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¡SON K L L A S!

CUADRO DE D. FRANCISCO MASRIKRA.

( N L M . Gl) T DEL SC'AT.VLiKJ Ù7>.']

*
1rii) — X.° XXXIII LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y A MER I CA NA 8 Sk i 'tikmiirk 1895

SUMARIO. en Navarra por la libertad.» Asi escribía el 10 de N oviem ­ ttimbre le hace apenas reparar, como al cocinero los queji­
bre de I84d, al imprimir en Madri I los tres cantos de su en­ dos del ave que degüella, el alicionadn silba, bosteza ó se
sayo épico Ltuthaiia, que principia: desespera si los toros no son bravos, si las picas no se popen
T extd. — (Irònica generai. por 1) .Tom: Fcrnàndez Broniòn. — Nuo— en regla, si la lanza desuella al animal, y si los peones no
lro> uniijuiIus. por I). Hepuraz. — K1 odio ile Septieuibre, pui' Canto el asedio *1• Bilbao, y evinió
li Minili» Ca-ti'lur, ilo la Beai Ai-a U-mia K-pniiola. — Uint-oiics do Del salvador ejército la h i/nña. salvan al jinete derribado: y aplaudo y diviértese si se tu­
Madrid. La callo do Suvdia. por /.oda.—MI centenario do Kclipo IL. rca y mata en regia. Es n cosariamente titas artístico y suave
por 1J. Jtirardo Bell rati v Uò/pido - Melonus, por 1). Baiaci Al ta­ ó" el magiulivo trillino de Espartero. el recreo que halla c] público español en las corridas. ¿L'ué
rami.— liduurdo Erealnnie, por 1). J F Sumnaruu y Atruirre — locuras no harán esos franceses cuando adquieran esc cono­
Tivn correo, poesia, por I). Jticardo Moiia-lcno. K1 capitan San- á iIloslada, como otros políticos de su tiempo que figura­
dorson, por I). Tarn...do Quvvcd» —l ’or ambo* mando«. .Narr i io cimiento que aún tío tienen?
no- cosmopolita«, por J) Jticardo ISorerro do lionsjoa —SueltO'. ron luego en el opuesto campo, empezó su carrera con un Considerado mercantilmente...... la conveniencia de esa
— LI Bros prcsoiitado' a està Bcduceiòn por autore' o editore'.— inUo de a lliC'i'di al general Espartero, pot’osdias después de nueva uliM ui para nosotros es problemática. ¿Es una espe­
Ammeios. la abdicación e I >. Maria <'risiimi. Es boy curioso que el
ClUABAtnis. — lìclUis Arto.-: Madrid. Kxpo-i. ión Xacional.de 1HM5. culación que consisto en llevar a las plazas de Francia ¡i los
; Sun rllax!, ettadro de 1). Fiimeisoo Mnsricm. — C'»lutti <i/*«?■>/. futuro redactor de /•.’/ I'a iln (Jobu*. que buina de poner en españoles contratando los diestros más fumosos? Este as­
onudro de lioiublaiidl.— Miuxtrv ih ■ari«, ouadro do Muii'oh.— sulla al ilustre l amoral catorce años adelante, empezase su pecto no nos parece ventajoso. ¿Es ¡ilición verdadera? Nada
Tmnsportes do Iropas dosi inadas a Cuba. MI nuovo vujxir ile carrera con un poema en su alabanza, y que el futuro Mi­
la Componiti 'l'r.in-uth'inttea, en ei ipie bau ombaivadò ou C.uhz perdemos con la prohibición, que llenará los trenes de Es­
d L's dol pasadó !<•' bablllollos del Bey y Loón. -Cadi/. Mi'a de nistro do ( ’arlos Y 11 hubiera escrito estos versos á su abuelo paña de franceses á cada corrida próxima á la frontera. ¿Es
oainpadti. colebrada ou la pinza do San .liiiiu de T)ios. con motivo Carlos Y : que las modas españolas empiezan á entrar en Francia, y
do la marcila dd batallun ilo Alava , dosi inailo a la 1-l.a ilo Cuba —
Minbaroo do lus balallono- del v Leon. dd ojeivito o.\podi"io- .......... - V un hombro 11 goza vamos a exportar trajes de torero, capas de seda y banderi­
nario de Cuba.olici vapor ('■■/.■/,. Bardo >s. r:\posioion ìnlerim- < nal \i'Pliioo loro/ ni id >ii|'li.'ii.i, llas? No llegarán a ser tantos como trajes de señora entran
eional.do 1s;'à. I.a -i.-.icioii do vinos. Koiralo di'l baroli Alfmi'O do A' lanía 'augi.' ,mn -invilii' O.ii,' por las aduanas ó por los vericuetos fronterizos. ¿Se espa­
BoilisduM.— l'aiis. Atonlndc* oonlra Uotlisdilld. MI desp.tdnt do Mira, y I míos •tc-qiójos
Mr. .loUodwi / dospiio' ¡lo la oxplu'iòn.—Jletmto de Jvlunrdo M" Dv su loen ambk'iij.i vii sa ri Icio. ñoliza una porción tic Francia? llaito nos liemos afrance­
oal mie. notatile autor comico valenoiuno. sado, y es justa represalia de los tiempos, t'oncliiiiti* s por no
A decir verdad. Navarro Villoslada no debió ser progre­ sabor 'i esto nos deslavóte -o ó nos conviene.
sista mucho tiempo, pues el año 48 fundó, con otros y como
primer director, el periodico moderado La /Is/luáa, no sin o o
c iiÓ N ir a (ì e x i;u a l . protestas del Sr. Borrego, de quien bullían sido redactóles.
El A « At'iui. — ¿Con que tu amo sale de noche el conde­
Obtuvo poco .después alga n cargo politico, cntio olios, la se-
nado ? ; \ dónde tiene su olí mía?
cictarta deM ioliieino de Alava. El año 54 fundó, con los
L a MAurn'HNKs -En el Conservatorio del Altillo de San
11 creemos qtte conduzca a mula Lavora Ilio la 8res. l'odioso, i ¡an ¡ilo, A vala, Sclgus y Sitare/. Bravo, único
Blas; hoy ven Irá tarde porque dice que hay cclixc.
T 'r f * polemica entablada elitre algunos periódicos que sobrevive, el lancsu l'a ih r Cnhnx. Al advenimiento
El. A '. f a i *. ii:. ¿N o es de esos que miran al cielo con
españoles a propesilo ile |os cañonazos S" al poder del general Nuivácz, s¡ mal no reeurdumos, siendo
unos ante’ijos muy largos?
‘ punidos al Iin*|ite norteamericano el AHia/ii •e, ministro di- la IHibernación I ’. Cándido Nocedal, fué otb’ial
I. \ M Mil l*utM-'.s.— S i, peto no sé lo que es: sólo se que lo
y poroso nos abstenemos *le intervenir eti ilo secretai la, y por culón es foiiu'* etterpo la friiccii’m neo­
que es mi amo ¡lealuí en mono.
ella. Hat ocasiones en i|iie es preciso ea- católica, en que ingreso como uno de sus principales futida■
El. A '.i'M u l! can aire i/c »n/ierioritluil . Calla, zopenca,
I » .
' "0 / JV-* " iU •' |l's' l|itllar . y L 1"II loneta es siempre iitil.
» i ^ I » y ilo rigor citando lo que se trata se ha de vou-
dores, dirigiendo luego su« m is importantes periódicos,
basta que. vii el trastorno que hizo en los antiguos pan idos
que ya entiende; til auto es un gastrónomo.
la revolución ile Scpt¡emine, ingresó en el earlisnto, lle­
f (¡lar con sangre ajena. Los asuntos interna'ion des
solí do tal mdnlo, i|ite á veces conviene dar itupor- gando a ser uno de los secretarios de R. Carlos. Esta , ¡i — Papá, ¿podremos ver el eclipse de luna?
tuncia do agravio a una mirada, y otras hacer la grandes rasgos, la evolución de sus ideas cu los emettimi i y No: es a las tras de la madrugada: es un i'elipse hecho
vista pirda ¡i cosas do mucho Imito \ guardarlas en cartera. ocho años i pie median desde el uño 87 al 95. l’ ero en tan á propósito para las gentes de mala vida.
Nadie podrá dudar de la fuerza niaritiina y decisión de In ­ larga vida poli tica-, ¿quién hubiera po lido acabar donde om — Si no he visto ninguno.
glaterra, y ha rehuido en tnnelins oeasioties todo choque cotí pczóV ¿Ni quién, sin grandes prowclios. huhicru variado No t iene que ver: figúrate que cae en la luna ttn borrón
los Estados l'n i ios. poli pie razones ih- alto interés lo acon­ tanto a ser un ambicioso? Es indudable que la convicción, do tinta: eso os un eclipse.
seja han. I-'rancia no htihicra ooti«ctu¡ lo la ocitpiu i m de el desengaño, el tiempo y la experiencia inliuyeron en la
Egipto por I ligia tena, á no tener neeesi lad *1" reponer sus tiiodilieación gniluul de esas ideas.
fuerzas y dejar para mejores días los a «untos exteriores. El l ’olemista formidable por su ilustración. la sagacidad de Ros borrachos mirati à la lima antes del eclipse. Rice el
apon ha disimulado con furnia coriectisinia v dado por su inteligencia, la lina y punzante ¡roma con que se burlaba uno :
terminada la guerra cuando i ha ti ohleuer las vetilajas. Es ■Id nilvcisaiio con cortesia aparente; periodista de pluma Yo no vco mula. ó y t ii ?
paña estaba preocupada por mi grave eonllielo ¡nlerior, siempre gallarda, ha sido nti" de los maestros que hicieron — Tampoco. ¿N'os liabrun cuganado?
eitatido surgió una complicación desagradable, ¿Se pulía tu -jor papel cuando escribía un Lurcnzana, y no nos expli­ Es 11ue soiuos imi'S 1*rut• s. No di'Tti quo o! eclipse es
exigir que extremase eu a*|uellus momentos la fuerza de su camos que baya muerto sin ingresar en la Academia do la taparse la luna? ¿Cónto se ha de tapar, si la niimmos de
razón. « ipte con temporizase cediendo, no cu su derecho, Lengua, buscaban su lirtna y loia» sus artículos por saborea: fronte? Yolvnnionos de cspahlas.
sirio cu la apreciación tic un hecho? Nosotros sólo lamenta la elegancia de su dii cimi y su vigor de pensamiento, aun
mos (pie las halas que envío el bravo comandante de h'A IV- aquellos que detestaban la intención de sus ni 'titos. Lástima
— ; A y qui' List ima, qtié p itia !— dice Merced ibis.
uiiililii no liuhieran dado en el Maneo dentro de las ag ías grande.qtic la obra principal d_- a piel insigne escritor haya
— ¿'.lite siiecde. Iiijit?
españolas, y *pie el capitán contrabandista y su cargamento e lido cu esc rio, que lodo lo ¡tirasira. de la prensa, y no pueda
l'uà muriposa miiy pc.qtiefiii se ha qitemado en la hiz v
de guerra no hubieran si lo aprésa los. Como no lo lueroti y formar elici po. .Merecería, sin embargo, dejar memoria . si­
està patuleando. ¡A y , si no quiero mirarlo! ¡Polire Iddio!
se produjo un clamoreo de esos ipio no permiten discurrir, quiera en forma de soberbios fragmentos, en algiin libro, de
seguro muy notable. No ti< allijas, qitc conio osa mari posa es lati poq.uefia
no creemos absurdo, sino eneldo, que se procurase echar debe dolerle muy poquito.
tierra al ¡istmio en momentos cínicos, sin perjuicio *1 • usar Era muy alto y delgado de cuerpo: de cabeza pequeña y
la» energías necesarias en mejores ocasiones. Tienen ra­ expresiva; de color muy moreno, y tan timido y tardo para Josii F khnàxiirz B iikmón .
zón los n.ne dcliomlen los derechos de España: la lienen hablaren juntas, eolito brioso y elocuente pítima en mano.
asimismo los que divagan por no poder hablar con toda cla­
ridad, \ nosotros al exponer la • pñvie ion deque convendría
Valencia ha perdi locasi al mismo tiempo un sainetero de N U ESTRO S O R A 15A |M)S.
pasar á otros asuntos.
nmolta gracia, \ que deja un teatro completo. R. Eduardo
El telégrafo nos transmite casi todos los días triunfos y
Escalante. Antique el valenciano escrito no ofrece dili ulta-
glorias de nuestras tropas sobro los insurrectos. Acabar
dcs para cuictiduile, ello es que esas obras teatrales rara vez HULLAS AUTES.
pronto con éstos es lo »pie ahora importa,. llegan a nosotros, y sólo las coiti leemos por su lama: debe­
o mos, pues, atenemos a Ja «puiión de los inteligentes valen­ Madrid: Eximsk'ión Niicionnl. ite ISSA., $ou tifo*.', eim'tro «le Ma—
o o nera.- l ’ulnzu ih cuadro de ttembrandt. — HI iniies/rn ■le
cianos, que colocan n este autor entre los mejon-s de su tea­ i'iiCii.' . l'UuUl'u de Muiuell.
Los l'errolanos están ex'itadísiinos por una orden del M i­ tro regional. ¿No bulina medio de Imeer una edi -i ut completa
nistro de .Marina para que puse á reparar cu Bilbao sus ave­ de sus obras para que las disfrutase toda España? Etnie Sin mucho esfuerzo se adivina la graciosa escena del cua­
rias un bu pie de la armada: ¡i su vez, los «pie tlelicnii.en la tanto, asociémonos al sentimiento de Valencia por esta pér­ dro del Sr. Masricrti qtii' reproducimos cu lu página primera
orden alegan razones de mayor tardanza de esa reparación, dida importante para las letras. de este número. En ella aparecen dos personajes, y se supo­
si se efectúa en el Ferrol. No somos especialistas para poder nen otros dos. Estos son sin duda unos amigos que se dieron
o
apreciar do qué paite está la razón en este caso: solo si nos G O cita con dos amigas (las que eti el cuadro aparecen) en el
indinamos á creer que hay en la queja de los fenol.utos se­ baile de máscaras. Peni guardaron ellas el secreto del dis­
La suspensión <13 ima con ida do toros española en Ba­
rios fundamentos, cuando en estos momentos nitiens pura fraz, y hasta después de la consiguiente broma no se descu­
yona, \ en algunas otras riu ludes del Medio lia de Francia,
la patria reclaman con lauta energía su derecho: pero, al bren. El Sr. Musriora lia dado muy diferente actitud ¡i Jas
lia producido tumultos, quejas, recriminaciones, una gran
mismo tiem po, su historia y su carácter nos permiten espe­ protagonistas: la más alta y morena la tiene altiva y solem­
excitación, y, lo que es mas sensible, algunos beri los y pri­
rar que, sean cuales fueran los perjuicios que se les irrogan, ne: la mas baja y rubia, alegre y burlona. La intención está
siones en la primera de las poblaciones citadas, ¿t.'ué actitud
no han dé ser éstos superiores á su patriotismo, y que éste y igualmente murca hi en ambas y de un modo magistral.
nos conviene tomar en est • asunto tan nuevo? ¿A quién
la conveniencia del país liarán á los unos ceder en su act itud
debemos nuestras simpatías? Iluinimitariamente a los que
y a los otros hallar compensaciones justa- pura un departa­ proscriben las corridas con derramamiento de sangre: aten­
mento tan útil y tan lleno deservicios. La Cabeza Je a/n'intol, de líombrandt. que en la pág. 13(»
diendo al sentido común, en contra de los que consideran al de este miníelo publicamos, tiene aquella sublime grandeza
o toro animal doméstico: como españoles, alegrándonos de que que siempre se encuentra en las obras del insigne pintor
o o
se aficione al toreo una partí’ de los franceses, ya para que llatnenco. No sido se descubren en ella los rasgos del asceta,
Al terminar iineslnt última Crónica fallecía en Viaua don sirva esto de 'lis atipa á nuestra alición nacional, si el espec­ sino también la actitud severa y grande del filósofo. Asi
Francisco Navarro V¡lindada, gran novelista, regular poeta táculo es bárbaro, ó la justiliqiie con esos ejemplos exterio­ debieron ser los apostilles dei cristianismo: así fué sin duda
y periodista insigne. La podíica. absoihiendo la mayor parte res, si tuviese sobre su innegable cniekhni algo de bello, San Pablo, el pensador y político asombroso que llevó al
de sil vida, privo á las letras españolas de uno de sus mas varonil y sugestivo. Los que uchacubuii la popularidad de mundo gentílico las verdades del cristianismo.
cultos y serios novelistas, que deja muestras gloriosas do su ose espectáculo á vicio que contraemos desde niños y embo­ Este hermosísimo cuadro guardase en el Museo de Cassel.
talento en Doña /llanca <h S u cu rra , Doña I iraca </•• Ca.< tamiento ile la sensibilidad producido por Ja costumbre,
lilla y Anana • raxctis rs/juiiolc* cu el x¡;/h> I I I I . Imita­ con vendrán, coa la ¡ilición repentina de esa región francesa,
ciones de \Yulter Scott hemos otilo llamarlas, y no c*s exacto: que no sólo el hábito la ocasiona: en efecto, es un espec­ Es, en verdad, graciosísimo el ••iiadru de Munsch que
pertenecer á un gi itero no es ser imitación: Navarro Yiilos- táculo terrible que no se puede mirar con indiferencia: ho en la pág. 187 hallaran los lectores. Fin duda en alguna re­
liida estudiaba la crónica y las costumbres de un periodo jTorizu ó seduce: los noveles alieionados franceses no ven ciente tiesta que en el pucblccillo lia habido asistieron los n i­
histórico español, y lo hacia revivir en forma novelesca, todavía en esa lidia sino lo más saliente y más cruento: el ños á una función coral, y gusta minies lu novedad del espec­
con asunto propio y no ¡mirado: era discípulo del novelista hombre en peligro; la muñeca del picador: la ligereza de los táculo, se divierten imitándole. El muchaeho, como único
ingles, pero autor español y original, como todos los que diestros: el vencimiento del toro: la sangre derrainudu: el varón de la cuadrilla, tomó sobre si la dirécción, y erigiendo
sigan este procedimiento, más difícil que en otros países en Huido nervioso que se transmite por la plaza á cada lance, un palillo cualquiera para que sirviese de batuta, empezó ¡i
el nuestro. y los gritos atronadores de la muchedumbre. ¿Es la costum­ desempeñar sil importante cargo con la seriedad requerida.
Ron Francisco Navarro Villoslada empezó su vida polí­ bre la que lia dado ese gran i xito á las corridas ¡i la espa­ El coro cumple su deber contenía la fuerza de sus pulmones
tica muy joven, batiéndose contra aquellos con quienes fra­ ñola? lia tenido que causarlo la sorpresa v alguna cualidad y no menos ¡i conciencia que el director, cuya actitud es
ternizó en su edad avanzada, cotilo dice en la dedicatoria de especial del espectáculo, aun para los que no le comprenden verdaderamente graciosísima, \ prueba la excelencia de sus
su primer obra poética dirigida á su señora madre 1.).“ Ma­ bien. Y téngase en enema que el publico español no va á los facultades imitativas. Ruizas algún din descubra otras más
fia del Pilar Navairo Villoslada de Navarro. «E ste es el loros por la 'angra, sino por ia variedad, limpieza y gallar­ altas, y lo que ahora puede parecer puro capricho y pasa­
poema que a principios del año 87 se complacía usted en es­ día de las suertes: sobre aquel fondo rojizo de pinchazos, jera diversión venga á ser el despertar de mía vocación de­
cuchar de los labios de su hijo, conforme de su rudo ingenio desgarramiento de piel e intestinos ul aire, cu que la cos­ cidida. ¡Cuantos hombres no han hecho otra e s a en la tierra
iba brotando. Mi corazón entonces hervía de entusiasmo, que seguir de mayores Jos juegos que tuvieron de niños!
porque yo también, como lus héroes de mi canto, combatía ili 1). Carlos. (Nota del poema.) o
o o
8 SBPTiEjrmtK 1«í>r* LA ILUSTIÍACÍÓX ESPAÑOLA Y AMERICANA. N.° XXXIII — l.'tl

