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MAGISTRADA PONENTE: CARMEN ZULETA DE MERCHÁN

Mediante escrito presentado ante la Secretaría de esta Sala Constitucional del

Tribunal Supremo de Justicia el 28 de abril de 2016, la abogada Marianela Peña, inscrita

en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el número 92453, actuando en su

carácter de apoderada judicial del Ciudadano OSMAN AROLDO ARAUJO

RAMÍREZ titular de la cédula de identidad número V-18.996.787, solicitó de conformidad

con lo previsto en el cardinal 10 del artículo 336 de la Constitución de la República

Bolivariana de Venezuela, la revisión constitucional de la sentencia dictada el 13 de mayo

de 2015, por el Juzgado Superior Segundo del Trabajo de la Circunscripción Judicial del

Estado Lara, que declaró sin lugar el recurso de apelación interpuesto por su

representación, contra la decisión dictada el 16 de julio de 2014, por el Juzgado Segundo

de Primera Instancia de Juicio de la misma Circunscripción Judicial, que declaró con lugar

la demanda de nulidad incoada por la entidad de trabajo Industrias Arco Iris 2008,

C.A., contra la Providencia Administrativa número 00141, del 24 de enero de 2013, dictada

por la Inspectoría del Trabajo, sede Pedro Pascual Abarca del Estado Lara, a favor de su

representado.

El 28 de abril de 2016, se dio cuenta en Sala y se designó ponente a la

Magistrada Carmen Zuleta de Merchán, quien con tal carácter suscribe el presente fallo.
El 5 de febrero de 2021, se reconstituyó esta Sala Constitucional en virtud de la elección de
la nueva Junta Directiva de este Tribunal Supremo de Justicia; en consecuencia, quedó integrada de
la siguiente manera: Magistrada Lourdes Benicia Suárez Anderson, Presidenta; Magistrado Arcadio
Delgado Rosales, Vicepresidente; y los Magistrados y Magistradas Carmen Zuleta de Merchán,
Juan José Mendoza Jover, Calixto Ortega Ríos, Luis Fernando Damiani Bustillos y René Degraves
Almarza; ratificándose en su condición de ponente a la Magistrada Doctora Carmen Zuleta de
Merchán, quien con tal carácter suscribe la presente decisión.

Efectuado el análisis del caso, esta Sala para decidir pasa a hacer las siguientes

consideraciones:

I
FUNDAMENTOS DE LA SOLICITUD DE REVISIÓN

Denunció la representación judicial del solicitante, "como vulnerados los derechos

constitucionales a la seguridad jurídica, principio de la confianza legítima o expectativa plausible,

a los derechos fundamentales a la defensa, al debido proceso y tutela judicial efectiva y en

consecuencia el derecho constitucional al trabajo, a la estabilidad laboral y al salario ".

Señaló como antecedentes del caso, cuanto sigue:

Que, "[su] representado ingres[ó] a laborar a la entidad de trabajo INDUSTRIAS ARCO

IRIS 2008 C.A. el 09 de marzo de 2009, desempeñando el cargo de Operador de Maquina

Estructuosa, sociedad mercantil dedicada a la elaboración de vasos plásticos, su empaquetamiento

y distribución."

Que, ''en fecha 12 de diciembre del año 2.011(sic), la referida entidad de trabajo interpuso

ante la Inspectoría del Trabajo sede "Pedro Pascual Abarca" solicitud de calificación de Falta en

contra del aquí recurrente, en virtud de encontrarse amparado por la Inamovilidad Laboral

decretada por el Ejecutivo Nacional, alegando estar incurso en las causales de despido justificado

en sus literales: a) falta de probidad o Conducta inmoral en el trabajo, b) vías de hecho, salvo en

legítima defensa, g) perjuicio material causado intencionalmente o con negligencia grave en las

maquinas, herramientas y útiles de trabajo, mobiliario de la empresa, materias primas o productos

elaborados o en elaboración plantaciones y otras pertenencias, i) falla grave a las obligaciones

que le impone la relación de trabajo, del artículo 102 de la derogada Ley Orgánica del Trabajo. "
Que, "en la respectiva etapa probatoria, la representación del trabajador solicita al ente

administrativo que oficiara al Instituto Nacional de Prevención. Salud y Seguridad Laboral

(INPSASEL) del Estado Lara, con la finalidad de que dicha institución remita información respecto

a alguna (sic) reporte de paralización de actividades en la sede de la empresa en fecha 14 de

noviembre de 2011, asimismo solicitó se oyera la declaración de siete testigos debidamente

evacuados en la etapa correspondiente y se solicit[ó] una inspección ocular en la entidad de

trabajo".

Que, "la entidad de trabajo promovió documental constante de

inspección extrajudicial realizada por la notaría pública tercera de Barquisimeto y testigos que no

comparecieron a rendir sus declaraciones a excepción del funcionario notarial que supuestamente

realizó dicha inspección".

Que, "culminada la articulación probatoria, en fecha 24 de enero de 2013, es dictada

Providencia Administrativa № 141, en donde se declara Sin Lugar la solicitud de calificación de

falta".

