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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.

Durante los siglos XII-XIII se produjo en Castilla el esplendor de la primera


escuela o corriente literaria en lengua castellana: el Mester de
Juglaría. "Mester" quiere decir "oficio", y bajo esta etiqueta se agrupan las
obras que llevaban por los pueblos los juglares, hombres-espectáculo errantes
que bailaban, tocaban instrumentos, hacían juegos malabares, cantaban,
contaban chistes y recitaban, entre otras cosas, unos larguísimos poemas
épicos en los que se contaban las hazañas de los héroes castellanos en la
Reconquista.

Estos poemas épicos se conocen como Cantares de Gesta, y tenemos noticia


de muchos ("El cantar de Sancho II", "Los siete infantes de Lara" o
"Roncesvalles") pero casi todos se han perdido, ya que no se leían (la mayor
parte del público de los juglares, e incluso ellos mismos, eran analfabetos),
sino que se transmitían oralmente y se conservaban en la memoria. Son,
por tanto, obras orales, anónimas, colectivas (cada juglar improvisaba y
modificaba así estos cantares), y tradicionales, de las que sólo conservamos
una e incompleta, ya que le falta el principio: el Cantar de Mío Cid.

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.
Los cantares de gesta se basan en hechos y personajes históricos, pero a
ellos se añaden muchísimos elementos ficticios que van incorporando los
juglares en sus recitaciones.

Estas obras cumplían una triple función en la época.


1. Entretener al público.
2. Informar de cómo iba la Reconquista.
3. Enseñar: ensalzan los valores deseables en la sociedad medieval
(la honra, la valentía, el respeto a la autoridad, la religiosidad...) y
proponen como modelo a imitar a unos héroes idealizados.
Frente al resto de la épica medieval europea (como la de Bretaña, con las
aventuras del Rey Arturo y los Caballeros de la Tabla Redonda, en las que
aparecen Merlín o Excálibur; o los Nibelungos germánicos), la épica castellana
es bastante realista y no aparecen elementos mágicos o fantásticos como
magos, encantamientos u objetos maravillosos.

EL CANTAR DE MÍO CID

El Cantar de Mio Cid nos ha llegado en un manuscrito del siglo XIII, firmado
por un tal "Per Abat" -que es copista, no autor-, y es una copia de otro
anterior cuya fecha es difícil de determinar. Aunque le faltan las primeras
hojas, consta de más de 3700 versos

ARGUMENTO Y TEMAS
El argumento se basa en la vida del caballero Rodrígo Díaz de
Vivar, infanzón castellano desterrado por el rey Alfonso VI y que participó en
la Reconquista de Valencia, aunque la mayor parte de su argumento no se
puede considerar histórico sino fruto de la imaginación de los juglares que lo
recitaron durante más de dos siglos.

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.

Al faltar el comienzo, el manuscrito empieza con el Cid partiendo ya


al destierro, por lo que desconocemos qué motivos se darían en la
obra para que el rey infligiera al Cid el peor castigo para un noble de
la época, aunque la leyenda posterior da tres posibilidades:
o que el Cid obligara al rey a jurar de forma humillante que no
había intervenido en la muerte de su hermano, Sancho II de
Castilla, anterior rey y señor de Rodrigo Díaz
o que el Cid se quedara con algunos de los impuestos que
cobraba
o que terceras personas intrigaran para poner al rey en su
contra
El Cid parte al destierro con algunos hombres, dejando a su mujer e
hijas en el monasterio de San Pedro de Cardeña, y pronto
comienzan los éxitos militares. Siempre manda una parte importante
del botín al rey Alfonso VI, lo que logra que éste se ablande y, tras la
conquista de Valencia por el Cid, permita que acudan allí su mujer y
sus hijas. Para sellar esa reconciliación, el rey propone el
matrimonio del Cid con dos nobles leoneses, los infantes de Carrión,
que acuden a Valencia, donde pronto dan muestras de su
mezquindad y cobardía. Ridiculizados por los hombres del Cid,
deciden tomar venganza. Proponen partir con sus esposas a León y
por el camino, en el robledal de Corpes, las maltratan brutalmente y
las dejan abandonadas y malheridas, en lo que supone una ofensa
enorme para el Cid y su honra. Este, en lugar de tomar la justicia
por su mano, pide justicia al rey que propone unas Cortes en las que
los infantes de Carrión son vencidos y el Cid termina viendo cómo
sus hijas se casan con infantes de Aragón y Navarra.

