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PSICOLOGICO
ENTREVISTA
Paciente: Héctor Noel guijarro Díaz
Edad: 14 años
Integrantes:
•Karen Yamel Bernal Batrez matrícula: 238517
•David Alonso Pérez Márquez matrícula: 230220
•Miguel Ángel Botello Díaz matrícula: 231487
Antecedentes antes del nacimiento. Concepción
Los padres se conocieron siendo jóvenes en un encuentro casual. A pesar de la
diferencia de edad de 6 años, la madre tenía 19 años y el padre 25 cuando ocurrió el
embarazo. Existen antecedentes de consumo de alcohol y marihuana. La madre afirmó
que su relación con el padre era bastante informal, limitándose a encuentros
esporádicos en fiestas. La madre siempre mantuvo una relación respetuosa y
relativamente saludable con sus padres, observando los límites y reglas del hogar. En
cambio, el padre tenía una relación caótica con su familia, donde la agresión verbal y los
insultos eran comunes. Además, el padre llevaba un estilo de vida problemático, con
frecuentes enfrentamientos con la ley y situaciones relacionadas con la calle. Con el
tiempo, la relación de la madre con los padres se deterioró, llegando incluso al punto de
que la madre llegaba a casa inconsciente debido a los problemas con los padres.
Embarazo
Al darse cuenta del embarazo, el padre se muda a la casa de los padres de la madre. En
ese momento, solo la madre trabaja con un salario mínimo en un supermercado.
Después del nacimiento, el padre experimenta un cambio en su comportamiento y de
alguna manera madura, empezando a trabajar para poder mantener a su familia.
En este punto, el paciente desarrolló una relación muy cercana con su familia paterna, a
pesar de un ambiente poco saludable marcado por el tabaco, el alcohol y la violencia
verbal. Esta dinámica era la única opción para que los padres pudieran trabajar.
Después de un año en la zona rural, la familia regresó a Juárez, viviendo juntos
nuevamente en otro hogar, con el padre del paciente de vuelta en sus vidas.
Cuando tenía 10 años, se desató una pandemia global, el confinamiento por COVID-19
en 2019-2020. Durante este período, su madre, prácticamente sola en la crianza de dos
hijos y con otro en camino, experimentó crisis nerviosas debido a la situación de la
enfermedad y el confinamiento. Decidió vender la casa y mudarse junto con sus padres
(los abuelos del paciente) a Durango, dejando al padre en Juárez, mostrando
nuevamente su falta de compromiso con la crianza de sus hijos y el apoyo a la familia.
En su último año de primaria, mientras vivía con sus abuelos en Durango, el paciente
comenzó a desarrollarse de manera más positiva y responsable. Ayudaba a sus abuelos
en diversas actividades agrícolas y se mostraba independiente en sus estudios, ya que la
escuela quedaba cerca de su hogar en ese pequeño pueblo. A pesar de las diferencias
culturales y lingüísticas con los niños del lugar, logró socializar y hacer amigos.
Después de la temporada de alta alerta por la pandemia y al finalizar el año escolar, los
abuelos insistieron en que se quedara para cursar la secundaria en ese pueblo. Sin
embargo, debido a razones económicas y al deseo de estar cerca de su hijo durante su
año escolar de secundaria, su madre decidió regresar a Juárez con dos de sus hijos,
dejando al paciente en Durango.
El paciente regresó a Juárez y se mudaron a una nueva casa en una ubicación menos
problemática. A los 11 años, ingresó a la secundaria y se adaptó de manera favorable
tanto social como académicamente. A pesar de estar experimentando la separación
definitiva de sus padres durante estos dos años de secundaria, mostró una notable
madurez cognitiva y emocional. Se convirtió en un pilar en su familia, cuidando por
iniciativa propia a sus hermanos y dedicándose a sus pasatiempos y estudios.
A pesar de su relación algo tensa con su padre, los padres continúan interactuando
como amigos y están presentes en la vida del paciente y sus hermanos. A través de estas
experiencias, el paciente ha mostrado una madurez excepcional, siendo el apoyo
fundamental en su núcleo familiar.