Que, "en tal sentido, la entidad de trabajo presenta Recurso Contencioso de Nulidad,

signado con el № KP02-N-2013-000207, correspondiéndole el conocimiento al Juzgado Segundo

de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Lara,

alegando que la referida Providencia Administrativa incurría en los siguientes vicios:

Incongruencia negativa del acto administrativo, así como violación al principio de interdicción de

la actividad administrativa, vicio en la causa del acto administrativo, relativo al falso supuesto de

hecho, falso supuesto de derecho: falsa apreciación de la prueba y abuso de poder, silencio de

pruebas, en específico, y vicios de forma, tales vicios a decir de la entidad de trabajo, hacían que el

acto fuese nulo de toda nulidad".

Que, "Llegado el momento de la celebración de la audiencia de juicio en fecha 14 de Mayo

de 2.014 (sic) la recurrente ratific[ó] el libelo de la demanda e insistió que la documental

constante de inspección extrajudicial demostró suficientemente que el trabajador accionado

incurrió en todas las causales alegadas en el escrito de solicitud de calificación de falta".


Que, "la representación del trabajador como tercero interviniente, aleg[ó] que la

recurrente pretendía hacer incurrir en un grave error al tribunal con lo manifestado, el único

elemento probatorio traído al procedimiento administrativo por la entidad de trabajo fue una

INSPECCIÓN EXTRAJUDICIAL (sic) y un testigo que era el mismo funcionario quien hizo la

inspección, no es cierto que la inspección fue desechada sino que la misma no demostraba la

participación del trabajador en una supuesta paralización de labores, por lo que solicitó se

declarase sin lugar la nulidad del acto administrativo".

Que, "asimismo, se señaló que la inspección extra litem, debido a su propia forma de

constitución, escapa a la facultad y derecho que tienen las partes de establecer el respectivo

control y contradicción sobre la actividad probatoria desplegada en el proceso, lo que implica

entonces la incorporación al contradictorio de un medio probatorio que se constituyó sólo bajo la

perspectiva de una de las partes, mas (sic) aún en el caso de la inspección extra litem, donde si

bien ella deja constancia de los hechos y circunstancias observados y/o percibidos por un

funcionario público facultado por Ley para ello, debe entenderse igualmente que las circunstancias

bajo las cuales fue constituida la prueba en cuestión fueron controladas exclusivamente por una de

las partes".

Que, "aunado a las consideraciones precedentes, si bien es cierto que en el presente caso

el ciudadano OSMAN ARAUJO estuvo presente en la entidad de trabajo como de costumbre a

prestar sus labores y que en consecuencia tendría que haber estado presente al momento de la

supuesta constitución de la inspección extrajudicial objeto del presente análisis; ello no implica

que el mismo hubiera podido ejercer las facultades de control y contradicción de la referida. En

este sentido, dichas facultades comprenden la posibilidad que tienen las partes de oponerse,

impugnar -e inclusive ratificar- aquellos medios probatorios que huyan sido incorporados al

proceso bien por el demandante o bien por el demando; sin embargo, en lo que se refiere a la

inspección extra litem del presente caso, aun con la presencia de aquella que a futuro podría ser la

contraparte de quien solicita la evacuación prematura de un medio probatorio y aun habiendo sido

constituida ésta con la presencia de un funcionario público facultado para dar fe pública de los
hechos y situaciones por él presenciados; no es posible inferir del análisis de las actas procesales

que conforman el presente expediente, que el referido ciudadano hubiera estado asistido o

representado por un Abogado al momento de la producción de la misma, a los fines de garantizar

su correcta evacuación".

Que, "aunado a ello, debe hacerse especial énfasis en el hecho de que la referida

inspección, por ser constituida juera del proceso escapa a todas aquellas regulaciones y garantías

procesales, legales y constitucionales que dan forma el (sic) contradictorio y que determinan -

entre otras cosas- la legalidad de las pruebas aportadas por las partes al proceso, más aun en el

entendido que durante la evacuación y/o constitución de la inspección extra litem, el recurrente no

contaba con medios procesales que le permitieran objetar o impugnar el documento resultante de

lo que percibió y observó el Notario Público, mucho menos controlar los elementos que fueron

objeto de apreciación por parte de dicho funcionario".

Que, "en ninguno de los particulares se dejaba constancia de alguna participación del

trabajador en el supuesto paro ilegal, no existía nexo de causalidad alguno, por lo que no podía la

administración del trabajo valorar esta prueba, sin tener otro elemento probatorio que unido a este

indicio pudiese demostrar la culpabilidad del trabajador, declarar con lugar la calificación de

falta tal como lo pretendía la entidad de trabajo".

Que "en la oportunidad correspondiente, el Ministerio Público, entre otras cosas señal[ó]

que en la presente controversia los hechos se planteaban en dos niveles, uno general referido a la

paralización ilegal de la actividad industrial de la empresa y segundo, particular, la participación

personal del trabajador en la causa de la paralización qué le hiciese responsable y sancionable

por su falla. Lo anterior, nos conducía a establecer lo relativo a la carga probatoria necesaria

para el debido establecimiento de los hechos en este tipo de controversias, así pues, en el presente

asunto, más que un largo planteamiento teórico jurídico era necesario el abortamiento de un

aspecto práctico, es decir, la prueba suficiente de la participación del trabajador OSMAN

ARNOLDO A RA UJO RAMÍREZ en el hecho de la paralización de la empresa, sobre lo cual el

demandante no acompañ[ó] elemento de prueba que estableciera como un hecho comprobado que
a sus actos u omisiones podría ser atribuida la causa de aquel hecho de modo suficiente para que

sea justificada la sanción que se le pretende aplicar, en tanto que constituyera una de las faltas que

la propia legislación laboral contempla como causal de despido justificado, emitiendo opinión

contraria a la demanda de la nulidad intentada estimando que debía ser declarada sin lugar".

