From the SelectedWorks of Fernando Carrión

Mena

November 2011

De invasores a invadidos

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 De invasores a invadidos

Tal cual lo reseña el libro clásico de Alfredo Rodríguez y Gustavo Riofrio –que está
cumpliendo 40 años en estos días- los barrios populares de América Latina pasaron de
ser invasores a ser considerados invadidos, dada la presencia significativa de las ONG,
congregaciones religiosas, universidades, instituciones públicas y centros de
investigación. Hoy esta realidad vive un cambio radical: las nuevas invasiones,
definidas como operaciones de pacificación de los barrios en América Latina, se
realizan bajo la presencia y fuerza de las armas; allí los operativos conjuntos entre la
Policía y las Fuerzas Armadas, que paulatinamente empiezan a copar la escena urbana
de nuestras urbes.

Estos nuevos operativos de invasión se realizan bajo cuatro formas explícitas: primero,
la ocupación de la totalidad de una ciudad como pueden ser los casos de Ciudad Juárez
en México o Tegucigalpa en Honduras; segundo, la presencia militar en uno o varios de
los barrios populares estigmatizados como violentos: la Trinitaria en Guayaquil o la
Comuna 13 en Medellín; tercero, los operativos militares relámpagos que se los hace de
manera móvil en ciertos lugares claves de cualquier ciudad; y cuarto, la criminalización
de la manifestación popular en Santiago o Nueva York. Resultado: las ciudades han
sido invadidas por las fuerzas del orden: Policía y Fuerzas Armadas, que ahora se han
convertido en una parte inconfundible del paisaje urbano.

En este contexto, no llama la atención el caso emblemático de la presencia de la policía

militar de la Gobernación de Río de Janeiro en la favela de Rocinha, el 13 de noviembre
pasado, bajo el operativo denominado “Golpe de Paz”. El final de la misión realizada
por 3.000 efectivos quedó sellada cuando el jefe del Estado mayor de la Policía Militar
señaló: “Tenemos el placer de informar que Rocinha, Vidigal y Chácara do Céu ya
están bajo nuestro control”. En otras palabras, la invasión quedó consumada y la
pacificación llegó para que el Mundial de Fútbol 2014 y los juegos olímpicos de 2016
puedan realizarse sin problema alguno... Esta favela tiene el índice de escolaridad más
bajo y las tasas de tuberculosis más altas de Río de Janeiro. Por eso una habitante de
Rosinha declaró: "Solo espero que cuando acabe la Copa del Mundo no se olviden de
nosotros".
En el mundial de fútbol del año 2010 realizado en Sudáfrica no fue distinta la vía de la
pacificación a la que se sigue en Brasil para el 2014. Comparando estos dos casos con lo
ocurrido en el mundial del año 1978, realizado en Argentina, se puede ver que fueron
diferentes en el contenido aunque similares en la forma: la motivación que condujo a
una política de “pacificación” en los mismos barrios, aunque con el nombre de Villas
Miserias, fue impulsada por la Dictadura Militar y encargada a las mismas fuerzas
Armadas y a la Policía; sin embargo, el nombre de las acciones fueron “operaciones
rastrillo” y los actores de contraparte no fueron los delincuentes sino los llamados
terroristas.
Se puede afirmar que estas acciones son las neo invasiones urbanas, producto de la
nueva guerra que se ha instalado para aniquilar a los neo-enemigos (Pandillas,
narcotraficantes, migrantes) que, lejos de pacificar, lo que están produciendo es la
escalada de la violencia con resultados francamente aterradores. Hoy tenemos más gente
con más armas bajo su poder, el narcotráfico se ha convertido en un sector importante
de la economía, el crimen se ha internacionalizado y todos los actos violentos se
realizan de manera organizada.