácilmente comparando la atenuación del pulmón afectado con la
atenuación del interior de los bronquios (signo del bronquio negro). (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

Signos generales de las enfermedades que


producen aumento de la densidad pulmonar
Además de los patrones básicos y de los signos que ya se han des-
crito, varios datos radiológicos adicionales pueden ayudar a
determinar la naturaleza de un proceso patológico del interior de
los pulmones.

Características del borde de una lesión pulmonar


El borde de un nódulo pulmonar puede ser liso, lobulado o espicu-
lado (figura 3-20). Estas características son útiles para predecir si
un nódulo es benigno o maligno. En general, unos bordes lisos
indican benignidad, y la espiculación indica malignidad; la lobula-
ción se ve aproximadamente con la misma frecuencia en nódulos
benignos y malignos42, 43. Por ejemplo, en una revisión de los hallaz-
gos en la TC de 634 nódulos pulmonares solitarios, 52 de los 66
(79%) que tenían bordes bien definidos, lisos y no lobulados eran
FIGURA 3-18 benignos, y 14 (21%) eran malignos44. De los 218 nódulos que
tenían bordes espiculados, 184 (84%) representaban un carcinoma
Alveolitis alérgica extrínseca. La TCAR de una mujer de 59 años de
edad muestra zonas bilaterales extensas de atenuación en vidrio pulmonar primario y 9 (4%) una metástasis; sólo 25 (11%) eran
esmerilado. Las zonas focales de parénquima pulmonar que no tienen benignos. De los 359 nódulos que tenían bordes lisos pero lobula-
atenuación en vidrio esmerilado tienen el tamaño y la configuración de dos, 202 (56%) eran benignos y 157 eran malignos (tanto carcino-
lobulillos pulmonares secundarios (flecha). Este patrón de atenuación difusa ma pulmonar primario como metástasis). La correlación de la
en vidrio esmerilado que respeta lobulillos pulmonares secundarios
TCAR con los hallazgos anatomopatológicos ha mostrado que
individuales es característico de la fase subaguda de la alveolitis alérgica.
(Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of la espiculación habitualmente se relaciona con fibrosis o con infil-
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.) tración del carcinoma en el tejido intersticial/linfáticos de los tabi-
ques interlobulillares, vías aéreas y vasos adyacentes al tumor42.
Aquí se incluye un análisis de las lesiones satélites porque se rela-
cionan íntimamente con los bordes de una lesión pulmonar. Estas
alteraciones se pueden definir como opacidades nodulares peque-
ñas muy próximas a una lesión de mayor tamaño, habitualmente
un nódulo solitario periférico. Generalmente indican una causa
124 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-19
Neumonía aguda del espacio aéreo
superpuesta a enfisema. Una imagen
del campo pulmonar medio izquierdo de
una radiografía posteroanterior (A)
muestra una opacidad mal definida en el
segmento superior del lóbulo inferior
izquierdo. En lugar de la opacidad
homogénea característica de la neumonía
aguda del espacio aéreo, esta
consolidación contiene muchas zonas
radiotransparentes pequeñas. Un corte de
un lóbulo superior (B) de otro paciente
muestra una consolidación esencialmente
homogénea del parénquima pulmonar
apical y posterior. En el interior de esta
zona hay numerosos espacios
enfisematosos bien definidos que no están
afectados por la neumonía. Esta
consolidación incompleta es responsable
del aspecto de la radiografía del primer
paciente (A). (Tomado de Müller NL,
Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

infecciosa; en dos estudios se observaron en aproximadamente el está situada en cualquier porción de pulmón adyacente a un borde
10% de los pacientes que tenían tuberculomas45, 46, en compara- mediastínico o diafragmático, ese borde ya no se puede ver radio-
ción con sólo el 1% de los pacientes que tenían carcinoma. gráficamente (figura 3-22). Esta situación constituye un signo de la
Cuando se consideran estas características de los bordes en el silueta positivo47. El corolario es que una opacidad del interior de
diagnóstico, es importante recordar que la capacidad de cualquier los pulmones que no borra el contorno mediastínico diafragmáti-
signo único de predecir la naturaleza benigna o maligna de un co no puede estar situada en el interior de una zona de pulmón
nódulo pulmonar depende en parte de la prevalencia de las neo- contigua a estas estructuras (figura 3-23). Estos contornos son evi-
plasias malignas en la población en estudio. Por ejemplo, es pro- dentes sólo cuando las estructuras se han expuesto de manera ade-
bable que un nódulo de un paciente adolescente sea benigno cuada; por ejemplo, en una radiografía poco expuesta, una conso-
independientemente de las características de su borde, mientras lidación masiva del lóbulo inferior derecho puede impedir la iden-
que es probable que un nódulo no calcificado que aumenta de tificación del borde cardíaco derecho, simplemente porque los
tamaño en un paciente anciano que fuma sea maligno aun cuan- fotones de rayos X tienen una penetración insuficiente para repro-
do tenga un borde liso y bien definido. ducir la sombra cardíaca a través de la densidad del lóbulo inferior,
El contorno de una opacidad que se relaciona con la pleura, ya a pesar de la presencia de pulmón aireado contiguo al corazón.
sea sobre la convexidad del tórax o en la zona contigua al medias- El signo de la silueta tiene su máxima utilidad para diferenciar
tino o al diafragma, puede constituir un dato útil en relación con las enfermedades del lóbulo medio y de la língula de las que están
si el proceso es de origen intrapulmonar o extrapulmonar. Una en el lóbulo inferior. Sin embargo, puede proporcionar informa-
masa que se origina en el espacio pleural o en localización extra- ción anatómica precisa en otras situaciones diferentes, como la
pleural desplaza la pleura y el pulmón subyacente hacia el interior, obliteración del cayado aórtico en el lado izquierdo por la ausen-
de modo que el ángulo que forman los bordes de la masa con la cia de aireación del segmento apical-posterior del lóbulo superior
pared torácica es obtuso; por el contrario, una masa intrapulmo- izquierdo, el borramiento de la porción ascendente del cayado
nar tiende a formar un ángulo agudo con la pleura contigua aórtico y de la vena cava superior por una consolidación del seg-
(figura 3-21). Cuando se ve de frente, la masa extrapulmonar mento anterior del lóbulo superior derecho, y el borramiento de
tiene unos bordes mal definidos debido al ángulo obtuso de sus la línea paraespinal posterior por pulmón contiguo no aireado
bordes, mientras que una masa intrapulmonar tiende a tener en la gotiera posterior izquierda.
unos bordes más definidos. Al igual que en el caso de otros sig-
nos radiológicos este signo no es infalible; de manera ocasional Cavitación
una masa extrapulmonar se relaciona con el pulmón con un
ángulo agudo y una masa intrapulmonar con un ángulo obtuso. Una cavidad se define radiológicamente como un espacio que con-
tiene gas en el interior del pulmón y que está rodeado por una
Signo de la silueta pared cuyo grosor es mayor de 1 mm1. En la mayor parte de los
casos está formada por la necrosis de la porción central de una
Los contornos del mediastino y del diafragma se hacen radiológi- lesión y el drenaje del material resultante, licuado parcialmente, a
camente visibles por su contraste con el pulmón contiguo que con- través de las vías aéreas comunicantes1. Ni la presencia de un nivel
tiene aire. Cuando una opacidad de densidad de tejidos blandos líquido ni el tamaño de la cavidad son necesarios para la definición
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 125

FIGURA 3-20
Características del borde de tres nódulos pulmonares en la TCAR.
Un nódulo solitario de borde liso y no lobulado (A) es muy indicativo de
lesión benigna (hamartoma confirmado). Un nódulo solitario de contorno
liso y lobulado (B) se ve con una frecuencia aproximadamente igual en
lesiones benignas y malignas (adenocarcinoma confirmado). Un nódulo de
borde espiculado (C) es muy indicativo de lesión maligna (adenocarcinoma
confirmado). (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
126 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-21
Signo extrapulmonar. Una imagen
del hemitórax inferior izquierdo de
una radiografía posteroanterior
de tórax) (A) muestra los datos
característicos de una masa
extrapulmonar: un borde convexo liso
en la zona en la que está en contacto
con el pulmón y afilamiento por arriba
y por abajo; el borde lateral, que está
en contacto con los tejidos blandos de
la pared torácica, está borrado. Una
TC (B) muestra afilamiento de los
bordes anterior y posterior. La
paciente, de 46 años, tenía un tumor
fibroso benigno de la pleura. (Tomado
de Müller NL, Fraser RS, Colman NC,
Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

de cavidad. Los términos cavidad y absceso no son sinónimos: un específicas. De manera ocasional el material intracavitario tiene
absceso intrapulmonar sin comunicación con el árbol bronquial características que son muy indicativas de una enfermedad especí-
es radiográficamente opaco; sólo cuando el absceso se comunica fica. Los ejemplos incluyen un micetoma intracavitario, que puede
con las vías aéreas y permite que el aire sustituya al material formar una masa móvil (figura 3-26), y las membranas colapsadas
necrótico se puede aplicar el término cavidad. de un quiste equinocócico roto, que flotan en la parte superior del
En muchos casos el aspecto radiológico de la cavidad da algunos líquido en el interior del quiste y dan lugar al signo del lirio acuático
datos sobre su causa, particularmente si es benigna o maligna (fi- o signo del camalote (una planta acuática que se encuentra en ríos
gura 3-24). Las características radiológicas específicas que se deben sudamericanos) característico49. Otra masa intracavitaria poco fre-
observar en relación con esta distinción incluyen el grosor de la cuente pero característica es la que se asocia a la gangrena pulmo-
pared de la cavidad, las características de su revestimiento interno nar, en la que trozos irregulares de parénquima pulmonar necróti-
(si es irregular o liso), la presencia y naturaleza de su contenido, el co desprendido flotan como icebergs en el líquido de la cavidad;
número de lesiones y, cuando son múltiples, el número que se ha aunque esta complicación se puede ver en la infección por práctica-
cavitado. El análisis siguiente indica los hallazgos que son indicati- mente cualquier germen, es más frecuente con K. pneumoniae50.
vos de una causa específica para cada una de las características; en Multiplicidad de las lesiones. Algunas enfermedades cavitarias
cada una de las categorías hay excepciones ocasionales a la regla. son característicamente solitarias (p. ej., carcinoma pulmonar
Pared de la cavidad. La pared de la cavidad habitualmente es primario, absceso pulmonar agudo y quiste pulmonar postrau-
gruesa en el absceso pulmonar agudo (figura 3-25), en el carci- mático). Otras enfermedades son característicamente múltiples
noma primario y metastásico y en la granulomatosis de Wegener, (p. ej., carcinoma metastásico, granulomatosis de Wegener y
y con frecuencia es delgada en infecciones crónicas como la coc- tromboémbolos sépticos)51, 52.
cidioidomicosis. La evaluación del grosor de la pared de una Zonas de transparencia en burbuja (seudocavitación).
cavidad tiene su máxima utilidad en la distinción entre una lesión Se pueden ver zonas redondeadas u ovaladas de atenuación baja
benigna y una maligna. En un estudio de 65 cavidades solitarias que habitualmente miden 5 mm o menos de diámetro en el inte-
en el pulmón, todas las lesiones en las que la parte más gruesa de rior de un nódulo pulmonar mediante TC, particularmente
la pared de la cavidad medía 1 mm o menos eran benignas48; de las TCAR (figura 3-27)42. Estas zonas de transparencia en burbuja
lesiones cuya medida más gruesa era de 4 mm o menos, el 92% (seudocavitación) se pueden identificar en la TCAR en aproxi-
era benigno; en las que tenían entre 5 y 15 mm en su parte más madamente el 60% de los carcinomas bronquioloalveolares, el
gruesa se distribuían por igual las lesiones benignas y malignas, y 30% de los adenocarcinomas acinares y con menos frecuencia en
el 92% de las lesiones en las que la pared de la cavidad medía más otros tumores pulmonares benignos42. Se identifican con poca
de 15 mm de grosor era maligno. frecuencia en las lesiones benignas. La correlación con los hallazgos
Características del revestimiento interno. El revestimien- anatomopatológicos ha mostrado que las zonas de transparencia
to interno habitualmente es nodular en el carcinoma, desflecado habitualmente representan vías aéreas permeables, con frecuen-
en el absceso agudo y liso en la mayor parte de las demás lesiones cia ectásicas, o focos de enfisema rodeados por carcinoma42.
cavitarias.
Naturaleza del contenido de la cavidad. Cuando se identifi- Calcificación y osificación
ca material en el interior de una cavidad, habitualmente representa
pus o una neoplasia necrótica parcialmente licuada y aparece como La presencia o ausencia de calcificación y su localización en la
un nivel hidroaéreo liso y plano sin características radiológicas radiografía o en la TC son signos radiológicos importantes. De
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 127

FIGURA 3-23
Aplicación del signo de la silueta para la localización de la
enfermedad. Una imagen detallada del hemitórax derecho de una
radiografía anteroposterior de tórax muestra una zona de consolidación
del espacio aéreo en el pulmón derecho producida por una neumonía
bacteriana aguda. El proceso no borra ninguna parte del contorno
mediastínico derecho y está delimitado de manera nítida por la porción
superomedial de la cisura mayor derecha (puntas de flecha oblicuas) y la
cara lateral de la cisura menor (puntas de flecha verticales). Estas tres
características localizan la neumonía en las porciones posterior y lateral
del lóbulo superior derecho. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC,
Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

FIGURA 3-22
Signo de la silueta. Las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B)
muestran borramiento del borde cardíaco izquierdo por una sombra de
densidad homogénea que está situada en el interior de la língula; este
borramiento siempre indica enfermedad de la língula (siempre que la
exposición radiográfica sea adecuada). Se diagnosticó un carcinoma
epidermoide del pronto lingular con neumonitis obstructiva distal. (Tomado
de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases
of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
128 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-24
Cavidad tuberculosa con diseminación broncógena. Una radiografía
posteroanterior de tórax muestra una cavidad de 3 cm de diámetro en el
segmento apical del lóbulo superior derecho (flecha), una consolidación
extensa del lóbulo superior derecho y nódulos de 3 a 7 mm de diámetro
en todo el pulmón derecho. Los hallazgos son característicos de
tuberculosis con diseminación endobronquial. (Tomado de Müller NL,
Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the
Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

FIGURA 3-25
Absceso pulmonar estafilocócico agudo. Las radiografías en las proyecciones posteroanterior (A) y lateral (B) muestran una gran cavidad en el lóbulo
inferior derecho. El grosor de su pared y la naturaleza irregular y desflecada de su revestimiento interno indican un absceso pulmonar agudo. (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 129

FIGURA 3-26
Micetoma intracavitario. Las imágenes
del campo superior del pulmón derecho
con el paciente en posición erguida (A) y
en decúbito supino (B) muestran una
cavidad de pared fina pero irregular en la
zona paramediastínica. En su interior hay
una sombra alargada lisa de densidad
homogénea cuya relación con la pared de
la cavidad se modifica desde la posición
erguida (A) a la posición en decúbito
supino (B). La cavidad tenía un origen
tuberculoso, y el cuerpo libre estaba
formado por un conglomerado de hifas
fúngicas. (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis
of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

hecho, la calcificación en el interior de un nódulo pulmonar soli-


tario es el dato radiológico más fiable de que una lesión es benig-
na53, 54. Además, aunque puede haber calcificación en un tumor
maligno, su patrón permite distinguirlo de un nódulo benigno en
la mayor parte de los casos54, 55.
Cuatro patrones de calcificación se asocian a las lesiones benig-
nas: difusa, central, laminar y en palomita de maíz (figura 3-28)55.
Las formas difusa y laminar son prácticamente diagnósticas de un
granuloma. En las lesiones granulomatosas se ve la mayoría de las
veces un pequeño nido central de calcificación, aunque también
aparece en algunos hamartomas. La calcificación en palomita de
maíz es característica del hamartoma. Estos patrones benignos
de calcificación se ven raras veces en los tumores malignos. En un
estudio de 634 nódulos que se evaluaron con TC, se diagnosticó
correctamente a 153 como benignos de acuerdo con la presencia de
calcificación central o difusa44; aunque se identificaron zonas foca-
les de calcificación en el 13% de los tumores pulmonares primarios,
sólo un tumor carcinoide tenía un patrón benigno de calcificación.
Los otros tumores malignos no tenían calcificación central ni difusa.
La calcificación de los tumores malignos se puede ver en varias
circunstancias. La más importante desde el punto de vista del
diagnóstico diferencial es el caso ocasional en el que un carcino-
ma primario periférico engloba un granuloma calcificado, en
cuyo caso la calcificación habitualmente es excéntrica. Otras
situaciones incluyen una metástasis solitaria de un sarcoma osteó-
geno o de un condrosarcoma y algunos tumores carcinoides pul-
monares primarios, en los que hay osificación del estroma56, 57.
FIGURA 3-27
La calcificación de los ganglios linfáticos generalmente es
Transparencias en burbuja. Una TCAR a través de un nódulo amorfa y tiene una distribución irregular. La mayoría de las veces
de 2 cm de diámetro en el lóbulo superior derecho muestra se debe a una infección granulomatosa curada, habitualmente
transparencias focales que miden menos de 5 mm de diámetro (flecha).
La evaluación anatomopatológica mostró un carcinoma
tuberculosis o histoplasmosis, en cuyo caso forma parte del com-
bronquioloalveolar. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, plejo de Ranke. Un anillo de calcificación alrededor de la periferia
Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, de un ganglio linfático (calcificación «en cáscara de huevo») es un
WB Saunders, 2001.) patrón poco frecuente que se ve la mayoría de las veces después
de la exposición a sílice (véase figura 3-11) o al polvo de carbón;
otras causas poco frecuentes incluyen sarcoidosis, linfoma de
Hodgkin (después de la irradiación mediastínica), histoplasmo-
sis, amiloidosis y tuberculosis (figura 3-29).
130 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-28
Patrones benignos de calcificación. Una TC (A) muestra calcificación difusa en
tuberculoma. Una imagen ampliada del pulmón derecho de otro paciente (B)
muestra un tuberculoma (flecha) con un nido central de calcificación. Una imagen
del lóbulo superior derecho (C) muestra una gran zona central de la denominada
calcificación en palomita de maíz característica de un hamartoma. (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of
the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

DISMINUCIÓN DE LA DENSIDAD
PULMONAR
Las enfermedades que producen disminución de la densidad pul-
monar dan lugar a un aumento de la radiotransparencia (hiper-
transparencia) en la radiografía de tórax y una disminución de la
atenuación en la TC. Aquí sólo se abordan las enfermedades pul-
monares que producen aumento de la radiotransparencia.
Cualquier evaluación de las radiografías de tórax debe tener en
consideración la contribución que las alteraciones de los tejidos
extrapulmonares podrían hacer a la reducción de la densidad.
Algunas enfermedades pleurales (p. ej., neumotórax) y algunas
alteraciones congénitas y adquiridas de la pared torácica (p. ej.,
ausencia congénita de los músculos pectorales y mastectomía)
producen radiotransparencia unilateral que se podría confundir
fácilmente con una enfermedad pulmonar. Como elimina la
influencia de la superposición de la densidad de la pared toráci-
ca, la TC es superior a la radiografía de tórax para mostrar las
FIGURA 3-29 reducciones focales y difusas de la densidad pulmonar.
Calcificación en cáscara de huevo en la tuberculosis. Una La disminución de la densidad pulmonar se puede explicar
imagen de una radiografía anteroposterior de tórax de una niña de por varios mecanismos que incluyen: 1) hiperinsuflación obs-
cuatro años de edad muestra calcificación en cáscara de huevo en un tructiva sin destrucción pulmonar (p. ej., asma); 2) aumento del
ganglio de la ventana aortopulmonar (flecha). Se pueden ver ganglios gas con disminución de la sangre y del tejido (p. ej., enfisema);
calcificados de menor tamaño laterales al cayado aórtico y en el hilio
izquierdo. La paciente había recibido tratamiento por tuberculosis
3) reducción de la cantidad de sangre y de tejido en ausencia de
primaria dos años antes. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, hiperinsuflación pulmonar (p. ej., síndrome de Swyer-James y
Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, tromboembolia pulmonar sin infarto), y 4) una combinación de
WB Saunders, 2001.) los tres mecanismos (p. ej., interrupción proximal [ausencia] de la
arteria pulmonar derecha o izquierda).
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 131

Alteración del volumen pulmonar La gravedad del aplanamiento del diafragma es útil en el diag-
nóstico diferencial. Invariablemente es más marcado en el enfise-
Exceso generalizado de aire ma; de hecho, la hiperinsuflación que se ve en esta enfermedad
puede hacer que el contorno del diafragma sea cóncavo en lugar
Las enfermedades pulmonares que producen disminución de de convexo hacia arriba (véase figura 3-30). Por el contrario, la
la densidad se caracterizan por hiperinsuflación, con la excep- superficie superior del diafragma es casi siempre convexa en el
ción de la interrupción (ausencia) unilateral de la arteria pul- asma. (Sin embargo, se debe recordar que esto se aplica sólo a los
monar, del pulmón hipertransparente unilateral (síndrome de adultos; un atrapamiento aéreo grave en lactantes y niños se
Swyer-James), de las lesiones endobronquiales obstructivas de puede asociar a una depresión y aplanamiento notables de las
manera parcial y de la tromboembolia pulmonar sin infarto. cúpulas diafragmáticas.)
Los signos radiológicos que se pueden asociar a un aumento Otro signo útil para detectar hiperinsuflación es el aumento
generalizado del aire intrapulmonar se relacionan con el dia- del espacio aéreo retroesternal en la radiografía lateral de tórax60.
fragma, el espacio retroesternal y la silueta cardiovascular La medición directa es una vez más sensible que la evaluación
(figura 3-30); los más importantes son los signos que se rela- subjetiva; una distancia mayor de 2,5 cm entre la cara posterior
cionan con el diafragma. del esternón y el borde más anterior de la aorta ascendente es
En los pacientes que tienen enfisema grave el diafragma está indicativa de hiperinsuflación60, 61.
descendido, con frecuencia hasta el nivel de la séptima costilla por
delante y el 11.° espacio intercostal o la 12.a costilla por detrás; Exceso localizado de aire
simultáneamente la configuración normal en cúpula está aplana-
da. Aunque este aplanamiento con frecuencia se evalúa subjetiva- La hiperinsuflación aislada de un segmento o de uno o más lóbu-
mente, la medición directa es más exacta. La medición directa se los se produce en dos circunstancias: con y sin atrapamiento
hace mejor en la radiografía lateral trazando una línea recta desde aéreo. La distinción entre ambos tiene una gran importancia
la unión esternofrénica hasta la unión costofrénica posterior. La diagnóstica.
cúpula del hemidiafragma debe estar 2,6 cm o más por encima de La hiperinsuflación con atrapamiento aéreo se debe a la obstruc-
esta línea; una medición menor de 2,6 cm indica hiperinsuflación58. ción de la salida de aire desde el parénquima pulmonar afectado. Se
El aplanamiento del diafragma también se puede evaluar en la puede ver en la hiperinsuflación lobar neonatal (enfisema lobar
radiografía posteroanterior (PA) trazando una línea desde el congénito)62, en la atresia bronquial congénita63 o asociada a una
ángulo costofrénico hasta el ángulo costovertebral y midiendo la lesión endobronquial que produce una obstrucción valvular de la
altura de la cúpula de ambos hemidiafragmas58; sin embargo, esta vía aérea. Esta última situación se puede ver en tumores de los bron-
medición es menos sensible que la que se realiza en una radio- quios principales, lobares o segmentarios; aunque el reconocimien-
grafía lateral58, 59. to de esta obstrucción puede ser útil para el diagnóstico64, es una

FIGURA 3-30
Enfisema difuso. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra una posición baja y un contorno aplanado de los dos
hemidiafragmas. Los pulmones están oligohémicos. En la proyección lateral (B) la cara superior del diafragma es cóncava en lugar de
convexa, y el espacio aéreo retroesternal está ensanchado. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
132 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

manifestación poco frecuente. Por ejemplo, en un estudio de los diámetro y que posee una pared lisa de 1 mm o menos de grosor.
patrones radiográficos de 600 casos de carcinoma broncógeno, no El espacio puede ser unilocular o puede estar separado en varios
se vio hiperinsuflación distal a una lesión endobronquial que pro- compartimientos por tabiques delgados (figura 3-33).
ducía obstrucción parcial en ningún caso65, 66. De hecho, en nuestra Burbujas (blebs). Una burbuja es una acumulación localiza-
experiencia el volumen de pulmón que está detrás de una lesión da de aire en el pulmón subpleural inmediato o en el interior de
endobronquial que produce obstrucción parcial está casi siempre la pleura. Aparece con mayor frecuencia en los vértices pulmo-
reducido a CPT. A pesar de este menor volumen, la densidad del nares y raras veces mide más de 1 cm de diámetro. Se ha pro-
parénquima afectado es típicamente menor que la del pulmón con- puesto que su patogenia es la disección del gas procedente de
tralateral como consecuencia de la disminución de la perfusión alvéolos rotos hacia el tejido intersticial adyacente y hacia la capa
(oligohemia) secundaría a la vasoconstricción hipóxica mediada intersticial de la pleura visceral, donde se acumula en forma de
por la hipoventilación. El efecto global es un aumento de la radio- quiste67, 68.
transparencia a pesar de la reducción del volumen (figura 3-31). Neumatoceles. Un neumatocele es un espacio lleno de gas de
La hiperinsuflación sin atrapamiento aéreo es un proceso com- paredes finas en el interior del pulmón que característicamente
pensador: partes del pulmón asumen un volumen mayor de lo aumenta de tamaño a lo largo de un período de 10 semanas y
normal en respuesta a la pérdida de volumen en alguna otra parte que casi siempre desaparece; típicamente se asocia a una infec-
del tórax. Este proceso se puede producir después de la resección ción. Se piensa que la patogenia se relaciona con la obstrucción
quirúrgica de tejido pulmonar o como consecuencia de una ate- del mecanismo valvular de la luz de una vía aérea o con la necro-
lectasia (figura 3-32). sis local de una pared bronquial con disección del aire hacia el
tejido intersticial broncovascular adyacente (figura 3-34)69. Habi-
Ampollas, vesículas y neumatoceles tualmente está producido por la infección por S. aureus en lac-
tantes y niños y por P. jiroveci en pacientes que tienen sida (figu-
Ampollas («bullas»). Una ampolla es un espacio que contiene ra 3-35). Esta alteración también puede aparecer después de un
aire, que tiene bordes bien definidos, que mide 1 cm o más de traumatismo.

FIGURA 3-31
Disminución de la vascularidad y del volumen pulmonar
producida por un tumor endobronquial. Una radiografía
posteroanterior de tórax (A) muestra aumento de la
radiotransparencia del hemitórax izquierdo y disminución de la
vascularidad. Hay un tumor endobronquial (flecha) en el
bronquio principal izquierdo distal. Obsérvese también la
disminución del tamaño del pulmón izquierdo. Una TCAR (B)
muestra el tumor (flecha), la disminución de la vascularidad del
pulmón izquierdo y una ligera disminución de la atenuación.
Obsérvese la disminución del tamaño del pulmón izquierdo con
desplazamiento del mediastino y de la línea de unión anterior
hacia la izquierda. Una TCAR al final de la espiración (C)
muestra atrapamiento aéreo en el pulmón izquierdo con
desplazamiento del mediastino y de la línea de unión anterior
hacia la derecha. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC,
Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 133

FIGURA 3-32
Hiperinsuflación sin atrapamiento aéreo. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra aumento de la radiotransparencia del hemitórax
derecho como consecuencia de la hiperinsuflación compensadora del lóbulo superior derecho secundaria a atelectasia combinada de los lóbulos medio
e inferior derecho. Una TC (B) muestra la atelectasia de los lóbulos medio (flecha recta) e inferior derecho (flechas curvas) e hiperinsuflación del lóbulo
superior derecho. Hay disminución de la vascularidad y de la atenuación del pulmón derecho en comparación con el izquierdo. El paciente era un varón
de 69 años que tenía atelectasia de larga evolución de causa desconocida. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

FIGURA 3-33
Ampollas. Las imágenes de la mitad
superior del pulmón derecho en las
proyecciones posteroanterior (A) y
lateral (B) muestran varios espacios en el
vértice pulmonar separados de manera
nítida del pulmón contiguo por sombras
curvilíneas del grosor de un cabello. El
aspecto indica múltiples bullas en lugar de
un único espacio separado en
compartimientos por tabiques finos.
(Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic
Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

Alteración de la vasculatura pulmonar dida está producida por obstrucción vascular (p. ej., tromboem-
bolia pulmonar masiva) y en el último por obliteración vascular
Al igual que la hiperinsuflación puede reflejar una alteración de las periférica (p. ej., enfisema). Otros casos incluyen malformaciones
vías aéreas de conducción, una alteración del patrón vascular tam- cardíacas congénitas (p. ej., tetralogía de Fallot) y enfermedades
bién puede indicar una alteración de la perfusión. La pérdida que afectan a la vasculatura pulmonar periférica (p. ej., hiperten-
vascular puede ser central o periférica. En el primer caso la pér- sión pulmonar primaria).
134 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-34
Neumatocele pulmonar. Una radiografía de tórax (A) de un varón de 28 años que tenía leucemia mielocítica aguda y leucopenia muestra una
opacidad mal definida en el parénquima periférico del lóbulo superior izquierdo (flecha). Doce días después (B) la opacidad había sido sustituida por una
cavidad de paredes lisas y finas de aproximadamente 4 cm de diámetro (flecha). Al día siguiente (C) la lesión medía 5,5 cm incluso a pesar de un colapso
parcial del pulmón izquierdo como consecuencia de un neumotórax (flecha). En la autopsia (D) se vio que la cavidad tenía un revestimiento interno
desflecado relacionado con la presencia de tejido necrótico (flecha). Un corte a través de una vía aérea (bronquio [B]) que entraba en la cavidad (E)
mostró un colgajo de moco y exudado inflamatorio que producía obstrucción parcial (flecha); este colgajo era móvil en la pieza macroscópica y se
planteó la hipótesis de que permitía la entrada de aire en la cavidad durante la inspiración e impedía su salida durante la espiración. Se pensó que la
causa de la cavidad eran gérmenes anaeróbicos relacionados con una aspiración. (Tomado de Quigley MJ, Fraser RS: Pulmonary pneumatocele: Pathology and
pathogenesis. AJR Am J Roentgenol 150:1275-1277, 1988.)

ATELECTASIA Atelectasia por reabsorción


El término atelectasia procede de las palabras griegas ateles La atelectasia por reabsorción se produce cuando el flujo aéreo de
(incompleto) y ektasis (distensión). En este texto lo utilizamos una región del pulmón está interrumpido como consecuencia
específicamente para referirnos a la disminución del gas en el de una obstrucción de las vías aéreas (figura 3-36). El resultado
interior del pulmón que se asocia a una reducción del volumen final de una obstrucción de este tipo no es necesariamente un
pulmonar. (Aunque el término colapso se utiliza con frecuencia lóbulo o pulmón colapsado, particularmente si el proceso obs-
como sinónimo de atelectasia, se debe reservar para la atelectasia tructivo es prolongado (p. ej., en el carcinoma pulmonar). En esta
completa1.) situación una neumonitis obstructiva con frecuencia produce una
consolidación suficientemente grave que limita la pérdida de volu-
Mecanismos de la atelectasia men. El cuadro radiográfico característico de la neumonitis obs-
tructiva (es decir, opacificación homogénea de un segmento,
La atelectasia se puede clasificar en cinco tipos: por reabsorción, lóbulo o pulmón sin broncograma aéreo) es muy indicativa de
pasiva, por compresión, adhesiva y por cicatrización (tabla 3-7). una lesión endobronquial obstructiva (figura 3-37).
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 135

Tabla 3-7. Mecanismos de la atelectasia


Atelectasia Mecanismos

Atelectasia por Aparece cuando se obstruye la comunicación


reabsorción entre la tráquea y los alvéolos; la obstrucción
puede estar en un bronquio grande o en
múltiples bronquios pequeños o bronquiolos
Atelectasia pasiva Se refiere a la pérdida de volumen como
consecuencia del retroceso elástico pulmonar
en presencia de un neumotórax no loculado
Atelectasia por Se refiere a la pérdida de volumen que
compresión acompaña a un proceso intratorácico
ocupante de espacio como un derrame
pleural, una masa pulmonar o una ampolla
Atelectasia adhesiva La atelectasia adhesiva se relaciona con un
déficit de surfactante. Al igual que en la
atelectasia pasiva, por compresión y por
cicatrización, se asocia a comunicaciones
permeables con las vías aéreas de gran
tamaño
Atelectasia por Se debe a la contracción de tejido fibroso
cicatrización intersticial a medida que madura. Puede ser
focal (p. ej., tuberculosis) o difusa (p. ej.,
fibrosis pulmonar idiopática)

FIGURA 3-35
Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Neumatoceles en una neumonía por Pneumocystis jiroveci. Una Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.
radiografía posteroanterior de tórax de un varón de 53 años con sida
muestra numerosas lesiones quísticas (flecha) que afectan principalmente al
lóbulo superior derecho. Los neumatoceles no estaban presentes en una
radiografía de tórax que se obtuvo 3 meses antes, cuando se identificó
P. carinii en el líquido del LBA. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC,
Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

FIGURA 3-36
Atelectasia total del pulmón izquierdo. Las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) de tórax muestran un hemitórax izquierdo opaco y
contraído. El pulmón derecho está muy hiperinsuflado y ha desplazado el mediastino hacia la izquierda por detrás (puntas de flecha) y por delante (flechas
abiertas). La silueta cardíaca está borrada excepto en su superficie anterior, que se puede ver en la proyección lateral; la calcificación curvilínea del
hemitórax superior izquierdo identifica el cayado aórtico. La paciente, de 73 años, tenía un carcinoma. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC,
Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
136 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-37
Neumonitis obstructiva del lóbulo superior izquierdo. Las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) muestran opacificación homogénea del
lóbulo superior izquierdo; no hay broncograma aéreo. La cisura mayor (flecha) no está desplazada hacia delante, y los únicos signos que indican pérdida
de volumen son un ligero desplazamiento del mediastino y elevación del hemidiafragma. Se impidió el colapso por la acumulación de líquido y de
macrófagos alveolares en el interior de los espacios aéreos distales y de células inflamatorias crónicas y tejido fibroso en el intersticio: neumonitis
obstructiva. El paciente tenía un carcinoma epidermoide que se originaba en el bronquio del lóbulo superior izquierdo. (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

Atelectasia pasiva
La atelectasia pasiva se refiere a la pérdida de volumen que se pro-
duce cuando el pulmón se retrae en presencia de un neumotórax
(figura 3-38). Siempre que el espacio pleural esté libre (es decir,
sin adherencias), la atelectasia de cualquier porción del pulmón
es proporcional a la cantidad de aire que hay en el espacio pleu-
ral adyacente.

Atelectasia por compresión


La atelectasia por compresión se debe a la compresión del pulmón
por una alteración adyacente ocupante de espacio o por la con-
tracción de tejido fibroso en la pleura adyacente. Cualquier lesión
intratorácica ocupante de espacio, como un quiste broncógeno,
una ampolla o una neoplasia periférica, induce la falta de airea-
ción de una capa delgada del parénquima pulmonar contiguo
(figura 3-39). Esta atelectasia es más local que general, como ocurre
en el neumotórax. Aunque algunos autores han considerado que
la presencia de atelectasia en los pacientes que tienen derrame
pleural es una forma de atelectasia pasiva70, parece más razonable
considerar que es una forma de atelectasia por compresión.
En la TC la atelectasia habitualmente se ve en personas sanas en
las regiones pulmonares inferiores como una zona mal definida de
FIGURA 3-38
aumento de la atenuación o de opacidades curvilíneas subpleura-
les (figura 3-40)71, 72. La primera mide desde varios milímetros a Atelectasia pasiva: neumotórax espontáneo. Una radiografía
1 cm o más de grosor y se ha denominado opacidad por declive o posteroanterior después de un neumotórax espontáneo muestra el pequeño
volumen que ocupa un pulmón entero cuando está totalmente colapsado. El
densidad por declive71, 73. Las opacidades curvilíneas pleurales, broncograma aéreo bien definido indica la permeabilidad de las vías aéreas.
también conocidas como líneas subpleurales, son zonas lineales de (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
aumento de la atenuación que miden varios centímetros de longi- Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 137

FIGURA 3-39
Atelectasia por compresión. Una imagen ampliada del pulmón derecho (A) muestra sustitución casi completa del lóbulo superior por una gran
ampolla. Obsérvese la compresión asociada del pulmón adyacente. Una TC a la altura del bronquio intermedio (B) muestra una gran ampolla
y la atelectasia por compresión asociada en el lóbulo superior derecho. Una TC más caudal (C) muestra zonas de atelectasia en los lóbulos medio
e inferior derecho; el pulmón izquierdo es normal. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases
of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

tud y que se localizan a menos de 1 cm de la pleura y paralelas a la redonda u ovalada que está en contacto con una zona de engro-
misma74. Ambas manifestaciones de la atelectasia por declive samiento pleural y se asocia a datos de pérdida de volumen en
desaparecen de manera característica cuando el paciente cambia el pulmón afectado (figura 3-41)79, 80. La cara hiliar (central) de
de posición (véase figura 3-40); la diferenciación entre una atelec- la masa habitualmente tiene bordes poco definidos como con-
tasia por declive y una enfermedad intersticial o del espacio aéreo secuencia del borramiento por los vasos que entran en la ate-
verdadera se puede establecer fácilmente estudiando al paciente en lectasia. Se identifican broncogramas aéreos en el interior de la
las posiciones de decúbito supino y prono71, 75. masa en aproximadamente el 60% de los casos. Los vasos y los
bronquios se curvan hacia la periferia de la masa, formando de
Atelectasia redonda esta manera la base del signo de la cola de cometa. Aunque este
signo se ve con frecuencia, los bronquios y los vasos sanguí-
La atelectasia redonda (atelectasia redondeada, pulmón plegado) es neos a veces tienen una orientación oblicua o están en el plano
una forma distinta de atelectasia por compresión que se asocia cefalocaudal y no se ven fácilmente en las imágenes transver-
característicamente a engrosamiento pleural focal o difuso76. En las sales convencionales de TC. La RM puede ser útil para deter-
radiografías convencionales la lesión aparece como una masa sub- minar mejor el trayecto de los vasos y de las vías aéreas en estos
pleural bastante homogénea, de forma redonda, ovalada o de cuña casos77.
o, con menos frecuencia, de forma irregular76. Habitualmente mide La mayor parte de las atelectasias redondas se ven en pacientes
entre 2,5 y 5 cm de diámetro mayor, aunque puede llegar a tener un que han estado expuestos a amianto81. Otras causas incluyen
diámetro tan grande como 10 cm77 y afectar a un lóbulo entero78. derrame pleural secundario a tuberculosis, neumotórax terapéu-
Los datos característicos en la TC incluyen la curvatura y la tico, insuficiencia cardíaca congestiva, infecciones distintas a
convergencia de los bronquios y de los vasos hacia una masa tuberculosis, infarto pulmonar y tumor maligno.
138 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-40
Atelectasia por declive. Una TC con el paciente en decúbito supino (A) muestra zonas localizadas de atenuación en vidrio esmerilado en las
porciones declives de ambos lóbulos inferiores. La repetición del estudio con el paciente en decúbito prono (B) es normal. La reversibilidad
desde la posición de decúbito supino a la de decúbito prono permite la distinción entre la atelectasia por declive pasiva y la enfermedad
pulmonar del espacio aéreo o intersticial. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

Atelectasia adhesiva diafragma con reducción global del tamaño pulmonar se ve con
frecuencia en la fibrosis pulmonar idiopática. Una reducción gra-
El término atelectasia adhesiva se utiliza para describir la atelecta- dual del volumen torácico en los casos de enfermedad intersticial
sia producida, al menos en parte, por un déficit de surfactante82. difusa es un indicador útil de la naturaleza fibrótica del proceso
Los mejores ejemplos de esta forma de enfermedad son el sín- anatomopatológico subyacente.
drome de dificultad respiratoria del recién nacido y la neumoni-
tis aguda por radiación (figura 3-42); otras causas incluyen sín- Signos radiológicos de atelectasia
drome de dificultad respiratoria aguda, neumonía, respiración
superficial prolongada y tromboembolia pulmonar82, 83. Los signos radiológicos de atelectasia se pueden clasificar en sig-
nos directos e indirectos (tabla 3-8). Los primeros incluyen des-
Atelectasia por cicatrización plazamiento de las cisuras interlobares y agrupamiento de los
bronquios y de los vasos en el interior de la zona de atelectasia;
El volumen que consigue el pulmón depende del equilibrio entre los signos indirectos incluyen opacificación pulmonar y signos
la fuerza que aplica al pulmón el retroceso hacia fuera de la pared relacionados con el desplazamiento de otras estructuras para
torácica y el retroceso elástico hacia dentro del parénquima pul- compensar la pérdida de volumen.
monar. Por tanto, cuando el pulmón es más rígido de lo normal
(es decir, cuando hay disminución de la distensibilidad), se pro- Signos directos
duce disminución del volumen pulmonar. Esta situación se produ-
ce clásicamente en la fibrosis pulmonar y se denomina atelectasia Desplazamiento de las cisuras interlobares. El desplaza-
por cicatrización. miento de las cisuras que forman el límite de un lóbulo atelectá-
El mejor ejemplo de atelectasia por cicatrización localizada es sico es uno de los signos de atelectasia más constantes y que se
la infección crónica, con frecuencia de naturaleza granulomatosa, reconocen con mayor facilidad (figura 3-44). Para cada uno de
y el ejemplo típico es la tuberculosis fibrocaseosa de larga evolu- los lóbulos, la posición y la configuración de las cisuras desplaza-
ción (figura 3-43). Los bronquios y los bronquiolos del interior
del pulmón afectado están dilatados como consecuencia del
aumento del retroceso elástico por la fibrosis pulmonar circun- Tabla 3-8. Signos radiológicos de atelectasia
dante, que es un fenómeno que se denomina bronquiectasias/bron-
Directos
quioloectasias por tracción84. Los signos radiológicos son los que Desplazamiento de las cisuras interlobares
cabría esperar: un segmento o un lóbulo que ocupa un volumen Agrupamiento de los vasos y los bronquios
menor de lo normal, que tiene una densidad heterogénea como Indirectos
consecuencia de las vías aéreas dilatadas que contienen aire, y que Aumento local de la opacidad
Elevación de un hemidiafragma
muestra bandas engrosadas irregulares que se extienden desde el
Desplazamiento del mediastino
segmento atelectásico hasta el hilio. Habitualmente se pueden ver Hiperinsuflación compensadora del resto del pulmón
signos compensadores de la pérdida crónica de volumen, como Desplazamiento de los hilios
desplazamiento local del mediastino (que con frecuencia se mani- Aproximación de las costillas
fiesta por desviación brusca de la tráquea cuando están afectados Ausencia de broncograma aéreo (sólo en los casos de atelectasia
por reabsorción)
segmentos del lóbulo superior), desplazamiento del hilio (que Ausencia de visibilidad de la arteria interlobar (sólo en los casos
puede ser más intenso en la enfermedad de los lóbulos superiores) de atelectasia del lóbulo inferior)
e hiperinsuflación compensadora del resto del pulmón afectado.
La enfermedad fibrótica generalizada de los pulmones se Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
puede asociar a pérdida de volumen. Por ejemplo, la elevación del Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.
FIGURA 3-41
Atelectasia redonda. Una imagen del pulmón izquierdo de una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra un nódulo ovalado de
densidad de tejidos blandos que mide 3 cm de diámetro máximo. Los cortes de TC (B y C) muestran vasos que convergen hacia el
nódulo. Hay datos de pérdida de volumen, de modo que los vasos y la cisura mayor izquierda convergen hacia la zona de la atelectasia
redonda. Un corte de TC fotografiado con ventana de tejidos blandos (D) muestra que el nódulo está en contacto con una zona focal
de engrosamiento pleural. El paciente era un varón de 70 años de edad que tenía antecedentes de exposición al amianto. (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
139
140 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

mas aéreos agrupados en el interior de la zona de atelectasia en


la radiografía o en la TC (véase figura 3-44).

Signos indirectos
Aparte de la presencia de una opacidad local, los principales signos
indirectos de atelectasia se relacionan con los mecanismos que
compensan la reducción de la presión intrapleural: elevación dia-
fragmática, desplazamiento mediastínico, aproximación de las cos-
tillas e hiperinsuflación del resto del pulmón (véase figura 3-44).

Patrones de atelectasia
FIGURA 3-42
Atelectasia pulmonar total
Atelectasia adhesiva en la neumonitis por radiación. Una TCAR
muestra zonas de atenuación en vidrio esmerilado con una distribución que La atelectasia de todo un pulmón habitualmente es secundaria a
sigue los portales de la radiación para el tratamiento de un linfoma de
Hodgkin (flecha). Hay datos de pérdida de volumen, con bronquios y vasos obstrucción completa de un bronquio principal y se asocia a aumen-
que están más cerca del mediastino de lo normal, particularmente en el lado to de la opacidad del pulmón atelectásico (véase figura 3-36). Sin
izquierdo. La paciente, de 28 años, había recibido radioterapia 5 meses embargo, en los pacientes que tienen obstrucción parcial o neu-
antes. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic motórax se puede producir pérdida de volumen con radiotrans-
Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
parencia normal o aumentada del pulmón atelectásico.

das son predecibles para una pérdida dada de volumen; esos fac- Atelectasia lobar
tores se consideran más adelante en relación con los patrones de
atelectasia lobar y segmentaria específica. Los patrones que producen las atelectasias de los lóbulos superiores
Agrupamiento de los vasos y los bronquios. A medida derecho e izquierdo son diferentes y se describen por separado.
que el pulmón pierde volumen, los vasos y los bronquios de la Los lóbulos inferiores tienen patrones casi idénticos y se conside-
zona atelectásica se agrupan. Este hallazgo es uno de los signos ran en conjunto.
más tempranos de atelectasia y se puede reconocer muy fácil-
mente cuando se compara con radiografías previas85. El aumen- Lóbulo superior derecho
to de la opacificación del lóbulo atelectásico puede producir
borramiento de los vasos; sin embargo, excepto en los pacientes La cisura menor y la mitad superior de la cisura mayor se aproximan
que tienen atelectasia por absorción, se pueden ver broncogra- mediante un desplazamiento hacia arriba y hacia delante (figura 3-45).

FIGURA 3-43
Atelectasia por cicatrización grave producida por tuberculosis. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) en una mujer de 41 años de edad
muestra pérdida de volumen del lóbulo superior izquierdo con elevación del bronquio principal izquierdo (flecha negra recta) y el izquierdo (flecha blanca
curva) y desplazamiento del mediastino. El pulmón izquierdo tiene disminución de la vascularidad en comparación con el derecho. Aunque el lóbulo
superior izquierdo está colapsado, no ha producido aumento de la opacidad. Una TCAR (B) confirma la presencia de atelectasia completa del
lóbulo superior izquierdo. Todo lo que queda son bronquios muy ectásicos delimitados por la cisura mayor (flecha), que está desplazada en dirección
cefálica, anterior y medial. Es evidente una marcada hiperinsuflación del lóbulo inferior izquierdo con disminución del tamaño del hemitórax izquierdo.
Los hallazgos son la consecuencia de una tuberculosis previa. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the
Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 141

FIGURA 3-44
Atelectasia del lóbulo inferior izquierdo. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra el desplazamiento caudal y medial de la cisura
mayor izquierda (flechas negras) característico de la atelectasia de lóbulo inferior. También se puede ver agrupamiento de bronquios ectásicos en el
interior del lóbulo atelectásico. Los signos indirectos de atelectasia del lóbulo inferior izquierdo incluyen hiperinsuflación del lóbulo superior izquierdo,
hiperinsuflación del pulmón derecho con desplazamiento de la línea de unión anterior (flecha blanca curva) hacia la izquierda y desplazamiento del
mediastino. Una TCAR (B) muestra desplazamiento caudal y medial de la cisura mayor (flecha) y bronquiectasias en el lóbulo inferior izquierdo. Aunque
el lóbulo está muy atelectásico, hay una escasa opacificación del parénquima pulmonar, probablemente debido a vasoconstricción refleja. La paciente, de
23 años, tenía antecedentes de neumonía vírica durante la infancia. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases
of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

FIGURA 3-45
Atelectasia (moderada) del lóbulo superior derecho. Las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) muestran una opacidad homogénea (puntas
de flecha) que ocupa la porción anterosuperior del hemitórax derecho. En la proyección lateral la opacidad está bien definida en sus bordes posterior y
anteroinferior. El hemidiafragma derecho está elevado, y la tráquea está ligeramente desplazada hacia la derecha. El paciente era un varón de 51 años
de edad que tenía un gran carcinoma epidermoide del lóbulo superior derecho. La atelectasia estaba producida por compresión por los ganglios
linfáticos afectados. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
142 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

En la proyección lateral las dos cisuras tienen una curvatura flado se desplaza hacia arriba y lateralmente a lo largo del lóbulo
suave, de modo que la cisura menor asume una configuración superior atelectásico. La hiperinsuflación compensadora del lóbu-
cóncava por abajo y la cisura mayor puede ser convexa, cóncava lo inferior derecho da lugar a desplazamiento superior, anterior y
o plana86; la cisura menor muestra aproximadamente la misma medial de la cisura mayor78.
curvatura en la proyección PA.
Otro signo que se asocia con frecuencia a la atelectasia del Lóbulo superior izquierdo
lóbulo superior derecho o izquierdo (con menos frecuencia a la
atelectasia del lóbulo medio) es el pico yuxtafrénico87. Este pico La principal diferencia entre la atelectasia de los lóbulos superiores
está formado por una opacidad triangular pequeña y bien defini- izquierdo y derecho se relaciona con la ausencia de cisura menor
da que se proyecta hacia arriba desde la mitad medial del hemi- en el izquierdo; todo el tejido pulmonar anterior a la cisura mayor
diafragma en el punto más elevado de la cúpula o cerca del participa en la atelectasia (figura 3-48). Esta cisura, que es ligera-
mismo (figura 3-46). Este pico habitualmente se relaciona con el mente más vertical que la cisura mayor del lado derecho, está des-
desplazamiento cefálico de una cisura accesoria inferior88, 89. plazada hacia delante en un plano aproximadamente paralelo a la
La atelectasia del lóbulo superior derecho que está producida pared anterior del tórax, una relación que es particularmente evi-
por tumores hiliares de gran tamaño se puede asociar a una pro- dente en la radiografía lateral. A medida que aumenta la pérdida
trusión característica hacia abajo de la porción medial de la cisu- de volumen, la cisura se desplaza más en dirección anterior y
ra menor. Este hallazgo, combinado con el aspecto cóncavo de la medial, hasta que en la proyección lateral la sombra del lóbulo es
cara lateral de la cisura menor, da lugar a una configuración en S únicamente una opacidad lineal ancha contigua a la pared ante-
invertida de la cisura menor y se conoce como signo de la S de rior del tórax y paralela a la misma. La contigüidad del lóbulo ate-
Golden (figura 3-47)90. En la radiografía82 y en la TC91 este signo lectásico con el mediastino anterior borra el borde cardíaco
es muy indicativo de la presencia de un carcinoma pulmonar izquierdo en la proyección frontal (signo de la silueta).
como causa de la atelectasia. Aunque se describió inicialmente A medida que el segmento apical se desplaza hacia arriba y
para la atelectasia del lóbulo superior derecho, el signo de la S de hacia delante, el espacio que deja libre es ocupado por el seg-
Golden se puede aplicar a la atelectasia de cualquier lóbulo82. mento superior del lóbulo inferior hiperinsuflado; el vértice del
En la TC, el borde medial del lóbulo superior derecho atelec- hemitórax contiene pulmón aireado (véase figura 3-48)92. A veces
tásico está en contacto con el mediastino y se asocia a desplaza- este segmento del lóbulo inferior se inserta medialmente entre el
miento superior y medial de la cisura menor (véase figura 3-47). vértice del lóbulo superior atelectásico y el mediastino, y de esta
Con la elevación de la cisura menor, el lóbulo medio hiperinsu- forma crea una interfase nítida con el borde medial del lóbulo

FIGURA 3-46
Pico yuxtafrénico en la atelectasia del lóbulo superior. Las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) de tórax en un paciente que tenía
atelectasia del lóbulo superior derecho muestran que el contorno normalmente liso del hemidiafragma derecho está interrumpido por una opacidad
triangular (punta de flecha) cuyo vértice señala en dirección cefálica. Este pico yuxtafrénico se debe a una cisura accesoria inferior que se puede ver en
su trayecto oblicuo en dirección cefálica y medial desde el pico yuxtafrénico. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis
of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 143

FIGURA 3-47
Atelectasia del lóbulo superior derecho con el signo de la S de
Golden. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra una
atelectasia del lóbulo superior derecho con elevación y desplazamiento
medial de la cisura menor. Obsérvese la convexidad focal que se debe a
un tumor central (signo de la S de Golden) (flecha). Una TC al nivel de la
carina traqueal (B) muestra el desplazamiento hacia arriba y medial
de la cisura menor (flechas curvas) con una convexidad localizada
(signo de la S de Golden) (flecha recta) y desplazamiento hacia arriba
y hacia delante de la cisura mayor derecha (flechas abiertas). Es más
fácil apreciar la reorientación de la cisura mayor en la TCAR (C,
flechas abiertas). La paciente era una mujer de 55 años que tenía un
carcinoma epidermoide. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC,
Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

atelectásico y permite visualizar el cayado aórtico. El segmento es el borramiento de parte del borde cardíaco derecho como con-
superior hiperinsuflado se ve como una media luna de hiper- secuencia de la contigüidad de la aurícula derecha con el seg-
transparencia, de aquí el término Luftsichel (media luna aérea) de mento medial del lóbulo atelectásico (signo de la silueta). La difi-
la bibliografía alemana93. Este hallazgo se ve con más frecuencia a la cultad de la detección de la atelectasia en esta proyección se relacio-
izquierda (véase la figura 3-48) que a la derecha. na con la oblicuidad del lóbulo atelectásico en un plano superoinfe-
En la TC se puede ver que el lóbulo superior izquierdo atelec- rior y el grosor del propio lóbulo colapsado. El aspecto TC de la
tásico está en contacto con la pared anterior del tórax y con el atelectasia del lóbulo medio es característico y está formado por
mediastino (figura 3-49). La cisura mayor está desplazada en una opacidad triangular o trapezoidal ancha con el vértice dirigi-
dirección cefálica y anterior. El borde posterior del lóbulo superior do hacia el hilio (véase figura 3-50).
izquierdo atelectásico tiene un contorno en V o un pequeño pico
desde el vértice pulmonar hasta el hilio como consecuencia del Lóbulos inferiores
anclaje de la cisura mayor al hilio. Una convexidad focal en la
región hiliar indica la presencia de un tumor obstructivo central La configuración de los lóbulos inferiores atelectásicos está modi-
(signo de la S de Golden) (véase figura 3-49). ficada por el efecto similar a un fulcro que ejercen sobre el pul-
món el hilio y el ligamento pulmonar94, de modo que las cisuras
Lóbulo medio derecho se aproximan de tal manera que la mitad superior de la cisura
mayor se desplaza hacia abajo y la mitad inferior hacia detrás
El diagnóstico de atelectasia del lóbulo medio es uno de los más (figura 3-51; véase figura 3-44). Este desplazamiento se aprecia
fáciles de hacer en una radiografía lateral y uno de los más difíci- mejor en la proyección lateral cuando el lóbulo está atelectásico
les de hacer en una proyección PA (figura 3-50). Con la pérdida sólo de manera parcial y la cisura mayor es tangencial al haz de
de volumen progresiva, la cisura menor y la mitad inferior de la rayos X y es visible en forma de una interfase bien definida.
cisura mayor se aproximan y están casi en contacto cuando el Durante su desplazamiento hacia abajo la mitad superior de la
colapso es completo. En una proyección PA puede no haber un cisura habitualmente se hace muy evidente en una proyección PA
aumento evidente de la opacidad, y el único dato de enfermedad en forma de interfase bien definida que se extiende oblicuamen-
144 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-48
Atelectasia del lóbulo superior izquierdo con el signo de Luftsichel. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra elevación del
izquierdo y del bronquio principal izquierdo y una opacidad mal definida en la región perihiliar izquierda. Una semiluna de pulmón aireado perfila el
cayado aórtico (signo de Luftsichel). Una radiografía lateral (B) muestra desplazamiento anterior de la cisura mayor (flecha). El segmento superior
hiperinsuflado del lóbulo inferior izquierdo delimita el cayado aórtico y es responsable de la zona de aumento de la transparencia lateral al cayado
aórtico en la radiografía posteroanterior. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

te hacia abajo y lateralmente desde la región del hilio (véanse figu- campos pulmonares medios pueden tener una angulación mayor
ras 3-44 y 3-51)95, 96. En la TC se puede ver que un lóbulo inferior de 45° respecto a la horizontal. Las opacidades pueden ser únicas o
atelectásico pierde volumen en una dirección posteromedial, múltiples, unilaterales o bilaterales. Casi siempre se asocian a enfer-
tirando de esta manera de la cisura mayor hacia abajo (véase fi- medades que reducen la amplitud de los movimientos del diafrag-
gura 3-44). La porción lateral de la cisura mayor muestra un ma, como cirugía intraabdominal y lupus eritematoso sistémico.
mayor grado de movilidad porque la cara medial está fija al
mediastino por las estructuras hiliares y el ligamento pulmonar.
ALTERACIONES PLEURALES
Atelectasia segmentaria
Derrame pleural
La atelectasia segmentaria habitualmente se debe a obstrucción
bronquial y se asocia a neumonitis obstructiva. Una opacidad La radiografía convencional PA y lateral de tórax es mucho
homogénea que sigue la distribución anatómica de un segmento menos sensible que la proyección en decúbito lateral para detec-
broncopulmonar y en la que no se puede identificar un bronco- tar el derrame pleural. Aunque en la proyección en decúbito late-
grama aéreo debe alertar al médico inmediatamente sobre la pre- ral se pueden detectar 10 ml de líquido, es necesaria la acumula-
sencia de una lesión endobronquial obstructiva (figura 3-52). ción de al menos 175 ml de líquido para que se produzca oblite-
ración del surco costofrénico lateral en una radiografía PA97.
Atelectasia lineal (en banda) Además, aunque la mayor parte de los derrames mayores de
200 ml se puede ver en la radiografía PA, puede haber 500 ml
La atelectasia lineal (en banda) se caracteriza por opacidades linea- de líquido sin que se produzca obliteración del surco costofréni-
les que varían desde 1 a 3 mm de grosor y de 4 a 10 cm de longitud; co en esta proyección (figura 3-54)97. Como el surco costofrénico
están situadas en los campos pulmonares medios e inferiores, con posterior es más profundo que el surco lateral, los derrames
más frecuencia en estos últimos (figura 3-53). Aunque habitual- pequeños se detectan con más facilidad en una radiografía lateral
mente están orientadas en un plano aproximadamente horizontal, que en la proyección frontal98, 99.
las opacidades pueden tener una orientación oblicua, dependiendo
de la zona del pulmón que esté afectada; particularmente en los El texto continúa en la página 150
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 145

FIGURA 3-49
Atelectasia del lóbulo superior izquierdo. Una radiografía posteroanterior (A) muestra elevación del hilio izquierdo y opacificación del lóbulo
superior izquierdo. Un corte de TC cerca del vértice pulmonar (B) muestra desplazamiento anterior y cefálico de la cisura mayor. El aspecto
ligeramente apuntado de la superficie posterior de la cisura mayor (flecha) está producido por el anclaje a las estructuras hiliares. Una TC del cayado
aórtico (C) muestra desplazamiento anterior y medial de la cisura interlobar (flechas curvas) con un pico focal (flecha recta). El aspecto apuntado de la
superficie posterior de la cisura (flecha recta) y la ausencia de broncograma aéreo son indicativos de atelectasia por reabsorción. Una TC del bronquio
principal izquierdo (D) muestra una convexidad focal (flecha) característica de un tumor obstructivo central (signo de la S de Golden). Una TC
fotografiada con ventana de tejidos blandos (E) muestra el tumor (flecha) asociado a obstrucción completa del bronquio del lóbulo superior izquierdo.
El paciente era un varón de 58 años que tenía un carcinoma epidermoide. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
146 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-50
Atelectasia del lóbulo medio derecho. Una radiografía posteroanterior (A) muestra una opacidad mal definida en el hemitórax inferior derecho
y borra el borde cardíaco derecho. Una proyección lateral del mismo paciente (B) presenta la opacidad triangular característica de la atelectasia
de lóbulo medio. La configuración inferior convexa de la cisura mayor en el hilio (puntas de flecha) es indicativa de una masa subyacente.
La opacidad del lóbulo medio está bien definida y tiene una orientación oblicua hacia abajo. Los cortes de TC (C) muestran la opacidad triangular
típica con el vértice señalando hacia la periferia. Se ha perdido la contigüidad entre la pleura visceral y parietal en la cara anterolateral del lóbulo.
El bronquio del lóbulo medio estaba obstruido por un carcinoma. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis
of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 147

FIGURA 3-51
Atelectasia del lóbulo inferior izquierdo. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra desplazamiento caudal y medial de la cisura
interlobar mayor izquierda (flecha). Obsérvese también el desplazamiento caudal del hilio izquierdo, la hiperinsuflación compensadora del
lóbulo superior izquierdo y del pulmón derecho y el desplazamiento del mediastino. Una radiografía lateral (B) muestra desplazamiento
posterior de la cisura interlobar (flecha). El lóbulo inferior izquierdo atelectásico se asocia a aumento de la opacidad de la región paravertebral.
También se puede ver un pequeño derrame pleural izquierdo. El paciente era un varón de 74 años de edad que tenía una atelectasia del lóbulo
inferior izquierdo secundaria a un tapón de moco. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the
Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
148 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-52
Atelectasia y consolidación segmentaria, segmento basal posterior, lóbulo inferior derecho. Las radiografías
posteroanterior (A) y lateral (B) muestran una opacidad homogénea localizada en el segmento broncopulmonar posterior del
lóbulo inferior derecho; no hay broncograma aéreo. El proceso es consolidativo y atelectásico, y este hecho viene demostrado
por el desplazamiento posterior de la cisura mayor. Una radiografía lateral del pulmón resecado (C) muestra la naturaleza
segmentaria precisa de la enfermedad; como consecuencia de la quimioterapia preoperatoria se había aliviado parcialmente la
obstrucción bronquial, de modo que la pieza quirúrgica muestra un broncograma aéreo bien definido. Se diagnosticó un
carcinoma epidermoide del bronquio basal posterior. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis
of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 149

FIGURA 3-53
Atelectasia lineal. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) y dos
cortes de TCAR (B y C) muestran varias opacidades lineales en los
lóbulos inferiores (flecha). Estas opacidades se extienden hasta la pleura,
se asocian a bronquios permeables y no respetan los límites
segmentarios. La paciente era una mujer de 52 años que estaba
recibiendo quimioterapia por una leucemia aguda. Las alteraciones
desaparecieron espontáneamente. (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

FIGURA 3-54
Derrame pleural derecho. Una imagen de la parte inferior del tórax de una radiografía posteroanterior de tórax (A) es esencialmente normal
excepto una dudosa obliteración mínima del surco costofrénico derecho. La ecografía (B) muestra un derrame pleural derecho (flecha). (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
150 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

La ecografía, la TC y la RM permiten detectar con más eficacia La primera zona en la que se acumula el líquido en un pacien-
derrames pequeños o loculados, así como distinguir un derrame te en posición erguida es entre la superficie inferior del lóbulo
de un engrosamiento pleural100. Debido a su mayor disponibilidad inferior y el diafragma; en efecto, el pulmón flota sobre una capa
y a su utilidad como estudio de imagen de cabecera, la ecografía de líquido. Una localización subpulmonar de líquido es habitual
se ha convertido en una modalidad de imagen particularmente en el espacio pleural normal (aunque sería razonable considerar
importante, no sólo para determinar la presencia de líquido pleu- que la acumulación subpulmonar de una gran cantidad de líqui-
ral, sino también como guía para la aspiración terapéutica y diag- do es atípica)98. En un paciente erguido un derrame subpulmonar
nóstica (véase figura 3-54)101. También se ha mostrado que esta produce una configuración muy similar a una elevación diafrag-
técnica es superior a la radiografía en decúbito lateral para cuan- mática (de aquí la denominación contorno seudodiafragmático).
tificar el líquido pleural102. Puede ser unilateral o bilateral, y la primera es más frecuente en el
lado derecho105. Algunos signos son útiles para su detección:
Configuración típica del derrame pleural libre
1. En la proyección PA (figura 3-56), el punto más alto de la
Normalmente la opacidad que produce un derrame en una configuración seudodiafragmática es lateral al del hemidia-
radiografía PA es alta en su zona lateral y se curva suavemente fragma normal, de modo que está situado cerca de la unión
hacia abajo y medialmente con un borde superior liso con forma de los tercios medio y lateral y no cerca del centro, y tiene
de menisco; termina a lo largo del borde cardíaco medio (figura 3- una pendiente brusca hacia abajo, hacia el surco costofréni-
55). En la proyección lateral, como el líquido ha ascendido a lo co lateral98, 103.
largo de la pared torácica anterior y posterior hasta aproximada- 2. En el lado izquierdo el contorno seudodiafragmático está
mente un nivel igual, la superficie superior de la densidad del separado más de lo normal de la burbuja de aire gástrico,
líquido es semicircular, de modo que es más elevada en la zona y se debe sospechar que hay un derrame cuando la dis-
anterior y en la posterior y se curva suavemente hacia abajo hasta tancia entre ambos es mayor de 2 cm. Es necesario tener
su punto más bajo en la línea medioaxilar. La comparación de la cuidado para detectar la interposición del bazo o del
altura máxima de la densidad del líquido en las proyecciones PA y lóbulo izquierdo del hígado y excluir la presencia de asci-
lateral muestra que esta altura es idéntica en las zonas posterior, tis macroscópica106.
lateral y anterior (es decir, la parte superior de la acumulación del 3. En la proyección lateral con frecuencia se ve una configura-
líquido es horizontal); la forma de menisco está producida por el ción característica en la zona anterior, donde el borde supe-
hecho de que la capa de líquido tiene una profundidad insuficien- rior convexo del líquido se une con la cisura mayor. En
te para arrojar una sombra visible cuando se ve de frente103, 104. estos casos el contorno anterior a la cisura está aplanado, y

A B
FIGURA 3-55
Derrame pleural. Las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) muestran opacificación uniforme de la parte inferior del hemitórax
izquierdo. La cara superior del líquido tiene forma de menisco en ambas proyecciones. En la proyección lateral sólo se ve el hemidiafragma
derecho, porque el izquierdo está oscurecido por el líquido (signo de la silueta).
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 151

FIGURA 3-56
Derrame subpulmonar. Una imagen
de la parte inferior del tórax de una
radiografía posteroanterior de tórax en
posición erguida muestra la presencia de
neumoperitoneo (flecha) y un derrame
pleural subpulmonar derecho pequeño.
Obsérvese la distribución característica
del derrame subpulmonar con una
superficie superior plana medialmente y
un descenso lateral muy inclinado. En el
lado izquierdo el grosor normal del
hemidiafragma es de aproximadamente
1 mm. (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis
of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

esta porción del contorno seudodiafragmático desciende riores. Como los pulmones tienden a mantener su forma a medi-
bruscamente hasta el surco costofrénico anterior98, 103. da que pierden volumen, el líquido tiene un borde anterior cón-
4. Los vasos pulmonares, que normalmente se pueden ver cavo o meniscoideo. A medida que el derrame aumenta de tama-
debajo del contorno del diafragma, no se ven a través del ño, el líquido se extiende en dirección cefálica y anterior y puede
contorno seudodiafragmático de un derrame subpulmo- afectar a las cisuras mayores y menor derecha.
nar. Se debe tener cuidado de excluir radiografías poco
expuestas, consolidación del lóbulo inferior y ascitis, todas Loculación del líquido pleural
las cuales pueden producir hallazgos similares107.
Un derrame loculado puede aparecer en cualquier parte del espa-
Distribución del derrame pleural en pacientes que cio pleural, entre la pleura parietal y la pleura visceral en la peri-
están en decúbito supino feria del pulmón o entre las capas viscerales en las cisuras inter-
lobares. La loculación está producida por adherencias entre
En un paciente en decúbito supino el líquido pleural libre forma superficies pleurales contiguas y tiende a producirse durante epi-
una capa posterior y produce un aumento difuso de la opacidad sodios de pleuritis o después de los mismos; con frecuencia se
sin borrar las marcas broncovasculares103. En los derrames pleu- asocia a piotórax o hemotórax. En la convexidad del tórax un
rales pequeños el aumento de la opacidad está limitado a los cam- derrame loculado aparece como una opacidad homogénea de
pos pulmonares inferiores; a medida que aumenta la cantidad de bordes lisos y bien definidos que protruye hacia el hemitórax y
líquido hay una extensión cefálica progresiva del aumento de la comprime el pulmón contiguo (figura 3-59).
opacidad hasta que se afecta todo el hemitórax (figura 3-57)108. Los derrames loculados interlobares son típicamente elípticos
En las radiografías en decúbito supino se ve un casquete apical de cuando se ven en una proyección tangencial en la radiografía de
líquido en aproximadamente el 50% de los pacientes que tienen tórax, y sus extremos se fusionan de manera imperceptible con la
derrames grandes108. cisura interlobar normal (figura 3-60). En algunas enfermedades,
Cuando se comparan con las radiografías en decúbito lateral, particularmente la insuficiencia cardíaca, el derrame puede simu-
las radiografías en decúbito supino tienen una sensibilidad y lar una masa y se puede diagnosticar erróneamente como una
especificidad relativamente bajas para el diagnóstico de derrame neoplasia pulmonar; sin embargo, su configuración distintiva en
pleural109. En un análisis prospectivo de radiografías anteroposterio- la proyección PA o lateral debe establecer el diagnóstico en la
res, los derrames pleurales se identificaron correctamente en las mayoría de los casos. De manera ocasional es necesaria una TC o
proyecciones en decúbito supino en 24 de 36 casos (sensibilidad una ecografía para hacer un diagnóstico definitivo (figura 3-61).
del 67%) y se excluyeron correctamente en 18 de 26 casos (espe- Estas acumulaciones de líquido tienden a absorberse espontá-
cificidad del 69%)109. Los hallazgos diagnósticos más útiles fue- neamente cuando se resuelve la insuficiencia cardíaca y se han
ron aumento de la opacidad del hemitórax, obliteración del denominado tumor evanescente (tumor fantasma, seudotumor).
ángulo costofrénico y borramiento del hemidiafragma.
En la TC los derrames pleurales se caracterizan por valores de Signos radiológicos de engrosamiento pleural
atenuación que están entre el del agua (0 UH) y el de los tejidos
blandos (aproximadamente 100 UH); excepto cuando son peque- Varios datos radiológicos son útiles para diferenciar las diferentes
ños110, los derrames habitualmente se pueden distinguir fácilmente causas de engrosamiento pleural en las radiografías y en las TC112.
del engrosamiento pleural y de las masas pleurales (figura 3-58)111. Habitualmente se ven datos de enfermedad parenquimatosa
En la TC de un paciente en decúbito supino el líquido pleural
libre se acumula en primer lugar en los recesos pleurales poste- El texto continúa en la página 155
152 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-57
Derrame pleural en un paciente en decúbito supino. Una imagen anteroposterior en decúbito supino (A) muestra una opacificación borrosa del
hemitórax derecho. Una imagen del tórax 24 horas después (B) presenta aumento de la opacidad, borramiento del borde lateral del hemidiafragma
derecho, obliteración del surco costofrénico derecho y extensión del líquido en dirección cefálica a lo largo de la pared lateral del tórax. La paciente era
una mujer de 60 años en la que apareció un gran derrame pleural derecho después de un trasplante hepático. (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

FIGURA 3-58
Derrame pleural. Una TC reforzada con contraste muestra un derrame
pleural derecho pequeño. La densidad próxima a la densidad del agua del
líquido pleural permite distinguirlo fácilmente de la masa de base pleural.
La paciente era una mujer de 35 años de edad que tenía un tumor fibroso
de la pleura. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 153

FIGURA 3-59
Derrame pleural loculado. Una imagen del hemitórax derecho de una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra una opacidad
heterogénea bien delimitada que tiene bordes convexos con el pulmón y desplaza el parénquima adyacente. Una TC reforzada
con contraste (B) presenta un derrame pleural derecho asociado a refuerzo y engrosamiento de la pleura visceral y parietal y atelectasia por
compresión del pulmón adyacente. Los hallazgos son característicos de un empiema loculado. La visualización de la pleura visceral y parietal
engrosada que rodea el líquido pleural se conoce como el signo de la pleura dividida. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
154 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-60
Derrame pleural localizado en la cisura menor. Una imagen del hemitórax derecho de una radiografía
posteroanterior (A) muestra una opacidad homogénea bien circunscrita en el campo pulmonar medio. En la proyección
lateral (B) se puede observar la verdadera naturaleza de la opacidad: la masa tiene forma elíptica, y sus extremos apuntados
están situados en las localizaciones anterior y posterior de acuerdo con la posición de la cisura menor. Esta infrecuente
acumulación de líquido pleural apareció durante un episodio reciente de descompensación cardíaca. Con tratamiento
adecuado desapareció completamente en 3 semanas (tumor evanescente). (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC,
Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 155

FIGURA 3-61
Derrame interlobar loculado. Una imagen del hemitórax izquierdo de
una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra una opacidad mal
definida (flecha) en la porción inferior izquierda del tórax. Una imagen de
una radiografía lateral (B) presenta que la opacidad está en la región de la
cisura interlobar (flecha). Una TC (C) muestra el aspecto característico del
líquido en el interior de la cisura mayor izquierda (flecha). La acumulación
de líquido se afila medialmente. Las radiografías de tórax de seguimiento
6 meses después mostraron resolución de la acumulación de líquido.
(Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

subyacente en pacientes que han tenido tuberculosis o empiema. dario a derrame hemorrágico, tuberculosis y empiema generalmen-
La calcificación extensa del fibrotórax también habla a favor de estas te es unilateral, mientras que el que se relaciona con el amianto habi-
enfermedades y raras veces se ve en el engrosamiento pleural difuso tualmente es bilateral, tanto si se manifiesta como un engrosamien-
relacionado con el amianto113. Las placas pleurales se identifican to difuso o como si aparece en forma de placas71, 112, 115.
radiológicamente como zonas circunscritas de engrosamiento pleu- Cuando la fibrosis pleural es extensa, raras veces afecta a la pleura
ral, típicamente de 3 a 10 mm de grosor y de 1 a 5 cm de longitud mediastínica (véase figura 3-63)112. Este dato es útil para el diag-
(figura 3-62). Habitualmente se asocian a antecedentes de exposi- nóstico diferencial de las causas benignas y malignas de engrosa-
ción al amianto. Se considera que hay engrosamiento pleural difu- miento pleural. Por ejemplo, en un estudio, sólo 1 (12%) de 8 pa-
so relacionado con el amianto cuando hay una opacidad pleural lisa cientes con fibrotórax tenía engrosamiento de la pleura mediastí-
e ininterrumpida que se extiende a lo largo de al menos un cuarto nica en contraposición con 8 (73%) de 11 que tenían mesotelioma
de la pared torácica con o sin obliteración asociada de los surcos (figura 3-64)112. (La pleura mediastínica se define como la pleura
costofrénicos (figura 3-63)100, 114. El engrosamiento pleural secun- que está en contacto con el mediastino, y cuya extensión posterior
156 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-62
Placas pleurales calcificadas relacionadas con el amianto. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) y una TC (B) muestran múltiples placas
pleurales calcificadas discretas bilaterales (flechas) que afectan a la pleura costal, diafragmática y paravertebral. El paciente era un varón de 79 años de
edad que había tenido exposición ocupacional al amianto. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the
Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

FIGURA 3-63
Fibrosis pleural. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra engrosamiento pleural bilateral extenso. Los ángulos costofrénicos obliterados
tienen una angulación nítida y no forma de menisco, un hallazgo que es útil para distinguir el engrosamiento pleural del derrame. Hay bandas curvas de
aumento de la opacidad que se extienden desde el pulmón izquierdo hasta el engrosamiento pleural, que es un dato que se asocia la mayoría de las
veces al amianto. Una TC (B) muestra un marcado engrosamiento de la pleura costal y paravertebral con pequeños focos de calcificación. El paciente
era un varón de 53 años de edad que tenía antecedentes de exposición al amianto. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 157

FIGURA 3-64
Engrosamiento pleural benigno frente a maligno.
A. Engrosamiento pleural benigno. Una TC muestra un
engrosamiento liso de la pleura costal izquierda sin
derrame pleural asociado ni afectación de la pleura
mediastínica. El paciente era un varón de 32 años de edad
que tenía un fibrotórax confirmado mediante cirugía,
probablemente producido por una pleuresía previa.
B. Engrosamiento pleural maligno. Una TC muestra un
engrosamiento pleural derecho que es difuso y nodular, y
que la biopsia confirmó que representaba un
mesotelioma. En ambos casos hay disminución del
tamaño del hemitórax afecto, un hallazgo que no es útil
para distinguir entre el engrosamiento pleural benigno y
el maligno. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC,
Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

está definida por la cara anterior de las vértebras100, 116.) La pleura volumen del gas pleural es constante, lo que hace que sea más sen-
parietal que está en contacto con los surcos paravertebrales no cillo detectar el neumotórax) o 2) una radiografía en posición de
forma parte de la pleura mediastínica anatómica y se denomina la decúbito lateral con un haz de rayos X horizontal (la base científi-
mayoría de las veces pleura paravertebral 112, 117. ca es que el aire asciende hasta el punto más alto del hemitórax y
se puede ver con más claridad en la pared lateral del tórax que en
Signos radiológicos de neumotórax el vértice, donde las sombras óseas superpuestas pueden oscure-
cer las sombras lineales finas). Aunque se obtienen radiografías
Neumotórax en pacientes erguidos espiratorias en posición erguida en la mayor parte de los pacien-
tes en los que hay sospecha clínica de neumotórax, la proyección
Sólo se puede hacer un diagnóstico radiológico de neumotórax en decúbito lateral constituye una alternativa excelente cuando
por la identificación de la línea de la pleura visceral. Esta línea se no se puede obtener una imagen en posición erguida o cuando da
visualiza como una línea bien definida de aumento de la opaci- hallazgos equívocos120-122.
dad que se puede distinguir fácilmente de la línea negra que se
puede atribuir al efecto Mach, que se puede ver perfilando un Neumotórax en pacientes que están en decúbito
pliegue cutáneo (figura 3-65). supino
En un paciente erguido el neumotórax se puede ver inicial-
mente cerca del vértice del tórax; de manera ocasional se ha des- Cuando se debe explorar a los pacientes en los que se sospecha un
crito una localización subpulmonar en pacientes que tienen neumotórax en la posición supina, como ocurre con frecuencia en
EPOC118 o lesiones torácicas penetrantes119. La línea pleural vis- la unidad de cuidados intensivos, el gas del interior del espacio
ceral habitualmente se identifica fácilmente, incluso en radiogra- pleural asciende hasta la vecindad del diafragma, que es el punto
fías expuestas a CPT. En la mayor parte de los casos la radiografía más elevado del hemitórax en esta posición. Dependiendo del
de tórax inspiratoria es la única modalidad de imagen necesaria tamaño del neumotórax el resultado puede ser un surco costo-
para el diagnóstico. Cuando hay una marcada sospecha clínica de frénico radiotransparente excepcionalmente profundo (signo del
neumotórax pero no se identifica una línea pleural, se puede surco profundo) (figura 3-66)119, una zona de transparencia sobre
detectar el gas en el espacio pleural mediante una de dos técnicas: el cuadrante superior derecho o izquierdo123 o un aspecto mucho
1) radiografía en posición erguida en espiración completa (la más nítido de lo normal del hemidiafragma con o sin la presencia
base científica es que el volumen pulmonar se reduce mientras el de la línea pleural visceral visible por encima del mismo119. Otros
158 CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax

FIGURA 3-65
Neumotórax frente a pliegue cutáneo. Una imagen del lado derecho del tórax de una radiografía posteroanterior (A) muestra una línea
pleural bien definida (flecha) característica de neumotórax. Una imagen del lado izquierdo de una radiografía anteroposterior (B) muestra un pliegue
cutáneo. La línea negra (flecha) que se ve en el borde del pliegue cutáneo se debe al efecto Mach. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC,
Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

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radiotransparente y un hemidiafragma izquierdo bien definido. Estos Spectrum of disease and pathologic findings. Radiology 211:155-160, 1999.
hallazgos son característicos de neumotórax en un paciente en decúbito 11. Kang EY, Grenier P, Laurent F, Müller NL: Interlobular septal thickening: Patterns
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CAPÍTULO 3 ■ Signos radiológicos de las enfermedades del tórax 159

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C A P Í T U L O C U A T R O

MÉTODOS DIAGNÓSTICOS EN
LAS ENFERMEDADES DEL TÓRAX

ANAMNESIS 161 Esofagoscopia y endoscopia digestiva Respuesta broncodilatadora 179


Síntomas de las enfermedades superior 170 Capacidad de difusión 179
respiratorias 161 Broncoscopia 170 Presiones parciales de gases en sangre
Tos y expectoración 161 Citología 170 arterial 180
Hemoptisis 162 Esputo y lavados y cepillados Prueba de esfuerzo cardiopulmonar 180
Dolor torácico 163 bronquiales 170 Características de presión-volumen
Disnea 164 Lavado broncoalveolar 172 del pulmón 181
Síntomas misceláneos 165 Líquido pleural 172 Resistencia 181
Evaluación de la calidad de vida 165 Aspiración con aguja 173 Cocientes ventilación-perfusión 181
Antecedentes médicos y personales 165 Biopsia 174 Control respiratorio 182
Antecedentes familiares 166 Biopsia bronquial 175 Curvas de respuesta ventilatoria 182
Antecedentes de residencia y viajes 166 Biopsia transbronquial 175 Presiones de oclusión bucales 182
Antecedentes ocupacionales 166 Biopsia transtorácica con aguja 175 Análisis del patrón respiratorio 182
Anamnesis sistémica 166 Toracoscopia y cirugía toracoscópica Electromiografía 183
asistida por vídeo 175 Rendimiento de los músculos
EXPLORACIÓN FÍSICA 166
Biopsia pulmonar abierta mediante respiratorios 183
Métodos de exploración y signos
toracotomía 175 Pruebas de provocación mediante
de enfermedad 166
Mediastinoscopia y mediastinotomía inhalación 183
Inspección 166
anterior 176 Pruebas de provocación mediante
Palpación 167
Biopsia de los ganglios linfáticos inhalación inespecíficas 183
Percusión 167
escalenos 176 Pruebas de provocación mediante
Auscultación 167
Biopsia pleural cerrada 176 inhalación específicas 184
Manifestaciones extratorácicas
de las enfermedades pulmonares 169 ESTUDIO FUNCIONAL 176 Broncoconstricción inducida
Acropaquias y osteoartropatía Valores normales predichos de la función por el esfuerzo e hiperventilación
hipertrófica 169 pulmonar 177 isocápnica 184
Cianosis 169 Volúmenes pulmonares 177 Concentración de óxido nítrico en el aire
Capacidad vital 178 espirado 184
ESTUDIOS ANATOMOPATOLÓGICOS
Capacidad residual funcional, volumen residual
Y ENDOSCÓPICOS 170
y capacidad pulmonar total 178
Endoscopia 170
Volumen y flujo espiratorios máximos 179
Laringoscopia 170

ANAMNESIS Tos y expectoración


La parte más importante de cualquier anamnesis es la descrip- La tos es un mecanismo de defensa que protege contra la inhala-
ción de los síntomas que hace el paciente, que se debe escuchar y ción de sustancias nocivas y limpia las vías aéreas de conducción
registrar con cuidado. Cuando el paciente ha terminado de defi- de material extraño aspirado y de un exceso de secreciones del
nir sus síntomas, el médico debe preguntarle toda la información aparato respiratorio. La prevalencia de tos crónica es elevada, par-
importante sobre los antecedentes familiares, las enfermedades ticularmente en fumadores de cigarrillos, en los que más del 30%
previas y los hábitos personales, dónde ha vivido y viajado el de los varones y el 25% de las mujeres tiene este síntoma1. Tam-
paciente, los antecedentes ocupacionales del paciente y los ante- bién es sorprendentemente frecuente en personas que no fuman;
cedentes de exposición a alergenos, utilización de medicamentos aproximadamente el 5% de las personas de la población general
y factores de riesgo del VIH. Finalmente, como la enfermedad no fumadora refiere este síntoma2. Algunas encuestas epidemioló-
pulmonar es con frecuencia sólo una manifestación de un proce- gicas han implicado a la exposición a la contaminación ambiental
so más general o es secundaria a una enfermedad que afecta a de interior o de exterior en algunas personas3. Hay datos de que la
otros órganos, es esencial en la evaluación de la función de otros presencia de tos y expectoración crónicas se asocia a un posterior
sistemas corporales. descenso de la función pulmonar y a la aparición de disnea4, 5, así
como a un aumento del riesgo de infarto del miocardio6, posible-
Síntomas de las enfermedades respiratorias mente como consecuencia de la inflamación sistémica acompa-
ñante7. La tos también es un síntoma de más de 100 enfermeda-
Los síntomas principales de las enfermedades respiratorias son des8, que varían desde las triviales hasta las más graves; sin
tos (con o sin expectoración), hemoptisis, dolor torácico y falta embargo, los pacientes clínicamente estables que están sometidos
de respiración (disnea). a una exposición evidente a un irritante como el humo de tabaco

161
162 CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax

deben evitar la exposición al mismo (es decir, deben abandonar el Una primera consideración importante es diferenciar un ori-
tabaco) como primera maniobra diagnóstica y terapéutica. gen pulmonar de uno extrapulmonar de la hemorragia, que
Con frecuencia se puede reducir la etiología de la tos de un incluye la nariz, la nasofaringe, el esófago y el aparato digestivo
paciente simplemente a partir de la anamnesis. Los pacientes que alto. La sangre que se origina en el pulmón habitualmente es de
tienen goteo posnasal crónico con frecuencia describen una tos color rojo brillante, con frecuencia es espumosa y generalmente
seca que se origina en la necesidad de «aclarar la garganta»; este provoca la tos. Puede estar mezclada con esputo o con secrecio-
tipo de tos se puede distinguir fácilmente de la tos profunda y nes purulentas y con frecuencia se produce en el contexto de un
«suelta» de los pacientes que tienen enfermedades de los bron- antecedente de una enfermedad pulmonar conocida. Por el con-
quios o del parénquima pulmonar. Una modificación prolonga- trario, la sangre que se origina en el esófago o en el aparato diges-
da de las características de la tos en un fumador actual o antiguo tivo habitualmente es de color rojo oscuro o negro y nunca es
debe plantear la posibilidad de una neoplasia endobronquial. espumosa. Se puede asociar a náuseas o vómitos y puede estar
Algunas toses, particularmente las que se asocian a una infección mezclada con partículas de alimento. La presencia de anteceden-
bacteriana aguda, son productivas de secreciones purulentas en tes de enfermedades del aparato digestivo superior o hepáticas,
las fases tempranas de la enfermedad. Un paciente que tiene como úlcera duodenal o cirrosis, debe aumentar la sospecha de
bronquitis crónica habitualmente expectora material mucoide, una hemorragia no pulmonar de este tipo. Es particularmente
aunque con los «catarros» puede ser amarilla o verde y a veces probable que haya dificultades en el diagnóstico cuando la sangre
puede tener hebras de sangre. Las bronquiectasias saculares dan vomitada se aspira hacia las vías aéreas o se deglute sangre expec-
lugar a expectoración diaria abundante, purulenta y con frecuen- torada. Cuando hay dudas sobre el origen de la hemorragia se
cia teñida de sangre. Un olor desagradable o fétido indica infec- debe asumir que el paciente tiene una enfermedad pulmonar.
ción por gérmenes anaeróbicos y con frecuencia se asocia a la for- El diagnóstico diferencial de la hemoptisis sin considerar el
mación de abscesos. La expectoración de moldes del árbol contexto clínico y radiográfico es extenso (tabla 4-1). Las causas
bronquial formados por moco espeso se puede ver en la bronqui- frecuentes incluyen bronquitis, bronquiectasias, absceso pulmo-
tis, en el asma y en la impactación mucoide, y esta última con fre- nar, neumonía y carcinoma pulmonar14, 15; la tuberculosis es una
cuencia se asocia a aspergilosis alérgica. consideración importante en pacientes procedentes de poblacio-
El conocimiento del momento de aparición de la tos también nes en las que la prevalencia de fondo es elevada16. Las caracterís-
puede ser útil en el diagnóstico. La mayor parte de las personas ticas de la sangre expectorada a veces pueden indicar la enferme-
que tienen tos crónica refiere que empeora cuando se acuestan dad subyacente. Aunque puede aparecer un estriado simple del
por la noche; esto es particularmente cierto en el caso de los material mucoide en la bronquitis, también puede indicar una
pacientes que tienen bronquiectasias, goteo posnasal por sinusitis enfermedad más grave como tuberculosis o carcinoma. Cuando
crónica o tos secundaria a reflujo ácido. Un paciente que tiene el esputo es francamente hemorrágico y no contiene material
bronquitis crónica o bronquiectasias de manera característica mucoide ni purulento es más probable que se deba a un infarto
expectora cuando se levanta por la mañana. Los espasmos de tos pulmonar que a una neumonía, particularmente si no se modifi-
que están producidos por el asma o por la insuficiencia cardíaca ca durante varios días. La presencia de material sanguinolento
izquierda con frecuencia se producen durante la noche y pueden mezclado con pus debe indicar una neumonía o un absceso pul-
despertar al paciente. La aparición de tos durante una comida o monar en una enfermedad aguda y bronquiectasias en una enfer-
poco después de la misma indica aspiración. medad crónica. Cuando la sangre está diluida de modo que tiene
La mejor forma de considerar la etiología de la tos es en dos cate- un aspecto sonrosado y a veces espumoso se debe sospechar un
gorías, aguda y crónica. La causa de la tos aguda habitualmente es edema pulmonar secundario a insuficiencia cardíaca izquierda.
evidente a partir del contexto clínico. Sin embargo, la causa de la tos La hemoptisis, incluso cuando es leve, es una indicación de rea-
crónica puede seguir siendo oscura incluso después de realizar la lizar una radiografía de tórax; en la mayor parte de los casos tam-
anamnesis, la exploración física, la radiografía de tórax y las prue- bién es adecuado hacer un cultivo del esputo expectorado para
bas de función pulmonar. En aproximadamente el 90% de estos detectar micobacterias. Aunque la broncoscopia también está indi-
pacientes la tos se puede explicar por goteo posnasal, asma, reflujo cada en muchos pacientes, es razonable evitar esta técnica en los que
gastroesofágico, bronquiectasias o bronquitis eosinófila9. Sin tienen una anamnesis muy indicativa de una enfermedad no neo-
embargo, es importante recordar que muchos pacientes tienen más plásica que pueda explicar la hemorragia, en los que tienen una
de una causa de tos. En otras publicaciones se han descrito en deta- localización demostrada de hemorragia extrapulmonar, en los que
lle los estudios diagnósticos y el tratamiento de estos pacientes9, 10. tienen una situación clínica tan mala que no se va a realizar ningu-
Se debe recordar que la infección por Bordetella pertussis es la na acción independientemente de los hallazgos de la broncoscopia
causa de∫ tos hasta en el 10% al 20% de los adultos que tienen este y en los que son no fumadores y que no tienen hallazgos indicativos
síntoma durante más de dos a tres semanas11. Las personas que tie- de neoplasia en la radiografía de tórax17. Sin embargo, si reaparece
nen contacto con niños infectados tienen un riesgo particularmen- la hemoptisis a pesar del tratamiento antibiótico de una posible
te elevado12. La tos es principalmente paroxística y puede alterar el infección, está indicada la visualización directa de las vías aéreas.
sueño. El diagnóstico se puede establecer mediante la detección del Cuando la radiografía de tórax es normal o no muestra ningún
ADN de Bordetella mediante la reacción en cadena de la polimera- hallazgo indicativo de tumor maligno, ciertos datos clínicos indi-
sa (PCR) o mediante estudios serológicos; el cultivo no es sensible13. can un mayor riesgo de carcinoma pulmonar no detectado, entre
ellos los antecedentes de tabaquismo, edad mayor de 40 años y
Hemoptisis hemorragia recurrente18. En estos pacientes está indicado hacer
una TCAR y una broncoscopia, y son complementarias para esta-
La hemoptisis (expectoración de sangre) es un síntoma alarman- blecer la etiología de la hemoptisis19. El pronóstico de los pacientes
te para el paciente y para el médico por igual y con frecuencia con hemoptisis, radiografía de tórax normal y hallazgos broncos-
indica una patología subyacente grave. Siempre justifica una cópicos no diagnósticos generalmente es bueno; sin embargo, en
anamnesis cuidadosa y la realización de radiografías de tórax; un número significativo de los pacientes que tienen los factores de
muchos pacientes también precisan un estudio más extenso. riesgo mencionados aparecerá en último término un carcinoma20.
CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax 163

TABLA 4-1. Causas de hemoptisis* La definición de hemoptisis masiva varía desde 100 ml/día21 a
Infecciosas
más de 1.000 ml/día22; por tanto, no es sorprendente que el pronós-
tico sea variable. La hemoptisis masiva se ve la mayoría de las veces
Absceso pulmonar en la tuberculosis (tanto activa como bacteriológicamente inactiva),
Bronquitis las bronquiectasias, el carcinoma, el absceso y el micetoma23. En la
Tuberculosis
Bronquiectasias (incluyendo fibrosis quística)
mayor parte de los casos no es la cantidad real de sangre lo que pro-
Micetoma duce la muerte, y probablemente el mecanismo sea la asfixia como
Paragonimiasis (en zonas endémicas) consecuencia de la oclusión bronquial por los coágulos.
Cardiovasculares
Dolor torácico
Insuficiencia ventricular izquierda
Tromboembolia pulmonar con infarto Conviene analizar el dolor en el tórax de acuerdo con sus tres
Estenosis mitral
Endocarditis tricuspídea con embolia séptica
principales lugares de origen: pleura, mediastino y pared torácica.
Hipertensión pulmonar Dolor pleural. Como tanto el pulmón como la pleura visceral
Aneurismas carecen de nervios sensitivos que detecten el dolor, la enfermedad
Aneurisma aórtico pulmonar debe progresar hasta un estadio avanzado sin producir ni
Aneurisma de la arteria subclavia siquiera un dolor torácico leve. Por otro lado, la pleura parietal está
Seudoaneurisma ventricular izquierdo
Prótesis vasculares muy inervada con nervios que pueden ser estimulados por la infla-
Malformación arteriovenosa mación y la distensión. El dolor puede variar desde una molestia
Ausencia de la vena cava inferior lancinante durante un esfuerzo inspiratorio leve a un dolor menos
Agenesia de la arteria pulmonar con vascularización pulmonar sistémica grave pero a pesar de todo brusco que puede «agarrotar» al pacien-
Neoplásicas te al final de una inspiración máxima. El dolor pleural con frecuen-
cia desaparece o se reduce hasta un dolor sordo durante la espira-
Carcinoma pulmonar ción y la apnea. La presión sobre los músculos intercostales de la
Tumor carcinoide
Tumores glandulares traqueobronquiales zona del dolor puede o no provocar una molestia; cuando lo hace,
Carcinoma/sarcoma metastásico el dolor típicamente es leve en comparación con la sensación que
se produce durante la respiración. Esto contrasta con el dolor que se
Traumáticas
origina en la pared torácica, que habitualmente se asocia a una zo-
Desgarro aórtico na de dolor a la presión, con frecuencia en una zona muy pequeña.
Contusión pulmonar Excepto cuando afecta al diafragma, la zona enferma de la
Rotura bronquial pleura (que con frecuencia es secundaria a una lesión del parén-
Broncoscopia
Cateterismo de Swan-Ganz quima pulmonar) típicamente está debajo de la zona en la que se
Biopsia pulmonar percibe el dolor. La parte central del diafragma está inervada por
Aspiración traqueal el nervio frénico, y las fibras aferentes sensitivas entran en la
Linfangiografía médula cervical principalmente por las raíces nerviosas cervica-
Inmunitarias les posteriores tercera y cuarta; por tanto, el dolor referido por la
irritación de esta porción de la pleura se localiza en el cuello y en
Granulomatosis de Wegener la parte superior del hombro. Los nervios intercostales inferiores,
Lupus eritematoso sistémico
Síndrome de Goodpasture que entran en la médula torácica por las raíces nerviosas dorsales
Hemorragia pulmonar idiopática posteriores séptima a duodécima, inerva las partes externas de la
pleura diafragmática; por tanto, la irritación de esta porción da
Fármacos y toxinas lugar a dolor referido en la parte inferior del tórax.
Anticoagulantes Dolor mediastínico. En el mediastino están situados la tráquea,
Cocaína el esófago, el corazón, la aorta y muchos ganglios linfáticos, y las
Penicilamina enfermedades que afectan a cualquiera de estos órganos se pueden
Anhídrido trimelítico
Amiodarona
manifestar por dolor en esa región. La inflamación o la infiltración
neoplásica de los tejidos blandos mediastínicos en sí misma tam-
Misceláneas bién puede producir molestias. El dolor retroesternal más frecuen-
Coagulopatía te se debe a isquemia miocárdica; típicamente se describe que pro-
Trombocitopenia duce «presión», «opresión» o «asfixia» y se puede extender hasta el
Amiloidosis cuello o puede bajar por el brazo izquierdo o por los dos brazos. El
Broncolitiasis dolor puede simular al que se experimenta en otras enfermedades,
Endometriosis
Aspiración de cuerpo extraño
como la tromboembolia pulmonar masiva, la hipertensión pulmo-
Secuestro interlobar nar, la pericarditis aguda y el aneurisma aórtico disecante.
Radiación Las enfermedades esofágicas pueden producir un dolor «que-
Linfangioleiomiomatosis mante» que habitualmente se relaciona claramente con la inges-
Facticia tión de alimentos. Los pacientes que tienen regurgitación de las
Neumonía organizativa criptógena (NOC, BONO)
Neumonía lipoidea secreciones gástricas pueden referir que el dolor empeora cuando
Enfermedad de Dieulafoy se reclinan y se alivia cuando se ponen de pie. Una sensación
retroesternal frecuente, que probablemente se origina en termi-
* Las causas más frecuentes se indican en negrita. naciones nerviosas sensitivas de la mucosa traqueal, es la sensa-
BONO, bronquiolitis obliterativa con neumonía organizativa. ción de aspereza dolorosa que se experimenta con la infección del
aparato respiratorio superior y con la tos seca y persistente.
164 CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax

Dolor de la pared torácica. Es frecuente el dolor que se ori- Disnea


gina en la pared torácica o el dolor referido a la pared torácica que
no se debe a irritación de la pleura parietal. Todos los años, final- La disnea es un síntoma respiratorio frecuente que se debe dis-
mente, se considera que aproximadamente el 10% al 20% de los tinguir de la taquipnea (frecuencia respiratoria rápida) y de la
200.000 pacientes de los EE.UU. a los que se realizan angiogramas hiperpnea (respiración más profunda y/o más rápida). Una defi-
normales para el estudio de una probable cardiopatía tiene dolor nición del diccionario de disnea como «respiración difícil o tra-
de la pared torácica24. Este dolor puede estar producido por bajosa»26 ayuda poco a iluminar la amplia variedad de sensacio-
enfermedades de los músculos, de los nervios o de los huesos. nes que experimentan los pacientes que tienen este síntoma. De
Cuando parece originarse en un músculo intercostal puede haber hecho, se han hecho intentos de cuantificar el lenguaje de la dis-
un antecedente de un traumatismo que produjo distensión o nea y de correlacionar las descripciones de los pacientes con diag-
incluso desgarro; en nuestra experiencia este traumatismo con nósticos específicos27. Estos trabajos indican que las característi-
frecuencia está producido por la tos seca y con frecuencia paro- cas y la intensidad de las sensaciones respiratorias varían con
xística que acompaña a la traqueobronquitis infecciosa aguda. Sin diferentes enfermedades; sin embargo, ninguna sensación o gru-
embargo, con frecuencia no se puede encontrar ninguna causa po de sensaciones particular tiene una sensibilidad y especifici-
precipitante evidente. El dolor que se relaciona con una lesión dad suficientes para tener valor diagnóstico de manera aislada.
muscular se puede diferenciar del dolor de la pleura parietal por Una descripción detallada por el paciente de las características
el empeoramiento escaso (o nulo) durante la inspiración profun- específicas de la disnea es útil para diferenciar causas orgánicas de
da, el dolor a la palpación en la zona dolorosa, el agravamiento dificultad respiratoria de un trastorno funcional. Este último se
por la tos o por los movimientos del tronco y por la persistencia relaciona con la ansiedad y se piensa que es responsable de aproxi-
del dolor entre los paroxismos de tos. madamente el 20% de los casos de disnea crónica no explicada por
El dolor radicular está producido por compresión o inflama- la anamnesis, la exploración física, la radiografía de tórax y la espi-
ción de la raíz nerviosa posterior. Sigue la distribución específica rometría28. Habitualmente se describe como la imposibilidad de
del nervio intercostal y se irradia alrededor del tórax desde la par- hacer una inspiración profunda o de «llenar los pulmones de aire»
te posterior o, en algunos casos, está localizado en una zona. de manera adecuada. Por otro lado, en la disnea de causa orgánica
Habitualmente se describe como sordo y álgico y empeora por el la sensación es más difícil de describir; los pacientes pueden decir
movimiento, particularmente la tos. Puede estar producido por la que están «cortos de aliento» o que «resoplan» y cuando se les pide
protrusión del disco intervertebral, por una espondilitis reuma- que respiren muestran hiperpnea en lugar de las respiraciones sus-
toidea, por una tumor maligno que afecta a las vértebras o por pirosas profundas de la disnea funcional. La disnea únicamente
una enfermedad inflamatoria o neoplásica en el interior de la durante el esfuerzo es el dato clave de la enfermedad orgánica. Por
médula espinal. Una variedad de dolor radicular nervioso inter- tanto, los pacientes que tienen disnea de reposo y no durante el
costal cuyo origen puede ser difícil de identificar en las primeras ejercicio tienen disnea funcional casi siempre; también pueden
fases es el que se debe al herpes zóster; en general se describe describir síntomas compatibles con hiperventilación o con un tras-
como «quemante», la mayoría de las veces en una zona amplia torno de angustia29, 30. Sin embargo, se debe recordar que estos sín-
unilateralmente en la distribución de uno o más nervios inter- tomas no excluyen la presencia de una enfermedad pulmonar sig-
costales. nificativa; tanto la hiperventilación como el trastorno de angustia
Después de los músculos, el esqueleto es probablemente el ori- son más frecuentes en los pacientes que tienen una enfermedad
gen más frecuente del dolor de la pared torácica. Cuando el dolor pulmonar que en la población general29.
está limitado a las zonas vertebral y paravertebral habitualmen- La cuantificación de la gravedad de la disnea y la determinación
te está producido por una enfermedad inflamatoria o neoplásica, de las circunstancias que la provocan pueden ser útiles para llegar
y la percusión sobre las apófisis espinosas vertebrales puede des- a un diagnóstico etiológico correcto. Se han diseñado varias escalas
encadenar sensibilidad local. Las fracturas costales debidas a un formales para expresar esta cuantificación de una manera preci-
traumatismo accidental o a episodios prolongados de tos intensa sa31-33; intentan describir la gravedad de la disnea que se provoca
son una causa frecuente de dolor de la pared torácica. Las unio- con una actividad definida y son un refinamiento de los compo-
nes costocondrales de las costillas pueden ser el origen de la peri- nentes clave de la obtención de la anamnesis. Por ejemplo, los
condritis, que con frecuencia se asocia a sensibilidad y tumefac- pacientes que tienen EPOC habitualmente tienen una historia de
ción (síndrome de Tietze); habitualmente el dolor es persistente disnea lentamente progresiva que es paralela al descenso inexora-
y se describe como «mordedura» o «álgico». El dolor costal pro- ble de la función pulmonar; la gravedad de la disnea aumenta
ducido por una tumor maligno con frecuencia se puede detectar cuando se realiza la misma actividad, y actividades que precisan
antes de que aparezca una masa; al principio tiende a estar mal menos esfuerzo llegan a producir disnea. Ambos aspectos son
localizado, aunque después se convierte en un dolor sordo y per- importantes y con frecuencia precisan su aclaración por el médico.
sistente sobre la zona afectada. Las características de la disnea también pueden proporcionar
Un dolor transitorio relativamente inocuo de origen indeter- algunos datos diagnósticos generales. Una sensación de aumento
minado se ha denominado «mordedura precordial». Es un dolor del esfuerzo de la respiración o del trabajo de la respiración
intenso y súbito en el lado izquierdo del tórax, habitualmente en caracteriza a la disnea que se debe a un aumento de la carga
la punta cardíaca, que aparece en reposo o durante una actividad mecánica o a debilidad neuromuscular, mientras que una sensa-
leve y dura desde 30 segundos a 5 minutos25. Aumenta súbita- ción de hambre de aire o de asfixia se ve la mayoría de las veces
mente durante la inspiración, y la reacción invariable es una bre- en pacientes que tienen insuficiencia cardíaca34.
ve parada de la respiración; posteriormente se mantiene la respi- Un inicio agudo de la disnea también se puede relacionar con
ración a un nivel superficial mientras el dolor desaparece varias enfermedades. Un paciente joven que ha tenido una buena
gradualmente. Su inicio se asocia con frecuencia a una mala pos- salud puede tener un neumotórax, particularmente si hay dolor
tura, y la mejoría de ésta a veces alivia el dolor. Esta enfermedad torácico asociado. Raras veces esta disnea es un episodio inicial de
es muy frecuente y su importancia radica únicamente en su dife- asma o la primera indicación de una estenosis mitral o de un
renciación del dolor torácico de consecuencias más graves. infarto de miocardio. También puede aparecer disnea aguda en la
CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax 165

neumonía o en la bronquiolitis difusa; sin embargo, el paciente alteraciones metabólicas (hiponatremia, hipercalcemia) o afecta-
generalmente tiene síntomas premonitorios de fiebre y tos, con o ción directa del SNC (enfermedad metastásica, criptococosis,
sin infección del aparato respiratorio superior, que fácilmente embolia grasa). En el contexto clínico adecuado es importante
permite diferenciar estos síntomas de otras enfermedades. El ini- descartar la afectación de las meninges o del cerebro por infec-
cio súbito de la disnea, particularmente asociada a hiperpnea y ción o por un carcinoma metastásico.
taquicardia, en un paciente enfermo u operado debe plantear la La halitosis está producida la mayoría de las veces por algún
posibilidad de una tromboembolia. trastorno de la cavidad oral; sin embargo, en el contexto adecua-
Durante la gestación es normal que haya cierto grado de dis- do debe plantear la posibilidad de una infección pulmonar por
nea35, probablemente como consecuencia de la hiperventilación gérmenes anaeróbicos.
que produce el aumento de la concentración sanguínea de proges-
terona y la restricción del descenso diafragmático. Sin embargo, la Evaluación de la calidad de vida
disnea que es aguda, grave y progresiva, que aparece en reposo o
que se asocia a otros síntomas y signos de enfermedad cardiopul- La influencia de la intensidad de los síntomas y del nivel de dis-
monar es anormal y justifica una evaluación cuidadosa adicional. función pulmonar sobre la calidad de vida percibida es muy
La imposibilidad de estar tumbado debido a la sensación de variable. Por ejemplo, la obstrucción leve al flujo aéreo o la res-
sofocación o disnea (ortopnea) o los antecedentes de despertarse tricción pulmonar pueden suponer una gran carga para una per-
durante la noche con disnea (disnea paroxística nocturna) son sona activa, mientras que el mismo nivel de deterioro puede tener
muy indicativos de la presencia de una enfermedad orgánica. poca influencia en alguien que tiene un estilo de vida sedentario.
Estos síntomas habitualmente se asocian a la insuficiencia ven- Se dispone de varios cuestionarios genéricos de calidad de vida
tricular izquierda, aunque también pueden aparecer en pacientes para evaluar este aspecto de la enfermedad; también se han des-
que tienen asma, EPOC o parálisis diafragmática bilateral sin car- arrollado y validado varios cuestionarios que se han diseñado
diopatía. La platipnea es la disnea que empeora al adoptar una específicamente para pacientes que tienen enfermedades respira-
postura erguida y se asocia a desaturación arterial de oxígeno de torias38, 39. Incluso más específicos son cuestionarios para la eva-
carácter postural (ortodesoxia); generalmente se relaciona con un luación de la calidad de vida de enfermedades respiratorias indi-
cortocircuito cardíaco o pulmonar36, 37. viduales como el asma40 y la EPOC41, 42.
La evaluación de los síntomas que acompañan a la disnea tam-
bién es importante para establecer un diagnóstico correcto. Por Antecedentes médicos y personales
ejemplo, los pacientes que tienen disnea acompañada de angina
de pecho pueden tener también tirantez torácica, sudoración, El interrogatorio exhaustivo sobre los antecedentes médicos y los
náuseas o mareo. De manera similar, los pacientes asmáticos dis- hábitos personales del paciente es una parte esencial de la evalua-
neicos con frecuencia refieren tirantez torácica, sibilancias y tos. ción inicial de cualquier enfermedad pulmonar. El conocimiento
que se obtiene con esta exploración puede alterar mucho el diag-
Síntomas misceláneos nóstico diferencial; por ejemplo, los síntomas respiratorios o una
radiografía de tórax anormal pueden representar simplemente las
Una ronquera de inicio súbito casi siempre indica una enfermedad secuelas de una enfermedad pulmonar previa, o una lesión pul-
laríngea intrínseca, la mayoría de las veces como consecuencia monar puede ser una metástasis de una tumor maligno primaria
de infección vírica, traumatismo, edema alérgico o inhalación de conocida previamente. Además de preguntar de manera meticu-
humos tóxicos. La ronquera crónica también tiene una mayor losa al paciente sobre las enfermedades previas, es obligatorio
probabilidad de estar producida por una enfermedad laríngea pri- conseguir radiografías de tórax antiguas para compararlas con los
maria y debe llevar a la exploración de las cuerdas vocales para estudios actuales, que es una tarea que siempre debe asumir el
excluir enfermedades graves como carcinoma. La causa pulmonar médico responsable.
más frecuente de ronquera persistente es la parálisis unilateral de Se debe preguntar meticulosamente a los pacientes sobre su
los músculos abductores, habitualmente como consecuencia de la consumo de fármacos. Es importante recordar que casi cualquier
extensión de un carcinoma hacia la ventana aortopulmonar con síndrome clínico puede ser secundario a los efectos de un fárma-
afectación del nervio laríngeo recurrente. La ronquera también es co. Los ejemplos de las enfermedades que se podrían asociar a
frecuente en pacientes que utilizan corticoides inhalados a dosis este tratamiento incluyen neumonía infecciosa en pacientes que
elevadas para el tratamiento del asma y se debe a una miopatía de reciben tratamiento inmunosupresor, neumonía lipoidea des-
las cuerdas vocales o a un muguet. pués de la utilización de gotas nasales o laxantes que contienen
La fiebre debe indicar una neumonía infecciosa, particular- aceite mineral, e insuficiencia respiratoria como consecuencia de
mente cuando la radiografía de tórax muestra una opacidad del una sedación reciente.
espacio aéreo o segmentaria; si la neumonía se acompaña de un La duración y la intensidad de la exposición del paciente al
único escalofrío probablemente tiene un origen neumocócico. humo de tabaco son claramente importantes cuando se evalúan
Sin embargo, se debe recordar que la fiebre también puede apa- los casos sospechosos de carcinoma pulmonar o de EPOC. Es
recer con diversas enfermedades pulmonares no infecciosas, importante recordar que el antecedente de abandono del tabaco
como la alveolitis alérgica extrínseca, las enfermedades del tejido no siempre tiene una confirmación objetiva43. Debido a la posi-
conjuntivo y el infarto pulmonar. ble importancia del tabaquismo «de segunda mano» también es
Se puede ver confusión, irracionalidad e incluso coma en importante conocer el consumo de tabaco de las personas con las
pacientes que tienen enfermedades pulmonares crónicas, parti- que el paciente vive y ha vivido. El consumo intenso de alcohol
cularmente en ancianos; las causas precipitantes incluyen neu- puede producir disminución de la resistencia a la infección y
monía, embolia grasa o tromboembolia y carcinoma. Los sínto- aumento del riesgo de aspiración. Se debe preguntar a todos los
mas del sistema nervioso central (SNC) de estas enfermedades se pacientes sobre los factores de riesgo de infección por el VIH,
pueden deber a hipoperfusión, alteraciones de los gases en la san- incluyendo prácticas sexuales, consumo de drogas por vía intra-
gre arterial (aumento de la PaCO2 y/o disminución de la PaO2), venosa y antecedentes de transfusiones sanguíneas o utilización
166 CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax

de hemoderivados. Las preguntas sobre el contacto con animales, Anamnesis sistémica


tanto domésticos como salvajes, pueden ser muy útiles para el
diagnóstico, como pone de manifiesto el broncoespasmo en rela- Una descripción de la asociación entre las enfermedades pulmo-
ción con una mascota en el domicilio, la psitacosis por un pájaro nares y las enfermedades de otros órganos sería una descripción
enfermo en el domicilio, una neumonía por hantavirus después de la mayor parte del ámbito de la medicina interna. El mero
de la exposición a deyecciones de ratón, o la fiebre Q por la inha- hecho de que algunos otros órganos o tejidos estén afectados
lación de polvo contaminado por ovejas o ganado vacuno. puede indicar una enfermedad específica; por ejemplo, es casi
seguro que un paciente que tiene enfermedad pulmonar difusa
Antecedentes familiares con fenómeno de Raynaud y dificultad deglutoria tenga esclero-
sis sistémica progresiva. En algunos casos la enfermedad pulmo-
En las enfermedades pulmonares este aspecto es importante en nar es secundaria a enfermedades de otros órganos; por ejemplo,
relación con una posible fuente de infección, así como el caso de el interrogatorio puede mostrar síntomas que indican la localiza-
los trastornos hereditarios. La tuberculosis es la más grave de las ción primaria de los múltiples nódulos de un carcinoma metas-
enfermedades pulmonares que se propagan en el hogar; sin tásico en el pulmón. En otros casos los síntomas sistémicos son
embargo, la infección por Mycoplasma, la tos ferina, el síndrome secundarios a la propia enfermedad pulmonar. Ejemplo, el carci-
respiratorio agudo severo (SRAS) y muchas otras infecciones noma microcítico de pulmón se puede asociar a varias formas de
víricas también se pueden propagar en el hogar. Algunas enfer- enfermedad neuromuscular, mientras que el diagnóstico de insu-
medades pulmonares muestran agrupamiento familiar y un ficiencia ventilatoria puede venir indicado por una historia de
patrón de herencia dominante o recesivo definido claramente. cefalea, confusión, temblor, calambres o somnolencia.
Estas enfermedades incluyen fibrosis quística, enfisema asociado
al déficit del inhibidor de la α1-proteasa, algunas formas de fibro-
sis pulmonar intersticial, hipertensión pulmonar y bronquiecta- EXPLORACIÓN FÍSICA
sias relacionadas con discinesia ciliar (síndrome del cilio inmó-
vil). La mayor parte de estas enfermedades es poco frecuente, y se Se puede mostrar un desacuerdo significativo entre diferentes
puede reconocer sólo cuando se revelan los antecedentes familia- médicos en la evaluación de los signos físicos44. Sin embargo, es
res de una de ellas. Otras diversas enfermedades pulmonares tam- más probable que los que muestran una mejor competencia en
bién están influidas por la herencia, aunque su expresión está la exploración física puedan establecer un diagnóstico clínico
muy afectada por factores ambientales. El asma y la EPOC son las correcto que se base sólo en la exploración44, un hecho que da tes-
más importantes de estas enfermedades. Estas enfermedades, que timonio tanto de la importancia de la técnica como de que la
se han denominado «trastornos genéticos complejos», no se here- ausencia de habilidad es una causa importante del desacuerdo.
dan según un patrón mendeliano simple y probablemente se rela- La información que se obtiene mediante la exploración física
cionan con diversas variantes génicas con penetración variable. puede ser complementaria a la que se obtiene con la radiografía
Algunos grupos también han descrito una asociación entre carci- de tórax y las pruebas fisiológicas y de laboratorio. Por ejemplo,
noma pulmonar y antecedentes familiares de cáncer de pulmón. un paciente disneico que tiene una radiografía de tórax normal
puede estar pálido o puede tener hallazgos de hipertensión pul-
Antecedentes de residencia y viajes monar o de hipertiroidismo a la exploración física; en estas cir-
cunstancias la exploración indica la dirección de los estudios adi-
También es necesario preguntar sobre viajes recientes y el país de cionales. Además, la exploración física puede ser la única
origen, particularmente en la evaluación de una posible neumo- herramienta de que se disponga inmediatamente para evaluar a
nía; el diagnóstico de muchas enfermedades fúngicas y parasíti- un paciente; por ejemplo, puede ser necesario detectar un neu-
cas, así como del SRAS, se facilita cuando se descubre que un motórax a tensión en un paciente sometido a ventilación mecá-
paciente ha vivido o viajado a una zona endémica. nica antes de que se pueda obtener una radiografía de tórax.

Antecedentes ocupacionales Métodos de exploración


y signos de enfermedad
Al igual que en el caso de los medicamentos, prácticamente cual-
quier síndrome pulmonar se puede producir como consecuencia La parte anterior del tórax se explora mejor cuando el paciente
de la exposición a agentes nocivos en el lugar de trabajo, y por está en posición supina, y la parte posterior se explora mejor
tanto la historia ocupacional debe formar parte de todas las his- cuando el paciente está sentado o de pie; los pacientes que están
torias clínicas. Además de contribuir a la identificación de una demasiado débiles para sentarse en posición erguida sin ayuda
enfermedad específica, el reconocimiento de la relación entre el deben ser ayudados por alguien que esté al pie de la cama y que
entorno laboral y la enfermedad del paciente impide que conti- les sujete las manos. Es importante tener en cuenta que la explo-
núe la exposición potencialmente nociva al agente lesivo, permi- ración del tórax es un ejercicio comparativo, en el que cada
te considerar una compensación adecuada, identifica un posible región de un lado se compara con la zona correspondiente del
riesgo para los demás trabajadores y puede llevar a la aplicación otro lado; esta regla se aplica por igual a la inspección, la palpa-
de medidas preventivas de salud pública. El conocimiento de los ción, la percusión y la auscultación.
antecedentes ocupacionales es particularmente importante en la
evaluación de los pacientes que tienen neumopatías intersticiales, Inspección
asma, neoplasias malignas y EPOC. El médico debe saber que
diferentes trabajos se pueden asociar a la exposición a un agente Incluso antes de realizar la anamnesis el médico tiene la oportu-
específico y que una persona que está en una ocupación específi- nidad de descubrir mucho sobre el paciente sólo mediante la ins-
ca puede entrar en contacto con múltiples sustancias potencial- pección superficial. ¿El paciente tiene aspecto de enfermo o de
mente lesivas. estar sano, está orientado o desorientado, está delgado o gordo,
CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax 167

azul o amarillo, sobrio o bebido? ¿El paciente huele a humo de El frémito táctil o vocal es la sensación de vibración de la pared
tabaco? ¿Los dedos tienen acropaquias o están amarillos por la torácica con la voz hablada. La palma o el lado de la mano se colo-
nicotina? ¿Hay alteraciones como ronquera, estridor y sibilancias? ca en lados alternos del tórax de manera simétrica a medida que
En primer lugar se debe inspeccionar la caja torácica para bus- el paciente dice «treinta y tres», y se observa la asimetría de la
car datos de deformidad y la piel para analizar el color, datos de vibración. Se percibe un aumento de la vibración en situaciones
circulación venosa colateral y cicatrices. La frecuencia respiratoria en las que está aumentada la transmisión del sonido, como la
puede ser un indicador útil de disfunción respiratoria temprana, y neumonía; se percibe una disminución de la vibración cuando
se debe registrar. También se debe observar el movimiento de la está reducida la transmisión del sonido, como en el derrame
pared torácica, particularmente en relación con la asimetría entre pleural, la atelectasia lobar, el neumotórax o el fibrotórax. En la
los dos lados. Un retraso local durante la inspiración puede no ser práctica habitual los signos como la alteración del frémito y el
evidente durante la respiración tranquila, y se debe indicar al retraso regional de la pared torácica se buscan sólo cuando se
paciente que haga una respiración profunda mientras se compa- sospecha una patología o cuando se intenta distinguir una altera-
ran los movimientos de la caja torácica en ambos lados. Un retra- ción (como una condensación) de otra (como un derrame). No
so durante la inspiración o una zona de disminución del movi- debe formar parte de la exploración sistemática de una persona
miento, visto o percibido, que afecta de manera parcial o total a un sana que tiene una auscultación torácica normal.
hemitórax, puede ser el único signo físico de una enfermedad del
pulmón o de la pleura. Puede indicar una obstrucción localizada Percusión
de las vías aéreas, la pérdida de la elasticidad de los tejidos subya-
centes o el espasmo reflejo de la musculatura intercostal y diafrag- Excepto en un sentido «ceremonial», la percusión tampoco forma
mática en un intento de reducir el dolor al movimiento. Este sig- parte generalmente de la exploración física sistemática de un pa-
no está presente en enfermedades agudas como atelectasia, ciente sano. Sin embargo, puede aportar datos útiles sobre la pre-
neumonía y pleuritis; también puede indicar una enfermedad sencia de enfermedades; por ejemplo, puede indicar la presencia
crónica (habitualmente fibrótica) del pulmón o de la pleura, en de pequeñas cantidades de líquido subpulmonar en situaciones
cuyo caso también se asocia a escoliosis de la columna vertebral en las que la radiografía de tórax es equívoca. Se debe poner de
torácica (con la concavidad hacia el lado enfermo). relieve que el dedo percutor evalúa sólo los 5 cm superficiales
Cuando la pérdida de volumen es considerable, tanto si se debe de tejido pulmonar; no importa cuánta fuerza se utilice, porque
a un proceso agudo como a uno crónico, también puede haber un la porción central del pulmón permanece «silente». Además, las
desplazamiento del mediastino, que se puede detectar como des- diferencias en la nota de la percusión se perciben no sólo por los
plazamiento del impulso cardíaco apical y de la tráquea hacia el oídos, sino también por el tacto; sobre tejido sólido los dedos exa-
lado afectado. Con la fibrosis, y particularmente con la atelectasia, minadores aprecian una diferencia de la vibración además de una
los espacios intercostales inferiores pueden retraerse anormalmen- sensación de resistencia que se puede distinguir de la elasticidad
te durante la inspiración. El movimiento paradójico hacia dentro que se percibe encima de zonas aireadas.
del borde costal lateral durante la inspiración (signo de Hoover) se Al igual que en el caso de la inspección, la pared torácica se
ve con frecuencia en pacientes que tienen EPOC grave45. debe percutir de manera ordenada, comparando las zonas corres-
También es importante evaluar la función de los músculos res- pondientes de ambos lados. Como el grado de resonancia está
piratorios. Esta evaluación se hace mejor observando la contri- influido por el grosor de la pared torácica y el volumen de pul-
bución relativa de los músculos diafragmáticos e intercostales món que está debajo del dedo percutor, la percusión «normal»
durante el ciclo respiratorio normal con el paciente en la posición difiere tanto de un paciente a otro como de una zona a otra del
supina. En esta situación el movimiento hacia dentro de la pared mismo paciente. La nota de percusión en la enfermedad y en una
abdominal durante la inspiración o el movimiento abdominal y situación normal puede variar desde timpánica (sobre la burbu-
torácico secuencial en lugar de simultáneo indican parálisis o ja de gas del estómago) a mate (sobre el hígado), sonidos que
fatiga del diafragma y constituyen una indicación clara de la cau- puede detectar fácilmente incluso una persona con poca experien-
sa de la disnea o de insuficiencia ventilatoria inminente. cia. Entre estos extremos hay grados de hiperresonancia y mati-
dez cuya importancia sólo se puede evaluar con experiencia.
Palpación Cuando hay una enfermedad pulmonar la nota de percusión
varía desde una alteración de la resonancia que se oye sobre una
La sospecha de un retraso ventilatorio que se detecta a la inspec- zona de neumonía que tiene una consolidación parcial a la mati-
ción del tórax se puede confirmar colocando una mano en ambos dez que se oye sobre un segmento o lóbulo totalmente consolida-
hemitórax cuando el paciente hace respiraciones profundas. do o colapsado, a la extremada matidez que se asocia a una gran
También se puede evaluar la contribución relativa de los múscu- acumulación de líquido pleural. En el otro extremo de la escala la
los respiratorios mediante la palpación de los músculos abdomi- nota es hiperresonante en casos de enfisema y neumotórax y a
nales, intercostales y accesorios durante la inspiración. Se debe veces timpánica encima de grandes cavidades superficiales o de
palpar el impulso cardíaco apical y la tráquea, y una desviación un neumotórax particularmente grande.
desde la posición normal indica pérdida de volumen o aumento
relativo de volumen de un hemitórax en comparación con el otro. Auscultación
La palpación de la región paraesternal izquierda puede mostrar
un frémito, indicativo de una posible hipertrofia ventricular dere- Las características y la intensidad de los ruidos respiratorios, así
cha. Cuando proceda se deben palpar los espacios intercostales y como la presencia o ausencia de ruidos adventicios, se evalúan
las costillas para identificar tumores y provocar dolor a la presión. escuchando con la campana o el diafragma sujeto firmemente
También se deben explorar meticulosamente las axilas y la región contra la pared torácica mientras el paciente respira tranquila-
cervical para detectar ganglios linfáticos aumentados de tamaño, mente y después con inspiraciones profundas.
particularmente en pacientes en los que se sospecha una tumor Las características y la intensidad de los ruidos respiratorios
maligno o una infección. varían de una región a otra, incluso en personas normales, depen-
168 CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax

diendo del grosor de la pared torácica, la proximidad de los bron- Los ruidos adventicios se pueden dividir en los que se originan en
quios de mayor tamaño a la pared torácica y la profundidad de la las vías aéreas y en el parénquima pulmonar, los que se relacionan
respiración. En las axilas y en las bases pulmonares se oye durante con la vasculatura pulmonar y los que se originan en la pleura.
la inspiración y con frecuencia en las primeras fases de la espira- Los crepitantes pueden ser finos (ruidos de un tono relativa-
ción un sonido vesicular que ha sido comparado con el murmullo mente elevado que habitualmente se originan al final de la ins-
del viento en los árboles. El sonido del aire en movimiento tiene piración cuando el aire entra en la unidad acinar) o gruesos (los
unas características algo diferentes sobre la tráquea y la zona retro- ruidos de burbujeo de tono bajo que se deben a la acumulación
esternal superior; el tono es más agudo y la espiración se puede oír de secreciones en los bronquios de mayor tamaño y en la trá-
claramente y dura más que la fase inspiratoria. Entre las escápulas quea)48. Los crepitantes finos probablemente se aprecian mejor
y debajo de las clavículas, particularmente en el lado derecho, los cuando el paciente realiza inspiraciones profundas y lentas que
sonidos respiratorios asumen las características del flujo aéreo tan- generan ruidos respiratorios tranquilos1. A veces se detectan en
to vesicular como bronquial, y se denomina broncovesicular. las bases pulmonares al final de una inspiración profunda en per-
Muchos factores contribuyen a la reducción o la abolición de sonas que no tienen enfermedad pulmonar; es probable que estas
la respiración vesicular. En algunos pacientes puede ser difícil oír personas sean obesas, y los crepitantes pueden disminuir de
los ruidos respiratorios debido a un exceso de grasa subcutánea, intensidad o incluso desaparecer después de varias inspiraciones
la presencia de líquido o de aire en la cavidad pleural o una res- profundas. Con más frecuencia los crepitantes finos son indicati-
piración superficial como consecuencia de debilidad o de enfer- vos de enfermedad pulmonar, en cuyo caso habitualmente son
medad neuromuscular. En otros hay una enfermedad broncopul- persistentes y con frecuencia aparecen en «rachas». Estos crepi-
monar significativa, como obstrucción de un bronquio lobar o tantes pueden estar presentes en varias enfermedades, la mayoría
segmentario. La destrucción del parénquima pulmonar, como en de las veces edema, neumonía y fibrosis intersticial.
el enfisema, o la disminución del flujo en condiciones de obs- Otros ruidos adventicios que se originan en el árbol broncopul-
trucción generalizada al flujo aéreo, también se puede asociar a monar son continuos. La presencia de sibilancias o de roncus indi-
ruidos respiratorios muy débiles. ca una obstrucción parcial de la luz bronquial; aunque también se
Las características de los ruidos respiratorios varían desde pueden oír durante la inspiración, son más intensos durante la ins-
sonido vesicular a broncovesicular o bronquial cuando el parén- piración, cuando las vías aéreas son más estrechas. Las sibilancias
quima subyacente pierde parcial o completamente su contenido se pueden oír a distancia sin la ayuda de un estetoscopio. Los rui-
aéreo pero las vías aéreas permanecen permeables. Esta modifica- dos que produce el flujo turbulento en la parte inferior de la trá-
ción de las características de los ruidos respiratorios se produce quea o de un bronquio principal como consecuencia de la obs-
en la neumonía y en la atelectasia no obstructiva y se explica por trucción parcial también pueden ser audibles sin la ayuda de un
la observación de que el tejido pulmonar consolidado o no airea- estetoscopio. Los roncus o las sibilancias que no se detectan duran-
do es un excelente conductor de los ruidos espiratorios prolonga- te la respiración tranquila se pueden hacer audibles cuando
dos de tono agudo que proceden de los bronquios permeables. aumenta la velocidad del flujo aéreo durante la respiración rápida
Los sonidos vocales también pueden aportar datos sobre la pre- y profunda o cuando las vías aéreas se estrechan durante la espira-
sencia y la naturaleza de las enfermedades pulmonares. Durante el ción máxima; sin embargo, este hallazgo tiene poca importancia
habla tranquila normalmente se puede oír un sonido suave, «con- diagnóstica51. Las sibilancias o los roncus focales que no desapare-
fuso» y apenas audible sobre el tejido pulmonar que está alejado de cen con la tos deben indicar la posibilidad de una neoplasia endo-
los bronquios grandes. Cuando hay consolidación o atelectasia no bronquial. El estridor es una forma específica de ruido continuo
obstructiva estos sonidos se hacen más claros y producen un ruido que se caracteriza por un sonido «musical» especialmente intenso
conocido como broncofonía. En muchos casos las palabras se pue- de tono constante. Está producido por obstrucción de la laringe o
den oír claramente encima de la zona afectada cuando el paciente de la tráquea y se puede oír durante la inspiración, durante la espi-
susurra «uno, dos, tres»; esta «pectoriloquia áfona» no aparece en ración o durante todo el ciclo respiratorio.
ausencia de ruidos respiratorios bronquiales y es un signo útil para Otro grupo de ruidos adventicios se puede oír asociado a las
confirmar la presencia de una consolidación neumónica. La con- enfermedades pleurales. Un frote pleural está producido por el
solidación de tejido pulmonar o su compresión por un derrame roce de un exudado fibrinoso sobre las superficies pleurales
pleural grande puede producir egofonía (una modificación del tim- parietal y visceral adyacentes. Puede ser secundario al traumatis-
bre de la voz hablada, p. ej., desde un sonido de i a un sonido simi- mo, infiltración neoplásica o inflamación de la propia pleura o
lar a a que recuerda al balido de una cabra, pero no del tono ni del por una neoplasia pulmonar subyacente, un infarto o una neu-
volumen)46. Cuando una gran acumulación de líquido comprime monía. Característicamente desaparece cuando se forma líquido
la porción inferior del pulmón, los sonidos vocales a veces tienen y separa las dos superficies pleurales. Durante la inspiración y la
características nasales por encima de la parte superior del pulmón. espiración, y particularmente en zonas en las que el movimiento
Cuando son intensos en comparación con el lado opuesto y los rui- de la caja torácica es mayor, se puede oír un ruido de frote, rudo
dos respiratorios de la misma región están reducidos, probable- o correoso cuando la pleura visceral se mueve sobre la pleura
mente hay una estenosis bronquial en ese lado47. parietal. Este ruido habitualmente se asocia a dolor. Su desapari-
Se han hecho varios intentos de estandarizar la terminología de ción durante la apnea pero no después de la tos permite distin-
los ruidos pulmonares anormales (adventicios)48, 49. Los ruidos dis- guirlo de los roncus que se asocian a obstrucción bronquial par-
continuos se conocen como crepitantes. Los ruidos continuos de cial, a los que se pueden parecer mucho.
tono elevado se denominan sibilancias; cuando tienen un tono más Hamman describió un ruido de crepitación o chasquido por
bajo se conocen como roncus. La utilización de esta terminología encima de la zona retroesternal inferior que es sincrónico con el
en la práctica es inconstante y variable, y es una deficiencia que se latido cardíaco52. Este sonido se puede oír con el estetoscopio y
suma a la inexactitud inherente de la exploración física que se rela- el paciente lo puede observar cuando está acostado sobre el lado
ciona con la variabilidad interobservador esperada en la descrip- izquierdo. Aunque Hamman pensaba que este sonido era patogno-
ción de datos sutiles. Para evitar estos problemas ponemos de relie- mónico de la presencia de aire en el mediastino, de hecho se asocia
ve la necesidad de utilizar esta terminología de manera constante. con más frecuencia a un neumotórax izquierdo. Este ruido tiene
CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax 169

importancia diagnóstica porque puede estar presente con acumu- en una fase temprana es difícil y está sometida a una considerable
laciones de aire pequeñas (radiológicamente indetectables). variación interobservador. El diagnóstico clínico de OAH precisa
La exploración clínica del corazón es esencial en todos los la presencia de un dolor profundo y/o síntomas articulares, como
casos de sospecha de enfermedad pulmonar. Alteraciones que artralgias con tumefacción y rigidez, que afectan principalmente
afectan tanto al parénquima como a la vasculatura pulmonar a los dedos de las manos, las muñecas, los tobillos y las rodillas.
pueden producir hipertensión arterial pulmonar, que se puede Las radiografías habitualmente muestran formación de hueso
manifestar por un frémito ventricular derecho, un aumento de la subperióstico nuevo en los huesos largos de las extremidades. Las
intensidad del componente pulmonar del segundo tono cardíaco alteraciones pueden ser evidentes en una gammagrafía ósea antes
o soplos de insuficiencia pulmonar o tricuspídea. En una peque- de que se produzcan las alteraciones radiográficas.
ña parte de los casos de edema pulmonar difuso secundario a Excepto en la infrecuente forma idiopática, la presencia de
estenosis mitral o descompensación ventricular izquierda aguda acropaquias o de OAH es prácticamente patognomónica de enfer-
no hay datos radiográficos convincentes de dilatación cardíaca; medad visceral, y el órgano primario de la afectación tiene inerva-
en estos casos un soplo valvular mitral o un galope ventricular ción por el vago o por el glosofaríngeo59. Las neoplasias malignas
izquierdo indican la causa del edema. Se puede observar pulso suponen el 90% de los casos típicos de OAH que se asocian a
paradójico, que es una exageración de la disminución inspiratoria enfermedades pulmonares, y la inmensa mayoría son carcinomas
normal de la presión sistólica en más de 10 mm Hg y que habi- primarios no microcíticos60. Las acropaquias son frecuentes en
tualmente se asocia a taponamiento cardíaco, en pacientes que pacientes que tienen cardiopatías congénitas cianóticas, fibrosis
tienen enfermedad pulmonar obstructiva, particularmente asma pulmonar idiopática y endocarditis bacteriana subaguda; sin
grave o tromboembolia masiva. También se puede encontrar embargo, la OAH es poco frecuente59.
cuando las modificaciones de la presión intratorácica son excesi-
vas, como puede ocurrir en la obstrucción de las vías aéreas supe- Cianosis
riores o inferiores; sin embargo, se debe recordar que se puede ver
pulso paradójico en algunas personas sanas jóvenes. La cianosis es una coloración azul o azulada-gris de la piel y de las
membranas mucosas que está producida por una concentración
Manifestaciones extratorácicas excesiva en la sangre de hemoglobina reducida. La cianosis es más
de las enfermedades pulmonares evidente en los lechos ungueales y en la mucosa oral y se aprecia
mejor a la luz del día; prácticamente no se puede reconocer bajo
Ya se ha mencionado la posibilidad de que enfermedades del una luz fluorescente. La concentración estimada de hemoglobina
tórax tengan manifestaciones fuera de los pulmones. Los hallaz- reducida que debe estar presente para poder ver la cianosis es de
gos específicos se analizan en las secciones que tratan las enfer- 50 g/l; por tanto, este signo nunca está presente en pacientes que
medades correspondientes. El análisis siguiente se ocupa de las tienen anemia grave. La cianosis puede ser central (hipoxémica),
acropaquias y de la cianosis, que son alteraciones que se deben en cuyo caso se asocia a una enfermedad pulmonar o cardíaca, o
buscar en todos los pacientes que tienen enfermedades de los pul- periférica, cuando el mecanismo se relaciona con enlentecimien-
mones o de la pleura. to del flujo sanguíneo y extracción excesiva de oxígeno por los
tejidos. En los pacientes que tienen una concentración normal de
Acropaquias y osteoartropatía hipertrófica hemoglobina y una perfusión normal, la mayor parte de los
observadores puede apreciar una cianosis central en condiciones
Acropaquia se refiere a la tumefacción de los tejidos blandos de de iluminación adecuadas cuando la saturación arterial de oxíge-
las porciones distales de los dedos de las manos y de los pies. La no es de aproximadamente el 75%61. Como una PaO2 de 40 pue-
osteoartropatía hipertrófica (OAH) se localiza principalmente en de dar una saturación del 75%, la cianosis central generalmente
el periostio de las falanges y en las porciones distales de los bra- es un indicador de hipoxemia grave.
zos y de las piernas. Estos términos no son sinónimos: con fre- La patogenia de la cianosis central se relaciona con la apari-
cuencia aparecen acropaquias sin una osteoartropatía totalmente ción de hipoxemia. Como se analiza en otra parte (véase página
desarrollada, y de manera ocasional esta última aparece sin acro- 45), la alteración ventilación-perfusión es responsable de la hipo-
paquias53. Aunque los trastornos habitualmente son secundarios xemia de la mayor parte de las enfermedades pulmonares paren-
(la mayor parte de las veces a enfermedades cardíacas o pulmo- quimatosas. La hipoventilación también puede contribuir a la
nares), pueden ser idiopáticos, en cuyo caso se conocen como hipoxemia en los pacientes que tienen obstrucción crónica al flu-
paquidermoperiostosis54. jo aéreo grave. En otras enfermedades, como la neumonía aguda
No se conoce completamente la patogenia de las acropaquias. grave del espacio aéreo que se asocia a colapso circulatorio, con-
Parece haber aumento del flujo sanguíneo hacia los dedos54, posi- tribuyen a la cianosis factores tanto centrales como periféricos.
blemente como consecuencia de un aumento del número de Las cardiopatías que se asocian a un cortocircuito de derecha a
vasos pequeños56. Aunque en esta proliferación se ha implicado a izquierda también pueden producir cianosis central, aunque se
diversos mediadores inflamatorios, compuestos vasoactivos y fac- puede distinguir de las enfermedades pulmonares por los hallazgos
tores de crecimiento57, 58, no hay datos convincentes que impli- clínicos y los resultados de las pruebas de función pulmonar. Un
quen a ninguno de ellos en todos los casos. cortocircuito cardíaco de derecha a izquierda se puede hacer evi-
Generalmente se aceptan cuatro criterios para el diagnóstico dente cuando un aumento de la resistencia vascular pulmonar pro-
de acropaquias: 1) aumento del volumen del extremo terminal de duce una hipertensión pulmonar suficiente para hacer que la san-
los dedos; 2) modificación del ángulo entre la uña y la piel proxi- gre fluya desde la aurícula derecha hacia la izquierda a través de un
mal hasta más de 180°; 3) carácter esponjoso del lecho ungueal y agujero oval permeable; esto puede ocurrir en la enfermedad trom-
eritema periungueal, y 4) aumento de la curvatura de la uña. boembólica pulmonar, en cuyo caso se puede asociar a émbolos
Cuando están presentes todas estas modificaciones o cuando al arteriales sistémicos. De manera ocasional se puede producir un
menos una de ellas es grave, se puede reconocer fácilmente la pre- cortocircuito similar en ausencia de hipertensión pulmonar y se
sencia de acropaquias. Sin embargo, la detección de acropaquias puede asociar a platipnea y ortodesoxia. La desaturación arterial de
170 CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax

oxígeno como consecuencia de un cortocircuito intrapulmonar la hemoptisis masiva, la implantación de endoprótesis y la resec-
también se asocia a la cirrosis hepática; sin embargo, la desatura- ción con láser de tejido endobronquial, especialmente cuando se ha
ción raras veces es lo suficientemente grave como para producir producido un compromiso grave de las vías aéreas66, 67.
cianosis. La cianosis periférica aislada puede ser paroxística y pre- Es importante prestar atención a diversos factores para optimi-
cipitada por el frío, como en la enfermedad de Raynaud, o general zar la seguridad de la BFF, como 1) evaluación de una EPOC sub-
y prolongada, en cuyo caso con frecuencia se asocia a hipotensión yacente con institución de un tratamiento adecuado si es necesario;
sistémica y signos físicos de colapso circulatorio. 2) administración de antibióticos a los pacientes que tienen riesgo
Cuando la patogenia de la cianosis no está clara se debe consi- por las consecuencias de una bacteriemia transitoria o una endo-
derar la presencia de metahemoglobinemia o sulfohemoglobine- carditis; 3) medición de los parámetros de la coagulación (y su
mia. La primera raras veces es primaria y congénita; la mayoría de corrección cuando sea necesario) en los pacientes que tienen ries-
las veces se debe a la ingestión de fármacos o drogas, como nitra- go de hemorragia excesiva o en aquellos en los que se prevé que se
tos, cloratos, quinonas, colorantes derivados de anilina, derivados realice una biopsia transbronquial; 4) administración de trata-
de sulfonamidas y fenacetina. La sulfohemoglobinemia y la meta- miento broncodilatador a los pacientes que tienen asma; 5) evitar
hemoglobinemia pueden aparecer simultáneamente, habitual- realizar la técnica en las 6 semanas inmediatamente posteriores a
mente por la ingestión de las mismas sustancias, en cuyo caso la un infarto de miocardio; 6) mantenimiento de un acceso intrave-
cianosis tiene un color plomizo. Cuando está presente alguna de noso, y 7) ausencia de alimentos durante cuatro horas y de líqui-
estas situaciones, la sangre venosa tiene un color marronáceo dos claros durante dos horas antes de la técnica.
incluso después de agitarla al aire durante 15 minutos. Este diag- Se debe administrar un sedante (habitualmente midazolam) a
nóstico se puede confirmar mediante análisis espectroscópico. la mayoría de los pacientes68; no es necesaria de manera sistemá-
tica la administración de atropina69. Lidocaína se tolera bien para
la anestesia; sin embargo, son necesarios cuidados especiales en
ESTUDIOS ANATOMOPATOLÓGICOS los ancianos y en los pacientes que tienen hepatopatías o cardio-
Y ENDOSCÓPICOS patías, en los que se producen efectos tóxicos con más facilidad
como consecuencia de un metabolismo más lento del fármaco.
Endoscopia Se debe administrar sistemáticamente oxígeno suplementario y se
Laringoscopia debe monitorizar la saturación arterial de oxígeno durante la téc-
nica. Se debe disponer fácilmente de un equipo de reanimación.
La laringe se puede explorar indirectamente con la utilización de Esta técnica es relativamente segura en manos experimenta-
un espejo o directamente; la exploración directa se puede combi- das; la mortalidad en varias series amplias ha variado desde el 0%
nar con la broncoscopia. La laringoscopia se debe realizar en todos hasta el 0,1%70, y la técnica se ha realizado sin problemas en
los pacientes que refieran una tos persistente, seca, no productiva o ancianos, pacientes gravemente enfermos sometidos a ventila-
metálica, particularmente cuando la tos se asocia a ronquera. Se ción mecánica y pacientes que tienen asma o una trombocitope-
deben ver bien las cuerdas vocales, no sólo para excluir una altera- nia significativa. Se producen complicaciones graves en menos
ción intrínseca, sino también para detectar una parálisis que sería del 3% de los pacientes71 e incluyen neumonía, aspiración del
responsable de la ronquera. En esta última situación una radiogra- contenido gástrico, shock séptico con síndrome de dificultad res-
fía o una TC de tórax pueden mostrar una lesión mediastínica. piratoria aguda (SDRA), neumotórax y hemorragia (estos dos
últimos se asocian casi siempre a la biopsia transbronquial).
Esofagoscopia y endoscopia digestiva superior
Citología
Pueden aparecer enfermedades pulmonares asociadas a varias al-
teraciones esofágicas, y el diagnóstico se puede facilitar por la explo- La práctica de la citología se relaciona principalmente con las
ración endoscópica directa del esófago. La neumonía por aspiración características morfológicas de células individuales o de peque-
puede ser secundaria a divertículos esofágicos, acalasia o estenosis ños grupos de células y tiene su máxima utilidad en el diagnósti-
por úlcera péptica o neoplasia. Cuando se desconoce el origen de la co de las neoplasias malignas. La interpretación de las alteracio-
sangre expectorada, la visualización directa del aparato digestivo nes histológicas varía con el origen del material que se estudia y
superior puede detectar varices esofágicas sangrantes o úlcera pép- la técnica mediante la cual se ha obtenido. En relación con las
tica. También puede aparecer una enfermedad pulmonar difusa enfermedades del tórax se pueden definir cuatro categorías de
asociada a disfagia en pacientes que tienen esclerosis sistémica pro- este tipo de material: 1) esputo, lavados bronquiales y cepillados
gresiva, en cuyo caso puede ser necesario hacer una esofagoscopia y bronquiales (obtención de muestras de la superficie de las vías
estudios de motilidad esofágica para confirmar el diagnóstico. aéreas y, en menor medida, del parénquima pulmonar); 2) líqui-
do del LBA (obtención de muestras principalmente del parén-
Broncoscopia quima pulmonar); 3) líquido pleural, y 4) material pulmonar o
mediastínico aspirado a través de una aguja fina.
La broncoscopia de fibra óptica flexible (BFF) es una técnica segu-
ra y relativamente sencilla que ha resultado ser muy útil en el diag- Esputo y lavados y cepillados bronquiales
nóstico y el tratamiento de muchas enfermedades pulmonares
(tabla 4-2)62-65. Entre sus utilidades más frecuentes están el diag- Las células y otros materiales adecuados para su estudio citológi-
nóstico y la estadificación del carcinoma pulmonar, el diagnóstico co se obtienen la mayoría de las veces de los pulmones mediante
de una sospecha de infección pulmonar y el estudio de una neu- la expectoración espontánea o inducida de esputo, mediante el lava-
mopatía intersticial difusa (especialmente sarcoidosis y carcinoma- do bronquial o el cepillado bronquial que se realizan durante la
tosis linfangítica). Aunque esta técnica es adecuada para explorar el endoscopia y mediante LBA72.
aparato respiratorio inferior en la mayor parte de las situaciones, Las muestras espontáneas de esputo se obtienen mejor haciendo
puede ser preferible la broncoscopia rígida para el tratamiento de que los pacientes se laven la boca con agua y después expectoren una
CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax 171

TABLA 4-2 Directrices para la broncoscopia de fibra óptica en adultos


A. Usos diagnósticos
1. Para evaluar lesiones pulmonares de etiología desconocida que aparecen en la radiografía de tórax como una densidad, un infiltrado, una
atelectasia o una hipertransparencia localizada
2. Para evaluar la permeabilidad de las vías aéreas
3. Para estudiar una hemoptisis no explicada, una tos no explicada (o un cambio de la naturaleza de la tos), sibilancias localizadas o estridor
4. Para estudiar el origen de una citología de esputo sospechosa o positiva
5. Para estudiar la etiología de una parálisis no explicada de una cuerda vocal o de un hemidiafragma, un síndrome de vena cava superior,
un quilotórax o un derrame pleural no explicado
6. Para evaluar los problemas que se asocian a los tubos endotraqueales como la lesión traqueal, la obstrucción de las vías aéreas o la colocación del tubo
7. Para estadificar el cáncer de pulmón en el preoperatorio y posteriormente para evaluar, cuando proceda, la respuesta al tratamiento
8. Para obtener material para estudios microbiológicos en la sospecha de infecciones pulmonares
9. Para evaluar las vías aéreas en la sospecha de desgarro bronquial o de otra lesión después de un traumatismo torácico
10. Para evaluar una sospecha de fístula traqueoesofágica
11. Para determinar la localización y la extensión de una lesión del aparato respiratorio después de la inhalación aguda de humos nocivos o de la
aspiración de contenido gástrico
12. Para obtener material para estudio de los pulmones de pacientes que tienen enfermedades difusas o focales
B. Usos terapéuticos
1. Para extraer secreciones retenidas o tapones de moco que no se movilizan con técnicas convencionales no invasoras
2. Para extraer cuerpos extraños
3. Para extraer tejido endobronquial anormal o material extraño mediante la utilización de pinzas o de técnicas con láser
4. Para realizar intubaciones difíciles, por ejemplo, en pacientes que tienen espondilitis cervical, problemas dentales, miastenia grave, acromegalia,
acalasia, estómago distendido, obstrucción del intestino delgado y traumatismo craneal, cervical, laríngeo o traqueal
C. Aplicaciones de investigación
Las aplicaciones múltiples y variadas incluyen, aunque no se limitan a ellas, el estudio de la velocidad del moco traqueal, el intercambio gaseoso regional,
la estructura y función de los cilios, y la naturaleza química y celular del material que se obtiene mediante lavado broncoalveolar
D. Situaciones que producen aumento del riesgo
Al igual que en todas las situaciones clínicas, se debe sopesar el riesgo de la broncoscopia frente al beneficio potencial para el paciente. Debe predominar
un juicio clínico sólido y una evaluación cuidadosa de cada paciente, especialmente en las decisiones sobre la necesidad de ingreso hospitalario.
Las situaciones de aumento del riesgo incluyen:
1. Falta de colaboración del paciente
2. Infarto de miocardio reciente o angina inestable
3. Obstrucción traqueal parcial
4. Asma bronquial inestable
5. Insuficiencia respiratoria asociada a hipoxemia moderada a grave o cualquier grado de hipercapnia
6. Uremia e hipertensión pulmonar (posibilidad de hemorragia grave después de la biopsia)
7. Absceso pulmonar (riesgo de inundación de las vías aéreas por material purulento)
8. Inmunosupresión (riesgo de infección posbroncoscopia)
9. Obstrucción de la vena cava superior (posibilidad de hemorragia y de edema laríngeo)
10. Debilidad, edad avanzada y malnutrición
11. Arritmia cardíaca inestable
12. Insuficiencia respiratoria que precisa ventilación mecánica
13. Trastornos que precisan tratamiento con láser, biopsia de lesiones que obstruyen las vías aéreas grandes, o múltiples biopsias pulmonares transbronquiales
El riesgo de una complicación grave por la broncoscopia es especialmente elevado en los pacientes que tienen las enfermedades siguientes:
1. Arritmia maligna
2. Hipoxemia refractaria profunda
3. Diátesis hemorrágica grave que no se puede corregir cuando se prevé que haya que realizar una biopsia
E. Contraindicaciones
1. Ausencia de consentimiento del paciente o del representante del paciente
2. Broncoscopia por una persona sin experiencia y sin supervisión directa
3. Broncoscopia sin instalaciones ni personal adecuados para atender urgencias tales como parada cardiopulmonar, neumotórax o hemorragia
4. Imposibilidad de oxigenar adecuadamente al paciente durante la técnica
En la mayoría de las situaciones que suponen un aumento del riesgo, por seguridad los pacientes son hospitalizados y pasan la noche en observación tras
el procedimiento
F. Comentarios adicionales
1. En la mayor parte de los pacientes que tienen trastornos pulmonares no diagnosticados y en los que precisan una intervención terapéutica,
la broncoscopia es sólo un componente de su evaluación o tratamiento global
2. El broncoscopio de fibra óptica es el instrumento de elección cuando es necesaria una broncoscopia en pacientes que están conectados a un
ventilador mecánico o en los que tienen enfermedades o traumatismos que afectan al cráneo, a la mandíbula o a la columna cervical
3. El broncoscopio rígido es el instrumento de elección durante la hemoptisis masiva
4. A los pacientes ambulatorios se les puede realizar una broncoscopia en el hospital o en un hospital de día
5. Cuando se realiza una broncoscopia fuera del hospital, debe haber instalaciones y personal adecuados para atender las urgencias y para manejar
adecuadamente las muestras
6. La broncoscopia no se debe utilizar de manera sistemática como sustituto de técnicas convencionales no invasoras para movilizar las secreciones
pulmonares
7. La broncoscopia no es la técnica inicial sistemática en la evaluación de datos no explicada
8. La broncoscopia no es necesaria de manera sistemática para obtener esputo para el estudio diagnóstico en casos de neumonía o bronquitis aguda

Tomado de Burgher LW, Joners FL, Patterson JR, et al: Guidelines for fiberoptic bronchoscopy in adults. Am Rev Respir Dis 136:1066, 1987. Official Statement of the American
Thoracic Society. © American Lung Association.

muestra obtenida con tos profunda en un recipiente de recogida de lizada de suero salino o de otra sustancia de irrigación. También es
boca ancha. Se considera que el momento óptimo es la primera hora útil obtener muestras de esputo para el análisis después de la bron-
de la mañana, inmediatamente después de levantarse. Son bastante coscopia; la propia técnica hace que se produzcan toses profundas
frecuentes las muestras inadecuadas debido a un esputo insuficien- repetidas que pueden permitir obtener muestras diagnósticas.
te73; en esta situación puede ser útil inducir una expectoración pro- Una vez que se ha recogido, el esputo se procesa habitualmente
funda haciendo que el paciente inhale una solución caliente aeroso- de una de dos maneras. En la primera, una muestra recién expec-
172 CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax

torada se lleva al laboratorio, donde se extiende de manera unifor- mente porque afectan al parénquima pulmonar con más frecuen-
me sobre portaobjetos de vidrio, se fija y se tiñe. En el segundo cia que a las vías aéreas proximales; sin embargo, se ha descrito su
método (Saccomanno)74, el esputo se expectora en un recipiente descubrimiento en aproximadamente el 30% al 50% de los casos88.
que contiene alcohol, que actúa como fijador y que permite la La fiabilidad del estudio citológico para identificar tipos histo-
obtención de muestras durante un período de varios días. En el lógicos específicos de carcinoma es buena para los tumores bien
laboratorio el material se mezcla en una batidora de alimentos diferenciados73; sin embargo, como cabría esperar es baja para las
casera durante un período breve, lo que emulsiona eficazmente el formas mal diferenciadas. Desde un punto de vista práctico, en la
moco y permite obtener un líquido que se puede centrifugar. inmensa mayoría de los casos se puede realizar con fiabilidad
Cuando se desecha el sobrenadante, el material celular concentra- la distinción entre carcinoma microcítico y no microcítico.
do residual se extiende sobre portaobjetos de vidrio y se tiñe. Cada vez hay más interés en el estudio del esputo en enferme-
Las muestras que se obtienen mediante cepillado directo de una dades benignas y en su estandarización. El tipo y el número de célu-
lesión bronquial se deben obtener antes de realizar la biopsia para las inflamatorias en el esputo inducido de pacientes que tienen
reducir el grado de contaminación por sangre. Se pueden extender enfermedad pulmonar obstructiva pueden tener utilidad diagnós-
directamente en portaobjetos de vidrio y se pueden fijar rápida- tica y pronóstica89. Una aplicación que se utiliza con mayor fre-
mente en la sala de endoscopias. Las muestras de lavado bronquial cuencia es la detección de gérmenes infecciosos, particularmente
(que típicamente están formadas por aproximadamente 5 ml de Pneumocystis jiroveci (carinii), y de algunos otros hongos90. En el
líquido que se instila y se aspira a través de broncoscopio) se pue- contexto clínico adecuado, la presencia de macrófagos que contie-
den procesar en una cubeta citocentrífuga o se pueden centrifugar nen lípidos apoya un diagnóstico de neumonía lipoidea o de embo-
para obtener un «botón» rico en células que se puede extender en lia grasa91, 92. La identificación de cuerpos de amianto prácticamen-
portaobjetos y se puede procesar después para su estudio histoló- te garantiza un antecedente de exposición ocupacional al mineral93.
gico. Esta última técnica aumenta la probabilidad de un diagnósti- Aunque es claramente diferente del estudio citológico del espu-
co positivo y permite realizar técnicas inmunocitoquímicas75, 76. to, un nuevo y prometedor método diagnóstico que tampoco es
El principal objetivo del estudio citológico del esputo y de las invasor supone el análisis del condensado del aliento espirado.
muestras que se obtienen mediante lavado y cepillado bronquial es Cuando se obtienen y enfrían grandes volúmenes de gas espirado,
la detección de neoplasias malignas. En una serie amplia de pacien- las sustancias volátiles se condensan y se pueden cuantificar. Se
tes que tenían carcinoma pulmonar confirmado se han descrito pueden detectar diversas sustancias que pueden participar en las
diagnósticos positivos verdaderos en el 50% al 90% de los casos77. enfermedades pulmonares, como peróxido de hidrógeno, sustan-
Como la broncoscopia habitualmente está indicada en los pacien- cias reactivas al ácido tiobarbitúrico, isoprostanos, prostaglandi-
tes en los que se sospecha un carcinoma pulmonar y como el ren- nas, leucotrienos y productos del óxido nítrico (NO)94, 95.
dimiento diagnóstico de la técnica es mayor que el de la citología
del esputo, se ha propuesto que el análisis del esputo sólo se debe Lavado broncoalveolar
realizar en los pacientes en los que no se contempla la cirugía o en
los que la broncoscopia no ha tenido éxito78, 79. De hecho, en bue- El LBA es una técnica relativamente poco invasora para obtener
na parte debido a la disponibilidad y el elevado rendimiento de la muestras tanto de células como de material no celular que está
broncoscopia y de la aspiración transtorácica con aguja (ATTA), localizado en el parénquima pulmonar96. Esta técnica supone la
la citología de esputo es en la actualidad un método relativamente instilación de suero salino en el pulmón periférico mediante un
poco habitual para establecer un diagnóstico de carcinoma pulmo- broncoscopio de fibra óptica enclavado97. Con fines clínicos se
nar80. Sin embargo, se ha señalado que sigue siendo una técnica ini- infectan alícuotas de 20 a 50 ml y se recuperan mediante aspi-
cial coste-eficaz en pacientes que tienen lesiones centrales81. ración suave para evitar el traumatismo y el colapso de las vías
Los diagnósticos falsamente positivos son poco frecuentes en aéreas. Se puede instilar un total de 100 a 300 ml de suero salino
laboratorios experimentados. Los motivos de estos diagnósticos normal; habitualmente se recupera aproximadamente del 40% al
incluyen la evaluación de muestras mal conservadas o preparadas 60% del volumen inyectado. Cuando la enfermedad es focal el
de manera inadecuada y la interpretación errónea de la atipia epi- lavado se debe dirigir a la localización de la alteración más llama-
telial reactiva como neoplasia. Esto último se ve con más fre- tiva; cuando la enfermedad es difusa, el lavado del lóbulo medio,
cuencia asociado a neumonía82, infarto83 o fármacos citotóxi- de la língula o de los lóbulos inferiores permite una mejor recu-
cos84. Aunque se pueden encontrar células malignas en muestras peración de líquido que el lavado de los lóbulos superiores.
de esputo en ausencia de una alteración radiológica (p. ej., en el Aproximadamente el 95% de las personas normales tiene
carcinoma in situ), siempre se debe contemplar con sospecha esta menos de 25 × 104 células por mililitro de líquido de lavado98.
situación y se deben revisar los portaobjetos diagnósticos consul- Aproximadamente el 80% al 90% son macrófagos; la mayor par-
tando con el citopatólogo. te del resto de las células son linfocitos (5% al 15%), y los neu-
Se producen resultados falsamente negativos en el 10% al 50% trófilos y eosinófilos suponen menos del 1%.
de los casos confirmados de carcinoma, y se relacionan la mayoría de Con las precauciones adecuadas esta técnica generalmente se
las veces con la obtención y preparación inadecuadas de las mues- tolera bien, incluso en pacientes que tienen asma o EPOC99, 100, o
tras o con la obtención de las muestras. Como cabría esperar, el que están gravemente enfermos y sometidos a ventilación mecá-
rendimiento de las células malignas (y, por tanto, la probabilidad nica101. Las complicaciones son poco frecuentes e incluyen fie-
del diagnóstico) aumenta con el número de muestras que se estu- bre102, neumonitis, hemorragia, neumotórax103 y broncoespas-
dian77. El diagnóstico también es más probable en las neoplasias mo104. En los pacientes más enfermos se puede ver un deterioro
centrales que en las periféricas y en los tumores grandes que en los moderado del intercambio gaseoso105. En las radiografías de
pequeños73, 77. La utilización de técnicas auxiliares como la hibri- tórax son frecuentes los focos de consolidación que corresponden
dación in situ mediante fluorescencia (FISH), la citometría de ima- a la región que se ha lavado106; en general, la eliminación se pro-
gen de alta resolución y la PCR puede ser útil para aumentar la sen- duce en un plazo de 24 horas.
sibilidad85-87. Las neoplasias metastásicas se detectan con menos El LBA tiene su máxima utilidad en el diagnóstico de la infección,
frecuencia que los carcinomas pulmonares primarios, probable- particularmente en pacientes inmunodeprimidos, como los que tie-
CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax 173

nen sida107, 108; en esta última situación es especialmente útil para el Aspiración con aguja
diagnóstico de la neumonía por P. jiroveci. Esta técnica también es
útil para el diagnóstico de neoplasia, particularmente tumores peri- Al contrario que las técnicas como la biopsia pulmonar transto-
féricos que no se visualizan mediante la endoscopia109, y en otras rácica con aguja y la biopsia torácica cerrada con aguja de la pleu-
alteraciones pulmonares menos frecuentes como neumonía lipoi- ra, que típicamente permiten obtener fragmentos tisulares que se
dea, embolia grasa y proteinosis alveolar. También es una modalidad pueden ver a ojo desnudo, la aspiración con aguja fina permite
terapéutica importante en esta última enfermedad110 y se ha utiliza- obtener muestras que están formadas principalmente por células
do de manera extensa en el estudio de muchas enfermedades. únicas o por pequeños grupos de células. Se asocia a una elevada
fiabilidad, mínima molestia para el paciente y escasas complica-
Líquido pleural ciones, que son relativamente leves, y por tanto se ha convertido
en un método importante para el diagnóstico de las enfermeda-
Si se dispone de líquido suficiente, se puede hacer pasar una por- des del tórax, particularmente el carcinoma pulmonar. Los aspi-
ción a través de un filtro de membrana o se puede procesar rados se pueden obtener a través de la pared torácica (ATTA), a
mediante una técnica de cubeta citocentrífuga y otra porción se través de la pared bronquial (aspiración transbronquial con agu-
puede centrifugar para obtener un residuo rico en células con el ja [ATBA]), a través del esófago (aspiración endoscópica con aguja
que se pueden hacer extensiones o un bloque celular. Esta última guiada con ecografía) o directamente durante la mediastinosco-
técnica con frecuencia da pequeños fragmentos tisulares en los pia o la toracotomía (aspiración intraoperatoria con aguja). Las
que se pueden realizar estudios histoquímicos o inmunohisto- ventajas relativas de la biopsia con aguja frente a aspiración con
químicos, lo que facilita mucho el diagnóstico. aguja se consideran en la página 175.
Al igual que en el estudio citológico de las secreciones bron- Aspiración transtorácica con aguja. La ATTA supone la
quiales, el objetivo diagnóstico primario es la identificación de un aspiración de líquido y de células con una jeringa a través de una
carcinoma. La mayor parte de los investigadores describe resul- aguja de calibre fino que se inserta por vía percutánea en el interior
tados positivos en aproximadamente el 50% de los casos en los de una lesión pulmonar, pleural o mediastínica. La mayor parte de
que se confirma una tumor maligno111; la repetición del estudio los médicos utiliza agujas de calibre 20 a 22 (equivalente a un diá-
aumenta el rendimiento. Se debe recordar que la ausencia de célu- metro externo de aproximadamente 1 mm) debido a la incidencia
las malignas en un derrame de un paciente que tiene un cáncer relativamente baja de complicaciones y el buen rendimiento. Sin
conocido se puede explicar por una neumonía distal a un carci- embargo, algunos investigadores han encontrado que la utiliza-
noma obstructivo o a obstrucción linfática. La tasa de resultados ción de una aguja de calibre 25 da un buen rendimiento y un
falsos positivos es menor del 0,5% en la mayoría de las series112. menor riesgo de complicaciones en pacientes de alto riesgo, como
Además de las células malignas, el número y la naturaleza de las los que tienen EPOC grave115, 116. Se dispone de agujas de paso
células inflamatorias y de otro tipo en un derrame puede aportar único y de agujas coaxiales de paso múltiple117. Las primeras se
datos útiles sobre su causa. Recuentos de eritrocitos de más de insertan directamente en la lesión y se extraen inmediatamente
10.000 células/mm3 son frecuentes en todos los tipos de derrame y, después de la aspiración. El sistema coaxial está formado por una
por tanto, no tienen valor discriminativo111. Sin embargo, un aguja guía externa y una aguja de aspiración interna118; después de
recuento mayor de 100.000 células/mm3 con frecuencia se asocia a haber colocado la aguja adyacente a la lesión, se introduce la agu-
tumor maligno, infarto o traumatismo. Un derrame hemorrágico ja interna de aspiración a través de ella hacia la propia lesión. Des-
macroscópico es indicativo de una punción traumática; en estos pués de la aspiración se retira la aguja interna y se deja colocada la
casos el recuento es elevado sólo en la primera porción del aspirado. aguja externa para facilitar la obtención de más muestras.
Un número elevado de neutrófilos habitualmente indica la La técnica se puede realizar bajo guía fluoroscópica, TC o eco-
presencia de neumonía bacteriana, aunque también puede aso- gráfica, y la elección viene determinada por el tamaño y la locali-
ciarse a infarto, tumor maligno y tuberculosis111. Un derrame que zación de la lesión y el equipo de que se dispone. Se recomienda la
contiene un 50% de linfocitos o más casi siempre se asocia a guía con TC para la biopsia de lesiones adyacentes al mediastino
tuberculosis o neoplasia. La mayor parte de los derrames malig- o al hilio, para nódulos pequeños o para situaciones en las que
nos contiene una mezcla de otros tipos celulares y, por tanto, tie- es necesario un abordaje oblicuo o angulado para la biopsia. De
ne una población celular polimorfa. Por el contrario, el derrame manera ideal se debe teñir y estudiar una porción del aspirado en
rico en linfocitos de la tuberculosis típicamente contiene pocas el momento de realizar la técnica (de una manera análoga a la rea-
células mesoteliales y otras células inflamatorias mononucleares lización de cortes congelados en el tejido)119; esta práctica permi-
o polimorfonucleares111. De hecho, la uniformidad celular puede te la evaluación rápida de la adecuación de la muestra para que se
ser tan marcada que indique un linfoma bien diferenciado113. pueda realizar inmediatamente una biopsia mediante aspiración o
Aparece eosinofilia pleural en diversas enfermedades, y se pue- con aguja cortante en un intento de aumentar el rendimiento
de asociar o no a una elevación del recuento de eosinófilos en la diagnóstico. Si no es posible esta evaluación, se deben realizar
sangre. Probablemente la causa más frecuente es el traumatismo múltiples aspiraciones para aumentar el rendimiento diagnóstico.
pleural, como el que se encuentra en la cirugía, el neumotórax El material aspirado se puede evacuar directamente en por-
espontáneo o la ATTA. La patogenia de la eosinofilia en estas taobjetos de vidrio, extender y fijar inmediatamente. El conteni-
situaciones se puede relacionar con la presencia de aire en el espa- do de la aguja también se puede expulsar en un recipiente que
cio pleural. Otras enfermedades que de manera ocasional se aso- contiene suero salino o alcohol al 50% y se transporta al labora-
cian a eosinofilia en el líquido pleural incluyen infecciones (tanto torio, donde se procesa el líquido de la misma manera que las
fúngicas como parasíticas), derrame benigno por amianto, altera- muestras de lavado bronquial o de líquido pleural. Al igual que
ciones inmunitarias como enfermedad reumatoidea, infarto pul- con el último material, el procesado de una porción de la mues-
monar e hipersensibilidad a fármacos114. Los derrames tuberculo- tra en forma de bloque celular con frecuencia permite obtener
sos y neoplásicos raras veces contienen un gran número de fragmentos tisulares para el estudio histológico y el análisis histo-
eosinófilos; sin embargo, hasta el 20% de los derrames eosinófilos químico e inmunohistoquímico, técnicas que aumentan signifi-
se ha asociado a una tumor maligno en algunas revisiones114. cativamente el rendimiento diagnóstico.
174 CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax

Las dos indicaciones principales de la aspiración con aguja fina Aunque también se pueden diagnosticar diversos nódulos
en las enfermedades del tórax son el diagnóstico de neoplasias pul- benignos neoplásicos y no neoplásicos mediante ATTA134, esta téc-
monares malignas y la determinación de la etiología de una neu- nica tiene un rendimiento bastante bajo a este respecto124, 135. La
monía grave cuando los métodos diagnósticos no invasores han fra- causa más frecuente de estos nódulos es la infección, y el cultivo
casado121. Como el valor predictivo de una ATTA negativa es de tan del material aspirado aumenta claramente el rendimiento diag-
sólo el 70% en el diagnóstico de tumor maligno pulmonar122, pen- nóstico. Siempre se debe remitir material para este fin al laborato-
samos que no está indicada generalmente cuando hay intención de rio de microbiología siempre que se sospeche que la lesión podría
realizar la resección de una lesión independientemente del resulta- tener una etiología infecciosa. El análisis mediante PCR del líqui-
do. (Una excepción a esta «regla» se puede aplicar a las regiones geo- do aspirado también es útil en algunos casos136. La ATTA ha resul-
gráficas en las que la ATTA da una proporción relativamente eleva- tado eficaz también en el diagnóstico de la infección difusa; por
da de diagnósticos benignos específicos, como las zonas en las que ejemplo, en un estudio de pacientes no ventilados con neumonía
la coccidioidomicosis es endémica.) En los pacientes en los que se nosocomial, esta técnica llevó a modificar el tratamiento antibió-
sospecha un carcinoma pulmonar hay, por tanto, dos indicaciones tico inicial en 29 de 97 pacientes, incluyendo 12 en los que el régi-
principales de la ATTA: 1) cuando se debe establecer un diagnósti- men empírico elegido inicialmente no era eficaz137.
co citológico en un paciente que tiene una lesión que se considera Aspiración transbronquial con aguja. La ATBA es una técni-
irresecable de acuerdo con datos clínicos o radiológicos y 2) para ca poco utilizada que se realiza introduciendo una aguja fina a tra-
determinar el tipo celular de una lesión que se sospecha se trata de vés de la mucosa traqueal o bronquial hacia una alteración que se
una metástasis o de un segundo carcinoma pulmonar primario. ha identificado en la radiografía. Esta técnica se ha utilizado la
Las contraindicaciones de la ATTA incluyen la sospecha de que mayoría de las veces para obtener muestras de carcinoma metas-
la lesión puede ser un quiste equinocócico; la presencia de hiper- tásico en los ganglios linfáticos subcarínicos o paratraqueales. Por
tensión arterial pulmonar grave, un trastorno hemorrágico, trata- tanto, tiene su máxima utilidad en la estadificación del carcinoma
miento anticoagulante o tos incontrolable y la imposibilidad de no microcítico y en el diagnóstico de tumores microcíticos138, 139.
que el paciente tolere un neumotórax como complicación. El neu- En combinación con guía fluoroscópica o mediante TC también
motórax es la complicación más frecuente y aparece en aproxima- se ha utilizado para diagnosticar nódulos pulmonares periféri-
damente el 20% al 30% de los pacientes cuando se utilizan agujas de cos140, 141. Es importante que la aspiración se realice antes que otras
calibre 20 a 23123, 124. El riesgo aumenta al aumentar el diámetro técnicas, como cepillado bronquial o biopsia, para reducir al míni-
de la aguja, con técnicas que atraviesan más de una superficie pleu- mo la contaminación del aspirado por el material procedente de la
ral visceral, con el aumento del número de pases y con la presencia superficie o de la mucosa de las vías aéreas. Las complicaciones
de enfermedad pulmonar obstructiva crónica subyacente125-127. son escasas y generalmente no son graves. Las más frecuentes son
Otras complicaciones graves, como hemorragia, embolia gaseosa y hemoptisis mínima, habitualmente transitoria, y febrícula (que se
diseminación de una enfermedad desde la localización primaria a asocia ocasionalmente a bacteriemia); el neumotórax y la hemo-
lo largo del trayecto de la aguja, son poco frecuentes128-130. rragia significativa producida por la punción de una arteria pul-
Al igual que en el caso de otras técnicas citólogicas, la utilidad monar grande o de la aorta son poco frecuentes142.
más importante de la ATTA es el establecimiento de un diagnósti- Se ha obtenido material diagnóstico procedente de ganglios
co de carcinoma pulmonar. La sensibilidad global en las series linfáticos subcarínicos aumentados de tamaño en hasta el 90% de
publicadas varía desde aproximadamente el 70% al 95% (resulta- los casos de carcinoma confirmado143. Sin embargo, el rendi-
dos falsamente negativos en el 5% al 30%)120, 124, 131; la mayor par- miento es significativamente menor para tumores periféricos,
te de los trabajos indica valores que están en el intervalo del 85% al cuando la carina principal es normal broncoscópicamente144 y
95%. El rendimiento diagnóstico es mayor en nódulos periféricos cuando hay carcinoma en otros grupos de ganglios linfáticos145.
que centrales y en tumores de mayor tamaño que en tumores Se obtiene material diagnóstico con más frecuencia cuando los
pequeños131. Los diagnósticos falsamente positivos son poco fre- ganglios linfáticos parecen estar aumentando de tamaño (de
cuentes (probablemente menos del 0,5% con citopatólogos experi- acuerdo con la evaluación de la TC), cuando los tumores están en
mentados) y la enfermedad subyacente más frecuente es la el pulmón derecho y cuando la alteración subyacente es un carci-
tuberculosis132. En un estudio amplio de parámetros de rendi- noma microcítico138. La evaluación TC del mediastino en el
miento que realizó el American College of Pathologists en el que par- momento de realizar la técnica puede aumentar mucho el rendi-
ticiparon 436 instituciones y se analizaron casi 12.000 muestras de miento diagnóstico146. La adición de guía ecográfica puede per-
ATTA (aproximadamente el 40% de las cuales tenía material histo- mitir una identificación más precisa de ganglios más pequeños
lógico para revisión), los resultados globales fueron los siguientes: que también pueden contener focos de carcinoma147.
sensibilidad, 89%; especificidad, 96%; valor predictivo de la prue- Aspiración endoscópica con aguja guiada con ecografía.
ba positiva, 99%, y valor predictivo de la prueba negativa, 70%122. La aspiración transesofágica con aguja de las lesiones mediastíni-
Al igual que en las muestras de esputo y de lavado/cepillado bron- cas ha resultado ser útil en la estadificación del carcinoma pul-
quial, la correlación entre los diagnósticos citológico e histológico monar y en el diagnóstico de diversas enfermedades mediastíni-
de tipos tumorales específicos generalmente es bueno para los cas primarias148, 149. Puede ser el siguiente paso en la estadificación
tumores mejor diferenciados y para el carcinoma microcítico. de los ganglios linfáticos mediastínicos cuando la aspiración
Las neoplasias metastásicas se pueden diferenciar del carcinoma transbronquial no es posible o no es diagnóstica150.
pulmonar primario en un número importante de casos. En muchos
casos la comparación de los fragmentos tisulares del bloque celular Biopsia
con extensiones de un tumor primario extratorácico conocido apor-
ta el diagnóstico. Además, las características histológicas de algunas Antes de analizar técnicas biópsicas específicas es adecuado poner
neoplasias (como el adenocarcinoma renal o colorrectal) ocasional- de relieve varias características que son comunes a todas.
mente son suficientemente características para indicar un origen
extratorácico. El estudio inmunohistoquímico también es útil en 1. A pesar del hecho de que los casos descritos de mortalidad
casos seleccionados para identificar un tipo específico de tumor133. son poco frecuentes y la morbilidad raras veces es grave, se
CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax 175

debe recordar que todos los métodos de obtención de tejidos Biopsia transtorácica con aguja
pueden producir complicaciones. Por tanto, la biopsia está
indicada sólo si hay al menos una probabilidad razonable de La biopsia transtorácica con aguja (BTTA) es una técnica median-
que proporcione información para guiar un tratamiento útil. te la cual se obtiene un bloque de tejido pulmonar, de un ganglio
2. Cuando se consideran las ventajas de una técnica particu- linfático o tumoral mediante la utilización de una aguja cortante.
lar, es necesario tener en cuenta tanto la experiencia de las Esta técnica no ofrece ventajas respecto a la aspiración con aguja
personas que la proponen (que en general obtendrán resul- fina (ATTA) en el diagnóstico de carcinoma pulmonar y tiene una
tados superiores que los investigadores que tienen menos mayor tasa de complicaciones. Sin embargo, es probable que las
experiencia) y la experiencia específica de que se disponga muestras de mayor tamaño que proporciona la aguja cortante sean
en el contexto local. De hecho, raras veces el mismo inves- diagnósticas en lesiones benignas y en enfermedades más difusas
tigador ha comparado diferentes técnicas. como la vasculitis y la infección154, 155. La BTTA bajo guía TC tam-
3. En la mayor parte de las circunstancias la técnica que se eli- bién es útil para obtener muestras de masas hiliares y mediastíni-
ja debe estar influida por el diagnóstico particular que se cas para la estadificación del cáncer de pulmón156; sin embargo, no
sospecha clínicamente. Por ejemplo, un ganglio linfático de es adecuada para la evaluación de ganglios de tamaño normal.
la fosa supraclavicular simplemente se podría aspirar si la Esta técnica es más segura, menos costosa y se tolera mejor
situación clínica indica un diagnóstico de carcinoma pul- que la toracotomía y la mediastinoscopia157. Las complicaciones
monar metastásico; sin embargo, se debe resecar completa- más frecuentes son neumotórax y hemoptisis158, 159. Sin embargo,
mente si se sospecha un linfoma. mediante una selección cuidadosa de los pacientes (p. ej., evitan-
4. Aunque la biopsia habitualmente se realiza para obtener do los pacientes que no colaboran y los que tienen una EPOC sig-
material para el estudio histológico, en muchos casos es nificativa o una diátesis hemorrágica), el neumotórax que preci-
esencial que se envíe parte del tejido al laboratorio de sa drenaje con un tubo de tórax es poco frecuente y la hemorragia
microbiología para su cultivo. significativa es rara160.
5. Es importante recordar que la mayoría de las biopsias son
muestras de una alteración particular. Así, especialmente en la Toracoscopia y cirugía toracoscópica asistida por vídeo
enfermedad pulmonar difusa, los hallazgos de una muestra
no se pueden extrapolar necesariamente a todas las regiones. La toracoscopia es una técnica mediante la que se puede explorar
6. La correlación de los hallazgos clínicos, radiológicos y ana- directamente la pleura visceral y parietal mediante la inserción de
tomopatológicos con frecuencia proporciona un diagnósti- un instrumento a través de una pequeña incisión en la pared
co más preciso de lo que sería posible con cada una de ellas torácica161. La aparición de la tecnología de vídeo y el desarrollo
por sí sola, y se debe alentar la cooperación intensa entre de instrumentación adecuada han permitido que la cirugía tora-
especialistas de los diferentes campos. coscópica asistida por vídeo (CTAV) extienda este abordaje míni-
mamente invasor a la realización de una amplia variedad de
Biopsia bronquial maniobras diagnósticas y terapéuticas162. Al contrario que la
toracoscopia «médica», la CTAV habitualmente se realiza bajo
Las principales indicaciones de la biopsia bronquial son el diag- anestesia general en el quirófano con ventilación pulmonar selec-
nóstico de tumor maligno y el establecimiento del tipo de células tiva163. Las ventajas de esta técnica respecto a la toracotomía com-
tumorales. En muchos casos también se puede confirmar un pleta incluyen menor dolor, recuperación más rápida y posibili-
diagnóstico de sarcoidosis; otras alteraciones se detectan con dad de operar a pacientes más graves164.
menos frecuencia. El rendimiento diagnóstico de las biopsias de La biopsia toracoscópica es el método diagnóstico de elección
tumores que son visibles a través del broncoscopio es de aproxi- para el estudio de los pacientes que tienen un derrame pleural
madamente el 90% al 95%151. Son útiles múltiples biopsias. Aun- persistente y en los que no se ha establecido un diagnóstico
que la pequeña cantidad de tejido de que se dispone para el estu- mediante biopsia pleural cerrada y/o aspiración de líquido165, 166.
dio microscópico puede no permitir la identificación precisa del Esta técnica tiene una sensibilidad y un valor predictivo de la
tipo celular tumoral, habitualmente se hace con facilidad la dis- prueba negativa muy elevados para el diagnóstico de enfermedad
tinción entre carcinoma microcítico y no microcítico. neoplásica maligna en este contexto. Otras utilizaciones impor-
tantes incluyen la biopsia pulmonar en pacientes que tienen una
Biopsia transbronquial enfermedad pulmonar difusa, la evaluación del mediastino como
parte de la estadificación de un carcinoma pulmonar (especial-
La aplicación más útil y generalizada de la biopsia transbronquial mente los ganglios linfáticos que están en estaciones que no son
(BTB) es el diagnóstico de las enfermedades pulmonares difusas. accesibles mediante mediastinoscopia)167, la biopsia de masas
Permite obtener material diagnóstico en una proporción elevada mediastínicas cuando la BTTA es inadecuada o no es diagnósti-
de pacientes que tienen sarcoidosis o linfangitis carcinomatosa y ca168, 169, la resección en cuña de nódulos pulmonares y el trata-
tiene una función importante en el diagnóstico de rechazo y en la miento del neumotórax recurrente en el traumatismo torácico170.
exclusión de infecciones oportunistas en los receptores de un Las complicaciones de la CTAV y la toracoscopia médica son
trasplante pulmonar97. Generalmente no es útil para el diagnós- similares e incluyen hemorragia, fuga aérea, siembra tumoral en la
tico y el tratamiento de la fibrosis pulmonar idiopática. Aunque incisión de la pared torácica, fiebre e infección de la herida163. Se
en gran parte se ha visto sustituida por el LBA, la BTB tiene un producen complicaciones graves en menos del 10% de los casos, y
rendimiento diagnóstico elevado en pacientes que tienen neumo- la mortalidad en relación con la técnica es menor del 1%171.
nía por Pneumocystis144. Esta técnica se puede realizar de manera
segura en pacientes ambulatorios y sin fluoroscopia en pacientes Biopsia pulmonar abierta mediante toracotomía
que tienen alteraciones radiográficas parenquimatosas difusas152.
Se produce una hemorragia «significativa» o un neumotórax en En esta técnica se abre el tórax a través de una incisión de tora-
menos del 2% de los pacientes153. cotomía estándar o a través de una incisión limitada suficiente-
176 CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax

mente grande para permitir la extracción de un fragmento de ficación del carcinoma pulmonar y el diagnóstico de enfermeda-
tejido que mide de 2 a 3 cm de diámetro. La selección del punto des no malignas. Los ganglios linfáticos escalenos que se pueden
adecuado para la biopsia es muy importante. Se deben resecar en palpar habitualmente contienen tejido patológico178; cuando no
bloque las zonas de enfermedad discreta si son suficientemente son palpables, el rendimiento diagnóstico de la biopsia es bajo. En
pequeñas para ser incluidas en la pieza; si hay una enfermedad esta circunstancia la función de la biopsia está limitada a la estadi-
más extensa la biopsia debe incluir una zona de transición entre ficación de pacientes que parecen tener enfermedad N2 o N3 con
el pulmón anormal y el pulmón aparentemente normal. La biop- el objetivo de incluirlos en protocolos de tratamiento agresivo179.
sia sólo de las zonas muy anormales puede mostrar enfermedad También puede ser necesaria la biopsia para la clasificación tumo-
«en estadio terminal» cuya etiología puede ser difícil de determi- ral en pacientes que tienen un linfoma confirmado o sospechado.
nar172. Si es posible se deben obtener muestras de varias zonas del
mismo lóbulo o de lóbulos diferentes. Biopsia pleural cerrada
En general las piezas de biopsia se deben enviar a un anato-
mopatólogo tan pronto como sea posible después de la resección. El método más frecuente para obtener fragmentos de tejido pleu-
Después se pueden seleccionar porciones para estudios especia- ral para la exploración histológica es la BTTA, que es una técnica
les, y se pueden realizar cortes congelados para obtener un diag- que se puede realizar al mismo tiempo que la toracocentesis. Las
nóstico preliminar o para evaluar la adecuación del material de la dos agujas que se utilizan con más frecuencia son las de Cope y
biopsia. Cuando es adecuado, se debe enviar material para su cul- de Abrams. Algunos investigadores han publicado una eficacia
tivo. En una revisión de 2.290 casos que se publicaron en la equivalente o mejor con instrumentos que se han desarrollado
bibliografía se calculó que las tasas de mortalidad y de complica- más recientemente, como la aguja de Raja o la aguja Tru-cut. Esta
ciones eran del 1,8% y del 7%, respectivamente173. última (y otros instrumentos similares) es particularmente útil en
el diagnóstico del engrosamiento pleural difuso cuando se guía
Mediastinoscopia y mediastinotomía anterior mediante ecografía o TC180. El éxito con estas agujas depende en
gran medida de la habilidad del operador, la selección de los
La principal indicación de la biopsia mediastínica es la estadifica- pacientes y del número de muestras que se obtiene. Como cabría
ción del carcinoma pulmonar. Con menos frecuencia se utiliza esta esperar, casi siempre se produce un neumotórax asociado a la téc-
técnica para diagnosticar este carcinoma, una neoplasia mediastíni- nica, aunque típicamente es pequeño y no precisa tratamiento.
ca primaria y ciertas enfermedades benignas como la sarcoidosis174. Otras complicaciones son poco frecuentes y habitualmente leves;
La mediastinoscopia cervical se realiza a través de una incisión en la incluyen hemorragia hacia la pared torácica y/o la cavidad pleu-
escotadura supraesternal; se diseca el tejido blando adyacente a ral, enfisema mediastínico y subcutáneo, y la aparición de carci-
la tráquea y se extrae material de biopsia bajo visión directa a través noma a lo largo del trayecto de la aguja.
de un mediastinoscopio rígido. El espacio que se explora está for- La principal utilidad de la BTTA de la pleura es el estudio del
mado por la mitad superior del mediastino, e incluye el tejido que cáncer y de la tuberculosis. La sensibilidad para el estudio de la
rodea la porción intratorácica de la tráquea, la bifurcación traqueal tuberculosis varía desde el 70% al 90%181, 182; aunque puede ser
y la parte proximal de los bronquios principales. Las complicacio- necesaria sólo una biopsia para el diagnóstico183, el rendimiento
nes son poco frecuentes y habitualmente no son graves; en una revi- aumenta con el número de muestras. El rendimiento diagnóstico
sión de 20.000 intervenciones se produjeron en menos del 2,5% de en pacientes que tienen afectación neoplásica de la pleura, cuan-
los pacientes175. La mortalidad fue inferior al 0,5%. do se combina con la exploración citológica, varía desde aproxi-
Cuando se deben evaluar quirúrgicamente los ganglios sub- madamente el 65% hasta el 85%182.
aórticos y mediastínicos anteriores se puede utilizar una
mediastinoscopia cervical extendida176, una mediastinotomía
anterior177 o una toracoscopia asistida por vídeo. Cada una de ESTUDIO FUNCIONAL
ellas tiene la ventaja de permitir una exploración más extensa del
mediastino y una evaluación más exacta de la afectación neoplá- Las pruebas de función pulmonar son una parte esencial del estu-
sica de los hilios que la mediastinotomía cervical estándar. En la dio de muchas enfermedades respiratorias. La elección de cuáles se
mediastinoscopia cervical extendida la disección a través de la deben realizar en una situación dada depende del objetivo del estu-
incisión cervical habitual se continúa entre la superficie anterior dio, del que hay seis tipos principales: 1) determinación de sínto-
de la vena innominada izquierda y el esternón. La mediastinoto- mas y signos como disnea, tos y cianosis tienen un origen respira-
mía anterior se realiza a través de una incisión de 6 cm en el torio; 2) tratamiento y monitorización de la progresión de la
segundo espacio intercostal lateral al borde esternal. Las dos téc- enfermedad o la respuesta al tratamiento en pacientes que tienen
nicas son útiles para evaluar la resecabilidad de los carcinomas trastornos pulmonares confirmados; 3) evaluación del riesgo de
del lóbulo superior izquierdo; se ha encontrado irresecabilidad en aparición de disfunción pulmonar y de complicaciones como con-
la toracotomía debido a la afectación de los ganglios linfáticos secuencia de intervenciones terapéuticas como técnicas quirúrgi-
mediastínicos que no se había observado previamente en la cas y fármacos; 4) cuantificación del grado de discapacidad en las
mediastinotomía anterior en menos del 8% de los pacientes177. enfermedades pulmonares ambientales u ocupacionales; 5) realiza-
ción de encuestas epidemiológicas de grupos de población en los
Biopsia de los ganglios linfáticos escalenos que se sospecha una enfermedad pulmonar adquirida como con-
secuencia de la exposición a polvo o a humos, y 6) cribado del esta-
La biopsia de los ganglios linfáticos escalenos supone la resección do de salud como parte de una evaluación clínica regular o a peti-
de tejido que está en el grupo de los músculos escalenos en la fosa ción de una tercera parte (p. ej., una compañía de seguros).
supraclavicular, incluyendo la almohadilla grasa medial. La apari- Por comodidad, las pruebas que evalúan la función pulmonar
ción de técnicas de imagen sofisticadas y la facilidad de la realiza- se pueden considerar en tres niveles de sofisticación creciente (ta-
ción de otras técnicas, como la aspiración con aguja fina, han bla 4-3). El primero es la medición de la capacidad vital y de las
reducido mucho la importancia de esta intervención en la estadi- velocidades del flujo espiratorio máximo mediante espirometría
CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax 177

TABLA 4-3. Pruebas de función pulmonar manera una mayor exactitud para detectar cambios en la función
Nivel 1
pulmonar. La detección de un cambio significativo, o la ausencia
Espirometría y flujo máximo (VEMS1, CVF, VEMS1/CVF) de cambio, en cualquier prueba a lo largo del tiempo o en res-
Respuesta a un broncodilatador puesta a una intervención dependen de la variabilidad intrínseca
Oximetría de la prueba. Esta variabilidad se puede medir como el coeficien-
Nivel 2 te de variación de pruebas repetidas, que se define como la des-
Presiones parciales de gases en sangre arterial
Subdivisiones de los volúmenes pulmonares viación típica de pruebas repetidas dividida por la media. El coe-
Capacidad de difusión pulmonar ficiente de variación varía mucho entre las pruebas de función
Nivel 3 pulmonar pero, en general, es mucho más estrecho que los límites
Resistencia pulmonar y de las vías aéreas de confianza al 95% que se observan en la población (tabla 4-4)185.
Curvas de presión-volumen del pulmón
Mediciones de la fuerza de los músculos respiratorios (PImax y PEmax)
Mediciones de la respuesta ventilatoria a la hipoxemia y a la hipercapnia Volúmenes pulmonares
Mediciones de la reactividad bronquial
Pruebas de esfuerzo de fases I, II y III Los volúmenes y capacidades pulmonares se pueden apreciar ana-
lizando la figura 4-1. Hay cuatro volúmenes: 1) volumen corrien-
te (VC), que es la cantidad de gas que entra y sale del pulmón con
y la evaluación de la capacidad del intercambio gaseoso de los cada ciclo respiratorio; 2) volumen residual (VR), que es la canti-
pulmones mediante la medición de la saturación arterial median- dad que queda en el pulmón después de una aspiración máxima;
te oximetría. El segundo nivel incluye la medición de las presio- 3) volumen de reserva inspiratorio (VRI), que es el gas adicional
nes parciales de gases en la sangre arterial, la evaluación de las que se puede inspirar después del final de una inspiración tran-
subdivisiones del volumen pulmonar mediante pletismografía o quila, y 4) volumen de reserva espiratorio (VRE), que es la canti-
la técnica de dilución de helio, y la estimación de la capacidad de dad adicional de gas que se puede espirar desde el nivel de reposo
difusión del pulmón. En el tercer nivel hay pruebas más sofistica- o teleespiratorio. También hay cuatro capacidades: 1) capacidad
das para evaluar la mecánica pulmonar, el control respiratorio, las pulmonar total (CPT), que es el gas que está contenido en el pul-
propiedades de la ventilación y la perfusión del pulmón, la reac- món al final de una inspiración máxima; 2) capacidad vital (CV),
tividad bronquial y la realización de ejercicio. que es la cantidad que se puede espirar después de una inspiración
Sea cual sea el nivel de sofisticación, todas las pruebas de fun- máxima o que se puede inspirar después de una espiración máxi-
ción pulmonar se deben interpretar y correlacionar con los datos ma; 3) capacidad inspiratoria (CI), que es la cantidad de gas que
clínicos y radiológicos; sin esta información añadida, la interpre- se puede inspirar desde el final de una espiración tranquila, y
tación de las pruebas está sometida a una gran variabilidad entre 4) capacidad residual funcional (CRF), que es el volumen de gas
los lectores184. que queda en el pulmón al final de una espiración tranquila.

Valores normales predichos de la función


pulmonar TABLA 4-4. Variación interindividual e intraindividual
de la función pulmonar en personas normales
La interpretación de los resultados de las pruebas de función pul-
monar se basa en el grado de desviación desde los valores norma- Porcentaje de Porcentaje de
variación entre variación de
les predichos. Estos valores se calculan a partir de ecuaciones de Prueba diferentes personas una persona
regresión que tienen en consideración atributos que se sabe que
contribuyen a las variaciones de la función pulmonar, como edad, Capacidad vital forzada (CVF) ±20-25 ±6-16
sexo, altura, peso y raza. Los factores genéticos y ambientales que Volumen espiratorio máximo ±20-22 ±7-18
en un segundo (VEMS1)
afectan a la función pulmonar son responsables de buena parte del VEMS1/CVF ±14
amplio intervalo de valores que se ve en personas normales. Velocidad del flujo espiratorio ±13-28
De manera ideal el intervalo normal de una prueba debe máximo (FEM)
incluir el 95% de los valores de una población; sin embargo, para Flujo espiratorio forzado entre ±40-60
muchas pruebas de función pulmonar en la práctica se utiliza el 75% y el 25% (FEF25%-75%)
Capacidad residual funcional (CRF):
una desviación de ±20% desde el valor predicho medio. Cuando Mediante dilución de helio ±20
se interpreta como normal el resultado de una prueba, es impor- Mediante pletismografía corporal ±4
tante recordar que la variación interindividual de la función pul- Dependencia de la densidad
monar puede diferir mucho entre diferentes pruebas; por ejem- del flujo espiratorio máximo:
DVmax50 respirando 80% ±22
plo, en una población normal el flujo espiratorio forzado de He ± 20% de O2
(FEF25%-75%) y las presiones inspiratoria y espiratoria máximas (la Volumen de isoflujo respirando
medición de las cuales depende mucho del esfuerzo) pueden 80% de He + 20% de O2 ±100
variar hasta un 30% a un 50%. Las pruebas también se deben Curvas de presión-volumen:
interpretar con precaución en pacientes muy jóvenes y muy PImax ±19 ±11
PL90% ±14 ±9
ancianos porque con frecuencia las ecuaciones de predicción son Cestat ±9 ±15
inexactas en estos extremos. Log k ±6
Aunque una indicación de las pruebas de función pulmonar es Capacidad de difusión
comparar los valores que se obtienen en un individuo con los de DLCOSB ±21 ±3-11
DLCOSB/VA ±25
una población normal, la monitorización de la evolución de un Volumen de cierre, % de ±60
paciente a lo largo del tiempo o la evaluación de la respuesta a la capacidad vital
un tratamiento a corto o largo plazo tiene la ventaja de utilizar los Capacidad de cierre, % de la CPT ±23
valores del propio paciente como control, permitiendo de esta
178 CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax

Nivel de la capacidad total


Volumen
de reserva
Capacidad
inspiratorio
Capacidad inspiratoria
(VRI)
vital (CI)
(CV) Aumento
Volumen
Capacidad corriente del volumen
pulmonar (VC) corriente
total (CPT) Nivel espiratorio Volumen
de reposo de reserva
espiratorio Capacidad
(VRE) residual
funcional (CRF)
Volumen Nivel del volumen residual
residual
(VR)

FIGURA 4-1
Volúmenes y capacidades pulmonares.

Capacidad vital helio a una concentración conocida. Al comienzo del estudio la


concentración de helio en los pulmones es cero; a medida que el
La CV habitualmente se mide como capacidad vital forzada paciente inspira y espira, el gas se mezcla entre el espirómetro y los
(CVF), que es la cantidad de gas que se puede espirar de manera pulmones hasta que la concentración de helio es la misma en
forzada después de una inspiración completa. En pacientes que ambos compartimientos. La CRF se calcula mediante la ecuación:
tienen enfermedades pulmonares obstructivas la CVF puede ser
Volumen espirométrico × Concentración de He inicial
menor que la CV inspirada en hasta 1 litro como consecuencia de CRF =
la compresión dinámica de las vías aéreas, el atrapamiento aéreo Concentración de He final
durante la espiración y la imposibilidad de detectar el volumen El VR y la CPT se calculan restando el VRE y sumando la CI,
espirado a velocidades de flujo bajas186. La medición de la CV y respectivamente. Las técnicas de gases inertes están sometidas a
de la CVF tiene su máxima utilidad cuando se combina con la error porque no detectan el gas atrapado, que no se comunica con
medición del volumen de gas que se espira durante el primer el árbol traqueobronquial; por tanto, pueden infraestimar mucho
segundo de espiración (VEMS1). El cociente VEMS1/CVF es un la CRF, particularmente en pacientes que tienen enfermedad pul-
indicador muy útil de enfermedad respiratoria y permite la sepa- monar obstructiva grave, ampollas u otras acumulaciones intra-
ración de las alteraciones de la ventilación en los patrones «res- torácicas de gas no comunicantes.
trictivo» y «obstructivo»; en los pacientes que tienen una enfer- El otro método importante para medir la CRF se basa en la ley
medad pulmonar obstructiva la CVF se mantiene relativamente de Boyle y utiliza un pletismógrafo corporal (caja corporal). La
bien en relación con el VEMS1, mientras que en la enfermedad ley de Boyle afirma que el producto del volumen por la presión de
restrictiva el VEMS1 está reducido en menor grado que la CVF, un gas es constante a temperatura constante (V1 × P1 = V2 × P2).
de modo que se mantiene el cociente o puede ser incluso mayor Para medir la CRF mediante pletismografía se cierran las vías
que el valor normal predicho. aéreas a CRF, y el paciente jadea contra las vías aéreas cerradas,
generando de esta manera cambios de la presión en la boca y de la
Capacidad residual funcional, volumen residual presión pleural y pequeños aumentos y disminuciones del volu-
y capacidad pulmonar total men pulmonar como consecuencia de la compresión y la descom-
presión del gas torácico. Se puede calibrar la relación entre las
La CRF está determinada principalmente por el equilibrio entre modificaciones del volumen de gas torácico y la presión en la boca
el retroceso hacia fuera de la pared torácica y el retroceso hacia (ΔV/ΔP) de modo que se puede obtener mediante derivación el
dentro del pulmón, aunque tanto la actividad de los músculos volumen intratorácico; además, se puede obtener el VR y la CPT
inspiratorios durante la espiración como la limitación al flujo haciendo que el paciente realice una maniobra de CV inmediata-
aéreo durante la respiración a volumen corriente pueden aumen- mente después de la medición de la CRF. Este método tiene la ven-
tar la CRF por encima de su valor estático. El VR normalmente taja de que se mide todo el gas que está sometido a las modifica-
está determinado por el equilibrio entre la fuerza de los múscu- ciones de la presión intratorácica, independientemente de si se
los respiratorios y la rigidez de la pared torácica, aunque el cierre comunica o no con el árbol traqueobronquial.
de las vías aéreas o la limitación al flujo pueden ser más impor- La pletismografía puede sobrestimar la CRF en pacientes que
tantes en situaciones de enfermedad. La CPT está determinada tienen obstrucción de las vías aéreas porque la presión en la boca
por el equilibrio entre la fuerza de los músculos inspiratorios y el puede no reflejar con exactitud la presión intratorácica media187.
retroceso elástico del pulmón y de la pared torácica. Este artefacto se puede superar si los pacientes jadean a una fre-
La CRF, el VR y la CPT se pueden determinar mediante técnicas cuencia menor de 60 respiraciones por minuto. Se ha demostra-
de inhalación de gases inertes o mediante pletismografía corporal. do que la determinación de la CPT que se basa en las radiografías
En el método de gases inertes en circuito cerrado, el paciente respi- posteroanterior y lateral de tórax es muy exacta, y trabajadores
ra a partir de un espirómetro de volumen conocido que contiene con experiencia pueden realizarla en menos de 5 minutos188.
CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax 179

Volumen y flujo espiratorios máximos


0
La maniobra espiratoria forzada es la prueba de función pulmo- Tiempo = 0
nar que más se utiliza y que está mejor estandarizada. Aunque su
realización es bastante sencilla, es importante asegurarse de que 1
la maniobra cumple los criterios técnicos, se realiza con un Capacidad
esfuerzo adecuado por el paciente y se interpreta correctamente. vital

Volumen (litros)
FEF25%–75%
La American Thoracic Society ha publicado directrices exhaustivas 2 forzada
para la realización y la interpretación de la prueba189. Habitual- (CVF)
mente se realizan de tres a cinco mediciones, y se elige para el VEMS1
análisis la prueba que tenga la mayor suma del VEMS1 más la 3
CVF190, 191. El volumen espirado se representa en función del
tiempo (figura 4-2) para obtener un espirograma típico del que
se pueden derivar el VEMS1, la CVF y el FEF25%-75%. El volumen 4
espirado también se puede representar en función de la velocidad
del flujo espiratorio instantáneo para obtener una curva flujo-
volumen. A partir de la curva flujo-volumen se puede determinar 5
1 2 3
el flujo espiratorio máximo y el flujo a porcentajes específicos de
Tiempo (segundos)
la CV espirada forzada, como Vmax50 y Vmax25.
La utilidad de la espiración forzada como prueba de función
pulmonar se origina fundamentalmente en el hecho de que es FIGURA 4-2
relativamente independiente del esfuerzo y que es muy reprodu- Medición de los volúmenes ventilatorios. El volumen en litros se representa
cible. Sin embargo, paradójicamente esfuerzos submáximos pue- en función del tiempo en segundos mientras la persona espira de manera
den dar lugar a valores más elevados del cociente VEMS1/CVF y forzada desde la CPT. La pendiente del volumen frente al tiempo se
extrapola retrógradamente hasta el tiempo 0, y se mide el VEMS1 y se
del FEF25%-75%, especialmente en pacientes que tienen enferme- compara con los valores predichos, así como la capacidad vital forzada (CVF)
dad pulmonar obstructiva192. Cuando se miden correctamente, el medida. El cociente VEMS1/CVF actúa como medición independiente del
VEMS1 y la CVF tienen un coeficiente de variación muy estrecho volumen de la obstrucción al flujo aéreo espiratorio. El flujo medio en la
en personas normales (±5%); sin embargo, en pacientes que tie- mitad media del volumen espiratorio forzado (FEF25%-75%) se obtiene como
la pendiente de la gráfica volumen-tiempo entre el 25% y el 75% de la CVF.
nen enfermedad pulmonar obstructiva el coeficiente de variación
aumenta hasta aproximadamente el 12% cuando se realizan
mediciones en el mismo día185.
Cuando se comparan con la CVF y el VEMS1, se observa un Capacidad de difusión
coeficiente de variación mucho mayor para las mediciones repe-
tidas de FEF25%-75%, de Vmax50 y de Vmax25193, 194, variabilidad que La capacidad de difusión del monóxido de carbono (DLCO) se
aumenta con el grado de disfunción pulmonar195. También hay calcula como sigue:
más variación entre personas diferentes para el FEF25%-75% y el
ml de CO captados por sangre capilar/min
Vmax50 que para el VEMS1 y la CVF; en general, se considera que DLCO =
los límites de confianza al 95% del VEMS1 y de la CVF son de PCO alveolar media - PCO alveolar capilar
±20%, mientras que para considerar que el FEF25%-75% y el La cantidad de CO que capta la sangre capilar se calcula restando
Vmax50 son anormales los valores deben estar más del 40% por el producto del volumen espirado y la concentración de CO del gas
debajo del valor predicho194. espirado del producto del volumen inspirado y la concentración de
CO del gas inspirado. La PCO alveolar media se estima obteniendo
Respuesta broncodilatadora una muestra de gas espirado después de haber eliminado el gas del
espacio muerto, y se asume que la Pco capilar media es cero.
La espirometría se utiliza para evaluar la reactividad a un bron- Se han diseñado varias técnicas para medir la capacidad de
codilatador. Es necesario un aumento del 70% del flujo máximo, difusión con monóxido de carbono197-199, y la principal diferencia
un aumento del 15% del VEMS1, un aumento del 12% de la CVF entre ellas es la duración del tiempo que se mantiene el gas en los
y/o un aumento del FEF25%-75% del 45% para concluir que un pulmones y el método para determinar la PCO alveolar media. El
broncodilatador produce un efecto beneficioso196. La respuesta a método de respiración única es el que se utiliza más. La American
un broncodilatador también se puede evaluar utilizando el Thoracic Society ha propuesto directrices para la realización y la
aumento absoluto del VEMS1 o el aumento en forma de porcen- interpretación de esta prueba199a. La prueba se realiza haciendo
taje del valor predicho; se considera significativo un aumento de que el paciente espire hasta el VR y que después haga una inspi-
más de 200 ml o de más del 9% del VEMS1 predicho. Estas medi- ración de más del 90% de la CV de un gas que contiene un 0,3%
ciones de la respuesta tienen la ventaja de que no están influidas de monóxido de carbono, un 10% de helio, y nitrógeno hasta el
por el valor inicial. Como la CVF puede mejorar más que el equilibrio. Después de la inspiración rápida del gas, se aguanta la
VEMS1, la modificación del cociente VEMS1/CVF es un mal esti- respiración durante aproximadamente 10 segundos cerca de la
mador. La broncodilatación de las vías aéreas de menor tamaño CPT, se desecha el primer litro de gas espirado y se recoge y ana-
puede producir disminución de la hiperinsuflación en pacientes liza el litro siguiente (que representa el gas alveolar) para detectar
que tienen obstrucción de las vías aéreas, y también se ha pro- las concentraciones de helio y monóxido de carbono. La dilución
puesto la medición de la CI como una evaluación útil de esta de helio se utiliza para calcular el volumen alveolar (VA), así
modificación; la reducción de la hiperinsuflación se correlaciona como la concentración inicial de monóxido de carbono en el
más con la modificación de los síntomas que las modificaciones espacio alveolar. La prueba se puede repetir con intervalos breves;
de las velocidades de flujo196a. son necesarios dos resultados que difieran menos del 5%200.
180 CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax

La DLCO depende del volumen pulmonar. Por ejemplo, des- TABLA 4-5. Factores que afectan a la capacidad de difusión
pués de una neumonectomía o en la restricción de la pared torá- Membrana capilar alveolar
cica que se produce en enfermedades como la cifoescoliosis, un Volumen pulmonar
paciente puede tener una DLCO reducida sin ninguna alteración Área superficial
intrínseca del intercambio gaseoso en el pulmón restante o some- «Grosor»
tido a un trastorno restrictivo201. Esto ha llevado a la propuesta de Volumen de la sangre capilar pulmonar
(volumen de sangre por concentración hemoglobina)
que la capacidad de difusión específica (capacidad de difusión Posición: aumento de la DLCO de pie → sentado → tumbado
dividida por el volumen alveolar al cual se mide [DL/VA]) es una Maniobras de Müller o de Valsalva durante la pausa de apnea
medición más exacta; su abreviatura en el Reino Unido es KCO202 Concentración de hemoglobina
y proporciona una indicación útil de si la reducción de la DLCO se Afinidad de la hemoglobina por el oxígeno
Distribución de la ventilación en relación con la perfusión
debe sólo a una reducción del volumen pulmonar. Afecta especialmente al método de estado estable
La capacidad de difusión está influida por factores que alteran la Afecta menos al FCO
membrana capilar alveolar y el volumen de sangre capilar pulmonar Presión retrógrada de monóxido de carbono
(tabla 4-5). Como la transferencia del monóxido de carbono está Tabaquismo
limitada por la difusión (y no por la perfusión), es importante el
volumen de la sangre capilar pulmonar (VC) y no el flujo sanguíneo
pulmonar. Para calcular el componente del volumen sanguíneo de
la capacidad de difusión se multiplica VC por la constante cinética θ, bio gaseoso con una PaCO2 normal o reducida. La aplicación de la
que es la velocidad de la combinación del monóxido de carbono ecuación del gas alveolar a los resultados del análisis de los gases
con los eritrocitos. Las contribuciones de la membrana y de VC × θ sanguíneos y la comparación de la PAO2 alveolar con la PaO2 medi-
a la capacidad de difusión se pueden calcular por separado midien- da para calcular el gradiente alveoloarterial de oxígeno permite una
do la capacidad de difusión con diferentes presiones parciales inspi- evaluación cuantitativa del deterioro de intercambio gaseoso inde-
radas de oxígeno. En personas normales los dos componentes con- pendiente de los efectos ventilatorios sobre la PaO2.
tribuyen aproximadamente por igual a la DLCO que se mide.
Diferentes factores influyen sobre el VC y la θ y, por tanto, afec- Prueba de esfuerzo cardiopulmonar
tan indirectamente a la DLCO. El valor de θ depende directamen-
te de la saturación de la hemoglobina con oxígeno y de la presen- La prueba de esfuerzo cardiopulmonar (PECP) es un método
cia de carboxihemoglobina que se asocia a la exposición al CO importante para evaluar la función integrada de los sistemas car-
por el tabaco o de origen ocupacional. Los fumadores pueden diovascular y pulmonar. Este tema se ha revisado en una declara-
tener una concentración de carboxihemoglobina de hasta el 10%, ción de la American Thoracic Society/American College of Chest
de modo que esto se debe considerar cuando se interpretan los Physicians que incluye una lista de valores normales y su variabi-
resultados de la prueba. Los factores que aumentan o reducen la lidad205a. Las pruebas se pueden realizar utilizando un nivel de
concentración de hemoglobina también afectan a la DLCO, y se esfuerzo submáximo o máximo, en un cicloergómetro (preferi-
han propuesto diversos factores de corrección para la anemia y la do) o en un tapiz rodante, y utilizando como medidas de resulta-
policitemia. Un ajuste que se utiliza con frecuencia es aumentar o dos una amplia variedad de respuestas fisiológicas. Estas últimas
reducir la DLCO predicha en un 1,4% por cada cambio porcentual incluyen la tasa de trabajo, el consumo de oxígeno y la producción
del hematocrito por encima o por debajo del 44%203. de CO2 (y su cociente, el cociente de intercambio respiratorio), el
Las modificaciones agudas del volumen de sangre capilar pul- nivel y el patrón de la ventilación, la frecuencia cardíaca, la ten-
monar también pueden alterar la DLCO medida; por ejemplo, el sión arterial, hallazgos electrocardiográficos, saturación arterial
reclutamiento del lecho vascular pulmonar durante el esfuerzo da de oxígeno (oximetría de pulso), la presión parcial de gases en
lugar a un aumento sustancial de la DLCO en un plazo de segun- sangre arterial, la concentración arterial de lactato y síntomas de
dos204. La DLCO también aumenta cuando se respira a través de una disnea o astenia. También se ha propuesto la medición de la CI
resistencia inspiratoria, probablemente como consecuencia del como indicador clínicamente útil de hiperinsuflación dinámica
aumento del volumen de la sangre capilar que produce la presión en la enfermedad pulmonar obstructiva206.
intratorácica negativa. Es importante reconocer que el aumento de Las indicaciones de la PECP incluyen la evaluación de pacien-
la DLCO no está producido únicamente por el aumento de la san- tes que tienen intolerancia o disnea al ejercicio no explicada y la
gre capilar; también puede estar muy aumentada en pacientes que evaluación preoperatoria, especialmente en pacientes a los que se
tienen una hemorragia intraalveolar, y se ha recomendado la medi- considera para la resección de un carcinoma pulmonar, cirugía de
ción de la DLCO para el diagnóstico de esta situación205. reducción del volumen pulmonar o trasplante pulmonar. Otras
indicaciones incluyen el establecimiento de una «prescripción»
Presiones parciales de gases en sangre de ejercicio en pacientes que tienen enfermedad pulmonar o car-
arterial diovascular crónica y la cuantificación del grado de incapacidad,
especialmente en los casos en los que la exposición ocupacional
La medición de las presiones parciales de gases en sangre arterial es podría justificar la compensación. La PECP es útil para la evalua-
muy útil para evaluar las enfermedades cardiopulmonares. Se uti- ción inicial y el seguimiento de pacientes que tienen hipertensión
lizan valores específicos para definir la insuficiencia respiratoria, pulmonar, insuficiencia cardíaca, enfermedad pulmonar intersti-
que puede ser aguda o crónica y puede afectar a uno o ambos de cial, fibrosis quística y EPOC. Finalmente puede estar indicada
los componentes ventilatorio o de intercambio gaseoso del sistema clínicamente la evaluación de la presencia y la gravedad de la
respiratorio. La insuficiencia ventilatoria se define por una eleva- broncoconstricción inducida por el esfuerzo.
ción de la PaCO2 arterial (>45 mm Hg) y la insuficiencia del inter- La prueba de la marcha durante 6 minutos es una forma más
cambio gaseoso por una disminución de la PaO2 (<60 mm Hg). La sencilla de obtener una evaluación cuantitativa del grado de dete-
insuficiencia ventilatoria se asocia invariablemente a una disminu- rioro funcional, aunque esta prueba está limitada por la cantidad
ción de la PaO2, pero se puede producir insuficiencia del intercam- de información fisiológica que proporciona207.
CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax 181

La función integrada del sistema cardiovascular-respiratorio


se evalúa mejor evaluando las relaciones entre la intensidad del 100 A
·
ejercicio o el nivel de consumo de O2 (VO2) y otras variables fisio-
· · ·
lógicas (p. ej., tasa de trabajo frente a VO2 y VCO2, VO2 frente a ven- PLmax
· · · ·
tilación, VO2 frente a frecuencia cardíaca, VO2 frente a VCO2, VO2
·
frente al cociente espacio muerto/volumen corriente, y VO2 fren-

Volumen (% CPT)
te a la concentración arterial de lactato). La interpretación cuida-
B
dosa de los gráficos de estas relaciones puede aportar datos de
una causa cardíaca o pulmonar de la disnea, puede dar una esti-
50 V  A  BeKP
mación del nivel de forma física o puede indicar la posibilidad de
CRF
hipertensión pulmonar o de una alteración de los músculos
esqueléticos periféricos.

Características de presión-volumen
del pulmón
La distensibilidad pulmonar es la relación entre el volumen de 0
0 20 40
aire que se inspira y la presión necesaria para superar el retroce-
Presión transpulmonar (cm H2O)
so elástico del pulmón. Se evalúa representando el volumen pul-
monar en función de la presión transpulmonar (PL) a lo largo de
un intervalo de volúmenes que van desde la CPT hasta la CRF o FIGURA 4-3
un volumen menor. La PL se mide con un transductor que com- Propiedades del retroceso elástico del pulmón. Curva de presión-
para la presión oral con la presión esofágica, que se mide con un volumen (P-V) esquemática del pulmón en la que el volumen pulmonar
globo de pared fina que se coloca en la porción media del esófa- como porcentaje de la CPT (predicha o real) se representa en función de la
presión transpulmonar. El comportamiento P-V se puede describir utilizando
go. Los datos de presión-volumen se obtienen durante la defla- diversas mediciones de la curva de P-V, como el retroceso elástico máximo
ción lenta desde CPT o con interrupciones escalonadas del flujo (PLmax), la presión de retroceso elástico a varios porcentajes de la CPT
espiratorio desde la CPT. La distensibilidad se calcula como el (p. ej., PL90, PL60, etc.) y la distensibilidad, que es la pendiente del gráfico
cambio de volumen dividido por el cambio de presión transpul- DV/DP en el intervalo relativamente lineal que está cerca de la CRF. Todas
estas mediciones tienen la desventaja de describir sólo una porción de la
monar a lo largo de la porción relativamente lineal de la curva de curva. Se puede ajustar toda la curva a una función exponencial508 en la que
presión-volumen, cerca de la CRF. V = volumen, A = volumen pulmonar máximo teórico a una presión
transpulmonar infinita, B = diferencia de volumen entre A y la ordenada en
Distensibilidad = Δ
volumen el origen de la presión transpulmonar 0, P = presión transpulmonar y k = el
Δ presión exponente que describe la forma de la curva P-V.
La medición de la distensibilidad tiene la desventaja de depender
del tamaño pulmonar, lo que hace que la comparación entre dife-
rentes personas sea difícil. Para evitar este inconveniente varios tencia de las vías aéreas (Rva) es la diferencia entre la presión oral
investigadores han propuesto ajustar los datos de presión-volu- y alveolar dividida por el flujo y se mide en un pletismógrafo cor-
men a una ecuación exponencial208: poral de volumen constante. También se puede expresar como su
recíproco, la conductancia (Gva); como ambas mediciones varían
V = A – Be-kP con el volumen pulmonar, se pueden expresar como resistencia
específica (RSva = Rva × Volumen) y conductancia específica
donde A es el volumen pulmonar máximo teórico que se puede (GSva = Gva/Volumen).
conseguir a una presión transpulmonar infinita, B es la diferencia La resistencia pulmonar (RP) se obtiene dividiendo la diferen-
entre A y el volumen a una presión transpulmonar de cero, P es cia entre la presión oral y esofágica por el flujo. Como la diferencia
la presión transpulmonar y k es la constante de forma que refleja la de presión entre la boca y el espacio pleural durante la respiración
distensibilidad global del pulmón, independientemente del tama- refleja las propiedades tanto de resistencia como elásticas del pul-
ño pulmonar. El aumento del valor de k se correlaciona con la món, se debe restar la porción de la modificación de la presión
gravedad del enfisema que se mide morfológicamente, y se ha transpulmonar que se puede atribuir al retroceso elástico para
descrito disminución del valor de k en algunos casos de fibrosis medir la verdadera relación de presión-flujo210.
intersticial209. La resistencia del sistema respiratorio (Rsr) se mide mediante
Además de la distensibilidad, otros parámetros que se derivan de oscilación forzada durante la respiración o volumen corriente.
la curva de presión-volumen también reflejan las propiedades del Un altavoz genera pequeños pulsos de flujo en la boca, y se pue-
retroceso elástico del pulmón (figura 4-3). La presión de retroce- de analizar la relación entre la salida del altavoz y el flujo resul-
so elástico máximo que el paciente puede generar a CPT (PLmax) tante para obtener los valores de la resistencia total del sistema
refleja las propiedades del retroceso elástico del pulmón, así como respiratorio211.
la fuerza de los músculos inspiratorios. También se pueden deter-
minar las presiones de retroceso elástico a diferentes porcentajes Cocientes ventilación-perfusión
de la CPT (PL90, PL80, PL70, etc.).
Los métodos para evaluar los trastornos de los cocientes ventila-
Resistencia ción-perfusión se describen en el capítulo 1 (véase página 47). La
técnica que se utiliza con más frecuencia supone el cálculo del
La resistencia es la presión dividida por el flujo (R = P/V). En gradiente alveoloarterial de oxígeno utilizando la ecuación sim-
relación con los pulmones, se pueden medir tres formas. La resis- plificada del aire alveolar. Se puede medir el aumento del espacio
182 CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax

muerto «fisiológico» con la ecuación de Bohr, y se puede calcular


la mezcla venosa o el cortocircuito intrapulmonar verdadero.
Con frecuencia se utilizan radioisótopos para estudiar la des-
igualdad regional del cociente ventilación-perfusión; la técnica
50
de múltiples gases inertes proporciona la descripción más exacta de
la distribución de los cocientes ventilación-perfusión en el pul-
món, aunque no proporciona información regional y se utiliza 40 S52,5
únicamente como herramienta de investigación.

Ve (l/min)
30 DVe
S5
Control respiratorio DPCO2

La hipoventilación alveolar que se acompaña de una elevación de 20


la PaCO2 y la consiguiente disminución de la PaO2 es la vía común
final de muchos trastornos respiratorios. La dificultad clínica es 10 B
determinar por qué se ha producido la hipoventilación: ¿está
hipoventilando el paciente porque no quiere o no puede respirar lo
suficiente?212. El primer paso del estudio de «no puede frente a no 0
0 40 50 60 70
quiere» es la medición de los volúmenes pulmonares y las tasas de
PCO2 (mm Hg)D
flujo porque habitualmente no se produce hipoventilación como
consecuencia del aumento del trabajo de la respiración hasta que
hay una reducción hasta menos de 25% de los valores predichos. FIGURA 4-4
Si hay hipoventilación con una reserva ventilatoria adecuada está Curva de la respuesta ventilatoria al CO2. La curva de la respuesta
justificada una exploración más detallada del control respiratorio. ventilatoria a concentraciones crecientes de CO2 actúa como medida de la
Es difícil cuantificar los impulsos procedentes del centro res- quimiosensibilidad respiratoria. Se observa una relación lineal entre la
ventilación y la CO2 teleespiratoria con el método de reinhalación, y la
piratorio. La medición que refleja con más exactitud el impulso quimiosensibilidad se cuantifica como la pendiente de la curva ΔV· e/ΔPCO2.
neural central es un neurograma eléctrico del nervio frénico, pero Se representa una curva normal en la que ΔV· e/ΔPCO2 es 2,5 l/min/mm Hg.
esta prueba es difícil e invasora y se utiliza raras veces. Por tanto, Hay un amplio intervalo de valores normales para esta pendiente, y la
se han propuesto otras técnicas diferentes. relación se puede modificar por alteraciones del impulso central, de la
función neuromuscular o de la impedancia del sistema respiratorio.

Curvas de respuesta ventilatoria


La respuesta ventilatoria al dióxido de carbono se puede medir boca 100 ms después de la oclusión representa un intento de
con una técnica de estado estable o de reinhalación213, 214. Los superar este problema216. Esta técnica se lleva a cabo mientras el
resultados se expresan como la pendiente de la respuesta ventila- paciente respira normalmente en reposo o durante una medición
toria, ΔV/PCO2, cuya relación es lineal con una ordenada en el ori- en varias fases de la curva de respuesta ventilatoria a hipoxia o
gen con el eje del CO2, que refleja la PCO2 arterial inicial (figura 4-4). hipercapnia.
El intervalo de la respuesta ventilatoria al CO2 es notablemente Aunque puede haber una presión de oclusión elevada en un
amplio en personas normales (entre 0,57 y 8,17 l/min/mm Hg de paciente que tiene un pulmón rígido o unas vías aéreas estenosa-
aumento de la CO2215). das, esa presión produciría sólo un pequeño cambio de volumen;
La respuesta ventilatoria a la hipoxia se puede evaluar repre- por el contrario, sólo es preciso un pequeño cambio de presión
sentando las modificaciones de la ventilación en función de la para producir una modificación del volumen equivalente al volu-
disminución de la PO2 arterial o teleespiratoria a volumen men residual en una persona sana. Así, la presión es un indicador
corriente o como una función de la saturación arterial de oxíge- más directo del impulso para respirar que la ventilación. Los
no medida con un oxímetro215. La relación entre la ventilación y investigadores que utilizan esta técnica han demostrado que los
la PO2 es curvilínea (figura 4-5); la ventilación cambia poco has- pacientes que tienen un deterioro de la ventilación pueden tener
ta valores de PO2 de aproximadamente 50 o 60 mm Hg, y después un impulso normal o incluso superior a lo normal, y la disminu-
aumenta con una pendiente mayor. La relación entre la ventila- ción de la ventilación se puede atribuir sólo al aumento de la
ción y la saturación es lineal, de modo que es más fácil la cuan- impedancia del sistema respiratorio217.
tificación.
El intervalo de la respuesta ventilatoria normal a la hipoxemia Análisis del patrón respiratorio
también es muy amplio, con un valor de 1,47 l/min por cada 1%
de disminución de la saturación arterial; el 80% de las personas La ventilación en reposo o durante una respiración estimulada se
normales tiene una pendiente entre 0,6 y 2,75215. puede dividir en un componente de flujo y un componente de
tiempo:
Presiones de oclusión bucales
Ve = Vt/Ti × Ti/Ttot
La respuesta ventilatoria al CO2 y al O2 depende mucho de la
impedancia del sistema respiratorio (es decir, no es una medición donde Vt/Ti es el flujo inspiratorio medio (volumen corriente
directa del impulso neural para respirar). Así, un paciente podría dividido por el tiempo inspiratorio) y Ti/Ttot es el factor de tra-
tener unos impulsos eferentes neurales normales desde un centro bajo (cociente entre el tiempo inspiratorio y el tiempo del ciclo
respiratorio que funciona normalmente, pero la traducción de respiratorio total). Se puede conseguir un aumento de la ventila-
ese impulso neural en ventilación podría estar deteriorada por ción aumentando la tasa de flujo inspiratorio Vt/Ti y mantenien-
motivos puramente mecánicos. La medición de la presión en la do constante el cociente Ti/Ttot o aumentando Ti/Ttot y mante-
CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax 183

Rendimiento de los músculos respiratorios


140
La fase final de la evaluación del control respiratorio supone la
120 medición de los impulsos de salida neurológicos que se refleja en
el rendimiento de los músculos respiratorios. La forma más senci-
100 lla de estudiar la fuerza de los músculos inspiratorios y espirato-
Ventilación (l/min)

rios es medir la presión inspiratoria y espiratoria máxima (PImax


80 y PEmax o PIM y PEM) en la boca. Esta técnica implica que una
persona haga un esfuerzo inspiratorio y espiratorio máximo con-
60 tra una boquilla cerrada en la que se ha colocado una fuga peque-
ña para evitar el cierre glótico y la generación de presión por los
músculos bucales y orofaríngeos. Las presiones que se generan
40
dependen del volumen pulmonar al cual se realizó la prueba por-
que el volumen influye sobre la relación longitud-tensión de dife-
20
rentes músculos respiratorios. Así, la presión inspiratoria máxima
se genera cerca del VR y la presión espiratoria máxima cerca de la
0
0 60 70 80 90 100 CPT cuando se alargan los músculos espiratorios220.
Saturación de oxígeno (%) La medición de la PImax y de la PEmax da una estimación glo-
bal del rendimiento de los músculos respiratorios, pero la medi-
ción de la presión diafragmática máxima (PDImax) da una esti-
mación específica de la fuerza del diafragma. Esta última se obtiene
140
comparando la presión pleural y gástrica durante un esfuerzo
inspiratorio máximo contra una boquilla cerrada y ha resulta-
120
do ser útil en la detección de la parálisis diafragmática unilateral
o bilateral.
100
Ventilación (l/min)

Pruebas de provocación mediante inhalación


80
Las pruebas de provocación mediante inhalación se pueden divi-
60 dir en los tipos inespecífico y específico. El primero incluye las
pruebas que suponen la provocación con aerosoles de agonistas
40 nebulizados, como metacolina, histamina o suero salino hipertó-
nico, y los que se han diseñado para producir enfriamiento y dese-
20 cación de la mucosa de las vías aéreas por el ejercicio y la hiper-
ventilación isocápnica. Las pruebas de provocación específicas
0 suponen la inhalación de alergenos a los que se sabe o se sospecha
0 30 40 50 60 70 80 90 100 que el paciente es sensible, o la exposición a polvo o agentes
PO2 (mm Hg) ambientales que provocan respuestas pulmonares idiosincrásicas
en algunas personas.
FIGURA 4-5
Respuesta ventilatoria a la hipoxemia. La respuesta ventilatoria a la
Pruebas de provocación mediante inhalación
hipoxemia se estudia representando la ventilación frente a las modificaciones inespecíficas
de la saturación de oxígeno (gráfico superior) o la PO2 (gráfico inferior). Estas
dos curvas representativas muestran un amplio intervalo de respuestas La mayor parte de las técnicas que se utilizan para medir la reac-
normales, que son los límites superior e inferior de las respuestas normales. tividad bronquial inespecífica supone la inhalación de un aerosol
La ventaja de utilizar la saturación de O2 como variable independiente es que contiene un fármaco broncoconstrictor conocido. Metacoli-
que se producen relaciones lineales que permiten una comparación más
sencilla en un mismo paciente o entre pacientes distintos.
na es el fármaco de elección, y su utilización se resume en una
declaración de la American Thoracic Society221. La inhalación se
inicia con suero salino y después con una concentración o dosis
baja del agonista. La dosis se aumenta progresivamente y se mide
niendo constante Vt/Ti. Se piensa que el componente Vt/Ti refle- un índice de estenosis de las vías aéreas en cada etapa, de modo
ja los impulsos neurales que proceden del centro respiratorio, que se puede construir una curva de dosis-respuesta.
mientras que la relación Ti/Ttot refleja el elemento de tiempo218. Se han desarrollado diversas técnicas para administrar los ago-
nistas, para medir la respuesta y para expresar los resultados. La
Electromiografía técnica que se utiliza más y que se ha estandarizado con más cui-
dado supone la administración de metacolina nebulizada con
Los impulsos eferentes del centro respiratorio se pueden medir una máscara facial durante la respiración a volumen corriente;
mediante la electromiografía del diafragma o de otros músculos res- inhalaciones de 2 minutos de concentraciones crecientes del ago-
piratorios. Los registros se hacen con electrodos de superficie que se nista se siguen de la medición del VEMS1. La prueba finaliza cuan-
colocan en el quinto, sexto y séptimo espacios intercostales, cerca de do hay una disminución del VEMS1 de al menos un 20% o
las uniones costocondrales, o con un electrodo esofágico219. La téc- cuando se alcanza la máxima concentración del agonista. El nivel
nica tiene varias desventajas, en particular que es invasora y que está de hiperreactividad inespecífica se calcula como la concentración
a un escalón de los impulsos eléctricos del centro respiratorio. del agonista inhalado que produce una disminución del VEMS1
184 CAPÍTULO 4 ■ Métodos diagnósticos en las enfermedades del tórax

del 20% (PC20)222. En pacientes estables las mediciones muestran lación, y se puede calcular el nivel de ventilación o la pérdida caló-
una reproducibilidad notable a lo largo del tiempo. rica respiratoria calculada que produce una disminución dada del
La PC20 es menor de 8 mg/ml en pacientes asmáticos sintomá- VEMS1 de una manera similar a la que se calcula la PC20.
ticos, mientras que en las personas que tienen una función pul-
monar normal y no tienen antecedentes de enfermedad pulmo- Concentración de óxido nítrico en el aire
nar habitualmente es mayor de 16 mg/ml. Estos valores permiten espirado
una separación clara de los pacientes que tienen una enfermedad
reactiva de las vías aéreas de las personas normales, aunque los El análisis de las concentraciones inspiradas de gases distintos al O2
pacientes que tienen EPOC, fibrosis quística u otras enfermeda- y al CO2 es una prueba de «función pulmonar» que se ha desarro-
des crónicas de las vías aéreas pueden tener valores intermedios. llado recientemente. La más prometedora es la utilización de la
Así, en casos dudosos la prueba puede apoyar un diagnóstico de concentración espirada de NO. La American Thoracic Society ha
asma y es particularmente útil en pacientes cuya espirometría ini- propuesto normas para la medición del NO espirado226a. El NO
cial es normal o cuyo síntoma principal es la tos. En los pacientes espirado está elevado en pacientes asmáticos y disminuye hasta
que tienen asma las mediciones de la reactividad bronquial se concentraciones normales cuando el tratamiento controla el asma.
correlacionan bien con la gravedad de los síntomas y la necesidad Se ha propuesto que el NO espirado es un marcador de la actividad
de medicación222. de la reacción inflamatoria alérgica característica del asma227.
La reactividad bronquial puede modificarse a lo largo del
tiempo; por ejemplo, un tratamiento intensivo puede producir
una disminución de la reactividad bronquial inespecífica, mien- BIBLIOGRAFÍA
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C A P Í T U L O C I N C O

ENFERMEDADES PULMONARES CONGÉNITAS


Y METABÓLICAS

MALFORMACIONES Comunicación directa de la arteria Proteinosis alveolar pulmonar 207


BRONCOPULMONARES 189 pulmonar derecha con la aurícula Etiología y patogenia 207
Agenesia, aplasia e hipoplasia izquierda 201 Características anatomopatológicas 208
pulmonar 189 Manifestaciones radiológicas 208
MALFORMACIONES DE LAS VENAS
Etiología y patogenia 189 Manifestaciones clínicas 209
PULMONARES 201
Características anatomopatológicas 189 Hallazgos de laboratorio y diagnóstico 209
Estenosis o atresia congénita de las venas
Manifestaciones radiológicas 189 Pronóstico y evolución natural 210
pulmonares 201
Manifestaciones clínicas 191 Amiloidosis 210
Varicosidades de las venas pulmonares 201
Secuestro broncopulmonar 191 Patogenia 211
Drenaje venoso pulmonar anómalo 201
Patogenia 191 Características anatomopatológicas 211
Secuestro intralobar 191 MALFORMACIONES DE LAS ARTERIAS Manifestaciones radiológicas 212
Características anatomopatológicas Y DE LAS VENAS 202 Manifestaciones clínicas 212
Manifestaciones radiológicas Síndrome del pulmón hipogenético 202 Hallazgos de laboratorio 213
Manifestaciones clínicas Fístula arteriovenosa congénita 203 Pronóstico y evolución natural 213
Secuestro extralobar 192 Características anatomopatológicas 203 Microlitiasis alveolar pulmonar 213
Quistes broncógenos 192 Manifestaciones radiológicas 203 Enfermedades por almacenamiento
Quistes broncógenos pulmonares 194 Manifestaciones clínicas 203 de lípidos 214
Quistes broncógenos mediastínicos 194 MALFORMACIONES DE LOS Enfermedad de Gaucher 214
Malformación adenomatoidea LINFÁTICOS PULMONARES 204 Enfermedad de Niemann-Pick 214
congénita 196 Síndrome de Hermansky-Pudlak 215
Linfangiomatosis pulmonar difusa 204
Atresia bronquial congénita 197 Enfermedad de Erdheim-Chester 215
Linfangiectasia pulmonar congénita 204
Ramificación traqueobronquial Enfermedades por almacenamiento
anómala 198 MALFORMACIONES VASCULARES de glucógeno y mucopolisacáridos 215
Fístulas traqueoesofágicas MISCELÁNEAS 205 Enfermedades hereditarias del tejido
y broncoesofágicas 198 Malformaciones del corazón y de conjuntivo 215
los grandes vasos que producen aumento Síndrome de Marfan 215
MALFORMACIONES DE LAS ARTERIAS
del flujo sanguíneo pulmonar 205 Síndrome de Ehlers-Danlos 215
PULMONARES 199
Malformaciones del corazón y de los Alteraciones pulmonares en
Ausencia de la arteria pulmonar
grandes vasos que producen disminución enfermedades endocrinológicas
principal 199
del flujo sanguíneo pulmonar 205 sistémicas 216
Interrupción proximal de la arteria
pulmonar 200 Vascularización arterial sistémica Diabetes mellitus 216
Origen anómalo de la arteria pulmonar del pulmón 206 Hipopituitarismo y acromegalia 216
izquierda 200 ENFERMEDADES PULMONARES Hipotiroidismo 216
Estenosis de la arteria pulmonar 200 METABÓLICAS 206 Hipertiroidismo 216
Aneurismas congénitos de la arteria Calcificación y osificación pulmonar 206 Hiperparatiroidismo 217
pulmonar 200 Calcificación metastásica 207

mismo paciente3-5. Por tanto, se puede poner en duda la presen-

P
ara facilitar el análisis, las malformaciones congénitas de la
tráquea, de los pulmones y de los vasos pulmonares princi- cia de diferencias patogénicas significativas y la fiabilidad de una
pales se pueden dividir en dos grupos, dependiendo del pri- clasificación morfológica precisa.
mordio que esté afectado predominantemente: 1) las que se ori- Por razones evidentes, la mayor parte de las malformaciones
ginan en el intestino anterior primitivo o en su derivado en congénitas que afectan a los pulmones se manifiesta en el
esbozo pulmonar (malformaciones broncopulmonares o del intes- momento del nacimiento o poco después. Sin embargo, se han
tino anterior) y 2) las que se originan en el sexto arco aórtico o en descrito ejemplos ocasionales de la mayor parte de las malforma-
las radículas venosas y sus derivados (malformaciones vasculares ciones en adolescentes y en adultos, y es importante que los neu-
pulmonares). A pesar de la comodidad de esta división y la utili- mólogos sean conscientes de ellas, aunque en su práctica no
zación de términos específicos para los diferentes patrones ató- atiendan niños. También es importante reconocer que las mal-
micos de enfermedad, se debe tener en cuenta que hay un solapa- formaciones del desarrollo y del crecimiento pulmonar durante
miento considerable entre las enfermedades de ambos grupos1, 2 y la infancia pueden tener efectos significativos sobre la función
que de manera ocasional se identifican múltiples lesiones en el pulmonar en la vida adulta.

188
CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas 189

MALFORMACIONES una cantidad normal o excesiva indican que pueden ser más
BRONCOPULMONARES importantes otros factores, como la pérdida de la capacidad de los
pulmones de conservar el líquido que producen normalmente15, 16.
Agenesia, aplasia e hipoplasia pulmonar Como ese líquido normalmente ejerce una presión positiva en el
interior del pulmón en desarrollo, el déficit de este líquido teóri-
La detención del desarrollo del pulmón se puede clasificar en tres camente pero podría producir la pérdida de una plantilla interna
tipos: 1) agenesia, en la que haya ausencia completa de uno o de los alrededor de la cual se puede formar el pulmón.
dos pulmones, sin restos de tejido bronquial, vascular o parenqui- También se ha demostrado que la hipoplasia pulmonar aparece
matoso; 2) aplasia, en la que se ha suprimido todo excepto un en animales sometidos a una lesión intrauterina de la médula cer-
bronquio rudimentario que termina en un bolsillo ciego, sin datos vical15 y a la sección bilateral del nervio frénico17. Por tanto, se ha
de vasculatura pulmonar ni de parénquima, y 3) hipoplasia, en la propuesto que el sistema nervioso central (SNC) puede tener una
que la morfología macroscópica del pulmón es esencialmente poco función importante en el desarrollo pulmonar, posiblemente man-
llamativa pero hay una disminución del número o del tamaño de teniendo los movimientos respiratorios fetales normales18; de
las vías aéreas, de los vasos y de los alvéolos. En la práctica raras manera que cabe concebir que alguna alteración neurológica podría
veces es evidente una distinción etiológica, patogénica y clínica producir la hipoplasia pulmonar humana. También es posible que
entre la agenesia y la aplasia, y habitualmente se consideran en con- una disminución del movimiento de los músculos respiratorios sea
junto las dos enfermedades7. Por el contrario, la hipoplasia con fre- importante en la hipoplasia que se asocia a deformidad de la pared
cuencia se asocia a otras malformaciones congénitas, muchas de las torácica o disfunción del músculo diafragmático.
cuales pueden ser importantes en la patogenia, y es probable que la Hipoplasia primaria. La patogenia de esta hipoplasia primaria
mayor parte de estos casos represente una enfermedad que es cua- es menos evidente que la de la forma secundaria12. Por definición
litativamente diferente de la agenesia y de la aplasia. no se asocia a otras malformaciones y muy probablemente repre-
La hipoplasia pulmonar se puede considerar como primaria senta un defecto intrínseco del desarrollo pulmonar. Cabe con-
(sin factores etiológicos asociados evidentes) o secundaria (cuan- cebir que en algunos casos también pudieran estar implicadas
do aparece con otras malformaciones congénitas que pueden alteraciones no reconocidas del control por el SNC de los movi-
estar implicadas en su patogenia). Típicamente afecta a todo el mientos respiratorios fetales.
pulmón; cuando afecta sólo a un lóbulo con frecuencia se acom-
paña de malformaciones de la arteria pulmonar ipsolateral y dre- Características anatomopatológicas
naje venoso pulmonar anómalo (síndrome del pulmón hipoge-
nético; véase página 202). Aunque la gravedad y el tipo de las alteraciones varían entre casos
diferentes, el hallazgo más constante en la hipoplasia pulmonar
Etiología y patogenia secundaria es la disminución del número de generaciones de las
vías aéreas, desde aproximadamente el 50% hasta el 75% de lo
Agenesia/aplasia. Se ha descrito ocasionalmente agenesia normal19-21. Además, con frecuencia hay disminución del núme-
(aplasia) pulmonar unilateral en gemelos y lactantes que tienen ro de alvéolos, que según un grupo de investigadores es aproxi-
malformaciones cromosómicas, lo que indica una base genética madamente un tercio de lo normal21. Esta disminución del
de la malformación8. También se ha descrito esta malformación número con frecuencia se asocia a una disminución del tamaño
asociada a malformaciones de la pared torácica y del esqueleto o alveolar. Algunos investigadores han mostrado una maduración
de la parte ipsolateral de la cara8-10, lo que ha llevado a algunos de las vías aéreas y los alvéolos normal para su edad gestacional;
autores a proponer una malformación subyacente del desarrollo otros han encontrado un aspecto inmaduro19, 22. También se han
de los arcos aórticos8, 10. identificado malformaciones del sistema arterial pulmonar, que
Hipoplasia secundaria. La disminución del volumen del suponen la disminución del tejido elástico de las arterias de
hemitórax ipsolateral es la malformación asociada más frecuente mayor tamaño, el aumento del músculo en las arterias que nor-
y en sí misma puede tener varias causas. La más frecuente es una malmente son musculares y la extensión del músculo hacia arte-
masa ocupante de espacio en el interior de la cavidad pleural, rias que normalmente no son musculares. La base de la variación de
habitualmente el contenido abdominal que se desplaza a través de los hallazgos morfológicos puede relacionarse con la gravedad y
una hernia diafragmática congénita11. Además, se han asociado la causa de la hipoplasia, así como con el momento de los acon-
diversas deformidades musculoesqueléticas de la caja torácica12, tecimientos etiológicos que produjeron la malformación23.
del diafragma13 y de la pared abdominal14; aunque estas deformi-
dades también pueden actuar reduciendo el tamaño de la cavidad Manifestaciones radiológicas
torácica, es posible que la disminución de los movimientos respi-
ratorios intrauterinos que produce la disminución de la distensi- Los hallazgos radiológicos en los casos de agenesia, aplasia o hipo-
bilidad de la pared torácica o la disminución de la masa pulmo- plasia grave son similares y se caracterizan principalmente por una
nar también puedan ser importantes (véase posteriormente). ausencia total o casi total de pulmón aireado en un hemitórax
Otro grupo relativamente frecuente de malformaciones congé- (figura 5-1). La marcada reducción de volumen está indicada por
nitas que se asocian a la hipoplasia pulmonar afecta al riñón y al la aproximación de las costillas, la elevación del hemidiafragma
aparato urinario. De éstas, la más frecuente es el síndrome de Pot- ipsolateral y el desplazamiento del mediastino. En la mayor parte
ter (agenesia renal, cara anormal, malformaciones de las extremi- de los casos el pulmón contralateral está muy hiperinsuflado y
dades e hipoplasia pulmonar). Se ha propuesto que la presencia de desplazado, junto con el mediastino anterior, hacia el hemitórax
oligohidramnios en estas enfermedades produce hipoplasia como afectado24; este desplazamiento de pulmón aireado hacia el lado
consecuencia de la compresión torácica por la pared uterina que de la agenesia puede generar cierta confusión en el diagnóstico.
está íntimamente apuesta12. Aunque teóricamente este mecanis- Puede ser necesaria una TC para establecer el grado de desarrollo
mo es posible, los casos ocasionales en los que hay malformacio- insuficiente25 o para diferenciar la agenesia de otras enfermedades
nes tanto renales como pulmonares y el líquido amniótico está en que pueden simularla desde el punto de vista radiográfico, como
190 CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas

FIGURA 5-1
Agenesia del pulmón derecho. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra un marcado desplazamiento del mediastino hacia la
derecha, y tanto el corazón como el esófago están totalmente en el interior del hemitórax derecho (este último está indicado por la posición de la
sonda nasogástrica, flechas sólidas). El pulmón izquierdo está muy hiperinsuflado, como indica el desplazamiento de la línea de unión mediastínica
anterior en la proyección posteroanterior (flecha abierta) y el gran espacio aéreo retroesternal en la proyección lateral (B). Un broncograma (C)
no muestra vestigios de bronquio principal derecho (las flechas señalan el medio de contraste en el esófago desplazado). Un angiograma
pulmonar (D) muestra la ausencia total de la arteria pulmonar derecha. (Por cortesía del Dr. David Stephen, Royal Prince Albert Hospital, Sydney,
Australia.)
CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas 191

la atelectasia total de cualquier causa, las bronquiectasias graves No están claros los mecanismos del desarrollo que subyacen a
con colapso y el fibrotórax avanzado26. También se puede hacer el la vascularización anormal del pulmón secuestrado. Normal-
diagnóstico de agenesia con RM27. En los pacientes que tienen mente, cuando la arteria pulmonar se origina en el sexto arco
aplasia, la TC puede mostrar el bronquio rudimentario, así como embrionario e invagina sus ramas en el primordio pulmonar
la ausencia de la arteria pulmonar ipsolateral25. En los pacientes primitivo, las ramas del plexo esplácnico que inicialmente vascu-
que tienen hipoplasia la TC puede mostrar el bronquio permea- larizan el esbozo pulmonar regresan y quedan sólo como las
ble, la arteria pulmonar y el pulmón hipoplásico25. arterias bronquiales. De acuerdo con la teoría establecida, persis-
ten ramas adicionales y dan lugar a la vascularización arterial sis-
Manifestaciones clínicas témica anómala del pulmón secuestrado. El motivo de esta posi-
ble persistencia puede ser el fallo del crecimiento vascular
Los hallazgos clínicos dependen del grado de la malformación pulmonar normal que produce la posición anormal del frag-
pulmonar y de la presencia de malformaciones congénitas en otra mento de una rama secuestrado.
localización, particularmente malformaciones de los riñones, el Aunque la mayoría de los investigadores piensa que el secues-
diafragma y la pared torácica. En los pacientes asintomáticos la tro broncopulmonar representa una malformación congénita,
exploración física muestra de manera característica asimetría de algunos han propuesto que la forma intralobar es de hecho una
los dos lados del tórax, reducción del movimiento respiratorio y lesión adquirida, patogénicamente distinta de la variedad extra-
ausencia de entrada de aire en el lado afectado. Los pacientes que lobar30, 31. De acuerdo con este punto de vista, el episodio inicial
tienen aplasia manifiestan hallazgos similares. en la formación de un secuestro intralobar es la obstrucción
Aunque la mayor parte de los datos indica que los pacientes bronquial focal, probablemente producida por una infección o
que tienen agenesia pulmonar unilateral habitualmente mueren aspiración de un cuerpo extraño. La persistencia de la obstruc-
en el período neonatal, claramente es posible la supervivencia ción (o tal vez los efectos de una neumonitis infecciosa asociada)
hasta la edad adulta, a veces sin síntomas9. El número de perso- da lugar a las alteraciones quísticas y fibróticas características del
nas que sobreviven con hipoplasia es indudablemente mucho parénquima pulmonar. También se piensa que el proceso infla-
mayor. Sin embargo, esta malformación parece predisponer a las matorio inicial interrumpe el flujo sanguíneo pulmonar hacia el
infecciones respiratorias12, y algunos pacientes mueren por esta segmento pulmonar afectado; la hipertrofia de las arterias sisté-
complicación antes de llegar a la adolescencia. De los que sobre- micas (cuyas ramas pequeñas están presentes normalmente en el
viven, muchos tienen alteraciones leves de la función pulmonar, ligamento pulmonar de algunas personas) da lugar posterior-
como aumento del volumen residual y de la reactividad de las vías mente a la vascularización «anómala».
aéreas a metacolina28.
Secuestro intralobar
Secuestro broncopulmonar
La incidencia del secuestro intralobar es baja; en una revisión
El secuestro broncopulmonar es una malformación pulmonar en de la bibliografía hasta 1975 sólo se habían identificado 400 casos29.
la que una porción del parénquima pulmonar está separada del En aproximadamente dos tercios de los casos el pulmón secues-
resto del pulmón normal y recibe su vascularización de una arteria trado está situado en el surco paravertebral en el interior del seg-
sistémica. Esta malformación puede ser intralobar o extralobar; el mento broncopulmonar posterior del lóbulo inferior izquierdo;
primer tipo es contiguo a parénquima pulmonar normal y está en la mayoría de los demás casos ocupa la misma región anató-
localizado en el interior de la misma cubierta pleural visceral; el mica del lóbulo inferior derecho. Esta malformación se asocia
último está encerrado en su propia membrana pleural, habitual- con poca frecuencia a otras malformaciones, de las que las más
mente cerca de un pulmón normal pero, a veces en el interior del frecuentes son divertículos esofágicos, hernia diafragmática y
diafragma o debajo del mismo. Aunque se analiza aquí como una diversas malformaciones esqueléticas y cardíacas32.
entidad específica, el secuestro posee características anatómicas
que se superponen a las de otras distintas malformaciones con- Características anatomopatológicas
génitas, y se ha puesto en duda el carácter distintivo de esta enfer-
medad2, 29. Macroscópicamente el tejido anormal habitualmente está bien
delimitado del parénquima pulmonar circundante y está forma-
Patogenia do por uno o más espacios quísticos con una cantidad variable de
tejido interpuesto más sólido (véase figura en color 5-1). Los
La teoría patogénica más aceptada considera que el secuestro es quistes están llenos de moco o, cuando hay infección, de pus.
una malformación congénita de la ramificación traqueobron- Microscópicamente son similares a bronquios dilatados con epi-
quial con persistencia y desarrollo localizado de un fragmento telio respiratorio y de manera ocasional placas de cartílago mural.
separado de una rama y conservación de su vascularización sisté- La cantidad de tejido parenquimatoso interpuesto varía desde
mica embrionaria. La localización del secuestro puede reflejar el escaso a abundante y en los casos no complicados muestra alte-
momento en el que se produce la aberración del desarrollo. Los raciones de neumonitis obstructiva.
fragmentos del árbol bronquial en desarrollo que se separan en El tejido normal invariablemente obtiene su vascularización
una fase temprana del esbozo pulmonar primitivo o de un diver- arterial de la aorta o de una de sus ramas, la mayoría de las veces
tículo separado del intestino anterior pueden adquirir una de la aorta torácica descendente; aunque habitualmente es solita-
cubierta pleural separada y se pueden desarrollar en el interior rio, se pueden ver múltiples vasos tributarios. Típicamente el vaso
del mediastino o fuera del tórax, formando de esta manera un anómalo entra en el pulmón a través de la parte inferior del liga-
secuestro extralobar. Por el contrario, cabría esperar que frag- mento pulmonar y es mucho mayor de lo que cabría esperar para
mentos bronquiales separados del pulmón desarrollado parcial- el volumen de tejido que vasculariza. El drenaje venoso se realiza
mente continuaran su desarrollo en el interior del propio pul- casi siempre a través del sistema venoso pulmonar, creando de
món, convirtiéndose de esta manera en la forma intralobar. esta manera un cortocircuito de izquierda a derecha.
192 CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas

Manifestaciones radiológicas Los hallazgos radiográficos típicamente están formados por una
opacidad triangular bien definida en el ángulo costofrénico poste-
La manifestación radiográfica más frecuente es opacidad homo- rior, habitualmente adyacente al hemidiafragma izquierdo32, 39. La
génea en el segmento basal posterior de un lóbulo inferior (habi- aortografía generalmente muestra la vascularización arterial sisté-
tualmente el izquierdo, y casi invariablemente contiguo al hemi- mica anómala; se ven múltiples vasos nutricios en aproximada-
diafragma) (figura 5-2); con menos frecuencia tiene el aspecto mente el 20% de los casos39. La identificación del drenaje venoso,
de una masa quística o de vasos prominentes31, 33, 34. El diagnós- habitualmente hacia una vena sistémica, puede precisar el catete-
tico definitivo se basa en la demostración de la vascularización rismo selectivo de los vasos nutricios. Los hallazgos de la TC son la
anómala. Tradicionalmente esta demostración se ha realizado mayoría de las veces una opacidad homogénea o una masa bien
mediante aortografía, una técnica que permite evaluar el origen delimitada34, 39; de manera ocasional se ven zonas quísticas.
de la vascularización arterial, la identificación de uno o más vasos Como el tejido pulmonar secuestrado está envuelto en su propio
tributarios y la evaluación del drenaje venoso31. La identificación saco pleural, la probabilidad de que se infecte es muy pequeña salvo
de la vascularización arterial sistémica también se puede realizar que haya una comunicación con el aparato digestivo40. Por tanto, la
mediante TC (véase figura 5-2)31, 34. La demostración del origen y principal forma de manifestación en pacientes que no tienen otras
del trayecto del vaso sistémico anómalo que vasculariza el pul- malformaciones congénitas significativas es una masa homogénea
món secuestrado ha mejorado mucho con la aparición de la TC de tejidos blandos en una persona asintomática. Al igual que en el
helicoidal, particularmente la TC multidetector, y la utilización secuestro intralobar, se debe determinar la vascularización arterial
de reformateado multiplanar31, 35, 36. sistémica de esta malformación antes de realizar la operación.
Aunque la RM se ha realizado sólo en algunos casos, permite una
visualización excelente de los vasos en múltiples planos de visuali- Quistes broncógenos
zación y puede evitar la necesidad de una angiografía31, 37. Esta téc-
nica puede mostrar vasos que no se visualizan en la arteriografía38. Al igual que en el caso del secuestro broncopulmonar, se piensa
que los quistes broncógenos representan porciones localizadas del
Manifestaciones clínicas árbol traqueobronquial que se separan de las vías aéreas adyacen-
tes durante el proceso de ramificación. Sin embargo, al contrario
La mayor parte de los pacientes está asintomática hasta que se pro- que estos últimos, no experimentan un desarrollo ulterior y, por
duce una infección respiratoria aguda, que en muchos casos no se tanto, no tienen parénquima asociado ni una vascularización dife-
produce hasta la edad adulta32. Los síntomas y signos habitual- renciada. Algunos autores piensan que representan un extremo de
mente son los de una neumonía aguda del lóbulo inferior, y el un espectro de enfermedades patogénicamente similares que
defecto básico se hace evidente sólo mediante la observación incluye el secuestro y (posiblemente) las bronquiectasias quísticas
radiológica de la secuencia de alteraciones que se produce duran- congénitas41, 42. Aproximadamente del 75% al 85% de los quistes
te la resolución de la infección. Las infecciones habitualmente está localizado en el mediastino y el 15% al 25% en el pulmón43, 44.
están producidas por bacterias piógenas. El diagnóstico diferencial Histológicamente la pared del quiste está típicamente recubier-
incluye bronquiectasias, absceso pulmonar y hernia de Bochdalek. ta por epitelio respiratorio o epitelio epidermoide metaplásico y
contiene cartílago, músculo liso y a veces glándulas seromucinosas
Secuestro extralobar de tipo bronquial (figura 5-3). La presencia de estas estructuras,
especialmente el cartílago, es esencial para establecer la naturaleza
El secuestro pulmonar extralobar es menos frecuente que la congénita del quiste. Aunque quistes intrapulmonares que no con-
variedad intralobar; en la revisión de secuestros que se citó pre- tienen cartílago ni glándulas en su pared pueden representar quis-
viamente sólo se habían identificado 123 casos hasta 197529. La tes broncógenos, las paredes de las cavidades de abscesos curados
malformación se relacionaba con el hemidiafragma izquierdo en pueden contener muy poco tejido fibroso y tienen la capacidad de
el 90% de los casos; puede estar situada entre la superficie infe- epitelizarse con un epitelio ciliado seudoestratificado. Por otro
rior del lóbulo inferior y el diafragma, debajo del diafragma o en lado, se puede destruir el epitelio y porciones de la pared de un
el interior de la sustancia del diafragma; de manera ocasional está quiste congénito verdadero si el quiste se infecta de manera secun-
localizado en el retroperitoneo o en el mediastino. daria, de modo que su ausencia no excluye un origen congénito
Al igual que en el secuestro intralobar, la vascularización arterial cuando hay una inflamación. Por tanto, en la práctica puede ser
sistémica habitualmente procede de la aorta, habitualmente la por- imposible diferenciar un quiste congénito intrapulmonar infecta-
ción abdominal o una de sus ramas. Sin embargo, al contrario que do de una ampolla adquirida infectada o de un absceso únicamen-
la variedad intralobar, el drenaje venoso generalmente se realiza a te por criterios morfológicos; en estos casos los datos radiológicos
través del sistema venoso sistémico (la vena cava inferior, las venas de enfermedad previa también pueden ser útiles en el diagnóstico.
ácigos o hemiácigos o el sistema porta) y se crea un cortocircuito Aunque es mucho menos probable que las características mor-
de izquierda a derecha. Además, al contrario que el secuestro intra- fológicas de los quistes bronquiales mediastínicos se alteren por
lobar, la malformación extralobar se ve la mayoría de las veces en una infección, también puede ser difícil hacer un diagnóstico his-
recién nacidos y en muchos casos se asocia a otras malformaciones tológico preciso. Como el epitelio esofágico es ciliado y seudoes-
congénitas, particularmente eventración o parálisis del hemidia- tratificado durante su desarrollo temprano y en el esófago nor-
fragma ipsolateral (en aproximadamente el 60% de los casos12) y mal se pueden encontrar glándulas seromucinosas similares a las
hernia diafragmática izquierda (en aproximadamente el 30%32). glándulas bronquiales, es posible que un quiste mediastínico que
Morfológicamente el tejido secuestrado está encerrado total- no contiene cartílago y que está situado posteriormente pueda
mente en un saco pleural. La superficie de corte muestra un teji- tener un origen esofágico45. Debido a estas posibles dificultades
do esponjoso de color bronceado con vasos dispuestos de mane- diagnósticas, probablemente sea más correcto clasificar de ma-
ra irregular, con frecuencia más prominentes en un extremo de la nera imprecisa como quistes simples a los quistes mediastínicos
pieza. Las vías aéreas habitualmente son escasas y el tejido paren- que contienen sólo epitelio de tipo respiratorio sin estructuras
quimatoso con frecuencia tiene un aspecto inmaduro. adicionales que indiquen un origen bronquial.
CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas 193

FIGURA 5-2
Secuestro pulmonar intralobar. Las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) del tórax de
un varón de 32 años de edad con antecedentes de neumonía recurrente muestran una zona de
aumento homogéneo de la opacidad en la región basal posterior del lóbulo inferior izquierdo. La
opacidad está en contacto con el diafragma. La TC (C) no muestra datos de aireación. Un corte
a la altura del hemidiafragma izquierdo (D) muestra una arteria que se origina en la aorta
torácica descendente y que se extiende hacia el pulmón secuestrado (flecha). E. En la aortografía
se vio un único vaso nutricio (flecha). (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
194 CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas

FIGURA 5-3
Quiste broncógeno mediastínico. Hay un quiste unilocular de aproximadamente 2 cm de diámetro mayor en el tejido conjuntivo
adyacente a la tráquea inmediatamente por encima del origen del bronquio principal izquierdo (A). Un corte histológico de la pared del
quiste (B) muestra cartílago (C), glándulas seromucinosas (flecha) y tejido fibroso (F). Con este aumento la cubierta epitelial respiratoria se
ve sólo como una línea negra a la derecha del cartílago. El quiste fue un hallazgo casual en una mujer de 65 años de edad. (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

Quistes broncógenos pulmonares heterogéneo y pueden ser similares a un absceso51. De manera oca-
sional están llenos de aire y son multiloculares44. La RM es superior
El aspecto radiográfico típico es una opacidad redonda u ovalada a la TC en el diagnóstico, y el hallazgo característico es una elevada
bien circunscrita de densidad unitaria en el tercio medial de un intensidad de señal homogénea (próxima a la del líquido cefa-
lóbulo inferior. Las radiografías seriadas habitualmente muestran lorraquídeo) en imágenes de eco-espín potenciadas en T251, 52.
pocas alteraciones de tamaño y forma a lo largo del tiempo, aun- En los adultos, la mayoría de los quistes broncógenos pulmo-
que a veces se puede observar un crecimiento lento en un período nares no infectados no produce síntomas y se descubre sólo de
de años. De manera característica, las lesiones no se comunican manera accidental en una radiografía de tórax de cribado. Los
con el árbol traqueobronquial hasta que se infectan, una evolución síntomas, de los cuales el más frecuente es la hemoptisis, se rela-
que se produce finalmente en aproximadamente el 75% de los cionan de manera casi invariable con la infección del quiste y
casos. Cuando se ha establecido una comunicación, el quiste con- alrededor del mismo. La comunicación entre un quiste y el árbol
tiene aire, con o sin líquido (figura 5-4)46; en estos casos la defini- traqueobronquial puede incorporar un mecanismo valvular que
ción nítida habitual de la opacidad puede estar oscurecida por la puede dar lugar a una expansión rápida del quiste53.
consolidación del parénquima circundante, y la naturaleza verda-
dera del quiste se hace evidente sólo cuando se ha resuelto la neu- Quistes broncógenos mediastínicos
monitis. Se puede hacer un diagnóstico fiable con la TC por la pre-
sencia de una atenuación homogénea que no se refuerza y que Los quistes broncógenos mediastínicos habitualmente se ven
tiene una densidad igual a la del agua o próxima a la misma (0 a como masas bien definidas de densidad homogénea en la región
20 unidades Hounsfield [UH]) y una pared lisa y delgada25, 47, 48. En paratraqueal derecha (figura 5-5) o inmediatamente inferiores a
aproximadamente el 50% de los casos los quistes tienen una densi- la carina y ligeramente a la derecha de la misma, superpuestos a
dad mayor que la del agua como consecuencia de la presencia de la sombra del hilio derecho. La mayoría tiene forma ovalada o
material proteináceo o de calcio en el contenido del quiste49, 50. La redonda; la forma puede variar con la inspiración y la espiración.
TC con frecuencia muestra zonas de cicatrización y disminución Al contrario que los quistes broncógenos pulmonares, la variedad
de la atenuación y de la vascularidad en el pulmón adyacente48. mediastínica raras veces se comunica con el árbol traqueobron-
Cuando están infectados, los quistes pueden tener un refuerzo quial54.
CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas 195

FIGURA 5-4
Quiste broncógeno congénito. Las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) muestran un espacio quístico grande en el lóbulo inferior izquierdo
que contiene un nivel líquido prominente. La pared del quiste medía un máximo de 3 mm de anchura. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

FIGURA 5-5
Quiste broncógeno mediastínico. Una imagen de una radiografía posteroanterior de tórax (A) de una mujer de 60 años de edad muestra una masa
paratraqueal derecha (flecha). Una TC potenciada con contraste (B) muestra que la lesión (flecha) tiene la densidad agua homogénea característica de un
quiste broncógeno. El valor de la atenuación era de 9 UH. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the
Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
196 CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas

Se puede hacer de manera fiable un diagnóstico de quiste mente en los primeros 5 años de vida. También se han detectado
benigno en la TC cuando tiene una atenuación homogénea de la casos en adultos hasta aproximadamente los 60 años de edad62, 63.
densidad del agua o próxima a la misma (0 a 20 UH) (véase fi- Esta enfermedad se ha dividido en cinco subtipos morfológicos
gura 5-5)44, 49. En aproximadamente el 50% de los pacientes los que probablemente estén formados por un espectro de malforma-
quistes tienen una atenuación mayor (130 UH) y son indistin- ciones que afecta a la tráquea y a los bronquios principales (tipo 0)
guibles de las lesiones de tejidos blandos. De manera similar a los hasta el ácino distal (tipo 4)64. Como no todos los tipos son quís-
quistes pulmonares, este aumento de atenuación se debe a una ticos ni adenoideos, se ha propuesto que las lesiones se conozcan
elevada concentración de proteínas o a la presencia de oxalato de manera colectiva como «malformación congénita de las vías
cálcico en el contenido del quiste49, 55. Al igual que en los quistes aéreas pulmonares»64. La forma de tipo 1 es la más frecuente (del
pulmonares, la dificultad para diferenciar una lesión de tejidos 60% al 70% de los casos) y está formada por quistes de gran tama-
blandos de una quística se puede resolver mediante RM51, 52. ño, con frecuencia multiloculados, tapizados principalmente por
Muchos pacientes están asintomáticos56; sin embargo, en una epitelio de tipo bronquiolar y a veces asociados a varios quistes de
revisión quirúrgica de 69 pacientes casi dos tercios referían algún menor tamaño en el parénquima pulmonar. Otras formas están
síntoma atribuible al quiste57. A este respecto, la localización del compuestas por quistes pequeños (0,5 a 1,5 cm) (tipo 2), masas
quiste parece ser más importante que el tamaño, de modo que los más o menos sólidas (tipos 0 y 3) y grandes estructuras multiquís-
que están en la zona carínica a veces producen síntomas relacio- ticas tapizadas por epitelio alveolar (tipo 4).
nados con compresión de las vías aéreas aunque sean bastante En niños mayores y adultos la lesión habitualmente se manifies-
pequeños. También se puede producir compresión sintomática ta radiológicamente como una masa de tejidos blandos en el lóbu-
del corazón o de los grandes vasos, como ponen de manifiesto los lo inferior que contiene numerosos quistes llenos de aire. Es una
quistes que producen fibrilación auricular paroxística o estenosis lesión ocupante de espacio que expande el hemitórax ipsolateral y
de la arteria pulmonar58, 59. Aunque la resección quirúrgica habi- desplaza el mediastino hacia el lado contralateral. De manera oca-
tualmente es curativa, un quiste puede recidivar después de una sional un quiste se expande de manera preferencial, creando de esta
resección parcial, a veces después de muchos años. manera una única zona transparente63, 65. Los quistes pueden conte-
ner líquido, aire o ambos (figura 5-6). De manera ocasional se ven
Malformación adenomatoidea congénita niveles líquidos; sólo raras veces los quistes están llenos totalmente
de líquido, lo que da lugar a la opacificación radiográfica comple-
El término malformación adenomatoidea quística congénita se ta65. La TC es superior a la radiografía de tórax en la demostración
refiere a un grupo de varias malformaciones diferenciadas anato- de los componentes quístico y sólido de la malformación63, 66.
mopatológicamente que se caracterizan por un tejido pulmonar La mayoría de los pacientes inicialmente busca atención médi-
de arquitectura anormal con o sin formación de quistes macros- ca por aumento de la dificultad respiratoria, cuya gravedad se
cópicos. Cuando están presentes, habitualmente se puede mostrar relaciona principalmente con el volumen del pulmón afectado.
que los quistes se comunican con las vías aéreas normales. La Una pequeña parte de los pacientes inicialmente tiene tos y fiebre,
mayoría de las veces la vascularización procede de la circulación con o sin infecciones respiratorias recurrentes63; la mayoría de
pulmonar. Como cabría esperar, la mayor parte de los casos se des- estos pacientes es mayor de un mes de edad. De manera ocasio-
cubre en personas muy jóvenes. En una revisión de 142 casos de la nal se produce neumotórax espontáneo, especialmente en
bibliografía y 17 casos nuevos se diagnosticó la malformación en pacientes que tienen lesiones de tipo 4. Algunos casos, particular-
el 62% de los pacientes entre el nacimiento y un mes de edad61; mente la forma de tipo 1, se complican por un carcinoma bron-
otro 24% de los casos se manifestó después de un mes, principal- quioloalveolar secretor de mucina67.

FIGURA 5-6
Malformación adenomatoidea quística congénita. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) de un varón de 31 años de edad muestra una gran
lesión quística en el lóbulo inferior derecho. Una TCAR (B) muestra algunas tabicaciones en el interior del quiste de pared fina. En la operación se
mostró que el quiste era una malformación de tipo I. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas 197

Atresia bronquial congénita o mucocele. Como el aire puede entrar en los segmentos bronco-
pulmonares afectados sólo a través de canales colaterales, se pro-
Esta malformación consiste en atresia o estenosis de un bronquio duce hiperinsuflación y atrapamiento aéreo espiratorio70, 71.
lobar, segmentario o subsegmentario en su origen o cerca del mis- Las radiografías de tórax muestran típicamente una zona de
mo; el bronquio segmentario apicoposterior del lóbulo superior hipertransparencia pulmonar asociada a una masa hiliar (fi-
izquierdo es el que se afecta con más frecuencia68. La media de gura 5-7)68. La hipertransparencia se debe a una combinación de
edad en el momento del diagnóstico es de 17 años, y aproxima- oligohemia y aumento del volumen de aire en el interior del seg-
damente dos tercios de los pacientes son varones. Se han pro- mento afectado. El pulmón normal adyacente está comprimido y
puesto dos teorías patogénicas69: 1) una isla de células en multi- desplazado; puede haber o no desplazamiento del mediastino. La
plicación en la punta de un esbozo bronquial pierde su conexión acumulación de secreciones y la impactación mucoide distal a la
con el propio esbozo, pero sigue ramificándose independiente- atresia bronquial dan lugar a opacidades ramificadas ovoideas o
mente, lo que da lugar a un patrón de ramificación bronquial dis- redondas cerca del hilio en la mayoría de los casos72. La TC es la
tal normal sin conexión entre las vías aéreas distales y centrales, mejor técnica de imagen para confirmar el diagnóstico porque
y 2) la interrupción intrauterina de la vascularización arterial permite una visualización excelente de la impactación mucoide, de
bronquial da lugar a una isquemia localizada de la pared bron- la hipertransparencia segmentaria y de la disminución de la vascu-
quial y obliteración luminal secundaria. Sea cual sea el mecanis- laridad47, 73. La primera se reconoce fácilmente por la presencia de
mo de interrupción de las vías aéreas, el moco que se secreta en el densidades de tejidos blandos ramificadas con una distribución
interior de las vías aéreas permeables distales al punto de la atre- bronquial, habitualmente asociadas a dilatación bronquial74. Se ha
sia no puede superar la estenosis y se acumula en forma de tapón descrito un aspecto similar en las imágenes de RM75, 76.

FIGURA 5-7
Atresia bronquial. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) de una niña de 14 años de
edad muestra una marcada transparencia y disminución de la vascularidad del lóbulo superior
izquierdo. Se puede ver una opacidad mal definida cerca del hilio izquierdo (flechas). Una TC
convencional con colimación de 10 mm (B) muestra una marcada disminución de la
atenuación y de la vascularidad en la región del segmento apicoposterior del lóbulo superior
izquierdo. Una TCAR (C) muestra una opacidad focal cerca del origen del bronquio
segmentario apicoposterior y disminución de la atenuación del pulmón adyacente. (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
198 CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas

La mayoría de los pacientes está asintomática. Algunos tienen Aunque puede ser un hallazgo aislado, con frecuencia se asocia a
antecedentes de neumonía recurrente68, y en algunos pacientes se diferentes malformaciones cardíacas, esplénicas y de otras loca-
ha observado tórax infundibuliforme77. lizaciones86.
Divertículos traqueobronquiales. La localización más fre-
Ramificación traqueobronquial anómala cuente de los divertículos de las vías aéreas es probablemente la
pared medial inferior del bronquio principal derecho y del bron-
Se han descrito muchas variaciones del patrón de ramificación quio intermedio. La malformación (a veces denominada bron-
traqueobronquial78, 79. Algunas representan una alteración aislada quio cardíaco accesorio) puede tener un extremo ciego o se puede
del desarrollo bronquial normal, mientras que otras se asocian a asociar a cantidades pequeñas de parénquima pulmonar anor-
malformaciones en otros órganos o tejidos y se descubren en las mal. La frecuencia de esta malformación varía desde el 0,09%
primeras fases de la vida neonatal o en mortinatos o en abortos hasta el 0,5% en la población general80. Este diagnóstico se puede
como parte de un espectro de malformaciones. Aunque la ma- hacer fácilmente con TC, que muestra una vía aérea diferenciada
yoría de estas ramas anormales no tiene consecuencias radiológi- que se origina en la pared medial del bronquio principal o del
cas, funcionales ni clínicas, de manera ocasional se producen bronquio intermedio cefálico al origen del bronquio del lóbulo
efectos patológicos, que habitualmente se relacionan con una medio (figura 5-9)87. Aunque habitualmente es un hallazgo
infección recurrente. casual en un paciente asintomático, el bronquio puede actuar
Número anormal de bronquios. Esta variación general- como reservorio de gérmenes infecciosos y puede producir
mente se caracteriza por más de un bronquio lobar o segmen- hemorragia, tos productiva o neumonía recurrente.
tario79, 80; de manera ocasional hay ausencia de una rama de las
vías aéreas. Fístulas traqueoesofágicas y broncoesofágicas
Origen anormal de bronquios lobares o segmentarios. La
más frecuente de estas variaciones es el origen traqueal del bron- La comunicación extralaríngea del árbol traqueobronquial nor-
quio del lóbulo superior derecho, a veces conocida como bronquio mal se ve la mayoría de las veces como una fístula traqueoesofá-
«de cerdo». La vía aérea habitualmente se origina en la pared lateral gica. Se han descrito dos subtipos clinicopatológicos. En el pri-
derecha de la tráquea a menos de 2 cm por encima de la carina mero, que supone aproximadamente el 85% de los casos, el
(figura 5-8)81. Típicamente se descubre de manera casual en una esófago tiene un final ciego en un bolsillo dilatado (atresia eso-
broncoscopia, una radiografía de tórax o una TC82; ocasional- fágica)88. La tráquea se puede comunicar con los segmentos esofá-
mente se asocia a infección recurrente o a disnea83, 84. Se han iden- gicos proximal o distal (o con ambos). Hay otras malformacio-
tificado algunos pacientes en los que el bronquio apicoposterior nes congénitas, particularmente de los sistemas digestivo y
izquierdo se origina directamente en el bronquio principal izquier- cardiovascular, en aproximadamente el 50% de los pacientes89.
do85. Algunos de estos pacientes han presentado enfisema, bron- La presencia de un extremo esofágico ciego (proximal) produce
quiectasias y neumonía crónica en el segmento apicoposterior, regurgitación y aspiración de las secreciones orofaríngeas y de la
posiblemente como consecuencia de la compresión extrínseca de leche, dando lugar de esta manera a tos y neumonía. Así, esta
la vía aérea normal por la arteria pulmonar izquierda. enfermedad se detecta de manera invariable en el período neo-
Isomerismo bronquial. El isomerismo bronquial se carac- natal.
teriza por un patrón de ramificación bronquial y formación de Las comunicaciones traqueoesofágicas y broncoesofágicas
los lóbulos pulmonares que es idéntico en los dos pulmones. congénitas también se pueden asociar a un esófago por lo demás

FIGURA 5-8
Bronquio traqueal. Un corte de TC helicoidal con colimación de 3 mm a la altura del cayado aórtico (A) muestra el bronquio del lóbulo superior
derecho (flecha) que se origina directamente en la tráquea. Una reconstrucción coronal (B) muestra la parte inferior de la tráquea y el bronquio del
lóbulo superior derecho (flecha) que se origina en la tráquea y no en el bronquio principal derecho. La paciente era una mujer de 42 años de edad que no
tenía síntomas relacionados con las vías aéreas ni con el parénquima pulmonar. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas 199

FIGURA 5-9
Bronquio cardíaco accesorio: TC con reconstrucción coronal y tridimensional. Un corte transversal de TC helicoidal (A) muestra una zona localizada
de densidad aire (flecha) medial al bronquio intermedio. Una reconstrucción coronal (B) muestra que esta alteración localizada se comunica con el bronquio
principal derecho distal (flecha). La reconstrucción tridimensional (C) define con más claridad la anatomía bronquial y el bronquio cardíaco. La paciente,
de 39 años, tenía infecciones respiratorias recurrentes. (Caso por cortesía del Dr. Kyung Soo Lee, Department of Radiology, Samsung Medical Center, Seoul,
South Korea.)

normal. En esta situación es posible la supervivencia hasta la años92. La broncoscopia puede mostrar el orificio de la comunica-
vida adulta debido a la ausencia de síntomas y signos tempranos ción. El pronóstico es bueno después de la cirugía reparadora90.
relacionados con regurgitación y aspiración88, 90. De los bron-
quios, el bronquio principal derecho es el que se afecta con más
frecuencia; sin embargo, a veces se afecta el bronquio principal MALFORMACIONES DE LAS ARTERIAS
izquierdo e incluso vías aéreas segmentarias91. Anatómicamente PULMONARES
las fístulas habitualmente tienen una orientación oblicua, y el
extremo esofágico es distal a la comunicación con las vías aére- Ausencia de la arteria pulmonar principal
as superiores. Se ha propuesto que esta disposición (probable-
mente favorecida por la contracción del músculo liso mural La ausencia de la arteria pulmonar principal se puede manifestar
durante la deglución) explica la frecuente levedad de los sínto- por diferentes patrones anatómicos95. En algunos casos la arteria
mas respiratorios y el retraso del diagnóstico hasta la edad adul- es atrésica, en su porción proximal o en toda su longitud, con un
ta92. Las membranas oclusivas y los pliegues mucosos en el ori- cordón fibroso residual que señala su posición habitual. En estos
gen esofágico de las fístulas pueden actuar como válvulas casos las arterias pulmonares principales derecha e izquierda per-
unidireccionales y pueden proporcionar una protección adicio- manecen en sus localizaciones normales y están conectadas con la
nal contra la aspiración93. aorta por un conducto.
Las radiografías de tórax de los recién nacidos que tienen fís- En otros casos se pierden todos los datos morfológicos de una
tula traqueoesofágica y atresia esofágica con frecuencia mues- arteria pulmonar principal, y una única arteria grande se origina en
tran una neumonía aguda del espacio aéreo compatible con una válvula cardíaca semilunar común, invariablemente asociada a
aspiración. La opacificación total del pulmón derecho que se una comunicación interventricular (tronco arterial persistente)96.
asocia a desviación del esófago hacia la derecha y una posición Por tanto, no hay arterias pulmonares independientes, y la vascula-
normal de la tráquea debe llevar a la sospecha de un «pulmón rización sanguínea pulmonar procede de ramas del único vaso del
esofágico», en el que el bronquio principal derecho se origina en tronco con una presión sistémica96. Se han definido varios subtipos
el esófago94. En pacientes mayores que no tienen atresia esofági- anatómicos97. En los tres primeros, uno o dos vasos pulmonares se
ca puede haber datos de bronquiectasias. La mejor confirma- originan en el tronco común en su porción inicial. En el tipo 4, que
ción del diagnóstico de fístula se obtiene identificando el medio se piensa que representa el fallo completo del desarrollo del sexto
de contraste en el interior del árbol traqueobronquial después de arco aórtico, no hay ningún dato de crecimiento arterial pulmonar,
su ingestión. y la vascularización sanguínea pulmonar procede únicamente de las
Aunque el diagnóstico de fístulas no asociadas a atresia esofági- arterias bronquiales. La mayoría de los pacientes muere durante la
ca no se hace con frecuencia hasta la edad adulta, un interrogatorio lactancia salvo que se les realice cirugía correctora con éxito98. Sin
meticuloso con frecuencia muestra antecedentes de tos cuando se embargo, algunos pacientes sobreviven hasta la edad media de la
come o se bebe, o de neumonía recurrente, a veces durante muchos vida sin operación con una disnea mínima o nula99.
200 CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas

Interrupción proximal de la arteria pulmonar estas estructuras y a diferentes efectos obstructivos sobre el pulmón
derecho o sobre ambos pulmones. Se ha propuesto que el mecanis-
Aunque se han descrito ejemplos infrecuentes de ausencia comple- mo patogénico es el desarrollo defectuoso o la reabsorción de la
ta de las ramas arteriales intrapulmonares y extrapulmonares100, porción ventral del sexto arco aórtico izquierdo, que hace que el ple-
esta malformación se denomina mejor «interrupción» de la arteria xo pulmonar izquierdo en desarrollo se conecte con el sexto arco
pulmonar derecha o izquierda porque los vasos del pulmón habi- aórtico derecho (posteriormente la arteria pulmonar derecha)106.
tualmente están intactos y permeables. Es más frecuente la in- Las radiografías convencionales de tórax pueden mostrar una
terrupción de la arteria pulmonar derecha96. La inmensa mayoría impresión anterior en la parte distal de la tráquea y una opacidad
de los pacientes afectados tiene un cayado aórtico izquierdo, y paratraqueal107. La demostración de desplazamiento posterior
durante la infancia se produce una circulación colateral bronquial local del esófago lleno de bario en la región de la parte inferior de
importante. Los pacientes se pueden clasificar en cuatro grupos96: la tráquea hace que el diagnóstico sea prácticamente seguro. El
1) interrupción proximal sin hipertensión arterial pulmonar, en diagnóstico se puede confirmar mediante TC o RM, las cuales pue-
cuyo caso los pacientes habitualmente están asintomáticos y el den mostrar el origen y el trayecto de la arteria anómala, así como
diagnóstico se hace por los hallazgos radiológicos; 2) interrupción la presencia de malformaciones asociadas de las vías aéreas108.
pulmonar con hipertensión arterial pulmonar, que en la mayoría Los lactantes afectados habitualmente tienen estridor y proble-
de los casos se asocia a síntomas en la primera infancia; 3) interrup- mas de alimentación poco después del nacimiento. Algunos pacien-
ción proximal con infección pulmonar recurrente o hemoptisis, con tes están asintomáticos, y la malformación se detecta como un
frecuencia secundaria a malformaciones asociadas del parénquima hallazgo casual en una radiografía de tórax en la edad adulta109. La
pulmonar, y 4) interrupción proximal con un conducto arterial malformación habitualmente se asocia a malformaciones traqueo-
permeable izquierdo a una cardiopatía congénita. bronquiales como estenosis traqueal («tráquea infundibuliforme»)
Los hallazgos radiológicos suponen disminución del tamaño y un origen anómalo del bronquio lobar superior derecho en la trá-
del pulmón derecho asociado a disminución del tamaño del hilio quea; también son frecuentes las malformaciones cardiovasculares.
derecho y aumento del tamaño del izquierdo96. La dilatación de las
arterias intercostales puede producir escotaduras costales. A pesar Estenosis de la arteria pulmonar
de su menor volumen, el pulmón habitualmente es hipertranspa-
rente; cuando se analiza en conjunto con la sombra hiliar diminu- La estenosis (coartación) de la arteria pulmonar puede ser única
ta, este hallazgo puede llevar al diagnóstico erróneo de síndrome de o múltiple, corta o larga y unilateral o bilateral, y podría produ-
Swyer-James. La diferenciación generalmente es posible con radio- cirse en cualquier localización desde la válvula pulmonar hasta
grafías en espiración forzada: los pacientes que tienen síndrome de las arterias pulmonares pequeñas110. La estenosis que afecta a la
Swyer-James muestran atrapamiento aéreo ipsolateral como con- rama principal o a las ramas proximales de la arteria pulmonar
secuencia de la obstrucción bronquiolar, que es un signo que no con frecuencia se asocia a malformaciones cardiovasculares, la
aparece en los casos de interrupción proximal de la arteria pulmo- mayoría de las veces estenosis pulmonar infundibular, valvular o
nar. El diagnóstico también se puede confirmar mediante ecocar- supravalvular (60% de los casos) y comunicación interauricular.
diografía y gammagrafía pulmonar de perfusión96. La oclusión Algunos casos se asocian a síndrome de Ehlers-Danlos o a sín-
tromboembólica crónica de una arteria pulmonar también puede drome de Down, lo que indica un defecto genético110, 111; otros se
simular una interrupción proximal, incluso en la angiografía101. La producen después de la rubéola materna112.
TC y la RM con contraste permiten la demostración de la ausencia Radiográficamente la vasculatura pulmonar puede tener un
de la arteria proximal y las arterias intrapulmonares permeables, aspecto normal, disminuido o aumentado, dependiendo de la
que típicamente tienen un calibre disminuido102, 103. También pue- presencia y la naturaleza de las malformaciones asociadas113. En
den permitir la demostración de colaterales bronquiales o, con los casos en los que la estenosis de la arteria pulmonar es la úni-
menos frecuencia, colaterales intercostales transpleurales102, 104. ca malformación o la malformación más importante, la radiogra-
La interrupción proximal de la arteria pulmonar izquierda es fía de tórax puede mostrar dilatación postestenótica de las ramas
menos frecuente que la interrupción derecha y se asocia a una ele- de la arteria pulmonar afectada, oligohemia difusa y signos de
vada incidencia de malformaciones cardiovasculares congénitas, hipertensión arterial pulmonar y cor pulmonale.
particularmente tetralogía de Fallot. La arteria pulmonar izquier- La exploración física puede mostrar refuerzo del segundo tono
da distal puede ser vascularizada por un conducto arterial permea- pulmonar y un soplo de grado 2 a 4/6 en la parte anterosuperior
ble, por colaterales adquiridas de las arterias bronquiales o por un del tórax que se irradia hacia el cuello y la espalda; sin embargo,
vaso que se origina en la aorta ascendente96. Aunque habitual- cuando la estenosis es grave el flujo puede estar tan reducido que
mente se diagnostica durante la lactancia, de manera ocasional la las lesiones sean acústicamente silentes.
malformación no se detecta hasta la edad adulta, y en este caso por
una radiografía de tórax anormal104. Los hallazgos radiológicos Aneurismas congénitos de la arteria
son similares a los de la malformación del lado derecho. pulmonar
Origen anómalo de la arteria pulmonar Los aneurismas congénitos de las arterias pulmonares habitual-
izquierda mente se asocian a otras malformaciones pulmonares (como
malformaciones arteriovenosas o secuestro broncopulmonar114) o
En esta enfermedad, una arteria pulmonar izquierda aberrante pasa cardíacas (como estenosis pulmonar, tetralogía de Fallot y comu-
por detrás y hacia la derecha hasta que llega al lado derecho del nicación interventricular)115. Generalmente se deben al trastorno
extremo distal de la tráquea o del bronquio principal derecho, y des- de la hemodinámica que se asocia a la estenosis de la válvula pul-
pués gira bruscamente hacia la izquierda y pasa entre el esófago y la monar. Esta dilatación postestenótica afecta a la arteria pulmonar
tráquea en su trayecto hacia el izquierdo (de ahí la denominación izquierda con una frecuencia mucho mayor que a la derecha; de
«cabestrillo pulmonar»)105. La relación íntima entre este vaso y el hecho, la dilatación de la arteria pulmonar principal y de su rama
bronquio principal derecho y la tráquea da lugar a compresión de izquierda junto a un hilio derecho normal debe ser muy indicati-
CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas 201

va del diagnóstico de estenosis valvular pulmonar. La malforma- Varicosidades de las venas pulmonares
ción se puede confundir radiográficamente con una neoplasia
central o periférica116, 117. El diagnóstico definitivo se puede hacer Esta malformación supone la tortuosidad y dilatación anormales
con TC con contraste, RM o angiografía. de una o más venas pulmonares antes de su entrada en la aurícu-
Las manifestaciones clínicas incluyen asimetría del tórax (ha- la izquierda. Puede ser congénita o adquirida126. Se piensa que la
bitualmente es más prominente el lado izquierdo), soplo sistólico primera se produce durante el período de transición desde el dre-
de eyección (que se puede atribuir a la estenosis del orificio de la vál- naje venoso esplácnico al pulmonar, aunque no se conoce el moti-
vula pulmonar en relación con el aumento del calibre de la arteria vo de la dilatación localizada en ese momento. La mayoría de los
pulmonar principal) y refuerzo del segundo tono pulmonar casos en los que se ha estudiado la vena han mostrado una estruc-
(posiblemente producido por la proximidad de la arteria pulmo- tura normal127, y no parece probable que haya un defecto intrín-
nar dilatada a la pared torácica anterior y no por hipertensión seco de la pared vascular. En la mayoría de los casos la lesión se
pulmonar). La malformación es compatible con una esperanza manifiesta radiológicamente como una o más opacidades homo-
de vida normal118. géneas redondas u ovaladas, algo lobuladas pero bien definidas,
en el tercio medial de cualquiera de los pulmones. En el lado
Comunicación directa de la arteria pulmonar izquierdo habitualmente está afectada la vena lingular; en el derecho
derecha con la aurícula izquierda la mayoría de las veces es una rama de la vena pulmonar inferior en
la región del segmento basal medial del lóbulo inferior dere-
Esta infrecuente malformación congénita se caracteriza por cho128. Esta malformación no se reconoce generalmente hasta que
comunicación directa entre una rama de la arteria pulmonar el paciente llega a la edad adulta.
derecha y la aurícula izquierda sin parénquima pulmonar inter- Las varicosidades adquiridas de las venas pulmonares se aso-
puesto119. La dilatación aneurismática de la rama anómala es fre- cian invariablemente a valvulopatía mitral, la mayoría de las veces
cuente. En algunos casos el propio pulmón derecho es normal, y insuficiencia129. Típicamente aparecen en el lado derecho, una
la arteria anómala se comporta como un vaso supernumerario sorprendente unilateralidad que se puede atribuir a la anatomía
que se origina en una arteria pulmonar derecha por lo demás de la válvula mitral, cuyo plano se dirige hacia atrás, hacia arriba
normal. En otros casos hay aplasia o hipoplasia grave del lóbulo y hacia la derecha.
inferior120, en cuyo caso el vaso parece representar una arteria El diagnóstico diferencial radiológico incluye todas las masas
interlobar o lobar inferior residual que persiste en ausencia de las pulmonares. Se puede hacer fácilmente un diagnóstico definitivo
porciones periféricas del lecho vascular pulmonar. La radiografía con TC con contraste, RM o angiografía126, 130. Las propias vari-
de tórax muestra la mayoría de las veces una opacidad prolonga- cosidades raras veces dan síntomas.
da de 2 a 3 cm de diámetro en el hemitórax derecho adyacente a
la aurícula izquierda121. El diagnóstico definitivo se puede hacer Drenaje venoso pulmonar anómalo
mediante angiografía o RM122. Los pacientes tienen disnea, y pue-
de haber cianosis y acropaquias. El drenaje venoso pulmonar anómalo se produce cuando la san-
gre venosa pulmonar fluye directamente hacia el lado derecho del
corazón o las venas sistémicas. Puede ser parcial (afecta a parte de
MALFORMACIONES DE LAS VENAS un pulmón o a todo un pulmón) o total (los dos pulmones); la
PULMONARES situación especial en la que una vena anómala drena el pulmón
derecho y se asocia a otras malformaciones del lado derecho se
Estenosis o atresia congénita de las venas considera por separado (véase más adelante en «Síndrome del
pulmonares pulmón hipogenético»).
Aunque la anatomía de las conexiones anómalas es muy varia-
La obstrucción congénita de una o más venas pulmonares puede ble131, el drenaje se puede considerar en cuatro grupos: 1) supra-
estar producida por compresión por una masa intratorácica o por cardíaco, habitualmente hacia una vena cava superior izquierda
malformaciones intrínsecas de las propias venas. Además, algunas persistente y desde aquí a la vena innominada izquierda (aproxi-
malformaciones congénitas, como el corazón triauricular, pue- madamente el 50% de los casos); 2) cardíaco, en el que se establece
den producir obstrucción venosa que es clínicamente indistin- una conexión directa con la aurícula derecha o el seno coronario
guible de las otras dos formas. La malformación intrínseca se (30% de los casos); 3) infradiafragmático, en el que una vena común
caracteriza por estenosis o atresia de una o más venas pulmona- se extiende por debajo del diafragma para unirse a la vena porta o a
res, típicamente localizada en la unión venoauricular123. La este- una de sus radículas (15% de los casos), y 4) mixto (aproximada-
nosis puede estar producida por una malformación primaria de mente el 5% de los casos). En la mayoría de los casos la patogenia
la aurícula o de las propias venas, y la primera está formada por probablemente es un fallo de la conexión entre el plexo esplácni-
un engrosamiento endocárdico en la embocadura de la vena y la co pulmonar primitivo y la vena pulmonar común que se origina
última por hipertrofia muscular de la media, fibrosis de la íntima en la aurícula.
o una combinación de ambas. Drenaje anómalo parcial. La vena anómala se puede ver en
En los pacientes que no tienen malformaciones cardiovasculares radiografías simples, aunque se puede conseguir una representa-
asociadas las manifestaciones radiológicas son signos de hiperten- ción más precisa con TC132. La localización más frecuente en adul-
sión venosa pulmonar, con o sin hipertensión arterial y dilatación tos es el lóbulo inferior izquierdo133. En esta situación la vena anó-
ventricular derecha. La confirmación se puede obtener mediante mala tiene un trayecto cefálico lateral al cayado aórtico y
arteriografía124. En la mayoría de los casos de estenosis aislada la habitualmente drena en la vena braquiocefálica izquierda, un tra-
enfermedad se reconoce en los primeros tres años de vida; algunos yecto que se ve particularmente bien en la TC dinámica o helicoi-
pacientes han sobrevivido hasta la adolescencia antes de hacer el dal con contraste y las reconstrucciones multiplanares o tridimen-
diagnóstico125. Como cabría esperar, la atresia de la vena común se sionales133. Puede ser necesaria una RM o una angiografía
reconoce invariablemente en el período neonatal. pulmonar para confirmar el diagnóstico134, 135. La RM también per-
202 CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas

mite la identificación de malformaciones cardíacas asociadas, de yecto anómalo corto, que drena directamente a la vena cava
las que la más frecuente es una comunicación interauricular134, 136. superior o a la aurícula derecha140.
Como generalmente no hay una obstrucción significativa al flu-
jo sanguíneo, las alteraciones vasculares pulmonares y la insuficien-
cia cardíaca congestiva aparecen en fases tardías de la evolución de MALFORMACIONES DE LAS ARTERIAS
la enfermedad, cuando aparecen137. Cuando están presentes, los sín- Y DE LAS VENAS
tomas y signos son idénticos a los de la comunicación interauricu-
lar e incluyen un segundo tono cardíaco muy desdoblado, un soplo Síndrome del pulmón hipogenético
de eyección sistólico y un ritmo de galope. Como la sangre venosa
pulmonar se mezcla con sangre venosa sistémica en la aurícula El síndrome del pulmón hipogenético (de la cimitarra) es una
derecha o antes de la misma, la saturación de oxígeno tiende a ser malformación congénita poco frecuente que se caracteriza por
idéntica en todas las cavidades cardíacas y los dos vasos principales; hipoplasia y drenaje venoso pulmonar anómalo del pulmón dere-
cuando no hay hipertensión pulmonar grave este hallazgo puede ser cho5, 141, 142. La vena pulmonar anómala drena la mayoría de las
un dato sobre la presencia de la malformación. veces a la vena cava inferior por debajo del hemidiafragma dere-
Drenaje anómalo total. En esta malformación relativamente cho. Con frecuencia hay hipoplasia de la arteria pulmonar derecha,
infrecuente es necesario para la supervivencia que haya una vascularización arterial parcial o completa del pulmón derecho por
comunicación interauricular o un conducto arterial permeable. arteria sistémicas que se originan en la aorta, malformaciones del
También son frecuentes otras malformaciones cardiovasculares, árbol bronquial derecho (frecuentemente imagen especular) y
síndromes de alteraciones de la anatomía bronquial y malforma- divertículos bronquiales143, 144. También son frecuentes las mal-
ciones esplénicas138. Típicamente las venas pulmonares se unen formaciones cardiovasculares asociadas, de las que la más fre-
directamente detrás del corazón para formar un saco común y cuente es la comunicación interauricular139.
algo dilatado antes de comunicarse con el sistema venoso sisté- Aunque no está clara su patogenia, las múltiples malformacio-
mico. Las manifestaciones clínicas y anatomopatológicas se pue- nes pulmonares asociadas indican que la enfermedad muy pro-
den deber al gran cortocircuito de izquierda a derecha (en cuyo bablemente representa un trastorno congénito básico de todo el
caso con frecuencia hay dilatación arterial pulmonar y ventricu- esbozo pulmonar en las primeras fases de la embriogenia. La apari-
lar derecha) o a la obstrucción del flujo sanguíneo venoso. ción en algunas familias indica una alteración genética142; sin
Las características radiográficas son variables. Los casos en embargo, en la mayoría de los casos es esporádica. Se desconoce
los que la comunicación está al nivel supracardíaco o cardíaco por qué la combinación de esas alteraciones está localizada de
habitualmente se caracterizan por pleonemia pulmonar gra- manera tan constante en el lado derecho.
ve139; los que tienen una obstrucción venosa pulmonar signifi- Con frecuencia el diagnóstico se puede hacer con una radio-
cativa con hipertensión muestran una combinación radiográfi- grafía de tórax, y los hallazgos característicos son un pulmón dere-
ca característica de edema pulmonar intersticial y corazón de cho pequeño con un hilio pequeño y disminución de la vasculari-
tamaño normal. dad, desviación del corazón y del mediastino hacia la derecha, y el
Como cabría esperar, muchos pacientes mueren durante la aspecto característico de la vena de drenaje anómala que sigue un
lactancia. Los que sobreviven hasta la edad adulta característi- trayecto paralelo a la aurícula derecha139. La vena anómala típica-
camente tienen una gran comunicación interauricular y un tra- mente tiene un aspecto curvo, que se ha asimilado a la forma de

FIGURA 5-10
Síndrome del pulmón hipogenético (de la cimitarra).
Una radiografía posteroanterior muestra un hemitórax
derecho pequeño. La vasculatura pulmonar del pulmón derecho
es diminuta y desorganizada, mientras que la del pulmón
izquierdo es normal. Se puede identificar una gran sombra
vascular (puntas de flecha) que sigue un trayecto en dirección
caudal desde el campo pulmonar medio hacia el ángulo
cardiofrénico a través de una silueta cardíaca que está en
dextroposición. (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases
of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas 203

una espada turca o una cimitarra (figura 5-10). Si los hallazgos


radiográficos no son definitivos, el diagnóstico habitualmente se
puede hacer con TC144-146. Además, la TC permite la identificación
de las malformaciones asociadas, como un pulmón derecho bilo-
bulado con ausencia de la cisura menor y un pulmón en herradu-
ra142, 146. El diagnóstico también se puede hacer con RM147.
La mayoría de los pacientes tiene síntomas cardiorrespiratorios,
similares en muchos aspectos a los de los cortocircuitos grandes de
izquierda a derecha con hipertensión arterial pulmonar148. Algunos
pacientes tienen infecciones broncopulmonares o hemoptisis de
repetición. Habitualmente se oye un soplo sistólico de intensidad
moderada a lo largo del borde esternal izquierdo. Los pacientes que
no tienen hipertensión arterial pulmonar ni síntomas durante la
lactancia tienen un pronóstico bueno y con frecuencia llevan una
vida normal sin corrección quirúrgica de las malformaciones142.

