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CIUDADANA

JUEZ NOVENA DE PRIMERA INSTANCIA


EN FUNCION DE CONTROL
AREA METROPOLITANA DE CARACAS
SU DESPACHO.-

Expediente- 1141-14

Quien suscribe, NELSON JAIME SANCHEZ, Abogado en el libre ejercicio,


debidamente inscrito en el IPSA bajo el número 90.560, actuando en este acto como
defensor privado del ciudadano NEPTALI GONZALEZ MONCADA, titular de la cédula de
identidad Nro. V-6.400.699, a quien se le sigue causa en ese juzgado a su digno cargo,
bajo el expediente 1141-14, por presunto delito de APROPIACION INDEBIDA CALIFICADA,
previsto y sancionado en el artículo 468 del texto sustantivo penal; en cuyo favor ese
órgano jurisdiccional le decretó libertad plena y sin restricciones en fecha 18 de
noviembre de 2015; pero, según información suministrada por la Secretaría del juzgado,
usted revocó la medida (de la cual carecía mi patrocinado) y ordenó la captura del ut
supra ciudadano, por lo que esta defensa, acude respetuosamente ante su competente
autoridad, con la finalidad de solicitar la NULIDAD ABSOLUTA DE LA
REVOCATORIA DE MEDIDA (QUE NO PESABA SOBRE MI DEFENDIDO) Y DE
LA SOLICITUD DE APREHENSION DICTADA EN SU CONTRA, todo de
conformidad con lo establecido en los artículos 26 y 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y 174 y 175 del Código Orgánico Procesal Penal.

DE LA PROCEDENCIA DE LA SOLICITUD DE NULIDAD

Ciudadana Jueza de conformidad con lo previsto en el artículo 174 del Código


Orgánico Procesal Penal, es interpuesto la presente solicitud de nulidad contra la decisión
dictada por ese órgano Jurisdiccional mediante la cual ordena la captura del ciudadano
NEPTALI GONZALEZ MONCADA, titular de la cédula de identidad Nro. V-6.400.699, por
revocatoria de una medida de restricción que nunca existió (según información de la
Secretaria del juzgado) ya que a mi representado le fue decretada libertad plena y sin
restricciones en fecha 18 de noviembre de año 2015, en audiencia de presentación de
imputados por el presunto delito de APROPIACION INDEBIDA CALIFICADA, previsto
y sancionado en el artículo 468 del Código Penal, considerando la juez para ese momento
lo siguiente: “…así mismo que no existen suficientes elementos de convicción para estimar
que el ciudadano presentado en esta audiencia es participe del hecho, en consecuencia se
constata que no se encuentran llenos los extremos del artículo en referencia…”.

En virtud de que, dicha decisión judicial fue dictada en contra de mi representado,


a pesar que siempre compareció a los llamados que hiciera el tribunal para la celebración de
la audiencia preliminar las veces que fue fijada, y aun mas, comparecía ante el tribunal para
enterarse de las nuevas fechas y las mismas no estaban determinadas, tanto es así que esta
defensa nunca más recibió boleta de notificación para la celebración de la audiencia
preliminar, a la cual tampoco comparecía la supuesta víctima y, aun, hasta la presente fecha
no tenemos conocimiento de las razones y fundamentos en los cuales se basó el juzgador
para dictar esta medida tan gravosa, ni siquiera fue librada boleta de notificación a la
defensa con respecto a esta decisión. Enterados de esta confusa decisión, nos pusimos a
derecho en el tribunal el día 21 de mayo de año en curso, por sugerencia de la Secretaria, no
obstante, la misma nos informó que por orden de la ciudadana juez, mi representado, el
ciudadano NEPTALI GONZALEZ, tenía que presentarse ante un órgano policial para que
lo pusiera a la orden del tribunal que lo estaba requiriendo; violentándose así, derechos y
garantías establecidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, tal y
como lo es el derecho al debido proceso, el derecho a la defensa y el derecho a la tutela
judicial efectiva.

