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Diversidad Sexual y Derechos Humanos

Perspectiva de genero

La perspectiva de género es importante porque cuando hablamos de diferencia


sexual nos encontraremos con una mayor desigualdad; una sociedad incluyente
requiere reconocer esta inequidad e implementar esfuerzos tendientes a eliminar
la discriminación. Cabe señalar que, a lo largo de este curso, se hará referencia al
acrónimo LGBTTTI, no obstante, si bien es cierto que, se suele incluir la letra “I”
por corresponder a un aspecto de la diversidad sexual, conviene tener claro que la
condición de intersexualidad no corresponde con la orientación sexual ni con la
identidad de género.

Las personas LGBTTTI continuamente son discriminadas por su orientación o


expresión de género, por lo que es necesario revisar los patrones culturales que
han contribuido a la inequidad en este sector de la población y que han favorecido
este trato (desde la cultura, la economía, las políticas públicas, etc.) y cuestionar
los prejuicios sociales que han dado pie a la discriminación de estas personas.
“Una premisa de la acción antidiscriminatoria es reconocer que la cultura introduce
el sexismo, o sea la discriminación en función del sexo, mediante el género”.

Marta Lamas, en el seminario Universidad, Sociedad y Cultura impartido por el


Seminario de Educación Superior, UNAM, afirmó que “Una sociedad desigual
tiende a repetir la desigualdad en todas sus instituciones. Y en efecto, las
personas LGBTTTI padecen violencia institucionalizada debido a la expresión de
género en menoscabo de sus derechos humanos por parte de la mayoría de las
instituciones del Estado.

Con respecto a la perspectiva de género y la diversidad sexual, del 26 al 29 de


octubre se llevó a cabo en Lima, Perú, la VII Asamblea de la Campaña
Latinoamericana por el Derecho a la Educación, donde se reunieron coaliciones
nacionales de educación, redes regionales y organizaciones internacionales de
América Latina y el Caribe. En dicha reunión se expresó que la orientación sexual
y la identidad de género incorporan “aspectos esenciales de la vida de una
persona” y reconocieron que esta identidad se encuentra protegida por los
derechos humanos. Para esta asamblea, “ambas categorías continúan
presentándose como un reiterado motivo de actos de discriminación, violencia y
opresión, incluso a través de la sujeción normativa. El fundamento de estas
prácticas se asocia a la persistencia de construcciones culturales e ideológicas
basadas en el heterosexismo y la heteronormatividad” (Entenza, 2004, p. 74). Se
entiende por heteronormatividad la introyección de un modelo de educación
“natural” resultante de la diferencia biológica, las formas de reproducción y la
asignación de roles de género, invisibilizando la homosexualidad.

Lenguaje incluyente

Conforme la sociedad avanza, va propiciando cambios en diversas áreas para


conseguir que la igualdad de oportunidades sea real; esto es muy importante para
las personas LGBTTTI y en particular para las mujeres trans. Los avances en
materia legislativa, a partir de la reforma constitucional en materia de derechos
humanos de 2011 y al artículo primero constitucional relativo a la no discriminación
por preferencia sexual, nos obliga a adecuar las formas en las que nos dirigimos a
dichas personas, a fin de no violentar dicho mandato.

Si bien estos cambios legislativos son muy importantes, sabemos que no bastan
para modificar actitudes, por ello debemos poner todo de nuestra parte para
disminuir o eliminar cualquier barrera que se pueda levantar en torno al logro de
este trato equitativo, y una barrera importante puede estar en nuestro lenguaje,
por lo que es imperante revisar nuestros hábitos lingüísticos.

En México, las personas LGBTTTI han ganado visibilidad y deben ser tratadas de
una forma respetuosa y digna, por lo que nuestro lenguaje deberá adecuarse
también a esta nueva realidad, sin frases heterosexistas.

La comunidad LGBTTTI está cada vez más presente en los diversos contextos
económicos, culturales, de participación política y social; dentro de la comunidad
encontraremos mujeres y hombres con diversas expresiones de género que deben
ser respetadas para alcanzar trato equitativo, y en ello el lenguaje juega un papel
central. Es muy importante revisar la forma en la que nos expresamos, puesto que
esto refleja el pensamiento, cómo nos relacionamos con el entorno y
decodificamos la realidad mostrando percepciones, quiénes somos, y se
visualizan estereotipos, se trasmiten valores y costumbres que discriminan a lo
diferente o lo que sale de esos rígidos patrones socialmente establecidos.

Por ello, modificar el lenguaje permitirá mejorar la convivencia, buscando una más
incluyente e igualitaria hacia todas las expresiones de género, es decir, que sea
menos sexista, menos sexofóbica y, por supuesto, menos homofóbica.

