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El Exceso de Alcoholismo en Colombia: Una Epidemia Silenciosa con Profundas Raíces y

Devastadoras Consecuencias

Introducción:
El consumo excesivo de alcohol en Colombia se ha convertido en una epidemia silenciosa
que afecta a todos los estratos sociales, edades y regiones del país. Esta conducta no
discrimina absolutamente a nadie. Dicha problemática, lejos de ser un simple hábito o una
forma de entretenimiento, representa una grave amenaza para la salud pública, el desarrollo
social y la seguridad de la nación que actualmente asevera que existe un panorama
preocupante cuando estadísticas revelan una realidad alarmante:

“Según la Encuesta Nacional de Salud Mental de 2015, el 86% de los colombianos


entre 12 y 65 años ha consumido alcohol en algún momento de su vida. Consumo
de riesgo: el 35% de la población reportó patrones de consumo de riesgo en el
último mes, con mayor prevalencia entre hombres (46%) que entre mujeres (25%).
Adicción: Unas 280.000 personas de entre 12 y 65 años sufren adicción al alcohol,
cifra que refleja la gravedad del problema”.

Las causas del alcoholismo en Colombia son complejas y multifacéticas e incluyen:


Factores sociales: La presión social, la falta de oportunidades, la violencia doméstica y la
pobreza pueden llevar al consumo de alcohol como mecanismo de escape o de
afrontamiento. Factores culturales: la tolerancia social al consumo de alcohol, la publicidad
y el marketing agresivo de bebidas alcohólicas y la asociación del alcohol con la fiesta y la
diversión contribuyen a este problema. Factores biológicos: la predisposición genética y
ciertos rasgos de personalidad pueden aumentar el riesgo de desarrollar dependencia del
alcohol. Impacto disruptivo en todas las industrias:
El alcohol: Un viaje a través del tiempo en Colombia
El alcohol ha estado presente en la historia de la humanidad desde tiempos inmemoriales.
Ya en la antigua Grecia y Roma, tanto señores como la servidumbre disfrutaban de esta
bebida. Incluso, cuando los puritanos llegaron a América en 1620, el consumo de alcohol
era una práctica común, debido a la dificultad para encontrar agua potable.

Más allá de una simple bebida, el alcohol ha tenido un papel significativo en diversas
culturas. Se utilizaba para celebrar acontecimientos importantes como la construcción de un
nuevo hogar, la cosecha, bodas e incluso funerales. Además, también tenía aplicaciones
medicinales, para aliviar el dolor, bajar la fiebre o tratar problemas estomacales.

Su presencia se extiende incluso a las sagradas escrituras. En la Biblia, se menciona el


alcohol en la Última Cena de Jesús con sus apóstoles. En la Edad Media, los alquimistas de
Europa lo empleaban para obtener esencias mediante la destilación. Incluso, fray Luis de
León fue encarcelado por una metáfora que involucraba al alcohol.

En Colombia, el alcohol también tiene una rica historia. Desde la época precolombina, los
Muiscas elaboraban la chicha a partir del maíz. Con la llegada de los españoles, se
introdujeron nuevas bebidas como el guarapo y una cerveza artesanal rudimentaria (Plano,
2012).

La industria cervecera colombiana se remonta a 1826, con la fundación de la Cervecería


Meyer en Bogotá. Inicialmente, la cerveza era exclusiva de las clases altas debido a su
elevado precio. Sin embargo, con el tiempo, su precio se redujo y se volvió accesible a toda
la población.

En 1911, Bavaria lanzó al mercado la cerveza blanca "La Pola" para conmemorar el
centenario de la independencia. Su éxito fue tal que la palabra "pola" se convirtió en
sinónimo de "cerveza" en Colombia (Plano, 2012).

El consumo de alcohol en Colombia ha evolucionado con el tiempo, reflejando los cambios


sociales y culturales del país. Hoy en día, la cerveza sigue siendo la bebida alcohólica más
popular, pero también se han diversificado las opciones disponibles, incluyendo vinos,
licores y cocteles.
La lucha contra la chicha: Un capítulo en la historia del alcohol en Colombia
A principios del siglo XX, la industria cervecera colombiana experimentó un auge
considerable. Su influencia creció tanto que logró el apoyo del Gobierno Nacional para
sacar del mercado legal a la chicha, el guarapo y el aguardiente, es decir, a todas las bebidas
alcohólicas nacionales.

Esta iniciativa se enmarcó en una campaña antialcohólica que buscaba reducir el consumo
de bebidas embriagantes. Se implementaron diversas estrategias, como campañas
educativas en colegios, fomento del deporte y actividades "sanas", y la creación de
bibliotecas públicas.

Sin embargo, la lucha se enfocó principalmente en la prohibición de la chicha, mientras que


la cerveza y otras bebidas alcohólicas no fueron objeto de las mismas restricciones. Las
razones para esta decisión se basaban en dos aspectos:

Las condiciones de higiene y salubridad de la chicha: Se argumentaba que su producción no


cumplía con los estándares sanitarios necesarios.
La percepción de que la chicha "embrutecía" a las personas: Se creía que su consumo
afectaba negativamente las capacidades mentales de quienes la bebían.
En 1913, el doctor Luis Cuervo presentó cifras en el Congreso Médico Nacional que
respaldaban la idea de que la chicha era la bebida alcohólica más consumida en el país.
Esto la convirtió en el principal objetivo de la campaña antialcohólica.