Fístula arteriovenosa congénita


El término malformación arteriovenosa pulmonar (fístula arteriove-
nosa, aneurisma arteriovenoso) se utiliza aquí para describir un
espectro de comunicaciones vasculares anormales entre las arterias
pulmonares y las venas pulmonares que varían desde las que son
demasiado pequeñas para poderlas ver en una radiografía a aneuris-
mas complejos con múltiples arterias nutricias y venas de drenaje
que pueden afectar a todo el aporte vascular de un segmento o de
un lóbulo149. Muchos pacientes tienen lesiones múltiples en los pul-
mones, y se ha estimado que aproximadamente el 60% de los
pacientes que tienen lesiones pulmonares tiene comunicaciones
arteriovenosas en la piel, en las membranas mucosas o en otros
FIGURA 5-11
órganos150. Esta última enfermedad, conocida como telangiectasia
hemorrágica hereditaria (enfermedad de Rendu-Osler-Weber), tiene un Malformación arteriovenosa pulmonar. Una imagen ampliada de un
patrón de herencia dominante autosómico151. La mayor parte de las lóbulo inferior muestra un espacio quístico subpleural bien delimitado lleno
con un coágulo sanguíneo. A la derecha se puede ver una porción de la
fístulas pulmonares no se reconoce hasta la tercera o cuarta déca- arteria pulmonar nutricia (flecha). Los cortes histológicos mostraron que la
da152; aparecen con una frecuencia doble en mujeres que en varones. pared del quiste tenía un aspecto variable, que de manera focal era similar a
la arteria pulmonar y a la vena pulmonar. (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
Características anatomopatológicas 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
Macroscópicamente las fístulas arteriovenosas pulmonares apare-
cen como masas vasculares más o menos esféricas cuyo diámetro
varía desde 1 mm a varios centímetros, con frecuencia inmediata- El hallazgo característico en la TC supone un nódulo o masa
mente debajo de la pleura o adyacentes a haces broncovasculares serpiginosa homogéneo y circunscrito conectado con vasos san-
(figura 5-11). El estudio de algunas fístulas mediante la técnica de guíneos155, 156. El estudio óptimo precisa la utilización de TC volu-
molde por corrosión ha mostrado que están vascularizadas y dre- métrica helicoidal, que permite evaluar todo el pulmón en una o
nadas por varios vasos, y las venas de drenaje habitualmente son dos pausas de apnea y de esta manera reduce al mínimo el riesgo de
algo mayores que las arterias nutricias153. Los vasos interpuestos omitir lesiones pequeñas. Esta técnica también permite la recons-
pueden ser escasos y muy ectásicos, similares a un quiste, o numero- trucción de la imagen a varios niveles en el interior de la lesión,
sos y de un diámetro más o menos uniforme, lo que da lugar a lo que facilita la representación del centro de la malformación
una masa ramificada compleja que recuerda a una cabeza de (figura 5-13)155, 156. A pesar de la utilidad de la TC helicoidal, la
medusa. Las paredes vasculares típicamente son delgadas, espe- angiografía pulmonar se realiza de manera sistemática antes del
cialmente en los vasos de mayor tamaño, una característica que tratamiento para confirmar la presencia de la malformación, eva-
probablemente se relaciona con hemorragia parenquimatosa. luar las estructuras arteriales nutricias y venosas de drenaje y
detectar otras malformaciones155, 157.
Manifestaciones radiológicas
Manifestaciones clínicas
Las malformaciones se ven la mayoría de las veces en los lóbulos
inferiores y son múltiples en aproximadamente un tercio de los Como cabría esperar, la hemoptisis es el síntoma inicial más fre-
casos154. El aspecto radiográfico característico es una masa homogé- cuente. Hay disnea en hasta el 60% de los pacientes en algunas
nea redonda u ovalada de densidad unitaria, de contorno algo lobu- series158. Los signos indicativos de esta malformación incluyen
lado pero bien definida, en el tercio medial del pulmón que varía cianosis, acropaquias y un soplo o frote continuo que se puede oír
desde menos de 1 cm a varios centímetros de diámetro (figura 5-12). sobre la lesión o las lesiones. Debido a la intensa asociación con
Con frecuencia se puede identificar una arteria nutricia y una vena la telangiectasia hereditaria, las manifestaciones extratorácicas
de drenaje, de modo que la arteria se relaciona con el hilio y la de la enfermedad también son bastante frecuentes. Puede haber
vena se desvía del trayecto de la arteria hacia la aurícula izquierda. epistaxis, telangiectasias en la piel o en las membranas mucosas y
204 CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas

FIGURA 5-12
Malformación arteriovenosa pulmonar. Las imágenes del pulmón derecho en las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) del tórax de
una mujer de 71 años de edad muestran una opacidad serpiginosa de los tejidos blandos en el lóbulo medio derecho (flechas rectas). La gran
arteria nutricia y la vena de drenaje (flechas curvas) asociadas son diagnósticas de una malformación arteriovenosa. (Tomado de Müller NL,
Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

hemorragia digestiva superior o inferior, y en muchos pacientes nes que se caracterizan por dilatación de vasos linfáticos pre-
hay síntomas relacionados con el SNC. Aunque estos últimos se existentes, sin aumento del número ni de la complejidad160; por el
pueden atribuir a aneurismas intracerebrales en algunos casos, en contrario, linfangiomatosis se utiliza para referirse a las lesiones en
muchos se relacionan con complicaciones de los aneurismas pul- las que la alteración primaria es un aumento del número de linfáti-
monares, como abscesos metastásicos, hipoxemia, embolia cere- cos. La enfermedad se reconoce la mayoría de las veces durante la
bral y trombosis cerebral por la policitemia secundaria. lactancia y la infancia, durante las cuales se ha estimado que es res-
El análisis de los gases en la sangre arterial y el cateterismo car- ponsable de aproximadamente el 5% de todas las enfermedades
díaco pueden proporcionar datos útiles para confirmar el diagnós- intersticiales crónicas161. Anatomopatológicamente hay una prolife-
tico: hay disminución de la PO2 y de la saturación arterial de oxíge- ración de vasos linfáticos anastomóticos de tamaño variable en el
no, aumento del gasto cardíaco, y la presión arterial pulmonar es tejido conjuntivo pleural, interlobulillar, septal y peribroncovascular.
normal. El electrocardiograma generalmente es normal, que es un Las radiografías de tórax muestran una enfermedad intersticial
signo útil para distinguirlas de las cardiopatías congénitas. Aunque bilateral, a veces con predominio en los lóbulos inferiores160, 162. Es
la mayoría de los pacientes tiene policitemia, la hemorragia repeti- frecuente el derrame pleural (quilotórax), unilateral o bilateral163;
da por la nariz o por los pulmones puede producir anemia. de manera ocasional se ve quilopericardio163. La principal altera-
El pronóstico generalmente es bueno. La embolización transca- ción en la TC es un engrosamiento liso de los tabiques interlobu-
téter se ha convertido en un método seguro y eficaz de oclusión lillares y de los haces broncoarteriales164; también se ven con fre-
vascular y generalmente se considera que es la técnica de elección para cuencia zonas bilaterales parcheada de atenuación en vidrio
el tratamiento estándar149, 159. deslustrado (que probablemente representan edema pulmonar).
En muchos pacientes se han observado manifestaciones clíni-
cas de «asma»160. En algunos pacientes se asocian malformacio-
MALFORMACIONES DE LOS LINFÁTICOS nes linfangiomatosas mediastínicas, esqueléticas y de otras vís-
PULMONARES ceras164, 165. Las pruebas de función pulmonar con frecuencia
muestran características restrictivas y obstructivas combinadas.
Linfangiomatosis pulmonar difusa
Linfangiectasia pulmonar congénita
La linfangiomatosis es una malformación pulmonar poco frecuen-
te que a veces se ha confundido con la linfangiectasia. Para evitar esta La linfangiectasia pulmonar congénita es una malformación casi
confusión se ha propuesto que este último término se limite a lesio- siempre mortal que habitualmente se manifiesta en el momento
CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas 205

FIGURA 5-13
Malformación arteriovenosa. Una imagen del pulmón
izquierdo en una radiografía posteroanterior de tórax (A) de
un varón de 33 años que tenía enfermedad de Rendu-Osler-
Weber muestra una opacidad de tejidos blandos ligeramente
lobulada en el lóbulo superior izquierdo (flecha). Una TC
helicoidal con colimación de 5 mm que se realizó sin medio de
contraste intravenoso (B) muestra la opacidad con la arteria
nutricia y la vena de drenaje asociadas. Una reconstrucción con
proyección de máxima intensidad que se obtuvo utilizando
datos de una TC helicoidal volumétrica (C) permite una mejor
representación de la naturaleza vascular de la lesión con la
demostración de la arteria nutricia y la vena de drenaje
(flechas). (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

del nacimiento166. Se ha clasificado en tres subtipos de acuerdo MALFORMACIONES VASCULARES


con la presencia o ausencia de malformaciones congénitas cardía- MISCELÁNEAS
cas, afectación de otras vísceras y expresión precoz o tardía. Se
piensa que la forma más frecuente (grupo II) se debe al desarro- Malformaciones del corazón y de los grandes
llo anormal del pulmón entre las semanas 14 y 20 de la gestación. vasos que producen aumento del flujo
Muchos pacientes tienen malformaciones congénitas de otras sanguíneo pulmonar
estructuras, habitualmente enfermedad renal poliquística o de
otro tipo o ictiosis congénita167. Las alteraciones radiográficas son Estas malformaciones incluyen comunicación interauricular e
muy variables; la mayoría de las veces hay una marcada promi- interventricular, conducto arterial permeable y ventana aortopul-
nencia de las marcas intersticiales en forma de líneas A y B de monar. El cortocircuito de izquierda a derecha origina cierto grado
Kerley que simulan un edema pulmonar intersticial. de aumento del flujo sanguíneo pulmonar, que se puede reconocer
Los pacientes del grupo I tienen malformaciones cardíacas, y radiográficamente por el aumento del tamaño y de la amplitud de
la patogenia se relaciona al menos en parte con la obstrucción del la pulsación de las arterias pulmonares centrales y periféricas.
retorno venoso pulmonar166. Los pacientes del grupo III tienen
una combinación de enfermedad pulmonar y linfangiectasias en Malformaciones del corazón y de los grandes
otras vísceras, especialmente el intestino168. La afectación pulmo- vasos que producen disminución del flujo
nar es menos grave que en los grupos I y II y se asocia a un mejor
pronóstico. La TCAR muestra engrosamiento de los tabiques
sanguíneo pulmonar
interlobulillares, formación de manguitos peribronquiales, derra- Con mucho, la causa más frecuente de oligohemia pulmonar
me pleural bilateral y aumento de la atenuación en el mediastino como consecuencia de disminución del flujo es una malforma-
con obliteración de los planos grasos mediastínicos debido al ción congénita del tracto de salida del ventrículo derecho (este-
edema169. nosis pulmonar aislada, tetralogía de Fallot con atresia pulmonar,
206 CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas

tronco arterial persistente de tipo IV o malformación de Ebstein). habitualmente es solitaria y se origina en la aorta descendente. Se
El calibre de los vasos pulmonares generalmente refleja la grave- desconoce la causa y la patogenia.
dad de la disminución del flujo, los hilios habitualmente son La radiografía de tórax muestra marcas vasculares normales o
diminutos y los vasos periféricos son, por tanto, pequeños (excep- aumentadas173. El aumento del flujo sanguíneo desde la arteria
to en la estenosis valvular pulmonar, en cuyo caso la dilatación sistémica produce dilatación de las venas pulmonares inferiores
postestenótica puede producir aumento de la sombra de la arteria de drenaje, lo que puede hacer que se vea radiográficamente una
pulmonar principal o izquierda). La reducción del flujo en los pul- sombra tubular en el lóbulo inferior izquierdo172, 174. La vena dila-
mones es más o menos uniforme. tada y el aumento de la vascularidad del lóbulo inferior se ven
Como la disminución de la circulación pulmonar siempre fácilmente en la TC (figura 5-14). Se puede utilizar la angiografía
aumenta el flujo colateral bronquial, el patrón vascular pulmonar pulmonar, la TC o la RM para determinar si hay ausencia de vas-
de los dos pulmones puede estar formado de manera parcial o cularización arterial pulmonar del pulmón afectado.
total por un sistema arterial bronquial muy hipertrofiado. Esta Las fístulas vasculares sistémicas-pulmonares congénitas pue-
vascularización arterial sistémica extensa es particularmente evi- den afectar a ramas arteriales sistémicas normales o anómalas, y
dente en la tetralogía de Fallot y en la atresia de la arteria pulmo- la comunicación se puede establecer con venas o arterias pulmo-
nar de tipo IV. Aunque el flujo arterial pulmonar es despreciable nares, habitualmente en el segmento basal de uno de los lóbulos
en estos casos, las diminutas marcas vasculares de los pulmones inferiores175. Los pacientes afectados pueden estar asintomáticos
pueden representar el árbol arterial pulmonar que se llena a tra- o pueden tener hemoptisis recurrente; se puede oír un soplo sobre
vés de anastomosis entre la circulación sistémica y la circulación la malformación171, 175. Los estudios morfológicos y angiográficos
arterial pulmonar. han mostrado una disposición compleja de vasos intercomuni-
cantes. Cuando hay comunicación con una arteria pulmonar, el
Vascularización arterial sistémica del pulmón cateterismo de este vaso puede mostrar un aumento de la satura-
ción de oxígeno, lo que aporta datos de un cortocircuito de
Una porción del pulmón, que puede ser normal o anormal, puede izquierda a derecha.
estar vascularizada por una arteria sistémica que se origina en la Fístulas vasculares sistémicas-pulmonares similares pueden
aorta o en una de sus ramas. Esta malformación puede ser congé- ser secundarias a infecciones, traumatismos o cirugía. Aunque se
nita o adquirida170. La primera habitualmente se ve como parte de desconoce la incidencia de esta arterialización sistémica adquiri-
otra malformación pulmonar, como un secuestro broncopulmo- da del pulmón, probablemente es mucho mayor de lo que se pen-
nar, un síndrome del pulmón hipogenético, una malformación saba previamente, particularmente cuando hay obliteración del
adenomatoidea quística congénita, la ausencia de la arteria pulmo- espacio pleural por tejido fibroso como consecuencia de una
nar principal y la interrupción proximal de una arteria pulmonar. pleuritis. De manera ocasional el cortocircuito consiguiente pro-
Una arteria sistémica también puede vascularizar una porción duce síntomas significativos176.
de pulmón cuando no se dan estas enfermedades, tanto en forma de
una fístula vascular sistémica-pulmonar o como una vasculari-
zación sanguínea localizada de un pulmón por lo demás nor- ENFERMEDADES PULMONARES
mal171-173. En esta última situación una arteria sistémica grande METABÓLICAS
vasculariza una porción de un pulmón, de manera invariable los
segmentos basales de uno de los lóbulos inferiores, de manera Calcificación y osificación pulmonar
parcial o completa. El estudio del árbol bronquial muestra una
arquitectura normal, lo que por definición excluye el secuestro. Se puede producir calcificación anormal en tejido normal (calci-
Puede haber o no vascularización arterial pulmonar adicional de ficación metastásica) o en tejido que está degenerado o muerto
los segmentos afectados, pero la arteria pulmonar principal y sus (calcificación distrófica)177. Esta última es con mucho la más fre-
ramas para los demás lóbulos son normales. La arteria anómala cuente y en el pulmón se asocia la mayoría de las veces a focos de

FIGURA 5-14
Vascularización arterial sistémica del pulmón. Una TC
muestra aumento de la vascularidad del lóbulo inferior
izquierdo producida por la dilatación de las venas pulmonares.
La vascularización arterial sistémica del lóbulo inferior
izquierdo se originaba en la aorta torácica descendente. La
paciente tenía 54 años. (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the
Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas 207

inflamación granulomatosa remota. También se puede producir sia, la calcificación era evidente en la radiografía en sólo dos casos
calcificación distrófica en el tejido fibroso asociada a muchos y en la TC en cuatro184.
trastornos subyacentes, en cuyo caso puede haber formación de La alteración tiene predilección por las zonas pulmonares api-
hueso además de depósito de sales de calcio. Este proceso proba- cales y subapicales, que es una característica que se puede atribuir
blemente está mediado por factores de crecimiento y citocinas a las diferencias regionales de. .la ventilación y perfusión pulmo-
que estimulan la diferenciación de fibroblastos a osteoblastos177. nares184. Como el cociente V/Q es mayor en el vértice que en la
Se han descrito dos variantes morfológicas, una nodular y una base del pulmón, el entorno local en la primera localización tie-
lineal (ramificada o «dendriforme»)178. ne una mayor presión parcial de oxígeno, una menor presión par-
cial de dióxido de carbono y un pH mayor (aproximadamente 7,5
Calcificación metastásica frente a 7,39 en la base)177. Esta alcalinidad relativa favorece la
precipitación de sales de calcio en la región apical.
La calcificación metastásica típicamente aparece en pacientes que Típicamente la calcificación metastásica no tiene manifestacio-
tienen hipercalcemia, habitualmente asociada a insuficiencia renal nes clínicas. Sin embargo, se pueden ver alteraciones en las prue-
crónica179 y con menos frecuencia a un tumor maligno intraósea bas de función pulmonar, principalmente una disminución de la
como el mieloma múltiple180; también se ha descrito después del capacidad de difusión del monóxido de carbono (DLCO)179, 188.
trasplante renal y hepático181, 182. La alteración es especialmente
frecuente en pacientes a los que se realiza hemodiálisis de mante- Proteinosis alveolar pulmonar
nimiento. Por ejemplo, en un estudio de 23 pacientes de este tipo,
14 (el 61%) tenían captación pulmonar en la gammagrafía con La proteinosis alveolar pulmonar (PAP, lipoproteinosis alveolar, fos-
bisfosfonato marcado con tecnecio 99m (Tc99m)179. folipidosis alveolar) es una enfermedad poco frecuente que se carac-
Anatomopatológicamente se ven depósitos de fosfato cálcico teriza por la acumulación de material rico en proteínas y lípidos
en un patrón más o menos lineal en los tabiques alveolares y en similar al surfactante en el interior de los espacios aéreos parenqui-
las paredes de los vasos pulmonares y bronquios pequeños (figu- matosos189, 190. Aunque esta enfermedad aparece principalmente
ra 5-15)183. Puede o no haber fibrosis intersticial. Los espacios en pacientes de entre 20 y 50 años de edad (la media de edad en
aéreos típicamente no están afectados. el momento del diagnóstico es de aproximadamente 38 años),
Las manifestaciones radiográficas habitualmente están for- los niños muy pequeños constituyen un subgrupo de mayor ries-
madas por numerosas opacidades nodulares mal definidas, de go191. Hay un predominio de varones a mujeres de aproximada-
bordes desflecados, de 3 mm-10 mm de diámetro que simulan mente 2,5:1189.
nódulos del espacio aéreo184. La naturaleza clásica de las opacida-
des se puede confirmar mediante una gammagrafía con fármacos Etiología y patogenia
que permiten visualizar el hueso, como bisfosfonato-Tc99m, o
mediante TCAR (figura 5-16)184, 186. Esta última técnica también Observaciones ultraestructurales192, inmunohistoquímicas193 y
puede mostrar calcificación de las arterias de la pared torácica bioquímicas194 indican que el material que se acumula en los alvéo-
o, con menos frecuencia, calcificación de las arterias pulmonares, los en la PAP está formado principalmente por surfactante. La
de la vena cava superior o del miocardio184, 187. Pocos pacientes causa de la acumulación varía, y por comodidad se puede analizar
en los que anatomopatológicamente hay calcificación metastá- bajo tres encabezamientos: adquirida, congénita y secundaria189.
sica presentan datos de su presencia en las radiografías. Por Adquirida. La enfermedad adquirida es la forma más frecuente
ejemplo, en un estudio de las radiografías y TC de tórax de sie- de PAP, y supone más del 90% de los casos. Ahora hay muchos
te pacientes que tenían enfermedad confirmada mediante biop- datos que indican que se relaciona con la presencia de anticuer-
pos frente al factor estimulante de las colonias de granulocitos-
macrófagos (GM-CSF)189, 190. Como su nombre indica, una carac-
terística importante de esta sustancia es la estimulación de la
hematopoyesis; sin embargo, también la producen las células epite-
liales pulmonares, y los macrófagos alveolares y las células epitelia-
les alveolares de tipo II tienen receptores para esta molécula.
Experimentos en ratones alterados genéticamente que carecen de
GM-CSF o de un componente de su receptor han mostrado
una alteración de la eliminación del surfactante que da lugar a una
enfermedad similar a la que se ve en los seres humanos que tie-
nen PAP189. Así, parece que la alteración es básicamente una alte-
ración de la autoinmunidad. No está clara la razón de la aparición
de un anticuerpo frente al GM-CSF. Aproximadamente el 75% de
los pacientes tiene antecedentes de tabaquismo en el momento
del inicio de los síntomas, y se ha propuesto que puede ser impor-
tante la toxicidad inducida por el humo de tabaco189; sin embar-
go, a la vista de la baja frecuencia de la enfermedad, es evidente
que deben estar implicados otros factores.
FIGURA 5-15
Congénita. La mayor parte de los casos de esta forma de PAP se
Calcificación pulmonar metastásica. El corte muestra el depósito debe a una alteración de la codificación génica del surfactante B,
extenso de fosfato cálcico (teñido en negro) en los tabiques alveolares. El que da lugar a una reducción de la concentración de esta sustan-
tejido procedía del lóbulo superior de un paciente que tenía insuficiencia
renal crónica; no se detectó ninguna alteración radiográfica asociada.
cia y a una alteración del procesado del surfactante C189. En otros
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s pacientes puede haber una alteración intrínseca del receptor del
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) GM-CSF189.
208 CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas

FIGURA 5-16
Calcificación pulmonar metastásica. Un primer plano del pulmón derecho en una radiografía posteroanterior de tórax (A) de un paciente de 42 años
de edad que tenía insuficiencia renal crónica muestra opacidades nodulares mal definidas que afectan principalmente al lóbulo superior. Había hallazgos
similares en el pulmón izquierdo. Se puede ver colocado un catéter de hemodiálisis. Una TCAR a través de los vértices pulmonares (B) muestra zonas
nodulares de aumento de la atenuación. La ventana de tejidos blandos (C) muestra la presencia de calcificación en el interior de las opacidades. También se
puede ver calcificación vascular en la pared torácica (flechas). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of
the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

Secundaria. Esta variante de PAP se ve asociada a otras enfer- de aguja) y cuerpos laminares que se piensa que son fragmentos
medades, como inhalación de polvo inorgánico (particularmente celulares. Hay macrófagos en el interior del material granuloso,
silicosis aguda195), síndrome de inmunodeficiencia (como el pero habitualmente no son abundantes excepto (algunas veces)
sida196 o el déficit de inmunoglobulinas197) y neoplasias hemato- de manera focal en el límite entre el pulmón normal y el pulmón
lógicas malignas como la leucemia mielógena aguda. La patoge- afectado. Los tabiques alveolares normalmente son normales o
nia de la acumulación de surfactante es variada y depende de la como mucho están ligeramente engrosados por un infiltrado lin-
alteración subyacente particular. Por ejemplo, en la leucemia mie- focítico. El estudio ultraestructural muestra que el material
lógena aguda se puede relacionar con el hecho de que los macró- intraalveolar está formado por desechos granulares amorfos que
fagos alveolares derivan de un clon de células malignas que care- contienen numerosos gránulos o cuerpos laminares osmiófilos
ce del receptor de GM-CSF. relativamente discretos, algunos de los cuales son similares a la
mielina tubular (figura 5-17)192.
Características anatomopatológicas
Manifestaciones radiológicas
En el estudio microscópico se puede ver que los alvéolos están lle-
nos de un material proteináceo finamente granuloso que es rico El patrón radiográfico característico está formado por zonas bila-
en lípidos y da una tinción eosinófila con hematoxilina y eosina y terales y simétricas de consolidación del espacio aéreo que tienen
púrpura con ácido peryódico de Schiff (PAS) (véase figura en un aspecto vagamente nodular y una distribución predominante-
color 5-2). También se pueden ver cristales aciculares (de forma mente perihiliar o en los lóbulos inferiores (figura 5-18)198, 199. En
CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas 209

A B
FIGURA 5-17
Proteinosis alveolar pulmonar. Una micrografía electrónica de transmisión (A) muestra un neumocito de tipo II (E) sobre un intersticio algo fibrótico (I).
El espacio aéreo alveolar adyacente está lleno de numerosos cuerpos de densidad electrónica variable; con mayor aumento (B) se puede ver que algunos
tienen laminaciones diferenciadas que recuerdan a las del cuerpo osmiófilo de los las células de tipo II normales. (A, ×9.500; B, ×56.000). (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

los pacientes que tienen una enfermedad menos grave el aspecto indicar una infección asociada. Aunque esta fiebre se puede rela-
puede ser el de opacidades en vidrio esmerilado200. De manera cionar con bacterias comunitarias y hospitalarias «habituales», no
ocasional la afectación parenquimatosa es asimétrica o unila- es infrecuente que la causa sean gérmenes oportunistas como
teral201, 202. En algunos pacientes se puede ver un patrón intersti- Nocardia, Aspergillus y Criptococcus189. La incidencia de estas
cial lineal superpuesto a las zonas de consolidación o a las opa- infecciones parece disminuir después del lavado190. A veces se
cidades en vidrio deslustrado; raras veces es la alteración pueden oír crepitantes gruesos a la auscultación. En aproximada-
predominante o la única alteración que se ve en las radiografías201. mente un tercio de los pacientes se han detectado acropaquias190.
La TCAR es superior a la TC convencional y a la radiografía de
tórax en la evaluación del patrón y la distribución de las alteracio- Hallazgos de laboratorio y diagnóstico
nes201, 203 y puede mostrar lesiones incluso cuando la radiografía es
normal202. La alteración predominante típicamente está formada El estudio de laboratorio muestra un recuento leucocítico normal
por opacidades bilaterales en vidrio esmerilado, aunque también o ligeramente elevado y, de manera no infrecuente, policitemia.
puede haber consolidación (particularmente en las regiones dor- Es frecuente un aumento de la concentración de lactato deshi-
sales de los pulmones)198, 201, 204. Las opacidades en vidrio esmeri- drogenasa sérica209. El análisis del líquido del LBA y del suero ha
lado tienden a afectar a todos los campos pulmonares con una mostrado un aumento de algunos marcadores tumorales como el
intensidad similar, aunque pueden tener una distribución predo- antígeno carcinoembrionario210, así como un aumento de las
minante en los campos inferiores. En la mayoría de los casos se proteínas del surfactante211, 212. El grado de elevación de estas sus-
puede ver un patrón lineal fino que tiene un patrón poligonal de tancias parece reflejar la gravedad de la enfermedad.
3 a 10 mm de diámetro superpuesto a las zonas de atenuación en Los estudios de función pulmonar pueden ser completamente
vidrio esmerilado (empedrado, véase figura 5-18)200, 203, 204. El patrón normales, aunque habitualmente muestran un defecto restrictivo
refleja la presencia de edema intersticial o la acumulación de asociado a una reducción de la capacidad de difusión y de los
material lipoproteináceo en los espacios aéreos adyacentes a los volúmenes pulmonares213. La hipoxemia es frecuente y con fre-
tabiques interlobulillares203, 205. Aunque es característico de la PAP, cuencia es grave (medía ± DT de 58,6 ± 15,8 mm Hg en una revi-
también se puede ver en otras enfermedades como carcinoma sión de los casos publicados hasta 2002)189. Aunque el desequilibrio
bronquioloalveolar, neumonía lipoidea, hemorragia y/o edema ventilación-perfusión puede ser responsable en parte, probable-
pulmonar y neumonía bacteriana206-208. mente sea más importante el cortocircuito intrapulmonar de san-
gre a través del parénquima consolidado. La hipoxemia se puede
Manifestaciones clínicas asociar a hipertensión pulmonar214. Los resultados de los estudios
funcionales de seguimiento de los pacientes a los que se trata con
El síntoma más frecuente es la disnea al esfuerzo, que habitual- éxito con LBA se correlacionan bien con la mejoría clínica215.
mente es progresiva y no se asocia a ortopnea. La tos, que habi- El diagnóstico habitualmente se puede confirmar mediante el
tualmente no es productiva, también es frecuente. Puede haber análisis del líquido del LBA. Las características indicativas del
astenia, pérdida de peso y dolor pleurítico. En algunos pacientes diagnóstico incluyen: 1) un líquido claramente opaco o lechoso;
aparece febrícula o se puede ver en la evaluación inicial, y debe 2) relativamente pocas células inflamatorias, incluyendo los macró-
210 CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas

FIGURA 5-18
Proteinosis alveolar pulmonar. Una radiografía posteroanterior
de tórax (A) de un paciente de 49 años de edad muestra zonas
bilaterales de consolidación con un patrón débilmente nodular que
afecta principalmente a los campos pulmonares medios e inferiores.
Los cortes de TCAR (B y C) muestran zonas bilaterales extensas de
atenuación en vidrio esmerilado y un patrón lineal fino superpuesto
que forma arcadas poligonales (flechas curvas). Obsérvese la
delimitación nítida entre el parénquima normal y el anormal (flechas
rectas), que es una característica que habitualmente refleja los
límites de los lobulillos. (Por cortesía del Dr. Jim Barrie, University of
Alberta Medical Centre. Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman
NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th
ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

fagos alveolares; 3) grandes cuerpos eosinófilos acelulares en un ta de la patogenia, se ha documentado que esta enfermedad rea-
fondo difuso de material basófilo granuloso; 4) tinción con PAS parece después del trasplante pulmonar218. En algunas series se ha
del material proteináceo; 5) elevación de la concentración de las observado resolución espontánea sin tratamiento en aproximada-
proteínas del surfactante, y 6) datos ultraestructurales caracterís- mente el 25% de los pacientes219.
ticos. Si se considera necesario confirmar el diagnóstico median-
te un estudio tisular, es probable que sea suficiente la biopsia Amiloidosis
transbronquial.
Aunque inicialmente se pensaba que representaba una única sus-
Pronóstico y evolución natural tancia, en la actualidad se sabe que el amiloide está formado por
varias proteínas, cada una de las cuales es similar a las otras mor-
El análisis de los casos documentados en la bibliografía antes de la fológicamente, pero es distinta desde el punto de vista bioquími-
utilización generalizada del LBA terapéutico muestra que la enfer- co. Se han identificado más de 15 proteínas de este tipo, y algunas
medad es mortal en aproximadamente un tercio de los pacientes, de ellas han sido implicadas en la enfermedad respiratoria. A este
y la muerte se debe a la insuficiencia respiratoria que produce la respecto las más importantes son el amiloide L (AL) y el amiloi-
proteinosis o a las infecciones superpuestas216. En algunos pacien- de A (AA). El AL procede de las cadenas ligeras de las inmuno-
tes aparece una fibrosis pulmonar clínicamente significativa como globulinas y por ello habitualmente se asocia a una función anor-
complicación tardía. Las tasas de supervivencia actuarial en la revi- mal de las células plasmáticas, localizada en los pulmones o como
sión de la bibliografía que se ha mencionado previamente eran del parte de una enfermedad sistémica, como un mieloma múltiple o
79%, el 75% y el 68% al cabo de 2, 5 y 10 años189. La irrigación una macroglobulinemia. El AA procede de un reactante sérico de
del parénquima pulmonar mediante LBA (lavado pulmonar total) fase aguda (SAA) que se sintetiza en el hígado. Este último se pue-
ha mejorado mucho este pronóstico, y la mayoría de los pacientes de formar en varias situaciones, como las enfermedades del teji-
experimenta una mejoría de la sintomatología, de la tolerancia al do conjuntivo (particularmente enfermedad reumatoidea), infec-
esfuerzo y de la oxigenación arterial. Algunos pacientes precisan ción crónica (particularmente tuberculosis), bronquiectasias y
sólo uno una o dos intervenciones217, mientras que otros precisan re- ciertas neoplasias (como linfoma de Hodgkin). Otras proteínas
petir el lavado una o dos veces al año. Como cabría esperar a la vis- precursoras del amiloide incluyen transtiretrina (prealbúmina),
CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas 211

que es una proteína sérica que normalmente transporta tiroxina Características anatomopatológicas
y se asocia a depósitos cardíacos y pulmonares en la denominada
amiloidosis senil221; β2-microglobulina, que es una proteína sérica La afectación de las vías aéreas se produce la mayoría de las veces en
normal que con frecuencia está elevada en la insuficiencia renal la tráquea y en los bronquios proximales. Aunque se produce super-
crónica222, y amiloide de origen endocrino (AE), que procede del posición, habitualmente se manifiesta de una de dos maneras: un
depositó local de hormonas en el estroma de algunos tumores nódulo localizado o (con más frecuencia) placas intramurales
neuroendocrinos del pulmón y de otros órganos223. múltiples discretas o confluentes que distorsionan la pared de las
Debido a su gran variedad de manifestaciones clínicas y anato- vías aéreas y producen estenosis de su luz229, 234. Histológicamente
mopatológicas, la amiloidosis se ha clasificado mediante esquemas el amiloide está situado en el tejido intersticial subepitelial y con
diferentes a los que se relacionan con su origen bioquímico224. La frecuencia rodea a los conductos y ácinos de las glándulas tra-
más utilizada de estas clasificaciones incluye cuatro formas prin- queobronquiales, algunas de las cuales pueden mostrar atrofia.
cipales que dependen de las características clínicas subyacentes: Los nódulos parenquimatosos del amiloide pulmonar locali-
1) amiloidosis primaria, en la que no se reconoce ninguna enfer- zado pueden ser solitarios o múltiples, habitualmente están bas-
medad asociada o en la que hay un trastorno subyacente de las tante bien definidos y son de color gris234. Con frecuencia se pue-
células plasmáticas (la mayoría de las veces mieloma múltiple); de identificar amiloide en el intersticio alveolar en la periferia del
2) amiloidosis secundaria, en la que hay una alteración inflamatoria nódulo; sin embargo, en la región central la arquitectura paren-
crónica subyacente como bronquiectasias o enfermedad reumatoi- quimatosa normal generalmente está oscurecida por una masa
dea; 3) amiloidosis familiar, una forma relativamente infrecuente más o menos sólida de amiloide que típicamente contiene células
que se puede localizar en un tejido específico como el nervio, y gigantes multinucleadas bastante numerosas y números variables
4) la denominada amiloidosis senil, que afecta a muchos órganos de linfocitos y células plasmáticas (véase figura en color 5-3). No
y tejidos y se ve habitualmente en personas mayores de 70 años. es infrecuente que haya calcificación y osificación.
Aunque estas clasificaciones son útiles para comprender la En la enfermedad intersticial difusa el amiloide está presente
naturaleza de la amiloidosis, desde el punto de vista del diagnósti- en la medida de los vasos sanguíneos pequeños y en el intersticio
co y de las consecuencias clínicas de la afectación torácica con fre- parenquimatoso (figura 5-19; véase figura en color 5-3). En esta
cuencia es más útil considerar esta enfermedad en relación con su última localización típicamente está adyacente a las membranas
localización anatómica. De acuerdo con este concepto, hay tres for- basales endotelial y epitelial y puede aparecer en un patrón uni-
mas principales de amiloidosis en el aparato respiratorio inferior:
traqueobronquial, parenquimatosa nodular y parenquimatosa
difusa (intersticial). Aunque estas formas pueden aparecer juntas,
en muchos casos el amiloide se puede depositar predominante-
mente en una localización, lo que aporta alguna base científica para
la clasificación según ese criterio. Además de la enfermedad de las
vías aéreas y del parénquima pulmonar, la amiloidosis también
puede afectar a la pleura225, las arterias pulmonares221, los ganglios
linfáticos hiliares y mediastínicos226, 227 y el diafragma228.
Cuando se considera un diagnóstico de amiloidosis torácica se
debe recordar que enfermedades pulmonares como la tubercu-
losis crónica, las bronquiectasias y la fibrosis quística pueden en
sí mismas producir amiloidosis. Aunque es poco frecuente, este
fenómeno secundario ocasionalmente puede alterar el aspecto
radiológico de la alteración pulmonar subyacente.

Patogenia
Una descripción detallada de las características patogénicas de la
amiloidosis está fuera del ámbito de este libro; sin embargo,
merece la pena mencionar algunas características que se relacio-
nan con la enfermedad pulmonar. Aunque la mayor parte de los
depósitos localizados de amiloide en el pulmón está formada por
AL229, la inmensa mayoría de los pacientes no tiene datos de
enfermedad sistémica como mieloma múltiple, ni una alteración
serológica de las inmunoglobulinas230, 231. Así, se ha propuesto
que el depósito local de inmunoglobulinas, posiblemente relacio-
nado con producción excesiva o disminución de la eliminación
secundaria a la inflamación crónica, puede ser responsable de la
acumulación de amiloide231. Estudios inmunohistoquímicos y de
reorganización génica de algunos nódulos amiloideos pulmonares
FIGURA 5-19
han mostrado datos de expansión clonal de las células plasmáti-
cas, lo que indica que puede participar un proceso neoplásico Amiloidosis: intersticial difusa. Una imagen muy ampliada del
localizado232. La validez de este mecanismo viene apoyada por la parénquima pulmonar muestra engrosamiento leve del intersticio septal
alveolar por amiloide. Se puede ver claramente su localización entre la
observación de que algunos focos de linfoma pulmonar nodular pared capilar y la superficie epitelial alveolar. (Tomado de Fraser RS,
se asocian a amiloide AL procedente de la misma cadena ligera Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases
que se encuentra en las células tumorales233. of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
212 CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas

forme más o menos lineal o como múltiples nódulos peque- miento de los tabiques interlobulillares y zonas de atenuación en
ños235. Típicamente no hay células inflamatorias ni osificación o vidrio deslustrado o de consolidación239. En algunos de los nódu-
calcificación. los y zonas de consolidación se puede ver calcificación punteada.

Manifestaciones radiológicas Manifestaciones clínicas


La amiloidosis traqueobronquial produce un engrosamiento La forma similar a una placa de la amiloidosis traqueobronquial
focal o difuso de la pared de las vías aéreas o, raras veces, un con frecuencia se manifiesta por hemoptisis recurrente, bronqui-
nódulo intraluminal localizado236, 237. La alteración generalmente tis y neumonía243. De manera ocasional produce síntomas que
está limitada a la tráquea, aunque se puede extender a los bron- simulan un asma. Los nódulos traqueales y endobronquiales dis-
quios principales, lobares y segmentarios238. La TC muestra cretos raras veces producen síntomas y habitualmente se descubren
engrosamientos de la pared de las vías aéreas, estrechamiento de casualmente durante una broncoscopia; sin embargo, pueden ser
la luz y en algunos casos focos de calcificación (figura 5-20)236, 238. lo suficientemente grandes como para producir obstrucción de las
La amiloidosis parenquimatosa primaria nodular se manifiesta vías aéreas con atelectasia o bronquiectasias distales. En estos
en forma de nódulos solitarios o, con menos frecuencia, múlti- casos los síntomas y los signos dependen del volumen de pulmón
ples que habitualmente varían desde 0,5 hasta 5 cm de diámetro afectado y de si hay infección. Es poco frecuente la presencia de
(figura 5-21)237, 239. Raras veces se puede ver calcificación en las amiloide en otras localizaciones244.
radiografías240, aunque se ve en el 20% al 50% de los nódulos en La forma parenquimatosa nodular de la amiloidosis habitual-
los cortes de TC239, 241. Los nódulos aparecen la mayoría de las mente no produce síntomas y se descubre en una radiografía de
veces en los lóbulos inferiores y típicamente se localizan en la tórax de cribado245. De manera ocasional se ha descrito que apare-
periferia. Se pueden ver quistes adyacentes a los nódulos en algu- cen lesiones nuevas después de la resección quirúrgica de los
nos casos. La enfermedad puede progresar lentamente durante nódulos246, pero no está claro si este hallazgo representa el efecto
un período de varios años, con un ligero aumento del tamaño de de una resección inadecuada o la aparición de lesiones independien-
los nódulos y aparición de más nódulos242. tes. La mayoría de los pacientes no tiene datos de enfermedad
Las alteraciones radiográficas de la enfermedad parenquima- extratorácica (de la amiloidosis o de otro tipo).
tosa intersticial incluyen un patrón reticular, nodular o reticu- La disnea progresiva y la insuficiencia respiratoria son frecuen-
lonodular que puede ser difuso o puede afectar principalmente a tes en la enfermedad intersticial difusa245. Aunque la primera tam-
los lóbulos inferiores237. Los nódulos pueden ser pequeños, simi- bién puede ser secundaria a la propia enfermedad pulmonar, es
lares a la tuberculosis miliar, aunque pueden ser tan grandes importante recordar que se puede relacionar con la amiloidosis
como de 2,5 cm de diámetro. También se puede ver engrosa- cardíaca. La afectación difusa se ve la mayoría de las veces como

FIGURA 5-20
Amiloidosis traqueal difusa. Una imagen de una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra estenosis irregular de la tráquea. Una TC
inmediatamente por encima del cayado aórtico (B) presenta un engrosamiento circunferencial marcado de la tráquea (flechas). En la TC y en la
broncoscopia toda la tráquea era anormal. El diagnóstico se confirmó mediante biopsia endoscópica. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas 213

por la presencia de amiloide en otras localizaciones del cuerpo,


particularmente el corazón y los riñones; sin embargo, muchos
pacientes mueren por insuficiencia respiratoria250. En una serie
de 35 pacientes la mediana del tiempo de supervivencia después
del diagnóstico fue de sólo 16 meses237.

Microlitiasis alveolar pulmonar


La microlitiasis alveolar pulmonar es una enfermedad poco frecuen-
te que se caracteriza por la presencia de innumerables cálculos peque-
ños («calcosferitas») en el interior de los espacios alveolares251, 252.
Aunque puede aparecer a cualquier edad, la mayor parte de los
casos se ha descrito en pacientes de entre 20 y 50 años de edad253.
Se desconoce la etiología y la patogenia. Se ha documentado la
alteración en gemelos, y se ha observado aparición familiar en
aproximadamente el 35% de los casos descritos254, lo que implica
un factor genético. En muchos de estos casos se ha encontrado
una elevada tasa de consanguinidad en los progenitores de los
pacientes afectos, lo que indica un patrón de herencia recesivo
autosómico. A pesar de esas observaciones hay datos de que los
factores ambientales son importantes al menos en algunos casos.
FIGURA 5-21 Por ejemplo, en un informe de una familia de siete hermanas la
Amiloidosis: parenquimatosa nodular. Una TC a la altura de la carina enfermedad apareció en las cuatro hermanas que vivían juntas
muestra múltiples nódulos y espacios quísticos. La paciente era una mujer pero no en las tres que habían dejado el hogar a una edad tem-
anciana que refería disnea. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, prana255. Como la concentración sérica de calcio y fósforo general-
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
mente es normal, es poco probable que en la mayoría de los casos
esté implicada una alteración metabólica sistémica256.
Los microlitos varían en tamaño desde aproximadamente 250 a
parte de una enfermedad multisistémica (amiloidosis primaria), 750 µm de diámetro; son redondos, ovalados o tienen una forma
circunstancia en la que típicamente hay amiloide AL, y se puede irregular, y tienen un aspecto laminar concéntrico257, 258. El análisis
asociar a mieloma múltiple237. químico y el microanálisis de energía dispersiva de rayos X han
mostrado que están formados principalmente por fosfato cálci-
Hallazgos de laboratorio co259, 260. En las fases tempranas de la enfermedad las paredes alveo-
lares son normales; finalmente aparece fibrosis intersticial, a veces
En los pacientes que tienen amiloidosis primaria con frecuencia asociada a la formación de células gigantes multinucleadas259.
hay cadenas ligeras monoclonales circulantes, con más frecuencia λ El patrón radiográfico característico muestra una micronodu-
que κ247, 248. En los pacientes que tienen la forma secundaria de la lación fina que afecta de manera difusa a ambos pulmones (figu-
enfermedad se pueden ver alteraciones inespecíficas de las inmuno- ra 5-22)261. Independientemente del efecto de superposición o de
globulinas, con aumento o disminución de la concentración sérica sumación de sombras, habitualmente se pueden identificar los
de IgA, IgG e IgM. La biopsia del tejido rectal o de la grasa de la depósitos individuales en forma de nódulos bien definidos que
pared abdominal puede confirmar el diagnóstico en ambas situa- miden menos de 1 mm de diámetro. La densidad global es mayor
ciones. Cuando la enfermedad está localizada en los pulmones la en la parte inferior que en la superior. De manera ocasional hay
biopsia transbronquial o transtorácica con aguja con frecuencia per- un patrón reticular o líneas septales superpuestas al aspecto
mite obtener tejido diagnóstico. Las pruebas de función pulmonar característico en «tormenta de arena»262. Otros hallazgos que se
pueden mostrar datos de restricción y alteración de la transferencia pueden ver incluyen ampollas en los vértices pulmonares, una
gaseosa en pacientes que tienen enfermedad intersticial difusa249, y zona de aumento de la transparencia entre el parénquima pul-
atrapamiento aéreo y obstrucción fija de las vías aéreas superiores monar y las costillas (conocida como «línea pleural negra») y cal-
en los que tienen afectación traqueobronquial proximal244. cificación pleural255, 263, 264.
Las manifestaciones en la TCAR incluyen nódulos cálcicos que
Pronóstico y evolución natural miden 1 mm de diámetro o menos, a veces confluentes y que se
distribuyen principalmente a lo largo de los bordes cardíacos y las
El pronóstico de los pacientes que tienen amiloidosis parenqui- porciones dorsales de los campos pulmonares inferiores265, 266. La
matosa nodular generalmente es bueno: en la mayoría de los mayor atenuación de la porción dorsal de los pulmones persiste
casos los nódulos permanecen estacionarios en cuanto al tamaño cuando se obtienen los cortes con el paciente en posición de
o crecen lentamente y no producen síntomas. Por el contrario, es decúbito prono. Con frecuencia se ve engrosamiento cálcico de los
frecuente la progresión de la enfermedad en las formas traqueo- tabiques interlobulillares. Otros datos que se ven en la TCAR
bronquial e intersticial difusa de la enfermedad. La resección incluyen ampollas apicales y quistes subpleurales de paredes
broncoscópica o quirúrgica de los depósitos localizados de las finas265. La correlación de la TCAR con los hallazgos radiográfi-
vías aéreas puede aliviar la obstrucción; sin embargo, es frecuen- cos ha mostrado que la «línea pleural negra» puede estar produ-
te la recurrencia y se ha descrito que aproximadamente el 30% de cida por quistes subpleurales a lo largo de la pleura costal y
los pacientes muere por la enfermedad244. La evolución natural y mediastínica o por una capa de grasa extrapleural265, 267.
el pronóstico de la enfermedad en los pacientes que tienen afec- Muchos pacientes están asintomáticos cuando se descubre la
tación pulmonar intersticial difusa pueden estar determinados enfermedad por primera vez, y el diagnóstico se hace por el patrón
214 CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas

FIGURA 5-22
Microlitiasis alveolar. Una radiografía posteroanterior (A) de este varón asintomático de 40 años muestra una opacificación notablemente uniforme
de ambos pulmones. En un estudio más detallado (B) se puede ver que esta opacificación uniforme está producida por multitud de pequeñas
opacidades discretas de densidad calcífica. Los resultados de las pruebas de función pulmonar eran normales excepto por una reducción de 800 ml del
volumen residual, que representaba el desplazamiento del volumen pulmonar por las calcosferitas. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

radiográfico típico que se ve en una radiografía de tórax de cri- pacientes272. Las manifestaciones radiológicas incluyen un patrón
bado o en una radiografía que se obtiene en un paciente cuyo reticulonodular o miliar que afecta de manera difusa a ambos
hermano tiene la enfermedad. El síntoma más frecuente es la dis- pulmones273. De manera ocasional se ven lesiones líticas en las
nea al esfuerzo; de manera ocasional se produce tos268. En algu- costillas.
nos pacientes se ha observado tórax infundibuliforme y osteoar- La afectación pulmonar sintomática es infrecuente273 y habi-
tropatía pulmonar hipertrófica253. A medida que progresa la tualmente se manifiesta por disnea; de manera ocasional se pue-
enfermedad puede aparecer insuficiencia respiratoria con ciano- den ver signos de hipertensión pulmonar. Se pueden detectar
sis, acropaquias y datos de hipertensión pulmonar269. células de Gaucher en el líquido del LBA274. En un estudio de
Generalmente se puede hacer el diagnóstico de manera fiable 95 pacientes que tenían la forma adulta de la enfermedad aproxi-
con el patrón radiográfico clásico y la sorprendente disparidad madamente dos tercios tenían alteraciones de la función pulmo-
radiológica-clínica de la gravedad de la enfermedad. Los valores nar (la mayoría de las veces reducción de la CRF y de la DLCO)275.
del análisis químico de la sangre están invariablemente dentro del
intervalo normal. Los microlitos se pueden identificar en el espu- Enfermedad de Niemann-Pick
to, el líquido del LBA260 y las muestras de biopsia transbron-
quial270. La evolución de la enfermedad es variable; sin embargo, La enfermedad de Niemann-Pick está producida por un defecto
parece progresar lentamente en muchos pacientes. hereditario de la producción de esfingomielinasa, que da lugar al
depósito de esfingomielina en hígado, bazo, pulmón, médula ósea
Enfermedades por almacenamiento y cerebro. Se han descrito cinco variantes clínicas que dependen
de lípidos de la edad de inicio y de los órganos predominantes que están
afectados. Muchos pacientes mueren durante la lactancia o la
Enfermedad de Gaucher infancia; sin embargo, algunos sobreviven hasta la edad adulta, y
de manera ocasional presentan las primeras manifestaciones de la
La enfermedad de Gaucher es una alteración recesiva autosómica enfermedad en ese momento276.
que se caracteriza por un déficit de β-glucosidasa, la enzima que Anatomopatológicamente se pueden ver agregados de grandes
protagoniza la glucosilceramida. Este déficit da lugar a la acumu- células «espumosas» multivacuoladas en el parénquima de muchos
lación de glucosilceramida principalmente en las células reticu- órganos, entre ellos los pulmones. Las manifestaciones radiográfi-
loendoteliales (células de Gaucher) de hígado, bazo, ganglios lin- cas incluyen un patrón reticular o reticulonodular que afecta prin-
fáticos, hueso y, en la forma infantil de la enfermedad, cerebro. La cipalmente a los campos pulmonares inferiores277, 278. La TCAR
mayoría de los pacientes son mujeres, y más del 95% son judíos muestra opacidades parcheadas bilaterales en vidrio deslustrado y
askenazis. engrosamiento liso de los tabiques interlobulillares que afecta prin-
Histológicamente se pueden encontrar células de Gaucher en cipalmente a los lóbulos inferiores278, 279. Es frecuente que haya
el intersticio peribroncovascular o alveolar, en los espacios aéreos hepatomegalia y aumento del tamaño de los ganglios linfáticos
alveolares o en la luz de los capilares alveolares271. Se ha propues- periféricos. La afectación pulmonar puede ser asintomática o
to que su presencia en esta última localización es la alteración (raras veces) lo suficientemente grave como para producir insufi-
subyacente a la hipertensión pulmonar que se ve en algunos ciencia respiratoria280.
CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas 215

Síndrome de Hermansky-Pudlak Enfermedades hereditarias del tejido conjuntivo


El síndrome de Hermansky-Pudlak es una enfermedad recesiva Hay más de 100 trastornos hereditarios del trastorno conectivo
autosómica que se caracteriza por albinismo oculocutáneo posi- distintos, y se supone que cada uno de ellos está producido por la
tivo a la tirosinasa, un defecto de la función plaquetaria y acu- mutación de un único gen que controla la estructura o el meta-
mulación de pigmento ceroide en los macrófagos de todo el cuer- bolismo de una o más macromoléculas. Algunas de estas altera-
po281, 282. Se ha documentado la mayoría de las veces en personas ciones están complicadas por alteraciones de la caja torácica y del
de Puerto Rico y del sur de Holanda283. El ceroide es un cromolí- intersticio pleuropulmonar293.
pido complejo que histológicamente tiene el aspecto de un pig-
mento marrón que es positivo al PAS, resistente a la diastasa y Síndrome de Marfan
resistente a los ácidos. Esta sustancia parece acumularse en el
interior de los lisosomas, lo que indica que hay algún defecto El síndrome de Marfan es un trastorno hereditario del tejido con-
enzimático284, 285; sin embargo, se desconoce la naturaleza de este juntivo que se caracteriza por diferentes alteraciones cardiovas-
defecto. culares, esqueléticas y oculares, como extremidades largas (parti-
La afectación del intersticio pulmonar se ha documentado en cularmente los dedos de las manos y de los pies), escoliosis,
varios trabajos284, 286. Histológicamente hay fibrosis parenqui- subluxación del cristalino y dilatación y disección de la aorta294.
matosa grave asociada a números variables de macrófagos car- Se hereda según un patrón dominante autosómico (aunque apro-
gados de ceroide. La manifestación radiográfica más frecuente ximadamente el 25% de los pacientes no tiene antecedentes fami-
es un patrón reticular o reticulonodular bilateral287. Otros liares). El diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos, y precisa
hallazgos menos frecuentes son fibrosis perihiliar y engrosa- que haya alteraciones en dos órganos importantes y la afectación
miento pleural286, 287. Las manifestaciones más tempranas en la de un tercer órgano en un caso índice295. El trastorno se debe a
TCAR incluyen engrosamiento septal, opacidades en vidrio des- mutaciones del gen responsable de la producción de la fibrilina,
lustrado y reticulación leve287. Los hallazgos en la TCAR en las una proteína que forma parte de la matriz miofibrilar que rodea
fases más avanzadas de la enfermedad incluyen reticulación a las fibras elásticas y a otras fibras del tejido conjuntivo294.
moderada a grave, bronquiectasias por tracción, panalización y Las manifestaciones más frecuentes en la radiografía de tórax
engrosamiento peribroncovascular. Las alteraciones tienden a son un tórax largo y delgado, escoliosis y tórax infundibuliforme296;
afectar principalmente a las regiones pulmonares subpleurales y en una serie de 50 pacientes, 34 (el 68%) tenían deformidad ester-
a los campos medios e inferiores. nal y 22 (el 44%) tenían escoliosis297. La alteración pleuropulmonar
Los pacientes experimentan disnea progresiva y parecen ser que se ha descrito con más frecuencia es el neumotórax296, 298, que
susceptibles a la infección y tienen tendencia a la hemorragia. Las es una complicación que se produce en aproximadamente el 5% al
pruebas de función pulmonar muestran un patrón restrictivo; es 10% de los pacientes296, 299. Otras manifestaciones pulmonares
característica la hipoxemia en reposo. incluyen burbujas apicales y, con menos frecuencia, enfisema difu-
so, bronquiectasias y fibrosis de los lóbulos superiores296, 298.
Enfermedad de Erdheim-Chester Se produce enfermedad cardiovascular en la mayoría de los
pacientes que tienen síndrome de Marfan, y es la causa de la
Esta rara alteración se caracteriza por el depósito de macrófagos muerte en más del 90%300. Las alteraciones más frecuentes son
cargados de lípidos en diferentes tejidos, particularmente los aneurisma aórtico, disección aórtica e insuficiencia valvular aór-
huesos. La afectación pulmonar se documentó en 13 pacientes tica y mitral. El aneurisma aórtico y la disección aórtica habitual-
en una revisión de 1998288; también se ha descrito fibrosis mente afectan a la aorta ascendente (figura 5-23). Las radiogra-
mediastínica y engrosamiento o derrame pleural288. Las mani- fías de tórax seriadas pueden mostrar dilatación progresiva de la
festaciones radiográficas más frecuentes son opacidades reticu- aorta y habitualmente muestran cardiomegalia como consecuen-
lares bilaterales y engrosamiento pleural289. La TCAR muestra cia de la insuficiencia aórtica301. El diagnóstico habitualmente se
engrosamiento de los tabiques interlobulillares, micronódulos puede confirmar mediante TC. Los datos diagnósticos de la disec-
subpleurales y zonas de atenuación en vidrio esmerilado289, 290. ción aórtica incluyen la presencia de un colgajo de la íntima y una
Las manifestaciones clínicas incluyen disnea y tos. En algunos falsa luz300, 301. Los aneurismas y la disección de la aorta, así como
pacientes se ha visto progresión a insuficiencia respiratoria y las alteraciones cardiovasculares asociadas, también se pueden
muerte. reconocer fácilmente en la RM y en la ecocardiografía302, 303.

Enfermedades por almacenamiento Síndrome de Ehlers-Danlos


de glucógeno y mucopolisacáridos
El síndrome de Ehlers-Danlos está formado por un grupo de
En las enfermedades por almacenamiento de glucógeno la afecta- trastornos hereditarios del tejido conjuntivo que se puede dividir
ción de las estructuras torácicas diferentes al corazón sólo se pue- en varios tipos diferentes de acuerdo con sus características clíni-
de detectar raras veces con métodos clínicos o radiológicos. La cas, genéticas y bioquímicas304. Las alteraciones estructurales del
enfermedad de Pompe (déficit de maltasa ácida) habitualmente colágeno probablemente son la causa de los hallazgos clínicos
afecta a los lactantes y es mortal; la afectación del diafragma y de más evidentes. Las alteraciones pleuropulmonares y del esquele-
los músculos respiratorios de la pared torácica puede producir to torácico incluyen la mayoría de las veces enfisema (que con
disnea e insuficiencia respiratoria291. frecuencia se asocia a ampollas), neumotórax y escoliosis. La for-
Los pacientes que tienen enfermedades por almacenamiento mación fácil de hematomas también es una característica impor-
de mucopolisacáridos, como los síndromes de Hurler, Hunter y tante en algunos pacientes, y la rotura de los vasos pulmonares se
Morquio, pueden sobrevivir hasta la edad adulta. Las complica- puede asociar a una hemorragia pulmonar significativa305. Otras
ciones respiratorias en estos pacientes incluyen cifoescoliosis, alteraciones pulmonares incluyen traqueobroncomegalia306, seu-
insuficiencia respiratoria, neumonía y apnea del sueño292. dotumores fibrosos y quistes306, 307.
216 CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas

FIGURA 5-23
Síndrome de Marfan. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra dilatación de la aorta ascendente y cardiomegalia. Una RM
coronal (B) presenta una dilatación focal marcada de la aorta ascendente (flechas rectas) y dilatación del ventrículo izquierdo (flechas curvas)
como consecuencia de la insuficiencia aórtica. El paciente era un varón de 32 años de edad. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

Alteraciones pulmonares en enfermedades hormona de crecimiento (es decir, acromegalia). Se ha encon-


endocrinológicas sistémicas trado que el hipopituitarismo se asocia a un tipo restrictivo de
deterioro ventilatorio, de modo que la CPT es de aproximada-
Diabetes mellitus mente el 75% del valor normal318. Por el contrario, los pacien-
tes que tienen acromegalia tienen pulmones grandes con una
La diabetes se ha asociado a diversas complicaciones pulmonares, de CPT al menos un 25% mayor que la que se ve en controles
las cuales la más frecuente y grave es la infección. Parece haber una pareados319. Otro hallazgo relativamente frecuente en pacientes
mayor incidencia de la enfermedad producida por gérmenes como que tienen acromegalia es la obstrucción de las vías aéreas
Mycobacterium tuberculosis, especies de Mucorales, Staphylococcus superiores, que en algunos pacientes se asocia a apnea del sue-
aureus y diferentes bacterias gramnegativas308. También hay datos ño e hipoxemia nocturna significativa320. Algunos autores tam-
de que la infección que producen algunos gérmenes (p. ej., Strepto- bién han encontrado una alteración de la función de las vías
coccus pneumoniae, especies de Legionella y el virus gripal) se asocia aéreas pequeñas321.
a un aumento de la morbilidad y la mortalidad308.
Al igual que en otros órganos, el grosor de las membranas Hipotiroidismo
basales epitelial y capilar de los alvéolos pulmonares es mayor en
pacientes diabéticos que en controles pareados por edad309. Se ha Se pueden ver acumulaciones anormales de líquido en los espa-
propuesto que este mayor grosor de la membrana puede ser la cau- cios pleurales de los pacientes que tienen mixedema en ausencia
sa, al menos en parte, de la reducción de la DLCO que se ha obser- de causas cardiovasculares, renales o de otro tipo de retención de
vado en diferentes estudios310, 311. Otras alteraciones de la función líquidos322. También se ha descrito una enfermedad parcheada
pulmonar que se han identificado incluyen reducciones (habitual- del espacio aéreo; en un estudio se supuso que era edema, aunque
mente leves) del retroceso elástico pulmonar, la capacidad vital no había disnea ni cardiomegalia323.
forzada y del VEMS1312, 313. Además, hay datos de que la neuropa- También puede haber hipoxemia y reducción de los volúme-
tía autónoma diabética puede dar lugar a alteraciones clínicas nes pulmonares en pacientes que tienen mixedema, habitual-
(como aumento del umbral de la tos) en algunos pacientes314, 315. mente asociado a obesidad e hipoventilación, y con frecuencia a
Los trastornos de la respiración durante el sueño y la diabetes coma324. Sin embargo, algunos de estos pacientes no son obesos,
también parecen mantener una relación compleja porque el tras- y se ha mostrado que los gases sanguíneos vuelven a los valores
torno puede aumentar la resistencia a la insulina, y la resistencia normales con tratamiento con hormonas tiroideas a pesar de un
de la insulina puede, a su vez, empeorar la respiración durante el cambio escaso o nulo del peso corporal325. Algunos pacientes tie-
sueño316. Finalmente, se han descrito varios casos de síndrome de nen apnea del sueño326.
dificultad respiratoria aguda (SDRA) aparentemente no asocia-
dos a infección pulmonar en pacientes que tienen diabetes, habi- Hipertiroidismo
tualmente en el contexto de una cetoacidosis317.
Las pruebas de función pulmonar de algunos pacientes que tie-
Hipopituitarismo y acromegalia nen hipertiroidismo han mostrado disminución de la capaci-
dad vital y aumento de la ventilación minuto durante el ejerci-
Se han demostrado algunas alteraciones de la función pulmo- cio327. Algunos investigadores también han encontrado datos
nar en pacientes que tienen hipopituitarismo o exceso de la de debilidad de los músculos inspiratorios y espiratorios328,
CAPÍTULO 5 ■ Enfermedades pulmonares congénitas y metabólicas 217

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C A P Í T U L O S E I S

ENFERMEDADES INFECCIOSAS DE LOS PULMONES

CONSIDERACIONES GENERALES 223 Hallazgos de laboratorio y diagnóstico 261 Patogenia y características


Consideraciones epidemiológicas 223 Prueba cutánea de la tuberculina anatomopatológicas 294
Patogenia y patrones de infección 223 Estudio bacteriológico Manifestaciones radiológicas 294
Infección a través del árbol Citología Manifestaciones clínicas 294
traqueobronquial 223 Estudios hematológicos Hallazgos de laboratorio 295
Infección a través de la vasculatura y bioquímicos Pronóstico y evolución
pulmonar 231 Pruebas de función pulmonar natural 295
Infección por diseminación directa desde Pronóstico y evolución natural 264 Virus parainfluenza 296
una zona extrapulmonar 232 Bacilo de Calmette-Guérin 264 Virus sincitial respiratorio 296
Microbiología y otras consideraciones Micobacterias no tuberculosas 264 Coronavirus 296
diagnósticas 232 Epidemiología 264 Virus del sarampión 297
Neumonía en grupos específicos Características anatomopatológicas 265 Enterovirus 297
de pacientes 234 Manifestaciones radiológicas 265 Poliovirus 297
Neumonía adquirida Manifestaciones clínicas 265 Coxsackievirus 298
en la comunidad 234 Rinovirus 298
HONGOS Y ACTINOMICETOS 267
Neumonía adquirida en el hospital 235
Histoplasma capsulatum Retrovirus 298
Neumonía en el huésped
(histoplasmosis) 267 Hantavirus 299
inmunodeprimido 235
Histoplasmosis asintomática 268 Virus de la rubéola 300
BACTERIAS AEROBIAS Histoplasmosis aguda 268 Adenovirus 300
Y FACULTATIVAS 236 Histoplasmosis crónica 269 Herpesvirus 300
Streptococcus pneumoniae 236 Histoplasmosis diseminada 271 Herpes simple tipo 1 300
Streptococcus pyogenes 237 Hallazgos de laboratorio y diagnóstico 271 Herpesvirus 6 301
Staphylococcus aureus 237 Coccidioides immitis Herpesvirus 8 301
Moraxella catarrhalis 239 (coccidioidomicosis) 271 Virus de la varicela 301
Neisseria meningitidis 239 Coccidioidomicosis primaria 272 Citomegalovirus 302
Bacillus anthracis (carbunco) 239 Coccidioidomicosis primaria Virus de Epstein-Barr 304
Listeria monocytogenes 240 persistente 272 Papilomavirus 304
Género Corynebacterium 240 Coccidioidomicosis progresiva crónica 272
Rhodococcus equi 240 Coccidioidomicosis diseminada 274 MICOPLASMAS, CLAMIDIAS
Hallazgos de laboratorio y diagnóstico 274 Y RICKETTSIAS 304
BACTERIAS GRAMNEGATIVAS 240
Blastomyces dermatitidis (blastomicosis Mycoplasma pneumoniae 304
Géneros Klebsiella, Enterobacter
norteamericana) 274 Patogenia y características
y Serratia 240
Escherichia coli 241 Paracoccidioides brasiliensis (blastomicosis anatomopatológicas 305
Género Salmonella 241 sudamericana) 275 Manifestaciones radiológicas 305
Géneros Proteus y Morganella 242 Cryptococcus neoformans 276 Manifestaciones clínicas 306
Yersinia pestis 242 Pneumocystis jiroveci (P. carinii) 277 Hallazgos de laboratorio
Pasteurella multocida 242 Patogenia 278 y diagnóstico 306
Burkholderia pseudomallei 242 Características anatomopatológicas 278 Pronóstico y evolución
Burkholderia cepacia 243 Manifestaciones radiológicas 278 natural 307
Pseudomonas aeruginosa 243 Manifestaciones clínicas 279 Clamidias 307
Stenotrophomonas maltophilia 244 Hallazgos de laboratorio y diagnóstico 280 Chlamydia trachomatis 307
Género Acinetobacter 244 Pronóstico y evolución natural 280 Chlamydia pneumoniae 307
Bartonella henselae 244 Género Candida 280 Chlamydia psittaci 308
Género Bordetella 244 Género Aspergillus 280 Rickettsias 308
Francisella tularensis 245 Aspergilosis saprofítica 282 Coxiella burnetii 309
Haemophilus influenzae 245 Colonización de las vías aéreas Rickettsia rickettsii 309
Género Legionella 245 Micetoma
Aspergilosis alérgica 282 PROTOZOOS 309
ESPIROQUETAS 247 Aspergilosis invasora 285 Entamoeba histolytica 309
Leptospira interrogans 247 Formas clinicopatológicas Toxoplasma gondii 311
Treponema pallidum 248 Hallazgos de laboratorio y diagnóstico Plasmodium falciparum 311
BACTERIAS ANAEROBIAS 248 Pronóstico HELMINTOS 312
Cigomicosis 288 Ascaris lumbricoides 312
MICOBACTERIAS 249
Geotrichum candidum 289 Strongyloides stercoralis 312
Mycobacterium tuberculosis 249
Sporothrix schenckii 289 Trichinella spiralis 312
Epidemiología 249
Otras infecciones micóticas 290 Eosinofilia tropical 312
Tuberculosis pulmonar primaria 251
Género Actinomyces 290 Dirofilaria immitis 313
Patogenia y características
Género Nocardia 291
anatomopatológicas Echinococcus granulosus 314
Manifestaciones radiológicas VIRUS 292 Patogenia y características
Manifestaciones clínicas Virus influenza 294 anatomopatológicas 314
Tuberculosis posprimaria 255 Epidemiología 294 Manifestaciones radiológicas 314

222
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 223

Manifestaciones clínicas y hallazgos de Género Schistosoma 316 Manifestaciones radiológicas 318


laboratorio 315 Patogenia y características Manifestaciones clínicas y hallazgos de
Género Paragonimus 315 anatomopatológicas 318 laboratorio 318

CONSIDERACIONES GENERALES nar y directamente desde el mediastino o el cuello o a través del


diafragma o la pared torácica. Aunque existe superposición, la
Consideraciones epidemiológicas infección adquirida por cada una de esas vías produce anomalías
pulmonares bastante características, que se pueden reconocer en
La infección del tracto respiratorio inferior es una de las causas el estudio tanto anatomopatológico como radiológico.
más frecuentes e importantes de enfermedad humana, desde los
puntos de vista de la morbilidad, la mortalidad y el costo econó- Infección a través del árbol traqueobronquial
mico para la sociedad. Se ha estimado que en EE.UU. se produ-
cen anualmente alrededor de 4 millones de casos de neumonía La infección adquirida a través del árbol traqueobronquial se
adquirida en la comunidad1, 2, con 600.000 hospitalizaciones; produce con más frecuencia por aspiración o inhalación de
parecen estar aumentando tanto la mortalidad como la propor- microorganismos; a veces se produce después de la implantación
ción de hospitalizaciones atribuibles a este tipo de infección3. La física directa desde una fuente infectada, como un broncosco-
incidencia general ha oscilado entre 2,6 y 16,8 casos por 1.000 pio25, o de la extensión de la enfermedad a la vía aérea desde un
adultos por año, en varios estudios comunitarios4; sin embargo, ganglio linfático peribronquial (p. ej., en la tuberculosis). En lo
la incidencia varía considerablemente con la edad, el sexo, la raza que respecta a la infección pulmonar, usamos los términos inha-
y el nivel socioeconómico5-7. Por ejemplo, la enfermedad es más lación para referirnos a la respiración de aire que contiene mate-
frecuente en los negros que en los blancos8, en las mujeres que en rial potencialmente infeccioso, como esporas micóticas o núcleos
los hombres8 y en las personas mayores que en las más jóvenes8. goticulares que albergan bacterias o partículas víricas, y aspira-
Como era de esperar, es especialmente frecuente entre las perso- ción para referirnos a la introducción de material sólido o líqui-
nas que viven en residencias de ancianos9. do en los pulmones. Cuando este material es un cuerpo extraño
En EE.UU. la neumonía es la sexta causa principal de muerte y o es abundante (como sucede con frecuencia en el caso del con-
la primera causa de muerte por infección5. Los autores de un tenido gástrico aspirado), suele causar daño pulmonar directa-
extenso metaanálisis sobre el pronóstico y la evolución de 33.148 mente por mecanismos químicos o físicos (véase página 744);
personas con neumonía adquirida en la comunidad encontraron usamos el término neumonía por aspiración para referirnos a esta
una tasa de mortalidad global del 13,7%10. En los países «desarro- lesión. La aspiración de cantidades menores de secreciones nasa-
llados», la tasa de mortalidad anual es de aproximadamente 50 a 60 les u orales que contienen microorganismos también es una cau-
por 100.00011. Al igual que las cifras de incidencia, sin embargo, las sa frecuente de neumonía, en este caso originada por los propios
relacionadas con la mortalidad también varían de modo conside- microorganismos. Aunque este proceso también se ha denomina-
rable en grupos específicos de pacientes. Como era de esperar, la do «neumonía por aspiración», preferimos referirnos a esta forma
tasa de mortalidad en los pacientes que no necesitan hospitaliza- de enfermedad por el tipo específico del germen causal (p. ej.,
ción es generalmente baja, aproximadamente el 0,1%8. Sin embar- neumonía anaerobia, actinomicosis).
go, las tasas de mortalidad comunicadas en pacientes con neumo- La tos o el estornudo de un individuo cuyo tracto respiratorio
nía de gravedad suficiente para requerir ingreso en el hospital está colonizado o infectado producen una miríada de gotitas
oscilan entre el 4% y casi el 40%7, 10, 12. La edad también es una diminutas, cargadas de microorganismos. Al contacto con el aire,
variable muy importante; se ha estimado que la neumonía es res- las gotitas pierden agua y se convierten en núcleos goticulares,
ponsable de casi la mitad de todas las muertes por enfermedad que, debido a su tamaño extremadamente pequeño, pueden per-
infecciosa en la población geriátrica13. manecer suspendidos en el aire durante períodos prolongados; la
En conjunto, la neumonía adquirida en el hospital aparece en exposición de otra persona a este aire contaminado puede origi-
aproximadamente el 0,5% al 1% de los pacientes ingresados14. Sin nar diseminación de los microorganismos26. Es probable que los
embargo, la incidencia es considerablemente mayor en situaciones núcleos goticulares inhalados con un tamaño de 1 a 2 µm afecten
específicas. Por ejemplo, se ha demostrado que esta forma de neu- al epitelio de las vías aéreas periféricas, donde pueden proliferar y
monía complica la evolución de hasta el 18% de los pacientes causar enfermedad. Dependiendo de su virulencia, puede ser
sometidos a cirugía15, y del 6% al 52% de los que reciben ventila- necesario un número sustancial de microorganismos para provo-
ción mecánica16. En este último grupo la neumonía representa casi car enfermedad, debido a que las cantidades menores son elimi-
la mitad de todas las infecciones17, 18. Entre las infecciones nosoco- nadas con efectividad por las defensas del huésped27; sin embar-
miales, la neumonía tiene la mortalidad y la morbilidad más altas19; go, algunos microorganismos (p. ej., Mycobacterium tuberculosis)
su presencia prolonga la estancia hospitalaria de los supervivientes, son capaces de producir enfermedad incluso con un inóculo
en una media de 7 a 9 días por paciente20, con el consiguiente pequeño. Además de la transmisión por inhalación de microor-
aumento del costo21, 22. La mortalidad de estos pacientes es alta, y ganismos desde una persona a otra, los productos de algunos
diferentes investigadores la estiman en el 30% al 70%23, pero la microorganismos, como las microconidias de Histoplasma capsu-
mortalidad atribuible a la neumonía en este contexto de comorbi- latum, son inhalados en forma de partículas trasportadas por el
lidad sustancial es considerablemente menor17, 24. aire, procedentes del suelo contaminado.
Como ya se ha dicho, la aspiración de secreciones orofarínge-
Patogenia y patrones de infección as es también un mecanismo frecuente por el que los gérmenes
llegan a los pulmones. La flora orofaríngea del adulto normal
Los microorganismos pueden entrar en el pulmón y causar infec- contiene múltiples microorganismos aerobios y anaerobios28. La
ción por tres rutas: árbol traqueobronquial, vasculatura pulmo- mayor parte de ellos son comensales con virulencia baja, que no
224 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

causan nunca infección pulmonar; sin embargo, algunos (p. ej., con varios factores34, 35, entre ellos 1) deficiencia de la limpieza
Actinomyces israelii y diversas bacterias anaerobias) pueden cau- mucociliar, a causa de pérdida de células del tapizado de las vías
sar enfermedad respiratoria si son aspirados en cantidad sufi- aéreas y los alvéolos, o anomalías ciliares; 2) presencia de líquido
ciente por un huésped susceptible. Además, no es infrecuente que de edema alveolar, que contiene nutrientes utilizables para la pro-
las vías aéreas superiores estén colonizadas por gérmenes patóge- liferación bacteriana; 3) alteración de la fagocitosis y de la efi-
nos, como Streptococcus pneumoniae o Staphylococcus aureus (en ciencia bactericida de los macrófagos alveolares; 4) interferencia
personas por lo demás sanas), o por bacterias gramnegativas poten- con la quimiotaxis de los leucocitos polimorfonucleares, y 5) poten-
cialmente virulentas (en pacientes hospitalizados o con enferme- ciación de la adherencia bacteriana al epitelio dañado.
dades crónicas). En ambas situaciones, la aspiración de saliva o La enfermedad pulmonar subyacente es un factor de riesgo
secreciones nasales contaminadas puede suministrar un inóculo importante para la infección pulmonar. Por ejemplo, los pacientes
bacteriano suficiente para causar infección. La importancia de con EPOC tienen una mayor susceptibilidad a la enfermedad vírica
este mecanismo se pone de relieve por el hecho de que a veces se y clamidiásica. La patogenia de ese aumento de la susceptibilidad no
produce aspiración asintomática en muchas personas sanas, y está clara, pero es posible que guarde relación con cambios estruc-
con una frecuencia aún mayor en pacientes comatosos, que han turales en el epitelio de la vía aérea (p. ej., metaplasia epidermoide e
ingerido cantidades excesivas de alcohol o cuyas secreciones hiperplasia de las células caliciformes), limpieza mucociliar anor-
nasofaríngeas están aumentadas a consecuencia de una infección mal o trastorno de la respuesta inflamatoria local. Otro ejemplo es
vírica del tracto respiratorio superior29. el micetoma (aspergiloma), que casi siempre se desarrolla en una
El depósito de bacterias y hongos en las vías aéreas o en la cavidad pulmonar o foco de bronquiectasia preexistente.
superficie del epitelio alveolar por inhalación o aspiración se pue- Los datos clínicos útiles en el diagnóstico etiológico de la neu-
de seguir de uno de tres acontecimientos: 1) destrucción y elimi- monía incluyen edad del paciente, presencia de enfermedad coexis-
nación de los microorganismos con restauración de la esterilidad tente y su gravedad, rapidez de la progresión y el hecho de que la
pulmonar original; 2) proliferación limitada pero prolongada de infección se haya adquirido en el hospital (nosocomial) o en la
los microorganismos sobre la superficie epitelial, no asociada a comunidad. Por ejemplo, una neumonía adquirida en la comuni-
invasión transepitelial (colonización), y 3) proliferación más dad, con comienzo brusco y asociada a escalofríos y recuento leu-
intensa de los microorganismos, asociada a una reacción inflama- cocítico por encima de 20.000/mm3, probablemente sea de origen
toria aguda y, muchas veces, necrosis tisular. El que se produzca neumocócico; sin embargo, estas características no son suficiente-
uno u otro de estos acontecimientos depende de diversos factores, mente específicas para diferenciar de modo fiable entre la infección
entre ellos tamaño del inóculo, virulencia del microorganismo, por neumococos y la causada por el género Legionella u otros
estado de las reacciones inflamatorias e inmunitarias del huésped microorganismos en un determinado paciente36. La gravedad y la
y presencia o ausencia de enfermedad pulmonar subyacente30. causa de la neumonía están muy influenciadas por el estado inmu-
Los microorganismos producen muchas sustancias que aumen- nitario, y los pacientes inmunodeprimidos están predispuestos a la
tan la probabilidad de colonización o de invasión, entre ellas pro- neumonía diseminada, muchas veces por gérmenes oportunistas.
teasas y otras sustancias químicas que dañan directamente las célu- La edad también es una variable importante para la predicción; por
las epiteliales o el tejido conjuntivo31; sustancias causantes de una ejemplo, la neumonía está causada con más probabilidad por virus,
reducción de la limpieza mucociliar, como la piocianina32; molécu- Chlamydia pneumoniae o Mycoplasma pneumoniae en los pacien-
las de adherencia que favorecen la unión a la superficie epitelial, y tes jóvenes, comparados con los individuos mayores. La gravedad y
sustancias inhibidoras de la reacción inflamatoria del húesped33. el patrón de la infección causada por un microorganismo particu-
La patogenia de la infección del tracto respiratorio inferior por lar también guardan relación con la edad en algunos casos; por
virus es algo distinta de la de las bacterias y los hongos. Una vez que ejemplo, mientras que los rinovirus suelen causar sólo coriza en los
se ha depositado sobre la mucosa del tracto respiratorio, un virus adultos, pueden producir laringitis estridulosa, bronquitis, bron-
debe llegar a las células epiteliales subyacentes para propagarse. El quiolitis y bronconeumonía en los niños37.
virus accede a esas células por medio de moléculas que interactúan Aunque a veces es posible detectar la neumonía por los hallaz-
con receptores específicos de la superficie de la célula huésped. La gos de la exploración física del tórax cuando todavía es normal la
presencia y la naturaleza de tales moléculas y receptores son impor- radiografía, con más frecuencia los signos físicos de enfermedad
tantes para determinar la infectividad del virus y el lugar en el que pulmonar faltan por completo en pacientes que ya presentan
produce enfermedad. Después de penetrar a través de la membrana zonas significativas de consolidación parenquimatosa38. Además,
celular, el ADN vírico (o el ADN recién sintetizado en el caso de los pueden existir signos radiográficos de neumonía, sin signos físi-
virus ARN) actúa como una plantilla para la producción de varias cos acompañantes en una zona, y suceder lo contrario en otras
moléculas necesarias para la formación de nuevos virus. Se pueden zonas. De modo similar, ningún dato único de la anamnesis pre-
producir varios resultados: 1) la célula huésped puede morir y libe- dice con seguridad la presencia o ausencia de neumonía detecta-
rar los virus recién formados para que infecten otras células; 2) la ble en las radiografías39.
célula huésped puede conservar la viabilidad y seguir produciendo La infección del tracto respiratorio inferior adquirida a través
y liberando nuevos viriones, un proceso que se puede asociar a una de las vías aéreas puede estar limitada predominantemente a esas
reacción inmunitaria frente a los antígenos víricos que se expresan vías (traqueítis, bronquitis o bronquiolitis) o afectar al parénqui-
sobre la superficie celular, y 3) el virus puede permanecer dentro de ma pulmonar (neumonía). La neumonía, a su vez, se puede sub-
la célula en estado latente durante períodos prolongados (p. ej., des- dividir en tres tipos, cada uno de ellos con características anato-
pués de la incorporación del ADN vírico en el ADN del huésped) y mopatológicas y radiológicas bastante típicas: neumonía del
más adelante reaparecer para causar enfermedad, cuando se altera espacio aéreo no segmentaria (lobar), bronconeumonía (neumo-
la inmunidad general del huésped. nía lobulillar) y neumonía intersticial. A pesar de alguna superpo-
La evolución de la infección vírica del tracto respiratorio infe- sición entre esos patrones en lo que respecta a las etiologías sub-
rior, en particular la causada por el virus influenza, se puede com- yacentes40, 41, es posible reconocerlos con frecuencia suficiente, y se
plicar con una neumonía bacteriana superpuesta. Es probable asocian a microorganismos específicos en muchos casos, por lo
que la tendencia a la aparición de esta infección guarde relación que el reconocimiento de esos tipos tiene utilidad diagnóstica en
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 225

el contexto clínico apropiado. Por ejemplo, la neumonía del espa- monas aeruginosa o por Burkholderia cepacia representa probable-
cio aéreo no segmentaria suele ser de origen bacteriano y se debe mente un factor importante para la patogenia de las bronquiectasias
la mayoría de las veces a S. pneumoniae, mientras que la neumo- progresivas que se observa en muchos casos.
nía intersticial difusa se debe con frecuencia a la infección por La bronquitis aguda se suele asociar a radiografía normal, o
virus o por Pneumocystis jiroveci (P. carinii)42, 43. Se debe recordar, sólo a signos inespecíficos; en ocasiones se encuentra engrosa-
sin embargo, que diversos factores pueden modificar las manifes- miento de la pared bronquial y/o dilatación de los bronquios53. La
taciones radiológicas típicas de la infección pulmonar44, entre bronquiolitis puede cursar también con radiografía normal, o
ellos enfermedades subyacentes (como el enfisema)45, la edad y el manifestarse en forma de acentuación de las marcas pulmonares o
estado inmunitario del paciente. Como era de esperar, la correla- un patrón reticulonodular. En la TCAR la inflamación de la pared
ción entre los signos radiológicos, anatomopatológicos y micro- bronquiolar y la ocupación de la luz de los bronquiolos por exu-
biológicos es mejor con la TCAR que con la radiografía46, 47. dado dan lugar a la presencia de nódulos centrolobulillares peque-
Traqueítis, bronquitis y bronquiolitis. La infección que ños y líneas ramificadas (patrón de «árbol en brote»; figura 6-1)54.
afecta predominantemente a las vías aéreas puede estar limitada Neumonía del espacio aéreo. La neumonía no segmentaria del
a la tráquea, los bronquios o los bronquiolos, o puede afectar a espacio aéreo está causada la mayoría de las veces por S. pneumoniae,
dos o tres de esas estructuras. Los virus (en particular el virus sin- aunque también se pueden encontrar otros gérmenes, como Klebsie-
citial respiratorio [VSR] y los virus parainfluenza) y los mico- lla pneumoniae. La característica patogénica más importante de esta
plasmas son los patógenos más frecuentes. En términos de mor- forma de la enfermedad parece ser la producción rápida de líquido
bilidad tiene gran importancia la bronquiolitis, que se observa de edema, con una reacción celular relativamente menor. La conso-
sobre todo en niños y se caracteriza desde el punto de vista clíni- lidación neumónica suele ocurrir inicialmente en la periferia del pul-
co por sibilancias, disnea y, en los casos con afectación más grave, món, debajo de la pleura visceral55. Conforme aumenta su cantidad,
cianosis, postración y muerte48, 49. La bronquiolitis vírica de la el líquido de edema fluye directamente de un ácino a otro; como
infancia es bien conocida como precursora de las bronquiectasias habitualmente contiene abundantes microorganismos, al mismo
en el adulto y del pulmón hipertransparente unilateral (síndrome tiempo se extiende la infección. Así pues, la infección no se localiza
de Swyer-James), y ha sido implicada tanto en la patogenia como en focos discretos, como en la bronconeumonía, sino que ocupa una
en la exacerbación del asma50. porción confluente del parénquima pulmonar (véase figura en color
Aunque es relativamente infrecuente, la traqueítis bacteriana 6-1), limitada sólo por los límites de la pleura y, en último término,
localizada es una infección potencialmente seria en los niños, y a por la reacción inflamatoria celular del huésped.
veces también en los adultos51. Los gérmenes causales más frecuen- Desde el punto de vista radiográfico, la neumonía no segmen-
tes son S. aureus y Haemophilus influenzae52. La enfermedad se ve taria del espacio aéreo aparece como una consolidación homogé-
con frecuencia después de una infección vírica de las vías aéreas nea, relativamente bien delimitada respecto al parénquima vecino
superiores, y puede producir obstrucción potencialmente mortal no afecto (figura 6-2). Como implica el nombre de la enfermedad,
como consecuencia de la acumulación de tejido de granulación y la consolidación sobrepasa típicamente los límites segmentarios,
exudado inflamatorio en la luz traqueal. Al igual que en la infección un dato muy importante para distinguir entre esta forma y la bron-
vírica del tracto respiratorio, la bronquitis bacteriana puede consti- coneumonía. Por lo general el proceso llega hasta una cisura inter-
tuir una alteración aislada o asociarse a traqueítis y/o bronquiolitis. lobar, pero rara vez puede afectar a todo el lóbulo (lo que justifica
En los niños la afectación simultánea de las vías aéreas proximales y la preferencia del término neumonía aguda del espacio aéreo en
distales constituye una manifestación relativamente frecuente de la vez de neumonía lobar). Los bronquios mayores suelen permane-
tos ferina. Entre los adultos, la infección bronquial se ve más fre- cer permeables y con aire en su interior, lo que da lugar a la for-
cuentemente en pacientes con enfermedad subyacente de las vías mación de un broncograma aéreo. La cantidad de exudado infla-
aéreas, habitualmente EPOC, bronquiectasias o fibrosis quística. En matorio puede ser tan grande como para originar expansión de un
los pacientes con fibrosis quística la infección crónica por Pseudo- lóbulo y dar lugar al signo de la cisura abombada (figura 6-3)56.

FIGURA 6-1
Bronquiolitis aguda: Mycoplasma pneumoniae. La TCAR
muestra opacidades nodulares pequeñas (flechas) de distribución
centrolobulillar que afectan principalmente a los lóbulos
inferiores. La paciente era una mujer de 40 años. (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
226 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

FIGURA 6-2
Neumonía aguda del espacio aéreo. Las radiografías de tórax posteroanterior (A) y lateral (B) de un varón de 79 años muestran
consolidación difusa del lóbulo superior derecho. Hay pequeños focos de consolidación en el lóbulo inferior derecho y en el pulmón
izquierdo. Los cultivos de esputo fueron positivos para Streptococcus pneumoniae. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

El diagnóstico clínico de neumonía aguda del espacio aéreo paciente sobrevive a la infección, es inevitable la organización del
causada por S. pneumoniae es indicado muchas veces por la pre- foco inflamatorio, que se manifiesta durante la fase precoz por la
sencia de tos, expectoración, escalofríos, fiebre y, en particular, presencia de focos de tejido fibroblástico en las vías aéreas y los
dolor pleural. En muchos casos los signos físicos indican la loca- espacios aéreos alveolares (neumonía en fase de organización) y
lización de la enfermedad, a pesar de que los signos clásicos de la más adelante por formación de tejido fibroso maduro y un grado
consolidación parenquimatosa (retraso inspiratorio, percusión variable de pérdida de la arquitectura pulmonar normal.
alterada, respiración bronquial, estertores finos y pectoriloquia Las manifestaciones radiológicas de la bronconeumonía pueden
áfona) se oyen ahora con mucha menos frecuencia que antes, oscilar desde zonas focales peribronquiales y peribronquiolares de
probablemente debido a la mejor atención médica de la pobla- consolidación, con afectación de uno o varios segmentos de un solo
ción y el inicio temprano de tratamiento antibiótico. De hecho, la lóbulo, hasta la consolidación multilobar bilateral (figura 6-5)57. La
exploración física del tórax sólo suele revelar estertores finos y inflamación de los bronquiolos pequeños y los alvéolos adyacentes
disminución del murmullo vesicular. produce opacidades nodulares centrolobulillares mal definidas, de
Bronconeumonía. Son ejemplos de bronconeumonía la infec- 4 a 10 mm de diámetro (nódulos del espacio aéreo), o se puede
ción por S. aureus, la mayoría de las bacterias gramnegativas y extender para afectar a todo el lobulillo secundario (consolidación
algunos hongos. Desde el punto de vista patogénico, difiere de la lobulillar)43, 58. La confluencia de la neumonía hacia los lobulillos
neumonía no segmentaria del espacio aéreo por la producción de adyacentes puede producir un patrón que simula la neumonía no
una cantidad relativamente pequeña de líquido y exudación rápi- segmentaria del espacio aéreo; la distinción con esta última se pue-
da de numerosos leucocitos polimorfonucleares, típicamente de establecer en la mayoría de los casos por la presencia de una dis-
alrededor de los bronquiolos membranosos y respiratorios tribución segmentaria o lobulillar de las alteraciones en otras zonas.
pequeños (figura 6-4). Los neutrófilos parecen limitar la disemi- Debido a que el proceso afecta a las vías aéreas, la bronconeumo-
nación de los microorganismos, al menos inicialmente, y por tan- nía produce con frecuencia pérdida de volumen de los segmentos
to la enfermedad tiene un aspecto focal (véase figura en color 6-2); o lóbulos enfermos.
la extensión de la infección dentro de los lobulillos secundarios Como ya se ha dicho, la bronconeumonía está causada típica-
produce neumonía confluente, un proceso que se asocia muchas mente por gérmenes muy patógenos y se asocia a exudación de
veces a necrosis y hemorragia. abundantes neutrófilos; la acción combinada de las toxinas
El patrón de curación de la bronconeumonía también es distin- microbianas y las enzimas leucocíticas produce destrucción tisu-
to al de la neumonía aguda del espacio aéreo causada por S. pneu- lar59, que puede provocar varias complicaciones, como formación
moniae. Puesto que en esta última no suele existir destrucción tisu- de abscesos, neumatoceles y gangrena pulmonar.
lar, la restauración de la arquitectura pulmonar normal constituye Absceso pulmonar. El tamaño de los abscesos pulmonares
la regla una vez que las defensas del huésped controlan el proceso. varía desde los que sólo se pueden ver con el microscopio hasta
En contraste, la bronconeumonía se debe típicamente a gérmenes los que ocupan gran parte de un lóbulo. Los mayores erosionan
virulentos y hay cierto grado de destrucción tisular. Así pues, si el con frecuencia una vía aérea, con salida de material necrótico y
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 227

B
FIGURA 6-4

FIGURA 6-3 Bronconeumonía aguda. El corte histológico (A) muestra enfermedad


precoz formada por un exudado inflamatorio agudo dentro de la luz de un
Neumonía aguda por Klebsiella: abombamiento de la cisura. Imagen bronquiolo terminal y en el parénquima pulmonar inmediatamente
del pulmón derecho en una radiografía posteroanterior de tórax, que revela próximo; los espacios aéreos vecinos no están afectados. B. Se muestra la
una consolidación masiva del espacio aéreo con afectación de la mayor parte enfermedad más avanzada; aunque existe confluencia de la inflamación que
del lóbulo superior. El desplazamiento hacia abajo de la cisura menor se origina en varios bronquiolos, todavía se identifica la naturaleza focal del
(flechas) indica expansión lobar; las zonas centrales de radiotransparencia proceso. El cultivo pulmonar post mortem fue positivo para Pseudomonas
(entre las puntas de flecha) indican necrosis parenquimatosas. (Tomado de aeruginosa. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.) WB Saunders, 1999.)

formación de una cavidad. Estos abscesos pueden ser solitarios o suele ser un anciano, con higiene oral deficiente y alguna enferme-
múltiples y, en el caso de una enfermedad de evolución relativa- dad subyacente que predispone a la aspiración; los signos y sínto-
mente larga, pueden causar destrucción y fibrosis pulmonares mas de la enfermedad pueden ser notablemente leves, aunque es
considerables (véase figura en color 6-3). frecuente la fiebre. S. aureus y P. aeruginosa son otros patógenos
Las manifestaciones radiológicas incluyen masas únicas o relativamente frecuentes. Se observa hemoptisis en algunos casos,
múltiples, frecuentemente cavitadas (figura 6-6). Pueden apare- y puede constituir la manifestación inicial, a veces fatal62.
cer aisladas o dentro de zonas de consolidación. En una revi- Gangrena pulmonar. Una complicación relativamente infre-
sión de los signos radiográficos de 50 pacientes, los bordes internos cuente de la neumonía es la formación de fragmentos de pulmón
de los abscesos eran lisos en casi el 90% de los casos y deshilacha- necrótico en la cavidad de un absceso (secuestro o gangrena pul-
dos en el resto60. Había niveles aire-líquido en casi el 70% y con- monar) (figura 6-7). La patogenia de la necrosis pulmonar en
solidación del parénquima adyacente en el 50%. El grosor parie- estos casos puede guardar relación con la acción directa de las
tal máximo era de 4 mm o menos en aproximadamente el 5% de toxinas bacterianas, la isquemia secundaria a trombosis de los
los casos, entre 5 y 15 mm en aproximadamente el 80% y mayor vasos pulmonares adyacentes al foco de neumonía o la combina-
de 15 mm en aproximadamente el 15%. ción de ambos factores63. Cualquiera que sea el mecanismo, se
Desde el punto de vista clínico, un absceso pulmonar puede considera probable que la separación entre tejido necrótico y pul-
aparecer en la evolución de una neumonía conocida o puede cons- món viable adyacente esté mediada, al menos en parte, por enzi-
tituir la manifestación inicial de la enfermedad. Muchos abscesos mas leucocíticas. Las manifestaciones radiológicas son inicialmen-
están causados por bacterias anerobias61, y en esos casos el paciente te transparencias pequeñas dentro de una zona de consolidación
228 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

FIGURA 6-5
Neumonía por Haemophilus influenzae. La radiografía de tórax anteroposterior (A) muestra opacidades nodulares mal definidas y zonas focales de
consolidación. La TCAR (B) demuestra que los nódulos pequeños tienen una distribución centrolobulillar compatible con bronquiolitis. También hay
una zona de consolidación lobulillar (flechas), característica de bronconeumonía precoz. Los cultivos de esputo y de sangre fueron positivos para
H. influenzae. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

FIGURA 6-6
Absceso pulmonar. Las imágenes del pulmón derecho en las radiografías de tórax posteroanterior (A) y lateral (B) muestran un absceso grande con
nivel aire-líquido en el segmento anterior del lóbulo superior derecho. El borde interno del absceso es irregular y hay una consolidación adyacente
mínima. El paciente era un varón alcohólico de 38 años que solía dormir en decúbito prono. La tinción de Gram del esputo reveló bacterias grampositivas
y gramnegativas. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 229

Neumatocele. El neumatocele es un espacio lleno de gas con


paredes finas que habitualmente guarda relación con una infec-
ción; de forma característica el neumatocele aumenta de tamaño
a lo largo de días o semanas y casi siempre acaba por desaparecer
(figura 6-8). Entre los varios mecanismos que se han propuesto
para explicar su formación el más probable es el drenaje de un
foco de parénquima pulmonar necrótico, seguido por obstruc-
ción con mecanismo valvular de la vía aérea que ventila la zona.
La «válvula», que puede ser un exudado inflamatorio y/o pared
necrótica de la vía aérea, permite la entrada de aire al espacio
parenquimatoso durante la inspiración, pero impide que el aire
salga durante la espiración65. La complicación está causada la
mayoría de las veces por S. aureus en lactantes y niños y por
P. jiroveci en los pacientes con sida66.
Neumonía intersticial. La neumonía intersticial se asocia típi-
camente a infección por virus, M. pneumoniae o P. jiroveci. Se
encuentran dos patrones anatomopatológicos, dependiendo en
parte de la virulencia del germen y de la rapidez con que se pro-
duzca la infección: 1) infección relativamente prolongada o insi-
diosa que se manifiesta de forma predominante por infiltración
linfocítica de los tabiques alveolares sin alteraciones significativas
del espacio aéreo (figura 6-9A) y 2) enfermedad con progresión
más rápida o más virulenta, caracterizada por lesión alveolar difu-
sa (figura 6-9B). El mecanismo patogénico subyacente en la segun-
da forma de la enfermedad guarda relación con la lesión de la
membrana alveolocapilar. Las manifestaciones histológicas inclu-
yen engrosamiento intersticial por el líquido de edema, congestión
FIGURA 6-7
capilar y un infiltrado celular inflamatorio; hiperplasia de las célu-
Secuestro pulmonar. Un corte del pulmón izquierdo muestra un fragmento las tipo II, y exudado proteináceo dentro de los espacios aéreos. En
grande de pulmón necrótico dentro de una cavidad en el lóbulo superior los conductos alveolares y los bronquiolos respiratorios el exudado
derecho. Se aisló Klebsiella pneumoniae en el esputo pre mortem del paciente.
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s típicamente está concentrado y aplanado (membranas hialinas).
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) Las manifestaciones radiológicas de la neumonía intersticial
causada por infección vírica o por micoplasmas son un patrón reti-
cular o reticulonodular (figura 6-10)67. La bronquiolitis asociada
pulmonar, de modo habitual en un lóbulo agrandado que mues- puede producir opacidades centrolobulillares, lineales y nodula-
tra abombamiento de la cisura hacia fuera64. Las transparencias res54; la bronquitis se puede manifestar por engrosamiento peri-
confluyen con rapidez para formar una cavidad grande que con- bronquial y acentuación de las marcas pulmonares. Típicamente la
tiene líquido y pulmón necrótico. La proyección en decúbito late- neumonía por P. jiroveci se manifiesta en las radiografías por un
ral demuestra que los fragmentos de pulmón necrótico se mueven patrón granular fino o reticulonodular mal definido bilateral y
libremente dentro de la cavidad. simétrico (figura 6-11A)68. En caso de infección más grave los sig-

FIGURA 6-8
Neumatocele pulmonar. La radiografía de tórax (A) de un hombre de 28 años muestra una opacidad mal definida en el parénquima periférico del
lóbulo superior izquierdo (flecha). Doce días más tarde (B) la opacidad ha sido sustituida por una cavidad de pared fina de aproximadamente 4 cm de
diámetro. Al día siguiente (C) la lesión medía 5,5 cm a pesar del colapso parcial del pulmón izquierdo como consecuencia de un neumotórax (flechas).
(Tomado de Quigley MF, Fraser RS: Pulmonary pneumatocele: Pathology and pathogenesis. AJR Am J Roentgenol 150:1275, 1988.)
230 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

A B

FIGURA 6-9
Neumonía intersticial. La biopsia pulmonar abierta de un varón de 68 años
con aplasia eritrocítica (A) muestra engrosamiento intersticial más o menos
difuso por un infiltrado celular (que a mayor aumento en B se ve que es
predominantemente linfocítico); los espacios aéreos no están afectados. Se
identificaron citomegalovirus en la histología (flecha en B) y mediante
inmunohistoquímica. Otro corte perteneciente a un niño de 8 años con
leucemia (C) muestra engrosamiento intersticial leve, hiperplasia de las células
tipo II, material proteico dentro de los espacios aéreos alveolares y varias
membranas hialinas (flechas). El patrón es de lesión alveolar difusa. Se
identificaron virus del herpes zóster en las células epiteliales alveolares.
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
C Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

FIGURA 6-10
Neumonía intersticial aguda: Mycoplasma pneumoniae.
La radiografía posteroanterior de tórax muestra
engrosamiento de los fascículos broncovasculares y opacidad
en vidrio esmerilado en ambos pulmones. También se aprecia
una consolidación focal en el lóbulo superior izquierdo y
adenopatías hiliares bilaterales. La paciente era una joven de
17 años previamente sana. (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the
Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 231

A B
FIGURA 6-11
Neumonía por Pneumocystis. La radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra opacidades bilaterales en vidrio esmerilado y un patrón
reticulonodular mal definido. La TCAR de otro paciente (B) muestra zonas bilaterales con atenuación en vidrio esmerilado y zonas de pulmón de
aspecto normal, lo que origina un patrón geográfico. Ambos pacientes tenían sida. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

nos progresan hacia una opacificación parenquimatosa más


homogénea que varía desde el aspecto de vidrio esmerilado hasta
la consolidación; muchas veces se aprecia un patrón reticulonodu-
lar heterogéneo en la periferia de la opacidad homogénea69. La alte-
ración predominante en la TCAR son en zonas bilaterales extensas
de atenuación en vidrio esmerilado (figura 6-11B); entre el 20% y
el 40% de los pacientes tiene nódulos pequeños, opacidades reti-
culares y engrosamiento de los tabiques interlobulillares70.
Muchas infecciones víricas de los pulmones comienzan de for-
ma insidiosa con fiebre, cefalea y malestar general, aunque no es
infrecuente ver otras manifestaciones (p. ej., exantema, faringitis,
artralgias) en casos debidos a gérmenes específicos. El síntoma
principal de la afectación del tracto respiratorio inferior es la tos;
aunque al principio sea seca, se puede acompañar de expectoración
mucosa o francamente purulenta si se prolonga la infección. Este
último dato debe plantear la posibilidad de sobreinfección bacte-
riana. La enfermedad más grave se puede manifestar con disnea y,
rara vez, insuficiencia respiratoria. La distinción entre infección
vírica e infección causada por bacterias u otros gérmenes no suele
ser posible en general sólo con los datos clínicos.

Infección a través de la vasculatura pulmonar


La infección a través de los vasos pulmonares suele aparecer
en pacientes que tienen un foco de infección extrapulmonar.
Muchas veces el origen de esta infección es evidente por los sig-
nos clínicos. Sin embargo, en ocasiones, como en la endocarditis
FIGURA 6-12
o en el caso de focos diminutos localizados en la piel o en un
órgano interno, el foco primario no es evidente. Los microorga- Tuberculosis miliar. Imagen ampliada del lóbulo inferior que muestra
nismos responsables de la infección pueden circular libremente numerosos nódulos de distribución aleatoria y de aproximadamente
1 a 3 mm de diámetro por diseminación hematógena de los bacilos
en la sangre (sepsis) o pueden estar unidos a material trombó- tuberculosos (barra = 1 cm). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
tico (émbolos sépticos). Es típico el aspecto nodular de los focos Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
individuales. Cuando la enfermedad pulmonar se debe a sepsis 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
típicamente adopta la forma de innumerables nódulos de 1 a
5 mm de diámetro (infección miliar) (figura 6-12); puesto que
232 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

FIGURA 6-13
Tuberculosis miliar. La imagen del pulmón izquierdo en una
radiografía anteroposterior de tórax muestra numerosos nódulos
bien definidos de 1 a 3 mm de diámetro, más abundantes en la base.
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and
Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, B
WB Saunders, 1999.)
FIGURA 6-14
Embolia séptica. La radiografía de tórax (A) muestra múltiples nódulos
cavitados bilaterales. La TC (B) demuestra que varios nódulos tienen una
localización subpleural; algunos tienen vasos que penetran en su interior
los microorganismos se diseminan probablemente desde los capi- (signo del vaso nutricio) (flechas rectas). También se aprecia un foco de
lares alveolares, las arteriolas y las vénulas, la enfermedad tiende consolidación subpleural con forma de cuña (flecha curva). Los
hemocultivos fueron positivos para Nocardia. El paciente era VIH positivo.
a distribuirse de modo más o menos aleatorio dentro del lobuli-
(Por cortesía del Dr. Tomàs Franquet, Departamento de Radiología, Hospital de
llo. Este patrón se encuentra con más frecuencia en la tuberculo- Sant Pau, Barcelona, España.)
sis, pero también se ve a veces en la infección micótica (sobre
todo en pacientes inmunodeprimidos). La enfermedad pulmonar
causada por émbolos sépticos se manifiesta también por nódulos
múltiples, aunque habitualmente menos numerosos; además, la
Infección por diseminación directa desde una zona
oclusión de arterias pulmonares por trombos puede originar extrapulmonar
hemorragia o infarto (o ambos) y focos peor definidos o con for-
ma de cuña. Se puede producir diseminación directa a través de la pared torá-
El aspecto radiológico de la infección miliar se caracteriza por cica o del diafragma, o desde el mediastino, en pacientes que tie-
opacidades puntiformes bien definidas, de modo habitual con nen heridas torácicas contaminadas o por extensión de la infec-
una distribución uniforme por ambos pulmones71; a veces existe ción desde un foco extrapulmonar, por ejemplo un absceso
un ligero predominio basal que refleja el aumento del flujo san- abdominal o una mediastinitis secundaria a rotura esofágica. En
guíneo inducido por la gravedad (figura 6-13). Cuando comien- esos casos la enfermedad pulmonar se localiza generalmente en
zan a verse, los nódulos miden de 1 a 2 mm de diámetro (el tér- una zona contigua a la infección extrapulmonar y muchas veces
mino «miliar» se refiere a un tamaño similar al de los granos de adopta la forma de absceso. A veces no se identifica con facilidad
mijo); en ausencia de tratamiento adecuado el diámetro puede el origen de esta infección73.
aumentar hasta 3 mm-5 mm71. Los émbolos sépticos se caracte-
rizan por la presencia de nódulos que de modo habitual miden de Microbiología y otras consideraciones
1 a 3 cm de diámetro y que muchas veces están cavitados (figu- diagnósticas
ra 6-14). Como ya se ha dicho, la TC también muestra con fre-
cuencia zonas de consolidación subpleural con forma de cuña, El diagnóstico de neumonía se suele establecer en base a la anam-
muchas veces con zonas centrales de necrosis o cavitación franca nesis y los signos radiográficos. En una persona previamente sana
(véase figura 6-14)72. que presenta fiebre de comienzo reciente, síntomas sistémicos, tos,
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 233

expectoración purulenta, neutrofilia y consolidación del espacio Estas inconsistencias explican, al menos en parte, la diversidad
aéreo en la radiografía de tórax, el diagnóstico se puede establecer de estrategias que se han propuesto para el tratamiento de los
con un alto grado de confianza74. Sin embargo, no todos esos sig- pacientes que tienen una neumonía relacionada con el ventila-
nos se encuentran en todos los casos, y se debe tener cuidado de no dor92, 93 y para el estudio de los pacientes que tienen una neumo-
infradiagnosticar ni sobrediagnosticar la enfermedad, sobre todo nía adquirida en la comunidad94. Preferimos intentar establecer
en determinadas circunstancias. Por ejemplo, no es infrecuente que un diagnóstico lo más firme posible y definir la causa de la infec-
algunos de los síntomas y signos típicos de neumonía falten o estén ción en los pacientes que tienen enfermedad grave, en los que tie-
alterados en ancianos75, 76. Además, la presencia de una enfermedad nen un cuadro progresivo a pesar del tratamiento inicial y en los
cardiopulmonar subyacente puede causar problemas diagnósticos que tienen riesgo de infecciones oportunistas o poco frecuentes
en relación con la diferenciación con el infarto, la hemorragia y el por inmunodepresión o por una exposición ambiental particu-
edema de pulmón6, 77. lar94, 95. Se han descrito diversas técnicas para conseguir ese diag-
La ventilación mecánica también representa un contexto en el nóstico; su empleo depende de la pericia y las preferencias de los
que puede ser difícil el diagnóstico. Por ejemplo, en un paciente consultores de una determinada institución.
sometido a ventilación mecánica que presenta síndrome de difi- Cultivo y tinción de Gram del esputo. En ausencia de medi-
cultad respiratoria aguda (SDRA) la evaluación clínica quizás no das apropiadas para asegurar una muestra de buena calidad, la
reconozca la fase proliferativa (de organización) del SDRA, el tinción de Gram y el cultivo del esputo no son sensibles ni especí-
empiema, la sinusitis nosocomial78 o la infección relacionada con ficos para la identificación del germen causal de la neumonía85, 94. De
catéter como causa de la fiebre, y ésta se puede atribuir errónea- hecho, muchas muestras de esputo son poco satisfactorias para el
mente a la presencia de una «neumonía»79, 80. De modo similar, las estudio diagnóstico debido a contaminación por la flora de la vía
secreciones traqueales purulentas procedentes del tracto respira- aérea superior, ausencia de secreciones de las vías aéreas inferiores
torio superior o inferior rara vez están causadas por una neumonía o erradicación de los patógenos del esputo por el uso previo de
en los pacientes que reciben ventilación prolongada81, 82. Además antibióticos94. Sin embargo, cuando es posible obtener esputo
de la variabilidad interobservador86, el diagnóstico radiográfico de purulento no contaminado por secreciones de las vías aéreas supe-
neumonía relacionada con el ventilador carece también de sen- riores antes de instituir tratamiento antibiótico su examen puede
sibilidad y especificidad77: aunque la presencia de broncograma resultar muy útil para el diagnóstico. Por ejemplo, la sensibilidad
aéreo guarda relación con neumonía en la mayoría de los casos, de la tinción de Gram para el diagnóstico de la neumonía neumo-
la utilidad de ese signo se limita a los pacientes sin SDRA subya- cócica bacteriémica llega al 85%96. El valor de esta información
cente. aumentará sin duda al aumentar la prevalencia de gérmenes resis-
La identificación de un germen específico responsable de la tentes a la penicilina en la comunidad (véase página 237)95. La tin-
neumonía se ve dificultada por la falta de sensibilidad y de espe- ción de Gram del esputo también tiene un valor predictivo nega-
cificidad de las pruebas de laboratorio que se utilizan habitual- tivo alto respecto al cultivo97.
mente. Sin embargo, existen pocas pruebas de que los resultados No es probable que la información obtenida con los estudios
de la investigación microbiológica modifiquen la elección del tra- del esputo, influencie el tratamiento en la mayoría de los pacien-
tamiento en la mayoría de los pacientes con neumonía adquirida tes con neumonía adquirida en la comunidad85. Sin embargo,
en la comunidad que no precisan ingreso en el hospital; además, aconsejamos la tinción de Gram y el cultivo antes de iniciar el tra-
en este contexto la mortalidad no parece guardar relación con la tamiento antibiótico en cualquier paciente cuya enfermedad sea
determinación de una causa específica de la neumonía83. Con suficientemente grave para justificar el ingreso en el hospital98,
toda probabilidad, los pacientes en los que no se puede identifi- siempre que la obtención de muestras no retrase el inicio del tra-
car un germen sufren neumonía por S. pneumoniae o M. pneu- tamiento95. Los resultados de estos estudios quizás permitan
moniae, virus o microorganismos «atípicos» como Chlamydia. Es modificar el tratamiento antibiótico para incluir cobertura con-
probable que la mayoría de estos pacientes reciba antibióticos tra gérmenes no previstos99, 100, tengan importancia pronóstica,
adecuados para su tratamiento o que no necesite antibióticos dado modifiquen la duración del tratamiento y proporcionen infor-
el origen vírico de la infección84, 85. mación sobre la epidemiología local de la infección101.
En contraste con el paciente levemente enfermo que tiene una Hemocultivo. Aunque el cultivo de la sangre tomada antes de
neumonía adquirida en la comunidad, la identificación tempra- administrar antibióticos tiene una sensibilidad escasa para iden-
na del germen responsable probablemente mejore el pronóstico tificar el germen responsable de la neumonía, se deben hacer cul-
en los pacientes graves, sobre todo en aquellos que tienen una tivos en todos los pacientes que necesiten ingreso en el hospital
neumonía nosocomial relacionada con el ventilador86, 87. El trata- por una neumonía adquirida en la comunidad. La especificidad
miento empírico innecesario de los pacientes que no tienen neu- del cultivo positivo es alta (aunque algunos pacientes sufren
monía también conlleva un riesgo significativo: los pacientes que infecciones mixtas) y el resultado tiene importancia pronóstica94.
reciben este tratamiento pueden infectarse más adelante por gér- Si se sospecha una neumonía relacionada con el ventilador, el
menes resistentes, y esas infecciones se asocian a una mortalidad hemocultivo también puede ser útil para identificar otras fuentes
más alta que la de los pacientes no tratados previamente con anti- de infección102.
bióticos88, 89. A pesar de estas observaciones, muchos investigado- Aspiración endotraqueal. Se pueden obtener con facilidad
res han encontrado que después de corregir las variables de con- secreciones del tracto respiratorio inferior mediante aspiración
fusión que contribuyen independientemente a la mortalidad, la endotraqueal en los pacientes intubados. El análisis no cuantita-
importancia de la neumonía como causa de muerte parece ser tivo de estas muestras es un medio sensible aunque inespecífico
relativamente escasa o nula en los pacientes con neumonía noso- para determinar la causa de la neumonía80, 103. El cultivo cuanti-
comial relacionada con el ventilador17, 24, 89, 90. Es posible que la tativo mejora la especificidad, hasta tal punto que su rendimien-
mortalidad atribuible a la neumonía nosocomial en estos pacien- to puede ser comparable al de métodos más agresivos de diag-
tes se limite a las infecciones causadas por ciertos patógenos «de nóstico bacteriológico104, 105.
alto riesgo», como P. aeruginosa, el género Acinetobacter y Xan- Muestras con cepillo protegido. En un intento de mejorar la
thomonas maltophilia91. sensibilidad y la especificidad del cultivo y de la tinción de Gram
234 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

para el diagnóstico de neumonía se ha recurrido a la obtención y no sometidos a ventilación mecánica119, 120. Como era de esperar,
broncoscópica de material utilizando un cepillo protegido20. La la especificidad y el valor predictivo de un cultivo positivo han
cuantificación del crecimiento de las bacterias recuperadas se ha alcanzado cifras de hasta el 100%121, mientras que la sensibilidad y
usado para definir la presencia o ausencia de neumonía y para el valor predictivo negativo son bajos (aproximadamente el 61%
identificar el patógeno causal106. Sin embargo, la generalización y el 34%, respectivamente). Los resultados son mejores cuando la
de la aplicación y la utilidad de esta prueba se han visto limitadas opacidad radiográfica es más extensa y el paciente no ha recibido
por la falta de estandarización metodológica, por la escasez de todavía antibióticos122. No se ha determinado si la práctica de esta
estudios que demuestren mejoría de la mortalidad, de la morbi- prueba tiene un efecto favorable sobre la evolución.
lidad o de otras variables en comparación con métodos menos Se sigue discutiendo si los métodos mencionados más arriba
agresivos104, 107 y por la idea de que ninguna prueba es suficiente- deben formar parte del tratamiento estándar de los pacientes que
mente sensible para excluir la neumonía en casos en los que la tienen una neumonía grave, sobre todo los que tienen una neu-
sospecha clínica es alta108. monía relacionada con el ventilador; además, tampoco se sabe con
La sensibilidad comunicada del análisis de la muestra obteni- certeza cuál de esas pruebas es la mejor92, 93, 123. Y lo que es más
da con cepillo protegido ha variado entre aproximadamente el importante, no se sabe si la aplicación de cualquiera de esas técni-
50% y el 80%109, 110. En general la especificidad de la prueba ha cas permite reducir la morbilidad o la mortalidad con relación
sido superior al 80%109, 111. En un estudio de 147 pacientes some- costo-eficacia favorable en comparación con métodos más senci-
tidos a ventilación mecánica en los que se sospechaba una neu- llos y menos agresivos (p. ej., evaluación clínica, cultivo cuantita-
monía nosocomial en el que se empleó un umbral de 103 unida- tivo y tinción de Gram de los aspirados endotraqueales)124.
des formadoras de colonias para establecer el diagnóstico, sólo se
confirmó la neumonía en 45 casos81. El cultivo fue falsamente Neumonía en grupos específicos de pacientes
positivo en sólo cuatro pacientes, y ningún paciente con menos
del límite diagnóstico del recuento de colonias mostró signos de Neumonía adquirida en la comunidad
neumonía durante el seguimiento. Aunque la mayoría de los
demás investigadores no ha obtenido este grado de éxito, algunos La frecuencia publicada de los diferentes microorganismos res-
han encontrado datos favorables similares112. ponsables de neumonía adquirida en la comunidad varía mucho
De hecho, puede ser incorrecto establecer umbrales definitivos en las distintas series6. Esa variación se debe a numerosos factores,
del cultivo cuantitativo para el diagnóstico de neumonía con entre ellos las técnicas usadas para el diagnóstico, la edad de los
muestras obtenidas con cepillo protegido. El significado de un pacientes, la presencia o ausencia de otras enfermedades signifi-
resultado positivo se debe interpretar a la luz de la probabilidad cativas y la gravedad de la neumonía125. Además, incluso con el
previa de enfermedad y se deben tener en cuenta tanto el perjui- máximo esfuerzo, no se puede identificar el germen causal en más
cio potencial de no tratar la neumonía como el riesgo de un trata- del 50% de los pacientes con neumonía adquirida en la comuni-
miento innecesario113. Aunque en gran parte se carece de datos dad126. A pesar de estas limitaciones es posible hacer algunas
cuantitativos sobre los riesgos y beneficios de administrar o no observaciones generales.
tratamiento, en el contexto de los pacientes con enfermedad críti- S. pneumoniae es el patógeno que se identifica con más frecuen-
ca, dada la relación riesgo-beneficio fija del tratamiento antibióti- cia en la mayoría de los estudios126, 127, y representa aproximada-
co es evidente que conforme aumenta la probabilidad previa de mente el 35% de todos los gérmenes hallados. En los pacientes que
neumonía debe disminuir el umbral usado para definir el resulta- ingresan en el hospital por neumonía las bacterias anaerobias se
do de una prueba como anormal (es decir, serán necesarios menos aíslan en aproximadamente el 20% al 35%128. Entre el 2% y el 8%
microorganismos para iniciar un ciclo de tratamiento)113. de los pacientes sufre infección por H. influenzae6; la mayoría de
Lavado broncoalveolar. El LBA, incluyendo el lavado protegi- ellos presenta obstrucción crónica al flujo aéreo subyacente o son
do con cultivo cuantitativo de las secreciones pulmonares distales, ancianos. Moraxella catarrhalis no es una causa infrecuente de neu-
ha proporcionado resultados para el diagnóstico de neumonía monía en los mismos grupos de pacientes129. La neumonía adqui-
similares a los que se obtienen con muestras de cepillo protegi- rida en la comunidad por S. aureus es infrecuente, y habitualmen-
do114. El rendimiento óptimo de la prueba depende del uso de un te se produce después de una infección por el virus influenza;
volumen de lavado adecuado y de la realización de la prueba antes muchas veces se asocia a bacteriemia y a una mortalidad alta, y se
de instituir el tratamiento antibiótico o de cambiarlo115. La identi- debe considerar su presencia en todos los pacientes graves ingresa-
ficación de gérmenes intracelulares en las células fagocíticas tiene dos en la unidad de cuidados intensivos (UCI) para el tratamiento
una especificidad para neumonía superior al 95% en la mayoría de de la neumonía130. S. aureus resistente a meticilina puede ser una
los estudios; aunque algunos investigadores han comunicado un causa particularmente grave de neumonía en la población de las
rendimiento mucho menor111, las cifras de sensibilidad publicadas residencias de ancianos131.
han variado en general entre el 60% y más del 90%109, 116, 117. Se ha La frecuencia con que se identifica el género Legionella como
encontrado que la presencia de gérmenes en la tinción de Gram causa de neumonía adquirida en la comunidad muestra una
guarda una relación íntima con los resultados de los cultivos y, por variación regional marcada. Aunque estos gérmenes sólo repre-
tanto, permite una selección precoz y apropiada de los antibióti- sentan el 2% o menos de los casos totales, en algunas series son
cos117. La evaluación de la neutrofilia en el LBA también puede ser mucho más frecuentes, sobre todo entre los pacientes que están
útil para el diagnóstico; por ejemplo, la ausencia de neutrófilos pre- suficientemente graves para necesitar la hospitalización y la asis-
dijo ausencia de neumonía en los dos días siguientes a la recogida tencia en una UCI132. Los gérmenes entéricos gramnegativos
de la muestra en el 97% de los pacientes de un estudio118, y el representan una causa infrecuente de neumonía en la población
hallazgo de menos del 50% de neutrófilos en el líquido de lavado general, pero se debe considerar su presencia en los pacientes gra-
tuvo un valor predictivo negativo del 100% en otro estudio80. ves, sobre todo en los ancianos, en los que han sufrido aspiración
Aspiración transtorácica con aguja. La aspiración percutá- y en los que sufren enfermedades subyacentes significativas133, 134.
nea del pulmón con una aguja ultrafina se ha empleado para la Aunque muchas veces no se incluye entre las causas de neumonía
identificación de patógenos en pacientes con neumonía sometidos adquirida en la comunidad, en las revisiones epidemiológicas está
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 235

claro que también se debe tener en cuenta la posibilidad de tuber- Neumonía adquirida en el hospital
culosis en los pacientes ambulatorios con neumonía; su preva-
lencia es mayor en ciertas poblaciones, como personas que viven La neumonía adquirida en el hospital (nosocomial) se puede defi-
en residencias de ancianos, alcohólicos, vagabundos, adictos a las nir como una neumonía que aparece 48 horas o más después del
drogas y pacientes infectados por el VIH, así como en las pobla- ingreso, y por tanto excluye la infección que se estuviese incuban-
ciones con prevalencia alta de tuberculosis135. do cuando ingresó el paciente. Las bacterias representan la causa
Cuando el análisis se limita a los pacientes ambulatorios que no que se identifica con más frecuencia. Al principio de la evolución
precisan hospitalización, disminuye mucho la proporción de espe- hospitalaria (dentro de los 4 primeros días siguientes al ingreso)
cies bacterianas que se identifican como causas de neumonía los gérmenes más frecuentes son S. pneumoniae, M. catarrhalis,
adquirida en la comunidad; por ejemplo, en un estudio de 149 pa- S. aureus sensible a meticilina y H. influenzae146. Más adelante pre-
cientes de este tipo, sólo 3 (2%) presentaban una neumonía bac- dominan los gérmenes entéricos gramnegativos, como el género
teriana136. Muchos pacientes de ese tipo tienen «neumonía atípica», Enterobacter, Escherichia coli, los géneros Klebsiella y Proteus y
causada por M. pneumoniae (germen identificado en casi el 30% S. aureus, incluyendo especies resistentes a meticilina20. La presen-
de los pacientes en algunas series)2, 137 o C. pneumoniae (aproxi- cia de factores de riesgo específicos aumenta la probabilidad de
madamente el 20%)2, 138. También se han identificado otros gér- ciertos gérmenes. Por ejemplo, las bacterias anaerobias son más
menes similares a las clamidias como causas de neumonía adqui- probables en pacientes con neumonía después de una aspiración
rida en la comunidad139, 140. La incidencia de la neumonía de la presenciada y en aquellos que tienen una dentición deficiente o
fiebre Q (causada por Coxiella burnetii) muestra una variación alteración de la conciencia147. La infección por P. aeruginosa se
geográfica significativa, y su identificación se limita en general a debe considerar en los pacientes que han recibido corticoides o
zonas rurales2. En los adultos el virus influenza es la causa más antibióticos de amplio espectro, en los que llevan mucho tiempo
importante de neumonía vírica adquirida en la comunidad139, 140. ingresados en la UCI y en los que tienen una enfermedad pulmo-
La gravedad de la neumonía influye sobre la necesidad de nar subyacente, como bronquiectasias148. S. aureus es más frecuen-
ingreso (en una sala general o en la UCI), la utilización de técni- te en los pacientes que están en coma149, así como en aquellos que
cas diagnósticas y la elección de antibióticos. La neumonía grave tienen un traumatismo craneoencefálico, gripe reciente, insuficien-
se ha definido como aquella que precisa ingreso en una UCI141. cia renal o antecedentes de abuso de drogas intravenosas. El géne-
Por otra parte, la presencia de ciertas manifestaciones clínicas de ro Legionella es endémico en algunos hospitales150, y la neumonía
la neumonía exige considerar el ingreso hospitalario, al menos causada por esos gérmenes guarda relación con la administración
hasta que se demuestre una respuesta favorable al tratamiento142, de corticoides. La hospitalización prolongada y el uso previo de
143
. Esas manifestaciones incluyen cualquier antecedente de enfer- antibióticos también favorecen la aparición de neumonía nosoco-
medad subyacente significativa, edad superior a 65 años, altera- mial por gérmenes resistentes a los antibióticos, como S. aureus,
ción del estado mental, esplenectomía previa, sospecha de aspira- género Acinetobacter, Serratia marcescens y P. aeruginosa151. Se
ción, aumento de la temperatura por encima de 38,3 °C y signos deben sospechar gérmenes similares cuando la neumonía es espe-
de infección en otra localización. Diversos datos de laboratorio se cialmente grave (p. ej., en pacientes sometidos a ventilación mecá-
han relacionado también con un aumento de la morbilidad y de nica o ingresados en la UCI)152.
la mortalidad, entre ellos una cifra de leucocitos inferior a 4 × 109 Varios investigadores han evaluado los factores de riesgo para
o superior a 30 × 109, una cifra absoluta de neutrófilos por deba- la aparición de una neumonía nosocomial146, 153, 154, y esos facto-
jo de 1 × 109 y una PaO2 inferior a 60 mm Hg o PaCO2 superior a res se han agrupado en cinco categorías generales: 1) factores del
50 mm Hg (mientras el paciente respira aire ambiente), aumento huésped, como edad y grado de inmunodepresión; 2) fármacos
del nitrógeno ureico y de la creatinina en sangre, hemoglobina que favorecen la colonización microbiana de las vías aéreas su-
inferior a 90 g/l, acidosis metabólica y signos de coagulación periores o del estómago (la administración previa de antibióticos
intravascular diseminada (CID). Entre los signos radiográficos tiene importancia especial a este respecto); 3) fármacos que favo-
que justifican vigilancia adicional se incluyen afectación multilo- recen la aspiración de las secreciones de las vías aéreas superiores
bar, cavitación y derrame pleural. o del contenido gástrico; 4) duración de la ventilación mecánica
En ausencia de esos factores de riesgo es improbable una evolu- (la ventilación prolongada aumenta el riesgo de exposición a
ción clínica complicada1. De acuerdo con un análisis de los datos equipo contaminado y a las manos colonizadas de los trabajado-
clínicos y analíticos de 14.199 adultos ingresados por neumonía res sanitarios), y 5) factores que evitan la eliminación adecuada
adquirida en la comunidad se diseñó una regla de predicción que de las secreciones de la vía aérea, como cirugía reciente o inmovi-
estratificaba los pacientes en cinco clases respecto al riesgo de muer- lización por traumatismo o enfermedad. Como era de esperar,
te dentro de los 30 días siguientes, y se aplicó a otros 40.236 pa- muchas veces existen múltiples factores de riesgo en los pacientes
cientes1. La tasa de mortalidad en los pacientes incluidos en las tres que presentan una neumonía.
primeras clases fue suficientemente baja para considerar razonable
el tratamiento ambulatorio. Esa consideración se aplicó en espe- Neumonía en el huésped inmunodeprimido
cial a los pacientes de la clase I (<50 años de edad, ausencia de
comorbilidad, estado mental normal, frecuencia cardíaca La alteración de la función inmunitaria o inflamatoria es una
<125 latidos/min, frecuencia respiratoria <30 respiraciones/min, manifestación importante de numerosas enfermedades, y repre-
presión arterial sistólica >90 mm Hg y temperatura entre 35 °C y senta una complicación del tratamiento que se emplea para otras
40 °C). Estos datos implican que las observaciones clínicas y analí- muchas. Por razones obvias, tanto la incidencia como la gravedad
ticas simples son útiles para evaluar el riesgo de muerte en los de la infección, incluyendo la de los pulmones, aumentan en los
pacientes con neumonía adquirida en la comunidad. Sin embargo, pacientes que tienen estos trastornos. Además, los gérmenes res-
ningún criterio ni grupo de criterios único puede sustituir al juicio ponsables de la infección difieren con frecuencia de los responsa-
global del médico; los factores sociales y la circunstancias clínicas, bles de la infección en el huésped «normal». Por ejemplo, la
como los vómitos persistentes, también deben influir en la decisión aspergilosis invasora, la neumonía por Pneumocystis jiroveci
de proceder a la hospitalización en un caso concreto144, 145. (cariniii) (NPC) y la neumonía por citomegalovirus (CMV) son
236 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

relativamente frecuentes en los pacientes que tienen leucemia edema, que se extiende de unos alvéolos a otros y produce una
mielógena aguda, sida y trasplante de órganos, respectivamente; consolidación más o menos uniforme del parénquima pulmonar
sin embargo, estas enfermedades se ven rara vez en personas que (véase figura en color 6-1).
tienen normales los sistemas inmunitario e inflamatorio. Bajo la influencia de las citocinas169 los leucocitos emigran
Los trastornos de la función inmunitaria o inflamatoria pue- después desde los capilares hacia los espacios aéreos165. Aunque
den ser hereditarios o adquiridos, y los segundos resultan mucho estas células son capaces de matar a los microorganismos no pue-
más frecuentes. La descripción de las diversas características clí- den controlar por completo la infección, y la resolución se asocia
nicas, radiológicas y anatomopatológicas de la infección pulmo- muchas veces a la aparición de anticuerpos anticapsulares que
nar relacionada con la mayoría de las alteraciones adquiridas de facilitan la fagocitosis del germen por los macrófagos alveolares.
las defensas del huésped se puede encontrar en los capítulos Es probable que la elevada incidencia de resolución guarde rela-
correspondientes del libro; se presta atención particular a las ción con la ausencia de producción de toxinas por el germen, una
infecciones de los pacientes sometidos a trasplante de órganos característica que se refleja también en la ausencia de necrosis
(véase página 531) y de los que tienen sida (véase página 423). tisular. Aunque los estudios experimentales han demostrado un
Los trastornos congénitos de la función inmunitaria celular o aumento considerable de la actividad proteolítica que acompaña
humoral se asocian muchas veces a una mayor incidencia de infec- a la acumulación de neutrófilos en los espacios aéreos, un
ción pulmonar. Uno de los más frecuentes es la inmunodeficien- aumento simultáneo y comparable de antiproteasas en el suero y
cia variable común, que cursa con disfunción de los linfocitos B155. en el líquido pulmonar parece proteger al parénquima de la pro-
Las bronquiectasias representaban en otro tiempo una consecuen- ducción de lesión170. Como consecuencia, la formación de absce-
cia inevitable de esta enfermedad156; sin embargo, la identificación sos es infrecuente y probablemente sólo ocurre en relación con
precoz de las bronquiectasias y la institución temprana de trata- cepas particularmente virulentas o cuando existe una infección
miento con gammaglobulinas intravenosas han evitado tanto esa simultánea por gérmenes anaerobios171.
complicación como la infección pulmonar recurrente que la pro- Manifestaciones radiológicas. El patrón radiográfico carac-
duce157. Por razones desconocidas, aproximadamente el 20% de terístico es una consolidación no segmentaria homogénea que
los pacientes con síntomas atribuibles al trastorno presenta neu- afecta a un lóbulo (figura 6-15). Puesto que la consolidación
mopatía intersticial158. comienza en los espacios aéreos periféricos, casi siempre está en
contacto con una superficie de la pleura visceral, interlobar o de
la convexidad del pulmón. La infección se manifiesta como un
BACTERIAS AEROBIAS Y FACULTATIVAS foco redondo (esférico) de consolidación que simula una masa172,
zonas focales de consolidación u opacidades mixtas del espacio
Streptococcus pneumoniae aéreo y del intersticio43. Las complicaciones como cavitación,
gangrena pulmonar y formación de neumatoceles son raras; se
S. pneumoniae es una bacteria grampositiva con forma oval o lance- considera probable que muchas de esas complicaciones guarden
ada que habitualmente se dispone en parejas. Aparece rodeada por relación con infecciones mixtas171.
una cápsula polisacárida bien definida, cuya estructura permite el La incidencia de derrame pleural varía con la técnica radiográ-
tipado con antisueros específicos159. Se ha estimado que el microor- fica que se utiliza para detectarlo, la gravedad de la infección y la
ganismo se encuentra presente como comensal normal en hasta el presencia o ausencia de bacteriemia. El derrame pleural se mani-
20% de la población160. En ciertos grupos, como los pacientes con fiesta en las radiografías anteroposteriores y laterales de aproxima-
asma o EPOC, las tasas de colonización pueden ser mucho más damente el 10% de todos los pacientes173, en aproximadamente el
altas. Como ya se ha dicho, S. pneumoniae es el germen patógeno 30% de las de aquellos que tienen una neumonía grave que preci-
más frecuente que se identifica en los pacientes ingresados en el hos- sa tratamiento en la UCI124 y en aproximadamente el 50% de las
pital por neumonía. Representa aproximadamente el 40% de todos radiografías de los pacientes que tienen bacteriemia175.
los aislados151. Los factores de riesgo importantes incluyen edad, Manifestaciones clínicas. El cuadro clínico habitual es de
tabaquismo, abuso de drogas y alcohol, enfermedad crónica e inmu- comienzo brusco con fiebre, escalofríos intensos, tos, expectora-
nodepresión subyacente162, 163. La aparición de resistencia a los fár- ción escasa y dolor pleural intenso. La tos puede ser seca al princi-
macos se ha convertido en una característica importante del micro- pio, pero pronto produce material hemorrágico, «herrumbroso» o
organismo, y hasta el 35% de las cepas es resistente a penicilina en verdoso. Los pacientes debilitados o alcohólicos pueden presentar
varias partes de EE.UU., Europa y el este de Asia164. cianosis profunda, y es posible la aparición rápida de shock. Estas
Patogenia y características anatomopatológicas. La infec- manifestaciones clásicas de la enfermedad pueden faltar en los
ción del tracto respiratorio inferior suele seguir a la aspiración de ancianos, y es posible que en ellos la neumonía se confunda con
microorganismos procedentes de un foco de colonización en la otras enfermedades, como insuficiencia cardíaca congestiva, trom-
nasofaringe165. La virulencia depende en parte de la cápsula de boembolia o tumor maligno176. La exploración física revela signos
polisacárido que ayuda a proteger al microorganismo de la fago- de consolidación y quizás se oiga un roce pleural. No existen
citosis165 y de la capacidad de la bacteria de adherirse a las células manifestaciones clínicas particulares que distingan esta infección
epiteliales broncopulmonares mediante macromoléculas de de la neumonía causada por el género Legionella o por otros gér-
superficie (adhesinas)166. Esta última propiedad es potenciada por menes en un determinado paciente177. Se pueden encontrar focos
diversas citocinas inducidas por la pared celular del microorganis- metastásicos de infección en cualquier tejido, pero generalmente
mo, el humo de tabaco y, a veces, la infección vírica previa167, 168. sólo producen manifestaciones clínicas en el corazón, las menin-
La adherencia del germen a las células epiteliales tiene varias con- ges y las articulaciones. La complicación más importante de la
secuencias, como la producción de citocinas y toxinas capaces de infección neumocócica quizás sea la sobreinfección, habitualmen-
iniciar una reacción inflamatoria168. La bacteria afecta también te por microorganismos gramnegativos en pacientes tratados con
a las células endoteliales al causar un aumento de la permeabi- antibióticos de amplio espectro.
lidad de la membrana alveolocapilar e iniciar la cascada proco- Hallazgos de laboratorio y diagnóstico. El diagnóstico defi-
agulante168. Esos procesos se asocian al desarrollo de líquido de nitivo precisa el aislamiento del microorganismo o la demostra-
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 237

mente son estériles, por ejemplo de pulmón (mediante aspiración


transtorácica con aguja), sangre o pleura178. El hallazgo del antíge-
no capsular en el esputo, el líquido del LBA o el líquido pleural
mediante técnicas como la contrainmunoelectroforesis180, la coa-
glutinación181 y el enzimoinmunoanálisis de adsorción (ELISA)182
también indica la presencia de infección6. Además, se ha usado la
reacción en cadena de la polimerasa (RCP) para detectar ADN
estreptocócico en sangre, líquido pleural y aspirado pulmonar183-
185
; sin embargo, la técnica no distingue entre colonización e infec-
ción en las muestras de exudado faríngeo y de esputo186.
El recuento leucocítico suele ser superior a 20.000/mm3, pero
los pacientes muy graves presentan con frecuencia leucopenia. Se
pueden encontrar hiponatremia e hipobilirrubinemia187. El aná-
lisis de los gases de la sangre arterial puede demostrar hipoxemia
ligera o incluso intensa; en la mayoría de los casos también está
reducida la PCO2.
Pronóstico y evolución natural. Diversos factores de riesgo se
han relacionado con el aumento del riesgo de muerte por neumo-
nía en general, y por neumonía por S. pneumoniae en particular12.
Esos factores de riesgo pueden guardar relación con características
demográficas (edad avanzada, etnia y residencia en un hogar de
ancianos), características clínicas (véase página 235) y alteraciones
de laboratorio (véase página 235)188. Cuando no se dan estos fac-
tores de riesgo se puede prever una buena evolución. De modo
hasta cierto punto sorprendente, el aumento de la prevalencia de
gérmenes resistentes a los antibióticos no se ha asociado a un
aumento apreciable de la mortalidad189. La explicación se relacio-
na posiblemente con el hecho de que la mayor parte de las cepas
tiene una resistencia de grado intermedio y no de alto grado, por
lo que las dosis altas de antibióticos pueden proporcionar concen-
traciones tisulares efectivas para destruir los gérmenes. Además,
en ocasiones se eligen antibióticos a los que es sensible el micro-
organismo como parte de la pauta empírica inicial para el trata-
miento de los pacientes con enfermedad grave104.

Streptococcus pyogenes
S. pyogenes es un microorganismo grampositivo que aparece en
las extensiones en cadenas cortas. Solía ser una de las causas más
frecuentes de bronconeumonía, sobre todo en los pacientes jóve-
nes y en los ancianos. Sin embargo, con la introducción de anti-
bióticos se ha hecho infrecuente. A pesar de todo, parece estar
aumentando su importancia como causa de neumonía grave,
tanto esporádica como epidémica190, 191.
En la mayoría de los aspectos los signos radiográficos son indis-
tinguibles de los hallados en la neumonía estafilocócica aguda:
FIGURA 6-15 consolidación homogénea o focal con distribución segmentaria y
cierto grado de pérdida de volumen, que típicamente afecta a los
Neumonía aguda del espacio aéreo: Streptococcus pneumoniae. Las
radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) revelan una consolidación lóbulos inferiores y que a veces tiene carácter bilateral192. Falta la
extensa del lóbulo inferior derecho, y una parte del segmento anterior es el tendencia a la formación de neumatocele y de pioneumotórax, en
único tejido pulmonar no afecto. Se ve broncograma aéreo en la contraste con la neumonía estafilocócica aguda, aunque se pueden
proyección lateral. Hay poca pérdida de volumen. (Tomado de Müller NL, formar abscesos y cavidades y el empiema es frecuente. La neumo-
Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
nía suele tener un comienzo brusco con dolor pleural, escalofríos
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
intensos, fiebre y tos productiva de esputos purulentos, muchas
veces manchados de sangre. En general se pueden detectar signos
ción de un antígeno polisacárido específico. La sensibilidad de una de derrame pleural. Las complicaciones incluyen engrosamiento
buena tinción de Gram para el diagnóstico de neumonía neumo- pleural residual193 y bronquiectasias (sobre todo en los niños, en los
cócica es de sólo aproximadamente el 15%, debido en parte a que que la enfermedad aparece junto con un exantema).
muchas veces no se obtienen muestras de esputo en el momento
apropiado178. Sin embargo, el hallazgo de un germen predomi- Staphylococcus aureus
nante en una muestra de buena calidad tiene una especificidad
alta para el diagnóstico179. La infección se puede demostrar S. aureus es un coco grampositivo, que aparece en las extensio-
mediante el cultivo del microorganismo en muestras que normal- nes en parejas, cadenas cortas, tétradas o grupos194. Se diferen-
238 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

cia de otras especies de estafilococos por la producción de coa- residual. En ocasiones (normalmente asociado a gripe y evolu-
gulasa, una enzima que provoca coagulación del plasma. Las ción rápidamente mortal) hay edema intraalveolar y hemorragia
cepas de S. aureus resistentes a meticilina (SARM) han adquiri- extensa, infiltración por neutrófilos relativamente escasa y datos
do una importancia particular y representan casi el 40% de los escasos o nulos de necrosis tisular. La neumonía relacionada con
aislados estafilocócicos en algunos hospitales estadouniden- la diseminación hematógena de microorganismos se caracteriza
ses131. Aunque la colonización por gérmenes de esas cepas tam- por nódulos bien o mal definidos, la mayor parte de ellos de 0,5
bién es frecuente en instituciones para pacientes crónicos, sólo a 3 cm de diámetro.
un pequeño porcentaje de las personas afectas desarrolla una La consolidación parenquimatosa de la bronconeumonía esta-
infección franca. filocócica aguda tiene típicamente una distribución segmentaria.
El germen representa una causa infrecuente de neumonía En función de la gravedad de la afectación el proceso puede ser
adquirida en la comunidad; es responsable de sólo aproximada- focal u homogéneo, y la segunda forma representa una bronco-
mente el 3% de todos los casos, y de aproximadamente el 3% al neumonía confluente. La consolidación afecta a más de un lóbu-
12% de los cuadros de gravedad suficiente para precisar ingreso lo en aproximadamente el 60% de los pacientes y tiene carácter
en un hospital y tratamiento en una UCI12. Esta infección grave bilateral en aproximadamente el 40%57, 197. Debido al exudado
se encuentra rara vez en adultos sanos. Los factores de riesgo inflamatorio que llena las vías aéreas la consolidación se puede
incluyen edad muy joven o avanzada, alcoholismo, enfermedades acompañar de atelectasia secundaria; por la misma razón rara vez
crónicas como EPOC, sida, desnutrición, bacteriemia por infec- se observa broncograma aéreo, y su presencia debe plantear
ción de tejidos blandos o endocarditis149, 194, residencia en una dudas sobre el diagnóstico. En la TCAR la afectación bronquiolar
institución, debilidad general, abuso de drogas intravenosas e se manifiesta por opacidades nodulares centrolobulillares y opa-
infección gripal reciente195, 196. S. aureus es más importante como cidades lineales ramificadas (patrón de árbol en brote).
causa de neumonía nosocomial, sobre todo en la UCI, donde Se producen abscesos en el 15% al 30% de los pacientes
representa uno de los patógenos más frecuentes194. Este microor- (figura 6-16)57, 197. La formación de neumatoceles también es
ganismo también es muy frecuente en el esputo de pacientes con frecuente, y se observa en aproximadamente el 50% de los niños
fibrosis quística. y el 15% de los adultos57, 198. Los neumatoceles suelen aparecer
El patrón anatomopatológico más frecuente es el de bronco- durante la primera semana de la neumonía y desaparecen
neumonía aguda, muchas veces asociada a la formación de absce- espontáneamente al cabo de semanas o meses. Se producen
sos. Resulta frecuente cierto grado de fibrosis parenquimatosa derrames pleurales en el 30% al 50% de los pacientes; aproxi-

FIGURA 6-16
Absceso agudo de pulmón: Staphylococcus aureus. Las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) revelan consolidación masiva de todo
el lóbulo superior derecho con una gran cavidad irregular en el centro. Hay aumento del volumen del lóbulo, a juzgar por el abombamiento
hacia atrás de la cisura mayor. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 239

madamente la mitad de los derrames son empiemas57, 197. A Neisseria meningitidis


veces se encuentra neumotórax espontáneo.
En la neumonía relacionada con la diseminación hematógena N. meningitidis es un diplococo gramnegativo que en las mues-
de los gérmenes el aspecto radiológico es de múltiples nódulos o tras de pacientes con enfermedad se encuentra sobre todo dentro
masas diseminados por los pulmones. Los nódulos tienen a veces de las células. El microorganismo se ha aislado en la sangre209 y en
bordes mal definidos o son confluentes. Los abscesos pueden ero- otras muestras que normalmente son estériles210, en pacientes
sionar la pared bronquial y producir cavidades llenas de aire, con neumonía sin meningitis y en forma de cultivo puro en
muchas veces con niveles líquidos199. En la TC la mayor parte de muestras de pacientes con agudizaciones purulentas de la bron-
las alteraciones tiene una localización subpleural. En alrededor de quitis crónica211. La infección vírica (p. ej., neumonía adenovíri-
las dos terceras partes de los casos algunos nódulos muestran un ca o gripe) parece ser un factor de riesgo importante212, 213. Los
vaso que atraviesa su interior (signo del vaso nutricio)72, 200. Los jóvenes que realizan el servicio militar también parecen constituir
infartos sépticos originan zonas de consolidación subpleural con un grupo que tiene una susceptibilidad particular, quizás debido
forma de cuña200. al contacto íntimo con portadores de N. meningitidis y a la mayor
El cuadro clínico de la neumonía por S. aureus es variable y frecuencia de infecciones víricas. Las radiografías de tórax publi-
depende de la edad y del grado de debilidad del paciente, y de que cadas muestran un patrón de neumonía aguda del espacio aéreo.
la neumonía se superponga a una infección gripal. En los niños y La historia típica consiste en fiebre que aumenta de modo gra-
los adultos que adquieren la infección después de la gripe el dual durante 2 a 3 semanas, seguida por dolor pleural214.
comienzo suele ser brusco con dolor pleural, tos y expectoración
purulenta amarilla o parda, a veces con hilos de sangre201. Cuan- Bacillus anthracis (carbunco)
do la infección aparece en el hospital los signos y síntomas clíni-
cos son similares a los que producen otras bacterias virulentas B. anthracis es un bacilo grampositivo encapsulado que típica-
adquiridas en el hospital. mente aparece formando cadenas139. Las esporas se encuentran
El diagnóstico se debe considerar siempre que aparezca una en el suelo y en la materia orgánica descompuesta, donde germi-
neumonía en pacientes con gripe u hospitalizados. La positividad nan en condiciones apropiadas y pueden ser ingeridas por herbí-
del cultivo de esputo es un indicador sensible de infección; sin voros, como cabras, ovejas y vacas. La infección humana se pro-
embargo, carece de especificidad194. El recuento leucocítico suele duce la mayoría de las veces por contacto directo, que origina una
estar aumentado, pero se puede encontrar leucopenia en los enfermedad cutánea. Con menos frecuencia la infección se debe
pacientes graves. En muchos pacientes se obtienen hemocultivos a ingestión de carne contaminada o a inhalación de tierra conta-
positivos; sin embargo, es importante recordar que la positividad minada. En las sociedades industrializadas el carbunco ha sido
del hemocultivo se puede deber a bacteriemia por la neumonía o tradicionalmente una enfermedad laboral que afectaba sobre todo
a diseminación hematógena de gérmenes desde un foco extrapul- a operarios encargados de manipular pieles y en la industria de
monar. tejidos, curtidos y lanas. Hoy día se teme el posible uso del micro-
Las complicaciones de la neumonía estafilocócica incluyen organismo para fines de bioterrorismo215, 216.
meningitis, abscesos metastásicos (sobre todo en el encéfalo y en Después de la inhalación las esporas son captadas por los
los riñones) y endocarditis aguda, incluso en pacientes sin valvu- macrófagos alveolares y transportadas a los ganglios linfáticos
lopatía previa. El derrame pleural es bastante frecuente y se pue- mediastínicos en un plazo de horas, sin producir una lesión pul-
de complicar con empiema. Dada la asociación frecuente de la monar específica. En los ganglios linfáticos las esporas germinan
neumonía por S. aureus a la presencia de enfermedad subyacente y se transforman en bacilos germinativos, que se multiplican y
y de estancia en el hospital no es sorprendente que la tasa de mor- producen diversos factores de virulencia217. Entre éstos se inclu-
talidad haya sido muy alta, entre el 20% y el 85% en varias yen el polipéptido capsular, que confiere resistencia a la fagocito-
series131, 202. sis, y la toxina del carbunco, que favorece el edema y la formación
de citocinas inflamatorias por los macrófagos tisulares218. La toxi-
Moraxella catarrhalis na liberada en el torrente sanguíneo puede causar edema, hemo-
rragia, necrosis y shock, 216. Desde el punto de vista anatomopa-
M. catarrhalis (Branhamella catarrhalis, Neisseria catarrhalis) es tológico, la alteración inicial es una mediastinitis hemorrágica,
un diplococo gramnegativo intracelular de forma arriñonada203. que puede dar paso a extensión directa de los gérmenes hasta la
Conocido desde hace mucho tiempo como comensal de la cavi- pleura215 y la posterior aparición de grandes derrames pleurales.
dad oral, se ha descrito cada vez con más frecuencia como pató- En los pulmones se puede encontrar lesión alveolar difusa como
geno importante en los tractos respiratorios superior e infe- complicación de la sepsis o de la toxemia; la neumonía infecciosa
rior204. La infección se suele encontrar en pacientes con verdadera es infrecuente216.
neumopatía subyacente, sobre todo en pacientes con EPOC que Las manifestaciones radiográficas más frecuentes incluyen
están recibiendo corticoides205. Los pacientes con deficiencia de derrames pleurales bilaterales, ensanchamiento del mediastino y
inmunoglobulinas también parecen ser susceptibles206. Se han opacidades intersticiales o zonas de consolidación unilaterales o
descrito brotes epidémicos nosocomiales de infección207. bilaterales219-221. La TC muestra típicamente edema de la grasa
Desde el punto de vista clínico, la enfermedad adopta la forma mediastínica y adenopatías mediastínicas e hiliares con atenua-
de una traqueobronquitis o bronconeumonía febril aguda208. En ción alta como consecuencia de la hemorragia220-222. Los ganglios
la mayoría de los pacientes la infección es leve; sin embargo, pue- exhiben refuerzo marcado después de la administración de con-
de ser grave en los pacientes inmunodeprimidos203. Las compli- traste intravenoso, un dato muy indicativo del diagnóstico en un
caciones de derrame pleural, empiema y septicemia son infre- paciente con el antecedente de un posible contagio221.
cuentes. Aunque se ha descrito positividad de los hemocultivos206, Los síntomas iniciales tienen carácter inespecífico y son fiebre
el diagnóstico se suele basar en la identificación de microorganis- leve, malestar general, mialgias, tos seca, náuseas, vómitos y
mos típicos en una tinción de Gram de buena calidad del esputo molestias torácicas215. Unos días después del contagio puede apa-
junto con crecimiento abundante en el cultivo203. recer disnea intensa, hipotensión y hemorragia. Son frecuentes los
240 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

signos de meningitis215. El aumento del tamaño de los ganglios otras formas de inmunodepresión229 y, rara vez, en pacientes por lo
linfáticos mediastínicos puede causar compresión traqueal y estri- demás sanos. Los signos radiológicos son una opacidad o una zona
dor216. La exploración física puede revelar estertores diseminados de consolidación redonda, muchas veces en un lóbulo superior.
y signos de derrame pleural. Cuando no se trata no es raro que se La cavitación es frecuente230. La neumonía suele ser de comienzo
produzca la muerte dentro de las primeras 24 horas218. insidioso y se acompaña de cansancio, fiebre y tos seca.
Si no existe una exposición laboral específica ni contacto con
otros pacientes diagnosticados recientemente, la naturaleza ines-
pecífica de los síntomas iniciales dificulta el diagnóstico. Se debe BACTERIAS GRAMNEGATIVAS
tener en cuenta la posibilidad de esta infección en cualquier per-
sona hasta entonces sana que presente un cuadro febril agudo con Los bacilos gramnegativos se pueden dividir en tres grupos prin-
evolución rápida hacia el shock. El ensanchamiento radiográfico cipales: 1) enterobacteriáceas, entre ellas el grupo Klebsiella-Ente-
del mediastino aumenta de modo significativo la probabilidad robacter-Serratia, E. coli, Yersinia pestis y diversas especies de los
del diagnóstico en un contexto adecuado216. El hallazgo de náu- géneros Morganella, Proteus, Shigella y Salmonella; 2) gérmenes
seas y vómitos, disnea, alteraciones neurológicas, auscultación distintos de las enterobacteriáceas que fermentan los azúcares,
anormal, taquicardia, hematocrito alto, elevación de las trans- entre ellos los géneros Aeromonas, Pasteurella y Vibrio, y 3) micro-
aminasas, albúmina baja, recuento leucocítico normal y sodio organismos distintos de las enterobacteriáceas que no fermentan
sérico bajo apoya la sospecha diagnóstica, mientras que la pre- los azúcares, como Stenotrophomonas maltophilia y los géneros
sencia de rinorrea, faringitis, mialgia y cefalea, la disminuye223, 224. Acinetobacter, Alcaligenes, Burkholderia, Chryseobacterium y Pseu-
La positividad del cultivo y la tinción de Gram de la sangre o de domonas.
otras muestras apropiadas confirman el diagnóstico; el examen
del esputo rara vez tiene utilidad. Géneros Klebsiella, Enterobacter y Serratia
Listeria monocytogenes Las enterobacteriáceas son un gran grupo de bacilos gramnegati-
vos, conocidos con frecuencia como coliformes, cuyo hábitat
L. monocytogenes es un bacilo grampositivo corto que se puede natural es el tracto intestinal de los humanos y los animales159.
encontrar en la tierra, el agua, los desperdicios, muchos animales Constituyen una causa importante de neumonía nosocomial y
domésticos y, a veces, las vías aéreas superiores, los genitales y el adquirida en la comunidad en ciertos grupos de pacientes, como
tracto digestivo inferior de portadores humanos asintomáticos. los ancianos y los pacientes con una enfermedad crónica subya-
En la mayoría de los casos la infección de las personas adultas es cente99. El miembro más importante del grupo desde el punto de
esporádica y no guarda relación con una fuente de contagio iden- vista clínico es K. pneumoniae, un microorganismo encapsulado
tificable. Se cree que la transmisión ocurre por ingestión o por inmóvil ubicuo en el medio ambiente, sobre todo en el agua; se
contacto directo con animales contaminados, especialmente paté encuentra también en el tracto digestivo humano normal231. La
y queso no pasteurizado225, o con otros productos animales, o a bacteria es una causa frecuente de infección grave, y se ha identi-
través del contacto con portadores humanos. La listeriosis afecta ficado en más del 10% de los pacientes con bacteriemia; hasta el
predominantemente a recién nacidos, embarazadas, huéspedes 25% de esos pacientes sufre neumonía nosocomial232. Además,
inmunodeprimidos y personas mayores con alguna enfermedad entre el 1% y el 5% de todos los casos de neumonía adquirida en
crónica debilitante; muchos de los pacientes afectos sufren neo- la comunidad se debe a Klebsiella233. La neumonía se encuentra
plasias malignas linforreticulares. En los adultos la enfermedad sobre todo en varones de más de 50 años, muchos de ellos alco-
suele adoptar la forma de meningitis, asociada frecuentemente a hólicos crónicos234. La enfermedad broncopulmonar crónica y, en
septicemia. En una pequeña proporción de casos se produce menor grado, la diabetes mellitus y la debilidad general, también
infección pulmonar o pleural226. parecen predisponer a la infección12.
El género Enterobacter contiene especies móviles, pero por lo
Género Corynebacterium demás similares a Klebsiella, que se pueden agrupar con las espe-
cies de este último género en las pruebas de laboratorio habitua-
Las corinebacterias son bacilos o cocobacilos grampositivos que les. Los microorganismos patógenos (la mayoría de las veces Ente-
poseen tumefacciones irregulares en un extremo, lo que les pro- robacter aerogenes y en ocasiones Enterobacter cloacae) suelen
porciona el aspecto de mazas159. Corynebacterium diphtheriae (el causar neumonía nosocomial235. S. marcescens es un saprofito fre-
germen causante de la difteria) es el miembro más importante del cuente del suelo, el agua y las alcantarillas. La mayoría de las infec-
género como causa de enfermedad humana. La listeriosis se mani- ciones se adquiere en el hospital y afecta a pacientes ancianos y
fiesta típicamente por faringitis con formación de la clásica mem- debilitados, la mayoría de los cuales ha recibido tratamiento anti-
brana, que se puede extender a la laringe y provocar obstrucción de biótico. También se han descrito brotes epidémicos relacionados
las vías aéreas superiores227; el germen no se ha descrito como cau- con la esterilización deficiente de los broncoscopios236.
sa de neumonía. Aunque se suele considerar que los demás miem- K. pneumoniae suele llegar a los pulmones por la aspiración de
bros del género, aparte de C. diphtheriae, son comensales o conta- secreciones orales, y las zonas que se afectan con más frecuencia
minantes cuando se encuentran en los cultivos, se ha demostrado son la porción posterior de un lóbulo superior y la región supe-
que algunos de ellos pueden causar enfermedad pulmonar signifi- rior de un lóbulo inferior. En algunos casos se observa una con-
cativa, sobre todo en huéspedes inmunodeprimidos228. solidación homogénea que recuerda a la neumonía aguda del
espacio aéreo causada por S. pneumoniae; también se puede
Rhodococcus equi encontrar una distribución focal con formación de abscesos y
cavitación. La obstrucción vascular puede producir cavidades
R. equi es un cocobacilo grampositivo débilmente acidorresistente. grandes que contienen fragmentos de pulmón necrótico (gangre-
La infección se ha documentado con más frecuencia en pacientes na pulmonar)237. Es frecuente la extensión de la infección a la
con sida (véase página 424). Sin embargo, también se ha descrito en pleura, con el consiguiente empiema. Los géneros Enterobacter y
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 241

Serratia suelen causar neumonía hemorrágica necrosante, Escherichia coli


muchas veces con formación de abscesos238.
La neumonía por Klebsiella se manifiesta de modo caracterís- E. coli es un comensal importante del intestino delgado y grueso.
tico en las radiografías como una consolidación parenquimatosa La neumonía afecta principalmente a pacientes debilitados. El
homogénea que contiene un broncograma aéreo. En compara- germen es responsable de aproximadamente el 5% al 20% de las
ción con la neumonía neumocócica, muestra una mayor tenden- neumonías adquiridas en el hospital o en una residencia de ancia-
cia a la formación de exudado inflamatorio voluminoso que pro- nos242 y de aproximadamente el 1% al 5% de las infecciones
duce expansión lobar con el consiguiente abombamiento de las adquiridas en la comunidad suficientemente graves para necesi-
cisuras interlobares (véase figura 6-3, página 227)56, mayor ten- tar ingreso hospitalario243. Es probable que la mayoría de los
dencia a la formación de abscesos y cavidades (figura 6-17)239 y casos se contraiga por aspiración de secreciones contaminadas
una mayor frecuencia de derrame pleural y empiema240. En oca- procedentes de las vías aéreas colonizadas.
siones la neumonía experimenta sólo resolución parcial y pasa a Las manifestaciones radiográficas suelen corresponder a una
una forma crónica con cavitación y positividad persistente de los bronconeumonía. La afectación es en general multilobar con
cultivos; en estos casos el cuadro radiográfico simula al de la marcada predilección anatómica por los lóbulos inferiores. La
tuberculosis. cavitación resulta infrecuente, mientras que el derrame pleural es
El comienzo de la neumonía aguda por Klebsiella suele ser frecuente244. Desde el punto de vista clínico la infección se carac-
brusco con postración, dolor al respirar, cianosis, fiebre modera- teriza por aparición brusca de fiebre, escalofríos, disnea, dolor
da y disnea intensa. La expectoración es con frecuencia verdosa, pleurítico, tos y expectoración amarilla. Puede haber síntomas
purulenta y con hebras de sangre, y en ocasiones de color rojo digestivos como náuseas, dolor abdominal, disfagia, diarrea y
ladrillo y gelatinosa («esputos en jalea de grosella»)12. Puede vómitos. El diagnóstico de presunción precisa el crecimiento pre-
haber durante algún tiempo malestar general, escalofríos y dis- dominante o puro de E. coli en el cultivo de esputo; las colonias
nea241, pero muchos pacientes se encuentran en shock cuando lle- ocasionales tienen poca importancia, sobre todo en pacientes que
gan al hospital. Los signos físicos corresponden en general a la reciben tratamiento antibiótico.
consolidación parenquimatosa. La cifra de leucocitos suele estar
moderadamente elevada. Una cifra normal o disminuida de leu- Género Salmonella
cocitos indica un pronóstico desfavorable. Se ha descrito bacterie-
mia en aproximadamente el 25% de los casos239. La infección pleuropulmonar por el género Salmonella es infre-
La infección por Klebsiella-Enterobacter-Serratia tiene una mor- cuente. La que producen por cepas no tifoideas se suele encontrar
talidad de aproximadamente el 50%, y la muerte suele ocurrir den- en pacientes inmunodeprimidos245, 246. La neumonía puede ser
tro de las primeras 48 horas desde el comienzo de la enfermedad. secundaria a la aspiración de contenido digestivo infectado o a la

FIGURA 6-17
Absceso agudo de pulmón: Klebsiella pneumoniae. La imagen del pulmón izquierdo en la radiografía posteroanterior de tórax (A)
muestra una zona mal definida de consolidación del espacio aéreo en el lóbulo inferior. Tres días más tarde (B) la consolidación es más
extensa y han aparecido varias zonas radiotransparentes indicadoras de necrosis y comunicación bronquial. Cinco días después (C) las
cavidades han confluido para formar un absceso multiloculado de contornos lisos (puntas de flecha). El paciente era un varón alcohólico de
45 años. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
242 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

siembra durante una bacteriemia. El empiema es secundario la puede producir directamente neumonía (peste neumónica prima-
mayoría de las veces a enfermedad pulmonar, aunque también se ria). Desde el punto de vista anatomopatológico esta última forma
puede deber a extensión transdiafragmática desde un foco abdo- se caracteriza inicialmente por bronquitis y bronquiolitis graves,
minal247. Las manifestaciones pulmonares incluyen bronconeu- seguidas de bronconeumonía hemorrágica, que se hace confluente
monía, formación de abscesos y SDRA248. La evolución de la con rapidez y forma grandes zonas de consolidación homogénea.
enfermedad suele ser prolongada, con escalofríos, fiebre y dolor Al microscopio la necrosis suele ser prominente y abundan los
pleural; la tos es con frecuencia seca, aunque en ocasiones se microorganismos. Los ganglios linfáticos regionales aparecen
encuentra expectoración purulenta. agrandados y edematosos. La peste neumónica secundaria carece
de la distribución lobulillar que se observa en la enfermedad pri-
Géneros Proteus y Morganella maria y afecta al parénquima pulmonar de modo más o menos
difuso; sin embargo, las alteraciones histológicas son idénticas a las
Los microorganismos de los géneros Proteus y Morganella se que se observan en la forma primaria.
encuentran ampliamente distribuidos en la naturaleza y se pueden Manifestaciones radiológicas. El patrón radiográfico corres-
aislar en las heces de personas sanas. El germen más frecuente como ponde a una consolidación homogénea no segmentaria que pue-
causa de infección humana es Proteus mirabilis. Al igual que E. coli, de ser extensa y en ocasiones simula el edema de pulmón bilate-
Proteus participa con más frecuencia en las infecciones del tracto ral difuso; no se produce cavitación. La enfermedad grave puede
urinario y de heridas, y sólo de modo ocasional causa enfermedad imitar al SDRA256. Puede haber derrame pleural. En ocasiones las
pulmonar. La infección suele aparecer sobre un fondo de enferme- manifestaciones radiográficas torácicas se limitan al aumento del
dad respiratoria crónica, por ejemplo bronquiectasias, o en pacien- tamaño de los ganglios hiliares y paratraqueales257.
tes con traqueostomías249. El aspecto radiológico típico corresponde Manifestaciones clínicas. La peste neumónica primaria es ful-
a una consolidación homogénea no segmentaria, predominante- minante y cursa con fiebre alta, disnea, cianosis y empeoramiento
mente en la porción posterior de los lóbulos superiores o en la por- rápido. Se pueden observar tos y expectoración espumosa sangui-
ción superior de los lóbulos inferiores; es frecuente la formación de nolenta, y es común el dolor pleural. La mayoría de los pacientes
abscesos. Desde el punto de vista clínico el comienzo y el curso de la presenta leucocitosis moderada. Es frecuente la aparición de CID en
evolución de la neumonía son más insidiosos que los que se obser- la fase terminal, que se manifiesta con petequias cutáneas y, a veces,
van en otras neumonías por gramnegativos. equímosis masivas («muerte negra»). El diagnóstico se debe sospe-
char ante la combinación de neumonía confluente y aumento del
Yersinia pestis tamaño de los ganglios linfáticos mediastínicos en la radiografía de
tórax, adenopatías dolorosas en la exploración física y antecedentes
Y. pestis es un pequeño bacilo inmóvil algo pleomorfo que capta de contacto con roedores o gatos en una zona endémica. El diag-
el colorante con más avidez en los dos extremos, lo que le pro- nóstico se confirma mediante tinción de Gram y cultivo de mues-
porciona un aspecto bipolar. Es la causa de la peste, una enfer- tras de sangre, esputo o material aspirado de un ganglio linfático
medad endémica en muchas partes del mundo250. Entre 1988 y aumentado de tamaño. En la segunda semana de la enfermedad
2002 se declararon un total de 112 casos humanos en 11 estados aparecen anticuerpos, que pueden verse con aglutinación o ELI-
del oeste de EE.UU.250. SA255. El diagnóstico también se puede confirmar mediante RCP255.
Patogenia y características anatomopatológicas. El bacilo La tasa de mortalidad de los casos declarados a la Organiza-
es un parásito primario de roedores salvajes; sin embargo, también ción Mundial de la Salud entre 1980 y 1994 fue de aproximada-
se encuentra en animales domésticos, como perros y gatos251. En mente el 10%258. Los casos se deben declarar inmediatamente a
EE.UU. las ardillas terrícolas son el reservorio más importante. La las autoridades sanitarias.
enfermedad se transmite de un animal a otro y de un animal a una
persona a través de pulgas o garrapatas que abandonan a su hués- Pasteurella multocida
ped natural cuando muere. En las zonas endémicas hay casos espo-
rádicos (peste selvática) en personas como veterinarios de anima- Las pasteurelas son bacilos inmóviles de aspecto bipolar en la tin-
les pequeños y granjeros o tramperos que entran en contacto con ción de Gram. P. multocida infecta sobre todo a los animales y es
animales del campo252. En ocasiones, y con unas consecuencias una causa importante de enfermedad en los animales domésti-
más ominosas, la enfermedad se extiende a las ratas urbanas, con cos269. Los pacientes infectados suelen tener antecedentes de con-
riesgo de epidemias de infección humana. Aunque habitualmente tacto con animales y la enfermedad es frecuente sobre todo en
se contagia por la picadura de una garrapata o una pulga, la enfer- granjeros250. El germen es un patógeno respiratorio infrecuente y
medad también se transmite a los carnívoros por la ingestión de roe- el aislamiento de P. multocida en el esputo suele ocurrir en pre-
dores infectados y, rara vez, a los seres humanos por la inhalación de sencia de neumopatía crónica, por ejemplo bronquiectasias, bron-
microorganismos procedentes de pacientes con peste neumónica o quitis crónica y/o enfisema259. A veces este aislamiento refleja sim-
por exposición en el laboratorio253. Si se aerosoliza, el microorganis- plemente la colonización del pulmón anormal; sin embargo,
mo representa un arma potencial de bioterrorismo254, 255. algunos casos se han asociado a agravamiento de la enfermedad
Cuando la pulga pica a otro animal los gérmenes se mezclan con subyacente, probablemente por bronquitis aguda. El germen pue-
la sangre ingerida y son regurgitados hacia la herida. En los seres de provocar también bronconeumonía aguda, muchas veces aso-
humanos la inoculación inicial da lugar al cabo de 1 a 5 días a una ciada a empiema y en ocasiones a la formación de un absceso259.
lesión cutánea local, habitualmente en las piernas. Los ganglios lin- Las manifestaciones anatomopatológicas, radiológicas y clínicas
fáticos regionales aumentan de tamaño y aparecen muy dolorosos, de todas esas formas de la infección son inespecíficas.
con la piel suprayacente firme y de color púrpura, lo que da lugar
a la formación de los bubones característicos de la peste bubónica. Burkholderia pseudomallei
La enfermedad puede pasar a una fase septicémica con afectación
de los pulmones (peste neumónica secundaria), a partir de los cua- B. pseudomallei es la causa de la melioidosis, una enfermedad
les la transmisión de gérmenes de persona a persona por vía aérea endémica similar al muermo de los animales y los seres humanos.
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 243

En la naturaleza, el microorganismo es un saprofito que se disminuye con la edad, los títulos muy altos tienen utilidad diagnós-
encuentra en la tierra, el agua dulce, los arrozales y diversos pro- tica268. La prueba de ELISA en sangre u orina mejora la sensibilidad
ductos vegetales. La enfermedad afecta principalmente a los roe- y la especificidad de las pruebas serológicas y es un método de diag-
dores, los gatos y los perros y tiene carácter endémico en el sud- nóstico rápido269, 270. La RCP se ha usado también para la identifica-
este de Asia y el norte de Australia261. La infección humana se ción rápida del germen en muestras de la capa leucocítica y de pus.
produce predominantemente en varones adultos durante la esta-
ción húmeda, probablemente por contacto de piel lesionada con Burkholderia cepacia
tierra o agua contaminadas262. En las regiones endémicas la
melioidosis es una causa relativamente frecuente de sepsis y/o B. cepacia tiene importancia sobre todo como causa de infección
neumonía adquirida en la comunidad. La presencia de enferme- oportunista en pacientes con fibrosis quística (véase pági-
dades subyacentes, en particular diabetes mellitus y alcoholismo, na 676)271, 272. Existen pruebas convincentes de que el germen se
aumenta la susceptibilidad263. El período de incubación de la transmite entre pacientes que tienen esa enfermedad y de que su
infección aguda puede ser de tan sólo tres días; sin embargo, la presencia empeora el pronóstico273. El microorganismo es res-
enfermedad tiene con más frecuencia carácter latente y no se ponsable también del aumento de la morbilidad y la mortalidad
reactiva hasta meses o años más tarde, muchas veces con motivo de los pacientes sometidos a trasplante de pulmón274, y se ha
de otras enfermedades o de intervenciones quirúrgicas261. documentado que causa neumonía nosocomial en pacientes
La melioidosis aguda se caracteriza desde el punto de vista inmunodeprimidos a través de nebulizadores contaminados275.
anatomopatológico por abscesos de tamaño variable entre
microscópicos y de 3 cm de diámetro. Aunque los abscesos se Pseudomonas aeruginosa
pueden encontrar en prácticamente cualquier órgano, son más
frecuentes en los pulmones, el hígado y el bazo264. El examen P. aeruginosa es un bacilo gramnegativo móvil que puede aparecer
microscópico suele mostrar microorganismos abundantes. La en forma de bacterias aisladas, en parejas y, ocasionalmente, en
enfermedad crónica se manifiesta por focos de inflamación gra- cadenas cortas. Se encuentra ampliamente distribuido en el suelo,
nulomatosa similares a los del linfogranuloma venéreo; en estos el agua, las plantas y los animales, y está presente muchas veces, en
casos típicamente es difícil encontrar los gérmenes. número pequeño, en el intestino y la piel de personas sanas.
La enfermedad aguda se caracteriza desde el punto de vista La neumonía por P. aeruginosa es la forma más frecuente y
radiográfico por opacidades nodulares irregulares de 3 a 15 mm letal de infección pulmonar nosocomial276. Produce aproximada-
de diámetro diseminadas ampliamente por ambos pulmones o mente el 20% de los casos de neumonía nosocomial en los
por zonas de consolidación segmentarias o lobares265. La consoli- pacientes adultos de la UCI277 y es la causa más frecuente de tra-
dación puede ser multilobar o limitarse a un solo lóbulo y puede queobronquitis nosocomial en pacientes sometidos a ventilación
tener carácter focal o confluente. Al progresar, los nódulos tien- mecánica278. El germen prolifera en ambientes húmedos como
den a aumentar de tamaño, confluir y cavitarse; aunque se obser- sumideros, baños, nebulizadores y duchas, y se cree que muchas
va rara vez en la evaluación inicial, entre el 40% y el 60% de los infecciones proceden de esas fuentes159; ciertos brotes epidémicos
pacientes acaba por desarrollar cavitación. La TC y la ecografía de infección también se han atribuido a contaminación del equi-
demuestran con frecuencia abscesos en el hígado y el bazo266. El po de terapia respiratoria y de broncoscopia236, 279. Varios factores
derrame pleural o el empiema se encuentran en el momento del de riesgo aumentan la probabilidad de neumonía por P. aerugi-
ingreso o pocas semanas más tarde en aproximadamente el 15% nosa en la UCI, como estancia prolongada por la gravedad de la
de los pacientes265. La forma crónica de la enfermedad se caracte- enfermedad subyacente, ventilación mecánica prolongada y tra-
riza por opacidades nodulares, opacidades lineales irregulares, tamiento antimicrobiano previo280. El germen es responsable
zonas de consolidación y cavitación265. Esta forma suele afectar de también de aproximadamente el 5% al 10% de los casos de neu-
modo predominante o exclusivo a los lóbulos superiores; sin monía adquirida en la comunidad de gravedad suficiente para
embargo, en contraste con la tuberculosis tiende a respetar los justificar el ingreso en el hospital281.
vértices pulmonares, raras veces produce retracción superior de La neumonía suele deberse a la aspiración de microorganis-
los hilios y es raro que se calcifique. mos desde la vía aérea superior colonizada. La fuga de secrecio-
El espectro clínico de la melioidosis es amplio e incluye septice- nes subglóticas hacia las vías aéreas inferiores también se ha rela-
mia fulminante aguda, enfermedad subaguda y una forma crónica; cionado con riesgo de neumonía en pacientes intubados282. La
muchas personas experimentan también una infección subclíni- colonización de la orofaringe está precedida por el aumento de la
ca261. La enfermedad ha sido llamada «bomba de relojería médica» adherencia de los gérmenes al epitelio de las vías aéreas superiores,
debido a la tendencia a la agudización cuando disminuyen las un proceso que también es favorecido por las fimbrias que se
defensas del huésped tras un período de portador prolongado y extienden desde su superficie159, y la mayor afinidad de los gér-
asintomático261. La enfermedad puede tener carácter local o disemi- menes por las células epiteliales en proceso de reparación283.
nado. El comienzo de la melioidosis aguda suele ser brusco, pero P. aeruginosa produce diversas enzimas y sustancias tóxicas
puede estar precedido por un período breve de malestar general, potentes que favorecen la invasión local y la enfermedad sistémi-
anorexia y diarrea. Los síntomas pueden incluir fiebre alta, escalo- ca mediante la inhibición de la limpieza mucociliar y de la reac-
fríos, tos, expectoración purulenta con hebras de sangre, disnea y ción inflamatoria pulmonar31, 159, 282, 284. El lipopolisacárido deri-
dolor pleurítico, seguido con rapidez por signos de diseminación vado de la cápsula del microorganismo (endotoxina) tiene una
bacteriémica, como abscesos miliares viscerales y óseos. El cuadro importancia particular como causa de fiebre, shock, oliguria, leu-
clínico de la melioidosis crónica imita a la tuberculosis pulmonar, y cocitosis, CID y SDRA159. El aspecto anatomopatológico es típi-
los pacientes afectos suelen tener fiebre, tos productiva y pérdida de camente el de una bronconeumonía aguda.
peso267. Son frecuentes el dolor torácico pleurítico y la hemoptisis. Las manifestaciones radiológicas suelen corresponder a una
La positividad del cultivo establece el diagnóstico. Una prueba bronconeumonía y son múltiples zonas bilaterales de consolida-
serológica positiva proporciona datos de infección actual o pasada; ción285. Esas zonas pueden tener una distribución lobulillar, sub-
aunque la especificidad de los resultados para enfermedad activa segmentaria o segmentaria y ser focales o confluentes (figura 6-18)285.
244 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

Género Acinetobacter
Los gémenes del género Acinetobacter son cocobacilos encapsula-
dos inmóviles ampliamente distribuidos en el suelo y el agua159.
Aunque se les suele considerar contaminantes o comensales
cuando se cultivan en muestras clínicas, estos gérmenes pueden
causar una neumonía bacteriémica aguda que con frecuencia es
mortal290. En el contexto de la UCI el contagio se puede producir
por contacto con las manos.

Bartonella henselae
B. henselae causa la enfermedad por arañazo de gato. Aunque las
lesiones se suelen limitar a la piel, en ocasiones se ha descrito neu-
monía291. El germen causa también la angiomatosis bacilar, una
entidad que se caracteriza por proliferación vascular local en la piel
y las mucosas (entre ellas del árbol traqueobronquial) en pacien-
tes con sida292.

Género Bordetella
Bordetella pertussis y Bordetella parapertussis son los patógenos res-
FIGURA 6-18 ponsables de la tos ferina (pertusis)293. El primero está encapsula-
do y constituye la causa más importante; B. parapertussis origina
Bronconeumonía aguda: Pseudomonas aeruginosa. Mujer de 38 años
ingresada en coma profundo por una sobredosis de barbitúricos. Varios días
una forma relativamente leve de la enfermedad, muchas veces sub-
después del ingreso una radiografía anteroposterior mostró consolidación clínica. Aunque en general se asumía que la tos ferina había sido
masiva de todos los lóbulos de ambos pulmones, y la porción superior del erradicada en gran parte gracias a la inmunización, ahora sabemos
lóbulo superior izquierdo era la menos afecta. También se observaba que la inmunidad puede ser no muy duradera, y que la enferme-
broncograma aéreo en todas las zonas. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, dad se está produciendo con más frecuencia en adultos294, 295.
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.) El germen produce varios factores de virulencia que favorecen
la adherencia al epitelio respiratorio, causan lesión de las células
ciliadas, ayudan a evitar las defensas del huésped y producen
diversos efectos sistémicos296. Desde el punto de vista anatomo-
Es frecuente que la consolidación afecte a todos los lóbulos285, aun- patológico, la enfermedad se caracteriza por traqueobronquitis y
que tiende a predominar en los inferiores. bronquiolitis y se asocia a necrosis epitelial focal (a veces exten-
Entre el 20% y el 25% de los pacientes muestra formación de sa). El moco intraluminal suele ser abundante y provoca obstruc-
abscesos, cavitación y derrames pleurales unilaterales o bilaterales, ción parcial o completa de las vías aéreas, con zonas focales de
en general pequeños285. En ocasiones se ven múltiples opacidades hiperinsuflación y atelectasia. Los gérmenes se pueden identificar
nodulares, habitualmente en pacientes con bacteriemia286, 287. mediante tinción de Gram junto a las células epiteliales. La bron-
Una infección del tracto respiratorio superior puede preceder coneumonía causada por la infección bacteriana sobreañadida
a la neumonía, cuyo comienzo es típicamente brusco con escalo- puede alterar el aspecto anatomopatológico típico.
fríos, fiebre, disnea intensa y tos productiva de esputos abundan- Los signos radiográficos publicados son atelectasia, consolida-
tes, amarillos o verdosos, en ocasiones con hebras de sangre. Aun- ción segmentaria (habitualmente en los lóbulos inferiores o en el
que el empiema es frecuente, el dolor pleural resulta infrecuente. lóbulo medio) y adenopatías hiliares297. Sin embargo, es posible que
No existen características especiales que distingan esta neumonía algunas de esas alteraciones se deban a sobreinfección bacteriana.
de la que producen otras bacterias276. El recuento leucocítico sue- La tos ferina aguda es más frecuente en niños menores de dos
le ser normal en la fase precoz, pero habitualmente aumenta has- años, en los que muchas veces tiene una evolución prolongada y
ta una media de aproximadamente 20.000/mm3; sin embargo, no debilitante. El cuadro clínico característico está formado por acce-
resulta rara la leucopenia con neutropenia287. El diagnóstico se sos de tos paroxística que terminan en «estridor». El diagnóstico
establece en general por la positividad de los cultivos de esputo o puede ser difícil en los adultos, puesto que en ellos se encuentran
de sangre. La tasa de mortalidad es muy alta en los pacientes con menos frecuencia el estridor típico y los vómitos y el cuadro es
sometidos a ventilación mecánica. muchas veces poco más que una tos paroxística leve y de escasa
duración. De hecho, algunos investigadores han encontrado que la
Stenotrophomonas maltophilia infección representa una causa frecuente de tos prolongada en los
adultos que no tienen motivo aparente de tos en la evaluación ini-
S. maltophilia (X. maltophilia, Pseudomonas maltophilia) es un cial298. Los espasmos de tos también son menos intensos y la evo-
bacilo gramnegativo ampliamente distribuido en el medio lución menos prolongada en los pacientes vacunados299.
ambiente. Se ha convertido en un patógeno nosocomial impor- La tos ferina aguda causa linfocitosis moderada o intensa. El
tante en los pacientes inmunodeprimidos, con cáncer o someti- diagnóstico definitivo depende de la positividad de los cultivos
dos a trasplantes de órganos288. También coloniza las vías aéreas de muestras faríngeas, que se obtienen con más facilidad
de pacientes con fibrosis quística grave289; al igual que sucede con durante la fase catarral inicial de la enfermedad296 si existe rela-
B. cepacia, esta colonización puede empeorar en el curso de la ción epidemiológica con un caso conocido294. La prueba de
evolución de la enfermedad. anticuerpos fluorescentes directos se ha mostrado útil en casos
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 245

dudosos; sin embargo, la confirmación precisa cultivo, serolo- Haemophilus influenzae


gía (especialmente ELISA) o RCP295, 296.
La enfermedad puede tener consecuencias graves; provoca H. influenzae es un cocobacilo inmóvil pleomorfo que a veces se
más de 500.000 muertes anuales, sobre todo entre los niños de presenta como parejas o cadenas cortas y con mucho representa la
países «en vías de desarrollo»296. Las bronquiectasias saculares especie más importante del género como causa de infección del
eran una complicación relativamente frecuente cuando aún no se tracto respiratorio305. En los adultos el microorganismo se aísla con
disponía de antibióticos; sin embargo, los estudios de seguimien- más frecuencia en muestras de pacientes con EPOC306. Otras enfer-
to en pacientes tratados con esos fármacos han demostrado que medades subyacentes crónicas, como alcoholismo y diabetes melli-
esa complicación es ahora relativamente rara300. tus305, también constituyen factores de riesgo importantes. Se ha
dicho que H. influenzae es responsable de aproximadamente el 5%
Francisella tularensis al 40% de las neumonías adquiridas en la comunidad en las que se
consigue identificar algún germen307-309. H. influenzae es también
F. tularensis es un bacilo pleomorfo inmóvil, causante de la tulare- una causa importante de neumonía nosocomial leve o moderada en
mia301. La enfermedad es más frecuente en roedores y otros mamí- pacientes que no tienen factores de riesgo particulares de neumo-
feros pequeños; los insectos (garrapatas, tábanos y mosquitos) nía, así como de neumonía muy grave en enfermos hospitalizados
actúan como reservorios y vectores. Las personas se pueden infec- recientemente a los que no se han administrado antibióticos243.
tar por diversos mecanismos, como: 1) penetración del germen en Es posible que la infección crónica por H. influenzae sea más
una herida abierta de las manos mientras se desuellan animales frecuente de lo que en general se piensa. Por ejemplo, en una serie
infectados, como conejos o ratas almizcleras; 2) contagio de animal de 115 pacientes que habían tenido síntomas durante por lo menos
a ser humano por picaduras de insectos vectores o directamente un mes y alteraciones radiográficas, el cultivo cuantitativo de
por arañazos o mordeduras de gatos; 3) ingestión de agua o carne muestras tomadas con cepillo protegido identificó el microorga-
procedente de animales infectados contaminadas302 y 4) inhalación nismo en 53 casos (46%)310; las dos terceras partes de esos pacien-
de microorganismos procedentes de material de cultivo en el labora- tes sufrían enfermedades asociadas significativas, y los componen-
torio o de una fuente ambiental303. Este último mecanismo está tes del tercio restantes eran pacientes por lo demás sanos. Como
relacionado con la inclusión de F. tularensis en la lista de microor- patógeno del tracto respiratorio inferior, H. influenzae causa con
ganismos con posible uso como armas de bioterrorismo. Dado el frecuencia sólo bronquitis aguda. También puede producir en oca-
mecanismo de transmisión, la mayor parte de los casos se produce siones epiglotitis potencialmente mortal en adultos311.
en zonas endémicas rurales; sin embargo, se encuentra un número Las manifestaciones radiológicas de la infección por H. in-
sorprendentemente alto en las ciudades cuando el médico sagaz fluenzae son variables. Entre el 50% y el 60% de los pacientes pre-
interroga sobre contactos recientes con animales en parques, zooló- senta un patrón de bronconeumonía con zonas de consolidación
gicos y zonas boscosas de los suburbios. de distribución focal o segmentaria312. La consolidación puede
La enfermedad pulmonar suele aparecer como consecuencia ser unilateral o bilateral y suele afectar sobre todo a los lóbulos
de la diseminación hematógena de microorganismos desde otras inferiores. En el 30% al 50% de los pacientes el patrón corres-
localizaciones; en ocasiones está causada por la aspiración de ponde a una consolidación del espacio aéreo no segmentaria agu-
secreciones faríngeas o por inhalación. Desde el punto de vista da similar a la que produce S. pneumoniae. Ese patrón se puede
anatomopatológico, los pulmones presentan múltiples nódulos encontrar solo o en combinación con bronconeumonía312. En el
blancos grisáceos de necrosis por coagulación y un infiltrado 15% al 30% de los casos se observa un patrón intersticial reticu-
inflamatorio en gran parte mononuclear303. Los microorganis- lar o reticulonodular, aislado o en combinación con consolida-
mos son típicamente difíciles de identificar. ción del espacio aéreo. En ocasiones se han descrito cavidades. Se
La manifestación radiográfica más frecuente es una consolida- encuentran derrames pleurales en aproximadamente el 50% de
ción del espacio aéreo que tiene carácter focal en aproximada- los pacientes; el empiema es infrecuente.
mente el 80% de los pacientes y segmentario o no segmentario en Las manifestaciones clínicas son inespecíficas. Se ha estimado
el resto304. Se produce aumento del tamaño de los ganglios linfá- que la tasa de mortalidad de la neumonía bacteriémica por
ticos hiliares en el 25% al 50% de los casos, y derrames pleurales H. influenzae puede alcanzar el 57%, lo que refleja la gravedad
con aproximadamente la misma frecuencia. Las adenopatías sue- habitual de las enfermedades coexistentes313.
len ser ipsolaterales respecto a las zonas de consolidación. Se pro-
duce cavitación en aproximadamente el 15% al 20% de los Género Legionella
pacientes que tienen zonas de consolidación304.
La exposición al microorganismo produce úlceras cutáneas Los gérmenes del género Legionella son cocobacilos gramnegativos
periféricas, adenopatías periféricas y/o síntomas de tipo tifoideo. que se tiñen débilmente y que son responsables de la enfermedad
Los signos relacionados con la infección pleuropulmonar apare- de los legionarios. El serogrupo 1 de Legionella pneumophila pro-
cen al cabo de 1 a 14 días y son fiebre alta (normalmente >40°), voca la gran mayoría de los casos, una afirmación que se basa en
escalofríos, malestar general, debilidad y cefaleas. La faringe se parte en la falta de pruebas para la identificación de otras especies
afecta con frecuencia, con manifestaciones variables entre la y serogrupos314. Después del reconocimiento de la enfermedad de
faringitis simple y la amigdalitis ulcerada301. Los signos físicos los legionarios en Filadelfia durante 1976 se han identificado en
torácicos son mínimos en la mayoría de los pacientes. Los datos todo el mundo muchos brotes epidémicos relacionados con una
de laboratorio resultan inespecíficos301. fuente común315, 316, así como casos esporádicos317. La mayoría de
El diagnóstico se establece por la positividad del cultivo. El los pacientes presenta neumonía, con frecuencia grave y asociada a
aumento de los títulos de aglutininas en muestras tomadas con signos de afectación del hígado, los riñones y el sistema nervioso
un intervalo de dos semanas también confirma la infección central318; esta combinación de signos clínicos se ha denominado
reciente. Se puede establecer un diagnóstico de presunción por el enfermedad de los legionarios. A veces se encuentra un síndrome
hallazgo de un solo título de 1:160 o superior o mediante la detec- de tipo gripal que no se acompaña de signos de afectación del trac-
ción de antígeno en el análisis de fluorescencia301. to respiratorio bajo; este cuadro se conoce comúnmente como fie-
246 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

bre de Pontiac porque se describió por primera vez durante una fluente332. No es infrecuente la formación de abscesos333. Desde el
epidemia ocurrida en Pontiac, Michigan319. punto de vista microscópico los espacios aéreos alveolares apare-
No se conoce la incidencia exacta de neumonía por L. pneumo- cen llenos más o menos uniformemente de una mezcla de leuco-
phila en EE.UU., y las estimaciones han oscilado entre 13.000 y citos polimorfonucleares, eritrocitos, macrófagos, fibrina y restos
250.000 casos anuales320, 321. Los estudios prospectivos han docu- necróticos; la leucocitoclasia es típicamente marcada. Se puede
mentado la presencia del microorganismo en el 2% al 25% de los observar vasculitis y trombosis de los vasos pequeños. Aunque la
pacientes hospitalizados con neumonía322, 323, lo que lo convierte identificación de cocobacilos gramnegativos en las secreciones
en uno de los gérmenes más frecuentes en ese contexto; como respiratorias o los tejidos puede ser un dato importante para el
consecuencia, es obligatorio hacer un tratamiento eficaz contra el diagnóstico334, los gérmenes se identifican de modo más fiable
microorganismo en los pacientes que tienen neumonía grave de mediante inmunofluorescencia directa o técnicas de inmunohis-
causa indeterminada324. La incidencia publicada del género Legio- toquímica335.
nella ha variado entre el 1% y el 40% en los pacientes con neu- Manifestaciones radiológicas. El patrón radiográfico carac-
monía nosocomial; esta variación depende en parte de las técnicas terístico es una consolidación del espacio aéreo inicialmente peri-
que se utilizan para identificar la infección y en parte de la pre- férica y sublobar similar a la que se observa en la neumonía agu-
sencia o ausencia de una fuente ambiental de infección. A pesar de da por S. pneumoniae (figura 6-19). En muchos casos la zona de
su elevada frecuencia como causa de infección nosocomial en consolidación aumenta posteriormente hasta ocupar todo un
algunos estudios, el microorganismo parece ser una causa clara- lóbulo o gran parte del mismo o afectar lóbulos contiguos del
mente poco frecuente de neumonía en los pacientes sometidos a mismo lado336, 337. La progresión de la neumonía suele ser rápida
ventilación mecánica14. Los principales factores de neumonía por y afecta a la mayor parte de un lóbulo en tres o cuatro días,
Legionella incluyen tabaquismo, neumopatía crónica e inmunosu- muchas veces a pesar de readministrar un tratamiento antibióti-
presión (sobre todo por corticoides)325. co adecuado; este comportamiento se ve rara vez en la neumonía
El hábitat natural de Legionella parece ser las biopelículas o los aguda del espacio aéreo por S. pneumoniae336, 338. Existe tendencia
protozoos del agua326. Algunos investigadores han demostrado a la afectación bilateral conforme progresa la enfermedad.
una incidencia máxima de la enfermedad durante el verano y la En los pacientes inmunocompetentes se observa formación de
primera parte del otoño, quizás a causa de la preferencia del abscesos con posterior cavitación en aproximadamente el 5% de
microorganismo por el agua templada326. Cuando la enfermedad los casos339. En contraste, la cavitación es muy frecuente en los
aparece en brotes es frecuente recuperar bacterias de las torres de pacientes inmunodeprimidos (figura 6-20)340, 341. Se puede pro-
refrigeración de los sistemas de aire acondicionado y en los con- ducir derrame pleural, habitualmente en el acmé de la enferme-
densadores de evaporación327, y el probable mecanismo de la dad. El aumento de los ganglios linfáticos hiliares es muy infre-
infección es la formación de aerosoles de partículas de agua infec- cuente. El patrón radiográfico que se asocia a la infección por
tadas. Sin embargo, la asociación de infección nosocomial por otras especies del género Legionella es similar al descrito para
Legionella con el agua potable indica que la aspiración de las L. pneumophila342, 343.
secreciones de las vías aéreas superiores colonizadas puede tener Manifestaciones clínicas. Se ha estimado que el período de
importancia en este contexto328. incubación oscila entre 2 y 10 días344. Los síntomas iniciales habi-
Patogenia y características anatomopatológicas. Una vez tuales son fiebre (a veces alta y continua), malestar general, mial-
que el microorganismo llega a los pulmones entra en el citoplasma gia, escalofríos, confusión, cefalea y diarrea. Los síntomas respira-
de diversas células, principalmente los macrófagos alveolares, por torios más frecuentes son tos seca sin síntomas previos del tracto
medio de fagosomas. Esta entrada puede estar mediada en parte respiratorio alto y, cuando progresa la neumonía, disnea345. Con el
por los receptores del complemento y de las inmunoglobulinas de paso del tiempo la tos se puede hacer productiva y asociarse a
la superficie de los macrófagos329; sin embargo, también es impor- hemoptisis. Se produce dolor pleural en alrededor de la tercera
tante la invasión de las células epiteliales por la bacteria. Una vez parte de los pacientes346. La fiebre puede persistir durante más de
dentro de la célula, el microorganismo parece tener la capacidad de dos semanas, y la mejoría de las radiografías no suele comenzar
evitar la fusión de los fagosomas con los lisosomas y evitar así la hasta el final de la segunda semana344. La neumonía por Legione-
acción bactericida de los macrófagos; más adelante los fagosomas lla muestra mayor tendencia a organizarse que otras neumonías
se asocian íntimamente al retículo endoplásmico de la célula y las bacterianas347 y pueden quedar secuelas permanentes348.
bacterias comienzan a multiplicarse. Los microorganismos experi- Los síntomas que reflejan afectación de otros órganos, en
mentan diversos cambios morfológicos y probablemente funcio- especial los sistemas digestivo, renal y nervioso central, son
nales que favorecen su capacidad de invadir otras células y perpe- mucho más frecuentes en la enfermedad de los legionarios que en
tuar la infección después de salir de la célula original330. Después de la neumonía por otros gérmenes. Es frecuente que los pacientes
invadir nuevas células las bacterias vuelven a adoptar una forma refieran diarrea acuosa y en ocasiones dolor abdominal. Muchos
«vegetativa» y experimentan otra vez replicación intracelular. pacientes presentan confusión e incluso obnubilación; además de
Además de ser una célula que es atacada por la bacteria, el esta encefalopatía, los posibles trastornos neuromusculares inclu-
macrófago alveolar es también una célula efectora importante yen miositis, disfunción cerebelosa, vejiga neurógena y neuropa-
para la resistencia del huésped. En modelos experimentales la tía periférica. Puede haber hematuria y proteinuria; la insuficien-
resistencia a la infección guarda relación con la activación de los cia renal se suele asociar a shock. Puede estar aumentada la
macrófagos y el consiguiente aumento de la capacidad para inhi- concentración de bilirrubina. El recuento leucocítico suele ser
bir la replicación del microorganismo331. Los linfocitos coopera- inferior a 15.000/mm3, con desviación a la izquierda. La linfope-
dores TH1 tienen una importancia particular en esta respuesta nia es frecuente, con cifras de 1.000/mm3 o menos349.
inmunitaria celular. No está clara la función de los neutrófilos en Aunque algunos de esos síntomas y signos son típicos de la legio-
la contención de la infección, y la neutropenia no parece guardar nelosis, ninguno de ellos distingue de modo fiable esa enfermedad
relación con el aumento del riesgo de neumonía324. de otras neumonías nosocomiales o adquiridas en la comunidad324,
350
El aspecto macroscópico típico es una bronconeumonía que . Sin embargo, la constelación de hiponatremia, aumento de la
cuando se observa en piezas de autopsia suele ser extensa y con- concentración de creatina fosfocinasa (por la rabdomiólisis), falta
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 247

Día 1

FIGURA 6-20
Formación de un absceso: Legionella pneumophila. La radiografía
posteroanterior de tórax de una paciente de 25 años con trasplante renal
muestra una cavidad de 3 cm de diámetro en el vértice pulmonar derecho.
(Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

oscilaban en las primeras series entre el 10% y el 25%5, 352. Sin


embargo, la mortalidad ha disminuido de forma sustancial
durante la década de 1990, quizás como resultado de la aplicación
de normas terapéuticas que incluyen la administración de anti-
bióticos eficaces para el tratamiento empírico de la neumonía
tanto adquirida en la comunidad como nosocomial353, 354.

Día 3
ESPIROQUETAS
FIGURA 6-19
Los componentes de la familia Treponemataceae son microorga-
Neumonía aguda de los legionarios. La radiografía posteroanterior (A) nismos móviles de forma de espiral, en general muy finos, que se
muestra una consolidación homogénea de la porción axilar del lóbulo superior
derecho; se aprecia broncograma aéreo. Dos días más tarde las radiografías (B)
ven mejor con microscopia de campo oscuro, técnicas de anti-
muestran empeoramiento marcado. Se aisló Legionella pneumophila en el cuerpos fluorescentes y tinción argéntica de los cortes tisulares.
esputo. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Dos géneros –Leptospira y Treponema– se asocian a enfermedad
Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.) pulmonar en los seres humanos.

de respuesta a un antibiótico betalactámico y presencia de diarrea y Leptospira interrogans


cefalea son datos que deben indicar el diagnóstico351.
La confirmación del diagnóstico precisa la positividad del cul- L. interrogans es una espiroqueta aerobia muy fina que se distri-
tivo, de la prueba de inmunofluorescencia, de la hemaglutinación buye ampliamente en la naturaleza, sobre todo como saprofito o
de anticuerpos o de la detección del antígeno mediante sondas de parásito de roedores y de muchos animales domésticos. La infec-
ADN o radioinmunoanálisis. La determinación de antígeno en ción humana se origina la mayoría de las veces por contacto con
orina tiene una sensibilidad insuficiente para guiar la actuación agua o suelo pantanoso contaminado y tiene su máxima preva-
clínica debido a que sólo puede detectar de modo fiable las infec- lencia en los trópicos. Las manifestaciones clínicas de la leptospiro-
ciones por L. pneumophila del serogrupo 1314. De modo similar, el sis se suelen asociar a síntomas y signos de insuficiencia renal y
cultivo de esputo es poco sensible y precisa técnicas especiales de hepática (enfermedad de Weil)355. Aunque se puede demostrar
laboratorio que no están disponibles en todos los centros. El afectación pulmonar en el 20% al 70% de los pacientes356, la
tiempo necesario para recibir los resultados también hace que esa enfermedad grave es rara357. Los pacientes afectos suelen presen-
prueba sea poco útil para guiar el tratamiento314. tar conjuntivitis e hipersensibilidad muscular, datos que según
La neumonía por Legionella es una enfermedad grave. Muchos algunos autores constituyen indicios valiosos para el diagnós-
pacientes precisan ventilación asistida, y las tasas de mortalidad tico358. Entre las demás manifestaciones se incluyen cefaleas, esca-
248 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

lofríos, náuseas y vómitos, piuria, hematuria y hepatomegalia. rístico de esa infección, con la consiguiente tromboflebitis y, en
Los síntomas respiratorios incluyen tos y ocasionalmente hemop- muchos casos, tromboembolia pulmonar368.
tisis, a veces intensa359. Puede aparecer SDRA. El diagnóstico se Los miembros del género Clostridium, generalmente Clostri-
puede confirmar mediante cultivo de los microorganismos en dium perfringens, causan a veces infección pleuropulmonar, como
sangre y orina y mediante ELISA356. enfermedad primaria o asociada a bacteriemia después de un
intento de aborto en condiciones sépticas369. La primera forma se
Treponema pallidum suele encontrar en pacientes que tienen enfermedades pulmona-
res o cardíacas subyacentes o después de tromboembolias pulmo-
T. pallidum es una espiroqueta fina responsable de la sífilis, una nares360. El empiema es relativamente frecuente; aunque con fre-
enfermedad que tiene manifestaciones clínicas variadas, que habi- cuencia se produce después de la toracentesis, puede aparecer de
tualmente se adquiere por contacto sexual con una persona infec- forma espontánea en una persona por lo demás sana. La forma-
tada y que clásicamente progresa por las fases primaria, secundaria ción de gas puede producir pioneumotórax370.
y terciaria. La sífilis pulmonar se encuentra tanto en la sífilis con- Las bacterias anaerobias son una causa particularmente fre-
génita como en la adquirida. La primera (neumonía alba) forma cuente de empiema. Por ejemplo, en un estudio que se realizó en
parte de un espectro de afectación sifilítica de múltiples órganos y tres hospitales equipados con laboratorios de investigación para
en general produce parto de feto muerto o muerte temprana del anaerobios esos gérmenes se recuperaron en el líquido pleural de
recién nacido. La sífilis adquirida se asocia rara vez a afectación 63 (76%) de 83 pacientes adultos que no habían recibido trata-
pulmonar, que se encuentra con algo más de frecuencia durante la miento antimicrobiano ni habían sido sometidos a cirugía toráci-
fase terciaria. Puede adoptar dos formas principales: enfermedad ca371. La mayoría de estas infecciones es polimicrobiana.
parenquimatosa fibrogomatosa y arteritis pulmonar. También se El patrón radiográfico típico es una bronconeumonía que varía
han descrito derrame pleural360 y neumonitis subaguda con un entre zonas segmentarias localizadas de consolidación, una conso-
patrón radiográfico de infiltración reticulonodular360 en pacientes lidación focal bilateral y una consolidación multilobar confluente
con infección por VIH y sida, respectivamente. extensa (figura 6-21). La distribución refleja el flujo sanguíneo por
el efecto de la gravedad; los segmentos posteriores de los lóbulos
superiores y los segmentos superiores de los lóbulos inferiores se
BACTERIAS ANAEROBIAS suelen afectar cuando la aspiración se produce en decúbito, mien-
tras que la afectación es más frecuente en los segmentos basales de
En la infección humana se han identificado más de 30 géneros y los lóbulos inferiores cuando la aspiración se produce en postura
200 especies de anaerobios; de hecho, la infección del pulmón por erguida372. Es relativamente frecuente la formación de abscesos y
anaerobios suele ser polimicrobiana159. Entre los gérmenes más la cavitación373, 374. Puede aparecer empiema con o sin anomalías
importante se incluyen los bacilos gramnegativos Bacteroides, parenquimatosas visibles373. En ocasiones el aumento del tamaño
Fusobacterium, Porphyromonas y Prevotella; los bacilos gramposi- de los ganglios linfáticos hiliares o mediastínicos se asocia a un
tivos Actinomyces, Eubacterium y Clostridium; los cocos gramposi- absceso, una combinación que recuerda a la que se observa en
tivos Peptostreptococcus y Peptococcus; y los cocos gramnegativos pacientes que tienen cáncer de pulmón375.
Veillonella361. Son frecuentes las infecciones mixtas por anaerobios Las manifestaciones clínicas son variables. En algunos casos la
y aerobios, sobre todo en los casos de infección nosocomial362. neumonía es aguda y resulta indistinguible de la que produce
Debido a la necesidad de técnicas especiales para la toma de S. pneumoniae374; en otros pacientes se complica con la formación
muestras y su cultivo, se desconoce la incidencia exacta de infec- de abscesos o empiema y tiene un comienzo insidioso y una evolu-
ciones anaerobias. Sin embargo, cuando se han hecho esfuerzos ción prolongada. En la fase inicial de la infección la tos es con fre-
particulares se han encontrado microorganismos anaerobios en cuencia seca y el material expectorado, si existe, rara vez presenta
el 20% al 35% de los pacientes que tienen neumonía nosocomial carácter pútrido. Cuando se produce cavitación, en general 7 a
o adquirida en la comunidad128. Se observa predominio significa- 10 días o más después del comienzo de la neumonía, la expectora-
tivo de los varones (3 o 4:1)363. Se cree que muchos casos guardan ción aumenta y se hace pútrida en el 40% al 75% de los casos376. El
relación con la aspiración de secreciones orales contaminadas. En mal olor del esputo indica siempre la presencia de gérmenes anae-
consecuencia, las situaciones clínicas que aumentan el número de robios. Sin embargo, cuando no hay abscesos esa expectoración
gérmenes en esas secreciones (como gingivitis o periodontitis) y pútrida se encuentra sólo en el 5% de los pacientes377. Se produce
las que elevan el riesgo de aspiración (como accidente cerebro- dolor pleural en aproximadamente el 50% de los casos, y hemopti-
vascular, disfagia, trastornos por convulsiones, abuso de drogas y sis en el 25%378. Los signos físicos son inespecíficos; las acropaquias
alcoholismo) constituyen factores de riesgo de la enfermedad364. son frecuentes en casos de infección crónica379.
Los pacientes que presentan enfermedad a pesar de una buena En la mayoría de los casos, el recuento leucocítico está aumen-
higiene oral quizás tengan una lesión endobronquial que interfie- tado leve o moderadamente. Se pueden encontrar anemia y pér-
ra con la eliminación de los microorganismos aspirados hasta el dida de peso en la enfermedad crónica362. El diagnóstico definiti-
parénquima distal365. vo sólo se puede establecer con técnicas especiales y en general se
El síndrome de Lemierre es una forma infrecuente de infección establece sólo un diagnóstico de presunción380. El cultivo del
anaerobia en la que el foco primario se localiza en la faringe, con material expectorado tiene poco valor para el diagnóstico, puesto
tromboflebitis séptica secundaria de la vena yugular interna que que las muestras siempre están contaminadas por la flora oral.
produce infección metastásica en los huesos, las articulaciones, Para considerar que es patógeno de manera segura el microorga-
los pulmones y la pleura366. El germen causal puede pertenecer a nismo se debe aislar en un espacio cerrado, como la cavidad pleu-
los géneros Fusobacterium o Bacteroides; los adultos jóvenes pare- ral o la peritoneal, o en otras muestras que normalmente son
cen ser especialmente susceptibles. La bacteriemia por Bacteroides estériles, como la sangre.
fragilis suele guardar relación con intervenciones quirúrgicas El pronóstico es bueno con un diagnóstico precoz y el inicio
abdominales o con enfermedades ginecológicas u obstétricas367. temprano del tratamiento381. El tratamiento antibiótico disminu-
La invasión temprana de las venas regionales es un dato caracte- ye mucho la incidencia de formación de abscesos. Sin embargo, la
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 249

7 de dic. 8 de dic.

FIGURA 6-21
Neumonía por anaerobios: neumonía del espacio aéreo con
formación de un absceso. La primera radiografía (A) de esta mujer
alcohólica de 45 años de edad reveló una consolidación homogénea masiva
del lóbulo inferior derecho y una consolidación focal del pulmón izquierdo.
Veinticuatro horas más tarde (B) la neumonía se había extendido a la
mayor parte del pulmón derecho y a una zona grande del izquierdo.
Durante las dos semanas siguientes, en las que recibió tratamiento
antibiótico, desapareció la mayor parte de la neumonía del pulmón
izquierdo (C); sin embargo, apareció una cavidad de paredes gruesas en el
pulmón derecho. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
24 de dic. Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

tasa de mortalidad de los pacientes que llegan a presentar absce- res sociales y medioambientales favorecen la diseminación de la
sos pulmonares oscila entre aproximadamente el 5% y el 10%, y enfermedad una vez que afecta a una población susceptible. La
la mayoría de las muertes ocurre en pacientes que tienen una epidemia alcanza su máximo al cabo de aproximadamente 50 a
enfermedad subyacente grave382. En los pacientes que responden 100 años y después disminuye a lo largo de varios siglos, confor-
al tratamiento la cavidad se cierra progresivamente, pero puede me la selección natural modifica la resistencia intrínseca (genéti-
precisar un período prolongado antes de desaparecer por com- ca) de la población. En poblaciones que están en la rama ascen-
pleto. El seguimiento a largo plazo puede mostrar quistes y/o dente de la epidemia la tuberculosis afecta predominantemente a
bronquiectasias residuales383. los jóvenes y se manifiesta como una enfermedad primaria pro-
gresiva. En la rama descendente la infección primaria es contro-
lada por una respuesta inmunitaria eficaz y la enfermedad es más
MICOBACTERIAS frecuente en los pacientes mayores, en los que se aprecian mani-
festaciones características de la reactivación. (Este concepto de la
Mycobacterium tuberculosis enfermedad no niega la importancia de los programas específicos
de nutrición y vivienda que se han diseñado para limitar el des-
Epidemiología arrollo de la infección y su diseminación.)
La tuberculosis es una enfermedad que tiene una gran importan- Durante el siglo XIX y la primera parte del XX se observó dismi-
cia social y económica. Se ha estimado que la tercera parte de la nución de la morbilidad y de la mortalidad de la tuberculosis en
población mundial está infectada por bacilos tuberculosos. Las muchas zonas del mundo, y el proceso se aceleró por la introduc-
tendencias actuales indican que en 2006 presentarán enfermedad ción de quimioterapia efectiva en la década de los cincuenta. Sin
activa casi 12 millones de pacientes384, con más de 2 millones de embargo, el desmantelamiento de los mecanismos de control y
fallecimientos385, 386. vigilancia de la tuberculosis en muchas regiones, la aparición de la
Se considera que la tuberculosis es una pandemia cuya crono- infección por el VIH y la aparición de resistencia a los fármacos se
logía abarca siglos386. Como veremos más adelante, ciertos facto- han asociado a una recrudescencia significativa de la enfermedad
250 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

a escala mundial. Aproximadamente el 80% de los casos se ha Se conoce mal el efecto de los factores del huésped sobre el
observado en 22 países que tienen una elevada carga de infección contagio de la infección. La herencia parece ser importante, a juz-
y que albergan a aproximadamente las dos terceras partes de la gar por estudios en animales de experimentación en los que se
población mundial. En términos absolutos la incidencia anual de han podido obtener razas resistentes o sensibles a la enferme-
tuberculosis supera el millón de casos en China y en la India, los dad398. Se sabe desde hace tiempo que ciertos grupos étnicos,
500.000 en Indonesia y los 200.000 en Blangladesh, Pakistán, como los afroamericanos y los nativos norteamericanos, experi-
Nigeria y Filipinas386. Por lo que respecta a EE.UU., el número de mentan una mayor tasa de infección y de enfermedad que la
casos de nuevo diagnóstico fue de aproximadamente 26.000 en población de raza blanca.
1992 (10,5 por 100.000 habitantes). Después de una respuesta Aunque es probable que esas observaciones estén influencia-
vigorosa de la sanidad pública la incidencia ha disminuido de das hasta cierto punto por factores socioeconómicos y otros fac-
modo significativo (un 43,5%) en 2002387. tores ambientales, existen pruebas de que al menos parte de la
La descripción de las características epidemiológicas de la diferencia se debe a la herencia399, 400. Cualquiera que sea la base
enfermedad que produce M. tuberculosis se debe dividir en dos patogénica, está claro que los inmigrantes que llegan a Nortea-
partes: la de la infección y la de los casos que presentan enferme- mérica y Europa Occidental desde países «en vías de desarrollo»
dad clínica evidente (tuberculosis). (Las características par- tienen un riesgo de contagio mucho mayor que la población
ticulares de la tuberculosis asociada a la infección por el VIH se general de estas regiones y que representan una importante fuen-
presentan en la página 425.) te potencial de enfermedad futura.
Aparición de la infección. En la mayoría de los casos la infec- Aparición de la enfermedad. Se ha estimado que la tubercu-
ción se contagia mediante la inhalación de núcleos goticulares que losis sólo aparece en aproximadamente el 10% de los pacientes
transportan microorganismos388. El riesgo de infección guarda infectados por M. tuberculosis384. Aunque la posibilidad de apari-
relación con la contagiosidad del paciente infectado en primer ción de enfermedad clínica persiste durante toda la vida de la per-
lugar, la adecuación de las defensas antimicrobianas de la persona sona infectada, el riesgo es mayor durante los dos años siguientes
expuesta, la frecuencia del contacto entre ambos y el entorno en el a la infección inicial, período en el que se ha estimado una inci-
que tiene lugar el contacto. El grado de contagiosidad de la fuente dencia de hasta el 4% al año401. La enfermedad puede guardar
en sí mismo guarda relación con diversas variables, como la exten- relación con la progresión de un foco primario de infección
sión y la naturaleza de la enfermedad tuberculosa, la frecuencia de (tuberculosis primaria o primaria progresiva) o con la aparición de
la tos y la virulencia del microorganismo causal389. La aparición de una enfermedad nueva meses o años después de la «curación» de
enfermedad cavitaria es importante para la contagiosidad, ya que la infección inicial (tuberculosis posprimaria). Esta última forma se
crea un entorno local más favorable para la proliferación de las bac- debe con frecuencia a la reactivación de un foco endógeno de
terias y proporciona una ruta de salida relativamente fácil desde el infección que se adquirió en épocas anteriores de la vida402; sin
pulmón. La extensión de la afectación pulmonar, asociada o no a la embargo, en algunos contextos una fuente exógena (es decir, una
formación de cavidades, también guarda relación con el riesgo de reinfección) es responsable de hasta el 50% de los casos403, 404.
diseminación. Cuanto más extensa sea la enfermedad, mayor será el Aunque no se conoce bien el mecanismo preciso por el que la
número de microorganismos y mas intensa la tos390. Este último infección se transforma en enfermedad clínicamente evidente, se
factor tiene una importancia particular en la creación de núcleos han identificado varios factores de riesgo393, 405. Está claro que
goticulares cargados de bacterias391. Como cabría esperar, los esos factores de riesgo no son completamente independientes
pacientes que tienen extensiones positivas son más contagiosos que entre sí y en muchos casos es probable que intervenga una com-
los que tienen extensiones negativas (que tienen un menor núme- binación de varios factores406. También es probable que muchos
ro de microorganismos en el esputo), y cuanto mayor sea el factores asociados al aumento del riesgo de infección eleven tam-
número de gérmenes en las muestras positivas, mayor será el grado bién el riesgo de enfermedad clínica.
de contagiosidad392. La carga de gérmenes también guarda relación La tuberculosis sigue afectando sobre todo a grupos pobres y
con la velocidad a la que se negativiza el cultivo de esputo tras la marginales407. Se encuentran tasas de prevalencia altas en vaga-
institución del tratamiento antituberculoso. bundos408, presidiarios409 y refugiados procedentes de zonas de
Puesto que el germen se transfiere de una persona a otra por guerra410. La infección simultánea por el VIH es un factor impor-
medio de gotitas suspendidas en el aire, el contacto entre pacien- tante en alguno de esos contextos386. Como era de esperar, el abu-
tes contagiosos y personas no infectadas es un factor de riesgo cla- so de drogas y de alcohol se asocia también a condiciones socioe-
ro, sobre todo si se produce en un lugar mal ventilado. De hecho, conómicas adversas, que facilitan tanto la infección como la
se ha demostrado que las personas que están en contacto íntimo aparición de enfermedad clínica406, 411. También hay pruebas de
con una persona infectada tienen un riesgo dos veces mayor de que el alcohol puede modificar la respuesta a la infección por su
positividad de la prueba de la tuberculina que los que sólo tienen efecto sobre el sistema inmunitario412.
un contacto ocasional393. La mayor incidencia de infección en las Aunque la tuberculosis puede aparecer a cualquier edad, las tasas
personas que viven en zonas relativamente pobladas, como cárce- de incidencia varían mucho en los diferentes grupos. Las tasas son
les, albergues, suburbios de grandes ciudades y campamentos de en general relativamente altas durante los primeros años de la vida,
refugiados, se explica al menos en parte por esa observación. Los disminuyen durante la adolescencia y aumentan de forma marcada
trabajadores que están en contacto con los pacientes de esas zonas en la época media de la vida y en la vejez413. La razón de la propor-
también tienen un mayor riesgo394. No es sorprendente que la ción relativamente alta de casos en ancianos es compleja y proba-
transmisión del microorganismo ocurra con frecuencia en el blemente guarda relación con varios factores, como mayor preva-
hogar y que la infección, a veces generalizada, pueda tener su ori- lencia de infección hace 50-70 años en algunas poblaciones,
gen en un solo caso activo en el colegio o en el centro de cuidados disminución de la inmunidad, malnutrición, coexistencia de
de día395. Los trabajadores sanitarios son otro grupo que tiene enfermedades como diabetes mellitus y neoplasias malignas y el
mayor riesgo396; en algunos contextos la incidencia de conversión tratamiento de las mismas, y vida comunitaria en residencias de
de la prueba con derivado proteínico purificado (purified protein ancianos413. Hay datos de que la residencia en un hogar para
derivative, PPD) parecer ser muy alta397. ancianos tiene una importancia particular; algunos investigado-
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 251

res han encontrado que la tasa de incidencia en esos contextos lle- manifiesta y de que la enfermedad latente se reactive436. Esos efectos
ga a ser 14 veces mayor que la de la población general y cuatro veces se complican por la incidencia relativamente alta de gérmenes resis-
mayor que la de personas de la misma edad que no residen en ins- tentes a los fármacos en algunas zonas y por el mayor riesgo de
tituciones cerradas414. Para complicar el problema, se ha observado enfermedad diseminada y extrapulmonar. Los pacientes sometidos
que la tuberculosis de los ancianos tiende a estar avanzada en el a trasplante de órganos también tienen mayor riesgo de tuberculo-
momento del diagnóstico, se asocia más frecuentemente a enferme- sis, con tasas de hasta el 8% al 12% documentado en regiones con
dad miliar, se manifiesta con características clínicas atípicas y prevalencia local alta de tuberculosis437.
muchas veces se asocia a una mala tolerancia a los fármacos415. El tratamiento inmunosupresor se asocia también a la apari-
Las razones de la mayor incidencia de tuberculosis en ciertos ción de tuberculosis. La administración de corticoides es un fac-
grupos étnicos son complejas y probablemente multifactoriales. tor de riesgo bien conocido, y hay datos de que el uso de antiin-
Aunque es indudable que los factores socioeconómicos tienen una flamatorios no esteroideos puede tener el mismo efecto438. Los
influencia importante416, se considera probable que también ten- pacientes que reciben infliximab para el tratamiento de trastor-
ga importancia la susceptibilidad relacionada con factores genéti- nos inflamatorios crónicos también tienen mayor riesgo de enfer-
cos417. En EE.UU. las tasas de incidencia son más altas en los afro- medad por reactivación439. Aunque la patogenia es probablemen-
americanos, los nativos norteamericanos y los inmigrantes te compleja, es probable que la inmunosupresión que se relaciona
recientes procedentes de países con una prevalencia alta de enfer- con el tratamiento o con la enfermedad subyacente participe en
medad418. el aumento de la incidencia de la tuberculosis en los pacientes que
La emigración desde países en vías de desarrollo hasta Norte- tienen neoplasias malignas440.
américa y Europa que se ha producido en el pasado reciente ha M. tuberculosis tiene la capacidad de presentar resistencia a los
tenido una influencia importante en la tasa de incidencia de las efectos de los fármacos antituberculosos441. Esta resistencia puede
dos regiones. Aunque la mayoría de los pacientes afectados había ser primaria (en pacientes que no han recibido tratamiento far-
estado en su nueva residencia cinco años o menos cuando pre- macológico previo) o secundaria (porque el paciente no haya
sentó la enfermedad, no se puede pasar por alto la posibilidad de seguido un tratamiento correcto). La resistencia a múltiples fár-
que comience bastante después de ese intervalo419; por ejemplo, macos se define como la resistencia a dos o más medicamentos de
de los 500.000 refugiados que llegaron a EE.UU. desde el sudeste primera línea (generalmente isoniacida y rifampina)421. Desde el
asiático durante la década de los setenta, el 60% tenía una reac- punto de vista histórico, la resistencia a múltiples fármacos ha sido
ción positiva al PPD420. Para complicar el problema, se ha obser- más frecuente en países «en vías de desarrollo», en los que el cos-
vado que un número significativo de inmigrantes que posterior- to y la disponibilidad de los fármacos y los programas de sanidad
mente presentan tuberculosis está infectado por gérmenes pública han hecho que fuera casi segura la aparición de esa resis-
resistentes a los fármacos421. tencia en una proporción significativa de pacientes442. Sin embar-
Diversas observaciones epidemiológicas indican también que go, los inmigrantes de esos países pueden traer con ellos gérmenes
la susceptibilidad hereditaria es un factor de riesgo importante. resistentes cuando llegan a las regiones «desarrolladas», lo que da
Por ejemplo, se ha encontrado que la la aparición de tuberculosis lugar a un aumento de la resistencia primaria en los nuevos luga-
es significativamente mayor en parejas de gemelos monocigóticos res de residencia386. De hecho, aunque existe variación significati-
que en dicigóticos422, y varios investigadores han demostrado la va de la presencia de gérmenes resistentes en los diferentes grupos
relación entre el fenotipo HLA o alteraciones génicas y la presen- de edad, grupos étnicos y centros hospitalarios, en ciertas regiones
cia de tuberculosis en grupos seleccionados de pacientes423, 424. y determinados grupos de población de EE.UU. la incidencia de
Varios trastornos se han asociado a aumento del riesgo de resistencia a los fármacos, en particular a múltiples fármacos, es
tuberculosis425. El aumento de la incidencia en pacientes con dia- ahora alarmantemente alta386, 404. El factor de riesgo más impor-
betes mellitus es de 2 a 3,5 veces426; este aumento es similar al tante es el tratamiento previo de la tuberculosis386; muchos
aumento de la incidencia de diabetes en los pacientes que tienen pacientes tienen también antecedentes de abuso de drogas y de
tuberculosis427. También hay pocas dudas de que la silicosis predis- infección por el VIH443.
pone a la tuberculosis428, probablemente por el efecto de la sílice
sobre la función de los macrófagos alveolares429. La prevalencia de Tuberculosis pulmonar primaria
tuberculosis en los trabajadores con silicosis depende en gran par-
te de la prevalencia de tuberculosis en la población general de la Tradicionalmente se ha aceptado que la enfermedad que aparece
que proceden430. Se ha encontrado un pequeño aumento del ries- inmediatamente después del primer contacto con M. tuberculosis
go de tuberculosis en los pacientes sometidos a gastrectomía par- tenía manifestaciones anatomopatológicas, radiológicas y clínicas
cial por úlcera péptica o a derivación yeyunoileal para el trata- distintas a las que se observan en caso de reinfección o de reacti-
miento de la obesidad431, 432. Los posibles mecanismos causales vación de una enfermedad previa; en consecuencia, la tuberculosis
incluyen desnutrición y disminución de la función inmunitaria. se ha estudiado en general bajo los encabezamientos de enferme-
Otra asociación bien conocida es la de la tuberculosis con la insu- dad primaria y enfermedad posprimaria. Sin embargo, conviene
ficiencia renal crónica. Aunque el riesgo aumenta incluso en los recordar que probablemente las alteraciones anatomopatológicas
pacientes que no necesitan diálisis, el efecto es mucho mayor en los y radiológicas de la enfermedad posprimaria guardan relación, al
que están sometidos a hemodiálisis, en los que se ha estimado que menos en parte, con la hipersensibilidad y la inmunidad adquiri-
la incidencia es de 6 a 16 veces superior a la esperada433. da; puesto que esta característica aparece en general de 1 a 3 sema-
Los pacientes inmunodeprimidos también tienen un aumento nas después del comienzo de la infección inicial, es posible la apa-
claro del riesgo de enfermedad micobacteriana434. Con mucho, la rición de una forma «posprimaria» de la enfermedad durante la
enfermedad inmunosupresora subyacente más importante es la infección primaria si ésta no es controlada por los mecanismos de
infección por el VIH, que tiene una gran influencia en la incidencia defensa del huésped. Además, hay datos de estudios de identifica-
y la gravedad de la evolución de la tuberculosis en todo el mundo435. ción genética de que las manifestaciones radiológicas de la tuber-
La presencia del virus aumenta la probabilidad de que la infección culosis son similares en los pacientes que parecen haber adquirido
tuberculosa primaria progrese hasta la enfermedad clínicamente la infección recientemente y en los que tienen datos de infección
252 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

remota (y, por inferencia, enfermedad por reactivación [pospri- mente definida de parénquima pulmonar y en la mayoría de los
maria])444. Las descripciones que siguen se deben considerar casos evitan que la enfermedad se extienda más. Al llegar a este
teniendo en cuenta esos puntos. punto el foco inflamatorio puede ser visible a simple vista y el
Tradicionalmente se ha considerado que la tuberculosis pul- material necrótico central aparece blanco y friable (similar al que-
monar primaria aparecía predominantemente en niños y que era so de cabra); este aspecto se conoce como necrosis caseosa y es
frecuente sobre todo en regiones con riesgo anual de infección característico, aunque no diagnóstico, de la necrosis tuberculosa.
alto. Sin embargo, al disminuir la incidencia de la enfermedad en Aunque las consecuencias de estas reacciones son claramente
muchas regiones desde la primera parte del siglo XX, con el con- beneficiosas para el huésped porque localizan y destruyen un
siguiente aumento del número de personas no sensibilizadas, la número sustancial de bacterias, también conllevan el inconve-
forma primaria de la enfermedad parece ser ahora más frecuente niente fundamental de provocar destrucción tisular.
que antes en los adultos445. El foco inicial de enfermedad parenquimatosa se conoce
como foco de Ghon. Aumenta de tamaño conforme progresa la
Patogenia y características anatomopatológicas enfermedad o, con mucha más frecuencia, experimenta cicatri-
zación. En el segundo caso los fibroblastos de la periferia del foco
Dos factores parecen tener una importancia particular en la apari- necrótico proliferan y forman colágeno. Aunque este proceso a
ción de la tuberculosis: 1) la capacidad del germen para sobrevivir veces da lugar a la conversión de toda la zona en una cicatriz
y multiplicarse dentro de los macrófagos y para persistir durante fibrosa densa, es más frecuente que el material necrótico central
muchos años en condiciones desfavorables en un estado inactivo persista y quede separado del parénquima pulmonar adyacente
pero viable dentro del tejido necrótico y de células aparentemen- por una cápsula fibrosa bien desarrollada (véase figura en
te normales (latencia)446 y 2) la capacidad del huésped de generar color 6-4). En esta etapa es frecuente la calcificación distrófica del
una respuesta inmunitaria celular eficaz447. La interrelación entre material necrótico, con frecuencia en un grado suficiente para
esos dos procesos determina en gran parte si la infección llega a poderla ver en las radiografías. A pesar de que la enfermedad está
establecerse o no y, una vez establecida, la extensión y la naturale- inactiva, es posible que queden gérmenes viables dentro de las
za de la enfermedad384, 448. La aparición de esta enfermedad, que se zonas necróticas encapsuladas, que actuarán como foco de reac-
manifiesta desde el punto de vista anatomopatológico por necro- tivación en épocas posteriores de la vida.
sis y, finalmente, fibrosis, parece guardar relación sobre todo con Durante la fase temprana de la infección los gérmenes se suelen
una reacción de hipersensibilidad tardía mediada por linfocitos T extender a los ganglios linfáticos regionales, y la combinación de
sensibilizados449. También hay datos de que los linfocitos T citotó- foco de Ghon y ganglios afectos se conoce como complejo de Ran-
xicos participan de forma directa en las respuestas inmunitarias450. ke. La evolución de la enfermedad en los ganglios linfáticos es simi-
Por otra parte, M. tuberculosis ha desarrollado diversas propieda- lar a la del parénquima, y es inicialmente inflamación granuloma-
des destinadas a evitar las respuestas inmunitarias del huésped, tosa y necrosis, seguidas por fibrosis y calcificación; sin embargo, el
como una cápsula bien desarrollada, factores de virulencia como grado de reacción inflamatoria es típicamente mayor en los gan-
catalasa y sulfátidos451, 452, inhibición del reconocimiento de las glios linfáticos que en el parénquima, lo que hace que este foco de
células infectadas por parte de las células efectoras de la inmuni- infección sea más visible radiográficamente. Debido a su localiza-
dad y resistencia a las propiedades antimicrobianas de los macró- ción anatómica, estas adenopatías pueden originar una serie de
fagos alveolares y tisulares448, 453. complicaciones, como un aumento del tamaño suficiente que
Como ya se ha dicho, la infección primaria se suele producir en comprima el bronquio adyacente (con la consiguiente atelectasia)
los seres humanos por inhalación de núcleos goticulares cargados y extensión extraganglionar de la reacción inflamatoria (con tume-
de bacilos. Los microorganismos se depositan en la superficie de las facción o ulceración local de la mucosa de las vía aéreas).
vías aéreas transicionales y los alvéolos, donde son fagocitados por Además de la diseminación hasta los ganglios regionales, los
los macrófagos alveolares. Aunque estos macrófagos pueden des- gérmenes también pueden pasar al torrente sanguíneo (y, por tan-
truir algunos bacilos454, muchos gérmenes sobreviven, se multipli- to, a los tejidos extrapulmonares) a través de los linfáticos eferentes
can y acaban por matar al macrófago. Los monocitos transportados o de los vasos vecinos al foco de Ghon. Aunque esta diseminación
por la sangre son atraídos hacia esta región y al llegar a ella se dife- hematógena probablemente sea frecuente460, en la enfermedad pri-
rencian en macrófagos, ingieren bacilos libres e interactúan con los maria suelen faltar las manifestaciones clínicas de la tuberculosis
linfocitos T para liberar diversos mediadores, como el interferón γ y extrapulmonar localizada o miliar, probablemente como conse-
el factor de necrosis tumoral α, que participan en la diferenciación cuencia del pequeño número de gérmenes que se diseminan y de la
de los macrófagos en histiocitos epitelioides y en la formación de eficacia de la defensa del huésped. A pesar de todo, la dispersión sis-
granulomas455, 456. Las células dendríticas también contribuyen a la témica de los microorganismos es importante porque crea zonas
aparición de granulomas por medio de sus propiedades presenta- diminutas de infección que persisten y actúan como focos de reac-
doras del antígeno, y favorecen la inmunidad tanto adquirida como tivación potencial en épocas posteriores.
innata contra los microorganismos persistentes457, 458. En un pequeño número de pacientes con tuberculosis primaria
Al cabo de varias semanas (coincidiendo con la aparición de la enfermedad parenquimatosa local progresa en la zona del foco
hipersensibilidad), los granulomas están bien formados y su por- de Ghon inicial o en otro lugar del pulmón (generalmente en los
ción central experimenta necrosis (figura 6-22)459. Conforme pro- segmentos apicales o posteriores de los lóbulos superiores). Esta
gresa la enfermedad los focos necróticos individuales tienden a evolución se conoce como tuberculosis primaria progresiva, y es
aumentar de tamaño y confluir, lo que origina focos relativamen- similar a la enfermedad posprimaria tanto en su morfología
te grandes de restos necróticos rodeados por una capa de histioci- como en su evolución (véase figura en color 6-5).
tos epitelioides y células gigantes multinucleadas. A su vez, estas
células están rodeadas por capas de células mononucleares –linfo- Manifestaciones radiológicas
citos y monocitos procedentes de la sangre– y fibroblastos. Estas
tres zonas –células epitelioides, células mononucleares y fibroblas- El mayor estudio sobre las manifestaciones radiológicas de la
tos– aíslan los bacilos tuberculosos dentro de una región relativa- tuberculosis primaria en niños se basa en la revisión de 252 casos
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 253

A C

FIGURA 6-22
Tuberculosis: formación de granulomas. El corte de un
caso de enfermedad relativamente precoz (A) muestra
varios focos bien definidos de inflamación granulomatosa
rodeados por un infiltrado inflamatorio mononuclear. Se
aprecia necrosis en el centro de un granuloma. La
enfermedad avanzada (B) muestra focos confluentes de
necrosis delimitados por una zona de tejido inflamatorio
granulomatoso (ampliado en C). F, fibrosis; M, células
mononucleares; N, necrosis; X, histiocitos epitelioides.
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD:
B Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

consecutivos, de los que se dispuso de radiografías de tórax en tamaño de los ganglios linfáticos es menos frecuente en los adul-
191461. Se identificó consolidación del espacio aéreo en aproxi- tos y se ha encontrado en aproximadamente el 10% al 30% de los
madamente el 70% de esos casos; el pulmón derecho se afectó pacientes462, 465. Al igual que en los niños, las adenopatías suelen
con más frecuencia que el izquierdo, la afectación fue bilateral en ser unilaterales e hiliares o paratraqueales (véase figura 6-23).
el 15% de los casos y no se encontró predilección significativa por Pueden ser la única alteración; de hecho, este aspecto debe indi-
ninguna región particular del pulmón. La consolidación del espa- car la enfermedad. Aunque el aumento bilateral del tamaño de los
cio aéreo también representa la manifestación más frecuente de la ganglios linfáticos o la presencia de adenopatías sin consolida-
enfermedad en los adultos462. Suele ser homogénea, densa y ana- ción parenquimatosa no excluye el diagnóstico, este cuadro es
tómicamente limitada a un segmento (figura 6-23) o, con más infrecuente en los adultos (excepto en los pacientes con sida)462.
frecuencia, a un lóbulo463. La enfermedad es multifocal en apro- En la TC aproximadamente el 50% de los ganglios afectos pre-
ximadamente el 25% de los casos y bilateral en el 10%461, 462. Se senta atenuación baja (<30 unidades Hounsfield [UH]) y el 50%
produce enfermedad miliar y/o cavitación en aproximadamente tiene atenuación de tejidos blandos (>35 UH)466. Tras la admi-
el 2% al 5% de los casos461, 462. nistración intravenosa de contraste aproximadamente el 60% de
La radiografía de tórax identifica aumento del tamaño de los los ganglios linfáticos afectos muestra una atenuación relativa-
ganglios linfáticos en aproximadamente el 90% al 95% de los niños mente baja en la región central y refuerzo periférico (rodete)
con enfermedad primaria461, 464. La mayor parte presenta afecta- (figura 6-24), el 20% presenta refuerzo heterogéneo y el 20%
ción hiliar, con más frecuencia en el lado derecho; aproxima- muestra refuerzo homogéneo o ausencia de refuerzo466.
damente el 50% exhibe lesiones hiliares y mediastínicas (habi- Las radiografías de tórax de los niños que han tenido tubercu-
tualmente en la región paratraqueal derecha)461. El aumento del losis primaria muestran datos de calcificación de la lesión pulmo-
254 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

API

FIGURA 6-23
Tuberculosis primaria. La radiografía posteroanterior de tórax (A) y la TC (B) muestran
aumento del tamaño de los ganglios linfáticos hiliares izquierdos (G). La TC a un nivel ligeramente
inferior (C) muestra el foco primario en el segmento superior del lóbulo inferior (flecha), detrás
de la arteria pulmonar izquierda (API). El paciente era un varón de 25 años. (Tomado de Müller NL,
Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

nar en aproximadamente el 10% al 15% de los casos, y de los gan-


glios linfáticos en aproximadamente del 5% al 35%461, 464. Aunque
un complejo de Ranke calcificado es una prueba razonable de
tuberculosis primaria (figura 6-25), se pueden encontrar los mis-
mos signos radiográficos como secuela de una infección micótica.
Se ha descrito atelectasia, habitualmente lobar y del lado dere-
cho, en el 10% al 30% de los niños que tienen tuberculosis461, 464.
Esta lesión suele deberse a la compresión bronquial por adenopa-
tías; la enfermedad endobronquial es responsable con menos fre-
cuencia464. Esta complicación resulta menos frecuente en los
adultos; tiende a afectar al segmento anterior de un lóbulo supe-
rior y puede simular un cáncer de pulmón467.
Se ha descrito derrame pleural en el 5% al 10% de los niños y
en el 30% al 40% de los adultos461, 462, 464. Se suele asociar a altera-
ciones parenquimatosas; sin embargo, es la única manifestación
radiológica de la enfermedad en aproximadamente el 5% de los
pacientes adultos462.

Manifestaciones clínicas
FIGURA 6-24 La decisión de clasificar un caso de tuberculosis como primario se
basa muchas veces en los datos de edad joven, conversión reciente
Tuberculosis primaria. La TC con contraste a un nivel 2 cm por encima
de la prueba cutánea con tuberculina y signos radiográficos de
del cayado aórtico muestra aumento del tamaño de los ganglios linfáticos
paratraqueales derechos (flechas curvas), con baja atenuación central y adenopatías hiliares o mediastínicas o de derrame pleural462, 468. Sin
refuerzo periférico. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: embargo, como ya se ha dicho, la distinción clínica y radiológica
Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.) entre enfermedad primaria y posprimaria no es siempre clara.
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 255

proceso que puede estar mediado por enzimas procedentes de las


células inflamatorias vecinas al tejido necrótico472. La importan-
cia de la formación de cavidades radica en la comunicación con
el medio externo que proporciona una vía de salida para los
microorganismos. La comunicación tiene dos efectos importan-
tes: en primer lugar, permite el suministro continuo de aire bien
oxigenado al interior de la cavidad, lo que en teoría aumenta la
multiplicación extracelular de las bacterias; en segundo lugar,
proporciona un medio para la diseminación de los gérmenes
hacia otras partes del pulmón y a otras personas.
Como en la tuberculosis primaria, la evolución de la enferme-
dad a partir de este punto depende en gran parte de la relación
entre la respuesta del huésped y la virulencia del microorganis-
mo. Cuando prevalece la defensa del huésped se produce cura-
ción gradual con formación de cicatrices parenquimatosas locali-
zadas o extensas, muchas veces calcificadas y en ocasiones
acompañadas de enfisema, bronquiectasias y/o cavidades resi-
duales (véase figura en color 6-7). Estas alteraciones pueden apa-
recer solas, pero se ven con más frecuencia asociadas a focos bien
FIGURA 6-25
delimitados de parénquima necrótico. Estos focos varían entre 1
Foco de Ghon y ganglios linfáticos calcificados (complejo de Ranke). mm y varios centímetros de diámetro y crean y mantienen la
La radiografía posteroanterior de tórax muestra un nódulo calcificado en el comunicación con el árbol traqueobronquial (con formación de
lóbulo superior derecho (flecha recta) y ganglios linfáticos paratraqueales
derechos también calcificados (flechas curvas). (Tomado de Müller NL, una cavidad crónica) o pierden la comunicación y aparecen ocu-
Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. pados por material caseoso (para formar un «tuberculoma»)473. La
Philadelphia, WB Saunders, 2001.) aparición de un micetoma (habitualmente por gérmenes del
género Aspergillus) dentro de una cavidad crónica representa una
La mayoría de los pacientes con infección primaria permane- complicación frecuente (véase página 282).
ce asintomática. Ese hecho quedó bien ilustrado en un estudio de Cuando la defensa del huésped es insuficiente la enfermedad
715 niños en los que la prueba de la tuberculina se hizo positiva progresa localmente por expansión de la región de necrosis e infla-
entre el nacimiento y los 5 años de edad469; sólo 136 de los 611 niños mación o a distancia en otras partes del pulmón o del cuerpo por
con estudios de seguimiento apropiados mostraron cambios en diseminación de las bacterias a través de las vías aéreas, los linfáticos
las radiografías de tórax. Sólo desarrollaron tuberculosis clínica o el torrente sanguíneo. La diseminación endobronquial de material
55 (9%); los demás niños estaban clínicamente bien. La tos y la necrótico licuado procedente de una cavidad puede producir infec-
fiebre son los síntomas torácicos más llamativos. Puede haber ción tuberculosa en el mismo lóbulo o en otros lóbulos de cual-
también pérdida de peso, hemoptisis, sudoración, dolor torácico, quiera de los dos pulmones. Esta infección aparece inicialmente en
eritema nudoso y letargia464. Pueden aparecer otras manifestacio- la región de las vías aéreas transicionales y suele causar una reacción
nes por la diseminación de la enfermedad a órganos extrapulmo- inflamatoria granulomatosa típica que da lugar a la aparición de
nares, como las meninges o el pericardio. múltiples nódulos parenquimatosos (véase figura en color 6-8). En
algunos pacientes las grandes cantidades de proteínas tuberculosas
Tuberculosis posprimaria que ocupan bruscamente los ácinos pueden causar una reacción
inflamatoria exudativa sin un componente granulomatoso signifi-
Patogenia y características anatomopatológicas. La tu- cativo; esta reacción se puede asociar a necrosis parenquimatosa
berculosis primaria tiende a localizarse inicialmente en los seg- generalizada y destrucción rápida de lóbulos enteros.
mentos apicales y posteriores de los lóbulos superiores. Se ha pos- La diseminación de microorganismos a través de los linfáticos
tulado que tal localización guarda relación con la PO2 relativamente o de la vasculatura pulmonar puede producir tuberculosis miliar
alta en esas zonas como consecuencia de la relación ventilación- de los pulmones, el hígado, el bazo, la médula ósea y otros muchos
perfusión elevada470 o con la disminución del drenaje linfático por órganos. En los pulmones el aspecto es una multitud de nódulos
reducción del flujo sanguíneo arterial pulmonar471. Cualquiera que de 1mm-2 mm de diámetro diseminados al azar por el parénqui-
sea el mecanismo, se cree que la mayoría de los casos que se origi- ma y la pleura (véase figura en color 6-9). Los nódulos tienden a
nan en esas localizaciones están causados por gérmenes que se ser ligeramente mayores en los vértices que en las bases de los pul-
diseminaron por vía hematógena durante la infección primaria. mones; suelen ser aproximadamente del mismo tamaño y tener la
Desde el punto de vista anatomopatológico, la secuencia de misma antigüedad histológica, lo que hace pensar en un solo epi-
acontecimientos es similar a la que se ha descrito para la infección sodio de diseminación. Sin embargo, a veces se pueden observar al
primaria excepto porque la necrosis se produce probablemente con mismo tiempo focos activos y focos cicatrizados parcial o total-
más rapidez por la presencia de hipersensibilidad. Además, en con- mente, lo que indica episodios repetidos o prolongados de dise-
traste con la tuberculosis primaria, en la que la fibrosis y la cicatri- minación hematógena474. Tiene importancia recordar que los pul-
zación representan la regla, la enfermedad posprimaria tiende a mones pueden servir de asiento a la tuberculosis miliar sin signos
progresar con focos de inflamación y necrosis que aumentan de de una fuente de infección pulmonar, y es probable que en esos
tamaño hasta ocupar porciones cada vez mayores del parénquima casos la diseminación se haya iniciado en un órgano extrapulmo-
pulmonar. Durante este proceso la comunicación con las vías nar; la frecuencia de estos casos ha aumentado desde la introduc-
aéreas es frecuente y permite el drenaje de material necrótico con ción de los fármacos antituberculosos474.
formación de una cavidad (véase figura en color 6-6). La forma- La afectación del árbol traqueobronquial es frecuente y se pue-
ción de cavidades depende de la licuación del material caseoso, un de encontrar en casos de enfermedad tanto aguda como crónica.
256 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

La primera se caracteriza por una inflamación granulomatosa


necrosante típica en la pared de las vías aéreas, y aparece sobre
todo cuando la infección es extensa o progresa con rapidez. En la
mayoría de los casos se debe a la diseminación de los gérmenes
dentro de la luz de las vías aéreas o a lo largo de canales linfáticos
peribronquiales desde una zona de cavitación o neumonía locali-
zada. Aunque esta afectación de la vía aérea se suele asociar a
enfermedad parenquimatosa evidente, en ocasiones la infección
bronquial persiste cuando ya han cicatrizado las lesiones periféri-
cas, lo que proporciona una fuente potencial de esputos cargados
de bacterias sin alteraciones radiográficas significativas. La enfer-
medad crónica de la vía aérea se manifiesta principalmente por
bronquiectasias, que se pueden formar por dos mecanismos: 1) el
mecanismo más frecuente es la destrucción y la fibrosis del parén-
quima pulmonar, que producen retracción y dilatación bron-
quial irreversible, y 2) fibrosis mural y estenosis bronquial secun-
darias a infección endobronquial localizada. Puesto que la gran
mayoría de los casos de tuberculosis primaria afecta a los segmen-
tos apicales y posteriores del lóbulo superior, las bronquiectasias se
suelen encontrar en esas zonas; debido al drenaje bronquial ade-
cuado los síntomas suelen ser mínimos («bronquiectasia seca»).
La enfermedad vascular también es frecuente en la tubercu-
losis posprimaria. Las arterias y las venas pulmonares de una
zona de infección tuberculosa activa pueden mostrar vasculitis y
trombosis, y se debe usar la tinción acidorresistente de cualquier FIGURA 6-26
lesión de vasculitis pulmonar granulomatosa necrosante para Tuberculosis posprimaria. La imagen de la porción superior del hemitórax
excluir una etiología tuberculosa. En ocasiones una arteria de izquierdo en una radiografía posteroanterior muestra zonas focales mal
tamaño pequeño o medio contigua a la cápsula fibrosa de la definidas de consolidación y pequeños focos satélites en el lóbulo izquierdo
superior. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
pared de una cavidad, con contacto en general tangencial, expe- Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
rimenta dilatación localizada (aneurisma de Rasmussen). La
posterior rotura puede producir una hemorragia grave y, en oca-
siones, la muerte. miento adecuado una cavidad puede desaparecer o permanecer
Manifestaciones radiológicas. Se observan zonas focales de como un espacio quístico lleno de aire de paredes finas.
consolidación en la radiografía de tórax y la TCAR de aproxima- Se ha descrito que la presencia de un solo nódulo mayor de 1 cm
damente el 50% al 70% de los pacientes con tuberculosis pospri- de diámetro (tuberculoma), con o sin nódulos menores adyacentes,
maria475, 476. En la mayoría de los casos la consolidación se limita es la alteración principal o única en las radiografías de tórax de
a un segmento o a porciones de varios segmentos de un lóbulo, aproximadamente el 5% de los pacientes465, 475. La lesión aparece
típicamente los segmentos apical y posterior de un lóbulo supe- como una opacidad redonda u oval situada la mayoría de las veces
rior477. En ocasiones la enfermedad evoluciona hasta afectar a en un lóbulo superior483. Suele medir de 1 a 4 cm de diámetro y típi-
todo el lóbulo (neumonía lobar tuberculosa) o, después de la camente es lisa y bien definida; en ocasiones presenta un margen
diseminación endobronquial de la enfermedad, a varios lóbu- mal definido, lobulado o espiculado (figura 6-28)484. En la mayoría
los465, 477. Rara vez la enfermedad afecta a todos los lóbulos y pro- de los casos se pueden identificar pequeños nódulos discretos en la
duce insuficiencia respiratoria478. vecindad inmediata de la lesión principal (lesiones satélites)483. De
En las radiografías la zonas de consolidación tienen bordes modo similar a los granulomas causados por otros gérmenes infec-
mal definidos y muestran tendencia a confluir, muchas veces con ciosos, los tuberculomas muestran con frecuencia refuerzo escaso o
focos satélites pequeños en el pulmón adyacente (figura 6-26). Es nulo en la TC después de la administración de contraste intraveno-
frecuente la acentuación de las marcas broncovasculares que se so485. La mayor parte de estas lesiones permanece estable durante
dirigen hacia el hilio ipsolateral. Se identifica aumento asociado mucho tiempo y muchas de ellas se calcifican. La calcificación suele
del tamaño de los ganglios hiliares o mediastínicos en las radio- ser difusa, pero también puede ser central o punteada463, 486.
grafías de aproximadamente el 5% al 10% de los pacientes465, 475. Se han descrito opacidades nodulares de 2 a 10 mm de diámetro
Las adenopatías mediastínicas (definidas como un ganglio linfá- y localizadas en una o dos regiones del pulmón, habitualmente en
tico >10 mm de diámetro en el eje menor) se ven con más fre- los segmentos apicales de los lóbulos superiores o los segmentos
cuencia en la TCAR476, 479; como en la enfermedad primaria, estos superiores de los lóbulos inferiores, como manifestación radiológica
ganglios suelen mostrar refuerzo heterogéneo o un centro de ate- principal o única en aproximadamente el 20% al 25% de los pacien-
nuación baja con refuerzo periférico después de la administra- tes (figura 6-29)465, 475. Con más frecuencia estas opacidades se aso-
ción intravenosa de contraste480. cian a zonas focales de consolidación465, 476. En la TCAR presentan
Se identifica cavitación en las radiografías de tórax del 20% al una distribución centrolobulillar y muchas veces se asocian a opaci-
45% de los pacientes (figura 6-27)475, 481 y con algo más de fre- dades lineales ramificadas (figura 6-30), un aspecto que ha sido
cuencia en la TCAR481, 482. La mayoría de las cavidades se localiza en comparado con el de un árbol en brote479. Se ha demostrado que
los segmentos apicales o posteriores de los lóbulos superiores o en estas alteraciones reflejan la presencia de material necrótico dentro
los segmentos superiores de los lóbulos inferiores477. Pueden ser de las luces de bronquiolos terminales y respiratorios y de un exu-
únicas o múltiples y tener paredes finas o gruesas. Aproximada- dado inflamatorio en sus paredes y en el parénquima adyacen-
mente el 20% presenta un nivel aire-líquido. Después del trata- te479, 481. Se puede sospechar una diseminación endobronquial más
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 257

FIGURA 6-27
Tuberculosis cavitaria. Las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) muestran una cavidad mal definida y de paredes finas
en el segmento superior del lóbulo inferior derecho (flechas en B). Ambos pulmones son por lo demás normales. (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

extensa cuando se ven múltiples nódulos de 2 a 10 mm de diámetro insidiosa de astenia, debilidad, anorexia, pérdida de peso y febrí-
en dos o más lóbulos o en un lóbulo distinto del que contiene la cula (a veces con escalofríos)491. La tos es la manifestación pul-
cavidad o la zona de consolidación. Esta diseminación se observa en monar más frecuente. Típicamente se asocia a expectoración y ha
el 10% al 20% de los pacientes en la radiografía de tórax y en casi persistido desde una supuesta infección del tracto respiratorio
todos en la TCAR465, 475, 487. Por orden descendente de frecuencia se superior492. La hemoptisis suele ser leve, pero preocupa debido a
pueden encontrar también nódulos de 4 a 8 mm de diámetro de que indica cavitación o ulceración de la vía aérea, con el consi-
bordes mal definidos (localizados habitualmente también con una guiente aumento del riesgo de contagio. Como era de esperar, la
distribución centrolobulillar), zonas de consolidación lobulillar y tos resulta particularmente frecuente y molesta en los pacientes
engrosamiento de los tabiques interlobulillares477, 479. que tienen afectación traqueobronquial493.
Cuando se ve por primera vez, la tuberculosis miliar aparece en En algunos pacientes el síntoma inicial es el dolor pleurítico,
las radiografías como un incontable número de nódulos de 1 a 2 muchas veces asociado a fiebre. Este dolor se ve con más frecuen-
mm de diámetro (figura 6-31A); sin un tratamiento adecuado cia en adultos jóvenes, la mayoría de los cuales tiene probablemen-
esos nódulos pueden crecer hasta los 2 mm-3mm de diámetro71. te enfermedad primaria. Rara vez el dolor pleurítico está relaciona-
En la TCAR los nódulos suelen estar bien definidos y medir de 1 a do con la presencia de neumotórax. La ronquera suele ser una
4 mm de diámetro (figura 6-31B)488, 489. Aunque algunos de ellos manifestación de afectación laríngea; como era de esperar, típica-
pueden estar relacionados con los vasos, los tabiques interlobuli- mente se asocia a positividad de la extensión y del cultivo de espu-
llares o las superficies pleurales, y la mayoría tiene una distribu- to y a un grado alto de contagiosidad425. La disnea es poco frecuen-
ción aleatoria en relación con las estructuras del lobulillo pulmo- te y suele indicar enfermedad extensa, la mayoría de las veces una
nar secundario197. Entre las demás alteraciones que pueden verse bronconeumonía tuberculosa o una enfermedad miliar complicada
se incluyen engrosamiento nodular de los tabiques interlobulilla- con SDRA478. En ocasiones hay fiebre alta de comienzo agudo, sud-
res y de las cisuras interlobares, irregularidad nodular de los vasos oración, tos con expectoración, dolor pleurítico y taquicardia, lo
y zonas de atenuación en vidrio esmerilado42, 488-490. que también indica neumonía bacteriana no tuberculosa.
Se ven bronquiectasias en la TCAR de muchos pacientes, sobre La exploración del tórax raras veces proporciona información
todo en los que tienen enfermedad cicatrizada487. Las bronquiec- útil para el diagnóstico. Si se identifica una lesión apical en la radio-
tasias son bilaterales en aproximadamente el 60% de los casos y grafía de tórax, la presencia de estertores en la auscultación después
unilaterales en el resto482. Los lóbulos superiores son los que se de toser indica la actividad de la enfermedad. Se pueden oír esterto-
afectan con más frecuencia482. La mayoría de las veces la altera- res y roncus sobre las zonas afectas que han experimentado disemi-
ción no se aprecia con facilidad en las radiografías. nación bronquial reciente. Una sibilancia localizada debe indicar la
Manifestaciones clínicas. Los síntomas más frecuentes de la posible afectación de la pared bronquial. Cuando el comienzo de
tuberculosis posprimaria son inespecíficos e incluyen la aparición la enfermedad se caracteriza por dolor con la respiración se puede
258 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

FIGURA 6-28
Tuberculoma. La imagen del lóbulo superior derecho de un fumador de
59 años muestra un nódulo de 1,5 cm de diámetro de bordes espiculados y
una cola pleural (flecha). También se ve enfisema. Se encontró que el FIGURA 6-29
nódulo resecado era un granuloma, y los cultivos fueron positivos para
Tuberculosis: opacidades nodulares pequeñas. La imagen de la porción
Mycobacterium tuberculosis. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC,
superior del tórax en una radiografía posteroanterior muestra pequeñas
Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
opacidades nodulares mal definidas que afectan al segmento apicoposterior
WB Saunders, 2001.)
del lóbulo superior izquierdo. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC,
Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

FIGURA 6-30
Tuberculosis: diseminación endobronquial.. La radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra opacidades nodulares mal definidas en ambos pulmones.
La TCAR (B) muestra una cavidad en el segmento superior del lóbulo inferior izquierdo y opacidades nodulares de 2 a 8 mm de diámetro y distribución
centrolobulillar (flechas rectas). Unas pocas opacidades lineales ramificadas, junto con los nódulos centrolobulillares, proporcionan un aspecto que ha sido
comparado con el de un árbol en brote (flecha curva). (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 259

A B
FIGURA 6-31
Tuberculosis miliar. Una imagen del pulmón izquierdo en la radiografía anteroposterior de tórax (A) muestra numerosos nódulos bien definidos de
1 a 3 mm de diámetro. La TCAR de otro paciente (B) muestra múltiples nódulos de aproximadamente 2 mm de diámetro y distribución aleatoria por
el pulmón. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

auscultar roce de fricción o signos de derrame pleural o de neu- tórax muestra alguna alteración compatible con tuberculosis a
motórax. A veces, los signos físicos indican compresión de estructu- distancia. Antes de aparecer la epidemia de sida, aproximadamen-
ras mediastínicas por los ganglios linfáticos agrandados. te el 15% de los casos de tuberculosis afectaba a órganos extrapul-
En EE.UU. la tuberculosis miliar suele aparecer en pacientes monares sin enfermedad pulmonar497. Debido a que el riesgo de
ancianos que tienen otras enfermedades crónicas simultáneas, enfermedad extrapulmonar es mucho mayor en los pacientes que
como alcoholismo, diabetes mellitus, insuficiencia renal o neopla- tienen sida498, la incidencia de esa forma de la infección está
sias malignas hematológicas o sólidas494. En los pacientes más jóve- aumentando. De hecho, los pacientes estadounidenses con tuber-
nes la infección por el VIH es un factor de riesgo importante. El culosis extrapulmonar son con frecuencia ancianos, de raza negra
comienzo de la enfermedad miliar suele ser insidioso; la mayor par- o diagnosticados de sida; habitualmente presentan un cuadro de
te de los pacientes ha tenido síntomas inespecíficos como fiebre, fiebre de origen desconocido y muchos tienen enfermedad miliar.
pérdida de peso, debilidad, anorexia y sudoración nocturna duran- Aunque la afectación de los ganglios linfáticos extramediastíni-
te más de ocho semanas495. La cefalea y el dolor abdominal deben cos es mucho menos frecuente que la de los ganglios hiliares y
indicar la afectación de las meninges y del peritoneo. El examen del mediastínicos, sigue siendo la forma más frecuente de tuberculosis
fondo de ojo revela tubérculos coroideos en el 30% al 60% de los extrapulmonar en la población sin sida, en la que representa apro-
pacientes496. La hepatomegalia, con o sin esplenomegalia, no es ximadamente el 20% al 25% de los casos499. Parece ser más fre-
infrecuente494. Aunque la enfermedad miliar se puede asociar a cuente en los niños y los adultos jóvenes que han inmigrado desde
otros tipos de tuberculosis pulmonar, en la mayoría de los pacientes países «en vías de desarrollo»499. Los pacientes afectos suelen pre-
representa la única manifestación de la enfermedad tuberculosa. sentar tumefacción indolora en el cuello o en la región supraclavi-
Cuando se considera el diagnóstico es importante recordar que del cular. Aunque la mayor parte de las adenopatías se localiza en el
10% al 30% de los pacientes no muestra nódulos en las radiografí- mismo lado del cuello, no es infrecuente la afectación de ambos
as estándar, incluso cuando se revisan de forma retrospectiva71. Ade- lados o de otros grupos glanglionares500. La progresión de la enfer-
más, la prueba cutánea con 5 unidades de tuberculina (UT) es nega- medad puede producir extensión hacia la piel con formación de un
tiva en al menos el 25% al 50% de los pacientes494. tracto sinusal. Se puede encontrar aumento rápido del tamaño de
Como se ha dicho previamente, la diseminación hematógena los ganglios linfáticos. A veces este aumento de tamaño se observa
es una complicación frecuente de la tuberculosis primaria; aunque durante el tratamiento y se ha propuesto que puede representar una
los datos clínicos de afectación de los tejidos y órganos extrapul- reacción inmunitaria501. Muchas veces las radiografías de tórax no
monares son poco frecuentes durante la infección inicial, pueden revelan signos de tuberculosis actual ni pasada502.
aparecer síntomas y signos más adelante, a veces muchos años des- La segunda localización más frecuente de la tuberculosis extra-
pués de la siembra inicial. Esta reactivación puede aparecer en pulmonar en los adultos corresponde al sistema genitourinario. El
cualquier tejido u órgano del cuerpo, pero afecta con más fre- descubrimiento de piuria, hematuria y albuminuria en un pacien-
cuencia a los riñones, las glándulas suprarrenales, las trompas de te que ha tenido tuberculosis pulmonar o que muestra signos
Falopio, los epidídimos y los huesos (en particular, la columna radiográficos de lesiones pulmonares cicatrizadas debe indicar
vertebral dorsal). En hasta el 75% de los casos la radiografía de una afectación renal503. La tuberculosis del tracto genital femeni-
260 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

no suele aparecer como salpingitis y ooforitis y se manifiesta clí- vertebrales (estos últimos asociados a desplazamiento de la inter-
nicamente por dolor pélvico y trastornos menstruales; sin em- fase paraespinal)505 (figura 6-32). La TC es superior a la radio-
bargo, conviene señalar que los trastornos menstruales son fre- grafía para evaluar la presencia de abscesos paraespinales y la
cuentes en la tuberculosis pulmonar sin afectación genital y que su afectación del conducto raquídeo506, 507.
presencia no significa necesariamente extensión de la enfermedad. La meningitis tuberculosa se ve con más frecuencia en los niños
Se produce afectación de los huesos y de las articulaciones en que tienen enfermedad primaria progresiva o miliar y en pacien-
aproximadamente el 10% de los casos de tuberculosis extrapul- tes con sida508. Los síntomas incluyen cefalea, somnolencia, irrita-
monar en pacientes sin sida, con más frecuencia en pacientes bilidad, vómitos y, a veces, rigidez del cuello. El diagnóstico se
ancianos497. La tuberculosis de la columna (enfermedad de Pott) establece mejor mediante el cultivo de bacilos tuberculosos en el
es la forma más frecuente de enfermedad esquelética y afecta a las líquido cefalorraquídeo, y se han encontrado cultivos positivos en
vértebras dorsales inferiores o lumbares superiores504. Las mani- aproximadamente el 50% al 80% de los casos509.
festaciones radiográficas tempranas son irregularidad de las pla- La complicación cardíaca más frecuente de la tuberculosis es la
cas terminales vertebrales, disminución de la altura del espacio pericarditis. En zonas del mundo que tienen una elevada preva-
discal intervertebral y esclerosis del hueso adyacente. Al progresar lencia de fondo de tuberculosis la pericarditis es relativamente
la enfermedad se aprecia tendencia a la deformidad anterior del frecuente510. Se puede manifestar por acumulación de líquido con
cuerpo vertebral y aparición posterior de cifosis y abscesos para- relativamente poco engrosamiento pericárdico y puede producir

FIGURA 6-32
Espondilitis tuberculosa. La radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra nódulos miliares en el pulmón y desplazamiento de las interfases
paraespinales (flechas). La radiografía lateral (B) muestra destrucción del cuerpo vertebral D10 (V), que provoca cifosis localizada. La TC con
contraste (C y D) muestra destrucción del cuerpo vertebral D10, formación de un absceso paraespinal con centro de atenuación baja y refuerzo periférico
(flechas rectas) y erosión cortical del cuerpo vertebral D9 adyacente (flecha curva). (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis
of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 261

taponamiento; de manera alternativa, habitualmente en casos de usada para la prueba diagnóstica y se debe administrar mediante el
larga evolución, se encuentra fibrosis pericárdica marcada, método de Mantoux. Se inyectan 0,1 ml de solución por vía intra-
muchas veces con calcificación distrófica y acompañada de mani- dérmica en el antebrazo (habitualmente en la superficie volar) con
festaciones clínicas de pericarditis constrictiva. una aguja calibre 26 o 27 de bisel corto con el bisel dirigido hacia
La afectación de los tractos respiratorio superior y digestivo arriba. Con una técnica de inyección correcta se produce un habón
solía ser bastante frecuente en pacientes que tenían enfermedad bien definido de 5 a 10 mm de diámetro. En caso de inyección inco-
pulmonar avanzada, pero esta afectación ha sido erradicada en rrecta se puede administrar una segunda dosis de prueba inmedia-
gran parte por la quimioterapia. A pesar de todo, se siguen comu- tamente después en un punto separado varios centímetros del que se
nicando casos de laringitis tuberculosa511. La afectación del trac- utilizó para la primera inyección. La prueba se debe leer 2-3 días des-
to digestivo se suele localizar en la zona ileocecal o el recto, y la pués de la inyección517, y el diámetro de la induración se mide en
afectación rectal puede asociarse a abscesos perianales o isquio- ángulo recto a la línea de la inyección (es decir, en sentido transver-
rrectales; en ocasiones se produce peritonitis. La biopsia hepática sal al eje largo del antebrazo) y se mide en milímetros. La interpreta-
revela granulomas en aproximadamente el 25% de los pacientes ción de una prueba como positiva depende del grado de induración
con tuberculosis, habitualmente en casos de enfermedad miliar; y de diversas variables clínicas, como la probabilidad de contacto
sin embargo, este hallazgo se asocia rara vez a signos clínicos o previo con M. tuberculosis y la presencia de enfermedades o situa-
bioquímicos de disfunción hepática512. ciones relacionadas con un aumento del riesgo de tuberculosis. Así
pues, dependiendo de las circunstancias se pueden considerar posi-
Hallazgos de laboratorio y diagnóstico tiva una reacción tan pequeña como sólo 5 mm o tan grande como
15 mm (tabla 6-1). En este contexto, el tamaño de la reacción positi-
Las técnicas para el diagnóstico de la tuberculosis son numerosas va no tiene ningún significado diagnóstico particular518.
y tienen grados variables de complejidad y costo, así como de sen- Es importante recordar que la positividad de la prueba cutá-
sibilidad y especificidad. Se ha señalado que con el empleo de nea no indica necesariamente que hay una enfermedad activa.
técnicas modernas la identificación de M. tuberculosis y la obten- Una vez que el paciente ha sido infectado por M. tuberculosis y
ción de datos sobre sensibilidad del germen a los fármacos deben presenta hipersensibilidad la reacción sigue siendo positiva toda
ser posible en 10 a 14 días y en 15 a 30 días, respectivamente513; la vida, aunque puede disminuir con el paso del tiempo. Así pues, la
conforme las técnicas de biología molecular se estandaricen interpretación del resultado de una prueba y su relación con la ac-
mejor y se encuentren disponibles con más facilidad esos tiempos tividad de la enfermedad en un caso concreto exigen tener en
de espera experimentarán un acortamiento significativo. cuenta los datos clínicos y radiológicos.
El resultado falsamente positivo de la prueba con PPD se puede
Prueba cutánea de la tuberculina deber a una reacción cruzada como consecuencia de la infección
por micobacterias no tuberculosas o puede ser una respuesta a la
Numerosos investigadores han estudiado las indicaciones y las vacunación previa con bacilos de Calmette-Guérin (BCG). Aunque
limitaciones de la prueba cutánea de la tuberculina para el diag- se pueden encontrar reacciones grandes a la PPD en ciertos pacien-
nóstico de la tuberculosis; instituciones como la American Thora- tes vacunados con BCG510, se ha recomendado considerar que esa
cic Society y los Centers for Disease Control and Prevention han reacción es un indicador de infección por M. tuberculosis, sobre
publicado revisiones de sus resultados y guías para la realización todo en personas que proceden de zonas geográficas con alta preva-
y la interpretación de la prueba514, 515. lencia de tuberculosis o en personas que tienen mayor riesgo de
El material que se utiliza es un precipitado proteico procedente de tuberculosis por las enfermedades coexistentes520.
filtrados de bacilos muertos por calor y cultivados en un medio sin- El resultado falsamente negativo puede guardar relación con
tético516. El PPD de concentración intermedia (5 UT) es la forma errores en la realización y la interpretación de la prueba o con de-

TABLA 6-1. Criterios de positividad de la prueba de la tuberculina en función del grupo de riesgo
Reacción ≥ 5 mm de induración Reacción ≥10 mm de induración Reacción ≥15 mm de induración

Pacientes VIH+ Inmigrantes recientes (es decir, en los últimos 5 años) procedentes Personas sin factores de riesgo
de países de prevalencia elevada de tuberculosis (TB)
Contacto reciente con casos de TB Adictos a las drogas inyectables
Lesiones fibrosas en la radiografía Residentes y trabajadores* en los siguientes contextos comunitarios
de tórax compatibles con TB previa de alto riesgo: presidios y cárceles, residencias de ancianos y otras
instituciones de asistencia a largo plazo para ancianos, hospitales y
otros centros sanitarios, centros residenciales para pacientes con sida
y refugios para vagabundos
Pacientes con trasplantes de órganos Personal de laboratorio de micobacteriología
y otros pacientes inmunodeprimidos Personas con las siguientes enfermedades que suponen un riesgo elevado:
(que reciben el equivalente a silicosis, diabetes mellitus, insuficiencia renal crónica, algunos trastornos
≥15 mg/día de prednisona durante hematológicos (p. ej., leucemias y linfomas), otras neoplasias malignas
1 mes o mas)† específicas (p. ej., carcinomas de cabeza y cuello y pulmón), pérdida
de peso ≥10% del peso corporal ideal, gastrectomía y derivación yeyunoileal
Niños menores de 4 años, o lactantes, niños y adolescentes en contacto
con adultos de alto riesgo

* En las personas que por lo demás tienen un riesgo bajo y en las que se realiza la prueba al incorporarse al trabajo se considera positiva una induración de 15 mm o mayor.

El riesgo de TB en los pacientes tratados con corticoides aumenta con la dosis y la duración del tratamiento.
Adaptado de Centers for Disease Control and Prevention. Screening for tuberculosis and tuberculosis infection in high-risk populations: Recommendations of the Advisory Council
for the Elimination of Tuberculosis. MMWR Recomm Rep 44 (RR-11):19-34; tomado de Al Zahrani K, Al Jahdali H, Menzies D: Does size matter? Utility of size of tuberculin
reactions for the diagnosis of mycobacterial disease. Am J Respir Crit Care Med 162:1419-1422, 2000.
262 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

fectos de la inmunidad celular521. Esos defectos pueden estar causa- En función de la situación clínica, otras muestras líquidas pue-
dos por diversos procesos, como infecciones agudas (sobre todo den establecer el diagnóstico. Las muestras de orina se deben
infecciones víricas, como el sarampión, pero también muchas infec- obtener por la mañana al levantarse y preferiblemente durante la
ciones bacterianas), sarcoidosis, insuficiencia renal crónica, neopla- porción media de la micción; se aconseja obtener múltiples
sias malignas, infección por el VIH y tratamiento inmunosupre- muestras515. El líquido pleural, pericárdico, cefalorraquídeo o
sor522. La respuesta a la tuberculina también tiende a disminuir con peritoneal se debe someter a análisis bioquímico y estudio citoló-
la edad523. Algunos pacientes con tuberculosis presentan anergia gico además de las extensiones y los cultivos. La frecuencia de
total; al parecer, también hay una anergia selectiva al PPD en algunos cultivos positivos con esos líquidos es variable; los cultivos de
pacientes524. En conjunto se encuentran reacciones negativas a 5 UT líquido pleural son positivos en aproximadamente el 15% de los
en hasta el 10% al 20% de los pacientes que tienen una infección casos530, mientras que las cifras correspondientes al líquido cefa-
tuberculosa relativamente leve y cultivo de esputo positivo525. lorraquídeo oscilan entre el 50% y el 80%509 y las del líquido peri-
En contraste con la pérdida de sensibilidad a la tuberculina que cárdico varían entre el 20% y el 30%510.
puede ocurrir en la vejez o como consecuencia de ciertos trata- Las muestras biópsicas de pacientes con sospecha de tuberculo-
mientos y determinadas enfermedades, algunos pacientes tienen sis se deben enviar para el estudio anatomopatológico y bacterioló-
una reacción aumentada cuando se repite la prueba cutánea. Este gico. Este último es necesario para evaluar la sensibilidad a los anti-
«fenómeno de refuerzo» se puede definir como un aumento del bióticos y con fines diagnósticos; aunque la identificación de
tamaño de la reacción a la tuberculina de por lo menos 6 mm cuan- inflamación granulomatosa necrosante apoya con fuerza el diag-
do se repite la prueba sin que en el intervalo se haya producido nue- nóstico de tuberculosis, las infecciones micóticas y algunas infeccio-
va infección micobacteriana ni se haya administrado la vacuna de nes bacterianas por gérmenes distintos a las micobacterias, así como
BCG520. Se cree que esta reacción se produce en pacientes que han las reacciones a determinadas sustancias extrañas y a ciertos fárma-
tenido previamente una infección micobacteriana, tuberculosa o no cos pueden producir un aspecto histológico similar. A pesar de todo,
tuberculosa o que han sido vacunados con BCG; el estímulo inmu- el hallazgo de granulomas en una muestra de biopsia pleural indica
nitario que se genera en estos pacientes por la administración de las casi siempre tuberculosis; el cultivo pleural es positivo en aproxi-
proteínas del bacilo tuberculoso produce un aumento de la reacción madamente el 55% al 80% de los casos que tienen derrame tuber-
en pruebas posteriores519. Como consecuencia de estas observacio- culoso531. La probabilidad de que una reacción granulomatosa se
nes se ha recomendado repetir la prueba cutánea negativa al cabo de deba a tuberculosis es menor en las muestras de biopsia hepática,
una semana cuando se prevé la necesidad de repetirla más adelante debido a que otras muchas enfermedades pueden dar lugar a la for-
con alguna frecuencia, por ejemplo en los trabajadores sanitarios. Si mación de granulomas hepáticos. Las muestras de biopsias bron-
la segunda prueba es positiva (efecto de refuerzo) se debe conside- quiales, hepáticas y de médula ósea muestran con frecuencia infla-
rar que el paciente ha tenido una infección micobacteriana y se le mación granulomatosa en los pacientes que tienen tuberculosis
tratará de acuerdo con los demás signos clínicos, radiográficos y miliar, y se han publicado tasas de hallazgos positivos de aproxima-
analíticos; si la segunda prueba también es negativa, la positividad damente el 45% al 75%532, del 75% al 100%533 y del 35% al 100%533,
de una tercera prueba realizada durante los años siguientes repre- respectivamente. La utilización de técnicas más sensibles para detec-
sentará probablemente la presencia de una nueva infección. Si la tar micobacterias, como la RCP, puede aumentar la probabilidad de
prueba se positiviza después de un resultado negativo previo, cuan- conseguir un diagnóstico definido534. Aunque el rendimiento diag-
to mayor sea el tamaño de la induración, mayor será la probabilidad nóstico de la biopsia transbronquial probablemente sea más alto en
de que el resultado positivo se deba a conversión (es decir, infección casos de tuberculosis miliar, hay datos que indican que esa biopsia
reciente) y no a un fenómeno de refuerzo520. también es útil en pacientes que tienen otras formas de la enferme-
dad, sobre todo en los residentes de zonas que tienen una elevada
Estudio bacteriológico prevalencia de fondo535, 536. Cuando se ven alteraciones endobron-
quiales en la broncoscopia, las muestras de biopsia bronquial esta-
El material que se utiliza para el diagnóstico bacteriológico puede blecen muchas veces el diagnóstico537.
tener distintos orígenes, como esputo espontáneo o inducido, líquido Se han usado muchas técnicas para identificar y caracterizar las
de lavado bronquial, líquido pleural, peritoneal o cefalorraquídeo y micobacterias en muestras clínicas y para determinar la especie par-
muestras de tejidos. En general, el esputo es el más fácil de obtener y ticular que está presente. Las técnicas varían de forma considerable
es la fuente más útil de microorganismos en la enfermedad pulmo- en cuanto a sensibilidad y especificidad, así como en lo referente a
nar. En los pacientes que no tienen expectoración espontánea, la disponibilidad y costo. Aunque el cultivo habitual sigue siendo el
inhalación de una solución salina hipertónica (3%) templada con un patrón de referencia, el tiempo necesario para su realización (6 a 8
nebulizador ultrasónico induce la producción de material suficiente semanas en muchos casos) supone una limitación importante. Ade-
para el estudio en casi todos los casos526. Las muestras de esputo que más, no siempre se dispone de esputo, líquidos corporales o mues-
se obtienen inmediatamente después de la broncoscopia también son tras de tejidos que contengan el microorganismo para cultivos y
útiles debido a la tos profunda que suele producirse después de la para otros análisis. En consecuencia, se han investigado varias téc-
endoscopia. Una muestra combinada de esputo que se recoge a lo lar- nicas en un intento de identificar el microorganismo con más rapi-
go de un período de 12 a 24 horas puede ser útil cuando otros méto- dez en muestras infectadas y confirmar su presencia en otras locali-
dos no resultan eficaces o apropiados527. zaciones por medios indirectos, como la serología.
Puede estar indicada la broncoscopia cuando se sospecha el El material de las diversas muestras se debe extender sobre un
diagnóstico de tuberculosis pulmonar y el paciente no expectora, o portaobjetos de cristal y se deben examinar después de aplicar la
si las muestras de esputo proporcionan resultados negativos. La tinción de Ziehl-Neelsen (acidorresistente) o con técnicas de fluo-
prueba puede tener un elevado rendimiento para el diagnóstico rocromo538; debido a su menor tiempo de procesamiento y a su
mediante extensión y cultivo528 con muestras que se obtienen mayor sensibilidad, muchos laboratorios prefieren las técnicas de
mediante cepillado o lavado y, a veces, con biopsia529; en conjunto, fluorocromo539. Un frotis que muestre los microorganismos es
el rendimiento diagnóstico de los cultivos en pacientes que tienen prácticamente diagnóstico de tuberculosis en el paciente que tiene
extensiones de esputo negativas es de aproximadamente el 65%526. signos clínicos y radiográficos indicativos de la enfermedad. Sin
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 263

embargo, el número de gérmenes necesario para considerar que esas ventajas, la RCP tiene también limitaciones significativas. Es
una extensión es positiva es grande y en conjunto sólo del 60% al relativamente cara y es poco útil para diferenciar entre enfermedad
80% de los pacientes con tuberculosis pulmonar presenta exten- activa tratada recientemente y enfermedad antigua553, 554. Además,
siones positivas515. La identificación de gérmenes en los frotis algunos autores han estimado que se obtienen resultados falsa-
durante el tratamiento puede representar la presencia de bacilos mente positivos en hasta el 5% de las muestras456. Por último, la
no viables o contaminación por micobacterias no tuberculosas540; sensibilidad de la RCP es menor en los casos que tienen frotis nega-
sin embargo, se deben considerar las posibilidades de incumpli- tivos que en los que tienen extensiones positivas. Así pues, su uso
miento terapéutico y de gérmenes resistentes a los fármacos. en este contexto se debe limitar a los pacientes con sospecha clíni-
El cultivo es mucho más sensible que el examen microscópico de ca alta de tuberculosis539, 553.
los frotis para establecer el diagnóstico de tuberculosis, y constituye El análisis del polimorfismo de la longitud de los fragmentos de
la única prueba ampliamente disponible que permite estudiar la restricción (PLFR) (huella digital genética) se ha convertido en una
sensibilidad del germen a los antibióticos. Los cultivos falsamente prueba particularmente útil para la investigación epidemiológica de
positivos son poco frecuentes y en general se deben a contamina- la tuberculosis555. Esta técnica se basa en el uso de secuencias de inser-
ción cruzada de las muestras de laboratorio541. Una limitación téc- ción de ADN específicas (la que más se ha investigado es IS6110)
nica más importante es el tiempo: los cultivos en medio estándar que aparecen en un número variable de copias y en diferentes posi-
pueden tardar hasta 6 a 8 semanas en proporcionar resultados. Una ciones en distintas cepas de micobacterias. Mediante la detección de
de las técnicas más utilizadas para reducir ese intervalo es la radio- distintos patrones de secuencias en los aislados clínicos se puede
metría. Con esta técnica se inocula una muestra concentrada en un adquirir información fiable respecto al origen de los brotes epidé-
medio de cultivo líquido al que se ha añadido ácido palmítico mar- micos locales de tuberculosis556. También se puede obtener infor-
cado con 14C. Las micobacterias metabolizan esa sustancia a 14CO2, mación similar mediante espoligotipado557, un procedimiento en el
que se puede detectar con un instrumento de BACTEC y cuantifi- que las secuencias separadoras del genoma de M. tuberculosis se
car como índice de crecimiento. Utilizando esta técnica se puede amplifican con una técnica de RCP y después se identifican median-
detectar el germen al cabo de tan sólo 7 a 8 días en pacientes que tie- te el uso de secuencias de ADN oligoméricas sintéticas. Aunque esta
nen extensiones positivas y en 16 a 20 días cuando las extensiones técnica tiene menos potencia discriminatoria que la PLFR, posee la
son negativas542. Mediante el uso del método BACTEC se puede ventaja de no precisar el cultivo del microorganismo.
diferenciar M. tuberculosis de otras especies micobacterianas
mediante técnicas bioquímicas543 o con sondas de ácido nucleico544. Citología
Además de su rapidez, el método BACTEC tiene una mayor sensi-
bilidad para la detección de micobacterias (aproximadamente el El examen citológico de las muestras que se obtienen mediante aspi-
70% al 95%, comparado con el 60% al 80% del cultivo habitual)545, ración transtorácica con aguja puede tener utilidad para el diagnós-
una ventaja que tiene una utilidad particular en los pacientes que tico558. Sin embargo, se pueden producir resultados falsamente posi-
tienen extensiones negativas. tivos si la interpretación se basa únicamente en las alteraciones
Como en otras enfermedades infecciosas, el uso de la serología citológicas, y el diagnóstico definitivo depende del cultivo de los
para diagnosticar la tuberculosis ha sido objeto de una investiga- microorganismos o de su identificación dentro de fragmentos tisu-
ción extensa546. El rendimiento de las pruebas varía con el antíge- lares559. Al interpretar los resultados de la aspiración transtorácica
no que se utilice y con el umbral diagnóstico específico que se uti- con aguja se debe recordar que una de las causas más frecuentes de
lice; la sensibilidad y la especificidad han oscilado en varios diagnóstico falsamente positivo de malignidad en estas muestras es
estudios entre el 70% y el 80% y entre el 90% y el 98%, respectiva- la tuberculosis560. La aspiración con aguja fina también se ha usado
mente547. El empleo sistemático de la serología para diagnosticar la con éxito para el diagnóstico de la tuberculosis extrapulmonar561.
tuberculosis se ve algo limitado por esos datos, y es probable que
esta técnica sea más útil en situaciones específicas, como la enfer- Estudios hematológicos y bioquímicos
medad extrapulmonar548. Como se podría esperar, la prueba tiene
una utilidad escasa en los pacientes inmunodeprimidos549. El recuento leucocítico suele ser normal en la tuberculosis pul-
También se ha usado el análisis de liberación de interferón γ en monar, pero puede aumentar hasta 10.000 a 15.000/mm3. La ane-
sangre completa, que evalúa la inmunidad celular frente a la mia es frecuente en la enfermedad pulmonar crónica o miliar, y
tuberculina. Las respuestas no se afectan por la vacunación con posiblemente guarde relación con la amortiguación de la res-
BCG456, 550 y pueden ser un instrumento para el cribado de pobla- puesta a la eritropoyetina que inducen las citocinas562. En la
ciones de alto riesgo de tuberculosis, como los inmigrantes pro- enfermedad miliar se ha descrito también reacción leucemoide,
cedentes de zonas de alta prevalencia de la enfermedad y los con- linfopenia563 y pancitopenia564.
tactos de casos con enfermedad activa. La hipercalcemia también es frecuente, y su incidencia varía
Las técnicas de hibridación del ADN, análisis del polimorfismo entre aproximadamente el 5% y el 50% en las distintas revisio-
de la longitud de los fragmentos de restricción y RCP son muy pro- nes565. La probabilidad de hipercalcemia guarda relación posible-
metedoras para conseguir una identificación y caracterización más mente con varios factores, como exposición al sol, ingesta de vita-
rápidas y fiables de las micobacterias551. Mediante la amplificación mina D y forma de enfermedad tuberculosa556. Se puede asociar
del ADN presente en las muestras clínicas, la RCP puede aumentar a hipopotasemia, probablemente como resultado de la lesión
mucho la probabilidad de detectar microorganismos539, 552 y ha tubular distal que produce un exceso de calcio, lo que permite
permitido a algunos investigadores identificar al bacilo tuberculo- que aumente la excreción renal de potasio567. Algunos pacientes con
so en casi todos los pacientes que tenían extensiones positivas y en tuberculosis pulmonar presentan hiponatremia568, que es más fre-
más de la mitad de los que tenían cultivos negativos456, 539. Además, cuente en la meningitis tuberculosa496; probablemente representa el
puesto que la sonda de ADN puede ser específica para micobacte- efecto de la secreción inadecuada de hormona antidiurética. En un
rias particulares, la negatividad de la prueba es útil para aclarar con estudio de 50 pacientes con tuberculosis pulmonar avanzada se
rapidez si los microorganismos acidorresistentes identificados en encontró que el 92% presentaba datos de síndrome de enfermedad
un frotis pertenecen o no a la especie M. tuberculosis. A pesar de eutiroidea y que el 73% de los varones tenía hipogonadismo hipo-
264 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

gonadotrófico569. En varios estudios se han encontrado signos de damente 3.000 millones de dosis de vacuna desde la obtención de
hipoadrenalismo en el 0% al 55% de los pacientes569. la cepa582. Aunque su eficacia no es uniforme, todavía se aconseja
como medio de prevención en algunos pacientes y poblaciones de
Pruebas de función pulmonar alto riesgo583. De acuerdo con un metaanálisis de los informes
publicados hasta 1994, los autores estimaron que la vacuna redu-
En ausencia de bronquitis crónica y enfisema la mayoría de los cía el riesgo de tuberculosis en aproximadamente un 50%584.
pacientes con tuberculosis pulmonar muestra poca afectación de Las complicaciones sistémicas y la enfermedad mortal como
la función respiratoria, incluso en casos de enfermedad avanzada. consecuencia de la infección diseminada por BCG son infrecuen-
Puesto que la enfermedad interfiere por igual con la ventilación
. . y tes, pero se han documentado en algunos pacientes, sobre todo
la perfusión, no se producen alteraciones de la relación V/Q570. Se niños con síndromes de inmunodeficiencia585. Los preparados de
encuentra una excepción a esta regla general en la tuberculosis vacuna de BCG y los residuos de bacilos muertos extraídos con
miliar, en la que las pruebas de función pulmonar muestran con metanol también se han usado como inmunoestimulantes ines-
frecuencia un patrón restrictivo y una reducción de la capacidad pecíficos para tratar enfermedades neoplásicas, en particular el
de difusión; a pesar del tratamiento y la normalización de la radio- carcinoma de vejiga586. Puesto que estos preparados se adminis-
grafía de tórax, la capacidad de difusión puede permanecer bas- tran a pacientes que pueden tener una inmunodeficiencia a cau-
tante por debajo de los valores normales teóricos571. sa de la quimioterapia o de la neoplasia, y debido a que se suelen
emplear repetidamente y a dosis altas, la incidencia de complica-
Pronóstico y evolución natural ciones, en particular de neumonitis por BCG, es significativa-
mente mayor que con la vacunación antituberculosa587.
En los países «desarrollados», antes del sida, los pacientes fallecidos La enfermedad puede estar causada por infección directa588,
por tuberculosis activa eran muchas veces ancianos y pacientes con por reactivación de la infección latente587 o por un fenómeno de
otras enfermedades crónicas; la probabilidad de morir por tubercu- hipersensibilidad589. El tratamiento con BCG se ha relacionado
losis (muchas veces no reconocida) era similar a la de morir por las también con la aparición de lesiones en las radiografías y en la
otras enfermedades subyacentes572. Después de la aparición del sida TCAR indistinguibles de las que se observan en casos de tubercu-
ha cambiado algo la demografía, y en EE.UU. la mortalidad máxi- losis miliar509. El examen histológico de las biopsias de los pacien-
ma corresponde ahora al grupo de edad comprendido entre los 25 tes afectos ha mostrado granulomas necrosantes similares en
y los 55 años; los fallecimientos se producen sobre todo en afroa- todos los aspectos a los de la tuberculosis miliar, pero en los que
mericanos e hispanoamericanos406. Aunque este cambio se relaciona rara vez se identifican microorganismos591. Cuando la enferme-
con la infección por el VIH, cuya progresión parece ser acelerada dad aparece en los tres meses siguientes al tratamiento intravesi-
por la tuberculosis573, el abuso de alcohol o drogas en ausencia de sida cal los pacientes presentan fiebre y síntomas de enfermedad sisté-
también parece ser un factor de riesgo importante de muerte406. mica592. En los pacientes que tienen manifestaciones tardías la
En conjunto la tasa de mortalidad a los 4-5 años de la tubercu- mayor parte presenta una enfermedad localizada indicativa de
losis no tratada parece ser de aproximadamente el 50%574. Sin reactivación de una infección en el tracto genitourinario, las vér-
embargo, el diagnóstico oportuno y la quimioterapia adecuada tebras o los tejidos blandos retroperitoneales592.
pueden reducir mucho esa tasa (en al menos un 95%); en EE.UU.
la tasa ha disminuido progresivamente durante la segunda mitad Micobacterias no tuberculosas
del siglo XX desde el 12,4 por 100.000 en 1953 hasta el 0,6 por
100.000 en 1993575. La causa de muerte es variable. Algunos pacien- Una proporción pequeña pero creciente de las infecciones micobac-
tes fallecen de modo brusco por hemorragia pulmonar masiva o terianas está causada por micobacterias no tuberculosas (MNT). En
por insuficiencia respiratoria relacionada con bronconeumonía total, aproximadamente 20 especies se relacionan con la enfermedad
tuberculosa extensa y/o SDRA478, 576. En otros casos no se encuen- humana593; sin embargo, algunas de éstas constituyen ejemplos de
tra una causa definida de muerte, ni siquiera en la autopsia; en este colonización o contaminación de la muestra y no una verdadera infec-
grupo el mecanismo probable es la arritmia cardíaca577. ción594. De los diversos esquemas de clasificación propuestos para
La aparición de tuberculosis miliar se asocia a un pronóstico estos bacilos,el de Runyon ha obtenido una aceptación casi universal595.
particularmente malo; por ejemplo, en un estudio aproximada- De acuerdo con éste, los microorganismos se pueden clasificar en
mente el 25% de los pacientes falleció una mediana de 6 días des- cuatro grupos según las características de los cultivos (principalmen-
pués de iniciar el tramiento494. En un número significativo de te la presencia o ausencia de pigmento y la velocidad de crecimiento).
casos la enfermedad se identificó por primera vez en la autop- La mayoría de las infecciones pulmonares por MNT se debe a
sia578. La causa de muerte es variable en estos pacientes; en algu- unas pocas especies, como Mycobacterium kansasii, el complejo
nos intervienen otras complicaciones, como SDRA o CID579. Mycobacterium chelonae y Mycobacterium avium-intracellulare;
En las zonas «en vías de desarrollo» del mundo, como el África sin embargo, se están viendo con más frecuencia especies nuevas
subsahariana, donde los tratamientos de la infección por VIH y de o especies que antes no eran patógenas, sobre todo en pacientes
la tuberculosis suelen ser subóptimos, aproximadamente el 30% inmunodeprimidos596, y determinados gérmenes específicos pue-
de los pacientes VIH positivos fallece dentro de los 12 meses den ser importantes en regiones geográficas particulares. La
siguientes al comienzo del tratamiento de la tuberculosis580. Sin mayoría de las infecciones se puede clasificar en cuatro grupos
embargo, muchas de estas muertes se deben a enfermedades rela- clínicos: enfermedad pulmonar y linfadenitis cervical de pacien-
cionadas con el VIH distintas a la tuberculosis581. tes inmunocompetentes, enfermedad diseminada en pacientes
inmunodeprimidos y enfermedad cutánea localizada597.
Bacilo de Calmette-Guérin
Epidemiología
El BCG es una cepa no virulenta de Mycobacterium bovis que se
utiliza mucho para la preparación de una vacuna profiláctica con- Al igual que la tuberculosis, la incidencia de enfermedad por MNT
tra M. tuberculosis. Se estima que se han administrado aproxima- varía de forma considerable en todo el mundo. Como consecuen-
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 265

cia de la epidemia de sida, la proporción de enfermedades tubercu- ción, aun teniendo en cuenta la posibilidad de que las manifesta-
losas causadas por MNT, en particular por el complejo M. avium, ciones histológicas sean atípicas.
ha aumentado de forma significativa durante los últimos 20 años.
También existen indicios de que está aumentado el número de Manifestaciones radiológicas
casos en la población sin sida, al menos en algunas zonas del mun-
do598, 599; las razones posibles incluyen el envejecimiento de la La superposición considerable entre los patrones radiológicos de
población, la mejoría de los métodos para detectar gérmenes en las la enfermedad pulmonar causada por MNT y por M. tuberculosis
muestras clínicas, el mayor conocimiento de la enfermedad por impide una distinción fiable entre las dos entidades en un caso
parte de los médicos y la mayor exposición de los pacientes a las particular (figura 6-33)482, 613. De hecho, uno de los patrones más
fuentes de los microorganismos600. Los datos sobre la incidencia de frecuentes son cavidades únicas o múltiples, muchas veces aso-
enfermedad causada por gérmenes específicos están influidos tam- ciadas a signos radiográficos de diseminación endobronquial482,
613
bién por la marcada variación de su distribución geográfica. . A pesar de todo, ciertos patrones se ven con más frecuencia en
Muchos pacientes diagnosticados de enfermedad pulmonar por la infección por MNT y pueden ser útiles para indicar el diagnós-
MNT tienen otras neumopatías subyacentes. Las enfermedades que tico en el contexto clínico apropiado614, 615.
se asocian con más frecuencia son EPOC, tuberculosis o micosis Un segundo patrón algo más distintivo que se observa sobre
cicatrizadas, bronquiectasias, proteinosis alveolar, neumoconiosis todo en mujeres no inmunodeprimidas que están infectadas por
(en particular, silicosis) y fibrosis quística601-603. También se ha el complejo M. avium son nódulos pequeños bilaterales habitual-
observado aumento del riesgo de infección por MNT en los pacien- mente bien delimitados que miden menos de 1 cm de diámetro y
tes que tienen enfermedad reumatoide, diabetes mellitus, cardiopa- tienen una distribución centrolobulillar616, 617. Los nódulos están
tías, alcoholismo, acalasia y gastrectomía parcial604. Los pacientes distribuidos muchas veces de modo focal en todos los lóbulos482,
inmunodeprimidos tienen también un mayor riesgo de infección aunque en ocasiones predominan en los lóbulos superiores o en
por MNT; aunque ese aumento del riesgo se aplica en particular a el lóbulo medio y la língula616, 618. En la TCAR la mayoría de los
los pacientes que tienen sida (véase página 428), también afecta a los pacientes presenta bronquiectasias, habitualmente con afectación
que tienen neoplasias malignas (en particular, tricoleucemia)605, los de varios lóbulos y en ocasiones con afectación de sólo el lóbulo
que son sometidos a trasplantes de órganos606 y los que reciben tra- medio y la língula (figura 6-34)619. La extensión de las bronquiec-
tamiento con corticoides u otros fármacos inmunosupresores. tasias y el número de nódulos tienden a ser mayores en los
La infección por MNT se puede adquirir por varios mecanis- pacientes que tienen infección por M. avium-intracellulare que en
mos, como inhalación, ingestión o inoculación directa después los que tienen otras MNT o tuberculosis482, 615.
de un traumatismo, o puede tener un origen yatrógeno607. Aun-
que algunas especies se pueden transmitir de los animales a los Manifestaciones clínicas
seres humanos (p. ej., Mycobacterium simiae), probablemente
ocurra con poca frecuencia, y no se ha documentado de modo Las manifestaciones clínicas habituales de la infección por MNT
convincente la transmisión entre seres humanos608. Puesto que son similares a las de tuberculosis y en un determinado paciente
muchos de estos gérmenes se encuentran en el agua, la contami- resultan indistinguibles de las tuberculosas. Algunos pacientes no
nación del suministro de agua del hospital puede producir infec- muestran datos de enfermedad pulmonar previa260; como ya se
ción nosocomial verdadera y «seudoinfección» (esta última a ha dicho, muchos de estos casos corresponden a mujeres ancianas
veces se relaciona con la broncoscopia)609. que tienen un patrón radiográfico de bronquiectasias focales y
nódulos no cavitados (síndrome de Lady Windermere)661, 662.
Características anatomopatológicas Aparte de los pacientes con sida, en los que la incidencia de
infección diseminada por el complejo M. avium puede llegar al
En la mayoría de los casos las características anatomopatológicas 15%-25%, la enfermedad diseminada por MNT es rara. Práctica-
e histológicas de la enfermedad pulmonar por MNT son idénti- mente todos los pacientes tienen inmunodepresión por enferme-
cas a las de M. tuberculosis, y se caracterizan por un grado varia- dades subyacentes por su tratamiento263. En los pacientes infecta-
ble de fibrosis, cavitación, inflamación granulomatosa y necrosis dos por el complejo M. avium el cuadro clínico inicial suele ser
con caseificación610. Puede haber diseminación bronquial y enfer- fiebre de origen desconocido; la enfermedad relacionada con M.
medad miliar, aunque con menos frecuencia que en la tuberculo- kansasii y M. chelonae tiende a manifestarse por nódulos subcutá-
sis. Debido a la asociación relativamente frecuente con una neu- neos o abscesos con drenaje624. La afectación pulmonar es fre-
mopatía crónica subyacente, puede ser difícil identificar las cuente en caso de enfermedad diseminada, con un patrón radio-
alteraciones macroscópicas atribuibles a la infección, sobre todo gráfico miliar en la mayoría de los pacientes y consolidación
a la infección precoz. No suele ser posible hacer un diagnóstico parenquimatosa en aproximadamente el 25%625.
histológico definitivo de la naturaleza no tuberculosa de la enfer- En contraste con M. tuberculosis, cuya identificación indica
medad611, a excepción de la infección diseminada por el comple- enfermedad, el aislamiento de MNT en el esputo representa no
jo M. avium en los niños que tienen síndromes de inmunodefi- rara vez contaminación ambiental del cultivo o colonización del
ciencia y en los pacientes con sida612. En esos pacientes la tracto respiratorio626. El diagnóstico resulta aún más difícil debi-
infección se manifiesta típicamente como agregados de macrófa- do a que tanto la enfermedad como la colonización se asocian
gos repletos de microorganismos, muchas veces con reacción gra- muchas veces a alteraciones pulmonares subyacentes627. En con-
nulomatosa y necrosis mínimas o nulas. secuencia, la interpretación de la positividad de las extensiones o
En ocasiones las muestras de biopsia pulmonar de pacientes de los cultivos se debe hacer con mucho cuidado y a la luz de las
sin una inmunodepresión aparente muestran una inflamación manifestaciones clínicas y radiológicas subyacentes. La American
crónica inespecífica sin componente granulomatoso, y sin Thoracic Society ha publicado guías para el diagnóstico según tres
embargo crecen MNT en el cultivo610; aunque el significado de categorías de manifestaciones clínicas (tabla 6-2). Si se usan cri-
este hallazgo no está claro, probablemente se deba considerar que terios estrictos de ese tipo, sólo una pequeña parte de los aislados
el cultivo positivo está causado por colonización o contamina- de MNT se asocia a enfermedad clínicamente importante628.
266 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

FIGURA 6-33
Infección pulmonar por el complejo Mycobacterium avium. La radiografía posteroanterior de tórax (A) de una mujer de 28 años muestra
opacidades nodulares pequeñas mal definidas en el lóbulo inferior derecho. La TCAR (B) revela una cavidad (c) en el lóbulo inferior derecho con colas
pleurales (flechas abiertas) y varias opacidades nodulares centrolobulillares (flecha cerrada). El cultivo de esputo fue positivo para el complejo M. avium.
(Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

FIGURA 6-34
Infección pulmonar por el complejo Mycobacterium avium. La radiografía posteroanterior de tórax (A) de una mujer de 52 años muestra opacidades
nodulares pequeñas mal definidas y signos de bronquiectasias en las zonas pulmonares superiores. La TCAR (B) muestra bronquiectasias (flechas abiertas) y
varios nódulos centrolobulillares y subpleurales (flecha cerrada). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases
of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 267

TABLA 6-2. Criterios diagnósticos recomendados muerte. Estas complicaciones son mucho más frecuentes en pacien-
para la enfermedad pulmonar causada por micobacterias tes que tienen inmunodeficiencias subyacentes, como el sida631.
no tuberculosas (MNT) Un segundo grupo de microorganismos (como los géneros
Pacientes con enfermedad pulmonar cavitaria
Aspergillus y Candida) son invasores oportunistas que afectan
sobre todo a pacientes inmunodeprimidos o que tienen una enfer-
Presencia de dos o más muestras de esputo (o de esputo y lavado medad pulmonar subyacente. Estos gérmenes no son dimórficos y
bronquial) con extensiones positivas para bacilos acidorresistentes y/o
crecimiento moderado o intenso de MNT en el cultivo se suelen encontrar ampliamente distribuidos en el ambiente. La
Se han excluido otras causas razonables del proceso patológico integridad de las barreras mucosas y una función fagocítica ade-
(p. ej., tuberculosis, enfermedad micótica) cuada son los principales factores del huésped determinantes de
Pacientes con enfermedad pulmonar no cavitaria que la colonización progrese o no hasta una enfermedad clínica-
Presencia de dos o más muestras de esputo (o de esputo y lavado
mente manifiesta. En este último caso los hongos pueden estar pre-
bronquial) con extensiones positivas para bacilos acidorresistentes y/o sentes como saprofitos (p. ej., micetoma) o, más frecuentemente,
crecimiento moderado o intenso de MNT en el cultivo como microorganismos invasores que causan destrucción tisular.
Si el aislado es de Mycobacterium kansasii o Mycobacterium avium, Además de la infección saprofítica y de la invasora, algunos
ausencia de negativización de los cultivos de esputo con la limpieza
bronquial o a las 2 semanas de instituir el tratamiento farmacológico
hongos (sobre todo del género Aspergillus) pueden provocar
específico contra las micobacterias (aunque sólo se ha estudiado para enfermedad por una reacción de hipersensibilidad exagerada sin
esas dos especies, este criterio probablemente sea válido también invasión real de los tejidos (véase página 282). Además, la inhala-
para otras especies de MNT) ción de cantidades masivas de hongos provoca en ocasiones una
Se han excluido otras causas razonables del proceso patológico
reacción pulmonar tóxica no alérgica (micotoxicosis, síndrome
Pacientes con enfermedad pulmonar cavitaria o no cavitaria en los que tóxico por polvo orgánico) (véase página 511).
el estudio de los esputos no resulta diagnóstico o en los que no se puede La familia Actinomycetaceae, que incluye microorganismos
excluir otra enfermedad
como Actinomyces israelii y el género Nocardia, se clasifica en el gru-
La biopsia pulmonar transbronquial o abierta muestra el po de las bacterias. Sin embargo, como muchas de sus característi-
microorganismo y datos histopatológicos de infección micobacteriana
(inflamación granulomatosa con o sin bacilos ácido resistentes). No se
cas clínicas y anatomopatológicas son similares a las de los hongos,
exigen otros criterios resulta conveniente considerarla junto con los hongos verdaderos.
La biopsia pulmonar transbronquial o abierta no revela el
microorganismo, pero muestra características histopatológicas de
infección micobacteriana sin antecedentes de otras enfermedades
Histoplasma capsulatum (histoplasmosis)
micobacterianas o granulomatosas, más: 1) presencia de dos o más
cultivos de esputo o de lavado bronquial positivos y 2) exclusión de La histoplasmosis es una enfermedad micótica endémica causada
otras causas razonables de enfermedad granulomatosa habitualmente por el microorganismo dimórfico H. capsulatum632.
Su hábitat natural es el suelo que tiene un contenido alto de nitró-
Adaptado de Wallace RJ Jr, O’Brien R, Glassroth J et al: Diagnosis and treatment of geno, que habitualmente procede del guano de aves o murciélagos.
disease caused by nontuberculous mycobacteria. Am Rev Respir Dis 142: 940, 1990. Así pues, las zonas como gallineros, zonas de anidamiento de mir-
los y palomas, cuevas infestadas de murciélagos o desvanes y
La enfermedad pulmonar causada por MNT tiende a progre- otros lugares que tienen excrementos de aves constituyen las fuen-
sar si no se trata629. Como era de esperar, el pronóstico varía tam- tes más frecuentes de brotes epidémicos de infección. Las situacio-
bién con la gravedad de cualquier enfermedad pulmonar subya- nes en las que se forman nubes de polvo, como la demolición de
cente630. La causa de la muerte es variable en los pacientes afectos; edificios, conllevan un riesgo particularmente elevado de causar
muchos de ellos, en particular los que tienen una enfermedad enfermedad debido a la aerosolización de las esporas. No parece
obstructiva de las vías aéreas, fallecen por cor pulmonale. Como existir contagio de animal a ser humano ni entre seres humanos.
era de esperar, la enfermedad diseminada en un paciente inmu- Aunque el microorganismo tiene una distribución mundial, la
nodeprimido es con frecuencia mortal623. mayoría de los casos de enfermedad se ha descrito en Norteaméri-
ca, sobre todo en las cuencas de los ríos Ohio, Misisipí y St. Lawren-
ce, donde se considera que Histoplasma capsulatum es endémico. La
HONGOS Y ACTINOMICETOS infección es frecuente en esas regiones, y algunos estudios han
encontrado positividad de la prueba cutánea con histoplasmina en
Los hongos pueden causar enfermedad pulmonar por varios meca- hasta el 70%-80% de la población633. Sin embargo, incluso en las
nismos y en diversas circunstancias clínicas. Algunos de ellos (como zonas endémicas los casos se distribuyen de forma no uniforme, lo
Histoplasma capsulatum y Coccidioides immitis) son patógenos pri- que probablemente refleja la presencia de fuentes puntuales de sue-
marios que infectan con más frecuencia a personas sanas. Se encuen- lo con contaminación intensa634. Aunque la enfermedad clínica
tran en zonas geográficas específicas, por lo que se usa con frecuen- puede aparecer en personas de cualquier edad, es más frecuente y
cia el término endémicas para referirse a estas infecciones, y los grave en lactantes, ancianos y pacientes inmunodeprimidos635.
microorganismos habitan típicamente en el suelo. En condiciones Patogenia y características anatomopatológicas. En condi-
climatológicas favorables germinan y producen esporas, que tras ser ciones ambientales apropiadas, los micelios de H. capsulatum pro-
inhaladas por un huésped susceptible cambian de forma (una carac- ducen microconidias de 2 a 5 µm de diámetro que son inhaladas y
terística conocida como dimorfismo) y proliferan. En una persona se depositan en los espacios aéreos alveolares periféricos. La respues-
que tiene una respuesta inflamatoria intacta y una inmunidad celu- ta más temprana del huésped es un infiltrado de leucocitos polimor-
lar adecuada esa proliferación casi siempre es limitada y la enferme- fonucleares636. Esas células son incapaces de matar al microorganis-
dad resultante tiene carácter subclínico o leve y se manifiesta sólo por mo y se ven sustituidas pronto por linfocitos y macrófagos637. La
positividad de la prueba cutánea. Sin embargo, en algunos pacientes inmunidad celular mediada por linfocitos, que se acompaña de
aparentemente «normales» la infección primaria fulminante o la inflamación granulomatosa, necrosis y fibrosis, aparece de 1 a 2 se-
enfermedad pulmonar crónica, con o sin diseminación sistémica, manas después de la infección inicial638. El aspecto en esa fase es
pueden producir una morbilidad significativa y en ocasiones la idéntico tanto macroscópica como histológicamente al de la tuber-
268 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

culosis primaria. En la mayoría de los casos el foco de enfermedad Histoplasmosis aguda


parenquimatosa es demasiado pequeño para poder detectarlo en las
radiografías; a veces los focos individuales de necrosis confluyen y Los síntomas de tipo gripal quizás sean la manifestación clínica
aumentan de tamaño hasta formar una o más lesiones suficiente- más frecuente de la histoplasmosis aguda. Incluyen fiebre, cefalea,
mente grandes para resultar visibles. escalofríos, tos y molestias retroesternales, estas últimas relaciona-
Siempre hay diseminación de los microorganismos hasta los das con la afectación de los ganglios linfáticos mediastínicos640. La
ganglios linfáticos regionales, y produce adenopatías que con exploración física del tórax es normal en la mayoría de los casos. Se
frecuencia son más prominentes que las que se observan en la puede encontrar hepatoesplenomegalia, con más frecuencia en
tuberculosis primaria. Las complicaciones de la enfermedad gan- niños. A veces se observa eritema nudoso o eritema multiforme,
glionar son similares a las que se observan en fases más avanzadas, habitualmente en mujeres jóvenes y asociado en ocasiones a artral-
e incluyen atelectasia y neumonitis obstructiva por compresión de gias640; en estos casos, el diagnóstico suele resultar fácil en el con-
la vía aérea (véase figura en color 6-10) y, en los casos de larga evo- texto de un brote epidémico local de histoplasmosis. De modo oca-
lución, broncolitiasis649. También se produce diseminación de sional el paciente tiene un cuadro más grave con tos con
microorganismos a través de la sangre en fases precoces de la expectoración mucopurulenta, hemoptisis y dolores musculoes-
enfermedad, y muchas veces se producen pequeños focos de infla- queléticos650. Se pueden auscultar estertores, roce pleural y signos
mación granulomatosa, sobre todo en el hígado y el bazo. Como de consolidación. El diagnóstico diferencial incluye neumonía agu-
en la tuberculosis primaria, esta diseminación hematógena tiene da vírica o bacteriana. Sin embargo, puesto que el aumento del
rara vez significado clínico; sin embargo, los focos de enfermedad tamaño de los ganglios linfáticos hiliares es infrecuente en esas
establecidos pueden experimentar calcificación distrófica y actuar infecciones, el hallazgo de estas adenopatías debe indicar el diag-
como marcadores radiográficos de enfermedad previa. nóstico de histoplasmosis aguda en zonas endémicas.
La curación de la enfermedad parenquimatosa es rápida en la La radiografía de tórax es normal en la mayoría de los pacien-
gran mayoría de los casos. El aspecto morfológico también es tes651. Los signos radiográficos más frecuentes son zonas únicas o
similar al de la tuberculosis y se caracteriza por focos de necrosis múltiples mal definidas de consolidación del espacio aéreo652. La
parenquimatosa rodeados por una cápsula fibrosa (véase figura enfermedad grave se caracteriza por consolidación homogénea
en color 6-11); resulta frecuente la calcificación distrófica. En los no segmentaria del parénquima que simula una neumonía bacte-
cortes tisulares la tinción argéntica permite identificar gérmenes riana aguda del espacio aéreo (figura 6-35). En contraste con esta
en los focos de necrosis tisular en forma de levaduras redondas u última, la enfermedad tiende a desaparecer en una zona y apare-
ovales pequeñas (3 a 5 µm). cer en otra. Es frecuente el aumento del tamaño de los ganglios
A pesar de las muchas semejanzas entre la patogenia y la anato- linfáticos hiliares, mientras que el derrame pleural es poco fre-
mía patológica de la tuberculosis y la histoplasmosis, también hay cuente651, 652. En caso de exposición intensa la radiografía puede
diferencias fundamentales640. Como en la tuberculosis, la infección mostrar opacidades nodulares bastante bien definidas y amplia-
inicial da lugar a la aparición de inmunidad celular que se refleja en
la adquisición de propiedades fungicidas más intensas por parte de
los macrófagos alveolares. Sin embargo, en contraste con la tuber-
culosis esa inmunidad parece ser más efímera. Por ejemplo, en un
estudio de pacientes positivos para la histoplasmina, entre el 15% y
el 20% se había negativizado cuando se repitió la prueba al cabo de
dos años641; además, en la mayoría de esos pacientes hubo positivi-
dad otra vez más adelante, posiblemente por reinfección. A la vista
de estas observaciones, los términos primaria y posprimaria que se
utilizan en la tuberculosis pueden no ser apropiados en el caso de la
histoplasmosis. Además, en contraste con la reactivación endógena
de la enfermedad en la tuberculosis posprimaria, se supone que la
neumonía recurrente por H. capsulatum guarda relación más pro-
bablemente con una infección procedente de una fuente exógena640.
La nomenclatura propuesta para designar los tipos de enfer-
medad causada por H. capsulatum es variable. Utilizamos una
división simple en histoplasmosis asintomática y sintomática. La
sintomática se puede dividir a su vez en las formas aguda, cróni-
ca y diseminada. Es probable que estas categorías clínicas depen-
dan de la combinación del tamaño y la virulencia del inóculo ini-
cial y del estado de inmunidad del huésped640.