Que, "culminada la audiencia de juicio, tal como consta en acta levantada en esa misma fecha

14 de mayo de 2.014 (sic), el Tribunal de instancia apertura (sic) el lapso para la presentación

de informes y a tales efectos, al día siguiente, esto es el 1 5 de mayo de 2.014 (sic), el tercero

interviniente consigna los mismos. Estando en la etapa de informes, el tribunal de instancia, de

oficio, ordena la práctica de una inspección judicial en la sede de la entidad de trabajo, a los fines

de 'precisar los motivos invocados por las partes y que originaron tanto el procedimiento

administrativo como el presente proceso ', fijada para el día miércoles 21 de mayo de 2014 a

las 2:00 PM. (es decir, precisar hechos sucedidos casi tres años antes), en dicha inspección la

representación del trabajador manifestó que la misma fue fijada para las 2:00 p.m., pero que

inici[ó] con anterioridad a la hora fijada por el tribunal por lo que no estuvieron presentes en el

recorrido, sino solamente al momento de levantar la presente acta, al mismo tiempo, señala que no

le consta nada de lo señalado por el Tribunal violentándose el derecho al debido proceso y a la

defensa del trabajador ".

Indicó sobre la sentencia proferida por el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del

Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, se declaró con lugar el recurso de nulidad

incoado por la entidad de trabajo Industrias Arco Iris 2008, C.A., "en total discrepancia con las

pruebas aportadas al procedimiento, y violentando los criterios reiterados por nuestro máximo

Tribunal de Justicia a los cuales los jueces de la República procuraran acogerse".

Que, "señala el Juzgado Segundo de Juicio del Trabajo, argumento avalado en la sentencia

cuya revisión se solicita, que la inspección extrajudicial realizada por la Notaría tercera de

Barquisimeto Estado Lara mostraba que el trabajador había incurrido en las fallas alegadas,

siendo esta la única prueba presentada por la entidad de trabajo para demostrar las supuestas

faltas cometidas por el trabajador y aunque ciertamente el Juzgado Segundo de Juicio de oficio
practicó una inspección en la entidad de trabajo (casi tres años después) esta inspección sólo

dejaba constancia de que en los archivos de la entidad de trabajo constaba la visita de la referida

Notaría Pública más no podía, dado el tiempo transcurrido, evidenciar que el trabajador estuvo

involucrado en la supuesta paralización".

Que, "el referido Juzgado establece que los testigos promovidos por el trabajador y

debidamente evacuados en el proceso administrativo mintieron deliberadamente cuando señalaron

que no había acudido ninguna notaría pública la mencionada fecha al seno de la entidad de

trabajo”.

De ser cierto, “… tal señalamiento del tribunal, la carga de la prueba reposaba sobre el

patrono y no sobre el trabajado^ por lo que aun y cuando hubiesen sido desechadas estas

testimoniales seguía quedando una sola prueba: la inspección extrajudicial".

En cuanto a los fundamentos de la sentencia cuya revisión solicita alegó:

"(...) no se compadecen con la doctrina vinculante de esta Sala Constitucional,


en lo que atañe al respeto a la garantía al debido proceso, derecho a la defensa,
tutela judicial eficaz y la confianza legítima o expectativa plausible que se
encuentra estrechamente vinculada con el principio de seguridad jurídica, al
otorgarle pleno valor probatorio a una inspección extrajudicial, siendo que
debía ser considerada sólo como un indicio según criterios de nuestro máximo
Tribunal de Justicia, más aun cuando en ningún particular de dicha inspección
se dejaba constancia de que el ciudadano Osman Araujo hubiese participado
siquiera en la ya mencionada paralización.
Se infringió en consecuencia, los principios constitucionales que protegen y
amparan al trabajador, tales como el Principio de la Regla más favorable o
Principio a Favor, el principio in dubio pro operario, el principio de
conservación de la condición laboral más favorable, la primacía de la realidad o
de los hechos frente a la forma o apariencia de los actos derivados de la
relación jurídico laboral, y en especial el principio de la conservación de la
relación laboral, por virtud del cual en caso de duda sobre la extinción o no de
ésta, deberá resolverse a favor de su subsistencia."

Sobre el particular referido a la prueba de inspección extra litem indicó:

Que, “Tal como lo ha dejado sentado este máximo Tribunal de Justicia, no existe en el

compendio normativo procesal y sustantivo patrio, una norma que delimite la facultad del Juez al

momento de apreciar la Inspección ocular extra litem al ser incorporada al proceso como un

elemento probatorio; sin embargo, basta que la prueba en cuestión, al haber sido producida fuera

del proceso contencioso, haya escapado del Control de la contraparte, para que ésta sea
considerada como un indicio que debe ser adminiculado con oíros elementos de convicción, tal

como lo ha sido señalado en las sentencias parcialmente transcritas, lo cual es igualmente la

opinión del Dr. Jesús Eduardo Cabrera Romero, cuando señala que es en razón de la misma falta

de control de la contraparte que "...tal prueba sólo podría tener el .valor de indicio..."

