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INTRODUCCION

El Código Fiscal del Estado De Michoacán de Ocampo en el Artículo 3º, fracción I


define a los impuestos así:

“Impuestos son las contribuciones establecidas en la Ley, que deben pagar las
personas físicas y morales que se encuentren en la situación jurídica o de hecho
prevista por la misma y que sean distintas de las señaladas en las fracciones II y
III de este artículo;”

De lo anterior se desprende que los impuestos son las contribuciones que no sean
Derechos ni Contribuciones Especiales.

FASES DEL PROCEDIMIENTO TRIBUTARIO


Los procedimientos tributarios tienen tres fases:
1. Iniciación.

2. Desarrollo de las actuaciones y procedimientos.

3. Terminación.
Iniciación de los procedimientos tributarios

Las actuaciones y procedimientos tributarios podrán iniciarse de oficio o a


instancia del obligado tributario, mediante autoliquidación, declaración,
comunicación, solicitud o cualquier otro medio previsto en la normativa tributaria.

Los documentos de iniciación de las actuaciones y procedimientos tributarios


deberán incluir, en todo caso, el nombre y apellidos o razón social y el número de
identificación fiscal del obligado tributario y, en su caso, de la persona que lo
represente.

La Administración tributaria podrá aprobar modelos y sistemas normalizados de


autoliquidaciones, declaraciones, comunicaciones, solicitudes o cualquier otro
medio previsto en la normativa tributaria, y los pondrá a disposición de los
obligados tributarios.

En el ámbito de competencias del Estado, el Ministro de Hacienda podrá


determinar los supuestos y condiciones en los que los obligados tributarios
deberán presentar por medios telemáticos sus declaraciones, autoliquidaciones,
comunicaciones, solicitudes y cualquier otro documento con trascendencia
tributaria.
Desarrollo de las actuaciones y procedimientos tributarios
En el desarrollo de las actuaciones y procedimientos tributarios, la Administración
facilitará en todo momento a los obligados tributarios el ejercicio de los derechos y
el cumplimiento de sus obligaciones:

 Los obligados tributarios pueden rehusar la presentación de los


documentos que no resulten exigibles por la normativa tributaria y de
aquellos que hayan sido previamente presentados por ellos mismos y que
se encuentren en poder de la Administración tributaria actuante.

 Los obligados tributarios tienen derecho a que se les expida certificación de


las autoliquidaciones, declaraciones y comunicaciones que hayan
presentado o de extremos concretos contenidos en las mismas.

 El obligado que sea parte en una actuación o procedimiento tributario podrá


obtener a su costa copia de los documentos que figuren en el expediente,
salvo que afecten a intereses de terceros o a la intimidad de otras personas
o que así lo disponga la normativa vigente. Las copias se facilitarán en el
trámite de audiencia o, en defecto de éste, en el de alegaciones posterior a
la propuesta de resolución.

 El acceso a los registros y documentos que formen parte de un expediente


concluido a la fecha de la solicitud y que obren en los archivos
administrativos únicamente podrá ser solicitado por el obligado tributario
que haya sido parte en el procedimiento tributario.
Práctica de la prueba
A diferencia de lo que ocurre en el procedimiento administrativo común, en los
procedimientos tributarios no se exige la apertura de un período específico ni la
comunicación previa de las actuaciones a los interesados para la práctica de la
prueba.

Documentación de las actuaciones


Las actuaciones de la Administración tributaria en los procedimientos de aplicación
de los tributos se documentarán en comunicaciones, diligencias, informes y otros
documentos previstos en la normativa específica de cada procedimiento.

Las comunicaciones son los documentos a través de los cuales la Administración


notifica al obligado tributario el inicio del procedimiento u otros hechos o
circunstancias relativos al mismo o efectúa los requerimientos que sean
necesarios a cualquier persona o entidad. Las comunicaciones podrán
incorporarse al contenido de las diligencias que se extiendan.

Las diligencias son los documentos públicos que se extienden para hacer constar
hechos, así como las manifestaciones del obligado tributario o persona con la que
se entiendan las actuaciones. Las diligencias no podrán contener propuestas de
liquidaciones tributarias.

Los órganos de la Administración tributaria emitirán, de oficio o a petición de


terceros, los informes que sean preceptivos conforme al ordenamiento jurídico,
los que soliciten otros órganos y servicios de las Administraciones públicas o los
poderes legislativo y judicial, en los términos previstos por las Leyes, y los que
resulten necesarios para la aplicación de los tributos.

Trámite de audiencia y alegaciones.

En los procedimientos tributarios se podrá prescindir del trámite de audiencia


previo a la propuesta de resolución cuando:

 Se suscriban actas con acuerdo

 Cuando en las normas reguladoras del procedimiento esté previsto un


trámite de alegaciones posterior a dicha propuesta. El expediente se pondrá
de manifiesto en el trámite de alegaciones.
El trámite de alegaciones no podrá tener una duración inferior a 10 días ni superior
a 15.

