TEMA 1: MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98

A finales del siglo XIX, España enfrenta una crisis integral que impulsa a los intelectuales
hacia la búsqueda de reformas. En literatura, surgen dos corrientes: el modernismo,
enfocado en la evasión temática y la forma, y la generación del 98, que expresa
preocupaciones sobre España con un estilo más directo. Estos movimientos coexisten y
alcanzan su apogeo en las dos primeras décadas del siglo.

MODERNISMO:

Rubén Darío introduce el modernismo en España desde Latinoamérica, transformando la

literatura, especialmente la poesía. Influido por el romanticismo y la poesía francesa, el
modernismo incorpora elementos como el simbolismo y el parnasianismo. Temas
románticos, la búsqueda de la belleza a través de la musicalidad y el colorido definen este
movimiento, destacando poetas como Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón
Jiménez. En prosa, las "Sonatas" de Valle-Inclán destacan por su esteticismo y sensualidad.

El modernismo, además, adopta un estilo innovador con métricas marcadas, léxico lujoso y
exótico, y abundantes figuras retóricas como aliteraciones y sinestesias. Autores
fundamentales como Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez exploran
temas como la huida a lugares exóticos, el cosmopolitismo, la sensualidad y el erotismo en
sus obras.

GENERACIÓN DEL 98:

Esta generación surge como reacción al realismo y naturalismo previos, buscando

innovación en temas y formas narrativas. Influenciada por corrientes filosóficas y
existencialistas, la generación del 98 se centra en analizar los problemas de España a
través de la novela abierta. Autores como Miguel de Unamuno, Azorín, Pío Baroja y
Valle-Inclán exploran la esencia de España, la intrahistoria y temas existenciales.

El estilo narrativo se caracteriza por la sencillez, claridad, subjetivismo y la presencia

constante del autor. En poesía, Antonio Machado destaca con "Campos de Castilla", donde
expresa sus preocupaciones sobre España. En el teatro, se logra una renovación destacada
con obras como "Luces de Bohemia" de Valle-Inclán y "Fedra" de Unamuno. La generación
del 98 contribuye significativamente a la reflexión sobre la identidad y el destino de España
en medio de su crisis moral, política y económica.