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Iglesia Evangélica de
El Salvador
Mision Centroamericana.
COMITÉ DIRECTIVO
PROPÓSITO Y METODOLOGÍA
El Señor ha puesto en nuestros corazones poner a disposición de cada
familia/iglesia esta herramienta, la cual tiene como finalidad tener un tiempo con
el Señor a pesar de no poder estar reunidos como iglesia en los diferentes templos.
Resaltamos el hecho que cada familia debe tener su tiempo “juntos” adorando al
Señor, y quien debe asumir el rol de sacerdote es el padre, en muchos casos el padre
no es el líder espiritual, de manera que, madre o cualesquiera de los hijos que
asumen el liderazgo, cuenten con una dirección bíblica sencilla, se propone lo
siguiente:
1°. Alaben al Señor con palabras y cantos.
2°. Confiesen su sentir, necesidad, pecado, etc.
3°. Lean la porción bíblica y este devocional.
4°. Comenten lo relatado en este devocional.
5°. Háganse preguntas tales como: ¿Qué me dice a mí? ¿Qué me desafía a hacer o
dejar de hacer? ¿En qué me anima o alienta?
6°. Finalicen clamando y agradeciendo al Señor.
Se recomienda siempre adorar a Dios con sus bienes y apoyar a su pastor local.
INTRODUCCIÓN
El tema de la mayordomía cristiana es muy extenso. Haremos unas observaciones generales en cuanto a
este asunto. Luego, estudiaremos la mayordomía cristiana individual, es decir, la responsabilidad de cada
cristiano de ser fiel mayordomo del Señor. Finalmente, consideraremos la mayordomía cristiana en la
congregación o iglesia. Conviene definir el término “mayordomía”: Según el diccionario, la mayordomía
es la carga de un mayordomo, o su trabajo. El mayordomo es el siervo mayor de una casa grande, o de
una finca. Se entiende que el mayordomo no es el dueño de las cosas que cuida, sino que es un siervo. Él,
sí, cuida de las cosas de su patrón, pero las cosas no son suyas. Recibe salario tal como cualquier empleado
que no tenga igual privilegio.
CONCLUSIÓN:
Nuestra mayordomía es el trabajo de cuidar y usar todo lo que el Señor nos ha dado. Esto no es solamente
las cosas materiales, sino más bien incluye nuestro cuerpo, vida, tiempo, familia y aun, el santo evangelio
de nuestro Señor. Tendremos que entregar cuentas del uso de todo lo que él ha puesto bajo nuestro
cuidado y responsabilidad. Si uno es fiel mayordomo de su cuerpo, tiempo y del evangelio, también lo
será de las cosas materiales que ha recibido.
Devocional N° 1.
IGLESIA EVANGELICA DE EL SALVADOR, MCA.
INTRODUCCIÓN
Nunca comprenderemos los deberes de cada cristiano como mayordomo si no reconocemos que Dios es
el Creador, Señor y Dueño absoluto de todo. Una de las características de la apostasía es negar “a Dios,
único Soberano y a nuestro Señor Jesucristo (Judas 4)”. El cristiano verdadero reconoce la soberanía de
Dios en todos los aspectos de la vida, confesando con su boca y testificando con sus hechos que Jesucristo
es su Señor. Ya que el Señor es Dueño, también es Dador de todo lo que existe. Consideremos algunos
testimonios:
A. PABLO
Hechos 17:24-25: “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo
y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de
hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.”
1. Dios hizo el mundo y todo lo que en él hay: es su Creador.
2. Es el Señor (Dueño) del cielo y la tierra. (Posee lo que hizo.)
3. Dios da a todos: vida, aliento y cosas (no solamente a los cristianos).
C. JOB
El primer capítulo del libro revela cuán grandes fueron las posesiones materiales de Job. Pero, en un
solo día perdió todo. Mas su testimonio fue: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo
tornaré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito” (Job 1: 21). Aunque Job
era rico, no confiaba en sus riquezas, sino en el Dios vivo y verdadero. Reconoció que Dios le dio todo
cuanto tenía, y por ende tenía el derecho de quitárselo.
CONCLUSIÓN
Dios es el Hacedor y Dueño de todo, y no hay ninguna persona que no haya recibido bendiciones de lo
alto. Dios puede dar todas las cosas, y tiene el derecho de quitarlas cuando quiera hacerlo. “El que no
escatimó ni a su propio hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con
él todas las cosas?” (Romanos 8:32). Estamos en el deber de usar todo lo que el Señor nos da para su
honra y gloria. Somos mayordomos de Dios.
Devocional N° 2.
IGLESIA EVANGELICA DE EL SALVADOR, MCA.