La obra, por tanto, cuenta cómo el Cid pierde la honra y la recupera gracias
a su esfuerzo y valía, primero en el plano público (con el destierro y el
posterior perdón del rey), luego en la esfera privada (con la afrenta de
Corpes y la justicia final frente a los infantes de Carrión).

De todo el argumento, sólo es histórico el destierro y la conquista de


Valencia. El resto de los hechos, así como todos los detalles, son ficticios.

PERSONAJES
El Cid aparece idealizado con todas las virtudes importantes para la
mentalidad medieval: buen guerrero, fiel a su rey aunque este sea
injusto, buen padre, buen esposo, buen señor de sus vasallos, justo
hasta con sus enemigos, buen cristiano. etc.
Sus hombres aparecen también caracterizados con virtudes positivas
Sus enemigos (los infantes de Carrión), por el contrario, sólo
presentan rasgos negativos (cobardes, traidores, mentirosos,
rencorosos, mezquinos...)

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.
ESTRUCTURA
La obra se divide en tres partes, que corresponderían a tres sesiones de
recitación del juglar:
1. Cantar del Destierro: marcha al destierro del Cid y primeros
éxitos militares, de cuyo botín manda la mejor parte al rey.
2. Cantar de las Bodas: Tras conquistar Valencia, Dª Jimena y sus
hijas se encuentran allí con el Cid; el rey las casa con los infantes de
Carrión y estos se ven ridiculizados por el Cid y sus hombres a causa de
su cobardía, lo que les llevará al rencor y el deseo de venganza.
3. Cantar de la Afrenta de Corpes: los infantes maltratan a las
hijas del Cid, este pide justicia al rey y se celebran las Cortes en las
que los infantes se verán derrotados y el Cid encumbrado y
emparentando con la realeza.

MÉTRICA
La métrica es irregular debido al carácter oral de la obra:
Versos: son versos largos, que oscilan en el número de sílabas. La
mayoría tienen entre 14-16 sílabas, y se dividen en dos mitades
llamadas hemistiquios por una pausa central o cesura.
Rima: asonante.
Estrofa: tirada: serie indefinida de versos con la misma rima
asonante Cuando hay un cambio de rima, se produce un cambio de
tirada (o sea de estrofa). Cada tirada tiene un número diferente de
versos (puede haberlas de diez, o de veinte...)

LENGUA Y ESTILO
Las características de la lengua y el estilo también se deben a la oralidad y a
las circunstancias de recitación de los juglares ante el pueblo:
1. Sencillez y claridad: el público es mayoritariamente inculto y
analfabeto.
2. Agilidad narrativa.
3. Diálogos en estilo directo (que el juglar interpretaría cambiando voces,
gestos o postura corporal).
4. Apelaciones al auditorio ("ved", "oíd", "sabed", "bien oiréis lo que dirá")
con las que el juglar intenta captar y mantener la atención de su público.
5. Epítetos épicos: fórmulas fijas para nombrar a los personajes que
además los caracterizan o ensalzan.
Son especialmente frecuentes para el Cid, al que se llama "el que en buen
hora nació", "el que en buena hora tomó espada", "el que Valencia tomó", "el
Campeador", "Mio Cid campeador". Pero también para otros personajes, por
ejemplo, Minaya Alvar Fáñez, mano derecha del Cid, será "el burgalés de pro".
6. Descripciones vivas de la batalla o la emotividad de algunos sucesos
cotidianos (como la despedida o el reencuentro del Cid con su familia), que
intentan conmover o impresionar la auditorio.
7. Mucho léxico relativo a la guerra y la religión.

