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PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN.

3 k
AÑO X L II. — NÚM . X X V II. PRECIOS DE SUSCRIPCION, PAGADEROS EN ORO.
a So. SEMESTRE. TRIMESTRE. a So. SEMESTRE.
administración:
Madrid.......... 35 pesetas. 18 pesetas. 10 pesetas. A R E N A L , 18 Cuba, Puerto Rico y Filipinas. 12pesos fuertes. 7pesos fuertes.
Provincias........... •10 id. 21 id. 11 id. Demás Estados de América y
Extranjero.......... 50 francos. 26 francos. 14 francos. Madrid, 22 de Julio de 1898. Asia............................ 60 francos. 35 francos.
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Iî li L L AS ARTES.

EL APÓSTOL SANTIAGO EN L A B A T A L L A D K C L A Y 1J O .

FRAGM ENTO D E L C U AD R O D E CASAD O D E L A L IS A L .

(Do fotografia.)
34 — N.° xxv ii LA ILU STR AC IÓ N ESPAÑOLA Y AM E R IC AN A *22 Julio 1898

SU M ARIO . ciones m ilitares y lamentable en su efecto moral Si en Francia lia perdido mucho interés el pro­
por privarnos de una plaza y su armamento. Cero ceso de Zola y de Perreux, claro es que en España
el hombre no esta obligado á más de lo posible, y es una curiosidad sin importancia. Bástenos decir
T exto . — GrAnien general, por n. .Tesé Fernández Bremón. —Xue«* es preciso resignarse ante la adversidad. La his­ que el Jurado de Versalles, como el de París, ha
tro-» grabados, por 0. »'arlos Luis »le Cuenca.— Elee!os ilel corso,
por o. Cesáreo Fernández Dur». — Importantísimo, por don toria de las guerras lejanas no so puede escribir condenado al célebre novelista á un año de prisión
A. Sánchez Pérez. I,a gratitud de los im n to t* . por T). G. Rcpiiruz. en el acto. El tiempo explicara lo que boy parece y multa de 3.000 francos por no haber probado sus
- Los nuevos componentes del aire, por l>. José Rodríguez Mou-
rclo. — Pro.ojro ip ira un libro cualquiera >. por Tb Félix. T.imen- confuso. Disipará como un contratiempo apenas acusaciones contra el consejo de guerra. No nos
dou.x.—Alhonda, poesía, por Ib Manuel de Stuidovnl.—Por ambo» perceptible en la H istoria el golpe (pie hoy es­ alegramos del mal de nadie: pero los acusadores
mundo*. Ni melones cosmopolitas, por 1). Ricardo Recorro de
R.-ngo i.—Sueltos. - Libros presentados a esta Redacción por auto­ cuece, por lo reciente de la herida; será una cica­ no nos son simpáticos, aunque sean personas de
res »áeditores, por (''.—Anuncios. triz más en el cuerpo acribillado de la Patria. talento como escritores, sobre todo si no prueban
GUAUADOS.—Relias \rli-»: E l S »»b.e;e en M lin t a lia ./
< CI<n'ij,i,
fragmento del cuadro de Casado del Alisal. Retrato de D. Anto­ Pero si hoy sentimos el fracaso, no nos infunde sus maledicencias, como parece haber resultado
nio Enlute v Fery. capitán de navio.—Vistas .le Santiago de Cuba: desaliento, sino todo lo contrario: ira contra el del proceso: falta saber si esta vez, como la otra,
Camino d-d Morro. Entrada del Morro por frente de tierra. Te-
nena de Midréns. Calle alta del Hospital. Vista general de la ciu­ agresor afortunado. I.a suerte no nos acompaña. podrá ser anulada la sentencia por el tribunal su­
dad. Calie b:lia de Sunn l'.un i- y plaza 'leí Carmen. Muelle ile ¿Qué le hemos de hacer? Pues, seguir el consejo perior, ó Em ilio Zola tendrá «pie sufrir la pena
la» min- k de.Iuragua. Torre de palomas mon ¡veras; sección belio-
prá(lea. Muelle de hierro de ttaiquin. Farola del Atorro. Plano del refrán (pie dice: i A mal tiempo buena carav, con el periodista Perreux. Cosas son éstas que ata­
lie la oitidiid y de sus alrededores. Merca lo de l loncha. Club náu­ y adelante. ñen ¡i nuestros vecinos, y en «pie para nada nos
tico. Alameda Mi dichón, cali ■central. Cu le baia de la Marina.
Parroquia de la Santísima Trinidad. I’arroipiia do Nuestra Se­ Si: el tiempo y el consejo de guerra que ha de toca intervenir: se trataba de averiguar si el con­
ñora d ■lo- l> dores. Tundido y muelles <1■Luz. Fuerte de Cua- juzgar esta capitulación aclararán las confusiones, sejo de guerra era un tribunal inicuo, ó el novelista
híta. Fuerte Buniato, en la linea f.-rrea. de Sabanilla . Marop».
Muelle Real y Capltnira del puerio. Ramo La Hii";-i. Gobierno y cómo empeoraron las cosas desde la Llegada de francés un calumniador; era un pleito entre fran­
militar. Vista de la citalid. lomada desdo la quinta l E r i . t . Ense­ refuerzos, y otras particularidades y contradiccio­ ceses, y á su jurisdicción corresponden las absolu­
nada de Los Coquitos. Cuartel Reina Mercedes. Cayo Sutil ti, á la
entrada del puerto. Calle bala de las Enramadas. nes que se notan entre los textos oficiales y las ciones ó castigos.
referencias de la prensa. Nuestra ( ’ rúnica pasa vo­ *
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lando sobre hechos recientes y mal sabidos, y no
entiende bien que el General español rindiera la Si el precio de los francos retrae con razón á
CLONICA O E N E UAL. espada al General americano, si es que se capituló los que acostumbran á veranear en Francia, la
«pie los oficiales conservaran su armamento (que guerra y sus consecuencias retienen en Madrid
una y otra cosa dicen los periódicos en sus em bro­ muchas fam ilias que acostumbraban á salir, lo
v suspensión do garantías decretada llados cablegramas!; ni cómo alcanzó el pacto á cual quita á la villa la fisonomía tranquila y pro­
por el Gobierno tiene el objeto de otras fuerzas no encerradas en el recinto, si es vinciana de otros años. Los paseos desiertos, los
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) unificar y robustecer la autoridad: es que sucedió asi; ni otras circunstancias «le la re­ tranvías con poca gente, las calles céntricas des­
_ fb .ll una medida legal, puesto tpie ltt mis- patriación de los sol lados, ni su número. Sea ahogadas, la fácil circulación, y la sencillez de los
mu Constitución la establece, pre- como quiera, es un revés, sin duda justificado, trajes, de «pie disfrutábamos en otras canículas, no
É viendo los casos en »pie la patria pueda pero que consignamos con tristeza, aunque sin existen todavía, privándonos «lid dulce veraneo y
estar en peligro, y no sabemos «pie se perder la esperanza; que eso seria impropio de «le hallarnos casi en el campo sin salir «le casa.
haya encontrado eu situación más d ifíc il en nuestra constancia y nuestra sangre. Todavía que­ Quéjanse algunos de que no se suspendan las
lo exterior desde la guerra de la Indepen­ dan soldados, corazón y lirio nacional. Lo que no verbenas y otros regocijos populares inocentes;
dencia. Aconsejaba también este excepcional parece que abunda es el dinero. Pero la guerra pero á eso se puede contestar que en los días peo­
y transitorio recurso el ya padecido sistema de los tiene sus anomalías. ¿Quién halda de pensar que res de la guerra do la Independencia, nuestro pue­
l/aiihees, consistente en prom over conflictos o in ­ Santiago de Cuba se entregaría antes que Manila, blo, que no escatimó los sacrificios, se procuraba
surrecciones interiores, prólogo de sus acometi­ la cual continúa por España «los meses y medio las posibles diversiones: ni los sucesos del Dos de
das: los Estados Unidos, antes que enviar sus es­ después de lo de Cavile? Sea «le ello lo «pie quiera, Mayo quitaron su animación á los teatros, ni nues­
cuadras y sus tropas, giran sus caudales, y procuran no nos cansaremos de repetir lo «pie pretende ol­ tros soldados en Santiago de Cuba, esperando el
desorganizar y d ivid ir al adversario. No es, pues, vidar la prensa extranjera: España no creía quo bombardeo, cesaron «le tocar la guitarra, cantar y
uno de esos casos en que los partidos utilizan para los Estinlos Unidos fueran un pueblo «lébil, sino bailar en las trincheras. Cada pueblo tiene su ca­
sus peleas un arma, de gobierno: se trata hoy de rico y fuerte: fuimos acometidos de mal modo, y rácter, y el nuestro no es tétrico ni llorón. Cuando
la defensa nacional, ante la cual deben ceder las nos defendemos. No hay otra cuestión. Prim ero recogieron los i / t m/urs nuestros marineros muti­
ambiciones, los sistemas y los intereses particula­ nos atacaron en ('a vite: luego en Santiago: ulti- lados, extrañaron que no se quejase uno á quien
res. Que el espionaje //a»/;«; debe estar en España mamente en Manzanillo: ¿había otro medio que el la metralla había arrancado un» pierna, y que
muy extendido, lo dice la razón natural: en la cañón para contestar á los disparos? otro, con el brazo izquierdo colgando de un pe­
misma Inglaterra, con quien están ¡i partir un p i­ llejo , saludara marcial mente con el derecho. No
ñón, como se suele decir, ha producido desagra­ es extraño que haya verbenas, y (pie celebren á
dable sorpresa la compra de un ejem plar del sis­ La consideración con que se dice que los ¡/nii- Ban ( 'rispia con una corrida de novillos los zapa­
tema de señales de la marina m ilitar inglesa en //•/•.< tratan a nuestros jefes «le marina salvad« s de teros. ¿Acaso dejan de asistir á los teatros los que
tiempo de guerra, ¡i un desertor de la armada bri­ las aguas en el «lesastre de Santiago, «la ocasión a se enojan por las distracciones populares, «pie en
tánica, por los oficiales de los cazatorpederos nor­ la prensa extranjera para ponderar su caballero­ último caso se reducen á «lar unas cuantas vueltas
teamericanos I't/jiHfci- y S ititw w i’s. Como halda sidad, y no creemos «pie sea para tanto. ; Pues no y ver arder unos cohetes? La guerra no agosta la
liebraizantes y mahometizantes en otros tiempos, faltaba más «pie, habiéndonos tachado «le crueles é juventud, ni suspende el amor, y hay gente y eda­
hay yanqtiizantes en España: los unos favorecen inhumanos, incurriesen con los prisioneros de des para todo.
al enemigo con informes de lo que conviene ocul­ guerra eu malos tratamientos!.... Que algo y mu­
cho les falta, lo prueba el giro de un m illón que * 6
tar, y nos perjudican extendiendo noticias falsas
respecto »leí .enemigo: los otros, preparando dis­ ha tenido «pie hacerles el general Planeo. Donde — Y usted ¿qué opina de estas cosas, D. Cri-
turbios, deprimiendo los ánimos y excitando las se aprecia la hidalguía «!«• los pueblos es eu la con­ santo?
pasiones, cuando España está en guerra y so r e ­ ducta general: en las causas de la guerra: en las — ¿Yo? quo me paso las tardes paseando. T.lego
cela la venilla »le la escuadra ifm ih ir á la Penínsu­ conspiraciones «pe , fingienilose amigos, fraguaron al M inisterio do la Guerra y me vuelvo hasta el
la, empresa que envuelve nebulosidad« s interna­ contra nosotros; en la infam ia del M 'ii/ ir, donde hotel de la Paz, estoy en el hotel (!«■ la P az, y
cionales que conviene prevenir. La suspensión de salvaron los nuestros á sus ahamlomnlos marine­ vuelta al M inisterio «le la Guerra. ¿Comprende
garantías es en estos momentos un acto necesario ros para que nos culparan «le traición; en «lislra- usted?
y constitucional, de que rendirá cuenta en su día zar de humanidad swá ambiciones; en empobrecer­ — Sólo entiendo que pasa usted muchas veces al
el Gobierno, tanto mas estrecha, cuanto mayor es nos antes «le combatirnos, y en caer con máquinas día por la calle de Peligros.
la autoridad do que disfruta. Oreemos, pues, un superiores sobre nuestra naciente marina con
acto »lo civismo asumir todas las responsabilidades bombas incendiarias. ¡Gran caballerosidad! Obras
de la guerra y do la paz. s«>n amores. Cuando los nnnforx demuestren su — N o sé cómo distraer á D. Frutos. No le gustan
hidalguía, podremos concedérsela: boy tendrán las muchachas, ni la conversación, ni los festejos,
más fuerza marítima; pero no podemos apreciar­ y se duerme en el teatro....
Los »lías han pasado en la misma duda en «pie los, y seguirán siendo 1«» t|Ue eran mientras no nos — Llévale al campo santo.
dejábamos la Crónica anterior. « 1.a guarnición de demuestren «pie no son unos piratas. Caballeros —-Se pondrá más triste.
Santiago de Cuba lia capitulado, decían las noti­ serán, si el hecho es cierto, los trescientos vene­ — No: esos hombres fúnebres sólo se suelen di­
cias de Washington. — Ñ o es oficial, contestaban zolanos que s«i dice lian roto el bloqueo de la Ha­ vertir en los entierros.
en los Ministerios.— Es una capitulación muy hon­ bana para com partir nuestras «lesgracias. Pero,
rosa, añadían los cablegramas norteamericanos.» aunque seamos vencidos y nos pongan la lanza so­
Y replicábamos interiormente: — No dudamos de pee el rostro, como el caballero de la Planea Luna — ¿Conque estamos de malas?
quo el honor quedará integro, pero toda capitula­ á Don Quijote, para «pie reneguemos «le «pie nos — ¡Qué quiere usted! La guerra es un juego de
ción es una desventaja. Y claro es (pie nos com­ asiste la razón, diremos con el caballero caído: azar: nos han obligado á jugar y ha venido tres
batían dos sentimientos opuestos: el orgullo por «Dulcinea «1« 1Toboso es la más hermosa mujer veces la contraria.
la consideración en que eran tenidas nuestras ar­ «leí mundo, y y » el más desdichado caballero «lo
mas, y el sentimiento de tener que evacuar una la tierra, y no es bien que m i lia«pieza defraude J osé F e r n á n d e z B rem ón .
población importante de la Isla que nos habían esa verdad.»
hecho creer inexpugnable, y ante uti ejército in ­ — Pero esta hermosa respuesta no impidió al
vasor »pie nos decían las falsas noticias quo estaba héroe manehego nuevas desventuras: recuerde us­
ted lo «pie «lijo Don Quijote al ser atropellado por NUESTROS GRABADOS.
en vísperas de dispersarse, y quo de reja lite se
empezó á asegurar (pie ascendía á cincuenta mil la piara, cuando Suncho «pliso acometerla:
« Déjalos estar, «pie esta afrenta es pena «le mi HULLAS ARTES.
hombres. Con estas incertiilumbres es d ifíc il es­
cribir. peciolo; y justo castigo «hd cielo es (pie a un caba­ E' apíintút </< C la v ijn , fragmento «leí cuadro
S 'V ilin ju i n lo b a ta lla
l ’or desgracia, la capitulación es un hecho ofi­ llero andante vencido le coman adivas y le piquen de Casado del Alii-al.
cial: la bandera estrellada ondea en la ciudad avispas y !«■ huellen puercos.»
donde tantos siglos Ilutaron las banderas españo­ — Recuerdo la cita; pero, aun en eso caso, es Reproducimos á la cabeza do este número el
las, y, según las referencias, no el fuego, sino el preferible ser el atropellado a ser de los que atro­ magnifico cuadro quo el ilustre artista Casado del
hambre, determinó la entrega de la plaza. Com­ pella! tan. Alisal pintó para ('1 suntuoso templo de San Fran­
prendemos el inmenso dolor cotí que Urinaria el cisco el Grande de esta corte.
O El apóstol Santiago, patrón de España, fué re-
general Toral aquel acta, honrosa en ñus condi­ e a
22 Jomo 1898 LA ILU STR AC IÓ N ESPAÑOLA Y AM E R IC AN A N.° xxvii — 35

