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1Marca personal o personal branding

Paula Andrea Monsalve Beltrán.

28 de marzo del 2020.

Universidad Pontificia Bolivariana

Diseño gráfico
Laboratorio de retórica
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Resumen de investigación mandada por la profesora

Marca personal en medio sociales digitales

Una marca personal, o personal branding, al igual que las marcas tradicionales

como marcas comerciales empresariales, implica el posicionamiento, la diferenciación y

los valores que una persona proyecta y construye en su entorno a través de sus

interacciones, actos o uso de los medios sociales. La gestión de personas como marcas se

ha convertido en algo accesible y común para cualquier profesional, propiciado por el

auge de los medios sociales digitales que, de ser implementados correctamente, puede

resultar a su favor. La identidad de los usuarios a nivel marca personal puede llegar a ser

global mediante las redes sociales ya que es de fácil acceso, aspecto que puede ser

explotado con éxito para promocionarse.

Este Personal Branding, ha surgido, en parte, por el cambio actual de las

dinámicas de las empresas de pasar de contratos estables, cargos preestablecidos e

invariables a periodos de imprevisibles reajustes de plantilla y nuevas exigencias como la

movilidad y a la producción de servicios cada vez más sofisticados. En la actualidad,

vivimos en un entorno laboral nuevo, de transitoriedad, innovación y proyectos a corto

plazo, que exige a los trabajadores una alta flexibilidad y dinamismo.

Gracias a la crisis económica, se dice que los principales afectados son los

jóvenes que tienen más dificultades para encontrar empleo que los adultos, sumándole la

alta taza de desempleo, creciente inactividad y trabajo precario. Así mismo los jóvenes

son los que protagonizan y los que están más familiarizados con la tecnología, por lo que
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sus necesidades propician la búsqueda de alternativas que les permitan generar nuevas

oportunidades como lo es el personal branding.

En respuesta a este declive de la economía, nacen los emprendedores o los

autoempleos, que consisten en personas que con sus propios medios ofrecen bienes o

servicio de los cuales depende directamente su remuneración. Debido a que son estos

mismos autoempleados los que se hacen cargo de diferentes funciones, no hay una buena

diferenciación entre promocionar su negocio o promocionarse a sí mismo. Aspecto en el

que el personal branding puede aportar una solución.

Otro de los aspectos que la sociedad de hoy busca a la hora de laborar es la

búsqueda constante de la felicidad y la satisfacción. Nos dicen que grandes empresarios

exitosos logran un perfecto equilibrio con su vocación y su trabajo, siendo que juntan sus

talentos con sus pasiones lo que les permite crecer tanto personal como profesionalmente.

Esto no quita que frente a la difícil situación laboral las personas no sientan como

fracasos personales los altibajos laborales, sintiéndose inseguros y generando dudas sobre

sí mismos. Aportando una solución, el personal branding también busca aportar a ese

ansiado bienestar que buscan los trabajadores.

El personal branding basa su premisa en que el individuo debe gestionarse a sí

mismos y su propia carrera, cimentada en las bases del coaching y el mentoring. Son los

autoempleados los que propiciaron la aparición del personal branding siendo que

buscaban promocionar sus servicios. Inicialmente, iba dirigido a personas-marca, es

decir, celebridades, personajes de la política o grandes empresarios, pero hoy día este

fenómeno se ha extendido tanto que ya no existen campos específicos en los que el

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personal branding se centre específicamente. Alienta a todos a establecerse como marcas

personales utilizando principios básicos que se aplican originalmente a productos o

compañías. Es una opción asequible para cualquier profesional debido al avance

tecnológico y a que la mayoría tienen acceso a la web. Esto ha propiciado el nacimiento

de la profesión como gestor de marcas personales.

Para entender mejor el concepto de personal branding se debe conocer

primeramente qué es el branding y qué es una marca. El branding sirve para construir y

consolidar una marca, y una marca es la emoción, la percepción o la imagen que se

genera en la mente de las personas al escuchar o ver un nombre, producto o logo. Así que

con el branding se asocia la marca con una cualidad de la organización que hay que saber

administrar porque es mediante ella que se genera valor. Dicho valor encierra aspectos

como atributos, símbolos, beneficios, connotaciones, etc.

Considerando que una persona también cuenta con atributos, valores y poseen un

puesto en la sociedad, se puede asumir que se puede convertir en una marca. Una marca

con un nombre y/o apellido. Cabe resaltar la diferencia que existe entre personal branding

y marca personal, siendo esta ultima el producto de llevar a cabo un proceso de desarrollo

mediante la primera. El personal branding reúne aspectos que servirán de diferenciador

frente a las otros, es decir, lo que hace que sea diferente y especial. Una marca personal le

permite diferenciarse y destacarse de la multitud, mediante la propuesta de valor, que

vendrían siendo estos aspectos personales o profesionales que los hacen mejores que los

otros. La marca personal permite comercializar y dar a conocer los servicios que se

pueden ofrecer a los que los necesitan. La marca personal, al igual que las marcas
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tradicionales, implica el posicionamiento, la diferenciación y los valores que una persona

proyecta y construye en su entorno.