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.
Para saber más sobre el Cid:
¿Histórico o legendario?

Para conocer un poco más sobre este personaje podéis encontrar muchas
cosas en la red.

Por ejemplo, la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes le dedica una


página en la que podéis encontrar , aparte de enlaces y estudios, unas
curiosas galerías de imágenes (de Burgos, de personajes, de lugares
"cidianos") y sobre todo, la posibilidad de ver el manuscrito único y
original firmado por el copista Per Abat. Un lujo, todo un lujo. Este es el
comienzo:

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.
Además, podéis consultar la aplicación "El Cid, historia y leyenda", en la
que encontraréis mucha información sobre la época, el personaje real, su
leyenda y el Cantar, además de una versión en cómic y entretenidísimas
actividades y pasatiempos. Creo que no se puede pedir más.

El Cid Campeador: historia y leyenda

En El Tinglado podéis consultar un LIM (Libro Interactivo Multimedia)


titulado La leyenda del Cid) con mucho material (gran parte auditivo)
sobre su leyenda y los distintos episodios que la conforman, sobre el Cid
real y el Cantar de Mío Cid, con un análisis de los diferentes aspectos de la
obra y actividades.

En este vídeo tenéis algunos datos y curiosidades más sobre la obra.

Y en este otro, la Directora Técnica de la Biblioteca Nacional nos explica


muchas cosas sobre el manuscrito, su descubrimiento y su conservación.

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.
Cantar de Mío Cid: fragmentos

¿Qué es saber literatura y, por tanto, aprender literatura? Saber leer textos y
saber aplicar a ellos lo que hemos aprendido: a qué obra pertenece, a qué
corriente y movimiento, de qué época, quién es su autor, qué dice, cómo lo
dice y por qué lo dice así... Así que aquí os dejo una selección de textos de la
primera gran obra de la literatura castellana: el Cantar de Mío Cid,
único Cantar de Gesta conservado y representante elocuente de las obras
pertenecientes al Mester de Juglaría, que brilló por toda Castilla durante los
siglos XII y XIII.

Del "Cantar del destierro" leeremos dos pasajes elocuentes sobre la partida
del Cid de su tierra:

El primero es el comienzo del manuscrito tal y como lo conservamos, y


narra la despedida del Cid de sus posesiones en Vivar y su paso por
Burgos, adonde han llegado órdenes del rey Alfonso de no dar asilo ni
alimento a Rodrigo (pasaje que inspiró, ya en el XIX, a Manuel Machado
para componer su poema "Castilla").
El segundo nos narra la emotiva y triste despedida del héroe de su
mujer y de sus hijas, a las que deja en el monasterio de San Pedro de
Cardeña.
También podéis leer dos pasajes que reflejan la faceta guerrera del
Cid, mediante la cual, como buen profesional de la guerra, no sólo
logra vivir, sino recobrar su honra y lograr la reconciliación con el rey
Alfonso:
o El primero, perteneciente también al primer Cantar de los tres
que componen el poema, nos muestra a los hombres del Cid en
pleno fragor de la batalla.
o El segundo, que se sitúa en el Cantar de las Bodas, con
Valencia ya reconquistada, insiste en la grandeza de las
victorias de los hombres del Cid... y del botín que con ellas
recaudan.

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.
Además, os dejo dos pasajes en los que aparecen los antagonistas del
Cid y sus hombres: los infantes de Carrión, representantes de la
nobleza leonesa elegidos por el rey Alfonso para casar a las hijas del
Cid y reconciliarse así con él.
Del Cantar de las Bodas, leeremos el famoso episodio del león, que
marca el inicio del rencor de los infantes hacia su suegro y sus hombres.
Del Cantar de la Afrenta de Corpes, el pasaje en que los infantes de
Carrión maltratan brutalmente a Doña Elvira y Doña Sol.