presentado por el pintor en el momento de su es generalm ente de un solo piso, con habitaciones cuatro galerías de elegantes portales arqueados,
aparición milagrosa en la batalla de C lavijo, lu­ corridas, que suelen tener la entrada por la misma con capacidad para seiscientos puestos de venta
chando contra los moros. sala principal, todas ellas ventiladas por anchas y todas las oficinas necesarias. Se construyó por
Son varios los historiadores que cuentan que en y elevadas ventanas. una Sociedad anónima, con capital de 100.000
el año 844, habiéndose negado el rey de Asturias Nuestros grabados reproducen trozos de las ca­ pesos.
Ram iro 1 á pagar el tributo de las Cien doncellas, lles alta del Hospital y bajas de las Enramadas y Abastece de agua á Santiago un acueducto, cons­
encendióse la guerra entre cristianos y musulma­ de la Marina, que dan idea de sus distintos as­ truido en 1840, que toma su caudal en el llamado
nes, viniendo á encontrarse ambas huestes en Cla­ pectos. Rio del paso de la Virgen, y alimenta treinta sur­
v ijo , cerca de Albelda (R io ja j. De las nueve plazas de Santiago de Cuba, es la tidores y trece fuentes.
Retiróse D. Ram iro al llegar la noche con sus más importante la de Armas. Es casi cuadrada, El templo más antiguo es el de San Francisco;
vencedoras tropas, temiendo sufrir al siguiente día tiene 700 pies de longitud, y la cruzan dos calles, el de Nuestra Señora de los Dolores es de 1723, y
completa derrota, y en sueños vió al apóstol San­ la alta de San Pedro y la alta de Santo Tomás, perteneció á la orden de PP. Dominicos. T ien e dos
tiago, quien le animó y le anunció que lograría la que tienen 15 varas de anchura y están embaldo­ torres de tres cuerpos, una de las cuales muestra
victoria. Yióse, en efecto, al renovarse el combate sadas, y en los cuatro cuadrados interiores que las huellas del repetido terremoto de 1852.
al día siguiente, á Santiago montado en caballo resultan de la intersección de las citadas calles Mucho padeció Santiago de Cuba en aquella ca­
blanco y tremolando blanca bandera tástrofe: pero, gracias á la generosidad
con cruz roja, y tal fué el entusiasmo y alientos de su vecindario, se rehizo
de las huestes cristianas, y tan pode­ pronto, ayudándole la espléndida ge­
roso su arrojo, que degollaron á (5.000 nerosidad de S. M. I V Isabel I I , «pie
moros y se apoderaron de C lavijo, A l ­ envió el donativo de un m illón de pe­
belda y Calahorra. sos fuertes.
L a moderna crítica histórica no sue­ Merecen también citarse entre los
le adm itir como cierta esta batalla de mejores edificios el Hospital de la Ca­
C lavijo, y cree que se confunde con la ridad, el instituto Hijas de M aría, el
de Albelda, ocurrida algunos años des­ Hospital M ilitar, el teatro y el cuartel
pués reinando Ordoño 1, sucesor de Reina Mercedes.
Ramiro-, pero sea de ello lo que quiera, Las diferentes vistas de calles, pa­
la poética tradición revela hermosa y seos, monumentos y muelles; los de­
claramente la fe de nuestros héroes de talles de la bahía «leí M orro, cayo
la reconquista, que siempre invocaron Sm ith, ensenada de los Coquitos, la
á su Santo Patrón en las batallas, y al Marina, etc., que en el presente nú­
grito de «Santiago y cierra España» mero publicamos, son reproducciones
corrieron tantas veces á las épicas vic­ exactas de fotografías hechas del na­
torias. tural por el distinguido artista Pérez
El apóstol Santiago, hermano de Argem i, y todo ello, con la vista gene­
San Juan Evangelista y pariente del ral y el plano de la ciudad y sus alre­
Señor, que presenció el m ilagro de la dedores, da fiel idea de Santiago de
resurrección de la hija de Jairo y asis­ Cuba. La prensa diaria ha publicado
tió á la transfiguración gloriosa del tan recientem ente los detalles de lo
monte Tabor y á la agonía de Jesús en ocurrido en ella, que podemos aho­
«1 de las Olivas, vino á España á pre­ rrarnos la amargura de repetirlos,
dicar el Evangelio, según la tradición
constante, general y unánime desde CAHI.OS L r is DK Cr/KNCA.
los más remotos tiempos, y asi lo ase­
guran varones tan doctos en ciencias
eclesiásticas como San H ipólito, Dídi- E F E ( T< )S I >EL ( '( ) | { S ( » O).
mo A lejandrino, San Jerónim o, Teo-
doreto, el venerable Reda, San Isidoro
y el padre maestro Flores. IV.
Seis años permaneció en la Pen ín ­
sula, donde la Madre do Dios le visitó Arrinconado en Gilu-altar el Su/it-
de prodigiosa manera en Zaragoza, y h‘i\ dejando inscripto perdurablemen­
le dejó en prenda el pilar que allí se te su nombra en la historia de los Es­
venera, y después de sufrir el m artirio tados I_ nidos de Am érica, poco tiempo
en Jerusalén, sus discípulos españoles necesitó la actividad del comandante
que le hablan acompañado, trajeron Semines para encontrar en los astille­
su cuerpo á España. En el reinado de ros particulares de Inglaterra cons­
A lfon so el Casto, y siendo obispo de tructor que se aviniera á fabricar en
Iria Flavia (Padrón) Teodom iro, He breve plazo barco nuevo con condicio­
descubrió en eBte lugar el cuerpo del D. A N T O N IO EU LATE Y FERY, nes que no tenía aquél; con todas las
Apóstol y se trasladó la sede á Com- que eran de desear para (pie satisficiera
postela. c a p it á n di -; n a vio.
o
al objetivo de la campaña, á saber:
o (Do fotografia.) casco de madera con dimensiones que
I). ANTONIO KÜI.ATK Y FERY, le dieran porto de 1.000 toneladas; má­
capitán de navio. quinas de vapor de 300 caballos; pro­
pulsor de hélice con pozo y aparato de
Un accidente impidió (pie apareciese en nues­ hay parterres cubiertos de árboles y plantas, con suspensión; arboladura y aparejo de brik-barea;
tro número anterior el rem ito del capitán de na­ una linda fuente en el centro. A l N orte de esta capacidad en las carboneras para 350 toneladas de
vio D. Antonio Enlate y Fery. A l publicarle hoy, plaza está la casa del Gobierno, donde so halla combustible; pañoles de víveres, aljibes de agua,
recordamos que fue á New Y o rk , poco después también instalado el Ayuntam iento, y al Sur la alojamiento de la gente con los mayores espacios
de la catástrofe del JIn in c , inundando el V izcaya , iglesia catedral. relativos; en suma, disposición general para pro­
y de él se contaron entonces rasgos de serena ener­ La casa del Gobierno antigua se hundió en el longar la estancia en la mar cuanto fuera posible.
gía ante la hostilidad de aquella gente, como hoy terrem oto de 1852, y la actual comenzó á ed ifi­ Con gran reserva se estipuló el contrato y se
se refiere que se ha negado á dar palabra de honor carse en 1855. La catedral ha sufrido muchísimo emprendieron las obras; sin embargo, avanzadas
de no tratar de quebrantar su prisión. con los terrem otos, y lia tenido que ser reedifi­ éstas, el espionaje del Gobierno de Washington
» cada varias veces, la última en el año 1811), y llegó á adquirir, si no evidencia, sospechas fun­
* o puede asegurarse que, por el coste de las obras que dadas del destino de la embarcación, y en su v ir­
SANTIAGO HE CUBA. han tenido que repetirse, podría ser muy superior tud gestionó y obtuvo del Alm irantazgo inglés ór­
á lo que es, pues si bien su exterior es artístico, denes de detención y embargo fiel bajel denun­
Desde que la codicia yan/ree üjó sus apetitos en no corresponde lo interior. T ien e algunos buenos ciado; mas como no dormían los interesados en
la antigua capital del departamento oriental de la cuadros y el recuerdo histórico de haber sido en­ eludirlas, antes que tales órdenes tuvieran la de­
Isla de Cuba, comenzó Santiago á tener un triste terrado en ella el célebre Diego de Vebizquez, cuya bida comunicación, sin acabarse las obras de re­
privilegio de actualidad, y repetidas veces hemos losa sepulcral de mármol tuvieron la desdichada mate, teniendo á bordo á los carpinteros y calafa­
publicado planos y vistas del teatro de la guerra. idea de utilizar para labrar la lápida de la Consti­ tes, á pretexto de probar la máquina, descendió
Hoy, lejos de perder aquel privilegio, se ha hecho tución de 181 2. por el Mei sey la nave, y saliendo repentinamente
tan vivo y palpitante su interés, que á Santiago Los principales paseos son las alamedas de Con­ á la mar, se perdió de vista el 2'.» de Julio de 18(52.
de Cuba consagramos casi totalmente la ilustra­ cha y de Cristina: esta última es la más concurri­ A una caleta poco frecuentada de la isla Tercera
ción del presente número. Y a ofrecim os á nues­ da. T ien e 400 metros por (50, y la forman tres ca­ so d irigió, y allá fueron en pos transportes condu­
tros lectores la vista panorámica del puerto, y le lles ó paseos: uno contra! para los carruajes, y los ciendo cuanto había m enester: víveres, carbón,
describimos en esta sección cuando en aquella ba­ laterales para la gente de á pie. El paseo de Cris­ artillería, municiones, armas portátiles, vestua­
hía se concentraba el interés de la lucha: hoy tina debió su reform a y gran em bellecim iento á rio, medicinas, efectos transbordados y puestos en
nuestra inform ación, por análogas razones, ha te­ dos excelentes patricios: al alemán Michelson y su lugar con ímprobo trabajo, pues no queriendo
nido que penetrar en la ciudad. al conocido comerciante D. Juan Suñer, á los cua­ molestar ni producir enojos á las autoridades por­
Hállase ésta dividida en dos grandes distritos, les debe también Santiago de Cuba el Club Náu­ tuguesas, verificábase la operación al ancla ó á la
y el trazado de sus calles revela el antiguo origen tico, que se considera uno de los mejores estable­ vela, cambiando de lugar, utilizando la noche,
ue la misma por su escasa simetría; porque si bien cim ientos de su clase. barloando barco con barco, ó sirviéndose do em ­
tiene algunas de bastante longitud y muy bien ali­ Es verdaderamente magnifico el mercado de barcaciones menores, con dificultades (pie sólo
neadas, las más son tortuosas y difíciles. Treinta Concha, construido en 1858 en los solaros del an­ podrá apreciar el que conozca la entidad de seme-
y cinco de ellas cruzan de N orte á Sur y treinta tiguo convento y hospital de Belén, que había sido
de Este á Oeste, y tiene nueve plazas. El caserío destruido seis años antes por un terrem oto. Tien e (1) Véanse los números Je N y 2 2 de Mayo y de 30 «te Junio.
— X.“ XXVII LA ILU STR AC IO N ESPAÑOLA Y AM ERICANA 22 Ji lio 1808

