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UD2. Radiografías Dentales
UD2. Radiografías Dentales
4. BIBLIOGRAFÍA ...............................................................................................................................................19
Tabla 1. Pasos del revelado manual de radiografías dentales. FUENTE: propia ............................. 7
1. LAS RADIOGRAFÍAS
La mayoría de los aparatos que se utilizan para la obtención de radiografías tienen unos principios
similares, pero las características de las radiografías intraorales (interior de la boca) hacen
necesarios unos aparatos especiales, ya que la placa sobre la que saldrá la imagen ha de ir en la
boca. Las radiografías extraorales suelen hacerse con máquinas normales pero adaptadas a la
anatomía de la boca.
VOCABULARIO:
Rajos X (rayos X)
En el caso de las radiografías intraorales, utilizaremos un tubo de rayos X, es decir, una máquina
en forma de tubo que emite rayos X en una dirección muy concreta. Los rayos X surgen gracias a
una reacción eléctrica producida en el interior de un tubo de vidrio, de la que se desprenden las
radiaciones. Estos rayos pasan por dentro de un tubo de plomo, dentro del cual hay un círculo,
también de plomo, que absorbe la radiación dispersa y concentra aún más el haz de rayos X;
seguidamente, dentro del tubo, un filtro de aluminio absorbe la radiación menos energética que
podría alterar los tejidos blandos como la piel o la encía.
Exteriormente, el aparato de radiografías dentales está formado por el tubo de emisión de rayos
X, por un brazo articulado que permite ajustar la posición del tubo según la conveniencia de la
radiografía, y por un módulo de control que permite ajustar los diferentes parámetros relacionados
con la emisión de los rayos X (intensidad, tiempo de exposición, etc.). Los aparatos disponen
también de un botón (con cable o sin) que permite accionar el disparador de la radiografía por parte
del técnico desde el exterior de la consulta. De este modo, el técnico queda protegido de una
radiación innecesaria para él/ella.
Las placas radiográficas para radiografías dentales son similares a las normales, pero con un
tamaño y una flexibilidad adaptada a su uso en el interior de la boca. Sus componentes son:
- Hojas de papel negro: cubren la película radiográfica por los dos lados y la aíslan de la luz.
- Lámina de plomo: frena las radiaciones residuales, impidiendo que lleguen más allá de la
placa.
Actualmente, existen cinco tamaños de placas radiográficas, adaptadas a las principales técnicas
intraorales de radiografía: infantiles, anteriores finas, periapicales para adultos, de aleta de mordida
y oclusales.
Ilustración 2. Composición de las placas radiográficas dentales. FUENTE: (Galindo, y otros, 2015)
Las radiografías tradicionales deben revelarse, es decir, permitir que la imagen se pueda
visualizar a simple vista ya luz ambiental tal como haríamos con una fotografía tradicional. Es un
proceso que hay que llevar a cabo en un cuarto oscuro, ya que de otra manera, la imagen se podría
velar y no veríamos los resultados deseados.
Actualmente, existen máquinas reveladoras que llevan a cabo todo el proceso de revelado de
forma automática, pero sólo se utilizan en clínicas con un gran volumen de trabajo. Es por este
motivo que hay que conocer el procedimiento de revelado manual:
1. Ante todo, hay que preparar y comprobar el nivel de líquidos disponible, que se pueden
reutilizar, pero habrá que cambiarlos según las instrucciones del fabricante. Antes de
usarlos, hay que agitar los líquidos para homogeneizar los mismos y hay que comprobar la
temperatura, procurando que todos tengan la misma.
3. Después, con unas pinzas debidamente identificadas (para saber de qué radiografía se trata)
se extrae la película de su envoltura en un cuarto oscuro, cogiéndola por un extremo que
sobresale o marcado.
4. La película expuesta a rayos X se dispone en un líquido revelador (pH básico), que provoca
que los cristales de plata alterados por los rayos X precipiten y oscurezcan la película. Los
cristales que no han sido alterados (o poco alterados) no precipitan o precipitan en poca
cantidad. Este proceso dura entre 1 y 5 minutos, pero se puede terminar cuando se distingan
claramente las raíces dentarias del resto del hueso.
5. Se limpia la película con agua para eliminar el exceso de líquido revelador, durante 20 a 30
segundos.
6. Se dispone la película en el líquido fijador, un ácido que elimina los cristales de plata no
precipitados o que no han recibido radiación. También endurece y estabiliza los cristales
precipitados. Este proceso debe durar entre 1 y 3 minutos como mínimo para realizar una
primera valoración, pero el tiempo ideal son 10 minutos.