Histoplasmosis asintomática
La mayoría de las infecciones (probablemente entre el 95% y el
99%) cursa sin síntomas640. Sin embargo, las radiografías de tórax de
FIGURA 6-35
pacientes en los que la prueba cutánea se había hecho positiva
recientemente han revelado opacidades parenquimatosas pulmona- Histoplasmosis aguda. Varón de 48 horas con historia de tres semanas de
res, con o sin aumento del tamaño de los ganglios linfáticos hiliares, dolor pleurítico en el lado derecho del tórax. La radiografía posteroanterior
de tórax muestra una consolidación extensa del lóbulo superior derecho y
en hasta el 10%-25% de los casos. Es posible que la falta de síntomas pequeñas zonas de consolidación en el vértice pulmonar izquierdo.
refleje la exposición de grado bajo en una persona no inmunizada o Los cultivos de esputo fueron positivos para Histoplasma capsulatum.
un inóculo de tamaño moderado en una persona inmunizada. (Por cortesía del Dr. Thomas Hartman, Mayo Clinic, Rochester, MN.)
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 269

mente diseminadas, y las lesiones individuales miden 3-4 mm de histoplasmoma. La broncolitiasis representa una complicación
diámetro653. Estas alteraciones pueden no aparecer hasta una ocasional (figura 6-37)651; en muchos casos la TC revela calcifica-
semana o más después del comienzo de los síntomas. En la mayo- ción parabronquial y aclara la naturaleza de la alteración658.
ría de los casos hay adenopatías hiliares652.
Histoplasmoma. Esta forma relativamente frecuente de histoplas- Histoplasmosis crónica
mosis pulmonar se puede asociar o no a antecedentes de enferme-
dad sintomática previa654. La alteración aparece típicamente en la Histoplasmosis pulmonar crónica. En contraste con la mayoría
radiografía como un nódulo bien definido de 0,5 a 3 cm de diáme- de los pacientes que tienen enfermedad aguda, que de forma típica
tro, la mayoría de las veces en un lóbulo inferior655. Aunque la lesión desaparece clínica y radiográficamente sin tratamiento en cuestión
puede ser solitaria, muchas veces se ven lesiones satélites menores649. de semanas o meses, algunos pacientes tienen una enfermedad pul-
Los nódulos pueden tener un foco central de calcificación con for- monar progresiva crónica. Algunos de estos casos son práctica-
mación de una imagen en «diana» característica o con calcificación mente idénticos a la tuberculosis posprimaria, y los pacientes afec-
difusa (figura 6-36); esta calcificación se identifica con frecuencia en tos tienen sobre todo lesiones de los lóbulos superiores, que se
la TC incluso cuando no es aparente en las radiografías656. Las radio- caracterizan por fibrosis, necrosis, cavitación e inflamación granu-
grafías seriadas a lo largo de meses o años pueden revelar un creci- lomatosa. Suele haber un fondo de enfisema pulmonar y la infec-
miento moderado, incluso hasta el punto de indicar el diagnóstico ción se puede extender hasta afectar al mediastino o localizaciones
de neoplasia657. La presencia de calcificación no significa necesaria- extratorácicas de modo similar a lo que ocurre en la forma crónica
mente que un histoplasma esté «curado»: estas lesiones también de la enfermedad. Algunos autores han indicado que la carga infec-
pueden aumentar de tamaño, y el examen histológico ha demostra- ciosa es escasa en esta situación, y que la mayor parte de las altera-
do fibrosis aparentemente activa transcurridos 10 años o más desde ciones se debe a la respuesta inmunitaria frente a un número esca-
su identificación inicial. Aunque no está clara la patogenia de este so de microorganismos644.
fenómeno, se ha propuesto que representa una reacción similar a la El aspecto radiográfico (figura 6-38) simula a la tuberculosis
que se observa en la mediastinitis fibrosante (véase página 850). posprimaria651, y las manifestaciones más tempranas son zonas
La calcificación de los ganglios linfáticos también es frecuente segmentarias o subsegmentarias de consolidación en los vértices de
en la infección cicatrizada y se puede ver aislada o asociada a un los pulmones, que muchas veces dibujan zonas de enfisema cen-

FIGURA 6-36
Histoplasmoma calcificado. La radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra
un nódulo de 1,5 cm de diámetro en el lóbulo inferior derecho (flecha); no se
aprecia calcificación. Las imágenes de TCAR (B y C) muestran calcificación del
nódulo, así como adenopatías hiliares derechas y subcarínicas calcificadas. (Tomado
de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the
Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
270 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

FIGURA 6-37
Histoplasmosis: broncolitiasis. En esta mujer de 45 años con
antecedentes de hemoptisis y episodios repetidos de tos con
expectoración de pequeñas concreciones, la radiografía
posteroanterior de tórax (A) muestra ganglios linfáticos calcificados
hiliares (flecha) y paratraqueales derechos. Los dos cortes de TC
con colimación de 6 mm (B y C) muestran un ganglio hiliar derecho
calcificado (flecha recta) y un broncolito (flecha curva), dentro del
bronquio segmentario anterior del lóbulo superior derecho. (Tomado
de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

FIGURA 6-38
Histoplasmosis progresiva crónica. La imagen de la mitad superior del pulmón izquierdo (A) muestra una opacidad heterogénea mal definida
(flechas) que contiene una zona radiotransparente central correspondiente a una cavidad. El pulmón derecho no tenía lesiones en aquella época.
Aproximadamente un año después (B) la lesión apical izquierda ha desaparecido casi por completo, pero ahora se aprecia una enfermedad extensa en
todo el lóbulo superior derecho, junto con una pérdida de volumen considerable (obsérvese la desviación de la tráquea hacia la derecha). El aspecto es
similar al de la tuberculosis crónica. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 271

trolobulillar. Las ampollas de paredes gruesas contienen en ocasio- El examen de las extensiones de esputo, líquido pleural o médu-
nes niveles líquidos; con el paso del tiempo las ampollas pueden la ósea para detectar microorganismos rara vez es positivo en los
desaparecer por completo o aumentar gradualmente de tamaño. pacientes que tienen histoplasmosis aguda. Los cultivos no suelen
Las radiografías de tórax seriadas tienden a mostrar pérdida de ser positivos en los pacientes asintomáticos ni en los casos de
volumen progresiva con aumento de la prominencia de las opaci- enfermedad autolimitada, ni siquiera en los pacientes que tienen
dades lineales. un cuadro agudo por exposición a un inóculo grande644; durante la
La histoplasmosis pulmonar crónica suele cursar con tos y enfermedad más grave o cuando hay cavidades de paredes finas el
expectoración, que en algunos casos se debe probablemente a la cultivo es positivo en no más de la tercera parte de los pacientes. En
EPOC subyacente que inevitablemente se asocia a la histoplas- los pacientes que tienen cavidades de paredes gruesas, el cultivo de
mosis659. La fuga de material necrótico desde las cavidades o las esputo ha resultado positivo en el 50% al 70% de los casos (a con-
ampollas se puede acompañar de fiebre. Los pacientes quizás dición de recoger múltiples muestras). El empleo de sondas de
refieran pérdida de peso, dolor torácico profundo, hemoptisis y ADN específicas para Histoplasma promete ser más sensible que el
malestar general. Sin embargo, también pueden permanecer asin- cultivo en muchas de esas situaciones645. La frecuencia de resulta-
tomáticos644. El pronóstico es variable; no obstante, la enferme- dos positivos de las extensiones y de los cultivos en los pacientes
dad suele progresar y precisa tratamiento659. La diseminación que tienen histoplasmosis diseminada varía con la gravedad de la
generalizada es infrecuente. enfermedad. En la forma aguda relativamente grave las extensiones
Histoplasmosis mediastínica crónica. La afectación del de sangre y de médula ósea teñidas de forma correcta son diagnós-
mediastino por la histoplasmosis puede dar lugar a diversas altera- ticas con frecuencia. Los resultados de los cultivos suelen ser aún
ciones clínicas y radiológicas. A veces guardan relación con una más útiles, y se deben tomar muestras de sangre, médula ósea,
o más adenopatías mediastínicas660. Rara vez hay un depósito más o hígado e incluso orina para esas pruebas cuando se sospecha una
menos difuso de tejido fibroso, que se supone está causado por una enfermedad diseminada.
reacción inmunitaria (mediastinitis fibrosante; véase página 850). Aunque es útil en los estudios epidemiológicos, la prueba
cutánea tiene una importancia escasa o nula en el diagnóstico de
Histoplasmosis diseminada pacientes individuales, puesto que el resultado positivo sólo indi-
ca infección previa y no demuestra la presencia de enfermedad.
Excepto en los pacientes que tienen sida (véase página 433), la his- Se pueden emplear varios métodos distintos para detectar anti-
toplasmosis diseminada clínicamente evidente es una entidad cuerpos séricos contra H. capsulatum. La mayor parte de los auto-
poco frecuente. Aproximadamente la tercera parte de los pacien- res acepta que el uso de varias pruebas con antígenos tanto de mice-
tes son lactantes de menos de dos años de edad; otro 20% de los lios como de levaduras aumenta la exactitud diagnóstica646. Una
casos corresponde a adultos inmunodeprimidos661. La histoplas- elevación del título de cuatro veces en las determinaciones seriadas
mosis diseminada sintomática se ha subdividido en los tipos agu- o un único valor por encima de 1:32 es un dato convincente de
do, subagudo y crónico de acuerdo con las características clínicas infección reciente. En regiones geográficas donde la prevalencia de
y anatomopatológicas. El tipo agudo se caracteriza desde el punto positividad de la prueba cutánea es relativamente baja, algunos
de vista clínico por fiebre alta persistente, hepatoesplenomegalia expertos aceptan que títulos de 1:32 en la fase de levadura y de 1:8
prominente, anemia, leucopenia y trombocitopenia; algunos para los micelios son muy indicativos de enfermedad activa647; se ha
pacientes presentan también neumonía intersticial. Los signos en considerado que los títulos para levaduras de 1:8 y 1:16 proporcio-
la radiografía y la TCAR suelen ser similares a los de la tuberculo- nan un diagnóstico de presunción. El valor de la prueba está difi-
sis miliar490. cultado por el retraso en la formación de anticuerpos y por su falta
La histoplasmosis diseminada subaguda tiene una evolución de sensibilidad en los pacientes inmunodeprimidos648, así como en
clínica que se prolonga meses. Los síntomas y signos pueden los que tienen enfermedad crónica o indolente649.
incluir fiebre moderada, hepatoesplenomegalia entre leve y
moderada y dolor abdominal (causado por ulceración digestiva); Coccidioides immitis (coccidioidomicosis)
a veces se encuentran signos de enfermedad de Addison, menin-
gitis, cerebritis focal o endocarditis. Puede haber anemia, leuco- La coccidioidomicosis está causada por el hongo dimórfico
penia y trombocitopenia. C. immitis663, 664. En su hábitat natural (el suelo) crece como un
La histoplasmosis diseminada crónica es una forma relativamen- micelio de hifas tabicadas que producen numerosas artrosporas
te leve de la enfermedad que cursa con fiebre escasa o nula, ausencia de 2 a 5 µm. Esas esporas son muy resistentes a la desecación y
de hepatoesplenomegalia y datos de mielosupresión. El paciente típi- poseen una gran virulencia. Dentro de los tejidos los microorga-
co es un adulto de edad avanzada, y la evolución de la enfermedad se nismos aparecen como grandes esférulas (la mayor parte de 20 a
prolonga meses o años659. El diagnóstico se establece con frecuencia 40 µm) con una cápsula gruesa y se reproducen mediante endos-
después del descubrimiento y la biopsia de una úlcera orofaríngea. porulación (es decir, el citoplasma de la esférula experimenta
La afectación de órganos específicos puede producir enfermedad de escisión, en vez de gemación, para producir esporas).
Addison, meningitis, endocarditis o laringitis662. Dentro de EE.UU., la infección se encuentra sobre todo en Cali-
fornia, especialmente en el valle del río San Joaquín. En las zonas
Hallazgos de laboratorio y diagnóstico donde el microorganismo es endémico la incidencia de infección es
alta: aproximadamente el 25% de las personas recién llegadas pre-
El recuento leucocítico suele ser normal, pero puede aumentar senta positividad de la prueba cutánea al cabo de 1 año, y la cifra
hasta 15.000/mm3 en pacientes con «enfermedad epidémica» aumenta hasta el 50% a los 4 años. Se cree que la mayoría de las
aguda642 y hasta 20.000/mm3 en los casos de enfermedad cavita- infecciones que aparecen fuera de los territorios endémicos se rela-
ria643. Se encuentra leucopenia, anemia y trombocitopenia en ciona con viajes a esas zonas665; aunque la mayor parte de esos via-
aproximadamente el 50% de los pacientes con enfermedad dise- jes ha sido reciente666, se han documentado casos de reactivación
minada sintomática, mientras que esas alteraciones son poco fre- muchos años después de la exposición inicial. El riesgo de adquirir
cuentes en otras variantes. la infección es mayor en ambientes secos y con viento, que favore-
272 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

cen la movilización de la tierra. Aunque la coccidioidomicosis afec- tipo gripal. Se observa un síndrome más específico, conocido
ta habitualmente a diversos animales domésticos, no se cree que como fiebre del valle, en el 5% al 20% de los pacientes que tienen
haya contagio de un animal a otro ni de un animal a un ser huma- enfermedad sintomática. Se puede encontrar en casos aislados o
no; tampoco es probable el contagio entre seres humanos. en forma de miniepidemias, y el cuadro incluye eritema nudoso o
Aproximadamente del 20% al 40% de los pacientes infectados multiforme, artralgias y, a veces, eosinofilia. Esta combinación de
presenta manifestaciones clínicas, y entre el 2% y el 3% tiene un anomalías se puede asociar también a síntomas de tipo gripal y
cuadro de semanas o meses de duración667; se encuentran datos de debe indicar el diagnóstico en una zona endémica.
enfermedad diseminada en menos del 0,1%. Existen pruebas de que La manifestación radiológica más frecuente son focos únicos o
la enfermedad diseminada es más frecuente en los filipinos y los múltiples de consolidación del espacio aéreo (figura 6-39)677. En
afroamericanos que en los blancos, aunque se han cuestionado los ocasiones los focos evolucionan hacia la formación de cavidades
datos epidemiológicos que apoyan este concepto668. Se ha do- de paredes finas que pueden persistir o desaparecer espontánea-
cumentado un mayor riesgo de infección en los nativos norteameri- mente678. Se producen derrames pleurales pequeños en aproxi-
canos669, así como en ancianos, diabéticos y fumadores670. Los madamente el 20% de los casos679; los derrames grandes son
pacientes que tienen inmunodepresión por enfermedades como el raros. Se encuentra aumento del tamaño de los ganglios linfáticos
sida o trasplantes de órganos también tienen una mayor suscepti- en aproximadamente el 20% de los casos, rara vez sin afectación
bilidad a la enfermedad, tanto pulmonar como diseminada671, 672. parenquimatosa.
La reactividad cutánea a C. immitis es de larga duración, pero
acaba por desvanecerse con el paso del tiempo, lo que indica la posi- Coccidioidomicosis primaria persistente
bilidad de una reinfección exógena en algunos habitantes de zonas
endémicas. Está bien documentada la reactivación de la enferme- La enfermedad primaria que persiste más de seis semanas se
dad quiescente en regiones no endémicas669, y se considera proba- conoce como coccidioidomicosis primaria persistente668. Se puede
ble que algunos casos de enfermedad diseminada de comienzo tar- asociar a neumonía progresiva que afecta a porciones grandes de
dío que se producen en zonas endémicas se deban a la pérdida de los pulmones, y en ocasiones se asocia a diseminación miliar y
inmunocompetencia en pacientes que experimentaron disemina- muerte. Con más frecuencia se manifiesta como uno o varios
ción asintomática durante la infección primaria. Puede aparecer nódulos histológicamente similares a los tuberculomas680; esos nó-
también enfermedad aguda o crónica progresiva después de un dulos pueden persistir por tiempo indefinido y en ocasiones
período de remisión posterior a la infección primaria, quizás como actúan como focos de reactivación. Puede haber cavitación den-
consecuencia del trastorno de las defensas del huésped673. tro de una zona de neumonía o por evacuación del material
Patogenia y características anatomopatológicas. Dentro necrótico presente dentro de un nódulo.
del pulmón las artrosporas inhaladas se transforman en esporan- Desde el punto de vista radiográfico, el nódulo típico evoluciona
gios (esférulas), que inducen con rapidez un exudado neutrófilo. a lo largo de aproximadamente 5 o 6 semanas como un foco de con-
Aunque esta reacción persiste con frecuencia, con el paso del solidación que se hace más pequeño, más denso y mejor definido679.
tiempo se observa también inflamación granulomatosa formada En ocasiones la ocupación de la cavidad da lugar a opacidades nodu-
por granulomas y células gigantes multinucleadas aisladas que lares677. Los nódulos son en general solitarios, de 0,5 a 5 cm de diá-
contienen esférulas. La combinación de inflamación exudativa y metro y localizados en la periferia del pulmón677. En la mayoría de
granulomatosa se ve también en otras formas de coccidioidomi- los pacientes muestran atenuación homogénea en la TC; sin embar-
cosis y es característica de la enfermedad674. Como cabría esperar, go, en algunos casos se observan zonas centrales de baja atenuación
la aparición de la reacción granulomatosa puede ser deficiente en como consecuencia de la necrosis, y en algunos casos se ven focos de
pacientes inmunodeprimidos675. calcificación681. Se ha descrito cavitación en aproximadamente el
En la mayoría de los casos el foco neumónico sigue siendo 10% al 15% de los casos681, 682. Las cavidades suelen ser únicas y se
relativamente pequeño y acaba por desaparecer hasta que sólo localizan en los lóbulos superiores, y pueden tener paredes finas o
queda una cicatriz diminuta. Sin embargo, en algunos pacientes gruesas (figura 6-40)683; las de paredes finas muestran tendencia a
la enfermedad progresa hasta afectar a todo el lóbulo o a todo el cambiar de tamaño, quizás como consecuencia de la aparición de
pulmón, con un patrón que recuerda al de la bronconeumonía una comunicación bronquiolar con un mecanismo valvular.
bacteriana confluente. En esos casos la necrosis puede ser exten- La mayoría de los pacientes con enfermedad nodular perma-
sa y asociarse a cavitación. La bronquitis y la bronquiolitis ulceradas nece asintomática, incluso si hay cavitación. De hecho, es posible
son con frecuencia prominentes, y pueden aparecer bronquiecta- que los nódulos no se descubran hasta meses o años después de
sias en los pacientes que sobreviven. Los ganglios linfáticos hiliares abandonar el paciente una zona endémica. Se detectan con más
y mediastínicos pueden estar aumentados de tamaño y contener frecuencia de modo casual y se estudian para descartar la posibili-
una cantidad sustancial de tejido necrótico y microorganismos; la dad de una tumor maligno. La aspiración transtorácica con aguja
erosión de la cápsula y la diseminación del material infectado puede establecer el diagnóstico porque muestra las esférulas en
hacia estructuras adyacentes, como los bronquios y el mediastino, muestras teñidas con la técnica de Papanicolaou684. En contraste
puede producir diseminación de la enfermedad, de un modo con la forma nodular de la enfermedad, la neumonía coccidioidea
similar a lo que se observa en la tuberculosis. persistente se acompaña frecuentemente de hemoptisis, fiebre, tos
La coccidioidomicosis puede adoptar varios patrones clinico- y expectoración, sobre todo cuando existe cavitación. Se produce
patológicos que se suelen conocer como coccidioidomicosis pri- neumotórax y empiema en aproximadamente el 2% de los pacien-
maria, primaria persistente, progresiva crónica y diseminada. tes que tienen enfermedad cavitaria aguda, y esas alteraciones sue-
len precisar intervención quirúrgica.
Coccidioidomicosis primaria
Coccidioidomicosis progresiva crónica
Como ya se ha dicho, la mayoría de los pacientes que adquieren la
infección por primera vez está asintomática667, 676. Cuando existen, La coccidioidomicosis progresiva crónica es responsable de
los síntomas de la infección primaria suelen ser inespecíficos y de menos del 1% de los casos de enfermedad pulmonar coccidioi-
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 273

FIGURA 6-39
Coccidioidomicosis primaria. Las imágenes del pulmón izquierdo en las radiografías posteroanterior (A) y
lateral (B) muestran una consolidación homogénea de gran parte del segmento lingular del lóbulo superior
izquierdo. En las radiografías originales se podía identificar un broncograma aéreo débil, que no se aprecia en la
figura. El borde superior de la consolidación está bien circunscrito y recuerda a una masa. (Tomado de Müller NL,
Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

FIGURA 6-40
Coccidioidomicosis cavitaria. La radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra un nódulo cavitado bien circunscrito en el lóbulo superior
derecho. La TCAR (B) presenta una pared de grosor no uniforme y bordes externos lisos. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
274 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

dea685. Algunos autores han descrito dos variedades, una fibrono- fijación del complemento por encima de 1:16 a 1:32 son poco habi-
dular crónica y otra necrosante crónica, esta última asociada a tuales en la coccidioidomicosis primaria no complicada e indican un
cavitación676. La enfermedad puede aparecer a continuación de la elevado riesgo de enfermedad primaria progresiva o diseminada691.
coccidioidomicosis primaria o después de un intervalo de tiempo La prueba cutánea se puede realizar con esferulina o cocci-
variable durante el que la infección parece permanecer estable y dioidina, y la primera es más sensible692. En la forma no disemi-
no se acompaña de signos clínicos de actividad. El comienzo sue- nada relativamente benigna la prueba cutánea es positiva en
le ser insidioso, con una evolución prolongada de hasta 15 años. prácticamente todos los pacientes a las tres semanas del comien-
Aunque es posible la diseminación, en general la enfermedad zo de la infección. Se puede hacer de nuevo negativa a los dos
permanece limitada a los pulmones. Las alteraciones radiográfi- años, aunque también puede permanecer positiva durante hasta
cas recuerdan a las de la tuberculosis cavitaria crónica. diez años. Los pacientes que tienen enfermedad diseminada están
con frecuencia anérgicos, con reacción negativa a la prueba cutá-
Coccidioidomicosis diseminada nea. La combinación de prueba cutánea negativa y título de fija-
ción del complemento por encima de 1:16 es prácticamente
La coccidioidomicosis diseminada es rara; puede aparecer como patognomónica de enfermedad diseminada.
una complicación de la enfermedad primaria o tras la reactiva-
ción de la enfermedad latente en personas susceptibles. Muestra Blastomyces dermatitidis (blastomicosis
un predominio considerable en varones y predilección por los norteamericana)
afroamericanos y los filipinos. Su evolución puede ser crónica e
insidiosa o rápidamente mortal, y esta última forma se suele aso- La blastomicosis norteamericana está causada por el hongo dimór-
ciar a la enfermedad primaria. Como era de esperar, los pacientes fico B. dermatitidis, que aparece como un micelio en los cultivos y
que tienen una inmunodeficiencia subyacente, en particular probablemente también en su hábitat natural, y como una levadu-
sida686, y los que están recibiendo tratamiento inmunosupresor ra a 37 °C. En los tejidos las levaduras tienen forma redonda u oval,
tienen un mayor riesgo. miden aproximadamente 10 a 15 µm de diámetro y poseen pare-
Aunque la enfermedad diseminada puede afectar a cualquier des gruesas; se reproducen mediante yemas de base amplia.
órgano del cuerpo, aislado o en combinación, las localizaciones La enfermedad es más frecuente en el hemisferio occidental,
principales son la piel, los huesos, las articulaciones y el sistema sobre todo en el centro y el sudeste de EE.UU.693 y en el sur-cen-
nervioso central, en particular las meninges. La afectación pul- tro de Canadá694. El microorganismo puede provocar miniepide-
monar, que habitualmente es extensa, es la regla en los pacientes mias a partir de fuentes puntuales o infección endémica esporá-
que fallecen674. La diseminación hematógena que produce enfer- dica695.
medad miliar puede aparecer en fases tempranas de la evolución La falta de sensibilidad y especificidad de las pruebas cutáneas y
o en un estadio avanzado de la enfermedad crónica, en el contex- la serología para detectar la infección por B. dermatitidis, y la impo-
to de una diseminación generalizada687. Esta última situación se sibilidad de descubrir una fuente puntual de los brotes epidémicos,
puede complicar con SDRA. han impedido calcular con exactitud la incidencia de la enfermedad;
sin embargo, estudios in vitro con linfocitos han demostrado que la
Hallazgos de laboratorio y diagnóstico probabilidad de representar una infección subclínica es significati-
vamente mayor que la de enfermedad sintomática696. Los varones de
La concentración de hemoglobina está reducida en muchos mediana edad se afectan con más frecuencia, y el predominio en
pacientes que tienen enfermedad diseminada. El recuento leuco- varones tiene una relación entre 5:1 y 15:1695. Se cree que la infección
cítico es normal o está algo elevado en la mayoría de los pacien- está producida la mayoría de las veces por inhalación de esporas
tes, frecuentemente con eosinofilia significativa688, sobre todo en transportadas en el aire. Aunque no se conoce con exactitud el hábi-
los casos que tienen eritema nudoso. tat natural del microorganismo, las comunicaciones de casos indivi-
Las preparaciones en fresco de esputo o de exudados proce- duales y de grupos de casos indican la relación de muchas infeccio-
dentes de lesiones cutáneas o de otras zonas, tratadas con hidróxi- nes con zonas boscosas, que contienen madera y materia vegetal en
do de potasio al 10%, pueden revelar esférulas que contienen las descomposición como origen de muchas infecciones697. Algunos
endosporas típicas. Se ha demostrado que cuando no se dispone casos parecen estar causados por reactivación endógena698.
de esputo o su examen no proporciona el diagnóstico la fibro- El aspecto macroscópico de la blastomicosis aguda suele
broncoscopia es útil para la obtención de material689. No es difí- corresponder a una bronconeumonía. Como en la coccidioido-
cil cultivar el microorganismo; sin embargo, es importante micosis, muchas veces coexisten formas de inflamación exudati-
emplear métodos apropiados para evitar el contagio de la enfer- va y granulomatosa. La proporción relativa de ambos componen-
medad en el laboratorio, porque hay un riesgo significativo. tes es muy variable, tanto en los pacientes individuales como en
Las pruebas serológicas con precipitación en tubo (PT), aglutina- localizaciones distintas del mismo paciente699. No son raros los
ción de partículas de látex (APL) e inmunodifusión (utilizando coc- focos de bronquitis ulcerada700.
cidioidina calentada, IDTP) son muy útiles para el cribado y se El signo radiográfico más frecuente es la consolidación aguda
hacen positivas de 1 a 3 semanas después de la exposición. También del espacio aéreo701, 702. La consolidación puede ser focal o con-
se ha utilizado la prueba de ELISA, con resultados comparables a los fluente y subsegmentaria, segmentaria o no segmentaria (fi-
de los otros métodos690. La prueba de APL es más sensible pero gura 6-41). La siguiente alteración más frecuente es la presencia
menos específica que la de PT; sin embargo, ninguna de las dos pro- de masas únicas o múltiples703. Se produce cavitación en el 15%
porciona resultados positivos en el líquido cefalorraquídeo de los al 20% de los casos701. El aumento del tamaño de los ganglios
pacientes que tienen meningitis669. La reacción de fijación del com- hiliares y mediastínicos es poco frecuente, incluso en la TC704. Se
plemento se hace positiva en el líquido cefalorraquídeo de la mayo- han identificado derrames pleurales en las radiografías de tórax
ría de los pacientes con meningitis y establece el diagnóstico de dise- del 10% al 15% de los casos, y prácticamente siempre se asocian
minación; se observa seropositividad en el 50% de los pacientes al a enfermedad parenquimatosa. La infección hiperaguda se suele
cabo de 4 semanas y en el 90% a las 8 semanas. Los títulos séricos de acompañar de un patrón radiográfico de diseminación miliar705.
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 275

nada a los pulmones, puede extenderse localmente en el tórax o


puede diseminarse a otros lugares. La diseminación afecta con más
frecuencia a la piel, al hueso y al tracto genitourinario; el reconoci-
miento de la afectación de esos órganos puede proporcionar el pri-
mer indicio del diagnóstico708. Se desarrollan lesiones óseas en
aproximadamente el 25% de los casos esporádicos693. El recuento
leucocítico es normal o sólo está moderadamente elevado en la
mayoría de los pacientes, aunque puede aumentar por encima de
30.000/mm3 cuando la enfermedad es extensa709.
La identificación del microorganismo en las extensiones y/o en
los cultivos es la base del diagnóstico en la mayoría de los pacientes.
Los gérmenes se pueden detectar mediante examen microscópico
del esputo o de las secreciones que se obtienen de lesiones dérmicas,
subcutáneas o de otros tejidos, tras su digestión en hidróxido de
potasio al 10% o con la tinción de Papanicolaou. Probablemente
debido a la frecuencia de afectación de las vías aéreas, B. dermatiti-
dis se identifica con una frecuencia particularmente elevada en las
muestras de esputo. El crecimiento en medios de cultivo tarda entre
una y varias semanas710. Las pruebas cutáneas no tienen valor prác-
tico para el diagnóstico711. Las pruebas serológicas estándar propor-
cionan sensibilidad baja (variable entre aproximadamente el 40% y
el 85%), producen reacción cruzada con otros hongos (en particu-
lar con H. capsulatum) y no están disponibles con facilidad, factores
que limitan mucho su utilidad695.
La mortalidad de los pacientes declarados al Wisconsin Depart-
ment of Health entre 1986 y 1995 fue del 4,3% (29 de 670 pacien-
tes)712. Como cabía esperar, la enfermedad aumenta de gravedad en
los pacientes inmunodeprimidos; en una serie de estos pacientes la
tasa de mortalidad fue de aproximadamente el 30%713.

Paracoccidioides brasiliensis (blastomicosis


sudamericana)
La blastomicosis sudamericana (paracoccidioidomicosis) está cau-
sada por el hongo dimórfico P. basiliensis. En los tejidos el microor-
ganismo se presenta predominantemente como levaduras de forma
redonda u oval y diámetro muy variable, entre 2 µm para las yemas
separadas recientemente y 60 µm para las células madre maduras.
De forma característica la reproducción tiene lugar mediante múl-
tiples yemas de cuello estrecho que aparecen alrededor del períme-
FIGURA 6-41 tro de la célula madre (disposición en timón de barco).
Blastomicosis norteamericana. Las radiografías de tórax posteroanterior (A) La enfermedad se encuentra principalmente en Latinoamérica y
y lateral (B) muestran una gran opacidad mal definida de densidad se han descrito casos desde México hasta Argentina714. La enferme-
homogénea en la língula; la consolidación no es segmentaria y no muestra dad clínica es bastante más frecuente en varones y se encuentra con
signos de broncograma aéreo. La radiografía posteroanterior revela también más frecuencia entre los 25 y los 45 años de edad. Se cree que el hábi-
destrucción de la porción anterior de la quinta costilla derecha (flecha). Se
cultivó Blastomyces dermatitidis en una muestra de esputo de 24 horas y en el tat natural del microorganismo es el suelo, y se afectan en particular
líquido que se aspiró de la tumefacción que recubría la quinta costilla derecha. los agricultores, los obreros manuales y otros trabajadores que tie-
(Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of nen ocupaciones rurales. Sin embargo, se han descrito muchos casos
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.) en habitantes de ciudades y en profesionales que no tienen contacto
directo y continuado con el suelo. Es probable que la mayoría de las
infecciones se deba a inhalación, con neumonía primaria y disemi-
Aunque la infección pulmonar puede cursar con sólo síntomas nación sistémica secundaria. No se ha documentado la transmisión
gripales, se manifiesta más frecuentemente con síntomas de neu- de animal a ser humano ni entre seres humanos.
monía aguda, como comienzo brusco de fiebre, escalofrío, tos pro- Desde el punto de vista anatomopatológico, la enfermedad
ductiva y dolor torácico pleurítico697. Las artralgias y las mialgias pulmonar puede adoptar diversas formas715, 716, como: 1) múlti-
no son infrecuentes, y a veces se encuentra eritema nudoso. En ples nódulos lisos o lobulados que pueden confluir y recordar a la
algunos pacientes se auscultan estertores y roncus, pero rara vez se tuberculosis posprimaria, con o sin cavitación; 2) nódulos solita-
encuentran signos de consolidación parenquimatosa. La enferme- rios (paracoccidioidomas); 3) focos de necrosis e inflamación
dad pulmonar puede progresar con rapidez y complicarse con similares a la neumonía bacteriana aguda, habitualmente en
diseminación miliar y/o SDRA706. Una variedad más indolente, que pacientes tratados con corticoides u otros fármacos inmunosu-
recuerda a la tuberculosis, se produce en ocasiones después de la presores, y 4) nódulos miliares que representan una diseminación
infección pulmonar inicial y puede constituir la primera manifes- hematógena. Los signos histológicos son una combinación de
tación de la enfermedad707. Esta variedad puede permanecer confi- inflamación granulomatosa y exudativa.
276 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

FIGURA 6-42
Blastomicosis sudamericana. Varón de 52 años con fiebre y cefalea intensa pero sin síntomas respiratorios. La TC demostró granulomas
intracerebrales. Al ingreso la radiografía posteroanterior de tórax (A) mostraba numerosos nódulos bilaterales de 0,5 a 2 cm de diámetro, así como
adenopatías hiliares derechas y paratraqueales. La TC (B) revela que algunos nódulos están cavitados. La biopsia por aspiración con aguja fina de uno de
los nódulos demostró Paracoccidioides brasiliensis. (Por cortesía del Dr. Arthur Soores Souza Jr, Instituto de Radiodiagnostico Rio Preto, São Paulo, Brazil.)

En la forma primaria de la enfermedad se puede observar una de paloma. Aunque se cree que muchos casos de enfermedad se
opacidad transitoria del espacio aéreo en las zonas medias del contagian por inhalación de microorganismos procedentes de esa
pulmón. Los paracoccidioidomas (únicos o múltiples, sólidos o fuente, el antecedente de exposición repetida a las palomas se aso-
cavitados) son la manifestación principal en otros casos717. La cia pocas veces a aumento del riesgo de enfermedad criptocócica.
enfermedad pulmonar progresiva puede recordar a la tubercu- No existen pruebas de transmisión de animales a seres humanos ni
losis; sin embargo, los lóbulos inferiores se afectan con más fre- entre seres humanos. Aunque la criptococosis puede aparecer en
cuencia que los superiores y las radiografías muestran cavitación huéspedes por lo demás normales, es mucho más frecuente en
en una proporción menor de casos (figura 6-42)718. Es posible el pacientes que tienen una enfermedad pulmonar crónica, sida,
aumento del tamaño de los ganglios linfáticos hiliares, solo o aso- enfermedades linfoproliferativas o autoinmunitarias y pacientes
ciado a cualquier forma de enfermedad pulmonar. Las manifes- tratados con quimioterapia o corticoides721.
taciones de la enfermedad crónica en la TCAR incluyen engrosa- La afectación pulmonar puede adoptar varios patrones anato-
miento de los tabiques interlobulillares, bronquiectasias por mopatológicos722, como: 1) nódulos solitarios o múltiples relati-
tracción, múltiples nódulos de tamaño variable (entre 1 y 25 mm) vamente bien definidos; 2) zonas mal definidas de consolidación
que a veces están cavitados, engrosamiento intersticial peribron- parenquimatosa con aspecto mucoide que recuerdan al carcino-
covascular, opacidades centrolobulillares y líneas intralobulillares ma bronquioloalveolar secretor de mucina o a la neumonía neu-
(véase figura 6-42)719. Estas alteraciones suelen ser bilaterales y mocócica, como consecuencia del gran número de microorganis-
simétricas, y afectan a todas las zonas pulmonares. mos encapsulados; 3) nódulos miliares, y 4) proliferación
Los resultados de los estudios sobre la reacción a la prueba cutá- predominantemente intersticial de los microorganismos acom-
nea indican que la infección es con frecuencia asintomática o se aso- pañada de reacción celular mínima (sobre todo en pacientes que
cia a molestias leves e inespecíficas714. Estas infecciones suelen des- tienen sida723). Como en el caso de otras infecciones micóticas, la
aparecer; con poca frecuencia se siguen de neumonía progresiva y reacción inflamatoria frente a los criptococos es variable y se pue-
diseminación. Al parecer, la mayoría de los cuadros clínicamente den encontrar respuestas exudativas o granulomatosas.
importantes guarda relación con la reactivación de un foco de infec- Las manifestaciones radiológicas más frecuentes de la infec-
ción primaria714, y típicamente cursa con diseminación hacia la piel ción pulmonar son nódulos únicos o múltiples y zonas de conso-
y la mucosa oronasal, y afectación pulmonar significativa702. lidación724, 725. Los nódulos suelen tener una localización sub-
pleural y miden entre 0,5 y 4 cm de diámetro726, 727. Las zonas de
Cryptococcus neoformans consolidación pueden ser segmentarias, no segmentarias, parche-
adas o con aspecto de masa (figura 6-43). La cavitación es infre-
En la gran mayoría de los casos la criptococosis está causada por cuente en pacientes por lo demás sanos, pero se encuentra con
C. neoformans, un hongo unimorfo que adopta la forma de levadu- frecuencia en pacientes inmunodeprimidos, sobre todo en los
ra tanto en su hábitat natural como en los animales y los seres que tienen sida727. Estos últimos pacientes tienen también una
humanos. Aunque son muy pleomorfos, los microorganismos sue- mayor incidencia de enfermedad diseminada. Esta enfermedad se
len ser redondos u ovales y miden 5 a 10 µm de diámetro en los teji- puede manifestar con un patrón miliar o difuso de opacidades
dos. La mayor parte de las cepas posee una cápsula bien definida mal definidas726, 728. Se ha descrito aumento del tamaño de los
que se ve como un halo pericelular en las preparaciones teñidas con ganglios linfáticos hiliares y mediastínicos en aproximadamente
tinta china y con las tinciones estándar para mucina tisular. el 40% de los pacientes con sida y del 10% al 25% de los que no
El microorganismo se encuentra en diversos hábitats naturales, tienen sida725, 729. El derrame pleural es infrecuente y no suele
uno de los más importantes de los cuales son los excrementos secos indicar diseminación del microorganismo729.
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 277

Capilar Neumocito
de tipo I
Eritrocito

Meiosis II Mitosis
Meiosis I
Fisión binaria
o gemación Delineación
celular

Trofozoíto Quiste con


diploide 8 cuerpos
intraquísticos
Copulación

Trofozoíto
haploide
Quiste roto

Neumocito Alvéolo
de tipo II

FIGURA 6-44
Pneumocystis jiroveci (carinii): ciclo reproductivo propuesto. La
representación esquemática de un alvéolo ilustra los posibles mecanismos
del desarrollo de los quistes y la reproducción del microorganismo.
(Tomado de Gutierrez Y: The biology of Pneumocystis carinii. Semin Diagn
Pathol 6:203, 1989.)

bronquial junto con los signos radiológicos de la enfermedad. El


diagnóstico positivo se obtiene mediante tinción y cultivo apro-
piados del material que se obtiene mediante biopsia transbron-
quial, aspiración transtorácica con aguja o biopsia pulmonar
abierta, o por la detección del antígeno criptocócico en suero,
líquido pleural o líquido de lavado broncoalveolar, en el contexto
de un cuadro clínico compatible731. Las pruebas cutáneas no son
muy útiles debido a la reactividad cruzada con otros hongos.

Pneumocystis jiroveci (P. carinii)


P. jiroveci (P. carinii) es un microorganismo ubicuo que inicial-
FIGURA 6-43
mente se consideraba un protozoo, pero que ahora se clasifica
Neumonía criptocócica aguda. Las radiografías posteroanterior (A) y entre los hongos734. In vivo el microorganismo puede adoptar dos
lateral (B) muestran una consolidación homogénea no segmentaria de
formas735, 736: 1) quistes de paredes gruesas con forma redonda o
ambos lóbulos inferiores y del lóbulo medio derecho. (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases semilunar que miden de 3 a 6 µm de diámetro y 2) «trofozoítos»
of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.) extraquísticos que miden entre 1 y 5 µm, son pleomorfos y
muchas veces muestran proyecciones superficiales similares a
seudópodos. Se ha propuesto que el ciclo vital del microorganis-
En pacientes sanos la enfermedad se limita generalmente a los mo en el pulmón comienza con los trofozoítos; los trofozoítos
pulmones. La infección inicial no suele provocar síntomas, es crecen fuera de las células, maduran y se enquistan (figura 6-44).
autolimitada y probablemente se detecta con poca frecuencia730, 731. Los quistes individuales experimentan después maduración
Cuando aparecen síntomas, son inespecíficos. En ocasiones se mediante el desarrollo de esporozoítos intraquísticos que se libe-
encuentra insuficiencia respiratoria aguda con necesidad de venti- ran al romperse el quiste y se transforman en trofozoítos. Tam-
lación mecánica732. La diseminación afecta al sistema nervioso bién se ha indicado la posibilidad de que los trofozoítos se pue-
central (donde causa habitualmente una meningitis de grado dan reproducir mediante fisión binaria735.
bajo, a veces con radiografía de tórax normal), los tejidos cutáne- Aunque la infección por Pneumocystis es frecuente en los seres
os y mucocutáneos, los huesos y, con menos frecuencia, las vísce- humanos (a juzgar por la presencia de anticuerpos contra el micro-
ras. Esta diseminación es más frecuente en pacientes inmunode- organismo en una proporción alta de personas sanas a una edad
primidos, y aparece semanas o meses después del comienzo de la temprana737), produce neumonía clínicamente significativa casi
neumonía; pocos pacientes sobreviven sin tratamiento733. exclusivamente en pacientes con enfermedades subyacentes, la más
Se puede establecer un diagnóstico de presunción cuando se importante de las cuales es el sida (véase página 428); otros pacien-
identifica C. neoformans en el esputo o en el líquido de lavado tes que tienen riesgo incluyen los que han recibido trasplantes de
278 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

órganos738, los que tienen neoplasias malignas linforreticulares u Características anatomopatológicas


otras formas de tumor maligno (en general con el consiguiente tra-
tamiento citotóxico)739, vasculitis sistémicas o trastornos del tejido En el caso típico de NPC el examen histológico demuestra un infil-
conjuntivo (habitualmente con administración de corticoides y fár- trado intersticial alveolar de linfocitos y células plasmáticas, proli-
macos citotóxicos)740, inmunodeficiencias congénitas y, rara vez, feración de células epiteliales de tipo II y un exudado eosinófilo
neoplasias secretoras de hormona adrenocorticótropa741. Pueden finamente vacuolado («espumoso») en los espacios aéreos alveola-
aparecer por primera vez síntomas o una alteración radiográfica en res (véase figura en color 6-12). Este último está formado por quis-
pacientes en los que se reduce el tratamiento con corticoides mien- tes y trofozoítos, mezclados con material procedente del huésped
tras se mantienen otros fármacos inmunosupresores742. que incluye surfactante, fibrina y proteínas de la matriz, como
No se ha demostrado de modo concluyente la forma de transmi- fibronectina y vitronectina759. El exudado es muy característico de
sión del microorganismo; sin embargo, dada su presencia casi inva- la infección por Pneumocystis y se puede identificar en cortes tisu-
riable dentro de los pulmones, se supone que el contagio se produ- lares y en muestras de LBA teñidas con el método de Papanico-
ce por inhalación. Los resultados de algunos estudios serológicos y laou760. En un número significativo de casos se encuentran otras
moleculares743, 744, así como la documentación del agrupamiento alteraciones anatomopatológicas, añadidas o solas751, como lesión
ocasional de casos de NPC745, han indicado que la enfermedad se alveolar difusa762, inflamación granulomatosa (en la que los micro-
puede contagiar directamente por un paciente enfermo. Sin embar- organismos pueden ser poco numerosos y difíciles de identificar en
go, la mayoría de los investigadores no ha encontrado pruebas de esa el líquido del LBA)763, invasión intersticial y/o vascular764, calcifica-
diseminación746, 747, y en general se cree que la mayor parte de los ción parenquimatosa (habitualmente asociada a tratamiento pre-
casos de enfermedad clínica se debe a reactivación de una infección vio)765 y formación de quistes761. Todas esas manifestaciones ana-
asintomática (latente) adquirida tiempo antes748. tomopatológicas atípicas son más frecuentes en los pacientes que
tienen sida, sobre todo en los que han recibido tratamiento profi-
Patogenia láctico para la infección. La fibrosis es variable en cuanto a fre-
cuencia y gravedad y puede tener una distribución focal o difusa,
No se conocen bien los factores que participan en la transforma- dentro del intersticio alveolar y/o de los espacios aéreos766. Puede
ción desde el estado de simbiosis hasta el de enfermedad, ni los ser evidente en el momento del diagnóstico inicial, aunque en
mecanismos mediante los que P. jiroveci produce lesión tisular y general es más intensa en los pacientes ya tratados.
enfermedad clínica749. Está clara la importancia primordial de la Los quistes se identifican la mayoría de las veces mediante tin-
alteración de la función inmunitaria. Además de las observacio- ción con una técnica argéntica, con la que aparecen como estruc-
nes clínicas que indican que hay una asociación íntima entre turas típicas redondas, ovales o semilunares (esta última forma
inmunodepresión y neumonía en seres humanos, estudios expe- corresponde a un quiste vacío que ha descargado sus esporozoí-
rimentales han demostrado la aparición de la enfermedad en ani- tos) (véase figura en color 6-12). Los esporozoítos intraquísticos
males aislados que recibían corticoides750. Este efecto guarda una y los trofozoítos libres se pueden identificar mediante las tincio-
relación más estrecha con la función de los linfocitos T, en par- nes de Giemsa y de Wright. Cuando están presentes en el líquido
ticular los linfocitos CD4+751. Se ha demostrado con más claridad del LBA y forman grupos de 10 a 30 quistes, como sucede en los
en los pacientes que tienen sida, en los que un recuento de CD4+ casos típicos, permiten la identificación fiable de P. jiroveci. Sin
inferior a 200 células/µl se asocia no rara vez a NPC. Además, hay embargo, si los quistes son poco numerosos quizás resulte difícil
una relación más o menos lineal entre el recuento de CD4+ en la diferenciación de otros hongos, como H. capsulatum, C. neo-
sangre y el riesgo de contraer la enfermedad752. formans y especies de Candida767, 768.
Otras células inmunitarias e inflamatorias, en particular los lin-
focitos CD8+ y los macrófagos alveolares, tienen también una fun- Manifestaciones radiológicas
ción importante en la patogenia751. Por ejemplo, datos experimen-
tales han demostrado el reclutamiento de linfocitos CD8+ hacia los En la fase precoz de la NPC se aprecia una opacidad granular o
pulmones durante la infección para potenciar la respuesta del hués- borrosa (aspecto en vidrio esmerilado), sobre todo en las zonas
ped753. Los macrófagos alveolares se unen a los microorganismos y perihiliares (figura 6-45)769. En la enfermedad más avanzada el
los fagocitan754, y a continuación son estimulados para liberar patrón suele ser una consolidación del espacio aéreo (aunque
diversas sustancias proinflamatorias, entre las que tiene una impor- todavía se puede apreciar un patrón granular o reticulogranular
tancia particular el factor de necrosis tumoral α755. Los resultados en la periferia de la zona consolidada)68. En las fases terminales
de estudios en animales y las observaciones en pacientes con sida los pulmones pueden experimentar consolidación masiva hasta el
han indicado que los leucocitos polimorfonucleares pueden tener punto de casi no contener aire; de hecho, en algunos pacientes el
una función protectora756. También es posible que participe la comienzo agudo y la afectación difusa son característicos del
inmunidad humoral; por ejemplo, en un estudio se encontró una SDRA770. La neumonía es en general bilateral y más prominente
deficiencia relativa de anticuerpos IgG en los pacientes que tenían en los lóbulos inferiores; con menos frecuencia afecta de forma
sida y NPC en comparación con los que tenían sida sin NPC757. predominante o exclusiva a los lóbulos superiores771.
Se han documentado alteraciones tanto cuantitativas como La manifestación principal son a veces opacidades nodulares
cualitativas del surfactante en el líquido del LBA de pacientes con sólidas o cavitadas, solitarias o múltiples772, 773. Aunque se obser-
sida antes la aparición de NPC758, y se ha propuesto que estas alte- van más frecuentemente en pacientes con sida, se han descrito
raciones pueden relacionarse con la transformación del microor- también en casos de linfoma774. Los hallazgos adicionales infre-
ganismo desde saprofito hasta patógeno. En la mayoría de los casos cuentes incluyen derrame pleural775 y adenopatías hiliares y
de enfermedad activa los microorganismos se encuentran predo- mediastínicas, calcificadas o no calcificadas776, 777. Una manifesta-
minantemente dentro de los espacios aéreos alveolares; se identifi- ción radiográfica más frecuente, que se observa en pacientes con
can rara vez en el intersticio alveolar o en otras localizaciones del sida, son los quistes parenquimatosos (véase página 431).
cuerpo, lo que indica que tienen una capacidad invasora limitada. La manifestación predominante de la NPC en la TC son zonas
Los trofozoítos no producen toxinas conocidas. bilaterales de atenuación similar al vidrio esmerilado, que pueden
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 279

A B
FIGURA 6-45
Neumonía por Pneumocystis. La radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra un aumento borroso y difuso de la densidad pulmonar (opacidad
en vidrio esmerilado) en ambos pulmones, más intenso en los lóbulos inferiores. Varios días más tarde (B) la enfermedad ha progresado hasta la
consolidación. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

ser difusas o mostrar un patrón en mosaico peculiar que se carac-


teriza por zonas de pulmón normal entremezcladas entre los
focos con atenuación en vidrio esmerilado (figura 6-46)70. El
engrosamiento asociado de los tabiques interlobulillares y la con-
solidación parenquimatosa se ven en aproximadamente el 20% al
50% de los casos778. Con el paso del tiempo las zonas de atenua-
ción en vidrio esmerilado progresan hasta la consolidación; final-
mente se pueden ver alteraciones intersticiales, como engrosa-
miento de los tabiques interlobulillares y líneas irregulares de
atenuación, que pueden ser predominantes68. A veces hay un
patrón de fibrosis difusa o de bronquiectasias o bronquiolectasias
periféricas68, 779.

Manifestaciones clínicas
La evolución clínica de la NPC presenta diferencias significativas
en los pacientes con y sin sida. En los segundos la duración de los
síntomas prodrómicos tiende a ser corta y el cuadro es relativa-
mente agudo, con fiebre e hipoxemia780, 781. Por el contrario, los
pacientes que tienen sida experimentan muchas veces un pró-
dromo de fiebre, malestar general, tos y disnea durante varias
semanas antes de que se reconozca la infección. La disnea es el
síntoma más frecuente; muchos pacientes presentan también tos FIGURA 6-46
seca y sensación de tensión subesternal781. Los signos físicos sue- Neumonía por Pneumocystis. La TCAR muestra zonas bilaterales de
len ser mínimos y pueden ser algunos estertores y sibilancias atenuación en vidrio esmerilado entremezcladas con zonas de pulmón
diseminados. En caso de infección grave se puede encontrar un aparentemente normal, lo que origina un patrón en mosaico. El paciente
perfil hemodinámico similar al de los pacientes con sepsis bacte- era un varón de 46 años con sida. (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
riana783. En los pacientes que tienen sida el cuadro clínico se Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
puede complicar con la presencia de otras enfermedades infec-
ciosas o neoplásicas o, rara vez, con diseminación generalizada.
En este último caso los signos y síntomas guardan relación con
los órganos o tejidos específicos que se afectan784. La aparición
súbita de disnea en un paciente con sida debe plantear la posibi-
lidad de un neumotórax. También se puede encontrar neumo-
mediastino785.
280 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

Hallazgos de laboratorio y diagnóstico enfermedades o situaciones que se relacionan con aumento del
riesgo de colonización se incluyen diabetes mellitus, debilidad cró-
En la mayoría de los pacientes, el recuento leucocítico está ligera o nica, sondas urinarias y catéteres intravenosos permanentes, inmu-
moderadamente aumentado, con predominio de los leucocitos nodeficiencias (p. ej., alteraciones congénitas del timo y sida) y
polimorfonucleares. Sin embargo, es posible la leucopenia, que se estancia prolongada en el hospital277, 796. En estas situaciones no es
asocia a un peor pronóstico. Se observa linfopenia en aproxima- raro que aparezca una candidiasis mucocutánea localizada.
damente el 50% de los pacientes786. Los pacientes inmunodepri- Por fortuna, la afectación diseminada y visceral, incluyendo la
midos, como los receptores de trasplantes y los pacientes que tie- de los pulmones, es poco frecuente731. Los procesos específicos
nen sida, suelen mostrar una inversión de la relación entre los que favorecen la aparición de infección visceral incluyen neopla-
linfocitos T cooperadores y supresores. sias malignas (normalmente junto con quimioterapia inmunosu-
La lactato deshidrogenasa (LDH) sérica suele estar elevada787. presora o granulocitopenia por leucemia aguda o linfoma)797,
Sin embargo, la utilidad diagnóstica de ese dato es escasa puesto quemaduras extensas, cirugía abdominal mayor o cirugía a cora-
que la enzima aumenta también en los pacientes que tienen otras zón abierto798, abuso de drogas intravenosas (con tendencia a la
infecciones, en particular tuberculosis diseminada y diversas neu- aparición de endocarditis), trasplantes de órganos799, hiperali-
monías bacterianas788. De hecho, en el contexto de la NPC es pre- mentación parenteral, catéteres venosos centrales y tratamiento
ferible considerar los cambios de la concentración de LDH como antibiótico prolongado.
un reflejo de la extensión de la afectación radiográfica y no como un La enfermedad pulmonar se puede manifestar como infección
indicador de infección por Pneumocystis en sí misma789. Como primaria (bronconeumonía), que en muchos casos se adquiere
corolario, se debe considerar la posibilidad de un diagnóstico dis- probablemente por aspiración de microorganismos desde la cavi-
tinto a la NPC en el paciente que tiene una concentración normal dad oral, o como enfermedad miliar transportada por la sangre,
de LDH y alteraciones radiográficas significativas. Muchos pacien- asociada con frecuencia a un foco primario en el tracto digesti-
tes también tienen aumento de otras enzimas séricas, como aspar- vo800. En ambos casos la respuesta inflamatoria celular se relacio-
tato aminotransferasa (AST), alanina aminotransferasa (ALT) y na con la integridad de las defensas del huésped, es escasa o nula
fosfatasa alcalina788. Los pacientes que tienen NPC casi siempre tie- en los pacientes que tienen granulocitopenia y en otros pacientes
nen disminución de la DLCO790. El aumento significativo del gra- se manifiesta con un infiltrado polimorfonuclear de intensidad
diente alveoloarterial de oxígeno también es típico, y la desatura- variable. Rara vez se ven granulomas801.
ción con el ejercicio es un indicador sensible de la enfermedad791. Las manifestaciones radiográficas más frecuentes son zonas
Las técnicas diagnósticas para la NPC se describen en el capí- unilaterales o bilaterales de consolidación segmentaria o no seg-
tulo 8 (véase página 432). mentaria (figura 6-47)802. Con menos frecuencia se ve un patrón
difuso, nodular o miliar803. El tamaño de los nódulos puede osci-
Pronóstico y evolución natural lar entre pocos milímetros y hasta 3 cm de diámetro. Se producen
derrames pleurales en aproximadamente el 20% de los pacientes.
En EE.UU. la tasa de supervivencia global a los 30 días de los Los signos en la TCAR incluyen un patrón bilateral predominan-
pacientes que tienen sida y NPC es de aproximadamente el 85% temente nodular y zonas bilaterales de atenuación en vidrio
(véase página 432). Hay datos de un peor pronóstico en los esmerilado y consolidación (véase figura 6-47)46.
pacientes que no tienen sida792; en algunas series falleció hasta la El diagnóstico se debe considerar en pacientes que tienen signos
tercera parte de esos pacientes739. El tratamiento profiláctico en radiográficos de enfermedad pulmonar y crecimiento intenso y
los pacientes con y sin sida ha reducido claramente la incidencia repetido de Candida en los esputos sin que se observen otros pató-
de neumonía. La mayor parte de los pacientes que sobreviven a genos. Puesto que el microorganismo es un saprofito frecuente de la
un solo episodio de NPC muestra pocos signos de discapacidad orofaringe, y en ocasiones del tracto respiratorio inferior, el diag-
clínica residual. Cierto grado de obstrucción del flujo aéreo espi- nóstico de certeza suele precisar su demostración en los tejidos804.
ratorio y de disminución de la capacidad de difusión del monó-
xido de carbono son secuelas frecuentes a largo plazo793. En oca- Género Aspergillus
siones la fibrosis residual es suficientemente intensa para
manifestarse como enfermedad pulmonar restrictiva794. La aspergilosis es una enfermedad de distribución mundial que
está causada por hongos dimórficos del género Aspergillus. Aun-
Género Candida que se han descrito más de 300 especies, sólo unas cuantas se rela-
cionan con la enfermedad humana, y la más importante es Asper-
La candidiasis está causada por hongos del género Candida, y Can- gillus fumigatus. Otras especies de Aspergillus que pueden ser
dida albicans es el patógeno más frecuente. Sin embargo, otras patógenas para los seres humanos son A. niger, A. flavus y A. glau-
especies participan con bastante frecuencia en la enfermedad de cus. En la fase micelial los microorganismos aparecen como hifas
pacientes inmunodeprimidos, y parece que su incidencia está tabicadas bastante uniformes que se ramifican por dicotomía en
aumentando795. En los tejidos todas las especies aparecen como un ángulo de 45° (figura 6-48). Suelen ser visibles en las muestras
seudohifas y levaduras, estas últimas de 2 a 4 µm de diámetro. tisulares teñidas con hematoxilina y eosina, pero se ven especial-
C. albicans se encuentra en el tracto digestivo y las regiones mente bien con las tinciones de ácido peryódico de Schiff (PAS)
mucocutáneas, y diversas especies distintas de C. albicans viven en y de metenamina de Grocott. Sin embargo, la identificación defi-
la piel de personas sanas. Su número es controlado de forma natu- nida de un hongo particular como Aspergillus suele precisar el
ral por las bacterias saprofitas. Las situaciones en las que se altera la cultivo y la confirmación inmunohistoquímica o molecular, en
composición de la flora normal suelen producir proliferación de particular si sólo se dispone de una pequeña cantidad de tejido o
los hongos del género Candida y aumento del riesgo de infección. de líquido para el examen.
Estas situaciones se dan en los adultos que son tratados con anti- Los microorganismos del género Aspergillus son ubicuos en el
bióticos o con corticoides inhalados (estos últimos tienden a cau- ambiente y se han encontrado en el suelo, el agua y diversos tipos
sar proliferación en las vías aéreas superiores). Entre las demás de materia orgánica en descomposición. Se cree que la infección
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 281

FIGURA 6-47
Neumonía por Candida. La radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra zonas mal definidas de consolidación y algunas opacidades nodulares en
los lóbulos superiores. La TCAR (B) revela nódulos de varios tamaños y zonas focales de consolidación y atenuación en vidrio esmerilado. La paciente
era una mujer de 27 años sometida a un trasplante de médula ósea. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

ocurre la mayoría de las veces por inhalación de conidias traspor-


tadas con el aire desde un lugar contaminado. No es infrecuente
que la colonización de la mucosa nasal preceda a la infección dise-
minada o pulmonar805. No hay datos de transmisión desde ani-
males hasta seres humanos ni entre seres humanos.
Patogenia. La patogenia de los diversos tipos de infección por
Aspergillus es compleja y se conoce de modo incompleto. Como
era de esperar, la cantidad y la virulencia de los microorganismos
inhalados y la adecuación de la defensa del huésped son los fac-
tores principales806, 807.
Aunque el género Aspergillus produce diversas enzimas y toxi-
nas808, no está claro el mecanismo preciso por el que esas sustan-
cias participan en la producción de enfermedad pulmonar. La
inyección intravenosa de extractos miceliales de A. fumigatus y de
A. flavus es mortal en varios animales y se puede producir hemorra-
gia pulmonar en perros809. Los microorganismos del género
Aspergillus producen varias proteasas810, 811; aunque los resulta-
dos de estudios experimentales aportan datos de que algunas de
ellas participan en la invasión tisular812, otras investigaciones indi-
can que varias proteasas tienen una función escasa o nula813.
La presencia de una defensa del huésped intacta, que incluye la
función de los macrófagos, los neutrófilos y los linfocitos T, tiene
una clara importancia para limitar la proliferación y la disemina-
ción de los microorganismos del género Aspergillus814, 815. Por
ejemplo, los resultados de algunos experimentos indican que los
macrófagos alveolares pueden prevenir la germinación de las
conidias mediante la fagocitosis y la muerte de esas formas del
germen, y que la defensa contra la invasión depende de este
mecanismo, por lo menos inicialmente816. Las proteínas A y D del
surfactante pueden tener una función facilitadora importante en
FIGURA 6-48
ese proceso de fagocitosis y muerte817. Aspergillus produce varias
sustancias, al parecer capaces de disminuir la eficacia de esas reac- Género Aspergillus. Se muestra una masa en abanico de hifas tabicadas
ciones celulares. Por ejemplo, hay datos de que las esporas de que se ramifican en un ángulo de aproximadamente 45° (flecha).
Obsérvese que los hongos atraviesan la pared de la arteria pulmonar con
A. fumigatus segregan sustancias químicas que inhiben la fagoci- una reacción inflamatoria y necrosis mínimas. (Tomado de Fraser RS,
tosis818, la producción de derivados reactivos del oxígeno819 y la Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases
aparición de citotoxicidad por los linfocitos T820. of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
282 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

La enfermedad causada por el género Aspergillus se puede mani- que son principalmente ramas de las arterias y venas bronquiales,
festar de tres formas, cada una de ellas con características clínicas, pueden ser abundantes y dar lugar a hemoptisis828. Puede existir
radiológicas y anatomopatológicas distintivas: 1) infestación saprofí- una reacción inflamatoria aguda o, rara vez, granulomatosa en la
tica, en la que el hongo coloniza vías aéreas, cavidades (aspergiloma) zona de contacto de la pared con el aspergiloma; sin embargo, no
o tejido necrótico; 2) enfermedad alérgica que se caracteriza por enti- se suele ver invasión del tejido por el microorganismo.
dades como la aspergilosis broncopulmonar alérgica y la alveolitis Ciertas especies de Aspergillus, en particular A. niger, se aso-
alérgica extrínseca, y 3) enfermedad invasora, una forma que en gene- cian en ocasiones a depósito de cristales de oxalato cálcico en los
ral tiene un comienzo agudo y es rápidamente mortal. Aunque estas tejidos locales829. Se ha propuesto que el ácido oxálico proceden-
tres variedades no se excluyen mutuamente (p. ej., algunos casos de te de esos cristales puede producir lesión tisular local y causar una
enfermedad saprofítica o alérgica progresan a aspergilosis invasora), hemorragia intracavitaria830.
como regla general no se produce transformación de unas en otras. Desde el punto de vista radiográfico, el aspergiloma está for-
mado por una masa sólida más o menos redonda y de densidad de
Aspergilosis saprofítica tejidos blandos que está dentro de una cavidad esférica u oval,
habitualmente en un lóbulo superior831. Típicamente, la masa está
La aspergilosis saprofítica se caracteriza por el crecimiento del separada de la pared de la cavidad por un espacio aéreo de tama-
microorganismo sin invasión de tejido viable. Dentro de los pul- ño y forma variables, el peculiar signo del menisco aéreo (figu-
mones puede adoptar tres formas: 1) colonización del árbol tra- ra 6-49). Rada vez se observa un nivel líquido832. La mayoría de las
queobronquial sin formación de colonias macroscópicas visibles; cavidades tiene paredes finas y está en contacto con una superficie
2) invasión de tejido necrótico, como un infarto o una neoplasia pleural, que puede aparecer engrosada833. De hecho, se ha descrito
necrosada821, 822, y 3) aparición de una colonia identificable a sim- que el engrosamiento de la pared de una caverna tuberculosa o de
ple vista dentro de una cavidad previa o de un bronquio dilatado la pleura adyacente es un signo radiográfico precoz de coloniza-
(aspergiloma). Aunque esas tres formas no suelen tener conse- ción que precede a la formación del aspergiloma visible.
cuencias clínicas, la última de ellas se puede asociar a lesión tisu- El aspergiloma se suele mover cuando el paciente cambia de
lar local y hemoptisis. Además, las colonias saprofíticas pueden posición834; sin embargo, algunas de estas lesiones tienen forma
servir como fuente de enfermedad invasora si se produce com- irregular y se adaptan, por ejemplo, a una cavidad bronquiectási-
promiso de las defensas locales o sistémicas. ca alargada, en cuyo caso el cambio de postura del paciente pue-
de no inducir ningún desplazamiento del aspergiloma.
Colonización de las vías aéreas De modo similar a la radiografía, el signo más característico
del aspergiloma en la TC es una masa intracavitaria oval o redon-
La colonización de las vías aéreas suele ocurrir en pacientes que da de tejido blando que se mueve cuando el paciente pasa del
tienen una enfermedad pulmonar subyacente, como asma, bron- decúbito supino al prono (véase figura 6-49)835. Son relativamen-
quiectasias o bronquitis crónica. En esos casos el microorganis- te frecuentes las zonas de aumento de la atenuación, que quizás
mo se ha cultivado en el 2% al 3% de algunas series823. La coloni- representen depósitos de calcio836. La TC puede mostrar frondas
zación es particularmente frecuente en pacientes que tienen micóticas sobre la pared de la cavidad, que se cruzan entre sí y
fibrosis quística, en los que la positividad de los cultivos de espu- forman una red similar a una esponja, antes de aparecer el asper-
to ha oscilado entre el 50% y el 55% de los casos824. Los factores giloma maduro836.
que facilitan la colonización de las vías aéreas por Aspergillus no Aunque la alteración se puede descubrir de forma casual, son
están claros; sin embargo, hay datos experimentales de que los frecuentes la tos y la expectoración; se ha encontrado hemoptisis
microorganismos producen varias sustancias que causan lesión en el 50% al 95% de los casos837. La hemoptisis varía desde algu-
tisular e inhibición de la función ciliar825. nos hilos de sangre en el esputo hasta la hemorragia potencial-
mente mortal. Existen datos de que la hemorragia grave puede ser
Micetoma más frecuente en los pacientes que tienen sida838. La mayoría de
las veces el diagnóstico se establece con facilidad por las caracte-
Se puede definir un micetoma (aspergiloma) como un conglo- rísticas radiológicas típicas. En los pocos pacientes que precisan
merado de hifas micóticas mezcladas con moco y restos celulares confirmación, la aspiración transtorácica con aguja o el lavado
dentro de una cavidad pulmonar o de un bronquio dilatado. Los bronquial del lóbulo afecto suelen proporcionar material sufi-
trastornos que se asocian con más frecuencia a esta complicación ciente para la identificación mediante cultivo o citología. El diag-
son la tuberculosis y la sarcoidosis826, 827. El denominador fre- nóstico es apoyado por la positividad de la prueba de precipitinas
cuente de esas y de otras enfermedades subyacentes menos fre- contra el antígeno micótico839 o por un aumento de la concen-
cuentes es la presencia de un espacio quístico agrandado en el que tración de IgG específica contra Aspergillus840.
están alterados los mecanismos de limpieza normales. Aunque El pronóstico es bueno en general. Las lesiones experimentan
muchos de los hongos inhalados hasta el interior de estos espa- resolución espontánea en el 5% al 10% de los casos y algunas des-
cios probablemente son destruidos por las células inflamatorias, aparecen cuando se produce una infección bacteriana dentro de
el defecto de la limpieza favorece el establecimiento de colonias la cavidad839. A pesar de todo, como ya se ha dicho, se pueden
que más adelante pueden aumentar de tamaño y formar el con- producir hemoptisis masivas, a veces suficientes para provocar la
glomerado micótico macroscópico. muerte. Rara vez el hongo se extiende a través de la pared de la
Desde el punto de vista anatomopatológico, el aspergiloma cavidad hacia el tejido adyacente842, donde puede causar neumo-
está formado característicamente por una masa redonda u oval nía o derrame pleural.
de color moreno, de material algo friable, localizada dentro de
una cavidad que tiene una pared fibrosa de grosor variable (véa- Aspergilosis alérgica
se figura en color 6-13). En el examen histológico la pared está
formada por tejido maduro que contiene un número variable de Las reacciones de hipersensibilidad a Aspergillus pueden adoptar
células inflamatorias crónicas y vasos sanguíneos. Estos últimos, tres formas: 1) alveolitis alérgica extrínseca, probablemente como
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 283

FIGURA 6-49
Aspergiloma con el signo del menisco aéreo y cambio de posición. Varón
de 65 años con tuberculosis previa que consulta por hemoptisis. La radiografía
posteroanterior de tórax (A) muestra cicatrización extensa en los lóbulos
superiores. Un gran aspergiloma en el lóbulo superior derecho presenta un
menisco aéreo característico que lo separa de la pared de la cavidad (flecha). La
cavidad está rodeada por un engrosamiento pleural marcado. Las imágenes de
TCAR con el paciente en decúbito supino (B) y prono (C) muestran cambio de
la posición del aspergiloma (flechas) a pesar de su gran tamaño. Se observan
también bronquiectasias y engrosamiento pleural marcado. Se recuperó
Aspergillus fumigatus en las muestras que se obtuvieron mediante broncoscopia.
(Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

consecuencia de la hipersensibilidad a las conidias inhaladas y A. fumigatus tienen una mayor capacidad de adherirse a las célu-
que se suele encontrar en un contexto laboral843; 2) síndrome las epiteliales activadas y a los componentes de la membrana
similar al de Löffler844, y 3) aspergilosis broncopulmonar alérgica basal, una propiedad que podría guardar relación con la coloni-
(ABPA). La ABPA es con mucho la forma más frecuente y a ella se zación de las vías aéreas de los pacientes que tienen asma, en los
dedicará el resto de esta sección. Se caracteriza por formación de que no son infrecuentes esas alteraciones de la mucosa846. En
tapones mucosos y bronquiectasias de las vías aéreas proximales, general no han tenido éxito los intentos de correlacionar las cri-
y se suele encontrar en pacientes que tienen antecedentes de sis de ABPA con la exposición intensa a esporas847. A pesar de
asma. También es frecuente en pacientes que tienen fibrosis quís- todo, en general se acepta que los episodios de ABPA son más fre-
tica845. cuentes durante los períodos de recuentos altos de esporas de
No está clara su patogenia. El hongo es capaz de proliferar en Aspergillus en la atmósfera, lo que suele ocurrir durante los meses
el moco de la luz de las vías aéreas, lo que en teoría permite la de invierno847.
producción de un suministro continuo de antígenos que pueden Desde el punto de vista anatomopatológico, las vías aéreas
ocasionar una inflamación crónica de las paredes de las vías aéreas segmentarias y subsegmentarias proximales aparecen típica-
y la aparición de anticuerpos sanguíneos, hipersensibilidad cutá- mente dilatadas y llenas de tapones de moco espeso que contie-
nea y eosinofilia tisular y sanguínea. Sin embargo, sigue siendo un nen numerosos eosinófilos848. Las paredes de los bronquios
misterio la razón de que el proceso aparezca en algunos pacientes adyacentes a los tapones de moco muestran un infiltrado infla-
y no en otros. Existen datos experimentales de que las esporas de matorio formado por eosinófilos, linfocitos y células plasmáti-
284 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

cas. Se pueden identificar fragmentos de hifas micóticas disemi- tapones de moco, quizás relacionada con la presencia de cal-
nados dentro del moco mediante tinciones especiales; rara vez cio854. Las alteraciones menos frecuentes incluyen atelectasias y
se observa invasión tisular. Aunque no suele haber granulomas zonas de consolidación.
en las paredes de las vías aéreas ectásicas, a veces se observa Muchos pacientes tienen diversas manifestaciones alérgicas
inflamación granulomatosa necrosante centrada alrededor de además de asma, como rinitis, conjuntivitis, eccema, urticaria y
los bronquiolos distales y de los bronquios pequeños (granulo- alergia a los alimentos855. Los episodios agudos de ABPA se aso-
matosis broncocéntrica)849. Aunque este patrón histológico se cian a veces a aumento de la tos, hemoptisis, fiebre, dolor pleurí-
puede encontrar en otras enfermedades (p. ej., infecciones tico, sibilancias y disnea856; sin embargo, con frecuencia hay poca
como la tuberculosis y enfermedades inmunitarias como la o ninguna modificación del estado clínico del paciente y no se
enfermedad reumatoide850, 851), se asocia con más frecuencia a la reconoce el episodio a menos que se haga una radiografía de
ABPA. tórax o se vigilen las concentraciones séricas de IgE857.
El patrón radiográfico típico son opacidades digitiformes En un paciente concreto la seguridad del diagnóstico depende
homogéneas, de la misma densidad, que tienen una distribu- del número y el tipo de alteraciones que se identifiquen, como
ción exactamente peribronquial y que habitualmente afectan a (por orden aproximado de importancia diagnóstica) manifesta-
los lóbulos superiores y casi siempre son más intensas en los ciones en la radiografía o en la TC de impactación mucosa o ecta-
bronquios segmentarios centrales que en las ramas periféricas sia de los bronquios proximales, asma, eosinofilia de la sangre
(figura 6-50). Se ha descrito que opacidades bifurcadas tienen (>1.000/mm3) y el esputo, concentración sérica elevada de IgE
aspecto de dedo enguantado, de Y o V invertidas o de racimos de (tanto total como específica contra Aspergillus)858, signos histoló-
uvas. Las opacidades tienden a ser transitorias, pero pueden gicos característicos en las muestras obtenidas mediante broncos-
persistir sin variación durante semanas o incluso meses, y tam- copia859, positividad del cultivo de esputo para el género Aspergi-
bién pueden aumentar de tamaño. Quizás se aprecien bron- llus y reacción inmediata o tardía a la inyección intracutánea de
quiectasias después de la expectoración de un tapón de moco; antígenos de Aspergillus.
cuando están muy dilatados, los bronquios afectos pueden con- Muchos pacientes en los que la enfermedad remite con el tra-
tener un nivel de líquido o un aspergiloma852. Como en las tamiento con corticoides tienen empeoramientos más adelan-
radiografías, los signos de ABPA en la TC son principalmente te860. Con los episodios recurrentes casi la mitad de los pacientes
impactación mucoide y bronquiectasias que afectan de modo expectora tapones de moco856, y una proporción algo menor pro-
predominante a las vías aéreas segmentarias y subsegmentarias duce esputo suficiente para indicar la aparición de bronquiecta-
(figura 6-51)853. Las bronquiectasias tienden a ser varicosas y a sias861. A pesar de esas alteraciones el pronóstico a largo plazo es
afectar a más de dos lóbulos (de modo predominante, los lóbu- bueno. Se ha demostrado que la discapacidad funcional guarda
los superiores). La TCAR puede mostrar atenuación alta en los relación con la cronicidad de la enfermedad861.

FIGURA 6-50
Aspergilosis broncopulmonar alérgica. La radiografía posteroanterior (A) muestra opacidades ramificadas en forma de banda en el lóbulo inferior
derecho (flecha oblicua) y en el lóbulo superior derecho (flecha vertical); se observa una opacidad vista de frente (punta de flecha) en la parte superior
del hilio. La TC (B) demuestra que una de las opacidades está calcificada (punta de flecha). (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 285

FIGURA 6-51
Aspergilosis broncopulmonar alérgica. La radiografía posteroanterior (A)
revela opacidades nodulares focales en el segmento superior del lóbulo
inferior izquierdo. Una TCAR (B) demuestra impactación mucoide en ese
segmento (flechas), así como bronquiectasias extensas. (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis
A of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

Aspergilosis invasora poco frecuente. En ocasiones las lesiones se hacen confluentes


(con lo que simulan una neumonía aguda del espacio aéreo873) o
Las aspergilosis invasora se caracteriza por extensión de los micro- nodulares (con lo que recuerdan a un absceso o a la enfermedad
organismos hacia tejido viable, lo que en general se asocia a des- angioinvasora874).
trucción tisular. Los principales factores de riesgo de esta compli- El patrón radiográfico se caracteriza por consolidación focal u
cación incluyen neutropenia prolongada (>3 semanas) o homogénea del espacio aéreo sin características específicas875, 876.
disfunción de los neutrófilos, tratamiento con corticoides (sobre Los signos en la TC incluyen focos de consolidación bilaterales,
todo a dosis altas y durante mucho tiempo), trasplante (en particu- predominantemente peribronquiales (figura 6-52), u opacida-
lar de pulmón y de médula ósea), neoplasias malignas hematoló- des nodulares centrolobulillares mal definidas de 2 a 5 mm de diá-
gicas (en especial leucemia), tratamiento citotóxico y sida (el ries- metro877. Desde el punto de vista clínico, el paciente típico tiene
go aumenta al disminuir el recuento de linfocitos CD4+)862-864. La fiebre continua que responde poco al tratamiento antibiótico. Los
enfermedad invasora también se encuentra a veces en pacientes pacientes que tienen una enfermedad más extensa tienen disnea
que tienen EPOC (incluyendo el enfisema, el asma y la fibrosis y taquipnea.
quística)865 o fibrosis pulmonar idiopática865; el tratamiento con Aspergilosis angioinvasora. Esta forma de la enfermedad
corticoides parece tener mucha importancia en estos casos. probablemente constituya la manifestación más frecuente de la
Muchos pacientes que presentan aspergilosis invasora ya estaban aspergilosis pulmonar invasora. Aunque se puede asociar a cual-
hospitalizados, y se han identificado diversas fuentes nosocomia- quiera de las demás formas, muchas veces constituye la única
les del microorganismo, como catéteres venosos centrales y el pol- alteración. Es típica de los pacientes que tienen leucemia aguda.
vo que se crea durante la renovación del hospital866, 867. La aspergilosis angioinvasora se puede manifestar con dos
patrones anatomopatológicos868, 878: 1) un nódulo relativamente
Formas clinicopatológicas bien definido de centro pálido o amarillento y reborde hemorrá-
gico (véase figura en color 6-15) y 2) una zona hemorrágica peor
La aspergilosis pulmonar invasora se manifiesta por cuatro for- definida con forma aproximadamente cuneiforme y base pleural
mas clinicopatológicas principales, que conviene considerar por que recuerda al infarto tromboembólico típico. Aunque es proba-
separado: bronconeumonía aguda, aspergilosis angioinvasora, ble que este último patrón refleje oclusión vascular y hemorragia
traqueobronquitis aguda y aspergilosis necrosante crónica868. Las del espacio aéreo, con o sin necrosis isquémica, el primero se debe
dos primeras abarcan la mayoría de los casos; otras formas infre- posiblemente a las toxinas que se producen localmente y que
cuentes de enfermedad invasora del tórax incluyen bronquioli- difunden al parénquima pulmonar vecino868. El examen histológi-
tis869, enfermedad miliar870, mediastinitis fibrosante871 e infiltra- co de la porción central de los nódulos muestra parénquima pul-
ción pleural con o sin derrame872. monar necrótico infiltrado por numerosas hifas micóticas (véase
Bronconeumonía aguda. La bronconeumonía aguda puede figura en color 6-15); el parénquima adyacente presenta hemorra-
ser secundaria a la bronquitis, como veremos más adelante, o con gia intraalveolar. De modo característico también hay infiltración
más frecuencia aparece de manera análoga a la bronconeumonía vascular extensa y oclusión aparente de las arterias pequeñas y
bacteriana (véase figura en color 6-14). Desde el punto de vista medianas por hifas micóticas; puede haber o no trombos. Los
anatomopatológico, la reacción inflamatoria tiene una distribu- fragmentos de pulmón necrótico e infiltrado por el hongo
ción focal y se centra alrededor de las vías aéreas terminales868. Se (secuestros) se pueden separar del parénquima viable (véase figu-
puede producir infiltración vascular, aunque es un fenómeno ra en color 6-16), y el espacio entre ambos corresponde a las semi-
286 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

FIGURA 6-52
Bronconeumonía por Aspergillus. En un varón de 36 años con fiebre y tos después de un trasplante de médula ósea alógena la radiografía de tórax
anteroposterior (A) muestra opacidades nodulares mal definidas en ambos pulmones. La TCAR (B) revela zonas focales de consolidación con una
distribución predominantemente peribronquial (flechas). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

lunas aéreas que se observan en el estudio radiológico (véase más pulsos periféricos por oclusión de la arteria subclavia889. La inva-
adelante). Se ha supuesto que esa separación entre el pulmón sión de la pleura882 o de la pared torácica890 puede originar derra-
necrótico y el parénquima viable guarda relación con la licuación me, fístulas u osteomielitis, con los signos y síntomas correspon-
enzimática del tejido pulmonar en la unión entre el tejido invadi- dientes. Se produce diseminación extratorácica en el 25% al 50%
do por el hongo y el tejido no invadido879. de los pacientes; la afectación del tracto digestivo (muchas veces
El patrón radiográfico son nódulos o zonas únicas o múltiples asociada a hemorragia) y/o del sistema nervioso central repre-
de consolidación homogénea (figura 6-53)803, 874. La cavitación es senta con frecuencia un acontecimiento terminal874.
frecuente y a veces se manifiesta por una semiluna aérea (menis- Traqueobronquitis aguda. La traqueobronquitis aguda es
co aéreo) que rodea parcial o completamente una masa homogé- una manifestación relativamente poco frecuente de la aspergilo-
nea central (véase figura 6-53)880. Este signo del menisco aéreo sis invasora en la que la infección se limita sobre todo a las vías
puede aparecer entre 1 día y 3 semanas después de detectar la aéreas principales, con extensión escasa o nula de los microorga-
alteración radiográfica inicial881. En ocasiones la consolidación nismos hacia el parénquima pulmonar adyacente y hacia los
característica se extiende hasta afectar a todo el lóbulo, y desde el vasos sanguíneos868. Aunque se puede encontrar en cualquier
punto de vista radiográfico simula una neumonía bacteriana agu- huésped inmunodeprimido, la traqueobronquitis aguda muestra
da873. La afectación pleural es poco frecuente, pero puede produ- una predilección particular por la zona de anastomosis de los
cir derrame o neumotórax debido a una fístula broncopleural882. trasplantes de pulmón o de corazón-pulmón891, lo que probable-
La TC puede mostrar un reborde de atenuación en vidrio mente guarde relación con el traumatismo y/o la interrupción del
esmerilado alrededor de un nódulo de tejido blando (figura 6-54, suministro vascular bronquial a consecuencia de la cirugía.
«signo del halo»)876, 883 como consecuencia de la hemorragia en el Los signos anatomopatológicos son ulceración focal o difusa
espacio aéreo que rodea el nódulo de tejido pulmonar necróti- de la mucosa, muchas veces con seudomembranas o tapones
co884, 885. Con el paso del tiempo esas lesiones pueden presentar oclusivos compuestos de moco, células epiteliales necrosadas e
meniscos aéreos o progresar hacia la cavitación franca883. La obs- hifas892. Las zonas focales de atelectasias que se relacionan con
trucción vascular puede producir una consolidación homogénea tapones de moco y micelios pueden ser el único dato radiográfi-
subsegmentaria, segmentaria o lobar como consecuencia de co indicativo del diagnóstico835. En ocasiones la TCAR muestra
infarto o hemorragia886. engrosamiento de la pared traqueal o bronquial877.
Los pacientes que tienen aspergilosis angioinvasora tienen Los pacientes pueden referir disnea, tos y/o hemoptisis; la
habitualmente fiebre, disnea, tos seca y dolor torácico pleurítico expectoración es en general escasa. Puede haber sibilancias loca-
en la evaluación inicial; la combinación de ese dolor con hiper- les o generalizadas893. Si son suficientemente extensos o si se loca-
sensibilidad sinusal, epistaxis y exudado nasal proporciona un lizan en una zona estratégica como la tráquea, los tapones intra-
indicio útil del diagnóstico887. Es posible que haya hemoptisis; luminales de moco y micelios pueden producir insuficiencia
cuando es masiva suele aparecer durante la formación de la cavi- respiratoria. En ocasiones los hongos se extienden a través de la
dad o el secuestro881, con frecuencia poco después de la recupera- pared de la vía aérea y producen fístulas894 o hemorragia masiva
ción de la neutropenia inducida por la quimioterapia. La trom- brusca (como consecuencia de la infiltración de una arteria pul-
bosis local de una arteria pulmonar grande puede indicar una monar importante).
enfermedad tromboembólica aguda888. En ocasiones se afectan Aspergilosis necrosante crónica. Esta forma, conocida a
también los vasos mediastínicos y de la pared torácica, lo que veces como aspergilosis «semiinvasora», es un tipo poco frecuen-
puede producir síndrome de la vena cava superior o ausencia de te y en general lentamente progresivo de aspergilosis que muchas
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 287

FIGURA 6-53
Aspergilosis angioinvasora: progresión de las alteraciones radiográficas. Paciente de 23 años con leucemia aguda que presentó fiebre y tos. La
radiografía anteroposterior (AP) de tórax (A) muestra una zona redondeada de consolidación en el lóbulo superior derecho que mostró una progresión
considerable al cabo de una semana (B). Al día siguiente la biopsia pulmonar abierta demostró hemorragia pulmonar, pero no identificó ningún
microorganismo. Una radiografía de tórax anteroposterior dos semanas más tarde de la biopsia (C) y la TCAR (D) demuestran una cavidad de bordes lisos
en el lóbulo superior derecho que contiene una masa de tejidos blandos. La biopsia que se repitió bajo guía de TC confirmó el diagnóstico de aspergilosis
invasora, y la masa de tejidos blandos de la cavidad correspondía a pulmón necrótico (secuestro). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD:
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

veces afecta a pacientes que tienen una enfermedad pulmonar mo, la necrosis focal de la pared de las vías aéreas se asocia a la
crónica subyacente895. Aunque también puede haber procesos presencia de hifas invasoras.
causantes de alteraciones de la defensa del huésped (p. ej., diabe- Los hallazgos de las radiografías y la TC son zonas de consoli-
tes, desnutrición, trastornos del tejido conjuntivo), típicamente dación unilaterales y bilaterales, con o sin cavitación, y nódulos
son relativamente leves en comparación con los que se observan únicos o múltiples876, 897. Las zonas de consolidación pueden
en las formas más virulentas de enfermedad invasora. Suele faltar tener una distribución segmentaria o lobar897, 898. Las alteraciones
el antecedente de tratamiento inmunosupresor intensivo; sin se limitan la mayoría de las veces a los lóbulos superiores, pero
embargo, algunos pacientes han estado tomando dosis bajas de también pueden afectar a los inferiores de forma predominante o
corticoides. exclusiva897, 898. La cavitación se puede asociar a un micetoma
En la mayoría de los pacientes el examen histológico muestra intracavitario. Es frecuente el engrosamiento de la pleura adya-
una combinación de necrosis, fibrosis e inflamación granulo- cente, y la infección se puede extender hasta afectar a la pared
matosa que recuerda a la tuberculosis fibrocaseosa crónica896; de torácica y el mediastino835.
modo ocasional se observa invasión vascular por hifas micóti- Desde el punto de vista clínico, la enfermedad tiene una
cas. Una manifestación menos frecuente es la presencia de una evolución indolente, típicamente de meses y a veces de años864,
896
vía aérea ectásica que contiene abundantes hifas micóticas simi- . Las manifestaciones habituales son tos, expectoración (a
lares a un aspergiloma; sin embargo, en contraste con este últi- veces hemoptoica), fiebre y pérdida de peso. No es raro el
288 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

para detectar galactomanano (un antígeno que se relaciona con


Aspergillus), con una sensibilidad y especificidad superiores al
90%901. La utilidad de la RCP en las secreciones pulmonares se
limita a un valor predictivo negativo alto; el valor predictivo posi-
tivo es relativamente bajo dada la imposibilidad de diferenciar
entre enfermedad invasora y colonización de las vías aéreas902, 903.

Pronóstico
El pronóstico de la aspergilosis invasora es generalmente desfavo-
rable. La recuperación guarda relación con el diagnóstico precoz,
el tratamiento apropiado y el control de la inmunodepresión sub-
yacente904.

Cigomicosis
La cigomicosis (mucormicosis, ficomicosis) está causada por hon-
gos de los órdenes Entomophthorales y Mucorales. En los tejidos
los microorganismos aparecen típicamente como hifas no tabica-
das anchas (5 a 20 µm) que se ramifican en un ángulo de 90°. Los
microorganismos tienen una distribución mundial y se encuentran
con frecuencia en la materia orgánica en descomposición. También
son contaminantes de laboratorio frecuentes. En los cultivos y en la
FIGURA 6-54 naturaleza las hifas producen grandes esporangios que liberan
esporangiosporas; se cree que la inhalación de las esporangiospo-
Aspergilosis angioinvasora: signo del halo en la TC. La TCAR del
lóbulo superior izquierdo demuestra un nódulo rodeado por un halo con ras es responsable de la mayoría de los casos de infección humana.
atenuación en vidrio esmerilado (flecha) (signo del halo). La paciente era La enfermedad se puede dividir en diversas variedades clinicopato-
una mujer de 72 años con leucemia aguda. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, lógicas, de las que las principales son la rinocerebral, la pulmonar,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, la cutánea y subcutánea (que incluye la infección de la herida de
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
esternotomía) y la digestiva. Habitualmente en esas zonas sólo se
produce extensión local de la enfermedad; en ocasiones la disemi-
nación produce afectación de múltiples órganos905. El género Rhi-
aumento del recuento leucocítico. La extensión extratorácica zopus es responsable de la forma rinocerebral de la enfermedad,
de la infección es poco frecuente. mientras que diversas especies de otros géneros, aparte de Rhizo-
pus, causan enfermedad pulmonar906. La cigomicosis rinocerebral
Hallazgos de laboratorio y diagnóstico es una enfermedad fulminante que afecta a la nariz y a los senos
paranasales y muchas veces se extiende a las órbitas y el cráneo907;
El diagnóstico de aspergilosis invasora se debe sospechar en cual- en ocasiones afecta también a los pulmones, probablemente por
quier paciente inmunodeprimido o que tenga una leucemia agu- aspiración. La enfermedad pulmonar primaria es más frecuente en
da o cualquier otra enfermedad linforreticular o hematológica pacientes sometidos a trasplantes o que tienen enfermedades linfo-
que se asocie a granulocitopenia en el que la fiebre no responda a proliferativas o hematológicas o diabetes908, 909. La incidencia de la
los antibióticos de amplio espectro. Aparte de comprobar la pre- enfermedad oscila entre el 1% y el 9% después del trasplante de
sencia de hifas en el tejido pulmonar mediante el examen histo- órganos sólidos, en oposición a sólo el 1% después del trasplante
lógico, puede ser difícil confirmar el diagnóstico. En muchos de médula ósea731.
pacientes no se dispone de esputo para cultivo; incluso cuando se La reacción inflamatoria frente al hongo es variable y varía
dispone de esputo, la sensibilidad del cultivo (que depende del desde una reacción nula hasta un intenso infiltrado neutrófilo.
número de muestras y de la naturaleza de la enfermedad subya- A veces se encuentran células gigantes multinucleadas, pero son
cente) probablemente no sea superior al 50%-60%899. Se han infrecuentes los granulomas bien formados905. Las hifas micóticas
encontrado cifras similares para el cultivo de las secreciones del se ven con frecuencia dentro de las luces vasculares y se extienden
tracto respiratorio que se recogen mediante LBA. Para complicar a través de las paredes de los vasos hacia el parénquima pulmo-
el problema, la positividad del cultivo puede reflejar colonización nar adyacente; son frecuentes la necrosis y la hemorragia acom-
simple. A pesar de todo, en el contexto clínico apropiado la posi- pañantes.
tividad del cultivo de esputo o del líquido del LBA es un método Los signos radiográficos más frecuentes son consolidación del
diagnóstico fiable864, 899. También pueden ser útiles los cultivos de espacio aéreo, focal o multifocal y unilateral o bilateral910. La con-
seguimiento de las secreciones nasales debido a su elevado valor solidación es con frecuencia segmentaria y homogénea por la
predictivo negativo para enfermedad pulmonar900. Los hemocul- obstrucción vascular911, 912. La consolidación puede ser de forma
tivos rara vez son positivos837. redonda y progresar con rapidez913 (figura 6-55); en ocasiones se
La serología no tiene utilidad para el diagnóstico puesto que la observa expansión lobar910. Otras alteraciones frecuentes son
infección puede progresar con rapidez antes de que aparezcan anti- nódulos solitarios o múltiples y pequeños o grandes910. Se obser-
cuerpos. Además, la respuesta humoral es con frecuencia deficien- va cavitación de las zonas de consolidación o de los nódulos en
te en las situaciones clínicas que se asocian frecuentemente a la aproximadamente el 40% de los pacientes. Como en la aspergilo-
enfermedad invasora864. Aunque no se encuentra disponible con sis angioinvasora, la TC puede mostrar un halo de atenuación en
facilidad, se ha descrito una prueba de anticuerpos monoclonales vidrio esmerilado alrededor del nódulo (signo del halo)911. Se
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 289

FIGURA 6-55
Mucormicosis. La radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra una zona redondeada de consolidación en el segmento superior del lóbulo inferior
derecho. La radiografía de seguimiento que se obtuvo al día siguiente (B) muestra un aumento considerable del tamaño de la consolidación. El paciente era
un varón de 15 años con neutropenia intensa secundaria a quimioterapia por leucemia aguda. (Por cortesía del Dr. James Barrie, University of Alberta Hospital,
Edmonton, Canada.)

encuentran adenopatías hiliares o mediastínicas asociadas en broncopulmonar y puede ser extensa. La mayoría de los casos cur-
aproximadamente el 10% de los pacientes, y derrame pleural uni- sa con fiebre y hemoptisis, y se pueden detectar estertores, roncus
lateral o bilateral en el 20%910. y signos de consolidación. Tanto en la forma bronquial como en la
Los pacientes suelen estar graves con fiebre, tos, dolor toráci- broncopulmonar la expectoración purulenta puede ser abundan-
co, disnea y expectoración hemoptoica909. Se puede producir te y el esputo puede tener una consistencia gelatinosa918.
hemorragia pulmonar masiva, con frecuencia mortal, por erosión Los signos radiográficos no son distintivos. La forma bron-
de una arteria pulmonar914. En la mayoría de los casos esta com- quial de la enfermedad se puede asociar a ausencia de alteracio-
plicación está precedida por opacidades radiográficas, muchas nes o a acentuación de las marcas pulmonares basales917, 919. La
veces con cavitación o meniscos aéreos. El diagnóstico definitivo forma broncopulmonar se puede manifestar con consolidación
puede ser difícil y en general precisa la confirmación histológica. parenquimatosa, predominantemente en los lóbulos superiores y
El pronóstico es malo; en una revisión de la bibliografía publica- muchas veces asociada a cavidades de paredes finas920.
da hasta 1999 sólo sobrevivieron 38 (44%) de 87 pacientes con Puesto que la colonización es relativamente más frecuente que
mucormicosis pulmonar909; la mortalidad también es casi unifor- la infección, el diagnóstico definitivo requiere la confirmación de la
me en la enfermedad diseminada915. presencia del hongo en los tejidos y de una reacción inflamatoria.

Geotrichum candidum Sporothrix schenckii


La geotricosis es una enfermedad poco frecuente causada por La esporotricosis está causada por S. schenckii, un hongo dimór-
G. candidum, un hongo levaduriforme ubicuo presente en el suelo, fico de distribución mundial. Se ha encontrado en el suelo, el
las aguas residuales, las excretas de animales y los derivados lácteos musgo de la turba y la materia vegetal en descomposición, las
y otros productos alimentarios en fase de descomposición. El hon- espinas y otros diversos materiales; rara vez se aísla en secrecio-
go puede ser también un habitante normal del tracto digestivo nes del tracto respiratorio humano normal921. La enfermedad se
humano y a veces se aísla en el esputo de personas sanas916. adquiere la mayoría de las veces por la inoculación directa de
G. candidum se encuentra la mayoría de las veces como sapro- microorganismos en la piel, por pinchazos con espinas, astillas
fito en el esputo de pacientes que tienen una enfermedad pulmo- y otros objetos contaminados. La enfermedad respiratoria suele
nar crónica. Se cree que la mayoría de los casos de enfermedad con ser primaria y probablemente se debe a la inhalación de esporas
manifestaciones clínicas aparece después de establecerse la coloni- transportadas por el aire; en ocasiones está causada por disemi-
zación. Se puede encontrar una forma bronquial y otra bronco- nación desde una lesión cutánea. La mayoría de los pacientes
pulmonar. La primera se caracteriza por síntomas de bronquitis o afectos no presenta datos de inmunodeficiencia, sobre todo
de asma, a veces con eosinofilia917. El examen broncoscópico o cuando la infección se limita a la piel; sin embargo, los alcohó-
anatomopatológico macroscópico revela placas amarillas-blancas licos parecen ser susceptibles a la enfermedad tanto cutánea
adheridas a la mucosa de las vías aéreas, similares a las placas de la como pulmonar922, y es frecuente que la inmunidad mediada
candidiasis oral916; no se produce invasión del parénquima subya- celular sea anormal en los pacientes que tienen una infección
cente. En contraste, la invasión tisular es característica en la forma diseminada923.
290 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

Los signos anatomopatológicos pulmonares suelen ser cavida- sis; a veces los únicos síntomas y signos son los de la enfermedad
des solitarias o múltiples de paredes finas. El aspecto histológico subyacente. En los pacientes que tienen enfermedad alérgica se
típico corresponde a zonas multifocales de necrosis rodeadas por encuentran síntomas de asma asociados a eosinofilia periférica y
un infiltrado granulomatoso inflamatorio que contiene numero- elevación de la concentración sérica de IgE936. Es necesario cultivar
sas células gigantes922; los granulomas bien definidos tienden a el microorganismo para confirmar el diagnóstico.
ser escasos. Suele existir fibrosis, que puede ser prominente. Los La peniciliosis está causada por diversos gérmenes del género
microorganismos se pueden ver con las tinciones de PAS y de Penicillium, y el que produce con más frecuencia casos de enfer-
Grocott, pero su número suele ser pequeño y resulta difícil la medad humana es Penicillium marneffei938. Los microorganismos
identificación segura; de hecho, el estudio inmunohistoquímico son habitantes ubicuos del suelo y de la materia orgánica en des-
es mucho más sensible que la histoquímica habitual924. composición. También son contaminantes frecuentes, trasporta-
Desde el punto de vista radiográfico, la enfermedad también dos por el aire, de los medios de cultivo, y se debe tener cuidado
recuerda mucho a la tuberculosis posprimaria y, en consecuencia, cuando se interpreta el resultado positivo de un cultivo como prue-
probablemente se diagnostique mal con frecuencia922. Los signos ba definitiva de enfermedad. La mayoría de los casos se ha descrito
incluyen masas nodulares aisladas que se pueden cavitar y dejar en personas que residen en el sudeste asiático939, 940. Aunque la
cavidades de paredes finas, y un patrón reticulonodular difuso922. enfermedad se puede encontrar también en otros lugares, muchas
En muchos casos se produce aumento del tamaño de los ganglios veces hay antecedentes de residencia en una región endémica o de
linfáticos hiliares, que pueden llegar a causar obstrucción bron- viaje a la misma938. Muchos pacientes afectos tienen una inmuno-
quial925. Puede haber adenopatías broncopulmonares y mediastí- deficiencia subyacente; de hecho, en las zonas endémicas los micro-
nicas sin enfermedad parenquimatosa926. En algunos casos la organismos representan una causa frecuente de infección oportu-
enfermedad pulmonar se extiende a través de la pleura hacia la pared nista en los pacientes que tienen sida939.
torácica y crea un tracto sinusal925. Los signos anatomopatológicos corresponden a una neumo-
La forma clínica más frecuente de la enfermedad es la linfocu- nía necrosante, en ocasiones con células gigantes multinucleadas
tánea; la enfermedad extracutánea o diseminada es poco frecuen- y/o formación de granulomas verdaderos938, 941.
te y la pulmonar es rara. La afectación pulmonar puede cursar Las manifestaciones clínicas incluyen fiebre, pérdida de peso,
con malestar general, tos y fiebre. El diagnóstico se debe conside- anemia y leucocitosis939. En aproximadamente las dos terceras par-
rar en cualquier paciente que tiene enfermedad cavitaria crónica tes de los casos aparecen lesiones cutáneas (habitualmente pápulas
en el que se sospecha tuberculosis y en el que no se encuentran con o sin necrosis central)942. Se ha descrito derrame pleural sin
gérmenes acidorresistentes. Esta enfermedad puede progresar lesiones en otros lugares943. La tos es la manifestación principal de
con lentitud a lo largo de un período de varios años927. la afectación pulmonar.
El microorganismo se puede aislar con facilidad en el esputo y a
veces se encuentra en las muestras de esputo que se envían para el Género Actinomyces
examen citológico927. Sin embargo, como ya se ha dicho, puede ser
un saprofito simple y su presencia en esas muestras no indica nece- La actinomicosis está causada por diversas especies, pero A. israe-
sariamente enfermedad. La investigación serológica con la técnica lii es la causa más importante de enfermedad humana. Los
de anticuerpos fluorescentes directos parece ser muy específica928. microorganismos no forman esporas y aparecen como filamentos
ramificados de 0,2 a 0,3 µm de diámetro y forma pleomorfa. Son
Otras infecciones micóticas anaerobios o microaerófilos y forman micelios que se fragmentan
y dan lugar a formas bacilares o cocobacilares. Dentro de los teji-
La adiaspiromicosis es una enfermedad de distribución mundial dos los micelios aparecen típicamente en grupos (denominados a
que se ha descrito en muchos animales pero sólo rara vez en seres veces «gránulos de azufre» por su color amarillo, aunque el con-
humanos929. Está causada por el hongo dimórfico Chrysosporium tenido de azufre es mínimo).
parvum (Emmonsia crescens). Al parecer la infección se adquiere Estos microorganismos son habitantes normales de la orofa-
por inhalación de esporas (aleuriosporas), que miden 3 a 4 µm de ringe humana y se encuentran muchas veces en las criptas de
diámetro y son producidas por los micelios presentes en el suelo930. amígdalas extirpadas quirúrgicamente, en caries dentales y en los
La gravedad de esta infección es variable y oscila entre un granulo- bordes gingivales de personas que tienen una higiene oral defi-
ma solitario que se descubre como hallazgo casual en la autopsia931 ciente944. Se cree que la enfermedad se contagia la mayoría de las
y una neumonía bilateral extensa932. veces mediante diseminación de gérmenes procedentes de esas
La seudoalesqueriasis (alesqueriasis, monosporidiosis, petrieli- localizaciones945, generalmente desde la orofaringe a los pulmo-
diosis) está causada por un hongo habitante ubicuo del suelo y las nes por aspiración o al tracto digestivo por deglución. La infec-
aguas residuales que en su forma perfecta se conoce como Pseuda- ción tiene una distribución mundial; los varones se afectan con
llescheria boydii. En los tejidos aparece en forma de hifas tabicadas una frecuencia algo mayor que las mujeres946.
similares a las del género Aspergillus, y no es posible diferenciar Antes de la introducción de los antibióticos la actinomicosis
entre ambos tipos de hongos sólo por la morfología. Muchos de los era la enfermedad «micótica» pulmonar que se diagnosticaba con
casos publicados se produjeron en granjeros y otras personas de más frecuencia; producía un cuadro clínico muy típico con
zonas rurales933. En los pulmones el germen se encuentra la mayo- empiema y tractos sinusales en la pared torácica. Hoy día se ve con
ría de las veces como colonizador en pacientes que tienen enferme- más frecuencia en la región cervicofacial después de extracciones
dades fibrosas crónicas, como tuberculosis, sarcoidosis y espondili- dentales, habitualmente en forma de osteomielitis del maxilar
tis anquilosante934, 935; el tratamiento inmunosupresor y la inferior o como un absceso de tejidos blandos que drena muchas
administración de corticoides también son factores de riesgo de veces espontáneamente a través de la piel. La enfermedad pulmo-
colonización y de enfermedad clínica. Se han documentado casos nar, con o sin afectación de la pared torácica, es poco frecuente.
de enfermedad broncopulmonar alérgica y de bronconeumonía En el examen macroscópico los pulmones contienen típica-
similares a los que produce Aspergillus936, 937. Los pacientes pueden mente uno o más abscesos que cuando son múltiples suelen estar
permanecer asintomáticos o sufrir episodios repetidos de hemopti- conectados por tractos sinusales944. Se pueden ver gránulos de
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 291

A B
FIGURA 6-56
Actinomicosis. Un corte de parénquima pulmonar (A) muestra fibrosis intersticial alveolar ligera y ocupación extensa del espacio
aéreo por macrófagos alveolares. También se aprecia un exudado neutrófilo, probablemente en un bronquiolo respiratorio; contiene
dos colonias actinomicóticas pequeñas (una de las cuales se muestra ampliada en B). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

azufre dentro de los agregados de neutrófilos en el examen histo- acidorresistentes, aunque la acidorresistencia quizás se demuestre
lógico (figura 6-56). Los microorganismos se suelen identificar sólo con sustancias descolorantes suaves. El germen se puede
con facilidad mediante la tinción de Gram y con plata. Se pueden identificar en las extensiones o en los cultivos de los exudados que
ver los gránulos característicos en los esputos y en muestras obte- se toman de los pulmones y de abscesos extratorácicos; sin
nidas mediante punción transtorácica con aguja947, 948. embargo, el éxito del aislamiento puede precisar un cultivo pro-
La manifestación radiológica más frecuente es una consolida- longado en medios selectivos954.
ción del espacio aéreo unilateral, focal o confluente949, 450. En oca- Los gérmenes del género Nocardia son habitantes naturales
siones el paciente presenta un nódulo o una masa, a veces cavitado. frecuentes del suelo en todo el mundo, y la mayoría de los casos
Las zonas de consolidación suelen medir entre 2 y 12 cm de diá- de enfermedad pulmonar parece adquirirse por inhalación de
metro y afectan con más frecuencia a los lóbulos inferiores de microorganismos procedentes de esa fuente. La transmisión
modo predominante o exclusivo (figura 6-57). Se observa engrosa- entre seres humanos es rara pero se ha documentado955. El
miento pleural adyacente a la consolidación en las radiografías de microorganismo se puede encontrar como saprofito en los
aproximadamente el 50% de los pacientes y en la TC del 75% al esputos de pacientes con EPOC u otras neumopatías cróni-
100%949, 950. La TC muestra con frecuencia zonas centrales de baja cas956. La mayoría de los casos se encuentra en pacientes inmu-
atenuación dentro de la consolidación con refuerzo periférico des- nodeprimidos957, 958. A pesar de todo, las nocardias son una cau-
pués de la administración de contraste intravenoso (véase figu- sa relativamente infrecuente de infección oportunista en el
ra 6-57). En la mayoría de los casos la TC revela adenopatías hilia- sida954. Por razones que no están claras los pacientes con pro-
res o mediastínicas950. Es infrecuente la invasión de la pared teinosis alveolar parecen ser especialmente susceptibles959.
torácica. La enfermedad se manifiesta en el estudio anatomopatológico
Las manifestaciones clínicas iniciales de la afectación pulmo- como microabscesos o macroabscesos, habitualmente con tejido
nar son tos, expectoración y hemoptisis951. La progresión de la de granulación y fibrosis en los casos de evolución más prolonga-
infección se puede manifestar como uno o más tractos sinusales da. Es posible identificar microorganismos mezclados con neu-
que atraviesan la piel o rara vez como una fístula broncocutánea trófilos en la tinción con plata.
o una fístula en el mediastino, el hígado o el cuello. La disemina- La alteración radiográfica más frecuente es la consolidación
ción hasta órganos extrapulmonares puede simular un cáncer de del espacio aéreo, en general homogénea y no segmentaria, pero
pulmón metastásico952. El pronóstico es en general bueno siem- a veces focal y heterogénea (figura 6-58)960, 961. La consolidación
pre que se identifique la infección y se instituya el tratamiento suele ser multilobar962. Otra alteración frecuente es la presencia
antibiótico apropiado. de nódulos o masas963. La TC demuestra con frecuencia zonas
localizadas de baja atenuación con refuerzo periférico indicativas
Género Nocardia de formación de abscesos dentro de las zonas de consolidación y
de los nódulos963, 964. Se observa cavitación en las TC de aproxi-
La especie más importante como agente productor de la nocar- madamente el 80% de los pacientes con sida y en el 20% de los
diosis pulmonar humana es N. asteroides953, una bacteria no que no tienen sida963. La infección se puede extender al espacio
esporulada aerobia que en los tejidos aparece como filamentos pleural para causar derrame o empiema y, con menos frecuencia,
ramificados finos. Estos filamentos son grampositivos y en general a la pared torácica964.
292 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

FIGURA 6-57
Actinomicosis pleuropulmonar. La radiografía posteroanterior de tórax (A) y la TC con
colimación de 10 mm (B) revelan zonas focales de consolidación en los lóbulos superior e
inferior derechos, con engrosamiento pleural derecho asociado. La TCAR (C) que se realizó
tras la administración de contraste intravenoso muestra zonas de baja atenuación dentro de
la consolidación, compatibles con formación de abscesos. El paciente era un varón
alcohólico de 59 años. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and
Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

Los síntomas habituales son tos, expectoración purulenta, VIRUS


dolor pleural y fiebre; en ocasiones se produce hemoptisis957, 965.
La exploración física puede revelar estertores y signos de conso- Muchas infecciones respiratorias causadas por virus comienzan
lidación o de derrame pleural966. La evolución suele ser crónica; en el tracto respiratorio superior. Algunos microorganismos,
sin embargo, puede haber una neumonía fulminante aguda967. como ciertos enterovirus y los virus de la varicela y el sarampión,
La infección se extiende en ocasiones a zonas extratorácicas, se propagan en las vías altas y después se diseminan por el resto
sobre todo el encéfalo y el tejido subcutáneo968. La cifra de leu- del cuerpo, habitualmente sin producir síntomas del tracto respi-
cocitos suele estar algo elevada, con neutrofilia957. El microorga- ratorio inferior. Otros virus permanecen típicamente en la muco-
nismo se puede identificar en los aspirados que se obtienen con sa respiratoria, donde pueden causar diversos cuadros clínicos
aguja fina y en las muestras de lavado bronquial, pero se pasa por como rinitis, faringitis, laringotraqueítis (crup), bronquitis,
alto con facilidad si no se busca de modo específico969. bronquiolitis y neumonía («neumonía atípica primaria»). Aun-
El pronóstico de la nocardiosis pulmonar no es bueno; por que los virus respiratorios específicos tienden a provocar síndro-
ejemplo, en una revisión de 35 pacientes la tasa de mortalidad fue mes clínicos bien definidos, todos ellos pueden causar varias for-
del 40%953. Una vez que se produce la diseminación el pronósti- mas de enfermedad de los tractos respiratorios superior e inferior
co es aún peor970. en función de la virulencia y la dosis de los microorganismos y de
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 293

FIGURA 6-58
Nocardiosis pleuropulmonar. Varón de 36 años, previamente sano,
al que se evaluó por dolor pleurítico intenso. La radiografía
posteroanterior de tórax (A) demuestra zonas de consolidación en los
lóbulos superiores y el lóbulo medio derecho y derrame pleural
derecho. La TC (B) revela una consolidación extensa en los lóbulos
superiores. La TC con ventana para tejidos blandos (C) demuestra un
gran derrame pleural derecho con signos de loculación anterolateral y
posteromedial (flechas). También se aprecia una consolidación en el
lóbulo medio derecho. Se aisló Nocardia asteroides en el líquido tanto
del LBA como pleural. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

la resistencia del huésped37, 971. La enfermedad del tracto respira- de obtener bacterias patógenas en el cultivo, signos clínicos relati-
torio inferior que producen estos microorganismos, en particular vamente benignos, cifra de leucocitos normal o sólo ligeramente
la neumonía, es relativamente infrecuente. Sin embargo, en deter- elevada, radiografía de tórax que muestra bronconeumonía o
minados grupos de población, como los lactantes o los pacientes enfermedad intersticial localizada y falta de respuesta al tratamien-
inmunodeprimidos, la incidencia de esta enfermedad y su impor- to antibiótico. La confirmación del diagnóstico y la identificación
tancia clínica son significativas. del virus causal específico se pueden obtener por diversos
Además de esas complicaciones agudas, la infección vírica pue- medios, como cultivo estándar (con el inconveniente de que tarda
de dejar importantes secuelas a largo plazo en los pulmones. Por hasta varias semanas), cultivo con la técnica de inmunofluorescen-
ejemplo, datos experimentales indican que la infección neonatal cia indirecta en cultivo en monocapa celular (shell-vial) (la centri-
puede alterar el desarrollo posterior del pulmón972, y se sabe que la fugación y la inmunofluorescencia con anticuerpos monoclonales
bronquiolitis infantil por virus es un precursor de las bronquiecta- permiten disminuir el tiempo necesario hasta pocos días), serología
sias del adulto. Está claro que la infección de las vías aéreas puede (también limitada por el tiempo que tarda en producirse la sero-
inducir síntomas de asma en los pacientes que tienen esta enfer- conversión), detección de antígenos víricos en las secreciones del
medad, y hay datos de que la infección vírica durante la infancia tracto respiratorio o en la sangre con anticuerpos monoclonales,
participa en la patogenia del asma que aparece en épocas posterio- detección de moléculas procedentes del virus mediante hibridación
res de la vida50, 973. Por último, varios virus, como el virus de Eps- in situ o RCP y observación de las alteraciones que induce el virus
tein-Barr (VEB), el herpesvirus 8 y los papilomavirus, participan en los estudios citológicos e histológicos974. Como era de esperar, la
en el desarrollo de algunas neoplasias pleurales y pulmonares. sensibilidad y la especificidad de esas pruebas y sus relaciones cos-
El diagnóstico de neumonía vírica se establece muchas veces por to-efectividad son variables y dependen hasta cierto punto del
exclusión y se basa en la ausencia de expectoración, imposibilidad microorganismo concreto y del tipo de enfermedad presente.
294 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

Virus influenza una gravedad entre leve y moderada, también puede ser hiper-
aguda y rápidamente mortal. La mayoría de los casos se reconoce
Los virus influenza se subdividen en los tipos A, B y C sobre la durante las epidemias y pandemias. En aproximadamente la tercera
base de los antígenos de la membrana interna y nucleoproteicos. parte de los casos de neumonía grave la enfermedad comienza de
El grupo A se puede subdividir en varios subtipos antigénicos que modo brusco en personas aparentemente sanas983. La mayor parte
se relacionan con la presencia de dos glucoproteínas de superfi- de los pacientes afectos restantes presenta alguna enfermedad pre-
cie, la hemaglutinina (H) y la neuraminidasa (N)975, 976. La prime- disponente, como enfermedad cardíaca982, embarazo984, fibrosis
ra es necesaria para la unión y la penetración del virus en la mem- quística985 o inmunodeficiencia. Los lactantes y los ancianos tienen
brana de la célula huésped977, 978; los anticuerpos contra la un riesgo particularmente elevado de enfermedad grave986. Aunque
hemaglutinina tienen efecto protector frente a la infección. La neu- el virus es el único patógeno que se recupera en los pulmones de
raminidasa participa en la liberación y diseminación de las partí- algunos pacientes en la autopsia, lo que implica su capacidad de
culas víricas replicadas; aunque los anticuerpos contra ella no son producir una neumonía mortal, en muchos casos la muerte se rela-
tan importantes para la inmunidad como los anticuerpos anti-H, ciona con la sobreinfección por bacterias como S. aureus, S. pneu-
pueden disminuir la gravedad de la enfermedad. moniae, H. influenzae y M. catarrhalis982.
Los virus influenza poseen la importante propiedad de cam-
biar espontáneamente la naturaleza estructural (y por tanto anti- Patogenia y características anatomopatológicas
génica) de esas glucoproteínas, y las variantes que se generan
poseen una virulencia distinta a la de sus progenitoras. Los tipos Los estudios experimentales han demostrado que los virus se
A, B y C pueden experimentar todos ellos cambios estructurales adhieren a los cilios y las microvellosidades de las células epitelia-
menores; sin embargo, sólo el tipo A es capaz de producir formas les, desde los que entran en el citoplasma celular987. La posterior
inmunitariamente distintas que se designan por subíndices replicación y liberación de nuevos viriones se acompañan de
numéricos de los lugares H y N. Puesto que la inmunidad frente degeneración y desprendimiento de las células epiteliales que
a la infección es conferida por los anticuerpos dirigidos contra las tapizan los bronquios, los bronquiolos y los alvéolos988. La defen-
glucoproteínas H y N, estos cambios antigénicos tienen una sa del huésped contra el microorganismo guarda relación con
importancia fundamental para explicar la patogenia de la enfer- diversos factores, como producción de proteínas Mx mediada por
medad; los cambios pueden ser relativamente menores (deriva interferón, que parecen inhibir la replicación vírica989; una res-
antigénica) o mayores (cambio antigénico). puesta inmunitaria apropiada, sobre todo la producción local de
IgA976, y la presencia de lectinas relacionadas con el surfactante
Epidemiología capaces de mediar la agregación de los virus990.
El aspecto histológico típico de la neumonía gripal mortal es
La gripe puede aparecer en forma de pandemia, epidemia o como una lesión alveolar difusa, y el parénquima muestra un infiltrado
casos esporádicos en pacientes o en grupos pequeños de pacientes. inflamatorio mononuclear intersticial de intensidad variable,
El virus del tipo A causa casi todas las epidemias importantes y consolidación de los espacios aéreos alveolares por hemorragia,
todas las pandemias. A pesar de que el tipo B también puede pro- edema y fibrina, hiperplasia de las células de tipo II y membranas
ducir brotes epidémicos, son menos frecuentes, más localizados y hialinas991, 992. Aunque no suele ser prominente excepto en casos
clínicamente menos graves, muchas veces con sólo un cuadro leve de sobreinfección bacteriana, también se puede ver un infiltrado
similar a la rinitis. Aunque el virus del tipo A se transmite en gene- polimorfonuclear en la infección vírica aparentemente pura993. El
ral de persona a persona por gotitas respiratorias, hay virus antigé- virus se puede cultivar o ver mediante inmunofluorescencia, en
nicamente similares que infectan a cerdos, caballos y aves salvajes y una alta proporción de casos994. La microscopia óptica no detec-
domésticas, y la enfermedad humana procede en ocasiones de esas ta inclusiones correspondientes a agregados víricos.
fuentes. De hecho, se cree que esos animales actúan como medio
para la recombinación genética, con la aparición de cepas nuevas y Manifestaciones radiológicas
a veces más virulentas que son capaces de provocar la enfermedad
humana979. Cualquiera que sea la fuente, parece claro que la gripe La afectación puede ser local o general. La primera suele adoptar la
es una infección importante. A nivel mundial se ha estimado que forma de consolidación segmentaria de los lóbulos inferiores,
produce enfermedad clínica en aproximadamente el 20% de los homogénea o focal y unilateral o bilateral995. Las radiografías seria-
niños y el 5% de los adultos cada año975. das pueden mostrar zonas parcheadas mal definidas de consolida-
Las epidemias de gripe tienden a ocurrir con periodicidad ción de 1 a 2 cm de diámetro que hacen confluentes con rapidez
anual, típicamente durante el invierno en los climas templados; en (figura 6-59). El derrame pleural es comparativamente raro. Como
las zonas tropicales y subtropicales ocurren durante la estación media, la resolución tarda aproximadamente tres semanas.
lluviosa o a lo largo de todo el año, dependiendo de la localidad
concreta975. Las tasas de ataque son especialmente altas en los Manifestaciones clínicas
niños en edad escolar; las complicaciones y la hospitalización tam-
bién son más probables en los escolares y en los ancianos (sobre todo Las manifestaciones clínicas dependen en parte de la edad y de la
entre los que viven en residencias de ancianos). El período de salud subyacente del paciente. En los adultos jóvenes la manifes-
incubación de 24 a 48 horas permite una diseminación rápida de la tación más frecuente es un síndrome de tipo gripal sin síntomas
enfermedad. La gripe es muy contagiosa, y una gran proporción pulmonares significativos. El síndrome comienza con rapidez e
de los pacientes se puede contagiar en ambientes cerrados, como incluye tos seca, mialgias, escalofríos, cefalea, conjuntivitis y tem-
los barcos de pasajeros y los aviones980. Está bien documentada la peratura de 38,5 °C o superior. Puede haber dolor urente subes-
transmisión nosocomial de la enfermedad981. ternal y signos de otitis media y/o sinusitis. Rara vez se ve rinorrea
La neumonía es una complicación poco frecuente pero grave de y faringitis significativas996. Los pacientes mayores tienen tenden-
la infección gripal, y suele estar causada por el virus tipo A y en cia a la aparición de enfermedad del tracto respiratorio inferior
ocasiones por el B982. Aunque muchas veces está localizada y tiene además de los síntomas de tipo gripal. La bronquitis/ bronquioli-
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 295

FIGURA 6-59
Neumonía aguda por el virus influenza. Varón de 32 años ingresado en el hospital por
historia de tres días de tos con expectoración amarilla blanquecina, dolor pleurítico en el
lado derecho del tórax y fiebre. La radiografía posteroanterior de tórax que se realizó el día
del ingreso (A) muestra una consolidación extensa y homogénea del espacio aéreo
del lóbulo superior derecho con opacidades focales de consolidación del espacio aéreo del
lóbulo inferior derecho; el pulmón izquierdo no tiene alteraciones. Dos días más tarde (B) la
consolidación del lóbulo inferior derecho se ha hecho casi homogénea y la enfermedad del
espacio aéreo se ha extendido por todo el pulmón izquierdo. Veinticuatro horas más tarde
ambos pulmones están consolidados casi por completo y el único aire visible se localiza
dentro del árbol bronquial (broncograma aéreo difuso). (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)

tis se puede manifestar con sólo hemoptisis leve, con o sin ester- nuye con rapidez después de la infección inicial. Los métodos más
tores y roncus locales o difusos. Sin embargo, los pacientes que eficaces y rápidos para el diagnóstico incluyen RCP y detección de
tienen neumonía pueden estar muy graves con progresión rápida antígenos víricos. Ahora se dispone para su uso en la consulta de
de la taquipnea, la disnea, la cianosis y la hipoxemia. Como ya se varias pruebas comerciales que miden esos antígenos1000; esas
ha dicho, muchos de esos pacientes son ancianos o tienen una pruebas se suelen realizar en muestras de lavado nasal, propor-
enfermedad cardiopulmonar subyacente. La afectación de las vías cionan resultados rápidos (muchas veces en 15 a 30 minutos) y
aéreas o del parénquima puede causar también agravamiento de en función de la prueba particular proporcionan sensibilidades y
la enfermedad subyacente en pacientes que tienen asma, fibrosis especificidades del 60% al 95% y del 50% al 100%, respectiva-
quística o EPOC997-999. Otras posibles complicaciones infrecuen- mente980, 1000. La infección se puede confirmar también por la
tes incluyen convulsiones y encefalitis, miocarditis, pericarditis, medición de los títulos de anticuerpos contra componentes de
miositis y síndrome de Reye982. una cepa vírica que se sabe que es la causante de la epidemia
La sobreinfección bacteriana se produce dentro de las dos actual en muestras de suero tomadas durante la fase aguda y la de
semanas siguientes (la mayoría de las veces en pocos días) a la convalecencia.
infección vírica inicial. El paciente, que quizás haya mejorado,
comienza a expectorar esputos purulentos, a veces herrumbrosos Pronóstico y evolución natural
o con sangre franca, y puede referir dolor pleural. Las posibles
complicaciones de la sobreinfección incluyen las que se asocian La mayoría de los casos de gripe no complicada se resuelve espon-
habitualmente a las infecciones bacterianas, como formación de táneamente en días o semanas, y se reproduce la recuperación
abscesos, sepsis y empiema. completa. La aparición de neumonía primaria o bacteriana repre-
senta una complicación grave, sobre todo en pacientes muy jóve-
Hallazgos de laboratorio nes o muy viejos y en los pacientes que tienen una enfermedad
cardíaca o pulmonar subyacente. Las tasas de mortalidad en esas
El recuento leucocítico suele ser normal en la gripe no complica- poblaciones pueden alcanzar el 3%-5%975. Los pacientes que
da. Sin embargo, en algunos casos se encuentra leucopenia y la sobreviven a la infección pulmonar pueden presentar fibrosis
infección sobreaguda puede cursar con neutrofilia de 20.000/mm3 residual con alteraciones funcionales1001.
o más. La sobreinfección bacteriana se manifiesta por expectora- Los estudios epidemiológicos durante epidemias de gripe y en
ción purulenta y una neutrofilia similar. casos de infección esporádica han revelado un aumento de la mor-
Los virus se pueden aislar a partir de las secreciones del tracto bilidad y de la mortalidad por causas respiratorias y cardiovasculares
respiratorio en células de riñón de mono o en embrión de pollo; no víricas1002, 1003. La causa del exceso de mortalidad guarda rela-
sin embargo, el cultivo tarda varios días y el rendimiento dismi- ción con la edad, y muchas veces se debe a enfermedad cerebro-
296 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

vascular en los pacientes de más de 65 años y a infarto de miocar- En los lactantes la radiografía de tórax muestra zonas focales
dio en los pacientes de 40 a 64 años1004. Los pacientes que tienen un de consolidación entremezcladas con zonas de hiperinsuflación1019.
mayor riesgo son los ancianos ingresados en residencias de ancia- Los signos en la TCAR se han revisado en una serie de 20 pacien-
nos, en los que la mortalidad puede llegar al 30%1005. tes sometidos a trasplante de médula ósea alógena1019a. Las alte-
raciones predominantes fueron nódulos centrolobulillares
Virus parainfluenza pequeños, consolidación del espacio aéreo, opacidades en vidrio
esmerilado y engrosamiento de la pared bronquial. En la mayoría
Los virus parainfluenza se pueden clasificar en los tipos 1, 2, 3 y 4, y de los casos las alteraciones fueron bilaterales y tenían una distri-
los tres primeros son responsables de la gran mayoría de las enfer- bución asimétrica, tanto en las zonas centrales como en las peri-
medades del tracto respiratorio1006. Las infecciones causadas por los féricas. Rara vez se observa comienzo agudo de neumonía con
tipos 1 y 2 aparecen predominantemente durante el otoño y la pri- progresión rápida al SDRA1020.
mera parte del invierno1007. Pueden alcanzar proporciones epidémi- Los síntomas de la infección por el VSR en los adultos suelen
cas y quizás sean responsables de una alta proporción de casos de ser los de un «resfriado» (rinitis, faringitis y conjuntivitis, a veces
neumonía, laringotraqueítis y bronquiolitis aguda en niños peque- acompañadas de otitis media y sinusitis). Sin embargo, en un
ños. La infección del tracto respiratorio inferior es poco frecuente en número apreciable de pacientes se observan manifestaciones de
los adultos. La infección por el virus parainfluenza de tipo 3 tiende afectación del tracto respiratorio inferior (la mayoría de las veces
a producirse durante la primavera y es una causa importante de tos). Algunos casos recuerdan a la gripe. En contraste con la gri-
bronquiolitis y neumonía en lactantes y niños. También tienen pe y el sarampión, la infección por el VSR parece asociarse a un
mayor riesgo los pacientes inmunodeprimidos de cualquier edad, riesgo relativamente bajo de sobreinfección bacteriana1021. El
sobre todo los que han recibido trasplantes1008, 1009. En los adultos microorganismo se puede propagar en cultivos de células, pero
por lo demás sanos los virus parainfluenza son responsables de lentamente y con alguna dificultad; se ha demostrado que los cul-
faringitis y de un pequeño porcentaje de los casos de rinitis aguda. tivos en monocapa celular con inmunofluorescencia indirecta
son más rápidos y sensibles1022. La detección de antígenos
Virus sincitial respiratorio mediante enzimoinmunoanálisis de adsorción o inmunofluores-
cencia es aún más rápida e igualmente fiable1023.
Se sabe que el VSR es sobre todo una causa de enfermedad en lac- La infección es leve y autolimitada en la gran mayoría de los
tantes y niños pequeños, en los que se ha estimado que produce pacientes. Sin embargo, puede ser grave y rápidamente mortal en
alrededor de 90.000 hospitalizaciones y 4.500 muertes anuales en adultos inmunodeprimidos o que tienen una enfermedad car-
EE.UU.1010. Se está detectando con una frecuencia cada vez mayor diopulmonar subyacente y en los lactantes y niños pequeños. Los
en adultos, sobre todo en los que tienen una enfermedad cardio- resultados de los estudios de las secuelas a largo plazo de la bron-
pulmonar subyacente, un tumor maligno o una inmunodeficien- quiolitis por VSR han sido variables; algunos investigadores
cia, o en las personas que están internadas en un centro de cuida- encontraron indicios de hiperreactividad residual de las vías
dos a largo plazo1011, 1012, pero también se encuentra en pacientes aéreas1024 y otros no hallaron cambios de la función pulmo-
por lo demás sanos1013. De hecho, se ha encontrado que los brotes nar1025.
epidémicos en los ancianos y en la población general cursan con
tasas de ataque similares a las que se han descrito para la gripe980, Coronavirus
1013
.
El virus sincitial respiratorio se puede dividir en los tipos A y B Los coronavirus causan típicamente rinitis aguda, con más fre-
de acuerdo con diferencias antigénicas de las glucoproteínas de cuencia durante el invierno y la primavera en climas templados.
superficie F y G, que son responsables de la adherencia y la pe- Los estudios en voluntarios a los que se inoculó el virus por vía
netración del microorganismo en la membrana de la célula hués- intranasal indican que la enfermedad se limita al tracto respira-
ped1013. La infección puede ser esporádica o puede aparecer en for- torio superior en la gran mayoría de los casos1026. A pesar de todo,
ma de brotes epidémicos locales o de epidemias. La enfermedad es el virus se ha relacionado con agudizaciones del asma y de la
muy contagiosa y la tasa de infección en ambientes relativamente EPOC, probablemente por infección de las vías aéreas del tracto
cerrados, como centros de cuidados de día, residencias de ancia- respiratorio inferior999.
nos y salas pediátricas de los hospitales, puede ser alta1014. La El dato más importante desde un punto de vista clínico fue la
transmisión se produce mediante gotitas transportadas por el aire observación en 2003 de que una forma de coronavirus constituye
o por contacto mano-mano o mano-superficie. La inmunidad la causa del síndrome respiratorio agudo grave (SRAG)1027. Al
guarda relación con respuestas humorales y celulares y suele ser parecer esta enfermedad altamente contagiosa se originó en China
incompleta (es decir, pueden producirse nuevas infecciones a lo durante 2002 y se extendió con rapidez hasta afectar a personas de
largo de la vida)1615. Al parecer las proteínas A y D del surfactante varios países de todo el mundo1028, 1029. Al cabo de aproximada-
son importantes para la defensa innata contra la infección. mente 8 meses se habían declarado casi 8.500 casos, con más de 800
Desde el punto de vista anatomopatológico, la infección pulmo- fallecimientos1027. Se cree que el reservorio natural del virus radica
nar por el VSR puede afectar predominantemente a las vías aéreas o en animales salvajes como hurones, tejones y civetas.
al parenquima1016. En el segundo caso la enfermedad se manifiesta Se cree que la infección se transmite por gotitas o fómites y
como una neumonitis intersticial, a veces con un patrón de neu- que está relacionada con el contacto interpersonal íntimo. Los
monía de células gigantes o con lesión alveolar difusa1017, 1018. hospitales, los laboratorios en los que se practican pruebas con el
Cuando predomina la afectación de las vías aéreas las alteraciones virus para diagnóstico o investigación y las residencias de ancia-
más graves aparecen en los bronquiolos membranosos pequeños y nos parecen constituir las fuentes de infección más frecuentes.
en los bronquiolos respiratorios, y son degeneración y descama- También se ha documentado la diseminación extensa en ambien-
ción de las células epiteliales con un infiltrado de células inflama- tes confinados, como los aviones. Las observaciones anatomopa-
torias de intensidad variable. Se pueden observar inclusiones cito- tológicas son las de una lesión alveolar difusa, a veces con signos
plásmicas en algunas de las células epiteliales degeneradas1016. de bronconeumonía bacteriana superpuesta1030.
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 297

Las manifestaciones radiológicas más frecuentes son zonas de neumonía bacteriana secundaria. La segunda es más frecuente y
consolidación unilaterales focales, unilaterales multifocales o bila- está causada la mayoría de las veces por S. pneumoniae, K. pneu-
terales1031, 1032. La consolidación afecta predominantemente a las moniae, H. influenzae o N. meningitidis1040, 1041. El riesgo de neu-
regiones periféricas del pulmón y a las zonas medias e inferiores. monía sarampionosa primaria parece ser más alto en embaraza-
Los hallazgos menos frecuentes incluyen opacidades en vidrio das y pacientes inmunodeprimidos1042, 1043.
esmerilado focales o difusas y, rara vez, consolidación lobar. Los signos anatomopatológicos de la neumonía sarampionosa
Aproximadamente el 20% al 40% de los pacientes tiene radiogra- mortal sin sobreinfección bacteriana son los de lesión alveolar difu-
fías normales en la evaluación inicial1032, 1033. La TCAR muestra sa1044. De forma característica, esa lesión se asocia a numerosas célu-
alteraciones parenquimatosas en prácticamente todos esos las gigantes multinucleadas que contienen inclusiones víricas eosi-
pacientes, y las más frecuentes son las opacidades en vidrio esme- nófilas, nucleares y citoplásmicas (lo que justifica el nombre de
rilado y las zonas de consolidación focales, multifocales o difu- neumonía de células gigantes; figura 6-60). Las células gigantes se
sas1035. Muchas veces se observa engrosamiento intersticial intra- pueden ver en el esputo expectorado o las muestras de LBA median-
lobulillar o de los tabiques interlobulillares (patrón «en te examen citológico, antes y durante el exantema1045.
mosaico»), superpuesto a las opacidades en vidrio esmerilado. Son En los niños los hallazgos más frecuentes son consolidación
poco frecuentes los signos en la TCAR que se ven con frecuencia focal del espacio aéreo, engrosamiento de la pared bronquial,
en otras neumonías, como las opacidades nodulares y lineales infiltrados peribronquiales, líneas perihiliares, nódulos pequeños
ramificadas (patrón de árbol en brote), las adenopatías hiliares y y adenopatías1046, 1047. En contraste con su frecuencia en los niños,
mediastínicas y el derrame pleural1033, 1035. los signos radiológicos de aumento del tamaño de los ganglios
El período de incubación es de aproximadamente 5 a 7 días. linfáticos son poco frecuentes en los adultos1041. Las anomalías en
Los síntomas iniciales incluyen fiebre con o sin escalofríos, tos se- la TC incluyen zonas de atenuación en vidrio esmerilado, opaci-
ca, mialgias, cefalea y mareo1029. Con menos frecuencia se obser- dades nodulares pequeñas y consolidación1048.
van síntomas digestivos y del tracto respiratorio superior. En al- En el caso típico, los síntomas prodrómicos de fiebre, malestar
gunos pacientes el cuadro inicial mejora a lo largo de varios días, general, mialgias, cefaleas, conjuntivitis, estornudos, tos y rinorrea
pero después aparece fiebre recurrente y progresión de las lesio- comienzan de 2 a 6 días antes de aparecer el característico exante-
nes radiológicas, con disminución de la carga vírica en el suero. ma eritematoso maculopapular. La neumonía sarampionosa pri-
En aproximadamente el 20% de los casos la enfermedad evolu- maria se desarrolla antes del acmé del exantema o coincidiendo
ciona hacia el SDRA bien desarrollado. Los signos de laboratorio con el mismo y se manifiesta por tos y, en los casos graves, hemop-
incluyen linfopenia, datos de CID y elevación de la concentración tisis, disnea y signos de SDRA1047. La sobreinfección bacteriana
de LDH y creatina cinasa. suele ocurrir varios días después del exantema, cuando el pacien-
Como ya se ha dicho, la enfermedad es grave y tiene una tasa de te ya ha empezado a mejorar. Se debe sospechar si al principio de
mortalidad de aproximadamente el 10%1027. Los factores de riesgo la convalecencia aparece tos, expectoración purulenta, taquicar-
que tienden a empeorar el pronóstico incluyen edad avanzada, con- dia, elevación de la temperatura y dolor pleural.
centraciones altas de LDH, aumento del recuento de neutrófilos en El recuento leucocítico puede ser normal en la neumonía
el análisis inicial, infección crónica por el virus de la hepatitis B y sarampionosa primaria, pero muchas veces es bajo, sobre todo en
presencia de enfermedades simultáneas, como diabetes. la fase temprana; en presencia de infección bacteriana secundaria
es frecuente la leucocitosis polimorfonuclear. El diagnóstico suele
Virus del sarampión resultar evidente por el cuadro clínico, que incluye el exantema
característico. En los casos atípicos se puede aislar el virus en el
El sarampión es una enfermedad vírica muy contagiosa, más fre- cultivo tisular con muestras de lavado faríngeo o de sangre, o se
cuente en zonas muy pobladas, en las que se producen casos puede identificar por medios inmunohistoquímicos en muestras
esporádicos y pequeñas epidemias. Desde la introducción de de biopsia o de citología1049.
programas de vacunación en la década de los sesenta se ha obser- La mortalidad global en los países «desarrollados» es proba-
vado una reducción notable del número de casos declarados. blemente inferior al 0,1%; sin embargo, es bastante superior en
A pesar de todo todavía se comunican miniepidemias en países los países «en vías de desarrollo», en los que fallecen cada año
«desarrollados», y la enfermedad sigue siendo un problema signi- muchos miles de lactantes y niños. La mayoría de las muertes está
ficativo en los países «en vías de desarrollo» que carecen de pro- causada por neumonía1037.
gramas de vacunación efectivos1037.
En su forma natural el sarampión afecta principalmente a Enterovirus
niños pequeños. Sin embargo, en los países que tienen programas
de vacunación contraen la enfermedad un número significativo El grupo de los enterovirus incluye poliovirus, coxsackievirus y
de personas mayores1038, probablemente a causa de la combina- echovirus. Son transmitidos predominantemente por la ruta
ción de falta de vacunación, fracaso de la vacuna (que ocurre en fecal-oral y debido a su resistencia a los ácidos son capaces de
aproximadamente el 5% de las personas) y disminución de la pasar por el estómago y multiplicarse en el tracto intestinal infe-
probabilidad de exposición al virus durante la infancia. La infec- rior. Se afectan con más frecuencia los niños y los adultos jóvenes.
ción es muy contagiosa y se disemina probablemente a través de El período de incubación oscila entre 7 y 12 días.
gotitas transportadas por el aire. El período de incubación oscila
entre 10 días y 2 semanas. Poliovirus
Aunque algunos investigadores han estimado que sólo aproxi-
madamente el 5% de los pacientes sufren complicaciones distin- Los efectos de los poliovirus sobre el tórax suelen ser indirectos,
tas del exantema típico1039, otros han comunicado la aparición por parálisis de los músculos de la respiración que produce a
de complicaciones en casi el 45%1036. La enfermedad pulmonar es la veces insuficiencia respiratoria en la enfermedad aguda; en los
complicación más frecuente (3% a 4% de los casos) y puede pacientes con síndrome pospolio son frecuentes las alteraciones
manifestarse como neumonía sarampionosa primaria o como de la función pulmonar1050.
298 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

FIGURA 6-60
Neumonía sarampionosa (de células gigantes). La imagen a bajo aumento (A) muestra consolidación extensa del espacio aéreo por líquido
proteináceo, macrófagos y eritrocitos. Se ven con claridad células gigantes de forma irregular. La imagen ampliada (B) de una célula gigante muestra
numerosos núcleos, algunos de los cuales contienen inclusiones víricas con tinción ligera pero bien definida (flecha). (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

Coxsackievirus ción de los pacientes experimenta un agravamiento clínico con


descenso sólo ligero de la velocidad del flujo aéreo1055, hay pocas
Estos virus se pueden dividir en un grupo A, que se caracteriza dudas de que el virus puede causar estenosis clínicamente signi-
por su capacidad para inducir parálisis flácida en los ratones, y un ficativa de las vías aéreas en ciertos pacientes1056. La infección por
grupo B, que causa parálisis espástica. Los componentes del pri- rinovirus también se ha asociado a agravamiento de los síntomas
mer grupo (en particular el tipo A10) producen típicamente clínicos y a empeoramiento de la función pulmonar en algunos
lesiones vesiculares y ulcerosas en el paladar blando y, en ocasio- pacientes con EPOC1057.
nes, un cuadro similar a la rinitis aguda. Los virus del grupo B
producen una gran variedad de cuadros clínicos, como faringitis Retrovirus
y pleurodinia1051. Esta última es un dolor constrictivo intenso en
las regiones torácica inferior y abdominal superior, que habitual- Los retrovirus se caracterizan por un modo peculiar de replicación
mente se acompaña por dificultad para respirar y fiebre. Se pue- en el que el ARN vírico se convierte en ADN mediante el proceso
den producir remisiones y exacerbaciones a lo largo de varias de trascripción inversa; ese ADN se incorpora después al ADN de
semanas. El cuadro se puede asociar a meningitis (que se mani- la célula huésped y actúa como plantilla para la formación de nue-
fiesta por cefalea), miocarditis, pericarditis y orquitis. vos viriones. Los retrovirus humanos se pueden clasificar en dos
grupos: virus de la leucemia de linfocitos T humana (VLTH) y
Rinovirus virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Los virus de ambos
grupos comparten un tropismo pronunciado por las células que
Los rinovirus son responsables del resfriado común en aproxi- expresan receptores CD4, en particular los linfocitos, y la capacidad
madamente el 40% al 50% de los casos. La infección significativa de persistir durante períodos prolongados como infección clínica-
del tracto respiratorio inferior es poco frecuente, pero puede pro- mente latente. Aunque cada grupo guarda una relación más íntima
ducir laringotraqueítis, bronquitis aguda, bronquiolitis y bronco- con determinadas enfermedades extratorácicas o sistémicas (leuce-
neumonía tanto en niños como en adultos. Existen pruebas de mia y enfermedad neurológica degenerativa el primero y sida el
que los niños con displasia broncopulmonar y los ancianos con segundo), también hay datos de que pueden ejercer un efecto pato-
EPOC tienen un mayor riesgo de enfermedad clínicamente signi- génico directo en los pulmones de algunos pacientes. Por ejemplo,
ficativa1052, 1053. Los signos radiográficos y clínicos son idénticos a el análisis del líquido del LBA de pacientes que tienen mielopatía
los de otras neumonías víricas. Algunos investigadores han relacionada con el VLTH-1 ha demostrado el aumento del recuen-
encontrado una relación entre la gravedad de la infección y la lin- to celular con elevación de la proporción de linfocitos1058. Además,
fopenia, en particular de los linfocitos T4, y la leucocitosis poli- el examen histológico de los pulmones ha revelado neumonitis
morfonuclear1034. intersticial inespecífica o bronquiolitis1059, 1060.
Quizás el efecto indirecto que pueden tener los rinovirus en La gran mayoría de las manifestaciones pulmonares que se
pacientes con asma sea más importante que la infección directa. asocian a la infección por VIH-1 es secundaria a la inmunodefi-
Aunque algunos estudios sobre voluntarios con asma infectados ciencia que induce el virus. Sin embargo, hay datos de que el virus
experimentalmente han demostrado que una pequeña propor- también afecta directamente a los pulmones, con toda probabili-
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 299

dad a través de monocitos o linfocitos circulantes que emigran blos, caza con cepos y arado con instrumentos manuales, se han
desde la sangre hacia el intersticio alveolar y los espacios aére- relacionado con la aparición de infección. Probablemente debido
os1061. La infección se manifiesta en el líquido del LBA por un a esa asociación la mayor parte de los casos se ha identificado en
aumento del número de linfocitos, sobre todo CD8+; el aumento zonas rurales. La mayoría de los casos de infección por el virus
se asocia a disminución de los linfocitos CD4+; el cociente entre Sin Nombre se ha comunicado en el sudoeste de EE.UU.; las
ambos tipos de linfocitos aumenta cuando aparece la enfermedad infecciones por los virus Black Creek y Bayou se han producido
clínica y al aumentar la gravedad de la enfermedad1062. También en Texas y en los estados del sudeste, como Florida. La mayor par-
se han documentado otras diversas alteraciones del tipo y la fun- te de los pacientes tenía edades de entre 20 y 40 años.
ción de las células del líquido del LBA1063, 1064. Se ha propuesto El examen anatomopatológico de los pulmones de pacientes
que la presencia de células infectadas en el parénquima pulmonar fallecidos por síndrome pulmonar por hantavirus muestra edema
puede aumentar la probabilidad de infecciones oportunistas al intersticial y del espacio aéreo, con infiltrado intersticial entre
interferir con los mecanismos normales de defensa celular1061. leve y moderado formado por linfocitos citológicamente madu-
También se ha propuesto que el VIH puede participar directa- ros y activados1071. Los signos de lesión tisular inducida por el
mente en la patogenia de la neumonitis intersticial linfocítica y el virus, como necrosis epitelial, trombosis vascular o membranas
enfisema pulmonar de los pacientes que tienen sida1065, 1066. hialinas, son típicamente escasos o están ausentes. Se pueden
identificar partículas similares a virus en las células endoteliales y
Hantavirus los macrófagos alveolares mediante examen con el microscopio
electrónico.
Los hantavirus son virus ARN monocatenarios con envoltura La radiografía de tórax inicial revela con frecuencia cambios
lipídica que típicamente causan un complejo sintomático conoci- indicadores de edema pulmonar intersticial, como líneas septales
do como fiebre hemorrágica con síndrome renal. Se ha demostra- (líneas B de Kerley), borrosidad hiliar y formación de manguitos
do que varios virus antigénicamente diferentes de varias partes peribronquiales (figura 6-61)1072. También se puede apreciar con-
del mundo causan el síndrome, que tiene una gravedad variable y solidación del espacio aéreo, que a veces se hace extensa rápida-
se caracteriza desde el punto de vista clínico por fiebre, hipoten- mente. Los derrames pleurales son frecuentes y pueden ser gran-
sión e insuficiencia renal. A principios de la década de los noven- des. El intervalo hasta la resolución de las alteraciones
ta se identificó el virus Sin Nombre como patógeno responsable radiográficas oscila entre 1 y 3 semanas en la mayoría de los casos.
de una enfermedad, con frecuencia fulminante y que se caracte- La enfermedad comienza típicamente con un pródromo de
riza por afectación pulmonar prominente, el llamado síndrome 2 a 3 días que se caracteriza por fiebre, mialgias y, a veces, dolor
pulmonar por hantavirus1067. Más adelante se reconoció que abdominal y cefalea; suele faltar el exantema y las manifestacio-
otras variedades del virus, como los virus de Bayou y de Black nes de rinitis y faringitis1070. Después de 3 a 6 días los pródromos
Creek Canal, eran causas de una enfermedad similar1068, 1069. se siguen de tos y disnea progresivas, taquipnea y taquicardia.
El reservorio natural de todos los hantavirus son roedores sal- Pueden aparecer insuficiencia respiratoria con hipoxemia progre-
vajes, y el llamado ratón ciervo (Peromyscus maniculatus) es el siva e hipotensión refractaria. En algunos casos se produce CID.
animal más importante que alberga la variante Sin Nombre en Los pacientes que sobreviven a esta fase aguda entran en un perí-
EE.UU.1070. Se cree que los cambios de la población local de roe- odo de convalecencia que puede ser notablemente corto. La mor-
dores que induce el entorno u otros factores ambientales son res- talidad de los casos es de aproximadamente el 50%1070. Sin
ponsables, al menos en parte, de las variaciones en la incidencia embargo, las secuelas a largo plazo de los supervivientes parecen
de la enfermedad y la aparición de epidemias locales. Es probable ser leves, lo que probablemente refleja la lesión mínima del tejido
que el microorganismo se transmita mediante la inhalación de pulmonar.
excrementos secos de los roedores, y las actividades relacionadas Los datos de laboratorio incluyen leucocitosis (en ocasiones
con un mayor riesgo de esta exposición, como limpieza de esta- hasta 25.000 células/mm3, muchas veces con desviación izquier-

FIGURA 6-61
Neumonía por hantavirus. La radiografía de tórax muestra
cardiomegalia leve con prominencia de las marcas vasculares
pulmonares y pequeños derrames pleurales bilaterales. Esas
alteraciones se resolvieron con rapidez después de la diálisis renal.
(Por cortesía del Dr. Eun-Young Kang, Department of Radiology,
Korea University Medical Center, Guro Hospital, Seoul, South
Korea.)
300 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

da), trombocitopenia, aumento de la concentración de LDH y ción más grave pueden presentar un cuadro similar al shock sép-
AST, y hemoconcentración. El diagnóstico se puede confirmar tico, que en ocasiones se asocia a SDRA1079.
mediante la demostración de anticuerpos IgM específicos contra Las complicaciones de la infección primaria son relativamen-
el virus o un aumento de cuatro veces del título de anticuerpos te poco frecuentes. En ocasiones se produce sobreinfección bac-
IgG1073. El virus también se puede detectar en muestras de tejidos teriana. Como era de esperar, la infección diseminada es más fre-
mediante examen inmunohistoquímico o RCP. cuente en los pacientes inmunodeprimidos. La neumonía rara
vez es mortal en pacientes adultos por lo demás sanos. Las secue-
Virus de la rubéola las a largo plazo incluyen bronquiectasias, bronquiolitis oblite-
rante y síndrome de pulmón hipertransparente1085, 1086. También
La infección posnatal por el virus de la rubéola se caracteriza se ha propuesto que la infección crónica subclínica de las vías
por fiebre, exantema maculopapular y aumento del tamaño de aéreas puede participar en la patogenia de la EPOC1087.
los ganglios linfáticos; no se ha descrito afectación del tracto
respiratorio inferior. Sin embargo, aproximadamente el 10% al Herpesvirus
15% de los lactantes hijos de mujeres infectadas durante el pri-
mer trimestre del embarazo presentan malformaciones congé- Los herpesvirus son virus de ADN bicatenario que están rodea-
nitas que no rara vez afectan al sistema respiratorio. Las altera- dos por una envoltura lipídica procedente de la membrana nu-
ciones más frecuentes son la estenosis arterial pulmonar y la clear del huésped. Los microorganismos (los genomas) son capa-
neumonitis intersticial1074. La primera puede afectar a la arteria ces de permanecer latentes dentro de las células infectadas sin
pulmonar principal, a sus ramas principales o, con menos fre- causar una enfermedad reconocible, muchas veces durante toda
cuencia, a las arterias musculares en zonas aisladas o múlti- la vida del individuo. En determinadas circunstancias, con fre-
ples1075. El efecto global puede ser leve y no asociarse a manifes- cuencia cuando se produce alguna alteración de la función inmu-
taciones clínicas de estenosis pulmonar, o puede ser nitaria, pero a veces sin ninguna causa clínica evidente, se produ-
suficientemente grave para provocar hipertensión pulmonar. Es ce la reactivación y aparece la enfermedad clínica. Esta enfermedad
posible la supervivencia hasta la vida adulta, a veces con la apa- suele ser local y bien tolerada en personas por lo demás sanas. Sin
rición de cor pulmonale1076. embargo, en pacientes inmunodeprimidos es con frecuencia dise-
minada y grave.
Adenovirus Desde el punto de vista antigénico, los herpesvirus se pueden
dividir en más de 70 subtipos, pero sólo una pequeña parte de
Los adenovirus causan una pequeña parte de las enfermedades ellos se ha relacionado con enfermedad pleuropulmonar en seres
respiratorias víricas1077. Las infecciones pueden aparecer de forma humanos adultos, sobre todo el virus del herpes simple de tipo 1
esporádica o como epidemias en grupos específicos, como pobla- (VHS-1, herpesvirus humano), el herpesvirus 6, el 8, el virus de
ciones militares que se han incorporado recientemente, personas la varicela (virus varicela-zóster), el CMV y el VEB.
que están ingresadas en instituciones geriátricas o psiquiátricas y
niños que participan en campamentos de verano1078, 1079. Los Herpes simple tipo 1
pacientes inmunodeprimidos, en particular los que tienen tras-
plantes o sida, parecen tener un riesgo particularmente eleva- El VHS-1 se transmite en situaciones de contacto personal íntimo
do1080. La mayoría de los casos de enfermedad grave del tracto a través de la saliva o del líquido de las vesículas y produce la
respiratorio inferior se debe a los tipos 3, 7 y 351080-1082. La enfer- mayoría de las veces enfermedades orales como gingivoestomati-
medad se puede manifestar con faringitis, faringoconjuntivitis, tis aguda en los niños y herpes labial recurrente en personas
laringotraqueobronquitis, bronquiolitis, neumonía o síndrome mayores. Es posible que la infección del tracto respiratorio infe-
respiratorio agudo inespecífico. rior sea más frecuente de lo que generalmente se piensa. En un
En los casos graves los hallazgos anatomopatológicos incluyen estudio de 308 pacientes consecutivos que tenían una infección
bronquitis y bronquiolitis necrosantes y/o lesión alveolar difusa; grave del tracto respiratorio inferior, el VHS-1 fue el patógeno
en los casos más leves se puede encontrar inflamación intersticial que se identificó con más frecuencia1088. Esta infección afecta con
con pocos signos de necrosis tisular. Es posible ver el virus como frecuencia sólo a la mucosa traqueobronquial. Muchos casos se
una inclusión basófila homogénea que ocupa la mayor parte del deben a extensión desde un foco de la orofaringe o del esófago
núcleo de las células epiteliales de las vías aéreas y los alvéolos. por aspiración o por extensión mucosa directa; en algunos pacien-
Las manifestaciones radiográficas de las neumonías por ade- tes la infección parece deberse a la intubación traqueal1089.
novirus en los lactantes y los niños pequeños suelen ser una con- Muchos pacientes presentan alteraciones predisponentes subya-
solidación bilateral, segmentaria o no segmentaria1083. En la centes como quemaduras graves, sida, neoplasias malignas o tras-
mayoría de los casos se observa hiperinsuflación. También son plantes de órganos1088-1090.
frecuentes la atelectasia lobar y el derrame pleural1083. La enfermedad traqueobronquial se manifiesta en el estudio
Los adenovirus son una de las causas más frecuentes de un sín- anatomopatológico por úlceras epiteliales focales o difusas (fi-
drome respiratorio agudo que se caracteriza por fiebre, faringitis, gura 6-62)1090, 1091. Las células infectadas de los bordes de la úlcera
tos, ronquera, dolor torácico y conjuntivitis. Puede haber escalo- contienen inclusiones intranucleares eosinófilas características o
fríos y mialgias, con lo que el cuadro simula una infección gripal. aparecen como células únicas o multinucleadas con núcleos con
La traqueobronquitis es prominente en algunos casos, y puede aspecto de vidrio esmerilado. Estas células se pueden detectar en
recordar desde el punto de vista clínico a la tos ferina. La neumo- el esputo expectorado o en los lavados o cepillados bronquiales y
nía es en general leve y cursa con síntomas de las vías respirato- son un dato convincente de infección del tracto respiratorio inferior
rias altas1084. Los pacientes suelen presentar fiebre y tos seca antes por el VHS cuando no hay enfermedad herpética orofaríngea (que
de que aparezca la disnea1079. Se puede observar una disminución puede causar contaminación de la muestra)1092. La neumonía se
transitoria del recuento leucocítico y elevación de las transami- suele caracterizar por necrosis alveolar y un exudado proteico con
nasas, la LDH y la creatina fosfocinasa. Los pacientes con afecta- respuesta inflamatoria polimorfonuclear variable.
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 301

medad clínicamente significativa causada por el virus, su presen-


cia se ha relacionado con el aumento de la mortalidad, y se ha
especulado que la infección puede potenciar la capacidad patóge-
na de otros microorganismos oportunistas1096, 1097. También es
posible que el virus produzca neumonía intersticial en algunos
pacientes1098.

Herpesvirus 8
Se ha implicado al herpesvirus 8 en la patogenia de diversos tras-
tornos pleuropulmonares, como hipertensión pulmonar, fibrosis
pulmonar idiopática, linfoma seroso (pleural) primario y sarco-
ma de Kaposi1099-1101. De hecho, algunos autores han encontrado
que la determinación de secuencias del microorganismo en el
líquido del LBA mediante RCP es una técnica sensible y específi-
ca para el diagnóstico del sarcoma de Kaposi pulmonar1102.

Virus de la varicela
La infección por el virus de la varicela (virus varicela-zóster) se
presenta en dos formas clínicas: 1) varicela, que es una enferme-
dad primaria y habitualmente diseminada en personas no infec-
tadas previamente, y 2) herpes zóster, que está causado por la
reactivación del virus latente y que típicamente se manifiesta
FIGURA 6-62 como una erupción en un dermatoma cutáneo de un lado del
Traqueítis por herpes simple. La tráquea de este paciente quemado de cuerpo. Aunque cualquiera de las dos formas se puede asociar a
40 años de edad se ha abierto en la porción posterior y revela múltiples neumonía, la mayoría de los casos se produce después de la vari-
focos de ulceración, algunos de ellos cubiertos por una membrana piógena cela. Además, el herpes zóster se puede complicar con parálisis
(flecha). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and diafragmática unilateral, probablemente por extensión de la
Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders,
1999.) infección desde la raíz dorsal hasta las porciones posterior y late-
ral de la médula espinal adyacente y las células del asta ante-
rior1103.
Las manifestaciones radiológicas de neumonía son la mayoría La varicela es una enfermedad predominantemente mucocu-
de las veces zonas bilaterales de consolidación del espacio tánea muy contagiosa que suele aparecer durante los meses fríos
aéreo1091. En ocasiones hay opacidades nodulares mal definidas del año en climas templados1104. Se piensa que la transmisión se
que en la TCAR corresponden a pequeños nódulos de densidad produce mediante gotitas respiratorias. En los países «desarro-
de tejidos blandos (de 3 a 20 mm de diámetro) que se asocian a llados» la mayor parte de los casos corresponde a niños; en los
zonas de atenuación de vidrio esmerilado886. países «subdesarrollados» la enfermedad es más frecuente en
La infección traqueobronquial se manifiesta clínicamente por adolescentes y adultos jóvenes. La incidencia global de neumo-
fiebre, tos productiva y, en algunos pacientes, signos de broncos- nía oscila entre el 10% y el 15%; sin embargo, en los adultos
pasmo1088, 1093; en ocasiones se produce hemoptisis. Las seudo- ingresados en un hospital la incidencia llegó en algunas revisio-
membranas relacionadas con las úlceras traqueales pueden ser nes antiguas hasta el 50%1105. La neumonía es más frecuente en
suficientemente grandes para producir obstrucción de las vías los adultos que tienen una afectación cutánea grave. La enferme-
aéreas superiores1088. Los síntomas de neumonía son inespecíficos dad neoplásica preexistente, en particular la leucemia y el linfo-
y dependen de la extensión de la enfermedad. Algunos pacientes ma, y la inmunodeficiencia son factores predisponentes1106, 1107.
presentan SDRA1094, 1095. Tanto la incidencia como la gravedad de la neumonía también
El diagnóstico de traqueobronquitis o neumonía por VHS se son significativamente mayores en las mujeres embarazadas1108.
suele basar en los datos citológicos e histológicos en las muestras En los casos más graves de neumonía los hallazgos histológicos
que se obtienen mediante biopsia o cepillado traqueobronquial; son una lesión alveolar difusa. Se pueden ver inclusiones intranu-
la confirmación se puede conseguir mediante el cultivo del virus cleares eosinófilas angulares rodeadas por un halo en las células
o con técnicas de inmunofluorescencia o inmunohistoquímica. epiteliales alveolares. Es posible observar vesículas similares a las de
La broncoscopia es útil para identificar las ulceraciones de la trá- la piel y las membranas mucosas en la tráquea y en los bronquios
quea y los bronquios proximales y mejora la sensibilidad y la de mayor tamaño, así como en las superficies pleurales y peritonea-
especificidad del diagnóstico citológico1091. La presencia de lesio- les1109. Las manifestaciones anatomopatológicas de infección curada
nes de herpes mucocutáneo debe plantear la sospecha de la enfer- (véase más adelante) son focos de colágeno hialinizado o de tejido
medad; sin embargo, las lesiones mucocutáneas faltan con fre- necrótico rodeados por una cápsula fibrosa1110.
cuencia y se pueden ver en relación con otras enfermedades. El patrón radiográfico característico de la neumonía aguda está
formado por múltiples opacidades nodulares de 5 a 10 mm de diá-
Herpesvirus 6 metro (figura 6-63). También se pueden ver opacidades nodulares
más pequeñas y nódulos de aspecto miliar, aunque son infrecuen-
El herpesvirus 6 se ha identificado en el líquido del LBA y en el tes1111. Las opacidades suelen estar bien definidas en la periferia
tejido pulmonar de una alta proporción de pacientes trasplanta- pulmonar, mientras que tienden a confluir cerca de los hilios y en
dos1096. Aunque esos pacientes no suelen mostrar signos de enfer- las bases de los pulmones1112. Es frecuente la progresión rápida
302 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

hacia la consolidación extensa del espacio aéreo. Se produce En aproximadamente la tercera parte de los casos el recuen-
aumento del tamaño de los ganglios linfáticos hiliares, aunque qui- to leucocítico supera los 10.000/mm3, junto con leucocitosis
zás sea difícil apreciarlo a causa de la proximidad de la consolida- polimorfonuclear. El virus se puede cultivar a partir del líquido
ción en el parénquima pulmonar vecino1109, 1111-1113. El derrame que se obtiene de las vesículas tempranas. El examen citológico
pleural es infrecuente y prácticamente nunca es grande1114. de los raspados de las vesículas para detectar la presencia de
La normalización radiográfica suele tardar entre 10 días y inclusiones víricas es una técnica más rápida y con frecuencia
varios meses1111. Sin embargo, pueden quedar nódulos residuales, diagnóstica.
calcificados o no, durante muchos años después de la resolución
clínica de la neumonía1112, 1115. Los focos de calcificación varían en Citomegalovirus
número y en tamaño, pero rara vez superan los 2 a 3 mm de diá-
metro; predominan en la mitad inferior de los pulmones. Las El CMV es un patógeno humano frecuente que se ha relacionado
adenopatías hiliares no se calcifican. con una amplia variedad de enfermedades y cuyas manifestacio-
El comienzo de la varicela está marcado muchas veces por fie- nes dependen en gran parte del estado inmunitario del huésped.
bre alta, que puede preceder al exantema en 2 o 3 días. El exante- En los niños y los pacientes mayores se cree que el virus se trans-
ma puede ser escarlatiniforme en sus etapas tempranas, pero mite principalmente por contacto directo con secreciones corpo-
rápidamente se hace maculopapular, vesiculoso y pustuloso. rales (p. ej., saliva, lágrimas, orina y semen) de una persona infec-
Muchas veces está precedido por dolor y, al menos inicialmente, tada1116. Esta infección es frecuente, y las tasas de seropositividad
tiene una clara distribución dermatómica. Los dermatomas dor- varían entre el 40% y el 100% en diferentes poblaciones de adul-
sales se afectan en aproximadamente la mitad de los casos. La tos de todo el mundo1117. Las tasas más altas se suelen encontrar
mayoría de los pacientes tiene antecedentes de contacto con un en grupos de nivel socioeconómico más bajo. La mayoría de las
niño afecto entre 3 y 21 días antes del comienzo de la enfermedad infecciones es asintomática, y el único efecto significativo es la
aguda. Los síntomas y signos de la neumonía suelen aparecer 2 a presencia de virus latentes que pueden ser la fuente de una rein-
3 días después de comenzar la erupción cutánea e incluyen tos, fección. En consecuencia, el CMV es una causa infrecuente de
disnea, taquipnea, dolor pleurítico y, en los casos graves, hemop- neumonía adquirida en la comunidad1118. Por el contrario, la neu-
tisis y cianosis. La temperatura puede ser alta. La expectoración monía y otras manifestaciones clínicas de infección activa son
no es purulenta, a menos que exista una infección bacteriana mucho más frecuentes en las personas que tienen alguna enfer-
secundaria (una complicación relativamente infrecuente, en medad subyacente, en particular la inmunodeficiencia que se rela-
comparación con la infección por el virus influenza). ciona con los trasplantes de órganos (véase página 536)1119.

FIGURA 6-63
Neumonía aguda por varicela-zóster. Las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) revelan una enfermedad pulmonar generalizada con un patrón
característico de consolidación del espacio aéreo. También se ven múltiples opacidades nodulares mal definidas. La paciente era una mujer de 42 años
con un linfoma no hodgkiniano. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 303

Los estudios serológicos indican que muchos pacientes con


enfermedad clínica han estado expuestos previamente a CMV (es
decir, el trastorno se debe a reactivación del virus latente)1120.
Como en la enfermedad primaria, esta forma de infección secun-
daria puede provocar una respuesta mediada por anticuerpos y el
paciente puede permanecer asintomático; en ese caso la manifes-
tación principal de la infección es la siembra asintomática de
virus en diversas secreciones corporales1120. También parece claro
que los pacientes seropositivos se pueden reinfectar desde una
fuente exógena, y que es posible la infección por dos cepas al mis-
mo tiempo1121. Desde un punto de vista práctico, la enfermedad
con manifestaciones clínicas tiende a ser más frecuente y más gra-
ve en pacientes inmunodeprimidos con infección primaria (p. ej.,
receptores seronegativos de un trasplante de órgano que se ha
extraído de un donante seropositivo)1117.
Las características anatomopatológicas de la infección pul-
monar por CMV son variables y reflejan la compleja interacción
entre la reproducción vírica y el control inmunitario del hués-
ped. El microorganismo se puede cultivar a partir de muestras
de pulmón o de líquido de LBA procedentes de personas que no
tienen síntomas clínicos, signos histológicos de enfermedad ni FIGURA 6-64
las inclusiones citológicas que se asocian típicamente a la pre-
Citomegalovirus. Una célula epitelial pulmonar infectada muestra una
sencia del virus1119. En otros pacientes (sobre todo en los que inclusión nuclear redonda intensamente basófila rodeada por un halo claro
tienen sida) se pueden identificar esas inclusiones focalmente (la membrana nuclear está indicada por una flecha). También existen varias
en algunas células o se pueden distribuir de manera difusa por inclusiones intracitoplásmicas. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
el parénquima sin signos de lesión pulmonar ni de inflama- Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
ción1122, 1123.
La patogenia de la enfermedad pulmonar inducida por CMV
es compleja y no se conoce totalmente. A juzgar por observacio-
nes experimentales y anatomopatológicas parece claro que el virus
produce una tisular directa en muchos casos1124. Los estudios clí-
nicos y en animales de experimentación han aportado datos de
que un mecanismo inmunitario puede participar también en la
patogenia de algunos casos de enfermedad1124. La neumonía se
puede manifestar desde el punto de vista anatomopatológico por
múltiples nódulos hemorrágicos relativamente bien definidos de
0,1 a 1,5 cm de diámetro, diseminados aleatoriamente por el
parénquima, o como enfermedad más difusa (lesión alveolar difu-
sa o neumonitis intersticial)1125. Las células infectadas están muy
aumentadas de tamaño y contienen inclusiones basófilas homogé-
neas, redondas u ovales, que ocupan la mayor parte del núcleo y
están separadas de la membrana nuclear por un halo bien defini-
do (núcleo en ojo de lechuza) (figura 6-64). También se pueden ver
inclusiones intracitoplásmicas, que aparecen cuando ya están bien
desarrolladas las inclusiones nucleares.
Los signos radiográficos más frecuentes son las opacidades
lineales bilaterales (patrón reticular), las opacidades en vidrio
esmerilado y la consolidación parenquimatosa (figura 6-65)1126.
Las manifestaciones menos frecuentes incluyen opacidades
nodulares pequeñas, un patrón reticulonodular y consolidación
FIGURA 6-65
lobar46, 1127 Los hallazgos de la TCAR habitualmente son una com-
binación de zonas de atenuación en vidrio esmerilado, consolida- Neumonía aguda por citomegalovirus. La radiografía posteroanterior
ción parenquimatosa y opacidades nodulares o reticulonodulares de tórax muestra una consolidación generalizada parcheada del espacio
aéreo, más marcada en los lóbulos inferiores. Existe aumento ligero del
(figura 6-66)1128, 1129. Las alteraciones son bilaterales y simétricas y tamaño del ventrículo izquierdo. El paciente había sido sometido a
tienden a afectar a todas las zonas pulmonares. Se observa derra- trasplante renal. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD:
me pleural en aproximadamente el 50% de los casos. Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
En los niños mayores y en los adultos que no tienen inmuno- WB Saunders, 1999.)
deficiencia el único síntoma de infección por el CMV puede ser
la fiebre prolongada1130. Algunos pacientes presentan un cuadro
que recuerda a la mononucleosis infecciosa1131; la neumonía es
una complicación infrecuente1132. El CMV es una causa poco fre-
cuente de neumonía adquirida en la comunidad sin síntomas
asociados de mononucleosis1118. Los síntomas y signos de afecta-
304 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

cial1135. Típicamente el paciente refiere un cuadro que comienza


de forma insidiosa con debilidad, malestar general, fiebre y
molestias faríngeas. La tos espasmódica que produce pequeñas
cantidades de esputo y la disnea son manifestaciones de la afecta-
ción del tracto respiratorio inferior.
Se ha implicado al VEB en la aparición de varios trastornos
linfoproliferativos, en particular el linfoma de grado alto relacio-
nado con el sida o con trasplantes de órganos (trastornos linfo-
proliferativos postrasplante), algunos casos de linfoma pleural
primario relacionado con piotórax crónico y la granulomatosis
linfomatoidea1136, 1137. También hay datos de la participación del
virus en la patogenia de la neumonitis intersticial linfocítica1138,
la fibrosis pulmonar idiopática1100 y algunos casos poco frecuen-
tes de cáncer de pulmón1139.

Papilomavirus
FIGURA 6-66
Los papilomavirus causan papilomas epidermoides en la laringe y,
Neumonía por citomegalovirus. La TCAR muestra opacidades nodulares con menos frecuencia, en el tracto respiratorio inferior (véase pági-
bilaterales de bordes irregulares y zonas de atenuación en vidrio esmerilado.
Hay opacidades lineales irregulares en el lóbulo inferior. El paciente era un na 374). Hay datos de que esos virus son responsables de la apari-
varón de 38 años sometido a un trasplante pulmonar bilateral. (Tomado de ción de carcinoma de pulmón en algunos pacientes que tienen
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of papilomas y posiblemente de algunos casos de carcinoma bron-
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) quial epidermoide sin antecedentes de papilomas1140, 1141. Como se
menciona en otro capítulo (véase página 836), también hay datos
de que la infección yatrógena por el virus 40 de los simios (un
ción pulmonar en pacientes inmunodeprimidos son inespecíficos papovavirus que no infecta habitualmente a los seres humanos)
e incluyen tos seca, disnea progresiva y cianosis. puede participar en la patogenia del mesotelioma.
Como en el caso de otros microorganismos, se dispone de
varias técnicas para la detección de CMV, cada una de ellas con
sus ventajas y limitaciones1133. El virus se puede aislar a partir de MICOPLASMAS, CLAMIDIAS
varias secreciones corporales, sangre o tejidos, y el mayor rendi- Y RICKETTSIAS
miento lo tiene la técnica de cultivo en monocapa celular con
inmunofluorescencia indirecta. Otras pruebas incluyen inmuno- Mycoplasma pneumoniae
tinción con anticuerpos monoclonales, hibridación in situ y RCP,
y todas ellas se han evaluado en el líquido del LBA, en sangre y en Los micoplasmas son los microorganismos de vida libre más
muestras tisulares1119, 1134. Una limitación importante de estas pequeños que se pueden cultivar en medios artificiales. Aunque
técnicas es que la identificación del CMV en muestras distintas a comparten diversos atributos bacterianos, su tamaño diminuto,
los tejidos no indica necesariamente enfermedad. En consecuen- la ausencia de pared celular y las características genéticas los sepa-
cia, a veces es necesario documentar la lesión tisular en muestras ran de la mayoría de las bacterias, y se suele considerar que son
de biopsia para confirmar la capacidad patógena del virus. Las un grupo aparte. Aunque los micoplasmas son pleomorfos, tien-
técnicas de fijación del complemento, aglutinación, ELISA y den a presentarse como filamentos o bacilos en los tejidos. En un
radioinmunoanálisis se usan también para el diagnóstico seroló- extremo tienen una estructura terminal especializada que se con-
gico de la infección por CMV; como en otras infecciones víricas, sidera necesaria para la adherencia del microorganismo a las
se considera que un aumento del título de cuatro veces es un superficies epiteliales.
resultado positivo. Sin embargo, el retraso cronológico limita el Entre las varias especies de micoplasmas que se aíslan en el trac-
empleo de la técnica en la práctica clínica. to respiratorio, M. pneumoniae es la causa más frecuente con
mucho de enfermedad humana. De hecho, es una de las causas más
Virus de Epstein-Barr frecuentes de neumonía adquirida en la comunidad: se ha estima-
do que es responsable del 10% al 15% de los casos en el conjunto
El VEB infecta a los linfocitos B y a las células epiteliales faríngeas, de la población1142, 1143 y de hasta el 30% al 50% en grupos especí-
dentro de los cuales puede permanecer latente durante períodos ficos, como los reclutas militares1144. Las infecciones se producen a
prolongados; las manifestaciones clínicas de la enfermedad guar- lo largo de todo el año, con un máximo en el otoño y la primera
dan relación en gran parte con los órganos y los tejidos que alber- parte del invierno en regiones templadas. La enfermedad afecta
gan esas células. La infección se suele contagiar por contacto con más frecuencia a individuos de entre 5 y 20 años de edad. El
directo entre personas. microorganismo suele transmitirse de persona a persona median-
El VEB quizás sea más conocido como causa de la mononu- te la inhalación de las gotitas que se expulsan con la tos.
cleosis infecciosa, un síndrome que afecta de modo predominan- A pesar de la alta incidencia de neumonía en la población
te a los adultos jóvenes y se caracteriza por faringitis, fiebre, ade- general, el microorganismo no parece ser especialmente conta-
nopatías más o menos generalizadas, esplenomegalia y aumento gioso y la enfermedad se suele transmitir después del contacto
de la cifra de linfocitos, muchos de ellos citológicamente atípicos, prolongado dentro de familias o comunidades cerradas. Sin embar-
en sangre periférica. La enfermedad intratorácica es infrecuente, go, en esos contextos la tasa de infección es alta; el interrogatorio
y se manifiesta con más frecuencia por aumento del tamaño de cuidadoso de los familiares suele revelar síntomas de afectación
los ganglios linfáticos (figura 6-67) y/o neumonitis intersti- de los tractos respiratorios superior e inferior en la mayoría de los
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 305

FIGURA 6-67
Mononucleosis infecciosa. Paciente de 17 años con anamnesis y datos de laboratorio compatibles con mononucleosis
infecciosa. Las imágenes de las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) demuestran un aumento marcado del tamaño de
ambos hilios con un contorno lobulado típico de adenopatías. No existen datos de adenopatías mediastínicas ni de enfermedad
pulmonar o pleural. Un mes más tarde la radiografía de tórax era normal. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD:
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

pacientes1145. Pueden producirse brotes epidémicos locales de Manifestaciones radiológicas


infección relativamente grave, también habitualmente en grupos
familiares o comunitarios1146. El patrón radiográfico típico es indistinguible del de muchas
neumonías víricas y son opacidades intersticiales y/o del espa-
Patogenia y características anatomopatológicas cio aéreo (figura 6-69)1151. En las fases tempranas la inflama-
ción intersticial causa un patrón reticular fino1152, seguido por
En la infección humana, tanto experimental como natural, el signos de consolidación del espacio aéreo que tiende a ser seg-
microorganismo se localiza inicialmente en el epitelio traqueo- mentaria, en contraste con la distribución no segmentaria de la
bronquial, donde se encuentra en contacto íntimo con la superfi- neumonía bacteriana aguda del espacio aéreo (p. ej., la causada
cie de las células ciliadas1147, al parecer por la adherencia de su por S. pneumoniae)1153. La enfermedad se manifiesta de forma
unidad terminal. La patogenia de la lesión tisular subsiguiente predominante en los lóbulos inferiores1154. El aumento del
puede guardar relación con varios mecanismos: 1) efecto citotó- tamaño de los ganglios linfáticos hiliares es poco frecuente en
xico directo del microorganismo; 2) reacción inmunitaria del adultos1155, pero ocurre en aproximadamente el 30% de los
huésped, y 3) cambios citotóxicos e inflamatorios originados por niños1156. Los derrames pleurales suelen ser pequeños y unila-
contacto de los macrófagos con el microorganismo. terales1157.
Los signos anatomopatológicos son sobre todo un infiltrado Los principales signos en la TCAR son opacidades nodulares
inflamatorio mononuclear, peribronquial y peribronquiolar centrolobulillares y lineales ramificadas con una distribución
(figura 6-68); en los casos más graves se observa ulceración epi- focal, engrosamiento de los fascículos broncovasculares y zonas
telial y un infiltrado neutrófilo1148. Se produce un grado variable de atenuación en vidrio esmerilado y consolidación lobulillar o
de inflamación e hiperplasia de las células de tipo II en el parén- segmentaria (figura 6-70)1158. En muchos pacientes las zonas de
quima adyacente. Otros patrones histológicos que se han descri- consolidación tienen una distribución lobulillar.
to ocasionalmente incluyen lesión alveolar difusa, neumonía
organizada, hemorragia alveolar y un cuadro similar a la protei- Manifestaciones clínicas
nosis alveolar1148, 1149. No está claro hasta qué punto esos signos
representan un efecto directo de los micoplasmas o son secunda- El caso típico de infección por micoplasma comienza de modo
rios a otros mecanismos. Es posible la aparición de fibrosis inters- insidioso con fiebre, tos seca, cefalea, malestar general y, rara
ticial como complicación a largo plazo1150. vez, escalofríos1159, 1160. Las mialgias, las artralgias y los sínto-
306 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

FIGURA 6-68
Mycoplasma pneumoniae: bronquiolitis y neumonitis. El corte de una muestra de biopsia pulmonar abierta de un varón de
23 años con insuficiencia respiratoria rápidamente progresiva (A) muestra neumonitis intersticial focal entre leve y moderada e
inflamación intensa centrada alrededor de un bronquiolo membranoso y un bronquiolo respiratorio (b). También se aprecia un
grado ligero de inflamación intersticial alveolar. Otro campo de la misma biopsia (B) muestra la misma reacción en un bronquiolo
respiratorio terminal. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

mas digestivos suelen ser leves o nulos. La afectación del trac- Hallazgos de laboratorio y diagnóstico
to respiratorio superior, que se caracteriza sobre todo por
faringitis y síntomas de rinitis, se encuentra en aproximada- El recuento leucocítico suele ser normal en la neumonía por
mente el 50% de los casos. En ocasiones se observa miringitis micoplasma; sin embargo, se han encontrado cifras por encima
ampollosa1161. de 10.000/mm3 en la cuarta o la tercera parte de los pacientes, en
El síntoma principal de la afectación del tracto respiratorio algunas series1167. La mayoría de los pacientes muestra títulos de
inferior es la tos, que puede ser molesta y paroxística. Aunque aglutininas frías por encima de 1:32. A pesar de todo, su presen-
inicialmente es seca, se puede acompañar de expectoración cia tiene poco valor diagnóstico, puesto que aproximadamente la
mucosa o francamente purulenta si se prolonga la infección. cuarta parte de las neumonías con crioaglutininas positivas está
La hemoptisis y el dolor pleurítico son infrecuentes. En oca- causada por microorganismos distintos de M. pneumoniae (habi-
siones se produce SDRA1162. Se ha descrito un cuadro particu- tualmente virus).
larmente grave, que se caracteriza por afectación de múltiples Puesto que el aislamiento tarda 1 semana o más, y al cabo de
lóbulos, fiebre prolongada, dificultad respiratoria y derrame ese tiempo la mayoría de los pacientes ya está mejorando, el cul-
pleural, en algunos pacientes que tienen anemia drepanocíti- tivo sólo suele tener utilidad para confirmar el diagnóstico. De
ca1163. modo similar, un aumento cuádruple del título de anticuerpos
Las complicaciones y manifestaciones extrapulmonares de la IgG específicos o de las crioaglutininas tiene un valor diagnós-
infección por M. pneumoniae no son infrecuentes y muchas veces tico escaso durante la fase aguda de la enfermedad. Se ha pro-
son más graves que la enfermedad del tracto respiratorio1159. Pue- puesto la demostración de la presencia de anticuerpos IgA o
den incluir meningoencefalitis, meningitis, mielitis transversa y IgM específicos contra los micoplasmas como prueba más rápi-
parálisis de pares craneales1164; hemaglutinación, hemólisis (rela- da y fiable para el diagnóstico precoz1168. Como en otras infec-
cionada con la presencia de aglutininas frías), púrpura tromboci- ciones pulmonares, las técnicas de diagnóstico molecular pue-
topénica y trombosis venosa periférica; pericarditis y miocardi- den tener una utilidad particular. Por ejemplo, mediante el uso
tis1165, y exantema asociado a fiebre alta, estomatitis y oftalmía de una sonda para el ARN micoplásmico se han comunicado
(síndrome de Stevens-Johnson)1166. sensibilidades y especificidades entre el 75% y el 100% y entre el
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 307

A B
FIGURA 6-69
Neumonía aguda por Mycoplasma pneumoniae. Las imágenes de las radiografías posteroanterior (A) y
lateral (B) del pulmón izquierdo muestran una consolidación focal del espacio aéreo en la distribución de los
segmentos lingular y posterior del lóbulo superior izquierdo. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD:
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

85% y el 95%, respectivamente1169. La RCP también proporcio- Tres especies, Chlamydia trachomatis, Chlamydia pneumoniae
na resultados rápidos y es muy sensible1170. y Chlamydia psittaci, pueden causar enfermedad pulmonar
humana.
Pronóstico y evolución natural
Chlamydia trachomatis
Aunque casi todas las infecciones que produce M. pneumoniae
son leves, la neumonía suele ser más prolongada y grave que la Este microorganismo es más conocido como causa de infecciones
que producen los virus. Rara vez la enfermedad es fulminante y genitourinarias en adultos y de conjuntivitis y neumonía en lac-
mortal. En algunos pacientes la enfermedad pulmonar difusa tantes hijos de mujeres infectadas. Sin embargo, se ha demostra-
produce disfunción residual, restrictiva u obstructiva1171, 1172. do que en ocasiones también causa neumonía en adultos tanto
inmunodeprimidos como inmunocompetentes1174. Las manifes-
Clamidias taciones clínicas son inespecíficas y oscilan desde las que se rela-
cionan con una bronquitis aguda a las que se deben a una neu-
Las clamidias son diminutos microorganismos intracelulares monía intersticial difusa grave1175.
obligados que se deben clasificar como bacterias. Difieren de las
bacterias habituales (incluyendo las formas intracelulares, como Chlamydia pneumoniae
las rickettsias) sobre todo por su modo exclusivo de reproducción
y por su incapacidad de sintetizar sustancias de alta energía, A mediados de la década de los ochenta se aisló una nueva cepa de
como el trifosfato de adenosina (ATP) y el trifosfato de guanosi- Chlamydia en pacientes con neumonía, y se la llamó TWAR debi-
na (GTP). Las clamidias existen en una forma extracelular como do a su semejanza con los aislados designados previamente
cuerpos elementales, que miden 0,2 a 0,3 µm de diámetro1173. Esos TW-183 y AR-39. Más adelante el análisis genético demostró que
cuerpos elementales se adhieren a las células susceptibles y entran el microorganismo era distinto de C. trachomatis y de C. psittaci,
en ellas, en cuyo interior se convierten en cuerpos reticulares gran- y se le dio el nombre de C. pneumoniae. Desde entonces los estu-
des, de 0,5 a 1 µm, que experimentan división para formar colo- dios epidemiológicos han demostrado que es una de las causas
nias intracelulares. Los cuerpos reticulares no son infecciosos en más frecuentes de neumonía adquirida en la comunidad. De
sí mismos, y acaban por convertirse en numerosos cuerpos ele- hecho, la enfermedad clínica parece representar aproximadamen-
mentales; en ese momento se rompe la membrana del fagosoma, te el 5% al 10% de todos los casos de infección del tracto respira-
muere la célula y se liberan los cuerpos elementales. Se cree que torio inferior1176, 1177. Aunque suele aparecer de forma esporádica,
la liberación de enzimas fagolisosómicas al romperse la membra- se han descrito brotes epidémicos en familias y comunidades loca-
na es responsable de la lisis celular. les1178. Los pacientes con sida, EPOC o fibrosis quística parecen
308 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

infección en otras muchas aves indica que el término ornitosis es


más apropiado. La mayoría de los casos humanos en los que se
puede obtener una historia de exposición guarda relación con
periquitos, palomas o aves de corral1187, 1188. Los gérmenes se excre-
tan con las heces y la orina de las aves y permanecen viables
durante al menos un mes a temperatura ambiente; en la mayoría
de los casos la infección humana se debe a la inhalación de restos de
excrementos secos. La enfermedad puede aparecer de forma espo-
rádica o como epidemias, y estas últimas suelen afectar a trabaja-
dores que manipulan aves de corral1188.
Las características anatomopatológicas de la enfermedad
humana mortal son las de la lesión alveolar difusa1189. Se pueden
identificar inclusiones intracitoplásmicas con forma bacilar, pero
en general es difícil verlas.
Se ha descrito que el patrón en la radiografía de tórax es una
opacidad en vidrio esmerilado homogénea que a veces contiene
algunas zonas de radiotransparencia1190, un patrón reticular focal
que se irradia desde las zonas hiliares o afecta a las bases pulmo-
nares1191, y una consolidación segmentaria o no segmentaria con
o sin atelectasia. Se puede encontrar aumento del tamaño de los
ganglios linfáticos hiliares1191. La resolución radiográfica se retra-
sa con frecuencia hasta muchas semanas después de la curación
clínica.
FIGURA 6-70 La ornitosis varía de intensidad entre un episodio febril leve
y una neumonía grave indistinguible de la infección bacteriana
Neumonía por Mycoplasma pneumoniae. La TCAR correspondiente al
lóbulo inferior derecho revela nódulos pequeños (flechas) con una
aguda1192; también se puede manifestar como una enfermedad
distribución predominantemente centrolobulillar y zonas de atenuación en recurrente crónica. El comienzo puede ser insidioso o brusco. En
vidrio esmerilado. La demarcación nítida entre los lóbulos pulmonares los casos más graves la enfermedad tiende a simular la fiebre tifoi-
normales y anormales es compatible con una neumonía lobulillar. (Tomado dea, con bradicardia e incluso «manchas rosadas»1193. La cefalea,
de Reittner P, Müller NL, Heyneman L et al: Mycoplasma pneumoniae la fiebre y los escalofríos son casi constantes. El síntoma respira-
pneumonia: Radiographic and high-resolution CT features in 28 patients. AJR
Am J Roentgenol 174:37-41, 2000.) torio más prominente es la tos, en general seca pero a veces con
expectoración mucoide no purulenta; en ocasiones se produce
hemoptisis. En caso de infección sobreaguda puede aparecer
tener un mayor riesgo de infección1179-1181. Las manifestaciones dolor pleurítico y disnea. Los síntomas y signos sistémicos inclu-
anatomopatológicas de la infección no están bien documentadas yen malestar general, anorexia, náuseas, vómitos, faringitis,
porque la enfermedad rara vez causa la muerte. poliartritis, mialgias y dolor abdominal. Se puede encontrar
Las manifestaciones radiológicas más frecuentes son consolida- hepatoesplenomegalia y aumento del tamaño de los ganglios lin-
ción del espacio aéreo y opacidades intersticiales1182. La consoli- fáticos superficiales.
dación puede ser unilateral o bilateral, focal, multifocal o, con Al considerar el riesgo potencial de exposición a las aves en la
menos frecuencia, lobar. Los signos menos frecuentes incluyen anamnesis conviene recordar varios puntos. Aunque el ave o las aves
zonas de atelectasia y nódulos pequeños. Las alteraciones radiográ- responsables quizás hayan presentado enfermedad evidente o hayan
ficas tienden a progresar hasta la formación de opacidades bilatera- muerto por la infección, no siempre sucede así1194. Además, la infec-
les mixtas, intersticiales y del espacio aéreo durante la evolución de ción se puede contagiar por un ave adquirida recientemente que
la infección. Se ven derrames pleurales, típicamente pequeños o está sana por tener ya inmunidad. Por último, no siempre hay ante-
medianos, en aproximadamente el 25% de los pacientes. cedentes de exposición identificable a aves1195.
Las manifestaciones clínicas más frecuentes son faringitis, tos La cifra de leucocitos oscila desde normal hasta algo aumenta-
seca y fiebre1183; algunos pacientes presentan ronquera. El micro- da, con o sin eosinofilia. El germen se puede aislar mediante cul-
organismo se puede aislar en cultivos tisulares y se identifica con tivo de tejido esplénico o hepático en la cavidad intraperitoneal
anticuerpos específicos1184. La prueba de inmunofluorescencia del ratón, en embriones de pollo y en tejidos; el crecimiento se
directa es sensible y específica, y se ha empleado mucho para el aprecia al cabo de 5 a 30 días.
diagnóstico1185. Es probable que la RCP llegue a ser un instru-
mento aún más importante en el futuro1186. La enfermedad suele Rickettsias
ser leve, autolimitada y sin secuelas. Sin embargo, se han descrito
casos mortales en algunos pacientes que tenían enfermedades Las rickettsias son pequeños microorganismos intracelulares
subyacentes. obligados que se clasifican correctamente como bacterias. El
hábitat natural se encuentra en diversos artrópodos, y las rickett-
Chlamydia psittaci sias se transmiten a los animales superiores y los seres humanos
mediante las picaduras de los artrópodos. Se conocen cuatro gru-
Este microorganismo es un patógeno frecuente de muchas aves y pos causantes de enfermedad humana, pero el principal produc-
mamíferos, y sólo infecta a los seres humanos de modo ocasional. tor de infección respiratoria es Coxiella burnetii. Aunque el com-
Puesto que la enfermedad humana se relacionó inicialmente con ponente respiratorio no suele ser prominente desde el punto de
los loros y con otros miembros de orden Psittaciformes, se ha vista clínico, algunos pacientes con fiebre maculosa de las Mon-
conocido generalmente como psitacosis, aunque la presencia de la tañas Rocosas también presentan afectación pulmonar.
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 309

Coxiella burnetii de el punto de la inoculación inicial los gérmenes se diseminan


a través del torrente sanguíneo e invaden las células endoteliales
C. burnetti produce la fiebre Q. Su reservorio natural parecen de los capilares, donde se multiplican y pueden causar necrosis
ser las garrapatas, cuyas picaduras transmiten los microorganis- endotelial, vasculitis y trombosis. La consecuencia es necrosis
mos a diversos mamíferos, insectos y aves. El germen es excep- tisular y hemorragias diseminadas. La afectación más intensa se
cionalmente resistente a la desecación y puede sobrevivir encuentra en la piel, los tejidos subcutáneos y el sistema nervio-
durante muchos meses en un entorno extracelular hostil. Esta so central.
resistencia favorece la transmisión por inhalación, y la mayoría Aunque la afectación respiratoria no suele ser una manifesta-
de las infecciones ha procedido de cultivos de laboratorio1196 o de ción clínica prominente, se observaron signos de afectación del
animales infectados que se utilizan para la investigación o que tracto respiratorio inferior en aproximadamente el 40% de los
se sacrifican en mataderos1197, 1198. Los animales son especial- pacientes de una serie en algún momento de la evolución de la
mente contagiosos después del parto (el microorganismo crece enfermedad1204. Las manifestaciones radiológicas son variables.
bien en el tracto reproductor de las vacas y se puede aislar en la En un estudio se encontraron alteraciones focales o consolidación
placenta). difusa del espacio aéreo, enfermedad intersticial difusa y derrame
La fiebre Q tiene una distribución mundial; se describió origi- pleural1205.
nalmente en Australia (fiebre de Queensland) y más adelante en Desde el punto de vista clínico, los pacientes presentan fiebre,
EE.UU., Europa y otros lugares. Se ha estimado que produce exantema, cefalea y mialgia. La afectación del tracto respiratorio
neumonía en aproximadamente el 5% de los casos australianos se manifiesta clínicamente por tos1204. Los pacientes que tienen
de infección, en contraste con una incidencia de aproximada- signos radiológicos de enfermedad difusa intersticial y del espa-
mente el 50% en los pacientes de EE.UU. y del Reino Unido1198; cio aéreo tienen una tasa de mortalidad de aproximadamente el
esta observación quizás refleje una diferencia de virulencia entre 50%, mientras que los que tienen enfermedad local se suelen
las distintas cepas del microorganismo. Existe una marcada rela- recuperar1205.
ción laboral y el riesgo es particularmente alto en agricultores,
operarios de mataderos y establos y el personal de los laborato-
rios veterinarios y médicos. PROTOZOOS
La anatomía patológica de la neumonía de la fiebre Q se carac-
teriza por inflamación intersticial leve y ocupación del espacio Entamoeba histolytica
aéreo alveolar por una combinación de sangre, líquido de edema
y células inflamatorias mononucleares1199. Puede haber necrosis. Aunque la infestación humana es causada a veces por otras
Las vías aéreas superiores contienen un exudado similar y sus amebas, el término «amebiasis» se reserva para la que produce
paredes pueden mostrar zonas focales de ulceración epitelial y un E. histolytica, una especie que se relaciona habitualmente con
infiltrado inflamatorio mononuclear. enfermedad del colon (disentería amebiana). La disentería ame-
Los signos radiográficos son típicamente múltiples zonas de biana tiene una distribución mundial, con zonas de elevada
consolidación redondeadas de 5 a 20 cm de diámetro, o numero- endemicidad en regiones donde la higiene y las medidas tera-
sas zonas de consolidación segmentaria1200, 1201. Algunos pacien- péuticas son deficientes. Los pacientes afectos, que frecuente-
tes presentan consolidación lobar o sublobar asociada a pérdida mente están asintomáticos, eliminan quistes con las heces, y los
de volumen1202. Las zonas de consolidación suelen afectar a los quistes se suelen ingerir con el agua o los alimentos contamina-
lóbulos inferiores. Hay un derrame pleural pequeño en aproxi- dos. En EE.UU. la mayoría de los casos aparece en inmigrantes
madamente el 10% de los pacientes1202. La resolución tiende a ser procedentes de regiones endémicas y que llevan en el país
lenta, con una media de 30 días, y a veces tarda varios meses. menos de dos años1206; también tienen mayor riesgo las perso-
La enfermedad suele comenzar de modo insidioso con males- nas que están en instituciones cerradas, como los presidiarios y
tar general durante varios días, seguido por cefaleas, a veces los enfermos mentales1206a.
intensas, escalofríos, mialgias y artralgias; en una pequeña parte Aunque la disentería amebiana no muestra predilección por
de los casos hay náuseas, vómitos y diarrea1197. La afectación pul- ninguna edad ni ningún sexo, la enfermedad pleuropulmonar
monar se caracteriza por tos seca y, en los casos graves, disnea y es más frecuente entre los 20 y los 40 años de edad y es 10 a 15 veces
dolor torácico. La fiebre suele ser intermitente y puede durar más frecuente en los varones que en las mujeres1207. Se ha estima-
varias semanas. La enfermedad extrapulmonar es frecuente e do que esta afectación se produce en aproximadamente 1 de cada
incluye hepatitis, endocarditis, miocarditis, meningoencefalitis y 1.000 pacientes con disentería amebiana1208; sin embargo, cuando
flebitis. La evolución puede ser progresiva crónica o recurrente y re- está afectado el hígado la incidencia alcanza cifras de hasta entre
cidivante1203; en la mayoría de estos casos el corazón es la princi- el 6% y el 40%1206a.
pal localización de la enfermedad. Los quistes de E. histolytica son acidorresistentes y pueden
Los microorganismos se pueden aislar en orina, sangre, espu- pasar por el estómago para llegar al intestino delgado, donde se
tos o líquido pleural. La enfermedad suele tener un carácter auto- exquistan los trofozoítos. Los trofozoítos emigran al colon, se
limitado y pocos pacientes presentan secuelas a largo plazo. multiplican y atraviesan el epitelio hasta la submucosa. La pe-
netración de la mucosa se asocia a necrosis y ulceración y a los
Rickettsia rickettsii síntomas característicos de la disentería amebiana. Los microor-
ganismos se pueden diseminar más adelante hasta el hígado y dar
Este microorganismo es la causa de la fiebre maculosa de las lugar a la formación de microabscesos y, posteriormente, macro-
Montañas Rocosas. Se encuentra exclusivamente en América del abscesos.
Norte y del Sur y a pesar de su nombre la enfermedad es más La enfermedad pulmonar puede producirse por varios meca-
frecuente en el este de EE.UU.. Las personas son infectadas por nismos, el más frecuente de los cuales es la extensión desde un
las picaduras de varias especies de garrapatas, por lo que la absceso hepático, que habitualmente se localiza en el lóbulo
mayoría de los casos se produce durante los meses cálidos. Des- derecho. Estos abscesos se pueden extender hacia el espacio sub-
310 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

frénico y formar un absceso subdiafragmático separado, en cuyo La posibilidad de amebiasis pleuropulmonar se debe conside-
caso puede aparecer un derrame pleural estéril. Otros pacientes rar en un paciente que reside o ha residido en una zona endémi-
presentan empiema o absceso pulmonar basal por extensión ca y presenta dolor en hipocondrio derecho y tos seca, en parti-
transdiafragmática de la infección, asociada a un absceso hepáti- cular si tiene antecedentes de diarrea (aunque falta con
co sólo o a un absceso hepático y otro subfrénico. Las zonas del frecuencia). La tos seca caracteriza la fase precoz de la enferme-
pulmón infectadas por E. histolytica muestran zonas mal defini- dad; más adelante se puede acompañar de expectoración carac-
das de necrosis, muchas veces de consistencia blanda o semilí- terística en «salsa de chocolate». La hemoptisis es frecuente en
quida, y un aspecto hemorrágico mucinoso característico que se caso de afectación pulmonar. También se puede producir expec-
ha comparado con la pasta de anchoas o la salsa de chocolate. toración de bilis (bilioptisis), la mayoría de las veces como con-
Desde el punto de vista histológico hay grados variables de secuencia de una fístula broncohepática o, con menos frecuen-
necrosis, fibrosis e infiltrado inflamatorio mononuclear. Se pue- cia, una fístula broncobiliar1210. La exploración física puede
den identificar trofozoítos en los bordes de zonas necróticas con- revelar hepatomegalia dolorosa, hipersensibilidad intercostal
tiguas al pulmón normal. inferior o ambas.
Las manifestaciones radiográficas más frecuentes en el tórax La leucocitosis suele ser moderada y se puede asociar a eosi-
son elevación del hemidiafragma derecho, derrame pleural y ate- nofilia y anemia. Se encontraron anticuerpos contra el citoplas-
lectasia o consolidación del lóbulo inferior derecho (figu- ma de los neutrófilos (c-ANCA) en una gran proporción de los
ra 6-71)1206a. La consolidación puede progresar hasta la forma- pacientes de un estudio1211. Se puede establecer un diagnóstico
ción de abscesos. La presencia de un absceso hepático y su positivo mediante la demostración de los microorganismos en
extensión a través del hemidiafragma se pueden evaluar median- esputo, líquido pleural o material obtenido mediante aspiración
te TC o ecografía1209. con aguja; sin embargo, el número de microorganismos suele ser

FIGURA 6-71
Amebiasis. La radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra elevación del hemidiafragma derecho. La TC después de la administración de contraste
intravenoso (B) presenta un derrame pleural derecho pequeño y zonas de atelectasia en el lóbulo inferior derecho. El corte a través del hígado (C)
muestra una lesión quística grande en el lóbulo derecho hepático. El examen ecográfico (D) demuestra material ecógeno dentro de la lesión compatible
con un absceso. El diagnóstico de amebiasis se demostró mediante aspiración con aguja fina bajo guía ecográfica. El paciente era un varón de 42 años de
Corea del Sur con historia de fiebre y escalofríos desde una semana antes. (Por cortesía del Dr. Soon Ju Cha, Inje University Hospital, Seoul, South Korea.)
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 311

pequeño y parecen ser frecuentes los diagnósticos falsamente parenquimatosa. Es posible identificar los microorganismos
positivos y negativos1206a. Se están perfeccionando pruebas con libres en el tejido necrótico o en las células epiteliales alveolares y
anticuerpos monoclonales y con RCP. Se puede establecer un endoteliales capilares.
diagnóstico de presunción si se identifican en las heces trofozoí- En los pacientes inmunocompetentes la toxoplasmosis pul-
tos o quistes. Se ha estimado que la mortalidad global de la ame- monar suele originar un patrón reticular focal que recuerda a
biasis torácica está entre el 10% y el 15%1207. la neumonía vírica aguda; en algunos casos se produce conso-
lidación del espacio aéreo. En ocasiones se pueden ver zonas
Toxoplasma gondii mal definidas de opacidad en vidrio esmerilado, más fáciles de
apreciar en la TCAR que en las radiografías (figura 6-72). Es
La toxoplasmosis está causada por Toxoplasma gondii, un proto- frecuente el aumento del tamaño de los ganglios linfáticos
zoo intracelular que provoca una infestación generalizada, rara hiliares1213. En los pacientes que tienen sida las manifestacio-
vez con manifestaciones clínicas. El microorganismo se encuen- nes radiográficas son un patrón nodular bilateral, predomi-
tra en muchos animales domésticos y salvajes de todo el mundo. nantemente grueso, o con menos frecuencia un patrón reticu-
Los seres humanos suelen adquirir la infección al ingerir material lonodular fino difuso indistinguible del que se observa en la
contaminado por heces con ovoquistes o carne con quistes poco NPC1214.
cocinada. Las manifestaciones clínicas de la toxoplasmosis de los adultos
Tras la ingestión los ooquistes son rotos por las enzimas diges- suelen recordar a la mononucleosis infecciosa1212. Los pacientes
tivas y liberan trofozoítos que entran en la mucosa intestinal y se pueden permanecer asintomáticos o pueden manifestar febrícula
diseminan a través del torrente sanguíneo. En la persona inmu- y adenopatías, con o sin exantema, a lo largo de varias semanas o
nocompetente la enfermedad suele ser limitada, con infestación meses. Son frecuentes la anemia y la linfocitosis. La enfermedad
intracelular y muerte celular mínima, predominantemente en los diseminada se caracteriza por fiebre, desorientación, confusión,
músculos cardíaco y esquelético y en el encéfalo. Los microorga- cefalea y manifestaciones de miocarditis. La neumonía cursa con
nismos se enquistan en esos órganos y a veces en otras localiza- tos seca, taquipnea, disnea y cianosis. Un título de IgM de 1:160 o
ciones, donde permanecen viables y pueden actuar como una superior proporciona el mejor indicador de infestación adquiri-
fuente de enfermedad si la persona pierde más adelante la com- da durante los 2 a 4 meses anteriores1215.
petencia inmunitaria.
La enfermedad puede adoptar varias formas clinopatológi- Plasmodium falciparum
cas1212. Las adenopatías, con o sin síntomas similares a los de la
mononucleosis infecciosa, son la forma clínica más frecuente de La enfermedad pulmonar con manifestaciones clínicas no es rara
la enfermedad en los adultos; se pueden afectar diversos grupos en los pacientes que tienen paludismo, sobre todo en los que
de ganglios linfáticos, entre ellos los del mediastino. En los adul- están infestados por P. falciparum1216. Los signos varían desde tos
tos la enfermedad generalizada se encuentra en huéspedes inmu- leve, a veces con datos de obstrucción al flujo aéreo, hasta insufi-
nodeprimidos. Desde el punto de vista histológico, los pulmones ciencia respiratoria fulminante, habitualmente asociada a
muestran neumonitis intersticial, con o sin un exudado en el SDRA1217, 1218. En esos cuadros graves los hallazgos histológicos
espacio aéreo adyacente; en los casos graves se observa necrosis son los de una lesión alveolar difusa.

FIGURA 6-72
Toxoplasmosis. Varón de 45 años sin trastornos inmunitarios conocidos que había presentado picos febriles desde hacía un mes. La radiografía de
tórax (A) muestra una zona mal definida de aumento de la opacidad en el lóbulo inferior izquierdo. La TCAR (B) revela zonas de atenuación en
vidrio esmerilado en ambos lóbulos inferiores y una zona focal de consolidación en el lóbulo inferior izquierdo. El estudio anatomopatológico de un
ganglio linfático extirpado indicó el diagnóstico, que se confirmó por la serología positiva. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser
and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
312 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

HELMINTOS nudos por el suelo contaminado. En la mayoría de los casos la


infestación se acompaña de síntomas clínicos ligeros o nulos. Sin
Ascaris lumbricoides embargo, puede producir un cuadro grave (la llamada hiperinfec-
ción), sobre todo en huéspedes inmunodeprimidos1221 y en
En la gran mayoría de los casos la ascariasis humana está causada pacientes tratados con corticoides por asma o EPOC1222.
por A. lumbricoides. La hembra adulta del parásito vive en el intes- Las manifestaciones radiológicas son zonas focales no seg-
tino delgado del huésped, donde produce hasta 250.000 huevos mentarias de consolidación, probablemente causadas por una
diarios. Los huevos son emitidos con las heces hacia el medio reacción alérgica frente a la emigración de las larvas filariformes
externo, donde son resistentes a la desecación y la congelación y a través de los pulmones. La hiperinfección puede cursar con
pueden permanecer viables durante muchos años. Una vez ingeri- consolidación del espacio aéreo1223, opacidades focales1224 o un
dos, los huevos hacen eclosión en el intestino delgado y las larvas patrón nodular o reticulonodular difuso1225, 1226. Los nódulos
entran en las venas del sistema porta o en los linfáticos intestina- pueden tener bordes bien o mal definidos y las lesiones miden de
les. Desde allí llegan hasta el lado derecho del corazón y hasta los 2 a 5 mm de diámetro, por lo que pueden simular a la tubercu-
pulmones, donde quedan atrapadas en los capilares alveolares y losis miliar1227. Es posible observar derrames pleurales, en general
entran en los espacios aéreos. En ese momento experimentan una con alteraciones parenquimatosas, pero a veces como única
muda y se transforman en larvas de tercera fase. Esas larvas emi- manifestación radiográfica1228.
gran en dirección ascendente por las vías aéreas hasta la laringe En la mayoría de los casos los síntomas pulmonares son leves o
para ser deglutidas, con lo que completan su odisea al transfor- nulos; en la enfermedad más grave puede haber disnea, hemoptisis
marse en helmintos maduros en el intestino delgado. o broncospasmo. Son frecuentes el dolor abdominal y la diarrea o
Los signos radiológicos son zonas focales de consolidación la diarrea alternando con estreñimiento1229. Suele haber aumento
homogénea; en muchos casos la consolidación es transitoria y no de la concentración de IgE y del número total de eosinófilos en
muestra una distribución segmentaria clara. Las zonas de conso- sangre. El diagnóstico se puede establecer por el hallazgo de larvas
lidación pueden medir varios centímetros de diámetro y, en los en el esputo, el lavado gástrico o el líquido del LBA1230; el diagnós-
casos de gravedad moderada, tienden a ser discretas y a concen- tico de presunción se puede basar en la presencia de parásitos en las
trarse en las regiones perihiliares; cuando la afectación es más heces. Se ha encontrado que la prueba de ELISA con antígeno
grave tienden a confluir y asumir un patrón lobulillar1219. extraído de larvas filariformes tiene una sensibilidad del 85% al
Los síntomas pulmonares son tos seca, dolor retroesternal y, en 90% y un especificidad de casi el 100%1231.
los casos más graves, hemoptisis y disnea. Puede aparecer una
erupción cutánea transitoria y muy pruriginosa 4 o 5 días después Trichinella spiralis
del comienzo de los síntomas respiratorios1219. Puede haber febrí-
cula. Resulta frecuente la leucocitosis de 20.000 a 25.000 cé- La triquinosis se produce por la ingestión de larvas del nematodo
lulas/mm3, con eosinofilia del 30% al 70%. El diagnóstico se pue- T. spiralis1232. El parásito se distribuye por todo el mundo y se
de confirmar mediante la identificación de larvas en esputo o en encuentra en todas las zonas donde se consume carne contamina-
el aspirado gástrico; la identificación de helmintos adultos o de sus da, en especial de cerdo, cruda o poco cocinada. Las larvas enquis-
huevos en las heces proporciona un soporte convincente. tadas vivas de la carne alcanzan el intestino delgado, donde madu-
ran, copulan y ponen huevos. Cuando los huevos hacen eclosión,
Strongyloides stercoralis las larvas penetran en la pared duodenal y son transportadas a los
pulmones, desde donde pasan a través de la circulación pulmonar
La gran mayoría de los casos de estrongiloidiasis está causada por el hasta la sistémica y llegan a los músculos de todo el cuerpo. Aun-
nematodo S. stercoralis, un parásito frecuente en las regiones tropi- que la parasitación puede afectar a cualquier músculo, el diafrag-
cales y templadas del todo el mundo. El ciclo del organismo es com- ma quizás sea el que se afecta con más frecuencia. Dentro del
plejo. Las larvas filariformes de vida libre penetran a través de la piel músculo las larvas espirales de Trichinella se enquistan y se rode-
intacta y pasan a los pulmones a través del torrente sanguíneo. Una an por una capa hialina bastante gruesa, que muchas veces se cal-
vez en los pulmones emigran desde los capilares hasta los alvéolos, cifica entre 6 y 18 meses después de la infestación.
y ascienden por las vías aéreas hasta la laringe para ser deglutidas y Desde el punto de vista radiográfico no hay alteraciones pul-
alcanzar el intestino. Dentro del intestino delgado se transforman monares, puesto que las larvas producen una reacción mínima
en hembras adultas, que se establecen y ponen huevos en las criptas durante su paso a través de la circulación pulmonar. Se pueden
de la mucosa. En el paso posterior a través del intestino los huevos ver paredes calcificadas de quistes larvarios dentro de los múscu-
se transforman en larvas rabditiformes no infecciosas; esas larvas, a los respiratorios en forma de opacidades ovales de 1 cm de diá-
su vez, pueden salir directamente con las heces y convertirse en lar- metro mayor.
vas filariformes en el suelo o transformarse en larvas filariformes Desde el punto de vista clínico, el paso de los parásitos a través
dentro del intestino y originar así una autoinfección por penetra- de los pulmones no causa síntomas. Aparece diarrea de 2 a 4 días
ción directa en la mucosa intestinal o en la piel perianal. La capaci- después de la ingestión de carne contaminada; hacia el sépti-
dad del organismo para emigrar a través de los pulmones sin nece- mo día puede haber fiebre, dolor muscular, edema facial y sín-
sitar un ciclo en el suelo le permite persistir en forma de infestación tomas del sistema nervioso central. El depósito de las larvas en
crónica y recurrente durante años, mucho después de que el indivi- los músculos esqueléticos ocurre hacia el décimo día y puede
duo afecto abandone la zona endémica. producir disnea y taquipnea. Es frecuente la leucocitosis con cier-
La enfermedad es endémica en zonas tropicales rurales de cli- to grado de eosinofilia.
ma cálido y suelo húmedo (como el sur de EE.UU.); en esas regio-
nes se ha estimado que la infestación afecta a hasta el 35% de la Eosinofilia tropical
población1220. Puesto que las larvas parasitan a los seres humanos
mediante la penetración en la piel, la enfermedad se ve con más Como indica su nombre, la enfermedad se limita en gran parte a
frecuencia en zonas donde las personas caminan con los pies des- los trópicos y cursa con leucocitosis entre moderada e intensa y
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 313

eosinofilia. Se cree que el cuadro está causado por microfilarias


parásitas de las especies Wuchereria bancrofti, Brugia malayi y
Brugia timori. Se ha especulado que los gusanos adultos alojados
en algún lugar del cuerpo liberan microfilarias en el torrente san-
guíneo, que quedan atrapadas sobre todo en los pulmones, don-
de causan una reacción inflamatoria local1233; este mecanismo
podría explicar la prominencia de los síntomas respiratorios y la
ausencia relativa de microfilarias en la circulación sistémica (en
contraste con las formas típicas de filariasis). La enfermedad se
limita a las regiones donde habitan mosquitos vectores apropia-
dos: subcontinente indio, Malasia, sur de Asia, norte de África y
ciertas zonas de Sudamérica. En la mayoría de los casos los
pacientes son varones adultos de entre 20 y 40 años de edad.
Los signos anatomopatológicos son un infiltrado leucocítico
eosinófilo prominente localizado dentro del intersticio alveolar y los
espacios aéreos y alrededor de las estructuras broncovasculares1234.
Desde el punto de vista radiográfico, la afectación pulmonar es
difusa y simétrica y se caracteriza por un patrón reticulonodular,
acompañado a veces de nódulos de 2 a 5 mm de diámetro (figu-
ra 6-73); se afectan predominantemente las zonas pulmonares
media e inferior. En algunos casos se produce aumento del tama-
ño de los ganglios linfáticos hiliares, y el derrame pleural es poco
frecuente1235, 1236.
El síntoma principal es la tos, habitualmente productiva de
pequeñas cantidades de esputos mucoides o mucopurulentos.
Tiende a ser especialmente molesta por la noche, cuando aparece
en paroxismos, a veces con producción de esputos manchados de
sangre. Las crisis de tos y disnea pueden ser tan intensas como
para indicar un estado asmático. Son frecuentes la pérdida de
peso, la astenia, la febrícula y el aumento ligero del tamaño del
hígado y del bazo.
La leucocitosis suele ser marcada (no son infrecuentes cifras de
60.000 leucocitos/mm3) con eosinofilia, a veces de hasta el 60%. En
la enfermedad aguda también hay concentraciones muy altas de IgE
y de anticuerpos específicos contra las filarias en suero y en líquido
del LBA1237. Las microfilarias se pueden identificar en muestras de
secreciones pulmonares enviadas para examen citológico1238 y en
el líquido pleural1239. El diagnóstico se puede confirmar por la
fijación del complemento y con la prueba cutánea usando antíge-
no de Dirofilaria immitis. Las pruebas de función pulmonar FIGURA 6-73
muestran un patrón restrictivo o mixto obstructivo y restrictivo. Eosinofilia tropical. La radiografía posteroanterior de tórax (A) y una
En algunos pacientes las alteraciones se hacen irreversibles1240. imagen ampliada del lóbulo superior derecho (B) revelan múltiples
opacidades nodulares discretas y confluentes distribuidas por ambos
pulmones y de un diámetro variable entre 3 y 5 mm. No existen signos de
Dirofilaria immitis aumento del tamaño de los ganglios linfáticos hiliares o mediastínicos. El
paciente era un varón joven del este de la India que tenía un cuadro de
La dirofilariasis pulmonar está causada la mayoría de las veces por inicio gradual de tos nocturna, fiebre y eosinofilia. La recuperación fue
D. immitis, un parásito natural de los perros y, con menos frecuen- completa con el tratamiento apropiado. (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
cia, los gatos y diversos carnívoros salvajes. En esos animales el pará- Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
sito aparece inicialmente en el tejido subcutáneo; desde allí emigra 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
a las cavidades derechas del corazón y la arteria pulmonar principal,
donde se alojan uno o varios helmintos y se liberan microfilarias
hacia la sangre. Los mosquitos transmiten posteriormente las fila- dirofilariasis1242. Parece probable que una gran proporción de los
rias tanto al huésped definitivo como a los seres humanos. Puesto casos no detectados clínicamente se deban a la muerte de las micro-
que los humanos no son el huésped natural, los organismos no filarias en el punto de inoculación inicial. La gran mayoría de los
completan su ciclo vital y mueren antes de alcanzar la madurez pacientes son adultos, un grupo de edad en el que es mayor la
sexual; son transportados hasta la circulación pulmonar, donde se probabilidad de hacer una radiografía de tórax y en el que se
alojan en vasos periféricos y causan necrosis del tejido adyacente. sospecha una lesión maligna cuando se encuentra un nódulo
La mayoría de las comunicaciones de casos humanos proce- solitario.
den de las regiones costeras del este y del sur de EE.UU.1241. Aun- La enfermedad pulmonar se caracteriza desde el punto de vis-
que la enfermedad es poco frecuente, los estudios serológicos que ta anatomopatológico por uno o más nódulos esféricos o lobula-
se han realizado en zonas con infestación endémica por Dirofila- dos bien circunscritos y que habitualmente se localizan en el
ria immitis indican que la incidencia de la enfermedad humana es parénquima subpleural1243. Desde el punto de vista histológico
mucho mayor de lo que indica el número de casos declarados de hay una región central de necrosis por coagulación o similar a la
314 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

caseosa rodeada por una cantidad variable de tejido fibroso e La capacidad de filtro de los capilares hepáticos y pulmonares
infiltrado inflamatorio. Se pueden identificar uno o más helmin- para retener las larvas es responsable en buena parte del predo-
tos, habitualmente degenerados, dentro de una arteria pulmonar minio de la enfermedad en el hígado y los pulmones. En la varie-
de la porción central del nódulo. Este aspecto anatomopatológi- dad pastoral aproximadamente el 65%-70% de los quistes se
co se debe probablemente a una reacción inflamatoria frente al localiza en el hígado y el 15%-30% en los pulmones. Sin embar-
antígeno que libera el parásito en la fase de generación, y no a la go, por razones que no están claras los quistes pulmonares pare-
oclusión vascular e isquemia. cen predominar sobre los hepáticos en la variedad selvática1250.
Desde el punto de vista radiográfico, la manifestación típica es Aunque se considera típico el aumento del tamaño de los quistes
un nódulo solitario de 1 a 2 cm de diámetro, bien circunscrito y de 0,5 a 1 cm/año, se han descrito tasas de crecimiento de hasta
esférico o con forma de cuña1244. En ocasiones se observan múl- 5 cm/año1249. Se ha propuesto que los helmintos son capaces de
tiples nódulos1245. La mayoría de los pacientes está asintomática y producir una sustancia homóloga a la ciclofilina humana (una
el diagnóstico se establece tras la resección pulmonar por sospe- molécula que interactúa con la ciclosporina para inducir supre-
cha de cáncer de pulmón. No es rara la eosinofilia sistémica, pero sión de los linfocitos T) y provocar así la depresión local de la
suele ser leve (aproximadamente el 5% en la mayoría de los defensa del huésped1249.
casos)1246. Las pruebas inmunitarias, entre ellas la hemaglutina- Dentro de los pulmones los quistes hidatídicos son típicamen-
ción indirecta y la prueba de ELISA1247, pueden ser útiles, pero te esféricos u ovales (véase figura en color 6-17) y están rodeados
todavía no se ha demostrado que distingan con confianza entre por una capa de tejido fibroso que contiene un infiltrado inflama-
dirofilariasis y carcinoma. torio crónico inespecífico (el periquiste). El propio quiste está for-
mado por dos capas: 1) una membrana quitinosa externa laminar
Echinococcus granulosus (exoquiste) que protege a los organismos en desarrollo frente a las
células inflamatorias del huésped y 2) una capa interna fina for-
La equinococosis (enfermedad hidatídica) está causada por larvas mada por un sincitio de células (endoquiste) que constituye la
de la clase Cestoda, de las que E. granulosus es responsable de la capa germinativa. Esta última produce el líquido intraquístico y
gran mayoría de las infestaciones pulmonares humanas1248, 1249. El sirve de origen a las numerosas cápsulas germinativas (quistes
gusano adulto tiene cuatro segmentos: cabeza (escólex), formada hijos) dentro de las cuales se desarrollan escólices larvarios.
por cuatro ventosas y un rostrelo que contiene dos hileras de gan- Aunque los quistes hidatídicos intrapulmonares pueden causar
chos para la unión a la mucosa intestinal, y tres proglótides, la síntomas por compresión directa de las estructuras adyacentes, la
última de las cuales es el órgano de puesta de huevos. enfermedad provoca manifestaciones clínicas a consecuencia de
La enfermedad se produce en dos formas. La variedad pastoral la rotura hacia los bronquios contiguos. La rotura se puede produ-
es la más frecuente, y como implica su nombre, se encuentra en cir de dos formas: 1) a través del periquiste, el exoquiste y el endo-
zonas rurales, donde actúan como huéspedes intermedios las quiste con expulsión del contenido en la vía aérea y sustitución del
ovejas, las vacas o los cerdos, y, los perros suelen ser los huéspedes contenido por aire; esta forma se sigue con frecuencia de infección
definitivos habituales. Los seres humanos adquieren la enferme- bacteriana secundaria; 2) a través sólo del periquiste, con lo que se
dad mediante el contacto directo con perros infestados o por la establece una comunicación entre el árbol bronquial y el espacio
ingestión de agua, alimentos o tierra contaminados con huevos; virtual que delimitan el exoquiste y el periquiste. Con poca fre-
de ese modo los seres humanos se convierten en huéspedes inter- cuencia un quiste se rompe directamente hacia el parénquima
medios accidentales. La enfermedad es particularmente frecuen- pulmonar y provoca neumonitis, o hacia la cavidad pleural y cau-
te en las regiones mediterráneas donde se crían ovejas y en Rusia, sa pioneumotórax. También es posible la equinococosis pulmonar
Argentina, Chile, Uruguay, Australasia y partes de África. La o pleural secundaria a enfermedad hepática como consecuencia
variedad selvática está causada muy probablemente por una cepa de la extensión de un quiste intrahepático a través del diafragma,
diferente de la tenia, y los huéspedes definitivos son miembros de lo que da lugar a la formación de una fístula hepatobronquial, un
la familia Canidae, como perros, lobos, zorros y coyotes. Diversos absceso parenquimatoso o un empiema1251.
herbívoros, como alces, ciervos, gamos, renos, caribúes y bisontes,
actúan como huéspedes intermedios. La enfermedad se encuen- Manifestaciones radiológicas
tra sobre todo en Alaska y el norte de Canadá. Se adquiere por el
mismo mecanismo que la variedad pastoral. Los quistes se ven característicamente en las radiografías como
masas solitarias bien delimitadas, esféricas u ovales, rodeadas por
Patogenia y características anatomopatológicas pulmón normal (figura 6-74)1252. Son múltiples en el 20%-30%
de los pacientes. Su tamaño varía entre 1 y más de 20 cm de diá-
Los helmintos adultos maduros viven en el intestino delgado del metro1253; los quistes más grandes se suelen ver en la enfermedad
huésped definitivo. Los huevos son expulsados con las heces hacia de tipo pastoral, mientras que los de la variedad selvática superan
los pastos o el agua, donde son ingeridos por los huéspedes inter- rara vez los 10 cm1249. La mayor parte de los quistes se localiza en
medios. En ellos las larvas se desarrollan en el duodeno, penetran los lóbulos inferiores, con más frecuencia en la región posterior
a través de la pared intestinal y recorren la circulación portal has- que en la anterior y con algo más de frecuencia en el lado derecho
ta el hígado, donde la mayoría queda atrapada en los sinusoides. que en el izquierdo1254. Aunque muchas veces son esféricos u ova-
De las que escapan, la mayor parte queda atrapada en los capila- les, también pueden tener una forma irregular, que algunos auto-
res alveolares. Casi todas las larvas atrapadas mueren, pero las res atribuyen al hecho de que cuando contactan con estructuras
pocas que sobreviven se transforman en quistes, que producen relativamente rígidas, como los fascículos broncovasculares, al
cápsulas germinativas que contienen helmintos inmaduros. El crecer presentan melladuras y lobulaciones1252.
ciclo vital del parásito se completa cuando el huésped definitivo Cuando se establece una comunicación entre el quiste y el
se alimenta con los restos de un huésped intermedio que alberga árbol bronquial puede entrar aire en el espacio que hay entre el
quistes, lo que permite el desarrollo de gusanos adultos en el periquiste y el exoquiste y producir una semiluna fina alrededor
intestino del primero. de la periferia del quiste, el llamado signo del menisco o de la
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 315

FIGURA 6-74
Quiste hidatídico. La radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra una masa de 6 cm de bordes lisos en el pulmón izquierdo. La TC (B) revela una
lesión quística que contiene líquido y que tiene valores de atenuación similares a los del agua (0 UH). El paciente era un varón asintomático de 51 años
que se había dedicado a la caza durante varios años en el norte de Canadá. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

semiluna1255. Una vez que el quiste se ha roto en la vía aérea, su Género Paragonimus
membrana puede quedar flotando en el líquido residual dentro
de la cavidad quística y dar lugar al clásico signo del nenúfar o del La paragonimiasis está causada por trematodos del género Para-
camalote (figura 6-75)1256. Este aspecto se encuentra rara vez en la gonimus, entre las que P. westermani es la más frecuente; P. mexi-
forma selvática de la enfermedad1250. canus se puede encontrar en México y América Central, y P. kelli-
La TC puede ser útil para identificar las membranas endo- cotti en EE.UU.1263, 1264. La enfermedad es más frecuente en el
quísticas desprendidas o colapsadas, las membranas colapsadas sudeste asiático, y la inmigración de refugiados procedentes de
de los quistes hijos y los quistes hijos intactos1257. El líquido del esa zona ha producido un aumento de la incidencia de la enfer-
quiste tiene un valor de atenuación próximo a 0 UH (véase figu- medad en el mundo occidental1265. Los seres humanos adquieren
ra 6-74)1258. La RM también permite la diferenciación fiable entre la enfermedad por ingestión de cangrejos o langostinos de río
quistes llenos de líquido y tumores sólidos1259, 1260, ya que los quis- crudos o poco cocinados o al beber agua contaminada por esos
tes tienen una intensidad de señal baja en las imágenes potencia- crustáceos. Por tanto, la enfermedad suele ocurrir en grupos
das en T1 y una intensidad de señal alta y homogénea en las imá- familiares por exposición dietética común.
genes potenciadas en T2. El ciclo vital de P. westermani es uno de los más fascinantes de
todos los parásitos. Dentro de los pulmones de los seres humanos
Manifestaciones clínicas y hallazgos de laboratorio o de los animales superiores la forma larvaria se transforma en
parásito adulto, que posee ventosas orales y ventrales para adherir-
La mayoría de los quistes hidatídicos pulmonares intactos, sobre se al tejido adyacente. Los huevos son depositados en surcos en el
todo los de la forma selvática, no causa síntomas. En ocasiones un parénquima pulmonar y se expulsan con la tos o son deglutidos y
quiste intacto produce tos seca y hemoptisis mínima1261. Cuando excretados con las heces. En condiciones de humedad adecuada se
se rompe un quiste muchas veces aparece un cuadro brusco de transforman en miracidios ciliados, que infestan los caracoles de
tos, expectoración y fiebre; puede aparecer una reacción de hiper- aguja dulce. Dentro del caracol se desarrollan nuevas formas larva-
sensibilidad aguda con urticaria, prurito y, en algunos casos, rias, y al cabo de unos dos meses se liberan las cercarias. Las cerca-
hipotensión. Puede haber dolor torácico y expectoración puru- rias tienen movilidad activa y son capaces de penetrar en los teji-
lenta. dos blandos periarticulares de ciertas especies de cangrejos y
Las pruebas de laboratorio para el diagnóstico incluyen hema- langostinos de río. Cuando son ingeridas por el huésped definitivo
glutinación indirecta, aglutinación del látex, fijación del comple- las metacercarias se liberan en el yeyuno, desde el que penetran a
mento y ELISA; estas pruebas tienen una sensibilidad variable través de la pared del intestino delgado hasta la cavidad peritoneal,
entre el 80% y el 100% y una especificidad del 88% al 98% para los se abren camino a través del diafragma hasta el espacio pleural y
quistes hepáticos1249; sin embargo, su sensibilidad para la detección finalmente invaden el pulmón. El parásito maduro vive durante
de quistes pulmonares es de sólo el 50% al 55%. Además, la espe- muchos años en el pulmón y produce huevos continuamente.
cificidad está limitada por reacciones cruzadas con antígenos de El examen anatomopatológico de los pulmones muestra espa-
otros parásitos. La eosinofilia sanguínea suele ser leve y aparece en cios quísticos únicos o múltiples de 1 a 3 cm que contienen un
el 25% al 50% de los casos1262; puede ser intensa en los casos de líquido mucinoso pardo rojizo y habitualmente un solo parásito
anafilaxia tras la rotura del quiste. Las muestras de líquido pleural adulto1264. Los quistes se suelen localizar cerca de los bronquiolos
o de esputo pueden revelar escólices, ganchos o fragmentos de exo- más grandes o de los bronquios. Desde el punto de vista micros-
quiste, lo que confirma el diagnóstico. cópico, los parásitos aparecen rodeados de un infiltrado celular
316 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

FIGURA 6-75
Quiste hidatídico roto. La masa homogénea bien circunscrita (A) de la porción media del pulmón izquierdo tiene un contorno liso pero algo lobulado.
Cuatro años más tarde (B) el quiste contiene aire; la masa irregular presente en el fondo del quiste (flechas) corresponde a membranas colapsadas. El
broncograma (C) muestra material de contraste dentro del quiste, que delinea las membranas. (Por cortesía de Alfred Hospital, Melbourne, Australia.)

formado en gran parte por eosinófilos. Acaba por producirse sis es un síntoma casi constante, sólo se encontró en el 64% de
fibrosis. Cuando se produce la erosión de una vía aérea de drena- una serie de 25 pacientes1265. Tiende a aparecer de forma esporá-
je, el contenido del quiste se puede extender a otras partes del dica durante meses e incluso años, sin otros signos de enferme-
pulmón y causar bronconeumonía. dad. Puede haber disnea, anorexia, febrícula y pérdida de peso; si
La radiografía de tórax es normal en aproximadamente el 20% aparece un derrame pleural o un neumotórax, el paciente puede
de los pacientes en los que se identifican huevos de Paragonimus referir dolor pleural.
en el esputo1266. Las alteraciones más frecuentes son opacidades En alrededor de las dos terceras partes de los casos se encuentra
parenquimatosas y lesiones quísticas, que se ven en aproximada- eosinofilia (recuento absoluto de eosinófilos superior a
mente el 50% de los pacientes1267. Las opacidades parenquimato- 500/mm3)1268. También se ha descrito eosinofilia en el líquido pleu-
sas pueden estar mal definidas o pueden ser homogéneas, únicas ral, junto a una concentración baja de glucosa y un pH bajo, y con-
o múltiples, y nodulares, subsegmentarias o segmentarias (figura centraciones altas de proteínas y de LDH1269. Algunos pacientes
6-76). Las lesiones quísticas pueden medir entre 0,5 y 5 cm de diá- presentan anemia. El diagnóstico se puede establecer en la mayoría
metro y tienen paredes finas. Se pueden observar en zonas de con- de los casos mediante la identificación de los huevos del parásito en
solidación o como sombras anulares aisladas. Las lesiones tienen el esputo o en las heces1270. La sensibilidad de un solo examen de
con frecuencias una opacidad en semiluna u oval a lo largo de una esputo es de aproximadamente el 30%-40%1268; la cifra aumenta
cara del revestimiento interno; esa opacidad presenta atenuación hasta entre el 50% y el 90% si se repiten los exámenes. Un grupo
de tejidos blandos en la TC y probablemente representa el parási- de investigadores ha encontrado que una técnica de ELISA indirec-
to1267. La comunicación entre los quistes y un bronquio se puede to es muy sensible y específica para la detección de anticuerpos cir-
demostrar en la TC, y puede imitar una bronquiectasia1267. Se han culantes contra el parásito1271. Otros investigadores han publicado
identificado tractos o surcos irregulares que miden hasta 5 mm de resultados similares con una prueba de ELISA en la que usaron cis-
diámetro y conectan quistes adyacentes tanto en las radiografías teína proteinasas del parásito como antígenos1272.
como en la TC de un pequeño número de pacientes. Los estudios
en inmigrantes de EE.UU. que han residido en zonas endémicas Género Schistosoma
muestran un patrón algo distinto en la radiografía de tórax, en el
que las opacidades imitan a la tuberculosis posprimaria1265. Las La esquistosomiasis está causada por helmintos de la clase Tre-
alteraciones pleurales incluyen derrame unilateral o bilateral, matoda, de los que tres (S. mansoni, S. japonicum y S. haemato-
hidroneumotórax y engrosamiento pleural1267. bium) son los más importantes como causas de infestación
No se producen síntomas durante un año o más después de la humana. S. mekongi y S. intercalatum se encuentran también en
supuesta infestación. Aunque se ha considerado que la hemopti- parte del sudeste asiático y en África, respectivamente1273. La
CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones 317

FIGURA 6-76
Paragonimiasis: opacidades múltiples. La radiografía de tórax (A) muestra
opacidades mal definidas en la zona media del pulmón derecho (flecha). La
TCAR (B y C) presenta opacidades nodulares subpleurales de bordes mal
definidos, así como una zona de consolidación subsegmentaria. El paciente era un
varón surcoreano de 38 años al que se evaluó por dolor torácico inespecífico y tos.
(Por cortesía del Dr. Kyung Soo Lee, Samsung Medical Center, Seoul, South Korea.)

enfermedad se limita a zonas habitadas por el huésped interme- Aunque la enfermedad se identifica con más frecuencia en esas
dio, un caracol. La distribución geográfica de los caracoles, y por regiones, el aumento de la emigración desde ellas significa que
tanto de la esquistosomiasis, varía de forma considerable. La probablemente se hará más frecuente en otros lugares; por ejem-
infestación por S. mansoni y por S. haematobium es endémica en plo, se ha estimado que en EE.UU. residen alrededor de 400.000
Oriente Medio (sobre todo en Egipto y parte de Arabia Saudita) inmigrantes infestados1274. La esquistosomiasis aguda («fiebre de
y en grandes zonas de África Central y África del Sur; S. manso- Katayama») que puede aparecer durante la emigración de las lar-
ni se encuentra también en las islas del Caribe y en Sudamérica, vas a través de los pulmones también se está diagnosticando con
sobre todo en Brasil. S. japonicum predomina en China, Japón y más frecuencia en viajeros a regiones en las que la enfermedad es
Filipinas. endémica1275, 1276.
318 CAPÍTULO 6 ■ Enfermedades infecciosas de los pulmones

Patogenia y características anatomopatológicas emigración de las esquistosómulas desde la piel a través de la cir-
culación pulmonar se manifiesta por fiebre, tos, diarrea, artral-
Los seres humanos adquieren la infestación al beber, nadar o tra- gias, anorexia, malestar general y urticaria; la leucocitosis y la
bajar en agua dulce que contiene cercarias infecciosas. Las larvas eosinofilia son casi invariables. En esta fase se pueden encontrar
penetran en la piel o, con menos frecuencia, la mucosa oral, y via- opacidades transitorias en las radiografías de tórax. Esta forma de
jan como esquistosómulas a través de la circulación venosa hasta esquistosomiasis se ve rara vez en los habitantes de zonas endé-
los capilares pulmonares. Recorren esos vasos hasta la circulación micas, mientras que representa una reacción característica en los
sistémica y los vasos mesentéricos en la porción intrahepática del visitantes.
sistema portal. Allí se transforman en parásitos adolescentes, que Algo más tarde, después del depósito de los huevos en las
emigran a contracorriente del flujo sanguíneo portal hasta las vénulas intestinales y vesicales, puede aparecer de forma aguda
venas mesentéricas superiores (S. japonicum y S. mekongi), tos, disnea, hipoxemia y edema pulmonar, que se atribuye a una
mesentéricas inferiores (S. mansoni) o vesicales (S. haematobium). reacción alérgica frente a la movilización súbita de muchos hue-
Los machos y las hembras adultos copulan en esos vasos y las vos hasta los pulmones. Se puede observar un síndrome similar
hembras emigran después hasta conductos venosos de menor cuando se inicia la quimioterapia en los pacientes que tienen
tamaño de la submucosa y la mucosa del intestino o de la vejiga, esquistosomiasis documentada1279.
donde depositan sus huevos. Muchos huevos son expulsados a la En el tercer grupo, que es el más importante, las manifestacio-
luz del intestino o de la vejiga urinaria y excretados con las heces nes clínicas corresponden a la hipertensión pulmonar, habitual-
o con la orina; los que caen en agua dulce se transforman en lar- mente después de años de enfermedad persistente. Puede haber
vas, que penetran en caracoles. Dentro del caracol la larva experi- signos de cirrosis (en casos de infestación por S. mansoni y S.
menta varias transformaciones, y acaban emergiendo cercarias japonicum) o disuria y hematuria (S. haematobium). Es habitual
infecciosas. La penetración en la piel de una persona que está en ver leucocitosis moderada y eosinofilia, a veces de hasta el 33%.
contacto con agua contaminada completa la odisea. En los pacientes en los que se sospecha esquistosomiasis se
La lesión tisular se produce como consecuencia de una reacción deben examinar repetidamente muestras concentradas de heces y
frente a los antígenos procedentes de los huevos1277. Esta lesión se de orina en busca de huevos. La infestación se puede demostrar
puede localizar en la mucosa digestiva o vesical. Sin embargo, algu- también en muchos casos por el hallazgo de huevos en biopsias de
nos huevos se liberan directamente en la sangre venosa. En el caso la mucosa rectal o vesical. El examen del esputo rara vez revela hue-
de D. marginatus, S. japonicum y S. mekongi, la liberación suele pro- vos. Sin embargo, se han identificado huevos en el líquido del
ducirse en el sistema portal, con depósito en el hígado; en el caso de LBA1280. Durante la fase aguda, pero no en las fases crónicas, se
S. haematobium la liberación se produce en la vena cava inferior, encuentran títulos altos de IgE específica contra el antígeno soluble
con embolización directa en los pulmones. Los huevos de las tres de los huevos. Las concentraciones de anticuerpos IgM e IgG con-
primeras especies pueden alcanzar también los pulmones a través tra el antígeno de cercaria están aumentadas en la enfermedad agu-
de anastomosis venosas portosistémicas una vez que el hígado se ha da, y las concentraciones de IgG contra el parásito adulto se elevan
hecho cirrótico por la fibrosis inducida por los esquistosomas. en la enfermedad crónica1281. Se dispone de pruebas específicas
Cuando llegan a los pulmones, la mayoría de los huevos queda cutáneas y de precipitinas para las especies individuales1282.
impactada en arterias pulmonares pequeñas y arteriolas, después de
lo cual son expulsadas hacia el tejido perivascular adyacente. Como
en el intestino y en la vejiga, los huevos provocan una reacción
inflamatoria y fibrosa, que si tiene carácter generalizado produce
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C A P Í T U L O S I E T E

NEOPLASIAS PULMONARES

CARCINOMA PULMONAR 338 Atelectasia lobar o segmentaria o masa Leucemia 391


Epidemiología 338 hiliar con pulmones normales 363 Leucemia mielógena aguda y crónica 391
Etiología 339 Cribado citológico y radiológico 364 Trastornos linfoproliferativos
Humo de tabaco 339 Pronóstico y evolución natural 364 con leucemia 393
Otras partículas y sustancias químicas Factores del huésped 364
NEOPLASIAS MESENQUIMATOSAS 393
inhaladas 339 Clasificación histológica 364 Neoplasias musculares 393
Radiación 340 Estadio 365 Leiomioma y leiomiosarcoma 393
Infección vírica 341 Factores clínicos 366 Neoplasias del tejido vascular 394
Fibrosis pulmonar 341 Factores diversos 366 Hemangiopericitoma 394
Otras enfermedades pulmonares 341 Carcinomas pulmonares primarios Sarcoma de Kaposi 394
Dieta 341 múltiples 366 Hemangioendotelioma epitelioide 396
Factores genéticos 341 Otras neoplasias asociadas al carcinoma Neoplasias del hueso y del cartílago 397
Patogenia 341 pulmonar 366 Condroma 397
Factores genéticos y moleculares 341 NEOPLASIAS Hamartoma 397
Factores inmunitarios 342 NEUROENDOCRINAS 366 Neoplasias del tejido neural 399
Características anatomopatológicas 342 Tumor carcinoide 367 Neurofibroma, schwanoma y sarcoma
Carcinoma epidermoide 342 Características anatomopatológicas 367 neurógeno 399
Carcinoma microcítico 343 Manifestaciones radiológicas 367 Tumor de células granulosas 399
Adenocarcinoma 343 Manifestaciones clínicas 368 Neoplasias del tejido adiposo 399
Carcinoma de células grandes 344 Hallazgos de laboratorio y diagnóstico 368 Lipoma 399
Carcinoma adenoepidermoide 344 Pronóstico y evolución natural 369 Neoplasias del tejido fibroso 399
Carcinomas con elementos pleomorfos, Tumorcillos pulmonares e hiperplasia Tumor fibroso intrapulmonar (fibroma) 399
sarcomatoides o sarcomatosos 344 de células neuroendocrinas 370 Fibrosarcoma 400
Manifestaciones radiológicas 345 Otros tumores pulmonares que muestran Histiocitoma fibroso maligno 400
Atelectasia y neumonitis obstructiva 346 diferenciación neuroendocrina 371 NEOPLASIAS DE HISTOGENIA
Nódulo pulmonar solitario 346
TUMORES EPITELIALES INCIERTA 400
Masa pulmonar solitaria 349
MISCELÁNEOS 371 Tumor de células claras 400
Patrón del espacio aéreo
Neoplasias de las glándulas Hemangioma esclerosante 400
(neumónico) 350
traqueobronquiales 371 Blastoma pulmonar 400
Aumento de tamaño del hilio 351
Afectación mediastínica 351 Carcinoma adenoideo quístico 372 LESIONES SEUDOTUMORALES
Afectación pleural 353 Carcinoma mucoepidermoide 372 NO NEOPLÁSICAS 401
Neoplasias apicales 353 Papilomas traqueobronquiales 372 Pólipos inflamatorios
Afectación de la pared torácica 353 Papilomas múltiples 374 traqueobronquiales 401
Manifestaciones clínicas 353 Papilomas solitarios 374 Granuloma de células
Manifestaciones broncopulmonares 353 Adenomas pulmonares 374 plasmáticas/histiocitoma fibroso
Manifestaciones intratorácicas TRASTORNOS LINFOPROLIFERATIVOS (seudotumor inflamatorio) 401
extrapulmonares 353 Y LEUCEMIA 377 Granuloma hialinizante pulmonar 401
Manifestaciones metastásicas Hiperplasia linfática pulmonar 377 Endometriosis 402
extratorácicas 355 Hiperplasia linfática focal NEOPLASIAS SECUNDARIAS 402
Manifestaciones extratorácicas no (seudolinfoma) 377 Patogenia 402
metastásicas 356 Neumonitis intersticial linfocítica 377 Extensión directa de la neoplasia 402
Estudio del paciente con carcinoma Bronquitis y bronquiolitis foliculares 378 Metástasis 402
pulmonar 357 Linfoma pulmonar 378 Patrones de la enfermedad neoplásica
Consideraciones clínicas 357 Linfoma MALT 379 secundaria 403
Consideraciones analíticas 357 Granulomatosis linfomatoidea 381 Nódulos parenquimatosos 403
Consideraciones radiológicas 358 Linfoma pulmonar no hodgkiniano Nódulos solitarios
Estadificación 358 secundario 383 Nódulos múltiples
Esquemas de estadificación 358 Linfoma de Hodgkin 384 Engrosamiento intersticial (carcinomatosis
Métodos de estadificación 358 Características anatomopatológicas 385 linfangítica) 405
T (tumor primario) Manifestaciones radiológicas 385 Hipertensión e infarto pulmonares
N (ganglios linfáticos) Manifestaciones clínicas 387 (embolia tumoral) 406
M (metástasis a distancia) Pronóstico y evolución natural 388 Obstrucción de la vía aérea (metástasis
Estudio de los patrones radiográficos Linfoma mediastínico bronquiales y traqueales) 407
específicos 362 no hodgkiniano 388 Derrame pleural 407
Nódulo pulmonar solitario 363 Neoplasias de células plasmáticas 390 Localizaciones y tumores primarios
Nódulo o masa periféricos con sospecha de Mieloma múltiple 390 específicos 408
adenopatías hiliares o mediastínicas 363 Plasmocitoma 390 Diagnóstico 410

337
338 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

L
as neoplasias pulmonares se encuentran entre las enfermeda- calculó que 169.500 muertes de pacientes de EE.UU. se debieron a
des más frecuentes en neumología y entran en el diagnóstico un carcinoma pulmonar, lo que supone más de la tercera parte de
diferencial de muchas de las lesiones que se identifican en las todas las muertes por cáncer en el varón y casi la cuarta parte
radiografías del tórax. Debido en parte a los muchos tipos de célu- de las de la mujer3. Como muchas de estas personas tienen entre
las existentes en el pulmón normal y a la gama de posibilidades his- 50 y 70 años en el momento de la muerte, esta neoplasia es la res-
togenéticas asociadas, son numerosos los tipos de neoplasias identi- ponsable de más años de vida perdidos que cualquier otro cáncer.
ficables desde el punto de vista histológico. Se han propuesto varios En los fumadores actuales el riesgo calculado de presentar un
esquemas de clasificación para agrupar a estos tumores. El que pro- cáncer pulmonar a lo largo de su vida es del 17,2% en los varones
pone la Organización Mundial de la Salud (OMS) es uno de los más y del 11,6% en las mujeres4.
conocidos y utilizados, por lo que, con mínimas variaciones, será el La incidencia de esta neoplasia ha aumentado progresivamente
que se utilice en éste y en posteriores capítulos (tabla 7-1)1. durante el siglo XX. En EE.UU. la incidencia global se elevó desde
38,5 por 100.000 persona-años entre 1969 y 1971 a 62,6 en el perío-
do de 1996 a 20005. Existen distintos factores, como la etnia, la
CARCINOMA PULMONAR edad, el sexo, la localización geográfica y el estrato socioeconómico,
que influyen en la tasa de incidencia de grupos específicos. Por
Epidemiología ejemplo, la tasa es mayor en los varones que en las mujeres y es
mayor en los varones afroamericanos que en los de raza blanca6. En
El carcinoma pulmonar es el cáncer «importante» que se diag- EE.UU. la incidencia en los varones alcanzó su máximo en 1981 y
nostica con mayor frecuencia en el mundo y una de las causas disminuyó un 1,8% al año entre 1991 y 20005. Las tasas de morta-
más frecuentes de muerte relacionada con el cáncer en los varo- lidad han experimentado una disminución similar, con una caída
nes y mujeres estadounidenses y de todo el mundo2. En 2001 se del 1,7% al año a partir de 1991 en los varones blancos y del
2,5% anual a partir de 1993 en los varones negros5. Por el contra-
TABLA 7-1. Clasificación histológica de los tumores rio, la incidencia en las mujeres blancas y afroamericanas es simi-
del pulmón lar y sigue ascendiendo, elevándose en una proporción del 0,7% al
año desde 19915. Estas diferencias se reflejan en la proporción
Tumores epiteliales actual de casos constatados en ambos sexos: el cociente entre varo-
Benignos
nes y mujeres era de 6,8:1 en una serie publicada por la Lahey Cli-
Papilomas
Adenomas nic con casos recogidos entre 1957 y 19607, mientras que en la
Lesiones preinfiltrantes actualidad esta relación es de 1,5:18.
Displasia epidermoide/carcinoma in situ Como se expondrá más adelante, la disminución de la inci-
Hiperplasia adenomatosa atípica dencia en los varones y su aumento en las mujeres se deben en
Hiperplasia difusa de células neuroendocrinas pulmonares
Malignos gran medida a las tendencias paralelas en la prevalencia del taba-
Carcinoma epidermoide quismo antes de la aparición del carcinoma9. Sin embargo, es
Carcinoma microcítico probable que también sean importantes otros factores distintos al
Carcinoma microcítico combinado tabaco. Por ejemplo, aunque el carcinoma pulmonar aparece en
Adenocarcinoma
los estadounidenses afroamericanos a edades más tempranas que
Acinar
Papilar en los de raza blanca6, este riesgo no puede atribuirse por com-
Carcinoma bronquioloalveolar pleto a diferencias en el consumo de tabaco. Existen también
Adenocarcinoma sólido con mucina pruebas de que, una vez controlados la cantidad de humo y el
Carcinomas de células grandes tamaño del cuerpo, las mujeres son más susceptibles a la apari-
Carcinoma adenoepidermoide
Carcinomas con elementos pleomorfos, sarcomatoideos ción del carcinoma pulmonar que los varones9, 10.
o sarcomatosos Existen diferencias no explicadas en la incidencia de determi-
Tumor carcinoide nados tipos de carcinoma. Por ejemplo, al hacer una comparación
Carcinoide típico con la década de los setenta varios grupos de investigadores han cons-
Carcinoide atípico
tatado una mayor proporción de adenocarcinomas2. Por el contra-
Carcinomas de tipo glándula salival
Carcinoma mucoepidermoide rio, el carcinoma epidermoide ha disminuido tanto en los varones
Carcinoma adenoideo quístico afroamericanos como en los blancos menores de 75 años y en las
Carcinoma no clasificado mujeres blancas menores de 65 años. La proporción de casos de
Tumores de tejidos blandos carcinoma pulmonar no microcítico es mayor en los varones
Tumores misceláneos
Hamartoma blancos que en los afroamericanos, diferencia que es más notable
Hemangioma esclerosante en las personas más jóvenes11. No parece que esta diferencia guar-
Tumor de células claras de relación con los hábitos dietéticos ni con el tabaquismo8.
Blastoma pulmonar La incidencia del carcinoma pulmonar aumenta con la edad,
Enfermedades linfoproliferativas
tanto en los fumadores como en los que no lo son, observación
Neumonía intersticial linfática
Hiperplasia linfática nodular que, con toda probabilidad, está más relacionada con la exposi-
Linfoma de linfocitos B de la zona marginal de bajo grado del tejido ción acumulativa a carcinógenos que con el envejecimiento per
linfático asociado a la mucosa (MALT) se12. Sin embargo, casi el 3% de los carcinomas pulmonares afec-
Granulomatosis linfomatoidea ta a pacientes menores de 40 años13. Existe una relación inversa
Linfoma de Hodgkin
Tumores secundarios entre el riesgo de carcinoma pulmonar y el estrato socioeconó-
Tumores no clasificados mico14. Aunque es probable que el comportamiento relacionado
con el tabaco justifique una parte importante de esta diferencia,
Modificado de Brambilla E, Travis WD, Colby TV, et al: The new World Health algunos investigadores señalan que el riesgo persiste incluso des-
Organization classification of lung tumours. Eur Respir J 18:1059-1068, 2001. pués de hacer los ajustes correspondientes por el tabaquismo15 y
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 339

tampoco parece que intervengan diferencias relativas a la exposi- encontrarse en la saliva de las personas expuestas a este humo con-
ción profesional a carcinógenos potenciales16. tribuye a dar verosimilitud a la asociación entre el humo de taba-
co ambiental y el carcinoma pulmonar de los no fumadores33.
Etiología Se han identificado más de 4.000 componentes del humo de los
cigarrillos; el tabaco es el responsable fundamental de 2.550 de
Humo de tabaco estas sustancias y las restantes se deben a aditivos, plaguicidas y
otros compuestos orgánicos y metálicos34. Se ha demostrado que
La causa más importante de carcinoma pulmonar es el consumo más de 60 de estos componentes son carcinógenos35; entre los ele-
de tabaco, una afirmación ampliamente demostrada por la obser- mentos radiactivos que contiene el humo del tabaco se encuen-
vación de que alrededor del 90% de todos los casos estadouni- tran el radón, el plomo, el bismuto y el polonio. Se ignora cuál de
denses y europeos se relaciona con su consumo2, 17. La relación estos numerosos componentes o elementos es el responsable de la
entre el tabaco y el carcinoma pulmonar cumple la práctica tota- aparición de las neoplasias, pero los experimentos realizados en
lidad de los criterios de causalidad establecidos por Hill en 1965, varias especies animales demuestran que tanto la inhalación del
incluidas la potencia de la asociación, la constancia de los datos, humo del tabaco como la inoculación intrapulmonar directa de
la identificación de un agente causal específico y la presencia de condensados de tabaco pueden provocar atipia epitelial y carci-
verosimilitud tanto biológica como temporal18. noma infiltrante. Las alteraciones displásicas del epitelio de la vía
Las características epidemiológicas del carcinoma pulmonar respiratoria se identifican asimismo en los pulmones de no fuma-
son paralelas, en gran medida, a las del consumo de tabaco. Por dores que estuvieron expuestos al humo de tabaco ambiental y
ejemplo, en un estudio en el que se comparó la prevalencia del que fallecieron por enfermedades no respiratorias36.
tabaquismo entre 1920 y 1990 con las tasas de mortalidad por
edades por carcinoma pulmonar entre 1930 y 1992 se comprobó Otras partículas y sustancias químicas inhaladas
una fuerte relación temporal tanto en los varones como en las
mujeres, con un período de latencia aproximado de 30 años entre La exposición a diversas partículas inorgánicas y a sustancias quí-
el comienzo del consumo de tabaco y la aparición de la neopla- micas orgánicas se asocia a un riesgo más elevado de aparición de
sia9. Por el contrario, los resultados de varios estudios retrospec- carcinoma pulmonar37. Estos agentes son el amianto, el silicio
tivos y prospectivos demuestran que el carcinoma pulmonar es cristalino, los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), el arsé-
poco frecuente en la población general de no fumadores19. nico, el níquel, el cadmio, los compuestos de cromo, el bis (cloro-
Muchos investigadores han demostrado una clara relación dosis- metil) éter, el clorometil éter, el gas mostaza, el berilio y el cloruro
respuesta entre la cantidad de tabaco fumado y el riesgo de carcino- de vinilo. El mayor riesgo es el relacionado con determinados
ma pulmonar20, 21. Parece que, a este respecto, la duración del taba- ambientes laborales en los que la exposición puede ser muy pro-
quismo es una variable importante y, en concreto, existen pruebas de longada y la concentración de materiales nocivos llega a alcanzar
que el riesgo es mayor cuando se consume un paquete al día durante cifras peligrosas. Se calculó que cada año un total no inferior a
40 años que cuando se fuman dos paquetes al día durante 20 años22. 10.000 o 12.000 carcinomas pulmonares puede atribuirse a la
También está ampliamente demostrado que dejar de fumar o redu- exposición a carcinógenos profesionales existentes en los lugares
cir de manera importante el número de cigarrillos diarios conlleva de trabajo de EE.UU.38; de ellos, más de la mitad están relaciona-
una reducción del riesgo de carcinoma pulmonar; sin embargo, dos con el amianto.
aunque el riesgo relativo disminuye de forma exponencial durante el Amianto. La asociación entre la exposición al amianto y el carci-
primer año, no se ha demostrado que lleguen a alcanzarse las tasas noma pulmonar se demostró de forma concluyente en los trabaja-
de incidencia de las personas que nunca habían fumado23. Conviene dores que habían realizado trabajos de minería y molienda del
señalar que las modificaciones del diseño y de la composición de los mineral y en los que habían tenido contacto secundario con él en
cigarrillos efectuadas en los últimos 50 años no se han traducido en muy distintas industrias39. En esta relación intervienen diversas
ningún beneficio importante para la salud pública2. variables importantes. Las fibras de los anfiboles (crocidolita, amo-
El riesgo de aparición del carcinoma existe incluso con exposi- sita y antofilita) se asocian a un riesgo significativamente mayor
ciones relativamente bajas al tabaco. Por ejemplo, los varones y que las fibras de crisotilo40. También son importantes la intensidad
mujeres que sólo fuman de uno a nueve cigarrillos al día muestran y la duración de la exposición al amianto41, de forma que en la
un claro aumento del riesgo en comparación con los no fuma- mayoría de las series con incremento constatado de la incidencia de
dores24. Además, existen datos abundantes según los cuales la exposi- carcinoma los trabajadores habían estado expuestos durante al
ción al humo de los demás (ambiental) también es peligrosa. A par- menos 20 años. La relación entre el riesgo de sufrir un tumor
tir de una revisión de 30 estudios epidemiológicos realizados en maligno y la exposición al amianto es lineal42 y aunque quizás haya
todo el mundo, los miembros de la Enviromental Protection Agency un umbral por debajo del cual no exista riesgo, en la práctica
de EE.UU. llegaron a la conclusión de que el humo del tabaco podría ser imposible demostrar un aumento mensurable del ries-
ambiental es responsable de aproximadamente 3.000 muertes por go de carcinoma con exposiciones de bajo grado a este mineral43.
carcinoma pulmonar al año en estadounidenses que nunca han Existe una fuerte asociación entre el aumento del riesgo de car-
fumado25. Otros grupos demostraron asimismo un aumento cinoma pulmonar asociado al amianto y el consumo de cigarrillos
pequeño pero constante del riesgo de carcinoma pulmonar de los y es muy posible que esta relación sea sinérgica44. Por ejemplo, la
no fumadores expuestos al humo de tabaco ambiental (en ge- exposición al amianto se asocia a un riesgo de 20:1 en los muy
neral, no fumadores cuyos cónyuges fuman) en comparación con los fumadores en comparación con el de los no fumadores expuestos
no expuestos26-29; algunos autores constatan una relación dosis- y a un riesgo de incluso 100:1 en los grandes fumadores frente a
respuesta en estos casos. Incluso la exposición infantil podría aso- los no fumadores no expuestos45. El riesgo de carcinoma pulmo-
ciarse a un aumento del riesgo30, aunque la posibilidad de factores nar es también mayor (aunque pequeño en cifras absolutas) en los
de riesgo hereditarios dificulta la valoración de este aspecto31. no fumadores expuestos que en los no fumadores no expuestos46.
El reconocimiento de que el humo de tabaco ambiental contie- El elevado riesgo de aparición de carcinoma pulmonar en las
ne carcinógenos32 y de que los metabolitos del tabaco pueden personas expuestas al amianto se ha asociado asimismo a la presen-
340 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

cia de asbestosis. De hecho, el 50% de los pacientes con esta enfer- Hidrocarburos aromáticos policíclicos. Los HAP son un
medad presenta un tumor maligno pleuropulmonar47, dato que grupo de sustancias químicas carcinógenas que se forman durante
será especialmente significativo si se tiene en cuenta que algunos la combustión incompleta de la materia orgánica. Dependiendo
pacientes mueren por insuficiencia respiratoria o por cor pulmona- del puesto que ocupen, los trabajadores pueden verse expuestos a
le antes de que la neoplasia haya tenido oportunidad de aparecer. La distintos HAP como sucede, por ejemplo, en los hornos de coque
cuestión de si las personas expuestas al amianto tienen mayor ries- y con el humo y el hollín procedentes de la gasificación del carbón.
go de carcinoma pulmonar en ausencia de datos anatomopatológi- En varias de estas profesiones se constata un aumento del riesgo
cos de asbestosis ha sido objeto de un considerable debate48-50. de carcinoma pulmonar62, 63, y entre las industrias afectadas se
Se ha defendido con energía que el exceso de riesgo de carci- encuentran las del aluminio, el caucho y el acero. La IARC también
noma pulmonar en los trabajadores expuestos al amianto se limi- considera probable, aunque no se ha corroborado, que los escapes
ta a las personas que, como mínimo, tienen signos histológicos de los motores diésel contengan carcinógenos pulmonares64. El
de asbestosis51. Los modelos animales de neoplasias malignas y de temor por el posible potencial carcinógeno de la exposición a las
enfermedad pulmonar fibrótica y la observación de que los bajas concentraciones de HAP existentes en la atmósfera es mayor
pacientes con fibrosis intersticial difusa de otras causas corren en los trabajadores expuestos a humos diésel, como los ferrovia-
también riesgo de presentar carcinoma pulmonar (véase pági- rios, los taxistas y los camioneros. En dos metaanálisis de estudios
na 341) son argumentos favorables a esta teoría. Sin embargo, por de casos y testigos y de cohortes en los que se examinó la relación
otro lado varias observaciones indican que la asociación entre entre la exposición profesional a los escapes de los motores diésel y
asbestosis y carcinoma pulmonar podría no ser ni absoluta ni el carcinoma pulmonar se encontraron pruebas de una asociación,
causal y que es posible que esta alteración no sea más que un incluso tras controlar de forma adecuada el efecto del tabaco65, 66;
marcador de una exposición más intensa al amianto52. Por ejem- también fue evidente un efecto de duración-respuesta.
plo, se demostró que el amianto actúa al mismo tiempo como
promotor y como inductor de la carcinogenia53, 54 y existen prue- Radiación
bas de que puede reducir la vigilancia inmunitaria del cáncer por
parte de los linfocitos citotóxicos naturales (NK, natural killer)55. La exposición a la radiación puede proceder de una fuente exter-
Estos argumentos contradicen la obligatoriedad de la asbestosis na o de la inhalación de gases radiactivos, de los que el más
en la patogenia del carcinoma pulmonar asociado al amianto. importante es el radón, una sustancia que se forma durante la
Para poder obtener una respuesta definitiva a la cuestión desintegración del uranio a plomo estable. A su vez, la desinte-
asbestosis-carcinoma es necesario disponer de información exac- gración radiactiva del radón libera varios isótopos que también lo
ta sobre la dosis, las alteraciones radiográficas y los antecedentes son, conocidos como hijos de radón, y que se adhieren a las par-
de tabaquismo; además, para confirmar la hipótesis negativa, es tículas suspendidas en el aire. Cuando se inhalan se depositan en
decir, que los que no tienen fibrosis no corren mayor riesgo de cán- el aparato respiratorio, donde pueden irradiar el tejido adyacente
cer de pulmón, se necesitan grandes poblaciones38. Sin embargo, con partículas alfa. En 1998 los miembros de la IARC llegaron a
parece razonable concluir que si existe un riesgo mayor de carci- la conclusión de que el radón debe clasificarse como carcinógeno
noma pulmonar en los trabajadores expuestos al amianto que no humano67. Diversos estudios sobre el riesgo de carcinoma pul-
tienen asbestosis histológica, será un riesgo pequeño. Al mismo monar que se realizaron en mineros del uranio demostraron un
tiempo, no puede considerarse que la hipótesis de que la asbesto- aumento constante del mismo en comparación con el de las per-
sis es un requisito necesario para la aparición del carcinoma se sonas no expuestas, siendo el riesgo mayor cuando se asocia a una
haya demostrado de forma concluyente. No obstante, desde un edad temprana en el momento de la primera exposición y cuan-
punto de vista práctico es importante recordar que los trabaja- to mayores sean la duración y la intensidad de la exposición. Este
dores expuestos al amianto tienen mayor riesgo de carcinoma riesgo se incrementa mucho cuando se combina con el consumo
pulmonar en ausencia de signos radiográficos de asbestosis56. de cigarrillos; sin embargo, los no fumadores expuestos corren un
La relación entre la presencia de placas pleurales aisladas y el car- riesgo de cáncer de pulmón similar al de los fumadores activos no
cinoma pulmonar también ha sido objeto de discusión; sin embar- expuestos68. Aunque el aumento de la incidencia afecta a todos
go, una revisión cuidadosa de la bibliografía ha permitido llegar a la los tipos histológicos, predomina el carcinoma microcítico69.
conclusión de que, en ausencia de asbestosis, los pacientes con pla- El radón también se encuentra en los ambientes cerrados de las
cas no tienen mayor riesgo de desarrollo de carcinoma pulmonar57. viviendas humanas, donde puede proceder del agua o del gas natu-
Sílice. En una publicación de 1996 los miembros de la Interna- ral, en cuyo caso podría penetrar en los edificios a través de grietas
tional Agency for Research on Cancer (IARC) llegaron a la conclu- en los cimientos o desde los materiales utilizados para su construc-
sión de que la sílice cristalina inhalada en forma de cuarzo o de ción70. La observación de que en algunas viviendas, sobre todo en
cristobalita en entornos laborales es carcinógena para el ser las que disponen de sótanos con mala ventilación, se encuentran
humano58. Desde entonces se ha descrito un aumento del riesgo concentraciones de radón cercanas a las de las minas en las que se
en los trabajadores de industrias en las que no existe exposición a ha constatado una asociación con el carcinoma ha despertado el
otros carcinógenos profesionales y se ha demostrado que es inde- miedo a que este gas pueda ser carcinógeno en contextos no profe-
pendiente del que se asocia al tabaquismo59, 60. Se confirmó que la sionales. Los resultados de un análisis de 11 estudios de cohortes
fuerza de esta asociación es mucho mayor en los trabajadores que hechos a mineros expuestos al radón en los que se encontró un
tienen silicosis que en los que, habiendo estado expuestos a la síli- riesgo relativo lineal de carcinoma pulmonar en todo el intervalo
ce, no muestran signos de esta enfermedad. El riesgo relativo de de exposiciones (lo que indica que incluso una exposición de bajo
carcinoma pulmonar en los primeros suele ser mayor de 3 y nivel es peligrosa) confirmaron estos temores71. Los autores de un
podría llegar incluso a 6; por el contrario, el riesgo relativo de car- metaanálisis de ocho estudios de casos y testigos llegaron a la con-
cinoma en ausencia de silicosis es bajo y se estima que es 1,338. Así clusión de que el riesgo de la exposición doméstica al radón es real,
pues, la conclusión de la IARC de que la exposición a la sílice en aunque pequeño (riesgo relativo, 1,14) y que su magnitud con-
ausencia de silicosis puede producir cáncer de pulmón resulta cuerda con la que se deduce de la extrapolación de los datos dispo-
controvertida61. nibles procedentes de los mineros expuestos al gas72.
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 341

Infección vírica cinoma pulmonar en pacientes fumadores con bronquitis crónica


es significativamente mayor que en los que no tienen bronquitis84.
Pese a la abundancia de datos que relacionan las infecciones víricas Además, parece haber una asociación robusta entre el deterioro de
con el cáncer humano, hay pocos indicios para suponer que éste la función pulmonar y la bronquitis crónica y el riesgo de carcino-
sea un factor importante en la mayoría de los carcinomas de pul- ma. No obstante, queda por determinar si la alteración funcional
món. Sin embargo, es probable que los raros casos de carcinoma respiratoria y la bronquitis crónica representan con mayor exacti-
epidermoide pulmonar que se asocian a papilomatosis laringotra- tud la cantidad de tabaco consumido (intensidad, tipo de cigarri-
queobronquial se deban al virus del papiloma humano (véase llos, «tragarse» el humo) que el número de paquetes consumidos
página 374)73. También se ha descrito una asociación entre el car- por año, si la EPOC y el carcinoma se relacionan con una suscepti-
cinoma similar al linfoepitelioma y el virus de Epstein-Barr74. bilidad común o si la hipersecreción crónica, el enfisema o ambos
desempeñan una función patogénica en el carcinoma pulmonar.
Fibrosis pulmonar
Dieta
El término carcinoma cicatricial se refiere a un carcinoma pulmo-
nar que muestra una íntima relación con una zona localizada de Ha surgido un gran interés por los posibles beneficios de las vitami-
fibrosis parenquimatosa. Los primeros investigadores que estu- nas antioxidantes tales como los β-carotenos (provitamina A) y el
diaron esta asociación propusieron que las cicatrices precedían al car- α-tocoferol (vitamina A) en la profilaxis del carcinoma pulmonar,
cinoma y que tendrían una relación patogénica con su aparición. tanto en fumadores como en no fumadores85. Varios investigadores
Desde entonces el término ha llegado a englobar este concepto. demostraron una correlación inversa, pequeña pero importante,
Además de la cicatriz parenquimatosa propiamente dicha, hay entre el consumo de frutas y verduras con un elevado contenido en
otros factores que podrían contribuir a la carcinogenia, y de ellos vitaminas y el carcinoma pulmonar, incluso después de controlar la
los más importantes son la metaplasia y la hiperplasia epiteliales cantidad de tabaco consumida86. Los resultados de estudios experi-
que a menudo se encuentran en la frontera entre la zona fibrosa y mentales en animales y en cultivos celulares respaldan esta asocia-
el pulmón no cicatricial75. Sin embargo, se ha puesto en duda la ción87. Sin embargo, de manera inesperada dos grandes estudios
validez de la relación causal y casi todos los observadores creen controlados y aleatorizados en los que se examinó el uso de estas
ahora que es el cáncer el que induce la fibrosis y no al contrario76. vitaminas en la prevención del cáncer de pulmón registraron un
La relación patogénica entre fibrosis pulmonar difusa y carcino- ligero aumento de la incidencia de este tumor en los grupos trata-
ma sí está documentada de manera más convincente77. Esta fibrosis dos88. Muchos alimentos contienen diversas sustancias anticarcinó-
puede deberse a diversas enfermedades tales como esclerosis sisté- genas además del β-caroteno y la vitamina E2, 89, por lo que tal vez
mica progresiva, enfermedades reumáticas y fibrosis pulmonar sean estas sustancias las responsables de la discrepancia entre los
idiopática. Al contrario que el carcinoma que se asocia a cicatrices resultados de estos estudios de prevención. Si esta interpretación
focales, en estos casos suele ser posible asegurar, desde un punto de fuese correcta, sería mejor considerar que una concentración san-
vista clínico y radiológico, que la fibrosis precede a la aparición del guínea elevada de carotenos es más un marcador de una ingesta
cáncer en todas estas enfermedades, lo que indica una verdadera adecuada de frutas y verduras que un supresor del carcinoma.
implicación de aquélla en la patogenia del tumor. La base molecu-
lar/celular de esta asociación es incierta78 pero, igual que sucede en Factores genéticos
las cicatrices focales, la metaplasia y la hiperplasia epiteliales con
una elevada actividad proliferativa y ocasional atipia citológica que Aunque el humo del tabaco y los distintos carcinógenos profesio-
se asocian a las zonas de fibrosis son hallazgos frecuentes79. Es posi- nales antes comentados son responsables de la mayoría de los car-
ble que los factores de crecimiento que elaboran las células epitelia- cinomas pulmonares, éstos sólo aparecen en una pequeña propor-
les y los macrófagos adyacentes a las áreas de fibrosis, como el fac- ción de las personas expuestas a estos agentes. Esta susceptibilidad
tor de transformación del crecimiento β1, potencien la aparición de individual puede explicarse, en parte, por factores específicos del
la neoplasia en estas células en proliferación80. huésped, al que confieren sensibilidad o resistencia a la enferme-
dad. Los resultados de varios estudios epidemiológicos indican
Otras enfermedades pulmonares que algunos de estos factores son hereditarios. En realidad, en las
personas que fuman y que tienen antecedentes familiares de carci-
La frecuencia de la asociación entre tuberculosis y carcinoma en la noma pulmonar el riesgo de padecerlo se multiplica por 30 o 35
misma región del pulmón basta para sospechar que esta combina- en comparación con el de los no fumadores sin antecedentes fami-
ción podría ser algo más que una mera coincidencia. Por ejemplo, liares90. Ésta y otras observaciones relacionadas podrían explicarse
en un estudio de cribado citológico que se efectuó en 800 varones por las variaciones hereditarias del metabolismo de los carcinóge-
de edad igual o superior a 40 años que estaban hospitalizados en nos ambientales que confieren sensibilidad o resistencia a sus efec-
un sanatorio urbano se encontraron células malignas en 57 (10%) tos a través de procesos tales como la reparación del ADN, el ciclo
de los que consiguieron muestras de esputo satisfactorias81 y en celular, la apoptosis y la transmisión de señales91, 92. También es
50 de ellos los estudios de seguimiento confirmaron el diagnóstico de posible que las variaciones genéticas influyan en el riesgo de carci-
carcinoma. La revisión retrospectiva de las radiografías de tórax noma a través de un efecto sobre el comportamiento con respec-
de estos pacientes no reveló signos de malignidad en 25. Sin embar- to al tabaquismo y la adicción a la nicotina93, 94.
go, aunque no es posible excluir que la tuberculosis predisponga a
la aparición de un carcinoma en algunos pacientes, lo más proba- Patogenia
ble es que sean el cáncer y sus efectos sistémicos los que favorezcan
la infección en la inmensa mayoría de los casos. Factores genéticos y moleculares
Varios investigadores demostraron un ligero aumento del ries-
go de carcinoma pulmonar en no fumadores con antecedentes de Como sucede en el cáncer de otras localizaciones, el de pulmón es
asma o neumonía82. Se ha dicho asimismo que la incidencia de car- un proceso en múltiples etapas en el que la acumulación progre-
342 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

siva de mutaciones provoca la pérdida de los mecanismos norma- dad, pues también se ha descrito una disminución de su número en
les que controlan el crecimiento celular94. Tanto los genes que fumadores que no tienen carcinoma107. En estudios clínicos se ha
intervienen en la reparación del ADN como los que participan en visto que los linfocitos citotóxicos activados por linfocinas tienen un
el crecimiento celular, la angiogenia, la transmisión de señales y el importante efecto antitumoral cuando la activación procede de la
control del ciclo celular podrían sufrir lesiones durante la progre- interleucina-2108 y el análisis del líquido del lavado broncoalveolar
sión evolutiva del carcinoma95. La exposición a los carcinógenos (LBA) demuestra que estas células poseen actividad lítica en algunos
produce tanto acontecimientos de iniciación (mutaciones) como pacientes que tienen carcinoma de pulmón109, lo que indica que, en
de promoción del tumor, todo lo cual da lugar al crecimiento de determinadas circunstancias, una variación de su número podría
células que tienen dichas mutaciones96. La lesión del ADN pue- tener efectos sobre la progresión del tumor.
de causar la activación de genes estimuladores del crecimiento o Es probable que los linfocitos T citotóxicos sean responsables de la
la inactivación de genes oncosupresores (oncogenes)97. Bajo la citotoxicidad in vitro dirigida contra el tumor autólogo, pero es
influencia de los carcinógenos, los oncogenes se desarrollan a par- menos claro que estos linfocitos sean activos y ayuden a controlar el
tir de protooncogenes nucleares que forman parte del genoma carcinoma in vivo; no obstante, su presencia tiene un gran valor pro-
celular normal y que desempeñan funciones importantes en los nóstico en los pacientes sometidos a extirpación de un carcinoma no
procesos celulares no neoplásicos98. Los oncogenes pueden ser microcítico101 y los estudios preliminares en los que se utilizaron clo-
recesivos o dominantes96. En el caso de los dominantes (p. ej., ras nes expandidos de estas células para realizar una inmunoterapia adop-
y myc), la activación de sólo una de las dos copias del gen se tra- tiva indican que podrían tener utilidad terapéutica111. No se conoce
duce en oncogenia, mientras que en los oncogenes recesivos (tam- con seguridad la función precisa de los macrófagos en la reacción del
bién conocidos como genes oncosupresores) son necesarias dos huésped contra el carcinoma pulmonar, pero están presentes en mu-
alteraciones, una en cada copia del gen96. Dos genes oncosupreso- chos tumores y, para algunos autores, la eficacia de su función citos-
res bien conocidos son el gen del retinoblastoma (Rb) y p5399. tática se correlaciona positivamente con la resecabilidad del tumor112.
Los oncogenes dominantes podrían producir el cáncer a través La mayoría de los datos indica que la importancia relativa de
de la elaboración de proteínas funcionantes pero anormales o la inmunidad humoral es escasa en la patogenia del carcinoma
mediante la sobreexpresión de un gen por lo demás normal o de pulmonar105, aunque la presencia de anticuerpos frente a distin-
sus receptores afines94; en ambos casos, el producto del gen indu- tos antígenos tumorales se ha asociado a un pronóstico favorable
ciría un crecimiento celular sin restricciones. La pérdida y la inac- en el carcinoma microcítico113.
tivación de los productos proteicos de los genes oncosupresores,
que en condiciones normales modulan la proliferación celular e Características anatomopatológicas
intervienen en la respuesta a la lesión del ADN y en su repara-
ción94, favorecería el crecimiento acelerado del tejido neoplási- La clasificación de la OMS (véase tabla 7-1) divide el carcinoma
co100. La pérdida bialélica de función es la consecuencia de muta- pulmonar en 9 grupos. Los cinco primeros representan el 95% de
ciones puntuales, deleciones o hipermetilación de promotores101. todos los tumores epiteliales malignos y son el carcinoma epider-
Los factores de crecimiento, en su mayor parte productos de pro- moide (aproximadamente el 30% al 35% de los casos), el carci-
tooncogenes102, son un grupo de moléculas de señalización que noma microcítico (del 10% al 15%), el adenocarcinoma (del 40%
controlan la proliferación celular103. Cuando las células tumorales o al 45%), el carcinoma de células grandes (el 10%) y el carcinoma
las células del estroma adyacente los secretan, potencian el creci- adenoepidermoide (del 1% al 2%).
miento celular a través de efectos autocrinos y paracrinos, asumien- Casi todos los estudios sobre concordancia interobservador e
do así una función promotora para las células neoplásicas. Para intraobservador muestran un alto grado de reproducibilidad en el
estimular la división celular necesitan receptores específicos y vías diagnóstico del carcinoma microcítico y de las formas diferenciadas
de transmisión de la señal en el interior de las células103. Los facto- de carcinoma epidermoide y adenocarcinoma114, 115. Sin embargo,
res de crecimiento mejor conocidos son el polipéptido autocrino en los tumores poco diferenciados y en los carcinomas de células
bombesina/péptido liberador de gastrina95 (activo en el carcinoma grandes esta reproducibilidad es peor, con valores que oscilan entre
pulmonar no microcítico), el factor de transformación del creci- el 20% y el 40% en algunos estudios116. En todo caso, en la mayoría
miento α y la familia ErbB de receptores tirosina cinasa transmem- de los pacientes es posible establecer con fiabilidad la distinción
branarios (que se encuentra en el carcinoma no microcítico)94. entre carcinomas pulmonares microcíticos y no microcíticos117.
La clasificación de la OMS reconoce la posibilidad de que haya
Factores inmunitarios distintos grados y tipos de diferenciación en cada tumor específico,
y la porción «más diferenciada» es la que define la adscripción a cada
La inmunidad celular tiene una participación importante en la res- grupo concreto. Aunque se trata de una directriz ciertamente prácti-
puesta del huésped frente a las células neoplásicas. La observación ca, parece evidente que este diagnóstico «final» depende, en parte, de
de las consecuencias de las deficiencias de la inmunidad celular, la cantidad de tejido estudiado, lo que adquiere una importancia
como la aparición de sarcoma de Kaposi y de linfomas en pacientes especial cuando sólo se dispone de una pequeña muestra de tejido
que tienen sida, es por sí misma una prueba convincente de esta para el estudio, como las que se obtienen en la biopsia endoscópica
intervención. Varios investigadores han aportado datos que respal- o transtorácica con aguja118. Por ejemplo, en un estudio de 107 car-
dan la importancia de estos procesos en la aparición del carcinoma cinomas pulmonares que se diagnosticaron inicialmente en una
pulmonar104. Sin embargo, no se conocen las alteraciones inmunita- muestra broncoscópica, el diagnóstico debió modificarse en el estu-
rias relacionadas con este efecto, si es que existe alguna, ni cuáles de dio posterior del tejido del pulmón y los ganglios linfáticos extirpa-
ellas son sólo una reacción al carcinoma, sin significado patogénico. dos en 41 casos (38%)119.
Los linfocitos citotóxicos naturales son importantes para la vigi-
lancia inmunitaria de los tumores en general105 y se ha constatado Carcinoma epidermoide
una actividad menor de estas células en la sangre periférica y en las
piezas pulmonares extirpadas de pacientes con carcinoma pulmo- En la mayoría de los casos este tumor se origina en bronquios loba-
nar106. No obstante, no está claro el significado de esta menor activi- res o segmentarios. Las lesiones iniciales, que son un carcinoma
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 343

intraepitelial o mínimamente infiltrante, pueden pasar inadverti- cia de reacciones inmunohistoquímicas positivas frente a varios
das en el estudio macroscópico o aparecer como elevaciones blan- neuropéptidos125, 126, de los que se han identificado varios como el
cas en forma de placa o como una fina granulación de la mucosa liberador de gastrina (bombesina), el polipéptido intestinal vaso-
bronquial120. El aspecto característico de los casos más avanzados activo, la serotonina y la hormona corticotropina (ACTH)127.
es una masa polipoidea o papilar en el interior de la luz bronquial
(véase figura en color 7-1). Esta masa provoca casi siempre una Adenocarcinoma
obstrucción de la vía aérea y las piezas quirúrgicas suelen mostrar
cierto grado de atelectasia, bronquiectasias o neumonitis obstruc- El adenocarcinoma es una neoplasia de aspecto histológico varia-
tiva distales (véase figura en color 7-2). En las neoplasias de gran ble que se ha dividido en varios subtipos, como los carcinomas
tamaño es frecuente la necrosis, que puede ser extensa; el drenaje acinar, papilar, sólido con formación de mucina y bronquioloal-
del material necrótico produce cavitación en muchos casos. veolar. Aunque los patrones histológicos que corresponden a
Desde el punto de vista histológicoe ,el carcinoma epidermoide estos subgrupos suelen identificarse con facilidad, la distinción
se define por la presencia de puentes intercelulares, queratinización entre los subgrupos es objeto de discusión por varias razo-
o ambas (véase figura en color 7-3). Los tumores varían desde for- nes128, 129. En realidad, muchos investigadores consideran que la
mas bien diferenciadas con queratinización evidente y abundante división más útil sería la que distinguiera dos grupos, los carci-
a formas poco diferenciadas que pueden ser difíciles de distinguir nomas bronquioloalveolares y los no bronquioloalveolares.
con seguridad de los carcinomas de células grandes o microcíticos. Casi todos los adenocarcinomas pulmonares se manifiestan
como nódulos localizados en la periferia del pulmón, a menudo en
Carcinoma microcítico situación subpleural128. Suelen estar bien circunscritos, aunque
en algunos casos es evidente un aspecto macroscópico espiculado o
Esta forma se encuentra en general en la vía respiratoria proximal, mal definido. También es frecuente la fibrosis focal en la parte cen-
principalmente en relación con los bronquios principales o lobares tral, por lo que la pleura que los recubre adopta un aspecto frunci-
(véase figura en color 7-4)121. En las primeras fases aparece como un do. Los adenocarcinomas rara vez están relacionados con las vías
tumor de límites poco netos que afecta sobre todo a la submucosa y respiratorias principales128 y cuando esto ocurre su imagen macros-
al tejido conjuntivo que rodea a los bronquios y a los vasos. Cuando cópica suele ser indistinguible de la de un carcinoma epidermoide.
crece se transforma en una masa mal delimitada que oblitera la vía Los tumores cuya histología revela un patrón bronquioloalveolar
respiratoria y los vasos subyacentes. Es rara la extensión endobron- puro o predominante pueden formar también un nódulo único
quial, característica del carcinoma epidermoide; cuando ocurre, la (véase figura en color 7-5) o, con menos frecuencia, una zona mal
obstrucción de la vía respiratoria suele deberse a la compresión por delimitada de consolidación parenquimatosa (véase figura en
el tumor en expansión, más que a su crecimiento intraluminal. La color 7-6)130. En el examen macroscópico se reconocen por un cre-
invasión de los vasos sanguíneos y linfáticos pequeños es clara en cimiento no destructivo característico que permite la fácil identi-
la mayoría de los casos ya desde los primeros estadios y no es raro ficación de las estructuras subyacentes como la vía respiratoria y
encontrar una propagación linfangítica local en el pulmón adya- los tabiques interlobulillares, aunque estén rodeados por el tumor.
cente. Además, los ganglios linfáticos broncopulmonares regionales Como se indicó, el patrón histológico del carcinoma no bron-
e hiliares aparecen casi siempre aumentados de tamaño debido a la quioloalveolar es variable y está formado por ácinos o túbulos (con
invasión o a las metástasis del carcinoma (véase figura en color 7-4). o sin formación de mucina intraluminal; véase figura en color 7-3),
Desde el punto de vista histológico, el tumor está formado por estructuras papilares o láminas de células sin signos estructurales
células de un tamaño que duplica o triplica al del linfocito maduro. de diferenciación glandular. Estos últimos sólo pueden distinguir-
El citoplasma es escaso, una característica que se traduce a menudo se de los carcinomas de células grandes por la presencia de mucina
en el moldeamiento de los núcleos de las células adyacentes (véase intracelular en una proporción significativa de sus células131.
figura en color 7-3). Estos últimos pueden ser pequeños e hipercro- En el estudio histológico el patrón de crecimiento bronquiolo-
máticos (lo que corresponde al patrón de células en grano de avena alveolar se caracteriza por la propagación de las células tumorales
de las clasificaciones histológicas anteriores) o algo vesiculosos, con a lo largo de las estructuras del parénquima pulmonar, a las que no
cromatina dispersa y finamente salpicada. Por lo común, las células destruye (véase figura en color 7-7). El intersticio alveolar adyacen-
neoplásicas muestran un artefacto de aplastamiento, sobre todo en te al tumor puede ser prácticamente normal, pero a menudo está
el material que se obtiene por biopsia endoscópica; aunque en estos engrosado debido a una combinación de tejido fibroso e infiltrado
casos el diagnóstico puede ser difícil, la presencia de áreas de células inflamatorio crónico132. Las secreciones intraalveolares proceden-
hipercromáticas y aplastadas es muy indicativa de carcinoma tes de las células tumorales pueden ser tan abundantes que formen
microcítico122 y el estudio de múltiples cortes del tejido revela casi la mayor parte del volumen tumoral y ocupen los espacios aéreos a
siempre uno o más grupos con un grado de conservación suficien- distancias considerables del crecimiento neoplásico, aunque tam-
te para proporcionar un diagnóstico de certeza. bién pueden faltar por completo. Pueden estar formadas por un
En algunos tumores se identifican focos diminutos de diferen- material proteico o, lo que es más frecuente, moco.
ciación glandular o epidermoide o de carcinoma indiferenciado El estudio meticuloso del parénquima pulmonar a cierta dis-
(células grandes), hallazgo que no modifica la clasificación. En tancia del adenocarcinoma extirpado (tanto si es de tipo bron-
ocasiones estos focos constituyen una proporción significativa del quioloalveolar como si no lo es) puede revelar nódulos pequeños
tumor, en cuyo caso se aplica el término de carcinoma microcítico (1 a 5 mm) de color gris y forma variable133. Desde el punto de
combinado123. Aunque algunos investigadores señalan que la evo- vista histológico, estos focos corresponden a focos de prolifera-
lución natural de estos tumores combinados es similar a la de los ción epitelial alveolar, que en general se asocia a una ligera fibro-
carcinomas microcíticos «puros», para otros tendría un pronósti- sis intersticial (figura 7-1)134. Las células epiteliales son similares
co mejor115 y para otros es peor124. a los neumocitos de tipo II y pueden tener núcleos uniformes o
Varias observaciones indican que el carcinoma microcítico tie- mostrar distintos grados de atipia. En algunos casos ésta es tan
ne diferenciación neuroendocrina, que se manifiesta por la demos- marcada que no permite distinguir estas lesiones del carcinoma
tración ultraestructural de gránulos de neurosecreción y la presen- bronquioloalveolar. Esta observación, junto a los resultados del
344 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

FIGURA 7-1
Hiperplasia epitelial alveolar. Un foco de parénquima pulmonar (A)
muestra una moderada fibrosis intersticial asociada a hiperplasia de
neumocitos de tipo II. A mayor aumento (B) se observa una atipia nuclear
moderada (hiperplasia atípica). El paciente tenía un carcinoma
bronquioloalveolar de 1,5 cm en el lóbulo extirpado. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the B
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

análisis de ploidía del ADN en los estudios de biología molecular, de numerosos linfocitos que rodean e infiltran a los nidos celu-
supone un fuerte apoyo a la idea de que estos focos se deben a la lares y que en algunos casos llegan a simular una lesión inflama-
hiperplasia y a la displasia epiteliales y que son análogos a la meta- toria. Como ya se dijo, en estas neoplasias existe una fuerte aso-
plasia epidermoide y a la displasia bronquiales que se asocian al ciación con el virus de Epstein-Barr139.
carcinoma epidermoide135, 136.
Carcinoma adenoepidermoide
Carcinoma de células grandes
Como el término indica, esta variante histológica está formada
El diagnóstico de carcinoma de células grandes se aplica a los por un patrón combinado de diferenciación epidermoide y glan-
tumores que no poseen el aspecto típico de los carcinomas micro- dular (véase figura en color 7-9). Su incidencia es muy variable en
cíticos pero que tampoco muestran signos de diferenciación epi- las series publicadas y depende de los criterios histológicos que se
dermoide o glandular en el estudio con microscopia óptica. En el apliquen al diagnóstico y de si se recurre al microscopio electró-
examen macroscópico tienden a ser tumores voluminosos locali- nico para su clasificación. Cuando se utilizan datos ultraestruc-
zados en el parénquima periférico (véase figura en color 7-8)137. turales para tipificarlo, su incidencia en algunas series llega al 45%
Aunque son característicos los focos múltiples de necrosis, la cavi- de todos los carcinomas de pulmón140. Sin embargo, cuando sólo
tación es rara. En el estudio histológico se observa el crecimiento se utiliza el microscopio óptico, el número de casos es sustancial-
de láminas de células, por lo general con citoplasmas eosinófilos mente menor y oscila entre el 0,4% y el 4%140a. El diagnóstico
abundantes (véase figura en color 7-3). Los núcleos son grandes y depende también de la cantidad de los componentes epidermoi-
a menudo vesiculosos y con nucléolos prominentes. de y glandular presentes en el seno del tumor; la clasificación de
La clasificación de la OMS establece varios subtipos histológi- la OMS exige un porcentaje del 10%.
cos, como el carcinoma neuroendocrino de células grandes, el Muchos carcinomas adenoepidermoides se originan en la
carcinoma basaloide, el carcinoma de tipo de linfoepitelioma y periferia del pulmón y en el examen macroscópico son indistin-
el carcinoma de células claras. El carcinoma de células claras está guibles de los carcinomas de células grandes o de los adenocarci-
formado por nidos o láminas de células grandes que tienen un nomas140a. Además de poseer áreas de diferenciación glandular y
citoplasma amplio algo espumoso o claro; las tinciones de muci- epidermoide, muchos muestran focos de carcinoma indiferencia-
na son negativas y parece que el aspecto claro se debe a la abun- do (células grandes).
dancia de glucógeno citoplásmico138. Este tumor debe diferen-
ciarse de la metástasis de un carcinoma renal, cuyo aspecto Carcinomas con elementos pleomorfos,
histológico puede ser similar. El carcinoma de tipo de linfoepitelio- sarcomatoides o sarcomatosos
ma posee una imagen histológica similar a la de su homólogo de
la nasofaringe y está formado por células aisladas o en pequeños En este grupo se incluyen diversos tumores que histológicamente
grupos, con núcleos vesiculosos bastante uniformes y nucléolos se caracterizan por combinaciones de elementos epiteliales y
de tamaño pequeño o moderado139. Es característica la presencia mesenquimatosos (o de tipo mesenquimatoso). Como indica el
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 345

epígrafe, para describirlos se han utilizado diversos términos, lo histológico el componente epitelial suele ser de tipo de carcino-
que ha dado lugar a una cierta confusión sobre su naturaleza ma epidermoide. En los carcinosarcomas el componente mesen-
exacta en los trabajos publicados y ha dificultado la comparación quimatoso suele estar formado por una combinación de células
entre esas publicaciones. El término carcinoma pleomorfo se ha fusiformes sin diferenciación evidente y tejido cartilaginoso,
utilizado para describir tumores que contienen células fusiformes muscular u osteoide maligno.
malignas, células gigantes o ambas, asociadas a un carcinoma epi- El carcinoma de células gigantes es también un tumor que for-
dermoide, a un adenocarcinoma o a un carcinoma de células ma parte del grupo de neoplasias mal diferenciadas144. Como
grandes (figura 7-2A)141. Con frecuencia las células fusiformes sucede con algunos otros tumores, la clasificación de este carci-
muestran características ultraestructurales o inmunohistoquími- noma en tipos histológicos específicos es hasta cierto punto arbi-
cas reveladoras de su diferenciación epitelial142, 143, lo que indica traria y probablemente representa un extremo de un continuo de
que muchos, si no todos, son en realidad formas poco diferencia- morfología tumoral147. Como su nombre indica, el tumor está
das de neoplasias epiteliales de patrón histológico variable. Los formado por láminas de células similares a las del carcinoma de
tumores excepcionales que están formados sólo por células fusi- células grandes, pero con numerosas células gigantes entremez-
formes con signos de diferenciación epitelial cuando se estudian cladas, en el interior de las cuales se reconocen leucocitos poli-
con inmunohistoquímica o con el microscopio electrónico reci- morfonucleares.
ben el nombre de carcinoma fusocelular144.
Un carcinosarcoma puede definirse como una neoplasia for- Manifestaciones radiológicas
mada por una mezcla de tejidos epiteliales y mesenquimatosos
malignos, en la que estos últimos muestran signos de diferen- Las manifestaciones radiológicas del carcinoma pulmonar
ciación específica (p. ej., a hueso, cartílago o músculo) (figu- dependen de su tamaño y de su localización anatómica, sobre
ra 7-2B)145. Algunos investigadores creen que el carcinoma ple- todo en lo que se refiere a su asociación con la vía respiratoria.
omorfo y el carcinosarcoma, tales como aquí se han definido, Los tumores son más frecuentes en el pulmón derecho que en el
forman un espectro de diferenciación mesenquimatosa en el izquierdo, con una relación de 3:2, y más en el lóbulo superior
carcinoma pulmonar y que no se trata de dos entidades distin- que en el inferior148. La localización de la mayoría de los carcino-
tas, por lo que defienden términos tales como carcinoma pul- mas epidermoides y microcíticos es central149. A su vez, los ade-
monar con características de tipo sarcomatoso o carcinoma sar- nocarcinomas aparecen como lesiones periféricas únicas en apro-
comatoide de tipos monofásico y bifásico para referirse a las dos ximadamente el 50% de los casos y como lesiones periféricas
posibilidades142, 146. asociadas a aumentos de tamaño de los ganglios linfáticos hiliares
Desde el punto de vista macroscópico, el carcinosarcoma y el en la mayoría de los demás149, 150. Casi todos los tumores que se
carcinoma pleomorfo aparecen como tumores polipoideos de originan en las vías respiratorias de conducción afectan a los
predominio intrabronquial (figura 7-3), con o sin extensión al bronquios lobares o segmentarios151. Aproximadamente el 5% de
parénquima contiguo, o como tumoraciones periféricas volumi- los carcinomas se origina en el vértice de los lóbulos pulmonares
nosas sin asociación evidente con la vía respiratoria. En el estudio (tumor de Pancoast)149.

FIGURA 7-2
Carcinoma pleomorfo y carcinosarcoma. Nidos de carcinoma epidermoide moderadamente diferenciado (A, flecha corta), separados por una
neoplasia poco diferenciada de aspecto sarcomatoso que no muestra signos de diferenciación específica. Los dos patrones se mezclan de manera
imperceptible (flecha curva). Esta imagen ha recibido el nombre de carcinoma pleomorfo. En B se observa una mezcla de adenocarcinoma (flecha),
tumor anaplásico y cartílago maligno (M), una combinación histológica a la que se denomina carcinosarcoma. (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
346 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

por macrófagos cargados de lípidos (neumonitis obstructiva). Los


bronquios distales a la obstrucción suelen estar algo dilatados y lle-
nos de mucina o pus, aunque esta característica no puede apreciar-
se en las radiografías de la mayor parte de los casos debido a la con-
solidación del parénquima adyacente. A veces el tumor se identifica
como una convexidad focal, mientras que la cisura interlobar es
cóncava en la porción distal a causa de la atelectasia y produce una
imagen en S conocida como signo de Golden (véase figura 7-4)152.
Aunque el tumor obstructivo no suele ser evidente en la radio-
grafía, por lo general sí puede verse con TC; tras una embolada
intravenosa de material de contraste el refuerzo del carcinoma
pulmonar en la TC es sólo ligero, mientras que el pulmón atelec-
tásico muestra un refuerzo considerable153. También la RM per-
mite diferenciar el carcinoma de la atelectasia postobstructiva
(figura 7-5)154.