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.
Cantar de Mío Cid: el Destierro
Cantar de Mío Cid
Anónimo- Siglos XII-XIII

(Este es el comienzo del manuscrito conservado del Cantar de Mio Cid)

De los sus ojos tan fuertemente llorando,


tornaba la cabeza y estábalos catando.
Vio puertas abiertas y postigos sin candados,
alcándaras vacías, sin pieles y sin mantos,
y sin halcones y sin azores mudados.

Suspiró mío Cid pues tenía muy grandes cuidados.


Habló mío Cid, bien y tan mesurado:
¡gracias a ti, señor padre, que estás en alto!
¡Esto me han vuelto mis enemigos malos!
Allí piensan aguijar, allí sueltan las riendas.

A la salida de Vivar, tuvieron la corneja diestra,


y, entrando en Burgos, tuviéronla siniestra.
Meció mío Cid los hombros y movió la cabeza:

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.
¡albricias, Álvar Fáñez, que echados somos de tierra!
Ya por la ciudad de Burgos el Cid Ruy Díaz entró.

Sesenta pendones lleva detrás el Campeador.


Todos salían a verle, niño, mujer y varón,
a las ventanas de Burgos mucha gente se asomó.
¡Cuántos ojos que lloraban de grande que era el dolor!
Y de los labios de todos sale la misma razón:
"¡Qué buen vasallo sería si tuviese buen señor!"

De grado le albergarían, pero ninguno lo osaba,


que a Ruy Díaz de Vivar le tiene el rey mucha saña.
La noche pasada a Burgos llevaron una real carta
con severas prevenciones y fuertemente sellada
mandando que a Mío Cid nadie le diese posada,
que si alguno se la da sepa lo que le esperaba:
sus haberes perdería, más los ojos de la cara,
y además se perdería salvación de cuerpo y alma.

Gran dolor tienen en Burgos todas las gentes cristianas


de Mío Cid se escondían: no pueden decirle nada.
Se dirige Mío Cid adonde siempre paraba;
cuando a la puerta llegó se la encuentra bien cerrada.
Por miedo del rey Alfonso acordaron los de casa
que como el Cid no la rompa no se la abrirán por nada.
La gente de Mío Cid a grandes voces llamaba,
los de dentro no querían contestar una palabra.

Mío Cid picó el caballo, a la puerta se acercaba,


el pie sacó del estribo, y con él gran golpe daba,
pero no se abrió la puerta, que estaba muy bien cerrada.
La niña de nueve años muy cerca del Cid se para:
"Campeador que en bendita hora ceñiste la espada,
el rey lo ha vedado, anoche a Burgos llegó su carta,
con severas prevenciones y fuertemente sellada.

No nos atreveremos, Cid, a darte asilo por nada,


porque si no perderíamos los haberes y las casas,
perderíamos también los ojos de nuestras caras.
Cid, en el mal de nosotros vos no vais ganando nada.
Seguid y que os proteja Dios con sus virtudes santas."

Esto le dijo la niña y se volvió hacia su casa.


Bien claro ha visto Ruy Díaz que del rey no espere gracia.
De allí se aparta, por Burgos a buen paso atravesaba,
a Santa María llega, del caballo descabalga,
las rodillas hinca en tierra y de corazón rogaba

Este fragmento ha inspirado..."Castilla ", de Manuel Machado.

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.
"Castilla"
Manuel Machado
(1874-1947)

El ciego sol se estrella


en las duras aristas de las armas,
llaga de luz los petos y espaldares
y flamea en las puntas de las lanzas.

El ciego sol, la sed y la fatiga.


Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos,
-polvo, sudor y hierro- el Cid cabalga.

Cerrado está el mesón a piedra y lodo...


Nadie responde. Al pomo de la espada
y al cuento de las picas, el postigo
va a ceder... ¡Quema el sol, el aire abrasa!