Finalmente, en 1948, el gobierno colombiano tomó medidas drásticas para eliminar la


chicha del mercado legal. Se lanzaron campañas publicitarias en favor de la cerveza de
maíz de Bavaria y se expidió la Ley 34 de 1948, que establecía estrictos requisitos para la
fabricación y venta de bebidas fermentadas.

Estas medidas llevaron al cierre de miles de fábricas de chicha y a la producción


clandestina de la bebida. La industria cervecera, liderada por Bavaria, consolidó su dominio
en el mercado de bebidas alcohólicas en Colombia, desplazando a la chicha como la bebida
popular entre las diferentes clases sociales.
Informacion de seguridad:

Violencia: El consumo de alcohol se asocia con un mayor riesgo de violencia interpersonal,


peleas callejeras, conducir en estado de ebriedad y otras conductas que amenazan la
seguridad de las personas.
Delincuencia: El alcoholismo puede provocar delitos como violencia doméstica, peleas
callejeras, conducir en estado de ebriedad y otras actividades ilegales. Costos para el
sistema legal: El alcoholismo genera costos adicionales para el sistema legal asociados con
el procesamiento de delitos y la atención a las víctimas. Infancia y adolescencia:

Beber temprano: Empezar a beber temprano aumenta el riesgo de desarrollar alcoholismo.


En un mundo donde la historia se fusiona con los gustos modernos y sofisticados
Cuando despertamos nuestros sentidos, se revelan misterios oscuros y difíciles de larga
data.
Por edad: consumo excesivo de alcohol. cuando nosotros tenemos
Una página de historia, desde los primeros pasos de la destilación del alcohol,
En la globalización actual de la mente, nos enfrentamos a un misterio.
Se desarrolló junto con la humanidad. Desde los días de la reina de Saba y su almíbar
En medio de la demanda global por el sabor del vermouth, queda una pregunta: ¿Cómo lo
hicimos?
¿Hemos llegado a un punto en el que los placeres sensuales a menudo se desvían de
caminos peligrosos? año
En un laberinto de gente y alcohol, simplemente aparecimos.
Retos históricos, culturales y contemporáneos.
Esta investigación nos lleva a explorar la historia de uno de los problemas fundamentales
que enfrenta la sociedad: la cerveza, una bebida alcohólica que ha sido codiciada y
venerada a lo largo del tiempo.
Al igual que el arte de hacer pan y las economías domésticas, la historia de la cerveza está
intrínsecamente ligada a la adicción. Inicialmente, su producción estaba en manos de
mujeres, pero con el tiempo pasó a ser una empresa dirigida por hombres, dando lugar a la
industria cervecera moderna.
Las antiguas civilizaciones buscaban crear bebidas alcohólicas a partir de diversas fuentes,
como la miel, el zumo de palmeras y experimentaban con ingredientes como el maíz para
fermentación. Esto dio origen a diferentes tipos de cerveza, como la de mijo en África, el
sake japonés y la kava polinesia. El uso de piedras calientes y el lúpulo como aromatizante
añadieron complejidad a estas creaciones.

La historia de la cerveza alcanzó un hito significativo con los egipcios, quienes atribuyeron
su invención a Osiris y la llamaron Zithos. Esta bebida se integró en rituales religiosos y
cultos, generando un consumo generalizado.

En la actualidad, nuevos factores influyen en los patrones de consumo. En lugar de estar


principalmente influenciados por la religión, las opciones cinematográficas y la
comercialización juegan un papel crucial. La industria del cine y la publicidad han
moldeado la percepción social del consumo de alcohol, asociándolo con glamour y
sofisticación a través de películas y programas, normalizando su uso y considerándolo
esencial.

Los jóvenes, especialmente influenciables por los medios, pueden verse fuertemente
afectados por las representaciones del consumo de alcohol en los medios de comunicación.
La industria del entretenimiento ha integrado productos alcohólicos en sus tramas, creando
vínculos subconscientes entre estas bebidas y las emociones transmitidas en las películas.

El consumo excesivo de alcohol está relacionado con fatalidades en accidentes de tráfico,


homicidios, reducción de la esperanza de vida, ingresos en hospitales psiquiátricos y
condenas por delitos graves. También afecta a la juventud, siendo uno de los problemas
más controversiales, ya que influye en la calidad futura de la sociedad. Por esto, los estados
están tomando medidas para abordar el aumento del consumo agresivo de alcohol,
especialmente entre menores y universitarios.
La importancia que la delegación gubernamental en el Plan Nacional de Control de Drogas
ha otorgado al alcohol durante la última década está fuera de toda duda, y no es menos
cierto que esta importancia se ha convertido ahora en una prioridad absoluta, especialmente
en lo que respecta al abuso de alcohol entre los jóvenes.