jantes maniobras. Acababan á la vez su tarca los zando los trabajos y encareciendo los artículos do apareció, hace algunas semanas y firmado por E l
carpinteros; ocupábanse los mecánicos en el re­ primera necesidad, cabe la afirmación; todo ello bedel So telo , un artículo titulado: «(ESCUELAS Y
paso ele piezas «le máquina; creyérase que no iba consiguieron aquellos pocos barcos auxiliados del M aestros .— A l ¡/o de E .n i m enes», en el cual el su­
á tener liu la confusión de objetos amontonados tem or que multiplicaba los golpes efectivos. sodicho bedel, legitim o ó falsificado — que esto no
ni la diversidad de manejos simultáneos. Con todo, Si se objeta ser el corso genuino institución que lo sé todavía, aunque me in clin o á lo segundo,—
presidiendo el orden, en menos de un mes se «lió sostiene la iniciativa particular sin erogación ni después de nombrarme Ilu stre muestro (muchas
cima al arreglo. presupuesto del Estado, procede la negativa. Los gracias, señor bedel: ni lo de maestro ni lo de
El A la b a m a , que este nombre pusieron al cru­ bajeles eran propiedad de ti ti Gobierno consti- ilustre me cuadra; se lo aseguro y o , que lo sé de
cero de la Confederación «leí Sur, estuvo listo tuiilo: sus comandantes servían con patente y ca­ muy buena tinta: figúrese usted si estaré enterado
para prestar servicio el 24 de Agosto. Habíanle tegoría m ilitar; estaban las dotaciones sometidas «le esto); pues como «ligo, después de echarme esos
monta«lo seis cañones de .‘ >2 en las bandas, av dos á la ordenanza disciplinaria, y salvo la irregula­ piropos, el señor de .Sotelo refería varios hechos
rayados de mayor calibre en cureñas giratorias á ridad «le no pertenecer en mayoría á la naciona­ escandalosos ocurridos, según é l, en determina­
popa y proa. D é lo que no estaba al completo era lidad «le la batelera, recibían paga, ración y man­ dos establecimientos do enseñanza oficial, con
de tripulación, no contando todavía mas que con damiento del mismo gobierno. ocasión de ejercicios de examen y de nombra­
ochenta hombres; pero con ellos solos iba á em­ 1’o«lian, pues, calificarse ó no los barcos de miento de tribunales para grados y para oposi­
pezar el comandante Semines la segunda cam­ corsarios según el punto de que partiera la con- ciones.
paña, esperando obtener de las presas algún vo­ siileraeión, siendo en puridad buques de guerra, N o juraría yo , porque soy poco aficionado á ju ­
luntario. La experiencia adquirida en la anterior expresamente dedicados al corso; m ejor «licito, ramentos, «pie fuesen exactos l«>s hechos referidos
le sirvió para trazar su plan en punto á provisio­ destinados á la destrucción del tráfico enemigo por el bedel: pero declaro con sinceridad que no
nes, que era el dilionlioso.('«insumiendo los hornos por función especial. me parecieron inverosím iles. Podrán no haber
a razón «le seis toneladas «liarías «le carbón, podía ( ’orsarms, en td rigor «le la palabra, tío podían ocurrido: pero cabe «m lo posible que ocurrieran.
pasarse muy bien «l«»s meses sin reponerlo: de éste ten er los Estados (\>nfe<lerados careciendo de Estuvieron, por consiguiente, muy en su lugar
dato partió al ordenar la salóla «le Inglaterra «le 1niertos adonde conducir y juzgar las prestís, cuyo las lamentaciones del amigo Sotelo, «pío, prescin­
transportes en plazos lijos, y su recalada puntual a valor sirve de estimulo ñ les anmulores para apres­ diendo del escaso acierto demostrado al piropear­
surgideros solitarios en el t rayecto «pie se proponía tar naves «pie las hagan y «le c«mtpensación y pre­ m e, parece persona discreta y conocedora del
recorrer, do míe recibiría los artículos de necesidad mio ¡i los que las consiguen, con riesgo de la per­ asunto.
sin tener que atenerse ;i la veleidosa eortesui ó á sona; mas ya que no existiera medio hábil de s í, señor bed«d, sí; hay que pensar muy seria­
la nimia escrupulosidad de autoridades neutrales. crearlos, la necesidad supo suplirlos, y este es mente en m ejorar la instrucción pública, y en
Otro mes se mantuvo entre las islas Azores, pa­ fundamento de la expresión anticipada, al decir mejorarla con urgencia. ¡Lástim a gratule que ni
raje frecuentado por las embarcaciones «•omercia- <|ue en el siglo XIX el corso había cambiado de la humilde jerarquía de usted dentro de la colec­
les que van «leí Nuevo al V iejo continente, y «pie fase, como la luna periódicamente 1«* hace sin de­ tividad docente, ni la mia, más humilde aún, pues
le proporcionó, por tanto, no escasa ocupación en jar de ser satélite terrátpieo. ni aun como bedel funciono en establecimientos
la. obra destructora. La prosiguió en el Lauco de Otra se presiente y <*mpioza á dibujarse ahora: oficiales, nos permitan abrigar la más remota es­
Terranova, en las Herminias, en las Antillas, con no es de extrañar, lia transcurrido otro medio si­ peranza de ser atendidos por los encargados de
rara fortuna, burlando á la furia de los tempora­ glo tras «le la guerra civil «l«» los Estados Unidos, proveer á tan perentorias necesidades!
les tanto como á la persecución «le los vapores de i|Ue mención queda hecha, sin «pie en todo este V. sin em bargo.... sin embargo, esto de la ins­
enemigos. Loco a poco había engrosad«) su gente, espacio haya tenido punto de repeso la inventiva trucción publica, y muy principalmente el período
como se propuso, atrayemlo ñutía parte útil de bis de les constructores navales, y los resultados apa­ «pie denominamos de se;/onda enseñanza , debe ser,
prisioneros y disciplinándola con sujeción á sen­ recen maravillosos. La marina m ercantil univer­ y lo ha sido siempre en toda nación culta, de in­
tencia que mandó escribir por sintesis en la popa, sal era casi en totalidad de buques veleros «le ma- terés preferente, preferentísim o: como (pie es la
y «pie equivalía a la vulgar castellana: « A Dios «lera: en gran m ayoría es hoy do bajeles «le hierro levadura intelectual «le generaciones venideras.
rtigamlo, y con el mazo dando." y de vapor. El mayor en la época relativamente ■«Dádmela instrucción pública durante veinte
Llenas con esto las eon«liciones m ilitares «leí próxima de esa guerra, llegaba apenas á m il tone­ años, y me comprometo á transformar completa­
bu«|ue, y satisfecho Semmos «le ellas y «le las ma­ ladas, y era reputado andador con marcha de mente la vida de un país», dijo....— usted sabrá de
rineras, cansábale la caza que podríamos llamar nueve á «liez millas por hora. Actualm ente no es seguro quién lo dijo, y no hay para qué repetirlo
de cetrería, poco conform e con el papel do milano raro el porte de seis, ocho y «liez mil toneladas en ahora.— Las crisis económicas pasan, las tempes­
ó de halcón que representaba, y mortificado quizá buque transatlántico, ni se tiene por extraordina­ tades políticas se conjuran, terminan las guerras
con las calificaciones y los anatemas de los perió­ ria una velocblai! «le JO kilómetros. Claro es que civiles: lo «pie hoy nos preocupa, deja de preocu­
dicos yan/ers, que de vez en cuando le deparaban no servirán ya para alcanzar ñ rales barcos, lla­ parnos mañana; caen los Gobiernos, desaparecen
las capturas. Él puntillo de la honra mundanal le mados vulgarmente ynhjos <bi f h i n i o , los del tipo las instituciones, y la nación subsiste y persevera,
estimuló sin «luda á buscar piezas mayores; le su­ del A la h 'tn ia , relegados á la categoría compara­ en eternidad re h u irá (pues también las naciones
girió el «leseo de notoriedad da ser apto para afron­ tiva de ¡ierras la d ra d urea ó á la de /térros chinos: tienen, á la postre, su térm ino y acabamiento,
tarlas, deseo «pie le condujo ¡ti litoral «le su país preciso será presentarlos de marcha superior, de como todo lo humano): á la nación, al pais, han de
y á la vista del puerto de (¡alveston, á la sazón capacidad correspondiente, de lo que se entiende atender, pues, en primer térm ino, los legisladores
bloqueado por buques enemigos. Conseguido que por gran radio «le acción, ó lo que es lo mismo, de sabios y los verdaderos estadistas.
uno de éstos, nombrado I/a/enis, le siguiera en si- espacio para embarcar carbón en cantidad que sa­ Imagine usted, am igo Sotelo, imagine usted y
mulada fuga, apartándose de los compañeros, opor­ tisfaga el enorme consumo de las máquinas cuan­ diga si no es triste «pie á cuantos procuran llevar
tunamente presentí’) el costado y en breve com­ tos más días mejor, y no es dudoso «pie los b elige­ á tan interesante asunto la atención de los hom­
bate nocturno lo echó ¡«1 fondo, salvando á la tri- rantes los tendrán, cuésteles lo que les cueste, y bres públicos, lo mismo gobernantes que publicis­
pulacii'm, que puso en tierra en .Jamaica. encontrarán siempre medios de hacer por sí pro­ tas, así los ministros como los diputados, se los
Con el testimonio «lado a la vanidad cambió el pios el papel reservado á los corsarios, si la ero­ mire casi como orates y se les conteste, si es que
A la b a m a su derrotero, bajando por la costa del gación excesiva «le los armamentos ó los escollos algo se les contesta, diciéndoles en un tono sai
Brasil á los mares australes; visitó sus islas, tocó artificialm ente sembnulns por los políticos y los f/éaeris, en que entran por igual el desdén y la
en el Cabo de Buena Esperanza, costeó en la In ­ «liplomáticos de. las naciones fuertes parecieran compasión: «¡B a h !, déjese usted ahora de esas
dia, se detuvo en Singapoore y en Malaca, em­ insuperables, lo cual no está toilavía experim en­ cuestiones «pie á nadie importan. La enseñanza es
pleando el uño «le LSliÓ en añadir nombres y ci­ ta« lo. cosa de niños, y no están los tiempos para que nos
fras en los estados de embarcaciones destruidas y Lo imposible á la individualidad en punto á ca­ entretengamos en niñerías.»
de prisioneros dejados en libertad. Las presas as­ pital, es sencillo formada asociación comandita­ ¿Crear un Ministerio de Instrucción Pública?
cendieron á fifi, de las que ñl» se habían quemado. ria: y la captura de uno solo «le los transatlánticos ¡ I »esatino!
Agrégatelo las sometí «las por el S m iile r, elevaban «le linea lija y expedición periódica, lia de exee- ¿Pensar en «pie la Dirección de Obras Públicas
la suma á «Sil, y la hacían sensible en las rutas «ler en valor al de una. docena de los antiguos pa- se eleve á la categoría de M inisterio? ¡Necedad!
mercantiles, siendo rara en ellas la bandera estre­ «piotes de vela, ofrociem lo, por tanto, 1«) mismo que Tenemos primeramente^ que arreglar la organi­
llada. Los Estados Uñólos pasaban por la humilla­ la entrada y salida en puertos bloqueados, aliciente zación de los distritos electorales.
ción «le poner á sus bajeles «le comercio bajo la al negocio y probabilidad de beneficio, sin tener ¡ A y ! , desconocido bedel, mucho me temo que
protección «leí pabellón inglés; eran ya contados en cuenta el pensamiento honrado «le servir á la ni usted desde el obscuro rincón de su bedelía hu­
los encuentros que lograba el crucero «le la Confe­ patria, que á ninguna «le semejantes sociedades m ilde, ni yo desde las columnas de esta publica­
deración, por lo que enderezó la proa en regreso á sería ajeno. ción que concede hospitalidad á mis amargas re-
Europa, estimando cumplida su misión. ¿Qué actitu«l tomarían las potencias neutrales llexiones, consigamos poner coto á los desmanes
T a l vez bajo el inllujo «le la idea aceptó Sem­ signatarias del convenio de París, en el caso do de que usted se queja, ni á otros muchos que us-
ines el reto «íel comandante del K m rsni/e, buque arito rizar desembozadamente el corso cualquiera te«l no menciona y que son acaso de consecuencias
de guerra enemigo de superiores elem entos, sa­ «le las que se reservaron el derecho de ejercitarlo? más desastrosas.
liendo á su encuentro des«le Cherbourg el 11) de Cuestión es pendiente, y no bastan los datos «le No faltan, no faltan — es preciso ser justos—
Junio de 1«SCI. Esta vez no fué la suerte favorable diversa especie conocidos para prejuzgarla: sobran ministros do Fomento «pie procuren encauzar las
al prim ero: tras v iv o cañoneo á corta distancia, en cambio para la persuasión de que subsistirán enseñanzas oficiales; pero cuando comienzan á
el A la ba m a se humlió, sobrenadando su crédito. los electos del corso, cualquiera «pie sea el nombre dar los primeros pasos por ese camino, surge in ­
Algún otro barco de la misma especie arboló con que éste se disfrace. opinadamente una crisis política, y allá se van el
durante la guerra la bandera «le los Estallos del ministro y sus proyectos á los desvanes del ol­
Sur; mas para inteligencia de los efectos, objeto C e sár e o F e r n a n d e z Du r o . vido.
«le estos artículos, basta conocer lo realizado en No han transcurrido muchos meses desde <|ue
los que llevó por todos los mares el bizarro co­ en casi todos los diarios de Madrid, y aun de Es­
mandante iniciador de las campañas desde Nueva paña entera, apareció la siguiente noticia:
Orleans. Mecha someramente la mención, ocurre IMPORTANTÍSIMO.
discurrir: ¿eran en rivalidad corsarios tales buques? «Con m otivo de la exposición dirigida al Go­
Si en cuenta se tiene que el corso esencial­ .1/ /icilel Sotil«. bierno por el rector de la Universidad de Grana­
mente se encamina á herir al enemigo en los in­ lla, el Consejo do Instrucción pública se ha deci­
tereses materiales, á cortar sus relaciones en el N i conozco personalmente á ese ciudadano be­ dido, al fin, á abordar la debatida cuestión de los
ex terio r, á interrum pir ó á mermar los lame (icios del, ni estoy muy seguro «lo. «pío desempeño tal libros de texto.»
producidos por la industria y el comercio, ñ dete­ cargo, ni supliera de «pie se apellide Sotelo: lo «pie
ner el régimen manufacturero dentro, á causar sé, sin género alguno de iluda, porque lo vi con Tenem os, por consiguiente, y es ya tener algo:
daños y perjuicios generales á la poblae’uín parali­ mis propios ojos, es que en un diario madrileño Un rector de la Universidad de (¡ranada que
N.° XXVII — 30
22 Julio 1808 LA ILU STR AC IÓ N ESPAÑOLA Y AM E R IC AN A

