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DIALOGOS INTERCULTURALES
GRUPO 24
NOMBRES:
Cinthia Lizeth Hernández Olivo 2035267
Génesis Maricela Martínez Rosales 1658200
Karina Aracely Navarro Hernández 1910165
Max Alejandro Ríos Llanas 1880080
Rebeca Saucedo Reyes 1662294
En el caso de México, este desde 1992, está orgulloso de ser un país culturalmente
diverso. Lo que entiende y debería de tener fuertes implicaciones especialmente en ámbito de
la educación.
Esto lo menciona Sylvia Schmelkes en su artículo “Interculturalidad, democracia y
formación laboral en México” considera que desde el momento en que México se considera
un país con gran diversidad cultural, tendría que haber asumido el propósito de fortalecer las
lenguas y las culturas que le dan al país su carácter pluricultural (Schmelkes, 2009).
De acuerdo con el artículo 4.8 de la Convención sobre la Protección y la Promoción
de la Diversidad de las Expresiones Culturales, la interculturalidad se refiere a la presencia e
interacción equitativa de diversas culturas y la posibilidad de generar expresiones culturales
compartidas, a través del diálogo y del respeto mutuo.
Una sociedad como la mexicana, al igual que muchas otras en América Latina, que
aspiran a la democracia y son pluriculturales, debe transitar la interculturalidad (Schmelkes,
2009).
Pero, sin embargo, a pesar de que un país sea considerado pluricultural y aun cuanto
este lo reconoce incluso en su Constitución, puede continuar con las discriminación, con
todos esos prejuicios raciales que tienen sobre su propia gente y sus ajenos, con su afán de
seguir dominando a otras culturas.
Rossana Blanco (2005) nos menciona que Lo primero que rechaza un Estado
multicultural es la noción de Estado-nación, pues rechaza la idea de que el Estado pertenece a
un grupo dominante que privilegia su cultura y su lengua por sobre los otros grupos que lo
componen.
Hará esfuerzos para implementar políticas basadas en la igualdad y en la
interculturalidad, un Estado multicultural requiere del apoyo de todos los ciudadanos.
Nos plasma que es un paso verdaderamente difícil y significativo, debido a que este
implica desechar siglos de prejuicios, de hábitos que se encuentran tan arraigados y que en la
mayor parte del tiempo son de forma inconsciente.
Hay que recalcar que un Estado que se considera multicultural, pero en el cual sus
ciudadanos no desarrollan habilidades interculturales, no queda decir mas que es un Estado
Multicultural en un papel simplemente, es un Estado en el que no habrá reformar, no habrá
cambios y en el que se seguirá con una desigualdad y siendo injusto con las personas o los
grupos de personas con los que siempre lo fue y siempre lo ha sido, los pueblos indígenas.
Se puede vivir con múltiples grupos culturales, pero sin interesarse en las culturas de
estos, sin “Inter culturizar”, pero de este modo los conflictos no acabarían nunca. Si no nos
exponemos al otro, si permanecemos encerrados, no nos comprenderemos y, por
consiguiente, jamás nos aceptaremos mutuamente (Blanco, 2005).
Democracia e interculturalidad.
El respeto se diferencia del racismo en que, además de aceptar el derecho del otro a
expresarse y a opinar, supone un interés por escuchar la opinión y la expresión del otro
(Schmelkes, 2009).
En una sociedad racista, no es posible la verdadera democracia. El racismo se deriva
de la imposibilidad subjetiva de separar pobreza económica de pobreza cultural. El racismo
naturalizado no acepta que pueda haber personas o grupos económicamente pobres y
culturalmente ricos. (Schmelkes, 2009).
Educación en México
y debate, 1. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3303016
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1607-
40412009000200004