• Á ni por el número y calida«! «le las españolas, y por el lujo de autor trabóse plática sobre el estreno de lien , tlniou // no-
sus ¡nstalaeiones, han Jigurailu entre las primeras. m itin, que Mora halda estrenado.
Embarcó «lo tropas dpi ejí-rcito expedicionario de Cuba.
Merecen especial mención por este concepto las casas «le »Pasaron revista de memoria á los interpretas, y todos
Cuitiulo el |«rósente número (le L a Ii.rsTrt.vióx vea la luz, Pérez, «pie, como siempre, celosas por el buen nóm brele sus fallaban menos Mora, menos Mora, qim añadió:
estará en Cuba « asi todo el ejército expediiñnnano. Cmi la vinos, lian presentado instalaciones maguí ticas y coleoio- » — Solo quedo yo, que m«- muero ahora, y lo qtte sñ-nto es
misma facilidad •|no '.«hi bureó lia cruzado el mar y lia lle­ n«>s «le vinos «pie lian llamado extraordinariamente la aten­ una cosa.
gado a su destino, conducido en bureos españoles mandarlos ción de los jurados. » — ¿yué?
por capitanes españoles y con tripulación española. Todo en En el grabado que publicamos en la pág. 140 vense algu­ "— L'iio cuando nos reunamos a llí todos los que estrena­
esta excelente movilizneinn es español, y por tanto toda la nas do dichas instalaciones, «pie, según nuestros lectores po­ mos iu obra tendí culos q iic representan ln. y como en el elido
gloria ile haberla lioclio tan rápida y felizmente es de Kspa­ dran ver, son el principal adorno «1«' aquella ancha nave. gustara tanto elimo gusto « n la tierra, llamarán al autor y
ñia , y prueba «pie sabemos hacer las cosas bien y «pie tene­ Los Sres. Mai'pii-s de Hcrtemati, A. I«'. Valdospinn, ten Irás «pie iite tai también ....
mos para ello los recursos necesarios, ¡lá s tim a grande «pie M. Misa, Sres. Sánchez I tatúate-, I leí manos, v otros, que en "A l aprensivo Escalante llególe a lo vivo la gnudosa bro­
tanta diligencia no baya sido más oportuna! Por-|iit- ¿quién primer término lian ligurailo en aquel certamen, han contri ma. y echó á correr.
duda de que con la mitad de este esfuerzo hecho en Marzo buido «-orí su.» excelentes productos á que una vez más la »-\'o tuvo razón para asustarse, pues lia tardado diez, ó
(ya que el alzamiento do los rebeldes nos cogió despre­ lama «lo los vinos de -Jerez, baya sido proclamada por jurado doce años en acudir al llamamiento d« l publico celestial.
venidos), habría sobrado mucha parte do él para acabar la tan eumpeli'iite «•«uno el «pie « n esta ocasión <«- ha reunido
en i!úrdeos. (¡. I!KI'.MtAA
guerra?
En la pág. 133 darnos algunas vistas del embarco de tro­ c
o o
pas en Cádiz el din ;’>(.) de Agosto último, debidas á nuestro
r a ni*.
diligente colaborador artístico Sr. Comba. KL OCHO DE SEPTIEM BRE.
El batallón expedicionario del líe y . uno de los qtte em­ K¡ alentado «■onira HoMix-luM.
barcaron en el Colón, tuvo en el camino dos bajas, por ha­
ber cuido á la Via dos soldados, que quedaron heridos. Antes El harón Alfonso d«- Itotlisehihl, famoso por -ai riqueza, I.
de llegar á Villa del líio. la portezuela de uno de los coches, te luirá infinito numero «lo envidiosos, pero no es para t-nvi-
que sin duda iba abierta, «lió contra la barandilla del puente «Huilo por nadie que tenga buen jubdo. Suhiv que trabaja
más horas «jnc la mayor parle «I«« los mortales >pte se pasan ^as b'Sti \ iiluib'S, C lin ((tic CdlIllK -
ilel Kio Sábulo, \ con la violencia del golpe se desprendió,
arrastrando c illa caída á un soldado, «pie se hirió grave­ la \ iila renegando «leí nundio trabajar, n«> pin*«U- alalia r».- lu n fa e l c u lto c a tó lic o á la V ir g e n AI;.-
mente en la cabeza, y fue levantado del suelo arrojando «le su buena siH-rti- (aparre d«* los uegoi-ios, pites «•» esto \-,r> 'I*'»*. lle n a s están «I«* v e n la« le ra p o e s ía
mucha sangre por la boca. Más adelante cayó el segundo, niini-a le aliamloiut). «-111110 se vio 110 hace mucho tiempo L_ i y m a rg e n lian «la d o a in .1111 litera l d es
sin que por fortuna se hiciera mucho daño. cuando i-n cierta «•U'i-ria I«- dejaron tuerto «1*- una peni i- '-1 vtin Iros. N o h ace m u ch o «p ie acaba
A pesar de estos desagradables sucesos, llegaron á Cádiz gómela. <le «•(delirar la Ig le s ia con su n atu ral
los soldados con la alegría y algazara propia de nuestra tro­ Es hombro tan caritativo, «pie en una sola ocnsión dió un
í sY ^ l '0 ,l1P:i (>1 trá n s ito d e la \ ir g e n d« sde
pa, alegría aumentada por ios continuos agasijosdel camino. millón «lo francos para los pobres de Pan-'. \ el número de
ivnestro b ajo m u n d o a l c e le s tia l E m p ír e o ,
A las seis de la mañana todo el batallón estaba en el limosnas «pie bucees grandísimo, pero siempre con la des-
'* •* p u esto en nn-dia los «le A g o s t o , m e s q u e se
muelle, y á las siete empezó ó embarcar en las balandras y gru'ñu «le «|ríe no se lo agrailozea el torpe vulgo, poique si
vaporéalos que lo transportaron al transatlántico. alguna, vez da poco, no falta quien 1«; «l clare el mayor ta­ lle n a d e r e g o c ijo v e r d a d e r o a s í, a p e r c ib ie n d o la
l.u animación de.! muelle antes de esta operación y en el caño «leí mundo y «liga que «la por hipo«T<-sia, y si «la mucho liesia <|11 i neo «litis y c o m p le tá n d o la o tro s q u in e «'.
tiempo que duró (de siete á o d io ) era grandísima, y el es­ luego «pii'-n mnnimr«-: »¡Bitli! Para eso es líotliscldl.l.» C ada m es d e l añ o gu ard a una c o n m e m o ra c ió n an á­
pectáculo que ofrecía por lodo extremo interesante, l ’ nos sol­ Por último, la lian tomado con él los anarquistas, á quili­ lo ga . En el m es d e . lid io c e le b r a la Ig le s ia e l n o m ­
dados cantaban, otros tocaban las guitarras y panderetas, y nes sin dúdalos parece bu-n Illanco «le sus tiros contra el b re d e A n a , m a d re «le A la ría : en el m«-s d e .Junio,
algunos escribían á sus familias la última caita, en varias de infame capital, lía-o tiempo que le escribían cariasen que «-I n o m b re «le .lu á n , h ijo «le S an ta Is a b e l, p r im a d e
las cuales iba también incluido el retrato del remitente. En la !«• amenazaban « insultaban; pero el P>ar«’m acuitó por u -os-
M a r ia : en «•! m es d e M a y o lo s a lta re s C on sagrados
pág. 1 :-Jíi de este numero hallarán los lectores reproducidas lumbiarsc á ellas y no háí-erlas caso, «le modo «pn- conforme
a la A ir g o 11 se p u e b la n «le llo re s c o m o los cam p os,
algunas «le estas pintorescas escenas, venían las apartaban y guardaban los s e Tetarlos, sin cui­
A las ocluí llegó al muelle el batallón de León, embar­ darse «le avisar ó la policía. Estos s -«-i-i-taiios son los señores y los a ir e s , á su v e z , se im p re g n a n «le in e x t in g u i­
cando á las diez, l'or ser algo más tarde había mucha mayor X ii-oloviidi y-lo h o d u itz. los cuales «1 «lia -ó traba jaron jun­ b les b-i in ía s , c o m o d o arom a s p r im a v e r a le s ; e n el
concurrencia de curiosos. I.’ cpitiéronse los vivas á España, tos en la lectura «le la correspoti 1« n ¡a, basta «pie por haber m e s de A b r i l , to lo lo c o n !r a r io , recor«h u n os su so ­
al ejército y á Cuba española. salido el primero para ilcspu'-liar unos liego«-ios. quedó solo lé« la«l 1 r¡st ísi nía, y s e n tim o s h o r r ib le p en a \ ié m ió la
El vapor f.'olón es uno de los recientemente adquiridos el según-1» ilisponieniln.se á aluir un grueso pliego ■jue ha v e r te r lá g rim a s al p ie «I«' la c ru z d o n d e m u e re su
por la Compañía Transatlántica y «lo los muy««res de ésta, lúa venido ccrtilii-ado. Metí • «-1 i-m-óillo para cortar «-1 sobre, h ijo : en el m es d e M a rz o lle g a la in o lv id a b le
pues tiene 5.300 toneladas. En la pág. 13'2 le verán los lee y como viera un hilo «pie oslaba sujeto por el sello «le hiere, A n u n c ia c ió n «i E n c a r n a c ió n q u e n os e v o c a «d á n g e l
lores, y en la Lid encontraran algunos detalles de su cu­ tiró «I«- « I, estallanilo entoii- es la «-arta *"ii grandísima fuerza
d e s c e n d id o á tra n sm it ir la buena n u e v a : en e l m es
bierta, de apuntes tomados por el Sr. Comba. Llamábase y ruido. El Sr. -lokodwitz cay.« «le espaldas, y cuando vinie­
antes .l/ n w , y pericnceia á la Compañía inglesa de la In­ ron á levantarle otros empleados, «pie al este« pito del esta- d e F e b r e r o , la l ’ rc s o n fa c ió n al te m p lo , ilu m in a d o
dia. Le manda el capitán Ib Laureano ligarte. Las fuerzas lli«lo a -uditínm. le bailaron muy mal beii«lo en la «-ara, sobre con las c a n d e lilla s re c o rd a to ria s «b- a n tig u a s fies ­
que ha conducido de Cádiz á Cuba pasaban de 2.200 hom­ todo en el ojo derecho, y con una man«« estropea«la. tas p aga n a s; y en to «lo «-I a ñ o , to d o s los d ías,
bres, á saber: 1114 soldados y cabos, Al sargentos, Ai? olicia- En este lance veló sin dn la por el banquero la buena c u a n d o la n o c h e s o b re n o so tros cae y se le v a n ta n
les, v 3 jefes do León, y 5)4tí Sol lados y cabos, 33 sargentos, suerte «pie le guía en los m-gocios. obsi-nr.-i-ieñ lo a la mala las p rim e ra s e s tr e lla s , resu en a el A v e m a r ia , c a n ­
34 «ilúdales y 3 joles dd líe y , a lo «pie hay que- añadir «pie en otras ocasiones |,-. ha perjiuMcailo, porque sin la cir­ tada p o r las cam p an as al v u e lo y e x t e n d id a c o m o
«lll individuos «leí depósito de l liramar. Lleva ademas mu­ cunstancia de hallarse aiptel «lia >-n l'imn-iUe, la carta lm-
un ru c io c e le s te in v is ib le p o r bis c a m p o s ilu m in a ­
cho material de guerra. El batallón de León lo manila el liiera ido á sus manos y no a las «le su se« n-Iai i««.
d o s d e l c r e p ú s c u lo , d is p e r ta n d o san tas o ra c io n e s
teniente coronel Ib Cándido Macias, y el del líey el de la Del análisis «pie «Id pliego se ha hedió resulta «pie la sits-
misma graduación Ib llamón Trinchar. tan- ia en él puesta era fulminato «le mi-rcitiio en «,-aiiti«ln«l q u e su ben «ies ile n u estro p e d io ñ la iiitiie tis id a il, y
También damos una vista de la plaza de San -Iuan «le I »ios de irnos 50 gramos, que ¡lia mus bien metida entre gruesos r e p it ie n d o esa e te r n a r e v e la c ió n «p ie id e n tific a lo
en el momento de celebrarse la misa de campaña á las tro­ cartones. lin ito c o n lo in f i n i t o , y nos r e c u e r d a las «los e s p i­
pas expedicionarias. En la p ig . 1.41 publicamos el nitrato «le Mr. Alfonso de r itu a le s m a n ife s ta c io n e s á c u y o b r illo se aclaran
Esta tiesta religiosa fue conmovedora y solemne. Asistie­ líot.lischild, s tina vista del despacho «taspitos de la explo- la n o c ió n d e D io s en c i e s p ír itu y la e x is te n c ia
ron á día los batallones de Soria y Alava y cuantos gadita­ siiíri que birló á su secretario. d e D io s en «-I U n iv e r s o : a r te y r e lig ió n .
nos pudieron, asi los ricos como los pobres, mostrando la es­ Luego que liego á Tm uvülc la noticia del aromado, re­
trecha unidad do pensamiento y de propósitos que entre «4 gresó u l ’aris el opulento Imnqnero, y declan'i á la policía
ejército y la muñón existe en estos momentos en que la •pn- llevaba recibí los muchos cientos «le- cartas con amena­
11.
ií tierra impon«- á todos dolorosos sacTi lirios. En la espaciosa zas, «le las cuales 110 hacia caso alguno. Dijo también que
]ilaza y en las azoteas, ventanas y halcones que dan a ella un sospechaba «piiiñi pudiese sor el amor del atentado, pero
laibia más de : (UK)0 personas. El altar estaba bellamente que le suponía movido por la campaña antisemita. La poli­ P e ro n o h ay (ie sta c o m o a q u e lla q tte c o n m e m o r a
adornado. Dijo la misa el Sr. Obispo, ayudado del canónigo cía cree «pie el criminal debe ser un anarquista, pero basta la X a tiv id a d s a n tís im a d e A la ria . ¡C u á n h ern io sa
Sr. Morales, y luego de acuitada, dirigió á las tropas una ahora lioso lia logrado descubrirle, á pesar «le las gratules e n las p la y a s m e d ite r r á n e a s ! E c lip s a b a basta la
elocuente y sent ida alocución que conmovió á todos. El señor «liligimcias «pie para ello se lian hecho. m ism a N a v id a d : q u e asi lla m a m o s , e lid ie n d o una
Obispo supo hablar con gran elo -ueneia al corazón y al sen I’in-os «lias después (e l ó «Id (-órnente) otro malvado puso s il día «leí c e n tr o , á la N a tiv i.h n l s a n tís im a d e C r is ­
tulliente religioso «le los soldados. lina bomba en «d portal del palacio «le líotliscliilil, pero
to. ('¡n ía p u e b lo v i v e a llá «'ti L e v a n te b ajo u n a tra­
«A q u í estamos reunidos, les «lijo, ante el Señor de los tuvo la mala suerte «1>- caer <-n manos «b- la policía. Delante
«b- la casa Imbia un guardia «pie sospceli « «lo aquel sujeto d ic io n a l a I v o c a c ió n d e la. V ir g e n . I C ria s e «p ie tan
ejércitos, ante su santa Madre la excelsa Emperatriz «le las
victorias «pie premie ese altar, con tanto gusto dispuesto, «111«• cautelosamente, y «-orno proi-iiraiido t-si-onclt-r algo de­ gra tu les y s u p e rio re s e n tid a d e s c o m o son los p u e ­
para impetrar gracia y protección á favor de los sóida«los bajo «le la ropa, entraba en el portal. Siguióle y le alcanzó b lo s , n e c e s ita n t e n e r ta m b i.-n su m a d re , y q u e,
«pie marchan, y que retornen victoriosos á este pueblo «pie «•ií la escalera. i-n d momento ib- premier fuego a la inedia p a ra p e rp e tu a rla p o r s ig lo s d e s ig lo s s o b re las g e ­
ahora, triste, los ve paitir. «le una bomba, la cual arrojó luego al sudo como si «pii n e r a c io n e s c a m b ia n te s , la colo ca n en el c ie lo . T r o ­
»¡Soldailos de Alava y «le Soria, sel devotos de la V ir­ s¡i-ra Ilaceria estallar, cebando ó correr cuanto podía. La n ará c u a n to q u ie r a el f r í o e s c e p tic is m o c o n tra los
gen: recor«lad las oraciones «pie, vuestras madres os enseña- bomba no estalló y el guardia pudo salir en pt-rseem-ión «leí e x v o to s y las p rom esas. P e ro y o d e c la r o n o h a b e r
lian cuando con vuestras tiernas rnaneeitas os hacían la criminal, alcanzándole de allí a poco y prendó mióle, aun-
p o d id o e n tr a r n u n c a d e n tr o d e una e r m ita , le v a n ­
señal de la cruz en la frente! María os amparará y os «!«■- «pie resistí«» cuanto pudo. (Jonducido al comisariailo de la
fetiilorá «le los horrores S peligros «le la guerra. «.-alie «I«- I’ rovi-uza, s<- decían’« anarquista. añu«licinlo que no tada en los p ro m o n to rio s :i la E s tre lla d e l m a r , sin
»E n estos momentos solemnes, tan cri tiros como emocio­ era sanguinario, por lo cual la bomba «}iu- había hedió era p r o fu n d a m e n te c o n m o v e r m e con v e r d a d e r a e m o ­
nad« «s, «'• interpretando los deseos «leí Sumo Pontífice, cuya siilo un petando «le pólvora sin metralla ninguna. Lo que c ió n , p en s a n d o c ó m o esta f e v iv a y e s p ir itu a l d e l
representad««!! augusta todos los t Ibispos tenemos, yo ben- siempre neg«'« lité su nombre, tío habí« ndolo podido averi­ a lm a c o n tra e una in te n s id a d tan m ila g r o s a e n los
«iigo ñ estas tropas y ó este pueblo en el nombre del Padre, guar basta la fecha las antorhlatles. h o rro re s y p e lig r o s d e l n a u fr a g io , (p ie c re e v e n c e r
del Hijo y del Espíritu Santo.» o las fa ta lid a d e s m a te ria le s c o n sus p le g a r ia s y con
o o
o sus in v o c a c io n e s , cu a n d o s e m e ja n te s fa ta lid a d « s
o o r.m'AiíDo i'.s' Vi a x't'K, s«m más im p la c a b le s y ru gen más fra go ro s a s . A llá ,
n r ti o i-:o.<. nolatile autor mímico valenciano. en G a lic ia , co n tra s ta m u c h o la p la c id e z d e Has y
Exposición Internat ional «le IStt.i. La sección «le vino-. m o n ta ñ a s y radas y p u e rto s c o n e l e m b r a v e c i­
En la pág. 1-351 bailarán los lectores un breve estudio de
este autor, muy bien lu- bo por el Sr. Sanmarlin y Aguine, m ie n t o y tu m u lto «le las o ce á n ic a s aguas. A' es d e
La 13.a Exposición de Burdeos organizada por la So«-ie- y al cual sólo añadiremos, por parecemos curiosa y entrete­ v e r s ob re la fa ld a i n f e r i o r d e l m o n te , con to d o es­
dad tilomática «le aquella dinlail se lia celebrado, como las nida, la siguiente anécdota que encontramos referida en un m e r o c u ltiv a d a , en g u is a d e ja r d in c illo s , lo s b a n ­
anteriores, en la vasta plaza de'.»uiiii iinces, por « iiyo frente .periódico:: c a le s lle n o s d e m a íz , c ir c u id o s p o r castañ ares ca r­
corre el rio (¡arena. El certamen «le este año es general ga d o s «le p u n za n te s z u rro n e s y r o b le d a le s cargad« s
para todos los productos, y universal para los vinos. La cir­ <r....Escalante era muy aprensivo. Temía ñ la muerte y á
«le b e llo ta s , m ie n tr a s p o r las c u m b re s e n c in a s y
cunstancia «le ser Buríleos cabeza dé una «le las mayores su hendí lo siniestro la i-nf«-rmeda<l basta un punto extraor­
comarcas vinícolas del mundo, dalia singular importancia dinario. Tan grande era aqudla su «b-bilidad, que cnamlo p in a re s d e m a tic e s c u y a s c o n tr a d ic c io n e s fo r m a n
á esta sección, á la que se reservó la fachada del edilicio el insigne Ascensio Mora , «-rendor en la escena •!«* miudias p in to re s c a s a r m o n ía s : y «‘ ti la m ás a lta c u m b re ,
principal. obras suyas, se moría, coste trabajo llevar á Escalante a llí d o n d e fa lt a base y a p o y o , c o m o rié n d o s e de
Todas las casas del mundo nombradas por sus vinos lian hasta «I lecho «Id dolor. Ií i odióse, por fin. á su propio alecto la gra v e d a d y v o la n d o p o r las a ltu ra s , cu al un ta­
acudido al certamen, y con sumo gusto consignamos que y á las súplicas del enfermo, y fué; y entre d actor y el b e rn á c u lo a é re o ro d e a d o m u ch as v e c e s d e n ie b la s
13-2 - N. \ X \ III LA il/TSTRACTÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA 8 Rkitikmiiük 1895

T R A N S P O R T E S DE T R O I* A S D E S T IN A D A S Á C E B A .— el nuevo VAPOR -(COLÓN*-, DR LA COM PAÑIA T R A N S A T L Á N T IC A ,


EN 12L QUE H AN KM 15ARCADO, KN C Á D IZ, EL L.O DEL PASADO LOS 15ATA LLO N K S DEL RF.Y Y LEÓN.
(Dt-1 culural. i-or Conilia.)