Las radiografías no dejan de ser un producto radiológico, con lo que tienen cierta peligrosidad en
su almacenamiento y tratamiento, además, las placas radiográficas son productos que tienen un
coste elevado. Estas causas han hecho que, cada vez más, los centros que utilizan la radiología como
técnica de diagnóstico (lo que incluye las clínicas dentales) hayan comenzado a utilizar la radiología
digital, que minimiza los residuos radiológicos y la compra de placas radiográficas.
Existen dos tipos de radiografía digital, gracias a las cuales la imagen se puede visualizar
directamente en ordenador sin necesidad de utilizar placas impresas:
- Radiología digital directa: en este caso, los rayos X no impactan sobre una placa sino contra
un captador rígido con cable, conectado directamente a un ordenador y protegido por un
plástico sanitario que luego se tira. Esto permite que la imagen se visualice directamente en
la pantalla del ordenador en pocos segundos (lo que reduce el tiempo de exposición), y con
una resolución mejor que las placas tradicionales.
- Radiología digital indirecta: esta técnica es más parecida que la de radiología tradicional,
pero en lugar de usar películas de bromuro de plata, se utilizan unas de fósforo
autoestimulable. Después de hacer la radiografía, la placa se introduce en una placa especial
que digitaliza la imagen y la borra de la placa, permitiendo que la placa se pueda volver a
utilizar. La imagen digitalizada se puede visualizar en un ordenador; aunque tiene menos
resolución que la radiología digital directa, es más cómoda para el paciente.
Existen tres técnicas básicas de radiografía intrabucal, en las que la placa radiográfica se sitúa en
el interior de la boca:
Ilustración 3. Radiografías periapicales y resultado. FUENTE: (Morillo Velázquez, y otros, 2011) (adaptado)
VOCABULARIO:
Bisectriu. (bisectriz)
Paral·l3lisme. (Paralelo)
- Radiografías periapicales: en esta técnica, se dispone la placa radiográfica tras el diente que
se quiere radiografiar, ya sea contra la forma del diente (bisectriz) o contra el paladar y
paralela al diente (paralelismo). La imagen obtenida será de todo el diente y del hueso de
alrededor, por lo que se utiliza para cirugía oral, endodoncias1 y periodoncias2.
Ilustración 4. Radiografía de aleta de mordida y resultado. FUENTE: (Morillo Velázquez, y otros, 2011) (adaptado)
1
Técnica de cirugía odontológica en la que se vacía el interior de un diente infectado y se rellena con cemento.
2
Técnica de cirugía odontológica que sirve para reparar las encías y el periodonto.
1. Poner en marcha el aparato y ajustar los parámetros según el paciente y las instrucciones
del fabricante. Ilustración 5. Radiografía oclusal superior e
inferior. FUENTE: (Lombardi, 2004) y (Morillo
Velázquez, y otros, 2011)
2. Seleccionar el tipo de placa a utilizar en
función de la técnica radiográfica y montarla en un soporte de paralelismo o pinza.
4. Se debe procurar que el paciente no lleve pendientes, colgantes, prótesis auditivas ni ningún
otro dispositivo metálico. Para mejorar su seguridad, se le
colocan un collarín y un delantal del plomo.
6. Tanto el dentista como el auxiliar salen de la sala y ajustan la puerta. Una vez fuera, se
acciona el disparador.
7. El auxiliar recoge la placa de la boca del paciente. Se quita los guantes contaminados y retira
el collarín y el delantal de plomo del paciente y apaga el aparato de rayos X. A continuación,
puede proceder al revelado de la placa.
A veces, se necesita estudiar el cráneo de manera más general, y no sólo la parte interior de la
boca. Este estudio puede servir para detectar problemas en los huesos maxilares que es imposible
percibir con las técnicas radiográficas intraorales, o incluso alteraciones a nivel muscular y nervioso.
Por este motivo, existen técnicas radiográficas extrabucal, que tienen unas características concretas
diferentes de la radiografía normal o intraoral:
- Radiografía frontal: esta técnica sirve para obtener una imagen frontal de los huesos de la
cara, ya sea de la parte posterior (colocando el haz de rayos en la nuca) o anterior (colocando
el haz de rayos en la cara). En el primer caso, veremos los huesos de la cara desde el interior
del cráneo y, en el segundo caso, los veremos desde el exterior. Se utilizan para ver los
espacios vacíos de los huesos de la cara (seno) en procesos infecciosos, por lo que no se
utiliza en odontología.
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Tratamiento para corregir la posición de los dientes.
2.3.1. Panorámica
2.3.2. Tomografía
La tomografía computerizada es una técnica de diagnóstico por la imagen que se utiliza sólo en
tratamientos muy específicos, como la implantología4 dental. La maquinaria necesaria para esta
técnica es muy costosa y ocupa mucho espacio, por lo que es una prueba de que no se puede hacer
dentro de la misma consulta dental y se debe hacer un centro de diagnóstico médico externo.
