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Universidad Nacional

Autó noma de México


Escuela Nacional Preparatoria
Plantel 7

Ensayo sobre la justicia, la


injustica y las leyes.
Valverde Coria Jesú s Rafael

Grupo: 503

Profesora: María Guadalupe Castillo Martínez


Ensayo sobre la justicia, la injusticia y las leyes.
La justicia está definida formalmente como la virtud de dar a cada uno lo que le
pertenece o le corresponde y si principal aplicación está en las leyes. Esta
definición es correcta pero tristemente muchas veces no se aplica como debe
ser, puesto que frecuentemente se dan casos de personas que han sido
sentenciadas por la ley del estado a algún castigo por haber cometido cierta
injusticia contra alguien cuando no se cometió tal falta, y otros donde aquel que
fue capaz de asesinar o secuestrar a alguien anda libre sin ninguna sanción
mínimamente judicial, y a veces ni siquiera moral (esto depende de la
formación moral que tenga cada quién). Este tipo de casos dan por
consecuencia interpretaciones negativas sobre la justicia y específicamente
sobre la ley, haciendo ver a las leyes como “la injusticia que tenemos que
respetar”.

Las leyes del estado son necesarias dentro de la sociedad pues sin ellas
viviríamos en un caos total y no tendríamos con que defender nuestra dignidad
humana. Su objetivo al igual que las normas morales es regular las relaciones
entre los individuos y entre estos y la comunidad. Estas leyes se presentan y
deben centrarse principalmente en aquel punto donde se cruzan las libertades
de los individuos, es decir, todos somos libres de hacer lo que queramos y
seamos capaces, pero si en la práctica de nuestra libertad afectamos la libertad
de otros entonces estamos cometiendo una injusticia y es entonces cuando la
ley debe intervenir prohibiendo los actos que puedan tener consecuencias
negativas sobre otros (por ejemplo, al conducir tenemos la libertad natural de
andar por donde sea en medida de lo posible, pero si al ejecutar esta acción
atropellamos a alguien quitándole la vida estaríamos privándolo de su libertad
de vivir, entonces, aunque podamos hacer esto, no debemos, y de aquí el
origen de las leyes de tránsito).

Estas prohibiciones pueden hacernos sentir reprimidos o enjaulados


dejándonos con un rango de libertades muy reducido, pero tenemos que
entender que tales prohibiciones también están defendiendo nuestra propia
libertad, por lo tanto estar en contra de que existan las leyes es aceptar que se
puedan cometer actos en contra nuestra y no tener con que defendernos
racionalmente.

Para que las leyes puedan ser acatadas por la sociedad deben tener un gran
rango de autoridad, interpretando a la “autoridad” como un poder para juzgar
que se tiene sobre los individuos, pero con el único fin de ayudarlos y hacer
progresar a la comunidad brindando una mejor calidad de vida.

La ley debe ser aplicada por personas a quienes se les otorga ese poder de
autoridad y las hay en todo tipo de instituciones, como los jueces, los policías,
abogados, directores, el magistrado, etcétera.

Es en esta parte donde radica una de las principales causas de que se


cometan muchas injusticias por parte de las autoridades, pues muy
comúnmente se tiene un concepto incorrecto de lo que es tener autoridad y al
mezclar el poder con las preferencias y los intereses personales se da un
mandato autoritario e injusto, tal que puede hacer ver a las leyes como el
origen de injusticias. Algunas veces no sólo son los intereses propios, pues
puede que aunque las autoridades no tengan la intención de hacer algún mal,
su ignorancia los haga cometer errores.

Las injusticias también pueden tener origen en prejuicios como la


discriminación por la raza, el sexo, la religión, la posición económica-social
(clase alta, media y baja) y otros. Por ejemplo, en países donde las mujeres
sufren de violaciones y donde sus opiniones no tienen importancia, la forma de
juzgar es influenciada por morales heterónomas regidas por la religión principal
de ese país. También se ve esto en las relaciones de sexos iguales, pues las
personas homosexuales son mal vistas debido a que las religiones, que tienen
gran influencia sobre la forma de pensar de una sociedad no aceptan la
homosexualidad.

En la obra de Platón “La Apología de Sócrates” se ve otro ejemplo muy claro de


injusticias cuando Sócrates es acusado por influenciar en la forma de pensar
de los jóvenes y por hablar sobre demonios. Él lo único que hacía era transmitir
conocimiento racionalmente, pero como este conocimiento iba en contra de lo
que se pensaba en ese tiempo, él fue juzgado de acuerdo a la forma cerrada
de pensamiento por parte de los jueces, y aunque él se defendió con
fundamentos correctos, la ignorancia de los jueces no permitió su liberación.

Con los ejemplos anteriores se puede notar que el origen de las injusticias no
está en las leyes, pues estas son absolutamente necesarias, sino en aquellos
encargados de llevarlas acabo, que son los que tienen la autoridad para juzgar.
Esto mismo lo dice Sócrates, en “Critón o del deber” cuando concluye que iba a
morir víctima de la injusticia, no de las leyes, sino de los hombres. Entonces las
leyes no son injustas y no se puede devolver una injusticia con otra injusticia
porque sería una contradicción hacia nuestros principios, y contra nosotros
mismos.

Para solucionar este problema, puesto que no se puede combatir mal con mal,
debemos usar la razón. Hay que estudiar, informarse y analizar objetivamente
todo lo que sucede en nuestro entorno, siempre usando un pensamiento crítico
el cual se adquiere a partir del conocimiento. Después ese conocimiento no nos
lo debemos quedar sólo para nosotros, sino hay que transmitirlo a las personas
que nos rodean, así lograremos un gran cambio en la forma de pensar de la
sociedad, olvidándonos de los prejuicios que tanto nos esclavizan. No sólo se
arreglará el problema de las injusticias, sino también muchos otros problemas
sociales a los que nos enfrentamos. Así también es como podríamos tirar el
sistema tan injusto que nos rige.

Valverde Coria Jesús Rafael

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