A los terribles golpes,


de eco ronco, una voz pura, de plata
y de cristal responde... Hay un niña
muy débil y muy blanca,
en el umbral. Es toda
ojos azules; y en los ojos, lágrimas.
Oro pálido nimba
su carita curiosa y asustada.

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.

“¡Buen Cid! Pasad... El rey nos dará muerte,


arruinará la casa
y sembrará de sal el pobre campo
que mi padre trabaja...
Idos. El Cielo os colme de venturas...
En nuestro mal ¡oh Cid! No ganáis nada.”

Calla la niña y llora sin gemido...


Un sollozo infantil cruza la escuadra
de feroces guerreros,
y una voz inflexible grita: “¡En marcha!”

El ciego sol, la sed y la fatiga.


Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
-polvo, sudor y hierro-, el Cid cabalga.

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.
Cantar de Mío Cid: la despedida.
Cantar de Mío Cid
Anónimo- Siglos XII-XIII

Ya la oración se termina, la misa acabada está,


de la iglesia salieron y prepáranse a marchar.
El Cid a doña Jimena un abrazo le fue a dar
y doña Jimena al Cid la mano le va a besar;
no sabía ella qué hacerse más que llorar y llorar.

A sus dos niñas el Cid mucho las vuelve a mirar.


"A Dios os entrego, hijas, nos hemos de separar
y sólo Dios sabe cuándo nos volvamos a juntar."
Mucho que lloraban todos, nunca visteis más llorar;
como la uña de la carne así apartándose van.

Mío Cid con sus vasallos se dispone a cabalgar,


la cabeza va volviendo a ver si todos están.
Habló Minaya Álvar Fáñez, bien oiréis lo que dirá:
"Cid, en buena hora nacido, ¿vuestro ánimo dónde está?
Pensemos en ir andando y déjese lo demás,
todos los duelos de hoy en gozo se tornarán,
y Dios que nos dio las almas su consejo nos dará”.

Al abad don Sancho vuelve de nuevo a recomendar


que atienda a doña Jimena y a las damas que allí están,
a las dos hijas del Cid que en San Pedro han de quedar;
sepa el abad que por ello buen premio recibirá.

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.

Cantar de Mío Cid: la guerra


Cantar de Mío Cid
Anónimo- Siglos XII-XIII

Embrazaron los escudos delante del corazón:


las lanzas ponen en ristre envueltas en su pendón;
todos inclinan las caras por encima del arzón
y arrancan contra los moros con muy bravo corazón.
A grandes voces decía el que en buena hora nació:
"¡Heridlos, mis caballeros, por amor del Creador,
aquí está el Cid, Don Rodrigo Diaz el Campeador!".
Todos caen sobre aquel grupo donde Bermúdez se entró
Éranse trescientas lanzas, cada cual con su pendón.
Cada guerrero del Cid a un enemigo mató,
al revolver para atrás otros tantos muertos son.
Allí vierais tantas lanzas, todas subir y bajar,
allí vierais tanta adarga romper y agujerear,
las mallas de las lorigas allí vierais quebrantar
y tantos pendones blancos que rojos de sangre están
y tantos buenos caballos que sin sus jinetes van.
Gritan los moros: “¡Mahoma”; “¡Santiago!”, la cristiandad.
Por aquel campo caídos, en un poco de lugar
de moros muertos había unos mil trescientos ya.
A Minaya Alvar Fáñez matáronle el caballo,
pero bien le socorren mesnadas de cristianos.
Tiene rota la lanza, mete a la espada mano,
y, aunque a pie, buenos golpes va dando.
Violo mio Cid Ruy Díaz el Castellano,
se fijó en un visir que iba en buen caballo,
y dándole un mandoble, con su potente brazo,
partióle por la cintura, y en dos cayó al campo.
A Minaya Alvar Fáñez le entregó aquel caballo:
-"Cabalgad, Minaya: vos sois mi diestro brazo".

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.