INTRODUCCIÓN
El Señor nos ha dado todo lo que tenemos. Cada cristiano tiene un deber para con Dios. Habiendo recibido
todo “de gracia”, también debemos “dar de gracia”. Lo que ofrendamos al Señor toma el aspecto de
sacrificio. Es “sacrificio” también porque nos cuesta algo. Son sacrificios “espirituales”, porque por dichos
sacrificios estamos adorando a Dios en espíritu y en verdad (Juan 4:24). Son sacrificios, porque se ofrecen
directamente al Señor, no al hombre.
Consideramos cuáles son los sacrificios u ofrendas; luego, cómo dárselas a nuestro Dios:
II. EL SEÑOR MIRA MÁS AL CORAZÓN DEL “OFRENDANTE” QUE A LA OFRENDA QUE DA
A. Humildad: reconociendo que lo que tenemos no es nuestro, sino de él. “De gracia recibisteis; dad
de gracia” (Mateo 10:8).
B. Santidad: ofrendando con corazón limpio (Isaías 1:15-20). Los israelitas trajeron sus ofrendas de
acuerdo con lo ordenado, pero ofrendaron con manos “llenas de sangre”.
C. Armonía: creyentes que se llevan bien con sus hermanos. Mateo 5:23-24 claramente declara la
necesidad de estar en paz con nuestros hermanos al traer nuestra ofrenda.
D. Obediencia: ofrenda del creyente obediente (1 Samuel 15:13-22). Obediencia a su palabra agrada
más al Señor. Saúl apartó lo mejor desobedeciendo (1 Samuel 15:13).
CONCLUSIÓN
Como creyentes, el Señor nos ha hecho sacerdocio real, para ofrecerle sacrificios que le agraden: (1) con
su alabanza, (2) con sus bienes (3) con su cuerpo. El Señor mira la actitud de como ofrendamos, no cuanto
damos (Marcos 12:41), y más le interesa al Señor la condición espiritual de su hijo que la cantidad de su
ofrenda. Su pueblo necesita aprender que “más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35).
Devocional N° 3.
IGLESIA EVANGELICA DE EL SALVADOR, MCA.
INTRODUCCIÓN
Ofrendando nuestros bienes y recursos.
La Biblia señala los usos para las ofrendas, entre ellos: (1) Construcciones, mobiliarios e instrumentos para
el ministerio, (2) ayuda a los necesitados o pobres. Gozamos de libertad de culto y el Señor nos concede
el privilegio de reunir dinero, uniendo así nuestras fuerzas para las edificaciones, compra de mobiliarios
e instrumentos, etc. Debemos estar conscientes que ni los templos bien amueblados, ni los equipos de
sonido, ni los instrumentos musicales, ni cualquier otra clase de bien, sustituyen las vidas puras, rectas y
santas de los hermanos. ¡El Señor habita en su pueblo, no en templos hechos de manos! Consideremos
el tema de los recursos:
CONCLUSIÓN
Al ofrendar estamos cumpliendo la voluntad del Señor, todos podemos tomar parte. El Señor quiere que
ayudemos a las personas recordando: (1) siempre habrá menesterosos. (2) dar es una bienaventuranza.
(3) también debemos ayudar a los incrédulos (Gálatas 6:9-10). (4) testificamos que tenemos fe y amor y
(5) dar a los pobres requiere mucha sabiduría, porque hay personas engañadoras, que aparentan la
pobreza para lograr limosnas.
Devocional N° 4.
IGLESIA EVANGELICA DE EL SALVADOR, MCA.
INTRODUCCIÓN
Hay quienes dicen que las Escrituras no apoyan el concepto de un ministerio “remunerado”, esta porción
expresa lo que Dios establece y otras porciones ilustran los principios señalados en estos versículos. Los
ministros fieles del Señor no son “asalariados”. Existe una gran diferencia entre “predicar para recibir
salario” y “recibir remuneración por predicar”.
III. LOS EJEMPLOS DADOS POR EL MISMO SEÑOR, enseñando por qué los pastores y obreros deben
recibir su remuneración.
A. EL EJEMPLO APOSTÓLICO (1 Corintios 9:4-6).
Fue un derecho apostólico (2 Tesalonicenses 3:5-9). Pablo también agradeció a los hermanos de
Filipos por sus ofrendas (Filipenses 4:10-17).
B. EL RECIBIR RECOMPENSA ES UN DERECHO COMÚN. El que trabaja en algo espera sostenerse con
su trabajo (1 Corintios 9:7).
1. El soldado, no pelea a sus propias expensas, recibe sostenimiento de su gobierno.
2. El labrador, el que planta su viña espera comer de su fruto.
3. El ganadero, espera comer carne y recibir leche, lana o huevos de sus aves.
C. EL RECIBIR AYUDA ENCUENTRA APOYO EN LA LEY (1 Corintios 9:8-10; compare Deuteronomio
25:4; 1 Timoteo 5:18). Los siervos del Señor son dignos: “No pondrás bozal al buey que trilla” (tiene
derecho a comer), Pablo dijo: “Por nosotros se escribió”.