En ese sentido, resulta oportuno señalar lo establecido por el legislador en el


artículo 174 del Código Orgánico Procesal Penal, el cual entre otras cosas señala:

“…artículo 174. Los actos cumplidos en contravención o con


inobservancia de las condiciones previstas en este Código, la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la leyes,
tratados, convenios y acuerdos internacionales suscritos y ratificados
por la República, no podrán ser apreciados para fundar una decisión
judicial, ni utilizados como presupuestos de ella, salvo que el defecto
haya sido subsanado o convalidado…”
Así mismo, el artículo 175 de la Norma Adjetiva Penal, señala:

“…artículo 175. Serán consideradas nulidades absolutas


aquellas concernientes a la intervención, asistencia y representación
del imputado o imputada, en los casos y formas que este Código
establezca, o las que impliquen la inobservancia o violación de
derechos y garantías fundamentales previstos en este Código, la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las leyes y
tratados, convenios o acuerdos internacionales suscritos y ratificados
por la República Bolivariana de Venezuela…”.-

De las citas legales que anteceden, podemos inferir, que todo aquel acto que vaya
en contravención con las normas, tratados y convención suscritos por Venezuela, serán
considerado como nulo, por cuanto los mismos carecerían de legalidad a los fines de surtir
algún efecto legal correspondiente.

En ese sentido, es importante traer a colación, el criterio sostenido en relación a las


nulidades, por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia
número 221, del 04 de marzo de 2011, la cual entre otras cosas señala lo siguiente:

“…Por otra parte, visto que el punto neurálgico en el presente caso


tiene relación con el empleo confuso que a menudo se observa por
parte de los sujetos procesales en cuanto a la nulidad de los actos
procesales cumplidos en contravención o con inobservancia de las
formas y condiciones previstas en la ley, esta Sala, de conformidad con
lo establecido en el artículo 335 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, considera oportuno establecer, con carácter
vinculante, la interpretación sobre el contenido y alcance de la
naturaleza jurídica del instituto procesal de la nulidad.
 
En tal sentido, esta Sala en sentencia Nro.: 1228 de fecha 16 de
junio de 2005, caso: “Radamés Arturo Graterol Arriechi”, estableció
el criterio que atiende al tema de la nulidad en materia procesal penal,
respecto del cual, dado su contenido explicativo, estima oportuno
reproducir una parte considerable del mismo, tal y como de seguida se
hace:
  
Ahora bien, estima la Sala propicia la oportunidad a fin de fijar
criterio respecto del instituto procesal de la nulidad en el proceso
penal.
En tal sentido, acota la Sala, que el proceso se desenvuelve mediante
las actuaciones de los distintos sujetos intervinientes en el mismo, en lo
que respecta a los particulares, sea como parte o como tercero
incidental. Dichas actuaciones deben realizarse bajo el cumplimiento
de ciertas formas esenciales para que las mismas sean válidas, no sólo
para cumplir con el esquema legal propuesto, sino para que las
garantías procesales, de raíz constitucional (debido proceso, derecho
de defensa), sean cumplidas.

Así, la constitución del acto para que tenga eficacia y vigencia debe
estar integrada por la voluntad, el objeto, la causa y la forma,
satisfaciendo los tres primeros aspectos los requisitos intrínsecos y el
último los extrínsecos.

De allí que, toda actividad procesal o judicial necesita para su


validez llenar una serie de exigencias que le permitan cumplir con los
objetivos básicos esperados, esto es, las estrictamente formales y las
que se refieren al núcleo de dicha actividad. Sin embargo,
independientemente de cuáles sean los variados tipos de requisitos,
ciertamente ellos dan la posibilidad de conocer cuándo se está
cumpliendo con lo preceptuado por la norma, circunstancia que
permite entonces conocer hasta donde se puede hablar de nulidad o
validez de los actos procesales.
La teoría de las nulidades constituye uno de los temas de mayor
importancia para el mundo procesal, debido a que mediante ella se
establece lo relevante en la constitución, desarrollo y formalidad de los
actos procesales, ésta última la más trascendente puesto que a través
de ella puede garantizarse la efectividad del acto. Así, si se da un acto
con vicios en aspectos sustanciales relativos al trámite –única manera
de concebir el fundamento del acto- esto es, los correspondientes a la
formación de la actividad, entonces nace forzosamente la nulidad.