En este sentido, el Plan de Acción para la Prevención de Drogas 2009-2012 incluye una
serie de actuaciones directamente relacionadas con el alcohol, en el marco de la Estrategia
Nacional de Prevención de Drogas 2009-2016: Medidas de intervención Sensibilización de
diversos sectores de la sociedad sobre las consecuencias del consumo de alcohol.
; Iniciativas en el ámbito del entretenimiento, así como formación de profesionales en este
ámbito para prevenir el consumo de alcohol entre menores de edad; Programas de
reducción de daños para personas con problemas de abuso de alcohol, con especial atención
a la prevención de accidentes de tráfico; Etc.
Los patrones de consumo y abuso de alcohol varían mucho en Colombia. Las
transformaciones y los cambios económicos, sociales y culturales nos han llevado a
abandonar el antiguo “modelo mediterráneo” que limitaba el consumo de alcohol a
pequeñas cantidades de vino en las comidas familiares, destinadas a una sola persona,
alterando así el acceso controlado y regulado a las bebidas.
El consumo de alcohol es socialmente apropiado.
Hoy en día, el inicio del abuso de alcohol no sólo se produce en el ámbito familiar, sino que
también se da más comúnmente en grupos de amigos y compañeros, desde edades muy
tempranas, en torno a los trece años (“botellón” y “fenómenos”).
Bebe alcohol para superarlo.
En esta realidad cambiante, es necesario contar con la cooperación de entidades de la
sociedad civil, en las que las sociedades científicas juegan un papel importante.
Es oportuno apreciar un trabajo de esta calidad como el elaborado por Socidrogalcohol, que
supone una completa actualización del excelente estudio Adicciones sobre el vino
elaborado en 2002 y que es desde hace tiempo una autoridad en la materia.
El alcoholismo es una enfermedad que causa un daño físico y emocional diferente
dependiendo de la gravedad de la dependencia y tiene diferentes efectos en el medio
ambiente.
Debilidad física y psicológica, a veces hasta la muerte.

Sus razones pueden ser la herencia, la educación, la sociedad y los empleados; A través de
la herencia, observamos que existe una tendencia genética a caer en el consumo de alcohol,
también debido a un ejemplo impuesto por los padres o los padres que usan mal el consumo
de alcohol; Conectarse con lo que se mencionó anteriormente, la educación recibida en el
hogar es esencial, si existe los ancianos en este joven que consume alcohol, y los jóvenes
generalmente desarrollan esta dependencia; Socialmente, beber bebidas alcohólicas
generalmente está en reuniones, con amigos, con familiares o incluso reuniones de
negocios, lo que significa que los jóvenes tienen jóvenes.
El alcohol es la medicina social más utilizada, y se fomenta constantemente en la sociedad
con promesas más felices y agradables, lo que hace que esta persona fascine el alcohol. En
un campo individual, el consumo de alcohol puede representar una depresión y problemas
personales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado el alcoholismo como una crisis
de salud pública a escala mundial, responsable de millones de muertes cada año (2,5
millones en 2004), incluyendo a miles de jóvenes (320.000 personas entre 15 y 29 años en
2004) (Ministerio de Salud y Protección Social, 2013). Más allá de las enfermedades
asociadas a su consumo, el alcohol es el principal desencadenante de la violencia familiar y
social.

Este problema no distingue clases sociales, afectando desde los estratos económicos más
bajos hasta los más altos. A pesar de las altas tasas de consumo en Colombia, la sociedad no
parece mostrar la debida preocupación sobre el consumo excesivo de sustancias,
incluyendo el alcohol, que puede traer consecuencias devastadoras, llegando incluso a la
muerte. Sin embargo, antes de abordar las repercusiones, es fundamental comprender las
raíces de este comportamiento.

Según Castaño y García del Castillo (2014), el alcohol puede generar una sensación de
dependencia, convirtiéndose en un medio para facilitar la conversación, olvidar las penas y
tomar decisiones rápidas. Estas razones, entre otras, impulsan el uso del alcohol como una
falsa solución a problemas personales y emocionales
Diversos estudios coinciden en señalar el consumo de alcohol como una de las principales
causas de problemas de salud en los jóvenes. Según el Ministerio de Salud y Protección
Social (2013), un alarmante 86% de las personas han consumido alcohol al menos una vez
en su vida, con un inicio preocupante en la adolescencia, donde se observa un consumo
simultáneo de alcohol y cigarrillo.
Esta realidad expone a los jóvenes colombianos a un acceso sin restricciones al alcohol y
las drogas, creando un panorama sombrío para su futuro. El alcoholismo, un mal social
cuya propagación se torna cada vez más alarmante, tal como lo advertía Marulanda (1908),
representa uno de los azotes más terribles de la sociedad moderna.
Para combatir esta amenaza, se requieren medidas urgentes que restrinjan el consumo y
mitiguen sus efectos devastadores. Cuando una persona se embriaga, su comportamiento se
torna irracional, su aspecto físico se deteriora y su estado emocional se altera, lo que puede
conducir a actos violentos.
Como bien señalan Rodríguez, Dallos, Gonzales, Herrera, Díaz, Rueda y Campo (2005), el
consumo de bebidas alcohólicas se ve impulsado por la influencia y aceptación social de su
uso. Esta relación, que involucra tanto factores individuales como sociales, lleva a las
personas a recurrir al alcohol como medio de interacción y comportamiento social.
Además, el alcohol se utiliza como un refugio para escapar de situaciones difíciles de la
vida cotidiana, como peleas, desamores o problemas laborales.
Colombia se encuentra entre los países con mayor consumo de alcohol per cápita de
Sudamérica. Esta situación exige medidas urgentes por parte del gobierno para controlar el
acceso al alcohol, especialmente entre los jóvenes.

