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PRECIOS DE SUSCRICION fl PAGAR EN ORO.


ANO X X - N Ú M , X X X V I I I ,
A.ÑO. SliJIKSTRE.
'J'Ill.MF..STJiE.
DIRECTOR-PROPIETARIO, D. ABELARDO DE CARLOS
i D M i m S T E A C I O H : C A B B E T A 8 , 12, P R I N C I P A L . Cuba y.Puerto-Rioo. . . . 13 pesos fuertes. 7 pesos fuertes.
Madrid. . . 35 pesetas, 18 pesetas. 10 pesetas. 15 id. 8 id.
Provincias. 40 Id. 21 id. 11 id. Méjico y Rio do la Piala. 15 id. 8 id.
Extranjero. 80 id. 26 id. Madrid, lo de Octubre de 1870. En los demaa Estados de América fijan el precio loa Sres. ¿ g e n t e s .

MADRID,—LLEGADA DE S. M. LA REINA MADUE, DOÑA ISABEL DE BOIIEON, EL 13 DEL ACTUAL.


218 LA ÍLUSTÍiACI03S[ EsPAHOLA Y AMEÍ^ICA]N[A. N.*^ XXXYIÍI

SUMARIO. pronto se propone abdicar, como resulta que no abdica: hubiese las mismas infelicidades é iguales miserias que
á la hora en que escribimos, el telégrafo ha complica- en la clase proletaria; otros al capital, cuando se re-
TEXTO.— Crónica general, por D. Josó Fernandez Bremon.—Nuestros graba- do la cuestión de Oriente, haciéndola de imposible so- unían con objeto de crear uno para sí.
dos, por D. Eusebio ]\Iai-tincz de Velasco.—Carta de Filadelfia, perdón lución, con una enredada madeja de noticias. Si esto Hoy no hay clases realmente; el obrero afortunado
Alñ'Gdo Escobar.—Los cristianos españoles pintados por los historíadores
arábigos (conclusión), por D. Francisco Javier Stmonet, individuo cor- continúa, tendremos que echar de menos los antiguos y el que se ilustra y sobresale escalan sin dificultad
respondiente de la Academia de la Historia. — Costumbres del siglo xvii: peatones, y aquellos mensajeros que llegaban tan á las categorías más altas del Estado. En cambio es muy
Don Rodrigo en la horca, por D. Julio Monreal.—Aparato locomóvil para tiempo en las comedias y cuyas noticias no se ponían frecuente encontrar tipos parecidos al del Vioje ttefíii-
destilación de vinos, por X.—La Cabria drl Din/Jo (apuntes de viaje), por nunca en duda. mental de Sterne, que vio pasar un caballero de la or-
D. Ricardo Sepülveda. — Aventm-as de un mncrtq^^(cuento estrafalario),
por D. F. Costa. — Libros presentados á esta Redacción por autores ó edi-
La religión, institución divina que ampara á todos den de San Luis vendiendo pastelillos.
tores, por "V. — El Padre Feyjoó (conclusión), por D. Miguel Morayta.— los fieles, sirve de arma política á unos cuantos peca- Y si es el trabajo al que se honra y se enaltece, conste,
Todo el mundo, por D. Lucio Viñas y Deza. — Apuntes teatrales (conti- dores, que tratan de convertir las romerías católicas en para que se comprenda el mal camino que llevan las
nuación), por D. M. Ossorio y Bemard.—Poesías: Madrigal, por don manifestaciones favorables á sus partidos é intereses, sociedades de obreros, que su primera creación han si-
A. Hurtado ; A Fortunato (oda) , por D. Domingo Doncel y Ordaz ; Juan provocando otras manifestaciones contrarias, y con- do las huelgas. Supongamos que completamente orga-
el vigia, por D. Francisco Pérez Eclievarria.--Correo de la moda de París.
—Anuncios.
virtiendo á un carácter mundano lo que es del fuero de nizados los de todas las profesiones, decretasen un dia
la conciencia. la huelga universal; al dia siguiente del decreto, cada
GiíABADOñ. —Madiid: Llegada de S. iM. la Reina Madre D." Isabel de Bor- La libertad, á cuya sombra debian desaparecer del obrero se vería en la necesidad, para alimentarse de pan
bon.—Retrato del general Prado, presidente de la república del Perú.—
Nueva-York : Inauguración de la estatua del Marqués de Lafayette, el 6 mundo todas las opresiones, y en cuyo nombre se des- únicamente, de moler el trigo, amasar la harina, ha-
de Setiembre último.—Peregrinación de españoles católicos li Roma: Visi- truyó el poder temporal del Papa, impide las procesio- cer un horno y cocer un pan detestable, si es que en-
ta á la gruta y al santuario de Nótre-Dame-de-Lourdes. —El anillo de los nes católicas, la más pacífica manifestación de las ideas, contraba el grano : es decir, á trabajar mucho más que
Nibelungen, por R. "Waguer. El oro del Rhin (Das Rhcingold): Alberich en la misma Roma, enriquecida y convertida en la ca- en sus oficios respectivos para cabrir del modo más li-
y las hijas del rio; La ^yaUíu^ia ^Die Wali-ii/r') : Lucha entre Siegmnnd pital de las artes por sus pontífices, elevada por ellos mitado la necesidad más perentoria. Este vulgar ejem-
y Hiinding.—Tipos castellanos: Vendedor ambulante de ajos y cebollas.
(Dibujo del Sr. Gil.)—Aparato locomóvil para destilación de vinos, cons- al rango de capital del catolicismo : allí los peregrinos plo, sin profundizar sus consecuencias inmediatas, prue-
truido por M. Savalle.—Sianí: Exterior de una pagoda, y vista del árbol tienen que ocultar sus estandartes, y temblar al cruzar iDa que la huelga es un arma que hiere de rechazo al
del abanico.—Isla de Cuba : Nueva lancha Manatí, para vigilar cayos, ca- las calles como si atravesasen las de Constantinopla: que la usa. Aumenta la cantidad del trabajo que han
nalizos y bajos fondos de la costa.—Bandeja ofrecida á D, Emilio Castelar con menos peligros quizás, porque el nombre de Pío IX de hacer indispensablemente los demás obreros, si es
por el Cuerpo do Artilleria. (Construida en la Fábrica Nacional de Ai-uias
do Toledo.)—Tipos de Madrid : El ciego callejero. (Dibujo de D. Daniel
es un salvoconducto en la misma Turquía, que á la parcial. Centuplicarla, á ser general, el trabajo huma-
Perca.) —Granada: Portada de la Capilla Real. (De fotografía.) fama de sus virtudes le envió una embajada, al prin- no, paralizando el curso de la civilización, y haciendo
cipiar de su reinado, la primera enviada á Roma des- de cada hombre un Robinson aislado de sus prójimos.
pués de cuatro siglos: y en Constantinopla los judíos La huelga universal es imposible; ¿ no han de ser las
CRÓNICA GENERAL. del barrio de Galata aclamaron el nombre de Pío IX, parciales siquiera un disparate ?
treinta años hace, cuando uno de sus sabios contó la La decisión principal del Congreso obrero de París
Se habia hecho todo lo posible para cumplir la vo- historia del bienhechor que abrió á los judíos romanos ha sido política: para nombrar directamente diputados
luntad do S. M. la Reina Madre, que quiso entrar en las puertas del Gheto, que se les cerraban al anochecer en la Cámara popular se han comprometido á no vo-
Madrid el dia 18 sin ostentación y sin ruido. Asi es como en las antiguas juderías, teniendo entonces que tar sino candidatos dedicados al trabajo manual, y que
que, á la llegada del tren regio, la estación, á que acu- contener, para evitar que los asesinaran, á las mismas tengan obreros á jornal. El resultado de esta decisión
dieron el Rey y su augusta hermana la Princesa, el turbas que hoy hacen temblar á los peregrinos españo- ya se adivina: los hulleros se ofenderán si se prefiere á
Gobernador y Presidente del Ayuntamiento de Madrid, les, y que fueron y serán siempre fanáticas. un tejedor; protestarán los albañiles si se les impone
sólo contema algunas docenas de personas, entre las Dos instintos se manifiestan siempre en todo aquello un carpintero, y cada cual votará aquello que le guste.
cuales figuraban varios redactores de periódicos. Acto que se entrega á la custodia ó al uso de los hombres;
continuo SS. MM. y AA. se trasladaron á la capilla *
uno que crea y civiliza; otro que destruye y embrute- * *
donde venera el pueblo la imagen de Nuestra Señora ce ; aquél, por medio de canales, encauza el agua de los
de la Soledad, ó sea la Virgen de la Paloma. El risueño teatro de la Comedia tuvo la buena suer-
ríos; el otro enturbia las corrientes; el primero inven- te en la temporada cómica anterior de que no naufra-
Por aquellos barrios, y particularmente en aquella ta la escritura y la imprenta; el segundo eterniza con gase nada más que una obra en todo el año. Nosotros
calle, habita el genuino tipo madrileño, el que conser- ellas la calumnia; aquél siente la caridad, y éste la ex- lo achacábamos á la excelente compañía que dirige el
va el verdadero carácter y algo de las costumbres tra- plota. simpático Mí.'rio, y á un tino especial en la elección de
dicionales do la villa: gente franca y apasionada, que » obras y en su ensayo ; pero hay otra razón ademas de
no comprende muy bien por qué ha repetido ciertos todas esas, á juicio de un autor dramático que nos me-
vivas á palabras que no se explica todavía y que le A todo esto, los políticos ministeriales de España
discuten si es ó no conveniente crear un centro parla- rece entero crédito.
hicieron aprender como muy buenas: que aun sien- •— La claridad de la sala, nos decía há pocos días,
te ese calor nacional, á punto de extinguirse en nues- mentario ; y los de oposición, interpretando la volun-
tras ciudades populosas, que, explotado para el mal, tad nacional, deciden secretamente, sin necesidad de hace que se vean bien los rostros bellos y los trajes ele-
produce conflictos y desgracias, y, dejado á su libre consultarla, que ésta no puede ser otra que darles á gantes: los hombres, mirándolos tan á su sabor, están
expansión, arranques de generosidad y de entusiasmo. ellos el poder. risueños y contentos : las damas, al verse tan miradas,
Sucede lo de siempre; es una función invariable á están no menos satisfechas, y de esa mutua satisfacción
Aquellos barrios consideraron que no era indiferente resulta una benevolencia general, muy favorable para
para ellos la modesta visita de la Reina Isabel al popu- que el público asiste hace muchos años, y que se va
haciendo algo pesada. el estreno de las obras. La envidia no se atreve á ma-
lar santuario: el corazón del pueblo sintió una de esas nifestarse en aquella claridad, porque tiene algo de la
hondas emociones que reparan las grandes injusticias # * naturaleza del murciélago y huye de la luz. Siempre
de esta vida, al ver, después de ocho años de ausencia, ¿ Pueden los obreros constituir una asociación unida estrenaré allí mis comedias.
sin corona ya y sin séquito oficial, á la Reina madri- por comunidad de intereses, siendo éstos diversos de Contra la previsión de nuestro amigo, aquella misma
: lena, á la dama caritativa y generosa, consuelo en otro los intereses generales de un país? De eso tratan en noche sucedió el fracaso de una comedia nueva en el
tiempo de los pobres, y paño de lágrimas de tantos des- casi todas las naciones; la idea cunde, se celebran con- lindo teatro de. la calle del Príncipe. El poeta de que
graciados. Las gentes rodearon instintivamente el car- gresos, como el verificado en París últimamente, y se hablábamos llegó al teatro en el mismo instante en que
ruaje aclamando á la augusta desterrada; se arrojaron decide formar una sociedad cooperativa tan absurda salíamos.
al aire los sombreros; las ramilleteras deshacían sus como si la clase media se organizase toda para formar
ramos para cubrir de flores á la Reina y á sus hijos; —¡ Cómo! dijo mirando su reloj: ¿ha concluido la
una empresa mercantil. comedia ?
lloraban de alegría algunas pobres gentes, que acaso
recordaban algún antiguo beneficio; los Reyes y las Por de pronto entre el obrero que hace máquinas y —Ha concluido para siempre.
lindas Infantas, visiblemente conmovidos, saludaban el tejedor que las detesta hay más lucha que entre el —El público es un arcano, repuso el autor con acen-
con efusión al pueblo: todo aquello fué espontáneo, capital y el trabajo, porque estos dos son inseparables, to receloso. ^
elocuente y de sublime sencillez. El pueblo en su sagaz mientras los otros dos tienden á anularse mutuamente.
penetración es como los niños: adivina quién les ama Entre el orador que declamaba contra el lujo en el con- Y á propósito del púbUco: ¿ no es el silencio la más
cuando le tienen á su lado. greso de obreros y los artesanos que ganan su vida en culta y tan significativa manifestación de disgusto
las industrias suntuarias hay un divorcio completo, como cualquiera otra? El espectáculo que ofreció el
La ovación en las inmediaciones de Palacio ; los pa- una irreconciliable oposición. Preguntad si le parece
ñuelos que se agitaban desde los balcones, y las mani- teatro Real hace algunas noches era impropio de un
malo el lujo al lapidario. pueblo de buenos sentimientos; la indiferencia es cas-
festaciones de afecto que recibió la familia Real más Si el trabajo mecánico bastase por sí solo para eman-
> tarde, en el paseo, eran dignas de gran estimación; tigo suficiente, cuando el artista es malo; la burla á
cipar al obrero del capital, hace algunos siglos que se una pobre mujer, obligada á cantar toda la ópera, es
pero las del pueblo debieron hacer más impresión en el habría emancipado. Pues bien, ¿ cuenta hoy aquél con
corazón de la Reina y de sus hijos. cruel y poco noble ; si fuera injusta ademas, no habria
algún recurso más para reahzar ese milagro ? Sumada palabras con qué reprobarla. Y la verdad es que aque-
No queremos hablar nada de política; pero ¡qué con- la miseria individual de los obreros, ¿ se figuran que
sejo tan profundo y delicado pudo dar D.^ Isabel II al lla artista no ha sido juzgada, sino insultada por su
ha de dar una suma de riqueza ? juez.
separarse de su hijo, con sólo dejarle por recuerdo un Pero si como se trasluce de sus amargas censuras al
ramo de lasfloresarrojadas á su carruaje por el pueblo! capital, al Estado y á la clase media, tratan de orga- Esto de silbas nos recuerda á un barítono á quien
* • nizar una fuerza disolvente que el dia de mañana der- oímos cantar el líernaiii en un teatro de provincia.
ribase aquellos obstáculos, barriendo la parte más in- Desde el primer momento fué perfectamente recibi-
El abuso, apoderándose de todo aquello destinado á teligente ó instruida de la sociedad, la que posee todos do por el público , y pronto sonaron los aplausos: el
' ser útil con un uso prudente, concluye por anularlo. los secretos y la clave de la civilización, ¿ qué sucedes artista conmovido, perdió á la orquesta y empezó a
El telégrafo, que parecía un elemento destinado á ría ? Un estado semi-bárbaro sustituyendo á un pe- cantar por cuenta propia.
anticipar á las naciones el conocimiento de los hechos ríodo de cultura y de esperanzas. Y en ese nuevo esta- — Es extraño, dijo un señor que estaba á nuestro
más notables do la tierra, se va inutilizando por la avi- do retoñarían en el acto todas las vanidades y miseria- lado: conozco mucho á este cantante y es hombre de
dez de anticipar aún más; las agencias telegráficas, en que vemos hoy en el corazón de la sociedad, compendio gran serenidad. Le he visto soportar dos silbas con la
vez de seguir rápidamente los sucesos, se adelantan á fiel del corazón humano; surgirían aristocracias aun mayor impavidez.
ellos, dando cuerpo á los rumores y ocupando aquel más rudas y opresoras que aquellas de la fuerza muscu-
vehículo de la verdad, por la fantasía y la novela: hoy lar que se imponían á lanzadas ; y clase media más in- Y replicó al instante otro vecino.
por hoy acudimos á los telegramas en pos de sensacio- culta, y un pueblo más infehz todavía, correspondien- •—Si está connaturalizado con la silba, es fácil que
nes, pero buscamos la realidad en el correo. El armis- do todo á un rebajamiento general. ¡Gran adelanto ! le aturdan los aplausos.
ticio en Oriente, que os el asunto magno de que hoy i Qué ha sido el Congreso de París ? Una disparata- En efecto, fué preciso silbarle en los actos sucesivos.
depende la oscilación de los valores públicos de Euro- da exhibición de pensamientos discordantes y vulgares,
pa, como clave de la guerra ó de la paz, es alternati- por toscos oradores, plantel de la presunta aristocra- Por cierto que en el teatro Real, mirando á las se-
vamonte desechado y admitido por la Servia, ]jactado cia. Algunos atacaban al Estado, como si no fuesen ñoras de los palcos, observamos que algunas llevaban
por las potencias y combatido por Rusia; el Czar tan parte de él; otros á la clase media, como si en ésta no cota de malla sobre el traje.
N.° XXXVIII LA ILUSTÍ^ACION: ESPAÑOLA Y /A^MEÍ^ICANA. 219

¡Vaya V. a traspasar un corazón forrado en hierro! PEREGRINACIÓN DE ESPAÑOLES CATÓLICOS A ROMA. dos de ladrillos y tierra, y adornados profusamente con
Una señora, que sin duda queria tener cota de ma- Visita á la gruta y al santuario de A'ólír-Dc(mi^-(h'-Lüiírih-s. labores de estuco, y en ellos se prosternaban anti-
lla, se acercó á otra que la llevaba puesta, y le pregun- A las dos de la tarde del 5 del actual llegó á Lourdes guamente millares de creyentes ante los altares de
tó con sencillez : la primera expedición de romeros católicos españoles. Budha
- ¿ Qué armero te viste ? Según la historia del Santuario de Lourdes, en 1858 » Entre log árboles que allí brotan sobresale, por su
Si la moda se propaga, la fábrica de armas de Tole- aparecióse la Santísima Virgen María á una joven pas- aspecto extraño y pintoresco, el llamado en el país Tec/c,
do hará gran competencia á las modistas de París. tora, llamada Bernadette Soubirous, en el fondo de una cuyo elevado tronco, que suministra excelente madera
Pero la verdad es que les sienta muy bien esa arma- gruta, p)róxima ala pequeña aldea de Lourdes; repitió- de construcción, remata en numerosas ramas filamen-
se el prodigio con frecuencia, y observóse luego que se tosas : los europeos le llaman el árbol del abanico, por
dura, aunque protestemos contra ese traje defensivo.
operaban portentosas curas de enfermos y lisiados, con la semejanza que ofrece con el objeto que en nuestro
J O S É FERNANDEZ BREMON.
el agua de un purísimo manantial que la misma Vir- país lleva igual nombre.»
gen hizo brotar de una roca. Relacionado con esta breve descripción, que hemos
NUESTROS GRABADOS. Comprobados estos hechos asombrosos por una co- extractado del Itinerario de M. Pallegoix, damos en la
misión de personas imparciales, que nombró el diocesa- pág. 229 un grabado que representa el exterior de mía
LLEGADA DE S. M. LA REINA MADRE Á MADRID. no de Tarbes, la gruta fué desde entonces visitada por antigua pagoda de Ajuthia, rodeada de jaixlin frondo-
multitud de catóhcos de todas las naciones, y hoy se so, en el cual descuella sobre todas las torrecillas el
Al frente de este número damos un grabado (segnn mencionado árbol del Tecle ó del abanico.
dibujo del natural, por el Sr. Perea), representa la lle- eleva sobre ella una suntuosa iglesia que ha sido cos-
gada á Madrid, en la mañana del 13 del actual, y teada por suscricion popular.
después de una ausencia de ocho años, de S. M. la A las cuatro de la tarde del día citado organizaron LA LANCHA «MANATÍ».
Reina D." Isabel I I , madre de nuestro digno monarca los romeros españoles una solemne procesión, iwesidida
por el señor Arzobispo de Granada, que visitó devota- Este buquecillo, expresamente construido en Nue-
D. Alfonso X I I , quien la cedió el puesto de honor en
mente el Santuario y veneró la milagrosa imagen de la va-York para vigilar los cayos, canalizos y bajos fon-
el carruaje (si bien en nuestro grabado, invertido al
Santa Virgen. dos de la costa Sur de Cuba, donde presta ya buenos
verificarse la estampación, aparece lo contrario), acom-
A esta visita se refieren los grabados que damos en servicios, acaba de ser motivo de distinción para nues-
pañada de sus jóvenes hijas las infantas D." Pilar, do-
la pág. 2 2 1 , y cuyos epígrafes respectivos sirven de tra marina militar, al examinarse por la Junta Supe-
ña Eulalia y D.''' Paz.
particular explicación. rior Consultiva de la Armada las circunstancias y por-
No incurriremos en repeticiones innecesarias repro- menores del viaje, que desde dicho puerto de Nueva-
duciendo aquí la exacta reseña que tienen ocasión de York al de la Habana hizo con felicidad, atravesando
ver nuestros lectores en los primeros párrafos de la quinientas leguas de costa tormentosa y llena de peh-
EL ANILLO DE LOS NIBELUNGEN, POR R. WAGNBR.
Crónica general, y asociándonos á éstos, y al noble gros aun para los buques de mayor porte y fuerza.
(Copia de escenas prosentadas en el teatro de Baireutli.)
sentimiento de lealtad que los ha inspirado, enviamos
La lancha Manati mide noventa y un pies de eslo-
un saludo respetuoso y damos la bienvenida con sin- La primera representación de la NibeJungejitrilogie ra, quince de manga, cinco de puntal y tres de máxi-
cero afecto á la augusta señora que por espacio de de Richard Wagner en el teatro de Baireuth marcará mo calado, con doble máquina de vapor de alta pre-
treinta y cinco años ha estado al frente de los destinos una fecha memorable, digan lo que quieran los detrac-, sión de fuerza proporcionada. Al mando del teniente
de la noble España. tores del gran poeta-músico, en los anales del arte: las de navio de primera clase D. Luis de la Pila, y con
piezas más bellas de las cuatro óperas se repiten con quince hombres por toda tripulación, comprendidos
PERÚ. — EL GENERAL PRADO, PRESIDENTE aplauso de las principales ciudades alemanas ; pide el
de la República. maquinista y fogoneros, emprendió la travesía el G de
teatro imperial de Viena los honores de la segunda re- Enero del año corriente, lanzándose á mar alta por es-
Damos en la página 220 un retrato del general Pra- presentación de la grandiosa obra, aun á costa de in- tar helado el canal interior de Eíladelfia.
do , distinguido hombre político y de gobierno que ha mensos sacrificios; tres numerosas ediciones del abul- Aun sin nociones de náutica se comprende desde
sido proclamado hace pocas semanas presidente de la tado libreto Bcr Ring des Nilielmvjen se han agotado luego lo que arriesgaba el comandante de tal embarca-
república peruana. en Berlín y en Munich en el corto espacio de un mes, ción, en la peor estación del año; nieblas, hielos, tem-
No es ésta la primera vez que el general Prado ejer- y hasta las clases menos ilustradas de la culta Alema- porales, corrientes, pusieron, en efecto, á prueba las do-
ce tan eminente y honroso cargo : el 26 de Noviembre nia se han familiarizado ya con las poéticas leyendas tes marineras de la tripulación, que lo más del tiempo
de 1865, y á consecuencia del disgusto que produjo en de Alberich y las hijas del Rhin, de Brunnhilde y Sieg- iba empapada por los golpes de mar que pasaban de
la nación, principalmente en la milicia, la conducta mund, de Treiya y Wotan. una á la otra banda cubriendo la lancha. Hubo oca-
política del general Pezet, presidente á la sazón, en Algunos grabados hemos dado antes de ahora en las siones en que ésta tuvo que correr más de 180 millas
ciertos asuntos que se relacionaban directamente con páginas de nuestro periódico alusivos á este aconte- impulsada por un ventarrón; en otra buscó abrigo en
reclamaciones del Gobierno espiñol, verificóse en la cimiento musical y dramático, y dos más ofrecemos los arrecifes contra la mar, que rompió sus cadenas; á
plaza de Lima una numerosa reunión de ciudadanos y en el presente número, págs. 224 y 225, que reprodu- veces, agotado el carbón, bajó la gente á tierra para
patriotas, en la cual fué proclamado presidente el ge- cen interesantes escenas de las partes primera y segun-
neral Prado. cortar leña y proveerse de este combustible En fin,
da de la NiMungentrilogie, copiadas fielmente de las el 19 de Febrero , después de cuarenta y tres días de
Los hechos inmediatos justificaron la elección popu- que han sido presentadas en el teatro de Baireuth. penosa lucha, fondeó en el puerto de la Habana, me-
lar : hízose en corto tiempo una investigación minucio- El primero ofrece particular ínteres y extraordina- reciendo llamar la atención general, y muy principal-
sa en las rentas públicas, para establecer un sistema ria armonía: refiérese á la introducción. El Oro del mente de las personas que tienen conocimiento y prác-
regular y equitativo de impuestos, con el laudable ob- Rhin {Das Rheingold), y figura el rapto del oro con tica de los accidentes de mar.
jeto de cubrir, el déficit; decretóse la abolición de pri- que debe fabricarse el anillo-talismán de la omnipoten-
vilegios onerosos y concesiones pecuniarias que habían La Junta Consultiva ha juzgado atrevido el viaje, y
cia, y el casco del guerrero invencible, en el momento digno por las circunstancias de ser descrito en el Anua-
otorgado, sin causa legítima. Gobiernos anteriores; en que Alberich, Príncipe do los Nibelungen, que des-
redujese el número de empleados, y adoptáronse, en rio de Hidrografía, estimando que á la pericia, sangre
deña los seducciones de las sirenas del Rhin, alcanza fria y perseverancia del comandante es debido en gran
fin, otras disposiciones cuyo exacto cumplimiento de- el valioso tesoro. Las hijas del poético rio eran, en la
bía contribuir al bienestar y prosperidad del país. JDarte el buen éxito, por lo cual lo consideraba acreedor
representación verificada en Baireuth, las conocidas á recompensa, que acaba en efecto de recibir, así como
La segunda época presidencial del general Prado cantantes Lilli, Lehman y Lammert. también el cabo de mar, Jaime Monjó y Pons, que ha
promete ser tan fructuosa como la primera, porque las El segundo grabado se refiere á la parte intitulada sido condecorado por su arrojo con la cruz del Mérito
lecciones de la experiencia han debido ofrecer al emi- Die Walkure, y describe el acto en que la hermosa naval pensionada, por recomendación del mismo co-
nente repúblico saludable enseñanza: deseárnoslo de to- Brunnhilde, vencida por la astucia de Siegmund, pro- mandante.
das veras, y nos congratularemos siempre de la mayor mete defenderlo en la lucha con Ilünding: contraría
ventura que consiga aquel culto país. así la voluntad de Wotan, dios de la gueiTa, padre de
APARATO LOCOMÓVIL PARA DESTILACIÓN DE VINOS.
los ejércitos, y cumple su palabra cubriendo al héroe
(Véase la pág. 329.)
INAUGURACIÓN DE LA ESTATUA DE LAFAYETTB, con protector escudo; pero Wotan se aparece, ayuda á
en Nueva-York. Hünding con fuego del cielo, y rompe la espada de su
Hace algún tiempo ofreció la República francesa á propio ahijado, el infeliz Siegmund, que cae vencido TIPOS P O P U L A R E S D E ESPAÑA.
los ciudadanos de Nueva-York una excelente estatua por su adversario. Vendedor de ajos y cebollas, on Castilla.—Ciego callejtro, en Madrid.
del Marqués de Lafayette, en bronce, de diez pies de Este final no sólo es poético en alto grado y de in- En todas las comarcas populosas existen algunos se-
altura, y labrada con el mayor esmero por el renom- menso efecto teatral, sino que está acompañado de una res especiales que representan populares tipos de la lo-
brado artista M. Bartholdi; en breves meses reunié- de las más brillantes composiciones musicales de la calidad, y que son, por decirlo así, la manifestación
ronse fondos, por suscricion popular, entre americanos ópera, y prepara una transición feliz para el acto si- concreta de una costumbre inveterada, el detalle prin-
y franceses residentes en los Estados-Unidos, para cos- guiente. cipal de un uso admitido entre las gentes del pueblo.
tear un sencillo pedestal de granito, y el G de Setiem- En Burgos, histórica y nobilísima Capul Gastellie,
bre último se verificó ya la inauguración del monu- EXTERIOR DE UNA PAGODA, EN SIAM. hállase todos los dias el vendedor ambulante de ajos y
mento, que ha sido erigido en Union Square, entre cebollas, que, reproducido fielmente por el lápiz del
las estatuas de Washington y Lincoln, enfrente de En el centro de la vasta región asiática denominada Sr. Gil, damos en el grabado de la pág. 228 : suele ser
Broadway. Indo-China, entre los estados de Annam, el Laos, Bir- un moceton fornido, jovial y honradotc; viste limpia
Lafayette está representado en trajo de la corte de mania y China, hállase el reino de Siam, en una ex- camisa de lienzo crudo del país, chaleco morisco de
Luis X V I , y en actitud de ofrecer su espada á la na- tensión de 250 leguas, formado por dilatadísimos y fér- alto cuello, y grandes botones de cadena, calzón corto
ción norte-americana, (|ue entonces (1776) peleaba tiles valles que rodean altas montañas; Bangkok es la de paño burdo y fuertes abarcas de cuero; cubre su
por conquistar su independencia. capital, y su población asciende á unos cien mil habi- cabeza con sombrero gacho, adornado con dos borlas
Cuatro inscripciones, en idioma inglés, tiene el pe- tantes; Ajnthia, con 80.000, es la segunda ciudad del de fino terciopelo; lleva en los hom])ros la tradicional
destal : Lafayellc (en el frente); A Ja cuidad de Nue- reino, y está situada en las margenes de ancho canal. angiiarina y las serviciales alforjas, llenas de apiñados
va-Yorli, Francia, en testimonio de simpcUia durante Ja Los pocos viajeros europeos que recorren aquellas ramos de ajos y cebollas.
guerra, 1870-1871 (lateral de la derecha); Tan pron- lejanas comarcas se detieiien principalmente en esta Procede de algún pueblo inmediato á la capital, ya
to como llegué á conocer la causa de la independencia última ciudad, para visitar los templos antiguos que do Cárdena ó de Ontomín, ya dé Vivar del Cid ó de
americana, mi corazón estuvo con ella, 117G (en el la- posee y que constituyen su distintivo especial. Tardajos; recorre las calles pregonando sn picante
teral de la izquierda) ; Erigido en 1876 (en el lado pos- Véase lo que escribe acerca de ellos el misionero fran- mercancía; almuerza un racimo de uvas, un pedazo de
terior). cés Monseñor de Pallegoíx, que los visitó detenidamen- pan y nn buen trago del clarete de la tierra, y vuelve
La ceremonia de la inauguración fué dirigida por te en 1857: á su modesta casita antes de la puesta del sol, y con-
el ilustrado personal del Department of Parlís de Nue- « Hay allí gran número de wats ó temjjlos casi arrui- tento con el modesto producto de la venta.
va-York, asistiendo el cónsul general do Pi-ancia, mou- nados, que ocupan una extensión de algunas millas, y El ciego callejero que figura en la pág 236 (plana
sieur Breuil, el mayor norte-americano Mr. AViclcham, se ocultan entre los árboles que han brotado alrededor. cuarta del Suplemento que acompaña á este número),
el general Charles Éoome, y otros muchos. Hay también muchos monumentos especiales, forma- según dibujo del natural, por D. Daniel Porea, es tam-
220 N." XXXVIII