Nódulo pulmonar solitario


Los criterios que se emplean para definir una opacidad radiológi-
ca como nódulo solitario son muy variables, por lo que también
lo son las características radiológicas y las implicaciones pronósti-
cas de estas lesiones según los diversos autores. La forma suele des-
cribirse como redondeada u oval. Aunque los tamaños que se uti-
lizan en las definiciones oscilan entre 1 y 6 cm de diámetro, en la
actualidad se suele limitarlos a un diámetro máximo de 3 cm155,
mientras que las lesiones más grandes se identifican como masas.
Aproximadamente el 40% de los nódulos solitarios es malig-
no155. Utilizando datos clínicos y radiográficos (tabla 7-2), la
distinción entre lesiones benignas y malignas puede establecerse
a menudo con un grado razonable de seguridad, lo que ayuda a
decidir si está justificada o no una intervención quirúrgica. En
relación con este diagnóstico diferencial es útil dividir los nódu-
FIGURA 7-3 los en dos categorías: 1) los que son claramente benignos, defini-
Carcinosarcoma pulmonar. Un lóbulo inferior extirpado muestra un dos por signos radiológicos estrictos156, 157, y 2) los de naturaleza
tumor situado casi por completo en la luz de los bronquios segmentarios. indeterminada, que son todas las demás lesiones. Según este con-
El estudio histológico reveló la presencia de un adenocarcinoma y un cepto, la clasificación benigno/indeterminado sustituye a la distin-
condrosarcoma mezclados con un tumor anaplásico. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the ción más tradicional benigno/maligno. La razón fundamental de
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) esta separación es que los criterios de benignidad son más fiables
que los signos radiológicos de malignidad. Los cuatro signos más
útiles para la valoración de un nódulo pulmonar solitario en la
Como sería de esperar, las manifestaciones radiológicas más práctica cotidiana son el tamaño y el cambio de tamaño, la calci-
frecuentes se refieren a los pulmones y son atelectasia/neumoni- ficación y el carácter de la interfaz tumor-pulmón. La valoración
tis obstructiva, un nódulo o masa solitario, consolidación del del refuerzo del nódulo en la TC o en la tomografía de emisión de
espacio aéreo y aumento del tamaño del hilio. En algunos casos positrones (PET) promete facilitar esta distinción en el futuro.
pueden encontrarse otros datos de afectación del mediastino, la Tamaño. Se ha calculado que la razón de probabilidad de
pleura o la pared torácica. malignidad de los nódulos solitarios es de aproximadamente 0,5
para los nódulos menores de 1 cm de diámetro, de 0,75 para los
Atelectasia y neumonitis obstructiva que tienen un diámetro comprendido entre 1,1 y 2 cm, de 3,5
para los de 2,1 a 3 cm y de 5 para los nódulos mayores de 3 cm158.
La primera manifestación de los tumores que afectan a la vía res- Al interpretar estos valores es importante recordar que la proba-
piratoria proximal suele deberse a la obstrucción más que al propio bilidad de que un nódulo sea en realidad un carcinoma depende
tumor. De hecho, en el 40% de los pacientes se observan imágenes también en gran medida de otros factores tales como la edad y los
radiográficas producidas por la obstrucción de la vía respiratoria en antecedentes de tabaquismo.
el primer estudio149. Las imágenes más frecuentes se deben a la com- Cambio de tamaño. Dado que el crecimiento incontrolado es
binación de atelectasia, bronquiectasia con tapones mucosos y con- una característica del cáncer, el aumento de tamaño de un nódulo
solidación. La atelectasia suele ser segmentaria o lobar (figura 7-4), pulmonar debe ser un motivo claro de preocupación, mientras que
aunque a veces afecta a la totalidad del pulmón. Como la obstruc- la ausencia de cambios es tranquilizadora. Sin embargo, como
ción de la vía aérea suele ser completa, el aire no puede pasar a las algunas lesiones benignas (como el hamartoma y el histoplasmo-
porciones distales, por lo que falta el broncograma aéreo; este dato ma) pueden aumentar de tamaño y el crecimiento de algunos car-
es prácticamente patognomónico de una lesión obstructiva endo- cinomas bronquioloalveolares puede ser lento159, 160, el crecimiento
bronquial y posee una enorme importancia diagnóstica. Existe de un nódulo no debe ser la única consideración que dirija el enfo-
correspondencia entre la consolidación parenquimatosa y la ocupa- que terapéutico. No obstante, muchos autores, entre ellos los de
ción histológica de los espacios aéreos por un líquido proteináceo y este capítulo, creen que debe considerarse que la persistencia del
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 347

A B

FIGURA 7-4
Signo de la S de Golden. Radiografía anteroposterior de tórax (A) de un varón de 67 años con atelectasia y neumonitis obstructiva del lóbulo superior
derecho. La convexidad focal en la región hiliar (flecha), que indica la localización del tumor, y el aspecto cóncavo de la cisura interlobar distal debida a la
atelectasia produce una configuración que recuerda una S (el signo de la S de Golden). En la imagen de TC potenciada con contraste (B) se aprecia el tumor
central (flechas rectas) y el lóbulo superior derecho atelectásico (flechas abiertas). La biopsia reveló un carcinoma epidermoide. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

tamaño de un nódulo durante 2 años es un criterio bastante fiable


de benignidad161, 162. Sin embargo, conviene señalar que se ha pues-
to en duda la validez de esta afirmación163, sobre todo en lo que se
refiere a los nódulos pequeños, en los que puede ser difícil apreciar
un cambio de tamaño discreto, por lo que los pacientes que tienen
nódulos de este tipo deben ser objeto de una vigilancia continua.
El uso de tiempo de duplicación* proporciona una valoración
más exacta de la naturaleza de un nódulo solitario que la simple
consideración del aumento del tamaño. Esta medición precisa al
menos dos radiografías de tórax seriadas en las que aparezca una
lesión aproximadamente esférica, cuyo diámetro sea posible pro-
mediar con mediciones en al menos dos planos164. En un estudio
de 218 nódulos pulmonares (177 malignos y 41 benignos) la
práctica totalidad de los que mostraron tiempos de duplicación
de 7 días o menos o de 465 días o más fue benigna161. Debe con-
siderarse que un nódulo pulmonar cuya velocidad de crecimien-
to se sitúe entre estos límites es maligno. La aplicación más útil
del principio de la velocidad de crecimiento en la valoración de
los nódulos solitarios corresponde probablemente a los pacientes
mayores de 40 años, en los que la incidencia de las lesiones malig-
nas es notablemente mayor. En un estudio de personas de este
grupo de edad casi todos los nódulos solitarios con tiempos de
duplicación inferiores a 37 días fueron benignos161, mientras que
FIGURA 7-5
en 72 nódulos malignos los de crecimiento más lento duplicaron
Neumonitis obstructiva y atelectasia. Una imagen coronal de RM su volumen en 200 días. Los valores que han publicado otros
espín-eco potenciada en T2 (TR/TE 2400/120) muestra atelectasia y investigadores son sólo algo distintos164, 165.
neumonitis obstructiva en el lóbulo superior derecho. La intensidad de la
señal del carcinoma pulmonar que produce la obstrucción (flechas) es Calcificación. La presencia o ausencia de calcio es el signo más
relativamente baja en comparación con la de pulmón consolidado. (Tomado importante para distinguir los nódulos benignos de los malig-
de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

*
La duplicación se refiere al volumen, no al diámetro. Admitiendo que un
nódulo es una esfera, habrá que multiplicar el diámetro por 1,25 para
obtener una esfera de volumen doble (es decir, el volumen de un nódulo
de 2 cm de diámetro se duplica cuando su diámetro alcanza los 2,5 cm). La
duplicación del diámetro significa que el volumen se ha multiplicado por 8.
348 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

TABLA 7-2. Criterios clínicos y radiológicos para la diferenciación de los nódulos pulmonares solitarios benignos y malignos
Benigno Maligno

Clínicos

Edad <35 años. La excepción es el hamartoma >35 años


Síntomas Ausentes Presentes
Antecedentes y estudio funcional Elevada incidencia de granulomas en el área.
Exposición a tuberculosis. No fumador Diagnóstico de una lesión primaria en
otro lugar. Fumador. Exposición a
carcinógenos

Radiográficos

Tamaño Pequeño (<3 cm de diámetro) Grande (>3 cm de diámetro)


Localización Sin predilección excepto en el caso Predominio en los lóbulos superiores
de la tuberculosis (lóbulo superior) salvo en las metástasis pulmonares
Contorno Bordes lisos Bordes especulados
Calcificación Casi patognomónica de lesión benigna si Rara, puede ser excéntrica (granulomas
es laminar, difusa o central rodeados)
Lesiones satélites Más frecuentes Menos frecuentes
Estudios seriados que no muestran cambios en 2 años Casi diagnóstico de lesión benigna Muy poco probable
Tiempo de duplicación <30 a >490 días Entre estos extremos

Tomografía computarizada

Calcificación Difusa o central Ausente o excéntrica


Grasa Prácticamente diagnóstica de hamartoma Ausente
Zonas transparentes de tipo de burbuja Desconocido Frecuentes en el adenocarcinoma
Refuerzo con contraste intravenoso <15 UH >25 UH

Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.

nos166, 167. La identificación de una calcificación difusa, laminar o


central es un dato casi seguro de benignidad; es muy raro que un
tumor con esta característica sea maligno165, 166. Por el contrario,
la presencia de una opacidad calcificada excéntrica en un nódulo
o en una masa puede corresponder a la incorporación de un gra-
nuloma calcificado al tejido de un carcinoma, por lo que debe
interpretarse con precaución.
En aproximadamente el 5% al 10% de los carcinomas pulmo-
nares pueden verse calcificaciones con TC de cortes finos, pero
estas calcificaciones suelen identificarse en tumores mayores de
3 cm de diámetro y no son visibles en las radiografías168. La valo-
ración óptima de la TC precisa el uso de una serie de cortes finos
(colimación de 1 a 3 mm) de todo el nódulo169. Los valores de ate-
nuación de los focos de calcificación visibles en los cortes finos de
TC suelen ser de 400 unidades Hounsfield (UH) o superiores170.
Si no existen estos focos, podrá considerarse que valores de ate-
nuación de 200 UH o superiores corresponden a calcificaciones.
Carácter de la interfaz nódulo-pulmón. La interfaz entre un
nódulo pulmonar solitario y el pulmón adyacente puede ser espi-
culada o lisa (figura 7-6). El aspecto espiculado es un signo de
malignidad; por ejemplo, en un estudio de 238 tumores, 184 (65%)
mostraron espiculación focal o difusa en sus bordes, 91 (32%)
tenían bordes lisos pero lobulados y sólo en 8 (3%) se comproba-
ron límites lisos y sin lobulaciones166. En una revisión de la biblio-
grafía que se publicó en 1993 se llegó a la conclusión de que la
FIGURA 7-6
razón de probabilidad de malignidad de un nódulo con bordes
irregulares o espiculados es de aproximadamente 5,5158; el valor Adenocarcinoma pulmonar de bordes espiculados. Imagen de TCAR
correspondiente a los nódulos de bordes lobulados es de aproxi- de un varón de 62 años que muestra un nódulo de 2,5 cm de diámetro en
el lóbulo superior derecho, con numerosas espículas que irradian desde la
madamente 0,75, y es de 0,3 para los que tienen bordes lisos. La lesión hacia el parénquima adyacente (corona radiada). (Tomado de
correlación radio-anatomopatológica demuestra que la espicula- Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of
ción puede deberse a la presencia de fibrosis en el parénquima Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
pulmonar adyacente, a infiltración directa de dicho parénqui-
ma por el carcinoma o a propagación linfangítica localizada171.
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 349

El signo de la cola pleural es una opacidad lineal que se extien- Refuerzo del nódulo en la tomografía computarizada.
de desde un nódulo o una masa periférico hasta la pleura visceral. Varios grupos han investigado la posible utilidad de la medi-
La cola puede corresponder al tejido fibroso que conecta el ción del refuerzo del nódulo con TC de cortes finos como for-
nódulo con la pleura o a la retracción hacia dentro y aposición de ma de diferenciar los nódulos benignos de los malignos179, 180.
la pleura visceral engrosada171. Cuando la pleura visceral se inva- Los resultados de estos estudios indican que la falta de refuer-
gina, atrae hacia esa zona una pequeña cantidad de grasa extra- zo o el hallazgo de un refuerzo inferior a 15 UH después de la
pleural, que es la que produce la opacidad172. Las colas pleurales administración intravenosa del medio de contraste es práctica-
se han descrito en los cortes finos de TC del 60% al 80% de los mente diagnóstica de una lesión benigna. Por ejemplo, en un
carcinomas pulmonares periféricos171, 173, pero también se pueden estudio prospectivo multicéntrico de 356 nódulos (185 benignos
asociar a metástasis y granulomas, lo que limita el valor de este y 171 malignos) en el que se utilizó el valor de 15 UH como
signo para el diagnóstico diferencial174, 175. umbral para considerar positiva la exploración, la sensibilidad
Broncograma aéreo. En los estudios de TC con cortes finos en cuanto a la ausencia de malignidad fue del 98% y la especi-
los broncogramas aéreos y los bronquiologramas aéreos son más ficidad del 58%181. Desde un punto de vista práctico, la princi-
frecuentes en los carcinomas pulmonares que en los nódulos pal utilidad de esta técnica radica en que constituye un motivo
benignos (figura 7-7)176. Por ejemplo, en una revisión de 132 pa- para hacer el seguimiento conservador de las lesiones no calci-
cientes se identificaron en 33 (29%) de 115 carcinomas y sólo ficadas que se considera probable que sean benignas. Debido al
en 1 (6%) de 17 nódulos benignos77. Las vías respiratorias per- número de exploraciones falsamente positivas, la presencia de
meables suelen ser tortuosas y ectásicas177 y en los cortes trans- refuerzo después de la administración del contraste es menos
versales aparecen como colecciones aéreas focales que suelen útil para el diagnóstico. Conviene recordar que los resultados
medir 5 mm o menos de diámetro; esta imagen suele conocerse de estos estudios sólo se pueden aplicar a los nódulos de diá-
como zona de transparencia de tipo de burbuja o seudocavita- metro comprendido entre 6 y 30 mm y que tienen una atenua-
ción178. Como sería de esperar, estas áreas radiotransparentes son ción homogénea. Además, la técnica requiere una atención meti-
más frecuentes en el carcinoma bronquioloalveolar171. culosa a los detalles.
Refuerzo del nódulo en la tomografía de emisión de
positrones. Varios grupos también han estudiado el uso de PET
tras la administración intravenosa de 2-(18F)-fluoro-2-desoxi-
D-glucosa (18FDG)** para distinguir los nódulos pulmonares benig-
nos de los malignos (figura 7-8)182, 183. Un metaanálisis completo
de los estudios que se publicaron antes de 2001 indicaba que la
sensibilidad de la técnica en el diagnóstico de malignidad de los
nódulos de 10 mm o mayores era del 78%, con una especificidad
del 97%184. Como en los pacientes que tienen un estudio negativo
la probabilidad de malignidad es inferior al 5%, el seguimiento
puede hacerse con exploraciones radiológicas en casi todos ellos185.
El tumor carcinoide, el carcinoma bronquioloalveolar y los carci-
nomas que miden menos de 10 mm de diámetro pueden dar
resultados falsamente negativos184, mientras que los cuadros
inflamatorios tales como la tuberculosis, la histoplasmosis y los
nódulos reumatoideos pueden producir resultados falsamente
positivos. Los inconvenientes más importantes de esta técnica son
su escasa disponibilidad y su elevado coste.

Masa pulmonar solitaria


Como se dijo antes, la división de las opacidades pulmonares úni-
cas en nódulos (con diámetros de 3 cm o menos) y masas (ma-
yores de 3 cm de diámetro) tiene un objetivo útil, ya que la pro-
babilidad de que una lesión sea maligna es mucho mayor en una
masa que en un nódulo. La presencia de calcificación en una masa
no excluye su malignidad, como sucede en los nódulos solitarios.
Por ejemplo, en un estudio de 353 carcinomas, 20 (6%) tenían
calcificaciones evidentes en los cortes finos de TC186, y 17 de los
que contenían calcificaciones (85%) eran mayores de 3 cm de
diámetro. En estas masas las calcificaciones pueden mostrar un
FIGURA 7-7 aspecto punteado, grosero o amorfo y su distribución puede ser
central, periférica o difusa (figura 7-9)168. Se relacionan con cuer-
Broncograma aéreo en un carcinoma bronquioloalveolar. Imagen de
TC del lóbulo inferior izquierdo con varios signos muy indicativos de la pos de psamoma, con la calcificación distrófica de un carcinoma
naturaleza maligna de la lesión: nodulación marginal (1), espiculación fina (2)
y retracción pleural (3). El broncograma aéreo (4) con vías respiratorias
estenosadas y amputadas indica un carcinoma bronquioloalveolar,
**
diagnóstico que se confirmó tras la extirpación. La paciente era una mujer PDG es un análogo de la glucosa marcado con un emisor de positrones,
18
de 55 años. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser F, que se transporta a través de las membranas celulares y es fosforilado a
and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, través de las vías glucolíticas normales, después de lo cual su metabolismo
WB Saunders, 1999.) se interrumpe y permanece así en el interior de la célula.
350 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

FIGURA 7-8
Tomografía de emisión de positrones. Radiografía posteroanterior de tórax (A) que
muestra un opacificación nodular mal definida en el lóbulo superior derecho (flechas). Una
imagen de TC de corte fino (B) confirma la presencia de un nódulo de 8 mm de diámetro
de bordes espiculados. La imagen de la PET (C) revela aumento de la actividad en el
nódulo. Tras la cirugía se confirmó el diagnóstico de adenocarcinoma del lóbulo superior
derecho en estadio I. (Caso por cortesía del Dr. Ned Patz, Duke University Medical Center,
Durham, NC.)

necrótico o con la incorporación de un foco de inflamación gra- leza parcheada de la necrosis en la mayoría de los tumores
nulomatosa previa o un cartílago bronquial calcificado al (figura 7-10). Las cavidades pueden ser centrales o excéntricas
tumor168, 187. y su diámetro puede oscilar entre 1 y 10 cm.
La incidencia de cavitación en el carcinoma pulmonar osci-
la en torno al 10%188 y, aunque puede encontrarse en tumores Patrón del espacio aéreo (neumónico)
de cualquier tamaño, es más frecuente en los que tienen diá-
metros superiores a 3 cm189. El tipo histológico más frecuente Este patrón se limita casi por completo al carcinoma bronquiolo-
es el carcinoma epidermoide y en una revisión de las imágenes alveolar (figura 7-11). Las alteraciones pueden ser locales o muy
radiográficas de 600 casos se constató en el 22% de 263 carci- diseminadas, con predominio de las primeras en el 60% al 90%
nomas epidermoides, el 6% de 97 carcinomas de células gran- de los casos178, 190. Las imágenes radiográficas oscilan desde un
des, el 2% de 126 adenocarcinomas y en ninguno de 114 carci- aumento borroso de densidad (patrón en vidrio esmerilado) a
nomas microcíticos188. Casi todas estas cavidades tienen una una consolidación densa y pueden aparecer solas o en combina-
superficie interna irregular por el tamaño variable de los nódu- ción con nódulos únicos o múltiples190, 191. En algunos pacientes
los del tejido neoplásico que se proyectan hacia ella y la natura- en los que la enfermedad parece estar localizada, la TC demues-
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 351

FIGURA 7-10
Carcinoma epidermoide cavitado. Imagen de TC con contraste del
pulmón derecho de un varón de 56 años. Se observa una masa cavitada de
5 cm de diámetro en el lóbulo superior derecho. La cavidad tiene paredes
gruesas y un contorno interno nodular característico de los carcinomas.
También pueden verse un nivel hidroaéreo en el interior del tumor y una
adenopatía hiliar derecha. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
FIGURA 7-9
Calcificación en un adenocarcinoma pulmonar. La imagen TCAR
obtenida de una mujer de 70 años muestra una gran masa en el lóbulo
medio derecho con numerosas calcificaciones pequeñas moteadas (flechas).
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Aumento del tamaño del hilio
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
El aumento unilateral del tamaño del hilio puede ser la única
manifestación radiológica de un carcinoma pulmonar149 y puede
corresponder a un carcinoma primario que se origina en un
tra focos adicionales en otras zonas del pulmón192. En otros casos, bronquio principal o lobar o, lo que es más frecuente, al aumen-
un aumento del tamaño del tumor inicial se asocia a una amplia to de tamaño de los ganglios linfáticos broncopulmonares o hiliares
diseminación en las radiografías. que han sufrido la invasión directa o metastásica a partir de una
Las imágenes de la TC son opacidades en vidrio esmerilado lesión primaria pequeña situada en un bronquio adyacente o en
o consolidaciones debidas al característico crecimiento no des- el parénquima periférico. Este patrón es característico, sobre
tructivo del carcinoma en los tabiques alveolares, a la presencia todo, del carcinoma microcítico.
de secreciones en los espacios aéreos adyacentes o a ambos. Las
alteraciones pueden ser focales (con diámetros variables entre Afectación mediastínica
menos de 1 cm y varios centímetros [figura 7-12]), parcheadas
o no segmentarias178, 193; también pueden encontrarse consoli- El mediastino puede afectarse a causa de las metástasis ganglio-
daciones lobares asociadas a pérdida de volumen o a expansión nares o, con menos frecuencia, por invasión directa desde una
lobar. En el 50% al 80% de los casos se constatan broncogramas neoplasia contigua del parénquima pulmonar. En una revisión de
aéreos o bronquiologramas y radiotransparencias de tipo de los hallazgos radiográficos de 345 pacientes que tenían carcino-
burbuja171, 194. Después de la administración intravenosa de con- mas de pulmón se observaron masas mediastínicas o aumento
traste, los vasos pulmonares suelen distinguirse con claridad de del tamaño de los ganglios linfáticos mediastínicos en 53 de
la atenuación relativamente escasa del parénquima adyacente, 86 (62%) carcinomas microcíticos, 45 de 125 (36%) adenocarci-
hallazgo que se conoce como signo de la angiografía con TC195. nomas, 7 de 22 (32%) carcinomas de células grandes y 25 de
Aunque es característico del carcinoma bronquioloalveolar, este 98 (26%) carcinomas epidermoides149. Aunque es poco frecuente,
signo puede verse también en otros cuadros, tales como los lin- el aumento del tamaño de los ganglios linfáticos mediastínicos
fomas, la neumonía lipoidea, la neumonía bacteriana, el infarto puede ser la única o la principal alteración que se identifica en las
y el edema196, 197. Sólo puede considerarse indicativo de carcino- radiografías198, en cuyo caso suele corresponder a un carcinoma
ma bronquioloalveolar cuando la atenuación media del pul- microcítico149. El principal signo radiográfico es el ensanchamien-
món consolidado es inferior a la de la musculatura de la pared to del mediastino que en general muestra un contorno ondulante
del tórax197. o lobulado (figura 7-13).
352 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

FIGURA 7-11
Carcinoma bronquioloalveolar multicéntrico
progresivo. La radiografía posteroanterior de
tórax (A) muestra opacidades bilaterales del espacio
aéreo que afectan al lóbulo medio y a zonas de ambos
lóbulos inferiores. Un año más tarde la radiografía (B)
revelaba una consolidación más extensa de todos los
campos, incluidos los dos lóbulos superiores. La
paciente era una mujer de 56 años. (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and
Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 353

Afectación de la pared torácica


La presencia de destrucción costal o de una masa evidente en la
pared torácica en la TC permite hacer un diagnóstico fiable de inva-
sión de la misma; sin embargo, estas imágenes sólo se encuentran
en el 20% al 40% de los pacientes que tienen dicha complica-
ción203, 204. Otras imágenes, como la presencia de ángulos obtusos
entre el tumor y la pared torácica, un contacto mayor de 3 cm entre
el tumor y la pared y el engrosamiento pleural focal no son indi-
cadores fidedignos de infiltración203, 205. La sensibilidad y la espe-
cificidad descritas para la TC en la detección de la infiltración de
la pared torácica oscilan entre el 40% y el 90%206.
Aunque la RM es mejor que la TC para el estudio de la infil-
tración de la pared torácica en los tumores apicales, ambas técni-
cas son equivalentes cuando la infiltración afecta a cualquier otra
zona207. En la RM el primer signo de infiltración es la sustitución
de la grasa extrapleural normal por un tejido blando (véase figura
7-14)208. La alteración de la superficie pleural y la invasión de la
pared torácica pueden valorarse también con ecografía209.
El carcinoma pulmonar puede afectar al esqueleto, por extensión
directa o por metástasis. En la radiografía de tórax se observa a veces
destrucción costal o vertebral, pero la TC proporciona mejores imá-
genes de estas lesiones. Aunque casi todas ellas son osteolíticas, tam-
bién pueden encontrarse lesiones osteoblásticas puras.

Manifestaciones clínicas
FIGURA 7-12
Carcinoma bronquioloalveolar. Imagen de una TCAR del pulmón
Los síntomas del carcinoma pulmonar pueden deberse a la enfer-
izquierdo de un varón de 68 años que muestra un nódulo espiculado de medad broncopulmonar local, a la extensión del tumor a estruc-
3 cm de diámetro en el lóbulo superior izquierdo. También se observan turas adyacentes, a las metástasis a distancia, a efectos generales
áreas focales pequeñas de atenuación en vidrio esmerilado (flechas). En inespecíficos o a reacciones inmunitarias frente a la secreción hor-
la intervención se demostró que estas últimas áreas y el nódulo monal del tumor (síndromes paraneoplásicos). Sólo el 10% de los
dominante correspondían a un carcinoma bronquioloalveolar
multicéntrico. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: pacientes está asintomático en la primera visita, cuando el diagnós-
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, tico se sospecha al principio por una radiografía de tórax anormal.
WB Saunders, 1999.)
Manifestaciones broncopulmonares
El síntoma más frecuente del carcinoma pulmonar es, con
mucho, la tos, que suele ser algo productiva y que se encuentra en
Afectación pleural hasta el 75% de los pacientes210. La manifestación inicial puede
ser un cambio del carácter de la tos en un paciente que tiene ante-
La prevalencia de derrame pleural en el carcinoma pulmonar cedentes de tabaquismo, y este cambio es un aviso para proceder
varía entre aproximadamente el 5% y el 25%149, 188. Esta compli- a un estudio más amplio. Aproximadamente el 35% al 50% de los
cación no implica necesariamente la invasión de la pleura por la pacientes presenta hemoptisis, que a veces es la única indicación
neoplasia, pues también se producen derrames serosos a causa de diagnóstica en los casos en los que la radiografía de tórax es nor-
una obstrucción linfática o de una atelectasia199. mal211. Otros síntomas relacionados con la vía respiratoria son
menos frecuentes. La obstrucción parcial o completa de un bron-
Neoplasias apicales quio puede producir disnea o síntomas agudos de infección en
una región de neumonitis obstructiva. Cuando no hay alteracio-
Aproximadamente el 5% de los carcinomas pulmonares se origi- nes visibles en la radiografía de tórax en inspiración completa
na en el vértice del órgano149. El término síndrome de Pancoast pueden encontrarse sibilancias locales y en estos casos la radio-
puede aplicarse a los casos en los que una neoplasia de esta loca- grafía en espiración máxima quizá proporcione información útil,
lización se acompaña de dolor en el hombro o el brazo como con- demostrando atrapamiento aéreo focal.
secuencia de la infiltración de la pared torácica adyacente. En su Las neoplasias de la periferia del pulmón no suelen producir
inmensa mayoría se trata de adenocarcinomas o carcinomas epi- síntomas, aunque cuando infiltran la pleura sí provocan dolor.
dermoides200, 201. La RM es mejor que la TC para el estudio de Algunos pacientes con carcinoma bronquioloalveolar expectoran
estos tumores200, 202, pues permite obtener imágenes directas coro- grandes cantidades de material mucoide; esta «broncorrea» indi-
nales, sagitales y oblicuas y proporciona excelentes detalles anató- ca una afectación pulmonar extensa212.
micos del desfiladero torácico superior y del plexo braquial (fi-
gura 7-14). Además, la diferenciación de los tejidos blandos es Manifestaciones intratorácicas extrapulmonares
mejor, por lo que las imágenes de la invasión de la pared torácica
son más claras, mostrando la alteración de la grasa extrapleural Pleura. La afectación de la pleura puede asociarse a dolor con
normal. la respiración, signos de derrame pleural y roce pleural. El
354 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

FIGURA 7-13
Adenopatías mediastínicas en el carcinoma pulmonar.
La radiografía posteroanterior (A) del tórax de un varón de
47 años muestra una opacidad mal definida en el lóbulo
superior derecho y grandes adenopatías paratraqueales
derechas. Las imágenes de TC con contraste (B y C) revelan
un tumor en el lóbulo superior derecho asociado a
adenopatías mediastínicas. El diagnóstico fue de carcinoma de
células grandes. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

derrame puede ser seroso, como consecuencia de la afectación de La compresión o la invasión de los vasos mediastínicos puede
los ganglios linfáticos mediastínicos por las metástasis del carci- provocar una trombosis oclusiva que se manifiesta con signos y
noma con obstrucción linfática secundaria, o hemorrágico, debi- síntomas importantes. Los vasos que se afectan con más frecuen-
do a la invasión directa de la pleura por las células malignas. cia son la vena cava superior y sus ramas principales. El síndrome
Mediastino. Aunque el aumento del tamaño de los ganglios de la vena cava superior está formado por edema de la cara,
medistínicos puede deberse la hiperplasia secundaria a una el cuello y las extremidades superiores, distensión de las venas del
reacción a la infección de una región obstruida del pulmón o al cuello y del brazo215 y, a veces, cefalea y mareos. Según la experien-
propio carcinoma, lo habitual es que su causa sean las metásta- cia de los autores, al igual que en la de otros investigadores, la
sis. Si este aumento es grande, podrá causar dolor o una sensa- obstrucción de la vena cava superior no representa una compli-
ción de opresión retroesternal. Es mucho más importante el cación que requiera un tratamiento de urgencia216, 217; sin embar-
efecto de la neoplasia sobre las diversas estructuras que contie- go, puede coexistir con una compresión de la tráquea o con un
ne el mediastino. taponamiento cardíaco que sí precisan una intervención urgente.
La afectación cardíaca es más frecuente de lo que suele apre- La invasión del nervio laríngeo recurrente puede producir dis-
ciarse. La infiltración del pericardio produce un derrame que fonía y la del nervio vago disnea, sobre todo en pacientes que tie-
puede deberse a invasión directa a partir de un foco neoplásico nen obstrucción crónica al flujo aéreo, situación que a menudo
intrapulmonar o mediastínico o, lo que es más frecuente, a la acompaña al carcinoma pulmonar. Aunque la afectación del ner-
extensión retrógrada del tumor a lo largo de los linfáticos desde las vio frénico puede producir paresia o parálisis del hemidiafragma,
metástasis ganglionares213. El derrame suele causar signos y sín- esta complicación no suele producir síntomas cuando la reserva
tomas de taponamiento214. En muchos casos su causa se confir- ventilatoria es normal. La disfagia secundaria a la afectación eso-
ma mediante el estudio citológico del líquido pericárdico. Sin fágica es poco frecuente como síntoma inicial del carcinoma pul-
embargo, la invasión del miocardio no suele producir síntomas monar218. Sólo cuando el tumor invade la pared del esófago pue-
y, en caso de sospecha clínica, se confirma con la ecocardiografía de producirse obstrucción, y en ese caso la localización primaria
bidimensional o con una ecocardiografía transesofágica. suele ser el bronquio principal izquierdo.
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 355

FIGURA 7-14
Tumor de Pancoast. Imagen de la parte superior del lado
izquierdo del tórax en una radiografía posteroanterior (A) de
una mujer de 36 años que tenía un tumor apical izquierdo. Es
difícil apreciar la extensión del tumor a la pared del tórax en
la TC (B), pero se observa claramente con RM
coronal potenciada en T1 (C) (flechas). En una imagen sagital
potenciada en T1 (D) el tumor (flecha abierta) se extiende
entre las costillas primera (1) y segunda (2). Después de la
radioterapia la paciente fue intervenida y se confirmó el
diagnóstico de adenocarcinoma con afectación de la primera
costilla. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD:
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

Los tumores del desfiladero torácico superior (tumor de Pan- cas, incluso sin una lesión primaria detectable en las radiografías.
coast) producen casi siempre síntomas y signos relacionados con Aunque las metástasis pueden afectar a cualquier órgano o tejido,
la invasión local. Las estructuras más importantes del desfiladero las localizaciones más frecuentes son los ganglios linfáticos, el
torácico superior son (de delante atrás) las venas subclavia y hígado, las glándulas suprarrenales, el esqueleto, los riñones y en
yugular, los nervios frénico y vago, las arterias subclavia y caróti- encéfalo.
da primitiva, la cadena simpática y el ganglio estrellado y las cua- Ganglios linfáticos. Las localizaciones extrapulmonares más
tro primeras costillas y las vértebras superiores. El tumor de Pan- frecuentes del carcinoma pulmonar metastático son, sin duda, los
coast puede afectar a una o varias de estas estructuras y en ganglios linfáticos hiliares y mediastínicos; el patrón de estas
consecuencia provoca diversos signos y síntomas, tales como metástasis se estudiará en la sección sobre la estadificación del
dolor, debilidad del hombro y del brazo, edema del brazo y sín- carcinoma pulmonar (véase página 360). Las metástasis ganglio-
drome de Horner. nares en el grupo escaleno también son frecuentes y suelen
producirse en el mismo lado que el tumor. En los carcinomas
Manifestaciones metastásicas extratorácicas avanzados, sobre todo en pacientes que tienen una afectación
ganglionar mediastínica extensa, también es frecuente la propa-
Las metástasis extratorácicas suelen asociarse a carcinomas diag- gación a los ganglios periaórticos, mesentéricos y a otros grupos
nosticados con anterioridad o a tumores sincrónicos evidentes. A intraabdominales, aunque los síntomas y signos que produce esta
veces son las responsables de las primeras manifestaciones clíni- diseminación son, en general, mínimos o nulos.
356 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

Encéfalo y médula espinal. Las metástasis cerebrales son un alcanza un estadio avanzado, aunque a veces preceden incluso a
hallazgo frecuente en las autopsias de muchos pacientes que tie- la detección del tumor en el pulmón o son el primer signo de su
nen carcinoma pulmonar; además, el encéfalo es la localización recidiva en otra localización. Los tumores que con mayor frecuen-
más frecuente de las metástasis de los pacientes que tienen carci- cia se asocian a este tipo de síndromes son, con mucho, los micro-
nomas no microcíticos cuyas manifestaciones se deben a enfer- cíticos. Los cuadros clínicos asociados son miopatía, neuropatía
medad extratorácica219. Aunque se ven sobre todo en pacientes periférica, degeneración cerebelosa subaguda, encefalomielo-
que tienen carcinomas conocidos, los signos y síntomas de las patía, mielopatía necrosante, trastornos de la motilidad intes-
lesiones cerebrales o cerebelosas pueden, en ocasiones, preceder a tinal, dolor facial y síndrome paraneoplásico visual.
los del tumor primario. Es importante recordar que los síndro- Existen dos síndromes miopáticos que se han asociado al car-
mes neurológicos paraneoplásicos (véase más adelante), el infar- cinoma pulmonar. Uno de ellos simula una miastenia grave (sín-
to cerebral secundario a la endocarditis trombótica no bacteriana drome miasteniforme de Lambert-Eaton) y el otro corresponde a
asociada al cáncer y los efectos tardíos de la quimioterapia y la una polimiositis. El síndrome miasteniforme de Lambert-Eaton
radioterapia encefálica pueden simular los signos y síntomas de difiere clínicamente de la miastenia grave verdadera en que afec-
las metástasis cerebrales. Los síntomas y signos de la afectación ta más a los grupos musculares proximales que a los distales de
del sistema nervioso central dependen de la localización específi- los miembros y por su localización en la cadera y las extremida-
ca de la metástasis. des inferiores. Además, el electromiograma de los pacientes que
Esqueleto. La diseminación metastásica a los huesos se obser- tienen este síndrome paraneoplásico revela un aumento de la
va en aproximadamente el 10% al 40% de los pacientes en algún amplitud después de 10 a 15 segundos de contracción voluntaria
momento de la evolución de su enfermedad220. Más del 20% de máxima o durante la estimulación de alta frecuencia del ner-
los pacientes que tienen carcinoma pulmonar confirmado tiene vio227, signos que son muy distintos de las alteraciones caracterís-
dolores óseos cuando se les estudia por primera vez. Aunque el ticas de la miastenia grave. El síndrome guarda relación con el
estudio radioisotópico del esqueleto es más sensible que los sig- desarrollo de anticuerpos IgG frente a varios canales del calcio
nos y síntomas clínicos en lo que se refiere a la detección de las controlados por el voltaje que intervienen en la liberación de ace-
metástasis, también puede dar resultados falsamente negativos221. tilcolina en las terminaciones nerviosas motoras y frente a la
La afectación ósea extensa se asocia en ocasiones a hipercalcemia sinaptotagmina, una proteína de la vesícula sináptica229.
(véase más adelante). En la mayoría de los casos la neuropatía periférica es tanto
Órganos abdominales. Las localizaciones más frecuentes de motora como sensitiva; sin embargo, en sus primeros estadios
las metástasis en los órganos abdominales son el hígado y las puede manifestarse sólo por dolor y parestesias, mientras que la
glándulas suprarrenales. En general, las metástasis en estos y en pérdida de la sensibilidad, la debilidad muscular y la emaciación
otros órganos no producen síntomas, pero a veces producen cua- aparecen en fases más avanzadas. Los síntomas pueden preceder
dros que confunden el diagnóstico. En concreto, los carcinomas en varios meses al diagnóstico del carcinoma227. La patogenia está
microcíticos pueden producir grandes metástasis hepáticas cau- relacionada con un anticuerpo nuclear IgG anti-neuronal (anti
santes de dolor epigástrico e ictericia, con una evolución en rápi- Hu) que se encuentra en el interior de las neuronas de los ganglios
do declive que simula una hepatitis222. Las metástasis suprarrena- de las raíces dorsales y que también reacciona con las células
les se identifican, por lo general, con TC y se confirman (en caso tumorales230. La neuropatía autónoma se asocia tanto al carcino-
necesario) mediante aspiración con aguja fina; sólo en muy raras ma de células gigantes como al microcítico231 y puede manifestar-
ocasiones se produce una destrucción glandular suficiente para se por hipotensión postural o seudoobstrucción intestinal232.
dar lugar a una enfermedad de Addison223. En el 10% al 15% de La degeneración cerebelosa subaguda se caracteriza por ataxia,
los pacientes con carcinoma pulmonar se encuentran metástasis pérdida de la coordinación, vértigo, nistagmo y disartria que pro-
digestivas224 cuyas manifestaciones clínicas más frecuentes son las gresan de forma rápida. Puede coincidir con el desarrollo de un
hemorragias y la anemia; también puede haber perforación y síndrome miasteniforme de Lambert-Eaton y en muchos pacien-
obstrucción en cualquier nivel. tes se encuentran anticuerpos frente a las células de Purkinje del
cerebelo y anticuerpos anti-Hu226, 233.
Manifestaciones extratorácicas no metastásicas Los síntomas cerebrales pueden aparecer sin signos neurológi-
cos y son, sobre todo, demencia, euforia o un estado maníaco-
Los síntomas generales, tales como mal estado general, debilidad, depresivo; la somnolencia y la confusión pueden alternar con
laxitud, fiebre y adelgazamiento, son manifestaciones frecuentes intervalos de lucidez234. También se ha descrito un síndrome que
del carcinoma pulmonar. Aunque pueden aparecer sin signos clí- recuerda a la encefalitis límbica asociado a los carcinomas micro-
nicos de metástasis extratorácicas, casi siempre se asocian a la cíticos226.
diseminación del tumor225. Además de estas características relati- Manifestaciones esqueléticas. Aproximadamente el 3% de
vamente inespecíficas, algunos pacientes, sobre todo los que tie- los pacientes que tienen un carcinoma pulmonar presenta una
nen carcinomas microcíticos, presentan síntomas y signos de una osteoartropatía hipertrófica pulmonar (véase página 169) 236. Esta
enfermedad sistémica que no tiene una relación directa con la no suele asociarse al carcinoma microcítico236, por lo que su pre-
infiltración per se226. Estos síndromes paraneoplásicos afectan sencia indica sobre todo un tumor no microcítico.
hasta al 10% de los pacientes y pueden aparecer sin síntomas Manifestaciones endocrinas y metabólicas. El síndrome
broncopulmonares227. Se deben a hormonas o péptidos secreta- de Cushing asociado al carcinoma pulmonar suele deberse a la
dos por el tumor o a anticuerpos antitumorales que producen producción de precursores de la corticotropina que o bien tienen
reacciones cruzadas con tejidos normales228. Sus manifestaciones una acción similar a la de la ACTH o bien se convierten en ACTH
iniciales se agrupan bajo distintos epígrafes, tales como neuro- en las células tumorales237. Aunque en la sangre de aproximada-
musculares, cutáneas, esqueléticas, endocrinas o metabólicas, mente el 50% de los pacientes que tienen carcinomas microcíti-
hematológicas o vasculares y renales. cos y en un número significativo de los que tienen carcinomas no
Manifestaciones neuromusculares. Los síndromes paraneo- microcíticos se detectan concentraciones elevadas de corticotro-
plásicos neuromusculares suelen ocurrir cuando la enfermedad pina inmunorreactiva238, las manifestaciones clínicas asociadas
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 357

son muy poco frecuentes237. En realidad, el cuadro clásico del sín- Es habitual encontrar un recuento plaquetario elevado249, sobre
drome de Cushing es raro en estos pacientes, quizás porque falle- todo en los pacientes que tienen enfermedad avanzada; este
cen antes de que sus manifestaciones hayan tenido tiempo de hallazgo se asocia a un mal pronóstico, incluso tras el ajuste
aparecer; no obstante, casi todos los pacientes presentan hipopo- correspondiente al estadio. Después de la resección pulmonar la
tasemia o hiperglucemia y son propensos a las infecciones. Se trombocitosis suele disminuir. Se ha descrito anemia en el 5% al
encuentra miopatía proximal y cara de luna llena en hasta el 50% 10% de los pacientes que tienen carcinoma pulmonar. En la
de los pacientes afectados237. mayoría de los casos se debe a una alteración de la respuesta eri-
El carcinoma pulmonar, en general epidermoide, es la causa troide de la médula ósea a la eritropoyetina, a veces combinada
más frecuente de hipercalcemia inducida por un tumor240. Al con una producción insuficiente de ésta250.
contrario que muchas otras manifestaciones paraneoplásicas, la Manifestaciones renales. Algunos pacientes con carcinoma
hipercalcemia no se asocia a un carcinoma oculto y su aparición pulmonar desarrollan una glomerulonefritis asociada que, en la
acompaña en la práctica totalidad de los casos a tumores en esta- mayoría de los casos, es de tipo membranoso251, aunque también
dios avanzados241. Aunque sería lógico atribuir la hipercalcemia a se han descrito casos de cambios mínimos252.
las metástasis óseas cuando éstas existen o a la producción hor-
monal ectópica en caso contrario, ello sería incorrecto en la ma- Estudio del paciente con carcinoma
yoría de los casos. Aparentemente, tanto en los pacientes con pulmonar
metástasis esqueléticas como en los que no las tienen, la causa más
frecuente del síndrome es un péptido relacionado con la hormo- En los pacientes que tienen datos clínicos indicativos de un carci-
na paratiroidea242. noma pulmonar han de seguirse tres líneas distintas de investiga-
El síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiuréti- ción. En primer lugar es necesario establecer el diagnóstico,
ca (SIADH) se define por la presencia de hiponatremia con hipo- incluyendo la clasificación histológica específica. En segundo
osmolalidad plasmática y una orina muy poco concentrada237. lugar hay que determinar si el tumor es o no resecable mediante
Clínicamente, se manifiesta por irritabilidad, confusión, irres- un procedimiento de estadificación. Por último (aunque no nece-
ponsabilidad y debilidad, síntomas que suelen aparecer cuando la sariamente por este orden) debe valorarse la capacidad del
concentración sérica de sodio disminuye a menos de 120 mEq/l. paciente para tolerar la cirugía previsible. Los dos primeros
Para poder hacer este diagnóstico hay que descartar las enferme- aspectos se estudiarán en esa sección.
dades que también pueden provocar hiponatremia, como sucede
con las insuficiencias renal o suprarrenal. En los pacientes que Consideraciones clínicas
tienen carcinoma pulmonar el síndrome se limita casi por com-
pleto a los carcinomas microcíticos e incluso en éstos es poco fre- Aunque el carcinoma pulmonar no tiene características clínicas
cuente, de forma que aunque el 50% de los pacientes presenta específicas, la asociación de determinados síntomas y signos con
concentraciones altas de ADH en la sangre y aproximadamente el los datos radiográficos de una alteración pulmonar es a veces
10% al 15% tiene hiponatremia, sólo del 1% al 5% tiene síntomas prácticamente diagnóstica. Por ejemplo, una molestia en un
de SIADH. hombro y un dolor en el brazo asociados a una lesión en el vérti-
Se ha descrito secreción de gonadotropina coriónica humana ce de un pulmón o los antecedentes de aparición reciente de acro-
asociada a incluso el 10% al 15% de todos los carcinomas pul- paquias u osteoartropatía hipertrófica asociados al hallazgo de
monares243, pero la enfermedad clínica secundaria a esta secre- una masa pulmonar espiculada y periférica son datos casi seguros
ción es poco frecuente. Parece que los carcinomas que con mayor de la existencia de un carcinoma. La hemoptisis asociada a una
frecuencia producen secreción hormonal son los de células gran- masa pulmonar también es muy indicativa de malignidad; sin
des243. Los varones afectados desarrollan atrofia testicular y una embargo, la hemoptisis asociada a una radiografía de tórax nor-
voz aguda, además de ginecomastia. Sin embargo, conviene mal rara vez se debe a un carcinoma en ausencia de factores de
recordar que la ginecomastia no es rara en ausencia de un tumor riesgo específicos tales como el tabaquismo o una edad avanzada.
maligno subyacente, sobre todo en pacientes ancianos y obesos. Por otro lado, cuando la radiografía de tórax es normal, una sibi-
El polipéptido hormonal que forman con mayor frecuencia las lancia localizada puede indicar la presencia de un carcinoma en
neoplasias pulmonares podría ser la calcitonina. Aunque no cau- el pulmón.
sa síntomas, se ha utilizado la determinación de su concentración
mediante radioinmunoanálisis como marcador de la repuesta al Consideraciones analíticas
tratamiento y de la recidiva tumoral244.
Manifestaciones vasculares y hematológicas. La trombo- El estudio citológico del esputo, de los lavados y cepillados bron-
flebitis superficial, en general migratoria, es una alteración bien quiales, del líquido del LBA y del líquido pleural son métodos
conocida en los pacientes con carcinoma pulmonar245. Puede bien establecidos de diagnóstico en los pacientes en los que se
afectar a localizaciones poco habituales y a menudo es rebelde al sospecha un carcinoma (véase página 170). En pocas palabras, la
tratamiento anticoagulante. Esta complicación se asocia sobre sensibilidad de la citología del esputo es de aproximadamente el
todo a los adenocarcinomas. La incidencia de trombosis venosa 65% y su especificidad del 99%253. Los lavados y cepillados que se
profunda y de embolia pulmonar también es mayor en los realizan durante una broncoscopia son complementarios254, pero
pacientes que tienen neoplasias pulmonares246. Esta asociación en un número tan pequeño de casos que el rendimiento sistemá-
podría explicarse por el estado procoagulante sutil que se consta- tico de ambos métodos es cuestionable. Como sería de esperar,
ta en muchos de estos pacientes, sobre todo en los que tienen los diagnósticos citológicos positivos son más frecuentes en las
metástasis247. neoplasias centrales que en las periféricas y más en los tumores
La reacción leucemoide (recuentos leucocíticos de 50.000 cé- grandes que en los pequeños255, 256. El LBA puede ser útil, sobre
lulas/ml o más) suele ser un fenómeno tardío que se manifiesta todo en los tumores periféricos no visibles durante la endoscopia,
poco antes de la muerte; se asocia sobre todo a los carcinomas de y en estas circunstancias, proporciona diagnósticos positivos en
células grandes y se debe a la liberación de citocinas por el tumor248. aproximadamente el 65% al 70% de los pacientes257. Casi todos
358 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

los autores describen una sensibilidad aproximada del 50% para método de estudio por imagen complementario en la valoración
el diagnóstico citológico de malignidad en los derrames pleura- de los pacientes que presentan una infiltración dudosa de la
les258. En todas estas situaciones adquiere una especial importan- pared torácica o del mediastino en la TC. La gammagrafía de per-
cia la observación de que es posible distinguir con seguridad los fusión ayuda a predecir la función pulmonar postoperatoria.
carcinomas microcíticos de los no microcíticos en la inmensa Después de la valoración cuantitativa de la perfusión pulmonar
mayoría de los casos. regional, se puede calcular el VEMS1 multiplicando el VEMS1
Se han identificado muchos marcadores tumorales produci- preoperatorio por el porcentaje de perfusión del pulmón que
dos por los carcinomas o por las células del huésped en res- quedará tras la cirugía273.
puesta a aquél. Estos marcadores pueden medirse en distintos La PET con FDG ayuda a distinguir los nódulos pulmonares
tipos de muestras como el suero, el tejido, el líquido pleural, el benignos de los malignos y a estadificar las metástasis en los gan-
esputo y el líquido del LBA, y su aplicación al diagnóstico259, la glios linfáticos hiliares y mediastínicos (véase más adelante).
estadificación260, la identificación del tipo tumoral261, la distin- También puede revelar lesiones no sospechadas en el pulmón
ción entre enfermedad primaria y metastásica262, el pronósti- contralateral y extratorácicas274, 275 y su sensibilidad y especifici-
co263, la predicción de la respuesta a la quimioterapia264 y el dad para la detección de las recidivas de los carcinomas son ele-
seguimiento265 han sido objeto de un gran número de estudios. vadas276, 277. La idoneidad de la PET corporal total y su gran exac-
Una posible utilidad de estos marcadores es la potenciación del titud diagnóstica podrían traer consigo un cambio rápido del
estudio del esputo, en comparación con el cribado citológico266. enfoque diagnóstico y de la estadificación de los carcinomas pul-
Los marcadores que más se han estudiado a este respecto son monares, de la monitorización de la respuesta al tratamiento y de
oncogenes como p53 y K-ras267. Sin embargo, la sensibilidad, la valoración de las recidivas tumorales. Las limitaciones princi-
especificidad y reproducibilidad de la valoración de estos genes pales de esta técnica son su alto coste y la necesidad de acceder a
o de los productos de estos genes para la detección del carcino- un ciclotrón para la producción de 18F-desoxiglucosa.
ma precoz no son suficientes para defender su empleo en el cri-
bado268. También se han valorado otras muchas sustancias pre- Estadificación
sentes en el suero para intentar determinar si su medición
ayudaría a distinguir entre las lesiones pulmonares benignas y Esquemas de estadificación
malignas269. Sin embargo, tampoco en estos casos la sensibilidad
o la especificidad son suficientes para alcanzar este objetivo o El esquema más utilizado para establecer el estadio de los carci-
para que puedan usarse como herramientas de cribado en el nomas no microcíticos del pulmón es la clasificación TNM. Con
diagnóstico precoz270. los años se han descrito diversas modificaciones de este esquema
Las determinaciones bioquímicas tienen poco valor para el con objeto de identificar mejor los grupos de pacientes que tie-
diagnóstico del carcinoma pulmonar. No obstante, varios investi- nen pronósticos y opciones terapéuticas similares. La revisión
gadores han constatado que las concentraciones séricas de lacta- más reciente fue aprobada por el American Joint Committee on
to deshidrogenasa aumentan en presencia de metástasis o cuan- Cancer (AJCC) y la Union Internationale Contre le Cancer (UICC)
do la neoplasia recidiva tras su extirpación. La elevación de las en 1997278. Un artículo que la acompañaba perfilaba los perfec-
enzimas hepáticas también puede ser un indicio de metástasis en cionamientos realizados en la clasificación de los ganglios linfáti-
el hígado, mientras que la hiponatremia o la hipercalcemia deben cos regionales279. Las propiedades específicas de cada uno de los
plantear la sospecha de un fenómeno paraneoplásico y propor- subtipos T, N y M, tal como se definieron en esta revisión, se
cionan ciertos datos sobre el tipo tumoral. muestran en la tabla 7-3, mientras que las distintas combinacio-
nes de los diferentes estadios T, N y M se recogen en la tabla 7-4.
Consideraciones radiológicas La estadificación de los pacientes que tienen carcinomas
microcíticos suele ser más sencilla, pues se divide en dos grupos:
La presencia de una lesión potencialmente maligna puede identi- 1) enfermedad limitada, que se define como un carcinoma confi-
ficarse de forma casi invariable en las radiografías de tórax con- nado a un campo de radiación tolerable (dependiendo de los
vencionales (las excepciones son, por un lado, los raros casos en investigadores, este grupo incluye los ganglios linfáticos medias-
los que la citología de esputo es positiva y la radiografía de tórax tínicos regionales y supraclaviculares y el derrame pleural), y
es normal y, por otro, el creciente número de pacientes en los que 2) enfermedad extendida, en la que el carcinoma ha sobrepasado
la lesión se detecta primero con TC). Nunca se insistirá bastante estos límites99, 280.
en la importancia de disponer de radiografías previas, sobre todo
cuando se estudia un nódulo pulmonar solitario, pero también en Métodos de estadificación
los casos de posible aumento de tamaño de los ganglios linfáticos
en localizaciones tales como el hilio y la ventana aortopulmonar. Para investigar los parámetros T, N y M y determinar el estadio
Como ya se ha dicho anteriormente, la TC es una técnica del tumor pueden utilizarse diversas técnicas.
importante para la diferenciación de los nódulos benignos y
malignos y para la estadificación del carcinoma (véase más ade- T (tumor primario)
lante) y resulta útil para confirmar la presencia de posibles nódu-
los en las radiografías y para distinguirlos de las alteraciones de la Radiografía. La mayor parte de los criterios que definen las cate-
pared torácica o de cicatrices focales. Sin embargo, conviene gorías T en la clasificación TNM se establece ya durante el estudio
recordar que los carcinomas pulmonares pueden no aparecer en diagnóstico inicial. Por ejemplo, las radiografías de tórax revelarán
la TC; en general, estos tumores son endobronquiales y miden el tamaño de la lesión en los pacientes que tienen tumores circuns-
entre 0,2 y 2 cm de diámetro271, 272. critos, la presencia o ausencia de derrame pleural (excepción hecha
La RM es un método muy útil para el estudio de las metásta- de los casos en que la atelectasia o la neumonitis obstructiva de un
sis de los carcinomas pulmonares, sobre todo en el encéfalo y las lóbulo inferior ocultan su presencia) y el grado de atelectasia o
glándulas suprarrenales (véase más adelante). También es un neumonitis obstructiva asociadas en presencia de una obstrucción
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 359

TABLA 7-3. Clasificación TNM Tabla 7-4. Agrupamiento por estadios: subgrupos TNM*
Tumor primario (T) Estadio Subgrupo TNM

TX No se puede valorar el tumor primario o tumor demostrado 0 Carcinoma in situ


por la presencia de células malignas en el esputo o el lavado
bronquial pero no visible en los estudios de imagen ni en la IA T1N0M0
broncoscopia IB T2N0M0
T0 Sin signos de tumor primario IIA T1N1M0
Tis Carcinoma in situ IIB T2N1M0
T1 Tumor ≤3 cm de diámetro mayor, rodeado por pulmón o T3N0M0
pleura visceral, sin signo broncoscópico de invasión por
encima del bronquio lobara (es decir, sin afectación del IIIA T3N1M0
bronquio principal) T1N2M0
T2 Tumor con cualquiera de las siguientes características de T2N2M0
tamaño o extensión <3 cm de diámetro mayor T3N2M0
Afecta al bronquio principal, ≥2 cm distal a la carina IIIB T4N0M0
Infiltra la pleura visceral T4N1M0
Se asocia a atelectasia o a neumonitis obstructiva que se extiende T4N2M0
a la región hiliar, pero sin afectar a la totalidad del pulmón T1N3M0
T3 Tumor de cualquier tamaño que infiltra directamente cualquiera T2N3M0
de las siguientes estructuras: pared torácica (incluidos los T3N3M0
tumores del surco superior), diafragma, pleura mediastínica o T4N3M0
pericardio parietal; tumor en el bronquio principal <2 cm
IV Cualquier T, cualquier N, M1
distal a la carina pero sin afectación de ésta; asociado a
atelectasia o a neumonitis obstructiva de todo el pulmón
T4 Tumor de cualquier tamaño que infiltra cualquiera de las * La estadificación no es pertinente en los carcinomas ocultos, designados como
siguientes estructuras: mediastino, grandes vasos cardíacos, TXN0M0.
tráquea, esófago, cuerpo vertebral o carina; tumor con derrame Tomado de Mountain CF: Revisions in the International System for Staging Lung
pleural o pericárdico malignob o con nódulo(s) tumoral(es) Cancer. Chest 111:1710, 1997.
satélite(s) en el lóbulo del tumor primario del mismo lado

Ganglios linfáticos regionales (N) una información convincente sobre la invasión del mediastino. La
NX No se pueden valorar los ganglios linfáticos regionales elevación importante de un hemidiafragma (en relación con una
N0 Sin metástasis en los ganglios linfáticos regionales parálisis del nervio frénico), los signos clínicos de un síndrome de
N1 Metástasis en los ganglios linfáticos peribronquiales ipsolaterales vena cava superior o una parálisis laríngea son datos que indican
y/o hiliares ipsolaterales y afectación de los ganglios linfáticos también la infiltración del mediastino. En ausencia de signos de este
intrapulmonares por extensión directa del tumor primario
N2 Metástasis en los ganglios linfáticos mediastínicos ipsolaterales
tipo, la radiografía de tórax suele ser poco fiable para la detección
y/o subcarínicos de la invasión de la pared torácica, del diafragma o del mediastino,
N3 Metástasis mediastínicas contralaterales, hiliares contralaterales, por lo que debe recurrirse a la TC o a la RM para su evaluación.
de la cadena escalena o de la cadena supraclavicular ipsolateral Tomografía computarizada. La TC puede detectar con
o contraleral seguridad la invasión del mediastino siempre que los vasos o los
Metástasis a distancia (M) bronquios principales de esta región se encuentren rodeados por
el tumor (figura 7-15)281. Sin embargo, no puede considerarse que
MX No se puede valorar la existencia de metástasis a distancia sean infiltrantes los tumores que están en contacto con el medias-
M0 Sin metástasis a distancia
M1 Con metástasis a distanciac
tino pero que no lo infiltran claramente , aunque se asocien a obli-
teración del plano adiposo entre el mediastino y la masa tumo-
a
El raro tumor superficial de cualquier tamaño cuyo componente infiltrante está
ral156. Los criterios de la TC que indican que un tumor que está en
limitado a la pared bronquial y que puede extenderse en sentido proximal al bronquio contacto con el mediastino sin invasión del mismo y que proba-
principal también se clasifica como T1. blemente sea resecable (aunque quizá con una infiltración míni-
b
La mayoría de los derrames pleurales asociados al cáncer de pulmón se debe al tumor. ma) son: 1) contacto entre el tumor y el mediastino adyacente
Sin embargo, hay algunos pacientes en los que no se encuentra tumor en múltiples
menor de 3 cm; 2) contacto circunferencial menor de 90° entre el
estudios citológicos del líquido pleural. En estos casos el líquido no es hemorrágico y
no se trata de un exudado. Cuando estos elementos y el juicio clínico indican que el tumor y la aorta, y 3) presencia de grasa entre el tumor y las
derrame no está relacionado con el tumor debe excluirse como elemento de estructuras mediastínicas adyacentes282. Se considera que los car-
estadificación, y el estadio se define como T1, T2 o T3. El derrame pericárdico se cinomas que afectan a la carina traqueal o que rodean, engloban o
clasifica siguiendo estas mismas reglas. tienen una zona de contacto de más de 180º con la aorta, el tron-
c
Los nódulos tumorales metastásicos separados en un lóbulo ipsolateral con un tumor
no primario se clasifican como M1.
co o la porción proximal de las arterias pulmonares derecha o
Tomado de Mountain CF: Revisions in the International System for Staging Lung izquierda o el esófago muy probablemente son infiltrantes e irre-
Cancer. Chest 111:1710, 1997. secables156, 281. La detección de un estadio T4 (que en general se
considera irresecable) es una de las indicaciones principales del
uso de la TC en la estadificación del carcinoma pulmonar156. Aun-
de la vía respiratoria. En este último caso la broncoscopia docu- que los tumores que están en contacto con el mediastino en una
mentará la extensión proximal de la neoplasia. zona inferior a 3 cm suelen ser resecables y los que rodean a los
En algunos pacientes la extensión extrapulmonar es evidente sin vasos o bronquios principales de esta región no lo son, no se dis-
necesidad de recurrir a estudios especiales. Por ejemplo, la imagen pone de criterios fiables que permitan predecir la operabilidad de
radiográfica de destrucción costal o vertebral o la existencia de una los tumores que tienen una zona de contacto con el mediastino
masa palpable confirman la extensión directa de una neoplasia a la superior a 3 cm pero sin extensión mediastínica importante283.
pared del tórax. Los tumores paramediastínicos desplazan o estre- Resonancia magnética. La RM es comparable a la TC en
chan a veces la columna de aire de la tráquea, proporcionando así cuanto a la valoración de la infiltración mediastínica207. En un
360 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

FIGURA 7-15
Carcinoma de células grandes inoperable. En la
imagen de TC potenciada con contraste aparece una
amplia afectación mediastínica por un tumor que rodea a la
arteria pulmonar derecha (flechas rectas) y obstruye la vena
cava superior (flecha curva). Obsérvese la circulación
venosa colateral en la pared del tórax y el mediastino
(puntas de flecha). (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases
of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

estudio de 207 pacientes con carcinomas no microcíticos (inclui- este método es mejor que la de la mediastinoscopia291. Para los
dos 30 con tumores T3 o T4) se constató una sensibilidad del autores de este estudio, los pacientes que tienen ganglios mediastí-
63% con la TC y del 56% con la RM, con especificidades respec- nicos de tamaño normal en la TC sin signos de metástasis son can-
tivas del 84% y del 80% para la diferenciación entre los tumores didatos a toracotomía291. Debido a la falta relativa de especificidad
T3 o T4 y los carcinomas pulmonares menos extendidos207. Al del aumento de tamaño ganglionar detectado sólo con TC suele ser
igual que sucede con la TC, la limitación principal de la RM es necesaria la biopsia para confirmar la presencia de metástasis.
la imposibilidad de distinguir entre la infiltración tumoral de la Resonancia magnética. Al igual que sucede en la TC, la deter-
grasa mediastínica y la inflamación de la misma284. minación de las alteraciones ganglionares en la RM se basa en el
criterio del tamaño y en general sus resultados son comparables a
N (ganglios linfáticos) los de aquélla207, 292.
Tomografía por emisión de positrones. Así como la TC y la
Radiografía. En el momento del diagnóstico inicial de un car- RM se basan en una valoración anatómica de los ganglios linfáti-
cinoma pulmonar con frecuencia se encuentran ya metástasis cos, la PET se basa en la diferencia bioquímica entre las células
ganglionares hiliares (N1) y mediastínicas ipsolaterales (N2) o neoplásicas y las células normales. Los ganglios linfáticos que con-
contralaterales (N3). La exposición siguiente subraya los criterios tienen un carcinoma captan y acumulan más FDG (figura 7-17).
más aceptados para la valoración radiológica. Los ganglios linfá- Varios grupos demostraron que la PET es superior a la TC en la
ticos deben clasificarse según el mapa ganglionar normalizado, de valoración de las metástasis ganglionares mediastínicas293, 294. Los
los que el preferido en la actualidad es el que adoptaron el AJCC autores de un metaanálisis de 14 estudios publicados entre 1990
y la UICC en 1997 (figura 7-16)279. Las directrices AJCC-UICC y 1998 llegaron a la conclusión de que la sensibilidad de la PET
para la clasificación del mapa ganglionar con TC dependen de la para la detección de las metástasis en estos ganglios era del 79%,
demostración del aumento del tamaño de los ganglios en una TC con una especificidad del 91%290. Como ya se ha señalado, los
helicoidal con contraste285. valores respectivos de la TC son del 60% y del 77%. Los resulta-
La medición más fidedigna y práctica del tamaño ganglionar con dos de otro metaanálisis de 39 estudios publicados antes de 2003
TC es el diámetro de su eje menor (es decir, el diámetro menor en revelaron una sensibilidad del 83% y una especificidad del 90%295.
la imagen transversal); la correlación con el volumen del ganglio es La PET con FDG fue más sensible pero menos específica en los
mejor con este parámetro que con el eje mayor y depende menos de casos en que la TC había demostrado el aumento de tamaño de
la orientación espacial del ganglio286. Por razones prácticas, los los ganglios linfáticos (sensibilidad del 100% y especificidad del
autores de este capítulo y otros autores consideran que un diámetro 78%) que cuando el tamaño de los ganglios era normal (sensibi-
mayor de 10 mm del eje menor es anormal, con independencia lidad del 82% y especificidad del 93%)295.
de la estación ganglionar287, 288. Los autores de un metaanálisis de Ecografía endobronquial y endoesofágica. La ecografía endo-
42 estudios publicados entre 1980 y 1988 comprobaron que la sen- bronquial permite valorar el crecimiento tumoral intralumi-
sibilidad de la TC era del 83% en el diagnóstico de las metástasis nal, intramural y peribronquial y los ganglios linfáticos hiliares y
ganglionares, con una especificidad del 81% en una valoración por mediastínicos296. En un estudio de 242 pacientes con carcino-
paciente289. Los autores de otro metaanálisis de 29 estudios publica- ma y aumento del tamaño ganglionar se obtuvo una muestra
dos entre 1990 y 1998 llegaron a la conclusión de que la sensibilidad satisfactoria de los ganglios con una biopsia transbronquial diri-
era del 60% y la especificidad del 77%290. Esta exactitud menor que gida por ecografía en 207 casos (86%) y pudo hacerse un diagnós-
se encontró en la segunda revisión podría deberse a una estadifica- tico de certeza de cáncer en 172 (71%)297; la localización de los
ción quirúrgica más meticulosa y a un mayor énfasis en la exactitud ganglios no influyó en los resultados. Las observaciones de varios
de la TC en cuanto a la detección de la afectación de la estación gan- estudios coinciden en que la ecografía transesofágica con aspira-
glionar mediastínica específica. Pese a las limitaciones de la TC, los ción con aguja fina de los ganglios linfáticos es mejor que el estu-
resultados de un estudio prospectivo multicéntrico del Canadian dio de imagen con TC o PET para la estadificación de los ganglios
Lung Oncology Group demostraron que la relación coste-eficacia de mediastínicos298-300. Por ejemplo, en un estudio de 79 pacientes la
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 361

Tronco Ganglios mediastínicos superiores


braquiocefálico
1. Mediastínicos superiores

2D
2. Paratraqueales superiores

Ao 3. Prevasculares y retrotraqueales
4D
V. ácigos
4L 4. Paratraqueales inferiores (incluidos los ganglios
de la ácigos)
10D AP
N2 = un solo dígito, ipsolateral
N3 = un solo dígito, contralateral o supraclavicular
7
11D
11I
Ganglios aórticos
10I
8
5. Subaórticos (de la ventana AP)

12,13,14D 9
12,13,14I
6. Paraórticos (de la aorta ascendente o frénicos)
Lig. pulm. inf.

Ganglios mediastínicos inferiores

7. Subcarínicos

3 Ligamento
arterial 8. Paraesofágicos
(por debajo de la carina)

A. pulmonar
izquierda 9. Del ligamento pulmonar
N. frénico 6

Ganglios N1

Ao 10. Hiliares
5
AP 11. Interlobares

12. Lobares

13. Segmentarios

14. Subsegmentarios

FIGURA 7-16
Estaciones ganglionares regionales para la estadificación del cáncer de pulmón. (Tomado de Mountain CF, Dresler CM:
Regional lymph node classification for lung cancer staging. Chest 111:1719, 1997.)

sensibilidad de este procedimiento fue del 63% y su especificidad microcítico la RM encefálica y la gammagrafía ósea sólo estarán
del 100%, mientras que los valores respectivos de la PET fueron del indicadas si existen signos clínicos o analíticos de enfermedad
68% y del 72%300. metastásica. Estos signos no son sólo los específicos de los diver-
sos órganos (hepatomegalia, dolor óseo), sino también los sín-
M (metástasis a distancia) tomas inespecíficos de anorexia, adelgazamiento y astenia. Se
hizo un estudio en 309 pacientes que tenían carcinomas no micro-
Las técnicas más utilizadas para estudiar a los pacientes con posi- cíticos en estadio precoz (T1 o T2, N0 o N1); la realización sis-
bles metástasis extratorácicas son la TC (para demostrar las temática de gammagrafía ósea, cerebral y hepática o de gamma-
metástasis en las glándulas suprarrenales y el hígado), la RM grafía ósea y TC abdominal y cerebral antes de la cirugía sólo
(para valorar el encéfalo y las suprarrenales), los estudios radioiso- mostró la presencia de metástasis imprevistas en 1 de 472 explora-
tópicos (para identificar las metástasis esqueléticas) y, en la actua- ciones (0,2%), lo que demuestra la utilidad de este enfoque301.
lidad, la PET de cuerpo entero. En ese estudio todas las demás enfermedades metastásicas se
El uso de estas técnicas debe plantearse en el contexto del manifestaron con síntomas y signos clínicos o por perfiles bio-
cuadro clínico. En los pacientes que tienen un carcinoma no químicos anormales.
362 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

FIGURA 7-17
Tomografía por emisión de positrones. Una radiografía
posteroanterior de tórax (A) muestra un nódulo mal definido en el
lóbulo inferior derecho (flechas). La TC (B) confirma la presencia del
nódulo y destaca el aumento de tamaño de los ganglios linfáticos
paraesofágicos (flecha). La imagen de la PET (C) revela una marcada
captación de FDG en el nódulo del lóbulo inferior derecho (flecha recta)
y en el ganglio paraesofágico (flecha curva). El diagnóstico fue de
carcinoma de células grandes. (Caso por cortesía del Dr. Ned Patz, Duke
University Medical Center, Durham, NC.)

En un metaanálisis de 25 estudios efectuado en 1995 en el que un estudio de 110 pacientes que tenían carcinoma pulmonar se
se investigó hasta qué punto estaba justificada la valoración preo- identificaron tumoraciones suprarrenales en 11 (10%), y en 5 casos
peratoria de la enfermedad metastásica, los autores llegaron a la fueron las únicas metástasis detectadas.
conclusión de que una valoración clínica negativa tiene un eleva- Para facilitar la distinción entre las metástasis suprarrenales y
do valor predictivo negativo (superior en todos los casos al 90%) los adenomas no funcionantes de estas glándulas se han utilizado
en lo que se refiere al hallazgo de metástasis ocultas en las gam- diversas técnicas, entre ellas la determinación de la atenuación del
magrafías óseas y el examen con TC del encéfalo y del abdomen302. tumor en la TC no potenciada306, la RM con gadolinio307 y la PET
Estos valores fueron aún más impresionantes (>97%) cuando se con FDG308. La PET de cuerpo entero ofrece la ventaja sobre los
utilizó una valoración clínica ampliada que incluía la considera- demás métodos de imagen de mostrar no sólo las metástasis
ción de los síntomas generales inespecíficos. Si bien varios investi- suprarrenales, sino también otras que pueden no aparecer en la
gadores han descrito metástasis encefálicas ocultas en pacientes TC, la RM o la gammagrafía ósea293.
asintomáticos, sobre todo en casos de adenocarcinoma303, estas
observaciones deben contrapesarse con la mala relación coste-efi- Estudio de los patrones radiográficos
cacia del método. En el metaanálisis que se ha citado antes la pre- específicos
valencia de metástasis encefálicas fue sólo del 5% en los pacientes
asintomáticos. Como la RM con gadolinio es más sensible que la El enfoque diagnóstico de un paciente que tiene un carcinoma pul-
TC para la identificación de estas metástasis, es posible que la pre- monar, sobre todo en lo que se refiere a la presencia o ausencia de
valencia sea mayor de la que indican los datos de TC. metástasis ganglionares mediastínicas, depende en gran medida
La realización sistemática de TC con contraste a través del de la imagen radiográfica inicial, es decir, de la observación de un
hígado para establecer el estadio del cáncer rara vez cambia ese nódulo o una masa solitaria con o sin adenopatías asociadas, de
estadio y no está justificada206, 302. Sin embargo, puesto que las una lesión endobronquial obstructiva o de una lesión central no
glándulas suprarrenales son asiento frecuente de metástasis en los obstructiva. Las estrategias de exploración que se describen en esta
carcinomas de pulmón y dada la facilidad de su estudio, casi sección sólo pretenden proporcionar pautas generales; las circuns-
todos los radiólogos amplían la TC de tórax para incluir estos tancias específicas y las preferencias personales pueden aportar
órganos en los pacientes que tienen tumores pulmonares304. En modificaciones legítimas de estas recomendaciones.
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 363

Nódulo pulmonar solitario te mediastinoscopia directa u otra exploración quirúrgica, mientras


que un resultado negativo respaldará la decisión de no proceder a
Como ya se dijo anteriormente (véase página 346), un nódulo la mediastinoscopia, confirmando el estadio favorable establecido
pulmonar solitario suele definirse como una lesión bien circuns- por la TC o indicando que los ganglios linfáticos aumentados de
crita de diámetro inferior a 3 cm, situada en el parénquima pul- tamaño observados en aquélla son benignos322, 323.
monar y sin adenopatías, atelectasia ni neumonía asociadas. Un
primer paso esencial para establecer si la lesión es nueva o ha cre- Nódulo o masa periféricos con sospecha
cido con el tiempo es la comparación con estudios radiográficos de adenopatías hiliares o mediastínicas
anteriores. Los nódulos que no muestran signos de crecimiento
radiográfico en un período de al menos 2 años pueden consi- En estas circunstancias el médico se enfrenta a la posibilidad de
derarse, en general, benignos309. En la mayoría de los casos un que haya metástasis en los ganglios linfáticos situados sólo en el
nódulo de nueva aparición debe considerarse maligno. El segun- hilio, sólo en el mediastino o en ambas localizaciones. Cuando no
do paso consiste en determinar la presencia o ausencia de calcifi- hay alteraciones indicativas de metástasis a distancia, los pacien-
cación, lo que a veces puede hacerse con seguridad en la radio- tes que tienen signos radiográficos de aumento del tamaño de los
grafía de tórax; si no es así, el paso lógico siguiente será la TC de ganglios linfáticos hiliares o mediastínicos suelen necesitar un
cortes finos. Las áreas localizadas de atenuación grasa son prácti- estudio con TC, que puede detectar pequeñas metástasis pulmo-
camente diagnósticas de un hamartoma310. También puede admi- nares no visibles en las radiografías, pequeños derrames pleurales
tirse casi con certeza que un nódulo será benigno si tiene una y la invasión hepática y suprarrenal. La información precisa sobre
densidad homogénea y no muestra refuerzo o si éste es menor de el tamaño y la localización de los ganglios linfáticos aumentados
15 UH después de la administración intravenosa de contraste180. de tamaño puede proporcionar también la indicación de la biop-
Si no existe ninguna de estas características, deberá considerarse sia y de la mejor técnica para hacerla324. Como ya se ha señalado,
que el nódulo es de tipo indeterminado. la especificidad de la TC para la identificación de la malignidad
El riesgo de malignidad en un paciente que tiene un nódulo en el mediastino no es perfecta y en general suele ser necesaria la
indeterminado aumenta con la edad, el antecedente de tabaquis- biopsia para confirmar la existencia de infiltración. La sensibili-
mo, la exposición profesional a posibles carcinógenos, los anteceden- dad de la detección de las metástasis ganglionares es inferior al
tes de un tumor maligno previa, determinados hallazgos radioló- 80%209. Cuando los ganglios linfáticos son anormales en la TC, la
gicos como la espiculación o la presencia de radiotransparencias PET mejora la exactitud diagnóstica y puede mejorar la relación
de tipo de burbuja en la TC y el aumento de tamaño de la coste-eficacia del estudio porque reduce las operaciones innece-
lesión311. El estudio con PET permite identificar con un alto gra- sarias309. La utilidad de las diversas técnicas que se han desarro-
do de exactitud la malignidad de los nódulos pulmonares de tan llado para biopsiar los ganglios linfáticos del mediastino se expo-
sólo 1 cm de diámetro312. Sin embargo, en los pacientes que tie- ne en otro lugar (véase página 175). Aunque el estudio con PET
nen carcinoma bronquioloalveolar, tumores carcinoides o lesio- es superior a la TC, su especificidad es limitada y, como ya se ha
nes menores de 1 cm de diámetro y en los que tienen hipergluce- mencionado, estudios recientes demuestran que la ecografía trans-
mia puede haber resultados falsamente negativos, mientras que esofágica con aspiración con aguja fina de los ganglios linfáticos
en determinadas enfermedades inflamatorias o infecciosas como proporciona una especificidad de casi el 100% en el diagnóstico
la tuberculosis, la histoplasmosis y los nódulos reumatoides pue- de las metástasis ganglionares mediastínicas325, 326.
de haber resultados falsamente positivos309, 313. En conjunto, la La broncoscopia suele estar indicada en los pacientes que tie-
consideración de estas características clínicas y radiológicas hace nen imágenes radiológicas de aumento del tamaño de los gan-
que el número de nódulos «indeterminados» sea escaso y en glios linfáticos mediastínicos327. Si existe una lesión visible en la
algunas series la inmensa mayoría de las lesiones extirpadas es ma- endoscopia, será posible obtener el diagnóstico histológico en
ligna314. Cuando la probabilidad de carcinoma pulmonar es baja más del 90% de los casos. Cuando se trata de lesiones más periféri-
y el riesgo quirúrgico es importante puede adoptarse una estrate- cas, el LBA del segmento pulmonar afectado confirma el diagnós-
gia de vigilancia y espera, decisión en la que también puede tico de carcinoma en hasta el 70% de los casos257. La aspiración
influir la decisión del paciente acerca de las opciones terapéuticas. transbronquial con aguja de los ganglios linfáticos mediastínicos
La broncoscopia de fibra óptica es poco importante en este estu- incrementa las posibilidades diagnósticas de la broncoscopia, a la
dio316. Aunque puede establecer el diagnóstico de malignidad, no vez que proporciona información sobre el estadio324.
permite excluirlo y, por tanto, no suele influir a la hora de decidir
la recomendación quirúrgica. De igual forma, la relación coste- Atelectasia lobar o segmentaria o masa hiliar
eficacia del estudio citológico del esputo o de las muestras que se con pulmones normales
obtienen mediante aspiración transtorácica con aguja no suele ser
buena y tampoco es probable que sus resultados influyan en la La broncoscopia tiene una gran utilidad en el diagnóstico y la
decisión en estos casos317. La exploración del mediastino para bus- estadificación de los pacientes que tienen patrones radiográficos
car metástasis ganglionares antes de la cirugía puede no ser nece- de atelectasia lobar o segmentaria o que tienen una masa hiliar y
saria en los pacientes que tienen nódulos pulmonares solitarios pulmones normales. Por ejemplo, si se demuestra que una lesión
cuando la TC no revela ganglios mayores de 1 cm de diámetro291, está en estadio T3 (<2 cm distal a la carina) se considerará muy
sobre todo en tumores menores de 2 cm318. Por otra parte, en estos probable que no sea resecable.
casos la probabilidad de un carcinoma metastásico es baja319 y, ade- En los pacientes que tienen carcinomas no microcíticos casi
más, los pacientes de este grupo podrían beneficiarse de la inter- todos los derrames pleurales que se descubren en el transcurso
vención quirúrgica pese a la presencia de metástasis en el medias- del estudio inicial se deben a metástasis pleurales278. En general se
tino ipsolateral confirmadas en el estudio anatomopatológico320. considera que la detección de células malignas en el líquido pleural
Gracias a su gran sensibilidad para la detección de las metástasis de pacientes que tienen carcinoma de pulmón es una prueba de
ganglionares312, 321, la PET puede mejorar los resultados de la TC. que el tumor es inoperable. Sin embargo, como los derrames pue-
Un resultado positivo permitiría confirmar la enfermedad median- den deberse a una neumonía o a otra patología, suele ser necesario
364 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

confirmar el diagnóstico (siempre que no existan otros signos estadio tumoral, y 3) factores clínicos relacionados en especial con
que contraindiquen la intervención). los síntomas del cáncer y si éstos son locales o sistémicos y recien-
tes o prolongados. Aunque cada uno de estos factores se expone
Cribado citológico y radiológico por separado, la complejidad de sus interrelaciones obliga a con-
siderarlos de manera global en todos los pacientes.
Siguiendo las observaciones relativas al cáncer del cuello uterino,
a principios de la década de 1970 se planteó que los programas de Factores del huésped
cribado para la detección precoz del carcinoma pulmonar po-
drían ser la mejor herramienta para reducir la mortalidad por La edad, la raza y el sexo tienen una influencia relativamente
esta enfermedad328. Sin embargo, los resultados de los estudios pequeña sobre el pronóstico en comparación con el estadio, la
sobre la utilidad del cribado citológico y radiológico del tórax con histología del tumor, el estado funcional del paciente y las enfer-
objeto de identificar los carcinomas precoces y, por tanto, de redu- medades coincidentes. No obstante, casi todos los autores descri-
cir la mortalidad no pudieron encontrar pruebas directas de ben una mayor supervivencia en la mujer. La edad también tiene
beneficios con estas técnicas329 y se abandonaron los programas una clara influencia (aunque no necesariamente independiente).
de cribado masivo330. Lo que recibió una explicación poco satis- El pronóstico es malo en los pacientes menores de 40 años344, una
factoria fue la aparente contradicción entre la identificación más observación que probablemente guarde relación con el hecho de
frecuente de la enfermedad en un estadio precoz en la población que sus tumores tienden a estar en estadios avanzados en el
sometida a cribado frente a los testigos y la falta de influencia del momento del diagnóstico inicial. Aunque parece que los ancianos
hallazgo sobre la mortalidad global por cáncer, pese a la elevada tienen tumores de crecimiento menos rápido y con menos metás-
proporción de curaciones en los pacientes a los que se detectó tasis345, su pronóstico también es relativamente malo, quizá debi-
mediante cribado331, 332. Aunque se ha sugerido como explicación do a la prevalencia de otras enfermedades coincidentes346.
un «sesgo de sobrediagnóstico»333, la mayoría de los pacientes que Pocos autores han valorado la supervivencia según la raza,
rechazaron la cirugía por sospecha de cáncer precoz terminaron pero en un estudio de 92.182 pacientes con carcinoma pulmonar
por morir por la enfermedad. que se identificaron en los registros hospitalarios de cáncer en
En fechas más recientes el esfuerzo de cribado se ha centrado en EE.UU. se observó un pronóstico peor en los afroamericanos347.
el uso de la TC helicoidal de dosis bajas, con la que se llevaron a Se ignora si la causa es una mayor agresividad de la enfermedad
cabo varios estudios grandes y no controlados334. En conjunto, o si se debe a factores socioeconómicos, como el menor acceso a
estos estudios identificaron carcinomas precoces no detectables en la asistencia sanitaria348.
las radiografías en menos del 0,5% de las personas sometidas a cri-
bado. Al mismo tiempo, las lesiones que resultaron benignas tras la Clasificación histológica
cirugía o un seguimiento prolongado representaron casi dos ter-
ceras partes de la población sometida a cribado335, 336. Son necesarios Aunque hay pocas dudas sobre la correlación entre la clasificación
estudios controlados para determinar si el uso de esta técnica redu- histológica del tumor y tanto su evolución natural como su pro-
ce verdaderamente la mortalidad por carcinoma de pulmón y, en nóstico, es difícil determinar con precisión la magnitud de esta
ese caso, cuál es la relación coste-beneficio de esta estrategia337, 338. correlación y su significado en relación con otros factores. En rea-
lidad, en algunos estudios se observó que el tipo tumoral no ejer-
Pronóstico y evolución natural ce una influencia independiente con significación estadística sobre
el pronóstico, una vez ajustado el efecto del estadio349. A pesar de
El carcinoma pulmonar es una de las neoplasias humanas más estas reservas se pueden aplicar varias consideraciones generales.
importantes, no sólo por su frecuencia sino también por su mal El carcinoma epidermoide tiende a mantenerse localizado en
pronóstico; en conjunto, sólo aproximadamente el 10% al 15% de el tórax durante más tiempo que los demás tipos celulares, por lo
los pacientes sobrevive 5 o más años339. El porcentaje de supervi- que la muerte se debe con mayor frecuencia a las complicaciones
vencia a los 5 años varía desde prácticamente el 0% en los pacien- locales350. La mayoría de los investigadores refiere un pronóstico
tes que tienen metástasis ganglionares linfáticas mediastínicas mejor, estadio a estadio, para los carcinomas epidermoides que
visibles en las radiografías o en los que tienen neoplasias que se para los adenocarcinomas o los carcinomas de células grandes351,
originan en un bronquio principal, a aproximadamente el 65% incluso cuando el tumor localmente avanzado se trata con ciclos
en los pacientes asintomáticos que tienen nódulos periféricos y idénticos de radioterapia352. El grado histológico y la actividad
que no tienen metástasis ganglionares278. Aunque la extirpación proliferativa también muestran relación con el pronóstico353.
quirúrgica es curativa en algunos pacientes que tienen carcino- Aunque como grupo el tiempo de supervivencia es sin duda
mas no microcíticos, la incidencia de irresecabilidad en los hos- mejor, el pronóstico del carcinoma epidermoide, incluso el de los
pitales generales oscila entre el 80% y el 85%, incluido el 5% de carcinomas in situ o microinfiltrantes, es reservado354; en estos
casos en los que la imposibilidad de la resección se establece pacientes, la muerte se debe a menudo a la aparición de un segun-
durante la toracotomía340. La mortalidad operatoria varía entre do tumor maligno del pulmón355.
aproximadamente el 1% y el 6%341. En la actualidad los resulta- El carcinoma microcítico es una neoplasia de crecimiento rápi-
dos quirúrgicos en los pacientes ancianos son similares342 o sólo do que en la mayoría de los casos se ha propagado ya fuera del
algo peores343 que los de los pacientes más jóvenes. tórax en el momento del diagnóstico356. Aunque muchos tumores
La supervivencia se asocia a varios factores, algunos de ellos responden a la quimioterapia, esta respuesta suele ser incompleta y
tan estrechamente interrelacionados que en la práctica es impo- de corta duración. La mediana de la supervivencia global a los
sible valorar su importancia relativa. Muchos pueden dividirse en 5 años oscila entre sólo el 1% y el 5%357. Como sería de esperar, el
factores propios del huésped y atribuibles a la neoplasia, que a su pronóstico es mejor en los casos de enfermedad limitada que en los
vez pueden separarse en tres grupos principales: 1) factores ana- avanzados358 y cuando se demuestra una respuesta a la quimiote-
tomopatológicos, de los que el más importante es la clasificación rapia. Los pacientes que tienen una supervivencia prolongada des-
histológica; 2) factores anatómicos, de los que el principal es el pués de un diagnóstico de carcinoma microcítico corren un riesgo
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 365

mayor de desarrollar un segundo tumor maligno, que puede ser TABLA 7-6. Estadios IIa y IIB clínicos (arriba) y
tanto una leucemia aguda como otro carcinoma pulmonar359. anatomopatológicos (abajo) según los subgrupos TNMc
Aunque algunos investigadores describieron un pronóstico (arriba) y TNMp (abajo)
similar para el adenocarcinoma y el carcinoma de células gran- Meses a partir del tratamiento
des360, otros señalan que el del primero podría ser más favora- (supervivencia porcentual acumulativa)
ble361, sobre todo en ausencia de afectación ganglionar. Estas dis-
crepancias podrían deberse a la inclusión del carcinoma 12 (%) 24 (%) 36 (%) 48 (%) 60 (%)
bronquioloalveolar periférico, un subtipo que tiene una supervi-
vencia a los 5 años relativamente buena si se extirpa en el estadio TNMc
de nódulo solitario. Se considera que la distinción entre las for- T1N1M0c
mas nodular y difusa del carcinoma bronquioloalveolar tiene una (n = 29) 79 49 38 34 34
T2N1M0c
importancia considerable, pues la supervivencia es mucho mejor (n = 250) 61 42 34 26 24
en la primera362. Según varios autores, los tumores mucinosos tie- T3N0M0c
nen peor pronóstico que los que no producen mucina. (n = 107) 55 37 31 27 22
TNMp
T1N1M0p
Estadio (n = 76) 89 70 64 61 55
T2N1M0p
El factor pronóstico más importante en los pacientes que tienen (n = 288) 78 56 47 42 39
carcinoma pulmonar es la extensión anatómica de la enfermedad T3N0M0p
en el momento del diagnóstico, que se define según el sistema de (n = 87) 76 55 47 40 38
estadificación TNM (tablas 7-5, 7-6 y 7-7)278, 363. El tamaño de la
neoplasia primaria tiene especial importancia en los primeros Tomado de Mountain CF: Revisions in the International System for Staging Lung
Cancer. Chest 111:1710, 1997.
estadios de la enfermedad; en ausencia de metástasis a los ganglios
linfáticos regionales la supervivencia a los 5 años de los tumores T1
es de aproximadamente el 60%, mientras que en los tumores T2 dis-
minuye al 40%. Sin embargo, en los tumores T1 el significado pro- TABLA 7-7. Estadios clínicos IIIB y IV para
nóstico de las diferencias de tamaño puede ser escaso364. el subgrupo TNMc
Es importante distinguir la estadificación clínica y radiológica
de la que se establece tras el estudio anatomopatológico que, Meses a partir del tratamiento
(supervivencia porcentual acumulativa)
como sería de esperar, suele ser más exacta. Se ha usado el térmi-
no de fenómeno de Will Rogers para describir el impacto que un 12 (%) 24 (%) 36 (%) 48 (%) 60 (%)
cambio de estadio tiene sobre el pronóstico365. Cuando un pa-
ciente en un estadio más favorable pasa a un estadio («emigra») TNMc
T4N0-1-2M0c
que tiene un peor pronóstico debido a la aplicación de métodos (n = 458) 37 15 10 8 7
diagnósticos más exactos y perfeccionados, la supervivencia de Cualquier T N3M0c
ambos grupos mejora sin que se produzcan cambios en los evo- (n = 572) 32 11 6 4 3
lución global. Un ejemplo concreto de este efecto puede cons- Cualquier T
cualquier N, M1c
tatarse en los pacientes que tienen enfermedad en estadio N2 (n = 1.427) 20 5 2 2 1
establecida por los datos clínicos o identificada con un estudio
radiográfico convencional, mediante biopsia transbronquial con Tomado de Mountain CF: Revisions in the International System for Staging Lung
aguja o mediante mediastinoscopia, en los que la supervivencia a Cancer. Chest 111:1710, 1997
los 5 años es de sólo el 2%, incluso cuando se intenta una extir-

TABLA 7-5. Estadios IA y IB clínicos (arriba) y pación quirúrgica agresiva366. Por el contrario, cuando una enfer-
anatomopatológicos (abajo) según los subgrupos TNMc medad N2 precisa una toracotomía para su identificación, el por-
(arriba) y TNMp (abajo) centaje de resecabilidad es mayor y la supervivencia a los 5 años
oscila entre el 15% y el 30%367. La extrapolación de los resultados
Meses a partir del tratamiento relativamente favorables de los enfoques quirúrgicos agresivos
(supervivencia porcentual acumulativa) que se utilizan en el último grupo a los del primero es, por tanto,
12 (%) 24 (%) 36 (%) 48 (%) 60 (%) incorrecta.
Los tumores T3 son los que infiltran la pared torácica, el
TNMc mediastino o la porción proximal de un bronquio principal.
T1N0M0c
(n = 687) 91 79 71 67 61
A pesar de su carácter avanzado, son resecables según los criterios
T2N0M0c convencionales y un pequeño número de pacientes logra sobrevi-
(n = 1189) 72 54 46 41 38 vir 5 años. Existe un contraste nítido entre esta situación y el pro-
TNMp nóstico infausto de los pacientes que tienen lesiones T4, que, en
T1N0M0p general, son irresecables. Sin embargo, es probable que exista una
(n = 511) 94 86 80 73 67
T2N0M0p importante heterogeneidad en el pronóstico, incluso en los pacien-
(n = 549) 87 76 67 62 57 tes que tienen tumores en los estadios IIIb y IV; por ejemplo, en
un estudio de 84 pacientes que tenían nódulos satélites en un
Tomado de Mountain CF: Revisions in the International System for Staging Lung lóbulo extirpado (lo que determina su clasificación como T4) y
Cancer. Chest 111:1710, 1997. que fueron operados (N0 a N2), la supervivencia a los 5 años fue
366 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

del 22%, lo que contrasta con la cifra del 7% que se observa en el por el carcinoma de los linfáticos comunes379. La incidencia
conjunto de pacientes que tienen tumores en estadio T4368. Tam- descrita de estos casos oscila entre el 0,2% y el 4,3%380.
bién se demostró que los tumores clasificados como T3 debido a Estos carcinomas primarios múltiples pueden aparecer de for-
la infiltración directa de la pared torácica tienen mejor pronósti- ma sincrónica (que se define en general por la presencia de dos
co que aquellos en los que la designación T3 se hace por otros tumores en el momento del diagnóstico inicial o muy poco des-
motivos369. Se han identificado otras imperfecciones del actual pués) o metacrónica (el segundo cáncer aparece tras un interva-
esquema de estadificación y es probable que algunas sean corre- lo que suele ser ≥12 meses)381. Esta última situación ocurre en al
gidas en revisiones futuras370. menos dos terceras partes de los casos y suele diagnosticarse tras
Los pacientes que tienen carcinomas microcíticos suelen divi- un promedio de 4 a 5 años después del primer tumor. Se ha calcu-
dirse sólo en dos grupos: con enfermedad limitada y extendida. lado que la probabilidad de que los pacientes sometidos a una
Como es lógico, la supervivencia es mayor en los primeros371. Sin «extirpación curativa» por carcinoma pulmonar presenten un
embargo, cuando sólo existen metástasis cerebrales la supervi- segundo cáncer de pulmón oscila entre el 10% y el 15%382. En los
vencia es similar en los dos grupos372. Por el contrario, la super- pacientes que tienen tumores resecables y operables se describe
vivencia disminuye de manera apreciable cuando existe afecta- una supervivencia tras la extirpación del segundo tumor del 30%
ción de la médula ósea (lo que sucede en el 30% de los casos) y o más a los 5 años383.
aparece trombocitopenia373.
Otras neoplasias asociadas al carcinoma
Factores clínicos pulmonar
Las manifestaciones clínicas del carcinoma pulmonar y sus efec- Los pacientes que tienen carcinoma pulmonar tienen también un
tos funcionales también son importantes para el pronóstico374. riesgo mayor de presentar carcinomas de otras localizaciones,
El estado funcional del paciente es la mejor medida global de sobre todo en la región de la cabeza y el cuello384. Es probable que
estos efectos375, pero éste puede verse afectado por distintos fac- la asociación de estas neoplasias se deba a la influencia del humo
tores, cada uno de los cuales tiene una importancia pronóstica del tabaco sobre el epitelio de zonas distintas. Este riesgo parece
propia. Se ha desarrollado un complejo sistema de estadificación especialmente importante para los tumores supraglóticos, sobre
para definir y valorar las manifestaciones clínicas con importan- todo los supraglóticos multicéntricos en los 2 primeros años de
cia diagnóstica376. Esta «estadificación clínica» tiene valor pro- seguimiento385. Tras el diagnóstico de otros tumores relacionados
nóstico con independencia del estadio TNM; además, su uso con el tabaco, como el del cuello uterino386 o de la vejiga uri-
combinado permite un cálculo más exacto del pronóstico del naria387, se ha descrito un ligero aumento del riesgo de carcinoma
que puede hacerse con cualquiera de estos sistemas por separa- pulmonar. Los enfermos que tienen leucemia crónica388 o que
do. Aunque el sistema de estadificación clínica no se aplica de fuman y reciben radiación torácica por un linfoma de Hodgkin389
manera general, existen dos razones por las que es importante o un cáncer de mama también muestran una mayor incidencia de
tomarlo en consideración: 1) llama la atención sobre factores carcinoma pulmonar390.
pronósticos importantes que no se consideran en el sistema En el estudio diagnóstico de un posible carcinoma pulmonar
TNM ni en ninguna medición global del estado funcional y pueden encontrarse en el esputo células malignas procedentes de
2) permite seleccionar y comparar grupos de pacientes similares las vías respiratorias altas que lleven a una conclusión errónea
en ensayos terapéuticos. sobre la localización primaria. La distinción entre un carcinoma
pulmonar primario y una metástasis solitaria procedente de un
Factores diversos carcinoma de la vía respiratoria superior también puede ser pro-
blemática. Debido a la frecuencia relativa de la asociación de las
Aunque los ya mencionados sistemas de estadificación TNM y dos formas de tumor no es raro encontrarse ante este dilema. Un
clínico separan a los pacientes en grupos de pronóstico clara- dato importante para hacer el diagnóstico diferencial es la pre-
mente distinto, la variabilidad de la supervivencia es considerable sencia de aumento de tamaño de los ganglios linfáticos cervicales,
entre los pacientes individuales dentro de un mismo estadio ya que las metástasis sistémicas de los tumores de las vías respira-
TNM o clínico377. Muchos investigadores han intentado identifi- torias altas suelen proceder de metástasis en esta localización. En
car marcadores biológicos específicos en el suero o en el tejido ausencia de estas adenopatías lo más probable es que una lesión
tumoral que puedan ayudar a definir con mayor precisión la evo- pulmonar solitaria corresponda a un segundo tumor primario.
lución de estos pacientes378. Sin embargo, aún no se ha establecido
si las conclusiones de estos estudios se confirmarán en investiga-
ciones más amplias con aplicación de factores pronósticos clíni- NEOPLASIAS NEUROENDOCRINAS
cos mejor establecidos para hacer el análisis374.
Varios tipos de neoplasias pulmonares muestran características
Carcinomas pulmonares primarios múltiples ultraestructurales e inmunohistoquímicas de diferenciación neu-
roendocrina. El tumor carcinoide es el principal ejemplo de este
Los criterios que se utilizan para hacer el diagnóstico de un car- tipo de tumores. Algunos consideran que el carcinoma microcíti-
cinoma independiente en oposición a una recidiva o una co pertenece a la misma estirpe y creen que representa el extremo
metástasis de una neoplasia anterior pueden ser complejos y más indiferenciado de un espectro de tumores de células neuro-
varían de unos autores a otros. Sin embargo, parece razonable endocrinas391. Aunque esta opinión tiene cierta lógica, los autores
aceptar que los tumores serán lesiones primarias distintas si: prefieren considerarlo de forma separada debido a su diferencia
1) tienen un aspecto histológico distinto o si 2) la histología es genética y a su mayor asociación clínica y epidemiológica con las
la misma pero existe un intervalo libre de enfermedad de al otras formas habituales de carcinoma pulmonar392. Algunos car-
menos 2 años entre ambos o los tumores afectan a lóbulos dife- cinomas de células grandes tienen una imagen histológica pareci-
rentes sin metástasis extrapulmonares ni signos de invasión da a la del tumor carcinoide, pero poseen una elevada actividad
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 367

mitótica y muestran signos inmunohistoquímicos de diferencia- besina), el polipéptido pancreático, el polipéptido intestinal vaso-
ción neuroendocrina; algunos investigadores creen que estos activo y la leuencefalina402, 403.
tumores se deben considerar en una categoría distinta (los llama- El diagnóstico histológico del tumor carcinoide típico en la
dos carcinomas neuroendocrinos de células grandes). pieza de extirpación suele ser fácil. Sin embargo, en las pequeñas
muestras de tejido que se obtienen mediante biopsia endoscópi-
Tumor carcinoide ca o transtorácica puede ser difícil de distinguir del carcinoma
microcítico, sobre todo cuando existe artefacto de aplastamien-
El tumor carcinoide pulmonar es un tumor maligno poco fre- to404, por lo que es prudente que tanto el patólogo como el clínico
cuente que deriva del epitelio superficial o glandular de las vías cuestionen un diagnóstico de carcinoma microcítico en una per-
respiratorias de conducción o transicionales. Sólo representa sona joven o no fumadora o en los pacientes cuyo único signo de
aproximadamente el 1% al 2% de todas las neoplasias pulmo- tumor parezca ser un nódulo. De igual forma, debe reconsiderarse
nares393, 394. Según sus características histológicas y citológicas el diagnóstico de carcinoma microcítico en los pacientes que
estos tumores pueden dividirse en dos tipos clínicopatológicos sobreviven más de 5 años405.
distintos: típicos y atípicos, y estos últimos representan aproxi- Tumor carcinoide atípico. Este término se aplica a los tumores
madamente el 10% al 20% de los casos. La edad media en el que tienen un patrón arquitectural similar al del tumor car-
momento del diagnóstico es de 40 a 60 años393-395, y las formas cinoide típico pero que muestran características histológicas o
típicas y los tumores de localización central tienden a aparecer citológicas indicativas de un carácter agresivo (véase figura en
antes que los atípicos y periféricos396. El tumor carcinoide es la color 7-11B)406-408. Según la clasificación de la OMS estas carac-
neoplasia pulmonar primaria más frecuente de los niños y ado- terísticas incluyen la necrosis y un índice mitótico variable de
lescentes397. 2 a 10 por 10 campos de gran aumento144. Como sucede con las
La etiología y la patogenia no están claras. Aunque muchos formas típicas, el estudio inmunohistoquímico suele ser positivo
pacientes con tumores típicos tienen antecedentes de tabaquis- para los marcadores neuroendocrinos como la cromogranina y
mo, no se ha demostrado una asociación entre este hábito y el la sinaptofisina407.
tumor típico más frecuente. Además, no existe un vínculo evi-
dente entre ninguna de las formas del tumor y otros agentes que Manifestaciones radiológicas
tienen una asociación conocida con el carcinoma pulmonar,
como el amianto. Las manifestaciones radiológicas dependen en gran medida de la
localización del tumor. Como la mayor parte se encuentra en bron-
Características anatomopatológicas quios lobares o segmentarios, la imagen radiográfica más frecuen-
te es la de obstrucción de la vía respiratoria. El patrón característi-
Tumor carcinoide típico. Aproximadamente el 80% al 85% co es un aumento homogéneo de la densidad que se limita con
de estos tumores se origina en un bronquio lobar, segmentario o precisión a un lóbulo o a uno o varios segmentos y que suele aso-
subsegmentario proximal y crecen formando una masa polipoi- ciarse a una pérdida de volumen considerable (figura 17-18). Los
dea hacia el interior de la luz (véase figura en color 7-10); a pacientes que tienen atelectasia/neumonitis obstructiva segmen-
menudo producen atelectasia distal y neumonitis obstructiva. Los taria pueden sufrir exacerbaciones y remisiones periódicas, que pro-
restantes nacen en la periferia del pulmón, donde se manifiestan bablemente representen alivios intermitentes de la obstrucción. Las
como nódulos bien circunscritos sin una asociación macroscópi- infecciones recidivantes distales a la neoplasia pueden dar lugar a
ca clara con la vía respiratoria. bronquiectasias y a abscesos pulmonares. En ocasiones la retención
Desde el punto de vista histológico es típico que estos tumores de moco en la vía respiratoria distal al tumor produce una impac-
parezcan comprimir más que infiltrar el tejido normal adyacen- tación de moco no acompañada de atelectasia ni neumonitis.
te. Pueden encontrarse varios patrones microscópicos, por ejem- Cuando un tumor provoca la obstrucción parcial de un bron-
plo en lámina, trabecular o en nidos pequeños separados por un quio, la reducción de la ventilación del parénquima afectado pue-
estroma fibrovascular (véase figura en color 7-11A); con frecuen- de producir vasoconstricción hipóxica y disminución del volu-
cia un mismo tumor presenta varios patrones arquitectónicos. men; la oligohemia puede ser un signo sutil pero muy indicativo
Las células tumorales suelen tener una cantidad moderada de de la presencia de una lesión endobronquial y es una indicación de
citoplasma, núcleos ovales o redondeados algo pleomorfos y broncoscopia (figura 7-19)409.
nucléolos pequeños (véase figura en color 7-11A); las mitosis son El aspecto radiológico del tumor carcinoide periférico es el de
escasas o no existen y no se observa necrosis. A veces los núcleos un nódulo solitario. Estas neoplasias suelen tener una densidad
tienen forma alargada, en cuyo caso el tumor puede confundirse homogénea, están muy bien delimitadas, son redondeadas u ova-
con una neoplasia mesenquimatosa del tipo del histiocitoma les y algo lobuladas410. La mayoría mide de 1 a 3 cm de diámetro,
fibroso o del leiomioma398. Aunque el estroma fibrovascular que aunque pueden alcanzar hasta 10 cm410.
separa los nidos de células tumorales suele ser fino, puede hacer- En menos del 5% de los casos se observa calcificación/osifica-
se muy grueso y contener colágeno hialinizado. Se pueden formar ción en las radiografías411, pero en la TC puede identificarse en
focos de hueso en este estroma denso o en placas de cartílago aproximadamente el 30%412. Es más frecuente en los tumores
adyacente399. En algunos casos se observa depósito de amiloide en centrales que en los periféricos. El patrón de calcificación es
el estroma400. variable y pueden encontrarse focos pequeños o grandes, lisos o
Aunque el diagnóstico suele ser evidente en las preparaciones irregulares y centrales, excéntricos o periféricos412, 413.
teñidas con hematoxilina y eosina, puede confirmarse con estu- Debido a su notable componente vascular los tumores car-
dios de inmunohistoquímica usando anticuerpos dirigidos con- cinoides suelen mostrar un importante refuerzo en la TC tras
tra componentes del gránulo de secreción, como la cromograni- la administración de contraste intravenoso414. Sin embargo,
na y la sinaptofisina401. También pueden identificarse muchas este hallazgo no permite establecer una distinción fiable entre
sustancias neuroendocrinas específicas, de las que las más fre- esta neoplasia y el carcinoma pulmonar. Las células de los tumo-
cuentes son la serotonina, el péptido liberador de gastrina (bom- res carcinoides tienen receptores de membrana que muestran
368 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

FIGURA 7-18
Tumor carcinoide. En las imágenes del hemitórax derecho en radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) puede verse una
opacidad aproximadamente triangular de densidad homogénea que oculta la parte superomedial del pulmón derecho. El borde
inferolateral de la opacidad está formado por la cisura menor desplazada hacia arriba (flecha en A) y el borde posterior por la
cisura mayor desplazada hacia delante (flecha en B). Esta opacidad corresponde a una combinación de consolidación y atelectasia
del lóbulo superior derecho secundarias a un tumor carcinoide endobronquial. La paciente era una mujer de 30 años. (Tomado
de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)

una gran afinidad por el péptido neurorregulador somatos- concentraciones séricas elevadas de varios polipéptidos inmu-
tatina415. La gammagrafía con un análogo de la somatostatina norreactivos asociados al tumor, a pesar de la ausencia de signos
marcado con un isótopo radiactivo (123I-octreótido) permite y síntomas clínicos424. La manifestación clínica paraneoplásica
identificar los tumores, tanto los primarios como los metastá- más frecuente es el síndrome de Cushing425-428. La acromegalia
sicos415, 416, por lo que es una herramienta útil para la estadifi- también es relativamente frecuente y en la mayoría de los casos
cación y el seguimiento417. En realidad se ha demostrado que parece deberse a un factor liberador de hormona del crecimiento
esta técnica es mejor que la PET con FDG en la valoración de asociado al tumor que actúa directamente sobre la hipófisis429.
estos tumores418. A pesar del nombre del tumor, el síndrome carcinoide es raro430.
Los tumores carcinoides atípicos tienden a ser mayores que los Algunos casos de tumor carcinoide pulmonar se han asociado a
típicos y a veces alcanzan tamaños enormes419. También se aso- neoplasias o hiperplasias endocrinas de otras localizaciones; esta
cian con mayor frecuencia a un aumento del tamaño de los gan- asociación se considera parte del síndrome de neoplasias endo-
glios linfáticos hiliares y mediastínicos420. crinas múltiples431.

Manifestaciones clínicas Hallazgos de laboratorio y diagnóstico


Casi todos los tumores carcinoides centrales producen sínto- En el estudio de los tumores carcinoides se han planteado a veces
mas indicativos de su origen bronquial421, y los más frecuentes dudas sobre la realización de la biopsia broncoscópica debido a la
son la tos y la hemoptisis. Algunos pacientes presentan sínto- abundancia de vasos de estas lesiones y el consiguiente riesgo
mas parecidos a los del asma422. Los signos físicos dependen del de hemorragia. Sin embargo, la mayoría de los autores no refiere
grado de obstrucción de la vía respiratoria, del tamaño del bron- problemas graves de hemorragia tras la biopsia con broncoscopio
quio obstruido y de la presencia de infección. Como sería de tanto rígido como flexible404, 421. Los autores de este capítulo pre-
esperar, los tumores periféricos no suelen producir signos ni fieren obtener la biopsia tomando las precauciones adecuadas
síntomas. para controlar la hemorragia.
Pese al hallazgo habitual de sustancias neuroendocrinas en el El estudio citológico del esputo o del lavado y cepillado bron-
estudio anatomopatológico, los signos clínicos de síndrome para- quial no suele ser útil, pues los tumores proximales están revesti-
neoplásico son muy raros. En la mayoría de los casos debe existir dos por un epitelio intacto432. Como es lógico, la aspiración trans-
una extensa afectación metastásica para que aparezcan signos y torácica con aguja tiene mayores probabilidades de lograr células
síntomas de esta complicación423, lo que quizá refleja la necesidad adecuadas para la interpretación citológica433. Aunque tanto las
de una masa tumoral adecuada para producir cantidades sufi- muestras citológicas como las biópsicas pueden indicar el diag-
cientes de hormonas activas. No obstante, no es raro encontrar nóstico por la uniformidad celular y las características poco atípi-
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 369

FIGURA 7-19
Tumor carcinoide típico: obstrucción parcial de la vía respiratoria con
vasoconstricción hipóxica. La proyección posteroanterior del tórax (A) revela un tumor
en el bronquio principal derecho (flecha). El pulmón derecho es algo menor que el
izquierdo y parece menos vascularizado. La imagen de TCAR (B) confirma la presencia del
tumor en el bronquio principal derecho (flecha). Además, son evidentes la disminución de la
vascularización y la menor atenuación del pulmón derecho en comparación con el
izquierdo, lo que probablemente se debe a la vasoconstricción refleja. La ventana de tejidos
blandos (C) muestra un engrosamiento focal de la pared posterior del bronquio principal
derecho (flecha); no hay signos de extensión extrabronquial. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

cas de los núcleos, algunos tumores plantean problemas diagnós- con el tumor)394, 404, mientras que otros refieren porcentajes de
ticos, sobre todo los tumores periféricos de células fusiformes y las supervivencia a los 5 y 10 años de casi el 100%, incluso en pre-
variantes atípicas. Los mayores problemas corresponden a la dife- sencia de metástasis ganglionares435, 436. Aun con metástasis vis-
renciación entre el tumor carcinoide y el carcinoma microcítico y cerales, los tumores carcinoides típicos pueden crecer con gran
en la distinción entre formas típicas y atípicas. lentitud y asociarse a supervivencias prolongadas430. En realidad,
Los estudios de laboratorio ayudan al diagnóstico de los síndro- debido a este lento crecimiento las recidivas del tumor pueden
mes paraneoplásicos. Por ejemplo, el síndrome carcinoide puede aparecer muchos años después de una extirpación aparentemen-
confirmarse demostrando grandes cantidades de ácido 5-hidroxi- te curativa, por lo que el seguimiento debe ser prolongado437.
indolacético (5-HIAA) y de 5-hidroxitriptamina (serotonina) en A pesar de la excelente estadística global, está claro que algunos
la orina. Se ha descrito que la determinación intraoperatoria de tumores carcinoides con histología típica tienen un comporta-
ACTH en los vasos pulmonares mediante radioinmunoanálisis miento más preocupante. Por ejemplo, en un estudio retrospecti-
ayuda a identificar tumores carcinoides ocultos y asegura que la vo de 79 pacientes la presencia de un tumor agresivo (definido por
extirpación quirúrgica sea adecuada434. su extensión a la carina, afectación de los ganglios linfáticos regio-
nales y/o invasión vascular) se asoció a una supervivencia de apro-
Pronóstico y evolución natural ximadamente el 50% a los 5 años438; el 18% de esos tumores
«agresivos» se clasificó como típico según los criterios histológicos
El pronóstico de los tumores carcinoides típicos es excelente. estándar. Como sucede en los carcinomas pulmonares, se han
Algunos investigadores han comunicado porcentajes de supervi- efectuado varios estudios clínicos y anatomopatológicos para esta-
vencia a los 10 años de aproximadamente el 90% al 95% (es pro- blecer criterios con los que distinguir los tumores típicos que ter-
bable que muchos pacientes mueran por causas no relacionadas minan por metastatizar de los que no lo hacen y, al menos en algu-
370 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

nos estudios, se observó que los que se asocian a un comporta- paredes adyacentes o al parénquima pulmonar (figura 7-20). El
miento agresivo son: antecedentes familiares de cáncer439, presen- término hiperplasia de células neuroendocrinas indica una proli-
cia de síndrome de Cushing440, aneuploidía en la citometría de flu- feración limitada al epitelio de estas mismas células (véase fi-
jo441 y grado de actividad proliferativa de un tumor, que se mide gura 7-20). Las dos alteraciones suelen asociarse a una enferme-
por la reacción inmunohistoquímica frente a Ki-67442. dad pulmonar simultánea, de las que las más frecuentes son las
Al contrario de los tumores carcinoides típicos, los que muestran bronquiectasias (tumorcillos) y el tumor carcinoide (hiperplasia
características histológicas atípicas tienen un pronóstico claramen- neuroendocrina)447, 448.
te peor. Aproximadamente el 50% al 70% de los pacientes presen- Los tumorcillos pulmonares suelen encontrarse en pacientes
ta metástasis ganglionares en el momento del estudio inicial406, 443 ancianos449, aunque es probable que ello se deba en cierto modo
y la supervivencia a los 5 años oscila en torno al 40% al 70% a la presencia de enfermedad pulmonar coexistente y al hecho
dependiendo del estadio en el momento del diagnóstico444, 446. de que en muchos casos las lesiones se descubren en las autop-
sias. Debido a su escaso tamaño no suelen encontrarse en las
Tumorcillos pulmonares e hiperplasia radiografías ni en la TC; sin embargo, se han descrito varios casos
de células neuroendocrinas en los que numerosos tumorcillos adquirieron tamaños suficien-
tes para aparecer como nódulos diminutos (figura 7-21)450, 451. En
El término tumorcillos pulmonares se refiere a una proliferación la mayoría de los casos no hay manifestaciones clínicas atribui-
diminuta, vagamente nodular, de células neuroendocrinas de la bles a la proliferación neuroendocrina. No obstante, en algunos
vía respiratoria que sobrepasan al epitelio y se extienden a las pacientes se ha descrito tos y disnea progresiva asociada a al-

A B

FIGURA 7-20
Proliferación de células neuroendocrinas pulmonares. En el interior de
un tejido fibroso y en el parénquima pulmonar adyacente a un bronquio
de pequeño tamaño (no visible en este corte) hay un tumorcillo formado
por nidos (A) de células dispuestas aleatoriamente. Con mayor aumento (B)
se observan grupos de células ovales o fusiformes bastante uniformes.
En otro campo hay un pequeño bronquiolo membranoso (C) que contiene
un grupo de células neuroendocrinas hiperplásicas entre la lámina propia
(flechas rectas) y el epitelio (flecha curva). (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
C Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 371

teraciones obstructivas de la función pulmonar452. El síndrome atípicos y los carcinomas microcíticos. Sin embargo, se ha cons-
de Cushing es otra asociación rara453. tatado que los tumores de células grandes y los microcíticos tie-
nen características genéticas moleculares distintas de las que se
Otros tumores pulmonares que muestran identifican en los tumores carcinoides456 y es posible que nuevos
diferenciación neuroendocrina estudios justifiquen su clasificación por separado. Sea cual sea
la naturaleza fundamental de estos tumores de células grandes,
Como ya se ha indicado, la magnitud y la gravedad de la atipia su evolución es más agresiva que la de los tumores carcinoides
citológica y arquitectural varían entre los distintos tumores neu- atípicos454, 457.
roendocrinos. Para mantener cierta claridad semántica, el térmi-
no carcinoide atípico debe limitarse a los tumores que poseen
focos de arquitectura neuroendocrina reconocible pero que tam- TUMORES EPITELIALES MISCELÁNEOS
bién muestran un aumento del número de mitosis y/o necrosis.
Sin embargo, se ha propuesto que los tumores que tienen un Neoplasias de las glándulas
índice mitótico superior a 10 por 10 campos de gran aumento traqueobronquiales
deberían clasificarse por separado como una variante del carci-
noma de células grandes (denominados a veces carcinomas neuroen- La morfología de las glándulas mucosas traqueobronquiales es
docrinos de células grandes)454, 455. Es posible que estos distintos similar a la de las glándulas salivales orofaríngeas y en ambas
subgrupos histológicos constituyan un espectro de diferencia- localizaciones aparecen neoplasias que tienen un aspecto histoló-
ción en los que los carcinomas neuroendocrinos de células gran- gico idéntico, por lo que se ha llegado a la conclusión de que un
des se encuentren en algún punto entre los tumores carcinoides grupo de tumores pulmonares deriva de estas glándulas458. Se tra-

FIGURA 7-21
Tumor carcinoide asociado a tumorcillos y a
hiperplasia de células neuroendocrinas. Imágenes de
TC (A y B) que muestran un nódulo de 1,5 cm de diámetro
en el lóbulo medio derecho (flecha recta), así como varios
nódulos más pequeños en los dos pulmones (flechas curvas).
Tras una lobectomía media derecha se confirmó que el
nódulo de mayor tamaño era un tumor carcinoide y los
menores, tumorcillos. También existían múltiples focos de
hiperplasia de células neuroendocrinas que se asociaban a
obstrucción de varios bronquiolos. La paciente era una
mujer de 69 años con antecedentes de dificultad
respiratoria. Las pruebas de función pulmonar mostraban
un cociente VEMS1/CVF de 0,53 y un cociente volumen
residual/CPT de 0,56, pero sin alteración del intercambio
gaseoso. (Por cortesía del Dr. R. McLean, Royal Alexandria
Hospital, Edmonton, Canada.)
372 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

ta de neoplasias muy poco frecuentes, que no representan más del La TC helicoidal con cortes finos (2,5 mm o menos) y recons-
0,1% al 0,2% de todos los tumores traqueobronquiales459. Casi trucciones multiplanares o tridimensionales proporciona una
todas se clasifican como carcinomas adenoideos quísticos o valoración óptima467, 468.
mucoepidermoides460, mientras que los carcinomas de células Las manifestaciones clínicas son tos, disfonía, hemoptisis, dis-
acinares, los adenomas pleomorfos, los oncocitomas y los adeno- nea, sibilancias y neumonitis de repetición. Como ya se indicó, no
mas de glándulas mucosas son muy raros. es raro encontrar antecedentes de «asma», a veces de gravedad
La inmensa mayoría de estos tumores afecta a la tráquea y a los progresiva a pesar del tratamiento. En la endoscopia se identifica
bronquios proximales y el diagnóstico debe considerarse siempre un tumor de superficie lisa, a veces lobulado y que ocluye de for-
que existan datos endoscópicos o radiográficos de una tumora- ma parcial o completa la luz de la vía respiratoria.
ción intraluminal polipoidea en estas localizaciones. Aunque las El pronóstico es mucho mejor que el de las formas más fre-
características clínicas son inespecíficas, el antecedente de «asma» cuentes de carcinoma pulmonar459, 469. Por ejemplo, en una revi-
de comienzo en la edad adulta y de gravedad creciente a pesar de sión relativamente reciente la supervivencia global a los 5 años
un tratamiento adecuado obliga a incluir esta posibilidad en el fue del 80%470. Las metástasis a distancia son poco frecuentes y la
diagnóstico diferencial. muerte suele deberse a la recidiva local y a las complicaciones
El lugar de origen de una neoplasia traqueal influye mucho en intratorácicas.
sus manifestaciones clínicas. Como la porción intratorácica de la
tráquea se dilata con la inspiración y se estrecha con la espiración, Carcinoma mucoepidermoide
una lesión que afecte a este segmento se caracterizará desde el
punto de vista clínico por la obstrucción espiratoria de la vía res- El carcinoma mucoepidermoide es la segunda neoplasia de las
piratoria y desde el radiológico por el atrapamiento aéreo espira- glándulas traqueobronquiales por orden de frecuencia471, 472.
torio. Por el contrario, la porción cervical de la tráquea se estre- Puede afectar a pacientes de cualquier edad, desde niños a ancia-
cha durante la inspiración y se dilata con la espiración, por lo que nos, pero un número importante de casos se descubre antes de los
faltarán los síntomas y signos de obstrucción espiratoria. Otro 20 años471, 473. Aunque algunos autores refieren antecedentes de
indicador es el momento en que aparecen las sibilancias, que en tabaquismo474, éstos no suelen encontrarse en general.
los casos de tumor intratorácico será durante la espiración y en los Se considera que la lesión adopta dos formas clinicopatológi-
tumores cervicales durante la inspiración. cas471: 1) las que tienen un pleomorfismo nuclear mínimo, pocas
Merece la pena insistir en que la presencia de tumores traquea- mitosis y una evolución clínica benigna y 2) las que tienen una cito-
les pasa inadvertida con demasiada frecuencia en las radiografías logía más atípica y una evolución relativamente agresiva. Casi todos
convencionales posteroanteriores y laterales de tórax, pues la los tumores afectan a un bronquio principal o lobar y crecen hacia
columna de aire traqueal constituye un «área ciega» para muchos el interior de la luz de la vía respiratoria como una tumoración poli-
radiólogos (figura 17-22). Es frecuente que las neoplasias endo- poidea. Las formas de bajo grado suelen limitarse a la pared bron-
traqueales no se diagnostiquen debido a una exposición radiográ- quial, pero no es raro que las de alto grado se extiendan al parén-
fica insuficiente461, por lo que es muy recomendable la técnica de quima pulmonar adyacente. Como su nombre indica, estos tumores
alto kilovoltaje. La TC suele ser útil en los casos sospechosos. Así, están formados por células que muestran características tanto glan-
en un estudio de 35 pacientes que tenían lesiones focales o difusas dulares (con producción de moco) como «epidermoides».
de la tráquea o de los bronquios principales se detectaron altera- Las imágenes radiográficas dependen de la localización y del
ciones en las radiografías de tórax en 23 casos (66%), en contra- tamaño del tumor y pueden ser un nódulo o una masa solitaria,
posición a los 33 (94%) que se reconocieron mediante TC462. una consolidación o atelectasia lobar o segmentaria, o una masa
central con neumonitis obstructiva o atelectasia asociadas471, 475.
Carcinoma adenoideo quístico En la TC los tumores suelen mostrar un aspecto liso de contorno
oval o lobulado475 y en el 50% de los casos hay calcificaciones
La variedad más frecuente de neoplasia de las glándulas traqueo- punteadas evidentes. A veces el tumor afecta a la tráquea en lugar
bronquiales es el carcinoma adenoideo quístico, que representa de al bronquio y se manifiesta como un nódulo intraluminal
aproximadamente el 75% al 80% de los casos publicados. En rea- polipoideo tanto en las radiografías como en la TC476.
lidad, junto al carcinoma epidermoide es el responsable de la Como sería de esperar, los síntomas se relacionan sobre todo
inmensa mayoría de los tumores primarios de la tráquea459, 463. La con el crecimiento en la pared y en la luz de la vía respiratoria y
mayoría se origina en el tercio inferior o superior, con tendencia son tos, hemoptisis, sibilancias, neumonitis de repetición y fiebre.
a originarse en la pared lateral o posterolateral cerca de la unión Es típico que los tumores de bajo grado crezcan con lentitud; el
de las porciones cartilaginosa y membranosa. La edad media en pronóstico suele ser excelente, sin signos de recidiva local ni
el momento del diagnóstico es de 45 a 50 años464, 465. No parece metástasis, incluso cuando se tratan con una extirpación en man-
que el tabaquismo sea un factor etiológico458. guito relativamente conservadora471, 472. El comportamiento de las
Es característico que la neoplasia crezca en la luz de la vía res- formas de alto grado, aunque es peor que el de los tumores de bajo
piratoria y forme una tumoración de superficie lisa y algo poli- grado, parece mejor que el de las formas más habituales de carci-
poidea (figura 7-23), a veces con un crecimiento circunferencial y noma pulmonar; así, en una serie en la que se siguió a 13 pacien-
anular. La extensión submucosa no es rara y en ocasiones alcanza tes, 8 no mostraban signos de enfermedad tras un promedio de
una distancia considerable a partir del tumor principal. El epitelio 48 meses desde la intervención471.
suprayacente suele estar intacto. El aspecto histológico típico son
nidos de células uniformes organizados en un patrón cribiforme. Papilomas traqueobronquiales
La imagen radiológica típica es la de una tumoración polipoi-
de y lobulada que ocupa la luz de la vía respiratoria en un grado Se puede definir un papiloma como un tumor ramificado o gro-
variable (figura 7-24)466. La TC es mejor que la radiografía para seramente lobulado que está formado por papilas fibrovascu-
identificar estos tumores y resulta muy útil para valorar la pre- lares revestidas de epitelio y que se origina en una superficie epi-
sencia de la extensión extraluminal y la invasión mediastínica462. telial, desde la que se proyecta. Aunque desde un punto de vista
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 373

FIGURA 7-22
Carcinoma mucoepidermoide. En el momento de hacer la radiografía que se ilustra en A esta mujer de 32 años tenía una
historia de crisis esporádicas de disnea aguda de 4 años de evolución y había sido diagnosticada y tratada por su médico de
familia como asma espasmódica. Varias radiografías que se efectuaron en esas fechas se interpretaron como normales. Esta
radiografía posteroanterior mostró una hiperinsuflación ligera o moderada de los dos pulmones, compatible con el diagnóstico
de asma. Sin embargo, se constata una hipoexposición intolerable del mediastino que hace que la columna de aire traqueal no
sea visible. En la proyección lateral (B) se aprecia una tumoración lisa y muy bien delimitada que ocupa la zona de la columna
aérea de la tráquea (flechas). Los cortes tomográficos del mediastino en las proyecciones anteroposterior (C) y lateral (D)
revelan la tumoración en el interior de la tráquea, a unos 3 cm por encima de la carina (flechas en C). El tumor ocluye casi por
completo la columna aérea traqueal. Tras la extirpación, la paciente experimentó una recuperación sin problemas. Este caso
ilustra gráficamente la observación muy repetida de que la columna aérea de la tráquea tiende a ser un «área ciega» para
muchos radiólogos. (Por cortesía del Dr. Michael Lefcoe, Victoria Hospital, London, Ontario.)
374 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

den asociarse a atelectasia, neumonitis obstructiva y bronquiecta-


sias483. La TC permite identificar numerosos papilomas, que se
manifiestan por engrosamientos nodulares difusos de la pared de
la tráquea484. La afectación de la vía respiratoria distal y del
parénquima da lugar a múltiples nódulos bien circunscritos485
que pueden crecer hasta alcanzar varios centímetros de diámetro,
momento en el que a menudo se cavitan y muestran unas paredes
de 2 a 3 mm de grosor (figura 7-25)466. Muchas de estas cavidades
están relacionadas con la papilomatosis, pero también pueden
deberse a un carcinoma epidermoide necrosado o a un absceso
secundario a una neumonitis obstructiva486, 487.
El diagnóstico se debe sospechar en todo paciente que tenga
antecedentes de papilomas laríngeos y que presente tos, hemop-
tisis, síntomas de tipo asmático, neumonía de repetición o atelec-
tasia. El pronóstico es bueno en la mayoría de los pacientes que
sólo tienen afectación laríngea, pero es peor cuando la enferme-
dad se extiende a la parte baja de la vía respiratoria y, sobre todo,
cuando es extensa; en estos casos la obstrucción progresiva de la
vía respiratoria y la infiltración parenquimatosa pueden dar lugar
FIGURA 7-23 a disnea creciente, fibrosis pulmonar y, en último término, la
muerte. También hay riesgo de transformación maligna, en gene-
Carcinoma adenoideo quístico. Fotografía ampliada de un corte
transversal de la porción media de la tráquea con un tumor discretamente
ral hacia un carcinoma epidermoide487, 488.
lobulado que ocluye casi por completo la luz. La superficie de la neoplasia
es lisa, lo que indica que está formada por epitelio traqueal intacto. Aunque Papilomas solitarios
hay tumor en la pared lateral de la tráquea (T), no parece extenderse al
tejido blando adyacente. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Los papilomas solitarios del árbol traqueobronquial son menos
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.) frecuentes que las formas múltiples. Afectan casi siempre a adul-
tos, a menudo varones de edad media o avanzada477, 489, 490. Algu-
nos investigadores han constatado la presencia del virus del papi-
loma humano en una gran proporción de casos491.
histológico estos tumores pueden clasificarse en varios tipos que Los papilomas solitarios suelen localizarse en los bronquios
dependen de la naturaleza de su epitelio de superficie477, desde un lobares o segmentarios, donde adoptan la forma de tumoraciones
punto de vista clínico y radiológico es mejor considerarlos bajo finamente arrugadas de 0,5 a 1 cm de diámetro (figura 7-26). Sus
los epígrafes de «múltiples» y «solitarios». características histológicas suelen ser idénticas a las de las formas
múltiples, es decir, un epitelio epidermoide maduro que cubre las
Papilomas múltiples finas papilas fibrovasculares. También puede haber atipia citoló-
gica e imágenes de carcinoma in situ en el tumor papilar o en el
Los papilomas múltiples del aparato respiratorio aparecen la epitelio adyacente de la vía respiratoria477. En ocasiones existe un
mayoría de las veces en la laringe de niños de 18 meses a 3 años de carcinoma epidermoide claramente infiltrante.
edad478. En la mayoría de los pacientes permanecen localizados en Las manifestaciones radiológicas dependen del tamaño y de la
este lugar y acaban por desaparecer de manera espontánea. En localización del papiloma. Muchos de los que afectan a la tráquea
aproximadamente el 2% al 5% de los casos también afectan al o a los bronquios principales miden menos de 2 cm de diámetro
aparato respiratorio inferior, donde pueden dar lugar a obstruc- y, por tanto, son indetectables en las radiografías simples462. Cuan-
ción parcial o completa de la vía respiratoria478. Muchos de estos do hay alteraciones radiológicas o TC evidentes suelen deberse a
casos se limitan a la tráquea, pero puede encontrarse extensión a una tumoración polipoidea que se proyecta hacia la luz de la vía
los bronquios, los bronquiolos e incluso al parénquima pulmonar. respiratoria466,476. La obstrucción parcial del bronquio puede
En una revisión el tiempo medio entre la aparición de las lesiones causar una vasoconstricción refleja que produce disminución
en la laringe y la detección de la enfermedad broncopulmonar fue de la perfusión e hiperclaridad del pulmón o del lóbulo afectado.
de 10 años479. Es raro que los papilomas bronquiales precedan a La obstrucción completa se manifiesta por atelectasia y neumoni-
los laríngeos o traqueales o que se desarrollen en ausencia de tis obstructiva.
éstos480. La inmensa mayoría, si no todos, de los papilomas se debe Pueden recogerse antecedentes de neumonía de repetición o
al virus del papiloma humano, sobre todo del tipo 11481. no curada y a veces de hemoptisis. En ocasiones el tumor parece
Desde el punto de vista anatomopatológico, los tumores son sufrir una autoamputación en el lugar de su unión a la pared de
neoformaciones papilares sésiles o pediculados revestidos por un la vía respiratoria, en cuyo caso el papiloma puede expulsarse con la
epitelio escamoso aplanado que suele mostrar una maduración tos y la neumonía cura. Como ya se indicó, algunos papilomas se
normal477. En algunos casos es posible encontrar vacuolización cito- complican por la aparición de displasia o carcinoma491.
plásmica y multinucleación, similares a las de los condilomas del
aparato genital. La afectación de la vía respiratoria distal o de los Adenomas pulmonares
espacios aéreos o alveolares puede dar lugar a tumoraciones sólidas
o cavitadas que llegan a medir varios centímetros de diámetro482. Los adenomas verdaderos del pulmón son raros. Algunos, como los
Los papilomas pueden identificarse en las radiografías y en la adenomas pleomorfos, oxífilos y mucosos, afectan de manera
TC como nódulos pequeños que se proyectan hacia la luz de la vía preferente a la vía respiratoria proximal y se cree que proceden de
respiratoria466. Los que son más grandes y obstruyen la luz pue- las glándulas mucosas traqueobronquiales. Otros se encuentran
FIGURA 7-24
Carcinoma adenoide quístico. Radiografías posteroanterior y lateral de tórax (A y B) de un varón de 27 años con disnea progresiva que
muestran áreas de atelectasia en los lóbulos medio e inferior derechos. La radiografía lateral también revela engrosamiento de la pared
posterior del extremo distal de la tráquea y del bronquio principal derecho (flechas). En las imágenes de TC con contraste (C y D) se
comprueba un tumor circunferencial en la carina y los bronquios principal derecho y del lóbulo superior derecho asociado a estenosis de la
luz. También es evidente la extensión focal al bronquio principal izquierdo. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and
Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
FIGURA 7-25
Papilomatosis traqueobronquial. Imagen del pulmón derecho en una radiografía
posteroanterior de tórax (A) que muestra varias cavidades de paredes finas (flechas).
En el pulmón izquierdo había imágenes similares. En la TC (B) se observan cavidades
bilaterales de pared fina, varias de las cuales contienen niveles hidroaéreos (flechas).
La paciente era una mujer de 31 años que tenía papilomatosis de larga evolución.
(Caso por cortesía del Dr. Jim Barrie, University of Alberta Hospital, Edmonton, Alberta.)

FIGURA 7-26
Papiloma bronquial solitario. Un bronquio del lóbulo inferior (A)
está casi completamente ocluido por un tumor macroscópicamente
lobulado y limitado a la luz de la vía respiratoria. Los cortes histológicos
estudiados con dos aumentos distintos (B y C) muestran proyecciones
papilares ramificadas revestidas por un epitelio plano estratificado en el
que se observa una ligera atipia de la capa basal. Aunque en este caso
se trata de un tumor único, las formas múltiples tienen un aspecto
histológico idéntico. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 377

sobre todo en la periferia del pulmón y parecen derivar del epite- principio parecen reactivos y que más tarde terminan por ser
lio bronquiolar o alveolar, como sucede con: 1) el tumor mucino- reconocidos como linfomas corresponden a cuadros prema-
so quístico (cistoadenoma mucinoso), una lesión poco frecuente lignos o a neoplasias malignas difíciles de diagnosticar en sus
que probablemente representa un espectro de neoplasias análogo comienzos503,504.
al de los tumores mucinosos del apéndice y del ovario492; 2) los Es probable que la etiología y la patogenia sean variadas. La
adenomas papilares y alveolares que probablemente deriven de las observación de que muchos casos se asocian a otros cuadros que
células de tipo II, de las células Clara o de ambas493,393, y 3) el neu- se caracterizan por alteraciones de la función inmunitaria, de
mocitoma (hemangioma esclerosante, véase página 400). los que los más frecuentes son el síndrome de Sjögren y el
sida505,506, apoya la posibilidad de que represente un trastorno
inmunitario. Algunos casos parecen deberse a virus, como el
TRASTORNOS LINFOPROLIFERATIVOS virus de Epstein-Barr, el lentivirus ovino (un virus relacionado
Y LEUCEMIA con el VIH) o el propio VIH507,508. También se ha propuesto que
algunos casos son ejemplos de alveolitis alérgica extrínseca rica
Hiperplasia linfática pulmonar en linfocitos501.
El estudio anatomopatológico de la NIL se caracteriza por
Hiperplasia linfática focal (seudolinfoma) un infiltrado intersticial más o menos difuso de células mono-
nucleares en las que en los casos típicos predominan los linfoci-
La hiperplasia linfática focal (hiperplasia linfática nodular, seu- tos (figura 7-27)509. Aunque el infiltrado es más importante en
dolinfoma) es una alteración rara que desde el punto de vista his- el intersticio alveolar, también es habitual la afectación del tejido
tológico se caracteriza por una proliferación localizada de células intersticial adyacente a los vasos y a las vías aéreas de peque-
mononucleares maduras (en general una mezcla de linfocitos, ño calibre. La atipia nuclear es mínima. El infiltrado respeta los
células plasmáticas e histiocitos)495. La naturaleza biológica de espacios aéreos, pero la obstrucción focal de los bronquiolos
estas proliferaciones ha sido objeto de discusión y en la actuali- puede provocar una neumonitis obstructiva. La presencia de
dad se admite en general que la mayoría son neoplásicas, aunque
algunos casos parecen corresponder a verdaderas hiperplasias496.
También es posible que algunas sean análogas a la displasia que se
observa en muchos epitelios antes de que aparezca un carcinoma
infiltrante.
Las manifestaciones radiológicas más frecuentes son un nódu-
lo solitario o un área focal de consolidación limitada a un ló-
bulo497,498. Los tumores suelen medir de 2 a 5 cm de diámetro495,
si bien se han descrito tumoraciones y áreas de consolidación de
hasta 10 cm499. La práctica totalidad de las lesiones muestra bron-
cogramas aéreos; otras manifestaciones menos frecuentes son
nódulos múltiples o varias áreas de consolidación y cavitación498.
La presencia de adenopatías o de derrame pleural debe hacer
pensar en la posibilidad de un linfoma497.
La mayor parte de las lesiones se identifica en adultos, que en
su mayoría están asintomáticos500. Algunos pacientes tienen tos o
hemoptisis496, y aproximadamente del 10% al 15% muestra sig-
nos de una alteración autoinmunitaria subyacente, como síndro-
me de Sjögren y lupus eritematoso diseminado. Debido a la natu-
raleza polimorfa de las lesiones el diagnóstico suele precisar la
extirpación quirúrgica y un muestreo histológico cuidadoso con
estudios inmunohistoquímicos y moleculares adecuados para
excluir el linfoma. El pronóstico de los pacientes que tienen
hiperplasia linfática bien documentada suele ser excelente; sin
embargo, en algunos casos se producen recidivas locales o una
evolución hacia un linfoma franco, por lo que se recomienda
una vigilancia estrecha.

Neumonitis intersticial linfocítica


Se han descrito dos variantes de hiperplasia linfática difusa, que
dependen de la localización anatómica: la primera afecta sobre
todo al intersticio parenquimatoso (neumonitis intersticial lin-
fática o linfocítica [NIL]) y la segunda presenta una afectación FIGURA 7-27
predominante del intersticio adyacente a las vías respiratorias Neumonía intersticial linfocítica. Se observa un infiltrado variable, pero
de conducción (bronquitis y bronquiolitis folicular)501. La NIL en general moderado, de células inflamatorias mononucleares en el tejido
es la más frecuente. Como sucede con la hiperplasia linfática intersticial perivascular y alveolar. Con mayor aumento se comprobó que
las células eran linfocitos maduros en su mayor parte, con algunas células
focal, los estudios inmunitarios, inmunohistoquímicos y molecu- plasmáticas. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser
lares permiten asegurar que algunas de estas lesiones son en rea- and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
lidad linfomas de bajo grado501-503. No se sabe si los casos que al WB Saunders, 1999.)
378 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

FIGURA 7-28
Neumonía intersticial linfocítica. Radiografía posteroanterior de tórax (A) de una mujer de 26 años que tenía artritis reumatoide, que muestra áreas
tubulares de opacificación en vidrio esmerilado y consolidación que afectan a los campos pulmonares inferiores. La imagen de la TCAR a la altura de las
venas pulmonares inferiores (B) muestra amplias zonas bilaterales de atenuación en vidrio esmerilado y zonas focales de consolidación. (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

policlonalidad en el estudio inmunohistoquímico y molecular pulmonar también progresa, asociándose a veces a fibrosis, que
respalda el diagnóstico de proceso reactivo. tiene una evolución similar a la de la fibrosis pulmonar idiopáti-
Las manifestaciones radiológicas más frecuentes son un ca; en ciertos casos la enfermedad evoluciona hacia un linfoma
patrón reticular o reticulonodular que afecta sobre todo a las franco518.
regiones inferiores de los pulmones509,510. En algunos casos se han
descrito opacidades ramificadas y lineales compatibles con Bronquitis y bronquiolitis foliculares
engrosamiento de los tabiques interlobulillares de la periferia de
los pulmones511, si bien estos engrosamientos son más frecuentes La bronquitis y la bronquiolitis foliculares se caracterizan por un
en los linfomas. Otros patrones radiográficos son áreas bilatera- infiltrado de células mononucleares (en el que vuelven a predo-
les de opacidad en vidrio esmerilado y zonas de consolidación minar los linfocitos, con un número menor de células plasmáti-
(figura 7-28)512,513. Puede haber también un patrón nodular510, cas e histiocitos) en el tejido intersticial adyacente a los bronquios
sobre todo en pacientes que tienen sida497,514. En estos últimos se y bronquiolos. Como su nombre indica, es habitual la formación
describe igualmente aumento del tamaño de los ganglios linfá- de centros germinales y proporciona a la alteración un aspecto
ticos hiliares y mediastínicos514, que es raro en el resto de los claramente nodular (figura 7-29)519. Como sucede en la NIL,
pacientes. También es poco frecuente el derrame pleural. muchos pacientes sufren una inmunodeficiencia subyacente o
Las alteraciones más frecuentes en la TCAR son áreas bilate- una enfermedad del tejido conjuntivo, sobre todo un síndrome de
rales de atenuación en vidrio esmerilado (véase figura 7-28) y Sjögren o una artritis reumatoide (en especial la forma juvenil).
nódulos centrolobulillares mal definidos, y también pueden Es característico que la radiografía de tórax muestre un patrón
encontrarse nódulos subpleurales, engrosamiento de los haces reticular o reticulonodular difuso519. La TCAR revela pequeñas
broncovasculares y quistes512,515. Los nódulos suelen tener diáme- opacidades nodulares de distribución peribroncovascular, cen-
tros inferiores a 10 mm. Se describen adenopatías mediastínicas trolobulillar y subpleural520. En la mayoría de los casos estas opa-
en aproximadamente dos terceras partes de los pacientes515. cidades miden de 1 a 3 mm de diámetro (figura 7-30), pero tam-
Casi todos los enfermos con NIL son adultos, salvo los afecta- bién se han descrito opacidades de hasta 1 cm de diámetro.
dos por el sida, que con mayor frecuencia son niños509. Los sínto- La manifestación clínica más frecuente es la dificultad respira-
mas principales son disnea y tos. Algunos pacientes presentan toria progresiva519,521, que en ocasiones se asocia a tos, fiebre y
también síntomas generales tales como fiebre, adelgazamiento y neumonía de repetición. Algunos pacientes presentan leucocito-
artralgias. En un estudio se observó que aproximadamente la sis con eosinofilia importante519. Las pruebas de función pulmo-
mitad de los pacientes tenía cianosis y acropaquias516. Es frecuen- nar revelan signos de obstrucción, restricción o combinaciones
te la hipergammaglobulinemia, en general con aumento tanto de de ambas519.
IgG como de IgM509.
El pronóstico depende en cierto modo de la naturaleza de la Linfoma pulmonar
enfermedad subyacente. Los pacientes con sida suelen morir a
causa de las alteraciones infecciosas o neoplásicas asociadas a su La manifestación más frecuente de la afectación torácica por un
enfermedad básica, más que por la propia NIL; sin embargo, apro- linfoma es el aumento de tamaño de los ganglios linfáticos mediastí-
ximadamente una tercera parte presenta una insuficiencia respira- nicos que, aunque suele ser un hallazgo aislado, en ocasiones se
toria progresiva517. En algunos pacientes sin sida la enfermedad asocia a signos de enfermedad pulmonar. Los autores de este
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 379

FIGURA 7-30
Bronquiolitis folicular. Imagen de la TCAR de un pulmón izquierdo que
FIGURA 7-29 muestra nódulos subpleurales centrolobulillares de 1 a 3 mm de diámetro
(flechas). También se observan signos de ligera fibrosis con opacidades
Bronquiolitis folicular. El tejido intersticial adyacente a un bronquiolo lineales irregulares y engrosamiento de los tabiques interlobulillares, sobre
membranoso se ha ampliado debido al infiltrado linfocítico que se dispone todo en el lóbulo inferior izquierdo. El paciente era un varón de 64 años
focalmente en centros germinales (flecha). En otros muchos bronquiolos que tenía esclerosis sistémica progresiva. (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
había lesiones similares. El paciente tenía artritis reumatoide. (Tomado de Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

capítulo consideran arbitrariamente que estos casos son linfomas ganglionar del tejido linfático asociado a la mucosa y linfoma
pulmonares secundarios, igual que los que se asocian a un linfo- MALT (MALToma) que se utiliza para referirse a ellos524,525. Este
ma simultáneo o previo con afectación de los ganglios linfáticos subtipo histológico es el que afecta con mayor frecuencia a los
extratorácicos. En ocasiones parece que el linfoma está limitado, pulmones en forma de tumor primario y representa aproximada-
tanto desde el punto de vista clínico como del radiológico, a los mente el 70% al 90% de este tipo de neoplasias en las distintas
pulmones o afecta a los pulmones y a órganos extratorácicos con series500,522,523. La inmensa mayoría afecta a adultos, con una edad
signos escasos o nulos de afectación ganglionar. Estos tumores, media en el momento del diagnóstico de 55 a 60 años.
que a veces se denominan linfoma pulmonar primario, sólo cons- La etiología y la patogenia son oscuras. Se ha propuesto que
tituyen aproximadamente el 3% al 4% de todos los linfomas extra- determinados estímulos ambientales, como el humo del tabaco o
ganglionares522,523. Aunque se pueden encontrar varios tipos la infección, podrían dar lugar a una hiperplasia del MALT a la
histológicos523, los más frecuentes son el linfoma MALT, la gra- que seguiría una transformación neoplásica526. Sin embargo,
nulomatosis linfomatoidea y el linfoma B de células grandes (este muchos pacientes no son fumadores y sólo en ocasiones se
último, más frecuente en pacientes con sida o en receptores de encuentran signos histológicos de hiperplasia linfática focal o
trasplantes [véanse páginas 438 y 531]). Como es más probable difusa522, y en estos casos suele haber antecedentes de una enfer-
que estos tumores se confundan con otros cuadros, resulta útil medad inmunitaria previa del tipo de artritis reumatoide o sín-
considerarlos por separado. drome de Sjögren. No parece que este linfoma se asocie al virus
de Epstein-Barr527.
Linfoma MALT Características anatomopatológicas. Desde el punto de
vista macroscópico, los linfomas MALT suelen manifestarse
Se cree que algunos de los linfomas extraganglionares primarios, como nódulos únicos y bien circunscritos o como una zona de
incluidos los pulmonares, derivan del tejido linfático asociado a consolidación mal definida que afecta a parte de un lóbulo (véase
las mucosas (MALT, mucosa-associated lymphoid tisssue), de ahí figura en color 7-12)522,526. Las células malignas se encuentran
los nombres de linfoma de linfocitos B de la zona marginal extra- sobre todo en el tejido intersticial, característica que se observa con
380 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

mayor claridad en la periferia del tumor, en relación con los haces septales y las opacidades en vidrio esmerilado530. En el 10% al
broncovasculares y los tabiques interlobulillares (véase figura en 20% de los casos hay derrame pleural, que suele asociarse a sig-
color 7-12). En la porción central del nódulo o de la consolida- nos de afectación parenquimatosa531. El aumento del tamaño
ción, la expansión y la confluencia del infiltrado intersticial y la de los ganglios linfáticos sólo es evidente en las radiografías de
invasión de los espacios aéreos suelen producir un aspecto más o menos del 5% de los casos500, mientras que con TC llega al
menos sólido. Las células tumorales son linfocitos pequeños con 10%534. Es típico que las alteraciones sigan una evolución indo-
núcleos bastante uniformes y nucléolos pequeños; puede haber lente con crecimiento lento a lo largo de un período de meses o
diferenciación plasmocitoide. La infiltración del epitelio de la vía años535.
respiratoria es frecuente («lesiones linfoepiteliales»). El estudio Manifestaciones clínicas. Aproximadamente el 40% al 50%
inmunohistoquímico demuestra diferenciación a linfocitos B526. de los pacientes está asintomático cuando se les diagnostica por
Como el grado de atipia celular suele ser leve y en algunos casos primera vez y la enfermedad se descubre en una radiografía de
se observa mezcla con células infamatorias normales y centros tórax que se efectúa por otro motivo523. Cuando existen, los sín-
germinales, el diagnóstico puede ser difícil sólo por el aspecto his- tomas pulmonares son tos, disnea y, con menos frecuencia, dolor
tológico, en especial en las biopsias pequeñas522. En estos casos torácico y hemoptisis. Entre el 20% y el 40% de los pacientes pre-
suele aceptarse como indicador de malignidad la identificación de senta síntomas generales como fiebre, sudoración nocturna y
la restricción de cadenas ligeras mediante estudio molecular528,529. adelgazamiento523; aunque pueden encontrarse en casos de enfer-
Manifestaciones radiológicas. La manifestación radiológica medad localizada, suelen indicar una posible afectación extrato-
más frecuente es la presencia de nódulos o áreas nodulares de rácica. La participación de la médula ósea es evidente en el 15%
consolidación530,531. El diámetro de los nódulos varía entre 2 mm al 20% de los casos.
y 8 cm y pueden ser únicos o, lo que es más frecuente, múltiples. Estudios de laboratorio. La broncoscopia de fibra óptica
Las zonas de consolidación oscilan entre una pequeña región puede mostrar una estenosis de la vía respiratoria y la biopsia
subsegmentaria y la totalidad de un lóbulo y pueden ser únicas puede proporcionar tejido suficiente para hacer el diagnóstico.
o múltiples532. Tanto los nódulos como las áreas de consolida- Éste puede establecerse también mediante el estudio citológico de
ción suelen estar centradas en una vía respiratoria. En la mayoría los lavados bronquiales o de las muestras de la aspiración trans-
de los casos se observan broncogramas aéreos (figura 7-31)530,533. torácica con aguja536,537. Sin embargo, suele ser necesario recurrir
Las alteraciones menos frecuentes que se identifican en la TC al uso de la citometría de flujo, al análisis molecular y a la inmu-
son el engrosamiento intersticial peribroncovascular, las líneas nohistoquímica para caracterizar los linfocitos y demostrar su

FIGURA 7-31
Linfoma MALT. Imágenes aumentadas de una proyección radiográfica posteroanterior del pulmón derecho (A) y de una TC convencional (B)
que muestran un área de consolidación de 3 cm en el lóbulo superior derecho (flechas). Con TC se observa claramente un broncograma
aéreo. La paciente era una mujer de 68 años. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of
the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 381

monoclonalidad. En ocasiones la inmunoelectroforesis del suero por una infiltración linforreticular polimorfa que muestra una
revela una gammapatía monoclonal, en general IgM, que se aso- importante invasión vascular (figura 7-32)525,541. La entidad se
cia a los tumores que tienen una importante diferenciación plas- dividió en tres tipos (grados). Las lesiones de grado 1 están for-
mocitoide523. El recuento y la fórmula leucocítica en la sangre madas sobre todo por linfocitos pequeños y escasas células linfá-
periférica suelen ser normales. ticas con características citológicas atípicas. Las lesiones de gra-
Pronóstico y evolución natural. El pronóstico del linfoma do 2 están formadas por un infiltrado polimorfo de linfocitos,
MALT es relativamente favorable538,539. Por ejemplo, en un estu- células plasmáticas, histiocitos y un número variable de células
dio de 43 pacientes la supervivencia global a los 5 años fue del grandes y atípicas. Estas últimas son numerosas en las lesiones de
84%, proporción equivalente a la de la población de control523. grado 3, lo que hace que el infiltrado sea más o menos mono-
Sin embargo, en los enfermos que tienen síntomas generales tales morfo y fácil de reconocer como un linfoma542. La infiltración
como fiebre, sudoración nocturna o adelgazamiento, la supervi- vascular por las células linfáticas es habitual y probablemente sea res-
vencia a los 5 años oscila en torno al 55%. Algunos casos pueden ponsable de la necrosis que suele afectar a la porción central de
complicarse con la aparición de un linfoma B de alto grado en el las lesiones. El estudio inmunofenotípico y molecular de las
pulmón o fuera de él, a veces muchos años después del diagnós- células atípicas de los tumores de grado 2 y 3 demuestra su feno-
tico del tumor pulmonar522,523. En varios pacientes se ha observa- tipo B543 y una fuerte asociación con la infección por el virus de
do la aparición de un linfoma MALT en localizaciones mucosas Epstein-Barr543,544.
extrapulmonares, sobre todo en el estómago y las vías respirato- En las radiografías se manifiestan como nódulos o masas
rias altas540, tanto antes como después del descubrimiento de la múltiples de entre 0,5 y 8 cm de diámetro545,546. En algunos
lesión pulmonar. pacientes la alteración inicial son opacidades mal definidas
que progresan durante un período de muchas semanas para
Granulomatosis linfomatoidea formar nódulos o masas. Los nódulos muestran límites mal
definidos y tienden a confluir (figura 7-33); aunque pueden ser
La granulomatosis linfomatoidea (lesión inmunoproliferativa difusos y extenderse por los dos pulmones, tienden a ser más
angiocéntrica) es un trastorno poco frecuente que se caracteriza numerosos en los campos pulmonares inferiores545. Entre el 30%

A B
FIGURA 7-32
Granulomatosis linfomatoidea. Corte de un nódulo pulmonar macroscópicamente mal definido (A) con un infiltrado linfocítico difuso que
borra la arquitectura normal del pulmón. Hay necrosis evidente (N). Apenas se pueden reconocer los límites de la pared de una pequeña
arteria pulmonar (B) debido a la importante infiltración celular. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis
of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
382 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

FIGURA 7-33
Granulomatosis linfomatoidea. Radiografía posteroanterior de tórax (A) que muestra opacidades nodulares aisladas y
confluentes bilaterales; algunas de las más grandes (puntas de flecha) presentan signos de consolidación del espacio aéreo. Los
ganglios linfáticos hiliares están aumentados de tamaño a ambos lados y la ventana aortopulmonar es prominente, imagen que
indica una afectación de los ganglios linfáticos mediastínicos. Dos meses más tarde la repetición de la radiografía de tórax (B)
demostró que la enfermedad difusa había cedido y había sido sustituida por grandes nódulos cavitados y no cavitados. Una
lesión cavitada en el lado izquierdo (punta de flecha) contiene un cuerpo laxo central (S) que podría corresponder a tejido
necrótico o a un coágulo sanguíneo. Varios de los nódulos están relacionados con las zonas de consolidación más confluentes
que se identifican en A. El paciente era un varón de 52 años. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and
Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 383

y el 40% de los pacientes presenta cavitaciones545,547. En la TC Linfoma pulmonar no hodgkiniano


es típico que los nódulos se localicen a lo largo de las estruc- secundario
turas broncovasculares y los tabiques interlobulillares 546.
Otros hallazgos menos frecuentes son áreas de consolidación, La afectación pulmonar por un linfoma en los pacientes que tie-
patrón reticulonodular y derrame pleural545,547. En las radio- nen enfermedad extratorácica conocida es mucho más frecuente
grafías no suelen verse adenopatías, que no son raras en los estu- que la enfermedad primaria y en aproximadamente el 5% de los
dios con TC546. casos se constatan signos radiológicos de afectación pulmonar en
Casi todos los pacientes tienen entre 40 y 60 años de edad541,548 el primer estudio551. En una serie de 651 pacientes, 54 (8%) tenían
y la mayoría presenta síntomas torácicos (tos, disnea, dolor torá- afectación confirmada por el estudio histológico552. Como sucede
cico) y molestias sistémicas (fiebre, adelgazamiento y mal estado en el carcinoma, esta afectación puede deberse a una propagación
general) en el momento del diagnóstico. Las manifestaciones directa desde los ganglios linfáticos hiliares o mediastínicos afec-
neurológicas, con signos de afectación cerebral y neuropatías cra- tados o a una diseminación intravascular (metástasis). Puede en-
neales y periféricas, son evidentes en el 30% de ellos y las altera- contrarse cualquier tipo de linfoma. Desde el punto de vista
ciones cutáneas, en forma de erupción eritematosa o nódulos macroscópico, los tumores se manifiestan como nódulos paren-
cutáneos, afectan al 40%541,549. Los signos clínicos de afectación quimatosos únicos o múltiples, consolidaciones segmentarias o
ganglionar, hepática y esplénica son raros, salvo en las fases avan- lobares o un engrosamiento intersticial que recuerda a una carci-
zadas de la enfermedad. nomatosis linfangítica (figura 7-34).
El pronóstico es variable. Como sería de esperar, los pacien- El patrón radiográfico típico son nódulos o masas únicos o múl-
tes que tienen lesiones de grado 1 suelen evolucionar bien, mien- tiples de diámetros comprendidos entre 0,5 y 8 cm551,553 y que afec-
tras que los que tienen lesiones de alto grado suelen tener un pro- tan con mayor frecuencia a los lóbulos inferiores (figura 7-35)554.
nóstico mucho peor. En una serie, aproximadamente dos terceras Los nódulos son redondeados, ovales o poliédricos y suelen poseer
partes de estos últimos fallecieron, con una mediana de supervi- límites mal definidos, a veces con bandas lineales que se extien-
vencia de sólo 14 meses541; en otra, la supervivencia a los 5 años den hacia el parénquima pulmonar adyacente. La cavitación es
osciló en torno al 20%550. En muchos casos la muerte se debe a la rara555. Al contrario que el linfoma pulmonar primario, la varie-
progresión de la enfermedad pulmonar o del sistema nervioso dad secundaria tiende a afectar a vías respiratorias de mayor cali-
central. bre (lo que en la mayoría de los casos refleja probablemente la

A B

FIGURA 7-34
Linfoma pulmonar secundario. Corte de un pulmón derecho de una autopsia (A) que muestra dos pequeños nódulos parenquimatosos
en el lóbulo superior y una consolidación difusa de la mayor parte del lóbulo medio y del segmento basal anterior del lóbulo inferior. Una
imagen tomada con mayor aumento de la porción anterior de un corte del lóbulo superior de otro paciente (B) muestra engrosamiento de
los tabiques interlobulillares y del tejido intersticial perivascular. Ambos pacientes tenían un linfoma diseminado de linfocitos B grandes.
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)
384 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

FIGURA 7-35
Linfoma pulmonar secundario. Radiografía posteroanterior de tórax (A)
de una mujer de 79 años que tenía opacidades nodulares mal definidas en
ambos pulmones. En las imágenes de la TCAR (B y C) se observan nódulos
de varios tamaños, la mayoría con límites irregulares y algunos asociados a
engrosamiento de los tabiques interlobulillares adyacentes (flechas rectas).
En el nódulo del segmento superior del lóbulo inferior izquierdo es
evidente el broncograma aéreo (flecha curva). Las áreas focales de
atenuación en vidrio esmerilado, más evidentes en el lóbulo inferior
izquierdo, se deben a la infiltración intersticial por el linfoma. (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases
of Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

extensión desde los ganglios linfáticos broncopulmonares) y pue- síntomas, pero a veces se encuentra tos (en ocasiones con hemop-
de dar lugar a atelectasia y a neumonitis obstructiva. A veces se tisis), dolor torácico y disnea559, sobre todo en pacientes que tie-
aprecia un patrón reticulonodular difuso con engrosamiento de los nen enfermedad avanzada.
tabiques interlobulillares similar al de la carcinomatosis linfangí- Los recuentos y fórmulas leucocíticos se encuentran por lo
tica556. Son menos frecuentes las opacidades en vidrio esmerila- general dentro de los límites normales, aunque algunos pacientes
do y la consolidación del espacio aéreo, sobre todo en los pacien- con hiperesplenismo secundario tienen anemia hemolítica, leu-
tes que tienen recidivas de la enfermedad. copenia o trombocitopenia. En los estadios avanzados la enfer-
El derrame pleural aislado es poco frecuente557, pero en medad puede evolucionar a la leucemia. Casi todos los derrames
muchos pacientes se asocia al linfoma parenquimatoso en algún pleurales son serosos o serohemorrágicos. Cuando existe enfer-
momento de la evolución de la enfermedad552. En el primer estu- medad extratorácica conocida, el diagnóstico de la afectación
dio o durante las recidivas (en cuyo caso puede ser la única loca- pleuropulmonar puede hacerse mediante el estudio citológico del
lización) puede encontrarse un engrosamiento pleural en las esputo, de los lavados bronquiales o del líquido pleural, o por
radiografías558, formando áreas similares a placas, nódulos foca- biopsia transtorácica con aguja.
les, masas o, con menos frecuencia, un engrosamiento difuso.
Los signos y síntomas iniciales más frecuentes son fiebre, Linfoma de Hodgkin
anorexia, adelgazamiento y debilidad. La afectación de la parte
superior del aparato respiratorio, sobre todo de la nasofaringe y La afectación intratorácica en el linfoma de Hodgkin es frecuen-
de las amígdalas, o del aparato digestivo, puede simular un carci- te, sobre todo en forma de aumento de tamaño de los ganglios
noma. La afectación del hígado y del bazo provoca hepatoes- linfáticos mediastínicos e hiliares. Por ejemplo, en una serie de
plenomegalia. La infiltración de la médula espinal, de los pares 659 pacientes se encontraron adenopatías mediastínicas en 405 (61%)
craneales y de las meninges puede causar dolor, parestesias y casos y adenopatías hiliares en 193 (29%) en el momento del
parálisis. En muchos casos la afectación pulmonar no produce diagnóstico560. En ese mismo momento se identifican signos de
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 385

afectación pleuropulmonar en el 10% al 15% de los pacientes, y cente y es probable que el aumento de tamaño y la confluencia de
aparecen en algún momento de la evolución de la enfermedad en estos focos sean los responsables de la mayoría de los nódulos o
el 15% al 40%553,560,561. La afectación intratorácica suele asociarse tumores localizados que se observan a simple vista563.
a signos de linfoma de Hodgkin en otras localizaciones; por ejem-
plo, en una serie de 1470 pacientes consecutivos sólo 44 (3%) Manifestaciones radiológicas
tenían una afectación intratorácica exclusiva, que se confirmó
mediante una estadificación clínica y anatomopatológica adecua- La incidencia de las distintas alteraciones intratorácicas que se
da562. El linfoma de Hodgkin primario del pulmón (no asociado identifican en las radiografías simples de tórax se valoró en un
a signos clínicos ni radiológicos de enfermedad en los ganglios estudio de 300 pacientes consecutivos con linfoma de Hodgkin o
linfáticos ni en otros tejidos) es aún más raro, y en una revisión no hodgkiniano no tratado553. Se observó que el primero se aso-
de la bibliografía que se publicó en 1990 sólo se recogieron 60 ciaba a una mayor incidencia de enfermedad intratorácica en el
casos561. momento del diagnóstico (el 67% frente al 43%) y que se manifes-
taba sobre todo por un aumento masivo del tamaño de los ganglios
Características anatomopatológicas linfáticos del mediastino anterior. En este estudio la afectación pul-
monar fue más frecuente en el linfoma de Hodgkin (aproximada-
La inmensa mayoría de los casos de linfoma de Hodgkin con afec- mente el 12% frente al 4%) y siempre se asoció a la presencia de
tación intratorácica evidente en el estudio inicial corresponde al adenopatías hiliares, mediastínicas o de ambas localizaciones.
subtipo de esclerosis nodular560. Es probable que la afectación pul- Enfermedad mediastínica. El aumento del tamaño de los
monar ocurra con mayor frecuencia por extensión directa desde ganglios linfáticos mediastínicos se observa en la primera radio-
los ganglios linfáticos mediastínicos o hiliares afectados, por lo grafía de tórax del 60% al 75% de los pacientes (figura 7-36)560,564.
que la imagen anatomopatológica más habitual es el engrosa- La afectación de los ganglios linfáticos del mediastino anterior y
miento intersticial peribroncovascular. El infiltrado puede exten- paratraqueales es la más frecuente y se demuestra en la radiogra-
derse desde esta localización a la mucosa bronquial adyacente, fía de tórax inicial del 90% y en casi el 100% de las TC de los
causando una elevación en forma de placa o, con menos frecuen- pacientes que tienen afectación intratorácica553,564. La infiltración
cia, un tumor polipoideo endobronquial, lesiones ambas que pue- de grupos contiguos de ganglios linfáticos es frecuente565. Des-
den provocar estenosis de la vía respiratoria con atelectasia distal pués de la radiación del mediastino pueden encontrarse calcifica-
y neumonitis obstructiva. El infiltrado intersticial peribroncovas- ciones distróficas566,567. Para algunos autores no existe relación
cular puede extenderse también al parénquima pulmonar adya- entre esta complicación y el grado de radiación568, y otros la han

FIGURA 7-36
Linfoma de Hodgkin. Una imagen ampliada del mediastino en una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra una ampliación asimétrica del
mismo de contorno lobulado, compatible con un importante aumento del tamaño de los ganglios linfáticos mediastínicos anteriores. La mayor
opacidad del tejido blando en la región de la vena cava superior indica la presencia de adenopatías paratraqueales. La proyección lateral (B) confirma
las extensas adenopatías mediastínicas anteriores. El paciente era un varón de 57 años. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser
and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
386 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

asociado a dosis relativamente altas567. El intervalo entre la radia- deshilachados y mal definidos o muy bien delimitados. Como la
ción y la aparición de la calcificación varía entre 1 y 10 años. vía respiratoria no se afecta, no es infrecuente ver broncogramas
El linfoma puede extenderse desde los ganglios linfáticos al aéreos. Estas tumoraciones pueden sufrir necrosis y formar una
intersticio del mediastino e invadir otras estructuras como el esó- cavidad de paredes finas o gruesas; las cavidades son a menudo
fago, la vena cava superior y el pericardio, dando lugar a las múltiples y se encuentran en los lóbulos inferiores577. Otras
correspondientes manifestaciones radiológicas. Sin embargo, al manifestaciones más raras son un patrón miliar o reticulonodu-
contrario que el carcinoma pulmonar, rara vez se produce paráli- lar generalizado y atelectasias y neumonitis obstructivas lobares o
sis del diafragma secundaria a la infiltración del nervio frénico569. segmentarias.
La afectación de los ganglios linfáticos del mediastino anterior y Aproximadamente el 10% de los pacientes tiene un derrame
de la cadena mamaria interna puede asociarse a infiltración uni o pleural ya en el primer estudio564 y el 30% de ellos lo presenta en
bilateral del esternón o del tejido paraesternal570. algún momento, sobre todo asociado a otras manifestaciones intra-
Varios grupos de investigadores señalan que la PET con FDG torácicas de la enfermedad574. El líquido puede ser seroso, seudo-
es superior a la TC en la valoración de los pacientes que tienen quiloso o, más rara vez, serohemorrágico. La incidencia de neumo-
linfoma de Hodgkin571,572. Este método detecta una enfermedad tórax es mayor en los pacientes que tienen linfoma de Hodgkin578,
más extensa que la TC, haciendo que el estadio sea más avanzado en los que, al parecer, los factores de riesgo son la radioterapia, la
en aproximadamente el 10% al 20% de los pacientes. En un estu- afectación pulmonar, la fibrosis posradiación y la infección.
dio de 33 casos se constató una sensibilidad del 90% para la iden- Afectación de la pared torácica y del esqueleto. Aproxi-
tificación de los ganglios linfáticos torácicos afectados572 y se madamente el 15% de los pacientes muestra signos de afectación
detectaron todos los ganglios y focos de enfermedad de diámetro ósea en las radiografías579. En general esta afectación se debe a la
superior a 1 cm. Sin embargo, en aproximadamente el 5% de los extensión directa del tumor desde el mediastino o los pulmo-
casos se produjeron falsamente positivos por el aumento de la nes580 y en estos casos la destrucción de las costillas, las vértebras
captación por lesiones inflamatorias573. o el esternón produce áreas líticas focales típicas. Por el contrario,
Enfermedad pleuropulmonar. La afectación del tejido peri- la afectación vertebral que no se debe a extensión directa suele ser
broncovascular se manifiesta en las radiografías por un patrón osteoblástica pura («vértebra de marfil»).
reticulonodular y lineal grosero que se extiende hacia fuera desde Seguimiento. La disminución del tamaño de los ganglios lin-
el hilio (figura 7-37)574. También puede afectarse el tejido linfáti- fáticos después del tratamiento suele ser lenta. Esta involución
co de la bifurcación de los bronquios y de los vasos, y la partici- puede ser completa, con recuperación de una imagen normal en
pación de los tabiques interlobulillares puede dar lugar a líneas de la radiografía de tórax581, o asociarse a alteraciones residuales582
Kerley. La consolidación del parénquima pulmonar alejado del que corresponden sólo a focos de fibrosis sin tumor viable583.
mediastino es habitual (figura 7-38). Debido a su escaso contenido en agua y al consiguiente T2
En la TC del 30% de los pacientes se encuentran nódulos o corto, este tejido fibroso puede distinguirse con facilidad del
placas pleurales o subpleurales en algún momento de la evolu- tumor en la RM, en la que el patrón será heterogéneo inmediata-
ción de la enfermedad575. El tamaño de estos nódulos es muy mente después del tratamiento para progresar después a la señal
variable y los focos individuales pueden confluir para formar una de intensidad baja característica del tejido cicatricial en las imá-
gran masa homogénea y no segmentaria que a veces afecta a la genes potenciadas en T2584. La diferenciación entre el tumor resi-
totalidad de un lóbulo561,576. Este tipo de consolidación parenqui- dual y el tumor necrótico o el tejido fibroso puede hacerse
matosa no se asocia a pérdida de volumen; sus bordes pueden ser mediante una gammagrafía con galio 67585, pero esta técnica tiene

FIGURA 7-37
Linfoma de Hodgkin: patrón mixto intersticial y del
espacio aéreo. La radiografía posteroanterior de tórax
revela opacidades parcheadas bilaterales del espacio
aéreo en los dos campos pulmonares, pero más en el
derecho. Los haces broncovasculares están engrosados y
tanto en los lóbulos superiores como en los inferiores se
observan líneas septales. Los ganglios linfáticos hiliares y
mediastínicos están aumentados de tamaño. (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and
Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 387

FIGURA 7-38
Linfoma de Hodgkin: consolidación parenquimatosa. Las imágenes de TC convencional (A y B) revelan ganglios linfáticos hiliares y mediastínicos
calcificados y aumento de tamaño de los subcarínicos e hiliares izquierdos. Las ventanas pulmonares (C y D) muestran áreas de consolidación
peribronquiales y periféricas. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)

la limitación de su escasa resolución espacial y la variación ción de adenopatías hiliares en la enfermedad de Hodgkin suele
importante de la captación del galio 67 de unos pacientes a otros asociarse a síntomas y/o signos590. Los síntomas más frecuentes
y entre las distintas localizaciones anatómicas del tumor en el de la afectación pleuropulmonar son tos seca y una molestia torá-
mismo enfermo. La PET con FDG no tiene estas limitaciones y ha cica que suele describirse como de tipo pleurítico561.
sustituido a la gammagrafía con galio en la valoración inicial y en Los síntomas sistémicos (B), tales como fiebre, sudoración
el seguimiento de los pacientes con linfoma de Hodgkin en las nocturna y adelgazamiento, afectan a aproximadamente la ter-
instituciones que disponen de ella586,587. cera parte de los pacientes en el momento del diagnóstico561.
Características de la enfermedad recidivante. Las locali- Aunque la fiebre puede deberse a la enfermedad primaria, obliga
zaciones más frecuentes de las recidivas después de la radiotera- a descartar una infección sobreañadida. La afectación ósea puede
pia son el mediastino superior y el parénquima pulmonar588. En producir dolor que, como los demás síntomas, puede aparecer o
un estudio con TC de 15 pacientes los patrones de afectación pul- agravarse cuando el paciente ingiere alcohol591. En aproximada-
monar en las recidivas fueron nódulos en 12, áreas focales de con- mente el 50% de los casos existe hepatoesplenomegalia, mientras
solidación en 4 y extensión mediastínica directa hacia el parén- que la afectación neurológica es ocasional.
quima pulmonar en 3589. La localización más frecuente de los En los estadios avanzados, sobre todo cuando el paciente está
nódulos fue la bifurcación bronquial; algunos estaban conectados siendo tratado con corticoides o fármacos quimioterápicos, el
a tabiques interlobulares engrosados y mostraban cavitación. linfoma de Hodgkin puede complicarse por una infección que a
menudo afecta a los pulmones y a veces dificulta la interpretación
Manifestaciones clínicas radiológica. La incidencia de tuberculosis, que en otro tiempo era
una complicación habitual del linfoma de Hodgkin592, es en la
La mayoría de los pacientes que tienen linfoma de Hodgkin acu- actualidad menor que la de las otras enfermedades oportunistas.
de al médico a causa del aumento del tamaño de los ganglios lin- Algunos pacientes, sobre todo niños, presentan tras la esplenec-
fáticos periféricos. En casi todos los casos la alteración afecta tomía una sepsis que se debe a bacterias encapsuladas593. El her-
primero a la región cervical. La afectación mediastínica pue- pes zóster cutáneo es una complicación relativamente frecuente
de manifestarse por dolor retroesternal o por una sensación de de los estadios avanzados de la enfermedad594, pero la participa-
malestar. Al contrario de lo que ocurre en la sarcoidosis, la apari- ción pulmonar es rara.
388 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

Los análisis de sangre suelen mostrar una ligera leucocitosis calización en el estudio inicial600. La leucemia linfoblástica posee
con neutrofilia, a veces acompañada de eosinofilia y linfopenia. características anatomopatológicas e inmunitarias idénticas a las
La anemia normocrómica y normocítica, que puede encontrarse del linfoma linfoblástico, del que sólo difiere por la gran afecta-
en las primeras fases de la enfermedad, es mucho más frecuente en ción de la médula ósea y la sangre (a menudo, con sustitución
los estadios avanzados. Una elevación de la concentración sérica >25% de la médula ósea por células malignas); aproximadamen-
de fosfatasa alcalina puede deberse a las lesiones óseas osteoblás- te el 10% al 20% de los pacientes afectados tiene un tumor me-
ticas o a una enfermedad hepática, pero puede aparecer también diastínico en el estudio inicial601. Sea cual sea el tipo de tumor,
en ausencia de ambas. muchos pacientes son niños o adolescentes y a menudo varones;
La broncoscopia suele ser anormal en los pacientes que tienen los estudios inmunitarios revelan que en la mayoría de los casos
enfermedad pulmonar. En la revisión de 60 casos de enfermedad las células neoplásicas muestran características de linfocitos T.
pulmonar que se señaló antes, 17 de 35 pacientes sometidos a esta Los signos y síntomas relacionados con la afectación medias-
exploración mostraron alteraciones561, que en 2 casos correspon- tínica son frecuentes y con dificultad respiratoria (debida a la
dieron a tumoraciones intraluminales, en 5 a estenosis o compre- compresión de la vía aérea) y síndrome de vena cava superior.
sión extrínseca, en 11 a «inflamación», en 5 a distorsión de la arqui- También son frecuentes los derrames pleural y pericárdico601.
tectura normal y en 2 a secreciones o sangre. En el linfoma de Tanto las formas leucémicas como las linfomatosas son neopla-
Hodgkin establecido las biopsias bronquiales proporcionan a sias agresivas que suelen asociarse a una amplia diseminación,
menudo una cantidad de tejido suficiente para confirmar la infil- sobre todo a los ganglios linfáticos extratorácicos y al sistema ner-
tración neoplásica. vioso central; además, los pacientes que en un principio tienen un
linfoma suelen evolucionar hacia una fase leucémica. Pese a estas
Pronóstico y evolución natural características, el tratamiento actual logra la remisión en la ma-
yoría de los pacientes afectados y el porcentaje de supervivencia
Los factores pronósticos más importantes son el estadio de la enfer- sin enfermedad a los 3 años oscila en torno al 50%.
medad en el momento del diagnóstico y el subtipo histológico. En El linfoma difuso de células grandes mediastínico se caracteriza
la inmensa mayoría de los pacientes con tumores en los estadios I por su gran tamaño que, en una revisión, fue en promedio de casi
o II y esclerosis nodular es posible lograr remisiones libres de enfer- 12 cm602. La invasión de las estructuras mediastínicas contiguas, la
medad a largo plazo. En los casos de afectación pulmonar primaria pared torácica y el pulmón es habitual en el momento del diagnós-
el pronóstico parece depender de la magnitud de la afectación pul- tico. Los estudios inmunohistoquímicos revelan signos de diferen-
monar, de forma que cuando la enfermedad afecta a más de un ciación a linfocitos en la mayoría de estos tumores. La esclerosis, que
lóbulo el pronóstico tiende a ser peor561,569. Otros factores que se manifiesta por un aumento difuso de la reticulina o por bandas
parecen indicar un pronóstico peor en estos pacientes son la afec- relativamente anchas de tejido fibroso, es una característica impor-
tación pleural, los síntomas sistémicos (B) y la enfermedad cavita- tante en muchos pacientes. Éstos son sobre todo adultos jóvenes y
da561. Muchos presentan una respuesta completa a la quimiotera- algunos investigadores describen un predominio femenino602,603. La
pia, a la radioterapia o a ambas, pero las recidivas no son raras (en mayoría de los enfermos presenta síntomas referidos al tórax, en
18 de 38 casos en la revisión de la bibliografía que se citó antes)561. especial disnea y dolor, y también es muy frecuente el síndrome de
Varios investigadores han estudiado los efectos a largo plazo vena cava superior. Con un tratamiento agresivo con quimioterapia
sobre la función pulmonar de la radioterapia y la quimioterapia y radioterapia el porcentaje de remisión completa es de aproxima-
que se administran por un linfoma de Hodgkin595-597. Casi todos damente el 80% y el de supervivencia a los 3 años del 50% al 60%.
constataron un deterioro significativo de varios parámetros, Las manifestaciones radiológicas son similares en todos los
incluido el VEMS1, la CPT, la capacidad vital forzada y la capaci- tipos histológicos. Los ganglios linfáticos afectados con mayor fre-
dad de difusión. Sin embargo, las consecuencias clínicas de la cuencia son los mediastínicos anteriores y paratraqueales551,553.
alteración funcional parecen ser poco importantes en la mayoría Otras cadenas que a menudo participan en la enfermedad son, por
de los pacientes y ciertamente no contrarrestan los beneficios del orden de frecuencia, las subcarínicas, hiliares, mamarias internas,
tratamiento. Los pacientes tienen también un riesgo mayor de los ganglios pericárdicos y los del mediastino posterior551. En el
presentar otras neoplasias malignas tras la radioterapia y la qui- 40% de los casos las adenopatías afectan a un solo grupo ganglio-
mioterapia, en especial leucemia y carcinoma pulmonar389,598. Se nar553, pero cuando hay varias cadenas afectadas éstas pueden no
demostró que el riesgo de este último aumenta al hacerlo las dosis ser contiguas. En los ganglios aumentados de tamaño puede cons-
de radiación y que existe una fuerte asociación (multiplicativa) tatarse una atenuación homogénea de tejido blando (figura 7-39) o,
con el tabaquismo. con menos frecuencia, una zona central de disminución de la ate-
nuación y un borde resaltado. Los ganglios pueden rodear a vasos
Linfoma mediastínico no hodgkiniano importantes y producir obstrucción de la vena cava superior. La
radiación, la quimioterapia o ambas pueden provocar una rápida
Como sucede con la enfermedad pulmonar, el linfoma que afec- resolución de la enfermedad. Tras el tratamiento, sobre todo con
ta al mediastino puede formar parte de un proceso generalizado radioterapia, son frecuentes las calcificaciones distróficas, especial-
o afectar de manera exclusiva o predominante a esta localización, mente en los ganglios linfáticos del mediastino anterior566.
en cuyo caso se conoce a veces con el nombre de linfoma medias- La TC es muy útil para establecer el estadio551. El aumento de
tínico primario. Aunque en el mediastino puede encontrarse la tamaño de los ganglios linfáticos se observa con mayor frecuencia
práctica totalidad de los tipos histológicos de linfomas, los tres en la TC que en las radiografías, y aquélla es útil sobre todo para la
más frecuentes son el linfoma de Hodgkin (véase página 384), el detección de las adenopatías subcarínicas y pericárdicas. La afecta-
linfoma linfoblástico y el linfoma difuso de células grandes. ción del parénquima pulmonar es también evidente en las imáge-
El linfoma linfoblástico representa aproximadamente el 60% nes de TC de algunos pacientes en los que las radiografías no mues-
de los casos de linfoma no hodgkiniano aparentemente primario tran alteraciones. Las imágenes parenquimatosas más frecuentes
del mediastino599 y aproximadamente el 50% al 80% de los pacien- son nódulos, masas y áreas focales de consolidación del espacio
tes con esta neoplasia presenta ya masas importantes de esta lo- aéreo, siendo más rara la infiltración directa del parénquima a par-
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 389

FIGURA 7-39
Linfoma B mediastínico. Radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) que muestran una gran tumoración lobulada en el mediastino anterior.
Obsérvese la ausencia de adenopatías hiliares; las arterias interlobares se ven claramente a través de las masas de tejido blando (signo de recubrimiento
del hilio). Las imágenes de TC helicoidal con contraste (C y D) muestran un aumento difuso del tamaño de los ganglios linfáticos mediastínicos anteriores
y paratraqueales, con obliteración de los planos grasos que están entre ellos. Pese al gran tamaño de las adenopatías no hay signos de compresión de las
estructuras vasculares. La paciente era una mujer de 31 años. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of
Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

tir de los ganglios linfáticos mediastínicos adyacentes (figura 7-40). tumor residual tras el tratamiento ya que el linfoma capta el
Otras posibles alteraciones son el derrame pleural, las masas pleura- radioisótopo, mientras que el tejido necrótico y fibroso no lo
les focales de tejido blando y la afectación de la pared torácica. hace605. Al igual que en el linfoma de Hodgkin, la PET con FDG
La RM muestra las mismas características anatómicas que la es superior a la TC y a la gammagrafía con galio, tanto para la
TC. El linfoma suele ofrecer un aspecto homogéneo, con una valoración inicial como para el seguimiento606. Casi todos los
señal de intensidad algo mayor que la del músculo en las imáge- estudios en los que se ha valorado este método se han efectuado
nes potenciadas en T1 y T2604. Aunque esta técnica proporciona con pacientes que tenían un linfoma de linfocitos B grandes o un
un mayor contraste del tejido blando que la TC, rara vez se utili- linfoma de Hodgkin, por lo que la información disponible sobre
za en la valoración inicial. Sin embargo, puede ser útil en los su utilidad en otros tipos histológicos es escasa. En una revisión
pacientes alérgicos al contraste intravenoso y en los que tienen un retrospectiva de 172 pacientes que tenían varios tipos de linfoma,
síndrome de vena cava superior, así como en la valoración de la la PET con FDG detectó con exactitud la enfermedad en los
infiltración del pericardio y de la pared del tórax. pacientes que tenían linfomas de linfocitos B grandes, de células
La gammagrafía con galio 67 no produce unos resultados tan del manto, foliculares y de Hodgkin667, mientras que fue menos
buenos como la TC en la valoración inicial. Sin embargo, este fiable para la detección del linfoma MALT, observación que han
método ha sido importante en el estudio de los pacientes con confirmado otros investigadores608.
390 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

FIGURA 7-40
Linfoma B mediastínico: invasión pulmonar y de la pared torácica. TC (A) de un varón de 51 años con aumento no homogéneo del tamaño de los
ganglios linfáticos del mediastino anterior con extensión directa a la pared torácica (flecha). Se observa un pequeño derrame pleural izquierdo. Las
ventanas pulmonares (B) muestran engrosamiento de los tabiques interlobulillares (flechas curvas) adyacentes a los ganglios linfáticos de gran tamaño, lo
que indica extensión directa del linfoma a los pulmones. El área focal de consolidación en el pulmón derecho (flecha abierta) parece corresponder a un
linfoma secundario. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

La principal limitación de la PET es que no permite una defi- y hepatoesplenomegalia613. También son habituales las alteracio-
nición precisa de la localización anatómica de la enfermedad. nes analíticas, de las que las más frecuentes son la anemia, la
Además, la captación normal del encéfalo, el miocardio y el sis- hipercalcemia, la proteinuria (de tipo de Bence Jones en muchos
tema colector renal puede ocultar la presencia del linfoma en casos) y la gammapatía monoclonal. El diagnóstico definitivo se
dichas localizaciones606. Se considera, por tanto, que la PET y la hace casi siempre por la biopsia de la médula ósea. La afectación
TC son técnicas de imagen complementarias para la valoración pleuropulmonar puede detectarse mediante un estudio citológi-
de los pacientes que tienen un linfoma. co del líquido o de las células obtenidas por LBA o con biopsia
endoscópica614,615.
Neoplasias de células plasmáticas
Plasmocitoma
Mieloma múltiple
El plasmocitoma puede definirse como una proliferación bien
El mieloma múltiple se caracteriza por la proliferación de células delimitada de células plasmáticas neoplásicas en ausencia de
plasmáticas con grados variables de atipia. La afectación torácica enfermedad generalizada de las mismas. Se excluye así la situa-
es frecuente y en una revisión de 958 pacientes se encontraron ción, mucho más frecuente, en la que un tumor de células plas-
signos de enfermedad esquelética o pleuropulmonar en algún máticas localizado es en realidad una manifestación de un mieloma
momento de la evolución en 443 (46%)609 y en el 25% había ya múltiple. Estos tumores pueden aparecer como lesiones osteolíti-
alteraciones radiográficas en el momento del diagnóstico. cas expansivas del hueso o como masas viscerales o del tejido
La imagen radiográfica habitual son una o varias lesiones blando, recibiendo entonces el nombre de plasmocitoma extrame-
osteolíticas bien definidas, osteoporosis difusa y/o fracturas. Una dular. En este último caso casi todos afectan a las vías respira-
costilla afectada puede mostrar una expansión focal. La extensión torias altas, sobre todo la faringe; aproximadamente el 5% aparece
y proliferación de las células tumorales fuera de las costillas hacia en los pulmones o en la tráquea616.
la pared torácica adyacente produce una imagen radiológica que Los plasmocitomas del parénquima pulmonar se manifiestan
es una tumoración homogénea de tejido blando que sobresale del en las radiografías por un nódulo o una masa algo lobulada indis-
tórax y comprime el pulmón610. De hecho, la asociación de una tinguible de un carcinoma pulmonar617. Las lesiones de gran
lesión osteolítica de una costilla con un tumor de tejido blando tamaño pueden provocar obstrucción inspiratoria o espiratoria,
que protruye hacia el interior del tórax debe hacer sospechar este según estén localizadas en el cuello o en el tórax. Los tumores
diagnóstico. La infiltración de la pleura o del parénquima pul- endobronquiales pueden dar lugar a atelectasia o a neumonitis
monar es muy rara611, pero a veces se observa engrosamiento y obstructiva618. En ocasiones se identifica osificación619.
nodulaciones pleurales que acompañan a un derrame612. Los síntomas clínicos dependen de la localización de la lesión.
Como puede deducirse de lo expuesto, los signos y síntomas Los tumores parenquimatosos y endobronquiales pueden no
torácicos son variables. La afectación de las costillas puede pro- producir síntomas o dar lugar a hemoptisis, tos, disnea o dolor
vocar dolor a la palpación local y con la respiración. La afectación torácico. La afectación traqueal se manifiesta por disnea o sibi-
del parénquima pulmonar, los bronquios y la tráquea puede lancias. En muy pocos casos se constatan elevaciones de las con-
manifestarse por tos, dolor torácico o disnea. Los signos y sínto- centraciones de inmunoglobulinas en la orina, pero a veces, sobre
mas de enfermedad extratorácica son frecuentes y son dolor óseo todo en los tumores de gran tamaño, puede detectarse la proteí-
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 391

na M620. Algunos pacientes presentan otros tumores de células ciones se deben a neumonías infecciosas, hemorragias, lesio-
plasmáticas o un mieloma múltiple franco, pero en caso contra- nes pulmonares inducidas por los fármacos o insuficiencia car-
rio la supervivencia puede ser prolongada616. díaca624,625.

Leucemia Leucemia mielógena aguda y crónica


Los estudios autópsicos demuestran que la afectación torácica Características anatomopatológicas. La infiltración pleuro-
es frecuente en todos los tipos de leucemia. La lesión más fre- pulmonar por células mieloides malignas puede asociarse a diver-
cuente es la afectación de los ganglios linfáticos hiliares y sas alteraciones anatomopatológicas, de las que la más frecuente es
mediastínicos, sobre todo en las leucemias linfoblásticas agudas quizá el engrosamiento del tejido intersticial peribronquial, pleu-
y linfocíticas crónicas. La infiltración pleuropulmonar se con- ral o, con menor frecuencia, alveolar (figura 7-41). Aunque por lo
firma en el 20% al 40% de los casos en los que se realiza autop- general es un hallazgo microscópico sin significación clínica, esta
sia621,622. No obstante, la probabilidad de encontrar alteraciones infiltración puede ser a veces tan marcada que produzca una afec-
clínicas y radiográficas asociadas a la infiltración pleuropul- tación significativa, como un derrame o una alteración funcional
monar por una leucemia es baja623 y, por lo general, las altera- restrictiva. La infiltración pulmonar puede adoptar también la

A B

FIGURA 7-41
Leucemia mieloblástica aguda: alteraciones histológicas. La mucosa y el tejido intersticial
peribronquial de un bronquio subsegmentario (A) muestran infiltración difusa por mieloblastos. Las
ramas de la arteria bronquial están taponadas por células similares (flecha). La micrografía de otro
paciente (B) muestra un engrosamiento ligero o moderado de los tabiques alveolares debido a la
presencia de numerosos blastos intravasculares (mayor aumento en C). (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
C Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
392 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

forma de un tumor localizado de células mieloides (sarcoma gra- tamaño de los ganglios linfáticos hiliares y mediastínicos (figu-
nulocítico), que suele localizarse en el parénquima periférico o, en ra 7-42)631. La TC puede mostrar una tumoración mediastínica
ocasiones, en la pared de la vía respiratoria626. Estos nódulos se focal o una infiltración de la grasa. Otras alteraciones son el
identifican a veces cuando la leucemia aún no se ha diagnostica- aumento de tamaño del corazón a consecuencia de una tumora-
do, pero pueden verse también durante una leucemia con clara ción pericárdica focal o de un derrame pericárdico, derrames
expresión clínica o como manifestación de una recidiva627. pleurales, tumores pleurales y opacidades pulmonares.
La leucostasia pulmonar es una alteración peculiar que se La enfermedad pulmonar que se asocia a la infiltración por
caracteriza por la presencia de numerosas células leucémicas en el las células leucémicas suele manifestarse por un patrón reticu-
interior de vasos pulmonares pequeños, a menudo sin infiltración lar o lineal bilateral difuso similar al del edema intersticial o al
del tejido (véase figura 7-41)628. Puede aparecer durante la evolu- de la carcinomatosis linfangítica. Otras manifestaciones radio-
ción de una leucemia o, lo que es menos frecuente, como su mani- lógicas menos frecuentes son la consolidación del espacio aéreo
festación inicial; en algunos casos parece relacionarse con el inicio y los nódulos632-634. Las imágenes más frecuentes en la TCAR
de la quimioterapia629. Esta complicación suele encontrarse en son engrosamiento de los tabiques interlobulillares y de los
pacientes que tienen una leucemia mielógena aguda o crónica haces broncovasculares (figura 7-43)635. Menos frecuentes son
en crisis blástica. El recuento leucocítico total varía desde 100.000 las áreas focales de atenuación en vidrio esmerilado o de conso-
a 500.000 células/mm3, con predominio de las formas inmaduras. lidación.
La patogenia de la leucostasia no se conoce por completo. Manifestaciones clínicas. La leucemia mielógena aguda afec-
Aunque puede haber un aumento de la viscosidad sanguínea no ta sobre todo a pacientes de 10 a 40 años. En general, el cuadro se
siempre ocurre así, por lo que se ha propuesto que la estasis se instaura de manera brusca con síntomas y signos importantes
debería a la obstrucción mecánica producida por las propias célu- relacionados con hemorragias o infecciones. El bazo y el hígado
las blásticas, que son poco deformables628,630. El desarrollo de leu- son a menudo grandes y hemorrágicos; las infecciones orales y las
costasia en algunos pacientes poco después de la inducción de la hemorragias retinianas también son frecuentes. Casi todos los
quimioterapia ha llevado a pensar en la importancia que tiene pacientes tienen fiebre y palidez, debida a la anemia. Como ya se
este tratamiento en su patogenia, quizá porque la lesión de las ha dicho anteriormente, los síntomas pulmonares, tales como tos,
células leucémicas haga que se aglutinen con mayor facilidad o expectoración, disnea y hemoptisis, suelen deberse a la infección,
que liberen sustancias tromboplásticas que, a su vez, pueden sobre todo por bacterias oportunistas y Aspergillus, más que a
inducir la coagulación local629. la propia infiltración leucémica. Sin embargo, una infiltración
Manifestaciones radiológicas. La manifestación radiológica intersticial o una leucostasia amplia pueden provocar disnea y, en
intratorácica más frecuente de la leucemia es el aumento del raras ocasiones, insuficiencia respiratoria636.

FIGURA 7-42
Leucemia linfocítica crónica:
aumento del tamaño de los
ganglios linfáticos hiliares. Esta
radiografía posteroanterior de tórax
muestra un notable aumento del
tamaño de los ganglios linfáticos de los
dos hilios y (probablemente) también,
aunque más leve, de las cadenas
paratraqueales de ambos lados. No hay
signos de afectación pulmonar o pleural
importante (las ligeras alteraciones
parenquimatosas del lóbulo inferior
izquierdo corresponden a una
bronconeumonía en fase de
resolución). El paciente era un varón
de 65 años. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD:
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases
of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 393

cios aéreos alveolares es poco frecuente, pero pueden encontrar-


se tumores localizados de células neoplásicas similares a un sar-
coma granulocítico643.
El signo radiográfico más frecuente es, de nuevo, el aumento
del tamaño de los ganglios linfáticos hiliares y mediastínicos.
Otras manifestaciones menos frecuentes son los infiltrados
intersticiales y del espacio aéreo que, aunque pueden se difusos,
tienden a afectar sobre todo a las regiones perihiliares634. Como
ya se ha dicho anteriormente, a menudo el signo radiográfico ini-
cial de una leucemia linfoblástica aguda/linfoma es un tumor
situado en el mediastino anterior, asociado a veces a derrame
pleural644,645.
La leucemia linfocítica crónica suele aparecer de forma insi-
diosa y se manifiesta por crecimiento indoloro de los ganglios lin-
fáticos o por hepatoesplenomegalia. Las manifestaciones clínicas
de la afectación pulmonar son raras; algunos pacientes presentan
cuadros de bronquitis o de bronquiolitis crónica642,646 y se ha des-
crito también disminución de la CV, del VEMS1 y de la DLCO,
quizá relacionada con la infiltración leucémica646. Las manifesta-
ciones clínicas de otros trastornos linfoproliferativos son más agu-
das y graves que las de la leucemia linfocítica crónica640. Como
sería de esperar, la incidencia de infección pulmonar en algún
momento de la evolución de la enfermedad es alta en todas las
FIGURA 7-43 formas de leucemia640.
Leucemia mielógena crónica. Esta imagen de TCAR centrada en el La afectación pleuropulmonar por la leucemia linfocítica cróni-
lóbulo superior derecho revela engrosamiento de los haces ca puede confirmarse mediante la detección de linfocitos anorma-
broncovasculares (flecha curva) y de los tabiques interlobulillares (flechas les en el LBA, en el líquido pleural o en las muestras de biopsia639.
abiertas). También se observan nódulos peribronquiales (flecha recta),
atenuación en vidrio esmerilado y zonas de consolidación periférica.
(Tomado de Heyneman LE, Johkoh T, Ward S, et al.: Pulmonary leukemic
infiltrates: High-resolution CT findings in 10 patients. AJR Am J Roentgenol NEOPLASIAS MESENQUIMATOSAS
174:517-521, 2000.)
Las neoplasias pulmonares derivadas de los tejidos mesenquima-
tosos son poco frecuentes y representan menos del 1% de todos
los tumores de esta localización. Con excepción del sarcoma de
La leucemia mielógena crónica es más frecuente en pacientes Kaposi de los pacientes que tienen sida, los sarcomas primarios
de 30 a 60 años y se caracteriza por una instauración progresiva apenas constituyen el 0,01% al 0,02% de todos los tumores pulmo-
con astenia, adelgazamiento y anorexia. Aproximadamente el nares647. Cuando se plantea un diagnóstico de sarcoma pulmonar
50% de los enfermos muestra adenopatías y hepatoesplenomega- primario hay que recordar que el carcinoma de pulmón adopta a
lia. Los signos y síntomas pulmonares son aún menos frecuentes veces un aspecto sarcomatoso (véase página 344) y antes de con-
que en la leucemia mielógena aguda, salvo cuando se produce la siderar como definitivo un diagnóstico de neoplasia de tejidos
crisis blástica. blandos ha de hacerse un muestreo completo y un estudio inmu-
El diagnóstico de leucemia depende de la demostración de nohistoquímico del tumor. Además, otros tumores epiteliales
células neoplásicas en la sangre periférica o en la médula ósea. El (sobre todo el carcinoma renal y el melanoma) pueden tener
recuento leucocítico total es alto en la mayoría de los casos, pero también aspecto sarcomatoso y tanto sus metástasis como las de
puede ser normal o incluso bajo, con pocas células inmaduras en los sarcomas extrapulmonares son más frecuentes que los sarco-
la sangre periférica. El estudio citológico o inmunocitoquímico mas pulmonares primarios, por lo que han de descartarse antes
de las secreciones pulmonares pone de manifiesto las células leu- de aceptar este diagnóstico.
cémicas637,638, mostrando la causa de las alteraciones pleuropul-
monares. Neoplasias musculares
Trastornos linfoproliferativos con leucemia Leiomioma y leiomiosarcoma
La afectación pulmonar en la enfermedad linfoproliferativa leu- Las neoplasias del músculo liso se encuentran entre los tumores
cémica es quizá más frecuente en los casos de leucemia linfocíti- primarios de los tejidos blandos del pulmón más frecuentes648.
ca crónica639, pero también aparece en un número significativo Como el músculo liso se encuentra en condiciones normales en
de pacientes que tienen leucemia de linfocitos T del adulto o tri- todas las vías respiratorias de conducción y transición y en los
coleucemia640,641. Como sucede en las enfermedades linfoprolife- vasos pulmonares, los tumores derivados de este tejido pueden
rativas, la manifestación anatomopatológica más frecuente es la afectar a cualquier lugar de este órgano y pueden estudiarse bajo
infiltración intersticial, sobre todo del tejido conjuntivo peribron- los epígrafes de tumores parenquimatosos, traqueobronquiales y
covascular e interlobulillar. La invasión de las paredes bronquio- vasculares.
lares con conservación relativa del resto del parénquima pulmo- Leiomioma y leiomiosarcoma parenquimatosos. La locali-
nar es muy notable en algunos casos642. La extensión importante zación más frecuente del leiomiosarcoma pulmonar es el propio
desde cualquiera de estas localizaciones intersticiales a los espa- parénquima649; los leiomiomas se distribuyen por igual entre las
394 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

localizaciones parenquimatosas y endobronquiales. Ambos tipos tumor visible las manifestaciones clínicas y radiológicas indican
son más frecuentes en adultos650. Las formas malignas son algo una embolia pulmonar primaria, con o sin infarto659.
más frecuentes en los varones y las benignas en las mujeres. Des- La alteración más frecuente en la TC es una tumoración intra-
de el punto de vista anatomopatológico los tumores parenquima- luminal de tejido blando que a veces se asocia a la expansión de la
tosos son nódulos bien definidos y lobulados que se localizan en arteria660. Aunque el tumor puede ser indistinguible de un émbo-
la periferia del pulmón651. Las formas malignas presentan a menu- lo, las características indicativas de sarcoma son la extensión del
do necrosis y hemorragia. El estudio histológico demuestra que la tumor al mediastino o al pulmón, los nódulos pulmonares perifé-
mayor parte del tejido tumoral corresponde a haces entremezcla- ricos y la ramificación de las densidades de tejido blando (que
dos de células fusiformes con grados diversos de atipia nuclear. corresponden al crecimiento intraluminal de la neoplasia)661. Las
En las radiografías estos tumores aparecen muy bien defini- imágenes de RM son similares a las de TC (véase figura 7-44). La
dos, con contornos lisos o lobulados y densidad homogénea; a señal característica no permite distinguir entre un sarcoma y un
veces puede encontrarse cavitación. También puede haber calcifi- émbolo en las imágenes de eco-espín convencionales sin contras-
caciones, que probablemente afecten a las zonas de lesión isqué- te661, pero la administración intravenosa de gadolinio-ácido die-
mica del tejido. Más del 90% se descubre de manera casual en una tilentriamino pentaacético (Gd-DTPA) puede indicar una poten-
radiografía de tórax que se efectúa a un paciente asintomático. El ciación del sarcoma y facilitar su diagnóstico diferencial662.
leiomiosarcoma tiene mayor probabilidad de asociarse a sínto- Las manifestaciones clínicas tempranas son dolor torácico y
mas, como tos, dolor torácico o hemoptisis. disnea; en la tercera parte de los pacientes hay también tos,
Como sucede en los tumores musculares lisos de otras partes hemoptisis, fiebre y palpitaciones. En etapas posteriores se
del cuerpo, la distinción anatomopatológica entre tumores benig- encuentra sobre todo el cuadro de insuficiencia cardíaca derecha.
nos y malignos puede ser difícil y la característica que parece pre- En aproximadamente el 50% de los casos se ausculta un soplo
decir mejor el comportamiento de la neoplasia es su actividad cardíaco y no es infrecuente un cuadro clínico que puede simular
mitótica651,652. Siempre ha de considerarse la posibilidad de que una tromboembolia aguda o crónica663. Como sería de esperar, el
una neoplasia muscular lisa parenquimatosa corresponda a una pronóstico es malo, con una mediana de supervivencia en los
metástasis653, sobre todo en los pacientes que tienen tumores pacientes no operados de sólo 1,5 meses664. La muerte suele
múltiples y en las mujeres que tienen leiomiomas uterinos o deberse a las complicaciones pulmonares, pues las metástasis sis-
antecedentes de histerectomía (véase página 410). témicas son raras665.
Leiomioma y leiomiosarcoma traqueobronquiales. Las locali-
zaciones típicas de estos infrecuentes tumores son la tráquea o un Neoplasias del tejido vascular
bronquio principal o lobar y su aspecto macroscópico es el de una
masa pediculada que ocupa de manera más o menos completa la Hemangiopericitoma
luz de la vía respiratoria648,651. La imagen radiológica es una ate-
lectasia y neumonitis obstructiva. Pueden encontrarse defectos El hemangiopericitoma es un tumor mesenquimatoso que pare-
evidentes en la columna aérea de la tráquea y los bronquios, inclu- ce originarse en los pericitos vasculares. Aunque algunos casos
so aunque la lesión no sea obstructiva. La TC y a veces la tomo- pulmonares tienen características anatomopatológicas compati-
grafía convencional pueden aportar información útil. Como sería bles con este diagnóstico666 y hasta 1993 se habían descrito apro-
de esperar, la mayoría de los pacientes tiene tos, hemoptisis o dis- ximadamente 100 ejemplos667, no se ha demostrado de manera
nea. Siempre que sea posible la extirpación quirúrgica del tumor concluyente que todos ellos correspondan en realidad a este tipo
el pronóstico será excelente, incluso en los malignos651. de tumor, lo que hace difícil establecer su verdadera incidencia.
Leiomiosarcoma vascular. Las descripciones de los sarcomas Casi todos los casos publicados han afectado a pacientes de 40 a
que se originan en la arteria pulmonar suelen incluir, además de 60 años de edad, con una distribución similar en ambos sexos666.
el leiomiosarcoma, otros subtipos histológicos654. Sin embargo, Aparecen como nódulos o tumores únicos y en general bien defi-
como la mayoría de los que se clasifican con seguridad muestran nidos que no se relacionan con la vía respiratoria ni con los vasos
diferenciación a músculo liso655,656 y como las características clí- principales666. No es raro que alcancen un gran tamaño. El estu-
nicas y radiológicas de todas estas formas son más o menos igua- dio microscópico demuestra que están formados por numerosos
les, esta exposición incluye todas las variedades. La inmensa espacios vasculares de tamaño y forma variables, separados por
mayoría de los tumores parece originarse en la válvula pulmonar grupos de células ovales o fusiformes.
o en las arterias pulmonares de gran tamaño. Son poco frecuen- La imagen radiográfica es un nódulo o una masa que puede
tes y hasta 1997 sólo se habían publicado 140 casos655,657. La fre- ser redondo o lobulado667. Las calcificaciones son poco frecuen-
cuencia es similar en ambos sexos y la edad media en el momen- tes666. A veces se aprecia un aspecto heterogéneo en la TC, con
to del diagnóstico es de aproximadamente 50 años657. áreas centrales de baja atenuación y un reborde periférico realza-
Los tumores tienden a propagarse por el interior de la luz do tras la administración intravenosa de contraste667.
vascular y, aunque muchos permanecen confinados a ella (véase Aproximadamente el 50% de los pacientes está asintomático
figura en color 7-13), otros se extienden también por la pared del cuando se descubre el tumor y otros tienen tos, hemoptisis o
vaso e infiltran los bronquios, los ganglios linfáticos o el parén- dolor torácico. Aunque algunas neoplasias tienen un comporta-
quima pulmonar adyacentes. El tumor suele ocluir la arteria afec- miento benigno, muchas muestran infiltración local en el
tada, con o sin trombosis asociada, y los infartos pulmonares son momento del diagnóstico o recidivan tras la extirpación quirúr-
frecuentes. También son habituales las metástasis macroscópicas gica; por último, otras metastatizan y provocan la muerte668.
o microscópicas en los pulmones.
Las imágenes radiográficas más frecuentes son el aumento de Sarcoma de Kaposi
tamaño de la arteria pulmonar en el hilio (figura 7-44), los nódu-
los pulmonares únicos o múltiples y la dilatación de la silueta car- Se cree que el sarcoma de Kaposi deriva del mesénquima primi-
diopericárdica657. Otras manifestaciones menos frecuentes son tivo en el que se origina el tejido vascular o de las células endote-
áreas focales de consolidación y oligohemia657,658. En ausencia de liales o de los pericitos de los vasos de pequeño calibre. Adopta
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 395

FIGURA 7-44
Leiomiosarcoma de la arteria pulmonar. Proyección radiográfica posteroanterior (A) del tórax de un varón de 38 años que tenía disnea. Puede verse un
hilio derecho prominente y elevación del hemidiafragma derecho. Una gammagrafía de ventilación-perfusión que se efectuó en ese momento reveló ausencia
de perfusión en el lóbulo derecho. Se interpretó que estos datos se debían a una gran embolia. Una radiografía PA que se realizó un año después (B)
demostró aumento de tamaño del hilio derecho y una gran tumoración en el lóbulo medio. El estudio con RM (C) puso de manifiesto un tumor de las
arterias pulmonares principal e interlobar derechas (flechas) con crecimiento hacia el parénquima pulmonar adyacente. En la imagen de RM a la altura de la
aurícula izquierda (D) se constata un amplio crecimiento tumoral en los lóbulos medio e inferior derechos. El estudio de RM se hizo con una técnica de
espín-eco, sincronización cardíaca, cortes de 5 mm, TR de 2.250 y TE de 20. Se practicó una neumonectomía con resección completa del tumor del interior
de la arteria pulmonar. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)

dos formas clínicopatológicas: 1) una neoplasia agresiva que afec- Las manifestaciones radiográficas más frecuentes son el
ta a las superficies mucosas, las vísceras y los ganglios linfáticos de engrosamiento de los haces broncoarteriales y opacificaciones
niños y adultos jóvenes, sobre todo africanos y pacientes con sida, nodulares pequeñas y mal delimitadas o un patrón reticular o
y 2) un tumor de evolución lenta y limitado sobre todo a la piel reticulonodular difuso669,670. Con menos frecuencia se constatan
de pacientes no africanos de edad avanzada. En cualquiera de áreas de consolidación focal unilaterales o bilaterales. Estas últi-
ambos casos puede haber afectación pulmonar, aunque es mucho mas pueden corresponder a hemorragias pulmonares y aparecer
más frecuente en la primera. Como se estudiará más adelante de manera brusca en una zona de pulmón que era normal o
(véase página 435), existe una estrecha asociación entre este alrededor de un nódulo tumoral670. En el 10% al 20% de los
tumor y el herpesvirus humano 8. pacientes se encuentran adenopatías hiliares y en el 35% derra-
Los tumores pulmonares suelen ser múltiples y afectan sobre me pleural669,671.
todo al tejido conjuntivo intersticial subpleural o peribronco- En la TC las manifestaciones características son engrosamien-
vascular (figura 7-45). La expansión y la confluencia de varios to de la pared bronquial y múltiples lesiones o nódulos irregulares
focos tumorales causan una afectación parenquimatosa nodular. bilaterales de límites mal definidos y de distribución preferente-
El estudio histológico demuestra que los tumores están formados mente peribroncovascular672. Otras alteraciones parenquimato-
por células fusiformes atípicas, entre las que hay numerosos espa- sas son el engrosamiento de los tabiques interlobulillares, las
cios vasculares similares a hendiduras que contienen eritrocitos y masas y las áreas focales de consolidación. Se han descrito asi-
macrófagos cargados de hemosiderina. mismo derrames pleurales y adenopatías hiliares o mediastínicas
396 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

FIGURA 7-45
Sarcoma de Kaposi. Imagen aumentada de la
porción basal de un corte del lóbulo inferior
correspondiente a un tumor con hemorragias
parcheadas que en algunas zonas está
íntimamente asociado a un vaso (flechas). (Tomado
de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD:
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

FIGURA 7-46
Sarcoma de Kaposi no relacionado con el sida. TC de
un varón de 83 años con nódulos bilaterales mal definidos
(flechas) que guardan una íntima relación con vasos.
Alrededor de los nódulos hay áreas focales de atenuación en
vidrio esmerilado. Una biopsia pulmonar abierta demostró
que las alteraciones se debían a un sarcoma de Kaposi
rodeado de zonas de hemorragia. El paciente era
seronegativo para el VIH. (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of
the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

en el 10% al 50% de los casos673,674. Las manifestaciones tanto responden al tratamiento es malo, con una mediana de supervi-
radiográficas como de TC son similares en los pacientes con o sin vencia que varía entre 2 y 10 meses.
sida (figura 7-46)675.
La afectación pulmonar se asocia casi siempre a la presencia de Hemangioendotelioma epitelioide
lesiones mucocutáneas de sarcoma de Kaposi. Casi todos los
pacientes refieren disnea, tos o ambas676 y a veces se encuentran Se creía que esta rara neoplasia pulmonar, en general multifocal, era
estrías de sangre en el esputo, fiebre y dolor torácico. La identifi- de origen epitelial y que correspondía a una forma poco habitual de
cación del ADN del herpesvirus en el líquido del LBA mediante la neoplasia bronquioloalveolar caracterizada por una amplia propa-
reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es un método a la vez gación intravascular (de ahí la rebuscada designación de tumor
sensible y específico, al menos en los pacientes que tienen sida677. bronquioloalveolar intravascular [TBAIV]). Sin embargo, estudios
En algunos casos sometidos a tratamiento antirretrovírico posteriores con microscopia electrónica e inmunohistoquímica
intensivo el tumor regresa678 y la supervivencia ha mejorado de revelan su diferenciación endotelial, por lo que en la actualidad la
manera espectacular en comparación con la que se registraba mayoría de los autores acepta la denominación de hemangioendote-
antes de la introducción del tratamiento antirretrovírico de lioma epitelioide680, 681. Aproximadamente el 80% de los casos afecta
gran actividad (TARGA)679. Sin embargo, el pronóstico de los a mujeres680, muchas de ellas menores de 40 años, asociación para
pacientes que tienen sarcoma de Kaposi no tratados o que no la que se ha propuesto un efecto hormonal682.
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 397

Se ignoran las causas de la multifocalidad de la neoplasia. La ma se descubre en una radiografía de cribado o que se realiza como
ausencia típica de un tumor pulmonar dominante y de un tumor parte de un estudio o del seguimiento de un tumor gástrico ya diag-
primario extrapulmonar, tanto en el estudio inicial como a lo lar- nosticado, y en estos casos puede interpretarse erróneamente como
go de la evolución, y la similitud de tamaño entre los distintos metástasis. Aunque por lo general los períodos de seguimiento no
nódulos pulmonares indica que el tumor se origina en múltiples han sido largos, parece que el pronóstico de este cuadro es mejor de
lugares dentro del pulmón al mismo tiempo. Sin embargo, algu- lo que podría esperarse, dada la multiplicidad de neoplasias693.
nos autores han encontrado pruebas de un origen extrapulmo-
nar683, de lo que se deduce que los nódulos pulmonares son Hamartoma
metástasis, al menos en algunos casos.
La manifestación anatomopatológica habitual son múltiples Un hamartoma es una malformación de carácter tumoral forma-
nódulos parenquimatosos bien definidos, con diámetros que da por tejidos que se encuentran en condiciones normales en el
oscilan entre 0,3 y 3 cm680. El estudio con microscopio óptico órgano en que se desarrolla y que está formada por elementos
revela una zona hipocelular y esclerótica central rodeada por una hísticos maduros pero desorganizados. En el pulmón el término
periferia más celular y algo nodular. Esta última está formada por se ha usado de manera tradicional para referirse a un tumor
grupos poco densos de células ovaladas o fusiformes con luces parenquimatoso de contornos algo lobulados y constituido sobre
intracelulares pequeñas que probablemente representen la dife- todo por cartílago y tejido adiposo; tumores similares aparecen
renciación vascular. con una frecuencia aún menor en el interior de los bronquios.
Las manifestaciones radiográficas son similares a las de las Pese a la gran difusión del término «hamartoma» para definir a
metástasis o los infartos y son múltiples nódulos bien o mal estas lesiones, hoy se prefiere considerarlas neoplasias benignas,
definidos que tienen diámetros de hasta 2 cm680. Aunque en probablemente derivadas de una célula mesenquimatosa de la
ocasiones estos nódulos presentan un crecimiento muy escaso o pared bronquial688, 694, 695. Los resultados de varios estudios clíni-
nulo en las radiografías seriadas684, también pueden aumentar cos, radiológicos y anatomopatológicos respaldan esta hipótesis.
lentamente de tamaño hasta provocar insuficiencia respirato-
ria685. En general no se identifican adenopatías hiliares ni 1. Los tumores parecen formarse en la edad adulta; su inci-
mediastínicas y el derrame pleural es raro. Con TC pueden ver- dencia máxima corresponde al sexto decenio de la vida y
se calcificaciones686. son raros en personas menores de 30 años696.
La mayoría de los pacientes está asintomática y las lesiones se 2. Se han identificado en radiografías de adultos que tenían
descubren de manera casual en una radiografía de cribado. En radiografías previas normales697; además, a veces las radio-
otros casos los pacientes refieren tos, dolor torácico, disnea, mal grafías seriadas demuestran su crecimiento a lo largo del
estado general y adelgazamiento. Se debe considerar que estos tiempo698.
tumores son sarcomas de bajo grado y, aunque pueden causar 3. En la periferia de los lóbulos cartilaginosos suelen encon-
metástasis, suelen crecer de forma lenta y con supervivencias pro- trarse focos de células mesenquimatosas (similares a fibro-
longadas, incluso aunque la afectación pulmonar o sistémica sea blastos) (figura 7-47) y la transición entre ambos tejidos es
extensa680. Sin embargo, aproximadamente el 40% de los pacien- a menudo evidente694, 699.
tes de los que se dispone de información sobre el seguimiento 4. El estudio citogenético revela varias alteraciones cromosó-
falleció, en general por insuficiencia respiratoria687. micas, sobre todo de la región q13-q15 del cromosoma
12700; se han descrito alteraciones similares en otras neo-
Neoplasias del hueso y del cartílago plasias benignas de los tejidos blandos, lo que implica que
el hamartoma pulmonar también es neoplásico.
Condroma
Según estas observaciones, la etiqueta diagnóstica de «hamar-
Es probable que la mayoría de los tumores cartilaginosos toma» sería incorrecta desde el punto de vista nosológico y sería
benignos del pulmón sean neoplasias derivadas de una célula más correcto denominar mesenquimomas a estos tumores695. Sin
mesenquimatosa bronquial que se diferencia hacia un solo teji- embargo, el uso generalizado del término hamartoma ha llevado
do (es decir, proliferaciones tisulares similares a los llamados a conservar este texto, aun reconociendo que la verdadera natu-
hamartomas). Los tumores que pueden ser considerados ver- raleza del tumor podría no ser la que su nombre implica.
daderos condromas (es decir, formados sólo por cartílago y que Características anatomopatológicas. Aproximadamente el
parecen nacer de un cartílago bronquial) son extraordinaria- 90% de los hamartomas pulmonares se encuentra en el interior
mente raros688. del parénquima, en general en una localización periférica. Son
Una excepción a esta interpretación son los tumores que for- tumores bien circunscritos que al corte muestran lóbulos de teji-
man parte de la tríada de Carney, un cuadro poco frecuente que do blanco de aspecto cartilaginoso (véase figura en color 7-14).
está formado por condromas pulmonares, leiomiosarcoma epite- Desde el punto de vista histológico, los lóbulos suelen estar
lioide gástrico y paraganglioma no suprarrenal689, que suele apa- formados por un área central de cartílago mejor o peor des-
recer entre los 10 y 30 años de edad y casi siempre en mujeres. Los arrollado rodeado por tejido fibroblástico laxo (mixomatoso).
tumores son a menudo múltiples y pueden desarrollarse de Pueden encontrarse proporciones variables de tejido adiposo,
manera sincrónica o metacrónica, a veces separados por muchos músculo liso, glándulas bronquiales seromucosas y células infla-
años690. Aunque habitualmente se los agrupa como «tríada» de matorias crónicas. El cartílago puede mostrar una calcificación
Carney, aproximadamente dos terceras partes de los casos descri- u osificación que, en ocasiones, es muy extensa. Entre los lóbu-
tos sólo tienen dos de los tres tipos tumorales. los suele haber espacios finos con forma de hendiduras, revesti-
Las manifestaciones radiográficas son nódulos únicos o múlti- dos por un epitelio cilíndrico ciliado o cúbico, sobre todo en la
ples, unilaterales o bilaterales, de bordes lisos, redondeados o algo periferia.
lobulados691. Aproximadamente el 30% está calcificado692. En ge- Aunque la morfología de los hamartomas endobronquiales
neral, los pacientes no presentan síntomas pulmonares y el condro- puede ser idéntica a la de los parenquimatosos701, lo más fre-
398 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

FIGURA 7-47
Hamartoma pulmonar. Imagen aumentada (A) de un hamartoma condroide típico que muestra cartílago (C), una hendidura
revestida por epitelio (flecha) y células fusiformes en un estroma laxo (se observan mejor en B). Es evidente la transición gradual entre
las células fusiformes y el cartílago. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

cuente es que aparezcan como tumores polipoideos unidos a la de la vía respiratoria (neumonitis obstructiva y atelectasia). Con
pared bronquial por un fino tallo. El estudio histológico revela TC puede parecer que están compuestos en su totalidad por gra-
que a menudo carecen de hendiduras epiteliales y que poseen una sa, por una mezcla de grasa y tejido blando o por grasa y calcifi-
superficie lisa o algo ondulada revestida por epitelio respiratorio caciones704, 705; también puede encontrarse una atenuación
normal o epidermoide metaplásico. La porción central suele estar homogénea de tejido blando.
formada por un núcleo de tejido adiposo rodeado de tejido Manifestaciones clínicas. Debido a su preferencia por la locali-
mixoide con algunos signos de compresión. Muchas veces el car- zación periférica la mayoría de los hamartomas no suele produ-
tílago se encuentra en muy pequeña cantidad o está ausente701. cir síntomas706, y cuando lo hace el más frecuente es la hemopti-
Manifestaciones radiológicas. La imagen radiológica de los sis707. Los tumores endobronquiales pueden asociarse a signos y
tumores parenquimatosos corresponde a un nódulo único bien síntomas de neumonitis relacionada con la obstrucción de las
circunscrito y de bordes lisos sin predilección por ningún lóbulo vías respiratorias. En ausencia del patrón radiográfico de calcifi-
determinado (figura 7-48)167 y casi siempre menor de 4 cm. En la cación característico en palomita de maíz o de signos de áreas
radiografía de tórax sólo se observan calcificaciones/osificaciones focales de atenuación grasa con TC, el diagnóstico diferencial
en menos del 10% de los casos702. A veces existe un patrón que debe incluir todos los demás nódulos pulmonares solitarios, en
recuerda a una palomita de maíz; sin embargo, aunque este especial al carcinoma.
aspecto es prácticamente diagnóstico, es poco frecuente. Como ya Aunque para hacer el diagnóstico definitivo puede ser necesa-
se dijo, las radiografías seriadas pueden desvelar un crecimiento ria la toracotomía, la aspiración transtorácica con aguja o la biop-
lento o, de forma excepcional, rápido703 y en este caso aumenta la sia transtorácica pueden proporcionar tejido suficiente para llegar
dificultad para diferenciarlo de un carcinoma pulmonar. En un al diagnóstico en muchos casos708. La broncoscopia y la biopsia
estudio con TC de 47 tumores, 17 no mostraron calcio ni grasa, suelen revelar la naturaleza de las formas endobronquiales. Los
2 tenían calcificaciones difusas, 18 presentaban áreas de grasa y hamartomas son benignos y una extirpación quirúrgica adecua-
en 10 había focos de calcio y grasa (60%)310. da cura a la inmensa mayoría de los pacientes. Por ejemplo, en
Como sería de esperar, las manifestaciones radiográficas de los una serie de 215 casos no se observaron recidivas tumorales tras
hamartomas endobronquiales se deben a sus efectos obstructivos un seguimiento de 2 a 192 meses706.
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 399

te el 20% al 25% son sarcomas neurógenos709. En el estudio radio-


gráfico estos tumores suelen aparecer como nódulos solitarios y es
menos frecuente encontrar atelectasia o neumonitis obstructiva
debidas a la obstrucción bronquial. Casi todos los pacientes están
asintomáticos.

Tumor de células granulosas


Los tumores de células granulosas son neoplasias raras que pare-
cen originarse en las células de Schwann. Son más frecuentes en
la lengua, la piel, el tejido subcutáneo y la mama y sólo aproxi-
madamente el 5% de los casos se origina en el pulmón710, 711. La
mayoría afecta a la laringe o a los bronquios principales, en los
que a menudo se encuentran en las bifurcaciones o cerca de ellas.
Se identifican tumores múltiples en aproximadamente el 10% al
15% de los pacientes. La neoplasia suele medir de 1 a 2 cm de diá-
metro y aparece como un engrosamiento blanquecino similar a
una placa en la pared bronquial o como una proyección polipoi-
dea hacia la luz de la vía respiratoria. Desde el punto de vista his-
tológico están formados por nidos de células poligonales de cito-
plasma amplio y granuloso.
En las radiografías estos tumores se manifiestan como nódu-
los solitarios o por neumonitis obstructiva o atelectasia712. El
diagnóstico suele hacerse gracias a la biopsia por broncoscopia.
Casi todos los pacientes tienen entre 30 y 49 años y están asinto-
máticos. Los síntomas más importantes son dolor torácico y tos
productiva causada por la neumonía recidivante. El pronóstico
suele ser excelente, aunque los tumores que se extirpan por vía
broncoscópica pueden recidivar.

Neoplasias del tejido adiposo


Lipoma
Los lipomas son raros en las vías respiratorias bajas y afectan en
general a la pared traqueobronquial; su frecuencia en el parén-
quima pulmonar es mucho menor713. En realidad, muchos tumo-
res adiposos benignos del aparato respiratorio no están formados
sólo por células adiposas, sino que contienen mezclas de elemen-
tos mixomatosos, fibroblásticos, condroides y musculares lisos.
Por ello, se ha propuesto que se consideren como neoplasias deri-
vadas de células mesenquimatosas bronquiales con diverso
potencial de diferenciación y análogos al más frecuente hamarto-
FIGURA 7-48 ma condroide688.
Las manifestaciones radiográficas típicas de este tumor son
Hamartoma pulmonar. Imagen del pulmón izquierdo en una radiografía
la atelectasia y la neumonitis obstructiva secundarias a la obs-
posteroanterior de tórax (A) con un nódulo de 3 cm de diámetro
adyacente al hilio izquierdo. La imagen de TCAR (B) a través del centro del trucción de la vía respiratoria714. El diagnóstico suele ser fácil
nódulo muestra áreas focales de grasa (flechas). Esta imagen de TC es con TC, en la que los bajos valores de atenuación de la grasa
diagnóstica de hamartoma pulmonar. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, proporcionan signos concluyentes de diferenciación lipomato-
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of Chest. Philadelphia, sa. Cuando existen, los síntomas se deben a la neumonía reci-
WB Saunders, 2001.)
divante.

Neoplasias del tejido fibroso


Neoplasias del tejido neural
Tumor fibroso intrapulmonar (fibroma)
Neurofibroma, schwanoma y sarcoma neurógeno
El término tumor fibroso intrapulmonar se ha aplicado a neo-
Aunque son relativamente frecuentes en el mediastino, las neo- plasias similares a los tumores fibrosos solitarios de la pleura
plasias neurógenas primarias son raras en los pulmones709. (véase página 840) pero que están localizados en el interior del
Los pacientes que tienen neurofibromatosis (enfermedad de von pulmón715. Como muchos de estos tumores se encuentran ínti-
Recklinghausen) tienen un riesgo mayor. La mayoría de estos tumo- mamente asociados a la pleura visceral, es posible que su origen
res se clasifica como neurofibromas. Los schwanomas (neurilemo- sea el mismo que se ha propuesto para la forma pleural, que es
mas) son los segundos por orden de frecuencia y aproximadamen- más frecuente. Los que se identifican en el espesor del parén-
400 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

quima lejos de la pleura o en la vía respiratoria podrían ser dolor torácico. Si la neoplasia está limitada al tórax el pronóstico
hamartomas con una sola expresión tisular. será difícil de predecir, pues se han descrito algunos casos de
El estudio anatomopatológico revela que son lesiones bien curación aparente después de la extirpación quirúrgica720, mien-
delimitadas, formadas por células fusiformes de tipo fibroblástico tras que en otros la supervivencia se ha medido en meses. Como
inmersas en una cantidad variable de colágeno. Sus manifestacio- sería de esperar, la extensión a la pared torácica o al mediastino y
nes radiográficas y clínicas son similares a las de otras neoplasias las metástasis son signos de mal pronóstico717, 718.
pulmonares benignas, de manera que los tumores intrabronquia-
les puede provocar atelectasia, neumonitis obstructiva o ambas y
los tumores parenquimatosos suelen manifestarse como nódulos NEOPLASIAS DE HISTOGENIA INCIERTA
solitarios asintomáticos. La extirpación completa del tumor sue-
le ser curativa. Tumor de células claras

Fibrosarcoma Los tumores de células claras son neoplasias pulmonares poco


frecuentes de histogenia incierta721. Son nódulos bien definidos
Es probable que el fibrosarcoma sea el segundo diagnóstico histo- pero no encapsulados que suelen medir unos 2 cm de diámetro.
lógico por orden de frecuencia de los sarcomas de tejidos blandos Están formados por láminas de células poligonales con un míni-
que afectan al pulmón (el más frecuente es el leiomiosarco- mo pleomorfismo nuclear y citoplasma claro y abundante rico en
ma)651. Sin embargo, en muchos de estos tumores no se reali- glucógeno722.
zaron estudios ultraestructurales e inmunohistoquímicos, por lo Casi todos los pacientes están asintomáticos y la lesión se des-
que es probable que en la actualidad algunos de ellos no fueran cubre en una radiografía de cribado, cuando se constata un
considerados auténticos fibrosarcomas. De hecho, algunos autores nódulo periférico bien definido. Muchos de estos tumores tienen
afirman que los fibrosarcomas pulmonares verdaderos son un comportamiento benigno, sin recidivas ni metástasis. Desde el
extraordinariamente raros649. Los tumores se originan en la pared punto de vista histológico deben diferenciarse del más frecuente
de la vía respiratoria, el parénquima pulmonar o la arteria pul- carcinoma pulmonar con células claras y de las metástasis de un
monar. El estudio histológico demuestra que están formados por carcinoma renal.
fascículos de células fusiformes dispuestas según un patrón
característico en espiga. Las mitosis suelen ser evidentes y pue- Hemangioma esclerosante
den ser numerosas.
Casi todos los tumores endobronquiales afectan a los bron- El hemangioma esclerosante es una neoplasia pulmonar poco fre-
quios lobares o principales de niños y adultos jóvenes651. La cuente que en un principio se pensó que derivaba de las células
sintomatología más frecuente es tos, hemoptisis o dolor toráci- endoteliales. Sin embargo, estudios anatomopatológicos más
co y las manifestaciones radiológicas corresponden a atelecta- recientes indican que procede de los neumocitos alveolares o de
sia, neumonitis obstructiva o ambas. Los tumores intrapulmo- las células de los bronquiolos terminales, por lo que se ha pro-
nares tienden a afectar a personas de edad media o avanzada y puesto el nombre de «neumocitoma esclerosante», que reflejaría
son la mayoría de las veces asintomáticos, sobre todo cuando son este origen723, 724. Aunque es poco frecuente, en algunas series
pequeños651; en las radiografías aparecen como tumoraciones constituye una proporción sustancial de casos; por ejemplo, en
lisas y lobuladas indistinguibles de otras neoplasias pulmona- una revisión de 45 neoplasias benignas extirpadas se consideró
res. Con frecuencia los tumores endobronquiales son suscepti- que 10 (22%) eran de este tipo725. La neoplasia afecta con mayor
bles de extirpación quirúrgica local, tras la que lo habitual es frecuencia a las mujeres, con una relación de 4 a 5:1 en relación
que el paciente sobreviva largo tiempo. Por el contrario, las con los varones, diferencia que se ha relacionado con la presencia
lesiones intrapulmonares suelen tener un comportamiento muy de receptores de estrógenos726. La mayoría se descubre en pacien-
maligno y causan la muerte en el plazo de aproximadamente tes de 30 a 50 años de edad.
2,5 años651. El tumor suele manifestarse como un nódulo bien definido
de 1 a 4 cm de diámetro situado en el parénquima periférico,
Histiocitoma fibroso maligno en general en una localización subpleural. El estudio histoló-
gico revela una imagen variable, con una combinación de áreas
En 1996 se habían descrito aproximadamente 50 casos de histio- sólidas y papilares, regiones esclerosas relativamente acelulares y
citomas fibrosos malignos del pulmón716. Como la separación espacios dilatados y llenos de sangre. El aspecto radiográfico
histológica del tumor sólo tuvo lugar en los años 1970, es proba- característico es el de un nódulo o una tumoración homogénea
ble que el número total de casos sea mayor y que algunos de estos y bien definida que no muestra preferencia por ningún lóbulo.
tumores fueran diagnosticados antes de fibrosarcoma, leiomio- Las calcificaciones son poco frecuentes y no aparece cavitación.
sarcoma o sarcomas no clasificados. A veces resulta difícil esta- Lo habitual es que crezca de manera lenta y así, en 14 de 51 pa-
blecer si un tumor fibrohistiocítico pulmonar es benigno o cientes revisados en una serie la lesión se encontraba en las
maligno sólo por su aspecto histológico, en cuyo caso se le llama radiografías desde 1 a 14 años antes de la cirugía definitiva (con
tumor limítrofe717. Desde el punto de vista anatomopatológico un promedio de 5 años)727. Casi todos los pacientes están asin-
suelen ser tumores bien circunscritos sin un lugar de origen evi- tomáticos, aunque en ocasiones refieren tos o hemoptisis recien-
dente en la vía respiratoria ni la pared de un vaso718. te o remota.
En el estudio radiográfico casi todos ellos aparecen como
nódulos solitarios, lisos o lobulados, o como masas en el interior Blastoma pulmonar
del parénquima pulmonar718, 719. Aproximadamente el 20% de los
pacientes tiene un derrame pleural ipsolateral. La mayoría se ha El blastoma pulmonar es un tumor maligno poco frecuente de
descrito en adultos de edad avanzada718. Aunque muchos pacien- histogenia incierta que desde el punto de vista histológico e
tes están asintomáticos, otros presentan tos, disnea, hemoptisis o inmunohistoquímico recuerda al tejido pulmonar glandular de
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 401

los primeros estadios de la vida fetal. Pese a esta semejanza se ha Granuloma de células
cuestionado el acierto del término «blastoma», y algunos auto- plasmáticas/histiocitoma fibroso
res consideran que esta neoplasia es una variante de carcino- (seudotumor inflamatorio)
sarcoma146 y, de hecho, el tumor se agrupó con el carcinoma
pleomorfo y el carcinosarcoma en la clasificación de tumores Los términos granuloma de células plasmáticas e histiocitoma
pulmonares de la OMS que se propuso en 1999144. Para compli- fibroso se refieren a un grupo de tumores pulmonares que desde
car aún más el tema, se ha descrito un tumor también raro y el punto de vista histológico se caracterizan por una mezcla de
parecido al blastoma pulmonar que carece de estroma sarcoma- fibroblastos, histiocitos, linfocitos y células plasmáticas. Como la
toso728. Muchos autores piensan que esta lesión, que se denomi- proporción de estos tipos celulares es muy variable de unos casos
na adenocarcinoma fetal bien diferenciado, representa una a otros, se han utilizado distintos términos para referirse a ellos.
variante de blastoma. Sin embargo, para otros el blastoma y el Los que muestran predominio de células plasmáticas parecen
adenocarcinoma fetal serían tumores distintos, y en la clasifica- representar una reacción inflamatoria poco frecuente frente a un
ción de la OMS de 1999 este último se agrupa con el resto de los microorganismo no identificado o un proceso reparativo secun-
adenocarcinomas. dario a una infección pulmonar, por lo que se los ha denomi-
Desde el punto de vista anatomopatológico, el tumor forma nado granulomas de células plasmáticas o seudotumor inflamato-
grandes masas de localización periférica en el pulmón729 y el estu- rio737, 738. Por el contrario, algunos autores han interpretado que
dio histológico revela túbulos o glándulas de aspecto primitivo los que contienen pocas células inflamatorias son neoplasias ver-
rodeados por células mesenquimatosas poligonales o fusiformes. daderas y los han denominado histiocitomas fibrosos cuando están
En las radiografías suele aparecer como una tumoración única y formados por un número semejante de fibroblastos e histiocitos,
bien definida730. La TC que se realizó en un pequeño número de histiocitomas cuando predominan los histiocitos y fibromas si
casos demostró una atenuación homogénea de tejido blando o están compuestos sobre todo por fibroblastos.
un aspecto heterogéneo con áreas de atenuación baja730, 731. Pese a todo ello, lo cierto es que existe una considerable super-
En la revisión que realizó Armed Forces Institute of Patholo- posición histológica entre las dos «formas» del tumor, de manera
gy (AFIP) en sus archivos de 52 años se constata una incidencia que los que están compuestos sobre todo por fibroblastos contie-
máxima en el cuarto decenio de la vida729. Aunque algunos nen áreas focales características de granuloma de células plasmá-
pacientes están asintomáticos, la hemoptisis, la tos y el dolor torá- ticas y viceversa737. Por tanto, en la actualidad se cree que estos
cico son síntomas frecuentes. El pronóstico suele ser malo y en tumores representan una reacción inflamatoria poco frecuente
una serie de 39 pacientes 17 (44%) presentaron metástasis y sólo que tiene un aspecto histológico variable y que en todos los casos
2 sobrevivieron más de 2 años732. Sin embargo, algunos pacientes se debe utilizar el término seudotumor inflamatorio o tumor mio-
consiguen supervivencias excepcionalmente largas, incluso a fibroblástico inflamatorio739, 740. No obstante, la presencia de reci-
pesar de la existencia de metástasis. divas741, infiltración y destrucción local del tejido742, característi-
cas histológicas atípicas717, y alteraciones citogenéticas743 indican
que al menos algunas lesiones podrían ser neoplásicas.
LESIONES SEUDOTUMORALES Las manifestaciones radiológicas típicas son un nódulo pul-
NO NEOPLÁSICAS monar solitario o un área homogénea de consolidación que pue-
de simular una neoplasia primaria o metastásica744. En ocasiones
Pólipos inflamatorios traqueobronquiales se encuentran calcificaciones745, pero las cavidades son raras746.
Los tumores endobronquiales pueden producir neumonitis obs-
Para explicar la patogenia de los pólipos inflamatorios traqueo- tructiva. A veces se asocian a adenopatías hiliares o mediastínicas
bronquiales se han propuesto varios mecanismos. En algunos y derrame pleural. Con TC las lesiones presentan límites lisos o
casos la existencia de antecedentes de bronquitis crónica o de lobulados, atenuación homogénea o heterogénea y ausencia de
bronquiectasias hace pensar en una reacción inflamatoria exa- refuerzo, refuerzo homogéneo o refuerzo periférico tras la admi-
gerada pero localizada frente a la irritación crónica de la vía res- nistración intravenosa de un medio de contraste744.
piratoria733. En otras circunstancias, la aspiración de material Aunque estos tumores pueden aparecer a cualquier edad, lo
extraño734, la broncolitiasis735 o la lesión térmica736 han dado lugar más frecuente es que lo hagan en niños y adolescentes746. Muchos
a la formación de un tejido de granulación exuberante que adop- pacientes están asintomáticos747 y las lesiones se descubren en
ta la forma de un pólipo. A pesar de estos ejemplos, la mayoría una radiografía de cribado. Cuando existen, los síntomas inclu-
de los pacientes no tiene antecedentes de alteración pulmonar yen tos, hemoptisis y dolor torácico746, y algunos pacientes pre-
concomitante alguna que permita explicar la formación del sentan signos y síntomas de obstrucción bronquial o traqueal748.
pólipo. El seguimiento a largo plazo no suele revelar cambios del tamaño
Estos pólipos suelen ser lesiones únicas pediculadas o unidas a ni de la forma de las lesiones, aunque a veces se constata cierto
la pared de la vía respiratoria por una base amplia. Su superficie crecimiento746 o regresión, con o sin tratamiento con corticoi-
muestra a menudo metaplasia epidermoide y puede estar ulcera- des749, 750. Pese a su comportamiento benigno en la mayoría de los
da. El aspecto del estroma subyacente es variable dependiendo del pacientes, se han descrito recidivas después de una extirpación
número de vasos sanguíneos, la madurez del tejido conjuntivo y quirúrgica aparentemente completa751, así como características
la intensidad del infiltrado inflamatorio. agresivas, incluso con infiltración de los vasos pulmonares, la
Las manifestaciones radiográficas suelen ser secundarias a la pared del tórax y el mediastino.
obstrucción de la vía respiratoria y son bronquiectasia, atelectasia
y neumonitis obstructiva. La mayoría de los pacientes tiene entre Granuloma hialinizante pulmonar
30 y 60 años. Las manifestaciones clínicas son hemoptisis, tos (a
menudo con producción de esputo) y disnea; la aparición de sibi- El término granuloma hialinizante se refiere a un tumor pulmo-
lancias puede hacer pensar en el asma. Es habitual encontrar nar poco frecuente que se caracteriza por láminas de tejido fibro-
antecedentes de neumonías de repetición. so hialinizado dispuestas de forma regular y asociadas a un
402 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

pequeño número de células plasmáticas y linfocitos752, 753. Se des- Patogenia


conoce la etiología y la patogenia de estos nódulos. Según varios
autores representarían una reacción exagerada o anormal del La afectación secundaria de los pulmones, la pleura y la tráquea
huésped a uno a varios microorganismos, por ejemplo Histo- puede producirse por dos mecanismos: 1) extensión directa de
plasma capsulatum753. En algunos pacientes se han identificado un tumor del mediastino, la pared torácica o el espacio subfréni-
inmunocomplejos circulantes y distintos autoanticuerpos, lo que co o 2) por metástasis verdaderas que en general llegan por las
apunta a la posibilidad de una patogenia inmunitaria753. También arterias pulmonares y con menos frecuencia por las arterias bron-
se ha descrito su asociación con fibrosis retroperitoneal, medias- quiales o los linfáticos pulmonares, a través de la cavidad pleural
tínica o de ambas localizaciones y es posible que los nódulos pul- o, en raras ocasiones, a través de la vía respiratoria. Aunque pue-
monares correspondan a un proceso patológico similar en estos den producirse superposiciones, cada uno de estos mecanismos y
pacientes752, 753. vías de propagación se asocia a unas características anatomopa-
En las radiografías los nódulos suelen tener un aspecto bien tológicas, radiológicas y clínicas propias.
definido, redondeado y homogéneo754 y se han descrito casos
de cavitación752. A menudo los nódulos son múltiples y miden de Extensión directa de la neoplasia
2 a 4 cm de diámetro. No suele haber calcificación753. Las radio-
grafías seriadas pueden revelar un crecimiento lento753. Cuando La afectación secundaria del pulmón o de la tráquea por exten-
los nódulos son múltiples sus imágenes pueden recordar a las sión directa es mucho menos frecuente que la que se debe a
metástasis. metástasis. Casi siempre se debe a la infiltración por una neopla-
Muchos pacientes están asintomáticos pero a veces presentan sia primaria de un órgano o tejido contiguo, tales como el carci-
tos, disnea, dolor torácico y hemoptisis. El pronóstico suele ser noma de glándula tiroidea760 y de esófago, los tumores mediastí-
bueno, aunque en 6 de 19 pacientes que se recogieron en una nicos como el timoma y los sarcomas de la pared torácica.
serie se constató disnea progresiva asociada al aumento del tama- Además, cualquier neoplasia que metastatice a las costillas o a los
ño de los nódulos753, y la fibrosis retroperitoneal, mediastínica o ganglios linfáticos mediastínicos puede extenderse a la tráquea o
de ambas localizaciones puede tener consecuencias importantes. al pulmón adyacente. Aunque la naturaleza secundaria de este
tipo de afectación pulmonar suele ser evidente, a veces no se logra
Endometriosis identificar el origen extrapulmonar del tumor, sobre todo en la
región paramediastínica, en la que la invasión del parénquima
La manifestación más frecuente de la endometriosis torácica es el pulmonar puede simular un carcinoma pulmonar primitivo que
neumotórax (véase página 830). Sin embargo, en aproximada- se extiende al mediastino.
mente el 5% de los casos esta alteración aparece como un nódu-
lo pulmonar que puede confundirse con una neoplasia756. Esta Metástasis
afectación parenquimatosa tiende a ocurrir a edades más avanza-
das que las demás manifestaciones de endometriosis torácica La metástasis es el transporte de células tumorales viables des-
(edad media de 38 años en una revisión756) y es más frecuente en de un lugar del organismo a otro. Aunque muchos consideran
el lado derecho. La patogenia de este cuadro es oscura, aunque se que este término abarca también los signos de crecimiento
ha podido ver que al menos en algunos casos podría guardar rela- extravascular autónomo, en lo que se refiere a esta exposición
ción con la embolia de tejido endometrial desde el útero hacia los sólo se incluirán los émbolos tumorales intravasculares que
pulmones después del parto o de un traumatismo quirúrgico757. constituyen verdaderas metástasis. En relación con los pulmo-
La imagen radiográfica es la de un nódulo solitario de hasta nes y las pleuras, estas metástasis pueden producirse a través de
4 cm de diámetro, a veces con áreas quísticas758. En ocasiones se cuatro vías.
observa aumento y disminución del tamaño de los nódulos con Propagación a través de las arterias pulmonares. En esta
el ciclo menstrual. La TC puede ayudar a identificar las lesiones situación las células tumorales llegan a los pulmones con la san-
no visibles en las radiografías convencionales759. Además de los gre que procede de la vena cava inferior o superior o con la linfa
propios nódulos, la TC revela áreas focales de consolidación que que drena desde los conductos torácicos principal o derecho. Los
rodean a los nódulos y que probablemente correspondan a detalles de la patogenia de las metástasis en estos casos no se
hemorragia. conocen por completo y son muy complejos. Está claro que el
Las pacientes suelen tener antecedentes de episodios recidi- episodio inicial debe ser la invasión vascular en la localización del
vantes de hemoptisis (hemoptisis catamenial); a veces se descubre tumor primitivo. En el caso de la invasión venosa, se desprenden
una lesión en una paciente asintomática a las 24 a 48 horas del células individuales o fragmentos del tumor (mezclados o no con
comienzo de una menstruación. un trombo) y son transportados en forma de embolia tumoral
hasta los pulmones761, donde se alojan sobre todo en las pequeñas
arterias y arteriolas pulmonares.
NEOPLASIAS SECUNDARIAS El destino de las embolias depende de varios factores, entre
ellos las reacciones inflamatorias e inmunitarias del huésped, la
Todo el gasto cardíaco derecho y la práctica totalidad de la linfa extensión y la rapidez de la organización de los posible trombos
que se produce en los tejidos del organismo fluye por el sistema asociados, la viabilidad de las células tumorales en su nuevo
vascular pulmonar. Por tanto, no debe sorprender que la afecta- entorno y los efectos que el traumatismo físico resultante de la
ción neoplásica secundaria de los pulmones sea extraordinaria- embolia tenga sobre ellas761, 762. En la mayoría de los casos es
mente frecuente, hasta el punto de que en series autópsicas de probable que las condiciones no sean adecuadas para la super-
cánceres extrapulmonares la incidencia de metástasis pulmonares vivencia de las células malignas, pero a veces se produce prolife-
oscila entre el 30% y el 50%. Este fenómeno tiene una enorme ración en las luces vasculares e invasión de la pared adyacente.
importancia, tanto por sus graves implicaciones como por su fre- La localización de esta proliferación, quizá junto a propiedades
cuencia. aún por definir de las propias células tumorales763, determina el
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 403

posterior aspecto morfológico de la metástasis. En la mayoría de cinco: nódulos parenquimatosos, propagación linfática e intersti-
los casos el tumor recién creado se extiende hacia el parénqui- cial, embolias tumorales, tumor endobronquial y derrame pleural
ma pulmonar adyacente y forma un nódulo bien definido. Con (este último se estudiará en el capítulo 20).
menos frecuencia las células tumorales quedan confinadas
durante mucho tiempo al intersticio perivascular y se propagan Nódulos parenquimatosos
a lo largo de él y por el interior de los canales linfáticos. Estas
dos son las dos expresiones morfológicas principales del cáncer La manifestación más frecuente de las metástasis neoplásicas pul-
metastásico en el pulmón que se estudiarán con detalle más monares está formada por uno o varios nódulos localizados en el
adelante. parénquima. En la mayoría de los casos estos nódulos se forman
Propagación a través de los linfáticos pulmonares pleu- a partir de pequeñas embolias tumorales que se alojan en las ar-
rales. La diseminación metastásica en el interior de los pul- terias o arteriolas pulmonares periféricas para extenderse más tar-
mones y la pleura a través de los linfáticos puede seguir dos vías. de al tejido pulmonar adyacente. Muchas veces estos nódulos son
Como ya se ha dicho, la primera es la diseminación hematógena múltiples y tienden a ser más numerosos en las porciones basales
hacia las pequeñas arterias y las arteriolas pulmonares, seguida de de los pulmones debido al efecto de la gravedad sobre el flujo san-
la invasión del espacio intersticial y de los linfáticos adyacentes guíneo (figura 7-49)768, 769. Su tamaño oscila desde los tumores
y la propagación por esas vías hacia el hilio o la periferia del pul- que son apenas visibles a las tumoraciones enormes que ocupan
món. La elevada frecuencia de cáncer intravascular o de trombo- la práctica totalidad del volumen de un pulmón. Aunque gran
sis o de ambos y la ausencia de neoplasia en los ganglios linfáti- parte de ellos son nódulos separados, los depósitos individuales
cos broncopulmonares e hiliares indica que éste es el mecanismo pueden crecer y confluir, formando una masa multilobulada.
patogénico de la mayoría de los casos de propagación linfangítica Cuando son múltiples los nódulos suelen tener tamaños varia-
pulmonar764. bles; cuando todos ellos son parecidos podría pensarse que se ha
El segundo mecanismo es la extensión retrógrada a lo largo de producido una sola siembra metastásica. En raras ocasiones los
los canales linfáticos. En la evolución normal de los aconteci- depósitos son tan numerosos y de un tamaño tan diminuto que
mientos el tumor se extiende primero desde una localización tanto desde el punto de vista radiológico como anatomopatoló-
extratorácica a los ganglios linfáticos mediastínicos y broncopul- gico hacen pensar en el diagnóstico de tuberculosis miliar770.
monares, desde donde se propaga después a los linfáticos pleurales La sensibilidad de la TC es bastante superior a la de la radio-
y pulmonares. Los vasos linfáticos que comunican la pleura basal y grafía de tórax en cuanto a la identificación de las metástasis
diafragmática pulmonar con los ganglios linfáticos de la parte nodulares771. En un estudio de 13 pacientes con un total de 90 nó-
superior del abdomen765 y de la cavidad peritoneal766 podrían ser dulos pulmonares demostrados quirúrgicamente la sensibilidad
también vías directas para la propagación linfática de los tumores de la TC helicoidal fue del 95% para los nódulos de 6 mm o más
malignos intraabdominales. y del 69% para los menores de 6 mm772. La detección mejora aún
Propagación a través del espacio pleural. Este tipo de más si se utilizan cortes finos (1,5 mm o menos) y reconstrucción
invasión se produce cuando se liberan a la cavidad pleural célu- cinematográfica de los cortes de TC helicoidal en la estación de
las tumorales individuales o pequeños fragmentos tumorales trabajo en lugar de estudiar las imágenes estáticas de las pla-
que son transportados por el líquido pleural a otra localización. cas773, 774. Pese a estos progresos, los nódulos menores de 3 mm
No se conocen los mecanismos precisos de adherencia y de inva- suelen pasar inadvertidos775. Estudios preliminares han demos-
sión tumoral en estos focos secundarios. En un estudio histoló- trado que se puede mejorar la detección de estos nódulos tan
gico de las metástasis peritoneales del carcinoma ovárico767 se pequeños usando algoritmos informáticos (diagnóstico compu-
comprobó que las células tumorales se asociaban a lesiones tarizado)776.
mesoteliales focales y a una reacción inflamatoria subyacente. El Aunque la TC es muy sensible para la detección de las metás-
tumor parecía proliferar en el exudado resultante cuando éste se tasis pulmonares, su especificidad no es tan buena y muchos de
organizaba, hasta producir un nódulo metastásico bien desarro- los nódulos que se identifican corresponden a granulomas o a
llado. Es probable que el mecanismo de las metástasis transpleu- nódulos linfáticos771, 777. Por tanto, la especificidad es mayor en las
rales sea similar. zonas geográficas donde la tuberculosis y las infecciones por hon-
Propagación a través de la vía respiratoria. Este método gos son menos frecuentes778.
de diseminación tumoral se ha propuesto tanto para los tumores Cuando los nódulos parenquimatosos pulmonares son múlti-
extrapulmonares como para los primarios del pulmón (sobre ples, la probabilidad de que correspondan a metástasis aumenta;
todo el carcinoma bronquioloalveolar), pero salvo en este último por el contrario, si bien un nódulo solitario puede ser metastási-
caso es probable que se trate de un fenómeno raro y difícil de co, es mayor la probabilidad de que sea un carcinoma primario.
demostrar en casos concretos. Por tanto, desde el punto de vista diagnóstico lo mejor es estudiar
los nódulos parenquimatosos según sean solitarios o múltiples.
Patrones de la enfermedad neoplásica
secundaria Nódulos solitarios
Aunque las metástasis por cada una de las vías que se han descri- Las neoplasias metastásicas que aparecen como nódulos paren-
to en los párrafos anteriores suelen dar lugar a manifestaciones quimatosos únicos son poco frecuentes y sólo constituyen del 2%
anatomopatológicas y radiológicas características, la superposi- al 10% del total de nódulos pulmonares solitarios156, 166. La ma-
ción es habitual. Por ejemplo, el tumor que metastatiza a través yoría se encuentra en pacientes mayores de 45 años166. Las neopla-
de la arteria pulmonar puede dar lugar tanto a un patrón de cre- sias que con mayor frecuencia producen metástasis únicas son los
cimiento parenquimatoso nodular como a un patrón intersticial carcinomas de colon, riñón, testículo y mama, los sarcomas
o a ambos. Por tanto, lo mejor es tratar las características clinico- (sobre todo los de origen esquelético) y el melanoma.
patológicas y radiológicas de las metástasis pulmonares en térmi- En la TCAR aproximadamentela la mitad de las metástasis
nos de patrones de enfermedad, de los que pueden reconocerse nodulares tiene bordes lisos, mientras que la otra mitad muestra
404 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

FIGURA 7-49
Carcinoma adenoideo quístico metastásico de la glándula submaxilar izquierda: múltiples nódulos
parenquimatosos. Radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) que muestran múltiples nódulos de densidad homogénea y de
tamaños variables entre 5 mm y 2 cm, ampliamente distribuidos por los campos pulmonares. La afectación es menor en los
vértices y en las bases que en las zonas medias. No hay signos de cavitación. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

bordes irregulares171, 779. Pueden ser redondeadas u ovales y tienen paciente con antecedentes de osteosarcoma indica casi con total
contornos irregulares (figura 7-50). Los bordes irregulares y es- seguridad que la lesión corresponde a un nuevo primario pulmo-
piculados pueden deberse a una reacción desmoplásica o a la nar; sin embargo, en los carcinomas de mama o de riñón, en los
infiltración del tejido conjuntivo broncovascular adyacente o de que las metástasis pueden producirse muchos años después de la
los linfáticos (propagación linfangítica) por el tumor. identificación del tumor primitivo, esta conclusión tiene menos
Conviene recordar que la identificación de una neoplasia pri- probabilidades de ser acertada. La edad avanzada y los antece-
maria simultánea en otra localización o los antecedentes de neo- dentes de tabaquismo aumentan las probabilidades de que el
plasia previa no indican necesariamente que un nódulo solitario tumor sea primario del pulmón.
pulmonar sea una metástasis771. Así, en un estudio de 50 pacien-
tes a los que se había tratado por diversos tumores malignos y que Nódulos múltiples
no mostraban signos de metástasis en otros lugares se encontra-
ron 18 lesiones intratorácicas únicas que resultaron ser neoplasias El patrón radiográfico de los nódulos pulmonares múltiples varía
pulmonares y mediastínicas no relacionadas780; en otros 9 casos desde opacidades micronodulares difusas semejantes a una enfer-
se trataba de lesiones pulmonares benignas. En otra serie de 54 pa- medad miliar del pulmón hasta tumoraciones bien definidas en
cientes con carcinoma de colon conocido y un nódulo pulmonar «balas de cañón» (véase figura 7-49). Aunque la mayoría de las som-
solitario, sólo 25 lesiones eran metástasis781. bras individuales suele estar muy bien delimitada, algunas pueden
Con pocas excepciones, no existen criterios que permitan dis- estar deshilachadas y cuando alcanzan diámetros de 5 o 6 cm simu-
tinguir de manera definitiva una metástasis solitaria de un carci- lan una enfermedad del espacio aéreo783.
noma pulmonar ni con radiografías de tórax ni con TC156, 166. Sin En la TC las metástasis nodulares aparecen sobre todo en el ter-
embargo, algunas características se asocian a una mayor probabi- cio externo de los pulmones, en especial en las regiones subpleura-
lidad de uno u otro cuadro782. La naturaleza del tumor extrapul- les de los campos inferiores290. Aunque las lesiones menores de 2 cm
monar primario es importante: un nódulo solitario en un pacien- suelen ser redondas y de bordes lisos (figura 7-51), su forma puede
te que tiene un sarcoma de alto grado o un melanoma muy ser variada; los nódulos de mayor tamaño son a menudo lobulados
infiltrante tiene mucha más probabilidad de corresponder a una y de bordes irregulares784. Los bordes irregulares parecen ser fre-
metástasis que a un nuevo primario. Por otra parte, es muy posi- cuentes sobre todo en los adenocarcinomas metastásicos779. A veces
ble que un nódulo en un paciente con antecedentes de carcinoma puede verse un halo de atenuación en vidrio esmerilado alrededor
epidermoide de la región orofaríngea sea un carcinoma pulmo- de los nódulos, imagen que es más frecuente en los tumores muy
nar primario. El intervalo entre el tumor inicial y la aparición de vascularizados o hemorrágicos como el angiosarcoma785.
la lesión pulmonar es importante, aunque no es independiente Aunque en el estudio histológico de muchos pacientes con
del tipo de tumor. Así, un intervalo mayor de 5 años en un metástasis nodulares pueden encontrarse embolias tumorales
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 405

FIGURA 7-51
Carcinoma metastásico: imagen de TC. Esta imagen de TC muestra
numerosos nódulos de bordes lisos y de 2 a 10 mm de diámetro en el
lóbulo inferior derecho. La paciente era una mujer de 70 años que tenía un
adenocarcinoma metastásico de origen desconocido. (Tomado de Müller NL,
FIGURA 7-50 Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of Chest.
Metástasis única: imagen de TC. Estudios de TC (A y B) que muestran Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
un nódulo de bordes lisos y no calcificado en el lóbulo superior izquierdo;
el aspecto es indistinguible del de un granuloma no calcificado. En la
toracotomía se demostró que se trataba de una metástasis de un
leiomiosarcoma, cuya localización primaria se descubrió más tarde en una primario es un sarcoma. Aunque se conocen varios tumores que
extremidad inferior. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: producen esta complicación, la incidencia es más alta en el caso
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.) del sarcoma osteógeno792. Se ha propuesto que sería más frecuen-
te en enfermos tratados con quimioterapia793. A veces el neumo-
tórax se produce antes de que las metástasis sean visibles en las
radiografías792.
intravasculares, éstas tienden a aparecer en las arteriolas o arterias
pequeñas y no suelen aparecer en las TC779. Sólo en raras ocasio- Engrosamiento intersticial (carcinomatosis
nes pueden identificarse como engrosamientos nodulares o arro- linfangítica)
sariados de las arterias pulmonares periféricas (figura 7-52)786.
La cavitación de las metástasis nodulares no es tan frecuente Este patrón de diseminación fue frecuente en un estudio anato-
como en los carcinomas primitivos del pulmón787, aunque, como mopatológico de 174 casos de enfermedad pulmonar metastásica
en éstos, son más frecuentes en el carcinoma epidermoide y en en la que se encontraron 97 ejemplos (56%), y en más de la mitad
los lóbulos superiores que en los inferiores. El origen más fre- de los casos éste fue el modo de propagación predominante794.
cuente del carcinoma primario es la región de la cabeza y del Aunque la práctica totalidad de las neoplasias metastásicas puede
cuello en el varón y el cuello uterino en la mujer787. Aunque mostrar este tipo de propagación, lo hacen sobre todo las de
es infrecuente, también se puede producir cavitación en los mama, estómago y próstata764.
adenocarcinomas metastásicos, sobre todo en los que proceden Desde el punto de vista anatomopatológico, la carcinomatosis
del intestino grueso; también pueden aparecer en el sarcoma linfangítica oscila entre una leve acentuación de los tabiques
osteógeno788. interlobulillares y del tejido conjuntivo peribroncovascular y el un
Las calcificaciones son poco frecuentes en las lesiones metas- engrosamiento evidente (5 a 10 mm) de estas estructuras (véase
tásicas y casi siempre se asocian a sarcomas osteógenos, condro- figura en color 7-15). El estudio histológico demuestra la presen-
sarcomas o sarcomas sinoviales789. También pueden aparecer en cia de células neoplásicas en el interior de los espacios linfáticos,
la localización de las metástasis pulmonares que persisten en for- en el tejido intersticial interlobulillar o peribroncovascular adya-
ma de nódulos tras la quimioterapia790. Las neoplasias testicula- cente o en ambos lugares (véase figura en color 7-15). El edema y
res metastásicas tienen una especial tendencia a seguir este tipo de una reacción desmoplásica frente al tumor pueden contribuir de
evolución791. manera importante al engrosamiento intersticial. En las arterias y
La asociación entre el neumotórax espontáneo y la enferme- arteriolas adyacentes son frecuentes las embolias tumorales, a
dad metastásica de los pulmones debe hacer pensar que el tumor veces asociadas a trombos.
406 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

arcadas se asocian a un punto central prominente característico


que representa el engrosamiento del intersticio broncovascular
centrolobulillar795, 797. El tumor y el edema del tejido intersticial
de la pleura producen un engrosamiento liso o nodular de las
cisuras interlobares. También pueden verse nódulos delimitados
y separados de los tabiques interlobulillares, aunque esta imagen
no es frecuente. En la TC se encuentra derrame pleural en apro-
ximadamente el 30% de los casos y se identifican adenopatías
hiliares o mediastínicas en el 40% de los casos797.
En el momento del diagnóstico las imágenes de la TCAR son
unilaterales o muy asimétricas en la mitad de los casos797, 799.
Como ya se ha dicho, esta afectación unilateral es frecuente sobre
todo en los enfermos que tienen carcinoma pulmonar. En algu-
nos la alteración afecta de manera predominante a las porciones
periféricas del pulmón y produce un engrosamiento importante
de los tabiques interlobulillares; en otros las alteraciones afectan
más a los haces broncovasculares centrales799.
La manifestación clínica más frecuente es la disnea, que aun-
que suele instaurarse de manera insidiosa puede progresar con
rapidez y provocar una discapacidad grave. Según la experiencia de
los autores de este capítulo, los pacientes que tienen disnea
progresiva a lo largo de semanas o meses y que muestran un
patrón lineal o reticulonodular grosero en la radiografía de tórax
suelen tener una carcinomatosis linfangítica, incluso en ausencia
de un tumor primario reconocido. El diagnóstico suele ser evi-
FIGURA 7-52
dente en los enfermos que tienen antecedentes de carcinoma. La
Embolia tumoral intravascular. Detalle de un pulmón derecho que biopsia transbronquial suele ser positiva y está indicada para
muestra engrosamiento nodular de las arterias pulmonares del lóbulo establecer el diagnóstico en ausencia de un primario conocido.
medio. La imagen es característica de una embolia tumoral intravascular. La
paciente tenía un carcinoma de mama metastásico. (Por cortesía de los
Drs. Lynn Broderick y Robert Tarvers, Indiana University Medical Center, Hipertensión e infarto pulmonares (embolia
Indianapolis.)
tumoral)
Las neoplasias intravasculares de los carcinomas metastásicos en
El patrón radiográfico característico está formado por marcas el pulmón se asocian sobre todo a los adenocarcinomas800, particu-
broncovasculares groseras de contorno irregular y a veces mal larmente de mama y estómago. Como sería de esperar, la fre-
definidas que simulan un edema pulmonar intersticial. Si bien en cuencia y la magnitud de la afectación vascular son mayores en
la mayoría de los pacientes la imagen es uniforme en los dos pul- los pacientes que tienen metástasis hepáticas concomitantes. Qui-
mones, tiende a ser más evidente en los campos inferiores. Son zá por la misma razón en el carcinoma hepatocelular la frecuen-
frecuentes las líneas septales (líneas B de Kerley) (figura 7-53)795. cia de esta forma de metástasis es muy alta, desproporcionada
La acentuación lineal se asocia a veces a un componente nodular para la incidencia de la neoplasia800. En general, el tumor sólo se
que se debe a un crecimiento localizado del tumor, lo que da identifica histológicamente en las arterias musculares de media-
lugar a un patrón reticulonodular grosero. Aunque suelen ser no calibre y en las arteriolas801. A veces se producen embolias en
bilaterales, las alteraciones pueden limitarse a un solo pulmón o arterias segmentarias o de mayor calibre que pueden provocar un
a un lóbulo, sobre todo cuando se deben a un carcinoma pulmo- infarto o una muerte súbita802.
nar796. En el 20% al 40% de los pacientes se ven adenopatías hiliares Aunque las embolias tumorales intravasculares suelen ir
y mediastínicas en las radiografías y del 30% al 50% tiene un acompañadas de signos radiográficos de otro patrón de afecta-
derrame pleural764, 797. ción pulmonar (sobre todo de carcinomatosis linfangítica), tam-
La carcinomatosis linfangítica produce también una imagen bién pueden ser la única manifestación de una enfermedad pul-
característica en la TCAR, que es un engrosamiento liso o nodu- monar metastásica. En esos casos la radiografía de tórax puede
lar de los tabiques interlobulillares y del intersticio peribronco- ser normal o puede mostrar dilatación de las arterias pulmonares
vascular con conservación de la arquitectura normal del pulmón centrales y del ventrículo derecho debido a la hipertensión pul-
(figura 7-54)795, 797. Los tabiques interlobulillares engrosados pue- monar803. Como ya se ha indicado, en algunas raras ocasiones las
den aparecer como líneas periféricas que se extienden hasta la embolias se identifican en la TC como engrosamientos nodulares
superficie pleural o en dirección central como arcadas poligona- o arrosariados de las arterias pulmonares (véase figura 7-52)786.
les, a menudo con aspecto nodular o arrosariado. Este engrosa- La tendencia de los émbolos pulmonares a obstruir las arteriolas
miento nodular debe hacer sospechar el diagnóstico, pues no se puede dar lugar a una gammagrafía pulmonar de perfusión que
encuentra en el edema pulmonar ni en la fibrosis intersticial798. se caracteriza por defectos ventilación-perfusión no coincidentes
Sin embargo, conviene recordar que la carcinomatosis linfangíti- que en la práctica son indistinguibles de los que se encuentran en
ca puede asociarse a edema intersticial, en cuyo caso el engrosa- la enfermedad tromboembólica804.
miento de los tabiques interlobulillares puede adoptar un con- En general, la embolia no suele producir síntomas por sí
torno liso. misma. Cuando lo hace, el síntoma más frecuente es la disnea
El engrosamiento de los tabiques interlobulillares de lobulillos y pueden encontrarse signos de cor pulmonale de comienzo
adyacentes produce una imagen de arcadas poligonales795. Estas reciente. En raras ocasiones un dolor torácico de tipo pleurítico y
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 407

FIGURA 7-53
Carcinomatosis linfangítica. Radiografía posteroanterior (A) que
muestra un patrón intersticial con predominio en el lado izquierdo
formado por líneas A y B de Kerley y engrosamiento mal definido de
los haces broncovasculares. El hilio derecho presenta un
engrosamiento moderado por la presencia de adenopatías; el aumento
del hilio izquierdo es cuestionable. Existe un pequeño derrame pleural
derecho. La imagen de TC a través del hilio (B) y del lóbulo superior
izquierdo (C) muestra líneas de Kerley de tipos A (1) y B (2) y
engrosamiento de los haces broncovasculares (flechas cerradas). En el
pulmón derecho se observan lesiones mínimas pero de naturaleza
similar. Los ganglios linfáticos están aumentados de tamaño en los dos
hilios (puntas de flecha). El paciente era un varón de 37 años. Una
biopsia pulmonar abierta de un nódulo del pulmón derecho que se
había efectuado varios meses antes había revelado un
adenocarcinoma, y es posible que ésta fuera la lesión primaria.
(Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
Diagnosis of Diseases of Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

una hemoptisis indican la producción de un infarto. Los antece- Las imágenes radiológicas habituales son las de una obs-
dentes de carcinoma o los signos de un carcinoma primario trucción bronquial, parcial (con oligohemia y atrapamiento aéreo
extratorácico simultáneo suelen ser habituales. La diferenciación espiratorio) o completa (con atelectasia y neumonitis obstructi-
entre la hipertensión pulmonar secundaria a la tromboembolia y va). Las metástasis hematógenas en la tráquea son raras. Al igual
la producida por los émbolos pulmonares puede ser difícil801, 805. que en el caso de las metástasis endobronquiales, las localizacio-
nes primarias más frecuentes son el riñón, la mama, el colon y la
Obstrucción de la vía aérea (metástasis bronquiales piel (melanoma)476, 809. A veces la metástasis se detecta en la radio-
y traqueales) grafía o en la TC de tórax como una masa polipoidea de tejido
blando462.
La infiltración neoplásica de la pared bronquial se debe a la exten- En la mayoría de los casos la localización primaria es clínica-
sión directa desde un tumor parenquimatoso o desde un ganglio mente evidente antes de que aparezcan los síntomas relacionados
linfático afectado o a la infiltración más o menos difusa como con las metástasis endobronquiales810. Éstas se manifiestan con
parte de una carcinomatosis linfangítica. Casi siempre es un ha- sibilancias, hemoptisis y tos persistente, que puede asociarse a la
llazgo microscópico casual que constata el anatomopatólogo en la expectoración de fragmentos tumorales diagnósticos.
autopsia. Sin embargo, a veces se produce un crecimiento intralu-
minal considerable en ausencia de otras metástasis pulmonares o Derrame pleural
de una neoplasia primaria reconocible, lo que hace pensar en un
carcinoma broncógeno primitivo. Las neoplasias que con mayor La manifestación más frecuente de las metástasis pleurales es el
frecuencia se manifiestan de esta forma son los carcinomas derrame. Muchas de estas metástasis se deben a la propagación
mamarios, colorrectales y renales y el melanoma806-808. hematógena de un tumor que ha metastatizado antes en el híga-
408 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

FIGURA 7-54
Carcinomatosis linfangítica. Imágenes de TCAR (A y B) que muestran un engrosamiento liso y nodular (flechas rectas) de los tabiques interlobulillares
y un engrosamiento nodular a lo largo de los haces broncovasculares (flechas curvas). El paciente era un varón de 72 años que tenía un adenocarcinoma
rectal. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

do, sobre todo cuando el derrame pleural es bilateral811. Como ya metástasis pulmonares no tiene síntomas atribuibles al riñón, la
se ha dicho anteriormente, un carcinoma también puede alcanzar diferenciación entre una metástasis solitaria y un carcinoma pul-
directamente la pleura basal desde los ganglios linfáticos abdomi- monar primario puede ser difícil, sobre todo si la metástasis tie-
nales superiores o desde la cavidad abdominal a través de los ne un componente endobronquial importante. A esta dificultad
canales linfáticos transdiafragmáticos765, 766. Conviene recordar diagnóstica contribuye la variabilidad histológica del carcinoma
que el derrame pleural asociado a un carcinoma también puede renal ya que, si bien la mayoría muestra el patrón clásico de célu-
deberse a una obstrucción linfática secundaria a la infiltración de las claras813, algunos tienen un aspecto sarcomatoso o diverso que
los ganglios linfáticos mediastínicos. Cuando se deben a una afec- puede no hacer pensar en el origen renal.
tación neoplásica directa de la superficie pleural los derrames La manifestación radiográfica más frecuente del carcinoma
suelen ser hemorrágicos, mientras que serán serosos si la causa es renal metastásico en el tórax son los nódulos pulmonares soli-
una obstrucción linfática. tarios o múltiples. Las metástasis endobronquiales no son tampoco
raras y pueden asociarse a signos de obstrucción parcial o com-
Localizaciones y tumores primarios pleta de la vía respiratoria. Aproximadamente el 20% de los
específicos pacientes presenta adenopatías mediastínicas e hiliares814, imagen
que aunque suele asociarse a metástasis pulmonares, puede ser la
Pulmón. Los estudios que se han efectuado en pacientes que única manifestación radiográfica y propiciar un diagnóstico erró-
tienen carcinomas de pulmón demuestran que entre el 7% y el neo de sarcoidosis815.
50% tiene metástasis pulmonares en la autopsia812. Es probable Aunque los pacientes suelen estar asintomáticos, los que tie-
que el mayor de estos valores refleje una búsqueda anatomopato- nen metástasis endobronquiales pueden tener tos y hemoptisis,
lógica completa de los depósitos tumorales, muchos de los cuales en cuyo caso el diagnóstico puede hacerse mediante el estudio
son indetectables en las radiografías de tórax. Como sería de histológico de los fragmentos de tumor expectorados. En todo
esperar, los carcinomas peor diferenciados son los que producen paciente que tenga signos radiográficos de metástasis torácicas y
metástasis pulmonares en mayor medida, quizá por la frecuencia antecedentes de carcinoma renal, aunque sean muy remotos,
de las metástasis sistémicas simultáneas. La excepción es el carci- debe sospecharse que aquéllas sean secundarias a éste ya que se
noma bronquioloalveolar, en el que la afectación bilateral y a han descrito intervalos de hasta 50 años a partir de la extirpación
menudo extensa del pulmón no es infrecuente debido a la propa- del tumor primario813. Esta neoplasia es una de las que con mayor
gación del tumor por la vía aérea. frecuencia experimenta regresión espontánea816 y además los
En cuanto al carcinoma microcítico, algunos investigadores nódulos metastásicos crecen a veces de forma muy lenta a lo lar-
describen metástasis contralaterales en el momento del diag- go de un intervalo temporal prolongado.
nóstico incluso en el 8% de los casos812a. Salvo en este tumor, Colon y recto. Las metástasis pulmonares de los carcinomas
las metástasis pulmonares detectables en las radiografías ini- colorrectales ocupan el segundo lugar por orden de frecuencia
ciales son raras. En la mayoría de los casos la existencia de tras las hepáticas, y en distintas series se han observado inciden-
estas metástasis sólo puede identificarse con seguridad cuando cias que oscilan entre el 5% y el 45% de los casos817; es probable
hay varios nódulos; cuando sólo se ven dos masas tumorales que la incidencia global sea del 15% al 20%. Este tumor es res-
y no hay signos de metástasis sistémicas lo más frecuente es que ponsable del 30% al 40% de todas las metástasis solitarias en el
correspondan a primarios distintos y no a un primario y a una pulmón, que es mucho más probable que se deban a esta neopla-
metástasis única. sia que a cualquier otro tipo de primario. Sin embargo, en un
Riñón. Como aproximadamente el 30% de todos los pacientes paciente que tiene un nódulo solitario y un carcinoma de colon
con carcinoma renal tiene metástasis a distancia cuando se les conocido la naturaleza metastásica del nódulo no es en absoluto
diagnostica y como incluso del 30% al 40% de los enfermos con segura781.
CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares 409

La diferenciación histológica entre un carcinoma colorrectal táneas. En ocasiones las radiografías convencionales son norma-
metastásico y un carcinoma pulmonar primario suele ser fácil en les y sólo el estudio con yodo radiactivo o la TC permite confir-
los tumores bien o moderadamente diferenciados, que constitu- mar la existencia de las metástasis827, 828.
yen la inmensa mayoría de los casos. Los síntomas y las imágenes Testículo. Las metástasis pulmonares son bastante frecuentes
radiográficas son idénticos a los de otros tumores metastásicos. en cualquiera de las variantes histológicas de las neoplasias malig-
En la mayoría de los casos el carcinoma colorrectal está ya diag- nas del testículo y suelen adoptar la forma de nódulos parenqui-
nosticado818 y gran parte de los pacientes presenta también signos matosos solitarios o, lo que es más frecuente, múltiples829. Tam-
de metástasis hepáticas simultáneas. Con la extirpación de las bién son habituales las adenopatías hiliares y mediastínicas830. En
metástasis pulmonares se han descrito supervivencias del 40% a la TC se constata la presencia de ganglios linfáticos abdominales
los 5 años y del 30% a los 10 años819. y pélvicos aumentados de tamaño y de baja atenuación en casi la
Hígado. En casi dos terceras partes de los pacientes de algunas mitad de los pacientes; la baja atenuación de los ganglios hiliares
series se describen metástasis pulmonares de carcinomas hepato- y mediastínicos y de los nódulos parenquimatosos pulmonares es
celulares820. Su aparición está íntimamente relacionada con la menos frecuente831. Rara vez hay signos y síntomas clínicos evi-
invasión vascular intrahepática. Los émbolos pulmonares, sobre dentes; en ocasiones el coriocarcinoma produce hemorragia pul-
todo los visibles a simple vista, son muy frecuentes y pueden cau- monar y hemoptisis. Habitualmente pueden encontrarse antece-
sar infartos, muerte súbita o hipertensión pulmonar800. dentes de un tumor testicular.
Cabeza y cuello. La incidencia de metástasis a distancia en el Melanoma. En una serie se encontraron metástasis pulmonares
cáncer de cabeza y cuello varía según la localización del tumor de melanoma en el 12% de los pacientes832. Aunque muchas se
primario; en una serie de 169 pacientes con enfermedad bastante produjeron en los primeros estadios de la enfermedad, un número
avanzada los porcentajes oscilaron entre el 10% y el 20% para los sustancial de ellas se identificó 10 años o más después del diag-
carcinomas del suelo de la boca, la lengua y la orofaringe, el 30% nóstico del tumor cutáneo. La imagen radiográfica típica es la de
para los de la hipofaringe y el 60% para los de la laringe821. Como nódulos solitarios o múltiples832.
sería de esperar, el pulmón es el lugar habitual de estas metásta- Endometrio. Las metástasis pulmonares del adenocarcinoma
sis, aunque también son frecuentes en los ganglios linfáticos hiliares de endometrio son poco frecuentes y así, en una serie de 470 pa-
y mediastínicos822. Como a menudo los carcinomas de la región cientes sólo se identificaron en 11 (2,3%) a lo largo de un segui-
de la cabeza y el cuello coexisten con los carcinomas pulmo- miento de 2 a 12 años833. En la mayoría de los casos la enfermedad
nares384, y como la mayoría son carcinomas epidermoides, la dis- afecta al mismo tiempo a otras vísceras y a los ganglios linfáticos.
tinción entre los carcinomas primarios y las metástasis puede ser Cuello uterino. Entre el 5% y el 10% de las pacientes que tie-
difícil. La presencia de un tumor periférico no asociado a una vía nen un carcinoma cervical infiltrante presenta metástasis pulmo-
respiratoria y de metástasis simultáneas en los ganglios linfáticos nares834, 835. En el caso del carcinoma epidermoide la frecuencia
cervicales apoya el diagnóstico de metástasis pulmonares; sin depende del estadio del tumor835, mientras que en el adenocarci-
embargo, incluso en estos casos no siempre es posible excluir la noma ciertos datos indican que la aparición de las metástasis no
posibilidad de un tumor pulmonar primario. depende del estadio en el momento del diagnóstico836. En una
Mama. Aunque las metástasis de un carcinoma mamario pue- revisión, aproximadamente el 95% de las metástasis se detectó en
den producirse tanto por vía hematógena como por propaga- los 2 años siguientes al diagnóstico del tumor primario835. La
ción linfática e intersticial, es probable que esta última sea la más manifestación radiológica habitual son nódulos múltiples.
frecuente823. Un estudio detallado de los ganglios linfáticos medias- Ovario. Entre el 25% y el 50% de las pacientes que tienen un
tínicos indica que el mecanismo de propagación es en muchos carcinoma ovárico presenta metástasis torácicas837, 838. La mani-
casos una metástasis desde la mama hasta los ganglios linfáticos festación más frecuente es el derrame pleural, lo que sin duda está
mediastínicos, desde donde el tumor infiltra el pulmón y la pleura. relacionado con la elevada incidencia de enfermedad pleural
Las metástasis endobronquiales clínicamente importantes son parietal y visceral que produce la propagación directa desde la
bastante frecuentes si se comparan con las de otros tumores (lo cavidad abdominal a través de los linfáticos diafragmáticos766. En
que es probable que se deba más a la elevada prevalencia del car- la mayoría de los casos existe contigüidad entre el tumor paren-
cinoma de mama que a sus propiedades biológicas intrínsecas). quimatoso pulmonar y las metástasis pleurales, por lo que es pro-
Aunque son raras como hallazgo inicial, a veces constituyen la bable que el primero sea una extensión directa desde la pleura y
primera indicación de una recidiva, que puede producirse inclu- no un depósito hematógeno independiente.
so muchos años después del diagnóstico original824. El derrame Próstata. La incidencia de la propagación del carcinoma pros-
pleural es frecuente y tiende a ser una manifestación tardía; la tático a los pulmones es bastante elevada en los estudios autópsi-
mayoría es unilateral y del mismo lado que la mama afectada. cos830, pero durante la vida de los pacientes es raro detectar estas
Glándula tiroidea. La extensión directa del tumor a la tráquea lesiones en las radiografías. Como sería de esperar, la incidencia
es un fenómeno habitual en los pacientes que tienen carcinoma aumenta con el número de órganos afectados; en un estudio se
anaplásico de glándula tiroidea760 y esta infiltración a menudo es identificaron metástasis torácicas en la mitad de los pacientes que
un factor importante como causa de la muerte; las metástasis tenían tumor en tres o más localizaciones extratorácicas840. Las
pulmonares también son frecuentes. Por el contrario, las metás- alteraciones radiológicas más frecuentes son el derrame pleural y
tasis pulmonares de los carcinomas papilares y foliculares son las opacidades reticulares (que corresponden a la propagación
bastante raras y sólo afectan al 5% al 10% de los pacientes825, 826. linfangítica)841. Las metástasis osteoblásticas focales o difusas en
En las radiografías las metástasis del carcinoma papilar tienden a el esqueleto torácico pueden encontrarse con o sin afectación
mostrar un patrón micronodular (similar al de la tuberculosis pulmonar o mediastínica.
miliar) o reticulonodular (parecido al de la fibrosis intersticial). Coriocarcinoma. Las metástasis pulmonares son frecuentes en
Suelen asociarse a metástasis en los ganglios linfáticos cervicales, los coriocarcinomas relacionados con la gestación842. Siempre son
pero no a diseminación sistémica. Por el contrario, las del carci- hematógenas y en las radiografías suelen manifestarse como
noma folicular tienden a formar nódulos parenquimatosos pul- nódulos parenquimatosos múltiples, siendo más raras las opaci-
monares y a menudo se asocian a metástasis esqueléticas simul- dades numerosas y diminutas que simulan una tuberculosis miliar.
410 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

En general, el tratamiento logra la regresión completa de los Sarcoma óseo. Las metástasis pulmonares de los sarcomas
nódulos, aunque a veces queda una fibrosis residual (con o sin óseos son frecuentes, sobre todo en el caso del osteosarcoma855.
calcificaciones distróficas) en la localización de la enfermedad La imagen radiográfica típica es la de nódulos múltiples, en ge-
previa. Una característica de esta neoplasia es su notable vascula- neral bilaterales y, en el caso del sarcoma osteógeno, calcificados
rización, que puede manifestarse con hemorragias en el propio u osificados. Casi siempre hay antecedentes de una neoplasia ósea
tumor o en el parénquima pulmonar adyacente. primaria previa o sincrónica. En su mayoría las metástasis no
En los estudios radiográficos y de TC los nódulos pueden producen síntomas; sin embargo, pueden ser tan numerosas que
tener bordes lisos o un aspecto deshilachado característico que den lugar a insuficiencia respiratoria; el neumotórax espontáneo
también se debe a las hemorragias843. En la TCAR la hemorragia es una complicación bien conocida792.
se manifiesta como un halo de atenuación en vidrio esmerila-
do769. No suele haber síntomas, aunque es posible que aparezca Diagnóstico
disnea que progrese a insuficiencia respiratoria y también se han
descrito hemoptisis842. Aunque el estudio broncoscópico no es tan productivo en el
Leiomiosarcoma. El leiomiosarcoma metastásico en los pul- diagnóstico de las metástasis pulmonares como en el carcinoma
mones puede tener características histológicas y clínicas clara- primario del pulmón, se han descrito porcentajes diagnósticos
mente malignas y en ese caso los pacientes suelen tener antece- del 50% al 60%856, 857. Como sería de esperar, los resultados posi-
dentes bien documentados de un tumor primario extratorácico tivos son mayores en los tumores que tienen extensión endo-
(con mayor frecuencia uterino844), por lo que el diagnóstico resul- bronquial, fenómeno que parece mucho más frecuente de lo que
ta fácil. Sin embargo, en ocasiones surgen dificultades diagnósti- podría preverse según los datos clínicos y radiográficos858. En un
cas cuando se extirpa un nódulo pulmonar de origen muscular estudio de todos los pacientes que tenían metástasis pulmonares
liso que muestra un aspecto histológico más anodino y no hay y a los que se realizó una broncoscopia a lo largo de un período
pruebas claras de un tumor maligno extratorácica. Estos casos de 66 meses en cinco hospitales docentes, la probabilidad de diag-
han tratado de explicarse de varias formas. Algunos podrían nóstico positivo fue máxima en los carcinomas colorrectales
representar neoplasias del músculo liso primarias del pulmón. (79%) y mamarios (57%) y mínima en los de origen genitouri-
Otros han recibido el nombre de fibroleiomiomas pulmonares y se nario (33%)856. La biopsia, el lavado y el cepillado son procedi-
ha propuesto que serían una forma poco habitual de hamartoma. mientos complementarios en el diagnóstico.
Un tercer grupo se asocia a «leiomiomas» uterinos y se cree Las células malignas pueden detectarse en el esputo o en el
corresponden a metástasis de éstos, de ahí el término de leiomio- lavado bronquial del 35% al 50% de los pacientes que tienen un
ma benigno metastatizante845. En realidad, quizá sea mejor consi- cáncer pulmonar metastásico859. El estudio citológico del líquido
derar que la mayoría de estos últimos son leiomiosarcomas pleural de origen maligno es positivo en un porcentaje algo más
metastásicos bien diferenciados846. alto, de manera que en la mayoría de las series la exactitud su-
En el estudio radiográfico estos tumores suelen ser múltiples y pera el 50%. La aspiración transtorácica con aguja tiene mayor
bilaterales, con tamaños que oscilan entre 0,5 y 5 cm846. Los nódu- importancia en el diagnóstico de las metástasis; con esta técnica
los pueden crecer tanto en tamaño como en número o pueden per- un médico experto puede demostrar la naturaleza maligna de
manecer bastante estables durante un largo tiempo847, 848. Pueden una lesión en el 85% al 90% de los casos. En realidad, cuando se
aparecer nódulos nuevos, mientras que otros se contraen y llegan a conoce la localización del tumor primitivo suele ser posible hacer
desaparecer; a veces esta regresión se constata después de la termi- un diagnóstico citológico definitivo del cáncer metastásico.
nación de un embarazo o de la retirada de los gestágenos849, lo que
indica un efecto hormonal sobre el crecimiento del tumor.
Como la localización primaria más frecuente es con mucho el BIBLIOGRAFÍA
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422 CAPÍTULO 7 ■ Neoplasias pulmonares

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C A P Í T U L O O C H O

MANIFESTACIONES PULMONARES
DE LA INFECCIÓN POR EL VIH

INFECCIONES PULMONARES 423 Características anatomopatológicas NEOPLASIAS PULMONARES 435


Bacterias no tuberculosas 424 Manifestaciones radiológicas Sarcoma de Kaposi 435
Mycobacterium tuberculosis 425 Manifestaciones clínicas Etiología y patogenia 435
Epidemiología 425 Diagnóstico Características anatomopatológicas 435
Patogenia 425 Pronóstico y evolución natural Manifestaciones radiológicas 436
Manifestaciones radiológicas 426 Cryptococcus neoformans 433 Manifestaciones clínicas 437
Manifestaciones clínicas 427 Histoplasma capsulatum 433 Linfoma no hodgkiniano 438
Diagnóstico 427 Coccidioides immitis 433 Carcinoma pulmonar 438
Pronóstico y evolución natural 427 Blastomyces dermatitidis 433
Otras micobacterias 428 Género Aspergillus 433 ALTERACIONES PULMONARES
Hongos 428 Virus 434 MISCELÁNEAS 438
Pneumocystis jivoreci (carinii) 428 Infección pulmonar por el VIH 434 Neumonitis intersticial inespecífica 438
Epidemiología Citomegalovirus 434 Neumonitis intersticial linfocítica 439
Patogenia Parásitos 435 Hipertensión pulmonar 440

E
l impacto de la pandemia mundial de infección por el VIH Los dos factores de riesgo más importantes para la infección por
ha sido enorme. Desde que se describió la enfermedad aso- el VIH son el contacto sexual con una persona infectada y el con-
ciada a este virus en 1981 la infección se ha extendido a más sumo de drogas por vía intravenosa. De los varones estadouniden-
de 60 millones de personas1. A finales de 2001 se calculó que ses que tienen sida, aproximadamente el 55% es homosexual, el
40 millones de seres humanos vivían con el virus y que 20 millo- 25% es drogadicto por vía intravenosa y entre el 5% y el 10% tiene
nes habían muerto de sida2. En el año 2000 se calculó que el sida ambos factores de riesgo. Aproximadamente la cuarta parte de
había sido el responsable de la pérdida de 90,4 millones de años todos los nuevos casos de sida que se registraron en 2001 fueron
de vida saludable, un total que supera a las pérdidas combinadas mujeres, y de ellas en el 60% la exposición había sido por contacto
que provocan el paludismo y la tuberculosis3. Se calcula que en heterosexual y en el 40% por uso de drogas intravenosas5.
los 20 años próximos 70 millones de personas morirán en el En el mundo «en vías de desarrollo», la transmisión heterose-
mundo a consecuencia de esta enfermedad2. xual se ha convertido en el modo predominante de infección, por
En EE.UU., más de 800.000 personas han desarrollado sida y lo que la carga de la enfermedad es proporcionalmente mayor en
casi 500.000 han muerto de la enfermedad4, cifra que supera la las mujeres y los niños (por transmisión de virus por vía transpla-
mortalidad que provocaron las dos guerras mundiales. A final de centaria y por la lactancia materna) en EE.UU. Las incidencias más
2001 había aproximadamente 260.000 pacientes con sida5. Algu- altas corresponden a mujeres de entre 15 y 25 años10. El impacto de
nos autores calculan que el número de personas que tienen la la infección por el VIH y del sida en estas regiones es asombroso.
enfermedad pero que no están diagnosticadas ni tratadas podría Por ejemplo, más de 2 millones de africanos murieron por sida en
llegar hasta 400.000 o 500.0006. El desarrollo del tratamiento 2001 y se calcula que en 2020 habrán muerto 55 millones11. Siete
antirretrovírico de gran actividad (TARGA) causó una dismi- países del África subsahariana tienen tasas de prevalencia de sida
nución de la incidencia del sida entre 1996 y 1998, junto a un superiores al 20% y 11 millones de los niños africanos que estaban
aumento de la prevalencia de la enfermedad debido a que los vivos a finales de 2001 habían perdido a uno o a los dos progeni-
pacientes viven ahora más tiempo7. En 1998 y 1999 esta disminu- tores a causa del sida11.
ción comenzó a estancarse y durante 1999 a 2001 no se produjeron Las complicaciones pulmonares más frecuentes e importantes
nuevos cambios7. Cada año más de 40.000 pacientes presentan del sida son las infecciones12, 13 y los microorganismos más frecuen-
sida en EE.UU. Los datos sobre la infección por el VIH en ausen- tes son las bacterias, Pneumocystis jiroveci, Mycobacterium tuber-
cia de sida son incompletos pero, a pesar de las medidas de salud culosis y el citomegalovirus (CMV). Las neoplasias, sobre todo
pública, un número importante de personas continúa siendo los linfomas y el sarcoma de Kaposi (SK), son menos frecuentes
infectado por el virus5. pero son importantes. Además, en algunos pacientes pueden
El número probable de casos de infección por el VIH y de sida encontrarse otras complicaciones más raras (tabla 8-1).
combinados es de aproximadamente 2,8 veces el número de casos
de sida solo8. En ausencia de un tratamiento eficaz el sida apare-
ce en unos 10 años a partir de la infección inicial por el VIH; por INFECCIONES PULMONARES
tanto, los datos de incidencia y prevalencia del sida sólo reflejan
la proporción de infecciones que se produjeron un decenio Existe una clara asociación entre el grado de inmunodepresión, que
antes9. se refleja en el recuento de linfocitos CD4+ en la sangre, y el riesgo
423
424 CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH

TABLA 8-1 Manifestaciones pulmonares del sida de aparición de enfermedades respiratorias específicas14. Las infec-
Infecciones
ciones habituales del aparato respiratorio tales como bronquitis,
sinusitis y faringitis se observan con cualquier recuento de linfoci-
Bacterias tos CD4+, pero con una frecuencia mayor que en la población sero-
Streptococcus pneumoniae negativa12. Aproximadamente el 80% de los casos de neumonía bac-
Haemophilus influenzae teriana y de tuberculosis pulmonar se asocia a recuentos de CD4+
Staphylococcus aureus menores de 400 células/µl. Con recuentos inferiores a 300 células/µl
Género Legionella
Pseudomonas aeruginosa la neumonía bacteriana suele ser recidivante y se encuentran infec-
Rhodococcus equi ciones por micobacterias no tuberculosas; los recuentos inferiores a
Género Nocardia 200 células/µl se asocian a neumonía por Pneumocystis (NPC),
Streptococcus agalactiae tuberculosis diseminada y SK. En los pacientes que tienen grados
Enterobacteriaceae
Moraxella catarrhalis
más intensos de inmunodepresión (recuentos inferiores a 100 lin-
Treponema pallidum focitos CD4+/µl) tienden a aparecer infecciones diseminadas por
Pasteurella multocida Mycobacterium avium-intracellulare, CMV y varios hongos.
Género Salmonella
Mycobacterium tuberculosis
Complejo Mycobacterium avium-intracellulare Bacterias no tuberculosas
Mycobacterium kansasii
Mycobacterium gordonae Las manifestaciones clínicas y radiológicas de la neumonía bac-
Mycobacterium xenopi teriana son similares en los pacientes con y sin infección por el
Mycobacterium celatum VIH15, 16; sin embargo, la neumonía de los pacientes con infección
Mycobacterium haemophilum
Mycobacterium simiae
por el VIH tiende a progresar con más rapidez, es multilobar con
Mycobacterium fortuitum mayor frecuencia y se asocia más a menudo a bacteriemia2, 17.
Mycobacterium genavense Aunque el uso del TARGA ha reducido en gran medida el riesgo
Hongos de esta complicación, éste no ha dejado de existir en los pacientes
Pneumocystis jiroveci que tienen recuentos de CD4+ bajos, en los drogadictos por vía
Género Cryptococcus intravenosa y en los enfermos que tienen antecedentes de NPC18.
Histoplasma capsulatum La causa más importante de infección respiratoria bacteriana,
Coccidioides immitis
con o sin bacteriemia, de los pacientes adultos infectados por el
Blastomyces dermatitidis
Género Aspergillus VIH es Streptococcus pneumoniae19, 20 y la infección puede ser reci-
Sporothrix schenckii divante21. Incluso con el TARGA el riesgo de contraer esta infección
Paracoccidioides brasiliensis sigue siendo sustancialmente mayor que en la población general18.
Género Mucorales La incidencia de infección disminuye en los pacientes que toman
Penicillium marneffei
trimetoprim-sulfametoxazol como profilaxis de la NPC22 y en los
Virus
que han recibido la vacuna neumocócica después de la infección
Neumonía primaria por el VIH por el VIH pero antes de presentar una inmunodepresión grave23.
Citomegalovirus
Adenovirus Haemophilus influenzae es otra causa bastante frecuente de
Varicela neumonía bacteriana en los pacientes infectados por el VIH24.
Virus del sarampión asociado a la vacuna Como sucede con otras neumonías bacterianas, el riesgo de infec-
Parásitos ción aumenta al hacerlo la inmunodepresión25. Sus manifestacio-
Género Toxoplasma nes clínicas y radiológicas son variadas; la enfermedad subaguda
Strongyloides stercoralis aparece con grados crecientes de inmunodepresión y en el estu-
Criptosporidios dio radiográfico muestra a menudo un carácter bilateral21.
Microsporidios
Platelmintos
Staphylococcus aureus es una causa poco frecuente26, pero debe
considerarse como posible etiología de una neumonía cuando la
Neoplasias gravedad de ésta obliga a hospitalizar al paciente20 o cuando se
Sarcoma de Kaposi produce en un enfermo ya hospitalizado27. Legionella es otra cau-
Linfoma no hodgkiniano sa poco frecuente de neumonía26, 28, y en una serie sólo produjo
Linfoma de Hodgkin 1 de 237 casos30. La infección simultánea con P. jiroveci o mico-
Carcinoma pulmonar
Neoplasias del músculo liso bacterias es frecuente26.
Salvo en las series autópsicas31, Pseudomonas aeruginosa también
Cuadros misceláneos es una causa rara de neumonía32. La infección suele ser de evolución
Neumonitis intersticial inespecífica lenta33 y se asocia a recuentos de linfocitos CD4+ muy bajos. En las
Neumonitis intersticial linfática radiografías pueden encontrarse opacidades parcheadas del espacio
Hipertensión pulmonar «primaria»
aéreo o bronquiectasias22. La recidiva tras el tratamiento es habitual.
Proteinosis alveolar pulmonar
Hemorragia alveolar difusa Rhodococcus equi es una bacteria intracelular grampositiva y
Disfunción de los músculos respiratorios con acidorresistencia variable que puede adoptar una forma cocoi-
Neumonitis criptógena organizativa de o de maza curvada. En los pacientes con sida se han descrito
Alteraciones de tipo enfisematoso más de 100 casos de infección por este microorganismo34. En otros
Bronquiolitis linfocítica
Bronquiectasias pacientes la infección es rara, por lo que su identificación debe
Edema pulmonar secundario a la cardiopatía relacionada con el sida hacer sospechar la presencia del VIH28. Los factores de riesgo inclu-
yen la exposición al polvo de granjas o a caballos y la cohabitación
Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Pare’s Diagnosis con una persona infectada35. La manifestación histológica es un
of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999. infiltrado por neutrófilos y macrófagos asociado a destrucción
CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH 425

parenquimatosa36. Es típico que los macrófagos posean un abun- Epidemiología


dante citoplasma vacuolado que contiene numerosas bacterias.
Las manifestaciones radiológicas suelen ser una opacidad Los pacientes pueden desarrollar tanto una tuberculosis primaria
redondeada o una zona de consolidación limitada a un lóbulo como una reactivación51. Hay pocas dudas de que el aumento
que en la mayoría de los casos es el superior37. Varias opacidades inesperado de la incidencia de tuberculosis que se produjo en
pueden confluir y cavitarse, asociándose entonces a un nivel hi- EE.UU. a mediados de la década de los ochenta y comienzos de los
droaéreo38. Aproximadamente el 20% de los pacientes presenta noventa es atribuible a la pandemia de sida47. La incidencia de la
derrame pleural. En la mayoría de los casos las alteraciones per- tuberculosis en los pacientes con sida en ese momento llegó a ser
sisten durante más de 1 mes a pesar del tratamiento antibiótico. 500 veces superior a la de la población general; además, entre el
La enfermedad pulmonar comienza de manera insidiosa y se 5% y el 15% de las personas infectadas por el VIH con pruebas
caracteriza por fiebre, mal estado general, tos productiva y dolor cutáneas de la tuberculina positivas presentaban tuberculosis cada
torácico de tipo pleurítico26, 39, 40. Algunos pacientes presentan año47, 52. Como sería de esperar, los porcentajes fueron mayores en
signos de afectación extratorácica en el estudio inicial, sobre todo los que tenían grados de inmunodepresión más avanzados.
referida a los ojos, el tejido subcutáneo, el sistema nervioso cen- En todo el mundo se ha detectado una prevalencia alta de
tral (SNC) y los ganglios linfáticos. La enfermedad suele ser cró- infección por el VIH en los pacientes que tienen tuberculosis. En
nica y a menudo acaba con la vida del paciente34. la región subsahariana de África más del 50% de los pacientes con
Bartonella henselae y Bartonella quintana son bacilos gramne- tuberculosis es seropositivo para el VIH53, 54. Aunque en los países
gativos causantes de la angiomatosis bacilar, una proliferación vas- «desarrollados» la prevalencia de la infección por el VIH en los
cular reactiva que se encuentra de manera casi exclusiva en los pacientes que tienen tuberculosis es más baja que en África, no
pacientes que tienen sida41, 42. No se conoce el modo de transmi- por ello deja de ser impresionante. Por ejemplo, en un estudio de
sión, pero como B. henselae es la causa más frecuente de enfermad 500 pacientes con tuberculosis pulmonar de Los Ángeles, el 25%
por arañazo de gato43, es probable que en el contagio intervengan de los varones y el 4% de las mujeres examinados fue seropositi-
animales o insectos vectores. Los focos de proliferación vascular vo para el VIH55; en algunos casos no existía un factor de riesgo
pueden afectar a muchos tejidos tales como la piel, el hueso, el evidente para la infección por el VIH.
encéfalo y las distintas vísceras4. Las manifestaciones intratoráci- No debe extrañar que la tuberculosis sea también una compli-
cas son lesiones polipoideas endobronquiales, nódulos o masas cación frecuente de la infección por el VIH, sobre todo en pobla-
parenquimatosos pulmonares, adenopatías mediastínicas y derra- ciones en las que la prevalencia de la infección por M. tuberculosis
me pleural42, 45. Los síntomas son fiebre, escalofríos, sudoración es alta. En algunos países se constató que el riesgo de aparición de
nocturna, adelgazamiento, anemia y (a veces) hemoptisis o dolor tuberculosis es 20 veces mayor en las personas infectadas por el
torácico. Son frecuentes las adenopatías axilares, cervicales o VIH que en los testigos negativos56, 57. El riesgo persiste incluso
inguinales42. La enfermedad suele responder con rapidez al trata- después de excluir variables de confusión como el carecer de
miento antibiótico adecuado, pero en ausencia de tratamiento vivienda y la drogadicción58. Aunque es probable que la mayoría
puede provocar la muerte por una infección fulminante42. de los casos de tuberculosis se deba a la reactivación de una infec-
Las manifestaciones clínicas de la infección pulmonar por ción latente, la infección por un contagio reciente es responsable
Nocardia asteroides son similares a las de la neumonía por R. equi. de un número importante de ellos en algunas poblaciones59.
La duración de los síntomas varía entre 1 y 6 meses antes del diag- Es probable que el TARGA, al potenciar la reconstrucción de
nóstico. Aunque la infección es a menudo diseminada, desde el la respuesta inmunitaria, haya traído consigo una disminución
punto de vista radiográfico en el pulmón se manifiesta en más de importante de la incidencia de la tuberculosis en los pacientes
la mitad de los casos por áreas lobulares o multilobares de opaci- infectados por el VIH que tienen la fortuna de poder recibir este
dad del espacio aéreo26. La afectación es más frecuente en los tratamiento60.
lóbulos superiores y son típicas las zonas de cavitación, lo que
puede hacer que se confunda con la tuberculosis46. El cultivo del Patogenia
microorganismo en el esputo o en el líquido del LBA es definiti-
vo para el diagnóstico, aunque el crecimiento puede demorarse La infección por el VIH altera la respuesta inmunitaria celular
hasta 4 semanas. La identificación de los típicos filamentos delga- frente a M. tuberculosis, pues interfiere en la atracción y en la fun-
dos y ramificados en la tinción de Gram del esputo o del líquido ción tanto de los macrófagos como de los linfocitos T CD4+ 61-62.
del LBA debe hacer sospechar el diagnóstico. El virus puede inhibir la quimiotaxia, la fagocitosis y la actividad
bactericida de los macrófagos y el funcionamiento adecuado del
Mycobacterium tuberculosis eje inmunitario macrófago-linfocito CD4+. Tanto el virus como
M. tuberculosis producen destrucción de los linfocitos y suprimen
M. tuberculosis es el microorganismo «oportunista» más impor- su regeneración y maduración. La interferencia con la asociación
tante de los pacientes infectados por el VIH. En realidad, esta de las células presentadoras de antígenos y de los linfocitos especí-
infección es un factor principal en la prevalencia e incidencia cre- ficos de los antígenos que forman parte de la respuesta inmuni-
cientes de la tuberculosis en todo el mundo47. Los pacientes infec- taria normal también fomenta la diseminación y propagación inter-
tados por el VIH y M. tuberculosis corren un riesgo elevado de celular del VIH, lo que a su vez determina una depleción clonal
presentar una tuberculosis activa. En algunos grupos de infecta- selectiva de linfocitos CD4+ específicos para las micobacterias62.
dos por el VIH, por ejemplo en las poblaciones del África subsa- La alteración funcional de los linfocitos CD4+ se produce
hariana48, la prevalencia de la infección tuberculosa es alta y en incluso antes de que su número disminuya de manera significati-
muchos países las medidas de control de la tuberculosis se han va. La desviación de la respuesta inmunitaria hacia la producción
visto superadas49. En todo el mundo la tuberculosis es la causa de de TH2 que se asocia a la menor secreción de citocinas TH1 por los
muerte más frecuente en los pacientes con sida50; además, existen monocitos (sustancias necesarias para una defensa eficaz frente a
pruebas de que la infección se asocia a una aparición más precoz M. tuberculosis) también reduce la inmunidad celular efectiva
del sida y a un pronóstico peor de éste una vez establecido. frente a este microorganismo. En el foco de infección activa por
426 CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH

micobacterias se potencia tanto la replicación como la infectivi- enfermedad miliar o un patrón similar al de la tuberculosis pri-
dad del VIH, de manera que en los pacientes que tienen tubercu- maria64, 65, 68. Los enfermos que tienen recuentos más bajos de lin-
losis pulmonar la carga del VIH-1 es mayor en el pulmón enfer- focitos CD4 tienen también más probabilidades de tener radio-
mo que en el sano63. El resultado neto de todas estas alteraciones grafías normales; por ejemplo, en un estudio de 48 pacientes que
es una formación defectuosa de los granulomas, una disminución tenían menos de 200 linfocitos CD4+/µl se encontraron radiogra-
de la capacidad de matar las micobacterias y un aumento de la fías de tórax normales en 10 (21%), lo que sólo sucedió en 1 de
agresividad de la infección por el VIH-1. los 20 (5%) que tenían recuentos mayores de 20068.
En los pacientes que tienen sida y tuberculosis pulmonar
Manifestaciones radiológicas las radiografías de tórax suelen mostrar un empeoramiento
transitorio tras el tratamiento antirretrovírico69. Este deterioro
Los patrones de alteración que se observan en los pacientes con radiográfico suele ocurrir entre 1 y 5 semanas a partir del inicio del
sida difieren de los que se encuentran en otros enfermos, ya que tratamiento y mejora entre 2 y 3 semanas después.
aquéllos tienen mayores probabilidades de presentar adenopatías, La alteración más frecuente en la TC es un aumento de tama-
enfermedad de los lóbulos inferiores y afectación parenquimato- ño de los ganglios linfáticos hiliares y mediastínicos asociado a una
sa extensa con menos tendencia a la cavitación (figura 8-1)64-66. atenuación baja (véase figura 8-1)70, 71. En un estudio de 29 pa-
La prevalencia de estas alteraciones depende del país de origen del cientes positivos para el VIH y 47 negativos, las alteraciones más
paciente y de su grado de inmunodepresión. Por ejemplo, la cavi- frecuentes en los primeros fueron aumento del tamaño de los gan-
tación es menos frecuente en los enfermos estadounidenses que glios linfáticos en 22 (76%), nódulos de diámetro inferior a 1 cm
en los de África del Norte o Central66, 67. En los pacientes que con- en 20 (69%), consolidación densa en 11 (38%) y derrame pleural en
servan un estado inmunitario relativamente normal (>200 linfo- 7 (24%). Las adenopatías fueron más frecuentes en los infectados
citos CD4+/µl) la imagen es similar a la de la tuberculosis pospri- por el VIH que en los seronegativos para el virus (el 76% frente
maria en un huésped normal; por el contrario, los pacientes que al 55%). Las alteraciones que parecen menos frecuentes en los
tienen una inmunodepresión importante tienden a presentar una pacientes positivos para el VIH son la cavitación (el 24% frente al

FIGURA 8-1
Tuberculosis pulmonar. Radiografía anteroposterior del
tórax (A) de un varón de 43 años con sida, en la que se observa
consolidación del espacio aéreo en el lóbulo superior izquierdo,
nódulos miliares, adenopatías mediastínicas y derrames pleurales
bilaterales. La imagen de TCAR (B) revela una zona focal de
consolidación en el lóbulo superior izquierdo y nódulos miliares.
Después de la inyección de contraste intravenoso la imagen (C)
revela grandes adenopatías hiliares izquierdas y mediastínicas
(flechas) y derrames pleurales bilaterales pequeños. Las
adenopatías muestran baja atenuación, una característica habitual
en los pacientes con sida y tuberculosis. (Tomado de Müller NL,
Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of
the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH 427

49%), los nódulos de diámetro comprendido entre 1 y 3 cm (el importante de microorganismos, por lo que es más fácil identifi-
14% frente al 47%) y el engrosamiento de la pared bronquial carlos en las muestras de tejido pleural y en el esputo80.
(el 14% frente al 45%). En los infectados por el VIH se observó
correlación lineal entre el recuento de linfocitos T CD4+ y el Diagnóstico
número de lóbulos afectados (r = 0,84), así como con el número
de nódulos (r = 0,97). Los enfermos que tenían más de 200 linfo- Existen obstáculos importantes que dificultan el diagnóstico rápido
citos CD4+/µl tuvieron mayores probabilidades de presentar cavi- de la tuberculosis en los pacientes positivos para el VIH. Los sínto-
tación que los que tenían recuentos inferiores (el 50% frente al mas son inespecíficos, las manifestaciones radiológicas son a menu-
13%), y menores de presentar adenopatías (el 33% frente al 70%). do atípicas y la infección suele ser extrapulmonar. Por tanto, el pri-
El hallazgo de atenuación baja o de un refuerzo periférico en los mer paso para el diagnóstico es un elevado grado de sospecha, sobre
ganglios hiliares o mediastínicos de los pacientes con sida es muy todo en los pacientes que tienen mayor riesgo de desarrollo de la
indicativo de tuberculosis o de infección por el complejo Mycobac- enfermedad81, 82, como son los drogadictos por vía intravenosa, los
terium avium-intracellulare (MAC). En un estudio de las alteracio- vagabundos, los presos, los inmigrantes procedentes de regiones
nes de la TC de 102 pacientes se observó aumento del tamaño de donde la tuberculosis es endémica, los pacientes que tienen una
los ganglios linfáticos hiliares o mediastínicos en 12 de 16 (75%) prueba cutánea de tuberculina positiva y los que han estado expues-
que tenían infecciones micobacterianas, en 13 de 26 (50%) que tos en fechas recientes a un paciente con infección activa.
tenían SK, en 4 de 5 (80%) que tenían linfoma y en 3 de 5 (60%) La utilidad de la prueba cutánea de tuberculina es sólo pequeña
que tenían una infección micótica72. Los ganglios linfáticos de baja con respecto al diagnóstico. Aunque la seropositividad frente al
atenuación con o sin refuerzo periférico sólo se encontraron en derivado proteico purificado (PPD) indica un riesgo elevado de
pacientes que tenían tuberculosis o infección por MAC. aparición de tuberculosis, la negatividad de la prueba en los pacien-
El tamaño y la distribución de los nódulos que se identifican tes que tienen una inmunodepresión profunda tiene un escaso valor
en la TCAR son útiles para hacer el diagnóstico diferencial. En un predictivo negativo en cuanto a la presencia de infección83, 84. En
estudio de 43 pacientes que tenían infecciones oportunistas, en realidad, sólo del 40% al 55% de los pacientes infectados por el VIH
36 (84%) predominaban los nódulos de diámetro inferior a 1 cm, que también tienen tuberculosis muestra una reacción positiva a la
mientras que en 14 de 17 (82%) que tenían SK o linfoma los tuberculina85. Se discute si se debe seguir considerando que una
nódulos predominantes tenían diámetros superiores a 1 cm73. induración cutánea de 5 mm es un resultado positivo en los pacien-
Los nódulos eran de distribución centrolobulillar en el 65% de los tes seropositivos para el VIH, como sucede en la actualidad86.
pacientes con infección oportunista y sólo en 1 de 17 (6%) de La prevalencia de las extensiones y los cultivos de esputo posi-
los que tenían los otros dos cuadros. La infecciones más frecuen- tivos es casi la misma en los pacientes que tienen tuberculosis
tes fueron bacterianas o por M. tuberculosis, mientras que la NPC pulmonar e infección por VIH que en los negativos para el virus87.
fue rara. El tamaño y la distribución de los nódulos no ayudaron En conjunto, aproximadamente el 60% al 70% de estos enfermos
a distinguir entre las infecciones micobacterianas y las que esta- tienen una extensión positiva87, 88, un resultado muy indicativo
ban causadas por otras bacterias. de la presencia de tuberculosis, incluso en los ambientes en los
En los pacientes infectados por el VIH que tienen tuberculosis que la prevalencia de la infección por MAC es elevada89. El uso de
pulmonar y una radiografía normal la TC suele mostrar altera- la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y de las sondas
ciones parenquimatosas sutiles del tipo de nódulos miliares, génicas permite distinguir entre estos dos microorganismos
nódulos centrolobulillares secundarios a la diseminación endo- cuando la extensión es positiva y las manifestaciones clínicas y
bronquial, tuberculomas o adenopatías64, 74. radiológicas no son típicas de la tuberculosis47, 51. También puede
evitar procedimientos invasores para hacer el diagnóstico de una
Manifestaciones clínicas enfermedad miliar o de alteraciones radiológicas atípicas cuando
las extensiones del esputo son negativas51. El material que se
Las manifestaciones clínicas de la tuberculosis en los pacientes obtiene mediante otras técnicas también puede contribuir al
que tienen sida varían según el grado de inmunodepresión49. diagnóstico, como sucede con la inducción del esputo con suero
Cuando la función inmunitaria se mantiene relativamente con- salino aerosolizado, el LBA, la biopsia bronquial o transbronquial
servada estas manifestaciones tienden a ser las mismas que en los y la aspiración transtorácica con aguja.
pacientes no infectados por el VIH49. Sin embargo, cuando el
recuento de linfocitos CD4 disminuye, aumenta la probabilidad Pronóstico y evolución natural
de características atípicas. La tuberculosis extrapulmonar es más
frecuente en los enfermos infectados por el VIH que en los sero- La tuberculosis es una causa importante de muerte en los pacien-
negativos y, de hecho, afecta a más del 50% de ellos en algún tes que tienen sida90. Aunque muchos casos en los que la infec-
momento de la evolución de la enfermedad y es la única mani- ción se diagnostica y trata correctamente evolucionan bien, en
festación de ésta en aproximadamente el 25% de los casos75. La otros progresa, sea por incumplimiento terapéutico, sea por resis-
afectación ganglionar, incluida la constatación radiográfica de tencia del microorganismos a los fármacos91. Aunque la elevada
aumento del tamaño de los ganglios mediastínicos, es muy fre- mortalidad de los pacientes con sida y tuberculosis guarda en
cuente76. Como sería de esperar, la enfermedad diseminada es gran medida una relación directa con el grado de inmunodepre-
más frecuente en los pacientes infectados por el VIH que en el sión92, se ha comprobado que la infección por M. tuberculosis
resto77. Tanto ésta como la enfermedad miliar son tanto más pro- influye de manera adversa en la evolución de la infección por el
bables cuanto mayor es la inmunodepresión78. VIH; incluso descontados los factores de confusión importantes
La tuberculosis es una causa rara de derrame pleural en los y las muertes precoces debidas a tuberculosis93, el riesgo de muer-
pacientes con sida de EE.UU.; no obstante, el derrame pleural sigue te de los pacientes afectados es doble que el del resto. También la
siendo más frecuente como manifestación de la tuberculosis en los infección por el VIH se asocia a una elevada prevalencia de tubercu-
pacientes infectados por el VIH que en los seronegativos79. La losis multirresistente91, lo que dificulta su tratamiento y eleva
enfermedad se asocia con mayor frecuencia a una carga más hasta cifras muy altas la mortalidad94.
428 CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH

Es probable que la reconstrucción inmunitaria que se consigue es P. carinii; sin embargo, otros microorganismos son también
gracias al TARGA se asocie a una mayor supervivencia de los responsables de una cifra significativa de enfermedades definito-
pacientes infectados por el VIH y que sufren una tuberculosis. Sin rias del sida101 y aun otros hongos producen a veces infecciones
embargo, este tratamiento puede asociarse a un empeoramiento (véase tabla 8-1). A pesar de esta lista bastante extensa, con excep-
transitorio de la enfermedad que no se debe a un fracaso tera- ción de la NPC, las infecciones micóticas pulmonares son raras
péutico ni a un segundo proceso adquirido tras su instauración95. en los pacientes infectados por el VIH fuera de las áreas geográfi-
cas endémicas para determinados hongos102.
Otras micobacterias
Pneumocystis jiroveci (carinii)
La infección sistémica por el complejo MAC es frecuente en los
enfermos que no reciben tratamiento para el VIH49. Sin embargo, Epidemiología
la incidencia de esta infección ha experimentado un llamativo des-
censo en EE.UU. gracias al uso del TARGA y al tratamiento profi- Desde las primeras descripciones de inmunodeficiencia profunda
láctico60. La alteración radiográfica más frecuente es la aparición en varones homosexuales previamente sanos en 1981103, la historia
de adenopatías mediastínicas (figura 8-2), que reflejan la presen- del sida y de la infección por P. carinii (P. jiroveci104) se hallan ínti-
cia bastante frecuente de infección ganglionar. Por otra parte, no mamente entrelazadas. Desde los primeros años de la década de los
es frecuente encontrar signos evidentes de enfermedad pulmo- ochenta hasta los primeros de la de los noventa la infección se con-
nar96; por ejemplo, en un estudio de 48 pacientes en los que se ais- firmó en más de 100.000 estadounidenses, la mayoría de los cuales
ló el microorganismo en muestras del aparato respiratorio, sólo 2 estaba infectada también por el VIH105. En ese período la NPC afec-
presentaban enfermedad pulmonar atribuible al mismo97. El diag- tó al 75% de los pacientes con sida y fue la causa más frecuente de
nóstico de esta enfermedad se hace mediante cultivos repetidos de enfermedad potencialmente mortal106. Coincidiendo con el uso cre-
las secreciones respiratorias en el contexto de un cuadro radiográ- ciente de la profilaxis primaria y secundaria frente a P. jiroveci y con
fico compatible para el que no se encuentra otra causa. el tratamiento antirretrovírico eficaz, la incidencia de la NPC
De las muchas especies de micobacterias con importancia en comenzó a disminuir107, fenómeno que se aceleró gracias a la
medicina distintas a M. avium-intracellulare y a M. tuberculosis, influencia del TARGA108. En EE.UU., la incidencia de la NPC dismi-
más de la mitad ha producido enfermedades en los pacientes nuyó en promedio un 3,4% anual entre 1992 y 1995 y, coincidiendo
infectados por el VIH (véase tabla 8-1)98. Tanto la colonización con la introducción del TARGA109, esta reducción ascendió al 21,5%
como la infección son más frecuentes en los pacientes infectados anual entre 1996 y 1998 en una población de pacientes con sida que
por el VIH que en el resto de la población. Aunque algunos de tenían un recuento de linfocitos CD4+ de aproximadamente 100/µl.
estos microorganismos producen también enfermedades sistémi- A pesar de este descenso de la incidencia, la NPC sigue siendo
cas o alteraciones locales extrapulmonares, muchos sólo se han una infección importante en los pacientes que tienen sida. En
descrito en el pulmón. Los más importantes son Mycobacterium gran parte debido a la falta de tratamiento o al incumplimiento
kansasii99 y Mycobacterium xenopi100. de éste110, la NPC sigue siendo la infección oportunista defini-
toria del sida más frecuente111. Además, aproximadamente el 50%
Hongos de las personas que mueren de sida han sufrido una NPC en
algún momento de la evolución de su enfermedad111.
Con gran diferencia, el hongo que produce un mayor número de El riesgo de NPC es mayor en los pacientes que tienen recuen-
enfermedades pulmonares en los pacientes infectados por el VIH tos de linfocitos CD4+ inferiores a 200/µl; de hecho, cuando el

FIGURA 8-2
Mycobacterium avium-intracellulare.
Radiografía anteroposterior del tórax (A)
en un varón de 47 años con sida en la
que se observa ensanchamiento del
mediastino superior derecho. Una
imagen de TC con contrate (B)
demuestra el aumento de tamaño de los
ganglios linfáticos paratraqueales
derechos. Las adenopatías presentan
una atenuación central baja y refuerzo
periférico. El paciente tenía una
infección diseminada por M. avium-
intracellulare, que se confirmó mediante
cultivo. (Tomado de Kang EY, Staples CA,
McGuinness G, et al: Detection and
differential diagnosis of pulmonary
infections and tumors in patients with
AIDS: Value of chest radiography versus
CT. ARJ Am J Roentgenol 166:15, 1996.)
CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH 429

recuento sobrepasa esta cifra tras la instauración del TARGA la toria aguda muy marcada119, 120. Se ha demostrado que P. jiroveci
profilaxis de la NPC puede interrumpirse sin peligro112. Los es tóxico para las células alveolares en las zonas de adherencia y
resultados de la tipificación molecular de P. jiroveci revelan que que inhibe su replicación121, efectos que podrían contribuir a la
muchas infecciones son de adquisición reciente y que no se deben aparición de edema alveolar y a la alteración de la función del
a reactivaciones de alguna infección latente113; sin embargo, ape- surfactante123.
nas existen pruebas de transmisión de persona a persona114.
Características anatomopatológicas
Patogenia
El tipo y la gravedad de las alteraciones histológicas de la NPC
Las características patogénicas generales de la NPC se expusieron relacionada con el sida son muy variables123, 124. El aspecto típico
antes (véase página 278), por lo que aquí se hará sólo un breve es similar al que se observa en los pacientes inmunodeprimidos
resumen de los mecanismos por los que la infección por el VIH que no tienen sida, es decir, inflamación intersticial alveolar, pro-
altera las defensas frente al microorganismo. El mayor riesgo de liferación de células epiteliales alveolares de tipo II y un «exuda-
aparición de NPC cuando disminuye el recuento de CD4 es una do» eosinófilo finamente vacuolado en el interior de los espacios
prueba clara de la importancia de los linfocitos sanguíneos en la aéreos (figura 8-3). Sin embargo, a diferencia de la enfermad de
defensa frente a P. jiroveci115. Como sucede con la tuberculosis, los pacientes no infectados por el VIH, la cantidad de exudado
existen pruebas de que los linfocitos alveolares de los pacientes intraalveolar suele ser muy grande, sobre todo en los enfermos
infectados por el microorganismo producen cantidades mucho que mueren con una NPC «activa». Además, los linfocitos y las
mayores de VIH cuando se les compara con los linfocitos de células plasmáticas intersticiales pueden ser escasos o no existir
pacientes seropositivos para el VIH no infectados por P. jirove- en absoluto cuando el recuento de linfocitos CD4 es muy bajo.
ci116. Además, parece que la función de estos linfocitos es defec- Otras características histológicas que pueden encontrarse
tuosa y su número escaso62. Los macrófagos alveolares también solas o asociadas a las más típicas son la lesión alveolar difusa,
participan de manera importante en la defensa117 y es probable la inflamación granulomatosa (figura 8-4A) (en la que puede
que la alteración de la liberación de factor de necrosis tumoral α haber pocos microorganismos, que son difíciles de identificar en
sea esencial a este respecto118. el líquido del LBA)125, bronquiolitis obliterante con neumonía
Con el fracaso relativo de los mecanismos inmunitarios para organizativa123, invasión vascular (figura 8-4B)126, calcificación
controlar la infección puede producirse una reacción inflama- parenquimatosa (en general asociada a tratamientos previos),

FIGURA 8-3
Neumonía por Pneumocystis. Imagen a gran aumento de una biopsia transbronquial (A) de un varón de 42 años con sida; puede verse un
ligero engrosamiento intersticial secundario al edema y una infiltración inflamatoria por células mononucleares; en los espacios aéreos alveolares
se observan dos grumos de material proteináceo finamente vacuolado. Una tinción con plata de estos grumos (B) revela la presencia de
múltiples quistes redondeados (flecha corta) o fusiformes (flecha larga). (A, ×440; B, metenamina plata de Grocott, ×1.000). (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Pare’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
430 CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH

A B

FIGURA 8-4
Neumonía por Pneumocystis. Preparación histológica (A) procedente de la autopsia de un paciente diagnosticado de neumonía por P. jiroveci
2 meses antes. Se observan células mononucleares que rodean a un granuloma laxo formado sobre todo por células gigantes multinucleadas. La
imagen (B) de una arteria pulmonar de otro paciente revela un exudado abundante (e) característico de la infección por P. jiroveci. El material se
encuentra en el parénquima pulmonar adyacente al vaso y en la íntima arterial (las flechas indican la media, que aparece parcialmente destruida en
sus porciones izquierda e inferior). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Pare’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

necrosis y formación de quistes124. Las alteraciones anatomopato-


lógicas de esta última complicación son variables, de forma que
en algunos casos hay burbujas y en otros espacios parenquimato-
sos revestidos por una fina capa de tejido fibroso o por parénqui-
ma pulmonar consolidado por el exudado espumoso de la infec-
ción típica por P. jiroveci127. Existen pruebas de que la patogenia
de al menos algunos de los quistes parenquimatosos está relacio-
nada con la invasión del tejido por los microorganismos y la con-
siguiente necrosis127. Todas estas manifestaciones anatomopato-
lógicas atípicas son más frecuentes en los enfermos que han
recibido un tratamiento profiláctico contra la NPC.
Aunque a menudo los microorganismos desaparecen con
rapidez de las preparaciones de tejido cuando se inicia el trata-
miento en los pacientes con NPC que no tienen sida, esta limpie-
za suele ser menos rápida o incluso puede no ocurrir en los
pacientes positivos para el VIH128.