Según datos del Ministerio de Salud y Protección Social (2013), el consumo de alcohol en
Colombia presenta niveles de riesgo y perjuicio, especialmente en la población joven entre
18 y 24 años. Entre las graves consecuencias del consumo excesivo de alcohol se
encuentran los accidentes de tránsito y los trastornos mentales.

La alta exposición de los jóvenes a la publicidad y propaganda de bebidas alcohólicas es un


tema preocupante. Las grandes industrias del alcohol invierten grandes sumas de dinero
para llegar a toda la población, incluyendo a los adolescentes, quienes son particularmente
vulnerables a estos mensajes (Miller, 2005).

Estos anuncios presentan una imagen distorsionada de la realidad, asociando el consumo de


alcohol con una vida llena de fiestas, mujeres atractivas, aceptación social y éxito, sin
mostrar las graves consecuencias que este comportamiento puede tener en la salud física y
mental, así como en las relaciones personales y el desarrollo profesional.
La influencia del entorno social es un factor determinante en el consumo de alcohol entre
los jóvenes. Sus parejas, amigos, grupos de referencia y demás personas cercanas ejercen
una poderosa influencia sobre sus comportamientos. Si un joven decide no beber alcohol,
puede sentirse excluido y rechazado por su círculo social, lo que puede llevarlo a
consumirlo para evitar el aislamiento.

Las estadísticas confirman este fenómeno. Según el Instituto para la Excelencia en la Salud
y Atención (NICE, 2019), el 44% de los jóvenes entre 11 y 15 años han probado el alcohol,
y el 10% lo ha consumido en la última semana.

La pubertad es una etapa particularmente vulnerable al inicio del consumo de alcohol. Los
jóvenes buscan aceptación social, experimentación y rebeldía, y el alcohol puede verse
como una forma de alcanzar estos objetivos.
La búsqueda de aceptación social es un poderoso motivador para los jóvenes. Para
integrarse a su grupo social, tienden a imitar los comportamientos de sus pares, incluyendo
su forma de hablar, actuar e incluso vestirse (Achicanoy, Aupaz, Mejía, Mutis, Riascos,
2010).

El alcohol puede convertirse en una herramienta para alcanzar esa aceptación. Los jóvenes
tímidos pueden sentir una falsa sensación de poder y locuacidad bajo sus efectos, mientras
que aquellos que normalmente son callados se vuelven más expresivos. Sin embargo, estas
sensaciones fugaces tienen un precio elevado.

Los efectos del alcohol en el cerebro son devastadores. Disminuyen las capacidades
cognitivas, nublan el juicio y enmascaran el dolor, llevando a los jóvenes a tomar
decisiones impulsivas y arriesgadas que pueden tener consecuencias fatales, como
accidentes graves e incluso la muerte.

El entorno familiar también juega un papel crucial en el consumo de alcohol entre los
jóvenes. Cuando los jóvenes tienen una mala relación con sus padres, pueden recurrir al
alcohol como un escape de sus problemas emocionales. Esta búsqueda de refugio puede
conducir a una dependencia del alcohol y abrir la puerta a otras conductas de riesgo, como
el consumo de drogas y la prostitución.

La influencia de los familiares puede ser incluso más fuerte que la de los padres. Los
jóvenes suelen idealizar a sus familiares y buscan imitar sus comportamientos. Si un
familiar consume alcohol o fuma, es más probable que el joven también lo haga, en un
intento de encajar en su círculo social y obtener su aprobación.
El consumo de alcohol en jóvenes colombianos es una problemática preocupante. Según el
Ministerio de Justicia y Derecho (2014), la edad de inicio para consumir alcohol es de 16
años para los hombres y 18 años para las mujeres. Esta tendencia va acompañada del
consumo de cigarrillos y sustancias psicoactivas, lo que representa un grave riesgo para la
salud física y mental de los jóvenes.

Es necesario abordar este problema desde una perspectiva integral, involucrando a la


familia, las instituciones sociales y el gobierno. Se deben reforzar las estrategias de
responsabilidad social para orientar un adecuado desarrollo de los jóvenes en Colombia.
Las estadísticas revelan que los lugares donde más se consume alcohol entre los
adolescentes son las casas de amigos, seguidas de las casas propias, los parques y las
discotecas (Figura 1, Cicua & Méndez, 2007). Estos lugares suelen brindar una sensación
de tranquilidad y confianza que propicia el consumo de alcohol y otras sustancias
psicoactivas.
El consumo de alcohol en menores de edad no se limita a espacios privados. La falta de
medidas restrictivas en lugares públicos facilita el acceso a estas bebidas, lo que exige una
mayor responsabilidad por parte de los comerciantes para cumplir con las normas y evitar
la venta a menores.