La importancia para el proceso es que las reglas básicas sobre el


cumplimiento de los actos y los actos mismos estén adecuadamente
realizados, ya que el principio rector de todos los principios que debe
gobernar a la justicia es el efectivo cumplimiento del debido proceso,
es decir, que la idea de un juicio justo es tan importante como la propia
justicia, razón por la cual las reglas, principios y razones del proceso,
a la par de las formas, deben estar lo suficientemente claras y
establecidas para que no quede la duda respecto de que se ha
materializado un juicio con vicios en la actividad del proceso.
En síntesis, los defectos esenciales o trascendentes de un acto procesal
que afectan su eficacia y validez, el cumplimiento de los presupuestos
procesales o el error en la conformación que afecta algún interés
fundamental de las partes o de la regularidad del juicio en el
cumplimiento de normas de cardinal observancia, comportan la
nulidad.

En nuestro sistema procesal penal, como en cualquier otro sistema


procesal, la nulidad es considerada como una verdadera sanción
procesal –la cual puede ser declarada de oficio o a instancia de parte
por el juez de la causa- dirigida a privar de efectos jurídicos a todo
acto procesal que se celebra en violación del ordenamiento jurídico-
procesal penal. Dicha sanción comporta la eliminación de los efectos
legales del acto írrito, regresando el proceso a la etapa anterior en la
que nació dicho acto.

De allí, que la nulidad, aunque pueda ser solicitada por las partes y
para éstas constituya un medio de impugnación, no está concebida
por el legislador dentro del Código Orgánico Procesal Penal como un
medio recursivo ordinario, toda vez que va dirigida
fundamentalmente a sanear los actos procesales cumplidos en
contravención con la ley, durante las distintas fases del proceso –
artículos 190 al 196 del Código Orgánico Procesal Penal- y, por ello,
es que el propio juez que se encuentre conociendo de la causa, debe
declararla de oficio.
Mientras que, los recursos tienen por objeto el que se revise una
determinada decisión por un órgano superior al que la dictó. Revisar,
de por sí, presupone una función que debe realizar un órgano de
mayor gradación de aquel que dictó la decisión. Al ser una sentencia,
interlocutoria o definitiva, un acto que produce los más importantes
efectos jurídicos, debe ser controlada o revisada a través de un
mecanismo de control real sobre el fallo –la actividad recursiva-.

La actividad recursiva en el contexto del nuevo proceso penal es


limitada, ya que no todas las decisiones pueden ser sometidas al
control de la doble instancia y, si bien, el recurso de apelación y el de
casación pertenecen a dicha actividad; no obstante, es innegable que
estos dos medios de impugnación generan actos procesales que tienen
incidencia importante en el proceso, ya que por efecto de su ejercicio
podría declararse la nulidad del juicio o de la decisión defectuosa y
ello comporta que se realice de nuevo la actividad anulada
(Subrayado y negritas de esta Sala).

  Conforme la doctrina anteriormente reproducida, esta Sala reitera


que la nulidad no constituye un recurso ordinario propiamente dicho,
que permita someter un acto cumplido en contravención con la ley al
control de la doble instancia, ya que la nulidad constituye un remedio
procesal para sanear actos defectuosos por la omisión de ciertas
formalidades procesales o para revocarlos cuando dichos actos fueron
cumplidos en contravención con la ley. Tan es así lo aquí afirmado que
la normativa adjetiva penal venezolana vigente permite que la nulidad
pueda ser declarada de oficio por el juez cuando no sea posible el
saneamiento del acto viciado, ni se trate de casos de convalidación. De
allí que la nulidad se solicita al juez que esté conociendo de la causa
para el momento en el cual se produce el acto irrito, salvo que se trate
de un acto viciado de nulidad absoluta, en cuyo caso podrá solicitarse
en todo estado y grado del proceso (Vid. sentencia Nro. 206 del 05 de
noviembre de 2007, caso: “Edgar Brito Guedes”). Lo contrario sería
desconocer la competencia que legalmente le es atribuida al juez para
asegurar la efectiva aplicación de los principios y garantías que
informan el proceso penal.