llama la atención del Gobierno sobre la explota­ intención de gobernarnos y trabajar en el cumpli­ La anglofobia del Conde de A randa fué parte,
ción escandalosa y además funesta que se está rea­ miento de nuestros designios. Convenim os, en muy principal para que España se lanzara á d efen ­
lizando con la imposición de obras de tex to.... virtud de este contrato, en promulgar leyes, o r­ der á los americanos, y lo hizo con la buena vo ­
malas y caras, por regla general; aunque, natural­ denanzas, actas, y, según lo exija la necesidad, es­ luntad y el entusiasmo que nuestra patria, siem­
mente’, hay honrosísimas excepciones. tablecer magistrados, á los que prometemos sumi­ pre noble y leal, pone en todas sus empresas. Cor­
Un Gobierno que atiende las indicaciones del sión y obediencia.» Estas colonias, que nacieron poraciones y particulares acudieron á asistir al
rector aludido, que trata de remediar el mal y que autónomas y vivieron siempre autonómicamente, Gobierno con importantes donativos, y la lucha
busca los medios de evitarlo. llegando en varias ocasiones á levantar ejércitos y comenzó con gran energía. A fines de .Julio unían­
Y un Co.iSejo de I n s t r u c c i ó n p ú b l i c a (del cual hacer la guerra por su cuenta, revolviéronse contra se en el canal de la Mancha la escuadra española,
he sospechado siempre que para nada sirve, como la Gran Bretaña cuando ésta pretendió desconocer mandada por Córdoba, y la francesa de Orvilliers,
sucede siempre con todas las corporaciones con­ la personalidad que en más de siglo y medio ha­ que eran en total 15 navios, en los cuales, según
sultivas) que se decide a l f in — y ya era hora— á bían adquirido y tratarlas como á pueblos sin de­ el plan de Aranda, debía embarcar un ejército in ­
abordar la debatida cuestión de los libros de rechos. Las amargas consecuencias de tal error la vasor de 50.01*0 hombres. Malogróse la empresa,
texto. sirvieron de lección , y nunca más vo lvió á caer porque no pudiendo intentarse el desembarco sin
Estamos, pues, «le enhorabuena, estimado y des­ batir prim ero á la escuadra británica, y habiendo
conocido bedel, los que, como usted y como yo, logrado el je fe de ésta, alm irante Itardy, esquivar
deseamos y pedimos, inútilm ente hasta ahora, el choque y meterse en Spithoad, perdióse un
mejoras en lo que respecta á las enseñanzas ofi­ tiempo precioso, en el cual la hispano-fraticesa
ciales. padeció averias y tuvo muchas pérdidas por en fer­
A lgo es lo que se dijo en la noticia copiada, y medad, llegando á 12.000 las bajas de hospital.
más aún lo contenido en otra publicada pocos días P o r los misinos dias en que comenzaban las ope­
después, y que es como sigue: raciones en el mar, bloqueaban, el general Sotoma-
yor por tierra y D. A ntonio Parceló por mar, la
«H an sido designados para inform ar acerca del plaza de Gibraltar. l ’rolegía el bloqueo una escua­
señalamiento oficial de libros de texto, para la dra de 11 navios, mandada por Lángara, (pie fué
segunda y superior enseñanza, los consejeros de derrotada por la inglesa, regida por llod n ey, con
Instrucción pública señores....» lo que la guarnición asediada pudo recibir refuer­
zos, víveres y municiones.
(A qu í cinco nombres de personas muy enten­ Para A m érica salió en seguida una armada de
didas y muy respetables; nombres que om ito para 12 navios y 62 buques transportes á las órdenes
quitar á mi pobre trabajo cuanto pudiera parecer «leí je fe de escuadra D. .losé Solano, llevando á
personal á los lectores maliciosos.) bordo 12.501) hombres, que reforzaron las guarni­
Estamos en camino de hacer algo: esperemos ciones de Cuba y Puerto R ico, y formaron parte
en Dios que ese algo sea bueno y provechoso para del ejército que peleó en fa vo r de los ¡/antees. En
la general cultura. N o quiero creer, aunque los esta expedición fueron de la Peal Arm ada los na­
términos en (pie la noticia está redactada inducen vios San L u is , S a n A p n s tin , A rro p a n te, San
á suponorlo, que los señores comisióna los por el N icolá s, San Francisco de P a u ta , G a lla rd o , As~
Consejo se van a perm itir señalar, a u c t o r i t a t e / ir a - lu to , San Jenaro, San F ra n cisco de Msíü, I ’elasco.
p r i a , los libros de texto, porque entonces podría G u e rre ro , D ra p ó n ; las fragatas Sn/ila Cecilia y
ser el remedio peor que la dolencia. Sa n ta Jiosa lia ; el cúter D u q u e de Cornua/les; el
A raí se me figura lo m ejor que no haya obras jabequin A n d a lu z y el paquebot S a n G il. Los
de texto designadas ex c a H i e d r a , ni por el Consejo regim ientos embarcados fueron el R ey, la Corona,
ni por nadie, y que los alumnos mismos ó los pa­ Guadalajara, Soria, H¡bernia, A ra gó n , 2." de Ca­
dres, en su caso, elijan las que les parezcan m ejor taluña y Blandea. Cuando estas fuerzas llegaron,
y más adecuadas á las condiciones del estudiante. ya se habían roto por ambas partes las h ostili­
Pero no se olvide que este asunto do las obras dades.
do texto, publicadas por catedráticos, se halla ínti­ El gobernador de Campeche, D. Roberto Rivas
mamente, indisolublemente unido al otro asunto, Retaucourt, dispuso dos expediciones, que partie­
muy debatido también, de los exámenes y de los ron de Bacalar. Una de ellas se apoderó de Cayo
grados. Cocina y de otros establecimientos ingleses. La
M ientras no suprimamos, ó reformemos radical­ segunda hizo grandes estragos en toda la costa de
SANTIAGO DIO CUBA.- fahola dkl momo .
Campeche, limpiándola de enemigos.
mente, los exámenes y ejercicios para grados y
p ira oposiciones, no podremos dar cima á la em­ Ur íotojjriifin do I'óroz Arsomi.) Desde 2(5 de Agosto del 7'.* estaba en campaña
presa de cortar abusos en la venta de las obras de I*. Bernardo de Gálvez, gobernador de la Luisia-
texto. Y esto, vuelvo á decirlo, amigo .Sotelo, es de en él. Pero los que han querido aplicar las ense­ na. Con 1.200 hombres, do los cuales sólo 200 eran
grandísima importancia ¡O jalá so convenzan de ñanzas (pie dimanan de aquel episodio de la his­ de tropas veteranas, internóse en 1.a Florida, y
ello los que tanto pueden en la materia! toria inglesa a los problemas españoles de política cayendo sobre el fuerte Manchack le tomó por
ultramarina, no lían caído en la cuenta de la d ife ­ asalto. Luego fué Robre Baten Rouge, lugar im por­
A. SÁNCHKZ PÉREZ. rencia esencial que existe entre el origen del im ­ tante y bien fortificado en el Mississippi, con
perio colonial inglés y el del español. •loo hombres «le guarnición. L e rindió, después de
E l motivo de la discordia fué algunos impuestos haber hecho jugar contra él muy reciamente la
votados por el Parlamento. Negaron á éste los co­ artillería , quedando prisionera la guarnición en
LA g r a t it u d de lo s « y a n k e e s ». lonos derecho para establecerlos por sí; obstinóse el fuerte de Panmure de Natchez, cercano á Ba­
el Gobierno en mantener el recargo sobre el té; ten Rouge, y que también se había entregado al
«Hoy, «Un, de.I antvarwrto do H creció la resistencia de los americanos, y de­ Rey de España el 21 de Septiembre. Hecho esto,
Imlopemloiioit líelos Kstudos ('ni­ puesto ya todo temor, reunieron un Congreso en regresó a Nueva Orleans con 600 prisioneros in ­
dos, ofrezco á ini patria. romo re-
ralo. la destrucción do U escuadra Filadelíia (1774), «pie creó impuestos, dictó leyes gleses, y en aquella ciudad vinieron á rendirle
española.» y juntó tropas, dando el mando de éstas á Jorge vasallaje varias naciones de indios, (pie se aparta­
Washington. ron completamente de la obediencia del Gobierno
ON estas palabras comienza el almi- Potas las hostilidades, el Congreso proclamó la británico.
(5 rante norteamericano Sampson el re- independencia de las Estados Unidos de la A m é ­ A principios del siguiente año vo lvió á salir á
^ , Ú < lato oficial de la triste jornada en que rica del Norte (177(5); y reconociendo lo d ifíc il campaña con igual número de. tropas «pío la p ri­
sucumbieron los cuatro cruceros y ios que sería resistir con ventaja al gran poder de mera vez; y después do apoderarse de los puertos
dos destróyer* «pie mandaba el eon- Inglaterra, procuró, sin pérdida de m omento, el do Thomson y A m ith , situados junto al Missis-
* ’ traalmiranto Cervera. La Historia guar­ apoyo de las naciones europeas enemigas de aqué­ sippí, revolvió sobre M obila con pocos más de
dará de ellas eterna memoria, como do- lla. Este Congreso nombró una Comisión de tra­ l.in*l) soldados, conducidos en I I embarcaciones
enmonto comprobante «leí caso más inons- tados, compuesta de D ickinson, Frnnklin, Adams, pequeñas.
j truoso de ingratitud hasta la fecha conocido; Ilarrison y M orris, y la Com isión, á su vez, de­ M obila está en el fondo do la espaciosa bahía
tal y tan inverosím il, que las futuras genera­ signó dos agentes, Ueoanne y L ee, á los que más en que desembocan los ríos Tumhig y Alabama.
ciones podrían tenerle por fabuloso, si no fuese tarde se unió Franklin , los cuales trajeron á Eu­ Defendíala el coronel Dunford con BOU soldados.
tan notorio. ropa encargo especial de procurar á la naciente Un recio temporal, que desbarató su flotilla, puso
Causas que en esta ocasión no puedo ni quiero Unión la alianza de Francia y la de España. á Gálvez en gran aprieto; pero en vez de pensar
exponer, m ovieron á los habitantes de las colo­ Tem íase, con razón sobrada, que esta última en retirarse, perseveró en su intento, y hallándose
nias inglesas de la Am érica del N orte á alzarse en nación, recelosa deque el fuego de la rebeldía se en esto trabajo quiso su buena suerte que le lle ­
armas contra la madre patria. N o habían nacido propagase á sus dominios, so mostrase más incli­ gase el socorro de cuatro buques con soldados, vi­
aquellas colonias por libre y constante iniciativa nada á la hostilidad (pie al fa v o r, y por este mo­ veros y pertrechos. Aunque de Pensacola salieron
del Estado encaminada á un fin civilizador y reli­ tivo en las instrucciones que se dieron á los agen­ 1.100 hombres mandados por el general Campbell
gioso, como las que el Gobierno español fundara tes se incluyó la siguiente: para levantar el sitio de M obila, no pudieron im ­
en el Nuevo Mundo, sino que, muy al contrario, pedir que Gálvez la tomara el 11 de Marzo.
eran obra de ciudadanos ingleses, que en pugna « S i E s p a ñ a no s e m o s tr a s e p r o p ic ia á n u e s tr a ca u sa Meses después salió de la I tabanaatpn 1animoso
con el Gobierno inglés, y contra la voluntad de p o r t e m o r de qu e p e lig r e n su s d o m in io s en la A m é r ic a je fe con cinco navios, siete fragatas y dos embar­
este, habían ido á establecerse del otro lado del d e l S u r . q u e d á is a u t o r iz a d o s p a r a d a r t o d a c la s e de caciones menores, llevando á bordo ;1.S0() hombres
Atlántico, renunciando á la nacionalidad para fun­ s e g u r id a d e s d e q u e lo s E s t a d o s U n id o s no p e r ju d ic a r a n de desembarco, muchos viveros y pertrechos ne­
dar otra. «Nosotros, los abajo firmados (decían los ja m á s á ese r e in o en la t r a n q u ila p o s e s ió n de su s t e r r i ­ cesarios para un asedio; y como las tempestades
undado ros do la ciudad do Salem, Massachusetts, t o r io s . » dispersasen la escuadrilla maltratándola, juntó
'•I ano . ), <pie para la gloria de Dios, el progreso
1 1 2 7 otraqu e llegó felizm en te á la entrada de Peasa­
e la fe cristiana, y en honor de nuestra patria, De la lealtad con que prometían es buena prueba cóla, defendida por el fuerte de Barrancas Colo­
establecernos esta colonia en remotas playas, acor­ la exactitud con (pie cumplieron. radas. El I I do Marzo intentó forzarla el navio
amos, por mutuo y solemne consentimiento, ante S a n lla m ó n , haciendo de cabeza de la armada,
«es, formar un cuerpo do sociedad política con *
* # pero tocó cu un escollo y varó. Kl canal era an-
1 Asilo. 23. Iglesia de los Desamparados 51. Teatro.
2. Correos y telégrafos, 55. Plaza del Comercio.
3. Comandancia do la Guardia civil. 2:t. Fábrica ¡le fósforos.
4. Depósito iirovincinl. 30. Depósito de torpedos. 50. Plaza de Dolores.
5. Palacio arzobispal. M. Embarcadero de la Com-md.■>!• Ingenieros 57. Plaza do Serrano.
•i. Gobierno militar. 32. Embarcadero del Gobierno Militar. 50. Plaza del Carmen.
7. Comandancia trenoral do la División, 33. Club Náutico. 5¡l. Telégrafos.
x. Glicinas (leí Estado Mayor, 3t. Muelle de la- minas de Duiquiri. Od. Asilo de San .fosó,
ti. Cuartel de Dolores. 35. .Muelle de SeliümaMl. til. Mercado.
1". Comandancia y Parque de Artillería. 50. Aduana. A. Fuerte Buonavisiti.
11. Comandancia y Parque de Ingenieros, 37. Comandancia de Marina v C.ap.'de puerto B. Fuerte Dos Caminos
12. Gobierno civil > Ayuntamiento. 3X. Muelle real. ('. Fuerte Barge'.
13. Banco Español. 3!'. Muelle de Luz. D. Fuerte n." 1.
14. Cárcel. I". Muelle de San Jo-é. E. Fuerten." 2.
1.'. Cuartel do Borní oros, 41. Estación ferrocarril de Sabanilla y Maroto F. Fuerte Ynruyó.
lii. Cuartel (le San Francisco. 12. Depósito de materias intlumables. Fuerte San Antonio.
17. Prevención de Voluntarios. 13. Matadero. II. Fuerte Cuabitas.
IX. Plaza do toros. 41. Catedral. I. Fuerte Santa In -.
13. Cuartel Concha- 15. Iglesia de Dolor' -. .1. Fuerte Canosa.
K¡. iglesia de Santa Ana. K. Fuerte Guayabito.
2". Cuartel Boina Mercedes. 47. Iglesia de la Trinidad. I.. Fuert ■Santa i 'rsula.
21. Barracones nuevos. IX. Iglesia del Cli-to. M. Fuerte Cañadas.
22. Hospital militar. 4'.'. Iglesia do Santo Tomás. N. Fuerte Benellceneia.
23. Palomar de Ingenieros. 5(1. Iglesia de San Francisco O. Fuerte Nuevo.
21. Antiguo campo santo. 51. Iglesia del Carmen. P. Fuerte Hornos.
25. Hospital civil. 52. Iglesia de Santa Lucia. Q. Fuerte Gasómetro.
20. Centro bcnidlco. 53. Plaza de Arm!l-. It. Fuerte Punta Blanca.
27. llenelicencia.
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Trlrar<tír Je .señalesr es/nhelteqráfea

epn .Salinos pM tarso) Je i.jtta 11h.innucHitu E stación telefó n ica

G a s o n u ir e J c ‘■.uuine c.irrc/rjv f •ma a futrir


li Je barajara fúw UT*//".’ ttrtnc/t" ¿(uptula porfuerzas
E n d 'J a rd in - Cascia ./•nati*ym-enecwi,rempajapor tuia pare/,/
Certa atún!>aVe o tufiá' esposar que. mira ta pia za
E l Caa o
( ¡rea Je t/atit/vr t' puta T n n e J tc r .is

