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Comentarios de Santos A Mateo 6 - Nicolas Huergo Pascual
Comentarios de Santos A Mateo 6 - Nicolas Huergo Pascual
Ved que ventajas nos promete Jesucristo y cuantos de sus mandatos nos
son ú les, puesto que nos liberan de tantos grandes males. El daño que
nos causan las riquezas, dice, no es solo armar a los ladrones contra
vosotros y llenar vuestro espíritu de profundas nieblas. La gran herida
que produce, es que os arrancan de la bienaventurada servidumbre de
Jesucristo para conver ros en esclavos de un metal insensible e inanimado.
«No podéis servir a Dios y al dinero» ¡Temblemos, hermanos, ante la idea
de que forzamos a Cristo a hablar del dinero como de una divinidad
opuesta a Dios!.
¿Pero cómo, diréis, han encontrado los an guos patriarcas la manera de
servir conjuntamente a Dios y al dinero? De ningún modo. ¿Pero cómo
pues Abraham, como Job han lanzado tantas exclamaciones por su
magnificencia? Os respondo que no es necesario en absoluto alegar aquí lo
que han poseído las riquezas sino losque han sido poseídos por ellas. Job
era rico; se servía del dinero, pero no servía al dinero, era el dueño y no el
adorador. Consideraba su bien como si hubiera sido otro, se consideraba
como el dispensador y no como el propietario… Por eso no se afligió en
absoluto cuando lo perdió.
Francisco de Sales
Carta (12-09-1619): Dios jamás defrauda
«No os inquietéis por el mañana… bástale a cada día su afán» (Mc 6,34)
Carta a Mme. Angélica Arnaud, 12-9-1619. XIX, 15
Espero que Dios os for ficará cada vez más y cuando os venga el
pensamiento o la tentación de tristeza por temor de que el fervor y
atención presentes no os van a durar, respondeos de una vez para siempre
que los que con an en Dios jamás serán confundidos y que, tanto vuestro
espíritu, como vuestro cuerpo y lo temporal, todo lo habéis arrojado en el
Señor y Él os alimentará. Sirvamos bien al Señor hoy, que mañana Él
proveerá. Cada día ha de tener su inquietud: no tengáis inquietud por el
mañana porque el mismo Dios que reina hoy, reinará mañana.
Si su Bondad pensase, o mejor dicho, conociese que tenéis necesidad de
una asistencia más cercana de la que yo os puedo procurar desde tan lejos,
os la hubiera dado y os la dará siempre que haya que suplir lo que falte a la
mía.
Quedad en paz, mi querida hija, Dios actúa de lejos y de cerca y llama a las
cosas más alejadas para que estén al servicio de los que le sirven, sin
acercárselas; ausente en el cuerpo, presente en el espíritu, dice el Apóstol.
Dormid bien, poco a poco volveréis a las seis horas, que es lo que deseáis.
Porque comer poco, trabajar mucho, tener mucho desconcierto en el
espíritu y negar el sueño al cuerpo es querer sacar mucho rendimiento de
un caballo enflaquecido y al que no se le alimenta.
Mi querida hija, me despido y os ruego que creáis que mi corazón no se
separa del vuestro; es imposible porque lo que Dios ha unido es
inseparable.
Mantened muy alto vuestro ánimo, elevado hacia esa eterna Providencia
que os ha llamado por vuestro nombre y os lleva grabado en su pecho
maternalmente paterno. Y con esa grandeza de confianza y de valor,
prac cad cuidadosamente la humildad y la bondad.