C A D I Z . — M IS A DE CAM PAÑ A C E LE B R A D A EN LA P L A Z A DE SAN JU A N DE DIOS, E L D ÍA 2.*) D EL P A S A D O , CON M OTIVO DE LA M A R C H A


D E L B A T A L L Ó N DE Á L A V A , DESTINADO Á LA IS L A DE CURA.
(B e i'o to i'ra fla Jo Lel-rón L.uzuriagn.)
h Smn-.\ri;i¡r. I-'.' > LA ILUSTRACION ESPAÑOLA Y AMERI CANA N." XXXI11 13:

C Á D I Z . — EMBARCO OH LOS B A TA LLO N E S DEL R E Y Y LEÓN, D EL EJÉRCITO EX REDICION A R IO DE C U B A, EN EL V A P O R «C O LÓ N -.

lia el muelle. — La última carta.— Embarcos en los vapores auxiliares ele la Transailántiea.— Oficiales en la toWilla.— En busca del rancho.— Castillo y pozo de proa,
entrepuente y sollado donde se hallan las literas de los soldados.
(Del natural, por Comba.)
134 — n.° xxxm la ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA 8 S ki' tih .m iikk 1895

multicolores, la «»rmitilla, desdo cuya puerta el pueblos amarillos; las jóvenes generadoras, en las su cabeza; bajo palio deslumbrador; entre cleros
mar se descubro á lo lejos, la ermitilla con su Vir­ tradiciones Hincas, de redentores al soplo tan sólo vestidos de arrogantes dalmáticas; realzada ella
gen dentro, faro místico cu que ponen sus ojos, de un Dios: los peqnoñuelos nacidos como Krichua por nulies de humo que despiden los incensarios,
al partirse y a 1 tornar, los forzudos marineros y en gruta donde, se reúnen los pastores del monto y por motetes que entonan voces suavísimas, ante
los añorados nostálgicos emigrantes, entre opues­ con los ángeles del cielo; aquella idolatría do las un pueblo hincado de hinojos y extático en una
tos afectos de los que avivan los movimientos del viejas liturgias célticas á la mujer que lia engen­ contemplación arrobada é interminable. Seríamos
corazón y centuplican las potencias del alma. Ima­ drado sin mancha y parido sin pena; esa corona por aCfiielhí sazón inocentes en demasía y conten­
ginaos cuando cae de súbito inmenso nubarrón, de poesía que sobre las sienes de una madre ideal tadizos y optimistas: pero debemos decir con inge­
que parece pesado cual el plomo y obscuro cual si han puesto lo mismo el adivino cableo en sus ora­ nuidad (pie, desde Natividades pasadas á Nativida­
l'uera de ceniza: cuando vibran cuerdas y lonas ciones dirigidas al resplandor do la luz, que- allá des futuras, nutríamos las incesantes aspiraciones
despidiendo gemidos sobrenaturales, y tiemblan el abistmo á su diosa, negra como las tinieblas y estéticas de nuestro espíritu con el recuerdo que
palos y tablas entre horribles sacudimientos que tan brillante como el mármol obscuro, anticipan nos había dejado la Natividad anterior y con la
vana destrozarlos; cuando bajo la quilla, casi des­ la inacabable letanía (pie todos consagramos á la esperanza de otra Natividad próxima, pues, aun­
hecha, hierve la tormenta casi exterminadora. y Yirgen, cuando al olor de las llores y al concierto que se repetían en todas ellas iguales tiestas y ce­
sobre las velas empapadas culebrea y truena el de las aves, con las mieles de los dulces frutos en remonias, también se repetían en todas nuestras
rayo: cuando las olas del mar, batidas por el hura­ los labios, entonamos a>piel las palabras llamándola almas iguales emociones.
cán, parecen trasladarse á la región di; los vientos en frases innumerales lirio del valle, regocijo de
y deshacerse por completo en espesísimos diluvios; los ángeles, consuelo de los apenados, salud de los
V I.
cuando el huracán levanta con sus resuellos mi es­ enfermos, causa de todas nuestras alegrías, amor
pirales de trombas aquellas liquidas montañas de de todos nuestros amores, mística rosa, sin que
base negra y bituminosa, do cumbre, relampa­ hayan podido agotarse las loas y alabanzas queda Las historias eclesiásticas no aciertan á fijarnos
gueante. y eléctrica: cuando mugen como manadas mujer merece como generatriz y como compañera cuándo so declaró fiesta mayor la Natividad san­
de toros bravos berilios, así las profundidades in­ del hombre, ya sea virgen castamente amada, ya tísima de María en S de Septiembre. Dicen los
sondables del mar encrespado, como las profun­ virtuosísima esposa, ya santa madre. libros ortodoxos que místico innominado, muy
didades insondables del cielo tenebroso: y entre absorto en sus contemplaciones, oía en N de Sep­
tantos horrores como centellean en (orno vuestro, tiembre, todos los años, conciertos celestiales, don­
caéis desde vuestra nave rota en pedazos al abismo, Y. de instrumentos nunca escuchados por orejas hu­
con qué fervor invocaréis á la Virgen Madre, cuya manas unían sus acordes con voces angélicas, de
piedad milagrosa tan sólo puede amansar aquellos l’cro volvamos á la Natividad y al X de Septiem­ todo lo cual resultaban himnos capaces de mover
inconscientes odios y cuya sonrisa dulcísima sere­ bre. Yo recuerdo cuanto sucedía en tales festejos, los corazones más fríos y embargar los ánimos
nar aquellas espantosas tempestades. como si estuviese ahora mismo presenciándolos. más rebeldes. En sus antífonas, la Iglesia dice á
Todos los niños de la escuela contábamos con ios María cómo su Natividad trajo regocijo al mundo,
dedos de las manos, desde los comienzos del estío, porque do su seno surgió el sol de justicia, Cristo
III. los (lias (pie faltaban al advenimiento de tan su­ nuestro Dios, quien, deshaciendo la maldición
blime día. Conforme se acercaba, nos íbamos po­ debajo de la cual estábamos todos comprendidos,
Muchos fantaseadores de la historia imputan lo niendo enfermos de impaciencia. Ibamos á ver en echó sus copiosas bendiciones sobre nosotros, y
extendido del culto á María entro los gallegos al nuestras calles la Virgen, todo el año recluida en venciendo y matando La muerte, nos dió vida
carácter puramente céltico de la raza galaica. Y sn áureo camarín, y alguna (pie otra vez entrevista sempiterna. Y os natural semejante alegría, por­
asi como en las romerías ven una especie de. festi­ con amor, al través del espeso incienso y de las que la Virgen de nuestra redención corresponde
vidad semejante á la que celebraban los antiguos áureas gasas, muy lejos, en sitios inaccesibles casi con la hora de nuestra culpa, y al anunciarse la
celtas en los bosques descritos por Luí-ano, ven, á nuestros ojos y á nuestras manos. Comenzaba la Inmaculada Concepción de aquélla, y al advenir
á su vez, cu la devoción ¡i la Virgen Madre, algo festividad por la víspera, en plinto de las doce de la Santa Natividad suya, desenróscase la serpien­
del fervor con que oían cual oráculos y adoraban su noche. A esta luirá critica la llamábamos alba- te, que á Eva teníala, del árbol de la vida, y rueda
cual representantes de la divinidad sobre nuestro da. No puede concebir ni comprender un cortesano inerte al abismo. El bien de la redención cristiana
suelo á las inspiradas sacerdotisas de Irminsul. cómo á un campesino le duele trasnochar basta las trasciende á los seres inanimados y animados. Los
I.'ero en las tierras orientales de nuestra penín­ doce, cuando suele llevar por costumbre de (los gozosos albores del día en que penetró la espe­
sula, tan helénicas, acontece lo mismo, exacta­ á tres horas del sueño bendito, consiguiente al tra­ ranza dentro de nuestra vida mortal debían pare­
mente lo mismo, que allá en las tierras occiden­ bajo forzoso y diario. Costábanos esfuerzo sumo cer de nueva y nunca vista luz, como nuncio de
tales, tan de suyo celtas. Al recorrer los caminos estar de pie á hora tan tardía y tan ajena en últi­ renovación profundísima, porque la triste y acerba
bordados á un lado y otro de pitas y nopales; por mo término á nuestros peculiares hábitos. Mas, así levadura del mal se acababa en todo sér, y nucía
las campiñas donde los relucientes setos de grana­ que rompían las bandas varias de música en him­ la fe viva en un triunfo definitivo del bien. Antes
dos contrastan con los verdinegros olivares ergui­ nos, y tronaban los morteretes en salvas, y repica­ de tal suprema hora podían las almas imaginarse
dos cu roja tierra: entro los torrentes secos, hermo­ ban las campanas al vuelo, y henchían de voces que al mal, triunfante allá en el Paraíso perdido,
seados por floridas adelfas: tras las coronas de regocijadas las gentes el aire, y una procesión de lo tocaba decir la última palabra cuando llegase la
palmas, y sobre los jardines cubiertos de naranjos, antorchas, parecida mucho á las retretas y pasaca­ consumación de los siglos, á la hora de acabarse la
veis (destacarse una rotonda compuesta con tejas lles corrientes ahora en las ciudades europeas, in­ tierra y extinguirse los soles entre los estremeci­
de brillos metálicos, parecidos á esmaltes, las cua­ terrumpía. el silencio de la noche y lanzaba toda la mientos del juicio linal. Mas así que María llega,
les tejas forman como un astro diurno en aquel población fuera y lejos de sus hogares, corríamos viene con su presencia en el universo la llor donde
cielo azul y entre aquellas maros de luz resplan­ nosotros al festejo y gozábamos de todas sus inci­ so halla contenido el bien, á cuya virtud corres­
deciente, é indican el santuario y coronan el altar dencias y do todo su conjunto emi una intensidad ponde la victoria definitiva en los graneles y por­
de la Sacra Virgen Madre. tal de goces, que no podrá luego reproducirse ja­ fiados combates contra el mal. Todos los profetas
más en lodo el curso de la vida, embolada jim­ judíos á una, en sus ajiocalijiticas visiones religio­
ios años la sensibilidad y ex.iota por el cálculo y sas, no se habían sólo contentado con anunciar la
IV. por la experiencia nuestra entonces creadora fan­ ruina de aquellas Babilonias y Nínives donde ha­
tasía. ¡ Cómo volaban á la vista nuestra, fasci­ bitaba la tiranía; tras el anuncio de tamañas catás­
Yo me acuerdo siempre de la tiesta consagrada nada en aquel hipnotismo producido por indes­ trofes difundían la siembra de consoladoras espe­
por nuestro alicantino pueblo de Kldaen los tiem­ cifrables corrientes magnéticas, los cohetes de ranzas, resumidas en la tierna inmaculada Virgen,
pos de mi niñez á este misterio religioso de la Na­ mil varias luces y colores en la serena inmensi­ que debía quebrantar la serpiente y aplastarle bajo
tividad de María. Es el K de Septiembre. La vida dad celestial, donde nos parecían súbitos cometas, sus pies la cabeza. Y asi, cuando la lengua de Ma­
está en su completa madurez. La panoja del maíz como los anunciados por las epopeyas fantásticas ría se desata y la palabra suya se anima, como luz
amarillea; la dulce almendra cae, cubierta de go­ para la edad en que llegase á entrar la creación pura, en el aire, lo primero que anuncia es la ben­
mas, desde los aterciopelados zurrones, al seco te­ dentro de armonías prometidas por pronósticos dición universal consagrada por todos los siglos
rrón, donde brilla con toques de ámbar obscuro; propicios y aguardadas en místicas esperanzas! Ya, venideros á su nacimiento. K t b e n ln m e d ic e n t ü m -
engordan las aceitunas y verdean entre las hojas desde aquel punto, hasta dos ó tres días después, n r.s t j i 'i i i 'l 'l l h o i i f í i .
de leñoso aspecto; el racimo se carga del jugo azu­ no teníamos espacio ni tiempo, sino para los más
carado, que dará, en el apercibido lagar, mosto exaltados regocijos, en que solían mezclarse, cual E m i l i o C' a s t e l a r .
bien oliente y embriagador; las colmenas rebosan aconteciera por los tiempos y los pueblos paganos,
de mieles y de semillas los hormigueros: cantan satisfacciones personales con una mística idealidad
una especie do tristísima elegía las aves de paso, religiosa. Las calles, enramadas con salvia y i-o­ R IN C O N E S DE M A D R ID .
casi al par que los vendimiadores llegan: tocan en mero, á gloria olientes: las fachadas ceñidas todas
su colmo y en su punto, por el suelo tendidos, los con tarajes y adelfas, de clonde pendían aroma­
melones y las sandías, mientras las granadas se dos ramilletes: los balcones, vistosos con las col­ L A C A L L E DE S EV I L L A .
abren mostrando sus pepitas de ópalo, y los higos gaduras que ondeaban en cuantos huecos y puertas
negrean en los higuerales pomposos, y los dátiles daban fuera: desde un tejado hasta el tejado fron­
se doran en las altas palmeras, indicando todo la tero, líneas do gallardetes multicolores: por lases- ( ; a r de losmas líennosos de la corte,
ü
fecundidad y abundancia representadas por los quinas aliares al aire libre consagrados con efigies paso obligado de cuantas personas
pueblos desde los más apartados tiempos en la que tornaban en templo los más profanos sitios; i callejean por Madrid, salón ele espera
santa y fecunda maternidad. No quiero hablar yo todos estos objetos múltijdes disponían el ánimo de cómicos sin contrata, punto de
de cómo se baya transmitido desde unas á otras y el espíritu á la procesión admirable, donde nos cita de la gente de coleta, mentidero
generaciones humanas esta coincidencia do la ma­ embargaban, sacándonos de nosotros mismos, las de vagos, encrucijada de sablistas, golfo
durez, traída por el otoño ¡i los campos, con el enseñas y los guiones de brocados que recamaban donde piratean los Tenorios callejeros,
culto á la Divina Madre universal de todos los se­ brillantes bordad tiras, las cruces de plata esmalta­ es, además de todas estas cosas, la calle de
res. Las A cantaras del brahuianismo, que, parien­ das con primor y seguidas de magníficos candela­ Sevilla, museo vivo en que á cualquier llora
do un Dios á la sombra del cocotero, sobre la llor bros, las gentes del pueblo llevando cirios que puede estudiarse la fauna social c-nn sus in­
del loto, quedan vírgenes: la Isis misteriosa del lucían con inusitado brillo en el arrebolado ano­ finitas variedades. Paseando un rato por la ancha
Kilo, envuelta en su velo, negro como la noche, checer, el coro exhalando cánticos de sacra litur­ travesía, se llega á conocer mejor el carácter es-
bordado de. luminosas estrellas cual los horizontes gia sostenido ]mii* concertadas orquestas; y al fin pecial de la población madrileña, que asistiendo
del desierto, llevando en si la virginidad con los la Virgen, conducida en áureas andas, con los án­ durante meses enteros á los círculos políticos ó de
privilegios maternos: la Malta, de quien brotó por geles mi legión á sus plantas, el manto de tisú en recreo, que abundan, especialmente los últimos,
milagro el revelador Buda, tan venerado entre los sus hombros, la corona y el nimbo de pedrería en mucho más de lo que conviene.
8 Skitikmurk 1895 LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERI CANA x.° XXXIII — 135

