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Son condiciones de dignidad que necesitamos los seres humanos para nuestro
bienestar; satisfactores de las necesidades más básicas. Por ejemplo: alimentos
sucientes y nutritivos, agua potable, seguridad y servicios de salud.
Independientemente de nuestro sexo, género, apariencia física o cualquier otra
circunstancia, todas las personas, por el simple hecho de serlo, tenemos los
mismos derechos.
¿Cuáles son mis derechos?
• Un trato digno.
• No sufrir discriminación.
• Acceso a una vida libre de violencia.
• Participar en la vida pública de la sociedad.
• Tener las mismas oportunidades de desarrollo que tienen los hombres.
• Decidir sobre nuestro cuerpo, cuándo tener relaciones sexuales y los métodos
anticonceptivos que emplearemos.
• Acceso a servicios de salud en instalaciones adecuadas a las necesidades
particulares de nuestro sexo.
• Libertad de pensamiento, conciencia y de expresarnos libremente.
• Respeto y protección de nuestra vida privada y familiar.
• El libre desarrollo de nuestra personalidad.
• Respeto a nuestro proyecto de vida.
¿Dónde se encuentran reconocidos nuestros derechos?
A escala internacional, en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en
diversos pactos y tratados internacionales
LOS DERECHOS HUMANOS COMO ESCENARIO ESTRATÉGICO.
Tradicionalmente se atribuye a Jerome Frank la construcción teórica de las
clínicas del litigio, tras la publicación, en 1931, del famoso artículo Why Not a
Clinical Lawyer- School?3 No es casualidad que haya sido Jerome Frank ni que su
artículo haya salido a la luz en aquella época, pues fue precisamente en los
últimos años de la década de los veinte y a principios de la década de los treinta
del siglo XX cuando comienzan a ser socavados algunos dogmas del derecho en
Estados Unidos
Mediante la enseñanza clínica se procura proveer un efectivo acceso a la justicia a
víctimas que no tienen acceso a una defensa legal y que los y las estudiantes
adquieran destreza profesional y entiendan el derecho como una herramienta de
cambio social y generador de políticas públicas. Estas clínicas de litigio con
compromiso social utilizan una estrategia que es conocida como litigio estratégico
o paradigmático, pero también como litigio de interés público o de las causas
justas.8
El litigio estratégico en derechos humanos se compone de acciones de actividad
judicial encaminadas a garantizar la justiciabilidad de los derechos humanos ante
las instancias nacionales o internacionales cuyo fin es avanzar en la modificación
estructural de las normas y procedimientos del derecho interno, a efectos de
abarcar con un caso o situación puntual un cambio legal con implicaciones
sociales extensas.
Ahora bien, el litigio estratégico busca satisfacer, por una parte, estas aspiraciones
de transformación legal y el impacto social, pero también, y sobre todo, avanzar en
la protección de los derechos de las víctimas implicadas en el caso
Por ello una acertada estrategia de litigio, que permita una adecuada
documentación del caso y esté sostenida sobre un buen sustento probatorio, así
como el agotamiento de los recursos jurídicos idóneos, es un paso crucial para
lograr la admisibilidad de la petición presentada y su posterior fundamentación
para obtener un informe de fondo en la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos o el envío del caso a la Corte Interamericana.
El litigio estratégico busca satisfacer, por una parte, las aspiraciones de
transformación legal y el impacto social, pero también, y sobre todo, avanzar en la
protección de los derechos de las víctimas implicadas en el caso
Independientemente del resultado de un caso individual, los casos litigados ante el
Sistema Interamericano de protección de los derechos humanos (Comisión y
Corte Interamericanas) son hechos públicos que permiten visibilizar una situación
en el ámbito interno e internacional.
Dos son las características que necesita un abogado para contar con posibilidades
de éxito en el litigio estratégico: 1) Confianza: firme convicción de que los cambios
en el sistema se pueden lograr a través de mecanismos legales, pensando que el
derecho puede ser la guía de las relaciones sociales; 2) Creatividad: buscar
formas que nos permitan utilizar el derecho vigente para lograr los objetivos
establecidos previamente por nosotros.12
No todos los problemas relacionados con los derechos humanos deben ser
resueltos a través del litigio estratégico. Sugerimos que éste sea utilizado cuando:
1. El derecho no es observado (en lo sustantivo o en lo procedimental); 2. Hay
discordancia entre el derecho interno y los estándares internacionales; 3. No hay
claridad en el derecho existente; 4. La ley se aplica reiteradamente de manera
inexacta y/o arbitraria. 13
A) Conocer la situación
Antes de empezar el diseño de un litigio estratégico relacionado con
derechos humanos debemos conocer bien el contexto específico que vive
en el ámbito nacional o internacional determinado grupo en situación de
vulnerabilidad, o bien, la situación que guarda cierto derecho humano; es
decir, si éste es respetado y en qué grado.
B) En busca de un plan
Imaginemos que hemos detectado que la práctica de la tortura en Chiapas
se debe, entre otras causas, a los beneficios que obtienen los ministerios
públicos al aplicarla, pues mediante ella se logran fácilmente declaraciones
autoinculpatorias por parte de los presuntos responsables. De esta forma el
Ministerio Público (MP) evita recabar pruebas y, por consiguiente, se le
facilita la labor de integración de la averiguación previa (o del expediente de
la investigación judicializada en aquellos Estados donde ya se estableció un
sistema penal oral, acusatorio y adversarial).
C) Conocer el derecho
Como ya se dijo, en el litigio estratégico lo que se busca, además de la
protección efectiva de los derechos de las víctimas, es lograr cambios
estructurales. Evidentemente el caso concreto importa pero si buscamos
que, además que se reparen los daños causados a la víctima del caso que
se está litigando, se elimine una de las causas que estimulan a las
autoridades a cometer actos de tortura, los efectos de nuestro trabajo serán
multiplicados; habremos eliminado una de las causas de este fenómeno.
Pues bien, para lograrlo debemos conocer los tratados y la teoría de los
derechos humanos.
D) Un caso paradigmático
No existe un criterio único para determinar qué situación o caso queremos
litigar. Esta decisión puede estar afectada por consideraciones diferentes y
aproximaciones diversas como la oportunidad, la calidad probatoria del
caso, la relación con la(s) víctima(s), el agotamiento de los recursos de la
jurisdicción interna, o la suma de los anteriores factores, o cualquier otra
situación que una vez evaluada nos permita identificar una posible situación
que por su trascendencia amerite el litigio nacional e internacional.