En todo caso, la Sala no desconoce el derecho de las partes de


someter a la revisión de la alzada algún acto que se encuentre viciado
de nulidad, pero, esto solo es posible una vez que se dicte la decisión
que resuelva la declaratoria con o sin lugar de la nulidad que se
solicitó, pues contra dicho pronunciamiento es que procede el recurso
de apelación conforme lo establecido en el artículo 196 del Código
Orgánico Procesal Penal, salvo –se insiste- que se trate del supuesto de
una nulidad absoluta, la cual puede ser solicitada ante dicha
alzada…”.-

De la sentencia parcialmente transcrita se logra evidenciar que la violación de los


preceptos jurídicos estatuido en el Código Orgánico Procesal Penal, y demás leyes
procesales venezolanas deben ser atacables a instancia de parte, esto con la finalidad de
resolver la situación jurídica infringida.

Al haber quedado precisado, tanto por las citas legales, como por la jurisprudencial
la figura jurídica de las nulidades en el proceso judicial penal, es importante realizar el
siguiente análisis jurídico, a los fines de precisar la violación constitucional en el caso de
marras, y al respecto:
DE LOS HECHOS
En fecha veintidós (22) de julio de 2.011, los ciudadanos NEPTALI GONZALEZ
MONCADA, titular de la cédula de identidad V-6400699 y el ciudadano JESUS
ENRIQUE VEGA, titular de la cédula de identidad Nro: V-10.678.116, suscribieron un
documento privado entre las partes, el cual no fue autenticado, donde el ciudadano
NEPTALI GONZALEZ MONCADA, titular de la cédula de identidad V-6.400.699, deja
constancia de haber recibido la cantidad de CIEN MIL BOLIVARES FUERTES (BsF
100.000,00) por concepto de la venta de un vehículo de su propiedad al ciudadano JESUS
ENRIQUE VEGA, titular de la cédula de identidad Nro: V-10.678.116, vehículo éste que
se encontraba hipotecado a favor del ciudadano VICTOR MANUEL RODRIGUEZ
RODRIGUEZ, portador de la cédula de identidad Nro; V-18.184.153, por la cantidad de
CIEN MIL BOLIVARES FUERTES (BsF 100.000,00), dejándose constancia en el
documento privado entre las partes que el ciudadano NEPTALI GONZALEZ MONCADA,
titular de la cédula de identidad V-6400699 (promitente en este caso), se comprometía
hacer la tradición legal ante una notaría, es decir, transferir la propiedad al ciudadano
JESUS ENRIQUE VEGA, titular de la cédula de identidad Nro: V-10.678.116 (promisorio
en este caso), una vez que fuera liberada la hipoteca que pesaba sobre el bien mueble, por
otra parte, el ciudadano JESUS ENRIQUE VEGA, titular de la cédula de identidad Nro: V-
10.678.116, suscribió el documento privado entre las partes en señal de conformidad, aun a
sabiendas que todavía no era legalmente el propietario del vehículo.
De igual manera, riela en autos, documento debidamente autenticado ante la Notaría
Pública Primera del Municipio Sucre del Estado Bolivariano Miranda, donde consta que el
ciudadano VICTOR MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ, portador de la cédula de
identidad Nro; V-18.184.153, acreedor de la hipoteca que pesaba sobre el bien mueble
objeto de esta Litis, transfiere la propiedad del bien al ciudadano EFRAIN ALEXANDER
ROJAS GARCIA, titular de la cédula de identidad Nro V-17.598.250, por concepto de
venta pura y simple, perfecta e irrevocable, ya que el vehículo le pertenecía en pleno
dominio, según consta de Documento autenticado ante la Notaría Pública Primera del
Municipio Sucre del Estado Bolivariano Miranda, de fecha 23 de septiembre de 2011,
inserto bajo el No: 06, Tomo 383 de los libros de autenticaciones llevados por esa Notaría,
cuya venta fue por el precio de CIEN MIL BOLIVARES FUERTES EXACTOS (BsF.
100.000,00).
Visto pues que el ciudadano NEPTALI GONZALEZ MONCADA, titular de la
cédula de identidad V-6.400.699 (mi representado), no pudo honrar la obligación
hipotecaria con el ciudadano VICTOR MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ, portador
de la cédula de identidad Nro; V-18.184.153, acreedor de la hipoteca que pesaba sobre el
bien mueble, éste optó por dar en venta dicho vehículo al ciudadano EFRAIN
ALEXANDER ROJAS GARCIA, titular de la cédula de identidad Nro V-17.598.250. Así
las cosas, mi defendido devolvió la cantidad de CIEN MIL BOLIVARES FUERTES (BsF
100.000,00) al ciudadano JESUS ENRIQUE VEGA, titular de la cédula de identidad Nro:
V-10.678.116, pero éste no quiso aceptar el dinero porque solo quería la transferencia de
propiedad del vehículo en referencia.
Y es así ciudadana juez como se inicia esta controversia, mediante una denuncia
interpuesta en fecha 26 de enero de 2012, por el ciudadano VEGA JESUS ENRIQUE,
titular de la cédula de identidad Nro: V-10.678.116, ante la Sub Delegación del Cuerpo de
Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas de Ocumare del Tuy, por presunto
delito de APROPIACION INDEBIDA CALIFICADA.