F start èn irle,iráfica

8 A N 'r I A ( ! 0 DE C U B A .- N .A X O D E LA CIUDAD Y DE SUS A T. H E D E D O R E S.


A L A MHI IA MICI I HLS< )Jf. — CAI,LH CH.VT HA T.
42 — x.° xxvi i
LA ILU STR AC IO N KSPANOLA Y AM E R IC AN A 22 J umo 1898

do, se traería á cuento el propio aire, tantas y


tantas veces analizado y estudiado, sin haber en­
contrado en él estos gases, si tan inertes como el
nitrógeno, bien diferentes, atendiendo á su indi­
vidualidad química, de aquel elemento constitutivo
de los seres orgánicos.
De seguro no hay substancia más veces anali­
zada, ni otra cuyo estudio haya sido llevado á ma­
yores perfeccionamentos, y, sin embargo, los he­
chos demuestran cómo aún quedaba mucho por
hacer y mucho por descubrir en esta mezcla ga­
seosa, asiento de multitud de acciones, cuyos ele­
mentos son indispensables á la vida de los seres.
En los comienzos de la Química fué establecida la
composición del aire atmosférico, siendo el hecho
uno de los prim eros que aquella ciencia registró
mi sus anales; la doctrina fundamental de las com­
binaciones, en el estudio del aire tuvo su origen:
creiasede bien conocido, acaso fué diputado por lo
mejor conocido, y , no obstante, faltaba mucho
para haber descubierto el aire, y según se multi­
plican los gases en él hallados, quizás falta toda­
vía más y está muy distante el térm ino del es­
tudio. .hixgue.se cuánto va des le aquella antigua
doctrina alquimista que consideraba al aire ele­
mento siniplicísim o, arquetipo y modelo de los
gases, basta los resultados de los últimos experi­
mentos. según los cuales el aire atmosférico, ade­
S A N T IA G O DE C U IIA . PARROQUIA l>K I.A SANTISIMA TRINIDAD. más del oxígeno y del nitrúge'no, del argón y del
iDc fotografía do l’óroz \lyrnii.i helio, contiene cuatro nuevos cuerpos simples: el
l'rijd á n , el neón, el nictaryún y otro, reconocido
por Moissan, (pie á la hora presente no ha reci­
bido nombre todavía.
gosto y apenas conocidos sus fondos y dirección; les de pesos necesarios puraque las casi vencidas N o sólo para cuantos se consagran á la ciencia
pero Cálve/, eu vez de arredrarse por eso, embarcó tropas de Washington se vistiesen, reparasen y tienen interés las investigaciones relativas al aire,
en el bergantín ( i u l r e z - t a i c n , y de pie en la tol- armasen, y salieran á campaña para lograr al fin tanto para juzgar la delicadeza y precisión de los
dilla y con el corneta en el palo m ayor, largó la definitiva victoria. métodos, cuanto para bien apreciar su alcance, sino
vela y mareó canal adelante por entre el fuego del Repugna ¡i la idea que toda conciencia honrada que á todos importa conocer lo que respiramos,
castillo sin recibir lesión alguna, y, fuera ya de debe tener de la Eterna Justicia el menor recelo siquiera en la ocasión presente no haya que ba­
tiro , se atravesó en bahía ó hizo una triunfadora de qin delito tan monstruoso como el cometido ldar de cosas dotadas de actividad, ó que contri­
salva de 15 cañonazos, á compás de los aplausos de por los Estados I nidos quedo impune. buyan á aumentar la del oxigeno: antes bien, de
su gente, que se admiraba de tanto denuedo desdi- lo más inerte é incapaz de contraer combina­
la islá de Santa Rosa» (F e rre r del R ío , [lis ta rla C. R e p a r a z . ciones.
del r e i n a d a d e C a r i a n I I I . tom olIT, pág. Ó11). Re­ Recuérdese un momento el descubrimiento del
forzada la expedición con trop isde Mobila y Nueva argón. Tratábase de corregir el error tradicional
Orleans, comenzó luego el sitio, encaminándose de un método clásico de análisis del aire; se que­
principalm ente los trabajos del sitiador á la toma LOS SUEVOS COMPONENTES DEL AIRE. ría averiguar la naturaleza de un residuo gaseoso;
del fuerte de la Media Luna, sin que pudiesen de­ ver qué quedaba después de haber absorbido el
tenerle ni acobardarle las heridas que el General oxígeno y el nitrógeno del aire puro, y así apare­
recibió el 14 do A b ril. Fué sulieiente compensa­ v 1 hubiéramos menester nuevas deinos- ció el nuevo cuerpo simple gaseoso, el más inerte
ción de este contratiempo la llegada de D. José y* trac-iones del alcance y de la eficacia de todos, determinándose su individualidad pre­
Solano con 11. bajeles y buen numero de soldados. de los modernos procedimientos de la cisamente en su misma incapacidad para unirse á
Volado y tomado el fuerte do la Media Luna, cayó k-• ' . (.»fuimica, las bailaríamos muy cum- otros cuerpos, en lo cual se distingue de su alle­
Pensacola en poder de los españoles el 10 de Mayo plidas en los recientes experimentos, gado el nitrógeno, puesto 'pie el argón se separa
de 1781, apoderándose los nuestros de 1ñó piezas óV coronados por el descubrimiento de nuc- cuando el nitrógeno se une al magnesio, formando
de artillería. La guarnición, compuesta de 1.400 A1 '"os cuerpos simples. Si necesitásemos el corres](endiente nitruro. A sí, aquello que desde
soldados blancos y mayor número de negros, el probar cómo el hecho en apariencia más Cavendish era tenido como inevitable error ex­
general Campbell y el almirante Chester, capitán apartado de los demás puede ser origen ele perimental, constituyó el prim er método para con­
general do aquella provincia, quedaron prisio­ numerosas aplicaciones, bastaría seguir paso seguir el argón, y una vez reconocido y determ i­
neros. á paso cuanto se refiere á la liquefacción de ga­ nado el nuevo componente del aire, él mismo fue
Con no menos fortuna y valor que D. Rernardo ses, desde las primeras investigaciones de Fara- punto de partida de nuevos y curiosos estudios,
de Gálvez peleaba eu favor de los norteamericanos day basta las novísimas, cuyo resultado ha sido cuyos resultados demuestran de qué suerte en lo
D. Matías de Gálvez, padre de aquél y presidente aislar y caracterizar otros componentes gaseosos tenido por m ejor conocido había mucho ignora­
de Guatemala. Rescató el fuerte de San Fernando del aire atmosférico, basta aquí perfectamente ig­ do, y así el aire representa, respecto de los nuevos
de Omoa, y entró á. sangre y fuego en las posesio­ norados. ó sí fuese preciso convencer á alguno de gases, algo semejante á las tierras raras respecto
nes británicas (le Honduras. que la materia experimental es inagotable, ha­ de ciertos metales. Conform e de ellas se van sa­
Mientras esto sucedía eu Am érica, la armada biendo mucho por descubrir en lo m ejor conoci­ cando cuerpos simples singularísimos, cuya indivi-
española sorprendía cerca de las Azores al gran
convoy que Inglaterra enviaba á reforzar y pro­
veer de lo necesario á la escuadra del almirante
Rodney, en la que descansaba el dominio británico
on aquella parte del mundo. Tom aron los barcos
que mandaba Córdoba 0(1 transportes enemigos, \
con ellos Ó.OIHI soldados, vestuario, armamentos,
jarcias, velamen, lona, etc., etc., la faltado lo cual
hubiera producido la total destrucción del poder
naval de los ingleses en el mar de las A ntillas sin
la incapacidad del almirante francés Du Grasse,
que se dejó batir por Rodney.
*
ti

Los demás sucesos de esta guerra (sitio de Gi-


braltar, reconquista de Menorca, etc.) no impor­
tan directamente al objeto que en este articulo
me propongo. Basta, para hacer la debida aprecia­
ción de la conducta de los Estados 1 nidos con
España, y para juzgar la discreción y prudencia
con que el almirante Sampson lia redactado su te­
legrama, el recuerdo de lo que en el Nuevo Mun­
do hicimos por darles la independencia. Muchas
veces estuvieron á punto de sucumbir en aquella
larga lucha. Eu uno de los momentos críticos,
cuando las mermadas (ropas de W ashington, des­
nudas y hambrientas, se hallaban reducidas á la
última extremidad é imposibilitadas de proseguir
la guerra, los desalentados norteamericanos re­
currieron a la generosidad inagotable de la siem ­
pre magnánima España, y do las cajas do la Real S A N T IA G O DE CUBA. p a r r o q u ia de n u e s t r a se ño r a de los dolores .
Hacienda de la Habana salieron los cientos do rni- (Do fotografía do TVrcz Anjean.»
n\° xxvii — 43
22 Julio 1898 LA ILU STR AC IÓ N ESPAÑOLA Y AM ERIC AN A