Manifestaciones radiológicas
Las alteraciones radiológicas más frecuentes en los enfermos que
tienen NPC son opacidades reticulares o finamente granulares,
bilaterales y simétricas en vidrio esmerilado (figura 8-5)84, 129, 130.
Estas imágenes pueden ser difusas, pero lo más frecuente es que FIGURA 8-5
predominen en la zona perihiliar, en los campos pulmonares Neumonía por Pneumocystis. Radiografía posteroanterior de tórax de
inferiores o, en menor medida, en los campos superiores. Sin tra- una mujer de 41 años con sida que muestra opacidades bilaterales y
simétricas en vidrio esmerilado con afectación preferente de los campos
tamiento suelen progresar hasta hacerse predominantes en la
pulmonares medios e inferiores. (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
región perihiliar o producir una opacidad difusa del espacio Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
aéreo (figura 8-6)131. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
La aparición de quistes llenos de aire o neumatoceles se des-
cribe en aproximadamente el 5% al 35% de los pacientes131-133.
Estos quistes pueden encontrarse en cualquier zona del pulmón,
pero son más frecuentes en los lóbulos superiores. Su diámetro
oscila entre 1 y 10 cm y el grosor de las paredes es en general de
CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH 431

FIGURA 8-7
Neumonía por Pneumocystis. Imagen de TCAR de un varón de 46 años
con sida que muestra áreas bilaterales de atenuación en vidrio esmerilado con
un patrón en mosaico. Existe una clara delimitación entre el parénquima
pulmonar normal y las zonas anormales; el tamaño y la forma de las áreas
de parénquima respetado se corresponden con los de los lobulillos
pulmonares secundarios (flechas). (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
FIGURA 8-6 Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
Neumonía por Pneumocystis. Radiografía posteroanterior de tórax de un
paciente de 31 años con sida. Pueden verse áreas bilaterales de consolidación
del espacio aéreo que afectan sobre todo a los campos pulmonares medios.
(Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

1 mm o menos132-134. Lo habitual es que sean esféricos. La mayo-


ría desaparece por completo en un período de semanas o meses133.
Aproximadamente el 5% al 10% de los pacientes presenta neu-
motórax129, 130, 135. Los factores asociados a esta complicación son
la presencia de quistes en la radiografía de tórax136, 137, anteceden-
tes de tabaquismo138 y el uso de pentamidina en aerosol135, 136. En
una serie se observaron neumotórax en 12 de 34 pacientes (35%)
que tenían quistes visibles en las radiografías y sólo en 2 (7%) de
los que no los tenían133. El neumotórax puede ser unilateral o
bilateral y puede recidivar139-141. En ocasiones se produce un neu-
momediastino, solo o asociado a neumotórax129, 142. FIGURA 8-8
Las alteraciones radiográficas que pueden encontrarse en una
Neumonía por Pneumocystis con alteraciones quísticas. TCAR a
pequeña proporción de pacientes son consolidación parenqui- través de los lóbulos superiores de un paciente de 30 años con sida. Se
matosa focal, nódulos únicos o múltiples, nódulos miliares, cavi- aprecian numerosos quistes de forma irregular y de distribución aleatoria.
tación, adenopatías hiliares o mediastínicas, calcificaciones en los También se observan áreas focales de atenuación en vidrio esmerilado y de
ganglios linfáticos y las vísceras y derrame pleural129, 130, 143. Se ha consolidación. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
descrito que las radiografías son normales en aproximadamente Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)
el 5% al 10% de los pacientes144, 145.
En la TCAR las imágenes características de la NPC son áreas
bilaterales y simétricas de atenuación en vidrio deslustrado146, 147.
Al igual que las alteraciones radiográficas, estas lesiones pueden ser males o inespecíficas149, 150. Como sería de esperar, la TCAR puede
difusas, pero a menudo predominan en las regiones perihiliares o revelar las alteraciones parenquimatosas de los pacientes que tie-
se distribuyen de forma parcheada, con zonas interpuestas de nen radiografías normales149, 150. En un estudio de 13 pacientes en
parénquima normal, con frecuencia delimitadas con gran nitidez los que el índice de sospecha clínica de NPC era muy alto, los cua-
por los tabiques interlobulillares (figura 8-7)146, 147. Otras alteracio- tro que mostraban áreas parcheadas de atenuación en vidrio esme-
nes menos frecuentes son la consolidación, la formación de quistes rilado en la TCAR dieron resultados positivos para P. jiroveci en las
(figura 8-8), los nódulos pequeños, las opacidades lineales irregu- muestras de líquido de LBA151, que, por el contrario, fue negativo
lares y el engrosamiento de los tabiques interlobulillares72, 147. en los 9 casos con TCAR normal. En un segundo estudio prospec-
Casi todos los pacientes que tienen sida y NPC presentan las tivo de 51 pacientes que tenían una elevada probabilidad clínica de
alteraciones radiográficas características, lo que evita la necesidad NPC antes de la prueba y radiografías normales, equívocas o ines-
de la TC148. Sin embargo, ésta puede ser útil para valorar a los que pecíficas, la TCAR reveló alteraciones parenquimatosas en los 6
tienen síntomas de enfermedad pulmonar con radiografías nor- pacientes con NPC que se confirmó posteriormente en el LBA
432 CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH

(sensibilidad del 100%) y dio resultados positivos falsos en 5 de alteraciones de la función pulmonar que se caracterizan por
45 pacientes que tenían un LBA negativo (especificidad del 89%)150. reducción de los volúmenes pulmonares asociada a una baja capa-
La TCAR es superior a la radiografía de tórax en cuando a la cidad de difusión, hipoxemia y deterioro del intercambio gaseoso
diferenciación entre la NPC y otras infecciones pulmonares y neo- durante el ejercicio115. Cuando el paciente se recupera de la neu-
plasias malignas en los pacientes con sida149. En una revisión de las monía los volúmenes pulmonares vuelven a la normalidad y la
radiografías y de los estudios de TCAR de 139 pacientes seroposi- capacidad de difusión mejora, aunque sin recuperarse por com-
tivos para el VIH (entre ellos 106 sin complicaciones torácicas pleto161. Todas estas pruebas son muy sensibles pero poco especí-
demostradas y 33 sin signos de enfermedad intratorácica activa), ficas para el diagnóstico de la NPC cuando se aplican a pacientes
dos observadores pudieron identificar con exactitud alteraciones que tienen una enfermedad pulmonar evidente en las radiografías.
intratorácicas con TC en el 96% de los casos y sólo en el 90% de las No obstante, como tanto la capacidad de difusión como la satura-
radiografías149. De los pacientes que no tenían complicaciones pul- ción arterial de oxígeno durante el ejercicio son bajas en la inmen-
monares, se identificó correctamente como tales al 73% en las sa mayoría de los enfermos, el valor predictivo negativo de los
radiografías y al 86% en la TC. En el 47% de las interpretaciones de valores normales es alto162. Es interesante señalar que la recupera-
la TC pudo hacerse un diagnóstico fiable de primera elección ción de una NPC suele asociarse a alteraciones persistentes de la
(correcto en el 67% de los casos), cosa que sólo sucedió en el 34% función pulmonar, que reflejan un patrón obstructivo163.
de las radiografías (correcto en el 67% de los casos). En el 97% de
19 casos de NPC se hizo el diagnóstico correcto, basado en la Diagnóstico
presencia de áreas de atenuación en vidrio esmerilado. El valor
de esta imagen se confirmó en un estudio en el que participaron Para establecer un diagnóstico fiable de NPC pueden usarse
102 pacientes con sida y complicaciones torácicas comproba- varios métodos. El análisis del esputo inducido es un procedi-
das y 20 pacientes positivos para el VIH sin enfermedad intratorá- miento sencillo y muy utilizado164. Si se presta atención a la téc-
cica activa72. En 29 de 35 pacientes (83%) se hizo un diagnóstico nica, su sensibilidad puede llegar hasta el 92%165. Sin embargo, los
correcto de primera elección de NPC a través de las imágenes de resultados de otros autores no han sido tan favorables164, e inclu-
TCAR y dicho diagnóstico alcanzó un alto grado de confianza en so utilizando anticuerpos monoclonales166 o PCR167 es poco pro-
25 pacientes. Aunque la atenuación en vidrio esmerilado de los bable que la relación coste-eficacia del método del esputo induci-
pacientes con sida puede deberse a otros procesos, por ejemplo do sea buena cuando hay una baja probabilidad previa a la
a una neumonía por CMV o una neumonitis intersticial linfocí- prueba de que el paciente tenga una NPC. La escasa especificidad
tica (NIL), en la mayoría de los casos corresponde a una NPC. de la PCR también limita su uso no dirigido168. En conjunto, el
valor predictivo negativo de la prueba es inferior al 50%166.
Manifestaciones clínicas El procedimiento de elección para el diagnóstico sigue siendo
la broncoscopia con LBA. En ausencia de tratamiento empírico
Las características clínicas de la NPC son inespecíficas152. Los prolongado previo a la prueba169 su sensibilidad en el diagnósti-
pacientes suelen presentar fiebre (a veces con temperaturas de co es superior al 95%, un porcentaje que anula la necesidad de la
hasta 39 °C a 40 °C), tos no productiva y disnea de esfuerzo pro- biopsia transbronquial o abierta en la mayoría de los casos170.
gresiva153. Sólo el 25% de los pacientes produce esputo154. Otras Cuando el cuadro clínico indica una probabilidad elevada de
manifestaciones menos frecuentes son adelgazamiento, dolor NPC, algunos autores defienden el tratamiento empírico en
torácico de tipo pleural, sudoración nocturna, escalofríos, fatiga y ausencia de diagnóstico definitivo para evitar las posibles com-
mal estado general115. Los pacientes con asma pueden tener sibi- plicaciones y reducir los costos171. Hay pocas dudas de la sensatez
lancias francas155. La constelación de tos productiva, escalofríos y de esta estrategia en poblaciones que tienen una prevalencia
dolor torácico pleurítico es poco habitual y debe indicar otro diag- elevada de NPC172, pero cuando la prevalencia es baja podría
nóstico156. Aproximadamente el 5% de los enfermos no tiene sín- impedir la instauración expeditiva del tratamiento necesario,
tomas157. La velocidad a la que progresa la infección es muy varia- con consecuencias potencialmente nefastas.
ble y mientras algunos casos tienen una evolución fulminante con
aparición de insuficiencia respiratoria en pocos días después del Pronóstico y evolución natural
comienzo de los síntomas, otros tienen una enfermedad relativa-
mente insidiosa con síntomas de baja intensidad106. Cuando se Aunque en centros concretos se han descrito resultados mejo-
inicia el TARGA poco después de la instauración del tratamiento res173, 174, la supervivencia global a los 30 días de los pacientes con
de la NPC, puede aparecer o recidivar una insuficiencia respiratoria sida y NPC oscila en torno al 85% en Estados Unidos175. La super-
tras una respuesta favorable inicial al tratamiento de la neumonía; vivencia a los 12 meses aumentó desde el 40% en 1992-1993
es probable que este deterioro se deba a la lesión pulmonar que hasta el 63% en 1996-1998175. La muerte precoz se asocia a
produce la llegada de linfocitos de nuevo inmunocompetentes antecedentes de NPC previa, recuentos bajos de linfocitos CD4+,
(síndrome de «reconstrucción inmunitaria»). edad avanzada, desnutrición, gravedad de la enfermedad desde
Los hallazgos de la exploración física son inespecíficos y ape- el comienzo, infección concurrente por CMV y neutrofilia en el
nas contribuyen al diagnóstico106; sin embargo, el descubrimien- LBA174-177. La mejoría de la supervivencia ha sido paralela al uso
to de otras alteraciones, tales como una candidiasis oral o un SK simultáneo de tratamiento antirretrovírico175, 178.
cutáneo, puede proporcionar datos importantes sobre la infec- También es evidente que la NPC se asocia a una disminución de
ción por el VIH subyacente en los enfermos en los que no se sos- la supervivencia a largo plazo, posiblemente por la potenciación
pechaba este diagnóstico106. La enfermedad extrapulmonar es de la replicación del VIH y el acortamiento de la supervivencia de
bien conocida, pero rara159. los linfocitos CD4+ y los macrófagos. Este efecto adverso parece
Las alteraciones bioquímicas son habituales pero inespecíficas. independiente del recuento de linfocitos CD4+ y de la carga del
Sin embargo, la constatación de una concentración sanguínea VIH en el momento de la NPC178. No resulta sorprendente que una
normal de lactato deshidrogenasa (LDH) en un paciente sintomá- atención sanitaria experta179 y el uso y el acceso al tratamiento anti-
tico debe hacer pensar en otro diagnóstico160. La NPC produce rretrovírico180 también influyan en el pronóstico, tanto a corto
CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH 433

como a largo plazo. Aunque los primeros estudios de superviven- Coccidioides immitis
cia en los pacientes que necesitaban ventilación mecánica registra-
ron un pronóstico infausto181, observaciones más recientes indican La coccidioidomicosis es frecuente en los pacientes infectados por
que hasta el 40% de estos pacientes sobrevive a la hospitalización182. el VIH que residen en zonas en las que esta infección es endémi-
ca198. Un factor de riesgo importante es un recuento de linfocitos
Cryptococcus neoformans CD4+ inferior a 250/µl. Casi todos los enfermos tienen afectación
pulmonar, que puede ser focal o difusa199. Las manifestaciones
C. neoformans es el hongo que con mayor frecuencia produce radiológicas habituales son áreas focales o difusas de consolidación
infecciones sistémicas en los pacientes infectados por el VIH101. del espacio aéreo199. Otras alteraciones menos frecuentes son los
Suele encontrarse cuando el recuento de linfocitos CD4+ es menor nódulos, las cavernas, las adenopatías hiliares y el derrame pleural.
de 200/µl183. Casi todos los casos de neumonía se descubren de El diagnóstico definitivo precisa el cultivo del microorganismo en
manera fortuita durante un estudio por cuadros constitucionales muestras de tejido o líquido o su identificación en muestras citoló-
o del SNC184. Los signos y síntomas pulmonares son inespecíficos. gicas o histológicas184. Las muestras de esputo, el líquido del LBA y
Se han descrito empeoramientos de la criptococosis durante el las biopsias bronquiales y transbronquiales proporcionan buenos
TARGA185, por ejemplo con aparición de adenopatías intratoráci- resultados a este respecto. En ausencia de TARGA, los pacientes que
cas, un nódulo pulmonar cavitado186 y mediastinitis187. tienen recuentos bajos de linfocitos CD4+ o afectación pulmonar
Las manifestaciones radiológicas más frecuentes son un difusa presentan una mortalidad elevada199.
patrón intersticial reticular o reticulonodular (presente en el 50%
al 60% de los pacientes) o nódulos separados (en el 30% de los Blastomyces dermatitidis
casos)188, 189. Estos últimos tienden a aparecer en los primeros
estadios del sida y en pacientes que tienen una inmunodepresión En ocasiones se ha reconocido a la blastomicosis como una infec-
menos grave. Otras manifestaciones más raras son opacidades ción oportunista en los pacientes que tienen infección por el
en vidrio esmerilado, consolidación del espacio aéreo, nódulos VIH200. Casi todos los enfermos residen en áreas endémicas, tienen
miliares, adenopatías y derrames pleurales70, 189. recuentos de linfocitos CD4+ inferiores a 200/µl y antecedentes de
Los cultivos y las extensiones del esputo son positivos en infecciones oportunistas previas o simultáneas200. Aproximada-
menos del 25% de los pacientes que tienen neumonía criptoco- mente la mitad de ellos presenta una enfermedad pulmonar
cócica101 y para confirmar el diagnóstico hay que descartar otras focal, mientras que en el resto se producen infecciones disemina-
enfermedades simultáneas tales como la NPC190. El cultivo de das201. El cultivo del microorganismo a partir del líquido del LBA,
gérmenes del género Cryptococcus y la detección del antígeno la piel o el líquido cefalorraquídeo proporciona el diagnóstico
criptococócico en el líquido del LBA que se obtiene mediante definitivo en la mayoría de los casos; los análisis serológicos no
broncoscopia son pruebas sensibles191. En ausencia de recons- son útiles. En ausencia de reconstrucción inmunitaria con TAR-
trucción inmunitaria por el TARGA el pronóstico es malo y GA, aproximadamente el 30% al 35% de los pacientes sigue una
menos de la mitad de los pacientes sobrevive 1 año a pesar del evolución rápidamente mortal, produciéndose la muerte en
tratamiento prolongado con fármacos antifúngicos102. 3 semanas como consecuencia de una enfermedad pulmonar
masiva, con o sin diseminación sistémica200.
Histoplasma capsulatum
Género Aspergillus
En conjunto la histoplasmosis afecta a aproximadamente el 2%
de los pacientes estadounidenses con sida y su prevalencia asciende La aspergilosis pulmonar invasora es rara en los pacientes que tie-
hasta el 5% en áreas endémicas70. Tres cuartas partes de los afec- nen sida y cuando se produce suele asociarse a neutropenia, recuen-
tados presentan una enfermedad general y tienen una inmuno- tos de linfocitos CD4+ inferiores de 50/µl y tratamientos previos con
depresión importante, con recuentos de linfocitos CD4+ en gene- corticoides y antibióticos de amplio espectro202. El pulmón es el
ral inferiores a 100/µl. único órgano que se infecta en algo más de la mitad de los pacien-
Más de la mitad de los enfermos presenta signos radiográficos de tes con aspergilosis pulmonar, mientras que en el resto es evidente
afectación pulmonar en el momento del diagnóstico192-194. En una la diseminación sistémica203. La manifestación anatomopatológica
revisión de 27 pacientes la radiografía de tórax fue patológica en más frecuente de la enfermedad pulmonar es la bronconeumonía,
23 (85%)195, con imágenes de opacidades nodulares difusas de diá- aunque en ocasiones puede encontrarse una enfermedad angioin-
metro igual o inferior a 3 mm en 9 pacientes (39%), nódulos mayores vasora o una aspergilosis traqueobronquial necrosante.
de 3 mm de diámetro en 1 paciente, opacidades lineales pequeñas o Las manifestaciones radiográficas y de TCAR de la aspergilo-
irregulares en 7 (30%) y áreas focales o parcheadas de consolidación sis invasora en los pacientes con sida suelen ser cavernas de pare-
en otros 7 (30%). Cinco pacientes presentaban pequeños derrames des gruesas y de 2 a 10 cm de diámetro204. Las cavernas pueden
pleurales y otro tenía adenopatías paratraqueales o hiliares. Las alte- ser únicas o múltiples y tienden a afectar sobre todo a los lóbulos
raciones radiográficas o de TCAR de la histoplasmosis miliar son superiores204, 205. Otras manifestaciones frecuentes son áreas foca-
similares a las de la tuberculosis miliar195, 196. les de consolidación y nódulos únicos o múltiples202, 204. La TC
Las manifestaciones más habituales son fiebre, adelgazamien- puede revelar nódulos y lesiones cavitadas no visibles en las
to, diarrea, adenopatías y hepatoesplenomegalia101. Si existe afec- radiografías204.
tación pulmonar, el enfermo presentará tos y disnea. Debido a la Los síntomas son fiebre, tos, dolor torácico y disnea205 y tien-
alta frecuencia de infección pulmonar simultánea, no debe supo- den a aparecer y a progresar de manera insidiosa. A veces se pro-
nerse el diagnóstico de histoplasmosis pulmonar en el contexto duce un neumotórax como complicación del cuadro y la hemop-
de una enfermedad generalizada en los pacientes que tienen alte- tisis mortal no es rara. Las infecciones simultáneas, sobre todo
raciones radiológicas y para confirmarlo puede recurrirse al cul- por P. jiroveci o CMV, son frecuentes202.
tivo del líquido del LBA o a la detección del antígeno polisacári- El diagnóstico definitivo de aspergilosis invasora precisa el
do de Histoplasma197. cultivo del microorganismo en muestras obtenidas de localiza-
434 CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH

ciones que en condiciones normales son estériles, o la demos-


tración histológica de la invasión del tejido, lo que en la mayoría de
los casos se consigue en muestras que se obtienen por aspiración
con aguja o en biopsias transbronquiales. Aunque la detección del
microorganismo en el líquido del LBA es una prueba sensible
para la enfermedad invasora206, su especificidad es muy baja207.
No obstante, en el contexto de un cuadro clínico compatible y en
ausencia de otra causa identificable que explique los síntomas,
deberá considerarse la posibilidad de la aspergilosis invasora.
Como la infección se produce cuando la inmunodepresión es
importante, la supervivencia a largo plazo suele ser baja; sin
embargo, si se logra que la función inmunitaria mejore con el
TARGA y se combina con un tratamiento antifúngico será posi-
ble obtener una supervivencia prolongada208.
Otras formas de aspergilosis pulmonar son aún más raras que
la invasora. En ocasiones se encuentran todas las características
de la aspergilosis broncopulmonar alérgica205. En algunos pacien-
tes se ha descrito asimismo la formación de aspergilomas209, a
veces complicados por la invasión del parénquima pulmonar
adyacente y hemoptisis que pueden ser mortales.

Virus
La importancia clínica de la identificación de los virus en el pul-
món es a menudo dudosa en los pacientes infectados por el VIH.
Sin embargo, está claro que varios virus pueden producir enferme-
dad pulmonar210, siendo el CMV y el propio VIH los que están
implicados con mayor frecuencia. La frecuencia con que se recupe-
ran otros virus del líquido del LBA es menor. A veces son el único
patógeno que se aísla, lo que indica que son la causa verdadera de
la enfermedad pulmonar subyacente211. Los virus concretos que se
aíslan en estos últimos casos tienden a seguir las mismas pautas de
FIGURA 8-9
la infección comunitaria y, con pocas excepciones, las enfermeda-
des que producen son autolimitadas. La principal excepción es la Neumonitis por citomegalovirus (CMV) en el sida. Micrografía a gran
aumento de una biopsia transbronquial que muestra un engrosamiento
aparición de una infección mortal diseminada por adenovirus, que
ligero a moderado del intersticio alveolar debido a la presencia de linfocitos
se ha descrito en una revisión de varios casos publicados212. Tam- y algunos neutrófilos. Se observan dos células de gran tamaño y con
bién se ha aislado en ocasiones el herpesvirus tipo 1212. inclusiones nucleares de CMV mal definidas (flechas). La presencia del virus
se confirmó con técnicas de inmunohistoquímica. La íntima asociación entre
el virus y las células inflamatorias indica que la lesión del tejido se debe al
Infección pulmonar por el VIH virus. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and
Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
El VIH puede encontrarse en los pulmonares de pacientes que WB Saunders, 1999.)
están asintomáticos y también en los que tienen una enfermedad
pulmonar213. Los primeros suelen presentar reducción de la capa-
cidad de difusión y signos de alveolitis linfocítica, pero sin hallaz- Desde el punto de vista histológico, la neumonitis inducida
gos clínicos ni radiológicos indicativos de enfermedad pulmo- por el CMV se caracteriza por un infiltrado mixto de neutrófilos
nar214. Como la infiltración linfocítica del tejido pulmonar es la y células inflamatorias mononucleares en los tabiques alveolares y
alteración histológica predominante en la NIL y en la neumonitis los espacios aéreos adyacentes (figura 8-9). En general es fácil
intersticial inespecífica y como ambas afectan a pacientes con observar las típicas inclusiones víricas nucleares y citoplásmicas
sida, es posible que todas estas alteraciones correspondan a mani- que, para que permitan confirmar el diagnóstico, deben verse en
festaciones de la infección por el VIH215. células integrantes del tejido inflamado.
Las manifestaciones radiológicas más frecuentes son las opacida-
Citomegalovirus des en vidrio esmerilado o las áreas de consolidación bilaterales
(figura 8-10)219, 220. Con menos frecuencia se reconocen opacidades
El CMV puede detectarse en el cultivo del líquido de LBA de reticulares, nódulos o masas discretos y, en raras ocasiones, nódulos
muchos pacientes infectados por el VIH216. Este hallazgo rara vez miliares220. Las imágenes que se identifican con TC son similares219.
se asocia a una morbilidad o mortalidad importantes y es proba- El diagnóstico de infección pulmonar por CMV se hace casi
ble que el microorganismo no sea patógeno en la mayoría de los siempre por el cultivo o mediante la identificación de las inclu-
casos. La observación histológica de que es posible encontrar siones del virus en las células del LBA o el esputo. El diagnóstico
células infectadas en el tejido pulmonar sin signos de lesión del de enfermedad inducida por el CMV requiere la demostración de
tejido ni de reacción inflamatoria corrobora esta hipótesis. Dicho la lesión en el tejido o de una reacción inflamatoria en la biopsia. La
esto, tampoco hay duda de que el CMV puede producir lesiones adición de sondas de ADN específicas para el CMV y de anti-
pulmonares e infección diseminada en algunos pacientes217. Sus cuerpos monoclonales frente al virus puede incrementar la utili-
manifestaciones clínicas son similares a las de la NPC218. dad de las muestras citológicas. En un estudio se observó correla-
CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH 435

Sarcoma de Kaposi
En los países «desarrollados» el SK afecta sobre todo a varones
homosexuales. Aunque su incidencia en este grupo disminuyó
antes de la aparición del TARGA, el descenso fue sobre todo
espectacular tras la instauración de esta terapéutica225. Desde un
máximo de más de 200 casos/100.000 varones blancos jóvenes en
San Francisco en 1991, la incidencia disminuyó a 14,7 en 1998227.
Se ha identificado que el SK es causa de enfermedad pulmonar en
aproximadamente la tercera parte de los pacientes que tienen
lesiones tumorales extrapulmonares228.

Etiología y patogenia
Hoy se sabe que el factor fundamental para la aparición del sarco-
FIGURA 8-10 ma de Kaposi es el herpesvirus humano tipo 8 (herpesvirus asocia-
Neumonía por citomegalovirus (CMV). TCAR de una mujer de 38 años con do al sarcoma de Kaposi, HVSK) 229. Las proporciones de la infec-
sida, que muestra áreas bilaterales de atenuación en vidrio esmerilado ción por el HVSK son paralelas a la incidencia del SK y en las
con conservación relativa de los campos pulmonares subpleurales. Repetidos lesiones avanzadas el virus se encuentra en estado latente en casi
LBA mostraron un gran número de virus sin otros microorganismos. todas las células tumorales. Es probable que la infección se transmi-
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Pare’s
ta por los contactos sexuales anales o genitales o por la exposición
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
oral a la saliva infectada230, aunque se cree que en África también es
importante el contacto no sexual. La coinfección por el VIH
aumenta de forma exponencial el riesgo de SK y la virulencia del
ción entre la detección de más del 0,5% de células positivas con tumor, tanto por la inmunodeficiencia como por otros mecanismos.
anticuerpos monoclonales y las manifestaciones clínicas y los sig- El HVSK muestra tropismo por las células endoteliales y las
nos histológicos de neumonía por CMV210. El resultado negativo estimula a producir citocinas inflamatorias e inductoras de la
del cultivo de CMV en el líquido del LBA tiene un elevado valor angiogenia, a la vez que las hace más sensibles a ellas231. El virus
predictivo negativo para la neumonía por este virus221. puede producir proteínas homólogas a las oncoproteínas huma-
nas, entre ellas las que inhiben la apoptosis y la supresión tu-
Parásitos moral, así como quimiocinas capaces de activar la angiogenia y
ayudar a las células infectadas a escapar de la vigilancia inmuni-
Aunque se calcula que aproximadamente la mitad de la población taria226, 229. Además, transcribe un factor regulador del interferón,
mundial está infectada por Toxoplasma gondii, la enfermedad clí- una proteína que impide a éste la supresión del oncogén c-myc.
nica es rara en los huéspedes inmunocompetentes. Incluso con la En sus primeros estadios el SK parece más un proceso hiper-
grave inmunodepresión que acompaña al sida, la toxoplasmosis plásico/inflamatorio que una neoplasia. Las lesiones iniciales
pulmonar es rara y suele asociarse a enfermedad del SNC222. Los están formadas por células fusiformes dispersas, vasos sanguíneos
síntomas y signos son inespecíficos. La manifestación radiográfi- y un infiltrado inflamatorio mixto226. Estas células fusiformes son
ca más importante es un patrón reticulonodular fino o en vidrio policlonales y reaccionan en el cultivo tisular a las mismas citoci-
esmerilado similar al que se constata en los pacientes que tienen nas que se han identificado en el infiltrado inflamatorio de las
NPC223. A veces se encuentra una afectación nodular difusa. En lesiones de SK232. Este entorno de citocinas, quizá asociado a la
la mayoría de los casos el diagnóstico puede establecerse por la proteína Tat del VIH-1, estimula la proliferación de las células
identificación de los microorganismos en las muestras de líquido fusiformes mediante bucles autocrinos y paracrinos y potencia el
del LBA teñidas con plata metenamina. incremento de la agresividad celular hasta que en último término
se produce la expansión clonal226.

NEOPLASIAS PULMONARES Características anatomopatológicas


Tres neoplasias malignas, el SK, el linfoma no hodgkiniano y el Desde el punto de vista macroscópico, la afectación pulmonar
carcinoma epidermoide del cuello uterino, son cuadros indicado- más marcada corresponde a la pleura, los tabiques interlobuli-
res del diagnóstico de sida224. Otros distintos tumores, entre ellos llares y el intersticio broncovascular, lo que produce una imagen
el carcinoma pulmonar y los leiomiomas, también muestran una similar a la de la linfangitis carcinomatosa salvo por el hecho de
incidencia mayor en los pacientes que tienen infección por el que las zonas afectadas son rojas o violáceas en lugar de blancas
VIH. Estas complicaciones no eran raras antes de la introducción (figura 8-11). La expansión del tumor fuera del intersticio conlle-
del TARGA y aproximadamente el 25% de los pacientes con sida va la formación de nódulos o, a veces, áreas mal definidas de «con-
desarrollaba un tumor maligno en algún momento de la evolu- solidación» parenquimatosa. Cuando existen, las lesiones de la
ción de su enfermedad224. La llegada del TARGA redujo de mane- mucosa respiratoria suelen adoptar el aspecto de elevaciones en
ra espectacular la incidencia de algunas de estas neoplasias225, forma de placas violáceas233. No es rara la afectación de los gan-
pero, por desgracia, sólo una pequeña proporción de todos los glios linfáticos, que pueden estar aumentados de tamaño. En el
pacientes del mundo recibe este tratamiento, por lo que la preva- estudio histológico se constatan lesiones formadas por células
lencia de estos tumores está aumentando. Por ejemplo, el SK rela- fusiformes atípicas, entre las que hay un número variable de espa-
cionado con el sida es en la actualidad el cáncer más frecuente en cios vasculares formando pequeñas hendiduras y ricos en macró-
determinadas regiones del África subsahariana226. fagos cargados de hemosiderina y eritrocitos (véase figura 8-11).
436 CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH

FIGURA 8-11
Sarcoma de Kaposi. Imagen de la porción basal del lóbulo inferior (A) que muestra una
amplia consolidación debida a un tumor hemorrágico mal definido. En la periferia existe una
clara relación entre el tumor y pequeños vasos sanguíneos (flechas). El estudio
histológico (B) muestra el tumor localizado en el tejido intersticial perivascular (flechas) y
en el parénquima pulmonar adyacente. Una imagen a mayor aumento (C) pone de
manifiesto las típicas células fusiformes en la parte inferior derecha (flechas). La ausencia de
células fusiformes en otros sitios se debe al corte transversal del tumor. (Tomado de Fraser
RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Pare’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

Manifestaciones radiológicas sobre todo por las regiones perihiliar y peribroncoarterial (figu-
ra 8-13)72, 149, 240, 241. Otras alteraciones frecuentes son el engrosa-
Las imágenes radiológicas características son opacidades nodulares miento de la pared bronquial, el engrosamiento de los tabiques
o lineales, bilaterales, simétricas y mal definidas (figura 8-12); pue- interlobulillares, las áreas focales de atenuación en vidrio esmeri-
den ser difusas, pero a menudo muestran una distribución perihi- lado, la atenuación en vidrio esmerilado y la consolidación del
liar234-236. Los nódulos miden de 0,5 a 3 cm de diámetro y tienden a espacio aéreo, y el derrame pleural. Las áreas de atenuación en
confluir235, 237. Los haces broncovasculares pueden mostrar engrosa- vidrio esmerilado pueden deberse a hemorragias242, pero deben
miento, que a menudo progresa hacia la consolidación perihiliar236. hacer sospechar una posible NPC simultánea. Las adenopatías
Otros hallazgos radiográficos son el engrosamiento de los tabiques hiliares y mediastínicas son evidentes en las TC del 30% al 50%
interlobulillares (líneas B de Kerley), derrames pleurales (en el 30% de los casos72, 234, 240. Los ganglios afectados suelen tener un diá-
al 70% de los casos)234, 237, 238 y adenopatías hiliares o mediastínicas metro inferior a 2 cm234. Como alteraciones menos frecuentes se
(en el 5% al 15% de los casos)236, 239. En el 5% al 15% de los pacien- cuentan una masa parenquimatosa focal, la cavitación, la afecta-
tes con afectación parenquimatosa pulmonar confirmada mediante ción del esternón, las costillas o la columna torácica y el derrame
la autopsia o por endoscopia la radiografía es normal234, 236, 237. pericárdico72, 243.
Las imágenes características en la TCAR son nódulos de for- El aspecto característico del SK en las imágenes de TC permi-
ma irregular, espiculados o mal definidos, que se distribuyen te hacer un diagnóstico radiológico fiable en la mayoría de los
CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH 437

FIGURA 8-12
Sarcoma de Kaposi. Radiografía anteroposterior del tórax (A) que muestra opacificaciones nodulares y lineales bilaterales, simétricas y mal definidas, y
pequeños derrames pleurales bilaterales. La TCAR (B) revela un engrosamiento nodular de los haces broncovasculares (flechas), engrosamiento de los
tabiques interlobulillares y pequeños derrames pleurales bilaterales. (Tomado de Kang EY, Staples CA, McGuinness G, et al: Detection and differential
diagnosis of pulmonary infections and tumors in patients with AIDS: Value of chest radiography versus TC. ARJ Am J Roentgenol 166:15, 1996.)

Manifestaciones clínicas
La afectación pulmonar por el SK sigue casi siempre al desarrollo
de las lesiones mucocutáneas. Casi todos los pacientes con esta
complicación son asintomáticos. Los signos referidos con mayor
frecuencia son la disnea y la tos239 y a veces se constatan esputos
con estrías sanguinolentas, fiebre y dolor torácico. Estos síntomas
no ayudan a distinguir el SK de las infecciones oportunistas que
habitualmente lo acompañan; sin embargo, la presencia de estrías
de sangre debe considerarse un fuerte indicio de afectación endo-
bronquial en un paciente con SK cutáneo. Aunque la progresión
de la enfermedad suele ser bastante lenta, se han descrito casos
en los que la insuficiencia respiratoria apareció en cuestión de
días244.
El aspecto broncoscópico de la lesión es peculiar y está forma-
do por placas planas o poco elevadas, irregulares y de color rojo
FIGURA 8-13 intenso o violáceo, situadas sobre todo en las bifurcaciones de los
bronquios segmentarios o subsegmentarios de mayor tamaño. La
Sarcoma de Kaposi. TCAR de un varón de 42 años con sida, que muestra
nódulos bilaterales de bordes espiculados y engrosamiento peribronquial
identificación de estas lesiones basta para hacer el diagnóstico en
(Por cortesía del Dr. Andrew Mason, Department of Radiology, St. Paul’s la mayor parte de los casos, no siendo necesaria la confirmación
Hospital, Vancouver, BC.) mediante biopsia. El hallazgo de estos tumores en la vía respira-
toria se asocia casi siempre a la presencia de SK en las porciones
más distales de los pulmones (aunque estas últimas pueden ser
también aisladas)245. En ausencia de lesiones endobronquiales el
diagnóstico suele depender de las alteraciones radiológicas típi-
casos. En un estudio de 102 pacientes sometidos a esta explora- cas. Sin embargo, la identificación del ADN del HVSK mediante
ción se hizo un diagnóstico de elección correcto de SK en 26 de PCR en el líquido del LBA es un marcador sensible y específico de
32 pacientes (81%) con la enfermedad72. Aunque la TC permite la enfermedad246.
valorar con exactitud la presencia, el patrón y la distribución de En algunos pacientes tratados con medicación antirretrovírica
las anomalías parenquimatosas en el SK, su sensibilidad es menor intensiva se comprueba la regresión del tumor247 y la superviven-
para la detección de las lesiones endobronquiales70. Los tumores cia ha experimentado un aumento espectacular en relación con la
de tamaño suficiente para producir atelectasia o estridor pueden de la era anterior al TARGA248. Sin embargo, el pronóstico de los
identificarse como lesiones intraluminales de tejido blando70, 234, pacientes con SK pulmonar no tratados o que no responden al
pero los más pequeños rara vez se detectan. tratamiento es malo, con una mediana de supervivencia que osci-
438 CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH

la entre 2 y 10 meses. Los factores de mal pronóstico son la pre- Los signos y síntomas pulmonares son inespecíficos y las
sencia de derrame pleural, dificultad respiratoria grave, un enfermedades pulmonares asociadas son las habituales. Casi
recuento de linfocitos CD4+ inferior a 100/µl, la ausencia de SK todos los pacientes tienen una inmunodepresión avanzada y en el
cutáneo, las infecciones oportunistas previas y un recuento leu- 90% de ellos se encuentran ascensos de la LDH y de la velocidad
cocítico o una concentración de hemoglobina bajos232. de sedimentación, trastornos hematológicos y alteraciones del
intercambio gaseoso250. Sin embargo, ninguna de estas alteracio-
Linfoma no hodgkiniano nes ayuda a distinguir el linfoma de las demás causas de enfer-
medad pulmonar. Aunque ésta rara vez es la causa directa de la
El linfoma no hodgkiniano aparece en aproximadamente el 5% muerte, el pronóstico general es malo.
al 10% de los pacientes infectados por el VIH, con una inciden-
cia 60 veces mayor que en la población general249 y que no pare- Carcinoma pulmonar
ce haber disminuido con el TARGA. Se describe afectación pul-
monar clínica en el 1% al 15% de los pacientes afectados250. La En varios estudios epidemiológicos se constata un aumento del
participación torácica suele descubrirse durante la estadificación riesgo de carcinoma pulmonar en los pacientes infectados por el
de un linfoma identificado en una localización extratorácica, VIH257, 258. Las manifestaciones clínicas y radiológicas de estas
aunque a veces el pulmón es la localización inicial o única de la neoplasias son similares a las de los pacientes seronegativos para
enfermedad224. el VIH.
Ya en la valoración inicial suelen ser tumores de alto grado,
muy diseminados y con afectación extraganglionar; aproximada-
mente el 20% se origina en el SNC. Desde el punto de vista his- ALTERACIONES PULMONARES
tológico, una tercera parte se clasifica como de tipo Burkitt y casi MISCELÁNEAS
todos los restantes como linfomas B difusos de células grandes251.
Una pequeña proporción de casos corresponde a linfomas pri- Neumonitis intersticial inespecífica
marios de cavidades y provoca derrames.
En las radiografías, las imágenes más comunes son nódulos La neumonitis intersticial inespecífica es una alteración relativa-
pulmonares únicos o múltiples y derrames pleurales (figu- mente frecuente en los pacientes infectados por el VIH y, desde el
ra 8-14)252, 253. Los nódulos suelen estar bien delimitados y su diá- punto de vista histológico, se caracteriza por un infiltrado de lin-
metro oscila entre 0,5 y 5 cm70, 252. Con TC pueden tener bordes focitos y células plasmáticas en el tejido intersticial peribronquio-
lisos o espiculados y suelen contener broncogramas aéreos. Otras lar, perivascular y de los tabiques interlobulillares259. Al contrario
manifestaciones frecuentes son las opacidades reticulares o reti- que en la NIL, la afectación del intersticio alveolar es escasa o
culonodulares y las áreas bilaterales de consolidación70, 252. Los nula. Por definición la causa de la inflamación no se identifica y
nódulos y las áreas de consolidación de tipo tumoral pueden el diagnóstico se hace una vez descartadas las infecciones y las
cavitarse252, 253. Los derrames pleurales se describen en el 25% al neoplasias como causas de las alteraciones radiológicas. No obs-
75% de los pacientes250, 252, 253 y suelen asociarse a alteraciones tante, y como se señaló antes, existen pruebas de que la alteración
parenquimatosas, aunque a veces son la única alteración visi- se debe a la infección pulmonar por el propio VIH, al menos en
ble254, 255. Según los distintos estudios, la prevalencia de las ade- algunos pacientes.
nopatías oscila entre el 0%253, 256 y el 55%250 y un cálculo global Las manifestaciones radiológicas son similares a las de la NPC.
razonable podría girar en torno al 30%252, 254. En 16 (44%) de una serie de 36 pacientes diagnosticados de neu-

FIGURA 8-14
Linfoma no hodgkiniano. Radiografía posteroanterior del tórax (A) de un varón de 41 años con sida, que muestra numerosos nódulos de tamaño
variable en ambos pulmones. La TC (B) revela que los nódulos tienen unos bordes lisos o algo irregulares y que se distribuyen de manera aleatoria por
los dos pulmones. Ni la radiografía ni la TC muestran signos de adenopatías. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH 439

monitis mediante biopsia transbronquial o abierta se encon- trar restricción y descenso de la capacidad de difusión y es posi-
traron radiografías de tórax normales260. En general, las manifesta- ble encontrar una alteración del intercambio gaseoso.
ciones clínicas son también indistinguibles de las que se asocian a El método de elección para el diagnóstico es la biopsia trans-
las infecciones oportunistas261. Aunque algunos pacientes presen- bronquial228, pero a veces puede ser necesaria la biopsia abierta,
tan nuevos episodios de neumonitis intersticial inespecífica, es sobre todo cuando faltan las características clínicas secundarias
más frecuente la resolución o la estabilización, incluso sin trata- de la enfermedad. La demostración de una alveolitis linfocítica en
miento. el estudio del líquido del LBA no basta para hacer el diagnóstico,
dada su falta de especificidad. La evolución clínica es variable:
Neumonitis intersticial linfocítica la enfermedad es leve y cede de forma espontánea en algunos
pacientes, pero otros presentan insuficiencia respiratoria.
La NIL es una alteración bastante frecuente en los niños infecta-
dos por el VIH, en los que constituye una enfermedad definitoria
del sida; sin embargo, es rara en los adultos262. El cuadro histoló-
gico es una infiltración del parénquima pulmonar por un infil-
trado más o menos difuso de células mononucleares en el que
suelen predominar los linfocitos T (figura 8-15)259. Aunque exis-
te afectación del tejido intersticial adyacente a los vasos y vías res-
piratorias de pequeño calibre, el infiltrado es más importante en
el intersticio alveolar y está formado por células de aspecto
maduro con mínima atipia nuclear.
Las manifestaciones radiológicas son opacidades reticulares o
reticulonodulares finas o groseras, nódulos múltiples de 2 a 5 cm
de diámetro263 u opacidades en vidrio esmerilado mal definidas
(figura 8-16). A veces se encuentran áreas de opacidad super-
puestas a un patrón reticulonodular de fondo264. La exploración
con TCAR revela áreas de atenuación en vidrio esmerilado o
nódulos mal definidos de 2 a 4 mm, a menudo de distribución
peribronquial265. En algunos pacientes se han descrito quistes
similares a los que se identifican en la NPC252.
Los enfermos presentan disnea de comienzo insidioso que
suele ir acompañada de tos y fiebre. La auscultación puede ser FIGURA 8-15
normal o revelar estertores. La alteración suele asociarse a linfo-
citosis CD8, hipergammaglobulinemia difusa, un trastorno simi- Neumonitis intersticial linfocítica: sida. El corte muestra un infiltrado
inflamatorio moderado formado por células mononucleares en el que
lar al síndrome de Sjögren e infiltración linfocítica de los ganglios predominan los linfocitos y que afecta al intersticio peribronquial y alveolar.
linfáticos periféricos, el hígado, los riñones, la médula ósea y la (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Pare’s
nasofaringe262. Las pruebas de función respiratoria pueden mos- Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

FIGURA 8-16
Neumonía intersticial linfocítica. Radiografía posteroanterior de tórax (A) de un varón de 74 años con sida que muestra una extensa opacificación
borrosa bilateral. La TCAR (B) revela una atenuación difusa en vidrio esmerilado y nódulos pequeños y mal definidos. (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Pare’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
440 CAPÍTULO 8 ■ Manifestaciones pulmonares de la infección por el VIH

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C A P Í T U L O N U E V E

ENFERMEDADES PULMONARES
INTERSTICIALES CRÓNICAS

SARCOIDOSIS 445 HISTIOCITOSIS DE CÉLULAS NEUMONÍA INTERSTICIAL


Etiología y patogenia 445 DE LANGERHANS 456 IDIOPÁTICA 462
Características anatomopatológicas 446 Características anatomopatológicas 457 Fibrosis pulmonar idiopática 462
Manifestaciones radiológicas 447 Manifestaciones radiológicas 457 Etiología y patogenia 463
Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos Manifestaciones clínicas 458 Características anatomopatológicas 465
sin alteraciones pulmonares 447 Pruebas de función pulmonar y Manifestaciones radiológicas 465
Enfermedad pulmonar difusa con o sin diagnóstico 458 Manifestaciones clínicas 466
aumento del tamaño de los ganglios Pronóstico y evolución natural 458 Pruebas de función pulmonar 468
linfáticos 449 LINFANGIOLEIOMIOMATOSIS 459 Diagnóstico 469
Otras manifestaciones radiológicas 452 Etiología y patogenia 459 Pronóstico y evolución natural 469
Gammagrafía con galio 67 453 Características anatomopatológicas 460 Neumonía intersticial inespecífica 469
Manifestaciones clínicas 453 Manifestaciones radiológicas 460 Neumonía intersticial aguda 470
Pruebas de función pulmonar 455 Manifestaciones clínicas 461 Neumonía intersticial descamativa 471
Hallazgos de laboratorio 455 Enfermedad pulmonar intersticial
Diagnóstico 455 NEUROFIBROMATOSIS 461 asociada a bronquiolitis respiratoria 473
Pronóstico y evolución natural 456

SARCOIDOSIS La sarcoidosis puede aparecer a cualquier edad, aunque esta enfer-


medad se reconoce la mayoría de las veces en pacientes de entre
La sarcoidosis es una enfermedad relativamente frecuente de los 20 y 40 años de edad2. Se produce un segundo máximo de inci-
pulmones y de otros órganos que es difícil de caracterizar con dencia en mujeres mayores de 50 años3. Hay una considerable
precisión. En 1991 los miembros de la Asociación Mundial de variación en la incidencia y prevalencia publicadas en países y
Sarcoidosis y Otros Trastornos Granulomatosos (World Associa- continentes diferentes. La enfermedad es particularmente fre-
tion of Sarcoidosis and Other Granulomatous Disorders) propuso cuente en afroamericanos, especialmente mujeres4, y particular-
que se debe definir de manera descriptiva como sigue: mente poco frecuente en chinos5.

«... un trastorno multisistémico de causa(s) desconocida(s). La mayoría de Etiología y patogenia


las veces afecta a adultos jóvenes y en la edad media y con frecuencia se
manifiesta por linfadenopatía hiliar bilateral, infiltrado pulmonar y La etiología y la patogenia de la enfermedad no están claras e
lesiones oculares y cutáneas. También se puede afectar el hígado, el bazo, indudablemente son complejas. La presencia de agrupación fami-
los ganglios linfáticos, las glándulas salivares, el corazón, el sistema
liar6 y la variación racial de la incidencia indican una contribu-
nervioso, los músculos, el hueso y otros órganos. El diagnóstico se establece
cuando los hallazgos clinicorradiológicos están apoyados por datos ción genética importante. Por otro lado, el agrupamiento duran-
histológicos de granulomas de células epitelioides no caseificantes. Se deben te ciertos momentos, en regiones específicas7, 8 y en familiares no
excluir granulomas de causas conocidas y reacciones sarcoideas locales. consanguíneos9 y en personas próximas a pacientes afectados10,
Los datos inmunitarios que se observan con frecuencia son depresión así como las variaciones estacionales de la incidencia3, indica que
de la hipersensibilidad cutánea retardada y aumento del cociente las influencias ambientales también tienen un efecto importante.
linfocitos colaboradores (CD4)/linfocitos supresores (CD8) en el punto De hecho, la naturaleza de las alteraciones inmunitarias indica
de afectación. También se pueden detectar inmunocomplejos que la enfermedad se debe a la exposición de personas genética-
circulantes junto a otros signos de hiperactividad de los linfocitos B.
mente susceptibles a agentes ambientales específicos1.
Otros marcadores de la enfermedad incluyen concentración sérica
elevada de la enzima conversora de angiotensina (ECA), aumento de
Diversas observaciones indican que uno de estos agentes pue-
la captación de galio radiactivo, metabolismo del calcio anormal y de ser un microorganismo transmisible. Por ejemplo, se puede
angiografía con fluoresceína anormal. La prueba de Kveim-Siltzbach, demostrar inflamación granulomatosa en las almohadillas plan-
cuando se dispone de suspensiones celulares adecuadas, puede tener tares y en las vísceras de ratones después de la inoculación de
utilidad diagnóstica. homogeneizados de tejido sarcoideo humano11, y hay datos de trans-
La evolución y el pronóstico se pueden correlacionar con el modo de misión de persona a persona de la enfermedad a través del tras-
inicio y la extensión de la enfermedad. Un inicio agudo con eritema plante de médula ósea o cardíaco12, 13. Los posibles organismos
nodoso o linfadenopatía hiliar bilateral asintomática habitualmente infecciosos más estudiados son las micobacterias. Se ha identifi-
precede a una evolución autolimitada, mientras que un inicio insidioso,
cado ADN de Mycobacterium tuberculosis en las muestras tisu-
especialmente con múltiples lesiones extrapulmonares, se puede seguir de
una fibrosis progresiva e implacable de los pulmones y de otros órganos. lares14 y en el líquido del LBA15 de algunos pacientes, y se han
Los corticoides alivian los síntomas, suprimen la formación de encontrado en la sangre formas L de este germen con alteraciones
granulomas y normalizan la concentración sérica de ECA y la captación de la pared celular16. Sin embargo, estas observaciones no se han
de galio»1. reproducido de manera constante17. Además, diferentes observa-

445
446 CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas

ciones hablan en contra de las micobacterias como causa de la manera la inflamación persistente en las localizaciones de la
sarcoidosis, como el hecho de que la enfermedad no progrese con enfermedad37; el mismo efecto se puede deber a la sobreexpresión
la utilización de corticoides y el mantenimiento de la incidencia de oncogenes como Bcl-2 por los linfocitos TH1 activados.
y la prevalencia de la sarcoidosis a pesar de la disminución de las
tasas de infección por M. tuberculosis18. Características anatomopatológicas
Un segundo grupo de posibles gérmenes causales son las espe-
cies de Propionibacterium. En un estudio de 108 muestras de gan- El dato anatomopatológico fundamental de la sarcoidosis es el
glios linfáticos obtenidos de pacientes japoneses y europeos con sar- granuloma, que en sus primeras fases es idéntico al que producen
coidosis19, se encontró P. acnes o P. granulosum en 106, mientras que muchos otros agentes etiológicos: una acumulación bien definida
se encontraron los genomas de estos gérmenes en el 0% al 60% de de histiocitos epitelioides que con frecuencia contiene células
varios grupos de pacientes controles, y en números mucho meno- gigantes multinucleadas (figura 9-1). Pueden aparecer entremez-
res. A pesar de que estos datos son interesantes, es preciso confirmar clados linfocitos, de manera ocasional células plasmáticas y raras
y elaborar estos resultados antes de que se pueda aceptar que cual- veces neutrófilos y eosinófilos. La mayoría de los granulomas son
quier agente infeccioso particular es la causa de la enfermedad. no necrosantes; sin embargo, algunos contienen pequeños focos
Otras observaciones que abordan la posible etiología incluyen de necrosis, cuya presencia no excluye el diagnóstico38. Esta
el reconocimiento de la intensa asociación negativa con el taba- necrosis típicamente aparece en la porción central del granuloma
quismo20 y la aparición de recurrencia asociada a la utilización de y aparece como un material eosinófilo amorfo que con frecuen-
interferón-α e interferón-β21, 22 o de tratamiento antirretrovíri- cia se asocia a núcleos hipercromáticos y degenerados.
co de gran actividad (TARGA)23, 24. Todas estas situaciones tienen Hay fibroblastos en número considerable en la periferia de los
en común la inducción o la replicación (al menos en parte) del granulomas más «maduros»39, y parece que la fibrosis comienza
medio de citocinas que se asocia a la respuesta inmunitaria me- en este punto. En esta circunstancia se puede ver que láminas con-
diada por TH1 que es característica de la sarcoidosis. céntricas de colágeno separan la porción central histológicamente
Aunque el riesgo absoluto y atribuible de sarcoidosis en los «activa» del granuloma del tejido adyacente (véase figura 9-1).
familiares de los pacientes afectados es bajo, no hay duda de que Con el tiempo la fibrosis progresa hacia dentro hasta que todo el
este riesgo es real, especialmente en personas de raza blanca6, 25. granuloma se ha convertido en una cicatriz. El patrón de fibrosis
Aunque en algunos casos este aumento del riesgo se podría rela- laminar periférica es característico de la sarcoidosis en curación y
cionar con la exposición común, los datos indican que podrían es en sí mismo un dato que habla a favor del diagnóstico.
ser más importantes algunos rasgos hereditarios que predisponen Se debe poner de relieve que el hallazgo de granulomas no
a la enfermedad o que protegen de la misma26, 27. Los estudios necrosantes no constituye en sí mismo un dato absoluto de sarcoi-
genéticos se han centrado en la región del complejo principal de dosis porque estas lesiones no son en modo alguno específicas. Se
histocompatibilidad (CPH)28, 29 y en otras zonas del genoma res- pueden encontrar granulomas no necrosantes locales o difusos en
ponsables de la regulación inmunitaria, la función de los linfoci- los pulmones y en otros órganos asociados a una amplia variedad
tos T y el reconocimiento y procesado del antígeno30, 31. A pesar de enfermedades como infecciones (particularmente por micobac-
de la ausencia de reproducibilidad de muchos de los resultados en terias y hongos), alveolitis alérgica extrínseca, neoplasias (incluyen-
diferentes grupos étnicos, la plausibilidad biológica de los hallaz- do el carcinoma pulmonar), neumoconiosis (particularmente la
gos indica que las diferencias genéticas entre los pacientes son
importantes en la expresión de la enfermedad32, 33.
La reacción inicial del pulmón se caracteriza por la acumula-
ción y proliferación de linfocitos T CD4+ y, en menor medida,
CD8+, que se asocian a un perfil de citocinas TH1 (fundamental-
mente interferón-γ, interleucina-2 [IL-2] e IL-12)18, 34. Algunos
investigadores han mostrado que el repertorio de receptores de los
linfocitos T está restringido, lo que indica oligoclonalidad en res-
puesta a un antígeno específico35. En algunos pacientes, particu-
larmente los que expresan el alelo HLA-DR1736, hay una impor-
tante compartimentalización de los linfocitos T CD4+ Va2.3 en las
primeras fases de la evolución de la enfermedad36; este hallazgo se
asocia a un buen pronóstico y a la respuesta al tratamiento, lo que
indica que estos linfocitos pueden tener una función protectora.
Los mecanismos de acumulación de los linfocitos T en el pul-
món son complejos y suponen interacciones con los macrófagos
alveolares, así como con las células endoteliales y epiteliales.
Diversas citocinas quimioatrayentes, además de las citocinas que
participan en la adhesión celular e inducen la proliferación in
situ, contribuyen a la respuesta inflamatoria37. Parece que los
macrófagos alveolares se agregan y proliferan en el punto de for-
mación de los granulomas. A su vez producen diversas citocinas
FIGURA 9-1
que activan los linfocitos T e inducen la fibrosis18. La alteración
de la regulación de la homeostasis de los linfocitos T puede pro- Sarcoidosis: granuloma. Una imagen de gran aumento muestra una
ducir una formación excesiva de granulomas y una fibrosis exce- acumulación bien delimitada de histiocitos epitelioides y dos células gigantes
multinucleadas. En la periferia se puede ver una pequeña cantidad de tejido
siva en pacientes que tienen enfermedad progresiva37. Algunas fibroso laminar. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser
citocinas, como el factor de necrosis tumoral-α y la IL-15, pueden and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
inhibir la apoptosis de los linfocitos T, favoreciendo de esta WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas 447

que produce el berilio), fármacos y cuerpos extraños. En algunos grave en la porción apical de los lóbulos superiores, donde puede
casos técnicas auxiliares como el cultivo o el análisis mediante la adoptar la forma de zonas más o menos sólidas de tejido fibroso
reacción en cadena de la polimerasa (PCR) del material biopsiado, asociado a bronquiectasias por tracción (figura 9-3). Estas últimas
tinciones especiales de micobacterias u hongos y microscopia con pueden ser la localización de la formación de aspergilomas42.
luz polarizada pueden aclarar la etiología del proceso granuloma- La afectación de los ganglios linfáticos se caracteriza por una
toso. Sin embargo, incluso los resultados negativos de estas y de sustitución más o menos difusa del ganglio por granulomas
otras pruebas no excluyen todos los agentes etiológicos específicos, (figura 9-4), con frecuencia con un aspecto histológico variable43.
y es necesario hacer una distinción cuidadosa entre el hallazgo ana- Inicialmente los granulomas son discretos y tienen un aspecto
tomopatológico de inflamación granulomatosa no necrosante y la «activo»; sin embargo, al igual que en la enfermedad pulmonar,
enfermedad clinicorradiológica que se conoce como sarcoidosis. tienden a hacerse confluentes y experimentan fibrosis progresiva
La afectación pulmonar es característicamente más llamativa a lo largo del tiempo. En la enfermedad avanzada este proceso
en el tejido intersticial peribroncovascular, septal interlobulillar y puede dar lugar a ganglios completamente fibróticos en los que es
pleural (figura 9-2; véase figura en color 9-1). En las primeras difícil reconocer granulomas.
fases los granulomas son discretos e histológicamente «activos»; a
medida que progresa la enfermedad con frecuencia se hacen con- Manifestaciones radiológicas
fluentes y experimentan fibrosis, que da lugar a un engrosamien-
to intersticial más o menos difuso. También se puede afectar el Las alteraciones radiográficas se pueden clasificar por convenien-
intersticio del parénquima, aunque típicamente mucho menos cia en cuatro grupos o estadios con fines descriptivos44:
que en las localizaciones peribroncovascular, septal y pleural. En
Estadio 0: sin alteraciones demostrables.
las primeras fases de la enfermedad esta afectación se manifiesta
Estadio 1: aumento del tamaño de los ganglios linfáticos hiliares
por neumonitis inespecífica39; posteriormente aparecen granu-
y mediastínicos no asociado a alteraciones pulmonares.
lomas típicos. Estos focos de enfermedad habitualmente son
Estadio 2: aumento del tamaño de los ganglios linfáticos hiliares
microscópicos, aunque pueden conglomerarse para formar
y mediastínicos asociado a alteraciones pulmonares.
masas relativamente discretas de varios centímetros de diámetro,
Estadio 3: enfermedad pulmonar difusa que no se asocia a aumen-
que es un aspecto que a veces se denomina «sarcoidosis nodular».
to del tamaño de los ganglios linfáticos.
Tal vez debido a la localización peribroncovascular y septal
prominente de la inflamación granulomatosa, es frecuente la La principal utilidad de este sistema de clasificación es la predic-
afectación de las arterias y venas pulmonares40. Aunque esta in- ción de la evolución. En una encuesta a 3.676 pacientes se encon-
flamación se puede asociar a rotura de las láminas elásticas, ha- tró que el 8% tenía enfermedad en el estadio 0, el 51% en el esta-
bitualmente no se produce necrosis. Los granulomas también son dio 1, el 29% en el estadio 2 y el 12% en el estadio 345. En el
frecuentes en la mucosa de las vías aéreas, particularmente en seguimiento el 65% de los pacientes que tenían enfermedad en el
bronquios pequeños41. estadio 1 mostró resolución de los hallazgos radiográficos en
El aspecto macroscópico de la sarcoidosis pulmonar depende del comparación con el 49% de los que tenían enfermedad en el esta-
estadio y la gravedad de la enfermedad. En las formas tempranas dio 2 y el 20% en el estadio 3.
más leves, en las que la inflamación es más llamativa en relación con
el tejido conectivo peribroncovascular, interlobulillar y pleural, el Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos
aspecto puede recordar a la carcinomatosis linfangítica. A medida sin alteraciones pulmonares
que progresa la enfermedad se hace más evidente la afectación del
intersticio parenquimatoso, y lóbulos enteros pueden ser sustituidos Se ve aumento del tamaño de los ganglios linfáticos sin enfermedad
por granulomas y tejido fibroso. Este proceso habitualmente es más parenquimatosa en la radiografía de tórax inicial en aproximada-

FIGURA 9-2
Sarcoidosis pulmonar. Una imagen de bajo
aumento del parénquima pulmonar muestra
numerosos granulomas asociados a una cantidad
moderada de colágeno; tanto los granulomas como el
tejido fibroso están localizados principalmente en el
intersticio adyacente a las arterias pulmonares (a) y a
los bronquiolos (b). Sólo algún granuloma parece
estar localizado en el interior del intersticio del
parénquima (flecha). (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)
448 CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas

FIGURA 9-3
Sarcoidosis: fibrosis intersticial. Un corte de la
porción apical de un lóbulo superior de un paciente con
D sarcoidosis de larga evolución muestra focos de fibrosis
densa en los que el parénquima pulmonar está destruido
completamente (D); también hay una fibrosis extensa
pero menos grave con un aspecto en «panal de abejas» (P)
D en las zonas en las que se puede ver parénquima. Los
bronquios de la región de fibrosis grave son ectásicos
(flechas). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
P

raras veces es marcado, aunque se puede identificar la radiografía en


aproximadamente el 15% de los casos49.
El aumento del tamaño de los ganglios linfáticos hiliares habi-
tualmente es bilateral y simétrico. Es poco frecuente el aumento de
tamaño unilateral, y se ha descrito sólo en el 3% al 5% de los casos
confirmados50. El aumento del tamaño de los ganglios linfáticos
hiliares y paratraqueales bilateral y simétrico contrasta con el aumen-
to del tamaño de los ganglios que se ve en la tuberculosis primaria,
que tiende a ser unilateral51, y en el linfoma de Hodgkin, que tiende a
aparecer principalmente en las regiones mediastínica anterior y para-
traqueales; cuando esta última enfermedad afecta a los ganglios lin-
fáticos es predominantemente unilateral y asimétrica. De manera
ocasional el aumento del tamaño de los ganglios hiliares es sufi-
ciente para comprimir los bronquios adyacentes y producir atelec-
tasia (que la mayoría de las veces afecta al lóbulo medio)52. La cal-
cificación de los ganglios linfáticos hiliares se puede ver
radiográficamente en aproximadamente el 5% de los pacientes ini-
cialmente53 y en más del 20% después de 10 años de seguimiento54.
La prevalencia del aumento del tamaño de los ganglios linfáti-
cos y su distribución como se ha descrito previamente se refieren
a los hallazgos en la radiografía de tórax. Como cabría esperar, el
aumento del tamaño de los ganglios hiliares y mediastínicos se
puede ver con más frecuencia en la TC, y se puede ver que la
enfermedad mediastínica afecta a más estaciones ganglionares55,
como las regiones mamaria interna, axilar e infradiafragmática56.
También es más frecuente la calcificación de los ganglios linfáti-
FIGURA 9-4 cos hiliares y mediastínicos57, 58.
Al igual que en otras enfermedades intersticiales, los pulmones
Sarcoidosis: afectación de un ganglio linfático. Un corte de un ganglio
linfático mediastínico muestra granulomas discretos y confluentes de
pueden estar afectados por la sarcoidosis en ausencia de una altera-
manera focal que prácticamente obliteran la arquitectura ganglionar normal. ción demostrable en la radiografía de tórax59, 60. De hecho, la radio-
No hay necrosis. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: grafía de tórax es normal (estadio 0) en aproximadamente el 10% de
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, los pacientes que tienen sarcoidosis pulmonar demostrada median-
WB Saunders, 1999.) te biopsia45, 61. De manera similar, en un estudio de 21 pacientes con-
secutivos que tenían enfermedad en el estadio 1, a los que se realizó
mente el 50% de los pacientes45, 46. La combinación de aumento del biopsia pulmonar abierta, había granulomas sarcoideos típicos en el
tamaño de los ganglios hiliares bilaterales y paratraqueales derechos parénquima pulmonar en todos60; sin embargo, la extensión de la
es una manifestación característica y frecuente (figura 9-5)47. Raras inflamación granulomatosa y de la fibrosis era significativamente
veces se produce aumento del tamaño de los ganglios paratraquea- menor que la que se vio en las piezas de biopsia pulmonar abierta de
les sin aumento simultáneo del tamaño de los ganglios hiliares48. pacientes que tenían datos radiográficos de afectación pulmonar
Otras localizaciones frecuentes de linfadenopatía que se pueden ver difusa. Como cabría esperar, las alteraciones parenquimatosas se ven
incluyen la ventana aortopulmonar (aproximadamente el 50% de con más frecuencia en la TCAR que en la radiografía55.
los casos) y la región subcarínica (20% de los casos)47, 49. El aumen- Aproximadamente el 65% al 80% de los pacientes que tienen
to del tamaño de los ganglios linfáticos mediastínicos anteriores enfermedad en estadio 0 muestra resolución radiográfica comple-
CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas 449

FIGURA 9-5
Sarcoidosis: afectación ganglionar linfática aislada. Las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) de una mujer
asintomática de 32 años de edad muestran un aumento marcado del tamaño de ambos hilios, cuyo contorno lobulado es típico
del aumento del tamaño de los ganglios linfáticos. También hay aumento del tamaño de los ganglios de las regiones paratraqueal
derecha y aortopulmonar. Los pulmones están claros. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis
of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

ta45, 62. De manera ocasional los ganglios hiliares y mediastínicos Patrón nodular. Hay un patrón nodular en la radiografía de
aumentados de tamaño regresan hasta un tamaño normal, sólo tórax en el 30% al 60% de los pacientes (figura 9-6)70, 71. Los nódu-
para experimentar aumento de tamaño de nuevo en un momen- los habitualmente tienen bordes irregulares y afectan principalmen-
to posterior63. Por otro lado, el aumento del tamaño de los gan- te a los campos pulmonares medios y superiores. Varían desde 1
glios puede persistir sin modificaciones durante muchos años64. hasta 10 mm de diámetro, aunque la mayoría mide menos de 3 mm.
En la TCAR se ven nódulos en la evaluación inicial en el 90%
Enfermedad pulmonar difusa con o sin aumento al 100% de los pacientes que tienen alteraciones parenquimato-
del tamaño de los ganglios linfáticos sas55, 72. Son más numerosos a lo largo del intersticio broncoarte-
rial y pleural y adyacentes a las cisuras interlobares (figura 9-7).
Se ve enfermedad parenquimatosa en la radiografía de tórax en la De hecho, el engrosamiento nodular extenso del intersticio bron-
evaluación inicial en aproximadamente el 40% de los pacientes que coarterial que afecta principalmente a los campos pulmonares
tienen sarcoidosis y aparece en algún momento de la evolución de medios y superiores es característico de la enfermedad73. De
la enfermedad en el 50% al 65%45, 62, 65. Inicialmente se encuentra manera ocasional los nódulos se distribuyen de manera difusa
que la enfermedad pulmonar se asocia a aumento del tamaño de los por todo el pulmón y dan lugar a un patrón miliar74. También
ganglios linfáticos (estadio 2) en aproximadamente el 30% de pueden manifestarse como opacidades densas, redondas, bien
los pacientes; el otro 10% no tiene datos de aumento del tamaño delimitadas y mayores de 1 cm de diámetro similares a un cáncer
de los ganglios linfáticos (estadio 3)45, 62. En un estudio de segui- metastásico75. Aunque estos nódulos raras veces son el único
miento a 15 años de 308 pacientes, el 9% de los que tenían enfer- hallazgo en la sarcoidosis pulmonar, se ven frecuentemente aso-
medad en el estadio 1 en la exploración inicial progresó al estadio 2, ciados a opacidades nodulares de menor tamaño67.
y otro 2% progresó al estadio 3, aparentemente sin pasar por el Patrón reticulonodular. Hay un patrón reticulonodular en el
estadio 262. En aproximadamente el 70% de 128 pacientes que 25% al 50% de los pacientes que tienen alteraciones parenquima-
tenían enfermedad en el estadio 2 en el momento del diagnóstico tosas evidentes en la radiografía (figura 9-8)69, 71. El patrón se pue-
los hallazgos radiográficos volvieron a la normalidad; en el 5% per- de deber a una combinación de nódulos y engrosamiento de los
manecieron en el estadio 2 y en el 25% progresaron al estadio 3. tabiques interlobulillares o a una combinación de nódulos y opa-
Las alteraciones parenquimatosas típicamente son bilaterales y cidades lineales intralobulillares.
simétricas y afectan principalmente a los campos pulmonares Patrón reticular. Se ve un patrón reticular en el 15% al 20% de
superiores en el 50% al 80% de los pacientes66, 67. De manera oca- los pacientes que tienen alteraciones parenquimatosas evidentes en
sional la enfermedad es asimétrica o unilateral64, 68. Los patrones la radiografía (figura 9-9)69, 71. En la TCAR se ha descrito un engro-
más frecuentes son nodular y reticulonodular; con menos fre- samiento liso o nodular de los tabiques interlobulillares en el 20%
cuencia predomina un patrón reticular, una consolidación del al 90% de los pacientes, y se han encontrado líneas irregulares no
espacio aéreo u opacidades en vidrio esmerilado69. Tanto el pa- septales en el 20% al 70%67, 69, 76. El engrosamiento septal raras veces
trón como la extensión de las alteraciones parenquimatosas se
ven mejor en la TCAR que en la radiografía69, 70. El texto continúa en la página 452
450 CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas

FIGURA 9-6
Sarcoidosis: patrón nodular. Una imagen del pulmón derecho de una radiografía
posteroanterior de tórax muestra numerosos nódulos que miden aproximadamente
3 mm de diámetro, que son más abundantes en los campos pulmonares medio e
inferior. Había hallazgos similares en el pulmón izquierdo. La paciente era una mujer de
37 años de edad. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

FIGURA 9-7
Sarcoidosis: aspecto en la TCAR. Una TCAR del bronquio del lóbulo superior derecho muestra múltiples nódulos pequeños localizados
principalmente a lo largo de los bronquios (flechas blancas curvas), vasos pulmonares (flechas blancas rectas largas), regiones pulmonares
subpleurales y cisuras interlobares (flechas blancas rectas cortas). Se puede ver engrosamiento nodular de los tabiques interlobulillares (flechas
negras). El paciente era un varón de 37 años de edad. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the
Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas 451

FIGURA 9-8
Sarcoidosis: patrón reticulonodular. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra un patrón reticulonodular grueso que afecta
principalmente a las regiones perihiliares de los campos pulmonares medios y superiores y linfadenopatías paratraqueales derechas e hiliares
bilaterales. Una TCAR (B) muestra nódulos bilaterales con bordes espiculados con una distribución predominantemente peribroncoarterial (flechas
rectas), así como engrosamiento de los tabiques interlobulillares (flechas curvas). La paciente era una mujer de 48 años de edad. (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

FIGURA 9-9
Sarcoidosis: patrón reticular asociado a fibrosis. Una radiografía posteroanterior de tórax de una mujer de 67 años
de edad muestra un patrón reticular grueso que afecta principalmente a las regiones perihiliares de los campos
pulmonares medios y superiores. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases
of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
452 CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas

es extenso y, de manera similar a las opacidades nodulares, tiende a persistir el aumento del tamaño ganglionar y la afectación pul-
afectar principalmente a las regiones centrales de los campos pul- monar difusa se puede superponer al mismo.
monares medios y superiores. Las opacidades lineales irregulares Fibrosis. La fibrosis de la sarcoidosis típicamente afecta princi-
habitualmente se asocian a distorsión de la arquitectura de los lobu- palmente a los campos pulmonares superiores44, 47. Habitualmen-
lillos pulmonares secundarios, lo que es indicativo de la presencia te se asocia a retracción de los hilios hacia arriba, formación de
de fibrosis; sin embargo, de manera ocasional son reversibles55, 70. La ampollas, bronquiectasias por tracción e hiperinsuflación com-
fibrosis también produce dilatación y distorsión de los bronquios pensadora de los lóbulos inferiores (véase figura 9-9)82. Cuando la
(bronquiectasias por tracción), principalmente en las zonas parahi- fibrosis es grave se pueden ver alteraciones indicativas de hiper-
liares de los campos pulmonares superiores, y panalización. tensión pulmonar y corazón pulmonar. En la TCAR la fibrosis tie-
Consolidación del espacio aéreo. La consolidación paren- ne una distribución peribroncovascular característica que irradia
quimatosa es un hallazgo predominante en la radiografía de tórax desde los hilios hacia los lóbulos superiores57, 72. Otros hallazgos
del 10% al 20% de los pacientes que tienen sarcoidosis con enfer- incluyen líneas irregulares de atenuación con distorsión asociada
medad parenquimatosa evidente en la radiografía (figura 9-10)55, 65. de la arquitectura, conglomeración central de bronquios ectásicos,
La consolidación típicamente tiene una distribución bilateral y masas conglomeradas y panalización subpleural83.
simétrica que afecta principalmente a los campos pulmonares
medios y superiores. En la TCAR las zonas de consolidación pue- Otras manifestaciones radiológicas
den ser peribronquiales (véase figura 9-10) o, con menos fre-
cuencia, de distribución periférica77. En la mayoría de los casos se Enfermedad pulmonar. La cavitación es una manifestación
pueden ver broncogramas aéreos77. poco frecuente de la sarcoidosis y habitualmente se asocia a otras
Opacidades en vidrio esmerilado. En la radiografía raras alteraciones parenquimatosas84, 85. Las cavidades pueden desapare-
veces se ven zonas difuminadas de aumento de densidad sin cer espontáneamente o se pueden complicar por una infección o
borramiento de las marcas vasculares (opacidades en vidrio un micetoma sobreañadidos86. Esta última complicación aparece
esmerilado), aunque se ven con frecuencia en la TCAR (fi- en aproximadamente el 40% de las lesiones quísticas de la sarcoi-
gura 9-11)67, 78, 79. En la mayoría de los casos, la atenuación en dosis; aunque la mayoría de las veces se localiza en focos de bron-
vidrio esmerilado es un dato secundario que se asocia a nódulos quiectasias, se puede ver en ampollas o en cavidades de origen
pequeños79, 80. La correlación con los hallazgos anatomopatológi- incierto76. La atelectasia es también una manifestación poco fre-
cos ha mostrado que este patrón está relacionado con inflamación cuente de la enfermedad87. Puede estar producida por compresión
granulomatosa intersticial79, 81; de manera ocasional se debe a la extrínseca de los bronquios por ganglios linfáticos aumentados de
presencia de focos microscópicos de fibrosis parenquimatosa80. tamaño, por inflamación y fibrosis de la mucosa bronquial o, tal
Cuando coexisten la enfermedad pulmonar y el aumento del vez con más frecuencia, por una combinación de ambos fenóme-
tamaño de los ganglios linfáticos, su aspecto radiológico no es nos52, 88. En la TCAR frecuentemente se ven datos de enfermedad
diferente al de la afectación de cada uno de ellos por separado. de las vías aéreas pequeñas89, 90. Los hallazgos incluyen zonas locali-
Sin embargo, las dos manifestaciones pueden diferir mucho en zadas de disminución de la atenuación y oligohemia en los cortes
su relación temporal en pacientes diferentes. La enfermedad pul- inspiratorios y atrapamiento aéreo en los cortes espiratorios, que
monar difusa habitualmente aparece cuando hay aumento del habitualmente tienen una distribución lobulillar91.
tamaño de los ganglios hiliares, aunque estos últimos puedan Enfermedad pleural. Se ha documentado derrame pleural en
estar regresando. El aumento del tamaño ganglionar puede des- aproximadamente el 2% al 7% de los pacientes52, 92. Los pacientes
aparecer y puede ser sustituido por una afectación pulmonar afectos típicamente tienen sarcoidosis pulmonar moderadamen-
difusa, de manera simultánea o varios años después, o puede te avanzada; en la biopsia pleural con frecuencia se identifican

FIGURA 9-10
Sarcoidosis: consolidación del espacio aéreo. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) de una mujer de 39 años de edad muestra zonas bilaterales
parcheadas de consolidación. Se pueden ver broncogramas aéreos, particularmente en el lado derecho. La consolidación afecta principalmente a las regiones
perihiliares de los campos pulmonares medios y superiores. Una TCAR (B) muestra la distribución peribronquial de las zonas de consolidación y broncogramas
aéreos bien definidos. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas 453

FIGURA 9-11
Sarcoidosis: atenuación en vidrio esmerilado. Una imagen ampliada del pulmón
izquierdo de una radiografía posteroanterior de tórax (A) y una TCAR (B) muestran zonas
parcheadas de atenuación en vidrio esmerilado que contienen algunos nódulos mal
definidos. El paciente era un varón de 32 años de edad. (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

granulomas no necrosantes. El derrame tiende a desaparecer en 4 distribución de la enfermedad100, particularmente en pacientes


a 8 semanas, aunque puede progresar a un engrosamiento pleural que tienen enfermedad en los estadios 0 y 1101, 102. A pesar de esta
crónico. Dada la baja frecuencia con la que la sarcoidosis produ- utilidad, la utilización del galio 67 ha disminuido considerable-
ce derrame pleural, su presencia debe plantear la posibilidad de mente desde la aparición de la TCAR; en la actualidad se utiliza
una tuberculosis como complicación, una neumonía asociada o principalmente para aclarar el diagnóstico de los casos difíciles,
insuficiencia cardíaca. No es raro identificar engrosamiento pleu- como cuando parece haber enfermedad extratorácica aislada100.
ral focal o fibrotórax en la toracotomía o en la autopsia92. Puede
aparecer independientemente del derrame y puede ser unilateral Manifestaciones clínicas
o bilateral93. Se ha estimado que se produce neumotórax espon-
táneo en el 1% al 2% de los pacientes94. La prevalencia descrita de síntomas en la sarcoidosis es variable:
Enfermedad cardiovascular. Aunque las alteraciones del los pacientes a los que se identifica sólo mediante cribado tienen
corazón, del pericardio y de la vasculatura pulmonar habitual- mayor probabilidad de estar asintomáticos, mientras que los que
mente se ven en el estudio histológico, habitualmente no tienen tienen un diagnóstico confirmado mediante biopsia casi siempre
gravedad suficiente para producir manifestaciones radiográficas. tienen síntomas103. También es probable que los hallazgos de la
Un aumento radiográficamente evidente de la silueta cardíaca se exploración inicial se relacionen con el sexo, la raza y la edad104.
puede deber a miocardiopatía, valvulopatía, derrame pericárdico Los síntomas con frecuencia aparecen de manera insidiosa y
o aneurisma ventricular izquierdo95, 96. La hipertensión pulmonar con frecuencia se asocian a datos de afectación multisistémica, la
y el corazón pulmonar, producidos por una combinación de obli- mayoría de las veces de los pulmones, el corazón, la piel y los ojos.
teración del lecho vascular pulmonar y vasoconstricción hipóxi- Los síntomas constitucionales son frecuentes e incluyen pérdida
ca, tienden a aparecer en las fases tardías de la enfermedad. de peso, astenia, debilidad y malestar. Aparece fiebre en el 15% al
Enfermedad abdominal. El aumento del tamaño de los gan- 20% de los pacientes2. Un inicio agudo de los síntomas, habitual-
glios linfáticos, la hepatomegalia y la esplenomegalia son hallaz- mente con eritema nudoso, es particularmente frecuente en mujeres
gos radiológicos frecuentes56. Se pueden ver nódulos en el bazo y escandinavas, puertorriqueñas e irlandesas105. Durante mucho
en el hígado. tiempo también se ha considerado que la tríada de linfadenopa-
tía hiliar bilateral, eritema nudoso y artritis/artralgia poliarticular
Gammagrafía con galio 67 (síndrome de Löfgren) es una manifestación aguda106. Tanto si es
una asociación casual como si están asociadas por una suscepti-
La gammagrafía con galio 67 se ha utilizado durante muchos bilidad o exposición común, se ha descrito que la sarcoidosis se
años como marcador de la actividad de la enfermedad en la sar- asocia a diversos trastornos del tejido conectivo, como artritis
coidosis. De hecho, los resultados de muchas investigaciones reumatoide, espondilitis anquilosante, lupus eritematoso sistémi-
(aunque no de todas97) indican que hay una buena correlación co y esclerosis sistémica progresiva107.
entre el porcentaje de linfocitos que se encuentra en el líquido del Los síntomas y signos de la afectación pulmonar aparecen en
LBA y las mediciones de la gammagrafía con galio 6798, 99. Esta aproximadamente un tercio de los pacientes108 e incluyen tos seca
técnica también se ha utilizado para determinar la extensión y la y disnea109. La hemoptisis es poco frecuente110 y habitualmente se
454 CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas

puede atribuir a un aspergiloma en un bronquio ectásico o un similares a la psoriasis en el tronco o en las extremidades. Tanto el
espacio quístico. El dolor torácico puede estar producido por una lupus pernio como las placas se asocian generalmente a una evolu-
tos excesiva y raras veces es de tipo pleurítico111. Los síntomas ción crónica y raras veces desaparecen completamente, cuando lo
relacionados con la afectación pleural (derrame, fibrosis o neu- hacen. La afectación dérmica «específica» se manifiesta la mayoría
motórax) también son poco frecuentes112. En las primeras fases de las veces en forma de lesiones papulonodulares asintomáticas
de la enfermedad habitualmente no hay signos auscultatorios de lisas, blandas y de color rojo-marrón; se pueden encontrar en cual-
la enfermedad pleuropulmonar, aunque en algunos pacientes se quier parte del cuerpo y pueden ser solitarias o confluentes, pro-
pueden oír algunos crepitantes dispersos; con la aparición de fundas o superficiales. Las pápulas aparecen en grupos y están dis-
fibrosis pulmonar los crepitantes se pueden hacer más generali- persas en la cara o se agrupan de manera próxima en la nuca127.
zados. Se pueden oír roncus o sibilancias en pacientes que tienen Aunque tienden a aparecer en las primeras fases de la enfermedad
afectación endobronquial113. aguda, al igual que el lupus pernio se pueden ver en las fases subagu-
La afectación de las vías respiratorias superiores es poco fre- da y crónica, durante las cuales tienden a confluir para formar pla-
cuente. La epiglotis se afecta con más frecuencia y puede haber cas lisas, de aspecto adoquinado, de color marrón o púrpura127.
obstrucción grave114. Se han identificado granulomas laríngeos Se pueden encontrar granulomas en el hígado y en el bazo en
en el 1% al 3% de los pacientes115. Los síntomas incluyen disnea, la autopsia del 60% al 70% de los pacientes; sin embargo, se obje-
tos y ronquera. Esta última también se puede deber a extensión tiva un aumento palpable del tamaño de estos órganos en sólo el
del proceso inflamatorio hacia el nervio laríngeo recurrente des- 20%130. En la mayor parte de los casos esta enfermedad no pro-
de los ganglios linfáticos contiguos116. duce síntomas; sin embargo, la afectación hepática se puede aso-
El sistema cardiovascular se puede afectar de manera directa o ciar a diversas alteraciones histológicas y clínicas que simulan las
indirecta. La afectación indirecta se manifiesta por hipertensión de otras hepatopatías primarias131, 132, como la cirrosis biliar pri-
arterial pulmonar y corazón pulmonar y puede estar producida maria130. Se ha descrito en raras ocasiones hipertensión portal y
por fibrosis parenquimatosa con hipoxemia o (raras veces) por síndrome de Budd-Chiari130. De manera ocasional la esplenome-
compresión directa de las arterias117 o venas118 pulmonares por los galia es masiva y produce hiperesplenismo133.
ganglios linfáticos aumentados de tamaño. Aunque se ve afecta- La afectación sintomática del tubo digestivo es muy poco fre-
ción directa del miocardio en aproximadamente el 25% de los cuente134. Sin embargo, en algunos pacientes se ve un marcado
casos en la autopsia119, se reconoce clínicamente sólo en una aumento de la permeabilidad intestinal (que histológicamente se
pequeña parte de los casos. Se puede manifestar por muerte súbi- asocia a edema y acumulación de linfocitos T) junto a datos de
ta, arritmias paroxísticas, alteraciones valvulares como insufi- enfermedad pulmonar activa subclínica135. Un estudio de sensibi-
ciencia mitral120, dolor torácico anginoso como consecuencia de lidad humoral a las proteínas de la dieta mostró que aproxima-
la afectación de los vasos pequeños121, insuficiencia ventricular damente el 40% de los pacientes que tienen sarcoidosis muestra
izquierda y aneurisma ventricular. Se producen alteraciones elec- una sensibilización específica a la proteína del trigo α-gliadina136;
trocardiográficas con más frecuencia en pacientes que tienen sar- sin embargo, la enfermedad celíaca evidente es poco frecuente137.
coidosis que en los controles pareados122; de hecho, la presencia Se ha observado afectación de las glándulas salivares menores
de arritmias o de insuficiencia cardíaca no explicada en una per- en casi el 60% de las biopsias labiales aleatorias138. La combina-
sona joven debe indicar la posibilidad de sarcoidosis miocárdica. ción de afectación de las glándulas parótidas, uveítis y fiebre se
Se considera que hay un aumento clínicamente evidente del denomina fiebre uveoparotídea; la combinación de aumento del
tamaño de los ganglios linfáticos periféricos en aproximadamen- tamaño de las glándulas parótidas, uveítis y parálisis del nervio
te el 75% de los casos2. Sin embargo, es probable que se produz- facial se conoce como síndrome de Heertfordt.
ca afectación ganglionar en algún momento en todos los pacien- Se han descrito tres formas de afectación articular139: 1) poli-
tes, tanto si se pueden palpar los ganglios como si no. Los ganglios artritis migratoria asociada a eritema nudoso, fiebre y aumento
linfáticos palpables se encuentran la mayoría de las veces en la del tamaño de los ganglios linfáticos hiliares; 2) episodios únicos
región cervical, aunque también se pueden palpar en la axila, en o recurrentes de artritis poliarticular o monoarticular, y 3) artri-
la región epitroclear y en la ingle123. tis persistente. La primera de estas formas es la más frecuente.
La incidencia de afectación ocular es probablemente de apro- Realmente es una poliartralgia y no una artritis y tiende a afectar
ximadamente el 20% al 30%124. La lesión característica es la uveí- a las articulaciones grandes, particularmente los tobillos, las
tis; también se puede producir afectación de la conjuntiva, la muñecas, los codos y las rodillas. Los síntomas habitualmente son
esclera, la retina y el cristalino, y se puede producir catarata o autolimitados, aunque de manera ocasional reaparecen o se aso-
glaucoma. En general, la enfermedad ocular aguda se ve la mayo- cian a mialgia crónica y fibromialgia140. Típicamente los pacien-
ría de las veces en los síndromes sarcoideos agudos, mientras que tes no tienen discapacidad. La artritis verdadera es poco frecuen-
los problemas crónicos aparecen en pacientes que tienen enfer- te y generalmente se ve en pacientes que tienen afectación
medad pulmonar y sistémica fibrótica crónica124. sistémica141 y hallazgos pulmonares crónicos. Se han descrito
Se produce afectación cutánea en el 20% al 30% de los pacien- algunas veces síndromes de polimiositis aguda o de miopatía cró-
tes126 y puede ser específica (granulomas en el estudio anatomopa- nica142. Con mucha más frecuencia la miopatía se debe a la utili-
tológico) o inespecífica127. La alteración inespecífica más frecuente zación de corticoides sistémicos en el tratamiento143. Las acropa-
es el eritema nudoso128. Esta reacción inflamatoria es una forma de quias son poco frecuentes y habitualmente se ven en pacientes
paniculitis que la mayoría de las veces afecta a la región tibial ante- que tienen bronquiectasias o fibrosis pulmonar144.
rior y se caracteriza por la aparición de grupos de nódulos transi- Los datos clínicos o funcionales de afectación de enfermedad
torios y no ulcerados que generalmente son dolorosos a la palpa- renal son infrecuentes145 a pesar del hecho de que se encuentran
ción, múltiples y bilaterales. El lupus pernio («lupus púrpura») está granulomas en los riñones en el 5% al 20% de los pacientes en los
formado por nódulos de color púrpura que habitualmente están que se realiza autopsia146. La nefritis intersticial granulomatosa es
localizados en la cara, el cuello, los hombros y los dedos y a veces una causa poco frecuente de insuficiencia renal147; cuando se pro-
en la membrana mucosa de la nariz; con frecuencia se asocia a afec- duce insuficiencia renal, la mayoría de las veces se debe a un
tación de los huesos nasales129. Pueden aparecer placas grandes metabolismo anormal del calcio, como ocurre en la nefrocalcino-
CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas 455

sis, la urolitiasis y la insuficiencia renal hipercalcémica. Dada la Hallazgos de laboratorio


frecuencia relativamente baja de enfermedad renal, se debe con-
siderar una patología coincidente en el diagnóstico diferencial. Se han utilizado diversas técnicas de laboratorio para apoyar un
La afectación del sistema nervioso es evidente en el 5% de los diagnóstico de sarcoidosis, aclarar su patogenia, evaluar la proba-
pacientes durante la vida148 y en el 15% al 25% en la autopsia. Las bilidad de respuesta al tratamiento, monitorizar la respuesta al
alteraciones se pueden relacionar con los nervios craneales y peri- tratamiento y estimar el pronóstico. Se han hecho intentos de
féricos, el encéfalo, la médula espinal y las meninges149. En los correlacionar los hallazgos de diferentes pruebas entre sí y con los
pacientes que tienen manifestaciones neurológicas, estas alteracio- datos clínicos, el estadio radiográfico y las alteraciones de la fun-
nes constituyen el primer dato clínico de enfermedad en el 50% al ción pulmonar. Estas pruebas incluyen la medición de los recuen-
75%. Aunque se puede afectar cualquier nervio craneal, se afectan tos celulares diferenciales en el líquido del LBA, el análisis bio-
la mayoría de las veces el segundo y el séptimo, probablemente químico de diversas sustancias en el líquido del LBA y el suero
como consecuencia de la extensión de la enfermedad desde las (especialmente la ECA sérica) y la captación de galio 67 por los
meninges subyacentes150 o desde la nariz151. La parálisis facial uni- pulmones. A pesar de la abundante información procedente de
lateral o bilateral a veces se asocia a la fiebre uveoparotídea. Las los innumerables trabajos publicados, las conclusiones de diver-
lesiones cerebrales pueden producir convulsiones de gran mal y sos autores difieren en muchos aspectos y en algunos casos son
pueden simular un carcinoma metastásico153. Las manifestaciones contradictorias. Los factores más importantes responsables de
psiquiátricas incluyen trastorno delirante, psicosis, cambios de la estas inconsistencias son la metodología que se utiliza y la varia-
personalidad y (posiblemente) depresión153, 154. La inflamación gra- bilidad de la población de pacientes que se estudia.
nulomatosa también puede afectar al hipotálamo y a la hipófisis155; El análisis del número, el tipo y el estado de activación de las
los pacientes afectados con frecuencia refieren poliuria y polidipsia. células inflamatorias e inmunitarias y la presencia de citocinas y
de otros mediadores de la inflamación y de la fibrosis en el líqui-
Pruebas de función pulmonar do del LBA ha sido importante para conocer la patogenia de la
enfermedad, como se ha analizado antes. Sin embargo, pocos
La mayoría de los pacientes que tienen sarcoidosis y una función datos han mostrado que este análisis sea útil para establecer el
pulmonar anormal tienen alteraciones restrictivas156; sin embargo, diagnóstico o para determinar el pronóstico (véase más adelante).
muchos también tienen un defecto obstructivo157. En un pequeño Hay datos de que se puede utilizar el esputo inducido para obte-
número el patrón es únicamente obstructivo158. Se pueden utilizar ner la misma información que ofrece el LBA, al menos para algu-
pruebas sensibles de disfunción de las vías aéreas pequeñas, como nas sustancias168, 169.
la distensibilidad dinámica, la medición de la resistencia corriente Se ha investigado mucho la medición de la ECA en el suero o en
arriba y el cociente entre el volumen de cierre y la capacidad vital, el líquido del LBA para determinar su utilidad en el diagnóstico. Se
para demostrar el deterioro de la función de las vías aéreas peque- pueden encontrar concentraciones elevadas de ECA en el líquido
ñas en pacientes no fumadores asintomáticos que tienen sarcoido- del LBA de pacientes que tienen sarcoidosis, incluso con una con-
sis157. También se ha descrito hiperreactividad de las vías aéreas159. centración sérica normal170, y se encuentra una concentración ele-
Aunque en estudios transversales se ha intentado correlacio- vada en el suero de muchos pacientes que tienen enfermedad acti-
nar la progresión del estadio de la enfermedad con el deterioro de va171. Sin embargo, su utilidad diagnóstica está limitada por la
la función pulmonar157, la relación entre la función, incluyendo la ausencia de especificidad172 y la sensibilidad imperfecta en pacien-
capacidad de difusión, y el estadio radiográfico es inconstante156, 160. tes que tienen enfermedad en estadios iniciales173 o inactiva174.
Por el contrario, en estudios longitudinales las modificaciones de Se ve hipercalcemia en aproximadamente el 10% de los pacien-
la gravedad de las alteraciones parenquimatosas en la radiografía tes, e hipercalciuria en aproximadamente el 30%175. La mayoría de
se correlacionan bien con las alteraciones funcionales a lo largo los autores afirma que la primera es más evidente durante los
del tiempo71. La mayor parte de los investigadores ha mostrado meses de verano, probablemente como consecuencia del aumento
aumento de la prevalencia de la reducción de la DLCO al aumen- de la exposición a la luz solar150. Aparte de los efectos renales de la
tar el estadio radiográfico. Además, hay datos de que las altera- hipercalcemia, se puede producir calcificación metastásica en otros
ciones del intercambio gaseoso durante la prueba de esfuerzo se órganos y tejidos distintos al riñón, como los ojos, los pulmones, el
correlacionan mejor con el estadio radiográfico que otras medi- estómago, los vasos sanguíneos e incluso el cartílago de la oreja176.
ciones de la función pulmonar161. Son frecuentes las alteraciones hematológicas. En un estudio de
Puede haber reducciones de la DLCO y alteraciones del inter- 75 pacientes que tenían sarcoidosis pulmonar activa se documen-
cambio gaseoso en la prueba de esfuerzo incluso en pacientes taron una o más alteraciones en el 87%177; había anemia en 21
asintomáticos162. También se ha descrito reducción de la distensi- pacientes (28%), en 17 de los cuales el estudio de la médula ósea
bilidad pulmonar tanto estática como dinámica163. En la prueba mostró granulomas. Algunos pacientes con anemia tienen datos de
de esfuerzo también se han encontrado alteraciones de la función aumento de la hemólisis178. Es frecuente ver leucopenia y linfopenia,
cardiocirculatoria, como una frecuencia cardíaca excesivamente y se observan recuentos de leucocitos inferiores a 5 × 109 por litro
elevada y un pulso de O2 bajo164. Estas alteraciones se podrían en aproximadamente el 30% de los pacientes. Muchos pacientes tie-
deber a un deterioro clínico de la función ventricular derecha165 nen un grado leve de eosinofilia en la sangre periférica179. La trom-
o izquierda164 por sarcoidosis cardíaca o, en el caso de la enfer- bocitopenia es poco frecuente y se asocia a un mal pronóstico180.
medad derecha, por las modificaciones de la vasculatura pulmo-
nar secundarias a la enfermedad pulmonar. También puede haber Diagnóstico
reducción de la presión inspiratoria máxima bucal; en algunos
casos esta disminución se ha atribuido a la inflamación granulo- En el contexto clínico adecuado habitualmente se puede hacer un
matosa de la musculatura respiratoria166. En un estudio la grave- diagnóstico fiable de sarcoidosis con una combinación de hallazgos
dad de la disnea en la prueba de esfuerzo se correlacionó mejor clínicos, radiográficos y de TCAR, lo que evita la necesidad de una
con las presiones bucales máximas inspiratoria y espiratoria que con biopsia pulmonar. En un estudio de 208 pacientes que tenían
otras mediciones de la función pulmonar167. enfermedad pulmonar intersticial crónica, se hizo un diagnóstico
456 CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas

correcto de sarcoidosis de manera fiable con esta combinación de cardíaca194; de manera ocasional la muerte se debe a afectación
datos en el 80% de los 80 que tenían sarcoidosis70. De los 208 casos del SNC151, insuficiencia renal relacionada con la enfermedad o
sólo se diagnosticó erróneamente como sarcoidosis a uno (berilio- hemoptisis masiva como consecuencia de un aspergiloma.
sis), y sólo dos casos de sarcoidosis se diagnosticaron erróneamen- Algunos datos clínicos tienen significado pronóstico. El sín-
te (uno como alveolitis alérgica extrínseca y uno como silicosis). drome de Löfgren generalmente tiene un pronóstico favorable106.
En los pacientes en los que no se puede hacer un diagnóstico Por otro lado, las lesiones cutáneas persistentes, las lesiones óse-
fiable con estos hallazgos, habitualmente se puede establecer por as, la hepatoesplenomegalia y la hipercalcemia195, o la afectación
la identificación de granulomas no necrosantes en muestras de del ojo, de la nariz, del sistema nervioso central y del corazón1, se
biopsia. Sin embargo, se debe recordar que otras enfermedades ha asociado a una evolución crónica y progresiva de la enferme-
granulomatosas, como la tuberculosis, la brucelosis, las micosis y dad. Como cabría esperar, un estadio más avanzado en el
la alveolitis alérgica extrínseca, pueden tener hallazgos anatomo- momento del diagnóstico también se asocia a un peor pronósti-
patológicos y clínicos similares a los de la sarcoidosis. Algunas de co196, 197. La ausencia de mejoría en la radiografía de tórax duran-
estas enfermedades se pueden identificar encontrando microor- te un período de un año es un signo de mal pronóstico, mientras
ganismos con tinciones especiales, PCR y/o cultivo181. Sin embar- que se puede considerar que una resolución radiográfica que dura
go, puede ser difícil excluir una alveolitis alérgica extrínseca182, dos años es una curación198. Es poco frecuente la recurrencia tar-
particularmente con las pequeñas muestras de biopsia que se día después de la remisión o la estabilización de la enfermedad1.
obtienen mediante biopsia transbronquial. Ningún criterio radiográfico permite la distinción entre enfer-
Cuando es necesaria una biopsia para el diagnóstico, habitual- medad reversible e irreversible47. En la TCAR los nódulos, la
mente se obtiene por vía broncoscópica. La biopsia de la mucosa consolidación, la atenuación en vidrio esmerilado y el engrosa-
bronquial de manera aislada permite obtener muestras compatibles miento de los tabiques interlobulillares pueden desaparecer, per-
con sarcoidosis en hasta del 60% de los pacientes183. El rendimiento manecer estables o progresar en el seguimiento57, 199. Las opacida-
de la biopsia transbronquial es incluso mayor; cuando se toman des lineales irregulares la mayoría de las veces son irreversibles,
muestras de biopsia de localizaciones diferentes se pueden identifi- aunque de manera ocasional desaparecen57, 199. Las alteraciones
car granulomas en casi todos los pacientes184. La mediastinoscopia irreversibles indicativas de fibrosis en la TCAR incluyen distor-
con biopsia de los ganglios linfáticos también es diagnóstica en la sión de la arquitectura, bronquiectasias por tracción y panaliza-
mayoría de los casos185; sin embargo, su utilización generalmente se ción57, 199. Excepto cuando demuestra estas alteraciones, la TCAR
reserva a los pacientes en los que técnicas menos invasoras no han no es útil para predecir la evolución porque no hay diferencias en
permitido obtener un diagnóstico o en los que se sospecha un lin- el patrón y la extensión de las alteraciones parenquimatosas entre
foma. La biopsia mediante aspiración con aguja fina puede ser útil los pacientes que tienen enfermedad persistente o progresiva y los
en pacientes que tienen nódulos de gran tamaño186. La aspiración pacientes que mejoran durante el seguimiento76.
transbronquial con aguja de los ganglios mediastínicos que se reali- Se han hecho esfuerzos considerables para identificar marcadores
za durante la broncoscopia, que se puede utilizar con guía endoscó- de «actividad» en pacientes que tienen sarcoidosis con la esperanza de
pica187, ha permitido obtener el diagnóstico en hasta el 90% de los que esos marcadores permitan identificar en qué pacientes es pro-
pacientes188. En la mayoría de los pacientes no está indicada la biop- bable que aparezca una enfermedad progresiva. La evaluación de
sia de otros tejidos, como las glándulas salivares o la conjuntiva, estos marcadores incluye la medición de una innumerable variedad
debido a su rendimiento relativamente bajo138, 189. de productos de la inflamación en el líquido del LBA200, 201 y en la
La gammagrafía con galio 67 tiene una utilidad escasa en el sangre202-205, la cuantificación de la concentración sérica de la ECA206,
diagnóstico. Puede detectar la enfermedad en el parénquima pul- la determinación de la hipersensibilidad cutánea retardada207 y de la
monar en la sarcoidosis en estadio 0 y en estadio 1101, y patrones actividad en la gammagrafía con galio208. A pesar del hallazgo de
particulares de captación de galio (lamda y panda) pueden indi- que algunos marcadores se correlacionan con la progresión de la
car el diagnóstico incluso cuando el patrón radiográfico sea atí- enfermedad209, ninguno se ha aplicado de manera prospectiva a una
pico; sin embargo, su utilización en este sentido ha sido sustitui- población de pacientes suficientemente extensa para permitir tomar
da en gran parte por la TCAR. una decisión inteligente sobre el tratamiento. Además, los resulta-
dos han sido inconstantes en diferentes estudios210, 211, y no se ha
Pronóstico y evolución natural demostrado que ninguna prueba sea superior a la evaluación clíni-
ca estándar (que incluye pruebas de función pulmonar y radiogra-
El pronóstico que se ha publicado es variable y está muy influido fía de tórax) en la guía del tratamiento.
por el sesgo de derivación (contexto poblacional frente a pobla-
ción derivada), la gravedad de la enfermedad en la evaluación ini-
cial, factores étnicos y genéticos y otros diversos datos clínicos. HISTIOCITOSIS DE CÉLULAS
La importancia del sesgo de derivación en las estimaciones DE LANGERHANS
de la mortalidad de la enfermedad se ilustra en un metaanálisis de
pacientes de contextos de derivación y poblacionales190; la morta- La histiocitosis de células de Langerhans pulmonar (HCLP) es un
lidad en la primera situación (4,8%) fue 10 veces mayor que en trastorno poco frecuente que se caracteriza anatomopatológica-
la última (0,5%). Las diferencias en el estadio de la enfermedad y mente por infiltración del pulmón por células de Langerhans.
la etnicidad no explicaron las diferencias de la supervivencia. En Estas últimas son células procesadoras de antígeno y presentado-
los Estados Unidos se ha publicado una mayor mortalidad en ras de antígeno que normalmente son más llamativas en la epi-
afroamericanos que en pacientes blancos191; sin embargo, se sigue dermis, aunque también pueden aparecer en epitelios de cual-
debatiendo si esto se relaciona con diferencias determinadas quier parte del cuerpo, incluyendo las vías aéreas pulmonares. La
genéticamente de la gravedad de la enfermedad o con factores de enfermedad está limitada al pulmón en más del 85% de los
confusión como un estado socioeconómico más bajo o un seguro pacientes afectados; de manera ocasional se afectan otras locali-
sanitario insuficiente192. La mortalidad atribuible generalmente zaciones como el hueso y la hipófisis212. Es una enfermedad de
se debe a insuficiencia respiratoria progresiva193 o a afectación adultos y casi inevitablemente aparece en fumadores213.
CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas 457

No está clara la naturaleza precisa de la enfermedad; sin embar- (véase figura en color 9-2). Por razones que no están claras algu-
go, la mayor parte de los datos indica que representa una hiper- nos de los bronquiolos afectados parecen dilatarse (figura 9-13),
plasia no clonal de células de Langerhans que está inducida por el lo que da lugar a los quistes que se ven tanto en las piezas macros-
humo del tabaco. Aunque de manera ocasional parecen desarro- cópicas como en las imágenes radiológicas. También es posible
llarse clones, no se hacen neoplásicos, y la proliferación celular que que algunos quistes se originen por la cavitación de los nódulos
se ve anatomopatológicamente con frecuencia desaparece espon- celulares. Con la progresión de la enfermedad los focos indivi-
táneamente214. Las células de Langerhans hiperplásicas tienen un duales de la enfermedad confluyen, el tejido fibroso se hace más
efecto estimulador sobre los linfocitos, que, de manera concertada prominente y se destruye una cantidad creciente de pulmón.
con los macrófagos alveolares pulmonares activados215, se aso- Los macrófagos alveolares típicamente están aumentados de
cian con frecuencia a cierto grado de fibrosis pulmonar216. Tam- número en la periferia de los focos de enfermedad activa; en algu-
bién se puede ver vasculopatía, que a veces produce una hiperten- nos casos son tan numerosos que simulan una neumonitis inters-
sión vascular desproporcionada con los defectos funcionales y del ticial descamativa.
intercambio gaseoso calculados217; no está clara su patogenia.
Manifestaciones radiológicas
Características anatomopatológicas
Las alteraciones radiográficas característicamente son bilaterales,
En las primeras fases de la enfermedad los pulmones característica- simétricas y difusas en los campos pulmonares superiores y
mente contienen múltiples nódulos que miden de 1 a 10 mm de medios, y respetan los ángulos costofrénicos220. En las primeras
diámetro. Con el tiempo estos nódulos se pueden hacer confluentes fases de la enfermedad se ve un patrón nodular, con lesiones indi-
y dan lugar a zonas de fibrosis de forma irregular que contienen viduales que miden de 1 a 10 mm de diámetro. Aunque durante
quistes de tamaño variable. En la enfermedad de larga evolución el esta fase los nódulos cavitados se ven sólo de manera ocasional221,
aspecto puede ser similar al de la fibrosis pulmonar idiopática avan- se pueden identificar en la TCAR en aproximadamente el 10% de
zada. Las principales características distintivas entre ambas son que los casos222, 223. En la enfermedad más avanzada el patrón con fre-
la HCLP tiende a ser más grave en los lóbulos superiores y a afectar cuencia se hace reticulonodular. La enfermedad terminal se carac-
de manera más uniforme a las regiones periféricas y centrales218. teriza por un patrón reticular grueso que con frecuencia tiene
Las alteraciones histológicas tempranas se localizan principal- aspecto quístico, particularmente en los campos pulmonares
mente en el tejido conectivo intersticial de los bronquiolos mem- superiores (figura 9-14). La mayoría de los quistes mide aproxi-
branosos pequeños y de los bronquiolos respiratorios proximales madamente 1 cm de diámetro, aunque pueden medir 3 cm.
y están formadas principalmente por un infiltrado celular com- Las alteraciones más frecuentes en la TCAR son quistes (presen-
puesto de números variables de células de Langerhans y eosinófi- tes en aproximadamente el 80% de los pacientes) y nódulos (pre-
los (figura 9-12), con números menores de neutrófilos, células sentes en el 60% al 80%) (véase figura 9-14)222, 223. Otros hallazgos
plasmáticas, linfocitos y células gigantes multinucleadas219. En la menos frecuentes incluyen nódulos cavitados, reticulación y zonas
enfermedad más avanzada el infiltrado se extiende hacia el inters- de atenuación en vidrio esmerilado. Como cabría esperar, la inci-
ticio alveolar adyacente, y la porción central de la lesión experi- dencia de estas alteraciones depende del estadio de la enfermedad.
menta fibrosis, lo que da lugar a una forma estrellada característica La alteración predominante en los pacientes que tienen síntomas

A B

FIGURA 9-12
Histiocitosis de células de Langerhans: afectación bronquiolar temprana. La pared de un bronquiolo respiratorio (A) está
moderadamente engrosada por un infiltrado celular; no hay fibrosis. Una imagen ampliada (B) muestra que el infiltrado está formado por
eosinófilos bilobulados dispersos e histiocitos con núcleos vesiculares de forma irregular que tienen surcos focales (flechas). (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
458 CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas

cer metastásico. En pacientes que tienen sólo cambios quísticos los


hallazgos se pueden distinguir fácilmente de la fibrosis pulmonar
idiopática porque esta última típicamente muestra la afectación
más grave en las regiones pulmonares subpleurales y en los campos
pulmonares inferiores. Se pueden ver cambios quísticos similares a
los de la HCLP en la linfangioleiomiomatosis y en la esclerosis tube-
rosa228; sin embargo, en estas enfermedades los quistes están pre-
sentes de manera difusa en ambos pulmones, sin respetar las bases
pulmonares, y los nódulos se ven con poca frecuencia.
El neumotórax espontáneo es una complicación relativamen-
te frecuente; en dos series que incluían 150 pacientes apareció en
18 (12%)220, 229. El aumento del tamaño de los ganglios linfáticos
hiliares y mediastínicos y el derrame pleural son poco frecuentes
en adultos230, 231, aunque el primer hallazgo es relativamente fre-
cuente en niños231. La afectación simultánea de los huesos y de los
pulmones es infrecuente en adultos, y en una serie sólo se vio en
5 de 100 pacientes229.

Manifestaciones clínicas
La HCLP se ve principalmente en adultos jóvenes213. Cuando se
descubre por primera vez entre el 20% y el 25% de los pacientes
está asintomático229, y la enfermedad se identifica en una radio-
grafía de tórax de cribado. Aproximadamente un tercio de los
pacientes sintomáticos tiene sólo síntomas constitucionales ines-
pecíficos como astenia, pérdida de peso y fiebre229. Hay síntomas
respiratorios en los otros dos tercios, y habitualmente son tos seca
y disnea. La hemoptisis es poco frecuente229. El dolor torácico
puede estar producido por neumotórax o (raras veces) por una
lesión costal osteolítica. Los hallazgos físicos son poco útiles para
el diagnóstico; de manera ocasional se oyen crepitantes o sibilan-
FIGURA 9-13 cias232 en los pulmones, o hay dolor local a la presión sobre una
Histiocitosis de células de Langerhans: lesiones quísticas tempranas. lesión ósea233. Puede haber hallazgos de hipertensión pulmonar.
Se pueden ver dos focos de enfermedad, cada uno de ellos centrado en un Las acropaquias son poco frecuentes218. Hay síntomas debidos a
bronquiolo. El superior está levemente dilatado y su pared está ligeramente la afectación de otros órganos en el 5% al 15% de los pacientes212.
engrosada por un infiltrado celular; el inferior muestra un engrosamiento La asociación de una neumopatía difusa con diabetes insípida
excéntrico más marcado como consecuencia de un infiltrado celular más
pronunciado. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser debe indicar el diagnóstico, aunque esta combinación aparece
and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, ocasionalmente en la histoplasmosis y en la sarcoidosis.
WB Saunders, 1999.)
Pruebas de función pulmonar y diagnóstico
recientes está formada por nódulos pequeños que varían en número Incluso cuando hay alteraciones radiográficas, la función pulmo-
desde algunos hasta muchos y tienden a tener una distribución cen- nar está dentro del intervalo normal predicho en muchos pacien-
trolobulillar223. Sus bordes pueden ser lisos o irregulares. De mane- tes, en un claro contraste con lo que ocurre en la fibrosis pulmonar
ra ocasional desaparecen después de abandonar el tabaco224. idiopática234. La primera alteración es una reducción de la capaci-
Con la progresión de la enfermedad los quistes se convierten dad de difusión235. En la enfermedad más avanzada con frecuencia
en una característica más llamativa. De hecho, muchas de las opa- hay patrones tanto restrictivos236 como obstructivos229. Es frecuen-
cidades reticulares y reticulonodulares que se ven en las radiogra- te el deterioro de la capacidad de esfuerzo236, que probablemente
fías representan quistes (véase figura 9-14)222. Varían desde algu- refleja las consecuencias de las alteraciones vasculares pulmonares.
nos milímetros a varios centímetros de diámetro y pueden ser En un adulto joven asintomático que tiene las alteraciones
redondos, ovalados o de forma irregular222, 225. En muchos casos radiográficas clásicas el diagnóstico habitualmente se puede
el parénquima entre los quistes es notablemente normal. Sin hacer de manera fiable sin pruebas especiales. Cuando los datos
embargo, con la progresión de la enfermedad hay datos de fibro- clínicos son atípicos y es necesario tejido para el diagnóstico
sis y finalmente de panalización67. Independientemente del esta- generalmente es necesaria una biopsia pulmonar abierta. La
dio de la enfermedad, las alteraciones son más graves en los cam- biopsia transbronquial con frecuencia no es adecuada para un
pos pulmonares medios y superiores67, 226. diagnóstico seguro219, 237, y el hallazgo de células de Langerhans
El patrón y la distribución de las alteraciones en la TCAR habi- en el líquido del LBA238 carece de especificidad salvo que la pro-
tualmente son suficientemente característicos para permitir un porción de esas células sea mayor del 5%238.
diagnóstico fiable4, 83, 227. La presencia de nódulos y quistes en los
campos pulmonares medios y superiores que respetan relativamen- Pronóstico y evolución natural
te las bases pulmonares es prácticamente diagnóstica. En pacientes
que sólo tienen nódulos es más difícil el diagnóstico definitivo La mayor parte de los pacientes que tienen enfermedad limitada a
porque el patrón es similar a la sarcoidosis, la tuberculosis y el cán- los pulmones experimenta una remisión completa y prolongada
CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas 459

FIGURA 9-14
Histiocitosis de células de Langerhans. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra un patrón reticular grueso, así como varios quistes.
Aunque las alteraciones son relativamente difusas en los campos pulmonares superiores y medios, los surcos costofrénicos están respetados. Una TCAR
de los bronquios principales (B) muestra numerosas lesiones quísticas bilaterales de varios tamaños. Obsérvese el parénquima pulmonar interpuesto
relativamente normal. En la TC se muestra que las opacidades reticulares aparentes se deben a quistes, y hay pocos datos de fibrosis. Los bronquios
tienen un diámetro normal y no parecen comunicarse con los quistes. Una TCAR del bronquio del lóbulo medio derecho (C) también muestra
numerosos quistes, así como algunos nódulos pequeños de bordes irregulares. Una TCAR a través de las bases pulmonares (D) muestra sólo algunos
quistes localizados. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

(como en 74 de los 87 pacientes de una serie213). Sin embargo, la formación de quistes y por una proliferación intersticial de células
supervivencia global es menor que la de la población general239. similares a células musculares lisas, y clínicamente por disnea pro-
La insuficiencia respiratoria es responsable de muchas de las muer- gresiva y neumotórax recurrente. Puede aparecer de manera aisla-
tes. El pronóstico es peor en pacientes de mayor edad que tienen da o asociada al complejo de la esclerosis tuberosa (CET)243. Esta
enfermedad diseminada, en pacientes que tienen índices funciona- última es un trastorno hereditario dominante autosómico que
les de obstrucción al flujo aéreo (menor cociente VEMS1/CVF, afecta aproximadamente a 1 de cada 6.000 personas y tiene mani-
mayor cociente VR/CPT)239, 240 o reducción de la capacidad de difu- festaciones clínicas variadas, como tumores del cerebro, corazón y
sión239, y en pacientes que tienen datos de panalización, especial- riñón, defectos cognitivos y epilepsia244. Aunque tradicionalmente
mente cuando se asocia a episodios repetidos de neumotórax218. se ha estimado que la prevalencia de LAM en los pacientes que tie-
Algunos autores han descrito una asociación entre la HCLP y nen CET es de aproximadamente del 2% al 4%, el cribado
el carcinoma pulmonar. Aunque se puede relacionar con el efec- mediante TCAR ha encontrado datos de la enfermedad en hasta
to de confusión del humo de tabaco241, la asociación de la HCLP un tercio de los pacientes245. La LAM aislada es mucho menos
con otras neoplasias malignas, especialmente el linfoma de Hodg- frecuente, y en 1997 sólo se habían descrito aproximadamente
kin242, indica que puede haber una relación patogénica subyacen- 70 casos246. Tanto si aparece de manera aislada como si se asocia al
te. Cuando un tumor maligno se asocia a la HCLP, es importan- CET, la LAM aparece casi exclusivamente en mujeres, y es más fre-
te recordar que los nódulos de la HCLP pueden imitar cuente durante los años fértiles, de modo que la edad media al
radiológicamente a las metástasis. comienzo de los síntomas pulmonares es de 30 a 35 años246.

Etiología y patogenia
LINFANGIOLEIOMIOMATOSIS
La esclerosis tuberosa se asocia a mutaciones de los genes CET1 y
La linfangioleiomiomatosis (LAM) es una enfermedad pulmonar CET2. Las que afectan a este último son frecuentes en pacientes
poco frecuente que se caracteriza anatomopatológicamente por la que tienen LAM, con o sin otras características del CET, mientras
460 CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas

A B
FIGURA 9-15
Linfangioleiomiomatosis: lesión temprana. Un corte de la pared de un bronquiolo pequeño (A) muestra engrosamiento por
proliferación celular, más marcada a un lado. Una imagen ampliada (B) muestra células que tienen núcleos ovalados o redondos, lo
que es algo indicativo de músculo liso. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the
Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

que las que afectan al gen CET1 se asocian sólo al CET247. El gen pequeños, los vasos linfáticos y la pleura (figura 9-15). En la
CET2 codifica la proteína tuberina, que participa en la regula- enfermedad más avanzada estas células se extienden hacia el
ción del crecimiento celular y puede actuar como supresor intersticio parenquimatoso. También se pueden ver focos de pro-
tumoral244. Una alteración de la proteína o su ausencia se asocia liferación de músculo liso en el conducto torácico y en los gan-
a la formación localizada de tumores (p. ej., angiomiolipoma glios linfáticos del mediastino y del retroperitoneo. El estudio
renal) o con la proliferación más difusa de células similares a inmunohistoquímico muestra una intensa reactividad de las célu-
células musculares lisas en el pulmón y en los vasos linfáticos que las en proliferación a HMB45 y a actina específica del músculo252.
se ve en la LAM. Además de esta proliferación, estas células muscu- Los cortes del pulmón en la autopsia o en la neumonectomía típi-
lares anormales muestran aumento de la expresión del factor de camente muestran innumerables espacios quísticos de tamaño
respuesta sérica, que es una sustancia que controla indirectamen- variable (habitualmente de 0,2 a 2 cm de diámetro) separados
te la producción de diversas metaloproteinasas y de sus inhibi- por tejido intersticial engrosado253. El estudio histológico de las
dores. Estas enzimas incluyen elastasas y colagenasas potentes, y paredes de los quistes puede mostrar sólo pequeños focos de
se ha propuesto que un desequilibrio de sus concentraciones es músculo anormal o focos de proliferación excéntricos o concén-
responsable de la aparición de los espacios quísticos característi- tricos relativamente gruesos (figura 9-16). En algunos casos se
cos de la LAM244. ven linfáticos dilatados (en relación con la obstrucción linfática que
La observación de que la LAM se ve casi siempre en mujeres producen los focos de proliferación muscular) y nódulos pequeños
en edad fértil indica que también participa en la patogenia de la formados por intersticio parenquimatoso engrosado y tapizados
enfermedad una alteración de la secreción hormonal o de la res- por neumocitos de tipo II hiperplásicos254.
puesta tisular a las hormonas. Diversos datos epidemiológicos,
clínicos y anatomopatológicos apoyan esta hipótesis. Por ejem- Manifestaciones radiológicas
plo, se han identificado receptores de estrógenos y de progestero-
na en las células musculares pulmonares anormales248, 249. Lo que El hallazgo radiográfico más frecuente es un patrón reticular bila-
es más importante, se han documentado empeoramientos de la teral (figura 9-17)255-257. En aproximadamente el 80% de los casos
enfermedad durante la gestación y después de la administración afecta a todos los campos pulmonares en un grado similar; en el
de estrógenos exógenos250, 251, y en algunas pacientes el tratamien- resto es más marcado en los campos pulmonares inferiores. Los
to hormonal se ha asociado a mejoría clínica246. No están claras quistes se pueden identificar en la radiografía en el 50% al 60%
las alteraciones moleculares precisas que subyacen a estos hallaz- de los casos256,257. En la evaluación inicial de muchos pacientes se
gos ni los mecanismos por los que se producen. ve hiperinsuflación, que se manifiesta por aumento del espacio
aéreo retroesternal o aplanamiento del diafragma. Se ha descrito
Características anatomopatológicas neumotórax en el 30% al 40% de los casos, y derrame pleural
unilateral o bilateral en el 10% al 20%255, 257. Las alteraciones del
La alteración histológica más temprana en el pulmón es una pro- parénquima pulmonar pueden preceder, acompañar o seguir a
liferación de células similares a células musculares de forma poli- las manifestaciones pleurales255. Se ha descrito que la radiografía
gonal o fusiforme en el tejido intersticial de los bronquiolos de tórax es normal en el 2% al 20% de los casos255-257.
CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas 461

Manifestaciones clínicas
El síntoma inicial en los pacientes que tienen LAM habitualmen-
te es disnea, la mayoría de las veces gradual y de manera ocasional
aguda, en cuyo caso habitualmente hay un neumotórax asocia-
do243, 246, 260. La tos, la hemoptisis y el dolor torácico son síntomas
iniciales poco frecuentes, aunque aparecen en el 35% al 45% de
los pacientes en algún momento de la evolución de la enferme-
dad260. El quilotórax también es frecuente y puede contribuir a la
disnea. Las manifestaciones extrapulmonares de la enfermedad
generalmente se relacionan con la afectación de los ganglios lin-
fáticos torácicos o abdominales e incluyen quiloperitoneo y qui-
lopericardio. Cuando se identifican tumores como el angiomioli-
poma renal se debe considerar la posibilidad de CET.
El patrón de función pulmonar generalmente es obstructivo, y el
cociente VEMS1/CVF habitualmente está muy por debajo del valor
normal predicho260, 261. Los volúmenes pulmonares típicamente
son normales o están aumentados, excepto en los pacientes que tie-
nen derrames pleurales quilosos grandes. La DLCO habitualmente
está reducida, y la hipoxemia es frecuente y puede ser grave; sin
embargo, la PCO2 está disminuida de manera casi invariable.
Aunque el cuadro clásico de disnea y quilotórax, con o sin neu-
motórax, en una mujer en edad fértil probablemente indica el
diagnóstico a la mayor parte de los médicos, este cuadro parece ser
relativamente infrecuente. En un estudio de 32 pacientes las mani-
festaciones más frecuentes fueron neumotórax aislado y disnea al
esfuerzo, que de manera no infrecuente se asociaba a una radio-
grafía de tórax normal. Aunque no están de acuerdo todos los
autores262, pensamos que el diagnóstico se puede hacer de mane-
ra fiable en la mayoría de los pacientes con una combinación de
FIGURA 9-16 hallazgos clínicos y de TCAR, lo que evita la necesidad de biopsia.
Linfangioleiomiomatosis: lesión quística. Un corte muestra un espacio El pronóstico de la LAM generalmente es malo, y la mayor
quístico con un engrosamiento parietal relativamente leve. (Tomado de parte de los pacientes muere por la enfermedad en los 6 primeros
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of años después del diagnóstico246, 263. Sin embargo, como se ha indi-
the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
cado antes, los resultados de algunos estudios indican que el pro-
nóstico puede ser mejor en pacientes que reciben tratamiento
El hallazgo característico de la TCAR está formado por numero- hormonal260. En algunos pacientes a los que se ha realizado tras-
sos quistes llenos de aire rodeados por parénquima pulmonar plante pulmonar se ha visto enfermedad recurrente, que se rela-
normal (figura 9-18)255, 256. Se pueden ver en pacientes que tienen ciona al menos en algunos casos con la migración de células
radiografías normales o radiografías que muestran únicamente musculares anormales residuales hacia el pulmón trasplantado264.
opacidades reticulares255, 256. Habitualmente miden entre 0,2 y
2 cm de diámetro, aunque pueden medir hasta 6 cm. El tamaño
varía con la gravedad de la enfermedad; la mayoría de los pacien- NEUROFIBROMATOSIS
tes que tienen afectación leve tiene quistes menores de 1 cm de
diámetro. La mayoría de los quistes tiene forma redondeada y tie- La neurofibromatosis (enfermedad de von Recklinghausen) es un
ne paredes lisas que varían desde apenas perceptibles hasta un trastorno familiar relativamente frecuente cuya frecuencia es de
grosor de 4 mm. Se distribuyen de manera difusa en ambos pul- aproximadamente 1 de cada 3.000265. Las manifestaciones clínicas
mones, sin predominio central, ni periférico ni en los campos más llamativas son manchas cutáneas en café con leche y neuro-
pulmonares inferiores. En la mayoría de los casos el parénquima fibromas de los nervios periféricos cutáneos y subcutáneos, de las
que hay entre los quistes tiene un aspecto normal; ocasionalmen- raíces nerviosas y de las vísceras. Pueden aparecer neoplasias neu-
te hay un ligero aumento de las marcas intersticiales258, 259, engro- rógenas intratorácicas en los nervios intercostales (en cuyo caso
samiento de los tabiques interlobulillares256, 259 o zonas parchea- se pueden asociar a destrucción costal y/o a una masa de la pared
das de atenuación en vidrio esmerilado255. torácica), en el mediastino y en los propios pulmones266, 267. Las
Los quistes se pueden distinguir fácilmente de la panalización manifestaciones pulmonares más frecuentes son fibrosis intersti-
que se asocia a la fibrosis pulmonar idiopática por su distribución cial difusa (que se caracteriza histológicamente por un patrón de
difusa y por la presencia de un parénquima interpuesto relativa- neumonitis intersticial inespecífica) y ampollas, de manera aisla-
mente normal255, 256. El principal diagnóstico diferencial en la da o en combinación268, 269.
TCAR es con la histiocitosis de células de Langerhans222, 255. Sin Radiológicamente, la enfermedad intersticial se caracteriza por
embargo, en esta enfermedad los quistes afectan típicamente a los un patrón reticular que afecta a ambos pulmones de manera simé-
campos pulmonares medios y superiores y respetan relativamen- trica con cierto predominio basal269, 270. Las ampollas habitualmen-
te las bases pulmonares222; además, la mayoría de los pacientes te se ven en los lóbulos superiores268. Los neurofibromas cutáneos
que tienen histiocitosis de células de Langerhans tiene nódulos, que se manifiestan como opacidades nodulares en la radiografía de
son un hallazgo que se ve raras veces en la LAM223. tórax y pueden simular metástasis intrapulmonares; en estos casos
462 CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas

FIGURA 9-17
Linfangioleiomiomatosis. Las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) de tórax muestran un patrón reticular
bilateral difuso. Se pueden identificar algunos quistes. Los volúmenes pulmonares están aumentados. La paciente era una
mujer de 40 años de edad. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the
Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

la TC puede ser útil (figura 9-19)271, 272. Los neurofibromas plexifor- radiológico-anatomopatológico de la neumonía intersticial idio-
mes pueden producir erosión de los bordes inferiores o superiores pática se basa en la identificación de patrones histológicos particu-
de una o más costillas270. Otras alteraciones incluyen escoliosis270, lares. Los trastornos incluyen fibrosis pulmonar idiopática (FPI),
aspecto festoneado de los cuerpos vertebrales273, meningoceles torá- neumonitis intersticial inespecífica (NII), neumonía intersticial
cicos laterales274 y deformidad acintada de las costillas273. aguda (NIA), neumopatía intersticial asociada a bronquiolitis
Las masas paraespinales pueden estar producidas por tumores respiratoria, neumonía intersticial descamativa (NID), neumonía
neurales. Cuando estos últimos se originan en los nervios inter- intersticial linfocítica y neumonía organizativa criptógena. Estos
costales, se pueden ver como masas extrapleurales de tejidos últimos dos trastornos se analizan en otros capítulos de este tex-
blandos que siguen un trayecto paralelo a una costilla y que oca- to (véanse páginas 377 y 696), porque la primera forma parte la
sionalmente la erosionan274. Los tumores de los nervios vagos o mayoría de las veces de un trastorno linfoproliferativo y la última
frénicos pueden producir masas mediastínicas. Se debe sospechar tiene una enfermedad sustancial del espacio aéreo y es poco pro-
la aparición de un tumor neural maligno cuando una masa pre- bable que se pueda confundir clínica, radiológica o anatomopa-
existente aumenta rápidamente de tamaño o se asocia a dolor270. tológicamente con las demás alteraciones.
Clínicamente, el diagnóstico habitualmente se hace fácilmente Es particularmente importante una anamnesis cuidadosa para
por la presencia de múltiples neurofibromas sésiles o peduncula- identificar los pacientes que tienen una etiología específica de la
dos en la piel. La enfermedad pulmonar típicamente no se hace neumonía intersticial. Por ejemplo, aunque el patrón histológico
evidente hasta que el paciente llega a la edad adulta. Los síntomas de la neumonía intersticial habitual (NIH) generalmente se aso-
respiratorios son leves, y el más frecuente es la disnea al esfuer- cia a FPI, también se puede ver en pacientes que tienen enferme-
zo269. Las pruebas de función pulmonar generalmente muestran dades del tejido conectivo y neumonitis inducida por fármacos.
datos de obstrucción, aunque puede ser dominante un patrón
restrictivo; con frecuencia hay disminución de la DLCO. Fibrosis pulmonar idiopática
Se ha definido la FPI como «una forma específica de neumonía
NEUMONÍA INTERSTICIAL IDIOPÁTICA intersticial fibrosante limitada al pulmón y que se asocia al aspecto
histológico de la neumonía intersticial habitual»278. Al igual que
Las neumonías intersticiales idiopáticas son un grupo heterogé- muchas de las demás variedades de enfermedad pulmonar inters-
neo de trastornos inflamatorios y fibróticos del parénquima pul- ticial, se caracteriza clínicamente por disnea y radiográficamente
monar. Para resolver la confusión que se debe a la utilización de por opacificación reticular difusa279. Es la causa más frecuente de
esquemas de clasificación conflictivos275, 276, un comité multidis- enfermedad pulmonar intersticial idiopática, y en un estudio supu-
ciplinar de la American Thoracic Society y de la European Thora- so más del 40% de los casos280. La prevalencia calculada es de 20 por
cic Society propuso nuevas directrices para su clasificación en 100.000 para los varones y de 13 por 100.000 para las mujeres. Tan-
2002277. De acuerdo con este esquema, el diagnóstico clínico- to la incidencia como la prevalencia aumentan mucho con la edad;
CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas 463

FIGURA 9-18
Linfangioleiomiomatosis. Una radiografía posteroanterior de
tórax (A) muestra zonas localizadas de radiotransparencia,
particularmente en los campos pulmonares medios y
superiores, compatibles con quistes aireados o enfisema. En el
vértice pulmonar hay suturas metálicas como consecuencia de
una ampollectomía previa por neumotórax recurrente. Los
cortes de TCAR (B y C) muestran numerosos quistes aireados
distribuidos de manera aleatoria en ambos pulmones. Los
quistes son redondos u ovalados y tienen paredes delgadas de
bordes lisos. El parénquima entre los quistes es normal. La
paciente era una mujer de 50 años de edad. (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis
of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

aproximadamente dos tercios de los pacientes tienen más de 60 Otros agentes ambientales. Aunque ningún factor laboral o
años cuando se diagnostica la FPI278. Utilizando la imperfecta ambiental específico se ha asociado claramente a la aparición de
herramienta del diagnóstico del certificado de defunción, la mor- FPI279, los hallazgos de varios estudios epidemiológicos han indi-
talidad por edades en 1991 fue 5,09 por cada 100.000 varones y cado al menos una asociación débil con la exposición a disolven-
2,72 por cada 100.000 mujeres, tasas que parecen haber aumenta- tes287 y a polvo288. El consumo de tabaco también se ha asociado
do desde 1979281. Se ha descrito la enfermedad en todo el mundo, a un aumento del riesgo de la enfermedad289, aunque hay pocos
tanto en zonas rurales como urbanas, sin predominio racial278. datos de que sea causal232.
Reflujo gastroesofágico. Se ha demostrado reflujo ácido en
Etiología y patogenia un número sustancial de pacientes en algunas series290, lo que
indica que podría ser un factor patogénico. Sin embargo, son
Por definición, la etiología de la FPI es desconocida; sin embargo, necesarios más estudios para confirmar esta hipótesis.
se han acumulado datos que apoyan la participación de varios Factores genéticos. La presencia de grupos familiares de FPI
posibles agentes. Los factores patógenos que se han estudiado proporciona los datos más sólidos de que los factores genéticos
más incluyen la susceptibilidad hereditaria y la inflamación y la participan en la aparición de la enfermedad291, 292. En algunos
fibrosis de mecanismo inmunitario282. pacientes que tienen enfermedad familiar se ha descrito una
Infección vírica. El diagnóstico de FPI con frecuencia coincide mutación en el gen de la proteína C del surfactante293; aunque no
con datos clínicos de un síndrome de tipo vírico283. Además, los está clara la relación entre esta mutación y la patogenia, es evi-
resultados de estudios moleculares indican que algunos virus dente que este hallazgo tiene posibles implicaciones para el diag-
(especialmente el virus de Epstein-Barr) se asocian tanto a la pre- nóstico y el tratamiento294. En pacientes que tienen enfermedad
sencia de la enfermedad284 como a su progresión285, lo que impli- esporádica, polimorfismos genéticos específicos se han asociado
ca que el germen podría participar en la patogenia en algunos a alteraciones del antagonista del receptor de IL-1, factor de
pacientes. A pesar de estas observaciones, es poco habitual iden- necrosis tumoral-α, IL-6 y ECA295, 296; en algunos pacientes tam-
tificar una infección vírica específica que evoluciona hacia una bién se han descrito mutaciones del gen del receptor de tipo I
fibrosis intersticial confirmada anatomopatológicamente286. del factor de crecimiento y transformación-β1 (TGF-β1)297. Sin
464 CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas

FIGURA 9-19
Neurofibromatosis: manifestaciones pulmonares y cutáneas. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra numerosas ampollas en la
parte inferior de ambos pulmones. A lo largo de las paredes anterior y posterior del tórax en la proyección lateral (B) hay numerosas opacidades
nodulares que representan neurofibromas cutáneos. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the
Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

embargo, una vez más no está clara la relación entre estas altera- fibroblastos y su diferenciación a miofibroblastos. Hay datos de
ciones y la patogenia de la enfermedad. que también secretan gelatinasas que producen rotura de la
Influencias inmunitarias e inflamatorias. En parte debido a la membrana basal, permitiendo de esta manera la migración de los
identificación de linfocitos y células plasmáticas en el intersticio en fibroblastos-miofibroblastos hacia el espacio aéreo adyacente299.
el estudio histológico, una de las principales hipótesis sobre la pato- Después de la lesión, el proceso de proliferación y diferenciación
genia de la FPI considera que la inflamación es el proceso patogéni- de las células epiteliales, que habitualmente permite la restaura-
co primario, que a su vez induce la producción de tejido fibroso279. ción de un recubrimiento alveolar normal, parece ser lento e
De hecho, en la actualidad hay muchos datos de que es probable que incompleto en los pacientes que tienen FPI, y se produce defi-
esta hipótesis sea incorrecta298. Por ejemplo, tanto en muestras de ciencia de surfactante y colapso alveolar305. Además, posiblemen-
biopsias humanas como en tejido procedente de animales de experi- te por la influencia del TGF-β1 y de otras citocinas, es probable
mentación, el infiltrado de células inflamatorias de la NIH habi- que aumente la apoptosis de las células epiteliales306; de hecho, la
tualmente es leve en las zonas de depósito de colágeno y se ve raras prevención de este proceso en un modelo murino de fibrosis pul-
veces en los tabiques alveolares, que por lo demás no están altera- monar previno la aparición de la enfermedad307. Finalmente, las
dos299. Muchos marcadores no histológicos de inflamación pulmo- células epiteliales tienen actividad procoagulante y trombolítica,
nar, como la composición celular del líquido del LBA y la actividad que podrían impedir la migración hacia la matriz extracelular de
en la gammagrafía pulmonar con galio 67, se correlacionan mal con las células necesarias para la reparación normal308.
la evolución de la enfermedad299. Además, el tratamiento antiinfla- Además de las alteraciones que se relacionan con las células epi-
matorio tiene poco o ningún efecto sobre la evolución de la enfer- teliales, es probable que participen en la aparición de la fibrosis
medad300. Por otro lado, se ha encontrado que una mayor extensión diversos procesos del propio tejido mesenquimatoso. En algunos
de los focos fibroblásticos en las piezas de biopsia se asocia a una pacientes se ha demostrado un defecto de la síntesis de la prosta-
menor supervivencia301. A pesar de esas observaciones es posible glandina E2 antifibrógena por los miofibroblastos intersticiales309, lo
que la inflamación transitoria en las primeras fases de la evolución que indica que puede participar una alteración inherente (posible-
de la enfermedad se asocie a la producción de mediadores (como el mente genética). El depósito continuado de colágeno y de otras pro-
TGF-β) que da lugar a la interacción mesenquimatosa-epitelial más teínas de la matriz extracelular por los miofibroblastos está favoreci-
prolongada que es necesaria para la aparición de la fibrosis302. do por un desequilibrio entre las metaloproteinasas de la matriz en
Una segunda hipótesis patogénica propone que los focos de el intersticio y la producción de inhibidores tisulares de las metalo-
proliferación de fibroblastos-miofibroblastos, que ahora se pien- proteinasas por los propios miofibroblastos310, 311. Los miofibroblas-
sa que son característicos de la NIH ,desde el punto de vista his- tos también producen factores como el angiotensinógeno que, a tra-
tológico son las localizaciones de la lesión primaria299, 303. Según vés de la angiotensina II, producen la muerte de las células epiteliales
esta hipótesis, la base de la reacción fibrótica es una interacción alveolares y la proliferación de fibroblastos, alterando aún más de
compleja entre las células epiteliales y mesenquimatosas. Diversas esta manera la reepitelización normal y aumentando la fibrosis312.
observaciones indican que las células epiteliales alveolares parti- Diversos factores angiógenos, como el factor de crecimiento endo-
cipan en la patogenia. La lesión de estas células se asocia a la telial vascular299, inducen la neovascularización en la FPI; sin embar-
secreción de diversos factores de crecimiento, particularmente de go, no está claro si estos factores promueven313 o dificultan299 la
TGF-β1304, que inducen la migración y la proliferación de los fibrosis. Es posible que el perfil de citocinas que desencadena la res-
CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas 465

puesta a la lesión también pueda afectar al proceso de resolución o menos prominentes que en el intersticio. No hay exudado en los
progresión a fibrosis en fase terminal314. Por ejemplo, el predominio espacios aéreos. Las arterias pulmonares generalmente muestran
de una respuesta mediada por linfocitos TH2 en lugar de por TH1 cierto grado de fibrosis de la íntima y de hiperplasia muscular de la
(que se ve en pacientes que tienen FPI) podría favorecer la fibrosis. media, especialmente en las zonas de fibrosis intersticial más mar-
cada. Aunque esas alteraciones se pueden relacionar con una hiper-
Características anatomopatológicas tensión pulmonar generalizada, en la mayoría de los casos proba-
blemente reflejan una reacción a la enfermedad intersticial local.
La FPI se caracteriza histológicamente por un patrón de NIH227. Macroscópicamente las primeras fases de la FPI están forma-
Típicamente las piezas de biopsia pulmonar muestran una enfer- das sólo por un ligero engrosamiento del parénquima normal,
medad de gravedad variable, de modo que se pueden ver zonas de que típicamente es más marcado en el parénquima subpleural de
pulmón normal y de pulmón muy anormal en diferentes regiones las porciones basal y posterior de los lóbulos inferiores. A medi-
del mismo corte tisular y, a veces, en un único lobulillo (figura 9-20). da que progresa la enfermedad se hacen evidentes zonas bien
Los tabiques alveolares pueden estar ligeramente engrosados por un definidas de fibrosis que alternan con espacios quísticos peque-
infiltrado de células inflamatorias; los linfocitos habitualmente son ños de 1 a 2 mm de diámetro. Finalmente se pueden afectar gran-
los más numerosos, y se encuentran células plasmáticas, histiocitos, des porciones de un lóbulo y dan lugar a innumerables espacios
eosinófilos y leucocitos polimorfonucleares en menor número. Las quísticos de 5 a 20 mm separados por una cantidad variable de
zonas en las que el engrosamiento intersticial es mayor habitual- tejido conectivo (pulmón en panal; véase figura en color 9-3).
mente se relacionan con la presencia de tejido conectivo, la mayoría Una vez más estas modificaciones habitualmente son más marca-
de las veces colágeno maduro; sin embargo, son frecuentes las das en los lóbulos inferiores, particularmente en la región sub-
zonas de tejido conectivo laxo indicativo de fibrogenia (figura 9-21). pleural; se respeta relativamente la porción central de los lóbulos.
En las zonas que están más afectadas, el engrosamiento inters- Con frecuencia se ven bronquiectasias por tracción en las zonas
ticial es tan marcado que los alvéolos están obliterados. Este de fibrosis que están más afectadas (figura 9-22).
hallazgo con frecuencia se asocia a dilatación de las vías aéreas de
transición y representa el equivalente histológico del pulmón en Manifestaciones radiológicas
panal que se puede ver macroscópicamente. Otras alteraciones
que se pueden ver de las zonas de fibrosis grave incluyen aumen- En los pacientes que tienen enfermedad leve los hallazgos habitual-
to del tejido elástico, hiperplasia del músculo liso y metaplasia mente son sombras lineales irregulares de tamaño pequeño a
epitelial, y esta última habitualmente es de células secretoras de medio, basales y simétricas (patrón reticular; figura 9-23)315, 316.
moco epidermoides o columnares. De manera ocasional se pro- Aunque estas opacidades pueden ser difusas en ambos pulmones,
duce calcificación distrófica y metaplasia ósea. en el 50% al 80% de los casos afectan de manera predominante o
Con frecuencia se ve aumento del número de macrófagos en los exclusiva a los campos pulmonares inferiores317, 318; en el 60% es evi-
espacios aéreos alveolares; sin embargo, al contrario que en la NID, dente una distribución periférica predominante70. A medida que
habitualmente varían en número de un alvéolo a otro y en conjun- progresa la enfermedad, las alteraciones se hacen más difusas y
to no son numerosos. Los tabiques alveolares adyacentes habitual- adoptan un patrón reticular o reticulonodular más grueso asociado
mente están tapizados por células de tipo II hiperplásicas. En los a una pérdida progresiva de volumen. La enfermedad avanzada se
espacios aéreos alveolares y en las luces de las vías aéreas de transi- caracteriza por la presencia de quistes que miden de 0,5 a 1 cm de
ción también se pueden ver focos de tejido fibroso de aspecto acti- diámetro (panalización)315, 319. Es poco frecuente ver datos de enfer-
vo; sin embargo, estos focos típicamente son parcheados y mucho medad pleural (derrame, neumotórax o engrosamiento difuso)320.

FIGURA 9-20
Neumonía intersticial habitual: gravedad variable.
Una imagen de bajo aumento del parénquima pulmonar
muestra engrosamiento intersticial de gravedad
variable; algunos tabiques alveolares son casi normales,
mientras que otros muestran un grosor moderado o
marcado. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
466 CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas

FIGURA 9-21
Neumonía intersticial habitual. Los cortes muestran un engrosamiento intersticial de gravedad variable por una combinación de
células inflamatorias mononucleares y colágeno. En algunas zonas (flechas e imagen ampliada [B]) el tejido conjuntivo tiene un
aspecto laxo que indica fibrogenia activa. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases
of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

La disminución del volumen pulmonar se puede ver radiográ- Los radiólogos torácicos con experiencia pueden realizar un
ficamente en la evaluación inicial en el 50% al 60% de los casos316, 321. diagnóstico fiable de FPI con la TC en aproximadamente el 50%
Nos ha impresionado la sorprendente pérdida de volumen pul- al 70% de los casos; estos diagnósticos son correctos aproxima-
monar que se puede ver en estudios radiográficos seriados a lo damente del 90% al 100% de las veces228, 328, 329. Sin embargo, la
largo de un período de varios años y pensamos que un patrón exactitud de la interpretación por observadores con menos expe-
reticular de predominio basal que se acompaña de una elevación riencia es mucho menor67, 79. En un estudio el valor predictivo de un
progresiva del diafragma es muy indicativo del diagnóstico de FPI diagnóstico fiable de FPI que se basaba en los hallazgos de la TCAR
o de esclerosis sistémica progresiva322. fue del 96%330. Las enfermedades que se pueden confundir con la
El hallazgo característico en la TCAR es la presencia de líne- FPI incluyen esclerosis sistémica progresiva, artritis reumatoide y
as intralobulillares irregulares de atenuación que dan lugar a asbestosis331-333. Esta última enfermedad habitualmente se puede
un patrón reticular que típicamente afecta sobre todo a las distinguir por la presencia de placas pleurales. En la neumonitis por
zonas pulmonares subpleurales y a los campos pulmonares in- hipersensibilidad crónica también se ve con frecuencia un patrón
feriores275, 323. En la mayoría de los pacientes se puede ver una dis- reticular con panalización. Sin embargo, generalmente se puede
tribución parcheada que está formada por zonas que tienen un hacer la distinción de la FPI con la TCAR por la presencia de nódu-
patrón reticular entremezcladas con zonas de pulmón normal los centrolobulillares y la normalidad relativa de las bases pulmona-
(figura 9-24). Las líneas irregulares generalmente se asocian a res en los pacientes que tienen neumonitis por hipersensibilidad334.
interfases pleurales, vasculares y bronquiales irregulares, datos de
distorsión de la arquitectura y dilatación de bronquios y bron- Manifestaciones clínicas
quiolos (bronquiectasias y bronquioloectasias por tracción)275, 324.
En el momento del diagnóstico hay quistes aireados que miden Los síntomas incluyen disnea progresiva, tos no productiva, pér-
de 2 a 20 mm de diámetro (panalización) en el 80% al 90% de los dida de peso y astenia278. Las acropaquias son frecuentes335; su
pacientes319, 325. Las TCAR seriadas muestran aumento de la presencia puede preceder a los síntomas y a otros signos de enfer-
extensión del patrón reticular y de la panalización en práctica- medad pulmonar336. En pacientes con enfermedad en las prime-
mente todos los casos (figura 9-25)325. Se puede ver aumento del ras fases se ha descrito artralgia y mialgia337. En las primeras fases
tamaño de los ganglios linfáticos mediastínicos en el 70% al 90% la exploración del tórax puede estar dentro de los límites nor-
de los pacientes326, 327. males; sin embargo, con frecuencia se oyen crepitantes difusos,
CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas 467

FIGURA 9-22
Fibrosis pulmonar idiopática: bronquiectasias por tracción. Una imagen
ampliada de la porción media de un lóbulo superior muestra fibrosis
parcheada, que es más marcada en el parénquima adyacente a la pleura y a un
bronquio; es leve en las demás localizaciones (flecha curva). Dos bronquios
muestran un grado leve a moderado de bronquiectasias cilíndricas (flechas
rectas). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

FIGURA 9-23
Fibrosis pulmonar idiopática. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra
opacidades lineales irregulares (patrón reticular) que afectan principalmente a las
regiones periféricas de los campos pulmonares inferiores. Una imagen ampliada del
campo pulmonar inferior derecho (B) muestra mejor el patrón reticular. El paciente era
un varón de 71 años de edad. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
468 CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas

FIGURA 9-24
Fibrosis pulmonar idiopática. Una TCAR muestra el aspecto abigarrado característico formado por zonas con líneas irregulares,
zonas con panalización y zonas de atenuación en vidrio esmerilado entremezcladas con zonas de pulmón normal. Las alteraciones
parenquimatosas tienen una distribución parcheada predominantemente subpleural. La paciente era una mujer de 80 años de edad.
(Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

predominantemente en las bases pulmonares, a medida que la


enfermedad se hace más grave335. También se pueden oír crepi-
tantes espiratorios ocasionales, particularmente cuando la enfer-
medad está avanzada338. La cianosis y los signos de hipertensión
pulmonar y de corazón pulmonar son manifestaciones tardías.

Pruebas de función pulmonar


Característicamente aparecen trastornos restrictivos de la fun-
ción pulmonar con reducción de la capacidad de difusión339. La
mayoría de los pacientes tiene tasas de flujo espiratorio normales
o incluso aumentadas cuando se relacionan con el volumen pul-
monar absoluto; sin embargo, una pequeña proporción manifies-
ta una reducción grave del flujo mesoespiratorio máximo y del
VEMS1 en relación con la reducción de la capacidad vital340, lo
que probablemente refleja los efectos del tabaquismo341. Los índi-
ces de obstrucción al flujo aéreo guardan una correlación intensa
con la presencia de enfisema en la TCAR342. La hipoxemia es fre-
cuente en reposo y está. producida
. principalmente por una des-
igualdad del cociente V/Q; sin embargo, aproximadamente el
FIGURA 9-25 20% de los casos se puede atribuir a un defecto de la difusión343.
Fibrosis pulmonar idiopática: bronquiectasias por tracción. Una TCAR Se han descrito diversas alteraciones en las pruebas de rendi-
muestra panalización bilateral que afecta principalmente a las regiones miento durante el ejercicio. Los pacientes típicamente tienen un
pulmonares subpleurales. Se puede ver dilatación bronquial (bronquiectasias patrón respiratorio rápido y superficial con una ventilación total
por tracción) (flechas) en el interior de las zonas de fibrosis, particularmente
en el lóbulo inferior derecho. El paciente era un varón de 81 años de edad.
que es excesiva para cada carga de trabajo344, que es un hallazgo que
(Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of se relaciona en parte con un aumento de la ventilación del espacio
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.) muerto y en parte con la hiperventilación. Al mismo tiempo, hay
CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas 469

reducción de la capacidad ventilatoria máxima344. Puede haber paquias, ausencia de tabaquismo, aumento de la profusión de las
deterioro de la hipoxemia arterial o puede estar presente durante el opacidades intersticiales, datos de hipertensión pulmonar en la
ejercicio, en gran medida como consecuencia del deterioro de la radiografía de tórax, reducción de los volúmenes pulmonares y
difusión343. Aunque pueden ser evidentes alteraciones del rendi- alteraciones de intercambio gaseoso con el ejercicio335. El hallaz-
miento cardíaco, la limitación del esfuerzo se debe principalmente a go de una supervivencia prolongada de los fumadores actuales en
la enfermedad respiratoria344. Los resultados de estudios que exami- el momento de la evaluación inicial en comparación con los
nan la relación entre los hallazgos anatomopatológicos y los trastor- pacientes que nunca habían fumado o con los ex fumadores fue
nos específicos de la función pulmonar han sido inconstantes342, 345. inesperado; aunque no se conoce el mecanismo de este efecto, se
ha propuesto que se relaciona con un efecto inhibidor del humo
Diagnóstico de tabaco sobre la función de los fibroblastos335. Aunque otros
investigadores han mostrado que la disnea grave en el momento
Aunque el diagnóstico de FPI es un diagnóstico de exclusión, una del diagnóstico, el sexo masculino y una menor capacidad de
meticulosa atención a los parámetros clínicos, funcionales y difusión permiten predecir una mala supervivencia301, 358, en este
radiológicos permite realizar un diagnóstico exacto sin confirma- estudio no se encontró que estos factores fueran factores predic-
ción histológica en muchos pacientes. Es bueno que sea así por- tivos independientes de la supervivencia.
que el riesgo de muerte temprana después de la biopsia quirúrgi- En los pacientes que tienen FPI se han encontrado diversas
ca en estos pacientes no es despreciable346. Utilizando criterios alteraciones en la sangre y en el líquido del LBA; sin embargo, no
clínicos y de TCAR se puede hacer un diagnóstico de FPI en apro- se ha encontrado que ninguna de ellas tenga valor pronóstico
ximadamente el 75% de los pacientes con una especificidad supe- independiente después de considerar los hallazgos clínicos, fun-
rior al 90%330, 347. La biopsia pulmonar abierta probablemente se cionales y radiográficos278. Una mayor extensión de los focos
deba reservar a los pacientes en los que las características radio- fibroblásticos en las piezas de biopsia se asocia tanto a reducción
lógicas o clínicas de la enfermedad sean atípicas. de la supervivencia331 como a un mayor descenso de la función
pulmonar a los 6 y 12 meses358. Radiográficamente y en la TCAR,
Pronóstico y evolución natural el patrón y la extensión de la alteración parenquimatosa y el gra-
do de la pérdida de volumen se correlacionan con la gravedad del
El deterioro es gradual e inexorable en la mayoría de los pacien- deterioro funcional y, por tanto, con el pronóstico global359. La
tes, con disnea progresiva que con frecuencia se acompaña de la presencia de alteraciones reticulares y de panalización en la
aparición de corazón pulmonar. La mayor parte de los pacientes TCAR refleja la presencia de fibrosis intersticial, mientras que las
muere por insuficiencia respiratoria, con frecuencia precipitada zonas de atenuación en vidrio esmerilado habitualmente reflejan
por una infección348; aproximadamente el 20% muere por una la presencia de inflamación360. Sin embargo, en el contexto de la
cardiopatía348. El promedio del tiempo de supervivencia global es FPI la mayoría de los pacientes que tienen zonas de vidrio esme-
probablemente menor de 5 años349, 350. Algunos pacientes tienen rilado en la TCAR progresa a fibrosis franca a pesar del trata-
un empeoramiento agudo y grave de la enfermedad después de miento con corticoides361.
un período de estabilidad relativa351; el estudio anatomopatológi-
co de los pulmones de estos pacientes con frecuencia muestra Neumonía intersticial inespecífica
lesión alveolar difusa. El pronóstico de estos pacientes es muy
malo352. Aunque no está clara la patogenia de esta complicación, La NII es una forma de neumopatía intersticial que recuerda a la
los casos en los que se ha documentado indican que representa FPI pero que se asocia a una evolución y un devenir significativa-
una fase acelerada de la FPI y no un proceso independiente. mente diferentes. Al igual que la FPI, se caracteriza histológica-
Cuando se produce deterioro clínico, la progresión de la FPI se mente por una combinación de fibrosis intersticial e inflamación
debe distinguir de la tromboembolia, la infección, las complica- (véase figura en color 9-4); sin embargo, no se ven los focos de
ciones de la propia enfermedad, como el neumotórax y el carci- tejido fibroblástico característicos de la NIH y el aspecto global
noma pulmonar, y las complicaciones del tratamiento, como la indica un único episodio inicial362. Se han descrito varias formas
miopatía, la hipopotasemia y la diabetes no controlada relaciona- histológicas de acuerdo con la proporción relativa de tejido
das con los corticoides353. Dada la edad de los pacientes que habi- conectivo y de células inflamatorias; la clasificación que más se
tualmente están afectados, otras enfermedades, como una cardio- utiliza divide la alteración en dos grupos: predominantemente
patía isquémica con insuficiencia ventricular, también pueden celular y predominantemente fibrótica363. Aunque la forma celu-
explicar la disnea progresiva de algunos pacientes. lar de la NII habitualmente se puede distinguir con facilidad de la
La incidencia de carcinoma pulmonar está aumentada en los NIH mediante técnicas histológicas, la distinción entre la forma
pacientes que tienen FPI debido a la asociación general entre fibrótica y la NIH puede ser difícil, particularmente con piezas de
cicatrización parenquimatosa de cualquier etiología y neoplasia biopsia pequeñas364. Aun cuando esta dificultad pueda deberse a
pulmonar (véase página 341). Se han descrito diversas alteracio- un error en la obtención de la muestra, esta observación ha dado
nes genéticas en las células epiteliales de estos pacientes, que posi- lugar a la hipótesis de que la NII es una fase temprana de la NIH,
blemente se relacionan con el aumento del riesgo354, 355. Las carac- al menos en algunos casos. Desde un punto de vista práctico hay
terísticas clínicas e histológicas del carcinoma pulmonar son datos de que las piezas de biopsia que muestran alteraciones de NIH
similares a las que se ven en la población general356. Las acropa- en un lóbulo y de NII en otro se deben considerar como NIH365.
quias son un hallazgo casi invariable357. Esto no es sorprendente porque también puede ser difícil hacer
Se han hecho muchos intentos para identificar datos clínicos, esta distinción histológicamente364, 365.
funcionales, de laboratorio, radiológicos y anatomopatológicos El patrón histológico de la NII se puede ver en diferentes con-
específicos que permitan predecir la progresión y la mortalidad textos clínicos, la mayoría de las veces enfermedades del tejido
de la enfermedad. En un grupo bien definido de pacientes la conectivo y exposición a polvos orgánicos (en este último caso a
supervivencia era significativamente peor cuando se asociaba a veces asociado a datos adicionales suficientes para justificar un
edad avanzada en el momento del diagnóstico, presencia de acro- diagnóstico de alveolitis alérgica extrínseca)366, 377; de manera oca-
470 CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas

sional se ha demostrado una causa infecciosa368. Al igual que en


las otras formas de neumonía intersticial, en algunos pacientes no
se puede identificar una etiología, y se dice que la neumonía
representa una enfermedad idiopática; este diagnóstico se debe
hacer después de la exclusión meticulosa de las causas conocidas.
Las manifestaciones radiográficas son heterogéneas y varían
desde un patrón predominantemente reticular a patrones mix-
tos reticulares y del espacio aéreo, a consolidación del espacio
aéreo362, 369, 370. Las alteraciones tienden a afectar a los campos pulmo-
nares medios e inferiores de manera predominante o exclusiva
(figura 9-26). La manifestación más frecuente en la TCAR son
opacidades en vidrio esmerilado bilaterales y simétricas371, 372. La
mayoría de las imágenes también muestra un patrón reticular
fino superpuesto a las opacidades en vidrio esmerilado, bron-
quiectasias por tracción y distorsión de la arquitectura (figura 9-
27)372, 373. Otros hallazgos menos frecuentes incluyen zonas de
consolidación, panalización y nódulos centrolobulillares. Las
alteraciones pueden ser difusas, aunque afectan principalmente
a los campos pulmonares inferiores en el 60% al 90% de los
casos y predominantemente a la periferia pulmonar en el 50% al
70%372, 374. FIGURA 9-27
Las manifestaciones en la TCAR de la NII pueden simular las Neumonía intersticial inespecífica. Una TCAR del hemidiafragma
de la NIH, la alveolitis alérgica extrínseca y la neumonía organi- derecho muestra opacidades en vidrio esmerilado bilaterales extensas.
zativa criptógena374. La presencia de opacidades, principalmente También se pueden ver zonas con reticulación fina y bronquiectasias por
tracción (flechas), principalmente en el lóbulo inferior derecho. La paciente
era una mujer de 44 años de edad. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman
NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

en vidrio esmerilado sin panalización, permite la distinción entre


la NII y la NIH en la mayoría de los casos372. Sin embargo, pue-
de ser imposible distinguir la NII fibrótica con un patrón reticu-
lar predominante de la NIH. La alveolitis alérgica extrínseca
subaguda habitualmente se puede distinguir de la NII por la pre-
sencia de nódulos centrolobulillares y zonas lobulillares de atra-
pamiento aéreo.
La NII supone aproximadamente el 5% al 35% de los casos de
las series antiguas de pacientes que en aquel momento se consi-
deró que tenían FPI375, 376. La media de edad al inicio de los sín-
tomas es aproximadamente una década menor que en los pacien-
tes que tienen FPI277. Los síntomas son los mismos que se asocian
a la FPI, aunque es probable que sean menos graves y de una pro-
gresión considerablemente más indolente.
Los pacientes que tienen la forma celular de la NII tienen un
pronóstico excelente, pero constituyen sólo una pequeña minoría
de todos los pacientes que tienen la enfermedad363, 372, 377. Los
pacientes que tienen la forma fibrótica tienen mejor pronóstico
que los que tienen NIH378, 389; sin embargo, su tasa de supervi-
vencia a los 10 años es de sólo aproximadamente el 35%363, 375. En
un estudio el pronóstico de los pacientes cuya biopsia pulmonar
mostraba cambios de NIH en un lóbulo y de FPI en otro era el
que se asociaba a la FPI377.

Neumonía intersticial aguda


En 1935 Hamman y Rich describieron una variedad aguda de
FIGURA 9-26 neumopatía intersticial que se caracterizaba por la rápida progre-
Neumonía intersticial inespecífica. Una imagen del pulmón izquierdo de sión de los síntomas y signos que llevaba a la muerte en menos de
una radiografía posteroanterior de tórax muestra una opacificación difusa un año380. Aunque durante muchos años se consideró que esta
en vidrio esmerilado y zonas focales de consolidación, así como opacidades enfermedad representaba una variante de la FPI, la revisión de las
lineales en el campo pulmonar inferior. Había hallazgos similares en el
pulmón derecho. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: descripciones histológicas de algunos de los pacientes de Hamman
Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, y Rich y estudios más recientes de pacientes con una enfermedad
WB Saunders, 2001.) clínica similar han mostrado que la alteración anatomopatológi-
CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas 471

ca subyacente es una lesión alveolar difusa y no una NIH (véase Neumonía intersticial descamativa
figura en color 9-5)381. Por tanto, se ha propuesto la denomina-
ción «neumonía (neumonitis) intersticial aguda»381. Al igual que La NID es un trastorno infrecuente que se caracteriza histológi-
en otras neumonías intersticiales, el patrón histológico de lesión camente por fibrosis/inflamación relativamente uniforme en el
alveolar difusa se asocia a una etiología específica en algunos intersticio del parénquima y presencia de numerosas células en
pacientes y es idiopático en otros. Además de estas formas de los espacios aéreos alveolares (figura 9-29). A pesar del término
enfermedad, algunos pacientes que por lo demás tienen FPI típi- «descamativa», en la actualidad se reconoce que estas células son
ca desde el punto de vista clínico y radiológico experimentan una macrófagos y no células de tipo II descamadas277.
fase de enfermedad rápidamente progresiva cuyo aspecto histoló- Muchos autores consideran que la NID forma parte de un
gico es una lesión alveolar difusa351. Muchas de las características espectro de enfermedad pulmonar intersticial relacionada con
de la NIA recuerdan a las del síndrome de dificultad respiratoria el tabaquismo, con la bronquiolitis respiratoria y la enfer-
aguda (SDRA); sin embargo, los pacientes que tienen NIA no tie- medad pulmonar intersticial asociada a bronquiolitis respira-
nen ninguno de los factores precipitantes reconocidos de SDRA y toria, de modo que las tres difieren sólo en cuanto a la grave-
no presentan el fracaso orgánico multisistémico que es caracte- dad de la alteración histológica387, 388. Sin embargo, aunque la
rístico del mismo. inmensa mayoría de los casos de NID aparece en fumadores277,
Las manifestaciones radiológicas son similares a las del se debe recordar que el patrón histológico de la NID se puede
SDRA381, 382. La principal alteración en la radiografía de tórax es ver raras veces en otras situaciones, como tratamiento con ni-
la consolidación bilateral del espacio aéreo (figura 9-28). Los trofurantoína389 e inhalación de sustancias en forma de partícu-
hallazgos en la TCAR son zonas bilaterales extensas de atenua- las390. La reacción también se puede ver de manera focal aso-
ción en vidrio esmerilado, distorsión de la arquitectura, bron- ciada a otras muchas enfermedades (p. ej., histiocitosis de células
quiectasias por tracción y zonas focales de consolidación del de Langerhans, carcinoma), y el diagnóstico no se debe consi-
espacio aéreo382, 383. Otras manifestaciones frecuentes incluyen derar como definitivo sólo por los hallazgos de la biopsia trans-
opacidades lineales intralobulillares, engrosamiento de los tabi- bronquial.
ques interlobulillares y engrosamiento de los haces broncovascu- El patrón radiográfico característico está formado por una
lares383. En aproximadamente el 25% de los pacientes hay un gra- opacificación en vidrio esmerilado bilateral y simétrica, que pue-
diente anteroposterior de la atenuación en vidrio esmerilado o de de ser difusa pero que habitualmente afecta principalmente a los
la consolidación con un aumento considerable de la atenuación campos pulmonares inferiores (figura 9-30)391. En los pacientes
en las regiones pulmonares declives383. que tienen fibrosis, las opacidades lineales irregulares se pueden
Los pacientes que tienen NIA tienen disnea rápidamente pro- ver principalmente en los campos pulmonares inferiores316, 392. Se
gresiva que aparece en un período de 10 semanas384, 385. La mayo- ha descrito que las radiografías son normales en aproximada-
ría de los pacientes refiere un síndrome vírico como anteceden- mente el 5% al 20% de los pacientes que tienen enfermedad con-
te384. La tos y la disnea son frecuentes, y los crepitantes son firmada mediante biopsia316, 392, 393.
habituales en la exploración física. Habitualmente se ve neutrofi- La alteración predominante en la TCAR es la presencia de
lia e hipoxemia385. La insuficiencia respiratoria aguda es casi inevi- zonas bilaterales de atenuación en vidrio esmerilado (véase figu-
table, y tres cuartas partes de los pacientes afectados mueren385; el ra 9-30)394, 395. Estas zonas pueden ser difusas, aunque tienden a
pronóstico se relaciona con la extensión de la fibrosis en la afectar principalmente a los campos pulmonares medios e infe-
TCAR386. Aunque muchos supervivientes tienen una buena evo- riores. Se ven líneas irregulares de atenuación (patrón reticular)
lución, en algunos casos se ha documentado fibrosis intersticial indicativas de fibrosis en aproximadamente el 50% de los casos, y
persistente o NIA recurrente385. panalización leve limitada a las bases pulmonares en el 5% al 30%.

FIGURA 9-28
Neumonía intersticial aguda. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra zonas bilaterales de consolidación que afectan principalmente a
los campos pulmonares inferiores. Una TC (B) muestra zonas de consolidación con broncogramas aéreos en las porciones inferiores de los lóbulos
inferiores y zonas de atenuación en vidrio esmerilado en el lóbulo medio y en la língula. La paciente era una mujer de 83 años de edad. (Tomado de
Primack SL, Hartman TE, Ikezoe J, et al: Acute interstitial pneumonia. Radiographic and CT findings in nine patients. Radiology 1988:817, 1993.)
472 CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas

FIGURA 9-29
Neumonitis intersticial descamativa. Una imagen de bajo aumento del parénquima
pulmonar (A) muestra una enfermedad bastante uniforme de gravedad moderada. Con
mayor aumento (B) se puede ver que el engrosamiento intersticial está producido por una
combinación de células inflamatorias mononucleares (principalmente linfocitos) y una pequeña
cantidad de tejido fibroso; los espacios aéreos adyacentes contienen numerosos macrófagos.
(Por cortesía del Dr. Claude Auger, Jean Talon Hospital, Montreal.)
CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas 473

FIGURA 9-30
Neumonía intersticial descamativa. Una radiografía
anteroposterior del tórax (A) muestra opacificación en vidrio
esmerilado en todos los campos pulmonares. Una TCAR (B)
muestra atenuación en vidrio esmerilado bilateral extensa que es
más marcada en las regiones pulmonares subpleurales. Se señala
el hallazgo casual de una ampolla adyacente al borde cardíaco
izquierdo. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

Otros hallazgos incluyen distorsión de la arquitectura, bron- Enfermedad pulmonar intersticial asociada
quiectasias por tracción y pequeños cambios quísticos en las a bronquiolitis respiratoria
zonas de atenuación en vidrio esmerilado395.
La NID aparece en la mayoría de los casos en la tercera y Aunque el término «bronquiolitis respiratoria» se ha utilizado para
cuarta décadas. En la mayoría de los pacientes se ve disnea al referirse a diversas alteraciones histológicas, en la actualidad gene-
esfuerzo, y tos en aproximadamente el 50%396; en una pequeña ralmente se acepta que indica la acumulación de macrófagos carga-
proporción de pacientes aparece fiebre, diaforesis, pérdida de dos de pigmento en la luz de los bronquiolos respiratorios de primer
peso, debilidad, mialgia, dolor torácico y astenia. Se han descri- y de segundo orden y en los espacios aéreos alveolares adyacentes,
to crepitantes bibasales en aproximadamente el 50% de los acompañada de engrosamiento leve de las paredes de las vías
pacientes; las acropaquias son algo menos prevalentes. Cuando aéreas por células inflamatorias y tejido fibroso (véase figura en co-
la enfermedad es avanzada se puede encontrar cianosis. Las prue- lor 9-6)277. Esta alteración se asocia invariablemente al tabaquis-
bas de función pulmonar pueden ser normales397, aunque habi- mo398 y, de hecho, se ha considerado que es una de las reacciones
tualmente hay un defecto restrictivo396. Puede haber obstruc- anatomopatológicas más tempranas al tabaco. Aunque la mayor
ción asociada al flujo aéreo396, y son frecuentes los defectos del parte de los pacientes que tienen este hallazgo histológico está asin-
intercambio gaseoso. tomática y tiene datos leves o nulos de obstrucción funcional de las
La mayoría de los pacientes a los que se trata con corticoides vías aéreas, algunos pacientes tienen tos, disnea, crepitantes y un
tiene mejoría tanto subjetiva como objetiva a corto plazo396; sin patrón restrictivo y obstructivo mixto en las pruebas de función
embargo, no es infrecuente la progresión de la enfermedad a pulmonar. Cuando se asocia a los hallazgos radiológicos típicos, esta
pesar del tratamiento continuado361, 395, 396, y sólo aproximada- enfermedad se ha denominado «enfermedad pulmonar intersticial
mente la mitad de los pacientes muestra una mejoría persisten- asociada a bronquiolitis respiratoria»398-400. Como se ha indicado
te un año después del inicio del tratamiento316. En un estudio de previamente, se ha considerado que esta alteración representa una
40 pacientes a los que se monitorizó entre 1 y 22 años, la tasa parte de un aspecto histológico de enfermedades que incluye la NID.
de mortalidad fue del 28% y la supervivencia media fue de Las características radiográficas de la bronquiolitis respiratoria
12,2 años316. son nódulos centrolobulillares mal definidos y opacidades en
474 CAPÍTULO 9 ■ Enfermedades pulmonares intersticiales crónicas

FIGURA 9-31
Bronquiolitis respiratoria. Una imagen del lóbulo inferior derecho de una
TCAR muestra opacidades nodulares centrolobulillares mal definidas (flechas) y
zonas localizadas de atenuación en vidrio esmerilado. El paciente era un fumador
intenso de 54 años de edad que posteriormente abandonó el hábito; una TC de
seguimiento que se realizó 5 años después era normal. (Por cortesía del Dr. Takeshi
Johkoh, University Medical School, Osaka, Japan.)

FIGURA 9-32
Enfermedad pulmonar intersticial asociada a la
bronquiolitis respiratoria. Una TCAR muestra zonas
parcheadas bilaterales de atenuación en vidrio esmerilado y
enfisema centrolobulillar leve. El paciente era un fumador
intenso. (Caso por cortesía del Dr. Kyung Soo Lee, Department
of Diagnostic Imaging, Samsung Medical Center, Seoul, South
Korea.)

vidrio esmerilado (figura 9-31)401. Estas alteraciones pueden ser BIBLIOGRAFÍA


difusas, aunque con frecuencia afectan a los lóbulos superiores de
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C A P Í T U L O D I E Z

ENFERMEDADES PULMONARES INMUNITARIAS

ENFERMEDADES DEL TEJIDO Manifestaciones radiológicas 493 ENFERMEDAD PULMONAR POR POLVO
CONJUNTIVO 481 Manifestaciones clínicas 493 ORGÁNICO 505
Lupus eritematoso sistémico 481 Hallazgos de laboratorio y pruebas de Alveolitis alérgica extrínseca 505
Características anatomopatológicas 481 función respiratoria 493 Patogenia 505
Manifestaciones radiológicas 482 Síndromes de superposición y enfermedad Características anatomopatológicas 507
Manifestaciones clínicas 483 mixta del tejido conjuntivo 494 Manifestaciones radiológicas 507
Hallazgos de laboratorio 484 Policondritis recidivante 494 Manifestaciones clínicas 508
Pruebas de función respiratoria 484 Afectación pulmonar en la enfermedad Hallazgos de laboratorio 510
Pronóstico y evolución natural 484 inflamatoria intestinal 494 Pruebas de función respiratoria 510
Vasculitis urticarial Diagnóstico 510
hipocomplementémica 484 VASCULITIS 495 Pronóstico y evolución natural 510
Enfermedad reumatoide 484 Granulomatosis de Wegener 496 Estabulación porcina y el pulmón 511
Enfermedad parenquimatosa 485 Etiología y patogenia 497 Síndrome tóxico por polvo orgánico 511
Enfermedad de la vía respiratoria 486 Características
anatomopatológicas 497 ENFERMEDAD PULMONAR
Enfermedad vascular 487
Manifestaciones radiológicas 498 EOSINÓFILA 511
Enfermedad pleural 488
Manifestaciones clínicas 499 Eosinofilia pulmonar simple 511
Esclerosis sistémica progresiva 488
Hallazgos de laboratorio 499 Neumonía eosinófila aguda 512
Características anatomopatológicas 488
Pronóstico 500 Neumonía eosinófila crónica 513
Manifestaciones radiológicas 489
Síndrome de Churg-Strauss 500 Síndrome de hipereosinofilia 513
Manifestaciones clínicas 489
Poliarteritis nudosa 501 Enfermedad pulmonar eosinófila de
Pruebas de función respiratoria 490
Poliangitis microscópica 501 etiología específica 514
Pronóstico y evolución natural 490
Síndrome CREST 490 Capilaritis pulmonar aislada HEMORRAGIA PULMONAR 514
Dermatomiositis y polimiositis 491 (pauciinmunitaria) 502 Síndrome de Goodpasture y hemorragia
Características anatomopatológicas 491 Arteritis de Takayasu 502 pulmonar idiopática 514
Manifestaciones radiológicas 491 Arteritis de células gigantes 503 Etiología y patogenia 514
Manifestaciones clínicas 491 Enfermedad de Behçet 503 Características anatomopatológicas 515
Pruebas de función respiratoria 492 Crioglobulinemia mixta 504 Manifestaciones radiológicas 515
Pronóstico y evolución natural 492 Púrpura de Schönlein-Henoch 504 Manifestaciones clínicas 515
Síndrome de Sjögren 492 Granulomatosis sarcoidea Diagnóstico 515
Características anatomopatológicas 492 necrosante 505 Pronóstico 516

ENFERMEDADES DEL TEJIDO CONJUNTIVO Debido a esta complejidad, se han propuesto varios criterios diag-
nósticos (tabla 10-1) que permiten establecer un diagnóstico de
Las enfermedades autoinmunitarias del tejido conectivo consti- seguridad cuando se cumplen cuatro de ellos de manera simultá-
tuyen un grupo de trastornos cuyo denominador común es la nea o sucesiva durante un período de observación determinado.
lesión de los componentes del tejido conectivo en distintos luga- Sin embargo, muchos pacientes no reúnen todos los criterios diag-
res del organismo. A veces en el estudio inicial no se encuentra la nósticos6 y el pronóstico de los que presentan cuadros «similares
expresión clínica completa, lo que dificulta la asignación de un al lupus» suele ser mejor, incluso con un tratamiento conservador.
diagnóstico exacto. Sin embargo, con el tiempo suele ser posible Se calcula que la incidencia del LES es de 7,3 por 100.000 ha-
llegar al diagnóstico definitivo a partir de la información proce- bitantes7, mientras que su prevalencia podría llegar incluso a
dente de los estudios analíticos, radiológicos y anatomopatológi- 124 por 100.000 personas en EE.UU.8 La enfermedad es 10 ve-
cos, en combinación con el cuadro clínico. Las manifestaciones ces más frecuente en la mujer que en el varón9 y la prevalencia es
de la afectación del aparato respiratorio son de tipo y gravedad especialmente elevada en los afroamericanos10. En conjunto,
variables según las enfermedades, pero en todas ellas la afectación aproximadamente del 50% al 60% de los pacientes presenta sig-
puede ser la causa de una morbilidad considerable y, a veces, de nos clínicos de afectación pleuropulmonar en algún momento de
mortalidad. la evolución de su enfermedad11.

Lupus eritematoso sistémico Características anatomopatológicas


El lupus eritematoso sistémico (LES) es un trastorno autoinmuni- En la autopsia de los pacientes que tienen LES es frecuente
tario multisistémico que se caracteriza por la pérdida de la tole- encontrar alteraciones anatomopatológicas de los pulmones y la
rancia a los autoantígenos nucleares1. Las manifestaciones clínicas pleura12, 13. Sin embargo, como la participación de otros órganos
son variables y probablemente dependen de una mezcla compleja y tejidos es habitual, no siempre puede establecerse en cada caso
de influencias genéticas, ambientales, hormonales e inmunitarias2-5. cuáles de estas alteraciones dependen del efecto directo del LES

481
482 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

TABLA 10-1. Características clínicas del lupus eritematoso


sistémico clásico
Erupción Serositis
Lupus discoideo Alteración renal
Fotosensibilidad Trastornos neurológicos
Úlceras orales Trastornos hematológicos
Artritis Trastornos inmunitarios

Tomado de Panush RS, Greer JM, Morshedian KK: What is lupus? What is not lupus?
Rheum Dis Clin North Am 19:223, 1993.

y cuáles se deben al efecto del tratamiento o de una complica-


ción pulmonar o de otra localización, y en muchos casos es pro-
bable que esta última sea la más importante12. Como trastornos
causados directamente por el LES se han propuesto la pleuritis
y la fibrosis pleural (con o sin derrame), la neumonitis y la
fibrosis intersticial, la vasculitis, la hipertensión arterial pulmo-
nar, la neumonitis intersticial linfocítica (NIL) y la bronquioli-
tis folicular14.
La fibrosis pleural es la lesión más frecuente en las autopsias y
en algunas series se describe incluso en el 80% al 100% de los FIGURA 10-1
casos15, mientras que la pleuritis fibrinosa aguda sería menos fre- Lupus eritematoso sistémico: capilaritis con hemorragia
cuente. La inflamación y la fibrosis intersticiales del parénquima pulmonar. Micrografía a gran aumento del parénquima pulmonar
son más raras y en una serie de 120 pacientes sólo se identifi- donde pueden verse varios espacios aéreos alveolares llenos de
caron 5 casos12. Las alteraciones anatomopatológicas de estos eritrocitos. Los tabiques adyacentes contienen un número moderado
de neutrófilos, algunos de los cuales aparecen fragmentados (×300).
pacientes son las de una neumonía intersticial inespecífica o, con (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and
menos frecuencia, una neumonía intersticial usual1. Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB
La «neumonitis lúpica aguda» es una manifestación rara del Saunders, 1999.)
LES que se caracteriza por fiebre, disnea, hipoxemia y opacidades
radiográficas difusas parcheadas sin infección asociada. El cuadro
anatomopatológico es variable. En algunos casos se observa una
lesión alveolar difusa (exudado proteico intraalveolar, membra-
nas hialinas e infiltrado inflamatorio mononuclear intersticial)16,
mientras que en otros se encuentra capilaritis y hemorragia alveo-
lar (figura 10-1)17.
La expresión histológica de la hipertensión pulmonar del LES
incluye fibrosis de la íntima, hipertrofia de la media y, a veces,
lesiones plexiformes (arteriopatía plexógena)18. En algunos
pacientes con síndrome antifosfolipídico los vasos presentan una
hiperplasia concéntrica de la íntima19.

Manifestaciones radiológicas
Las alteraciones radiológicas pueden afectar a los pulmones, la
pleura y el corazón, bien de forma aislada, bien formando com-
binaciones. La manifestación más frecuente es el derrame pleural,
que afecta entre el 20% al y 35% de los enfermos,20, 21 mientras que
el derrame pericárdico se encuentra en el 20% y la afectación pul-
monar en otro 20%. El derrame pleural es a menudo bilateral y,
aunque suele ser escaso (figura 10-2), en ocasiones llega a ser
masivo. El derrame puede ceder por completo o dar lugar a un
ligero engrosamiento pleural residual22.
Las alteraciones radiológicas de los pulmones son, en la
mayoría de los casos, áreas de consolidación parenquimato-
sa parcheadas y mal definidas que afectan a las bases pulmona- FIGURA 10-2
res23. Estas áreas se deben con gran frecuencia a infección, pero a Lupus eritematoso sistémico (LES). Radiografía posteroanterior de
veces reflejan una neumonía lúpica aguda21, una hemorragia tórax que muestra pequeños derrames pleurales y disminución de los
alveolar21, 22 o una neumonía criptógena organizativa (NCO, volúmenes pulmonares. En la ecografía se demostró que el ligero aumento
BONO)24. En los pacientes que tienen hemorragia grave las de tamaño de la silueta cardiopericárdica se debía a un derrame
pericárdico. Este conjunto de alteraciones es característico del LES. La
radiografías revelan amplias zonas de opacidad bilaterales en imagen pertenece a una paciente de 30 años. (Tomado de Fraser RS,
vidrio esmerilado o áreas multifocales o confluentes de consoli- Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
dación (figura 10-3)25. Los signos radiográficos de fibrosis Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 483

FIGURA 10-3
Hemorragia pulmonar difusa en el lupus
eritematoso sistémico (LES). Radiografía
posteroanterior de tórax que revela extensas áreas
bilaterales de consolidación con conservación relativa de
las regiones periféricas del pulmón. También se observan
pequeños derrames pleurales bilaterales. El paciente era
un varón de 24 años con LES que acudió al hospital por
hemoptisis. Las opacificaciones parenquimatosas cedieron
en 72 horas. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

intersticial aparecen en el 2% al 6% de los pacientes con LES26, 27. asociarse o no a hemoptisis de intensidad muy variable34. Esta
Las sombras lineales horizontales son bastante frecuentes en complicación es rara, pero cuando se presenta suele asociarse a
estos enfermos, en los que suelen afectar a las bases pulmonares, nefritis lúpica35.
a veces con características migratorias, y es probable que se Existe una fuerte correlación entre el hallazgo de títulos altos
deban a atelectasias subsegmentarias. de anticuerpos antifosfolipídicos en los pacientes que tienen LES
La presencia y la magnitud de las alteraciones parenquimato- y el aumento del riesgo de embolia pulmonar, trombosis venosa
sas suelen infravalorarse en las radiografías de tórax28. Por ejemplo, profunda, trombocitopenia, abortos de repetición, anemia hemo-
en un estudio de 48 pacientes las radiografías de tórax mostraron lítica autoinmunitaria, livedo reticular y afectación del sistema
signos de fibrosis en 3 (6%) y fueron normales en 45 (94%)27. De nervioso central (SNC), incluido el accidente cerebrovascular, en
estos 45, 17 (38%) presentaron alteraciones en la TCAR, en especial comparación con los que no tienen estos títulos36, 37. Sin embargo,
engrosamiento de los tabiques interlobulillares (33% de los la presencia de anticuerpos antifosfolipídicos tiene escaso valor
casos), engrosamiento intersticial interlobulillar (33%), áreas de predictivo para estos cuadros en pacientes no seleccionados que
consolidación pequeñas y redondeadas (22%) y áreas de ate- tienen LES38. Un pequeño número de enfermos que tienen títu-
nuación en vidrio esmerilado (13%). Como sería de esperar, la los de anticuerpos anticardiolipínicos presenta microangiopatía e
prevalencia de las alteraciones parenquimatosas es máxima en los insuficiencia multiorgánica que afecta a los riñones, al hígado, al
pacientes que tienen LES de larga evolución y síntomas respira- corazón, a los pulmones y al encéfalo39; estos casos se asocian a
torios crónicos28. una elevada mortalidad.
Las manifestaciones pulmonares y pleurales suelen ir acompa- La hipertensión pulmonar importante desde el punto de vista
ñadas de alteraciones cardiovasculares. El aumento del tamaño de clínico es poco frecuente en el LES33. Casi todos los pacientes pre-
la silueta cardíaca suele deberse a un derrame pericárdico, que, sentan fenómeno de Raynaud40 y alteraciones similares a las de la
aunque en general es pequeño, puede ser masivo en ocasiones29. hipertensión pulmonar primaria. Existe una fuerte asociación
entre esta complicación y los anticuerpos anticardiolipínicos,
Manifestaciones clínicas pero como las concentraciones de éstos no suelen ser proporcio-
nales a la gravedad de la hipertensión y los pacientes no presen-
Los signos clínicos de la enfermedad pleural son las manifestacio- tan en general ningún otro signo de síndrome antifosfolipídico41,
nes torácicas más frecuentes del LES y se encuentran en hasta el su significado patogénico es dudoso.
70% de los pacientes en algún momento de su evolución, siendo Algunos pacientes presentan disnea y ortopnea asociadas a la
el primer signo en el 5% de los casos (véase página 823)30. elevación progresiva del hemidiafragma y a sombras en placa en
La neumonitis lúpica aguda es rara y sólo afecta al 1% al 4% las radiografías de las bases pulmonares, junto a disminución de
de los pacientes31. Sus manifestaciones clínicas son similares a las de la capacidad vital en las pruebas de función respiratoria (el «sín-
la neumonía infecciosa aguda y a las de la enfermedad trombo- drome del pulmón menguante»)42. La patogenia es oscura y
embólica, por lo que el diagnóstico suele hacerse por exclusión. cuando se estudia con estimulación directa del nervio frénico la
Aunque la TCAR puede revelar signos de neumonitis y fibrosis fuerza del diafragma puede estar conservada43, 44. Pese a la gra-
intersticial difusa en un buen número de pacientes32, los signos vedad de las alteraciones que se encuentran en estos pacientes,
clínicos de enfermedad son poco frecuentes y rara vez son gra- la evolución clínica es relativamente estable y algunos mejoran
ves33. Puede aparecer tras una neumonitis aguda o de novo y sus con el tratamiento45, 46.
manifestaciones clínicas son similares a las de la fibrosis pulmo- El LES puede afectar a cualquier tramo de la vía respiratoria,
nar idiopática (FPI). pero la lesión supraglótica o laríngea no suele causar una obs-
La presencia de anemia con un hematocrito en descenso y trucción de las vías respiratorias altas potencialmente mortal33.
empeoramiento de la opacidad del espacio aéreo en la radiogra- Tanto la bronquiolitis obliterativa47 como la NCO24 son compli-
fía de tórax indican una hemorragia alveolar difusa que puede caciones pulmonares bien conocidas. La primera se caracteriza
484 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

por disnea progresiva y la segunda por tos, febrícula y disnea, que enfermedades, el rendimiento durante el esfuerzo de los pacien-
en general se prolongan durante varios meses. tes con LES suele ser proporcional a la pérdida de fuerza de los
Varios fármacos se han asociado a la aparición de un síndro- músculos periféricos60, 61.
me de tipo lúpico cuyas manifestaciones sistémicas son en gene-
ral similares a las del LES idiopático, pero la afectación pulmonar Pronóstico y evolución natural
es rara48. Casi todos los síntomas ceden al interrumpir el agente
causal y suelen recidivar cuando se administra de nuevo. La evolución típica del LES es crónica, salpicada por empeora-
mientos puntuales. Cuando el tratamiento médico es adecuado
Hallazgos de laboratorio la supervivencia a los 5 años es superior al 90%62. La muerte
suele ocurrir después de muchos años y a causa de la insufi-
La presencia de anticuerpos frente a antígenos nucleares y cito- ciencia renal, la afectación del SNC o una infección sobreaña-
plásmicos específicos es uno de los criterios diagnósticos del dida, asociada a menudo a la inmunodepresión secundaria al
LES y la prueba que más se utiliza es la búsqueda de anticuer- tratamiento63, 64. Se ha descrito una mortalidad superior al 50%
pos antinucleares (ANA). La sensibilidad de esta prueba es alta en los pacientes que tienen hemorragia alveolar difusa, pero un
y los resultados son positivos hasta en el 98% de los pacientes. diagnóstico precoz y un tratamiento agresivo pueden hacer que
Sin embargo, un resultado negativo no excluye por completo el el pronóstico sea mucho más favorable 66. En los pacientes
diagnóstico, ya que en raras ocasiones la prueba resulta nega- que tienen hipertensión pulmonar clínicamente evidente el
tiva en los enfermos que tienen sólo anticuerpos anti Ro (anti pronóstico es reservado y la mortalidad a los 2 años es superior
SS-A) o anti ADN monocatenario (anti ssDNA)49. Por desgracia, al 50%31.
la especificidad es escasa y hasta el 32% de la población general es
positiva con títulos bajos50. Por tanto, es aconsejable usar el aná- Vasculitis urticarial hipocomplementémica
lisis como herramienta de cribado en los pacientes que tienen
síntomas o molestias vagas51. La identificación de un patrón El término «vasculitis urticarial hipocomplementémica» define
determinado de positividad a los ANA puede ayudar al diag- un síndrome que se caracteriza por urticaria persistente, vasculi-
nóstico; por ejemplo, los patrones periférico y homogéneo son tis leucocitoclástica e hipocomplementemia. Aunque comparte
muy específicos de LES. muchas de las características del LES, la escasez de anticuerpos
Los anticuerpos anti ADN bicatenario (anti dsDNA) son tam- séricos y las manifestaciones cutáneas peculiares indican que
bién muy específicos para el diagnóstico de LES (95%). Sin podría tratarse de una entidad distinta67, 68. En algunos pacientes
embargo, un resultado negativo no permite excluir la enferme- se ha descrito una enfermedad pulmonar obstructiva, y aunque
dad, pues estos anticuerpos sólo se encuentran en el 30% de los muchos de ellos podrían ser fumadores, el tabaquismo no permi-
afectados50. Su producción suele asociarse a una reducción recí- te explicar por sí solo la gravedad de la enfermedad ni su edad de
proca del complemento sérico y su concentración es proporcio- comienzo68.
nal a la actividad de la enfermedad en muchos pacientes, aunque
no en todos52. Enfermedad reumatoide
Además, en el LES pueden encontrarse otros diversos anti-
cuerpos tanto citoplásmicos (c) como periféricos (p) frente al La artritis reumatoide es una artropatía inflamatoria y destruc-
citoplasma de los neutrófilos (ANCA)53, 54, y estos últimos se tiva crónica y frecuente: la elevada prevalencia de las manifesta-
identifican en hasta el 25% de los pacientes55. No existe una aso- ciones extraarticulares asociadas justifica el nombre de enfer-
ciación clara entre su presencia y la actividad o la expresión de la medad reumatoide (ER). Se calcula que su incidencia anual es
enfermedad. de 54 por 100.000 mujeres y 24,5 por 100.000 varones en
El anticuerpo anti Sm (anti Smith), uno de los distintos anti- EE.UU.69, mientras que es rara en varones menores de 45 años.
cuerpos dirigidos contra pequeñas ribonucleoproteínas nucleares Muchos estudios de prevalencia revelan que la enfermedad afec-
(anti snRNP), es específico para el diagnóstico de LES, pero sólo ta a aproximadamente el 0,5% al 1% de la población adulta de
se detecta en el 20% al 30% de los pacientes49. Aunque en un EE.UU.69.
principio se pensó que los anticuerpos antitopoisomerásicos I La prevalencia de la enfermedad pulmonar en los pacientes
(anti Scl-70) eran bastante específicos de la esclerosis sistémica que tienen ER es muy variable, lo que en parte se debe a las dis-
progresiva (ESP)49, también se encuentran en hasta el 25% de los tintas técnicas diagnósticas utilizadas. Por ejemplo, si sólo se
pacientes que tienen LES56. La presencia de este anticuerpo se valoran las alteraciones radiológicas, la enfermedad pulmonar
asoció a un mayor riesgo de hipertensión pulmonar y nefritis. intersticial se constatará en el 1% al 5% de los pacientes70, pero
si se recurre a pruebas más sensibles como la capacidad de difu-
Pruebas de función respiratoria sión71 o la TCAR72 se encontrarán signos de fibrosis pulmonar
en hasta el 40% de ellos. La importancia clínica de estas altera-
Los resultados de los estudios de la función respiratoria suelen ser ciones iniciales se debe valorar en estudios de evolución a largo
anormales. El defecto más frecuente es una reducción de la capa- plazo.
cidad de difusión que puede ser evidente incluso sin signos clíni- La ER se asocia a varias manifestaciones pleuropulmonares
cos ni radiológicos de enfermedad pulmonar57. Cuando la lesión (tabla 10-2). Casi todos los pacientes afectados tienen artritis y
afecta al parénquima pulmonar o a la pared del tórax (incluido el en el 70% al 80% puede demostrarse el factor reumatoide en el
diafragma) se constata un patrón restrictivo con disminución de suero, en general con títulos elevados73. A veces la enfermedad
los volúmenes pulmonares, de la capacidad de difusión, de la pleuropulmonar precede a la aparición de la artritis, y en estos
saturación arterial de oxígeno y de la PCO2 arterial58. Los signos casos el hallazgo de una serología positiva puede indicar el
de obstrucción respiratoria no explicada por el tabaquismo o diagnóstico74.
el asma deben hacer pensar en una bronquiolitis obliterativa59. La patogenia de la ER es compleja. Conviene señalar que, al
Aunque la disnea puede ser secundaria a cualquiera de estas parecer, el consumo de cigarrillos es un factor de riesgo impor-
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 485

TABLA 10-2. Manifestaciones pleuropulmonares La enfermedad intersticial es más frecuente en los varones de
de la enfermedad reumatoide edades comprendidas entre 50 y 60 años70. El síntoma más fre-
Enfermedad parenquimatosa
cuente es la disnea de esfuerzo, que a veces se asocia a tos y dolor
torácico pleurítico. Pueden encontrarse acropaquias, aunque con
Neumonitis y fibrosis intersticiales menos frecuencia que en la FPI81, y no es raro observar un cor
Enfermedad fibroampollosa del lóbulo superior pulmonale. La auscultación del tórax demuestra crepitantes82.
Nódulo reumatoide
Síndrome de Caplan
Algunos pacientes con enfermedad avanzada presentan anemia y
una linfocitosis leve. Las pruebas de función respiratoria revelan
Enfermedad pleural el típico defecto ventilatorio restrictivo82 y la reducción de la
Derrame pleural capacidad de difusión es habitual82, incluso en los pacientes que
Neumotórax tienen radiografías de tórax normales. Aunque la evolución pue-
Enfermedad de la vía respiratoria de ser más lenta que la de la FPI, habitualmente progresa y pro-
voca la muerte por insuficiencia respiratoria70.
Bronquiolitis obliterativa Enfermedad fibroampollosa del lóbulo superior. Aunque
Neumonía criptógena organizativa
es un trastorno raro, el número de descripciones de fibrosis limi-
Bronquiolitis folicular
Bronquiectasias tada a los lóbulos superiores y asociada a ampollas o cavidades es
Enfermedad de las vías respiratorias superiores suficiente como para justificar la consideración de esta forma de
Enfermedad vascular
alteración parenquimatosa como una manifestación separada de la
ER83. No se conoce la patogenia de este cuadro y la búsqueda
Hipertensión pulmonar de microorganismos ácido-alcohol resistentes ha sido infructuo-
Arteritis pulmonar sa. Las radiografías de tórax muestran fibrosis de los lóbulos
Síndrome de hiperviscosidad
superiores y espacios quísticos compatibles con cavernas o ampo-
Alteraciones secundarias llas. El patrón es muy similar al que se observa en la espondilitis
Reacciones a fármacos anquilosante avanzada.
Infecciones Nódulos reumatoides. Un nódulo reumatoideo (necrobióti-
Neoplasias malignas co) es un foco bien definido de degeneración del tejido conectivo
que aparece sobre todo en el tejido subcutáneo. Es una manifes-
Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s: Diagnosis tación pleuropulmonar relativamente poco frecuente de la ER y
of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999. en general se asocia a artritis avanzada y a nódulos subcutáneos
múltiples en los codos u otras localizaciones84. En los pulmones
los nódulos pueden ser únicos o múltiples y suelen aparecer en la
tante para la aparición de la enfermedad, sobre todo en los varo- periferia, en relación con la pleura o los tabiques interlobuli-
nes seropositivos75; además, su gravedad podría ser proporcional llares84. Histológicamente están formados por una porción cen-
a la cantidad de tabaco consumido. tral de material necrótico amorfo rodeada por una capa de his-
tiocitos epitelioides; el tejido adyacente muestra fibrosis y un
Enfermedad parenquimatosa infiltrado variable de linfocitos y células plasmáticas.
En las radiografías, los nódulos se identifican como masas
Neumonitis y fibrosis intersticial difusa. Es probable que la bien circunscritas, generalmente múltiples, de 5 mm a 7 cm de
neumonitis intersticial con fibrosis sea la forma más frecuente de diámetro y situadas en general en la periferia del pulmón, cer-
afectación pulmonar en la ER71. Las alteraciones histológicas más ca de la pleura (figura 10-5)78. Pueden ser numerosos y simular
frecuentes corresponden a las de una neumonitis intersticial usual metástasis o aparecer y desaparecer en concierto con los nódu-
o a las de una neumonía intersticial inespecífica76. Los agregados los subcutáneos y en paralelo con la actividad de la artritis sub-
nodulares de linfocitos, a veces con centros germinales, pueden ser yacente85. La cavitación es frecuente y las cavernas muestran
muy notables y se encuentran tanto en el intersticio pulmonar paredes gruesas y un revestimiento interior liso. Durante las
como en el tejido intersticial adyacente a los bronquiolos y a los ta- fases de remisión de la artritis las paredes adelgazan y las cavi-
biques interlobulillares76. Cuando la enfermedad progresa, la mag- dades terminan por desaparecer de forma gradual, mientras
nitud del infiltrado celular inflamatorio disminuye y es sustituido que durante los empeoramientos pueden volver a llenarse y a
por tejido fibroso, que en las fases avanzadas produce una imagen opacificarse86.
de pulmón en «panal de abejas» (véase figura en color 10-1). Los pacientes suelen estar asintomáticos, pero a veces los
El patrón radiográfico de los primeros estadios está formado nódulos producen hemoptisis o dolor y disnea bruscos cuando
por opacidades lineales irregulares que producen un fino patrón su rotura hacia la cavidad pleural provoca un neumotórax.
reticular, con afectación preferente de los campos pulmonares in- Raras veces los nódulos pulmonares son la primera manifesta-
feriores (figura 10-4)20. Con el tiempo el patrón reticular se hace ción de la ER y antes de aceptar este diagnóstico en un nódulo
más grosero y difuso y pueden observarse imágenes en panal de solitario hay que excluir cuidadosamente la posibilidad de un
abejas20. Al igual que en las radiografías, la alteración predomi- carcinoma87.
nante que se demuestra en la TCAR es un patrón reticular debido Síndrome de Caplan. Desde el punto de vista radiológico, esta
a la combinación de opacidades lineales intralobulillares y en- rara manifestación de la ER se caracteriza por la aparición de una
grosamiento irregular de los tabiques interlobulillares (véase figu- o varias opacidades esféricas bien definidas en los pulmones de
ra 10-4)77, 78. Estas alteraciones se encuentran sobre todo en la las personas expuestas a polvos inorgánicos tales como la sílice88
región subpleural de los campos pulmonares inferiores79. La lesión o el carbón89. El estudio histológico revela una porción central
en panal de abejas suele ser más evidente en las proximidades del formada por colágeno necrótico rodeado de capas de macrófagos
diafragma. El patrón y la distribución de la fibrosis en la radiogra- y leucocitos polimorfonucleares, algunos de los cuales contienen
fía de tórax y en la TCAR son indistinguibles de los de la FPI80. partículas de polvo. Parece que cuando estas células mueren el
486 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

FIGURA 10-4
Enfermedad reumatoide: neumonitis intersticial con fibrosis.
Radiografía posteroanterior de tórax (A) que muestra un patrón
reticulonodular difuso asociado a disminución de los volúmenes
pulmonares. La imagen de TCAR (B y C) revela un patrón reticular
que afecta sobre todo a la periferia pulmonar. Este patrón reticular se
debe a una combinación de opacidades lineales intralobulillares
(flechas rectas) y engrosamiento irregular de los tabiques
interlobulillares (flechas curvas). En el lóbulo inferior derecho se
aprecia un patrón en panal de abejas (flechas abiertas). Con TC no
se detectaron nódulos. (La nodulación de la radiografía se debe a las
opacidades lineales que aparecen con disposición frontal). El
paciente era un varón de 73 años con enfermedad reumatoide de
larga evolución. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré
PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

FIGURA 10-5
Nódulos reumatoideos. Imagen de los campos
pulmonares inferiores en una radiografía
posteroanterior de tórax de un varón de 41 años con
artritis reumatoide de 1 año de evolución en la que
aparecen dos nódulos bien circunscritos en la base
del pulmón derecho y al menos otros dos nódulos en
la base izquierda (flechas); la más lateral de las dos
lesiones del lado derecho está cavitada. (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB
Saunders, 2001.)

polvo queda allí y constituye el característico anillo oscuro que las radiografías. Pese a la asociación con el polvo inorgánico,
distingue al nódulo de Caplan del nódulo necrobiótico de la ER muchos pacientes tienen antecedentes escasos o nulos de neu-
no complicada90. moconiosis simple.
A diferencia de lo que sucede en la silicosis, las lesiones sue-
len desarrollarse con rapidez, tienden a aparecer en «brotes» y Enfermedad de la vía respiratoria
sus diámetros oscilan entre 0,5 y 5 cm. Pueden aumentar de
número, permanecer sin modificaciones o calcificarse. También La prevalencia de la alteración de la vía respiratoria inferior en los
pueden cavitarse, para convertirse luego en cicatrices fibrosas o pacientes no fumadores con ER es alta91, según lo que se consta-
desaparecer89. Las opacidades pueden aparecer antes, al mismo ta tanto mediante TCAR como por las pruebas de función respira-
tiempo o después de la manifestación clínica de la artritis y no toria. En los fumadores se produce asimismo una interacción
existe una relación aparente entre la gravedad de esta última y importante entre su hábito y la enfermedad, de forma que la pre-
la magnitud y el tipo de alteraciones pulmonares visibles en sencia de síntomas respiratorios y de alteraciones funcionales es
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 487

mucho mayor en los pacientes que tienen artritis reumatoide que miento aéreo compatibles con obstrucción de las vías respira-
en los testigos fumadores con artrosis92. Las complicaciones espe- torias de pequeño calibre (figura 10-7)99. También pueden
cíficas de la vía respiratoria en la ER son la bronquiolitis oblitera- encontrarse bronquiectasias, sobre todo subsegmentarias100.
tiva, la neumonía criptógena organizativa (NCO), las bronquiec- Desde el punto de vista clínico, los pacientes presentan disnea
tasias y la bronquitis/bronquiolitis folicular. La obstrucción de las progresiva que a menudo se asocia a tos productiva; casi todos
vías respiratorias altas relacionada con la anquilosis de las articu- tienen sinusitis crónica94. En la auscultación del tórax suele
laciones cricoaritenoidea y cricotiroidea y la apnea del sueño son encontrarse un leve crujido inspiratorio101. Las pruebas de fun-
complicaciones adicionales. ción respiratoria muestran un patrón obstructivo con baja capa-
Bronquiolitis obliterativa. Desde el punto de vista clínico cidad de difusión; algunos pacientes presentan un defecto restric-
esta alteración se caracteriza por la aparición de una enfermedad tivo o mixto restrictivo/obstructivo102.
pulmonar obstructiva de progresión rápida93, 94. Se ha descrito un Neumonía organizativa (bronquiolitis obliterativa con neu-
mayor riesgo de esta complicación asociado a determinados tipos monía organizativa). Este cuadro afecta a veces a los pacien-
de HLA95, 96, y en los pacientes con artritis que no toman penici- tes que tienen ER103 y sus manifestaciones anatomopatológicas y
lamina, un fármaco que es una causa independiente de bron- radiológicas son idénticas a las que se observan en la neumonía
quiolitis, se constata la aparición de obstrucción97. El estudio his- organizativa criptógena (véase página 696). Las pruebas de fun-
tológico de estas lesiones demuestra un infiltrado de linfocitos y ción respiratoria revelan un patrón restrictivo o mixto obstructi-
células plasmáticas de intensidad variable en la pared bronquio- vo/restrictivo91. En la mayoría de los casos las características clí-
lar y alrededor de la misma98. La proliferación de tejido fibro- nicas y radiológicas (incluidas las de la TCAR) permiten hacer un
blástico entre el músculo y el epitelio de la vía respiratoria (bron- diagnóstico de certeza.
quiolitis «constrictiva») da lugar a estenosis de la vía respiratoria Bronquitis/bronquiolitis folicular. Esta rara manifestación de
y finalmente obliteración de su luz (figura 10-6). El parénquima y la ER pulmonar se caracteriza por la presencia de abundante teji-
los vasos pulmonares vecinos son, por lo general, normales. do linfático, a menudo con centros germinales prominentes, que
La radiografía de tórax suele ser normal o mostrar sólo hiper- se sitúa alrededor de los bronquiolos y en menor medida de los
insuflación93, 99. Las imágenes típicas con TCAR son un patrón bronquios104. Pese a su nombre, no está claro si corresponde a una
de perfusión en mosaico en el que algunas zonas del pulmón inflamación activa de los bronquiolos (una bronquiolitis verdade-
muestran un descenso de la atenuación y de la vascularización, ra) o a una simple hiperplasia del tejido linfático normal de esta
mientras que otras presentan aumento de ambas99, 100. Las imáge- región. La radiografía de tórax muestra un patrón reticulonodular
nes de la TCAR en espiración revelan áreas focales de atrapa- difuso104. La imagen típica de la TCAR son nódulos pequeños de
distribución sobre todo centrolobulillar, subpleural y peribron-
quial94, 105. Otras alteraciones son el engrosamiento de la pared
bronquial, las opacidades lineales ramificadas centrolobulillares y
las opacidades en vidrio esmerilado105. La manifestación clínica
más frecuente es la dificultad respiratoria progresiva, que en oca-
siones se asocia a tos, fiebre y neumonía recidivante. Las pruebas
de función respiratoria demuestran obstrucción de la vía respira-
toria106. Por razones desconocidas la bronquitis/bronquiolitis
folicular es más frecuente en los adolescentes que tienen manifes-
taciones clínicas de artritis reumatoide juvenil que en los adultos.
Bronquiectasias/bronquiolectasias. Esta complicación rela-
tivamente frecuente de la ER se identifica en las imágenes de
TCAR de casi el 30% de pacientes no seleccionados con artritis
reumatoide y sin fibrosis pulmonar91. Se ha comprobado que las
alteraciones de la vía respiratoria predisponen de alguna forma a
la aparición de la artritis; cuando producen manifestaciones clí-
nicas, las bronquiectasias preceden al diagnóstico de artritis en
casi todos los casos107. No parece que la afectación de la vía aérea
por un síndrome de Sjögren (SS) o que una predisposición gené-
tica frecuente basten para explicar esta asociación108. La presen-
cia de bronquiectasias con repercusión clínica en los pacientes
con ER se asocia a una elevada mortalidad a los 5 años109.

Enfermedad vascular
La hipertensión pulmonar con claras manifestaciones clínicas en
los pacientes que tienen ER pulmonar se debe en la mayoría de
FIGURA 10-6 los casos a la fibrosis intersticial110, aunque a veces afecta a enfer-
Enfermedad reumatoide: bronquiolitis obliterativa. Corte de un mos que no tienen fibrosis pero que sí tienen fenómeno de Ray-
bronquiolo membranoso que muestra una obliteración luminal casi naud111 o, con mucha menos frecuencia, síndrome de hipervisco-
completa por tejido fibroso con pocas células inflamatorias (las flechas sidad112. En un estudio se constataron signos ecocardiográficos de
indican la muscular de la mucosa). El parénquima pulmonar adyacente es hipertensión pulmonar leve en el 21% de pacientes no seleccio-
normal. Se trataba de una paciente de 45 años con enfermedad reumatoide
de larga evolución. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: nados con artritis reumatoide y función pulmonar normal113,
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, pero por el momento no se ha establecido el significado de estas
WB Saunders, 1999.) observaciones.
488 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

FIGURA 10-7
Enfermedad reumatoide: bronquiolitis obliterativa.
Una TCAR efectuada al final de la inspiración (A) reveló
bronquiectasias en el lóbulo medio derecho y en la língula
(flechas rectas). Obsérvense las áreas de disminución de la
atenuación y de la vascularización en el lóbulo medio, la
língula y el lóbulo inferior izquierdo (flechas curvas), con un
ligero aumento de la vascularización en el pulmón normal
(patrón de perfusión en mosaico). Otro estudio realizado
en espiración máxima (B) demostró áreas de atrapamiento
aéreo (flechas) en las que existía una notable disminución
de la vascularización. La paciente tenía 30 años de edad.
(Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

Enfermedad pleural afectados son la piel, los pulmones, el corazón, el aparato diges-
tivo y los riñones. Existe una fuerte asociación con la presencia
Las alteraciones pleurales son frecuentes en los pacientes con de anticuerpos frente a los centrómeros y a la ADN-topoiso-
ER33. La proporción de derrames unilaterales y bilaterales es merasa I116. Es una enfermedad poco frecuente, con una inciden-
aproximadamente igual y son la única alteración radiográfica cia de sólo 20 casos por millón de personas y año y una preva-
torácica aparente en la mayoría de los casos. De hecho, se ha pro- lencia de aproximadamente 1500 por millón117. La ESP es más
puesto que la presencia de enfermedad parenquimatosa asociada frecuente en las mujeres que en los varones, con una proporción
debería hacer pensar en una etiología no reumatoidea114. Con fre- de 3:1118, y la mayoría de los casos aparece entre los 40 y 60 años.
cuencia el derrame permanece inmutable durante muchos meses La afectación pulmonar grave y una menor supervivencia son
o incluso años114. En algunos casos se observa engrosamiento más frecuentes en los pacientes negros que en los blancos119.
pleural sin derrame. Los detalles de estas observaciones clínicas y Aunque la enfermedad pulmonar es frecuente en la ESP, existe
analíticas se estudiarán en la página 823. una importante disparidad entre las manifestaciones clínicas, ana-
Aunque es poco frecuente, una de las consecuencias de la ro- tomopatológicas, radiológicas y funcionales. Incluso en ausencia
tura de un nódulo reumatoideo hacia el espacio pleural es el neu- de signos clínicos o radiológicos de fibrosis pulmonar, a menudo
motórax, que también puede producirse como complicación de se encuentran alteraciones iniciales en las pruebas de función res-
una fibrosis pulmonar avanzada70, 115. piratoria120, 121, la TCAR121 y el análisis del líquido del LBA137.

Esclerosis sistémica progresiva Características anatomopatológicas


La ESP (esclerodermia) es una enfermedad autoinmunitaria sis- La autopsia demuestra a menudo cierto grado de fibrosis intersti-
témica que, desde el punto de vista anatomopatológico, se carac- cial parenquimatosa, aunque en muchos casos sólo de manera
teriza por microangiopatía y una producción excesiva de colágeno focal124. Los pulmones más afectados presentan un engrosamien-
que origina fibrosis cutánea y visceral116. Los principales órganos to intersticial bilateral, más importante en las regiones subpleura-
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 489

les de los campos inferiores. Las imágenes histológicas son las de a menudo una atenuación en vidrio esmerilado con una reticula-
una neumonía intersticial usual o, más a menudo, las de una neu- ción relativamente fina y signos mínimos, cuando existen, de un
monía intersticial inespecífica125. A veces se encuentra una bron- patrón en panal de abejas (figura 10-9)131. Las alteraciones afectan
quiolitis obliterativa, una bronquiolitis folicular o una neumonía sobre todo a los lóbulos inferiores, con predilección por las regiones
organizativa (NCO)126. Los signos histológicos de hipertensión periféricas y posteriores132. Debido a esta distribución, las imágenes
arterial pulmonar son más frecuentes en los casos de fibrosis de TC deben registrarse con el paciente en decúbito prono, para
intersticial difusa; asimismo, en ocasiones se comprueba un detectar las alteraciones leves y evitar la confusión de una enferme-
engrosamiento de la íntima arterial debido a un tejido conectivo dad inicial con las densidades declives inducidas por la gravedad132.
fibroelástico y asociado a hipertrofia de la media, en ausencia de Los signos radiográficos de derrame o engrosamiento pleural
afectación intersticial124. La fibrosis pleural no es infrecuente127. son menos frecuentes en la ESP que en otras enfermedades del teji-
do conectivo y afectan a aproximadamente el 10% al 15% de los
Manifestaciones radiológicas pacientes113. El engrosamiento se observa con mayor frecuencia en
la TC, de forma que en una serie de 55 pacientes, se reconoció
Se han descrito signos de fibrosis intersticial en las radiografías de en la tercera parte y todos ellos tenían alteraciones pulmonares132.
tórax del 25% al 65% de los pacientes128, 129. La alteración inicial El esófago muestra afectación clínica, radiológica o de ambos
puede ser sutil y es, en general, una fina reticulación de las bases tipos en aproximadamente la mitad de los pacientes134. La atrofia
pulmonares128; cuando la enfermedad progresa esta reticulación y la atonía provocan dilatación, que puede manifestarse en las
tiende a hacerse más grosera y más fácil de detectar, a medida que radiografías simples como un esofagograma aéreo. En la práctica,
se extiende desde las bases hacia los dos tercios inferiores de los la combinación de esta alteración y las alteraciones parenquima-
pulmones (figura 10-8)128. tosas pulmonares típicas es patognomónica de la ESP135.
Cuando las imágenes radiográficas son normales o dudosas la
TCAR suele mostrar signos de la enfermedad intersticial129, 130, Manifestaciones clínicas
como micronódulos parenquimatosos y subpleurales, opacidades
lineales intralobulillares con un patrón reticular, líneas subpleurales, Aunque los síntomas pulmonares sólo son la manifestación ini-
áreas de atenuación en vidrio esmerilado y patrón en panal de abe- cial de la enfermedad en menos del 1% de los pacientes136, más
jas (véase figura 10-8). En las primeras exploraciones se constata del 60% termina por presentar disnea en algún momento de su

FIGURA 10-8
Esclerosis sistémica progresiva: neumonitis y fibrosis intersticial.
La radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra un patrón reticular
bilateral extenso. La TCAR tomada a la altura del bronquio
intermedio (B) y de las bases pulmonares (C) revela un patrón en panal
de abejas que afecta sobre todo a las regiones subpleurales y a las bases
pulmonares. El paciente era un varón de 53 años con esclerosis
sistémica progresiva de larga evolución. (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
490 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

te como para provocar un defecto ventilatorio restrictivo que se


puede identificar mediante pruebas de función respiratoria.

Pruebas de función respiratoria


Como ya se ha dicho anteriormente, la función pulmonar suele
estar afectada, incluso aunque la radiografía de tórax sea normal.
El defecto funcional restrictivo es característico de la fibrosis pul-
monar120, 144. Puede encontrarse obstrucción al flujo aéreo en
ausencia de antecedentes de tabaquismo145, 146, lo que indica la
presencia de bronquiolitis. Tanto la capacidad de difusión como
la distensibilidad pulmonar suelen estar disminuidas121, 147.

Pronóstico y evolución natural


La mortalidad de los pacientes con ESP es estadísticamente mayor
que la de la población general; sin embargo, su supervivencia a los
10 años oscila en torno al 70%.16, 117. Mediante un análisis multi-
factorial se identificaron los factores que tienen un valor predicti-
FIGURA 10-9 vo potente e independiente sobre la mortalidad relacionada con la
Esclerosis sistémica progresiva: neumonía intersticial inespecífica. Esta
ESP en el momento del diagnóstico de ésta. Estos factores son
imagen de TCAR obtenida a la altura de los campos pulmonares inferiores la afectación cutánea difusa, la disminución de la difusión pulmo-
con el paciente en decúbito prono demuestra extensas opacidades bilaterales nar, la elevación de la velocidad de sedimentación globular, la ane-
en vidrio esmerilado, algunas opacidades lineales irregulares en las regiones mia y una edad avanzada. En otro estudio la mortalidad fue del
periféricas y nódulos subpleurales mal definidos (flechas). El esófago aparece 2% en los pacientes que no tenían ninguna de estas características
algo dilatado. La imagen corresponde a una paciente de 47 años.
y del 75% en los que las tenían todas116. El pronóstico también es
peor en los varones y en los enfermos que presentan una cardio-
evolución (en general, en etapas avanzadas)137. Los crepitantes patía o una nefropatía asociada a su ESP. Existen pruebas de la
basales se describen en aproximadamente el 50% de los casos138. asociación entre el carcinoma pulmonar y la ESP148, y la neoplasia
Los pacientes pueden tener una ligera tos productiva o hemopti- afecta sobre todo a mujeres que tienen fibrosis pulmonar.
sis. La hemorragia pulmonar masiva es rara139, pero en ocasiones
forma parte de un síndrome pulmonar-renal140. Cuando la enfer- Síndrome CREST
medad pulmonar progresa con rapidez o sus manifestaciones
radiológicas son atípicas, debe considerarse la posibilidad de un El síndrome CREST (calcificación subcutánea, fenómeno de Ray-
diagnóstico de NCO126. naud, disfunción esofágica, esclerodactilia y telangiectasias) tiene
Los pacientes que tienen afectación esofágica grave y dismo- características clínicas y analíticas que lo diferencian de la ESP y,
tilidad tienen muchas más probabilidades de presentar una en- en general, se considera que es una variante de esta última. La
fermedad pulmonar intersticial que los que muestran grados alteración serológica más importante es la presencia de anticuer-
menores de disfunción esofágica141. Aunque esta observación pos anticentroméricos, que aparecen en el 50% al 90% de los
podría indicar que el reflujo interviene en la patogenia de la pacientes que tienen un diagnóstico clínico de síndrome CREST
fibrosis pulmonar, también es probable que ambas alteraciones y sólo en menos del 10% de los diagnosticados de ESP, mientras
sean marcadores de la gravedad del proceso. Además, como que son poco frecuentes en las demás enfermedades del tejido
ambas se han relacionado con el tabaquismo, otra posibilidad es conectivo149, 150. No obstante, cuando se considera el conjunto de
que éste sea una variable que induzca confusión que podría expli- todos los pacientes con estos anticuerpos, sólo una pequeña pro-
car esta asociación aparente. porción presenta un síndrome CREST151. Los enfermos afectados
La enfermedad cardiovascular es frecuente y puede ser prima- tienen una incidencia apreciablemente menor de artralgias y de
ria o secundaria a la hipertensión pulmonar o sistémica137. La es- artritis que los diagnosticados de ESP y su afectación cutánea se
clerosis del músculo cardíaco o la miocarditis asociada a la ESP142 limita a las porciones distales de las extremidades150.
pueden causar insuficiencia biventricular; la presencia de enfer- Una característica importante del síndrome CREST es la
medad vascular pulmonar debe hacer pensar en una insuficiencia hipertensión pulmonar en ausencia de otra enfermedad pulmo-
aislada del ventrículo derecho. Casi todos los pacientes que tienen nar importante. En un estudio de 331 pacientes, 20 (9%) mostra-
ESP presentan un fenómeno de Raynaud, que a menudo precede ban esta alteración, mientras que no se observó en ninguno de
a las alteraciones cutáneas características del trastorno. 342 enfermos que tenían ESP sin manifestaciones de síndrome
Los pacientes que tienen signos o síntomas de otras enferme- CREST. Cuando se hace una ecocardiografía convencional a los
dades del tejido conectivo se clasifican en un grupo al que suele pacientes que tienen síndrome CREST puede encontrarse una
conocerse como síndrome de superposición (véase página 494). prevalencia de hipertensión pulmonar muy elevada153. Las mani-
Otro complejo que para algunos autores sería una variante de la festaciones anatomopatológicas y radiográficas son similares a las
ESP es la fascitis difusa con eosinofilia (fascitis eosinófila). Sus que se han descrito en la hipertensión pulmonar primaria (fi-
manifestaciones características son la normalidad de las manos y gura 10-10). La combinación de una baja capacidad de difusión y
los pies, eosinofilia en la sangre periférica, la elevación de las con- conservación de los volúmenes pulmonares podría indicar el
centraciones séricas de factor quimiotáctico de los eosinófilos y (a diagnóstico. El pronóstico de la hipertensión pulmonar con
veces) poliartritis143. Aunque los pulmones no se afectan, la alte- manifestaciones clínicas es malo, con una supervivencia a los
ración de la pared torácica puede alcanzar una gravedad suficien- 2 años de sólo el 40%152.
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 491

la aparición de enfermedad intersticial pulmonar, de manera que


aproximadamente el 80% de los pacientes que tienen esta com-
plicación tiene estos anticuerpos158 dirigidos contra las amino-
acil-ARN sintetasas, unas enzimas citoplásmicas que catalizan la
unión de los aminoácidos al ARNt adecuado para su incorpora-
ción a las cadenas polipeptídicas. Cada aminoácido dispone de su
sintetasa específica y el anticuerpo más frecuente es el anti Jo-1,
presente en aproximadamente el 20% de los pacientes con
DM/PM159. Estos autoanticuerpos se asocian a un síndrome
«antisintetásico» y, cuando se compara con la enfermedad en los
pacientes que tienen DM/PM no asociada a dicho anticuerpo, se
constata una frecuencia mayor de enfermedad intersticial (del
50% al 100% frente al 10%), artritis, fiebre durante los episodios
agudos, reactivación de la enfermedad durante la retirada del
tratamiento y líneas de hiperqueratosis en las manos con forma-
ción de escamas y fisuras («manos de mecánico»)157. Cuando la
DM/PM se asocia a un tumor maligno, suelen faltar estos anti-
cuerpos156.

Características anatomopatológicas
FIGURA 10-10 El estudio histológico de las biopsias musculares de los pacientes
que tienen polimiositis muestra alteraciones tanto degenerativas
Síndrome de superposición (lupus eritematoso sistémico con
CREST) e hipertensión pulmonar. Una mujer de 26 años con LES y como regenerativas que típicamente se asocian a la fagocitosis de
síndrome CREST presentó manifestaciones clínicas de hipertensión músculo necrótico, un infiltrado inflamatorio de células mono-
pulmonar y murió sólo un mes después. En la autopsia se encontró un nucleares y fibrosis intersticial. La enfermedad intersticial pulmo-
parénquima pulmonar normal y estenosis generalizada de las arterias de nar puede manifestarse como una neumonía intersticial usual o
pequeño calibre y las arteriolas pulmonares debida a la hipertrofia de la
media y la fibrosis de la íntima. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
como una neumonía intersticial inespecífica160. A veces se encuen-
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. tra una NCO161.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
Manifestaciones radiológicas

Dermatomiositis y polimiositis Aproximadamente el 5% de los pacientes presenta signos radio-


lógicos de enfermedad pulmonar intersticial162. La imagen típica
Los términos «dermatomiositis» y «polimiositis» (DM/PM) se es un patrón reticulonodular o reticular simétrico, bilateral y de
refieren a un grupo de trastornos que se caracterizan por debili- predominio basal162, 163. Puede progresar de manera lenta y con-
dad y a veces dolor de los músculos proximales de las extremida- vertirse en una imagen más o menos difusa que se asocia a una
des y, en ocasiones, de los músculos del cuello. Aproximadamen- alteración en panal de abejas163. Otra posibilidad es encontrar
te el 50% de los pacientes presenta una erupción en heliotropo áreas bilaterales de consolidación superpuestas a un patrón re-
característica, eritema o púrpura en las superficies de extensión ticulonodular, que algunos pacientes presentan a lo largo de un
de las articulaciones de las extremidades y pápulas de Gottron período de 2 a 3 semanas; la correspondencia histológica de esta
(pápulas violáceas planas sobre la cara dorsal de las articulaciones alteración suele ser una lesión alveolar difusa o una neumonía
interfalángicas de las manos con atrofia central, hipopigmenta- organizativa (figura 10-11)161, 164. Con TC la alteración más fre-
ción y telangiectasia), signos que facilitan la distinción entre der- cuente es una atenuación en vidrio esmerilado, que en la prácti-
matomiositis y polimiositis154. ca se asocia siempre a opacidades lineales irregulares o a consoli-
La enfermedad es dos veces más frecuente en las mujeres que dación del espacio aéreo165; los nódulos pequeños y el patrón en
en los varones y muestra dos máximos de incidencia, el primero panal de abejas son menos frecuentes.
durante el primer decenio y el segundo en los decenios quinto y Cuando la polimiositis afecta a los músculos respiratorios
sexto155. Su incidencia es de aproximadamente 5 a 10 casos por puede provocar elevación del diafragma y reducción del volumen
millón de habitantes156. pulmonar, lo que suele combinarse con las opacidades lineales
El aparato respiratorio suele afectarse en algún momento de la basales166. La neumonía segmentaria unilateral o bilateral puede
evolución de la enfermedad y esta afectación puede adoptar una deberse a la aspiración de alimentos y de las secreciones orales
o varias de tres formas posibles: 1) hipoventilación e insuficien- secundaria a la afectación de los músculos faríngeos; esta neu-
cia respiratoria debida a la alteración de los músculos respirato- monía aspirativa se describe en el 15% al 20% de los pacientes164.
rios, 2) enfermedad parenquimatosa pulmonar (sobre todo en
forma de neumonía intersticial, neumonía organizativa o lesión Manifestaciones clínicas
alveolar difusa) y 3) neumonía por aspiración secundaria a la
paresia de la musculatura faríngea. En los pacientes con DM/PM que presentan una enfermedad
A menudo se encuentran anticuerpos frente a antígenos intersticial pulmonar las manifestaciones iniciales típicas son muscu-
nucleares o citoplásmicos157, algunos de los cuales muestran una loesqueléticas o pulmonares160. De las primeras la más caracte-
fuerte asociación con manifestaciones clínicas específicas. En rística es la debilidad simétrica de los músculos proximales y del
concreto, existe una potente relación entre un grupo de autoanti- cuello que progresa a lo largo de un período de semanas o meses167.
cuerpos asociados a la miositis, los anticuerpos antisintetásicos, y La rápida destrucción del tejido muscular puede asociarse a una
492 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

FIGURA 10-11
Polimiositis: neumonía criptógena organizativa. Imagen del pulmón derecho en una
radiografía posteroanterior de tórax (A) donde pueden verse áreas de consolidación. En
el pulmón izquierdo había alteraciones similares. En la TCAR de los campos pulmonares
inferiores (B) se comprueba una consolidación que afecta sobre todo a las regiones
periféricas del pulmón. El paciente era un varón de 27 años. (Tomado de Müller NL,
Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

intensa debilidad, dolor, sensibilidad a la palpación y tumefacción pudo determinarse la causa del fallecimiento, éste se atribuyó a la
de las áreas afectadas155. La gravedad de la miositis del diafragma enfermedad intersticial pulmonar en 6, y en 4 a una neumonía.
puede ser suficiente para provocar disnea, ortopnea, tos ineficaz e Aproximadamente el 5% al 15% de los pacientes con DM/PM
insuficiencia respiratoria que precise ventilación mecánica160. presenta un tumor maligno, que es un porcentaje superior a la
Cuando la debilidad faríngea es importante son frecuentes las aspi- incidencia previsible de cáncer en las poblaciones de control
raciones y las infecciones pulmonares de repetición. correspondientes171, 172. Casi todas las neoplasias se identifican
Los pacientes con afectación intersticial pulmonar difusa pre- después del diagnóstico de la DM/PM; el riesgo de tener un
sentan una enfermedad aguda o subaguda asociada a tos y disnea. tumor maligno disminuye con el tiempo173 y termina por ase-
A veces el comienzo del trastorno es más lento y se descubre en mejarse al de la población general durante el segundo año de
una radiografía de tórax que se realiza por otros motivos162. Entre seguimiento174.
las complicaciones pulmonares raras se incluyen la hemorragia
alveolar difusa168 y la neumonía intersticial aguda160. Síndrome de Sjögren
Pruebas de función respiratoria El SS se caracteriza por queratoconjuntivitis seca, xerostomía y
tumefacción recidivante de la glándula parótida175. En aproxima-
En los pacientes que tienen enfermedad pulmonar intersticial las damente el 35% al 50% de los pacientes se presenta como un tras-
alteraciones de la función respiratoria son idénticas a las que se torno aislado (SS primario, síndrome seco), mientras que en el
han descrito en la ESP160. Si la debilidad se limita al diafragma resto se asocia a otras enfermedades del tejido conectivo bien
y no hay afectación de otros músculos, la capacidad vital dismi- definidas (SS secundario), de las que la más frecuente es la ER.
nuirá, las velocidades de los flujos y la presión transdiafragmática Este síndrome se ha descrito también en combinación con cirro-
descenderán y aparecerá hipoxemia, con o sin elevación de la sis biliar primaria, tiroiditis de Hashimoto, anemia perniciosa,
PCO2166. En algunos pacientes que no tienen síntomas cardiorres- hipotiroidismo primario, en receptores de trasplante de médula
piratorios la debilidad muscular puede enmascarar una enfer- ósea176 y en enfermos infectados por el VIH177. Existe un fuerte
medad cardiopulmonar subyacente importante; en una serie de 11 predominio en el sexo femenino (90%)178, 179.
de estos pacientes 7 mostraban signos ecocardiográficos de hiper- Es frecuente que los enfermos con SS desarrollen alteraciones
tensión pulmonar que se asociaba a alteraciones del rendimiento pleuropulmonares, algunas de las cuales parecen deberse a otra
durante el ejercicio169. enfermedad del tejido conectivo subyacente, mientas que varias
parecen ser específicas del síndrome. Las más frecuentes son la
Pronóstico y evolución natural NIL, la pleuritis con o sin derrame y la tos180, 181.

La participación pulmonar es la responsable de una proporción Características anatomopatológicas


importante de las muertes asociadas a la DM/PM170. Por ejemplo,
en un estudio de 58 pacientes con esta complicación la supervi- Las manifestaciones anatomopatológicas traqueales y bronquia-
vencia a los 5 años fue del 60%160; de los 11 pacientes en los que les son atrofia de las glándulas mucosas asociada a un infiltrado
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 493

por células linfoplasmocíticas. Parece que estas alteraciones son Manifestaciones clínicas
análogas a las de la afectación de la glándula salival y que son las
responsables de la tos crónica. En los pacientes que presentan Los síntomas más importantes del SS son una sensación de
alteraciones obstructivas de la vía respiratoria se ha descrito asi- cuerpo extraño o de quemadura en los ojos y sequedad de la
mismo fibrosis e infiltración por células mononucleares en las boca, la nariz y la piel. Entre la cuarta parte y la mitad de los
vías respiratorias de pequeño calibre182. pacientes muestra aumento del tamaño de las glándulas lagri-
La enfermedad parenquimatosa pulmonar puede adoptar males o salivares178. La afectación de la laringe puede dar lugar
varias formas, de las que la más frecuente es el infiltrado intersti- a disfonía y tos.
cial difuso, habitualmente bilateral y formado por linfocitos y La participación pulmonar con manifestaciones clínicas se
células plasmáticas asociados a un número variable de histiocitos describe en aproximadamente el 10% al 45% de los pacientes que
y células gigantes multinucleadas183. Este infiltrado suele ser más tienen SS primario183, 191. La tos secundaria a la inflamación tra-
denso en las proximidades de los bronquiolos y de los vasos que queobronquial es bastante frecuente181. Esta inflamación puede
los acompañan, pero puede extenderse al propio intersticio alveo- asociarse también a atelectasia, bronquitis, bronquiectasias y
lar. Se produce asimismo una fibrosis que en algunos casos es bronconeumonía de repetición33. La NIL puede producir disnea
importante183. La diferenciación anatomopatológica de los infil- y en algunos pacientes se auscultan crepitantes en las bases pul-
trados malignos y benignos puede ser difícil (véase página 377). monares. La marcada infiltración de la pared de la vía respiratoria
Algunos pacientes presentan una neumonía intersticial usual o puede provocar disnea, asociada a hiperinsuflación y defecto
una neumonía intersticial inespecífica184. ventilatorio obstructivo192 o a hiperreactividad de las vías respi-
ratorias193. La pleuritis es bastante rara en el SS primario, pero es
Manifestaciones radiológicas más frecuente en la forma secundaria181.

Las alteraciones del parénquima pulmonar son evidentes en las Hallazgos de laboratorio y pruebas de función
radiografías de aproximadamente el 10% al 15% de los pacientes respiratoria
con SS185, 186. Predomina sobre todo el patrón reticulonodular,
que tiende a afectar a los campos inferiores187. Aunque el diagnóstico de SS suele depender de las manifesta-
Las manifestaciones características de la NIL en la TCAR son ciones clínicas características, también puede apoyarse en la
una amplia opacidad bilateral en vidrio esmerilado, nódulos prueba de Schirmer para la medición de la formación de lágri-
centrolobulillares mal definidos y quistes dispersos de pared mas y en la exploración ocular con lámpara de hendidura para
fina (figura 10-12)188, 189. Otras alteraciones frecuentes son los identificar la cicatrización corneal secundaria a una secreción
nódulos subpleurales y el engrosamiento de los haces bronco- lagrimal insuficiente. La identificación de un conjunto de anti-
vasculares de los tabiques interlobulillares189, 190. La neumonía cuerpos que tipifican el trastorno también contribuye al diagnós-
intersticial inespecífica se manifiesta por opacidades bilaterales tico. En más del 90% de los pacientes el SS primario se asocia a
en vidrio esmerilado y opacidades lineales no septales que cau- la presencia de autoanticuerpos frente a pequeñas partículas
san una reticulación fina, más evidente en los campos pulmo- nucleares/citoplásmicas, anti Ro y anti La (SS-A y SS-B). Aunque
nares inferiores190. es posible encontrar factor reumatoide y ANA en los pacientes

FIGURA 10-12
Síndrome de Sjögren: neumonía intersticial linfocítica. Radiografía posteroanterior de tórax (A) de una mujer de 50 años con síndrome de Sjögren
de larga evolución. Se observa la opacidad borrosa y mal definida de ambos pulmones, con áreas focales de consolidación en el lóbulo inferior derecho.
La imagen de TCAR (B) de los campos pulmonares inferiores muestra extensas áreas de atenuación en vidrio esmerilado en los dos pulmones y una
zona focal de consolidación en el pulmón inferior derecho. En los dos pulmones se identifican pequeños espacios quísticos (flechas). (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
494 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

que tienen SS primario, estos anticuerpos son mucho más fre- femenino208 y la máxima incidencia tiene lugar entre los 40 y
cuentes en las formas secundarias194. 60 años de edad. No existen pruebas complementarias específicas
Aproximadamente el 25% de los pacientes con SS primario que permitan identificar esta enfermedad, por lo que el diagnós-
presenta alteraciones importantes de la función pulmonar195. tico se basa sólo en las manifestaciones clínicas208.
Como sería de esperar en una enfermedad que afecta tanto al Entre el 20% y el 25% de los pacientes tiene un trastorno
intersticio pulmonar como a la vía respiratoria, las pruebas fun- inmunitario asociado209 y en algunos se han encontrado anti-
cionales pueden mostrar un patrón restrictivo, obstructivo o cuerpos anticartilaginosos210. La lesión del cartílago de la vía res-
mixto179, 196, 197. Es habitual la hiperreactividad de la vía respirato- piratoria produce áreas locales de traqueomalacia y broncomala-
ria193. Aunque estas alteraciones pueden aparecer en las primeras cia, que a su vez causan obstrucción espiratoria con riesgo de
fases de la enfermedad y progresar en un intervalo relativamente infección pulmonar.
breve195, lo habitual es que se estabilicen con el tiempo197. En el estudio histológico el cartílago afectado presenta frag-
mentación, pérdida de la tinción basófila normal y sustitución
Síndromes de superposición y enfermedad por tejido fibroso. Cuando la enfermedad muestra actividad clí-
mixta del tejido conjuntivo nica se constata un infiltrado inflamatorio formado por linfoci-
tos, células plasmáticas y algunos neutrófilos, que se disponen en
Muchos pacientes con enfermedades del tejido conjuntivo pre- la interfaz entre la fibrosis y el cartílago211.
sentan manifestaciones de más de un cuadro concreto, por lo que La manifestación radiológica más frecuente es la estenosis tra-
en estos casos se habla de síndromes de superposición o enferme- queal212, y es más infrecuente la estenosis de los bronquios prin-
dad no clasificada (indiferenciada) del tejido conjuntivo198. Estos cipales o segmentarios213, 214. La longitud de la estenosis traqueal
síndromes de superposición constituyen una proporción impor- suele ser de pocos centímetros, pero a veces es difusa215. Con TC
tante del conjunto de enfermedades del tejido conjuntivo; por se aprecia un engrosamiento liso de la pared de la tráquea y de los
ejemplo, en una serie de 73 pacientes diagnosticados en principio bronquios, asociado a menudo a aumento de la atenuación o a
de ESP 20 presentaban síntomas y signos de otras enfermedades calcificaciones, así como a estenosis de la vía respiratoria y colap-
autoinmunitarias y manifestaciones clínicas y radiológicas distin- so durante la espiración (figura 10-13)216. A veces se encuentran
tas de las de la ESP o del síndrome CREST aislados199. Por el con- bronquiectasias evidentes, probablemente relacionadas con las
trario, en otro grupo de 84 pacientes diagnosticados en principio neumonías de repetición214.
de un síndrome de superposición, 33 presentaron manifestacio- Como su nombre indica, es típico que la enfermedad transcurra
nes que permitieron encuadrarlos en una enfermedad del tejido con empeoramientos y remisiones y su evolución suele ser prolon-
conjuntivo concreta en un intervalo de 5 años198. En la población gada. Las manifestaciones clínicas más frecuentes son la tumefac-
de pacientes con «superposición» existe un fuerte predominio ción, el eritema y el dolor de las orejas y las artralgias209, que suelen
femenino (9:1) y la enfermedad pleuropulmonar es frecuente. aparecer de manera brusca208. También es frecuente la condritis
Una forma peculiar de síndrome de superposición conocida nasal, que en ocasiones provoca una deformidad en silla de montar.
como enfermedad mixta del tejido conectivo muestra caracterís- La laringe y la tráquea participan en aproximadamente el 50% de
ticas clínicas del LES, la ESP y la polimiositis y títulos séricos ele- los casos y en el 15% esta participación es la responsable de los sig-
vados de anticuerpos anti-U1snRNP200, 201. Aunque en un princi- nos y síntomas iniciales209. Los síntomas de enfermedad respiratoria
pio se pensó que se trataba de una forma relativamente benigna son disnea, tos, disfonía, estridor, sibilancias y dolor a la palpación
de enfermedad del tejido conectivo, más tarde se observó que de los cartílagos laringotraqueales217. Como consecuencia de la
entre el 30% y el 50% de los pacientes presentaba afectación del compresión por la mucosa inflamada, por la cicatrización posterior
SNC y que la hipertensión pulmonar no era rara201. Algunos en la evolución de la enfermedad o por el colapso dinámico de la vía
enfermos evolucionan hacia una enfermedad intersticial pulmo- respiratoria secundario a la disolución del cartílago, la vía respira-
nar difusa y una hemorragia alveolar difusa mortales202-204. toria puede obstruirse218. Esta afectación de la vía aérea ocurre
Como sería de esperar, las manifestaciones radiológicas de la incluso en ausencia de patología nasal o articular previa33.
enfermedad mixta del tejido conectivo abarcan las del LES, la ESP El diagnóstico se apoya en la presencia de alteraciones en tres
y la polimiositis. La alteración más frecuente es un patrón reticu- o más cartílagos209. Una afectación menor también permitirá el
lar que afecta sobre todo a las bases pulmonares205, 206. A medida diagnóstico si va acompañada de la confirmación histológica o de
que la enfermedad progresa, la alteración se extiende de forma gra- la respuesta al tratamiento con corticoides218. El pronóstico de los
dual en sentido cefálico y en las fases avanzadas puede identificarse pacientes que tienen obstrucción de la vía respiratoria es malo y
un patrón en panal de abejas205. La TCAR confirma las alteracio- las complicaciones respiratorias son las responsables de muchas
nes radiográficas y revela una fibrosis de distribución subpleural, de las muertes. En una serie de 112 enfermos se constató una
similar a la de la fibrosis intersticial asociada a otras enfermedades supervivencia a los 5 años del 74%, y del 55% a los 10 años219.
del tejido conectivo131, 205. Otras alteraciones son áreas de consolida- Los estudios funcionales respiratorios de los pacientes con
ción parenquimatosa que pueden estar relacionadas con la neumo- afectación de la vía respiratoria revelan signos de obstrucción
nía aspirativa o la hemorragia pulmonar difusa207. En el 5% de los intratorácica o extratorácica de las vías respiratorias superiores
pacientes se producen derrames pleurales206. en las curvas de flujo-volumen, y la forma de la curva depende del
lugar de la obstrucción218.
Policondritis recidivante
Afectación pulmonar en la enfermedad
La policondritis recidivante se caracteriza sobre todo por infla- inflamatoria intestinal
mación y destrucción del cartílago de varias localizaciones, entre
ellas las costillas, el árbol traqueobronquial, los lóbulos de las ore- Las manifestaciones clínicas de la afectación respiratoria en los
jas, la nariz y las articulaciones axiales y periféricas; en ocasiones pacientes que tienen enfermedad inflamatoria intestinal (EII,
se asocia a inflamación de los ojos, oídos, corazón y vasos sisté- colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn) son raras; en una de las
micos208. Es muy posible que exista un predominio en el sexo primeras comunicaciones de esta asociación sólo se identificaron
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 495

FIGURA 10-13
Policondritis recidivante. La imagen de TCAR (A) muestra un leve engrosamiento circunferencial de la pared de la tráquea (flechas). La imagen a la
altura de los bronquios principales tomada con ventanas pulmonares (B) revela el estrechamiento de la luz de ambos bronquios principales (flechas).
Se trataba de una paciente de 51 años. (Tomado de Müller NL, Miller RR, Ostrow DN, Paré PD: Diffuse thickening of the tracheal wall. Can Assoc
Radiol J 40:213, 1989.)

3 casos en una serie de 1.400 enfermos controlados durante más Las manifestaciones radiográficas típicas son engrosamiento de
de 40 años220. Sin embargo, el uso del LBA222, del esputo induci- la pared bronquial y bronquiectasias233, mientras que en la TCAR
do223 y de las pruebas de función respiratoria224 revela alteracio- se aprecian áreas localizadas de disminución de la atenuación y de
nes en hasta dos terceras partes de los pacientes asintomáticos la vascularización adyacentes a las zonas de aumento de ambas
que tienen radiografías de tórax normales. Se han descrito varios (patrón de perfusión en mosaico) y atrapamiento aéreo233, 234.
ejemplos específicos de enfermedad relacionada con la EII que Otras alteraciones menos frecuentes son el engrosamiento de la
afectan al aparato respiratorio desde la parte más superior de la pared traqueal o bronquial y la estenosis de la tráquea o los bron-
vía al parénquima pulmonar221. quios principales233, 235, 236.
Las manifestaciones más frecuentes de la enfermedad pleuro-
pulmonar en los pacientes con EII, sobre todo de los que tienen
colitis ulcerosa, son las complicaciones de la vía respiratoria225. En VASCULITIS
varios de estos pacientes que no tenían antecedentes de tabaquis-
mo se ha observado bronquitis crónica y bronquiectasias226. Ade- Las vasculitis son un grupo diverso de trastornos que en el estudio
más, también se han descrito traqueobronquitis ulcerosa227, este- anatomopatológico se caracterizan por inflamación de las paredes
nosis subglótica, neumonía organizativa228, bronquiolitis oblitera- de los vasos sanguíneos236. Las manifestaciones clínicas suelen
tiva, panbronquiolitis difusa229, bronquiolitis granulomatosa de depender de la necrosis isquémica de los tejidos irrigados por los
etiología desconocida230, hiperreactividad de la vía respiratoria224 y vasos afectados (secundaria a la estenosis producida por los trom-
bronquitis eosinófila230. En muchos pacientes con bronquitis cró- bos intraluminales o por el propio infiltrado inflamatorio) o de las
nica y bronquiectasias la gravedad de la sintomatología respiratoria hemorragias (consecuencia de la lesión de la pared del vaso)237.
es proporcional a la de la enfermedad intestinal. Por razones des- Esta exposición se limitará a los síndromes en los que la reacción
conocidas la enfermedad pulmonar puede empeorar de manera inflamatoria se dirige de manera fundamental contra la pared del
espectacular tras la resección intestinal. Al contrario de la habitual vaso y tiene un origen inmunitario demostrado o probable. Se cal-
respuesta frustrante a los corticoides inhalados o sistémicos que se cula una incidencia de aproximadamente 40 casos por millón de
observa en los pacientes que tienen bronquitis crónica o bron- habitantes238. Las vasculitis asociadas a las enfermedades del tejido
quiectasias, los que tienen EII mejoran con este tratamiento. conectivo, los fármacos y las infecciones se estudiarán en otro lugar.
Salvo la neumonía organizativa, la enfermedad pulmonar paren- La clasificación más utilizada, que se basa en el tamaño del vaso
quimatosa es poco frecuente en los pacientes que tienen EII. La neu- afectado, es la propuesta en la Chapel Hill Consensus Conference on
monía eosinófila se ha descrito en enfermos que toman sulfasa- the Nomenclature of Systemic Vasculitis* (tabla 10-3)239. Es impor-
lazina y otros fármacos antiinflamatorios (véase página 514); sin tante recordar que los criterios que se establecieron en esta reu-
embargo, en algunos casos no existen estos antecedentes225, lo que nión intentaban delimitar tipos específicos de vasculitis en pacien-
plantea la posibilidad de que la reacción pueda ser una manifesta- tes que tienen vasculitis, y que no se pretendía distinguir a los
ción intrínseca de la EII. También se ha observado una afectación pacientes que tienen una vasculitis de los que no la tienen. De
pulmonar intersticial granulomatosa similar a la de la sarcoidosis, hecho, en un estudio prospectivo de 198 pacientes con sospecha
sobre todo en los pacientes que tienen enfermedad de Crohn232. no confirmada de vasculitis se demostró que estos criterios eran
496 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

TABLA 10-3. Nombres y definiciones de las vasculitis adoptados en la Chapel Hill Consensus Conference on the Nomenclature
of Systemic Vasculitis*
Vasculitis de grandes vasos

Arteritis de células gigantes (temporal) Arteritis granulomatosa de la aorta y de sus ramas principales, con predilección por las ramas extracraneales de
la arteria carótida. La participación de la arteria temporal es frecuente. Suele afectar a pacientes mayores de
50 años y a menudo se asocia a polimialgia reumática
Arteritis de Takayasu Inflamación granulomatosa de la aorta y de sus ramas principales. Suele afectar a pacientes menores de 50 años
Vasculitis de vasos de mediano calibre

Poliartritis nudosa† (poliarteritis Inflamación necrosante de las arterias de mediano y pequeño calibre sin glomerulonefritis
nudosa clásica) ni vasculitis de arteriolas, capilares ni vénulas
Enfermedad de Kawasaki Arteritis que afecta a arterias de calibre grande, mediano y pequeño asociada a un síndrome mucocutáneo
y ganglionar. La participación de las arterias coronarias es frecuente. Pueden afectarse la aorta y las venas. Suele
ocurrir en niños
Vasculitis de vasos pequeños

Granulomatosis de Wegener‡ Inflamación granulomatosa que afecta al aparato respiratorio y vasculitis necrosante de los vasos de mediano
y pequeño calibre (p. ej., capilares, vénulas, arteriolas y arterias). Es frecuente la glomerulonefritis necrosante

Síndrome de Churg-Strauss Inflamación granulomatosa con abundantes eosinófilos que afecta al aparato respiratorio
y vasculitis necrosante de los vasos de pequeño y mediano calibre asociada a asma y a eosinofilia
Poliangitis microscópica† Vasculitis necrosante, con pocos o ningún depósito inmunitario, que afecta a vasos pequeños (es decir, capilares,
(poliarteritis microscópica)‡ vénulas o arteriolas). Puede encontrarse una arteritis necrosante de las arterias de mediano y pequeño calibre
Es frecuente la glomerulonefritis necrosante. A menudo se produce capilaritis pulmonar
Púrpura de Schönlein-Henoch Vasculitis con depósitos inmunitarios en los que predomina la IgA y que afecta a vasos pequeños (capilares,
vénulas o arteriolas). Es típico que afecte a la piel, al intestino y a los glomérulos y que se asocie a artralgias o
a artritis
Vasculitis crioglobulinémica esencial Vasculitis con depósitos inmunitarios de crioglobulinas que afectan a los vasos pequeños (capilares, vénulas o
arteriolas) y que se asocian a la presencia de crioglobulinas en el suero. Afecta a menudo a la piel y a los glomérulos
Vasculitis leucocitoclástica cutánea Vasculitis leucocitoclástica cutánea aislada sin vasculitis sistémica ni glomerulonefritis

* Grandes vasos son la aorta y las ramas importantes que se dirigen directamente a las principales regiones del cuerpo (p. ej., a las extremidades y a la cabeza y el cuello);
vasos de mediano calibre son las principales arterias viscerales (p. ej., arterias renales, hepáticas, coronarias y mesentéricas); vasos pequeños son las vénulas, los capilares y las arteriolas,
así como las raíces arteriales distales intraparenquimatosas que comunican con las arteriolas. Algunas vasculitis de vasos grandes y pequeños pueden afectar a las arterias
de tamaño mediano, pero las vasculitis de los vasos de mediano y de gran tamaño no afectan a los vasos de menor calibre.

Término preferido.

Firme asociación con autoanticuerpos anticitoplásmicos de neutrófilos.
Tomado de Jennette C, Falk RJ: Nomenclature of systemic vasculitides: Proposal of an international consensus conference. Arthritis Rheum 37:187, 1994.

una herramienta diagnóstica de escasa utilidad236. Incluso en los cuatro criterios principales para su definición (tabla 10-4)241:
pacientes que tienen una vasculitis también resulta difícil llegar al 1) inflamación nasal y oral, 2) radiografías de tórax anorma-
diagnóstico preciso, debido a las superposiciones de las caracterís- les, 3) alteración del sedimento urinario y 4) inflamación granulo-
ticas clínicas de los distintos procesos y porque algunos pacientes matosa demostrable en una biopsia. En una serie de 807 pacientes
presentan manifestaciones de más de un tipo de vasculitis240. que tenían vasculitis, la presencia de dos o más de estos criterios se
Las manifestaciones clínicas y radiológicas de las vasculitis pul- asoció a una sensibilidad diagnóstica del 88%, con una especificidad
monares pueden relacionarse con la propia inflamación vascular o del 92%241. La asociación de c-ANCA a estas manifestaciones clí-
con la neumonitis que a veces acompaña al trastorno. Durante las nicas mejora mucho la exactitud de la designación de una vascu-
fases agudas los efectos de la vasculitis pueden ser hemorragias litis determinada como GW (véase tabla 10-3)239. Sin embargo,
alveolares y trombosis vasculares, con o sin necrosis parenquima- debe recordarse que otras enfermedades pueden producir enfer-
tosa. Si la enfermedad tiene una evolución más prolongada, el medad pulmonar asociada a c-ANCA positivos237, 242, entre ellas
debilitamiento de la pared del vaso dará lugar a la formación de varias infecciones243 y neoplasias malignas244.
aneurismas, mientras que la obliteración de las luces vasculares La GW es una enfermedad rara, con una prevalencia calculada
puede generar hipertensión pulmonar. Debido a la aparición de en EE.UU. de aproximadamente 3 por 100.000 habitantes245. El
vasculitis extrapulmonares simultáneas y a la presencia habitual enfermo típico es un adulto en el quinto decenio de su vida y hay
de glomerulonefritis, los signos y síntomas de la participación un ligero predominio de los varones sobre las mujeres246.
extrapulmonar pueden borrar a las manifestaciones pulmonares. Además de la enfermedad sistémica plenamente desarrollada,
se han descrito otras dos variantes clínicas de GW. La más fre-
Granulomatosis de Wegener cuente se manifiesta sólo o de manera predominante en el apara-
to respiratorio, por lo que se conoce como GW limitada (no
La granulomatosis de Wegener (GW) es una enfermedad mul- renal)247. En muchos casos el adjetivo «limitada» se refiere sobre
tisistémica con expresión clínica variable que desde el punto de todo a la ausencia de signos clínicos de enfermedad renal y de
vista anatomopatológico se caracteriza por una inflamación gra- otras vísceras; sin embargo, no es raro encontrar una afectación
nulomatosa necrosante de las porciones superior e inferior del simultánea de la porción superior del aparato respiratorio y de la
aparato respiratorio, glomerulonefritis y vasculitis necrosante de piel248 y la autopsia o las biopsias de algunos pacientes que apa-
los pulmones y de otros diversos órganos y tejidos. Una clasifica- rentemente sufren sólo una enfermedad limitada revelan glome-
ción desarrollada por el American College of Rheumatology en 1990 rulonefritis o vasculitis e inflamación granulomatosa sistémica249.
(antes de la descripción de los anticuerpos ANCA) consideraba Por tanto, desde el punto de vista anatomopatológico sería más
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 497

TABLA 10-4. Criterios y definiciones empleados para lesión mediante el aumento de la expresión de moléculas de
clasificar la granulomatosis de Wegener* adherencia, que fomentan la fijación de los neutrófilos activados
Criterio Definición
a su superficie. También se demostró que los c-ANCA ejercen un
efecto tóxico directo sobre las células endoteliales251. Por último,
Inflamación nasal u oral Aparición de úlceras orales dolorosas los c-ANCA pueden actuar sobre la aparición de la inflamación
o no dolorosas o exudado nasal granulomatosa de tipo celular a través de la activación de la mito-
purulento o sanguinolento
Radiografía de tórax anormal Radiografía de tórax con nódulos,
sis de los linfocitos T mediada por PR-3261.
infiltrados fijos o cavidades A pesar de lo atractivo de estos mecanismos hipotéticos, está
Sedimento urinario Microhematuria (>5 eritrocitos por claro que la lesión en la que intervienen los ANCA no puede ser el
campo de gran aumento) o cilindros único factor en la patogenia de la GW, ya que no todos los pacien-
hemáticos en el sedimento urinario tes tienen c-ANCA ni la concentración sérica de estos anticuerpos
Inflamación granulomatosa Alteraciones histológicas con
en la biopsia inflamación granulomatosa en la es siempre proporcional a la gravedad de la enfermedad262. Ade-
pared de una arteria o en el área más, algunos pacientes con c-ANCA no presentan el trastorno.
perivascular o extravascular (arteria La frecuente presencia de inflamación granulomatosa en las
o arteriola) lesiones activas, en relación tanto con los vasos como con el teji-
do extravascular, implica un componente de inmunidad celular
* Para su clasificación, se dice que un paciente tiene una granulomatosis de Wegener en la patogenia de la enfermedad. Existen pruebas de que linfoci-
cuando cumple al menos dos de estos cuatro criterios.
Modificado de Leavitt RY, Fauci AS, Bloch DA, et al: The American College of
tos T CD4+ capaces de producir interferón γ y factor de necrosis
Rheumatology 1990 criteria for the classification of Wegener’s granulomatosis. Arthritis tumoral α (perfil TH1) son atraídos desde la sangre de los pacien-
Rheum 33:1101, 1990. tes y estimulan la acumulación de monocitos y la formación de
los granulomas263.

adecuado considerar a estos casos como parte de un espectro de Características anatomopatológicas


la enfermedad que como entidades separadas. Una segunda
variante clínica de la GW, que es menos frecuente, se caracteriza Las manifestaciones anatomopatológicas de la GW son variables
por una afectación importante y a veces prolongada de las muco- pero, en conjunto, muy características de la enfermedad264, 265.
sas del aparato respiratorio superior y de la piel250. Desde el punto de vista macroscópico, la afectación pulmonar es
sobre todo en nódulos o tumoraciones bien circunscritos con
Etiología y patogenia diámetros que oscilan entre 1 y 10 cm, a menudo con necrosis
central y a veces con formación de cavernas. En ocasiones la
La etiología y la patogenia de la GW son oscuras. Ciertos datos enfermedad se manifiesta por una consolidación hemorrágica
experimentales indican que la activación de los neutrófilos da lugar focal o difusa266.
a la producción de enzimas proteolíticas y antioxidantes, que son El estudio histológico demuestra que los nódulos están forma-
las responsables de la necrosis del parénquima pulmonar251, 252. No dos por cantidades variables de tejido inflamatorio y necrótico,
se conocen los estímulos que atraen y activan a los neutrófilos, pero asociado al borramiento de la arquitectura pulmonar normal. El
la asociación de la reactivación de la enfermedad durante las infec- infiltrado inflamatorio está formado sobre todo por linfocitos,
ciones bacterianas o víricas253 y un mayor riesgo de reactivación células plasmáticas e histiocitos, con un número menor de eosinó-
cuando se produce una colonización de la vía respiratoria por filos, células gigantes multinucleadas y leucocitos polimorfonu-
Staphylococcus aureus245, 255, así como los efectos beneficiosos de tri- cleares (véase figura en color 10-2). Estos últimos tienden agregar-
metoprim-sulfametoxazol258, indican que al menos en algunos se para constituir grupos que parecen pequeños microabscesos.
casos la infección desencadena la cascada de la inflamación. Cuando la enfermedad progresa, estos grupos se necrosan y que-
Los resultados de diversos estudios experimentales señalan dan delimitados por una capa de macrófagos o histiocitos epite-
que los c-ANCA podrían participar en la patogenia de la GW. lioides (inflamación granulomatosa). En etapas aún más avanzadas
Estos anticuerpos reaccionan con sustancias de los gránulos azu- las áreas necróticas aumentan de tamaño, confluyen y dan lugar a
rófilos de los neutrófilos y de los lisosomas de los monocitos. La un perfil serpinginoso característico. Aunque es típico que la infla-
inmunofluorescencia indirecta permite identificar tres formas257: mación sea más intensa en el parénquima, también son frecuentes
c-ANCA, dirigidos de manera predominante contra la proteina- los granulomas de las mucosas y submucosas del aparato respira-
sa 3 (PR-3); p-ANCA, que reaccionan sobre todo con la mielope- torio267. El epitelio adyacente puede formar una masa polipoidea
roxidasa, y ANCA atípicos, dirigidos contra diversos antígenos. de tejido de granulación y causar obstrucción de la vía respiratoria.
Los anticuerpos c-ANCA son los que muestran una asociación Las arterias y las venas pulmonares de mediano y pequeño
más fuerte con la GW. calibre muestran una inflamación focal o extensa que adopta uno
Se demostró que la expresión del ARNm relacionado con la de tres patrones (véase figura en color 10-2): 1) necrosis fibri-
PR-3, el antígeno contra el que se dirigen los c-ANCA, aumenta noide de la media, 2) infiltración de la pared vascular por un
en el tejido pulmonar de los pacientes afectados256, sobre todo en infiltrado inflamatorio celular similar al del parénquima y 3) gra-
los neumocitos de los tipos I y II y en los macrófagos. La inter- nulomas bien definidos o agregados de células gigantes multinu-
acción de estas células con los c-ANCA podría inducir la produc- cleadas. A veces se encuentra trombosis asociada.
ción de quimiocinas o de moléculas de adherencia, de gran En los casos que se caracterizan por una consolidación he-
importancia en la inflamación. Además, la activación de las cito- morrágica macroscópica, la imagen histológica corresponde a una
cinas de los polimorfonucleares circulantes hace que la PR-3 sea microvasculitis (capilaritis)268. En esta situación la arquitec-
accesible a la interacción con los c-ANCA sobre su superficie y tura pulmonar subyacente se mantiene, pero los espacios aéreos
esta interacción da lugar a la destrucción de las células y a la libera- alveolares se encuentran ocupados por eritrocitos y también con-
ción de enzimas proteolíticas259, 260. Las células endoteliales de tienen macrófagos cargados de hemosiderina, indicativos de
las arterias y los capilares pulmonares podrían contribuir a esta hemorragias anteriores. Los tabiques alveolares están engrosados
498 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

debido a la presencia de leucocitos polimorfonucleares, algunos de


los cuales pueden ser necróticos (figura 10-14). Además de la capi-
laritis, a menudo se comprueba asimismo inflamación de las
arteriolas y las vénulas. Estas alteraciones pueden ser la única
manifestación histológica de la GW o pueden encontrarse asocia-
das a las alteraciones parenquimatosas y vasculares clásicas.

Manifestaciones radiológicas
Las alteraciones parenquimatosas pulmonares se identifican en las
radiografías de tórax iniciales de aproximadamente el 50% de los
pacientes y casi todos acaban por presentarlas en algún momento de
la evolución269. La alteración típica son nódulos de tamaños que
oscilan entre pocos milímetros y 10 cm (figura 10-15)270, 271. En la
mayoría de los casos son menos de 10 y se distribuyen por ambos
pulmones sin preferencia por ninguna región concreta220. Cuando
la enfermedad progresa, tienden a aumentar en número y tama-
ño270. La calcificación es rara272, pero aproximadamente la mitad de
los casos presenta cavidades270, 273, que suelen tener la pared gruesa y
un revestimiento interno irregular y deshilachado270, 273; con menos
frecuencia la pared es fina o se aprecian niveles hidroaéreos.
La TC puede mostrar nódulos que no aparecen en las radiogra-
fías y es excelente para demostrar la existencia de cavernas272, 274; de
hecho, en los estudios con TC estas últimas aparecen en la mayoría
de los nódulos de diámetros superiores a 2 cm275. Como sucede en
las radiografías, los nódulos tienden a distribuirse de manera alea-
toria275, 276, aunque a veces predominan o se limitan a las zonas sub-
pleurales276 o siguen una distribución peribroncoarterial273, 277.
Puede haber consolidación u opacidades en vidrio esmerilado
del espacio aéreo secundarias a la hemorragia pulmonar difusa,
con o sin nódulos (figura 10-16)270, 273. En general son bilatera- FIGURA 10-14
les y pueden ser parcheadas o confluentes o densas y localiza- Granulomatosis de Wegener: capilaritis. Sección de una biopsia
das270, 273. La manifestación más frecuente de la hemorragia difu- pulmonar abierta en un paciente con enfermedad bilateral del espacio
sa en la TC es una opacidad en vidrio esmerilado extensa y bila- aéreo. Destacan los espacios aéreos alveolares ocupados por sangre y un
teral278. En los pacientes que no tienen hemorragia pulmonar moderado engrosamiento de los tabiques alveolares debido al infiltrado por
leucocitos polimorfonucleares. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
pueden identificarse también áreas focales de consolidación que
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
en las imágenes de TC pueden tener una distribución aleatoria, Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
aparecer como lesiones en cuña de base periférica apoyadas en la
pleura similares a los infartos pulmonares o seguir una distribu-
ción peribroncoarterial277, 278.

FIGURA 10-15
Granulomatosis de Wegener. Radiografía posteroanterior de tórax (A) y TC a la altura de los lóbulos superiores (B) que muestran múltiples nódulos
bilaterales de diámetro que iba desde pocos milímetros hasta 5 cm. Los nódulos mayores están cavitados. El paciente era un varón de 54 años. (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 499

FIGURA 10-16
Granulomatosis de Wegener: hemorragia en el espacio aéreo. Radiografía posteroanterior de tórax (A) de un varón de 20 años con extensas
áreas bilaterales de consolidación y conservación relativa de los vértices y las bases pulmonares. Se observan varias opacidades lineales irregulares que
indican fibrosis. La imagen de TCAR (B) muestra áreas bilaterales de atenuación en vidrio esmerilado y conservación relativa de las regiones
subpleurales. Existen también algunas opacidades nodulares pequeñas y otras lineales irregulares. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

La afectación traqueal o bronquial no suele ser visible en las de producir deformidades de la nariz. La afectación articular es
radiografías271, 279, pero sí puede detectarse en la TC276, 278, 280. La habitual y suele adoptar la forma de artralgias o artritis no defor-
inmensa mayoría de las lesiones traqueales afecta a la región sub- mante. Tampoco son raras las mialgias. La sintomatología neuro-
glótica281 y sus manifestaciones habituales son engrosamiento lógica puede ser central o periférica, manifestándose esta última
circunferencial de la pared, estenosis de la luz e irregularidades de como una mononeuritis múltiple o como una polineuritis. Las
la mucosa281. El derrame pleural afecta a aproximadamente el manifestaciones cardíacas son alteraciones de la conducción y
10% de los pacientes270 y puede ser unilateral o bilateral y peque- pericarditis. La afectación renal y del SNC es más frecuente en los
ño o grande. Se han descrito también adenopatías hiliares, pacientes de edad avanzada que en los más jóvenes283.
mediastínicas o de ambas localizaciones, tanto en las radiografías
como en la TC del 2% al 15% de los pacientes270, 273; la afectación Hallazgos de laboratorio
hiliar puede ser unilateral o bilateral.
Las manifestaciones analíticas incluyen anemia (a veces de tipo
Manifestaciones clínicas hemolítico), trombocitosis y leucocitosis (en ocasiones con eosi-
nofilia). Como sería de esperar, muchos pacientes presentan eleva-
Aunque el comienzo puede ser agudo y la evolución fulminante, ciones de los marcadores de lesión endotelial y de trastornos de la
lo más frecuente es que sea insidioso. En un principio la enfer- coagulación tales como complejos trombina-antitrombina III, dí-
medad puede asociarse a síntomas inespecíficos tales como fie- mero D, factor de von Willebrand y trombomodulina, cuyas concen-
bre, malestar general, adelgazamiento y astenia; sin embargo, casi traciones pueden ser directamente proporcionales a la actividad de la
todos los pacientes tienen signos iniciales referidos a la nariz, los enfermedad284. En general se miden títulos séricos bajos de factor
senos paranasales o el tórax282. Algunos presentan síntomas y sig- reumatoide y algunos pacientes muestran valores altos de IgE285.
nos de enfermedad generalizada, con exoftalmos, hematuria y Las pruebas de función respiratoria pueden reflejar un patrón de
lesiones cutáneas vesiculosas y hemorrágicas. Si bien la mayor enfermedad restrictiva o, lo que es más frecuente, obstructiva286.
parte de los enfermos presenta manifestaciones renales en algún El diagnóstico y el tratamiento de la GW se han visto facilita-
momento de la evolución de su enfermedad, éstas rara vez cons- dos por la posibilidad de medir las concentraciones de ANCA en
tituyen el cuadro clínico inicial. el suero287. La presencia de c-ANCA es más específica de la GW
Los síntomas respiratorios son tos rebelde al tratamiento y aso- que la de p-ANCA, que son más frecuentes en diversos trastornos
ciada a menudo a hemoptisis, disnea y dolor pleurítico. A veces, la autoinmunitarios y en los pacientes que tienen EII288. Como
hemoptisis es masiva y las manifestaciones clínicas y radiológicas sucede en todas las pruebas analíticas, el valor predictivo de una
son parecidas a las de la hemorragia idiopática o a las del síndro- prueba positiva depende de la probabilidad de que el resultado
me de Goodpasture. La afectación de la laringe y la parte superior sea positivo antes de la prueba. Las conclusiones diagnósticas que
de la tráquea puede provocar disfonía o una obstrucción franca de se extraen cuando se pretende aplicar la prueba de forma alea-
la vía respiratoria que suele afectar a la región subglótica. toria pueden ser erróneas289.
La enfermedad puede extenderse a la práctica totalidad de los Una limitación importante de esta prueba es su relativa falta de
órganos y tejidos. La participación nasal se manifiesta por rinitis, sensibilidad. En un metaanálisis de 15 estudios en el que se exami-
sinusitis y epistaxis; la destrucción del cartílago y del hueso pue- nó la incidencia de c-ANCA en la GW se encontró una sensibili-
500 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

dad global de 0,66 en todos los pacientes con sospecha de vascu- más de estos criterios permite establecer el diagnóstico de SCS con
litis. La sensibilidad aumentó a 0,91 en los que tenían una vasculi- una sensibilidad del 85% y una especificidad de casi el 100%.
tis activa290. Por tanto, cuando la sospecha de vasculitis es alta, un El síndrome es poco frecuente, con una incidencia calculada
resultado negativo no debe hacer desechar nuevos estudios diag- de sólo 2,4 por millón de habitantes301. La edad media en el
nósticos. En un estudio la especificidad de un resultado positivo momento del diagnóstico en una gran serie de pacientes fue de
fue muy alta (99%) en los pacientes que tenían vasculitis, pero en 48 años (límites de 14 a 74 años)302. No muestra predominio por
pacientes no seleccionados la utilidad de la prueba podría ser ningún sexo.
menor. Por ejemplo, en una revisión de las determinaciones de La causa del SCS se desconoce; sin embargo, la asociación de
c-ANCA durante un período de 10 años en una sola institución, asma, rinitis y ascenso de la concentración de IgE, junto con la
sólo el 32% de los resultados positivos se asoció a GW291. respuesta clínica favorable a los corticoides y las manifestaciones
Las observaciones de varios investigadores indican que la ele- anatomopatológicas, indica una reacción de hipersensibilidad a
vación del título de ANCA en la sangre o la persistencia de con- uno o varios antígenos desconocidos. Entre los posibles factores
centraciones elevadas después del tratamiento permiten predecir desencadenantes que se han propuesto, el más frecuente es el
la reactivación de la enfermedad antes de que sea clínicamente antecedente de inyecciones de desensibilización302. El SCS se ha
evidente262, 292. Sin embargo, no todas las reactivaciones se aso- descrito en pacientes que toman antagonistas del receptor de leu-
cian a ascensos de los títulos262, 292 y aquéllas no son inevitables cotrienos, una observación que plantea la posibilidad de que el
aunque los títulos sigan siendo altos a pesar del tratamiento262. fármaco provoque la enfermedad. Sin embargo, las pruebas para
Así pues, las concentraciones de ANCA no deben usarse por sí valorar esta hipótesis son insuficientes. Por una parte, la inci-
solas para establecer el tratamiento. dencia calculada de SCS en estos pacientes es similar a la que se
La broncoscopia también puede ayudar a valorar a los pacientes describía en los asmáticos antes de la introducción de estos fár-
que tienen GW. En un estudio de 51 pacientes con enfermedad macos303, 304; por otra, se han descrito casos de reactivación de la
demostrada por biopsia, 30 (59%) tenían signos de afectación vasculitis coincidiendo con la administración del compuesto305.
traqueobronquial279. Las biopsias de las zonas afectadas pueden Las manifestaciones histológicas típicas del SCS en los pulmo-
apoyar el diagnóstico en algunos casos y a veces éste se confirma nes incluyen una combinación de vasculitis, inflamación granu-
mediante una biopsia transbronquial293. lomatosa extravascular necrosante e infiltración del parénquima
por eosinófilos306. La vasculitis predomina en las arterias y venas
Pronóstico de mediano y pequeño calibre y se manifiesta como un infiltrado
transmural de linfocitos, células plasmáticas, histiocitos, células
Hasta la aparición del tratamiento inmunosupresor casi todos los gigantes multinucleadas y un gran número de eosinófilos. Es fre-
pacientes morían en los 6 meses siguientes al diagnóstico294, 295. cuente la infiltración del intersticio alveolar y del espacio aéreo
En la actualidad se calcula que la mediana de la supervivencia a por los eosinófilos y los macrófagos, con un patrón similar al de
partir del diagnóstico es superior a 20 años282 y la mayoría de las la neumonía eosinófila. Los bronquiolos y bronquios de pequeño
muertes se deben a la enfermedad o a las complicaciones del tra- calibre muestran alteraciones histológicas de asma crónica con
tamiento y tienen lugar tras una mediana de observación de metaplasia de células caliciformes, engrosamiento de la membra-
5,6 años. La edad avanzada, la afectación pulmonar y la alteración na basal e hipertrofia muscular.
de la función renal en el momento del diagnóstico ejercen una La radiografía de tórax es anormal en aproximadamente el
influencia desfavorable en el pronóstico282, y cada uno de ellos se 70% de los pacientes307. En la mayor parte de los casos las altera-
asocia a un aumento de 4 o 5 veces del riesgo de mortalidad. ciones incluyen áreas de consolidación parcheadas y no segmen-
tarias y transitorias que no muestran predilección por ninguna
Síndrome de Churg-Strauss zona del parénquima307, 308. Estas lesiones preceden a la aparición
de los signos clínicos de vasculitis sistémica en aproximadamen-
En 1951 Churg y Strauss describieron un síndrome clinicopatoló- te el 40% de los casos. Las zonas de consolidación pueden ser
gico que se caracteriza clínicamente por asma, fiebre y eosinofilia, simétricas y siguen una distribución no segmentaria similar a la
y en el estudio histológico por vasculitis necrosante e inflamación que se observa en la neumonía eosinófila crónica (figura 10-17).
granulomatosa extravascular296. Este cuadro, conocido como sín- En ocasiones los cambios incluyen opacidades nodulares bilate-
drome de Churg-Strauss (SCS, granulomatosis y vasculitis alérgi- rales pequeñas y grandes que pueden confluir; al contrario que en
ca), ha tenido una historia conceptual algo complicada. A veces se la GW, la cavitación es rara. Aproximadamente el 30% de los
ha considerado como una variante de GW297, mientras que para pacientes presenta derrames pleurales unilaterales o bilaterales.
otros autores formaba parte de un espectro de enfermedades en el En una revisión de las alteraciones con que se encontraron en
que se incluía la poliarteritis nudosa (a veces se empleaba el tér- la TCAR en el momento del diagnóstico en 17 pacientes, se cons-
mino «síndrome de superposición» para referirse a estos últimos tató que las más frecuentes (que se encontraron en aproximada-
casos)240. Además, algunos casos de SCS comparten algunas carac- mente el 60% de los casos) fueron áreas de atenuación en vidrio
terísticas de ciertos síndromes no vasculíticos tales como el sín- esmerilado o de consolidación de distribución parcheada o de
drome de hipereosinofilia o la neumonía eosinófila298, 299. A pesar predominio periférico (figura 10-18)309; otras alteraciones que
de la dificultad para clasificar con precisión las enfermedades vas- aparecen solas o junto a la atenuación en vidrio esmerilado o a la
culíticas con eosinofilia en algunos pacientes, se considera en consolidación son pequeños nódulos centrolobulillares, nódulos
general que es útil mantener el SCS como entidad separada. cavitados, engrosamiento de los tabiques interlobulillares, engro-
El sistema de clasificación que propuso en 1990 el American samiento o dilatación de las paredes bronquiales y pequeños
College of Rheumatology incluía los siguientes criterios definitorios: derrames pleurales unilaterales o bilaterales.
asma, eosinofilia en sangre periférica superior al 10%, mononeuro- El SCS suele seguir una evolución trifásica303. En la fase pro-
patía o polineuropatía, «infiltrados» pulmonares no fijos, altera- drómica, que suele comenzar en la edad adulta, el paciente pre-
ciones de los senos paranasales y presencia de eosinófilos extra- senta rinitis alérgica y asma de gravedad variable. La segunda fase
vasculares300; en los pacientes con vasculitis la presencia de cuatro o se caracteriza por una notable eosinofilia sanguínea e infiltración
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 501

cuente, se reconoce un sedimento urinario activo o signos histo-


lógicos de glomerulonefritis en el 30% al 70% de los afectados310.
El recuento leucocítico suele estar elevado debido a la eosino-
filia307 y también se ha descrito eosinofilia en el LBA313. La hiper-
gammaglobulinemia E es habitual durante la fase vasculítica de la
enfermedad y la mayoría de los pacientes tiene anemia307. Apro-
ximadamente el 75% de los enfermos presenta ANCA, sobre todo
p-ANCA, siendo menor el número de los que tienen c-ANCA314.
No parece que su presencia sea proporcional a la actividad de la
enfermedad.
El tratamiento consigue la remisión clínica en más del 90% de
los casos302, aunque una minoría importante presenta recidivas.
La afectación digestiva grave y la afectación miocárdica se asocian
a mal pronóstico.

Poliarteritis nudosa
La poliarteritis nudosa se caracteriza por una vasculitis necrosan-
te que afecta sobre todo a las arterias musculares de calibre media-
FIGURA 10-17 no y pequeño de la circulación sistémica; las lesiones no se asocian
Síndrome de Churg-Strauss. Radiografía posteroanterior de tórax de
a inflamación granulomatosa, tienen una distribución parcheada
una mujer de 71 años con áreas de consolidación bilaterales parcheadas de y suelen afectar a los puntos de ramificación de los vasos, donde
distribución preferentemente subpleural. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, producen aneurismas localizados. Las lesiones predominan en el
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. sistema nervioso periférico, la piel, el músculo, el riñón y el apara-
Philadelphia, WB Saunders, 2001.) to digestivo315. Se ha confirmado una asociación con el virus B de
la hepatitis en un porcentaje pequeño de enfermos237. Puede haber
una alteración de las arterias bronquiales como parte de la vascu-
litis sistémica316, pero la arteritis pulmonar es rara317. Casi todos
los síntomas clínicos y las alteraciones radiológicas respiratorias se
deben al edema pulmonar cardiógeno o a infecciones.

Poliangitis microscópica
La poliangitis microscópica es una vasculitis necrosante que
afecta sobre todo a los vasos de pequeño calibre (arteriolas, vénu-
las y capilares) de las circulaciones pulmonar y sistémica. Aunque
también pueden afectarse los vasos de mediano calibre, la parti-
cipación de los vasos pequeños excluye por definición el diagnós-
tico de poliarteritis nudosa. La enfermedad es algo más frecuente
en los varones que en las mujeres y la edad media de comienzo
oscila en torno a los 55 años318.
La etiología y la patogenia de esta enfermedad son oscuras. La
asociación de algunos casos con un fenotipo PiZZ319 y el descubri-
FIGURA 10-18 miento de que el polimorfismo del promotor de la mieloperoxida-
sa está relacionado con determinadas características clínicas de la
Síndrome de Churg-Strauss. Imagen de TCAR de un varón de 52 años
que muestra áreas de consolidación de predominio subpleural. (Tomado de
enfermedad320 indican que los factores genéticos intervienen de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of alguna forma en su patogenia. Sin embargo, las variaciones geo-
the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.) gráficas de la incidencia de la enfermedad321 y la presencia de epi-
sodios aparentemente desencadenantes en algunos pacientes, tales
como la ingestión de un fármaco322 o la vacunación antigripal223,
de los tejidos por eosinófilos, mientras que en la tercera aparece indican que también son importantes los factores ambientales.
una vasculitis potencialmente mortal que afecta a múltiples órga- Aproximadamente el 77% de los pacientes tiene ANCA, que
nos. Las manifestaciones pulmonares incluyen tos y, a veces, en casi todos los casos son de tipo p-ANCA dirigidos contra la
hemoptisis. El intervalo entre la aparición del asma y la de los sig- mieloperoxidasa318. Como sucede en la GW, estos anticuerpos
nos de vasculitis puede ser de incluso 30 años310. fomentan la desgranulación de los neutrófilos y la liberación
La afectación digestiva es frecuente y se encuentra en el 35% de especies reactivas del oxígeno cuando se unen a la superficie de
al 60% de los pacientes, manifestándose como diarrea o he- las células324. Las modificaciones de las concentraciones de antí-
morragias311. La enfermedad neurológica suele adoptar la forma geno-anticuerpo se han asociado a hemorragia pulmonar mortal
de una neuropatía periférica, en general una mononeuritis múl- en algunos pacientes, lo que indica que son importantes para su
tiple312. La participación cardíaca puede manifestarse como una aparición324. Sin embargo, como no todos los pacientes con
angina, un infarto de miocardio, una miocarditis o una pericar- poliangitis microscópica tienen p-ANCA y como este anticuerpo
ditis. Se ha descrito erupción cutánea hasta en el 70% de los puede asociarse a otras enfermedades, es probable que en la pato-
pacientes310. Aunque la insuficiencia renal franca es poco fre- genia intervengan también otros factores.
502 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

El estudio histológico muestra que los espacios aéreos alveolares Arteritis de Takayasu
están ocupados por sangre reciente, pero en los casos más crónicos
también puede haber macrófagos cargados de hemosiderina y pro- La arteritis de Takayasu es una enfermedad rara que afecta sobre
liferación de fibroblastos325. Las paredes alveolares muestran una todo a la aorta y a sus ramas principales; desde 1996 se han comu-
capilaritis idéntica a la que se observa en la GW, en concreto un nicado unos 300 casos330. Según la clasificación de las vasculitis
infiltrado parcheado de neutrófilos asociado a edema, necrosis y, a del American College of Rheumatology, la presencia de tres o más
veces, trombos de fibrina (véase figura 10-14). Las arteriolas y las criterios de los que se recogen en la tabla 10-5 se asocia a una sen-
vénulas también pueden estar afectadas, pero no así los vasos de sibilidad diagnóstica del 90% y a una especificidad del 99% en los
mayor calibre. Es importante recordar que el hallazgo de hemorra- pacientes que tienen vasculitis331. Aunque las manifestaciones sis-
gia alveolar y de capilaritis corresponde a un patrón de reacción témicas de la enfermedad son evidentes, en la mayoría de casos
histológica, más que a una entidad nosológica concreta268. Patrones ésta afecta también al árbol vascular pulmonar332-334.
de este tipo pueden verse en distintas enfermedades, además de La enfermedad tiene una notable predilección por las mujeres,
en la poliangitis microscópica, y así sucede en otras vasculitis como que suponen aproximadamente el 90% al 95% de los casos335, y
la GW266, enfermedades del tejido conectivo (sobre todo en el suele aparecer entre los 10 y los 40 años de edad. Muchos de
LES)17, el síndrome antifosfolipídico326, la hipersensibilidad a fár- los casos descritos proceden de países orientales, aunque se ha
macos325 y la llamada capilaritis pulmonar pauciinmunitaria327. indicado que las comunicaciones procedentes de Europa y Nor-
Las manifestaciones radiológicas consisten en opacidades par- teamérica podrían no reflejar el número real de casos en estas
cheadas y bilaterales del espacio aéreo328, 329. Se encuentran derra- zonas del mundo336.
mes pleurales en aproximadamente el 15% de los casos y edema La manifestación histológica más importante es una panarte-
pulmonar en el 5%329. ritis parcheada que afecta a los grandes vasos elásticos de las cir-
Las manifestaciones clínicas son variables. Entre el 80% y el culaciones sistémica y pulmonar. La adventicia muestra fibrosis y
100% de los pacientes presenta una glomerulonefritis rápidamen- un infiltrado inflamatorio mixto de grandes células mononuclea-
te progresiva y del 10% al 40% tiene una hemorragia alveolar difu- res, similar al que se observa en la sífilis; son frecuentes la obli-
sa318. Los síntomas pueden aparecer de forma indolente y es posi- teración fibrosa y un infiltrado mononuclear perivascular de los
ble que transcurra un período prolongado hasta que se haga el vasos vasculares337. La túnica media puede mostrar una inflama-
diagnóstico. Las artralgias o la hemoptisis pueden ocurrir meses o ción granulomatosa necrosante o no necrosante o, en las lesiones
incluso años antes de que los síntomas agudos lleven el paciente a más antiguas, fibrosis y rotura de las láminas elásticas. También
la consulta de un médico. Otras manifestaciones sistémicas son es frecuente la fibrosis de la íntima.
adelgazamiento, fiebre, púrpura, artritis, miositis, hipertensión, Las alteraciones radiográficas más frecuentes incluyen un con-
insuficiencia cardíaca congestiva, hemorragia digestiva, neuropa- torno festoneado u ondulado de la aorta torácica descendente y
tía periférica (mononeuritis múltiple) y sinusitis251, 318. ectasia del cayado aórtico333, 338, siendo menos frecuentes la dila-
En un grupo de 85 pacientes a los que se siguió durante un tación de la aorta ascendente y los aneurismas de la aorta descen-
período medio de 70 meses, 28 (33%) murieron a consecuencia dente. La TC con contraste revela un engrosamiento circunferen-
de las complicaciones de la enfermedad y de su tratamiento318.
Aunque éste hizo que la enfermedad remitiera en la mayoría de
ellos, las recidivas fueron frecuentes y afectaron a 29 pacientes
TABLA 10-5. Criterios de 1990 para la clasificación de
tras un período medio de 43 meses. Tanto la enfermedad pulmo-
la arteritis de Takayasu*
nar obstructiva como la fibrosis pulmonar son complicaciones
comprobadas de los episodios recidivantes de hemorragia318. Criterio Definición

Edad de comienzo de Aparición de síntomas o signos


Capilaritis pulmonar aislada la enfermedad ≤40 años relacionados con la arteritis de Takayasu
(pauciinmunitaria) antes de los 40 años de edad
Claudicación Aparición y empeoramiento de la astenia
Esta rara alteración, de descripción relativamente reciente, se de las extremidades y molestias en los músculos de una o
varias extremidades, sobre todo
caracteriza por opacidades parcheadas y bilaterales del espacio
de las superiores, cuando se usan
aéreo típicas de la hemorragia intraalveolar en las radiografías y Disminución del pulso Disminución del pulso en una o ambas
por una capilaritis idéntica a la de la poliangitis microscópica y la en la arteria braquial arterias braquiales
GW en el estudio histológico327. Sin embargo, a diferencia de estos Diferencia de tensión Diferencia >10 mm Hg de la presión
cuadros, los pacientes no tienen ANCA ni manifestaciones extra- arterial > 10 mm Hg arterial sistólica entre los dos brazos
Soplo sobre las arterias Soplo audible a la auscultación en una o
pulmonares de vasculitis. El estudio de las biopsias pulmonares subclavias o la aorta ambas arterias subclavias o en la aorta
con inmunofluorescencia directa tampoco demuestra la presencia abdominal
de inmunocomplejos ni depósitos de anticuerpos antimembrana Alteraciones Estenosis u oclusión arteriográfica de
basal glomerular (MBG), lo que justifica el término de «pauciin- del aortograma toda la aorta, sus ramas más importantes
o las grandes arterias en las regiones
munitaria». Se ignora si se trata de una entidad distinta o si forma
proximales de los miembros superiores o
parte de un espectro de vasculitis que incluiría asimismo las enfer- inferiores que no se debe a
medades pauciinmunitarias de otros órganos como el riñón. arteriosclerosis, displasia fibromuscular u
En un estudio de ocho pacientes que cumplían los criterios otras causas similares; las alteraciones
diagnósticos de este cuadro, la edad media de comienzo fue de suelen ser focales o segmentarias
30 años (límites, 19 a 37 años)327; los síntomas iniciales fueron
disnea, tos y hemoptisis. Durante el seguimiento uno de los * Para su clasificación, se dice que un paciente tiene una arteritis de Takayasu cuando
presenta al menos tres de estos seis criterios.
pacientes falleció, cinco permanecieron en remisión y dos su frieron Modificado de Arend WP, Michel BA, Bloch DA, et al: The American College of
múltiples episodios de hemorragia alveolar. Ninguno presentó Rheumatology 1990 criteria for the classification of Takayasu arteritis. Arthritis Rheum
signos de enfermedad sistémica. 33:1131, 1990.
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 503

cial de la pared aórtica y, más rara vez, de la arteria pulmo- otros órganos y tejidos, entre ellos los riñones, las articulaciones,
nar339, 340. Las imágenes tardías de TC obtenidas de 20 a 40 minu- el SNC, el aparato digestivo, el pericardio y los pulmones353. La
tos después de la inyección intravenosa del contraste revelan un edad de comienzo suele situarse entre los 20 y 30 años y es algo
refuerzo circunferencial de la pared del vaso339. También en los más frecuente en los varones que en las mujeres. La mayor preva-
estudios de RM con contraste puede constatarse el engrosamien- lencia de la enfermedad se encuentra en Oriente Medio, sobre
to y el refuerzo de las paredes vasculares341. La arteria pulmonar todo en Turquía, y en Asia oriental353.
se afecta en el 50% al 70% de los pacientes342, 343 y sus alteraciones La etiología y la patogenia son oscuras. La fuerte asociación
habituales son las estenosis u oclusiones de las ramas segmenta- con el antígeno HLA-B51 en muchos grupos étnicos354 y las des-
rias y subsegmentarias, en general de un lóbulo superior343. Estas cripciones de grupos familiares de pacientes no relacionados con
alteraciones se asocian a áreas localizadas de baja atenuación y a el HLA-B51353 indican que los factores genéticos podrían ser
disminución de la vascularización en la TCAR y a defectos de per- importantes. El hallazgo de una correlación entre la expansión
fusión en la gammagrafía de perfusión con macroagregados de oligoclonal de linfocitos T y la enfermedad activa indica que una
albúmina marcados con Tc99m 342. respuesta inmunitaria a un antígeno (que quizá corresponda a
Es típico que los síntomas generales, tales como la fiebre, las una reacción cruzada con un microorganismo infeccioso) podría
mialgias, las artralgias y el adelgazamiento, aparezcan meses o ser un factor importante en su patogenia353.
años antes de que lo hagan otras manifestaciones más específicas La alteración histológica pulmonar más importante en los pri-
de la enfermedad, que suelen guardar relación con las estenosis meros estadios de la enfermedad es la inflamación vascular trans-
vasculares y que incluyen angina de pecho, cefaleas, síncope, tras- mural constituida por linfocitos, células plasmáticas y leucocitos
tornos de la visión y claudicación de los miembros superiores e polimorfonucleares355. El proceso inflamatorio puede extenderse
inferiores. Es frecuente auscultar un soplo que se oye sobre todo a las vías respiratorias adyacentes y producir erosión de las ar-
sobre la arteria carótida335. Puede haber dolor localizado en las terias bronquiales o pulmonares con hemoptisis. Esta forma de
arterias afectadas. Los pulsos arteriales suelen estar disminuidos enfermedad activa no suele verse en el estudio histológico, en el
o faltar por completo y el registro en ambos brazos revela presio- que es más frecuente hallar fibrosis o adelgazamiento de las arterias
nes arteriales sistólicas distintas. musculares y elásticas, a veces tan intensos que se forman aneu-
Los pacientes que tienen afectación sistémica tienen casi siem- rismas. Pueden encontrarse trombos recientes u organizados e
pre signos de lesión pulmonar, aunque ésta rara vez es la primera infartos parenquimatosos que pueden estar relacionados tanto
manifestación de la enfermedad344. Muchos están asintomáticos con la vasculitis y la trombosis local como con embolias secun-
pese a la existencia de signos clínicos o radiológicos de enfermedad darias a la tromboflebitis sistémica356.
pulmonar345. A veces presentan dolor torácico o hemoptisis344. Los aneurismas de la arteria pulmonar aparecen en las radio-
En un estudio de 60 pacientes controlados por el National grafías como opacidades perihiliares redondeadas o como un
Institute of Health durante períodos de 6 meses a 20 años sólo aumento de tamaño unilateral del hilio de desarrollo rápido357.
2 fallecieron, por causas que no parecían relacionadas con la Los aneurismas pueden ser únicos o múltiples, unilaterales o bila-
enfermedad335. Sin embargo, aproximadamente el 50% presentó terales y suelen medir de 1 a 3 cm de diámetro358, 359. La TC, la RM
una discapacidad permanente debida a la imposibilidad de realizar y la angiografía revelan mejor su presencia, tamaño y localización
las tareas diarias y otro 25% tenía episodios de discapacidad tem- (figura 10-19)358-360. Además, la TC y la RM pueden descubrir
poral durante los períodos de actividad de la enfermedad. aneurismas trombosados que no aparecen en las angiogra-
fías358, 361. La oclusión trombótica de la vascularización pulmonar
Arteritis de células gigantes afecta sobre todo a la arteria interlobar derecha y, con menos fre-
cuencia, a las arterias lobulares y segmentarias361. Pueden recono-
La arteritis de células gigantes (arteritis temporal) es una arteritis cerse áreas localizadas de consolidación debidas a infartos, áreas
sistémica relativamente frecuente que afecta sobre todo a los de oligohemia o de atelectasia, así como derrames pleurales uni-
ancianos. Es más frecuente en las grandes arterias de la cabeza y laterales o bilaterales asociados a infartos. La hemorragia pulmo-
del cuello, aunque se han descrito casos raros con afectación ana- nar secundaria a la vasculitis o a la rotura de una arteria pulmonar
tomopatológica tanto de las grandes arterias elásticas pulmonares provoca en ocasiones consolidación focal, multifocal o difusa del
como de las musculares de calibre mediano346, 347. espacio aéreo358, 362. La trombosis de la vena cava superior puede
Los síntomas suelen incluir cefaleas, claudicación mandibular, manifestarse por un ensanchamiento del mediastino en la radio-
polimialgia reumática y pérdida de visión; no es raro encontrar grafía de tórax (véase figura 10-19)359.
dolor a la palpación en la región de la arteria temporal o en el La enfermedad de Behçet evoluciona con remisiones y empeora-
cuero cabelludo. La velocidad de sedimentación suele estar eleva- mientos. Para establecer el diagnóstico los pacientes deben pre-
da. Los síntomas y signos del aparato respiratorio, tales como sentar ulceraciones orales recidivantes y dos de los siguientes cri-
molestias faríngeas, disfonía, sensación de ahogo y dolor a la pal- terios que no puedan explicarse por otras razones clínicas: úlce-
pación en las estructuras cervicales, pueden ser las manifestacio- ras genitales de repetición, lesiones oculares, lesiones cutáneas o
nes iniciales348. Los signos de afectación pleuropulmonar son una prueba de patergia positiva (desarrollo de una pápula o pús-
poco frecuentes, pero puede haber derrames pleurales349, enfer- tula tras el pinchazo de la piel con una aguja)353. La afectación
medad intersticial granulomatosa350, infartos pulmonares351 y tos pulmonar es poco frecuente y puede aparecer años después del
y disnea asociadas a una alveolitis linfocítica con predominio de comienzo de la enfermedad sistémica. Sus principales manifesta-
linfocitos T4352. ciones son los aneurismas de la arteria pulmonar, la trombosis
arterial o venosa, el infarto pulmonar, la neumonía de repetición
Enfermedad de Behçet y la pleuritis353. Los síntomas típicos son hemoptisis de repetición,
dolor torácico, disnea y tos. La hemoptisis puede ser masiva y es
La enfermedad de Behçet es un trastorno sistémico poco fre- una causa frecuente de muerte363. Se han descrito un patrón fun-
cuente que se caracteriza por úlceras aftosas recidivantes, lesiones cional obstructivo que a veces responde a los broncodilata-
cutáneas, úlceras genitales y uveítis. Puede producir trastornos en dores364 y también una alteración restrictiva leve363.
504 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

FIGURA 10-19
Enfermedad de Behçet. Radiografía posteroanterior de tórax (A) de una mujer de 37 años con ensanchamiento de la porción superior derecha del
mediastino. La imagen de TC con contraste (B) muestra trombosis de las venas braquiocefálicas derecha e izquierda (flechas rectas) y aumento de la
atenuación de la grasa mediastínica (flechas curvas), que es un hallazgo indicativo de edema. En el mediastino y la pared torácica se aprecian colaterales
venosas. Una radiografía de tórax obtenida 6 meses más tarde (C) demostró una masa redondeada y bien definida en el lóbulo inferior derecho (flecha
recta) y una consolidación localizada en el lóbulo inferior izquierdo (flecha curva). La parte superior del mediastino era normal. La TC con contraste (D)
que se efectuó al mismo tiempo que la radiografía reveló un trombo. Obsérvese la dilatación de la arteria pulmonar descendente izquierda (punta de
flecha). (A a D, tomados de Ahn JM, Im JG, Ryoo JW, et al: Thoracic manifestations of Behçet syndrome: Radiographic and CT finding in nine patients.
Radiology, 194:199-203, 1995. Caso por cortesía del Dr. Jung-Gi Im, Department of Radiology, Seoul National University Hospital, Seoul, South Korea.)

