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PSICOSIS
Para el diagnóstico de la psicosis lo que hay que buscar es el fenómeno elemental. Son fenómenos primarios
que dan cuenta de la referencia de la significación. En el caso de la neurosis la referencia es el síntoma. En la
Psicosis no hay síntoma en sentido neurótico, está el fenómeno elemental y con el delirio, con las voces, con
la parte del cuerpo que funciona sola, con eso hace una interpretación del mundo y esa referencia es la que
muestra en su discurso, una referencia interna y propia.
Lo que más nos importa desde la perspectiva lacaniana es lo más primario, el fenómeno elemental, porque
no es una manifestación de la estructura, sino que es la estructura como tal. Lacan dice que en el más
pequeño FF.EE el psicótico presenta toda su relación con el lenguaje.
La P tiene una ruptura con la realidad compartida, es decir no entienden en los mismos términos que
entendemos todos, tienen una forma particular. Lacan habla del método de no comprender el discurso
psicótico, en el sentido de que no se entiende en clave compartida.
Psicosis desencadenada: Cuando la P no está desencadenada es porque está suplementada por algo, está la
psicosis pero no están los fenómenos clínicos. Hay algo que estabiliza la estructura y le aporta una
organización. Que se ha desencadenado quiere decir que eso simbólico que organizaba ya no lo hace, se
rompe y retorna sobre el sujeto con un cambio de registro: lo simbólico retorna en lo real.
En la neurosis el retorno de lo reprimido se da en el registro de lo simbólico, no hay un cambio de registro,
hay un significante que se reprimió y retorna en otro, se da un lapsus, un fallido, ahí el sujeto se divide,
aparece la pregunta ¿Qué pasó acá, porque dije eso? Es del orden del sujeto mismo, no dice “hay voces que
me dice”.
En el diagnóstico no es importante la coherencia desde el punto de las significaciones de las que el sujeto
habla, cuan loco es lo que dice, sino lo que hay que localizar es si eso le viene del exterior, de lo real. El
paradigma de la alucinación es que eso que dice le viene de afuera, del otro, del exterior. Ese es el hecho
fundamental, que le viene de afuera, del otro. Miller hablaba del significante que se le vuelve amenaza,
cuando el sujeto interpreta que se le dirige a él desde afuera y eso tiene estatuto de certeza. Es un
fenómeno de significación personal en este sentido de “me lo hacen a mí”, puede continuar y armar un
delirio de persecución. Hay un S1 que se sale del orden y le retorna en lo real, ese significante se le vuelve
una amenaza, desde afuera, “no sé qué me quiere decir, pero me lo dice a mí”. El desencadenamiento es
desencadenamiento del lenguaje, y un significante que retorna en lo real nunca está en armonía con el
sujeto
Propone la existencia de un agujero forclusivo que es un agujero que se produce en la significación del goce,
hay algo de la relación con el otro a lo que no puede atribuirle un sentido y ese fenómeno del sin sentido le
vuelve. Es una agujero en la significación, en tanto el significante que podría darle un sentido está forcluido,
es el SNP que le permitiría armarse una respuesta respecto de eso sin sentido, un “quédate tranquilo q lo
que quiere es el falo”; esa es un fe, una creencia que tiene el sujeto neurótico, puede suponer lo que el otro
quiere, una de las formas del falo y eso lo tranquiliza, aunq lo incomode, puede tener esa tranquilidad.
Cuando algo de la duda o el cuestionamiento aparece, surge la angustia pero si el otro se conforma con el
significante que el neurótico ofrece, se vuelve otro domesticado. Es este sentido el SNP es un significante
que domestica al otro y que siempre dice lo que el otro quiere.
Silvestre hace esta diferenciación entre la creencia de la neurosis y la certeza de la psicosis en la construcción
de un saber respecto de lo que el otro quiere.