Cantar de Mío Cid: lucha y ganancia

Han salido de Valencia, ya la bandera sacaron,


son cuatro mil menos treinta los que el Cid lleva a su lado
y a cincuenta mil de moros sin miedo van a atacarlos.
Minaya con Álvar Álvaroz éntrase por otro lado,
y plúgole al Creador que pudiera derrotarlos.
El Cid hiere con la lanza, luego a la espada echa mano,
a tantos moros mató que no pueden ser contados,
le va por el codo abajo mucha sangre chorreando.
Al rey Yusuf de Marruecos tres golpes le ha descargado,
pero el moro se le escapa a todo andar del caballo
y se le mete en Cullera, castillo muy bien armado;
hasta allí le sigue el Cid por ver si puede alcanzarlo,
con otros que le acompañan de aquellos buenos vasallos.
Desde Cullera se vuelve Mío Cid el bienhadado,
muy alegre del botín tan grande que han capturado.
Ve cuánto vale Babieca, de la cabeza hasta el rabo.
La ganancia de aquel día toda por suya ha quedado.
De aquellos cincuenta mil moros que habían contado,
no pudieron escaparse nada más que ciento cuatro.
Las mesnadas de Ruy Díaz saquearon todo el campo,
entre la plata y el oro recogieron tres mil marcos,
y lo demás del botín no podían ni contarlo.
Alegre está Mío Cid, muy alegres sus vasallos
de que Dios les ayudara a aquella victoria en campo.

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.
Cantar de Mio Cid: el episodio del león.
Anónimo- Siglos XII-XIII

Estaba el Cid con los suyos en Valencia la mayor


y con él ambos sus yernos, los infantes de Carrión.
Acostado en un escaño dormía el Campeador,
ahora veréis qué sorpresa mala les aconteció.
De su jaula se ha escapado, y andaba suelto el león,
al saberlo por la corte un gran espanto cundió.
Embrazan sus mantos las gentes del Campeador
y rodean el escaño protegiendo a su señor.

Pero Fernando González, el infante de Carrión,


no encuentra dónde meterse, todo cerrado lo halló,
metióse bajo el escaño, tan grande era su terror.

El otro, Diego González, por la puerta se escapó


gritando con grandes: "No volveré a ver Carrión."
Detrás de una gruesa viga metióse con gran pavor
y, de allí túnica y manto todos sucios los sacó.

Estando en esto despierta el que en buen hora nació


y ve cercado el escaño suyo por tanto varón.
"¿Qué es esto, decid, mesnadas? ¿Qué hacéis aquí alrededor?"
"Un gran susto nos ha dado, señor honrado, el león."

Se incorpora Mío Cid y presto se levantó,


y sin quitarse ni el manto se dirige hacia el león:

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.
la fiera cuando le ve mucho se atemorizó,
baja ante el Cid la cabeza, por tierra la cara hincó.
El Campeador entonces por el cuello le cogió,
como quien lleva un caballo en la jaula lo metió.

Maravilláronse todos de aquel caso del león


y el grupo de caballeros a la corte se volvió.
Mío Cid por sus yernos pregunta y no los halló,
aunque los está llamando no responde ni una voz.

Cuando al fin los encontraron, el rostro traen sin color


tanta broma y tanta risa nunca en la corte se vio,
tuvo que imponer silencio Mío Cid Campeador.
Avergonzados estaban los infantes de Carrión,
gran pesadumbre tenían de aquello que les pasó.

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.