Crioglobulinemia mixta
indicaron obstrucción de las vías respiratorias de pequeño cali-
La crioglobulinemia mixta es una enfermedad poco frecuente bre y un intercambio gaseoso anormal.
que se caracteriza por púrpura, artralgias, glomerulonefritis y
presencia de globulinas séricas que precipitan cuando se expo- Púrpura de Schönlein-Henoch
nen a temperatura bajas (crioglobulinas). Estas proteínas pue-
den encontrarse en una amplia variedad de enfermedades linfo- La púrpura de Schönlein-Henoch es una vasculitis necrosante
proliferativas, infecciosas y del tejido conectivo; sin embargo, la generalizada que afecta a vasos de pequeño calibre y que se carac-
inmensa mayoría de los casos se relaciona con la infección por teriza por púrpura, dolor abdominal, hemorragia digestiva, artri-
el virus C de la hepatitis o con trastornos autoinmunitarios sis- tis o artralgias, glomerulonefritis y depósitos de inmunocomple-
témicos365. En una serie de 23 pacientes en los que se estudió la jos que contienen IgA. La enfermedad afecta sobre todo a niños y
función pulmonar366 se encontraron signos radiográficos de adolescentes367 y se ha constatado que un cierto porcentaje de
enfermedad pulmonar intersticial difusa en 18. Los síntomas varones que tienen esta enfermedad tiene un tumor maligno sub-
relacionados con el tórax fueron poco frecuentes; un paciente yacente368.
sufrió una hemoptisis, otro tenía dolor pleural y un tercero un En los pocos casos mortales en los que se ha descrito el cuadro
cuadro clínico de asma. Las pruebas de función respiratoria histológico, éste incluyó capilaritis y hemorragia alveolar369, 370.
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 505

Las alteraciones radiográficas típicas son las de una enfermedad 2. Confirmación de la exposición del producto desencade-
bilateral del espacio aéreo secundaria a las hemorragias intraal- nante por los antecedentes, la investigación del entorno, la
veolares; en algunos casos predomina el patrón intersticial371. prueba de precipitina sérica o el análisis de anticuerpos en
Desde el punto de vista clínico, la enfermedad se caracteri- el líquido del LBA.
za por episodios de remisiones y reactivaciones que en general 3. Alteraciones compatibles en la radiografía o la TCAR de
acaban en la curación espontánea. Los signos de afectación del tórax.
aparato respiratorio son raros y en una revisión de 77 adultos 4. Linfocitos en el líquido del LBA (sin embargo, a veces pue-
con esta enfermedad sólo 4 tenían afectación pulmonar367, cuya de haber también neutrofilia382).
manifestación principal fue la hemoptisis369. 5. Alteraciones anatomopatológicas compatibles.
6. «Prueba de provocación natural» positiva (reproducción de
Granulomatosis sarcoidea necrosante los síntomas y de las alteraciones analíticas tras la expo-
sición al entorno sospechoso) o provocación positiva
La granulomatosis sarcoidea necrosante es una enfermedad rara mediante inhalación controlada.
que en el estudio anatomopatológico se caracteriza por granulo-
mas confluentes asociados a una cantidad variable de necrosis Los criterios menores son:
y una vasculitis importante y destructiva focalmente372. De los
100 casos publicados hasta 1996 la mayoría afectaba a adultos de 1. Estertores crepitantes basales.
edad media373, con un fuerte predominio femenino374. Se discute si 2. Disminución de la capacidad de difusión.
este cuadro es un trastorno distinto o sólo la contrapartida histo- 3. Hipoxemia arterial en reposo o durante el ejercicio.
lógica de la sarcoidosis nodular visible en las radiografías375.
El patrón radiológico suele incluir múltiples nódulos bien defi- Patogenia
nidos de 3 a 10 mm de diámetro375. La TCAR muestra una distri-
bución broncoarterial y subpleural predominante similar a la de la La aparición de la AAE depende del tamaño, la capacidad inmu-
sarcoidosis376. En la descripción original de 11 casos372 no se hacía nógena y el número de las partículas orgánicas inhaladas, así
referencia a las adenopatías hiliares que, sin embargo, sí se halla- como de la duración de la exposición y de la respuesta inmu-
ron en 6 de 12 pacientes de otra serie377. nitaria del paciente. Probablemente deba inhalarse una gran can-
Clínicamente, los pacientes pueden estar asintomáticos o tener tidad del antígeno para causar el estímulo necesario e inducir la
tos, fiebre, sudoración, malestar general, disnea, hemoptisis o dolor respuesta inmunitaria. Así se ha demostrado estudiando situacio-
pleurítico. Hay que excluir con cuidado una infección porque los nes que se sabía que se asociaban a la AAE; por ejemplo, se calcu-
microorganismos que producen una inflamación granulomatosa ló que cada gramo de residuos vegetales mohosos tiene aproxi-
pueden dar lugar a cuadros similares tanto desde el punto de vista madamente 500 millones de esporas de hongos potencialmente
clínico como desde el histológico. La evolución es benigna. Las alte- antigénicas383.
raciones radiográficas ceden tras el tratamiento con corticoides o, Los detalles relativos a las interacciones celulares responsables
a veces, de manera espontánea; sin embargo, se han observado de la patogenia de la enfermedad son oscuros y, sin duda, com-
casos de recidivas tras la interrupción del tratamiento377. plejos381. Según ciertos datos, en la lesión de los tejidos intervie-
nen la activación del complemento mediada por inmunocomple-
jos y la quimiotaxis de los neutrófilos384, 385. Por ejemplo, la expo-
ENFERMEDAD PULMONAR POR POLVO sición al antígeno de los pacientes que tienen pulmón de granje-
ORGÁNICO ro induce una alveolitis que en sus primeras fases se caracteriza
por la presencia de neutrófilos activados386. Además, existe una
Alveolitis alérgica extrínseca correlación entre la presencia de neutrófilos preparados para pro-
ducir colagenasa y gelatinasa B en los pulmones de algunos
El término «alveolitis alérgica extrínseca» (AAE, neumonitis por pacientes con AAE y la aparición de fibrosis en la enfermedad
hipersensibilidad) se refiere a un grupo de enfermedades pulmona- subaguda o crónica387. Estudios en animales indican que los
res que se caracterizan por una reacción inmunitaria anormal a los inmunocomplejos podrían intervenir en la presentación de los
antígenos que contiene una amplia variedad de polvos orgánicos. La antígenos por los macrófagos a los linfocitos T384, así como en la
lista de enfermedades y antígenos que se asocian a ellas sigue cre- liberación de citocinas proinflamatorias (interleucina-1, factor de
ciendo desde la primera descripción del «pulmón del granjero» en necrosis tumoral α) que están implicadas en la acumulación de
1932 (tabla 10-6)378. Pese al nombre y a la exposición especial pro- linfocitos388 y en la formación de granulomas389. Pese a todas estas
pia de cada una de estas enfermedades, existen llamativas similitudes observaciones, está claro que la lesión mediada por los inmuno-
entre las características clínicas, anatomopatológicas y radiológicas complejos no es el único factor implicado en la patogenia de la
de todas ellas, lo que indica que comparten una patogenia común. enfermedad. Las concentraciones del complemento en los
La variabilidad de la expresión clínica y la falta de sensibilidad y pacientes son normales, las alteraciones histológicas no son
especificidad de sus manifestaciones clínicas y analíticas dificultan características de este tipo de respuesta inmunitaria y existen
el diagnóstico de la AAE y, aunque se han propuesto criterios diag- datos abundantes de que los anticuerpos séricos frente al antíge-
nósticos específicos379, 380, su validez depende de la exclusión de no desencadenante son más un marcador de la exposición que un
otras enfermedades que tienen signos y síntomas similares, lo que marcador de la enfermedad390.
dificulta mucho su aplicación estricta381. No obstante, en general Una característica importante y precoz en la evolución de la
podrá considerarse confirmado el diagnóstico si se cumplen cuatro AAE es la aparición de una alveolitis linfocítica que se caracteriza
criterios mayores y dos menores. Los criterios mayores son: por la presencia de linfocitos CD4+ activos de fenotipo TH1381 y
de linfocitos CD8+ 391. Parece que estas células son necesarias
1. Antecedentes de síntomas compatibles con AAE que apare- (aunque no suficientes) para la posterior aparición de la enfer-
cen o empeoran tras la exposición al antígeno. medad381; producen varias citocinas proinflamatorias que activan
506 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

TABLA 10-6. Variedades de alveolitis alérgica extrínseca


Enfermedad Principales antígenos responsables Fuente de exposición Características adicionales

AAE asociada a la construcción Género Thermoactinomyces; Madera podrida, paredes húmedas,


Epicoccun nigrum otros materiales de las viviendas
Varios hongos (Serpula, Paecilomyces, humanas
Aspergillus, género Leucogyrophana)
Alveolitis alérgica japonesa Tricosporum cutaneum Polvo doméstico La forma más importante de AAE en
de tipo estival Japón; ocurre en los meses de verano
y cede en otoño
Bagazosis Thermoactinomyces sacchari Residuos enmohecidos de azúcar
de caña (bagazo)
Enfermedad de los descortezadores Cryptostroma corticale Corteza de árboles Afecta a los trabajadores
de arce de los aserraderos
Enfermedad pulmonar inducida Anhídrido trimelítico (?), Pintura de poliéster en polvo Similar a la enfermedad pulmonar
por anhídrido anhídrido ftálico (?) inducida por isocianato
Enfermedad pulmonar Diisocianato de hexametileno, Industria electrónica; tiendas de Aunque está producido por materia
inducida por isocianato diisocianato de difenilmetano y otros pinturas para automóvil inorgánica, este trastorno es
clínicamente idéntico a la AAE
causada por polvo orgánico
Enfermedad de los trabajadores Género Alternaria Pulpa de madera
de la pulpa de madera
Estipatosis Aspergillus fumigatus Esparto
Licoperdonosis Setas del género Lycoperdon
Pulmón del aerosol de almidón ? Planchado de la ropa
Pulmón de la chufa Junia avellaneda Chufa
Pulmón del criador de aves Proteínas de las aves contenidas en Palomas, periquitos, canarios, ocas Junto al pulmón del granjero,
(criador de palomas) el suelo, las excretas o las plumas papagayos, pollos, patos, pavos, la forma más frecuente de AAE
Pulmón de los criadores Cryptostroma corticale
de orquídeas
Pulmón de los cuidadores de setas Micropolyspora faeni, Compost usado en el cultivo de setas La pasteurización al vapor durante
Micromonospora vulgaris, el cultivo de setas favorece el
Pleurotus ostreatus, Pholiota namek, crecimiento rápido de
Hypsizigus marmoreus los actinomicetos termófilos
Pulmón del granjero Bacterias termófilas Afecta a varones de 40-50 años; máxima
(Saccharopolyspora rectivirgula, incidencia durante la estación en
Micropolyspora faeni, género la que el heno almacenado se usa para
Thermoactinomyces y otros) alimentar al ganado vacuno;
enfermedad aguda en 1/3 de los
pacientes, insidiosa en el resto;
prevalencia en los granjeros de
distintas comunidades: 1%-10%; no
debe confundirse con el síndrome
tóxico por polvo orgánico
Pulmón del humidificador Bacterias: género Thermoactinomyces Aires acondicionados, Puede ser difícil de diagnosticar
Hongos: género Penicillium humidificadores, suelos o paredes debido a los antecedentes poco
Amebas: género Sphaeropsidales, húmedos, tuberías calientes claros de exposición; los síntomas
Acanthamoeba castellani, pueden aparecer por la noche
Naegleria gruberi del primer día que se reanuda el
trabajo tras un fin de semana largo
Pulmón de los jardineros o ? Siega del césped, invernaderos
fabricantes de compost mal ventilados
Pulmón de los lavadores de queso Género Penicillium Moho del queso
Pulmón de Nueva Guinea Streptomyces viridis (?) Techo de paja
Pulmón de los operarios Pseudomonas fluorescens (?), Líquido del trabajo con metales
de máquinas Acinetobacter lwoffi (?), contaminado
micobacterias no tuberculosas
Pulmón de las piscinas Candida albicans
Pulmón del polvo de poliéster Anhídrido ftálico (?)
Pulmón del preparador Aspergillus oryzae
de salsa de soja
Pulmón de los que se bañan Complejo Véase también el pulmón del
en bañeras con agua caliente Mycobacterium avium-intracellulare humidificador
Pulmón de los que toman Extracto de hipófisis de buey o cerdo Extracto utilizado para el tratamiento
hipófisis por vía nasal de la diabetes insípida
Pulmón de los segadores de hierbas Thymus vulgaris Siega del tomillo
Pulmón de los trabajadores Trichoderma konigii
de los aserraderos
Pulmón de los trabajadores del café ? Tostado de los granos de café
Pulmón de los trabajadores Polvo de las conchas del marisco
con conchas de marisco en fábricas de botones
Pulmón de los trabajadores Bacillus subtilis Producción de enzimas proteolíticas
de la industria de detergentes por B. subtilis para su uso
en detergentes
Pulmón de los trabajadores Reactivo de Pauli, suero de rata
de laboratorio y otros

Continúa
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 507

TABLA 10-6. Variedades de alveolitis alérgica extrínseca (cont.)


Enfermedad Principales antígenos responsables Fuente de exposición Características adicionales

Pulmón de los trabajadores Serrín de Cabreuva Aserraderos


de la madera
Pulmón de los trabajadores Aspergillus clavatus Moho de la malta
de la malta
Pulmón de los trabajadores Género Monocillium (?), Plantas de procesamiento
del musgo de turba Género Penicillium (?)
Pulmón de los trabajadores Proteínas del pescado (?) Preparación de la carne
del pescado
Pulmón de los trabajadores 1,3-bis (isocianatometil) ciclohexano
en procesos de inyección prepolímero
de espuma de poliuretano
Pulmón de los trabajadores Proteínas del marisco (?) Aire forzado usado para extraer
con quisquillas la carne de las colas
Pulmón de los trabajadores Especies de Penicillium Fábricas de salami
del salami
Pulmón de los trabajadores ? Tabaco mohoso no procesado
del tabaco
Secuoiosis Aureobasidium pullulans (?), Serrín mohoso de madera de secuoya
Género Graphium (?)
Suberosis Penicillium frequentans Corcho mohoso Afecta sobre todo a trabajadores
del corcho en Portugal

Modificado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser y Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.

tanto a los macrófagos como a los linfocitos, dando lugar en últi- trado suele tener una distribución parcheada y tiende a ser más
mo término a la formación de granulomas y fibrosis381. Además, intenso en las regiones peribronquiolares (véase figura en co-
los linfocitos y los macrófagos alveolares fabrican también varias lor 10-3). En el 65% al 75% de los casos se encuentran granulo-
citocinas antiinflamatorias y es probable que la expresión de la mas mal definidos formados por histiocitos epitelioides, células
enfermedad dependa del equilibrio entre los procesos proinfla- gigantes multinucleadas o ambos (véase figura en color 10-3),
matorios y antiinflamatorios384, 392. siendo también frecuentes las células gigantes multinucleadas ais-
Los mastocitos también ejercen una función inmunomodu- ladas asociadas a un infiltrado linfocítico403. Además, suele cons-
ladora en la AAE y se encuentran en mayor número tanto en tatarse una bronquiolitis, cuyo patrón habitual es un exudado en
los cortes de tejido393 como en el líquido del LBA (en el que a organización adyacente a un foco de ulceración epitelial o a un
menudo están desgranulados)394. Aunque no se conoce su fun- tapón de tejido conectivo fibroblástico.
ción exacta y no parece existir correlación entre su presencia y Dependiendo de la gravedad y de la frecuencia de los brotes
la evolución de la enfermedad humana395, en un modelo de individuales de lesión pulmonar, se produce una fibrosis intersti-
AAE en el que se utilizaron ratones con deficiencia de mastoci- cial de grado variable que suele ser más notable en las áreas peri-
tos se observó una reducción significativa de la respuesta infla- bronquiales o periseptales, si bien a veces es más difusa y simula
matoria384. una FPI avanzada con patrón en panal de abejas. Si se interrumpe
Por razones oscuras parece que el consumo de tabaco protege la exposición al antígeno responsable los granulomas tienden a
frente a la aparición de la AAE y se ha encontrado una correlación desaparecer, aunque los infiltrados inflamatorios de células
positiva muy significativa entre la ausencia de consumo de taba- mononucleares y las células gigantes multinucleadas solitarias que
co y la aparición tanto de AAE activa (pulmón del granjero y del contienen un material extraño refringente suelen permanecer.
criador de palomas)396 como de los anticuerpos séricos específi-
cos397. Pese a estas observaciones, los resultados de un estudio que Manifestaciones radiológicas
se realizó en Japón demostraron una prevalencia mucho mayor
de enfermedad crónica, recidivas frecuentes y mala evolución en Las alteraciones radiológicas varían según la fase de la enferme-
los trabajadores fumadores que en los no fumadores398. Es proba- dad. Al principio de la fase aguda la radiografía de tórax puede ser
ble que existan otros muchos factores individuales y ambientales normal, incluso en pacientes en los que las biopsias pulmonares
que también influyan en la aparición de la enfermedad399, entre revelan alteraciones importantes405. Más tarde la imagen carac-
ellos el haplotipo HLA, los polimorfismos de las citocinas y la terística incluye áreas bilaterales de consolidación, que pueden ser
inmunomodulación que induce la infección vírica y la exposición difusas o afectar sobre todo a los campos pulmonares inferiores406.
a lipopolisacáridos bacterianos y glucanos fúngicos400-402. En las enfermedades subagudas los cambios radiográficos afectan
sobre todo a los campos pulmonares medios e inferiores407, 408 y
Características anatomopatológicas los más característicos son las opacidades nodulares pequeñas
y mal definidas, un aumento borroso y mal definido de la opaci-
Las alteraciones histológicas de muchas variedades distintas de dad pulmonar (opacidad en vidrio esmerilado) o ambas (fi-
AAE son muy similares. Durante la fase aguda de la enfermedad gura 10-20)408, 409. Con frecuencia estas alteraciones desaparecen por
la imagen microscópica es una combinación de bronquiolitis y completo entre 10 días y 3 meses después de la exposición, si ésta
alveolitis con formación de granulomas403, 404. La alveolitis se cesa. Sin embargo, si la exposición se mantiene o se repite o si la
manifiesta por un infiltrado inflamatorio intersticial en el que exposición inicial es muy intensa, el patrón nodular difuso o en
predominan los linfocitos acompañados de histiocitos, células vidrio esmerilado será sustituido por el patrón reticular caracterís-
plasmáticas, leucocitos polimorfonucleares y eosinófilos. El infil- tico de la fibrosis intersticial. Aunque la fibrosis puede ser difusa a
508 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

FIGURA 10-20
Neumonitis por hipersensibilidad subaguda. Mujer de 42 años que presentó dificultad respiratoria progresiva a lo largo de varios meses. Las
radiografías de tórax antes del ingreso y en el momento del mismo se interpretaron como normales. Incluso en el estudio retrospectivo resulta difícil
apreciar la ligera opacidad borrosa en la imagen aumentada del pulmón izquierdo en la radiografía del ingreso (A). La TCAR (B) demuestra extensas
áreas de atenuación en vidrio esmerilado y zonas focales de baja atenuación y descenso de la perfusión (flechas). (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

menudo muestra preferencia zonal, sobre todo en las regiones panal de abejas afectaban sobre todo a los campos pulmonares
medias o inferiores de los pulmones (figura 10-21)408, 410, 411. medios (véase figura 10-21) y en el 38% se distribuían de manera
Como sería de esperar, la TCAR demuestra mejor las altera- homogénea por todos los campos pulmonares. Sólo en 1 de 16 pa-
ciones parenquimatosas que la radiografía de tórax406, 408; por cientes (6%) se observó predominio en los lóbulos superiores. En
ejemplo, en un estudio de 21 pacientes con enfermedad subagu- 15 (94%) se comprobaron extensas áreas de atenuación en vidrio
da e imágenes TCAR patológicas, 7 (33%) tenían radiografías de esmerilado y en 10 (62%) había opacidades centrolobulillares de
tórax normales412. Las imágenes típicas de la enfermedad aguda pequeño tamaño; estas alteraciones afectaban sobre todo a los
son áreas bilaterales de consolidación superpuestas a pequeñas campos pulmonares medios e inferiores.
opacidades nodulares centrolobulillares406, 413. La consolidación
puede ser difusa o afectar sobre todo a los campos pulmonares Manifestaciones clínicas
inferiores. En la enfermedad subaguda se identifican áreas bilate-
rales de atenuación en vidrio esmerilado (véase figura 10-20), Las manifestaciones clínicas pueden ser agudas, subagudas o cró-
opacidades nodulares centrolobulillares mal definidas (figura 10-22) nicas. La exposición intermitente de las personas susceptibles a
o ambas. Aunque las dos alteraciones son en general difusas, concentraciones elevadas del antígeno produce episodios recidi-
muchas veces son más marcadas en los campos pulmonares vantes de fiebre, escalofríos, tos seca y disnea, mientras que la
medios e inferiores408. Otra imagen frecuente en los pacientes que exposición continua a concentraciones menores provoca una dis-
tienen enfermedad subaguda es la presencia de áreas localizadas nea que progresa de manera gradual pero que no se acompaña de
de disminución de la atenuación y de la vascularización414. Estas síntomas generales415, 416. Los pacientes que no tienen alteraciones
zonas suelen mostrar una marcada distribución lobulillar y se en las radiografías de tórax pueden presentar síntomas episódi-
asocian a signos de atrapamiento aéreo en las imágenes TCAR cos417, y a veces incluso síntomas espectaculares418. Evidentemen-
espiratorias (figura 10-23). Su extensión es proporcional al te, el primer paso más importante para el diagnóstico es pensar
aumento del volumen residual (VR) y del cociente VR/CPT. en la posibilidad de una AAE, evitando atribuir las manifestacio-
La manifestación de la fase crónica de la neumonitis por hiper- nes clínicas a una infección en los pacientes que tienen síntomas
sensibilidad en la TCAR incluye signos de fibrosis, a menudo aso- agudos o a una FPI en los que tienen manifestaciones crónicas419.
ciados a alteraciones propias de la enfermedad subaguda (véase Los pacientes con AAE pueden presentar también una enferme-
figura 10-21)406, 410, 412. En una revisión de los estudios de TCAR de dad de las vías respiratorias. En un pequeño número de ellos, en
16 pacientes, las áreas de fibrosis se caracterizaron por la presen- general los que tienen antecedentes de alergia, estas manifestaciones
cia de opacidades lineales irregulares y distorsión de la arquitectu- pueden confundirse con las del asma420. Aunque la tos crónica y la
ra410. Las líneas irregulares seguían una distribución aleatoria en el producción de esputo son frecuentes en granjeros por lo demás
plano transversal en el 44% de los casos, mostraban predominio sanos421, parece existir una fuerte relación positiva entre el síndro-
subpleural en el 37% y eran peribroncovasculares en el 19%. En 11 me del pulmón del granjero y la bronquitis crónica422, lo que indi-
(69%) se identificó un patrón en panal de abejas. En el 44% de los ca que se debe considerar que la tos crónica y la producción de
pacientes las opacidades lineales irregulares y las imágenes en esputo son características de una AAE recidivante o crónica.
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 509

FIGURA 10-21
Neumonitis crónica por hipersensibilidad. La radiografía posteroanterior de tórax (A) revela opacidades lineales irregulares que afectan sobre todo a
los campos pulmonares medios. Los volúmenes pulmonares están aumentados. Una imagen de TCAR (colimación de 1 mm) tomada a la altura del cayado
aórtico (B) muestra una ligera fibrosis. La fibrosis es mucho más extensa a la altura del bronquio del lóbulo medio derecho (C). La fibrosis se distribuye
de manera aleatoria en el plano transversal y se caracteriza por la presencia de líneas de atenuación irregulares y distorsión de la arquitectura pulmonar.
En los segmentos basales de los lóbulos inferiores es evidente el patrón en panal de abejas. En la imagen de TCAR tomada a través de las bases
pulmonares (D) destaca la conservación relativa del parénquima. La distribución de las lesiones es característica de la neumonitis crónica por
hipersensibilidad. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

FIGURA 10-22
Neumonitis subaguda por hipersensibilidad. Imagen de TCAR con
colimación de 1 mm que muestra opacidades nodulares pequeñas, mal
definidas y bilaterales situadas a escasos milímetros de la pleura, incluyendo las
cisuras interlobulillares, y a pocos milímetros de los vasos principales, una
distribución característica de los nódulos centrolobulillares. El paciente tenía
antecedentes de contacto con aves. (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001).
510 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

FIGURA 10-23
Atrapamiento aéreo en la neumonitis por hipersensibilidad. Una imagen de TCAR con colimación de 1 mm obtenida al final de la inspiración (A)
muestra áreas bilaterales de atenuación en vidrio esmerilado. En ambos pulmones se observan zonas focales de atenuación baja y disminución de la
vascularización. La imagen de TCAR obtenida al final de la espiración (B) revela, como era de esperar, pérdida de volumen y aumento de la atenuación
de ambos pulmones. El volumen de las áreas focales de disminución de la atenuación no ha cambiado (flechas), un hallazgo que es característico del
atrapamiento aéreo. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

No existe ningún signo físico específico de la AAE. La auscul- estudios de función pulmonar a los 6 años de la evaluación inicial,
tación del tórax revela a veces crepitantes423 o un «quejido» ins- 13 mostraron un patrón obstructivo, 1 tenía alteraciones restricti-
piratorio peculiar424, que se ha atribuido a la apertura de las vías vas, 3 presentaron reducciones aisladas de la capacidad de difusión
respiratorias de varios tamaños. En un estudio los crepitantes y en 16 las pruebas fueron normales431. Nueve de los pacientes con
persistieron en los pacientes que siguieron expuestos al antígeno, obstrucción al flujo aéreo mostraban signos de enfisema en la
pero desaparecieron cuando la exposición se interrumpió425. Las TCAR. En otro estudio de 88 pacientes con pulmón del granjero y
acropaquias son frecuentes en la enfermedad crónica (fibrosa)415. 83 granjeros testigo se encontró enfisema en el 23% de los primeros
Aunque las manifestaciones anatomopatológicas de la AAE se y sólo en el 7% de los segundos432. En los pacientes que tenían pul-
limitan a los pulmones, se han descrito algunos casos de asocia- món de granjero el enfisema afectaba al 18% de los no fumadores y
ción con la enfermedad celíaca426. al 44% de los fumadores, mientras que en el grupo de control estos
porcentajes fueron del 4% y del 20%. Este estudio y otros simila-
Hallazgos de laboratorio res433, 434 indican que la obstrucción al flujo aéreo y el enfisema son
una evolución frecuente de los enfermos que tienen AAE crónica.
En general, las pruebas analíticas no ayudan mucho al diagnósti-
co. En la enfermedad aguda o tras una prueba de provocación Diagnóstico
con el antígeno puede encontrarse neutrofilia con desviación a la
izquierda; la eosinofilia es rara. Aunque la presencia de precipiti- Las alteraciones clínicas y radiológicas suelen indicar el diagnósti-
nas séricas específicas constituye un marcador de la exposición a co cuando se encuentran en el contexto de una exposición a un
un antígeno, la especificidad de las pruebas serológicas no suele antígeno que se sabe produce AAE. La mejoría tras la retirada del an-
ser suficiente para darles valor diagnóstico379, 415. Por la misma tígeno sospechoso refuerza la presunción diagnóstica. La biopsia
razón y por la falta de antígenos fiables comercializados, las prue- puede estar indicada cuando el diagnóstico clínico es dudoso, sobre
bas cutáneas tampoco contribuyen al diagnóstico427. todo cuando existen razones para considerar otras enfermedades
cuyo tratamiento es distinto379, 415. Las muestras de biopsia trans-
Pruebas de función respiratoria bronquial pueden mostrar alteraciones compatibles con AAE que,
en un contexto adecuado, pueden ser consideradas suficientes para
Las pruebas de función respiratoria ayudan a valorar la alteración confirmar el diagnóstico435. Cuando los resultados de la biopsia
en la enfermedad natural y en las pruebas de provocación con el transbronquial son inespecíficos o cuando sus resultados discrepan
antígeno. El patrón general suele ser restrictivo, con una reducción de las observaciones clínicas puede estar indicada una biopsia a cie-
ligera o moderada del VEMS1 proporcional a la disminución de lo abierto que suele ser definitiva, aunque la distinción con una
la CV. Tanto la distensibilidad estática como la capacidad de difusión infección por hongos puede precisar una búsqueda cuidadosa del
suelen estar disminuidas como consecuencia del engrosamiento microorganismo379. La prueba de provocación con antígenos espe-
intersticial visible en el estudio histológico428, 429. Además, algunos cíficos ha ayudado a confirmar el diagnóstico de algunas variantes,
pacientes muestran signos de obstrucción de las vías respiratorias tales como el pulmón del criador de aves436; sin embargo, su sensi-
de pequeño calibre que se refleja en un atrapamiento aéreo430 y en bilidad y especificidad son sólo de aproximadamente el 80%.
una disminución de la velocidad del flujo mesoespiratorio427.
Aunque la evolución a largo plazo más frecuente en los pacien- Pronóstico y evolución natural
tes que tienen AAE crónica es una alteración restrictiva de la fun-
ción pulmonar, algunos presentan obstrucción al flujo aéreo. Así, en El pronóstico es bueno para los pacientes en los que la enfermedad
un estudio de 33 granjeros no fumadores en los que se repitieron los se diagnostica en una fase inicial y que eliminan la exposición al
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 511

antígeno. En los casos más insidiosos, en los que la enfermedad no cia de una reacción inflamatoria no alérgica447. La prevalencia de
se diagnostica en un principio, es posible que antes de que pueda bronquitis crónica es tres veces mayor en las personas que tra-
detectarse la causa se haya desarrollado ya una fibrosis considera- bajan con cerdos estabulados que en los que llevan a cabo otras
ble y grados variables de insuficiencia pulmonar. El mejor pronós- tareas448. La bronquitis se asocia a un grado leve de obstrucción
tico se asocia a la detección precoz de la enfermedad y a la evitación crónica al flujo aéreo que se ha puesto en relación con una reduc-
del antígeno a partir del diagnóstico; los síntomas crónicos previos ción de la función pulmonar a lo largo del turno de trabajo445.
a éste y la exposición persistente dan lugar a una pérdida progresi- Estos trabajadores muestran un exceso de reducción anual del
va de la función respiratoria437, 438. En una revisión de 86 pacientes VEMS1 en comparación con las personas no expuestas449. Los
con pulmón del granjero sometidos a seguimiento durante 5 años, pacientes sintomáticos con450 y sin451 una función pulmonar ini-
casi todas las mejorías clínicas ocurrieron en el primer mes y cial anormal tienen más probabilidades de presentar hiperreacti-
fueron muy escasas después de 6 meses439. Transcurridos 5 años vidad de la vía respiratoria en la prueba de provocación con
el 65% de los pacientes seguía teniendo síntomas respiratorios, el metacolina que los testigos; esta hiperreactividad empeora con la
40% mostraba alteraciones de la función pulmonar y el 32% pre- exposición a largo plazo415.
sentaba opacidades persistentes y difusas en las radiografías. En
cuanto al pronóstico, no pareció que hubiera grandes diferencias Síndrome tóxico por polvo orgánico
entre los que siguieron trabajando en las granjas y los que no lo
hicieron (probablemente siempre que evitaran la exposición). El síndrome tóxico por polvo orgánico puede definirse como una
La mortalidad global parece escasa. En un estudio de granje- enfermedad febril que ocurre tras la exposición a un polvo orgá-
ros finlandeses, sólo el 0,7% murió de la enfermedad entre 1980 nico en pacientes que no tienen signos de AAE453. Es típico que de
y 1990440 y la mayoría de las muertes se produjo en pacientes que 4 a 8 horas después de la exposición al polvo orgánico aparez-
tenían síntomas y alteraciones radiográficas crónicas. Por otra ca fiebre y síntomas de tipo gripal; también puede haber tos
parte, la mortalidad en un grupo de pacientes mejicanos con seca, opresión torácica, disnea leve y sibilancias454. Este síndrome
enfermedad crónica del criador de palomas fue similar a la de los incluye varias enfermedades que previamente se habían descrito
pacientes con FPI después de hacer las correcciones correspon- con distintos nombres, entre ellas la fiebre del humidificador (en
dientes al grado de fibrosis en la valoración inicial441. Estos pro- trabajadores de oficinas y hospitales), la micotoxicosis pulmonar,
nósticos tan distintos podrían explicarse teniendo en cuenta las la fiebre de los cereales, la fiebre del cerdo, la fiebre del algodón y la
diferencias entre las manifestaciones que se encontraron en los fiebre de las astillas. El trastorno es frecuente y la fiebre caracte-
pacientes finlandeses y mejicanos; casi todos los primeros tenían rística afecta a casi el 10% de los granjeros expuestos453 y al 35%
una AAE episódica, mientras que gran parte de los segundos de los que trabajan con cerdos estabulados443. En realidad se ha
tenía una evolución clínica que se caracterizaba por disnea pro- calculado que este trastorno podría ser 50 veces más frecuente
gresiva sin otros síntomas y asociada a manifestaciones radiográ- que la alveolitis alérgica en los granjeros455.
ficas y a índices funcionales de fibrosis pulmonar. La etiología y la patogenia son oscuras, pero la descripción de
un modelo animal indica que podrían estar relacionadas con la
Estabulación porcina y el pulmón exposición tanto a microorganismos fúngicos como a endotoxi-
nas456. Las alteraciones de la función respiratoria son mínimas443.
Aproximadamente 700.000 estadounidenses están expuestos al Este trastorno comparte algunas características con la AAE y
ganado y a las aves de corral estabuladas. Aunque es evidente que ambos aparecen a menudo tras la exposición a materia vegetal
esas personas pasan por un proceso de adaptación a este ambien- mohosa y mejoran con rapidez sin tratamiento453. Sin embargo,
te tóxico442, casi el 70% presenta síntomas respiratorios de manera es importante distinguir ambos cuadros porque el síndrome tóxi-
habitual, en relación con uno o varios trastornos específicos. co por polvo orgánico no produce una alteración permanente de
Estos trabajadores pueden estar expuestos a concentraciones ele- la función pulmonar.
vadas de muchos polvos orgánicos (incluidos mohos, pólenes,
pelo porcino, alimentos para animales, harina de maíz, ácaros de
los cereales y materia fecal aerosolizada), endotoxinas, ácido sul- ENFERMEDAD PULMONAR EOSINÓFILA
fídrico, metano, anhídrido carbónico, monóxido de carbono,
amoníaco, diversos microorganismos y una amplia variedad de Bajo el término «enfermedad pulmonar eosinófila» se agrupan
sustancias volátiles generadas por microorganismos anaerobios diversos trastornos que desde el punto de vista histológico se carac-
en los fosos de estiércol de cerdo443, 444. No siempre puede saberse terizan por acumulación de eosinófilos en los espacios aéreos alveo-
cuál de estas sustancias es la responsable de un trastorno clínico lares y en el tejido intersticial. En la sangre periférica la eosinofilia
determinado. Algunos investigadores han propuesto que la rela- es frecuente pero no siempre importante y parece que los eosinófi-
ción más estrecha con la disminución de la función pulmonar es los participan en la patogenia de la enfermedad resultante. La clasi-
la de la concentración total de polvos y de amoníaco444, mientras ficación más fácil de estos trastornos los divide en grupos con o sin
que para otros el factor principal es la concentración de endo- etiología establecida457; los de origen desconocido se definen y se
toxinas y de otras sustancias microbianas445, 446. distinguen unos de otros sobre todo por sus características clínicas.
Al menos el 25% de los trabajadores tiene síntomas de tos,
producción de esputo, irritación de garganta, nariz y ojos, opre- Eosinofilia pulmonar simple
sión torácica, dificultad respiratoria, sibilancias y mialgias443. El
riesgo de aparición de estos síntomas aumenta con la duración y La eosinofilia pulmonar simple es un trastorno poco frecuente
la intensidad de la exposición y, además, todos ellos podrían ser que se caracteriza por eosinofilia sanguínea y áreas locales no
más graves y frecuentes en los fumadores y en los pacientes ató- segmentarias de consolidación parenquimatosa, en general
picos o que tienen enfermedades previas del aparato respirato- transitorias, en la radiografía de tórax. Por definición, el térmi-
rio443. Sólo en un pequeño porcentaje de trabajadores los síntomas no se limita a los casos de etiología desconocida, pues enfer-
se deben al asma, mientras que en la mayoría parecen consecuen- medades similares de causa conocida, como las secundarias a
512 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

fármacos o a parásitos, se clasifican como formas específicas de intensa que obliga a iniciar ventilación mecánica457, 462, 463. No
la enfermedad pulmonar eosinófila. parece mostrar predilección por ningún sexo y se han observado
La comprobación de una variación estacional en la prevalen- pacientes de todas las edades464.
cia del trastorno y su asociación con la atopia indican que en Se desconoce la patogenia de la enfermedad. Sin embargo, se
algunos casos su causa son antígenos ambientales desconoci- ha propuesto que sería una reacción de hipersensibilidad a un
dos457. Debido a su naturaleza benigna y transitoria, rara vez se antígeno no reconocido465, y de hecho parece que en algunos
documentan las características anatomopatológicas de la consoli- pacientes determinadas exposiciones específicas han sido impor-
dación parenquimatosa, pero en los pocos casos en que se han tantes para provocar la enfermedad466, mientras que en otros
descrito las alteraciones incluían edema intersticial y alveolar muchos se ha observado una diátesis alérgica467. En el líquido del
mezclado con un gran número de leucocitos eosinófilos458. LBA se aprecia un aumento importante de eosinófilos, aunque
Las manifestaciones radiográficas características son áreas también es mayor el número de neutrófilos y de linfocitos (en
migratorias y transitorias de consolidación parenquimatosa que no especial CD4+), lo que implica que éstos podrían intervenir tam-
son segmentarias, que pueden ser únicas o múltiples y que suelen bién en la patogenia de la enfermedad468. Se ha constatado que la
tener límites mal definidos (figura 10-24)457, 459. A menudo son interleucina-5 es la citocina clave responsable de la acumulación
periféricas457. de eosinófilos en el pulmón469.
Es típico que los pacientes no presenten síntomas o que éstos El estudio histológico de las biopsias de los pacientes afectados
sean escasos, y a menudo el diagnóstico se sospecha en un primer muestra una lesión alveolar difusa (aguda o en organización)
momento por el hallazgo de las opacidades características en asociada a un gran número de eosinófilos en el intersticio y en el
la radiografía de tórax. Suele existir un antecedente de asma o espacio aéreo470.
de atopia460. Es frecuente encontrar una leucocitosis superior a Las alteraciones que se identifican en las radiografías y en las TC
20.000/mm3, que en su mayor parte se debe al aumento de los son similares a las del edema pulmonar. La primera manifestación
eosinófilos. Cuando la afectación parenquimatosa pulmonar es radiográfica es una opacidad reticular, a menudo con líneas B
extensa, los resultados de las pruebas funcionales respiratorias de Kerley457. Estas opacidades progresan con rapidez a lo largo de
indican en general una alteración restrictiva, desaturación ar- pocas horas o días hasta convertirse en opacidades intersticiales y
terial de oxígeno y disminución de la capacidad de difusión461. del espacio aéreo que afectan sobre todo a los campos pulmonares
Cuando existen, los signos y síntomas suelen ceder de forma inferiores467. En algún momento de la evolución de la enfermedad
espontánea en el plazo de 1 mes457. casi todos los pacientes presentan pequeños derrames pleurales
bilaterales471. La TC revela áreas bilaterales de atenuación en vidrio
Neumonía eosinófila aguda esmerilado, engrosamiento de los tabiques interlobulillares, derra-
mes pleurales discretos y, a veces, áreas localizadas de consolidación
La neumonía eosinófila aguda es una enfermedad aguda febril o nódulos pequeños471. Al contrario que en la neumonía eosinófi-
que se asocia a insuficiencia respiratoria hipoxémica, a veces tan la crónica, es raro encontrar una distribución periférica467, 472.

FIGURA 10-24
Eosinofilia pulmonar simple. Radiografía posteroanterior de tórax (A) de una mujer de 61 años con áreas bilaterales de
consolidación que no muestran una distribución segmentaria precisa. Existe una amplia opacidad de aumento de densidad a lo
largo de la zona axilar inferior del pulmón derecho. En ese momento su recuento leucocítico total era de 11.000/mm3 con 1.700
eosinófilos (15%). Una semana más tarde (B) la distribución anatómica de las áreas de consolidación había experimentado un
cambio considerable, haciéndose más extensas en el lóbulo superior derecho y en ambos lóbulos inferiores y menos en el lóbulo
superior izquierdo. El recuento leucocítico total era de 14.000/mm3, con el 20% de eosinófilos. Se hizo un diagnóstico de
eosinofilia pulmonar simple y el tratamiento logró una rápida remisión de los síntomas y la resolución completa de las alteraciones
radiográficas. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 513

Es típico que los pacientes refieran en el estudio inicial disnea,


mialgias y dolor torácico pleurítico. En la exploración física se
constata dificultad respiratoria, fiebre y crepitantes en ambas
bases o difusos a la auscultación457. Si existe bronquiolitis asocia-
da, se encontrarán sibilancias473. En general no hay eosinofilia
periférica, pero es característica una notable elevación de los eosi-
nófilos en el LBA, y en algunos pacientes llegan a suponer el 80%
de las células, lo que es importante para el diagnóstico463. Los
estudios de la función respiratoria de los pacientes que tienen
infiltración eosinófila de las vías respiratorias de pequeño calibre
muestran disminución de la capacidad de difusión y signos de
alteración funcional de dichas vías473.
La respuesta al tratamiento con corticoides es en general rápi-
da, aunque algunos pacientes mejoran de manera espontánea.
A diferencia de la neumonía eosinófila crónica, no suelen produ-
cirse recidivas. Es importante distinguir esta enfermedad de las
reacciones a fármacos y de las infecciones por hongos y parásitos,
cuyos cuadros clínicos y manifestaciones analíticas pueden ser
similares. Es importante no olvidar que la causa de la enfermedad
de los pacientes que tienen insuficiencia respiratoria fulminante
puede ser fácilmente reversible.

Neumonía eosinófila crónica FIGURA 10-25

Este trastorno pulmonar poco frecuente sigue una evolución clí- Neumonía eosinófila crónica. Radiografía posteroanterior de tórax que
muestra una consolidación bilateral del espacio aéreo con predominio en el
nica y radiográfica más prolongada que la neumonía eosinófila
lóbulo superior; la distribución periférica (cortical) es muy característica de
aguda y que la eosinofilia pulmonar simple. Como en este último esta enfermedad. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
cuadro, son habituales los antecedentes de atopia (sobre todo de Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
asma). La incidencia de la enfermedad es más de dos veces mayor
en las mujeres que en los varones y casi la mitad de los casos apa-
rece entre los 30 y 50 años de edad. caracteriza en general por fiebre elevada, malestar general, adel-
La etiología suele ser desconocida, pero la frecuente asociación gazamiento, tos y disnea457, mientras que la hemoptisis, el dolor
con atopia y la presencia de concentraciones elevadas de IgE cir- torácico y las mialgias son más raros.
culante en las fases de máxima actividad del proceso, con vuelta a Los estudios analíticos revelan eosinofilia sanguínea en la
sus valores normales durante las remisiones, indican que en la mayoría de los pacientes, aunque su ausencia no excluye el diag-
patogenia interviene una respuesta de hipersensibilidad mediada nóstico476. Las pruebas de función pulmonar suelen mostrar un
por reaginas frente a un antígeno no identificado474. patrón restrictivo con disminución de la capacidad de difusión y
La alteración histológica predominante es la ocupación de los alteración del intercambio gaseoso, acompañado en algunos
espacios alveolares por un infiltrado inflamatorio que tiene una casos de hipoxemia grave durante la fase aguda475. Tras la remi-
elevada proporción de eosinófilos (véase figura en color 10-4)475. sión es frecuente un defecto ventilatorio obstructivo479. El diag-
Aunque la necrosis del parénquima pulmonar es poco frecuente, nóstico puede hacerse casi siempre por las manifestaciones clíni-
a menudo se encuentran agregados de eosinófilos necróticos cas y radiológicas, sin necesidad de recurrir a técnicas invasoras
rodeados de una empalizada de histiocitos («microabscesos eosi- antes de instaurar el tratamiento. Aunque puede confirmarse por
nófilos»). El epitelio de la vía respiratoria puede ulcerarse y aso- el estudio histológico, la presencia de numerosos eosinófilos en el
ciarse a una bronquiolitis obliterativa475, un hallazgo que quizá se líquido del LBA también respalda el diagnóstico480.
relacione con la aparición de una enfermedad obstructiva de la La respuesta al tratamiento con corticoides es espectacular, con
vía respiratoria en algunos enfermos. una rápida resolución radiográfica y una mejoría clínica clara en
El patrón radiográfico característico incluye una consolidación 24 horas478. La mayoría de los pacientes se encuentra completa-
bilateral no segmentaria que afecta de forma exclusiva o predomi- mente bien en 2 semanas476, aunque se han descrito casos de fibro-
nante a los dos tercios inferiores de los pulmones (figura 10-25)476. sis pulmonar residual481. Muchos necesitan tratamiento durante
Esta distribución periférica, presente de manera típica sobre todo meses o incluso años, pues las recidivas son frecuentes cuando se
en los lóbulos inferiores, se observa en las radiografías de aproxi- reduce o interrumpe la administración de corticoides482.
madamente el 60% de los pacientes476, 477 y puede identificarse en
las TC de la práctica totalidad de ellos472, 477. Cuando se compara Síndrome de hipereosinofilia
con el carácter migratorio y transitorio de las áreas de consolida-
ción de la eosinofilia pulmonar simple, se comprueba que las El síndrome de hipereosinofilia (SHE) es un cuadro poco frecuen-
lesiones tienden a persistir sin modificación durante muchos días te que se caracteriza por una prolongada eosinofilia sanguínea y
o semanas, salvo que se instaure un tratamiento con corticoides. alteraciones funcionales de varios órganos483. La etiología suele ser
Aproximadamente el 50% de los pacientes tiene atopia, y la desconocida (SHE idiopático) y es probable que sea multifactorial.
manifestación más frecuente es el asma467. Según la experiencia En una serie de 50 pacientes, 35 (70%) señalaron el comienzo de la
de los autores y la de otros478 parece existir una asociación poco enfermedad entre los 20 y 50 años de edad (media, 33 años)483.
frecuente con una desensibilización terapéutica a distintos antí- Aunque en esta serie no se hizo referencia a la incidencia por sexos,
genos. La enfermedad puede aparecer de manera insidiosa y se otros autores constatan su predominio en los varones484.
514 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

Para el diagnóstico del SHE idiopático se han establecido tres bién incluye glomerulonefritis y presencia de anticuerpos anti-
criterios483: 1) eosinofilia persistente de 1.500/mm3 durante al MBG. La hemorragia pulmonar idiopática (HPI) es más frecuente
menos 6 meses o la muerte antes de los 6 meses en los pacientes en niños, en general menores de 10 años, y no muestra predominio
que tienen signos y síntomas adecuados, 2) falta de pruebas de por ningún sexo, al contrario que el SGP, que es una enfermedad
una causa parasitaria, alérgica o de otro tipo reconocible para la de adultos jóvenes, sobre todo varones487.
eosinofilia y 3) signos y síntomas de alteración orgánica, bien Como la alteración principal de la HPI es la hemorragia y la
relacionados de forma directa con la eosinofilia, bien no explica- hemosiderosis es sólo una de las consecuencias anatomopatológi-
dos por el cuadro clínico concreto. cas de la enfermedad (y a veces, sólo una parte muy pequeña), los
Los principales órganos afectos en el SHE son el corazón autores prefieren el término de hemorragia pulmonar idiopática al
(fibrosis valvular con insuficiencia) y el sistema nervioso (menin- más tradicional de «hemosiderosis».
gitis, neuropatía periférica y alteraciones cognitivas o de la con-
ducta). La afectación directa del aparato respiratorio es rara pero Etiología y patogenia
puede adoptar varias formas tales como la infiltración vascular
por eosinófilos y la fibrosis intersticial. Aunque casi todos los casos de SGP son esporádicos, su fuerte
Las radiografías de tórax pueden mostrar opacidades transi- asociación con los alelos HLA-DR15 y HLA-DR4488 y la escasa
torias del espacio aéreo que ceden de manera espontánea y que representación de los alelos HLA-DR7 y HLA-DR1489, 490 indican
a veces se asocian a signos clínicos de broncoespasmo. También se una influencia genética importante en la patogenia.
ha descrito un patrón intersticial, por lo general asociado a la afec- La presencia de anticuerpos anti-MBG es un factor claramen-
tación de otras vísceras y que es probable que se deba a la infiltra- te patogénico y en algunos casos se constata una relación directa
ción perivascular por los eosinófilos o a la fibrosis457. La descom- entre la gravedad del proceso y el título del anticuerpo491; además,
pensación cardíaca se manifiesta por cardiomegalia, edema pul- la enfermedad no recidiva en los pacientes trasplantados en
monar y derrame pleural. ausencia de anticuerpo. El autoantígeno de la membrana basal se
Los síntomas iniciales son inespecíficos y el diagnóstico sólo se encuentra en el extremo aminoterminal de la cadena α3 del colá-
considera, por lo general, cuando se detecta la leucocitosis y la geno de tipo IV, α3(IV)NC1 (dominio no colagenoso)492. En
eosinofilia. La tos y la disnea pueden deberse a la afectación car- algunos pacientes se han identificado linfocitos T que reaccionan
díaca, a la pulmonar o a ambas. frente a este antígeno493, lo que indica una participación en la
enfermedad que va más allá de la potenciación de la función de
Enfermedad pulmonar eosinófila de etiología los linfocitos B y de la producción de anticuerpos.
específica Se ignora la causa de que algunos pacientes con anticuerpos
anti-MBG sólo presenten hemorragia pulmonar o glomerulone-
Fármacos. Los fármacos son una causa importante de enferme- fritis, en lugar de la combinación más frecuente de ambas. Este
dad pulmonar eosinófila457. Conviene pensar en esta posibilidad hecho podría estar relacionado con diferencias estructurales
ante todo paciente que tenga opacidades pulmonares radiográfi- entre los alvéolos y los glomérulos que permitirían un acceso más
cas, eosinofilia en la sangre o el LBA y antecedentes de exposición fácil de los anticuerpos a la membrana basal487. Para que el anti-
a fármacos por cualquier vía. Las reacciones oscilan entre las cuerpo accediera a la membrana basal alveolar podría ser asimis-
que son similares a la eosinofilia pulmonar simple hasta las que mo necesario un aumento de la permeabilidad capilar. Esta hipó-
recuerdan a la neumonía eosinófila aguda. Los fármacos que están tesis se basa en datos procedentes de estudios con animales de
implicados con más frecuencia son los antibióticos, los antiinfla- experimentación487 y de observaciones clínicas según las cuales
matorios no esteroideos, los que se utilizan para la EII y las drogas las hemorragias pulmonares de repetición podrían aparecer des-
inhaladas como la cocaína485 y la heroína486. pués de infecciones494, sobrecarga de líquidos, tabaquismo495 y
Infestaciones parasíticas. Las infestaciones parasíticas son exposición a varias toxinas487.
una causa frecuente de infiltración eosinófila pulmonar y de eosi- La patogenia precisa de la hemorragia pulmonar en el SGP
nofilia en la sangre periférica en los países «en vías de desarrollo». también es dudosa. En el riñón la activación del complemento y
Sin embargo, con la creciente inmigración a los países industria- las enzimas celulares inflamatorias son responsables de la lesión
lizados desde esas zonas y con el aumento continuo de los viajes alveolar. Como en las biopsias humanas se ha encontrado capi-
al extranjero, los médicos deben familiarizarse con las manifesta- laritis268 y como en los estudios en animales se ha documentado
ciones de estas infestaciones. Todas ellas se deben a metazoos que, asimismo una llegada precoz de neutrófilos a los tabiques alveo-
en su mayoría, son nematelmintos. Los primeros signos y sínto- lares496, es posible que en el pulmón intervengan mecanismos
mas de gran parte de los pacientes son similares a los de la eosi- similares. Los resultados de un modelo animal experimental de la
nofilia pulmonar simple. Los parásitos que con mayor frecuencia enfermedad indican que la expresión de CD44 en las células
producen estos cuadros son Ascaris lumbricoides, Strongyloides endoteliales podría contribuir a la atracción de los leucocitos y a
stercoralis, Ancylostoma duodenale, Wuchereria bancrofti, Toxocara la posterior lesión de los tabiques alveolares497.
canis y cati y el género Schistosoma. Tampoco se conoce la etiología y la patogenia de la HPI. Aun-
que las similitudes clínicas y anatomopatológicas con el SGP res-
paldan un origen autoinmunitario, en la mayoría de los casos fal-
HEMORRAGIA PULMONAR tan datos serológicos que lo confirmen. Además, en los estudios
inmunitarios y ultraestructurales del tejido pulmonar no se han
Síndrome de Goodpasture y hemorragia podido demostrar depósitos de inmunoglobulinas ni de compo-
pulmonar idiopática nentes del complemento498. Por otro lado, en algunos pacientes se
identifican inmunocomplejos, tanto circulantes499 como en los
Estas dos entidades se caracterizan por episodios repetidos de tejidos500, y la enfermedad se asocia a varios trastornos inmunita-
hemorragia, anemia ferropénica y, en los casos de larga duración, rios bien conocidos, entre ellos la enfermedad celíaca501, en apro-
insuficiencia pulmonar. El síndrome de Goodpasture (SGP) tam- ximadamente el 25% de los pacientes.
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 515

Características anatomopatológicas exploración física revela crepitantes finos y matidez a la percusión


sobre las zonas del pulmón afectadas; el hígado, el bazo y los gan-
Las alteraciones histológicas del pulmón son prácticamente idén- glios linfáticos aumentan de tamaño y se hacen palpables en el 20%
ticas en el SGP y en la HPI e incluyen hemorragias limitadas en al 25% de los pacientes512. En la mayoría de los casos aparece una
gran medida a los espacios aéreos alveolares y a las vías respirato- anemia ferropénica501. Cuando se asocia a enfermedad celíaca puede
rias de pequeño calibre (véase figura en color 10-5). De hecho, haber esteatorrea513. En ocasiones la discrepancia entre el grado
puede producirse una hemorragia pulmonar masiva sin hemopti- de hemoptisis y la gravedad de la anemia se debe a una malabsor-
sis asociada y con un contenido escaso o nulo de sangre en la trá- ción no diagnosticada secundaria a aquélla514. En una serie el 12%
quea y en los bronquios principales. Las demás alteraciones histo- de los pacientes presentaba eosinofilia periférica y en 10 de
lógicas dependen de la duración y la gravedad de la enfermedad en 20 pacientes en los que se buscaron se detectaron aglutininas frías512.
el momento del estudio, pero incluyen presencia de macrófagos La hemoptisis, que es el síntoma inicial más frecuente en los
cargados de hemosiderina en los espacios aéreos alveolares y en el enfermos que tienen SGP, afecta al 80% al 95% de los casos. Aunque
tejido intersticial, fibrosis leve o moderada e hiperplasia de los puede ser mortal, rara vez es tan copiosa como en la HPI. Puede
neumocitos de tipo II. También puede haber una inflamación aparecer en fases más avanzadas de la enfermedad o no hacerlo en
intersticial aguda focal o, con menos frecuencia, difusa502. Esta absoluto y es típico que preceda en varios meses a las manifes-
inflamación se manifiesta como una capilaritis idéntica a la de la taciones clínicas de la afectación renal487. Esta última observa-
poliangitis microscópica y es un infiltrado por neutrófilos en los ción ayuda a distinguir el SGP de la hemoptisis que se asocia a la
tabiques alveolares, con o sin trombos de fibrina y necrosis. insuficiencia renal crónica de otra etiología. Como síntomas ini-
Los estudios de inmunofluorescencia del tejido pulmonar ciales se encuentran también disnea, astenia, debilidad, laxitud,
fresco obtenido de pacientes con SGP demuestran una tinción palidez, tos y, a veces, hematuria franca515. La hemorragia aguda
lineal difusa a lo largo de la pared alveolar503. El anticuerpo más puede asociarse a escalofríos, fiebre y diaforesis487. No es raro que
frecuente es IgG, pero a veces se encuentra también IgA e IgM; la los enfermos experimenten un dolor torácico que a menudo
presencia de C3 es variable. En claro contraste con la positividad empeora con la tos. Los signos físicos son similares a los de la HPI.
de los estudios de inmunofluorescencia en el SGP, los resultados Aunque los resultados del análisis de orina inicial pueden ser nor-
en la HPI son casi siempre negativos. males, en algún momento de la evolución de la enfermedad apare-
cen de forma casi invariable proteinuria, hematuria y cilindros
Manifestaciones radiológicas celulares y granulosos. Es imprescindible efectuar análisis de ori-
na repetidos. En ocasiones el sedimento urinario es normal y sólo
Las manifestaciones radiológicas del SGP y de la HPI son idénti- la biopsia confirma la afectación renal516. De los 51 casos que se
cas. En las primeras fases el patrón radiográfico incluye áreas par- incluyeron en una revisión, todos tenían anemia y la mitad de ellos
cheadas de consolidación del espacio aéreo distribuidas de una mostraba leucocitosis con desviación a la izquierda515.
manera bastante homogénea por todos los campos pulmonares Sólo se han publicado algunos informes sobre la función pul-
(figura 10-26). En las áreas más consolidadas suele encontrarse monar de los pacientes que tienen HPI y SGP. Algunos de los enfer-
broncograma aéreo. Las opacidades suelen ser generalizadas, pero mos que se estudiaron durante los períodos de remisión presenta-
pueden ser más importantes en las zonas perihiliares y en los ban un patrón de predominio restrictivo, con disminución de la
campos pulmonares medios e inferiores. Los vértices y los ángu- capacidad de difusión y a veces disminución de la PaO2 en reposo517.
los costofrénicos se hallan respetados casi siempre504. Aunque la Se ha dicho que este tipo de patrón persiste en los dos cuadros
afectación parenquimatosa suele ser bilateral, en general es asi- después de que la radiografía de tórax haya vuelto a la normali-
métrica y a veces incluso unilateral505. Las imágenes de la TC dad518. Un signo útil para confirmar que las opacidades del espacio
incluyen áreas de atenuación en vidrio esmerilado o de consoli- aéreo que se observan en las radiografías se deben a la hemorragia
dación que pueden ser parcheadas o difusas207, 506, pero que tien- es una captación de monóxido de carbono superior a la normal519.
den a afectar sobre todo a las regiones declives del pulmón507.
Las radiografías seriadas obtenidas a lo largo de varios días des- Diagnóstico
de el episodio agudo de hemorragia suelen mostrar un cambio pro-
gresivo característico del patrón (véase figura 10-26), de forma Cuando un paciente en el segundo o tercer decenios de su vida
que las zonas de consolidación del espacio aéreo desaparecen en 2 a sufre una hemoptisis y muestra signos radiológicos de hemorra-
3 días para ser sustituidas por un patrón reticulonodular de distri- gia en el espacio aéreo debe sospecharse un SGP, sobre todo si hay
bución idéntica a la de aquéllas508. Este patrón reticulonodular va también signos de enfermedad renal. La demostración de anti-
disminuyendo de forma gradual en los días siguientes y la radiogra- cuerpos anti-MBG circulantes y en los tejidos mediante un análi-
fía de tórax suele volver a la normalidad en unos 10 a 12 días a par- sis de enzimoinmunoanálisis de adsorción o un estudio de inmu-
tir del episodio original207. Cuando las hemorragias se repiten, la nofluorescencia confirma el diagnóstico520. La mayor parte de las
radiografía de tórax sólo revela en general una recuperación parcial demás enfermedades que se caracterizan por hemoptisis y altera-
después de cada episodio, manteniéndose el patrón reticulonodular ciones de la función renal puede distinguirse por las manifes-
indicativo de una enfermedad intersticial irreversible (fibrosis y taciones clínicas y analíticas de vasculitis asociada o por la obser-
acumulación de macrófagos cargados de hemosiderina)509, 510. vación del depósito de inmunoglobulinas o de complemento con
un patrón granular en el estudio de inmunofluorescencia en la
Manifestaciones clínicas biopsia renal521. El diagnóstico puede confirmarse con una mues-
tra de biopsia transbronquial503; sin embargo, un resultado nega-
El comienzo de la HPI puede ser insidioso, con anemia, palidez, tivo no excluye la enfermedad, pues es posible que, aunque no se
debilidad, letargo y tos seca. En otros casos la instauración del cua- identifiquen anticuerpos anti-MBG en los tabiques alveolares, sí
dro es aguda, con fiebre y hemoptisis. Cuando la enfermedad pro- existan en los glomérulos522.
gresa pueden aparecer acropaquias, hepatoesplenomegalia e icteri- Del conjunto de pacientes que tienen glomerulonefritis y
cia501, 511. Durante la fase aguda de la hemorragia pulmonar la hemorragia pulmonar, aproximadamente el 20% tiene un
516 CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias

FIGURA 10-26
Síndrome de Goodpasture. Radiografía posteroanterior (A) de un varón de 49 años que muestra una extensa consolidación de
ambos pulmones. Es evidente un broncograma aéreo bien definido. Tres días más tarde (B) el patrón era algo más granular y
10 días después del episodio inicial (C) era ya claramente reticular. Pasados otros 6 días (D) sólo persistía un fino patrón reticular
con una distribución anatómica idéntica a la de la afectación inicial. La secuencia de las alteraciones que se ilustra es típica de la
hemorragia pulmonar masiva. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

SGP521, 523 y el 50% alguna forma de vasculitis sistémica523; la enfermedades del tejido conectivo y las vasculitis sistémi-
mayor parte de los restantes presenta una hemorragia alveolar cas140, 526 y 3) determinadas neoplasias metastásicas como el
difusa asociada a otras formas de glomerulonefritis523. Como la coriocarcinoma527.
afectación renal del SGP puede no ser evidente en las primeras
fases524, debe pensarse en este diagnóstico ante todo paciente Pronóstico
que tenga manifestaciones radiológicas y clínicas compatibles
con hemorragia alveolar difusa sin signos de enfermedad renal. El pronóstico de los pacientes que tienen HPI es muy variable. En
En estos casos el diagnóstico diferencial es amplio y abarca: 1) la una de las primeras comunicaciones publicadas el intervalo entre
aspiración de sangre después de una rotura vascular525, 2) las la aparición de los síntomas y la muerte fue sólo de 2,5 años512,
CAPÍTULO 10 ■ Enfermedades pulmonares inmunitarias 517

pero en las valoraciones pediátricas más recientes lo habitual es 26. Gross M, Esterly JR, Earle RH: Pulmonary alterations in systemic lupus erythe-
matosus. Am Rev Respir Dis 105:572-577, 1972.
encontrar supervivencias largas501, 511, quizá gracias al tratamien- 27. Bankier AA, Kiener HP, Wiesmayr MN, et al: Discrete lung involvement in systemic
to con corticoides e inmunosupresores. En los adultos el pronós- lupus erythematosus: CT assessment. Radiology 196:835-840, 1995.
28. Ooi GC, Ngan H, Peh WC, et al: Systemic lupus erythematosus patients with res-
tico parece bastante favorable. De los 7 adultos que se recogieron piratory symptoms: The value of HRCT. Clin Radiol 52:775-781, 1997.
en una serie (cuatro de los cuales tenían una enfermedad celíaca 29. Bulgrin JG, Dubois EL, Jacobson G: Chest roentgenographic changes in systemic
asociada), 5 sobrevivieron entre 10 y 40 años528. lupus erythematosus. Radiology 74:42-49, 1960.
30. Joseph J, Sahn SA: Connective tissue diseases and the pleura. Chest 104:262-270,
El tratamiento actual (que incluye corticoides, inmunosupre- 1993.
sores y plasmaféresis) ha permitido que la evolución de los 31. Orens JB, Martinez FJ, Lynch JP 3rd: Pleuropulmonary manifestations of systemic
pacientes que tienen SGP haya experimentado una mejoría sus- lupus erythematosus. Rheum Dis Clin North Am 20:159-193, 1994.
32. Fenlon HM, Doran M, Sant SM, Breatnach E: High-resolution chest CT in systemic
tancial529. En conjunto, más del 50% de los enfermos sobrevive a lupus erythematosus. AJR Am J Roentgenol 166:301-307, 1996.
largo plazo, aunque algunos dependen de la diálisis487. Hay una 33. Wiedemann HP, Matthay RA: Pulmonary manifestations of the collagen vascular
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íntima relación entre el pronóstico y el grado de alteración inicial 34. Eagen JW, Memoli VA, Roberts JL, et al: Pulmonary hemorrhage in systemic lupus
del riñón530, y el diagnóstico precoz favorece la conservación de la erythematosus. Medicine (Baltimore) 57:545-560, 1978.
función renal. En casos raros el SGP recidiva después de varios 35. Santos-Ocampo AS, Mandell BF, Fessler BJ: Alveolar hemorrhage in systemic lupus
erythematosus: Presentation and management. Chest 118:1083-1090, 2000.
años en pacientes en los que la enfermedad remitió de manera 36. Alarcon-Segovia D, Deleze M, Oria CV, et al: Antiphospholipid antibodies and the
espontánea o gracias al tratamiento531. antiphospholipid syndrome in systemic lupus erythematosus. A prospective analy-
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C A P Í T U L O O N C E

TRASPLANTE

TRASPLANTE PULMONAR Y Manifestaciones clínicas 530 Edema pulmonar 535


CARDIOPULMONAR 525 Diagnóstico 530 Hemorragia alveolar difusa 535
Técnica y selección de los pacientes 525 Neumonía criptógena organizativa 530 Enfermedad de injerto contra
Técnicas quirúrgicas 525 Trastorno linfoproliferativo huésped 535
Selección de pacientes 525 postrasplante 531 Síndrome de neumonía idiopática 535
Lesión por isquemia-reperfusión 526 Infección 531 Síndrome de toxicidad pulmonar
Rechazo hiperagudo 526 Bacterias 532 retardada 536
Rechazo agudo 526 Virus 532
Bronquiolitis obliterativa 536
Patogenia 526 Hongos 532
Bronquitis linfocítica 536
Características anatomopatológicas 527 Recidiva de la enfermedad primaria 533
Complicaciones pleurales 533 Infección 536
Manifestaciones radiológicas 527 Otras complicaciones 537
Manifestaciones clínicas 528 Complicaciones bronquiales 533
Complicaciones vasculares Pruebas de función respiratoria 537
Pruebas funcionales respiratorias 528
Bronquiolitis obliterativa 528 pulmonares 534 TRASPLANTE HEPÁTICO 537
Patogenia 528 Función pulmonar postrasplante 534 Calcificación pulmonar 537
Características anatomopatológicas 529 Pronóstico 534 Trombosis pulmonar 538
Manifestaciones radiológicas 529 TRASPLANTE DE MÉDULA ÓSEA 534 Hipoxemia 538

Técnica y selección de los pacientes


G
racias en gran medida al progresivo conocimiento de los
mecanismos inmunitarios del rechazo de los órganos y al
desarrollo de potentes fármacos inmunosupresores, el Técnicas quirúrgicas
trasplante se ha convertido en una forma de tratamiento impor-
tante para muchas enfermedades. Estas intervenciones han mejo- Para el trasplante de pulmón se utilizan cuatro estrategias quirúr-
rado la calidad y la duración de la vida de muchos pacientes pero, gicas principales: trasplante unipulmonar, trasplante bilateral
no obstante, a menudo van acompañadas de importantes efectos secuencial, trasplante cardiopulmonar y trasplante de lóbulos pro-
secundarios. Como sería de esperar, la necesidad de evitar el cedentes de donantes vivos2. El trasplante unipulmonar resulta
rechazo del injerto mediante la inmunosupresión quimiotera- adecuado para la mayoría de los pacientes y es preferible al bilate-
péutica se asocia a un riesgo notable de infecciones, a menudo ral por su mayor facilidad técnica y porque permite ampliar el
graves y causadas por microorganismos oportunistas. Además, número total de intervenciones. Se ha utilizado con resultados
muchos pacientes presentan diversas complicaciones pulmonares satisfactorios en pacientes con hipertensión pulmonar primaria,
no infecciosas, que son más frecuentes en los receptores de tras- incluso en presencia de insuficiencia ventricular derecha3, y en el
plantes pulmonares, cardiopulmonares y de médula ósea. enfisema avanzado4. El trasplante pulmonar bilateral es necesario
para los pacientes que tienen enfermedad pulmonar séptica5 y es
el preferido en algunos centros para pacientes jóvenes con EPOC6. El
TRASPLANTE PULMONAR trasplante cardiopulmonar es el idóneo en los pacientes que tienen
Y CARDIOPULMONAR complejo de Eisenmenger sin alteraciones cardíacas corregibles,
enfermedad pulmonar con enfermedad cardíaca no relacionada
Desde mediados de los ochenta el trasplante pulmonar y cardio- con aquélla y en la hipertensión pulmonar tromboembólica cróni-
pulmonar ha pasado de ser una técnica experimental a convertirse ca cuando no es posible la tromboendarterectomía7. La experien-
en una modalidad terapéutica indicada para varios cuadros pul- cia sobre el trasplante lobular bilateral de donantes vivos emparen-
monares que serían mortales sin él, y de los que los más frecuentes tados es limitada pero favorable en pacientes con fibrosis quística8.
son la fibrosis pulmonar idiopática, la fibrosis quística, la EPOC
(incluido el enfisema por deficiencia de α1-antiproteasa) y la hiper- Selección de pacientes
tensión pulmonar idiopática. Entre 1995 y 2001 se comunicaron al
registro de la International Society for Heart and Lung Transplanta- En la tabla 11-1 se recogen las recomendaciones generales para la
tion casi 9.000 trasplantes unipulmonares o bipulmonares1. El selección de los pacientes. Resulta difícil establecer el momento de
número de trasplantes cardiopulmonares es mucho menor y, en la remisión del paciente al centro de trasplantes y hay que prever
realidad, ha disminuido hasta el punto de que en la actualidad se al menos uno a dos años de demora durante los que es probable
hacen menos de 100 al año. Por desgracia, la cifra de órganos dis- que permanezca en la lista de espera. La esperanza de que el tras-
ponibles para la donación es escasa, y tanto el tiempo de espera plante alargue la vida del paciente ha hecho que se hayan estable-
para el trasplante como el número de pacientes que fallecen mien- cido cálculos de supervivencia para enfermedades concretas. En
tras se encuentran en esta lista de espera han aumentado2. realidad, estas previsiones son imperfectas y están en evolución9, 10.

525
526 CAPÍTULO 11 ■ Trasplante

TABLA 11-1. Criterios de selección para los receptores como el mantenimiento de la distensión vascular durante el tiem-
de trasplantes pulmonares po de isquemia19 y la presión de reperfusión20, también podrían
1. Edad inferior a 65 años para el trasplante unipulmonar y de 60 años
influir en la gravedad de la lesión. La patogenia de la lesión endo-
para el trasplante bipulmonar telial depende de varios procesos entre los que se encuentran la
2. Enfermedad pulmonar terminal con esperanza de vida inferior a mayor adherencia y activación de los neutrófilos, la formación de
12 a 18 meses especies reactivas del oxígeno y la elaboración de citocinas proin-
3. Ausencia de otras enfermedades médicas importantes (incluida la flamatorias (sobre todo de interleucina-821), que pueden proce-
seropositividad para el VIH)
4. Estado de nutrición aceptable (tanto la obesidad como la der del donante22. La disminución de la producción de surfactan-
desnutrición importantes son contraindicaciones relativas) te debida a la lesión del epitelio alveolar podría alterar también el
5. Ambulante con posibilidad de rehabilitación intercambio gaseoso23.
6. Perfil psicológico y cumplimiento demostrado de los protocolos Las alteraciones histológicas de los casos leves de lesión por
médicos, abstinencia de consumo de cigarrillos y de abuso de otras
drogas durante al menos 6 meses y buen sistema de apoyo
reperfusión incluyen edema y congestión del espacio aéreo y de
emocional y logístico los tabiques alveolares24, mientras que en los casos graves el
7. Ausencia de microorganismos multirresistentes en el cultivo de aspecto es el de una lesión alveolar difusa. En los espacios aéreos
esputo pueden identificarse tapones de tejido fibroelástico varias sema-
8. Ausencia de cirugía torácica mayor previa nas después del trasplante, como reflejo de la organización del
9. Recursos económicos adecuados para el trasplante y el tratamiento
postoperatorio exudado25.
Las manifestaciones radiológicas son inespecíficas y similares a
Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Pare’s Diagnosis las que se observan en los pacientes que tienen insuficiencia ven-
of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999. tricular izquierda, sobrecarga de líquido y rechazo agudo26, 27.
Oscilan entre una veladura perihiliar sutil y una consolidación
parcheada o confluente del espacio aéreo que afecta sobre todo a
En último término, la decisión de enviar al paciente podría estar los campos pulmonares medios e inferiores. Otras imágenes habi-
tan relacionada con la percepción que éste tenga de su calidad de tuales son el engrosamiento peribronquial y perivascular y un
vida como con el cálculo que hace el médico de su duración11. Es patrón reticular. Es típico que las alteraciones de la radiografía de
imprescindible que el enfermo sea capaz de participar en un pro- tórax comiencen a aparecer en las 24 horas siguientes al trasplan-
grama de rehabilitación preoperatoria, participación que puede te, alcancen su máxima intensidad en el tercer o cuatro días y ter-
ayudar a optimizar la situación del paciente antes del trasplante y minen por desaparecer entre los días 5 y 14 del postoperatorio.
a acortar la recuperación postoperatoria y que sirve como indica-
dor de la motivación y del futuro cumplimiento del protocolo Rechazo hiperagudo
médico tras el trasplante. Se han publicado las enfermedades
médicas generales que ejercen impacto sobre la elegibilidad y las Es típico que el rechazo hiperagudo se produzca en los minutos
directrices específicas de las enfermedades para el trasplante12. siguientes al restablecimiento de la perfusión pulmonar y su cau-
sa son los aloanticuerpos preformados que se unen al órgano del
Lesión por isquemia-reperfusión donante y activan el complemento28. Esta alteración es poco fre-
cuente en los receptores de trasplante pulmonar y desde el punto
La lesión pulmonar producida por la isquemia-reperfusión de vista histológico se manifiesta por lesión alveolar difusa, infil-
durante el proceso del trasplante (la «respuesta de reimplanta- tración por neutrófilos y presencia de IgG en los espacios y tabi-
ción pulmonar») se debe a una lesión del epitelio alveolar y del ques alveolares, identificable mediante fluorescencia29-31. El criba-
endotelio; desde el punto de vista clínico se caracteriza por ede- do en la sangre del receptor de los anticuerpos anti-HLA que se
ma pulmonar e hipoxemia y aparece en las 72 horas siguientes al han formado a consecuencia de una exposición previa a aloantí-
trasplante pulmonar13. Suele comenzar en las primeras 24 horas genos y la comprobación de la compatibilidad ABO han elimina-
y progresa hasta alcanzar su punto máximo en 4 a 7 días14. La lla- do en la práctica esta complicación como causa de pérdida pre-
mada insuficiencia primaria del injerto, que ocurre en aproxima- coz de la función del injerto.
damente el 15% de los pacientes y que a menudo conduce a la
muerte o a la necesidad de una ventilación mecánica prolongada, Rechazo agudo
se considera su forma más grave. La respuesta de reimplantación
también se ha asociado a un riesgo mayor de aparición y progre- El rechazo agudo es una complicación casi constante del tras-
sión de bronquiolitis obliterativa y de insuficiencia tardía del plante pulmonar y es una causa importante de morbilidad32.
injerto15. El diagnóstico de la lesión pulmonar inducida por la Aunque la reacción puede verse ya a los 3 días de la intervención,
isquemia-reperfusión sólo debe considerarse tras haber excluido lo habitual es que sus primeras manifestaciones ocurran pasadas
las demás causas de enfermedad del espacio aéreo, tales como la 1 o 2 semanas. Aproximadamente el 60% de los casos se produce
sobrecarga de volumen, el rechazo agudo, la infección, la insufi- durante los 3 primeros meses tras la intervención y es raro obser-
ciencia cardíaca izquierda y la obstrucción venosa pulmonar16. var un rechazo después de 4 años33. La pequeña proporción de
La lesión pulmonar durante el proceso del trasplante depende pacientes que no muestran signos clínicos de rechazo durante los
sobre todo de los neutrófilos activados, que lesionan el endotelio 4 primeros meses después del trasplante suele permanecer libre
de los capilares alveolares y producen acumulación de líquido en de esta complicación34.
los espacios aéreos adyacentes17. La gravedad de la lesión endote-
lial depende de la FIO2, la temperatura y el grado de insuflación Patogenia
pulmonar durante el transporte y del uso de circulación extra-
corpórea durante la cirugía14; en las condiciones actuales de con- El rechazo agudo es una respuesta inmunitaria de tipo predomi-
servación y reperfusión no parece que el tiempo de isquemia nantemente celular que se debe a la activación y proliferación de
influya en su aparición18. Por otra parte, factores biofísicos, tales los linfocitos T efectores dirigidos contra el complejo HLA (com-
CAPÍTULO 11 ■ Trasplante 527

plejo de histocompatibilidad principal [CHP]) de las células TABLA 11-2. Fórmula de trabajo para la clasificación
del donante35. De forma más específica, los linfocitos T CD8+ del y gradación del rechazo de los aloinjertos pulmonares

} {
receptor reconocen las moléculas de clase I del CHP del donante Rechazo agudo
y, tras diferenciarse bajo la influencia de las citocinas secretadas Grado 0 – Ninguno Inflamación de la vía
por los linfocitos T colaboradores, provocan la lisis directa de las Grado 1 – Mínimo respiratoria:
células endoteliales y epiteliales del injerto28. Como sería de espe- Grado 2 – Leve con/sin linfocíticas
rar, existe una fuerte relación entre el riesgo de presentar esta Grado 3 – Moderado bronquitis y
Grado 4 – Grave bronquiolitis
complicación y la falta de compatibilidad de los loci HLA36, 37. Rechazo crónico de
las vías respiratorias:
Características anatomopatológicas bronquiolitis obliterativa
a. Activo
b. Inactivo
Aunque las manifestaciones histológicas del rechazo pulmonar Rechazo crónico vascular:
agudo se superponen en cierta medida a las de otros cuadros esclerosis vascular acelerada
(p. ej., infecciones)38, son lo bastante características como para del injerto
permitir un diagnóstico fiable en la mayoría de los casos39. Estas
alteraciones varían dependiendo de la gravedad del rechazo y se Adaptado de Yousem A: A perspective on the revised working formulation for the
han propuesto sistemas de graduación que reflejan estas variacio- grading of lung allograft rejection. Transplant Proc 28:477, 1996. Reproducido con
autorización de Appleton & Lange, Inc.
nes (tabla 11-2)39. Lo más frecuente es encontrar rechazos míni-
mos o leves, siendo raros los rechazos graves.
La principal alteración es un infiltrado por células mononu-
Manifestaciones radiológicas
cleares que en los grados más bajos afecta sobre todo al tejido
intersticial que rodea las vénulas, las arteriolas y las arterias y Las alteraciones radiológicas incluyen un patrón reticular inters-
venas de pequeño calibre. La afectación vascular suele ser par- ticial fino, líneas septales, opacidades en vidrio esmerilado, con-
cheada y se recomienda obtener un mínimo de cinco biopsias solidaciones parcheadas o confluentes del espacio aéreo y derra-
transbronquiales para una valoración adecuada40. En los casos gra- mes pleurales nuevos o crecientes (figura 1-2)41. Las alteraciones
ves, el infiltrado inflamatorio se extiende por la pared de los vasos parenquimatosas tienden a afectar sobre todo a los campos pul-
hasta afectar al endotelio («endotelitis») y al intersticio alveolar monares medios e inferiores42 y son más probables cuando el
adyacente (figura 11-1). Los espacios aéreos no suelen afectarse rechazo ocurre en las primeras fases de la evolución postoperato-
salvo en los casos graves, en los que puede constatarse necrosis de ria que cuando aparece más tarde43. Las manifestaciones más fre-
los tabiques alveolares acompañada de hemorragia, un exudado cuentes en la TCAR incluyen áreas localizadas, parcheadas o
proteináceo, membranas hialinas e infiltración por neutrófilos. amplias de atenuación en vidrio esmerilado, líneas septales y

A B

FIGURA 11-1
Trasplante pulmonar: rechazo agudo. La pared de la arteria pulmonar de pequeño calibre (A) muestra un engrosamiento
moderado por edema e infiltración de células inflamatorias, algunas de las cuales se extienden a los tabiques alveolares adyacentes.
En una imagen a mayor aumento (B) se observan algunas células inflamatorias con núcleos grandes de forma algo irregular
(«linfocitos transformados»); algunas células se encuentran íntimamente asociadas al endotelio («endotelitis»). (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
528 CAPÍTULO 11 ■ Trasplante

FIGURA 11-2
Rechazo agudo de un trasplante pulmonar. Una mujer de 62 años recibió un trasplante pulmonar derecho por enfisema. La radiografía posteroanterior
de tórax realizada 6 días después (A) muestra un leve engrosamiento intersticial, sobre todo en la región perihiliar derecha y en el lóbulo inferior izquierdo.
Una radiografía obtenida 2 días más tarde (B) revela empeoramiento de las alteraciones parenquimatosas con aparición de líneas septales, opacidades en
vidrio esmerilado en los campos medios derechos e inferiores izquierdos y áreas focales de consolidación. La biopsia transbronquial confirmó el diagnóstico
de rechazo agudo. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

derrame pleural27, 44. No obstante, la TCAR puede ser normal, Bronquiolitis obliterativa
sobre todo en los pacientes que tienen rechazo leve44, 45.
Las imágenes radiográficas y de la TCAR del rechazo agudo La obstrucción progresiva del flujo aéreo debida a bronquiolitis
son inespecíficas y similares a las de la lesión por reperfusión, se describe hasta en el 70% de los pacientes sometidos a un tras-
de la insuficiencia cardíaca izquierda y de la infección44, 45. Sin plante de pulmón50. Hasta el 55% de los afectados muere debido
embargo, las alteraciones que indican un rechazo agudo son opa- a esta complicación, lo que hace que sea causa más importante de
cidades nuevas o que empeoran entre 1 y 2 semanas después del fracaso tardío del injerto51.
trasplante, derrames pleurales nuevos o crecientes y líneas septa-
les sin otros signos de insuficiencia cardíaca izquierda27, 46. Patogenia
Manifestaciones clínicas Aunque la patogenia precisa de la bronquiolitis obliterativa (BO) es
dudosa, la mayor parte de los datos apunta a una lesión de la vía res-
El rechazo pulmonar agudo se caracteriza por un cuadro clínico piratoria de tipo inmunitario como mecanismo básico. De hecho, la
inespecífico de tos, disnea, fiebre, taquipnea y estertores a la aus- mayoría de los autores utiliza los términos «bronquiolitis obliterati-
cultación7; por tanto, para llegar al diagnóstico suele ser necesa- va postrasplante» o «síndrome de bronquiolitis obliterativa» (SBO,
ria la biopsia transbronquial. Aunque el uso de la biopsia trans- este último referido a la disfunción pulmonar en ausencia de signos
bronquial de seguimiento (biopsias tomadas en ausencia de histológicos de BO y de otras razones aparentes de obstrucción del
manifestaciones clínicas, funcionales o radiológicas anormales) flujo aéreo) como sinónimos del rechazo crónico52 y son numerosas
revela con claridad que algunos episodios de rechazo no produ- las observaciones tanto clínicas como experimentales que respaldan
cen manifestaciones clínicas47, no se ha demostrado que el trata- esta hipótesis; algunas de estas observaciones son las siguientes:
miento que se instaura a partir de los resultados de las biopsias de
seguimiento mejore el pronóstico y la evolución final48. 1. Existe una fuerte asociación (aunque no es constante)
entre la frecuencia, la gravedad y la persistencia del recha-
Pruebas funcionales respiratorias zo agudo y el desarrollo de BO53.
2. En los pulmones de los receptores de trasplantes de médula
Una disminución persistente y superior al 10% del VEMS1 y de la ósea que presentan una enfermedad de injerto contra huésped
CVF suele anunciar la aparición de una complicación del tras- y en los pacientes que tienen enfermedades del tejido conjun-
plante. Como es lógico, la especificidad de estas alteraciones es tivo de mecanismo inmunitario como la enfermedad reuma-
limitada, habiéndose observado que la sensibilidad para el recha- toide, las alteraciones anatomopatológicas son idénticas.
zo agudo varía desde aproximadamente el 40% al 85% en los 3. La prevalencia de la BO ha disminuido al aumentar la
receptores de un solo pulmón. Los mejores resultados son los de inmunosupresión en el período postrasplante54, y a veces
los cambios pequeños de la CVF en los pacientes que tienen fibro- una BO establecida mejora al incrementar la inmunosupre-
sis pulmonar subyacente, mientras que los peores se han asociado sión55. Por el contrario, la falta de cumplimiento de las reco-
a cambios pequeños del VEMS1 en pacientes que tienen EPOC. mendaciones es un factor de riesgo para la aparición de BO3.
CAPÍTULO 11 ■ Trasplante 529

4. El número de linfocitos B y T en el tejido peribronquiolar y dena una fibrosis excesiva de la vía respiratoria, posiblemente
en las luces bronquiales es mayor en los pacientes con BO mediada por citocinas tales como el factor transformador del
que en los testigos56; además, existen pruebas de que, en crecimiento β70-73.
ausencia de infección, la presencia de una bronquitis/bron- También es posible que otros distintos mecanismos contribu-
quiolitis linfocítica es tanto una manifestación de un recha- yan a la lesión de la vía aérea y a la BO posterior52. Se ha visto que
zo agudo como un factor de riesgo para la aparición de BO57. la neumonitis/bronquiolitis por citomegalovirus (CMV) puede
5. El análisis de los linfocitos en la sangre periférica58 y en el aumentar el riesgo de BO por incremento de la capacidad inmu-
líquido del LBA59 de algunos pacientes con BO revela pobla- nógena del injerto74. También existe una correlación significativa
ciones clonales u oligoclonales, lo que indica que su expan- entre la lesión por isquemia-reperfusión y la aparición del SBO15;
sión ha sido el resultado de una respuesta a un número aunque el mecanismo de esta correlación es oscuro, se ha pro-
escaso de aloantígenos. puesto que la reacción inflamatoria frente a la lesión del tejido
6. En diversos análisis, los linfocitos obtenidos tanto por LBA60 contribuiría a potenciar la expresión de los antígenos HLA.
como por biopsia bronquial61 de pacientes con BO demos-
traron reactividad específica frente a antígenos del donante. Características anatomopatológicas
7. El epitelio bronquial de los pacientes con BO muestra una
expresión aumentada de antígenos del CHP de clase II Desde el punto de vista histológico, la BO se manifiesta por un
cuando se compara con el de los pacientes que tienen vías aumento excéntrico o, con mayor frecuencia, concéntrico del
respiratorias normales62, lo que proporciona tanto un des- depósito de tejido conjuntivo entre la muscular de la mucosa y el
encadenante como una diana para la respuesta inmunita- epitelio de los bronquiolos membranosos y respiratorios proxi-
ria. La mayor expresión de las moléculas coestimuladoras males (figura 11-3)75. En las primeras fases de la enfermedad el
B7-1 y B7-2 sobre las células presentadoras de antígenos tejido conjuntivo parece activo y está formado por fibroblastos
incrementa esta respuesta63. separados por un estroma laxo. Cuando la enfermedad avanza el
8. Los linfocitos del líquido del LBA de los pacientes que tie- tejido fibroso adopta un aspecto maduro típico y puede llegar a
nen SBO reaccionan con antígenos HLA de clase I especí- ocluir por completo la luz de la vía respiratoria. Aunque a menu-
ficos del donante64, y su presencia es proporcional a la pro- do se encuentra un infiltrado inflamatorio de células mononu-
gresión de la BO65. cleares tanto en el tejido intersticial peribronquial como en el
9. La presencia de anticuerpos anti-HLA en el suero se ha propio tejido fibroso, lo habitual es que sea leve. El epitelio de la
asociado a un riesgo mayor de presentar BO, lo que apoya vía respiratoria puede ser normal, pero lo más frecuente es que
la participación de la inmunidad humoral66. esté aplanado o muestre metaplasia epidermoide.
10. En algunos pacientes con hiporreactividad linfocítica fren-
te a los antígenos del donante no ha aparecido BO67. Manifestaciones radiológicas
No se conoce la vía precisa por la que estas reacciones inmu- La radiografía de tórax es a menudo normal. Cuando existen, las
nitarias acaban por causar la BO. Sin embargo, es posible que alteraciones radiográficas incluyen disminución de las marcas
estimulen una respuesta inflamatoria68, 69 que, a su vez, desenca- vasculares periféricas, ligero descenso de los volúmenes pulmo-

A B

FIGURA 11-3
Bronquiolitis obliterativa postrasplante. Una parte de la muestra de biopsia transbronquial (A) revela una ligera neumonitis intersticial y
oclusión parcial de un bronquiolo de pequeño calibre por tejido fibroso, situado entre la muscular de la mucosa (flechas) y el epitelio. Una
imagen tomada a mayor aumento (B) demuestra el tejido fibroso (F), en el que hay fibroblastos de aspecto activo. M, músculo. (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,WB Saunders, 1999.)
530 CAPÍTULO 11 ■ Trasplante

Manifestaciones clínicas
El tiempo medio entre el trasplante y el reconocimiento de la BO
es de 6 a 12 meses28. La evolución clínica es variable y si bien en
algunos pacientes la enfermedad comienza de manera insidiosa
y progresa con lentitud, otros presentan tanto un comienzo como
una evolución rápidos85. Algunos enfermos están asintomáticos y
la alteración se detecta gracias a la realización sistemática de
pruebas de función respiratoria y de biopsias. Los síntomas son
inespecíficos e incluyen malestar general, tos seca y disnea de
esfuerzo. A medida que la función pulmonar se deteriora, la dis-
nea empeora. Son frecuentes las sibilancias y la opresión torácica,
síntomas ambos que responden mal a la medicación broncodila-
tadora86. Es típica la ausencia de producción de esputo, pero la
colonización crónica de la vía respiratoria por Pseudomonas aeru-
ginosa puede asociarse a una traqueobronquitis purulenta reci-
divante2.
A En las primeras fases de la BO hay pocos signos físicos. Al-
gunos pacientes presentan sibilancias al final de la inspiración y
crepitantes en ambas bases. Cuando la enfermedad avanza puede
haber disminución de los sonidos respiratorios, espiración pro-
longada, cianosis y signos de cor pulmonale.

Diagnóstico
El diagnóstico de BO suele depender de una combinación de
manifestaciones clínicas, radiológicas y funcionales. Aunque la
sensibilidad descrita para la broncoscopia y la biopsia transbron-
quial ha sido muy variable (entre el 15% y el 70%50), estas dos
técnicas suelen ser útiles para excluir las alteraciones que pueden
confundirse con la BO desde el punto de vista clínico, como son
la estenosis anastomótica, la infección, la recidiva de la enferme-
dad primaria y el rechazo agudo. Además, algunas alteraciones
del líquido del LBA son marcadores sensibles (aunque inespecífi-
cos) del SBO89, 90.
B La alteración funcional más característica de la BO es la dis-
minución del VEMS1. Una fórmula de trabajo útil para la estadi-
FIGURA 11-4 ficación clínica de la disfunción del injerto que ha logrado una
Trasplante pulmonar: bronquiolitis obliterativa. En esta imagen de aceptación general se basa en el cociente entre el VEMS1 actual y
TCAR en inspiración (A) se aprecia una dilatación bronquial importante y la media de los dos valores más altos medidos después del tras-
áreas de reducción de la atenuación y de la vascularización (flechas). La plante y obtenidos con un intervalo de al menos 3 semanas91. Un
imagen en espiración (B) registrada a la altura de las cúpulas diafragmáticas
estado de SBO potencial, «SBO 0-p», refleja una posible enferme-
muestra atrapamiento aéreo (flechas). La paciente era una mujer de
60 años que había recibido un trasplante de pulmón 2 años antes. (Tomado dad inicial que justifica una vigilancia cuidadosa; se ha definido
de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases como una disminución del VEMS1 del 10% al 19% en relación
of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.) con el valor inicial, una disminución mayor del flujo mesoespi-
ratorio máximo (FMEM) o de ambos. La hiperreactividad a la
metacolina92, una respuesta broncodilatadora a volúmenes pul-
nares y a veces dilatación bronquial76, 77. Las imágenes de la TCAR monares bajos93 y una alteración de la distribución de la ventila-
revelan áreas de disminución de la atenuación y de la vasculari- ción94 son asimismo indicadores de un riesgo mayor de BO. El
zación, dilatación bronquial, engrosamiento de la pared bron- «SBO 1» se define como un VEMS1 del 66% al 80% del valor inicial
quial y atrapamiento aéreo (figura 11-4)78, 89. y un «SBO 3» sería un VEMS1 del 50% o menos del inicial. Cuan-
El indicador radiológico más sensible y exacto del SBO es do otra alteración, por ejemplo un derrame pleural, produce una
la presencia de atrapamiento aéreo en la TCAR que se realiza nueva restricción, hay que establecer un nuevo VEMS1 «diagnós-
tras una espiración máxima80, 81. Por ejemplo, en un estudio de tico» en un valor inferior91.
38 receptores de trasplantes cardiopulmonares, la sensibilidad
del atrapamiento aéreo con afectación de más del 32% del Neumonía criptógena organizativa
parénquima pulmonar fue del 83% y su especificidad del 89%
con respecto a la diferenciación entre los pacientes que tenían el Esta alteración se asocia sobre todo a un rechazo agudo leve o a
síndrome y los que no lo tenían80. Sin embargo, otros grupos de una infección, en general una neumonía por CMV95, y nunca o
investigadores han constatado una exactitud diagnóstica inferior casi nunca aparece de forma aislada. Se ha observado tanto antes
y la importancia de la TCAR en la detección precoz de la com- como después de la aparición de la BO. Las manifestaciones ana-
plicación y en el control de los pacientes que la han presentado tomopatológicas, radiológicas y clínicas son similares a las que se
está controvertida82-84. han descrito en la población no trasplantada.
CAPÍTULO 11 ■ Trasplante 531

Trastorno linfoproliferativo postrasplante enfermedad puede mejorar al reducir la intensidad de la inmu-


nosupresión; la muerte puede deberse a un rechazo crónico pos-
El término «trastorno linfoproliferativo postrasplante» (TLPT) se terior o a un linfoma progresivo107. La supervivencia actuarial
refiere a una proliferación localizada de linfocitos anormales que global oscila en torno al 50% en el primer año y al 20% a los
aparece después de un trasplante96. Las lesiones específicas pueden 2 años107. El pronóstico es relativamente favorable en los pacien-
ser benignas tanto desde el punto de vista histológico como bioló- tes en los que la primera manifestación de la enfermedad es un
gico (hiperplasia de células plasmáticas), pero también pueden ser nódulo pulmonar solitario108.
claramente malignas, con alteraciones cromosómicas clonales
(linfoma)97. Los porcentajes de incidencia en los pacientes recep- Infección
tores de trasplantes pulmonares oscilan entre el 5% y el 10%. Casi
todos los tumores afectan al propio pulmón98, sobre todo cuando Las infecciones pulmonares son la causa más frecuente de morbi-
la enfermedad aparece en el primer año posterior al trasplante99. lidad y mortalidad en los receptores de trasplantes pulmonares107,
Existe una fuerte asociación entre esta enfermedad y los linfo- y son responsables de aproximadamente la mitad de las muertes
citos B infectados por el virus de Epstein-Barr (VEB)100 y es pro- que se producen durante la hospitalización inicial y hasta de las
bable que esta infección sea un paso esencial para la aparición de tres cuartas partes de las posteriores109. Además del efecto del tra-
la mayoría de las lesiones. Esta complicación es mucho más pro- tamiento inmunosupresor necesario para evitar el rechazo, la
bable en los pacientes que eran seronegativos para el VEB antes alteración de la limpieza mucociliar110 y del drenaje linfático, así
del trasplante que en los seropositivos101, riesgo que se ha reducido como la depresión del reflejo de la tos debido a la desnervación
en la actualidad gracias a la profilaxis antivírica102. Aunque parece del pulmón107, contribuyen también a favorecer la susceptibilidad
que la infección por el VEB es importante en la aparición de la de los pacientes a las infecciones pulmonares. Además, es proba-
TLPT, está claro que también es esencial el tratamiento inmuno- ble que la manipulación, la isquemia, la conservación y la reim-
supresor. No se conoce el mecanismo preciso de la interacción plantación del pulmón donante alteren sus defensas frente a la
entre estos dos factores, pero es probable que se trate de una com- infección en el período inmediatamente posterior al trasplante111.
binación de fenómenos, entre ellos la proliferación de los linfoci- La aparición de estenosis o dehiscencia en las anastomosis es un
tos B inducida por el VEB, la inhibición de los linfocitos T citotóxi- factor de riesgo más tardío112.
cos por los fármacos, la inhibición de la apoptosis asociada a la Aunque gran parte de las infecciones se debe a los microorga-
ciclosporina y al VEB y la activación de oncogenes o la inactiva- nismos que entran primero en contacto con el paciente tras el
ción de genes oncosupresores97. trasplante, a veces se transmiten con el órgano donante113 o pro-
Las manifestaciones radiográficas y de TCAR más frecuentes ceden de las vías respiratorias proximales o de los senos del recep-
son nódulos pulmonares únicos o múltiples y adenopatías hilia- tor, ya colonizados antes de la intervención114. Como sería de espe-
res o mediastínicas (figura 11-5)27, 103. Otras alteraciones menos rar, el espectro de microorganismos responsables de la infección
frecuentes incluyen engrosamiento de los tabiques interlobulilla- abarca diversas bacterias, virus, hongos y el género Mycoplasma.
res, opacidades en vidrio esmerilado, consolidación, derrame Las manifestaciones radiológicas de las diversas infecciones de
pleural y derrame pericárdico. Los nódulos pueden tener bordes los receptores de trasplantes pulmonares son inespecíficas. Un
lisos o irregulares y a menudo están rodeados por un halo de ate- grupo de investigadores revisó las imágenes de TC de 39 pacientes
nuación en vidrio esmerilado104. La correlación anatomopatoló- que tuvieron 49 neumonías confirmadas115, en su mayor parte
gica demostró que el halo se debe a la presencia en el pulmón causadas por el CMV, el género Pseudomonas y el género Aspergi-
adyacente de un infiltrado linfocítico menos denso105. llus. Las observaciones más frecuentes en la TC fueron la consoli-
El diagnóstico puede hacerse en una muestra obtenida por dación (que se encontró en 37 episodios), las opacidades en vidrio
punción-aspiración con aguja fina106; sin embargo, a menudo es esmerilado (en 34), el engrosamiento de los tabiques (en 33), el
necesario recurrir a la biopsia por toracotomía o abierta. La derrame pleural (en 33) y nódulos múltiples (en 25). La identifi-

FIGURA 11-5
Trastorno linfoproliferativo postrasplante. La TCAR
muestra nódulos pulmonares bilaterales (flechas) rodeados
por un halo mal definido de atenuación en vidrio
esmerilado. También se observa engrosamiento de la
cisura interlobar izquierda debido a un pequeño derrame
pleural. La paciente era una mujer de 52 años que había
recibido un trasplante bipulmonar 3 meses antes. (Tomado
de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)
532 CAPÍTULO 11 ■ Trasplante

cación de alteraciones específicas no ayuda a distinguir entre las afectará a aproximadamente el 15%. Sin embargo, cuando estos y
distintas causas de la neumonía. En 25 neumonías en pacientes a otros pacientes presentan una infección primaria, casi todos pre-
los que se les había trasplantado un solo pulmón, las alteraciones sentan enfermedad clínica y la tasa de mortalidad es alta (aproxi-
afectaron a los dos pulmones en 12 (48), sólo al pulmón trasplan- madamente del 20% al 25%). Por el contrario, a pesar de la gran
tado en 11 (44%) y sólo al pulmón nativo en 2 (8%). prevalencia de la infección en los pacientes positivos que reciben
injertos de donantes positivos u órganos negativos, la enferme-
Bacterias dad sólo aparece en menos de la tercera parte de los casos y la tasa
de mortalidad es más baja107.
Las bacterias son la causa más frecuente de infección en los re- Las manifestaciones anatomopatológicas de la infección por
ceptores de trasplantes pulmonares y cardiopulmonares16. La CMV en las biopsias de los pacientes sometidos a un trasplante
neumonía se manifiesta con carácter bimodal; es frecuente en el pulmonar son similares a las que se constatan en otros pacientes
período inicial siguiente al trasplante, mientras que la traqueo- inmunodeprimidos. Sin embargo, merece la pena señalar que el
bronquitis se asocia a las bronquiectasias que acompañan a la BO uso de antivíricos como ganciclovir puede hacer que las inclusio-
tardía2. Los patógenos más frecuentes son los gramnegativos, nes nucleares sean menores y tengan un aspecto degenerado,
sobre todo P. aeruginosa116. Aunque la incidencia global de neu- pasando incluso inadvertidas a menos que el índice de sospecha
monía bacteriana en los pacientes que tienen fibrosis quística no sea muy alto, se estudien varias muestras de tejido o se utilicen
es mayor que en los demás receptores de trasplantes pulmonares, técnicas inmunohistoquímicas.
la infección previa por microorganismos multirresistentes del Los signos y síntomas inespecíficos, que incluyen fiebre,
tipo de Burkholderia cepacia es una complicación especialmente malestar general, mialgias, artralgias, anorexia y astenia, son fre-
importante y a menudo mortal117. Los géneros grampositivos, cuentes y pueden aparecer sin afectación evidente de un órgano
entre ellos Staphylococcus aureus resistente a meticilina, ocupan el concreto. Los signos y síntomas pulmonares son similares a los
segundo lugar por orden de importancia118, mientras que son del rechazo agudo. Otras manifestaciones posibles son hepatitis,
menos frecuentes otros microorganismos, tales como los géneros colitis, retinitis, linfopenia, trombocitopenia y gastroenteritis, y
Actinomyces y Mycobacterium119. La tuberculosis puede aparecer su presencia puede constituir un indicio para el diagnóstico de la
como una infección primaria o como una reactivación de una enfermedad pulmonar125.
enfermedad latente128 o transmitida desde el donante121. Podrá hacerse un diagnóstico de presunción de neumonía por
Conviene recordar que las manifestaciones clínicas de neumo- CMV si el cultivo del líquido del LBA es positivo para el CMV y
nía bacteriana pueden ser atípicas en los receptores de trasplantes pueden excluirse razonablemente otras causas que justifiquen el
de pulmón. La tos puede ser escasa y la taquipnea puede no ser cuadro clínico107. La infección por CMV suele documentarse con
importante debido a la desnervación pulmonar, mientras que los la técnica de análisis de inmunofluorescencia indirecta en culti-
fármacos inmunosupresores pueden suprimir la fiebre y amor- vos celulares en monocapa (shell-vial), que permite identificar al
tiguar la respuesta de los leucocitos. Aunque la infección por virus en 24 a 48 horas. La sensibilidad y el valor predictivo nega-
microorganismos bacterianos se asocia a una morbilidad impor- tivo de la técnica son muy altos, pero su especificidad para el
tante, la mortalidad es baja116. diagnóstico de neumonía es baja126. También se ha utilizado la
detección de la antigenemia del CMV mediante la reacción en
Virus cadena de la polimerasa para identificar la infección y se ha visto
que la cuantificación de la carga vírica con esta técnica puede
Citomegalovirus. El CMV es la segunda causa más frecuente ayudar a identificar la enfermedad127. El estudio citológico de las
de infección en los receptores de trasplantes pulmonares122 y su células del LBA buscando las inclusiones del virus tiene poca sen-
manifestación más frecuente es la neumonía. El virus puede sibilidad (aproximadamente el 20%), pero una gran especificidad
transmitirse por el injerto procedente de un donante seropositi- (98%), para el diagnóstico de neumonía119. Cuando se necesita
vo para el CMV o por la transfusión de hemoderivados de tejido el método de elección para obtenerlo es la biopsia trans-
donantes seropositivos para el virus; también puede deberse a la bronquial y raras veces hay que recurrir a la biopsia abierta.
reactivación de una infección latente en un receptor seropositivo. Otros virus. Muchos otros virus, entre ellos virus herpes sim-
También se han descubierto infecciones activas asintomáticas en ple, adenovirus, influenza, paramixovirus, virus sincitial respira-
receptores que son tratados con fármacos inmunosupresores torio y parainfluenza, también pueden producir neumonía en los
antes del trasplante123. receptores de trasplantes pulmonares, aunque con una frecuencia
Debido a la gran prevalencia del CMV en la población general muy inferior a la del CMV128. Casi todas las infecciones se con-
es necesario hacer una distinción cuidadosa entre infección y traen fuera del hospital y meses después del trasplante. Son cau-
enfermedad. La primera puede definirse como la identificación sas importantes de morbilidad y mortalidad y, en concreto, la
del microorganismo en el material obtenido en cualquier lugar del neumonía por adenovirus tiene un pronóstico grave129.
organismo por cultivo, estudio citológico o técnicas inmunohis-
toquímicas o moleculares en ausencia de síntomas y de alteracio- Hongos
nes histológicas indicativas de lesión tisular124. Por otra parte,
puede considerarse que existe una enfermedad por CMV cuando En ausencia de una profilaxis adecuada la enfermedad invasora por
se identifica el virus por estos medios en presencia de signos his- hongos representa entre el 10% y el 15% de las infecciones pulmo-
tológicos de lesión tisular. nares después de un trasplante pulmonar130. La mayoría de los casos
El riesgo y las consecuencias de la infección y de la enferme- aparece entre 10 y 60 días después de la intervención. La enferme-
dad por CMV dependen del estado serológico tanto del receptor dad puede deberse a la reactivación de una infección latente o a una
como del donante. Como sería de esperar, el riesgo de infección exposición reciente a una nueva fuente ambiental, que puede ser el
es mínimo en los receptores seronegativos que reciben órganos propio pulmón del donante131. El microorganismo más frecuente es
procedentes de donantes seronegativos. Si en estos pacientes se Aspergillus y, aunque su presencia en las muestras obtenidas de
evitan también los hemoderivados seropositivos, la infección sólo manera prospectiva en el pulmón suele corresponder a coloniza-
CAPÍTULO 11 ■ Trasplante 533

ción, aproximadamente el 3% de los pacientes colonizados acaba Complicaciones bronquiales


por desarrollar una neumonía o una enfermedad generalizada132.
La enfermedad pulmonar causada por el género Aspergillus Las dos complicaciones más importantes que se relacionan con la
puede adoptar cualquiera de los patrones habituales en los anastomosis son la dehiscencia y la estenosis. La primera suele pro-
pacientes no trasplantados, tales como traqueobronquitis, bron- ducirse en los primeros meses siguientes al trasplante, pero es poco
coneumonía, enfermedad angioinvasora, aspergilosis broncopul- frecuente con las técnicas quirúrgicas y terapéuticas actuales144. La
monar alérgica, micetoma y empiema133. La enfermedad pulmo- estenosis anastomótica se ha descrito en aproximadamente el 5%
nar suele afectar al aloinjerto, pero en algunos receptores de un al 20% de los pacientes145 y lo más frecuente es que se asocie a una
trasplante unipulmonar el pulmón afectado fue el pulmón nati- infección micótica saprofítica o a un exceso de tejido de granula-
vo. En algunos casos la infección comienza con la colonización ción en el lugar de la unión, con necrosis y fibrosis localizada de la
del tejido necrótico de la anastomosis bronquial. Aunque las pared de la vía respiratoria secundarias a la isquemia.
colonias que se desarrollan de esta forma pueden permanecer La utilidad de las radiografías de tórax es escasa para el diag-
localizadas en la pared bronquial necrótica, también pueden nóstico, pero tanto la estenosis como la dehiscencia pueden reco-
extenderse a través de ella hacia el mediastino o el espacio pleural nocerse en la TC (figura 11-6)146-148. Sin embargo, la exactitud de
o en sentido distal por la vía respiratoria, donde pueden producir esa técnica no es del 100%, por lo que para hacer un diagnóstico
una bronquitis seudomembranosa o una bronconeumonía134. El definitivo hay que recurrir a la broncoscopia149. El tamaño de los
diagnóstico definitivo de la enfermedad invasora precisa el estudio defectos bronquiales que se constatan con TC oscila entre 0,1 y
de una biopsia, pero cuando se identifica el microorganismo en el 1,5 cm, aunque la mayoría mide 0,5 cm o menos146. La valoración
líquido del LBA y el cuadro clínico es compatible puede hacerse óptima del calibre bronquial precisa una TC helicoidal con cortes
un diagnóstico de presunción. finos y reconstrucción multiplanar150.
Es típico que los pacientes con estenosis anastomótica tengan
Recidiva de la enfermedad primaria sibilancias, disnea o estridor y la mayoría presenta un deterioro
progresivo de la función pulmonar151. Las curvas de flujo-vo-
La frecuencia de la recidiva de la enfermedad pulmonar que fue la lumen pueden ser útiles para controlar la permeabilidad de la
causa del trasplante es de aproximadamente el 1%135. De ellas anastomosis y valorar la respuesta funcional a la inserción de endo-
la más frecuente es la sarcoidosis, pero también se han descrito prótesis152. El diagnóstico se confirma, como promedio, aproxi-
recidivas de otras varias entidades, entre ellas la linfangioleio-
miomatosis, la histiocitosis de células de Langerhans, la granulo-
matosis por talco, la panbronquiolitis difusa, la proteinosis alveo-
lar pulmonar, el carcinoma bronquiloalveolar1336, la neumonitis
intersticial descamativa137 y la neumonitis de células gigantes138.

Complicaciones pleurales
En la práctica el derrame pleural es inevitable después de un tras-
plante de pulmón139. Los derrames suelen ser de tamaño peque-
ño o moderado, pero pueden ser masivos140. Es probable que su
patogenia esté relacionada con una combinación del traumatismo
quirúrgico y la interrupción del flujo linfático en el aloinjerto; el
equilibrio hídrico positivo durante el postoperatorio también
puede influir en algunos pacientes. Un derrame pleural nuevo o
que aumenta puede ser un signo de rechazo agudo; en un estudio
se observó que la presencia de estas alteraciones radiográficas y de
líneas septales permitió predecir la complicación con una sensi-
bilidad del 68% y una especificidad del 90%140.
Otras causas de derrame pleural en el período postrasplan-
te son el derrame paraneumónico y el empiema. En una serie de
392 pacientes, el 3,6% presentó empiema141, sin que se encontrara
relación con el tipo de operación ni con una enfermedad pulmo-
nar séptica previa. Otros investigadores comprobaron un aumen-
to del riesgo de empiema en los pacientes con fibrosis quística
infectados por B. cepacia u otros microorganismos resistentes a
los antibióticos142. Otras causas poco frecuentes de derrame pleu-
ral son el quilotórax y el hemotórax.
Se han descrito neumotórax persistentes o recidivantes en
aproximadamente el 10% de los pacientes receptores de trasplan-
tes pulmonares. Aunque las causas yatrógenas son las responsables
de la mayoría de los episodios, la complicación puede estar rela- FIGURA 11-6
cionada también con una infección micótica invasora o con la
enfermedad primaria del pulmón nativo residual140, 142. Después Estenosis bronquial. TC que muestra una intensa estenosis del bronquio
lobar superior izquierdo (flecha). La paciente era una mujer de 32 años que
del trasplante cardiopulmonar o del trasplante pulmonar bilateral había recibido un trasplante bipulmonar por fibrosis quística 4 meses antes.
secuencial el neumotórax puede ser bilateral debido a la comuni- (Caso por cortesía de la Dra. Ann Leung, Stanford University School of
cación directa entre los espacios pleurales derecho e izquierdo143. Medicine, Stanford, CA.)
534 CAPÍTULO 11 ■ Trasplante

madamente 60 días después del trasplante (límites, 3 a 245 días). ciones, algunos autores comunican que la capacidad de esfuerzo
Aunque casi todas las estenosis pueden tratarse de manera satis- tras el trasplante bipulmonar es superior a la que se logra después
factoria con endoprótesis, a veces se produce una infección pul- del trasplante unipulmonar6, lo que podría explicarse por la limita-
monar mortal originada en el área estenótica. ción del flujo durante el ejercicio (como se describió en algunos
pacientes con EPOC que habían recibido un solo pulmón163) o por
Complicaciones vasculares pulmonares la menor edad de los receptores de trasplantes bilaterales.
A pesar de la desnervación pulmonar que impone la técnica
La obstrucción arterial o venosa pulmonar postoperatoria en el del trasplante, el control de la respiración no sufre una alteración
lugar de la anastomosis es poco frecuente153. Las alteraciones vascu- importante107. El patrón de la respiración es lento y profundo, lo que
lares pulmonares no anastomóticas son mucho menos frecuentes es compatible con la ausencia de inhibición de la insuflación
que las que se relacionan con la anastomosis. Tienden a asociarse mediada por el vago164. La prevalencia de hiperreactividad de la
a la aparición de una BO y pueden corresponder al componente vía respiratoria a la metacolina o a la histamina aumenta92, lo que se
vascular del rechazo crónico154. Los signos histológicos incluyen ha atribuido a la hipersensibilidad de los receptores muscarínicos
un engrosamiento parcheado de la íntima debido a un tejido con- por la desnervación y a los cambios que se producen en las vías
juntivo laxo que contiene células de tipo miofibroblástico75. Los respiratorias de pequeño calibre como consecuencia de un SBO
vasos más afectados son las arterias de gran calibre elásticas y incipiente165.
musculares, las arteriolas y las venas de pequeño calibre. Aunque
los efectos clínicos de este engrosamiento son en general mínimos Pronóstico
o nulos, se ha constatado que la complicación es más temprana y
tiene peor pronóstico en los pacientes más jóvenes155. El análisis de los datos registrados permite constatar dos fases de
Como sucede en otros pacientes operados, los receptores de supervivencia, una caída inicial seguida de una disminución len-
trasplantes pulmonares pueden presentar trombosis venosas pro- ta1. Tanto la supervivencia inicial como la tardía son algo menores
fundas y embolia pulmonar, complicaciones que se confirmaron en los pacientes mayores de 50 años en comparación con los
en 14 (12%) de 116 pacientes de una serie, en la que se pensó que menores de esa edad1. Los receptores de trasplantes bipulmonares
habían contribuido a la muerte de 3 de ellos156. tienden a vivir más tiempo que los que sólo reciben un pulmón,
con una «semivida» (supervivencia del 50%) de 4,9 años para los
Función pulmonar postrasplante primeros y de 3,7 años para los segundos. La «semivida condicio-
nal» (supervivencia tras el primer año) es de 7,9 años para los
La función pulmonar mejora de manera notable en los pacientes receptores de trasplantes bilaterales y de 5,9 para los receptores de
tras el trasplante pulmonar107. Como sería de esperar, la función es un solo pulmón. Estas diferencias se pueden aplicar en gran medi-
significativamente mejor en los receptores de trasplantes bipulmo- da a los pacientes que tienen EPOC, sin que haya diferencias sig-
nares que en los que reciben trasplante unipulmonar y, de hecho, nificativas con los que tienen fibrosis pulmonar idiopática o
aquéllos pueden lograr una función casi normal. Después del tras- hipertensión pulmonar primaria1. Sin embargo, se ha observado
plante unipulmonar la función ventilatoria máxima se consigue en que la mortalidad perioperatoria es mayor en los pacientes que
los 3 primeros meses. En los enfermos que tienen EPOC el VEMS1 tienen fibrosis pulmonar idiopática, hipertensión pulmonar pri-
aumenta hasta el 50% al 60% del valor previsto, aunque con per- maria o sarcoidosis que en los afectados por una EPOC1. La mor-
sistencia de un patrón obstructivo, mientras que los que tienen talidad perioperatoria es también mayor en los enfermos en los
fibrosis pulmonar quedan con un leve patrón restrictivo2. que se repite el trasplante o que reciben ventilación mecánica, o
Aunque el trasplante unipulmonar se utiliza en el tratamiento de cuando la indicación para el trasplante es una cardiopatía congé-
la EPOC, el pulmón trasplantado sufre una restricción significativa nita1. Las principales causas de mortalidad perioperatoria son
y sólo contribuye a aproximadamente un tercio de la CPT157. Pare- la infección y el fracaso del injerto, mientras que las causas de la
ce que el mecanismo de esta restricción es la generación de una baja mortalidad tardía son sobre todo la infección y la BO.
presión transpulmonar relacionada con una configuración anormal Aunque algunos pacientes siguen estando enfermos debido a
de la pared torácica del receptor158; este problema da lugar a una complicaciones del trasplante, la valoración prospectiva de la
hiperinsuflación persistente y al atrapamiento aéreo que se observa calidad de vida revela una mejoría muy significativa de la salud
en estos pacientes tras el trasplante pulmonar bilateral159. La capa- física, social y emocional en algunas cohortes166. No obstante,
cidad de difusión oscila en torno al 75% de la prevista tras un tras- sólo aproximadamente el 40% de los supervivientes al trasplante
plante bipulmonar y al 60% en los trasplantes unipulmonares160. La manifiesta deseos de volver a trabajar167 y sólo el 10% reanuda de
mayoría de los pacientes recupera una oxigenación normal; en los hecho un trabajo a tiempo completo168.
que tenían hipercapnia, el tiempo medio hasta la normalización de
la PCO2 arterial es de unos 15 días a partir del trasplante111.
Aunque la mayoría de los pacientes no refiere limitaciones de su TRASPLANTE DE MÉDULA ÓSEA
actividad transcurrido un año desde el trasplante2, la valoración
formal del rendimiento con una prueba de esfuerzo revela una El trasplante de médula ósea (TMO) o de células precursoras
reducción en casi todos ellos. Muchos investigadores describen un obtenidas a partir de la sangre del cordón umbilical o de la sangre
consumo máximo de oxígeno de aproximadamente la mitad del periférica es en la actualidad el tratamiento habitual de la anemia
valor normal y una reducción del umbral anaerobio tanto en los aplásica, la leucemia aguda y crónica y algunas formas de linfo-
receptores de un trasplante unipulmonar como en los de un tras- ma. También se ha usado en pacientes que tienen hemoglobino-
plante bipulmonar161. Es probable que estas limitaciones se deban a patías, inmunodeficiencias, síndrome mielodisplásico, mieloma
una alteración de la utilización del oxígeno por los músculos esque- múltiple y algunos tumores sólidos168. En 1998 se hicieron más de
léticos162, quizá como consecuencia de las alteraciones de la respira- 50.000 intervenciones, la mayoría de ellas de tipo autólogo170.
ción mitocondrial muscular inducidas por la ciclosporina y por el La enfermedad pulmonar representa una proporción conside-
desacondicionamiento de los músculos2. A pesar de estas observa- rable de la morbilidad y la mortalidad asociadas a esta técnica:
CAPÍTULO 11 ■ Trasplante 535

más del 30% de las muertes relacionadas con los trasplantes se


deben a trastornos respiratorios y las complicaciones pulmonares
afectan al 40% al 60% de los receptores169, 171. Estas complicacio-
nes se clasifican como precoces y tardías según que aparezcan
durante los primeros 100 días a partir del trasplante o después de
100 días171. Las complicaciones específicas dependen del tipo y la
duración de los defectos inmunitarios que ha producido la enfer-
medad fundamental y su tratamiento, de la naturaleza de los pro-
tocolos de acondicionamiento usados durante el período previo
al trasplante y de la aparición de la enfermedad de injerto contra
huésped (EICH)169. Aunque los receptores de isotrasplantes (de
gemelos idénticos) y autotrasplantes tienen menos complicacio-
nes que los receptores de aloinjertos, la incidencia de enfermedad
es, en todo caso, significativa.

Edema pulmonar
El edema pulmonar aparece hasta en el 50% de los pacientes
sometidos a un TMO, tanto alógeno como autólogo172. Cuando
se acompaña de disfunción multiorgánica indica que el edema es
una manifestación de un proceso sistémico al que se ha denomi-
nado «síndrome de implantación»172, 173 y cuya patogenia es pro- FIGURA 11-7
bablemente multifactorial. Las fuerzas hidrostáticas relacionadas
Trasplante de médula ósea: hemorragia alveolar difusa. Radiografía
con la sobrecarga de líquido o la cardiotoxicidad de los fármacos anteroposterior de tórax en la que puede verse una extensa consolidación
inmunosupresores como la doxorrubicina favorecen la aparición bilateral con broncograma aéreo. La paciente era una mujer de 27 años que
del edema169. El aumento de la permeabilidad capilar también sufrió una hemorragia pulmonar a las 2 semanas de un trasplante de médula
puede ser secundario a la sepsis o a la toxicidad provocada por el ósea. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
protocolo de acondicionamiento, que puede incluir irradiación
corporal total y ciclofosfamida en dosis altas171.
El comienzo del edema es rápido y suele producirse en la
segunda o tercera semanas después del trasplante169. Sus manifes- hemorragia y, aparentemente, mejore la supervivencia180, 181;
taciones clínicas incluyen disnea, aumento del peso corporal y como es lógico, es preciso excluir la infección y la aspiración de
estertores húmedos en la auscultación. Los signos radiográficos sangre a partir de un proceso focal.
son similares a los del edema pulmonar asociado a la sobrecarga
de líquido174. La TCAR suele mostrar áreas de atenuación en Enfermedad de injerto contra huésped
vidrio esmerilado que afectan sobre todo a las regiones declive de
los pulmones. Puede encontrarse un grado variable de hipoxemia. La EICH se produce cuando los linfocitos T del donante recono-
cen como extraños a los tejidos del receptor. La enfermedad pue-
Hemorragia alveolar difusa de ser aguda o crónica y la primera afecta a aproximadamente las
dos terceras partes de los pacientes. En estos enfermos pueden
La hemorragia alveolar difusa se ha descrito hasta en el 21% de los constatarse diversas alteraciones pulmonares y es posible que exis-
pacientes que reciben autoinjertos o aloinjertos170. Los factores de ta una asociación patogénica entre la EICH y una o varias de ellas.
riesgo son edad superior a 40 años, fiebre elevada, mucositis gra- Estos trastornos son el síndrome de neumonía idiopática, la
ve, recuperación del recuento leucocítico, neutrofilia en el LBA bronquiolitis linfocítica, la bronquiolitis obliterativa y, en raras
antes del trasplante e insuficiencia renal170, 175. Aunque en el estu- ocasiones, la neumonía criptógena organizativa (bronquiolitis
dio histológico se observa hemorragia en los espacios aéreos, en la obliterativa con neumonía organizativa)182. Los pacientes con EICH
autopsia suele encontrarse un patrón de lesión alveolar difusa176. crónica suelen tener una infección pulmonar concomitante por
Las manifestaciones típicas en las radiografías y en la TCAR bacterias o microorganismos oportunistas. También puede de-
son opacidades bilaterales o, con menor frecuencia, unilaterales sarrollarse un síndrome seco acompañado de bronquitis crónica169.
en vidrio esmerilado y consolidación parcheada o confluente del
espacio aéreo (figura 11-7)174, 177. Estas alteraciones tienden a Síndrome de neumonía idiopática
afectar sobre todo a la región perihiliar y a los campos pulmona-
res inferiores177. El síndrome de neumonía idiopática se ha definido como una
Las características clínicas de este cuadro son disnea progresi- lesión pulmonar difusa tras el TMO, para la que no se identifica
va, tos, fiebre e hipoxemia; la hemoptisis es rara169. Los síntomas etiología infecciosa alguna169. La complicación aparece en aproxi-
aparecen unos 12 días después del trasplante (límites, 7 a 40 días). madamente el 10% de los pacientes sometidos a este tipo de tras-
Aunque algunos investigadores observaron que partes alícuotas plante183. En los primeros 14 días después de la intervención se
sucesivas del líquido del LBA contenían cantidades crecientes de produce un pico inicial, al que sigue otro episodio menor pero
sangre178, este hallazgo no es ni sensible ni específico para el diag- constante en los 80 días siguientes. La mayoría de los casos de
nóstico176. Casi todos los pacientes tienen que ingresar en una neumonía aparece en los primeros 28 días después del trasplante
unidad de cuidados intensivos para recibir ventilación mecánica y se trata de casos idiopáticos; después de este período el porcen-
y la mitad de los afectados muere179. Es probable que la adminis- taje del síndrome de neumonía idiopática es de aproximadamen-
tración de corticoides por vía general modere los efectos de la te el 20%183.
536 CAPÍTULO 11 ■ Trasplante

Los factores de riesgo del síndrome de neumonía idiopática Bronquitis linfocítica


son mal estado general antes del trasplante, trasplante por un
tumor maligno distinta a la leucemia, intervalo más largo entre el En los receptores de un aloinjerto de médula ósea no es raro
trasplante y el diagnóstico, uso de BCNU (carmustina) o meto- encontrar un infiltrado linfocítico en el epitelio y la submucosa
trexato en dosis altas antes del trasplante, serología positiva para de los bronquios, asociado a necrosis epitelial focal191. Entre las
el CMV en el donante y EICH169, 182. Es probable que su etiología manifestaciones clínicas destaca una tos seca no productiva.
sea variada y su patogenia está mal definida. Una hipótesis es que A menudo existe una EICH asociada que afecta a la piel, al hígado
la quimioterapia estimula la producción de citocinas proinflama- y al intestino; sin embargo, pueden encontrarse alteraciones simi-
torias y de oxidantes en las células epiteliales del pulmón y en los lares en la vía respiratoria de pacientes que no tienen EICH y en
macrófagos184. Es posible que para que aparezca el síndrome sea perros receptores de autoinjertos192, lo que pone en cuestión la
necesaria una segunda lesión, quizá causada por la radiación de relación patogénica con la EICH.
acondicionamiento o por la EICH185.
Las manifestaciones radiológicas son inespecíficas e incluyen Infección
engrosamiento intersticial bilateral, a veces asociado a opacidades
en vidrio esmerilado y otras nodulares, pequeñas y mal defini- Las infecciones específicas de los pacientes que reciben un TMO
das174, 183. La expresión clínica es variada: las alteraciones radio- tienden a producirse en momentos concretos que corresponden
gráficas pueden asociarse a una ausencia completa de síntomas en a defectos específicos de las defensas del huésped193. El protocolo
las primeras fases o puede haber dificultad respiratoria aguda y de acondicionamiento elimina en la práctica toda la inmunidad
grave183. El diagnóstico es de exclusión, sobre todo de infección. La preexistente. El patrón de reconstrucción inmunitaria varía según
mortalidad es alta y en algunas series se aproxima al 80%171. Sin la naturaleza de la enfermedad fundamental, el origen de las célu-
embargo, menos de la tercera parte de los pacientes fallece a causa las precursoras usadas para el trasplante y la presencia de
de una insuficiencia respiratoria progresiva como consecuencia EICH194. Los pacientes con esta última complicación tienen un
directa del síndrome de neumonía idiopática186, siendo la causa de riesgo mayor de presentar infecciones por bacterias encapsuladas
muerte más frecuente una infección que complica el cuadro. y microorganismos oportunistas193. Desde el punto de vista del
diagnóstico diferencial resulta útil recordar que la enfermedad
Síndrome de toxicidad pulmonar retardada más difusa no es de origen infeccioso, mientras que la enferme-
dad focal suele deberse a infecciones bacterianas o micóticas.
Esta rara complicación del TMO autólogo tiene unas caracterís- El período preimplantación se caracteriza por neutropenia. Sal-
ticas que se superponen a las del síndrome de neumonía idiopá- vo que sea prolongada, la neumonía bacteriana es la complicación
tica. El cuadro supone la aparición de neumonitis intersticial y respiratoria más importante y afecta al 20% al 50% de los pacientes
fibrosis, meses o años después del trasplante en pacientes que han en las 2 primeras semanas194 después del trasplante. Los patógenos
recibido quimioterapia en dosis altas por cáncer de mama182. El más frecuentes con los gramnegativos, si bien en ocasiones se iden-
momento de su aparición, su baja mortalidad y su buena res- tifican grampositivos como Streptococcus pneumoniae y S. aureus195.
puesta a los corticoides facilitan su diferenciación del síndrome Después de la reconstrucción inmunitaria la neumonía bacteriana
de neumonía idiopática. se debe sobre todo a microorganismos grampositivos, especialmen-
te S. pneumoniae196. La presencia de una EICH aumenta el riesgo de
Bronquiolitis obliterativa neumonía por bacterias encapsuladas y por P. aeruginosa197.
El hongo que con mayor frecuencia se asocia a la neumonía
La enfermedad obstructiva de la vía respiratoria causada por la que aparece después del TMO es Aspergillus, que se ha identifica-
BO es una complicación rara del TMO187. Con escasas excepcio- do como la causa de hasta el 36% de todas las neumonías hospi-
nes se produce tras un aloinjerto. La mediana del intervalo entre talarias en estos casos193. En general la enfermedad se produce en
el trasplante y el diagnóstico es de aproximadamente 260 días. Las los 30 días siguientes al trasplante y se ha asociado a granulocito-
características histológicas son idénticas a las de la BO que sigue penia y a la administración de antibióticos de amplio espectro y
al trasplante de pulmón y en la mayoría de los casos incluyen de corticoides169. El uso de factores de crecimiento y de filtración
bronquiolitis leve y proliferación de tejido fibroblástico entre el del aire disminuye el riesgo. Tras la implantación estas infeccio-
epitelio y la muscular de la mucosa. Es típico que la afectación nes suelen asociarse a la EICH y a su tratamiento194. La tasa de
intersticial parenquimatosa sea mínima o nula. mortalidad es muy alta, cercana al 85%169.
La radiografía de tórax puede ser normal o mostrar signos de La neumonía por CMV se identifica en el 10% al 40% de los
hiperinsuflación y atenuación de las marcas vasculares periféri- receptores de aloinjertos de médula ósea169 y en aproximadamen-
cas. Las imágenes típicas de la TCAR son dilatación de los bron- te el 2% de los receptores de autoinjertos198. La mayoría de los
quios segmentarios y subsegmentarios y áreas localizadas de dis- casos aparece entre 6 y 12 semanas después de la intervención.
minución de la atenuación y de la perfusión174, 188. La TCAR rea- Esta complicación es responsable de casi la mitad de todos los
lizada al final de la espiración revela atrapamiento aéreo174. En episodios de neumonía intersticial difusa en los pacientes recep-
varios pacientes se han descrito neumotórax recidivantes y neu- tores de alotrasplantes. La neumonía afecta a aproximadamente
momediastino189. la tercera parte de los pacientes infectados por el virus; la EICH
Los síntomas incluyen tos, que es cada vez más productiva, grave, el tratamiento de ésta, la edad avanzada, la irradiación cor-
sibilancias y disnea de esfuerzo187. En algunos casos la alteración poral total durante el acondicionamiento y la transfusión de
se descubre debido al deterioro de la función pulmonar en ausen- hemoderivados de donantes seropositivos para el CMV a recep-
cia de síntomas169. Casi siempre se encuentran signos de EICH tores seronegativos aumentan el riesgo194, 199. Aunque la profilaxis
crónica182. Las pruebas de función respiratoria suelen indicar un agresiva reduce el riesgo de manera sustancial197, la mortalidad es
patrón obstructivo; la capacidad de difusión puede ser normal o alta en los pacientes que presentan la neumonía194.
reducida. La velocidad de progresión de estas alteraciones fun- Las manifestaciones radiológicas de la neumonía en los recep-
cionales es variable190. tores del TMO son las mismas que en otras personas200. La TC
CAPÍTULO 11 ■ Trasplante 537

FIGURA 11-8
Trasplante de médula ósea: aspergilosis angioinvasora. Radiografía anteroposterior de tórax (A) de un varón de 19 años que 3 meses antes había
recibido un trasplante de médula ósea. Se aprecian dudosas opacidades parenquimatosas. En la imagen de TCAR destaca la presencia de nódulos en el lóbulo
superior derecho (B y C), rodeados por halos de atenuación en vidrio esmerilado (flechas). Estos signos son muy indicativos de aspergilosis angioinvasora. El
diagnóstico se confirmó mediante una biopsia pulmonar abierta. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the
Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

proporciona datos que ayudan a establecer el patrón y la magni- nen significado pronóstico207, 209. Aunque la insuficiencia respira-
tud de la enfermedad pulmonar con mayor claridad que las toria es más frecuente en los enfermos que tenían alteraciones de la
radiografías (figura 11-8)201, 202. Por ejemplo, en un estudio de función pulmonar antes del trasplante, este hallazgo no justifica
87 pacientes neutropénicos que presentaron 146 episodios de fie- por completo el aumento descrito de la mortalidad. Por otra parte,
bre de más de 2 días de duración a pesar del tratamiento antibió- cuando la función pulmonar es anormal en el período postope-
tico empírico, las radiografías de tórax eran normales mientras ratorio, el riesgo de muerte por causas respiratorias explica el
que las TCAR revelaron patología en 70 episodios (48%)202. En 30 aumento de la mortalidad207.
de los 70 casos (43%) se detectaron microorganismos y en 22 de
ellos (31%) las alteraciones aparecieron en las radiografías poste-
riores. La mediana del intervalo (retraso) hasta que las alteracio- TRASPLANTE HEPÁTICO
nes fueron evidentes fue de 5 días (límites, 1 a 22 días).
No es raro que los pacientes que tienen enfermedades hepáticas
Otras complicaciones graves sufran alteraciones pulmonares y lo mismo sucede en los
receptores de trasplantes hepáticos210. Las complicaciones respi-
El derrame pleural suele encontrarse en situaciones clínicas bien ratorias de la hepatopatía, las que se asocian a la cirugía abdomi-
definidas tales como edema pulmonar, sobrecarga de líquidos, nal y las infecciones consecutivas a la medicación inmunosupre-
infección, neumonía no infecciosa, recidiva de una neoplasia o sora se estudian en los lugares adecuados de este texto. Sin
enfermedad venooclusiva203. Esta última debe sospecharse ante la embargo, a continuación se tratarán brevemente varias complica-
presencia de la tríada de edema pulmonar, hipertensión pulmo- ciones del trasplante hepático y los aspectos peculiares relaciona-
nar y función ventricular izquierda normal204. dos con esta intervención.
Debido al uso de fármacos inmunosupresores, el riesgo de apa-
rición de segundas neoplasias malignas es sustancialmente más Calcificación pulmonar
alto en estos pacientes205 y aumenta con el tiempo. Estos tumores
son tanto no hematológicos como nuevas neoplasias hematológi- Cuando se usa el método relativamente poco sensible de la radio-
cas, sobre todo linfoma relacionado con el VEB (TLPT)206. grafía de tórax pueden detectarse calcificaciones pulmonares en
el 5% de los pacientes receptores de un trasplante hepático211. La
Pruebas de función respiratoria importancia de la alteración depende sobre todo de la facilidad
con la que puede confundirse con otras complicaciones, tales
Un número significativo de pacientes presenta una función pul- como edema o infección. La patogenia es oscura, aunque parece
monar restrictiva con deterioro de la capacidad de difusión207. probable que guarde relación con una insuficiencia renal asocia-
Cuando no hay una causa evidente estas alteraciones suelen ser da, con trastornos del equilibrio acidobásico o con la administra-
transitorias208. La patogenia de esta alteración es oscura y se ha ción de calcio y citrato exógenos. Los pacientes no suelen tener
propuesto la toxicidad debida al protocolo de acondicionamien- síntomas, pero a veces presentan disnea y tos no productiva y
to previo al trasplante, la debilidad muscular y las secuelas de una también se han descrito casos de insuficiencia respiratoria213. El
infección intercurrente169. diagnóstico puede confirmarse con gammagrafía con fosfato de
Con cierta sorpresa se observó que las alteraciones de la fun- tecnecio 99m (Tc99m), que muestra una mayor captación en los
ción pulmonar, tanto preoperatorias como postoperatorias, tie- pulmones, o con TC.
538 CAPÍTULO 11 ■ Trasplante

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C A P Í T U L O D O C E

ENFERMEDADES EMBÓLICAS
Y TROMBÓTICAS DE LOS PULMONES

TROMBOSIS PULMONAR 542 Diagnóstico de la trombosis venosa Manifestaciones radiológicas 568


Arterias pulmonares 542 profunda 561 Manifestaciones clínicas 568
Arteriolas y capilares pulmonares 542 Flebografía convencional 561 Hallazgos de laboratorio
Venas pulmonares 543 Ecografía 561 y diagnóstico 568
TROMBOEMBOLIA PULMONAR 543 Tomografía computarizada 561 Pronóstico 568
Epidemiología 543 Resonancia magnética 562 Manifestaciones embólicas
Etiología y patogenia 543 Resumen 562 de las parasitosis 568
Factores que determinan la aparición Manifestaciones clínicas 562 Embolia de tejido neoplásico 569
de un trombo 543 Hallazgos de laboratorio 563 EMBOLIAS DE CUERPOS
Consecuencias pulmonares de la Pronóstico y evolución natural 563 EXTRAÑOS 569
tromboembolia 545 TROMBOEMBOLIA SÉPTICA 564 Embolia gaseosa 569
Características anatomopatológicas 546 Patogenia 569
MANIFESTACIONES PULMONARES
Parénquima pulmonar 546 Características anatomopatológicas 571
DE LA DREPANOCITOSIS 564
Tromboémbolos y vasos pulmonares 548 Manifestaciones radiológicas 571
Manifestaciones radiológicas 548 EMBOLIAS DE TEJIDOS Y SECRECIONES Manifestaciones clínicas 571
Tromboembolia sin hemorragia EXTRAVASCULARES 565 Hallazgos de laboratorio
ni infarto 549 Embolia grasa 565 y diagnóstico 571
Tromboembolia con hemorragia Epidemiología 565 Pronóstico 571
o infarto 551 Patogenia 566 Embolias de talco, almidón
Enfermedad pleural 551 Características anatomopatológicas 567 y celulosa 571
Técnicas radiológicas especiales 551 Manifestaciones radiológicas 567 Patogenia 571
Gammagrafía 551 Manifestaciones clínicas 567 Características anatomopatológicas 572
Tomografía computarizada 556 Hallazgos de laboratorio y diagnóstico 567 Manifestaciones radiológicas 572
Hallazgos vasculares Pronóstico y evolución natural 567 Manifestaciones clínicas 572
Hallazgos parenquimatosos Embolia de líquido amniótico 568 Pruebas de función pulmonar 573
Resonancia magnética 559 Patogenia 568 Embolia de aceite yodado 573
Angiografía pulmonar 559 Características anatomopatológicas 568 Embolia de otros cuerpos extraños 573

TROMBOSIS PULMONAR Desde el punto de vista anatomopatológico se debe sospe-


char una trombosis arterial in situ cuando existe una enferme-
Aunque la embolización es sin duda el mecanismo más frecuen- dad en el parénquima adyacente o una alteración vascular que
te que está implicado en la existencia de trombos intrapulmona- produce trombosis (vasculitis o carcinoma). A pesar de estos
res, posiblemente la trombosis in situ de los vasos pulmonares sea datos diagnósticos, puede resultar difícil distinguir entre una
más frecuente de lo que se considera en general. La patogenia y trombosis in situ y una embolia, e incluso en algunos casos
los efectos de esta trombosis guardan relación en gran parte con los resulta imposible.
vasos concretos que se afectan. Como la trombosis es más frecuente en las arterias pulmo-
nares afectadas por una enfermedad, posiblemente en la mayo-
Arterias pulmonares ría de los casos la importancia del trombo en la determinación
de las características clínicas y radiológicas sea escasa. Una
La causa más frecuente de trombosis arterial in situ posiblemen- excepción es la necrosis y cavitación que se observan en algunos
te es la neumonía infecciosa; la lesión vascular en esta situación se casos de neumonía («gangrena» pulmonar) o vasculitis, cuya
localiza adyacente a un absceso o a un foco de inflamación gra- patogenia se relaciona al menos en parte con la trombosis y la
nulomatosa. La trombosis relacionada con una neoplasia prima- consiguiente isquemia. También se ha considerado que la trom-
ria o metastásica también es frecuente como consecuencia de la bosis es una causa de muerte súbita en pacientes que tienen
invasión vascular por el tumor o la compresión vascular por el drepanocitosis6.
tumor en crecimiento. Causas menos frecuentes son las vasculitis
de mecanismo inmunitario1, los aneurismas2, el uso de catéteres Arteriolas y capilares pulmonares
intravasculares3 y el rasgo o la enfermedad drepanocítica4. Tam-
bién es probable que la propagación de un trombo proximal a La trombosis de los vasos pulmonares pequeños es frecuen-
una tromboembolia periférica sea responsable de algunos casos te en la capilaritis de mecanismo inmunitario (microangitis); en
de trombosis crónica de las arterias pulmonares principales5. esta situación se suele asociar a otros datos de lesión vascular,

542
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 543

sobre todo la hemorragia parenquimatosa. Además, se pueden do las pruebas diagnósticas se realizaron sólo en pacientes sinto-
encontrar trombos de fibrina en los vasos pequeños de pacientes máticos16. En una revisión y un metaanálisis de estudios que estu-
con una coagulación intravascular diseminada (CID) secundaria a diaban la incidencia global de TVP en la población general, la
trastornos como la septicemia y la embolia de líquido amniótico7, 8. incidencia de episodios iniciales de TVP por 10.000 habitantes
La trombosis microvascular pulmonar (asociada a veces a la CID) fue 5,0417. Sin embargo, como se indicó antes, el riesgo puede ser
es frecuente en las fases precoces de un síndrome de dificultad muy superior en poblaciones específicas. Así, la hospitalización se
respiratoria aguda (SDRA) y de hecho también se la ha implica- asocia a un aumento del riesgo de TVP o TEP de ocho veces, aun-
do en su patogenia. La trombosis in situ de los pequeños vasos que esta cifra alcanza 22 veces cuando se realiza una operación.
pulmonares puede encontrarse en la anemia drepanocítica y pue- La presencia de un cáncer aumenta el riesgo cinco veces. De
de ser responsable de algunos casos de síndrome torácico agudo hecho, el riesgo de TVP aumenta de forma proporcional al nú-
en enfermos que tienen este trastorno4. mero de factores de riesgo existentes18. Se produce una TEP sin-
tomática en el 30% de los enfermos que tienen una TVP proxi-
Venas pulmonares mal (del muslo)19.
El riesgo de TEP aumenta con la edad20. Sin embargo, no está
Igual que sucede en la circulación arterial, la trombosis venosa claro si ese incremento del riesgo es independiente de los trastor-
pulmonar suele ser secundaria a un foco de neumonía infecciosa nos que suelen asociarse al envejecimiento, como la insuficiencia
o a una neoplasia. Otros trastornos relacionados incluyen los que cardíaca, el cáncer o la inmovilización quirúrgica. La raza puede
cursan con disminución del flujo (p. ej., tetralogía de Fallot)9, la ser un factor de riesgo de la ETEV; por ejemplo, hay datos de que
mediastinitis fibrosante (asociada en ocasiones a infartos pulmo- los asiáticos tienen un riesgo muy bajo de TVP/TEP en compara-
nares)10 y la enfermedad venooclusiva; de hecho, se ha considera- ción con los pacientes blancos21, 22. Por motivos que se ignoran
do que la trombosis venosa participa de forma íntima en la pato- parece haber una variación estacional significativa en los ingresos
genia de la enfermedad venooclusiva. hospitalarios por TVP y TEP, de forma que ambos son más fre-
cuentes en el invierno23.
Resulta difícil determinar de forma exacta la frecuencia de
TROMBOEMBOLIA PULMONAR TEP como causa principal o única de muerte por la subjetivi-
dad de esta estimación. Aunque los estudios autópsicos indican
La embolia de fragmentos de un trombo a los vasos pulmonares que la TEP es frecuente en los pacientes que fallecen en el hos-
es frecuente y puede oscilar desde diminutos agregados de fibri- pital, es probable que la mayoría de los émbolos no contribuya
na y plaquetas sin consecuencias clínicas, radiológicas ni fun- a la muerte24. Como prueba de esta dificultad, algunos estudios
cionales a coágulos masivos con oclusión completa del tronco pul- han llegado a la conclusión de que la TEP es la causa única de
monar y muerte súbita. Como la tromboembolia pulmonar (TEP) muerte hasta en el 7% de los pacientes hospitalizados y una
implica por definición la formación de trombos en lugares dis- causa fundamental en el 7%-10%25, mientras que otros sólo
tintos al pulmón, ambos procesos se suelen comentar juntos encuentran cifras del 1%26. Sin embargo, este trastorno tiene
bajo el término enfermedad tromboembólica venosa (ETEV). El una importancia evidente; se estima que cada año se producen
término trombosis venosa profunda (TVP) suele implicar una en EE.UU. unos 200.000 casos nuevos de ETEV y causan 50.000
trombosis de las venas profundas de las piernas, la localización muertes adicionales19; en la inmensa mayoría de estos casos el
más frecuente de trombosis que tiene repercusión clínica signi- diagnóstico no se sospecha antes del fallecimiento27, 28. Por for-
ficativa. tuna, parece que la mortalidad por TEP está disminuyendo en
EE.UU.29, 30, posiblemente como consecuencia de las mejoras
Epidemiología en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento.

La incidencia precisa de la ETEV y su relación con la morbi- Etiología y patogenia


mortalidad del paciente son difíciles de determinar por varios
motivos. Hasta un 80% de los pacientes con TEP está asintomá- La patogenia de la TEP puede dividirse en dos grandes grupos:
tico11; además, cuando aparecen signos y síntomas no son sen- 1) factores que determinan la aparición del trombo y 2) conse-
sibles ni específicos12 y estas dos características se asocian a cuencias pulmonares de la tromboembolia sobre el pulmón.
infradiagnóstico. Otro factor que tiene el mismo efecto es la
incapacidad de muchos médicos de reconocer la falta de sensi- Factores que determinan la aparición
bilidad de la exploración clínica para diagnóstico de la TVP13; de un trombo
en consecuencia, puede no plantearse una TEP en pacientes que
no tienen signos clínicos de TVP y no se realizan las pruebas Más del 90% de las TEP diagnosticadas durante la vida se origi-
diagnósticas adecuadas. Por último, aunque se considere la TEP na en la extremidad inferior13. Las que están limitadas a la pan-
dentro del diagnóstico diferencial, los criterios diagnósticos no torrilla no suelen embolizar en el pulmón, mientras que las que se
son homogéneos14. originan o alcanzan las venas poplíteas o más proximales tienen
Teniendo en consideración estas limitaciones, la incidencia riesgo de hacerlo31. Otras localizaciones, como las venas pélvicas
publicada de TVP depende principalmente de los factores de ries- (incluidas las venas periprostáticas en los varones), la vena cava
go específicos en la población estudiada y de si el diagnóstico se inferior y la aurícula derecha, también son el origen en algunos
realiza como parte del estudio de detección selectiva o cuando casos. Aunque se ha estimado que los brazos son el origen de los
aparecen síntomas. Por ejemplo, se produce TVP en la inmensa trombos en menos del 2% de los casos de TVP32, se produce una
mayoría de los pacientes sometidos a cirugía para la implantación TEP hasta en un tercio de los mismos33. Como cabría suponer, los
de una prótesis de cadera sin anticoagulación profiláctica15 si se trombos que se originan en esta localización se suelen asociar al
valoran de forma prospectiva. Por el contrario, la TVP sólo afec- uso de catéteres venosos centrales33. Hay que recordar que el ori-
tó al 1,9% de 1.162 pacientes sometidos a esta intervención cuan- gen del trombo no se identifica en vida hasta en un 50% de los
544 CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones

casos de embolias mortales y en ocasiones no se reconoce ni nas C y S o la deficiencia de antitrombina. El segundo grupo
siquiera en autopsia. corresponde a la trombofilia que se asocia a un aumento del efec-
El epónimo tríada de Virchow correspondiente a estasis veno- to de los factores de la coagulación, como el factor V Leiden, o a
sa, lesión de la íntima y alteración de la coagulación sigue siendo una resistencia a la proteína C activada, a una mutación de la
la base de nuestros conocimientos sobre los mecanismos de la secuencia reguladora de la protrombina o a otros trastornos. Aun-
trombosis venosa. La mayoría de los casos de trombosis venosa y que las alteraciones del segundo grupo son más frecuentes que las
TEP, sobre todo los que evolucionan de forma aguda y masiva, se del primero, el riesgo de trombosis es inferior. De hecho, la mayor
asocia a trastornos médicos, quirúrgicos u obstétricos que tienen parte de estos pacientes no sufre trombosis hasta los 60 años de
factores de riesgo bien definidos de una o más de estas tres alte- edad. Además, aunque las alteraciones se asocian a un mayor ries-
raciones34. go de sufrir un episodio aislado de tipo trombótico, hay datos de
Alteración del flujo sanguíneo. La velocidad del flujo san- que no aumenta el riesgo de sufrir episodios repetidos48, 49.
guíneo a través de las venas sistémicas que van al corazón depen- Las alteraciones que reducen las concentraciones de los inhi-
de del gasto cardíaco, de la resistencia al flujo venoso, de la acción de bidores de la cascada de la coagulación fueron las primeras trom-
ordeño de los músculos locales y, en las venas que las tienen, bofilias hereditarias que se describieron. La antitrombina III es
de las válvulas intraluminales. Muchos de los cuadros clínicos que una α2-globulina que inactiva la trombina, además de otros pro-
se asocian a trombosis venosa, sobre todo en las piernas, guardan coagulantes, como los factores XIIa, IXa, XIa y Xa50. Hasta el 90%
relación con alteraciones de uno o más de estos factores18, 27, 35. de los pacientes que tienen deficiencia de la sustancia sufre un
Estos trastornos incluyen insuficiencia cardíaca izquierda y shock episodio de trombosis venosa antes de los 60 años50. La deficien-
(disminución del gasto cardíaco, inmovilización); obesidad, ges- cia es poco frecuente y se produce sólo en el 0,2% de la población
tación, tumores intraabdominales, insuficiencia cardíaca derecha general y en el 0,5%-7,5% de los pacientes que tienen ETEV43.
y presión externa por férulas o vendajes en las piernas (aumentan La proteína C se activa por la trombina que forma complejos
la resistencia al flujo); estado posquirúrgico y paraplejía (inmovi- con la trombomodulina. En esta situación es un potente anticoa-
lización con pérdida o reducción de la actividad muscular), y las gulante que inactiva a los factores Va y VIIIa, proceso que necesi-
venas varicosas (incompetencia valvular). La inmovilización, en ta del cofactor proteína S43. Se encuentra una deficiencia en el
general como consecuencia de la cirugía, fue el factor de riesgo de 0,2% de la población normal y en el 2,5%-6% de los pacientes
TEP más frecuente en el estudio PIOPED (Prospective Investiga- que tienen una ETEV. La mayor parte de estos pacientes habrá
tion of Pulmonary Embolism Diagnosis)36. También parece proba- sufrido un episodio trombótico a los 60 años50.
ble que un viaje prolongado en avión o en otros medios se asocie La proteína S es una proteína dependiente de la vitamina K que
a un riesgo pequeño, aunque real, de TEP37. Una alteración del sirve como cofactor para la proteína C activada. La deficiencia de
flujo sanguíneo que origine áreas focales de turbulencia también proteína S se encuentra en el 1,3%-5% de los pacientes que tienen
puede guardar relación con la formación de trombos por diver- trombosis venosa, pero se ignora su frecuencia en la población
sos catéteres intravenosos permanentes38, 39. general43. Igual que sucede con la deficiencia de proteína C, más de
Lesión endotelial. La trombosis venosa secundaria a la lesión la mitad de los episodios iniciales de trombosis es espontáneo y la
o inflamación del vaso (tromboflebitis) posiblemente sea rara en mayor parte de los enfermos sufre alguno antes de los 60 años50.
pacientes que tienen una TVP. Sin embargo, la lesión endotelial La resistencia a los efectos anticoagulantes de la proteína C
puede ser un factor importante en algunas situaciones en las que activada se demostró por primera vez en algunos pacientes que
se produce un traumatismo localizado en las venas, como la ciru- tenían trastornos trombóticos en los que no se conseguía aumen-
gía de sustitución de la cadera40. También parece importante en la tar el tiempo parcial de tromboplastina activada al añadir pro-
trombosis asociada a endocarditis bacteriana, las vasculitis de teína C activada al plasma43. El 90% de estos pacientes tiene un ale-
mecanismo inmunitario y los traumatismos relacionados con lo del factor V, el factor V Leiden, que se asocia a la sustitución de
dispositivos intravenosos. Es irónico que el contraste que se un único aminoácido en un punto de la molécula del factor V en
emplea para diagnosticar la trombosis venosa sea capaz en sí mis- el cual se produce normalmente la rotura por parte de la proteí-
mo de iniciar el proceso trombótico, posiblemente como conse- na C activada51. Se trata de un hallazgo frecuente que aparece en
cuencia de la lesión endotelial41. el 5% de las personas sanas de origen norteeuropeo, el 10% de
Alteraciones de la coagulación. El término trombofilia los pacientes que tienen trombosis venosa y el 30%-50% de los
describe la tendencia a sufrir trombosis como consecuencia de pacientes a los que se estudia por trombofilia43, 45. A pesar del
un trastorno hereditario o adquirido de la coagulación de la incremento de 5-10 veces del riesgo de TVP en portadores hete-
sangre o de la fibrinólisis42. Estos trastornos suelen interactuar rocigotos y de 80 veces en homocigotos, el riesgo absoluto de
con frecuencia, por lo que resulta útil considerar la trombosis trombosis en pacientes que tienen el factor V Leiden es relativa-
como el resultado de las interacciones entre genes o entre ellos mente bajo52. La mayor parte de estos episodios se produce en
y el ambiente42-44. Las alteraciones hereditarias de la coagula- períodos de alto riesgo, como el postoperatorio, o se asocia a
ción se identifican hasta en un tercio de los pacientes con ETEV otros trastornos trombofílicos53. La mutación del gen de la pro-
no seleccionados45. Se deben sospechar especialmente ante trombina (G20210A) afecta al 4% de la población, al 5%-10% de
casos de ETEV que aparecen en pacientes jóvenes o que son los enfermos que tienen trombosis venosa y al 15% de los enfer-
recidivantes, cuando la trombosis afecta a un lugar extraño, mos a los que se estudia por trombofilia43. La mutación se asocia
cuando se producen abortos de repetición no explicados y a un incremento de las concentraciones basales de protrombina
cuando el episodio de ETEV no se asocia a un factor de riesgo normal desde el punto de vista funcional. El riesgo de trombosis
conocido o el paciente refiere antecedentes familiares de tras- es bajo y la mayor parte de los pacientes no sufre trombosis antes
tornos trombóticos46, 47. de los 50 años. El aumento del riesgo se pone de manifiesto cuan-
Trombofilia hereditaria. Puede ser conveniente dividir la do existen otros factores de riesgo y al envejecer54.
trombofilia hereditaria en dos grupos43, 45. El primero incluye alte- El incremento de las concentraciones de los factores VIII, IX
raciones que se asocian a concentraciones bajas de los inhibidores y XI y del fibrinógeno se ha descrito con más frecuencia en pacien-
de la cascada de la coagulación, como la deficiencia de las proteí- tes que tienen ETEV que en personas sanas55-58. No se han deter-
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 545

minado los mecanismos de este aumento de las concentraciones; Consecuencias pulmonares de la tromboembolia
sin embargo, la presencia de aumento de la concentración del fac-
tor VIII en familiares de pacientes afectados indica una base gené- Un fragmento del trombo embolizado que se aloja en la arte-
tica, al menos en algunos casos. Parece que la magnitud del ries- ria pulmonar ocasiona dos consecuencias inmediatas: un incre-
go es baja, similar a la que produce el factor V Leiden. mento de la presión proximal al trombo y una disminución o
La hiperhomocisteinemia puede ser congénita o adquirida. interrupción del flujo distal al mismo. Aunque los efectos de los
Aunque las concentraciones elevadas de homocistina se asocian a tromboémbolos se deben en gran medida a ambas consecuencias,
trombosis venosa59, no se ha establecido una función causal60. Sin los resultados clínicos, radiológicos y anatomopatológicos finales
embargo, algunos estudios han indicado que la hiperhomocistei- vienen modificados por una serie de factores, como el tamaño del
nemia puede actuar de forma sinérgica con otros defectos que émbolo, la presencia de bacterias dentro del trombo (embolia
facilitan la ETEV, como el factor V Leiden61. séptica, véase página 564), la existencia y la extensión de la enfer-
Trombofilia adquirida. Una serie de trombofilias adquiridas medad pulmonar de base (incluidos tromboémbolos previos) y la
también es importante en la patogenia de la ETEV. Su asociación existencia de enfermedades extrapulmonares, especialmente car-
a tumores malignos y a anticonceptivos orales tiene especial díacas. Las manifestaciones se comentan a continuación bajo cin-
importancia. La importancia de los anticuerpos antifosfolipídi- co epígrafes: 1) hemorragia e infarto, 2) broncoconstricción y
cos se comenta en el capítulo 10 (véase página 483). atelectasia, 3) hipertensión pulmonar aguda, 4) hipertensión pul-
La enfermedad tromboembólica afecta al 10%-15% de los monar crónica y 5) edema. La contribución de estas alteraciones
pacientes que tienen cáncer y es la segunda causa más frecuente al trastorno del intercambio gaseoso tras una TEP se comenta al
de muerte en estos enfermos62. Los adenocarcinomas secretores de final de esta sección.
mucina de pulmón, aparato digestivo y páncreas son los que se Hemorragia e infarto. Si se excluye la embolia séptica, la con-
asocian con más frecuencia a esta complicación. Los pacientes solidación del parénquima pulmonar secundaria a la oclusión de
afectados muestran cuatro veces más incidencia de ETEV63. Aun- una arteria pulmonar puede deberse a una hemorragia aislada o
que no existe ninguna anomalía predictiva de trombosis en un a hemorragia asociada a necrosis del parénquima pulmonar
paciente individual, se ha descrito una serie de alteraciones de los (infarto). Como los datos clínicos y radiológicos no suelen per-
factores procoagulantes, incluida la resistencia adquirida a la pro- mitir una distinción fiable entre ambos procesos, al menos en los
teína C activada64, la expresión y la inducción del factor tisular estadios iniciales, en general se identifican bajo el término común
por macrófagos que infiltran el tumor, la producción de sustan- «infarto». Excluida la valoración anatomopatológica, la verdade-
cias procoagulantes por las células tumorales, alteraciones de la ra naturaleza del trastorno se puede determinar sólo valorando la
agregación plaquetaria65, producción de fibrinógeno y de fac- evolución radiológica; cuando las exploraciones de seguimiento
tor VIII inducida por las citocinas que secretan los macrófagos y muestren una mejoría rápida será razonable considerar que se
supresión de la actividad fibrinolítica66, 67. Tras una valoración trata de una hemorragia; por el contrario, si la opacidad se va
extensa es posible encontrar un cáncer oculto hasta en el 13% de aclarando lentamente en un período de varias semanas se puede
los pacientes que tienen TVP «idiopática»50, 63, 66; no se ha deter- asumir que la lesión vascular ha ocasionado muerte tisular.
minado si una detección precoz aumenta la supervivencia68. Aunque no se ha establecido con claridad la patogenia precisa
Desde la década de 1960 se han publicado muchos trabajos de la hemorragia pulmonar que se produce después de una trom-
sobre el mayor riesgo de ETEV en mujeres que toman anticon- boembolia, el mecanismo probable es la lesión isquémica de las
ceptivos orales69-71. Con los fármacos actuales el riesgo absoluto células endoteliales y alveolares y el consiguiente paso de eritroci-
es bajo y se considera que el riesgo basal es inferior a 1 por 10.000 tos y de edema hacia los espacios aéreos. Se piensa que la he-
persona-años y aumenta hasta 3-4 por 10.000 persona-años72. El morragia procede de las arterias bronquiales a través de anasto-
riesgo depende de la dosis. Se cree que el principal responsable mosis broncopulmonares75, pero también puede proceder de la
son los estrógenos62, que aumentan la coagulación y también propia arteria pulmonar cuando el vaso está ocluido sólo par-
alteran la fibrinólisis. También se ha descrito mayor riesgo con los cialmente o después de que la fibrinólisis haya vuelto a abrir parcial-
progestágenos de tercera generación modernos que con los más mente el vaso.
antiguos72. Un rasgo trombofílico hereditario aumenta de forma No está claro por qué algunos tromboémbolos no afectan al
significativa el riesgo; por ejemplo, las mujeres que tienen la parénquima pulmonar o sólo ocasionan hemorragia, mientras
mutación del factor V Leiden y emplean anticonceptivos orales que otros producen un infarto. Sin embargo, se sabe que la oclu-
tienen un riesgo 35 veces mayor de ETEV que las mujeres que no sión vascular pulmonar no suele generar lesiones tisulares per-
los toman y que no tienen esta mutación62. No es sorprendente manentes salvo que haya otros factores76; de hecho, los resultados
que también se encuentre un mayor riesgo de ETEV en la gesta- de algunas revisiones autópsicas indican que la frecuencia de
ción y el puerperio, riesgo que se agrava en presencia de trombo- infarto es tan sólo del 10%-15% de todos los casos de trombo-
filias hereditarias73. embolia77. La enfermedad más frecuente que predispone al infar-
Pruebas. El momento óptimo para realizar pruebas en un es- to es la insuficiencia cardíaca congestiva, asociación que se expli-
tado de hipercoagulabilidad es a los seis meses del episodio ca por el aumento de la presión venosa pulmonar con la consi-
trombótico74. No es deseable realizar antes las pruebas porque se guiente disminución del flujo por la arteria bronquial. Otros tras-
producen alteraciones de los factores de la coagulación por la tornos que se asocian a un mayor riesgo de infarto incluyen shock,
propia trombosis. La mayor parte de las pruebas se puede realizar tumores malignos, embolias múltiples y la existencia de embolia
aunque el paciente reciba warfarina. El tratamiento con heparina periférica (contrapuesta a central)78, 79.
de bajo peso molecular durante dos semanas permite una valora- Broncoconstricción y atelectasia. Las consecuencias fisio-
ción posterior precisa de la actividad de la proteína C y del antí- patológicas de la oclusión súbita de un vaso pulmonar incluyen
geno libre de la proteína S. Es importante descartar alteraciones una disminución local de la distensibilidad y la ventilación que se
adquiridas que pudieran justificar los resultados anormales, explica al menos en parte por la broncoconstricción. Esto puede
como por ejemplo una hepatopatía, antes de considerar el diag- deberse a la reducción de la PCO2 dentro de la vía aérea que dre-
nóstico del trastorno hereditario de la coagulación74. na el segmento ocluido80 o por la liberación de sustancias vasoac-
546 CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones

tivas y broncoconstrictoras, como serotonina, prostaglandinas e tólica del ventrículo izquierdo en los enfermos que tienen hiper-
histamina. Aunque esta broncoconstricción puede ser en parte tensión pulmonar tromboembólica crónica; estos efectos son
causa de la pérdida de volumen pulmonar, es probable que se reversibles tras la tromboendarterectomía y sólo en raros casos
atribuya especialmente a la depleción de surfactante. Esta mani- determinan que haya datos clínicos de edema pulmonar98.
festación de la TEP es un hallazgo radiológico frecuente y suele Edema. En ocasiones se encuentra un edema pulmonar difuso
ser más llamativa cuando se asocia a un infarto81. Aunque los datos en pacientes que tienen TEP99. En muchos casos este edema se
fisiológicos de broncoconstricción son frecuentes en los pacientes debe a una insuficiencia cardíaca independiente en el momento
que tienen una TEP, las sibilancias son poco frecuentes y resultan del episodio embólico, mientras que en otros es posible que la
más evidentes en enfermos asmáticos82. hipotensión sistémica secundaria a la insuficiencia ventricular
Hipertensión pulmonar aguda. La información sobre los derecha altere la perfusión coronaria y ocasione isquemia aguda
cambios hemodinámicos en las personas que sufren una TEP es del miocardio91. Sin embargo, se ha descrito también un edema
necesariamente imprecisa. Las medidas que se han obtenido por aumento de la permeabilidad en algunos casos100 y los datos
corresponden a la población superviviente, y habitualmente no se de experimentos en animales indican que la obstrucción de los
dispone de datos sobre la hemodinámica basal del enfermo antes vasos pulmonares puede precipitar el edema por un mecanismo
de la embolia para compararlos con los datos tras la embolia83. En humoral101.
cualquier caso, se pueden realizar ciertas apreciaciones sobre los Alteraciones del intercambio gaseoso. La hipoxemia y la
cambios hemodinámicos. hipocapnia son frecuentes en los pacientes que tienen TEP; sin
En pacientes que no tienen una enfermedad cardiopulmonar embargo, no se puede olvidar que la valoración de este intercam-
de base, la TEP incrementa la presión en la arteria pulmonar, bio gaseoso no permite confirmar ni descartar el diagnóstico102,
103
aumento que se explica por el bloqueo mecánico y el aumento del . La obstrucción del lecho vascular aumenta la ventilación del
retorno venoso como consecuencia del incremento del tono sim- espacio muerto, y la magnitud de este incremento puede correla-
pático inducido por la hipoxemia84. Sin embargo, estos factores cionarse con el grado de obstrucción vascular104. En algunos estu-
no explican por sí solos la importancia del incremento de presión dios la medición del volumen del espacio muerto alveolar com-
que se observa85 y es posible la participación de mecanismos binada con otras pruebas, como el dímero D, ha resultado útil
humorales, neurales o de ambos tipos86, 87. En las personas pre- para descartar con técnicas no invasoras el diagnóstico de
viamente sanas la gravedad de la hipertensión pulmonar se corre- ETEV103, 105. . .
laciona con la gravedad de la oclusión vascular; sin embargo, no Las áreas de baja ventilación/perfusión (V/Q) causan gran
suelen encontrarse presiones medias en la arteria pulmonar supe- parte de la hipoxemia que se observa en pacientes que tienen TEP.
riores a 40 mm Hg sin enfermedad cardiopulmonar previa ni Aunque la derivación mecánica de sangre hacia los vasos no obs-
antecedentes de TEP de repetición no reconocida88. truidos explica parte de este fenómeno106, posiblemente sea más
Aunque los pacientes que tienen una TEP pequeña pueden no importante la broncoconstricción refleja y de mecanismo humo-
tener signos ni síntomas, la oclusión de una parte importante del ral. La derivación puede ser importante como causa de hipoxe-
sistema arterial pulmonar se traduce de forma casi invariable en mia cuando se perfunden áreas de atelectasia o cuando la hiper-
una hipertensión pulmonar aguda con insuficiencia cardíaca tensión pulmonar se asocia a la apertura del agujero oval107.
derecha. Sin embargo, la hipertensión pulmonar no se mantiene Cuando disminuye el índice cardíaco, una baja presión parcial de
en pacientes que no tienen enfermedades cardiopulmonares de oxígeno en sangre venosa mixta puede agravar la hipoxemia
. . que
base hasta que se produce la oclusión de al menos el 50% del producen las áreas de derivación y de desequilibrio (V/Q)108. Aun-
árbol vascular pulmonar89. Cuando se descubre un incremento que no contribuye a la hipoxemia, en la hipertensión pulmonar
de la presión de la arteria pulmonar en enfermos con TEP de crónica de origen tromboembólico se produce una notable deri-
repetición, en general será necesario descartar episodios oclusivos vación entre la arteria bronquial y la vena pulmonar109.
embólicos previos o una enfermedad de base. En pacientes que
tienen EPOC la medida del VEMS1 como indicador de la grave- Características anatomopatológicas
dad de la enfermedad puede ser útil para valorar la contribución
de este proceso al incremento de la presión en la arteria pulmo- Parénquima pulmonar
nar90. En términos prácticos, un tromboémbolo grande en un
paciente que tiene una reserva cardiopulmonar normal puede En la mayor parte de los casos el parénquima pulmonar distal al
tener los mismos efectos hemodinámicos y clínicos que un émbo- tromboémbolo pulmonar es normal o muestra sólo ligeras atelec-
lo de menor tamaño en un paciente que tiene alteraciones de la tasias y una hemorragia o edema intraalveolares mínimos. Cuan-
reserva91. do los cambios son más llamativos, corresponderán a hemorragia
Hipertensión pulmonar crónica. Se ha estimado que la hi- aislada o a una combinación de hemorragia y necrosis.
pertensión crónica afecta hasta al 1% de los enfermos que tienen La hemorragia parenquimatosa es parecida a nivel macroscó-
TEP (véase página 596)92. Aunque esto se ha atribuido clásica- pico al infarto en estadios iniciales y corresponde a un área aproxi-
mente a émbolos de repetición93 y a la falta de resolución del coá- madamente triangular de pulmón consolidado y rojo. En ausencia
gulo94, las observaciones clínicas y anatomopatológicas y los de muerte tisular la sangre suele desaparecer con bastante rapidez
hallazgos de la cirugía indican que suele deberse a la propagación y sus restos pueden no ser detectados macroscópicamente si se
in situ del coágulo y a cambios estructurales secundarios de la vas- analiza el pulmón una semana o más después del episodio de em-
culatura pulmonar que no está afectada de forma directa por el bolia. En estadios iniciales el estudio histológico muestra exclusi-
trombo95. Es posible que la vasoconstricción también sea impor- vamente hemorragia intraalveolar y edema con paredes alveola-
tante, porque en algunos casos la hipertensión es reversible de res conservadas. Posteriormente, el único dato de las lesiones pre-
forma parcial tras la administración de vasodilatadores96. Los esta- vias serán macrófagos cargados de hemosiderina o la presencia de
dos procoagulantes sistémicos se encuentran en menos del 10% de pigmento intersticial.
los pacientes97. Los mecanismos de interdependencia ventricular A los 1-2 días de la tromboembolia se puede reconocer con
condicionan que existan alteraciones de la función sistólica y dias- facilidad el infarto como una región firme, de forma más o menos
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 547

FIGURA 12-1
Infartos pulmonares: aspecto macroscópico. Infartos recientes (A), en organización (B) y antiguo (C). En A se muestra un foco
relativamente mal definido, pero de aspecto triangular, de parénquima pulmonar necrótico y hemorrágico adyacente a la pleura (flechas
pequeñas). Obsérvese el trombo en la arteria nutricia pulmonar (flecha larga) y la pleuritis fibrinosa (P). La parte basal del lóbulo
inferior (B) muestra una zona definida de tejido blanco en la unión entre el parénquima viable y el necrótico, que representa una reacción
inflamatoria aguda por la presencia de tejido necrótico; resulta evidente la cavitación focal. Obsérvese también el trombo en la arteria
pulmonar (flecha) y la pleuritis residual. Este aspecto indica un intervalo de varias semanas desde el episodio tromboembólico inicial. En C
se reconoce un infarto pulmonar organizado en un segmento superior del lóbulo inferior como una banda lineal de tejido fibroso asociado
a retracción pleural (A y B, tomados de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999. C, tomado de Fraser RS: Pathologic characteristics of venous thromboembolism. In Leclerc JR [ed]:
Venous Thromboembolic Disorders. Philadelphia, Lea & Febiger, 1991.)

cuneiforme, de consolidación hemorrágica que típicamente pro- necrótico como precursor del drenaje y la formación de una cavi-
truye sobre la pleura (figura 12-1 y figura en color 12-1). Aun- dad. El parénquima infartado se acaba sustituyendo con el tiem-
que suele estar bien delimitado, puede haber áreas parcheadas po por tejido fibroso, lo que ocasiona una cicatriz contraída y
de hemorragia parenquimatosa adyacentes al mismo (un rasgo algo alargada, que con frecuencia se asocia a retracción pleural
que explica la mala definición radiológica de los infartos). Es fre- (véase figura 12-1).
cuente encontrar una pleuritis fibrinosa suprayacente (véase figu- Histológicamente, el infarto pulmonar muestra necrosis
ra 12-1). Los infartos se suelen asociar a la oclusión de arterias seg- coagulativa de los tabiques alveolares asociada a hemorragia en
mentarias o subsegmentarias78. el espacio aéreo y edema. La organización por tejido de granu-
Con el tiempo el parénquima necrótico se delimita con clari- lación se identifica a los pocos días en la periferia (figura 12-2).
dad del parénquima adyacente por una zona de tejido en organi- En los bordes del infarto se pueden ver cambios epiteliales
zación, que puede ser rojo (por su rica vascularización) o clara- reactivos, sobre todo de los neumocitos de tipo II; cuando se
mente blanco (por la llegada de polimorfonucleares neutrófilos expectoran, estas células pueden motivar un resultado falsa-
[véase figura 12-1]). La cavitación del infarto suele indicar pre- mente positivo de malignidad en citología110. Los infartos de
sencia de infección superpuesta (véase figura en color 12-2). Se larga evolución muestran una fibrosis densa del parénquima
asocia típicamente a un prominente infiltrado leucocítico, cuyas bajo la cual a menudo se sigue reconociendo la arquitectura
enzimas posiblemente determinan la licuefacción del tejido pulmonar de base.
548 CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones

FIGURA 12-2
Infarto pulmonar en organización. Imagen histológica a pequeño aumento (A) que muestra un foco bastante bien delimitado de parénquima
pulmonar necrótico rodeado de tejido de granulación. Una imagen ampliada (B) revela necrosis coagulativa del tejido pulmonar. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

Tromboémbolos y vasos pulmonares la periferia del pulmón111. La patogenia de esta fragmentación


puede relacionarse con la escisión del trombo en trozos cada
El destino de los tromboémbolos pulmonares depende de vez más pequeños como consecuencia del crecimiento de célu-
muchos factores, como el estado del sistema fibrinolítico del las endoteliales y macrófagos desde la pared del vaso114. Un cre-
paciente, el grado de organización del trombo antes de su cimiento similar de miofibroblastos, macrófagos y células
embolización y la cantidad de trombo nuevo que se incorpora endoteliales desde la pared hacia la porción periférica del
in situ. Aunque los émbolos en ocasiones cambian poco de trombo puede producir su organización e incorporación final
tamaño, determinando así una obstrucción vascular crónica, la en la pared como una placa fibrosa, típicamente de localización
mayoría se degrada por uno o más de tres mecanismos: lisis, excéntrica (figura 12-5). Como alternativa, algunos trombos
fragmentación y embolización periférica, y organización y reca- experimentan lisis y organización en su parte central al mismo
nalización. tiempo que se organizan en la periferia, lo que determina la
Los resultados de los estudios radiológicos y de la gamma- formación de múltiples canales vasculares de pequeño calibre
grafía de perfusión en animales111 y seres humanos112, 113 han dentro de la luz original (recanalización) (figura 12-6). Aunque
demostrado que en muchos casos el flujo a través de las arterias las luces de estos vasos embolizados están siempre reducidas en
obstruidas se recupera con relativa rapidez en los primeros días una sección transversal, es indudable que estos procesos per-
tras la embolización, lo que indica que se produce una fibrinó- miten un flujo mucho mayor del que sería posible sin orga-
lisis. Este proceso también puede ser importante porque impide nización.
la formación de más trombo in situ. A pesar de los datos angio-
gráficos de disolución en muchos casos, algunos tromboémbo- Manifestaciones radiológicas
los recientes siguen intactos y se pueden reconocer desde el
punto de vista macroscópico en la autopsia por una o más de La mayoría de los episodios de TEP no provoca cambios detecta-
estas tres características: 1) presencia de laminaciones definidas bles en la radiografía de tórax. Aunque se sospeche el diagnóstico
(figura 12-3A, B) que corresponden a bandas alternantes de a nivel clínico y se confirme con la angiografía, no se encuentran
hematíes y agregados de plaquetas y fibrina que se forman alteraciones en el 10%-15% de los casos115. Además, aunque
durante los estadios iniciales de la trombosis venosa; 2) adhe- resulten evidentes las alteraciones, la radiografía de tórax tiene
rencia a la pared vascular (figura 12-3C), y 3) en los vasos de una utilidad diagnóstica escasa; aunque la especificidad de algu-
mayor calibre el aspecto espiral se debe a un ajuste y plega- nas alteraciones, como la oligohemia, es buena, la sensibilidad es
miento imperfectos del trombo cuando se aloja en la arteria baja. Por ejemplo, en un estudio de 152 pacientes en los que se
(figura 12-3D). Los tromboémbolos más antiguos (organiza- sospechaba TEP, un índice predictivo que reflejaba la exactitud
dos) se pueden reconocer macroscópicamente como focos de global del diagnóstico fue de sólo 0,4116. La principal utilidad de
engrosamiento mural o bandas fibrosas o redes que atraviesan la radiografía es que permite descartar otros procesos patológicos
la luz (figura 12-4). que se parecen a la TEP, como una neumonía y el neumotórax, y
En algunos estudios experimentales se ha observado que los también .que. se puede correlacionar con la gammagrafía pulmo-
coágulos se fragmentan en pequeños trozos y embolizan hacia nar de (V/Q)115-117.
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 549

FIGURA 12-3
Tromboembolia: aspectos
variables. La ilustración muestra tres
rasgos macroscópicos de la
tromboembolia. En A un émbolo
reciente adopta un aspecto laminar
(flecha), que corresponde a capas
alternantes de hematíes y agregados
de fibrina y plaquetas (también se
reconocen en el corte histológico
de B). Se reconoce la oclusión de una
pequeña arteria segmentaria (flecha
curva). En C un tromboémbolo antiguo
está organizado en gran medida, lo que
se traduce en su aspecto fibroso
(blanco) y en la transición mal
delimitada entre el trombo y la pared
del vaso adyacente (flechas). En D la
arteria interlobar derecha está ocluida
por completo por un trombo de
superficie lisa y helicoidal (B, ×25).
(D, tomado de Fraser RS: Pathologic
characteristics of venous
thromboembolism. En Leclerc JR [ed]:
Venous Thromboembolic Disorders.
Philadelphia, Lea & Febiger, 1991.)

Tromboembolia sin hemorragia ni infarto como consecuencia de una oclusión difusa de vasos pequeños81,
119
. En un estudio de 1.063 pacientes este hallazgo tuvo una sen-
Los cambios relacionados con la tromboembolia sin hemorragia sibilidad del 14%, con una especificidad del 92% para el diag-
ni infarto incluyen oligohemia, cambios del tamaño del vaso, pér- nóstico115.
dida de volumen pulmonar y alteraciones del tamaño o de la con- Cambios en las arterias pulmonares. El aumento de tama-
figuración del corazón. ño de una arteria pulmonar principal (signo de Fleischner) es útil
Oligohemia. La oligohemia es una manifestación poco fre- para el diagnóstico, sobre todo cuando las radiografías seriadas
cuente de la TEP; en una revisión de los hallazgos radiológicos muestran aumento progresivo del tamaño del vaso afectado (véa-
de 123 pacientes sólo apareció en 7 (5%)118. Puede ser focal (sig- se figura 12-7)81. Igual importancia tiene un afilamiento abrupto
no de Westermark), en cuyo caso suele encontrarse en la perife- en sentido distal del vaso ocluido, que en algunos casos resulta
ria del pulmón y se asocia a la oclusión de una arteria pulmonar tan marcado que origina el denominado signo del nudillo (véase
segmentaria o lobar (figura 12-7). En ocasiones es generalizada figura 12-7)120. Igual que sucede con la oligohemia, el aumento de
550 CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones

tamaño de la arteria pulmonar hiliar suele encontrarse en pacien-


tes que tienen émbolos de gran calibre y el signo tiene una sensi-
bilidad diagnóstica relativamente baja. En la investigación a la
que se aludió antes se encontró que la prominencia de una arte-
ria pulmonar central tiene una especificidad diagnóstica del 80%,
con una sensibilidad sólo del 20%115.
Pérdida de volumen. La pérdida de volumen del lóbulo in-
ferior asociada a la TEP puede manifestarse desde el punto de
vista radiológico por elevación del hemidiafragma, desplaza-
miento hacia abajo de la cisura mayor o ambos. En una revisión
de 1.063 pacientes la elevación del hemidiafragma tuvo una sen-
sibilidad y especificidad diagnósticas del 20% y el 85%, respec-
tivamente115. Otra alteración relativamente frecuente es la pre-
sencia de sombras lineales que representan atelectasias lineales
y que se observaron en el 22% de los casos de un estudio121.
Estas sombras son aproximadamente horizontales, suelen loca-
lizarse en las zonas inferiores del pulmón, miden 1 mm-3 mm
de grosor y varios centímetros de longitud y protruyen sobre la
FIGURA 12-4 superficie pleural.
Alteraciones cardíacas. Las alteraciones radiológicas indi-
Tromboembolia antigua: bandas fibrosas intraluminales. Una pieza
macroscópica de una arteria pulmonar lobar y de sus ramas proximales cativas de hipertensión aguda de la arteria pulmonar se
muestra una banda fibrosa similar a un cordón que atraviesa la luz vascular encuentran en el 10% de los pacientes118, 122. Son más frecuen-
(flecha). Este aspecto es diagnóstico de un trombo organizado, que se suele tes cuando hay émbolos pequeños generalizados. Los signos
deber a una embolia. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: corresponden a aumento del tamaño del corazón como conse-
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)
cuencia de la dilatación del ventrículo derecho, del aumento del

FIGURA 12-5
Tromboembolia pulmonar: organización. Un corte histológico de una arteria muscular de mediano calibre (A) muestra una
pequeña cantidad de trombo (flecha corta) cubierta por células endoteliales; el trombo se ha sustituido en gran parte por tejido
fibroso (flechas largas), que se continúa con la íntima. Un corte de otro vaso (B) presenta un estadio de organización más
avanzado, en el cual el trombo se ha sustituido por completo por una placa excéntrica de tejido fibroso. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 551

FIGURA 12-6
Tromboembolia pulmonar:
recanalización. La micrografía de la
izquierda (A) muestra una arteria
muscular pulmonar de gran calibre
que está ocluida casi por completo
por un trombo. La adherencia del
trombo a la pared vascular resulta
evidente en varias localizaciones y se
debe al crecimiento hacia su interior
de fibroblastos (flechas). La parte
central del trombo está subdividida
en parte en numerosos pequeños
fragmentos secundarios a la lisis y la
organización: el resultado final
de estos procesos es la aparición de
múltiples canales intraluminales (que
se ven en la pequeña arteria muscular
de B). (A, ×40; B, ×150.) (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of
Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

tamaño de la arteria pulmonar principal y en general del suele medir 3 cm-5 cm de diámetro, aunque puede llegar a medir
aumento del tamaño y del afilamiento rápido de los vasos pul- 10 cm128. La cavitación es poco frecuente y en general indica la
monares hiliares123, 124. presencia de un émbolo séptico130.

Tromboembolia con hemorragia o infarto Enfermedad pleural


Las alteraciones radiológicas de la TEP con hemorragia o infarto Se encuentra derrame pleural en el 35%-55% de los pacientes que
corresponden a regiones segmentarias de consolidación asocia- tienen una TEP aguda demostrada115, 118. Es más frecuente en los
das a pérdida de volumen. La frecuencia relativa viene condicio- pacientes que tienen un infarto, pero puede aparecer en casos en
nada por el intervalo de tiempo entre la aparición de los síntomas los que no hay consolidación parenquimatosa115. La cantidad de
y la realización de la radiografía. En un estudio de 50 pacientes con líquido suele ser pequeña, pero puede ser abundante. A menudo
TEP aguda confirmada mediante angiografía se encontró pérdi- es unilateral128.
da de volumen evidenciada por una elevación del hemidiafragma
en el 50% de los casos a las 24 horas de iniciarse los síntomas y Técnicas radiológicas especiales
sólo en el 15% cuando los síntomas llevaban más tiempo de evo-
lución125. Por el contrario, se encontraron opacidades pulmona- Aunque se sabe que la angiografía pulmonar es el método defini-
res en el 37% de los pacientes a las 24 horas y en el 57% después. tivo para diagnosticar una TEP y determinar la extensión de la
En los estadios iniciales de un infarto las opacidades paren- embolia, se trata de una técnica cara y que necesita mucho tiem-
quimatosas están mal delimitadas. Son más frecuentes en la base po, y puede ocasionar una morbilidad
. . importante. Como conse-
del lóbulo inferior derecho, a menudo concentradas en el ángu- cuencia, la gammagrafía de V/Q se ha empleado mucho como
lo costofrénico. La mayor parte de las opacidades del parénqui- técnica de detección selectiva inicial. Más recientemente la TC
ma no afecta a más de uno o dos segmentos y por tanto afectan con contraste y con técnica helicoidal o con haz electrónico se ha
a un volumen relativamente pequeño del parénquima pulmo- convertido en el método de elección en varios centros. Otras téc-
nar; sin embargo, en ocasiones se afecta una porción mayor del nicas útiles en el diagnóstico de la TEP y/o la TVP incluyen la
lóbulo126, 127. El intervalo entre el episodio embólico y la apari- RM, la flebografía y la ecografía.
ción de una opacidad oscila entre 10 horas y varios días128, 129; en
una serie la opacidad apareció en 24 horas en la mitad de los Gammagrafía
pacientes121.
El aspecto típico del infarto pulmonar es una zona homogénea Los radiofármacos de elección para la gammagrafía pulmonar de
de aspecto cuneiforme de consolidación en la periferia pulmonar, perfusión incluyen –marcados con tecnecio 99m (Tc99m)– las
con la base contigua a la pleura visceral y cuyo vértice convexo y microesferas de albúmina humana (99mTc-HAM) y los macroagre-
redondeado se dirige hacia el hilio (figura 12-8), configuración gados de albúmina (99mTc-MAA)131, 132. Estas partículas se alojan
que se denomina joroba de Hampton117, 128. El área consolidada en las arteriolas pulmonares capilares; su distribución es propor-
552 CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones

FIGURA 12-7
Tromboembolia pulmonar sin infarto. Al ingreso en
el hospital de este varón de 52 años se obtuvo una
radiografía posteroanterior de tórax (A) que no tenía
alteraciones significativas. A los pocos días de una
operación abdominal presentó de forma súbita dolor
torácico derecho con disnea. Una radiografía que se
obtuvo en este momento (B) demostró un evidente
aumento del diámetro y un cambio en la configuración
de la arteria interlobar derecha (puntas de flecha);
además, el extremo distal de esta arteria presenta
aspecto similar a un nudillo y los vasos periféricos a la
misma aparecen disminuidos. La zona inferior derecha
muestra un incremento de la radiotransparencia
secundario a una menor perfusión (signo de
Westermark). La gammagrafía pulmonar (C) mostró
ausencia de perfusión en la mitad inferior del pulmón
derecho. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC,
Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

D I

cional al lecho sanguíneo pulmonar regional en el momento de la camente todas las enfermedades parenquimatosas y de las vías
inyección. Se ha estimado que las partículas producen bloqueos aéreas pueden reducir el flujo sanguíneo en la arteria pulmonar
transitorios en aproximadamente el 0,1% de las arteriolas pulmo- dentro del pulmón afectado. Como los tromboémbolos determi-
nares precapilares133, lo que permite obtener una imagen estática nan alteraciones de la perfusión con ventilación conservada
del flujo regional. Con fines diagnósticos se deben obtener al (defectos no coincidentes) (figura 12-9), mientras que la enfer-
menos seis proyecciones de los pulmones, incluidas las proyeccio- medad pulmonar parenquimatosa suele determinar alteraciones
nes anterior, posterior, laterales derecha e izquierda y oblicuas pos- de la ventilación y la perfusión en la misma región pulmonar
teriores derecha e izquierda. Pueden resultar útiles las proyecciones (defectos coincidentes), en la mayor parte de los centros
. . se suele
oblicuas anteriores derecha e izquierda en algunos casos seleccio- realizar de forma sistemática la gammagrafía de V/Q combinada
nados131, 132. para mejorar la especificidad del diagnóstico. La mayor experien-
La gammagrafía de perfusión es una técnica sensible, aunque cia con técnicas radiológicas de ventilación se ha tenido con
poco específica, para identificar la enfermedad pulmonar; prácti- xenón 133117.
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 553

TABLA 12-1. Criterios revisados del estudio PIOPED para


la interpretación de la gammagrafía de ventilación-perfusión
Probabilidad
de embolia
pulmonar Criterios diagnósticos

Alta probabilidad Dos o más defectos de perfusión segmentarios


(≥80%) grandes no coincidentes o el equivalente
aritmético en defectos moderados o grandes y
moderados, es decir, un defecto grande más dos
o más defectos moderados o cuatro o más
defectos moderados no coincidentes
Probabilidad Un defecto de perfusión segmentario moderado
intermedia no coincidente más uno grande o el
(20%-79%) equivalente aritmético en defectos moderados
Un defecto de ventilación-perfusión coincidente
con una radiografía de tórax normal. Difícil
clasificarla como de alto o bajo riesgo, o no se
describe como de alto o bajo riesgo
Probabilidad baja Defectos de perfusión no segmentarios (es
(≤19%) decir, cardiomegalia, aorta aumentada de
tamaño, hilios aumentados de tamaño,
diafragmas elevados). Cualquier defecto de
perfusión con una alteración sustancialmente
mayor en la radiografía de tórax
Defecto de perfusión coincidente con un
defecto de ventilación siempre que:
1) las radiografías de tórax sean normales
y 2) existan áreas de perfusión normal en los
pulmones
Cualquier número de defectos de perfusión
pequeños con una radiografía de tórax normal
Normal Ausencia de defectos de perfusión o defectos
que se corresponden de forma perfecta con la
forma de los pulmones en la radiografía de tórax
(pueden verse las improntas hiliares y aórtica, y
la radiografía de tórax y/o la gammagrafía de
ventilación puede ser patológica)
FIGURA 12-8
Modificado de Gottschalk A, Sostman HD, Coleman RE et al: Ventilation-perfusion
Infarto pulmonar: joroba de Hampton. Una imagen del pulmón derecho
scintigraphy in the PIOPED study. Part II. Evaluation of the scintigraphic criteria and
en una radiografía posteroanterior de tórax muestra una opacidad
intepretations. J Nucl Med 34:1119-1126, 1993; and Sostman HD, Coleman RE,
homogénea en el ángulo costofrénico derecho de contorno convexo (flecha)
DeLong DM et al: Evaluation of revised criteria for ventilation-perfusion scintigraphy
hacia el hilio. Esta imagen es típica de una joroba de Hampton e indica un
in patients with suspected pulmonary embolism. Radiology 193:103-107, 1994.
infarto pulmonar. El paciente era un varón joven con antecedentes de dolor
torácico agudo asociado a tromboflebitis de la pierna derecha. (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of
the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.) parar diversos algoritmos diagnósticos los criterios originales del
estudio PIOPED mostraron la máxima razón de verosimilitud para
predecir la presencia de émbolos en la angiografía pulmonar136. Sin
Con xenón 133 se suele obtener la imagen de la ventilación antes embargo, el uso de .estos
. criterios se asoció a la máxima proporción
de la perfusión117. Primero se obtiene una imagen posterior inicial de gammagrafías V/Q interpretadas como de probabilidad inter-
de relleno o primera respiración y después se obtienen imágenes en media. Se han introducido varias modificaciones en los criterios
equilibrio mientras el paciente reinhala el gas dentro de un sistema originales del estudio PIOPED (tabla 12-1)131, 135. Usando los crite-
cerrado. Las imágenes de lavado o de pausa de apnea muestran la rios revisados se puede reducir el número de resultados de proba-
ventilación regional del pulmón. Las regiones de los pulmones que bilidad intermedia y clasificarlos mejor como de baja probabilidad.
aparecen como defectos en la imagen de relleno pueden normali- Se han identificado varios criterios que tienen un valor pre-
zarse en las de equilibrio por la ventilación colateral. Por último, las dictivo positivo (VPP) de TEP inferior al 10%137, incluidas las
imágenes de lavado seriadas se obtienen mientras el paciente respi- alteraciones
. . no segmentarias de la perfusión (VPP = 8%), las altera-
ra aire ambiental para poder detectar atrapamiento aéreo regional, ciones V/Q coincidentes en dos o tres zonas de un solo pulmón
que se manifiesta como áreas focales de actividad retenida. (VPP = 3%) y la presencia de 1-3 defectos de perfusión que afec-
Criterios diagnósticos. Como se ha indicado, el diagnóstico tan a menos del 25% de un segmento (VPP = 1%). Estas altera-
de TEP mediante . . gammagrafía se realiza por la falta de coinci- ciones constituyen los criterios para una interpretación de proba-
dencia entre V/Q, es decir, por la presencia de ventilación en bilidad
. . muy baja y aumentan la utilidad de la gammagrafía de
ausencia de perfusión distal a un émbolo obstructivo. Estos hallaz- V/Q para la valoración de los pacientes en los que se sospecha una
gos se suelen clasificar en términos de probabilidad de embolia, TEP aguda. Se ha demostrado que el uso de los criterios revisados
usando sobre todo los términos normal, casi normal, bajo, inter- del estudio PIOPED en los estudios clínicos consigue una valora-
medio y alto. ción más precisa de la TEP demostrada mediante angiografía que
Se han propuesto varios criterios. .diagnósticos para interpretar cuando se usan los criterios originales131, 138.
las gammagrafías pulmonares de V/Q134, 135, muchos de los cuales Exactitud diagnóstica. En una muestra aleatoria de 931 pa-
se han valorado en el estudio PIOPED36. En un estudio para com- cientes a los que se realizó una gammagrafía en el estudio PIOPED,
554 CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones

Posterior derecha Posterior derecha

RELLENO EQUILIBRIO

Posterior derecha

A ELIMINACIÓN

FIGURA 12-9
Utilidad de la gammagrafía de ventilación-perfusión en el diagnóstico de tromboembolia. Gammagrafía de
ventilación posterior con xenón 133 (A) que muestra parámetros ventilatorios normales durante las fases de relleno,
equilibrio y eliminación. Continúa

. .
el 13% tenía resultados de alta probabilidad, el 39% de proba- grafía de V/Q para la detección de la TEP aguda en este estudio se
bilidad intermedia, el 34% de baja probabilidad y el 14% resulta- recogen en la tabla 12-2. El valor diagnóstico no difirió signifi-
36
dos normales o casi normales. . . Existe una buena concordancia cativamente entre varones y mujeres, en pacientes de distintas
entre las gammagrafías de V/Q que se clasifican como de alta pro- edades y en pacientes con antecedentes de enfermedad cardíaca o
babilidad (95%) o normales (94%); sin embargo, se encontró una pulmonar comparados con pacientes que no tenían estos antece-
falta de concordancia del 25%-75% en la interpretación de las dentes patológicos139, 140. En un subgrupo de enfermos con EPOC
gammagrafías de probabilidad intermedia y baja36. De los 931 en- la sensibilidad de la gammagrafía de alta probabilidad fue signi-
fermos, en 755 se realizó una angiografía pulmonar. El 88% de los ficativamente inferior a la que se observó en pacientes que no
pacientes que tenían una gammagrafía de alta probabilidad y se tenían enfermedades cardiopulmonares de base141; sin embargo,
diagnosticaron de forma definitiva en la angiografía tenía émbo- el VPP de una gammagrafía de alta probabilidad fue del 100% y el
los, frente al 33% de los que tenían gammagrafías de probabilidad valor predictivo negativo de un resultado de probabilidad baja o
intermedia, el 16% de los que tenían gammagrafías de probabili- muy baja fue del 94%.
dad baja y el 9% de los que tenían gammagrafías normales o casi Aunque la valoración clínica de los pacientes con sospecha de
normales. La sensibilidad, la especificidad y el VPP de la gamma- TEP no permite el diagnóstico definitivo en la mayor parte de los
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 555

Anterior Posterior

Oblicua posterior derecha Oblicua posterior izquierda

B
F I G U R A 1 2 - 9 ( cont.)
Gammagrafía de perfusión con MAA marcados con Tc99m del mismo caso (B) en las proyecciones anterior, posterior y oblicuas
posteriores derecha e izquierda que permite identificar múltiples defectos de repleción segmentarios en ambos pulmones (puntas
de flecha). Estos hallazgos, junto con los del estudio de ventilación, se consideran prácticamente diagnósticos (alta probabilidad)
de tromboembolia pulmonar. El paciente era un varón de 65 años que tenía disnea aguda. (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

casos, los resultados del estudio PIOPED indican la importancia lidad baja o muy baja y que tenían un factor de riesgo la preva-
de incorporar la probabilidad clínica de TEP previa a la prueba a lencia aumentó hasta el 12%, y cuando tenían dos o más factores
la evaluación diagnóstica global
. . (tabla 12-3). En los pacientes que de riesgo alcanzó el 21%. Sin embargo, en el estudio PIOPED
. . la
tenían gammagrafías de V/Q de probabilidad baja o muy baja y mayor parte de los pacientes presentaba gammagrafías V/Q de
que no tenían antecedentes de inmovilización, cirugía reciente, probabilidad intermedia o baja y probabilidad clínica intermedia
traumatismo en los miembros inferiores ni instrumentación de
. TEP;
. en estos casos la combinación de clínica y gammagrafía de
venosa central, la prevalencia de TEP fue sólo del 4,5%142. Por el V/Q no consigue la información adecuada para el tratamiento
contrario, en los pacientes que tenían gammagrafías de probabi- correcto del paciente.
556 CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones

TABLA 12-2. Sensibilidad, especificidad y valor predictivo Tomografía computarizada


positivo de la gammagrafía de ventilación-perfusión
para detectar embolias pulmonares agudas con los criterios La introducción de la tecnología de TC helicoidal y de la TC ultra-
de interpretación originales del estudio PIOPED rrápida con haz electrónico a finales de la década de los ochenta
Interpretación de . . Sensibilidad Especificidad VPP
ha permitido visualizar todo el tórax en poco tiempo, a menudo
la gammagrafía de V/Q (%) (%) (%) durante una sola pausa de apnea. Cuando se utilizan con contraste
intravenoso, estas técnicas (sobre todo la angiografía mediante TC)
Alta 40 98 87 tienen una elevada sensibilidad y especificidad para el diagnóstico
Alta, intermedia 82 64 49
Alta, intermedia, baja 98 12 32
de los émbolos de las arterias pulmonares principales, lobares y seg-
mentarias145-147. La visualización del tórax con tomógrafos digitales
. .
VPP, valor predictivo positivo; V/Q , ventilación/perfusión.
helicoidales de un solo detector se realizaba típicamente con cortes
Los resultados se basan en el estudio de Worsley DF, Palevsky HI, Alavi A: A detailed relativamente gruesos (colimación a 3 mm-5 mm). La valoración de
evaluation of patients with acute pulmonary embolism and low- or very-low- los vasos pulmonares ha mejorado mucho con la introducción de
probability lung scan interpretations. Arch Intern Med 154:2737-2741, 1994. TC con hileras multidetector (4, 8 y, desde 2002, 16 hileras) y velo-
cidades de rotación más altas148, 149. Estos dispositivos permiten
visualizar todo el tórax con cortes de 1 mm-1,5 mm en una sola
TABLA 12-3. Efecto de factores de riesgo seleccionados pausa de apnea (10 segundos o menos). La mejor resolución espa-
sobre la prevalencia de embolia pulmonar cial que se consigue con estos cortes finos permite un análisis preci-
so de las arterias pulmonares hasta de quinto orden150, lo que se tra-
Interpretación de. la. 0 factores 1 factor ≥2 factores duce en una mayor precisión a la hora de identificar émbolos seg-
gammagrafía de V/Q de riesgo* de riesgo* de riesgo*
mentarios y, en muchos casos, incluso subsegmentarios151, 152.
Alta 63/77 (82%) 41/49 (84%) 56/58 (97%)
Intermedia 52/207 (25%) 40/107 (37%) 77/173 (45%) Hallazgos vasculares
Baja/muy baja 14/315 (4%) 19/155 (12%) 37/179 (21%)
Tromboembolia aguda. El diagnóstico de TEP aguda con la
* Los factores de riesgo incluyen inmovilización, traumatismo de las extremidades TC con contraste se basa en la presencia de defectos de repleción
inferiores, cirugía o instrumentación venosa central en los 3 meses anteriores a la
inclusión.
vascular parciales o completos145, 146. Los primeros se definen
Los resultados se basan en el estudio de Worsley DF, Palevsky HI, Alavi A: A detailed como una zona central o marginal de baja atenuación rodeada de
evaluation of patients with acute pulmonary embolism and low- or very-low- una cantidad variable de contraste (figura 12-10), mientras que los
probability lung scan interpretations. Arch Intern Med 154:2737-2741, 1994. segundos se definen como una zona de baja atenuación que ocupa
toda la sección arterial (es decir, por la ausencia abrupta de mate-
rial en un vaso claramente evidente) (figura 12-11)145, 153. El sig-
Los enfermos que tienen . EPOC. tienen más probabilidad de no más fiable de embolia aguda es un defecto de repleción que
presentar gammagrafías de V/Q de probabilidad intermedia. En forma un ángulo agudo con el la pared del vaso que perfila el con-
un estudio de 108 pacientes con EPOC y sospecha de TEP (en 21 traste. Aunque un defecto que ocasiona un ángulo liso y obtuso o
de los cuales se confirmó este diagnóstico mediante angiografía), una interrupción completa de la opacificación por contraste pue-
los resultados de la gammagrafía fueron de probabilidad alta, de deberse a un émbolo agudo, estos hallazgos también se
intermedia o baja y normales en el 5%, el 60%, el 30% y el 5%, encuentran en la embolia crónica.
respectivamente141. La frecuencia de TEP en estos grupos fue del La precisión de la angiografía mediante TC para el diagnósti-
100%, el 22%, el 2% y el 0%, respectivamente. co de TEP aguda se ha valorado en varios estudios prospectivos.
Un grupo de investigadores valoró la exactitud de la radiogra- A pesar de ciertas controversias153, 154, la mayor parte de los auto-
fía de tórax para valorar la extensión de la enfermedad de la vía res ha encontrado una sensibilidad global del 80%-90% y una
aérea en pacientes en los que se sospechaba TEP143. Los. investi-
. especificidad del 80%-95% con la TC helicoidal de un único
gadores vieron que los resultados de la gammagrafía de V/Q eran detector147, 155, 156. Se han descrito resultados similares con la TC
indeterminados en los 21 pacientes que tenían datos radiológicos ultrarrápida de haz electrónico146, 157. Los estudios preliminares
de EPOC generalizada, en el 35% de los casos de enfermedad obs- han demostrado una mejora de la sensibilidad y especificidad con
tructiva focal y sólo en el 18% de los pacientes cuyas radiografías el uso de cortes finos (1 mm-1,5 mm de colimación) y con la TC
no mostraron datos de EPOC143. Llegaron a la conclusión de que multidetector151, 152. También se ha demostrado desde un punto
la gammagrafía de ventilación posiblemente no está indicada en de vista experimental que la TC helicoidal con 1 mm de colima-
los enfermos que tienen datos radiológicos de EPOC difusa. ción consigue resultados comparables a la angiografía para la
En resumen, aproximadamente el .15% . de los pacientes que detección de émbolos segmentarios y subsegmentarios158.
tienen TEP presenta gammagrafías de V/Q de alta probabilidad, el Varios grupos de investigadores han demostrado que la angio- . .
40% de probabilidad intermedia, el 30% de probabilidad baja y grafía mediante TC es mejor que la gammagrafía pulmonar de V/Q
el 15% resultados normales o casi normales36. Aproximadamente el para el diagnóstico de TEP aguda155, . .
159, 160
. En una comparación
90% de los enfermos que tienen gammagrafías de alta probabili- prospectiva de la gammagrafía de V/Q y la angiografía mediante
dad tiene TEP, frente al 30% de los que tienen gammagrafías de TC helicoidal en 142 pacientes, dos observadores expertos valora-
155
probabilidad intermedia, el 15% de los que tienen gammagrafías ron de forma independiente los resultados de ambas pruebas . . . Se
de baja probabilidad y el 10% de los que tienen resultados nor- consideró que la combinación de una gammagrafía de V/Q de alta
males o casi normales36, 144. La exactitud diagnóstica puede
. . mejo- probabilidad y una TEP en la TC helicoidal era diagnóstica sin
rar combinando los resultados de la gammagrafía de V/Q con la necesidad de realizar más. estudios
. radiológicos. La combinación
impresión clínica36. Sin embargo, incluso en condiciones óptimas de una gammagrafía de V/Q de probabilidad baja o muy baja o
de valoración clínica excelente e interpretación de las gammagra- normal y una TC helicoidal negativa en un paciente con baja sos-
fías por expertos, a menudo se necesitan estudios adicionales. pecha clínica de TEP se consideró suficiente para descartar este
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 557

FIGURA 12-10
Tromboembolia pulmonar aguda. Una TC helicoidal con contraste a la altura de la arteria pulmonar izquierda (A) de una mujer de 84 años muestra
un gran defecto de repleción intraluminal (flechas). Se reconoce contraste alrededor del émbolo y distal al mismo, lo que indica una oclusión parcial de la
arteria. Un corte más caudal (B) muestra la embolia (flecha) dentro de la arteria pulmonar del lóbulo inferior izquierdo. (Tomado de Müller NL,
Fraser RS Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

diagnóstico. A todos los demás enfermos se les realizó una angio-


grafía pulmonar. En 12 pacientes se encontraron
. . discordancias
entre la TC helicoidal y la gammagrafía de V/Q; cuando se emplea-
ron los resultados angiográficos como patrón de referencia, la
interpretación de la TC helicoidal
. . se consideró correcta en 11 de los
casos y la gammagrafía de V/Q en 1 enfermo. En conjunto, la angio-
grafía mediante TC tuvo una sensibilidad del 87%, con una especi-
ficidad del 98%, lo que contrasta con una sensibilidad
. . del 65% y
una especificidad del 94% de la gammagrafía de V/Q de alta pro-
babilidad. Se obtuvo un mejor acuerdo interobservador en la inter-
. .
pretación de la TC helicoidal que de la gammagrafía de V/Q.
La angiografía mediante TC también aporta ventajas sobre las
gammagrafías al permitir la valoración del mediastino y del
parénquima pulmonar y la evaluación de las alteraciones vascula-
res que se asocian a enfermedades no embólicas, como un carci-
noma o el enfisema156. En un estudio prospectivo aleatorizado de
78 pacientes en los que
. .se sospechaba TEP se realizó TC helicoidal
o gammagrafía de V/Q como parte de la valoración inicial159.
Se pudo realizar un diagnóstico de certeza en 35 de los 39 enfer-
mos (90%) a los que se realizó una TC helicoidal, frente a 21 de
39 (54%) a los que se hizo primero la gammagrafía. La principal
FIGURA 12-11 causa de esta falta de concordancia es la capacidad de la TC de
mostrar alteraciones distintas de émbolos y que se consideraron
Tromboembolia pulmonar aguda. Una TC helicoidal con contraste de un responsables de los síntomas en 13 de los 39 casos (33%). Posibles
varón de 83 años que muestra la ausencia abrupta de contraste dentro de la
arteria segmentaria medial del lóbulo medio derecho (flechas) compatible fuentes de error en el diagnóstico de TEP mediante TC incluyen la
con oclusión completa de la arteria por un émbolo. Es evidente el aumento confusión de los émbolos con ganglios linfáticos hiliares, la escasa
del diámetro del vaso ocluido. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, opacificación de las arterias pulmonares, el aumento del ruido de
Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB la imagen en pacientes voluminosos y el oscurecimiento de los
Saunders, 2001.)
vasos por la opacificación del parénquima circundante155, 161, 162.
Algunos investigadores han estudiado la validez clínica de
un resultado negativo de la angiografía mediante TC y las impli-
caciones para el pronóstico del enfermo163-166. Un grupo revisó
1.512 pacientes consecutivos remitidos para realizarles una TC por
la sospecha clínica de TEP aguda165; 993 de ellos no recibían antico-
agulación y se les realizó una TC que se interpretó como negativa
558 CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones

para embolia. La probabilidad de haber sufrido una trombosis


venosa o una TEP a los 3 meses fue del 0,8% (8 de 993 enfermos).
Por comparación, en un estudio de 380 pacientes en los que se sos-
pechaba una TEP y que tenían una angiografía pulmonar normal,
la TEP apareció en 6 (1,6%) tras 1 año de seguimiento166.
El análisis de un modelo de toma de decisiones que se basa en
los datos publicados ha demostrado que es probable que la TC
helicoidal mejore la rentabilidad del estudio de la TEP y se asocie
a una disminución de la mortalidad167. Los investigadores valora-
ron una serie de algoritmos diagnósticos,. . que incluyeron varias
combinaciones de gammagrafía de V/Q, ecografía, determinación
de dímero D, TC helicoidal y angiografía convencional; para
todas las estimaciones realistas de la probabilidad previa a la
prueba de TEP y de TVP coexistente y de la exactitud diagnósti-
ca de la TC helicoidal, en todas las mejores estrategias de diag-
nóstico se incluyó la angiografía mediante TC167.
Aunque existen pocas dudas de que la angiografía mediante TC
puede resultar útil en la valoración de los enfermos en los que se
sospecha TEP, existe una notable controversia sobre las indicacio-
nes específicas de uso168-170. Algunos investigadores recomiendan . .
realizar la técnica en enfermos que tienen gammagrafías V/Q de FIGURA 12-12
baja probabilidad o indeterminadas y un elevado índice de sospe- Tromboembolia pulmonar crónica. Una TC helicoidal con contraste
cha clínica de TEP147, 155, 145. Otros autores han planteado que debe muestra un defecto de repleción excéntrico a lo largo del borde lateral de
realizarse en lugar de la gammagrafía en enfermos que tienen una la arteria pulmonar del lóbulo inferior derecho (flechas). Se observa un
enfermedad cardiopulmonar de base y alteraciones en la radio- pequeño defecto de repleción intraluminal en la arteria pulmonar del lóbulo
medio. El paciente era un varón de 53 años con embolias pulmonares de
grafía de tórax159, 170. También se ha propuesto que la TC helicoi- repetición. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
dal debería sustituir a la gammagrafía en la valoración de todos los Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
pacientes que tengan síntomas indicativos de TEP aguda y que no
tengan signos o síntomas de TVP (se considera que la ecografía de
la extremidad inferior es la principal técnica de imagen en la valo-
ración de enfermos en los que se sospecha TVP)148, 171, 172.
Nosotros, entre otros, consideramos que la angiografía median-
te TC es la técnica de elección para el diagnóstico de TEP aguda en
centros dotados de TC helicoidal multidetector148, 149, 165. En los
centros que disponen sólo de una TC con detector único recomen-
damos realizar una angiografía mediante TC en los pacientes que
tengan
. . síntomas indicativos de TEP aguda y una gammagrafía de
V/Q de probabilidad intermedia, así como en los pacientes que ten-
gan gammagrafías de baja probabilidad o normales y un alto índi-
ce de sospecha clínica. También pensamos que esta técnica es la
técnica radiológica
. . inicial de elección y que debe sustituir a la gam-
magrafía de V/Q en pacientes que tengan EPOC grave o alteracio-
nes extensas del parénquima en la radiografía de tórax. Aunque
tanto la TC de un solo detector como la multidetector tienen una
elevada precisión para el diagnóstico de TEP aguda en pacientes
que tienen una enfermedad extensa del parénquima, la TC multi-
detector consigue imágenes de mejor calidad173. FIGURA 12-13
En ocasiones se encuentran de manera casual émbolos no sos- Tromboembolia pulmonar crónica. Una TC helicoidal con contraste
pechados por la clínica en una TC que se realiza para valorar a muestra un defecto de repleción lineal (red) (flecha) en la arteria pulmonar
pacientes que tienen antecedentes de traumatismo, tumores torá- del lóbulo inferior izquierdo. La paciente era una mujer de 39 años con
hipertensión pulmonar secundaria a una tromboembolia pulmonar crónica.
cicos, enfermedades aórticas o trastornos pulmonares174-176. No
(Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
es sorprendente que estos pacientes suelan mostrar al menos un Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
factor de riesgo de TEP.
Tromboembolia crónica. Aunque la mayor parte de los pacien-
tes a los que se trata por una TEP aguda mejoran, la enfermedad ceso era crónico si se cumplían al menos dos de las siguientes:
crónica secundaria a un episodio tromboembólico inicial o a embo- 1) localización excéntrica contigua a la pared vascular (figura 12-12),
lias repetidas aparece en unos pocos enfermos. En un estudio de 2) presencia de recanalización dentro del defecto de repleción intra-
62 pacientes se realizaron TC helicoidales 1-53 meses (mediana luminal, 3) estenosis o redes arteriales (figura 12-13), 4) reducción
de tiempo, 8 meses) tras el diagnóstico inicial de TEP177. Todos ellos del diámetro arterial superior al 50% y 5) oclusión completa a la
habían sido tratados con anticoagulantes y 31 habían recibido fibri- altura de la arteria estenosada. Treinta de los 62 enfermos (48%)
nolíticos. En la TC helicoidal de seguimiento se consideró que la tenían una resolución completa de la embolia inicial en la TC de
embolia era aguda si ocluía de forma parcial o completa la luz arte- seguimiento y 24 (39%) mostraban una resolución parcial; 8 pa-
rial, sin reducción del calibre de la arteria. Se consideró que el pro- cientes (13%) tenían datos de embolia crónica. Las características
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 559

clínicas, los factores de riesgo en el momento del diagnóstico y el Tromboembolia crónica. Aunque los hallazgos parenquima-
tratamiento no resultaron distintos entre los pacientes que mostra- tosos de la TC tienen una utilidad escasa para el diagnóstico de la
ron una resolución completa y los que no; sin embargo, los pacien- TEP aguda, en muchos casos son lo suficientemente característi-
tes que tenían alteraciones residuales o embolia crónica mostraron cos para indicar el diagnóstico de embolia crónica179, 184. La alte-
embolizaciones más extensas en el momento del diagnóstico. ración más frecuente son áreas localizadas de menor atenuación
Igual que sucede en la TEP aguda, la TC helicoidal con y vascularización, que están delimitadas claramente de las regio-
contraste permite el diagnóstico fiable de embolia crónica en nes adyacentes de atenuación y tamaño vascular normales o
la mayoría de los casos178, 179. En un estudio de 75 pacientes que aumentados, patrón que se denomina perfusión en mosaico185.
tenían este trastorno, la TC demostró trombos en el tronco pul- Aunque este patrón también se puede ver en las enfermedades de
monar, las arterias pulmonares principales derecha e izquierda o las vías aéreas, sobre todo en la bronquiolitis obliterativa y el
en las arterias lobares en 53 casos179; la tromboendarterectomía asma, cuando se asocia a arterias pulmonares centrales aumenta-
que se practicó a 48 de estos enfermos confirmó los resultados de das de tamaño o a asimetría del tamaño de las arterias pulmona-
la TC de que la alteración era una embolia crónica central que se res centrales o segmentarias se considera indicativo de hiperten-
podía resecar quirúrgicamente. También se extrajeron trombos sión pulmonar secundaria a TEP crónica (figura 12-15)185, 186.
organizados durante la cirugía en 14 de 22 enfermos cuyas tomo- La TEP crónica se asocia a veces a bronquiectasias187. En un
grafías no demostraron embolias centrales. La TC mostró una estudio de 52 pacientes esta alteración se identificó en la TCAR de
sensibilidad del 78% con una especificidad del 100% para el diag- 21 de 33 pacientes (64%) que tenían TEP crónica, frente a sólo 2
nóstico de TEP crónica susceptible de resección quirúrgica. de 19 (11%) que tenían embolia aguda187. Como los bronquios
anormales se localizaban cerca de las arterias pulmonares obs-
Hallazgos parenquimatosos truidas por completo por los émbolos, se planteó que la patoge-
nia puede ser la tracción por el tejido fibroso localizado en la luz
Tromboembolia aguda. Las manifestaciones parenquimato- vascular, por un mecanismo similar a las bronquiectasias de la
sas de la TEP aguda en la TC son parecidas a las que se observan fibrosis intersticial pulmonar.
en la radiografía de tórax e incluyen oligohemia, pérdida de volu-
men pulmonar y opacidades en forma de cuña de base pleural180, Resonancia magnética
181
. Son raras las zonas localizadas de reducción de la atenuación
por oligohemia, salvo en enfermos que tienen embolias masivas. La RM permite la visualización directa de la tromboembolia
De hecho, este hallazgo es un signo poco fiable de embolización, (figura 12-16). Aporta la ventaja adicional de no precisar radia-
dado que se encuentra aproximadamente en igual número de ción ni contraste yodado intravenoso; sin embargo, es más cara y
pacientes con embolia y sin ella181. está menos accesible, y puede asociarse a artefactos por el movi-
Como manifestación de la TEP, la opacidad pulmonar cunei- miento cardíaco y respiratorio y por patrones de flujo pulmonar
forme que protruye sobre la superficie pleural se observa con complejos que se parezcan a una embolia. Estos problemas se han
mayor frecuencia en la TC que en la radiografía de tórax182. Las reducido con el desarrollo de técnicas de eco de gradiente (EG)
opacidades pueden adoptar la forma de un triángulo completo o que se realizan durante una pausa de apnea única. La combina-
de un cono truncado de vértice cóncavo o convexo (figura 12-14). ción de estas técnicas con contraste con gadolinio suele conseguir
Sin embargo, aunque son características del infarto, estas opaci- imágenes de angiografía mediante RM de las arterias pulmonares
dades se pueden ver en otros trastornos, como hemorragia, neu- de mejor calidad188, 189. En estudios que han empleado como patrón
monía, neoplasias y edema183. de referencia la angiografía convencional o la angiografía por sus-
tracción digital se han encontrado sensibilidades del 75%-100%
y una especificidad de aproximadamente el 95%188, 189.

Angiografía pulmonar
La arteriografía pulmonar es la técnica diagnóstica más definiti-
va para la TEP (figura 12-17)36, 190, 191. Se obtienen mejores resul-
tados si se inyecta el contraste a través de un catéter cuya punta
esté colocada en la arteria pulmonar derecha o izquierda, una téc-
nica que permite no sólo una clara visualización del árbol arterial
ipsolateral, sino también la medida de la presión en la arteria pul-
monar. Aunque la técnica suele permitir identificar la oclusión de
los vasos segmentarios o lobares, resulta mucho menos útil para
demostrar la obstrucción de los vasos subsegmentarios192, 193.
Estos últimos vasos se reconocen de forma inadecuada por varios
motivos, como la dilución del contraste durante la sístole cardía-
ca, la ocultación de los detalles vasculares por el solapamiento de
los vasos opacificados y la derivación de la sangre lejos de los
FIGURA 12-14 vasos embolizados. Esta dificultad puede ocasionar una impor-
Infartos pulmonares en la TC. Una TC helicoidal con contraste de un tante falta de concordancia interobservador. Por ejemplo, en un
paciente de 57 años con embolia pulmonar aguda muestra opacidades en estudio en el que tres especialistas en angiografía distintos revisa-
forma de cuña y de base pleural en ambos lóbulos inferiores. La opacidad ron de forma independiente las arteriografías de 60 enfermos, la
triangular del lóbulo inferior derecho no capta el contraste intravenoso. Se
puede ver un pequeño derrame pleural izquierdo. (Tomado de Müller NL,
concordancia interobservador fue del 100% para los émbolos de
Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. las arterias principales, lobares y segmentarias, pero sólo del 13%
Philadelphia, WB Saunders, 2001.) para los émbolos de los vasos subsegmentarios194.
560 CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones

FIGURA 12-15
Embolia pulmonar crónica: perfusión en mosaico. Los cortes de TCAR (A y B) muestra áreas localizadas de menor atenuación (flechas abiertas) y
vascularización y áreas de aumento de la atenuación y de la vascularización (flechas curvas), patrón que se denomina perfusión en mosaico. Se observa
un marcado incremento del cociente entre los diámetros de la arteria pulmonar y el bronquio (flechas rectas), sobre todo en el lóbulo superior
izquierdo. La paciente era una mujer de 43 años que tenía hipertensión pulmonar como consecuencia de una tromboembolia pulmonar crónica. (Tomado
de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

FIGURA 12-16
RM de una tromboembolia pulmonar aguda. RM coronal que muestra
un defecto de repleción (flecha) en la arteria pulmonar interlobar derecha.
(Caso por cortesía del Dr. Jaime Fernández-Cuadrado, Hospital La Paz, Madrid,
España.)
FIGURA 12-17
Tromboembolia pulmonar: arteriografía. Una arteriografía selectiva
del pulmón izquierdo en proyección oblicua anterior izquierda muestra
múltiples defectos de repleción centrales (flechas). Una arteria segmentaria
aparece amputada (flecha abierta). (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest.
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 561

Aunque se considera que la angiografía pulmonar es la téc- A pesar de estas observaciones, la flebografía adolece de varias
nica de referencia para el diagnóstico de TEP, sólo se realiza en desventajas: 1) puede ser dolorosa, 2) induce trombosis en el 3%-
un pequeño porcentaje de los pacientes con sospecha clínica 4% de los pacientes cuando se utiliza contraste yodado, 3) puede
de embolia195, 196. Esta reticencia a realizarla se debe en parte a la haber exploraciones inadecuadas como consecuencia de relleno
preocupación ante los riesgos percibidos195, 197. Sin embargo, incompleto de las venas y de otras dificultades técnicas en el 5%
cuando se emplean técnicas modernas, incluidos los contrastes de los casos y 4) existe una falta de concordancia interobservador
no osmóticos y los catéteres pigtail o dirigidos por el flujo, las del 10% aproximadamente en la valoración de la existencia de
complicaciones graves son infrecuentes197. trombos205, 206. Aunque es posible reducir la incidencia de com-
Los criterios angiográficos para el diagnóstico de TEP aguda plicaciones mediante la utilización de contrastes no iónicos205, 207,
incluyen signos primarios y secundarios198. El único signo prima- la flebografía ha sido sustituida en gran medida por otras técni-
rio es un defecto de repleción, que puede manifestarse como una cas de imagen, sobre todo la ecografía, para la valoración inicial
radiotransparencia intraluminal persistente sin obstrucción de los enfermos en los que se sospecha una TVP.
completa del flujo o como un frente de avance de la radiotrans-
parencia intraluminal cuando la obstrucción al flujo distal es Ecografía
completa. Los signos secundarios incluyen una oclusión abrupta
(interrupción) de una arteria pulmonar sin que se visualice un Los estudios sobre la utilidad de la ecografía en el diagnóstico de
defecto de repleción intraluminal ni defectos de perfusión. Estos TVP que se realizaron en la década de 1980 se basaron en que la
últimos se pueden manifestar como áreas de oligohemia o avascu- luz de la vena normal se oblitera tras ser comprimida con la son-
laridad o como vasos que se afilan de forma abrupta en la peri- da ecográfica, mientras que la vena que contiene trombos perma-
feria con escasez de ramas (poda)198. Aunque estos hallazgos sólo nece distendida y el trombo se reconoce como una zona ecógena
reflejan la reducción de la perfusión arterial pulmonar, como se dentro de una luz normal no ecógena de la vena203. Estos estudios
puede producir en las enfermedades pulmonares o cardíacas gra- tenían una sensibilidad aproximada del 90% y una especificidad
ves que se deben distinguir de la TEP199, pueden resultar útiles del 97%-100% para el diagnóstico de trombosis de las venas
para dirigir la atención hacia zonas en las que los signos de embo- poplítea y femoral en los pacientes que tenían signos o síntomas
lia pueden ser sutiles; en estos casos, la arteriografía segmentaria, indicativos de TVP208, 209. La valoración ecográfica de la TVP
sobre todo con aumento, puede mostrar defectos intraluminales mejoró tras la introducción de la tecnología de flujo en color a
en los vasos pequeños. finales de la década de los ochenta203. En una vena normal el flu-
Los hallazgos angiográficos en la TEP crónica incluyen estre- jo codificado en colores llena la luz por completo. La trombosis
chamiento vascular abrupto, obstrucción vascular completa, redes determina la ausencia de flujo o la presencia de un trombo isoe-
o bandas, irregularidades de la íntima y defectos por «formación cógeno o ecógeno dentro de la luz con ausencia de llenado o bajo
de bolsas»200. Este último hallazgo se define como la presencia de llenado persistente del flujo en color203. La ecografía Doppler en
émbolos obstructivos o parcialmente oclusivos que se han organi- color tiene una sensibilidad superior al 95% y una especificidad
zado en una forma cóncava hacia la luz de la arteria. El afilamien- superior al 98% para el diagnóstico de la trombosis de las venas
to del vaso suele indicar una organización circunferencial con poplítea y femoral210, 211. Esta técnica tiene una sensibilidad y una
recanalización. Un estrechamiento abrupto de una arteria de gran especificidad similares para el diagnóstico de la trombosis de la
calibre es un hallazgo típico también en la TEP crónica, de forma pantorrilla212, 213. Sin embargo, la utilidad clínica de este diagnós-
que el afilamiento suave del vaso se sustituye por una reducción tico es cuestionable203, 214 y los resultados de la mayoría de los
abrupta del diámetro de la luz opacificada200, 201. Las redes o ban- investigadores indican que la trombosis localizada en esta región
das en la arteria pulmonar son líneas de baja opacidad que atra- no se asocia a un aumento del riesgo de TEP215, 216.
viesan las luces de los vasos; con frecuencia se asocian a estenosis Dada su accesibilidad, su bajo coste y su elevada precisión diag-
y dilatación postestenótica y en estudios de seguimiento con nóstica, la ecografía se ha convertido en la técnica radiológica de
angiografía se ha demostrado que se localizan en zonas que tienen elección para el diagnóstico de la TVP en la mayor parte de los
defectos de repleción previos202. Otro hallazgo frecuente en la TEP centros. En los pacientes que tienen síntomas de TEP aguda y TVP
crónica es la presencia de un aspecto festoneado de la pared arte- se recomienda esta técnica como modalidad inicial168, 169, 217. Un
rial pulmonar, un trastorno que se ha relacionado con la presen- resultado positivo en esta situación clínica permite un diagnóstico
cia de trombos organizados de forma irregular200. fiable de TEP sin necesidad de más pruebas168, 169. Por el contrario,
la ecografía Doppler de la extremidad inferior tiene una utilidad
Diagnóstico de la trombosis venosa profunda limitada en la valoración de los pacientes que no tienen síntomas
ni signos de TVP; varios grupos han demostrado su baja sensibi-
Flebografía convencional lidad en la detección de trombos venosos en estos casos, incluyen-
do los que aparecen en el período postoperatorio203, 218.
La flebografía convencional con contraste se utiliza para visuali-
zar las venas profundas que se extienden desde la pantorrilla has- Tomografía computarizada
ta la vena cava inferior y se ha considerado que es la técnica de
referencia para el diagnóstico de TVP203. En un estudio prospec- La valoración de las venas de las piernas con TC helicoidal con con-
tivo el 70% de los pacientes que tenían TEP en la angiografía traste se puede realizar de forma directa o indirecta. La flebografía
tenía datos de trombosis en las venas profundas de las piernas204. mediante TC directa se realiza introduciendo una cánula intraveno-
Hay que asumir que el 30% restante tenía otras fuentes de embo- sa de calibre 22 en la vena dorsal de ambos pies y un torniquete alre-
lia (como las venas profundas de la pelvis) o que todos o casi dedor de cada tobillo. Se inyecta contraste intravenoso diluido de
todos los trombos de las piernas habían embolizado ya. En gene- forma simultánea en las dos piernas. Tras un retraso de 35 segundos
ral las venas se opacifican mediante la inyección de contraste en se realiza una TC helicoidal desde el tobillo a la vena cava inferior. El
una vena del pie, pero las venas ilíacas se pueden ver inyectando diagnóstico de TVP depende de la identificación de un defecto de
el contraste en la vena femoral. repleción en una vena opacificada o de un segmento venoso no opa-
562 CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones

cificado entre una vena opacificada a nivel proximal y distal219. Aun- Manifestaciones clínicas
que esta técnica tiene una elevada sensibilidad y especificidad para el
diagnóstico, no se suele realizar en la práctica clínica219, 220. Las manifestaciones clínicas de la TEP son variables y puede
La flebografía mediante TC indirecta se realiza inyectando con- resultar difícil establecer el diagnóstico. El análisis de los estudios
traste en una vena del brazo221, 222. Su principal ventaja es que se autópsicos y la existencia de datos objetivos de TEP en enfermos
puede realizar después de una angiografía mediante TC de los con TVP que no tenían síntomas torácicos han permitido deter-
vasos pulmonares sin necesidad de repetir la punción venosa ni de minar que muchos émbolos no producen síntomas11. Cuando
introducir material de contraste intravenoso adicional. Varios gru- aparecen, los síntomas son inespecíficos y se suelen atribuir a tras-
pos de investigadores han demostrado una elevada sensibilidad de tornos de base asociados, como la EPOC o la insuficiencia cardía-
la técnica (90%-100%), así como una elevada especificidad (70%- ca congestiva232. En cualquier caso, la anamnesis y la exploración
100%) para el diagnóstico de TVP221, 223, 224. Esta técnica tiene una clínica son elementos importantes de los algoritmos que identifi-
especial utilidad en pacientes en los que hay sospecha clínica de can la prevalencia relativa de TEP en las poblaciones de pacientes
TEP con resultados negativos en la TC helicoidal torácica225. En un a los que se debe evaluar y son cruciales para la interpretación de
estudio de 96 enfermos en los que se sospechaba TEP, en 29 (30%) los resultados anormales de las pruebas233, 234.
se confirmó el diagnóstico de embolia en la TC y en 10 (10%) se La disnea es el síntoma más frecuente de la TEP que se confir-
encontraron resultados positivos en la flebografía mediante TC226. ma en la angiografía y aparece en más del 80% de los enfermos.
Sólo 5 de los 10 pacientes con TVP tuvieron datos de TEP. Su aparición suele ser súbita; en menos ocasiones es esporádica
La combinación de flebografía TC y angiografía mediante TC y se asocia a sibilancias, de manera similar al asma235. En el 50%
simplifica y acorta la valoración de los pacientes en los que se sos- de los casos una anamnesis detenida encontrará antecedentes de
pecha ETEV y permite retrasar con confianza el tratamiento uno o más episodios transitorios de disnea, que se consideran los
cuando ambos resultados son negativos227. La principal desventa- precursores de la embolia posterior más grave236.
ja es un aumento de la radiación228; en consecuencia, sobre todo El infarto pulmonar es la complicación clínica más frecuente
en lo que se refiere a los testículos y los ovarios, sólo recomenda- tras una TEP237. Típicamente el paciente refiere disnea de aparición
mos la flebografía TC para los enfermos que tengan resultados aguda, dolor al respirar y (en ocasiones) hemoptisis. A veces el
negativos en la angiografía mediante TC (según se valora duran- dolor torácico no se asocia a disnea ni taquipnea. El dolor puede
te la realización del procedimiento) y que tengan más de 50 años. asociarse a taquicardia238 y fiebre239, sobre todo febrícula. La fiebre
alta que persiste más de seis días debe llevarnos a buscar un diag-
Resonancia magnética nóstico distinto de la TEP240. La exploración física de los pacientes
con infarto pulmonar incluye disminución local de los sonidos res-
Varios grupos han demostrado que la RM es comparable o mejor piratorios, estertores, roncus, roce pleural y signos de derrame pleu-
que la flebografía convencional y la ecografía para el diagnóstico ral241. El diagnóstico diferencial de estos hallazgos incluye neumo-
de TVP229, 230. El diagnóstico depende de la presencia de un defec- nía y atelectasia o derrame pleural de otros orígenes. La embolia
to de repleción intravascular de baja intensidad de señal rodeado puede ser difícil de distinguir de las atelectasias secundarias a los
por una señal de intensidad alta por el flujo de sangre, o de la pre- tapones bronquiales de moco, ya que ambas complicaciones son
sencia de una oclusión de una vena aumentada de calibre con un frecuentes en el postoperatorio. El derrame pleural que aparece en
coágulo que tiene una densidad de señal disminuida o ausente. el infarto suele ser claramente hemorrágico.
Dada su elevada exactitud diagnóstica231 se recomienda esta téc- Se produce una TEP masiva cuando un trombo obstruye de
nica en los pacientes en los que se sospecha TVP y que tienen forma aguda al menos el 50% del lecho vascular pulmonar. Se
resultados no diagnósticos en la ecografía, o en los que se sospe- trata de una complicación poco frecuente que se observó en
cha trombosis de las venas pélvicas. menos del 10% de los casos en el estudio PIOPED242. Típicamen-
te los enfermos refieren disnea grave y dolor retroesternal. A la
Resumen exploración destaca la taquicardia, la taquipnea y en ocasiones
la cianosis. Las venas yugulares aparecen distendidas, se puede escu-
En vista de las observaciones publicadas y de nuestra propia char un ritmo de galope y puede identificarse un ascenso sistóli-
experiencia, recomendamos el siguiente algoritmo radiológico co difuso en el borde esternal izquierdo con acentuación del com-
para la valoración de los pacientes con sospecha de TEP aguda: ponente pulmonar del segundo tono cardíaco. Si se produce una
insuficiencia aguda del ventrículo derecho, complicación que a
1. En todos los pacientes se debe obtener una radiografía de menudo se asocia a una hipotensión sistémica grave y en ocasio-
tórax para descartar alteraciones que se pueden confundir nes a un infarto del ventrículo derecho243, pueden faltar los signos
a nivel clínico con una TEP, como la neumonía. de hipertensión pulmonar. Hay que distinguir una embolia pul-
2. En los pacientes que tienen síntomas o signos de TVP se monar masiva de un infarto del ventrículo izquierdo244 y, cuando
deben analizar las venas de las piernas, preferiblemente con predominan las manifestaciones neurológicas245, de un accidente
ecografía Doppler. Si los resultados son positivos se puede cerebrovascular.
considerar que el paciente tiene una TEP y no necesitará en Los enfermos que tienen hipertensión pulmonar crónica de ori-
general estudios complementarios. gen tromboembólico pueden referir episodios de disnea transito-
3. A los pacientes que no tienen signos ni síntomas de TVP se ria, posiblemente como consecuencia de microembolias intermi-
les debe realizar una angiografía pulmonar con TC helicoi- tentes, mientras que otros refieren disnea progresiva que se asocia
dal. A las personas que tengan contraindicaciones para la o no a datos claros de episodios tromboembólicos previos246. El
utilización del contraste yodado necesario en esta técnica se dolor torácico subesternal y el síncope se producen en etapas más
les debe realizar una gammagrafía de ventilación-perfusión. avanzadas de la enfermedad246. La presencia de soplos sobre los
4. A los pacientes en los que haya un elevado índice clínico de campos pulmonares como consecuencia del flujo turbulento en las
sospecha de TEP aguda y que tengan una TC no óptima o arterias pulmonares obstruidas parcialmente puede ayudar a dis-
negativa se les debe realizar una angiografía pulmonar. tinguir este trastorno de la hipertensión pulmonar primaria246.
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 563

La presencia de signos o síntomas de TVP, sobre todo en las do posiblemente se deba a una insuficiencia cardíaca asociada265.
piernas, se considera un dato a favor del diagnóstico de TEP. El Es frecuente encontrar hiperplasia de las células mesoteliales y leu-
dolor localizado o la hipersensibilidad en la pantorrilla, la fosa cocitosis de polimorfonucleares; se ha descrito eosinofilia en el
poplítea o el muslo, sobre todo si se acompaña de una discrepan- derrame pleural superior al 10% en casi el 20% de los enfermos266.
cia del diámetro de las piernas, indica una trombosis venosa. En Las pruebas de función pulmonar pueden identificar una
algunos casos se puede generar dolor mediante la dorsiflexión enfermedad restrictiva: el volumen pulmonar en reposo está dis-
(signo de Homans). Sin embargo, aunque estos hallazgos resultan minuido, la resistencia de las vías aéreas está aumentada y también
útiles cuando existen, su ausencia no permite descartar el diag- se reduce la distensibilidad pulmonar y la capacidad de difusión.
nóstico de TEP; aproximadamente un 50% de los enfermos con Son frecuentes las alteraciones del electrocardiograma267. Las
una embolia mortal no presenta datos clínicos de TVP247. más frecuentes son las alteraciones inespecíficas del segmento ST
Aunque las manifestaciones clínicas de la TEP y del infarto y de la onda T y no son raras las arritmias supraventriculares. Las
suelen ser principalmente cardíacas, respiratorias o de ambos alteraciones que se consideran típicas de TEP incluyen: 1) patrón
tipos238, también pueden confundirse con una enfermedad cere- S1Q3 o S1Q3T3, 2) desplazamiento del eje QRS hacia la derecha,
bral o abdominal aguda248. Una pleuritis diafragmática, un íleo 3) bloqueo de rama derecha, completo o incompleto transitorio,
paralítico y el aumento de la bilirrubina sérica pueden indicar y 4) inversión de la onda T en las derivaciones precordiales dere-
una colecistitis aguda. Los signos neurológicos incluyen intran- chas. Estos hallazgos se correlacionan con la existencia de hiper-
quilidad, aprensión, síncope, convulsiones, comportamientos tensión pulmonar y TEP masiva268, 269.
irracionales, hemiparesia o monoparesia, confusión y coma249, 250.
Parecen más frecuentes en ancianos, personas encamadas o Pronóstico y evolución natural
pacientes con cardiopatía y suelen explicarse por una combina-
ción de enfermedad cerebrovascular previa, hipoxia y menor Como se comentó antes, la mayoría de los episodios tromboembó-
aporte de oxígeno al cerebro como consecuencia de la disminu- licos no se reconoce desde un punto de vista clínico. Un estudio
ción del gasto cardíaco o del espasmo vascular cerebral secunda- detenido del árbol vascular pulmonar en las autopsias ha puesto de
rio a la hipocapnia. En ocasiones se encuentra una embolia para- manifiesto trombos recientes u organizados en más del 50% de los
dójica a través de un agujero oval persistente251. pacientes no seleccionados, la mayor parte de los cuales no tenía
datos clínicos indicativos de TEP ni datos anatomopatológicos de
Hallazgos de laboratorio que los émbolos hubieran producido morbilidad o mortalidad77.
En la mayor parte de los casos los émbolos son pequeños y se
Las pruebas bioquímicas carecen de sensibilidad y especificidad encuentran alojados en vasos subsegmentarios o segmentarios.
para el diagnóstico de TEP y contribuyen poco al mismo125, 213. El pronóstico a corto plazo de los pacientes con TEP evidente
Resultan más útiles las determinaciones de varios marcadores de desde el punto de vista clínico depende de una serie de factores,
la coagulación y la fibrinólisis. El más prometedor de estos ensa- como el tamaño y el número de émbolos, la edad del paciente y
yos es la determinación de los dímeros D en plasma, que son pro- la presencia o ausencia de inestabilidad hemodinámica, disfun-
ductos circulantes de la degradación de la fibrina reticulada que ción del ventrículo derecho (en ecocardiografía) y enfermedades
son específicos de la actividad de la plasmina. La presencia de de base (sobre todo cáncer y enfermedades cardíacas y pulmona-
aumento del dímero D no tiene especificidad para el diagnóstico res)270-272. Muchas embolias pulmonares mortales son masivas y
de TEP252, 253, pero hay datos de una elevada sensibilidad254, 255, de se producen sin previo aviso, de forma que no se dispone de tiem-
forma que un resultado negativo tiene un valor predictivo nega- po para iniciar estudios o administrar un tratamiento. En general,
tivo lo suficientemente elevado para evitar las pruebas invasoras en los pacientes tratados la mortalidad afecta al 1,5%-7,5% de los
en el contexto clínico adecuado. La variabilidad de la sensibilidad enfermos a los tres meses del episodio inicial271, 272. La mayoría de
del ensayo, la heterogeneidad de los pacientes a los que se ha estu- los pacientes que fallecen lo hace por las enfermedades asociadas.
diado y la falta de constancia de los criterios diagnósticos han Los enfermos que sufren una TEP con shock y que sobreviven lo
dado lugar a la discusión sobre la validez de esta afirmación256-258. bastante para confirmar el diagnóstico tienen un peor pronósti-
Sin embargo, parece razonable pensar que un resultado negativo co, ya que fallece más de un tercio.
del dímero D excluye de forma segura el diagnóstico cuando la Casi todos los pacientes que sobreviven al episodio agudo
probabilidad de ETEV es baja. Además, el valor predictivo nega- muestran una resolución clínica y hemodinámica completa en
tivo del uso combinado del dímero D y la valoración clínica del 4-6 semanas273; sin embargo, la resolución radiológica puede tar-
paciente en el servicio de urgencias para diagnosticar una ETEV dar más. La mayoría de los enfermos muestra mejora de la gam-
puede llegar al 100%233, 259. Del mismo modo, en los pacientes que magrafía de perfusión pulmonar a las dos semanas de iniciarse el
tienen una probabilidad de ETEV baja a moderada y un resulta- tratamiento274; sin embargo, los enfermos que tienen émbolos
do no diagnóstico en la gammagrafía de ventilación-perfusión, el grandes o enfermedad cardiopulmonar asociada pueden no llegar
resultado negativo del dímero D permite descartar con seguridad a recuperarse por completo275. En ausencia de una anticoagulación
el diagnóstico260, 261. prolongada es importante reconocer que los enfermos cuyo riesgo
En los pacientes que tienen TVP el recuento plaquetario sue- de ETEV es transitorio tienen una probabilidad notablemente infe-
le disminuir al producirse la TEP262; sin embargo, también se rior de sufrir recaídas que los enfermos que tienen un riesgo per-
pueden encontrar disminuciones del mismo en la neumonía o sistente, como el cáncer y las enfermedades neurológicas276, 277.
como efecto secundario del tratamiento antibiótico12. El recuen- El pronóstico de los enfermos que tienen hipertensión pulmo-
to leucocítico no suele superar los 15.000/mm3; en un estudio nar tromboembólica crónica, tratados o no, es malo92. Aunque la
de 386 pacientes diagnosticados de TEP aguda el recuento leuco- mayoría de los pacientes que cumplen los criterios de selección
cítico nunca superó los 20.000263. para la cirugía mejora de forma significativa, la mortalidad de la
El derrame pleural es macroscópicamente hemorrágico en dos embolectomía quirúrgica ha oscilado entre el 5% y el 24%246.
terceras partes de los enfermos con TEP y derrame264. En otros Además, sólo un pequeño porcentaje de los enfermos cumple los
casos el derrame es un exudado seroso; cuando existe un trasuda- criterios para la intervención.
564 CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones

TROMBOEMBOLIA SÉPTICA Las manifestaciones radiológicas incluyen numerosas opacida-


des periféricas, de límites mal definidos, redondeadas o cuneiformes
La embolia séptica se produce cuando los fragmentos de un (figura 12-18). Pueden tener un tamaño uniforme o muy variable
trombo contienen gérmenes, en general bacterias y a veces hon- como consecuencia de episodios de embolización repetidos. Las
gos y parásitos. Las manifestaciones pulmonares de estas embo- opacidades suelen ser bilaterales, aunque pueden ser asimétricas y a
lias pueden ser la única indicación de una infección subyacente veces son unilaterales286. Pueden aparecer de forma migratoria,
grave; como las alteraciones radiológicas suelen ser característi- identificándose primero en un área y posteriormente en otra cuan-
cas, su reconocimiento en fases precoces debe permitir el diag- do las lesiones antiguas se resuelven y aparecen otras nuevas278. La
nóstico y el inicio rápido del tratamiento. Aunque la mayoría de cavitación es frecuente y puede producirse con rapidez. Las cavida-
los casos de infección pulmonar asociada a tromboembolia se des suelen tener paredes delgadas y pueden no presentar niveles de
debe a la presencia de gérmenes dentro del propio trombo líquido. También se puede reconocer el aumento del tamaño de los
(embolia séptica verdadera), hay que destacar que la infección ganglios hiliares y mediastínicos, que en ocasiones es masivo287.
secundaria por bacterias de un infarto inicialmente estéril pue- El diagnóstico se puede confirmar en los casos dudosos con
de producir alteraciones anatomopatológicas y radiológicas una TC288. Los hallazgos característicos son múltiples nódulos en
similares. diversos estadios de cavitación (figura 12-19). La mayoría tiene
La embolia pulmonar séptica es más frecuente en adultos jóve- diámetros que oscilan entre 0,5 y 3,5 cm y se localizan en la
nes278. Los gérmenes que con más frecuencia crecen en los hemo- región periférica del pulmón. También es frecuente encontrar
cultivos son Staphylococcus aureus coagulasa positivo. Casi siempre áreas de consolidación cuneiformes con base pleural, que a
existe un factor predisponente, sobre todo la adicción a drogas, el menudo contienen zonas centrales de transparencia heterogénea
alcoholismo, las inmunodeficiencias (especialmente el linfoma), o una cavitación franca. Se puede ver derrame pleural en el 60%
las cardiopatías congénitas y las infecciones cutáneas279, 280. de los casos y adenopatías hiliares o mediastínicas en el 25%.
La mayor parte de los émbolos se origina en el corazón (aso- Los síntomas más frecuentes incluyen fiebre, tos (asociada o
ciados a endocarditis de la válvula tricúspide o a una comunica- no a expectoración de material purulento) y hemoptisis (en oca-
ción interventricular281) o en las venas periféricas (tromboflebitis siones masiva)289. Aunque la infección que se origina en una vál-
séptica). En ocasiones se originan en la faringe cuando la infec- vula cardíaca derecha puede ocasionar un soplo, en muchos casos
ción se extiende al espacio parafaríngeo y al sistema de la vena es suave y de localización atípica290.
yugular interna y genera una situación clínica denominada sín-
drome de Lemierre o sepsis postangina282. Los anaerobios orales,
sobre todo los géneros Bacteroides y Fusobacterium, son los pató- MANIFESTACIONES PULMONARES
genos más frecuentes en este síndrome. En otros casos los trom- DE LA DREPANOCITOSIS
bos se han originado en otras localizaciones, como por ejemplo
los huesos (osteomielitis por estafilococos)283, las venas de los La afectación pulmonar por drepanocitosis se produce en las
brazos en pacientes con antecedentes de adicción a drogas intra- hemoglobinopatías falciformes más frecuentes, incluida la hemo-
venosas, las venas próximas a catéteres permanentes infectados, la globina SS homocigota y los estadios heterocigotos mixtos de
cavidad oral (infección periodontal284) y las derivaciones arterio- hemoglobina S/C y talasemia por hemoglobina S/β291. Aproxima-
venosas, como las que se emplean en la hemodiálisis285. damente el 85% de los pacientes afectados sobrevive hasta la

FIGURA 12-18
Embolia séptica. Imagen de una radiografía posteroanterior de tórax (A) en un varón de 28 años con fiebre que muestra opacidades nodulares
bilaterales mal delimitadas. En los hemocultivos creció Staphylococcus aureus. Una imagen de una radiografía del pulmón izquierdo (B) realizada una
semana después muestra múltiples cavidades de paredes delgadas (flechas). (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of
Diseases of the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 565

FIGURA 12-19
Embolia séptica. Una TC muestra nódulos cavitados en
ambos lóbulos superiores. Los hemocultivos mostraron
crecimiento de enterococos. El paciente era un adicto a
drogas de 20 años. (Tomado de Müller NL, Fraser RS,
Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the
Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

segunda década de la vida y por tanto son atendidos por inter- pulmón. Algunos, como los megacariocitos, lo hacen con tanta
nistas y neumólogos de adultos291. El gen de la drepanocitosis es frecuencia que se considera que este proceso es un fenómeno
portado por el 8% de los afroamericanos, de forma que la enfer- normal. Otros sólo se encuentran en situaciones patológicas, para
medad es relativamente frecuente en EE.UU.292. lo cual es necesaria la rotura del tejido con laceración de los vasos;
Pueden producirse varias complicaciones pulmonares. La más por tanto, la patogenia de base suele ser un traumatismo, asocia-
frecuente, que se denomina síndrome torácico agudo, se caracteriza do sobre todo al parto, a las lesiones accidentales o bélicas o a téc-
por fiebre, dolor torácico pleurítico, disnea, leucocitosis y aparición nicas médicas como la cirugía o la venopunción. Si se exceptúa el
de nuevas opacidades pulmonares en la radiografía. Esta alteración líquido amniótico y la grasa, los efectos clínicopatológicos y
se produce hasta en el 50% de los enfermos que tienen drepanoci- radiológicos de estos émbolos faltan de forma casi constante.
tosis y recidiva con frecuencia291, 292. Es la segunda causa de ingreso Además de los tejidos normales, también los tejidos anorma-
hospitalario tras el dolor y se considera responsable del 25% de las les pueden embolizar a la circulación pulmonar. Quizá el más fre-
muertes en la drepanocitosis292. La patogenia de este síndrome es cuente sean las células neoplásicas, que, dada su capacidad inva-
multifactorial293. Se han indicado las infecciones294, la embolia gra- sora inherente, pueden alcanzar la circulación sin necesidad de
sa295, 296, la sobrecarga yatrógena de líquidos, la hipoxemia y las un traumatismo; aunque estos émbolos suelen ser microscópicos
atelectasias como consecuencia de la colocación de férulas tras un y no ocasionan consecuencias vasculares directas, los fragmentos
infarto óseo doloroso, así como la formación de eritrocitos falcifor- mayores o numerosos fragmentos pequeños pueden ser la causa
mes y su adhesión al endotelio, que ocasionan obstrucción de los de una obstrucción arterial pulmonar significativa. También se
vasos pulmonares e infarto pulmonar297. puede producir obstrucción por parásitos embolizados, bien en
La mayoría de los pacientes con anemia drepanocítica presenta forma de huevos en los vasos pequeños (como sucede en la
alteraciones de la función pulmonar. Los cambios pueden ser res- esquistosomiasis) o en forma de adultos enteros o fragmentados
trictivos u obstructivos (parcialmente reversibles) o mixtos y se pue- en arterias de mayor calibre (como en la dirofilariasis).
den asociar a alteraciones del intercambio gaseoso e hipoxemia293.
Puede producirse una hipertensión pulmonar evidente desde el Embolia grasa
punto de vista clínico, que se asocia a mortalidad precoz293. En una
pequeña proporción de pacientes se puede detectar mediante eco- Aunque con frecuencia se encuentran fragmentos intactos del
grafía una elevación menos grave de la presión arterial pulmonar293. tejido adiposo (en general con células hematopoyéticas mezcla-
Las alteraciones radiológicas del síndrome torácico agudo das) en las arterias pulmonares tras un traumatismo grave, el
incluyen áreas parcheadas bilaterales de consolidación, que se término embolia grasa se suele referir a la presencia de glóbulos
han atribuido al edema y al infarto298. Además de la consolida- de grasa libres dentro de los vasos301, 302. El material graso exó-
ción, la TCAR muestra áreas de atenuación vascular que se han geno, como por ejemplo el aceite etiodizado (etilyodado) que se
atribuido a hipoperfusión299. En los pacientes que tienen infec- emplea como contraste radiológico y el aceite vegetal, también
ciones pulmonares repetidas y episodios de síndrome torácico se excluye de esta definición y se comenta por separado (véase
agudo se puede producir fibrosis intersticial focal o, en menos página 573).
casos, difusa, que se manifiesta por un engrosamiento de los tabi-
ques interlobulillares, bandas parenquimatosas de atenuación y Epidemiología
pólipos pleurales con alteración arquitectural asociada300.
Resulta difícil valorar la incidencia exacta de la embolia grasa pul-
monar, en parte por la diferencia de criterios diagnósticos y tam-
EMBOLIAS DE TEJIDOS Y SECRECIONES bién porque en la mayoría de los casos no produce manifestaciones
EXTRAVASCULARES clínicas. Sin embargo, parece probable que las embolias asinto-
máticas sean muy frecuentes; los estudios autópsicos de pacientes
En teoría, los fragmentos de casi cualquier órgano, tejido o secre- que han sufrido traumatismos graves indican que la mayoría
ción corporal pueden alcanzar la circulación sistémica y llegar al de ellos sufre una embolia grasa303, y la medición de los glóbulos de
566 CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones

grasa en la circulación venosa indica que se produce de forma casi ños en el estudio histológico (figura 12-20) y la observación de
constante durante la colocación de prótesis ortopédicas302. La que la presión arterial pulmonar aumenta en forma transitoria
incidencia de enfermedad con repercusión clínica en los enfer- en los animales de experimentación poco tiempo después de la
mos que tienen fracturas simples de tibia o fémur se estima en el embolización309. Otro posible mecanismo supone la conversión
1%-3%301. En los pacientes que sufren traumatismos más graves de los triglicéridos neutros (la forma en la que parece que la
la incidencia de embolia con repercusión clínica posiblemente grasa se transporta al pulmón) en ácidos grasos libres por las
oscile entre el 10% y el 20%301, 302. lipasas endoteliales. Estas sustancias pueden lesionar la pared
Además de estas formas de traumatismo, muchas interven- alveolar y activar el complemento o provocar la liberación de
ciones quirúrgicas y enfermedades médicas que alteran la médu-
la pueden ocasionar una embolia grasa (tabla 12-4). Una de las
más importantes es la drepanocitosis, en la cual se ha planteado TABLA 12-4. Embolia grasa pulmonar
que la embolia grasa es responsable de algunos casos de síndro-
me torácico agudo que se observan en esta enfermedad (véase Traumatismos externos
página 564)304. Accidentes graves/traumatismos bélicos
Fracturas aisladas de huesos largos
Patogenia Masaje cardíaco externo
Cirugía o intervenciones médicas
La grasa del síndrome de embolia grasa tiene dos posibles oríge-
nes. El primero y probablemente más frecuente es la médula Intervenciones ortopédicas (introducción de prótesis intramedulares,
artroplastia)
ósea, y la embolia se debe a la entrada de la grasa rota dentro de Flebografía intraósea
las venas medulares laceradas. Existen numerosas observaciones Liposucción
clínicas y experimentales a favor de esta hipótesis305. Aunque Trasplante o extracción de médula ósea
intuitivamente cabría esperar que un aumento de la presión Hiperalimentación venosa
Trasplante de pulmón (embolia después de un traumatismo
intramedular se asociara a la entrada de grasa dentro de las venas
en el pulmón donante)
desgarradas, datos experimentales indican que no es nece- Tratamiento farmacológico (ciclosporina, cisplatino)
sario306. También se ha planteado que la grasa embolizada puede
Enfermedad de base
proceder de lipoproteínas o de quilomicrones de la sangre altera-
dos o también de una hiperlipemia inducida por el estrés305, 307. Pancreatitis
Según esta hipótesis, una sustancia de la sangre, posiblemente la Diabetes mellitus
Osteomielitis aguda
proteína C reactiva, determina la aglutinación de los lípidos del Osteoporosis (fracturas por compresión)
plasma en partículas de tamaño suficiente para obstruir los capi- Drepanocitosis
lares pulmonares. Talasemia
Se ha implicado a dos mecanismos patogénicos en la apari- Esteatosis hepática (secundaria a fármacos [como corticoides],
ción de las alteraciones pulmonares tras una embolia grasa. El tóxicos [como tetracloruro de carbono] o alcohol)
Epilepsia
primero es la obstrucción vascular mecánica, principalmente Quemaduras
por los propios glóbulos de grasa y posiblemente agravada por Enfermedad por descompresión
los agregados de plaquetas o eritrocitos en algunos casos308. Los
datos que indican la importancia de este efecto incluyen la Modificado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
identificación de grasa dentro de los vasos pulmonares peque- Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.

FIGURA 12-20
Embolia de grasa. La luz de esta arteriola pulmonar
muestra un espacio alargado y dos espacios circulares
sin células. Este aspecto indica la presencia de grasa y
se confirma con tinciones para lípidos. Este corte
histológico corresponde a un varón joven que falleció
a las pocas horas de un accidente de tráfico; no se
encontraron datos clínicos ni histológicos de lesión
pulmonar aguda (×190). (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 567

mediadores inflamatorios, lo que contribuye a agravar la Manifestaciones clínicas


lesión. A favor de esta hipótesis destacan las investigaciones
experimentales en las que se puede producir edema y hemorra- Aunque pueden aparecer síntomas casi inmediatamente des-
gia pulmonar grave tras la inyección de ácidos grasos libres pués del episodio responsable de la embolización321, en la mayo-
dentro de las arterias pulmonares310, 311. Sin embargo, en otros ría de los casos se produce una demora de 12-24 horas. El sín-
estudios experimentales en los cuales se ha inyectado grasa toma pulmonar más frecuente es la disnea y en ocasiones se
neutra dentro de venas sistémicas no se ha encontrado la trans- produce tos, hemoptisis y dolor pleural. Los signos incluyen fie-
formación a ácidos grasos libres310. bre, taquipnea, taquicardia, estertores inspiratorios finos y (en
Aunque los resultados de los experimentos en animales y la ocasiones) ronci y roce pleural322. Puede producirse un cor pul-
presencia de cambios radiológicos y síntomas y signos clínicos monale agudo con insuficiencia cardíaca, cianosis y shock circu-
poco después de un traumatismo han llevado a creer que la latorio.
grasa intravascular es responsable de la enfermedad pulmonar Los síntomas de la embolia grasa sistémica se encuentran has-
que se observa en los enfermos que tienen embolia grasa, hay ta en el 85% de los enfermos que tienen enfermedad pulmonar301.
datos de que esto no es así en todos los casos. Por ejemplo, en Principalmente afectan al sistema nervioso central e incluyen
algunos estudios autópsicos312 y clínicos313 se ha encontrado confusión, intranquilidad, estupor, trastorno confusional agudo,
poca correlación entre la presencia de grasa intravascular y las convulsiones y coma. Suele aparecer un exantema petequial a los
manifestaciones clínicas. Además, algunos autores han obser- 2-3 días de la embolización322, sobre todo en los pliegues axilares
vado que las fracturas de pelvis o de los huesos largos que no se anteriores y en la conjuntiva y la retina.
asocian a sepsis ni a lesiones cerebrales, torácicas o abdomina-
les graves se asocian a una enfermedad pulmonar relativamen- Hallazgos de laboratorio y diagnóstico
te leve y que se recupera con rapidez314. Como consecuencia de
estas observaciones se ha puesto en duda la importancia de la Puede producirse hipocalcemia por la afinidad de los iones calcio
embolia grasa pulmonar en las personas previamente sanas y se por los ácidos grasos libres que se liberan mediante hidrólisis de
ha planteado que los hallazgos clínicos que se observan en la la grasa embolizada322. Es frecuente la trombocitopenia y se pue-
embolia pueden ser la consecuencia de una enfermedad simul- de asociar a CID. No es rara la lipiduria322 y en ocasiones se
tánea313. encuentra hematuria y proteinuria301. Las pruebas de función
pulmonar muestran disminución de la distensibilidad con incre-
Características anatomopatológicas mento del gradiente
. . A-a de oxígeno como consecuencia del des-
equilibrio V/Q322, 323. Puede persistir una hipoxemia grave a pesar
La presencia de grasa dentro de las arteriolas y capilares pulmo- de la inhalación de oxígeno al 100%.
nares se puede sospechar en cortes teñidos con hematoxilina y Puede resultar difícil establecer el diagnóstico, en parte por la
eosina, donde aparecen como espacios redondeados u ovales de relativa falta de especificidad de los signos y los síntomas y tam-
20 a 40 µm de diámetro y que parecen comprimir los eritrocitos bién porque las alteraciones clínicas guardan una relación más
hacia un lado (véase figura 12-20). El diagnóstico definitivo pre- directa con la causa de la embolia (p. ej., shock asociado al trau-
cisa la utilización de colorantes liposolubles en tejido no fijado matismo). Algunos autores han defendido el uso del BAL y el
(congelado) o la aplicación de otras técnicas especiales. análisis de los macrófagos que se recuperan para la detección de
grasa324, 325. Sin embargo, los pacientes que no sufren un síndro-
Manifestaciones radiológicas me de embolia grasa pueden presentar también macrófagos carga-
dos de grasa en el líquido del BAL y el criterio definitivo para el
La mayoría de los pacientes tiene una radiografía de tórax nor- diagnóstico no está claro, ya que algunos autores plantean valores
mal315. Cuando existen alteraciones radiológicas, éstas corres- de tan sólo el 5%324, mientras que otros aumentan esta cifra has-
ponden a áreas bilaterales de consolidación del espacio aéreo, que ta el 30%325.
afectan sobre todo a las bases y las regiones periféricas316, 317. El análisis de la sangre aspirada con un catéter enclavado en la
Típicamente no se identifica derrame pleural. El intervalo de arteria pulmonar también se ha utilizado para identificar la gra-
tiempo entre el traumatismo y la aparición de signos radiológi- sa326. Sin embargo, posiblemente la mayor parte de los pacientes
cos suele ser de 1-2 días316, 318. Esta demora distingue la embolia que tienen un traumatismo esquelético grave tenga glóbulos gra-
grasa de la contusión pulmonar traumática, en la cual aparece sos en el suero independientemente de que sufra un síndrome de
una opacidad radiológica inmediatamente después del trauma- embolia grasa, y no está claro qué número exacto de dichos gló-
tismo. Además, aunque esta última opacidad suele desaparecer bulos permite establecer el diagnóstico302. Algunos autores han
con rapidez (en unas 24 horas), la resolución de la embolia gra- empleado la ecocardiografía transesofágica para detectar émbo-
sa suele tardar 7-10 días y en ocasiones tarda hasta cuatro sema- los durante el fresado de la médula ósea327.
nas319. Otro rasgo diferencial es la extensión de la afectación pul- En la práctica actual el diagnóstico se debe basar posiblemen-
monar, dado que la contusión no suele afectar a ambos pulmones te en la combinación de datos clínicos y de laboratorio328, 329.
de forma difusa y simétrica.
En un estudio de nueve pacientes que tenían radiografía nor- Pronóstico y evolución natural
mal, se vio que todos tenían alteraciones en la TCAR: siete de
ellos opacidades en vidrio esmerilado y dos pequeñas opacidades Se ha estimado que aproximadamente el 10% de los pacientes
nodulares320. Las opacidades en vidrio esmerilado muestran una que tienen síntomas pulmonares de síndrome de embolia gra-
distribución parchada o principalmente periférica, mientras que sa evoluciona a una insuficiencia respiratoria330. Como cabía
las opacidades nodulares suelen distribuirse en la región centro- esperar, los pacientes que presentan datos de SDRA tienen más
lobulillar, a lo largo de los tabiques interlobulillares y a lo largo de riesgo de fallecer322. El seguimiento de los enfermos que so-
las cisuras interlobares. Se identificó un engrosamiento liso o breviven suele mostrar una normalización de la función
nodular de los tabiques en cinco de estos nueve enfermos. pulmonar331.
568 CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones

Embolia de líquido amniótico ciado al edema depende de la gravedad de la hipertensión pul-


monar y del consiguiente cor pulmonale, asociado o no a insufi-
La embolia de líquido amniótico es una complicación poco fre- ciencia ventricular izquierda. La consolidación puede persistir o
cuente, aunque muy mortal, del embarazo332, 333. Su incidencia resolverse en pocos días343. Como la alteración radiológica pre-
exacta se desconoce. Se ha estimado que produce una mortalidad dominante es la consolidación difusa de los espacios aéreos, el
materna de 5-15 por cada 100.000 partos y causa el 5%-10% de principal diagnóstico diferencial incluye la hemorragia pulmonar
las muertes maternas en los países «desarrollados»333. Sin embar- masiva y la aspiración de contenido gástrico.
go, dada la dificultad para confirmar el diagnóstico, tanto en vida
como en la autopsia, y la existencia de formas no mortales en un Manifestaciones clínicas
número no determinado de mujeres334, la incidencia global es sin
duda superior a lo que indican estas cifras. La inmensa mayoría de las pacientes se encuentra entre las
semanas 35 y 42 de gestación cuando se produce la emboliza-
Patogenia ción. Las manifestaciones clínicas son de inicio típicamente
súbito y de progresión rápida. La dificultad respiratoria es el
Es probable que poco o ningún líquido amniótico penetre a la síntoma inicial en el 50% de los casos, aunque también puede
circulación materna durante un parto normal y que sólo se aparecer hipotensión no explicada, cianosis o convulsiones332.
produzca una embolia significativa cuando se asocia una rotu- Aunque estas alteraciones se inician durante el parto espontá-
ra de la pared uterina a la rotura de las membranas placenta- neo en la mayor parte de los casos, pueden aparecer después del
rias335. Esta rotura se puede producir en varias localizaciones, mismo en el 30% (el 10% después de un parto espontáneo y el
siendo la más frecuente el endocérvix y el segmento uterino 20% después de una cesárea)340. Existen datos clínicos de coa-
inferior. Se pueden producir desgarros traumáticos de las venas gulopatía (CID) en muchos casos y es el rasgo inicial en el 10%-
pequeñas de estas zonas durante el parto normal, que no tienen 15%344. No parecen existir factores de riesgo predisponentes sig-
repercusiones si están cubiertos por las membranas fetales; sin nificativos340.
embargo, si estas venas se han separado de las membranas, las
contracciones uterinas contra una cabeza impactada en el canal Hallazgos de laboratorio y diagnóstico
del parto pueden «bombear» de forma repetida líquido amnió-
tico al interior de la circulación venosa materna. El líquido Las concentraciones de fibrinógeno son bajas en muchas pacien-
amniótico puede entrar en la circulación materna en el lecho tes, incluso cuando no existen características clínicas de CID.
placentario, sobre todo en situaciones de rotura uterina, pla- También puede haber reducción del recuento plaquetario y
centa previa o cesárea cuando la incisión incluye esta zona, y aumento del tiempo de protrombina y de tromboplastina parcial.
también en otras zonas de la pared uterina tras un traumatis- Como la evolución suele ser rápida y mortal, se debe plan-
mo del miometrio. tear la posibilidad diagnóstica de embolia de líquido amniótico
Las consecuencias fisiopatológicas de la presencia intravas- sólo a partir de la clínica compatible. Se confirma mediante la
cular de líquido amniótico son complejas y posiblemente guar- identificación de escamas (sobre todo asociadas a neutrófilos),
dan relación con varios procesos332, como: 1) obstrucción de los mucina o fragmentos de pelo en muestras de sangre capilar
vasos pulmonares por partículas presentes en el líquido amnió- pulmonar aspirada a través de un catéter de Swan-Ganz334.
tico, como el meconio336; 2) disfunción del ventrículo izquier- Otras posibles técnicas, que todavía no están validadas, para
do (posiblemente como consecuencia de isquemia secundaria a confirmar el diagnóstico incluyen la medición de sustancias en
la hipertensión pulmonar y la disfunción del ventrículo dere- sangre materna, como el antígeno sialil Tn345, la coproporfirina
cho o por lesión directa del miocardio por una sustancia pre- de cinc I346 (componentes ambos del líquido amniótico) y la
sente en el líquido amniótico embolizado, como la endoteli- triptasa333.
na332, 337); 3) edema pulmonar (relacionado con la disfunción
del ventrículo izquierdo o con las lesiones del endotelio vascu- Pronóstico
lar por algún elemento del líquido amniótico338, 339); 4) una
reacción inmunitaria similar desde el punto de vista patogéni- La mortalidad de los casos reconocidos desde el punto de vista
co a la anafilaxia340; 5) infección y shock séptico, y 6) alteracio- clínico oscila entre el 60% y el 85%340; el 25%-50% de las pacien-
nes de la coagulación. tes muere en la primera hora de la enfermedad y la mayoría de las
demás lo hace en las primeras 12 horas. En las supervivientes son
Características anatomopatológicas frecuentes las secuelas neurológicas graves340.

La alteración histológica más llamativa es la presencia de esca- Manifestaciones embólicas de las parasitosis
mas, mucina y bilis procedentes del meconio dentro de los vasos
pulmonares de pequeño calibre. Aunque gran parte de este mate- Las formas inmaduras de muchos parásitos metazoos humanos
rial se puede reconocer con hematoxilina y eosina, su presencia se viajan a través de la circulación sistémica hasta llegar a los pul-
confirma de forma más fiable con técnicas especiales de histoquí- mones, donde quedan alojadas en las arteriolas y capilares. Aun-
mica o inmunohistoquímica335, 341, que se deben realizar antes de que en sentido estricto esto es una embolización, en la mayoría de
descartar el diagnóstico desde el punto de vista histológico. los casos los efectos clínicos y patológicos no se relacionan con la
obstrucción ni con la lesión vascular; en realidad, la enfermedad
Manifestaciones radiológicas pulmonar afecta típicamente al parénquima pulmonar adyacente
y es una respuesta del huésped frente al germen que migra duran-
La principal alteración radiológica es el edema del espacio aéreo, te parte de su ciclo vital. Ejemplos de parásitos responsables de
que no se puede distinguir del edema agudo de pulmón de otra este tipo de enfermedad incluyen Ascaris lumbricoides, Strongyloi-
causa342, 343. La aparición de aumento del tamaño cardíaco aso- des stercoralis, Ancylostoma duodenale, Necator americanus, Toxo-
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 569

cara canis y cati, género Paragonimus y posiblemente Wuchereria Patogenia


bancrofti y Brugia malayi.
Sin embargo, en algunos casos los parásitos producen enferme- La embolia gaseosa se puede originar en la circulación mayor o
dad directamente por la obstrucción de los vasos pulmonares. Sin menor, aunque las situaciones predisponentes y los efectos fisiopa-
duda el germen más importante de este tipo es el género Schisto- tológicos son distintos en ambos casos349a. En la embolia gaseosa sis-
soma, cuyos huevos liberados a la circulación venosa sistémica o témica (arterial) el aire penetra típicamente dentro de la circulación
portal quedan alojados dentro de las arterias y arteriolas pulmo- venosa pulmonar y llega al lado izquierdo del corazón y posterior-
nares y producen una endarteritis obliterativa con hipertensión mente a las arterias sistémicas, por lo que los efectos se manifiestan
pulmonar arterial. En ocasiones organismos maduros completos principalmente en el corazón, la médula espinal y el cerebro. Por el
son transportados al pulmón y quedan alojados en vasos pulmo- contrario, en la embolia gaseosa venosa (pulmonar) el aire suele
nares de mayor calibre; el más frecuente es Dirofilaria immitis, que entrar en la circulación venosa sistémica y llegar al lado derecho del
se asocia típicamente a necrosis del parénquima adyacente y pro- corazón y después a los pulmones. Las manifestaciones clínicas y
voca radiológicamente un nódulo pulmonar solitario. En el capí- funcionales dependerán por eso de la obstrucción de la circulación
tulo 6 se recoge un comentario más extenso sobre estos parásitos pulmonar y se perciben principalmente a nivel de los pulmones.
y las enfermedades que producen (véase página 312). Embolia gaseosa sistémica. El lugar más frecuente de entra-
da de aire dentro de la circulación sistémica son las venas pulmo-
Embolia de tejido neoplásico nares. Esta entrada se produce cuando la pared del vaso expuesto
al aire se rompe y la presión del aire supera a la presión que hay
Como todas las metástasis pulmonares por vía hematógena tie- dentro del vaso. Estos dos criterios se cumplen en diversas cir-
nen que derivar de fragmentos de tumor alojados dentro de los cunstancias (tabla 12-5), de las cuales destaca por su frecuencia el
vasos pulmonares, es evidente que ésta es una de las formas más traumatismo torácico abierto, yatrógeno o accidental.
frecuentes de embolia. Sin embargo, dado el pequeño tamaño de La embolia también se puede producir en diversas situaciones
la mayoría de los fragmentos tumorales, no suelen producirse en las que el tórax se conserva intacto. Una de las más frecuentes es
efectos secundarios a la obstrucción vascular. En cualquier caso, el buceo, cuya patogenia puede relacionarse con la mala ventilación
cuando los émbolos tumorales alcanzan un número o un tamaño de una ampolla o quiste por obstrucción parcial o completa de la
suficiente, las manifestaciones clínicas, anatomopatológicas y vía aérea que la airea354. El mismo barotrauma de ascenso se puede
radiológicas son idénticas a las que se observan en la tromboem- observar en pasajeros de vuelos aéreos355. En estas dos situaciones
bolia e incluyen infarto pulmonar, cor pulmonale agudo y muerte estas alteraciones se relacionan con el aumento de la presión del
súbita, y también un síndrome lentamente progresivo de disnea e
hipertensión pulmonar347. Aunque el diagnóstico no se suele
hacer con una radiografía convencional348, se puede sospechar en TABLA 12-5. Embolia gaseosa sistémica (arterial)
una TC ante la presencia de múltiples opacidades nodulares que
siguen la distribución de las arterias pulmonares periféricas, dan- Etiología Comentario
do a estos vasos un aspecto arrosariado349. Este tema se analiza de Cirugía cardíaca
forma más detenida en la página 406.
A corazón abierto La más frecuente; presencia de aire
residual en las venas pulmonares
que entra en la circulación
EMBOLIAS DE CUERPOS EXTRAÑOS cuando se interrumpe el pinzado
Derivación arterial coronaria
Las partículas extrañas pueden penetrar en la vertiente venosa de Fístula yatrógena Entre el pulmón y la aurícula
la circulación sistémica y embolizar en el pulmón. En algunos izquierda
casos el material es introducido directamente por el paciente Traumatismo torácico penetrante
dentro de los vasos (como sucede en la talcosis intravenosa), pero
Aspiración transtorácica con aguja
en la mayoría de los casos el material llega a la circulación por una Toracocentesis
intervención médica. La inmensa mayoría de estos émbolos se Cirugía bronquial con láser YAG Fístula broncoalveolar por láser
identifica de forma casual en la autopsia y tiene poca o nula Accidentes
importancia clínica o radiológica. Enfermedades pulmonares intrínsecas
Asma
Embolia gaseosa Síndrome de dificultad
respiratoria neonatal
Igual que sucede con los trombos y otros materiales sólidos, la Absceso pulmonar Fístula entre el vaso pulmonar
embolia gaseosa* dentro de la circulación puede tener importan- y el bronquio
tes consecuencias, entre las cuales se incluyen el infarto cerebral, Barotrauma
el colapso cardiovascular y la muerte349a. Aunque estos émbolos
Ventilación con presión positiva
no se suelen reconocer desde un punto de vista clínico, es posible Buceo con aire comprimido
que los émbolos subclínicos sean mucho más frecuentes de lo que Viajes aéreos
se aprecia en general350, 351.
Otros
* Aunque el aire en sí mismo es la sustancia que suele penetrar dentro de los Ingesta de peróxido de hidrógeno
vasos, en otros casos el responsable de este tipo de embolia es un gas, bien del Válvulas aórticas protésicas
aire alterado de los pulmones o un gas puro, como dióxido de carbono, oxí-
geno o helio352,353. Aunque en sentido estricto el término correcto en inglés
Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis
sería embolia gaseosa, debido a su uso convencional se conserva la denomina-
of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.
ción de embolia aérea en el original de este libro.
570 CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones

aire dentro de un espacio cerrado como consecuencia de la dismi- TABLA 12-6. Embolia gaseosa pulmonar (venosa)
nución de la presión ambiental. El síndrome de sobrepresuriza- Etiología Comentario
ción pulmonar resultante se relaciona con la presencia de aire sub-
cutáneo o mediastínico y se caracteriza por dolor torácico, ron- Cirugía
quera y/o plenitud del cuello; se pueden producir consecuencias
Sistema nervioso central Sobre todo en posición de sedestación
de mayor gravedad si el aire llega a la circulación sistémica. La (de Fowler), en la cual la incidencia
embolia gaseosa tras la descompresión puede aparecer también puede alcanzar el 40%
como consecuencia de que el nitrógeno deja de estar disuelto y Útero Legrado, histerectomía, cesárea,
pasa directamente a los vasos sistémicos (véase más adelante). ablación con láser
Pulmón Tras la fístula entre el bronquio
La embolización gaseosa sistémica también puede producirse en y la vena ácigos
diversas situaciones en las que hay una enfermedad pulmonar de Articulación y hueso Implantes dentales, introducción
base, como el asma grave356 y la ventilación con presión positiva, de clavos intramedulares, cirugía
sobre todo en neonatos, aunque también en adultos357, 358. En estos artroscópica de la rodilla,
casos la probable secuencia de acontecimientos es rotura de los laminectomía
Próstata Resección transuretral, prostatectomía
alvéolos, enfisema intersticial y neumomediastino y/o neumotórax; radical
cuando el aire diseca el tejido intersticial perivenoso también se Riñón Nefrostomía percutánea
extiende a la pared y la luz venosa. El aire que penetra en las venas
Inyección de aire diagnóstica/terapéutica
sistémicas puede acceder a las venas sistémicas a través de un aguje-
ro oval permeable (embolia paradójica) o, cuando es muy abun- Cirugía laparoscópica Relacionada con neumoperitoneo,
intraabdominal sobre todo colecistectomía
dante, por «rebosamiento» de las arteriolas/capilares pulmonares. Artrografía
Embolia gaseosa pulmonar. Esta alteración se produce en múl- Neumoperitoneo Tratamiento histórico de la tuberculosis
tiples circunstancias (tabla 12-6)359. Las causas yatrógenas son las Irrigación de las heridas con
más frecuentes con gran diferencia e incluyen cirugía, colocación y la administración pulsátil
mantenimiento de dispositivos intravenosos y técnicas diagnósticas de suero salino
y terapéuticas que suponen insuflación de aire. La embolia gaseosa Dispositivos intravenosos
venosa se ha descrito en más de la mitad de las cesáreas360. Marcapasos cardíacos
Igual que sucede en la embolia sistémica, la embolia gaseosa Catéteres venosos centrales
pulmonar precisa la rotura de un vaso y de la existencia de un para hiperalimentación/
gradiente de presión entre la fuente de gas extravascular y la luz quimioterapia
del vaso. Este gradiente se puede generar mediante dos mecanis- Infusión a presión Por ejemplo, material de contraste
de líquidos intravenosos de TC, sangre
mos: 1) presión positiva que fuerza la entrada de gas dentro de las Catéteres de hemodiálisis
venas, como se produce durante la infusión a presión de contras- Filtros de vena cava
te para la TC o la insuflación de CO2 dentro de la cavidad perito- Otros
neal antes de la laparoscopia361, 362, y 2) desplazamiento del gas
hacia el interior de las venas como consecuencia del gradiente de Insuflación vaginal Más frecuente en gestantes tras sexo
orogenital; menos frecuente en el
presión entre el punto de entrada y los vasos pulmonares, situa- sexo manual o tras la insuflación
ción que se pone de manifiesto especialmente en la cirugía de vaginal de cocaína
cabeza y cuello en posición de sedestación, durante la cual la inci- Insuflación del pene/escroto
dencia de embolia puede llegar al 40%363. Ingesta/irrigación con Tras ingesta accidental de H2O2 (con
Los efectos fisiológicos del aire embolizado dentro de la circula- peróxido de hidrógeno producción de exceso de oxígeno por
catabolismo gástrico) o irrigación de
ción pulmonar dependen de su cantidad y de la velocidad de entra- una herida
da301. La inyección rápida de una gran cantidad de gas puede oca- Ventilación con presión positiva
sionar un bloqueo por el mismo del tracto de salida del ventrículo Traumatismo craneal
derecho, que impide el flujo arterial pulmonar. La infusión más Taladro dental con turbina
de aire
lenta de cantidades menores de gas parece actuar a nivel de las arte- Recuperación y readministración
rias pulmonares distales y las arteriolas, y parte de este efecto guar- de hemoderivados
da relación probablemente con la obstrucción vascular por las pro- Síndrome por descompresión Ascenso rápido tras buceo o
pias burbujas de gas, aunque también pueden ser importantes la descompresión a alturas elevadas
vasoconstricción refleja364 y la formación de émbolos de fibrina
cuando la sangre y el aire se mezclan en las cavidades derechas del Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis
of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.
corazón365. El efecto global de estos procesos es un incremento
transitorio de la resistencia vascular y de la presión arterial pulmo-
nares366. Las observaciones clínicas367 y experimentales368 indican con excesiva rapidez y las presiones parciales recuperan valores más
que el edema pulmonar complica algunos casos de embolia gaseo- bajos, el aire deja de estar disuelto y forma pequeñas burbujas, que
sa pulmonar, posiblemente como consecuencia de un aumento de pueden ser transportadas por las venas sistémicas hacia la mitad
la permeabilidad microvascular. El edema que se produce reduce la derecha del corazón y los vasos pulmonares. El oxígeno que aban-
distensibilidad pulmonar, provoca un desequilibrio entre la venti- dona la solución se puede eliminar con facilidad mediante el con-
lación y la perfusión y altera el intercambio gaseoso369. sumo metabólico, pero el nitrógeno inerte se elimina con mayor
Otra causa de embolia gaseosa pulmonar es el aire que llega a lentitud. Las burbujas producen lesiones microvasculares pulmo-
los vasos pulmonares como consecuencia del síndrome de des- nares y edema pulmonar no cardiógeno, igual que se comentó
compresión. Cuando un buzo pasa un largo período respirando antes. Esta forma de enfermedad pulmonar por descompresión,
gas a una presión superior a la atmosférica, se disuelve un exceso que se ha denominado «atragantamiento», es una forma relativa-
de aire dentro de su sangre y tejidos corporales. Cuando asciende mente infrecuente de la enfermedad, y a veces resulta mortal370.
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 571

Características anatomopatológicas drogenasa y transaminasas378. Si se obstruyen los vasos corona-


rios pueden aparecer signos electrocardiográficos de isquemia
En los pacientes que fallecen por una embolia gaseosa pulmonar miocárdica o arritmias ventriculares. La gasometría arterial pue-
se puede ver una espuma sanguinolenta formada por la acción de mostrar hipoxemia e hipercapnia.
de batido de la aurícula y el ventrículo derechos y que rellena de Las técnicas más empleadas para confirmar el diagnóstico son
forma parcial estas cavidades y se extiende hacia las ramas proxi- la ecografía Doppler precordial y la ecocardiografía transesofági-
males de la arteria pulmonar. Las venas pulmonares están prácti- ca. Posiblemente la primera sea más sensible y puede detectar
camente vacías de sangre, igual que el ventrículo y la aurícula burbujas aéreas de sólo 0,1 ml por la elevada superficie de con-
izquierdos, que típicamente aparecen contraídos. tacto ecógena entre el aire y la sangre301.

Manifestaciones radiológicas Pronóstico


El signo principal de embolia gaseosa es la presencia de gas en las La embolia gaseosa pulmonar suele ser un proceso benigno que
cavidades cardíacas o en los vasos pulmonares o sistémicos371, 372. En pasa desapercibido al paciente y al médico379. La embolia gaseosa
la embolia gaseosa pulmonar el gas aparece en las cavidades dere- sistémica puede pasar también desapercibida, aunque, dadas las
chas, en las arterias pulmonares centrales y (en ocasiones) en las graves consecuencias que pueden deberse a la oclusión de las arte-
venas hepáticas373, mientras que en la embolia gaseosa sistémica rias cerebrales o cardíacas, una pequeña cantidad de gas emboli-
puede identificarse en las cavidades cardíacas izquierdas, la aorta y zado puede resultar mortal. Se desconoce la incidencia exacta de
ramas más periféricas del árbol arterial sistémico, como las arterias esta evolución por la dificultad para establecer el diagnóstico tan-
del cuello, la cintura escapular o la parte superior del abdomen. to durante la vida como después de la muerte.
Otras manifestaciones de la embolia gaseosa pulmonar incluyen
edema pulmonar, oligohemia focal, aumento del tamaño de las arte- Embolias de talco, almidón y celulosa
rias pulmonares centrales y atelectasia372. Los hallazgos radiológicos
asociados a la embolia aérea en un estudio de 31 buzos incluye- La embolia de talco, almidón y celulosa se encuentra de forma casi
ron neumomediastino (en 8), enfisema subcutáneo (3), neumocar- invariable en adictos a drogas intravenosas durante largos períodos
dio (2) y neumotórax y neumoperitoneo (un paciente cada uno)374. de tiempo380. En la mayor parte de los casos esta complicación se
La embolia gaseosa pulmonar se ve especialmente bien en la TC. produce con medicamentos destinados de forma exclusiva a uso
En un estudio de 100 pacientes a los que se inyectó un contraste oral; los comprimidos se aplastan en una cucharilla o un tapón de
intravenoso en la mano y posteriormente se colocó una infusión en botella, se añade agua y se introduce la mezcla en una jeringa para
goteo se demostró una embolia gaseosa venosa asintomática en su posterior inyección. Esta práctica se produce en general por la fal-
23 pacientes362. La localización más frecuente fue la arteria pulmo- ta de heroína, aunque algunos adictos recurren a este método para
nar principal. En otra serie de 677 pacientes a los que se realizó una contrarrestar los efectos sedantes de los narcóticos. Entre los medi-
TC con contraste se encontraron embolias gaseosas en 79 (12%)375; camentos orales que se emplean de esta manera se incluyen las anfe-
se localizaron en la arteria pulmonar principal en 54 casos (8%), en taminas y fármacos estrechamente relacionados con las mismas,
la vena cava superior en 12 (1,8%), en el ventrículo derecho en 10 como clorhidrato de metilfenidato y tripelenamina, hidrocloruro
(1,5%), en las venas subclavia o braquiocefálica en 6 (0,9%) y en la de metadona, hidrocloruro de hidromorfona, feniltoloxamina, pro-
aurícula derecha en 5 (0,7%). En siete enfermos (1%) se encontra- poxifeno, secobarbital, pentazocina, meperidina y propilhexedrina.
ron émbolos en más de una localización. Todos estos fármacos tienen en común la adición de una sus-
tancia de relleno insoluble para mantener unidas las partículas
Manifestaciones clínicas medicinales y actuar como lubricantes para evitar que los compri-
midos se adhieran a los moldes y los troqueles durante la fabrica-
La inmensa mayoría de los pacientes que tienen embolia gaseosa ción. El material de relleno mas utilizado es el talco, aunque a veces
pulmonar está asintomática. Sin embargo, cuando la cantidad de gas se utiliza almidón de maíz y celulosa microcristalina. Como cabe
que penetra en el pulmón es importante, sobre todo si dicha entra- suponer, la gravedad de las alteraciones radiológicas y de la función
da es rápida, pueden aparecer manifestaciones clínicas. Los síntomas pulmonar se relacionan con la cantidad de droga inyectada381.
son inespecíficos e incluyen debilidad, mareo y disnea; en ocasiones
se produce también dolor torácico. Un grupo de investigadores ha Patogenia
descrito un reflejo de «ahogamiento», que está formado por tos
seguida de una espiración corta y varios segundos de inspiración376. Cuando se inyectan por vía intravenosa, estas sustancias de relle-
Los hallazgos físicos incluyen taquicardia, taquipnea e hipoten- no quedan atrapadas dentro de las arteriolas y capilares pulmo-
sión sistémica. En algunos casos se ha descrito un soplo precordial nares y provocan una obstrucción vascular, que a veces se asocia
que recuerda a una «rueda de molino»377. Pueden ser evidentes los a trombosis. Se ha descrito una hipertensión pulmonar transito-
signos de edema pulmonar. La entrada del gas en los vasos sisté- ria tras la inyección intravenosa de pentazocina, posiblemente
micos que irrigan el corazón o el cerebro puede provocar convul- por este mecanismo382. Con el tiempo las partículas extrañas
siones, coma o dolor torácico. Se pueden ver burbujas en los vasos migran a través de la pared del vaso y quedan localizadas en el
retinianos de algunos pacientes302. Se pueden encontrar hallazgos tejido intersticial perivascular y parenquimatoso adyacentes,
similares en la embolia gaseosa sistémica «primaria». donde dan lugar a una reacción de células gigantes de cuerpo
extraño con fibrosis. En este estadio se produce típicamente una
Hallazgos de laboratorio y diagnóstico hipertensión pulmonar crónica si la cantidad de material extraño
resulta suficiente. Aunque esta hipertensión guarda una relación
Los hallazgos de laboratorio son inespecíficos. En algunos enfer- indudable con las alteraciones vasculares que produce directa-
mos que han sufrido embolias gaseosas arteriales tras el buceo se mente la embolia, también es posible que participen la fibrosis
ha descrito incremento de las concentraciones de lactato deshi- parenquimatosa y el enfisema, cuya patogenia no está clara.
572 CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones

Características anatomopatológicas En las formas más avanzadas de la enfermedad los nódulos del
lóbulo superior pueden confluir para dar lugar a una opacidad
En las primeras fases de la enfermedad los pulmones muestran homogénea que recuerda a la fibrosis masiva progresiva de la sili-
números variables de nódulos parenquimatosos más o menos cosis o de la neumoconiosis de los mineros del carbón, salvo por
delimitados que alcanzan hasta 1 mm de diámetro (figura 12-21). la frecuente presencia de broncograma aéreo380, 386. Puede produ-
En la enfermedad de larga evolución los nódulos tienden a con- cirse hipertensión pulmonar y cor pulmonale384, 387. En los esta-
fluir, sobre todo en los lóbulos superiores, produciendo áreas dios tardíos de la enfermedad la discapacidad progresiva y el
más extensas de consolidación que recuerdan a la fibrosis masiva deterioro de la función se asocian a datos radiológicos de enfise-
progresiva de las neumoconiosis (véase figura en color 12-3). ma y ampollas380. Los hallazgos de la TCAR incluyen atenuación
A menudo es evidente un enfisema panacinar, a veces con forma- difusa en vidrio esmerilado, un patrón micronodular difuso y
ción de ampollas380, 383. áreas conglomeradas de fibrosis en la zona perihiliar de los lóbu-
Desde el punto de vista histológico, los nódulos pequeños los superiores385, 388. Dentro de esas masas conglomeradas se pue-
están formados por granulomas laxos que contienen muchas den encontrar áreas localizadas de mayor atenuación, compati-
células gigantes multinucleadas de gran tamaño (véase figura 12-21). bles con depósitos de talco (figura 12-23).
Los cortes de los focos de mayor tamaño de la consolidación del Los hallazgos radiológicos y de TC del consumo intravenoso
lóbulo superior en la enfermedad de larga evolución muestran de metilfenidato (comprimidos de Ritalin machacados) se dife-
láminas de células gigantes multinucleadas que en general no se rencian en algunos aspectos de otros tipos de adicción a drogas
disponen en granulomas definidos. Además existe un grado intravenosas385, 389, ya que la principal alteración es un enfisema
variable de fibrosis. Es fácil identificar el cuerpo extraño dentro bilateral y simétrico que afecta de forma principal a las zonas del
de las células gigantes, sobre todo con luz polarizada. lóbulo inferior y no se asocia a formación de ampollas.

Manifestaciones radiológicas Manifestaciones clínicas


La manifestación radiológica más precoz son nódulos dispersos La mayoría de los adictos está asintomática y los granulomas se
cuyo diámetro oscila entre nódulos apenas visibles y nódulos de encuentran de forma casual en autopsias de pacientes fallecidos
1 mm (figura 12-22). Están bien delimitados y tienen naturaleza por otra causa390. Los síntomas se producen típicamente sólo en
«puntiforme», parecidos a los de la microlitiasis alveolar. Aunque grandes consumidores (en los cuales no es raro encontrar antece-
algunos autores han descrito que estos nódulos predominan en la dentes de inyección de miles de pastillas) y corresponden a disnea
zona media384, la distribución que hemos observado nosotros ha lentamente progresiva y (en ocasiones) tos persistente. Puede ser
sido difusa y uniforme en ambos pulmones385. evidente un cor pulmonale como consecuencia de una enferme-

FIGURA 12-21
Talcosis intravenosa. Un corte del lóbulo superior (A) muestra enfisema panacinar grave en su parte anterior y una fina nodularidad en el resto del
parénquima. La imagen histológica (B) revela agregados de células gigantes multinucleadas que contienen cristales de talco (flecha). La micrografía con luz
polarizada (C) muestra mejor el aspecto refringente del talco. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of
the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 573

de la transferencia gaseosa392, asociada a una combinación de


defectos obstructivos y restrictivos con escasa o nula hiperinsu-
flación y atrapamiento aéreo, al menos en estadios precoces381. En
las formas más avanzadas de la enfermedad se puede reconocer
una reducción más intensa de la velocidad de los flujos y de la
difusión con hiperinsuflación y atrapamiento aéreo380.

Embolia de aceite yodado


La embolia pulmonar de aceite suele ser una complicación de la
linfangiografía con aceite de semillas de amapola yodado. Posible-
mente es frecuente; los estudios autópsicos que se han realizado
poco después de la técnica393 y las radiofotografías de esputo tras
la linfangiografía con aceite marcado con I131, 394 han demostrado la
presencia de una considerable cantidad de aceite en los pulmones,
incluso sin alteraciones radiológicas visibles.
En un estudio de 80 pacientes se encontraron datos radiológicos
de embolia por aceite en 44 (55%), la mayoría de los cuales tenía
una obstrucción linfática pélvica o abdominal395. Se ha planteado
que esta obstrucción permite la captación del medio de contraste
por las venas sistémicas, lo que permite que el aceite llegue a los pul-
mones con mayor rapidez y a mayor concentración. Los hallazgos
suelen ser un fino patrón reticular, que puede persistir 1-2 semanas
(figura 12-24)395. Además, los vasos periféricos de pequeño calibre
pueden estar tan llenos de contraste que adopten un patrón ramifi-
cado similar al que se ve en la arteriografía pulmonar393.
Pocos pacientes presentan síntomas. Puede aparecer febrícula
a las 48 horas de la linfangiografía, siendo menos frecuente la
aparición de tos, escalofríos, disnea, cianosis, hemoptisis o hipo-
tensión395, 396. No es rara una disminución de la capacidad de
difusión, que resulta más llamativa a las 24-48 horas397. Otras
alteraciones incluyen reducción de la distensibilidad pulmonar y
de la PO2 arterial, sobre todo tras la administración de una dosis
alta de contraste398.

Embolia de otros cuerpos extraños


Embolia de mercurio metálico. La embolización pulmonar
de mercurio puede ser accidental o intencional: la primera se pro-
duce por la rotura de un termómetro y la última como consecuen-
cia de la inyección por adictos a drogas o en pacientes que tratan de
FIGURA 12-22 suicidarse399. El aspecto radiológico es distintivo por la muy eleva-
Talcosis pulmonar en un adicto a drogas intravenosas. Este varón de da densidad del mercurio, que adopta la forma de pequeñas esfé-
22 años asintomático se había estado inyectando metadona y heroína durante rulas o estructuras tubulares cortas que corresponden a segmentos
4 años en el momento en que se obtuvieron estas radiografías. Se observa de la arteria rellenos de mercurio400. La distribución suele ser bila-
una afectación difusa de ambos pulmones por opacidades micronodulares teral y bastante simétrica. Puede identificarse una acumulación
pequeñas (A), que se ven mejor en una imagen ampliada (2:1) de la zona del
lóbulo inferior derecho (B). No hay predominio anatómico. El patrón se local de mercurio en el corazón, en general cerca de la punta del
parece a las opacidades delimitadas de la microlitiasis alveolar. (Tomado de ventrículo derecho. En la TC se ha descrito la localización pulmo-
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of nar, cardíaca y sistémica de las gotitas de mercurio401. Clínicamen-
the Chest. Philadelphia, WB Saunders, 2001.) te la toxicidad cursa con gusto metálico, hipersalivación, gingivitis,
estomatitis, diarrea, nefrosis, temblor (agitación del sombrerero) e
dad extensa. Igual que sucede en la silicosis, la enfermedad puede irritabilidad402. Los síntomas pulmonares y las alteraciones de la
progresar y la discapacidad se agrava tras interrumpirse la expo- función pulmonar son muy leves o ausentes403.
sición381. Se pueden encontrar trombos organizados o cicatrices Acrilato líquido. Los pegamentos de acrilato líquido, sobre
en los antebrazos de casi todos los adictos que se inyectan por vía todo isobutil-2-cianoacrilato y n-butil-2-cianoacrilato, se utilizan
intravenosa. Es posible identificar partículas brillantes en el fon- a menudo para la embolización de las malformaciones vascula-
do de ojo, sobre todo en el polo posterior que rodea a la fóvea, y res404. Parece que la embolia pulmonar asintomática asociada a
éste puede ser el primer dato de consumo de drogas381, 391. esta intervención es más frecuente de lo que se creía en general404, 405;
sin embargo, la embolia sintomática es rara. Los hallazgos radioló-
Pruebas de función pulmonar gicos incluyen áreas subsegmentarias de consolidación404. La TC
ha demostrado áreas de consolidación subsegmentarias en for-
Los estudios de adictos que reconocen el uso intravenoso de ma de cuña de base pleural, compatibles con infarto. Como el
medicamentos orales han demostrado una alteración importante pegamento de acrilato se mezcla con sustancias radioopacas para
574 CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones

FIGURA 12-23
Talcosis: fibrosis masiva progresiva. Una radiografía
posteroanterior de tórax (A) muestra grandes opacidades
bilaterales en las zonas medias y superiores de los pulmones.
Obsérvese la gran opacidad densa adyacente al ángulo
traqueobronquial derecho y el enfisema en el lóbulo superior
derecho. Una TCAR (B) revela grandes opacidades densas con
distorsión de la arquitectura del parénquima pulmonar. Las
ventanas de partes blandas (C) muestran áreas de aumento de la
atenuación con opacidades compatibles con depósitos de talco.
La paciente era una mujer de 54 años con disnea de esfuerzo.
Aunque refería consumo de drogas intravenosas durante 12 años
(heroína y metadona), insistía en que llevaba 23 años sin
consumirlas. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest. Philadelphia,
WB Saunders, 2001.)