(Contradicción y Control de la Prueba Legal y Libre. Lomo I. Pág. 180. Ñola 50.).

Continuó indicando que, "dicha inspección extrajudicial NO EVIDENCIA, NO

DEMUESTRA (sic) tal como lo señal[ó] la Inspectoría del Trabajo, que efectivamente el

trabajador accionado haya paralizado las labores, y si bien es cierto que el funcionario actuante

acudió a la inspector[\]a a ratificar dicha inspección, el mismo sólo podía ratificar, como en efecto

lo hizo, su actuación ese día, actuación que no involucra en ningún modo a [su] representado en el

supuesto para (sic) ilegal".

Que, "en ninguno de los particulares se deja constancia de alguna participación

de [su] representado en el supuesto paro ilegal, no existía nexo de causalidad alguno, por lo que

no podía la administración del trabajo valorar esta prueba, sin tener otro elemento probatorio que

unido a este indicio pudiese demostrar la culpabilidad del trabajador, declarar con lugar la

calificación de falta tal como lo pretendía la entidad de trabajo".

Denunció, que "en la decisión cuya revisión se solicita, no se consideró el derecho a la

igualdad establecido en el artículo 21 de la Constitución de la República Bolivariana de

Venezuela, a la confianza legítima o expectativa plausible afectando directamente [su] derecho

constitucional al trabajo, a la estabilidad laboral y al salario ya que hasta la fecha [es] víctima de

un despido injustificado realizado por [el] empleador y avalado por la autoridad judicial que obró

en contra de [sus] derechos constitucionales y legales".

Finalmente, solicitó se declare ha lugar la presente solicitud extraordinaria de

revisión y se declare nula la sentencia dictada por el Juzgado Superior Segundo del

Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, ratificando la Providencia

Administrativa que declaró sin lugar la calificación de falta, dictada a favor de su

representado.
II
DE LA SENTENCIA OBEJTO DE REVISIÓN
El 13 de mayo de 2015, el Juzgado Superior Segundo del Trabajo de la Circunscripción
Judicial del Estado Lara, dictó sentencia en los siguientes términos:
En fecha 15 de julio de 2.014, el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de
esta circunscripción judicial, dictó sentencia mediante la cual declaró con lugar la acción de
nulidad incoada por la sociedad mercantil INDUSTRIAS ARCO IRIS 2008, C.A., en contra de
la Providencia Administrativa Nro. 00141, emanada de la Inspectoría del Trabajo “Pedro
Pascual Abarca” del Estado Lara, de fecha 24 de enero de 2.013, que declaró sin lugar el
procedimiento de calificación de falta interpuesto en contra del ciudadano OSMAN ARNOLDO
ARAUJO RAMÍREZ.
En la recurrida, el juez de juicio declaró con lugar el vicio de falso supuesto de hecho alegado
por la parte demandante, por cuanto a su consideración, la Inspectoría del Trabajo tergiversó los
hechos, al no apreciar que en fecha 14 de noviembre de 2.011 ocurrió una paralización de
actividades en el área de empaquetado de la accionante, en la que participó el trabajador
OSMAN ARNOLDO ARAUJO RAMÍREZ, lo que a su decir constituyen las faltas previstas en
el artículo 102 de la ley sustantiva del trabajo vigente para el momento de los hechos.
Aseveró que los testigos ALEJANDRO JIMÉNEZ, ADOLFO YÉPEZ, GONZÁLEZ
YENIFER, LEIDI PEÑA, MAIRIN VELIZ, MAIRA PÉREZ y MARIANGELA DORANTES,
le mintieron a la Inspectoría del Trabajo en sus declaraciones en sede administrativa, además los
desechó por considerar que tienen interés en la causa, al haber participado en la alegada
paralización de fecha 14 de noviembre de 2.011.
Por último, declaró con lugar la autorización para el despido del ciudadano OSMAN
ARNOLDO ARAUJO RAMÍREZ, por apreciar que quedó demostrado la perpetración de las
faltas, al haber participado en la paralización de las actividades del área de empaquetado de la
sociedad mercantil INDUSTRIAS ARCO IRIS 2008, C.A., el día 14 de noviembre de 2.011.
Por su parte, el recurrente en el escrito de fundamentación de la apelación presentado en
acatamiento a lo previsto en el artículo 92 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa en fecha 24 de abril de 2.015, se limitó a atacar brevemente y respecto a un solo
punto específico la decisión recurrida.
Así, se circunscribió a indicar que el A quo valoró erróneamente la inspección extrajudicial
cursante en autos, por cuanto a su decir, la misma no demuestra y no evidencia que el trabajador
calificado haya paralizado las labores de la accionante.
Para decidir esta Alzada observa:
De la recurrida, se evidencia que el juez de juicio, al folio 304 de la pieza 1, hace referencia a la
inspección extra judicial mencionada por el interviniente, apreciando de ella “… que el día 14
de noviembre de 2.011, siendo las 10:15 a.m., se trasladó y constituyó en la sede de la entidad
de trabajo accionante, ingresando al seno de la misma, dejando constancia que una parte de la
misma se hallaba paralizada (inoperante) y por consiguiente su proceso productivo, conformada
la misma por dos (2) áreas, una de laminado y otra empaquetado, siendo la paralizada la de
empaquetado, recabando analista (sic) de los trabajadores que prestan el servicio en dicha área
de empaquetado, negándose los trabajadores a identificarse y estando consientes de las
consecuencias de la paralización, apreciándose también que en la lista de los trabajadores del
área de empaquetado […] se encuentra la del ciudadano OSMAN ARAUJO…”.
De lo anterior, se verifica que en la decisión sub examine se menciona la prueba denunciada
como erróneamente valorada, se describe su contenido y además se indica en forma precisa,
expresa y exhaustiva los hechos que aprecia el juzgador de primera instancia, con lo cual
cumple con las reglas de valoración de las pruebas.
Aunado a ello, cursa a los folios 96 al 104 de la presente causa, Inspección extrajudicial
realizada por el funcionario FRANCISCO VIGO, adscrito a la Notaría Pública Tercera de
Barquisimeto, en la sede de la accionante, en fecha 14 de noviembre de 2.011, de la que se
evidencia que en dicha oportunidad el área de empaquetado de la entidad de trabajo
INDUSTRIAS ARCO IRIS 2008, C.A., se encontraba totalmente paralizada (inoperante) y que
los nombres de los trabajadores de esa área se ven reflejados en la lista de asistencia del día,
siendo que al folio 103, suscribe dicha lista el trabajador “OSMAN ARAUJO”.
De lo anterior, queda probada la paralización de actividades apreciada en la recurrida, así como
la participación en la misma por parte del ciudadano OSMAN ARNOLDO ARAUJO
RAMÍREZ.
Con fundamento en lo expuesto, estima este juzgador que no existió la delatada errónea
valoración de pruebas y que por el contrario, el A quo fue acertado en la apreciación de los
hechos que derivan de la descrita inspección extrajudicial, lo que obliga a declarar sin lugar la
presente apelación y confirmar la decisión recurrida. Y así se decide.
DECISIÓN
En mérito de las consideraciones anteriormente expuestas, éste Juzgado Superior Segundo del
Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, administrando justicia en nombre de la
República Bolivariana de Venezuela y, por autoridad que le confiere la Ley, declara:
PRIMERO: SIN LUGAR el recurso de apelación interpuesto por el interviniente OSMAN
ARNOLDO ARAUJO RAMÍREZ, contra la sentencia de fecha 15 de julio de 2.014, dictada por
el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de esta Circunscripción Judicial.
SEGUNDO: Se CONFIRMA la decisión recurrida.
TERCERO: No hay condenatoria en costas, dada la naturaleza jurídica de la accionada.
CUARTO: Notifíquese la presente decisión, de conformidad con lo previsto en el artículo 86 de
la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República”.