Además, las imágenes dentales obtenidas por tomografía deben procesarse con un programa
informático específico que permita visualizar cómodamente los resultados en una placa radiográfica
o digital.
Los rayos X son ondas electromagnéticas de una gran energía que penetran en el interior de
nuestras células, donde pueden causar daños permanentes e irreversibles. Por tanto, es
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Intervención quirúrgica en la que una pieza dental artificial se fija en el alvéolo dentario de manera permanente
gracias a un tornillo metálico.
imprescindible que en todo momento se haga un control estricto que permita evitar o minimizar el
efecto de las radiaciones sobre nuestro organismo.
Los órganos más afectados por la radiación son aquellos en los que existe una actividad celular
reproductiva importante, como las gónadas (ovarios y testículos) o que constantemente están
renovando sus células, como el cristalino, la glándula tiroides, los órganos linfoides y la médula ósea.
La principal consecuencia de las radiaciones es la aparición de tumores, como la leucemia y los
linfomas, y los daños a las células productoras de óvulos y espermatozoides que pueden dar
problemas en la descendencia.
Con el fin de proteger al paciente correctamente los efectos de la radiación, hay que seguir la
siguiente normativa:
- Prescribir sólo aquellas radiografías que sean estrictamente necesarias, y hacerlas siempre
con los aparatos adecuados.
- Seleccionar cuidadosamente la zona a tratar y la técnica más conveniente para evitar dañar
los tejidos de alrededor.
- Utilizar películas de alta sensibilidad para reducir el tiempo de exposición del paciente a las
radiaciones.
- Manipular correctamente las placas y las películas para no tener que repetir la técnica y
exponer al paciente a más radiación.
Tanto los auxiliares como los odontólogos que trabajan con radiación están constantemente
expuestos a sus peligros, por lo que es necesario que tomen medidas de protección concretas:
- Llevar siempre encima el dosímetro, un aparato que registra los niveles de radiación a los
que está sometida la persona y avisa cuando estos son elevados.
- En todas las instalaciones donde se utiliza cualquier tipo de radiación, existe un cargo de
titular de instalaciones de rayos X, otorgado por el Consejo de Seguridad Nuclear. Las
personas que trabajan en la instalación deben obedecer siempre las instrucciones y
recomendaciones del titular de la instalación.
- Los profesionales que trabajen con radiación están obligados a acreditarse en el Consejo de
Seguridad Nuclear y recibir formación actualizada sobre las técnicas de realización de
radiografías.
Según la cantidad de radiación presente de manera constante en la zona, Ilustración 10. Símbolo
internacional de la
distinguimos cuatro zonas de radiación: presencia de
radiaciones. FUENTE:
- Zona de vigilancia: existe riesgo de recibir dosis de radiación superiores (diversos)
- Zona controlada: en esta zona existe peligro de recibir dosis de radiación de entre 5 y 50
mSv/año, lo que se considera el límite al que puede estar sometida una persona. Se
distinguen por un trébol verde.
- Zona de permanencia limitada: en esta área, la persona puede estar sometida a radiaciones
superiores a 50 mSv/año, superando los límites establecidos. Se señaliza con un trébol
amarillo.
- Zona de acceso prohibido: la radiación de esta zona puede superar los 50 mSv en una sola
exposición, por lo que es extremadamente peligrosa. La señalización es un trébol rojo.
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Unidad que mide la cantidad de radiación a la que puede estar sometida una persona al año.
Las películas radiográficas no sólo suponen un peligro para la radiación que pueden tener
acumulada, sino que además son muy sensibles al calor, la humedad y las radiaciones de cualquier
tipo (incluida la luz), por lo que se las ha conservar correctamente, tanto para que la información
que contienen perdure en el tiempo, como para evitar que las no utilizadas se estropeen y se tengan
que tirar:
- La temperatura del almacén debe ser de 15 a 21ºC y la humedad debe situarse entre el 35 y
el 50%.
- Las placas no pueden estar nunca cerca de una fuente de radiación, sea cual sea.
- Las películas dentales no utilizadas tienen un tiempo máximo de conservación, por lo que
siempre hay que procurar usarlas antes no pase este tiempo. Para ello, primero se utilizarán
siempre las películas que llevan más tiempo en el almacén.
4. BIBLIOGRAFÍA
Lombardi Alessandro Tratado de Cirugía Bucal [Libro]. - [s.l.] : Ergon, 2004. - 978-8484-7319-17.
Morillo Velázquez Juan Manuel y Pajares Nevado Yolanda Técnicas de ayuda odontológica y
estomatológica [Libro]. - Madrid : McGraw-Hill, 2011. - 978-84-481-7620-4.