bien representaciónfidelisimade ría.; otros cuatro medallones en-


otro popular tipo, bien conocido cierran, como en marco de ho-
en Madrid. nor, el medallón principal: re-
Suele llaroarse Perico, ó Paco presenta el superior la memora-
úcaiüaor, ó Santera el//CÍOTÍ"»- ble rendición de Bailen, según el
co; pasa durante el día por las magnifico lienzo del Sr. Casado
calles y plazas más concurridas, del Alisal; el inferior es copia de
ó sitúase á las ídtas horas de la un popular grabado de Amet-
noche en la acera del café Sui- 11er, que recuerda la procesión
zo ó en la del Imperial; tañe cívico-militar que se verificó en
una guitarra y entona canciones, Madrid el 2 de Mayo de 18U,
ya suplicantes, ya picarescas; para depositar en la iglesia de
acompáñale una joven, á guisa San Isidro los restos mortales de
de lazarillo, y le rodean curiosos los heroicos Daoiz y Velarde ; el
amateurs del canto lino, cuyo lateral de la derecha es una vista,
embeleso y descuido son garan- perfectamente detallada, del Al-
tía segara de negocios produc- cázar de Segovia, tal como se en-
tivos para los siempre vigilantes contraba este histórico edificio
lomadoren del dos. antes del deplorable incendio que
lo redujo al lastimoso estado en
que hoy se halla; el lateral de la
BAMUEJA izquierda, eu fin, es una vista de
Ofi-ccida á D. Emilio Castclar por el la Fábrica Nacional de Armas de
Cuerpo de ArtUIería.
Trubia, cerca de Oviedo.
En la pág. 283, plana prime- En el espacio que media entre
ra del Sujjlemento, ofrecemos una los cinco medallones, y en los
liel reproducción (segim fotogra- círculos coucéutricos que sirven
fía del Sr. Laurent) de la rica y de límite sucesivo á la bandeja,
artística bandeja que el Cuerpo osténtase un precioso decorado
de Artillería del ejército español del Renacimiento, en relieve y
ha regalado al Sr. D. Emilio Cas- con delicadísimas incrustaciones,
telar, en muestra de gratitud por resultando un conjunto verdade-
el decreto que expidió el eminen- ramente artístico, que nada deja
te estadista siendo presidente del que desear.
Poder Ejecutivo de la Repúbli- El Sr. Castelar, que tiene me-
ca, en 187o, para restablecer el recido el parabién de los espa-
citado Cuerpo. ñoles sensatos, y una honrosa pá-
Dicha bandeja es un objeto gina en la historia de nuestros
valioso, que honra al arte espa- calamitosos tiempos, por los es-
ñol, y especialmente á la Fábri- fuerzos heroicos que realizó opor-
ca Nacional de Armas de Toledo, tunamente para apartar á Espa-
en cuyos talleres ha sido mode- ña del borde del abismo en que
lada : aparece en el centro, en un se hallaba, ha recibido con seña-
precioso medallón, el retrato del . ladas muestras de agradecimien-
ilustre orador, de notable pare- _to la preciosa dádiva que le ha
cido, y rodeado de esta sencilla dedicado el Cuerpo de Artillería.
leyenda votiva: A. Don. Emilio.
Castelar. el. Cuerpo, de. Artille-
P E R Ú . — E L GENEUAL PRADO, PRESIDEEÍTE DE LA REPÚBLICA.

N U E V A - y O R K . —líTAUGURACION DE LA ESTATUA DEL MARQUÉS DE LAFAYETTE EN UNION SQUAEE, EL G DE SETIEMBRE ÚLTIMO.


N." XXXYIII pA |L'JSTIIACIOÍ<[ ESPAÑOLA Y AMEÍIICAJSLA. 221

P E R E G R I N A C I Ó N DE E S P A Ñ O L E S CATÓLICOS Á ROMA.

VIÍSITA A LA GKUTA Y AL SAKTUAEIO DE KOTRE-DAME-DE-LOUKDES.


h J LUSTÍ^ACIOH )5.
pSPANOLA Y
/
MEI^ICAJSCA. N.° XXXVIII

POETADA DE LA CAPILLA E E A L , EN GRANADA. Los que confiesan la riqueza que en todo despliega las por medio de la electricidad, no tan sólo sin dolor
Para describir como es debido el bellísimo templo este país, les niegan el gusto. En primer lugar, el gusto del que las saca, sino del paciente infeliz, es una cosa
granadino que mencionamos en el anterior eiJÍgrafe, y americano consiste más en la utilidad que en la her- muy sencilla, poseyendo los magníficos aparatos que el
cuya portada principal reproduce (según fotografía) el mosura. Un elegante sofá ó un precioso armario que Dr. Gardiner se lleva á España; empastes de muelas,
grabado de la pág. 237, plana quinta del SiijiUmcnto, se trasforma en confortable lecho, vale para ellos más dentaduras postizas tan hermosas, que da casi gana de
son necesarias las eruditas plumas de nuestros ilustra- que se le caiga á uno la propia para lucir otra más be-
dísimos amigos los Sres. D. Aureliano Fernandez- que un mueble inútil, cajDricho regio del genio de un
Guerra y Orbe y D. Manuel de Góngora, concienzudos artista; pero luego que han conseguido descubrir el fin lla; orificaciones excelentes; en fin, cuantos progresos
cronistas de la gallarda ciudad de Boabdil, y amantes que se proponen, lo adornan, lo pulen y lo enriquecen ha hecho la ciencia, todo me fué explicado por mi
entusiastas de sus glorias históricas y do sus incompa- de manera que nada deja que desear. También consi- buen amigo, examinando juntos el completo material
rables bellezas artísticas; mas sacando fuerzas de fla- guen ser artistas cuando quieren ; y si no, contemple- que ya tenía apartado para llevarse, y que, á no dudar-
queza, y tomando por guía la metódica Historia de mos un armario de ébano, con adornos de porcelana, lo, ha de llamar mucho la atención en Madrid.
Granada, del malogrado escritor D. Miguel de Lafuen- Los dentistas americanos tienen fama, y comprendo
te Alcántara, séanos permitido al menos apuntar al- que una fábrica exhibe, y dígase si no puede luchar con
gunos interesantes datos relativos á la famosa Capilla los que el gran París enseña enfrente. Es verdad que los la justicia de su reputación; porque mientras entre
Real, en cuyo sagrado recinto descansan los restos obreros son italianos ó franceses; es verdad que los mo- nosotros el que siente inclinación por esa importante
mortales de los insignes monarcas conquistadores de delos son copia exacta de los mejores de la antigüedad; especialidad tiene que estudiarla solo, inspirándose en
la ciudad, y es verdad que hasta los materiales son de Europa, pe- obras extranjeras, porque no existe siquiera un colegio
<.i3Ia]iume1hicm seclm prostaiores, ro la obra es al fin americana, si no de sangre, de naci- dental, en los Estados-Unidos hay ciudades donde exis-
El hereticcii pervicacm extinctores miento, y ése es el gran secreto de por qué en los Esta- ten tres, en los que se aprende exclusivamente cuanto
Débese la fundación del templo á Real cédula expe- dos-Unidos se sabe hacer todo lo que se hace sobre la debe saber el médico encargado de curar las enferme-
dida por los Reyes Católicos en Medina del Campo, faz de la tierra. dades de la boca. Y si es verdad que no dedican un
á 13 de Setiembre de 1504, confirmada por el empe- Ejemplo práctico : parte de la galería de la derecha curso á partos, y que las clínicas de los hospitales no
rador Carlos V en 1518, y autorizada plenamente por les son á los alumnos de dentistería ó dentologia ( que
el Samo Pontífice Paulo I I I , en Bula sellada en Roma del Palacio se halla ocupada por casas importantes
á 5 de Octubre do 1587, en virtud de la cual se con- que exhiben únicamente chimeneas de mármol. Todos ignoro el vocablo) muy familiares, en cambio dedican
cedían á la Capilla Real preeminencias y derechos de los órdenes de arquitectura, y todos los desórdenes del tres años á estudiar su carrera, en los cuales practican
iglesia catedral, con cabildo, capellanes de honoi-, rezo capricho se hallan en ellas esculpidos, ya formando más que estudian, porque, por muy poco dinero, durante
de horas canónicas diurnas y nocturnas, numerosas columnas de sabor griego con el blanco mármol de el curso se encargan de estropear al infeliz que cae en
indulgencias y otros privilegios. Carrara, ya modelando sirenas egipcias con el amari- sus homicidas manos, y al cabo de ese tiempo saben
Merece copiarse una inscrijDcion, en caracteres góti- perfectamente cuál es el mejor oro para orificaciones,
cos, que circunda el templo, conmemorando la funda- llo de Giallo antko, que deja ver sus admirables venas,
ción de éste y.reseñando brevemente los principales ó con el Rosso aniico de color de sangre, ya dibujando cual es el mejor sistema para extracciones, y mucho
hechos gloriosos ocurridos en el feliz reinado de sus cabezas nublas con el negro Portoro de dorados ani- más de lo que entre nosotros puede conocer el licen-
egregios fundadores: llos, ya combinando dibujos, figuras y caprichos con ciado salido de las aulas, que ha tenido que estudiar la
«Ésta Capilla mandaron fundar los muy católicos los célebres de Paros, de oscuro color, Ci^Mlin, con ve- enciclopédica ciencia de la Medicina.
Don Fernando y Doña Isabel, Rey y Reina de las Es- nas verdes, y cuantos Italia, España y otras naciones i Cuánta falta nos hacen colegios e-^peciales que pro-
pañas, de Ñápeles, de Sicilia, de Jerusalem, que con-
quistaron este reino y lo redujeron á nuestra Fe. Ga- producen en el seno de sus montañas. Los artistas du- fundicen sobre una sola materia, colegios de oculistas,
naron las islas Canarias y las Indias, y las ciudades de do que sean americanos, y sin embargo, la América se colegios de dentistas, como hay aquí, dando excelentes
Oran, Tripol y Buxia, y echaron los moros y judíos llevará muy buenos premios. resultados!
destos reinos, y reformaron las religiones. Finó la Rei- El sistema yankee por excelencia para la calefacción Dividido todo, no causará sorpresa que haya varias
na martes á xxvi de Noviembre de MDVI años. Finó consiste en unos tubos de metal que llevan agua caliente casas que se dedican á hacer dientes, teniendo monta-
el Rey miércoles á xxii de Enero de MDXVI : acabóse da su industria en gran escala, y que esas casas hayan
esta obra año de JIDXXVII. » por todas las habitaciones. Una inmensa caldera alimen-
¡ Cuánta gloria para España en aquel dichoso rei- ta desde el sótano el calor de los tubos. Mas como el lujo hecho una soberbia Exposición.
nado! obliga á colocar en los salones chimeneas, ésta industria En ortopedia hay cosas admirables. ¿ Qaién se queja
La fábrica del templo es bellísima y elegante, y sus ha alcanzado bastante importancia, imitando á la per- ya de que le falte un brazo ó una pierna, ó de que la
columnas esbeltas, sus arcos graciosos, sus bóvedas atre- fección los monumentales hogares de los castillos de la naturaleza las creó deformes, cuando la ciencia las cor-
vidas están cuajadas de finísimas labores, estatuas y Edad Media, en los que no faltan sus artísticos mori- rige y las enmienda, y las cura con admirable perfec-
relieves : créese que fué dirigida por el insigne Felipe llos, y embelleciéndolos aún más con esculturas y con ción ? Los brazos y las piernas rotas se componen en
de Borgoña, que tantas obras artísticas legó á la pos-
teridad en las catedrales de Burgos y Toledo. costosos caprichos del lujo y de la industria moderna. unos dias; los cojos y los mancos pueden comprar lo
Sin embargo, el genio de Carlos V no se mostró sa- Jackson, de Nueva-York, que presenta las más lujo- que cayó á impulsos de una bala ó de un bisturí; no
tisfecho : el poderoso Monarca solia decir (según cuen- sas, presenta también la innovación de colocar el cok hay deformidad del cuerpo que no se corrija; y como
ta una tradición) que la Capilla Real de Granada era en una cesta de platino, que no se pone negra, y que, complemento de tan humanitaria perfección, la elec-
demasiado humilde para guardar las cabezas de sus merced á una palanca, una vez encendida y cuando tricidad, que empezó poniendo en movimiento las ancas
augustos abuelos, que aun en su lecho de muerte do- parece una granada, se saca en medio del cuarto, no de una rana, anima partes del cuerpo que sufren pa-
minaban al mundo.
Allí están los sepulcros, encanto y admiración de perdiéndose un grado de calor por los tubos que se lle- rálisis, y aplícase á las más atrevidas curaciones.
los amantes de las Bellas Artes, y al lado se encuen- van el humo. Otras, por medio de placas que reflejan, Pasamos una mirada entre distraída y atemorizada
tran otros que encierran las cenizas de la desventurada el calórico, arrojan otra vez al cuarto el que contiene por aquellos lujosísimos cuchillos destinados á estro-
Reina D." Juana la Loca y de su amadísimo marido el humo; otras son de gas, y ó bien se enciende sen- pear á nuestros semejantes, y por aquellas brillantes
D. Felipe el Hermoso. cillamente en forma de mechero, ó bien en forma de sierras, y por aquella colección de afilados bisturís, y
¡ Descansen en paz los Reyes Católicos, y velen sus carbón de hierro, que al ponerse rojo semeja una chi- así como de las manos de los que los usan se pasa mu-
espíritus inmortales desde la mansión de los justos por
la prosperidad y grandeza de la desgraciada España! menea de cok, ó bien, y éstas son las más perfeccio- chas veces á la tumba, pasamos desde allí á ver una
EüSEBio MARTÍNEZ DE VELASCO. nadas, en forma de leños, que dejan escapar el gas por linda colección de monumentos mortuorios. América,
innumerables agujeritos de gasto diferente, que pare- que es un país de prosa, entierra á los muertos con
cen las llamas del hogar, y alumbran admirablemente poesía; España, que es un país meridional, los encajo-
CARTAS DE FILADELFIA. una habitación, ademas de darla algo más de calor que na como los frascos de una botica, con toda la mate-
el necesario. Las ventajas de un sistema que permite rialidad de un comerciante; Austria, que es un país
hacer fuego en diez segundos y extinguirlo á voluntad muy reflexivo, los quema, guardando en una urna sus
del que le usa, evitando incendios, limpiezas, humos é cenizas, con toda la sabiduría de un romano. Un ce-
incomodidades, no necesita elogios; sin embargo, du- menterio es en este país un edén encantado, que brin-
damos que en España lo lleguen á conocer nuestros da hospitalidad al visitante con la belleza de su vegeta-
hijos. ción y el lujo de sus monumentos; en él la muerte no
Curioso es el sitio en donde, al pasar lo que dejamos asusta, porque se presenta muy engalanada, y su ador-
SUMARIO. ' dicho, nos hallamos. A nuestra izquierda se halla agru- no principal consiste en las bellezas de sus tumbas.
La Exposición de los Estados-trnidos (continuación).—Aparatos de caletac- pado en riquísima unión, tras los cristales de armarios Un ángel que, aunque toca la tierra con sus pies,
cion.—Instrumentos quirúrgicos.—El Dr. (Jardiner j'jlos dentistas ameri-
canos.—Monumentos fúnebres. — Órganos y pianos. —Piano-Tiolin.—Una lujosísimos, cuanto la ciencia inventó para curarnos; abre sus alas para remontarse en el espacio; un niño
Exposición de espejos.
á nuestra derecha se levantan fúnebres monumentos, que duerme; una columna rota en pedazos; unas flores
Sí como dice el adagio inglés «Tal será el pueblo destinados- para recordar que debajo existe polvo de deshojadas, tales son los atributos que copia el mármol
como sea la casa en que vive», y si en la casa quere- los que fueron. para hacer eterno el recuerdo de un nombre.
mos incluir su mueblaje, el pueblo americano es un Me acompaña este día mi querido amigo el doctor Los pianos de los Estados-Unidos, que no tienen
gran pueblo. Gardiner, que, más que á celebrar en su tierra natal rival en el mundo, no han desperdiciado esta ocasión
No precisamente porque el lujo desplegado por este el aniversario de la Independencia de su país, viene á de alcanzar una nueva victoria. — Sólo Alemania y
importante ramo de la Industria en la Exposición nos estudiar los últimos adelantos de la profesión que ejer- Austria han sostenido con gloria el pabellón de Euro-
haga creer que eso es lo usual y lo común aquí, sino ce con tanta gloria entre nosotros. Primero me fué ex- pa en el Palenque americano; pero la nación que da
porque nosotros, que hemos visitado las casas del pue- plicando , con la bondad y la instrucción que le distin- la fiesta se ha llevado la palma.
blo, y las casas de los comerciantes, y las casas de la guen, los adelantos que en Medicina presentan sus Cuando al declinar la tarde los pianos de Chickering
clase media, hemos visto que el lujo y la comodidad paisanos en esta Exposición, y después de ver apara- ó de Wcber empiezan á resonar, atrayendo á su alre-
no son patrimonio de clases elevadas, pues industrial tos que á su extremada sencillez reúnen una perfección dedor á la multitud, se concluye el placer de la vista
conocemos cuya casa no tiene nada que envidiar á las asombrosa, juntos nos detuvimos ante su especialidad, para dar principio al placer del oído. Oír un wals
más ricas de nuestra España. que es la especialidad de los dentistas. Ya sacar mue- tocado á diez y seis manos en cuatro pianos de salón,
N." XXXVIll LA TLUSTÍ^ACION: ESPAÑOLA Y /MERICAríA. 223