III
DE LA COMPETENCIA

Corresponde a esta Sala determinar su competencia para conocer de la presente solicitud de


revisión y, a tal efecto, advierte que el artículo 336.10 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, le atribuye a esta Sala Constitucional la potestad de “revisar las
sentencias definitivamente firmes de amparo constitucional y de control de constitucionalidad de
leyes o normas jurídicas dictadas por los tribunales de la República, en los términos establecidos
por la ley orgánica respectiva”.
Tal potestad de revisión de sentencias definitivamente firmes está contenida en el artículo 25
numeral 10 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, en los siguientes términos:
Artículo 25. Son competencias de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia:
(...omissis…)
10. Revisar las sentencias definitivamente firmes que sean dictadas por los tribunales de la
República, cuando hayan desconocido algún precedente dictado por la Sala Constitucional;
efectuado una indebida aplicación de una norma o principio constitucional; o producido un error
grave en su interpretación; o por falta de aplicación de algún principio o normas
constitucionales.

Ahora bien, por cuanto en el caso de autos se pretende la revisión de la sentencia dictada el
13 de mayo de 2015, por el Juzgado Superior Segundo del Trabajo de la Circunscripción Judicial
del Estado Lara, esta Sala atendiendo a los preceptos normativos previamente citados, declara su
competencia para decidirla. Así se decide.
IV
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

Asumida como fue la competencia para conocer de la presente solicitud, esta Sala

pasa a reiterar como premisa del análisis subsiguiente, el criterio sostenido en la sentencia
№ 44 del 2 de marzo de 2000 (caso: "Francia Josefina Rondón Astor"), ratificado en el fallo

№ 714 del 13 de julio de 2000 (caso: "Asociación de Propietarios y Residentes de la

Urbanización Miranda"), conforme al cual la discrecionalidad que se atribuye a la potestad

de revisión constitucional, facultad otorgada a esta Sala conforme al contenido del

numeral 10 del artículo 336 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,

no debe ser entendida como una nueva instancia, por tanto, la solicitud en cuestión se

admitirá sólo a los fines de preservar la uniformidad de la interpretación de normas y

principios constitucionales o cuando exista una deliberada violación de preceptos de ese

rango, lo cual será analizado por esta Sala, siendo siempre facultativo de ésta, su

procedencia, como se afirmó en la sentencia Nro. 93 de fecha 6 de febrero de 2001,

(caso: "Corpoturismo ").