Cantar de Mio Cid: “la afrenta de Corpes"


Anónimo- Siglos XII-XIII

En el robledo de Corpes entraron los de Carrión,


los robles tocan las nubes, ¡tan altas las ramas son!
Las bestias fieras andan alrededor.
Hallaron una fuente en un vergel en flor;
mandaron plantar la tienda los infantes de Carrión,
allí pasaron la noche con cuantos con ellos son;
con sus mujeres en brazos demuéstranles amor;
¡mal amor les mostraron en cuanto salió el sol! […]
[…] Todos se habían ido, ellos cuatro solos son,
así lo habían pensado los infantes de Carrión:
«Aquí en estos fieros bosques, doña Elvira y doña Sol,
vais a ser escarnecidas, no debéis dudarlo, no.
Nosotros nos partiremos, aquí quedaréis las dos;
«no tendréis parte en tierras de Carrión.
«Llegarán las nuevas al Cid Campeador,
«así nos vengaremos por lo del león».
Los mantos y las pieles les quitan los de Carrión,
con sólo las camisas desnudas quedan las dos,
los malos traidores llevan zapatos con espolón,
las cinchas de sus caballos ásperas y fuertes son.
Cuando esto vieron las damas así hablaba doña Sol:

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.
«Don Diego y don Fernando, os rogamos por Dios,
dos espadas tenéis, fuertes y afiladas son,
el nombre de una es Colada, a la otra dicen Tizón,
cortadnos las cabezas, mártires seremos nos.
Moros y cristianos hablarán de vuestra acción,
dirán que no merecimos el trato que nos dais vos.

Esta acción tan perversa no la hagáis con nos


si así nos deshonráis, os deshonraréis los dos;
ante el tribunal del rey os demandarán a vos».
Lo que ruegan las dueñas de nada les sirvió.
Comienzan a golpearlas los infantes de Carrión;
con las cinchas de cuero las golpean sin compasión;
así el dolor es mayor, los infantes de Carrión:
de las crueles heridas limpia la sangre brotó.
Si el cuerpo mucho les duele, más les duele el corazón.
¡Qué ventura tan grande si quisiera el Criador
que en este punto llegase mio Cid el Campeador!
Mucho las golpearon, pues despiadados son;
sangrientas las camisas y todos los ciclatones.
Cansados están de herir ellos, ambos a dos,
rivalizando ambos en cual dará los golpes mejor.
Ya no pueden hablar doña Elvira y doña Sol,
por muertas las dejaron en el robledo a las dos.

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.

¡Propuesta-concurso!: El Cid, historia y leyenda

Los Cantares de Gesta (con el Cantar de Mio Cid como único conservado y, por
consiguiente, único que podemos conocer a fondo) basaban sus argumentos
en sucesos históricos, pero a los juglares les importaba sobre todo
impresionar y entretener a su auditorio, así que cuando era necesario,
aparcaban el rigor histórico y echaban mano de la imaginación. Y cada juglar
añadía algo de la suya, por lo cual los Cantares de Gesta estaban llenos de
sucesos, personajes y detalles que en realidad no existieron jamás. Y ahora lo
vamos a comprobar.

Aquí tenéis un breve documental que analiza lo que sabemos de la figura


del Cid histórico, el caballero burgalés Rodrigo Díaz de Vivar, que vivió la
segunda mitad del siglo XI, y lo contrasta con el argumento que nos cuenta el
mítico poema que lo hizo inmortal. Y después tenéis 35 preguntas,
relativamente fáciles, que podéis responder tras un visionado atento.
Participación individual. Enviadme las preguntas acompañadas de vuestras
respuestas, a mano e indicando nombre, apellidos y grupo del participante,
en el plazo señalado en clase. Tendréis 0,5 puntos más a sumar a la
calificación del 2º parcial.

Pero ojo, para ganar, no puede haber ni el más mínimo fallo.

PARTE 1

PARTE 2

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.
PREGUNTAS:

1.- ¿Qué valores encarna el personaje del Cid?