Hay un primer momento de significación que es la significación de significación relativo a saber que el otro
quiere algo, pero antes de aportarle un significante q responda. Es un momento de la psicosis como
universal, un primer momento de que el otro quiere algo, un enigma; luego u segundo momento de
atribución de un significante que le va a dar sentido.
El SNP es el significante primordial que siempre le aporta significación al deseo del otro como falo. Más allá
de esto está la angustia en la neurosis.
En la psicosis, en este lugar hay un vacío, agujero, entonces el delirio es lo que puede localizar de algún
modo el deseo y el goce del otro. Todo delirio va a ocupar el lugar de un significante ante esa primera
amenaza. Algo que le retorna en lo real y del orden de la certeza. Esa es la significación de la significación
porque el SNP n está operando. Luego vendrá la metáfora delirante a reemplazar eso como segundo
significante.
Esta certeza del psicótico, el neurótico nunca la tiene, solo tiene certeza en la angustia. En la dimensión
simbólica todo puede ser: es el , no soy yo, creo son ellos, etc; el neurótico nunca está seguro de lo que el
otro quiere y por eso se analiza y se conmueven todas las certezas simbólicas que tenía.
En la psicosis esto exige un trabajo porque al no tener significación fálica entonces no sabe del goce del otro,
no sabe qué quiere, luego de un trabajo delirante podrá decir “el otro quiere esto de mi”, y así puede ubicar
el goce en el lugar del otro y aportarle un sentido, a eso apunta el trabajo psicótico. Esto es lo restitutivo,
restitutivo de la relación con el otro y con el mundo.
Entonces, hay un agujero forclusivo, no hay significación fálica y el segundo significante que le daba sentido
a ciertas experiencias antes del desencadenamiento era un significante supletorio en función del cual el
sujeto psicótico se organiza. Pero, hay algunas experiencias que quedan por fuera de la significación que
puede dar y la organización entra en crisis. La coyuntura de desencadenamiento pone en evidencia el
agujero forclusivo que siempre estuvo cubierto. Esta cobertura es algo que desde el análisis siempre hay que
preservar, porque el sujeto está sostenido ahí, en este sentido, el analista tiene cierta idea de por donde
puede venir lo que puede conmoverlo, entonces aconseja para evitar esas exposiciones. A veces las
dirección, es solamente por el lado de esta prevención. A veces el mismo sujeto sabe también por donde
está el agujero q puede quedar descubierto y se sabe auto-preservar, y el analista aparece como un guardián
de ese saber donde está el agujero forclusivo.
La demanda del sujeto psicótico va a partir de esa x que es el agujero forclusivo. Lo que demanda es un
significante, un saber que detenga esa significación en suspenso en la que lo deja la ausencia del SNP y
descubre el agujero forclusivo. Esa significación queda en suspenso dice Silvestre. Esta es la demanda, un
significante o bien que se le avale el significante que podría detener la hemorragia de significación.
En la neurosis el SsS es del orden de la creencia, es un supuesto simbólico. En el caso de la psicosis el SsS es
real, el analista está en el lugar del saber y al mismo tiempo es el lugar del que lo goza, otro gozador. El
sujeto se transforma en el objeto de ese goce del otro que sabe. Es un lugar del que el analista está
advertido. Silvestre va a decir que no hay que ponerse en el lugar del que sabe sobre el goce porque por
estructura el psicótico se pone en el lugar de objeto, entonces la maniobra de la transferencia es tratar de
desalojar al sujeto del lugar de objeto, salirse del lugar del saber (es un “yo no sé nada”) y
consecuentemente que salga él del lugar de objeto (que lo gozan).
La idea de cura es una idea relativa en la psicosis, pero el fracaso de la cura es que el analista se transforme
en otro gozador porque es justamente eso lo que hay que evitar. Este lugar esta junto al del saber, porque es
una maniobra muy fina en la que hay que maniobrar. El psicótico llama a ese lugar “usted sabe de esto”, la
estructura llama a ese lugar, desde el agujero forclusivo.
