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APUNTES Y APORTES
l . PARA LA
GESTIÓN CURRICULAR
li::IBRERIA
HllJEMWI
AV. SANTA FE 2237
BUENOS AIRES
111111111111111111
75553
~
La observación:
elemento clave
en la gestión
curricular
MARGARITA Poccr
Si nuestro propósito central es reflexionar sobre la gestión curricu-
lar, entonces cabe volver nuestra mirada a algunas de las prácticas que
constituyen un eje central de Ja 1nisrna, entre ellas la observación de
prácticas institucionales y, en pa1ticular, aquellas que se desarrollan en
las aulas, es decir, la observación de clases. Intentaremos aquí abordar
este te1na-desde los significados que esta práctica ha tenido en las ins-
tituciones educativas y ofrecer ele1nentos para pensar sobre esa prác-
tica.
Recordemos que en otro lugar1 ya planteamos que la observación
de Jas prácticas constituye un dispositivo analizador de las institucio-
nes educativas y, como tal, es un inst1u1nento importante para la ges-
tión del director.
Conviene recuperar el concepto de analizador como el 11 dispositivo
que pénnite develar, desocultar, aspectos del funciona1niento institu-
cional que no parecen evidentes a una primera mirada 112 • Se trat::1-, en
el caso que nos ocupa, de utilizar anitlizadores naturales, es decir,
aquellos que no requieren de la construcción de dispositivos sofistica-
dos ni complicados y que pern1iten aprovechar prácticas frecuentes en
las instituciones escolares, aunque dotándolas de un significado dife-
rente del que se utiliza habitualmente.
¿Cuáles son los analizadores importantes por considerar desde la
gestión curricular?
En prüner lugar, las prescripciones curriculares; es decir, las diferen-
1 G. Frigerio y l'vI. Poggi, op. cit., 1992. En pa1ticular se puede recurrir al capítulo so-
bre la dünensión pedagógico-didáctica.
2
G. Frigcrio y M.. Poggi,_op. cit., 1992, p. 20.
- 62 MARGARITA PüGGI LA' OBSERVACIÓN: ELEMENTO CLAVE EN lA GESTIÓN CURRICULAR 63
tes propuestas traducidas en "diseños curriculares 1', por cuanto ellas UNA PRIMERA l\1IRADA A LA OBSERVACIÓN
constituyen organizadores clave de las instituciones educativas.
Aunque no nos detendre111os en· profundidad en este- punto, cabría Si entcnden1os la observación con10 un dispositivo, lo que éste
presentar algunas orientaciones para el análisis de las propuestas cu- presenta con10 particularidad es que nos pernüte aprehender las si-
rriculares-'. Por un lado, es in1portante considerar la textura ·o tra1na de tuaciones de la cotidianeidad institucional con una n1irada Y una
las prescripciones, así co1no, en pa1ticular de los intersticios (Frigerio, co111prensión ni<ís abarcador.:1. la observación supone entonces po-
1992) o de los espacios vacíos (Beltrán Llavador, 1991). En este senti- der articular la nlirada, por un lado, y la escucha, por el otro, inte-
do, podemos considerar desde tra1nas n1ás cerradas a otras más abier- grándolas en una actividad que per1nita con1prender las prácticas ins-
tas, pero en todo caso las prácticas de los actores, directivos y docen- titucionales.
tes constituyen ele1nentos clave en la 11 traducción" de esas propuestas Cuando hablan1os de prácticas institucionales, nos referiren1os tan-
en prácticas concretas. to a las prácticas que se desarrollan en el aula, como aquellas otra.s
La prescripción curricular sie1npre aparece 3Cornpañada por propues- que las acon1pañan, las co1nplernentan, .eventualn1ente las. contra?1-
tas editoriales. Estas últünas constituyen también analizadores que de- cen. Nos referiinos, en relación con los alurnnos, a otras 1nstanc1as
ben ser consi~terad por los directivos para la gestión curricular. La im- educativas co1no los recreos, las rutinas diarias (entrada y salida de
portancia de estas propuestas no puede ser desconocida, ya que nun1e- la escuela de los salones de clase), los actos escolares, otrJ.s activi-
rosos estudios e investigaciones han puesto en evidencia su i111portan- dades co~ asistir a laboratorios, a aulas especiales para la proyec-
cia e influencia en las propuestas de enseñanza de los doCerites. Algu- ción de películas, en fin al conjunto de actividades, 1nucha,s de ellas
nos autores afirn1an que el libro de texto se convie1te en cun·ículu1n por planificadas y otras no previstas intencionalmente, que se desarrollan
diversas razones. Por un lado, se conllgura con10 la autoridad en la cla- en los establecilnientos escolares.