Poco importa que ol sol abrase, ó que el cierzo de Talía, abandonados por su madre, ayunos y calle arriba, por la calle abajo», á despecho de
sople, ó que la lluvia caiga «i. torrentes: la calle de escuálidos, contemplando unos en silencioso éx­ los reglamentos de polieia, «pasean su cuerpo»,
Se vi Ha se ve siempre favorecida por sus numero­ tasis el templete de La Equitativa (al cual-sólo le chillonamento ataviado, mujeres cuyos afeites y
sos abonados. En pocos años han variado por com­ falta el Pegaso para semejarse al templo de la glo­ ademanes revelan á la legua cuál es su triste con­
pleto sus edificios: las estrechas casuehas han sido ria), hablando otros de comedias, ¡tutores y em­ dición : grupos de curiosos contemplan con lanía
sustituidas por hermosas casas y espléndidos pala­ presarios, y esperan«lo bulos, como los judíos al boca abierta las vistas y anuncios do F d I I r r u i d a , y
cios: las menguadas aceras son hoy magníficos Mesías, la aparición de un c a b a lla Id a a r a , ó, por por todas partes suena el zumbido de colmena (le
andenes: los guijarros del arroyo se han conver­ lo menos, la llegada de un amigo generoso capaz aquella compacta multitud, sobre la cual se alzan
tido en cómodo entarugado, y lujosos bazares de pagarles en El Diván un cafó con media tostada. los gritos de los cocheros y vendedores.
abren hoy sus puertas en los mismos sedares ocu­ Ríen claramente delatan cual es la comlieión de Poco ¡i poco, la gente desfila, el ruido disminu­
pados por las antiguas covachuelas. Lo (pleno ha aquellos infelices los rostros mal rapados, los ga­ ye, las voces cesan. Cuando dan las doce, los mo­
variado es la concurrencia. Sale uno de Madrid, banes sin pelo, las botas sin tacón y los pantalones zos del alumbrado dejan á media luz la calle, y
permanece años enteros ausente, y cuando vuelve, con lleco. Muchos de ellos, como sus antepasailos desde este momento sólo se entrevé en ella tal cual
encuentra, do seguro, en la famosa calle los mis­ los del b a l a l ó , ñ iP / a e , (/ a a ija r H la y r u m b a leo, grupo de trasnochadores, algún que otro men­
mos semblantes y cataduras que dejó al partir. La «duermen vestidos, caminan desnudos, comen digo (pie busca por el sucio puntas do cigarro, y
ley eterna del mudar no reza con los pobladores hambrientos....y, finalmente, traen siempre los alguna mujerzuola (pie pasa en busca de lo descono­
de la calle de Sevilla. brazos cruzados, porque jamas cae capa sobre sus cido, mientras que en las calles inmediatas se oye
Como es ésta d e s tila d e ra por donde todo habi­ hombros». 'Temporalmente abandonan la corte de cuando en cuando el grito de «¡Sereno!», re­
tante de. Madrid tiene forzosamente que pasar con para hacer por esos pueblos «le Dios odiseas seme­ pelido aquí y allá como la voz de «¡alerta!» cu
frecuencia, los sablistas pululan por sus esquinas, jantes á las (pie cuenta Rojas en su I ¡a je c a ir e le - los muros de las fortalezas.
como en otro tiempo los piratas en id Mediterrá­ a u la : mas después de breves expediciones vuel­
neo, esa calle de Sevilla de los mares. Si Lope la ven á la calle de Sevilla, como la nave al puerto y Z eda.
hubiera conocido tal como hoy es, habría podido el pájaro á su nido.
decir de ella, con más motivo aún que de la corte, No todos han llegado á igual extremo de estre­
aquello de: chez y miseria. Algunos hasta, conservan ciertos EL CEN TEN ARIO DE F E L IP E II.
visos de elegancia, salvo ligeras incorrecciones,
I.ugnr donde tanta gente
Vive ile pedir prestado. tales como el lucir sombrero de paja en Enero,
Hunde solu es desdichado impermeable en día de sol, ó gabán «le abrigo en
Kl i|uc no juega ni miente. la canícula. Pero ;quó significan tales anacronis­ N Septiembre de 1S'.l.'i cúmplese el 2*J7."
mos?....Mayores los cometen en el teatro cómicos 0?\Yf Trt
• aniversario de la muerte del gran mo­
Porque allí los jugadores, los embusteros y los que ganan veinte (litros cada noche.
1¡ narca español.
sablistas abundan casi tanto cotilo los toreros y Todos ellos han sido— á ratos, por supuesto— «Años hacía (en 1..VJS) que Felipe II
los cómicos. reyes, príncipes, magnates: lian ceñido corona, Út padecía de gota, y cuando otras graves
arrastrado manto real, blandido espada: lian te­ ; A ’ dolencias lo aquejaron, se trasladó al
a »
nido amores con damas ilustres; lian derramado v .\C j ‘ Escorial, porque quería llegar vivo al lu-
El sablista es un tipo esencialmente madrileño, en festines y orgias puñados «le oro. Son como la 2 jy [ gar de su tumba, y vivo aún se pudrieron
y no porque en otras ciudades grandes ó pequeñas imagen viva de la metempsicosis. (íuznián el Bue­ y sus carnes y los gusanos hicieron presa en su
no existan pedigüeños y tramposos, sino porque no. Rodrigo Diaz, (rónzalo de Córdoba, el Obispo cuerpo. M urióálos setenta y un años de edad
aquí en la villa y coré- se d a el tipo más perfecto Acuña, han hablado por boca de (dios. Cuando la­ y cuarenta y «los de reinado, y con él acabó la so­
y acallado de la especie, como en Euentesaúeo, vados sus afeites y despoja«los de sus galas vuel­ berana influencia de España en la política euro­
el mejor g irbanzo, y en Aranjuez la mejor fresa. ven a entrar en la dura y áspera resdi«la«l, el que pea. La crítica vulgar, que juzga los hechos histó­
El saldista madrileño procede de todas las clases más y el que menos de eso- polir-s bohemios debe ricos y los hombres que en otro tiempo vivieron
sociales: los hay pertenecientes á la aristocracia, repetir en lo más profundo de su corazón, con con criterio parcial y apasionado y según ideas y
los hay procedentes del arroyo: visten con elegan­ amarga melancolía como el Segismundo de Cal­ aspiraciones novísimas, ha personificado en el hijo
cia unos, éi con más r n i l a n c r 'n i otros cu el vestido derón: ¡ ( t)a e de ru sas he s o ñ a d a de Carlos Y los principios «h* intolerancia religiosa
tpio L a J 'h / a ila li r a en la fachada: almuerzan en Acaso entre esa pobre- tropa «le comediantes de y absolutismo jiolítico, y con tan negros colores
Lhardy ó en Eornns, ó se desayunan por la noche la legua, ó del lcilóinetro, \ ivira oculto y desco­ trazó el cuadro de su historia, «pie hizo de este
en una casa de comidas de á das re a le s el cubierto. nocido el Máiqttez, el Romea, el Calvo que ha de gran rey una figura antipática, odiosa. Fué, sí, in­
Sus a r r e a s san la s a r m a s , su descanso el sablear. resucitar las gloi ¡as. muertas hoy, y en otro tiempo tolerante en materias de religión, como lo fueron
Su vida so desliza sin preocupaciones ni disgustos, todos los hombres, todos los reyes de su tiempo,
conquistadas por Morales e l / U r in a , Zorita, Mesa,
puesto que el sablista está seguro de que los demás Yergara y Avcndaño....¡Quién safio!..... La verdad católicos y protestantes, y procuró también inijio-
hombres trabajan para él. í/esjier/a / e r r a es su es ([lie. buena falta hace a nuestro teatro la venidaner su voluntad como ley suprema, ideal á que as­
grito de guerra, y con el arma terrible en alto, se de ese cómico que no acaba «le aparecer. piraban todos los monarcas del siglo X vi, entre los
lanza animoso á la conquista del duro, de la peseta Los actores á quienes la suerte ha favorecido ó cuales los hay como Francisco I y Enrique 11 do
ó de! perro grande..... que de todas estas categorías su propio mérito ha levantado, producen con su Francia, como Enrique YIN é Isabel de Inglate­
son los tajos y reveses que da el sablista. presencia, cuando pasan por la calle de Sevilla, rra, que superan en tiranía, en despotismo y e n
Semejante profesión, sobre no tener pérdidas, es una especio «le estremecimiento eléctrico on los crueldad al monarca español. En ......... rilen de
casi siempre lucrativa. Alguno conozco que desde grujios «le cómicos sin contrata, y hasta sin ropa, ideas, la política «le Felipe II filé verdaderamente
hace muchos años vive y triunfa, frecuenta teatros que-pueblan la acera del Suizo. « Es Fulano», di­ nacional: comprendió, como los Reyes Católicos,
y sociedades y anda en coche sin más renta ni cen : y son de ver entonces las miradas rencorosas que España tenía su porvenir en el Mediterráneo,
sueldo que los sueldos y rentas de sus a m it/ os. y hostiles (pie se clavan en «d afortunado mortal, asjiiró al dominio «le los mares, y por esto envió
I’or regla general, el saldista es un lisononiisia y de oir los epigramas con que le zalrieren on voz sus escuadras á Lepa uto \ á. las costas de Inglate­
de primera: á la legua conoce él cuánta es la fuerza baja, mientras que el artista distinguido pasa diri­ rra. Entre otras causas, la mala fortuna, impértanle
de resistencia «le sus víctimas y cuál la ocasión giendo á uno y otro lado sonrisas y saludos pro­ factor en la vida de los hombres y «lo los pueblos,
oportuna para darles el golpe. l'na simple ojeada tectores. impidió que se cumpliesen los pro)»ositos de Fe­
le hasta para adivinar la prosperidad momentá­ Cuanto tiene de grotescamente triste la vida del lipe, y arrojó á España en la pendiente de rápida
nea del jugador ganancioso, ó la satisfacción del cómico de la legua, tiene de placentera y esplen­ decadencia.»
empleado que acaba de e ibrar su primera paga. dorosa la del actor mimado por el público. Ya en Esto escribía yo once años hace en un modesto
¡A y del transeúnte que en tan envidiables condi­ el siglo XVl ponía Cervantes en boca de Sandio libro ( I ). De entonces á hoy no se han modificado
ciones pasa por la calle de Sevilla! No saldrá de estas jtatabras, que tienen ahora la misma oportu­ mis opiniones, y «le «lía en día crece mi admira­
ella sin pagar el peaje impuesto, a a e tn rita / e . ¡> ru - nidad (pie en tiempos del autor de F d (t)a ija / e :ción Inicia aquel hombre extraordinario que tan
/ ir ia , por el desalmado sablista. «Nunca se tome con farsantes, que es gente favo­ tenaz empeño puso en lograr que España fuera la
Ruede clasificarse á éstos en numerosos grupos. recida.....y sepa vuesa merced que como son gen­ primera potencia del orbe. Y cuando ahora, al
Los hay festivos, misteriosos, trágicos, lúgubres.... tes alegres y de placer, todos les amparan, ayudan acercarse el año ÍN'.IS, se inicia el proyecto de con­
Los últimos son terribles: se os acercan con paso y estiman.» También actualmente se agasaja y memorar el tercer centenario de la muerte del
cauteloso, tristes y sombríos, y á boca de jarro os estima á estas ¡/entes de /i/ a rer. Cómicos hay que gran Felipe, me apresuro á recoger la idea, porque
disparan una historia espantosa en cuya compara­ disfrutan de más sueldo (pie un ministro, que po­ las solemnidades y festejos de ese centenario po­
ción la escena de la T o r r e d e ! h a m b r e es un idilio: seen más cruces «pie un general de ejército, y que drían ser la manifestación más unánime y elo­
hijos que agonizan de inanición, una esposa ciega, tienen más aduladores y parásitos (pie un espada cuente de qu.e aun late con viril energía el senti­
una suegra haldada. « No nos queda otro recurso— de cartel....Lo cual prueba, entre otras cosas, como miento de la nacionalidad y de Ja patria en los
dice el sablista con voz ronca— que el suicidio co­ tres y dos son cinco, que lo helio vale masque lo pechos españoles, y deque pueden más en nosotros
lectivo...., ¡la degollación de mi familia, y para útil, y (pie nuestra sociedad paga mejor y tiene en la verdad histórica y el genio de la raza, que las
mí el viaducto!....v>„¡(Vano permanecer insensible mayor estimación á los que la divierten, que á los calumnias y embustes venidos de afuera, hijos de
ante semejante tragedia? Os acordáis deque, como que la defienden, ilustran ó dirigen. Por esto, sin la mala voluntad ó la ignorancia, y por algún
dijo el poeta, «dar os la acción más grande y más duda, crece de d ía en día el número de los farsan­ tiempo, y por muchas gentes (pie aquí nacieron,
singular n, y alargáis unas cuantas monedas al fú­ tes, (pie en último extremo son los cómicos que no acogidos como artículos de fe y como la última
nebre asaltante. El, entonces, estrecha con ambas trabajan en el teatro. [»alabra de la historia.
manos la vuestra, y como si las lágrimas le ahoga­ l ’or desgracia, y por ese predominio de los auto­
sen, exclama con voz entrecortada: «Oh, gracias, a * res extranjeros en nuestra literatura histórica. Fe­
gracias; acaba usted de salvará mi familia!»: di­ Cuando hay que ver la calle de Sevilla es á la lipe II es un monarca impopular. ¡Qué más, si
rige al cielo una expresiva mirada, y se aleja á hora en que se enciende el gas. Todo es entonces Madrid, «pie debe á ese rey la capitalidad de Es­
buen )iaso por la calle de Arlaban á ahogar sus allí animación, ruido y alegría: el palacio de La paña, no tiene, no ya estatua suya, sino ni una
fingidas penas en vino de Montilla. Equitativa derrama torrentes de luz por puertas y jdaza, ni una calle <pi«‘ lleve su nombre! Todavía
ventanas: rebosan de gente los cafés Suizo, Inglés tú hijo de Carlos 1 es sólo para muchos españoles
* # y del Diván: vense tras de los cristales del reser­ el hombre (pie personifica una ¡«loa política y una
Los cómicos sin contrata son otro de los a m a t a s vado de señoras del primero de los tres estableci­ aspiración religiosa, contrarias una y otra á las
de la calle de Sevilla. El mentidero que tiempo mientos lindas caras, talles esbeltos y elegantes
atrás tenían aquéllos en la calle del León, esquina loi/e/lcs; van y vienen con sordo ruido sobre el
( I ) /'<on/i<uiilni <1< / / i n f u r i l i tic l . 'x j i i i i i n . Olirà premiada cn
á la del l'rado, existe ahora con todo su esplendor entarugado largas lilas de coches, (pie hacen impo­ 2« «lo •lunie de issi cn piiblico coTieurfu celelirado con objeiu
en la acera del Suizo. A llí están los pobres hijos sible el tránsito de la una á la otra acera: « por la de clcyir liliros de texto para la Academia (¡onerai Militar.
r>E L L A S A R T E S .

U A I I E Z A DE A l ’ Ó S T O L,
CUADRO DI3 RISJ1 R R A X D 'l.

E X IS T E N T E EX El. MUSEO I) K CASS E I


CUADRO DE MIN S C I!.
1P,R — N.° XXXUl LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA « Sk i -ti km mu-: 1895

ideas y aspiraciones que lian predominado en caído en desgracia, no sabemos si para suerte feliz — Pues ojo, no bagan Con él alguna de las suyas los mu­
nuestro siglo. Los ideales de política nacional ;i ó desdicha nuestra, porque el hecho es que la Es­ chachos.
que Felipe 11 subordinó la mayor parte de sus ac­ paña de aquellos tiempos tan censurados era po­ — ¿Ruién? á a sé que todas las noches rondan los que lian
tos. quedan en la sombra. N" ven en él un mo­ tencia do primer orden, siempre considerada y venido de Lurachc y los alache.ro* (1 ): pero ya v ig ilo , ya.
narca eminentemente español que pretendió im­ respetada como tal, hasta en los días tic (birlos IV, Y no les arriendo la ganancia si vienen — añadió el tio Ma­
ponerse. ¡i todos los elementos distintos y aun y desde que empezó la era revolucionaria co­ nuel. pegando con su cayado un fuerte golpe sobre una
piedra del camino.
antagónicos que constituían la nacionalidad* toda­ menzó también nuestra decadencia política y fui­ — ¿Hizo usted barraca?— preguntó Ramón.
vía en embrión, tiara fundirlos mediante la supre­ mos relegados á secundario lugar. ¡N o que no! Y grande y cómoda. Mírala, allá se ve.
macía del Poder Real, la unidad religiosa y el Tal es la desventura de Felipe. 11, tanto empeño Señaló el viejo á sit izquierda, sobre el barranco, un te­
predominio sobre torios los pueblos del Mediterrá­ se ha puesto en presentarle como el campeón del rreno libre d<- maíz y en uno de cuyos extremos veiase con­
neo y del Atlántico (Turquía, Italia, Francia, In­ absolutismo y de la intolerancia religiosa, (pie fusamente, á la media luz del crepúsculo mortecino, una es­
glaterra!, predominio que hubiera valido u España ahora mismo, cuando se lanza la idea de celebrar pecie de choza hecha con cañas sin igualar, cuyas puntas
la hegemonía en Europa y el primer puesto en el su centenario, los iniciadores parece que hablan largas y empenachadas formaban una crestería ondulante
c nnercio universal. Sólo le conoce, el vulgo tal en nombre de un partido politico que simpatiza Con—el¿Se viento.
queda usted esta noche? — preguntó de nuevo
como le presentan esas historias ó novelas escritas con los antiguos procedimientos de gobierno, y Ramón.
en lengua extraña y mejor ó peor traducidas á la piden el concurso de todos los buenos católicos. — Si— dijo el tío.— ¿Ritieres venir tti?
nuestra, y cuyos autores aseveran sus juicios con No. Así no puede ni debe celebrarse el (’ente- — Por eso lo decía.
citas de los satíricosd e l siglo x v i (algo así como nario del gran Felipe, porque esto equivaldría á — Pues aprieta con el camino, cenamos y á la guardia
si hoy quisiéramos formar concepto exacto de la continuar una vez más el criterio parcial con que en seguida.
moderna vida y costumbres españolas con los ar­ siempre se le lia juzgado, y el Centenario sería un Caminaron m is ligeros á través de los campos, por sendas
fracaso. Todos los españoles, católicos ó no (y bien y acequias, cruzándose á cada momento con gentes que vol­
tículos de Luis Tabeada), ó bien con lo que refie­ vían ¡i sus casas, unos del baño, en nutridos grupos de mu­
ren viajeros franceses ti holandeses (los Avago, F u ­ sabido es que lo somos la inmensa mayoría), no jeres y niños: otros del monte, cargados con hierba ó sacos
mas y Frunce (I) del siglo x v i) que visitaron la por ser católicos, por ser españoles, deben rendir de almendruco, l'nos y otros pasaban sin saludar, como es
España de Felipe 11. ó cuando se toman la moles­ culto á la memoria de aquel Monarca, que si per- costumbre en la tierra así que llega la noche. Por todos lados
tia de leer ó consultará nuestros cronistas ó his­ son i tica las ideas de su tiempo, el poder real y la brillaban ya las luces del caserío: y sobre la dulce e inmensa
toriadores, antiguos ó modernos, cohibido su buen unidad religiosa, simboliza también las glorias y quietud de la hora elevábase el concierto chillón y acompa­
criterio por las preocupaciones tan generalizadas las grandezas de la patria. sado del tenaz grillo , cantor de las veladas estivales.
en el extranjero acerca de España y de les espa­ Tres años faltan para que se cumpla el torcer
ñoles, fiíjanse principalmente en aquellos hechos centenario de la muerte de Felipe 11. Si la con­
memoración hade corre -spondei* á la alteza de los II.
ó detalles que mejor se avienen con sus prejuicios,
porque lo esencial pura ellos es que, tratándose, pensamientos y aspiraciones que impulsaron Ut
por ejemplo.de Felipe 11, resulte siempre el ase­ política de aquel ilustre Monarca, preciso es no Apenas cenaron, después del eigarrito de costumbre, que
sino de Escolado y de Lvuiuza, el tirano suiguina- perder tiempo y aprovechar este breve periodo brino. veces hacia de postre, encamináronse á la barraca tio y so­
Elevaba el tio Manuel colgada de mi hombro la esco­
rio de Flandes, el envidioso de Juan de Austria y para vindicar su memoria, y en el libro y en el peta, con buena carga de perdigones, según su costumbre,
de Farnesio, el protector del Santo Oficio, y <d pa­ periódico, en Círculos y en Ateneos, recordar y en­ bien sabían todos en el pueblo lo ligera que le andaba la
dre sin entrañas que sacrificó á su hijo ti se feli­ salzar las empresas que ideó y acometió, el fin ca­ nun.... . punto á castigar ladronzuelos, descerrajándolos nn
citó de su muerte. pital que, mediante ellas, perseguía, la razón ó tiro sin compasión alguna. Verdadero labrador, apegado á
Por otra parte, en las obras más celebradas de fundamento que tuvieron, la suerte que habría la tierra, celoso desús frutos y rendimientos, comprendía el
1 is escritores extranjeros que tienden á deshonrar cabido á España si un éxito feliz hubiera coronado perdón partí todo menos para los delitos contra la propiedad
la memoria de Felipe». 1! y de los españoles del todos sus esfuerzos. rústica. Para él cabía disculpa en un homicidio, pero no en
siglo x v i, y aun á zaherirá muestra patria, porque Sólo así el Centenario de Felipe 11 podrá ser, á el robo de un saco de algarrobas. Si le hubieran enromen-
todavía más allá de los Pirineos y del Canal de la la vez que tributo pagado á la memoria de un dado la redacción .le un código penal para el campo, hu­
biese aplicado, sin vacilación ninguna, la pena de muerte
Mancha, dígase lo que se quiera., hay sentimien­ grande hombre, movimiento unánime de la opi­ basta en las menores faltas, quemar una mies, tronchar un
tos de malevolencia hacia nosotros, y no faltan nión que, reaccionando contra errores históricos arbolillu joven, cortar una cepa, eran para el tio Manuel
politicos que piensan como aquel que quería á y contra torpezas de la política moderna— cuyas crímenes más atroces (pie los del Sacanumleca*. Asi es, que
«España, ni aliada ni enemiga, sino aniquilada»; consecuencias de día en día lian de agobiarnos no sentía compasión alguna hacia los delincuentes, v su
en esas obras, repito, nuestros más ilustres propa­ con mayor pesadumbre — vigorice las energías de autora la tierra llegaba hasta cuidarse (le los intereses de
gandistas revolucionarios hallaron copioso arsenal nuestra raza, y avive y enardezca nuestros senti­ los de.más tanto como de los suyos propios.
mientos nacionales. Ramón no comprendía aquellos furores de su tio. Halda
de ¡«leas y pensamientos de que se valieron para visto en sus campañas tantas veces destruir campos, ipiernar
ponderar las excelencias «le las nuevas doctrinas, ó cañonear granjas, fusilar árboles, que todo le parecía poco
R i c a r d o I ’. e i .t r á n y R ó z p i d e .
comparando la moderna España con la España de en comparación de tales horrores. Para él la velada en la
Felipe II, el régimen do libertad y democracia barraca era nada más que nn placer, tinaevocación agradable
que hoy gozamos con los principios de absolutismo de vida pasada, más llena de encanto ahora, en que se jun­
é intolerancia religiosa que imperaban en el si­ M E L O L E 3 . taban la novedad y el recuerdo; míentras que para el tio Ma­
glo x v i. Es muy de lamentar que no hayan dedi­ nuel era como una guardia de estrecha consigna, un deber
cado también sus grandes talentos á establecer de cumplimiento rígido.
otras comparaciones más lógicas: la España do Fe­
I. Llegaron allá sin tropezar eon alma viviente. La noche,
clara, con cielo búllante tachonado de estrellas, envolvía el
lipe II con la Francia de Carlos IX y Enrique III campo en una luz suave, que dulcificaba las sombras y em­
ó con la Inglaterra de María é Isabel; después, la Ni» mecía i-inimlo llamón y su lio Manuel de­ blanquecía los rastrojos. De vez en cuando un soplo ligero
España actual ron la Francia ó Inglaterra del si­ jaron la playa, encaminándose hacia el pue­ de viento movía los árboles v l is cañas de maíz en leve son,
glo XIX. Acaso, i'i’lt ilir / iw r / i/ r , de estas compara­ blo. donde Ies aguardaba la cena. Había» que parecía etnno el roen de una mano delicada. Los grillos
ciones resultaría más favorecida, aun bajo los pasado la tarde echando el Copo, por pura chirriaban á más y mejor; y á la espalda, movía el mar
distracción, con varios pescadores amigos, incesantemente, con sordo rumor, sus olas sobre los cantos
aspectos moral, financiero y económico, la bata­ sin lograr coger más arriba do inedia docena rodados y la arena de la playa.
lladora España del gran Felipe, que la España » /¡m * y algún que otro salmonete ¡i medio
neutral, tímida y prudentísima de nuestrosdías. La barraca era espaciosa. Podían tenderse en olla cómoda­
jv. . crecer. mente cuatro hombres: pero no había más que una silla de
Foro el hecho es que las generaciones de espa­ No por eso disfrutó menos llamón. Después de tres cuerda, que Ramón ofreció á su tio.
ñoles que lian vivido y viven en el siglo XIX se <?,■ años pasados en el servicio militar, era aquella la pri- — Luego, luego— dijo éste. — Ahora vamos á correr el
lian educado en ose medio de cultura política é • mera vez (pie volvía 'a sus antiguas aficiones, más melonar.
histórica (pie de fuera nos trajeron los apóstoles gustosas y apetecibles tras Ja privación. Y en eso iba Arrimando la escopeta á un ángulo de la barraca, salió,
de las nuevas ideas, haciéndola prevalecer en la pensando, en el dulce y singular deleite que le cansaba la estirando los brazos, gozoso de poder enseñar su cosecha, de
vida nueva (tantas noches soñada sobre el tablado del cuar­ verla otra vez. como si fuese el tesoro más preciado.
cátedra, en la prensa y en el libro. Los ideales na­ tel (i juntoá la hoguera del campamento), mientras suhia la
cionales de Felipe 11 quedaron obscurecidos por t ita por una registró las matas, mostrando los frutos,
empinada cuesta (pie por aquel sitio conduce desdo la playa alabando sus cualidades.
la sombra que sol »re él y los españoles de su época á los campos de labor del llano en que se asienta Lamprea. — ¡Mira éste, qué hermoso! Aquí hay cinco..... aquí
proyectaban aquellas instituciones tan odiadas. Y Iban tio y sobrino silenciosos, sin lijarse cu el hermoso siete....¿Has visto tú mejores melones en tu vida?.... Estos
así, aquel gran carácter que, «aun al buscarle niño, crepúsculo, pero sintiéndolo cada cual á su modo, uno en el de aquí son de agua: una simiente de primera, que me die­
siempre le hallaron hombre»: aquel Monarca que cuerpo y otro en el alma. El tio Manuel notaba la hora en ron cu (i(tardamar. No me ha fallado ni una mat a. Eso si,
intentó realizar los planes y propósitos de Isabel cierto cosquilleo del estómago que le pedia la acostumbrada les he dejado el campo entero para que medren á su gusto.
de Castilla y de. Fernando de Aragón, continuando cena, y en tal cual tropezón que su cansada vista le hacia No hago como otros, que plantan junto al melonar tomates,
dar en las piedras y hoyos del camino, llamón distinguía, cebollas y maíz. No hay que pedir demasiado á la 1ierra,
la política que éstos iniciaron, tanto en el régimen con la novedad del espectáculo y aquel amor á su tierra (pie ¿no es eso?
interior, como en las relaciones internacionales: le poetizaba ingenuamente las cosas, algunas de las bellezas
aquel rey, hijo de príncipe extranjero y que, sin Ramón decía que sí á todo, aunque no Je moviesen mucho
del paisaje: y ora miraba, complaciéndose en ello, el fino los entusiasmos de su tio. Placíale más estar sentado, sin
embargo, se sintió siempre tan español, que prefi­ semicírculo de la luna creciente, próxima á doblar la cum­ hablar palabra, en esa paciente inmovilidad do los campe­
rió el engrandecimiento de España al do sus domi­ bre de los montes lejanos, ora pasaba por éstos la mirada sinos, «pie recuerda á veces la calma contemplativa de los
nios de Italia y Flandes: aquel rey no tiene las penetrante, abarcando la ancha curva (pie describían, enla­ árabes.
simpatías de nuestro pueblo, porque su nombre zados unos á otros, desde el remotísimo poniente, hasta caer Aquella noche, además, tenia grandes encantos para él.
ha llegado hasta hoy, no como personificación de sobre la mar á poca distancia del camino, hacia la derecha. Sin darse exacta cuenta de lo que le pasaba, sentíase domi­
Cuando llegaron á lo alto, á terreno llano, vieron de un nado por las cosas, hallaba la emoción correspondiente á to­
ideas y aspiraciones nacionales, sino de principios golpe toda la huerta del pueblo. I.a arboleda de algarrobos, das
de gobierno y de procedimientos políticos que han almendros y olivos ocultaba en su mayor parte las vivien­ hacia las sensaciones del campo, que renovaban en él otras
tiempo olvidadas.
das, y los sembrados de maíz, ya muy altos, parecían gran­ Maquinuluieute siguió ¡i su tio. que después de haber ios
des buces de lanzas, dibujadas en negro á contra luz, y de
(F) Este viajero, por cierto persona muy ilustrada, llegó A
las Zorrera- (apeadero viú que unos cazadores se aproxima- las cuales pendían, eolito banderolas grises, las anchas y peceionado todo el melonar volvió á la barraca para sentarse
y echar un cigarro; pero Ramón no tenia sentidos más que
baii, detúvose el tren. moutnn>n aquellos y ya no vaciló en afiladas hojas. para las cosas de fuera, que á cada momento le brindaban
citar como una de las curiosidades propias de España el lteelio Detúvose el lio Manuel un momento para enjugarse el cotí nuevas impresiones.
singuiar de que nuestros trenes paran siempre que en cualquier sudor de la cara, y dijo: El tio Manuel concluyó por advertir aquel ensimisma
lugar de la vía litigan ios cazadores señales al maquinista, lien- — ¿ lias visto tú cuánto maíz y cuánto melón hay este año? miento, y, ofendido, cesó de hablar v se metió en la barra­
tro de tres ó cuatro -itrios, algún historiador que consulte las — ¡ Y tanto! Ha sembrado todo el pueblo.
obras de Frailee, afirmará con la autoridad de un viajero con­ ca.
— Ahora va barata el agua; pero ya verás cómo la mitad necieron callados,Inútiles fueron las excusas de Ramón; y ambos perma­
temporáneo. que la España del -itrio xix era tan pobre, que de los melonares se pierden. fumando cigarrillos, extraños el uno al
los Soldados vestían el mismo uniforme que los presidiarios: otro, entregados cada cual al curso dominante y vario de sus
así lo itico I-'ranee, por haber visto hacer ejercicio con traje de — ¿ Y el de usted , tio?
faena á un pelotón do (plintos, ,sV/r ,m </•■* ó teaverx /'/•.x/ia- — Sin alabanza, es el mejor del contorno y el más prime­
ijhi . por Héctor Franee.) rizo. Idará renta abundante v temprana. (lt Dedicados ¡i la pesca de alacha, en esta epoca del año.
8 S kptikmiirk 1805 l \ ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA x.° xxxtti — 13'.»