que ahogan por completo los raidos del Palacio, es más insignificante; ya en espejos cóncavos ó convexos interesantes del valor y heroísmo con que el insigne
uu placer encantador; pero apenas deja de vibrar la de gran tamaño, colocados en diferentes posiciones, jun- Teodomiro, en el reino de Murcia, en virtud del famo-
última nota que, reflejada de columna en columna se to á los cuales, ¡ oh pueblo infantil! se agrupa diaria- so tratado de Orihuela, y el gran Pelayo en las As-
mente una multitud que se rie como niños, viendo las turias (6), fundaron dos reinos y emprendieron con
va perdiendo en los confines, otro piano empieza mar- igual ánimo, aunque con desigual fortuna, la obra por-
cando con brio los sonidos, y desafiando con la brillan- formas en verdad graciosas con que se reproduce á los tentosa, y para muchos increíble, de la restauración
tez de sus notas las no menos hermosas de su rival. que pasan por delante. La más esbelta laclij parece una nacional. En los tiempos siguientes los moros, aunque
Eita lacha se repite todas las tardes. Los mejores enana gordinflona, el yankee más gigante parece un li- reforzados sin cesar con hordas africanas y con la trai-
pianos que han salido de las fábricas se encuentran en liputiense; y otros, alargando desmesuradamente la ción é infidelidad de muchos malos españoles, conti-
el palacio de la Indastria, rivalizando en lujo, en po- imagen, y otros engruesándola y desfigurándola, sir- nuaron probando el creciente esfuerzo de nuestros be-
ven de risa á los curiosos, que se divierten con el pri- licosos ascendientes, enardecido más y más por la fe
tencia y sonoridad de las voces. católica, fortalecida enmedio de tan dura tribulación.
Atribuyese la invención del piano-forte al alemán mer infeHz que pasa distraído, ajeno del sucas que le Así lo atestiguan los cronistas árabes, diciendo que
Shroeder, que vivió á principios del pasado siglo; mas espera. desde el punto de su conquista esta región de Ultra-
los modernos los han perfeccionado tanto, que ni el Esta industria no sirve únicamente para probar una mar ha sido siempre la más peligrosa frontera del
mismo autor conocerla, en esas orquestas que se for- ley física, sino que sirve también para proveer de espe- Imperio musulmán; el teatro de sus guerras santas,
man no más que con siete notas, el instrumento á que jos á las casas de locos, pues es sabido que la manía un campo de martirio, una puerta de felicidad eterna
de estos infelices suele ser algunas veces la de que es- para sus soldados; que los establecimientos muslímicos
dio ser. en este país estaljan constantemente sobre un horno
También los órganos tienen una notable representa- tán delgados, y mirarse grandes y rollizos es cosa que encendido, metidos entre las garras y los dientes de
ción en el Certamen, y su manufactura tiene grandísi- les divierte en extremo. los leones de la infidelidad (7). Las noticias de origen
ALFREDO ESCOBAR. arábigo nos ayudan eficazmente á comprender el rápi-
ma importancia, porque el domingo se dedica á cantar
Filadelña, 22 de Setiembre 187G. do progreso que, á diferencia de otras naciones some-
los Salmos al dulce son de sus notas, y es casi ritual = =-r>®«-e=~ tidas á semejante prueba, tuvo la restauración de la
poseer este instrumento para acompañar majestuosa España cristiana, levantándose varonil y esforzada á
LOS CRISTIANOS ESPAÑOLES
y dignamente las poesías santas de la Iglesia. los pocos pasos de su caída, y avanzando constante-
PINTADOS POR LOS HISTORIADORES ARÁBIGOS.
Ignoro quién quedará en pianos el primero en la la- mente por el heroísmo de sus capitanes y hombres de
(Conclusión,) guerra y por los sentimientos de independencia y de
cha ; y aunque existe el precedente que Stemway é hi-
jos, de Naeva-York, y Chickering é hijos, de Boston, II. religión que no se habian extinguido en los pechos es-
ganaron la medalla de oro en la gran Exposición del 67, El espíritu de independencia, el valor indomable, pañoles. Pues no tan sólo los mozárabes, sino también
la entereza y dignidad propios de nuestra raza y na- los ya islamizados, que vivían en la raya y frontera, y
tienen hoy terribles rivales, como Shomer, como Weber, aun en el interior de las comarcas sometidas, cuando
que se complace en presentar como recomendación au- ción, resaltan con igual brillo en los documentos arábi- por cualquier evento, ora por vivir en puntos mal
go-hispanos y se ilustran con nuevos ó interesantes guarnecidos por los musulmanes, ora por lograr el
tógrafos de los mejores artistas, ensalzando sus instru- datos. Según la crónica titulada-ájto*" Machmiia (1),
mentos ; como Halleb, de tres pedales; como Meyer, cuando el conquistador Muza ben Nosaír atacó la plaza apoyo de alguna expedición cristiana, hallaban ocasión
Shomacker, Albrecht Dürer y otros, cuyos nombres de Ceuta, defendida por el conde D. Julián, goberna- de alzarse, no la dejaban perder, volviendo al punto
dor del África Tingitana por el rey godo Witiza, probó á la religión de sus mayores y á la obediencia de los
han atravesado el Atlántico, llegando con sus pianos á reyes de Castilla y León, herederos de la monarquía
Europa. que los soldados españoles que guarnecían aquella visigoda (8). •
Entre estos muebles, construidos ya con tal exceso plaza y que resistieron esforzadamente, eran más fuer-
tes y valerosos que los demás pueblos con quienes ha- Los escritores árabes pintan á nuestros cristianos tan
de lujo que en nada se parecen á la forma común que bía combatido hasta entonces. El mismo Rodrigo, que exclusivamente ocupados durante aquellos siglos en las
conocemos, sino que, cargados de incrustaciones y de durante la invasión sarracena se apoderó del reino, era, faenas militares y en guerrear por la libertad y acre-
adornos, parecen muebles raros, se ve un piano que según los autores árabes, un esforzado capitán, y sólo centamiento de su nación, que no se curaban del me-
cuenta ya una edad avanzada, y que se exhibe por pu- la traición de D. Julián y de los hijos de Witiza, agra- nor regalo, ilustración y cultura, haciendo una vida
viados y rencorosos, le hizo sucumbir en las riberas áspera y laboriosa, pobre y ruda hasta la ignorancia y
ra curiosidad histórica, por haber pertenecido al céle- el desaliño. lEn la tierra de los gallegos (es decir,, en
bre compositor Balfe, por tener cuatro octavas y me- del Guadalete, al cabo de siete días de pelea (2). En
varios encuentros y combates, que,se trabaron después, la España libre de las provincias septentrionales), dice
dia, por tener la fechado 1745, y por haber sido hecho y señaladamente en la batalla de Écija, los moros per- un autor arábigo (9), hay pueblos sin número y ciu-
en Amsterdam. dieron mucha gente y compraron bien cara la victoria. dades grandes y alquerías muy pobladas, y. dominan
Hace más de cien anos que se viene trabajando en En la provincia de ileya (Málaga), después que per- sobre su gente la ignorancia y la necedad. Acostum-
dieron la capital, los cristianos se refugiaron á las bran á andar sucios, y no lavan la ropa jamas hasta
la resolución de un problema, que absorbe la atención que se pone vieja, y en sus usos y costumbres son como
del mundo artístico, y cuya resolución será de una im- montañas, esquivando por largo tiempo el someterse á
los vencedores; y en otras partes, como en Córdoba, los animales.» Pintura exagerada en verdad, pero que
portancia extrema. Este problema es la invención del Elvira, Sidonia, Sevilla, Carmena, Mérida y Beja, se conviene con lo que dicen nuestras crónicas del trato
piano-violin. resistieron denodadamente hasta el último trance. Los grosero é inculto que se daban los mismos reyes de
Un californiano, devorado por la fiebre de los descu- de Córdoba se sostuvieron tres meses, fortificados en la León, y sobre todo los caballeros cristianos fronterizos,
brimientos que se respira en el país que vive, que es iglesia de San Acisclo; los de Elvira hubieran resisti- que, dispuestos siempre á rechazar los rebatos y embes-
do largo tiempo á no ser vendidos por la infiel raza tidas de los moros, vivían en una misma estancia con
el país de Fulton, de Franldin, de Wihitney y de sus mujeres y caballos. Otro historiador arábigo, más
Howe, no puede olvidar que ha nacido en el país don- judía; los de Sevilla se rindieron después de prolonga-
do asedio, pero después, reforzados por los de Niebla y galante con sus enemigos, llama á los gallegos y caste-
de la música es una religión, que es el país de Mozart, Beja, se levantaron, expulsaron la guarnición musul- llanos pueblo dotado de fortaleza en el corazón y de
de Mendelssohn, de Haydn y de Beethoven, y presenta mana, y, según el Nowairi, la exterminaron; siendo pre- hermosura en el rostro, y que guerreaba de continuo
dicha invención igual á la que presentó en París el 67, ciso que un ejército acaudiUado por Abdelaziz, hijo de á los muslimes (10). Ibn Jaldun dice que eran los más
Muza, los conquistase nuevamente. Los de Mérida sa- fuertes y numerosos entre los francos occidentales, y
aunque bastante perfeccionada. un poeta andaluz del siglo siii rinde homenaje á su •
Unos pedales como los de los órganos ponen en mo- lieron esforzadamente contra los musulmanes, y ven-
cidos por un ardid de su general Muza, se recogieron indomable esfuerzo, diciendo que sus espadas venga-
vimiento una rueda, que hace á su vez mover un cua- al abrigo de los fuertes muros que aun conservaba doras jamas dormían en sus vainas (11).
drado, compuesto de arcos de violin, perpendicular- aquella plaza, resistiéndose allí muchos meses y defen- En las crónicas arábigo-hispanas hallamos asimismo
mente sobre el instrumento. Al herir la nota, el arco diendo una torre con tal brío y tan horrible matanza mención señalada de los condes castellanos Fernán
roza la cuerda bien templada, y produce el sonido mis- de los sitiadores, que aquel baluarte se llamó desde González y Sancho García, del insigne monarca que
mo del rey de los instrumentos, sonido que se prolon- entonces Borg-axxohadá, ó la Torre de los Mártires (3). conquistó á Toledo, del Cid Campeador, de Alvar Fa-
Los de Toledo, viéndose sorprendidos por los infieles, ñez, de Guzman el Bueno, y de otros muchos capitanes
ga todo el tiempo que se tiene apoyado el dedo sobre y héroes cristianos, y de los hechos memorables que
á causa de la traición de los judíos, que franqueó las
la nota; según la presión sea más ó menos fuerte, es puertas de la ciudad á los enemigos de la patria, hu- ejecutaron batallando contra los infieles, confirmándo-
más ó menos dulce el sonido, y produciéndose desde yeron á un monte, en donde se defendieron con harto nos contra los escrúpulos de la falsa crítica, que sus
las notas agudas y vibrantes del violin, hasta las dul- valor cuanto les fué posible. Y aunque muchos de los proezas no son fabulosas ni exageradas por el espíritu
císimas del violonchelo y las graves del violón, una toledanos fueron pasados á cuchillo por los vencedo- patrio de nuestros c^ronistas é historiadores. La impor-
mano hábil saca de sus notas raudales de melodías, co- res, todavía los que escaparon de la matanza y sus tancia de los documentos históricos que venimos en-
descendientes, por largos siglos, vivieron en continua salzando se manifiesta muy particularmente en lo to-
mo si una escogida reunión de instrumentos de cuerda, insurrección (4). Por donde aparece con evidencia, y cante al más famoso y popular de nuestros héroes, cu-
pulsadas por maestras manos y siguiendo el compás así lo entendieron los mismos musulmanes, acostum- yos inmortales hechos se fijan y esclarecen por el
de una batuta inteligente, ejecutara una de esas piezas brados á someter y quebrantar para siempre á nume- testimonio evidente y nada parcial de aquellos autores,
que parecen escritas para el alma. rosos pueblos, que no á flaqueza de los españoles, sino
El autor, Mr. G-reiner, da cuantas explicaciones se le á la ira del cielo, provocada por sus pecados, se debió las costumbres del reino.» Podríamos citar otros muchos pasa-
aquella miserable ruina de España (5). jes de semejante procedencia, para probar cómo loa musulma-
piden, toca en su instrumento las piezas de más rápi- nes conquistadores de nuestro pais se juzgaban instrumentos
da ejecución, para que se vea que responde á su objeto, Por los mismos autores tenemos noticias curiosas é del castigo y prueba providencial que cayeron sobre la España
cristiana.
y pide por sapiano-violin 1.500 duros. (6) Véase Almaccari, t. I, págs. 166 y siguientes, y áDozy en
(1) Pág. 18 de la edición de D. Emilio Lafuente y Alcán- sus Reohcrches, 1.1, págs. 55 á 57. El biógrafo Adhabbi, en su
# * tara, articulo sobre HaMb ben abl Obaida, nos ha conservado el
^2) Analectas de Almaccari, t. I, págs. 149 á 150. El Nomai- texto de este famoso tratado, y Casiri le ha publicado en su
Mientras cuatro lindas expendedoras despachan es- ri, citado por d'Slane, Hlst. des Berberes, t, l , pág. 345. mencionada Eibl. Esour., t. II, pág. 106.
pejos á precios sumamente reducidos y en cuantas (3) Véase la mencionada crónica Ajiar Machmua.—ALMAC- (7) Sobre el alzamiento de D. Pelayo, véase Bayan Almo-
CAEI, 1.1, págs. 166 y siguientes ; UASIEI, B'M. Arab. Hisp. gnb, t. II, págs. 14 y 29 ; Almaccari, t. i, pág. 174, y t. il, pá-
formas se puede desear, para toilette, para carteras, pa- Esour,, t. II, págs, 320 y siguientes ; el Bayan Ahnogrib y ginas 9 y siguiente, 671 y siguientes ; Ibn Jaldun, traducido
ra cepillos, etc., la exposición del fabricante llama en otras crónicas árabes relativas al período de la conquista. por Mr. DozT; Recherches, 1.1, pág. 100, y el mismo Dozy en
(4) Véase al arzobispo D. Sodrigo, De rebiis Jíispania:, li- su Hist. des mus., t. Ill, págs. 22 y 23.
extremo la atención, por consistir, ya en monumentales bro n i , cap. XXIV. El iVdWíiw'i, traducción del mencionado (8) Véase á este propósito la crónica Ajbar Machmua , pági-
lunas que pueden bien cubrir la pared de una casa, d'Slane; Dozy, Hist. dfs mus. cl'Espagne, t. l l , págs. C2 y 63, na 66 de la versión de D. E. Lafuente y Alcántara,
etc., etc. (9) Ibn Alwardi en su Perla de las maravillas, MS. Bscu-
ya en tocadores que no se forman más que de espejos, (5) La referida crónica delEayan Almogrih, personificando ri álense.
desde los costados del mueble á los frentes de los ca- en el último rey visigodo los vicios y errores de aquelLi monar- (10) ALMACCARI, 1.1, pág. 92.
quía y nación en susiiltimos tiempos, dice asi: «Rodrigo en- (11) Ibn Almorabith, de Granada, citado en lamencionada
jones, y desde el sitio que ocupa la piedra al pedacito grandeció á Toledo en edificios y mudó las leyes y corrompió Eist. des Bérberos, t. IV, pág, 92.
EL ANILLO DE LOS NIBELimClEK,

EL ORO DEL RHIN {Dciü Eheil};joJd): ALDICIllCH V LAS HIJAS DEL RIO.
POR M. RICHARD WAG-NER.

LA WALKURIA {D¡l' Walkure): LUCHA ENTRE SIEGMUND Y IIÜKDING.


226 JJA JLUSTÍ^ACIOIIC ESPAÑOLA Y yVMER.iCA)S[A. N." XXXVIII

con tanta mayor gloria para nuestra patria, cuanto ma- tianos hicieron al África, militando al servicio de aque- mecen Yogmarasan (año 646-1248). Más adelante, y
yor ha sido el empeño que han puesto en arrebatársela llos sultanes, y dejando en aquellas regiones larga y por los años de 1257, era alcaide de la milicia cristia-
críticos escépticos ó enemigos de nuestros lauros na- gloriosa memoria de la osadía y esfuerzo español. De na y de la guardia del sultán un caballero llamado
cionales. Pero ya con el testimonio concorde de mu- estas empresas, que duraron muchos siglos y que hu- D. Lope, el cual fué muerto por mandato de aquel
chos autores arábigos estudiados en nuestros dias, apa- bieran allanado la conquista de África, antiguo y tra- príncipe, por haberse portado en una expedición con
rece en todo su brillo y grandeza la figura de Rodrigo dicional empeño de la política española, si mayores in- menos diligencia y subordinación de la que convenia,
Diaz de Vivar, llamado por sus correligionarios el tentos no hubiesen divertido su atención en el siglo xvr, malogrando la empresa (18). Consta, en fin, que Abu
Campeador j por los moros el Cid J ^ l ó el Señor; y hallamos en los autores árabes muchos y curiosísimos Dabbús, último califa de los almohades, tenia á su
si bien el apasionado encono de la morisma, á quien datos. Por ellos sabemos que los almorávides, señores servicio por los años de 1266 á 1268 razonable núme-
tanto hizo sufrir, le atribuyó algunos rasgos odiosos, de África y de España, á pesar de su fanatismo, se ro de caballeros cristianos, los cuales combatieron por
todavía los cronistas de aquella gente hacen forzosa vieron obligados á emplear el valor de la milicia cris- él contra los Benimecines, aunque no pudieron soste-
justicia á sus grandes cuahdades y ponen de manifiesto tiana. Alí, uno de ellos, alistó en sus huestes muchos ner aquella dinastía é imperio, ya del todo caducos (19).
sus extraordinarias proezas, como la gran conquista de mozárabes y tomó á sueldo numerosos caballeros de Por el mismo tiempo otro ejército cristiano mi-
Valencia, la sumisión de los régulos y alcaides moros Cataluña, Castilla y otras provincias cristianas, que le litaba en Tremecen al servicio de los Zayyanitas. El
de casi toda la parte oriental de la Península, y las con- ]n-estaron grandes servicios, así como también á, su famoso emir Yogmarasan (20), fundador del reino y
tinuas victorias y triunfos que alcanzó con igual fortu- hijo y sucesor Taxefin, cuyos hechos, referidos por el dinastía zayyanita, al subir al trono en 1235 organizó
na contra sus enemigos, infieles y cristianos. Según el autor del Holal-Almauxia, historiador de aquella di- un cuerpo escogido de dos mil lanceros cristianos (21);
retrato que nos ha dejado un arábigo casi de su tiem- nastía, y también por el célebre Ibn Jaldun, de Túnez, y satisfecho de sus buenos servicios, andando el tiem-
po, es un perro castellano llamado Rodrigo y por so- completan las noticias que sobre los mismos sucesos po, allegó nuevos contingentes militares de la misma
brenombre el Campeador j_jl3™..CJ!, hombre diestro en constan en la crónica latina del emperador Alfonso VII. procedencia. Así lo refiere el historiador africano Ibn
el arte de cautivar, conquistar y aniquilar á sus ene- Sabemos por el autor del Holal (10) que el sultán Alí Jaldun, tantas veces citado, diciendo que después de
migos, militó algún tiempo al servicio del rey moro de tenía una guardia, ó por mejor decir, una legión esco- lá muerte del califa almohade Assaid y ruina de su na-
Zaragoza Ahmed ben Hud; pero después revolvió sus gida de cuatro mil caballeros cristianos y españoles, los ción, Yogmarasan, animado por el deseo de acrecen-
armas contra los muslimes con tal brío y ventura, que cuales, conducidos al África por su hijo Abu Ishac tar sus huestes y la pompa de los espectáculos milita-
se hizo dueño de Valencia (año de la hegira 487-1094 Ibrahim, se hallaron en la batalla de Tremecen, año res, tomó á sueldo el cuerpo de tropas cristianas que
de J. C), y su poder fué siempre en aumento, hasta 1144, y combatieron en muchos encuentros contra los había formado parte de los ejércitos que acababa de
que oprimió los montes y los valles y aterrorizó á los enemigos de los Almorávides, aunque no pudieron sos- vencer. Estos guerreros cristianos, que vivían con toda
nobles y á los plebeyos, hasta el punto de que, habien- tener su imperio ya ruinoso. El caudillo de aquella independencia, y que sin duda miraban á todo linaje
do dicho: S¿2>or un Rodrigo se perdió España, por otrogente cristiana era un caballero catalán muy noble y de moros como gente baladí, se arrogaron grande au-
será recoirada, estas palabras helaron de espanto los esforzado, llamado Reberter (11), el cual, muerto Alí, toridad , y para decirlo con las mismas palabras de Ibn
corazones de los muslimes, creyendo que sus amenazas siguió prestando sus servicios á su hijo y sucesor Ta- Jaldun, abusando del mucho favor que les dispensaba
no tardarían en cumplirse. «Sin embargo (añade el xefin ; mas por breve tiempo, pues en aquel mismo año, su nuevo señor, comenzaron á hacerse los amos en
autor árabej, este hombre, azote de su siglo, fué por cuando unido con las tribus berberiscas de los Beni Tremecen, y en el año déla hegira 652, 1254 de nues-
su amor á la gloria, por la prudente firmeza de su ca- Abdelwadi y los Bení Ilumi, acababa de obtener algu- tra era, llegaron al extremo de atentar contra la vida
rácter y por su valor heroico, una de las maravillas del nas ventajas contra los almohades y marchaba carga- de Yogmarasan. El historiador africano afea mucho
Señor. La victoria siguió siempre las banderas de Ro- do de ricos despojos, fué atacado de improviso poruña este hecho, culpando al caudillo de la milicia cristiana
drigo (maldito sea); triunfó en diferentes trances de formidable hueste enemiga, y muerto con la mayor de haber querido matar por su propia mano á su mo-
muchos príncipes cristianos, como García el de la Boca parte de su gente, siendo su cadáver clavado en una narca y señor. A nuestro entender, el plan y pensa-
Torcida (1), el Conde de Barcelona y el Rey (de Ara- cruz, por odio sin duda á la fe que profesaba (12). A miento dominante en estas milicias cristianas y aven-
gón) Ibn Radmir, ahuyentando sus huestes, y con esca- Reberter sucedió en el mismo cargo de capitán de la tureras era fomentar el desorden y la discordia civil
so número de guerreros derrotó sus formidables escua- milicia cristiana un hijo suyo, llamado por los escrito- entre los infieles, para alzarse, si fuese posible, con el
drones» (2). res árabes^/t len Relerter (13), hombre de gran cora- señorío de gentes tan numerosas, pero tan divididas,
zón, que, sin desmayar por la desastrada muerte de su tan bárbaras y tan incapaces de buen gobierno.
También es curioso el ver en las historias árabes el padre, ni por la completa ruina del imperio almoravi- Lo propio sucedía á la sazón en la España sarrace-
aprecio y estimación que los principes y caudillos mus- de, terció con sus armas en las continuas disensiones na, en cuyas diversas provincias, haciéndose encarni-
limes hicieron en repetidas ocasiones del valor de nues- que, con gran ventaja para los cristianos, dividían á zada guerra diferentes régulos y caudillos árabes, mu-
tros caballeros cristianos, ora alistándolos con distinción los principes musulmanes, y corrió grandes riesgos y lladies y bereberes de distintas razas, eran tales la con-
en sus ejércitos y honrándolos mucho, como lo hicie- aventuras en España y África. Habiendo entrado al fusión y el barullo, que alentados por la ocasión, los
ron bajo el período del califato el general Gálib Anna- servicio del sultán almohade Yusuf ben Abdelmumen, escuadrones cristianos de que se valían los señores
seri y el hagib Almanzor (3); ora llamando en su auxi- fué preso en Mallorca, adonde había ido con una mi- musulmanes para remediar la cobardía ó deslealtad de
lio escuadrones y huestes enceras de ellos, como los sión secreta de aquel soberano; pero urdiendo una cons- los suyos, se atrevían á todo y minaban cuanto más
emires Suleiman y Almahdi, durante la guerra civil, piración con los esclavos cristianos de la isla, se apo- podían los cimientos de tan carcomido imperio (22).
que se hicieron árabes y bereberes á principios del si- deró de la cindadela, libró á un hermano del goberna- Ello es que el caudillo cristiano que quiso matar al rey
glo XT, acarrearon en su auxilio, aquél al conde de dor de Mallorca, que estaba también preso por su afi- de Tremecen Yogmarasan, estaba en inteligencias con
Castilla D. Sancho García, y éste á los condes Rai- ción á los almohades, y con él se pasó al África, donde un hermano del Sultán que deseaba reemplazarle en el
mundo de Barcelona y Armengol de Urgel: de cuyas fué muerto combatiendo por el sultán Yusuf contra trono ; pero abandonados los cristianos en lo más críti-
expediciones y hazañas que en ellas llevaron á cabo Alí ben Gánia, año de 1186 (14). co del intento, la guarnición mora y el populacho, que
hablan detenidamente los autores arábigos y concisa- Desde que los almorávides llevaron al África escua- acudieron al rumor de lo que pasaba, se arrojaron so-
mente los nuestros (4). Abderrahman IV, por sobre- drones cristianos, no faltó seguramente en aquellas re- bre ellos, asesinando á tantos, que el mismo autor afri-
nombre Almortadha, uno de los últimos califas de la giones tal linaje de milicia, distinguiéndose en medio cano califica este hecho de horrible matanza (23). Sin
dinastía Umeyya, habiendo impetrado el auxilio del de algunas travesuras, propias de aventureros, por su embargo, Yogmarasan, no queriendo privarse de una
Conde Raimundo de Barcelona, escribió al sultán de valor y espíritu religioso, y no olvidando del todo los milicia auxiliar que tan buenos servicios le había pres-
Granada Zawi el Zirita, una carta amenazadora en que intereses de España. Los hubo en diferentes puntos de tado , conservó consigo á los que escaparon de la catás-
ledecia: «Yo marcho contra tí, acompañado de una Berbería, alistados por los emires de aquellas regiones, trofe, y reemplazó á los que perecieron. En 1271 la mi-
muchedumbre de cristianos y de todos los valientes de los cuales, según atestigua Ibn Jaldun, prefitrian el licia cristiana peleó á las órdenes de Yogmarasan en la
España» (5). Los Benu Hud, reyes de Zaragoza, se servicio de los soldados cristianos, porque éstos perma- batalla de Isli, en que los zayyanitas fueron arrollados
servían con preferencia de cristianos, los cuales, duran- necían firmes, mientras huían los bereberes. De ellos, por el número harto superior de sus adversarios los be-
te un siglo, formaron la flor de sus ejércitos, y con su muchos eran refugiados y aventureros que allí pasa- nimerines, pero el escuadrón cristiano, escribe Ibn
auxilio Ahmed Almostain, el penúltimo de aquellos ban á ampararse y iDUscar fortuna, y no pocos mozára- Jaldun, animado por la presencia del Sultán Yogma-
emires, logró sostenerse en el trono y librar á Zarago- bes, que, expulsados de Andalucía por almorávides y rasan, se mantuvo firme y se dejó pulverizar en el
za del feroz almoravide Yusuf ben Taxefin (6). El rey almohades, hallaban en el servicio militar un modo de molino de la guerra, cayendo prisionero su general
de Granada Abdallah ben Bolloquin, de la dinastía zi- vivir y mejorar su desgraciada suerte. Por los años de llamado Pero Navas (24). También se infiere de un
rita, tenía á su servicio un cuerpo de caballeros cris- 1228 la cristiandad española avecindada en África ha- discurso de Abu-Zayyan, nieto de Yogmarasan, citado •
tianos que custodiaban su persona (7). Y más adelan- lló un refuerzo y apoyo en los doce mil caballeros cas- por Ibn Jaldun, que á principios del siglo xiv aun
te, bajo el reinado de los nazaritas, que, como es sabi- tellanos que llevó consigo el sultán Almamun, y que quedaban soldados cristianos en Tremecen (25).
do, nació tributario de la gran monarquía castella- le sirvieron esforzadamente, así como también á su hi-
na (8j, los sultanes de Granada estimaron mucho tal jo y sucesor Arraxid, ejecutando tantas proezas en ob- Mas no todos los cristianos que habían militado al
linaje de mihcia, fiándoles la guarda de sus personas y sequio de aquellos emires y en honor de su nación, como servicio de los almohades se pasaron á los zayyanitas
haciéndolos intervenir repetidas veces en sus disensio- que quitaban y ponían reyes á su antojo y campaban cuando se hundió aquel Imperio, pues una porción con-
nes civiles (9). siderable de ellos prefirió alistarse en el ejército de los
por su respeto (15). Según el Carthas, el caudillo de benimerínes, y se estableció en un arrabal de la Nueva
Pero en el asunto de que tratamos hay un punto es- aquella hueste cristiana se llamaba Faro Casil (16), Fez, llamado El Malah. Bajo esta dinastía de los beni-
pecial que trataremos con más extensión por ser menos que acaso es corrupción de Haro de Castilla; pero vein- merínes, el caudillo de la milicia cristiana era todavía
conocido de lo que en rigor se merece : es á saber, las te años después consta por un pasaje de Ibn Jaldun un personaje de gran cuenta, como lo habia sido impe-
expediciones que muchos caballeros y escuadrones cris- (17) que el capitán cristiano era conocido vulgarmen- rando los almohades. Por Ibn Jaldun (26) y el autor
te por el hermano del Conde, y pereció en una batalla, del Carthas (27), sabemos que en 1309 desempeñaba
peleando valerosamente por el sultán almohade de aquel cargo un insigne capitán llamado Gonzalo, sin
(1) Don García Ofdoñez, Conde de Nájera. Marruecos, que lo era Assaid, contra el rey de Tre-
(2) ibn Bassám, traducido por Mr. Dozy, en sus Rcoher- duda el (3-onzalo Sánchez de Troncones de nuestras
ches, t. ir, págs. 17 y siguientea.
(.3) Véase á Dozy, Bistoire des mus. d'Uspague, págs. 186
ál90. (10) Véase á Conde, en su Hlü. de la dominación de los ára-
les en España., t. II, págs. 290 y siguientes de la 1.° edición, y (18) Ibn .laldun, ib., t. II, págs. 250 y siguientes.
(4) Véase al mismo Dozy, ib, III, págs. 290 y siguientes. (19) Ibu Jaldun, t. II, pág. 253. Carthas, págs. 173, 205 y
á Dozy, Hist. des mvs., t. IV, pág. 263.
(5) Id., ib. n i , pág. 327. (11) Este nombre consta en la crónica latina del emperador alibi.
(6) Ibn Jaidan, citado en la mencionada Ilist. des Berh,, Alfonso VII. Bn el texto impreso de Ibn Jaldun se le llama (20) El Gomaranza de nuestras crónicas.
tomo II, pág. 81. Véase también á Mr. Dozy en su Hist. des por error Az-zeherter.
mus., t. IV, págs. 246 y 247. ,(21) Von33\áu-a, Bist. délos Berh., t. i i i . , pág. 341, nota.
(12) Ibn Jaldun, Hist. des Ser!/., t. II, págs. 176 á 178. (22) Véase á este propósito el cronicón arábigo titulado El
(7) D O Z Y , ib., t. i v , pág. 230. (13) El texto impreso de Ibn Jaldun le nombra por yerro Carthas, la Hist. de los Almohades do Abdehváhid el marro-
(8) Cuenta Ibn Jaldun que en cierta ocasión el Rey de Cas- AU-ben-Az-Zeberter. quí, y el IV tomo de la Bist. des m,us. d'Esj>a(/7ie, por Mr. Dozy.
tilla, D. Sancho el Bravo, á quien llama el soherann de mía (23) Ibn Jaldun, Bist. des Berb., t. n i , págs. 353 y si-
grannaoinn, dijo á los mensajeros del Bey de Granada Ibn (14) Ibn Jaldun, ibidem, t. ir, págs. 88, 94, 208 y siguiente.
(15) CARTHAS, págs. 170, 171 y 173. guientes.
Alahraar : « Vosotros sois los esclavos de mis padres y no te-
neis derecho para tratar conmigo de paz ni de guerra.» (His- (16) Asi so lee en algunos MSS. Véase la ed. de Tornberg, (24. Ibn Jaldun, ib,, t. iv, pág. 61,
toire d.es Berh., t. IV, pág. 379.) página 170. En la trad. de Moura leemos If.iro Casil, y en la (25) Id„ ib., t. III, págs, 380; Carthas, pág. 207.
(9) Véase á Hernando de Baeza en su Historia, de las cosas de Beaumier, pág. 365, Francil. (26) Bist. des Berb., t, IV, pág. 186.
^ pie pasaron entre los reyes moros de Granada, (17) Hist. des Berh., t. Iil, pág, 349. (27) Pág. 273 de la mencionada edición.
N." XXXVIII LA ILUSTÍ^ACIOH ESPAÑOLA Y AMEI^ICAHA. 227

