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Los mecanismos de coordinación propuestos por Henry y Mintzberg

Según Henry Mintzberg, en su libro la Estructuración de las organizaciones, hay cinco


mecanismos de control que parecen explicar las formas fundamentales en que las organizaciones
coordinan su trabajo: adaptación mutua, supervisión directa, normalización de los procesos de
trabajo, normalización de los resultados del trabajo y normalización de la habilidades del
trabajador. A estos se los debería considerar como los elementos fundamentales de la estructura.
De estos mecanismos parte todo lo demás.

Adaptación mutua

La adaptación mutua consigue la coordinación del trabajo mediante la simple


comunicación informal. En este tipo de mecanismo, el control del trabajo corre a cargo de
los que lo realizan.

Supervisión directa

Supervisión directa

A medida que una organización supera su estado más sencillo suele recurrirse a un segundo
mecanismo de coordinación. La supervisión directa consigue la coordinación al
responsabilizarse una persona del trabajo de los demás, dándoles instrucciones y
controlando sus acciones.

Normalización

El trabajo puede coordinarse también sin adaptación mutua ni supervisión directa: puede
normalizarse.

Normalización de los procesos de trabajo

Normalización
Se normalizan los procesos de trabajo cuando el contenido del mismo queda especificado,
es decir, programado.

Normalización de los resultados

Se normalizan los resultados al especificarse los mismos, como pueda darse con las
dimensiones del producto o del rendimiento. Una vez normalizados, se predeterminan los
nexos entre tareas.

Normalización de las habilidades

En algunos ocasiones resulta imposible normalizar tanto el trabajo como sus resultados,
necesitándose no obstante algún tipo de coordinación. Las habilidades se normalizan
cuando ha quedado especificado el tipo de preparación requerida para la realización del
trabajo.

Un continuo entre los mecanismos de coordinación

Estos cincos mecanismos de coordinación parecen seguir cierto orden. A medida que el
trabajo de la organización se vuelve más complicado, los medios de coordinación
primordiales van cambiando, tal como indica la siguiente figura. De la adaptación mutua a
la supervisión directa y luego a la normalización, preferentemente de los procesos de
trabajo; en caso necesario, se pasa luego a la normalización de los resultados y de las
habilidades sucesivamente, revirtiendo por último otra vez a la adaptación mutua.
TIPOS DE CONTROL

 Control previo o precontrol. Al ser previos a la acción,


aseguran que ésta responda a los recursos
(humanos, materales y financieros) planificados. Esto pasa por
identificar los gastos financieros presupuestados, anticipar las
actividades por realizar y prever lo que costará llevarlas a cabo.
 Control directivo o de dirección. Se les conoce como controles
de avance o controles cibernéticos, y supervisan el recorrido de
los procesos organizacionales antes de que acaben, para tener
tiempo de tomar medidas o forzar un cambio de ruta. Estos
controles sólo dan resultado si se posee una retroalimentación
adecuada.
 Control a corriente. Este control se lleva a cabo a lo largo del
proceso empresarial, es decir, a la par que están transcurriendo,
de la mano de directivos o del propio personal operario.
 Control posterior. Se llevan a cabo una vez finalizada la acción
productiva y se dan de manera retrospectiva, evaluando todo el
recorrido y extrayendo las conclusiones pertinentes de lo que
salió bien y lo que no tanto. Luego se recoge un informe que
sirve para futuras gestiones y para recompensar o alentar a los
trabajadores.

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