pensamientos. El tio Manuel, tumbado sobre una manta, bromas, con tal que tuvieran alguna gracia. Recordábale El boticario es soltero,
parecía dormir, y Ramón, contagiado por el ejemplo, á pesar aquélla otras, muy chuscas, de su villa de soldado. Las niñas «le gozo estallan,
de las mil emociones agradables con <|ue le brindaba la no — ¡<¿ué cumplidos! — d ijo .— Han querido que lo pro­ L«.s curas comen y « alian
che, empezó por cabecear y concluyó por dormirse de v e ­ bemos. Y «Iona Rosario.... cero.
ras al cabo de un ralo, apoyando la cabeza en el asiento de Y como si lo respondiera, gritó una voz en el barranco:
la silla, ipie era muy baja. — ¿Rué, está bueno? Se abandona ¡i la ocasión
Si llamón no hubiese detenido «le un brazo á su tio, es De un enlace extraordinario,
seguro que so precipita «le cabeza, con tal «le coger al gua­ Y menos el bol ¡cario
II I . són. Pero viendo «pie no podía desasirse, con el «.tro brazo I 'nórmense los del vagón.
levantó la escopeta al aire y disparó para desahógarse, para
Precisamente aquella noche la gente moza del pueblo, mostrar su cólera.
los zagalones de diez y ocho á veinte anos, estaban de un i :n p r i m e r a .
El tiro retumbó de colina en colina é hizo callar por mi
humor lo más revoltoso del mundo. Hasta más de las doce momento á los grillos más cercanos; mientras la voz, ya
alborotaron en la plaza disparando cohetes y no dejando lejos, repetía huíImuimente: Y’a tendido un senador
momento trampillo a los vecinos. Bien es verdad <pio tales —-¿'¿ue, esta bueno? Mii\ rechoncho y colorado.
tiestas eran usuales, y nadie tomaba á mal las molestias >pie '.Ule «Taja en reserva«^
llevaban consigo, rnicamenle el maestro de escuela, ipie ll.M AEl, Al t UIIUA. t '«.ti billete «lo favor.
vivía enfrente de la iglesia, soba protestar en nombre de la
integridad de sus ventanas, más de una vez tiznadas y cha­ Dt.s novios, al lado de «I,
muscadas por la pólvora: mas, por eso mismo, los chicos ».»ne se araban de « usar
disparaban mayor número de cohetes hacia ese lado. Y «pie van á disfrutar
Agotadas las provisiones pirotécnicas, formóse una ronda TREN CORREO. La propia luna de tuii-l,
para ir á cantar á las chicos, y con ella se fueron los más.
Van cogidos dr las mallos
<¿lindaron sólo cinco, constituyendo rancho aparte. Dirigía-
Contemplando el lirmammto,
los Hato, un muchacho pescador, rucien llegado de l.araelic, Lleno de gente el atulen Y t-n otro departamento
y el más travieso, guapo y gracioso de todo el contorno. Y á la hora señalada, Van dos frailes franciscanos:
Conforme podía el diablo haberle tentado con otra cosa, Solemne y alborotada.
le tentó con la idea de probar los melones del tio Manuel; y Emprende la marcha el tren. Comen y vezan los «los,
comunicada la idea á los compañeros, preciso será decir que Y más «i menos rendidos
no tuvo al principio gran acogida, no por escrúpulos de con­ Y veloz piérdese luego '.»u. «lause todos «lomudos
ciencia. sino por cierto miedo al genio expeditivo del dueño I »«• la vista de la gente, En paz y en gracia «le Dios.
déla fruta. Hato los convenció u] lio , exponiéndoles un plan '.'ue distingue solamente
sabiamente combinado, del cual resultarían ú cubierto las Los triples diseos de fuego,
respectivas individualidades de los ejecutantes. Justamente
andaba por allí, ú la mira de su dueño, ipie era el mismísimo l a« la vez más diminutos Mientras que allá en un desi ierre,
linio, ijiirtiiiln , el perro más tino y goloso de toda la tierra. Ya por la veloi iihul 11 Hincante y jadeando.
Xo había otro como él para dejar limpia de uva una cepa, á Y que en negra obscuridad Avanza el tren devoran«!'.
potro que se descuidara el guardián de la viña, /fulo quena Biéldense á los «los minutos; Las pandólas de hierro.
utilizarlo como explorador, para que el tio Manuel no sor­
Mientras que ya en un «lestierro, RfARI'O M oXA-TKRI‘1.
prendiera la partirla antes de tiempo; y habiéndolo sujetado
Humeante y jacíeamlo
con un pañuelo, de modo que no so escapara, como solía
Avanza el tren «lévoruinlo
hacerlo á menudo, echaron á andar lin io y sus acompañan­
Las paralelas de hierro.
tes, ganosos de lograr su objeto.
Van unidos los vagones
Como anillos «le serpiente,
E D U A R l)0 ESCALAN TE.
El tio Marmol dormía sólo á medias; asi, que no se le es­
capó el ruido que hicieron los mozos al llegar al barranco Y traqueteando á gente
contiguo al melonar: pero como filé cosa de un instante v De diversas condiciones.
luego todo quedó en silencio, supuso que era gente de paso, "i como esta os ocasión Y-í ' r / ' l t < t- hablar de Eduardo Escalante preciso es de­
quiza marineros que iban a pescar do madrugada. A p< cu, le cir algo de las letras valencianas, ponptc, en
Escogida entre las buenas,
pareció oir un gruñido sordo, cercano á la barraca. r r más modesta esleta. Escala uto era en mi país
Pueden verse lus escenas
— l'n perro— se dijo. — ¡( »jo alerta! f ; 1 Ñ Y -A ( lo que Federico Soler <-t. el suyo: «-1 alma del
Propias «le cada vagón.
Pero también el gruñido cesó, y el tio Manuel, des­ 6 1V teatro regional.
echando temores, siguió tumbado sobre la manta. El teatro valenciano no puede ponerse en
De pronto estallaren grandes gritos en el barranco: EN TKBCERA. patangí n con el catalán. En Cataluña, los escri-
— ¡Socorro! ¡que me matan, que me matan! — Y ense­ ,, '■s tores dramáticos batí cultivado tralos los géneros,
guida lastimeros aves y quejidos. Sin un asiento vacio, desdo la clásica tragedia basta <-l popular sainete; el
Saltó el tio Manuel de la hurraca, escopeta en mano. Ite Llenos de bultos y cestas, <r) público no extraña que los ai totes calcen «-I coturno y
un empellón despertó á su sobrino. Van «'¡linios y asfixiantes ■ se expresen «•» la lengua «Id país. En Valencia no
— ¿ S o oyes que piden socorro? Hay riña ah i abajo. Los vagones de tercera. sucede lo mismo. Las tentativas «pie se lian bocho ¡.ara ele­
V sin ¡iguardar contestación, cebó á correr por la cuesta. Ya cogió las ventanillas var el teatro ¡i superiores es fe ras de las «pío vive, lian sido
Los aves se repitieron, y esta vez 1"S oyó Ramón perfecta­ infnn tilosas; ¡giii.ro la causa: no sé- si por falta de un escri­
•Juien lomó la delantera,
mente. Sin vacilar, aunque no llevaba armas, se lanzó 'i' hubo ya varias disputas tor genial «pie se proponga s«-i¡amerite realizar tal empresa,
campo á traviesa para coger un atajo que bajaba más dere­ Por ««quítame alia esa cesta 0 porque el publico no se aviene a ciertos convencionalismos.
chamente qtie la cuesta a lo hondo del barranco. 1.a obscu­ 11 por si aquel es muy grueso, Y no pitóle atribuirse «-I hecho ¡i que el teatro letin.sin ca­
ridad era allí mucho mayor que arriba: los gritos habían ce­ <> el otro estira las piernas. rezca de tradición, pues sabido es. como lian deróostrailoal­
sado, faltando asi medio tic orientarse hacia el sitio en que Pero, en lili, intermediarios gunos eruditos, que se anticipó al castellano ( I ) ; pero no
debia de estar el herido que antes pidiera socorro. Mamá­ Arreglaron «I i leí encías, hay qit«1 olvidar que esta se interrumpió en el siglo x vt. v
ronse mutuamente lio y sobrino, y jimios ya , exploraron el Y ya entre los viajeros qnedGsdetiuill.il ile Castro basta Enrique <¡aspar, nuestros
terreno. Nada hallaron en las primeras pesquisas: é ¡han a Hay harmonía completa: escritores «hamátiios «le alto vuelo, do-do muid o la lengua
repetirlas con mayor cuidado, mando sonó allá arriba ttna Aunque esto «le la harmonía materna, lian cultivado la «l«j Cervantes.
voz juvenil, evidentemente disfrazada, como la de tina Difícilmente se arregla, Esto, .pie filé mi bien para el teatro nacional, debía re­
máscara, gritando: ( 'mi que uno «'ante la jota, dundar forzosamente cu daño del de la región : porque al
— ¡Melones! ;<Juien compra melones? Otro tatito malagueñas, reanudarse la Irailii i m, este no podía menos de ser e.rclnsi-
D iresto el tio Manuel y saltar como una liera, l'ué todo l'n vascongado un zortzico, raihrntc popular. Asi sucedió : los modestos autores:de Col­
tino. lar/o¡* y M irar Ira ( 2 ) que se arriesgaron ú escribir en forma
Y tm gallego la tuuiñeira.
— ¡Ladrones!— exclamó.— ¡M e la han pegado! mas ó menos dramática la lengua del pais— salvo Carlos
Hay quien loca el acordeón ,
En cuatro zancadas remontó la cuesta, seguido de lla ­ t.'uien toca las castañuelas, Ros— 1«> hicieron movidos «le. muy buen deseo: pero faltos do
món : pero en el melonar no había nadie. El tio Manuel so Y quieu toca íu guitarra, conocimientos lilológii-o.s, prescindieron por completo de la
detuve, furioso, blandiendo la escopeta, buscando un objeto Falta «le <l«>s «i tres cuerdas. oitogm l’ia lemosina. «pie sustituyeron con la castellana.
Ctl-quien desahogar la cólera. Cantan y tocan los hombres, ! Mirillas ligeras, escritas sin pretensiones ni cultura lite­
Ramón trató «le calmarlo. tiritan y cantan las hembras, ral ¡a. por fuerza u«>-baldan de tener propiedad «le lenguaje
— Duizá sea pura broma— dijo.— No se ve que haya des­ Y llora más de un eh «pullo ni liligranas «le estilo; cumplían sn misión despertando en
trozo alguno en el melonar. Para pedir ca...nm ó teta. el publico la ¡ilición á la lengua valenciana.
— T e lo paree«; á ti. De seguro «pie si miramos de cerca Apúrase el contenido A fomentar esa ¡ilición vino más tarde el ingenioso y epi­
hay medio bancal destrozado. De las botas y las cestas, gramático Baldo v i , (pte, con su f i cunda vena, se propuso
— Puede «pie no. Miremos. Repart¡('•mióse entre todos fundar el teatro valenciano. Lladró, Licrn, Balader y otros
— i Y mientras tanto se escaparán esos ladrones! La bebida-y la merienda. le secundaron: pero nótese tina cosa: como sus predecesores,
— X o; ¡tnás escapados que, van y a !.... Ya tanto calor sofoca, tollos ellos escribieron el dialecto, que es la degeneracii'm 'le
Cediendo á la razón «leí argumento y á la ansiedad que le Tanto barullo marea. la lengua. Xo les critico: siendo el lealm gommiumente po­
devoraba, no exenta del miedo de hallarlo todo destruido, el pular, no podían escribir «le. otra manera: estaba entonces
Y casi se masca el aire
tio Manuel empezó á registrar t*l bancal. Los muchachos <.*ue en el coche se condensa. muy lejos el renacimiento literario «le la lengua lemosino-
habían respetado todas las plantas, menos una, justamente valeticiana «pie habían «le llevar á cabo más tarde los poetas
la más adelantada, la que tenia fruta más próxima á madu­ 1iricos de L o Hat Heno/.
rez completa. Con tules precedentes, la nota predominante en oí naciente,
— ¡A si revienten!— exclamó el tio Manuel. — Han ido Músicos y jaleudores teatro ha sido siempre la cómica, á 1«. que contribuyen «i««
donde podían hacer más daño. ¡Si llego á saber quién ha Pierden la voz y las fuerzas, consuno el gracejo del lenguaje, .pte se presta como pocos al
sido!..... Y rendidos «le cansancio calembour, y el carácter alegre y festivo «le Jos hijos de Va­
Y la desesperación del viejo era tan grande, tan despro­ Al tin al sueño se entregan, lencia (3 ).
porcionada con el daño, que Ramón no pudo menos de son­ Apoyando sobre el hombro
reír. Del vecino, la cabeza.
— Y a ya , tio — dijo, — hay que conformarse. Menos mal il> Víase el canónigo l-'ranei.-co Agustín Tatrepn, poeta dramático
«leí siglo xvt; estudio biográlleo es ri.o |or D. Joaquín Serrano y
que se han contentado con tan poco. Se conoce que han que­ ES SECUNDA. Cañete Valencia, tssit. — Imprenta «le José Ortega.
rido sólo hacernos rabiar. cí. I.os «'o'-/,ii/./is son e'imiiosieiones «estivas m forma de diálogo
— Y lo que es eso. lo consiguen— interrumpió el viejo.— niponas veces, que mellaban en la plaza pút.liea los los
Las tres niñas «le Tostón, Mirarles, ¡tutos stu-rnmei.tales, que ivprc-eiilnn actores infantil«-.- en
¡Pero como yo coja á uno!..... Su mamá «lona Rosario, los altares públicos que se construyen con motivo de las tiestas «le
Lentamente siguió ¡i llamón, «pie volvía hacia la barraca. Tres curas, y un boticario .San Vicente l-'errer.
A 11i les aguardaba el golpe linal, la gracia mayor de Halo. dd En corroboración de lo dicho puedo decir «pie escritores do
Van juntos en un vagt'm. o tuición dramática como l’alam-a y línea y lioig y Cirera, que han
Bohre la silla, de modo queso destsmasen bien, liubin dos tu pretendido elevar la comedí i valenciana a la categoría do drama,
jadas de melón, recién cortadas, que parecían juntamente Consumen pasteles, pollos, no lian pedido prescindir de la nota cómica Esto lia hecho creer a
convidar y hurlarse. A l verlas lanzó el tio Manuel el tnás Sal«-hieliones y chorizos, algunos que la tencua valenciana es retractarla a! peñero serio, lo
cual es un error Teoili ro Llórente lia demostrado que en dicha len­
terrible torno quo en su vida usara, mientras llamón reía Y se habla «le los hechizos gua se pueden expresar las ideas mis elevadas y los mus liemos
con toda la espontaneidad «le su juventud, abierta á lus '¿ue tienen lies tres pimpollos. afectos.
140 — x.u x x x i ii LA ILUSTRACION ESTAÑOLA Y AMERI CANA A S i.i rir.Mi;i;i; 1A95

BU R D E OS. — K X T O S IC IÓ N I N T E R N A C I O N A L , D E 1SÜ5.— l a s e c c ió n d e v i n o s .