crónicas (1), teniendo bajo su mano, ademas de su trasladado á la del Cordón, propiedad del Marqués de Entonces corrió aquel papel que decía:
propia gente, todo el ejército benimerin y ejerciendo Avilafuente, el muy poderoso valido D. Rodrigo Cal- «Que venga hoy un triste paje
grande influencia en las incesantes revaelcas de aquel derón, Marqués de Sieteiglesias y Conde de la Oliva. A alcanzarla señoría,
imperio, tan combatido é inseguro como los anteriores. Y á tener más en un dia
En 1361 capitaneaba á la milicia cristiana un caballe- Poca lástima inspiró por entonces la desgracia de Que en mil años su linaje,
ro llamado Garda, hijo de Antón j j k J l ^^ " • j ^ j aquel poderoso; antes en boca de todos no cesaban las Bien será, señor, se ataje ; •
Que es grandísima insolencia
que debia ser persona de grande esfuerzo y autori- alabanzas del Rey, que por ñn habia libertado á la na- Que venga á ser excelencia • •
dad, pues con su ayuda el ¡Dríncipe Omar-ben-Ab- ción de dos ministros tan aborrecidos como el Duque Un bergante, gran locura :
Si Su Majestad lo apura,
dallah se a.'oderó del gobierno, destronando al Sul- de Lerma y el Marqués de Sieteiglesias. Tendrás, Calderón, paciencia» (G).
tán Abu Salim y poniendo en su lugar sobre el tro- Éste, desde humildes principios, se habia elevado á
no un fantasma de soberano llamado Taxefin, hijo las más altas jerarquías de la nación, merced á su au- Cuéntase que, desvanecido con su grandeza D. Ro-
de Ábulhasan. Menos dicboso faé Garda Antunez en dacia y buena maña. drigo, quiso renegar de su padre, diciendo ser hijo na-
otra intriga en que tomó parte ; pues como disgas- tural del gran Duque de Alba, en el tiempo que aquél
tado del emir Ornar, á cuya elevación tanto habla Habia nacido en Plándes, en la ciudad de Ambéres,
gobernó los Países Bajos; pero, sean ó no hablillas de
contribuido, trabajase para sustituirle con otro mag- siendo hijo natural del capitán Francisco Calderón y
los calumniadores, es lo cierto que cuando Francisco
nate , marchó atrevidamente al regio alcázar con un de una doncella que, aun cuando alemana de naci-
tropel de sus caballeros, con intención de dar el golpe. Calderón, que, muerta D." María Sandelin, pasó á se-
miento, era española de origen, como hija de Juan gundas nupcias, volvió á enviudar, colmóle D. Rodri-
Pero Ornar, avisado de lo que ocurría, habia toma- Aranda, quien á su vez lo era de Luis Áranda, arma-
do sus precauciones, y acudiendo al alcázar, mandó á go de distinciones, haciéndole dar el hábito de San
do caballero por el emperador Carlos V el día de su Juan y la Alcaidía de Consuegra, nombrándole ade-
sus soldados que prendiesen al atrevido capitán. Al oir
esta orden García soltó una carcajada y metió mano á coronación. Llamábase, no obstante, la madre de don mas teniente de la Guardia alemana, de que él era ca-
su acero, á cuya demostración, irritados los soldados Rodrigo, María Sandelin, cuyo apellido le venía por pitán, y sobre todo Comendador mayor de Aragón; esto
benimerines que componían la guardia del Sultán, se linea materna, de familia principal de Ambéres, que, último, no tanto por los gajes que tenía, sino porque
arrojaron sobre él y le asesinaron. La misma suerte entre otros privilegios, gozaba el de tener su enterra- llevaba consigo tratamiento de señoría, fijo siempre en
capo á los demás caballeros cristianos que se hallaban miento al lado izquierdo del altar mayor de la catedral,
dentro del alcázar y que procuraron inútilmente defen- la idea de engrandecerse sobre los que le rodeaban.
der á su capitán; pues tanta faé la soldadesca mora estando al derecho el del mismo Principe de Orange.
Ademas, la familia de los Sandelines habia sido siem- Otro tanto que de soberbio era motejado de codicio-
que se arrojó sobre ellos, que, trabándose un reñido y so, aleccionado en la escuela del insaciable Duque de
sangriento combate, los españoles dejaron bien venga- pre católica, en aquel país turbado por las guerras de
Lerma, y er» fama que con él alcanzaban más razón
das sus muertes. Entonces la chusma popular empezó religión, y de ello se glorió en todo tiempo D. Rodri-
á matar á todos los cristianos que encontró por las ca- los ricos que los pobres, haciendo decir á la sátira:
go, como cristiano viejo, cualidad á la sazón tan pre-
lles de la ciudad, con intención de no dejar uno con ciada de los españoles. «Don Rodrigo Calderón
vida; pero como escribe Ibn Jaldun, los príncipes be- Quiso igualarse á su dueño,
nimerines, que estimaban mucho aquella milicia, acu- Ello es que su nacimiento fué legitimado mediante Siendo grande, él tan pequeño.
el matrimonio, que según unos se celebró á los pocos Que apenas se puso el Don.
dieron en persona á defenderlos, facilitándoles la reti- , En esto de ser ladrón
rada al arrabal donde tenían su residencia, y ahorrán- días, y según otros, algunos años después de nacer don Muy bien igualarle pudo.
doles la ignominia de ser vencidos por la canalla. En Rodrigo (5). Pues le vio el mundo desnudo
este conflicto perdieron los cristianos todo su ajuar y Mozo ya éste, trájole su padre á España, y como Y ya le mira vestido.
dinero ; pero se vengaron degollando á muchos moros era de ingenio despierto y agraciada presencia, púsole
Con títulos guarnecido, , '
que hallaron embriagados por las calles del Malah, á Dosel, corona y escudo» (7).
cuyas tabernas acudían con harta frecuencia (2). Por de paje en casa del Vicecanciller de Aragón'; pero co- Acumuló inmensas riquezas y se rodeó de grande
estas y otras noticias igualmente curiosas que aparecen nociendo el capitán Francisco que allí medraría poco, y, fausto y ostentación, con lo que acreditaba más y más
en las historias antiguas de aquel tiempo se esclarecen por otra parte, habiéndosele presentado ocasión do me- las murmuraciones del vulgo ; pero él las oía con des-
las referencias que sobre tan interesante asunto se ha- jorarle de señor, le acomodó con el famoso D. Francis- precio, fiado en el favor de Lerma y en el que le dis-
llan en nuestras crónicas (3), y por ellas se com- co de Rojas y Sandoval, Marqués de Denla.
prenderá mejor lo que Barrantes Maldonado y otros pensaba el propio Felipe III.
escriben sobre las proezas ejecutadas en aquella región Era el Marqués, después Duque de Lerma, primer Arreciaban, no obstante, de día en dia los trabajos
por Guzman el Bueno, al servicio de los mismos beni- ministro de Fehpe I I I , valido omnipotente, como no de conspiración contra el Duque, habiendo sus adver-
merines. había memoria que ninguno lo hubiera sido en la mo- sarios logrado interesar en ellos á la Reina misma doña
En resumen, los autores arábigos, ilustrando uno de narquía, verdadero alter nos del Rey, hasta el punto de Margarita de Austria; pero murió esta señora de parto,
los períodos más largos y más oscuros de nuestra his- haber éste mandado que la firma del ministro tuviese el 3 de Octubre de 1611, suceso en que la malicia se
toria, y rindiendo tributo á la piedad y al esfuerzo de igual valor que la suya. empeñó en ver la mano de D. Rodrigo, quien, lo mis-
nuestros mayores, merecen ser leídos y estudiados con Gloriábase ademas el valido, no sólo de su ilustre
especial ínteres por cuantos, poseídos juntamente de mo que el Duque, cobró valor con aquel aconteci-
recta crítica y noble espíritu nacional, quieran llegar á sangre en la tierra, sino de su calidad de nieto del in- miento.
conocer toda la grandeza de fe y de heroísmo que des- signe prepósito general de la Compañía de Jesús, Fran- Pero la ambición no sosiega, y el ánimo apocado de
plegó nuestra patria durante la gran empresa que ini- cisco de Borja, venerado en los altares; y todo esto Felipe III se vio, asediado por una intriga que sólo en
ció en Cúvadonga y terminó en Granada. junto le daba tanto poderío, que verdaderamente pudo el corazón de aquellos corrompidos palaciegos cabía. El
F . J . SlMONET. el joven Calderón tener á fortuna loca haber consegui- enemigo que más de cerca minaba el poder al Duque
do entrar de paje al lado del ministro. era su propio hijo D. Cristóbal Rojas y Sandoval, pri-
Dícese que los otros pajes andaban siempre dándole mer Duque de Uceda, quien logró derribar y suceder
COSTUMBRES DEL SIGLO XVII. vaya, lo que acobardaba de tal modo á Rodrigo, que, á su padre, el cual, temiendo el alcance de las iras de
para evitarlo, procuraba estar lo más del tiempo en sus enemigos, tomó iglesia, solicitando y obteniendo del
DON E O D E I G O EN LA HORCA. presencia de su señor, el cual, tomándolo como celo por Pontífice que le hiciera cardenal de la Iglesia roma-
su servicio, cobró particular afecto al mancebo, como na, del titulo de San Sixto.
Fiar en los favores de la Fortuna, imaginando haber así se lo demostró.
clavado su rueda, locara ha sido siempre que costó pe- No fué, sin embargo, la púrpura escudo suficiente
En efecto; cuando tuvo edad para ello, nombróle para libertarle de la desgracia, y en Octubre de 1618
sadumbres y lágrimas á grandes y pequeños, que en tan
ayuda de cámara del Rey, y en ocasión en que cesó, fué desterrado el Duque Cardenal á Valladolid, siguién-
mudable deidad pusieron su confianza.
con su caída, en el despacho de la Secretaría de Estado dole en su caída D. Rodrigo Calderón.
Cosa vulgar es, y de todos sabida de coro, que cuan-
D. Pedro Franqueza, conde de Villalonga, le sucedió Medroso tenia al soberbio magnate el golpe que ha-
do ensalza á los que parecen sus protegidos, es no más
en tan elevado cargo, manejando él solo los papeles de bían dado él y su valedor el Cardenal, tanto que pensó
con el avieso ñn de dejarles caer de más alto, á la ma-
Gracia y Justicia, que antes entretenían á muchos. en huir del peligro; pero tocado de la superstición, que
nera qae hace el águila con su presa, según dicen los
Casó muy aventajadamente con una principal dama tan generalizada entonces estaba, quiso consultarlo
naturales.
extremeña, llamada D." Inés de Vargas, señora de la
Y aunque las historias propias y extrañas nos dan
Oliva, y, siempre por mediación del Duque de Lerma, (6) El Conde de Villamediana, á quien este y otros mu-
en ojos á cada paso con repetidos ejemplos para pro- chos papeles satíricos son debidos, era uno de los poetas cor-
hízole el Rey merced del hábito de Santiago primera-
bar esto que digo, he de reducirme ahora á narrar el tesanos quemas dardos arrojaron contra los personajes enton-
mente, y luego de la encomienda de Ocaña, nombrán- ces encumbrados.
lamentable suceso acaecido en los tiempos que recor- {7) Pertenece asimismo esta décima á Villamediana, Biblio-
dole Conde de la Oliva, Marqués de Sieteiglesias y ca-
riendo vamos á un poderoso magnate, que de la tarde á teca Nacional, ms. M-200.
pitán de su Guardia alemana. En una sátira que salió en 1612 con el título de Cortes, figu-
la mañana cayó desde la cúspide de la grandeza al fon- rando la jura del principe D. Felipe, dice, describiendo á Ler-
Con los títulos pasó de merced á señoría, distin-
do del abismo de la desgracia. ma, á quien llama Archiduque : «que llevaba un vestido ri-
ción entonces muy notada; y con tales honras subió quísimo, guarnecido de pedrería, ni comprada ni prestada,
La ciudad de Valladolid, que hacia unos pocos años forrado en pieles de lobos cervales, y decia la letra:
su orgullo tan de punto, que se hacía insoportable á
que habia perdido en deñnitíva el pleito de ser corte »Las manos tengo de Briareo,
los que antes fueron sus iguales, y á los que después
de las Españas (4), se despertó asombrada la mañana La bendición de Benjamin,
habia alcanzado y aun excedido, con lo que excitó la Todo lo tomo para mí.
del 21 de Febrero de 1619.
animadversión de todos, y las musas satíricas y ver- »Don Rodrigo Calderón entró luego detrss, cargado de pape-
Corría de boca en boca, con misterio, una nueva á les, que llaman memoriales de arbitrios, papeles de promesas,
gonzantes hicieron al nuevo Marqués blanco frecuente
la que apenas podían dar crédito los vallisoletanos, y letras do cobranzas , de cambios : venía tan bordado de enre-
de sus burlas. dos, mentiras y robos, que no se le pedia ver bien el vestido
digo apenas, porque se decía por muy cierto que en la ni su color. La letra, que se podia leer, decia:
noche anterior había sido hecho preso en su casa y (5) En la Relación lieelia por D. Jerónimo Gascón de Tor- )>Con anzuelos y con redes
qitejiiada, aposentador de S. M. y do la cámara del Serme, se- Pescaron muchos en vano :
ñor 1). Carlos, como testigo de vista de todo, y que le eomunicó yo pesco con Calderón.
(1) Crónica del rey D. Alfonso el XI, cap. 227 y siguiente. y trató mucho tiempo, manuscrito que se guaraa en la Biblio-
(2; Ibn Jaldun, Hist. de.-i Berh., t. IV, págs. 350 á 353. teca Nacional (H-28) y en el que se refiere la prisión y muer- Y notando yo la ansia y trabajo con que andaba, no me pude
te de D. Rodrigo, dice el autor que los padres de aquél tar- ir á la mano que no dijese :
(3) Véase la de D. Alfonso el XI, loco citato.
(4) Felipe I l i en lüOl habia llevado de nuevo á Valladolid daron algunos años en unirse en matrimonio. En otro relato, yiQucc non moitaliapcctora cogis,
la corte, que su padre trajo á Madrid; pero en 1605 se vio pre. manuscrito también, existente en el mismo punto ,P-47), se ÁuH sacra fumes /»
cisado á, restituirla á la populosa villa. dice que fué á los pocos días. BlBL, N A C , MP. AA.-52.
228 LA TLUSTI^ACION: ESPAÑOLA Y AMEÍ^ICAN;,.\, N." XXXVIIl