dualidad química es complicado y d ifíc il proble­ considerable, unos setecientos cincuenta centí­ cuerpo sim ple, sin nombro á la hora presente, no
ma, también del aire puro se van obteniendo gases metros cúbicos, dejaron que se evaporase con obtenido libre en cantidad bastante para estudiar­
distintos, parecidos al nitrógeno en cierto respecto extraordinaria lentitud, hasta quedar sólo diez lo: pero caracterizado por las mismas propiedades
solamente, cada uno de ellos determinado por sus centímetros cúbicos: el argón líquido procedente áque se recurre cuando se quiere marcar la indi­
caracteres espectroscópicos, conforme por los mis­ de esto residuo fué cuidadosamente recogido; de vidualidad química de muchos metales de los cali­
mos caracteres se distinguen y diferencian los él se elim inaron el oxígeno y el nitrógeno; que­ ficados raros. Hasta que fueron conocidos los ex ­
metales contenidos en las tierras raras. daron poco más de veintinueve centímetros cúbi­ perimentos de Ramsay y su descubrimiento del
Un hecho de la mayor importancia científica é cos : por este último residuo, ya gaseoso, hicieron J¡ri/i/óii, no hizo públicos Moissan sus experimen­
industrial ha contribuido á los novísimos descu­ pasar la chispa eléctrica de inducción, y su luz, tos, interrumpidos hace dos años; y habiéndolos
brim ientos, hecho de tal interés que permite re­ descompuesta por medio del prisma, si bien pre­ examinado el químico inglés, hubo de demostrar
ducir los cuerpos todos al más perfecto estado de sentaba el espectro del argón con sus rayas carac­ que nada tenían de común el gas obtenido por el
inercia química, gobernando luego sus actividades, terísticas, daba también otro espectro singu'ar, profesor de París y el que él aislara conform e se
para que se manifiesten en determinado sentido con rayas propias y lijas que no correspondían á ha dicho; eran, pues, dos cuerpos simples distin­
y con determinada intensidad : me refiero á la li­ ninguno de los gases, simples ó compuestos, hasta tos, cada uno caracterizado por las rayas de su pro­
quefacción del aire, ya en grandes cantidades, para ahora conocidos. Conjeturando entonces que pe­ pio espectro, ambos inertes desde el punto de vista
ser en tal estado utilizado y estudiado. Sin aire dia tratarse de un cuerpo nuevo y desconocido, químico, y los dos contenidos en el aire atmosfé­
líquido, probablemente no hubieran sido obteni­ hízose muy por menudo el estudio de aquel espec­ rico, siquiera los contenga en exiguas proporcio­
dos ni el liriptó/i, ni el lirón, ni el me {a rg ó n , y aun tro, determinando la posición do sus rayas, y nes, nada fáciles de apreciar.
estarían por hacer los experimentos de Desvaí* y vióse, después de prolijas investigaciones, que de A l hacerse cargo Ramsay de los trabajos de Mois­
los de Ramsay y sus discípulos, cuyo punto de seguro correspondían á un nuevo componente del san, en cierto respecto complemento d élo s suyos,
partida fué este mismo aire que respiramos, obli­ aire atm osférico, el cual contiénelo en pequeñísi­ dió á conocer investigaciones todavía más sutiles,
gado á cambiar de estado en ingeniosísimo apa­ mas cantidades, no determinadas todavía: este experim entos afín de m ayor delicadeza, corona­
rato, transformándose en un líquido muy m ovi­ gas, cuya densidad, siendo la del oxígeno lt>, co­ dos por el descubrimiento del neón y del nndar-
ble, tan fácilm ente como pudieran hacerlo el an­ rresponde como m ínim o al número 22, 7)1, próxi­ g ó n , á lo que parece inseparables compañeros del
hídrido sulfuroso ó el carbónico. mo al nitrógeno atendiendo á sus propiedades, no argón en el aire. Este último se encuentra en can­
Deber de justicia, tanto más grato de cumplir es el kri/ilón, que deberá colocarse, según Ramsay, tidades tan pequeñas, (pie su presencia se acusa
cuanto que se trata de un maestro insigne y de en la serie del helio por la semejanza de ambos con bastante trabajo, apelando al sensibilísimo
una de las personalidades dotadas de mayor in­ cuerpos simples; y el mismo sabio aventura la procedimiento espectroseópico, y los dos cuerpos
genio ó inventiva de la época presente, es consig­ hipótesis de que la densidad de la substancia por simples á última hora descubiertos se hallan aún
nar aquí el nombre de Mr. Kaoul Fintee, cuyos ori- él descubierta ha de elevarse á 1<>, y su peso ató­ en más pequeñas cantidades respecto de la masa
ginalísimos estudios acerea de la liquefacción de mico podría ser 80; y aun cuando las cifras apun­ del argón: juzgúese, en vista sólo del dato apun­
los gases, comenzados en 1877, llegaron á su apogeo tadas necesitan ser comprobadas, constituyen los tado, la finura de las observaciones, la sagacidad
en LStHI, al hacer cambiar de estarlo al aire atmos­ primeros datos numéricos referentes al nuevo del experim entador y la delicadeza de los proce­
férico , y al producir, mediante progresivos des­ componente del aire. dimientos empleados en tan minuciosa labor. Fué
censos de temperatura, la medida por 21Ó grados Es menester señalar aquí una coincidencia, re­ necesario recoger, aislar y purificar argón durante
centesimales bajo cero. En los famosos experi­ petida en varias ocasiones, tratándose de cuerpos varios meses, sin interrupción, para tener una
mentos del insigne físico ginebrino tiene su ori­ simples: antes de haberse demostrado la existen­ masa suficiente y proceder á los ensayos; en to­
gen la llamada quíiuirn del / río , y en ellos fún­ cia del helio en la tierra, formando parte de los dos ellos aparecía el espectro de aquel cuerpo sim­
danse asimismo las industrias frigoríficas, á cada gases retenidos por los m inerales del grupo de la ple, con sus rayas propias y características; pero
momento extendidas ¡i mayores y más importantes e le v e íta y aun por ciertos granitos, los estudios es­ además veíanse otros dos espectros, cada uno asi­
aplicaciones: son además el punto di) partida de pectroscópicos habían manifestado su presencia mismo provisto de rayas fi jas y peculiares: el tra­
los novísimos experim entos y la liase de las teo­ en la atmósfera solar, y mucho antes de poder bajo mayor hubo, de consistir en separar bien los
rías de ellos deducidas, llamadas á modificar, en Moissau reducir el carbono directamente a gas, sin tres espectros, obra no terminada; irías los resul­
breve tiempo, nuestras ideas respecto de la condi­ pasar, á lo menos en apariencia, por el estado líqui­ tados ya conseguidos permiten asegurar (pie al
ción mecánica de los estados de los cuerpos. do, empleando l i mayor temperatura conseguida argón acompañan de continuo dos cuerpos sim­
Si pacientes y delicadísimas fueron las investi­ en el horno eléctrico, habíase demostrado su pre­ ples, gaseosos, como él inertes, llamados, por de
gaciones emprendidas para aislar el argón, no les sencia, en tal estado gaseoso, acudiendo á los pro­ pronto, neón y inidnrgóm.
fueron, ciertam ente, en zaga los experimentos cedimientos espectroscópicos, en la misma at­ Tales son, reducidos á sus más sencillos térm i­
relativos al conocimiento y determinación de los mósfera solar y en la cola do algunos cometas, nos, los descubrimientos que en estos misinos
nuevos gases del aire atmosférico. De una parte, ( ’osa análoga puede decirse en el caso presente: días se están realizando, respecto de lo que se
sus exiguas proporciones, que no han permitido una brillante raya verde es la principal caracte­ creía m ejor conocido, estudiado y analizado. No
todavía obtenerlos en cantidad suficiente para su rística del espectro del nuevo gas, y esa misma es ya el aire atmosférico, considerado puro y seco,
estudio completo: y de otra, la neeesida 1de operar raya es la señalada con el número cuatro en el la mezcla de dos gases, el más inerte y el más ac­
con el aire liquidado, y por consiguiente á gran­ espectro del magnífico fenómeno celeste de la tivo ; antes debe considerarse primera materia
des presiones y temperaturas mínimas, fueron mo­ aurora boreal: de modo que, a semejanza del helio muy com pleja, en la cual van determinados y re­
tivo de obstáculos experimentales difíciles de ven­ y del carbono, es también el ¡r ijit ó n un gas que conocidos el oxígeno, el nitrógeno, el argón, el
cer, y aun constituirán durante mucho tiempo se encuentra en el cielo. De la propia suerte debe kriptón, el neón, el metargón y el gas descubierto
grave inconveniente, cuando se trate de investi­ notarse que los nuevos cuerpos simples en modo por Moissan, todavía sin nombre. Y no se acabará
gar acerca de los ya famosos cuerpos simples: y alguno proceden de otros reputados por tales, con esto el descubrimiento del aire, porque los
eso que lu primera materia no os di l'ícil do obtener, bien desdoblándose alguno de ellos ó condensán­ métodos de investigación no están agotados, y á
gracias á las ingeniosas disposiciones de las má­ dose varios: nunca se lian dado semejantes he­ cada momento inveníanse otros de rara perfec­
quinas L in d e, en las cuales bien puedo decirse chos, los cuales implicarían algo así como la rea­ ción: asi, bien puede asegurarse que, asi como de
que el aire se liquida á si mismo, en cuanto el cam­ lidad de las doctrinas transmútatenos, tan en boga ciertas tierras han salido multitud de cuerpos sim­
bio de estallo, ó por m ejor expresarse, el en fria­ entre los antiguos alquimistas: lo (pie acontece es ples metálicos sólidos, en pequeñísimas cantida­
miento indispensable para efectuarlo, es produ­ que los lím ites de la investigación se ensanchan des, el aire es manantial abundante de cuerpos
cido al pasar rápidamente el propio aire desde nuis y dilatan conforme adelantan y son más perfectos simples gaseosos.
de 20l) atmósferas á 21» atmósferas, t’ oiuo en su es­ los métodos, siendo saludado, por decirlo asi, cada
tado natural es el aire mezcla de diversos gases, uno nuevo que se inventa por el descubrimiento .To s k R o d r í g u e z M o u relo .
cada uno de ellos dotado de propiedades distin­ de algún cuerpo simple. A semejanza del petróleo
tas, separables valiéndose de substancias que con ó de la brea de hulla, es el aire mezcla de mu­
alguno y no con los Otros se combinen, así el aire chos y variados cuerpos; aplicando id procedi­
liquido es también mezcla do cuerpos en este es­ miento de las destilaciones fraccionadas, extra- PRO LO G O .
tado, dotados de diverso punto de ebullición y di­ jéronse de aquellos materiales multitud cíe cuer­
ferentes tensiones de vapor, y por endo separa­ pos, y de igual manera, aprovechando la distinta
(P A R A UN L IB R O C U A L Q U IE R A .)
bles unos de otros por destilación fraccionada, (Volatilidad de los componentes del aire líquido,
conform e separamos, por ejem plo, el éter, el al­ aisláronse el kri/itón y sus congéneres: en ambos
cohol y el agua estando mezclados. Por tanto, casos es el mismo problema, lim itado á separar .... ¡es claro! Como conviene en la vida
cuando se abandona una masa de aire liquidado, metódicamente los distintos elementos de varias ser hombre prevenido, y dentro do la
lo primero que se evapora es el nitrógeno, y de mezclas. esfera á que uno se dedique, más aún,
ahí que el producto que se conserva líquido vaya Ya en IS'.M'i había sospechado Moissau la exis­ yo ya lo tengo escrito, copiado en
enriqueciéndose de oxígeno: si después de haber tencia de un nuevo gas en el aire atmosférico, lim p io, firmado y dispuesto para en­
evaporado la mitad, se mezcla el resto con carbón que sería distinto del nitrógeno y del argón, esté tregárselo al primor mortal que de mí lo
muy dividido y , colocado todo en un cartucho, se último entonces recientem ente aislado. Con mo­ solicite.
hace detonar dentro de él un fulminante, prodú­ tivo del examen de los gases retenidos en la masa Esto lo digo porque estoy temiendo recibir
cese, como en el caso de la dinamita, violenta ex ­ de ciertos minerales, poníase la corita, que era \ • úe un día á otro la visita con que venga á hon­
plosión; por donde vemos que el aire líquido puede el mas en particular estudiado, dentro de un tubo rarme ese autor; no en virtud de que yo al­
fácilmente constituir una materia detonante de cuyo aire se enrarecía, á fin de que la substancia cance categoría literaria para ello, sino en v ir ­
extraordinaria potencia. m ineral soltase los gases retenidos entre sus par­ tud de que nunca falta un roto para un descosido,
Por destilaciones fraccionadas del aire líquido tículas; hechos los análisis y absorbidos ó elim i­ y cualquiera de esos libros malos que yacen en los
es como se han obtenido, siquiera sea en peque­ nados los cuerpos cuya presencia habíase demos­ escaparates de las librerías, alineados como ataú­
ñísimas cantidades, los cuerpos simples á los cua­ trado, quedaba siempre cierto residuo gaseoso, el des en panteón de fam ilia, caerá en mis manos
les <lió Ramsay los poco armoniosos nombres do cual, mediante la chispa de inducción, producía antes de publicarse y cuando menos me lo sos­
1 ¡ll,[ni i xvóit y niela r(/óv : en cuanto al otro gas un espectro totalmente nuevo, atribuido al prin ­ peche.
del aire descubierto por Moissau, sus característi­ cipio al nitrógeno sometido á mínimas presiones, Por eso mi previsión: cuando ese autor más ó
cas se han determinado mediante las más deliea- idea desechada luego de haber visto, en experi­ menos incógnito venga á verme, poniendo en mis
as practicas del método espectroseópico aplicado mentos directos, que el fenómeno no era propio manos un mamotreto de cuartillas, antes de oirle
a residuos gaseosos provenientes de rarísimos mi­ del nitrógeno puro en estado de grandísimo enra­ el discurso de rúbrica, y para no soportar tampoco
nerales. Operando Ramsay y sus discípulos, entre recimiento. So estaba, pues, en el caso de admitir la audición de sus originales, podré decirle, echan­
,°8 0,lales se cuenta una señorita, Míss Em ilia As- en el aire la existencia de otro gas, distinto del do mano al cajón de mi mesa:
°n, con una masa de aire líquido relativamente oxígeno, del nitrógeno y del argón, de un nuevo — Tom e usted, amigo m ío: ahí va el prólogo (pie
MUK 1,1.G HKAI« UAPITAMA DGI, PU ERTO .

R \ I ; 1: 11» I.A RUSIA ... \ IST A TOM AI lA RGSDK AI.TCI OGI. T I V O I.I .

VISTA DG LA CIUDAD, TOM A DA DESDG L A OUI X T A " I HER] A

M e R c e d g s >..
KXSEXADA DE LOS ('o g U IT O S , A LA E XTRAD A DGL PUERTO.
UAVO SM ITH, Ä LA EXTRAD A DEL PUERTO
A ^ r 1A O-'O 1>K < ’ Ü 13 A
•M'gemi.)
4(5 — \.° x.V'vii LA ILU STRAC IÓ N ESPAÑOLA Y AM E R IC AN A 22 Julio 1808

me pide. Léalo usted, que de lijo ha de gustarle, Todo lo anterior, compuesto en bonito elzevi- Y conciertan sus cantos de a le g ría ,
porque se ajusta a las condiciones de su obra... riano del 10, foliadas las páginas con número« ro­ P ara anunciar al m u n do adorm ecido
¿Que no la conozco? ¡No importal Ni usted ha de manos, según usanza tipográfica, y colocado al co­ Que v a en O rien te á despu ntar el d ía !
decir nada nuevo... ni yo tampoco. mienzo del libro, ha de ser de un gran efecto se­
Y si no, á la prueba me remito. guramente... D e esto m o d o decia