Algunas ventajas del personal branding son que se puede comunicar a las

personas quiénes somos y cuál es nuestra propuesta de valor así como influir en la

percepción de los demás, también se genera una identidad que hace que los demás nos

recuerden y nos coloca por encima de la competencia.

Para llevar a cabo una marca personal es necesaria la reflexión y el análisis, en

dónde nos vamos a centrar en precisar cuáles son los valores o la visión y la misión

personal tal y como se lleva a cabo en una organización. La intención es que la persona

realice una introspección y deduzca cuál va a ser su propuesta de valor, qué es aquello

que le va a ofrecer al público, algo diferenciador. Igualmente se debe considerar factores

externos como el mercado laboral o la competencia. Otro factor que se debe tomar en

cuenta es establecer los objetivos personales que propicien el crecimiento y el desarrollo

personal. También se debe tomar en consideración el público objetivo, con esto claro y

sabiendo cuáles son sus necesidades, es más sencillo aportar una solución, algo que sea

de su interés o que represente algo valioso para ellos.

Una marca personal se determina por factores como la autenticidad o la

diferenciación. El posicionamiento de la marca supone estrategias que se llevarán a cabo

para la consecución de los objetivos. Lo siguiente sería la puesta en marcha de dichas

estrategias, permitiéndole al individuo ser visible y potenciando la diferenciación de su

marca personal. El plan de acción puede acoger actividades como conferencias, la

creación de un perfil den medios sociales, libros, artículos, imagen personal o reuniones.
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Por último, se sugiere especialmente mantener un control sobre el proceso de la

consecución de los objetivos mediante las estrategias preestablecidas y realizar ajustes de

ser necesario, lo que lo convierte en un modelo cíclico que garantiza consistencia.

En conclusión, las estrategias que se deben llevar a cabo a la hora de la

realización de una marca personal son:

Factor diferenciador: “¿Qué te hace diferente?”. Se debe ser notablemente

buenos en algo. La gente quiere y necesita cosas diferentes. Nos permite expresarnos de

una forma única y distinta a la de la competencia, a la vez que aportamos valor añadido.

El personal branding implica la captura y la promoción de las fortalezas y singularidades

de un individuo a un publico objetivo.

La especialización: Se debe enfocar en un único talento o habilidad,

definir los servicios específicos principales, rasgos clave, así como el atributo clave y

más potente.

La autenticidad: Focalizada en la transmisión de lo que una persona es

realmente, la autenticidad es más cercana a un concepto de transparencia, coherencia y la

cercanía. Las marcas personales auténticas ofrecen una sostenibilidad en el tiempo y una

propuesta de valor continua. La autenticidad nos hace creíbles y fiables.

La consistencia: Una marca personal debe ser capaz de enviar un mensaje

coherente a lo largo del tiempo para cimentar la confianza.

La constancia: Es la necesidad de realizar un trabajo continuado para

obtener resultados positivos gracias al personal branding. Cualquier marca personal

necesita tiempo para crecer, lo que implica paciencia.

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Relevancia: Aportar lo que es importante o tiene valor para el público al

que se dirigen las actividades de personal branding. Aquello que se defiende tiene

relación con lo que la otra persona considera importante o útil.

Networking: Es la creación de oportunidades dentro de la red. Es la

herramienta de marketing más importante de la que una persona puede disponer, cuantas

más personas entren en nuestro círculo, mayores serán las posibilidades de éxito. El

objetivo es incluir a personas influyentes con círculos de influencia considerables. No se

puede conseguir el éxito empresarial ni el triunfo personal aisladamente. Ambos influyen

en el éxito o en el fracaso de las relaciones.

Visibilidad y notoriedad: Es considerado como el fin ultimo del personal

branding ya que ésta inicialmente es una actividad para llamar la atención, y con

frecuencia se vende como la clave para ayudar a los profesionales que buscan una ventaja

competitiva en un mercado saturado. Se insiste en la importancia de transmitir los

mensajes de la marca personal de forma continuada y repetida hasta que esté implantada

en la mente del público. Muy vinculado al factor de visibilidad está el concepto de

notoriedad, ya que cuánto más personas nos conozcan más posibilidades de obtener

oportunidades y generar prestigio surgirán.

Ejemplo de marca personal

Un ejemplo de marca personal, como ya se menciona tanto en la investigación

como en el libro ‘Y tú ¿qué marca eres?”, es la de los famosos como la tenista Serena

Williams que no solo patrocina el deporte y viceversa, sino que presta su imagen de
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mujer fuerte y segura de sí misma a marcas de ropa deportiva o de raquetas, así como

ordenadores, relojes, entidades bancaría y refrescos.

Otro gran ejemplo es Michelle Obama, una mujer independiente, fuerte, que

defiende causas feministas y contra la discriminación racial, que a apoyado su marca en

valores como la responsabilidad, la educación y la salud.