El gráfico presentado nos invita a reflexionar sobre el papel de los padres. La falta de
control y supervisión por parte de los adultos puede generar un terreno fértil para que los
jóvenes se inicien en el consumo de alcohol y otras sustancias nocivas, con graves
consecuencias como la drogadicción, la prostitución, el vandalismo y otros
comportamientos de riesgo.

Es necesario cuestionarnos si el sacrificio de trabajar largas horas para satisfacer las


necesidades materiales vale la pena si descuidamos a nuestra familia, especialmente a los
jóvenes. En esta etapa crucial de su desarrollo, necesitan nuestra guía y apoyo para alejarlos
de las drogas, el alcohol y otras sustancias nocivas que los rodean.

El consumo nocivo de alcohol no solo se manifiesta en situaciones de violencia o maltrato


intrafamiliar (Vargas, et al., 2021). Las consecuencias van más allá, afectando la salud
física y mental de los jóvenes, su rendimiento académico y sus relaciones sociales.
La cerveza se posiciona como la bebida alcohólica más consumida entre los jóvenes
colombianos, seguida por el aguardiente, ron, whisky, vino, brandy, chicha y guarapo
(Ministerio de Justicia y Derecho, 2019). La gran mayoría de ellos (30%) consume estas
bebidas durante el fin de semana, con mayor participación masculina que femenina. El
rango de edad más afectado se encuentra entre los 12 y 17 años, representando el 43,1% de
los consumidores, sin distinción de estrato social.

Diversos factores podrían explicar la prevalencia de la cerveza entre los jóvenes:

La influencia de la publicidad: Las grandes empresas cerveceras invierten cuantiosas sumas


en campañas publicitarias que asocian su producto con diversión, éxito social y aceptación
entre pares.
El fácil acceso: La cerveza se encuentra fácilmente disponible en tiendas, supermercados,
bares y restaurantes, lo que la convierte en una opción atractiva para los jóvenes.
El precio: En comparación con otras bebidas alcohólicas, la cerveza suele ser más
económica, lo que la hace más accesible para los jóvenes con menos recursos.
El consumo de alcohol en jóvenes suele ir acompañado de otros comportamientos de
riesgo, como el consumo de cigarrillos. Según el Estudio Nacional de Consumo de
Sustancias Psicoactivas (2019), el 33,3% de la población colombiana entre 12 y 65 años ha
probado cigarrillos alguna vez en su vida, el 12,1% lo ha hecho en el último año y el 9,8%
en el último mes. En este caso, la prevalencia es mayor entre los hombres (13,8%) que
entre las mujeres (6%).

Es alarmante que algunos adultos, en lugar de actuar como modelos a seguir, sean quienes
inicien a los jóvenes en el consumo de cigarrillos. Esta permisividad debe ser erradicada y
reemplazada por un enfoque de responsabilidad y educación frente al consumo de
sustancias nocivas.
El consumo de alcohol en jóvenes no solo tiene consecuencias negativas en sí mismo, sino
que también puede actuar como puerta de entrada al mundo de las sustancias psicoactivas.
Estas sustancias ilícitas, como la marihuana, el basuco, el éxtasis y los alucinógenos,
pueden llevar a los jóvenes a un estado de alteración mental grave, con graves
consecuencias para su salud física y mental.

En Colombia, la situación es preocupante. Según el Ministerio de Justicia y Trabajo (2020),


839 mil personas han consumido alguna vez sustancias como la cocaína, la marihuana, el
basuco o el dick. De estas personas, 667 mil son hombres y 172 mujeres. El grupo de edad
más afectado es el de 18 a 24 años, con una participación del 8,7%, seguido por los jóvenes
de 12 a 17 años con el 4,8% y las personas de 25 a 34 años con el 4,3%.
La presión social puede ser un factor determinante para que los jóvenes inicien el consumo
de estas sustancias por e hecho de Imitar a sus ídolos: Algunos jóvenes buscan emular a sus
referentes en el consumo de sustancias psicoactivas o por la situacion de sufrir maltrato o
ser víctimas de conflicto; El trauma y la desesperación pueden llevar a los jóvenes a buscar
refugio en el consumo de estas sustancias. Conducta agresiva o matoneo escolar: los
jóvenes que son víctimas de violencia o acoso tienen mayor riesgo de iniciar el consumo de
sustancias psicoactivas (Salcedo, 2018).
Capitulo 2
El alcoholismo: una mirada desde el derecho, la sociedad y la salud

Introducción

El alcoholismo, como enfermedad crónica y progresiva, se caracteriza por la dependencia


física y psicológica del alcohol. Esta adicción genera graves consecuencias en la salud
física, mental y social del individuo, afectando también a su entorno familiar y social.

Como estudiante de derecho, me preocupa profundamente el impacto del alcoholismo en la


sociedad. Desde mi perspectiva, este problema no solo tiene repercusiones en el ámbito
individual, sino que también afecta al tejido social en su conjunto.