En este sentido, la Sala ha sostenido en casos anteriores que, la labor tuitiva del

Texto Constitucional mediante la revisión extraordinaria de sentencias, no se cristaliza de

forma similar al establecido para los recursos de gravamen o impugnación, diseñados para

cuestionar la sentencia, para ese entonces, definitiva. De allí que, el hecho configurador de

la revisión extraordinaria no es el mero perjuicio, sino que, además, se verifique un

desconocimiento absoluto de algún precedente dictado por esta Sala, la indebida

aplicación de una norma constitucional, un error grotesco en su interpretación o,

sencillamente, de su falta de aplicación, lo cual se justifica en que los recursos de

gravamen o de impugnación gozan de una presunción de que los jueces de instancia o

casación, de ser el caso, actúan como garantes primigenios de la Carta Magna . Sólo

cuando esa presunción logra ser desvirtuada es que procede, en tales casos, la revisión de

la sentencia (Vid. Sentencia de la Sala № 2.957 del 14 de diciembre

de 2004, caso: "Margarita de Jesús Ramírez", ratificada en el fallo № 748 del 8 de junio

de 2009, caso: "Gregorio Carrasquero").

Precisado lo anterior, esta Sala advierte que el acto decisorio sometido a revisión lo

constituye el pronunciamiento dictado el 13 de mayo de 2015, por el Juzgado Superior


Segundo del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, que declaró sin lugar

el recurso de apelación interpuesto por el hoy solicitante, contra la sentencia de

fecha 15 de julio de 2014, proferida por el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio

del Trabajo de la misma Circunscripción Judicial, que declaró con lugar la demanda de

nulidad incoada por la entidad de trabajo Industrias Arco Iris 2008, C.A., contra la

Providencia Administrativa № 00141 dictada en el marco de la solicitud de calificación de

falta contra el ciudadano Osman Amoldo Araujo Ramírez (solicitante).

Bajo este contexto, se cuestiona la constitucionalidad de la referida sentencia

denunciando fundamentalmente el desconocimiento por parte del juzgado superior de los

criterios sentados por esta Sala Constitucional, al confirmar la decisión apelada

considerando acertada la apreciación que hiciera el juzgado de primera instancia, de los

hechos que derivan de la inspección extrajudicial incorporada al proceso por la entidad de

trabajo Industrias Arco Iris 2008, C.A., en la causa principal; medio de prueba a través del

cual, el jurisdicente de primera instancia arribó a la conclusión de que el ciudadano Osman

Amoldo Araujo Ramírez, participó en la paralización de actividades de dicha empresa;

siendo que a su decir, se configuró un error en la valoración de la

inspección extrajudicial al otorgarle pleno valor probatorio cuando la misma debía ser

considerada sólo como un indicio.

Por su parte, el fallo objeto de revisión dictado por Juzgado Superior Segundo del

Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, estableció lo siguiente:


"De lo anterior, se verifica que en la decisión sub examine se menciona la
prueba enunciada como erróneamente valorada, se describe su contenido y
además se indica en forma precisa, expresa y exhaustiva los hechos que aprecia
el juzgador de primera instancia, con lo cual cumple con las reglas de
valoración de las pruebas, aunado a ello, cursa a los folios 96 al 104 de la
presente causa, Inspección extrajudicial realizada por el funcionario
FRANCISCO VIGO, adscrito a la Notaría Pública Tercera de Barquisimeto, en
la sede de la accionante, en fecha 14 de noviembre de 2.011 (sic), de la que se
evidencia que en dicha oportunidad el área de empaquetado de la entidad de
trabajo INDUSTRIAS ARCO IRIS 2008, C.A., se encontraba totalmente
paralizada (inoperante) y que los nombres de los trabajadores de esa área se ven
reflejados en la lista de asistencia del día, siendo que al folio 103, suscribe
dicha lista el trabajador "OSMAN ARAUJO'."
Determinado así, el objeto de la presente solicitud de control constitucional, debe

acotarse que en materia de revisión no corresponde a esta Sala entrar a conocer sobre los

asuntos debatidos en el juicio de origen, pues ello es propio del juez natural y abarca su

soberanía e independencia para decidir; sin embargo, en razón de la naturaleza de las

denuncias planteadas por el requirente, quien delata en forma constante la violación del

derecho a la defensa y al debido proceso, esta Sala desciende a las actas procesales a fin

de evidenciar una posible conculcación de los derechos del solicitante .

En el contexto de este marco referencial, debe resaltarse que este conjunto de

garantías constitucionales se erigen como reglas indispensables bajo las cuales debe

desarrollarse todo proceso, judicial o administrativo, con la finalidad de evitar

limitaciones o restricciones que impidan o menoscaben el ejercicio pleno y efectivo de los

derechos de cada una de las partes.

En este sentido, dichas disposiciones constitucionales comprenden no solo el

derecho a ser oído, sino también a obtener de él una decisión; a disponer del tiempo

necesario para ejercer plenamente la defensa de los derechos e intereses; que se permita la

promoción y evacuación de medios probatorios, así como también el acceso al

conocimiento, control y contradicción de las pruebas de la contraparte, siempre de la

manera prevista en la ley.