El 11 de abril de 2014, la Fiscalía Sexagésima Primera a Nivel Nacional con


Competencia Plena del Ministerio Público solicita se fije una audiencia para el acto de
imputación de mi representado NEPTALI GONZALEZ MONCADA, titular de la cédula
de identidad V-6.400.699, por los hechos narrados y precalifica el tipo penal
APROPIACION INDEBIDA CALIFICADA, previsto y sancionado en el artículo 468 del
texto sustantivo penal y que se otorgue medida cautelar sustitutiva de libertad de
conformidad con el artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal. Entre los
pronunciamientos del tribunal, admite la precalificación y otorga LIBERTAD PLENA Y
SIN RESTRICCIONES, aduciendo: “…así mismo que no existen suficientes elementos de
convicción para estimar que el ciudadano presentado en esta audiencia es participe del
hecho, en consecuencia se constata que no se encuentran llenos los extremos del artículo
en referencia…”.

En fecha 21 de enero de 2016, el Ministerio Público consigna el libelo acusatorio


aun cuando se trata de un hecho atípico y se fija la audiencia preliminar, acudiendo mi
representado y su defensa a dicho acto tantas veces fueron notificados, debiéndose diferir
en diferentes oportunidades por incomparecencia de la supuesta víctima y como constancia
de ello están los libros de secretaría y el libro de anuncio de las partes como asistidos al
tribunal.
Ahora bien ciudadana juez, en virtud de no haber recibido nunca más una boleta de
notificación convocando a la audiencia preliminar, mi defendido se presentó en el tribunal
el día viernes dieciocho de mayo de año en curso y se consigue con la noticia desagradable
de que le fue revocada la medida (que no tenía) y librada orden de captura, debiéndose
presentar el lunes 21 del mismo mes con su defensa, según información de la secretaria del
tribunal.
El día 21 de mayo acudimos al juzgado, al pedir información al respecto y sugerir
que se solicitara el expediente a la sala 415, la secretaria nos informó que por órdenes
expresas de la ciudadana juez, el imputado tenía que entregarse en un cuerpo policial para
que lo presentara ante el juzgado.
Ciudadana juez, hasta la presente fecha, tanto mi defendido como esta defensa
desconocemos las razones por las cuales usted revoca una medida que mi representado no
tenía, ya que se encontraba en libertad plena y sin restricciones y además ordena librar
orden de captura en su contra, ni siquiera sabemos en qué fecha usted dictó esa decisión.
Ha sido fallido obtener información alguna en relación a esta circunstancia por parte de la
Secretaria del tribunal; como defensa y parte de esta causa desconozco totalmente los
fundamentos y razones por las cuales usted se pronunció con esta medida tan gravosa para
mi patrocinado, nos encontramos en un estado de indefensión, no hemos tenido acceso a las
actuaciones, ni a los libros que registra la asistencia de las partes al acto de audiencia ni al
libro de secretaría para comprobar con certeza desde cuando no se fijaba la audiencia
preliminar.

