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EL TEMPLO DEL

DIOS VIVIENTE
Acaso no saben ustedes que son templo de
Dios, y que el Espíritu de Dios vive en
ustedes?
(1 Coríntios 3: 16)
La Populosa Corinto
■ Una ciudad muy rica, por su posición geográfica.
■ Se celebraron en ese lugar los juegos ístmico, superados
por los juegos olímpicos,.
■ También conocida por su fervor religioso a Afrodita, la
diosa del amor; a Isis y a Poseidón, dioses de los marineros;
a Asclepios, el dios de la medicina y, por supuesto, a Apolo.
■ Había un importante templo judío en Corintio
■ Corinto no solo era una ciudad muy rica y de gran fervor
religioso, era una ciudad depravada. La depravación y la
religión eran dos caras de una misma moneda.
La Populosa Corinto

■ Los templos en corintio servían en realidad como


centros de perversión sexual. En el templo de afrodita
prostitutas servían como sacerdotisas.
■ La conclusión es clara: resulta innegable que en
Corinto «reinaban el dios dinero y la diosa lujuria».
Los dioses del siglo XXI

■ El dinero y el placer siguen siendo los dioses preferidos de la


humanidad.
■ La búsqueda insaciable de la felicidad nos ha llevado a
sacrificar ante el altar económico y lujurioso nuestra salud,
nuestra familia y nuestra vida
■ «Los gozos incompletos de este mundo nunca podrán
satisfacer al corazón humano».
■ “Todo lo que podamos encontrar en este mundo es un gozo
incompleto, un algo que no podrá jamás llenarnos” Alexis de
Tocqueville
Los dioses del siglo XXI

■ El ser humano procura con diligencia encontrar la


plenitud que llena el alma, pero lamentablemente la
hemos estado buscando en lugares equivocados y
henchimos nuestra vida con lo que nos deja un gran
vacío
Bien lo dijo Isaías
■ «¿Por qué gastan dinero en lo que no es pan, y su
salario en lo que no satisface?» (Isaías 55: 2, NVI).
Los dioses del siglo XXI
■ El afán por el dinero y el sexo apenas son manifestaciones externas
de un trastorno espiritual.
■ Buscamos descomedidamente (Lo que no llena) porque en nuestro
uso del libre albedrío nos hemos convertido en una «Sinagoga de
Satanás»
■ Hemos creído en las falsas promesas de felicidad que presentan el
dinero y el sexo, pero estos dioses son mercenarios que destruyen.
■ Somos el apreciado lugar donde el diablo quiere vivir para siempre;
el diablo se ha convertido en parte de nosotros mismos.
SINAGOGA DE SATANAS

■ Juan 8: 44 «El padre de ustedes es el diablo; ustedes le


pertenecen, y tratan de hacer lo que él quiere» (DHH).
■ El diablo se siente nuestro dueño, por ello cree tener la
autoridad de impartirnos órdenes.
■ El diablo no lo realiza mediante una posesión demoníaca
visible, ¡no! El usa el método que le dio resultado con
Judas: controlar silenciosamente desde nuestro interior.
SINAGOGA DE SATANAS

Pedro: «¿Por qué Satanás llenó tu corazón? (Hechos 5: 3).


■ Con que lleno su corazón? Con el dios de la «Avaricia».
Satanás quiere estar en nosotros, pero para llenarnos de
avaricia, «que es una especie de idolatría» Colosenses 3: 5
SINAGOGA DE SATANAS
■ Rebecca Pippert, «todo aquello que nos controla, es nuestro
señor. La persona que busca el poder, es controlada por el
poder. La persona que busca la aceptación, es controlada por
las personas a las que quiere complacer. No nos controlamos a
nosotros mismos. Somos controlados por el señor de nuestra
vida».

■ Elena G. de White nos ofrece la respuesta: «Cualquier cosa que


nos atraiga y que tienda a disminuir nuestro amor a Dios, o
que impida que le rindamos el debido servicio es para
nosotros un dios».
Un templo para Dios
■ «¿Acaso no saben ustedes que son templo de Dios, y que el Espíritu
de Dios vive en ustedes?» 1 Corintios 3: 16
■ «Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque
el templo de Dios es santo, y ese templo son ustedes mismos» 1
Corintios 3: 17
■ «¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que han
recibido de Dios y que habita en ustedes? Ya no son los dueños de
ustedes mismos» 1 Corintios 6: 19
■ «¿En qué concuerdan el templo de Dios y los ídolos? Porque
nosotros somos templo del Dios viviente. Como él ha dicho: “Viviré
con ellos y caminaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi
pueblo”» 2 Corintios 6: 16
Un templo para Dios

¡Somos valiosos para Dios!


