Introducción a la Filosofía

Karina E. Koch
 F) PLATÓN
Divide la realidad en dos mundos, el mundo inteligible constituido por las
ideas, representaría el verdadero “ser” siendo susceptible de un verdadero
EL conocimiento o “episteme”, y el otro llamado sensible constituido por las
PROBLEMA cosas, las cuales sólo son susceptibles de opinión o “doxa, esta realidad se
DEL SER caracteriza por estar sometida al cambio. Las ideas por su parte son objetos
o esencias únicas, eternas e inmutables, solamente cognoscibles por la
razón y con una existencia real e independiente tanto del sujeto que las
piensa como del objeto de que son esencia. La relación entre las ideas y las
cosas es explicada como imitación o como participación: las cosas imitan a
las ideas, o participan de ellas.
La principal objeción está dada por la separación entre ambas realidades
Concepción del hombre como un compuesto de cuerpo y alma, dos partes
íntimas pero irreconciliables. El alma es preexistente e inmortal
EL (pitagorismo). Por lo tanto, la unión de alma y cuerpo es accidental, su lugar
PROBLEMA natural es el mundo de las Ideas. Establece una división tripartita del alma:
DEL racional, irascible y apetitiva, esta clasificación lleva a la jerarquización social
HOMBRE en distintas clases según el mayor predominio de un tipo de alma u otro. El
hombre es un ser privilegiado, consciente del distinto lugar que ocupa
dentro del cosmos; partícipe de una inteligencia que no es de este mundo.
Su naturaleza es puramente racional, un modo de ser intermedio: ni pura
sensibilidad ni pura materialidad
La primera explicación es la teoría de la reminiscencia que ofrece en el
EL PROBLEMA Menón. Según ella el alma, siendo inmortal, lo ha conocido todo en su
DEL existencia anterior por lo que aprender es recordar
CONOCIMIEN En la República ofrece como explicación, la dialéctica, establece una
TO correspondencia entre los niveles y grados de realidad y los niveles de
conocimiento. Esencialmente distinguirá dos modos de conocimiento: la
"doxa" (corresponde a la realidad sensible) y la "episteme" (se corresponde
con la realidad inteligible) este último es el verdadero conocimiento ya que
versa sobre el ser y, por lo tanto, que es infalible.
ARISTÓTELES
Funde los dos mundos platónicos en uno solo, el sensible,
la naturaleza. Lo que merece el nombre de ser no son las ideas sino las cosas.
Al ser en sí lo llama "substancia" (ousía); al ser en otro lo denomina
"accidente". Cada cosa está compuesta de substancia y accidentes como
también de materia y forma. La forma equivaldría a las esencias o ideas
platónicas. Todo ser es en acto, en cuanto ya es real y efectivamente. Pero
también todo ser es en potencia (a excepción del primero de los seres que es
acto puro), en cuanto puede ser o tiene la posibilidad de ser distinto, o su
materia tiene la posibilidad de ser el material de otra substancia. Todo en la
naturaleza tiende a la realización de sus potencias, a su perfección.
(teleologismo). El cambio (el movimiento) es el paso de la potencia a acto.
Concibe al hombre como compuesto de alma y cuerpo, pero el alma es
principio de vida y mortal e inseparable del cuerpo. La unión de alma y cuerpo
es natural y necesaria, puesto que el alma es la forma del cuerpo, que es la
materia. Entiende el alma de una manera biologista y como el alma es
principio de vida todo ser vivo tiene un alma: Alma vegetativa la tienen todos
los seres vivos, alma sensitiva la tienen los animales y el ser humano y el alma
racional exclusiva del ser.
El hombre conoce a través de los sentidos. El conocimiento no se agota en la
experiencia, sino que el intelecto abstrae la forma universal a partir de lo
percibido por los sentidos y la imprime en el intelecto, que pasa así a tener
una idea de la cosa y a poder expresarla en palabras. La teoría aristotélica del
conocimiento se completa con la explicación de los grados del conocimiento
según una función ascendente o de menor a mayor perfección: sensación,
tékhne, phrónesis, episteme, nous y sophía.
 La ética de Platón se basa en la afirmación de que la parte racional del ser
humano debe controlar los instintos, emociones y deseos que residen en
sus otras dos almas (la irascible y la concupiscible). Esto implica un
intelectualismo moral como el que defendiera Sócrates: para hacer lo
ÉTICA “justo” es preciso conocer la definición de “Justicia”. Concibe el
comportamiento ético de un modo finalista: el ser humano, tiene por
modelo una idea perfecta, y la conducta ética consiste precisamente en
desarrollar la propia esencia, en acercarse a dicho modelo perfecto por
medio de la razón, y en última instancia en conocer e imitar a la idea de Bien.