(D e fo t o g r a fía .)

Escaladlo nució ¡i la vi*lit literaria cuntido el público, realista, y, si se me permite la fnw.% más urbano. Es de la­ gentes que m is en evidencia pono en sus sainetes, son
aplaudiendo las chispeantes >'■ ¡ureneionadns piezas ile los mentar .pie dominara sólo un género: pues si al par «pío el las que generalmente más los aplauden. Y es porque <1
fundadores del teatro regional, Imbia demostrado 'pie ésto cómico llega ¡i culi ¡var el serio, la obra «pie realizó Federico pueblo gusta verse retratado en el teatro. Escalante en el
iodia ser nn hecho. I.a represenIación en el teatro de la Soler en Cataluña la lleva á calió nuestro escritor en \ a- suyo retrató ¡i las pollas cursis en Les chiques del entresuelo;
Í’ rinceaa do la píceo illa Dea, dotan >/ noeanta, verdadero letieia, a cuyo lili habían dado con bastante éxito algunos á los vecinos chismosos, en L a escaleta, del dhnoni; á los
cuadro de costumbres locales, en el .pío con mareada vis pasos Palanca y Roca escribiendo el drama valenciano, y partidarios de Milco, en La Chala: á los alimonados á la
cómica puso de relieve el perjudicial vi io del juego de [Salador la comedia bretoniana. tauromaquia, en t'n torero destapa: ú los embusteros, en
la lotería primitiva, tan arraigarlo en las clases inferiores de Pero Escalante, con valer tanto, tenia su esfera más lim i­ Mrntirrda // el lio Lepo; ¡i los valientes, en Matasiete // es-
la ciudad del 'furia, fue para los literatos una revolución: el tada: verdadero escritor popular, el sainete era su género pautaoeho; ú la mamá política, en La sopea. de casta-
teatro valenciano tenia un escritor cómico más de gran in­ predilecto, y en él— dentro de la escena valenciana — no ñola, etc., etc: y sin embargo de babel' ridiculizado en sus
genio; el pueblo bajo, el Coya de sus costumbres. pudo nadie aventajarle. V se comprende, porque más «pío obras tantos vicios y preocupaciones sociales, no tuvo nunca
N o es bib.-rbole: ningún escritor de mi tierra lia pintado un pintor de costumbres era un fotógrafo, y nada escapaba ningún enemigo.
con más verdad, no exenta de gracejo, las escenas popula­ á los cristales de su objetivo. ¡N o en vano sus cuadros resul­ Tai era nuestro Escalante, cuyo retrato publica L a It.t>-
res. Salvo pcpiefiisinias excepciones, .pie no s m del caso taban tan eminentemente realistas! Tlt.Wióx en la pág. J 11. Al bajar á la tumba, abrumado
señalar, los .pie le precedieron babianse limitado á llevar al Citar las obras .pie escribió, seria tarea entretenida é im­ por lina enfermedad moral— el sentimiento de la muerte de
teatro tipos campesinos, exagerados ensi siempre por la nota propia de una semblanza. Pasaban de sesenta las .pie su su amada esposa — deja en las letras valencianas un vacio
cómica, l’ rncban mi aserto las tan justamente celebradas musa fresen y risueña, á partir del año 18t!l, dió á Insta que tardará mucho en llenarse. Por su analogía con un la­
obras bilingües E l <¡at\m/, de liuldovi, y De fe,ñatee á Idas y el público aplaudió con verdadero entusiasmo. Filó moso escritor, al ilustre sainetero le llamaban sus admirado­
laca//o, de Liern, en ipte sus autores, haciendo un verda­ una serie de triunfos .pie los amantes de las letras valencia­ res, .pie son tunebos, el Don llamón de ¡a Ceas del teatro
dero derrocho do gracia, demostraron a la vez .pie su gran nas recordaremos siempre con fruición; triunfos tanto más valenciano. Era un sobrenombro que él modestamente re­
ingenio la eufonía de la lengua valenciana. legítimos por ser debidos u la sociedad .pie en sus obras re­ chazaba por creerlo inmerecido, poro que, no obstante, ga­
Escalante, con su talento altamente observador, mareó al trataba. nado se lo tenia.
naciente teatro nuevo rumbo: al pintar tipos v costumbres Site, líale a H litardo Escalante en Valencia algo pare -ido
d é la ciudad, tomados todos ellos del natural, lo hizo mas a lo que le pasa á Ricardo de la Vega en Madrid: que las •J. F. Sa .vm ah tíx v A ouiube .
8 S ki' tikmiiui 1805 LA ILUSTRACION ESPAÑOLA Y A MER I CA NA N.° XXXI11 — 141

EL CAPITÁN SANDERSON. — ¡A y , Sanderson! quiera Dios que


vuestra crueldad no traiga graves daños
ñ vos, á mí y á nuestra hija. Acordaos del
En tino ile los primeros días de Agosto cruel fin que ha tenido en el Dahoiney
de IN .' i S notábase desusado movimientoen el catalán Mustich; tened en cuenta el
la principal factoría inglesa de Coriseo. carácter cruel y vengativo de los negros
Esclavos en considerable número, ad­ de ahí enfrente — dijo la joven exten­
quiridos á bajo precio por id capitán San- diendo la mano hacia la embocadura del
derson en el gran depósito de cabo Ló/>r.i\ Angra— y no provoquéis sus iras y sus
llevaban de la arenosa playa á los alma- venganzas.
cutes mazos do enuchú, ébano, colmillos — Estáis equivocada, Ketty — dijo de­
de elefante y pequeñas cajas con oroen pol­ sabridamente Sanderson: — lo s castigos
vo recogido en las arenas del río Angra. con esta gente son muy saludables, pues
Los tripulantes de una veintena de ca­ sólo se les domina por el terror. Acordaos
yucos aproados en la playa, descargaban vos también de qué sirvieron entre estos
lis mercancías que, con gran Celo y no salvajes de ébano la filantropía de Ilut-
poco recelo do sustracciones y robos, ano­ chison y las caridades do su esposa, y en
taba en su registro un moeetón rubio, ce­ cambio ved cuán eficaces lian sido las se­
jijunto y fornido, segundo de Sander- veras lecciones que hace poco les dió el
son cuando este mandaba la brili-barca vapor A h !n para vengar el asesinato de
F i n i n ¡ / , y (pie ahora desempeñaba el car­ cuatro marineros.
eo de contador de. la factoría. — Como queráis, Edvard: bien sabéis
Vigilados por obreros krumanes, do que mi voluntad es la vuestra: pero....
fidelidad é inteligencia proverbiales en­ En n j i i r u » , pronunciado con entona­
tre los colonos y marinos ¡pie frecuentan ción segura y enérgica por Eerguson, y
las costas occidentales de Africa, los es­ un grito de dolor int*minipieron el ra­
clavos iban y venían de la playa ¡i los zonamiento de Sanderson y de su esposa,
almacenes, donde depositaban los lardos. quienes dirigieron sus miradas al lugar
Por la galería exterior de la casa pa­ del suplicio.
scábase el capitán acompañado de su jo­ Atado con fuertes ligaduras á un ro­
ven esposa, cuya fisonomía simpática é busto poste, un fornido negro de cuerpo
inteligente revelaba la energía y dulzura, tatuado retorcíase y lanzaba rugidos é im ­
características de la raza irlandesa. precaciones á cada vez que caían sobre
¡lili! Eerguson— gritó el capitán (fi­ sus desnudas espaldas los limosos reben­
ngiéndose á su segundo:— se me ocurre ques; alrededor apretábanse, presencian­
una idea que lia de ser lamosa entre la 1L HARON ALFONSO DE ROTIISCIIILD. do el bárbaro castigo, los tripulantes ma­
gente de color de toda la costa. Suspended jumbas. Cien veces subieron y bajaron
(Do fotorrafia.)
1 1 entrego de pólvora, ron y lelas á los los formidables látigos: Atar-Gog ya no
y haced que presencien el cas­ respiraba; con el último azote rindió su
tigo que hemos de dar ahora á Atar-Gog. espíritu al desmayo de la muerte.
Déosla manera llevarán á las orillas del Angra y del Gahoón mi De I i multitud salieron sordos rumores de indignación: l is dilatadas y lijas
cuerdo de nosotros, y tal voz so suavice su orgulloso salvajismo. pupilas de los majumbas decían venganza: Sanderson y Eerguson dirigieron
— Huéllaos la idea, capitán— dijo Eerguson:— poro me parece que las blan­ en derredor miradas altivas y echaron mano á sus revólvers. Dispersáronse
duras do corazón do mistress Sanderson han do ochar ¡i perder, como el otro cabizbajos los eorisqueños, y cambiaron furtivas miradas de inteligencia con
día, tan hermoso propósito. los majumbas, que volvieron á sus cayucos.
— No hay cuidado por olio, Eerguson, y manos á la obra, porque quiero Hocos momentos después quedé» la playa desierta, y hacia el cercano con­
presenciarla. tinente corrían veloces veinte piraguas que llevaron á las márgenes del

i'A R Í S . — A T E N T A D O CO NTRA R O T IIS C IIIL D .— E L DESPACHO DE .MJí. JO K O D W ITZ DESPUÉS DE L A EXPLOSIÓN.

(D e fotografía.)
142 — n .° xxxin 8 S ki ’tikmiiiik 180.')
LA TLTSTK ACIÓN ESPAÑOLA Y AMERI CANA