con una religiosa, de las varias que por aquella sazón proceso, estaba el de haber querido ganarse la volun- Cabrera y Salcedo, fué desestimada la recusación,
había en España en olor de santidad y con achaque de tad del Rey con tan diabólicas artes, y acaso con ellas fírandes amarguras apuró en la prisión, las que des-
revelaciones. procurar la muerte de la Reina D." Margarita (2). de un principio .soportó con una entereza de ánimo no
Valióse para ello de una monja del convento de Por- En un aposento contiguo á la prisión habían prepa- menor que su cristiana resignación, desconcertando á
taceli, de que Calderón era patrono, y la bendita seño- rado un oratorio, en el que oía misa, custodiado siem- sus adversarios y empezando con eso á ganarse la con-
ra, con sibilítica frase, que pudiera envidiarle el mis- pre por todos los guardias, de los que tenía uno cons- miseración de las gentes, que sí encumbrado le abor-
mo oráculo de Délfos, dijo al temeroso Marqués de tantemente en la prisión, como centinela de vista, a recieron , caído le compadecían; ]jero entre todas fué
Sieteiglesias que se salvariu mejor esjmrmdo el fin. To- pesar de que no se le permitía comunicar más que con de las mayores la que padeció el 7 de Enero de 1620,
mólo D. Rodrigo al pié de la letra, no conociendo que sus abogados, el procurador Bartolomé Trípiana y su o sea cuando llevaba cerca de un año de encarcela-
el sentido místico de aque- miento.
llas palabras no rezaba con TTPOS CASTELLANOS. Fulmináronle en el pro-
su salvación en la tierra, ceso, entre otros cargos,
sino que se referia á la los de la muerte de Fran-
eterna. cisco Xuara, la del algua-
Ello es que, aun cuan- cil Agustín Ávila, conocí-
do tuvo la precaución de do por AvílíUa, á quien
ocultar en varios conven- había mandado dar garro-
tos de Valladolid alhajas te, secretamente, en la rue-
y papeles que podian com- da de un coche, según de .
prometerle (]), aguardó á público se decía, aunque
pié quieto, y esto fué su en el proceso se le acusa-
ruina, pues la noche del ba de haberle hecho enve-
19 de Febrero de 3 619, á nenar, sin que se supiese
cosa de las diez y media, la causa: la de D. Euge-
estando ya acostado, fué nio de Olivera y T>. Alon-
sorpi'endido y hecho preso ,so de Rojas, pajes del de
en su lecho por D. Fer- Lerma, y sobre todo, la
nando Rodríguez Fariñas, de la Reina Doña Marga-
oidor del Consejo y visi- rita, procurando que no
tador de la Chancillería se le aplicasen las sangrías
de Valladolid. necesarias (8j.
De tal suerte le turbó Xegó estos cargos, y á
la visita del Oidor, que no fin de hacérselos confesar,
acertaba á vestirse, y es condenáronle á lormenio
fama que empleó un cuar- de agua, garrote y cordeles,
to de hora en sólo ponerse y dictado este auto , en el
un escarpín. expresado día 7 de Enero,
Si grande fué el rum en el mismo se lo notificó
rum que se esparció por el escribano de la causa,
Valladohd con la nueva Lázaro de los Ríos, entre
de la prisión de D. Rodri- nueve y diez de la noche, y
go, fué mayor cuando se acto continuo se ejecutó,
supo que había sido entre- en presencia de los tres
gado en poder de D. Fran- oidores Salcedo, Contreras
cisco de Irazábal, del há- y Corral, quienes le toma-
bito de Santiago, para que ron juramento do decir
le condujese al castillo de verdad, protestando que si
Montánchez, temida pri- por no la decir, en el fór-
sión de Estado. menlo que se le ha de dar
Poco después le trasla- muriese, pierna ó brazo se
le qnehra-'íe, ú oirá lesioíi ó
daron al de Santorcaz, á
daño recibiese, sea por su
diez leguas de Madrid,
culpa y cargo, y no de sus
pues sus enemigos, que
mercedes (-1); apercibi-
cuando poderoso hubieran miento que se le hizo tres
querido alejarle de la cor- veces.
te, desearon, cuando ya le
vieron rendido y preso, te- Para la prueba del tor-
nerle en ella; así es que mento desnudaban al reo
fué trasladado con diez y hasta dejarle en cueros, y
ocho guardas á su casa así se hallaba Calderón
principal, que poseía en cuando fué notificado, in-
la corte, en la plaza de sistiendo en que nada tenía
Santo Domingo, cuya ca- que añadir á lo ya decla-
sa le sirvió de cárcel, se- rado, por lo que el tribu-
gún entonces dísponia la nal mandó senlarle en el
ley, no siendo por eso me- potro, y el verdugo (5) le
nos rigorosa, sirviéndole ató y ligó un brazo con otro
de guarda D. Manuel de ,.,...;. T E N D E D O R AMBULANTE DE A.IOS Y CEBOLLAS. • ; •, ' : . . ';' . ^ y un cordel al brazo y te
(Ditajo del natural, por D. Isidro Gil.)
Hinojosa, del hábito de . . • i. . ; • le mandó dar una vuelta.
San Juan. •^ Soportóla el Marqués,
Encerráronle en una habitación oscura, tanto que confesor Fray fíabriel del Espíritu Santo, carmelita cxclamnudo: ; Sea por amor de Dios.' y á la segunda,
tenía que estar siempre alumbrada con una vela, y dié- descalzo, y eu otro aposento habían constituido el tri- resignado, añadió : ¡Ay, Dios, sedmuyjnslo, que más
ronle por jueces á D. Francisco de Contreras, Luís de bunal los jueces indicados, á quienes se había nombra- merezco! protestando á la tercera que le martirizaban
Salcedo yD. Diego del Corral, quienes le inventariaron do como adjuntos á T). Alonso de Cabrera y Gaspar de sin culpa.
grandes riquezas, y según se dijo, nóminas, cabe/los y Vallejo, y aun cuando recusó D. Rodrigo á Contreras, Esto visto, mandaron atarle los cordeles á los mus-
punzones, lo cual vaha tanto como decir que D. Rodri- los; repitiéronle los cargos, insistió en su negativa, y á
go era dado á las hechicerías, y de ahí nació que, en- (2) Las Iluminas eran unas especies de reliquias en las que
se escribían oraciones y palabras extravagantes, y se creia que
tre los varios cargos que contra él se fulminaron en el llevándolas cualquiera consigo se libertaba de algún peligro, (3) Auto por el que se mandó darle tormento ,á 7 de Enero
como el mal de ojo, etc. Los cahrllon de las personas cuya vo- de 1(520. Hablando á (ste propósito de la muerte de la Reina,
luntad .se queria ganar con distintos fines, eran también, en la dice Qnevedo en sus O'ydiiih's niialrsilc giiini'c dia.^: «Sobre-
(1) A esto, tal vez, aluden los siguientes vorfos de cabo ro- opinión del vulgo, un medio para conseguirlo, haciendo con vino ii la santa Reina el parto con achaques a propósito, pues
to, existentes en un códice manuscrito de la Universidad de ellos ridiculos conjuros. Esta superstición era antiquísima, y en tres dias de mudarla los pegadillos de los pechos, murió con
Zaragoza : ya habla de ella, como cosa corriente, Apuleyo en su Auno (le lástima y scspechas. i:
KÜon Rodrigo Caldero,- uro. JJOH jjII»:uiu:-: tenian por objeto clavarlos en ciertas figuri- (4) Esta era la fórmula ordinaria en tales casos, que por si
Atiende al tiempo que pa,- llas de cera, con lasque se queria representar á las personas sola demuestra la ciueldad de esta prueba.
... , Sacii el dinero de ca- j ., > -.•..i •- - •.: Í á quienes se intentaba hacer algún daño, y según el punto
T echa tu barba en remo:- "' • ' ' (5) Las historias y relatos de cuanto sucedió á D. Rodrigo,
donde el punzón se clavaba á la imagen , enfermaba la perso- que tan puntualmente han conservado los nombres de los que
Teme al tercero Fiíi,- na, pudiendo, en opinión de los supersticiosos, hasta causar
Que, aunque el castigo dila ,- en aquellos suceíos intervinieron, nos han lezado también el
Muy bien asienta la ma ; - la muerte. Esto sabido, puede comprenderse la intención que del verdugo que atormentó y ajustició al Marqués : llamábase
Esto te avisa un ami.- n ' ., querria darse al hallazgo en casa de D. Kodrigo. Pedro de áoria.
N." XXXVllI LA jLuSTH,Acioist ESPAÑOLA Y ^.AMSRJCANA. 229

cada una le dieron otra vuelta, hasta á 60 grados es muy sencillo, y exige úni-
seis más, todas las que resistió ^-alerosa camente un yasto de combustible muy
y pacientemente, por lo que los jue- reducido, ó sea kilogramo y medio de
ces, viendo que no daba provecho el carbón para 100 litros de vino, mien-
atormentarle sentado en el potro, lo tras que los demás aparatos gastan, pa-
mandaron desatar y que se le acostasa ra igual trabajo, cinco kilogramos de
j ligase de nuevo sobre el terrible ins- carbón.
trumento. Es probable, por lo tanto, que los
JULIO MONREAL. fabricantes no tardarán en abandonar
(.Se toiKiiuiiíi-íi.) los aparatos antiguos, cuyos incon-
venientes son muy grandes, ya porque
el gasto de combustible es exagera-
^iPARATO LOCOMÓVIL
do, ya porque el agotamiento de los
PARA DESTILACIÓN DE VINOS. vinos es incompleto y envuelve una
Los aparatos ambulantes empleados pérdida importante de alcohol en las
hasta el dia para la destilación de vinos vinazas.
eran generalmente de pequeñas dimen- Conocida y experimentada que sea la
siones, tenían muy débil potencia y calidad del aguardiente á GU grados, se
presentaban un trabajo defectuoso des- preferirá este producto al otro, toda
pués de la calefacción consiguiente á vez que hay ademas la ventaja de que,
alta temperatura. cuando el industrial desee obtenerle de
M. Savalle, á quien la industria de- alcohol de vino, bastará con que le so-
be exct4entes aparatos, que obtienen meta á destilación para lograr, como
cada vez mayor éxito en las grandes fá- resultado inmediato, un alcohol de 96
bricas de destilación que existen en el grados, perfectamente depurado.
Norte de Francia, ha inventado y cons- El aparato ambulante representado
truido uno nuevo, de trabajo continuo en la figura anterior da un trabajo de
y gran potencia, que funciona por me- 160 hectolitros de vino.
dio del vapor, y cvya marcha se halla Consta de una columna rectangular
sometida á un regulador iamhien al va- de nuevo sistema, de un condensador
por. En este aparato no permanece el calienta-vinos y de un regulador al va-
vino, para ser agotado por completo, por, dispuestos en la parte primera del
sino cinco minutos, resultando unos pro- coche; hay ademas un depósito para
ductos de superior calidad. vinos, que está dotado de otro regula-
Dos son los aparatos de dicho género dor de alimentación y que se coloca
que ha establecido M. Savalle: el uno para el acto de funcionar sobre cuatro
rinde alcohol á 86 grados, y el otro trinyles de hierro preparados al efecto,
produce sencillamente un aguardiente APARATO LOCOMÓVIL PARA DESTILACIÓN DE VINOS, CONSTRUIDO POR M. SAVALLE.
y completa el aparato un pequeño ge-
{eaií-de-vie) de superior calidad, á 60 nerador, que sirve para la calefacción
grados centesimales, que da un resul- de aquél.
tado mejor todavía que el obtenido por el alcohol á el alcohol citado le comunica un olor fuerte, un sabor
<SG grados, puesto que este aguardiente deja al vino, rancio y desagradable. El :i]i¡u'¡Ltü par.i ¡a iles ilaüiotí cao:;ta. 5.51)0
El üiirricoulic que lo CüuUuco !)00
después de la mezcla, en su estado natural, mientras El trabajo de destilación para lograr una eau-de-vie El gcnenidúr del vapor y su c/rtriu!.
4.500

•J

SIAM.—EXTERIOR DE UNA PAGODA, Y VISTA DEL ÁRBOL DEL ABANICO.


230 LA TLUSTÍIACIOH ESPAÑOLA Y AMER.ICA)S(A. N.° XXXYIII

El aparato total, en fin, viene á costar la suma de parece un valladar puesto por la naturaleza á la vida II.
diez mil nuevecientos francos. Dicho aparato está ya en contemporánea, tienen que dar un paso atrás los que Aquella misma tarde, y á lomos de un mal rocin, que
uso con gran éxito en varias zonas de la Francia Me- lo quieren dar adelante, camino de los pueblos á qne trató de hacerme apear i3or las orejas varias veces,
ridional, y últimamente ha sido premiado su inventor me refiero, porque, volviendo la espalda al vapor y al hice mí entrada triunfal en el Santuario de Misericor-
y constructor, con medalla de oro en el concurso agrí-confortable wagón de primera, han de asentar sus hu- dia, en compañía de otro viajero y del famoso Golaso.
cola de Carcassonne. Monsieur Savalle, en vista de tan manidades sobre duros almohadones de pelote y des- El guía y el Santuario merecen unas cuantas pin-
excelente resultado, se halla en la actualidad prepa- cansar las espaldas en la grasicnta madera de la dili- celadas.
rando otros aparatos del mismo sistema, para.un tra- gencia. Es decir, que retroceden para adelantar en el Es este Golaso un aragonés de pura raza, con pañuelo
bajo diario de 400 hectóhtros de vino. viaje, aunque no adelantan para retroceder en la salud.
á la cabeza, blusa y faja encarnada, acento largo, muy
Somos los primeros en dar á conocer el nuevo é in- A los pocos minutos desaparecen la última columna largo, que se escucha á gran distancia, zagal de dili-
genioso mecanismo de destilación para las comarcas vi- de humo de la locomotora y el último poste del telé- gencias en sus buenos tiempos, y hogaño conductor de
nícolas, combinado y construido según los principios grafo. un mal carro, único vehículo con ruedas, que diaria-
de los aparatos Savalle, que tanto y tan merecido éxito —El mundo civilizado se ha hundido detras de aquel mente y sin detrimento hacía la terrible ascensión al
lian alcanzado en la industria de la destilación, prac- monte, me dijo un compañero al bajar una pendiente. Santuario con el equipaje de los huéspedes, francote
ticada en grande escala en las provincias del Mediodía — Sí, le contesté : concluyó la rapidez de los viajes y decidor como pocos, diario de oposición del Munici-
de España. y de las noticias. Ya no podrán saber nuestras familias pio de Borja, abanderado del batallón republicano en
á las diez lo que hemos hecho á las nueve. Si se pone tiempo de la federal, y muy aficionado al vino y á lim-
usted malo, tiene tiempo de morirse antes de que lle- piarse la boca con la mano.
gue la noticia á su casa de Zaragoza. Amigo de los viajeros, escasos en número, que acu-
LA CABEZA DEL DIABLO. —Algo me contraria eso, porque en un caso ur- den á Misericordia en los meses de calor, á todos se
gente hace simpático y á todos sirve con la misma buena vo-
(APUNTES DE VIAJE.)
—No se apure V.'; al venir á estos sitios hemos re- luntad.
nunciado á todas las llamadas comodidades. Ignoro
I. si es el mundo civilizado el que abandonamos; pero — Malo está este camino. Colaso, le dije.
tengo para mí que éste es mejor que aquél: compare — Tan malo como el Ayuntamiento, me contestó.
¡ Oooooh! Yo no sé en qué gastan el dinero los concejales.
— ¿ Hemos llegado ya ? usted esta'inagotable vegetación, que casi cierra el ca-
mino, con los pelados alrededores de Madrid; la exce- — ¿ Conoces á ese que viene con nosotros ?
—No, señor. Este pueblo es Magallon. — ¡ Vaya ! Es uno que ha sido alcalde y que nun-
•— ¿ Nos detenemos mucho ? lente situación topográfica de todos estos pueblos, con la
ca echa las tres piedras en la Cabeza del Diablo.
—No, señor, vamos á descansar un poco. ¿Quieren mortífera atmósfera de la corte; estos inmensos cam-
pos de olivares, que producen el mejor aceite de Euro- — Y ¿ por qué las ha de echar ?
tomar algo?
pa, con aquel aceite verde y adulterado que se vende — Porque todos los que suben al Santuario á ver á
— Gracias. la Virgen tienen esa obhgacion; pero ése no cree en
— ¿ Falta mucho hasta Borja ? en la capital de España; esas numerosísimas bodegas
abiertas en los huecos de las montañas, donde se guar- nada, y dicen que está endemoniado.
— Hora y cuarto. — ¡ Oiga! Pues no las echará para no indisponerse
—Vaya, pues date prisa y fúmate este puro. dan, por millares, cubas del vino más puro de la tierra,
con aquel peleón madrileño lleno de agua y de alcohol; con el demonio.
— En seguida marchamos, caballero.
Y efectivamente, volvió á arrancar la diligencia estos sencillos labradores, con aquellos solapados chu- —Mire V. qué lejos va.—No quiere hablar con na-
donde íbamos embaulados varios viajeros un dia, ó por lillos ; este cielo, con aquél; esta tranquilidad, con aque- die y siempre hace lo mismo ; la compañía de la alpar-
mejor decir, una mañana del mes de Julio del corrien- lla algazara, y dígame si, aunque hallemos defectos en gata, que en el camino se desata.
te año. estas costumbres ó falta de comodidades por estos con- — Pero, oye, ¿ tú estás seguro de que está ahí la ca-
beza del diablo ?
El mayoral, fornido aragonés y muy práctico en la tornos, no es esto preferible cien veces (cuando busca-
— i Pues ya lo creo .' y que no se moverá, no, señor.
conducción de esos vehículos, jubilados en casi toda la mos el descanso) á la pueril satisfacción de poner un
—Mira, mientras llegamos cuéntame eso, porque
Península (porque la diligencia ya no existe ni siquiera telegrama ó de recorrer nueve leguas por hora.
— Tiene V. razón, pero me parece que nos vamos á me extraña que el diablo se haya dejado poner ahí la
en las personas), era un moceton de unos treinta y
aburrir muchísimo. cabeza. ¿ Dónde está el sitio ?
cinco años, que, hablando unas veces con las muías y
—Cada uno es dueño de aburrirse cuanto quiera. — ¿Ve V. allá lejos un montón de piedras que pare-
otras con los viajeros, famando cigarros escogidos y
— ¿ Usted se queda en Borja ? ce una casa?
cantando coplas picarescas, cruzaba, quizá por la mi-
— No, señor ; todavía deseo mayor aislamiento. Voy — Sí, le veo.'
lésima cuarta vez en su vida, el trayecto que une á la
—Pues allí está la cabeza hace ya lo menos trescien-
estación de Gallur — ferro-carril de Zaragoza á Pam- al Santuario de Ilisericordia; — quiero ser anacoreta
tos años.
plona— con la pintoresca ciudad de Borja (Aragón), quince días por lo menos: después de la vida de salón,
la vida de la ermita; después de los placeres de la cor- —¿ y cómo sucedió eso ?
situada en la falda del Moncayo.
Colaso encendió un pitillo, se santiguó devotamente,
Grandes son las condiciones de salubridad de todos te, la austeridad de la montaña; el contraste, amigo y me hizo la relación, poco más ó menos, de la.si-
, los pueblecitos que salpican la riquísima comarca adon- mío; hacer siempre lo mismo me saca de mis casillas. guiente manera:
de me dirigía este verano, si bien tales cualidades se — ¿ Está muy lejos ese Santuario f
—A una hora de Borja. Hace muchos años, cuando se construyó la modesta
desconocen en el resto de España, tal vez porque esos ermita bajo la advocación de Nuestra Señora de Mi-
lugares están separados de la vida moderna y conser- — Iré á hacer á V. una visita.
—Y creo que lo pasará V. bien. Comeremos lo que sericordia, el diablo, en forma de labrador, se propuso
van en toda su pureza las antiguas costumbres patriar- combatir el poder de la Virgen, y saliendo al camino
cales, ó acaso porque los naturales del país no se cui- se encuentre por allí; beberemos en la palma de la
mano; meditaremos en el pico de una breña; respira- hacía volver grupas más que á paso á los sencillos
dan gran cosa de propalar sus ventajas, ni de hacer fácil campesinos que subían en romería hasta el Santuario.
y cómodo el acceso. remos aire puro; en vez del timbre telegráfico, oire-
mos la esquila del rebaño; en vez del silbido de la lo- Algunos más valerosos, armados de escopetas, hoces y
Pero sea cualquiera la causa del aislamiento, tócame, comotora, el silbido de la serpiente; andaremos mucho, cuchillos, llegaban á la cima del monte sin encontrar á
como testigo ocular de tantas maravillas y viajero nos haremos fuertes y nos dejaremos crecer el pelo y nadie; pero de esto no se tenía seguridad.
agradecido á aquellas brisas oxigenadas, hacer resaltar las uñas. Una noche, el alcalde de monterilla de aquellos
la importancia de ese pedazo de tierra, no surcado por tiempos, que juzgó conveniente tomar cartas en el
— Bueno; pero le advierto á V. que-si voy á verle,
la vía férrea, pero sí por la reja del labrador, y en asunto, se dirigió al Santuario sin avisar á sus gober-
sólo estaré un par de horas á su lado •
cuyo recinto, pródigo en legumbres y cereales, exube- nados, y únicamente en compañía del cura del pueblo,
— ¡ Cobarde! No se atreve V. á ser hombre de bien
rante en olivares y viñedos, se vive la vida tranquila que llevaba un hisopo escondido bajo los manteos.
ni siquiera una semana
de principios del siglo, y encuentran los viajeros, que Al llegar á la mitad del camino se presentó el diablo.
— ¿ Qué es esto ? ¡ Ah! Ya hemos llegado.
llegan á sabiendas ó por acaso, la salud de sus cuerpos El cura sacó el hisopo, el alcalde una espada flamenca;
—No olvide V. su promesa, y adiós, porque me voy
y la paz del espíritu. se trabaron de palabras, llegaron á las manos, y cuchi-
en seguida.
—Iré, amigo mío, iré á buscar al cenobita de llada por aquí, hisopazo por alhí, el resultado fué que
Hacía dos horas que habíamos descendido del tren y quince días. el diablo cayó á los pies de los combatientes sin decir
montado en la diligencia (aunque esto de montar lo esta boca es mía. Entonces el señor alcalde cortó á cer-
digo por seguir la costumbre, porque entiendo que no —Mayoral, ¿ podré subir al Santuario ahora mismo? cen la cabeza del diablo, la enterró en un hoyo, lo cu-
hay mucha propiedad en tal frase), y arrellanado en —Sí, señor; voy á prepararle á V. una caballería. brió de piedras, y al ir á hacer lo mismo con el cuerpo,
un asiento del vehículo, cuya clase sólo conocía de — Pero busca quien me acompañe. habia éste desaparecido.
nombre y de vista desde hace muchos años, nos diri- — Colase irá con V. Sin embargo, la cabeza, lívida y todavía caliente, per-
gimos cuesta arriba, con toda la velocidad que le está —¿ Es bueno el camino ? maneció en el hoyo cubierta de grandes pedruscos, á
permitida á este medio de locomoción, hasta la ciudad — Infernal. Apenas se puede dar un paso; pero es- través de los cuales se percibía un siniestro resplandor.
de Borja, término del trayecto, pero no fin de mi viaje. tas caballerías lo conocen muy bien. Inmediatamente regresaron al pueblo el alcalde y el
La estación de Gallur domina al pueblo de este nom- — Pues anda, date prisa. cura y divulgaron la nueva de tan fausto suceso. Se
bre , colocado á la espalda de un monte y fertilizado — Una advertencia, caballero. No se olvide V. de echaron á vuelo las campanas de la iglesia, hubo ilu-
por las aguas del Canal Imperial, gloria de Pignateli, echar tres piedras en la Cabeza del Diablo. minaciones y grandes zarabandas, y, á contar desde
y por las del caudaloso rio Ebro, padre cariñoso de —Y ¿qué es eso? aquel dia, no quedó en Borja ni en los pueblos vecinos
aquella vega incomparable. —Ya se lo contarán á V. Han de ser tres piedras, una sola persona que no acudiera al sitio donde estaba
En aquella estación y al borde de aquel monte, que ni más ni menos. enterrada la cabeza del diablo, para echar tres piedras
N.° XXXVIII
h ] L U S T Í ^ A C I O H P-
i-SPANOLA Y A JWEI\ICAN^A, 281