se.al constituirse en una 11tecnología que empaqueta un modelo para el Ta1nbién debería1nos incluir aquí otras actividades que directivos
desarrollo cunicular 11 i. Por otro, puede contribuir en parte, según la ca- y docentes realizan en las escuelas: las reuniones de personal, los en-
lidad de la propüesta, a la desprofesionalización de los docentes, si se ·cuentros y las jornadas de capacitación en servicio, los encuentros en
constituye en u~a instancia de control del trabajo docente ajena al pro- salas de profesores y 1naestros, las reuniones de padres; nuevamen-
pio trabajo docente. Por último, .tiende a unidireccionalizar y estandari- te, nos referitnos a un conjunto de t~1reas que se realizan en las ins-
zar el aprendizaje de los alumnos· al urili"'orrnar las propuesta.s didácticas. tituciones y que merecen nuestra observación, análisis y reflexión.
No se trata aquí de desestin1ar los apo1tes de las propuestas editoria- Si recurrimos a los distintos significados de la observación y de ob-
les, sino de con_siderar que dichas propuestas deben ser .objeto de análi..: servar, poden1os señalar dos grandes tendencias.
sis por parte de directivos y docentes, y eventuahnente deberían estable- En prirner lugar, observar') remite a poner delante un objeto como
cerse criterios de selección de los 1nateriales que acon1pañarán las pro- esclavo para serle fiel, o cün10 objeto 11 maestro 11 por conservar. En
puestas del docente y se :Sugerirán a los alurnnos. Esto llnplica, en con- otros términos, se trata de 11 cu1nplir puntual y exactamente lo que se
secuencia, recuperar la capacidad autóno1na decisional, ya sea para se- ordena y preceptúa 116 • Este significado subraya, en particular, la nece-
leccionar corno, en la n1edida en que sea posible y pertinente hacerlo, sidad de conforn1arse a lo que está delante, lo que está prescripto
elaborar propuestas o variantes en los propios contextos de trabajo. (por ejemplo, cuando afirn1a1nos 11 es necesario observar 13. ley' 1).
Mencionarnos ya corno analizadores las propuestas curriculares y las En segundo lugar, podernos destacar otro significado, aquel que
editoriales. Es necesario ahora detenernos en otro analizador clave: la nos reenvía a la idea de explorar, de indagar, de contemplar con
obsezvación de prácticas institucionales, a la que dedicaremos nuestra atención, la cual supone una actividad de codificación, significación
mayor atención. · e interpretación del objeto de observaci.ón.
Ahora bien, proponemos hacer un breve _rodeo por las prácticas
de observación y los di.spositivos que las orientan.
~ Reto1nare1nos aquí alguno.s aspectos ya señalados en G. Frigerio, Cuniculum pre-
sente, ciencia moderna ausente, Buenos Aires, FLJ...CSO-Miño y Dávila, 1992, capítulo
primero; G. Frii¡;erio y 1\1· Poggi, op. cit., 1992, capítulo "La ditnensión ped,1gógico-didác-
tica".
1
M. Area Moreira, Los prqfesores, los medios y el currículo, Barcelona, Sendai, 1.991, "i\.J. Postic y J-!vI De Kctelc, Observer les situations éducatiues, Paris, PUF, 1988.
p. 67 y SS. (, Encic/ojJedia Sopena, Barcelona, 1964.