■ Satanás hace de nosotros una sinagoga de inmundicia,
pero nuestro Salvador nos hace templos de su
Espíritu.
■ El Señor ha decidido depositar su Espíritu en nosotros,
seres mortales y débiles. Jesús dijo que nadie echa
«perlas delante de los cerdos» (Mateo 7: 6).
Un templo para Dios

■ Si Dios ha decidido hacernos morada del espíritu santo ¡es


porque nos considera recipientes sumamente valiosos! El
Cielo no va a permitir que su más excelso don habite en un
lugar que no esté a la altura del huésped divino.

■ Marco Aurelio, «Esto es todo lo que soy: un poco de carne»,


Pero no es así, no eres un simple pedazo de carne, ¡eres el
templo viviente de Dios!
Un templo para Dios

No era que la iglesia de corintio fuera perfecta:


■ Falta de unidad
■ Problemas inmorales
■ Había desorden en el culto
■ Ella Era tenida como ¡el templo de Dios! En ella habitaba el
Espíritu Santo. Es decir, sus problemas espirituales no
invalidaban su valor como la depositaria del poder divino.
Un templo para Dios

■ Simón el mago «ofreció dinero» para adquirir el poder


del Espíritu y decía: «Dadme a mí este poder» (Hechos
8: 18, 19).
■ El dinero puede comprar todo lo que es barato, todo
lo que no satisface plenamente, todo lo que nos deja
incompletos; «lo que es un don de Dios», lo que en
verdad llena nuestros más profundos abismos, no se
puede adquirir con dinero.
Un templo para Dios

■ No nos igualamos a ningún templo majestuoso como


el de Salomón, sin embargo el Dios del Cielo a
decidido establecer su morada en ti y en mi, pecadores
acérrimos, gente llena debilidades y defectos, Que
bendecido somos!
Satanás te ve como su sinagoga
Dios te ve como su templo
■ Pascal: Nuestro vacío infinito solo puede ser llenado
«por Uno que es infinito»
■ Por eso solo Dios puede llenarnos, y él nos llena con
la presencia de su Espíritu.
■ Satanás te quiere llenar de avaricia, de miedo, de
inmundicia, de placeres pecaminosos. Quiere llenarte
de «los gozos incompletos del mundo»
Satanás te ve como su sinagoga
Dios te ve como su templo
■ Si el Espíritu habita en la gente, entonces el centro de
acción del Espíritu no son las paredes sino las
personas.
■ El Espíritu obra en la gente y con la gente.
■ Todo el ministerio del Consolador está enfocado en
guiar a los seres humanos a una experiencia espiritual
genuina y permanente.
Vendedor de globos

■ Amigo, ¿por qué usted no suelta globos de color


negro? ¿Cree que los globos de ese color no se
elevarán?
■ El vendedor fijó su mirada en el cliente y le dijo: —
Señor, lo que hace ascender el globo no es su color
externo, es lo que lleva por dentro.
Valiosos en el Espíritu

■ Somos valiosos, no por una causa externa (la ropa que


vestimos, el aspecto físico que tenemos, la casa en la
que vivimos, el auto que nos acabamos de comprar o
lo bien que suenan nuestras palabras), sino porque el
Espíritu habita en nosotros.
Valiosos en el Espíritu

■ Como templos vivientes de Dios, estamos llamados a


vivir a la altura de lo que somos:
■ Una «casa espiritual» (1 Pedro 2: 5)
■ Y hemos de empeñarnos en crecer «para ser un templo
santo en el Señor; […] para morada de Dios en el
Espíritu» (Efesios 2: 21, 22)
Valiosos en el Espíritu
Como escribió Elena G. de White:
■ «La morada humana, el edificio de Dios, requiere
tutela estrecha y vigilante. Con David podemos
exclamar: “Porque tú formaste mis entrañas; me hiciste
en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque
formidables, maravillosas son tus obras” (Sal. 139: 13,
14). La hechura de Dios ha de ser preservada, para
que el universo celestial y la raza apóstata puedan ver
que somos templos del Dios viviente» (Dios nos cuida,
p. 325)
Satanás ve en ti una inmunda
sinagoga
¡Pero Dios te ve como su
templo viviente en la tierra!

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