del camino al montón, que en pocas semanas adquirió y, en mi aturdimiento, hasta aceite Todo fué inútil. —¡ Dios mió ! ¡ Lo has muerto! exclamó mi vecina.
la altura de un cerro. Desde aquel dia, jóvenes y ancia- Un frío marmóreo se apoderaba de sus manos; su Y se oían pasos y ruido de vasos y botellas, y la voz
nos, niñas y viejas, todos los que pasan por este cami- pulso dejó de latir, su boca de respirar cascada que decía:
no, descienden de sus bagajes para echar las tres pie. ¡ Era cadáver! —Trae éter, y árnica, y vinagre
dras. Y yo reía, diciendo :
Colaso las eclió también, y yo hice lo mismo por no i Estaba yo divertido ! — ¡ Estáis frescos!
disgustarle. Y por ser caritativo, por meterme á redentor. Después de unos cuantos minutos de sepulcral silen-
— Llevo echadas con éstas, me dijo el guía, tres Es decir que, en último resultado, todo lo que liabia cio se oyeron gi-andes sollozos y exclamaciones, y
mil quinientas cuarenta y tres. hecho era ni más ni menos lo que antes se hacía en lo «i Dios mío ! i estamos perdidos! ¡ un cadáver en nues-
— Verás cómo te apedrea también el diablo si vas que hoy es un elegante teatro : ¡levantar un muerto! tra habitación!»
al infierno. Yo sudaba, bufaba, maldecía y me arrepentía de Los resoplidos del amante conmovieron el tabique,
—Ya me protegerá la Virgen de Misericordia. todo corazón de haberme dejado seducir por la caridad. y los sollozos de mi bella vecina me causaban un satá-
Al poco rato llegamos al Santuario. Procuré serenarme y meditar; pero me fué imposible. nico placer.
Yo pulsaba al individuo, yo ponía el espejo delante «¡ Tomad chocolate!», decía yo riendo y satisfecho
ElCAEDO S E P Ú L V B D A .
(«Se concluirá.')
de su boca. Nada, ni el menor latido, ni el más peque- de haber echado el muerto á mi vecina.
ño vapor. Revolví todos mis muebles y cacharros. Con Pasado algún tiempo sin que yo oyera más que un
una cuchara logré entreabrir la boca del difunto y por confuso rumor, me cansé de tener la cara pegada á la
CUENTO ESTRAFALARIO. allí introduje agua, vino y ¡ horror! en una tregua de pared y me disponía á marchar descuidada y tranqui-
calma que me concedió mi espíritu, vi que le había lamente á la cama, cuando un ruido particular llamó
dado á beber ¡ tinta y vinagrillo de tocador ! mi atención.
AVBNTÜKAS DE UN M U E E T O .
Dejé al muerto en el suelo y me asomé al balcón á Parecía como que arrastraban algo por delante de
¡ Vaya si he temblado antes de decidirme á contaros respirar el aire puro de la noche. Daban las doce. mi puerta. Me quité las botas para no meter ruido,
este cuento! ¿ Qué iba á ser de mi con aquel cadáver en mí cuarto ? apagué la luz y me fui á mirar por el ventanillo.
Y aun tiemblo al considerar lo que sería de mi tran- ¿ Cómo iba á justificar su presencia allí ? De mi ca- Ambos amantes estaban allí en el descanso de la
quilidad si un agente de policía, atacado del tro2] de ridad no habia testigos, pues el cochero sólo podía de- escalera, llevando el cadáver con grandes precauciones.
zéle, leyese lo que á narraros voy. clarar que llevó dos vivos y que yo le di propina. — ¡ Cáspita! dije yo. ¿ Sí tratarán ahora de echarme
Mi sacrificio es grande; pero por vosotras, mis be- Yo tenía que salir de Madrid á los dos dias, y según el muerto ?
llas lectoras, lo hago tan sólo. los procedimientos españoles se pasarían seis meses an- Pero siguieron hacia la izquierda.
Pues, señor, hará cosa de un año caminaba yo al tes de que yo pudiera probar mi inocencia. Hablaban tan bajo que no podía entenderles ni una
azstr, meditando sobre la escasez de metálico, la subida Hasta entonces sería presunto autor de un crimen. palabra; sólo se oía un extraño ruido, fuertes resopli-
del pan, la bajada de la Bolsa y la conciencia de los ¡ Y harían la autopsia del cadáver, y en su estóma- dos del viejo amante y temblorosos suspiros de mi
editores. go hallarían mi tinta, mi vinagrillo, mi aceite y ¡qué vecina.
Mis pies, insensiblemente, ó para burlarse tal vez sé yo cuántas cosas más ! No podia darme cuenta de lo que estaban haciendo,
de mi cabeza, me condujeron hacia la Casa de Mo- Si á un médico escrupuloso se le antojaba suponer ni de la causa de aquel extraño rumor. Luego parecía
neda, nombre ridiculo, que me hace el mismo efecto que esto pudiera, en casos excepcionales, causar la que arañaban en el suelo y que chocaban hierros y
que si llamasen á la fábrica de La Colonial casa de muerte, estaba yo lucido. maderas.
chocolate. Me puse á registrar el cadáver. ¿Lo estarían enterrando en la escalera? Esto era
Serian las once de la noche: los alrededores de la Ni cédula de vecindad, ni papel de ningún género imposible.
Fábrica de Monedas se hallaban solitarios; sólo de vez que pudiera identificarle. Nada habia. Al poco rato se oyó un golpe sordo y como si ro-
en cuando aparecían y desaparecían algunas parejas, No. Habia algo: cinco cigarrillos y un pañuelo sin dasen á cierta distancia frascos ó botes de hoja de lata.
no todas del cuerpo de orden público. iniciales. Después, nada.
Tambaleándose, haciendo caprichosos giros y ras- Pensé en arrojarle á la calle; pero mi vecina la del La vecina y su amante volvieron á su cuarto ; mas
gueadas eses, vi venir hacia mí un ciudadano bajito, cuarto principal de la izquierda estaba de espera al poco tiempo mi afortunado rival salió, y acom-
delgado, con chaqueta y sombrero hongo. en el balcón. pañado por la vecina hasta la puerta, se marchó á la
Tan irregular conducta mereció que yo le calificase, Al ver á mi vecina se me ocurrió una idea infer- calle.
en mi interior, de aprovechado discípulo de Baco, y nal más bien una venganza diabóhca. Se conoce que se le habían quitado las ganas do to-
que me apartase prudente á un lado para no interrum- Era mi vecina una hechicera muchacha que me ha- mar chocolate.
pir su marcha laberíntica. bia regalado unas soberbias calabazas para admitir lue- Cuando mi hermosa ingrata subía mirando azorada-
Al pasar junto á mí hizo una especie de paso de go los obsequios de un vejestorio estúpido, feo y rico. mente á todas partes, se me ocurrió otra diabólica idea.
danza habanera, y cayó al suelo con estrépito y cuan Éste venía todas las noches á la salida del teatro á Ahuecando cuanto pude la voz, dije por el ventani-
largo era. tomar chocolate con su adorada. llo estas palabras:
Me acerqué á levantarle, y ¡cosa rara! no olía á vino, Ella se asomaba al balcón, le esperaba, y al verle ve- — Ora pro nolis!
y su rostro era simpático, pero de palidez y demacra- nir bajaba á abrir la puerta dejando entornada la La vecina arrojó la candileja, y lanzando un agudo
ción extraordinarias. de su cuarto. grito, entró en su cuarto y cerró la puerta.
— ¡Ay! exclamó mientras yo levantaba su cabeza, Yo habia hecho mí plan de venganza, díciéndome: Satisfecho de mis hazañas me fui á dormir.
¡me muero de hambre! — Lo que es el chocolate que toméis esta noche ha Apenas habia concillado el sueño, apenas veía yo
¡ Y yo le creí un borracho! La eterna injusticia hu- de ser con tostada. diez ó doce cadáveres que corrían detras de mí hermo-
mana, que juzga y condena sólo por las apariencias. Y en efecto. sa vecina, apenas ésta huyendo venía á refugiarse en-
Quise castigar la ligereza de mi juicio, y consulté Apenas la hechicera joven bajaba la escalera para tre mis brazos, cuando rumor de voces y un soberbio
mi bolsillo. Llevaba una peseta y seis cuartos. abrirla puerta á su maduro adorador, yo cogí á mi campanillazo me despertaron.
En el mismo momento un carruaje de alquiler, con muerto, entré en el cuarto de la vecina, y lo senté en Creí que era el muerto, que venía á devolverme la
la tablilla erguida, volvía de la Fuente Castellana. un sillón del gabinete. tinta y el vinagrillo.
Recordé que en mi casa, que estaba cerca, tenía Volví á mi cuarto : eché la llave y el cerrojo y me Otro campanillazo más fuerte me acabó de desper-
provisiones: mi cena, vino, y tal vez algunos cuartos puse de observación. tar. Daban entonces las cinco de la mañana.
más. La caridad se había apoderado de mí. Al poco rato vi por el ventanillo á la traidora her- Púseme los pantalones, y fui á abrir.
Hice parar el coche y subir en él al hombre aquel, mosa que traía en la mano una candileja, y al imbécil El alcalde de barrio, el tendero que vivia abajo, tres
y partimos en dirección á mi domicilio. afortunado que tenía su mano en la cintura de mi ve- mujeres, cuatro hombres y cinco chiquillos se presen-
Pronto llegamos; pagué, y hasta di propina al co- cina. taron á mi vista.
chero ; abrí la puerta de mi casa, y dando el brazo á Digan lo que digan los moralistas, la venganza es —Adiós, me dije yo, el muerto ha dicho algo, y ya
aquel desgraciado penetré en mi cuarto, que era el un placer sabrosísimo. estoy metido de patitas en la cárcel hasta dentro de
principal de la derecha: hice sentar á mi hombre en Yo me recreaba con exquisita sensualidad ante la seis meses.
una butaca y encendí luz. perspectiva de que los placeres de aquella noche serian En esto mi vecina abrió su ventanillo, y al ver tanta
Yo me encontraba solo entonces. Mi familia había turbados por un cadáver. gente volvió á cerrarlo precipitadamente.
salido de Madrid hacía dos dias, y yo debia reunirme Apenas entraron en su cuarto, corrí yo á aplicar mi — ¡A ver, señora, venga V., que tiene que declarar
con ella al cabo de otros dos. Mientras tanto la porte- oído al tabique del gabinete. también! dijo el alcalde dirigiéndose al ventanillo de
ra me hacía el chocolate y me preparaba la cama. Mi A los pocos segundos ella lanzó un grito agudo. mi vecina.
comida la encontraba en cualquier fonda. Después una voz cascada preguntó: — Ya está complicada también, me decía yo; \ ojalá
Dejando, pues, á mi protegido en la butaca, fui á es- —¿ Qué liace V. ahí ? nos encierren en el mismo calabozo!
cape en busca de provisiones, y cuando ya tenía en una Silencio. Pálida, temblorosa y asustada apareció mi vecina,
mano un plato con una tortilla espléndida y en la otra — ¡ Que salga V., ó llamo al sereno! más linda que nunca.
mi botella de vino peleón, un ¡ ay! terrible y un por- Nada. — ¿Qué sucede? exclamó con inimitable acento de
razo formidable helaron la sangi'e de mis venas. — ¡ De mí no se burla nadie 1 inocencia. , . :' .
Acudí á la sala. Mi hombre había vuelto á medir el Y se oyó un golpe y luego la caída de un cuerpo i Gran cómica!
suelo -. • • . al suelo. — Pase V. aquí (le dijo el alcalde señalando mi cuar-
Procuró incorporarle, rocié con agua su cara, intro- Indudablemente mi protegido media el suelo por to). Y tú (al tendero) y los demás á sus casas, que
duje vino en su boca, le di vinagre, agua de colonia, tercera vez. maldita la falta que aquí hacen.
JjA JLUSTI^ACIOJSC ESPAÑOLA Y yVMEi^icAríA. N.° XXXVJII

P a s a m o s á m i gabinete. ciinierito del editor, Madrid


E l alcalde, b u e n h o m - (Preciados, 1).
bre, h o n r a d o y cristianí- MUJERES SABIAS Y ML'JE-
simo t a b e r n e r o , empezó RKS ESTUDIOSAS, por Monse-
ñor Dupanloup, obispo de
de esta m a n e r a : ::,-Qy,mjzAá Orleaus, d e la A c a d e m i a
— E s t a noche h a suce- Francesa. Publicase ahora
dido aquí u n suceso d e que una segunda edición, econó-
mica, de esta bella y cristia-
h a sido v i c t i m a este hon- na obrita, traducida por la
r a d o c o m e r c i a n t e , cufiado distinguida dama que se
mió jjor m á s señas. Como oculta modestamente con el
pseudónimo María de la Fe-
el suceso, ó d e l i t o , ó cri- ña, y recomendada y a por
m e n h a ocurrido aquí en nosotros, al dar noticia de la
estas proximidades, y co- primera edición, en algún
número anterior ; 150 pági-
m o es fácil q u e V V . sepan nas en 16." Véndese á una
ó h a y a n oido ó recogido peseta en las principales li-
brerías.
a l g ú n dato q u e p u e d a fa-
cilitar ó expeditar la m a r - OBRAS DE PAUL DE KOCK:
cha d e la ley, r e n g o á q u e La i-erdadera manera de di-
oertirse y Receta 2>ar<i hacer
t e n g a n la b o n d a d d e d e - un matrimonio. Véndense á
cirme lo q u e sepan, h a y a n 4 rs. cada una en las princi-
oido ó supuesto. ¿ M e h a - pales librerías de España, en
casa del editor, Sr. Aguilar,
ce V . el favor d e u n poco en Valencia (Caballeros, 1 ) .
de a g u a ?
REVISTA CONTEMPOBÁNEA.
El discurso del alcalde Se ha publicado el núm. XX,
h a b i a excitado su sed. E s - cuyo sumario es el siguien-
te : Cómo aman los hombres,
t u v e p o r darle t i n t a como
novela, por D. Arturo Pere-
al otro ; pero le aproximé ra ; La Walhalla de D. Juan
el b o t i j o , d i c i e n d o : Pastenrath, por D. Arturo
Cotarelo; El amor á toda
— Gomo n o se explique prueba, poesía, por D. E. Go-
usted m á s dinez ; La lilosofía del señor
A todo esto m i vecina Nieto Serrano, por D. F . Ko-
mero Blanco; Soneto, por
t e m b l a b a como u n a azo- I S L A D E C U B A . — K U E V A LAA-CHA Manatí, P A R A V I G I L A E CAYOS, CANALIZOS Y B A J O S FONDOS D E LA COSTA. D. Luis Calvo Revilla; Los
gada. horrores de Bulgaria y la
E l alcalde debió n o t a r l o , pues encarándose con ella Yo solté uua sonora carcajada. cuestion do Oriente, por W, E. Gladstone, y otros artículos
dijo: no menos interesantes.
— Vecinita, la dije, ¿quiere V. que la cuéntela his-
— Usted debe saber algo. Ademas, el delito se ha co- toria del cadáver que V. y su indigesto vejestorio en- APUNTES Y NOTICIAS sobre la agricultura do los árabes
españoles, por D, Antonio García Maoeira, ingeniero de
metido tan cerca del cuarto de V., que algo por lo me- terraron anoche en el almacén de abajo ? Montes. Curioso folleto que consta de 36 págs. en 8." Za-
nos debe haber notado, oido, sospechado ó visto. —¿Usted sabe ? exclamó ella sorprendida. mora, imprenta de la Viuda de Iglesias.
— Yo nada sé, exclamó la joven, cada vez más azo- — Todo, todo y mucho más aún. ¿ Quiere V. que Los AYRES Fixos, poema didáctico en seis cantos, por
rada. He oido algún ruido, jiero como estaba dor- se lo cuente ? D. José de Viera y Clavijo, arcediano de Fuertevcntura;
publícalo, precedido de un prólogo, el Dr. Luis y Yagiie,
mida cuando — ¡ Sí! exclamó excitada por la más viva curiosidad. catedrático de Física y ¡iluímica, y director del Instituto de
—La rejilla de alambre (continuó el alcalde) que co- — Pues deje V. que entre en su cuarto y tomaremos segunda enseñanza do Las Palmas ( G r a n Canaria), Folle-
chocolate juntos. :V • . to de xxvni-52 págs, en 8," mayor. Las Palmas, imprenta
munica con el almacén de mi cufiado ha sido rota ó de D, Francisco Martin y González (Montes do Oca, 5 ) .
fracturada violentamente. Ya ven VV. Una fractura Y entramos.
FERNANDO COSTA. PROGRAMA de las secciones correspondientes á la asigna-
ruidosa. tura de Historia ;/ elementos de Derecho civil cspaiíolforal y
A esto resonó otro campanillazo. común, Tpor el Dr. D. Douúngo Alcalde Prieto, Folleto úti-
lísimo, cuya lectura prestará seguramente grandes ventajas
— La cosa se complica (me dije yo). LIBROS PRESENTADOS á los que deseen profundizar la ciencia del Derecho. Vénde-
Era la mujer del tendero, que entró diciendo : Á ESTA REDACCIÓN POR AUTORES Ó EDITORES. se á módico precio en Zaragoza, establecimiento tipográfi-
—El dinero está en el cajón, y los quesos que falta- co de D. Calieto Ariño.
TRATADO DE CÁLCULO MERCANTIL y MANUAL DEL COMER-
ban han parecido en el suelo. E L BARBEEILLO DE JESÚS MAEIA (parodia del de Lavapiés),
CIO Y DE LA BANCA, por D. Pedro del Valle, Es el más com- juguete cómico en un acto y en verso, escrito expresamente
—Entonces ha sido una broma, dijo el tendero. pleto teórico-práctico de cuantos se han publicado hasta para el beneficio del primer actor cómico D. Baltasar Tor-
— Pero ¿se puede saber qué significa esto? excla- hoy, sobre operaciones mercantiles basadas en el sistema recillas, por D, J, A. Cobo. Impreso en el establecimiento
mé yo. métrico-decimal, cambios, e t c , etc.; 492 págs. en 4.° me- de la viuda de Soler y C.^, Habana (Riela, 40).
nor. Véndese á 40 rs, en Valencia, librería de los Sres, Ma-
— Muy sencillo, exclamó el tendero ; que esta noche naut hermanos (calle de Calabazas, 1'2 y 14, y en casa del NUEVO MÉTODO DE LAVADO Y PLANCHADO y de dar bi-illo á
autor. Mar, 97 y 99), y á 44 rs. en las principales librerías la ropa blanca,'por D.'-* Francica Domínguez de Busto. Se-
algún guasón se ha entrado en mi almacén por la reji- gunda edición notablemente aumentada, A'éndcso á 2 rs. en
lla que comunica con la escalera; se ha comido dos sal- do España. Valencia, librería de D. Pascual Aguilar (Caballeros, 1).
BoLi.TiN DE LA SOCIEDAD GEOGHÁI'ICA DE MADRID. Se ha
chichones y medio queso, y se ha bebido tres botellas publicado el núm. 1.° de esta interesante Revista, que ENSAYO.S LITERARIOS: CUENTOS Y ESTUDIOS CRÍTICOS, por
de Jerez. contiene artículos notables, y está ilustrado con una magní- D. Octavio Cuartero y Cifuentes, Ademas de la dedicatoria
y un pequeño prólogo, contieno este nuevo libro ocho ar-
— ¡ No es posible ! exclamamos á un tiempo mi veci- fica lámina, grabada en acero. So suscribe en las oliciiuis de tículos amenos y bien escritos. Consta do 140 págs, en 8.",
la Sociedad ( L e ó n , 21).
na y yo, asombrados de que un muerto comiese salchi- y está correctamente impreso en el establecimiento de don
EsTADÍSTXA OKNEBAL DE PRIMERA ENS6ÑANZA, Corres- Sebastian Ruiz, en Albacete (Mayor 47). Véndese á 10 rs.
chón y bebiese Jerez. pondiente al quinquenio que terminó en 31 de Diciembre en las principales librerías.
— Pues bajen VV. y verán los pellejos de salchichón de 1870. El limo, Sr, IJirector general de Instrucción públi-
ca, D, Antonio Mena y Zorrilla, se h a servido renu'tirnos CALDERÓN DE LA BARCA : E L ALCALDE DE ZALAMEA, y E N -
y las botellas vacias. ,.•.... /-' -
un ejemplar de esta obra, que ha sido publicada por la Di- TREMESES, Tomo x x n ' de la Colección de los m'jores autores
— Conque, VV. dispensen. ' _"; • rección de su digno cargo. Agradecemos el obsequio, y pro- antiguos y modernos, nacionales y extranjeros, que está
El Alcalde, algo amoscado, dijo al tendero: metemos examinar detenidamente un libro que trata de- publicando la Biblioteca l'nicersal. Véndese á 2 reales en
— Mira, otra vez no comprometas á mi autoridad la asunto tan importante y tan íntimamente relacionado con las principales librerías do España, y en la Administración,
ilustración y progreso moral de nuestra patria. Madrid ( Lcganitos, 1 8 ) .
con tonterías pequeñas. Me hablaste de robo con frac-
OBRAS DE V I R G I I I O , traducidas en verso por D, Miguel . L A VERDAD, folleto escrito y publicado por el Sr. D. José
tura y meíálico, y salimos ahora con que no ha sido Antonio Caro. Hemos recibido la entrega priniera del to- Ferrer de Couto, director de El Cronista, de Nueva-Yoik,
más que broma. Ustedes dispensen: y se marcharon.,... mo III, que contiene una erudita Introducción y parto de la para defenderse de las injurias que le ha dirigido por escri-
En seguida comprendí lo que habia sido. Eneida, en sonoras octavas reales. Bogotá, imprenta de to D. Enrique Mufiiz; 102 páginas en 4." menor.
Tanto mi vecina como yo hablamos tomado por ca- Echevarría hermanos, y alm icjn de D, José Villal'ranca LECCIONES DE URBANIDAD, puestas en verso, para el uso
( calle de Floriau, 1." ). i de las escuelas, por D. Felipe García , profesor de primera
á'áxer al que sólo estaba desmayado.
DISCURSO leído en la Universidad Central en el acto de la i enseñanza. Véndese á módico precio en Peñaranda, esta-
El traqueteo, ó tal vez mi vino, ó quizás la tinta, le apertura del eurso académico de 187() á 1877 por D, Benito blecimiento de D. B . Sánchez.
hicieron volver en sí en el almacén donde mis vecinos Gutiérrez y Fernandez, catedrático de la Facultad de De- • . : . ; • • • • • • • ' • • , r ' : r v .
le arrojaron por la rejilla. Mi hombre se moria de ham- recho ; DISCUHSO leído en la Universidad literaria de Sala-
manca, en la iiuauguracion del actual curso académico, por
bre y se encontró rodeado de quesos, salchichones y el Dr. D. Bartolomé Beato Sánchez, catedrático numerario
Jerez. La tentación era tan poderosa como el apetito. de Historia universal; ORACIÓN INAUGURAL que en la aper- LA LUSTRACION
Mi protegido debia de ser hombre honrado, pues se tura del actual curso académico pronunció en la Universi- DE 1870.
dad de Barcelona el Dr, D. Cayetano Vidal y Valenciano,
contentó con saciar su necesidad, y se marchó en se- catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras. Se compran á mayor precio que su coste ¡o.s tomos
guida á la calle, saliendo sin duda por la rejilla que da-
VIAJE Á LA LUNA, zarzuela iuqiosible. de gran espectácu- que, en buen estado, sean presentados en la Adminis-
ba á la escalera. lo, en cuatro actos, letra de D. Luis Mariano de Lnrra, y tración de dicho periódico, calle de Carretas, núm. 12,
Cuando mi vecina se retiraba á su cuarto, ahuecando música del maestro D. Jusé Rogel. El conocido editor de j)rincipal, Madrid. '"' ;
yo la voz como la víspera, exclamé : MHÍsica D, Antonio Romero y Andía ha hecho una lujosa
edición de las más aplaudidas piezas de dicha ziirzuela, en- M.ADUID,—Inipn-nia y e.stereot¡pi¡i (1) Arib:iu y C* • •
Ora 23ro no bis! ;,.;••..' -i i tre las que figuran la Malagueña, el Vals del acto primero, (¡sucesores lie Kiviideueyí'a),
Como herida por el rayo se paró y volvió la cara. la linda Gigadel segundo, y otras. Véndense en el estable- •• • - . • • • ' UIPliESOHES DE C.ÍMAKA DE S, M,
ANO XX. S U P L E M E N T O AL NIJM. X X X V I I L OCTUBRE.—187G.

, EL PADRE FEYJOÓ. en forma de nota al párrafo correspondiente', á imita- Doctor Dorado, no muy cortés, pero muy profundo y
(co^Xi-upIo^^) ción de lo que con aplauso de Peyjoó hizo el abate claro.—IV. Veritas vindicata adversus Medicinam vin-
Marco Antonio Franconi, este tomo ix desapareció dicata, que luego publicó muy reformada en castellano.
IV. en las ediciones posteriores á 1750. —V. Satisfacción al escriqmloso, respuesta al papel
Constó la obra del Theatro Critico de nueve tomos. A los ataques de que el Theatro fué objeto contestó Dudas y reparos de un Escrupuloso al P. 31. Feijóo.
El primero apareció en Setiembre de 1726, y el último Feyjoó con estas obras: I. Eespiiesta á los Doctores —VI. Ilustración apologética aljmincro y segundo tomo
en Enero de 1741. Titulóse este último: Siqüemento Martmiez, Aquenza y Ribera, breves y de pura corte- del Theatro Critico, contra D. Salvador José Mañer,
de el Theatro Critico, ó adiciones y correcciones á muchos
sía.—II. Carta gratulatoria de un médico de Sevilla al autor del Anfithcatro critico.— VIL Justa repulsa á
de los asuntos rive se tratan en los ocho tomos; y ha- Doctor Aquenza, desenfadada, mordaz y duramente sa- inicuas acusaciones, escrito con la desenvoltura y pro-
biéndose añadido para mayor claridad cada materia tírica.—III. Respuesta al discurso ñsiológico-médico del cacidad que se merecían las Reflexiones critico-apolo-

BANDEJA OFRECIDA A D. EMILIO CASTELAR POR EL CUERPO DE ARTILLERÍA.