FIGURA 12-24
Embolia de aceite yodado. Una imagen ampliada del vértice del pulmón
superior izquierdo aproximadamente 11/2 hora después de la inyección
de 7 ml de aceite yodado en los linfáticos de ambas piernas muestra
una fina red de sombras de alta densidad. Esta red se debe a la presencia
de contraste en la circulación microvascular del pulmón. Se reconoce el
conducto torácico a la izquierda (flechas). (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 12 ■ Enfermedades embólicas y trombóticas de los pulmones 575

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C A P Í T U L O T R E C E

HIPERTENSIÓN PULMONAR

CARACTERÍSTICAS GENERALES DE Hipertensión portal 590 Enfermedad intersticial difusa


LA HIPERTENSIÓN PULMONAR 581 Infección por el VIH 590 y enfermedad del espacio aéreo 595
Consideraciones anatómicas Toxinas y fármacos 591 Síndromes de hipoventilación
y fisiológicas 581 Hipertensión pulmonar persistente del alveolar 595
Características anatomopatológicas 583 recién nacido 591 Otros trastornos 596
Manifestaciones radiológicas 584 HIPERTENSIÓN PULMONAR CAUSADA
HIPERTENSIÓN VENOSA
Cor pulmonale 586 POR ENFERMEDAD TROMBÓTICA
PULMONAR 592
HIPERTENSIÓN ARTERIAL Cardiopatía izquierda 592 Y/O EMBÓLICA CRÓNICA 596
PULMONAR 587 Enfermedad venooclusiva pulmonar 593 HIPERTENSIÓN PULMONAR CAUSADA
Hipertensión pulmonar POR TRASTORNOS QUE AFECTAN
HIPERTENSIÓN PULMONAR
primaria 587 DIRECTAMENTE A LOS VASOS
ASOCIADA A ENFERMEDADES
Trastornos relacionados 588 PULMONARES 598
DEL APARATO RESPIRATORIO
Enfermedades del tejido conjuntivo 588 Hemangiomatosis capilar pulmonar 598
Y/O HIPOXEMIA 595
Cortocircuitos sistémico-pulmonares
Enfermedad pulmonar obstructiva
congénitos 588
crónica 595

L
a hipertensión arterial pulmonar se puede definir como El circuito vascular pulmonar es un sistema de baja presión,
un incremento de la presión sistólica a 30 mm Hg o más o con una presión arterial media que sólo equivale a un sexto de la
un aumento de la presión media a 18 mm Hg o más1. La presión sistémica. Tiene una capacidad notable de compensar
hipertensión venosa pulmonar se produce cuando la presión de grandes cambios fisiológicos del flujo sanguíneo (p. ej., durante el
las venas pulmonares medida de forma indirecta mediante un ejercicio) sin que se observe el correspondiente incremento de la
catéter enclavado en la arteria pulmonar supera 12 mm Hg. presión. Esta reducción de la resistencia vascular se consigue
Ambas formas se pueden clasificar por varios sistemas. El esque- principalmente mediante el «reclutamiento» de los vasos pulmo-
ma de clasificación que se sigue aquí se corresponde al del nares que no están perfundidos en reposo. Esta capacidad se
World Symposium on Primary Pulmonary Hypertension de 1998 refleja en la curva presión-volumen de los vasos pulmonares
(tabla 13-1)2. (figura 13-2). Cuando el gasto cardíaco es bajo (A), la resistencia
Antes de comentar las características de los trastornos especí- vascular pulmonar viene determinada por la pendiente A–X, o
ficos que se incluyen en esta clasificación, resulta útil revisar de
10,5 mm Hg/5 l/min = 2,1 mm Hg/l/min
forma breve algunos rasgos comunes a todas las formas.
Si el gasto cardíaco aumenta a 15 l/min (B), la presión de la
arteria pulmonar sólo se incrementa de forma ligera a 12 mm Hg
CARACTERÍSTICAS GENERALES y en este caso la resistencia vascular pulmonar viene determinada
DE LA HIPERTENSIÓN PULMONAR por la pendiente B-X, o:
12 mm Hg/15 l/min = 0,8 mm Hg/l/min
Consideraciones anatómicas y fisiológicas
Esta notable reducción de la resistencia se produce sencillamente
La anatomía y fisiología normales de la circulación pulmonar se por reclutamiento vascular y no por relajación del músculo liso
esquematizan en el capítulo 1 y aquí sólo vamos a revisar algunos de los vasos pulmonares.
puntos importantes para comprender las alteraciones de la La resistencia vascular pulmonar se calcula dividiendo la pre-
hemodinámica pulmonar. A diferencia del árbol traqueobron- sión de empuje por el gasto cardíaco:
quial, en el cual la mayor parte de la resistencia al flujo de aire se
produce en las vías aéreas de mayor calibre, la mayor parte de la Pap – Pai
RVP = .
resistencia del árbol arterial pulmonar tiene lugar en los vasos de Q
menor calibre (arterias musculares y arteriolas). Como se ilustra
en la figura 13-13, aunque las vías aéreas de conducción y el siste- donde RVP es la resistencia de los vasos pulmonares, Pap es la
ma arterial pulmonar empiezan como «troncos» de tamaño pare- presión en la. arteria pulmonar, Pai es la presión en la aurícula
cido, la superficie transversal total de las vías aéreas es muy supe- izquierda y Q es el gasto cardíaco. La presión de empuje es la dife-
rior a la vascular en la periferia del pulmón. Los vasos de esta rencia entre la presión media en la arteria pulmonar y la aurícu-
localización contienen además la mayor parte del músculo liso la izquierda. En la práctica, la presión de enclavamiento pulmo-
vascular y la modulación de su calibre es la que consigue el mejor nar es una estimación fiable de la presión en la aurícula izquierda
ajuste entre la ventilación y la perfusión. cuando no existe obstrucción de una vena de gran calibre.

581
582 CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar

TABLA 13-1. Clasificación de la hipertensión pulmonar


1.000
Hipertensión arterial pulmonar
Arterias pulmonares
Hipertensión primaria pulmonar Pulmones humanos,
Trastornos esporádicos cerca de la CPT

Área transversal (cm2)


Trastornos familiares Vías aéreas
Trastornos relacionados 100
Enfermedades del colágeno vascular Pulmones humanos,
Cortocircuitos congénitos desde la circulación sistémica cerca de la CPT
hasta la pulmonar
Hipertensión portal
Infección por el VIH
Fármacos y toxinas
Anorexígenos 10
Otros
Hipertensión pulmonar persistente del recién nacido
Hipertensión venosa pulmonar
Cardiopatía ventricular o auricular del lado izquierdo
Valvulopatía del lado izquierdo 1
Estenosis congénita de las venas pulmonares
Compresión extrínseca de las venas pulmonares centrales 28 24 20 16 12 8 6 4 2 1 0
Mediastinitis fibrosante Distancia desde los alvéolos (cm)
Adenopatías y/o tumores
Enfermedad venooclusiva pulmonar FIGURA 13-1
Hipertensión pulmonar producida por enfermedades del aparato
Área transversal de la arteria pulmonar y de las vías aéreas. El área
respiratorio y/o hipoxemia
transversal total del árbol traqueobronquial y del lecho vascular pulmonar
EPOC, fibrosis quística, bronquiectasias aumenta de forma considerable cuando se ramifican hacia la porción de
Neumopatía intersticial intercambio gaseoso del pulmón. Estos datos muestran que las áreas totales
Trastornos respiratorios relacionados con el sueño que ocupan las vías aéreas pequeñas superan a las que ocupan los vasos
Deformidad de la pared torácica (cifoescoliosis, toracoplastia) pulmonares pequeños. (Tomado de Culver BH, Butler J: Mechanical influences
Enfermedad pleural (fibrotórax) on the pulmonary microcirculation. Annu Rev Physiol 40:187, 1980.)
Trastornos que cursan con hipoventilación alveolar (enfermedad
neuromuscular, maldición de Ondina)
Exposición crónica a las grandes alturas
Neumopatía neonatal 14
A
la arteria pulmonar (mm Hg)

Displasia alveolocapilar
Hipertensión pulmonar producida por enfermedad trombótica
Presión media en

y/o embólica crónica 10


B
Obstrucción tromboembólica de las arterias pulmonares proximales
Obstrucción de las arterias pulmonares distales
Embolia pulmonar (trombo, tumor, huevos y/o parásitos, cuerpos
6
extraños)
Trombosis in situ
Drepanocitosis 4
Embolia tumoral
Otros (talco, grasa, líquido amniótico) X
Hipertensión pulmonar asociada a trastornos que afectan directamente 0
a los vasos pulmonares 0 2 4 6 8 10 12 14 16
Trastornos inflamatorios Gasto cardíaco (l/min)
Esquistosomiasis
Sarcoidosis
Hemangiomatosis capilar pulmonar FIGURA 13-2
Curvas de presión vascular pulmonar-flujo. Se ha representado la
Modificado del Executive Summary del World Symposium on Primary Pulmonary presión media en la arteria pulmonar frente al gasto cardíaco. La pendiente
Hypertension 1998, Evian, France, september 6-10, 1998. de la línea es la resistencia vascular pulmonar. Un aumento importante del
gasto cardíaco se asocia sólo a un ligero aumento de la presión vascular
pulmonar media.
La presión en cualquier lecho vascular se relaciona de forma
directa con el flujo sanguíneo a través de dicho lecho vascular
y la viscosidad de la sangre de su interior; un aumento de cual- mo, la presión en la arteria pulmonar puede aumentar como
quiera de estos factores producirá un aumento de presión para consecuencia del aumento de la presión venosa o distal.
cualquier geometría vascular dada. La presión en un lecho vascu- La vasoconstricción de la arteria pulmonar se puede producir
lar se relaciona de forma inversa con el número y el radio de los por hipoxemia o acidosis, metabólica o respiratoria, y se puede
vasos. La superficie transversal total del lecho vascular puede revertir, al menos de forma parcial, mediante la administración
reducirse por pérdida de vasos pulmonares, oclusión intralu- de oxígeno o aumentando el pH de la sangre4. La vasoconstric-
minal de un porcentaje de los mismos o reducción del radio del ción también se puede deber a una serie de mediadores de la
vaso como consecuencia de la contracción del músculo liso o inflamación, como serotonina, histamina, angiotensina, catecola-
de engrosamiento y remodelado de la pared vascular. Por últi- minas, prostaglandinas y leucotrienos5. La liberación de estos
CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar 583

mediadores explica en parte la hipertensión pulmonar aguda que hepatopatías, sida, enfermedades del tejido conjuntivo y algunos
aparece en la enfermedad tromboembólica. El aumento de la pre- fármacos, trastornos que se caracterizan en conjunto por una
sión en las arterias pulmonares que se asocia a la hipertensión pos- serie de cambios vasculares denominados de forma colectiva
capilar también es de origen inicialmente vasoespástico, mediado arteriopatía pulmonar plexógena.
probablemente por un reflejo vasovagal que se origina en un En la hipertensión pulmonar arterial de magnitud suficien-
incremento de la presión en la aurícula izquierda y las venas pul- te las arterias elásticas de gran calibre, sobre todo la arteria pul-
monares6. El endotelio vascular pulmonar tiene una función monar principal, están con frecuencia dilatadas y a menudo su
importante en el control de la circulación pulmonar, ya que pro- diámetro supera al de la aorta; la dilatación puede ser tan gra-
duce una serie de sustancias, incluidos la prostaciclina, la endote- ve que se formen aneurismas localizados. La aterosclerosis arte-
lina y el óxido nítrico, que afectan a las células musculares lisas rial pulmonar, que en general es leve y afecta principalmente a
vasculares subyacentes7. los vasos elásticos de gran calibre, es un hallazgo relativamente
frecuente en individuos ancianos; sin embargo, cuando hay
Características anatomopatológicas hipertensión pulmonar estos focos de aterosclerosis suelen ser
mayores y afectar a ramas más distales9. La fibrosis de la íntima
Las alteraciones anatomopatológicas que se observan en los vasos de las arterias musculares grandes y elásticas es también fre-
pulmonares son algo distintas en función de la causa de la hiper- cuente en la hipertensión pulmonar de cualquier origen y
tensión8. Sin embargo, en parte por la escasa respuesta de los puede ser tan grave que oblitere por completo la luz vascular
vasos pulmonares y en parte porque alguna de estas alteraciones (figura 13-3). El engrosamiento de la media de las arterias
son secundarias a la hipertensión, algunos hallazgos son comunes musculares pequeñas es un rasgo característico de muchos
a todas las causas. Esto es así especialmente en el caso de las arte- tipos de hipertensión pulmonar y se suele deber a la combina-
rias musculares y elásticas de gran calibre de los pacientes que tie- ción de hipertrofia e hiperplasia muscular con aumento del
nen hipertensión de muchas causas y en las arterias pequeñas de tejido conjuntivo intersticial10. La hipertrofia muscular tam-
los pacientes que tienen hipertensión pulmonar primaria (idio- bién afecta a las arteriolas pulmonares. En algunos casos se
pática) o asociada a malformaciones cardiovasculares congénitas, debe a un incremento del tamaño y del número de las fibras

FIGURA 13-3
Hipertensión pulmonar: fibrosis de la íntima. Imagen ampliada de una pieza autópsica del pulmón (A) de una mujer de 25 años que
tenía un lupus eritematoso sistémico, en la que se reconoce un engrosamiento marcado de las paredes de muchas arterias musculares;
en algunas (flecha) la luz casi aparece obliterada. Un corte histológico correspondiente (B) muestra que el engrosamiento se debe a una
fibrosis predominante de la íntima; también es evidente una marcada atrofia de la media. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
584 CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar

musculares presentes ya en la pared arteriolar, mientras que en Manifestaciones radiológicas


otros representa la extensión del músculo hacia vasos que pre-
viamente no lo contenían («arterialización» de las arteriolas Las características radiológicas de la hipertensión pulmonar, de
pulmonares)11. cualquier etiología, incluyen aumento de tamaño de las arterias
Además de la hiperplasia-hipertrofia del músculo, a menudo pulmonares centrales con rápido afilamiento de los vasos cuan-
se observan varias alteraciones en las arterias musculares de do se dirigen hacia la periferia del pulmón (figura 13-6)16. El
mediano y pequeño calibre, que definen en conjunto la arterio- corazón puede tener un tamaño normal o grande. El aumento de
patía plexógena pulmonar12. Estas alteraciones incluyen prolife- tamaño de las arterias hiliares se puede valorar midiendo el diá-
ración celular de la íntima con fibrosis, lesiones plexiformes, metro de las arterias interlobares17. La arteria pulmonar princi-
«necrosis» fibrinoide y vasculitis. En estadios iniciales el engrosa- pal se puede identificar y medir con TC y RM; se considera que
miento de la íntima se caracteriza por la presencia de tejido con- hay aumento del calibre cuando su diámetro mide 29 mm o
juntivo laxo que contiene células a menudo alargadas y que se más18, 19. El área transversal de las arterias pulmonares principal
disponen en capas más o menos concéntricas alrededor de toda e izquierda normalizada en función de la superficie corporal
la luz vascular, determinando así el típico aspecto «de capas de total muestra una buena correlación con la presión arterial pul-
cebolla» (figura 13-4)13. Con el tiempo los componentes del teji- monar media. Se ha indicado también que un valor superior a 1
do conjuntivo, sobre todo el colágeno y a veces la elastina, se del cociente entre el diámetro de la arteria segmentaria y el bron-
hacen más prominentes. Se emplea el término necrosis fibrinoide quio en tres o más lóbulos es útil para predecir la presencia de
para describir la presencia de un material eosinófilo homogéneo hipertensión19.
en la pared de las arterias pequeñas y arteriolas. Aunque puede El método no invasor más exacto para valorar la hipertensión
encontrarse trombosis luminal adyacente a la zona de «necrosis», arterial pulmonar es la ecocardiografía. Se puede utilizar una
en general no existe inflamación alguna en la pared vascular y es serie de variables derivadas de la ecocardiografía Doppler pulsa-
probable que la lesión corresponda a un acúmulo de fibrina y da o de onda continua para determinar la presión sistólica máxi-
otras proteínas dentro de la media como consecuencia de la ma en el ventrículo derecho, que se emplea como estimación de
lesión endotelial. la presión de la arteria pulmonar20. La valoración ecocardiográfi-
Se reconocen lesiones plexiformes en las pequeñas arterias ca de la hemodinámica pulmonar se puede realizar durante el
supernumerarias, a corta distancia de su origen en el vaso princi- esfuerzo21 y la ecocardiografía transesofágica permite detectar la
pal14. La lesión corresponde a un foco localizado de dilatación presencia y la localización de las cortocircuitos intracardíacos22.
vascular con un plexo intraluminal asociado de pequeños cana- La RM resulta especialmente útil en la valoración y se ha
les vasculares a modo de hendiduras (figura 13-5); estos últimos demostrado que predice de forma precisa la hemodinámica del
canales están separados por una pequeña cantidad de tejido con- corazón derecho en los enfermos que tienen hipertensión pul-
juntivo y un número variable de células de aspecto endotelial monar primaria (HPP)23. Esta técnica se puede utilizar para defi-
rechonchas. El plexo se continúa a menudo en sentido distal de nir la dirección y la velocidad del flujo de la sangre dentro de las
un canal vascular de pared delgada, algo tortuoso y dilatado. La cavidades cardíacas y los vasos principales, para valorar la estruc-
patogenia de las lesiones plexiformes no está clara; sin embargo, tura cardiovascular (figura 13-7), para realizar mediciones del
un grupo de investigadores demostró que las células endoteliales volumen telesistólico y telediastólico del ventrículo derecho y
que proliferan son monoclonales, lo que indica que las responsa- para calcular el volumen y la fracción de eyección24, 25.
bles pueden ser alteraciones genéticas adquiridas, igual que en los La gammagrafía de ventilación-perfusión se utiliza principal-
tumores malignos15. mente para distinguir la HPP de la hipertensión asociada a una

FIGURA 13-4
Hipertensión pulmonar: fibrosis celular de
la íntima. Un corte de una arteria pulmonar
de pequeño calibre (A) de un varón joven con
una comunicación interauricular muestra una
obliteración casi completa de la luz por tejido
fibroso. Los núcleos celulares están algo
alargados y se disponen en capas
aproximadamente concéntricas, lo que
determina un aspecto arremolinado. Un corte
del mismo vaso, pero teñido con técnicas para
tejido elástico (B), muestra que la proliferación
celular se localiza dentro de la íntima. (Tomado
de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD:
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar 585

FIGURA 13-5
Hipertensión pulmonar: lesión plexiforme.
Un corte de una arteria pulmonar de mediano
calibre en un paciente joven que sufría cirrosis
e hipertensión portal muestra una moderada
fibrosis de la íntima (flecha corta) que se
continúa con un plexo de pequeños canales
vasculares de forma irregular. Estos canales
están separados por tejido fibroso que
contiene numerosas células voluminosas que
recuerdan a fibroblastos (flecha larga). El
propio plexo continúa con un canal vascular
dilatado y de pared relativamente delgada
(flechas curvas). (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis
of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)

FIGURA 13-6
Hipertensión arterial pulmonar. Las radiografías de tórax posteroanterior (A) y lateral (B) muestran aumento de tamaño de
las arterias pulmonares centrales con rápido afilamiento de los vasos. En la proyección posteroanterior el marcado aumento del tamaño de la
arteria pulmonar principal se traduce en una convexidad focal (flecha) inmediatamente por debajo del cayado aórtico. En la proyección lateral
el aumento del tamaño del ventrículo derecho y la dilatación del tracto de salida pulmonar condicionan la ocupación del espacio aéreo retroesternal
inferior. Este caso corresponde a una mujer de 36 años que tenía hipertensión pulmonar primaria. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
586 CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar

A
APP

APD

AD
FIGURA 13-7
Hipertensión arterial pulmonar: comunicación interauricular.
Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra cardiomegalia y AI
un marcado aumento del tamaño de las arterias pulmonares
centrales. Aunque se observa un rápido afilamiento, se sigue
reconociendo un aumento de la vascularización en la periferia del
pulmón, sobre todo del lado derecho. RM con eco-espín con ventana
cardíaca (B) que muestra un aumento de tamaño de las arterias
pulmonares principal (APP) y derecha (APD). El diámetro de la
arteria pulmonar principal es considerablemente mayor que el de la
aorta (A). Una RM a la altura de las aurículas derecha (AD)
e izquierda (AI) (C) muestra una comunicación interauricular (flecha).
La paciente tenía 61 años. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman
NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

tromboembolia crónica, ya que una gammagrafía de probabili- por obstrucción vascular pulmonar. Aproximadamente el 80%
dad baja o normal permite descartar este último diagnóstico. En de los casos se relaciona con una EPOC27.
los pacientes que tienen gammagrafías de probabilidad interme- A nivel radiológico no siempre se observa aumento de tama-
dia o alta el diagnóstico de enfermedad tromboembólica crónica ño del corazón, aunque se confirme una hipertrofia del ventrí-
se puede confirmar con una TC helicoidal con contraste (figu- culo derecho en la autopsia28. Esto sucede especialmente cuan-
ra 13-8)26; sin embargo, puede ser necesaria la angiografía para do hay enfisema pulmonar, situación en la cual sólo las
llegar al diagnóstico definitivo en algunos casos. radiografías seriadas ponen de manifiesto el aumento del tama-
ño cardíaco. A nivel clínico el impulso ventricular derecho, que
Cor pulmonale se suele palpar a lo largo del reborde esternal izquierdo, también
puede quedar oscurecido por la hiperinsuflación pulmonar del
La presencia de hipertensión pulmonar no siempre implica cor enfisema. Cuando aparece insuficiencia cardíaca derecha se
pulmonale, aunque indica una tensión sobre el ventrículo dere- puede escuchar un soplo sistólico más intenso durante la inspi-
cho que, si se mantiene, acabará produciendo de forma inevi- ración en el reborde esternal izquierdo. Puede asociarse a un
table esta alteración. Aunque el término cor pulmonale se reser- pulso palpable en el hígado (aumentado de tamaño), un pulso
vaba inicialmente para los casos en los que una alteración de la venoso sistólico en el cuello y, en muchos casos, también a ede-
estructura o función pulmonar provocaba una hipertrofia del ma periférico y ascitis. El electrocardiograma (ECG) puede ser
ventrículo derecho, cada vez se emplea más para describir la insu- normal incluso en casos de hipertrofia ventricular derecha gra-
ficiencia cardíaca derecha secundaria a la hipertensión pulmonar ve conocida29.
CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar 587

minio mujer:varón de 1,7:131. Aunque la mayoría de los casos


parece esporádica, el 5% de los pacientes del registro del NIH
refiere antecedentes familiares (hipertensión pulmonar primaria
familiar [HPPF]). El patrón de herencia se corresponde al de tipo
autosómico dominante. Sin embargo, la HPPF también muestra
un patrón de penetrancia incompleta, de forma que la enferme-
dad franca sólo se produce en el 10%-20% de los familiares, lo
que indica que existen factores ambientales y/o genéticos adicio-
nales necesarios para su expresión completa.
Un gen del cromosoma 2 que codifica el receptor de la proteí-
na morfógena ósea (BMPR-2) se ha asociado de forma estrecha a
la HPP33, 34. De hecho, se encuentran alteraciones de este receptor
en más de la mitad de los casos de enfermedad familiar y puede
estar implicado en muchos casos de HPP esporádica, así como
en otras variantes de hipertensión, como por ejemplo la hiper-
A
tensión pulmonar inducida por anorexígenos35. BMPR-2 es un
miembro de la familia del receptor del factor de crecimiento y
transformación beta y se ha implicado en varios procesos del de-
sarrollo. Al menos se han descrito 46 mutaciones en línea germi-
nal del gen de BMPR-2 en la HPPF y la HPP esporádica; no está
claro cómo estas mutaciones producen la enfermedad36. Tampo-
co está claro por qué las mutaciones de este importante gen, que
se expresa en múltiples tejidos, provocan alteraciones sólo en
regiones específicas del sistema vascular pulmonar.
La posible influencia de procesos inmunitarios en la patogenia
de la HPP viene indicada por la observación de que la hipertensión
pulmonar es una complicación de varias enfermedades del tejido
conjuntivo, sobre todo lupus eritematoso sistémico (LES) y es-
clerosis sistémica progresiva (ESP)37, 38. Además, la incidencia de
fenómeno de Raynaud en los pacientes que tienen HPP es supe-
rior a la que se esperaría por azar. Se cree que los estadios preco-
ces de la HPP se caracterizan por constricción del músculo liso
vascular; cuando esta constricción es prolongada se acaban pro-
duciendo fenómenos de remodelado vascular y los cambios de la
arteriopatía plexógena. También hay datos de que la trombosis in
B
situ contribuye a la progresión de la enfermedad en muchos
FIGURA 13-8 casos39.
Hipertensión arterial pulmonar tromboembólica. Una imagen de Los hallazgos anatomopatológicos de la HPP se corresponden
HRCT (A) muestra áreas localizadas de aumento y disminución de la a los de una arteriopatía plexógena, aunque no todas las manifes-
atenuación y de la vascularización (patrón de perfusión en mosaico). La TC taciones histológicas de este complejo de alteraciones se encuen-
con contraste (B) muestra aumento del tamaño de la arteria pulmonar tran en todos los casos40. Las alteraciones radiológicas incluyen
principal y defectos de repleción contiguos a la pared de las arterias
pulmonares interlobar derecha y lobar inferior izquierda (flechas). Esta
hipertrofia de las arterias pulmonares centrales con rápido afila-
localización excéntrica de los defectos de repleción es característica de la miento y oligohemia periférica (figura 13-9). No se encuentra
tromboembolia pulmonar crónica. La paciente era una mujer de 54 años. hiperinsuflación, lo que permite distinguir con facilidad este
proceso de la oligohemia pulmonar difusa del enfisema. La gam-
magrafía de ventilación-perfusión puede ser normal o mostrar
El término cor pulmonale agudo se ha empleado para describir defectos de perfusión no segmentarios y parcheados41.
un síndrome de sobrecarga aguda de presión del ventrículo dere- El síntoma principal es la disnea de esfuerzo, que a menudo
cho con insuficiencia del mismo, que aparece en diversas situa- tiene un inicio insidioso42. Otras manifestaciones menos fre-
ciones clínicas, como la embolia pulmonar masiva, el asma grave cuentes incluyen fenómeno de Raynaud, síncope, fatigabilidad
y los episodios de acidosis láctica primaria, así como de forma fácil, dolor torácico y tos. El intervalo medio entre la aparición
infrecuente durante la evolución del síndrome de dificultad res- de los síntomas y el diagnóstico es de 2 años. Pueden observarse
piratoria aguda30. signos de cor pulmonale e insuficiencia cardíaca, como ondas A
yugulares gigantes, galope auricular derecho, un chasquido de
eyección pulmonar de tono alto, un tono pulmonar acentuado,
HIPERTENSIÓN ARTERIAL PULMONAR una elevación palpable a lo largo del reborde esternal izquierdo
y, en algunos casos, soplos por insuficiencia pulmonar y tricus-
Hipertensión pulmonar primaria pídea43.
El cateterismo del lado derecho del corazón muestra aumento
La HPP es un trastorno poco frecuente, con una incidencia apro- de la presión en la arteria pulmonar, con una presión de enclava-
ximada de 1 por millón de personas31, 32. La edad media de los miento pulmonar normal, una resistencia vascular pulmonar ele-
pacientes del National Institutes of Health (NIH) Pulmonary vada y, en los pacientes que tienen insuficiencia ventricular dere-
Hypertension Registry en 1987 fue de 36 ± 15 años con un predo- cha, un bajo gasto cardíaco31. Aunque la función pulmonar puede
588 CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar

APP
D I

A B ARTERIAL

FIGURA 13-9
Hipertensión pulmonar primaria. Radiografía de tórax posteroanterior (A) que muestra aumento del tamaño del ventrículo derecho, dilatación de
las arterias pulmonares principal (puntas de flecha) e hiliares (flechas abiertas) y un afilamiento más rápido de las arterias pulmonares en su trayecto
distal. Estos hallazgos se confirman en la angiografía pulmonar durante la fase arterial (B) (arterias pulmonares principal [APP], derecha [D] e izquierda
[I]); las arterias pulmonares distales y medias se afilan con rapidez y muestran un aspecto sinuoso (en «sacacorchos»). (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

ser normal, es frecuente encontrar una baja saturación de oxíge- Cortocircuitos sistémico-pulmonares congénitos
no arterial y una menor capacidad de difusión44, 45. La presencia
de una marcada reducción de la saturación arterial de oxígeno Dentro de este grupo se incluyen las malformaciones congénitas
durante el esfuerzo, que guarda relación en parte con un menor cardíacas que cursan con derivación de izquierda a derecha, las
gasto cardíaco, es un dato útil para el diagnóstico46. comunicaciones interauriculares e interventriculares, el conduc-
La mayor parte de los pacientes con HPP tiene disnea progre- to arterioso persistente, la ventana aortopulmonar, la transposi-
siva con cor pulmonale y muere a los pocos años47. En un estudio ción de los grandes vasos y el drenaje venoso pulmonar anómalo
retrospectivo de 61 enfermos, las supervivencias a los 2, 5 y 10 parcial. El rasgo patogénico común a todos estos trastornos es un
años fueron del 48%, el 32% y el 12%, respectivamente48. En el incremento del flujo por la circulación pulmonar. Un mecanismo
estudio de los NIH la reducción de la CVF y del índice cardíaco y similar puede ser responsable de la hipertensión pulmonar que
el aumento de la presión en la aurícula derecha fueron factores de aparece en la tirotoxicosis52 y en la insuficiencia renal crónica53 y
riesgo significativos de baja supervivencia tras el diagnóstico49. Se tras una resección amplia del pulmón54.
considera que una reducción del índice cardíaco y los síntomas El flujo arterial pulmonar puede estar aumentado en gran
que produce un menor gasto cardíaco, como el síncope, son indi- medida durante mucho tiempo antes de que el incremento de la
cadores de mal pronóstico50. resistencia ocasione hipertensión. En último término, el cortocir-
cuito de izquierda a derecha puede producir una hipertensión
Trastornos relacionados pulmonar arterial grave e irreversible con dilatación de las arte-
rias pulmonares centrales e inversión de la comunicación de
Enfermedades del tejido conjuntivo izquierda a derecha a la altura de la aurícula, el ventrículo o la
región aortopulmonar (síndrome de Eisenmenger)55, 56. Las carac-
Como ya se ha comentado, la hipertensión arterial pulmonar no terísticas patológicas de la hipertensión pulmonar asociada a un
asociada a neumopatía parenquimatosa y que se manifiesta des- aumento de flujo se corresponden con la arteriopatía plexógena.
de el punto de vista histológico como una arteriopatía plexógena El principal signo radiológico de todos estos trastornos es un
se produce en ocasiones en una serie de enfermedades del tejido aumento del calibre de las arterias pulmonares en los campos
conjuntivo, sobre todo la ESP, la enfermedad mixta del tejido con- pulmonares (figura 13-11). El diagnóstico de cortocircuito de
juntivo y el LES (figura 13-10)51. La hipertensión pulmonar pue- izquierda a derecha se puede realizar con facilidad mediante una
de afectar también a pacientes que tienen fibrosis intersticial RM o una ecocardiografía (véase figura 13-7)57; sin embargo, a
como complicación de una enfermedad reumatoidea y una ESP; menudo se necesita un cateterismo cardíaco, con o sin angiocar-
en estos casos la patogenia y las alteraciones radiológicas y anato- diografía, para definir la alteración y determinar la gravedad de la
mopatológicas son idénticas a las que se observan en las neumo- hipertensión arterial pulmonar.
patías intersticiales crónicas de otras causas. Es raro que la hiper- Muchos pacientes con un cortocircuito de izquierda a derecha
tensión sea una complicación de una vasculitis pulmonar, sobre están asintomáticos. Si este cortocircuito es grande el paciente pue-
todo de una enfermedad de Takayasu o Behçet; en estos casos la de referir astenia, palpitaciones y disnea de esfuerzo y también
patogenia de la hipertensión guarda relación probablemente con puede mostrar signos de insuficiencia cardíaca derecha. La explo-
la trombosis arterial in situ. ración del corazón y los vasos sistémicos puede aportar datos úti-
CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar 589

FIGURA 13-10
Hipertensión arterial pulmonar: lupus eritematoso sistémico. Las primeras radiografías torácicas en proyección posteroanterior (A) y lateral (B) que
se obtuvieron en este paciente de 32 años muestran prominencia de la arteria pulmonar primaria y cardiomegalia leve a moderada compatible con
hipertrofia del ventrículo derecho. Los vasos pulmonares parecen pletóricos, pero los pulmones no presentan otras alteraciones. Ocho meses después, las
radiografías torácicas repetidas (C y D) muestran aumento del tamaño del corazón con mayor prominencia de las arterias pulmonares hiliar y principal;
obsérvese la arteria interlobar izquierda marcadamente dilatada en D (flechas). Sin embargo, se encuentran cambios más destacables en la vasculatura
pulmonar, que ahora presenta una oligohemia difusa. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
590 CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar

B
A

FIGURA 13-11
Pleonemia pulmonar: comunicación interauricular. Radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) de un varón asintomático de 19 años con una
comunicación interauricular que muestran un incremento del calibre de las arterias y venas pulmones de ambos pulmones; los vasos se adelgazan de
forma normal. El corazón está moderadamente aumentado de tamaño y muestra un contorno compatible con hipertrofia de la aurícula y el ventrículo
derechos. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders,
1999.)

les sobre la naturaleza del cortocircuito. La comunicación inter- riable59) cuando se asocian a hipertensión portal60. La prevalen-
auricular e interventricular y el conducto arterial persistente oca- cia de hipertensión pulmonar en todos los pacientes cirróticos es
sionan soplos característicos y otros signos cardíacos indicativos baja (0,61%-0,73%)61; sin embargo, es mucho más elevada en los
de sobrecarga del ventrículo derecho con hipertrofia del mismo. pacientes que están en espera de un trasplante hepático62. Se ha
La aparición de hipertensión pulmonar en pacientes que tienen descrito una mejoría lenta, aunque constante, de la hemodinámi-
un cortocircuito de izquierda a derecha origina cambios en la ca pulmonar tras el trasplante de hígado con éxito63.
exploración física. En la comunicación interauricular la fibrila- La patogenia de la hipertensión pulmonar en las hepatopa-
ción auricular es frecuente y puede acompañarse de insuficiencia tías puede guardar relación con sustancias vasoactivas o vaso-
tricuspídea y de insuficiencia cardíaca; el desdoblamiento fijo del tóxicas que se producen en condiciones normales en el intesti-
segundo tono cardíaco se hace mucho más estrecho y el soplo sis- no y se metabolizan en el hígado, dado que el aumento de
tólico se debilita. En la comunicación interauricular se reduce la presión en las venas portales permite que estas sustancias
longitud del soplo sistólico y puede aparecer un soplo sistólico y alcancen la circulación pulmonar a través de un cortocircuito
un chasquido de eyección. portosistémico64. Las tromboembolias pulmonares que se ori-
Hay una serie de síntomas y signos adicionales que se relacio- ginan en una circulación portal congestiva y que llegan al pul-
nan con el cor pulmonale y la insuficiencia cardíaca derecha, entre món a través de las varices son otro mecanismo posible, aunque
otros un dolor retroesternal similar a la angina de pecho, un menos probable65.
soplo paraesternal, un soplo de insuficiencia tricuspídea y pulsa- Las manifestaciones radiológicas varían desde radiografías
ciones a nivel del cuello y el hígado. La hipertensión pulmonar normales a alteraciones típicas de hipertensión arterial pulmonar
también puede producir refuerzo del segundo tono pulmonar y (figura 13-12)66. Los síntomas y signos se parecen a los que se
un soplo protodiastólico a lo largo del reborde esternal izquierdo observan en pacientes que tienen hipertensión pulmonar de otra
como consecuencia de la insuficiencia de la válvula pulmonar. causa, aunque pueden quedar enmascarados por la inactividad
También se puede producir una serie de manifestaciones adicio- secundaria a la hepatopatía de base.
nales, entre ellas cianosis, acropaquias y caquexia.
Las consecuencias hemodinámicas y la evolución clínica de los Infección por el VIH
pacientes que tienen hipertensión pulmonar grave como conse-
cuencia de un síndrome de Eisenmenger parecen mejores que las Se ha establecido de forma clara una asociación entre hiperten-
que se observan en los pacientes que tienen una HPP de similar sión pulmonar y la infección por el VIH67, 68. Sin embargo no hay
magnitud58. datos de un efecto directo del virus sobre los vasos pulmonares,
lo que ha llevado a plantear que la hipertensión se debe a la res-
Hipertensión portal puesta inmunitaria69. En muchos casos el aspecto anatomopato-
lógico es el de una hipertensión pulmonar plexógena70; a pesar de
La hipertensión pulmonar es una complicación bien conocida de todo, también se han descrito casos de hipertensión asociada a
las hepatopatías crónicas, sobre todo (aunque no de forma inva- trombo y enfermedad venooclusiva71, 72.
CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar 591

APP

A APP
FIGURA 13-12
Hipertensión arterial pulmonar relacionada con la cirrosis. Una
radiografía de tórax posteroanterior (A) de un varón de 17 años
muestra cardiomegalia e hipertrofia de las arterias pulmonares
centrales. Una RM coronal con eco-espín (B) muestra una marcada
hipertrofia de la arteria pulmonar principal (APP). Una RM transversal
(C) muestra aumento del tamaño de la APP, que tiene un diámetro
superior al de la aorta (A). Es evidente un incremento de la señal
dentro de las arterias pulmonares derecha e izquierda (flechas) como
consecuencia del flujo lento de sangre por la hipertensión. (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis
of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)

Las manifestaciones clínicas son idénticas a las de la HPP, to, los derivados de fenfluramina, se asocia también a casos espo-
salvo porque la edad de inicio es más temprana73. En la mayoría rádicos y pequeñas series de hipertensión pulmonar80; un estudio
de los casos la hipertensión aparece sin otras manifestaciones de multicéntrico de casos y controles encontró una razón de posibi-
infección por el VIH. El recuento de linfocitos CD4 suele ser lidades de 6,5 para la aparición de «HPP» cuando se utilizaban
superior a 200/µl. La evolución natural de la hipertensión pul- estos fármacos (principalmente fenfluramina y dexfenflurami-
monar es hacia el deterioro rápido73. na)81. Se ignora el mecanismo mediante el cual estos fármacos
producen hipertensión pulmonar; sin embargo, todos son sustra-
Toxinas y fármacos tos de los transportadores de la captación de serotonina y es posi-
ble que participe alguna alteración del procesamiento o del meta-
Diversos fármacos y toxinas se han implicado en la patogenia de bolismo de esta sustancia82.
la hipertensión pulmonar. Por ejemplo, la exposición en España Las características anatomopatológicas de la hipertensión pul-
durante el año 1981 a aceite de colza contaminado se tradujo en monar que se asocia a toxinas o drogas corresponden a una arte-
hipertensión como principal manifestación pulmonar duran- riopatía plexógena. Las manifestaciones radiológicas y clínicas
te las fases tardías de la enfermedad (véase página 781)74. El son idénticas a las de la enfermedad primaria.
síndrome de mialgia-eosinofilia, un trastorno parecido a la toxi-
cidad por aceite de colza, también se puede acompañar de hiper- Hipertensión pulmonar persistente del recién nacido
tensión pulmonar y se ha descrito tras la ingesta de compues-
tos medicinales que contienen gran cantidad del aminoácido La hipertensión pulmonar persistente del recién nacido (sín-
L-triptófano75. Además, la hipertensión pulmonar se ha relacio- drome de circulación fetal persistente) es un síndrome fisiopa-
nado con la ingesta o la inhalación de cocaína76, anfetaminas77 y tológico que se produce cuando la resistencia vascular pulmonar
fenformina78. no disminuye tras el parto a pesar de la expansión y ventilación
En algunos países europeos se describió un incremento signi- normales del pulmón. El aumento de la presión vascular pul-
ficativo de la incidencia de «HPP» tras el uso del fármaco anore- monar permite que la sangre siga fluyendo a través del agujero
xígeno fumarato de aminorex en la década de los sesenta79. En la oval y el conducto arterial, produciendo una hipoxemia sisté-
década de los setenta el uso de otra clase de supresores del apeti- mica.
592 CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar

Se desconoce la patogenia de la hipertensión. Los mecanis-


mos posibles incluyen la hipoxia intrauterina que ocasiona un
remodelado de los vasos pulmonares83, la hipoplasia del árbol
vascular pulmonar, la mala regulación de los mediadores vaso-
activos84 y la formación de microtrombos85. Este síndrome afec-
ta a lactantes a término o postérmino que sufren taquipnea,
dificultad respiratoria y cianosis. La radiografía de tórax es tí-
picamente normal y el diagnóstico se puede confirmar median-
te ecocardiografía.

HIPERTENSIÓN VENOSA PULMONAR


La hipertensión venosa pulmonar (hipertensión pulmonar pos-
capilar) se debe a trastornos que incrementan la presión venosa
pulmonar por encima de un valor crítico. Los trastornos más fre-
cuentes dentro de este grupo son las enfermedades del lado
izquierdo del corazón, sobre todo las que cursan con insuficien-
cia ventricular izquierda como la hipertensión sistémica y la arte-
riopatía coronaria. Causas menos frecuentes son la estenosis
mitral, las malformaciones cardíacas congénitas como el corazón
triauricular, la mediastinitis esclerosante crónica, el mixoma
auricular, el drenaje venoso anómalo total y la enfermedad veno-
oclusiva pulmonar.
FIGURA 13-13
Cardiopatía izquierda Hipertensión poscapilar en la estenosis mitral. Un corte del
parénquima pulmonar de una mujer de 68 años que tenía estenosis
El incremento de la presión arterial pulmonar que sigue a una mitral de larga evolución muestra varios agregados intraalveolares de
hipertensión venosa pulmonar se suele deber inicialmente a la macrófagos cargados de hemosiderina (células negras) y un grado
vasoconstricción arterial86; sin embargo, cuando la hiperten- moderado de fibrosis intersticial. (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
sión poscapilar es grave y de larga evolución ocasiona cambios
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
estructurales dentro de las arterias que perpetúan el incre-
mento de la resistencia. Estos cambios corresponden típicamen-
te a hipertrofia de la media y fibrosis de la íntima87; también es
frecuente la muscularización de las arteriolas. No se encuen- el signo radiológico puede existir incluso sin datos clínicos de
tran rasgos de arteriopatía plexógena. También se encuentra descompensación de la función ventricular izquierda. Otras
hipertrofia de la media y fibrosis de la íntima en las venas pul- alteraciones radiológicas que se asocian a la hipertensión veno-
monares88. sa incluyen borramiento de los bordes definidos normales de los
El parénquima pulmonar suele ser patológico, posiblemente vasos pulmonares, opacidad perihiliar y líneas A y B de Kerley
por la fuga crónica de líquido y hematíes desde los capilares alveo- (figura 13-15)93.
lares. También se encuentran focos de fibrosis intersticial del Los síntomas que se asocian a la hipertensión poscapilar se
parénquima, hiperplasia de las células de tipo II y hemorragia en distinguen con facilidad en general de los de origen precapilar. En
los espacios aéreos (figura 13-13)88; los episodios antiguos de la insuficiencia ventricular izquierda, que es la causa más fre-
hemorragia se traducen por la presencia de macrófagos cargados cuente, los síntomas y signos corresponden principalmente a los
de hemosiderina en los espacios alveolares. La organización del que produce el edema pulmonar agudo o subagudo e incluyen
edema alveolar puede ser responsable de la aparición de hueso disnea, ortopnea y disnea paroxística nocturna. Es posible diag-
maduro dentro de los espacios aéreos alveolares o de la luz de los nosticar una estenosis mitral mediante la auscultación cardíaca si
conductos alveolares, hallazgo que es especialmente frecuente en se escucha un ruido de apertura intenso y un retumbo diastólico.
la estenosis mitral. Cuando aparece hipertensión venosa pulmonar por la presencia
La hipertensión venosa pulmonar de cualquier causa se de un mixoma o un trombo que bloquea el orificio de la válvula
caracteriza a nivel radiológico por estenosis de los vasos pulmo- mitral, la evolución clínica vendrá salpicada en general por epi-
nares de los lóbulos inferiores con dilatación de los vasos de los sodios de edema pulmonar o síncope postural.
lóbulos superiores89. Este patrón resulta especialmente llamati- Los hallazgos del ECG reflejan la causa de la hipertensión y la
vo en la hipertensión venosa crónica más que en la aguda90. No rapidez del aumento de la presión. En la estenosis mitral pura los
está claro el mecanismo exacto responsable del cambio en el cambios pueden ser idénticos a los que se observan en una hiper-
volumen vascular (y presumiblemente también en el flujo san- tensión arterial primaria con hipertrofia ventricular derecha. En
guíneo). Las hipótesis incluyen vasoconstricción refleja en los la insuficiencia mitral el ECG suele mostrar hipertrofia del ven-
lóbulos declives91, vasoconstricción secundaria a hipoxia en trículo izquierdo asociada o no a datos de hipertrofia del ventrícu-
presencia de edema intersticial92 y fibrosis intersticial en las lo derecho.
zonas inferiores del pulmón. Sea cual sea el mecanismo, no cabe En los estadios precoces de la estenosis mitral puede existir
duda de que la disparidad entre el calibre de los vasos del lóbu- un aumento de la capacidad de difusión del monóxido de car-
lo superior e inferior es uno de los signos radiológicos más úti- bono, posiblemente como consecuencia del aumento del volu-
les de hipertensión venosa pulmonar (figura 13-14). De hecho, men de sangre capilar pulmonar; sin embargo, en los pacientes
CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar 593

A B

FIGURA 13-14
Hipertensión pulmonar poscapilar grave con edema: prolapso de la
V1 válvula mitral. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra
dilatación de los vasos del lóbulo superior (1), vasos mal definidos en el lóbulo
inferior (2) y edema intersticial difuso (3). El corazón está aumentado de
tamaño de forma inespecífica. El pedículo vascular está aumentado de anchura
como consecuencia de la distensión de la vena cava superior (puntas de
flecha), lo que indica una hipertensión venosa sistémica. Las proyecciones
anteroposteriores del tórax de una angiografía selectiva de la arteria pulmonar
principal durante las fases arterial (B) y venosa (C) muestran un aumento del
flujo sanguíneo hacia los lóbulos superiores (comparar el grado de relleno
con contraste de las arterias lobares superiores con la relativa falta de
ramificaciones de la vasculatura arterial del lóbulo inferior). Las zonas media y
superior muestran un «teñido de fondo», ausente en los lóbulos inferiores.
Obsérvese la persistencia del patrón arterial del lóbulo inferior, las venas del
V2 lóbulo superior bien distendidas (V1) y las venas del lóbulo inferior poco
rellenas (V2) durante la fase venosa. (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
C Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

que tienen enfermedad moderada a grave se produce una el reconocimiento generalizado de las variables manifestaciones
reducción significativa94. Las pruebas de función pulmonar en de la enfermedad y la introducción de la HRCT están permitien-
los pacientes que tienen valvulopatía mitral muestran una dis- do cada vez más realizar el diagnóstico antes de la muerte. Este
minución progresiva de la capacidad vital y de la capacidad de trastorno puede producirse a cualquier edad, aunque es más fre-
difusión y, al progresar la enfermedad, de la velocidad del flujo cuente durante la infancia y la adolescencia. En los adolescentes
espiratorio95. la distribución por sexos es aproximadamente la misma, pero en
los pacientes mayores parece existir un ligero predominio de los
Enfermedad venooclusiva pulmonar varones98.
La patogenia no está clara y puede guardar relación con más
La enfermedad venooclusiva pulmonar es una alteración rara que de un mecanismo. La existencia de agregados familiares de la
se caracteriza a nivel anatomopatológico por engrosamiento de la enfermedad indica una predisposición genética99. Se ha descrito
íntima y datos de trombosis repetidas de las venas pulmonares, la asociación de este trastorno a una serie de enfermedades de
cursando a nivel clínico con hipertensión arterial pulmonar, ede- base autoinmunitaria, como la hepatitis crónica activa, la enfer-
ma de pulmón o ambos96. En la mayoría de los casos publicados medad celíaca, la enfermedad de Raynaud y el LES100-102, y es
antes de 1990 el diagnóstico se realizó en autopsia97; sin embargo, posible que en algunos casos participe una alteración de la fun-
594 CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar

FIGURA 13-15
Hipertensión poscapilar: mixoma de la aurícula izquierda. Radiografías de tórax posteroanterior (A) y lateral (B) que muestran una sombra
parenquimatosa perihiliar y en el lóbulo inferior, haces broncovasculares mal delimitados en el lóbulo inferior y engrosamiento de las cisuras interlobares
como consecuencia del edema pleural (puntas de flecha). En la proyección posteroanterior el corazón no parece aumentado de tamaño; sin embargo, en la
proyección lateral se plantea una posible hipertrofia de la aurícula izquierda (flechas abiertas) y del ventrículo derecho. Los hallazgos son compatibles con
obstrucción a la altura de la válvula mitral o proximal a la misma. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases
of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

ción inmunitaria. También parece ser una complicación de varios muestra un engrosamiento liso de los tabiques interlobulillares
fármacos, que incluyen bleomicina103, mitomicina104 y los anti- y de las cisuras interlobares y áreas de atenuación en vidrio
conceptivos orales105; el mecanismo responsable del efecto de los esmerilado compatibles con edema intersticial de pulmón (fi-
anticonceptivos orales puede guardar relación con el equilibrio gura 13-17)112. En la mayoría de los pacientes se encuentran
de las prostaglandinas en los vasos pulmonares. Esta alteración pequeños derrames pleurales112.
también se ha descrito tras el trasplante de médula ósea y la Los pacientes suelen presentar una disnea lentamente pro-
radioterapia del tórax106, 107. gresiva y ortopnea, salpicada por crisis de edema pulmonar
Anatomopatológicamente el rasgo más destacado es la esteno- agudo; también se puede producir hemoptisis. Se pueden aus-
sis u obliteración de las luces de las venas y vénulas pulmonares cultar crepitantes en las bases pulmonares y el segundo tono
de pequeño calibre por tejido fibroso de la íntima, que a veces pulmonar se acentúa en la mayoría de los casos. Conforme pro-
recuerda a un trombo organizado (figura 13-16)100. En ocasiones gresa la enfermedad aparece elevación del ventrículo derecho,
se identifica un infiltrado inflamatorio en la pared adyacente108; que se acompaña de soplos indicativos de insuficiencia pulmo-
sin embargo, es raro encontrar trombos recientes o en organiza- nar y tricuspídea.
ción. En general se hallan datos de hipertensión arterial pulmo- Las pruebas de función pulmonar muestran desaturación
nar, pero no cambios de arteriopatía plexógena109. El parénquima arterial de oxígeno y reducción de la capacidad de difusión y la
pulmonar puede mostrar datos de hemorragia (macrófagos car- distensibilidad pulmonar113. La presión de enclavamiento de la
gados de hemosiderina a nivel intersticial y del espacio aéreo alveo- arteria pulmonar suele ser normal o baja111, dato que se explica
lar); también suele encontrarse cierto grado de fibrosis intersticial mejor porque el catéter de medida realiza las determinaciones no
e inflamación crónica110. en las pequeñas venas pulmonares (que están estrechadas por el
Los hallazgos radiológicos son idénticos a los de la HPP con proceso obliterativo), sino en las venas pulmonares mayores (que
la adición importante de signos de hipertensión poscapilar, suelen ser distales al lugar de la obstrucción); de este modo, la
principalmente en forma de edema pulmonar111. La HRCT presión de enclavamiento refleja la presión en las venas pulmo-
CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar 595

nares grandes y la aurícula izquierda, que es normal, pero no la


presión en los capilares pulmonares, que está aumentada114.
La mayoría de los pacientes fallece en dos años desde el inicio
de los síntomas97.

HIPERTENSIÓN PULMONAR ASOCIADA


A ENFERMEDADES DEL APARATO
RESPIRATORIO Y/O HIPOXEMIA

Muchos trastornos primarios del pulmón, de la pleura, de la


pared torácica y del centro de control respiratorio pueden pro-
ducir hipertensión pulmonar (véase tabla 13-1); sin embargo, la
presión en la arteria pulmonar no suele llegar a los niveles que
se alcanzan en la enfermedad vascular primaria y el grado de
estenosis de las arterias y arteriolas como consecuencia del
engrosamiento de la íntima y la hipertrofia de la media es
menor115. La principal causa de hipertensión en este conjunto
de trastornos es la hipoxemia, asociada o no a acidosis respi-
ratoria.

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica


La hipertensión pulmonar en los pacientes con EPOC guarda
relación con la combinación de hipoxemia y destrucción de los
microvasos116. Se puede producir un empeoramiento agudo y
reversible de la hipertensión pulmonar durante los empe-
oramientos de la suficiencia respiratoria117 y contribuye a la
FIGURA 13-16 alteración del ejercicio independientemente del grado de al-
teración ventilatoria 118. Las manifestaciones radiológicas de
Enfermedad venooclusiva. Un corte de una vena pulmonar de mediano la hipertensión pulmonar del enfisema son idénticas a las de la
calibre muestra fibrosis intraluminal y múltiples espacios de tamaño variable
que indican trombo recanalizado. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, enfermedad vascular primaria; sin embargo, la existencia cons-
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, tante de hiperinsuflación permite una fácil diferenciación
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) (figura 13-18).

Enfermedad intersticial difusa y enfermedad


del espacio aéreo
En la mayoría de los trastornos asociados a enfermedad intersti-
cial difusa y enfermedad del espacio aéreo el aumento de la pre-
sión en la arteria pulmonar se relaciona probablemente con la
hipoxemia y la menor distensibilidad del lecho vascular pulmo-
nar; en consecuencia, la hipertensión se pone de manifiesto espe-
cialmente cuando hay un aumento del gasto cardíaco inducido
por el ejercicio. Los cambios radiológicos vienen dominados por
la enfermedad pulmonar de base y en muchos casos se produce
borramiento de las marcas vasculares periféricas. En general, los
síntomas se pueden atribuir a la enfermedad parenquimatosa de
base y la existencia de hipertensión pulmonar puede no ser detec-
table desde el punto de vista clínico hasta que aparezca un cor
pulmonale con insuficiencia cardíaca.

Síndromes de hipoventilación alveolar


FIGURA 13-17 La falta de ventilación de los pulmones normales, con la consi-
Enfermedad venooclusiva primaria. Una imagen de HRCT muestra
guiente disminución de la PO2 arterial y el aumento de la PCO2,
engrosamiento de los tabiques interlobulillares (flechas), opacidades en puede ocasionar hipertensión pulmonar. Este síndrome puede
vidrio esmerilado localizadas y áreas de menor atenuación y vascularización. ser primario (maldición de Ondina) o guardar relación con el
El paciente era un varón de 19 años. síndrome de obesidad-hipoventilación, la apnea obstructiva del
sueño, la falta de aclimatación a las alturas y la depresión conti-
nua del centro respiratorio por fármacos119, 120. En la apnea obs-
tructiva del sueño se suele encontrar una hipertensión pulmonar
596 CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar

FIGURA 13-18
Hipertensión arterial pulmonar secundaria a enfisema. Radiografías de tórax posteroanterior (A) y lateral (B) que
muestran una marcada insuflación de ambos pulmones, con un diafragma de posición baja y un aumento de la profundidad del
espacio aéreo retroesternal. Los pulmones muestran una oligohemia difusa, los vasos periféricos son estrechos y aparecen
atenuados. La discrepancia de tamaño entre los vasos pulmonares centrales y periféricos se debe no sólo al menor calibre
periférico, sino también al aumento de tamaño central; este último dato indica una hipertensión arterial pulmonar. (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)

significativa desde el punto de vista hemodinámico en los pacien- pequeñas o grandes sin presencia de émbolos. Estos dos últimos
tes que tienen una hipoxemia diurna más grave, mayor índice de mecanismos son los más frecuentes125.
masa corporal y peor función pulmonar121. Como se comentó antes (véase página 548), la evolución
natural más frecuente de un episodio de tromboembolia pulmo-
Otros trastornos nar es la resolución con recuperación de la hemodinámica pul-
monar normal, del intercambio de gases y de la tolerancia al ejer-
Es posible encontrar datos anatomopatológicos y fisiológicos cicio126; sin embargo, en ocasiones los trombos alojados en
de hipertensión varios años después de una neumonectomía o de arterias proximales no sufren una recanalización o una disolu-
cirugía de reducción pulmonar122; esta complicación puede ser ción significativas y producen hipertensión pulmonar crónica
secundaria a una fibrosis de la íntima/media secundaria al (figura 13-19). Este trastorno, que se ha denominado hiperten-
aumento del flujo123. Grados graves de cifoescoliosis y toracoplas- sión pulmonar tromboembólica crónica (HPTC), se debe distin-
tia pueden causar hipertensión por alteraciones del equilibrio guir de la hipertensión que se asocia a una vasculopatía pulmo-
entre ventilación y perfusión y por hipoventilación. El engrosa- nar periférica, dado que es posible extraer quirúrgicamente los
miento pleural crónico se asocia raramente a hipertensión arte- trombos centrales con una mortalidad quirúrgica razonable-
rial pulmonar. mente baja127. No está claro por qué algunos pacientes presen-
tan HPTC en lugar de experimentar la recanalización o la lisis de
los trombos. Esta alteración es infrecuente y se ha estimado que
HIPERTENSIÓN PULMONAR CAUSADA afecta sólo al 0,1%-0,5% de los pacientes que tienen un episodio
POR ENFERMEDAD TROMBÓTICA tromboembólico agudo127.
Y/O EMBÓLICA CRÓNICA Desde el punto de vista anatomopatológico, los casos que se
considera que son trombosis in situ de los vasos pulmonares de
pequeño calibre muestran focos excéntricos de fibrosis de la ínti-
Es inevitable que se genere una hipertensión si una porción ma y bandas fibrosas transluminales (patrón en colador o cribi-
suficiente del sistema arterial pulmonar queda ocluida por un forme) (figura 13-20)128, 129. El propio trombo en sí mismo es
trombo. Esta oclusión puede estar causada por varios mecanis- relativamente escaso, aunque con frecuencia se reconoce a nivel
mos, como: 1) múltiples episodios repetidos de embolia por focal. La exploración del tejido resecado de las arterias pulmo-
trombos pequeños y que se producen a lo largo de meses o años; nares grandes mediante endarterectomía muestra trombos en
2) uno o unos pocos episodios embólicos por trombos más diversos estadios de organización130; también se pueden ver
grandes que ocluyen una proporción significativa de los vasos datos histológicos de trombosis de repetición (in situ) adyacen-
pulmonares proximales bien de forma directa o por propaga- tes a émbolos parcialmente organizados. Los vasos pulmonares
ción in situ del coágulo124, y 3) trombosis in situ de arterias pequeños pueden ser patológicos en los pacientes que tienen
CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar 597

A B

APP
D
I

C ARTERIAL
D VENOSA

FIGURA 13-19
Hipertensión pulmonar precapilar: tromboembolia pulmonar masiva. Una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra un aumento
moderado del tamaño de la arteria pulmonar principal (puntas de flecha), dilatación de las arterias pulmonares hiliares y un ligero aumento de tamaño del
corazón. Parece haber oligohemia en el lóbulo superior derecho. La paciente era una mujer de mediana edad con molestias torácicas inespecíficas de
varios días de evolución antes de este reconocimiento. Unas 6 semanas después se produjo un dolor torácico agudo grave súbito con colapso
circulatorio y la radiografía de tórax (B) mostraba aumento del tamaño del corazón, oligohemia difusa del pulmón derecho y elevación del
hemidiafragma derecho. Estas características son compatibles con cor pulmonale agudo por tromboembolia. Cuatro meses y medio después las fases
arterial (C) y venosa (D) de una arteriografía pulmonar muestran múltiples arterias amputadas (puntas de flecha) en los lóbulos inferiores y en el lóbulo
superior derecho. La arteria pulmonar principal (APP) y las ramas derecha (D) e izquierda (I) están dilatadas. Durante la fase venosa se produce
oligohemia en las zonas media y superior derechas del pulmón y en el lóbulo inferior izquierdo. La vasculatura arterial es tortuosa y sinuosa. (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

HPTC124, destacando como rasgos más frecuentes la hipertrofia o embolia de las arterias pulmonares hiliares mayores, la combi-
de la media y la fibrosis de la íntima (que puede ser excéntrica, nación de arterias pulmonares hiliares prominentes, oligohemia
concéntrica o con un patrón en colador compatible con un periférica grave y cor pulmonale constituye una tríada práctica-
trombo recanalizado). mente patognomónica.
Las alteraciones radiológicas características incluyen aumento Se pueden utilizar otras técnicas adicionales para la valora-
de tamaño del ventrículo derecho, prominencia de las arterias ción. La gammagrafía de ventilación-perfusión es una prueba
pulmonares centrales, rápido afilamiento de los vasos pequeños y segura y muy sensible para valorar a los pacientes en los que se
áreas de menor vascularización131. Cuando se produce trombosis sospecha la enfermedad (figura 13-21)41, 132. El diagnóstico
598 CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar

FIGURA 13-20
Hipertensión pulmonar: tromboembolia organizada. Se ilustran dos lesiones compatibles con tromboémbolos organizados. En A, una
arteria de pequeño calibre se subdivide por bandas fibrosas en tres pequeños canales (lesión en colador). En B, se reconoce un foco
ligeramente nodular de tejido fibroelástico laxo en un lado del vaso (fibrosis excéntrica). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

también se puede indicar por el patrón de perfusión en mosai- El pronóstico de los pacientes que tienen trombosis o trombo-
co de la HRCT (véase figura 13-8, página 587)133. La TC heli- embolia de vaso pequeño en ausencia de enfermedad vascular
coidal con contraste es la modalidad radiológica de elección proximal es malo; la supervivencia media según un estudio fue
para valorar a los pacientes que tienen hipertensión arterial sólo 3 años128.
pulmonar y en los que se sospecha tromboembolia crónica por
los hallazgos radiológicos y gammagráficos o de la HRCT
(figura 13-22)134, 135. Se recomienda la angiografía pulmonar HIPERTENSIÓN PULMONAR CAUSADA
cuando existen discordancias entre la TC y la clínica y para POR TRASTORNOS QUE AFECTAN
valorar a pacientes seleccionados en los que se plantea la trom- DIRECTAMENTE A LOS VASOS
boendarterectomía136. La ecocardiografía Doppler pulsada per-
mite la valoración del tamaño y la función sistólica del ventrícu-
PULMONARES
lo derecho en los pacientes que tienen embolia reciente o
Hemangiomatosis capilar pulmonar
crónica. También permite detectar tromboémbolos dentro del
corazón y de la arteria pulmonar137. La hemangiomatosis capilar es una forma poco frecuente de hiper-
Los síntomas y signos de la tromboembolia pulmonar se tensión pulmonar. Aunque la etiología y la patogenia no están cla-
describen en el capítulo 12 (véase página 562). Los cambios de ras, la naturaleza infiltrativa de los vasos en el estudio histológico ha
la función pulmonar incluyen aumento del espacio muerto indicado a algunos autores que puede corresponder a una neopla-
fisiológico y del gradiente alveoloarterial138, reducción de la sia de bajo grado localmente agresiva de las células endoteliales pul-
capacidad de difusión138a y (en ocasiones) datos de restricción monares140. Se ha descrito una asociación familiar en algunos
pulmonar139. casos141. Desde el punto de vista histológico, la característica más
El pronóstico se relaciona con el lugar donde se producen los sorprendente es la proliferación intersticial parcheada de vasos de
trombos. En los centros especializados la resección quirúrgica de pared delgada de tamaño de capilares142. Los vasos parecen invadir
los trombos de las arterias pulmonares grandes puede conseguir las paredes de las venas pulmonares y en menor grado de las arte-
una mejoría clínica significativa; aunque la mortalidad quirúrgi- rias pulmonares. La infiltración venular se asocia a menudo a fibro-
ca oscila alrededor del 10%, esta frecuencia está disminuyendo127. sis de la íntima, que puede producir una estenosis significativa.
CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar 599

Ant. Post.

R Eq

OPD OPI

EI

A B
FIGURA 13-21
Hipertensión pulmonar: patrón de perfusión en la gammagrafía de tromboembolia crónica sin infarto. Las gammagrafías pulmonares de
ventilación (A) y perfusión (B) muestran rasgos compatibles con «alta probabilidad» de tromboembolia. R, Eq y El indican respectivamente las fases de
relleno, equilibrio y eliminación del estudio de ventilación. El paciente era un varón de 64 años. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD:
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

FIGURA 13-22
Tromboembolia crónica. Una TC helicoidal con contraste de una mujer de
56 años muestra defectos de repleción adyacentes a la pared de las arterias
pulmonares interlobares derecha e izquierda (flechas). Esta localización
excéntrica es característica de la tromboembolia crónica. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
600 CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar

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602 CAPÍTULO 13 ■ Hipertensión pulmonar

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C A P Í T U L O C A T O R C E

EDEMA PULMONAR

CARACTERÍSTICAS PATOGÉNICAS Edema predominantemente Manifestaciones radiológicas 617


GENERALES 603 intersticial Manifestaciones clínicas 617
Consideraciones anatómicas 603 Edema del espacio aéreo Función pulmonar y pruebas
Consideraciones fisiológicas 604 Manifestaciones clínicas 610 cardiovasculares 619
Ecuación de Starling 604 Pruebas de función pulmonar y otras Evolución natural y pronóstico 620
Transporte de líquidos a través del epitelio pruebas 611 Formas específicas de edema
alveolar 606 Edema pulmonar asociado a nefropatía, por permeabilidad 621
Factores de seguridad 606 hipervolemia o hipoproteinemia 611 Edema pulmonar de las grandes
Aparición y clasificación del edema Edema pulmonar neurógeno alturas 621
pulmmonar 606 o postictal 614 Edema pulmonar posneumonectomía 622
EDEMA PULMONAR ASOCIADO EDEMA PULMONAR ASOCIADO Edema pulmonar tras la reexpansión
A AUMENTO DE LA PRESIÓN A UNA PRESIÓN MICROVASCULAR pulmonar 622
MICROVASCULAR 607 NORMAL 614 Edema pulmonar asociado a obstrucción
Edema pulmonar cardiógeno 607 Patogenia 615 grave de la vía aérea 622
Manifestaciones radiológicas 608 Características anatomopatológicas 617 Otras causas de edema por
permeabilidad 622

CARACTERÍSTICAS PATOGÉNICAS Se puede considerar que la microvasculatura incluye dos com-


GENERALES partimientos funcionales en función de la respuesta al incremen-
to de la presión alveolar: 1) los vasos alveolares, que se ven afecta-
Aunque la cantidad absoluta de líquido dentro del intersticio dos de forma directa por un incremento de la presión que los
pulmonar y de los espacios aéreos alveolares se mantiene más o comprime y que estrecha su luz, y 2) los vasos extraalveolares, que
menos constante, se produce un notable transporte de agua se ven afectados de forma indirecta porque se expanden durante
entre los compartimientos tisulares del pulmón. En condiciones la distensión pulmonar como consecuencia de la aparición de
normales un ultrafiltrado del plasma se desplaza desde la micro- una presión intersticial más negativa.
vasculatura pulmonar a través del endotelio hasta el tejido Como se comenta en otro lugar (véase página 10), los tabiques
intersticial. El líquido es eliminado de este espacio por los linfá- alveolares tienen un lado fino y otro grueso, el primero para el
ticos pulmonares, por la pérdida de agua mediante evaporación intercambio gaseoso y el segundo para el soporte estructural y
en la superficie alveolar, mediante la reabsorción hacia la micro- el intercambio de líquidos5. En la vertiente delgada la membrana
vasculatura pulmonar y bronquial y mediante el transporte mide unas 0,5 micras de espesor y está constituida por células
hacia el espacio pleural. El volumen de desplazamiento de agua epiteliales de tipo I y células endoteliales que comparten la mem-
y proteínas depende del equilibrio de presiones en la microvascu- brana basal sin tejido intersticial interpuesto. En el lado grueso las
latura pulmonar (que está determinado por la relación entre la membranas basales del endotelio y del epitelio están separadas
presión hidrostática microvascular y perimicrovascular y la presión por un compartimiento intersticial que está constituido por
osmótica a nivel plasmático y perimicrovascular) y también de la fibras de colágeno y elásticas, células intersticiales y matriz de
permeabilidad de la membrana microvascular. Una alteración de tejido conjuntivo. Cuando se acumula un exceso de agua y de pro-
magnitud suficiente de uno o de ambos factores se traducirá en teínas en los tabiques, como sucede en el edema pulmonar inters-
un incremento de la trasudación o exudación de líquido desde la ticial, lo hace exclusivamente o de forma predominante en la ver-
microvasculatura hasta el tejido intersticial. Una acumulación tiente gruesa (figura 14-1)6.
suficiente de líquido en este compartimiento se denomina ede- No se conoce la vía exacta del transporte de líquidos y solutos
ma intersticial; cuando la capacidad de almacenamiento del a través de la microvasculatura pulmonar. Parece razonable asu-
espacio intersticial queda superada, aparece edema en los espa- mir que las sustancias liposolubles pueden atravesar el endotelio
cios aéreos alveolares1, 2. capilar atravesando directamente las membranas celulares. Sin
embargo, las sustancias hidrosolubles deben ser transportadas
Consideraciones anatómicas mediante pinocitosis o atravesar la «vía paracelular» (a través de
«poros» intercelulares). El cribado selectivo de las moléculas pro-
La gran superficie disponible para el intercambio gaseoso (apro- teicas en función de su tamaño molecular indica que este último
ximadamente 70 m2 en un adulto promedio3) también está dis- mecanismo es el más importante. Las moléculas pequeñas atra-
ponible para el intercambio de líquidos. Aunque la mayor parte viesan el endotelio capilar pulmonar con facilidad, mientras que
de este intercambio se produce en los capilares pulmonares, tam- las moléculas mayores son excluidas en proporción directa a su
bién participan los vasos precapilares y poscapilares; en conse- tamaño molecular; de hecho, las moléculas muy grandes no
cuencia, el término más adecuado para este proceso sería inter- alcanzan en absoluto el intersticio pulmonar en circunstancias
cambio microvascular de líquidos4. normales.

603
604 CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar

demostrado que el epitelio es restrictivo para todas las moléculas sal-


vo las pequeñas, como la urea, la sacarosa y el sodio12. De hecho, el
FC tamaño de los «poros» del epitelio es en promedio de 3 nm-4 nm12,
ALV mientras que se postula que en el endotelio capilar hay poros de
hasta 100 nm13. En consecuencia, el exceso de líquido que se fuga
de los capilares alveolares se acumula en primer lugar a nivel
intersticial en lugar de fluir hacia el espacio aéreo adyacente.
ALV El tejido conjuntivo intersticial es un gel que contiene fibras y
células. El gel en sí mismo está formado por una matriz de muco-
polisacáridos altamente polimerizados que, combinados con pro-
MB teínas, forman proteoglucanos (glucosaminoglucanos). En el
EP pulmón los principales mucopolisacáridos son el condroitín sul-
fato y el ácido hialurónico. Los complejos de proteoglucanos son
E extremadamente hidrófilos y pueden unirse a grandes cantidades
EI de agua; el 40% del agua extracelular se encuentra en el espacio
MB
intersticial. Durante la aparición del edema pulmonar este volu-
END men puede aumentar a más del doble antes de que se inunden los
alvéolos. La capacidad de almacenar líquido del espacio intersti-
cial aumenta con el volumen pulmonar14. De hecho, cuando se
emplea presión positiva espiratoria final (PEEF) para aumentar el
volumen pulmonar, el líquido puede desplazarse desde el espa-
cio aéreo alveolar al espacio intersticial, donde ejerce un efecto
P
menos lesivo sobre el intercambio gaseoso15.
El intersticio pulmonar se puede dividir en dos compartimien-
tos: un compartimiento del tabique alveolar (parenquimatoso)
FC
y otro de los tabiques peribroncovasculares e interlobulillares
(axial). Aunque el primero constituye un gran porcentaje del espa-
FIGURA 14-1 cio intersticial total, su relativamente baja distensibilidad determi-
na que el líquido tienda a acumularse en mucha menor medida
Edema intersticial pulmonar. El espacio intersticial de la porción gruesa
que en el tejido conjuntivo peribroncovascular e interlobulillar
del tabique alveolar se ha ensanchado de forma considerable por el líquido de
edema durante un edema pulmonar hidrostático, mientras que la parte (véase figura en color 14-1)16. El líquido que está dentro de los
delgada opuesta, que contiene las membranas basales (MB) fusionadas, tabiques interlobulillares se puede apreciar en cortes de pulmón
conserva el mismo espesor. ALV, espacio alveolar; E, eritrocitos; EI, espacio como un engrosamiento de aspecto gelatinoso del tejido conjun-
intersticial; END, endotelio capilar; EP, epitelio alveolar; FC, fibras de tivo entre los lobulillos secundarios (véase figura en color 14-2).
colágeno. Corte de microscopia electrónica de transmisión (MET) teñido
con acetato de uranilo y citrato de plomo (×12.000). (Reproducido de El drenaje linfático pulmonar es uno de los mecanismos
Fishman A: Circulation 46:389, 1972. Con autorización del autor y de The importantes mediante los cuales se elimina del pulmón el líquido
American Heart Association, Inc.) intersticial. Como se comentó antes (véase página 63), los linfáti-
cos empiezan como vasos de extremo ciego en la región de los
conductos alveolares y los bronquiolos respiratorios y atraviesan
Se desconoce el equivalente anatómico de los «poros» fisioló- el tejido conjuntivo intersticial de los paquetes broncovasculares
gicos, aunque puede corresponder a faltas de continuidad en las y los tabiques interlobulillares (véase figura en color 14-1). El
uniones estrechas entre las células endoteliales7. Se ha planteado líquido que penetra en los linfáticos es bombeado hacia los hilios
que un incremento en la presión de la microvasculatura pulmo- mediante la acción pasiva de los movimientos respiratorios y
nar puede aumentar el tamaño de estas soluciones de continui- también por la contracción activa de los vasos linfáticos, que en
dad, aumentando así la permeabilidad a las proteínas (teoría de la los de gran calibre puede generar presiones hasta de 60 cm H2O.
distensión de los poros). A favor de esta teoría están los resulta-
dos de estudios experimentales que muestran una correlación Consideraciones fisiológicas
entre el número de hebras de la unión y la permeabilidad de la
membrana celular8. Aunque es probable que la permeabilidad Ecuación de Starling
endotelial no se afecte de forma directa por un incremento mode-
rado de la presión microvascular9, cuando supera un valor críti- Los factores que controlan la formación y la eliminación del agua
co de unos 30 cm de H2O el fallo de la distensión lleva a la apari- extravascular dentro de los pulmones se describen mediante una
ción de edema10. Hay que destacar que los «poros» a través de los ecuación para el transporte de líquidos que propuso original-
cuales se produce este desplazamiento de líquido representan una mente Starling (figura 14-217):
diminuta fracción de la superficie total de los capilares11; en con-
secuencia, una duplicación o triplicación de la superficie que f = Kf [(Pmv – Ppmv) – σ (πmv – πpmv)]
ocupan los poros puede no detectarse mediante técnicas micros-
cópicas convencionales, a pesar de que aumenta de forma nota- donde f = flujo neto de líquido transvascular; Kf = coeficiente de
ble el transporte de líquidos y solutos. filtración, una medida de la conductancia al líquido del endotelio
Aunque la superficie de la vertiente epitelial de la membrana microvascular; Pmv = presión hidrostática en la luz de los micro-
alveolocapilar equivale aproximadamente a la superficie endote- vasos responsables del intercambio de líquidos; Ppmv = presión
lial capilar, es mucho menos permeable. Esto se puede comprobar hidrostática en el tejido intersticial que rodea a los microvasos
en los estudios sobre trazadores fisiológicos en los que se ha responsables del intercambio de líquidos; σ = coeficiente de refle-
CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar 605

FIGURA 14-2

–8 –8 Modelo tricompartimental de las


fuerzas de Starling. Los valores de las
presiones hidrostáticas y osmóticas
microvasculares y perimicrovasculares
son estimaciones aproximadas y se han
elegido para ilustrar la variación
longitudinal de la presión de tracción
neta (∆P) dentro de los vasos de
–6 Alvéolos –6 intercambio. Los valores arbitrarios de
Kf ilustran la relativa importancia de los
Linfáticos Linfáticos
distintos compartimientos de cara al
intercambio global de líquido
pulmonar, y los valores del coeficiente
de reflexión (σ) son indicativos de la
complejidad morfométrica de las
Ppmv –4 –2 –4 uniones intercelulares endoteliales en las
vertientes venosa y arterial de la
ppmv 10 11 12 microcirculación. Un valor de σ de 1
representaría una membrana permeable
de forma libre al agua, pero
Pmv 17 14 10 completamente impermeable a las
proteínas. La presión impulsora es
pmv 25 25 25 máxima en los vasos precapilares y
mínima en las vénulas poscapilares.
Kf 1 3 1 Existe un gradiente de presión
intersticial que lleva el líquido desde el
s 0,9 0,85 0,8 espacio intersticial pericapilar hacia el
hilio. (Modificado de Staub NC:
DP +4 +2 +1 Pathophysiology of pulmonary edema. In
Staub NC, Taylor AE [eds]: Edema. New
Arterias Capilares Vénulas York, Raven Press, 1984, p. 719.)
extraalveolares de la pared extraalveolares
alveolar

xión osmótica (es decir, un número entre 0 y 1 que describe la efi- tencia relativa de los vasos en la zona proximal y distal a los vasos
cacia de la membrana para evitar el flujo de proteínas frente al de intercambio líquido y se puede calcular como:
flujo de agua); πmv = presión osmótica de las proteínas en la luz
de los microvasos, y πpmv = presión osmótica de las proteínas en Pmv = Pai + RV (Pap – Pai)/RA + RV
el líquido intersticial que rodea a los microvasos.
El desplazamiento de las proteínas a través del endotelio se donde Pmv = presión microvascular; Pai = presión en la aurícula
produce por difusión y guarda relación con la diferencia de con- izquierda; RV y RA = resistencia venosa y arterial, respectivamen-
centración entre la luz capilar y el espacio intersticial y también te, y Pap = presión en la arteria pulmonar19. Si la resistencia arte-
con el tamaño de las moléculas de proteínas en relación con el rial es relativamente alta en comparación con la venosa, la presión
tamaño de los «poros» endoteliales. Como la permeabilidad es microvascular será próxima a la venosa. Por el contrario, si la resis-
diferente para las moléculas de proteínas de distinto tamaño, su tencia venosa es relativamente alta frente a la arterial, la presión
flujo neto guarda una relación inversa con el peso molecular. microvascular pulmonar será próxima a la presión arterial.
Cuando la permeabilidad y la presión de la microvasculatura En condiciones normales la resistencia arterial es ligeramente
pulmonar son normales, los cocientes entre las concentraciones mayor que la venosa, lo que genera una presión capilar media de
de proteínas intersticiales y plasmáticas son aproximadamente unos 10 cm H2O19. La presión microvascular es distinta en los
0,8, 0,5 y 0,2 para la albúmina, la globulina y el fibrinógeno, res- extremos arterial y venoso de los vasos responsables del inter-
pectivamente18. cambio de líquidos como consecuencia de la resistencia capilar;
En condiciones normales de equilibrio se produce un flujo también puede producirse filtración de líquido en el extremo
continuo de líquido y proteínas desde la microvasculatura pul- arterial de los capilares y reabsorción en el venoso18. Aunque en
monar hacia el intersticio, y posteriormente estas sustancias general se habla de una única presión microvascular dentro de los
regresan a la corriente circulatoria a través de los linfáticos. Cuan- vasos pulmonares, la presión arterial y venosa pulmonar aumen-
do este equilibrio se altera se produce edema. Aunque el incre- tan o disminuyen 1 cm H2O por cada centímetro que el vaso en
mento de la presión hidrostática capilar (Pmv) o de la permea- cuestión se localice por encima o por debajo de la aurícula
bilidad endotelial (Kf) es la causa más frecuente de este izquierda. Como existe igual cantidad de pulmón por encima y
desequilibrio, todos los factores de la ecuación de Starling pueden por debajo de este nivel, la presión microvascular integrada a la
influir. altura del pulmón no es muy diferente de la que se calcula en fun-
Presión hidrostática microvascular (Pmv). La presión ción de la Pap y Pai media al nivel de la aurícula izquierda18.
hidrostática en los vasos responsables del intercambio de líquidos Presión hidrostática intersticial perimicrovascular (Ppmv).
del pulmón debe tener un valor entre la presión media en la arte- Igual que no existe un valor único para la presión microvascular,
ria pulmonar (unos 20 cm H2O) y la presión media en la aurícu- tampoco lo hay para la presión intersticial pulmonar. Por ejem-
la izquierda (unos 5 cm H2O). El valor real dependerá de la resis- plo, la presión en la estrecha proximidad de los tabiques alveola-
606 CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar

res es –3 cm H2O20, mientras que en el tejido conjuntivo perihiliar Factores de seguridad


es –5 cm H2O (un valor que se convierte en aproximadamente
–12 cm H2O cuando se insufla el pulmón hasta la CPT)21. Como se En condiciones normales los espacios aéreos alveolares permane-
ha indicado antes, existe un gradiente de presión que lleva el líqui- cen en unas condiciones de humedad ideales a pesar de los cam-
do desde el espacio intersticial pericapilar al perihiliar (axial) (véa- bios importantes de la presión microvascular e intersticial que se
se figura 14-2)18. También existe un gradiente vertical de presión relacionan con la posición, la gravedad, los cambios del estado de
intersticial desde la parte alta a la parte baja del pulmón, de forma hidratación y los cambios del volumen pulmonar. Esta homeos-
que la presión es más negativa en los vértices pulmonares. tasis viene garantizada por una serie de factores de seguridad que
Presión osmótica de las proteínas plasmáticas (π πmv). La tienden a reducir la acumulación de líquido en el pulmón18.
presión que ejercen las proteínas plasmáticas depende de su con- Uno de estos factores es el flujo linfático. En presencia de un
centración y de la permeabilidad del endotelio a las mismas. El aumento agudo de la presión o de la permeabilidad microvascular,
término πmv refleja la máxima presión osmótica que se produci- el flujo de linfa puede aumentar hasta diez veces antes de que se pro-
ría por la concentración de proteínas plasmáticas y que actuaría a duzca acumulación de líquido intersticial19. En los seres humanos se
través de una membrana que fuera completamente impermeable desconoce la velocidad exacta del flujo linfático pulmonar durante
a las proteínas. el edema pulmonar; sin embargo, se calculan velocidades máximas
Presión osmótica de las proteínas intersticiales (π πpmv). de 200 ml/h según los resultados de estudios en animales25.
La presión osmótica intersticial también se relaciona con la con- Cuando se producen episodios repetidos de edema pulmonar,
centración de proteínas dentro del intersticio. Esta concentración como sucede en la insuficiencia ventricular izquierda crónica, se
disminuye al aumentar la filtración de líquido, un efecto que pro- produce proliferación de los vasos linfáticos, cuyo calibre aumen-
tege frente a la aparición de edema de pulmón. ta y determina un incremento de la capacidad de flujo de
Coeficiente de filtración (Kf). El coeficiente de filtración (que 3-4 veces26, 27. Por motivos que no están claros, la capacidad del sis-
se expresa en mililitros por minuto por cm de H2O y por unidad de tema linfático de eliminar el líquido y las proteínas del pulmón tam-
peso pulmonar) es una medida de la permeabilidad endotelial al bién aumenta en presencia de lesiones del endotelio pulmonar28.
agua. Cuanto más permeable sea el endotelio, mayor será el valor de Un segundo factor de seguridad que actúa en el edema hidros-
Kf (es decir, mayor será el flujo de líquido para una presión deter- tático es la dilución de las proteínas intersticiales. Este meca-
minada). No se puede medir Kf in vivo, y los valores calculados repre- nismo depende de la relativa impermeabilidad del endotelio
sentan la mejor estimación incluso en preparaciones de pulmón microvascular. Cuando aumenta el desplazamiento de líquido
resecado. Sin embargo, está claro que en muchas formas de edema transvascular como consecuencia del incremento de la presión
pulmonar la formación de edema depende del aumento de Kf, y no hidrostática microvascular, el transporte de agua supera al de
del desequilibrio entre las presiones osmótica e hidrostática. proteínas. La consiguiente dilución de las proteínas intersticiales
Coeficiente de reflexión osmótica (σ σ). El coeficiente de reducirá la presión osmótica intersticial29.
reflexión es una estimación numérica de la permeabilidad de la El incremento de la presión tisular que se asocia a la acumula-
membrana frente al soluto, de forma que también es una estima- ción de líquido de edema dentro del intersticio alveolar también
ción de la eficacia de la presión osmótica que puede ejercer una con- se comporta como un factor de seguridad. Conforme se acumu-
centración determinada de soluto. Un coeficiente de reflexión de 1 la líquido en este espacio, el gel densamente compacto resiste a la
implica que la membrana es completamente permeable al soluto y deformación y aumenta la presión. Como parece que el inters-
que la presión osmótica que ejerce el mismo equivale a la que se ticio broncovascular es más distensible que el de los tabiques
mide con un osmómetro. Cuando el coeficiente de reflexión es 0 la alveolares, el líquido fluye en dirección proximal y se acumula
membrana será completamente impermeable al soluto, de forma primero alrededor de las vías aéreas y los vasos, donde ejerce un
que éste no ejercerá presión osmótica alguna22. Un coeficiente de efecto mucho menos nocivo sobre el intercambio gaseoso16.
reflexión de 0,5 implica que el soluto ejerce sólo la mitad de la pre- Cuando se supera la capacidad de almacenamiento de líquidos
sión osmótica posible. En presencia de edema pulmonar no cardió- del intersticio peribroncovascular se produce un aumento de la
geno se producen alteraciones de la permeabilidad endotelial capi- presión intersticial alveolar y se produce la rotura del epitelio
lar al agua (Kf) y las proteínas (σ); cuando existe una lesión grave alveolar, con la consiguiente inundación de los alvéolos30.
del endotelio el coeficiente de reflexión se aproxima a 0, en cuyo El transporte activo de solutos y de agua desde la superficie
caso las proteínas plasmáticas no ejercen presión eficaz sobre el alveolar hasta el intersticio es otro mecanismo que permite man-
endotelio y se pierde la fuerza más poderosa para evitar el edema. tener los espacios aéreos alveolares libres del exceso de líquido31.
Las células epiteliales de las vías aéreas distales y las células alveo-
Transporte de líquidos a través del epitelio alveolar lares de tipo II tienen canales de Na+ sensibles a amilorida en su
superficie apical (luminal) y bombas de Na+-K+-ATPasa sensibles
Los principios que gobiernan el transporte de líquidos y de solu- a ouabaína en la superficie basal (abluminal). Estos canales ióni-
tos a través del epitelio son los mismos que actúan a través del cos se pueden estimular para eliminar el sodio de la luz alveolar y
endotelio; sin embargo, la conductividad general al líquido es al la vía aérea; el agua le sigue de forma pasiva a través de canales
menos un orden de magnitud inferior. El epitelio puede limitar el especializados («acuaporinas»), que están constituidos por pro-
movimiento de electrólitos para que ejerzan presión osmótica y teínas integrales de membrana formadoras de canales32.
su concentración se puede alterar mediante transporte activo23.
La tensión superficial de la superficie de contacto entre el líquido y Aparición y clasificación del edema
el gas alveolar ejerce una presión que tiende a aspirar líquido pulmonar
desde el intersticio hacia el espacio aéreo. Como el surfactante
reduce la tensión superficial, esta presión suele ser baja en condi- La secuencia de acontecimientos que se producen durante el des-
ciones normales (unos 15 cm H2O); sin embargo, cuando falta el arrollo del edema pulmonar es similar al edema por permeabili-
surfactante el aumento de la tensión superficial puede tener una dad e hidrostático (figura 14-3)16. La primera manifestación que
función importante en la formación del edema alveolar24. se observa con microscopio óptico es ensanchamiento del espacio
CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar 607

TABLA 14-1. Clasificación del edema pulmonar


Edema pulmonar hidrostático
Br
Cardiógeno
Insuficiencia ventricular izquierda
AP Valvulopatía mitral
Mixoma o trombos en la aurícula izquierda
Corazón triauricular
ESPACIO Enfermedades de las venas pulmonares
INTERSTICIAL Enfermedad venooclusiva primaria (idiopática)
Mediastinitis fibrosante
Neurógeno (edema pulmonar combinado por permeabilidad
e hidrostático)
Traumatismo craneal
Hipertensión intracraneal
Br Postictal
Reducción de la presión osmótica
Nefropatías
Sobrecarga de líquidos
AP Cirrosis

Edema pulmonar por aumento de la permeabilidad (SDRA)


ESPACIO Sepsis sistémica
INTERSTICIAL Infección pulmonar
Traumatismo
Inhalación de humos o gases tóxicos
Aspiración de líquidos nocivos
Ingesta o inyección de drogas o venenos

hidrostático y por permeabilidad el contenido de proteínas del


líquido de los espacios aéreos alveolares inundados es el mismo
que en el intersticio33, lo que indica que durante la inundación
alveolar el epitelio pierde por completo la capacidad de cribar y
permite la salida de líquido intersticial puro.
FIGURA 14-3
A pesar de que existe cierto solapamiento34, resulta adecuado
Representación esquemática de la secuencia de acumulación de clasificar las causas de edema pulmonar en dos categorías princi-
líquido en el edema pulmonar agudo. A. Pulmón normal (pared pales según la alteración patogénica de base: incremento de la pre-
alveolar y alvéolos a la izquierda, paquete broncovascular a la derecha).
B. Edema intersticial en el que se ha acumulado líquido principalmente en sión microvascular pulmonar (edema hidrostático) o incremento
el espacio intersticial que rodea a los vasos sanguíneos y las vías aéreas de de la permeabilidad microvascular (tabla 14-1). La descompensa-
conducción sin afectar a las paredes alveolares. C. Edema alveolar precoz ción del ventrículo izquierdo (edema cardiógeno) es la causa más
que muestra espacios intersticiales llenos y presencia de líquido en los importante de edema hidrostático; otras causas son la estenosis de
alvéolos, principalmente en las esquinas de máxima curvatura.
D. Inundación alveolar en la cual los alvéolos individuales han alcanzado una
las venas pulmonares (enfermedad venooclusiva), el edema neu-
configuración crítica en la cual la presión de insuflación existente ya no rógeno y los trastornos que se asocian a una disminución de la
consigue mantener la estabilidad, y el volumen del gas alveolar pasa presión oncótica del plasma (como sucede en la cirrosis y las lesio-
rápidamente a una configuración nueva con una curvatura mucho más nes glomerulares). Aunque muchas lesiones específicas pueden
reducida. X, espacio aéreo alveolar. (Ligeramente modificada de Staub NC, producir edema pulmonar por permeabilidad, la constelación
Nagano H, Pearce ML: Pulmonary edema in dogs, especially the sequence of
fluid accumulation in lungs. J Appl Physiol 22:227-240, 1967.) resultante de signos clínicos y radiológicos es muy similar y se sue-
le denominar síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA)35.
Es frecuente la combinación de edema hidrostático y por per-
meabilidad, que resulta especialmente devastadora porque muchos
intersticial peribroncovascular y de los tabiques interlobulillares de los factores de seguridad que en condiciones normales impiden la
asociado a distensión de los linfáticos. El líquido aparece dentro acumulación de un exceso de líquido extravascular se pierden
del tejido antes de que existan datos de inundación alveolar y cuando el endotelio pierde su selectividad por los solutos.
cuando las medidas del grosor de la pared alveolar son práctica-
mente normales.
Conforme aumenta la cantidad de líquido se produce un EDEMA PULMONAR ASOCIADO
incremento progresivo del espesor de la pared alveolar cuando se A AUMENTO DE LA PRESIÓN
acumula líquido en la vertiente gruesa de la membrana alveolo- MICROVASCULAR
capilar. También pueden acumularse pequeñas cantidades de
líquido dentro de los espacios aéreos limitados a las «esquinas» Edema pulmonar cardiógeno
alveolares. Cuando la capacidad de almacenamiento de líquido
del intersticio queda superada, la inundación de los alvéolos tien- La causa más frecuente de edema pulmonar es el aumento de la
de a producirse con un patrón de todo o nada, de forma que cada presión venosa pulmonar secundario a una enfermedad del
alvéolo puede estar lleno de aire o de líquido16. En el edema lado izquierdo del corazón. El aumento de presión dentro de la
608 CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar

aurícula izquierda se transmite a las venas pulmonares como Cuando la hipertensión venosa pulmonar es de intensidad
consecuencia de la presión retrógrada, la mayoría de las veces moderada (17 a 20 mm Hg o superior) el líquido se acumula den-
por la insuficiencia del ventrículo izquierdo o por obstrucción tro de los tejidos intersticiales perivasculares y los tabiques inter-
al flujo de salida de la aurícula izquierda. En menos ocasiones la lobulillares37. Como consecuencia de esta localización, el líquido
hipertensión venosa se debe a la estenosis de las propias venas de edema produce un patrón radiológico característico de pérdi-
pulmonares, como sucede en la enfermedad venooclusiva con- da de la definición neta normal de las marcas vasculares pulmo-
génita o adquirida y en la mediastinitis fibrosante; las mani- nares con engrosamiento de los tabiques interlobulillares (líneas
festaciones del edema pulmonar en estos casos suelen ser indis- A y B de Kerley) (figura 14-5). Aunque la presencia de líneas sep-
tinguibles de las que se observan en la hipertensión venosa tales puede resultar útil para confirmar el diagnóstico cuando
pulmonar de causa cardíaca, salvo porque el tamaño del cora- otros signos son equívocos, en nuestra experiencia la frecuencia
zón es normal. con la que se identifica es baja en comparación con la pérdida de
El edema hidrostático ocasiona dos patrones radiológicos definición de las marcas vasculares; por eso, su ausencia no se
principales según el líquido permanezca localizado en el espacio debe utilizar como dato contra el diagnóstico.
intersticial u ocupe también los espacios aéreos. En circunstancias en las cuales se acumula líquido de edema
en el tejido intersticial parenquimatoso antes de la aparición de
Manifestaciones radiológicas un edema franco del espacio aéreo, esta acumulación suele ser
invisible o sólo ligeramente discernible desde el punto de vista
Edema predominantemente intersticial radiológico como una «sombra», que suele localizarse principal-
mente en las zonas inferiores o en la región perihiliar. Aunque la
La trasudación de líquido hacia el espacio intersticial pulmo- gravedad de las alteraciones radiológicas se correlaciona con la
nar constituye necesariamente el primer paso del edema pul- presión de enclavamiento pulmonar38, a menudo existe un desfa-
monar. Sin embargo, como ya se comentó antes, el primer sig- se entre la elevación de la presión de enclavamiento y los signos
no radiológico de la descompensación cardíaca o de la radiológicos de edema pulmonar, posiblemente debido al tiempo
hipertensión venosa pulmonar puede ser la redistribución del necesario para que el líquido trasude hacia el espacio extravascu-
«flujo» sanguíneo desde las zonas inferiores del pulmón a las lar39. El corazón suele estar aumentado de tamaño; sin embargo,
superiores (figura 14-4)36. puede ser normal cuando la causa del edema sea un infarto de

FIGURA 14-4
Redistribución del flujo sanguíneo hacia las
zonas superiores del pulmón por hipertensión
venosa pulmonar. Una radiografía posteroanterior
de tórax muestra unas marcas vasculares
llamativamente prominentes en las zonas superiores
con relativa escasez de las mismas en las zonas
inferiores. La paciente era una mujer de 42 años que
había tenido episodios repetidos de descompensación
ventricular izquierda por una miocardiopatía.
CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar 609

FIGURA 14-5
Edema pulmonar intersticial. Radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) que muestran múltiples opacidades lineales en ambos
pulmones y que se aprecian mejor en una imagen ampliada de las partes inferior derecha (C) y superior izquierda (D) de los pulmones.
Estas líneas son una combinación de líneas septales largas (de tipo A de Kerley), principalmente en las zonas medias del pulmón (flechas
en D), y de líneas septales periféricas más cortas (B de Kerley). En la proyección lateral (B) las cisuras interlobares son prominentes
(flechas), lo que indica edema pleural.

miocardio reciente, una insuficiencia coronaria o una miocardio- suele basar en la información clínica y los hallazgos de la radio-
patía restrictiva40. grafía de tórax convencional, es importante reconocer su aspec-
También se considera que son datos de edema pulmonar to en la TC y la TCAR, porque en ambos casos se puede con-
intersticial el aumento del espesor de las paredes de los bronquios fundir con otras enfermedades y porque a veces se reconoce en
cortados de través en las regiones perihiliares. En ausencia de una pacientes en los que no hay sospecha clínica de edema41. Los
enfermedad crónica de la vía aérea, como EPOC o asma, estas hallazgos incluyen un aumento desproporcionado del tamaño
estructuras miden menos de 1 mm de espesor. Cuando se acu- de las arterias y venas localizadas en las áreas de pulmón no
mula líquido en el tejido intersticial que la rodea, su sombra se declives y un engrosamiento liso de los tabiques interlobulilla-
engruesa y pierde su definición nítida (figura 14-6). Otro signo res, del tejido conjuntivo subpleural y del tejido conjuntivo
de edema intersticial es el engrosamiento de las cisuras interloba- peribroncovascular (figura 14-7)42. Las áreas de atenuación en
res (véase figura 14-5)36. Tras un tratamiento adecuado del ede- vidrio esmerilado pueden deberse al edema intersticial o del
ma, todos estos signos radiológicos pueden desaparecer en horas. espacio aéreo, mientras que la consolidación refleja en forma
Aunque el diagnóstico de edema pulmonar hidrostático se específica la presencia de edema del espacio aéreo.
610 CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar

1 de octubre 14 de octubre

FIGURA 14-6
Manguitos peribronquiales en el edema pulmonar. Una imagen detallada de la mitad superior del pulmón izquierdo en una radiografía
posteroanterior de tórax (A) muestra distensión de los vasos del lóbulo superior, opacidades perihiliares, líneas septales de tipo A (puntas de flecha)
y una pared bronquial engrosada que se ve en un corte transversal (flecha). Unos pocos días después, tras el tratamiento con diuréticos (B), los
signos de edema de pulmón habían desaparecido. Obsérvese el menor grosor de la pared bronquial (flecha). La paciente era una mujer de mediana
edad con insuficiencia renal.

Edema del espacio aéreo ción «esperada» de la enfermedad que se origina a partir de una
influencia central (figura 14-11)44. El edema pulmonar unilateral
Aunque el edema intersticial suele preceder al edema del espacio puede aparecer en muchos trastornos, en los cuales el mecanismo
aéreo (figura 14-8), la radiografía de tórax puede mostrar datos de patogénico afecta al mismo lado del edema (edema homolateral) o
ambos de forma simultánea43. La alteración radiológica caracte- al lado contrario (edema contralateral)45. En los pacientes que
rística es la presencia de áreas de consolidación parcheadas o con- tienen una descompensación cardíaca el edema unilateral guarda
fluentes bilaterales que tienden a ser simétricas y afectan prin- relación probablemente con la gravedad46.
cipalmente a las regiones perihiliares y a la parte inferior del Igual que sucede en el edema pulmonar intersticial hidrostáti-
pulmón. Se puede ver broncograma aéreo43. En la mayoría de los co, el edema del espacio aéreo suele desaparecer con bastante
casos las sombras son confluentes y dan origen a opacidades par- rapidez tras el tratamiento adecuado del trastorno de base y la
cheadas irregulares, bastante mal definidas de intensidad unitaria resolución radiológica parece completa en menos de tres días en
dispersas de forma aleatoria por todos los pulmones; es frecuente la mayoría de los casos.
la confluencia de las áreas de consolidación, especialmente en el
tercio medial de los pulmones. La distribución varía de un pacien- Manifestaciones clínicas
te a otro, aunque puede ser sorprendentemente similar durante
episodios distintos en el mismo enfermo. La consolidación par- Las manifestaciones clínicas del edema pulmonar cardiógeno
cheada del espacio aéreo se extiende a veces a la zona subpleural o dependen de si el edema se produce de forma aguda o insidiosa.
«corteza» pulmonar (figura 14-9); sin embargo, la corteza puede Cuando es grave, la forma aguda es muy espectacular y la disnea
estar completamente respetada, lo que origina el patrón denomi- se produce en minutos a horas. El paciente se sienta típicamente
nado en «alas de murciélago» o de «mariposa» (figura 14-10). muy derecho y muestra una evidente dificultad respiratoria, uti-
El edema secundario a las cardiopatías suele ser bilateral y bas- lizando los músculos accesorios para respirar. Con frecuencia se
tante simétrico. En ocasiones es predominantemente unilateral y identifica cianosis periférica y central, taquicardia, palidez, piel
ocupa zonas de uno o de ambos pulmones sin seguir la distribu- sudorosa y fría, ansiedad e hipertensión como consecuencia de la
CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar 611

zón, que puede poner de relieve un ritmo de galope o un soplo


asociado a disfunción valvular. Es posible estimar la presión de
llenado del lado derecho del corazón explorando las venas yugu-
lares y es posible valorar el incremento de la presión venosa yu-
gular que produce la compresión del abdomen (reflujo hepato-
yugular [abdominoyugular]) mediante maniobras estandarizadas48.
El edema pulmonar agudo cardiógeno no es un trastorno está-
tico y en general se produce mejoría o empeoramiento en un perí-
odo de tiempo relativamente corto. El diagnóstico diferencial
incluye la neumonía fulminante, el empeoramiento de la EPOC o
el asma, la hemorragia pulmonar y la obstrucción de la vía aérea
superior.

Pruebas de función pulmonar y otras pruebas


Las alteraciones de la función pulmonar en el edema pulmonar se
deben a los efectos de la congestión vascular pulmonar, la acu-
mulación de líquido intersticial y la inundación de los alvéolos.
La congestión vascular pulmonar y el edema intersticial causan
rigidez del pulmón y contribuyen a reducir la CV y la CPT49.
Estos parámetros respiratorios se reducen todavía más tras la
inundación alveolar como consecuencia de la sustitución del gas
por líquido y la alteración de la superficie de contacto entre el
surfactante y el aire50.
La distribución de la ventilación y de la perfusión suele. estar
.
FIGURA 14-7 alterada y esto se traduce en desequilibrios de la relación V/Q e
Edema pulmonar intersticial. Imagen del pulmón derecho en la TCAR hipoxemia arterial. Cuando el edema queda limitado al intersti-
que muestra aumento del diámetro de los vasos pulmonares, con cio en general es leve; cuando se afectan los espacios aéreos la
engrosamiento liso de los tabiques interlobulillares (flechas) y áreas aparición de un verdadero cortocircuito de la sangre pulmonar
. .
localizadas de atenuación en vidrio esmerilado en las regiones declives del combinado con el desequilibrio V/Q produce una hipoxemia más
pulmón. Se reconoce también un pequeño derrame pleural. La paciente era
una mujer de 49 años con edema intersticial pulmonar como consecuencia grave. En los pacientes que tienen edema intersticial y del espacio
de una sobrecarga de líquido. aéreo leve a moderado, la PCO2 arterial es normal o baja porque
se produce un aumento global de la ventilación alveolar. Aun-
que la mayoría de los pacientes con edema pulmonar agudo tiene
estimulación simpática. En los casos más graves, el paciente pue- hipocapnia o eucapnia, muchos tienen acidosis como consecuen-
de expectorar un líquido espumoso y teñido de sangre. El «ansia de cia de la hipoperfusión de los tejidos periféricos y la aparición de
aire» puede ser tan intensa que interfiere con el habla normal. acidosis láctica51. Aproximadamente un 10% de los pacientes tiene
La exploración física puede mostrar aumento de la presión hipercapnia; casi de forma invariable la acidosis respiratoria se
venosa yugular; sin embargo, en el edema grave puede resultar asocia a acidosis metabólica.
difícil valorar las venas yugulares porque el paciente emplea los En ocasiones es necesario utilizar un catéter en la arteria pul-
músculos accesorios cervicales para respirar y se produce la monar y medir la presión de enclavamiento en la arteria pulmo-
transmisión a las venas cervicales de las marcadas oscilaciones de nar para determinar si la causa del edema pulmonar es un incre-
la presión pleural. Pueden aparecer otros signos de insuficiencia mento de la presión venosa pulmonar. Sin embargo, es posible
congestiva, como hepatoesplenomegalia y edema periférico. La emplear técnicas de ecocardiografía, como la ecocardiografía
auscultación del tórax muestra crepitantes difusos. Son frecuen- transesofágica y el Doppler pulsado, para valorar la función ven-
tes los hallazgos indicativos de estenosis de la vía aérea, como las tricular y conseguir una estimación bastante precisa de la presión
sibilancias espiratorias, posiblemente por la compresión de la vía de enclavamiento capilar pulmonar52. Las concentraciones san-
aérea por los vasos distendidos y la expansión del tejido intersti- guíneas de los péptidos natriuréticos auricular y cerebral están
cial peribroncovascular47. En estadios terminales el nivel de con- aumentadas en los pacientes disneicos que sufren una insuficien-
ciencia del paciente disminuye y se produce colapso circulatorio. cia cardíaca leve, pero no lo están igual en pacientes que tienen
En los pacientes que sufren un edema pulmonar de forma disnea por una enfermedad pulmonar primaria53.
menos aguda la aparición de los síntomas puede ser insidiosa y aso-
ciarse a pocos hallazgos físicos. La disnea en estos casos puede apa- Edema pulmonar asociado a nefropatía,
recer sólo durante el esfuerzo; los antecedentes de ortopnea y disnea hipervolemia o hipoproteinemia
paroxística nocturna son un rasgo diagnóstico útil en estos casos,
aunque estos síntomas, asociados a tos, son también frecuentes en Las nefropatías crónicas y agudas, con o sin uremia, pueden aso-
los enfermos que tienen asma o EPOC. En ocasiones las manifesta- ciarse a edema agudo de pulmón54. Una causa importante en estos
ciones clínicas del edema en «alas de mariposa» son casi tan poco casos es la insuficiencia ventricular izquierda, aunque es probable
llamativas como impresionante resulta el aspecto radiológico. que la disminución de la presión osmótica de las proteínas, la
Cuando el edema queda limitado al espacio intersticial pueden hipervolemia y el aumento de la permeabilidad capilar también
no encontrarse alteraciones a la auscultación, aunque algunos intervengan55. Los factores que contribuyen al edema pulmonar
pacientes presentan sibilancias espiratorias en esta fase. El tórax hidrostático en los pacientes que tienen uremia incluyen un gasto
más silencioso permite una auscultación más detenida del cora- cardíaco elevado de forma secundaria a la anemia y la fístula arte-
612 CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar

FIGURA 14-8
Edema intersticial que progresa a edema del
espacio aéreo asociado a una valvulopatía grave
con endocarditis bacteriana. La radiografía
posteroanterior inicial de este varón de 22 años (A)
muestra edema intersticial difuso que cursa con
borramiento de las marcas vasculares en los dos
pulmones y con presencia de líneas septales en los dos
ángulos costofrénicos. Tres días más tarde (B) los
pulmones se habían consolidado de forma masiva por
edema del espacio aéreo. El tamaño del corazón había
aumentado de forma considerable en este intervalo. El
paciente mostraba datos clínicos de insuficiencia aórtica
y mitral.

1 de diciembre

4 de diciembre

riovenosa (en los pacientes que se mantienen en hemodiálisis cró- volumen son más importantes en los pacientes próximos a la
nica), arteriopatía coronaria, sobrecarga de líquidos e hipertrofia insuficiencia cardíaca o renal. El edema pulmonar también es
del ventrículo izquierdo56. En los pacientes sometidos a diálisis más frecuente en los enfermos que tienen hepatopatías y en los
suele existir en realidad un edema pulmonar intersticial subclíni- que se han sometido a un trasplante hepático59. También es fre-
co, que se puede detectar con métodos de dilución de indicado- cuente la asociación con la insuficiencia hepática aguda60. No está
res57; este trastorno se corrige durante la diálisis. claro si el aumento de la presión capilar, el aumento de la per-
La administración de grandes volúmenes de líquidos intrave- meabilidad endotelial o la disminución de la presión osmótica
nosos causa edema pulmonar de los pacientes que no tienen una plasmática es el factor que más contribuye a la aparición de ede-
cardiopatía de base58, sobre todo durante el postoperatorio y en ma en estos enfermos, aunque parece probable que el principal
ancianos. Como cabía esperar, los efectos de la sobrecarga de responsable sea una combinación de factores.
CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar 613

FIGURA 14-9
Edema agudo de pulmón secundario
a insuficiencia ventricular izquierda.
Una radiografía posteroanterior de tórax
muestra consolidación extensa de los
dos pulmones, que alcanza la superficie
visceral de la pleura. El corazón muestra
un moderado aumento de tamaño. Seis
horas antes de obtener esta radiografía
el paciente tuvo disnea grave de
aparición súbita, dolor pleurítico y tos
con esputo abundante y espumoso. La
clínica y las radiografías son típicas de un
edema agudo de pulmón secundario a
insuficiencia ventricular izquierda.

FIGURA 14-10
Edema pulmonar: patrón en «alas
de mariposa». Una radiografía
posteroanterior de tórax muestra
consolidación de las porciones
parahiliares y «medulares» de ambos
pulmones, combinación que ocasiona
el aspecto en alas de mariposa o
murciélago: la «corteza» de ambos
pulmones está relativamente libre de
afectación. Los bordes del pulmón
edematoso están relativamente bien
delimitados. La consolidación es
bastante homogénea y se asocia a
broncogramas aéreos bien definidos en
ambos lados. Este varón de 59 años
había sufrido un infarto de miocardio
masivo 48 horas antes.
614 CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar

Edema pulmonar neurógeno o postictal


El edema pulmonar agudo es una complicación bien descrita,
aunque poco frecuente, de la hipertensión intracraneal, los trau-
matismos craneales y las convulsiones. Aunque su mecanismo se
conoce mal, estudios experimentales han demostrado una des-
carga simpática masiva transitoria del sistema nervioso central,
que ocasiona vasoconstricción generalizada, desplazamiento del
volumen sanguíneo hacia el compartimiento vascular pulmonar
y aumento de la presión microvascular pulmonar61, 62. Varios
investigadores han encontrado una presión microvascular nor-
mal y líquido de edema rico en proteínas en pacientes con edema
pulmonar neurógeno63, 64, lo que indica que hay una alteración de
la permeabilidad microvascular. La combinación de incremento
de la presión y de la permeabilidad ha llevado a plantear la hipó-
tesis de que un incremento agudo de la presión intracraneal pro-
duce una descarga simpática generalizada que determina un
incremento masivo de la presión vascular pulmonar y un baro-
trauma sobre el endotelio, con el consiguiente aumento de la per-
meabilidad; cuando se mide la presión microvascular puede
haberse normalizado ya, de forma que se considera que los cam-
bios de la permeabilidad inducidos por el barotrauma son los
principales responsables65. También hay datos de que un efecto
inotrópico negativo directo sobre el corazón puede contribuir a
la patogenia del edema66.
La distribución radiológica del edema pulmonar neurógeno
suele ser generalizada64. De forma característica el edema desapa-
rece a los pocos días del alivio quirúrgico de la hipertensión intra-
craneal. La mayor parte los pacientes está en coma y sufre fre-
cuentes períodos de apnea cuando aparece el edema pulmonar.
Por eso, tienen riesgo de aspirar secreciones gástricas y de sufrir
una hipoxemia prolongada. De hecho, es posible que en algunos
enfermos la aspiración sea la causa del edema.
El traumatismo craneal es una de las causas más frecuentes de
edema neurógeno; aunque suele ser grave, en ocasiones es relati-
vamente leve67. En los pacientes que no han tenido un traumatis-
mo y que sufren edema como consecuencia de hipertensión
intracraneal, el aumento de la presión puede ser brusco o no. El
edema pulmonar postictal se produce inmediatamente después
de una convulsión epiléptica o a veces se retrasa varias horas.

FIGURA 14-11
EDEMA PULMONAR ASOCIADO A UNA
PRESIÓN MICROVASCULAR NORMAL
Edema pulmonar de predominio unilateral. La radiografía
posteroanterior (A) de un varón de 70 años ingresado por un infarto agudo
de miocardio muestra una consolidación parcheada del espacio aéreo que
Después de diversas agresiones pulmonares directas o indirectas
ocupa los dos tercios mediales del pulmón derecho característica de un (tabla 14-2) algunos pacientes sufren una dificultad respiratoria pro-
edema agudo de pulmón. El pulmón izquierdo está relativamente libre de gresiva que se caracteriza por taquipnea, disnea, tos y hallazgos
afectación y se ve un pequeño derrame pleural izquierdo. El corazón físicos compatibles con consolidación del espacio aéreo. La radio-
muestra un moderado aumento de tamaño. Una visita a la cabecera del grafía de tórax muestra una enfermedad difusa del espacio aéreo;
paciente puso de manifiesto que la mayor parte del tiempo este enfermo se
colocaba en decúbito lateral sobre el lado derecho porque las otras la gasometría muestra una desaturación arterial grave resistente
posiciones parecían agravar su disnea. Una radiografía tras la resolución del al oxígeno inhalado a concentración elevada; los pulmones se
edema (B) muestra un marcado aumento del volumen de ambos vuelven rígidos y resulta difícil ventilarlos; aumenta la presión y
pulmones, característico de un enfisema pulmonar difuso. La unilateralidad la resistencia vascular pulmonar y se hace necesario iniciar oxige-
del edema guarda una relación clara con la influencia de la gravedad. No se
puede explicar por el enfisema, que es una enfermedad bilateral y
noterapia y soporte ventilatorio prolongados. A pesar de la varie-
simétrica. dad de los acontecimientos desencadenantes, los cambios histo-
lógicos son similares y corresponden a una lesión alveolar difusa
(edema intersticial y del espacio aéreo, formación de membranas
hialinas en las vías aéreas transicionales y, en estadios tardíos,
fibrosis)68.
Aunque se ha utilizado una serie de términos para describir
esta enfermedad69, 70, el término síndrome de dificultad respiratoria
aguda (o del adulto) (SDRA) es de uso general en este momento.
CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar 615

TABLA 14-2. Causas de edema pulmonar por incremento Una segunda denominación relativamente frecuente es edema por
de la permeabilidad permeabilidad; aunque el término edema por aumento de permea-
Agresiones pulmonares directas
bilidad resultaría más adecuado, la nomenclatura abreviada sirve
para distinguir esta variante de edema de la que está producida
Inhalación o aspiración principalmente por el aumento de la presión microvascular.
Humo Cuando el edema por aumento de permeabilidad tiene una gra-
Gases tóxicos (dióxido de nitrógeno [enfermedad del llenador de silos]; vedad menor en ocasiones se denomina «lesión pulmonar agu-
dióxido de azufre, amoníaco, oxígeno) da»71. Dada la familiaridad y la brevedad, en todo este texto se
Ácido gástrico
Agua (semiahogamiento)
emplean los términos «edema por permeabilidad» y «SDRA».
Inhalación de cocaína En EE.UU. la incidencia de SDRA es de 1,5 casos por 100.000 per-
sonas y año72. Los trastornos que se suelen asociar a este cuadro
Fármacos
incluyen sepsis, aspiración de contenido gástrico líquido, trauma-
Heroína y morfina tismos graves (incluidas las fracturas de huesos largos y pelvis y la
Cocaína y anfetaminas contusión pulmonar), las transfusiones múltiples de sangre, el
Metadona
Salicilatos semiahogamiento, la pancreatitis, la hipotensión prolongada, la
Bleomicina neumonía fulminante y la coagulación intravascular diseminada
Amiodarona (CID) (que a menudo se asocia a sepsis)73. Otros factores de riesgo
Etilenglicol menos frecuentes son la sobredosis de drogas, las quemaduras gra-
Litio
Ketamina (posiblemente componente hidrostático)
ves74 y la cirugía de derivación arterial coronaria73.
Propoxifeno
Paclitaxel (posiblemente componente hidrostático) Patogenia
Gemcitabina
Hidroclorotiazida El SDRA es el resultado final de los efectos de una serie de reac-
Tratamiento tocolítico (terbutalina en infusión para evitar el inicio del
parto) ciones moleculares y celulares que son iniciadas por diversas
Ergometrina (posiblemente componente hidrostático) agresiones locales o sistémicas75. Aunque se suele considerar que
Antidepresivos tricíclicos (posiblemente componente hidrostático) el SDRA es una manifestación de un aumento de la permeabili-
Triazolam dad microvascular localizado en el pulmón, hay muchos datos de
Interleucina-2 (combinación de edema hidrostático y por
permeabilidad)
que en realidad es un rasgo específico de un trastorno inflamato-
rio generalizado que se denomina síndrome de respuesta inflama-
Sustancias químicas y venenos toria sistémica (SRIS)76. Aunque el aumento de la permeabilidad
Carbamatos y organofosforados microvascular y la aparición de edema intersticial y del espacio
Paraquat aéreo son inicialmente las principales consecuencias clínicas de
Polietilenglicol
Veneno de insectos o de peces (p. ej., escorpiones, peces venenosos)
este proceso inflamatorio, las lesiones también ocasionan daños
en las células endoteliales de otros órganos, sobre todo en situa-
Infección ciones de sepsis y traumatismos. Inicialmente la lesión endotelial
Virus, bacterias y hongos generalizada es silente desde un punto de vista clínico; sin embar-
Micobacterias go, si el paciente sobrevive a las consecuencias del edema pulmo-
Otras causas nar, aparecerán pronto manifestaciones de disfunción renal, car-
Embolia grasa
díaca, digestiva y/o cerebral. De hecho, los pacientes que mueren
Embolia de líquido amniótico por SDRA después de 72 horas muestran de forma casi constan-
Embolia gaseosa te datos de fracaso orgánico multisistémico (FOMS) (o síndrome de
Enfermedad por descompresión disfunción orgánica múltiple [SDOM])76, 77.
Contusión pulmonar La patogenia de este síndrome supone una serie compleja de
Contrastes radiológicos
Irradiación del tórax reacciones inflamatorias e incluye la participación de citocinas y
quimiocinas, mediadores de la inflamación derivados del plasma
Lesiones pulmonares indirectas y mediadores del ácido araquidónico recién generados tanto por
Sepsis la vía de la ciclooxigenasa como por la de la lipooxigenasa78. Tam-
Anafilaxia bién es importante la activación del complemento y de los siste-
Traumatismos multisistémicos mas de la coagulación de la sangre. Estas sustancias bioquímicas,
Transfusiones múltiples así como las integrinas y selectinas de las células endoteliales y
Tratamiento con globulina antitimocítica
Coagulación intravascular diseminada epiteliales, participan en el reclutamiento de diversas células
Pancreatitis inflamatorias hacia los tejidos afectados. No existe ninguna teoría
Feocromocitoma unificadora que integre las acciones de estas complejas cascadas
Cetoacidosis diabética inflamatorias y redes de citocinas, y aquí sólo presentamos un
Circulación extracorpórea
Edema de las alturas
breve resumen de las diversas vías y mecanismos que se conside-
Reexpansión rápida del pulmón ran importantes.
Neurógeno Células endoteliales y epiteliales pulmonares. Las princi-
Crisis drepanocítica pales dianas de los agentes que producen el SDRA son las células
Hipertermia endoteliales y epiteliales que recubren las paredes alveolares. Las
Hipotermia
Encefalopatía por hiponatremia mismas células son también importantes en la organización de la
Eclampsia respuesta inflamatoria mediante la secreción de una serie de cito-
Agotamiento físico extremo cinas y la expresión de diversas glucoproteínas de superficie
(selectinas e integrinas).
616 CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar

Las células endoteliales pulmonares en cultivo son sensibles a Se han demostrado alteraciones cualitativas y cuantitativas del
los efectos de la endotoxina bacteriana, así como a muchos cons- surfactante en el líquido que se obtiene mediante BAL89. Estas
tituyentes de la «sopa» de citocinas que generan las células infla- alteraciones pueden tener causas diversas, como la dilución de la
matorias y tisulares durante la lesión pulmonar aguda79, 80. En cantidad normal de fosfolípidos con actividad superficial por el
estos modelos la lesión endotelial se manifiesta inicialmente por exudado del interior de los alvéolos, la deficiencia de la produc-
retracción celular (que reduce la función de barrera), liberación ción de fosfolípidos como consecuencia de las lesiones epiteliales
de enzimas intracelulares y, por último, muerte celular. Las célu- y la inactivación del surfactante por radicales del oxígeno o por
las endoteliales expuestas a la endotoxina pueden producir diver- otras sustancias90. Una serie de citocinas y mediadores implicados
sas citocinas inflamatorias (interleucina-1 [IL-1], IL-6 e IL-8), así en la patogenia del SDRA afecta también a la función o la síntesis
como factores como el factor estimulador de las colonias de gra- del surfactante91, 92.
nulocitos y macrófagos (GM-CSF), que pueden influir sobre la Complemento. Se puede producir activación del sistema del
médula ósea para que aumente la producción de células inflama- complemento en diversos trastornos, como traumatismos, infec-
torias81. Las células endoteliales estimuladas también pueden ciones y circulación extracorpórea durante la hemodiálisis y deri-
expresar moléculas de superficie que condicionan que las células vación cardiopulmonar para el injerto de derivación arterial
inflamatorias circulantes se adhieran a ellas y migren a través de coronaria93, 94. Los componentes del complemento derivados de
sus uniones intercelulares82. esta activación pueden tener un efecto tóxico directo sobre deter-
Aunque las células epiteliales alveolares son más resistentes a minadas células; la activación de los neutrófilos puede condicio-
las lesiones que las endoteliales, sufren de forma invariable lesio- nar la liberación de enzimas y radicales del oxígeno, que pueden
nes durante el SDRA y también pueden tener una función activa lesionar de forma secundaria otras células y tejidos95. A pesar de
en la mediación de la respuesta inflamatoria. Por ejemplo, son estas observaciones, se ha puesto en duda la importancia de la
capaces de expresar diversas citocinas y moléculas activas de activación del complemento en la patogenia del SDRA96, dado
superficie y esta expresión se asocia a atracción de los leucocitos que las concentraciones de fragmentos del complemento pueden
y también a adherencia y migración a través del epitelio83. estar aumentadas en pacientes que tienen lesiones graves, inde-
Macrófagos alveolares. Los macrófagos alveolares también pendientemente de que lleguen a presentar SDRA o SFOM97.
tienen una función importante en la modulación de la reacción Sistema de la coagulación. Las alteraciones del sistema de la
inflamatoria en el SDRA. Tras la exposición a una endotoxina, coagulación, que van desde la activación de la cascada de la coa-
liberan factor de necrosis tumoral (TNF) e IL-1, sustancias que se gulación con inhibición de la fibrinólisis a un cuadro de CID
comportan como potentes mediadores proinflamatorios y que completamente desarrollado, son frecuentes en el SDRA y se han
pueden iniciar y perpetuar la cascada inflamatoria de forma implicado en su patogenia98. La exposición del colágeno tras las
directa o mediante la inducción secundaria de otras citocinas80. lesiones microvasculares pulmonares puede activar el sistema
Leucocitos polimorfonucleares. Muchos datos procedentes intrínseco que inicia la coagulación, mientras que la tromboplas-
de estudios clínicos y experimentales han demostrado que los tina tisular que se genera en el pulmón lesionado puede activar el
leucocitos polimorfonucleares son importantes en la patogenia sistema extrínseco. Esta activación da lugar a la formación de
del SDRA. Un gran depósito de neutrófilos marginados reside en fibrina y trombina, sustancias ambas que pueden lesionar el
condiciones normales dentro de la microvasculatura pulmonar. endotelio y aumentar la permeabilidad vascular pulmonar. Los
Estas células, junto con los neutrófilos circulantes, responden a monómeros de fibrina y los productos de degradación de la fibri-
un gradiente mediado por diversas quimiotaxinas y quimiocinas na también pueden producir lesiones endoteliales microvascula-
que les hace emigrar hacia el lugar lesionado84. La adherencia res y estimular la vasoconstricción pulmonar99.
entre los leucocitos y las células endoteliales viene mediada por Los resultados de estudios experimentales indican que en la
moléculas de la superficie de los neutrófilos, como la L-selectina, patogenia de la lesión vascular tras iniciarse la coagulación se pro-
que es responsable de la adherencia laxa (rodamiento), y las inte- duce la siguiente secuencia de acontecimientos: 1) se genera fibri-
grinas β2, que son responsables de la adherencia firme y son nece- na a partir de fibrinógeno y se activa el sistema fibrinolítico, que
sarias para la migración hacia el intersticio pulmonar y los espacios da lugar a la formación de plasmina a partir de plasminógeno;
aéreos85, 86. Estas moléculas específicas de los leucocitos interactú- 2) la plasmina rompe la fibrina y condiciona la rotura de las proteí-
an con las moléculas de adhesión intercelular de tipos 1 (ICAM-1) nas del complemento y la formación de los péptidos quimiotácti-
y 2 (ICAM-2) de las superficies de las células endoteliales y epite- cos C3a y C5a; 3) los fragmentos del complemento determinan el
liales. La activación de los neutrófilos se asocia a la producción de secuestro de neutrófilos dentro del pulmón, y 4) los neutrófilos
varias especies de radicales del oxígeno, que lesionan las células activados producen la lesión vascular y el edema pulmonar.
endoteliales y epiteliales. Además de los radicales del oxígeno, los Radicales del oxígeno. Las especies inestables de vida corta
neutrófilos liberan también prostaglandinas, leucotrienos y enzi- de las moléculas de oxígeno (radicales libres del oxígeno), como
mas diseñadas para la digestión de las bacterias, pero que también por ejemplo el radical superóxido (O2*–), el peróxido de hidróge-
pueden degradar la matriz extracelular87. no (H2O2), el radical hidroxilo (OH*) y el oxígeno singlete (O2*),
Surfactante. En el síndrome de dificultad respiratoria aguda son generadas por enzimas como la xantina oxidasa y como pro-
del recién nacido se considera que la causa principal de la lesión ducto intermedio de las reacciones normales de transporte de
pulmonar es la deficiencia de la producción de surfactante. Por energía en la mitocondria. En condiciones normales estos radica-
el contrario, las alteraciones de la función y síntesis del surfac- les son inactivados por los mecanismos de defensa antioxidante,
tante que se producen en adultos con SDRA son más bien el entre los cuales se incluyen enzimas específicas como la superóxi-
resultado que la causa de la lesión. Esto se ha demostrado por la do dismutasa (que cataliza la conversión de O2*– en peróxido
falta de beneficio clínico tras la sustitución con surfactante exó- de hidrógeno), la catalasa (que cataliza la conversión de peróxido de
geno88. En cualquier caso, la interrupción de la capa de surfac- hidrógeno en oxígeno y agua) y la glutatión peroxidasa (que con-
tante y el consiguiente aumento de la tensión superficial contri- vierte los radicales peróxido en lípidos no tóxicos). Varios anti-
buyen de forma clara a la aparición y la perpetuación del edema oxidantes inespecíficos, como el ácido ascórbico, el β-caroteno y
alveolar en el SDRA24. el glutatión, también pueden neutralizar estos radicales.
CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar 617

Las fuentes pulmonares de radicales del oxígeno incluyen los cial112; con el tiempo se puede depositar colágeno en el seno de
neutrófilos activados, los macrófagos e incluso las células endote- esta matriz provisional. Pueden verse células inflamatorias
liales. Muchos estímulos proinflamatorios, como la endotoxina, mononucleares, con predominio de linfocitos. En los pacientes
el TNF, el factor activador de las plaquetas y fragmentos del com- que tienen una enfermedad menos grave, gran parte de la proli-
plemento, pueden facilitar o estimular directamente estas células feración fibroblástica se resuelve sin fibrosis residual, pero en
para que produzcan radicales del oxígeno100. El resultado de una otros pacientes persiste una fibrosis madura importante.
serie de estudios experimentales indica que las lesiones que pro- También se encuentran con frecuencia alteraciones vasculares
ducen en otras células y tejidos pueden ser la vía final común de pulmonares en todos los estadios de SDRA, que en ocasiones son
una serie de lesiones pulmonares agudas, incluido el SDRA101, 102. extensas113. Posiblemente obedecen a varias causas, como la
Enzimas y mediadores. Los mediadores de la inflamación y una trombosis microvascular que inicia la agresión pulmonar inicial
serie de enzimas tienen una función importante en el inicio y la y la tromboembolia.
modificación de las lesiones pulmonares del SDRA. Entre los más
importantes de estos mediadores destacan las citocinas, un grupo Manifestaciones radiológicas
variado de proteínas y péptidos que se comportan como señales
solubles entre las células84, 103. El TNF y la IL-1 que generan los Típicamente se produce un retraso de hasta 12 horas desde la apa-
macrófagos tisulares y alveolares son las primeras citocinas que se rición de la insuficiencia respiratoria hasta que se ven alteraciones
pueden detectar. Tienen la capacidad de modificar la hemodinámi- en la radiografía de tórax. El hallazgo más precoz son opacidades
ca y la oxigenación pulmonar, inducen fiebre y activan los neutrófi- parcheadas mal definidas en ambos pulmones114. El aspecto
los y la cascada de la coagulación. También pueden inducir la acti- recuerda al edema del espacio aéreo de origen cardíaco, salvo por-
vación de las moléculas de adhesión endoteliales y epiteliales y que el tamaño del corazón suele ser normal y el edema tiende a
provocan la secreción de la poderosa sustancia quimiotáctica de los adoptar una distribución más periférica. Las zonas parcheadas de
neutrófilos IL-814. La concentración de estos mediadores está espe- consolidación confluyen con rapidez hasta generar una consolida-
cialmente aumentada en los pacientes que tienen SDRA secundario ción masiva del espacio aéreo (figura 14-12). La afectación típica-
a sepsis105. El TNF y la IL-1 también estimulan la síntesis hepática y la mente es difusa y afecta a todas las zonas del pulmón, desde el vér-
secreción de IL-6 y de otras proteínas reactantes de fase aguda y tice hasta la base y hasta la periferia más extrema de ambos
reducen la síntesis de albúmina106, 107. Además, las citocinas facilitan pulmones; en nuestra experiencia esta distribución tan difusa
la generación y la secreción de metabolitos del ácido araquidónico puede tener una utilidad considerable para distinguir el SDRA del
(prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos), que pueden produ- edema pulmonar cardiógeno, ya que su distribución no suele ser
cir la lesión pulmonar o proteger frente a la misma108. tan extensa. También es frecuente identificar broncograma aéreo,
Shock. Los episodios de hipotensión, breves o prolongados y al contrario que en el edema cardiógeno. No suele verse derrame
producidos por la hipovolemia, el bajo gasto cardíaco y/o la pleural en las radiografías en decúbito supino y su presencia debe
reducción del tono muscular de los vasos sistémicos, son fre- llevarnos a plantear un edema pulmonar hidrostático simultáneo,
cuentes precursores del SDRA. Aunque esta relación indica una una neumonía aguda o un infarto pulmonar como proceso que
influencia patogénica, resulta difícil provocar una lesión pulmo- complica el cuadro. El inicio de la ventilación con PPEF puede
nar exclusivamente con un shock109 y parece probable que otros conseguir una disminución muy importante de las alteraciones
factores contribuyan a ocasionar el síndrome completo en la radiológicas a los pocos minutos de su aplicación115.
mayoría de los casos. Pasada aproximadamente una semana los pulmones siguen
mostrando alteraciones difusas, pero el patrón tiende a adoptar
Características anatomopatológicas un aspecto reticular o «espumoso»116. Es probable que este
patrón represente la fibrosis intersticial y del espacio aéreo carac-
Los cambios anatomopatológicos del pulmón en los pacientes terística de la fase proliferativa en el estudio histológico (figu-
que tienen SDRA son prácticamente idénticos sea cual sea la causa ra 14-13). En la inmensa mayoría de los pacientes que sobreviven
y se describen con el término de lesión alveolar difusa. Aunque la radiografía mejora en 10-14 días.
existe un espectro continuo de alteraciones histológicas, en este Los hallazgos en la TC y la TCAR también dependen del esta-
análisis es conveniente describir los cambios en tres fases: exuda- dio. En las fases precoces la mayoría de los enfermos muestra una
tiva, proliferativa y fibrótica68, 110. consolidación parcheada difusa en zonas no declives o una opa-
La fase exudativa se manifiesta desde el punto de vista histoló- cificación mixta en vidrio esmerilado y del espacio aéreo117. Son
gico por edema intersticial y congestión vascular, y la ocupación frecuentes el broncograma aéreo y pequeños derrames pleurales.
del espacio aéreo se manifiesta por un exudado proteináceo y un Posteriormente, en la fase exudativa la consolidación se hace más
número variable de eritrocitos (véase figura en color 14-3A). homogénea y afecta a zonas declive (figura 14-14). Durante la
Pueden verse trombos de fibrina en los capilares y las arteriolas y fase de organización a menudo se identifica una disminución de
vénulas pequeñas. Pasados varios días el exudado de los conduc- la densidad global del pulmón y un aspecto reticulado42. La
tos alveolares y de los bronquiolos respiratorios parece más com- exploración en esta fase muestra a menudo datos de las compli-
pacto y se aplana contra la pared de la vía aérea, originando las caciones del SDRA y de su tratamiento, como enfisema intersti-
membranas hialinas. Poco después de la lesión inicial empiezan a cial, neumomediastino, neumotórax y bullas o quistes subpleura-
proliferar los neumocitos de tipo II, lo que se traduce al final en les (figura 14-15)34, 118. Igual que sucede en la radiografía, las
un nuevo revestimiento de las superficies alveolares. características del SDRA en la TC se modifican cuando los pul-
La fase proliferativa tiene lugar entre 7 y 28 días después de la mones se insuflan con PPEF119.
lesión pulmonar inicial y se caracteriza por la proliferación de
miofibroblastos, especialmente dentro de los espacios aéreos Manifestaciones clínicas
alveolares, aunque también en el intersticio parenquimatoso
(véase figura en color 14-3B)111. La proliferación celular se acom- Los factores de riesgo para la aparición de SDRA incluyen el «sín-
paña de síntesis y depósito de proteoglucanos a nivel intersti- drome séptico», la aspiración demostrada de contenido gástrico,
618 CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar

FIGURA 14-12
Síndrome de dificultad respiratoria aguda.
Esta mujer de 18 años ingresó en la unidad de
vigilancia intensiva en shock grave tras un
accidente de tráfico. La radiografía que se obtuvo
el día después del ingreso (A) mostraba una
consolidación homogénea del lóbulo inferior
izquierdo y de la porción axilar del pulmón
derecho. Dos días después (B) ambos pulmones
estaban consolidados de forma masiva; obsérvese
la prominencia del broncograma aéreo.

21 de mayo

23 de mayo

el semiahogamiento, la contusión pulmonar, las fracturas múlti- Las manifestaciones clínicas del SDRA pueden aparecer de for-
ples de huesos largos, las transfusiones múltiples (más de 10 uni- ma insidiosa, horas o días después del acontecimiento desencade-
dades de sangre en un período de seis horas) y la hipotensión nante (sepsis o embolia grasa), o de forma aguda coincidiendo
(tensión arterial sistólica inferior a 90 mm Hg durante más de con dicho acontecimiento (aspiración de contenido gástrico líqui-
dos horas)77. Las fórmulas detalladas para calcular el grado de la do). Los síntomas típicos incluyen disnea, taquipnea, tos seca,
enfermedad o la lesión del paciente, como por ejemplo la escala molestia retroesternal y agitación; puede aparecer también ciano-
APACHE II (Acute Physiology and Chronic Health Evaluation) o sis. La expectoración de un esputo copioso y sanguinolento indica
la Injury Severity Score, son poco útiles para predecir la probabi- la presencia de un síndrome florido. La exploración torácica
lidad de aparición de SDRA120, 121. muestra crepitantes gruesos y sonidos respiratorios bronquiales.
CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar 619

FIGURA 14-13
Síndrome de dificultad respiratoria aguda: evolución
prolongada y resolución parcial. A las 24 horas del ingreso de una
mujer joven con múltiples fracturas óseas por un accidente de tráfico
la radiografía de tórax en proyección anteroposterior y en decúbito
supino (A) muestra una mezcla de opacidades del espacio aéreo y
patrón reticular, distribuidos de forma asimétrica en ambos pulmones.
Se ve el tubo endotraqueal. A los 4 días la radiografía repetida (B)
revela un empeoramiento de la consolidación del espacio aéreo.
Unos 2 meses más tarde la radiografía previa al alta (C) muestra que la
mayor parte del componente del espacio aéreo se ha resuelto; sin
embargo, persiste una reticulación grosera que representa una fibrosis
residual del parénquima. Las radiografías de seguimiento durante los
meses siguientes mostraron sólo una mejoría pequeña.

Función pulmonar El SDRA se suele asociar a hipertensión arterial pulmonar, y el


y pruebas cardiovasculares consiguiente incremento de la poscarga del ventrículo derecho
suele producir disfunción del mismo127. También hay datos de
El efecto fisiopatológico más importante del edema pulmonar que la disfunción ventricular derecha puede provocar una dis-
del SDRA afecta al intercambio gaseoso; de hecho, la hipoxemia función ventricular izquierda, posiblemente por un desplaza-
profunda es la principal indicación de intubación y ventilación miento del tabique interventricular128. En las fases tardías del
mecánica, más que la insuficiencia respiratoria. Resulta difícil o SDRA el pulmón se hace cada vez menos distensible y, aunque el
imposible corregir la hipoxemia incluso utilizando concentra- intercambio gaseoso puede mejorar algo, resulta más difícil man-
ciones muy elevadas de oxígeno inspirado. Su patogenia guar- tener una PaCO2 normal118.
da relación con la aparición de un cortocircuito
. . más que con Aunque las características radiológicas permiten distinguir a
otras formas de desequilibrio entre V/Q122. La colocación en menudo el edema cardiógeno del edema pulmonar por aumento de
decúbito prono mejora el intercambio gaseoso, un efecto que la permeabilidad, con frecuencia es necesario obtener medidas
se debe a una distribución más homogénea del flujo sanguí- de la presión vascular pulmonar con un catéter con balón en la
neo123. Aunque no se miden de forma sistemática, la capacidad punta dirigido por el flujo (de Swan-Ganz) para llegar al diag-
de difusión y la CRF están reducidas y las resistencias pulmo- nóstico definitivo. La presión de enclavamiento es una estimación
nares están aumentadas124, 125. También hay datos de alteración precisa de la presión de llenado del ventrículo izquierdo, de for-
del consumo periférico de oxígeno126. Aunque el mecanismo se ma que refleja la precarga en el mismo. Una presión de enclava-
conoce de forma incompleta, posiblemente refleje alteraciones miento arterial pulmonar normal o baja aporta un dato sólido e
generalizadas de la función microvascular en los enfermos que indirecto de que la causa del edema pulmonar es una lesión
tienen SFMO. endotelial con aumento de la permeabilidad. La medida de la pre-
620 CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar

sión venosa central no aporta una información parecida porque


en general hay notables diferencias entre los ventrículos derecho
e izquierdo en cuanto al rendimiento y las presiones de llenado129.
Además de estimar de forma exacta la presión de llenado de la
aurícula izquierda, la presión de enclavamiento pulmonar aporta
información sobre la presión en la microvasculatura pulmonar.
Por eso, dicha medida es una herramienta útil para valorar la efi-
cacia de los tratamientos diseñados para reducir la presión intra-
vascular. En presencia de un aumento de la permeabilidad mi-
crovascular, una elevación transitoria o prolongada de la presión
microvascular puede incrementar de forma significativa la canti-
dad de líquido de edema (figura 14-16)130. Sin embargo, a pesar
de los beneficios teóricos de monitorizar la presión de enclava-
miento, los estudios clínicos no han confirmado las ventajas de
esta medición en términos de supervivencia en los enfermos gra-
ves que tienen riesgo de SDRA131, 132.

FIGURA 14-14 Evolución natural y pronóstico


Síndrome de dificultad respiratoria aguda. La TCAR muestra Independientemente de la disponibilidad de técnicas diagnósti-
áreas bilaterales y extensas de atenuación en vidrio esmerilado, cas y tratamientos modernos, la mortalidad del SDRA supera el
broncograma aéreo, áreas de consolidación en las regiones declives del
pulmón y áreas focales de pulmón relativamente normal. La paciente era
50%133. Los pacientes que fallecen por insuficiencia pulmonar
una mujer de 45 años con SDRA secundario a una reacción a fármacos suelen mostrar una reducción progresiva de la distensibilidad
citotóxicos. pulmonar y un empeoramiento del intercambio gaseoso. En esta-

FIGURA 14-15
Cambios quísticos en el SDRA. Una mujer de 30 años presentó una sepsis con SDRA tras una cesárea. La TCAR 1 semana después (A y B)
muestra neumotórax bilaterales loculados (flechas rectas) y cambios quísticos (flechas curvas) en ambos pulmones. La TCAR 1 mes
después (C y D) muestra áreas bilaterales de atenuación en vidrio esmerilado, opacidades lineales irregulares y cambios quísticos residuales
(flechas curvas). (Por cortesía de la Dra. Maura Brown, Surrey Memorial Hospital, Surrey, British Columbia.)
CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar 621

torno muestra predilección por residentes previos que regresan a


14
la gran altura tras haber permanecido al nivel del mar durante
unos días o varias semanas146. Otros factores de riesgo incluyen
(g de H2O/g de pulmón seco)

12
antecedentes de EPGA, una respuesta ventilatoria inferior a la
10 Aumento media ante la hipoxia y una mayor presión de la arteria pulmo-
de la permeabilidad
Agua pulmonar

nar en reposo al nivel del mar. En algunos casos el tiempo frío y


8 microvascular el cansancio físico son factores precipitantes147.
pulmonar Aunque su patogenia es incierta, el hecho de que el edema
6
afecte en general a personas que sufren un grado desproporcio-
4 Permeabilidad nado de hipertensión arterial pulmonar tras la exposición a gra-
microvascular dos en general tolerables de hipoxia indica que la elevación de
2 pulmonar la presión intravascular es importante148. Por otro lado, los
normal resultados de numerosos estudios han demostrado con claridad
0
que el aumento de la permeabilidad capilar es otro factor que
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 contribuye149. Es posible que la hipoxia secundaria a la baja FIO2
Presión hidrostática produzca una constricción intensa, aunque no homogénea,
microvascular pulmonar (mm Hg) de una gran proporción de las arterias pulmonares, forzando de
esta forma la entrada de sangre a presión alta por el resto de los
FIGURA 14-16 vasos permeables. Por tanto, en las regiones en las que la cons-
Agua pulmonar en función de la presión microvascular pulmonar. El tricción arterial es deficiente se produce un flujo elevado y la
agua pulmonar, medida en gramos de agua por gramo de tejido pulmonar transmisión del incremento de la presión arterial pulmonar de
seco, se representa en función de la presión microvascular pulmonar forma directa al lecho capilar. Esta elevada presión capilar, jun-
media. Cuando la permeabilidad microvascular pulmonar es normal, el to con las fuerzas de cizallamiento secundarias al alto flujo,
incremento de la presión microvascular produce un moderado incremento
del agua pulmonar (edema hidrostático); cuando la permeabilidad determina la lesión del endotelio microvascular pulmonar y
microvascular aumenta, los mismos cambios de presión producen una edema por permeabilidad150.
marcada acumulación de agua pulmonar. Según esta hipótesis, la reacción inflamatoria, que se puede
ver analizando el líquido del BAL149, representa una respuesta a
la lesión que produce la elevación de la presión y del flujo. Algu-
dios terminales puede producirse barotrauma e hipercapnia, nos pacientes fallecidos por EPGA tenían en la autopsia trom-
incluso en presencia de una ventilación por minuto enorme. bos en las arterias pulmonares pequeñas además de edema pul-
A pesar de estas observaciones, parece que el mejor factor predicti- monar difuso151. Esta observación, junto con la presencia de
vo de la supervivencia es la aparición de fracaso multiorgánico, aumento de la concentración circulante de fibrinopéptido A en
más que la gravedad de la disfunción pulmonar134. Por ejemplo, los casos graves, plantea la posibilidad de que la activación del
en un estudio sólo falleció el 40% de los enfermos que tenían sistema de la coagulación intervenga también en la patogenia.
insuficiencia pulmonar sola, mientras que los pacientes con datos Sin embargo, igual que la inflamación que se ha descrito en el
clínicos de afectación de 2, 3, 4 o 5 órganos mostraron una mor- BAL, parece probable que estas alteraciones sean secundarias a
talidad del 54%, el 72%, el 84% y el 100%, respectivamente135. La la lesión endotelial150.
insuficiencia renal es una complicación especialmente importan- Esta hipótesis «mecánica» sobre la aparición de la lesión endo-
te en este sentido136. Además de ser el iniciador más frecuente del telial capilar pulmonar en el EPGA se ha visto reforzada por el
SDRA, la sepsis también es una complicación a menudo mortal; desarrollo del concepto de «fracaso por estrés» en los capilares
las infecciones se suelen deber a gérmenes gramnegativos y las pulmonares152. La fina membrana alveolocapilar se puede rom-
fuentes más frecuente son el pulmón y la cavidad abdominal137. per con presiones capilares mayores de 30 cm H2O153. Cuando
Los pacientes que sobreviven a un SDRA muestran sorpren- aumenta el flujo sanguíneo, como sucede en las grandes altitudes,
dentemente poco deterioro a largo plazo de la función pulmo- la presión capilar se aproxima a la arterial154 y puede producirse
nar138. Algunos muestran un leve trastorno restrictivo con reduc- rotura de los vasos por estrés. Se ha planteado un mecanismo
ción del intercambio gaseoso139, mientras que otros tienen una similar para explicar la lesión capilar que se ha descrito en el ede-
obstrucción parcialmente reversible de la vía aérea140. La mayoría ma pulmonar neurógeno y la ocasional aparición de hemorragia
de estas alteraciones mejora durante el primer año posterior al pulmonar inducida por el esfuerzo en los atletas de elite152.
SDRA; sin embargo, si el deterioro persiste al año, es poco proba- Los aspectos radiológicos corresponden al edema pulmonar
ble que mejore después141. agudo de cualquier causa. La consolidación suele ser más grave
en los lóbulos inferiores y afecta principalmente a las regiones
Formas específicas de edema pulmonares centrales y periféricas155. En la TC el edema es par-
por permeabilidad cheado y adopta una distribución principalmente periférica156.
Aunque los vasos pulmonares centrales pueden ser prominentes
Edema pulmonar de las grandes alturas como consecuencia de una hipertensión pulmonar aguda, no se
encuentra aumento del tamaño del corazón. El edema suele
En algunas personas se puede producir un complejo sintomático desaparecer en 1-2 días157, aunque puede persistir durante hasta
que se conoce como edema pulmonar de las grandes alturas (EPGA) 10 días158.
cuando permanecen a gran altitud142. La enfermedad puede Las características clínicas incluyen síntomas de la «enfermedad
aparecer tras una exposición aguda y prolongada a una altitud de la montaña» (cefalea, mareo, vértigo, cansancio, debilidad, dolo-
de 3.500-4.000 metros143, 144. En general, el desplazamiento desde res corporales, anorexia, náuseas, vómitos, dolor abdominal,
el nivel del mar a la gran altura es súbito145. Los pacientes afec- insomnio e inquietud), además de tos, disnea de esfuerzo y fie-
tados son típicamente jóvenes y están sanos. Parece que el tras- bre159. Son frecuentes la cianosis y la taquicardia y se pueden aus-
622 CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar

cultar crepitantes en todo el pulmón. El edema de papila y las


hemorragias retinianas indican edema cerebral asociado160. Se pro-
duce fiebre en un tercio de los casos y la leucocitosis es frecuente,
con valores entre 13.000/mm3 y hasta 30.000/mm3 161. Los sínto-
mas aparecen entre 12 horas y 3 días después de llegar a la gran alti-
tud y desaparecen de forma típica al regresar al nivel del mar145.

Edema pulmonar posneumonectomía


El edema pulmonar agudo es una complicación poco frecuente
de la resección pulmonar, sobre todo tras una neumonectomía162.
En un estudio de 197 pacientes a los que se sometió a esta inter-
vención, se diagnosticó en el 2,5%163. Los factores de riesgo inclu-
yen el uso de plasma fresco congelado, la presión elevada de la
ventilación mecánica, la baja capacidad de difusión preoperatoria
y la neumonectomía derecha163-165. FIGURA 14-17
Aunque la sobrecarga de líquidos se consideraba antes un fac-
Edema pulmonar por reexpansión. Una TCAR de un varón de 23 años
tor esencial, ahora está claro que el edema depende de un aumen- muestra áreas parcheadas de consolidación en el pulmón izquierdo. También
to de la permeabilidad capilar pulmonar166. Es posible que el se observa un neumotórax izquierdo residual pequeño (flecha recta) y un
mecanismo se deba a la insuficiencia por estrés de los capilares tubo de tórax izquierdo (flecha curva) colocado. Apareció edema tras el
pulmonares, como se ha planteado que sucede en el EPGA y el drenaje mediante tubo de tórax de un neumotórax izquierdo extenso.
edema pulmonar neurógeno152. La combinación de reducción
quirúrgica de la superficie transversal del lecho capilar pulmonar
a la mitad de la normal, la ventilación de un pulmón a presiones aparición del edema suele venir precedida de una sensación de
elevadas, la administración de líquidos y de fármacos inotrópicos disnea y tos espasmódica; cuando aparecen estos síntomas se
y el enfisema y/o la vasculopatía pulmonar de base podrían inter- debería interrumpir la toracocentesis. Aunque la complicación
actuar para producir incrementos transitorios de la presión capi- no se asocia a consecuencias clínicas importantes en la mayor
lar hasta niveles muy elevados. parte de los casos, puede generar una dificultad respiratoria gra-
Las manifestaciones clínicas y radiológicas son parecidas a las ve y se han publicado casos de muerte174. Se puede prevenir
que se observan en otros tipos de edema por aumento de la per- mediante una extracción lenta del gas o del líquido con drenaje
meabilidad. Esta complicación se asocia a una mortalidad muy bajo sello de agua.
elevada, que supera el 80% en la mayoría de las series163, 165.
Edema pulmonar asociado a obstrucción grave
Edema pulmonar tras la reexpansión pulmonar de la vía aérea
Puede aparecer un edema pulmonar unilateral tras la extracción Esta complicación afecta de forma casi exclusiva a pacientes que
rápida de aire o de líquido del espacio pleural en presencia de un tienen lesiones de la vía aérea extratorácica, desde la nasofaringe al
neumotórax o de un hidrotórax167. En la mayor parte de los casos desfiladero torácico superior (figura 14-18)175. Con frecuencia se
se producen tres características168: 1) el neumotórax o el hidrotó- precipita por un laringoespasmo, que se produce tras una opera-
rax tienen un tamaño moderado o grande (que supone al menos ción de la vía aérea superior o cerca de la misma176. Su patogenia
el 50% del hemitórax afectado), 2) el edema pulmonar se limita puede ser multifactorial. Cuando se produce una obstrucción sig-
de forma estricta al pulmón homolateral y 3) el neumotórax o el nificativa de la vía aérea superior, el esfuerzo para conseguir inspi-
hidrotórax ha estado presente bastante tiempo, en general varios rar se asocia a un incremento de la presión intratorácica negativa,
días antes de la reexpansión rápida. lo que representa una maniobra de Müller mantenida. Esto puede
La patogenia no está clara; sin embargo, parece participar un ocasionar la trasudación de líquido desde los capilares al intersti-
aumento de la permeabilidad capilar porque este trastorno se cio y el espacio aéreo. La «disfunción» cardíaca contribuye casi
asocia a un incremento del contenido en proteínas del líquido de con certeza a la aparición del edema: un esfuerzo inspiratorio con-
edema169. Entre los posibles mecanismos destacan: 1) un incre- tra una vía aérea superior muy estenosada u ocluida puede gene-
mento súbito de la presión intrapleural negativa que se transmi- rar presiones de –140 cm H2O e incluso superiores177; en el lado
te al espacio intersticial170, 2) disminución del retorno venoso o izquierdo del corazón esto sería análogo a añadir una poscarga de
linfático por estasis de las vénulas y linfáticos pulmonares duran- unos 100 mm Hg aproximadamente (es decir, aumentar la presión
te el colapso prolongado171, 3) un incremento de la tensión super- media aórtica de 90 a 190 mm Hg). Las manifestaciones clínicas
ficial alveolar tras la atelectasia por relajación prolongada que corresponden a las de otros tipos de edema y el tratamiento enér-
ocasiona una presión intersticial más negativa172 y 4) lesiones por gico suele conseguir una rápida resolución177.
reperfusión del endotelio pulmonar por la producción local de
radicales libres del oxígeno. Otras causas de edema por permeabilidad
Las manifestaciones radiológicas corresponden a una consoli-
dación unilateral del espacio aéreo173. Aunque en general se afecta Como se comentó antes (véase tabla 14-2), muchas agresiones
todo el pulmón reexpandido, en ocasiones sólo afecta a un lóbu- pulmonares directas e indirectas se han asociado a la aparición
lo173. La TC muestra una distribución parcheada de las áreas de de SDRA.
consolidación (figura 14-17) y la resolución se produce en 5-7 días. Transfusión. El edema pulmonar que se produce en algunos
El edema suele aparecer entre inmediatamente y 1 hora des- casos tras una transfusión de sangre se debe a un incremento de
pués de la reexpansión y siempre en las primeras 24 horas167. La la permeabilidad vascular pulmonar como consecuencia de la
CAPÍTULO 14 ■ Edema pulmonar 623

Contrastes parenterales. Se ha descrito edema pulmonar


tras la administración por vía parenteral de contrastes de base
oleosa para la linfangiografía y también con los contrastes hidro-
solubles que se emplean en la urografía, la angiografía y la TC con
contraste184, 185. La patogenia no está clara; sin embargo, es posible
que las esterasas pulmonares actúen sobre los microémbolos de
grasa, produciendo la rotura de los compuestos esterificados en
ácidos grasos libres con la consiguiente lesión de los capilares pul-
monares. El edema se produce típicamente de forma aguda, de
minutos a horas después de la inyección, y se asocia a hipotensión
sistémica.

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rospective analysis of 405 autopsy cases. Dig Dis Sci 30:1005-1018, 1985. Roentgenol 157:255-256, 1991.
C A P Í T U L O Q U I N C E

ENFERMEDAD DE LAS VÍAS AÉREAS

ENFERMEDAD OBSTRUCTIVA Factores provocadores 647 Capacidad de difusión 675


DE LAS VÍAS AÉREAS SUPERIORES 628 Alergenos Pronóstico y evolución natural 675
Consideraciones generales 628 Ejercicio FIBROSIS QUÍSTICA 676
Hallazgos fisiológicos 628 Infecciones Etiología y patogenia 676
Manifestaciones radiológicas 628 Analgésicos
Características anatomopatológicas 677
Manifestaciones clínicas 629 Reflujo gastroesofágico
Manifestaciones radiológicas 677
Obstrucción aguda de la vía aérea Emociones
Manifestaciones clínicas 677
superior 629 Ambiente
Diagnóstico y hallazgos de laboratorio 678
Infecciones 630 Inspiración profunda
Pruebas de función pulmonar 679
Edema 630 Otros factores provocadores
Pronóstico y evolución natural 680
Hemorragia retrofaríngea 631 Asma ocupacional 651
Aspiración de cuerpos extraños 631 Broncoconstricción alérgica BRONQUIECTASIAS 680
Colocación errónea del tubo confirmada 651 Características generales 680
endotraqueal 631 Broncoconstricción alérgica probable 652 Etiología y patogenia 680
Obstrucción crónica de la vía aérea Diagnóstico 652 Características anatomopatológicas 681
superior 631 Otros trastornos ocupacionales de la vía Manifestaciones radiológicas 681
Hipertrofia amigdalina y adenoidea 631 aérea 652 Manifestaciones clínicas 684
Enfermedades tiroideas 631 Manifestaciones radiológicas 653 Estudios de la función pulmonar 685
Disfunción laríngea 632 Manifestaciones clínicas 654 Pronóstico y evolución natural 685
Estenosis traqueal 632 Hallazgos de laboratorio 657 Causas específicas de bronquiectasias 685
Neoplasias traqueales 633 Pruebas de función pulmonar 658 Síndrome de discinesia ciliar 685
Tráquea en «vaina de sable» 633 Pronóstico y evolución natural 659 Síndrome de Young 685
Policondritis recidivante 633 ENFERMEDAD PULMONAR Síndrome de las uñas amarillas,
Traqueobroncopatía OBSTRUCTIVA CRÓNICA 660 linfedema, derrame pleural y
osteocondroplásica 633 Epidemiología 661 bronquiectasias 687
Traqueomalacia 633 Etiología 661 Síndrome de Williams-Campbell 687
Traqueobroncomegalia 634 Humo del tabaco 661 «Síndrome de Lady Windermere» 687
APNEA OBSTRUCTIVA DEL SUEÑO 636 Contaminación atmosférica 662 BRONCOLITIASIS 687
Características fisiológicas del sueño Infecciones 662 FÍSTULAS BRONQUIALES 687
normal 636 Clima 662
Factores socioeconómicos, dieta y BRONQUIOLITIS 687
Epidemiología 637
nutrición 662 Clasificación y características
Etiología y patogenia 638
Herencia 662 anatomopatológicas 687
Factores genéticos 638
Hiperreactividad bronquial inespecífica Manifestaciones radiológicas 690
Factores endocrinos 639
(la hipótesis «holandesa») 663 Formas clinicopatológicas específicas
Estrechamiento estructural 639
Patogenia 663 de la bronquiolitis 693
Aumento de la distensibilidad 640
Características anatomopatológicas 665 Bronquiolitis infecciosa aguda 693
Disfunción neuromuscular 640
Grandes vías aéreas 665 Bronquiolitis relacionada con gases
Manifestaciones radiológicas 640
Pequeñas vías aéreas 665 tóxicos, humos y polvos 693
Manifestaciones clínicas 640
Parénquima pulmonar 665 Bronquiolitis asociada a las enfermedades
Diagnóstico 642
Manifestaciones radiológicas 668 del tejido conjuntivo 695
Pronóstico 643
Bronquitis crónica 668 Bronquiolitis obliterativa asociada
ASMA 643 Enfisema 668 al trasplante de órganos 695
Epidemiología 644 Manifestaciones clínicas 669 Síndrome de Swyer-James 695
Consideraciones genéticas 644 Manifestaciones respiratorias 669 Neumonía criptógena organizativa
Características anatomopatológicas 645 Manifestaciones cardiovasculares 673 (bronquitis obliterativa con neumonía
Patogenia 645 Pruebas de función pulmonar 673 organizativa) 696
Mecanismos celulares 645 Espirometría 674 Bronquiolitis respiratoria 698
Hiperreactividad bronquial inespecífica 646 Volúmenes pulmonares 674 Bronquiolitis folicular 699
Moco y depuración mucociliar 647 Gasometría arterial 674 Panbronquiolitis difusa 699

627
628 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

E
ste capítulo trata de una serie de enfermedades pulmonares minan un aspecto semicircular de la luz–, la vía aérea puede res-
que se agrupan en virtud de una característica frecuente, la ponder a la presión transmural, con lo que el área transversal
obstrucción de las vías aéreas. Esta obstrucción puede ser varía durante la maniobra respiratoria forzada. Las lesiones fijas
aguda o crónica y los episodios agudos pueden aparecer de mane- y las lesiones variables producen bucles flujo-volumen caracterís-
ra aislada o recidivante; la obstrucción puede afectar a la vía aérea ticos (véase figura 15-1). Como la obstrucción fija de la vía aérea
superior o a la inferior y esta última es de carácter local o difuso. superior, tanto intra como extratorácica, no se modifica con los
La denominación «enfermedad pulmonar obstructiva crónica» gradientes transmurales de presión, el flujo inspiratorio y el espi-
se utiliza mucho para referirse a pacientes que tienen una obstruc- ratorio disminuyen de manera proporcional.
ción persistente y difusa de la vía aérea inferior. Este término se apli- Sin embargo, si la lesión es variable, su localización dentro del
ca, en su sentido más amplio, a los enfermos que sufren bronquitis tórax o fuera de él reviste importancia. Durante la inspiración la
crónica con estrechamiento de la vía aérea, asma refractaria, enfise- vía respiratoria extratorácica posee una presión transmural que
ma, bronquiectasias, fibrosis quística o una combinación de estos propicia el estrechamiento, puesto que la presión intraluminal es
trastornos. Sin embargo, la EPOC también se utiliza con frecuencia, subatmosférica, mientras que la extraluminal se aproxima a la
en un sentido más riguroso, para referirse a una obstrucción irre- atmosférica. Durante la espiración la presión intraluminal se tor-
versible al flujo espiratorio que obedece fundamentalmente al con- na positiva con relación a la extraluminal, por lo que tiende a
sumo de cigarrillos. Esta obstrucción depende de una combinación dilatar la vía aérea y a enmascarar la presencia de la lesión. Por
de la pérdida de la elasticidad pulmonar y el estrechamiento de los eso, una lesión extratorácica variable suele causar un descenso
bronquiolos membranosos y respiratorios. En general, el término predominante del flujo inspiratorio máximo y apenas cambia el
EPOC se emplea en este capítulo en su acepción más restrictiva. flujo espiratorio máximo3.
Esta situación se invierte si la lesión variable tiene una locali-
zación intratorácica. Durante la inspiración la presión extralumi-
ENFERMEDAD OBSTRUCTIVA nal (equivalente a la presión pleural) se negativiza con relación a
DE LAS VÍAS AÉREAS SUPERIORES la intraluminal, por lo que la presión transmural favorece la dila-
tación de la vía. En cambio, durante la espiración la presión extra-
La vía aérea superior se extiende desde las narinas (durante la luminal se positiviza con relación a la intraluminal, por lo que se
respiración nasal) o los labios (durante la respiración bucal) has- estrecha la vía respiratoria. Por todo ello, una lesión intratorácica
ta la carina traqueal. Aunque las manifestaciones clínicas de la variable determina una reducción predominante del flujo espira-
obstrucción de estas vías aéreas sean suficientemente claras para torio máximo con una preservación relativa del flujo inspiratorio
permitir el diagnóstico inmediato y preciso, en un número con- máximo (véase figura 15-1)3.
siderable de casos se cometen errores. Aparte de las alteraciones de la curva flujo-volumen, las osci-
Los aspectos más importantes para el diagnóstico incluyen un laciones periódicas del flujo que motiva el aleteo de las estruc-
elevado índice de sospecha y la aplicación adecuada de pruebas turas de la vía aérea superior, ya sea de manera pasiva o como
fisiológicas, broncoscópicas y radiológicas específicas1. consecuencia de la contracción muscular periódica, pueden
representar un importante dato de una alteración del control del
Consideraciones generales calibre de la vía aérea superior en caso de enfermedad neuro-
muscular4. Estas oscilaciones también se observan entre algunos
Hallazgos fisiológicos pacientes que tienen apnea obstructiva del sueño5.
La comparación del VEMS1 y del flujo mesoespiratorio
El bucle flujo-volumen, que combina las curvas espiratoria e inspi- (FEF25%-75%) resulta útil para detectar la obstrucción de la vía
ratoria máximas desde la capacidad pulmonar total (CPT) y el aérea superior cuando no se dispone de los bucles flujo-volumen.
volumen residual (VR), respectivamente (figura 15-1), constituye Si no hay obstrucción del flujo aéreo, los valores cuantitativos del
un método excelente para averiguar cómo se modifican los deter- VEMS1 y del FEF25%-75% se aproximan bastante pero, conforme se
minantes fisiológicos del flujo por las diferentes lesiones obstructi- establece la obstrucción (p. ej., en el asma o en la EPOC), el valor
vas del sistema conductor. El flujo espiratorio máximo (FEM) de del FEF25%-75% disminuye de manera desproporcionada. En la obs-
las personas sanas tiene lugar en las primeras fases de la espiración trucción de la vía aérea superior el VEMS1 disminuye en la mis-
forzada; la relación de flujo entre las ramas espiratoria e inspirato- ma proporción que el FEF25%-75%6. Los pacientes que tienen lesio-
ria, para la semicapacidad vital (CV del 50%), se aproxima a 12. El nes de la vía aérea superior suelen mostrar una capacidad de
flujo espiratorio máximo disminuye menos que el flujo a volúme- difusión normal y ninguna respuesta a los broncodilatadores, a
nes pulmonares más bajos y el flujo espiratorio se reduce mucho pesar de una obstrucción importante7.
más que el inspiratorio en el asma, la EPOC y otros trastornos que
determinan una obstrucción difusa de la vía aérea inferior; por Manifestaciones radiológicas
todo ello, la relación espiratoria-inspiratoria para la semicapacidad
vital suele resultar menor de 0,5 (véase figura 15-1). En cambio, en La radiografía simple ayuda poco al estudio de los pacientes que
la obstrucción de la vía aérea superior el flujo desciende aproxima- tienen alteraciones faríngeas o laríngeas. La exploración de los
damente en la misma magnitud durante la maniobra de la capaci- pacientes que tienen una posible epiglotitis aguda, un absceso
dad vital forzada (CVF) y suele observarse una meseta en uno o en retrofaríngeo o una obstrucción por cuerpos extraños constituye la
ambos segmentos de la curva flujo-volumen. principal excepción; en estos casos se efectúan radiografías latera-
Los efectos dinámicos de las lesiones de la vía aérea superior les de los tejidos blandos del cuello. Las alteraciones intrínsecas de
dependen de que la obstrucción sea «fija» o «variable». En el pri- la faringe y de la laringe se visualizan mejor con la TC o la RM8, 9.
mer caso, la vía aérea no puede modificar su área transversal en Cuando se sospecha una alteración traqueal, la técnica inicial
respuesta a las diferencias transmurales de presión. Sin embargo, de imagen es habitualmente una radiografía convencional de
en la obstrucción «variable» –situación que se da, sobre todo, en tórax (posteroanterior y lateral)10. Para visualizar correctamente
las neoplasias que nacen en la pared de la vía respiratoria y deter- la tráquea, el mediastino y los pulmones se precisa la aplicación
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 629

Normal Obstrucción Obstrucción


intratorácica extratorácica
V inspiratorio
V espiratorio variable variable

Orificio Obstrucción EPOC,


normal de 6 mm fija bucle flujo-volumen
a volumen corriente
V inspiratorio

y curva espiratoria
máxima
V espiratorio

Enfisema Asma Normal,


V inspiratorio

bucle flujo-volumen
corriente y curva
espiratoria
máxima
V espiratorio

120 100 80 60 40 20 0 120 100 80 60 40 20 0 120 100 80 60 40 20 0


Capacidad pulmonar total: % del valor teórico

FIGURA 15-1
Bucles flujo-volumen en diversas enfermedades obstructivas. El volumen se indica como porcentaje de la CPT teórica. Las dos
curvas inferiores de la derecha muestran un bucle flujo-volumen con ventilación a volumen corriente y una curva completa del
flujo-volumen espiratorio máximo de un paciente con EPOC y de una persona sana. Esta última muestra una reserva considerable de flujo
espiratorio mientras que el bucle flujo-volumen corriente del paciente con EPOC se solapa con la curva espiratoria máxima. (Modificado de
Miller RD, Hyatt RE: Obstructing lesions of the larynx and trachea: Clinical and physiologic characteristics. Mayo Clinic Proc 44:145-161, 1969.)

de un kilovoltaje (máximo) alto (de 120 a 150). Por desgracia, la y, hasta cierto punto, la edad del paciente. Como sería de espe-
tráquea suele aparecer demasiadas veces como una «mancha cie- rar, el síntoma cardinal es la disnea, bien de esfuerzo o de
ga» para el radiólogo, defecto que se corrige prestando especial reposo, lo que depende del grado de obstrucción. El estridor
atención a esta zona. La TC, en particular la TC helicoidal, per- también puede aparecer en reposo o durante el esfuerzo y tie-
mite conocer la localización y la extensión de la obstrucción tra- ne carácter inspiratorio, espiratorio o mixto. Es frecuente la tos
queal, así como la presencia de lesiones mediastínicas. El uso de no productiva.
imágenes tridimensionales con reconstrucción volumétrica me-
jora el diagnóstico de las alteraciones traqueales tempranas que Obstrucción aguda de la vía aérea superior
no se ven en las imágenes transversales convencionales11.
Considerando el pequeño calibre intraluminal y la mayor disten-
Manifestaciones clínicas sibilidad de las vías aéreas superiores, los trastornos que produ-
cen una obstrucción aguda de la vía aérea superior afectan más a
Los síntomas y signos de la obstrucción de la vía aérea superior los lactantes y a los niños pequeños. La manifestación clínica más
varían según la naturaleza de la lesión de base, su localización frecuente es la disnea, la ronquera y el estridor de comienzo
630 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

repentino. La causa de la obstrucción se suele reconocer en la riana aguda es una causa rara, pero potencialmente mortal, de
anamnesis. Así, la fiebre y la tos se dan, a menudo, en las infec- obstrucción de la vía aérea superior21.
ciones y los episodios previos de obstrucción, en el edema angio- Muchas de las alteraciones que acaban de citarse se pueden
neurótico. A pesar de que las manifestaciones radiológicas varíen complicar con un absceso retrofaríngeo que, a su vez, da lugar a
según la causa concreta, la combinación de volúmenes pulmona- una grave obstrucción de la vía aérea superior de lactantes y adul-
res relativamente pequeños más una dilatación de la vía aérea tos (figura 15-2).
proximal a la zona de obstrucción debiera alertar al radiólogo
sobre el diagnóstico12. Edema
Infecciones El edema no infeccioso como causa de obstrucción aguda de la
vía aérea superior afecta de ordinario a la laringe. Puede deber-
Diversos microorganismos pueden ocasionar una obstrucción se a traumatismos o a inhalación de gases irritantes nocivos,
aguda de la vía aérea superior como consecuencia de un edema pero se asocia casi siempre a edema angioneurótico22. Este últi-
de la mucosa causado por líquido y células inflamatorias o por un mo puede tener un origen alérgico, hereditario o idiopático y se
exudado intraluminal después de la ulceración del epitelio. La acompaña con frecuencia de focos pruriginosos y no dolorosos
faringitis y la amigdalitis agudas se asocian casi siempre a la pre- de tumefacción en los tejidos subcutáneos de la cara, manos,
sencia de estreptococos β-hemolíticos13 y en menos ocasiones a pies y genitales; a veces se observa urticaria. El episodio lo pre-
los adenovirus y virus Coxsackie14, 15. La laringotraqueítis aguda cipitan algunos alimentos, sustancias inhaladas, picaduras de
(crup) se debe fundamentalmente a los virus parainfluenza o sin- abeja o fármacos, entre otros el ácido acetilsalicílico y los inhi-
citial respiratorio y produce un estrechamiento característico de bidores de la enzima conversora de la angiotensina (IECA)23; no
la tráquea subglótica; la traqueítis estafilocócica remeda este cua- obstante, la causa precisa sólo se reconoce en menos del 20% de
dro clínico16. La tos ferina se asocia a veces a una obstrucción de las ocasiones. La forma hereditaria se asocia a ausencia o altera-
la vía aérea superior y está producida por Bordetella pertussis y los ción de un inhibidor del primer componente del complemento
adenovirus17. (inhibidor de la C1 esterasa). En general comienza en la infan-
La epiglotitis aguda se debe en general a Haemophilus influen- cia y se caracteriza por episodios recidivantes, acompañados
zae y, en ocasiones, a Staphylococcus aureus o Streptococcus pneu- muchas veces de retortijones24. Estos episodios pueden seguir a
moniae18. Aunque habitualmente afecta a lactantes y niños traumatismos locales, como amigdalectomía o extracciones
pequeños, también se observa en los adultos, en cuyo caso suele dentales, o a disgustos. A veces el trastorno pone en peligro la
pasar desapercibida19. Los datos radiológicos incluyen edema de vida, aunque las medidas profilácticas surten efecto a largo pla-
la epiglotis, pliegues aritenoepiglóticos, aritenoides, úvula y par- zo24; el pronóstico del edema angioneurótico crónico no here-
tes blandas prevertebrales. La nasofaringe y la orofaringe tienden ditario es favorable25.
a abombarse y se oblitera la fosita glosoepiglótica. Una cuarta El edema por lesiones térmicas de la vía aérea superior es fre-
parte de los niños afectados experimenta una estenosis de la trá- cuente y es el responsable de muchas muertes relacionadas con
quea subglótica que remeda una laringotraqueítis aguda20. Los incendios26. Los pelos nasales chamuscados y la ronquera dan
síntomas iniciales incluyen dolor intenso en la faringe, dificultad algunas pistas diagnósticas que se confirman con las curvas flujo-
respiratoria y ronquera; puede haber estridor. La traqueítis bacte- volumen inspiratorias y espiratorias y la laringoscopia con un

FIGURA 15-2
Absceso retrofaríngeo y mediastínico agudo. Mujer de 29 años que ingresó en el hospital por disnea progresiva, dificultades para la
deglución y pérdida de la voz desde 8 días antes. Se efectuó una traqueotomía de urgencia. En la radiografía lateral de las partes blandas del
cuello con rayo horizontal (A) se aprecia una gran acumulación de gas y líquido en el espacio retrofaríngeo, junto con la obliteración
completa del espacio aéreo de la hipofaringe y un desplazamiento anterior de la tráquea cervical. En la radiografía anteroposterior (B) se
aprecia una gran masa mediastínica que se proyecta sobre todo a la derecha de la línea media. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 631

instrumento de fibra óptica27; meses después de la lesión inicial en un bronquio principal y la atelectasia del pulmón contralate-
puede observarse una estenosis traqueal como consecuencia de la ral como consecuencia de la obstrucción completa de su bron-
fibrosis de la mucosa28. quio principal. El médico no debe confundirse si ausculta mur-
mullo vesicular en el pulmón colapsado, pues se transmite desde
Hemorragia retrofaríngea el pulmón contralateral normal o hiperinsuflado.

La obstrucción aguda de la vía aérea superior que produce una Obstrucción crónica de la vía aérea superior
hemorragia del espacio retrofaríngeo se asocia a multitud de cau-
sas, entre ellas la cirugía cervical, los traumatismos externos, la Contrariamente a la obstrucción aguda de la vía aérea superior,
angiografía carotídea, el cateterismo retrógrado transbraquial y a menudo sin una causa aparente, la enfermedad obstructiva
la erosión de una arteria como consecuencia de una infección o la crónica suele diagnosticarse erróneamente como asma o EPOC.
rotura de un aneurisma29, 30. La hemorragia también puede surgir La disnea es el síntoma habitual de presentación, pero puede
espontáneamente si el paciente sufre trastornos hematológicos también aparecer un cor pulmonale de manera insidiosa o una
del tipo de hemofilia o leucemia aguda o si recibe tratamiento alteración del sueño. Los trastornos causantes son muy variados
anticoagulante31, 32. (tabla 15-1).

Aspiración de cuerpos extraños Hipertrofia amigdalina y adenoidea


La obstrucción de la vía aérea por cuerpos extraños afecta más a La hipertrofia de las amígdalas palatinas, hasta el punto de obs-
los lactantes y niños pequeños y también a los bronquios princi- truir la vía aérea, se da sobre todo en la infancia35. A pesar de su
pales, si se compara con la vía aérea superior (véase página 744). Los rareza, puede observarse hipoventilación alveolar con la consi-
objetos que se aspiran habitualmente son partículas alimentarias, guiente hipoxia, hipercapnia e hipertensión arterial pulmonar y
como cacahuetes. La laringe de los adultos se puede obstruir por corazón pulmonar36. El aspecto radiológico característico se
cuerpos mayores, por ejemplo, trozos de carne parcialmente mas- corresponde con una masa elíptica lisa y bien definida de tejidos
ticada (síndrome «coronario de los cafés») y puede ocasionar la blandos que desciende desde el paladar blando hasta la hipofa-
muerte inmediata (figura 15-3). Los grandes cuerpos extraños ringe; es frecuente la hipertrofia asociada de las vegetaciones ade-
intraesofágicos también producen obstrucción aguda por la com- noideas nasofaríngeas.
presión de la vía aérea adyacente33.
Enfermedades tiroideas
Colocación errónea del tubo endotraqueal
El bocio representa una causa bastante frecuente de obstrucción
Este problema se observa sobre todo en el bronquio principal de la vía aérea superior y se puede diagnosticar por las curvas flu-
derecho34. Los datos radiológicos son característicos: se ve el tubo jo-volumen, la TC, la RM o la ecografía37-39. La tiroiditis de Riedel,

A B

FIGURA 15-3
Obstrucción aguda de la vía aérea superior por un cuerpo extraño. En esta radiografía anteroposterior del cuello (A) se aprecia una opacidad
(flechas) del tamaño de una uva en el seno piriforme izquierdo, justo encima de las cuerdas vocales falsas. Este objeto se ve con mayor nitidez (flecha) en
una proyección lateral selectiva de las partes blandas del cuello (B). Esta mujer de 71 años había acudido con dificultad respiratoria aguda y se
encontraba cianótica y estuporosa. En la laringoscopia directa se observó una uva, cuya extracción permitió la mejoría inmediata. (Por cortesía del Dr. John
Fleetham, University of British Columbia, Vancouver.)
632 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

TABLA 15-1. Algunas causas de obstrucción crónica


de la vía aérea superior
Infección

Infección granulomatosa crónica por Klebsiella rhinoscleromatis


Papilomatosis laringotraqueal
Tejido ectópico
Timo o glándula tiroidea endotraqueales
Glándula tiroidea lingual
Neoplasias
Neoplasias primarias
Carcinoma epidermoide traqueobronquial
Neoplasias de la glándula traqueobronquial
Plasmocitoma
Linfoma
Sarcoma de Kaposi
Metástasis de carcinomas
Propagación directa de la neoplasia
Carcinoma tiroideo
Carcinoma esofágico
Quistes
Quiste del conducto tirogloso
Quiste broncógeno mediastínico
Laringoceles
Alteraciones osteomusculares
Anquilosis de la articulación cricoaritenoidea en la artritis reumatoide
Anquilosis de la articulación temporomandibular
Osteofitos cervicales FIGURA 15-4
Espondilitis anquilosante de la columna cervical
Estenosis traqueal después de una intubación. Imagen de la tráquea en
Alteraciones metabólicas una radiografía posteroanterior de tórax en la que se aprecia una estenosis
traqueal circunferencial localizada (flechas). (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Acromegalia (macroglosia e hipertrofia de las partes blandas faríngeas) Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
Amiloidosis 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
Mucopolisacaridosis
Alteraciones inmunitarias
Granulomatosis de Wegener geos45. La parálisis de las cuerdas vocales afecta sobre todo al flu-
Colitis ulcerosa
Policondritis recidivante
jo inspiratorio. La estenosis glótica espiratoria paradójica y el
estridor psicógeno episódico causados por la aproximación de las
Alteraciones vasculares cuerdas vocales durante la inspiración se pueden confundir con
Cayado aórtico derecho una obstrucción orgánica46, 47.
Arteria subclavia, innominada o carótida primitiva aberrantes
Anillo incompleto de la arteria pulmonar
Aneurisma aórtico Estenosis traqueal
Traumatismos Una de las causas más frecuentes de obstrucción crónica de la vía
Fibrosis traqueal secundaria a la intubación aérea superior es la estenosis traqueal secundaria a la intubación
o la traqueotomía48. Tiene lugar fundamentalmente en la zona
del estoma o del manguito hinchable. En este último caso el
mecanismo es la compresión de la mucosa traqueal entre el glo-
bo del manguito y el cartílago subyacente, con la necrosis poste-
rior de la mucosa y la posible fibrosis o destrucción del soporte
el cáncer de glándula tiroidea y el tejido tiroideo ectópico intra- cartilaginoso49. El aspecto radiológico se caracteriza por la este-
traqueal suponen causas más raras40, 41. nosis circunferencial de la luz traqueal (figura 15-4) o bien por
una membrana fina o una opacidad excéntrica y engrosada den-
Disfunción laríngea tro de la luz50. El estudio óptimo exige el uso de la TC helicoidal
(figura 15-5)51.
La disfunción laríngea, motivada por una menor actividad de Desde el punto de vista clínico, la mayoría de los pacientes se
los grupos musculares dilatadores o por una mayor actividad de los encuentra asintomática durante cierto tiempo después de retirar
constrictores, puede ocasionar una obstrucción aguda o crónica el tubo de traqueotomía. Al final hay una dificultad progresiva
de la vía aérea42. Las causas concretas son las enfermedades neu- para eliminar las secreciones y disnea de esfuerzo. Estos síntomas
romusculares, como la enfermedad de Parkinson y la miastenia pueden evolucionar hacia el estridor y una disnea llamativa de
grave43, 44 y la sección quirúrgica inadvertida de los nervios larín- mínimos esfuerzos50.
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 633

FIGURA 15-5
Estenosis traqueal
postraqueotomía. En esta
reconstrucción tridimensional con TC
helicoidal en proyección
anteroposterior (A) y lateral (B) se
aprecia la estenosis traqueal (entre las
flechas). Las reconstrucciones se
efectuaron con una técnica de
sombreado superficial. (Por cortesía
de la Dra. Martine Remy-Jardin, Centre
Hospitalier Regional et Universitaire
de Lille, Lille, France.)

Neoplasias traqueales espiratorio de la vía aérea. La alteración de la vía aérea progresa


en ocasiones con rapidez, se intensifica y constituye la causa más
En la tráquea rara vez asienta un cáncer primario. La inmensa frecuente de muerte60. Conviene diagnosticar y tratar de inme-
mayoría de las neoplasias son cánceres epidermoides y carcino- diato esta lesión debido al efecto beneficioso de los corticoides61.
mas adenoquísticos (véase página 371). Los tumores suelen visua- El signo radiológico habitual es una estenosis circunferencial
lizarse como nódulos intraluminales de bordes lisos, irregulares o difusa de la tráquea y de los bronquios principales62; en la TC
lobulados o como un engrosamiento excéntrico o circunferencial también se aprecia un engrosamiento circunferencial leve de sus
de la pared traqueal acompañado de estenosis luminal52. La TC paredes (figura 15-7)63, 64.
helicoidal y la RM ayudan a conocer su extensión53, 54. Los pacien-
tes refieren a menudo antecedentes de tratamiento por asma Traqueobroncopatía osteocondroplásica
durante mucho tiempo antes de establecerse el diagnóstico
correcto. También puede aparecer con frecuencia disnea, ronque- La traqueobroncopatía osteocondroplásica es un trastorno raro
ra, tos y sibilancias, al igual que hemoptisis. Si se coloca el este- que se caracteriza por la presencia de nódulos de cartílago y de
toscopio sobre la tráquea (y a veces sin él) se ausculta un estridor hueso en la mucosa de la tráquea y de los bronquios65. En general se
característico. El estridor suele ser inspiratorio en las lesiones reconoce como un hallazgo casual en la autopsia o durante la
extratorácicas y espiratorio en las intratorácicas. broncoscopia66, 67. Se ignora la causa, pero se ha especulado con
que podría tratarse de la fase final de la amiloidosis o que podría
Tráquea en «vaina de sable» representar encondrosis que se originan en los anillos cartilagino-
sos traqueobronquiales68, 69. Los nódulos se ven como pólipos sési-
Los diámetros coronal y sagital de la columna de aire de la trá- les numerosos que dan a la tráquea y a los bronquios un aspecto
quea suelen ser bastante parecidos. La tráquea en «vaina de sable» arrosariado tanto en la autopsia como en la broncoscopia.
se caracteriza por una reducción notable del diámetro coronal y La manifestación radiológica habitual es un engrosamien-
un incremento del sagital, que se restringe a la porción intratorá- to nodular o irregular de las paredes traqueal y bronquial (figu-
cica (figura 15-6)55. La mayoría de los pacientes afectados son ra 15-8)70. En la TC se advierte además un engrosamiento nodular
fumadores con EPOC56 y tiene signos fisiológicos de obstrucción con estrechamiento ondulante de la luz de la vía aérea (figura 15-9)71.
de la vía respiratoria inferior más que de la superior. Se ignora Casi ningún paciente sufre síntomas puesto que el grado de pro-
aún si la alteración es la consecuencia o la causa de la obstrucción liferación osteocondromatosa no basta para inducir una esteno-
respiratoria57. sis clínicamente significativa de la vía aérea. A veces hay disnea,
ronquera, tos, expectoración, sibilancias o hemoptisis72. El diag-
Policondritis recidivante nóstico se puede establecer en la broncoscopia: las formaciones
espiculadas de hueso y cartílago producen una sensación de re-
Esta enfermedad rara afecta al cartílago de numerosos lugares correr un enrejado al hacer avanzar el instrumento.
del organismo, entre otros las costillas, el pabellón auricular, la
nariz, las articulaciones centrales y periféricas y el árbol tra- Traqueomalacia
queobronquial (véase página 494)58. Los efectos de la obstrucción
sobre las grandes vías aéreas pueden ser fijos o variables59. Estos La traqueomalacia se caracteriza por la debilidad de la pared
últimos se deben al aumento de la distensibilidad y a la flacidez traqueal y del cartílago de apoyo con la consiguiente facilidad de
que produce la destrucción del cartílago, y motivan un colapso colapsarse73. Se puede acompañar de traqueomegalia. Las cau-
634 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

A B

FIGURA 15-6
Tráquea en vaina de sable. En estas proyecciones posteroanterior (A) y
lateral (B) de tórax se aprecia un estrechamiento de la tráquea intratorácica
en el plano coronal (cabezas de flecha) y un ensanchamiento en el sagital
(flechas). Obsérvese cómo la tráquea extratorácica (flechas) tiene un aspecto
normal; la estenosis comienza en el desfiladero torácico superior.
C. La TC de otro paciente revela una estenosis coronal y un incremento
del diámetro sagital de la tráquea. También se ve enfisema y un nódulo de
2 cm de diámetro en el lóbulo superior izquierdo (que resultó ser un
carcinoma pulmonar). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD:
C Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB
Saunders, 1999.)

sas incluyen necrosis del cartílago después de la intubación, puede extenderse desde la laringe hasta la periferia del pul-
malformación congénita de los anillos cartilaginosos, aumento món76. De causa incierta, su relación con trastornos del tejido
del tamaño de la glándula tiroidea, malformaciones vasculares, conjuntivo, como el síndrome de Ehlers-Danlos77 y el síndrome
traumatismos, infecciones crónicas o recidivantes, radioterapia de Marfan78, hace pensar en un defecto del tejido elástico. En el
y policondritis recidivante74. La flacidez patológica se acompaña estudio anatomopatológico se observa afectación de las porcio-
de una ineficiencia del mecanismo de la tos con la consiguiente nes cartilaginosa y membranosa de la tráquea y de los bron-
retención de moco, neumonitis recidivantes y bronquiectasias. quios, y ambas poseen un tejido muscular y elástico atrofiado y
Los síntomas incluyen estridor y disnea. Los estudios de imagen adelgazado79.
revelan una dilatación de las vías aéreas conductoras durante la En el estudio radiológico (figura 15-10) el calibre de la trá-
inspiración y un colapso prematuro durante la espiración, tan- quea y de los bronquios principales aparece aumentado y las
to en la traqueomalacia como la traqueobroncomegalia73. La columnas de aire tienen un aspecto irregular y corrugado por la
modalidad preferida para el estudio definitivo es la TC espira- protrusión del tejido mucoso y submucoso entre los anillos car-
toria75. tilaginosos («diverticulosis traqueal»). La TC y la RM permiten
identificar la dilatación (véase figura 15-10)80; la TC dinámica
Traqueobroncomegalia pone de manifiesto el colapso de la vía aérea durante la espira-
ción81. A diferencia de la bronquiectasia, los bronquios dilatados
La traquebroncomegalia (síndrome de Mounier-Kuhn) se de los pacientes que sufren traqueobroncomegalia suelen tener
caracteriza por una dilatación del árbol traqueobronquial que paredes finas.
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 635

FIGURA 15-7
Policondritis recidivante. En estas imágenes de la TC helicoidal se ve engrosamiento leve y calcificación de las paredes traqueales (flechas) (A)
y de los bronquios principal y del lóbulo superior derecho (B) (flechas). En las ventanas del pulmón (C) se aprecia el estrechamiento de la luz
bronquial. En la reconstrucción tridimensional con la técnica del sombreado superficial (D) se observa una estenosis bastante leve pero extensa
de la tráquea y de los bronquios principales, sobre todo el izquierdo. (Por cortesía de la Dra. Martine Remy-Jardin, Centre Hospitalier Regional et
Universitaire de Lille, Lille, France.)
636 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

Como ocurre en la traqueobroncomalacia, la traqueobronco-


megalia se asocia a un mecanismo ineficiente de la tos y neumo-
nías recidivantes82. La presencia de tos prolongada y de un ruido
intenso, áspero y desagradable en la auscultación de un paciente
que no puede expectorar las secreciones obliga a sospechar este
diagnóstico81.

APNEA OBSTRUCTIVA DEL SUEÑO


La apnea obstructiva se puede definir como la obstrucción com-
pleta de la vía aérea superior a pesar de esfuerzos respiratorios
mantenidos y que dura al menos 10 segundos83. La apnea central
es la ausencia de flujo y de esfuerzo respiratorio durante al menos
10 segundos. La apnea mixta comienza por el cese del esfuerzo
respiratorio pero continúa cuando el esfuerzo respiratorio cre-
ciente se dirige contra una vía aérea cerrada. La hipopnea es una
reducción pasajera que puede ser de origen central u obstructivo.
Las apneas obstructivas y mixtas caracterizan a los pacientes que tie-
nen el síndrome de la apnea-hipopnea obstructiva del sueño (AOS),
que se describe en este capítulo. La apnea central pura se relacio-
na con alteraciones de los centros de control respiratorio de la
protuberancia y del bulbo y se comenta en el capítulo 23 (véase
página 914).
FIGURA 15-8
Traqueobroncopatía osteocondroplásica. La visualización de la tráquea Características fisiológicas del sueño normal
en esta radiografía posteroanterior de tórax de un varón de 69 años
muestra el estrechamiento regular de la tráquea. La pared tiene un aspecto El sueño repercute profundamente en la mecánica del aparato
nodular; no se observa ninguna calcificación evidente. (Tomado de Fraser RS, respiratorio, el control de la respiración, el metabolismo y la
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the hemodinámica. Durante las dos fases iniciales del sueño sin
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
movimientos oculares rápidos (NMOR) la respiración
. es incons-
tante e irregular; la ventilación minuto media (VE) desciende y la
PCO2 alveolar y arterial aumentan ligeramente. Los períodos de
hiperpnea relativa pueden seguirse de una apnea central breve.
Durante las fases 3 y 4 (sueño de ondas lentas) la respiración se

FIGURA 15-9
Traqueobroncopatía osteocondroplásica. Esta TC (A) de un varón de 64 años muestra un engrosamiento nodular de la pared traqueal.
En las ventanas de tejido blando (B) se aprecia una calcificación extensa de los nódulos submucosos. Obsérvese que no está afectada la
porción membranosa posterior de la tráquea, que es un rasgo característico de la traqueobroncopatía osteocondroplásica. (Tomado
de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 637

FIGURA 15-10
Traqueobroncomegalia. En las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) de tórax se observa una gran dilatación de la tráquea y de los bronquios
principales. En la TC de alta resolución de la tráquea (C) y de los bronquios principales (D) se confirma la dilatación difusa de la tráquea, los dos
bronquios principales y los bronquios intraparenquimatosos. Obsérvese que los bronquios poseen paredes finas. El diámetro de la tráquea era de 3,3 cm
y el de los bronquios principales derecho e izquierdo, de 3 cm y de 3,4 cm, respectivamente. Este paciente tenía 21 años. (Tomado de Kwong JS,
Müller NL, Miller RR: Diseases of the trachea and main-stem bronchi: Correlation of CT with pathologic findings. Radiographics 12:645, 1992.)

torna muy regular y sigue dependiendo hasta un 5%-30% de la de La última salvaguarda es el alertamiento, que reduce enseguida
84, 85
. que la PaCO2 aumenta de 2 a 7 mm Hg
la vigilia, mientras . El la resistencia de la vía aérea superior y aumenta la sensibilidad de
descenso de la VE es consecuencia del incremento de la resisten- las respuestas química y mecánica88. El umbral para el alertamien-
cia de la vía aérea más que de un descenso del estímulo respirato- to y la activación de la respuesta a las modificaciones de los gases
rio86. La respiración se torna de nuevo irregular cuando empieza sanguíneos varía mucho de una persona a otra; un umbral alto
el sueño de movimientos oculares rápidos (MOR, o REM en podría constituir un factor de riesgo importante para la AOS89.
inglés); la activación electromiográfica intercostal disminuye, al
igual que la aportación
. de la expansión de la caja torácica a VT. Epidemiología
En conjunto, la VE sigue disminuyendo con una fluctuación con-
siderable de la ventilación alveolar de una respiración a otra84. La prevalencia calculada de la apnea obstructiva del sueño en la
La quimiosensibilidad ventilatoria a la hipoxia y a la hipercap- población general depende del umbral diagnóstico escogido90.
nia disminuye en todas las fases del sueño87. Este descenso se Así, en un estudio en el que el diagnóstico se basó en la presencia
acentúa más durante el sueño MOR que durante el sueño de ronquido habitual, pausas respiratorias durante el sueño y
NMOR. La adaptación habitual y rápida a las cargas resistivas somnolencia diurna notificadas en entrevistas telefónicas, se
externas disminuye87, de la misma manera que la velocidad de observó la afectación del 3,5% de los varones y del 1,5% de las
depuración mucociliar y el umbral tusivo. mujeres91. Sin embargo, en otro estudio donde este trastorno se
638 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

definió por la presencia de más de cinco episodios de apnea por TABLA 15-2. Trastornos asociados a la apnea obstructiva
hora de sueño se reconoció una apnea obstructiva del sueño en el del sueño
11% de los varones y en el 6% de las mujeres92. Neurológicos
Una medida útil de la gravedad es el índice de apnea-hipop-
nea (IAH), que se define como el número de episodios de apnea o Enfermedad de Alzheimer
de hipopnea que motivan un descenso de la SaO2 del 4% o más por Enfermedad de Parkinson
Siringomielia
hora93. Un IAH superior a 10 suele tomarse como valor discrimina- Malformación de Arnold-Chiari
torio de la AOS. Con esta definición, los cómputos de la prevalencia Poliomielitis
han sido del 2,7% en un estudio de 1.510 varones italianos94 y del Neuropatías vegetativas
10% de los varones y del 7% de las mujeres en una investigación Hidrocefalia normotensiva
de 400 adultos australianos95. En el estudio de cohortes Wisconsin Neuropatía diabética
Síndrome de Shy-Drager
Sleep Cohort Study, en el que se examinó una muestra aleatoria de Deficiencia de maltasa
cerca de 600 varones y mujeres de 30 a 60 años, el 4% de los varones Mucopolisacaridosis
y el 2% de las mujeres padecía apnea obstructiva del sueño96. La pre- Síndrome de Alpert
valencia es mayor en los primeros años de la infancia y en la senec- Miastenia grave
Síndrome de Möbius
tud, así como en los afroamericanos y los hispanos97, 98. Síndrome del cromosoma X frágil
Muchos trastornos predisponen a la apnea obstructiva del sueño Complejo malformativo de Klippel-Feil
(tabla 15-2), en particular la obesidad. Aunque la apnea obstructiva Distrofia miotónica
del sueño pueda darse en personas de peso normal, del 60% al 90% Distrofia muscular de Duchenne
de los casos diagnosticados corresponde a obesos (con un índice de Síndrome de Gilles de la Tourette
Tetraplejía
masa corporal [IMC] superior a 28 kg/m2)90. Es más, la gravedad Síndrome de Rubinstein-Taybi
del trastorno aumenta conforme lo hace el IMC y el adelgazamien-
Metabólicos
to se acompaña de una mejoría espectacular99. Las mediciones de la
obesidad central y visceral, como un incremento entre la relación Obesidad
cintura-cadera y un aumento del perímetro del cuello, pronostican Hipotiroidismo
Acromegalia
a veces la apnea obstructiva del sueño mejor que el IMC100. Diabetes
Algunos datos indican que, si bien del 85% al 90% de los Tratamiento con hormona del crecimiento
pacientes diagnosticados en clínica son varones101, este desequili- Tratamiento con testosterona
brio sexual tan llamativo podría deberse a un sesgo diagnóstico102. Enfermedad de Cushing
En las mujeres el trastorno suele aparecer en el período posmeno- Osteomusculares
páusico. El embarazo también puede asociarse a este problema103.
Cifoescoliosis
Otros factores de riesgo para la apnea obstructiva del sueño son Tórax infundibuliforme
los antecedentes familiares del trastorno, una CV más baja y el Acondroplasia
consumo de tabaco, alcohol y medicamentos, como los sedantes. Fibromialgia
Enfermedad de Ollier (condromatosis ósea)
Etiología y patogenia Miscelánea
Insuficiencia renal crónica
La apnea obstructiva del sueño se debe a una pérdida del tono Hemodiálisis
muscular de la vía aérea superior durante el sueño, superpues- Síndrome de Marfan
ta a cierto grado de estrechamiento de la vía104. Los episodios Embarazo
de obstrucción y apnea suceden en todas las fases del sueño, en Síndrome de fatiga crónica
Traqueobroncomalacia y laringomalacia
especial en la segunda etapa del sueño NMOR y durante el sue- Síndrome carcinoide
ño MOR, momento en que las apneas suelen ser más largas y la Tumor obstructivo de la vía aérea superior
consiguiente desaturación arterial más profunda105. Los facto- Síndrome del párpado flácido
res patogénicos implicados incluyen la estenosis intrínseca Sarcoidosis
(anatómica) de la vía aérea, el colapso patológico de la misma, Reparación de la hendidura palatina
la disminución de los impulsos nerviosos y la falta de coordi-
nación de la activación de los músculos de la vía aérea superior
(figura 15-11)106.
estructura craneofacial por parte de los gemelos monocigóticos y
Factores genéticos dicigóticos109; es frecuente descubrir una anatomía craneofacial
desproporcionada en los familiares de los pacientes que tienen
Existen pruebas convincentes de que la apnea obstructiva del sue- apnea obstructiva del sueño110. El síndrome de Down es la enfer-
ño depende en parte de factores genéticos. De hecho, se cree que medad congénita que más veces se acompaña de este tipo de
el 40% de la variación del IAH se explica por este motivo107. Aun- apnea111, casi siempre secundaria a hipertrofia amigdalina. Según
que no esté clara la base de la contribución genética, es probable los datos de estudios con gemelos, aproximadamente el 70% de la
que participen genes asociados a la estructura craneofacial, la dis- variación de la obesidad es de tipo genético112; además, los genes
tribución de la grasa corporal, el control de la ventilación pulmo- contribuyen a la variabilidad interindividual en la distribución
nar y el control neural de los músculos de la vía aérea superior107. corporal de la grasa113. Los familiares de los pacientes que tienen
Se ha documentado la agregación familiar de este tipo de apnea apnea obstructiva del sueño muestran una menor respuesta ven-
en personas obesas y no obesas108 y se ha demostrado que el ron- tilatoria a la hipoxemia y un mayor aumento de la impedancia de
quido tiene un componente hereditario. En un estudio radiológi- la vía respiratoria como consecuencia de la carga inspiratoria, si se
co se observó una gran capacidad para heredar las medidas de la les compara con testigos coetáneos del mismo sexo114.
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 639

Factores Mecanismos Acontecimientos Acontecimientos Complicaciones


predisponentes subyacentes principales secundarios clínicas

• Alcohol • Inicio del sueño • Vibración del paladar


• Ronquido
• Sedantes • ↓ Actividad de blando
• Falta del sueño los músculos de la
• Hipertensión pulmonar
vía aérea superior • Estrechamiento de • Vasoconstricción
• Obesidad • Insuficiencia cardíaca
la vía aérea superior arterial pulmonar
• Sexo masculino derecha
• Testosterona • Vasoconstricción
• Antecedentes arterial sistémica • Hipertensión sistémica
• ↓ Tamaño • Apnea obstructiva
familiares
de la orofaringe
• Hipotiroidismo • Bradicardia vagal • Arritmias cardíacas
• Acromegalia • ↓ PO2, ↑ PCO2 ↓ pH • Isquemia e • Muerte repentina no
• Rasgos faciales irritabilidad cardíacas explicada
dismórficos
• ↑ Distensibilidad • Dilatación vascular
• Obesidad de la orofaringe cerebral • Cefalea matutina
• Alertamiento
• Obstrucción nasal del sueño
• ↑ Resistencia al flujo • Disfunción hipotálamo- • Disminución
• Rinitis crónica de la libido
aéreo corriente arriba hipofisotesticular
• IRA • Impotencia
• Reanudación
• Estimulantes del flujo aéreo • Estimulación
• Policitemia
respiratorios • ↑ Presión de la eritropoyesis
• Marcapasos inspiratoria negativa • Somnolencia diurna
diafragmático • Retorno al sueño • Alteración o lesión
cerebral excesiva
• Obesidad • ↓ PO2 inicial • Deterioro intelectual
• Enfermedad • Fragmentación del • Cambios de la
respiratoria sueño personalidad
• Vuelos en avión • ↓ Actividad de los • Falta de sueño • Trastornos de
• Grandes alturas quimiorreceptores profundo conducta
periféricos
• Sedantes • ↓ Excitabilidad del • Actividad motora
• «Epilepsia» nocturna
SNC excesiva

FIGURA 15-11
Patogenia de la apnea obstructiva del sueño. IRA, infección respiratoria alta; SNC, sistema nervioso central. (Modificado de una tabla elaborada por el
Dr. John Fleetham, Vancouver General Hospital, University of British Columbia, Vancouver.)

En un análisis de ligamiento de 66 familias en las que había un ofreció una sensibilidad del 98% y una especificidad del 100%
probando con apnea obstructiva del sueño se hallaron pocas para detectar la apnea obstructiva del sueño119.
pruebas de ligamiento del IAH y del IMC con diversos cromoso- Sólo una pequeña parte de las alteraciones estructurales se
mas115; salvo con el locus 19p, las pruebas de ligamiento con el detecta a primera vista120. La obstrucción de la vía aérea que
IAH desaparecieron tras ajustar el IMC; todo ello hace pensar en se produce durante la apnea del sueño ocurre, de ordinario, en la
que factores genéticos compartidos y no compartidos explican la orofaringe121. Aunque la obstrucción nasofaríngea no produzca
susceptibilidad a la apnea obstructiva del sueño y a la obesidad. apnea por sí misma, puede precipitarla en virtud de las presiones
De hecho, podría existir una vía causal común en la que intervi- inspiratorias descendentes más negativas que surgen obligatoria-
nieran uno o más genes reguladores del IAH y del IMC. mente122. La respiración bucal también acrecienta el riesgo de
apnea obstructiva del sueño, puesto que la apertura de la boca
Factores endocrinos tiende a desplazar la lengua hacia atrás y fomenta el cierre de la
vía aérea123.
Como se ha señalado anteriormente, la apnea obstructiva del sue- La cefalometría (radiografía lateral de la cabeza y del cuello
ño afecta sobre todo a los varones; más aún, las mujeres que tie- con el uso de la técnica para tejidos blandos) ha revelado una
nen este trastorno muestran cifras elevadas de andrógenos y la serie de alteraciones en la anatomía craneofacial y de las partes
administración de andrógenos puede inducir un estado anómalo blandas de la vía aérea superior que predisponen a la obstrucción de
en varones y mujeres que no tenían afectación previa116. Estas este tramo de la vía durante el sueño y modifican la intensidad
observaciones, junto con el efecto estimulante ventilatorio cono- de la apnea124. Se sabe que muchos pacientes tienen una mandí-
cido de medroxiprogesterona, han llevado a proponer que el pre- bula pequeña, situada posteriormente, una vía aérea posterior
dominio masculino en la apnea obstructiva del sueño se relacio- estrecha, una lengua y un paladar blando grandes, un hueso hioi-
na con un efecto nocivo de la testosterona y con la ausencia del des descendido o una combinación de estas alteraciones. Se han
efecto protector de la progesterona117. reconocido también diferencias en los parámetros cefalométricos
de algunos grupos raciales, hecho que podría tener relevancia
Estrechamiento estructural para la variación étnica en la prevalencia de la apnea obstructiva
del sueño ya mencionada125.
El estrechamiento estructural de la vía aérea superior constituye El depósito de tejido adiposo en los tejidos blandos que rodean
uno de los principales factores de riesgo en la gran mayoría de los la faringe constituye una causa importante de estrechamiento
pacientes que sufren apnea obstructiva del sueño con repercusión de la vía aérea superior. La circunferencia del cuello es una medi-
clínica118. Los resultados de un estudio de 300 pacientes consecu- da clínica sencilla que refleja la obesidad de la vía aérea superior
tivos lo demuestran: el modelo predictivo que se basa en el IMC, y se correlaciona con algunas variables de las partes blandas que
la circunferencia del cuello y ciertas medidas de la cavidad bucal se miden en la cefalometría126, 127. Además, predice la intensidad
640 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

de la apnea mejor que el IMC128. Estos datos indican que el efec- y se estrecha significativamente más en los pacientes que sufren
to de la obesidad en la apnea obstructiva del sueño está mediado apnea obstructiva del sueño (figura 15-13). Otros datos de la TC
por el depósito de grasa en el cuello128. son el incremento del tejido adiposo o no adiposo de la pared
Podría también suceder que parte del estrechamiento faríngeo faríngea, el engrosamiento de la mucosa nasofaríngea y orofaríngea
de los pacientes que tienen apnea obstructiva del sueño fuera la y el aumento del tamaño del tejido linfático, la lengua o el pala-
consecuencia más que la causa de la obstrucción. Muchos pacientes dar blando142. Las dimensiones de la vía aérea superior y el
presentan edema en las paredes de la faringe y en el paladar blan- aumento de la grasa faríngea también se pueden examinar con la
do, así como una úvula péndula106; se ha propuesto que la obstruc- RM143. En concreto, la RM ultrarrápida genera imágenes dinámi-
ción crónica y el ronquido causan un edema de estas estructuras. cas tridimensionales y permite visualizar el lugar del estrecha-
miento o cierre de la vía aérea144.
Aumento de la distensibilidad
Manifestaciones clínicas
El incremento de la distensibilidad de la vía aérea superior es otro
factor patogénico importante129. Se puede medir durante el sue- Los síntomas y signos principales de la apnea obstructiva del sueño
ño o la anestesia aplicando una presión negativa a la entrada de son el ronquido, las apneas observadas por la pareja y la somnolen-
la vía aérea y determinando la presión con la que se cierra la vía. cia diurna excesiva145. El ronquido es casi constante y suele preceder
Se pueden aplicar presiones negativas de –25 cm H2O o más bajas al diagnóstico de la apnea obstructiva del sueño, a veces durante
a personas sanas antes de que se produzca el cierre; sin embargo, muchos años146. Sin embargo, este síntoma no es en absoluto espe-
en los pacientes que tienen apnea obstructiva del sueño el cierre cífico de la apnea obstructiva del sueño. Casi el 40% de los varones
ocurre con presiones tan altas como –0,5 cm H2O. La presión de y el 30% de las mujeres ronca de manera ocasional o habitual y esta
cierre es menos negativa en decúbito supino que en decúbito late- prevalencia es mucho mayor que la de la apnea obstructiva del sue-
ral130; la apertura de la boca aumenta la posibilidad de colapso131. ño147. Las descripciones de los patrones de sueño y de ronquido por
En cuanto se cierra la vía aérea, la presión para restablecer la per- parte del cónyuge o de la pareja ayudan al diagnóstico. El ronquido
meabilidad aumenta como consecuencia de las fuerzas de adhe- de las personas que tienen apnea obstructiva del sueño suele ser rui-
sión superficial. El cierre también se puede exponer dinámica- doso, irregular e interrumpido por períodos frecuentes de apnea.
mente mediante radioscopia digital132. Los períodos de apnea suelen terminar con un bufido ruidoso y la
actividad motora propia del alertamiento y luego se repite el ciclo.
Disfunción neuromuscular Otro síntoma característico de la apnea obstructiva del sueño
es la somnolencia diurna excesiva. Su intensidad se correlaciona
Diversos trastornos neurológicos se asocian a una mayor preva- con la de la apnea nocturna y la privación del sueño y se puede
lencia de apnea obstructiva y también central del sueño133, 134. Los calcular a través de una cuidadosa anamnesis y aplicando cues-
músculos dilatadores de la vía aérea superior poseen una activi- tionarios para medir la somnolencia diurna, como la escala
dad electromiográfica respiratoria tónica y fásica: la contracción de somnolencia de Stanford148, la escala de somnolencia diurna de
de estos músculos hace que las paredes de la orofaringe se tornen Rotterdam149 y la escala de somnolencia de Epworth150.
rígidas y contrarresta, así, la tendencia de la vía aérea a la esteno- Se han descrito tres grados clínicos de intensidad progresiva151.
sis en respuesta a la presión intraluminal negativa que se gene- En la primera categoría, somnolencia leve, la persona cae dormi-
ra durante la inspiración. Este mecanismo protector se reduce da sólo al leer, ver la televisión o escuchar conferencias; si bien la
durante el sueño, así como con el consumo de alcohol y sedantes. somnolencia se acentúa cuando la persona está más cansada de lo
El sueño MOR comporta el mayor descenso de la activación y la habitual, no llega a desaparecer por completo después de una
máxima vulnerabilidad frente al cierre de la vía aérea135. La pri- noche de sueño «reparador». El paciente y los familiares no creen
vación de sueño y la hipoxia que motiva la apnea obstructiva que la somnolencia constituya ningún problema ni interfiera con
agravan todavía más la disminución de la actividad respiratoria el trabajo del paciente. La segunda categoría, la somnolencia
fásica de los músculos de la vía aérea superior y ocasionan una moderada, se caracteriza por una hipersomnolencia inequívoca; el
obstrucción progresiva y fragmentan todavía más el sueño136. paciente cae dormido no sólo cuando se relaja, sino también cuan-
do realiza actividades como la conducción de vehículos. El pacien-
Manifestaciones radiológicas te y sus familiares saben que la somnolencia excesiva constituye un
problema y dificulta el trabajo personal. La tercera categoría, la
A pesar de que la visualización de la vía aérea superior facilite el somnolencia intensa, implica una hipersomnolencia extrema; el
conocimiento de los mecanismos implicados en la apnea obs- paciente puede dormirse al hablar, comer o relatar los datos médi-
tructiva del sueño, desempeña una función limitada cuando se cos y es incapaz de trabajar y de conducir un vehículo.
trata de examinar casos concretos137. No obstante, la cefalometría La apnea obstructiva del sueño se acompaña de una mayor
(figura 15-12), la TC o una combinación de ambas permiten prevalencia de hipertensión arterial, arteriopatía coronaria y sus
caracterizar las alteraciones de las partes blandas y de las estruc- distintas complicaciones, y accidente cerebrovascular152-154. La
turas óseas de los pacientes que tienen apnea obstructiva del sue- hipertensión se da en más de la mitad de los pacientes y es inde-
ño confirmada y ayudan a planear el tratamiento más adecua- pendiente de la edad y de la obesidad155. A su patogenia contribu-
do138. Algunos investigadores han descrito, asimismo, que la yen la contracción del músculo liso vascular que se relaciona con
cefalometría separa con una precisión cercana al 80% a los ron- la hipoxemia y la acidosis respiratoria, el aumento en la actividad
cadores que tienen apnea del sueño de los que no la tienen139; sin del sistema nervioso simpático y la mayor secreción de catecola-
embargo, otros autores no han podido reproducir estos datos140. minas156, 157. La vigilancia electrocardiográfica pone de manifiesto
Las dimensiones de la vía aérea superior se pueden evaluar que los episodios de apnea se asocian a menudo a isquemia mio-
mediante reconstrucción tridimensional con TC y cine TC141. En cárdica158. Los pacientes que tienen apnea obstructiva del sueño
la mayoría de las personas el área transversal más estrecha de la también muestran una gran incidencia de hipertrofia ventricular
vía aérea superior se encuentra en la orofaringe (0,52 ± 0,18 cm2) izquierda y derecha en la ecocardiografía159. La apnea obstructiva
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 641

FIGURA 15-12
Radiografía de la vía aérea superior de
una persona normal y de un paciente
con apnea obstructiva del sueño. La
radiografía lateral de la cara y del cuello (A)
de una persona normal, después de ingerir
una papilla de bario para delimitar la parte
superior de la lengua (flecha grande),
muestra una orofaringe muy permeable,
una úvula normal (cabezas de flecha) y una
hipofaringe normal (flechas curvas). La
proyección similar de un paciente con
apnea obstructiva del sueño (B) pone de
relieve una orofaringe (flecha grande) y una
hipofaringe (flechas curvas) muy estrechas y
una úvula muy grande (cabezas de flecha).
(Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
642 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

depresión y cambios de la personalidad166. Conviene recordar que


la apnea obstructiva del sueño puede darse también en pacientes
que han sufrido accidentes cerebrovasculares167. La cefalea, sobre
todo matutina, es bastante más frecuente en los roncadores y en
los pacientes que tienen apnea obstructiva del sueño que en los
testigos pertinentes168.
Un subgrupo de pacientes con apnea obstructiva del sueño
sufre el síndrome de Pickwick (o, como suele denominarse, el
síndrome de obesidad e hipoventilación). Estos pacientes suelen
manifestar una obesidad mórbida y experimentan una desatura-
ción arterial de oxígeno intensa no sólo por las noches, sino tam-
bién por el día, junto con hipercapnia diurna169; al final, aparece
un cor pulmonale. Se ha propuesto que la privación crónica de
sueño, combinada con la hipoxia y la hipercapnia nocturnas de es-
tas personas, altera el control respiratorio central normal170.

Diagnóstico
Aunque la apnea obstructiva del sueño se pueda sospechar por la
anamnesis, para el diagnóstico definitivo se precisa un estudio de
la respiración durante el sueño. El estudio polisomnográfico com-
pleto incluye la estadificación del sueño y la medición del esfuerzo
respiratorio, el flujo aéreo y las presiones parciales de los gases en la
sangre arterial (figura 15-14)101. La estadificación se realiza regis-
trando el electroencefalograma, el electrooculograma y el electro-
miograma de un músculo esquelético (casi siempre el submento-
niano). La frecuencia y la amplitud de las ondas cerebrales
constituyen las señales más importantes. El inicio del sueño MOR
queda marcado por ondas electroencefalográficas de baja amplitud
y frecuencia rápida, así como por los movimientos oculares rápi-
dos que se detectan en la electrooculografía. Del 20% al 25% del
sueño corresponde a MOR. Las fases varían a lo largo del sueño y
si éste dura 7,5 horas se producen por término medio 40 cambios
de fase. El esfuerzo respiratorio se determina con dispositivos que
miden el movimiento de la caja torácica y/o del abdomen o los
FIGURA 15-13 cambios de la presión intratorácica. El flujo respiratorio se puede
medir con un termistor, un micrófono, un neumotacógrafo o cual-
Tomografía computarizada de la vía aérea superior de una persona
quier dispositivo que mida las fluctuaciones del CO2 espirado171.
sana y de un paciente con apnea obstructiva del sueño. La TC a la altura
de la orofaringe de una persona sana (A) muestra una orofaringe muy Los cambios en la saturación arterial del oxígeno se pueden
permeable (flecha). La TC de un paciente con apnea obstructiva del sueño registrar de forma incruenta con un oxímetro de oído de pulso o
aproximadamente a la misma altura (B) revela una reducción considerable del de transmitancia. Las mediciones finales incluyen un electrocar-
área transversal de la vía aérea (flecha) y una úvula prominente (cabeza de diograma para registrar las arritmias cardíacas y una señal acús-
flecha). (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) tica para detectar el ronquido.
Como el estudio nocturno completo del sueño es costoso y
laborioso, se han propuesto métodos más sencillos para detectar la
apnea obstructiva del sueño con repercusión clínica, del tipo del
del sueño puede empeorar la insuficiencia cardíaca en virtud de la análisis antropométrico, los cuestionarios172, los estudios abrevia-
presión intratorácica negativa que surge durante los períodos de dos del sueño173, la vigilancia nocturna domiciliaria174 y el registro
apnea. Esta presión negativa se transmite a las cavidades del cora- en vídeo175; asimismo, se ha propuesto una combinación de estos
zón y actúa como un aumento de la poscarga, de la misma mane- métodos176. La British Thoracic Society ha indicado que si la satu-
ra que lo haría el incremento de la presión arterial160. ración arterial basal es mayor del 90% según la pulsioximetría, la
La desaturación arterial de oxígeno que se asocia a los episo- presencia de más de 15 episodios de desaturación de oxígeno del
dios de apnea ocasiona hipertensión arterial pulmonar y aumen- 4% por hora de sueño revela una apnea obstructiva177. Como
ta la poscarga del ventrículo derecho161. La hipertensión pulmo- sucede con otras pruebas diagnósticas, el valor predictivo positivo
nar persistente aparece en un 15% a un 20% de los casos de apnea de la oximetría nocturna aumenta cuando se considera que la pro-
obstructiva del sueño162, asociada en general a una EPOC163. Si babilidad de apnea obstructiva del sueño previa a la prueba es alta,
los episodios de apnea van precedidos de hipoxemia importante, a juzgar por los datos de la historia y de la exploración física177.
como puede ocurrir en las personas que tienen una enfermedad En la actualidad existen aparatos portátiles y sofisticados de
pulmonar intrínseca, una apnea de duración parecida ocasionará monitorización que permiten registrar en el propio domicilio el
una desaturación más profunda164. estado del sueño, el electrooculograma, el electromiograma, la
Además de la mayor incidencia de accidentes cerebrovascula- saturación arterial, el flujo de aire y el esfuerzo espiratorio con una
res y de somnolencia profunda165, los pacientes que tienen apnea precisión para el diagnóstico de la apnea obstructiva del sueño
obstructiva del sueño pueden presentar alteraciones cognitivas, parecida a la de la polisomnografía178. Una estrategia valiosa en
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 643

EEG C3 –A1

EOG

EMG

EMG del músculo tibial anterior

ECG

Sonido

Flujo aéreo
30 segundos

Tórax

Abdomen

Suma

SaO2

FIGURA 15-14
Registro polisomnográfico en la apnea obstructiva del sueño. De arriba abajo, estas filas muestran el electroencefalograma (EEG), el
electrooculograma (EOG), el electromiograma (EMG) del músculo tibial anterior, el electrocardiograma (ECG), un registro de sonido para
detectar el ronquido (sonido), un trazado del flujo bucal de aire (flujo aéreo), registros del movimiento toracoabdominal y de su suma (suma)
mediante pletismografía de impedancia (Respitrace) y trazado de la saturación arterial (SaO2) con un pulsioxímetro. El flujo aéreo cesa poco
después de que comience el registro y se mantiene en cero durante unos 30 segundos (indica una apnea prolongada). La prueba de que este
trastorno se corresponde con una apnea obstructiva es el movimiento continuo de la pared torácica y del abdomen a pesar de la ausencia del
flujo aéreo. Al terminar la apnea se reanuda el flujo aéreo, que se acompaña de ronquido y de movimientos de los miembros inferiores (EMG
del músculo tibial) que hacen pensar en un alertamiento; no obstante, después de seis respiraciones sin ningún tipo de obstrucción comienza otro
período de apnea. Este aumento aparentemente paradójico en la saturación del oxígeno durante la apnea se debe a la latencia de este registro;
el aumento refleja el gran aumento breve previo de la respiración sin ningún tipo de obstrucción. Las apneas repetidas y los alertamientos
breves son característicos de la apnea obstructiva grave del sueño. (Por cortesía del Dr. John Fleetham, University of British Columbia.)

dos etapas es efectuar una monitorización portátil de la saturación ASMA


de oxígeno, del ronquido y posición corporal de determinados
pacientes a los que se selecciona sobre la base de la circunferencia Según la Iniciativa Mundial del Asma (Global Initiative for
cervical, la presión arterial, el ronquido habitual y los episodios Asthma), el asma se puede definir así:
nocturnos de ahogamiento y jadeo presenciados por testigos176.
Trastorno inflamatorio crónico de la vía aérea en el que
Pronóstico intervienen multitud de células, en particular los
mastocitos, los eosinófilos y los linfocitos T. Esta inflamación
Aunque la apnea obstructiva del sueño comporte mayor mortalidad, produce episodios recidivantes de sibilancias, disnea,
no está clara su contribución directa a este aumento, en parte por la opresión torácica y tos en las personas vulnerables, sobre
variación del diseño experimental de los estudios y en parte por el fac- todo por las noches y en las primeras horas de la mañana.
tor de confusión que suponen las enfermedades asociadas, como la De ordinario estos síntomas se acompañan de una
obesidad y la hipertensión179. Los primeros estudios sobre la morta- limitación extensa, pero variable, del flujo aéreo que
lidad en la apnea obstructiva del sueño se centraron en pacientes revierte, al menos en parte, de manera espontánea o con el
gravemente afectados a los que se remitió a centros clínicos, y se aso- tratamiento. La inflamación también aumenta la
ciaron a estadísticas bastante alarmantes, sobre todo en varones reactividad de la vía aérea a una serie de estímulos183.
menores de 50 años (mortalidad del 10% durante un período de
8 años)180, 181. No obstante, en estudios más recientes se ha compro- Como la inflamación de la vía aérea y la hiperreactividad se dan
bado que la contribución de la apnea obstructiva del sueño a la mor- en otras enfermedades y como por regla general no se dispone de
talidad es más baja, sobre todo en las personas mayores182. información sobre la inflamación celular, esta definición tan
644 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

extensa apenas se utiliza en la práctica clínica cotidiana184. Sin Epidemiología


embargo, los elementos de esta definición son empleados por los
clínicos, los epidemiólogos y los investigadores. Para los clínicos El asma es una enfermedad muy frecuente y existen pruebas feha-
basta habitualmente con los síntomas y la prueba de una obs- cientes de que su prevalencia, así como la prevalencia de otros
trucción respiratoria variable y parcialmente reversible. Proba- trastornos alérgicos, está aumentando en todo el mundo193. No
blemente el método más adecuado para los estudios epidemioló- están claros los motivos194; la teoría más citada es la «hipótesis de
gicos sean los cuestionarios de síntomas185. la higiene», según la cual la alta prevalencia de infecciones respi-
El estrechamiento de la vía aérea en el asma es intermitente y ratorias, infestaciones parasitarias o «mala higiene» protege de
variable; puede darse una remisión completa entre las crisis aun- alguna forma frente a la aparición de enfermedades atópicas195.
que en general se detectan ciertas alteraciones funcionales con las Con independencia del mecanismo protector, la migración del
pruebas más sensibles186. El estrechamiento generalizado de los mundo rural hacia las urbes se acompaña de un incremento en la
bronquios y bronquiolos durante las crisis determina sibilancias prevalencia del asma196.
difusas que suelen acompañarse de disnea, incluso en reposo. Los cómputos de la prevalencia varían según la definición, la
Aunque la reversibilidad se puede sospechar a partir de la anam- región geográfica, la etnia y la edad. Si el diagnóstico de asma se
nesis, debe confirmarse siempre de manera objetiva midiendo la basa en la presencia de sibilancias en los 12 meses anteriores, la
función respiratoria después de administrar un broncodilatador prevalencia puede variar entre el 2% y el 5% en China y en Hong
o tras aplicar un ciclo de tratamiento antiinflamatorio187. El asma Kong; entre el 10% y el 15% en Canadá, EE.UU. y el Reino Uni-
debiera constituir un diagnóstico de exclusión; hay varias enfer- do, y entre el 20% y el 27% en Fiji, Australia y Chile197. Probable-
medades que se acompañan de un cuadro clínico parecido, como mente estas diferencias dependan más de factores ambientales
la bronquitis y la bronquiolitis agudas, la EPOC, las bronquiec- que de elementos genéticos198. Así, la menor incidencia de asma
tasias, la carcinomatosis linfangítica, la insuficiencia cardíaca en algunos países tropicales podría relacionarse con un efecto
izquierda y la obstrucción anatómica o funcional de la vía aérea protector de los altos valores de IgE en el suero que inducen las
superior188. infestaciones parasitarias199.
A pesar de cierta superposición, cabe establecer dos grandes Los factores de riesgo más importantes para la aparición de
categorías de asma, la extrínseca y la intrínseca. asma son la atopia, la exposición pasiva al humo de tabaco y la
Asma extrínseca. Esta forma se da en pacientes que tienen bronquiolitis infantil200-202. Al parecer, el riesgo aumenta sobrema-
atopia, término con el que se designa la predisposición genética nera en las personas que tienen hipersensibilidad alérgica a deter-
a responder, con una producción exagerada de IgE, a los antíge- minados alergenos, como los ácaros o los hongos del polvo domés-
nos. La herencia es compleja pero casi siempre incompleta y las tico (p. ej., género Alternaria)203. La prevalencia del asma alcanza el
pruebas aumentan considerablemente cuando los dos padres máximo en la infancia y disminuye durante la adolescencia y la
sufren atopia. La prevalencia se eleva hasta aproximadamente los vida adulta. Sin embargo, resulta difícil diagnosticar el trastorno
20 años y luego empieza a declinar poco a poco. Las cifras máximas de los lactantes y niños pequeños: aproximadamente el 20% de
de IgE se dan a los 14 años; la atopia y el asma de los lactantes y los lactantes tiene sibilancias durante las infecciones víricas que
niños pequeños son dos veces más frecuentes en el sexo masculi- ocurren en los tres primeros años de vida pero posteriormente no
no189. Aunque los pacientes con asma extrínseca muestren en presentan asma. Un segundo grupo de niños pequeños (el 10% de la
todo momento atopia, conviene recordar que este término no es población), que también presenta sibilancias durante las infeccio-
sinónimo de asma. La atopia afecta a más del 30% de la pobla- nes víricas, muestra signos de atopia (valores altos de IgE en el sue-
ción, mientras la incidencia de asma suele ser menor del 5%. Ade- ro, antecedentes familiares de alergia) y manifiesta un asma persis-
más, aunque la atopia afecte de manera sistemática a los dos tente o recidivante204. La prevalencia del asma antes de los 10 años
gemelos idénticos, cuando uno de ellos se encuentra afectado se es mayor en los niños que en las niñas205; luego, esta relación se
observa una discordancia frecuente en la aparición de síntomas invierte. Además, las mujeres acuden más a los servicios de urgen-
de asma y en la hiperreactividad bronquial inespecífica190. cias y son ingresadas en mayor número por asma aguda grave206.
Además de la atopia y de la elevación de los valores sanguíneos
de la IgE, el asma extrínseca se caracteriza por 1) una gran inci- Consideraciones genéticas
dencia de eccema y rinitis, 2) comienzo en las tres primeras déca-
das de la vida, 3) síntomas estacionales, 4) pruebas de provocación A pesar de la abundancia de datos que revelan la función impor-
cutánea y bronquial positivas frente a alergenos concretos y 5) ten- tante de la herencia en la patogenia del asma y las enfermedades
dencia a la remisión en una fase posterior de la vida191. alérgicas207, la herencia no se ajusta al patrón mendeliano clásico
Asma intrínseca. El asma intrínseca afecta a pacientes que no recesivo o dominante. El asma y la alergia son trastornos genéti-
muestran aparentemente atopia ni desencadenantes externos de cos complejos que precisan la presencia de más de un gen anó-
la broncoconstricción y podría constituir una entidad inmuno- malo (es decir, la herencia es poligénica); las diferentes combina-
patológica propia192. Estos pacientes se caracterizan por 1) ser ciones de genes producen la enfermedad de las distintas personas
mayores que los que tienen asma extrínseca, 2) no referir antece- (es decir, hay heterogeneidad genética). Es más, para que se
dentes familiares de asma ni de atopia (o, al menos, éstos resultan exprese el fenotipo de la enfermedad se precisan asimismo facto-
menos convincentes), 3) ausencia de elevación de la IgE sanguí- res ambientales.
nea o de pruebas de provocación cutánea o bronquial positivas El fenotipo en los estudios genéticos de los trastornos genéti-
frente a los alergenos, 4) aumento del número de eosinófilos en la cos pueden ser los síntomas, la producción exagerada de IgE (prue-
sangre y en el esputo, 5) aumento de la incidencia de enfermeda- bas positivas de punción epicutánea o concentración sérica) o la
des autoinmunitarias y de autoanticuerpos contra el músculo hiperreactividad bronquial. Los datos de la contribución genética de
liso, 6) menor respuesta al tratamiento, 7) mayor riesgo de hiper- estos rasgos incluyen la observación de una mayor concordancia
sensibilidad al ácido acetilsalicílico y 8) tendencia a la persisten- entre los gemelos monocigóticos que entre los dicigóticos208; así
cia y la progresión de la enfermedad con la consiguiente obstruc- ocurre con los síntomas de asma y las medidas del exceso de IgE y
ción fija al flujo aéreo191. se ve incluso cuando se cría a los gemelos en medios distintos.
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 645

Además, la prevalencia de la enfermedad aumenta en los familia- por el moco y el exudado inflamatorio y 4) remodelado de la
res en primer grado de las personas afectadas209; la cifra se acerca pared de la vía aérea. En general resulta difícil, si no imposible,
al 5% en la población general, mientras que en los familiares en saber en un momento determinado y ante un paciente concreto el
primer grado de los asmáticos se aproxima al 20%. Además, hay porcentaje de obstrucción de la vía aérea que produce cada uno de
pruebas de que la hiperreactividad respiratoria se hereda, aunque estos mecanismos. No obstante, se puede concluir razonablemen-
también derive de la inflamación alérgica de la vía aérea210, 211. te que si la obstrucción revierte poco después de inhalar un rela-
Se han asociado numerosos lugares cromosómicos a los feno- jante del músculo liso, la patogenia obedece a una contracción de
tipos asmático y alérgico212, 213. En algunos de estos loci se han la musculatura lisa. Por otro lado, si la obstrucción responde
encontrado polimorfismos modificadores de la función de genes durante una serie de días a los corticoides y a otras intervenciones
que podrían estar implicados en la patogenia de la alergia y del terapéuticas, lo más probable es que se deba fundamentalmente al
asma. Algunos ejemplos son los genes de la interleucina 4 y de la in- edema y al taponamiento de moco. El remodelado de la vía aérea
terleucina 5, el del receptor de IgE de gran afinidad y el del recep- puede tardar varios meses en revertir228.
tor β-adrenérgico. En otros loci se han localizado genes nuevos Los síntomas de asma, entre otros las sibilancias, la tos y la dis-
desconocidos hasta la fecha. Así, por ejemplo, se encuentra el gen nea, se deben tanto directa como indirectamente a la inflamación
ADAM33 del cromosoma 20, con actividades de integrina y aguda y crónica de la vía respiratoria. La causa más frecuente de la
metaloproteinasa214, y una peptidasa especial del cromosoma 2q inflamación es una respuesta alérgica a los alergenos inhalados229.
que podría activar las quimiocinas215. Además de impartir riesgo La primera interacción ocurre con las células dendríticas intraepi-
de alergia y asma, los polimorfismos de algunos genes pueden teliales, que procesan los antígenos y los presentan ante los linfoci-
modificar la gravedad del asma y la eficacia del tratamiento tos T locales230. Los linfocitos T CD4+ se diferencian después hacia
antiasmático específico, por ejemplo con agonistas β-adrenérgi- subpoblaciones características: linfocitos TH1, que secretan interfe-
cos y preparados antileucotriénicos216, 217. rón γ (INF-γ) y factor de necrosis tumoral β (TNF-β), y linfocitos
TH2, que secretan varias interleucinas. Estas citocinas TH2 estimu-
Características anatomopatológicas lan la producción de IgE contra el antígeno. Este último se une a los
receptores de IgE de los mastocitos, los basófilos y otras células
En la autopsia los pulmones de los pacientes que fallecen por asma inflamatorias y desencadena una respuesta inmunitaria alérgica
se encuentran distendidos y los bronquios y bronquiolos están cuando se expone en la siguiente ocasión a ese alergeno concreto.
taponados por moco viscoso que contiene material proteináceo, La dotación genética determina qué subpoblación de linfocitos T
así como células ciliadas epiteliales e inflamatorias, en su mayor predomina, lo cual se modifica por la intensidad, el tiempo y el
parte eosinófilos218. Las alteraciones histológicas de las paredes modo de exposición a los alergenos y otros factores ambientales.
bronquial y bronquiolar afectan al epitelio, la lámina propia, la Las citocinas TH2 perpetúan la respuesta inflamatoria al ini-
capa muscular de la mucosa y la submucosa219. La constelación de ciar la quimiotaxis y la migración de las células inflamatorias cir-
alteraciones se conoce como remodelado de la pared de la vía aérea culantes, en particular los eosinófilos, y activar las células resi-
y abarca cambios de la composición, la cantidad y la organización dentes para que expresen y secreten moléculas que refuerzan la
de los elementos celulares y moleculares de la pared de la vía aérea inflamación. Las citocinas también activan la expresión de las
como consecuencia de la lesión y de la reparación crónicas220. moléculas de adhesión, como la molécula de adhesión de las célu-
Las alteraciones epiteliales incluyen hiperplasia de las célu- las vasculares 1 (VCAM-1) y la molécula de adhesión intercelular
las caliciformes y desprendimiento de las células ciliadas, por lo 1 (ICAM-1) de la superficie de las células endoteliales y epitelia-
que sólo queda una capa de células basales221 (véase figura en les; estas moléculas de la superficie interaccionan con los ligandos
color 15-1). La túnica subepitelial del tejido conjuntivo, la lámina complementarios de las células inflamatorias potenciando su
reticular, está engrosada de forma habitual (engrosamiento de la adherencia y migración. Los demás elementos ambientales, como
«membrana basal») como consecuencia del depósito de colágeno los virus y el humo del tabaco, se pueden inhalar junto con los
y de fibronectina222. Puede existir edema, congestión y prolifera- otros alergenos patógenos; estos agentes pueden agravar la obs-
ción vasculares e infiltración de la lámina propia, la submucosa y trucción respiratoria que produce la reacción inflamatoria alérgi-
la adventicia por células inflamatorias223. El depósito de colágeno ca en las personas que tienen predisposición genética.
en la capa subepitelial y en la adventicia posiblemente explique la La larga nómina de mediadores, citocinas, quimiocinas y pro-
menor distensibilidad de la vía aérea que puede verse en los teasas involucradas en la respuesta inflamatoria incluye la hista-
pacientes asmáticos224. Otro rasgo característico es el aumento del mina, las prostaglandinas, los leucotrienos, el factor activador pla-
músculo liso, que se debe a la hiperplasia y la hipertrofia; este quetario, la triptasa, la quimasa, la eotaxina, RANTES y las
incremento se acentúa en los pacientes que mueren de la enfer- proteínas catiónicas tóxicas derivadas de los eosinófilos, como la
medad225, 226. Los eosinófilos son las células inflamatorias más proteína básica principal y la proteína catiónica de los eosinófi-
características y numerosas en la pared de la vía aérea (véase figu- los231. Poseen diversos efectos, entre ellos el aumento de la per-
ra en color 15-1); sin embargo, también pueden aumentar los lin- meabilidad vascular, la hipersecreción de moco, la quimiotaxis y
focitos, los macrófagos, los neutrófilos y los mastocitos227. migración de las células inflamatorias y la contracción del múscu-
lo liso. El endotelio y el epitelio de la vía respiratoria contribuyen,
Patogenia asimismo, a la reacción a través de la producción de óxido nítrico
y de endotelina232. Las taquicininas, como la sustancia P y las neu-
Mecanismos celulares rocininas, se liberan a partir de terminaciones nerviosas aferentes
e inician la inflamación neurógena. Las células tisulares residentes,
La alteración fisiopatológica básica que determina el estado fun- entre otras los fibroblastos, las células musculares lisas y las célu-
cional y sintomático de un paciente asmático es el estrechamiento las epiteliales, pueden producir citocinas quimiotácticas y tam-
de la vía aérea, que puede suceder por cuatro mecanismos: 1) con- bién factores de crecimiento como el factor de crecimiento derivado
tracción del músculo liso de la vía aérea, 2) edema y congestión de de las plaquetas (PDGF) y el factor de transformación y crecimien-
la pared de la vía aérea, 3) taponamiento de la luz de la vía aérea to β (TGF-β), que pueden impulsar el remodelado tisular233.
646 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

Hiperreactividad bronquial inespecífica Inhalación del agonista


• Tamaño de las partículas
Una de las consecuencias fundamentales de la inflamación • Patrón inspiratorio y
crónica de la vía aérea es la alteración estructural y funcional que espiratorio
• Geometría de la vía aérea
torna hiperreactiva la vía aérea frente a una serie de irritantes
Depósito pulmonar
inespecíficos (no alérgicos). Estas alteraciones son bastante
• Permeabilidad epitelial
irreversibles, por lo que la hiperreactividad de la vía aérea y los sín- • Depuración linfática y
tomas persisten aun cuando desaparezca el alergeno desencade- vascular
nante. Este tipo de hiperreactividad bronquial inespecífica (HBIN) • Inactivación
(hiperexcitabilidad bronquial) suele definirse en la práctica por Estimulación del MLR
una dosis o concentración –PD20 o PC20, respectivamente– de • Interacción entre agonista
metacolina o histamina inhaladas inferior a la que normalmente y receptor
produce un descenso del 20% del VEMS1234. • Aflujo de calcio
Aunque todos los estímulos que se emplean para desvelar la
Activación del MLR
hiperreactividad bronquial inespecífica se siguen en cierta medi- • Curva longitud-tensión
da de un estrechamiento de la vía aérea de las personas sanas, lo • Carga
que caracteriza a la hiperreactividad es la estenosis exagerada con • Cantidad de MLR
dosis o concentraciones mucho más bajas. Se observa un interés • Contractilidad
considerable por los mecanismos que subyacen a esta reacción, Acortamiento del MLR
puesto que muchos de los síntomas del asma se relacionan con su • Proporción de músculo
presencia. De hecho, los pacientes asmáticos responden excesiva- en la circunferencia de
mente a una gran variedad de agonistas farmacológicos y media- la vía aérea
dores y experimentan un estrechamiento exagerado de la vía res- ↓ Diámetro externo
piratoria tras la inhalación de contaminantes atmosféricos, polvo,
aire frío y seco y tras ciertas maniobras respiratorias como la ins- • Grosor de la pared
piración profunda o la espiración forzada hasta el volumen resi- • Secreciones
dual235; por eso, se considera que la hiperreactividad bronquial
inespecífica es una condición sine qua non de la enfermedad236. ↓ Luz de la vía aérea
Medición. Se han utilizado varios métodos para medir la hi-
perreactividad bronquial inespecífica, que se exponen en el capí- • Régimen de flujo
tulo 4 (véase página 183). Los asmáticos muestran un estrecha-
miento exagerado de la vía aérea cualquiera que sea la prueba que .
↑ RAW ↓ Vmáx
se utilice; sin embargo, se puede lograr una mayor diferenciación
entre los pacientes asmáticos y las personas sanas aplicando una
prueba que incluya la maniobra inspiratoria máxima (VEMS1, FIGURA 15-15
FEM o flujo espiratorio máximo en lugar de la resistencia de la Cascada de la reactividad de la vía aérea. MLR, músculo liso de la vía
vía aérea o pulmonar) porque, aparte de mostrar un estrecha- respiratoria; RAW, resistencia en la vía aérea. (Tomado de Fraser RS,
miento exagerado, la vía aérea de los pacientes asmáticos se dila- Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of
the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
ta menos después de una gran inspiración237.
Patogenia. Los diversos eslabones entre la estimulación del
músculo liso de la vía aérea, el estrechamiento de la vía aérea y el
incremento de la resistencia de la vía aérea se ilustran en el dia- 4. El músculo liso de la vía aérea está inervado por el sistema
grama de la figura 15-15. Las alteraciones en cualquier lugar de la nervioso vegetativo, de modo que la exageración del con-
cascada pueden causar, en teoría, un estrechamiento exagerado trol neural excitador o el fallo del control inhibidor podría
de la vía aérea de los pacientes asmáticos. Los posibles mecanis- contribuir a la hiperreactividad bronquial inespecífica241;
mos incluyen: entre los posibles mecanismos se citan el desequilibrio
entre los receptores colinérgicos M3 (excitadores) y M2
1. Dada la relación no lineal entre el radio de la vía aérea y su (inhibidores), la menor respuesta a los agonistas β-adre-
resistencia, todo factor que estreche la vía aérea, como el nérgicos242 o la menor inhibición no adrenérgica y no coli-
edema o el taponamiento de moco, exagerará el efecto de la nérgica de la broncoconstricción243.
contracción subsiguiente del músculo liso238. 5. El aumento de la cantidad del músculo liso de la vía aérea
2. El depósito de las partículas en aerosol del tamaño que se puede suponer un determinante esencial de la hiperreacti-
emplea para medir la reactividad de la vía aérea depende vidad bronquial inespecífica si se mantiene la capacidad de
del impacto; el depósito más central debido al flujo turbu- contracción244; de hecho, algunas pruebas indican que el
lento del aire por las vías aéreas ya estrechadas de los asmá- músculo liso se contrae más de lo normal245. Por razones
ticos podría facilitar la hiperreactividad239. análogas, el descenso de la carga muscular como conse-
3. La cantidad de fármaco que alcanza el músculo liso depen- cuencia del remodelado o del edema podría facilitar un
de del equilibrio entre la penetración en la mucosa y su acortamiento excesivo246.
eliminación por los vasos bronquiales, los linfáticos y la
degradación enzimática; como el epitelio respiratorio de Utilidad clínica. La hiperreactividad bronquial inespecífica es
los pacientes asmáticos se lesiona de forma característica, es tan característica del asma que en su ausencia cabe dudar del
posible que un mayor porcentaje del agonista inhalado lle- diagnóstico236. Ciertos pacientes con asma ocupacional no pre-
gue hasta el músculo liso240. sentan hiperreactividad bronquial inespecífica en el momento del
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 647

tamina, las prostaglandinas y los productos del metabolismo del


70
Asma moderada ácido araquidónico por la vía de la lipooxigenasa258, 259.
60 Las técnicas de radioaerosoles ponen de relieve una alteración
VEMS1 (% de descenso)

Asma leve
de la velocidad de depuración mucociliar de los pacientes que tie-
50 nen asma estable260, que se acentúa durante las crisis agudas261.
40 Este descenso de la depuración se relaciona con toda probabili-
dad con una producción exagerada de moco porque los media-
30 dores aumentan, de hecho, la frecuencia de batido ciliar262. De
20 Normal cualquier modo, algunos pacientes que tienen asma presentan un
compuesto inhibidor ciliar en el esputo263. El tratamiento pro-
10 longado con corticoides mejora, como se ha comprobado, la
depuración mucociliar264.
0
0 1 10 100 1.000
Factores provocadores
Dosis de histamina (mmol)
Aunque el asma sea una enfermedad crónica, algunos agentes pue-
FIGURA 15-16 den causar empeoramientos y episodios agudos de disnea y sibilan-
Curvas de dosis-respuesta a la histamina. El descenso porcentual del
cias. Algunos de los factores provocadores contribuyen a mantener
VEMS1 se representa frente a la dosis de histamina inhalada tanto para una el proceso inflamatorio, además de producir un estrechamiento
persona normal como para pacientes que tienen asma leve y moderada. Las agudo de la vía aérea (es decir, son inductores). Otros simplemente
personas sanas y los pacientes que tienen asma leve suelen alcanzar una estimulan el estrechamiento de la vía aérea por la hiperreactividad
meseta en la curva dosis-respuesta. Los pacientes que tienen asma bronquial inespecífica (es decir, son incitadores)265.
moderada no alcanzan la meseta a pesar del descenso del VEMS1 en un
60%. El asma se caracteriza por un desplazamiento de la curva dosis-
respuesta a la izquierda y un aumento de la respuesta máxima. (Modificado Alergenos
de Woolcock AJ, Salome CM, Yan K: The shape of the dose-response curve to
histamine in asthmatic and normal subjects. Am Rev Respir Dis 130:71, 1984.) Ciertos antígenos específicos pueden desencadenar crisis asmáticas
en las personas sensibles. Estas personas presentan a menudo otras
manifestaciones de alergia, como rinitis alérgica y eccema, y suelen
diagnóstico; la falta obedece casi siempre a que la exposición al obtener un resultado positivo en las pruebas de punción epicutá-
agente nocivo tiene carácter remoto. Sin embargo, conforme se nea o intradérmicas frente a diversos alergenos. Esta hipersensibi-
prolonga la exposición, la reactividad suele acentuarse247. Tam- lidad es frecuente y aparentemente la prevalencia está aumentan-
bién se conocen pacientes que tienen una anamnesis de asma do266. En los análisis de la población general con pruebas cutáneas
poco clara y valores espirométricos normales en el momento de se ha observado que cerca del 30% de las personas reacciona a al
la exploración, lo que impide examinar la respuesta a los bronco- menos un alergeno267. Muchas de estas personas están asintomáti-
dilatadores; el análisis de la hiperreactividad bronquial inespecí- cas y algunas sólo padecen rinitis. Además de las pruebas cutáneas,
fica de estos pacientes supone un complemento valioso para el la alergia específica frente al antígeno concreto se puede demostrar
diagnóstico (figura 15-16)248. Esta medición está particularmen- mediante una prueba de provocación (inhalación) o analizando las
te indicada si el paciente sólo refiere tos crónica, puesto que la cifras sanguíneas de las IgE específicas para los distintos alergenos,
presencia de hiperreactividad bronquial inespecífica ayuda a pro- la denominada prueba RAST (radioalergoadsorción).
nosticar si los síntomas del paciente responderán al tratamiento Los posibles antígenos ambientales son innumerables. Aunque
antiasmático249. Las pruebas de hiperreactividad bronquial ines- el polen de las gramíneas y de los árboles provoque reacciones
pecífica revisten menos interés para los pacientes que tienen una cutáneas y una respuesta a la inhalación en muchos pacientes que
obstrucción conocida; en tal caso, la anamnesis y la respuesta a tienen asma alérgica, no son causas frecuentes de las crisis asmáti-
los broncodilatadores suelen aportar el diagnóstico250. Como el cas. Los granos enteros del polen de ambrosía son demasiado
tratamiento puede modificar la hiperreactividad bronquial, ésta grandes para ser inhalados por la vía respiratoria baja; sin embar-
sirve igualmente de índice de la eficacia terapéutica y de la nece- go, las partículas fragmentadas suelen causar rinitis alérgica y
sidad de un tratamiento más o menos intensivo251. asma268. Las esporas de los hongos constituyen una de las mayores
A pesar de constituir un indicador muy sensible del asma, la fuentes de alergenos transmitidos por el aire y su número suele
hiperreactividad bronquial inespecífica no posee demasiada exceder hasta 1.000 veces el del polen. Las formas más frecuentes
especificidad puesto que se observa en pacientes que tienen sar- corresponden a los hongos imperfectos, por ejemplo Alternaria,
coidosis252, alveolitis alérgica extrínseca253 y EPOC254. Es más, en Aspergillus, Cladosporium, Mucor y género Penicillium269.
algunos análisis de la reactividad de la vía aérea la incidencia de Existen pruebas considerables de que los alergenos del hogar
hiperreactividad bronquial inespecífica es mayor que la del asma suponen la causa más importante de asma alérgica crónica270. El
diagnosticada en clínica255. pelo de multitud de animales domésticos, entre otros los gerbos y
los cobayas, además de los gatos y perros comunes, puede inducir
Moco y depuración mucociliar síntomas oculares y nasales y también asma. Las proteínas proce-
dentes de una serie de insectos constituyen asimismo una fuente
Aunque el taponamiento de moco contribuye decisivamente a la notable de alergenos aéreos; los más potentes y ubicuos son los del
obstrucción respiratoria del asma, no existe ninguna alteración ácaro del polvo doméstico, Dermatophagoides pteronyssimus. Este
concreta de la composición bioquímica ni de las propiedades vis- microorganismo crece en el polvo de las casas, sobre todo en
coelásticas del moco de la vía aérea de los pacientes asmáticos256, 257. ambientes húmedos, y supone una causa importante de asma,
De cualquier manera, se sabe que muchos supuestos mediadores especialmente en la infancia271, 272. Otro insecto del interior que
del asma aumentan la secreción de moco, como por ejemplo la his- parece importante es la cucaracha; de hecho, se ha propuesto que la
648 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

exposición a cifras elevadas de alergenos de cucaracha podría expli-


Provocación antigénica
car la alta frecuencia de problemas de salud relacionados con el
asma en los niños que viven en el centro de las ciudades273. 0
Aunque la alergia al látex constituyre ante todo un riesgo ocu-
–5
pacional (véase más adelante), su prevalencia está aumentando en
contextos diferentes; las personas afectadas suelen mostrar una –10
hipersensibilidad cruzada a alimentos como el aguacate, el plátano,
–15
el kiwi y las castañas274. Aparte de los aeroalergenos, diversos antí-
genos proteínicos de los alimentos, sobre todo de los huevos, pes-

DVEMS1 (%)
–20
cado, frutos secos, especias y chocolate, pueden ocasionar alergia y
–25
asma, especialmente en los niños. Pese a que los asmáticos asocien
los síntomas a la ingestión de alimentos concretos en un 20% de las –30 Reacción inmediata:
inhibida por los Reacción tardía:
ocasiones, muy pocas veces se encuentran pruebas objetivas de su agonistas β2
–35 inhibida por los corticoides
incriminación275. Es bastante raro que las sibilancias representen la y cromoglicato sódico
única manifestación clínica de la alergia alimentaria; la mayoría de –40
las personas afectadas experimenta además eccema atópico, sínto-
–45
mas gastrointestinales y angiedema o urticaria276.
La patogenia del asma mediada por los alergenos depende de la –50
unión de la IgE a los mastocitos de los tejidos y a los basófilos de 0 1 2 3 4 5 6 7 8 24 48
la sangre. Como ya se ha señalado, cuando se inhala o ingiere un Tiempo (horas)
alergeno concreto y entra en contacto con el anticuerpo de la vía
aérea, induce la síntesis y liberación de los mediadores inflamato- FIGURA 15-17
rios. Estos últimos determinan una contracción del músculo liso Respuesta alérgica inmediata y tardía de la vía aérea. Esta gráfica
de la vía aérea, un incremento de la permeabilidad de los vasos ilustra la respuesta de un paciente asmático a la provocación con un
bronquiales y del epitelio respiratorio, un aumento de la secreción antígeno específico al que es alérgico: puede aparecer broncoconstricción
del moco respiratorio y la atracción de las células inflamatorias inmediata que suele desaparecer antes de 1 hora y se sigue de una reacción
hacia la vía aérea, además de su activación. Desde el punto de vis- tardía que empieza entre 3 y 10 horas después de la provocación y que
a veces dura 24 horas. Los agonistas β-adrenérgicos inhiben eficazmente
ta clínico, los pacientes experimentan una respuesta inmediata o la reacción alérgica inmediata pero modifican menos la respuesta tardía.
temprana que se caracteriza por broncoconstricción, que alcanza El cromoglicato sódico suprime la respuesta tanto inmediata como
el culmen a los 15-30 minutos y se sigue de un retorno a la nor- tardía, mientras que el tratamiento con corticoides atenúa
malidad, aun sin tratamiento277. La intensidad de la broncocons- la respuesta tardía pero no influye en la inmediata.
tricción depende del grado de alergia y de reactividad bronquial
inespecífica278. La primera se puede medir con pruebas cutáneas
consecutivas o con RAST279 y se relaciona con la cantidad de IgE respiratoria explicaría, asimismo, la semejanza entre la función de
específica y de mediadores liberados frente a una dosis concreta la vía aérea y la anatomía patológica de los pacientes asmáticos
del antígeno. La intensidad de la hiperreactividad bronquial ines- cuya enfermedad se desencadena por mecanismos no alérgicos283.
pecífica determina el grado de estrechamiento bronquial que se Cuando tiene lugar la interacción entre el anticuerpo IgE y el
produce cuando se libera una cuantía determinada del mediador. antígeno de los mastocitos del organismo aparece la anafilaxia.
La respuesta temprana de algunos pacientes se sigue de una El estrechamiento de la vía aérea debido a la liberación local de
respuesta tardía o retardada que surge entre 3 y 10 horas después mediadores en la citada vía sólo es un componente de la respues-
del estímulo inicial y que a veces persiste hasta 48 horas (figu- ta generalizada; la hipotensión y la obstrucción de la vía aérea
ra 15-17). Esta respuesta tardía depende de la presencia de células superior que produce el edema cumplen una función bastante
inflamatorias atraídas por los factores quimiotácticos que se libe- más importante. La anafilaxia puede suceder tras la administra-
ran durante la reacción inmediata. La provocación con un solo ción oral o parenteral de fármacos, en particular de la penicilina.
antígeno inhalado se sigue en algunos casos de episodios recidi- Otras causas incluyen las picaduras de abejas y avispas y la admi-
vantes de asma nocturna280. En ocasiones sólo se advierte una res- nistración parenteral de medios de contraste yodados. Este estado
puesta tardía al antígeno inhalado. Aunque al principio se pensa- puede llevar a la muerte inmediata, casi siempre por asfixia secun-
ba que la respuesta tardía podría estar mediada por anticuerpos daria al edema laríngeo o por broncoconstricción aguda.
IgG, hoy se admite que es la consecuencia tardía de la interacción
inmediata entre la IgE y el mastocito. Ejercicio
Aparte de prolongarse más, la respuesta asmática tardía se dife-
rencia de la inmediata en la modulación por las maniobras far- El asma inducida por el ejercicio (AIE) ocurre cuando el estrecha-
macológicas. Si se administran en concentración adecuada, los miento de la vía aérea acompaña a un ejercicio moderado o vigo-
agonistas β-adrenérgicos bloquean eficazmente la respuesta inme- roso284. Se puede definir, en concreto, como el descenso del VEMS1
diata pero se muestran bastante menos eficaces frente a la reacción o del FEM superior al 10% o la disminución de la conductancia
tardía; por otro lado, los corticoides no modifican la respuesta específica de la vía aérea (SGaw), el FEF25%-75%, o el Vmax50 por
inmediata sino que atenúan la tardía, y el cromoglicato sódico y encima del 35%. Más que una forma separada de asma, este tipo
los antileucotrienos bloquean tanto una como otra281, 282. La seme- de asma debe considerarse como un desencadenante de estenosis
janza entre la anatomía patológica de la respuesta tardía y la del de la vía aérea en los pacientes asmáticos. De hecho, se da en el
asma crónica lleva a pensar que esta última podría ser un eslabón 70% al 80% de los enfermos asmáticos que realizan un ejercicio
entre las reacciones de hipersensibilidad inmediata y la enferme- al 80%-90% de la carga máxima durante 6-8 minutos285. El broncos-
dad subaguda o crónica de la vía aérea que caracteriza a la mayo- pasmo suele alcanzar el máximo a los 5-12 minutos del cese del
ría de los pacientes asmáticos. Esta vía final común de inflamación ejercicio y remite espontáneamente al cabo de 30 a 60 minutos. La
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 649

mayoría de los pacientes muestra refractariedad a la inducción de anafilaxia por parte de los mastocitos u otras fuentes296, la estimu-
un segundo episodio similar durante unas 2 horas. lación de los receptores aferentes297, un efecto directo sobre el
La observación de que el estrechamiento de la vía aérea se puede músculo liso298 y la dilatación vascular y el edema de la mucosa299.
suprimir por completo si se calienta el aire inspirado durante el Del 50% al 80% de los pacientes asmáticos con asma inducida
ejercicio hasta la temperatura corporal y se satura de vapor de agua por el ejercicio presenta un período refractario después de la pro-
(37 °C y un contenido de agua de aproximadamente 46 mg/l) ha vocación, durante el cual la práctica de un ejercicio análogo no
supuesto un gran avance en el conocimiento de este tipo de asma286. produce ninguna respuesta o sólo una reacción atenuada300. El
De hecho, el grado de obstrucción de la vía aérea tras una exposi- grado de atenuación de la segunda respuesta depende de la inten-
ción idéntica al ejercicio se puede modificar alterando las condicio- sidad del ejercicio inicial y del tiempo. El asma inducida por el
nes del aire inspirado: cuanto más frío y seco sea el aire que se res- ejercicio es considerablemente menor a los 30 minutos del episo-
pira durante el ejercicio, mayor será la respuesta ulterior287. Es más, dio inicial; sin embargo, el efecto protector desaparece por com-
no es necesario realizar ejercicio para desencadenar el «asma indu- pleto a las 4 horas301. No se tiene una explicación exacta del perío-
cida por el ejercicio», puesto que esta respuesta se puede reproducir do refractario, aunque algunas pruebas revelan un descenso
con la hiperventilación isocápnica de aire no acondicionado288. Si se relativo o una liberación atenuada de los mediadores de los mas-
mantienen las mismas condiciones del aire inspirado se observa una tocitos302, así como la liberación de prostaglandinas broncodila-
relación dosis-respuesta entre la ventilación pulmonar y la intensi- tadoras después del ejercicio.
dad de la broncoconstricción de los pacientes asmáticos, indepen- El ejercicio y la hiperventilación isocápnica de aire frío, seco o
dientemente de que la broncoconstricción se acompañe de ejercicio frío y seco produce tos además de broncoconstricción. La crono-
o de hiperventilación isocápnica (broncoconstricción inducida por logía de la tos se parece a la de la broncoconstricción: el máximo
la hiperventilación). Se puede observar una refractariedad similar sucede a los 5 minutos del ejercicio o de la hiperventilación y dura
a la provocación posterior para grados emparejados de hiperven- aproximadamente 30 minutos. Se correlaciona mejor con las pér-
tilación isocápnica289. El grado de broncospasmo de algunos didas respiratorias de agua que con las de calor y afecta tanto a las
pacientes en respuesta al ejercicio o a la hiperventilación isocápnica personas sanas como a los asmáticos. La tos también se da en res-
depende de la cuantía de la respuesta bronquial inespecífica290. puesta a la inhalación de aerosoles hipertónicos, es decir, el estí-
Estas observaciones han llevado a concluir que el asma induci- mulo depende del cambio en la osmolaridad del líquido de la vía
da por el ejercicio se relaciona con una respuesta exagerada al aérea como consecuencia de la pérdida de agua por evaporación.
enfriamiento o con la sequedad de la vía aérea. Cuando la tempe-
ratura y el contenido de agua del aire inspirado son inferiores a Infecciones
37 °C y una humedad relativa del 100%, respectivamente, el calor
y el agua desaparecen del tracto respiratorio. Durante la ventila- Las infecciones víricas de la vía respiratoria pueden revestir con-
ción pulmonar en reposo, sobre todo si se respira por la nariz, el aire secuencias importantes. Si el adulto se encuentra, por lo demás,
inspirado se calienta y humidifica antes de alcanzar la glotis, y el sano, la infección por el virus respiratorio sincitial (VRS) o por el
enfriamiento o la sequedad se restringen a la parte superior de la virus de la gripe A o la vacunación con virus vivos atenuados
vía aérea. Sin embargo, durante el ejercicio o la hiperventilación determina un cambio pequeño pero mensurable y pasajero de los
isocápnica el aire no acondicionado puede llegar hasta los pulmo- flujos y de la reactividad farmacológica303. La vacunación con
nes y enfriar y secar el árbol traqueobronquial. Se sigue ignoran- virus de la gripe destruidos por el calor o atenuados y vivos, así
do si el enfriamiento de la vía aérea inferior o el secado del líquido como la infección natural por el VRS, los rinovirus y el virus de
de la superficie desencadenan el asma inducida por el ejercicio y la la gripe A determinan un aumento de la hiperreactividad bron-
broncoconstricción inducida por la hiperventilación291. No obs- quial inespecífica en los pacientes asmáticos304. Las personas alér-
tante, cuando se modifica la temperatura y el contenido de agua gicas experimentan síntomas más graves de «resfriado» en res-
del aire inspirado hasta completar el espectro de las pérdidas de puesta a una infección rinovírica experimental que los testigos no
calor y agua en la vía respiratoria, la magnitud del broncospasmo alérgicos, lo que lleva a pensar en cierta sinergia entre la inflama-
se correlaciona más con la pérdida calculada de agua que con la de ción inducida por el virus y por el alergeno305.
calor292. La hipótesis de que el secado, con la hiperosmolaridad El efecto de los virus, a la hora de provocar la broncoconstric-
consiguiente del líquido superficial, representa el estímulo esencial ción, lo acusan más los niños; en algunos estudios las infecciones
se ha reforzado a través de estudios en los que la inhalación de víricas se han asociado a agudizaciones asmáticas de hasta un 70%
aerosoles hiperosmolares desencadenó una broncoconstricción en de los niños306, pero tan sólo de un 10% de los adultos307. No está
pacientes que tenían asma inducida por el ejercicio293. claro el mecanismo por el que la infección precipita las crisis. Se
La broncoconstricción que los pacientes asmáticos muestran ha propuesto la interacción con nervios colinérgicos o sensitivos,
en respuesta a la ventilación pulmonar con aire no acondicionado la lesión epitelial y la estimulación de la síntesis de citocinas308. Es
no parece deberse a un defecto del acondicionamiento del aire ins- posible que el edema de la pared de la vía aérea y el aumento de las
pirado, sino más bien a una respuesta anómala a un estímulo nor- secreciones en el interior de su luz disminuyan todavía más el cali-
mal. Las personas sanas probablemente no respiran un aire mejor bre de las vías, de por sí estrechadas. Cabría también la posibilidad
acondicionado porque cuando se emparejan los valores de venti- de que la inflamación de la mucosa que se asocia a la infección
lación pulmonar y las condiciones del aire inspirado se obtiene un motivara una contracción del músculo liso de la vía aérea secun-
enfriamiento equivalente de la vía aérea294. Para valores idénticos daria a la liberación de mediadores por las células inflamatorias.
de ventilación pulmonar y de condiciones del aire inspirado, la Además de inducir crisis en personas con asma conocida, hay
respiración nasal determina un enfriamiento y una broncocons- pruebas de que las infecciones víricas predisponen a la aparición
tricción de la vía aérea mucho menores que la respiración bucal295. de la enfermedad. Hasta la mitad de los niños con un episodio de
Se ignora el mecanismo exacto por el que el enfriamiento o el bronquiolitis por el virus respiratorio sincitial durante la lactan-
secado de la vía aérea determinan una estenosis de esta última. cia presenta sibilancias recidivantes y asma309; más aún, cuanto
Entre las posibilidades se encuentran la liberación de mediadores más grave es el episodio inicial de bronquiolitis, mayor es el ries-
como la histamina y el factor quimiotáctico de neutrófilos de la go posterior310. No están claros los mecanismos por los que la
650 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

infección podría desencadenar un asma posterior. En algunos la faringe o bien por la aspiración directa de una pequeña cantidad
casos el episodio de bronquiolitis puede ser la primera crisis del contenido esofágico, o por ambas circunstancias326. Cuando se
asmática de un niño con predisposición genética311. Otra posibi- instila ácido en el esófago de los pacientes asmáticos se produce
lidad es que la bronquiolitis altere la respuesta inmunitaria pos- una broncoconstricción, sobre todo en aquellos que tienen sínto-
terior a los aeroalergenos o que el genoma vírico persista o se mas de esofagitis327. Se ha propuesto que el reflujo gastroesofágico
haga latente dentro de la vía aérea, estableciendo así un estímulo contribuye al deterioro nocturno del asma puesto que el decúbito
inflamatorio potencialmente duradero312. y la disminución del tono del esfínter esofágico interior durante el
Los conocimientos acerca de la relación entre las infecciones sueño potencian el reflujo328. Pese a su resultado poco uniforme329,
respiratorias y el asma se han complicado tras el auge de la hipó- el tratamiento antirreflujo reduce, al parecer, los síntomas respira-
tesis de la higiene, que subraya la importancia de las infecciones torios causados por el reflujo gastroesofágico330 y, según algunos
respiratorias tempranas y frecuentes para prevenir el asma alérgi- datos, mejora la función respiratoria a largo plazo331. Asimismo, se
ca posterior313. Quizá las infecciones protejan frente a la apari- observa una fuerte relación entre la tos y el reflujo gastroesofágico
ción de asma alérgica pero precipiten crisis en los pacientes que de los pacientes asmáticos; sin embargo, el reflujo gastroesofági-
sufren la enfermedad266. co también se asocia a la tos de personas no asmáticas325.