Diversidad Sexual

El término diversidad sexual se ha impuesto como una manera de referirse a las


poblaciones que no se ajustan a las normas dominantes heterosexuales y de
identidad de género, como la población lésbica, gay (homosexual), bisexual,
transgénero, transexual y travesti; sin embargo, en sentido estricto: “La diversidad
sexual hace referencia a todas las posibilidades que tienen las personas de
asumir, expresar y vivir la sexualidad, así como de asumir expresiones,
preferencias u orientaciones, identidades sexuales y de género distintas en cada
cultura. Es el reconocimiento de que todos los cuerpos, todas las sensaciones y
todos los deseos tienen derecho a existir y manifestarse sin más límites que el
respeto a los derechos de las otras personas”. Es decir, dentro del término
diversidad sexual cabe toda la humanidad, pues nadie ejerce su sexualidad de la
misma manera que las y los demás.

Para que refresque conceptos relativos a la diversidad, le recomendamos releer


las definiciones básicas; una vez leídas nuevamente, sólo basta agregar que la
diversidad sexual incluye a las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero,
transexuales, travesti e intersexuales (LGBTTTI). Las personas heterosexuales
también forman parte de la diversidad sexual. Es importante aclarar que cuando
en este curso hablemos de diversidad sexual, sólo nos referimos a las personas
LGBTTTI.
Sobre la diversidad sexual, el antropólogo Guillermo Núñez Noriega afirma que
continuamente ha escuchado a personas, incluso activistas LGBTTTI que trabajan
estos temas, frases como las siguientes: “La gente de la diversidad sexual”, “Los
grupos de la diversidad sexual”, “Es una persona de la diversidad sexual”, “Las
sexualidades diversas” o, más problemático aún, “Es sexodiverso”. Ante esto,
Núñez se pregunta qué se quiere decir cuando se utilizan estas expresiones y
observa que tres son los usos más comunes (y cuestionables) del término
diversidad sexual:

1. Como eufemismo o forma “decente” para referirse públicamente a las


personas o grupos estigmatizados con palabras consideradas vulgares.
2. Como término “sombrilla” para agrupar a esos individuos o grupos
estigmatizados por sus prácticas sexuales o por su identidad sexo-genérica.
3. Como forma para referirse a la otredad de la trilogía de prestigio“macho-
masculino-heterosexual”.

Interculturalidad

La comprensión de lo que implican las cuestiones relativas a las culturas y todos


sus temas conexos permitirá a las personas un mejor desempeño laboral en
términos profesionales. Esto sucederá cuando se concientice que las relaciones
humanas son complejas y matizadas por diversos contextos culturales; por ende,
reflexionarlo, discutirlo e interiorizarlo coadyuvará a la integración laboral, al
respetar lo diferente. “En estricto sentido se deberá comprender la cultura no sólo
como un conjunto de factores visibles como pueden ser la lengua, el origen
geográfico, la etnicidad, etc. sino que incluye otros elementos de naturaleza
cognitiva y afectiva que afectan a la persona, su identidad, sus conductas y juicios,
tanto con relación a sí mismo como con relación a la interacción con la naturaleza
y las otras personas.

En una era donde las comunicaciones fluyen en segundos, la aparición de Internet


y sus redes sociales permiten a las personas relacionarse con el mundo en
fracción de segundos y conocer formas diversas de vivir; lo que nos era lejano, de
pronto es cercano; lo que no necesariamente se traduce en la comprensión y
respeto de patrones culturales, por eso el tema de la interculturalidad, el
multiculturalismo, la pluralidad o la pertinencia cultural y su diversidad, ha cobrado
especial relevancia.

Hablar del término intercultural obliga a mirar hacia los diversos pueblos
(incluyendo los pueblos originarios) “que viven en situación de marginación y
sometidos a una situación neocolonial ejercida por los mismos Estados-Nación,
dentro de los cuales están incluidos”.

Estigma y Discriminación

La discriminación es un fenómeno social que vulnera la dignidad, los derechos


humanos y las libertades fundamentales de las personas. Ésta se genera en los
usos y las prácticas sociales entre las personas y con las autoridades, en
ocasiones de manera no consciente. Aquí en nuestro país, el color de piel, el
grupo de sangre o el grupo social al que se pertenece son causa de desigualdad y
discriminación por quien se define o se cree superior y, por lo tanto, con más
“legítimos” derechos que quienes no pertenecen a su clase. “Se discrimina
cuando, con base en alguna distinción injustificada y arbitraria relacionada con las
características de una persona o su pertenencia a algún grupo específico (como
alguno de los criterios prohibidos), se realizan actos o conductas que niegan a las
personas la igualdad de trato, produciéndoles un daño que puede traducirse en la
anulación o restricción del goce de sus derechos humanos”.

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