1. Violencia doméstica:

El alcoholismo aumenta el riesgo de abuso físico, verbal y psicológico en el hogar y puede


afectar la seguridad y el bienestar de los miembros de la familia. Los estudios han
demostrado una fuerte correlación entre el consumo excesivo de alcohol y la violencia
doméstica, incluida la violencia contra la pareja, los niños y otros miembros de la familia
(OMS, 2023).
La violencia doméstica crea una atmósfera de miedo, tensión y trauma en el hogar, lo que
tiene consecuencias negativas para el desarrollo emocional y psicológico de los niños. 2.
Ruptura familiar:

El abuso de alcohol puede provocar conflictos, abandono familiar y destrucción de la


estructura familiar. El alcoholismo puede resultar en separación, divorcio o que el padre
alcohólico abandone el hogar. La ruptura familiar tiene un impacto negativo en el desarrollo
de los niños y los priva de un entorno familiar estable y seguro. 3. Problemas de salud
mental:
Los familiares de alcohólicos pueden sufrir depresión, ansiedad, baja autoestima y otros
problemas de salud mental debido al estrés y la tensión. Los problemas de conducta, las
dificultades de aprendizaje y la baja autoestima son comunes en los niños que viven en
hogares alcohólicos. 4. problema financiero:

El alcoholismo puede causar problemas económicos a las familias debido al desempleo, la


disminución de la productividad y los gastos médicos. El alcoholismo puede provocar
pobreza y dificultades económicas que limitan las oportunidades de educación, avance y
bienestar de los miembros de la familia.

En el campo médico:
Las consecuencias del alcoholismo se extienden a todos los aspectos de la vida personal,
familiar y social y tienen un impacto devastador en la sociedad colombiana. Enfermedad:
El consumo excesivo de alcohol se ha relacionado directamente con el desarrollo de
enfermedades graves como cirrosis, cáncer, enfermedades cardíacas, accidentes
cerebrovasculares y problemas de salud mental.
Mortalidad: El alcoholismo es una de las principales causas prevenibles de muerte en
Colombia, especialmente entre los jóvenes. Accidentes: El consumo de alcohol aumenta el
riesgo de sufrir accidentes automovilísticos, industriales y domésticos, que tienen graves
consecuencias físicas y económicas. familia:

Violencia: El alcoholismo es un factor que contribuye a la violencia doméstica física, verbal


y psicológica que afecta la seguridad y el bienestar de los miembros de la familia.
Separación familiar: El abuso de alcohol puede tener un impacto negativo en el desarrollo
infantil, provocando conflictos, abandono familiar y destrucción de las estructuras
familiares. Problemas de salud mental: Los familiares de alcohólicos pueden sufrir
depresión, ansiedad, baja autoestima y otros problemas de salud mental debido al estrés y la
tensión. En economía:

Pérdida de productividad: El alcoholismo impone costos económicos a las empresas y los


países al reducir la capacidad de las personas para trabajar, aumentar el ausentismo y
reducir la productividad en el lugar de trabajo. Accidentes laborales: El consumo excesivo
de alcohol aumenta el riesgo de sufrir accidentes laborales, lo que repercute gravemente en
la salud de los empleados y provoca costes económicos a las empresas.
Costos para el sistema de salud: El tratamiento de enfermedades relacionadas con el
alcohol, incluidas la cirrosis, el cáncer y las enfermedades cardíacas, supone una carga
económica significativa para el sistema de salud colombiano.
Aspectos psicológicos del alcoholismo

Desde el punto de vista psicológico, el alcoholismo se asocia a diversos factores:

Predisposición genética: Existe una predisposición genética al alcoholismo, lo que significa


que algunas personas son más propensas a desarrollar una dependencia al alcohol que otras.
Factores emocionales: El consumo de alcohol puede ser una forma de automedicación para
aliviar emociones negativas como la ansiedad, la depresión o el estrés.
Traumas: Las personas que han experimentado traumas en su infancia o que han vivido
situaciones de violencia o abuso son más propensas a desarrollar problemas con el alcohol.

El alcoholismo genera una serie de consecuencias psicológicas negativas, entre las que se
encuentran:

Deterioro cognitivo: El consumo excesivo de alcohol puede afectar la memoria, la


concentración y la capacidad de aprendizaje.
Depresión: El alcoholismo puede aumentar el riesgo de sufrir depresión, una enfermedad
mental que puede tener graves consecuencias en la vida del individuo.
Ansiedad: El alcoholismo también puede aumentar el riesgo de sufrir ansiedad, una
condición que genera una sensación de inquietud y nerviosismo constante.
Problemas para dormir: El consumo excesivo de alcohol puede provocar problemas para
dormir, provocando fatiga e insomnio.

Consecuencias sociales del consumo de alcohol: un problema grave


La Comisión afecta a la sociedad en su conjunto, además de las cuestiones individuales que
afectan la salud y la salud mental de quienes la padecen. Las consecuencias del consumo
excesivo de alcohol afectan a muchas áreas y tienen importantes consecuencias sociales que
afectan a personas, familias y comunidades enteras.
Individuos:
Violencia: El consumo de alcohol está fuertemente asociado con aumentos en la violencia
doméstica, la agresión verbal e incluso el asesinato. Beber alcohol puede aumentar el riesgo
de violencia al alterar la capacidad de pensar de una persona, reducir la energía y aumentar
la ira.