La ética platónica es marcadamente ascética y supone el rechazo de la
materia, la cual es una cárcel para el alma, la cual debe regresar al mundo
ideal e inteligible del que proviene.
La sociedad es el medio de vida "natural" del ser humano y es este hecho
lo que explica la aparición del Estado. Partiendo de su concepción de la ética,
el buen comportamiento del individuo no puede ser distinta de la del buen
comportamiento del Estado, es decir, tiene que existir un único modelo de
comportamiento moral con carácter absoluto. Platón expone una
concepción de la organización social y política ideal, proponiendo un
análisis de qué sea “lo justo” en el hombre y en la ciudad, para llegar a una
definición satisfactoria de justicia. Expresa que la ciudad surge para dar
satisfacción a las complejas necesidades del hombre, ya que nadie puede
bastarse a sí mismo, en principio su fin es económico, pero tiene fin último
EL hacer posible una vida feliz para el hombre. En la ciudad ideal debe existir
PROBLEMA todo tipo de trabajadores y el reparto del trabajo se encuentra, así, en la
DE LA base de toda ciudad.
SOCIEDAD, El Estado ideal, según Platón, se compone de tres clases. Las actividades
LA POLÍTICA productivas reposan en la clase de los artesanos. La seguridad o actividades
Y LA ÉTICA bélicas, en los guerreros o auxiliares, y los encargados de gobernarlas, los
verdaderos guardianes o gobernantes que son los filósofos. En el curso de
un proceso educativo se determina qué tipo de naturaleza tiene cada ser
humano y, por lo tanto, a qué clase social ha de pertenecer.
La justicia en la ciudad ideal consistirá en que cada clase social (y cada
ciudadano) se ocupe de la tarea que le corresponde. La injusticia consistirá
en la injerencia arbitraria de una clase social en las funciones de otra.
El hombre, para realizarse, debe buscar su bien supremo, su fin último que es
la felicidad, que se encuentra en la virtud, en la perfección de la función propia
del hombre, la razón. Como en el hombre hay una parte irracional, podemos
dividir las virtudes en: virtudes dianoéticas (de la razón) y virtudes éticas (las
de la razón aplicada a los apetitos sensibles). La virtud ética es un hábito de
elección que conduce a optar por el equilibrio entre dos extremos viciosos
("justo medio). La razón es la que determina en cada caso cuál es el justo
medio: éste no puede ser establecido por anticipado mediante una regla.
Aristóteles entiende que no por conocer qué es el bien o qué es la justicia
somos buenos o justos. La virtud implica voluntad, obrar a sabiendas, con
conciencia.
Mantiene la teoría de la “sociabilidad natural” entendida por Platón. La ética
y la política se refieren ambas a la praxis humana, la primera es una praxis
íntima, personal y en la segunda hay que tener en cuenta la voluntad de los
demás. La ética desemboca en la política y se subordina a ella. La ciudad-
estado es así la culminación de un proceso social cuyo fin no es meramente la
subsistencia sino procurar "la felicidad a todos sus miembros”. Así el Estado,
que es algo natural, se comporta como si fuera un organismo que tiende a un
fin. Por ello concluye en que somos animales políticos, ya que desarrollamos
nuestros fines en el seno de una comunidad y que de manera aislada no
podremos alcanzarlos.
Aristóteles criticará la utopía de la República que le parece demasiado
alejada de la realidad, y la política debe dirigirse a lo que hay. Aristóteles es
más empírico y realista que su maestro. El Estado no puede consistir en una
unidad perfecta, porque este abarca multitud de diferencias y consiste en la
regulación mediante leyes, de todas las diferencias, de todas las voluntades.
Tampoco estaba de acuerdo con la abolición de la propiedad privada y la
colectivización de las mujeres y los hijos que conllevaría a la destrucción de
la recta moral y del propio Estado.
La justicia es la virtud que asegura y consolida el orden en la polis,
armonizando equitativamente los derechos y los deberes de todos los
miembros. Entiende tres formas justas de gobierno (monarquía, aristocracia
y democracia) porque miran el bien y el interés común, cuando se orientan al
interés particular degeneran respectivamente en las siguientes formas
injustas: tiranía, oligarquía y demagogia.