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Mester de clerecía (siglos XIII-XIV): poesía narrativa culta

El mester de clerecía es una corriente literaria culta de temática religiosa que agrupa la
obra narrativa en verso de un grupo de escritores de los siglos XIII y XIV. A diferencia del
mester de juglaría esta poesía es individual, y no colectiva (la labor creadora corresponde a un
solo individuo, y no a múltiples colaboradores); es una obra, normalmente, de autor conocido,
y no anónima, por lo que resulta más fácil establecer la época aproximada en que floreció.
Asimismo, se trata de una poesía escrita, y no oral.

Además de las características anteriores, el mester de clerecía se define por los siguientes
rasgos:

a) Empleo de la cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo. Esta estrofa consta de cuatro


versos alejandrinos con rima consonante (14A 14A 14A 14A) El empleo de un verso
regular lo distingue de la irregularidad métrica del mester de juglaría.
b) Importancia de las fuentes escritas. Los autores de clerecía aspiraban a fundar una
literatura de prestigio en lengua romance. Por ello, se sirvieron de fuentes escritas (vida
heroica de los santos, los milagros de la Virgen o relatos extraídos de la Biblia),
generalmente latinas, a las que solo tenían acceso autores cultos.
c) Afán didáctico y moralizador. Las obras de clerecía presentan unos propósitos
comunes: divulgar la cultura, promover la devoción religiosa y ofrecer modelos de
comportamiento. Por ello, se cree que muchos de estos textos se difundieron en
lecturas públicas, ante auditorio de fieles o peregrinos.

El carácter culto de la escuela junto con el fin divulgador que persigue determina la preferencia
por un estilo en el que alternan el lenguaje popular (léxico familiar, refranes, expresiones
coloquiales, diminutivos e incluso recursos juglarescos…) y el lenguaje elevado (cultismos
léxicos y sintácticos) que intentan acercar la obra literaria a las grandes creaciones en lengua
latina.

En el mester de clerecía podemos diferenciar dos etapas:

1. Siglo XIII cuyo máximo representante es Gonzalo de Berceo. Es el primer poeta de nuestra
literatura de nombre conocido. Manejó hábilmente las técnicas de la literatura didáctica
puestas al servicio de la fe con un fin propagandístico pues con ella trató de fomentar la
peregrinación al monasterio de San Millán. Su obra es fundamentalmente religiosa. Destacan
poemas hagiográficos (sobre vidas de santos) Vida de San Millán, Vida de Santo Domingo de
Silos y poemas dedicados a la Virgen María, como Milagros de Nuestra Señora.

2. Siglo XIV cuyo máximo representante es Juan Ruiz, Arcipreste de Hita con su Libro de buen
amor.

LIBRO DE BUEN AMOR.

1. Texto, autor, fecha.

El libro se ha conservado en tres copias manuscritas y varios fragmentos. Las fechas de


composición son: 1330 y 1343. En él su autor confiesa llamarse Juan Ruiz y ser Arcipreste de
Hita. Se saben muy pocos datos de su autor.

2. Tema.
El eje temático del libro es el amor, entendido este tanto en su dimensión humana (el loco
amor) como en la divina (amor de Dios). Y precisamente de la tensión entre ambos surge la
deliberada ambigüedad de la obra. Forman la obra una sucesión de fingidas aventuras
amorosas protagonizadas por el propio poeta. Este relato autobiográfico es el núcleo
argumental del libro. Además del amor, en el libro también tiene cabida la muerte opuesta al
amor y con carácter destructor, no liberador.

3. Estructura.

El libro está formado por los siguientes elementos:

a) Un prólogo en prosa donde se declara la intención de la obra.


b) La narración de los amores del Arcipreste: el Arcipreste, que aparece como personaje
central, intenta seducir, sin éxito, a mujeres de toda condición con ayuda de diversos
intermediarios. Destacan los siguientes episodios:
 La historia de don Melón y doña Endrina: es una adaptación de una
comedia medieval del siglo XII escrita en latín, Pamphilus. El Arcipreste
cambia su nombre por el de don Melón, quien, con la ayuda de la alcahueta
Trotaconventos (antecedente literario de la Celestina), consigue convencer a
la joven viuda doña Endrina para que se case.
 El encuentro con las serranas: el Arcipreste va a las montañas de
Guadarrama, donde se encuentra con cuatro serranas.
 El episodio de doña Garoza: el protagonista, inducido y ayudado por
Trotaconventos, seduce a la monja doña Garoza, quien muere poco después.
Posteriormente muere también la vieja Trotaconventos.
c) Una colección de cuentos y ejemplos intercalados en el relato con intención didáctica.
d) Un conjunto de digresiones didácticas y morales como la del poder del dinero.
e) Dos episodios alegóricos: el encuentro del Arcipreste con don Amor y doña Venus, y la
batalla de don Carnal y doña Cuaresma. En el primero, el autor ofrece una serie de
consejos para “bien amar”; en el segundo, hace una parodia de las narraciones épicas.
f) Diversas composiciones líricas tanto religiosas como profanas.

Tal diversidad adquiere unidad por el uso de la primera persona narrativa y por el tema
común del amor y sus engaños.

4. Intención del autor.

Una de las peculiaridades del Libro de Buen Amor es su intención didáctica: apartarnos del
loco amor y acercarnos al amor divino.

Sin embargo, a lo largo del libro el autor juega con la ironía y con la ambigüedad e
intenta confundir al lector sobre el propósito de su libro. De ahí que se haya señalado la
ambigüedad como la clave de la obra. La ambivalencia de la que hace gala hay que
entenderla como consecuencia de dos tipos diferentes de lectores: los cuerdos y los livianos,
a los que advierte contra la malinterpretación del texto. Los dos niveles de lectura no
dependen tanto del contenido de la obra, como de los distintos lectores a quien va dirigida.

En definitiva, la obra mezcla magistralmente lo didáctico y lo humorístico, la devoción más


sincera con la sátira más irreverente. Esto explicaría su desconcertante carácter ambiguo y
polisémico.

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