Accidentes: Conducir en estado de ebriedad es una de las principales causas de accidentes


de tráfico y puede provocar lesiones graves, discapacidad permanente y la muerte. El
alcohol perjudica la capacidad de trabajar, organizarse y juzgar, y aumenta el riesgo de
accidentes.

Problemas psicológicos: El consumo excesivo de alcohol puede provocar o empeorar


problemas psicológicos como depresión, ansiedad, psicosis y trastornos del sueño. Además,
estas cosas son difíciles de tratar.

Problemas en el lugar de trabajo: El alcohol puede afectar gravemente el desempeño


laboral, provocando ausencias, mal desempeño, accidentes laborales y despidos.

Problemas Familiares: El consumo de alcohol puede causar problemas y problemas en el


hogar, afectando la comunicación, la crianza y la dinámica familiar.

El papel de la ley en la lucha contra el alcoholismo: Libro de texto

La ley, como importante herramienta social, juega un papel muy importante en la lucha
contra el alcoholismo y su impacto negativo en las personas. El problema puede abordarse
desde diferentes ángulos mediante una variedad de medidas legales destinadas a prevenir el
consumo excesivo de alcohol, proteger a los grupos vulnerables y apoyar a quienes padecen
el problema.
Un vaso lleno de:
"El alcohol es un ladrón silencioso que roba la alegría y la confianza de la amistad." dice
Ana, quien vio cómo el alcoholismo de su mejor amiga arruinaba su relación. "Las
conversaciones se convierten en discusiones, las promesas se rompen y las amistades se
convierten en campos de batalla". Sombra de incredulidad:

"Es frustrante cuando un amigo falta a una cita por beber", dice Huang, quien se frustra
cuando ve a amigos borrachos cancelando planes en el último minuto o apareciendo de
manera incómoda. "Se ha roto la confianza, se han roto las amistades". Despídete con una
sonrisa:

"Las reuniones con amigos antes eran divertidas y espontáneas, pero ahora giran en torno al
alcohol", dice María. María lamenta que una salida con amigos se haya convertido en un
evento centrado en el consumo excesivo. "Las personas que no beben se sienten excluidas y
la dinámica de la amistad se vuelve aburrida y monótona". La única forma:

"El alcoholismo puede hacer que te aísles de tus amigos por vergüenza o culpa", dice el
experto en adicciones Carlos López, Ph.D. "Crea un vacío en la amistad y provoca tristeza
y rechazo en ambas partes". Venganza corrosiva:

"Es difícil no enfadarse cuando tu amigo bebe y te deja", admite Pedro, que ha visto a sus
amigos anteponer el alcohol a sus amistades. "No parece importarte y esta amistad no
significa nada para él". Más que una taza vacía:

El alcoholismo puede afectar las relaciones de una persona con amigos cercanos, así como
su imagen social y su desempeño laboral, e incluso puede provocar problemas legales y
aislamiento social.
B-2. Personas distantes: el alcoholismo no sólo afecta a los amigos

El alcoholismo afecta no sólo a las amistades cercanas, sino también a las relaciones con
personas que no son cercanas, como compañeros de trabajo, vecinos y conocidos.
Vídeos destacados de redes sociales:

Imagine a un compañero de trabajo que llega a la oficina apestando a alcohol y sin poder
hablar ni hacer su trabajo. Estos sucesos frecuentes afectan su imagen y las relaciones con
sus colegas.
1. Regular la compra y consumo de alcohol:

Especificar la edad para la compra y consumo de alcohol: Esta medida evita que los niños
estén expuestos a bebidas alcohólicas. Alcohol. Alcohol, porque beber alcohol mientras el
cerebro se desarrolla puede causar daños a largo plazo.
Restringir la publicidad y promoción del alcohol: Restringir la publicidad del alcohol,
especialmente a grupos vulnerables como los jóvenes, puede reducir el consumo y prevenir
el inicio del consumo.
Utilice horarios de venta restringidos: Limitar las horas durante las cuales se vende alcohol
puede ayudar a reducir el consumo de alcohol y prevenir problemas relacionados, como la
violencia nocturna o la conducción en estado de ebriedad.
Aumentar los impuestos a las bebidas alcohólicas: Los impuestos más altos a las bebidas
alcohólicas desincentivarán el consumo y generarán ingresos adicionales para los
programas de prevención y tratamiento.