Angra ol grito y el voto ile exterminio y ven­ como ocultos, al parecer, en un nicho. Eos que dieron <«»n el sli,des en sonetos». «Cada soneto— añado— no sólo por la
ganza. hallazgo, hicu ente-nulos de su valia, presentaron la colección concepción hi-roii-a, por la riqueza v brillo de las imágenes,
Plisóse el sol entre densas cortinas do irisadas en l’aris para venderla, y pidieron por ella, entre otros al por la maguílicoiu-ia «1«- la frase, por la exquisita elección
I (¡rector «1«* los Museos Nin-ionales. Ja suma de medio millón de la rima, por la musirá, «h- las sílabas, i-s una obra maestra,
nubes, y tras breve crepúsculo los obscuros velos sitio «pn- su conjunto <»fi-«-«-«• tal perfeei-ión, «pie no por ha-
de fnini i s. El precio pareció muy elevado, y mientras s«-
de la noclie envolvieron las bajas tierras de la isla, disentía la prnpos¡<-iou y se andaba al regateo, el Museo de I»«t sido jneparuila resulta menos llena de armonía.» Mues­
los islotes de Etobey y las altas tierras del conti­ Boston ofreció hieaniidad que se- pedia, para adquirirlo para tra, eloetletite de ello es. el ípu- dedica al artista orfel'rero,
nente. Brillaban cu el cielo las constelaciones aus­ los Estados l uidos. En tan criticos monieiitos tuvo conoci­ «pn- ha p«*ra«!o. ih-«li«-an<lo su gen i" «lurant«• min'ltos años al
trales, y Sirio emiaba b>s primorosos cambiantes miento el harón E. !¡othse|iild de lo que "ritm a , y sin vaci­ culto de las n-pt'i-si ntaeioims profanas y olisconas y ]>«»-
de su luz ;i las tranquilas aguas de la bahía. El lar entregó el modi«« millón v regaló la a-lmirahl«- vajilla al iiieinlo su alma en peligro, pero «pie al lin se arrepiente
misterioso rumor del mar de fondo se agregaba al Museo del l.otivre. I.a mayor parte de las eiiarenta piezas y «•¡tiróla mi oro la reliquia que ha de contener la hostia con­
de la brisa en los copudos arboles y al zumbido de «pie la eoiiqioneti «siati enteras y pcrlWtnmente conservadas, sagrada. Rejo en francés «-I soneto, tal cual Hqredia lo es­
y las «pie j«e s •litaron a'giin deterioro lian sido resta unid as cribió. porque malquiera traducción. por esmerada «pie
los insectos. fuese, adulteraria eon irregulares \ torpes giros la belleza
con severo gusto ó inteligencia, Figurun entre ellas dos
Allá en el continente, hacia uno y otro lado del pateras, casi iguales m tamaño La mayor ostenta riytt *«r- del trabajo. Itice asi:
estuario del Agrá se veian correr luces de deste­ natueiitaeiiiti de follaje, y «-mil ietie ••!! el cent.ro la figura sim­
llos intermitentes, y percibíase como ruido de 1.1: v iril. -'UKKVIík .
bólica del Africa, representada poruña joven, «•ou la cabeza
tambores. Desde los buques surtos en el puerto cubierta por una piel «le elefante, cuyos defensas forman á Afienx •faueiin tuaitre iti-.-rú nu lo ro de nviitri-«-.
viénmse avanzar, rasgando la densa bruma, masas I««« huios una media luna, liste tocado es el detalle caracte- •tn'il ait nmn líiiiz. Xiim-nez. Ileeerríl.
.I'n¡ serli le rulti“ , l:i perle «-t le l'éryl.
obscuras: pocos minutos después cruzaban muchas ríst¡i-o en lis a lego r as «pie los romanos hirieron siempre <!<■ Toi-dii l ause d 1111 vas«-el UiarteU- su irise.
piraguas hacia Coriseo; encorvaban los remeros la comarca a frica na. emi ningún otro símbolo representada Ii.-ins ritriíi'ni. «tu- l'i-iuiiil mi le 1 >:«iIl«>ii s'irisa-,
para ellos mejor que ron el elefante, maravilloso animal .t ai i" ini el i'ai —-iil|it<-. im-uant l ame «-n pi-ril.
sus robustos dorsos, hundían las palas en el mar é A11 ti.-ii de t.'lirist i-u i-i'iix *-t «tu sjiini sin- U- uril.
para el pueblo rey desde la época do Anibul. y «leí «pie l.u- <» honii-1 Hata-lili- tvre ou llana«’-sm-pris«-.
impulsaban con vigor las piraguas, que hendían el «•atio (lili, (i) '¡ijo: J ai «I«• plus d un «!-t"«' daimi-ipitn«- le ii-i-
aire y el agua rodeadas de ancha y luminosa faja. T-'.i. pmir le \¡tin uruii'-il «te ee- ,i tivr« s d enú-r.
De cuando en cuando oíase el i/ itiiijf, u tiiiii/ de los «Sic l.vlii'-iis tli'iirik cli-;i1i:i- u|)|in—n- nb ¡irmis, Aventuré ilva part de l'eienndle vi.-.
i Unni- ivpfivu-'um snindcnti missili- ti-r¡.'<) Aussi. vnennt nnoi ace Ul-tiner v.-r- le -««ir,
jefes imponiendo silencio en nombre del i i i i m . l,,riinifit <•* hiiT-ínte« iiiulu «ut«’ «lis-'Uttt hnslrts; •I.- >.-u\ . niilsl .pie III l-í' i • .luán de S.-irovie.
Resonaron gritos feroces en la playa: brillaron Vi-oi-rn timi l.-oi-nt |n>nll lis. crifruí pie eriiim-m. AJourii- en i-iselanl liaos Vor un ostensoir.
de repente algunas antorchas que iluminaban los (Vili IIxa stilili rolli ii-i’.i -, mi i -ei i -monis
Tot liiinilìs. un mi noiu-xplvirt vulnera tuuricm - ¡'.'iié' In-rino.«" tributo etieierran estos versos, pagado por
movibles rostros y las hirsutas cabezas de los sal­ « I «•xini¡o |io.-ta, ;i la tierra de sus abuelos, cutía de esos
vajes, que en número de cuatrocientos rodearon Pintura filosófica y emblemática, sostenida muchos siglos grandes artistas que son hoy el orgullo de m test ros museos
la factoría y prendiéronle fuego en los cuatro cos­ «lespttes por el vale italiano, «pie añadió: y de nuestras catedrales! El nombre de Hercdia suena en
tados. Sonaron varios tiros que sobre la multitud ••Donnine úriitte p-iivi'lle. mis oidos >-on espeeitil encanto, (.’orea del pueblo que así se
dispararon Sanderson y Eorgitson. La lucha filé Imponiate, et aniñe. llama esi ribo. cor«ai de Ilere«lia, liermaiulail alavesa «h- lia-
Sin eontni mi Elefante Insolellt iti-V rmuilia, ú orillas del Xadotra, y no lejos del histórico pt'ie-
terrible y breve. Colile liuv'lio polio .
l*l*i. palacio y rastillo «I«:- (¡nevara. Xo hay en España otra
Entre las llamas del incendio, lanzando aulli­ 31« no v mil.-uro
l'.iroinl per dolor veder le «¡teli«'. población «pn- heve « se nombre más ipm la reducida y o lvi­
dos, esgrimiendo azagayas y cuchillos, ganaron la Solo e««‘l iii'-i'.-"-oar «|ii«-ta non t-ell«-. dada alilea «le Al.iva. ni' titotable en la piiniera guerra civil
galería y las habitaciones donde Eerguson y San­ Klialiretle in t«ena «t«- In rei« puní uní. por la sangrienta heeatmnlio que allí n-alizó /imialaeárregid.
I.a morti-: in i noli mal la sepoltiuvi."
derson se batían heroicamente. De repente aparece Los ll.-n-dias son todos alaveses de abolengo. Y, al parecer,
Ket-ty en id umbral, donde de rodillas y llorosa, La segunda patera ostenta un finísimo lutsto, «pie. según algunos «le ellos «lados á la poesia. No de la altura «leí autor
pedía perdón á la furiosa muchedumbre. la opinión de los anticuarios, «lebe ser el retrato del propie­ ■le Tmplo'es, ni mucho menos, pero fácil y sentida poetisa
Loa azagaya disparada por certera mano dió tario riti la rica mansión m que el tesoro se lia cni-ontrado- ha sillo en nuestros tiempos la timd-sta religiosa, hija de
llan aptireeiilo a lem «s «los cántaros ánforas de igual ta­ Alava, Sor María «le los 1t«»b res líeltran <!«• Ilen-dia, monja
muerte á Eerguson; una piedra lanzada por un gi­ maño, eoli magnili -os relieves, Representan los de uno ¡i un clarisa en el e<invento d " l’ lascnciti. «le Extremadura, «pie
gante sobre Sanderson, que con rápido movi­ emperador, t laudi" tal vez rodeado de soldados, y a i-uvos «loado muy ¡oven «ledieó á I'ios su corazón y su pluma. Sc-
miento la esquivó, deshizo la eabocita de la hija pies « stali Illunillailos varios esclavos. En el lado opuesto si-nta años eonttilia la poetisa cuando escribió una «le las
de Sanderson, que dormía en la cuna. hay tivs diosas, «pie s>- dirigen al Emperador ofreeiémlole la eiinqiosii-iotií-s «pie eoílozi’o, \ q 11«:• «l<••i¡«■«'« ;i la señorita doña
Oyóse un estridente grito de horror: levantóse estatua de la \ ii-tmia. Kn los r«-li«-ves del otro <«• vi- el tem­ Rosario de Perca, hermana del inolvidable poeta vitoriano
K elly con varonil arranque, quité) el hachón á uno plo «I«- -lúpitor Capitolino . aule el cual se hace el sacrificio de este apellido. En ella so Ico, entro otras estrofas:
de los negros, y se precipitó por una escalera al de lili toro.
-iLa viña nili-sl ra ,-o-ila
almacén de la pólvora. I >os lazas grandes muestran ettivosísimos detalles, « incela La mar del surrlmieiito,
«los Con todo primor. Figuran elitre ellos un grupo de es­ l’i.r sel- la triste Imrein-ia
Resonó un estallido enorme: una llamarada que De mi' -tr" piulre Adán:
queletos en aelit'ii«) «I«- con versar, rodea« I*»« de atributos y
iluminó la extensa bahía lanzó a los aires gran «le, inscripciones griegas, según las cuales >-l autor «pliso tv-
Mas ¡ av <I«- uuii-u se irrita
l'"r mates del momento.
número de los asaltantes. Después todo quedó en ]>t'e8etitar el reeiier lo «le los portas \ liloSofoS tn.'iS notables ' iviendo en impaeiemna
la obscuridad y en el silencio que sigue á las ca­ «le t.!ro-ia. Eas tazas están bonica«las mu preciosas gnirnul A en eoniroj'iso !i úin!
101 |»-iisn«Ior «-ri-llano
tástrofes. Sólo se oía el vago rumor del mar y el «las. Entre otras vasijas notable.- hú\ algunas en que apare­ Mira en la- penas llores
zumbido de los insectos. cen represen la« los varios manjures y utensilios «le mesa, «Míe telen la connm
Del reino de la luz.
A l día siguiente, los misioneros anglicanos re­ tiglirando en bello desorden juh tiles, liebres, palos, grana­
Y oíreee al SolierallO
cogieron y dieron sepultura en ancha fosa á gran llas, racimos de uvas y copas. Estos vasos están firmados l'n liimno de loores.
por su autor: Salía ¡no». lian apatviádo asimismo, y ligi irán ^ en su diestra núntidonn
número do cadáveres Carbonizados. «•n la «•oloeeii'ui, vasos «uva ornamentación es «le troncos y Sus niales y salud.«
Xi huellas quedaron sobre la tierra del cruel ramaje de olivos, diversos soportes para qtiemiir perfumes, Los llereilias, como stteode con l¡t mayor parte de las fa ­
Sanderson y de su infortunada esposa. citeharas cuya parte «'onvexa \ n n os mangos están precio­ milias de la primitiva Alava, llevan 1 'impuesto el apellido, y
samente labrados, y dos saleros ron adormís «le pámpanos y formnilo por la derivtu-ión del nombre del padre, al cual se
T a x c k e d o Qu e v e d o .
uvas y pies de garra «le león. No podia fallar el salero en añade siempre "I de origen local. Por eso los Heredéis se
.•lipidia civilización «pie <•««ti tanta sal y fortuna supo domi apellidan <¡onzúlez de Hercdia, Fernández «le llerediu, Bui­
nar el inundo entóneos ■-olimi« lo,y «lil iindir por «4 su pode­ trón de Hercdia. Pérez de Hercdia. Seguramente los antepa­
POR AM BOS .M E N D O S. ros«) espíritu. Ni en la mesa ni en el genio romano faltó la sados del gran poeta académico francés llevarían antepuesto
sal: ya era viejo entonces el decir: «« Menno »ah den/ilu/u, al Hercdia el patronímico. Lo que el poeta lia conservado ha
iieeidieiilihii* minos ipuila esi»-. y \¡i balita di«'!io San Palilo si lo el de, y lia hecho muy bien, porque no hay vascongado
NAlta ACION KS COSMwrOUTAS. para cuando se labraron estos vasos: h Senno resler sew/ier de antigua procedencia que no lo lleve. En el Catalogo do
ni i/ealin itul« sil riiml'hisn: a lo q u e agiv-go más adelante los pueblos que tenia la provincia de Alava en el año de '.Lid,
Ij(i« n,iMi>vh¡lfl y el tesoro di- Hos-o-Henil-: el artista W -«««.« —Lo*
orfolireros (leí Itemi úniienlo: un gran snnuto do U. Jos. Alan» de San Anselmo: «i (’¿itasi 10/111.1 snnidns rreipinlnr ah-ore cordis formado en el Monasterio de San Millán en I02Ó. según el
ili-redi i: el neldo de llerediu: l:i |iOCti-:i sor Murta li.de lli-ri-ihü: nudi.' ululili, non si! ¡nsipidns pee innipirnltuin : in e pulida» Becerro gótico del tnistit", figura en Parrnndia ol pueblo de
lo une signitleu lu voz Krnlhi.— K1 liiuino jutMjnés en honor del per ad'iionilioiiew enrnolis de/cc'itlioni», nee corrupto» per
Hiluido, vencedor de la China. llerediu, con el nombro de llerediu. La palabra Erediu, «i
iidiniiiinni'iii f i l i si tu li.*, » " I xetnp’c sole spirihudi* mipin i lia l-'.rel d in . parece querer decir en lengua vascongada: Sem-
A» condi tus, et«.-.» lirndn nliiindiiule ó Mnrltns scinhrudos. Aun se llaman en
•> y* os extranjeros curiosos «pie se extasían ante (¡rucias, pues, á la géneros ida« I y umor al arte del barón castellano h cm la th » ú los sembrados en Álava. Y la palabra
la« tnotmdencins vulgares de la vi la «le l’ a- Edmundo «!<• liotjisehilil. este ineoniparablc lesoro de Hosco- Heredad. «sembrado, tierra de sembradío», procede de //«■-
¡ W lis, van estos «lias a eoriteniplar los palacios líi-ale podrá s«-r admirado en l 'arisi por los alieintiiulos y i-n- redla, sin que haya en el latín antiguo ninguna que repre­
^ en que viven los líofltsehild, en uno «le los tnsiastas «h-l urte «-liisieo romano imperial; en sus detalles sente la idea di- hereda«!, más ipic las de prndtuin ó pradio-
. ■- cuales mi anarquista lia puesto la última caja «le. dibujo v de cseultttra podran inspirarse los «pie buscan hnn. porqui- la «le heres se aplica al heredero y es extraña
explosiva de la temporada. Y do paso, miran para id aprendizaje moih-los «-orm-tos y bien inspirados, y ai latin, por no tenor raíz «le donde proceda. Heredero se
y remiran, «i.-s le fuera por supuesto, aquel ««lili «-ti su iutrinseeo iiuió-iial «le pinta se extasiaran también los fortín», «'«»lio todos los terminados castellanos en cria y ero,
ció «Iñude habita uno «le los primeros millonarios «ptü anhelan el disfrute lie las costosas maravillas del lujo.i finales aplicados ii las palabras «pie signilieati hacer alguna
del orbe, «pie para la generalidad «le las gentes viene ilomi«-ilio. Antes «I«- allora «-I l?ai«'ui va Itahja «lado r«-peti«las «•osa. «.le la tcrinmacmu i h-ntiea vuseonga«lit a r i; de manera
á ser más grande, más feliz \ más envidiado «pie cual­ pruebas «le su esph n lid«« «lesintei'es. i-n pro «h- los gastos «pie que Heredero procede de. E re i , tierra senilirada «¡ heredad, y
quier sobe-rano. Kn eambio, los forasteros entusiastas son necesarios para el estuili«« de l is arr.es. En el misino o r í , el que la labra ó henolieia. Por supuesto que Hercdia no
d«d arte, que en l ’aris visitan ol maravilloso .Museo del I.oti- Museo «lei Louvre piteih-n verse las ricas antigüedades «pie se escribió nunca «•on II en su origen y uso vascongado, ni
vrej buscan como gran asunto de curiosidad la colección lla- encierra la llamada Sala de J/iJrto: p in « bien, gran parte debiera escribirse hoy: pero osa, como otras muchas voces,
maila te»oro de Boxeo-líenle. que lia ido a enriquecer más y «le aquellos admirabli-s vi-stigios, de ¡1 ptellos l'raginetitos de han sufrido tul eapr.chosa é infundada variación ni pasar
má> aquellos salones, gracias á la géneros¡«lad «le un b’ollis aivpiiu'ctura y «le escultura, se deln-n á la excursión que hi­ al romanee i¡ castellano. Algunos de los 11erodios " Eredius,
c ilili I , «leí barón Edmundo, hermano de tíustavo, el gran cieron a Mih-ro los arqueólogos MM. Hay et y Tilomas, por con su patronimieo correspondiente, al verificarse las cam­
protector de las artes. Del terrible proposito del anarquista, em argo y por cuenta de M. Edmundo «le l¡othsehil«l y «li­ parías de la liecompiista. pasaron, como otros muchos alave­
de su persona, do sus antecedentes y «le los menudos detalles sti hermano tíustavo. ses, á Castilla y al vecino reino de Navarra, y éstos más
de su existencia actual se octipati la prensa y el púltiíco ca­ c tarde á Aragón, a Valencia, n Andalucía y á América, lle­
a o
llejeros: y en eambio. «leí rico donativo de Edmundo Bnths- vando :'t todas partes el carácter de hijosdalgo, en el mero
« b ilí sido algunas personas de «listinguMa inteligencia lia l'e otros udm i rubíes Salía 1no» . maestros arlilic-s. orl'e- Hecho de ser alaveses. Ileredias fueron los .pie en la nobleza
blau hoy. En cambio, «•liando la novedad y la curiosidad 1ire ros ó plateros insignes, que trabajaron el oro y la plata y grandeza española fundaron en el siglo W in las casas que
vulgares pasen, «pie pasaran antes «le ocho «lias, «piedará \ las piedras preciosas « n España « n la «-poca «h-l líenaei- llevan ios titules de Marqueses de Hercdia y Condes de lle-
firme en la mente de los hombres entendí los y en las pági­ miento, cuyiw magistrales obras guardan nuestros templos, redia-Spiiiola.
nas de las obras «le estudio «leí arte el recuerdo do la valia encuentro un m uerdo hellisimo al ]«-«-r, « n estos dias «l«-l e
«leí donativo «leí barón millonario, ¿Qué ha sido ello? ¿Qué plàciti«« descanso veraniego, el « spli ndiilii libro «I«-] gran o o
tesoro es ese? poeta ' iil'ano, l'ram és por su niailn- y por su uaturaliza- Va que en esta cróniea ha habido necesidad ú ocasión
En la primavera «¡el año actual los «ihrcr s «pie trabajaban i-¡ón. 1*. -Jos«- Maria «le llerediu, «-I im-omparabh- sonetista, de cebar mano de composiciones latinas, italianas, francesas
en las excavaciones de las (•«•reamáis del Vesubio, en Poseo «■uva rei ii-nle entrada en la Ai-aih-mia l'iam csa. si rm le lia y españolas , voy á ponerle por contera una japonesa, que
líenle,Incalida I situada entro Pompcyu \ Turre-Aimiinziata, «linio mayor gloria que la «pie ya balita eoti'pi¡stailo con su acabo de leer, que es de gran oportunidad y que dice asi:
hallaron entre los eseoinhroM «le una «piinta. que dobló perte­ pluma, puso de moda para minilo tii-tnpo sus soberbias
entupí«sii-iotit'S, Iteli«-r*mu- al libro Tropiece», «1«-I «pn- lia "Iv.-ira kuiiino, Loto tairatrit«-,
necer á algún nohle romano, una eoleciáón «!«■ objetos de Taita knniinuz". Iv.-mko .AI¡k un imano
plata, «le servicio «le mesa, envueltos en un hato de lana, y dicho Mr. Krani/ois (.'«>]ipé«* «pn- « e s una nm va Lc;p nde de* 1 1 touiotodoroni, Kikoyunani.
8 8i:rm miîiiK 1805 LA ILUSTRACION ESPAÑOLA Y AMERICANA N.° XXX111 — Uà

Mikurumnno Otoni awa ~ctc


Kotoliogan Iza moro toraoui P e rfu m e n a tu ra l LIBROS PRESENTADOS
.
Tía olí ¡agen Komiyorokn biwo.
Morotouiom l)ai, (.¡cnsui helka lian Zuil »
VIO LETTE IDEALE <1 e la v io le t a . Á ESTA REDACCIÓN l ’OR AU TO R E S Ó EDITORES.
QaoiiMgant. perfumista. l ’a-íx I'.'. Ka hoin-r Sf Honore.
Este himno, que se luí i imtiulo en las escuelas «id Japón ul
volver el Mika-Io á su capital, después de los iriunl’os contra M!'ri.*»«-:il«—» «I«- C a m p o , S iib in s p e c lo r o s <le A i'tille -
la t'liinu, viene a qiie.rer >ig;iiilic¡ir lo siguiente: muy apreciada para el to­ eiu . por d generai del arma 0. Adolfo Carrnsco y Sriinz.
«V a está hedía la paz. con la China, \ ahora vuelve su EAU d HOUBIGANT cador y para los baños. ¡‘¡sta nuova obra del generai Carrageo es, por la multitud
Majestad el Emperador. ¡O id! ¡o id ! Ya se siente el rodar de llo u M g a iit, perfumista, París. 1ú. I nul.)'niig S1 11onore di' inieresaiitcs notieias que eontiene. tan digna ile la ntun­
cini! de los ostudiosos corno otras no meno» erudita® que
su augusta carroza. En armonía con ese ruido, elevemos
lui puhlieado y de que cn osta iuisma secCióu liemos dado
hasta el soberano nuestras aclamaciones. ¡V en id ! ¡Aumen­ cucnta.
tóse nuestra alegría, nuestra inmensa alegría: adamémosle! Prrfum tria exótica SENKT, 35, rue du Quatre Septembre Esta escrita para intercalar en el escalafón ilei cuerpo
¡ Alegrémonos todos! ¡V iv a , v iva diez mil años sil Majestad I'arts. ( Véame los anuncios.) correspondiente al año I>1I5. y eontiene gran uùiucio de bio­
nuestro lieneral en je fe !» grafías. algunas ile ellas rompleiainuute nuevas.
V nada más por hoy. Ks muy digna de alañan/.a la diligem-ia eoli que est e sabio
Perfumería X¡non. Ve I.KCONTK ET C'e, 31, rueda Quatre Oonerai procura contribuir al eonoeimieuto ile la Historia
líü'Altbu IJli.'KISKo l'K I» ICNt;•*A. Septembre. ( \canxc los a nuncios.) militar de España, tati descuidada hoy.

EL SER CONSERVADOR NO ES UNA FALTA.


lis cosa muy frecuente el hablar de España Reíase
N I N O N DE L E N C L O S
arrugas, que no se atrevieron nunca á señalarse en su epidermis, y se conservó 1
>c de las an
I 3E PRECISIÓN, RULETAS, JUEGOS MECÁNICOS,
MESAS DE JUEGOS, BILLARES, UTENSILIOS DE
I CASINOS, ETC. -ée remito Cutdlago, franco.
como de un país conservador, y lento en adop­ _ )ven y bella bastí
joven hasta más allá J . \ . « I O S T . — 120, rus Oberkampf, París.
tar todo lo nuevo, y en cambiar. Que hay cierto lá de sus So años, rompiendo una vez y otra su acta de nacimiento á la
grado de verdad en la apreciación que dejamos faz del tiempo, que t u vano agitaba su guadaña delante de aquel rostro seductor sin poder moni-
ficarle.— Este secreto, que la gran coqueta egoísta no quiso revelar á ninguno de sus contemporá­
expuesta, puede admitirse; pero que el comer-
car ¡sino, propiamente definido, sea una falta ó neos, ha sido descubierto ñor el doctor Leconie entre las hojas de un tomo de !a Historia amorosa
de ¡as (.¡alias, de Bussy-Rabutin. perteneciente á la biblioteca de Voltaire y actualmente propiedad
CABELLOS CLAROS Y DEBILES
una desgracia, eso es lo que nos disponemos á Se alargan, renacen y tortillcan por el
negar. exclusiva de la F V rltiin c ria \in on (Maison Leconte), 31 , rtte du 4 Sep'embre 3: , París. empico del K x lr u il <'.api la ir«* des
La cuestión que si puede debatirse es la de si, Dicha casa entrega el secreto á sus elegantes clientes bajo el nombre de 1 é r iia lilr lia n «le Utmdiclbts du M'int Majilla. que detie­
¡Viiio ii y de lF u vet «I«* ¡tünon, polvo du arroz que Ninon de Léñelos llamaba «la juventud en ne también 'ti enidii y retrasa su decolo­
en definitiva, algunos de esos llamados adelan­ ración. K üeiirt. tulmliiMiaítur. 35, rué du
tos modernos no producen tanto mal como bien. una caja».—Es necesario exigir en la etiqueta el nombre y la dirección de la Casa , para evitar las
falsificaciones.— I.a I ’arfumrrie Xinon expide á todas partes sus prospectos y precios corrientes. O I Sffih mine, funx.—Depósito« en Madrid:
Beto de todas maneras, convendremos en que el l'irfuniena Oriental, Carmen, 2: Aguirre V
punto se decide por una sola consideración:— la Depósitos en Madrid: siguiere v Motivo, perfumería Orienta!. Carmen, j ; perfumería n'e L'r- Malino. Preciados. 1: ÍYi/u¡uta. Magor. 1,y
de si el pueblo, conjunto, viene á ser por ellos il'ilota , Mover. 1 ; Romero y Vicente, perfumería Inglesa, Carrera a'e San feronims. j , y en Barce­ en Krircelona. .sra. Cinda de t.ilfunt é ¡lijos,
mas feliz, ó no. Desear el cambio por el sólo lona. Sra. I inda a'e Lafont e ¡lijos, y Vicente Ferrer; Salvador Vires, perfumista. Pasaje Bacón ti; u Vicente d irur j Cuan, .lú a perfumistas. ,
cambio, es tan poco razonable como el apegarse Salvador Ifun/is, perfumista, calle Jaime /, núm. iS.— J . G. Fortis,perfumista, Alfonso I , man. 37 ,
á h< antiguo tan sólo porque es antiguo. en Zaragoza, misma casa en Valencia.
e n fe r m o s ^
Como un ejemplo del caso en que nuestro pue­
blo por lo general se halla en estos asuntos, ci­
R estau rado r
BO CA
taremos el procedimiento adoptado por D. José
Costallet respecto ñ su enfermedad. De una de­ 4
claración pública hecha recientemente por OI, U N IV E R S A L del
aparece que por un largo espacio de tiempo ha­
bía estado sufriendo de lo que él creía una per­
tinaz enfermedad del «estómago)). Buscóle un C abello ni d o lo r de m u e l a s e l q u e u s e e l e lixir
remedio, como naturalmente nosotros lo hada­
mos, y consultóá un médico. Ahora bien; la pro­ de la Señora S. A . A l l e n M E N T H O L I NA
p -a que prepara el I)r. Andrea. “¡y ¡g
fesión medica en este país es tan acertada en la para rc'taurar la' « ana: á >uptimiiiv.,color, V y Su uso emblanquece la dentadura o
curación de las enfermedades, como lo es en la al brillo y i;, herir«,Mira de la uociittiit. l e '/)■ r, aromatiza, el aliento, oublia el <y q,
de los demás países: pero, esto no obstante, el n Mill.'eren >u Mila, liivr/n y , intieni,,. A <*, dolor dé nmelas y fortifica ° -_c»
doctor en este easo (nuestro amigo asi lo dice) Hace <ie»,ipi>H'« er umy ; o rao la c., i a. hu
perfume r» rii , y cxquÍMto. l«s E N C Í A S , ¿ y/> &
no pudo curar a su paciente, hecho oue no sor­ Deja -ilo Principal: 1 1 ^ y iiC- 5-oulh- \V=*
prenderá á todos aquellos que son sabedores de om i'l«" Kow. I ■ (1res : l ’an» y N;:r\,\ \ . ik. en P o lV ° ó °
que los médicos de Inglaterra. Francia y Amé­ Vci,cíese ti, las Peluquería:, y 1ciiur.ciiux. L la n c u i® '
rica fracasan también en la misma clase de en­
fermedades.
Ni piie le el mecánico trabajar sin sus instru­ 3 años Marea
mentos. ni el médico puede curar sin remedios, de ex IIo. A N T I -D I A B E T E S S U R R O G A registrada.
Remedio.cierto pitra la Diabetes. No puede perjudicar. y pronto el diabético conoce su mejoría, quo
por hábilmente que pueda entender las enferme­
dades en si mismas; y en esto precisamente con­ sigue hasta la completa, curación. Atenerse al prospecto, lá pesetas cajo. .1. Suri-oca, larwucéulieo, Buda-
siste la dificultad del arte d<- curar: en que el loua, remite por correo, previo pago. Véndese en Droguerías y Farmacias.
PARA
doctor puede diagnosticar perfectamente una
enfermedad, pero no puede crear el remedio EL CABILLO
para ella. J.a naturaleza es quien en primer lu-
gur debe proporcionárselo, y luego el hombre H ño y C 1.* Perfumería, 13, Rue d’Engliien, París
debe descubrí rio y aprenderá usarlo. No olvide­ Haban a
mos esta importante distinción.
Agente general: J. Armentcras, Barcelona.

