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¿Qué es la justicia?
Desde mi perspectiva, considero que es importante resaltar en todo momento, la delgada línea
entre la justicia como valor normativo o como costumbre; esto derivado de los diversos
ejemplos que el autor plantea en su obra, en los que mayormente observamos que, al momento
de ejercer correctamente el concepto de justicia (incluso por la misma autoridad), la parte que
menos favorecida, considera que ha sido víctima de injusticia y considero que es justamente
porque se trata de que la justicia (en la práctica) es meramente subjetiva (más adelante
explicaré mi argumento sobre la subjetividad del valor). Lo planteo de esta forma ya que
teóricamente hablando la justicia tiene un concepto sumamente concreto y específico, con el
que se busca el orden correcto en la sociedad y la sanción de aquel que rompa con dicho
orden. Entonces bien, en ese sentido es importante mencionar que la justicia es un valor
conformado de diversos valores y es bien sabido que los valores se conforman a base de las
buenas costumbres
La justicia consiste en garantizar que se protejan los derechos humanos básicos de todas las
personas, como el derecho a la vida, la libertad y la seguridad de la persona. La justicia también
garantiza que todos estén libres de discriminación y opresión, lo cual es esencial para crear
una sociedad justa y equitativa.
En este mismo sentido, podemos decir que, equidad e igualdad; son fundamento principal de
la justicia, una no es sin las demás. Garantiza que todos sean tratados por igual,
independientemente de su raza, género, religión o nivel socioeconómico, así como también
garantiza que todos tengan acceso a las mismas oportunidades, como lo son: la educación,
atención médica y oportunidades laborales. Además, la justicia debe garantizar que todos
cumplan con los mismos principios de comportamiento, lo que significa que las consecuencias
de violar la ley deben ser las mismas para todos.
Ingrid Katherine Gómez Morales
Maestría en Derecho Procesal Civil
Matrícula: E2402NHRMDC0079 / Turno: Sabatino
Ahora bien, la justicia también debería garantizar (en amplio sensu), que las personas sean
sancionadas por dichas acciones, lo que sirve como elemento disuasorio para futuras
conductas delictivas, que crean precedentes para evitar que estas conductas se cometan
nuevamente, y, en caso de que estas se cometan, aplicar una sanción a un hecho delictivo ya
tipificado por la ley.
Otro argumento en contra es que la justicia puede estar equivocada y tener consecuencias no
deseadas. Por ejemplo, castigar a personas por conductas delictivas puede tener
consecuencias negativas para sus familias y comunidades y, en última instancia, perpetuar la
desigualdad y la discriminación (como lo describe el autor en la obra de igual forma al
mencionar que la dicha de uno, provoca la desdicha del otro, sin embargo, si lo trasladamos a
la época actual observamos que estos escenarios ya ocurren en comunidades bastante
marginadas por estar estigmatizadas como “peligrosas” debido a que las autoridades y
gobiernos prefieren ignorar las problemáticas, en vez de fomentando actividades culturales y
deportivas). Además, la administración de justicia puede utilizarse como herramienta de
opresión política, y quienes están en el poder utilizan el sistema legal para silenciar las voces
disidentes.
Por último, es posible que la justicia no siempre sea la mejor solución a los problemas sociales.
Los enfoques alternativos, como la justicia restaurativa, pueden ser más eficaces para abordar
las causas profundas del comportamiento delictivo y promover la rehabilitación. Además, la
administración de justicia puede ser costosa y requerir muchos recursos, lo que puede desviar
recursos de otras cuestiones sociales importantes.
En conclusión, la justicia es un concepto complejo que es esencial para crear una sociedad
justa y equitativa. Si bien la justicia tiene que ver con la equidad, la rendición de cuentas y la
protección de los derechos humanos, también hay contraargumentos que sugieren que la
justicia puede ser subjetiva, equivocada y no siempre ser la mejor solución a los problemas
sociales. Es importante considerar tanto los argumentos como los contraargumentos al definir
la justicia y crear políticas que promuevan la justicia en la sociedad.