# Léanlo todos los que en su magín tengan la idea U n a noche d e in som n io prolon gado,
* % En q u e un v o lc á n en m i cereb ro ardía;
de publicar el consabido tomo de versos, y el que Y de ilu sió n henchido,
«.E l a u to r de este lib io ex on lite ra to que tiene sea valiente que se lo apropie. C reyen do m i d e lir io realizado.
una personalidad nueva: de él no puede decirse lo ¡Suyo es! A b r í de m i aposento la ventana,
que d iría m os de V íc to r H u g o , regenerador del r o ­ F élix L imendoux . E sp eran do en con trar a l o tro lado
m anticism o: de F la u b e rt, insta a ra d o r del realism o E l firm am ento a z u l ilum inado
dórenle; de Z o la , apóstol del n a tu ra lism o a n a líti­ P o r la p rim era lu z «le la mañana.
co : de V e rla in e , in ic ia d o r del colorism o lírico.,... ¡In ú til esperanza! ¡V a n o em peñ o!
•>Cada ano de estos genios tuvo el pedestal de su A L L U R A D A . Era m en tira el sueño
Que fo r ja r a m i ardien te fa n ta sía :
época, g todos ju n io s componen la estatuaria m o­
Aún im p on en te, im p en etra b le, obscura,
derna del a/ie, ante la cu a l se prosternan los espíri­ ¿Será qu e siem p re en lo b re g u e z su m ido, C om o un « respón, su inm ensa colgadu ra
tus neófitos que bascan orientaciones determ inadas. En esa lo b reg u ez qu e le circunda 1 .a noche p o r la atm ó sfera tendía.
-P e r o el a u to r de este lib ro no ha querido seguir Cual o tro a m b ien te, e l m u n do adorm ecido Estaba el firm am en to encapotado,
i i n in g u n o de estos genios, con vencido de que el ge­ R ep osará, cansado y aba tid o, \ e l m u n do, on el silen cio su m ergid o.
n io no puede- tener discípulos n i im itadores. En postración estéril y p rofu n d a ? Reposaba, «le som bras rodeado,
- E l ÍIOMO-ARTIST.F., que d iría D a n v in , obedece ¿Nunca rasgar.! el hombre el denso velo Cual ríg id o ca d á ver enlutado,
en el a o lo r a im/misos propios g á leyes (le p ro ­ Que enturbia el alma y obscurece el cielo; En su inm enso sa rc ó fa g o tendido.
V el d o lo r q u e le a go b ia y le consterna ¡M entira, no h a y au rora en la existen cia!
greso ineludibles.
N o tendrá le n itiv o n i consuelo? E x cla m é al fin en lá g rim a s deshecho.
» Procedam os cven método en el estadio de la obra ¿En la ex isten cia humana A l hallar, en e l fo n d o «le m i pecho.
g del a u to r p a ra deducir las n a !o rille s consecuen­ S erá la rinche in term in a b le, eterna, Más n egra q u e la noche la conciencia.—
cias. (Supongamos que el autor se llama Pérez.) Cuando cada m añana Y «le v ig ilia y padecer rendhlo,
- / E s P e r e s d e c a d e n t is t a ? S u rge de n u evo on el c o n fin d e O rien te Rajo el peso de angu stia abrum adora,
» ¡ N o ! P o rq u e el decadentismo moderno es ana El sol (p ie hundió su pom pa soberana S ob re el a lfé iz a r m e q u ed é dorm ido.
fó rm a la lite ra ria que emplean aquellos otros de En las ro jiz a s nubes do Occidente?
quienes puede decirse que Ucean en sí el cadáver de ¿E s el h om bre cansado p e re g rin o
¡ Y de re p en te , m á g ica y sonora,
Que p o r el y e rm o de la v id a avanza.
ana lite ra tu ra m alsana, g tra ía n de e .rliib ir el M e v in o á d esp erta r esa arm onía
S igu ien do el d erro tero del D estino,
feto de o tra lite ra l a ra b rilla n te. Pérez no es ese. Que a leg res fo rm a n , ul ro m p er la aurora,
Sin encontrar ja m a s en su cam ino
»/E s Pérez FEM INISTA? T o d a s las a v e s salm lundo al dia!
N i un oasis, ni una ll>>r, ni una esperanza?
»¡T a m p o co ! P orqu e aunque I'érez am a á la m u ­ ¿ 0 será q u e , p roscrito de la g lo ria , Mantel he Sanco val .
jer p o r Io que es la m u jer en s í, g p o r lo que ésta A l cru za r esta v id a transitoria,
aporta a l arte como elemento estético, mi subordina D entro d el corazón lle v a « lavado
sus ideas de un modo absoluto á la plasticidad El h ierro p u n zad or d e la m em oria,
Ig u a l q u e e l m isera b le desterrado
exuberante de las fo rm a s n i a l nerviosism o des­ ruk A MJ J OS M INDOS.
Que siempre atormentado
equilibrad o del sexo....
P o r 1« n osta lgia «le su patrio suelo,
»¿E s DELICUESCENTE Pérez? N o encuentra en sus «lolo res NAKKACluNEs COSMOPOLITA*.
»¡J a m á s ! D e Pérez no puede sospecharse que én­ Canto en las a v e s , ni en el sol fu lg o re s ,
tre en la definición exacta de este g ru p o lite ra rio , N i transparencia en el azul d e l cielo, K1 veraneo y la opinión. —La impasibilidad y el dinero.—La plaza
de los regenerad, res. —Civilización » m ili t e : la esclavitud china. —
a i a u n siquiera aplicandole la idea de la delicues­ N i arom as en el cá liz de las flores? Weyler y compañeros en los almacenes de Chicago.
cencia en el sentido puram ente qu ím ico, porque P é ­ ¿V no hallará v e n tu ra ni consuelo
rez no m uestra 1a tendencia o la L IQ U ID A C IÓ N , sino Ifasta q u e el a lm a , rem ontando el vu elo ,
Se e le v e , red im id a y victoriosa.
que aparece S Ó L ID O en su obra.
D ejan do el cu erpo en la m ezqu in a tierra.
^ a^»° más indomable que las razas
av
-¿E s Pérez COLORISTA? C om o d e ja e l ca p u llo que. la encierra,
•yde suyo batalladoras y sufridas: el di-
» ¡ N i m ucho menos! Pérez ha huido en todo de Cuando p u ed e v o la r , la m ariposa?..... nero. Poco ó mucho dinero en poder
ese vicio lite ra rio que llega á c o n fu n d ir lastim osa­ de la gente inquieta, promueve y
mente la p a la b ra hum ana con tas antas de un ins­ H o y está el m u ndo triste y desolado; alienta el afán de gastarlo, dando
tru m en to, g produciendo la negación absoluta de Aún el g e rm e n «le am or y de progreso, gusto al cuerpo en sus apetitos, y á el
En sus entrañas preso,
las ideas, tra ta únicam ente de sugestionar la sen­
Reposa com o el gran o soterrado
alma en sus fantasías y vanidades. En
sibilidad .... En el su rco p ro fu n d o
'■(£* vano se opondrán á ello las severas indica-
-/Es S A D IS T A Pérez? Que a b rió en la dura lie rra el c o rv o arado; ai eiones de la conciencia, las circunstancias y
» ; H a g que negarlo en absoluto! Pérez no necesita M as, p ro n to el so l, desde el cénit., dorado, la economía: cuerpo y alma se hacen los sor­
violen ta r la, musa buscando en el m a r tir io de la Derram ará su resp la n d or fecu n d o, dos; el dinero tentador desempeña el papel de
sensibilidad excitantes /tara las emociones estéticas. Y «le granadas y m aduras mieses, serpiente satánica, y... «¡ancha Castilla! ¡á co­
»¿ E s CULTERANISTA acuso? Ig u a l «p ie el cam po en los e s tiv o s m eses, rrerla!» Se repitió durante el tristísimo mes de
»¡ D e n in g u n a m anera! Pérez respeta el idiom a , Se cu brirá la red on d ez del m undo. Mayo que este año no habría veraneo; que nadie
y p a ra tra d u c ir a l lenguaje sus ideas no necesita ¡ Y a «Je p la cer m i corazón se agita, saldría de Madrid; que los momentos presentes son
lle g a r á lo que llegaron M a r in i en Ita lia , Lohcns- Y so llen a de lu z m i pen sam iento aciagos; y, en fin, que escaseaba el dinero. Pero
tein en A le m a n ia , en In g la te rra E g d g , g en E s- A l escuchar el soberan o acento eso se docta con la boca chica, ante la borrosa
g a n a G óngora. De am or y «!«• ven tu ra «p ie palpita perspectiva del mañana lejano, con una hipocre­
»/ E s Pérez MÍSTICO ? En la tie rr a , en las ondas y en e l v ie n to ! sía do visita ó do tertulia, que daba cierto chic
»¡.V i p o r pienso! A u n q u e críticos como P ru a e - Y o z «p ie la gran resu rrección pregona. sombrío y respetable á los que lo afirmaban. Llegó
Que por todos los ámbitos retumba
tiére digan que el a rle vuelve ¡í am pararse necesa­
Y lle v a e l v ie n to ven ced or «pío zu m ba
Julio, el mes insoportable en el centro de España,
riam ente en la P eligión p a ra e v olu cion a r después D el y e r to p o lo á la abrasada zon a:
y cuantos encontraron un poco de dinero, algunos
hacia, el viejo rom a n ticism o, Pérez es un caso ante Y al escuchar su fo rm id a b le estruendo billetes en su cuenta corriente ó en el fondo de su
el cu a l se vería perplejo el g ra n escritor fra n cés, si El m undo a d o rm ecid o , sacudiendo gaveta, sintieron el empuje que la posesión del
á la vista de su obra luciese <¡ue d em ostrar a jir - El m arasm o letal «pie les em bargaba, capital indómito, grande ó pequeño, promueve y
m ación semeja n le. Se estrem ece, cual L á z a ro eu su tum ba, alienta en la gentes ávidas de movimiento, disfra­
»P u e s , si no es nada de esto, ¿quées Pérez enton­ A l escuchar «p ie C risto le llam aba. zando los apetitos y vanidades con la excusa de
ces? ¡Eso digo yo! ¡P o e ta s m odern os q u e ceñís la fre n te que el doctor de casa lia recetado aires de mon­
» Y una vez estudiado el ca rá cter Hiera r io del Con el lau ro in m o rta l d el sacro A p o lo , taña y brisas del mar al cuerpo fatigado, y «juie-
a u to r, vengamos a l conocim iento de los m ateriales Y con m ira d a lá n gu h ia y d o lien te tud y esparcimiento y bromuro de palabrería
de. que se ha servido p a ra su obra: esto es, defina­ C on tem pláis el a y e r «p ie se derrum ba, veraniega, entre bañistas alegres, al espíritu des­
mos la fo r m a . Sin m ira r ni una v e z hacia el presen te, equilibrado y ruinoso, «pie con sus neurastenias y
» N o es el g ir o majestuoso y enérgico de V íc to r Y hacéis q u e el A r t e , del re cu erd o sólo, jaquecas invita á la cabeza á darse contra las pa­
H u go, no es la elegancia d e lig r o n , no es la delica­ Cual d ecrép ito ancian o, se alim ente; redes. Y como el cuerpo es antes que los cuerpos,
Y p o r m ira r el lu m in oso rastro
deza de B écquer, n i la iro n ía seca de JJar/rina, n i
Que e l sol d e jó al h u n dirse en O ccidente,
como el individuo es antes que la colectividad,
el desenfado sim pático de C am poam or, n i el m a rti­ N o v e is q u e á vu estra eBpalda, re fu lg e n te ,
como el go es superior al roso!ros, y corno cual­
lleo solemne, de. N ü ñ ez de A rc e .... V u e lv e d e n u evo ú leva n ta rse el astro, quier Perico ile los Palotes antepone sus propias
»S in ampulosidades, sin afee tardones y sin co­ Con n u eva lu z , p o r e l c o n fín de O rie n te! conveniencias á las de la patria entera ó tripar­
bardías, la poética de Pérez es algo d istinto g esjte- L a lu z q u e se avecin a tita, puestos los billetes en la mano, no hay con­
c ia l que te separa de cuantos hemos citado. Con su in deciso resp la n d or, e l llano sideración de conciencia, ni de conveniencia, ni
» P o r eso hallam os la di ficu lta d de d e fin irla con A pen as ilu m in a , de economía que le detengan, y así lluevan pro­
exactitud: el lector ha. de p en etra r p o r el laberinto Mas y a las «ámas de la sierra dora; yectiles de y bajas del 54 por 100 y descuen­
¡S u b id d e l m o n te á la em pinada cu m bre,
de esas pá gin a s p a ra perderse, en tas largas a la ­
Y «1«*1 cie lo en el lim ite leja n o
tos del «SO, « ¡ancha Castilla!», á gastar los cuar­
medas de versos donde raga el e sp íritu del a u to r V e r é is s u rg ir la pu rpurina aurora! tos, porque, como decía aquel filósofo callejero
rom o en la soledad de un bosque; su alm a, exlasiada ¡ V o la d , p o r«p ie y a es hora que no tenía más que uno, y entró á habérselo en
en la contem plación de semejan les bellezas, apre­ D e «pie la aletargada m u chedu m bre una taberna: « ¡En cuanto se acabe éste, todo va
c ia rá el va lo r intrínseco de la poesía de Pérez .... C on tem p le re fle ja rs e en vu estra lira, á ser agua!»
»E sta es la opinión m ía; o p in ión que he m a n i­ N o e l p o strim er fu lg o r d e l sol q u e e x p ira , Así han cambiado el modo de pensar y el es­
festado con la lealtad á que me obliga la inm ere­ Del sol q u e nace la p rim era lu m b re! pectáculo, desde Mayo á Julio, aunque al cambiar
¡ Y e le v a d , al com pás «leí arpa de oro,
cida hon ra de ser el encargado p o r Pérez p a ra
S alu dan do 4 esa aurora deslum brante,
también las circunstancias se lian empeorado más
ofrecer á los lectores de este lib ro el ¡/aso fr a n c o a l
V u estro canto m a g n ifico y sonoro,
y más, y ya parece que no va á tener fin este ven­
majestuoso p a lacio 'lo,¡de se. alberga sa fan ¡asía ..... L o m ism o q u e a l tiltrarse en la enramuda daval do gruesos copos de fuego que caen sobre la
El fu lg o r in deciso y va cila n te arena de nuestra mísera patria, como los de la
Y aquí la lirma. D e la prim era lu z «le la alborada, nieve en las altas cordilleras cuando no los barre
* D ejan las a v e s el ca lien te nido, el viento al descender:
# *
• lì Julio 1898 LA ILUSTRACIÓ N ESPAÑOLA Y AM E R IC AN A S.® XXVil — 47