Ahora bien, en cuanto a valoración y apreciación del acervo probatorio, se estima

pertinente, realizar las siguientes consideraciones:

La prueba judicial transita en dos momentos principales, a saber: la apreciación y la

valoración. El primero de ellos, está determinado por el examen de las condiciones de

legalidad y legitimidad del medio de aportación probatoria, a través de un ejercicio lógico

de subsunción de sus características individuales a los supuestos normativos que

predisponen su allegamiento al proceso: mientras que la valoración, es la aprehensión de

los elementos de convicción relevantes que resultan de su contenido, a través de un

ejercicio lógico y axiológico ponderativo del mérito de la misma.


Esto permite comprender con facilidad el porqué la valoración de la prueba se

corresponde con el arbitrio del juez, a su propia e interna convicción de los hechos

juzgados: en tanto que, la apreciación del medio probatorio es ciertamente un examen

objetivo de legalidad y legitimidad, susceptible del control vertical de la jurisdicción, a

través de la impugnación recursiva ordinaria o extraordinaria .

Conforme a lo establecido en el artículo 12 del Código de Procedimiento Civil, la

función jurisdiccional debe ceñirse estrictamente a lo alegado y probado en autos,

procurando determinar con la mayor exactitud posible la influencia que cada uno de los

medios probatorios tendrá sobre la decisión, teniendo en cuenta que este proceso está

sometido a las reglas impuestas en el ordenamiento jurídico.

En sintonía con lo anterior, es de acotar que el presupuesto normativo contenido en el

artículo 507 del Código de Procedimiento Civil, establece:

"A menos que exista una regla legal expresa para valorar el mérito de la prueba,
el Juez deberá apreciarla según las reglas de la sana crítica."

La doctrina patria ha establecido, que a través de la sana crítica el sentenciador

tiene libertad de apreciar las pruebas apocadas al juicio de acuerdo con la lógica y las

reglas de la experiencia que, según su criterio personal, son aplicables en la valoración de

determinada prueba. (Henríquez La Roche, Ricardo: Código de Procedimiento Civil. Tomo

III. Ediciones Liber, Caracas 2004, p. 594 y ss.).

El sistema valoración de las pruebas en nuestro ordenamiento jurídico se presenta

como un sistema mixto. El principio general es la libre apreciación de la prueba de

acuerdo a las reglas de la sana crítica y la excepción a ello es la prueba legal o tasada. El

primero de esos sistemas va referido en palabras del Dr. Devis Echandía (vid. Teoría

General del Proceso, Tomo I, pp. 99) a la libertad para apreciar las pruebas de acuerdo con

la lógica y las reglas de la experiencia que, según el criterio personal del juez, resulten

aplicables al caso. Las palabras que conforman esta regla de valoración, hacen alusión al

aspecto subjetivo {crítica: valoración razonada, argumentada) y, al aspecto


objetivo {sana: comedida, imparcial, fundada en los principios lógicos generales y las

máximas de experiencia) que deben concurrir por igual para determinar el valor de

convicción de la prueba. En el segundo sistema (prueba legal o tasada), la ley determina de

manera anticipada el grado de eficacia que se le debe otorgar a determinados medios

probatorios, lo cual debe ser acatado por el Juez de manera irrestricta.

De allí que, los jueces al momento de valorar la pertinencia y eficacia de los medios

probatorios promovidos y evacuados por las partes en el proceso, incluso los incorporados

a la causa de oficio por su propio requerimiento, deben ponderarlos bajo la premisa del

sistema de la sana crítica, siempre que no exista una regla legal expresa para valorar el

mérito de las mismas.

Siguiendo este hilo argumentativo, puede apreciarse en sentencia de esta Sala

№0348 del 10 de mayo de 2018 (caso: Miguel Ángel Díaz Sánchez), la posición

doctrinaria respecto a la inspección ocular practicada fuera de juicio, en la cual se

estableció que la inspección realizada dentro de los supuestos del artículo 1.429 del

Código Civil, sin citación de la otra parte, es una prueba legal, cuyo mérito está el juez

obligado a analizar en la sentencia, aun cuando en ella no haya intervenido la parte contra

la cual pueda oponerse en el futuro. Conforme a esta disposición se autoriza la práctica de

la inspección ocular fuera del juicio, cuando pueda sobrevenir un perjuicio por retardo en

la evacuación de la prueba, para hacer constar el estado o circunstancias que puedan

desaparecer o modificarse con el transcurso del tiempo.

No requiere citación alguna, no sólo porque la ley no lo exige así, sino también

porque al momento de su práctica no existe aún el juicio, ni la parte a la cual puede

oponerse dicha prueba; exigir la citación de esta última para practicar las diligencias, haría

frustratoria una medida que, por su naturaleza, es corrientemente de urgencia.

Finalmente, cada instrumental incorporada al expediente tendrá un determinado

valor probatorio conforme a la naturaleza del documento que se trate; en este sentido, debe

señalarse que el acta de inspección ocular extrajudicial como la realizada en el presente


caso, goza de la naturaleza de un documento público por devenir de un funcionario público

autorizado por la ley, para dar fe pública notarial de los hechos que declara haber

efectuado y de aquellos que declara haber visto u oído, ello obedece a que al practicar la

inspección ocular, el Notario no solo da fe del otorgamiento, sino del contenido puesto que

interviene en su elaboración, dando certeza de lo allí expresado.