Terminación de los procedimientos tributarios


Formas de las que los procedimientos tributarios se terminan:

 La resolución. Tendrá la consideración de resolución la contestación


efectuada de forma automatizada por la Administración tributaria en
aquellos procedimientos en que esté prevista esta forma de terminación.

 El desistimiento.

 La renuncia al derecho en que se fundamente la solicitud.

 La imposibilidad material de continuarlos por causas sobrevenidas.

 La caducidad.
 El cumplimiento de la obligación que hubiera sido objeto de
requerimiento.

 Cualquier otra causa prevista en el ordenamiento tributario.

PROCEDIMIENTO DE DETERMINACIÓN DE LAS OBLIGACIONES


TRIBUTARIAS
La determinación de la obligación tributaria es un procedimiento administrativo a
través de cual se cuantifica el monto de la obligación, se comprueba su
inexistencia, su exención o su inexigibilidad. Esto se destaca como el carácter
dinámico u objetivo de la determinación. De otro modo, la determinación de la
obligación tributaria es un acto administrativo resolutorio, mediante el cual se
dispone sobre el importe de la prestación que es objeto de la obligación, como un
resultado que puede ser positivo o negativo, determinando una deuda del
contribuyente u obligado o un saldo a favor, que en el primer caso se extingue a
través de uno de los modos de extinción que dispone el Código Tributario y en el
segundo caso da derecho a compensación o reembolso del monto del saldo. Este
último se refiere al carácter estático de la determinación, constituida como un acto
administrativo de determinación. En las situaciones señaladas la determinación de
la obligación tributaria es una facultad de la Administración tributaria.

En otro caso, la determinación de la obligación tributaria es un acto mediante el


cual se declara la ocurrencia del hecho generador, se cuantifica o se define el
monto de la obligación o se declara su inexistencia, su exención o su
inexigibilidad. De acuerdo con la doctrina más aceptada, la determinación de la
obligación tributaria no establece el punto de nacimiento de la obligación, ésta
nace con la realización del hecho generador, que se verifica en el contribuyente u
obligado y lo convierte el sujeto de la obligación, el que mediante un acto declara
la ocurrencia del hecho del generador. No el nacimiento de la obligación tributaria.
La que puede nacer antes de la declaración de la ocurrencia del presupuesto de
hecho establecido en la ley y cuya realización es el hecho generador que
determina el nacimiento de la obligación tributaria.

El Código Tributario no ha establecido un procedimiento de determinación de la


obligación tributaria, como sucede en otros países como España, sino un acto de
declaración que dictado por de la Administración tributaria, que sería un acto
administrativo en los casos de la determinación de oficio cuando el contribuyente
objetara los resultados de una verificación o una fiscalización y la administración
los haya reconsiderado y sería un acto a cargo del contribuyente u obligado que
es una declaración jurada.
La Administración tributaria, por medio de las normas generales 02-10 y 07-14, ha
procurado establecer lo que la ley no hace, pretendiendo establecer un
procedimiento de determinación de la obligación tributaria, contrario a la
Constitución de la República, que dispone en el numeral 2, del artículo 138, que la
ley regulará, cito: “El procedimiento a través del cual deben producirse las
resoluciones y actos administrativos, garantizando la audiencia de las personas
interesadas, con las excepciones que establezca la ley.”. El acto que dispone el
Código Tributario es la resolución de reconsideración, porque la notificación de los
resultados de una revisión o fiscalización es de mero tramites y se notifican como
un informe de los hallazgos y ajustes realizados o de la determinación en base
presunta, que es una estimación de oficio, o sobre base cierta, lo que es necesario
establecer en los informes y en la resolución de reconsideración a los fines de
garantizar la defensa del obligado.

En otros países y en el caso de las aduanas se consideran sinónimos los


conceptos de determinación y liquidación, pero este último sólo se refiere a la
cuantificación del monto de la obligación colocado en un formulario a los fines de
la extinción de la obligación tributaria a través del pago. La obligación tributaria
nace con la realización de la hipótesis de incidencia o las circunstancias de hecho
que presupuestadas en la ley su realización conlleva el nacimiento de la
obligación, cuyas consecuencias se establecen en la determinación de la
obligación tributaria que es un acto declarativo no constitutivo de la obligación. La
obligación tributaria nace independientemente de cualquier actividad de la
administración y con anterioridad a cualquier acto de determinación. Aunque la
determinación, según una corriente de la doctrina, no es acto constitutivo de la
obligación considera que debe existir un acto expreso de la Administración
tributaria estableciendo la existencia de la obligación.