D. EL AGRICULTOR ESPERA RECIBIR EL FRUTO DE SU TRABAJO (1 Corintios 9:10). El que siembra lo
espiritual tiene derecho de recibir lo material (v. 11).
CONCLUSIÓN
Los pastores y obreros deben ser sostenidos en lo material (Gálatas 6:6; 1 Corintios 9:11; Romanos 15:27).
El que ministra la palabra de Dios tiene derechos. Muchos hermanos encuentran más fácil ofrendar para
la construcción de templos o para la compra de aparatos que ofrendar con regularidad para el sostén de
su ministro. Pero, el sostén del pastor u obrero deber ser el punto número 1 en el presupuesto de cada
individuo, iglesia y congregación. ¡Amén!
Devocional N° 5.
IGLESIA EVANGELICA DE EL SALVADOR, MCA.
INTRODUCCIÓN
El Señor quiere que haya orden en nuestra mayordomía y él nos enseña métodos para lograr el sostén
sistemático del ministerio. El método señalado para los israelitas fue el diezmo, un sistema legal. El
sistema adoptado por los cristianos fue la ofrenda voluntaria, sin dejar de hacer aquello. Siendo fieles
mayordomos cristianos para el manejo de nuestros bienes, los dos sistemas son aplicables.
I. EL DIEZMO.
A. DEFINICIÓN. Décima parte, y aplicado a la mayordomía, “la décima parte de los ingresos”. Vale la
pena aclarar que el diezmo no puede ser una cantidad diferente a la décima parte.
B. ANTES DE LA LEY —voluntario
1. Abram dio diezmos de lo mejor al sacerdote Melquisedec (Génesis 14:20).
2. Jacob prometió los diezmos de todo lo que Dios le diera (Génesis 28:20-22).
C. DURANTE LA LEY —obligatorio
1. Hebreos 7:5: Los levitas tomaron los diezmos. Requisito para cada israelita.
2. Bendición prometida al diezmador (Malaquías 3:9-10). Dios bendice al que le da a él, y siempre
bendice la obediencia a su Palabra. Quien no diezma “le roba a Dios”.
II. LA OFRENDA VOLUNTARIA, EJEMPLO DE IGLESIA PRIMITIVA: DOBLE O TRIPLE DEL DIEZMO.
Tenemos que aprender a ofrendar. Cuando uno comienza a ofrendar, también aprende esta preciosa
verdad: Dios provee para el dador alegre. El verdadero cristiano desea agradar a su Señor y en su
corazón agradecido siente el deseo de ofrendar y lo hace con gozo.
A. LA DOCTRINA DE LA OFRENDA Y DIEZMOS CRISTIANOS
1. Ofrendar es una gracia (2 Corintios 8:1 y 7), disposición nacida en el Espíritu Santo.
2. La pobreza no priva a uno del privilegio de ofrendar (2 Corintios 8:2-4).
3. La ofrenda es voluntaria y prueba sinceridad y amor (2 Co. 8:8-12; 9:1, 2, 5 y 7).
4. La ofrenda debe ser proporcional con los ingresos, (2 Co. 8:13-14; 1 Co. 16:2).
5. Los premios del dador alegre son: Gozo (2 Co. 8:2) y Mayor capacidad (2 Co. 9:7-11)
6. Resultados: acciones de gracias (2 Co. 9:12) y gloria a Dios (2 Co. 9:13-14)
7. Los diezmos al Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec siguen vigentes (Hebreos 7:1-
10). Los diezmos que se dan ahora, ya nos son según la orden de Moisés, sino la orden de
Melquisedec, ósea a Jesucristo.
B. LA PRÁCTICA DE LA OFRENDA CRISTIANA.
1. Clara meta o propósito: enviar ofrenda a los necesitados en Jerusalén (Romanos 15:26).
Alguien tomó la iniciativa (compare 2 Co. 8:6) y animó a los hermanos (2 Co. 9:5).
2. Eran animados a cumplir su promesa, pero no como quien manda (2 Co. 8:8, 10-12).
3. Un plan para aportar la ofrenda (1 Corintios 16:2). “Cada domingo, ponga aparte algo, cada
uno, según haya prosperado”
4. Se encomendó la ofrenda a personas fieles. “Procurando hacer las cosas honradamente, no
sólo delante del Señor, sino también delante de los hombres”.
CONCLUSIÓN
El diezmo y la ofrenda deben ser proporcionales a los ingresos. Si cada hermano diezma y ofrenda, habrá
suficiente bendición para todos. El cristiano no debe limitar sus ofrendas al diezmo, pues es demostración
de gratitud al Señor. El Señor no necesita, busca “fruto que abunde” (Fil. 4:17).
Devocional N° 6.
IGLESIA EVANGELICA DE EL SALVADOR, MCA.