2. Formas de prevenir la conducción en estado de ebriedad:

Promulgar leyes sin consentimiento: Promulgar leyes para prevenir la conducción con un
contenido de alcohol en la sangre (incluso por debajo del límite legal) puede reducir los
accidentes de tráfico relacionados con el alcohol. .
Siga los programas de monitoreo de alcohol: estos programas permiten a las personas
acusadas de conducir bajo los efectos del alcohol instalar un dispositivo en su automóvil
que mide la cantidad de alcohol consumido en la sangre y evita que el automóvil choque
durante una parada. territorio legal.
Desarrollar un programa de concientización sobre los peligros de conducir en estado de
ebriedad: Crear conciencia sobre los peligros de conducir en estado de ebriedad y las
consecuencias legales que puede tener es fundamental para prevenir accidentes y salvar
vidas.
Para alcohol:

Ahora hay ayuda profesional disponible y el tratamiento de un terapeuta, consejero o


especialista en adicciones calificado es esencial. Pueden ofrecer terapia individual, grupos
de apoyo y crear un plan de recuperación personalizado. Alcohólicos Anónimos (AA) y
otros grupos de apoyo también ayudan a brindar un lugar seguro para conectarse con otras
personas que comprenden los desafíos del alcoholismo. Compartir experiencias y recibir
aliento de sus compañeros puede resultar invaluable en el proceso de recuperación. Para
familias:

Al-Anon y Nar-Anon: estos grupos de apoyo están diseñados específicamente para


familiares y amigos de alcohólicos. Ofrece orientación sobre cómo afrontar los desafíos de
vivir con un alcohólico, cómo establecer límites y cómo mejorar su propio bienestar. Otros
enfoques La terapia individual o familiar puede ayudar a los miembros de la familia a
comprender la dinámica de la adicción, desarrollar habilidades de comunicación saludables
y afrontar los efectos emocionales del alcoholismo. Si bien el apoyo de los seres queridos
es importante, construir un sólido sistema de apoyo de amigos y familiares puede brindar
fortaleza emocional y aliento durante los momentos difíciles. Recursos adicionales:

Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIAAA): Información no


disponible en español: https://www.niaaa.nih.gov/
Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA):
Información disponible en español: [URL no válida eliminada.]
MentalHealth.gov: Información disponible en español: https://www.samhsa.gov/salud-
mental.
3. Formas de ayudar a los alcohólicos:

Promover el acceso a la atención médica: Asegurar que los alcohólicos tengan acceso a un
tratamiento asequible y de calidad es fundamental para la supervivencia, dicen. Esto
incluye la prestación de atención ambulatoria, hospitalaria y comunitaria.
Protección de los derechos de los alcohólicos: Promulgar leyes para proteger a los
alcohólicos de la discriminación y la discriminación y garantizar su acceso a la atención
médica, el empleo y la vivienda.
Fomentar la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos: Invertir en investigación
científica para desarrollar fármacos nuevos y más eficaces para tratar el alcoholismo es
fundamental para la recuperación de las personas que padecen esta enfermedad.

Finalmente, la ley es una herramienta poderosa para combatir el alcoholismo y su impacto


negativo en la sociedad. Al promulgar leyes relacionadas con la prevención, el control y el
tratamiento del abuso de alcohol, se puede ayudar a crear un entorno seguro, saludable y
próspero para todos.
Conclusión: Combatir el alcoholismo desde una perspectiva detallada

El alcoholismo es un problema de salud pública que afecta la salud de las personas y


requiere medidas integrales que combinen medidas desde diferentes lugares. Desde una
perspectiva jurídica, se deben adoptar los siguientes enfoques:

1. El control y la regulación del consumo de alcohol son obvios:

Establecer condiciones para la venta y consumo de bebidas alcohólicas, especialmente


aquellas dirigidas a niños.
Incluye estrategias de promoción y marketing para reducir el consumo de alcohol.
Aumenta los impuestos a las bebidas alcohólicas como elemento disuasorio y fuente de
financiación para la prevención y el tratamiento.

2. Evitar el abuso de alcohol:

Desarrollar e implementar un programa para educar a las personas sobre los peligros del
consumo de alcohol y su impacto en la salud.
Promover un estilo de vida saludable sin consumo de alcohol, especialmente entre los
adolescentes.
Promover la educación sanitaria en las escuelas y comunidades y proporcionar información
veraz sobre los efectos del alcohol.
444 3. Atención y tratamiento del alcoholismo:

Todos merecen acceso a un tratamiento asequible para el alcoholismo.


Educar a los profesionales de la salud sobre el diagnóstico y tratamiento oportuno y
adecuado del alcoholismo.
Brinda apoyo psicológico y social a alcohólicos y sus familias.
fomenta la investigación y el desarrollo de nuevos tratamientos farmacológicos y
psicológicos para el alcoholismo. 444 444 4. Fortalecimiento del marco legal:
Implementar leyes que penalicen la venta de alcohol a menores de edad y la conducción
bajo la influencia del alcohol.
Establecer mecanismos legales para proteger a las personas que padecen alcoholismo de la
discriminación y el estigma.
Promover leyes que faciliten el acceso a tratamiento y la reinserción social de las personas
que padecen alcoholismo.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Bibliografía
 Organización Mundial de la Salud.
Alcohol: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/alcohol
 National Institute on Alcohol Abuse and
Alcoholism: https://www.niaaa.nih.gov/alcohol-health/overview-alcohol-
consumption
 American Psychological Association. Alcohol Use and Alcoholism: [se quitó una
URL no válida]

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