Establecer que debe haber un expreso de la Administración tributaria


estableciendo la existencia de la obligación tributaria ignora que existen tributos
cuyo cumplimiento depende de la iniciativa del contribuyente y que son impuestos
de autodeterminación y de autodeclaración. El obligado en una declaración jurada
declara la ocurrencia del hecho generador y cuantifica el monto de la obligación, si
esta no existe, si está exento o no es exigible. La declaración jurada es deber
formal, una obligación accesoria que coadyuva al cumplimiento de la obligación
sustantiva o material que queda a cargo de contribuyente que la debe cumplir,
sujeta a la verificación y fiscalización o control de la Administración tributaria.
Cuando se trata de tributos que cuyo cumplimiento depende de la iniciativa del
contribuyente la Administración tributaria sólo realiza determinación de oficio en
los casos que dispone la ley:

1. Cuando el contribuyente hubiere omitido presentar la declaración a que


estaba obligado o no hubiere cumplido debidamente la obligación tributaria.
2. Cuando la declaración presentada no mereciere fe, por ofrecer dudas a la
Administración Tributaria su veracidad o exactitud o en ella no se cumpliere con
todas las normas que le son aplicables.
3. Cuando el contribuyente, estando obligado a llevar libros, no los llevare o los
llevara incorrectamente o no exhibiere o carezca de los libros y comprobantes
exigibles. La resolución de determinación de la obligación tributaria que emite la
administración tributaria se fundamenta en normas generales emitidas por la
misma entidad, que van más allá de sus atribuciones, disponiendo sobre un
procedimiento de determinación de la obligación tributaria y la emisión de unas
resoluciones que deben ser establecido por ley. Las normas generales no existen
para reglamentar la legislación tributaria y llenar sus vacíos ni para disponer lo que
la ley no manda. Mucho menos para modificar artículos del Código Tributario ni
para constituirse en normas de una legislación distinta a la tributaria.

PROCEDIMIENTO ECONÓMICO COACTIVO

Hemos señalado que uno de los particularismos del Derecho Fiscal es el


procedimiento económico-coactivo, también llamado procedimiento administrativo
de ejecución. El procedimiento económico-coactivo es aquél a través del cual el
Estado ejerce su facultad económico-coactiva, es decir, su facultad de exigir al
contribuyente el cumplimiento forzado de sus obligaciones fiscales y, en su caso,
para hacer efectivos los créditos fiscales exigibles sin necesidad de que intervenga
el Poder Judicial otra autoridad jurisdiccional para hacer valedero el derecho. Las
resoluciones de la autoridad fiscal sobre la situación de los contribuyentes y que
determinan a su cargo algún crédito fiscal o exigen el cumplimiento de alguna
obligación fiscal omitida, como todo acto administrativo perfecto, produce sus
efectos a partir del momento en que ha sido legalmente comunicado al
destinatario, debiendo este cumplir lo resuelto y pagar el erudito fiscal o satisfacer
la obligación fiscal, sin embargo puede suceder fue el particular no cumpla
voluntariamente porque considere que en alguna forma se afecta su esfera
jurídica, o bien, simplemente por morosidad. Ante esta situación, ¿cómo debe
proceder el fisco para la ejecución de sus resoluciones? En el Derecho Privado,
ante el incumplimiento voluntario de una obligación, prevalece el principio de que
el acreedor solo puede obtener el cumplimiento forzado por la intervención del
Estado; por cuya autoridad el deudor moroso será compelido a suplir con su
obligación aun en contra de su voluntad, este principio o ha quedado consagrado
en la Constitución Política del país como uno de los derechos fundamentales del
individuo o garantía individual en el artículo 17. Por lo tanto, los organismos
jurisdiccionales son los intermediarios indispensables para que el particular
ejercite sus derechos. En el campo del Derecho Administrativo, y, por ende, en el
Derecho Fiscal, la doctrina da una solución contraria al problema del
incumplimiento voluntario del particular con sus obligaciones y admite que la
Administración proceda en forma directa, es decir, sin la intervención de los
organismos jurisdiccionales, para la ejecución de sus propias resoluciones. Fraga
nos dice que "Esta posibilidad de acción directa constituye lo que en la doctrina se
conoce con el nombre de auto ejecutorio de las resoluciones administrativas", y
que sigue diciendo, esta solución esta fundada en la necesidad de que las
atribuciones del Estado que la legislación positiva ordena se realicen en forma
administrativa, no estén sujetas a las trabas y dilaciones que significarían la
intervención de los tribunales y el procedimiento judicial". En las consideraciones
anteriores encontramos, pues la justificación de la Facultad económico-coactiva
del Estado en materia tributaria.

CONCLUSION
Podemos concluir que los principios nos guían para comprender por qué es así el
comportamiento de la autoridad fiscal, es decir, es Estado al ejercer sus facultades
previstas en la norma debe de cumplir con estas directrices y así asegura el
verdadero fin de la recaudación, administración y funcionamiento. Además, nos
otorga seguridad jurídica pues al estar derivados la mayoría de ellos derivan del
propio ordenamiento constitucional, por lo que vinculando el artículo 1° las
autoridades deben de cumplir con las obligaciones consagradas en la CPEUM y
los Tratados Internacionales en el ámbito de sus competencias.

BIBLIOGRACIA
http://ual.dyndns.org/biblioteca/derecho_fiscal/Pdf/Unidad_16.pdf
https://www.iberley.es/temas/fases-procedimientos-tributarios-26211#google_vignette

https://blogs.ugto.mx/derecho/clase-digital-4-principios-doctrinarios-y-
constitucionales-en-materia-fiscal/
DERECHO FISCAL
“4.2, 4.3, 4.4”
TAREA 6

Andrea Citlalli Carmona Avila


LDE8 V

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