Una forma de evitar ese lugar es mostrar una falta, un no saber, para que el saber lo tenga el sujeto
La interpretación y la transferencia giran en torno a esto. Se puede interpretar, decir, agregar, etc pero
siempre evitar el agujero forcluido, sin tocar ese vacío, hay que evitar hablar de ciertas cosas o bien expresar
un saber. Es más bien ocupar un lugar del que no sabe, del que necesita explicación, del que no entiende.
En el EQZ hay un goce q no está atravesado por la castración y eso retorna en lo real, bajo la forma de un
goce que invade una parte del cuerpo.
Lacan hablaba del objeto a en el bolsillo del psicótico, porque en el neurótico está expulsado al campo del
Otro, no está en el cuerpo del sujeto, está del lado del mundo. En la neurosis se ha producido una operación
de extracción de su goce en el cuerpo y solo queda un bordecito pulsional a partir del cual recupera un poco
de goce, a partir de algo que come, de algo que escucha, algo del objeto que está afuera de él le retorna en
el cuerpo y goza, pero en una medida acotada. Ese es el poco de goce que puede experimentar a nivel de las
pulsiones. Esto es porque no tiene goce adherido a su cuerpo. El caso del psicótico es diferente porque no ha
extraído el goce de su cuerpo (porque no operó la castración como ordenador de la forma de goce, no opera
el SNP), entonces el goce está a nivel del cuerpo, en lo real.
En el caso de la esquizofrenia lo concentra en un órgano y después ve un intento de arrojarlo afuera, de
sacarlo, porque es insoportable, es del orden de la invasión. En este sentido, se ve como intentan cortarse,
arrancarse porque eso lo hace padecer, lo invade. Así es como se traduce la forclusión en la EQZ. Ese
órgano que concentra en sí el goce, que le habla, que se desgarra, es el equivalente del significante
(forcuido) en lo real.
En la paranoia ese goce, que tampoco está regulado por el SNP, retorna en lo Real pero no a nivel del
cuerpo, sino que es extraído y puedo a nivel del otro, por eso es el otro que persigue, es otro gozador. Que
no esté atravesado por la castración, no significa que no pueda ponerlo en el nivel del otro, lo puede poner,
pero como retorno en lo Real. La diferencia en la Paranoia y la EQZ es que en esta última no se extrae del
cuerpo y el órgano goza autónomamente. Después el sujeto podrá darle un tratamiento delirante q será
atribuirle el manejo de ese órgano a otro que se supone.
En la EQZ hay:
Cuerpo Real: que es un cuerpo de goce que nunca se desprende, que se concentra en un órgano y goza
autónomamente.
Cuerpo Imaginario: Un cuerpo libidinal que está en relación con ese goce que no se extrajo.
Cuerpo simbólico: que es como un automatismo, sin función representativa que ordene y regule. Lo
simbólico funciona como real. Freud decía que en la eqz las palabras son como cosas, no tienen función
representativa, no hay mediación, es del orden de la literalidad. Por eso el chiste no funciona, lo toma como
injuria, no sirve la metáfora, la broma.
El problema del esquizofrénico es cómo se liga al registro imaginario la dimensión del cuerpo, cómo hace
para que no se le esfume, que no se le disuelva.
Un ser hablante tiene un cuerpo vivo en el que habita el goce (Real), por otro lado un lenguaje que lo invade
(Simbólico) y por otro lado las sensaciones, imágenes por las que mira, experiencia (Imaginario).
El tema es cómo estos tres registros se juntan, se anudan de forma de no tener experiencias psicóticas de
que por un lado tenga un cuerpo imaginario que no se ha anudado y se va desintegrando, se desdibuja, por
otro lado una invasión de goces (desde lo real) y una deslocalización de goce (que no se ordenan desde lo
simbólico, es decir, que no significantes que le den un lugar, un orden a esos goces). Esto puede explicarse
desde una desconexión de los tres registros y a posterior de qué forma estos buscan una forma posible de
anudamiento.