No haber sido notificada la defensa de esta decisión que le causa un gravamen


irreparable a mi defendido y ordenarle que se presente ante un cuerpo policial para que lo
conduzca al tribunal que lo requiere, cuando él mismo junto con su defensa se puso a
derecho en el juzgado a los fines de saber los motivos de esa decisión y solventar la
situación, es completamente una violación al debido proceso, a la tutela judicial efectiva y a
las garantías constitucionales de ser oído en el momento en que se presentó al juzgado.
Ciudadana juez, mantener esa posición, contra un ciudadano que goza de una
libertad plena y sin restricciones, cambiar ese status por una medida de privación, aun
cuando estamos en presencia de una Litis que ha debido ventilarse por la jurisdicción civil
ya que el hecho es atípico, EL INCUMPLIMIENTO DE UN CONTRATO NO ESTA
TIPIFICADO EN EL TEXTO SUSTANTIVO PENAL COMO DELITO, además de
dejarnos en un estado de indefensión, violándose el debido proceso y la tutela judicial
efectiva, es pasar de una justicia social a una injusticia penal.

Es entonces ciudadana Jueza, que del recorrido procesal ut supra transcrito, se


evidencia grave estado de indefensión en la presente causa, y en razón de ello una flagrante
violación a lo establecido en el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela.
Razón por la cual, y en atención a todos los argumentos explanados, esta Defensa
del ciudadano NEPTALI GONZALEZ MONCADA, titular de la cédula de identidad V-
6.400.699, solicita con todo respeto ante su compétete autoridad, sea estudiado el caso en
cuestión y en razón de ello, declare con lugar la presente solicitud de nulidad de la decisión
dictada en contra del ciudadano NEPTALI GONZALEZ MONCADA, titular de la cédula
de identidad V-6.400.699, de conformidad con los artículos 174 y 175 del Código Orgánico
Procesal Penal. Así se solicita sea declarado.
PETITORIO-
En base a todo lo anteriormente expuesto, esta Defensa Privada del ciudadano
NEPTALI GONZALEZ MONCADA, titular de la cédula de identidad V-6.400.699, en el
ejercicio pleno de sus derechos, solicita ante su competente autoridad lo siguiente:

1. Emita pronunciamiento y sea declarado con lugar la presente solicitud ejercida,


por parte de quien aquí suscribe.

2.- En el caso de ser declarada con lugar, se restituya la condición de libertad plena
y sin restricciones, y se libre oficio al cuerpo policial pertinente a los fines de dejar sin
efecto tal solicitud.
3.- Se fije la fecha de la audiencia preliminar notificándose a las partes.

Es justicia lo que se solicita, en Caracas a la fecha de su presentación, todo de


conformidad y armonía con los artículos constitucionales 2, 26, 49, 51 y 257.

Defensor Privado.

NELSON JAIME SANCHEZ

90.560

DOMICILIO PROCESAL: ESQUINA DE COLON A DR DIAZ. EDIFICIO EDAL,


PISO 3, OFICINA 31, PARROQUÍA CATEDRAL, MUNICIPIO LIBERTADOR,
DISTRITO CAPITAL.

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