LA OBSERVACIÓN: ELEMENTO CLAVE EN LA GESTIÓN CURRICULAR 65
MARGARITA PoGGI
~de ia significación Lae~2;cli:d,y asignar sig~fcadoj:h& füerte , a partir de significar lo que observa en función de estas re-
presentaciones y saberes.
ra sino lo que se mtei~rla "realidad" pueda ser la m1s~, s~·eto cog- º;' No se trata aquí de caer en un subjetivis1no extre1no, sino de re-
reconocer que, aunqu 1·d d pueden ser distintos se~un e l -·ones saltar la importancia de "objetivar", por lo menos en parte, un pro-
. t de esa rea 1 a -us representac1 ·
conocitn1en o , cognitivos sus saberes y s "t- estructu- ceso en el que la subjetividad y la intersubjetividad están profunda-
t y sus esque1nas so que pern11 e .
no~:e se~tido, esdunq~o:lV
L '
la observaciQn evidente la red de mente involucradas. Esto supone tomar alguna 11 distancia 11 sobre el
0 propio dispositivo de observación a partir de una crítica radical a la
. r y reestructurar los. elatos de rno ¡·ca en consecuencia, . u n proceso ..
idea clásica sobre la posición objetiva y omnisciente del observador.
significaciones entre e:~ . s datos.
ra lmp ' '
l . terdependencia entre los componentes
de análisis de la relacion e e m . .. . - Al respecto, cabe destacar que 11 toda toma de conciencia produce
zonas de sombra, y la son1bra no sólo es lo que está fuera de la luz,
e la situación observada. . - la mirada define la mtenc1ona,
d Si part1n1os
. sino. que,' menos visible aún, se produce en el corazón 1ni.s1no de lo
ele la afirmac1on de. /que
n y la construcc1··o/n de. significados 11
. 1 ro ósito de la observac10. , el del observador es ex- que produce la luz n. En consecuencia, se trataría de comenzar a
lidad, e p p
S d n consecuencia, el pap b' t'vidad de la observar nuestra propia observación en nuestro intento de explicar-
obre lo observa .o, e ncae11 con ello el inito de la o 1e I
trernadamente activo y nos y. explicar, es decir, vo~er explícito, lo que hacemos desde la
dirección de las escuelas.
observación.
Es importante aclarar que no toda observación debe derivar, ne-
cesariamente, en una evaluación, pero que la evaluación de las
- concepciones, etc.) y de las
El peso de los saberes (~eorias, conocido en el recorte de la prácticas institucionales no puede ser reálizada ·sin una fase de ob-
representaciones debena ser re servación, aunque pueda, y deba,. complementarse con otros recur-
. . "erróneos"
~-· Jarse que algunos d e, ~ estos "filtros" pued~
. , .. se1
ue no tienen . re-
un cor
( rn Al respecto debe sena . t ntarse en teonas 1mphc1tas q d 'stos puedan ser
Pueden sus e · . ·, aun cuan o e · l
en el sentido deb quees apoya, do',, en marcos de referencu,
, paract·1g1nas , pero de igual inoc o n M. Geruti, "El mito de la omnisciencia y el ojo del observador" en P. Watzlawick y
· lato con los sa er sostienen en teonas Y . , , ello que se mira cuan-
refutados); otros ele he~?º sel ·m,·ra·da l' la interpretac1on de aqu P. Krieg .(comp.),
Gedisa,;1994, p. 44.El ojo del observador. Contribuciones al constrnctivísino, Barcelona,
constituyen f t.1ti.os· que t1ncn., a 12
do se realiza la observac1on. Ei éoncepto de contrato didáctico será retomado más adelante en otro capítulo.
70 MARGARITA PoGGI LA OBSERVACIÓN; ELEMENTO CLA:
VE EN LA GESTIÓN CURRICULAR
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nes entre los docentes y los directivos en torno a la observación de
las prácticas institucionales y didáctica:;. - ·i~ntroduc la, explicitación del .,
c1on a , . . l conttdto que org· . 1
' p,ut1r e e esclarecer el ~ , i. , . an1za a observa-
este se~ticlo, cabe seiialar quec~ 10 te~n.co que la sustenta; en
El propósito de la observación en las situaciones educatiiv•LS detern11nan en gran ct· l , proposnos ele la observa _. ~
no supone una investigación clínica personalizada, sino la 1a o b scrvación y "Jos 1ne. 1c1a l'~l..'> estrat .