Analgésicos Emociones
El ácido acetilsalicílico (AAS) y otros analgésicos y antiinflamato- Cuesta evaluar la influencia de los factores psicológicos como
rios no esteroideos (AINE), como indometacina, pueden desenca- desencadenantes de las crisis asmáticas332. Algunos pacientes que
denar crisis en el 5% al 30% de los pacientes asmáticos314, 315. El tienen asma presentan cierta inestabilidad emocional y depen-
prototipo de paciente sensible al ácido acetilsalicílico es una mujer dencia, casi siempre a raíz de la enfermedad más que como ele-
sin atopia, mayor de 20 años, con una larga historia de rinitis mento que predisponga a su aparición. La sugestión puede indu-
perenne y pólipos nasales316. El asma y la rinitis de larga evolución cir una broncoconstricción y broncodilatación leves, sin duda por
suelen preceder a la aparición de la hipersensibilidad; la intoleran- modificaciones de la actividad vagal colinérgica333. Los pacientes
cia se acentúa con la edad y se multiplica por seis a partir de los asmáticos experimentan con frecuencia hiperventilación genera-
50 años, en comparación con las personas menores de 20 años317. da por la ansiedad. De hecho, se puede establecer un círculo
Más de la mitad de los pacientes presenta eosinofilia periférica, vicioso porque la propia hiperventilación produce broncocons-
pero la concentración sérica de IgE suele ser normal y no se detec- tricción como consecuencia de la hipocapnia y del secado de la
ta IgE específica dirigida contra el ácido acetilsalicílico315. vía aérea, lo que tiende a acentuar la ansiedad334. A pesar de las
Los síntomas y los signos surgen entre 20 minutos y 3 horas des- pruebas de los efectos neurales sobre la respuesta inmunitaria, la
pués de la ingestión. Se conocen dos tipos de respuesta: una predo- resistencia a la infección y la función endocrina, elementos que
minantemente respiratoria y otra urticarial y angioedematosa. Rara podrían influir todos ellos en la aparición del asma335, no hay
vez concurren ambas315. La respuesta respiratoria está dominada pruebas directas de que la interacción psiconeural contribuya a
por la broncoconstricción y puede ser grave y mortal; en general se los procesos fisiopatológicos básicos causantes del asma.
acompaña de rinitis y conjuntivitis. El diagnóstico se confirma rea-
lizando provocación al paciente, preferentemente por vía oral318. Ambiente
El mecanismo más verosímil de la broncoconstricción causa-
da por los fármacos es el bloqueo del metabolismo del ácido ara- Es evidente que concentraciones bajas de contaminantes quími-
quidónico por la vía de la ciclooxigenasa (COX-1)319. Esta hipóte- cos atmosféricos pueden ocasionar alteraciones funcionales a los
sis se apoya en la observación de que el grado de broncospasmo pacientes que tienen vías aéreas hiperreactivas336. De hecho, en
inducido in vivo por los fármacos es proporcional a su capacidad unos estudios epidemiológicos de áreas industriales se ha com-
de retrasar la síntesis in vitro de prostaglandinas320. Por otro lado, probado que los síntomas de asma y los ingresos hospitalarios
paracetamol, salicilato sódico y los trisalicilatos poseen poca acti- aumentan durante los períodos de contaminación fuerte337, que a
vidad anti-COX y se pueden administrar sin problemas a la veces revisten carácter estacional338. Las principales sustancias
mayoría de los pacientes que tienen sensibilidad a ácido acetilsa- químicas atmosféricas respirables que influyen en la función pul-
licílico321. Los nuevos inhibidores de la COX-2 también resultan monar son el ozono y los óxidos de azufre y de nitrógeno.
aparentemente seguros para las personas sensibles a este medica- La inhalación del dióxido de azufre (SO2) en concentraciones
mento322. Se ha propuesto que los AINE inducen sus efectos redu- de 0,5 ppm a 1 ppm por personas sanas determina una bronco-
ciendo de inmediato la síntesis de prostanoides broncodilatado- constricción leve, pasajera y asintomática, pero sólo cuando estas
res323, pero es más probable que el bloqueo de la enzima COX-1 personas realizan ejercicio durante la exposición y aumentan con
derive una mayor cantidad de ácido araquidónico hacia la vía ello la dosis de SO2 que llega a la vía respiratoria339. Como cabe
metabólica de la lipooxigenasa y se acumule un exceso de leuco- esperar, los pacientes asmáticos son más sensibles que las perso-
trienos broncoconstrictores324. nas sanas. Una concentración tan baja como 0,25 ppm puede
producir una obstrucción detectable durante un ejercicio sua-
Reflujo gastroesofágico ve340; un ejercicio intenso con 0,4 ppm o 0,5 ppm de SO2 duran-
te 5 minutos causa un empeoramiento sintomático pasajero
El asma se asocia a frecuencia al reflujo gastroesofágico (RGE); (seguido de recuperación en 24 horas)341.
según estiman algunos investigadores, la concordancia oscila entre El ozono reduce el flujo y los volúmenes espiratorios, por
el 30% y más del 80%325. Hay pruebas de que el reflujo puede indu- ejemplo, la CPT, de manera proporcional a la dosis tanto en las
cir el asma y de que el asma puede empeorar el reflujo. Es posible personas sanas como en los asmáticos, es decir, es el gas irritante
que el reflujo desencadene una estenosis de la vía aérea en las per- más potente342. Como sucede con el SO2, sus efectos aumentan
sonas sensibles como consecuencia de un broncospasmo reflejo con el ejercicio. La exposición al ozono, aun breve, incrementa la
secundario a la estimulación de nervios aferentes del esófago o de reactividad inespecífica subsiguiente de la vía aérea de las personas
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 651

sanas343; los resultados de algunos estudios con animales y seres de deficiencia de la acetilaldehído deshidrogenasa y una tenden-
humanos indican que el efecto está mediado por una inflamación cia a manifestar una reactividad vasomotora frente al etanol, son
de la vía aérea344. La prevalencia poblacional de la hiperreacti- particularmente sensibles a sus efectos broncoconstrictores363.
vidad de la vía aérea se relaciona con el grado de contaminación345. Aparte de los propios alimentos, algunos aditivos artificiales
Los óxidos de nitrógeno representan otro componente del humo pueden estrechar la vía aérea de las personas sensibles. Las sales de
tóxico y de la contaminación industrial y pueden precipitar, a una metabisulfito se utilizan como conservantes en multitud de ali-
concentración baja, episodios sintomáticos en personas hiperreacti- mentos y bebidas y pueden causar broncoconstricción en el 4% de
vas. El brote agudo de asma que sucedió en Barcelona, España, y en los asmáticos364; esta hipersensibilidad se documenta mediante una
el que 44 pacientes ingresaron en el hospital en un período de 2 a exposición oral cuidadosa a cápsulas que contienen cantidades
3 horas se atribuyó a un aumento pasajero de las cifras de óxido de progresivas de metabisulfito. El glutamato monosódico y el colo-
nitrógeno hasta más de 500 partes por 1.000 millones346. La inhala- rante alimentario tartrazina también inducen este tipo de crisis365.
ción del dióxido de nitrógeno (0,3 ppm) aumenta la intensidad de Los betabloqueantes pueden producir crisis asmáticas hasta en
la broncoconstricción inducida por el ejercicio en los pacientes la mitad de los pacientes, aun cuando se utilicen por vía tópica
asmáticos347. En la mayoría de los estudios, la exposición a cifras sobre el ojo321. Los IECA producen tos y angioedema, pero no
reducidas de NO2 (0,1 ppm durante 1 hora o 910 µg/m3 durante parece que induzcan más complicaciones de este tipo en los
20 minutos) incrementa la reactividad inespecífica de la vía aérea en asmáticos que en los no asmáticos366, si bien el asma puede em-
los pacientes asmáticos pero no en las personas sanas348. peorar durante el tratamiento con IECA.
A pesar de las escasas pruebas de que la contaminación ambien- Un gran número de asmáticos nota un deterioro de los sínto-
tal hubiera podido contribuir a la mayor prevalencia del asma349, mas en presencia de ciertos olores, entre los que destacan el per-
algunos contaminantes pueden alterar la respuesta inmunitaria a fume y la colonia367. La exposición ambiental al humo de tabaco
los alergenos inhalados y propiciar, en consecuencia, un aumento también puede ocasionar síntomas y obstrucción al flujo aéreo de
de las enfermedades alérgicas de la vía aérea350. «La contaminación las personas asmáticas368. Hasta un 30% de las mujeres asmáticas
del aire doméstico» por las estufas de madera, las chimeneas y las refiere una acentuación de los síntomas y un descenso del flujo
estufas de gas también puede incrementar la morbilidad351. máximo durante el período premenstrual369; se desconoce la
patogenia precisa, aunque se sospeche un efecto hormonal.
Inspiración profunda
Asma ocupacional
Las personas sanas muestran una reducción pasajera de la resisten-
cia de la vía aérea después de una inspiración profunda, reacción El asma ocupacional es una forma especialmente importante por-
que supuestamente se debe a la relajación de la musculatura lisa de que su frecuencia está aumentando370 y puede revertir por com-
la zona352. En cambio, los asmáticos suelen manifestar un estrecha- pleto si se diagnostica a tiempo. Se ha implicado en su etiología a
miento paradójico de la vía aérea353. La diferencia entre los asmáti- más de 250 compuestos químicos y se cree que hasta un 20% de
cos y las personas sanas también se refleja tras la broncoconstric- los casos de asma guarda una relación ocupacional371. La obstruc-
ción inducida por fármacos: la inspiración profunda ejerce en estas ción bronquial en el lugar del trabajo se induce por mecanismos
circunstancias un efecto broncodilatador notable en las personas reflejos, inflamatorios, farmacológicos o inmunitarios. En esta
sanas, que desaparece o es menos acusado en los asmáticos354. La exposición, el término asma ocupacional se limita a la categoría
eficacia de la inspiración profunda en los asmáticos se correlaciona inmunitaria, en la que el asma del paciente está producida por la
con la gravedad y se modifica con el tratamiento355. Se ignora el exposición a un agente sensibilizante específico del lugar de traba-
motivo de la respuesta patológica de los asmáticos a la inspiración jo. No se incluye el deterioro del asma previa como consecuencia
profunda. Es posible que el estiramiento de la vía aérea estimule los de una broncoconstricción inespecífica en respuesta a irritantes
receptores de la irritación e inicie una broncoconstricción refleja o laborales (mecanismo reflejo) ni tampoco la obstrucción variable
bien ocasione una contracción miógena del músculo356. Otra posi- de la vía aérea motivada por la exposición aislada a una sustancia
bilidad es que el estiramiento no se transmita adecuadamente al tóxica (síndrome de disfunción reactiva de la vía aérea) o a la
músculo debido al remodelado de la vía aérea o que la capa de exposición crónica a un irritante no inmunitario (p. ej., bisinosis).
músculo liso hipertrofiado de la vía aérea tenga una respuesta defi- Estas entidades se comentan aparte. La categoría «inmunológica»
citaria o anómala al estiramiento357, 358. se puede subdividir, a su vez, en exposiciones con una fisiopatolo-
Además de esta broncodilatación defectuosa con la inspira- gía alérgica confirmada –en cuyo caso se ven implicadas sustancias
ción profunda, los asmáticos muestran un efecto «broncoprotec- de alto peso molecular– y otras con un mecanismo inmunitario
tor» deficiente. Si una persona normal toma varias inspiraciones probable aunque no confirmado –en cuyo caso, las responsables
profundas antes de que se aplique el estímulo broncoconstrictor, son sustancias de bajo peso molecular–.
se atenúa el estrechamiento posterior de la vía aérea359; este efec-
to desaparece o se reduce mucho en los asmáticos360. Broncoconstricción alérgica confirmada
Otros factores provocadores En general, los antígenos que están implicados en este tipo de
asma son proteínas de alto peso molecular, polisacáridos o gluco-
Se ha descrito que las bebidas alcohólicas precipitan episodios de proteínas derivadas de vegetales o animales. Aparece hipersensibi-
broncospasmo en algunos pacientes que tienen asma361. Este efec- lidad en trabajadores que tienen una tendencia tópica, y se obser-
to se debe en algunos casos al conservante metabisulfito (véase va una respuesta inmediata a la prueba cutánea o una respuesta de
más adelante), pero en otras ocasiones el único responsable es el las IgE específicas (RAST). El riesgo de este tipo de asma ocupa-
etanol362. La rubefacción, la congestión nasal y las sibilancias apa- cional aumenta considerablemente en los fumadores372.
recen de inmediato; la respuesta se atenúa con los antagonistas de Hasta el 30% de los trabajadores expuestos crónicamente a las
los receptores de histamina H1 y de la COX, pero no con la atro- proteínas de la piel o la orina de ratas, ratones, cobayas o conejos
pina363. Los asiáticos, que muestran una incidencia elevadísima experimenta síntomas373. La exposición al pescado o al marisco es
652 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

otra causa importante de asma ocupacional374. Los trabajadores Diagnóstico


expuestos son pescadores, personal de las plantas de procesa-
miento y cocineros. Los aficionados a pescar con caña y cebo El diagnóstico del asma ocupacional se facilita si se tiene un eleva-
también corren riesgo. La respuesta aguda y tardía de la vía aérea do índice de sospecha; es necesario confirmar que los síntomas del
mediada por la IgE frente a antígenos específicos como los ácaros paciente obedecen al asma y se relacionan con el entorno laboral.
de los cereales y gorgojos y los propios cereales se da en un peque- La combinación de la anamnesis, los datos de las pruebas de fun-
ño porcentaje de agricultores con atopia370. Del 7% al 20% de los ción pulmonar, la respuesta a los broncodilatadores y las pruebas
panaderos acaba por manifestar síntomas de alergia (rinitis y de reactividad bronquial inespecífica y específica establecen el
asma)375. La prevalencia de la sensibilidad alérgica cutánea y res- diagnóstico. Hay que recoger cuidadosamente la historia ocupacio-
piratoria al látex en los trabajadores encargados de la fabricación nal de todo paciente asmático que comience en la vida adulta.
e inspección de los productos de látex y en los profesionales sani- Conviene saber si los síntomas surgen durante la exposición a
tarios y pacientes que utilizan guantes de látex o se exponen a un agente concreto o inmediatamente después de la misma; no
productos de látex ha aumentado de forma sustancial376. obstante, los síntomas pueden empezar después de algunas horas
de trabajo o tener un carácter exclusivamente nocturno. Se debe
Broncoconstricción alérgica probable preguntar a los pacientes por la reducción de sus síntomas duran-
te los fines de semana y las vacaciones y por su empeoramiento con
Se ha comprobado que un número cada vez mayor de sustancias la vuelta al trabajo. Hay que recordar que el asma puede empezar
de bajo peso molecular (<1.000 dalton) induce asma en los traba- hasta 10 años después de la exposición inicial385. Los resultados
jadores expuestos. Se desconoce el mecanismo de sensibilización positivos de las pruebas cutáneas o del RAST a los alergenos ocu-
a esta sustancia, pero ciertos rasgos apuntan su origen alérgico: pacionales desconocidos también respaldan el diagnóstico.
1) la hipersensibilidad afecta sólo al 5% de las personas expues- Los pacientes que tienen asma ocupacional suelen tener una
tas, 2) se observa una latencia entre la exposición y el inicio de la función pulmonar normal en la evaluación inicial y a veces hay
broncoconstricción, 3) al aumentar la exposición aumenta la inci- que documentar la alteración funcional relacionada con el tra-
dencia de sensibilidad y 4) la exposición a cantidades diminutas de bajo386. Dada la posibilidad de una respuesta tardía, los registros
la sustancia determina una broncoconstricción aguda seguida con medidores portátiles del flujo espiratorio máximo durante
de una respuesta tardía. Por otro lado, no suele observarse la 24 horas pueden resultar muy útiles para el diagnóstico387. Las prue-
hipersensibilidad clásica en las pruebas cutáneas y la frecuencia bas seriadas de la hiperreactividad bronquial inespecífica ayudan
de sensibilidad no aumenta más en los atópicos. Extrañamente, también a documentar si el asma guarda relación con el traba-
los fumadores de cigarrillos tienen menos sensibilidad, justo lo jo388. El incremento de la hiperreactividad bronquial inespecífica
contrario de lo que sucede con la broncoconstricción alérgica durante el período de exposición y su descenso fuera del trabajo
asociada a los alergenos de alto peso molecular377. constituyen una prueba sólida de la hipersensibilidad ocupacio-
El compuesto mejor estudiado de esta categoría es el ácido pli- nal389. Además, las pruebas de hipersensibilidad bronquial ines-
cático, componente del serrín del cedro rojo378. Aproximadamen- pecífica ayudan a predecir la intensidad de la respuesta a la pro-
te el 4% de los trabajadores expuestos durante un período que vocación con un agente sensibilizador concreto390.
oscila entre varios meses y años presenta sensibilidad a esta sus- Las pruebas de provocación bronquial con los agentes ocupa-
tancia. Las personas no atópicas tienden a experimentar esta sen- cionales sospechosos no se deben efectuar a la ligera, y las debe
sibilización con la misma frecuencia que las atópicas y no hay realizar personal hospitalario experto que disponga de equipo de
ninguna característica clínica ni de la historia que permita saber reanimación370. Sin embargo, la respuesta significativa de la vía
qué trabajadores se verán afectados. Aproximadamente el 40% de aérea a una provocación específica sigue constituyendo el medio
los pacientes examinados presenta el anticuerpo IgE específico más convincente para establecer la relación causal, siempre y
contra el conjugado de ácido plicático-albúmina sérica humana. cuando se descarte una respuesta irritativa inespecífica.
La tos y la disnea comienzan de manera insidiosa y tienen un
carácter fundamentalmente nocturno, sin duda por la tardanza Otros trastornos ocupacionales de la vía aérea
en la respuesta; estas características dificultan el diagnóstico. Los
síntomas y las alteraciones de la función pulmonar se acrecientan Los pacientes que tienen asma no relacionada con la exposición
con la duración y la intensidad de la exposición379. Aproximada- ocupacional específica pueden sufrir un empeoramiento episódico
mente el 60% de las personas sensibles manifiesta síntomas per- de sus síntomas tras la exposición a diversos irritantes laborales.
sistentes durante 4 años después de que termine la exposición; La exposición aguda a una concentración alta de determina-
aquellos cuyos síntomas persisten durante mucho tiempo antes dos gases, vapores y humos puede seguirse de una lesión bron-
del diagnóstico y cuya función pulmonar es peor en el momento del quial y bronquiolar grave que produce estrechamiento e hiper-
diagnóstico tienen menos probabilidades de recuperarse íntegra- reactividad respiratoria del trabajador expuesto384. Este trastorno,
mente380. que se ha denominado síndrome de disfunción reactiva de la vía
Los isocianatos se utilizan como endurecedores de pinturas, aérea, ocurre tras la exposición aislada a una concentración alta
barnices, moldes y plásticos, y su exposición, en particular al de gases (como sulfuro de hidrógeno, amoníaco, dietilendiamina
diisocianato de tolueno (TDI), representa la causa más frecuente de y cloro), humos de plástico y humo de diversos materiales391. La
asma ocupacional. Hasta un 20% de los trabajadores expuestos obstrucción respiratoria se establece en las primeras 24 horas de
presenta hipersensibilidad respiratoria381. La hipersensibilidad al la exposición, y tanto la obstrucción como la hiperreactividad
TDI puede seguirse de asma prolongado, aun cuando se elimine inespecífica de la vía aérea pueden persistir, en cierto grado,
la exposición ocupacional382. Las características clínicas, epide- durante meses; luego, suelen remitir lentamente.
miológicas y fisiopatológicas se asemejan a las de la hipersensi- Algunos trabajos suponen la exposición a sustancias con un
bilidad al ácido plicático, aunque también se han descrito sín- posible efecto directo, no idiosincrásico, sobre la vía aérea, en
dromes inespecíficos de irritación y síndromes similares a la todos los trabajadores expuestos o en la mayoría; el efecto guarda
alveolitis alérgica383, 384. relación con la dosis370. Las sustancias que más veces se ven impli-
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 653

cadas en este tipo de reacción son el polvo de algodón (bisinosis), ra 15-18)396. La primera se manifiesta por aumento del espacio
el polvo de cereales (fiebre del grano) y los aerosoles nocivos que retroesternal y de la altura pulmonar y aplanamiento del diafrag-
se generan en las instalaciones donde se guarda el ganado392. Estos ma. El engrosamiento de la vía aérea se da tanto en los bronquios
trastornos se denominan genéricamente síndrome tóxico de los segmentarios como en los subsegmentarios y se puede visualizar
polvos orgánicos (véase página 511)393. Algunos insecticidas orga- como sombras «anulares» si se miran de frente o como opacida-
nofosforados poseen actividad anticolinesterásica y ocasionan una des «en raíl de tranvía» si se miran de perfil. La prominencia del
estenosis de la vía aérea mediada por el nervio vago370. tronco pulmonar y de sus ramas hiliares, con un afilamiento rápi-
do, indica la hipertensión arterial pulmonar precapilar pasajera
Manifestaciones radiológicas secundaria a la hipoxia (figura 15-19)397. Otros signos vasculares
son el estrechamiento difuso y la redistribución del flujo sanguí-
Las alteraciones radiológicas más frecuentes de los pacientes neo hacia los lóbulos superiores (esta última sin ningún otro sig-
asmáticos incluyen hiperinsuflación y engrosamiento de la pared no de hipertensión poscapilar), así como la escasez de los vasos en
bronquial; más raros son la oligohemia periférica, el incremento los 2 a 4 cm periféricos de los pulmones (figura 15-20).
de la trama pulmonar central y la prominencia de los hilios394. La A pesar de las observaciones que se han indicado, la radiogra-
prevalencia de estos signos depende de algunos factores, como fía de tórax posee una utilidad limitada para el diagnóstico del
la edad de comienzo y la intensidad del asma y la presencia de otras asma. Casi siempre es normal, incluso durante la crisis aguda; es
enfermedades o complicaciones del asma395. más, si no sucede así, los signos resultan inespecíficos398. De
En el asma aguda grave o durante una crisis prolongada y hecho, las dos indicaciones fundamentales de la radiografía
rebelde los signos radiológicos más característicos incluyen hiper- de tórax son la exclusión de otros trastornos que ocasionen sibi-
insuflación pulmonar y atrapamiento aéreo espiratorio (figu- lancias (en particular, enfisema, insuficiencia cardíaca congestiva y

FIGURA 15-18
Asma con hiperinsuflación pulmonar reversible (de un adulto). Esta radiografía lateral de tórax (A) de un adulto asmático durante un
episodio de broncospasmo intenso revela la posición baja y la configuración plana del diafragma, que indican una hiperinsuflación pulmonar grave.
Aproximadamente 1 año después, durante una fase de remisión (B), se comprueba que el volumen pulmonar se ha normalizado. Obsérvese
cómo la curvatura del esternón y de la columna dorsal no se modifican, ya que estas estructuras no participan en la hiperinsuflación en los adultos.
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
654 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

FIGURA 15-19
Asma con hipertensión pulmonar precapilar reversible. Imagen detallada del corazón y del hilio izquierdo en una radiografía
posteroanterior (A) en la que se aprecia un aumento de tamaño del tronco pulmonar (cabezas de flecha) y de la arteria interlobar izquierda (flecha
abierta), compatible con hipertensión arterial pulmonar. En el momento del estudio este paciente, un varón joven, presentaba una crisis aguda y grave
de broncospasmo. Aproximadamente 2 años más tarde, en el período de remisión, una radiografía similar (B) revela el retorno a la normalidad de la
configuración del tronco pulmonar y de la arteria interlobar. Obsérvese que durante este intervalo el corazón ha aumentado de tamaño por el
descenso de la presión transpulmonar elevada que tuvo lugar durante la crisis aguda con la consiguiente disminución del retorno venoso. (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

obstrucción de la tráquea o bronquios principales) y la identifi- tes sufren una variante más crónica de la enfermedad, pero en todos
cación de complicaciones como el neumotórax399. los casos se observan empeoramientos y remisiones periódicos. La
La TC de alta resolución permite visualizar las vías aéreas y el tos puede resultar llamativa; los pacientes asmáticos no fumadores
parénquima de los pacientes asmáticos con mucho más detalle pueden cumplir los criterios diagnósticos de bronquitis crónica404.
que la radiografía simple (figura 15-21)220, 400. El engrosamiento y El diagnóstico se sustenta en los antecedentes de eccema o rinitis
el estrechamiento de las vías aéreas se pueden cuantificar y se ha alérgica o en los antecedentes familiares de alergias.
demostrado que aumentan conforme lo hace la gravedad del pro- Un método diagnóstico de especial interés, aunque laborioso,
ceso401, 402. Otros signos son la dilatación bronquial, el atrapa- es en el interrogatorio pormenorizado de las circunstancias en las
miento aéreo y las zonas dispersas de menor atenuación y vascu- que aparecen las crisis. El interrogatorio debe apuntar hacia la
laridad (figura 15-22). Esta atenuación se debe a alteraciones de posible asociación con la ingestión de determinados alimentos
la distribución de la ventilación y perfusión y se da incluso en los (particularmente en la infancia) o con las estaciones del año (lo
períodos de estabilidad clínica; se descubre enseguida con la gam- que revela una hipersensibilidad al polen o a los insectos). Hay
magrafía (figura 15-23)403. que preguntar cuidadosamente por los posibles antígenos del
hogar, sobre todo los de las mascotas, almohadas de plumas,
Manifestaciones clínicas cucarachas y ropa de cama o alfombras que puedan albergar áca-
ros del polvo. Es posible que el paciente haya descubierto alguna
El diagnóstico del asma se basa sobre todo en los antecedentes de relación entre el comienzo de los síntomas y la exposición al
paroxismos periódicos de disnea, tanto cuando el paciente se entorno laboral.
encuentra en reposo como durante el ejercicio, que alternan con Los antecedentes medicamentosos son muy importantes, en
intervalos de remisión completa o casi completa. Algunos pacien- especial por lo que respecta a los betabloqueantes, los AINE y los
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 655

FIGURA 15-20
Asma con oligohemia periférica. Imagen
detallada del pulmón izquierdo en una
radiografía posteroanterior de tórax (A) de un
varón joven durante un episodio de
broncospasmo agudo. Se aprecia una
hiperinsuflación moderada. Los vasos situados
en los 2 cm a 3 cm periféricos del pulmón
apenas se ven, lo que crea una cubierta
subpleural de pulmón oligohémico. Tras repetir
el estudio un año después, en una fase de
remisión (B), se aprecia menos
hiperinsuflación; los vasos pulmonares se
adelgazan normalmente y se puede seguir el
trayecto de la mayoría hasta la periferia
pulmonar. (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis
of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)

IECA. Hay que preguntar al paciente si ha observado alguna rela- El inicio de la crisis va precedido en la mayoría de los casos de
ción entre el inicio de las crisis de asma y las infecciones de la vía tos no productiva y sibilancias. La disnea se instaura de forma
respiratoria superior o inferior y poner especial énfasis en la apa- gradual y casi nunca brusca. Los paroxismos se dan más por la
rición de síntomas compatibles con sinusitis, como goteo posna- noche; cuando son graves el paciente se ve obligado a sentarse al
sal y dolor facial. El comienzo de las crisis se debe correlacionar borde de la cama o a abrir la ventana con la ilusión vana de ali-
con las alteraciones emocionales; si se trata de un niño, se entre- viar su dificultad respiratoria. Los valores más bajos del flujo
vistará también a los padres. Otros datos de importancia, que deben espiratorio se registran en las primeras horas de la mañana (de
recogerse en la historia, son los antecedentes personales de rinitis, 2 a.m. a 4 a.m.) (fenómeno también conocido como «descenso
eccema o anafilaxia y los síntomas de reflujo gastroesofágico. Por del alba»)409. Se desconocen los mecanismos del asma nocturna.
último, se preguntará al paciente por la relación entre el comien- Los pacientes asmáticos muestran un ritmo circadiano de la res-
zo de las crisis y el ejercicio, la exposición al aire frío, el polvo irri- puesta de la vía aérea, la adrenalina plasmática, el cortisol, el
tante, los humos o los olores y los cambios de temperatura y monofosfato cíclico de adenosina (AMPc) y la histamina, ele-
humedad. Si se recogen antecedentes de episodios inducidos por mentos todos ellos que pueden tener algún efecto410. El propio
el ejercicio se investigará si la ingestión previa de algún alimento sueño no representa necesariamente un factor porque la obs-
concreto precipitó las crisis405. trucción surge, aunque con menos intensidad, incluso si se evita
El episodio asmático original suele etiquetarse de bronquitis agu- el sueño nocturno411.
da, tanto en los pacientes atópicos como no atópicos, sobre todo si La tos (con una función pulmonar normal) es el único sínto-
son ancianos; este diagnóstico es independiente de la presencia aso- ma inicial de algunos pacientes, en cuyo caso la medición de la
ciada de fiebre o síntomas de enfermedad respiratoria alta406, 407. hiperreactividad bronquial inespecífica puede facilitar el diagnós-
A menudo las sibilancias y la disnea paroxística nocturna de estos tico412. Los pacientes cuya asma representa la causa de la tos suelen
pacientes se atribuyen a una EPOC o a insuficiencia ventricular mostrar un aumento en la reactividad inespecífica de la vía aérea; la
izquierda408. De hecho, la disnea nocturna es un síntoma frecuente tos se alivia con el tratamiento del asma. La medición del recuen-
del asma; se requiere una anamnesis cuidadosa para separar esta to total de eosinófilos puede representar una técnica útil de cri-
enfermedad de la disnea paroxística nocturna cardiógena. bado para seleccionar a los pacientes413.
656 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

A
FIGURA 15-21
Asma con engrosamiento de la pared bronquial. Esta TC de alta resolución de un paciente con asma crónica (A) revela el engrosamiento de las
paredes de algunos bronquios (flechas) y la disminución del diámetro de su luz (compárese con la imagen de una persona sana en B). (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

Aunque algunos pacientes sufren episodios de asma que se encuentran estuporosos o incluso comatosos como consecuen-
establecen en el curso de horas, la mayoría manifiesta síntomas cia de la hipoxemia y de la hipercapnia; en general en estos casos
progresivos durante días o semanas, casi siempre con un deterio- se detecta taquicardia y pulso paradójico. De hecho, la medición
ro más rápido en las 24 horas previas. Las personas atópicas más del pulso paradójico representa un índice de la gravedad de
jóvenes sufren más crisis de inicio rápido414. A veces el asma la broncoconstricción417. Cuando inspiran, la presión arterial
comienza de manera tan insidiosa que no se plantea su diagnós- sistólica de las personas normales se reduce hasta 5 mm Hg,
tico, sobre todo en fumadores ancianos que suelen ser etiqueta- mientras que la de los enfermos asmáticos puede descender en
dos de EPOC; el tratamiento intensivo de estos pacientes com- 10 mm Hg o más. Este mayor descenso probablemente se debe al
porta a veces una reversión espectacular de la obstrucción415. El aumento de la presión intratorácica negativa como consecuen-
inicio repentino de dolor torácico obliga a sospechar un neumo- cia de la obstrucción respiratoria y guarda relación con dos
mediastino o un neumotórax. mecanismos418: 1) el incremento del volumen ventricular dere-
Los signos del asma incluyen hiperventilación, timpanismo en cho motivado por la presión negativa puede desviar el tabique
la percusión, ronci y sibilancias inspiratorias y espiratorias, dis- interventricular hacia la izquierda e interferir con el llenado
minución del murmullo vesicular y prolongación de la espira- diastólico del ventrículo izquierdo, y 2) dada la comunicación
ción. En las crisis más graves pueden desaparecer las sibilancias; que existe entre los ventrículos y los grandes vasos extratoráci-
se observa el cuadro clínico de «ansia de aire». En estos casos se cos que no están expuestos a la presión negativa, la presión
advierte el uso de los músculos accesorios de la respiración, una intratorácica negativa puede actuar como poscarga sobre el
disminución del murmullo vesicular sin roncus y, a menudo, cia- ventrículo izquierdo419.
nosis416. Si se asocia un neumomediastino o un neumotórax pue- Se ha diseñado una serie de algoritmos para medir la inten-
de oírse un chasquido precordial sincrónico con el latido cardía- sidad del asma y obtener una información pronóstica y una guía
co (signo de Hamman). terapéutica420. El pulso paradójico y el uso de la musculatura
Los pacientes que tienen asma aguda grave presentan a veces accesoria de la inspiración, cuando están presentes, indican una
una disnea o un agotamiento tales que no pueden ni hablar o se obstrucción más intensa, pero en principio ni los síntomas ni
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 657

FIGURA 15-22
Asma con atrapamiento aéreo. La TC de alta
resolución, tomada al final de la inspiración (A), muestra
áreas localizadas sutiles de menor atenuación y
vascularidad (flechas). Si el estudio se realiza al final de la
espiración máxima (B) se aprecian varias áreas bilaterales
de atrapamiento aéreo (flechas). Se trataba de un paciente
de 45 años que no había fumado nunca y que sufría asma
crónica. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

los signos ayudan a juzgar la intensidad de manera fiable421. El cuada de administración de la medicación inhalada y la expo-
estudio adecuado exige una medición objetiva del flujo espira- sición persistente a los alergenos.
torio máximo422. Otro índice de la gravedad asmática es la
intensidad del tratamiento que se necesita para su control. Por Hallazgos de laboratorio
eso, la intensidad del tratamiento se ha incluido tanto en las
estimaciones de la gravedad como para separar el concepto de Las alteraciones citológicas y químicas del esputo se han exami-
«control» del asma del de «gravedad» del asma423 (p. ej., un nado de forma sistemática para evaluar la gravedad de la infla-
paciente puede presentar un asma grave que se controle bien mación respiratoria; se han propuesto normas rigurosas de aná-
con un tratamiento intensivo y, al contrario, otro paciente con lisis425. La combinación del número de eosinófilos en el esputo
asma relativamente leve puede manifestar síntomas importan- y del análisis de la concentración de la proteína catiónica de los
tes si no toma la medicación). La enfermedad de un pequeño eosinófilos en el esputo ha resultado ser un método más sensi-
número de pacientes que tienen asma muy grave no parece res- ble y específico para separar a los pacientes asmáticos de las per-
ponder al tratamiento intensivo424. De todas maneras, conviene sonas sanas que los análisis de estos parámetros en la sangre
recordar que este tipo de «asma refractaria» se debe deslindar periférica426. Los eosinófilos de la sangre no suelen exceder del
de otros trastornos en los que los síntomas y signos de la obs- 10% de la totalidad de los leucocitos, pero pueden representar
trucción respiratoria no revierten con los antiinflamatorios ni hasta un 35%. Las pruebas cutáneas ayudan a identificar los
los broncodilatadores, por ejemplo la EPOC, la discinesia larín- alergenos alimentarios o ambientales específicos a los que es
gea, la disfunción de las cuerdas vocales, la obstrucción respi- sensible el paciente; la sensibilidad concreta se puede confirmar
ratoria por neoplasias, las bronquiectasias y las bronquiolitis. mediante RAST. No conviene, sin embargo, olvidar que la apli-
Las demás causas de «asma refractaria» incluyen la falta de cación cutánea de las diluciones recomendadas de los diferentes
cumplimiento del tratamiento farmacológico, la técnica inade- alergenos puede precipitar una crisis. Hay que vigilar cuidado-
658 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

FIGURA 15-23
Asma con alteraciones de la ventilación y de la
perfusión. La radiografía posteroanterior de tórax (A) es
normal, si se exceptúa la hiperinsuflación leve y el
engrosamiento de las paredes bronquiales (cabezas de flecha).
En la gammagrafía pulmonar de ventilación (B) se aprecia un
depósito desigual del radioisótopo en el parénquima central
durante la respiración inicial (RI) con ausencia relativa
de depósito periférico; finalmente, se logra un equilibrio (EQ)
central y periférico, pero se aprecia atrapamiento aéreo en
ambas zonas durante la fase de lavado (L). La gammagrafía de
perfusión (C) en las posiciones anterior (A), posterior (P),
lateral derecha (LD) y lateral izquierda (LI) pone de manifiesto
defectos en el patrón de perfusión de los lóbulos inferiores y
de las porciones posteriores de los lóbulos superiores.
Obsérvese cómo se conserva un ribete de perfusión en la
corteza (1) que alterna con las regiones adyacentes de
hipoperfusión cortical (2); en ambos casos tiene lugar
una hipoperfusión localizada de la médula proximal (3). La
presencia de perfusión mantenida adyacente a la
hipoperfusión medular contigua en la gammagrafía se conoce
como el signo de la «franja» y su identificación descarta de
manera eficaz una enfermedad tromboembólica como causa
de la oligohemia. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

RI EQ

A P

L L 1

2
LD LI

samente las reacciones del paciente y disponer en todo momen- Pruebas de función pulmonar
to de medidas para combatirlas427.
Aunque la provocación mediante inhalación representa un Como es de esperar, las alteraciones de la función pulmonar de
método más fiable para reconocer los alergenos específicos, los pacientes asmáticos dependen sobre todo de que la enfer-
rara vez está indicada en la práctica clínica porque puede medad se encuentre en fase de remisión o de empeoramiento y,
ocurrir una broncoconstricción inmediata y tardía. Debe reser- en este último caso, de la gravedad de la crisis. Muchos pacien-
varse para estudios experimentales en condiciones cuidadosa- tes que tienen asma en fase de remisión tienen una función pul-
mente controladas y para incriminar al antígeno específico del monar normal430 aunque se aprecien alteraciones en las pruebas
asma ocupacional428. La provocación inespecífica con metaco- «sensibles» de función de las pequeñas vías aéreas431. Aun cuan-
lina inhalada constituye una técnica diagnóstica importante en do el flujo y el volumen espiratorio máximo se encuentren den-
algunos casos y puede ayudar a vigilar la respuesta al trata- tro del límite de la normalidad, la inhalación de un broncodila-
miento prolongado. tador puede ocasionar un incremento mayor del 15% del
Durante los episodios de asma grave ocurren a veces cambios VEMS1 o de la CVF. La relación entre los síntomas y la fun-
electrocardiográficos429. Casi siempre se observa taquicardia sinusal; ción depende de la capacidad del paciente para detectar la obs-
además, aparece una desviación del eje hacia la derecha, rotación trucción respiratoria y varía mucho; algunos pacientes no reco-
horaria del corazón, hipertrofia ventricular derecha, ondas P de la nocen la obstrucción respiratoria grave (VEMS1 inferior al 50%
aurícula derecha y alteraciones del segmento ST o de la onda T. del valor teórico)432.
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 659

El estrechamiento difuso de la vía aérea representa la altera- La atelectasia es la consecuencia del taponamiento mucoso
ción funcional básica del asma sintomática; el incremento resul- de las pequeñas o grandes vías aéreas444. Aunque resulta difícil
tante de la resistencia da lugar a descenso del flujo, hiperinsufla- diagnosticarla radiológicamente en un adulto, es probable que
ción, atrapamiento aéreo y, en última instancia, aumento del el taponamiento por moco de los bronquios y bronquiolos más
trabajo respiratorio. Se detecta y cuantifica con más facilidad pequeños se dé bastante más de lo que se imagina; la atelec-
midiendo el flujo espiratorio máximo en los diagramas volumen- tasia se evita por la ventilación colateral de las regiones obs-
tiempo o flujo-volumen433. El incremento de la resistencia de la truidas.
vía aérea también se acompaña de hiperinsuflación, que se refle- El neumomediastino también es una complicación poco fre-
ja por un aumento de la CRF y en menor medida de la CPT396. cuente que afecta sobre todo al sexo masculino. Los lactantes, en
Esta última aumenta de forma significativa y el retroceso elástico concreto, tienden a sufrir, además, neumotórax447. Si éste no
pulmonar se reduce en los pacientes cuyo asma empezó en la responde al drenaje con tubo torácico y se observa una pérdida
infancia, con relación al inicio en la vida adulta434. La hiperinsu- progresiva de volumen del pulmón homolateral, se sospechará
flación tiene ventajas e inconvenientes435. Las vías aéreas intrapa- una obstrucción de las vías aéreas centrales por un tapón de
renquimatosas, al dilatarse, mejoran la distribución de la ventila- moco. Los pacientes asmáticos que precisan ventilación mecá-
ción pulmonar y evitan que se limite el flujo espiratorio durante nica durante una crisis aguda pueden presentar hipotensión
la respiración corriente435. La otra cara de la moneda es que se general y barotraumatismo como consecuencia de la hiperinsu-
incrementa el trabajo elástico de la respiración y los músculos flación dinámica448. Aparte de las complicaciones motivadas
inspiratorios trabajan en la porción ineficiente de la curva longi- directamente por la crisis asmática, las infecciones respiratorias
tud-tensión. bajas se dan más en los pacientes que tienen asma que en la
A medida que remite el episodio de asma, el flujo espiratorio población general y la gravedad clínica de las infecciones víricas
y la CV mejoran y la CRF y el VR disminuyen. Los síntomas pue- suele ser mayor en caso de asma449. No está clara la razón de
den descender según se normalizan los volúmenes pulmonares y estos efectos.
antes de que se modifique el VEMS1, posiblemente por la rever- Para establecer el pronóstico del asma hay que considerar tres
sión de la hiperinsuflación y el atrapamiento aéreo436.. Los. flujos cuestiones: los elementos que determinan la recuperación de
medidos a volúmenes pulmonares bajos (FEF25%-75%, V50, V25) tar- cada episodio agudo, la probabilidad de alcanzar una remisión
dan algo más en mejorar o no llegan nunca a los valores norma- completa y la probabilidad de fallecer por la enfermedad.
les teóricos437. Recuperación del episodio de asma aguda. Las caracte-
La capacidad de difusión en respiración única suele elevarse rísticas que se han asociado a la necesidad de hospitalización y
tanto en el asma estable como en la aguda438. La explicación más una recuperación sintomática y funcional prolongadas del asma
verosímil de esta aparente paradoja reside en el incremento pasa- aguda incluyen: 1) edad mayor de 40 años, 2) ausencia de atopia,
jero del volumen de sangre capilar pulmonar que tiene lugar al 3) mayor duración de los síntomas antes del ingreso, 4) control
negativizarse aún más la presión intratorácica inspiratoria por la insuficiente de los síntomas a largo plazo y 5) uso de corticoides
obstrucción. para el tratamiento de mantenimiento450. La rapidez con la que
La mayoría de los pacientes que tienen una crisis aguda pre-. . mejora el flujo en las 6 primeras horas predice asimismo el
senta cierto grado de hipoxemia debido al desequilibrio302 de V/Q. tiempo de recuperación451. En un estudio retrospectivo, el siste-
La inhalación de un broncodilatador
. . β-adrenérgico aumenta la ma de puntuación que se basa en la frecuencia cardíaca, la fre-
perfusión de las regiones con V/Q bajas y reduce la PO2 arterial, lo cuencia respiratoria, el pulso paradójico, el flujo espiratorio
que lleva a pensar en una reversión farmacológica de la vaso- máximo, el uso de la musculatura accesoria y la gravedad de las
constricción hipóxica de estas regiones439. La alcalosis respirato- sibilancias predijo con una eficacia del 90% la necesidad de hos-
ria es el único trastorno acidobásico que se detecta en las crisis pitalización y la tasa de recaídas después del alta del servicio de
asmáticas leves, pero en las graves puede aparecer acidosis meta- urgencias452. La mortalidad de los pacientes asmáticos que pre-
bólica y mixta440. cisan ventilación mecánica durante un episodio agudo se aproxi-
No existe ninguna relación estrecha entre las medidas de la ma al 10%-15%453.
obstrucción respiratoria y el intercambio gaseoso en el asma441. Remisión. El pronóstico final a largo plazo exige un seguimien-
Sin embargo, en los episodios agudos y graves la PaCO2 suele to prolongado. La probabilidad de remisión es mucho mayor en
reducirse hasta menos de 60 mm Hg, el VEMS1 es inferior a 1 litro el asma de comienzo durante la infancia. Casi el 60% de los niños
y el flujo máximo resulta menor de 60 l/min442. Si aumentan la que presentan «pitos» antes de los 3 años se encuentra asintomá-
intensidad y la duración de la obstrucción, los pacientes se ago- tico al llegar a los 6 años454. Del 50% al 70% de los pacientes cuyo
tan, los músculos respiratorios se fatigan y los valores de la PaCO2 asma empieza antes de los 16 años presenta remisiones en las pri-
se elevan hasta el intervalo hipercápnico443. En el asma, a diferen- meras etapas de la vida adulta455. Se conocen algunos factores que
cia de la EPOC, la hipercapnia jamás es constante. La PCO2 puede se asocian a un mal pronóstico: inicio temprano de los síntomas,
ascender repentinamente en cuestión de minutos u horas y hay varias crisis en el primer año, pruebas clínicas y fisiológicas de
que mantener bajo constante vigilancia a los pacientes. obstrucción persistente de la vía aérea, hiperinsuflación, deformi-
dad torácica y alteraciones del crecimiento456. En un estudio de
Pronóstico y evolución natural seguimiento de 8 años de 2.289 niños que tenían entre 6 y 8 años
de edad cuando se les atendió por primera vez, el consumo acti-
Las complicaciones del asma son bastante más frecuentes en los vo y pasivo de cigarrillos, la clase social y económica más baja, el
niños que en los adultos e incluyen neumonía, atelectasia, tapo- número de hijos y la presencia de mascotas con pelo en el domi-
namiento de moco, neumomediastino y, rara vez, embolia gaseo- cilio, así como el uso de hornillos de gas, se asociaron a síntomas
sa arterial. El estudio radiológico de grandes grupos de niños con persistentes457. El pronóstico de los pacientes que tienen crisis
asma aguda pone de relieve que cada una de estas complicaciones asmáticas intermitentes que tienen signos de labilidad es conside-
afecta al 5%-25% de los pacientes444, 445, mientras que en los estu- rablemente mejor que el de aquellos que tienen síntomas conti-
dios con adultos sólo alcanzan el 1%446. nuos y una obstrucción relativamente fija458.
660 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

Las remisiones que experimentan los adolescentes y adultos TABLA 15-3. Clasificación GOLD de la gravedad*
jóvenes pueden ser permanentes o no. Según un estudio de segui- Estadio Características
miento de 441 niños durante 14 años, la prevalencia acumulativa
de asma aumentó hasta los 7 años de edad y luego descendió pro- 0 De riesgo. Espirometría normal
gresivamente hasta los 17-18, momento en que el 70% de los Síntomas crónicos (tos, expectoración)
1 EPOC leve, VEMS1/CVF <70%
niños se encontraba «curado» (ningún síntoma ni tratamiento VEMS1 >80% del valor teórico
durante un año)459. No obstante, siguieron produciéndose algu- Con síntomas crónicos (tos, expectoración)
nas «recaídas» y, al llegar a una edad media de 26 años, tan sólo el o sin ellos
57% seguía «curado». Las recaídas adicionales tienden a manifes- 2 EPOC moderada, VEMS1/CVF <70%
tarse con el envejecimiento. VEMS1 entre el 50% y el 80% del valor
teórico
Pese a que un rasgo característico del asma es la reversibilidad Con síntomas crónicos (tos, expectoración)
(hasta cierto punto) de la obstrucción del flujo respiratorio, está o sin ellos
claro que la enfermedad duradera puede ocasionar una estenosis 3 EPOC grave, VEMS1/CVF <70%
relativamente fija y acelerar la caída de la función respiratoria460, VEMS1 entre el 30% y el 50% del valor
teórico
a pesar de un tratamiento prolongado y agresivo con broncodila- Con síntomas crónicos (tos, expectoración)
tadores y corticoides461. o sin ellos
Mortalidad. La muerte por asma sucede rara vez y se da sobre 4 EPOC muy grave, VEMS1/CVF <70%
todo en adultos de 40 a 60 años, así como en niños menores de VEMS1 <30% del valor teórico o <50% del
2 años462. Se han documentado diferencias raciales y étnicas en las valor teórico más insuficiencia
respiratoria crónica†
tasas de mortalidad por asma; así, en EE.UU. la mortalidad por
edades de los afroamericanos y de los hispanos es mayor que la de
*Clasificación basada en el valor del VEMS1 después de la broncodilatación.
los blancos463. †
Insuficiencia respiratoria: PaO2 inferior a 60 mm Hg con o sin PaCO2 mayor de
En 1980 las tasas de mortalidad por asma de los pacientes de 50 mm Hg respirando al nivel del mar.
5 a 34 años oscilaron entre 0,2 por 100.000 en EE.UU. y 3 por GOLD, Global Initiative on Obstructive Lung Disease (Iniciativa Mundial sobre la
100.000 en Nueva Zelanda199. Desde entonces la tasa de mor- Enfermedad Pulmonar Obstructiva).
talidad en Nueva Zelanda ha caído de forma espectacular (has-
ta casi 0,5 por 100.000 en 1994), mientras que se ha aumentado
lenta y progresivamente en la mayoría de los demás países464. nes a las partículas o gases nocivos469. Se ha propuesto también una
Entre 1959 y 1966 se produjeron dos ascensos, mayoritariamente clasificación que se basa en la gravedad de la enfermedad
inexplicables y pasajeros, de la mortalidad por asma en el Reino (tabla 15-3). El valor liminar que delata la presencia de la enfer-
Unido, Nueva Zelanda y Australia262 y, de forma más reciente, en medad (estadio 1) es un cociente VEMS1/CVF menor del 70%
Nueva Zelanda465. A pesar de que el uso de los broncodilatadores después de aplicar un broncodilatador. Son sinónimos de EPOC
β-adrenérgicos podría ser la causa de esta «epidemia», los auto- la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la obstrucción cró-
res de un metaanálisis sobre el uso de agonistas β y muerte por nica del flujo aéreo y la limitación crónica al flujo aéreo. Aunque
asma concluyeron que, si bien existía una relación significati- se puedan admitir las dos primeras denominaciones, la limita-
va, el efecto era muy pequeño y podía haber factores de con- ción crónica del flujo aéreo resulta confusa porque lleva a pensar
fusión466. que la limitación es característica de este proceso. En realidad,
En los estudios de casos y controles se han identificado algu- todas las personas tienen una limitación del flujo espiratorio
nos factores vinculados al asma casi mortal o mortal, como son: máximo; lo que resulta anómalo en la EPOC es la intensidad de
1) antecedentes de ventilación mecánica previa o de ingreso en la limitación. En este texto usaremos la definición de EPOC de la
una unidad de cuidados intensivos, 2) acentuación de los sínto- directriz GOLD junto con las siguientes definiciones de bronqui-
mas de asma en la semana previa al fallecimiento, 3) disminu- tis crónica y enfisema470.
ción de la dosis de corticoides, 4) administración insuficiente de La bronquitis crónica es un trastorno clínico que se diagnosti-
corticoides y broncodilatadores, 5) dosis excesiva de teofilina, ca por los antecedentes de expectoración mucosa excesiva la
6) exceso de confianza en los broncodilatadores nebulizados en mayoría de los días durante al menos 3 meses consecutivos y a lo
el domicilio y 7) ausencia de aplicación de la ventilación artifi- largo de no menos de 2 años consecutivos471. Hay que descartar
cial260, 467. La educación del paciente también constituye un fac- todas las demás causas de tos y expectoración crónicas antes de
tor esencial para prevenir la muerte. Los pacientes que tienen admitir este diagnóstico. A veces resulta difícil separar la bron-
riesgo de muerte deben ingresar inmediatamente en el hospital quitis crónica del asma y se emplea el término de bronquitis
si los datos clínicos y fisiológicos indican que se trata de una cri- asmática para describir a los pacientes que cumplen los criterios
sis grave468. diagnósticos de ambas enfermedades.
La relación entre la bronquitis crónica y la obstrucción de las
vías aéreas no está clara472. Según un estudio de 2.718 varones
ENFERMEDAD PULMONAR OBSTRUCTIVA fumadores a los que se siguió durante 20 años, ni la tos ni la expec-
CRÓNICA toración se relacionaron con la caída de la función pulmonar473;
los principales determinantes de la obstrucción sintomática final
La Global Initiative on Obstructive Lung Disease (GOLD; Iniciati- del flujo respiratorio fueron el valor inicial del VEMS1 (porcenta-
va Mundial sobre Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) je del teórico) y el tabaquismo persistente. En otro estudio de
ha propuesto una definición de EPOC que se basa en las pruebas seguimiento decenal de 13.756 hombres y mujeres se confirmó la
de obstrucción al flujo aéreo. Así pues, la EPOC se define como importancia del VEMS1 basal474; sin embargo, la hipersecreción
una enfermedad que se caracteriza por una limitación al flujo aéreo mucosa también predijo de manera significativa la velocidad de
que no revierte por completo. Esta limitación suele ser progresiva y caída de la función pulmonar y el riesgo de hospitalización y falle-
se acompaña de una respuesta inflamatoria anómala de los pulmo- cimiento por EPOC475. A pesar de estos datos, es evidente que los
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 661

fumadores pueden presentar tos y expectoración sin que se obs- ción atmosférica, las infecciones (sobre todo, durante la infancia), el
truya la vía aérea, y que la obstrucción puede ocurrir sin que exis- clima, la herencia, el estado socioeconómico, la atopia, la hiperreac-
ta hipersecreción mucosa. Esta discordancia implica que la equi- tividad inespecífica de la vía aérea, la dieta y la nutrición490.
paración entre la bronquitis crónica y la EPOC resulte confusa.
El enfisema se define como la dilatación permanente y patoló- Humo del tabaco
gica de los espacios aéreos situados distalmente a los bronquiolos
terminales, que se acompaña de destrucción de sus paredes, sin El consumo de cigarrillos representa, con gran diferencia, la cau-
una fibrosis evidente476. En rigor, este trastorno sólo se puede sa más importante de la EPOC491. Las personas sanas no fuma-
diagnosticar a través de examen anatomopatológico; no obstan- doras muestran una reducción anual del VEMS1 que se explica
te, algunos rasgos clínicos, de la función pulmonar y de la TC per- fundamentalmente por el descenso en el retroceso elástico pul-
miten calcular in vivo su presencia y gravedad. Es verdad que el monar con la edad; sin embargo, los fumadores presentan una
enfisema suele acompañarse de una pérdida del retroceso elásti- caída exagerada, cuya velocidad se intensifica con el consumo de
co pulmonar –que, a su vez, produce al parecer obstrucción res- cigarrillos (figura 15-24)492. El consumo de cigarrillos también
piratoria, hiperinsuflación y atrapamiento aéreo–, pero ésta pue- retrasa el aumento normal del flujo espiratorio que sucede
de aparecer sin que haya enfisema y viceversa. durante el crecimiento en la infancia y la adolescencia493. La dura-
El término enfermedad de las pequeñas vías aéreas ha servido ción y la intensidad del tabaquismo revisten la misma importan-
para describir no sólo las alteraciones anatomopatológicas que cia a la hora de ocasionar estos efectos. El cese del tabaquismo se
afectan a las pequeñas vías aéreas de los pacientes que tienen asocia a una pequeña mejora de la función pulmonar, un descen-
EPOC, sino también una variante clínica que afecta a un peque- so de la tos y de la expectoración y una normalización de la tasa
ño número de pacientes con EPOC259. Esta última acepción debe de reducción anual de la función pulmonar494, 495.
abandonarse porque sólo genera confusión; la enfermedad de las Se ignora cuál de los componentes del humo del tabaco es el
pequeñas vías aéreas es una de las alteraciones que determina una responsable de la aparición de la EPOC; sin embargo, el conteni-
obstrucción al flujo aéreo en la EPOC y no una enfermedad por do de alquitrán, el uso de filtros y la alergia a los componentes del
derecho propio. humo de los cigarrillos no revisten ninguna importancia aparen-
te. El patrón de inhalación podría modificar la localización y la
Epidemiología intensidad de la exposición pulmonar a las distintas partículas y
gases y podría constituir uno de los factores que determinan la
Al margen del término que se admita, está claro que estos tras- respuesta individual variable496.
tornos repercuten notablemente en la salud mundial. Las tasas de Pese a que el consumo personal de cigarrillos representa, desde
mortalidad por EPOC en EE.UU. aumentaron bruscamente luego, el factor de riesgo más importante para la aparición de la
entre 1930 y 1980 y han continuado haciéndolo261. Según las pre- EPOC, el tabaquismo pasivo o colateral (es decir, el humo de taba-
visiones de la Organización Mundial de la Salud, las tasas de mor- co ambiental) puede también resultar perjudicial, sobre todo para
bilidad y mortalidad por EPOC continuarán elevándose en los los lactantes y niños491. Estas personas que conviven en el hogar con
próximos 20 años y convertirán a la EPOC en la tercera causa de
muerte (hoy es la cuarta) y en la quinta de discapacidad (hoy es
la 12.a) en todo el mundo477, 478. Además, hay pruebas sobradas de
Personas
VEMS1 (% del valor a los 25 años)

que la enfermedad respiratoria crónica supone una causa impor- 100 no fumadoras o no
tantísima de incapacidad laboral y restricción en Europa y en sensibles al humo
Norteamérica479, 480. La prevalencia mundial de la EPOC en 1990
se calculó en 9,3 por 1.000 varones y 7,3 por 1.000 mujeres481. El 75 Fumadores
incremento exponencial del consumo de cigarrillos en algunos habituales
y sensibles a
países «en vías de desarrollo» hará que continúe aumentando la 50 sus efectos
prevalencia mundial482. Abandono
Discapacidad a los 45
Se ha señalado que los varones son más sensibles a los efectos
del humo de tabaco483, pero en realidad las pruebas indican que las 25 Abandono
Muerte a los 65
diferencias sexuales se deben al consumo de cigarrillos o incluso
a que las mujeres son más sensibles a la misma exposición al 0
humo484, 485. Quizá exista un sesgo sexual en el diagnóstico; es más 25 50 75
probable que mujeres con manifestaciones clínicas y fisiológicas
características de la EPOC sean diagnosticadas de asma si se com- Edad (años)
paran con varones de características idénticas486. En general, la
EPOC de los fumadores blancos es más grave que la de los pacien- FIGURA 15-24
tes de otras razas, diferencia que no cabe explicar por la cantidad, Cambios del VEMS1 con el envejecimiento. En la gráfica se advierte el
el mecanismo o la duración del consumo de cigarrillos487. cambio porcentual del VEMS1 frente a la edad para los fumadores y los no
fumadores. Los no fumadores muestran un descenso gradual del VEMS1
con la edad, y los fumadores no sensibles a los efectos del humo de tabaco
Etiología tienen una caída similar pero algo más acelerada. Las personas sensibles al
humo de tabaco que fuman de forma habitual experimentan un descenso
Desde luego, el factor más importante en la patogenia de la EPOC acelerado del VEMS1, que aumenta rápidamente con el envejecimiento
es el consumo de cigarrillos. Este trastorno rara vez se da en no («efecto de las carreras hípicas»). Si se abandona el hábito tabáquico se
fumadores488. Sin embargo, como la EPOC sólo afecta a un porcen- observa un retorno de la velocidad de descenso del VEMS1 a las cifras que
se ven en la población no fumadora o no sensible (Modificado de Peto R,
taje relativamente bajo de fumadores crónicos489, deben concurrir Speizer FE, Cochrane AL, et al: The relevance in adults of air-flow obstruction,
otros factores. Entre los posibles modificadores y amplificadores de but not of mucus hypersecretion, to mortality from chronic lung disease. Results
la respuesta al humo de los cigarrillos se encuentran la contamina- from 20 years of prospective observation. Am Rev Respir Dis 128:491-500, 1983.)
662 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

padres o hermanos fumadores muestran una mayor incidencia de posibilidad es que estas asociaciones se deban a que los niños pre-
enfermedades respiratorias y alteraciones funcionales y un menor dispuestos a la aparición posterior de EPOC tengan una mayor
incremento de la función pulmonar durante el crecimiento497. sensibilidad a las infecciones510. Asimismo, se ha especulado con
la posibilidad de que las infecciones crónicas latentes del epitelio
Contaminación atmosférica respiratorio por adenovirus contribuyan a la patogenia511.
Las infecciones respiratorias de los pacientes que tienen EPOC
La contaminación atmosférica puede ser doméstica, urbana u establecida pueden acelerar el deterioro funcional posterior y
ocupacional. Aunque sus efectos suelen resultar leves en compa- ocasionar un déficit irreversible512; en este sentido, cobra especial
ración con los del consumo de cigarrillos, pueden alcanzar una importancia la posibilidad de que la propia EPOC aumente la
gran significación en las regiones más contaminadas y con deter- incidencia y la gravedad de las infecciones respiratorias. Sin
minadas exposiciones industriales. embargo, a pesar de la caída intensa de la función pulmonar
La exposición doméstica a los contaminantes suele pasar des- durante las infecciones respiratorias, cuando remite la infección
apercibida pero posiblemente constituya un factor determinante la mayoría de los pacientes que tienen EPOC mejora hasta la
en ciertas situaciones. Así, el uso de gas natural para cocinar se ha situación previa a la agudización.
asociado a una mayor incidencia de enfermedades respiratorias y Las infecciones víricas justifican la mayoría de las agudizacio-
disfunción pulmonar infantiles, cuyo efecto es independiente del nes clínicas de los pacientes que tienen EPOC513. Los rinovirus y
tabaquismo parental498. Los hornillos de cocina representan una los mixovirus –estos últimos, sobre todo durante las epidemias–
de las mayores causas de contaminación doméstica en el mundo; representan, en principio, los agentes etiológicos más frecuen-
en las comunidades rurales de los países «en vías de desarrollo» la tes514. H. influenzae, M. pneumoniae y Chlamydia pneumoniae
exposición prolongada puede motivar enfermedad pulmonar también pueden precipitar las agudizaciones515.
obstructiva y corazón pulmonar499.
Aunque el incremento brusco en el grado de contaminación Clima
atmosférica, como sucede con la niebla tóxica, pueda incremen-
tar la morbilidad y mortalidad de los pacientes que tienen EPOC Los pacientes que sufren EPOC relacionan a menudo las agudi-
conocida500, no hay tantas pruebas de que la contaminación zaciones con elementos climáticos, en particular variaciones
atmosférica urbana determine por sí misma una enfermedad extremas de la humedad y de la temperatura. Asimismo, se obser-
pulmonar obstructiva en adultos no fumadores501. No obstante, van variaciones estacionales en la morbilidad de la enfermedad
es cierto que aporta un efecto aditivo al del humo de los cigarri- pulmonar obstructiva que no se explican completamente por
llos y que es responsable en parte de la progresión de la discapa- ninguno de los factores de riesgo conocidos516. En los pacientes
cidad de los pacientes ya afectados502. Asimismo, existen relacio- que tienen EPOC confirmada la inhalación y la exposición de la
nes significativas entre el ingreso en el hospital y el número de piel facial al aire seco y frío produce broncoconstricción517.
visitas a los departamentos de urgencias por EPOC, por un lado,
y las concentraciones atmosféricas de SO2 y O3 y la concentración Factores socioeconómicos, dieta y nutrición
atmosférica de partículas menores de 10 µm de diámetro (PM10),
por el otro503. Los niños con pulmones en fase de crecimiento son Las personas de una categoría social o económica menos favore-
los más vulnerables a los efectos de la contaminación atmosféri- cida corren más riesgo de EPOC. Aunque se ignora el mecanismo
ca. La incidencia de infecciones agudas de la vía respiratoria infe- exacto, se ha comprobado que no guarda relación con el hábito
rior aumenta en los niños que viven en entornos que tienen una tabáquico, la exposición industrial, el tabaquismo pasivo, la ali-
contaminación atmosférica elevada504; este tipo de infecciones mentación y las infecciones pediátricas518.
incrementa el riesgo de alteración de la función pulmonar. El estado nutricional, que se evalúa con el IMC, predice la
Pese a la controversia que rodea a la importancia relativa del supervivencia de los pacientes que tienen EPOC; sin embargo, se
tabaquismo y la exposición al polvo en el trabajo, se observan ignora si la relación es de tipo causal519. Se han descrito asocia-
pruebas inequívocas de que el polvo inhalado repercute de modo ciones específicas entre la concentración de la vitamina C y la
significativo en la función pulmonar de las personas que tienen bronquitis crónica y entre el consumo de ácidos grasos poliinsa-
determinadas ocupaciones505. Se ha detectado una mayor reduc- turados y la EPOC520, 521.
ción anual del VEMS1 y una mayor prevalencia del enfisema en
los trabajadores expuestos al polvo inorgánico, como el carbón, Herencia
en los mineros que trabajan en rocas duras y los trabajadores de
las industrias metalúrgicas y químicas506. La inhalación de algo- Los familiares en primer grado de los pacientes que tienen EPOC
dón, cereales, polvo de madera y los humos que se generan en los corren un riesgo de padecer la enfermedad de 1,2 a 3 veces mayor
mataderos y establos donde se confina el ganado también contri- que la población general522. La observación de que la concordancia
buyen a la destrucción crónica de la vía aérea507. de los índices de obstrucción respiratoria se da más en los familia-
res en primer grado que en los cónyuges, y en los gemelos monoci-
Infecciones góticos que en los dicigóticos, respalda la influencia de la predispo-
sición genética más que los efectos de un entorno compartido523.
Hay pruebas de que las infecciones respiratorias bajas de los Los resultados de los estudios con gemelos revelan que el porcenta-
niños elevan significativamente el riesgo de EPOC posterior je de variabilidad de la función pulmonar que se puede imputar a
durante la vida adulta508. Las «bronquitis» y neumonías infanti- los factores genéticos (es decir, la herencia) oscila entre 0,5 y 0,8523a.
les, sobre todo en los niños menores de 2 años, se asocian a una Una de las alteraciones hereditarias más importantes que se
alteración persistente de la función pulmonar509; más aún, esta asocian a la EPOC es la deficiencia del inhibidor de la α1-protea-
alteración parece predisponer a un deterioro acelerado. Se desco- sa (α1-PI). El riesgo relativo de EPOC sintomática que imparte la
noce el mecanismo exacto de este efecto, pero podría reflejar un presencia de la deficiencia homocigótica (PiZZ) se aproxima a 30.
cambio en el crecimiento o en las defensas pulmonares. Otra Sin embargo, esta deficiencia es responsable de menos del 1% de
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 663

los casos de EPOC, puesto que la frecuencia del defecto genético TABLA 15-4. Posibles genes implicados en la EPOC
varía tan sólo entre 1 por 2.000 y 1 por 4.000 blancos524. La α1-PI Categoría de gen Gen
es una proteína de la fase aguda que se sintetiza en el hígado y se
libera a la sangre. La concentración normal en el suero fluctúa Genes de proteasas α1-antitripsina
entre 0,93 y 1,77 g/l, y las cifras inferiores a 0,30 g/l indican una y antiproteasas Inhibidores tisulares
de las metaloproteinasas (TIMP)
deficiencia grave; los valores se pueden expresar también en α1-antiquimotripsina
micromoles por litro, en cuyo caso el límite inferior de la norma- Metaloproteinasas de la matriz
lidad se aproxima a 11 µmol/l525. La deficiencia heterocigótica (MMP 1, 2, 9 y 12)
(PiMZ) es bastante más frecuente que la homocigótica (entre 1 por α2-macroglobulina
100 y 4 por 100) y se acompaña de cifras de α1-antitripsina pró- Genes de enzimas Hemo oxigenasa-1
antioxidantes y Epóxido hidrolasa microsómica
ximas al 60% de la normalidad. Sin embargo, dado el solapa- metabolizadoras de Glutatión-S-transferasa
miento conocido entre las concentraciones séricas de la α1-PI, compuestos xenobióticos Citocromo P-450 1A1
sobre todo en personas normales y pacientes que tienen una alte- Genes de mediadores Factor de necrosis tumoral α
ración intermedia, la identificación de la proteína inhibidora de inflamatorios Proteína fijadora de la vitamina D
Interleucina 1α, interleucina 1β
la proteasa (Pi) mediante electroforesis o genotipado es impres- Receptor de la interleucina 1 de tipo 1
cindible para reconocer a los heterocigóticos525. Receptor de la interleucina 1 de tipo 2
Se han descrito más de 25 isoformas diferentes de α1-PI; apro- Interleucina 13
ximadamente el 90% de la población presenta homocigosis para M Antagonista de los receptores
(PiMM)526. El gen PiZ en estado homocigótico (ZZ) se asocia a las de interleucina 1
Genes implicados Antígenos leucocíticos humanos
concentraciones séricas mínimas de α1-PI (≈20% del valor nor- en la defensa de la vía aérea Regulador de la conductancia
mal)527. La isoforma Z de la antiproteasa posee una molécula de transmembranaria de la fibrosis
lisina que reemplaza al ácido glutámico de la posición 342528. En la quística
molécula normal este último es el lugar de unión del ácido siálico; la Defensinas (α-defensina 1, 2)
Proteínas tensioactivas
falta de esta sustancia determina la polimerización intracelular,
la secreción defectuosa y la acumulación de α1-PI en los hepatoci-
tos529. La enfermedad hepática de un pequeño grupo de personas
con el genotipo PiZZ (colestasis, hepatitis y cirrosis) surge como
consecuencia de la retención intrahepática de la proteína530. a la patogenia de la EPOC. Sin embargo, es posible que los episodios
El consumo de cigarrillos contribuye de manera esencial a la repetidos de broncoconstricción aguda que se relacionan con la inha-
aparición del enfisema en los pacientes que tienen deficiencia de lación de humo determinen por sí mismos un estrechamiento fijo
α1-PI. El síntoma de disnea y los demás signos de obstrucción res- en los pacientes que tienen hiperreactividad de las vías aéreas. Otra
piratoria llevan a los fumadores con deficiencia de α1-PI a la con- posibilidad es que la respuesta inflamatoria exagerada al humo en
sulta del médico en la tercera y cuarta décadas de la vida, mientras las personas atópicas contribuya al proceso537.
que los no fumadores pueden tardar en manifestar los síntomas En un estudio de seguimiento a 5 años de cerca de 6.000 fuma-
hasta la sexta o séptima décadas531. De hecho, algunos pacientes dores (U.S. Lung Health Study) se comprobó que la reactividad de
PIZZ no fumadores jamás experimentan síntomas respiratorios. Los la vía aérea a la metacolina predecía de manera importante la
antecedentes familiares de EPOC suponen un factor de riesgo adi- progresión de la obstrucción respiratoria, con independencia del
cional para la aparición de obstrucción, con tabaquismo y sin él525. grado inicial de ésta538. Otro dato que apoya la hipótesis holande-
A veces se describe enfisema en pacientes que tienen variantes sa procede de estudios poblacionales en los que se ha establecido
de Pi distintas a PiZZ. El fenotipo heterocigótico PiSZ se ha asocia- una relación positiva entre el descenso de los valores del VEMS1
do a cifras de α1-PI tan bajas como las de los pacientes PIZZ y la respuesta de las pruebas cutáneas a los alergenos, la eosinofilia
y comporta un incremento pequeño en el riesgo de EPOC525. sanguínea y las concentraciones elevadas de IgE en el suero539, 540.
A pesar de cierta controversia, el peso de las pruebas indica que el En un estudio de 1.533 personas a las que se siguió durante 20
fenotipo heterocigótico PiMZ dobla el riesgo en los fumadores532. años, la elevación de la concentración total de IgE en el suero pre-
Existen también pruebas de que los pacientes que tienen defi- dijo la obstrucción respiratoria, incluso después de corregir el
ciencia intensa de α1-PI corren más riesgo de bronquiectasias533. asma y el consumo de cigarrillos541.
Una vez establecida la relación entre el enfisema y la deficien-
cia de α1-PI se indicó que se descubrirían otras formas heredita- Patogenia
rias de EPOC para explicar la tendencia genética. El análisis del
ligamiento de la EPOC grave de inicio temprano ha revelado una La EPOC se debe a dos procesos fundamentales, cada uno de ellos
serie de locus prometedores534 y se han examinado muchos genes basado en una inflamación exagerada; el primero afecta a la vía
y productos génicos que podrían estar implicados en la patogenia aérea y ocasiona fibrosis y estrechamiento, y el segundo afecta al
(tabla 15-4)535. El riesgo relativo que imparten las formas mutan- parénquima y produce enfisema. Este último proceso se debe a la
tes de estos genes suele ser pequeño en comparación con la defi- destrucción enzimática del armazón elástico y de colágeno de los
ciencia homocigótica de α1-PI. pulmones542. Aunque la enzima más importante en este aspecto
sea la elastasa proveniente de los leucocitos polimorfonucleares,
Hiperreactividad bronquial inespecífica existen cada vez más pruebas de que intervienen las metalopro-
(la hipótesis «holandesa») teinasas de la matriz (MMP) y otras enzimas proteolíticas543, 544.
Así, por ejemplo, los macrófagos alveolares intersticiales, que
Esta hipótesis sostiene que los pacientes que tienen atopia y un contienen diversas MMP con actividad elastásica y colagenásica,
incremento inespecífico de la reactividad bronquial corren más aumentan significativamente de número en los fumadores. Ade-
riesgo de sufrir una obstrucción respiratoria irreversible536. No está más, cuando se procede a la deleción selectiva del gen MMP-12
claro de qué manera estos estados podrían contribuir con exactitud de los ratones, no aparece enfisema tras la exposición al humo545.
664 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

El pulmón normalmente está protegido frente a la lesión cigarrillos contiene más de 1014 radicales libres553. El óxido nítri-
elastolítica exagerada que producen las antiproteasas, entre co está presente también en el humo de los cigarrillos en concen-
otras la α1-PI, la α1-macroglobulina, las antiproteasas de bajo traciones de 500 ppm a 1.000 ppm y puede formar radicales noci-
peso molecular presentes en el moco de la vía aérea (p. ej., inhi- vos554. Los leucocitos activados liberan especies reactivas del
bidor de la proteinasa leucocítica secretora) y los inhibidores oxígeno, y el humo de los cigarrillos reduce las defensas antioxi-
tisulares de las metaloproteinasas546, 547. El equilibrio entre las dantes555. Los oxidantes pueden activar las antiproteinasas, lesio-
fuerzas proteolíticas y antiproteolíticas y los factores que las regu- nar el epitelio alveolar, aumentar el secuestro de los neutrófilos en
lan (figura 15-25) revisten capital importancia en la patogenia la microcirculación pulmonar y reforzar la expresión de los
del enfisema. mediadores proinflamatorios.
El efecto del humo de los cigarrillos puede explicarse por su Los mecanismos que subyacen a la inflamación de la vía aérea,
acción sobre los factores proteolíticos y antiproteolíticos. Reduce la cicatrización y la estenosis, que constituyen el segundo meca-
el valor de la lisiloxidasa, enzima que interviene en la reparación nismo fisiopatológico en importancia de la EPOC, se conocen
de la elastina y del colágeno dañados542; aumenta el número de peor. Contribuyen la lesión del epitelio por oxidantes, la infiltra-
neutrófilos circulantes y pulmonares y de macrófagos alveola- ción secundaria de células inflamatorias y la hipersecreción de
res548; refuerza la adherencia de los neutrófilos al endotelio549; moco. A pesar de los datos de activación de la respuesta inmuni-
retrasa el tránsito de los neutrófilos por la circulación pulmo- taria innata, la presencia de linfocitos y agregados linfáticos hace
nar550; favorece la liberación de elastasas desde los neutrófilos, y pensar, asimismo, en una activación del sistema inmunitario
puede potenciar la quimiotaxis de los neutrófilos desde los vasos adaptativo, quizá en respuesta a los microorganismos556. El con-
hasta el intersticio pulmonar551. Los neutrófilos periféricos de los sumo de cigarrillos comporta un aumento de las proteínas séri-
fumadores también muestran un contenido de mieloperoxidasa cas en el moco de la vía aérea557, alteraciones de las propiedades
–enzima que inactiva la α1-PI por vía oxidativa– y de elastasa de viscoelásticas del moco558 y una menor depuración de partículas
los neutrófilos superior al normal552. de la vía aérea559; sin embargo, los pacientes pueden mostrar una
El desequilibrio entre oxidantes y antioxidantes constituye, alteración significativa del flujo aéreo sin que se modifique la
asimismo, un mecanismo patogénico importante en la EPOC. La depuración mucociliar, y viceversa560. De hecho, las personas no
fase gaseosa del humo de los cigarrillos representa la fuente rica fumadoras con discinesia ciliar primaria y una ausencia casi com-
en sustancias oxidantes; se cree que una inhalación de humo de pleta de depuración de las partículas pulmonares sólo padecen

FIGURA 15-25
Protección Ataque Patogenia del enfisema. El humo de
tabaco rompe el equilibrio entre
Inhibidor de Elastasa derivada proteólisis y antiproteólisis en una
la proteasa de los neutrófilos serie de lugares. El efecto neto es el
aumento de la lisis de la elastina y la
• El humo de los cigarrillos interferencia con la reparación.
contiene oxidantes que • El humo de tabaco aumenta α1-P I, inhibidor de la α1-proteasa.
dañan la α1-PI el número de neutrófilos en
la sangre, el tejido pulmonar y
• Los neutrófilos secretan radicales el líquido del lavado broncoalveolar
del oxígeno que dañan la α1-PI
• El humo de tabaco retrasa el
tránsito de los neutrófilos por
• Los antioxidantes el compartimiento marginal
(p. ej., ceruloplasmina) protegen de neutrófilos del pulmón
la α1-PI de la lesión por
los oxidantes Elastina • El humo de tabaco genera
pulmonar la secreción de sustancias
quimiotácticas para los neutrófilos

• El humo de tabaco aumenta


α2-macroglobulina la liberación de elastasa por
los neutrófilos

• El humo de tabaco aumenta


la cantidad de elastasa de
los neutrófilos
Inhibidor bronquial
de la proteasa
Metaloproteasa de
la matriz derivada de
los macrófagos y neutrófilos
• El humo de tabaco aumenta
Lisil oxidasa el número de macrófagos
• El humo de los cigarrillos daña alveolares
esta enzima e impide
la reparación de la elastina
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 665

una obstrucción respiratoria leve561. Posiblemente intervienen cuatro tipos morfológicos de enfisema según la localización de la
factores anatómicos: los pacientes que tienen bronquitis crónica enfermedad dentro del ácino. La afectación selectiva o predomi-
tienen un mayor número de cilios con alteraciones ultraestructu- nante de los bronquiolos respiratorios se denomina enfisema cen-
rales562 y las células ciliadas se ven reemplazadas por células cali- trolobulillar, mientras que la destrucción acinar terminal difusa y
ciformes y células escamosas metaplásicas. la destrucción acinar distal más selectiva se conocen como enfise-
ma panacinar o enfisema acinar distal, respectivamente. La cuar-
Características anatomopatológicas ta forma no se localiza de manera especial y lleva el nombre de
enfisema irregular.
La mayoría de los pacientes que tienen EPOC presenta alteracio- Pese a que el diagnóstico anatomopatológico del enfisema se
nes en las grandes vías aéreas, en las pequeñas vías aéreas y en el establecía de ordinario en el examen macroscópico, se puede pro-
parénquima pulmonar, aunque en cada caso los cambios puedan ceder a una estimación microscópica de su gravedad midiendo
localizarse preferentemente en una de estas localizaciones563. la distancia media entre las paredes alveolares, la superficie de la
pared alveolar por unidad de volumen o recurriendo a un índice
Grandes vías aéreas semicuantitativo de destrucción pulmonar573.
Enfisema centrolobulillar. El enfisema centrolobulillar es la
La hiperplasia de las glándulas traqueobronquiales es frecuente variante más frecuente que tiene repercusión clínica y funcional;
y explica en parte la mayor producción de moco que se ve en la se da fundamentalmente en los fumadores de cigarrillos. Las pri-
bronquitis crónica. Sin embargo, las medidas de la hiperplasia meras lesiones ocurren en la región de los bronquiolos respirato-
glandular no suelen corresponderse con la gravedad de la obs- rios proximales (figura 15-26). Aunque habitualmente se emplea
trucción respiratoria564. El epitelio traqueobronquial contiene a el término centrolobulillar para hablar de esta región, el hecho de
menudo focos de hiperplasia de las células caliciformes y basa- que cada lobulillo contenga varios ácinos significa que, más que
les y metaplasia escamosa, que en ocasiones se acompaña de dis- localizarse exactamente en el centro del lobulillo, se distribuye
plasia. Las demás alteraciones de la pared bronquial incluyen característicamente de forma multifocal en su interior (figu-
aumento del espesor total de la pared y del músculo liso565, ra 15-27).
inflamación crónica557 y disminución del cartílago y del tejido El aspecto histológico de la enfermedad inicial y los motivos
elástico566. de la predilección acinar proximal no se han establecido. La alte-
ración más temprana puede ser la formación de ventanas (fenes-
Pequeñas vías aéreas tras) u orificios que se pueden ver en las paredes alveolares adya-
centes a las pequeñas vías aéreas (figura 15-28)574. En teoría, estas
Las vías aéreas con un diámetro interno menor de 2 mm a 3 mm ventanas se fusionan según aumentan de tamaño y de número y
representan el lugar fundamental donde aumenta la resistencia al la pared alveolar acaba desapareciendo. En los estudios morfo-
flujo aéreo en los pulmones de los pacientes que tienen EPOC567. métricos se ha comprobado que el número de paredes alveolares
Las principales alteraciones histológicas, que subyacen a este adheridas a las pequeñas vías aéreas disminuye en el enfisema, lo
aumento de la resistencia, se dan en los bronquiolos membrano- que respalda esta teoría575. Estas primeras alteraciones morfológi-
sos y respiratorios e incluyen: 1) engrosamiento de las paredes por cas se asocian a una pérdida de la elasticidad pulmonar y un des-
un infiltrado crónico de células inflamatorias y tejido fibroso censo del flujo espiratorio máximo, y pueden darse sin que haya
(véase figura en color 15-2) y 2) metaplasia de células calicifor- grandes alteraciones macroscópicas.
mes asociada con un taponamiento parcial o completo de la luz A medida que avanza la enfermedad los bronquiolos respira-
por el moco568. Habitualmente se observa un aumento de los torios se dilatan y se destruye el tejido parenquimatoso adyacen-
macrófagos alveolares en las luces de la vía aérea y en los espacios te, con lo que se ven claros focos anómalos en el análisis micros-
alveolares adyacentes. Asimismo, se ve una alteración de las pare-
des alveolares vecinas, que normalmente dan soporte estructural
a las vías aéreas569.
La intensidad de estas alteraciones y el estrechamiento conco-
mitante de la vía aérea se pueden medir con un sistema semi-
cuantitativo de puntuación microscópica que se basa en la com- SA
paración de las vías aéreas en cuestión frente a un conjunto
de micrografías normalizadas que presentan diferentes grados de BR3 TABIQUE
infiltración celular y fibrosis570. Éstas y otras mediciones de carác-
ter más cuantitativo se correlacionan con el descenso del flujo BR3
BR3
espiratorio máximo y con el incremento de las resistencias totales
de la vía aérea571. Los pacientes que tienen un flujo espiratorio BR2 BR3
normal pero un resultado anómalo en las pruebas de la función BR1 BR2
BR3
de las pequeñas vías aéreas –como el volumen de cierre o la pen- BT
diente de la fase III de la prueba del lavado del nitrógeno en res- CA
piración única– también suelen presentar alteraciones patológi-
cas en las pequeñas vías aéreas572. Inflamado
FIGURA 15-26
Parénquima pulmonar Enfisema centrolobulillar. Los bronquiolos respiratorios (BR) del
enfisema centrolobulillar (acinar proximal) son los más afectados.
La alteración anatomopatológica fundamental del parénquima BT, bronquiolo terminal; CA, conducto alveolar; SA, saco alveolar.
pulmonar es la destrucción de las paredes alveolares y la dilata- (Modificado de Thurlbeck WM: Chronic Airflow Obstruction in Lung
ción de los espacios aéreos (es decir, enfisema). Se han descrito Disease. Philadelphia, WB Saunders, 1976, p 15.)
666 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

FIGURA 15-27
Enfisema centrolobulillar: localización
anatómica dentro del lobulillo. Esta
imagen a gran aumento del parénquima
pulmonar ilustra varios focos de enfisema
distribuidos de manera parcheada; la mayoría
aparece negra por el depósito de carbono en
el tejido residual. El parénquima adyacente a
los tabiques interlobulillares (flechas) es en
esencia normal. La localización de los
espacios enfisematosos se corresponde
aproximadamente con la de los bronquiolos
respiratorios proximales. (Esta muestra se
insufló con polietilenglicol y se secó al aire.)
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)

FIGURA 15-28
Fenestras de la pared alveolar. Esta
micrografía electrónica de barrido de una
pared alveolar muestra varias fenestras
pequeñas (flecha corta) y grandes (flecha
larga). (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

cópico y macroscópico. El depósito, casi siempre prominente, de tabaco inhalado, diferencias de perfusión entre los lóbulos supe-
un pigmento carbonáceo procedente del humo del tabaco, en los rior e inferior (el tiempo de tránsito leucocítico se prolonga y hay
focos enfisematosos da el aspecto característico en «tablero de menos antielastasas cuando hay una hipoperfusión relativa) o
ajedrez» (véase figura 15-27). Conforme avanza el proceso estos diferencias en la presión pleural (la presión más negativa y la
focos relativamente solitarios de enfermedad temprana confluyen hiperinsuflación resultante de las regiones pulmonares que no se
y acaban por destruir todo un lobulillo o segmentos pulmonares encuentran en declive impartirían una tensión mecánica relativa-
enteros (véase figura en color 15-3). mente mayor a las paredes alveolares de estas regiones).
El enfisema centrolobulillar predomina en la zona superior y Enfisema panacinar. El enfisema panacinar (panlobulillar) es
afecta sobremanera a los segmentos apical y posterior de los característico de la enfermedad de los pacientes que tienen defi-
lóbulos superiores y a los segmentos superiores de los lóbulos ciencia de α1-antiproteasa; sin embargo, también puede darse en
inferiores (véase figura en color 15-3)576. Se ignoran las causas fumadores y (rara vez) fumadores que no tienen deficiencia de la
exactas de este predominio, aunque podrían guardar relación con proteasa577. Como sucede en el enfisema centrolobulillar, apenas
diferencias en el depósito zonal o en la depuración del humo del se han documentado los primeros cambios morfológicos. No
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 667

obstante, el estudio de cortes gruesos del pulmón revela fenes- Enfisema acinar distal. El enfisema acinar distal (paraseptal)
traciones de las paredes alveolares parecidas a las del enfisema suele ser localizado y está formado por una fila de espacios más o
centrolobulillar578 y es posible que dichas fenestraciones consti- menos continuos, de tamaño variable, localizados en la periferia del
tuyan la alteración inicial. Como su propio nombre indica, la pulmón, cerca de la pleura o a lo largo de los tabiques interlobuli-
enfermedad afecta al ácino de manera más o menos uniforme llares (figura 15-30). En estas regiones pueden aparecer ampollas,
(figura 15-29). habitualmente múltiples. De hecho, el enfisema paraseptal puede
En la enfermedad grave el parénquima afectado sólo está representar una forma precoz de enfermedad ampollosa pulmonar.
formado por grandes espacios alveolares cruzados por tiras de Los espacios anómalos tienen una extensión limitada en la inmen-
tejido y vasos sanguíneos, dispuestas como travesaños: el lla- sa mayoría de los casos y, con excepción de algún neumotórax
mado pulmón en algodón dulce. El análisis histológico revela espontáneo y ocasional, no producen ninguna enfermedad clínica.
una dilatación de los espacios alveolares con ausencia casi total Enfisema irregular. Esta forma se asocia siempre a fibrosis y,
de tabiques. El enfisema panacinar muestra característicamente según la definición anterior, ni siquiera debiera clasificarse como
predilección por las zonas inferiores y anteriores de los pul- enfisema579. La asociación con la fibrosis apunta la relación que
mones. existe con la inflamación. En algunos casos –como en el de los

FIGURA 15-29
Enfisema panacinar. En este corte de un varón de
52 años que tenía deficiencia del inhibidor de la
α1-proteasa se observa una dilatación más o menos
difusa del espacio aéreo y la destrucción de los
tabiques alveolares que afecta al tejido situado entre
la pleura, el tabique interlobulillar (flechas) y el
bronquiolo terminal (T). (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)

FIGURA 15-30
Enfisema paraseptal. Esta imagen ampliada
de un corte del lóbulo superior del pulmón
muestra una zona perfectamente delimitada
de enfisema lineal contiguo al tabique
interlobulillar (flecha), justo debajo de la
pleura. El parénquima adyacente es normal.
La linealidad y la proximidad al tabique
indican la naturaleza paraseptal del enfisema.
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)
668 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

granulomas remotos– ésta es una asociación muy clara (figu- definición funcional. La radiografía de tórax, como medio diag-
ra 15-31); en muchos otros, sin embargo, tan sólo cabe suponer- nóstico que revela sobre todo las alteraciones morfológicas, per-
la. Habitualmente el tejido afectado tiene una extensión limitada mite exponer las alteraciones imputables a la bronquitis crónica
y no se observan alteraciones funcionales ni clínicas. o al enfisema pero sólo desvela las variaciones que produce por la
EPOC a través de inferencias.
Manifestaciones radiológicas
Bronquitis crónica
Como se ha expuesto, la bronquitis crónica se define por la clíni-
ca y el enfisema por la anatomía patológica; la EPOC tiene una Hay que recordar que la bronquitis crónica no constituye un
diagnóstico radiológico. Aunque puedan observarse alteraciones
compatibles con una bronquitis, el radiólogo tan sólo puede
señalar los signos compatibles con este diagnóstico. Las alteracio-
nes principales son engrosamiento de la pared bronquial y
aumento de la trama pulmonar580. Esta última (llamada a veces
«tórax sucio» o simplemente «trama pulmonar destacada») se
refiere a la acentuación general de la trama lineal de los pulmo-
nes que se acompaña de una pérdida de definición de los bordes
vasculares581. El engrosamiento de la pared bronquial se puede
manifestar como sombras anulares en un corte transversal o
tubulares si se ven de perfil («raíles de tranvía») (figura 15-32)582.
Se han efectuado mediciones objetivas de estas alteraciones en las
radiografías simples de tórax y en las TC de alta definición583.
Con esta última técnica se ha comprobado que el grosor del bron-
C quio segmentario apical derecho se corresponde con las medidas
de la limitación al flujo espiratorio de los fumadores, que son
independientes del grado de enfisema584.

Enfisema
Radiografía. Las alteraciones radiológicas del enfisema reflejan
la presencia de destrucción pulmonar, alteraciones secundarias
del patrón vascular y aumento del volumen pulmonar. En algu-
nos casos la radiografía de tórax muestra signos directos de enfi-
sema, como ampollas (figura 15-33)581. Las alteraciones vascula-
FIGURA 15-31 res incluyen zonas avasculares locales, distorsión vascular,
aumento de los ángulos de ramificación y pérdida de la sinuo-
Enfisema irregular. Este corte del parénquima pulmonar a gran aumento
muestra una pequeña cicatriz (C) rodeada de espacios enfisematosos de sidad normal de los vasos, disminución de la trama vascular
forma irregular. No se averiguó la causa de la enfermedad. (Tomado de periférica y dilatación de las grandes arterias pulmonares (figu-
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of ra 15-34)585. El signo más fidedigno de hiperinsuflación es el apla-
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) namiento de las cúpulas diafragmáticas (véase figura 15-33)586.

A B C

FIGURA 15-32
Engrosamiento de la pared bronquial visto en un corte transversal de los bronquios parahiliares. Imágenes de la
zona parahiliar izquierda en radiografías posteroanteriores de tórax de tres pacientes diferentes: se observa un bronquio
normal (A), un bronquio con un engrosamiento moderado de la pared (B) y un bronquio con un engrosamiento notable de la
pared (C). (Tomado de Fraser RG, Fraser RS, Renner JW, et al: The roentgenologic diagnosis of chronic bronchitis: A reassessment
with emphasis on parahilar bronchi seen end-on. Radiology 120:1-9, 1976.)
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 669

Otros signos valiosos de hiperinsuflación incluyen el aumento del


espacio aéreo retroesternal y de la altura pulmonar, y la posición
baja (descenso) del diafragma. Si el diafragma de un adulto ofre-
ce una concavidad superior, es casi segura la presencia de enfise-
ma. La mayor precisión diagnóstica se obtiene combinando los
signos radiológicos587.
Tomografía computarizada. En la TC el enfisema se detecta
por la presencia de zonas que tienen una atenuación anormal-
mente baja, casi siempre sin paredes visibles (figura 15-35)588. El
enfisema centrolobulillar se caracteriza por la presencia de múlti-
ples áreas localizadas pequeñas de baja atenuación, que suelen
medir menos de 1 cm de diámetro y afectan de ordinario a los
lóbulos superiores. El enfisema panacinar se da fundamentalmen-
te en los lóbulos inferiores y se caracteriza por zonas más difusas de
baja atenuación y una pobreza vascular (figura 15-36)589. El enfise-
ma paraseptal (acinar distal) se caracteriza por la presencia de
zonas de baja atenuación en las regiones pulmonares subpleurales,
separadas por tabiques interlobulillares intactos (figura 15-37).
Como el enfisema centrolobulillar y el enfisema paraseptal producen
zonas localizadas de baja atenuación, resulta más fácil reconocerlas
en la TC que la enfermedad panacinar587. El enfisema centrolobu-
lillar grave no se diferencia en ocasiones del enfisema panacinar en
la TC de alta resolución (compárense con figuras 15-34C y 15-36B).
El enfisema leve puede omitirse en las TC habituales590; la visuali-
zación de esta enfermedad mejora con el uso de los barridos heli-
coidales y amplitudes de ventana reducidas.
La puntuación semicuantitativa de los signos de la TC se
correlaciona estrechamente con la presencia y la intensidad del
enfisema anatomopatológico591. Sin embargo, el grado de enfise-
ma se puede medir de manera objetiva y más exacta con la TC si
se emplean programas informáticos que cuantifican el volumen
de un pulmón que tiene valores anormalmente bajos de atenua-
ción592. La densidad pulmonar que se mide con esta técnica
depende de muchas variables, entre otras la constitución corpo-
ral del paciente, la localización del enfisema, la profundidad de la
inspiración, el tipo de tomógrafo que se emplea para la TC,
la colimación, el kilovoltaje y el algoritmo de reconstrucción.
A pesar de estas limitaciones, la correlación entre la puntuación
media de la máscara de densidad y la puntuación anatomopato-
lógica de enfisema es excelente, sobre todo si se utiliza un valor de
corte de –910 unidades Hounsfield (UH)593.
La TC helicoidal cuantifica rápidamente el volumen pulmonar
afectado por el enfisema. El uso de valores liminares predetermi-
nados de atenuación con esta técnica permite exponer la distri-
bución del enfisema en múltiples planos y en tres dimensiones
(figura 15-38)594. Además, la TC facilita la medición de todos los
volúmenes pulmonares y de los cambios regionales de los vo-
lúmenes pulmonares después de la cirugía de reducción del volu-
men pulmonar o de la extirpación de las ampollas595. Con la
FIGURA 15-33 introducción de la TC multicorte resulta hoy factible reconstruir
secciones contiguas de 1 mm a 2 mm de grosor en todo el volu-
Enfisema asociado a ampollas. Radiografías posteroanterior (A) men pulmonar596.
y lateral (B) de tórax de una mujer de 43 años en las que se observa una
hiperinsuflación intensa de ambos pulmones. El diafragma está descendido y
muestra una cara superior cóncava. Obsérvense las bandas musculares Manifestaciones clínicas
costofrénicas llamativas. El espacio aéreo retroesternal ha aumentado de
tamaño. Hay muchas ampollas en los dos campos pulmonares inferiores, en
particular en el izquierdo. La vascularización periférica pulmonar está muy
Manifestaciones respiratorias
reducida pero no hay datos de hipertensión arterial pulmonar. (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Los pacientes pueden referir tos, expectoración y disnea. La
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) mayoría de los pacientes que tienen tos y expectoración tiene una
expectoración mucoide y sólo periódicamente amarilla o verde.
La tos puede preceder en muchos años a la disnea597. La hemop-
tisis es muy poco frecuente y su presencia debe alentar la búsque-
da cuidadosa de otras causas añadidas, como una bronquitis
670 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

FIGURA 15-34
Enfisema centrolobulillar. Estas radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) de tórax muestran mayor transparencia y menor vascularidad de los
lóbulos superiores, una hiperinsuflación notable y aplanamiento del diafragma e incremento del espacio retroesternal. La TC de alta definición a través de
los lóbulos superiores (C) pone de relieve un enfisema intenso; en un corte más caudal (D) se aprecia un enfisema centrolobulillar relativamente leve.
Este paciente de 49 años era fumador. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

infecciosa o un carcinoma. Casi todos los pacientes son fumado- torias en los climas templados aumenta durante el invierno;
res intensos; sin embargo, el número de años de tabaquismo no estos episodios pueden empeorar los síntomas e incluso aumen-
siempre se corresponde con la cuantía y la duración de la tos y de tar la intensidad de la disnea.
la expectoración ni con el grado de disfunción pulmonar598. La disnea no se relaciona estrechamente con las alteraciones
Si la EPOC es leve o moderada, la disnea sólo ocurre durante gasométricas, disociación que se destaca en la diferenciación clí-
el esfuerzo. Conforme progresa la enfermedad la disnea se preci- nica de los pacientes como «sopladores rosados» y «azules abo-
pita con esfuerzos cada vez menores y, en las fases avanzadas, se targados»600. El típico paciente «soplador rosado» o de tipo A
halla presente en reposo. La obstrucción respiratoria no suele refiere disnea intensa pero muestra una concentración de oxí-
tornarse sintomática hasta después de 20 o 30 años de tabaquis- geno en sangre bastante adecuada y no presenta hipercapnia. Se
mo. La disnea de los pacientes que tienen dificultad intensa para trata en general de personas delgadas sin cor pulmonale ni insufi-
respirar depende de la postura y es peor en bipedestación, sedes- ciencia cardíaca derecha. En cambio, el típico paciente «abotarga-
tación o al tumbarse que en decúbito supino (platipnea) o en do azul» o de tipo B presenta edema periférico causado por la
sedestación con inclinación anterior del tronco599; otros pacien- insuficiencia cardíaca derecha, así como una hipoxemia e hiper-
tes no sufren ortopnea. La frecuencia de las infecciones respira- capnia más intensas y menos disnea. Aunque la inmensa mayoría
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 671

FIGURA 15-35
Enfisema centrolobulillar. Esta radiografía posteroanterior de
tórax (A) revela hiperinsuflación y atenuación de la trama
vascular periférica. La TC de alta resolución a través de los
lóbulos superiores (B) revela zonas locales de baja atenuación,
características del enfisema centrolobulillar. Se ve la persistencia
vascular (flechas) en el centro de varias de las zonas de baja
atenuación; este rasgo es característico del enfisema y ayuda a
diferenciarlo de la enfermedad quística pulmonar. La TC de alta
resolución en un plano más caudal (C) pone de manifiesto un
enfisema algo menos grave. Este paciente tenía 49 años. (Tomado
de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)

de los pacientes que tienen EPOC no encaje con exactitud en nin- mostrar sibilancias difusas, inspiratorias y espiratorias. Los signos
guna de estas categorías, este concepto sirve para explicar el que acompañan a la enfermedad más grave incluyen disminución
espectro de manifestaciones clínicas. del murmullo vesicular, espiración prolongada e incremento de la
Las respuestas fisiológicas y clínicas a un determinado grado de claridad a la percusión604.
estrechamiento al flujo aéreo varían en diversas personas, en par- Cuando los volúmenes pulmonares aumentan de forma lla-
te por las diferencias de la capacidad de respuesta del centro respi- mativa y la caja torácica se queda fija en posición inspiratoria, el
ratorio a la hipoxia y a la hipercapnia. Es posible que si la persona tórax adquiere la forma de un tonel, la cifosis aumenta, los hom-
muestra una respuesta ventilatoria adecuada los gases sanguíneos bros se levantan y el conjunto tiende a moverse en bloque, casi
se mantengan a expensas de un mayor esfuerzo respiratorio. A la siempre con la contracción de los músculos cervicales accesorios
inversa, aquellos que tienen una capacidad de respuesta del centro de la respiración605. El descenso del diafragma es responsable, al
respiratorio relativamente abolida podrían tener hipoventilación, parecer, del movimiento paradójico del reborde costal inferior
con lo que la PO2 seguiría disminuyendo y la PCO2 aumentaría. Las durante la inspiración; este fenómeno, conocido como signo de
diferencias genéticas contribuyen a esta variación del estímulo res- Hoover, es la atracción del cartílago costal hacia dentro por el dia-
piratorio601. El otro determinante esencial de la disnea de esfuerzo fragma aplanado606. El movimiento abdominal paradójico cons-
es el grado de hiperinsuflación: la hiperinsuflación dinámica suce- tituye un signo de fatiga de la musculatura inspiratoria o de
de durante el ejercicio, aumenta el trabajo respiratorio y reduce la reclutamiento de los músculos espiratorios y se observa cuando
eficacia de la musculatura inspiratoria602. la enfermedad es muy grave.
La exploración física del tórax de muchos pacientes con tos El valor bajo del IMC de los pacientes que tienen EPOC avan-
crónica, expectoración y obstrucción respiratoria leve no revela zada607 obedece a una compleja interacción entre la deficiencia
ninguna alteración, al menos durante una respiración tranquila. nutricional, la inflamación crónica, la hipoxia, la hipercapnia y la
Suelen auscultarse sibilancias durante la espiración forzada, que no falta de aporte energético608. La menor masa muscular puede
guardan una relación estrecha con el grado de obstrucción603. Sin contribuir, junto con los problemas mecánicos y la fatiga cróni-
embargo, las sibilancias durante la espiración tranquila suponen ca609, al descenso de la fuerza de la musculatura inspiratoria de los
un índice más fiable y los pacientes que tienen síntomas suelen pacientes que tienen enfermedad avanzada610.
672 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

FIGURA 15-36
Enfisema panlobulillar. Esta radiografía posteroanterior de
tórax (A) revela hiperinsuflación, aumento de la altura
pulmonar y aplanamiento del diafragma. Además, se observa
disminución de la trama vascular pulmonar periférica. En la TC
de alta resolución a la altura del cayado aórtico (B) se detecta
un enfisema moderadamente grave; el corte de las bases
pulmonares (C) pone de manifiesto un enfisema grave.
Obsérvese la presencia de redistribución del flujo sanguíneo
(disminución del tamaño de los vasos de los lóbulos inferiores
en comparación con los de los superiores). Esta paciente de
47 años padecía una deficiencia del inhibidor de la α1-proteasa.
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser
and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

FIGURA 15-37
Enfisema paraseptal. En esta TC de alta resolución se aprecia
enfisema de distribución predominantemente subpleural a lo largo de
la cisura interlobar (flechas rectas) y de los vasos (flechas curvas).
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders,
1999.)
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 673

FIGURA 15-38
Cuantificación objetiva del enfisema panacinar. Imágenes posterior (A) y
lateral izquierda (B) de la TC helicoidal con reconstrucción tridimensional: las
zonas de enfisema aparecen resaltadas en blanco y el tejido pulmonar normal en
gris. El enfisema afecta casi exclusivamente a los campos pulmonares inferiores. Las
zonas destacadas poseen valores de atenuación iguales o inferiores a –910 UH. (Por
cortesía de la Dra. Ella Kazerooni, University of Michigan Medical Center, Ann-Arbor.)

Manifestaciones cardiovasculares la dilatación del ventrículo derecho, el desplazamiento del tabique


y la disminución de la distensibilidad ventricular izquierda618. El
La EPOC se asocia a varias complicaciones; las más graves son la cor pulmonale crónico se acompaña de una gran incidencia de
hipertensión arterial pulmonar, la hipertrofia ventricular derecha arritmias cardíacas, en particular supraventriculares619.
(cor pulmonale) y la insuficiencia ventricular derecha611, 612. La El electrocardiograma puede ser normal. Sin embargo, a medi-
hipertensión pulmonar se debe a una combinación de vasocons- da que se agrava la obstrucción de las vías aéreas, aparecen signos
tricción hipóxica de las arterias pulmonares musculares, destruc- de desviación del eje a la derecha, con ondas S grandes y ondas T
ción del lecho capilar pulmonar y descenso de la distensibilidad bifásicas en la zona precordial izquierda, más allá de la posi-
vascular pulmonar, junto con hipertrofia de las capas arteriales ción V2. Estos cambios se correlacionan especialmente con las
íntima y media. En casos de EPOC leve o moderada (VEMS1: resistencias vasculares pulmonares totales620. Conforme disminu-
40%-80% del valor teórico), la presión en la arteria pulmonar ye el cociente VEMS1/CVF aumenta el número de ondas P mayo-
(Pap) suele ser normal en reposo pero aumenta con el ejercicio res de 2 mm, el eje de la onda P es mayor de +75º, las ondas S
moderado o la exposición al frío613. Si la EPOC es grave (VEMS1 superan los 5 mm en V5 y V6 y el eje del complejo QRS supera
<40% del valor teórico), suele haber hipertensión en reposo +75º 621. Los índices más fiables de hipertrofia ventricular dere-
(Pap media >20 mm Hg) y la presión arterial pulmonar experi- cha son un patrón S1Q3, la desviación del eje a la derecha (>110º),
menta un aumento desproporcionado con el ejercicio leve614; su un patrón S1S2S3 y un cociente RS en V6 mayor de 1622.
intensidad se corresponde con el grado de desaturación arterial y
con la PCO2 arterial615. Pruebas de función pulmonar
Las agudizaciones de la EPOC se acompañan de un deterioro
agudo de la hipertensión pulmonar, aunque la Pap suela retornar Las aplicaciones más importantes de las pruebas de función pul-
a los valores previos a la agudización después del tratamiento615. monar residen en la detección de la presencia de enfermedad
La Pap también puede acentuarse bruscamente durante los episo- (preferentemente en una fase precoz) y en la vigilancia de su pro-
dios de hipoxemia que ocurren durante el sueño; se ha propuesto gresión. Como la EPOC tiene una evolución insidiosa y progresi-
que la hipertensión pulmonar nocturna recidivante puede llevar, va durante años antes de manifestarse clínicamente623, se puede
finalmente, a una hipertensión «fija» debido a los cambios estruc- reconocer a las personas afectadas mucho antes de que surjan los
turales de la pared arterial616. Si no se aplica tratamiento, la hiper- síntomas. El abandono del tabaco por estas personas se sigue de
tensión progresa de forma lenta pero inexorable617. cierta mejoría funcional y, lo que es aún más importante, norma-
Aunque la mayoría de los pacientes que tienen EPOC presenta liza la velocidad con que va disminuyendo la función pulmonar
una función ventricular izquierda normal, puede empeorar si sur- al avanzar la edad495. Algunas pruebas que se dirigen específica-
ge un cor pulmonale con insuficiencia ventricular derecha debido a mente al reconocimiento de la obstrucción de las pequeñas vías
674 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

aéreas pueden constituir un medio sensible para el cribado de la hiperinsuflación dinámica característica de la EPOC630. Este
EPOC prematura; los datos actuales indican que la más valiosa es parámetro se puede medir por el aumento de la capacidad inspi-
la espirometría, si se aplica cuidadosamente. ratoria que, a veces, se correlaciona más estrechamente con el ali-
vio de los síntomas que el aumento del flujo máximo631.
Espirometría Como ya se ha señalado, el abandono del tabaco motiva un
incremento sostenido del flujo espiratorio máximo632 y normali-
El descenso del flujo espiratorio máximo es la característica diag- za la velocidad con la que disminuye la función pulmonar495. Esta
nóstica funcional básica de la EPOC y ocurre como consecuencia mejora comienza ya en la primera semana y se mantiene durante
del aumento de las resistencias de la vía aérea y de la pérdida del 6 a 8 meses633.
retroceso elástico pulmonar624. El flujo espiratorio se puede medir
como flujo máximo (FEM), el flujo en el primer segundo de la Volúmenes pulmonares
maniobra para obtener la capacidad vital forzada (VEMS1), el flu-
jo medio en la porción central del volumen espiratorio forzado La alteración inicial de los volúmenes pulmonares es un aumento
(FEF25%-75% o velocidad del flujo mesoespiratorio máximo del volumen residual634. Este cambio probablemente se relaciona
[FMEM]), o el flujo instantáneo a diferentes porcentajes de la con el cierre prematuro de la vía aérea en las bases pulmonares,
CVF (Vmax50, Vmax25). Todas estas medidas disminuyen con como se ha observado en fumadores jóvenes asintomáticos635.
la aparición de la EPOC. El VEMS1 ofrece la ventaja de ser la más Según va aumentando el volumen residual, también se elevan la
reproducible en un paciente dado; no hay demasiadas pruebas de capacidad residual funcional y la capacidad pulmonar total y des-
que FEF25%-75%, el Vmax50 o el Vmax25 tengan más sensibilidad a la ciende la capacidad vital. Ésta puede disminuir todavía más si el
hora de reconocer las primeras etapas de la enfermedad625. A pesar paciente adopta la posición de decúbito supino (aproximadamente
del amplio abanico de valores de estas pruebas en la población un 10% por término medio)636. El aumento de la CRF se debe a la
normal, este intervalo se puede estrechar si se expresa el flujo espi- pérdida del retroceso elástico pulmonar que permite la expansión
ratorio máximo como porcentaje de la capacidad vital forzada de la pared torácica, y a la hiperinsuflación dinámica que motiva la
(VEMS1/CVF porcentual). El flujo espiratorio forzado desciende aparición de una «auto-PPEF» (presión positiva espiratoria final).
en todo el intervalo de la capacidad vital y la porción de la curva Esta última se da cuando el paciente inspira antes de que la presión
independiente del esfuerzo (desde el 80% de la CPT hasta el VR) alveolar caiga hasta cero637; el aumento resultante de la presión in-
se torna más curvilínea de lo normal y resulta convexa (desciende tratorácica puede modificar negativamente el retorno venoso a las
con respecto al eje del volumen) (figura 15-39)626. cavidades derechas del corazón. Más aún, la hiperinsuflación hace
Los pacientes que tienen EPOC manifiestan un incremento que la musculatura inspiratoria esté en una posición de desventaja
sustancial del flujo espiratorio forzado tras la inhalación de un mecánica y reduce su longitud en la curva longitud-tensión638. El
broncodilatador; el 30% obtiene una mejoría del VEMS1 supe- aspecto positivo es que la hiperinsuflación dilata las vías aéreas
rior al 20%. Por eso, no se puede establecer la diferencia en los intraparenquimatosas y reduce el trabajo resistivo de la respiración.
pacientes que tienen asma y aquellos que tienen EPOC sólo por El incremento de la CPT depende de una combinación entre
la respuesta a los broncodilatadores627. Algunos pacientes que tie- la pérdida de la elasticidad pulmonar y, posiblemente, el acorta-
nen EPOC también experimentan una mejoría notable de la fun- miento adaptativo de la musculatura inspiratoria639. La magnitud
ción tras un ciclo de tratamiento con corticoides por vía oral o del aumento de la CPT suscita controversia. La técnica de dilu-
inhalada y, al igual que los enfermos asmáticos, pueden mostrar ción de helio y la pletismografía corporal están sujetas a error en
una variación diurna considerable del flujo espiratorio628, 629. los pacientes que sufren una obstrucción de las vías aéreas. El
Cabe la posibilidad de que estos pacientes presenten una com- helio tiende a infravalorar la CPT640, mientras que la pletismo-
binación de asma y EPOC; se ha empleado el término bronqui- grafía sobrestima el volumen gaseoso torácico641.
tis asmática para definirlos. Al margen del mecanismo, puede Los cambios de la distensibilidad pulmonar que tienen lugar
resultar difícil la separación entre estos trastornos. Los bronco- en la EPOC también se reflejan en una modificación de la curva
dilatadores y el tratamiento con corticoides también reducen la presión-volumen pulmonar. La presión máxima de retroceso
elástico a la CPT y las presiones de retroceso a diferentes porcen-
tajes de CPT descienden normalmente con la edad; sin embargo,
el descenso se acelera en los fumadores642. Toda la curva presión-
volumen se puede describir como una ecuación exponencial,
en la que la constante k indica la forma (véase página 180); el
aumento de k denota una pérdida del retroceso y se correlaciona
V̇ con la presencia de enfisema en los fumadores643.

Gasometría arterial
V V
NORMAL EPOC Las presiones parciales de los gases en la sangre arterial suelen estar
alteradas; por regla general, cuanto más grave es la enfermedad
FIGURA 15-39 más frecuentes son la hipoxemia y la hipercapnia644. La hipoxemia
Curva flujo-volumen de una persona normal arterial se debe a la hipoventilación alveolar y al desequilibrio entre
. y de un paciente que
tiene EPOC grave. El bucle flujo-volumen (V-V) a volumen corriente y la ventilación y perfusión. En la EPOC leve o moderada . . hay hipoxe-
curva flujo-volumen espiratoria máxima normales ilustran cómo durante mia sin hipercapnia. Aunque el desequilibrio V/Q afecta tanto al
la respiración a volumen corriente los pacientes que tienen EPOC alcanzan consumo de O2 como a la eliminación de CO2, la tendencia al incre-
el máximo flujo espiratorio. Las personas normales disponen de una reserva
considerable para aumentar el flujo espiratorio. (Tomado de Fraser RS, mento de la PaCO2 se compensa por el aumento de la ventilación
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the alveolar de las unidades bien perfundidas. Sin embargo, el incre-
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) mento de la ventilación no llega a corregir la hipoxemia debido a la
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 675

forma no lineal de la curva de disociación del oxígeno. Cuando se Algunos pacientes que tienen hipoxemia, en particular aque-
agrava la EPOC acaba reteniéndose dióxido de carbono, pues la ven- llos que tienen desaturación nocturna grave, experimentan una
tilación alveolar total disminuye. El incremento de la PaCO2 arterial policitemia secundaria659. La elevación de la carboxihemoglobina
no suele ocurrir hasta que el VEMS1 es menor de aproximada- contribuye, asimismo, a la policitemia660. Los viajes en avión se
mente 1,2 litros; la presencia de hipercapnia en un paciente que tie- acompañan en ocasiones de una desaturación significativa del
ne un VEMS1 mayor de 1,5 litros apunta a una posible hipoventi- oxígeno arterial661.
lación central o una apnea obstructiva del sueño. El análisis del pH arterial, la concentración de hidrogeniones y
La hipoxemia de la EPOC se corrige fácilmente aumentando la la concentración de bicarbonato proporcionan una información
concentración del oxígeno en el aire inspirado; sin embargo, este esencial sobre el estado acidobásico de los pacientes que tienen
aumento también se sigue de un incremento variable de la PCO2 EPOC. Cuando el exceso de dióxido de carbono se compensa con
arterial, sobre todo durante los episodios de insuficiencia respira- un incremento del bicarbonato, representa un claro dato de que
toria (ventilatoria) aguda645. La administración. de oxígeno suple- la insuficiencia respiratoria no tiene un comienzo «agudo». Un
mentario reduce la ventilación minuto (V E) y empeora la con- pH arterial superior al normal, con una acidosis respiratoria no
cordancia entre ventilación y perfusión como consecuencia de complicada, obliga a pensar en una posible alcalosis metabólica
una atenuación de la vasoconstricción hipóxica por el incremen- asociada, casi siempre secundaria al uso de diuréticos. La eleva-
to del oxígeno alveolar646. ción de la PaCO2, acompañada de valores normales o ligeramente
Durante las agudizaciones de la EPOC las presiones parciales elevados de bicarbonato, puede señalar el comienzo reciente de la
de los gases sanguíneos empeoran647. Estas agudizaciones suelen hipoventilación y de la acidosis respiratoria. Sin embargo, esta con-
acompañarse de insuficiencia cardíaca derecha y de sobrecarga de clusión carece de justificación cuando coexiste una acidosis metabó-
líquidos que, por sí mismas, pueden alterar las presiones parcia- lica que reduce el bicarbonato. Para establecer la distinción con-
les de los gases en la sangre arterial648. El gasto cardíaco también viene medir la brecha aniónica.
influye en los gases de la sangre arterial al modificar las presiones
parciales de oxígeno y de dióxido de carbono . . en la sangre venosa Capacidad de difusión
mixta. Para una alteración del equilibrio V/Q y una tasa metabó-
lica dadas, la PO2 en la sangre venosa mixta desciende y la PCO2 La capacidad de difusión en respiración única (DLCOSB) de los
aumenta conforme disminuye el gasto cardíaco; estos cambios se fumadores es menor que la de las personas coetáneas no fuma-
reflejan en las presiones parciales de los gases arteriales649. doras, aunque falten otros datos de disfunción pulmonar662. Par-
La EPOC no se acompaña de un aumento de la incidencia de te del descenso se debe a la elevación de la carboxihemoglobina
la apnea obstructiva, pero como ambos son trastornos crónicos de la sangre; sin embargo, incluso de corregir por la presión
relativamente frecuentes, no es rara su coincidencia650. El sueño, retrógrada del monóxido de carbono se ve cómo los fumadores
incluso si no existe ninguna apnea obstructiva, repercute notable- presentan cifras más bajas de DLCOSB663. La DLCOSB disminuye
mente en el control ventilatorio y en los gases de la sangre arterial de manera significativa con el tabaquismo activo664 pero retorna
de los pacientes que tienen EPOC y suele conllevar un deterioro de a la normalidad una semana después de dejar de fumar665. Algu-
la hipoxemia y de la hipercapnia651. Como los valores de la PaO2 nos de estos cambios se deben a una disminución del volumen
pueden descender hasta la porción pendiente de la curva de diso- vascular pulmonar en los fumadores.
ciación del oxígeno, el descenso de la saturación arterial resulta a Cuando existe una EPOC establecida, la capacidad de difu-
veces considerable. Pese a la ausencia de apneas llamativas, los sión, que se relaciona con el grado de enfisema, disminuye toda-
pacientes que tienen EPOC pueden experimentar desaturaciones vía más. En general, se considera que este descenso se debe tanto
arteriales episódicas durante el sueño; estos episodios adquieren a la disminución
. . del componente membranoso como al desequi-
más intensidad en los pacientes denominados abotargados azules librio V/Q. No obstante, es probable que contribuyan otros facto-
que en los sopladores rosados652. Asimismo, la desaturación es más res como la reducción del volumen capilar y quizá la limitación
intensa durante el sueño MOR que durante el sueño de ondas len- de la difusión de la fase gaseosa dentro de los grandes espacios
tas653 y se relaciona, al parecer, con los períodos de hipoventilación enfisematosos666.
o «hipopnea» que obedecen en parte a la inhibición fásica del tono
de la musculatura inspiratoria intercostal característica del sueño Pronóstico y evolución natural
MOR. Los episodios de desaturación nocturna se acompañan de
un empeoramiento de la hipertensión pulmonar; aunque la admi- La mayoría de los pacientes que tienen EPOC empeora lenta pero
nistración nocturna de oxígeno no impida la hipopnea, bloquea la inexorablemente de sus síntomas y de la función pulmonar a lo lar-
respuesta vascular pulmonar al prevenir la hipoxemia nocturna654. go de años495. Si la alteración produce disnea, cabe esperar la pro-
El ejercicio también puede influir en las presiones parciales de gresión hacia una discapacidad grave en un plazo de 6 a 10 años623.
los gases en la sangre arterial; de hecho, a veces, ocasiona una La evolución de la enfermedad se caracteriza a menudo por
desaturación arterial e hipercapnia profundas, y en otras ocasio- agudizaciones periódicas que se han definido como «un empeora-
nes mejora el intercambio gaseoso655. Los pacientes que tienen miento sostenido de la situación estable del paciente, que va más allá
desaturación tienden a mostrar una obstrucción espiratoria signi- de las variaciones normales de un día a otro, comienza de manera
ficativamente mayor, una menor capacidad de difusión, un mayor repentina y obliga a veces a un tratamiento adicional»667. Las agudi-
cociente entre el espacio muerto y el volumen corriente (VEM/VC) zaciones son precipitadas por infecciones víricas o bacterianas,
y un VC más bajo656, 657. Las personas sanas no llegan al grado de insuficiencia cardíaca añadida o exposición a la contaminación
ventilación pulmonar del que son capaces, ni siquiera durante el atmosférica. Su intensidad varía mucho, aunque da cuenta de un
ejercicio máximo; la reserva ventilatoria es considerable. En cam- porcentaje considerable de los recursos sanitarios que utilizan los
bio, las personas que tienen EPOC suelen abandonar el ejercicio pacientes que tienen EPOC668. En las fases avanzadas pueden pro-
cuando alcanzan la máxima ventilación posible; este valor se pue- ducirse agudizaciones graves con insuficiencia respiratoria aguda
de estimar a partir de mediciones combinadas del VEMS1 y de la superpuesta a una insuficiencia respiratoria crónica. Aunque la
fuerza de la musculatura inspiratoria658. mayoría de los pacientes sobrevive a estas crisis669, la tasa de mor-
676 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

talidad posterior es elevada. Así, en un estudio la mortalidad intra- lulares de fijación de nucleótidos. Forma parte del canal regulado
hospitalaria representó únicamente el 11%, pero la mortalidad a por el AMPc que está situado en la membrana apical de la vía
los 6 meses, al año y a los 2 años llegó al 33%, el 43% y el 49%, aérea y en las células epiteliales de las glándulas traqueobron-
respectivamente670. Los elementos que predicen una evolución quiales, y participa en el transporte de cloruro y agua desde estas
favorable son la juventud, una mejor calidad de vida antes de la células hacia la luz de la vía aérea687.
agudización, una función intelectual y un valor de presión arterial La mutación más habitual que se asocia a la disfunción génica
más elevado y una frecuencia cardíaca, creatinina, leucocitos y glu- es una deleción de tres pares de bases que determina la pérdida del
cosa plasmática más bajos671. El pronóstico también depende del aminoácido fenilalanina en la posición 508 de la proteína. Esta
estado nutricional, que se refleja en el porcentaje del peso corporal mutación, denominada ∆F508, supone el 70% de los alelos mu-
ideal672. El pronóstico mejora con el abandono del tabaco y la par- tantes del gen del CFTR; sin embargo, se han descubierto más de
ticipación en programas intensivos de rehabilitación pulmonar672. 1.000 mutaciones adicionales que pueden determinar el fenotipo
El pronóstico también se relaciona de manera significativa con de la fibrosis quística. Aproximadamente 1 de cada 20 a 25 blancos
las secuelas hemodinámicas pulmonares y ventriculares derechas muestra heterocigosis para uno de los genes anómalos de la fibro-
de la EPOC673. Los pacientes que tienen una presión en la arteria sis quística. No se ha demostrado ninguna característica clínica que
pulmonar inferior a 20 mm Hg tienen una supervivencia media identifique a estas personas. Se puede proceder al cribado prenatal
del 70% a los 5 años, frente a menos del 50% cuando la presión genotipando el ADN de las células que se obtienen mediante
excede de 20 mm Hg. No obstante, el pronóstico se puede prede- amniocentesis o aspiración de las vellosidades coriónicas688.
cir igualmente midiendo la PCO2 arterial o el VEMS1674, 675. Todas las mutaciones causantes de fibrosis quística influyen
La administración a largo plazo de oxígeno suplementario en la función del CFTR, aunque el modo en que lo hacen difie-
prolonga la supervivencia de los pacientes que tienen EPOC re según la mutación. Se han clasificado en cinco categorías689:
avanzada676 por un mecanismo que aún no se conoce con exacti- mutaciones de clase 1, en las que no se produce la proteína; de
tud. Según un estudio, la función pulmonar no mejora y la pre- clase 2, en las que la mayor parte de la proteína no llega hasta la
sión arterial pulmonar tampoco disminuye significativamente en membrana celular (p. ej., ∆F508); de clase 3, en las que la proteí-
los pacientes tratados con oxígeno, si bien el aumento de la pre- na no responde al AMPc; de clase 4, asociadas a la producción
sión arterial pulmonar resultó menor del que cabría espesar sin de una proteína con una menor respuesta al AMPc, y de clase 5,
oxígeno677. Quizá la evitación de las desaturaciones profundas en las que desciende la producción del canal de cloruro de fun-
de oxígeno durante el sueño reduzca la irritabilidad cardíaca, cionamiento normal. Los pacientes que tienen mutaciones de
hecho que contribuiría a los efectos beneficiosos del oxígeno678. las categorías 4 y 5 posiblemente sufran una deficiencia pancreá-
A pesar de todo lo anterior, el uso incontrolado de oxígeno para tica; sin embargo, no existe ninguna correlación estrecha entre
combatir la insuficiencia respiratoria de los pacientes que tienen la categoría de la mutación y la intensidad de la enfermedad de la
EPOC grave puede seguirse de complicaciones peligrosas; la con- vía aérea690.
centración elevada de oxígeno alveolar empeora la hipercapnia al El CFTR influye decisivamente en el transporte de iones y agua
interferir en la vasoconstricción hipóxica, aumentar el «espacio en la vía aérea691, 692. Además de la secreción defectuosa de cloruro,
muerto fisiológico» y reducir la ventilación minuto679. De hecho, las mutaciones determinan, por vía indirecta, una absorción exage-
un incremento repentino de la PaCO2 puede ocasionar un deterioro rada de sodio y un descenso del volumen de la capa de líquido peri-
importante, seguido de coma y muerte680. ciliar. A su vez, esto reduce la eficacia de la depuración mucociliar,
provoca la adherencia del moco a las células epiteliales y altera las
defensas antimicrobianas693. Las infecciones respiratorias por bacte-
FIBROSIS QUÍSTICA rias como S. aureus, Pseudomonas aeruginosa y Burkholderia cepacia
contribuyen decisivamente a la patogenia de la enfermedad pulmo-
La fibrosis quística (FQ) es una enfermedad hereditaria con nar en la fibrosis quística. La «colonización» crónica de la vía aérea
transmisión mendeliana recesiva. La alteración esencial es la pro- por las variantes mucoides de P. aeruginosa productoras de algina-
ducción de secreciones anómalas por las glándulas exocrinas, to, reviste una especial importancia como causa de deterioro clíni-
como las salivales y sudoríparas, el páncreas, el intestino grueso y co694, 695. La presencia de B. cepacia también se ha asociado a una
el árbol traqueobronquial. Las manifestaciones clínicas esenciales evolución acelerada. Aparte de sus efectos directos sobre la pared de
son enfermedad pulmonar obstructiva de intensidad variable en la vía respiratoria, este microorganismo posee especial importancia
casi todos los casos e insuficiencia pancreática (presente en el puesto que 1) suele mostrar resistencia a los antimicrobianos696,
80% al 90%)681. Este trastorno es la enfermedad de transmisión 2) puede producir una neumonía fulminante y potencialmente
genética mortal más frecuente en las personas blancas y se estima mortal697 y 3) es especialmente propenso a la transmisión interper-
que su incidencia es de 1 por cada 2.000 a 3.500 nacidos vivos682. sonal a través de los contactos nosocomiales o sociales698.
Fuera de la raza blanca es poco frecuente; la incidencia represen- La reacción inflamatoria a la colonización de la vía aérea por
ta 1 por 17.000 en los afroamericanos y 1 por 90.000 en los indios P. aeruginosa y B. cepacia se caracteriza por el aflujo de leucocitos
norteamericanos y asiáticos683. No se conoce ningún predominio polimorfonucleares, células que liberan enzimas proteolíticas
sexual. El diagnóstico se establece antes de los 5 años en el 80% como la elastasa y la colagenasa y contribuyen así a la ulceración
de las ocasiones y durante la adolescencia en el 10%684; ocasio- del epitelio de la vía aérea y, en última instancia, a las bronquiec-
nalmente se descubre en la vida adulta685. tasias699, 700. Los agregados de moco y neutrófilos dentro de la luz
de la vía aérea obstruyen de manera parcial o completa la luz, dando
Etiología y patogenia lugar a una tos productiva y a una obstrucción funcional carac-
terística del trastorno. Algunos de estos efectos se relacionan con
El gen responsable se localiza en el brazo largo del cromoso- una mayor viscosidad del esputo, debido a la muerte de los
ma 7686. Su producto proteínico, el regulador transmembranario de neutrófilos, el incremento en el contenido del ADN del esputo y
la fibrosis quística (CFTR), contiene 1.480 aminoácidos y dispone el entrelazado de las moléculas largas de ADN con las glucopro-
de dos dominios transmembranarios y de dos dominios intrace- teínas del moco, que aumenta la rigidez del gel701.
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 677

Características anatomopatológicas nodulares periféricas, así como por la aparición de tapones de


moco y áreas localizadas de consolidación (figura 15-40)707. Las
La mayoría de los estudios anatomopatológicos de los recién naci- bronquiectasias, el engrosamiento de la pared bronquial y los
dos o lactantes que fallecieron por fibrosis quística muestran pul- tapones de moco se dan con especial frecuencia y de hecho se ven
mones en esencia normales702. Los pulmones de los pacientes en la mayoría de los pacientes adultos708.
mayores que fallecen por la enfermedad o que sufren un trasplan- Casi todos los pacientes presentan focos recidivantes de con-
te pulmonar suelen revelar el taponamiento de la vía aérea por solidación, y muchos tienen atelectasia lobar o segmentaria709. El
detritos mucopurulentos, bronquiectasias (casi siempre más aumento del tamaño del hilio puede deberse a adenopatías o a
intensas en los lóbulos superiores) y neumonía aguda y organizativa una dilatación de las arterias pulmonares centrales secundaria
(en general, con abscesificación) (véase figura en color 15-4)703. a la hipertensión arterial pulmonar710. Las alteraciones de la radio-
Asimismo se ve enfisema local, ampollas y vesículas704, 705. El exa- grafía de tórax se han incorporado a una serie de esquemas de
men histológico suele revelar inflamación y fibrosis crónica de la puntuación semicuantitativa que supuestamente ayudan a esta-
pared bronquial, obstrucción luminal parcial o completa por blecer el pronóstico y dirigir el tratamiento710, 711.
material purulento, ulceración epitelial local y destrucción del car- La TC de alta resolución resulta, por supuesto, más sensible que
tílago (véase figura en color 15-4)706. Los bronquiolos membrano- la radiografía para detectar la fibrosis quística leve (figura 15-41)712;
sos pueden presentar alteraciones inflamatorias similares o estre- más aún, existen pruebas de que, si se incorporan los resultados de
chamiento u obliteración a causa de la fibrosis. la TC de alta resolución seriada al sistema de puntuación semi-
cuantitativa, se aprecian signos de lesión estructural progresiva
Manifestaciones radiológicas que no se traducen en alteraciones de la función pulmonar713. Los
signos característicos incluyen bronquiectasias dispersas, funda-
Las primeras manifestaciones de la fibrosis quística en la radio- mentalmente en los lóbulos superiores, y pequeñas opacidades no-
grafía de tórax son opacidades redondas o lineales mal definidas dulares en el centro de los lobulillos secundarios (figura 15-42)714.
de un diámetro de 3 mm a 5 mm que se sitúan a 2 cm-3 cm de la En las imágenes que se obtienen después de la espiración hasta el
pleura707; en menos ocasiones se aprecian paredes bronquiales volumen residual se aprecia atrapamiento gaseoso715.
engrosadas sin dilatación bronquial (casi siempre se ven sombras
anulares), hiperinsuflación leve y adenopatías hiliares707. La pro- Manifestaciones clínicas
gresión de la enfermedad se caracteriza por aumento del diáme-
tro bronquial, del grosor de la pared bronquial, de los volúme- La afectación pulmonar se manifiesta clínicamente por infeccio-
nes pulmonares y del número y del tamaño de las opacidades nes pulmonares recidivantes asociadas a sibilancias, disnea y tos

BI

A B

FIGURA 15-40
Fibrosis quística. Estas radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) de tórax muestran engrosamiento difuso de la pared bronquial (cabezas de flecha),
engrosamiento peribronquial, pequeñas opacidades difusas y dispersas y zonas de consolidación alveolar heterogénea. Obsérvese el engrosamiento
notable de la pared posterior del bronquio intermedio (BI). Los pulmones tienen una hiperinsuflación moderada. Los dos hilios están aumentados de
tamaño, debido casi con toda seguridad a adenopatías más que a hipertensión arterial pulmonar. Este paciente tenía 24 años. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
678 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

FIGURA 15-41
Fibrosis quística. Esta radiografía posteroanterior de tórax (A) de
una mujer de 30 años con antecedentes de tos productiva muestra
zonas localizadas de atelectasia y neumonitis en el lóbulo superior
derecho. A pesar del engrosamiento de la pared bronquial, no hay
signos definitivos de bronquiectasias. Las imágenes de la TC de alta
resolución (B y C) revelan bronquiectasias extensas en los lóbulos
superior derecho e inferior izquierdo. La enferma presentaba
mínimas bronquiectasias en el lóbulo superior izquierdo. El
diagnóstico de fibrosis quística se estableció por los signos de la TC.
La distribución considerablemente asimétrica de las bronquiectasias
constituye una manifestación relativamente poco frecuente de la
enfermedad. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD:
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

productiva. La desnutrición y la depleción de proteínas son la con- se da con frecuencia en los varones, casi siempre por la ausencia
secuencia de estas infecciones y pueden, a su vez, acelerar la evo- del conducto deferente722. Las mujeres con fibrosis quística tam-
lución de la enfermedad pulmonar716. La infección se debe bién muestran una esterilidad relativa que se atribuye a las altera-
fundamentalmente a bacterias como P. aeruginosa, S. aureus y H. in- ciones del moco cervicouterino. La obstrucción intestinal debida
fluenzae, pero a veces se encuentran virus, micoplasmas y hongos. al íleo meconial afecta al 10%-15% de los recién nacidos con
B. cepacia suele acompañar a la enfermedad avanzada. La hemop- fibrosis quística; a veces se precisa tratamiento quirúrgico. Para
tisis y el neumotórax son complicaciones frecuentes717; este último describir la obstrucción intestinal que tiene lugar después del perío-
suele recidivar718. Los pacientes que tienen fibrosis quística tienen do neonatal se utilizan términos como equivalente del íleo meco-
una mayor incidencia de atopia y de asma que la población gene- nial y síndrome de obstrucción intestinal distal. La lesión hepática se
ral719. La aspergilosis broncopulmonar alérgica se da en el 5% al manifiesta por esteatosis y cirrosis biliar localizada. El 90% de los
10% de los pacientes y puede acompañarse de una caída acelera- pacientes sufre disfunción pancreática; la deficiencia enzimática se
da de la función pulmonar720, 721. En las fases más avanzadas del sigue de mala digestión, sobre todo de las grasas, por lo que los
proceso se ve insuficiencia respiratoria, acompañada de hiperten- pacientes suelen evacuar heces voluminosas y malolientes. Asimis-
sión arterial pulmonar persistente y de cor pulmonale. mo, se observa pancreatitis aguda y diabetes mellitus.
Los signos físicos son los propios de las bronquiectasias y de la
enfermedad obstructiva de las vías aéreas. Se auscultan crepitan- Diagnóstico y hallazgos de laboratorio
tes gruesos en zonas concretas, aunque a veces se extienden por
todos los campos; las sibilancias generalizadas deben apuntar la Si bien los antecedentes familiares positivos, la enfermedad res-
posibilidad de asma. Las acropaquias representan un signo casi piratoria persistente y las manifestaciones clínicas de insuficien-
invariable de enfermedad avanzada. cia pancreática apuntan el diagnóstico de fibrosis quística, su con-
Las demás manifestaciones clínicas se relacionan con los apa- firmación exige un resultado positivo de la prueba del sudor o
ratos urogenital y digestivo. La incapacidad para la reproducción la identificación de dos copias anómalas del gen CFTR. No obs-
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 679

FIGURA 15-42
Fibrosis quística. Esta radiografía posteroanterior de tórax (A) de una mujer de 39 años muestra signos de bronquiectasias extensas y varias ampollas
grandes, sobre todo en el lóbulo superior derecho. En la TC de alta resolución de los lóbulos superiores (B) se aprecian también ampollas, más
acusadas en el lado derecho, y bronquiectasias diseminadas. En una imagen de los campos pulmonares inferiores (C) se ven bronquiectasias menos
intensas, opacidades ramificadas que representan impactación mucoide (flechas rectas) y áreas de menor atenuación y vascularidad, sobre todo en las
zonas pulmonares declives y en el segmento medial del lóbulo inferior derecho. En un tercer corte, en un plano más caudal (D), se aprecian opacidades
nodulares centrolobulillares (flechas abiertas) de 3 mm a 5 mm de diámetro que representan bronquiolos dilatados. Asimismo, se identifica una
disminución de la atenuación y de la vascularidad dentro de los lobulillos secundarios, delimitados por los tabiques interlobulillares (flechas curvas).
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

tante, el elevado número de mutaciones poco frecuentes que Pruebas de función pulmonar
pueden ocasionar fibrosis quística dificulta la realización de un
cribado sistemático suficientemente exhaustivo cuya sensibili- Se pueden aplicar pruebas de función pulmonar a los lactantes
dad pueda rivalizar con la de la prueba del sudor. Por otra parte, que tienen fibrosis quística, empleando la técnica de compre-
la prueba de los electrólitos en el sudor no resulta fiable en los sión torácica y medición del flujo espiratorio. Este método per-
recién nacidos, y algunas mutaciones de categorías 4 y 5 que pro- mite descubrir las alteraciones funcionales de los lactantes
ducen una disfunción menor de CFTR pueden asociarse a valo- afectados aun antes de que surjan los signos y síntomas728.
res normales de cloruro en el sudor689. Una concentración de Conforme avanza la enfermedad, desciende el VEMS1 y la CV
cloruro de 60 mEq/l o superior indica la presencia de fibrosis y aumenta el VR729. La respuesta a los broncodilatadores es
quística en un niño. Los valores de las concentraciones de sodio menor que en el asma. Los pacientes que tienen obstrucción
y cloruro en el sudor aumentan con la edad723. grave experimentan hiperinsuflación dinámica y desaturación arte-
En la actualidad se pueden incorporar técnicas de biología rial durante el ejercicio730. La capacidad del esfuerzo suele dis-
molecular para efectuar pruebas diagnósticas rápidas, rentables y minuir como consecuencia de factores pulmonares y nutricio-
específicas de la mayoría de los genotipos de la fibrosis quística; nales731.
estas pruebas se basan en la reacción en cadena de la polimerasa La hipoxemia está presente en algunos casos y la hipercapnia
múltiple724. Este avance ha permitido aplicar un cribado prena- en una pequeña proporción. Los episodios de desaturación arte-
tal725, neonatal726 y poblacional de las mutaciones del gen del rial ocurren durante el sueño, sobre todo durante la etapa
CFTR727. Sin embargo, se sigue ignorando la importancia exacta MOR732. La velocidad con que cambia la función pulmonar varía
de estas pruebas de cribado. mucho y hasta cierto punto depende del fenotipo del CFTR733, así
680 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

como de factores ambientales, por ejemplo el cumplimiento tera- TABLA 15-5. Causas de bronquiectasias
péutico y la exposición pasiva al humo de tabaco734. Defectos celulares o moleculares hereditarios

Pronóstico y evolución natural Fibrosis quística


Síndromes de discinesia ciliar
La esperanza de vida ha mejorado espectacularmente en la última Defecto hereditario o adquirido en las defensas del huésped
parte del siglo XX como consecuencia de los adelantos en la aten- Agammaglobulinemia ligada al sexo
ción médica, en particular el tratamiento antibiótico735. De hecho, Deficiencia selectiva de inmunoglobulinas
gran parte de la variabilidad pronóstica que se da en los diferentes Inmunodeficiencia variable común
países guarda relación con la implantación de centros especializa- Enfermedad granulomatosa crónica de la infancia
dos y con los seguros sanitarios financiados por el gobierno736. Infección por el VIH
La esperanza de vida media teórica de los lactantes que nacen en la Alteraciones congénitas de la estructura bronquial o vascular
actualidad en los países «desarrollados» llega a los 40 años737. Con Ausencia o defectos del cartílago (síndrome de Williams-Campbell)
la puesta en marcha de programas de trasplante pulmonar la Membranas intraluminales
supervivencia en la fibrosis quística avanzada se ha prolongado Síndrome de Mounier-Kuhn
aún más; la tasa de supervivencia después del trasplante se aproxi- Atresia bronquial
ma al 85% al cabo de un año y hasta el 70% a los 2 años738. Agenesia unilateral de la arteria pulmonar
El pronóstico también depende de una serie de características Obstrucción bronquial adquirida
concretas. La edad en el momento del diagnóstico es un indicador Obstrucción intraluminal
importante; los pacientes diagnosticados de forma temprana Neoplasias
durante un programa de cribado evolucionan mejor que los que Aspiración de cuerpos extraños
son diagnosticados por la clínica739. La puntuación de las alteracio- Broncolitiasis
Papilomatosis
nes de la radiografía de tórax (sistema de Brasfield) ha servido para Compresión extrínseca
definir ciertos grupos de pacientes y predecir la supervivencia740. Adenopatías
A la hora de predecir la supervivencia a los 5 años los resultados de la Migración de la banda de cerclaje de la arteria pulmonar
prueba de máximo esfuerzo no añaden nada nuevo a la informa- Infección
ción que aporta el VEMS1741. La aparición de hipertensión pulmo-
nar y de cor pulmonale comporta un pronóstico desfavorable; la Mycobacterium tuberculosis
Mycobacterium avium-intracellulare
mayoría de los pacientes fallece en los 2 primeros años desde que Género Bordetella
aparece la insuficiencia cardíaca derecha742. También se ha identifi- Infecciones (habitualmente, después de infecciones infantiles)
cado que el estado nutricional y la colonización por B. cepacia son Aspergilosis broncopulmonar alérgica
índices pronósticos negativos743. En cambio, el genotipo del gen de Toxinas y venenos
CFTR posee bastante poca influencia; de hecho, los pacientes e
incluso los hermanos que tienen las mismas mutaciones del gen de Inhalación de gas tóxico
Inhalación de humo
CFTR pueden evolucionar de forma muy distinta en clínica, lo que Aspiración de ácido clorhídrico
hace pensar en la existencia de «genes modificadores»744. Ingestión de paraquat
Fibrosis parenquimatosa

BRONQUIECTASIAS Tuberculosis crónica


Sarcoidosis
Fibrosis pulmonar idiopática
Características generales
Enfermedades inmunitarias
Las bronquiectasias se definen fundamentalmente por la dilata- Rechazo del aloinjerto pulmonar
ción irreversible de una parte del árbol bronquial. Como tal, se Enfermedad del injerto contra el huésped tras un trasplante
trata de un hallazgo bastante frecuente en el examen anatomopa- de médula ósea
Enfermedad reumatoide
tológico o en la TC de alta resolución y se asocia a muchos tras- Síndrome de Sjögren
tornos (tabla 15-5)745. Desde la introducción del tratamiento Enfermedad inflamatoria intestinal
antibiótico su importancia clínica ha disminuido746, pero el inte-
Miscelánea
rés se ha reavivado por 1) la supervivencia prolongada de pacien-
tes que tienen enfermedades asociadas a esta lesión, como la Síndrome de las uñas amarillas
fibrosis quística, los síndromes de discinesia ciliar y algunos sín- Síndrome de Young
dromes de inmunodeficiencia; 2) su asociación a la infección por
el VIH747; 3) su aparición como complicación del trasplante de
corazón, pulmón y médula ósea748, 749, y 4) los avances en las téc-
nicas de imagen que han mejorado la detección de grados relati-
vamente pequeños de dilatación de la vía aérea en una serie de ciones respiratorias (p. ej., sarampión y tos ferina) se acompañan
trastornos, como la artritis reumatoide750. de una respuesta inflamatoria y de la liberación de enzimas pro-
teolíticas, como la colagenasa y la elastasa751, 752, que dañan la
Etiología y patogenia pared de la vía aérea lo suficiente como para ocasionar dilata-
ción753. A su vez, ésta se asocia a una alteración de la depuración
Los principales procesos que determinan bronquiectasias son las bacteriana y una probabilidad mayor de colonización por micro-
infecciones, la obstrucción o la lesión inmunitaria de la propia organismos como H. influenzae, P. aeruginosa y Branhamella
vía aérea y la fibrosis del parénquima adyacente. Algunas infec- catarrhalis754. Estas bacterias perpetúan la reacción inflamatoria
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 681

y generan un círculo vicioso de lesión progresiva de la pared tran dilatados, pueden obliterarse por tejido de granulación o
bronquial y dilatación creciente755. La alteración de la depura- fibroso. En los casos más graves (bronquiectasias saculares [quís-
ción mucociliar, que se da en la fibrosis quística y en la discine- ticas]) la dilatación bronquial aumenta progresivamente hacia la
sia ciliar primaria, y el mayor riesgo de infecciones que acompa- periferia y genera espacios quísticos que tienen un diámetro de
ña a los estados de inmunodeficiencia, predisponen a la hasta varios centímetros (véase figura 15-43). El número máximo
aparición de bronquiectasias por mecanismos análogos756. Las de subdivisiones bronquiales a veces no llega a cinco o faltan por
bronquiectasias que surgen tras la inhalación de distintos humos completo los bronquiolos.
o gases, como el amoníaco, o humos de tóxicos probablemente El parénquima pulmonar intermedio puede ser normal pero a
surgen por un mecanismo parecido de lesión de la vía aérea y menudo presenta focos de neumonía organizada o en organiza-
colonización bacteriana crónica757, 758. ción como consecuencia de los frecuentes brotes de infección que
La obstrucción de la vía aérea suele seguirse de retención de sufren estos pacientes. La circulación arterial bronquial suele
moco en las luces de las vías aéreas distales y atelectasia del parén- aumentar de forma llamativa y posiblemente sea el origen de la
quima circundante; el aumento de la presión luminal y la repara- hemoptisis en la mayoría de las ocasionies765.
ción del parénquima adyacente favorecen la dilatación de la vía La localización de las bronquiectasias dentro de los pulmones
aérea. Las infecciones bacterianas secundarias, que habitualmen- depende, hasta cierto punto, de la causa. Así, suelen verse en los
te están localizadas en la pared de la vía aérea, contribuyen a la segmentos basales de los lóbulos inferiores después de las infec-
lesión y a la dilatación759. Estos mecanismos probablemente se ciones víricas de la infancia766, se localizan en el segmento pos-
asocian también a las neoplasias endobronquiales y a ciertos terior de los lóbulos superiores tras la tuberculosis y tienden a
casos del síndrome del lóbulo medio derecho, en los que el bron- aparecer en los bronquios grandes (centrales) en la aspergilosis
quio se ve comprimido por adenopatías peribronquiales. broncopulmonar alérgica.
La fibrosis peribronquial propicia la aparición de bronquiec-
tasias en pacientes que tienen tuberculosis, enfermedades pulmo- Manifestaciones radiológicas
nares intersticiales del tipo de la sarcoidosis y fibrosis pulmonar
idiopática760, así como neumonitis secundaria a la ingestión de En las bronquiectasias se ven algunos signos radiológicos carac-
tóxicos como paraquat761. En todas estas enfermedades el parén- terísticos767. Las que afectan a la vía aérea incluyen opacidades
quima es el asiento principal de la enfermedad; la contracción del lineales paralelas (raíles de tranvía) que representan paredes
tejido fibroso intersticial determina una dilatación bronquial bronquiales engrosadas (figura 15-44), opacidades tubulares que
secundaria (bronquiectasias por tracción). corresponden a bronquios llenos de moco y opacidades anulares
Las bronquiectasias que surgen en la aspergilosis broncopul- o espacios quísticos con un diámetro de hasta 2 cm que a veces
monar alérgica, el rechazo del aloinjerto pulmonar y la reacción contienen niveles hidroaéreos (figura 15-45). El aumento de
del injerto contra el huésped tras el trasplante de médula ósea tamaño y la pérdida de definición de la trama pulmonar en zonas
son aparentemente la consecuencia de una lesión inmunitaria segmentarias específicas de los pulmones son también frecuentes.
de la vía aérea. Un proceso similar podría justificar las bron- Las alteraciones vasculares incluyen agregación de la trama vascu-
quiectasias que acompañan a enfermedades como la artritis lar pulmonar, que es un dato indicativo de la pérdida casi inva-
reumatoide762, la colitis ulcerosa763, el síndrome de Felty y el sín- riable de volumen que se asocia a este trastorno (figura 15-46), y
drome de Sjögren764. signos de oligohemia por la disminución de la perfusión arterial
La importancia relativa de las distintas causas de bronquiecta- pulmonar, que aparece en los procesos más graves. El resto del
sia varía sin duda en las diferentes regiones del mundo, así como pulmón muestra en ocasiones signos de hiperinsuflación com-
en poblaciones concretas de dichas zonas. Según un estudio de pensatoria (véase figura 15-46).
193 pacientes remitidos al Papworth Hospital, de Inglaterra, para A pesar de la lista de alteraciones que acaba de exponerse,
el estudio de bronquiectasias confirmadas o probables, la TC de muchas veces la radiografía de tórax resulta normal mientras que
alta definición confirmó la enfermedad en 150754. Se identificaron la TC revela bronquiectasias significativas767; hoy suele admitirse
una o más presuntas causas en el 47% de los casos, entre otras que la TC de alta resolución es la técnica de imagen preferida para
neumonía infantil temprana, tos ferina o sarampión (44 pacien- establecer la presencia de bronquiectasias y conocer su extensión
tes), inmunodeficiencias distintas a la hipogammaglobulinemia precisa768. Los signos característicos incluyen un diámetro bron-
(12 pacientes), aspergilosis broncopulmonar alérgica (11), aspi- quial interno mayor que el de la arteria pulmonar adyacente
ración (6), síndrome de Young (5), fibrosis quística (4), artritis (figura 15-47), la ausencia de afilamiento bronquial (definida por
reumatoide (4) y disfunción ciliar (3). un diámetro del bronquio igual al de la rama precursora en un
recorrido superior a los 2 cm) (figura 15-48), la visualización de
Características anatomopatológicas bronquios situados a 1 cm de la pleura costal o adosados a la
pleura mediastínica (figura 15-49) y el engrosamiento de la pared
Los hallazgos anatomopatológicos varían en función de la inten- bronquial768-770.
sidad de la dilatación bronquial y del grado de obliteración bron- El aspecto de los bronquios dilatados en la TC de alta resolu-
quial o bronquiolar distal. En la enfermedad leve (bronquiecta- ción varía según el tipo de bronquiectasia y la orientación de la vía
sias cilíndricas) los bronquios tienen un contorno bastante aérea con respecto al plano de corte. Así, en las bronquiectasias
regular y su diámetro permanece constante o sólo aumenta lige- cilíndricas los bronquios horizontales se visualizan como líneas
ramente según se extiende en sentido distal (figura 15-43). El paralelas («raíles de tranvía») (véase figura 15-48), mientras que
número de subdivisiones del árbol bronquial, desde el bronquio los bronquios con orientación vertical se ven como círculos trans-
principal hasta la periferia, es normal. En la enfermedad más parentes con un diámetro mayor al de la arteria pulmonar adya-
avanzada (bronquiectasias varicosas) el grado de dilatación y las cente (aspecto de «anillo de sello») (véase figura 15-47)771, 772.
constricciones locales determinan un contorno irregular de la
pared bronquial, que remeda las venas varicosas. Las luces de los
pequeños bronquios y bronquiolos, distales a los que se encuen- El texto continúa en la página 684
682 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

FIGURA 15-43
Bronquiectasias. Cortes de los lóbulos inferiores de dos pacientes que tienen bronquiectasias. El corte de A ilustra bronquiectasias leves
(«cilíndricas») y el corte de B una enfermedad grave (bronquiectasias «saculares» o «quísticas»). Aunque gran parte del parénquima de A sea normal, se
ven zonas localizadas de neumonía organizativa (flechas). B. El proceso se encuentra avanzado y no hay ningún dato de parénquima residual normal.
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

FIGURA 15-44
Bronquiectasias con «raíles de tranvía». Esta imagen de la parte inferior
derecha de los pulmones de una radiografía posteroanterior revela opacidades
lineales paralelas («raíles de tranvía») (flechas) como consecuencia del
engrosamiento y la dilatación bronquiales. La TC de alta resolución confirmó
el diagnóstico de bronquiectasias. Se trataba de un varón de 46 años con tos
productiva crónica. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD:
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 683

FIGURA 15-45
Bronquiectasias quísticas. Radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) de un varón de 46 años con tos productiva crónica: se observa la práctica
sustitución del lóbulo inferior derecho por varios quistes de paredes finas, muchos de ellos con niveles hidroaéreos. El pulmón izquierdo es normal; los
lóbulos superior y medio del lado derecho muestran una oligohemia intensa. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

D I
FIGURA 15-47
Bronquiectasias con el signo del anillo de sello. En esta TC de alta
resolución se ven numerosos bronquios con un diámetro interno mayor
que el de la arteria pulmonar adyacente (signo del anillo de sello) en los
lóbulos inferiores y en la língula (flechas). Se trataba de un varón de 15 años
con fibrosis quística. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD:
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)
FIGURA 15-46
Bronquiectasias con atelectasia del lóbulo inferior izquierdo. Esta
radiografía posteroanterior del tórax pone de manifiesto una atelectasia del
lóbulo inferior izquierdo. Se ven bronquios dilatados de paredes gruesas
(flechas) dentro del lóbulo atelectásico. Obsérvese la hiperinsuflación
compensadora del lóbulo superior izquierdo. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases
of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
684 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

D I
FIGURA 15-48
Bronquiectasias con ausencia de afilamiento bronquial. En la TC de
alta resolución se aprecia la ausencia de afilamiento (flechas) y el FIGURA 15-50
engrosamiento de las paredes bronquiales en los lóbulos medio e inferior Bronquiectasias varicosas. En esta TC de alta resolución se observan
del lado derecho. Las dilataciones bronquiales también se ven en un corte bronquios dilatados de pared ondulante (flechas), característicos de las
transversal (signo del anillo de sello). Se trataba de un varón de 15 años con bronquiectasias varicosas. También se ven bronquiectasias en el pulmón
fibrosis quística. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: derecho. El paciente era un varón de 46 años con bronquiectasias centrales
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, prolongadas secundarias a una aspergilosis broncopulmonar alérgica.
WB Saunders, 1999.) (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s
Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

FIGURA 15-51

FIGURA 15-49 Bronquiectasias quísticas. En la TC de alta resolución se aprecian


espacios quísticos, de paredes finas en el lóbulo inferior y la língula del lado
Bronquiectasias. Esta TC de alta resolución de una mujer de 50 años que izquierdo; se ven varios niveles hidroaéreos (flechas). Se observan
tenía bronquiectasias muestra bronquios situados a 1 cm de la pleura costal bronquiectasias leves en el lóbulo inferior derecho. Se trataba de un varón
(flecha recta) y bronquios adosados a la pleura mediastínica (flecha abierta). de 32 años con bronquiectasias secundarias a infecciones víricas de la
Al parecer, las bronquiectasias obedecían a una tuberculosis previa. (Tomado infancia. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser
de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) WB Saunders, 1999.)

Las bronquiectasias varicosas se caracterizan por la presencia Otras alteraciones que se dan más en los pacientes que tienen
de dilatación bronquial poco uniforme (figura 15-50), mien- bronquiectasias son las zonas de menor atenuación y perfusión pul-
tras que las bronquiectasias quísticas determinan la conglo- monares, la traqueomegalia y las adenopatías mediastínicas773, 774.
meración de espacios quísticos de paredes finas que suelen
contener niveles hidroaéreos (figura 15-51). Aunque el engro- Manifestaciones clínicas
samiento de la pared bronquial se vea con cierta frecuencia en
las imágenes de TC de alta resolución de las bronquiectasias, se Muchos pacientes no refieren síntomas imputables a las propias
trata, conviene recordarlo, de un signo inespecífico que tam- bronquiectasias. Los síntomas fundamentales, cuando aparecen,
bién se da en pacientes asmáticos y fumadores asintomáti- incluyen tos y expectoración de esputo purulento; la hemoptisis, la
cos583, 769. fiebre recurrente y el dolor torácico son menos frecuentes. Algunos
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 685

pacientes sólo se dan cuenta de la expectoración purulenta después dad para estos trastornos son síndrome de los cilios discinéticos
de las infecciones respiratorias (que tienden a ser bastante frecuen- o discinesia ciliar primaria. Se cree que la incidencia del síndro-
tes). Los síntomas de los pacientes que tienen bronquiectasias postin- me en las personas blancas varía entre 1 por 12.500 y 1 por
fecciosas se originan casi siempre en la primera infancia; a veces se 40.000785, 786; se ha notificado una prevalencia mayor en Japón787.
recogen antecedentes de «neumonía» como complicación del Esta alteración muestra una fuerte asociación familiar; los
sarampión o de otras infecciones contagiosas de la infancia775. La resultados de casi todos los estudios apuntan hacia un patrón
hemoptisis ocurre en la mitad de los pacientes mayores. Si la enfer- de herencia autosómica recesiva788; sin embargo, la variedad de
medad está extendida, el paciente puede sufrir disnea. defectos ultraestructurales que se asocian al síndrome clínico
En un 70% de los casos se auscultan crepitantes persistentes indica una enorme heterogeneidad genética789. Además, se han
localizados en la zona más afectada775. Si las bronquiectasias se descrito pacientes que tienen el síndrome clásico de Kartagener y
acompañan de una obstrucción importante de la vía aérea se pue- una alteración ultraestructural de los cilios respiratorios pero con
den auscultar sibilancias difusas o localizadas. La manifestación espermatozoides normales, es decir, puede haber una discordan-
extratorácica más frecuente son las acropaquias, que se dan en un cia entre las manifestaciones fenotípicas790.
tercio de los casos766. Algunos pacientes exhiben signos de respues- Se han reconocido alteraciones ultraestructurales de cada uno
ta inflamatoria generalizada, que se reflejan en un descenso del de los componentes ciliares (figura 15-52) que incluyen la falta de
peso corporal y de la albúmina sérica y en un aumento de las glo- los brazos exteriores de dineína, la ausencia de radios o radios
bulinas séricas totales, de la α1-antitripsina y de los leucocitos776. cortos, la falta de los brazos interiores de dineína o las alteracio-
nes de los mismos, la falta de los microtúbulos centrales o la des-
Estudios de la función pulmonar orientación de los mismos y la transposición de los microtúbulos
periféricos791, 792; el defecto más frecuente es la falta de brazos de
Las bronquiectasias no se acompañan de ningún patrón específi- dineína. Los defectos estructurales se combinan a menudo793.
co de alteración de la función pulmonar, aunque resulte caracte- Las manifestaciones radiológicas del síndrome de discinesia
rística la combinación de obstrucción y restricción. Los pacientes ciliar se asemejan a las de la fibrosis quística, aunque son menos
que tienen enfermedad localizada muestran una alteración fun- graves y progresivas. Los signos incluyen el engrosamiento de la
cional mínima o nula. Si hay atelectasias llamativas, la alteración pared bronquial, la hiperinsuflación, la atelectasia o consolida-
funcional puede ser una restricción con descenso de CV, CRF ción segmentarias y las bronquiectasias794. A pesar de que las
y CPT. El patrón es obstructivo si la enfermedad es más difusa bronquiectasias pueden ser generalizadas en la TC de alta resolu-
–el VEMS1 disminuye proporcionalmente más–; en muchos ción, afectan de forma predominante o exclusiva a los lóbulos
casos la CRF aumenta y la capacidad de difusión disminuye777. inferiores del 50% de los pacientes795. Además de estas alteracio-
Las pruebas de función pulmonar suelen empeorar y la velocidad nes se descubren signos de otitis, sinusitis y transposición visce-
de caída es mayor en los pacientes que sufren infecciones cróni- ral en la mitad de los casos (figura 15-53).
cas por P. aeruginosa en lugar de por otros microorganismos778. Las personas que tienen el síndrome florido de discinesia ciliar
sufren síntomas de rinitis, sinusitis y otitis crónicas. Las infecciones
Pronóstico y evolución natural recidivantes de la vía respiratoria inferior, la esterilidad (masculi-
na), las alteraciones corneales y los defectos de la olfacción afectan
Antes de 1940, el 70% de los pacientes fallecía sin llegar a los también a muchos pacientes. Para establecer el diagnóstico es nece-
40 años, en un 90% de los casos como consecuencia directa de la sario que el paciente muestre signos de infección bronquial y rini-
enfermedad779. Con la introducción de los antibióticos el pronósti- tis crónica desde la primera infancia, junto con una o más de estas
co ha mejorado de manera significativa780. En una revisión de manifestaciones: 1) transposición visceral o dextrocardia del
116 pacientes que se efectuó en 1981 la tasa de mortalidad fue del paciente o de un hermano, 2) espermatozoides vivos pero inmóvi-
19% durante un período de seguimiento de 14 años y el promedio les con aspecto normal, 3) falta total o casi total de depuración tra-
de la edad de defunción fue de 54 años781. Cuando se resecan las queobronquial y 4) muestra de biopsia nasal o bronquial con los
bronquiectasias de una zona del pulmón, la lesión suele afectar a defectos ciliares ultraestructurales característicos del síndrome796.
segmentos previamente normales782. Otras complicaciones esporá- Muchas pacientes presentan una obstrucción leve o moderada
dicas son el absceso cerebral, la amiloidosis y la neuropatía. Con- al flujo aéreo561. El descenso de la depuración mucociliar es pro-
viene destacar que estas estadísticas de supervivencia y de compli- fundo y mayor que el que se observa en la fibrosis quística avan-
caciones se basan fundamentalmente en pacientes que tienen zada, las bronquiectasias postinfecciosas, la EPOC y el asma797.
signos radiológicos y clínicos de bronquiectasias; aquellos cuya
enfermedad sólo se reconoce mediante la TC de alta resolución Síndrome de Young
muestran, indudablemente, una evolución mucho más favorable.
El síndrome de Young (azoospermia obstructiva) se caracteriza
Causas específicas de bronquiectasias por esterilidad relacionada con la obstrucción mecánica del trac-
to genital y se acompaña de sinusitis y bronquiectasias798. La
Síndrome de discinesia ciliar combinación de esterilidad e infecciones sinopulmonares hace
pensar en una fibrosis quística o en un síndrome de discinesia
El síndrome de transposición visceral, sinusitis paranasal y bron- ciliar. Aunque algunas mutaciones del gen CFTR se acompañen
quiectasias se describió por primera vez en 1904, pero adquirió su de ausencia bilateral congénita del conducto deferente799, las
epónimo algo más tarde después de lo que expusiera pormenori- pruebas existentes revelan que el síndrome de Young no guarda
zadamente Kartagener783. Aunque se ha propuesto el término relación con el CFTR800. Si bien la depuración mucociliar dismi-
descriptivo síndrome de los cilios inmóviles en sustitución del epó- nuye en los pacientes que tienen este síndrome, se ignora su
nimo, se ha comprobado que aun los cilios que tienen alteracio- mecanismo801. Se ha propuesto que el trastorno se adquiere, en
nes estructurales se mueven, aunque de forma ineficaz y poco algunos casos, como consecuencia de la exposición a compuestos
coordinada784. Por eso, los términos que se aceptan en la actuali- mercuriales802.
686 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

FIGURA 15-52
Alteraciones ciliares en el síndrome de los
cilios discinéticos. En esta sección transversal
de un grupo de cilios y microvellosidades se
observa cómo la mayoría de los cilios de los
dobletes ciliares externos carece de brazos de
dineína; algunos muestran parte de los brazos
(flechas). Faltan además los túbulos centrales de
cuatro cilios; hay algunos túbulos
supernumerarios (T). (Tomado de Wakefield St J,
Waite D: Mucocillary transport and ultrastructural
abnormalities in Polynesian bronchiectasis. Am Rev
Respir Dis 121:1003, 1980.)

FIGURA 15-53
Síndrome de Kartagener. En esta radiografía posteroanterior
de tórax (A) se aprecia dextrocardia y transposición visceral. Se
observan bronquios dilatados de paredes gruesas, sobre todo
en el lado izquierdo. Asimismo se observa hipertransparencia y
oligohemia en el pulmón izquierdo. En las imágenes de TC de
alta resolución (B y C) se aprecian bronquiectasias bilaterales
(flechas) más acusadas en el pulmón izquierdo. Las zonas de
bronquiectasias se asocian a una menor atenuación y
vascularidad, lo que denota la presencia de bronquiolitis
obliterativa. Obsérvese cómo el lóbulo inferior derecho se
encuentra relativamente intacto. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 687

Síndrome de las uñas amarillas, linfedema, derrame las infecciones y el carcinoma813; cualquiera de ellas puede origi-
pleural y bronquiectasias narse en el pulmón o en el órgano que se relaciona con la fístula.
Las fístulas broncopleurales se pueden manifestar en la radiogra-
El síndrome de las uñas amarillas y linfedema se describió por pri- fía por neumotórax persistente, neumotórax a tensión o hidro-
mera vez en 1964803; el derrame pleural y las bronquiectasias son neumotórax814. La TC suele permitir la visualización y localiza-
manifestaciones asociadas frecuentes. El líquido pleural suele ser un ción directas de la fístula, así como el estudio de su causa815.
exudado y tiene a veces aspecto quiloso804. Habitualmente las uñas
crecen lentamente, tienen un color verde amarillento y están engro-
sadas y con una curvatura excesiva de un lado a otro; se infectan con BRONQUIOLITIS
frecuencia. Se desconoce la patogenia de las bronquiectasias.
Clasificación y características
Síndrome de Williams-Campbell anatomopatológicas
El síndrome de Williams-Campbell es una forma congénita de Diversas enfermedades pulmonares se caracterizan fundamental-
bronquiectasias que se atribuye a una deficiencia de cartílago res- mente por inflamación de los bronquiolos membranosos y respi-
piratorio805. El trastorno se caracteriza por su agregación familiar ratorios816. Este tipo de bronquiolitis se puede clasificar de varias
y puede acompañarse de otras malformaciones congénitas806. Los formas, por ejemplo: 1) por la causa conocida o presunta o por las
signos en la TC de alta resolución incluyen bronquiectasias quís- enfermedades pulmonares o generales con las que suele asociarse
ticas limitadas a los bronquios de cuarta, quinta y sexta genera- (tabla 15-6) y 2) por sus características histológicas (tabla 15-7).
ción, junto con colapso de los bronquios y atrapamiento aéreo Aunque la clasificación etiológica ayuda al médico a recordar
distal en las imágenes espiratorias807. El trastorno suele diagnos- cuándo debe pensar en la bronquiolitis, el esquema que se basa en
ticarse en la lactancia por las infecciones pulmonares de repeti- las características histológicas resulta más útil por dos motivos:
ción y los signos de bronquiectasia. 1) los patrones histológicos de la bronquiolitis suelen correlacio-
narse mejor con las manifestaciones clínicas y radiológicas que
«Síndrome de Lady Windermere» las distintas causas y 2) la clasificación histológica muestra una
mayor correlación con la evolución natural de la enfermedad y la
Las bronquiectasias que se asocian a infección por Mycobacte- respuesta al tratamiento.
rium avium-intracellulare constituyen una causa cada vez más El esquema clasificatorio presentado en la tabla 15-7 se basa en
frecuente de enfermedad respiratoria, sobre todo en mujeres la consideración de dos procesos anatomopatológicos: inflama-
ancianas808. El nombre de este síndrome viene de la propuesta de ción y fibrosis. El primero se relaciona simplemente con la sepa-
que la predisposición obedece a la supresión voluntaria de la ración tradicional de la inflamación en reacciones agudas y cró-
tos809. En general, la lesión se localiza en las porciones declive nicas; la primera reacción se caracteriza por el exudado de líquido
de los pulmones, el lóbulo medio y la língula. y neutrófilos y, a menudo, por necrosis tisular (véase figura en
color 15-5) y la segunda por la infiltración del tejido por células
mononucleares (véase figura en color 15-2). Según esto, la bron-
BRONCOLITIASIS quiolitis se puede subdividir en las formas aguda y crónica. La
aguda suele asociarse a procesos que producen lesión bronquio-
El término broncolitiasis se utiliza para indicar la presencia de
material calcificado u osificado dentro de la luz del árbol tra-
queobronquial. Aunque este material pueda representar una cal-
TABLA 15-6. Agentes causales y trastornos clínicos
cificación local de un cuerpo extraño aspirado, la calcificación y
asociados a la bronquiolitis
la extrusión de láminas de cartílago bronquial o la migración de
material calcificado a un bronquio desde otro lugar remoto, Inhalación de gases, humos y polvo
como una placa pleural810, la causa más habitual es la erosión y Humos tóxicos
salida de material necrótico calcificado desde un ganglio linfático Humos de cigarrillos
Gases irritantes (NO2, SO2, amoníaco, cloro, fosgeno, HCl)
broncopulmonar afectado por una linfadenitis granulomatosa Humos de polvos minerales (p. ej., de la soldadura)
necrosante de larga evolución. Los broncolitos pueden inducir Partículas minerales de polvo (p. ej., asbesto, sílice)
tos, hemoptisis, bronquiectasias distales y neumonitis obstructi- Polvo de cereales
va, o incluso pueden expectorarse (litoptisis). Infecciones
Virus
Las manifestaciones radiológicas de la broncolitiasis incluyen Género Aspergillus
el cambio de posición o la desaparición del foco calcificado en las Bordetella pertussis
radiografías seriadas o la aparición de obstrucción en la vía aérea Mycoplasma pneumoniae
con la atelectasia lobar o segmentaria consiguiente, el tapona- Género Chlamydia
miento de moco o el atrapamiento aéreo espiratorio811. Aunque Fármacos y compuestos químicos
Enfermedades inmunitarias
rara vez se pueda efectuar el diagnóstico específico en la radio- Trasplantes de órganos
grafía simple de tórax, los broncolitos se identifican casi siempre Artritis reumatoide
en la TC (figura 15-54)812. Lupus eritematoso diseminado
Dermatomiositis
Síndrome de Sjögren
Esclerodermia generalizada
FÍSTULAS BRONQUIALES Alveolitis alérgica estrínseca
Colitis ulcerosa
Las fístulas bronquiales pueden abrirse a muchas estructuras, Aspiración
tanto dentro como fuera del tórax. Las causas fundamentales son
688 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

FIGURA 15-54
Broncolitiasis. Esta radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra
una calcificación del hilio derecho. En las TC con colimación de 5 mm
(B y C) se observa la calcificación (flecha recta) y un broncolito dentro
del bronquio del lóbulo superior derecho (flecha curva). Esta paciente
tenía 45 años y refería antecedentes de hemoptisis y litoptisis. (Tomado
de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis
of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

lar en un plazo reducido, como las infecciones víricas o la inhala- ocasiones bronquiolitis linfocítica)818, la aspiración de secrecio-
ción de gases tóxicos. La crónica acompaña habitualmente a una nes orales o gástricas819 y la inhalación crónica de polvo orgá-
lesión más prolongada y presenta, por sí misma, distintos patro- nico e inorgánico820.
nes anatomopatológicos. Algunos de estos patrones tienen rasgos Pese a cierto grado de superposición, la bronquiolitis tam-
histológicos diferenciales y se describen con términos específicos bién se puede subdividir histológicamente en dos formas según
como bronquiolitis respiratoria, bronquiolitis folicular y panbron- el patrón de fibrosis (figura 15-56). La primera, a la que prefe-
quiolitis difusa. La clasificación histológica de estos trastornos rimos denominar bronquiolitis obliterativa, pero que también
depende, naturalmente, de la disponibilidad del tejido; no obs- ha recibido el nombre de bronquiolitis constrictiva, se caracteri-
tante, las manifestaciones clínicas y radiológicas de estos trastor- za por una proliferación del tejido fibroso, sobre todo entre el
nos que se asocian a patrones histológicos específicos suelen ser epitelio y la túnica muscular de la mucosa; esta proliferación se
suficientemente características para establecer el diagnóstico con sigue de un estrechamiento más o menos concéntrico de la luz
alta probabilidad. de la vía respiratoria que, en su forma más extrema, da lugar a
Además de los patrones relativamente característicos de la una obliteración completa. El epitelio que cubre el tejido fibro-
bronquiolitis crónica, la bronquiolitis crónica inespecífica, que so anómalo puede estar aplanado o mostrar metaplasia, pero
se caracteriza por la infiltración de la pared bronquiolar por generalmente está intacto (es decir, no muestra signos de ulce-
linfocitos, células plasmáticas e histiocitos y que se acompaña ración). En cambio, el epitelio de la segunda forma de bron-
de fibrosis de grado variable, se observa en una serie de situa- quiolitis suele desaparecer, al menos localmente. El tejido de
ciones diferentes, como la EPOC817, las bronquiectasias (figu- granulación o los tapones de tejido fibroblástico se extienden
ra 15-55), el trasplante de pulmón (donde se ha denominado en desde estos lugares de lesión epitelial hasta la luz de la vía aérea
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 689

TABLA 15-7. Bronquiolitis: clasificación anatomopatológica y rasgos clínicos, funcionales y radiológicos pertinentes
Formas de Características Manifestaciones Características Signos Signos en la TC
bronquiolitis histológicas clínicas funcionales radiológicos de alta resolución

Bronquiolitis Inflamación Propias de la infección (en Obstrucción Opacidades Nódulos


aguda predominantemente aguda particular, por virus y e hiperinsuflación reticulonodulares centrolobulillares y
pero también crónica, Mycoplasma pneumoniae). líneas ramificadas;
asociada a necrosis También se observa como distribución
epitelial y a un grado reacción temprana tras segmentaria o difusa
variable de inflamación la inhalación de humo
del parénquima o gases tóxicos
pulmonar adyacente

Bronquiolitis Inflamación crónica (número Este patrón es el dato Junto con la pérdida Opacidades Nódulos
crónica variable de linfocitos, células anatomopatológico más del retroceso elástico reticulonodulares centrolobulillares
plasmáticas o histiocitos) importante de los bronquiolos pulmonar, ésta es
y fibrosis. El epitelio puede membranosos de los la causa de la
mostrar metaplasia fumadores. También se da obstrucción al flujo
(células caliciformes) tras la irritación crónica de aéreo en la EPOC
y aumento del músculo la vía aérea por diferentes
liso. Se observan diferentes sustancias inhaladas (p. ej.,
variantes clinicopatológicas polvo de cereales y algunos
relativamente específicas minerales), así como en las
bronquiectasias y en la
alveolitis alérgica extrínseca

Bronquiolitis Acumulación de macrófagos Ésta es la primera lesión que se Puede acompañarse Opacidades en vidrio Atenuación en vidrio
respiratoria dentro de los bronquiolos observa en los fumadores. de un patrón deslustrado deslustrado y
membranosos y respiratorios, Los pacientes suelen ser obstructivo leve o, opacidades nodulares
acompañada de infiltración jóvenes y se encuentran a veces, de cambios centrolobulillares mal
linfocítica y fibrosis variable asintomáticos. Si la disnea se restrictivos definidas; predominio
de la pared bronquiolar y acompaña de alteraciones en el lóbulo superior
del intersticio peribronquiolar radiológicas y una restricción
pulmonar, el trastorno se
denomina neumonía
intersticial asociada a
bronquiolitis respiratoria
(posiblemente representa una
manifestación prematura de
la neumonitis intersticial
descamativa)

Bronquiolitis Tejido linfático abundante, Suele asociarse a la artritis Alteración funcional Opacidades Nódulos
folicular a menudo con centros reumatoide, pero también restrictiva u reticulonodulares centrolobulillares y
germinales llamativos, en se ve en síndromes de obstructiva líneas ramificadas
las paredes de los bronquiolos inmunodeficiencia y
y, hasta cierto punto, reacciones de
de los bronquios hipersensibilidad

Panbronquiolitis Infiltrados murales e Suele afectar a pacientes del Se acompaña de un Opacidades Nódulos
difusa intraluminales de células Japón y del sudeste de Asia defecto ventilatorio reticulonodulares centrolobulillares y
inflamatorias agudas y obstructivo y líneas ramificadas;
crónicas. Las lesiones se progresivo bronquiolectasias,
centran sobre todo en los bronquiectasias, con
bronquiolos respiratorios y se distribución difusa
acompañan de una llamativa
acumulación de macrófagos
espumosos dentro de la pared
de la vía aérea y del
parénquima adyacente

Bronquiolitis Tejido fibroso situado Afecta de forma característica Obstrucción Hiperinsuflación y Baja atenuación y
obliterativa fundamentalmente entre la a los receptores de trasplantes progresiva zonas periféricas atenuación en
túnica muscular de la mucosa de médula ósea y pulmonares del flujo aéreo, de atenuación mosaico;
y el epitelio de los bronquiolos y a pacientes que tienen hiperinsuflación e vascular atrapamiento aéreo
membranosos con un ciertas enfermedades del insuficiencia en la TC espiratoria
estrechamiento más o menos tejido conjuntivo (en particular, respiratoria de alta resolución
concéntrico de la vía aérea. la artritis reumatoide) (ventilatoria)
El infiltrado de células
inflamatorias y la fibrosis de
la submucosa tienen una
intensidad variable,
a menudo leve

Continúa
690 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

TABLA 15-7. Bronquiolitis: clasificación anatomopatológica y rasgos clínicos, funcionales y radiológicos pertinentes (cont.)
Formas de Características Manifestaciones Características Signos Signos en la TC
bronquiolitis histológicas clínicas funcionales radiológicos de alta resolución

Neumonía Necrosis focal del epitelio En general se desconoce Patrón restrictivo Consolidación Consideración
organizativa bronquiolar y de la etiología de esta lesión, alveolar segmentaria, multifocal, a menudo
criptógena los conductos alveolares, pero puede asociarse a casi bilateral con predominio
acompañada de una muchas causas, como peribronquial o
obstrucción parcial o enfermedades del tejido subpleural;
completa de los alvéolos y conectivo, neumonías víricas opacidades en vidrio
de los conductos alveolares y bacterianas, fármacos y deslustrado
por la proliferación de aspiración
fibroblastos (miofibroblastos).
Neumonitis intersticial leve o
moderada y fibrosis alveolar
del parénquima adyacente

Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.

Manifestaciones radiológicas
Los signos radiológicos de la bronquiolitis varían mucho y
dependen de una serie de factores, como la extensión de la
lesión respiratoria, la cronicidad del trastorno y la presencia o
ausencia de una alteración parenquimatosa. Sin embargo, se
limitan básicamente a dos patrones: hiperinsuflación y atenua-
ción periférica de la trama vascular (figura 15-57) (asociada a
bronquiolitis obliterativa) y consolidación alveolar (figura 15-58)
(en la neumonía organizativa criptógena [NOC])823, 824. La in-
terpretación de estas alteraciones está sujeta a una enorme varia-
bilidad interindividual e intraindividual y no hay apenas corre-
lación entre la gravedad clínica de la enfermedad y el grado de
alteración radiológica825, 826.
El detalle anatómico que se puede conocer con la TC de alta
resolución facilita un estudio más adecuado de la presencia y la
extensión de las alteraciones; de hecho, los resultados de diversos
estudios de correlación radiológica y anatomopatológica revelan
que la TC de alta resolución indica el patrón histológico predo-
minante de la bronquiolitis en algunos casos827-829. Por eso la TC
de alta resolución es, desde luego, la técnica preferida de imagen
para el estudio de un paciente en el que hay una sospecha clínica
o radiológica de bronquiolitis. Se conocen algunos patrones, como
los nódulos centrolobulillares y las líneas ramificadas, las zonas
de hipoatenuación, la consolidación alveolar y la atenuación en
vidrio esmerilado. La fibrosis/inflamación de la pared bronquio-
lar o el relleno de los bronquiolos dilatados por tejido de granu-
FIGURA 15-55 lación, moco o pus dan un patrón de pequeños nódulos cen-
trolobulillares y líneas ramificadas (patrón del árbol en brote
Bronquiolitis crónica y fibrosis quística. Este corte del parénquima [figura 15-59]). Este patrón es característico de la bronquiolitis
pulmonar de un paciente de 22 años con fibrosis quística muestra una
fibrosis intensa y una inflamación crónica parcheada de las paredes de
infecciosa aguda, como la que se observa en la propagación endo-
varios bronquiolos membranosos. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, bronquial de la tuberculosis; a veces se acompaña de zonas dis-
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, persas de atenuación o consolidación en vidrio esmerilado828. El
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.) patrón del árbol en brote también se ve en la panbronquiolitis
difusa y se asocia a enfermedades de las grandes vías aéreas, como
bronquiectasias830, 831.
El patrón heterogéneo de atenuación, que está formado por
y determinan una obstrucción parcial y, a veces, completa. zonas de menor densidad y vascularización (perfusión en mosaico),
Aunque el patrón histológico represente en ocasiones la única es característico de la bronquiolitis obliterativa (figura 15-60)832, 833.
alteración pulmonar, en la inmensa mayoría de los casos se aso- La variación de la atenuación de los diferentes lobulillos se acen-
cia a una lesión epitelial y una reacción fibroblástica similares túa cuando las imágenes se obtienen después de que el paciente
en el parénquima adyacente. Por eso, con frecuencia se emplean espire hasta alcanzar el volumen residual834. Las zonas de hipoa-
los términos bronquiolitis obliterativa con neumonía organi- tenuación son la consecuencia del cierre de la vía aérea (que pro-
zativa o neumonía organizativa criptógena para describir esta duce atrapamiento aéreo) y de la hipoxemia local (que produce
forma de la enfermedad821, 922. vasoconstricción arterial pulmonar). El aumento de la atenua-
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 691

FIGURA 15-56
Bronquiolitis con fibrosis. Estos cortes de los bronquiolos membranosos de dos pacientes ilustran los dos patrones histológicos
fundamentales de la fibrosis bronquiolar. En A, un tapón de tejido fibroblástico obstruye parcialmente la luz. El epitelio falta allí donde
el tejido fibroso entra en contacto con la pared de la vía aérea, lo que indica que esta última está formada por un exudado organizado
secundario a la ulceración epitelial. El paciente había experimentado un episodio de posible neumonía bacteriana aproximadamente
1 mes antes de morir. Este patrón de fibrosis suele acompañarse de tapones similares de tejido fibroblástico en las vías aéreas de
transición y en los espacios alveolares, en cuyo caso la alteración se conoce como neumonía organizativa criptógena (bronquiolitis
obliterativa con neumonía organizativa). En B, la luz de la vía aérea está muy estrechada por el tejido fibroso que rodea de forma más
o menos completa el epitelio intacto (la túnica muscular de la mucosa residual se indica con flechas), patrón que a veces se conoce
como bronquiolitis constrictiva. Este paciente sufría una artritis reumatoide de larga duración y había tenido disnea progresiva
asociada a la obstrucción pulmonar. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the
Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

ción se debe a la redistribución del flujo sanguíneo hacia re- bronquiales o subpleurales en un 60% de las ocasiones840. Las
giones relativamente intactas del pulmón. Conviene recordar opacidades nodulares centrolobulillares pueden reflejar la pre-
que las personas sanas también muestran pequeñas zonas lo- sencia de tejido fibroblástico intrabronquiolar o de consolidación
calizadas de baja atenuación y pequeñas regiones de atrapa- peribronquiolar. También se ven áreas localizadas de consolida-
miento aéreo835. Aunque estos rasgos pueden afectar a uno o ción asociadas a opacidades nodulares centrolobulillares o a opa-
varios lobulillos de localización diferente, suelen darse en los cidades lineales ramificadas en las bronquiolitis infecciosas y en la
segmentos superiores de los lóbulos inferiores y cerca del extre- bronconeumonía.
mo de la língula y afectan de ordinario a menos del 25% del área La atenuación en vidrio esmerilado se asocia a la bronquioli-
transversal del pulmón en uno de los cortes835. La perfusión en tis respiratoria aislada, a la bronquiolitis respiratoria con enfer-
mosaico y el atrapamiento aéreo se pueden considerar patológi- medad pulmonar intersticial y a la neumonía organizativa crip-
cos si ocupan un volumen de pulmón igual o mayor que un tógena828, 840. A veces la atenuación en vidrio esmerilado es la
segmento pulmonar y no se limitan al segmento superior del única alteración que se aprecia en la TC de alta resolución, sobre
lóbulo inferior o a la punta de la língula833. La perfusión en todo en los pacientes inmunodeprimidos que tienen una neu-
mosaico también afecta a pacientes que tienen alteraciones vas- monitis organizativa criptógena840. La alveolitis alérgica extrín-
culares pulmonares (en particular, hipertensión secundaria a seca se caracteriza en la TC de alta resolución por la presencia de
tromboembolia crónica)836, alveolitis alérgica extrínseca837, opacidades centrolobulillares mal definidas y zonas bilaterales
asma838 y bronquiectasias839. extensas de atenuación en vidrio esmerilado. Las zonas localiza-
Las áreas unilaterales o bilaterales de consolidación son carac- das de hipoatenuación también se observan con frecuencia
terísticas de la neumonía organizativa criptógena (figura 15-61). (figura 15-62)841, y, según confirma la TC espiratoria, represen-
La consolidación suele ser parcheada; pese a su distribución alea- tan un atrapamiento aéreo y se deben probablemente a la bron-
toria, se da principalmente en las regiones pulmonares peri- quiolitis837, 841.
692 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

A B

FIGURA 15-57
Bronquiolitis obliterativa de etiología desconocida. Estas radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) de tórax revelan una hiperinsuflación
pulmonar. Los vasos de las zonas pulmonares inferiores están algo atenuados y los de las superiores destacan más de lo normal, como consecuencia del
reclutamiento vascular. Si se suman estos signos a la prominencia del tronco pulmonar y al probable crecimiento ventricular derecho habrá que pensar en
una hipertensión arterial pulmonar. Las paredes bronquiales están engrosadas (cabezas de flecha). El examen histológico de los pulmones en la autopsia
reveló los cambios propios de la bronquiolitis obliterativa y de la hipertensión arterial pulmonar. Se trataba de un varón joven con disnea progresiva e
insuficiencia cardíaca derecha. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed.
Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

FIGURA 15-58
Neumonía organizativa criptógena. Esta radiografía posteroanterior de tórax
de una mujer de 64 años muestra zonas bilaterales de consolidación en ambos
campos pulmonares inferiores. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 693

FIGURA 15-59
Bronquiolitis por gérmenes del género Aspergillus. La TC
de alta resolución pone de manifiesto opacidades nodulares
centrolobulillares y ramificadas en ambos pulmones (flechas).
Asimismo, se aprecia una zona localizada de atenuación en
vidrio esmerilado en el pulmón derecho. El diagnóstico de la
bronquiolitis por Aspergillus y de bronconeumonía temprana se
confirmó mediante biopsia pulmonar abierta. Este varón de
52 años padecía una leucemia. (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of
the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

FIGURA 15-60
Bronquiolitis obliterativa. Esta TC de alta resolución
muestra zonas localizadas de baja atenuación (flechas
rectas) y otras con una atenuación ligeramente
acentuada (flechas curvas), patrón que se conoce como
atenuación en mosaico. Obsérvese el gran número y
tamaño de los vasos que están situados dentro de
zonas de mayor atenuación. Esta mujer de 29 años
sufría bronquiolitis como consecuencia de una
enfermedad crónica del injerto contra el huésped. Se
ve un pequeño neumotórax izquierdo que fue un
hallazgo casual. (Tomado de Fraser RS, Müller NL,
Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of
Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)

Formas clinicopatológicas específicas tes previamente sanos son síntomas graves durante 2 a 3 días,
de la bronquiolitis seguidos por una recuperación progresiva. Es muy probable que
los adultos se infecten por los virus respiratorios con la misma
Bronquiolitis infecciosa aguda frecuencia que los lactantes, pero la intensidad y las consecuen-
cias de la infección, si el adulto está por lo demás sano, suelen ser
La bronquiolitis infecciosa aguda suele deberse a la infección por mucho menores, posiblemente porque sus vías aéreas pequeñas
virus, Mycoplasma pneumoniae y el género Chlamydia. Las infec- contribuyen menos a las resistencias pulmonares totales843. No
ciones víricas sintomáticas son más frecuentes y graves en los obstante, a veces hay enfermedades graves e incluso mortales844.
niños; la incidencia puede llegar hasta 10 por 100 niños y año en
el primer año de vida en EE.UU.842. Los gérmenes más frecuentes Bronquiolitis relacionada con gases tóxicos,
son el virus respiratorio sincitial, los adenovirus y el virus de la humos y polvos
parainfluenza (sobre todo el tipo 3).
Las manifestaciones clínicas comienzan habitualmente por Diversos compuestos inorgánicos y orgánicos pueden ocasionar
síntomas respiratorios altos y, 2 a 3 días después, aparece de for- una lesión aguda del pulmón por inhalación (véase página 754); la
ma repentina disnea, taquipnea y fiebre; en los casos graves se bronquiolitis puede ser la principal o puede ser un componente
aprecia cianosis y postración. La evolución habitual de los lactan- leve de este tipo de lesión845. La exposición aguda al humo y a los
694 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

óxidos de nitrógeno o de azufre y a otros gases y humos puede


ocasionar una bronquiolitis, que se acompaña de una obstruc-
ción intensa al flujo respiratorio. Los síntomas de tos y disnea
aparecen entre minutos y horas después de la exposición y pue-
den acompañarse de edema pulmonar al cabo de 4 a 24 horas. Si
el paciente sobrevive a la enfermedad aguda puede sobrevenir
una segunda fase tardía que se caracteriza por fiebre, escalofríos,
tos, disnea y cianosis entre 2 y 5 semanas después846; los hallazgos
anatomopatológicos se corresponden fundamentalmente con los
de la bronquiolitis obliterativa847. Si las concentraciones del gas o
del humo no son tan elevadas los síntomas agudos resultan míni-
mos y se observa un período asintomático antes de que empiece
la segunda fase.
Como ya se ha indicado, la bronquiolitis es un componente
destacado de la alveolitis alérgica extrínseca y representa también
una probable causa del defecto obstructivo ventilatorio que afec-
ta a los trabajadores expuestos crónicamente al polvo de los ce-
FIGURA 15-61 reales848, 849. La exposición a diversas sustancias orgánicas que
Neumonía organizativa criptógena. Esta TC de alta resolución a la contienen microorganismos también ocasiona un síndrome tóxi-
altura del cayado aórtico muestra zonas bilaterales de consolidación con co por polvos orgánicos850, que se caracteriza desde el punto de
una distribución fundamentalmente subpleural y peribronquial. El paciente
tenía 46 años. (Tomado de Worthy SL, Müller NL: Small airways disease. vista histológico por un infiltrado inflamatorio mononuclear
Radiol Clin North Am 36:163, 1998.) dentro de las paredes de los bronquiolos respiratorios. Aunque se

FIGURA 15-62
Alveolitis alérgica extrínseca. Esta TC de alta resolución
obtenida al final de la inspiración (A) revela zonas
bilaterales de atenuación en vidrio esmerilado y zonas
locales de menor atenuación y vascularidad (flechas). Las
zonas de hipoatenuación muestran una configuración y
tamaño que se corresponden con un lobulillo pulmonar
secundario. El corte al final de la espiración (B) pone de
relieve el atrapamiento aéreo (flechas), que posiblemente
guarde relación con la bronquiolitis, mientras que las zonas
de atenuación en vidrio esmerilado reflejan la presencia de
alveolitis. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 695

desconoce su patogenia, se ha imputado a las concentraciones férico apenas se afecta y continúa insuflado por la ventilación
elevadas de endotoxina en el polvo; las alteraciones obstructivas colateral, con el consiguiente atrapamiento aéreo. Sin embargo,
de la función pulmonar y la bronquiolitis que experimentan los en algunos casos sobrevienen, además, las alteraciones destructi-
trabajadores de las industrias de confinamiento de aves y ganado vas propias del enfisema859.
porcino posiblemente obedezcan a un mecanismo análogo (véa- Las manifestaciones radiológicas se reconocen en general con
se página 511). facilidad y son casi patognomónicas. La radiografía posteroante-
rior, expuesta a CPT, muestra una diferencia considerable de
Bronquiolitis asociada a las enfermedades radiotransparencia entre ambos pulmones (o entre los lóbulos
del tejido conjuntivo afectados y no afectados) (figura 15-63), que no se debe a ningún
incremento relativo del aire del pulmón afectado, sino a una dis-
La bronquiolitis representa una complicación esporádica de una minución de la perfusión. La trama pulmonar periférica es dimi-
serie de enfermedades del tejido conjuntivo, en particular de la nuta, como consecuencia del estrechamiento y de la atenuación
artritis reumatoide851, donde adopta distintas variantes, como vasculares. El hilio homolateral también es diminuto pero está pre-
la bronquiolitis obliterativa, la bronquiolitis folicular y la neumoni- sente, dato que es útil para diferenciarlo de la interrupción proxi-
tis organizativa criptógena; la bronquiolitis crónica inespecífica mal de una arteria pulmonar (agenesia de la arteria pulmonar).
también puede asociarse a bronquiectasias. La forma obliterativa En las radiografías expuestas a CPT el volumen del pulmón (o del
de la enfermedad probablemente se ve más en pacientes tratados lóbulo) afectado es similar al del pulmón contralateral normal o
con penicilamina u oro852, 853. La bronquiolitis linfocítica y la se reduce; rara vez o nunca aumenta.
bronquiolitis folicular son las formas histológicas más frecuentes Uno de los signos radiológicos característicos del síndrome de
de bronquiolitis en los pacientes que tienen síndrome de Sjögren; Swyer-James –de hecho, un dato imprescindible para el diagnós-
cualquiera de ellas puede formar parte de un proceso más gene- tico– es la presencia de atrapamiento aéreo durante la espiración
ralizado conocido como neumonitis intersticial linfocítica. (véase figura 15-63). Este signo refleja la obstrucción respiratoria
y ayuda mucho a separar este síndrome de otros estados que
Bronquiolitis obliterativa asociada al trasplante determinan una hipertransparencia unilateral o lobar. Como el
de órganos pulmón contralateral es normal, la espiración determina un des-
plazamiento del mediastino hacia el pulmón normal; además,
La bronquiolitis obliterativa es una complicación frecuente de los el movimiento del hemidiafragma es totalmente asimétrico, ya
trasplantes de médula ósea, pulmón y corazón-pulmón (véanse que se encuentra muy disminuido en el lado afecto. Las radiogra-
páginas 528 y 536)854. Esta complicación se da bastante poco en el fías expuestas a volumen residual también acentúan la disparidad
trasplante de médula ósea y afecta al 5% o menos de los pacien- en la radiotransparencia de los dos pulmones; la densidad del
tes que reciben trasplantes alogénicos855; sin embargo, se ha des- normal es muy superior. Esta disparidad se debe a que el pulmón
crito hasta en el 70% de los receptores de trasplantes de pulmón normal contiene menos aire y, lo que posiblemente es más im-
y ha causado la muerte de más de la mitad de las personas afecta- portante, a que su flujo sanguíneo representa prácticamente todo
das856, 857. La mayoría de los pacientes refiere antecedentes de tos el gasto del ventrículo derecho.
y disnea progresiva. Las pruebas de función pulmonar ponen de El diagnóstico se puede confirmar fácilmente con la TC de alta
relieve una obstrucción progresiva al flujo aéreo. resolución o la angiografía por TC helicoidal860. Los signos carac-
terísticos en la TC son disminución del tamaño, de la atenuación
Síndrome de Swyer-James y de la vascularidad del pulmón afectado y atrapamiento aéreo en
espiración (véase figura 15-63). En la inmensa mayoría de los
El síndrome de Swyer-James (síndrome de Macleod, enfisema casos se ven bronquiectasias. En ocasiones aparecen zonas de ate-
unilateral o lobar, pulmón hipertransparente unilateral) es una nuación normal dentro del pulmón hipertransparente y zonas
alteración poco frecuente que se caracteriza por hiperclaridad de locales de menor atenuación y vascularidad en el pulmón contra-
un lóbulo o pulmón en la radiografía y por un volumen normal lateral861.
o reducido durante la inspiración, así como por atrapamiento Pese a que algunos trastornos tienen un aspecto radiológico
aéreo durante la espiración. Como hacen pensar algunas de sus parecido al del síndrome de Swyer-James, sólo hay uno que plan-
denominaciones, algunos autores consideran que esta alteración tea dificultades potencialmente serias. Una lesión que obstruya
es una variante del enfisema. Sin embargo, como la hipertranspa- parcialmente el bronquio principal puede dar una tríada de sig-
rencia se debe sobre todo a la disminución del volumen sanguí- nos radiológicos idénticos a los del síndrome de Swyer-James:
neo pulmonar por la obliteración bronquiolar, más que a la des- volumen pulmonar inferior al normal, atrapamiento aéreo en la
trucción del parénquima pulmonar, preferimos considerarla espiración y oligohemia difusa como consecuencia de la vaso-
como una enfermedad de la vía aérea. constricción hipóxica. Por todo ello, en cualquier paciente que
Ciertas pruebas de peso señalan que este síndrome comienza tenga estos signos hay que descartar una lesión del bronquio
por una bronquiolitis vírica. La enfermedad se reconoce (o, al principal homolateral antes de establecer el diagnóstico; la manera
menos, se sospecha) en muchos casos durante la infancia al efec- más sencilla de hacerlo es solicitar una broncoscopia o una TC
tuar una radiografía de tórax para el estudio de infecciones respi- helicoidal.
ratorias de repetición. Otras veces no se manifiesta hasta la vida Las manifestaciones clínicas varían mucho. Algunos pacientes
adulta y se reconoce tras solicitar una radiografía sistemática de no presentan ningún síntoma y otros refieren disnea de esfuerzo
tórax a un paciente que no tiene ningún síntoma; la anamnesis o antecedentes de infecciones respiratorias bajas de repetición862.
suele revelar en estos casos antecedentes de infecciones respirato- En la exploración física se observa restricción de la expansión
rias bajas agudas, casi siempre durante la infancia858. Por eso, pro- torácica en el lado afectado, junto con disminución del murmu-
bablemente la mayoría de los casos del síndrome de Swyer-James llo vesicular, hiperclaridad relativa y (a veces) crepitantes disper-
comience con una bronquiolitis aguda que evoluciona hasta la sos. Si se afecta todo el pulmón disminuye la capacidad vital y el
obliteración fibrosa de la luz de la vía aérea; el parénquima peri- flujo espiratorio. La capacidad de difusión medida por el método
696 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

FIGURA 15-63
Síndrome de Swyer-James. En esta radiografía posteroanterior del
tórax (A) se observa un incremento de la radiotransparencia y una
disminución de la vascularidad y del tamaño del pulmón izquierdo. En
la TC de alta resolución (B) al final de la inspiración se confirman los
datos de la radiografía. El pulmón izquierdo tiene un volumen
reducido y además se observa desplazamiento del mediastino y de la
línea anterior de unión hacia la izquierda. El corte efectuado al final de
la espiración (C) muestra el atrapamiento aéreo del pulmón izquierdo,
junto al desplazamiento hacia la línea media del mediastino y de la
línea de confluencia. Esta paciente tenía 61 años. (Tomado de Fraser RS,
Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases
of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

de estado estable suele disminuir; sin embargo, puede ser normal anatomopatológico idéntico, denominado bronquiolitis obliterati-
con el método de respiración única porque la pausa respiratoria va con neumonía organizativa para subrayar los dos rasgos histo-
facilita una distribución gaseosa más uniforme. Las concentra- lógicos característicos; el acrónimo derivado (BONO) también se
ciones de los gases sanguíneos suelen ser normales, pero pueden utiliza mucho para referirse a esta alteración821.
disminuir durante el ejercicio. Conviene recordar que el patrón de la reacción histológica de
la neumonía organizativa criptógena puede asociarse a diversos
Neumonía criptógena organizativa (bronquiolitis trastornos, por ejemplo enfermedades del tejido conjuntivo, cier-
obliterativa con neumonía organizativa) tos fármacos, infecciones y aspiración; la exposición que sigue se
basa sobre todo en los casos que no tienen una causa clara (neu-
Aunque durante mucho tiempo el término descriptivo neumonía monía organizativa «idiopática»). Asimismo, conviene recordar
organizativa se ha aplicado en histología a diversos trastornos, la que el aspecto radiológico puede a veces indicar una enfermedad
idea de que podría representar una entidad clinicopatológica sin- intersticial y que los estudios de función pulmonar revelan una
gular sólo se apuntó por primera vez en 1982863. alteración restrictiva más que obstructiva, en cuyo caso este cua-
Como los autores de ese informe no descubrieron ningún dro puede confundirse con una fibrosis pulmonar idiopática o
agente causal, propusieron la denominación de neumonía organi- con otras formas de enfermedad pulmonar intersticial.
zativa criptógena, nombre que ya ha sido admitido por un comi- La neumonía organizativa criptógena se distribuye habitual-
té de clasificación de la American Thoracic Society y la European mente de forma generalizada en los pulmones y afecta, tanto
Respiratory Society822. En 1985 otro grupo describió un trastorno macroscópica como microscópicamente, a los lobulillos secunda-
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 697

rios. De forma habitual se reconocen tapones de tejido conjunti- lares, nodulares o reticulonodulares; 3) consolidación focal, y
vo fibroblástico dentro de los bronquiolos respiratorios y de los 4) nódulos o masas grandes y múltiples864, 865. Se ha descrito
conductos alveolares (figura 15-64). El parénquima adyacente a igualmente un patrón mixto de opacidades alveolares e intersti-
los bronquiolos afectados muestra ocupación de los espacios ciales combinadas.
alveolares por tejido fibroblástico parecido; a veces se ve un exu- La consolidación alveolar irregular es el patrón más caracte-
dado proteináceo en la porción central del tejido fibroblástico rístico y frecuente (figura 15-65). Las opacidades suelen ser
que representa una manifestación más directa de la lesión epite- periféricas y tienen una base pleural. A veces disminuyen de
lial o endotelial previa. Además, se observa inflamación crónica tamaño en una zona y aparecen en zonas no afectadas previa-
inespecífica y fibrosis intersticial en grado variable. mente866. El tamaño de cada opacidad varía desde unos 3 cm
La neumonía organizativa criptógena posee cuatro patrones hasta una consolidación lobar casi completa. Los bordes de las
característicos en la radiografía y la TC: 1) opacidades alveola- opacidades son borrosos y pueden contener broncogramas
res parcheadas, múltiples, simétricas y habitualmente bilatera- aéreos. El volumen pulmonar puede mantenerse o disminuir.
les; 2) opacidades intersticiales bilaterales, que pueden ser reticu- Del 20% al 30% de los pacientes presenta pequeños derrames

FIGURA 15-64
Neumonía organizativa criptógena. Este
corte del parénquima pulmonar (A) muestra
un foco mal definido de inflamación crónica
asociado a numerosos focos pequeños de
tejido conjuntivo laxo (flechas). En la imagen
de un proceso similar de otra zona a mayor
aumento (B) se aprecia la ramificación de los
tapones de tejido conjuntivo, lo que implica
que están en las luces de los conductos
alveolares y de los bronquiolos respiratorios.
La naturaleza intersticial del infiltrado
inflamatorio crónico se refleja en la
confluencia con el pulmón normal (flechas).
(Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC,
Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases
of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)
698 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

FIGURA 15-65
Neumonía organizativa criptógena. Esta imagen del pulmón izquierdo en una
radiografía posteroanterior de tórax (A) de una mujer de 20 años muestra zonas
dispersas de consolidación. En la TC de alta resolución (B) se aprecia una distribución
fundamentalmente peribronquial y subpleural de la consolidación. Además, se observan
broncogramas aéreos, zonas localizadas de atenuación en vidrio esmerilado y algunos
nódulos centrolobulillares. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser
and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

pleurales asociados867, 868. Aunque este patrón de consolidación En muchos pacientes los signos clínicos y radiológicos de la
sea característico de la neumonía organizativa criptógena, no es enfermedad remiten por completo después del tratamiento corti-
en absoluto específico y el diagnóstico diferencial debe estable- coideo por vía general872, 875. Sin embargo, una pequeña propor-
cerse con la neumonía eosinófila crónica, el carcinoma bron- ción de los pacientes sufre una enfermedad de evolución rápida y
quioloalveolar, el linfoma, la proteinosis alveolar pulmonar y la peor pronóstico; pese a que algunos de estos enfermos siguen
hemorragia alveolar864. teniendo un proceso idiopático, tras un estudio cuidadoso876 este
A veces se observa un patrón de opacidades reticulares o reticu- tipo de progresión rápida suele asociarse a situaciones como las
lonodulares asociado a opacidades alveolares o incluso de forma enfermedades del tejido conjuntivo y el tratamiento farmacológi-
aislada867, 868. La zona de consolidación focal es una manifestación co877. Los pacientes que tienen neumonía organizativa criptógena
bastante rara; el diagnóstico diferencial incluye el carcinoma pul- local no suelen presentar recidivas ni morir por el problema res-
monar, sospecha que se acentuará en presencia de fiebre, adelga- piratorio878.
zamiento y hemoptisis869. La última manifestación de la neumo-
nía organizativa criptógena, la menos frecuente, es la aparición de Bronquiolitis respiratoria
múltiples nódulos o masas de gran tamaño que pueden remedar
metástasis865. El término bronquiolitis respiratoria se ha empleado para describir
En la TC de alta resolución, la mayoría de los pacientes mues- una serie de alteraciones histológicas, como la acumulación de
tra zonas de consolidación alveolar, pequeños nódulos, o macrófagos cargados de pigmento en los bronquiolos respirato-
ambos870, 871; en menos ocasiones se ven zonas reticulares perifé- rios y alvéolos adyacentes y el engrosamiento de las paredes bron-
ricas de mayor atenuación y opacidades en vidrio esmerilado871. quiolares por células inflamatorias y tejido fibroso (véase figura en
Algunos pacientes tienen un patrón de nódulos centrolobulillares color 9-6)879, 880. Esta alteración se asocia invariablemente al humo
pequeños y sombras ramificadas que es más característico de la de tabaco, y de hecho se ha considerado que es una de las reaccio-
bronquiolitis infecciosa aguda y de la panbronquiolitis difusa28. nes anatomopatológicas más tempranas a esta sustancia881.
La neumonía organizativa criptógena suele manifestarse como En su forma más leve la bronquiolitis respiratoria se asocia a
una enfermedad subaguda cuyos síntomas se manifiestan desde 2 muy pocos o ningún síntoma y a alteraciones mínimas de la fun-
hasta 6 meses antes del diagnóstico872. Los síntomas más frecuen- ción pulmonar. Suele descubrirse como un hallazgo casual en el
tes son tos (a menudo, productiva), disnea, fiebre, malestar y examen histológico de los pulmones que se extirpan en el momen-
adelgazamiento. Se auscultan crepitantes en un 75% de las oca- to de la autopsia o para el trasplante. Rara vez el paciente acude
siones. No se aprecian acropaquias. La mayoría de los pacientes con tos, disnea, crepitantes y un patrón combinado de restricción
sufre una enfermedad restrictiva y alteraciones de intercambio y obstrucción respiratorias. Si se dan los signos radiológicos y
gaseoso873, 874. La neumonía organizativa que se manifiesta por anatomopatológicos característicos (véase más adelante), el sín-
una opacidad localizada asintomática suele detectarse en la drome clinicopatológico se denomina enfermedad pulmonar
radiografía de tórax y diagnosticarse en la biopsia pulmonar que intersticial asociada a bronquiolitis respiratoria882. Los pacientes
se practica por la sospecha de carcinoma. que tienen este síndrome quizá tan sólo representan un subgru-
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 699

po de personas que tienen una forma más grave de bronquiolitis quiolos y, hasta cierto punto, de los bronquios (véase página 378)886.
respiratoria inducida por el humo del tabaco. Sin embargo, se Aunque el intersticio alveolar pueda contener un infiltrado linfo-
cree también que esta lesión forma parte de un espectro histoló- cítico similar, suele ser mínimo. La manifestación clínica más fre-
gico de enfermedad que incluye la neumonitis intersticial desca- cuente es una disnea progresiva887; la tos, la fiebre y la neumonía
mativa (véase página 471)883. recidivante se dan de modo ocasional. Los estudios de la función
Las manifestaciones radiológicas se caracterizan por nódulos pulmonar muestran signos de obstrucción respiratoria, restric-
centrolobulillares mal definidos u opacidades en vidrio esmerilado ción respiratoria, o ambas.
(figura 15-66)828, 884. Se trata de alteraciones difusas que a menudo Esta alteración se puede asociar a enfermedades del tejido con-
afectan de forma predominante o exclusiva a los lóbulos superio- juntivo (en particular, a la artritis reumatoide y al síndrome de
res. Los hallazgos de la enfermedad pulmonar intersticial asociada Sjögren), inmunodeficiencias, reacciones de hipersensibilidad
a la bronquiolitis respiratoria se asemejan a los de la neumonía general e infecciones por M. pneumoniae o virus886, 887. La radio-
intersticial descamativa e incluyen opacidades en vidrio esmerila- grafía de tórax revela de forma característica un patrón reticu-
do, acompañadas o no de opacidades reticulares finas o reticu- lonodular difuso886, 887. El dato más frecuente en la TC de alta
lonodulares intersticiales; a diferencia de la neumonía intersticial resolución son pequeños nódulos centrolobulillares bilaterales888.
descamativa, los volúmenes pulmonares suelen ser normales828, 882. Otras manifestaciones más raras incluyen nódulos subpleurales
En la TC de alta resolución las alteraciones se caracterizan por pequeños, engrosamiento de la pared bronquial, opacidades
zonas difusas o parcheadas de atenuación en vidrio esmerilado, nodulares peribronquiales (figura 15-67) y opacidades parchea-
opacidades nodulares centrolobulillares mal definidas, o ambas, das en vidrio esmerilado.
superpuestas a menudo sobre un fondo enfisematoso885.
Aunque se ignora la evolución natural de este trastorno, res- Panbronquiolitis difusa
ponde de forma espectacular al abandono del tabaquismo y al
tratamiento corticoideo882. La panbronquiolitis difusa es una enfermedad de etiopatogenia
desconocida que se asocia a inflamación crónica de los senos
Bronquiolitis folicular paranasales y de los bronquiolos respiratorios; esta última se
caracteriza por una acumulación llamativa de macrófagos espu-
Este tipo de enfermedad bronquiolar se caracteriza en el estudio mosos889, 890. Se ha detectado casi exclusivamente en Asia, sobre todo
histológico por la presencia de tejido linfático, a menudo con cen- en Japón. La edad media de comienzo se acerca a los 40 años890; la
tros germinales prominentes situados en las paredes de los bron- razón de masculinidad es de aproximadamente 2 a 1891.
El estudio del germen causal no ha arrojado resultados uni-
formes. Pese a la infección frecuente de los pacientes por P. aeru-
ginosa y H. influenzae, se cree que representan infecciones opor-
tunistas de vías aéreas lesionadas más que la causa del
trastorno892. Este trastorno se asocia estrechamente a antígenos
HLA concretos, lo que lleva a pensar en un factor hereditario890.
Aunque se conocen algunos casos que tienen antecedentes de
artritis reumatoide o leucemia de linfocitos T del adulto893, 894, en
la mayoría de ellos no se han descubierto datos de alteraciones
inmunitarias.
El estudio histológico revela una acumulación de células infla-
matorias mononucleares (predominantemente linfocitos, células
plasmáticas e histiocitos espumosos) en las paredes de los bron-
quiolos respiratorios, conductos alveolares y, en menor medida,
alvéolos adyacentes895. Dentro de la luz de la vía aérea se observa
moco y agregados de neutrófilos896. El parénquima pulmonar
distal puede tener un aspecto normal o mostrar signos de obs-
trucción de las vías aéreas (p. ej., aumento de los macrófagos alveo-
lares e inflamación intersticial leve).
Las alteraciones radiológicas incluyen nódulos difusos de un
diámetro inferior a 5 mm y una hiperinsuflación leve o mode-
rada897. Los signos en la TC de alta resolución son pequeños nó-
dulos centrolobulillares y opacidades lineales ramificadas, bron-
quiolectasias, bronquiectasias y zonas en mosaico de descenso de
la atenuación y de la vascularidad del parénquima (figura 15-68)830.
La presencia de estos signos se relaciona con el estadio de la
enfermedad898: la manifestación más temprana son las opacida-
des nodulares centrolobulillares, que se siguen de las opacidades
FIGURA 15-66 lineales ramificadas que entablan conexión con los nódulos; lue-
Bronquiolitis respiratoria. Imagen del campo pulmonar inferior en un go, aparecen las bronquiolectasias y, por fin, las bronquiectasias.
corte de TC de alta resolución, donde se aprecian opacidades nodulares En el estadio final pueden verse grandes espacios quísticos o
centrolobulillares mal definidas (flechas) y zonas localizadas de atenuación ampollas.
en vidrio esmerilado. El paciente era un fumador intenso de 54 años que
había dejado de fumar; la TC de seguimiento que se efectuó 5 años Las manifestaciones clínicas fundamentales incluyen disnea
después fue normal. (Por cortesía del Dr. Takeshi Johkoh, Osaka University de esfuerzo y tos, casi siempre con expectoración. Las manifesta-
Medical School, Osaka, Japan.) ciones de la sinusitis crónica también resultan características891.
700 CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas

A
FIGURA 15-67
Bronquiolitis folicular. Esta imagen del pulmón derecho en una radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra opacidades nodulares mal definidas;
se aprecia un patrón parecido en el pulmón izquierdo. En la TC de alta resolución centrada en el pulmón derecho (B) se advierten opacidades
nodulares peribroncovasculares nítidas en el lóbulo superior derecho (flechas). Se trataba de una mujer de 24 años con artritis reumatoide. (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

FIGURA 15-68
Panbronquiolitis difusa. Esta TC de alta resolución de un
varón de 32 años muestra nódulos centrolobulillares
(flechas rectas), engrosamiento considerable de la pared
bronquial, bronquiectasias y zonas localizadas de menor
atenuación y perfusión (flechas curvas). (Por cortesía del
Dr. Kyung Soo Lee, Samsung Medical Center, Seoul,
South Korea.)
CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 701

A menudo se observa elevación de las crioaglutininas816. Las 31. O’Leary TG, Kotecha B, Rothera MP: Upper airway obstruction secondary to anti-
coagulant induced haemorrhage necessitating a tracheostomy. Ir Med J 83:151,
pruebas de función respiratoria ponen de relieve una alteración 1990.
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necido sin infección892. El efecto beneficioso del tratamiento con 37. Miller MR, Pincock AC, Oates GD, et al: Upper airway obstruction due to goitre:
macrólidos es perfectamente conocido y se ha propuesto que se Detection, prevalence and results of surgical management. Q J Med 74:177-188,
debe a la inhibición de la producción de citocinas inflamatorias 1990.
38. Weber AL, Randolph G, Aksoy FG: The thyroid and parathyroid glands. CT and
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vencia de los pacientes que reciben este tratamiento ha sido North Am 38:1105-1129, 2000.
mayor del 90% a los 10 años en algunos estudios890. 39. Nygaard B, Nygaard T, Court-Payen M, et al: Thyroid volume measured by ultra-
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CAPÍTULO 15 ■ Enfermedad de las vías aéreas 713

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C A P Í T U L O D I E C I S É I S

ENFERMEDADES PULMONARES PRODUCIDAS


POR LA INHALACIÓN DE POLVO INORGÁNICO

CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL Características anatomopatológicas 725 Hierro y plata 735


DE LAS RADIOGRAFÍAS DE Alteraciones pleurales 725 Estaño 735
LAS NEUMOCONIOSIS 715 Alteraciones pulmonares 726 Bario 735
SÍLICE 716 Manifestaciones radiológicas 728 Antimonio 735
Epidemiología 716 Manifestaciones pleurales 728 Elementos de tierras raras 736
Patogenia 716 Placas pleurales localizadas POLVOS INORGÁNICOS
Características anatomopatológicas 717 Placas pleurales calcificadas MISCELÁNEOS 736
Manifestaciones radiológicas 717 Engrosamiento pleural difuso Berilio 736
Manifestaciones clínicas 719 Derrame pleural Beriliosis aguda 736
Pruebas de función pulmonar 719 Manifestaciones pulmonares 730 Beriliosis crónica 736
Pronóstico y evolución natural 720 Asbestosis Aluminio 737
Atelectasia redonda Cobalto y carburo de tungsteno 737
CARBÓN Y CARBONO 720 Manifestaciones clínicas 732
Epidemiología 720 Carburo de silicio 738
Pruebas de función pulmonar 732 Cloruro de polivinilo 738
Patogenia 721
Características anatomopatológicas 721 OTROS SILICATOS 733 Dióxido de titanio 738
Manifestaciones radiológicas 722 Talco 733 Polvo volcánico 738
Manifestaciones clínicas 722 Mica 734 Fibras minerales sintéticas 738
Pruebas de función pulmonar 723 Caolín 734 Polvo de cemento 738
Pronóstico y evolución natural 724 Tierra de Fuller 734 Circonio 738
Zeolitas (erionita) 734 Borra de nailon 738
AMIANTO 724 Exposición al polvo de los técnicos
Epidemiología 724 POLVO RADIOOPACO INERTE 735
Hierro 735 dentales 739
Patogenia 725

L
a neumoconiosis se puede definir como «un trastorno que afectada y para los que trabajan en condiciones parecidas: la
se caracteriza por el depósito permanente de cantidades exclusión del trabajador de la exposición podría modular la pro-
considerables de partículas en los pulmones, casi siempre gresión de la enfermedad, se facilitaría la detección de otros tra-
de origen ocupacional o ambiental, y por la reacción tisular a su bajadores afectados y podrían emprenderse o mejorarse las medi-
presencia»1. Esta reacción suele adoptar una de dos formas histo- das laborales preventivas. Por desgracia, no siempre resulta
lógicas: sencillo establecer una relación entre el polvo inhalado y la enfer-
medad pulmonar por varios motivos:
1. Fibrosis, de índole local y nodular (como en la silicosis) o
difusa (como en la asbestosis); suele motivar alteraciones 1. Un trabajo concreto puede asociarse a la exposición a varios
radiológicas y puede ocasionar una alteración pulmonar polvos, en cuyo caso no resulta fácil imputar las alteraciones a
importante. una sustancia concreta. Así, la fibrosis pulmonar masiva de los
2. Agregados de macrófagos cargados de partículas con fibro- mineros de esquisto aparece a veces en los mineros del car-
sis concomitante mínima o nula. Esta reacción suele obser- bón; se ha comprobado que sus pulmones contienen polvo
varse con polvos inertes, como el hierro, el estaño y el bario; compuesto por una combinación de caolinita, mica y sílice3;
se acompaña de muy pocas o ninguna secuela funcional o todas ellas pueden, a su vez, inducir enfermedad pulmonar.
clínica, aunque a veces se manifieste en la radiografía. 2. La exposición a un determinado polvo se da en distintos
oficios.
La tasa de mortalidad por neumoconiosis ha disminuido poco 3. Algunas partículas causan enfermedad en más de un sitio y
a poco en EE.UU. durante los últimos 35 años2, pero este trastor- el proceso es diferente4; así, el polvo de amianto puede indu-
no sigue representando una causa importante de morbilidad y cir fibrosis pulmonar intersticial, enfermedad obstructiva de
mortalidad: durante el período de 29 años comprendido entre la vía respiratoria, fibrosis pleural y carcinoma pulmonar.
1968 y 1996 se produjeron más de 113.000 muertes por neumo- 4. A veces ocurre una exposición significativa al polvo en
coniosis en los residentes de EE.UU.2. medios paraprofesionales5 (p. ej., hemos tenido la oportu-
La posibilidad de una enfermedad relacionada con este tipo de nidad de atender a un trabajador de una lavandería cuya
polvos se sospechará ante casi cualquier paciente que acuda con beriliosis crónica apareció después de lavar los uniformes
cualquier tipo de problema pulmonar. El descubrimiento de una de los empleados de una planta de reciclado de cobre) o no
causa laboral de la enfermedad es importante para la persona ocupacionales (ambientales) (p. ej., se ha descrito silicosis

714
CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico 715

entre los habitantes de una aldea del Himalaya sometida a pequeñas opacidades irregulares de tamaño t. De esta manera, se
tormentas frecuentes de polvo6). puede anotar cualquier combinación de pequeñas opacidades.
5. Se sabe que algunas sustancias nuevas que se introducen en Profusión. Este término se refiere al número de pequeñas opa-
los lugares de trabajo producen enfermedades pulmonares; el cidades por unidad de área o zona pulmonares. Existen cuatro
reconocimiento de su toxicidad se retrasa inevitablemente7. categorías básicas: categoría 0: ausencia de pequeñas opacidades
o menor profusión que la categoría 1; categoría 1: se observan
La reacción del pulmón al polvo inorgánico inhalado depende definitivamente pequeñas opacidades pero en número escaso (la
de varios factores. Los efectos del tamaño y de la forma de las partí- trama pulmonar suele verse); categoría 2: numerosas opacidades
culas, la velocidad y el patrón respiratorio, la distribución y la con- pequeñas (la trama pulmonar normal suele estar oscurecida en
centración de las partículas inhaladas y la depuración pulmonar se parte), y categoría 3: opacidades pequeñas muy numerosas (la
exponen en el capítulo 1 (véase página 50). No hay duda de que trama pulmonar normal suele obliterarse por completo). Estas
diferentes trabajadores expuestos a cantidades idénticas del polvo categorías se pueden subdividir, a su vez, según una escala de
pueden reaccionar de forma muy distinta y padecer enfermedades 12 puntos para describir el espectro continuo de cambios desde la
de una gravedad diferente. Esta variabilidad en la expresión de la normalidad completa hasta la categoría de grado más avanzado13:
enfermedad podría obedecer a una serie de factores, entre ellos
las diferencias en la estructura pulmonar8, la sensibilidad genética9, la 0/– 0/0 0/1
eficiencia de la eliminación del polvo10, la exposición a otras sus- 1/0 1/1 1/2
tancias nocivas (como el humo del tabaco) y la presencia de otras 2/1 2/2 2/3
enfermedades (como la artritis reumatoide). 3/2 3/3 3/+

Cuando se utiliza esta escala, el radiólogo clasifica primero la lesión


CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL en una de las cuatro categorías: 0, 1, 2 o 3. Si la categoría superior
DE LAS RADIOGRAFÍAS DE o la inferior se considera una alternativa seria, se anota (p. ej., una
LAS NEUMOCONIOSIS radiografía en la que la profusión se considere de categoría 2, pero
ante la que se plantee seriamente la categoría 1, se calificaría como
2/1). Si no hay ninguna alternativa (es decir, la profusión corres-
La radiografía de tórax es un instrumento fundamental para ponde claramente a la categoría 2), se clasifica como 2/2.
reconocer los efectos del depósito de las partículas en los pulmo- También es posible la subdivisión dentro de las categorías 0 y 3.
nes y evaluar la progresión de la enfermedad11. Sin embargo, para Si la ausencia de pequeñas opacidades es muy notoria, la profu-
utilizarla en estudios epidemiológicos es imprescindible seguir sión se anotaría como 0/–. Esta categoría puede darse en adoles-
una clasificación aceptable del grado de lesión y emplear una centes sanos no fumadores. Una radiografía que muestre una pro-
nomenclatura normalizada. El esquema más utilizado es la clasi- fusión mucho mayor de la que corresponde a 3/3 se anotaría como
ficación internacional de las radiografías de las neumoconiosis de 3/+. Las radiografías estándar de la ILO son los árbitros finales de
la International Labour Office (ILO) de 198012. la profusión de las opacidades y adquieren preferencia sobre cual-
El objeto de esta clasificación es codificar las lesiones radioló- quier otra descripción verbal de la profusión. La radiografía per-
gicas que se asocian a las neumoconiosis de una manera sencilla y tenece a la categoría 1 si se asemeja a la radiografía ILO de la mis-
reproducible, a fin de que la comparabilidad internacional de las ma categoría y tipo de opacidad. Así pues, la interpretación debe
estadísticas sobre neumoconiosis posea cierta validez. Se han efectuarse siempre con las radiografías estándar de la ILO delante.
seleccionado radiografías estándar de referencia para ilustrar la Opacidades grandes. Este término se reserva para las opaci-
clasificación de 1980; estas radiografías se pueden solicitar a la ofi- dades cuyo diámetro mide más de 10 mm. Se reconocen tres cate-
cina de la ILO. Como este esquema se basa en descriptores radio- gorías: categoría A: el diámetro máximo de una opacidad excede
lógicos algo distintos de los que se emplean habitualmente en esta de 1 cm y llega, como máximo, hasta 5 cm o hay varias opacida-
obra, a continuación se ofrecerá un breve glosario terminológico. des, cada una superior a 1 cm, y la suma de los diámetros no
Pequeñas opacidades redondas. Estas opacidades son supera 5 cm; categoría B: una o más opacidades mayores o más
nódulos perfectamente circunscritos, cuyo diámetro varía desde numerosas que en la categoría A, cuya área combinada no excede
apenas visible hasta 10 mm. Los calificadores p, q y r subdividen el equivalente del área de la zona superior del pulmón derecho, y
las opacidades predominantes en tres franjas de diámetro: p: has- categoría C: una o más opacidades cuya área combinada excede el
ta 1,5 mm; q: entre 1,5 y 3 mm, y r: entre 3 y 10 mm. equivalente del área de la zona superior del pulmón derecho.
Pequeñas opacidades irregulares. Este término se emplea Extensión. Cada pulmón se divide en tres zonas: superior, infe-
para describir un patrón que se ha calificado como lineal o reticular rior y media, con líneas horizontales que pasan, respectivamente,
en otros apartados del libro, es decir, un apartado similar a un a uno y a dos tercios de la distancia vertical entre el vértice del
retículo. Aunque la naturaleza de estas opacidades dificulte mucho pulmón y la cúpula del diafragma.
más la medición de dimensiones cuantitativas que en el caso de las Interpretación radiológica. Para reducir el error del observa-
opacidades redondas, se han establecido tres categorías: s: anchura dor en el diagnóstico radiológico de la neumoconiosis y para
hasta 1,5 mm; t: anchura mayor de 1,5 mm y menor de 3 mm, inclu- conocer su extensión, el National Institute of Occupational Safety
sive, y u: anchura superior a 3 mm e inferior a 10 mm, inclusive. and Health (NIOSH) ha elaborado un examen para los médicos
Para registrar la forma y el tamaño se emplean dos letras. Si el que deseen certificarse como intérpretes competentes de radio-
intérprete de la radiografía cree que todas o casi todas las opacida- grafías de tórax en programas de neumoconiosis; el examen
des tienen la misma forma y tamaño, se anota el símbolo por dupli- va precedido de un curso de fin de semana, administrado por el
cado, separado por una barra oblicua (p. ej., q/q). Si se advierte otro American College of Radiologists. El médico que asiste al curso
tamaño o forma, se anota la segunda letra (p. ej., q/t). La denomi- tendrá la calificación de intérprete A; si supera el examen, recibi-
nación q/t indica que la pequeña opacidad predominante es redon- rá una calificación más favorable, B. La competencia se asegura
da y de tamaño q pero que, además, hay un número importante de mediante un examen obligatorio de recertificación cada 4 años.
716 CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico

Casi nadie duda de que las interpretaciones de los expertos las personas que enferman son varones; sin embargo, las mujeres
superan las de los inexpertos a la hora de detectar la enferme- también se pueden ver afectadas, sobre todo en la industria alfare-
dad14 y evitan «sobreinterpretaciones»15. No obstante, el uso de ra23, a veces tras una exposición no ocupacional intensa24, 25.
la radiografía como instrumento definitivo para el diagnóstico
de la neumoconiosis de una determinada persona se ve limita- Patogenia
do por la prevalencia importante de pequeñas opacidades, que
resultan suficientes para el «diagnóstico» en la población labo- Se pueden producir dos tipos fundamentales de reacción histoló-
ral no expuesta16, y por cierto grado de variabilidad entre diver- gica a la sílice inhalada: 1) el nódulo silicótico, que se caracteriza
sos examinadores y para un mismo examinador17. Cuando se por laminillas densas y, a menudo, concéntricas, de colágeno que,
examine la progresión radiológica de una neumoconiosis sim- cuando se multiplica y confluye, produce una lesión denominada
ple de un trabajador concreto hay que contemplar todas las silicosis conglomerada o fibrosis masiva progresiva (FMP), y 2) la
radiografías juntas en orden cronológico11. Se ha comprobado silicoproteinosis, que suele afectar a personas expuestas a altas
que la interpretación comparativa reduce considerablemente la concentraciones de sílice. La mayoría de los estudios sobre la
variabilidad del observador y los errores con respecto a la lectu- patogenia de la silicosis se ha centrado en la primera reacción
ra independiente. porque es, con mucho, la más frecuente26.
La interacción entre la sílice y los macrófagos pulmonares cons-
tituye un factor clave en la aparición del nódulo silicótico. La acti-
SÍLICE vación directa del complemento sobre el surfactante alveolar hace
que los macrófagos alveolares se agreguen en torno a las partículas
La sílice es un material ubicuo y abundante que se compone de de sílice27. Cuando ingieren estas partículas, la activación macrofá-
moléculas de dióxido de silicio (SiO2) dispuestas de forma regu- gica determina la liberación de una serie de sustancias que fomen-
lar. Se conocen tres formas: 1) cristalina, presente sobre todo en tan la fibrosis. Dos de las más importantes son citocinas profibró-
forma de cuarzo, tridimita o cristobalita; 2) microcristalina o cris- ticas y proinflamatorias: el factor de necrosis tumoral α (TNF-α) y
tales diminutos de cuarzo enlazados por sílice amorfa, como la interleucina 1 (IL-1)28, 29. Hay pruebas de que ciertos polimorfis-
sucede con el sílex y el chert, y 3) amorfa, no cristalina, que se mos genéticos relacionados con estas dos citocinas se asocian a la
compone de kieselguhr (formado por los restos esqueléticos de prevalencia y gravedad de la enfermedad30, 31, lo que posiblemente
diatomeas) y algunas formas vítreas (derivadas del calentamien- explica parte de la variación individual en la sensibilidad a los efec-
to y enfriamiento rápido de la sílice cristalina). La sílice pura tos de la inhalación del polvo. Las linfocinas derivadas de los
(libre) (compuesta fundamentalmente por dióxido de silicio) macrófagos inducen agregación de los linfocitos localmente y en
debe separarse de otras sustancias, en las que el dióxido de sílice los ganglios linfáticos torácicos regionales, desde donde emigran a
se combina con un porcentaje considerable de distintos cationes los pulmones32. Se trata fundamentalmente de linfocitos CD4+ TH1
(sílice «combinada»); estos «silicatos» incluyen el amianto, el tal- que facilitan la acumulación adicional de linfocitos y macrófagos
co y la mica, y se asocian a distintas formas de enfermedad. dentro de los pulmones. Los macrófagos también contribuyen a la
lesión tisular con la liberación de oxidantes que, al dañar las célu-
Epidemiología las epiteliales, facilitan la exposición de los fibroblastos intersticia-
les a los productos de otras células inflamatorias33.
La exposición a una concentración de sílice suficientemente alta Los leucocitos polimorfonucleares también se acumulan en
como para inducir las manifestaciones radiológicas y anatomopa- los pulmones de las personas expuestas a la sílice; constituyen una
tológicas de la silicosis se da en muchos oficios18; los más frecuen- fuente de oxidantes reactivos y enzimas proteolíticas que favore-
tes en EE.UU. son la minería, el trabajo en las canteras, la cons- cen la lesión tisular34 si no son neutralizados por los inhibidores
trucción y la fabricación (incluidos los trabajadores de las de la proteasa y elastasa presentes en el líquido broncoalveolar35.
fundiciones y de los productos de hormigón)2, 19. Dada la ubicui- El ligando Fas es una proteína asociada a la membrana y que
dad de la sílice en la corteza terrestre, los mineros y los trabajado- se descama que pertenece a la familia de los receptores del TNF.
res de canteras de metales como el oro, el estaño, el hierro, el cobre, Pese a ser el contrarreceptor de la molécula Fas, promotora de la
el níquel, la plata, el tungsteno y el uranio, corren especial riesgo. apoptosis y que se expresa en multitud de tejidos linfáticos y no
Las minas de otros minerales que se reconocen como causas de linfáticos, también ejerce efectos proinflamatorios36. Según un
neumoconiosis, como el carbón, se pueden acompañar de exposi- modelo murino de silicosis, los anticuerpos contra esta molécula
ción a la sílice, lo que explica, al menos en parte, la enfermedad pul- bloquean la inducción de la enfermedad, lo que hace pensar que
monar de algunas de estas personas. La limpieza mediante chorro los efectos proinflamatorios del ligando Fas resultan determinan-
de arena es una tarea muy peligrosa por la cantidad potencialmen- tes para la patogenia36.
te elevada de partículas que se producen en espacios relativamente La sílice cristalina resulta, por sí misma, citotóxica. La sílice
pequeños. El uso de arcilla de alfarería y de sílex pulverizada (en la recién fracturada contribuye a la formación de una serie de radi-
industria cerámica), tierra diatomácea (en la fabricación de pintu- cales biorreactivos que pueden inducir tanto inflamación como
ras, barnices e insecticidas) y ocre, granito, bentonita, esmalte y fibrosis26, 37, 38. Es posible que la adsorción de partículas distintas
harina de sílice también puede resultar peligroso. de la sílice a la superficie de ésta disminuya su toxicidad26, lo que
La mortalidad por la silicosis está disminuyendo en EE.UU.2, explicaría por qué la cantidad de polvo que se asocia a la apari-
pero la enfermedad sigue siendo importante: se cree que hasta ción de silicosis es mayor cuando se da una exposición al polvo
3 millones de trabajadores de 238.000 plantas de procesamiento mixto que cuando ésta se basa en una sílice relativamente pura.
están potencialmente expuestos al polvo de sílice20. Es más, en Se ignoran las causas por las que algunas personas experimen-
muchas industrias los valores respirables de sílice siguen excedien- tan fibrosis masiva progresiva y otras, no. Esta complicación se ha
do la norma aceptada2. Cuando los controles ambientales son insu- asociado a una mayor carga de polvo pulmonar39, antecedentes
ficientes la silicosis da cuenta de una morbimortalidad importante, de tuberculosis40, un trasfondo de una profusión elevada de
sobre todo en los países «en vías de desarrollo»21, 22. La mayoría de pequeñas opacidades41 y ciertas influencias genéticas42 y ambien-
CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico 717

tales (p. ej., tabaquismo)43; sin embargo, se desconocen los meca-


nismos precisos por los que actuarían estos factores.
La exposición a una gran cantidad de sílice durante un período
relativamente corto puede seguirse de la producción de un mate-
rial lipoproteináceo intraalveolar abundante parecido al de la pro-
teinosis alveolar44; habitualmente se asocia una fibrosis mínima.
La patogenia de esta reacción no está clara. La instilación empíri-
ca de sílice en los pulmones se sigue de lesión de las células alveo-
lares de tipo I, así como de hiperplasia e hipertrofia de las células
de tipo II45, lo que lleva a pensar en un aumento de las células pro-
ductoras de surfactante. Asimismo, se ha propuesto que la sílice
alteraría la capacidad de los macrófagos para eliminar de los espa-
cios alveolares el surfactante que se produce normalmente46. El
motivo por el que no aparece fibrosis en la silicoproteinosis aguda
tampoco está claro; no obstante, se ha constatado que el recubri-
miento de las partículas con el material de revestimiento alveolar
es menos citotóxico para los macrófagos que las ingieren47.

Características anatomopatológicas
Macroscópicamente, los nódulos silicóticos tienen un diámetro
de entre 1 mm y 10 mm y suelen ser más abundantes en los lóbu-
los superiores y regiones parahiliares que en otras localizaciones
(véase figura en color 16-1)48. Al corte se observa que los nódulos
están más o menos bien definidos, adoptan una forma esférica o FIGURA 16-1
irregular y muestran una textura consistente o dura. Cuando Silicosis. Esta radiografía posteroanterior de tórax muestra numerosos
confluyen los nódulos, forman grandes masas que pueden ocupar nódulos pequeños, perfectamente delimitados, en los campos pulmonares
incluso todo un lóbulo (FMP) (véase figura en color 16-2). Estas superiores y centrales. Los nódulos tienen un diámetro de 1,5 mm a 3 mm
(nódulos de tamaño que según la International Labour Office [ILO]) y la
masas suelen asociarse a enfisema del pulmón adyacente y pue- profusión corresponde a 2/3 (ligeramente mayor que la radiografía estándar
den cavitarse como consecuencia de isquemia, tuberculosis o con profusión 2/2 de la ILO pero considerablemente menor que la norma
infección por microorganismos anaerobios49. de profusión 3/3). Se observa una conglomeración temprana cerca de los
Desde el punto de vista microscópico, las primeras lesiones se vértices. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser
and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
localizan de forma característica en el tejido peribronquiolar, WB Saunders, 1999.)
septal interlobulillar e intersticial pleural. Al principio están for-
madas sobre todo por macrófagos y fibras dispersas de reticulina.
A medida que crecen las lesiones, las porciones centrales se tor-
nan hipocelulares y están formadas de colágeno maduro, dis- (figura 16-1). Los nódulos suelen estar bien circunscritos y tienen
puesto a veces en laminillas más o menos concéntricas; esta por- una densidad uniforme. Aunque la profusión pueda ser bastante
ción central está rodeada por una zona periférica de macrófagos uniforme en ambos pulmones, suele observarse un predominio
y una cifra menor de células plasmáticas y linfocitos (véase figu- considerable en los lóbulos superiores. Los nódulos afectan fun-
ra en color 16-3). Habitualmente se reconoce un número variable damentalmente a la porción posterior de los pulmones50. Se
de cristales de silicato birrefringentes de 1 µm a 3 µm de longitud observan calcificaciones manifiestas en la radiografía de un 10%
si se estudian las zonas celulares con el microscopio de polariza- a un 20% de los casos.
ción. Las lesiones más grandes de fibrosis masiva progresiva tam- El patrón radiológico de pequeñas opacidades redondas suele
bién se componen de colágeno hialinizado, mezclado con una conocerse como silicosis simple, a diferencia de la silicosis compli-
cantidad variable de macrófagos pigmentados; sin embargo, no cada (FMP). La fibrosis masiva progresiva se caracteriza por
suele apreciarse el aspecto laminar concéntrico del colágeno que grandes opacidades (sombras conglomeradas), generalmente en
se ve en los nódulos silicóticos. los lóbulos superiores. Las opacidades miden por definición más
En la silicoproteinosis faltan de forma habitual los nódulos de 1 cm de diámetro; en la práctica suelen ser mayores y pueden
fibrosos bien definidos. En su lugar, los espacios alveolares están exceder el volumen de todo el lóbulo superior (figura 16-2). Los
llenos de forma más o menos difusa de un material proteináceo bordes de las sombras aparecen irregulares y mal definidos o
granuloso que se tiñe con la tinción del ácido peryódico de Schiff lisos51 y crean una interfase paralela a la pared torácica lateral
y que es idéntico al de la proteinosis alveolar idiopática. El núme- (véase figura 16-2). Las opacidades suelen aparecer en la zona
ro de macrófagos aumenta y las células alveolares de tipo II mues- central o en la periferia del pulmón; con el tiempo tienden a
tran una hiperplasia e hipertrofia variables. Desde el punto de vis- migrar hacia el hilio, quedando pulmón enfisematoso entre el
ta ultraestructural, el material intraalveolar contiene macrófagos y tejido fibrótico y la superficie pleural. Aunque habitualmente son
células de tipo II descamadas, así como un material membranoso bilaterales, puede haber opacidades unilaterales, que se pueden
parecido al de la capa normal de revestimiento alveolar44. confundir con un carcinoma. En ocasiones se observa cavitación.
Cuanto más extensa es la fibrosis conglomerada, menos llamati-
Manifestaciones radiológicas va resulta la nodularidad del resto de los pulmones. Rara vez se
aprecian signos radiológicos de alteración pleural.
El patrón radiológico clásico de silicosis se compone de varias Las adenopatías hiliares son frecuentes y suelen calcificarse52;
opacidades nodulares con un diámetro de entre 1 mm y 10 mm en una serie de 1.905 trabajadores se detectó calcificación en el
718 CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico

FIGURA 16-2
Silicosis con conglomeración. En la radiografía posteroanterior de tórax (A)
se aprecian grandes opacidades en los lóbulos superiores, junto con una
importante retracción superior de los hilios. Se observan varias opacidades
nodulares, principalmente en las zonas centrales. En la TC de alta
resolución (B) se ven masas conglomeradas y enfisema extenso. Las ventanas
de tejido blando (C) revelan calcificación dentro del parénquima pulmonar y
dentro de los ganglios linfáticos mediastínicos e hiliares. Este paciente, de
70 años, padecía una silicosis de larga duración motivada por el trabajo en una
mina de roca dura. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD:
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)

4,7% de los casos53. La calcificación puede afectar sobre todo a la 2 años54, 55. El síndrome de Caplan es la presencia de nódulos necro-
periferia de los ganglios, signo que se conoce como calcificación bióticos (nódulos reumatoides), superpuestos habitualmente a un
en cáscara de huevo. Este patrón, que de vez en cuando se obser- trasfondo de silicosis simple o de neumoconiosis de los trabajado-
va en otros trastornos53, resulta casi patognomónico de la enfer- res del carbón. Se ve más en la neumoconiosis de los trabajadores
medad inducida por la sílice; su aparición en mineros del carbón del carbón que en la silicosis. Los nódulos necrobióticos se dife-
y de metales se ha imputado a la exposición simultánea a sílice52. rencian de los de la silicosis por su tendencia a aparecer en grupos;
Las adenopatías hiliares se ven asimismo en personas expuestas a tienen un diámetro de 0,5 cm a 5 cm y pueden cavitarse.
la sílice sin alteraciones pulmonares. La progresión radiológica de la silicosis, una vez eliminada
Como ya se ha señalado, se conocen diversas variantes de la sili- la fuente de exposición, es bien conocida. En un estudio de 1.902
cosis clásica. La silicosis acelerada muestra signos radiológicos trabajadores que no tenían signos radiológicos de fibrosis masiva
parecidos a los de la forma clásica, pero aparece de 5 a 10 años des- progresiva hasta 4 años antes de abandonar el oficio, esta compli-
pués de la exposición. La silicoproteinosis se caracteriza por conso- cación apareció posteriormente durante el seguimiento en 17256.
lidación parenquimatosa bilateral, semejante a la de la proteinosis Pese a las lesiones conglomeradas, no hubo progresión ni regre-
alveolar, y progresa rápidamente en el transcurso de meses o de 1 a sión de los grados de neumoconiosis simple.
CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico 719

FIGURA 16-3
Signos de silicosis en la TC de alta resolución. La TC de alta
resolución de los campos pulmonares superior (A), central (B) e inferior (C)
revela nódulos perfectamente definidos, sobre todo en los lóbulos
superiores. Se observan, asimismo, seudoplacas relacionadas con nódulos
subpleurales. (Tomado de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD:
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia,
WB Saunders, 1999.)

Las alteraciones características en la TC se parecen a las de la Manifestaciones clínicas


radiografía50, 57, 58: nódulos pequeños, perfectamente delimitados,
que pueden aparecer de manera difusa en ambos pulmones Muchos pacientes con silicosis se encuentran sintomáticos en el
pero que suelen concentrarse en los lóbulos superiores (figu- momento del diagnóstico. La disnea aparece y empeora cuando
ra 16-3). Los nódulos de los pacientes que tienen una enfermedad progresan las alteraciones radiológicas63; esta progresión puede
relativamente leve pueden darse sólo en la cara posterior de los manifestarse incluso después de eliminar la exposición al polvo en
lóbulos superiores50, 59. Los nódulos adyacentes a la pleura visce- el lugar de trabajo41. Conforme va destruyéndose el tejido pulmo-
ral surgen como zonas de atenuación redondas o triangulares que, nar, aparece hipertensión pulmonar, seguida de cor pulmonale y,
cuando confluyen, simulan placas pleurales (seudoplacas) (véase en última instancia, insuficiencia cardíaca derecha. El principal
figura 16-3). Los nódulos confluyentes (FMP) suelen mostrar bor- determinante del cor pulmonale es, al parecer, la intensidad del
des irregulares y pueden contener focos de calcificación (véase enfisema asociado, puesto que el grado de fibrosis reviste menos
figura 16-2); en general hay un enfisema circundante57, 60, 61. Apro- importancia64. A pesar de la frecuencia de los crepitantes y de las
ximadamente el 40% de los pacientes presenta un ensanchamien- sibilancias en la auscultación de los pacientes con enfermedad
to hiliar o mediastínico por el aumento del tamaño de los ganglios avanzada65, en nuestra experiencia los pacientes asintomáticos no
linfáticos59. suelen mostrar ningún ruido respiratorio anómalo.
La separación entre los pequeños nódulos y los vasos resul-
ta más fácil en la TC con una colimación de 5 mm a 10 mm que Pruebas de función pulmonar
en la TC de alta resolución62. Sin embargo, esta última permite
un mejor examen del detalle parenquimatoso fino y del enfise- La función pulmonar puede resultar normal en las primeras eta-
ma. Asimismo, permite detectar los nódulos de los pacientes pas de la enfermedad; las pruebas de esfuerzo no poseen más sen-
que tienen hallazgos normales en la radiografía y en la TC de sibilidad que las pruebas habituales para reconocer las primeras
corte grueso57 y ayuda sobremanera al análisis de los nódulos alteraciones66. Sin embargo, los grados mayores de profusión de la
menores de 1,5 mm de diámetro58. Según una investigación de silicosis simple pueden acompañarse de una pérdida significativa
49 pacientes expuestos a la sílice, 13 (41%) de los 32 que pre- de la función pulmonar67. Cuando hay disnea la alteración puede
sentaban radiografías normales tenían signos de silicosis en la ser restrictiva, obstructiva o mixta67, 68. La capacidad de difusión
TC57; la alteración de 3 de ellos (9%) sólo se veía en la TC de disminuye en ocasiones69; si a ello se suman la hiperinsuflación y
alta resolución. el descenso del flujo se obtiene un patrón funcional idéntico al del
720 CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico

enfisema. Aunque la saturación arterial de oxígeno pueda ser nor- quier manera, la fibrosis asociada es siempre mínima o nula y, en
mal en reposo, el ejercicio produce hipoxemia, sobre todo entre general, se cree que la presencia de estas partículas carece de sig-
los pacientes que tienen fibrosis masiva progresiva. La enfermedad nificado patológico y funcional.
avanzada puede acompañarse de hipercapnia. Este tipo de antracosis inocua se debe a la inhalación de cantida-
des relativamente pequeñas de polvo pero, desde luego, la inhala-
Pronóstico y evolución natural ción de grandes cantidades de carbón, ya sea en polvo o derivado de
la hulla o de los productos del petróleo, puede acompañarse de una
Como es de esperar, los pacientes sintomáticos con silicosis evo- enfermedad pulmonar importante. No debe extrañar que la enfer-
lucionan peor que los asintomáticos; de hecho, los pacientes asin- medad se produzca casi exclusivamente en el trabajo, donde la
tomáticos con una silicosis nodular simple tienen una esperanza concentración de estos materiales es mucho mayor. El oficio más
de vida parecida a la de la población general70. importante, por lo que al número de personas afectadas se refiere,
La silicosis se asocia a algunas otras enfermedades que influyen es la minería del carbón; la enfermedad se denomina neumoconiosis
en el pronóstico. Se sabe que predispone a la tuberculosis y a la de los trabajadores del carbón. Las personas que trabajan en otros
infección por micobacterias no tuberculosas71, 72. El riesgo aumen- oficios, como la producción o el uso de grafito85 y de negro de humo
ta en los pacientes que tienen enfermedad simple y, de modo espe- de gas natural86, se afectan menos veces. La enfermedad pulmonar
cial, en los que tienen fibrosis masiva progresiva72, 73. Hay pruebas aguda y crónica se ha atribuido en ocasiones a la inhalación de ceni-
de que la infección simultánea por el VIH multiplica el riesgo74. zas volantes (el residuo sólido que deja la combustión del car-
El carcinoma pulmonar es la segunda complicación grave de bón)87, 88; sin embargo, también se ha cuestionado esta relación89.
la silicosis. En 1996, la International Agency for Research on Las manifestaciones anatomopatológicas, radiológicas y clíni-
Cancer (IARC) admitió la sílice como carcinógeno ocupacional cas de los trabajadores expuestos a grandes cantidades de carbón,
del grupo 175. La fortaleza de este vínculo es mucho mayor entre cualquiera que sea la forma, se asemejan entre sí; sin embargo, la
los trabajadores con silicosis que entre los expuestos a la sílice inmensa mayoría de estas personas trabajan en las minas de car-
únicamente76, por lo que la posible asociación entre el cáncer y la bón, hecho reflejado en la bibliografía y la exposición que siguen.
exposición, en ausencia de silicosis, resulta controvertida77. Se ha
descrito un riesgo exagerado en los trabajadores que no tienen Epidemiología
exposición aparente a otros carcinógenos ocupacionales, como
los canteros78, y es independiente del consumo de cigarrillos76. El carbón es una roca sedimentaria formada por efecto de la pre-
Está perfectamente descrita la relación entre la silicosis y la sión, la temperatura y reacciones químicas sobre el material vegetal.
asociación a la sílice, por un lado, y la esclerodermia progresiva, El porcentaje de carbono puro varía según el tipo; el carbón bitu-
por el otro79; hay datos escasos que hacen pensar en una relación minoso y el lignito contienen la cantidad más baja, y la antracita, la
parecida con la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sisté- mayor90. El grado de exposición al polvo de carbón depende, pues,
mico80. Con independencia de que exista una enfermedad cono- hasta cierto punto del tipo de carbón que se extrae en la mina,
cida del tejido conectivo, las alteraciones serológicas son frecuen- característica que explicaría parte de la variabilidad de la incidencia
tes en la silicosis e incluyen la presencia de factor reumatoide, de la neumoconiosis de los trabajadores del carbón de una mina a
anticuerpos antinucleares, inmunocomplejos y un incremento otra. Posiblemente las variaciones geográficas locales revistan aún
policlonal de la gammaglobulina81. más importancia91; algunas vetas de hulla son muy gruesas (hasta
Existen considerables pruebas de que el ambiente pulverulento 30 m) y otras son mucho más finas y están separadas por vetas de
de los trabajadores expuestos a la sílice contribuye a la obstrucción roca silícea. En este último caso se produce una exposición signifi-
crónica al flujo aéreo y al enfisema. Es probable que el humo del cativa a la sílice y a otras sustancias, aparte del carbón, lo que expli-
tabaco actúe sinérgicamente con el polvo, pero los trabajadores no ca la aparición de silicosis en algunos trabajadores del carbón92.
fumadores que tienen una exposición intensa también sufren una Los trabajos concretos dentro de la mina de carbón influyen
enfermedad de la vía aérea con repercusión funcional importante82. igualmente en la probabilidad de que aparezca la enfermedad y en
Así, tras controlar la edad y los antecedentes de tabaquismo, en un la forma que adopta. Así, como la mayor parte del polvo se pro-
estudio se halló un exceso significativo de enfisema, a juzgar por la duce en el frente de ataque de la mina, los operarios de las máqui-
TC de alta resolución y la disfunción pulmonar, en trabajadores con nas cortantes y de carga se exponen a la máxima concentración del
silicosis y trabajadores expuestos al polvo que no padecían la enfer- polvo puro de carbón90, mientras que los mineros que trabajan en
medad83. En otra investigación el riesgo de enfisema significativo la superficie, perforando el cuarzo92, corren más riesgo de expo-
fue 3,5 veces mayor en los mineros expuestos de forma intensa al nerse a la sílice.
polvo que en los que habían recibido una exposición más ligera84. La prevalencia de la neumoconiosis de los trabajadores del car-
bón ha disminuido paulatinamente en los últimos 35 años en
EE.UU.2, 93. Los motivos incluyen el descenso de los valores del pol-
CARBÓN Y CARBONO vo, la disminución del número de trabajadores empleados en las
minas y la jubilación de los mineros afectados94. A pesar de este
Muchas personas, sobre todo fumadores que viven en un descenso, muchos neumólogos siguen atendiendo a pacientes con
ambiente urbano o industrial, inhalan y retienen en sus pulmo- este tipo de neumoconiosis: con las normas ambientales vigentes
nes polvo compuesto fundamentalmente por carbono (trastorno se calcula que del 2% al 12% de los mineros norteamericanos del
que, con frecuencia, se denomina antracosis). Este material se carbón experimentará una enfermedad de categoría 2 o superior
reconoce fácilmente en el examen microscópico: partículas al cabo de 40 años de trabajo y que del 1% al 7% sufrirá una fibro-
negras y densas, mayoritariamente de 1 µm a 2 µm de tamaño, sis masiva progresiva95, 96. En 1996, más de 230.000 personas reci-
situadas dentro de macrófagos adyacentes a los bronquiolos res- bieron compensación según la Ley Federal del Pulmón Negro
piratorios terminales o proximales y a la pleura. Estas partículas, (Federal Black Lung Act) y se dieron aproximadamente 11.000 altas
aunque se componen fundamentalmente de carbón, también de hospitales no federales de corta estancia con el diagnóstico de
contienen restos de otras sustancias, como sílice y hierro. De cual- neumoconiosis de los trabajadores del carbón2.
CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico 721

Patogenia distintos tipos de carbón se han asociado a una vulnerabilidad


diferente a la enfermedad103.
No se conocen los factores patogénicos precisos que intervienen Desde que Caplan describió la relación entre la neumoconiosis de
en la aparición de la neumoconiosis simple de los trabajadores los trabajadores del carbón y la artritis reumatoide104 se ha señalado
del carbón y en la fibrosis masiva progresiva complicada; se sos- que los trabajadores con neumoconiosis tienen una alta prevalen-
pecha de diversos agentes o procesos, aislados o combinados. Uno cia de diversas alteraciones serológicas, como concentraciones ele-
de los principales determinantes es la cantidad de polvo inhalado. vadas de factor reumatoide y anticuerpos antinucleares105. Aunque
La prevalencia de la enfermedad y el riesgo de progresión se rela- un grupo ha descrito una relación entre la presencia del factor reu-
cionan con la exposición acumulativa al polvo97. Además, en la matoide y la progresión rápida de la enfermedad106, se desconoce la
autopsia la fibrosis masiva progresiva se descubre casi exclusiva- función patogénica exacta de los anticuerpos en la enfermedad.
mente en los trabajadores que acumulan gran cantidad de polvo
en sus pulmones98. Características anatomopatológicas
El conocimiento de la base celular y molecular de la respuesta
pulmonar al polvo de carbón inhalado y retenido se complica por Los dos rasgos morfológicos característicos de la neumoconiosis
las dificultades para separar los efectos primarios de las secue- de los trabajadores del carbón son la mancha de carbón y la fibro-
las99. Como en el caso de la silicosis, la activación de los macrófa- sis masiva progresiva107. La primera se caracteriza por depósitos de
gos alveolares y la lesión de las células epiteliales se asocian a la pigmento antrocótico no asociados a fibrosis; a veces, este cuadro
producción de una serie de mediadores proinflamatorios y profi- se describe como neumoconiosis simple. La fibrosis masiva pro-
bróticos que contribuyen al inicio y a la progresión de la enfer- gresiva se define como un foco de fibrosis y depósito de pigmento
medad. Entre ellos destacan el TNF-α, la IL-1 y la IL-8, la fibro- con un diámetro superior a 1 cm; en ocasiones se denomina neu-
nectina y el factor de transformación y crecimiento β (TGF-β)99-102. moconiosis complicada. Además, en muchos casos se ven focos
La enfermedad se asocia, asimismo, a la producción de oxidantes más pequeños de tejido fibroso (las llamadas lesiones nodulares)
derivados de los neutrófilos y de los macrófagos alveolares acti- con los rasgos de la fibrosis masiva progresiva o sin ellos.
vados. Además, los oxidantes son producidos por mecanismos Macroscópicamente, las manchas de carbón son estrelladas o
relacionados con las propiedades intrínsecas del propio polvo33, 99; redondas, no palpables, de color negro y tienen un tamaño de
de hecho, las variaciones en la producción de oxidantes por los entre 1 mm y 5 mm (figura 16-4). Se distribuyen de manera bas-

FIGURA 16-4
Neumoconiosis de los trabajadores del carbón. Imagen ampliada (A) del segmento superior de un lóbulo inferior donde se aprecian
múltiples focos de pigmentación negra densa en la pleura y en el parénquima pulmonar; estos últimos tienen una forma irregular y se
disponen de forma bastante uniforme. En el corte (B) se aprecian abundantes macrófagos con un pigmento antracótico situado en el tejido
intersticial, al lado de los bronquiolos respiratorios (B). No se advierte fibrosis. Los bronquiolos están ligeramente dilatados. (Tomado de
Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD: Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)
722 CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico

tante uniforme por el parénquima pulmonar, aunque son más derado normales115. Se supone que esta complicación afecta al 30%
numerosas en el vértice. La mancha se compone, en el examen de los pacientes que tienen opacidades bilaterales difusas116, 117.
microscópico, de numerosos macrófagos cargados de pigmento, La FMP se inicia en general cerca de la periferia del pulmón y se
situados en el tejido intersticial adyacente a los bronquiolos res- manifiesta como una masa con un borde lateral bien definido, para-
piratorios (véase figura 16-4); se ven fibras de reticulina entre los lelo a la caja torácica, que se proyecta a 1-3 cm de ella113. El borde
macrófagos, pero la cantidad de colágeno maduro es mínima o interno de la masa no está, de ordinario, bien delimitado, a diferen-
nula. Asimismo, se ven acúmulos de macrófagos cargados de pig- cia del borde externo nítido. Las masas suelen tener un grosor
mento en espacios alveolares adyacentes, sobre todo en el tejido mayor en una de las dimensiones; es decir, tienden a dar una super-
pulmonar de los mineros activos. Los bronquiolos que están ficie ancha en la radiografía posteroanterior y delgada en la lateral;
situados dentro de las manchas suelen distenderse, signo que se con frecuencia son paralelas a la cisura mayor113. La cavitación se da
conoce habitualmente como enfisema focal. muy esporádicamente; puede ocurrir una vez que ha cesado la
Los pulmones de muchos trabajadores del carbón presen- exposición al polvo del carbón y, a diferencia de la neumoconiosis
tan, igualmente, nódulos palpables de color gris o negro que simple, puede progresar sin que se repita la exposición116, 118.
tienen un diámetro inferior a 1 cm. Aunque estos nódulos se Como sucede con las sombras conglomeradas de la silicosis, la
describen por separado, se unen de manera imperceptible a la fibrosis masiva progresiva suele originarse en la periferia pulmo-
mancha, por un lado, y a la fibrosis masiva progresiva, por el nar y emigra gradualmente hacia el hilio, por lo que deja una zona
otro108; es probable que representen una parte de un espectro de pulmón enfisematoso entre la lesión y la pared torácica. Las
de lesiones más que alteraciones patogénicas con entidad pro- masas grandes, sobre todo si son unilaterales, pueden simular en
pia. La composición histológica de los nódulos varía: algunos todo un carcinoma pulmonar. Como la fibrosis masiva progresiva
contienen una mezcla aleatoria de macrófagos cargados de pig- no se acompaña en general de ningún signo radiológico de nodu-
mento, polvo libre y fibras de reticulina y colágeno (véase figu- laridad113, no se sospecha el diagnóstico correcto si no se recogen
ra en color 16-4) y otros poseen una zona central relativamen- los antecedentes ocupacionales pertinentes. El borde lateral liso y
te delimitada de colágeno, exenta de pigmento y rodeada de perfectamente definido y la configuración algo aplanada que son
macrófagos cargados de pigmento que simulan pequeños características de estas lesiones representan claves útiles para sepa-
nódulos silicóticos. rarla del carcinoma pulmonar, cuyos bordes están por lo común
Macroscópicamente, las lesiones de la fibrosis masiva progre- peor definidos y cuya configuración casi siempre resulta esférica.
siva tienen una consistencia dura o gomosa y una forma redonda Como ya se ha comentado, el síndrome de Caplan es la pre-
o irregular. Pueden ser uni o bilaterales y se localizan sobre todo sencia de nódulos necrobióticos acompañados de artritis reuma-
en el segmento posterior de los lóbulos superiores o en el seg- toide y superpuestos en general a un trasfondo de neumoconio-
mento superior de los inferiores, lugares que se han relacionado sis (en la mayoría de las ocasiones, silicosis o neumoconiosis de
probablemente con un mal drenaje linfático109. Es frecuente el los trabajadores del carbón)104. Los nódulos tienen un contorno
enfisema adyacente. Los cortes tienen un centro necrótico con un más regular y se sitúan más en la periferia que las masas de FMP
líquido negro que deja una cavidad tras su lavado. En la mayoría (figura 16-6). El diámetro varía entre 0,5 cm y 5 cm y la lesión
de los casos la necrosis se debe a isquemia; a veces la causa es una afecta más a los trabajadores con nódulos reumatoides subcutá-
infección tuberculosa. Los rasgos microscópicos de la fibrosis neos cuya radiografía de tórax se clasifica como neumoconiosis
masiva progresiva se parecen a los de los nódulos palpables más simple de categoría 0 o precoz.
pequeños ya descritos: haces de bandas de colágeno dispuestas Los signos de la neumoconiosis de los trabajadores del carbón
aleatoriamente y, en parte, hialinizadas; estos haces se entremez- en la TC se parecen a los de la silicosis, es decir, pequeños nódulos
clan con numerosos macrófagos cargados de pigmento y mucho que se reparten difusamente por ambos pulmones, pero sobre
pigmento libre. A menudo se observan focos de tejido degenera- todo por los campos superiores58, 119, 120. Los nódulos de los pacien-
do y manifiestamente necrótico, hendiduras de colesterol y célu- tes que tienen una enfermedad leve afectan únicamente a la zona
las inflamatorias mononucleares. superior y tienen un predominio posterior119. Se observa una dis-
tribución fundamentalmente centrolobulillar (figura 16-7)119, 121.
Manifestaciones radiológicas Aproximadamente el 80% de los pacientes que tienen otros nódu-
los parenquimatosos presenta nódulos subpleurales. La confluen-
El patrón radiológico de la neumoconiosis simple de los trabaja- cia de los nódulos parenquimatosos determina zonas lineales de
dores del carbón suele incluir pequeños nódulos redondos (con mayor atenuación, con una anchura de varios milímetros (seudo-
un diámetro de 1 mm a 5 mm)110, 111. Estos nódulos suelen estar placas)121. Aproximadamente el 30% de los pacientes presenta una
menos definidos y tienen un tamaño inferior (casi siempre opa- calcificación nodular. Aproximadamente el 30% muestra un
cidades p en lugar de q) al de los nódulos silicóticos112. A pesar de ensanchamiento hiliar o mediastínico motivado por los ganglios
estas observaciones, se admite en general que las manifestaciones linfáticos; casi todas las adenopatías se encuentran calcificadas119.
radiológicas de la neumoconiosis de los trabajadores del carbón Las grandes opacidades (FMP) tienen, en general, bordes irre-
no se pueden diferenciar, con ningún grado de confianza, de las gulares en la TC de alta resolución y se asocian a distorsión de la
de la silicosis. Del 10% al 20% de los mineros del carbón mayo- arquitectura pulmonar circundante y enfisema119, 121. En menos
res, en particular los que trabajan con antracita, muestra calcifi- ocasiones tienen bordes regulares y no se acompañan de enfise-
cación de los nódulos113, 114. ma119. Se ven sobre todo en los campos pulmonares superiores.
La neumoconiosis complicada de los trabajadores del car- Casi siempre son bilaterales, pero pueden afectar a un solo lado
bón (FMP) se caracteriza por lesiones que varían desde 1 cm de diá- (en general, el derecho)119.
metro hasta alcanzar todo un lóbulo. En general se limitan a la
mitad superior de los pulmones, pero pueden afectar a los campos Manifestaciones clínicas
inferiores (figura 16-5). De ordinario aparecen sobre una neumo-
coniosis simple, pero se han descubierto en mineros cuyas radio- Los síntomas de tos, expectoración y disnea se dan más en los
grafías iniciales de tórax, tomadas 4 o 5 años antes, se habían consi- mineros que tienen una neumoconiosis precoz de los trabaja-
CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico 723

FIGURA 16-5
Neumoconiosis de los trabajadores del carbón. Esta radiografía anteroposterior de tórax (A) muestra grandes opacidades en los campos pulmonares
medios e inferiores. La TC con colimación de 10 mm a través del plano del bronquio del lóbulo superior derecho (B) revela masas conglomeradas
perihiliares bilaterales. Asimismo, se advierten opacidades lineales irregulares y distorsión de la arquitectura pulmonar, indicativa de fibrosis y enfisema.
En las ventanas de tejidos blandos (C y D) se aprecia que tres de las masas conglomeradas poseen grandes zonas centrales de hipoatenuación, que indican
necrosis. Este paciente, de 65 años, refería exposición al polvo del carbón durante 30 años. (Por cortesía de la Dra. Martine Remy-Jardin, Centre Hospitalier
Regional et Universitaire de Lille, Lille, France.)

dores del carbón que en los mineros que tienen antecedentes muchas alteraciones de la función pulmonar que se han descrito
parecidos de tabaquismo y de exposición a polvo pero que no en los trabajadores del carbón que tienen neumoconiosis.
tienen signos radiológicos de la enfermedad122. Los síntomas
son aún más frecuentes y acusados en los trabajadores que tie- Pruebas de función pulmonar
nen fibrosis masiva progresiva, que pueden sufrir, además, cri-
sis de bronquitis purulenta. Cuando la lesión isquémica de Los resultados de los primeros estudios de los trabajadores del car-
la fibrosis masiva progresiva se licúa y se abre hacia el bron- bón con neumoconiosis simple revelaron la existencia de mínimas
quio, se emiten cantidades copiosas de esputo negro (melanop- alteraciones funcionales127; sin embargo, este hallazgo probable-
tisis). Conforme avanza la enfermedad, empeora la disnea y mente se debía al «efecto del trabajador sano». En estudios poste-
puede aparecer un cor pulmonale con insuficiencia cardíaca riores se ha descubierto una correlación entre el grado de exposi-
derecha. ción al polvo y el descenso de VEMS1, tanto en los trabajadores del
Hay muy pocas dudas de que la inhalación del polvo de car- carbón que tienen neumoconiosis simple128 como en los mineros
bón se relaciona con la aparición de enfisema y obstrucción que no la tienen129. Se han señalado pequeños descensos de la capa-
crónica al flujo aéreo123. Se ha comprobado que el enfisema apa- cidad de difusión de los mineros expuestos al polvo, fumadores o
rece con más frecuencia y es más grave en los trabajadores del no fumadores, tanto en los trabajadores del carbón con neumoco-
carbón con neumoconiosis (fumadores o no fumadores por niosis simple como en los que presentan una radiografía normal69.
igual) que en otras personas124; su gravedad se corresponde con el La fibrosis masiva progresiva se asocia a menudo a signos
grado de exposición al polvo125 y se suma a los efectos de los ci- fisiológicos de obstrucción de las vías aéreas, disminución de la
garrillos126. Estas alteraciones son responsables, desde luego, de capacidad de difusión, alteración de los gases sanguíneos e hiper-
724 CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico

FIGURA 16-6
Síndrome de Caplan. En la radiografía
posteroanterior se observan muchos nódulos
bastante bien circunscritos, con un diámetro de
entre 1 cm y 5 cm, dispersos aleatoriamente por
ambos pulmones. No se ven cavidades ni
calcificaciones. Este varón de 56 años había
trabajado durante muchos años en una mina
de carbón y refería, desde poco tiempo antes,
artralgias que se debían a una artritis reumatoide.
Al aspirar la masa del pulmón izquierdo (cabezas
de flecha) se obtuvo un líquido negro. (Tomado
de Fraser RS, Müller NL, Colman NC, Paré PD:
Fraser and Paré’s Diagnosis of Diseases of the Chest,
4th ed. Philadelphia, WB Saunders, 1999.)

vivencia que era un tercio de la de aquellos que no habían con-


traído la neumoconiosis tras 22 años de observación133. A dife-
rencia de los pacientes que tienen silicosis, los trabajadores del
carbón con neumoconiosis simple rara vez muestran progresión
de la enfermedad si se les retira del entorno pulverulento134.

AMIANTO
El amianto es un término general que se aplica a un grupo de
minerales fibrosos compuesto por combinaciones de ácido silíci-
co y magnesio, calcio, sodio y hierro. Esta palabra deriva del grie-
go y significa inextinguible135; refleja la resistencia de la sustancia al
calor y al ácido, así como su fortaleza, durabilidad y flexibilidad.
El amianto se puede dividir, desde el punto mineralógico, en
FIGURA 16-7 dos grandes grupos: las serpentinas, de las que el único miembro
Neumoconiosis de los trabajadores del carbón. Esta TC de alta de interés comercial es el crisotilo, y los anfiboles, que incluyen la
resolución de un trabajador de una mina de carbón muestra opacidades amosita, la crocidolita, la antofilita, la tremolita y la actinolita. Las
nodulares pequeñas y mal definidas en los lóbulos superiores. Los nódulos fibras de crisotilo suelen ser curvadas y las de los anfiboles, rectas.
tenían una distribución fundamentalmente centrolobulillar. (Caso por cortesía
del Dr. Juan Jiménez, Hospital General de Asturias, Oviedo, España.) Estas propiedades físicas, así como las diferencias químicas, expli-
can los diferentes usos del amianto y su capacidad para inducir
enfermedad. El crisotilo, la amosita y la termolita producen la
tensión pulmonar118, 130. En un estudio en el que se correlacionó inmensa mayoría de las lesiones pleuropulmonares.
la anatomía patológica con la función, estos cambios de la fun- Se han publicado directrices para el diagnóstico y el trata-
ción pulmonar se atribuyeron no sólo a la fibrosis masiva pro- miento inicial de la enfermedad pleuropulmonar no maligna
gresiva y al enfisema, sino también a la enfermedad de las peque- causada por el amianto135a.
ñas vías aéreas y a la fibrosis intersticial131.
Epidemiología
Pronóstico y evolución natural
El enorme incremento del uso del amianto en los tres primeros
La mortalidad de la neumoconiosis de los trabajadores del car- cuartos del siglo XX comportó un aumento espectacular del
bón ha descendido paulatinamente en los últimos 35 años en número de personas expuestas a este mineral. Aunque la preo-
EE.UU.2, 93. Como es de esperar, la tasa de mortalidad es algo cupación por su toxicidad se ha seguido de un descenso en su
mayor en los trabajadores que tienen fibrosis masiva progresi- uso (desde un máximo de 6 millones de toneladas métricas has-
va132; así, en un estudio, los mineros que habían sufrido una ta menos de 2,5 millones)136, se ha calculado que entre 8 y
fibrosis masiva progresiva en su juventud presentaban una super- 9 millones de personas han estado expuestas laboralmente al
CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico 725

amianto en EE.UU., y que este tipo de exposición acabará oca- en el caso de las fibras de anfiboles148, no está tan clara la situación
sionando 300.000 muertes137, 138. para el crisotilo. Las fibras de crisotilo tienen una vida relativa-
Se admiten tres fuentes principales de polvo de amianto: mente corta; su semivida es de meses en comparación con las fibras
de anfiboles, que duran decenios. Esta diferencia explica el predo-
1. Los trabajos primarios en minas de amianto y su procesa- minio de anfiboles en las muestras pulmonares de trabajadores que
miento en los molinos. La exposición en estos ambientes se se han expuesto fundamentalmente al crisotilo, sobre todo si se tra-
da sobre todo a un tipo de fibra; sin embargo, puede haber ta de una exposición remota. No obstante, los resultados de estu-
una contaminación por otras fibras, aun con los prepara- dios con animales y seres humanos149, 150, así como la constatación
dos comercialmente «puros»139. Los trabajadores que se de los efectos adversos de los cigarrillos (que aumentan la reten-
dedican a estos oficios representan hoy una pequeña pro- ción de las fibras), respaldan la hipótesis de que las fibras de criso-
porción de las personas que tienen asbestosis, aunque en tilo están íntimamente relacionadas con la enfermedad.
otras épocas la situación era justo la inversa2. La mayoría de las fibras inhaladas de amianto desaparece por la
2. El uso de amianto en productos industriales y comerciales se depuración mucociliar, pero algunas pasan al intersticio y son cap-
da en muchas ocupaciones secundarias. Las más importan- tadas por los macrófagos después de atravesar directamente el epi-
tes son las industrias de la construcción y del automóvil (el telio o por la organización del exudado intraluminal tras la lesión
amianto se incorpora con profusión a las conducciones de epitelial151, 152. Los macrófagos activados se acumulan en la bifurca-
cemento, tejas, moldes, paneles y revestimiento de frenos), ción de las vías aéreas de transición y en el intersticio, donde ela-
en la construcción y reparación naval y en el aislamiento2. boran citocinas, quimiocinas y factores de crecimiento que fomen-
Aunque el riesgo de exposición se da durante la fabricación, tan la inflamación y fibrosis153. Estos productos incluyen TNF-α,
aumenta todavía más durante la reparación y la demolición. TGF-β, IL-1, IL-8 y el factor de crecimiento derivado de las pla-
3. El aire contaminado que inhalan personas que no trabajan quetas. La primera de estas sustancias probablemente revista espe-
directamente con el amianto140. Este tipo de exposición es cial importancia, porque los resultados de los experimentos con un
frecuente en la población general, como lo revela la presen- modelo de asbestosis en ratones que tienen supresión selectiva del
cia de cuerpos de amianto en los pulmones de personas gen del receptor TNF-α revelan la ausencia de lesión pulmonar154.
sometidas a autopsias sistemáticas; por ejemplo, en un estu- Abundan las pruebas de que los radicales libres, en particular
dio de personas que habían vivido en la ciudad de Nueva las especies reactivas del oxígeno y del nitrógeno155, también cum-
York, el 60% presentaba estas estructuras141. No hay pruebas plen una misión importante en la patogenia de la asbestosis154. Las
de que esta exposición ambiental entrañe ningún riesgo fibras de amianto pueden inducir la formación de especies reacti-
para la aparición de enfermedades pleuropulmonares142, vas del oxígeno, tanto de forma directa como indirecta, a través de
pero se sabe que las personas que viven cerca de una mina, la activación de las células inflamatorias que se reclutan en el lugar
un molino o una fábrica con una fuerte contaminación por de depósito tisular154. Estos productos aumentan la adhesión de
polvo de amianto presentan una mayor incidencia de placas las células epiteliales y la captación de fibras de polvo que induce
pleurales y mesotelioma143. Estas alteraciones también se el humo de los cigarrillos154. Asimismo, fomentan la apoptosis de
observan en personas cuya única exposición es la manipula- las células epiteliales impidiendo la reparación.
ción repetida de la indumentaria de los trabajadores del La asbestosis no aparece en toda persona expuesta a concentra-
amianto144. En ciertas regiones geográficas se aprecia una ciones elevadas del amianto, lo que obliga a pensar en la impor-
exposición ambiental similar y las lesiones correspondien- tancia patogénica de los factores intrínsecos del huésped. Entre los
tes. Así, se ha descrito una gran incidencia de placas pleura- factores propuestos se encuentran la eficiencia de la depuración
les y mesotelioma en la región de Matsovo, al noroeste de alveolar y traqueobronquial156, la estructura pulmonar subyacen-
Grecia145, y en aldeas aisladas de Turquía146, dos lugares en te150 y el estado inmunitario. Este último es el que se ha investiga-
los que el suelo, que contiene tremolita, se utiliza para blan- do más a fondo. Se ha descubierto factor reumatoide circulante y
quear los edificios. Conviene recordar que los antecedentes anticuerpos antinucleares en el 25% al 30% de los trabajadores del
de exposición ambiental o paraprofesional al amianto no amianto con signos radiológicos de asbestosis157; sin embargo, no
siempre se descubren en la primera anamnesis, ya que la hay apenas pruebas de que la hiperactividad de los linfocitos B
exposición puede haber ocurrido mucho antes, haber dura- contribuya directamente a la patogenia de la enfermedad158. Se
do poco o ser totalmente desconocida para el paciente. han documentado, asimismo, diversas alteraciones de la inmu-
nidad celular en las personas expuestas al amianto, como hiper-
Patogenia sensibilidad cutánea tardía159, alteración en la razón entre los
linfocitos T colaboradores y supresores en el líquido del lavado
La patogenia de la enfermedad pleuropulmonar relacionada con broncoalveolar160 y disminución de la actividad de las células cito-
el amianto es compleja y no se conoce bien26. La dosis, la dimen- líticas naturales161. Como sucede con las alteraciones relacionadas
sión y la composición química de la fibra influyen en el proceso con los anticuerpos, se ignora la contribución exacta de cada uno
de fibrosis y carcinogenia; las fibras más largas, finas y durables de estos factores a la aparición de la asbestosis.
son las más importantes147. Los factores relacionados con el anfi-
trión, como la depuración pulmonar y el estado inmunitario, y Características anatomopatológicas
la exposición a otras sustancias nocivas, como el humo de los ci-
garrillos, también revisten importancia para determinar la natu- Alteraciones pleurales
raleza y la intensidad de la reacción a las fibras inhaladas. La pato-
genia de la asbestosis es la que mejor se ha estudiado y la que se Placas pleurales parietales. Representan la forma más frecuen-
expondrá en el resto de esta sección. te de enfermedad pleuropulmonar relacionada con el amianto; la
Los datos relativos a la relación entre la carga de las fibras pul- incidencia en algunas series de autopsias sistemáticas consecutivas
monares y la asbestosis son algo contradictorios y confusos26. Aun- varía entre 5 y 10 por 100 casos162. Desde el punto de vista macros-
que existe una clara relación con la concentración elevada de fibras cópico, están formadas por focos blancos perlados, bien delimitados,
726 CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico

de tejido fibroso duro, casi siempre con un espesor de entre 2 mm y Derrame pleural. La enfermedad de algunas personas con
5 mm y un diámetro de hasta 10 cm163. Pueden tener una superficie antecedentes de exposición al amianto se manifiesta por derrame
lisa o mostrar una nodularidad fina o gruesa y adoptar una forma pleural. El examen histológico de las muestras de biopsia de estas
redonda, elíptica o irregular (figura 16-8). El estudio histológico personas revela fibrosis, inflamación crónica inespecífica y un
revela, de ordinario, un colágeno denso, casi acelular; a veces se ven exudado fibroso en fase de organización. Como sucede con otras
pequeños agregados de células inflamatorias crónicas en la perife- formas de enfermedad pleural relacionada con el amianto, no
ria. De forma característica las placas se sitúan en la pleura parietal, está clara la patogenia del derrame. Se ha propuesto que la inter-
adyacente a las costillas y en las cúpulas del diafragma. Suelen estar acción entre las fibras de amianto y el tejido pleural determina la
ausentes de los vértices, senos costofrénicos y pared anterior del liberación de factores quimiotácticos no relacionados con el
tórax y son casi siempre bilaterales. La patogenia no está clara. complemento, y que ello da lugar al derrame165.
Fibrosis localizada de la pleura visceral. Los focos relativa- Mesotelioma. Existe una intensa relación entre la exposición al
mente delimitados de fibrosis de la pleura visceral, distintos en su amianto y la aparición de mesotelioma. En la página 835 se exponen
morfología de las placas pleurales, son frecuentes tras la exposi- las características anatomopatológicas y la patogenia de este tumor.
ción al amianto. Se componen de zonas redondas o elípticas de
tejido fibroso, con un grosor de 1 mm a 2 mm, que suelen radiar Alteraciones pulmonares
desde un eje central. No resulta fácil detectarlas en la radiografía
de tórax, salvo que la enfermedad se acompañe de atelectasias Asbestosis. La asbestosis se puede definir como la fibrosis
redondas (véase más adelante) o se localice en una cisura. intersticial parenquimatosa, más o menos difusa, secundaria a la
Fibrosis pleural difusa. A diferencia de los focos relativamente inhalación de fibras de amianto. Desde el punto de vista macros-
aislados de fibrosis pleural visceral y parietal, que ya se han des- cópico, la fibrosis es más llamativa en las regiones subpleurales de
crito, algunos pacientes presentan un engrosamiento pleural más los lóbulos inferiores y el aspecto del parénquima varía desde una
difuso, que puede progresar y acompañarse de alteraciones clíni- nodularidad ligera hasta una alteración clara en panal de abejas
cas y funcionales164. La fibrosis suele afectar a las capas pleurales (figura 16-9)166. La fibrosis de la pleura visceral adyacente es fre-
parietal y visceral y se acompaña de adherencias interpleurales. No
está claro que este tipo de enfermedad represente una extensión de
uno o de los otros dos tipos de fibrosis pleural o, por el contrario,
un proceso patogénico distinto. En un estudio de siete pacientes
con fibrosis pleural difusa se descubrieron uno o más episodios de
derrame pleural, lo que llevó a pensar en que la organización
del derrame habría motivado las alteraciones crónicas164.

FIGURA 16-9
Fibrosis pleural difusa y asbestosis. Corte parasagital de la porción
central de un lóbulo inferior: se observa un engrosamiento pleural llamativo
FIGURA 16-8 y fibrosis intersticial parenquimatosa. La lesión pleural se compone de
tejido fibroso, que se extiende sobre la mayor parte de la superficie costal.
Placa pleural parietal. En esta pieza de autopsia de un hemidiafragma se La fibrosis pulmonar se refleja sobre todo en la región subpleural y tiene un
aprecia un foco liso y perfectamente delimitado de fibrosis en la porción aspecto de panal de abejas. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC,
tendinosa. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest, Philadelphia,
Diagnosis of Diseases of the Chest, Philadelphia, WB Saunders, 2001.) WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico 727

FIGURA 16-10
Asbestosis. Los cortes muestran una fibrosis intersticial leve (A) e intensa (B). En A hay colágeno en las paredes de varias vías de
transición y tabiques alveolares. En B se observa una clara distorsión de la arquitectura pulmonar junto con la presencia de bandas
anchas de tejido fibroso y espacios quísticos revestidos localmente por el epitelio bronquiolar metaplásico (corresponden al
pulmón en panal de abejas). (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest,
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

cuente y suele acompañarse de adherencias a la pleura parietal. reacciones pulmonares distintas, una relacionada con las peque-
Como es de esperar por la descripción macroscópica, el examen ñas vías aéreas y la otra con el intersticio parenquimatoso169. Al
microscópico muestra desde un ligero aumento del colágeno margen de la relación con la fibrosis intersticial, la fibrosis peri-
intersticial hasta la obliteración completa de la arquitectura pul- bronquiolar probablemente se relacione con la obstrucción al flu-
monar normal y la formación de bandas fibrosas gruesas y espa- jo aéreo que se observa tanto en los pacientes como en los ani-
cios quísticos (figura 16-10). Habitualmente, los cuerpos de males de experimentación169.
amianto se ven fácilmente en los cortes tisulares y pueden darse Cuerpo de amianto. El cuerpo de amianto se ve a menudo en
en gran número; de hecho, según la mayoría de los expertos166, cortes tisulares de personas con enfermedad pleuropulmonar
para el diagnóstico histológico se requiere su presencia. Sin causada por el amianto y consta de un centro formado por una
embargo, a veces su número es muy escaso o nulo167. fibra de amianto transparente (habitualmente amosita o croci-
La primera manifestación histológica de la asbestosis, según dolita170), rodeado de una capa de hierro y proteínas de grosor
algunos investigadores, es la fibrosis de las paredes de los bron- variable (véase figura en color 16-5). La mayoría tiene una
quiolos respiratorios166. Según esta teoría, el proceso comienza en anchura de entre 2 µm y 5 µm y una longitud de entre 20 µm y
la zona más proximal de estas vías aéreas y se extiende hasta afec- 50 µm. La forma varía mucho y depende de la longitud del
tar a los bronquiolos terminales, los bronquiolos respiratorios núcleo de amianto, de la cantidad y el patrón de la capa depo-
más distales y el intersticio alveolar adyacente; conforme progre- sitada de proteína y de hierro y de si el cuerpo está entero o frag-
sa la enfermedad se afectan porciones mayores del parénquima mentado. En los cortes tisulares estos cuerpos suelen verse den-
pulmonar de manera centrífuga. Otros autores proponen que la tro del tejido fibroso intersticial o de los conductos alveolares;
fibrosis peribronquiolar que se asocia a la exposición al amianto rara vez se encuentran en las placas pleurales. Se ha documenta-
(véase figura 16-5 en color) representa un proceso patogénico do igualmente su presencia en el esputo y en el líquido del lavado
distinto a la fibrosis parenquimatosa pulmonar168. Esta tesis se broncoalveolar, así como en muestras de aspiración transtoráci-
sustenta en varias observaciones. Así, se ha detectado fibrosis ca con aguja procedentes de personas que tienen exposición ocu-
peribronquiolar en pacientes que tienen antecedentes de exposi- pacional171-173.
ción a polvos minerales distintos del amianto, lo que implica que La cifra absoluta de cuerpos de amianto que se halla en los
esta alteración anatomopatológica podría constituir una reacción cortes tisulares o en las muestras de pulmón digeridas repre-
inespecífica a la inhalación de polvo más que una manifesta- senta una estimación muy a la baja del número total de fibras
ción específica de la toxicidad por el amianto. En estudios expe- de amianto no cubiertas, como lo revela el estudio de las mues-
rimentales con carneros también se han obtenido pruebas de dos tras tisulares con el microscopio electrónico174; así, la relación
728 CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico

entre las fibras no cubiertas y cubiertas en los digeridos pul- un estudio prospectivo de 100 trabajadores expuestos al amianto
monares varía entre aproximadamente 7:1 y 5.000:1 en las dis- se reconocieron alteraciones pleurales en 53 en la radiografía de
tintas series175. Estas distinciones son importantes para enten- tórax y en 93 en la TC de alta resolución183; las alteraciones paren-
der la patogenia, ya que con toda probabilidad la forma no quimatosas compatibles con la asbestosis se vieron en la radio-
cubierta de amianto es la que ejerce los efectos patológicos y grafía de 35 y en la TC de alta resolución de 73.
existen diferencias cualitativas y cuantitativas entre las fibras y los
cuerpos. Manifestaciones pleurales
El número de cuerpos y de fibras de amianto por gramo de
tejido pulmonar digerido es aproximadamente proporcional a la En la pleura pueden darse cuatro tipos de alteraciones radiológi-
presencia e intensidad de la enfermedad y al grado de exposición cas: 1) formación de placas localizadas, 2) calcificación, 3) engro-
ocupacional. Así, las personas que han tenido una exposición samiento difuso y 4) derrame. Cada una puede aparecer sola o
intensa bien documentada suelen mostrar un número de fibras combinada con otras. El período de latencia para la aparición de
pulmonares entre 20 y 100 veces mayor que las no expuestas. Las estas alteraciones varía entre aproximadamente 15 y 30 años en el
personas que tienen asbestosis o mesotelioma también suelen pre- caso de las placas, 20 y 40 en el de las placas calcificadas, 10
sentar una carga mucho mayor de fibras que las personas expues- y 40 años en el del engrosamiento difuso y 5 y 20 años en el del
tas al amianto que no tienen estas complicaciones176. derrame benigno112. Se cree que en EE.UU. hay 1,3 millones de
Atelectasia redonda. Desde el punto de vista anatomopatoló- personas con enfermedad pleural relacionada con el amianto
gico, la atelectasia redonda está formada por un foco más o menos detectable en la radiografía de tórax137.
esférico de parénquima colapsado en la periferia pulmonar. Aun-
que la alteración no se relacione exclusivamente con el amianto, Placas pleurales localizadas
en la mayoría de los casos se asocia a él177. En el examen macros-
cópico el pulmón atelectásico está mal definido y parece unirse de En la radiografía las placas pleurales se ven mejor en la mitad
manera imperceptible al parénquima pulmonar normal adyacen- inferior del tórax y tienden a seguir las costillas si se contemplan
te178. La pleura que lo recubre muestra invariablemente fibrosis, de frente184, 185. Pueden ser lisas o nodulares y medir hasta 1 cm de
así como una o más invaginaciones de 1 mm a 3 cm de longitud grosor, aunque generalmente son más finas (figura 16-11). Se dan
hacia el pulmón adyacente. fundamentalmente en las cúpulas del diafragma, en la cara pos-
terolateral de la pared torácica, entre la 7.a y la 10.a costillas y en
Manifestaciones radiológicas la porción lateral de la pared torácica, entre la 6.a y la 9.a costillas179.
Pueden ser bilaterales y simétricas, bilaterales y asimétricas o,
Las manifestaciones radiológicas de la enfermedad relacionada menos veces, unilaterales186, 187.
con el amianto son mucho más frecuentes en la pleura que en el Aunque la detección radiológica de las placas resulte suma-
parénquima179, 180. La TC, en particular la TC de alta resolución, mente específica de los antecedentes de exposición al amianto, su
tiene más sensibilidad que la radiografía de tórax para detectar las sensibilidad es bastante baja. Según los criterios diagnósticos que
alteraciones de ambas localizaciones181-183. Así, por ejemplo, en se apliquen, la frecuencia con la que se reconocen las placas en la

FIGURA 16-11
Placas pleurales. Esta radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra varias opacidades pleurales a lo largo de la pared torácica y del diafragma.
Algunas se ven tangencialmente (flechas rectas) y otras están mal definidas porque aparecen cortadas de frente (flechas curvas), lo que denota su origen
en la cara posterolateral o anterolateral de la pared torácica. (B). La TC de alta resolución confirma la presencia de placas bilaterales (flechas). Este
paciente, de 51 años, trabajaba en un astillero. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest,
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico 729

radiografía de tórax varía desde el 8% hasta el 40% de los pacien- Placas pleurales calcificadas
tes que tienen placas confirmadas en la autopsia162. Según un
estudio, la combinación de placas posterolaterales bilaterales con Aunque las placas pleurales no calcificadas constituyen la mani-
un grosor mínimo de 5 mm o de placas diafragmáticas calcifica- festación radiológica más frecuente de la enfermedad relacionada
das bilaterales posee un valor predictivo positivo del 100% con con el amianto, destacan mucho cuando se calcifican (figu-
relación al diagnóstico de enfermedad pleural relacionada con el ra 16-12), como sucede en un 15% de los casos112. Las placas cal-
amianto y confirmada en la autopsia188; sin embargo, estos crite- cificadas varían desde pequeñas sombras lineales o circulares has-
rios sólo permitieron detectar el 12% de las placas. La aplicación ta otras que rodean completamente la parte inferior de un
de criterios menos rigurosos se asoció a un número considerable de pulmón190. Si la calcificación es mínima, la radiografía sobreex-
diagnósticos falsamente positivos. puesta en inspiración máxima facilita su reconocimiento. La alte-
El mayor problema para el diagnóstico radiológico de las pla- ración puede darse en cualquier lugar, pero sobre todo cerca del
cas pleurales (y del engrosamiento pleural difuso) consiste en diafragma191.
separarlas de las sombras concomitantes normales de la pared
torácica, no las sombras que se asocian a las tres primeras costi- Engrosamiento pleural difuso
llas (porque esta zona rara vez se afecta a la enfermedad pleural
relacionada con el amianto), sino las de los tejidos muscular y A diferencia de la placa pleural, el engrosamiento difuso se mani-
adiposo que se reconocen en el 75% de las radiografías postero- fiesta por un aumento generalizado más o menos uniforme del
anteriores normales a lo largo de la convexidad inferior del tórax. grosor pleural. Aunque este término no está definido con preci-
De hecho, puede resultar imposible separar las placas pleurales de sión en la clasificación de la ILO de 1980, suele considerarse que
las sombras asociadas en la radiografía. esta alteración está presente cuando existe una densidad pleural
La TC de alta resolución posee una mayor sensibilidad que lisa e ininterrumpida que se extiende como mínimo por una
la TC convencional y la radiografía de tórax para detectar estas cuarta parte de la pared torácica, con obliteración del seno costo-
alteraciones181, 183, 189. Con esta técnica se ven las placas como frénico o sin ella192. El engrosamiento difuso se diagnostica en la
zonas circunscritas de engrosamiento pleural, separadas de las TC siempre que una zona contigua de engrosamiento pleural
costillas subyacentes y del tejido blando extrapleural por una mayor de 3 mm se extiende más de 8 cm en sentido craneocaudal
delgada capa de grasa (véase figura 16-11). En un estudio de y 5 cm alrededor del perímetro del hemitórax193.
30 pacientes cuyas radiografías convencionales y oblicuas reve- En la TC de alta resolución, el límite entre la zona de engrosa-
laban sombras pleurales de origen incierto, la TC señaló que se miento pleural difuso y el pulmón adyacente suele ser irregular
debían al acúmulo de grasa subpleural en 14 ocasiones (47%)189; debido a la fibrosis parenquimatosa, a diferencia de los bordes de
de los 16 pacientes restantes, 10 presentaban placas pleurales las placas pleurales, que habitualmente están bien circunscritos194.
definitivas, 4 ningún dato de placas ni de grasa y 2 sombras La alteración se asocia de ordinario a alteraciones de la pleura con-
que no se pudieron atribuir con certeza ni a placas ni a tejido tralateral, tanto engrosamiento pleural difuso como placas195.
adiposo. Aunque puede haber calcificación, rara vez resulta extensa195, 196. El

FIGURA 16-12
Placas pleurales calcificadas. Esta radiografía posteroanterior de tórax (A) de un varón de 82 años pone de manifiesto numerosas placas pleurales
calcificadas. En la TC de alta resolución (B) se observa cómo las placas se localizan a lo largo de las caras posterolateral y anterolateral de la pared torácica
y en el hemidiafragma derecho. Este paciente había trabajado durante muchos años en un astillero. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD:
Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest, Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
730 CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico

FIGURA 16-13
Engrosamiento pleural difuso relacionado con el amianto. Esta radiografía posteroanterior de tórax (A) muestra un engrosamiento pleural difuso
bilateral, así como la obliteración de los surcos costofrénicos. El pulmón izquierdo contiene opacidades curvilíneas que se extienden hasta la pleura
engrosada. La TC de alta resolución (B) confirma la presencia del engrosamiento pleural. El borde interno de la pleura es irregular debido a las zonas
de fibrosis o atelectasia del pulmón adyacente. Pese al engrosamiento pleural extenso de la zona paravertebral de la pleura y de la cara lateral de la pared
torácica, no hay datos de afectación de la pleura mediastínica. Este paciente, de 47 años, trabajaba con cemento y refería disnea progresiva. (Tomado de
Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest, Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

engrosamiento difuso no afecta casi nunca a la pleura mediastíni- raciones se pueden clasificar en tres etapas: 1) un estadio tempra-
ca (sí, a menudo, a la pleura parietal que linda con los surcos para- no de reticulación fina, sobre todo en el campo pulmonar inferior,
vertebrales) (figura 16-13)195, 197. La ausencia de afectación de la asociado a un aspecto en vidrio esmerilado; 2) una etapa donde se
pleura mediastínica se puede examinar con facilidad en la TC y acentúan más las pequeñas opacidades irregulares y aparece una
ayuda por lo común a separar el engrosamiento pleural benigno reticulación intersticial destacada; en esta fase, la combinación de
del maligno; según un estudio de 19 pacientes, sólo 1 de 8 que alteraciones parenquimatosas y pleurales determina un borra-
tenían fibrotórax mostró engrosamiento de la pleura mediastíni- miento parcial del borde cardíaco (el llamado signo del corazón
ca, en comparación con 8 de 11 que tenían mesotelioma195. velludo) y el diafragma, y 3) una etapa tardía donde la reticulación
se torna visible en los campos pulmonares centrales y superiores
Derrame pleural y se van borrando la silueta cardíaca y el contorno diafragmático195.
Pese a que los signos radiológicos de la asbestosis no son especí-
La presencia de derrame pleural asociado al amianto no suele reco- ficos, el diagnóstico debe sospecharse si las opacidades lineales irre-
nocerse198, 199. El informe más extenso sobre su prevalencia e inci- gulares se asocian a placas pleurales o a engrosamiento pleural difu-
dencia es un estudio de 1.135 trabajadores expuestos y 717 testigos, so. No obstante, aproximadamente el 20% de los pacientes con
cuyo derrame benigno por el amianto se definió de la siguiente signos radiológicos de asbestosis no muestra ningún indicio de
manera: 1) antecedentes de exposición al amianto, 2) confirmación enfermedad pleural por el amianto200. La radiografía del 10% al
del derrame en la radiografía, en la toracocentesis o en ambas, 20% de los pacientes con asbestosis confirmada por el estudio ana-
3) ausencia de otra enfermedad no neoplásica que pudiera causar el tomopatológico no revela ninguna alteración parenquimatosa201, 202.
derrame y 4) ausencia de tumor maligno en los tres años anterio- Como sucede con otros trastornos, la TC, en particular la de
res199. De acuerdo con estos criterios se identificaron 34 derrames alta resolución, permite detectar alteraciones parenquimatosas
benignos (3%) en los trabajadores expuestos frente a ninguno de que no se ven en la radiografía de tórax181-183. En un estudio pros-
los testigos. La probabilidad del derrame se relacionó con la dosis. pectivo de 100 trabajadores expuestos al amianto se encontraron
El período de latencia fue menor que para otros trastornos relacio- signos de asbestosis en la TC de alta resolución en 43 de los 45
nados con el amianto; el derrame constituyó la alteración más fre- (96%) que satisfacían los criterios clínicos de asbestosis; por el
cuente que se detectó durante los primeros 20 años que siguen a la contrario, se detectaron signos de asbestosis en las radiografías de
exposición. En la mayoría de los casos los derrames eran pequeños; 35 (78%)183. Tras revisar los signos de la TC de alta resolución y
el 28% recidivó y el 66% no se asoció a ningún síntoma199. los resultados de las pruebas de función respiratoria de 169 tra-
bajadores expuestos al amianto que tenían una radiografía de
Manifestaciones pulmonares tórax normal (puntuación de profusión ILO <1/0), se descubrie-
ron alteraciones compatibles con asbestosis en la TC de 57; estos
Asbestosis pacientes presentaban cifras de CV y DCO significativamente
menores que los trabajadores que tenían una TC normal182.
La asbestosis suele manifestarse en la radiografía de tórax por Las manifestaciones más frecuentes de la asbestosis en la TC de
pequeñas opacidades lineales irregulares (figura 16-14). Estas alte- alta resolución son opacidades lineales intralobulillares, engrosa-
CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico 731

FIGURA 16-14
Asbestosis. Esta radiografía posteroanterior de
tórax (A) de un varón de 54 años, que trabajaba
en un astillero, muestra opacidades lineales
irregulares en los campos pulmonares
inferiores. Obsérvense los volúmenes pulmonares
bajos y las placas pleurales bilaterales asociados
(flechas). Las imágenes de la TC de alta resolución
en decúbito supino (B) y prono (C) revelan
opacidades lineales irregulares, sobre todo en las
regiones subpleurales. Estas opacidades
representan tanto líneas intralobulillares como el
engrosamiento de los tabiques interlobulillares.
Asimismo, se observan zonas subpleurales
localizadas de atenuación en vidrio esmerilado.
(Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré
PD: Radiologic Diagnosis of Diseases of the Chest,
Philadelphia, WB Saunders, 2001.)
732 CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico

miento irregular de los tabiques interlobulillares, opacidades en las radiografías (figura 16-15). La alteración puede aparecer en
curvilíneas subpleurales, pequeñas opacidades redondas o ra- cualquier lugar de los pulmones, pero sobre todo en la cara poste-
mificadas subpleurales y bandas parenquimatosas (véase figu- rior de los lóbulos inferiores214, 215. Tiene carácter uni o bilateral y su
ra 16-14)181, 182, 203. Se cree que las pequeñas opacidades redondas diámetro mide entre 2 cm y 7 cm. Cuando se administra material
(puntiformes) y ramificadas subpleurales constituyen la primera de contraste por vía intravenosa se observa un realce significativo216.
manifestación de la enfermedad203. Habitualmente ocupan una La mayoría de las atelectasias redondas se asocia a exposición al
posición centrolobulillar a escasos milímetros de la superficie pleu- amianto, pero se han descrito algunas relacionadas con otras cau-
ral. La correlación entre la TC de alta resolución y el estudio ana- sas de engrosamiento o derrame pleurales177, 215. La lesión puede
tomopatológico indica que estas imágenes corresponden a fibrosis surgir y progresar durante unos meses o varios años. De acuerdo
peribronquiolar203. Las opacidades curvilíneas subpleurales son con una serie de 74 pacientes, la lesión se manifestó sobre un fon-
zonas de mayor atenuación y longitud variable que están situadas do de derrame benigno por amianto en 9 pacientes y sobre un
a 1 cm de la pleura y paralelas a la pared torácica interna204. La engrosamiento pleural lentamente progresivo en 13; el hallazgo en
mayoría mide de 5 cm a 10 cm y se visualizan fundamentalmente los 52 casos restantes fue completamente nuevo, pues en las radio-
en las fases tempranas de la enfermedad, aunque a veces aparezcan grafías anteriores sólo se veían placas o bien eran normales177.
como una imagen en panal de abejas; asimismo, puede indicar una
atelectasia adyacente a las placas pleurales196, 203, 205. Manifestaciones clínicas
Las bandas parenquimatosas son opacidades lineales con una
longitud de 2 cm a 5 cm que discurren por el pulmón y suelen La mayoría de los pacientes que tienen una enfermedad pulmo-
apoyarse en una zona de engrosamiento pleural183. El correlato nar relacionada con el amianto se encuentra asintomática. El
anatomopatológico son focos de fibrosis peribroncovascular o dolor torácico pleurítico puede acompañar al derrame benigno
septal interlobulillar asociados a distorsión de la arquitectura por amianto217; en general estos derrames tienen un volumen
parenquimatosa205. Estas bandas se dan más en la asbestosis que menor de 500 ml, suelen poseer carácter serosanguinolento y
en otras causas de fibrosis pulmonar; así, en un estudio se descu- pueden persistir desde 2 semanas hasta 6 meses. Recidivan entre
brieron en el 79% de los pacientes que tenían asbestosis frente al el 15% y el 30% de las ocasiones. La disnea se debe a la fibrosis
11% de los que tenían fibrosis pulmonar idiopática206. intersticial, la obstrucción crónica de las vías aéreas o la fibro-
Como ocurre con otras causas de fibrosis pulmonar intersticial, sis pleural difusa218, 219. Si se relaciona con la asbestosis suele pro-
la distorsión arquitectónica de los lobulillos secundarios y el engro- gresar, aun en ausencia de la exposición continuada al polvo. La
samiento irregular de los tabiques interlobulillares son frecuentes disnea de los pacientes que tienen asbestosis rara vez aparece antes
en la asbestosis. Conforme avanza la fibrosis predominan las opa- de los 20 o 30 años desde la exposición inicial220. Algunos pacien-
cidades lineales irregulares y las imágenes en panal de abejas207, 208. tes manifiestan signos y síntomas de cor pulmonale. La exposición
En todas las etapas las lesiones afectan sobre todo a las regiones prolongada al amianto también induce tos que puede ser seca o
subpleurales de los campos pulmonares inferiores183, 205, 208. productiva de un esputo mucopurulento; suele aparecer en ausen-
Como las alteraciones de los pacientes que tienen asbestosis cia de signos fisiológicos o radiológicos de asbestosis221.
leve suelen limitarse a las caras posteriores de los campos pulmo- La exploración física puede mostrar asimetría en el movimien-
nares inferiores, se aconseja obtener las TC de estos pacientes en to de la pared torácica de los pacientes que tienen fibrosis pul-
decúbito supino y prono o sólo en esta última posición183, 207, 209. monar difusa o bilateral. La matidez y la disminución del mur-
Los estudios en decúbito prono ayudan a separar el aumento nor- mullo vesicular en la zona afectada del pulmón apuntan hacia un
mal de la opacidad de las regiones pulmonares situadas en decli- derrame pleural. Aproximadamente el 65% de los trabajadores
ve de una fibrosis leve. Se ha comprobado que si se toman algu- con asbestosis tiene crepitantes y del 20% al 40%, acropaquias; la
nas imágenes en decúbito prono de los campos pulmonares presencia de acropaquias se ha asociado a una menor capacidad
inferiores a varios niveles se pueden detectar con gran sensibili- de difusión, una mayor tasa de mortalidad y una mayor probabi-
dad alteraciones pulmonares y pleurales relacionadas con el lidad de progresión de la enfermedad222.
amianto209. Esta técnica, combinada con los barridos con dosis de
radiación bajas, puede resultar rentable para el cribado de la Pruebas de función pulmonar
asbestosis en las poblaciones de alto riesgo209, 210.
No obstante, conviene recordar que los signos de la asbestosis Los pacientes que tienen asbestosis pueden presentar una altera-
precoz en la TC de alta resolución no son sensibles ni específi- ción restrictiva, una alteración mixta restrictiva y obstructiva o
cos112, 207, 211. Este trastorno se puede diagnosticar con bastante una obstrucción respiratoria únicamente. Cuando existe restric-
confianza en el contexto clínico adecuado sólo si las alteraciones ción, la capacidad vital, el volumen residual, la capacidad pulmo-
parenquimatosas son bilaterales, aparecen en varios planos y se nar total y la capacidad de difusión disminuyen, pero se conserva
acompañan de placas pleurales o engrosamiento pleural difu- una función ventilatoria adecuada223. No obstante, muchos
so112, 207. Se ha descrito enfermedad pleural relacionada con el pacientes presentan cierto grado de obstrucción de la vía aérea
amianto en el 95% al 100% de los pacientes que tienen signos de debido a la fibrosis bronquiolar que induce el amianto223. Además,
asbestosis en la TC de alta resolución181, 183, 207. aproximadamente la mitad de los trabajadores con asbestosis inci-
piente manifiesta enfisema en la TC; esta cifra representa el doble
Atelectasia redonda si se compara con los trabajadores que no tienen asbestosis83. De
hecho, muchos trabajadores con asbestosis importante poseen
La manifestación radiológica característica de la atelectasia redonda una capacidad pulmonar total aumentada debido a la presencia de
es una opacidad redonda u ovalada de base pleural que se asocia a obstrucción concomitante de las vías aéreas224. La distensibili-
pérdida de volumen e incurvación de los vasos pulmonares y bron- dad pulmonar se reduce mucho de forma característica, y puede
quios adyacentes (signo de la cola de cometa)212, 213. La opacidad constituir un marcador precoz de la fibrosis intersticial si la radio-
suele lindar con una zona de engrosamiento pleural o con un derra- grafía de tórax es normal225. A veces se observa hipoxemia con el
me pleural. El signo de la cola de cometa se ve mejor en la TC que ejercicio, pero la PCO2 es en general normal o baja.
CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico 733

FIGURA 16-15
Atelectasia redonda. Un varón de 54 años con antecedentes prolongados de exposición al amianto acudió para estudio de una posible masa pulmonar
izquierda. En las radiografías posteroanterior (A) y lateral (B) de tórax aparecen signos de engrosamiento pleural izquierdo y una masa de 3 cm en el
pulmón ipsolateral. Los bordes de la masa están mal definidos, lo que indica que tiene una base pleural. En la TC de alta resolución (C) se aprecia una masa
ovalada de tejido blando en la língula que se asocia a pérdida de volumen y desplazamiento anterior de la cisura. Se ve cómo los vasos y bronquios se curvan
hacia el interior y se extienden alrededor de la zona atelectásica. Las ventanas de tejidos blandos (D) revelan que la zona de atelectasia linda con un
engrosamiento pleural localizado. El tamaño de la masa se mantuvo estable durante 3 años. (Tomado de Müller NL, Fraser RS, Colman NC, Paré PD: Radiologic
Diagnosis of Diseases of the Chest, Philadelphia, WB Saunders, 2001.)

La enfermedad pleural relacionada con el amianto también y el caolín. Además, otras sustancias más raras son la tierra de
puede causar una restricción de la función pulmonar226. La pér- Fuller, las zeolitas (erionita), la nefelina228, la wolastonita229 y la
dida de la capacidad vital es mucho más acentuada en los pacien- taconita230.
tes que tienen un engrosamiento pleural difuso que en los que
sólo presentan placas227. Talco
El talco es un silicato de magnesio hidratado que se utiliza en la
OTROS SILICATOS fabricación de productos tan diversos como el cuero, la goma, el
papel, textiles, tejas de cerámica y material de cubierta. Asimismo,
Algunos silicatos fibrosos y cristalinos distintos del amianto se emplea como aditivo de pinturas, alimentos, muchos produc-
producen enfermedad pulmonar. Los más importantes, si se tos farmacéuticos, insecticidas y herbicidas. Las personas que tra-
considera el número de personas expuestas, son el talco, la mica bajan en cualquiera de estas profesiones pueden exponerse a
734 CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico

valores potencialmente nocivos del polvo. El riesgo también afec- Como sucede con el talco, las micas suelen asociarse a otros
ta a los que trabajan en minas y molinos de talco231, las personas minerales, en particular el amianto tremolita245; se ha dudado de
que trabajan la esteatita232 y los trabajadores expuestos al polvo que ocasionen enfermedades por sí mismas246. Sin embargo, la
de talco comercial233. La enfermedad pulmonar relacionada con inhalación de mica pura sola se ha seguido de fibrosis pulmo-
el talco puede darse fuera del entorno profesional, por ejemplo nar247, 248 y parece razonable concluir que el riesgo de aparición de
por: 1) microembolización sistémica de talco tras la inyección enfermedad pulmonar tras su inhalación es real, aunque peque-
intravenosa de medicamentos de uso oral (véase página 571), ño. Las manifestaciones radiológicas y clínicas no se diferencian
2) inhalación obsesiva de polvo de talco comercial234 y 3) pleuro- de las que se asocian al amianto o al talco.
desis (que puede inducir edema pulmonar).
Dado que otros elementos, como el hierro y el níquel, suelen Caolín
incorporarse al cristal de talco y que esta sustancia se asocia a
menudo a otros minerales, como el cuarzo y el amianto, la com- El término caolín (arcilla china) se refiere a un grupo de arcillas
posición del talco comercial varía mucho de una región a otra y entre las que destaca fundamentalmente la caolinita, un silicato
de una industria a otra235. En consecuencia, el patrón de enfer- de aluminio hidratado. Esta sustancia se utiliza en la industria
medad pulmonar que se asocia a su inhalación es muy variable. como material de relleno de plásticos, gomas, pinturas y adhesi-
De hecho, se ha cuestionado la capacidad del talco en forma pura vos; como recubrimiento del papel; como absorbente, y para
de inducir fibrosis236. De todas maneras, es probable que haya fabricar ladrillos refractarios249. En las canteras y en explotacio-
una talcosis verdadera por inhalación, como lo revelan las notifi- nes a cielo abierto por excavadoras habitualmente se emplea agua
caciones de enfermedad causada por la exposición a polvo no para minimizar el riesgo de la exposición al polvo; sin embargo,
contaminado235, 237. el secado, embolsado y transporte posteriores pueden comportar
Los hallazgos anatomopatológicos incluyen fibrosis pleural (a una exposición a concentraciones elevadas del polvo en aerosol.
veces con calcificación y formación de placas idénticas a las que Aunque es probable que la caolinita sola produzca enfermedad
se ven en la enfermedad pleural relacionada con el amianto), pulmonar249, posiblemente algunos casos se complican con la
focos de fibrosis parenquimatosa nodular o estrellada, fibrosis inhalación de otras partículas, como la sílice.
intersticial más o menos difusa, inflamación granulomatosa no La incidencia de enfermedad torácica significativa en las series
necrosante y acumulación de macrófagos peribronquiolares y publicadas varía entre cero250 y el 25%251. La presencia y la grave-
perivasculares235, 237. Habitualmente, tanto los macrófagos peri- dad de las alteraciones depende del número de años de exposi-
bronquiolares y perivasculares como las células gigantes multinu- ción252. En un estudio de trabajadores ingleses se consideró que el
cleadas contienen láminas birrefringentes de forma irregular o 75% mostraba radiografías de la categoría 0, el 20% de la catego-
cristales espiculados que representan el talco. ría 1 y el 5% de las categorías 2 y 3; se vio que 19 trabajadores (1%)
La alteración radiológica fundamental son placas pleurales sufrían una fibrosis masiva progresiva251.
parecidas a las de la enfermedad relacionada con el amianto. Los hallazgos anatomopatológicos incluyen manchas peri-
A veces adoptan un carácter masivo y se extienden sobre gran bronquiolares microscópicas que contienen macrófagos cargados
parte de la superficie de ambos pulmones238, 239. Se dice que la de pigmento y fibras de reticulina dispersas, así como agregados
afectación parenquimatosa se parece a la de la asbestosis240; el mayores de macrófagos con un diámetro de hasta 12 cm. Pese a
patrón radiológico revela una opacidad general, nodulación y su tamaño, estos últimos a veces sólo contienen pequeñas canti-
reticulación; no se afectan ni los vértices ni los surcos costo- dades de colágeno. La fibrosis, cuando está presente, se correla-
frénicos238. ciona aparentemente con el contenido de cuarzo253.
Los síntomas se asemejan a los de otras neumoconiosis e inclu- El patrón radiológico varía. En algunos casos sólo se observa
yen disnea y tos productiva. En la exploración física se aprecia dis- un incremento general de la trama pulmonar. Si la exposición es
minución del murmullo vesicular, crepitantes en ambas bases, prolongada e intensa se ve un moteado nodular y miliar difuso;
limitación de la expansión torácica y acropaquias241. Las cifras cuando aparece, la fibrosis masiva progresiva es idéntica a la de la
de la enzima conversora de la angiotensina se elevan en el suero de silicosis y neumoconiosis de los trabajadores del carbón254. Los
algunos pacientes242. signos clínicos resultan inespecíficos.
Los pacientes con enfermedad parenquimatosa pulmonar
muestran una alteración restrictiva de la función respiratoria Tierra de Fuller
con una capacidad de difusión baja241. Se ha descrito también
restricción en los pacientes que tienen una enfermedad pleural La tierra de Fuller es un silicato de aluminio que se utiliza para
aparentemente aislada243; sin embargo, este informe se publicó refinar los aceites, como filtro, como material de relleno de cos-
antes de que se empleara la TC de alta resolución para descar- méticos y de otros productos y para la aglutinación de las arenas
tar la enfermedad parenquimatosa que no se reconoce en la de fundición. La exposición prolongada puede determinar la acu-
radiografía. mulación de macrófagos que contienen polvo, generalmente con
poca fibrosis y reacción celular inflamatoria255. Las alteraciones
Mica radiológicas se ven sobre todo en los lóbulos superiores e inclu-
yen una acentuación de la trama broncovascular y, rara vez, fibro-
Las micas son silicatos de aluminio complejos, de los que se sis masiva progresiva256.
comercializan tres tipos: 1) la muscovita, que se utiliza en la pro-
ducción de ventanas para estufas y hornos y a la que se exponen Zeolitas (erionita)
los trabajadores que trabajan en minas y utilizan pizarra (p. ej., en
cubiertas, construcción de autopistas y tejados)244; 2) la flogopita, Las zeolitas son un grupo de más de 30 minerales naturales que
que se utiliza en la industria eléctrica, y 3) la vermiculita, cuyos se componen de silicatos de aluminio hidratados, que se hallan
usos se relacionan sobre todo con su carácter ignífugo, el aisla- en los depósitos de cenizas volcánicas y que se utilizan mucho
miento y sus propiedades de intercambio iónico. como absorbentes y sustancias de filtro257. Los depósitos más abun-
CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico 735

dantes se encuentran en Turquía y en el oeste de EE.UU. La Los pacientes que tienen siderosis se encuentran asintomáti-
mayoría de las zeolitas no se considera tóxica, pero la erionita se cos. Sin embargo, los que sufren siderosilicosis refieren, en oca-
ha asociado a placas pleurales, mesotelioma, carcinoma pulmo- siones, tos y disnea. La incidencia de bronquitis en los soldadores
nar y fibrosis intersticial257, 258. con arco265 y en los trabajadores de las fundiciones264 es mayor de
lo habitual, aun en ausencia de alteraciones radiológicas. Algunos
investigadores han señalado que los resultados de las pruebas de
POLVO RADIOOPACO INERTE función pulmonar de los soldadores se hallan dentro de límites
normales261 y otros han visto obstrucción de las vías aéreas, aun
Hierro entre los no fumadores266.

Los trabajadores de muchos oficios se exponen a polvos que con- Hierro y plata
tienen hierro, generalmente en forma de óxido férrico (Fe2O3). La
mayoría son personas que trabajan con arcos eléctricos o antor- La inhalación de grandes cantidades de óxido de hierro y plata
chas de oxiacetileno y se exponen a los humos que se originan puede ocasionar una neumoconiosis poco habitual llamada argi-
durante la soldadura del hierro fundido y hervido. Otras perso- rosiderosis. Este trastorno se debe al uso de colcótar (que se com-
nas que tienen riesgo son las que trabajan en las minas o se ocu- pone en parte de óxido férrico) como pulidor para el acabado de
pan de procesar el mineral de hierro y pigmentos metálicos como los productos de plata. Si se aplica con un tampón se generan
el ocre, los trabajadores de los molinos de rodamiento del hierro pequeñas partículas de Fe2O3 que pueden inhalarse. El examen
y del acero, los trabajadores de fundiciones, los que desincrustan anatomopatológico muestra la presencia de macrófagos carga-
calderas y los que se exponen a la magnetita. dos de hierro, con una distribución parecida a la de la siderosis
Si se inhala en cantidad suficiente y en forma suficientemente pura; es más, puede haber plata en las paredes alveolares y en las
pura, el óxido de hierro produce siderosis, trastorno que por lo de las pequeñas arterias y venas, sobre todo en la lámina elástica
común no conlleva fibrosis ni alteración funcional. Esta creencia interna267. Las manifestaciones radiológicas se caracterizan por
se sustenta en estudios con animales de experimentación en los un patrón punteado fino, a diferencia del patrón reticulonodular
que la inhalación de diversos compuestos de hierro no indujo de la siderosis. Los pacientes suelen encontrarse asintomáticos.
ninguna reacción fibrótica, y en la existencia de trabajadores
sanos expuestos a altas concentraciones del polvo de hierro Estaño
durante muchos años259. No obstante, conviene saber que los tra-
bajadores de oficios relacionados con la producción de polvos o La neumoconiosis causada por la inhalación de estaño (estanosis)
humos de hierro se exponen a menudo a otros materiales noci- afecta sobre todo a personas que trabajan en la manipulación del
vos, entre ellos el amianto y la sílice. Esta exposición podría mineral después de extraerlo de la mina, particularmente en
seguirse de las características clínicas, radiológicas y anatomopa- industrias donde se generan humos de óxido de estaño. El estu-
tológicas de la neumoconiosis por una mezcla de polvos (sidero- dio anatomopatológico muestra signos parecidos a las manchas
silicosis)260. de la neumoconiosis de los trabajadores del carbón. Aunque este
La siderosis pulmonar se caracteriza en el examen anatomopa- trastorno no produce alteraciones clínicas ni funcionales268, la
tológico por la presencia de macrófagos cargados de óxido de hie- alta densidad del estaño (con un número atómico de 50) da un
rro, situados fundamentalmente en el intersticio peribroncovascu- aspecto radiológico llamativo con múltiples sombras diminutas
lar261. No suele haber fibrosis, o es mínima. En la enfermedad de gran intensidad –de aproximadamente 1 mm de diámetro–
por una mezcla de polvos el aspecto se parece al de la silicosis y distribuidas uniformemente por los pulmones268; en ocasiones se
se caracteriza por nódulos fibrosos solitarios coalescentes; estos ven nódulos mayores, algo menos numerosos. En la zona para-
últimos adquieren en ocasiones el tamaño suficiente como para mediastínica, en la vecindad de los senos costofrénicos, se obser-
denominarse fibrosis masiva progresiva. A diferencia de la silicosis van opacidades lineales.
pura, los nódulos suelen estar bastante mal definidos y tienen bor-
des estrellados. En el tejido fibroso se encuentran, de ordinario, Bario
agregados de óxido de hierro y de otras sustancias, como carbono
y diversos silicatos, bien libres o dentro de los macrófagos. El bario y sus sales, en particular el sulfato de bario, se utilizan
El patrón radiológico de la siderosis pura es de tipo reticulono- como colorantes o sustancias de pesaje, como material de relleno
dular y se extiende difusamente. En un estudio de 661 soldadores en numerosos productos y en la fabricación del vidrio. La exposi-
británicos que utilizaban el arco eléctrico, el 7% mostraba peque- ción durante cualquiera de los usos, por ejemplo en la extracción
ñas opacidades redondas de categoría 0/1 o superior –se advirtió del mineral de la propia mina, puede causar enfermedad pulmo-
una clara relación entre la prevalencia y los años de exposición–262; nar (baritosis). La radiografía de tórax revela una serie de opaci-
sólo 10 trabajadores presentaban cambios superiores a 2/2. Se ha dades aisladas, de gran densidad (el número atómico del bario es 56)
comprobado empíricamente que las opacidades se relacionan con de un aspecto imponente269. Las lesiones pueden aparecer después de
los agregados localizados de macrófagos cargados de Fe2O3 y se una exposición relativamente corta y remiten, de forma caracte-
deben a la propia densidad del Fe2O3263. Las sombras aisladas tie- rística, tras sacar al paciente del entorno lleno de polvo. Algunos
nen menor densidad que los nódulos de la silicosis. Contraria- pacientes refieren tos productiva crónica o síntomas asmáticos270;
mente a la mayoría de los casos de neumoconiosis, las alteraciones sin embargo, muchos se encuentran asintomáticos.
radiológicas pueden desaparecer de manera parcial o total si se eli-
mina la exposición al polvo264. El patrón de la siderosilicosis Antimonio
depende hasta cierto punto de la concentración de sílice libre en el
polvo inhalado; si es relativamente baja, el aspecto se parece al de El antimonio proviene sobre todo del mineral estibnita y se
la siderosis pura o la neumoconiosis de los trabajadores del car- manipula como mineral no refinado o como polvo blanco fino271.
bón, y si es alta es idéntico al de la silicosis. Se utiliza en cosméticos; para la fabricación de baterías, tipos de
736 CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico

impresión y electrodos; para la mezcla del caucho; en textiles, respiratorios altos284. Tras la retirada de la exposición el pacien-
pinturas y plásticos para retardar la combustión, y en la cerámica te puede recuperarse por completo.
como opacificante. Las pruebas anatomopatológicas271 y experi-
mentales272 directas indican que la acumulación del mineral se Beriliosis crónica
sigue de muy poca o ninguna fibrosis. La radiografía de tórax de
los trabajadores afectados pone de manifiesto opacidades redon- La beriliosis crónica se debe a una reacción inmunitaria contra las
das, densas y diminutas, dispersas por ambos pulmones272. La partículas de berilio y se caracteriza por la activación y prolifera-
función pulmonar suele ser normal. ción de los linfocitos, la liberación de diversos mediadores de las
células inmunitarias y la aparición de inflamación granulomato-
Elementos de tierras raras sa278. El patrón de liberación de citocinas por los linfocitos activa-
dos indica que se trata fundamentalmente del fenotipo TH1, pro-
Los elementos de tierras raras incluyen el cerio (cuantitativa- ductor de IL-2 e interferón-γ, la citocina activadora de los
mente el más importante), el escandio, el ytrio, el lantano y macrófagos que impulsa la reacción granulomatosa285. La sensibi-
otros 14 minerales. Aunque estos elementos poseen multitud de lidad a la enfermedad depende de ciertos alelos HLA-DP asocia-
usos industriales, la neumoconiosis se da sobre todo en perso- dos a la sustitución del aminoácido 69 de la cadena β de HLA-DP
nas que trabajan con lámparas de arco de carbón en las artes por el ácido glutámico286, locus que se relaciona específicamente con
gráficas (p. ej., fotograbado), en los impresores y en los que pro- el berilio287.
yectan películas273. Se han descrito inflamación granulomato- La alteración anatomopatológica característica es la neumoni-
sa274 y fibrosis parenquimatosa275 de una serie de casos; a veces tis intersticial283, que varía desde un infiltrado de células mono-
la extensión y progresión de la enfermedad dependen, al pare- nucleares más o menos difuso que no se acompaña de inflama-
cer, del contenido en torio del polvo276. El aspecto radiológico ción granulomatosa, hasta granulomas perfectamente formados,
característico son opacidades puntiformes densas y difusas277, delimitados, no necrosantes, que no se diferencian de los de la
que se relacionan de nuevo con el elevado número atómico del sarcoidosis. Es frecuente la fibrosis intersticial. A diferencia de
polvo inhalado, que varía entre 51 y 71. En la espirometría se la mayoría de los demás tipos de polvo causantes de neumoco-
observa una alteración restrictiva; los pacientes pueden encon- niosis, el berilio se elimina en gran medida de los pulmones y se
trarse sintomáticos o no. excreta en la orina. Por eso, los estudios cuantitativos muestran
un contenido tisular de berilio significativamente menor en la
enfermedad crónica que en la aguda283.
POLVOS INORGÁNICOS MISCELÁNEOS El patrón radiológico más habitual son nódulos bilaterales,
mal definidos, fundamentalmente de tamaño p o q, dispersos
Berilio difusamente por los pulmones y asociados en ocasiones a un
incremento del tamaño de los ganglios linfáticos112, 288. Puede
Las propiedades del berilio de baja densidad, elevada fuerza ten- haber calcificación de los nódulos289. En un estudio de 28 pa-
sil, conductividad eléctrica y térmica y resistencia a la corrosión cientes que tenían enfermedad confirmada en la biopsia se
le convierten en un material esencial para fabricar productos observaron alteraciones relacionadas con el berilio en 21 pacien-
aeronáuticos, automovilísticos, energéticos, nucleares, médicos tes (75%) mediante TC de alta resolución y en 15 (54%) median-
y electrónicos278. Se cree que aproximadamente 800.000 nortea- te la radiografía290. Los signos más frecuentes con la primera
mericanos se han expuesto a esta sustancia en algún momento; técnica fueron engrosamiento de los tabiques interlobulillares y
las tasas de enfermedad en los trabajadores expuestos oscilan pequeñas opacidades nodulares. Los nódulos estaban mal defi-
entre el 2% y el 16%279. La sensibilización al berilio280 no se da nidos y aparecían sobre todo a lo largo de los haces bronco-
entre los trabajadores expuestos a cifras inferiores a 0,01 µg/m3; vasculares o tabiques interlobulillares, en una distribución pare-
sin embargo, la beriliosis ha aparecido con exposiciones muy cida a la de la sarcoidosis291, 292. Los demás signos incluyeron
inferiores a la norma actual de la OSHA (Occupational Safety irregularidades pleurales –probablemente relacionadas con la
and Health Administration) de 2 µg/m3 281. Se conoce bien la coalescencia de nódulos subpleurales– en 7 (25%) pacientes y
enfermedad que produce la exposición no ocupacional o para- adenopatías hiliares o mediastínicas en 11 (39%). Las adenopa-
profesional (p. ej., empleados que custodian instalaciones con tías sólo se vieron entre pacientes que tenían alguna alteración
armas nucleares)282. parenquimatosa asociada.
La beriliosis puede manifestarse de manera aguda o crónica; En los casos avanzados el patrón radiológico puede ser funda-
sin embargo, en la actualidad la forma aguda casi no se ve debido mentalmente reticular y acompañarse de un descenso importan-
a la mejora de los controles ambientales. te del volumen. La TC de estos pacientes muestra un patrón pre-
dominantemente reticular, asociado muchas veces a un panal de
Beriliosis aguda abejas290, 293. La conglomeración de nódulos puede motivar la
aparición de grandes opacidades parecidas a las de la silicosis. El
La beriliosis aguda ha aparecido casi siempre tras la exposición neumotórax espontáneo se da entre algo más del 10%289.
accidental a concentraciones muy altas del polvo. Se puede La mayoría de los pacientes con beriliosis crónica se ha ex-
manifestar por un edema pulmonar fulminante, a menudo puesto al polvo durante más de dos años. Habitualmente, los sín-
mortal, que surge de una a cuatro semanas después del comien- tomas empiezan de manera insidiosa de 6 a 10 años después de
zo de los síntomas. Los hallazgos anatomopatológicos incluyen que cesa la exposición; sin embargo, se conocen latencias tan lar-
bronquitis, bronquiolitis y lesión alveolar difusa283. A veces la gas como 30 años y tan cortas como 4 meses279. La enfermedad
enfermedad tiene una evolución más insidiosa, con síntomas puede estar desencadenada por acontecimientos concretos, como
de tos, dolor torácico, disnea, anorexia, debilidad y adelgaza- el embarazo, la cirugía o una prueba del parche294. Los síntomas
miento que aparecen algunas semanas o incluso meses después incluyen tos, astenia, adelgazamiento, disnea progresiva de es-
de la exposición inicial. En ocasiones predominan los síntomas fuerzo y, a veces, artralgias migratorias. En la auscultación se per-
CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico 737

ciben crepitantes y a veces se palpa el hígado y el bazo. El 30% de cado incluyen fibrosis intersticial difusa307, neumonitis intersti-
los pacientes tiene acropaquias, sobre todo los que tienen enfer- cial descamativa308, proteinosis alveolar302 e inflamación granulo-
medad avanzada. matosa difusa306.
La hipergammaglobulinemia, la hipercalciuria, la hipercalce- Las alteraciones radiológicas pueden aparecer al cabo de
mia, la hiperuricemia, las alteraciones de la función hepática y la unos meses o años de exposición309. Los cambios floridos inclu-
policitemia no son raras cuando la enfermedad se manifiesta clí- yen un patrón reticular fino o grueso difuso por los pulmones y
nicamente279. Las cifras séricas de la enzima conversora de angio- a veces con un componente nodular309. La fibrosis afecta de
tensina se elevan, pero también lo hacen en los trabajadores sanos ordinario a los lóbulos superiores303. Se han descritos signos en
expuestos al berilio295. El análisis del líquido del lavado broncoal- la TC de alta resolución en un estudio de seis trabajadores,
veolar pone de manifiesto un incremento del número de linfoci- cuyas alteraciones incluían sobre todo pequeñas opacidades
tos T CD4+ sensibilizados al berilio296. nodulares en dos casos y un patrón reticular en cuatro310; asi-
La sensibilización al berilio se puede comprobar por la prueba mismo, los pacientes presentaban imágenes en panal de abejas.
del parche (aparece una inflamación granulomatosa en respues- Las alteraciones de cinco de los seis pacientes se localizaban en
ta a la aplicación cutánea de una solución de sulfato de berilio), particular en los campos pulmonares superiores. El volumen pul-
por la proliferación de linfocitos sanguíneos tras la exposición monar puede disminuir considerablemente y la pleura se puede
al berilio297 y por la activación y la proliferación inducidas por el engrosar; el neumotórax espontáneo representa una complica-
berilio de linfocitos extraídos del líquido broncoalveolar. Como ción frecuente.
la prueba del parche puede inducir sensibilidad al berilio, su La disnea es el síntoma principal y puede resultar invalidante.
uso diagnóstico ha quedado relegado a un segundo plano. Dada Algunas personas sufren obstrucción respiratoria crónica o asma311.
la enorme variación entre laboratorios y en un mismo labora- En las pruebas de función respiratoria se observa enfermedad
torio en los resultados de la prueba de proliferación de los linfo- restrictiva y obstructiva con disminución de la capacidad de di-
citos sanguíneos, se deberá considerar que el trabajador está sen- fusión303.
sibilizado sólo después de dos pruebas positivas287. La beriliosis
crónica no se da entre todas las personas sensibilizadas, pero si Cobalto y carburo de tungsteno
no hay signos clínicos ni radiológicos la enfermedad se puede
confirmar demostrando la presencia de granulomas en muestras El término metal duro suele utilizarse para designar una aleación
de biopsia transbronquial o (según algunos expertos279) docu- de tungsteno, carbono y cobalto (en ocasiones con pequeñas can-
mentando una respuesta proliferativa de los linfocitos del líqui- tidades de otros metales312). El producto resultante, que es muy
do de lavado al berilio. duro, resiste el calor y se ha utilizado ampliamente para el taladro
Los estudios de función pulmonar pueden revelar una restric- y el pulido de otros metales. La exposición al polvo puede suce-
ción, una obstrucción o un patrón mixto de restricción y obs- der cuando se fabrica o se utiliza el metal; se trata de una causa
trucción298. La capacidad de difusión sólo se torna anómala en las conocida de neumonitis y fibrosis intersticiales313.
fases avanzadas, mientras que las alteraciones del intercambio gaseo- La patogenia del trastorno no está clara. Los estudios con ani-
so durante el ejercicio constituyen a veces un signo prematuro. males de experimentación indican que el cobalto es el agente cau-
El pronóstico de los pacientes que tienen beriliosis crónica sin- sal312, hipótesis que se apoya en la presencia de la enfermedad en
tomática es malo298, sobre todo si se complica con un cor pulmo- pulidores del diamante314 que se exponen a elevadas concentra-
nale. El berilio es un carcinógeno que puede inducir carcinoma ciones de cobalto solo. No obstante, hay pruebas de que los efec-
pulmonar en los animales. Los resultados de grandes estudios de tos del cobalto se refuerzan en presencia del carburo de tungste-
cohortes respaldan la hipótesis de que también resulta canceríge- no312; en algunos estudios autópsicos no se ha hallado cobalto en
no para el ser humano299, en especial para las personas que han el interior del pulmón de los pacientes que tienen fibrosis inters-
sufrido una beriliosis aguda. ticial y antecedentes de exposición a metales pesados315. Ciertas
características de la enfermedad revelan una patogenia inmunita-
Aluminio ria, como la falta de correlación entre la enfermedad y la intensi-
dad de la exposición, la presencia de linfocitos T en el infiltrado
Las personas se pueden exponer a los efectos tóxicos del aluminio en inflamatorio y la asociación entre la enfermedad y la presencia de
diversas situaciones, como 1) reducción del óxido de aluminio glutamato 69 en la cadena β de HLA-DP (rasgo común con la
a aluminio metálico durante la fundición300, 2) preparación o uso beriliosis)316.
del polvo de aluminio300, 3) soldadura con arco de aluminio301, Los signos anatomopatológicos incluyen sobre todo una
4) triturado y pulido de productos de aluminio302 y fabricación neumonitis intersticial con un grado variable de fibrosis317. Se
de instrumentos abrasivos de trituración basados en aluminio303 observan de forma característica macrófagos abundantes en los
y 5) trabajos en minas de bauxita304. Aunque todas estas situacio- espacios alveolares, que dan un patrón de neumonitis intersti-
nes se asocian a enfermedad pulmonar, no siempre está claro que cial descamativa. En muchos casos destacan también las célu-
el aluminio sea el agente patógeno puesto que a veces hay una las gigantes mononucleadas (neumonitis intersticial por células
exposición concomitante a otras sustancias tóxicas300, 303. No obs- gigantes).
tante, los estudios con animales han revelado una respuesta fibró- En la radiografía se aprecia un patrón micronodular y re-
tica al aluminio solo305, lo que respalda la tesis de que el polvo ticular difuso, acompañado a veces de aumento del tamaño de
puede resultar fibrógeno para el ser humano. Es posible que en la los ganglios linfáticos; la reticulación puede ser gruesa, y en las
patogenia de la enfermedad intervengan factores tales como los fases avanzadas se acompaña de pequeños espacios quísticos318.
mecanismos inmunitarios306. En un estudio de los trabajadores del metal duro los signos que
Los signos anatomopatológicos que se descubren en los pul- se descubrieron en la TC de alta resolución fueron zonas bila-
mones de las personas expuestas al aluminio varían y, como se ha terales de atenuación en vidrio esmerilado, zonas de consolida-
indicado, pueden deberse en algunos casos a sustancias distintas ción y opacidades reticulares extensas y bronquiectasias por
al propio aluminio. Las reacciones histológicas que se han notifi- tracción indicativas de fibrosis310; la correlación con la autop-
738 CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico

sia en uno de los casos puso de manifiesto que las zonas de ate- muchas personas fallecidas como consecuencia directa de la
nuación en vidrio esmerilado y de consolidación se correspon- erupción del volcán Santa Elena en 1980334. Los supervivientes
dían con agregados de células gigantes mononucleadas y mul- mostraron un incremento discreto del número de síntomas res-
tinucleadas. piratorios agudos como tos, sibilancias y disnea335, probable-
Los síntomas incluyen adelgazamiento, tos seca y disnea de mente por la irritación aguda de la vía aérea. No están claras las
esfuerzo; a veces aparece una insuficiencia respiratoria grave e posibles consecuencias a largo plazo de la inhalación de cenizas
incluso mortal319. La identificación de células gigantes multinu- volcánicas.
cleadas en el líquido broncoalveolar apoya el diagnóstico320. Las
pruebas de función respiratoria reflejan los patrones restrictivo y Fibras minerales sintéticas
obstructivo, y la difusión puede disminuir321.
Las fibras minerales sintéticas son silicatos amorfos derivados
Carburo de silicio de la escoria, rocas o vidrio. A diferencia de los silicatos natura-
les, como el amianto, las fibras sintéticas se rompen transversal-
El carburo de silicio (carborundo) se produce por la fusión de mente y no longitudinalmente cuando sufren daño, con lo que
arena de alto grado, carbono finamente triturado (coque), sal y aparecen fibras fragmentadas pequeñas del mismo diámetro
polvo de madera a temperatura alta322. El producto resultante que las precursoras336. La probabilidad de que las fibras induz-
es muy duro y se utiliza como abrasivo. Algunos trabajadores can enfermedad depende al menos en parte de un cociente ele-
de la industria del carborundo presentan fibrosis intersticial y vado entre longitud y diámetro336; esta propiedad podría expli-
acumulación de macrófagos en la autopsia, lo que hace pensar car la ausencia relativa de toxicidad de estas sustancias. Es
en una neumoconiosis323. Las alteraciones radiológicas se posible que las fibras causantes de lesión pulmonar persistan
caracterizan por opacidades nodulares, reticulonodulares o más fácilmente en el tejido pulmonar337. El principal efecto
reticulares, con adenopatías hiliares o sin ellas324; se han descri- adverso para la salud de la exposición prolongada parece reves-
to placas pleurales parecidas a las de las personas expuestas al tir un carácter funcional: se ha descrito una mayor prevalencia
asbesto325. de obstrucción de las vías aéreas en los trabajadores en relación
con la población testigo302, 338.
Cloruro de polivinilo
Polvo de cemento
El cloruro de polivinilo se produce por la polimerización del gas
cloruro de vinilo a alta presión326. Se utiliza en la fabricación de Los trabajadores expuestos al polvo de cemento muestran una
plásticos, fibras sintéticas y otros muchos productos comercia- gran prevalencia de síntomas respiratorios339. Aunque algunos
les. La inhalación del cloruro de polivinilo puede asociarse a la investigadores han implicado también al polvo de cemento como
aparición de neumonitis y fibrosis intersticiales o a la acumula- causa de neumoconiosis339, 340, otros han observado alteraciones
ción de macrófagos intersticiales e intraalveolares327. En estu- radiológicas escasa o nulas341.
dios epidemiológicos se ha comprobado la presencia de signos
radiológicos compatibles con neumoconiosis en el 3% al 20% Circonio
de los trabajadores328. Las pruebas de función pulmonar pueden
indicar una alteración restrictiva329 o restrictiva/obstructiva El circonio es un metal pesado que se utiliza como aleación en la
combinada330. industria nuclear y para el esmaltado de tejas cerámicas. La enfer-
medad pulmonar que sigue a la exposición es rara342; no obstan-
Dióxido de titanio te, se han descrito casos esporádicos de fibrosis y de inflamación
granulomatosa343, 344.
El dióxido de titanio procede del mineral ilmenita y se utiliza
sobre todo como pigmento en pinturas, papel y otros produc- Borra de nailon
tos; como corrosivo en las tintorerías y como aleación de algu-
nos metales duros. El examen histológico de los pulmones de las La borra es una fibra finamente cortada (bien natural o sintética)
personas que han inhalado la sustancia muestra acumulación de que se utiliza para dar una capa aterciopelada al tejido y a otros
macrófagos alveolares intersticiales y fibrosis mínima331. Se ha materiales. La borra de nailon se emplea mucho en tapicería, tex-
observado una inflamación granulomatosa no necrosante en un tiles y automóviles. Se ha descrito enfermedad pulmonar inters-
paciente332; como la prueba de transformación linfocítica resul- ticial en trabajadores de algunas instalaciones de lana de nai-
tó positiva tras la exposición al titanio, los autores consideraron lon345, 346; la prevalencia total asciende al 4% de los trabajadores
la posibilidad de una reacción inmunitaria parecida a la que se expuestos. El estudio histológico de las muestras de biopsia ha
ha descrito en los trabajadores que tienen beriliosis. Se han revelado bronquiolitis linfocítica y peribronquiolitis, asociadas
descrito alteraciones radiológicas compatibles con neumoco- con frecuencia a la formación de folículos linfáticos346.
niosis en algunos trabajadores que intervienen en la produc- Las alteraciones radiológicas incluyen opacidades reticu-
ción de pigmentos332. Se ha descrito una alteración restrictiva lonodulares y (a veces) consolidación parcheada. La TC de alta
en un estudio333. resolución revela zonas bilaterales de opacificación en vidrio
esmerilado345 y es un instrumento diagnóstico sensible7. Los
Polvo volcánico síntomas de tos seca y disnea aparecen con una latencia media
de 6 años después de la exposición inicial. Las pruebas de fun-
El polvo volcánico puede liberar cantidades importantes de ción pulmonar muestran un defecto restrictivo con disminución
cenizas potencialmente nocivas a la atmósfera. La asfixia resul- de la capacidad de difusión346, 347. Se ha observado mejoría clí-
tante del taponamiento de las vías aéreas principales por el nica tras el cese de la exposición, y recaída tras la reexposición
moco y las cenizas inhaladas fue la causa de la defunción de al polvo346.
CAPÍTULO 16 ■ Enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo inorgánico 739

Exposición al polvo de los técnicos dentales 29. Mariani TJ, Arikan MC, Pierce RA: Fibroblast tropoelastin and alpha-smooth-
muscle actin expression are repressed by particulate-activated macrophage-derived
tumor necrosis factor-alpha in experimental silicosis. Am J Respir Cell Mol Biol
Los técnicos dentales se exponen a diversos materiales inorgáni- 21:185-192, 1999.
30. Corbett EL, Mozzato-Chamay N, Butterworth AE, et al: Polymorphisms in the
cos al triturar y taladrar las prótesis dentales; se conocen algunos tumor necrosis factor-alpha gene promoter may predispose to severe silicosis in
casos perfectamente documentados de enfermedad pulmonar black South African miners. Am J Respir Crit Care Med 165:690-693, 2002.
relacionada con la inhalación de estas sustancias348. Aunque este 31. Yucesoy B, Vallyathan V, Landsittel DP, et al: Polymorphisms of the IL-1 gene

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