(Construida en la Fábrica nacional de Armas de Toledo.)
2S4 LA ÍLUSTR,ACIO]S[^ ESPAÑOLA Y AMEÍ^ICANA. SUPLEMENTO AL NÚM. XXXVIII

géf/kas del vanidoso, atrevido é ignorante cronista ge- pecado grave, inchnóse hacia la afirmativa, concluyen- ellas para decretar la refoma que hizo en la música re-
• neral de la Orden seráfica fray Francisco Soto y Marne. do por declarar debía modificarse la definición más ligiosa en sus Estados.
A los tomos del Theairo siguieron otros cinco de aceptada de la ocasión próxima. La Inquisición encon- Feyjoó puso, pues, á España en comunicación con
Cartas eruditas, y curiosas que aparecieron desde el tró pecaminosa la doctrina, y por edicto de 6 de Se- la Europa docta; y como ademas creó entre nosotros
año 171-2 á 1760. Después de este año, y entrado ya tiembre do 173!) mandó borrar los párrafos que la aquel gran movimiento intelectual, que poco después
en los 84 de su edad, aun tuvo la cabeza bastante fir- contenían. Pero Feyjoó, habiendo logrado por media- daba opimos frutos, ¿ qué sabio, qué escritor de cuan-
me para haber dejado casi concluidos algunos escritos, ción de D. Antonio Gerónimo de Mier, que el Santo tos registra nuestra historia, merece mejor nuestro sin-
que los monjes de Samos publicaron en 1781 con la Tribunal le concediera verbalmente licencia para ex- cero agradecimiento 'i
edición príncipe de las obras de Feyjoó. plicarse, escribió la Primera explicación antes mencio- MIGUEL MORAYTA.
Impresos andan también el Sermón c[im predicó con nada. Comunícesela á los más doctos maestros bene-
motivo de ta dedicación de ta capilla del Reij Gasto, en dictinos de Oviedo, á la Universidad de Salamanca, -==«=®><í^@©t><S3«=—
la Santa Iglesia catedral de Oviedo; el Manifiesto del donde la examinaron treinta y cinco doctores en teolo-
limo. D. Juan Avello Gastrilion, Obispo de Oviedo, gía, al Cardenal y Presidente de Castilla D. Fray Gas- TODO EL MUNDO.
contra el Padre D. Garlos Castañeda, suscrito por di- par de Castilla, á sus hermanos de rehgion, y todos á
clio obispo, pero redactado por el poligrafo gallego; una la aprobaron como buena y ortodoxa. Escribió aún La relajación de las costumbres, el olvido de los de-
y la Garla apologética de la medicina scéptica del Doctor otxs. Explicación segunda, tomando la cuestión bajo dis- beres morales, el abuso de todo sistema político, social
Martínez, fecha en Oviedo á primero de Setiembre tinto aspecto, la sometió á las mismas autoridades, y
y hasta religioso en provecho de intereses mezquinos y
de 1725, y que fué la primera obra literaria que im- ademas á varios maestros de Valladolid, y en todos en-
lirimió, y que intituló Apología del scepiiicismo médico. contró igual aprobación. Pero aunque parapetado con do dudosa legitimidad, han llegado á convertirse en lu-
También se imprimieron el Romance, Desengaíw y estos dictámenes y protegido por altos personajes, pi- gares comunes, á fuerza de ser repetidos desde la más
conversión de un p)eead{¡r, las Décimas á la conciencia, dió permiso para publicar aquella de las dos Explica- remota antigüedad, como una protesta constante del
en metáfora del reloj, y Al supuesto milagro de haberse ciones que la Inquisición encontrase mejor, hubo de espíritu de justicia contra la corrupción del siglo.
anarccido San, Francisco de Paula sobre la hostia con- desistir de este propósito, porque, según un inquisidor Tan cierto es esto, que si algún escritor escéptico y
sagrada, en el Puerto de Santa María. le dijo, celo más seguro era no contraer nuevo empeño,
pesimista quisiera escribir la historia do la humanidad
Muchos otros versos inéditos debieron guardarse en explicando una cosa censurada. »
Samos, y entre ellos varios cuyos asuntos son conoci- En cambio de esta peligrosa situación que le creaba bajo un punto de vista nada favorable; sí quisiera
dos. Manuscritas quedaron también ciertas Pláticas el poder eclesiástico, el poder civil llegó á mostrarse presentar al hombre de todas las épocas como un com-
de Año Nuevo y del primer lunes de Guarcsma, y otras parcial suyo. La Justa repulsa de inicuas acusaciones puesto de fraude, mentira, crueldad, concupiscencia,
Pláticas para cuando los padres generídes de su Oixlen contra la obra do Soto y Marne reclamaba urgentes avaricia é hipocresía, y apoyar sus afirmaciones con
visitasen sus monasterios. También lo están un infor- respuestas por parte de este envanecido mendicante. testimonios coetáneos de grande autoridad, no tendría
me dado en 3 de Agosto de 17.57 sobre la preferencia Así lo hizo escribiendo el tomo iii de sus Rejlexiones
más que referirse á los textos que nos han legado los
(jue para la obtención de cátedras debían tener los re- crítico-apologéticas. Proveyóse de todas las aprobacio-
gulares graduados sobre los manteistas, y ]a Primera nes, censuras y licencias necesarias, y presentóle con autores do todos los tiempos y países, ora so hayan
explicación y Segunda e.rplicacion de la doctrina conteni- todos estos requisitos al Consejo, en demanda del cor- dedicado al cultivo de la poesía, ora al de las especu-
da en los números 74 y 75 del discurso xi del tomo viii respondiente permiso. Pero, cosa inesperada, el Conse- laciones filosóficas, ora al de las enseñanzas históricas
del Tlieatro Grílico, que mandó borrar el Santo Tribu- jo, ó sea S. M., por Real orden do 23 de .lunio de 1750, y morales. Aristófanes y Démostenos le permitirían
nal ele la Digiiisieion Romana. dijo: «que había disgustado mucho á S. M. que Soto y señalar los vicios que minaban las tan decantadas ins-
Estas son todas las obras de Feyjoó que nos son co- Marne hubiese impreso los dos tomos de Ref exiones,
tituciones y cultura de la Grecia: Polibio, Salustio,
nocidas. Mas para entender cuánta es la variedad de tanto por el asunto como por el modo de expresarse, y
los asuntos que comprende cada tomo del Tlieatro y de para evitar la reproducción do hechos parecidos, S. M. Tácito, Suetonio y Juvenal le descubrirían lo que
las Garlas, seria necesario copiar su índice. Éste mop- prohibo que se permita imprimir obra alguna de tal había de cierto en la severidad y grandeza de la Re-
traria que no liny materia á él peregrina : pocas pági- asunto, y quiere so tenga presente que cuando el Llaes- pública y del Imperio Romano: San Jerónimo, San
nas después de tratar la manera de conservar frescos el tro Feyjoó ha merecido á S. M. tan noble declaración Cipriano, San Agustín, San Crisóstomo, Claudiano,
rapé y el chocolate, á cuyos productos era Feyjoó afi- de lo que le agradan sus escritos, no debe haber quien le mostrarían la inmediata corrupción de costumbres
cáonadísimo, encuéntrase un juicio del panteísmo de se atreva á impugnarlos, y mucho menos que por su
Spinosa. Consejo se permita imprimirlos.» Soto y ]\Iarne arbitró que sobrevino en la sociedad cristiana: los cánones de
Hablase mucho de otras obras que dejó inéditas. medios de publicar lo más importante de su contesta- los concilios, las cartas de los pontífices y prelados,
Creo que lo inédito ha de ser poco y mediano. En cam- ción á Feyjoó, á la cual respondieron algunos devotos las predicaciones de los monjes, los escritos sobre con-
bio es una desdicha no poseer aquella inmensa colec- del escritor gallego; pero la controversia perdió, desde troversia y las Memorias particulares y corresponden-
ción de cartas que de todas partes le llegaban, y que el momento en que habló el Rey, toda su importancia. cia de los personajes más célebres, le servirían para
tanta luz arrojarían sobre la historia de nuestra cultu- Años antes, Mañer acusó á Feyjoó y á su amigo el Pa- reducir á sus justos límites la natural sencillez de
ra patria. dre Sarmiento, de haber acudido á todos los medios
imaginables para que con él se hiciera lo que luego se los pueblos germanos, los sentimientos piadosos de la
hizo con Soto y Marne. Y Feyjoó y Sarmiento callaron. Edad Media, la erudita ilustración del Renacimiento,
¿ Repetiriansus gestiones para que el fraile franciscano y la proverbial galantería y caballerosidad de ciertas
El Padre Feyjoó era sincero y aun ferviente católi- sufriera el desengaño de ver al Roy protegiendo á los
co : lo consignó asi muchas veces y lo declaran cien pa- sabios benedictinos, en contra de la más numerosa, cortos do Europa. En el fondo de todas esas distintas
sajes de su obra. Sin embargo, Feyjoó fué considerado pero más ignorante de las órdenes religiosas ? civílizacionos, y á travos de las brillantes apariencias
como una esperanza por los protestantes ingleses y ale- con que se ofrecen á los ojos do la posteridad, siempre
manes ; muchos clérigos españoles le creyeron contami- encontraría las mismas quejas de los contemporáneos,
•VI.
nado por «los intectos vientos del Norte»; los frailes formando contraste con las alabanzas que acaso se les
franciscos le tenían por mal cristiano, y la ínqnisicion Sucede en España, por causas fáciles de determinar, han tributado después.
púsole en la frente el estigma de morahsta peligroso. que así como vuela libre nuestro nativo genio en cuan-
¿Por qué esta contradicción? La respuesta es fácil: to á bteratura se refiere, en didáctica, ó mejor, en ;. Cómo se explica este fenómeno ? A nuestro juicio
porque Feyjoó no tuvo reparo en poner al descubierto ciencias, siempre marchamos á la zaga de los países por dos causas que nunca debe perder de vista el que
muchos de los vicios, errores y maniobras infames que, extranjeros. Hoy, y antes y casi siempre, nuestra filo- quiera apreciar con rectitud é imparcialidad los suce-
so capa de religión, estaban admitidos y acreditados. sofía, nuestras ciencias exactas y naturales, nuestras sos. La primera consiste en que, aun cuando las ideas
Cierto que siempre expuso la doctrina de la Iglesia, ciencias morales y políticas, casi todos nuestros cono- adelanten y los sistemas mejoren, el hombre continúa
pei'o tan de firme dio sobre los abusos, quemas de una cimientos serios nos han venido de países extraños:
siíiudo el mismo on su creencia, y sometido á debilida-
vez pone al lector en el disparadero de no contener su rara, muy rara vez nuestros didácticos han atravesado
pensamiento dentro de los límites de la doctrina cató- las fronteras. Feyjoó fué una de estas excepciones: sus des y pasiones que la reprobación de su conciencia no
lica. Sobre demonios, energúmenos, pacto, bruja?, libros corrieron por las naciones extranjeras con singu- consigue vencer por completo ; la segunda, en que ese
duendes, falsos milagros, indulgencias, devoción de las lar aplauso. Las Memoires de Trevoux y el Mercure de progreso lento, parcial, y más teórico que práctico, no
imágenes y otras materias delicadas escribió tales cosas France dieron á conocer en extracto muchos de sus basta á satisfacer las aspiraciones, ni á acallar los es-
que verdaderamente es difícil no concluir diciendo con escritos: la Sociedad de autores ingleses que escribie- crúpulos de las almas generosas, que encuentran una
el sentido común : pues en todo esto hay mucho que ron la célebre Historia Universal los consideraron co-
pensar hoy. Y ¡quién es capaz de detener el pensamien- mo texto para decidir alguna cuestión, y los portu- irritante contradicción entre los actos que se ejecutan
to, puesto ya en la pendiente en que le coloca Feyjoól! gueses se valían de ellos como de sus propios libros. á su vista, las apariencias con que se les encubre y los
El mismo éxito que logró en diferentes asuntos, con- De tres traducciones italianas tuvo noticia Feyjoó: una principios á que so finge un religioso respeto. De aquí
tribuyó á dar esta significación á sus criticas de los er- que se hacía en Venecia; otra en Ñapóles, que comenzó las protestas constantes que se oponen á los panegiris-
rores comunes. A él se debe el exterminio radical de por el tomo iv del Theairo, y otra en Roma, trabajada tas de la humanidad y de sus adelantos; de aquí que
los duendes, brujas, y demonios súcubos é íncubos; el por el arcado de Roma Marco Antonio Franconi, que no haya poetas dal presejite, y que la imaginación bus-
descrédito del diablo y del pacto y de los demonios fa- imprimieron los hermanos Pagiiarinis. Los franceses
miliares; la abolición del supersticioso culto del toro tuvieron otra traducción, que se hizo en la oficina do que siempre su ideal on e\ pasado ó en el p)orvenir; de
de San Marcos, y la desaparición de un número in- Pedro Clemente, en París, y el aloman L. Harscher aquí que ciertos trabajos hallen siempre generales sim-
menso de preocupaciones, falsos milagros y nientidas do Almcndigen tradujo buena parte del 'Theairo con patías, como un eco de la verdad contra la hipocresía
maravillas: á él, por último, que se convirtiera en na- el titulo Jvrilik gcmeiner Irrthiímcr von Benito Feyjoó. dominante, de la justicia estricta contra la iniquidad
tural la milagrosa aijaricion de las celebradas ñores de Con algunos de los escritos que tratan de Medicina y las convenioncias, del espiritualismo contra el mate-
Sau Luis del Monte, no sin que antes existieran, para compuso un anónimo inglés un libro que llamó Rules
rialismo y los sentimientos egoístas que engendra.
mayor ignominia del caso, informaciones, jueces, tes- for preserving health particularg with regardto studious
tigos y escribanos que comprobaron el milagro. persons, in tliree treatises translated from tJie spanisch Nos ha sugerido estas reflexiones la lectura del libro
Los dos expedientes sustanciados á este fin, el dis- of Rever fallier Feyjoó, cuyo libro tradujo poco después que, con el título irónico de TODO EL MUNDO, breves
tinto resnltado que dieron, y las amenazas, sátiras é al alemán Chrístian Federico Miguel, intitulándole apuntes acerca de lo más importante que debe saber y de
insultos que con este motivo mediaron, y entre éstos Diiileiik vorzilglich filr Studisende von Valer Fegjoó ge- lo más preciso que debe ignorar el hombre moderno, pa-
ol procaz libro del cronista Soto y Marne, constituye neral des Benedictiner Ordens. • ra vivir correctamente en la patria, en la sociedad y en
un episodio dramático de la vida de Feyjoó, que acre- De esta suerte su nombre llegó á ser tan conocido en la familia, acaba de dar á la luz pública el ilustrado
dita la persistencia de su carácter y la honradez con el extranjero, que Mr. Boyer, médico del Rey de Fran-
que procedía. escritor D. Santiago de Liniors. En él no se hace más
cia, honrábase escribiéndole; el sabio cardenal Querini
Por lo demás, la Inquisición no quedó bien parada le tuvo en mucha estima; el abate Verney discutió sus que resumir y condensar los cargos que todos los días
con la condena que impuso á Feyjoó. Discurriendo éste conclusiones, y el Papa Benedicto X I V , sobro leer de y en todos los tonos vemos dirigidos contra nuestras
sobre si la comedia y el baile eran ocasión remota de continuo sus obras y citarlas en sus Bulas, inspiróse en costumbres púbhcas y privadas,—por cierto análogos
SUPLEMENTO AL NÚM. X X X ^ ' I I I LA ÍLUSTiiAcioíi ESPAÑOLA Y AMEI^ICAKA.

cá los que se han formulado en otras épocas distintas; No es nuestro ánimo al decir esto rebajar el mérito de oir de sus labios y á solas aquellos versos que ter-
pero, sin embargo de esta circunstancia, que priva á contraído por el Sr. de Liniers al fomular esas protes- minan diciendo:
la obra de alguna novedad, j á pesar de que el nom- tas, que, ademas de su claro talento y de su profunda «Arráncame el corazón
O ámame, porque te adoro»,
bre de su autor, menos conocido hasta el dia de lo que observación, acreditan el arraigo de sus convicciones;
merece por otras obras ingeniosas y las relevantes cua- pero como una prueba del error de que parte y de la y se casó con ella, y se aprendió sin un punto siquie-
lidades que le distinguen, no bastaba por sí solo á ex- exageración á que llega, nos contentaremos con citar ra los versos del Tenorio, y se cansó de romanticis-
el artículo en que del arte moderno se ocupa. mo y de comedias y de matrimonio, marchándose á
citar la curiosidad de los lectores; el libro del Sr. de
América, donde murió dejando viuda á Carmencita,
Liniers ha impresionado grandemente la atención pú- En él, después de sentar proposiciones que serian que al poco tiempo casó en segundas nupcias con Gó-
bhca desde los primeros momentos, y ha conseguido muy discutibles, establece como síntesis de sus argu- mez, actor de carácter bastante bueno.
la honra de ser refutado por uno de nuestros más no- mentos y como axioma incontestable, «que el arte del Desde entonces figura en el mundo del arto la Gó-
tables escritores contemporáneos. siglo XIX espera en vano un historiador que le descu- mez, que empozó su carrera dramática siendo su con-.
Ea este éxito satisfactorio han influido seguramente bra.» Esto no es cierto en absoluto, y menos con rela- trata una cláusula indispensable de la contrata do su
marido. Este se enfadaba siempre que no la aplaudían
dos motivos diversos, que la crítica desapasionada de- ción á España. Verdad es que un realismo exagerado,
y siempre que la aplaudían más que á él.
be consignar. fruto del materialismo que constituye el vicio capital, La primera corona de laurel que cayó á los pies de
Uno de ellos, completamente favorable á la obra, le acaso el único de las sociedades modernas, opone cada Carmen fué verdadera manzana de la discordia para
constituyen las condiciones intrínsecas de la misma; el vez mayor obstáculo á los vuelos de la inspiración ar- aquel venturoso matrimonio.
acierto y oportunidad con que el autor ha sabido tocar tística y bastardea muchas de sus creaciones; verdad es El artista se sobrepuso al marido, el maestro no pu- .
los vicios más característicos y culminantes de nues- que este mal, aunque combatido enérgica y constante- do soportar el verse humillado por su discípula, y pen-
só en el divorcio. No realizó, sin embargo, su propósi-
tros tiempos, desde el pandillaje jwlíticD, que, falsean- mente por la crítica, amenaza corromperlo todo ; pero
to, y llegó una temporada en que la contrata del mari-
do la opinión, tiende á convertir el país en patrimonio sin embargo, el historiador más miope no podrá nun- do fué una cláusula de la contrata de su mujer.
de unos cuantos aventureros, hasta la interesada com- ca negar la existencia del arte español del siglo xix, Gómez pasó por esta última prueba, haciendo un es-
plicidad que les presta la egoísta apatía de las clases cuando vea el lugar que nuestros pintores contempo- fuerzo sobrehumano; pero una noche, — ¡noche cruel!
acomodadas; desde las miserias del lujo,que agobian á ráneos han alcanzado en los certámenes europeos, re- —se equivocó tres veces en una misma escena, y el pú-
cuantos quieren salirse de su esfera natural, hasta el sucitando después de diw centurias la gloria de los Ve- blico le chichea; salió bufando del escenario, y deliran-
te, fuera de sí, en el colmo de la soberbia artística, de
lujo de la miseria, que se pretende convertir en un tí- lazquez y Murillo, y cuando encuentra para acreditar-
la envidia y del despecho, dando rienda suelta á todas
tulo de vanagloria y merecimiento; y desde la inde- le las obras de Martínez de la Rosa y Bretón de los las malas pasiones que hervían en su pecho, corrió á
pendencia indi-^adnal, que destruye todo lazo de familia Herreros, de Espronceda y Ventura de la Vega, de la entrada general y se puso á silbar como un loco á su
en el mismo hogar doméstico, hasta el sistema de edu- Hartzenbnsch, Zorrilla, García Gutiérrez, Ayala, Ta- mujer. El público quiso matarle, — porque la Gómez
cación que vicia y corrompe todo sentimiento genero- mayo, Campoamor y otros muchos que han llevado á estaba en aquel instante haciendo sus delicias,—y fué,
so. Dentro de tan vastos límites, el Sr. de Liniers ha cabo el renacimiento de las letras nacionales. conducido entre guardias á la prevención. Y luego
abandonó la península y este mundo, yéndose al otro,
trazado una serie de treinta artículos, verdaderos cua- El Sr. de Liniers sólo ha podido olvidar estos he- al coliseo de Tacón.
dros de costumbres, que enmedio de la exageración chos obedeciendo á la preocupación de escuela que le Carmencita solicitó nuevamente la compañía de su
inseparable de todo trabajo satírico, encierran un fon- ha dictado su libro : por eso la sátira que el mismo en- madre D.'' Escolástica, que había convertido su mo-
do de exactitud y revelan un espíritu de observación vuelve pierde gran parte de su fuerza como inspirada desta casa de huéspedes en fonda principal, y no vol-
que no pueden ponerse en duda. Unos, como los titu- por la parcialidad, y por eso la exageración á que fa- vió á saber de su marido. Pasó su época, y hoy vive
lados La PolUica de los hombres de lien, Las Cosas lici- talmente le arrastra el desarrollo lógico de una idea preocupada, hecha un vinagre, como dice su madre, y
pensando en que si á su marido se le ocurriera regre-
tas y El Cuarto del señorito, están llenos de movimien- preconcebida destruye el efecto que líroducirian en sar de América y volverla á silbar, el público no tra-
to y vis cómica; otros, como Los Grandes caracteres, otro caso la mayor parte de sus atinadas censuras, lle- taría, como antes, de matarle, y quizá sería ella la con-
las especialidades y los tipos. Los Emprendedores y la nas de donaire, talento y perspicacia. ducida á la prevención.
mejor dote, constituyen acabados bosquejos, que casi po- LUCIO VIÑAS Y DEZA. Pepita Rodriguez. Dama joven, diez y ocho años,
drían tomarse por i'etratos del natural; y otros, en fin, según su madre, que—dicho sea de paso—en nada se
como Las Cartas del liberal-conservador y del conserva- le parece. De su padre no dan razón.
dor-liberal, y el que lleva por epígrafe A un periodista, Fué discípula del Conservatorio desdo su edad más
APUNTES TEATRALES.
son picantes imitaciones de la vacía fraseología y de tierna: su afición al canto era grande, pero por falta
los lugares comunes que caracterizan la literatura po- de voz tuvo que dedicarse á la declamación.
IIL
lítica. Añádase á todo esto un estilo castizo, fácil, ame- En unos exámenes llamó la atención, no por sus
TARJETAS AMERICANAS. ejercicios, de los que nadie se enteró más que su mamá
no, salpicado de agudezas originales y de chistes de —que asegura que si hubiera habido más premios le
buena ley, y se tendrá idea, no sólo de lo que es la Mí primera y rápida visita al escenario do un teatro hubieran dado uno,—sino por su vestidito azul de
obra que nos ocupa, sino del primero de los motivos me ha permitido ofreceros en conjunto algunos tipos. glasé y su aire candoroso. Un empresario que asistió
que ha contribuido á darla una popularidad relativa y Después, examinando y comparando, haciendo frecuen- á la solemnidad la contrató para que hiciera en una
justificada. tes excursiones al teatro, y hablando á actores y actri- comedia de magia el papel de Ángel Custodio y dijera
ces, siendo verdugo unas veces y victima otras de sus una relación que había necesidad de recorrer en tren
El otro, que por muy distinta senda ha conducido pretensiones, he llegado á reunir un álbum completísi- exprés. Y la dijo sin equivocarse, y el público celebró
á igual resultado, consiste en el pensamiento á que mo de tarjetas americanas, que voy á permitirme ofre- la gracia de la niña haciéndola salir á la escena, no
obedece y en las tendencias que revela el libro del cer á los pacientes lectores. por lo de la relación, sino porque estaba muy mona
Sr. de Liniers. Concebido bajo un punto de vista de- Atención. con sus alas de papel de plata, su traje de raso azul y
masiado absoluto y desarrollado con extraordinaria am- La Gómez. Primera actriz, primoi'a dama, género su pelito rizado y cubierto de polvos de oro.
plitud, más que la crítica aislada de vicios y debilida- serio. Fué hija de D. Melchor y de D.'' Escolástica: él, Pepita se conquistó desde entonces una reputación
empleado en el Tribunal Mayor de Cuentas, durante para ios papeles de ángel y otros análogos.
des individuales, puede considerarse como un ataque
treinta y cinco años, con cuatro mil reales, y ella, mu- Interpreta á las mil maravillas todas las manifesta-
á la organización política, social y doméstica de nues- ciones de la tontería.
jer de i)retensiones, que hacía cuanto se le antojaba
tros tiempos; porque ni aquéllos tendrían la importan- Los papeles úa niña candorosa los borda. Su come-
de D. Melchor. Murió éste de mal de orina, ¡i conse-
cia que el autor les atribuye, ni cabria que redujese á cuencia de la vida sedentaria que hacía en el Tribunal, dia l'avorita es La Niña boba. Sin esforzarse mucho
ellos «lo más importante que debe saber y lo más pre- y D.'' Escolástica entró á desempeñar en todo su es- consigue ponerse en carácter, y su bebería natural tras-
ciso que debe ignorar el hombre moderno para vivir plendor el papel que le tenía reservado la Providencia. pasa los límites de la pintada tan magistralmente en
Puso casa de huéspedes, y la Gómez, que entonces se aquella obra.
correctamente en la patria, en la sociedad y en la fa-
llamaba Carmencita, fué el ángel tutelar de la casa. Las emociones suaves, el amor dulce y tranquilo, el
milia», si la defectuosa organización de éstas y la fal- no retirar la mano cuando el galán joven se la besa,
sedad de los principios por que so rigen no autorizasen Muy dada al romanticismo, leia con avidez las no-
velas que le prestaban las vecinitas de enfrente, y sabía el permanecer impasible annqne amenace una catás-
é hiciesen posible esa perversión del sentido moral que, cuántas redondillas era necesario recitar para que sa- trofe y el público se impaciente Todo esto es del
según el Sr. Liniers, se sobrepone á la honrada opinión liese en su punto un huevo pasado por agua. Carmen- repertorio de Pepita líodriguez.
de la masa general del país. • cita se aprendió de memoria El Estudiante de Salaman- Siempre sersi lo mismo. No dará un paso más ni
ca y Don Juan Tenorio, y fué mucho al teatro con sus atrás ni adelante; pero mientras haya polvos de arroz,
Tiene, pues, en este concepto el libro de que se tra- y vestidos azules, y guardapelos que ponerse al cuello,
ta el carácter de una obra de escuela, de una polémica amiguitas las do Pérez. Organizada en casa de éstas
una función dramática, se le reservó á Carmencita el será indispensable para ciertos desahogos líricos, co-
de partido, y no es extraño, por lo tanto, que se crea medias sosas y papelitos de Virginia, y, sobre todo, ])ara
papel de protagonista, y lo representó con tanto calor
apasionado y parcial, á pesar de la exactitud de sus de- y tanta fe, que obtuvo una ovación, y los periódicos la hacer do ;'uigel ó espirita del bien en los espectáculos
talles; que no convenza á la mayoría de los lectores llamaron inteligente aficionada y esperanza del arte, y de magia, y salir por escotillón ó aparecer allá junto á
aun en aquello en que tiene incontestable razón, y que todos los huéspedes de D.-' Escolástica, que eran mu- las bambalinas rodeada de nubes é iluminada por una
chos, se convirtieron en otras tantas trompetas, trom- bengala azul, azul como f-us ojos, como su vestido,
se rechace y censure, sin embargo de las simpatías que como las venas de sn mano, como el cielo de sus ideas y
despiertan el notorio talento y la rectitud de miras del bones, figles y serpentones de la fama de Carmencita.
como el juego de té que la compró el dia de su santo,
Las da Pérez se resintieron porque nadie les dio
autor. Así se explica naturalmente que haya sido obje- en La Dalia Azul, el empresario, hombre también muy
bombo, á pesar de haberlo hecho todo lo mal posible,
to de seria refutación tan luego como ha visto la luz amigo de lo azul desde que le concedieron á su teatro
y D." Escolástica se vio precisada á dar funciones dra-
publica, porque á todos interesa averiguar si los abu- una crecida subvención en una época en que un ínti-
máticas todos los domingos, con gran contentamiento
mo amigo suyo llegó á ocupar el banco azul.
sos que en él se denuncian son consecuencias indecli- de sus parroquianos, que disfrutaron desde entonces de
nables y características de las ideas y sistemas predo- un espectáculo más por fin de noche, lo cual venía á Actriz cómica: Frascuela.
minantes en la actualidad, ó si por el contrario existen compensar en parte la falta de principio en la comida. Este es su nombre de batalla. Como á todo el mundo
á pesar de ellos, como han existido siempre en esta ó Carmencita alcanzó nuevos triunfos, y un capitán de pone motes, nadie la conoce de carteles adentro más
caballería que, aunque era huésped de ocho reales sin que por el suyo.
en otra forma, por efecto de las debilidades y de la principio, iba con buen fin en ciertas materias, pidió Desde muy niña fué de la piel del demonio. Su tio
imperfección de los hombres. la mano de la distinguida actriz, sólo por el capricho D. Lésmes, única persona que tenía en la tierra, no
236 LA |LUSTR,ACIOH ESPAÑOLA Y AMEÍ^ICAKCA. SUPLEMENTO AL NÚM. X X X Y I I I

T I P O S DE MADRID.

