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"LA MUJER MORDIDA POR UNA SERPIENTE", AUGUSTE CLÉSINGER, 1847

Esta es sin dudas, la más famosa obra del escultor y pintor francés Auguste Clésinger (1814 -
1883). Fue la escultura más comentada en el Salón de París de 1847, provocando gran
controversia. En esta obra, Clésinger lanzó a la sociedad francesa del siglo XIX, un verdadero
escándalo hecho en mármol, tanto
artístico como social. Esta escultura que
representa a una atractiva mujer
desnuda, retorciéndose por la
mordedura de una serpiente,
obviamente en un juego simbólico que
el artista carga de erotismo. Esta
escultura emanaba sensualidad a la
vista prejuiciosa de la alta sociedad.
Pero cómo no premiar esta maravilla, si
hasta la celulitis natural está
contemplada en el muslo de esta mujer.
Si el escándalo artístico de esta obra
sumamente erótica no era suficiente, el social doblaría las apuestas a la polémica.

La modelo no era otra que Apollonie Sabatier (1822-1890), quien fuera amante de Baudelaire y
su musa.

A pesar de las fuertes críticas a su obra, algunos celebraron la osadía, como el escritor Théophile
Gautier quien declaró que el artista había sabido captar "la belleza sin hipocresía, sin afectación,
sin manierismo, con la cabeza y el cuerpo de nuestro tiempo, donde todo el mundo puede
reconocer a su amante y su belleza".

Si bien fue recibida con reservas la obra cuenta con elementos más convencionales como un
rostro menos expresivo que el cuerpo, un zócalo cubierto de flores que le da un toque más
delicado y romántico, que junto a la simbología que remite constantemente a la parte sexual de
la mujer, hicieron de esta escultura un claro ejemplo perfecto del eclecticismo. Clésinger además
reafirmó la forma de representar el cuerpo humano en actitud de abandono, forma que fue
sumamente utilizada hasta finales del siglo.

Esta obra posee una altura de 56,5 cm., un largo de 180 cm. y una profundidad de 70 cm. Se
exhibe actualmente en el Musée d'Orsay.

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