LACTEINA
Más adelante en su declaración el Sr. Casta-
lid dice: «En la esperanza de obtener por lo
menos un alivio á mis sufrimientos, empleé su­
cesivamente muchas y diferentes medicinas, M U E R T E de l a N A V A J A de A F E I T A R
La M a r a v i l l o s a K e c e t a lu d ia del
pero no surtieron ningún efecio real. Me habla Doctor A L L A N - B H O S E . q u o a r t i b a
ilesapaiechlo el apetito, y todo cuanto alimento de lmroducirtn - « !• rancia, s ie g a
tomaba bajo la impresión de que de no tomarlo como |>or encaiit» la b a r b a m u re­
belde, sin enrojecer <•! culis. A la te r­
debía morir, me producía tanto dolory malestar, cera ver, dB»a«arece « ira sienqirc.
que casi vine a concluir pie la muerte era pre­ L a » persona» ve Und a a tienen ,innata
receta uo medio Unico *lü libertarse
ferible á él: y por falta de alimento me puse del vello.dna/rós Lsbacalor o M unicipal: I-no ci.miene arsé­
cada vez más debí 1. hasta el punto de llegar al nico; V- no tiene acción cáustica sobre la piel, ltemesa franco
u - f re ino i /i n o f i o t f c r un//o r. ile por teen «n a 6' el frasco 8 ' el doble.No .«e nvían muestras.
Prueba praluita «n casa do R H O B A R D , 2í.r dufíena'il.Parix
«Filialmente me vi obligado á dejar el t rabajo, Diirdéi os. M a d r i d , C . L A B A R R E , Ui-calln de l a Montera;
y como tenia lamilla, y esta dependía exclusiva­ t i por Mayor, B a r c e lo n a , I' e r P * L A F O N T , Callo del Cali,30.
mente de él. puede usted figurarse mi pena y ACEITE, ESENCIA, A G U A DE TOCADOR.
desesperación. Estaba cansado de sufrir y ya sin
esperanza.
« l ’or e»te tiempo recordé haber leído un fo­
lleto conteniendo un relato acerca de una medi­
cina que lineo va tiempo viene circulando y
sie'ndo anunciada en este país, y me dije á mí
mismo:— l-sle es mi único remedio, y como no lo ifcm . J yB gy B l'a r il» — t i t o . U n n i. I »U n ira s — P a r i n
Fldasa el Catàlogo X M t
lie proba lo quiero Ver si realmente tiene el mé­
rito que tanto y tan enfáticamente se le atri­
buye.
» Envié por una botella á la droguería de José r*T V o « I:i i i e r s o i i a « • n i i i i i i ; i i i i l « > « v e n d i e n d o
JL M l - l l o s t « l e € - « M T « - o , ic cit diñ , m I " Jiiilf. - « precio
C O M P A Ñ IA COLON'AL
María Pérez Xifra. de llorona, y con la mayor CHOCOLATES Y CAKEa
satisfacción bailé que la virtud de aquella me­ Corrtenti; y ct I t i A i l i o I I.L S IK .V I M » It i: l,a casa que paga mayor eunirhalción orno»
S I : L L « I S I t i ; C O K IÏ ICO. gratuitamente, helios triai en el ramo y fabrica í t ’ ttMt U ¡ I o -
dicina no se había exagerado, pues en veinti­ de correo auténticos, á precio» módicos,
cuatro horas el mal olor que salía de mi boca i hoculate al dia - 3 H nu-dall;»- *1« >«•*•
E. H A Y N , B E R L ÍN , N . 24. alias recompensa« Induntriale«
desapareció, y al segundo día me sentí todavía En tudas la» farmacias, droguería« y bazares.
mejor. Eché fuera de mi una gran porción de SPOSITI» líK'NKSI CAI.I.K M4V«fr r 1H tlAHKH
Suciedad. mucha de ella semejante a pedazos «le
carne y sangre, y después de ello mi apetito me­
joré), hasta que. al acabar la botella, me hallé lo
C O IVI P I A L I E B I G OLUCION CUNAUD“%%£££&*íóna<
mixiuo jitc intn '/ii' nunca liahiti cx/ai/o enfermo,
!/ role i ,i un trabajo usual. Para probara usted
mi gratitud, escribo esta declaración para be­
neficio del público. (Firm ado;!— José: l'ASTA-
Las mas altas distinciones
je todas las Grandes Exposiciones VERDL0 EXTRACTO
S <¡ltc».-inu - T o s rebelde, Bronquitis, C atarro»
anttuoB,Tisis y enferm edades del Pecho. P ík ís ,
C«i* M sronand, lJ,r.6r«s!ir-S'-D¡ite,j loa«¡!“ dt Uiizfrtiu.
i. i.i: r . barrio de las <'asas Novas, U>. San Gre­ Internacionales desdo 1S67.
gorio, provincia de Gerona, Dio., 2, Í8t>3.»
deCARNE LIEBIG p 11 C D C I A y tuda Mf«-«?<-i«in iiorvlusn
I.a medicina mencionada por I). José Casta-
Ilet es el bien conocido Jarabe Curativo d éla
Madre Seigul. y la notable cura, por medio de
el, de la citada grave indigestión inflamatoria
y dispepsia, ilustra el hecho de que si nuestro
fUtHÀ Ut CONCURSO OtSDL 1885

Cálao concentrado de carne de vaca útilísimo y nutritivo para las familias y enfermos.
Exigir la firma del inventor Barón L IE B IG de tinta azul en la etiqueta.
&c vende en tas principales Lroguertas, farmacias y Casas do Comestibles de España.
E r , L -t r ciiraour, la l*«><‘ i<)ii «l«'l
lár. Akaiiiiiigucl. l ’ítlanse jiru.-i|ieetiis. Bo­
tica de L a Corona, Giguás. 5. Barcelona.

pueblo algunas veces duda en usar una cosa


nueva, en cambio proclama francamente sus MARI-SANTA
-Ç U M E S ^ -fE S
virtudes luego que ha sido convencido de ellas poft
por experiencia propia. DON ANTONIO de TRUEBA.
si el lector se di rige á los Sí es. A. J. Milite,
Limitado, 155, calle de ('aspe. Barcelona, ten­
DU C Z d fij
dían mucho gusto en enviarle grai uilamente un
folleto ilusiiado que explique las propiedades
ESENCIA { POLVO Es una do las mejores obras literarias del ¡lus­
tre Antón d de las Cantares, mural, instructiva
de es. e remedio.
El Jarabe Curativo de la Madre Seigel está
con n \ 0 V
el Pañuelo \ Jubón ' para i|t de A r r o z
y limen ¡sima.
Fui nía un elegante volumen cn «.» mayov fuan-
de venta en rodas las farmacias, droguerías y Creación de la P E R F U I V I E R I A O R I Z A de L . L E G R A N D ccs. v se vende, ti 1 pesetas, en la Administra­
expendedurías de medicinas del mundo. Precio í 1. P la c e de la M n d e la in e , P A R I S . ción d e este periódicu, .Madrid, calle de Alcalá,
del fiasco, l i leales; frasquito, 8 reales. J núm. 23.
H i — s .° xx xm LA 8 Sr.iTiKMlüu; 1895
ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA

L a C iu «ln «l «le D io s. Revista Tcligiosa. científica y por el Aieneo de Vitoria en Agosto último. Está muy
literaria, dedicada al gran Padre San Agustín. bien escrito, y su lectura es sumamente conveniente
liemos recibido el número de esta importante re­ á los ciclistas.
vista correspondiente al 5 de Septiembre de 181)1». O b r a s «.-nmpli-lns «I«- I».« C oncepción A r e n a l,
Contiene trabajos muy interesantes. tomo V. A'x/itdiex /X nitendiiriox.
E s t u d io * s o b r e 1:« <-iimIi«-ion ju r íd ic a «I«' lo s No podríamos juzgar á IV-Concepción Arenal en
//yo* ilegitimes. xi’r/iin les ¡n inoipiox g el lYidi¡i" d r i l la» breves lineas de una nota bibliográfica. aunque
vigíate. por I». Diego Angulo y Laguna, del Ilustre nos creyéramos con capacidad para ello, y menos tra­
Colegio de Abogados de Madrid, con un prólogo de tándose de obra como sus AYt nel i ox penifr uciarte*,
I). I'ederico de Castro, profesor de la Universidad de ■pie es de las mejores que sobre tan delicada y grave
Sevilla. materia se han escrito. Diremos sólo que este notabi-
La importancia social del tema que en este libro se lísiuio trabajo consta de «los volúmenes, de 3"!> pá­
trata bastaría para hacerle muy digno de estudio: ginas el primero y cerra de I11!) el segundo, v queso
pero la doctrina del autor, sabiamente expuesta, le dividen en cuatro partes, la» míales tratan: la pri­
da aún mayor importancia. Cuesta 2.5M pesetas. mera, de la prisión preventiva: la segunda, de lo que
os el penado: la tercera, de loque es la pena, y la
L a v iv a y la im ic rla (páginas infantiles), por •losé cuarta, del sistema penitenciario que cumplirá mejor
Ortega y Munilla. al objeto do la pena. Acaba la obra pon un apéndice
No podemos ju/gar una novela del Sr. Ortega y Nolire lo más urgente '//òdi de tu reforma pen iti n-
Manilla en el breve espacio de unas cuantas lineas, cieirìa.
que á mas no alcanzan estas notas bibliográficas. Iti­ t'ucslan los AY/lidio* /icni/itnpinriox á ñ pesetas vo­
remos sólo que habiendo comenzado por hojearla, he­ lumen en Madrid, y i! en provincias, y véndense en
mos acabado por leerla hasta la última página con el las principales librerías.
más vivo interés. Con pocos personajes y poquísimos IR «-abo -luán .>1i si-ida.— I,.-i coronela I.anza-
sucesos ha desarrollado el Mr. Ortega y Munida una rote. por.laime.de Sania-«'ilia.
acción tan dramática y tan vivaque se apoderado la Con ambas m-velitas comienza su cañera literaria
atención del lector y se impone á ella poderosa­ un escritor en quien, después de haber leído de la
mente. primera a la última página eslas sus «los primeras
J-;i precio de esta novela es de 3 pesetas, y véndese producciones. reconocemos dotes nada vulgares de
en las principales librerías. novelista, gratinandole algunos puntos más arriba
que no pocos muy reputados como tales.
D iscm -sii h‘ i«l«> en la A i-a d em in (i.-u lilam i «!«• La acción es sencilla, pero tan •humana, tan real
( 'iendnx g A rte* el din ¡3 de Julio de /•>>-/, p u l y tan bien conducida , que prende desile las primeras
D. V, de Greu y Cambray. páginas la atención y no la suelta hasta las últimas.
Se ha publicado una nueva edición de este discurso, El estilo le hemos encomiado limpio de galicismos y
del que hemos recibido un ejemplar. frases de tnui/erard, por desgracia muy frecuentes en
A l p u e b lo s a lv a d o r e ñ o ' maní (icsto del general Car­ autores de más que mediana reputación. Jaime do
los Kzeta. ¡Santa-Cilia escribo en castellano sin nretensionos de
Habiendo sido derribado esto general por una re­ purista, pero sin caer en la vulgaridad.
volución. ha dirigido un manifiesto ni país sincerando Lo» tipos están admirablemente trazados. El co­
á su administración de los cargos que los enemigos mandante Canelo y su señora parece que los liemos
le han hecho. Es un documento elocuente y escrito visto en alguna parle, ó que los encontramos en la
en buen castellano. calle todos los días.
Ku suma, la» tíos novelas son de mucho entreteni­
V e n ta ja *« «¡ue r e p o r t a e l veloeipeill.H in o d e s d e miento y no poca sustancia. Además llevan un pro­
el ;nmto de vista higiénico. Enfermedades que pue­ logo muy bien escrito del Mr. I». 1‘ed ro A .d e Reran-
den derivarse del uso inmoderado de esta clase de guer, profesor de la Academia de Infantería y autor
upert. Edades en que conviene tal gimnasia. Por el E D U A R I) 0 E K(1A L A N 'I' E , muy conocido de los estudiosos.
!>r. Calatraveño. «’desiati estos libros 2 pesetas cada uno, y vén­
Este trabajo mereció el primer premio correspon­ NO TABLE AU TO R CÓMICO V A L E N C I A CÍO. dense en las principales librerías.
diente al tema x v n de los juegos florales celebrados Nució en Valencia, el 'JOde Octubre de 1(04 : t en la misma ciudad, el .10del pasado. G. 1!.

FERROCARRIL DE ORLEANS
FÁBRICAS DE ALMIDÓN L z .
DOCE DÍAS EN EL PIRINEO GRAN P R O D U C C IO N
ARREOLO Y KEFORMA SKOÓN MI

económico, probado y simplificado sistema


V V . 1 1 . U h l a u d , ingeniero especial pnra este i n d u s t r ia , L e i p z i g .
Excursión del 2 al 15 de Septiembre de 1895
M a íz. ¡ P íd a n s e p ro sp e cto s!

B IL L E T E S Á P R E C IO S R E D U C ID O S

V is ita á T o u lo u s e , L u e h o u , B ttf/ n é re .s -d e -B it/ o rre ,


L u z e t S a in t - S a u v e u r , L e C ir q u e d e G a v n r u ie , C a u te re ts ,
^ n p lV E R e »
L o u r d e s , T a u , B a i/ o n u e , B i a r r i t z ,
A rc a c h o u , B o rd e a u x .
v NUEVA P E R F U M E R I A
AL
EX TR A -FI Nfl

SA L ID A de PARÍS (estación de Orléans) 2 de Septiembre de 1805.


REGRESO ¡i PARÍS (estación de Orléans) 15 de Septiembre de 1895. m
JABON. ESENCIA, AGUA DETOCADOR. POLVODE ARROZ. ACEITE.
T)c acuerdo con lu Agencia «le viajes In r i¡e n d u r e s I h a / ie n u 'n , la Compañía
rie Orléans pondrá á la venta hasta el -10 «le Agosto billetes para una ex cursi «’«n,
en los precios «le los cuales irá incluido:
1. " El transporte en fe rro c a rril.
2. Las habitaciones, servicio y comidas (incluso el vi no), i a cargo y najo
3." El transporte en ómnibus y otros c a rru a je s ............... / 1:1 rc*1",,"7 ,l,iU‘I,ld s u p n n íiE N n o las
4. Las entradas y visitas á los monumentos................... [ Agencia do viaje»
5. " Los servicios de los guias conductores de la excursión.) imn, minie* mu-iucitn. FRIO Y H IE LO ARRUGAS y MANCHAS ROJIZAS
COMPAÑÍA INDUSTRIAL la ISri-t.-i E x ú l ir a i iii-ua ó pomada), no se limita
( i.n C la s e . . . . 340 ir. n devolver ¡vi quo la usa la juventud y la belleza,
Precio de la excursión completa . . DE LOS PROCEDIMIENTOS PJUVILEOMDOS sino que conserva estos dones basta los más extre­
mos limite» ¡le la edad, rarfumeew Exotiquc, 33, rué
12 C lase. 306 du 4 Septemhre, Parix. —Depósitos en Madrid: Perfu­
RAO CL PIC T E T mería Urquiola, Mayor. 1; Aguirn: y Molino, Precia­
E L NÚMERO DE B ILLE T E S ES LIM ITAD O Capital: 1 .1*0 0 , 0 0 0 de Trancos dos. 4, y en Barcelona, Sra. Viuda de Lafont ó Ilijos,
y Vicente Ferrcr y Compañía, perfumistas.
Neníense en las oficinas <!c la Agencia Indimiloreit Duchan in, 20, me de Orammont, 1'aris. M Á Í1 IIIK IA O para.1.1 PRODUCCIÓN del
l ’ara noticias y prospectos detallados: En la estación de Orleans (qu ai «I-Austerlitz): MAUUINAo FRIO y del HIELO
7, place de la Madeleine: 8 , rué do Londres: 21 Oí*, rué de Parad is: 7, me Pftul-Lelong: Baratas
34. boulevard de Sebastopol: 32i>, rué Saint-Mart¡n (impasse de la l ’laneíiette): «¡3. rué «les ENVÍO FRANCO DEL PROSPECTO
Archives: ti. place Saint-Sulpiec: 5, rueGaillon; 21 . ruedo Boitloi: 33, quai «le Valmy:
21, nie du Faubourg’-Saiot-Antoiae, et 2, n ie de In Roquette, á Rangle «Jo Ja place de In
Bastille.
16, rué de G ram m on t, P A R ÍS
NIGRITINE
T in tu ra In stantán ea
BOCA Y M UE L A S
Las tiene fuertes y sanas, deliciosamente perfu­ C A L L IF L O R E
_
FLOR DE BELLEZA
P o lv o s a d b e re n te s 6 in v is ib le s .
PARA io s CABELLOS y la BARBA
P o r el nuevo m odo de em plear estos p o lvo s co m u n ica n al rostro u na m a ra villo sa y
madas y sin dolor alguno, el que usa a diario el in­
mejorable dent ífrico L i c o r d el P o l o «le O r i­ d elicad a belleza, y le dan un perfum e de e x q u isita suavidad. Adem as de s u color
blanco, de m ía pureza notable, h ay cuatro m atices de R a c h e ly d e H o s a . desde el tu ásp alhlo
GARANTIDA INOFENSIVA
v e . Frasco, «> rs. en toda farmacia y perfumería. basta el más su b ido . Cada cu a l hallará, pues, exactam ente e l co lo r que c o n v ie n e á s u rostro. | N EG RO , M O RENO C A ST A N O

elm asefíc ? * - ^ 1 ■ ■ ~ M ■ “ 1 1 ^ ^ T curar


PÁTE AGNEL * AMIDALINA Y GLICERINA
E ste e xcelen te Cosm ético blanquea v suaviza la p iel y la p reserva de cortaduras, i r r it a - \
.d ones, picazones, dándole u n aterciopelado agradable. E n cu anto á la s m anos, le s da
: so lid ez y tran sp aren cia á la s u n a s .— P e rfu m e ría A G N E L , 16. A v e n u e de l ’O péra, P a r ís , f
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