- i ' l i - '•••

1!'"

EL CIEGO C A L L E J E R O .
(Dibujo del natural, por D. Daniel Parea.)
( T E A I Í A D A . — PORTADA DE LA CAPIIÍLA REAL. (De fotografía.)
238 LA ÍLUSTI^ACION: ESPAÑOLA Y AMEÍ^ICAN^A, SUPLEMENTO AL NÚM. X X X V I I I

podia hacer carrera de ella. La expulsaron del colegio cho romano, para comprar una colección de obras ro- Se finge muy cariñoso y amable con sus compañeros,
por contestar ií la directora y tirar un cabás con siete mántico-sentimentales. y luego da gratis billetes de anfiteatro principal á va-
libros dentro á la pasanta. En el Prado era la perpetua Ahorcó la carrera, y cuando su padre le creía ha- rios estudiantes de Medicina, amigos de su hermano,
organizadora de corros y la que daba orden de cantar ciendo grandes progresos en el bufete de Cortiua, se á condición de que silben á todos y le aplaudan -á él.
«Fuera burros, fuera burro?,
encontró con una carta en que le comunicaba su hijo En un estreno en que salió sumamente desfigurado,
Que aquí no se vende paja», el triunfo que había obtenido en el Liceo, bajo la di- con gran pelucon y enormes bigotazos, los estudiantes
rección de Arjona. de Medicina se equivocaron, y creyendo que era otro
cuando se acercaba algún mozalbete, terror de las ni- Dice bien, pero no acciona, lo cual no obsta para le dieron la gran grita.
ñeras , al centro de aquellas vertiginosas vueltas y desa- que siga pasando como primer actor. ; Y es la única vez en que obraron con justicia desde
forados gritos. Gil, primer actor. que asistían al teatro !
Tuvo muchos novios, y tanto le agradó el fingimien- Conviene advertir que en el teatro moderno todos
to, que mostró desde luego vocación decidida por el son primeros actores. Caballero primero. Fuera del cartel y de los cinco
teatro. minutos en que sirve de figura decorativa, es un truhán
Su vida empieza en el café Imperial. Todos los que en toda la extensión de la palabra.
Murió su tio. le conocen aseguran haberle visto allí por primera vez.
ílay quien dice que al poco tiempo la vio bajar unas Un dia cuentan que arrancó los botones de una ca-
Según dice á todas horas y á cuantos quieren oírle, saca de corte y los vendió en el Rastro.
cuantas noches por la Carrera de San Jerónimo, apo- él es la única esperanza del arte : no hay más actores
yada en el brazo de un conocido periodista, de cuyo que él. Le achacan la desaparición de un polisón y una pe-
matriaionio no se habían ocupado sus compañeros en luca.
Pone de relieve los defectos de todos, menos los Todo esto probablemente no pasará de habladurías
la prensa. suyos.
Algo más tarde dcluló en una comedia chispeante, y envidias del que sohcitaba su plaza, quien aseguró al
Pondera sus méritos y calla los de los demás. empresario que era un tomador del dos, enterrador, es-
original de un amigo del periodista aludido, quien con Mientras hay un motivo insignificante para morder,
tan" fausto motivo ie di(J un bombo en el que se traslu- muerde. Su lengua viperina es el terror de las actrices padista y compinche de la Vaqnerina.
cía cierto interés, no de oficio, que se comentó en el y la constante preocupación de los actores. Una voz.
café de la Iberia y en la contaduría de los teatros. Sin moverse de la mesa del café ha hecho toda su Tiene su historia. Era traspunte : en un momento
Trascuela realizó las esperanzas que en olla fundaVia fortuna. Los más insociables quieren ser sus amigos y crítico faltó el actor encargado de lanzar una exclama-
el pübhco, y sigue en el gremio, temida por sus chistes, le sirven con eficacia á trueque de ponerse á salvo de ción dentro de bastidores. El traspunte tuvo una ver-
respetada porque tiene vara alta en la prensa, y admi- su crítica mordaz. dadera inspiración, y obedeciendo al supremo impulso
rada por su despreocupación. Los empresarios le contratan para que no desacredi- de la necesidad, dio el grito culminante del drama.
Baila el can-can con mucha gracia, y sabe recogerse te el teatro y pierda la Compañía. Un aplauso unánime resonó en el teatro.
la i'alda con una sal, con una monería y con un chic, Por eso trabaja actualmente, es decir, cobra su sub- i Jamas se había dirigido aquel apostrofe con más
que en vano quieren imitarla las cancanistas más fla- •^-encion, porque apenas toma parte en las representa- calor, ni con más propiedad !
mencas. ciones. Desde entonces el traspunte hace algunos papeles
Viste con elegancia y sencillez; tiene un pié como Se ha metido á editor : es propietario de piezas que interiores que se determinan en el reparto con la gráfi-
una almendra, que en algunas ocasiones se la comería sólo le han costado la módica suma de varios cafés con ca frase de Una voz.
el público, y gasta unas botas que le vienen pequeñas tostada. Los vestidos que requiere su papel son de cuenta de
al niño del apuntador, que tiene seis años. Verdad es Será rico, respetado, y Dios sabe si, con el tiempo, la Empresa.
que el tal niño está muy desarrollado. empresario universal de los teatros de Madrid.
Cuando la obra lo exige, canta unas malagueñas que
¡ya, ya! Y toca el piano con la misma soltura que Giménez, actor. Es el que hace el gasto: trabaja Cierro mi álbum fotográfico, ya que se han enterado
Z'abalza, sin necesidad de que el director de orquesta mucho, luce poco y gana menos. ustedes de los rasgos característicos, la vida, milagros
se sitúe detras del bastidor á engañar al público con Por lo general le reparten papeles antipáticos, lo y méritos de algunos actores.
otro piano, haciéndole creer que toca la que no toca. cual, unido á su fisonomía repulsiva, y á su adocena- Y donde dice algunos, puede leerse también muchos,
Hace papeles de hombre, sobre todo de militar, que da figura, contribuye á que de vez en cuando le tiente muchísimos ó casi todos.
no hay más que pedir. La Casa de camjjo y No más mu- la ropa el público. ¿ No os gustan ?
chaclioa las ha representado más de cien veces. Es un hombre impasible. A mí tampoco ; pero, por ahora, salvo rarísimas ex-
Le dicen Fra&cuela, porque es muy ducha en cues- Está aclimatado en la atmósfera de los silbidos y los cepciones, no tenemos otra cosa.
tiones de toreo, y llama al escenario flaza, á la función chicheos. Lo que aun no se ha podido averiguar es el Renuncio á elevarme enfilosóficosestudios acerca de
corrida, á la compañía cuadrilla, á los bastidores Imr- efecto que le hacen los aplausos, porque no le han esta horrible decadencia, y me limito á consignar estas
rera, al primer actor Lagarlijo, al que dice la última aplaudido nunca. ligerísímas impresiones á vuela pluma y en tono festi-
palabra cachetero, y á sufrir una silba llevar mulé. A Sin embargo, él asegura que le han llamado con fuer- vo ; pero que dejan entrever algo de lo que no digo.
los cortes de parlamento, á las equivocaciones y á la tes palmadas. Y, según la actriz cómica, no miente: Concluyo, pues, no porque "falte tela, sino porque
omisión de relaciones enteras, los distingue con el nom- eso le sucedió cuando era mozo de café. peor es meneallo.
bre de volapiea. cogidas y saltos de garrocha. Melendez, gracioso. M. OssoRio Y BERNARD.
Cuando el pübhco se pono serio, dice á sus compa- Así al menos está calificado en el cartel. {Se concluirá.)
ñeros:— i Mucho ojo ! parad los píes y trabajad á con-
ciencia, que hoy tenemos ganadería de Miara. Se llama de nombre Severo, y fué sacristán en sus
No será, pues, extraño que el mejor día le den el mocedades.
gran revolcón. Se ríe de los chistes antes de decirlos. MADRIGAL.
Es muy amigo de intercalar en su papel frases de
Bofia Angustias. Cincuenta años de edad: viene te- su cosecha, y una noche en que estuvo muy infeliz en Recoge en la guirnalda
niéndolos lo menos desde hace otros cincuenta. Ha lle- las morcillas—así se llama aquel vicio en la tecnología Los mil anillos del cabello de oro
gado á ser característica sin saber cómo, por una cues- escénica,—por poco muere á manos de un autor jus- Que ornando abruman tu redonda espalda,
tión de carácter. Su marido la trataba mal, y ella to- tamente irritado. De blanca nieve perenal tesoro.
maba á risa los malos tratamientos de su marido. Suple su falta de gracia con grotescas vestiduras, Apaga las centellas peregrinas
Desde que existe la clase de maridos, no es posible que la primera vez tienen el mérito de la sorpresa y Con que eclipsas la luz de las estrellas,
que haya habido otro más celoso. después fastidian. En ocasiones se presenta en la esce- Pues, loca, no imaginas
Ótelo era un niño de teta al lado del marido de do- na hecho un verdadero mamarracho, y el público le El fuego que encender puedes con ellas.
ña Angustias. Ija encerraba bajo siete llaves, le tapia- compadece y se echa á reir de lástima. Deslustra los corales ' - -
ba los balcones, y, sin embargo, siempre que volvía á A los que están de buen humor consigue ponerlos
Que derraman carmín sobre tu boca.
su casa se empeñaba en que oha á cigarro, sin acor- serios, y á los que están de mal temple logra facilitarles Pues si inhumana sales
darse de que él entraba fumando. el camino al viaducto de la calle de Segovia. ¡ Dios
A ostentar á la luz tantos hechizos, •I
El rasgo característico de nuestra característica fué sabe si será cómplice de algún suicidio! Redes de amor serán tus sueltos rizos, i
su amor, desde muy niña, á los papeles de carácter. Los hermanos Pérez, galanes jóvenes. Fuente de mil agravios '
Recitaba de memoria comedias enteras de su género Cincuenta ycuarenta y cinco años respectivamente.
favorito, y lo hacia con tal propiedad y fingimiento de El rosicler brillante de tus labios, ,
En los parlamentos largos están muy bien; en el 2n- Y manantial de enojos - , i
voz, que muchas veces su marido, oyéndola desde su cadillo, regularmente, y en las sorpresas por parte del
despacho imitar las frases del galán, se lanzó en su ga- padre, el tutor ó el marido son aplaudidos con frenesí. lia viva lumbre de tus claros ojos. •:
binete armado de una enorme tranca, buscando al se- Hacen l)ien el amor, y cuando éste llega al último A. HURTADO.
ductor por debajo de todos los muebles, inclusas las grado de la imbecilidad, preciso es reconocer que están
laidas de su mujer. incomparables.
—No sé cómo no te contratas en una compañía de Ambos hermanos constituyen toda una familia ar- A FORTUNATO.
cómicos de la legua: si Arderius supiera la joya que tística, como las familias Casfagna ó Mclillo.
hay en esta casa, no faltarían proposiciones, decía él. Ea la nómina del teatro figuran en una sola partida O D A (1),
Y ella lo tomó al pié de la letra, y durante unos días que dice: Los hermanos Pérez, á razón de cincuenta
que estuvieron separados se ajustó por diez represen- reales diarios. dedicacla á mi ilustro amigo y sieniprc venerable jefe el exceleiitisimo
taciones en un teatro-café, sentando plaza de caracte- Si'. D. Juan Eugenio nartzenbuseli.
Todo es común entre los dos, las ropas, las espadas, \
rística. Creció su fama, subió como la espuma, y en ] Dichoso tú, que en el hogar tranquilo
pocos años adquirió con justicia su buen nombre. los sombreros, los guantes, los postizos hasta los
Do la primera luz vieron tus ojos,
El marido ha vuelto á reunirse con ella. Sigue tan laureles. Sin ambición deslízanse tus días.
celoso como siempre, y una noche en que su mujer Van siempre juntos, visten lo mismo, beben agua
á la misma hora, y si el uno representa mal, el otro lo Cual humilde arroyuelo
bailó el zapateado, y el público se entusiasmó gritando Que campos riega de eternal verdura!
/ Mucho ! ¡ I 'enga de ahi! y / Viva la grcu-ia! por pocohace peor, por no distinguií-se de su hermano. Al pié de tu cabana.
sale al escenario y empieza á tiros con el público. lilevan el amor fraternal hasta lo sublime. El menor
pega á su mujer, y el mayor, después de ocho años de Por dos frondosos álamos cubierta,
Centellas, primer galán. En sus tiempos fué muy feliz matrimonio, se ha creído también en el caso de Huyes contento del social teatro.
mal estudiante y más amigo del billar, el café y el ta- zurrar la badana á la suya, con objeto de no perder en Do triunfa el vicio y la virtud se esconde.
baco, que de la Universidad, los libros y la Bibhoteca lo más mínimo el parecido. ¡ Qué lástima que á ningu- Rico y feliz en tu pobreza honrada.
Nacional. En vez de ir á cátedra á oír las explicacio- no de ellos se le haya ocurrido retirarse para siempre
nes de Coronado se iba á la montaña del Príncipe Pío de la escena! (1) Aunque esta composición fué publicada hace veintiséis
á leer comedias. años en un periódico de provincias, aparece ahora corregida y
Fernandez, barba. Es el único de la Compañía á completamente variada por su autor.
Vendió á un librero de viejo los dos tomos de Dere- quien no le apunta el bozo, y un traidor al natural. {jVota (7c la Sedaccion.)
SorLEMENTO AL NÚII. XXXVIII LA JLUSTÍIACIOIÍ, ESPAÑOLA Y /A.fflER,iCA)s[A. 2;!9

La pnz del cornzon es tu tesoro, De los vecinos valles; ¡ Ay! ¡ Cuántas veces la deshecha nave
Sin que jamas la deslu-nbrante pompa Imperceptibles voces Pudo en el puerto salvador enti'ar !
Ni el fastuoso oropel de los ma.nuates, (|)ue los vapores de los pueblos llevan ¡ Cuántos debieron la costosa vida
Ni de la gloria el engañoso brillo Al pié de tu cabana. ¡ Horas solemnes Y el bien costoso al indomable Juan ! .
Hieran tu vista y tu virtud ameugüen. Cuando el alma se inunda
De inefable placer! ] Bellos instantes El era un rey en su peñón gigante.
Sentado en una peña, En que hasta el trono del Eterno suben El eco de su voz la tempestad,
Cabe los muros de la humilde casa, Del corazón las íntimas plegarias ! ]ja luz de sus miradas el relámpago.
Por las opimas vides resguardado Las perdidas memorias El vuelo de su mente el huracán.
Del bello sol estivo, Míranse renacer frescas y ]5uras,
Serenos corren tus hermosos dias Y por la mente pasan i El era un rey ! j Fragilidad humana!
Allá en la soledad. ¡ Oh! ¡ Quién pudiera Ora en esclavo convertido está
En confuso tropel ¡ Dichosos dias
Vivir contigo aliandonando el mundo. De un tierno niño que en sus brazos muere
De candida niñez ! ¡ Benditos años •• •- '
Dejar su falso y fementido trato, Del sol poniente al resplandor fugaz.
De tumultuosa pubertad! ¡ Albores
Y , cultivando pobre huertecillo. De la inexperta juventud! Mil veces
La paz del alma conquistar bendita! ¡ La sola flor de su desierto mundo !
En el silencio de la noche santo, ¡ De su esperanza creador raudal!
Con mágicos recuerdos ¡ La viva imagen de su amor perdido !
Antes que Febo con sus luces de oro Herís mi mente y laceráis mi pecho
Vivifique la tierra, ; Todo en sus brazos á extinguirse va!
Y de los astros fúlgido monarca Tranquilo t ú , de los benditos lares
Vaga del niño la postrer mirada
Imperios rija y horizontes llene, La vuelta tomas: brilla en la cabana
Como el reflejo de la luz solar,
Un rayo de su lumbre Hospitalaria luz, y en su recinto
y dan sus labios, que abrasó la fiebre,
Hiere tu rostro en el sencillo lecho, Horas de dicha y de placer te esperan.
Al padre inmóvil el adiós final.
• Y á saludable vida Mientras tu bella esposa
Te lanzas otra vez. Canta el jilguero A los graciosos niños acaricia, .Juan el Vigía, al contem])larle muerto.
En la umbría enramada, O cual ángel do amor vela su sueño. Ávido besa con creciente afán
Y el ruiseñor amante T ú , retirado en el feliz tugurio, •. , . Una y mil veces la entreabierta boca.
Al espléndido sol himnos entona. En sabrosa lectura entretenido, Muerto poema del amor filial.
El doméstico gallo El dulce pasto inteligente buscas,
Se alboroza en su harén ; bala impaciente Y en libros inmortales Y revolviendo los hinchados ojos.
El corderino manso Placeres mil contento paladeas. Contempla y mide con sombría iáz
Que la sabrosa hierba Que los del alma incomparables goces Los dos misterios que á su vista flotan.
Eu los oteros desiguales busca; Nunca en el mundo se hallan, El ancho cielo y el profundo mar.
De una y otra cabana Y en los raudales de la ciencia brotan. '
Columnas de humo hasta el espacio suben, O en el hogar sentado, ¡El era un rey! Los elementos fueron
Y eu el paterno rio Fuego reparador chisporrotea, Por él retados con valor tenaz;
Débil barquilla entre los juncos boga, Y en medio á tus rodillas Y ora que rugen del dolor los gritos
Mientras, hendiendo las informes peñas Tus adorables hijos te demandan Dentro del pecho que rasgando está.
Espumosa cascada, De cuentos y leyendas
A la fértil llanura se derrumba, Sencilla narración. ¡ Seres dichosos. Los elementos vengativos callan,
Y molinos vivíficos agita. Que con grato solaz pasáis las horas, • Brilla la luna con serena paz.
De inmensos horizontes Mientras ]3repara el maternal esmero Suave armonía por los aires cruza.
La deliciosa perspectiva se abre Cena frugal (|ue alegra el apetito, ¡ Felices ecos del amor, quizás!....
Ante tus pies, y, un átomo en la tierra. Y en el mullido lecho
El alma elevas hasta Dios; inclinas El sueño bienhechor concluye el día! Y mientras piensa en el profundo abismo,
Tu noble frente; de tus ojos brotan Unas tras otras devorando van
Esas de gratitud lágrimas puras, Sin ambición, sin penas ni desvelos, Las ondas leves su abrasado llanto.
Y en el altar que eriges en tu pecho ¡ Oh ! ¡ Cuántas dichas tu retiro alberga. Las dulces brisas su dolor mortal.
Ferviente culto al Criador dedicas. Lejos del mundo impío
Que á los demás mortales
En saludable ocupación, las horas Con farsa y oropel nos desvanece !
Pasas en medio de queridos campos No en inanes políticos ensayos Pasaron dias ; las hirvientes olas
Que tú mismo cultivas, Tu actividad y tu s'igor malgastas. Lanzaron muei'to al indomable Juan
O las varias labores Ni sueñas con la gloria. ¡ Las tempestades del dolor las vence .
Inteligente agricultor diriges. Ni de la envidia roedor veneno El resignado; pero no el audaz!
Tus hijos pequeñuelos Se infiltra en tí, ni celos te perturban. FKANCISCO PKREZ ECHEVARRÍA.
En torno á tus rodillas. Ni amor impuro embarga tus sentidos.
De provechosa educación lecciones Ni el odio ^'il tu corazón abriga.
De tus labios aprenden, Música dante las canoras aves CORREO DE LA MODA DE PARÍS.
Y ejemplos infinitos En los vecinos sotos :
Para lo porvenir. Tu esposa en tanto. Delicada fragancia
Emula tuya, del modesto albergue Las bellas flores de los verdes prados: La casa Guerlain, rué de la Paix, 15, en París, tiene
Frugal comida en el hogar prepara, Brillante perspectiva adquirida universal reputación por la finura extremada
Y en la sencilla mesa, Las pintorescas proceres montañas de sus perfumes, y es patrocinada por las personas más
Sobre limpios manteles Que al cielo elevan su gigante cumbre: elegantes del beau monde. En efecto, apenas hay dama
De blanco lino, que en tus campos crece, El aura riza las tranquilas ondas parisiense que no posea, para su uso, los perfumes de-
Y en las de invierno perdurables noches Del riachuelo claro
Que los linderos de tus campos besa: nominados Au.r. fleiirs nouvcllcs j S'horc's Gaprice, de
. Hiló afanosa con prolijo esmero.
Cristalino raudal brota mía fuente dicha casa: éstos son los más de moda en la estación
Humean los manjares
Con excitante olor : en santa rueda Para apagar tu sed; y el huertecillo. presente, y en verdad que también pueden considerar-
Los bendices cristiano, Que tanto debe á tu sudor, te brinda se como los más selectos.
Y dulce paz y sin igual contento Sabrosas frutas y legumbres varias. Los jabones de la casa G-uerlain están igualmente
Y abundancia y salud allí presiden. Dones que ofrece ante tus pies Pomona.
preparados con suma delicadeza, y su acción inmediata
No pidas más; bajo el bendito techo
Cuando lento camina De tu agreste morada, sobre la piel es, no sólo tónica y provechosa, sino una
El astro rey á hundirse en el ocaso, Monarca tú del envidiable asilo de las más agradables, porque la espuma untuosa y
Y en nubes de oro y púrpura teñido En que feliz gobiernas. perfumada de tales jabones penetra insensiblemente á
A vuestra vista flota, Dame hospitalidad. Detesto el mundo, ' • través del cutis y le suaviza y embalsama.
Y tras montes altísimos se esconde. Donde hallo sólo engaños y miserias, ' • — Las faldas que salen de la casa de Mmes. de Ver- :
Leda te sigue y se alboroza y trisca Y al vicio erige impúdicos altares, tus, 12, rué Auber, en París, son elegantísimas, y con-
Tu bulliciosa prole, Y á la virtud y á la verdad persigue.
Deja que, huyendo de sus redes do oro, feccionadas en la mejor clase de tela y la más á ]3ro-
Y en inocentes juegos te recuerda
De tu niñez los dehciosos tiempos. La estrella de tu bien mis pasos guie, pósito : hay allí preciosos modelos guarnecidos de vo-
Brilla en el cielo el héspero argentino, Y horizontes de luz mis ojos vean. lantes, encajes, bordados, etc., y todos ellos presentan
Nuncio de oscuridad, y el triste canto Dame que llegue con mi pobre lira disposición nueva, formas inéditas, por decirlo así, que
De los antes alegres ruiseñores A cobijarme en el recinto santo; son propiedad exclusiva del •establecimiento.
Lánguido en medio de la sombra espira. Y allí contigo encontrarán en breve. Las tournures se hacen siempre con grande conoci-
Como en el puerto náufrago infelice,
Paz y quietud el ánima intranquila, miento de la moda de actualidad: planas en la parte
Torna, por fin, de la callada noche
La augusta majestad ; brilla esplendente Dulce consuelo el corazón herido. superior, y redondeadas ligeramente por abajo, ofre-
La casta y bella y solitaria luna cen una resistencia elástica, no violenta, y bastan por
• • DOMINGO DONCEL T ORDAZ.
Que en misteriosa luz envuelve al mundo, sí solas para dirigir naturalmente hacia atrás todo el
Y en el cristal del apacible lago volumen de los vestidos, y dar al conjunto un aspecto
Su imagen miente y su fulgor dibuja. gracioso y elegante. La/oiwwwre llamada/SoSerawa, que
Todo convida á universal reposo -; JUAN EL VIGÍA.
reúne las condiciones anteriores, obtiene la preferencia
Allí en tu derredor: lejanos ecos
Que embalsamada el aura de las señoras elegantes, que la aceptan ademas como
¿ No le habéis visto con la frente erguida,
Trae á tu oído en el silencio mismo; ' ' Sereno el rostro, la mirada audaz. complemento indispensable de la gentil Üinlura-Re-
Distantes melodías '. ; En los lejanos horizontes fijo. geiile.
Que apenas llegan débiles vibrando ! ' Dar á los vientos la feliz señal? . :. .•••-
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