S ovra tu lto'l sabbion d'un cader lento rrores que han caído sobre nación tan in ferior y gerse en algún asilo de caridad de la población
Piovean di fuoco dilatate falde, blanca, exponiéndose siempre á ser víctimas de
Com e di neve in A lp e senza vento. tan menguada.
n la persecución de los suyos. Una de ellas, una po­
« <t * bre madre á quien hacían trabajar como á una
* *
J ilx c o u d rijo de A r r i b a , 1# de Julio. bestia do carga, huyó con su hija de dos años, y
La salud lo exige todo, y nada hay que la con­ A l ven ir á este rincón del mundo, metido en las se refugió en un barrio donde yo vivía . La ampa­
serve m ejor que el «andar de parranda». Requiere entrañas de la cordillera, no he podido sustraerme ramos entre varios vecinos contra las reclama­
este ejercicio dos fortalezas: la del alma y la del á los efectos de la preocupación y de la pena que ciones del Cónsul, y la vimos m orir en el hospital
bolsillo. L a prim era se ha convertido entre nos­ trae obsesionadas á las rústicas y patriarcales fa­ agobiada por el trato que había recibido. Y o llevé
otros en pasividad ó in diferencia, y alcanza, por milias de estos contornos. Me han sitiado, me in­ á mi casa á la pobre criatura que dejó en el mun­
lo que vemos, á la mayor parte de los españoles, terrogan sin cesar, y quieren saber, no sólo lo que do, después de arrojar un puñado de dollars al
explicándose así, ante ía contemplación de la con­ ha sucedido, sino lo que ocurrirá en lo por venir. rostro del agente am arillo, que pretendía arran­
formidad general, cómo hay animo suliciente para En cada casa faltan uno ó dos hijos, de los cuales cármela por fuerza, y ahí la tiene usted libre para
que un pueblo que debiera aparecer hondamente algunos se presume que viven, y otros se sabe des­ siem pre, no sólo por haberla libertado al acogerla
preocupado por la tristeza y conmovido por la ira, graciadamente que ya no volverán. H e tenido que en mi fam ilia, sino por encontrarse en España,
se encoja de hombros y no se le dé una higa por describirles cómo es el pueblo norteamericano, donde nadie es esclavo, y donde hay mucha más
todo lo (pie aquí pueda acontecer. La segunda es con su titánico poder y su colosal inmoralidad, libertad decente y práctica que en todos los Esta­
eventual y pasajera, tan pasajera «pie, para la ma­ con sus insaciables pasiones y sus estupendas, bár­ llos de la federación estrellada.
yor parte de los ciudadanos, no se sabe si existirá baras costumbres. El cirujano del pueblo, un viejo #
mañana. Pero aquella pasividad é indiferencia no muy discreto y muy sosegado, me llamó aparte
la adquieren muchos que sufren sino á expensas hace días, después de oírm e, y me dijo: — Se lia murmurado en España, continuó d i­
de un supremo y constante esfuerzo interior, de — Y o sé aún más de lo que usted cuenta de las ciendo Ojeda, de la injusticia, inform alidad y l i ­
esos que se describen gráficamente cuando se dice perrerías de esa gente; y como no me gusta ates­ gereza con que liemos ridiculizado aquí al pueblo
que «la procesión anda por den tro», y cuyos efec­ tiguar con muertos, ni con referencias lejanas, yanfrer en nuestras caricaturas, sátiras y alusio­
tos se reflejan de un modo muy enérgico so­ esta misma tarde sabrá usted lo que yo sé por el nes. Pues bien: vea, amigo m ío, lo que leo en un
bre el corazón. La fortaleza del bolsillo, cuando testimonio de los vivos. Vamos á ir al pueblo de periódico de Nueva Y ork , llegado en el último
se pierde, origina la negra melancolía y la en­ Rastreras, que está ahí cerca, y allí oirá lo que nos paquete que be recibido de San Francisco. La in­
cendida desesperación, estados de ánimo que ra­ cuenta un indiano, mi amigo el Hr. Ojeda, que tendencia municipal ha aprobado, como todos los
dican, en su fundamento físico, en las alteraciones hace tres meses vino de la California, donde vivió años, la partida de gastos que figura en el contrato
del hígado. Por eso están conformes los doctores, quince años, y de cuya tierra y negocios renegó del carnicero ó tablajero de Chicago, encargado
cuando llegan á estarlo en algo, que ya no se muere en cuanto los ynnkees empezaron la campaña cri­ de la alimentación de AVeyler, Blanco y Reina.
la gente más que de dolencias del corazón ó del minal que siguen contra nosotros. A sí se denominan los tres gatos que hay en los
hígado; de penas ó de berrinches: dos formas dis­ Celebré de veras el hallazgo, y después de al­ grandes almacenes de suministros del ejército fe ­
tintas de una misma calamidad. Verdad es que el morzar y de recorrer un sendero endiablado de deral, en W hitehall Street, y (pie se atienden y
corazón y el hígado son hermanos, porque en el tres horas de trayecto, entramos en casa del in­ cuidan con esmero para que los lim pien de ratas
maravilloso hotel donde nuestra alma se aloja por diano Ojeda, que me recibió como á antiguo cono­ y ratones. Disfruta cada gato de una libra diaria
breve tiempo, el hígado es el corazón del entre­ cido, aunque no nos hubiéramos visto nunca, por­ de carne, que vale ó centavos, de modo que su
suelo, y el corazón el hígado del principal. Por eso que me dijo (jue era antiguo y constante lector de alimentación cuesta 18 pesos por año, cantidad
hay muchas pasiones y cariños (pie destilan hiel, L a I l u s t k a c ió n Es p a ñ o l a y A m e r i c a n a . N os bien pequeña si se atiende á los muchos cente­
y muchos odios y hombres fieras que encubren sus agasajó la fam ilia con verdadera esplendidez y nares de pesos de comestibles que economizan al
maldades con el amor y la dulzura. Por eso en uno cariño, y sirvió la mesa una muchacha china, de librarlos de la destrucción de los roedores. Un
v en otro corazón andan revueltas y confundidas unos veinte años de edad. Hablamos mucho, mu­ intendente trató de reemplazar los gatos por pe­
las tres brasas, que todo lo destruyen: soberbia, chísim o, de la tierra norteamericana, y cuando rros ratoneros; pero bien pronto se convenció la
envidia y avaricia. los hombres salimos á fumar al sombrío de un Administración de que no daban el gran resultado
emparrado de la huerta, me dijo Ojeda: que los gatos. Desde aquel momento volvieron á
Superbia, invirlia cd a va rizía sono
Le tre fa ville c'hanno i cori accesi.
— Le habrá á usted extrañado, sin duda, el en­ ser repuestos W e y le r y sus compañeros, y no hay
contrar una china de pura raza en esta apartada rata ni ratón que se atreva á salir á campaña en
Traerán mañana ambas fortalezas, cuando (pie- aldea, y tan justa es su extrañeza, como la razón las grandes galerías de los almacenes.
don derruidas, la hipertrofia y la hepatitis: pero que yo tengo para que salga usted de ella, y para Esta es sátira oficial, consentida, digna de un
.¡cuándo es mañana? El hoy se impone con la pasi­ explicarle por qué esa muchacha vive con nos­ mondonguero de Chicago, pero verdad, porque
vidad egoísta y con los cuartos más ó menos fres­ otros. Oigame, señor, y aprenderá algo que no nadie fia desmentido las afirmaciones de ios pe­
cos. ¿Quién piensa en mañana? Preparados » / i m i l ­ sabe, y (pie es á loqu e nuestro cirujano se refirió riódicos que la lian dado á conocer, con gran re­
la riltéy tal aren, busquemos le séjou r de la santé en su anuncio de Escondrijo de Arriba. gocijo del pueblo yankee.
un poco alejado de las caricias probables del .1fas- En los Estados Unidos, el país de la libertad, ó
R ic a r d o B ecerro de Bengoa.
m chm etts, del T e n is , del N e ie a rl r, del Oreyún, del del libertin aje, si usted quiero, existe la esclavi­
Indiana y del hura, y procuremos pasar el verano tud bajo su form a más asquerosa y en términos
en paz!!!! y en gracia de Dios. Este año no hay que tales, quo ningún pueblo, el más atrasado de Eu­
llevar en la maleta libros de entretenim iento, e.r- ropa, la consentiría. No me refiero al trato que allí JABON DE LOS PRINCIPES DEL CONGO
trémement d iv e rtis s u n h , para el camino, para la se da á los negros y á los infelices encarcelados e l m i t a p e r f u m a d o d e lo - , j a b o n e » d e t o c a d o r
aldea, para el hotel ó para la playa, porque este año en muchas comarcas del Sur, sino á la esclavitud L O C I Ó N V A I S S I E R Cüd H ^ M Í,*,
no hay que leer; nada nos interesa; el mismo Z u - china que yo he conocido durante mi larga per­ 3grande8 premios. 21 medallas de oro.— Fuera de concurso
rnalacarregai, del gran Galdós, nos lo van á servir manencia un San Francisco de California. Es el
4, P L A C E DE L ’ O PE RA . P A R IS
en las Amezcoas vivo y coleando; y después de tráfico que sostiene la población china, á ciencia De venta en todas las buenas nerf"Tn'—'«c .|n l-'unsña v Am^rirs,
oir a alguna alma caritativa (pie nos lea á diario y paciencia de todos los códigos y de los alardes
la prensa de Madrid, más ó menos expurgada, que de filantropía de aquella abigarrada nación. A llí
llegue á aquellos rincones, todo se reducirá á se­
guir oyendo y oyendo las interminables tabarras
he asistido yo, por curiosidad, á la compra y venta
de mujeres chinas, en el mercado que se llama
L A B O C A S A N A
fu e r t e , lim p ia y e l a li e n t o p e r fu m a d o t e n d r á « i e m p r *
que en toda España están dando esa nube de re­ C á m a ra /leal, situado en Duport Street, y allí he
el que u se la M E N T H O U N A d e l D r. A n d r e u .
generadores y salvadores del país que, á guisa de visto vender muchachas de ocho á once años, por
C u r a e l d o l o r d e m u e la s . L ib r it o s g r a t is . E n la s b o tic a * .
generación espontánea, ó do colonias de m icro­ 800 á 2.000 pesetas; y otras más crecidas y rela ti­
bios venenosos, han surgido de todos los salones, vamente hermosas, de doce á dieciséis años, por df*tnve h»«t» !■•
tertulias, cafés, tabernáculos y centenarios de
nuestra patria, para explicarnos por (pié han ocu­
:i.00O á 7.000 pesetas; y otras, ya en todo su des­
arrollo, desde 10.000 á 1.">.000 y 22.000 pesetas. F i­
PATE EPILATOIRE DÜSSER rostro raicea el vello
delaclamu,
Para los brsíos empleaseei PILIVORE.—1. RueJ.-J Rousseau. 1. Parts.
dal

rrido tantos males, cómo no hubieran ocurrido, gúrese á qué las dedicarán. Las muy niñas sirven
quiénes tienen la culpa de ellos y cuál e3 el proce-
miento único y seguro para remediarlos. Tal es la
como criadas, y en cuanto son mayores las venden
ó las alquilan sus amos. E l número de las que es­
EAU d HOUBIGANT
B lo u h ltr a n t. perfu m ista, P a r i s , 19, Faubourg H onore.
epidemia de este verano; la de los curtidores del tán sometidas á este trato os de unas 1.500 á 1.800.
pellejo ajeno; fusiladores implacables del prójimo; El interés que sacan los chinos á este negocio P iif n . iiir r iii r.ró f ,ra S E N E T , 35, ru e d a Quatre Septem bre
sabios de repente, basta ayer desconocidos; cabe­ pasa del 30 por 100. Paris. C Véam e los a n u n c io s .) ’
zas macizas como las de los m artillos; tragadores Es verdad que la ley norteamericana prohíbe la
sempiternos que reniegan de quien les dio de cc inmigración china; pero allí, como en todas par­ a e r i u n ,n ia S in o n Maison L E C O N T ifi, 31, rue du Quatre-
mer en la política ó fuera de ella; hombres purot tes, «puesta la ley, puesta la tram pa»; los agentes Septembre. ( 1 cause los a n u n c i o s . J
de cuya impureza reniega toda la gente que le chinos las engañan y sacan de su Celeste Im perio
conoce: valientes de boquilla, que no intentan si y nutren las exigencias del mercado americano.
quiera llegar adonde llegó el capitán Araña; in L a esclavitud se practica en San Francisco desde LIBROS PRESENTADOS
útiles por derecho propio para todo cuanto no se (pío aquella metrópo i del Pacífico empezó á des­ A E S T A R E D A C C IÓ N P O R A C T O R E S ó E D IT O R E S .
vociferar y apestar á los papanatas; eminencia arrollarse, y todas las leyes y persecuciones se
saturadas de orgullo; moscas (pie todo lo invade: estrellan ante la tenacidad de la raza amarilla.
f e t e c c h e t l i e n l :»|>aii;i. por D. Cayetano de A lvea r.— En un
y de las »pie es imposible librarse, ni en Madrii Existen varias sociedades comerciales que dirigen folleto interesantísimo para los aficionados á la buena litera-
ui en Galapagar, n i en San Sebastián, ni en Mou este tráfico, cuyos manipuladores se dan excelente tura, lia recopilado y |ublicado, con el Ululo que encabeza
■Jariz, ni en la sierra, ni en el mar, ni en el come maña para sostener y aumentar la parroquia. Me osle suelto, el Sr. A lte a r varias ca rta «, ya publicadas en L a
I liix lr f íc iiiii A m i tu m i . Recaba para si el autor del folleto,
i r > n’ en la alcoba; castigo complementario d aseguraron a llí que hay en la ciudad más de 3.000 aduciendo muy buenas tazones, la ¡doria do haber sido el pri­
*(>s que venimos sufriendo; plaga de la soberbia personas que viven á expensas de la venta ó del mer ilc m il.r iila r y traductor en España del genial poeta ita lia ­
de la ignorancia; salteadores del honor; máquina alquiler de chinas. Es cierto (pie existen allí unos no, y, con ser este el principal objetivo del folleto, no es lo
< e la discordia; verdugos de los oídos y de la t.rai: 18.000 ó 22.(11)1» chinos, de los cuales sólo hay ca­ más inti rosante que en él se encuentra, pues incidentalmente,
y sin concederle casi im portancia, hace en él el Sr. A lvea r un
'¿U , personal, y prueba evidente de que si e sados con chinas unos 1.700; los demás, mercade­ estudio breve, pero m uy com pleto y atinadísim o, de la poesía
«pana ellos son los mejores, «nosotros, ni más n res y mercachifles, dependientes de fábricas, cria­ de Stcochetti y de sus traductores, tratando, también in ci­
enos», si no hay más ciencia, ni más previsiór dos y vagos, viven do un modo irregular en esta dental y muy acertadamente, de la verdadera misión de éstos.
i mas talento, ni más honradez, ni más esperanz Ccn verdadero gusto liem os leído el citado fo lleto , cuyo
materia. Algunas desgraciadas consiguen huir de en vío agradecemos do todas veras A su aut or
q o la suya, bien merecidos tenemos todos los he la tiranía abrumadora é impía de la raza, y aco­ Se vende en todas las librerías
48 — N.° XXVII LA ILU STRAC IÓ N ESPAÑOLA Y AM E R IC AN A 22 J ulio 1808

1.a Hesti'imción «1o 1 acora- colección de obras de este escri­


u n ilii a m r k a n p il/aiñs , es­ tor cuenta desde boy con una
tudio de K. T. líuekuill, y la C u i ­ más. quiza superior en mérito
t a d a Mr. K. K. J’helpB, minis­ a todas las otras, no obstante
tro de los Estados l nidos on tenerlo grande las demás. Es
Londres, al llon. Mr. Lcvi I'. muy lisonjero para nuestra pa­
Morton,ex vicepresidente de la tria el que en ella vea la luz Un
República. libro que bien puede ponerse en
Los títulos de ambos folletos, parangón con los que en estos
((iie la 1 le e is la ( y 'n ') 'a l d e M a ­ últimos tiempos lian aparecido
r in a ha publicado como suple­ en los principales pueblos de
mento, dan idea de lo intere­ Europa sobre el importantísimo
sante que es la materia en que tema del colectivismo agrario.
se ocupan. El estudio del te­ El Sr. Rosta, asi en la prime­
niente coronel de Ingenieros ra jiarte de su obra, J t o r t r in a s ,
Buekuill, fiel y correctamente > orno en la segunda, H e c h o », ha
traducido por el teniente de na mi i' descubierto un rico filón, que
vio D. Mario Rubio Muñoz, es ilLLii era casi totalmente desconocido.
imparcial y concienzudo, y de­ En cuanto á las doctrinas, lia
muestra que todas tas declara desenterrado las de vcinlilanlos
(•iones y testigos señalan eami escritores, de los más de los cua­
nos á la creencia de que el (lesa- les no se tenía noticia: y por lo
tro fué puramente accidental y W que hice á los hechos, lia pres­
que las explosiones fueron ori w L tado el mismo servicio: pues aun
ip Hr i l: ■ 9% i tratándose de los residuos boy
ginadas en el interior del buque. t ,htfv¡<t 111E 1
La Carta de Mr. I'lidj*s trata |||P‘ rTa|i cjáhy existentes de aquel colectivis­
de la cuestión cubana con muy t 11» H art•’ mo, sólo eran conocidos en las
recto sentido, y cómbale la in­
tervención norteamericana á fa
vor de los insurrectos.
m
4
*s¿.riSk 1
|| comarcas en que tienen Jugar,
salvo los recogidos antes por
el mismo Sr. Costa v por él pu­
blicados.
Su itnpareialida I para juzgar i g g js l
á España y la severa critica que g s CE Ruase á esla circunstancia el
hace de la criminalidad de una r- íáoáíi-jÉ sentido histórico con que está
guerra injustificable. ><m muy escrito el libro, la escrupulosi­
de apreciar en un diplomático dad con que se lian utilizado las
(pie representa á un país que. fuentes de conocimiento y la
desoyendo la voz de la razón y galanura del estilo, correcto,
de! derecho, se ha lanzado á la Unido, elegante, y bien puede
piratería :í titulo de más rico, y, asegurarse que es esta obra una
por lo tanto, más fuerte que su de las más notables que han
enemigo. visto la luz. en estos últimos
años y de las que más bonor
C o tcc-tiviM in o a g r a r i o ,»u S A N T I A CO D K (T U A . CALLE IU .I \ P E LAS ENRAMADAS. hacen á la literatura patria.
/ E spilila , por Joaquín Rosta. Véndese al precio de 1L' pe­
La numerosa é interesante (').■ fotografía do Pérez Arderai.' seIr s.- t .

á B I C I l D A l m «eJAQUECAS.cjiMtKMenuffc
LA S A L U D P A R A TO D O S CUADROS VIEJOS S H I CUtlHLUI IIO
J e n fe rm e d a d e s n e r b a ta » .<
-’i - j. w.l»» ini H
?ca m an nrn n n N ICD I
■ ■■con lasphdorai <nr■■nearvgxai -ísíU unUllltn ■
* in m e d ic in a , p o r la d e lic io s a h a r in a de s a lu d r o tt ■ 3fr»nco».—Piirl8,raiia»cu,¿3, r u t a n ¡a M an n aie. W

LA REVALENTA ARABIGAI
Cura las digestiones laboriosas, (dispepsias), gastritis, acedías, disenteria, pituitas,
XD- J U L I O IV E O IS r X i.E A lL .

C ilrvcinii de pin.viada-, roques v esbozos,


O B R A S
DE
náuseas, fiebres, estreñimientos, diarrea, cólicos, tos, diabétis, debilidad, todos los
rppr.-a'luandii costumbres españolas del si­
desórdenes del pecho, bronquios, vejig a , hígado, riñones y sangre .— 5 0 años de
glo XY11. D. RAM ÓN DE CAM PO AM O R.
buen éxito, renovando las constituciones más agotadas por la ve je z, el trabajo ó los
l'n tomo, on 8 ." mayor frn n c s , que -«•
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