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Cantar de Mio Cid

1. Datos básicos

• País: España
• Fecha de publicación: el manuscrito conservado data de
principios del siglo XIII (1207 aprox.), etapa muy trágica para
Europa, por las pestes, problemas políticos y guerras que se
suscitaron.
• Autor: anónimo. Se desconoce su autor, pero se supone que
debió ser un poeta culto, lo más probable asociado al clérigo,
cercano a los hechos históricos referidos en el cantar.
• Estructura externa: 3.735 versos distribuidos en estrofas de un
número irregular de versos con rima asonante.
• Género: Poema épico > Cantar de gesta
2. Personajes
2. Personajes

• Rodrigo Díaz de Vivar: es el centro del cantar, el héroe que


reúne en su figura todas las virtudes de un caballero medieval:
valentía, virilidad, fidelidad a su señor cristiano, generoso con
sus vasallos y noble. Rodrigo Díaz es llamado “Cid”, del árabe
cid, said, seid “señor”, por la admiración que despierta en sus
vasallos e incluso en sus enemigos.
• Doña Jimena: esposa del Cid, no tiene mucha participación en
la obra por tratarse de un cantar de gesta – los hechos están
centrados en la figura del caballero medieval. Cuando aparece
sirve para destacar los rasgos de buen esposo del Cid. Como
personaje, doña Jimena es descrita como fiel esposa, con los
rasgos de una dama medieval.
• Doña Elvira y doña Sol: Son las hijas del Cid. Las deja con
su madre en el convento de San Pedro, cuando parte al
destierro. Son descritas como hijas fieles a la voluntad de
su padre. En el cantar juegan un papel secundario y
sirven para destacar los rasgos de buen padre del Cid.
• Infantes de Carrión: son tres: Fernando, Diego y Azur
González. Son descritos en el cantar como cobardes e
interesados. De hecho, Fernando y Diego se casan con las
hijas del Cid solo por los beneficios económicos que
pueden obtener. Finalmente, mueren en duelo a manos
de caballeros del Cid.
• Alfonso VI: es el rey de Castilla en la época. No aparece
mucho en el cantar; sin embargo, es la figura
omnipresente en la mayoría de las acciones del Cid,
puesto que de todos los botines que el Cid gana en
batalla, recibe una parte como regalo del Cid. Perdona al
Cid, luego que este toma Valencia. Juzga a los Infantes
de Carrión en la Corte de Toledo.
3. Estructura
interna
• El poema está dividido en tres secciones, partes o
cantares: el destierro del Cid, las bodas de sus hijas y la
afrenta de Corpes.
• Destierro de Rodrigo Díaz de Vivar por orden de Alfonso
VI: El Cid parte al destierro abandonando las tierras de
Castilla. Deja a su mujer Jimena y a sus hijas en el
monasterio de San Pedro de Cerdeña. Luego se adentra en
los reinos moros tributarios del rey Alfonso VI, donde
después de varias batallas con los reyes moros y el logro
de numerosas ganancias obtiene el perdón del rey, gracias
a los regalos que le envía.
• Bodas de las hijas del Cid con los Infantes de Carrión:
dichas bodas son concertadas por el rey en señal de perdón
que le confiere al Cid. Se reitera en esta parte del poema
que las nupcias son voluntad real y no del Cid, quien recela
de las intenciones de los Infantes.
• La afrenta de Corpes: Se centra en mostrar la cobardía de
los Infantes de Carrión en dos célebres episodios, la
escapada del león y el miedo que muestran frente a la
batalla, cuando el rey Búcar acampa frente a Valencia.
Para evitar las burlas y la vergüenza que estos sucesos
traen a los Infantes frente a las gemelas del Cid, estos
deciden marcharse con sus esposas a sus tierras.
• Pero en el camino,
específicamente en el robledal de
Corpes, por despecho y venganza
que los han dejado como torpes y
cobardes, los Infantes azotan a las
gemelas sin piedad, dejándolas por
muertas. Las hijas del Cid son
auxiliadas. Finalmente, el Cid pide
justicia al rey Alfonso VI, quien
cita a ellos a la Corte en Toledo,
donde juzga y condena a los
infantes de Carrión, los cuales
tienen que devolver las dotes que
recibieron del Cid y enfrentarse a
duelo con tres caballeros del
Campeador, siendo vencidos.
Termina el poema con la alabanza
de Mio Cid y el anuncio de nuevas
bodas de sus hijas con los reyes de
Aragón y Navarra.
3. Fragmento

• “Ya por la ciudad de Burgos, el Cid Ruy Díaz entró.


Sesenta pendones lleva detrás el Campeador.
Todos salían a verle, niño, mujer y varón,
A las ventanas de Burgos mucha gente se asomó.
¡Cuántos ojos lloraban de grande que era el dolor!
Y de los labios de todos sale la misma razón:
¡Qué buen vasallo sería si tuviese buen señor!

De agrado le albergarían, pero ninguno osaba,


Que a Ruy Díaz de Vivar le tiene el rey mucha saña…”
4. Importancia de la obra
• Es el testimonio de una época, de
sus costumbres y valores. Además
de su calidad literaria que
configura una épica de estilo
castellano propio, que a juicio del
hispanista y académico Ángel
Valbuena Prat, revela el espíritu
de la tierra castellana.
• La figura literaria del Cid ha
trascendido las fronteras de su
propio cantar y ha servido de
inspiración a escritores posteriores
como el dramaturgo francés
Corneille, quien escribió la
tragedia “El Cid”; el poeta
romántico José Zorrilla con su
obra “La leyenda del Cid” y en el
siglo XX, el poeta Vicente
Huidobro con su texto “Mio Cid
Campeador: Hazaña”.
• Aunque la más relevante de las importancias de la obra es
su carácter histórico-nacionalista, ya que España se
encontraba en aquel momento en guerra para expulsar a los
moros (árabes) que habían invadido el sur de la península
ibérica, asolando y destruyendo ciudades y tomando
castillos. Para contrarrestar la situación, la historia de un
invencible caballero con su ejército fue circulando;
producto de ello, muchos campesinos y nobles españoles se
fueron sumando a los batallones en campaña.
• También cabe comentar la importancia lingüística, al ser
una de las primeras obras en dar cuenta del idioma que
predominaría posteriormente en España, por sobre el vasco
y catalán: el castellano.

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