.. " eg1as que se prioricen
· c1on
d e la nüsma· , nive es de si 't . para
construcción de un saber pedagógico a partir de lo obser- ' s emat1zación y forn1a1·1Z.Ic1on, .~
vado y no sólo sobre lo observado.
- confrontar obse1vac· , ..
t .( ~ iones realizadas . b
es y aqu1 ·no se puede olvicl . , poi o servadores diferen-
Su propósito central es co1nprender los procesos pedagógicos, lo se1vado, tan1bién él es obs"" a~ que el docente, cuando es ob-
cual ilnplica significar lo observado en relación con el conjunto de ra enriquecer el conocimienet1vac _ordcle_ sus propias prácticas) j)'l-
co ~ d 0 p1 o uc1do a · ' '
condiciones de funcionamiento que atraviesan la situación observada inun e representaciones . ·P"1-rt1r e1e la puesta en
cept ua ¡es que se evide · ' concepciones
"' . t -
' eonas, inarcos ca _
y los actores involucrados en las misn1as.
nc1an en los discursos y las p - . n
En consecuencia, es importante detern1inar cuál es el 11 foco 11 de la - orientar la acción , . . , racticas;
Observación y del análisis, partiendo de la necesidad del recorte ópti- . . ' es decir revts'tr 1·
c1a pedagógica, ajustar el ~erf, <. a 1n~rcha de una experien-
mo· (definición arbitrai·ia, por otra parte) que debe ser realizado en prever nuevas acciones para 1- ~-c1onmet de los docentes
función de-cada situación y de los propósitos de la observación. de clase, etcétera· " as s1tuac1ones didácticas e11 ]·1 ¡.'
e sa d
Otro aspecto necesario por tener en cuenta es el tien1po de la ob- '
vación introduzca un proceso epistemológico, a través del cual se c1r, aspecto_<; sobre la ck---'Vol . ~ te, postenores a la observación e d
ra 1 . , . uc1on. Este mom . ' s e-
construya un saber reflexivo sobre el conocin1iento involucrado en el . e asesorarmento y la orientació rct~ . ento, espacio privilegiado pa-
propio proceso de observación. Esto supone, recuperando los aspec- . .n e I act1ca, constituye uno de los án1-
tos n1encionados en este apartado: u A Q
. uerrien, op. cit., 1979, p. 123.
MARGARrFA PüGGI
LA OBSERVACIÓN: ELEMENTO CLAVE EN LA GESTIÓN CURRICULAR 73
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relación entre un directi- soran1ierito a los docentes, pero iinpo1ta .seüalar aquí que es un 1non1ento
. 1 ·e 1'ueua la especificidad de 1a
bitos en e que s b' de 11 puesta en con1ún 11 en donde la intersubjetivídad atraviesa la relación.
vo y el o los docentes. ~ . , . ·,1s de toda situación de aseso- Al respecto,.Ceruti destaca que 11 el problen1a no es el de hacer hon10-
Analice111os algunas caractenst1cas pr opt<,
géneos y 'coherentes' diferentes puntos de vista; el problen1a es con1-
1
ran1iento ' : En el caso de los estable- prender có1no puntos de vista diferentes se producen recíprocan1ente
! : ' de intercaniliio. (. ..)entonces los 1enig1nas', las antino1nias y las paradojas se sitúan en el
- Supone una re ac10~ . t relación se centra funda-
1 es implica que es a . conocüniento contemporáneo como lugares de producción de can1bio
cünientos esco ar , . . mb' itivo entre dos profesiona-
mentalmente en un interca . , 10 cogn categorial, de la construcción de nuevos universos de discurso. Tcx:lo au-
. les involucrados en la relacion. . d l necesidad de mento decisivo del conocüniento provoca la producción de nueva igno-
1 ·, tá deten111na o por ª rancia, de nuevos tipos de ignorancia; y las nuevas ignorancias pueden
- El Origen de la reacio~ es . , st1perar una dificultad, etc.; en
· nar una s1tuac1on, " provocar la producción de nuevos problemas y de nuevos universos po-
hacer evo1uc10 . - n se organiza en torno a un
.