2.-¿Qué valores recoge el Cantar de Mio Cid?
3.-¿Qué representa actualmente el Cid, es decir, qué valor se le ha dado a su
figura?
4.- ¿Quiénes han sido admiradores del Cid?
5.- ¿Cómo vivió el Cid sus últimos años?
6.- ¿Por qué fue más duro el segundo destierro?
7.- ¿Cuánto tiempo estuvo el Cid en Zaragoza?
8.-¿Qué discordancias hay entre el Cantar y el Cid histórico en cuanto a su
relación con Alfonso VI y su situación familiar?
9.-¿Qué es la ruta del destierro?
10.-¿Cual fue la derrota del Cid después de muerto?
11.-¿Por qué fue desterrado por segunda vez?
12.-¿Cuándo y donde nació el Cid histórico?
13.-¿Por qué es difícil apreciar hoy la trama del poema y disfrutarla?
14.-¿Qué otras obras posteriores complementan la historia del Cid?
15.-¿Donde fue enterrado definitivamente? ¿Por qué?
16.-¿Qué datos tenemos acerca de cómo era físicamente el Cid?
17.-¿Cuándo y dónde le ponen el apodo de Cid?
18.-¿Cuántos versos tiene el Cantar?
19.-¿Qué huellas de la figura del Cid hay en Burgos?
20.- ¿En qué año es desterrado por segunda vez?
21.-¿De dónde es probable que sea el autor o autores del Cid?
22.- ¿Cómo era el Cid como guerrero?
23.- ¿Quién es Garci Ordóñez?
24.-¿Qué es lo que hace sobre todo tan atractiva la figura del Cid? .
25.-¿Como es el manuscrito en que se conserva el Cantar?
26.- ¿En qué año se casó el Cid y de donde era su mujer? ¿Quién concertó ese
matrimonio?
27.-¿Cuál es el hilo principal de la obra?
28.-¿Cuál es la fecha en la que se realizó el manuscrito que conservamos?
29.-¿Qué dos episodios que forman parte de la leyenda del Cid no aparecen en
el Cantar?
30.- ¿A qué edad murió el Cid? ¿De qué?
31.- ¿Cuándo fue desterrado el Cid por primera vez y qué edad tenía?
32.-¿Qué prueba hay de que la obra se creó para ser narrada oralmente?
33.-¿Qué otro apodo recibió desde muy pronto el Cid histórico y qué
significaba?
34.-¿Donde se guarda hoy el manuscrito?
35.- ¿Cómo es el "buen vasallo" que se elogia en el Cantar?

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.
...Y PARA TERMINAR Y SABER ALGO MÁS:

DOCUMENTAL, MÚSICA Y CINE SOBRE EL CID

 Para empezar, os enlazo con una recreación de lo que pudo ser la


primera versión para ver del Cantar del Mío Cid: la recitada por los
juglares, que tal vez fuera algo así... o tal vez no.

 Una versión musical, en esta ocasión, rockera, a cargo de Tierra Santa,


que titula a su canción sobre el Cid "Legendario".

 Aquí tenéis una versión rap de la historia del Cid, que, por supuesto se
ha adaptado en alguna que otra ocasión a la pantalla.

 Y empezamos por la última: una miniserie de ficción, El Cid, 2020.

 Un remake en la serie de RTVE El ministerio del tiempo titulado “La


última batalla de El Cid”

 La película de animación El Cid, la leyenda, estrenada en 2003.

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Juglares, Cantares de Gesta y el Cantar de Mío Cid.

 También de animación fue una versión mucho más libre e imaginativa,


que recreaba la infancia del héroe y que triunfó en las pantallas
televisivas de los hogares españoles allá por los años 80. Era una serie
titulada Ruy, el pequeño Cid.

 La versión más clásica y famosa, El Cid, se estrenó en 1961 y


protagonizada, nada más y nada menos que, por Charlton Heston y
Sofía Loren.

Además de estas versiones de ficción, también
encontramos dramatizaciones, como esta de Televisión Española.

Poema de Mío Cid

 O este documental titulado Con nombre propio y realizado para la


televisión de Castilla y León:

El Cid 1

El Cid 2

Y para viajar virtualmente, en tiempos de pandemia, estos dos enlaces:

 Paisajes del castellano, Rtve.

 Camino del Cid. Burgos: comienzo de la aventura (conjunto de diez


documentales que recorren el periplo cidiano)

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