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A partir de 1790, los compositores dejan totalmente de componer para el antiguo clavecín,

cayendo en desuso hasta el siglo XX. El renacimiento del instrumento se produce gracias a la
figura de la clavecinista Wanda Landowska, que recupera el interés por el clavicémbalo en la
música contemporánea.
El resurgir: primera mitad siglo XX (1912-1950)[editar]
En los inicios del siglo XX, a partir de la decisiva labor de la clavecinista Wanda Landowska, el
clavecín vuelve a ser protagonista en el interés de los compositores, después de una largo
tiempo olvidado y eclipsado por el piano desde finales del siglo XVIII.
A partir de 1912, con la primera interpretación en público del instrumento por parte de
Landowska, los compositores prestan la atención al redescubierto instrumento, que les atrae
su sonido metálico, antiguo y exótico. La célebre intérprete, aparte de impulsar la
interpretación en el clavecín, también reaviva el interés de componer música encargando
nuevas obras específicas a los grandes compositores del momento.
A partir de los encargos, el clavecín rápidamente se vuelve a nutrir de muchas obras,
empezando en 1923 con el Retablo de Maese Pedro de Manuel de Falla (1876-1946), el
primer gran compositor destacado de música para clavecín del siglo XX después de C. P. E.
Bach. Wanda Landowska participó en su estreno.
A petición de Landowska, Falla compone un Concierto para clave, estrenado por ella en 1926.
Más tarde, en 1928, Francis Poulenc (1899-1963) compone el Concierto campestre para
clavecín. El clavecín ya ha despertado el interés entre los compositores, que crearán música
para el instrumento durante el resto del siglo, llegando hasta nuestros días.
Entre sus contemporáneos se encuentran Bohuslav Martinů (1890-1959) y Frank
Martin (1890-1974).
La actualidad (1950-...)[editar]
De la segunda mitad del siglo XX en adelante, el clavecín se encuentra totalmente instaurado
en la música académica europea, la música clavecinística goza de buena salud y muchos
compositores componen para el instrumento ya sea como solista, a solo o en formaciones de
cámara. En estos años, además la música para clavecín traspasa el ámbito de la música
académica, y se expande por diferentes estilos musicales relacionados con la música
académica: la música de cine, la música de anime, y la música de videojuegos. Incluso el
clavecín está presente en géneros como el flamenco, tango, pop, rock y J pop, que son
totalmente ajenos al ámbito musical tradicional del clavecín, acentuando la relevante
importancia en el panorama musical actual.[cita requerida]
Entre los compositores destacables en el ámbito clavecinístico de la música académica, se
podría citar a Krzysztof Penderecki, Viktor Kalabis, Jiří Válek, Alfred Schnittke, Henryk
Górecki, Jacques Valmond, Philip Glass, Roberto Carnevale, Elliott Carter, Vladimír
Godár, Vittorio Rieti, Jean Courtioux, György Ligeti, Daniel Pinkham, Pēteris Vasks, Henri
Dutilleux, Goffredo Petrassi, Jiri Gemrot, Lubor Barta, Milan Slavicky, Jiri Teml, Petr
Eben, Dmitri Shostakovich, Alain Louvier y el clavecinista Hendrik Bouman.
La fabricación de clavecines es artesanal y artística. En Francia, David Boinnard ha
desarrollado una larga pericia en la concepción de instrumentos medievales como
los clavicembalos o los clavicytheriums. El lutier estadounidense Frank Hubbard (1920-1976)
también contribuyó a ampliar la difusión de este instrumento.
Las formas y géneros musicales[editar]
Duration: 1 minuto y 39 segundos.1:39Pequeño preludio, BWV 933 de Bach interpretado por
Gérard Janot (clavecín).

El clavecín, desde el siglo XV hasta el XVIII, y el XX hasta nuestros días, prácticamente ha


abarcado los géneros vocales e instrumentales, en multitud de combinaciones y
sin acompañamie

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