Otro punto importante en la EQZ a nivel de lo simbólico son los significantes ordenadores (S1) no están
enganchados, no hay S1 para S2…., no hace cadena. Son significantes dispersos los S1 y esto pueda dar lugar
a dispersión de identidades. En la neurosis, están regulados por el SNP y en este sentido se tiene continuidad
en la identidad. Si están dispersos entonces a veces soy uno, otras soy otro, personalidades múltiples. Y
estas identidades no son volátiles, son del orden de la certeza, se es ese en ese momento. No es un
problema de identidad sino otra consecuencia de la forclusión, no está el significante primordial que ordene.
Teniendo en cuenta que la palabra no tiene función representativa, ¿cómo se interviene en la EQZ?.
Hay que indagar en el sujeto cuales son las palabras que usa y tienen un sentido para él, qué sentido les da y
utilizarlas sin ser intrusivo. No hay que usar términos por fuera de los del sujeto.
Hay que pensar que hay maneras de anudar aquello desanudado estructuralmente. La neurosis tiene la
forma que le impone el SNP. En Joyce Lacan dice que hay dos registros q están anudados y uno que está
superpuesto, que parece imaginario. El significado siempre es imaginario, está determinado por lo simbólico,
pero se evoca una imagen, entonces está siempre la articulación significante a la imagen del imaginario. Y
esto sucede porque los registros están anudados. Ahora bien, en el caso de Joyce, en el que un registro
parece anudado pero no lo está, genera una experiencia diferente de sentido y del cuerpo imaginario. No es
el mismo cuerpo de los tres registros bien anudados que un cuerpo con 2 registros y uno superpuesto. En
Joyce la relación con su cuerpo plantea como una exterioridad, es como si el cuerpo fuera de otro. Esto
indica que el registro imaginario está suelto.
Aquí la cuestión es como Joyce se inventó un 4to elemento que anudó al registro imaginario suelto y eso le
dio una solución, una suerte de pseudo discurso que le permitió una organización posible.
En Joyce ese 4to elemento que anuda es su nombre de artista, ser Joyce El artista (incluso él se nomina así
antes de cualquier producción), es este nombre el que le dio un nuevo narcisismo que Lacan llama EGO, es
decir, que se construyó una especie de amor propio que antes no tenía, lo tiene desde que se autonombra
ARTISTA y no viene del SNP, viene se su invención, no viene del Otro. Esto le permite reordenarse
En la clínica de la angustia le dimos al objeto a un valor en términos de acción (causa de deseo: causar el
deseo en el Otro: objeto deseado), en la clínica de la melancolía le vamos a dar un valor y estatuto diferente:
teniendo en cuenta que es el objeto de las pulsiones parciales: la voz, mirada, lo oral y lo anal. Ahora el valor
que adquiere el objeto a es como RESTO: Soy una mierda . Esta es la forma en que los sujetos melacólicos se
nombran a sí mismos. ¿Cómo surge esta identificación? Partimos de la base de que hasta ese momento las
identificaciones son simbólico-imaginarias, uno puede identificarse a un significante, algo que es un nombre,
palabra, también podes identificarte a una imagen; pero cuando hablamos de objeto a no es ni simbólico ni
imaginario, sino Real y en este sentido no es dialectizable.
Agregado mio: Esta sería la solución que encuentra Joyce y Lacan conceptualiza.
Sinthome sería lo que Lacan describe con el grafo del nudo borromeo (como el anudamiento de los tres
registros de lo psíquico) más un cuarto círculo que se añade a la manera de lazo a los otros tres que se anuda
como una pseudo solución ante el no bien establecido clivaje de la función paterna.
Este concepto nombra una solución del sujeto ante el déficit en el registro simbólico que de cierta manera
compensa parcialmente el déficit y le permite un anclaje a la realidad (puede ser una conducta
estereotipada, una actividad) que le permite una adaptación conductual. No confundir con los rituales
neuróticos que no son synthome).