En efecto, el artículo 1.357 del Código Civil señala: "Instrumento público o auténtico

es el que ha sido autorizado con las solemnidades legales por un Registrador, por un Juez u otro

funcionario o empleado público que tenga facultad para darle fe pública, en el lugar donde el

instrumento se haya autorizado ".

En este sentido, el medio de impugnación dependerá de la naturaleza de la prueba

instrumental que se pretenda desconocer, toda vez que el medio de ataque deberá ser,

según el caso, el propicio para enervar el valor probatorio del instrumento que se discute,

ello explica la prescindencia de la citación de la parte contra la cual pretenda hacerse valer

la prueba de inspección para ejercer el control de la misma, toda vez que, en el caso de la

inspección extrajudicial como la realizada en la presente causa, al ser considerada como

documento público, su autoría y contenido sólo podrían ser discutidos por vía de tacha de

falsedad; cuya situación no se constata de las actas procesales, con lo cual se descarta que

haya existido para el solicitante algún impedimento en el ejercicio del derecho a la defensa

que le asiste.

No pretende más que significarse que, las consideraciones para decidir plasmadas

en el fallo objeto de solicitud de control constitucional hecho valer por el solicitante, no

son más que el producto del análisis probatorio desplegado por el Juzgado Segundo de

Primera Instancia de Juicio de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, sobre el caso

que fue sometido a su conocimiento, siendo que de este examen analítico es de lo que

discrepa el requirente de revisión constitucional, por ello debe resaltarse que la valoración

probática forma parte de la autonomía de juzgamiento que subyace en el arbitrio

cognoscitivo del sentenciador quien para este análisis debe servirse de las reglas de la sana
crítica y las máximas de experiencia. En consecuencia, estos señalamientos destinados a

atacar aparte cuestiones de juzgamiento apreciativo y valorativo desplegado en el acto de

juzgamiento contenido en el fallo aquí examinado, no puedan de ninguna manera erigirse

como fundamento para una solicitud de revisión, pues, la valoración probatoria -se insiste-

forma parte de la autonomía e independencia de la que gozan los jueces al decidir,

quienes, si bien deben ajustarse a la Constitución y a las leyes al resolver una

controversia, disponen de un amplio margen de valoración del derecho aplicable a cada

caso, por lo cual pueden interpretarlo y ajustarlo a su entendimiento, como actividad

propia de su función de juzgar (vid. sentencias de esta Sala números 325 del 30 de marzo

de 2005, 1.761 del 17 de diciembre de 2012, 36 del 14 de febrero de 2013 y 554 del 21 de

mayo de 2013, entre otras), no pudiendo advertirse alteraciones al orden constitucional en

dicho examen probatorio.

Cónsono con lo expuesto, estima esta Sala que la pretensión recursiva esgrimida por

el peticionante resulta ajena a la finalidad del mecanismo extraordinario de revisión de

sentencias definitivamente firmes consagrado en el artículo 336.10 de la Constitución y

previsto en el artículo 25.11 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, el cual,

no puede ser concebido como un medio de impugnación que se pueda intentar bajo

cualquier fundamentación, sino como una potestad extraordinaria, excepcional y

discrecional que ejerce esta Sala Constitucional con la finalidad de uniformar la doctrina

de interpretación del Texto Fundamental, para garantizar la supremacía y eficacia de las

normas y principios constitucionales.

Por consiguiente, esta Sala Constitucional considera que la revisión propuesta no

contribuiría con la uniformidad jurisprudencial, y por tanto, debe declararse no ha lugar la

solicitud de revisión. Así se decide.

V
DECISIÓN
Por las razones que anteceden, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de

Justicia, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela por

autoridad de la ley, declara NO HA LUGAR la solicitud de revisión constitucional,

intentada por el ciudadano OSMAN AROLDO ARAUJO RAMÍREZ de la sentencia dictada

el 13 de mayo de 2015, por el Juzgado Superior Segundo del Trabajo de la Circunscripción

Judicial del Estado Lara.

Publíquese y regístrese. Archívese el expediente.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Sesiones de la Sala Constitucional del

Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 7 días del mes de abril de dos mil

veintiuno 2021. Años 210° de la Independencia y 162 ° de la Federación.

La Presidenta,

LOURDES BENICIA SUÁREZ ANDERSON

Vicepresidente,

ARCADIO DELGADO ROSALES

Los Magistrados

CARMEN ZULETA DE MERCHÁN


(PONENTE)

JUAN JOSÉ MENDOZA JOVER


CALIXTO ORTEGA RÍOS

LUIS FERNANDO DAMIANI BUSTILLOS

RENÉ DEGRAVES ALMARZA

El Secretario,

CARLOS ARTURO GARCÍA USECHE


No firma la presente sentencia el magistrado Dr. Juan José
Mendoza Jover, quien no asistió por motivo justificado.

El Secretario,

CARLOS ARTURO GARCÍA USECHE

N° 16-0413
CZdeM

http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/abril/311615-0058-7421-2021-16-0413.HTML

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