otros tér1111nos, 1
1 1
.in1prcaqueareacio sibles para el conocimiento 11 ]') •
)roblerna que debe ser tratado. . " No se trdta, en consecuencia, de elaborar un saber uniforme, hon10-
¡ l asesor S'1beres expenenc1a, géneo, sino recuperar la pluralidad de puntos de vista y reconocer las li-
tereconocerene, ' '
_ El asesorad o e!e J . ara desempeñar ta 1 rnitaciones y los recortes en la obseivación y el análisis de las situacio-
tencias necesanas P ·
en definitiva las compe un lugar de poder respon- nes educativas. A ello se agrega el reconociiniento de que, en el caso de
. plica colocarse en
función. Esto no im . , 1 unos casos la competen- la obseivación de secuencias didácticas en el aula y tal como lo afirma-
, . das cuestJones· en a g ,
der a las mas vana ~ . d , . dica la consulta a otros es- mos anterionnente, también el docente mis1no es 11 obseivador" de su pro-
. . en evidencia cuan o se in ,
c1a se pone . ., 1 bibliográficos, etcetera. pia práctica, y esto en dos sentidos, por los menos:
ecialistas a chversos matena es .
p ,' _, d bocar en acciones a realizar por
- El asesoramiento debena esem bilidad es compartida e - es un observador de las actividades y producciones de los
el asesor y el asesorado, cuya respon~dif . da alu1nnos, tanto individuales co1no grupales, cuando éstos se en-
de manera erenc1a .
. volucra a ambos, aunque . frentan con las actividades siste1náticas propuestas por el docen-
in -e ula esta relación de intercambio. Como
- Sien1pre un contrato t g . plícito se tratará de ex- te, que posibilitan el aprendizaje escolar;
. _ este contrato es im '
en muchas ocasiones 1, las centrales que permitan ga- - es un obse1vador de sus propias actuaciones como docente,
plicitai-lo, por lo menos en ~s reg
aunque en ocasiones la suyd constituya una observación diferi-
rantizar .la tarea de aseorm1nt~. lU1tos anteriores, siempre da en el tie1npo y con un grado de in1p1icación personal y pro-
- A pesar de lo expr~ado d:~ ~: q~e deviene del abordaje de fesional diferente del de un observador externo a I.a ciase, co1no
existe un monto de am iglue ' los saberes sobre la misma de- es el caso de un director, un asesor de áreas o jefe de depa1ta-
. mple¡'as en as que
situaciones co ' . . .as Esto supone desarro- 1nento, etcétera .
.d l s hipótesis prov1son , . -
ben ser cons1 erac 0 . ,, te sobre Ja situacion
llar una actitud de interrogac1on permanen
Recuperar estos saberes construidos por los docentes, más o menos
d no de ce1tezas acabadas.
observa a y r definir clara1nente un problema, sistematizados, es un punto de intercambio, eventualmente de cotejo y
- La importancia de riecota~ Y. ermite organizar y operar so-. confrontación, necesario para hacer del momento de devolución un es-
aunque sea·~ maner,~?v1so'icul al hecho de que es pacio sistemático de orientación de las prácticas observadas.
l1re la situac1on en anahs1s. Es 1 l .es ·necesario delimitar so- Deseariamos avanzar a continuación en algunos errores y riesgos fre-
. asible observarlo todo, con o cua cuentes en los procesos de observación y de orientación, que nos pare-
'11np , e" aspectos se focalizará la devolución. ce importante conocer16 , para facilitar también el análisis critico y reflexi-
Jre qu
, róximos a partir de las propuestas de los
Plantearemos en capitulas p ' , puntuales para el ase- 15
. l. t s de Lengua y Matemática, aspectos mas M. Ceruti, op. cit., p. 44.
especia IS a . . 16
Reconsideramos en esre punto algunas de las causas de errores en la investigación
·t "Esqu1~
, estiones sehalaclas en A. Berco~1 z, , ,. observacional, planteadas pqr C. Evertson y J. Green, "La observación como indagación
H Retotnamos aqu1 algunas de las C:U,,. CONNEXIOÑS, L'interuention, Toulouse, y rnétodo", en M.. Wittrock, La investigación de la enseñanza JI. Métodos cualítatiDos y
·e de la fonction ele cons~1l en
d'une ana1y.s de obseroación, Barcelona, Paidós, 1989.
ErCs, 1987, N;i 49.
74 MARGARITA POGGI LA OBSERVACIÓN: ELEME
NTQ CLAVE EN LA GESTIÓN CURRICULAR
75
vo dl' estas prácticas. Aco1npaftaren1os la presentación de los errores y ¿Cuántas veces nos ¡1-1 1, 1,111,1_1-1_10 , _ ¡-
~ < co1110 e irect - · f
los riesgos con alguna sugerencia que se proponga, si no elin1inar el ries- to ele la devolución el docent"' , 1 u1 que rente al n1on1en-
e con e que nos encontrí!
go, por lo 111enos contrarrestar su influencia en el análisis de las situacio- sentaba una visión rnuv crític't d ~ , - . . . . <. 1an1os nos pre-
nes educativas.
. ' . e sus p1op1as cl-tse~
ocasiones tarnbién nos ocurrió que no sab~, ~ . > ·E 1 ~
r". r cuantas otras
ñalar algunos aspectos a pensar . e l 1an1os con10 en1pezar a se-
, ~ Y 1e1onnu ar respecto d . . 1- ¡
servad.as, tenüendo que la .. ~ l . e as c ases ob-
Principales errores y riesgos Sugerencias vision e e un docente 1n 11 , ~ .
pecto ele su actuación con . . ¡ Y poco cnt1co res-
un gr upo e e alu1nnos el t · · d
Efectos de la novedad: las primeras impresiones Aun cuando la observación nunca es ingenua, es e!ara a transfonnar en nada al ., , e ern11na o no ayu-
del observador pueden tener un efecto distorsio- importante plantearse siempre hipótesis proviso- 1 ta una tarea para la que haya ~-:ts :tspec~ de su práctica? No es és-
nante en los' re~ots y en los juicios que se emitan rias, que pueden ser transfomladas o ajustadas a
situación institucional So'] b as gene1ales, aplicables a cualquier
con posterioridao. partir de los datos que se relevan. ' , o ca e aquí q , ,¡ d -,
tan1bién en un obse1vador /(, l ue ~ . llector se constituya él
I
E t c1i ico e e sus practicas ele gestión
Desconocimiento de la propia influencia en la la infiuencia del observador en la situación puede ser .s e tema, con10 muchos otros l, / · ' ·
situación: el obseivador puede generar en el o los contrarrestada, por lo menos en parte, si se explici- cierre. Por ello cabría avanzar en, eln .is p1acticas de gestión, no tiene
sujetos obseivados un efecto a partir del cual és- tan claramente en el contrato los propósitos de la ' a gunas preou t
tos ajusten sus actuaciones en función de las ex- observación, las estrategias, el procesamiento de
ran1os co1no directore,-,, en t o1no ,
a l a obse , º . /nasl que l nos fon111dá-
asesoramiento para cerrt. . . . . , ivac1on, a c. evolución y el
pectativas que les atribuyan al obseivador. fa información y el uso de la misma, etcétera. . ~ I p1ov1sonan1ente este capítulo.
ra que encuentre argun1cntos con los que pueda funcla111entar sus de-
cisiones y, en definitiva, las acciones por las cuales opta, tal con10 lo
plantean Carr y Ke1nnüs al analizar la acción educativa con10 una re-
flexión orientada a la acción, la que se encuentra a su vez contextua-
Sobre
lizada institucionalú1cntc.
Se trata, en consecuencia, con10 1nanifiesta Galileo en el párrafo ci-
tado anterionnente, de poner en circulación los apuntes y construir
dispositivos para n1irar, escuchar y analizar; a través de ellos, se pon-
continentes
drá en evidencia la especificidad de la institución educativa al n1isn10
ticn1po que la especificidad del cli:.:'.se1npeño del director en cuanto a la
gestión curricular.
y contenidos:
el aprendizaje
escolar
MARGARITA PüGGI
1
Para el abordaje de estas teorías pode1nos recomendar, entre otras, la lectura' de las
siguientes obras: ]. Pozo, Teorías cognitivas del apr('ndizaje, Madrid, Morata, 1989; ].